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Boletín Congregacional - 10 -
Canto
(Repetir con dinámica de Taizé)
Cantaré al Señor, en cuanto viva,
Yo te alabo, Señor, yo te alabo, Señor
desde lo más profundo de mi corazón.
Yo te adoro, Señor, yo te adoro, Señor…
Te doy gracias, Señor, te doy gracias, Se-
ñor…
Introducción
Lector 1.- “¿Quién podrá separarnos del
amor de Cristo? ¿La tribulación, la angustia, la
persecución, el hambre, la desnudez, el peligro,
la espada? (…) En todo esto salimos vencedores ,
gracias a Aquel que nos amó” (Rom 8, 35-37).
Momento de silencio
Lector 2.- “No nos ardía el corazón…” (Lc
24,32). Jesús está vivo. La certeza del amor de
Cristo llena nuestro corazón de alegría. “La ale-
gría del Evangelio llena el corazón y la vida ente-
ra de aquellos que se encuentran con Jesús. Con
Jesucristo nace y renace sin cesar la alegría” (P.
Francisco).
Momento de silencio
Lector 3 – “Esta es la belleza de la consagra-
ción: es la alegría, la alegría… La alegría de llevar
a todos la consolación de Dios”. (Alegraos. Carta
circular a los consagrados y consagradas, Papa
Francisco).
celebraciones
PRIMER DIA
La Alegría
Tríduo del 27 de
Abril de 2017
«Quería deciros una palabra, y la
palabra era alegría.
“Siempre, donde están los
consagrados, hay alegría”
(Papa Francisco)
Boletín Congregacional - 11 -
celebraciones
Momento de silencio
Lector 4 – “La ociosidad y la tristeza deben ser
desconocidas en este santo Instituto. Vivirán,
pues, las hermanas ocupadas y alegres, alternan-
do entre si el trabajo y el descanso” (Estatutos,
12).
“Os recomiendo una santa alegría. Ésta acompa-
ña siempre a las buenas conciencias, así como la
tristeza es enemiga de todo lo bueno” (Reglas,
1,8).
Momento de silencio
Lector 5 – “Alegraos… regocijaos … desbordad
de alegría…” (Is 66,10).
Escuchemos
Momento de Silencio
“Alegria”, cirque du soleil
Escutar em https://www.youtube.com/watch?
v=68483tVx0eA (Se descarga de la página web
de la congregación)
Allegría
Come un lampo di vita. Allegría
Come un pazzo gridar. Allegría
Del delittuoso grido
Bella ruggente pena, seren
Come la rabbia di amar. Allegría
Come un assalto di gioia
Allegría
I see a spark of life shining. Allegría
I hear a young minstrel sing. Allegría
Beautiful roaring scream
Of joy and sorrow, so extreme
There is a love in me raging. Allegría
A joyous, magical feeling
Allegría
Come un lampo di vita. Allegría
Come un pazzo gridar. Allegría
Del delittuoso grido
Bella ruggente pena, seren
Come la rabbia di amar. Allegría
Come un assalto di gioia
Del delittuoso grido
Bella ruggente pena, seren
Come la rabbia di amar. Allegria
Come un assalto di gioia
Alegría
Como la luz de la vida. Alegría
Como un payaso que grita. Alegría
Del estupendo grito
De la tristeza loca Serena
Como la rabia de amar. Alegría
Como un asalto de felicidad
Del estupendo grito
De la tristeza loca Serena
Como la rabia de amar. Alegría
Como un asalto de felicidad
There is a love in me raging. Alegría
A joyous, magical feeling.
Proclamación de la Palabra
Acogemos en silencio la Palabra. Dejamos que
cada frase llene cada rincón de nuestro corazón.
Que la alegría de la Palabra nos toque el corazón
y nos haga decir con los apóstoles: “Para noso-
tros es imposible callar lo que hemos visto y oí-
do” (Act 4,20)
Lector 1. Act 2,46-47: Todos los días, con un
solo corazón, frecuentaban asiduamente el Tem-
plo, partían el pan en las casas, tomaban juntos
el alimento con alegría y sencillez de corazón,
alabando a Dios con aceptación de todo el pue-
blo. El Señor añadía cada día el número de los
que entraban en la comunidad.
Lector 2. Rom 14,16,18: Que vuestras buenas
obras no sean motivo de escándalo, porque el
Reino de Dios no es cuestión de comida o bebi-
da, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.
Pues el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios y
es estimado de los hombres.
Lector 3. Jn 15,11: Os he manifestado estas
cosas para que mi alegría esté en vosotros y vues-
tra alegría sea completa.
Momento de silencio
Comunicación espontánea de la resonancia de la
Palabra.
Intercalar un pequeño estribillo:
“Quiero estar a tu lado, Señor” (3v)
“Lléname de alegría, Señor…” (3v)
Boletín Congregacional - 12 -
celebraciones
Canto del Magníficat
https://www.youtube.com/watch?v=PesleZzLSGg)
(Se descarga de la página web de la congrega-
ción) Maravillas hizo en mi,
mi alma canta de gozo,
porque en mi pequeñez
se detuvieron sus ojos.
Es el Santo y poderoso,
espera hoy por mi, sí;
mi alma canta de gozo,
maravillas hizo en mí.
Maravillas hizo en mí,
del alma brota mi canto,
porque me amó mi Señor,
más que a los lirios del campo.
Y por su Espíritu Santo
Él habita hoy en mí.
No pare nunca este canto:
"Maravillas hizo en mí"
Agradecidas al Padre, por su Hijo Jesús, que nos
dejó su Espíritu, oramos: Padre nuestro, que estás
en el cielo...
Oración final: “Alegría de hijo”
(Mientras se va recitando la oración alguien coloca delan-
te del altar la frase “ALEGRÍA DE HIJO”)
Aunque las estrellas pierdan su luz y su brillo.
brilla en mí noche y día la alegría de hijo.
Me hago peregrino del evangelio, peregrino,
porque brilla en mi ser la alegría de hijo.
Si con el tiempo y el polvo, me vuelvo un andraji-
llo, Brillará siempre en mí la alegría de hijo.
Y cuando la muer-
te venga a cortar
mi camino,
Brille en mí eter-
namente la alegría
de hijo.
Canto inicial
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Vengo a renovar ante tu altar mi fidelidad.
Yo me pongo en tus manos. Tú eres mi bien, Se-
ñor.
Te presiento muy cerca como fuente de amor,
y te entrego mi vida, dame tu salvación:
Tómame a mí, toma mi historia, Señor.
Voy gastando la vida en tantas cosas, quizás,
mas tan sólo una de ellas necesito andar
escuchar tu palabra y hacerte esta oración:
Tómame a mí, toma mi historia, Señor.
Haz que no me avergüence de invocarte, Señor,
de decirte confiado, que tú eres mi Dios;
manteniendo en la lucha valiente el corazón:
Tómame a mí, toma mi historia, Señor.
Introducción
Sería una osadía querer definir la “santidad” sien-
do ella el proprio Dios. Reconociendo nuestra
pequeñez (C.20), comprendemos que Dios no se
define, se experimenta su presencia en todo el
tejido de nuestro ser, de nuestra sociedad, de
nuestro mundo. Dios está! Tal vez la parábola “La
mariposa y el fuego” nos ayude a intuir lo que no
Jamás olviden las hermanas el fin Santo de su vocación, a saber: La enseñanza
de las niñas por amor de Dios y para Dios.
“Habéis, pues, venido, hermanas, a santificaros y hacer bien al prójimo”.
(Reglas 1,1)
DIA SEGUNDO
“La Santidad”
Boletín Congregacional - 13 -
celebraciones
se define, lo que no se abarca con palabras:
“Las mariposas se reunieron cierta noche con la
pretensión de conocer la naturaleza del fuego.
Decían: “¿Habrá alguien que nos explique cómo
es realmente el fuego?”
Una de ellas se ofreció para ir al castillo y de le-
jos vio la llama de una vela. Se volvió y transmi-
tió, lo mejor que pudo, las impresiones que le
causó. Pero la mariposa reina que presidía la
reunión, las consideró insuficientes. –“No sabes
nada sobre el fuego!”, sentenció.
Partió otra mariposa, más vieja y experimentada.
Penetró en el castillo, llegó a tocar la vela, sintió
el calor del fuego, regresó y transmitió también
sus impresiones… –“Es poco, muy poco. Necesito
más” – exclamó la mariposa reina.
Partió entonces una tercera, más joven, ansiosa
por el deseo de saber qué sería realmente el fue-
go. Se posó sobre la llama, la abrazó con sus alas,
se hizo una sola con ella, hasta volverse total-
mente roja e incandescente… Cuando la maripo-
sa reina, a distancia, la vio así totalmente transfi-
gurada, totalmente luz y calor, dijo: -“Esta consi-
guió saber lo que queríamos. Es la única que nos
puede decir lo que es el fuego”! (Autor descono-
cido)
Introducción
Oración de intimidad con Dios
Tú, que estás sobre nosotros,
Tú que eres uno de nosotros,
Tú, que estás también en nosotros,
haz que todas las personas te vean también en mí
y que yo te prepare el camino.
Que te agradezca todo lo que me acontece,
que no olvide jamás las necesidades de los otros.
Guárdame en tu amor
como Tú quieres que todos los otros permanez-
can en el mío.
Que todo lo que forma parte de mi ser
sirva para tu gloria,
y que jamás desespere,
porque yo estoy en tus manos,
y en ti soy todo fuerza y todo bondad.
Dame un corazón puro para que te vea,
un espíritu humilde para que te escuche,
un espíritu de amor para que te sirva,
un espíritu de fe para que permanezca en ti.
(D. Hammarskjöld)
Cántico:
(Repetir varias veces un estribillo –dinámica de
Taizé)
Lo puedo todo en el amor. Todo lo puedo
donde hay amor, con Dios me encuentro.
Momento de silencio
Proclamación de la Palabra: 1Co 13,1-9,13
“Aunque yo hablara las lenguas de los hombres y
de los ángeles, si no tuviera amor soy como bron-
ce que suena o címbalo que retiñe. Aunque tuvie-
ra el don de profecía y conociese todos los miste-
rios y toda la ciencia, y aunque tuviese tanta fe
que trasladase las montañas, si no tuviera amor,
nada soy. Y aunque distribuyese todos mis bienes
entre los pobres y entregase mi cuerpo a las lla-
mas, si no tuviera amor, de nada me sirve.
El amor es paciente, es servicial, no es envidioso,
no presume ni es orgulloso. El amor no ofende,
no busca el propio interés, no se irrita, no toma
en cuenta el mal. El amor no se alegra con la in-
justicia, sino que se alegra con la verdad. Todo lo
excusa, lo cree todo, todo lo espera, todo lo tole-
ra.
El amor no pasará nunca. Desaparecerán las pro-
fecías, las lenguas cesarán y tendrá fin la ciencia. Pues nuestro conocimiento es imperfecto y lo
mismo nuestra profecía. (…) Ahora permanecen
estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor,
pero la más excelente de todas es el amor”
Cántico:
(Repetir varias veces, dinámica de Taizé)
Dios es amor; atrévete a vivir por amor.
Dios es amor: nada hay que temer
Momento de silencio
Comunicación de la Palabra escuchada (Se entrega a cada persona un ala de mariposa en la
Boletín Congregacional - 14 -
celebraciones
que van escritas algunas pistas para la comunicación) - ¿Qué desafíos me presenta la palabra?
- ¿Cómo experimento la presencia / santidad de Dios
en mí?
Dejo que brote mi gratitud a Dios “amor”
Padre nuestro
Magnificat
Mi alma canta la grandeza del Señor con María, la Virgen fecunda y abierta; mi espíritu se estremece de gozo en mi Salvador, porque El contempló con amor la humildad de su servidora
La santidad del Señor crece en mi nada, sólo Él se manifiesta en mi polvo, las generaciones me llamarán feliz porque Él puso sus manos en mi tierra.
La ternura de Dios se hace misericordia de generación en generación y con María yo soy canal en servicio de miles y miles de seres a los que Dios llega y toca en silencio.
Canto con María al Dios de la justicia: que derriba al soberbio, abaja al poderoso, pone a un lado al protagonista, y salva al que tiembla, satura al vacío, harta al hambriento.
Glorifico al Dios que camina con el pequeño rebaño de Israel, acorralado en todas sus iniciativas.
No temas, tú, el menor de los hijos, tu eres auxiliado y salvado según la promesa del Señor.
El Señor es misericordioso por los siglos.
(Magnificat (XII Capítulo General)
Oración final Señor, Puedo tener mil formas de decir tu nom-bre. Sé que ninguna de ellas te dice definitiva-mente. Eres siempre mayor de lo que yo pienso de ti. Siempre mayor que cualquier sentimiento en que te reconozco. Habitas cada átomo, pero ninguna partícula te puede aprisionar. No te confundes con los paisajes que tú creaste, Señor. Libérame de los esquemas a que reduzco tu amor. Conocer las noticias mejor que los grandes titula-res. Ver más allá de la lectura rápida, recordar que las letras, los sonidos, las imágenes no traen solamente “historias”: hay una realidad habitada, un mundo al que aco-ger y amar en su com-plejidad.
(página Web: Jesuitas de Portugal)
TERCER DÍA
La Sabiduría “El amor de Dios hace sabidos y santos”
Cántico: “Espíritu de Dios” Espíritu de Dios
llena mi vida
llena mi alma
llena mi ser
Y lléname (lléname, lléname)
de Tu presencia (lléname, lléname)
de Tu poder (lléname, lléname)
de Tu verdad (lléname, lléname)
Boletín Congregacional - 15 -
celebraciones
Introducción:
“La sabiduría es el primer don del Espíritu San-to. No se trata simplemente de la sabiduría hu-mana, fruto del conocimiento de la experiencia. Si escuchamos al Espíritu él nos enseñará el ca-mino de la sabiduría, nos infundirá la sabiduría que consiste en ver con la mirada de Dios, oír con los oídos de Dios, amar con el corazón de Dios, juzgar con el juicio de Dios. Esta es la sabiduría que nos otorga el Espíritu Santo y que todos podemos disfrutarla. Sólo tenemos que pedirla al Espíritu Santo” (Papa Francisco)
Bienaventuranzas
Lector: Felices los que saben reírse de sí mismos. Todos: Porque nunca acabarán de divertirse. Lector: Felices los que saben distinguir una mon-
taña de una pequeña piedra. Todos: Porque evitarán muchos inconvenientes. Lector: Felices los que saben descansar y dormir
Lector: Felices los que saben descansar y dormir sin buscar disculpas.
Todos: Porque llegarán a ser sabios Lector: Felices los que saben escuchar y callar Todos: Porque aprenderán cosas nuevas Lector: Felices los que son suficientemente inteli-
gentes como para no tomarse en serio Todos: Porque serán apreciados por los demás Lector: Felices los que están atentos a las necesi-
dades de los otros Todos: Porque serán mensajeros de alegría Lector: Felices los que saben tratar con seriedad
las pequeñas cosas y con tranquilidad las cosas grandes
Todos: Porque irán lejos en la vida Lector: Felices los que saben apreciar una sonrisa
y olvidar un desprecio Todos: Porque su camino estará lleno de luz Lector: Felices los que piensan antes de actuar y
rezan antes de pensar Todos: Porque no quedarán frustrados Lector: Felices vosotros que sabéis callar e incluso
sonreír cuando os quitan la palabra y os contradicen
Todos: Os pueden considerar ingenuos, pero ese es el precio de la caridad
Lector: Seréis especialmente dichosos, si sabéis reconocer al Señor en los que encontráis, sobre todo en los pobres
Todos: Porque entonces habréis encontrado la paz y la verdadera sabiduría.
(Tomás Moro, humanista inglés)
Dinámica de participación: (Invitamos a cada hermana a crear / elegir con sencillez una bienaventuranza y compartirla a la vez que se va intercalando el estribillo):
Bienaventurados seremos, Señor, seremos, Señor
Proclamación de la Palabra: 1Co 1, 22-27 “…Los judíos piden milagros y los griegos bus-can la sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los gentiles. Pero para los que son llamados, tanto judíos como griegos, Cristo es poder y sabiduría de Dios. Porque la locura de Dios es más sabia que los hombres, y la debili-dad de Dios más fuerte que los hombres. Considerad, pues, hermanos, vuestra vocación: no hay muchos sabios según la carne, ni mu-chos poderosos, ni muchos nobles; pero Dios eligió lo necio del mundo para confundir a los sabios y lo débil para confundir a los fuertes”
Cántico:
El amor de Dios hace sabios y santos El amor de Dios hace sabios y santos El amor de Dios, el Amor de Dios El amor de Dios hace sabios y santos
Un momento de silencio
Padre nuestro…
Magníficat (El texto del breviario)
Oración final: La sabiduría está sentada a nuestra puerta, se deja encontrar por los que la buscan. Su rostro es bello y atractivo. Libera nuestro corazón, hace buenos nuestros pensamientos. Y transmite compasión a nues-tros gestos y palabras. Desear la sabiduría es un acto de amor. Y el amor es la puerta de entrada al Reino. Señor, concédenos que tu sabiduría se haga siempre presente en nuestro corazón.
Boletín Congregacional - 16 -
celebraciones
27 DE ABRIL
Eucaristía
“Felices Sereis”
(Mt 5,11)
Monición de entrada Estamos viviendo el Tiempo Pascual, celebramos la Resurrección de Cristo. Dios no nos podía agraciar con mejor oportunidad para celebrar y agradecer los 153 años de nuestra Congregación. Jesús está vivo, resucitó! Y es Cristo vivo quien da sentido a nuestra vida y misión evangelizadora: educar en, por y para el Amor. El P. Usera creía en Jesús, se sentía amado y escogido por Él para hacer el bien en la tierra. Eligió vivir como El y comunicar con su palabra y vida que Dios es Amor. De ahí nacía su alegría cristiana, porque la alegría cristiana se inserta en el misterio de Jesús, nace del bien y se nutre de la coherencia de vida. Hoy brota de nuestro corazón un himno de grati-tud por la gran intuición de nuestro Venerable Padre: el mayor bien que se puede prestar a la sociedad es la educación. Hoy, unidos al primer grupo de mujeres disponi-bles que secundaron su proyecto, en medio de sus fragilidades, sabemos que dar continuidad a la Escuela Amor de Dios, es seguir apoyando su sueño, haciéndolo realidad dondequiera que sea necesario. Damos gracias por la mirada amorosa de Dios Padre, por su piadosa presencia a lo largo de es-tos 153 años de vida y misión. Su fuerza y miseri-cordia habitan con nosotros, en nuestras realida-
des concretas. Nuestra es la fragilidad, suya la fuerza. Juntos, educadores Amor de Dios, hermanas y seglares. Juntos, en la misma dirección, formamos una red ampliada que pasa por diversos continen-tes transmitiendo gratuitamente lo que gratis he-mos recibido: el amor de Dios que reina en nues-tros corazones.
Cántico de entrada “Sois la semilla que ha de crecer, sois estrella que ha de brillar. Sois levadura, sois grano de sal, Antorcha que debe alumbrar. Sois la mañana que vuelve a nacer, Sois espiga que empieza a granar. Sois aguijón y caricia a la vez, Testigos que voy a enviar. Id, amigos, por el mundo, anunciando el amor, mensajeros de la vida, de la paz y el perdón. Sed, amigos, los testigos de mi resurrección, id llevando mi presencia, con vosotros estoy. Sois una llama que ha de encender resplandores de fe y caridad. Sois los pastores que han de guiar al mundo por sendas de paz. Sois los amigos que quise escoger. Sois palabra que intento gritar. Sois reino nuevo que empieza a engendrar justicia amor y verdad. Id, amigos, por el mundo…
Liturgia de la Palabra Sugerimos que la primera lectura y el salmo se tomen de la liturgia ferial correspondiente.
Ambientación Como propuesta sugerimos que en lugar destacado se coloque una foto del Padre, Constituciones y Doc. Capitular. Envol-viendo o saliendo de los símbolos, un ve-lo en tonos de fuego (Símbolo del Espíritu Santo) y un cartel con la expresión: “Seréis felices”
Boletín Congregacional - 17 -
celebraciones
Aclamación de “Aleluya”
Aleluya, aleluya. Aleluya, aleluya. Aleluya, aleluya, el Señor resucitó (bis) El Señor resucitó, cantad con alegría. Demos gracias al Señor, aleluya (bis)
Introducción al Evangelio
Con las Bienaventuranzas Jesús nos presenta el camino para que la persona pueda conseguir la verdadera felicidad, la verdadera vida. Este mensaje de Jesús no es fácil de comprender, porque va contra corriente, pero el Señor nos di-ce que quien va por este camino es feliz, antes o después se hace feliz. Esta es la puerta de entrada a la santidad y al mis-mo tiempo la entrada a la felicidad. Es el camino que Jesús recorrió y Él mismo es ese camino. Quien camina con Él y en Él entra en la vida eter-na. Evangelio: Mt 5,1-12
Homilía
Renovación de votos Celebrante: Acogemos con alegría la renovación de votos de las Hermanas Fórmula de renovación: Sacerdote: Haciendo mías las palabras de vuestro Fundador, Venerable Padre Usera, invoco sobre vosotras su bendición: Que el Señor os bendiga, que os dé mucha hu-mildad y paciencia, y sobre todo que llene vues-tro corazón con el santo amor de Dios.
Cántico: Has llegado hasta mi vida, me llamaste con amor. Has colmado mi esperanza. Tu tesigo soy, Señor.
Preces Celebrante: Elevemos nuestra oración al Señor, de quien nos viene la vida en abundancia, y ore-mos diciendo:
Escucha, Señor, nuestra oración
Señor Jesús, te pedimos por el Papa Francis-co, por todo el pueblo de Dios, para que seamos una familia unida, y demos testimo-nio de los valores de tu Reino. Que las per-sonas que se encuentran con nosotros pue-dan leer el evangelio en nuestra vida. Ore-mos
Por todas las personas que sufren la guerra, la marginación, el hambre o la soledad, pa-ra que encuentren una respuesta solidaria en el prójimo. Oremos
Danos, Señor, tu Espíritu de Sabiduría. Que en nuestro día a día sepamos buscarla, desearla y pedirla con insistencia y confian-za. Oremos
Padre bueno, te pedimos que ilumines el corazón de los jóvenes, que nazca en ellos el deseo de seguirte en la Vida Consagrada o sacerdotal y que su testimonio de vida convide a otros a adherirse a Cristo. Ore-mos
Por las hermanas del Amor de Dios, para que el carisma de manifestar el Amor de Dios al mundo perdure con fecundidad en la Iglesia. Oremos
Por todos los que celebramos esta Eucaris-tía, unidos en familia “Amor de Dios”, para que Dios nos haga ser un buen GPS que señale el camino que conduce al Padre. Oremos
Celebrante: Todo esto te pedimos, Padre, por tu Hijo Jesús, en unidad del Espíritu San-to. Amén
Boletín Congregacional - 18 -
Ofertorio (Preparar las ofrendas más adecuadas en cada caso y presentar con música de fondo) Se puede recitar durante la ofrenda la oración de S. Ignacio “Tomad, Señor y recibid…” Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento, y toda mi voluntad, todo mi haber y mi poseer. Vos me lo disteis, A Vos, Señor, lo torno. Todo es vuestro, disponed todo a vuestra voluntad; dadme vuestro amor y gracia, que con ésta me basta.
Comunión CREEMOS EN EL AMOR
Hemos conocido el amor, hemos puesto en El nuestro ideal, y sabemos que al unirnos en el nombre del Señor, dando fuerza a nuestra vida Dios está. 1. Cristo nos convoca para ser con Él signo de esperanza, signo de unidad. Para hacer presente el amanecer de una nueva vida que comienza ya.
2. Juntos proclamamos el amor de Dios; juntos compartimos nuestro mismo pan. Siempre unidos como cuerpo del Señor, juntos en la lucha, juntos al rezar. 3. Hemos descubierto que la vida es, solo una mentira si el amor no está, porque en el amor está viviendo Dios, como fuente eterna de felicidad.
Acción de gracias Quiero darte gracias, Señor, y llevar conmigo una multitud para alabarte, pero no sé bien el qué ni
el cómo. ¡Tantas oraciones ‘perfectas’, que dicen lo supuestamente correcto, pero que no llegan al corazón de la vida…¡ ¿Qué agradecer, cómo agradecer? Sólo queda el silencio…! (una voz en off proclama las bienaventuranzas)
Bienaventurados los que se desprenden de
los bienes materiales y son solidarios. Bienaventurados los que no consideran que
la razón está siempre de su lado y buscan el entendimiento con los otros.
Bienaventurados los que no son insensibles ante la desgracia de su semejantes. Bienaventurados los que no hacen sólo lo que les da ganancia y actúan según las exigencias de una ética justa. Bienaventurados los que abren su corazón a los otros y están dispues-tos a compartir sus sufri-mientos. Bienaventurados los que buscan lo que hay de
Dios en los otros y comprenden sus defec-tos.
Bienaventurados los que están convencidos de que la convivencia exige diálogo e in-tentan la aproximación de posiciones.
Bienaventurados los que trabajan por los intereses comunitarios, aunque sólo reciban ingratitud e incomprensión.
¿No es maravilloso entender que “la conciencia de nuestra pequeñez” (C 21) nos permite vivir en la alegría, ser mensajeros del amor, recibirlo y compartirlo? “Dad gratis lo que gratis habéis reci-bido” (Mt 10,8) Sólo así conseguiremos tomar conciencia de lo bello, lo sencillo, lo gratuito de Dios en nosotros, en nuestra historia, en nuestra Congregación, en el P. Usera. Sin duda que Jerónimo Usera fue le-jos porque se hizo pequeño y esto nos asombra. Dejó a Dios ser Dios en su vida y se convirtió en sabio y santo. Gracias, Señor, porque vives en nosotras. En la historia que construimos día a día contigo.
celebraciones
Boletín Congregacional - 19 -
celebraciones
Canto final El Espíritu Santo nos dio vida
en la herida del Sagrado Corazón.
En el huerto de la Iglesia sacrosanta
somos planta que promete fruto y flor.
La Virgen nos cobija con su manto
somos esposas del Cordero Santo
somos las Hermanas del Amor de Dios
1. Vivir como hermanas es nuestra alegría, la cruz
nuestra enseña, Jesús nuestro amor. Nuestra Ma-
dre pura la Virgen María. Nuestro lema es este:
Amor urget nos. Nosotras venimos ciego y loco
mundo a salvarte hun-
diéndote en el mar pro-
fundo del Amor de Dios.
El lagarto de San Martín de Castañeda
Siento frío en mi lomo y en mis patas ...
La tormenta de la noche sobre Puebla de Sanabria, con su cola retorcida vertió cántaros de gracia en este rincón austero de rocas y piedras santas.
¡Ya era hora! sed, mirando al agua;
siempre sed sobre este lago de leyenda y esmeralda! ¡Mal reino para un lagarto, donde ni quedan lagartas!
se a
Oigo a lo lejos los cencerros de las vacas y el burro del alguacil
que rebuzna en su cabaña, y el llanto de Colasín mientras su madre lo lava.
Qué se yo, pobre lagarto, de los frailes y sus dramas. Sé que hoy van de dos en dos, muy envueltos en sus capas, que se miran en silencio y se alejan de esta casa: Fray Antonio, Fray Manuel, Fray Jacinto el de la calva, Fray Juan, Fray Bartolomé, Fray Quirino, el sacristán, Fray Gregorio, Fray Pedro el de barba blanca, Fray Miguel, el más bajito, Fray Bernardo el de Pedralba ...
No sale el sol ... ¡Hoy no escampa! Sigue el frío en mi lomo y en mis patas ...
se
Esta mañana, distinta de otras mañanas, envuelto en su capa blanca Fray Jerónimo se marcha ... Sólo las piedras se quedan, ellas y yo, como guardián de la casa. CP
“Qué hermoso es servir
a los pobre y servirlos
tan solo por Amor a
Dios.”
(P. Usera)
Poesía en honor a nuestro fundador, en el día de la Congregación