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COORDINACIÓN DE GESTIÓN POLÍTICAMIGRATORIA LABORAL
COORDINACIÓN DE GESTIÓN POLÍTICAMIGRATORIA LABORAL
Trabajadores fronterizos en la frontera colombo venezolana
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SERIE DE CU
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IGRA
CIÓN
LABO
RAL
Trabajadores fronterizos en la frontera
colombo venezolana
Bogotá - Colombia
Ministerio del Trabajo
Bogotá D.C., 2014
ISBN: 978-958-8717-46-3
Primera edición: 2014
Impresor: Imprenta Nacional
Diseño y diagramación: Juan Fernando Peláez
© Todos los derechos reservados
Se autoriza la reproducción total o parcial, siempre y
cuando se conserve la integridaddel texto y se cite la fuente.
LLUIS EDUARDO GARZÓN Ministro del Trabajo JUAN CARLOS CORTÉS GONZÁLEZViceministro de Empleo y Pensiones ENRIqUE BORDA VILLEGAS.Viceministro de Relaciones Laborales e Inspección GLORIA LUCIA OSPINA SORZANOSecretaria General DIANA ISABEL CÁRDENAS GAMBOADirectora de Movilidad Laboral y Formación para el Trabajo SERGIO BUENO AGUIRREDirector de Migración Colombia
GRUPO DE ANÁLISIS ESTRATÉGICO MIGRATORIOMigración Colombia
AUTORES DEL INFORME:
WILLIAM MEJÍADIANA PATRICIA ORTIZANGIE VANESSA qUINTEROMARTHA ELENA DÍAZJOHANA CIFUENTESMARÍA CRISTINA GALVIS
CLAUDIA BEATRIZ PUERTA
Grupo de Investigación en Movilidad Humana – GIMH
Universidad Tecnológica de Pereira
EDITORES:
NÉSTOR ALFONSO ORDÚZ CÁRDENAS
Coordinador del Grupo de Gestión de la Política Migratoria Laboral
JOHANNA CAROLINA SÁENZ BOJACÁ
Asesora Grupo de Gestión de la Política Migratoria Laboral
Ministerio de Trabajo
Contenido Introducción 16
1. Marcos de referencia 201.1 El Estado nación y las fronteras 201.2 El trabajo fronterizo 271.3 Marco normativo internacional de la movilidad fronteriza 331.3.1 Convención de Naciones Unidas 331.3.2 Convenios binacionales 36
2. Áreas de los cruces estudiados 382.1 Área del cruce de Paraguachón 382.2 Área de los cruces de los puentes Santander y Simón Bolívar 442.3 Área de los cruces a través del río Arauca: Puente Páez y paso fluvial 512.4 Área de cruces por Puerto Carreño 61
3. Resultados de la encuesta 703.1 Dimensiones y características de los flujos de trabajadores fronterizos 703.2 Motivaciones para el trabajo fronterizo 783.3 Algunas características de los trabajadores fronterizos 873.3.1 Residencia 873.3.2 Nacionalidad 893.3.3 Sexo y edad 93
3.3.4 Estado civil 943.3.5 Nivel educativo 953.4 La actividad laboral 963.4.1 Categoría o posición ocupacional 963.4.2 Tipo de relación laboral 993.4.3 Tiempo de trabajo en el país vecino 1023.4.4 Ramas de actividad económica 1043.5 Condiciones generales de trabajo y disfrute de derechos 1083.5.1 Intensidad 1083.5.2 Seguridad y cobertura de riesgos 1123.5.3 Otras prestaciones 121
4. Conclusiones 126
5. Recomendaciones 129
Referencias 130
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La migración en Colombia ha sido una constante en la historia del país y en los años recientes ha venido en crecimiento sostenido. Tradicional-mente, los colombianos nos hemos movido ha-cia el exterior por múltiples factores, dentro de los cuales se destacan el deseo de profundizar en diferentes áreas de estudio y la búsqueda de mejores oportunidades laborales. Asimismo, y de manera reciente, a causa de la apertura del país y la consolidación de la imagen de Colom-bia como un país próspero y en crecimiento, se ha venido incrementando la presencia de ex-tranjeros en territorio nacional, trayendo consi-go retos para la gestión de los flujos migratorios.
Precisamente en este marco, el Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos decidió escin-dir el antiguo Ministerio de la Protección Social y dar vida nuevamente al Ministerio del Trabajo mediante el Decreto 4108 de 2011, otorgándole entre varias funciones la de Formular, implemen-tar y evaluar, en coordinación con las entidades correspondientes, la política en materia de mi-graciones laborales.
Atendiendo dicha directriz, en el marco de la es-tructura interna de este Ministerio, se crearon la Dirección de Movilidad y Formación para el Tra-
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bajo y el Grupo de Gestión de Política Migratoria Laboral con la tarea específica de Proponer los mecanismos para implementar la política, planes y programas en materia de migraciones laborales y temporales, y el adecuado tratamiento, respeto y acogida integral de los trabajadores migrantes y sus familias.
Siguiendo esa línea, para el periodo 2010-2014 el Gobierno nacional se propuso en su Plan Na-cional de Desarrollo, “Avanzar (…) en la adecua-ción de los lineamientos de la política en materia de migración laboral (…); Fortalecer la Comisión Nacional Intersectorial de Migraciones; e Imple-mentar programas y proyectos para la adecuada gestión migratoria y control del flujo de la pobla-ción migrante interna, fronteriza e internacional.”.
De esta manera, esta serie de cuadernillos hace parte del esfuerzo institucional del Ministerio de Trabajo por aportar elementos de análisis e insu-mos a la construcción de la política de migración laboral en Colombia. Dichos trabajos investiga-tivos comprenden las siguientes sub-temáticas que resultan útiles para el debate que merece este tipo de compromisos: Comparativos de programas y acciones en materia de migración laboral a partir de experiencias internacionales;
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Estudios sobre las ventajas y desventajas de la Inserción laboral de los extranjeros en Colombia; Análisis del Impacto de la migración laboral en el sector petrolero y en el sistema educativo y laboral en el país; Diagnósticos de las migracio-nes laborales en las fronteras Colombia – Vene-zuela, Colombia – Ecuador y Colombia – Brasil; Revisiones del Impacto de la eliminación de la proporcionalidad en Colombia; y, el diseño del Sistema Estadístico de Migraciones Laborales Internacionales– SEMILI.
Este Ministerio continuará comprometido con la elaboración y generación de estudios que aporten a la construcción de políticas y programas en ma-teria de migración laboral, y a la continua evolución del aparato gubernamental con el fin de atender este tipo de dinámicas, convencidos de que estas acciones promoverán el bienestar y la garantía de los derechos laborales de los colombianos en el exterior y los extranjeros en Colombia.
LUIS EDUARDO GARZÓNMinistro del Trabajo
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Migración Colombia nació bajo una visión de Es-tado en la que el Gobierno Nacional se planteó la necesidad de transformar la administración migratoria y hacer más eficiente el servicio pú-blico bajo criterios de transparencia, rendición de cuentas, gestión eficiente de los recursos e interacción entre el servidor y el ciudadano.
En esta visión de futuro, concibió un nuevo mo-delo de gestión migratoria que incorpora y afir-ma dentro de su operación, la optimización e innovación del servicio a los ciudadanos, la pro-moción de los derechos humanos y las garantías para una migración segura y regulada.
De esta manera la nueva institucionalidad abor-da las migraciones internacionales con un nue-vo enfoque, desarrolla políticas internas para fortalecer la capacidad de procesamiento de la información migratoria y desarrolla la experticia suficiente en sus funcionarios para analizar los fenómenos inmersos y con ello generar insumos útiles al Estado para atender la creciente y hete-rogénea dinámica migratoria global.
En efecto, las realidades migratorias son múlti-ples, más aún al considerar a Colombia como la puerta de entrada y salida de la región, es así que el ejercicio de la autoridad migratoria asume
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de igual forma la construcción de una política institucional en materia de derechos humanos que visibilice al migrante ofreciéndole garantías y atención en el control migratorio articulando los esfuerzos y servicios institucionales que ofre-ce el país en esta materia.
Por esta razón buscamos hacer eficiente el ser-vicio de forma permanente, fortalecer nuestras capacidades en el procesamiento y análisis de la información migratoria y a la vez apoyar a las personas migrantes durante sus trayectos migra-torios facilitando su integración con la comuni-dad en general. Para nosotros este es el mayor reconocimiento de los derechos humanos de los migrantes que ingresan, permanecen y salen del territorio nacional.
Es así, que es motivo de orgullo la publicación de estos tres estudios sobre los Trabajadores Fron-terizos que se movilizan por nuestras fronteras con Venezuela, Ecuador, Brasil y Perú; estamos seguros que se constituirán en una herramienta útil para incrementar nuestros esfuerzos y ga-rantizar los derechos de las poblaciones trans-fronterizas, como base para su regularización y formalización en estas zonas, consideradas po-los de desarrollo de nuestro país.
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Esperamos que por medio de estas investigacio-nes académicas, realizadas a partir de la carac-terización estadística, social y demográfica de los trabajadores colombianos y extranjeros que salen e ingresan por las fronteras inmediatas de Colombia, comprendamos un nuevo contexto mi-gratorio, como marco de referencia en el ámbito de los derechos de los trabajadores migrantes, permitiendo así la construcción de indicadores estratégicos en relación con la movilidad laboral, garantizando en un futuro no lejano, una gestión migratoria diferencial y referente en la región.
SERGIO BUENO AGUIRREDirector Migracion Colombia
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El Decreto 4108 de 2011 y la Resolución 2490 de 2012 le otorgan a la Dirección de Movilidad y Formación para el Trabajo y a su Grupo In-terno de Gestión de la Política de Migración Laboral, la función de: Formular, implementar y evaluar, en coordinación con las entidades correspondientes, la política en materia de mi-graciones laborales.
En ese marco, nos hemos comprometido con el impulso y la generación de insumos de calidad que permitan al Gobierno nacional y de manera particular al Ministerio de Trabajo, la construc-ción de una política pública de gestión de los flu-jos migratorios laborales que de manera integral y coherente se ajuste a la realidad del fenómeno de la migración laboral en Colombia (tanto en su componente de emigración como en el de inmi-gración) y responda a los retos institucionales y sociales que el mismo genera.
De esta manera, presentamos la Serie de Cua-dernillos sobre Migración Laboral, fruto del es-fuerzo institucional del Ministerio del Trabajo, y que se constituye en un primer aporte tanto al conocimiento general como al debate nacional
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en torno a las cuestiones relativas a la migra-ción laboral en el país.
En su Quinto Número, esta Serie aborda la rea-lidad de los Trabajadores fronterizos que cruzan por Venezuela con el objetivo de construir por un lado, un diagnóstico sobre la movilidad labo-ral presentada en esta zona de frontera, y por el otro, una caracterización sobre los trabajadores fronterizos, partiendo precisamente de los desa-fíos conceptuales y estadísticos que este tipo de temáticas representan.
Esta investigación, realizada con el apoyo de la Uni-dad Administrativa Especial Migración Colombia, genera aportes y recomendaciones importantes no sólo para el Ministerio del Trabajo sino también para las diferentes entidades gubernamentales que hacen presencia en la frontera colombo-vene-zolana, y representa un punto de partida de gran importancia en el propósito de formular la política en materia de migraciones laborales.
Finalmente, la Dirección de Movilidad y Forma-ción para el Trabajo del Ministerio de Trabajo
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espera contar con el apoyo y participación de todos los sectores competentes en la materia a fin de alimentar este proceso y construir iniciati-vas que beneficien a los trabajadores migrantes colombianos en el exterior y los trabajadores ex-tranjeros en Colombia.
DIANA ISABEL CÁRDENAS GAMBOADirectora de Movilidad y Formación para el Trabajo
Ministerio del Trabajo
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Introducción
El interés de la Dirección de Movilidad y Forma-ción para el Trabajo del Ministerio de Trabajo por conocer la movilidad laboral presentada en zonas de frontera, así como el de la Unidad Administra-tiva Especial de Migración Colombia por analizar sus procesos de Control Migratorio, confluyeron en la iniciativa de unificar esfuerzos para poder avanzar en una investigación conjunta que arro-jara resultados para el análisis del fenómeno de la migración laboral en frontera. Por esta razón, se encomendó la realización de un estudio sobre ella al Grupo de Movilidad Humana de la Universidad Tecnológica de Pereira, teniendo como ámbito geográfico las áreas de Ipiales – Tulcán (frontera colombo ecuatoriana) y Cúcuta – San Antonio – Ureña (frontera colombo venezolana).
Dicho estudio, tendría como objetivo principal ca-racterizar la movilidad, condiciones laborales y socio demográficas de aquellas personas que continua-mente cruzan las fronteras colombianas terrestres para dirigirse a los países vecinos con el propósito de trabajar en ellos, o aquellos provenientes de los mismos para laborar en Colombia, conservando, unos y otros, su residencia habitual en el país de procedencia, al que regresan periódicamente.
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Tal tipo de persona es conocido como trabajador fronterizo, el cual es definido por la Convención Internacional Sobre la Protección de los Dere-chos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares (1990) como “todo trabajador mi-gratorio que conserve su residencia habitual en un Estado vecino, al que normalmente regrese cada día o al menos una vez por semana”; mien-tras la Comunidad Andina, en la Decisión 545 de 2003, lo hace con trabajador fronterizo andino como “… nacional andino que, manteniendo su domicilio habitual en un País Miembro, se tras-lada continuamente al ámbito fronterizo laboral de otro País Miembro para cumplir su actividad laboral”, sin definir el límite de la frecuencia del retorno a la residencia. Para efectos de este es-tudio se asume la definición de la Convención, considerando, inclusive, a quienes respondieron que regresaban “cada ocho días”, por entender que esta expresión hace referencia a una fre-cuencia semanal.
Asimismo, y de manera conjunta, se definieron las líneas de acción para la ejecución del proyec-to, sus parámetros de medición y estructuración metodológica, y se acordaron responsabilidades en torno a los componentes teóricos, concep-
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tuales y referenciales. Como insumos importan-tes, se contó con la aplicación de encuestas y entrevistas y el conteo de flujos, actividad que contó con el apoyo de la Policía de Carreteras.
Desde el Ministerio del Trabajo se realizó la coor-dinación general con Migración Colombia, se gestionó y asumió la financiación de las activi-dades ejecutadas por el Grupo de Movilidad y se supervisó el desempeño de este en el proceso.
El presente estudio es de alcance exploratorio, fundamentalmente descriptivo, sin descartar algunos componentes interpretativos, preten-diendo que éste se constituya en un referente de consulta para la investigación sobre la movilidad laboral fronteriza en el país y en un aporte im-portante a la información requerida para la pla-neación e implementación de acciones por los entes estatales y privados de distinto nivel, así como por las comunidades involucradas en este tipo de dinámicas migratorias.
De otro lado, se espera contribuir en la creación de una línea de base, por lo menos en las áreas estudiadas, sobre el trabajo fronterizo en y del país, el cual esperamos además, sirva como pel-daño para estudios posteriores, requeridos para
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la gobernanza en zonas fronterizas y contribuya a las adecuadas relaciones de Colombia con sus países vecinos, teniendo en cuenta que el tema debe ser asumido y atendido como una respon-sabilidad conjunta entre los países limítrofes, siempre buscando garantizar los derechos de los trabajadores fronterizos nacionales y extran-jeros y sus familias, haciendo uso de las normati-vas existentes como mecanismos de protección y garantía de sus derechos, herramientas útiles para el modelaje de políticas migratorias labora-les de cada país.
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1. MARCOS DE REfERENCIA
En este punto se entrega una visión rápida de los conceptos fundamentales para la investigación (Estado-Nación, fronteras y trabajador fron-terizo) y de las teorías que se consideran más pertinentes para el caso estudiado: la neoclásica microeconómica, que ayuda en la comprensión de los flujos migratorios; la de sistemas, que vis-lumbra puntos fundamentales para la visión de la frontera como una zona de integración, y la de redes que da cuenta de elementos que facilitan y sostienen los flujos en estas zonas.
1.1 EL ESTADO NACIóN y LAS fRONTERAS
La conceptualización del Estado es necesaria para hablar de fronteras, dado que estas surgen para diferenciar uno de otro. Pero cuando se ha-bla de Estado-Nación, al contenido de separa-ción que le dan al Estado las mismas fronteras se suman, con el concepto de Nación, elementos de integración, históricos, culturales y sociales, que pueden sobrepasar los límites formales que ellas definen.
Los Estados son una forma de organización so-cial y tienen unos componentes propios que lo-
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gran la diferenciación, - en este caso diferenciar Colombia de Venezuela -, ya que cada Estado posee unas instituciones propias, un territorio, un pueblo y una soberanía, sobre cuyos límites se ha dicho:
La soberanía tiene dos caras, una que mira
hacia el interior, otra que mira hacia el exterior.
En consecuencia, se encuentra con dos tipos de
límites: los que derivan de las relaciones entre
gobernantes y gobernados, y son los límites
internos y los que derivan de las relaciones
entre los Estados, y son los límites externos.
Entre las dos especies de límites hay una cierta
correspondencia en el sentido de que cuanto
un Estado es más fuerte y por tanto sin límites
en el interior, tanto más fuerte es y por tanto
con menores límites en el exterior; al proceso
de unificación interior corresponde un proceso
de emancipación exterior mientras un Estado
logra vincular más a sus súbditos, más logra
hacerse independiente de los otros Estados. (…)
Cada vez que el poder se vuelve más ilimitado
en lo interno, lo que quiere decir unificante,
también se vuelve más ilimitado en lo externo,
lo que quiere decir independiente (Bobbio,
1989, p.140).
Si se tiene en cuenta que “la condición necesaria y suficiente para que exista un Estado es que en
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un territorio determinado haya un poder capaz de tomar decisiones y emitir los mandatos co-rrespondientes, obligatorios para todos los que habitan en ese territorio” (Bobbio, 1989, p.130) y se suma el hecho de la posesión del monopolio de la fuerza, aspecto fundamental en el soste-nimiento de la soberanía, el ejercicio de ésta se convierte en asunto clave en las relaciones fron-terizas entre los paises, dado que las fronteras son el punto de inicio y culminación del mono-polio de la fuerza de un Estado, lo cual ha sido utilizado como ventaja para grupos y personas trasgresoras de las normas que cruzan dichos lí-mites, y situación que ha generado la securitiza-ción de la agenda sobre estas.
La idea de frontera remite en algunos casos a la yuxtaposición de territorios muy diversos en va-rios sentidos, lo que fue sustento o razón para el establecimiento de límites, y en otros muchos ca-sos hace referencia a unidades geográficas, so-ciales, económicas o culturales con antecedentes históricos comunes, separadas por linderos “ar-tificiales”, definidos convencionalmente o como resultados de acciones de fuerza, pero, en gene-ral, hace referencia a realidades cambiantes, cuya dinámica ha de ser tenida en cuenta si se quiere comprender lo que dentro de ellas sucede:
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Las zonas fronterizas han surgido en virtud
de procesos históricos previos, simultáneos o
posteriores a la fijación de límites territoriales
entre las naciones. Aunque la definición
de límites internacionales trató de separar
inicialmente los espacios y las poblaciones
de frontera, en muchos casos la interacción
espontánea entre unos y otras continuó, dando
lugar a una permanente deconstrucción y
reconstrucción geográfica y humana. En el
futuro, estas zonas se seguirán transformando
y es posible que den lugar a nuevas formas
de organización social y política, donde la
espacialidad responda a lógicas más acordes
con los procesos de desterritorialización y con
flujos y redes más móviles que las del actual
Estado territorial, el cual está ligado a estructuras
más o menos estables. Por tanto, más que al fin
de los límites o las fronteras, como se afirma
con frecuencia, asistimos tal vez al cambio de la
“fronterización”, o sea, al cambio de las formas
como las fronteras deben ser entendidas y
construidas por los poderes centrales y por las
poblaciones locales (Ramírez, 2008, p.138).
Por otro lado, la Nación se rige más, como ya se dijo, por aspectos que sobrepasan las fronteras formales. La historia compartida, las costumbres y las relaciones familiares que se presentan en zonas fronterizas, son más fuertes que los lími-
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tes que imponen los Estados. Además, la cercanía entre comunidades de un lado y del otro genera facilidades para los intercambios culturales, aun-que se hablen diferentes idiomas y se refuercen lazos binacionales día a día, más allá de las im-posiciones del Estado en cuanto a límites territo-riales y soberanos. Incluso, en ocasiones, como ocurre con Colombia y Venezuela, cabe hablar de ciudades que guardadas sus diferencias son muy cercanas y casi conurbadas, “… pueden ser asimé-tricas en términos de estructura política, marcos institucionales, idiomas, identidad, y sentimientos de pertenencia, origen étnico, y morfología ur-bana, entre otros (…) creados por los habitantes fronterizos, que generan aspectos simétricos y asimétricos” (Vergel-Tovar, 2008, p.363)
En las definiciones de límites de los países lati-noamericanos ha jugado un papel fundamental el principio del derecho romano de uti possidetis, que hace referencia al hecho de que “lo que se poseyó se sigue poseyendo” y que Colombia pro-clamó desde 1819 en el Congreso de Angostura.
La doctrina de uti possidetis se desarrolló en el
derecho internacional regional de la América
Latina como consecuencia de los problemas
contenciosos territoriales que surgieron entre
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los Estados sucesores de España y Portugal en
materia de delimitación fronteriza durante los
albores del siglo XIX y con proyección al presente
siglo en otras regiones del mundo (…). La función
de la doctrina en sus dos principales vertientes
(juris y de facto) ha sido la de establecer de
manera coherente los criterios de atribución
de los espacios terrestres, ya sea en función a
consideraciones de efectividad en la posesión,
como en su caso, a estimaciones cartográficas
puramente formales (Baylón, 2002, p.141-142).
De esta manera, al darse la independencia, ten-dieron a establecer sus fronteras según las exis-tentes entre los imperios español y portugués y las internas de estos, como las correspondien-tes a virreinatos, capitanías generales y audien-cias, en el caso del primero. Se aplica entonces el principio del uti possidetis, referido al estado de cosas en 1810, pero en medio de grandes confusiones en la demarcación de límites, par-ticularmente en las áreas poco pobladas, don-de, además, había poca o nula tradición sobre la existencia de límites y en consecuencia, ausencia histórica de restricciones a la movilidad de las personas, que no se consideraban, generalmen-te, en nada distintas a sus vecinos, lo cual con-dujo a cierta inercia en el mantenimiento de esa movilidad, que tiende a conservarse hasta aho-
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ra. Posterior a la independencia, llega la creación de la Gran Colombia y su pronta disolución, con las sucesivas separaciones de Ecuador y Vene-zuela, y luego se procede a la realización de va-rios acuerdos para la definición de límites con Venezuela, que tienen una extensión de 2.219 km, desde Castilletes en La Guajira, hasta la isla de San José frente a la Piedra del Cocuy, en el río Negro, y cuyo resumen se presenta en la tabla 3.
TaBla 3. TraTados y oTros InsTrumenTos de
defInICIón de la fronTera TerresTre ColomBo-
venezolana
Tratados y otros instrumentos fecha firma
Arosamena - GuzmánLaudo españolArbitramento suizoLópez de Mesa - Gil Torres
14/09/188116/03/189124/03/192205/04/1941
fuente: http://www.sogeocol.edu.co/ova/fronteras_evolucion/conformacion/
tratados.html
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1.2 EL TRABAjO fRONTERIzO
La conservación por parte de los trabajadores fronterizos de su residencia habitual en el país de procedencia, al que regresan periódicamen-te, entraña dificultades conceptuales desde las definiciones tradicionales de las migraciones, que generalmente implican cambios de resi-dencia y parecen ir en contravía de la dinámica de tal tipo de trabajo, en el cual los espacios de origen y destino, o sea de residencia y trabajo, se alternan cotidianamente por parte del tra-bajador. Múltiples condiciones del más diverso orden, tanto del lado colombiano como del de los países vecinos, constituyen contextos que modulan las dinámicas de ese trabajo fronterizo, enraizadas en circunstancias personales, familia-res, grupales, de redes, imaginarios y represen-taciones sociales de los actores de los flujos, que buscan con el cruce de los límites nacionales una mejoría en su situación.
No obstante, no parece haber problema en elegir la teoría neoclásica, en su versión microeconómi-ca (Todaro, 1969, 1976; Todaro y Maruszko, 1987) dentro del conjunto de planteamientos que in-tenta explicar la migración, que parece plausible para la situación tratada, en la medida que está
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montada sobre la movilidad en pos del empleo. En la teoría Enunciada “los actores individuales racionales deciden sus desplazamientos migrato-rios mediante un cálculo del coste-beneficio que los conduce a expectativas de un beneficio neto positivo, normalmente monetario, del desplaza-miento” (Massey et al., 2008, p.439) y es claro que en el trabajo fronterizo empieza con una rela-ción favorable en el componente de costos, dada, precisamente, la no necesidad del cambio de re-sidencia, además de las ventajas de otro tipo que representan otras circunstancias que se dan en el caso tratado, como las facilidades que plantea tener un idioma igual, o por las costumbres com-partidas o aprendidas por la cercanía.
Pero si los costos de los movimientos en pos del empleo pueden ser, considerados a priori, la eva-luación de los beneficios, por lo menos, bajo el supuesto de la racionalidad del individuo, requie-re un mayor conocimiento de las posibilidades del mercado laboral que,, sería el motor de los flujos de trabajadores. Así,
La decisión de emigrar se analiza a partir de una
racionalidad instrumental que induce a elegir
libremente entre las oportunidades que ofrece
el mercado dentro y fuera del país. Desde esta
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perspectiva, las migraciones se consideran
funcionales, al contribuir al equilibrio del sistema,
y rentables tanto para los países como para los
migrantes (Micolta, 2005, p.68).
En este aspecto, es el mercado laboral, por me-dio de la oferta y la demanda, y con los sala-rios mediando en la ecuación, el generador de la movilidad de los trabajadores, que actúa como factor de ajuste de los desequilibrios del sistema.
La oferta y la demanda juegan un papel impor-tante en las redes sociales que involucra a los ha-bitantes de ambos lados de la frontera, construi-das no solo a partir de relaciones comerciales y culturales sino también familiares y de amistad, entre otras. Tales redes, que en algunos casos fronterizos constituyen una verdadera comuni-dad transnacional (Faist, 1999; Portes, Guarnizo y Landolt, 1999), como ocurre en entre Colombia y Venezuela, las que han sido estudiadas desde muchas perspectivas, y cuentan con referentes específicos, aunque más empíricos que teóri-cos, que explican su papel en la movilidad de los trabajadores, y muestran cómo contribuyen a dicho conocimiento, y a la localización misma dentro del mercado.
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Sin embargo, frente a trabajadores fronterizos, donde la raíz de la movilidad, del paso cotidia-no de un país al otro, no responde a cambios de empleo, sino de residencia, ya que la actividad laboral se mantiene, generalmente, en el país de nacionalidad, el marco teórico propuesto resulta inadecuado en su versión tradicional. Es decir, el trabajo fronterizo no se configura por pasar al país vecino en pos de una mejor situación labo-ral, sino porque se cambia de residencia, buscan-do mejores condiciones de vida, para regresar habitualmente al sitio de salida para desempe-ñarse laboralmente. En estas circunstancias las particularidades del mercado laboral seguirían determinando la inserción en él, pero no la movi-lidad, asunto que se pretende explicar.
Por ello, de manera complementaria, y más allá de las teorías asociadas a la movilidad humana, se propone visualizar los cordones fronterizos binacionales como sistemas, reconociendo, eso sí, las diferencias entre uno y otro lado, deter-minadas, fundamentalmente por la adscripción estatal distinta, pero integrados en múltiples as-pectos. Tal perspectiva permite observar la com-plejidad de las relaciones que se dan entre lado y lado de las líneas fronterizas, que dejan de ser así simples referentes de separación.
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En las últimas décadas hemos asistido al
surgimiento del “sistema” como concepto clave
en la investigación científica. Ni que decir tiene,
desde hace siglos que se estudian sistemas,
pero ha sido agregado algo nuevo... La
tendencia a estudiar sistemas como entidades
más que como conglomerados de partes es
congruente con la tendencia de la ciencia
contemporánea a no aislar ya fenómenos en
contextos estrechamente confinados sino, al
contrario, abrir interacciones para examinarlas
y examinar segmentos de la naturaleza cada
vez mayores (Bertalanffy, 1968, p.5-6).
Esta visión sistémica parece ser una necesidad ante las fuerzas que tienden a relacionar las comu-nidades y espacios separados/integrados por las fronteras, entre ellas las costumbres compartidas por las familias transnacionales que se han con-formado, las relaciones comerciales, la historia, y hasta medios de comunicación compartidos, que ayudan en la generación de aspectos de unidad y dinámicas propias de cercanía. Hay comunidades binacionales con representación en ambos lados de la frontera y empleadores con propiedades y trabajadores, también a lado y lado, como mu-chas otras situaciones que expresan más conti-nuidades que separaciones, que deben ser mira-das en sus aspectos micro y macro.
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Por ello, la teoría de los sistemas contribuye a en-tender la continuidad de los intercambios migra-torios, que a la luz de la teoría neoclásica deben terminarse al restaurarse el equilibrio en el merca-do, vía ajustes salariales. Según la primera, puede darse el surgimiento de sistemas en los cuales
Los flujos migratorios adquieren cierta estabilidad
y estructuración a lo largo del tiempo y el espacio,
permitiendo la identificación de sistemas de
migración internacional estables. Estos sistemas
se caracterizan por el relativamente intenso
intercambio de bienes, capital y población entre
ciertos países y el menos intenso intercambio
entre otros (Massey et al., 2008, p.466).
Tal situación, como lo dicen Carrión y Espín (2011, p.7), exige políticas públicas especiales, en busca de obtener beneficios de ella:
En la actualidad, la frontera no es sólo el punto
de encuentro de dos o más Estados, sino
también una zona de flujos transfronterizos que
opera como puerto o plataforma internacional
de integración. Por esto, las políticas no pueden
responder sólo a un manejo tradicional de una
línea de frontera a través del control militar,
diplomático, migratorio o aduanero, sino que
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deben ser proactivas para producir impactos
positivos en regiones que se encuentren situadas
más allá de la propia zona de frontera.
Tales impactos positivos se pueden obtener, entre otros medios, por la flexibilización de las normas que limitan las relaciones propias de las fronteras que, por su importancia y tradición, tienden a mantenerse al margen de ellas.
1.3 MARCO NORMATIvO INTERNACIONAL DE LA MOvILIDAD fRONTERIzA
El trato a los trabajadores migratorios, dentro de los que se cuentan los fronterizos, está defini-do por instrumentos internacionales de carác-ter vinculante, como la Convención de Naciones Unidas, así como por acuerdos bilaterales.
1.3.1 CONvENCIóN DE NACIONES UNIDAS
La Convención internacional sobre la protec-ción de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares, adoptada por la Asamblea General de Naciones Unidas en su Resolución 45/158, de 18 de diciembre de 1990, ratificada por Colombia el 24 de mayo de 1995, suscrita por Venezuela el 4 de octubre de 2011, y
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vigente desde el 1 de julio de 2003, que definió, como ya se vio, al trabajador fronterizo como “todo trabajador migratorio1 que conserve su residencia habitual en un Estado vecino, al que normalmente regrese cada día o al menos una vez por semana”, establece como aplicables a tal tipo de trabajadores los derechos humanos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares, enumerados en la Parte III de la mis-ma Convención y los derechos establecidos en la Parte IV para quienes estén en situación regu-lar “que puedan corresponderles en virtud de su presencia y su trabajo en el territorio del Estado de empleo, teniendo en cuenta que no han esta-blecido su residencia habitual en dicho Estado”.
Dentro de los derechos establecidos en esa Par-te IV que podrían disfrutar los trabajadores fron-terizos están:
• Información sobre todas las condiciones aplicables a su admisión y, particularmente, de las relativas a su estancia y a las actividades remuneradas que podrán realizar, así como de los requisitos que deberán cumplir en el Estado de empleo y las autoridades a que deberán dirigirse para que se modifiquen esas condiciones.
1 Definido, a su vez, como “toda persona que vaya a realizar, realice o haya realizado una actividad remunerada en un Estado del que no sea nacional”.
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• A organizarse para la defensa de sus intereses.• Igualdad de trato respecto de los nacionales
del Estado de empleo en relación, entre otras cosas, con “el acceso a los servicios sociales y de salud, siempre que se hayan satisfecho los requisitos establecidos para la participación en los planes correspondientes”.
• Transferir sus ingresos al Estado de origen o a cualquier otro Estado.
• Igualdad tributaria y esfuerzos por parte de los Estado Parte para evitar que sean objeto de doble tributación.
• Protección contra los despidos.• Recurrir ante las autoridades competentes
del Estado de empleo en caso de violación de las condiciones de su contrato de trabajo.
• Igualdad de trato respecto de los nacionales del Estado de empleo en el ejercicio de esa actividad remunerada.
Adicionalmente, la Convención expresa que “Los Estados de empleo considerarán favorablemente la posibilidad de otorgar a los trabajadores fron-terizos el derecho a elegir libremente una activi-dad remunerada luego de un período determina-do. El otorgamiento de ese derecho no afectará a su condición de trabajadores fronterizos”.
De otro lado, respecto de cualquier trabajador migratorio, incluidos, por supuesto, los fronteri-
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zos, el Estado de empleo podrá:
Restringir el acceso a categorías limitadas de
empleo, funciones, servicios o actividades,
cuando ello sea necesario en beneficio del Estado
y esté previsto por la legislación nacional;
Restringir la libre elección de una actividad
remunerada de conformidad con su legislación
relativa a las condiciones de reconocimiento de
calificaciones profesionales adquiridas fuera del
territorio del Estado de empleo. Sin embargo, los
Estados Partes interesados tratarán de reconocer
esas calificaciones.
1.3.2 CONvENIOS BINACIONALES
Con el objeto de facilitar el tránsito fronterizo entre Colombia y Venezuela se suscribió en 1942 el Estatuto de Régimen Fronterizo, aprobado en 1943 y aún vigente. Entre otras cosas, definió un “permiso fronterizo” para los nacionales de am-bas partes con domicilio en la zona de frontera y que requieran pasar la frontera para estancias temporales en el otro país. Para la explotación de fundos divididos por la frontera o de explotacio-nes que posean fundos a lado y lado de la fron-
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tera, se determinó el permiso fronterizo indus-trial, para pasar de un lado a otro. Con el objeto de atender necesidades de pastores y vaqueros, que deban cruzar la frontera con el propósito de abrevar sus ganados, llevarlos a pacer o reunir-los, se creó la “Cedula Pecuaria Fronteriza”.
En 1959, dando respuesta a situaciones ocurridas con relación al tránsito y residencia de colombia-nos y venezolanos en la zona fronteriza, se firmó el Tratado de Tonchalá que, además de ampliar el plazo de algunos de los permisos definidos en el Estatuto de Régimen Fronterizo, definió un ré-gimen fronterizo especial para los trabajadores agrícolas, así como normas para los “trabajado-res industriales”, fundamentalmente en temas de contratación y la prohibición de despido o devo-lución a la zona fronteriza de cualquier trabaja-dor “sin que previamente se le hayan liquidado y pagado sus salarios y sus prestaciones sociales de acuerdo con las leyes laborales, sin perjuicio de las medidas que la autoridad estime necesa-rias para asegurar su salida del país”.
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2. ÁREAS DE LOS CRUCES ESTUDIADOS
A continuación se establecen cada una de las áreas en las que se encuentran localizados los puntos de cruce tomadas en cuenta para este análisis:
2.1 ÁREA DEL CRUCE DE PARAGUAChóN
El municipio de Maicao está ubicado en el cen-tro-oriente del departamento de la Guajira, en el extremo norte de Colombia. Limita por el orien-te con el municipio Indígena Bolivariano Guajira (con capital en Sinamaica), en el estado Zulia de Venezuela, al norte con Uribia y Manaure, al sur con Albania, y al sur-occidente con Riohacha y Manaure. Su cabecera dista 76 km de Riohacha, la capital departamental, y 103 km de Maracaibo, capital de Zulia, ciudades entre las cuales existe un flujo constante de personas y mercancías, muchas de las cuales cruzan por Paraguachón, a casi 11 km de la cabecera de Maicao (ver mapa 1).
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mapa 1. enTorno del paso fronTerIzo de
paraguaChón
fuente: google maps
Maicao cuenta con una población de 151.489 habitantes, según proyección del DANE a 2013, que representa el 16,78% del total departamen-tal. Está, integrado por etnias y culturas diver-sas, entre ellas la Comunidad Wayuu, que apor-tan 40,1% del total de habitantes de la localidad, y un importante grupo de inmigrantes árabes y descendientes de los mismos, dedicados prin-cipalmente al comercio. En el censo de 2005, del total de hogares el 2,5% tenía por lo menos uno de sus miembros residiendo en el exterior, la mayoría de ellos, 80.7%, en Venezuela y 4.9% en Estados Unidos (DANE, 2010). Del lado Vene-zolano, el municipio Indígena Bolivariano Guajira contaba en 2011 con 65.521 habitantes, 90.2% in-
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dígenas, mientras su participación en el estado Zulia llegaba a 12.8% (INE, Censo 2011, procesa-do con Redatam). Con respecto a la población indígena y su papel en la ocupación del territo-rio, se puede resaltar:
Hasta el momento no existe consenso entre los
investigadores sobre el panorama de la península
de La Guajira en tiempos prehispánicos. A partir
de las crónicas y documentos coloniales es claro
que para principios del siglo XVI, convivían allí
varios grupos étnicos diferenciados, denominados
posteriormente como “guajiros”. Una vez
establecidos los europeos, los indígenas de la
región adoptaron el pastoralismo como forma de
vida e iniciaron un largo proceso de resistencia
contra los intentos de reducción por parte de
la corona. Desde este período, los “Guajiros”
establecieron lazos comerciales y culturales con
la sociedad mayoritaria, tal como lo han hecho a
través de su historia. En el siglo XX se han visto
afectados por la explotación petrolera del lago de
Maracaibo y por la apertura de la mina de carbón
El Cerrejón y de su puerto en la Alta Guajira, a
mediados de los años ochenta. (República de
Colombia, 2002, p.403)
Ese pastoralismo y el desempeño de actividades comerciales, así como la búsqueda de trabajo,
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particularmente en Maracaibo, con 1.454.083 habitantes en 2011, según dato censal, durante épocas de sequía, llevan a los Wayuu a cruzar frecuentemente la frontera, a través de lo que son sus territorios ancestrales, como pueblo bi-nacional que son.
En materia migratoria, Paraguachón es sede del Puesto de Control Migratorio del mismo nombre, adscrito a la Regional Guajira de Migración Co-lombia, que funciona las 24 horas del día. Este puesto de control terrestre, se presentó como el segundo más dinámico, con un incremento des-tacado de 122% en los registros de entrada y sa-lidas totales en el periodo 2011-2012.
Los registros de ciudadanos colombianos en el periodo 2007-2013 concentraron una participa-ción del 73% frente al total. Se destaca además, que durante el mismo periodo el ingreso de ex-tranjeros con visa Temporal Trabajador pasó de 113 a 2.340, predominando la entrada de vene-zolanos, con una participación del 94%.
En materia laboral, al cotejar algunos indicadores básicos de las dos áreas administrativas mayores colindantes (tabla 4), se encuentra que en 2011, año más reciente con datos comparables, se en-
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cuentra una población en edad de trabajar que supera los tres millones de personas, con mayo-res tasas de participación y de desempleo al lado venezolano, que eventualmente podrían contri-buir a un mayor flujo laboral hacia Colombia.
TaBla 4. deparTamenTo de la guajIra y esTado
zulIa, IndICadores laBorales, 2011
Indicadores laborales
la guajira(promedio anual)
zulia(pro-medio segundo semestre)
Tasa global de participación / Tasa de activi-dad (%)
63,0 70,1
Tasa de desocu-pación (%)
8,6 10,2
fuentes: Colombia, dane 2013; venezuela, Ine 2012
Por ramas de actividad, cambiando la referencia colombiana por Riohacha, capital de La Guaji-ra, por la inexistencia de datos al respecto sobre el departamento, se observa (ver tabla 5) una composición semejante a ambos lados, con los sectores de comercio, restaurantes y hoteles, y el de servicios comunales, sociales y personales como mayoritarios.
Sobre la situación particular de Maicao, es cla-
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ro que sustenta su economía fundamentalmente en el comercio, al punto de ser el principal cen-tro comercial del departamento, por lo que “el 93% de empleos se generan en esta actividad, en empresas que son en su mayoría uniperso-nales y tienen un ingreso promedio inferior de $ 500.000”. Sin embargo es un trabajo ejercido de manera informal …. …es de subsistencia y no genera cadenas económicas, se caracteriza por la necesidad de proveer productos de uno y otro lado de la frontera, de acuerdo a la temporada y de la fluctuación de la moneda” (Bolívar, 2008).
TaBla 5. CaBeCera de rIohaCha y esTado zulIa.
dIsTrIBuCIón porCenTual de las personas
oCupadas según rama de aCTIvIdad, 2011
rama riohachaestado zulia
Actividades agrícolas, pecuarias y caza
5,4
Explotación de hidro-carburos, minas y can-teras
2,2
Industria manufactu-rera
9,5 10,6
Electricidad, gas y agua 0,0 0,2
Construcción 9,5 9,5
Comercio, restaurantes y hoteles
29,7 28,6
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na rama riohachaestado zulia
Transporte, almacena-miento y comunicacio-nes
14,9 9,8
Establecimientos finan-cieros, seguros y bie-nes inmuebles
5,4 4,7
Servicios comunales, sociales y personales
25,7 28,9
Otras ramas 5,4
Actividades no bien es-pecificadas y/o no de-claradas
0,0 0,1
Total 100 100
fuentes: Colombia, Banco de la república - dane 2013a; venezuela, Ine 2012
2.2 ÁREA DE LOS CRUCES DE LOS PUENTES SANTANDER y SIMóN BOLívAR
La zona de los pasos considerados en esta sec-ción se localiza en la depresión de Táchira, cuya naturaleza ha favorecido el asentamiento de centros urbanos (ver mapa 2) y el intercambio de bienes y productos a ambos lados de la frontera, que ha llegado a ser “el espacio fronterizo más desarrollado y más dinámico, no sólo de Vene-zuela y Colombia, sino de toda América del Sur” (Urdaneta, 1999, p.4). La micro región binacio-
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nal Táchira - Norte de Santander, delimitada en el Proyecto Zona de Integración Fronteriza-ZIF (1991), comprende un territorio de 8.973 Km2, correspondiendo 4865 Km2 a Colombia y 4.108 Km2 al lado venezolano (Rodríguez, 1997-1998).
Del lado colombiano, se encuentra el Área Me-tropolitana de Cúcuta (AMC), conformada por los municipios de Cúcuta, Villa del Rosario, Los Patios, El Zulia, San Cayetano y Puerto Santan-der, que limita al este con el estado Táchira, par-ticularmente con los municipios venezolanos de Pedro María Ureña y Bolívar, cuyas poblaciones de Ureña y San Antonio están conurbadas con ella (fotografía 1), la primera junto a Cúcuta y la segunda junto a Villa del Rosario. A 32 kilóme-tros de San Antonio está San Cristóbal, capital del Estado, que constituye uno de los extremos (siendo el otro Cúcuta) del eje fronterizo, origen y destino del mayor número de automotores y personas que cruzan de un país a otro.
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mapa 2. enTorno de los pasos fronTerIzos de los
puenTes sanTander y sImón Bolívar
fuente: mapquest
En la zona limítrofe considerada fueron seleccio-nados los dos puntos de cruce oficiales, sin to-mar en cuenta los puntos informales, estos dos cruces seleccionados coinciden además en ser los de mayor flujo. Estos puntos formales, seña-lados con círculos en la foto 1, corresponden al Puente Internacional Francisco de Paula Santan-der, que comunica a Cúcuta con Ureña, y unos kilómetros al sur, el Puente Internacional Simón Bolívar, entre Villa del Rosario y San Antonio.
En Villa del Rosario, sobre el acceso al puente in-ternacional Simón Bolívar, se encuentra el Pues-
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to de Control de Migración Colombia, que atien-de durante las 24 horas. El registro de viajeros realizado allí alcanzó durante 2012 un máximo cercano a 450.000 movimientos, 60% corres-pondiente a colombianos, con un crecimiento de 142% respecto a 2011.
foTo 1. ConurBaCIón Área meTropolITana de
CúCuTa – ureña – san anTonIo y loCalIzaCIón de
pasos fronTerIzos haBIlITados
fuente: mapquest
El territorio fronterizo comprendido por el de-partamento de Norte de Santander, más especí-ficamente Cúcuta, Villa del Rosario, y el estado de Táchira (San Antonio, Ureña) era ocupado por comunidades indígenas, desplazadas o de-vastadas por las expediciones españolas que conquistaron la región a mediados de 1500.
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Norte de Santander tiene, según el DANE, una población proyectada al 2013 de 1´332.335 ha-bitantes, la mayor parte de ellos, 833.816, en los municipios que conforman el AMC, mientras el estado Táchira contaba en el momento del cen-so 2011 con 1.168.908 habitantes (INE, 2012: 7).
Según cifras del DANE, la tasa de desempleo en el AMC fue de 15,4 y 15,9 en 2011 y 2012, respec-tivamente, lo que motivaría flujos laborales en di-rección del país vecino. Esta idea se refuerza al comparar las tasas a ambos lados de la frontera, tomando al departamento de Norte de Santan-der como referencia del lado colombiano y al es-tado Táchira del venezolano (tabla 6), se encon-tró para 2011 un desempleo significativamente menor en éste, diferencia que puede mantenerse.
TaBla 6. deparTamenTo de norTe de sanTander y
esTado TÁChIra, IndICadores laBorales, 2011
Indicadoresnorte de san-tander (pro-medio anual)
Táchira (pro-medio segundo semestre)
Tasa global de participación / Tasa de activi-dad (%)
60,9 67,4
Tasa de des-ocupación (%)
12,2 3,6
fuentes: Colombia, dane 2013a; venezuela, Ine 2012
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La economía del lado colombiano está vincula-da principalmente al sector de comercio y servi-cios, muy sensible a las variaciones de la tasa de cambio del peso frente al bolívar, que, en senti-do contrario al desempleo, puede inducir, en una coyuntura como la actual, de cambio favorable del peso, a trabajadores del otro lado de la fron-tera a laborar en Colombia.
En el estado Táchira,
La actividad económica es principalmente la
agropecuaria, con una gran diversificación
gracias a la existencia de los pisos climáticos que
otorgan mayores condiciones agronómicas para
el cultivo de especies como café, patata o papa,
caña de azúcar, tabaco y diversos tipos de frutas
y legumbres (Venezuela, 2013).
No obstante, la actividad económica más noto-ria en el casco urbano de San Antonio es el co-mercio, sobre todo de artículos de uso personal y otros de la canasta familiar, que, por efectos de la diferencia cambiaria, resultan muy bara-tos para los colombianos. En Ureña predomina igualmente el comercio, pero existe también un fuerte componente de industria, sobre todo de confecciones, que es fuente de trabajo.
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En general, incentivado por la diferencia cam-biaria, en ambos lados de la frontera se desarro-llan actividades informales de compraventa, que incluyen el combustible y otros entre los que se identifican los “maneros” (cambistas) y de va-rios tipos de transportadores, particularmente “mototaxistas”, donde también se configura el trabajo fronterizo.
TaBla 7. Área meTropolITana de CúCuTa y
esTado TÁChIra. dIsTrIBuCIón porCenTual de las
personas oCupadas según rama de aCTIvIdad, 2011
ramas a.m. Cúcutaestado Táchira
Actividades agrí-colas, pecuarias y caza
0,9 10,6
Explotación de hi-drocarburos, minas y canteras
0,4 0,3
Industria manufac-turera
17,0 11,9
Electricidad, gas y agua
0,5 0,6
Construcción 6,7 6,9
Comercio, restau-rantes y hoteles
38,0 25,1
Transporte, alma-cenamiento y co-municaciones
10,3 9,9
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ramas a.m. Cúcutaestado Táchira
Establecimientos financieros, segu-ros y bienes inmue-bles
7,0 4,3
Servicios comuna-les, sociales y per-sonales
19,2 30,4
Total 100 100
fuentes: Colombia, dane 2013b; venezuela, Ine 2012
La comparación de las distribuciones de la po-blación ocupada a ambos lados de la frontera según rama de actividad (tabla 7) evidencia la importancia del comercio, restaurantes y hoteles a ambos lados, pero especialmente de Cúcuta.
2.3 ÁREA DE LOS CRUCES A TRAvéS DEL RíO ARAUCA: PUENTE PÁEz y PASO fLUvIAL
El municipio de Arauca hace parte de los Llanos Orientales y se encuentra ubicado al extremo no-roriental del departamento del mismo nombre, del cual es su capital; está situado a orillas del río Arauca, que le sirve parcialmente de límite con Venezuela, con el municipio de Páez; el resto de la frontera se da con el municipio de Rómulo Galle-gos, al oriente de Arauca, y perteneciente al esta-
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do de Apure. Sus otros límites son los municipios colombianos de Cravo Norte y Puerto Rondón, por el sur; y Arauquita, por el occidente.
Del lado venezolano y frente a la cabecera de Arauca, que contaría en 2013 con 73.859 habi-tantes, según proyecciones del DANE, se en-cuentra la población de El Amparo, registrando 10.496 personas en el censo de 2011 (INE – Re-datam) y a unos 12 kilómetros al norte de ella está Guasdualito, capital de Páez, con 48.347 habitantes en el mismo censo. Es con estas co-munidades con las que Arauca tiene la mayor re-lación y según sus habitantes es “… una frontera que tenemos como muy ligada a Venezuela, por-que hay familias araucanas que emigraron hace mucho años a Venezuela y viceversa, es como una hermandad” (Anónimo, entrevista personal, agosto de 2013).
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mapa 3. enTorno del paso fronTerIzo de arauCa
fuente: google maps
Arauca está conectado a vías nacionales como la Trocal del Llano, la Ruta de los Libertadores y la Ruta de la Soberanía. Desde Guasdualito se comunica con San Cristóbal (Venezuela) y Cú-cuta (ver mapa 3). Las distancias entre el núcleo urbano de Arauca y los de los otros municipios del departamento están en el rango de 97 y 180 kilómetros.
El cruce entre Colombia y Venezuela, se da con frecuencia, de manera informal en embarca-ciones, generalmente canoas, que atraviesan el río Arauca entre las poblaciones de Arauca y El Amparo. Según la información acopiada en el sitio, el número de quienes se dedican a pasar
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personas y mercancías superaría las 100 perso-nas, quienes se sitúan a lo largo de las orillas de ambas poblaciones, en especial en el área de-marcada con el círculo de la izquierda en la foto 2. Otros grupos, un poco más pequeños, tienen sitios de salida y llegada fijos en ambos lados, este siendo el más requerido por los pobladores para realizar el paso.
foTo 2. punTos de CruCe fronTerIzo enTre arauCa
y el amparo
fuente: google earth
El Puente José Antonio Páez (señalado por el círculo de la derecha en la foto 2) fue construi-do entre los años de 1964 y 1967, pero su proto-colización como internacional apenas se dio en
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agosto de 2013, por parte de los cancilleres de Venezuela y Colombia. Como cruce fronterizo oficial, se realizó en él, durante siete días, el con-teo y encuesta a personas que se transportaban en vehículos (incluyendo motos), pues, dada la distancia que lo separa del centro de Arauca y El Amparo, es raro que sea cruzado por peatones.
En el lado colombiano del puente los viajeros rea-lizan su registro en el Puesto de Control Migra-torio, terrestre de Arauca, adscrito a la Regional Orinoquía de Migración Colombia., Las cifras re-gistradas durante el período 2007-2013 reflejan una mayor movilidad de ciudadanos colombia-nos, correspondiente al 94% de los 358.329 mo-vimientos. La movilidad de colombianos en este paso está influenciada por la ruta que de Arau-ca conduce a Cúcuta (Norte de Santander) por Venezuela, preferida para la comunicación entre ambas ciudades. Para realizar el paso, el Consula-do General de la República Bolivariana de Vene-zuela en Arauca, expide permisos a los ciudada-nos colombianos residentes en el departamento de Arauca, de conformidad con las previsiones del Estatuto del Régimen Fronterizo Venezuela-Colombia, suscrito en Caracas el 5 de agosto de 1942 y el Acuerdo de Afirmación de Amistad, Tra-tado de Tonchalá de 1959, ya referidos.
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Durante el trabajo de campo se evidenció poca afluencia en el punto fijo de llegada y salida de canoas para pasajeros, por lo que el análisis se concentró en el puente, específicamente en los conductores y pasajeros de motos, principal me-dio de transporte en la zona.
Como uno de los hitos históricos de la conforma-ción del hoy municipio de Arauca se encuentra el establecimiento de la primera parroquia hacia finales del siglo XVIII, en lo que fuera un case-río indígena arawak, por parte de sacerdotes de la Compañía de Jesús procedentes de Barinas. También asociados a Venezuela, están en la his-toria de Arauca el paso y reclutamiento hecho por los ejércitos de Bolívar, en 1816, en su avance durante la campaña libertadora, y la toma de la población, en 1899, por tropas federales venezo-lanas, que tomaron partido al lado de las fuerzas liberales que participarían en la Guerra de los mil días apoyando a Rafael Uribe Uribe.
Ya en el siglo XX, otras referencias históricas im-portantes son: la categorización, en 1911, como corregimiento del departamento de Boyacá; el surgimiento, en 1916, de un movimiento inde-pendentista; el paso, en 1917, a la jurisdicción de Venezuela del corregimiento de El Viento; la ac-
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tividad, a comienzo de los años 50, de las guerri-llas liberales de Guadalupe Salcedo y la reunión de las mismas con el Gobierno en 1955, año en que el corregimiento de Arauca se convierte en capital de la Intendencia Nacional del Arauca; la conversión en municipio llegaría en 1959. Con el descubrimiento del yacimiento de petróleo de Caño Limón ocurrido en 1983, se dio el boom de la explotación del crudo en el municipio, que vio crecer su población rápidamente.
Sobre otros datos relevantes más actuales, la caída persistente del producto interno bruto del departamento entre 2009 y 2011, último para el que hay datos (Banco de la República – DANE, 2013b, p.13), sumado al rápido crecimiento po-blacional, al que han contribuido la inmigración desde otras zonas del país y el desplazamiento forzado hacia el área urbana a causa del con-flicto interno, del cual Arauca ha sido escenario importante, y los efectos sobre la producción campesina resultantes del mismo, explican, por lo menos parcialmente, las altas tasas de des-empleo en Arauca, no muy superiores a las del vecino estado Apure, por lo menos hasta el 2011, último año para el cual se cuenta con informa-ción al respecto (tabla 8). Para algunas de las personas entrevistadas, el asunto es neurálgico:
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“en Arauca el problema principal es el desem-pleo y el empleo informal (Anónimo, entrevista personal, agosto de 2013).
TaBla 8. CaBeCera de arauCa y esTado apure,
IndICadores laBorales por Área, 2011 - 2012
Indicadoresarau-ca (año 2012)
apure (segundo semestre 2011)
Tasa global de participación / Tasa de actividad (%)
63,8 73,9
Tasa de desocu-pación (%)
14,4 12,2
Fuentes: Colombia, DANE 2013c; Venezuela, INE 2012
La composición del empleo por ramas de acti-vidad (tabla 9) indica el gran peso de las acti-vidades comerciales y de servicios tanto en la cabecera de Arauca como en el estado Apure, y evidencia el bajo impacto sobre la generación de empleo de la dinámica petrolera en el área urbana del municipio, aunque son comunes, en-tre las personas entrevistadas, las alusiones a las empresas del sector, junto a las estatales, como fuente de empleo:
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“Esta parte de la frontera con Venezuela tiene
muy poca posibilidades de trabajo, si no es con el
Estado o es con las petroleras, entonces la gente
se dedica al comercio informal (…) la informalidad
es lo que más se ve aquí. (…) El Estado es el mayor
empleador” (Anónimo, entrevista personal,
agosto de 2013).
TaBla 9. CaBeCera de arauCa y esTado apure.
dIsTrIBuCIón porCenTual de las personas
oCupadas por Área, según rama de aCTIvIdad, 2011
- 2012
ramasarauca (año 2012)
apure (segundo se-mestre 2011)
Actividades a g r í c o l a s , pecuarias y caza
15,2
Explotación de hidrocar-buros, minas y canteras
0,7
Industria ma-nufacturera
6,5
Electricidad, gas y agua
0,6
Construcción 6,3
C o m e r c i o , restaurantes y hoteles
33,3 27,0
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ramasarauca (año 2012)
apure (segundo se-mestre 2011)
Transpor te , a l m a c e n a -miento y co-m u n ic a c io -nes
7,1
E s t a b l e c i -mientos fi-n a n c i e r o s , seguros y bienes in-muebles
1,4
Servicios co-munales, so-ciales y per-sonales
27,9 35,1
Otras ramas 38,5
Actividades no bien espe-cificadas y/o no declara-das
0,3 0,2
Total 100 100
fuentes: Colombia, dane 2013c; venezuela, Ine 2012
El municipio tenía 2.922 empresa vigentes y re-gistradas ante la Cámara de Comercio de Arau-ca en 2011. De ellas: 1.4% dedicadas al sector primario (agricultura, ganadería, caza y silvicul-tura); 13% en el secundario, principalmente en la construcción y en industrias manufactureras; y
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la gran mayoría, 86%, centradas en el sector ter-ciario, con más de la mitad de estas, 57%, en el comercio, 14% en actividades inmobiliarias y 10% en hoteles y restaurantes, como lo más destaca-do (Alcaldía de Arauca, 2012).
2.4 ÁREA DE CRUCES POR PUERTO CARREñO
Puerto Carreño, capital del departamento de Vichada, se encuentra ubicado sobre la margen sur del río Meta, en su confluencia con el Orino-co. Limita por el norte con el estado de Apure, en su esquina noreste con el estado de Bolívar; al este con el estado de Amazonas; y, en Colom-bia, con los municipios de Cumaribo al sur y la Primavera al oeste. Está conurbada, río Meta de por medio, con Puerto Páez, del estado Apure y con el caserío El Burro (estado Bolívar), loca-lizado en frente de Puerto Páez y diagonal, cru-zando el Orinoco de Puerto Carreño (ver foto 3).
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foTo 3. enTorno de los pasos fronTerIzos por
puerTo Carreño
fuente: google maps
Antes de la ocupación española, los pueblos Arawak y Caribe ejercían control sobre los lla-nos del Orinoco, entre los ríos Casanare, Meta y Apure. Durante la época colonial, en la segunda mitad del siglo XVII, los jesuitas inician un avance de más de 100 años en la zona del Vichada, al establecer la misión de San Joaquín de Atana-ri con los indígenas Achagua (o Sáliva), sobre la margen sur del río Meta cerca a la desemboca-dura en el Orinoco.
Durante este período se construyeron varias misiones y fuertes en donde hoy está Puerto Carreño o cerca de allí y se establecieron ha-
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ciendas agrícolas y ganaderas para el autocon-sumo y el comercio de excedentes. Durante la independencia, indígenas y colonos se unen al ejército libertador, cuyo abastecimiento afectó la economía de la zona, que tuvo un nuevo im-pulso entre las últimas décadas del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, con el comercio de pieles, caucho y balata2. En 1922 se funda a Puerto Carreño que, convertido en sitio de paso para el tránsito entre el Meta y el Orinoco, es designado en 1930 como capital de la comisaría especial del Vichada. Entre 1930 y 1970 la gana-dería vuelve a ser la principal actividad econó-mica gracias a la reintroducción de semovientes realizada por algunos venezolanos y pobladores del río Meta y a partir de 1974, cuando Puerto Carreño pasa de corregimiento a municipio, la construcción de edificaciones públicas y otras obras de infraestructura dan inicio al crecimien-to del poblado (Hernández, 2009).
Puerto Carreño contaría en 2013, según proyec-ción del DANE, con 12.659 habitantes, quienes “… se encuentran en la construcción de una iden-tidad propia como “carreñenses” que conjugue sus diferentes orígenes: andino, llanero e indí-gena” (Hernández, 2009) y cuya idiosincrasia,
2 Otra goma natural
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según un entrevistado, sería igual a la de Apure en general y de Puerto Páez, en particular, que “… es la misma cultura colombiana de Vichada. […], quizás porque “… cada una de esas personas que vivimos acá [en Puerto Carreño] tenemos un familiar al otro lado. Cuando no es la mamá es el tío o el primo” (Anónimo, entrevista personal, agosto de 2013). La idea de la integración entre las comunidades vecinas es ratificada por otro lugareño que dice: “… sí, acá la mayoría son doble nacionalidad y familia allá y familia acá, son mu-nicipios espejo que son casi las mismas familias” (Anónimo, entrevista personal, agosto de 2013).
En esta zona está ubicado el Puesto de Control Migratorio Fluvial de Puerto Carreño, que hace parte de la Regional Orinoquía de Migración Co-lombia, por este lugar circulan básicamente nati-vos de Puerto Carreño, Puerto Páez y esporádi-camente de Puerto Ayacucho.
La movilización se presenta principalmente por actividades de comercio de mercancías por par-te de ciudadanos colombianos, quienes se des-plazan hacia Puerto Páez, lugar donde son más favorables los precios, con el fin de adquirir pro-ductos de la canasta familiar. Para internarse en Venezuela a través de Puerto Páez los colombia-
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nos deben obtener un permiso fronterizo ante el Consulado General de la República Bolivariana de Venezuela en Puerto Carreño.
En el muelle de Puerto Carreño, Migración Co-lombia hace el registro de los ciudadanos ex-tranjeros, les expide la Tarjeta Andina y les in-forma que deben dirigirse hasta el Puesto de Control Migratorio Fluvial, donde se formaliza el ingreso al país. Las cifras de registro en el perío-do 2008–2013 indican que la movilidad de ciu-dadanos colombianos es mayor, al representar el 80% (42.624).
En años recientes, la tasa de desempleo de Puerto Carreño ha sido alta, y ha coincidido con tasas de participación bajas, lo que contrasta, en ambos casos, con los datos de los estados ve-nezolanos vecinos de Puerto Carreño, que han manifestado mejores indicadores (ver tabla 10), lo que eventualmente contribuiría a incentivar flujos laborales hacia esas áreas.
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TaBla 10. CaBeCera de puerTo Carreño y
esTados venezolanos ColIndanTes. IndICadores
laBorales por Área, 2011 – 2012*
Indica-dores
puerto Carreño
es-tado apure
estado ama-zonas
es-tado Bolí-var
Tasa glo-bal de p a r t i c i -pación / Tasa de actividad (%)
57,2 73,9 66,0 60,2
Tasa de desocu-p a c i ó n (%)
15,7 12,2 10,0 10,2
*puerto Carreño promedio anual 2011; estados venezolanos segundo semestre
2012
fuentes: Colombia, dane 2013c; venezuela, Ine 2012
Según información de la Alcaldía3, desde 1974, cuando el corregimiento se convirtió en munici-pio, “… una de las principales actividades econó-micas de la ciudad es la que proviene de los car-gos públicos, cerca de la mitad de la población en edad económicamente activa es funcionaria o contratista del Estado”, lo que parcialmente se ve reflejado en la alta participación de los servi-cios comunales, sociales y personales en el em-
3 http://www.puertocarreno-vichada.gov.co/informacion_general.shtml
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pleo de la cabecera del municipio (principal área de interés aquí, como en los otros pasos fronte-rizos), servicios que asimismo tienen pesos altos en los estados venezolanos vecinos, como ocu-rre, igualmente, con la rama de comercio, restau-rantes y hoteles (ver tabla 11).
TaBla 11. CaBeCera de puerTo Carreño y esTados
venezolanos ColIndanTes. dIsTrIBuCIón
porCenTual de las personas oCupadas por Área,
según rama de aCTIvIdad, 2011 - 2012
ramaspuerto Ca-rreño
apure Bolívarama-zonas
Activida-des agrí-colas, pe-cuarias y caza
15,2 5,2 14,5
E xp l o t a -ción de hi-drocarbu-ros, minas y canteras
0,1 0,7 3,6
Industr ia manufac-turera
6,5 12,1 3,5
Electrici-dad, gas y agua
0,6 0,9 0,6
Construc-ción
6,3 11,0 6,9
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na ramaspuerto Ca-rreño
apure Bolívarama-zonas
Comercio, restauran-tes y ho-teles
25,7 27,0 23,9 15,1
T r a n s -p o r t e , a l m a c e -namiento y comuni-caciones
6,9 7,1 9,3
E s t a b l e -cimientos f inancie-ros, se-guros y bienes in-muebles
1,1 1,4 4,2
Servicios co m u n a -les, socia-les y per-sonales
35,1 35,1 29,3 51,1
Otras ra-mas
39,1
Activida-des no bien espe-cif icadas y/o no de-claradas
0,2 0,2 0,3 0,2
Total 100 100 100 100*puerto Carreño promedio anual 2011; estados venezolanos segundo semestre
2012
fuentes: Colombia, dane 2013c; venezuela, Ine 2012
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En concordancia con lo anterior, el ejercicio de observación realizado evidenció la existencia de un buen número de restaurantes y almacenes de vestuario. De otro lado, por medio de una entre-vista se conoció sobre una tendencia creciente en el número de ferreterías y ventas de pollo. Así mismo, considera el entrevistado que el 10%de tiendas de víveres se ven afectadas por las ven-tas informales (Anónimo, entrevista personal, agosto de 2013), algunas de ellas realizadas en las orillas del río, espacio de comerciantes que llegan desde Venezuela con mercancía cuya venta se ve apoyada por el cambio de moneda favorable a los colombianos.
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3. RESULTADOS DE LA ENCUESTA
Las encuestas fueron aplicadas en los puntos fronterizos seleccionados, por los que los mi-grantes deben realizar su correspondiente con-trol migratorio. El análisis no toma en cuenta otros puntos por donde se pueden dar movi-mientos informales.
3.1 DIMENSIONES y CARACTERíSTICAS DE LOS fLUjOS DE TRABAjADORES fRONTERIzOS
La movilidad de personas a través de los pasos de frontera es libre, salvo ocasiones especiales de cierre, y no se requiere registro migratorio si no se pretende superar los municipios cerca-nos a la línea limítrofe. Por tal razón, teniendo en cuenta que, la mayoría de los movimientos se realizan dentro de tal zona, la proporción de quienes se registran regularmente en los pues-tos de control, tanto a la entrada como a la sali-da, es baja; apenas 3% lo hacen regularmente y 2.1% dicen hacerlo de manera ocasional.
La expansión de los resultados muestrales muéstrales permite estimar el volumen de tra-bajadores fronterizos que cruzan los pasos es-tudiados, por los menos una vez a la semana, en
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cualquier sentido y dentro de las franjas hora-rias estudiadas, en cerca de 82.000, distribuidos como se observa en la tabla 12. Se calcula que ellos representan el 27,5% de todas las personas que cruzan los límites nacionales por los mismos puntos, pero los pesos en cada paso son muy distintos: superan el 50% en Paraguachón; en el área metropolitana de Cúcuta se aproximan a 30%; en Puerto Carreño se reduce casi a la mitad del anterior y en Arauca a la mitad del último.
TaBla 12. fronTera ColomBo-venezolana, flujo
semanal esTImado de TraBajadores fronTerIzos,
por país de TraBajo, según pasos fronTerIzos
esTudIados. 2013
pasos fronterizos
Colombia venezuela Total
A.M. Cúcu-ta 14871 54905 69776
P.I. Santan-der 5894 26141 32035
P.I. Simón Bolívar 8976 28764 37741
Arauca 1082 1165 2247
P.I. josé An-tonio Páez 861 1083 1943
Paso fluvial no oficial 222 82 304
Maicao 3723 3814 7537
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pasos fronterizos
Colombia venezuela Total
P a r a g u a -chón 3723 3814 7537
Pto. Carre-ño 1629 897 2526
Paso no ofi-cial 758 758
Paso oficial 871 897 1768
Total 21305 60780 82085
De estas corrientes de TF que cruzan habitual-mente la frontera colombo-venezolana, se esti-ma que el 74% tienen su residencia habitual en Colombia y trabajan en Venezuela, aunque, tam-bién en este aspecto, se marcan tendencias dife-renciadas por puntos de cruce. En los pasos de Arauca y Maicao se observa un flujo similar en los dos sentidos, mientras que en los de Cúcuta es claro el predominio en la dirección Colombia-Venezuela (79%), situación inversa a la que se da en el área de Puerto Carreño, donde el 74% se movilizan en sentido Venezuela – Colombia. El gráfico 1 permite visualizar en conjunto la im-portancia relativa de cada uno de los flujos por localidad colombiana y sentido.
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grÁfICo 1. fronTera ColomBo-venezolana,
dIsTrIBuCIón porCenTual de los TraBajadores
fronTerIzos por senTIdo del flujo, según
loCalIdad de CruCe. 2013
1,4 4,6 1,12,04,51,3
18,1
66,9
Hacia Colombia Hacia Venezuela
A.M. Cúcuta Arauca Maicao Pto. Carreño
fuente: Conteo previo a la encuesta, cálculos no ponderados
El que los flujos de TF sean mayores en un sen-tido que en otro, como en este caso cuando predominan, como ya se dijo, los movimientos desde Colombia hacia Venezuela, dependerá de la magnitud de los requerimientos de mano de obra en cada lado, así como de los mercados de pequeño comercio, que mueven a los trabajado-res autónomos. En todos los casos juegan varia-bles de carácter coyuntural, al igual que otras de carácter duradero, estructurales, si se quiere: le-gislación laboral; normas sobre ejercicio del co-mercio o de actividades de servicios, trabajo ca-llejero o acceso a los mercados públicos; política
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local; controles al paso de las mercancías del pe-queño comercio; nivel general de precios; nive-les salariales y de empleo; salario mínimo legal; agremiación de trabajadores; tasa de cambio; y, en fin, múltiples circunstancias, que constituyen factores que incentivan o restringen la dirección de los flujos de los TF.
Adicional a lo anterior, se dan otros factores que tienden a introducir elementos inerciales al mer-cado, como son la antigüedad lograda en un tra-bajo; o los vínculos con la clientela y la inversión en activos fijos, en el caso de los trabajadores autónomos, que restan elasticidad a los ajustes del trabajo o aumentan los tiempos para ellos.
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grÁfICo 2. fronTera ColomBo-venezolana,
dIsTrIBuCIón porCenTual de los TraBajadores
fronTerIzos por Corredor de movIlIdad usado,
según loCalIdad de CruCe*. 2013
Área Metropolitana de Cúcuta Maicao
0,70,2
2,10,9
4,60,7
4,21,6
1,20,5
0,70,5
2,87,4
20,316,9
10,224,7
8,6
17,1
14,340,0
14,35,7
35,625,4
13,623,7
0,80,8
41,27,5
39,70,3
3,52,4
1,20,9
0,80,9
1,1
0,20,5
Otros corredoresOtros municipios - Otros estados
A.M. Cúcuta - Otros estados
A.M. Cúcuta - Junin
A.M. Cúcuta - Otros municipios del Táchira
A.M. Cúcuta - San Cristobal
A.M. Cúcuta - Pedro Maria Ureña
A.M. Cúcuta - Bolivar
Arauca- Otros estados
Arauca- Guasdualito
Arauca- El Amparo
Pto Carreño - San Fernando
Pto Carreño - Cedeño
Pto Carreño - Pedro Camejo
Pto Carreño - Átures
Arauca
Hacia Venezuela
Hacia Colombia
Puerto Carreño
Otros departamentos - Otros estados
Otros departamentos - Maracaibo
Otros departamentos - Mpio. Guajira
Maicao - Mpio. Guajira
Maicao - Maracaibo
Otros municipios de la Guajira - Maracaibo
Maicao - Otros municipios
Maicao - Otros Mpios del Zulia
*distribuciones independientes por localidad, el total dentro de cada una es
100
fuente: conteo previo a la encuesta, cálculos no ponderados
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En el gráfico 2 se desglosa cada uno de los an-teriores flujos por corredores de movilidad, defi-nidos éstos por origen y destino de los TF, agru-pados en función de la distancia entre las áreas político administrativas de pertenencia de esos mismos puntos. Allí, se evidencia, como podría esperarse, que en cada cruce predominan los corredores entre las áreas colindantes: A. M. de Cúcuta – Pedro María Ureña, A. M. de Cúcuta – Bolívar, Maicao – Guajira, Puerto Carreño – Pedro Camejo, Arauca – El Amparo. La participación de los corredores extensos, que unen áreas no colin-dantes y en algunos casos muy lejanas, como Ca-racas y Cartagena, Páez (El Amparo y Guaduali-to) y Cúcuta, o Bogotá y Valencia, es baja.
El corto alcance predominante de los flujos favo-rece las mayores frecuencias de retorno al sitio de residencia, al punto que 94.4% del total lo hacen todos los días, mientras 3.9% lo hacen cada cin-co, seis o siete días, con el 1,7% en las frecuencias intermedias. Como podría esperarse, el asunto está relacionado con la distancia que separa los lugares de residencia y trabajo de los TF, según se constata en el gráfico 3, donde la participación de las menores frecuencias se incrementa con la longitud de los corredores de movilidad.
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grÁfICo 3. fronTera ColomBo-venezolana,
dIsTrIBuCIón porCenTual de los TraBajadores
fronTerIzos por freCuenCIa de regreso a la
vIvIenda haBITual, según grupos de Corredores
de movIlIdad usados. 2013
Municipios colindales Departamentos y estados colinales
Departamentos y estados no colindantes
Cada 6 o 7
Cada 4 o 5
Cada 2 o 3
Todos los días
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
fuente: Conteo previo a la encuesta, cálculos no ponderados
El comportamiento semanal aproximado del paso de TF por los puntos estudiados se presenta en el gráfico 4, que corresponde a la distribución, por localidad de cruce, de las personas encuestadas en cada sitio. Por la similitud regional de las áreas de Arauca y Puerto Carreño, además del relativo número bajo de casos, se sumaron los datos de ambos sitios, que muestran un comportamiento muy similar al correspondiente a Maicao.
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grÁfICo 4. fronTera ColomBo-venezolana,
dIsTrIBuCIón dIarIa de los flujos de TraBajadores
fronTerIzos por loCalIdad de CruCe. 2013
fuente: Conteo previo a la encuesta, cálculos no ponderados
Como característica común en el desempeño de los movimientos mostrados en el gráfico 4, se destaca la existencia de un pico los días viernes, que podría corresponderse, entre otras cosas, con la movilidad por regreso a la residencia para el fin de semana.
3.2 MOTIvACIONES PARA EL TRABAjO fRONTERIzO
Preguntados los TF sobre sus principales moti-vaciones para laboral en el país vecino respon-
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dieron como se muestra en la tabla 13, que indica diferencias significativas por país de trabajo.
Para quienes pasan a Venezuela la principal ra-zón para trabajar allí, es la existencia de más oportunidades laborales o de mejores empleos, que representa 83,3% de las respuestas válidas: “[…] Los colombianos se van a trabajar allá por-que hay más trabajo que aquí, pero no les rinde es por el cambio, el bolívar esta tan desvalori-zado. El trabajo se consigue más fácil que acá” (Anónimo, entrevista personal, agosto de 2013).
TaBla 13. fronTera ColomBo-venezolana, flujo
semanal esTImado de TraBajadores fronTerIzos
por país de TraBajo, según razón prInCIpal para
TraBajar en ese país. 2013
razones Colombiavene-zuela
Total
Más opor-t u n i d a d e s l a b o r a l e s /mejores em-pleos
7939 46862 54801
Mejores sala-rios/mejores precios
8845 6060 14905
Cercanía con la residencia
1670 2333 4002
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lana razones Colombia
vene-zuela
Total
Traslado 194 393 587
Necesidad/situación fa-miliar
160 160
Otro 77 424 502
NI/SD 2580 4548 7128
Total 21305 60780 82085
Para quienes llegan a Colombia la motivación más frecuente (47,2%, también con respecto a las respuestas válidas) son los mejores salarios o los mejores precios, estos últimos de interés para los trabajadores independientes, ligados en el caso de la frontera colombiana a una tasa de cambio favorable para quien cambia pesos por bolívares. Ocupa el segundo lugar la respuesta, a más oportunidades laborales o mejores em-pleos con el 42,2%.
[…] se puede vivir en Venezuela y trabajar en
Colombia, porque allá compran bolívares y el
peso, con lo del bolívar que esta tan devaluado…;
entonces uno ve que se ve la parte migratoria,
y aparte de eso ahoritica uno ve muchos
colombianos que viven allá, porque anteriormente
se iban los colombianos a vivir a Venezuela cuando
el bolívar estaba fuerte y enviaban las remesas a
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Colombia, a los colombianos que vivían acá o sea
trabajaban allá, ahora es al contrario (Anónimo,
entrevista personal, agosto de 2013).
Un asunto a tener en cuenta aquí, referido a quie-nes viven en Colombia y trabajan en Venezuela, es que, dado lo desventajoso que resulta para ellos convertir los bolívares ganados a pesos, la situación se contrarresta con el gasto allá, hasta donde es posible, de lo ganado, aprovechando los bajos precios, en muchos casos subsidiados, de los bienes básicos y otros productos, en el mercado venezolano. Incluso, algunos pueden aprovechar su cruce diario de la frontera para participar del microcomercio de bienes de con-sumo, fuente de sustento, como el de la gasolina, para muchas personas de la zona.
[…] como el bolívar sube y baja, la gente, porque
no hay trabajo, [Norte de Santander es] el tercer
departamento con desempleo en Colombia,
muchos son independientes e informales, como
el bolívar es más barato, compran carne, arroz
y leche en Venezuela (Anónimo, entrevista
personal, agosto de 2013).
En cualquier caso, unos altos ingresos laborales solo pueden ser motivación para una pequeña
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proporción de los TF, si se considera que una proporción superior al 70% de ellos declararon obtener ingresos inferiores al equivalente a dos salarios mínimos colombianos, como se aprecia en el gráfico 5.
grÁfICo 5. fronTera ColomBo-venezolana,
TraBajadores fronTerIzos por país donde
TraBajan, según la dIsTrIBuCIón porCenTual de
sus Ingresos laBorales en smmlv, 2013
*smmlv = salarios mínimos mensuales legales vigentes en Colombia
La valoración sobre mejores oportunidades la-borales es algo subjetivo, en lo cual juegan facto-res como el tipo de trabajo deseado, que puede estar en el país vecino y no en el de residencia, por lo que es posible que algunas personas ma-nifiesten que esa es la razón de ser trabajadores
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fronterizos a pesar de que en donde viven haya tasas de desempleo significativamente menores.
No obstante, más allá de las subjetividades, en el caso estudiado hay cierta correspondencia ob-jetiva entre el sentido de los flujos (gráfico 2) y los diferenciales en las tasas de desempleo en las zonas de frontera (ver gráfico 6): en la zona Nor-te de Santander – Táchira, donde, por más de un decenio el desempleo ha sido significativamente mayor del lado colombiano, los flujos actuales son también mayores, en cada uno de los corre-dores, en dirección a Venezuela, mientras en el área Guajira–Zulia, con tasas de desempleo su-periores del lado venezolano entre 2001 y 2012 (exceptuando 2007 y 2008), dos de los princi-pales corredores tienen flujos predominantes en dirección a Colombia y la diferencia entre los dos sentidos del otro flujo importante no es grande.
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lana grÁfICo 6. TÁChIra, norTe de sanTander, zulIa y la
guajIra, Tasas de desempleo anuales (ColomBIa)
y segundo semesTre (venezuela), 2001-2012
fuente: elaboración propia a partir de datos de encuestas de mercados
laborales dane e Ine
Sobre las demás áreas fronterizas estudiadas no hay series de empleo disponibles del lado colom-biano, apenas en 2012 el DANE extendió a las ca-beceras municipales de Arauca y Puerto Carreño sus estudios sobre mercado laboral (GECH), que dieron para ellas tasas de desempleo de 14,4% y 15,7%, respectivamente, superiores a las de los tres estados venezolanos de la misma zona: Apu-re (13,2%), Bolívar (10,8%) y Amazonas (7,9%).
Aparte de las motivaciones objetivas que inducen flujos de trabajadores a través de la frontera o de
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lo que ellos declaran al respecto, la integración social debe considerarse como otro factor que contribuye a la movilidad de manera importan-te, la cual presenta, fuertes raíces históricas, entre las comunidades, manifiestas entre otros hechos, en múltiples y cercanos vínculos familiares y de amistad, lo que se expresa en que 93% de todos los TF dijeron tener familiares en el país donde trabajan, con una mayor proporción (98%) en el caso de los que lo hacen en Venezuela, que de quienes laboran en Colombia con el (80%).
TaBla 14. fronTera ColomBo-venezolana, flujo
semanal esTImado de TraBajadores fronTerIzos
por país donde TraBajan, según medIo para
emplearse. 2013
medioColom-bia
vene-zuela
Total
Recomenda-ción familiar/amigos
13009 43338 56347
A g e n c i a /Sena/inicia-tiva propia/anuncio
4140 9678 13818
Inicio nego-cio o sucursal propio/fami-liar
2761 5742 8504
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Colom-bia
vene-zuela
Total
Prop ieta r io de vehículo
1115 1149 2264
Cooperativa/asociación
176 652 828
Otro 80 80
NI/SD 104 140 244
Total general 21305 60780 82085
Esta situación histórica refleja el peso que tiene la recomendación familiar o de amigos como me-canismo para llegar a trabajar en el país vecino. Quienes se mueven desde Colombia represen-tan el 71% y el 61% lo hacen desde Venezuela (ver tabla 14). Estos datos confirman la importancia de nexos sociales dentro de los flujos laborales considerados y hacen pensar en la relevancia de la teoría de redes para la comprensión del traba-jo fronterizo y seguramente de otros movimien-tos en esas áreas. En tal contexto es común en-contrar personas que realizan otras actividades en el país no relacionadas con su desempeño laboral, el 61% además de trabajar en Colombia llevan a cabo diligencias personales, actividades de ocio o atiende negocios familiares.
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3.3 ALGUNAS CARACTERíSTICAS DE LOS TRABAjADORES fRONTERIzOS
A continuación se presentan algunas caracterís-ticas socio demográficas sobre los TF que cru-zan por los pasos seleccionados.
3.3.1 RESIDENCIA
En la encuesta se identificaron como sitios de residencia de los TF sesenta (60) municipios, treinta (30) en cada uno de los países, aunque, como se indicó anteriormente, los adyacentes a la frontera albergan a la inmensa mayoría de tales trabajadores.
En el caso de Colombia, 90,1% residen en cua-tro municipios del Área Metropolitana de Cúcuta (Cúcuta, Villa del Rosario, Los Patios y El Zulia) y 7,6% en las localidades fronterizas de los otros pasos, mientras los otros tres de los diez prime-ros corresponden a capitales de la costa, relati-vamente distantes. En Venezuela, los dos muni-cipios conurbados con el área metropolitana de Cúcuta, Bolívar (cuya capital es San Antonio) y Pedro María Ureña, albergan el 55% y en los tres municipios donde se encuentran los otros cruces, Guajira, Páez y Pedro Camejo, habita otro 15.9%,
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lo que significa que casi 30% se movilizan de lo-calidades no aledañas a los puntos de cruce.
TaBla 15. fronTera ColomBo venezolana,
TraBajadores fronTerIzos por país y munICIpIo
de resIdenCIa. 2013
Colombia %vene-zuela %
Cúcuta 57,0 Bolívar 29,5
villa del Ro-sario 25,8
P e d r o M a r í a Ureña 25,5
Los Patios 7,0Maracai-bo 8,3
Maicao 4,2San Cris-tóbal 7,4
Arauca 1,9 Guajira 6,0
Puerto Carre-ño 1,5
P á e z (Apure) 5,4
Riohacha 0,6
P e d r o C a m e j o ( P u e r t o Páez) 4,5
Barranquilla 0,5 junín 2,7
El zulia 0,3 Libertad 2,1
Cartagena 0,1 Mara 1,3
Otros 20 1,0 Otros 20 5,9
NI/SD 0,2 NI/SD 1,5
Total 100 Total 100
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3.3.2 NACIONALIDAD
Como se advirtió, se ha incluido aquí en la cate-goría de TF a quienes cruzan la frontera regular-mente para trabajar en el país vecino y regresar al de residencia por lo menos una vez por semana, sin consideración de la nacionalidad de las perso-nas que realizan el movimiento. Sin embargo, po-dría presumirse que quienes pasan al país vecino a trabajar son mayoritariamente “extranjeros”, re-ferido a quienes llegan a trabajar a Colombia des-de Venezuela esto no es así, como lo evidencia la tabla 16, de cuyos datos se desprende que 54% de ellos son nacionales colombianos, incluyendo a quienes tienen doble nacionalidad; en el caso de quienes pasan a Venezuela como TF, aunque sus propios nacionales no alcanzan, como en el caso anterior, la mayoría, su peso si es importan-te, 24.5%. Al respecto se destaca que del total de TF que se mueven a través de los puntos estudia-dos, en uno u otro sentido, el 85,5% tienen nacio-nalidad colombiana.
Tales cifras evidencian la existencia de lo que po-dríamos denominar “comunidades fronterizas” que, en buena medida, deberían ser analizadas y tratadas al margen de los conceptos tradicionales de nacionalidad y con abstracción de las fronteras.
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TaBla 16. fronTera ColomBo-venezolana, flujo
semanal esTImado de TraBajadores fronTerIzos
por país donde TraBajan, según naCIonalIdad. 2013
naciona-lidad
Colombia venezuela Total
A.M. Cúcuta 14871 54905 69776
Colombiana 4431 42119 46550
venezolana 6018 2010 8028
Colombiana/venezolana
4421 10776 15197
Arauca 1082 1165 2247
Colombiana 19 648 666
venezolana 568 568
Colombiana/venezolana
496 517 1012
Maicao 3723 3814 7537
Colombiana 88 2419 2508
venezolana 2340 89 2429
Colombiana/venezolana
1267 1305 2573
E s t a d o u n i -dense
9 9
NI/SD 19 19
Puerto Ca-rreño
1629 897 2526
Colombiana 512 692 1204
venezolana 872 872
Colombiana/venezolana
245 205 450
Total general 21305 60780 82085
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naciona-lidad
Colombia venezuela Total
Colombiana 5050 45878 50928
venezolana 9798 2099 11897
Colombiana/venezolana
6429 12803 19232
E s t a d o u n i -dense
9 9
NI/SD 19 19
En la península de la Guajira está el caso, paradig-mático del pueblo Wayuu, y a través del resto de la frontera colombo-venezolana, especialmente en la Orinoquía y la Amazonía, de otros pueblos indígenas, divididos en sus territorios ancestrales por acuerdos de límites ajenos a ellos, situación que es reconocida por el artículo 96 de la Consti-tución Nacional, cuando expone que serán nacio-nales colombianos por adopción “Los miembros de los pueblos indígenas que comparten territo-rios fronterizos, con aplicación del principio de reciprocidad según tratados públicos”.
Pero no sólo es asunto que toque a las etnias in-dígenas, en el área Cúcuta – Táchira se funde un espíritu de comunidad muy arraigado que se ma-nifiesta en expresiones como “nosotros, la gente de la frontera”4, recogida con frecuencia por ser
4 Como ocurre también, por ejemplo, en la frontera colombo-ecuatoriana entre ipialeños y tulcaneños.
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escuchada en las expresiones de la población en el área de Puerto Carreño es buen ejemplo:
[…] esta es una frontera que ha tenido su dinámica
hace años y siglos, aquí, por ejemplo…, está es la
esquina de Colombia, la parte más oriental de
Colombia que es donde está el departamento
del Vichada y su capital que es Puerto Carreño,
acá nosotros tenemos al lado venezolano el río
Orinoco que nos divide; para nosotros ser del
río es una cultura que hemos tenido tanto los
venezolanos como los colombianos. Por aquí nos
transportamos, migramos hacia allá, migran hacia
este lado… (Anónimo, entrevista personal, agosto
de 2013).
Lo anterior impide que algunos de los TF con-siderados sean, en el sentido de algunas defini-ciones ortodoxas, “trabajadores fronterizos mi-grantes”, dado que el país al que pasan a laborar es el suyo por nacimiento o por naturalización, aunque el calificativo de migrantes les cabe bien por los movimientos anteriores que los han ubi-cado fuera de su país.
[…] se puede vivir en Venezuela y trabajar en
Colombia, porque allá compran en bolívares,
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y el peso con lo del bolívar que está tan
devaluado…, entonces uno ve que se ve la parte
migratoria y, aparte de eso, ahoritica uno ve
muchos colombianos que viven allá, porque
anteriormente se iban [también] los colombianos
a vivir a Venezuela, cuando el bolívar estaba
fuerte, y le enviaban las remesas a Colombia, a
los colombianos que vivían acá o sea trabajaban
allá, ahora es al contrario (Anónimo, entrevista
personal, agosto de 2013).
3.3.3 SExO y EDAD
Como lo muestran las pirámides poblacionales (gráfico 7), el grupo de TF de esta zona es pre-dominantemente masculino, con proporciones similares en ambos casos, 80.8% entre quienes trabajan en Colombia y 80.1% en los que van a Venezuela.
Por grupos quinquenales, hay una clara concen-tración entre 35 y 44 años, rango que contiene 58,1% del total, con valores semejantes en cada país, pero superiores entre las mujeres (71,1%) que entre los hombres (54.9%). Cabe destacar la aparición de un grupo de menores de edad, a pesar de su baja participación (0.8%).
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grÁfICo 7. fronTera ColomBo-venezolana.
dIsTrIBuCIón de los TraBajadores fronTerIzos
por país donde TraBajan, según grupos de edad
y sexo. 2013
ColombiaVenezuela
1000100020003000
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HOMBRE
0100010002000 2000300040005000600070008000 30000
35 - 39
25 - 29
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MENOS DE 18
20 -24
30 - 34
40 - 44
45 - 49
50-54
55- 59
65-69
70 Y MAS
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35 - 39
25 - 29
18 -19
MENOS DE 18
20 -24
30 - 34
40 - 44
45 - 49
50-54
55- 59
65-69
70 Y MAS
60 -64
La edad media de los TF en Colombia, compren-didos entre los 12 y 75 años, es de 36,6, con una mediana de 35 y una moda de 27, mientras los estadísticos de los que pasan a Venezuela son: rango de 14 a 83, media de 38.8, mediana de 37 y moda de 37.
3.3.4 ESTADO CIvIL
Consistente con las edades, se da la distribución por estado civil que se observa en la tabla 17, que en términos generales indica que dos de cada tres viven o han vivido en pareja, aunque quie-nes tienen hijos superan la proporción y alcan-zan el 82%.
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TaBla 17. fronTera ColomBo-venezolana, flujo
semanal esTImado de TraBajadores fronTerIzos
por país donde TraBajan, según esTado CIvIl. 2013
estado civil Colombiavene-zuela Total
Casado/unión libre
12300 38510 50810
Soltero 8001 19288 27289
Divorc iado/separado
596 2394 2990
viudo 390 442 833
NI/SD 18 146 164
Total 21305 60780 82085
3.3.5 NIvEL EDUCATIvO
En materia educativa, merece resaltarse que 58,6% de los que llegan a Colombia y 47,6 de quienes pasan a Venezuela tienen niveles infe-riores al bachillerato completo. En contraste, hay 14.1% y 10.7%, respectivamente, que han aproba-do, por lo menos, un año de educación superior y 8,5% han logrado algún título en ella. El pro-medio de años de educación aprobados en am-bos casos es prácticamente igual, 8,58 y 8,60, también respectivamente.
De otro lado, el 8,8% de los que trabajan en Co-lombia y 5,1 de quienes lo hacen en Venezuela se
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encontraban matriculados en instituciones edu-cativas en el momento de la encuesta.
grÁfICo 8. fronTera ColomBo-venezolana.
dIsTrIBuCIón porCenTual de los TraBajadores
fronTerIzos por país donde TraBajan, según
mÁxImo nIvel eduCaTIvo alCanzado. 2013
3.4 LA ACTIvIDAD LABORAL
A continuación el análisis que se presenta se cen-tra en la descripción de los hallazgos sobre la ac-tividad ejercida por los TF y en la relación de los individuos con ella, desde diferentes perspectivas.
3.4.1 CATEGORíA O POSICIóN OCUPACIONAL
Cerca de la mitad (50,5%) de los TF son indepen-dientes, mayoritariamente cuenta propia, pero
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también con una participación importante de los patrones o empleadores (ver tabla 18): “lo que más se observa son hombres, llevando y trayen-do elementos; a veces en Venezuela hay desa-bastecimiento de productos, a veces allá no hay y aquí hay depósitos grandes con esa mercancía” (Anónimo, entrevista personal, agosto de 2013).
Los empleadores que se desplazan desde Co-lombia representan 84% del total que se mueve en ambos sentidos, respecto a estos contribuye a explicar su presencia el siguiente testimonio: “… son subsidiados por el gobierno los servicios pú-blicos, lo que más pagan allá por luz son 2000 pesos, el agua es 4000, eso es económico, y los insumos son económicos. Incluso, muchas fábri-cas se han ido para allá” (Anónimo, entrevista personal, agosto de 2013). En ese sentido, resulta-ría de interés en futuros estudios indagar en qué proporción las empresas particulares ubicadas en la zona fronteriza del lado de Venezuela, que con-tratan colombianos residentes o no en ese país, son propiedad de migrantes colombianos.
Dentro de los trabajadores dependientes, se destacan los vinculados a empresas particula-res que, junto con la pequeña fracción empleada por los gobiernos, alcanzan 51,2% en Venezuela
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y 35,2% en Colombia, los cuales constituyen la parte del trabajo fronterizo donde se encuentra la mayor formalidad y disfrute de derechos a los que se hará referencia.
TaBla 18. fronTera ColomBo-venezolana, flujo
semanal esTImado de TraBajadores fronTerIzos
por país donde TraBajan según CaTegoría
oCupaCIonal. 2013
Categoría ocupacional
Colom-bia
vene-zuela
Total
Tr a b a j a d o r empresa par-ticular
7241 30402 37643
Tr a b a j a d o r cuenta propia
12508 24977 37485
P a t r ó n /e m -pleador
645 3357 4002
Servicio do-méstico
469 798 1266
Trabajador del gobierno
265 741 1006
j o r n a l e r o /peón
97 406 502
Tr a b a j a d o r familiar sin re-muneración
80 28 108
Trabajador de empresa sin remuneración
72 72
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3.4.2 TIPO DE RELACIóN LABORAL
Los contratos laborales tienen categorizaciones semejantes en ambos países (ver tabla 19), se-gún las cuales, para el conocimiento preciso de los tipos de contrato y su posterior clasificación detallada podría haberse indagado al respecto en la encuesta a través de tres preguntas sucesi-vas sobre: su existencia práctica o no (al margen de la presunción); la duración acordada, definida por los hechos o supuesta por el trabajador; y la forma (verbal o escrita). No obstante, como ello hubiera contribuido a complejizar y alargar el cuestionario, que debía ser corto, dadas las cir-cunstancias en las que debía aplicarse, se optó, conocedores del riesgo de pérdida de precisión, por preguntar sólo ¿Qué tipo de contrato laboral tiene?, con las alternativas de la tabla 20 como respuestas5, asumiéndolas mutuamente exclu-yentes, como característica “predominante” del contrato, lo cual impone precaución en la inter-pretación de los resultados.
5 Con base en la presunción de contrato de la tabla 9, se instruyó a los encuestadores en el sentido que las eventuales respuestas que informaran de ausencia del mismo fuesen marcadas en el formulario como “verbal”.
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TaBla 19. ColomBIa y venezuela, defInICIón y
CaTegorías de ConTraTos de TraBajo en las
normas laBorales, 2013
Colombia venezuela
Definición
Contrato de trabajo es aquel por el cual una persona natural se obli-ga a prestar un servicio personal a otra perso-na, natural o jurídica, bajo la continuada de-pendencia o subordi-nación de la segunda y mediante remunera-ción
El contrato de trabajo, es aquel mediante el cual se establecen las condicio-nes en las que una perso-na presta sus servicios en el proceso social de tra-bajo bajo dependencia, a cambio de un salario justo, equitativo y conforme a las disposiciones de la Cons-titución de la República Bolivariana de venezuela y esta Ley.
forma
El contrato de traba-jo puede ser verbal o escrito; para su vali-dez no requiere forma especial alguna, salvo disposición expresa en contrario
El contrato de trabajo se hará preferentemente por escrito, sin perjuicio de que pueda probarse la existen-cia de la relación de traba-jo en caso de celebrarse en forma oral.
Presunción
Se presume que toda relación de trabajo per-sonal está regida por un contrato de trabajo
Cuando esté probada la relación de trabajo y no exista contrato escrito, se presumen ciertas, hasta prueba en contrario, todas las afirmaciones realizadas por el trabajador o traba-jadora sobre su contenido.
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Colombia venezuela
Duración o modalidades
El contrato de trabajo puede celebrarse por tiempo determinado, por el tiempo que dure la realización de una obra o labor determi-nada, por tiempo inde-finido o para ejecutar un trabajo ocasional, accidental o transitorio
El contrato de trabajo po-drá celebrarse por tiempo indeterminado, por tiempo determinado o para una obra determinada.
fuente: elaboración propia, a partir de los respectivos códigos laborales:
http://www.ilo.org/dyn/natlex/docs/WeBTexT/47812/68395/s97ecu01.
htm#c3 y http://www.lottt.gob.ve/
La relativa baja importancia de los contratos ver-bales (15%), entre los que se contabilizaron, bajo el principio de presunción, los casos donde se habló de inexistencia de contrato, permite dedu-cir un alto nivel de formalidad en las relaciones laborales asociada, probablemente también a la formalidad empresarial.
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TaBla 20. fronTera ColomBo-venezolana, flujo
semanal esTImado de TraBajadores fronTerIzos
dependIenTes por país donde TraBajan, según
TIpo de relaCIón laBoral. 2013
Tipo de contrato
Colombiavene-zuela
Total
Término inde-finido
3605 15420 19025
Término fijo 1937 8075 10012
verbal 994 4937 5930
Labor contra-tada
315 1375 1690
Prestación de servicio
269 811 1080
Ninguno 83 79 162
Práctica labo-ral
48 39 87
NI/SD 901 1711 2611
Total 8152 32447 40597
3.4.3 TIEMPO DE TRABAjO EN EL PAíS vECINO
Frente a la antigüedad del trabajador laborando en el país vecino (tabla 21), 40.8% cuenta con por lo menos 5 años, lo que refuerza la idea so-bre la existencia de un componente estructural mayoritario en el mercado laboral fronterizo, favorecido, como ya se dijo, por la ausencia de restricciones para la movilidad de las personas dentro del área y por la integración de las comu-
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nidades de ambos lados, que generan amplias redes sociales que, entre muchas funciones, con-tribuyen a la ubicación laboral de sus integran-tes. Lo anterior no riñe con los ajustes coyuntu-rales, en uno u otro sentido, del mismo mercado, que responden a variaciones en las condiciones locales de empleo, del nivel de precios objeto de comercio por parte de los TF autónomos, o de la tasa de cambio, entre otras circunstancias. . Eventualmente, quienes se vinculan durante ta-les ajustes pueden permanecer en el mercado, y en la actividad, pudiéndose convertir en parte de la estructura del mismo.
TaBla 21. fronTera ColomBo-venezolana, flujo
semanal esTImado de TraBajadores fronTerIzos
por país donde TraBajan, según TIempo de
TraBajo en ese país. 2013
rango (años)
Colombiavene-zuela
Total
Menos de 1 3255 4745 8000
1 a 4 6974 18504 25478
5 a 9 4520 16279 20799
10 a 14 2501 7904 10405
15 a 19 967 4101 5068
20 y más 3001 9123 12124
NI/SD 86 125 211
Total 21305 60780 82085
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3.4.4 RAMAS DE ACTIvIDAD ECONóMICA
Los sectores económicos en que se encuentran los TF (tabla 22) guardan, en líneas muy gene-rales, relación con el peso de los mismos en la región, presentados anteriormente; el de mayor vinculación laboral, en conjunto, es el comercio, donde se desempeña uno de cada tres en los dos países. Entre las diferencias se destaca la importancia del sector industrial en Venezuela, atribuible particularmente al Táchira, que ocupa uno de cada cuatro TF que llegan de Colombia:
… la diferencia es que allá se mueve mucho la
industria del jean, es muchísimo, hay empresas
grandísimas, la parte de repuestos…, ahora más
que nosotros vamos allá a comprar y no ellos acá,
como era anteriormente, por el cambio nos sale
más económico… (Anónimo, entrevista personal,
agosto de 2013).
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TaBla 22. fronTera ColomBo-venezolana,
dIsTrIBuCIón porCenTual de TraBajadores
fronTerIzos por país donde TraBajan, según
rama de aCTIvIdad eConómICa en la que se
desempeñan. 2013
rama de actividad Colombia venezuela
Comercio 37,5 37,6
Industrial 10,3 24,2
Servicios 22,3 18,6
Transporte y comunica-ciones
23,8 12,2
Construcción 4,2 5,4
Agropecuario 1,3 1,4
Minero y energético 0,6 0,3
Otros 0,4
Total 100 100
Con respecto al comercio, este presenta un alto componente de informalidad, por ejemplo, “hay personas que se van hasta Guarero y viven aquí, venden en la mañana y se vienen en la tar-de, venden bolsos, correas, juguetes; hay unos que venden en Maicao, helados, Bonice, Crea-mhelado” (Anónimo, entrevista personal, agosto de 2013). Pero es innegable la participación de muchos trabajadores fronterizos en el pequeño comercio irregular (contrabando) de bienes de consumo básico y combustibles desde Venezue-la, cuyos destinos, con alguna frecuencia, se en-
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cuentran relativamente distantes de la frontera, lo que contribuiría a explicar la visualización de algunos de los corredores de movilidad lejanos de la frontera, identificados con anterioridad.
[…] lo que uno percibe, las actividades se basan
en el comercio de víveres, de gasolina de allá
hasta aquí, distribuidos por Cúcuta y lo llevan
hasta la costa, Ocaña o Bucaramanga (Anónimo,
entrevista personal, agosto de 2013).
En este sentido vale comentar que los esfuer-zos que el Estado hace tratando de controlar la situación son generalmente vistos como incon-venientes para la población local y fuente de di-ficultades sociales:
[…] El problema social que estábamos viviendo
es a raíz de todos los acuerdos que se están
presentando, que se están firmando, en los
cuales pues se quiere evitar que el contrabando,
el transporte ilícito de gasolina…, pero estas zonas
deben de ser tratadas con una mirada diferente,
o sea, en estos lugares tú no vas a encontrar
opciones de empleo, no tienes unas opciones
fáciles para que la gente tenga un trabajo y tenga
una supervivencia que sea digna para ellos…,
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por ejemplo, hay mucho pimpinero que está
sobreviviendo vendiendo su botella de gasolina
frente a la casa, estas personas se están sintiendo
muy agredidas por todo lo que el gobierno nacional
hace, sin mirar que en estas zonas pues no hay
empleo, no hay factibilidad de que las empresas
vengan con la misma facilidad que en otras zonas
del país y para ellos su única subsistencia es
eso, entonces ¿qué estamos haciendo también?,
estamos haciendo que la gente nuestra se
desplace, que hagan desplazamientos no solo
hasta diferentes cascos urbanos, sino, además
de eso, a zonas venezolanas, porque buscan
la manera de subsistir (Anónimo, entrevista
personal, agosto de 2013).
Entre quienes se encuentran vinculados al sec-tor transporte, denominados mototaxistas, constituyen un grupo importante en los distin-tos cruces de frontera, y cuya actividad la ilus-tra un entrevistado:
[…] Trabajamos como empresa de moto taxis
de Cúcuta hacia Ureña, empresa legal en el
hermano país en Venezuela, somos colombianos
pero transportamos del Escobal al hermoso
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país de Venezuela, Ureña, San Antonio y San
Cristóbal... Aquí en Colombia no somos legales,
pero no prestamos servicio sino para Venezuela
(Anónimo, entrevista personal, agosto de 2013).
3.5 CONDICIONES GENERALES DE TRABAjO y DISfRUTE DE DEREChOS
3.5.1 INTENSIDAD
La actividad de los TF que cruzan la frontera co-lombo-venezolana en ambos sentidos es mayo-ritariamente diurna, como se observa en la tabla 23, donde quienes trabajan durante el día repre-sentan el 90% del total, en contraste con 7% que trabajan también durante la noche y una peque-ña proporción, que apenas se acerca a 3%, de personas cuyo trabajo es sólo nocturno.
TaBla 23. fronTera ColomBo-venezolana, flujo
semanal esTImado de TraBajadores fronTerIzos
por país donde TraBajan, según TIpo de jornada
laBoral. 2013
jornada laboral
Colombiavene-zuela
Total
Diurna 19142 54671 73814
Nocturna 260 1817 2077
Ambas 1902 4164 6066
NI/SD 128 128
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Con relación a la duración máxima legal de la jornada de trabajo diurna, se puede mencionar que, en general, con algunas excepciones, en Colombia y Venezuela es de ocho horas diarias, sin exceder las cuarenta y ocho semanales en el primero y las cuarenta en el segundo.
No obstante las normas anteriores que, aunque aplicables al trabajo en condición de dependen-cia, deberían de ser un referente para todos los trabajadores, la situación de una parte conside-rable de los TF está por fuera de los anteriores parámetros (ver tabla 24).
TaBla 24. fronTera ColomBo-venezolana, flujo
semanal esTImado de TraBajadores fronTerIzos
por país donde TraBajan, según rango de horas
TraBajadas semanalmenTe. 2013
rango de horas de trabajo
Colombia venezuela Total
Menos de 20
2149 2811 4961
20 a 39 4816 12232 17049
40 a 59 9236 34347 43583
60 a 79 4473 9172 13645
80 a 99 425 1555 1981
100 y más 220 220
NI/SD 205 442 647
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La situación se hace más compleja cuando se mira el número de días trabajados (tabla 25), que en un grupo significativo, 27%, llega a siete, y carecen, en consecuencia, de algún día de des-canso semanal. Entre quienes trabajan en Vene-zuela, 46.4% laboran seis o siete días, mientras el régimen laboral, que también en este caso es un referente, aunque no incluya a quienes laboran sin relaciones de dependencia, establece dos días a la semana como descanso obligatorio.
TaBla 25. fronTera ColomBo-venezolana, flujo
semanal esTImado de TraBajadores fronTerIzos
por país donde TraBajan, según número de días
que laBoran en la semana. 2013
días Colombia venezuela Total
1 360 35 395
2 698 310 1008
3 1548 1999 3546
4 1238 2010 3248
5 3731 14027 17758
6 7733 25665 33398
7 5891 16317 22208
NI/SD 106 418 524
Total 21305 60780 82085
Por otra parte, se evidencia la ausencia plena de vacaciones que declaran el 25,3% de quienes
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trabajan en Colombia y 19% de los que lo hacen en Venezuela, y las proporciones aún mayores de los que dicen no tener tiempo definido para vacacionar, como se desprende de los datos de la tabla 26.
TaBla 26. fronTera ColomBo-venezolana, flujo
semanal esTImado de TraBajadores fronTerIzos
por país donde TraBajan, según freCuenCIa de
sus vaCaCIones. 2013
frecuencia Colombia venezuelaTotal general
Cada año 6868 23262 30130
No tiene tiem-po definido 6849 20673 27522
Nunca 5396 11629 17025
Cada seis me-ses 1827 3923 5751
Cada dos años 301 1192 1494
NI/SD 63 101 164
Total general 21305 60780 82085
Si se tiene en cuenta que en los dos países exis-te el derecho legal de los trabajadores depen-dientes a las vacaciones anuales remuneradas6 y bajo el supuesto de que toda la cifra de quie-
6 quince días hábiles en Colombia y quince días hábiles al cumplir el primer año, más uno adicional por cada año de servicio, hasta un máximo de quince días hábiles laborables, en Venezuela
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nes disfrutan vacaciones cada año de la tabla 26 correspondiera a tal tipo de trabajadores, habría un 25% que no estarían accediendo al beneficio.
3.5.2 SEGURIDAD y COBERTURA DE RIESGOS
Aplicada a los TF la pregunta acerca de si con-taban con condiciones de salud ocupacional para el desempeño de su trabajo, la mayoría respondió negativamente, 51,6% de los que tra-bajaban en Colombia y 62,6% de quienes lo ha-cen en Venezuela.
Relacionado con esto, está la vinculación a los sistemas generales de seguridad social que am-bos países han construido y cuyos elementos básicos se presentan en la tabla 27. Por fuera de ellos se encuentran el 44,7% de quienes llegan a Colombia y 39,7% de los que salen de ella como TF. Con relación al hecho, en Puerto Carreño se obtuvo el siguiente testimonio:
[…]la gente la contrata y muchas veces ni siquiera
les brindan seguridad social… Yo creo que debería
haber igualdad para todos, tanto para nosotros ir
allá, como de ellos venir acá y si no tocaría regir
nuevas normas que lo estipulen de la misma forma
(Anónimo, entrevista personal, agosto de 2013).
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TaBla 27, ColomBIa y venezuela, elemenTos BÁsICos de
las leyes de segurIdad soCIal
Colombia venezuela
Objetivos
El Sistema de Seguri-dad Social Integral es el conjunto armónico de entidades públicas y pri-vadas normas y proce-dimientos y está confor-mado por los regímenes generales establecidos para pensiones, salud, riesgos profesionales y los servicios sociales complementarios. Or-denará las instituciones y los recursos necesa-rios para alcanzar los si-guientes objetivos:
La seguridad social es un derecho humano y social fundamental e irrenun-ciable, garantizado por el Estado a todos los vene-zolanos residentes en el territorio de la República, y a los extranjeros resi-denciados legalmente en él, independientemente de su capacidad contri-butiva, condición social, actividad laboral, medio de desenvolvimiento, sa-larios, ingresos y renta, conforme al principio de progresividad y a los tér-minos establecidos en la
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Objetivos
1. Garantizar las presta-ciones económicas y de salud a quienes tienen una relación laboral o capacidad económica suficiente para afiliarse al sistema2. Garantizar la presta-ción de los servicios so-ciales complementarios en los términos de la presente ley.3. Garantizar la amplia-ción de cobertura hasta lograr que toda la pobla-ción acceda al sistema, mediante mecanismos que en desarrollo del principio constitucional de solidaridad, permi-tan que sectores sin la capacidad económica suficiente como campe-sinos, indígenas y traba-jadores independientes, artistas, deportistas, madres comunitarias, accedan al sistema y al otorgamiento de las prestaciones en forma integral
Constitución de la Repú-blica y en las diferentes le-yes nacionales, tratados, pactos y convenciones suscritos y ratificados por venezuelaEl Sistema de Seguridad Social garantiza el dere-cho a la salud y las pres-taciones por: maternidad; paternidad; enfermeda-des y accidentes cualquie-ra sea su origen, magnitud y duración; discapacidad; necesidades especiales; pérdida involuntaria del empleo; desempleo; ve-jez; viudedad; orfandad; vivienda y hábitat; recrea-ción; cargas derivadas de la vida familiar y cualquier otra circunstancia suscep-tible de previsión social que determine la ley
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Salud
Todos los habitantes en Colombia deberán es-tar afiliados al Sistema General de Seguridad Social en Salud, previo el pago de la cotización reglamentaria o a tra-vés del subsidio que se financiará con recursos fiscales, de solidaridad y los ingresos propios de los entes territoriales
El Sistema Público Nacio-nal de Salud garantiza la protección a la salud para todas las personas, den-tro del territorio nacional, sin discriminación alguna. La ausencia de registro e identificación en el Siste-ma de Información de la Seguridad Social no será motivo para impedir el acceso al Sistema Público Nacional de Salud
Riesgos profesionales
El Sistema General de Riesgos Profesionales es un conjunto de entida-des públicas y privadas, normas y procedimien-tos, destinados a preve-nir, proteger y atender a los trabajadores de los efectos de las enferme-dades y los accidentes, que puedan ocurrirles con ocasión o como consecuencia del traba-jo que desarrollan
El Régimen Prestacional de Seguridad y Salud en el Trabajo garantiza a los trabajadores dependien-tes afiliados … l, las pres-taciones contempladas en éste régimen. A los efec-tos de la promoción de la salud y la seguridad en el trabajo, la prevención de las enfermedades y acci-dentes ocupacionales y otras materias compati-bles, así como en la pro-moción e incentivo del desarrollo de programas de recreación, utilización del tiempo libre, descanso y turismo social, ampara a todos los trabajadores.
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vejez, invalidez y muerte
Amparo contra las con-tingencias derivadas de la vejez, la invalidez y la muerte, mediante el reconocimiento de las pensiones y prestacio-nes que se determinan en la Ley
En forma obligatoria: Todas aquellas perso-nas vinculadas median-te contrato de trabajo o como servidores pú-blicos, salvo las excep-ciones previstas en esta Ley. Así mismo, los gru-pos de población que por sus características o condiciones socioeco-nómicas sean elegibles para ser beneficiarios de subsidios a través del fondo de Solidaridad Pensional, de acuerdo con las disponibilidades presupuestales.
La pensión de vejez o ju-bilación será financiada con las contribuciones de los empleadores y traba-jadores y, de los trabaja-dores no dependientes con ayuda eventual del Estado en los casos en que sea procedente… Aquellas personas que no estén vinculadas a alguna actividad laboral, con ca-pacidad contributiva, po-drán afiliarse al Sistema de Seguridad Social y co-tizarán los aportes corres-pondientes al patrono y al trabajador y en conse-cuencia serán beneficia-rios a la pensión de vejez.
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vejez, invalidez y muerte
Amparo contra las con-tingencias derivadas de la vejez, la invalidez y la muerte, mediante el reconocimiento de las pensiones y prestacio-nes que se determinan en la Ley
En forma obligatoria: Todas aquellas perso-nas vinculadas median-te contrato de trabajo o como servidores pú-blicos, salvo las excep-ciones previstas en esta Ley. Así mismo, los gru-pos de población que por sus características o condiciones socioeco-nómicas sean elegibles para ser beneficiarios de subsidios a través del fondo de Solidaridad Pensional, de acuerdo con las disponibilidades presupuestales.
La pensión de vejez o ju-bilación será financiada con las contribuciones de los empleadores y traba-jadores y, de los trabaja-dores no dependientes con ayuda eventual del Estado en los casos en que sea procedente… Aquellas personas que no estén vinculadas a alguna actividad laboral, con ca-pacidad contributiva, po-drán afiliarse al Sistema de Seguridad Social y co-tizarán los aportes corres-pondientes al patrono y al trabajador y en conse-cuencia serán beneficia-rios a la pensión de vejez.
Colombia venezuela
vejez, invalidez y muerte
En forma voluntaria: Los trabajadores indepen-dientes y en general to-das las personas natura-les residentes en el país y los colombianos do-miciliados en el exterior, que no tengan la calidad de afiliados obligatorios y que no se encuentren expresamente excluidos por la presente Ley. Los extranjeros que en vir-tud de un contrato de trabajo permanezcan en el país y no estén cubier-tos por algún régimen de su país de origen o de cualquier otro
Las pensiones por dis-capacidad parcial o total permanente y gran dis-capacidad, las pensiones por viudedad y orfandad causadas con ocasión del fallecimiento de un afi-liado o pensionado, y las indemnizaciones por au-sencia laboral causadas por discapacidad tempo-ral, todas ellas debido a enfermedad o accidente de origen común, ade-más de las causadas por maternidad y paternidad, serán financiadas con las cotizaciones de emplea-dores y trabajadores…
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Colombia venezuela
vejez, invalidez y muerte
En el caso de los traba-jadores no dependientes que reciban subsidios para el pago de cotiza-ciones, indemnizaciones y prestaciones en dinero …, serán financiadas con cotizaciones del afiliado y aportes eventuales del Estado …
A los solos efectos de las cotizaciones y de las indemnizaciones corres-pondientes a los trabaja-dores cuentapropistas, no se hará distinción entre las enfermedades y acci-dentes de origen común u ocupacional.
fuente: elaboración propia a partir de la ley 100 de 1993, de Colombia, y la
ley orgánica del sistema de seguridad social (losss) de 2002, de venezuela
La cobertura mayor corresponde a salud, de la que disfrutan la casi totalidad de los afiliados a seguridad social (98,9%). No ocurre lo mismo con riesgos laborales y pensión, que alcanzan 8,6% y 9,6%, respectivamente, en la totalidad de afiliados. En la tabla 28 se presentan los valores absolutos relacionados con este asunto.
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TaBla 28. fronTera ColomBo-venezolana,
TraBajadores fronTerIzos afIlIados al sIsTema
general de segurIdad soCIal, por país de TraBajo,
según ConTIngenCIa asegurada. 2013
presta-ciones
Colom-bia
vene-zuela
Total
Afiliados al SGSS
11784 36662 48445
Salud 11593 36308 47901
Pensión 1438 3224 4662
Riesgos la-borales
1671 2476 4148
No afiliados al SGSS
9522 24118 33640
Total 21305 60780 82085
Como se observa en el gráfico 9, la mayoría, en los dos casos, se afilian en Colombia, consistente con el peso (85.5%) de la nacionalidad colombia-na en la totalidad de los TF vista anteriormente.
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grÁfICo 9. fronTera ColomBo-venezolana,
dIsTrIBuCIón porCenTual de los TraBajadores
fronTerIzos afIlIados al sIsTema general de
segurIdad soCIal, por país de TraBajo, según país
de afIlIaCIón. 2013
Colombia Venezuela Total
3.5.3 OTRAS PRESTACIONES
Aparte de las vacaciones, se muestran aquí otras tres prestaciones por las que se consultó en la en-cuesta, las cuales al estar a cargo de los patro-nos, sólo benefician a trabajadores dependientes: el reconocimiento de sobrecargo por las horas extras laboradas, las cuales, como se vio, tienen mucha importancia entre los TF; el pago de un mes adicional de trabajo cada año, denominado prima en Colombia; y las cesantías. En la tabla 29 se presentan los aspectos básicos legales de las prestaciones acabadas de referir, que son comu-nes a los dos países y semejantes en ellos7.
7 Existen otras prestaciones que no son comunes, sobre las cuales no se consultó.
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TaBla 29. ColomBIa y eCuador, presTaCIones
paTronales BÁsICas, por país, 2013
Colombia venezuela
horas extras
Trabajo suplementario o de horas extras es el que excede de la jornada or-dinaria, y en todo caso el que excede de la máxi-ma legal. El trabajo extra diurno se remunera con un recargo del veinticin-co por ciento sobre el va-lor del trabajo ordinario diurno. El trabajo extra nocturno se remunera con un recargo del se-tenta y cinco por ciento sobre el valor del trabajo ordinario diurno.
Son horas extraordina-rias, las que se laboran fuera de la jornada ordi-naria de trabajo. Las ho-ras extraordinarias son de carácter eventual o accidental para atender imprevistos o trabajos de emergencia… No se podrá laborar más de cien horas extraordinarias por año.
Las horas extraordinarias serán pagadas con un cincuenta por ciento de recargo, por lo menos, sobre el salario convenido para la jornada ordinaria.
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Prima o decimotercera remuneración
Toda empresa está obli-gada a pagar a cada uno de sus trabajadores, como prestación espe-cial, una prima de servi-cios, así: […] un mes de salario pagadero por se-mestres del calendario, en la siguiente forma: una quincena el último día de junio y otra quincena en los primeros veinte días de diciembre
Las entidades de trabajo con fines de lucro paga-rán a sus trabajadores y trabajadoras, dentro de los primeros quince días del mes de diciembre de cada año o en la opor-tunidad establecida en la convención colectiva, una cantidad equivalente a treinta días de salario, por lo menos, imputable a la participación en los beneficios o utilidades que pudiera correspon-der a cada trabajador o trabajadora en el año económico respectivo de acuerdo con lo estableci-do en esta Ley.
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Prima o decimotercera remuneración
Si cumplido éste, el pa-trono o la patrona no obtuviere beneficio la cantidad entregada de conformidad con este artículo deberá consi-derarse como bonifica-ción y no estará sujeta a repetición. Si el patrono o la patrona obtuviere beneficios cuyo monto no alcanzare a cubrir los treinta días de salario en-tregados anticipadamen-te, se considerará extin-guida la obligación.
Cesantía
Todo empleador está obligado a pagar a sus trabajadores […] al ter-minar el contrato de tra-bajo, como auxilio de ce-santía, un mes de salario por cada año de servicios y proporcionalmente por fracción de año.
Cuando la relación de trabajo termine por cual-quier causa se calcularán las prestaciones sociales con base a treinta días por cada año de servicio o fracción superior a los seis meses calculada al último salario.
fuente: elaboración propia, a partir de los respectivos códigos laborales:
http://www.ilo.org/dyn/natlex/docs/WeBTexT/47812/68395/s97ecu01.
htm#c3 y http://www.lottt.gob.ve/
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grÁfICo 10. fronTera ColomBo-venezolana,
proporCIón de TraBajadores dependIenTes que
dIsfruTan de presTaCIones paTronales, por país
donde TraBajan, según presTaCIones. 2013
Quienes reciben por lo menos una de tales pres-taciones apenas llegan al 42,8% en Colombia y a 37,4% en Venezuela, como se muestra en el gráfico 10. Esta situación indica, asociado a las otras situaciones ya vistas, que las condiciones presentadas por TF dependientes, respecto a los derechos económicos es menor que quienes cuentan con un contrato de trabajo.
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4. CONCLUSIONES
El volumen de trabajadores que residen en Co-lombia o Venezuela y cruzan por los pasos es-tudiados para trabajar en el país vecino y regre-sar a su residencia por lo menos una vez en a la semana supera las 80000 personas, lo que equivale, de manera aproximada, al 22% de la población ocupada en el área metropolitana de Cúcuta o al 13% de la ocupada en Táchira. En este sentido, se destaca la existencia de un pico los días viernes, que podría corresponderse, al regreso a sus residencias para el fin de semana.
Espacialmente la movilidad en frontera se trata de un hecho con una muy alta concentración, pues el 85% del flujo se da a través de los puen-tes Santander y Simón Bolívar, que unen el área metropolitana de Cúcuta con el estado Táchira, donde se realiza además la actividad de la mayor parte de quienes cruzan.
La existencia de tales flujos no es explicable por motivos coyunturales (que afectan su intensidad y sentido), dado que más del 40% de los TF se movilizan desde hace por lo menos cinco años. La evidencia sugiere la existencia de un mercado de trabajo y un comercio detallista con un alto grado de integración, sustentado en la existen-
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cia de fuertes vínculos históricos entre las comu-nidades de ambos lados de la frontera y posi-bilitado por una amplia libertad de movilidad a través de la misma.
El 93% de todos los TF dijeron tener familiares en el país donde trabajan, lo que explica la rela-ción de las dinámicas fronterizas con los lazos no solo culturales si no sociales que se construyen en estas zonas.
Entre las motivaciones, se encuentran algunas co-rrelaciones, como las encontradas entre el mayor flujo de TF y los bajos niveles de desempleo. Entre los motivos, para moverse, se vio, que la mayoría se incentivaba a trabajar fuera de su lugar de resi-dencia por considerar la existencia de más opor-tunidades laborales. Especialmente, en Colombia incentivan a los trabajadores independientes los mejores salarios, situación que se relaciona con el régimen cambiario y la situación se contrarresta con el gasto en Venezuela, pues aprovechan los bajos precios de los bienes básicos y otros pro-ductos, en el mercado venezolano.
Entre las características sociodemográficas de los migrantes trabajadores se destacan, por su volumen, los residentes en Colombia, de sexo
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masculino con edades entre 25 y 44 años, quie-nes tienen niveles educativos medios. En cuanto a las mujeres se estableció presentaron una su-perioridad entre de 35 y 44 años,.
Igualmente se identificó que los TF son personas casadas o en unión libre. Respecto a su nacio-nalidad resulta tener especial relevancia, que el 85.5% de todos los TF, independiente del senti-do de su flujo, son colombianos.
Un poco más del 90% está constituido, en canti-dades casi iguales, por trabajadores dependien-tes de empresas particulares y trabajadores por cuenta propia; adicionalmente, se destaca un grupo cercano a 5% de empleadores o patronos. Las ramas o sectores de desempeño principales son el comercio (38%) y la industria y los servi-cios, cada uno con cerca del 20%.
Entre las condiciones de trabajo sobresalen las jornadas diurnas, con altas jornadas diarias y se-manales, unidas a un bajo disfrute de vacacio-nes, así como de prestaciones sociales por parte de los trabajadores dependientes. La afiliación a los sistemas generales de seguridad social ape-nas llega a 60%, la mayoría vinculados en el sec-tor de salud Colombiano.
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5. RECOMENDACIONES
Dadas las anteriores circunstancias, se recomienda:
• Profundizar en el estudio del trabajo fronterizo en la frontera colombo-venezolana para conocer el que discurre por otros pasos.
• A pesar que los flujos se dan con un buen grado de libertad, que puede considerarse un hecho positivo, deben propiciarse acuerdos binacionales específicos que conduzcan a una mayor formalización de las relaciones laborales en condiciones dependientes, y la inspección a ambos lados, para mejorar el respeto a los derechos de los trabajadores.
• Para los efectos anteriores, se requiere coordinación en la región de las inspecciones del trabajo de ambos países, en torno al trabajo fronterizo,
• Para el caso de los trabajadores cuenta propia y los pequeños empleadores vinculados al comercio, orientado generalmente al abastecimiento de los habitantes de la zona fronteriza, es necesario establecer acuerdos que permitan no solo la movilidad de ellos, sino de las mercancías y materias primas que hacen parte de su actividad.
• Se requiere, por parte de ambos gobiernos, un plan de vinculación de los trabajadores
fronterizos a la seguridad social.
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Anexo 1: Personal de campo local
MaicaoSandra Patricia Cárdenas RangelSandra Paola Berrio AlvaradoAura María Palacio PazDimas Oviedo PeraltaAlba Liliana García JarabaEvelyn Duque CorralesAmadelcy Oviedo CampoJakelyn OrtegaMartin A Rinco GLiz Stella Garcia Jaraba
CúcutaLizeth Rubio AceroFabian Orlando Villamizar GalloAstrid Carolina Nuñez CasellesGiovanny Jerez MogollónSandra Milena Hidalgo AtuestaLizeth Viviana Rojas AtuestaSergio Vladimir Diaz RolonGisel Andreina Agudelo DuránMaría Alejandra Miranda AgamezFanny Guevara Miranda
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Villa del RosarioMaria Alejandra Miranda AgamezStella Galvis OrtegaDeiby Geovanny Cobos GalvisMerly Salazar CapachoLuis Carlos VictoriaGabriel Hernández GrassArbey Florez A.Fanny Guevara MirandaNestor David Murcia GuevaraNataly Blanco EspitiaRichard Alexander Estupiñán
Puerto CarreñoPriscila Rodríguez QuinteroAndrés Leonardo MartínezCesar Alejandro MendietaJosé Gregorio CarreroMisael Antonio Reyes
AraucaLuz Dary Pérez OrtizJenifer Brugés VillalobosBrayan Gallo RuizCarlos Andrés MuñozMauricio Ruiz
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Anexo 2: Consideraciones metodológicas
La investigación se basó en un muestreo estadís-tico que permitiera llegar a estimaciones pobla-cionales acerca de la población objeto asociada a cada uno de los pasos estudiados. En campo se contempló un primer momento de conteo de personas que cruzaban la frontera en uno u otro sentido durante unas franjas horarias, así como la identificación dentro de ellas de una muestra de trabajadores fronterizos, a quienes se aplicó la encuesta detallada (segundo momento), con el objetivo de establecer dinámicas y características económicas, sociodemográficas y laborales.
En anexos se presentan el diseño estadístico y los formularios utilizados en las dos fases, comu-nes para todos los puntos fronterizos estudiados, aunque la diversidad de estos impuso particula-ridades en algunos aspectos relacionados con franjas horarias y procedimientos de selección de la muestra final, pero a continuación se mues-tran los elementos básicos del asunto para los casos de la frontera colombo-venezolana:
• Período de levantamiento de la información: una semana corrida, siete días, en cada punto de cruces, durante las fechas y franjas horarias definidos en la tabla 1.
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• Mecanismo de entrevista: interceptación en los puntos de cruce.
• Universo: personas que cruzaban por los puntos mencionados, desde y hacia Colombia.
• Población objetivo: todas las personas que cumplieran con la condición de trabajador fronterizo, considerando los dos sentidos del flujo (trabajador fronterizo que vive o trabaja en Colombia).
TaBla 1. fronTera ColomBo-venezolana. punTos
de CruCe, feChas de enCuesTa y franjas horarIas
ConTempladas en el esTudIo, según munICIpIo
muni-cipio
puntos de cruce
fechas de en-cuesta
franjas horarias*
MaicaoP a r a g u a -chón
11 a 17 de sep-t i e m -bre
5:30 a 9:30 a.m.3:00 a 6:00 p.m.
CúcutaP u e n t e Santander
30 de julio a 5 de agosto
5:30 a 9:30 a.m.4:00 a 7:00 p.m.
villa del Rosario
Puente Bo-lívar
30 de julio a 5 de agosto
6:00 a 10:00 a.m.4:00 a 7:00 p.m.
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na muni-cipio
puntos de cruce
fechas de en-cuesta
franjas horarias*
P u e r t o Carreño
Punto ofi-cial (mue-lle)Punto no oficial (ori-lla)
9 a 15 de agosto
5:00 a 9:00 a.m.3:00 a 5:30 p.m.
Arauca
P u e n t e PáezMalecón tu-rístico
20 a 26 de agosto
6:00 a 10:00 a.m.4:00 a 7:00 p.m.
*Con algunos ajustes en fin de semana, en función de los flujos
• Unidad de observación: personas que cruzan, caminando o en cualquier medio de transporte, desde o hacia Colombia.
• Unidad de análisis: personas seleccionadas en el cruce de frontera para aplicación de la encuesta que declaran ser trabajadores fronterizos colombianos o extranjeros.
• Tamaño de la muestra: 9071 personas interceptadas entre las que se identificaron y encuestaron 2190 trabajadores fronterizos, distribuidos por localidades así:
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TaBla 2. fronTera ColomBo-venezolana.
personas InTeCepTadas y enCuesTadas duranTe
el esTudIo, según munICIpIo
localidadespersonas interceptadas
encuestas realizadas
Maicao 1718 560
Cúcuta 2046 630
villa del Rosario 2722 807
Puerto Carreño 472 52
Arauca 2113 141
Total 9071 2190
• Tipo de muestreo: probabilístico polietápico con diseño muestral estratificado de conglomerados. En la primera etapa se seleccionaron los puntos muestra (pasos fronterizos) y en la segunda, por selección aleatoria sistemática, los conglomerados conformados por grupos de personas. Las personas a ser encuestadas se seleccionan dentro de los conglomerados a partir de la aplicación, a todos los que componen el conglomerado, de preguntas filtro que permiten identificar a los trabajadores fronterizos.
• Error muestral: estimación de trabajadores fronterizos 2,1%.
• Muestra ponderada por: punto fronterizo, conglomerado, días de la semana y franja horaria.
• Preguntas formuladas y variables: ver
formularios anexos.
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Anexo 3: Diseño muestral
Considerando que se trabajaba con una pobla-ción móvil, se hizo necesario ubicar, por obser-vación8, áreas o puntos que permitieran identi-ficar estructuras espacio-temporales y patrones, apoyados en el principio de similitud y tamaño pequeño de la población9, para estimar la den-sidad poblacional a partir de una muestra proba-bilística estratificada de conglomerados en dos etapas, que contemplara las dimensiones espa-cio y tiempo.
Se definieron seis (6) estratos correspondientes a los municipios donde se localizan los pasos de frontera enumerados en la tabla 1A, reunien-do en uno los de Villa del Rosario y Cúcuta, por corresponder ambos al área metropolitana de la última, y en cada estrato se constituyeron con-glomerados correspondientes a franjas horarias. Los estratos Cúcuta, Arauca y Leticia a su vez contaron con dos conglomerados correspon-dientes a los puntos fronterizos trabajados.
8 Esta metodología es especialmente utilizada en los estudios ecológicos para la estimación de la densidad de poblaciones móviles (con flujos migratorios).
9 Algunas investigaciones sobre el tema hacen referencia a un número aproximado a finales de la década de los 90 de entre 8000 y 12000 personas que “ingresan diariamente a trabajar en la zona industrial y agrícola de Ureña; y por la tarde regresan a sus hogares en la margen opuesta del río Táchira”. (Álvarez, 2004, citando a Hernández,: 1993: 195).
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TaBla 1a. pasos fronTerIzos desde ColomBIa
ConsIderados en el esTudIo, según país de
fronTera
país
municipio/ departamento punto frontera
ve n e -zuela
Maicao/GuajiraPaso oficial Paragua-chón
Cúcuta/Norte de Santander
Paso oficial Puente In-ternacional Santander
villa del Rosario/N. de Santander
Paso oficial Puente In-ternacional S. Bolívar
Arauca/Arauca
Paso oficial Puente In-ternacional Páez
Paso fluvial no oficial de frontera
Puerto Carre-ño/vichada
Paso no oficial Puerto Carreño
BrasilLeticia/Amazo-nas
Avenida Internacional Malecón
PerúLeticia/Amazo-nas
Malecón
E c u a -dor
Ipiales/NariñoPaso oficial Puente In-ternacional Rumichaca
La primera etapa correspondió a la selección de los puntos muestra y la segunda etapa a la se-lección de personas que cruzan, en los dos sen-tidos, por el punto de control seleccionado, en adelante punto muestra.
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na La selección de las unidades secundarias de muestreo (personas) contempló franjas horarias que cubrieron los momentos de mayor flujo de personas, de manera tal que las unidades pri-marias de muestreo se definieron como unida-des espacio-temporales (punto muestra-franja horaria). Dentro de cada franja horaria se selec-cionaron por muestreo aleatorio sistemático las unidades secundarias de muestreo.
En los puntos muestra (fijos) seleccionados en la primera etapa se ubicaron enumeradores y encuestadores, garantizando la localización del enumerador en un lugar fijo donde pudiera ob-servar todas las unidades que se desplazaban por el punto fronterizo en las franjas horarias determinadas según flujo. De manera que fuera posible a partir de la enumeración (conteo de flujo) estimar flujos poblacionales en función de unidades espacio-temporales (densidad pobla-cional en el punto en un intervalo de tiempo ).
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Factores de expansión La población sobre las que se expande la mues-tra corresponde al conteo continuo, equivalente al número de personas que cruzan la frontera du-rante el día en los dos sentidos, realizada por los enumeradores ubicados en los puntos muestra.
• Ponderadores de población por estrato
• Ponderadores de población de conglomerado de área por estrato
• Ponderadores de población por día
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na • Ponderadores por franja horaria10
10 En la expansión de Leticia se aplicaron franjas horarias (mañana, Tarde) para el resto de los estratos horas.
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Anexo 4: formularios encuesta
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