Una Ventana al Tango

Post on 13-Jul-2015

537 views 3 download

Transcript of Una Ventana al Tango

En la evolución histórica del tango

fueron tres los compositores de los que se puede decir, sin temor

a equivocarse, que hubo un

antes y un después

de ellos.

La historia del tango presenta distintos hechos alrededor de los

cuales se puede devanar la madeja de su evolución.

Cada uno de ellos, aparece indicando el comienzo de las tres

grandes corrientes que pueden reconocerse a lo largo de la vida

del tango que ya tiene cientotreinta largos años.

Cualquiera sea el criterio que se adopte para su análisis, será difícil negar la existencia de tres pilares fundamentales a lo largo de ella.

El primero fue Ángel

Villoldo, músico intuitivo, creador del estilo

de la Guardia Vieja.

Representante del tango

formado en las postrimerías del siglo XIX y en

los años iniciales de la

primera década del siglo XX.

Tango alegre, picado y saltarín, canyengue y zafado; reflejo del compadrito, su inspirador.

El segundo fue Julio de Caro,

músico de escuela, que

según se dijo,

llevó el tango de los pies a los

oídos.

Hizo un tango distinto sin

modificar su esencia de

música bailable.

Creó melodías hermosísimas que interpretadas magistralmente con su personal estilo, invitaban a escucharlas con verdadero deleite estético.

Su tango era a la medida del cabaret de los años 20 y primera parte de los 30, el típico tango melancólico del porteño que, sentimental, cargaba las frustraciones de la inmigración de sus abuelos gringos.

Era el tango de la gran ciudad en que se iba convirtiendo Buenos

Aires, alejándose rápidamente de la ciudad aldea, de la Gran Aldea

al decir de Lucio V. López.

De Caro fue el abanderado de un grupo de músicos renovadores que aparecieron en la última parte de la segunda década del siglo XX.

Esos músicos tuvieron su momento de oro

durante los años veinte dando forma al período

conocido como la Época Decareana.

El último, al menos hasta

ahora, es astor

Piazzolla , músico de alta

escuela, creador del llamado tango

de vanguardia.

Incorporó a la música de Buenos Aires recursos

nunca utilizados, que desde su aparición,

alrededor de los años 50 se convirtió en la imagen

sonora de esta ciudad.

Entre 1950 y 1954 compone un grupo de obras, claramente

distintas de la concepción del tango hasta ese momento, y

comienza a definir su estilo: Para lucirse, Tanguango, Prepárense, Contrabajeando, Triunfal, Lo que

vendrá.

Presentación basada en el ensayo

“Julio De Caro en la evolución del tango”

por Eduardo R. Bernal

en el libro “Doce ventanas al tango”

Premio EdenorA escritores sin libro

publicadoen el género ensayo.Buenos Aires, 2001