Post on 16-Oct-2021
UNIVERSIDAD DE BOGOTÁ JORGE TADEO LOZANO
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
COMUNICACIÓN SOCIAL Y PERIODISMO
MONOGRAFÍA DE GRADO PARA OBTENCIÓN DEL TÍTULO DE
COMUNICADOR SOCIAL - PERIODISTA
DÉCIMA Y CANTOS DE VAQUERÍA: ADAPTACIÓN DE ESTAS EXPRESIONES
A LAS NUEVAS GENERACIONES
AUTORES
Luis Daniel Ortiz Barrios
Stefanny Carolina Silva Zayas
TUTORES
Benjamín De La Pava Vélez
Moisés Limia Fernández
Bogotá D.C., Colombia
2020
2
TABLA DE CONTENIDO
1. INTRODUCCIÓN .............................................................................................. 3
1.1. Planteamiento del problema ....................................................................... 4
1.2. Justificación ................................................................................................ 5
1.3. Objetivos ..................................................................................................... 7
2. MARCO TEÓRICO ............................................................................................ 9
2.1. Cultura e identidad cultural ......................................................................... 9
2.2. Tradición Oral ........................................................................................... 18
2.3. Elementos de la tradición oral en Montería ............................................... 39
2.3.1. La Décima ............................................................................................. 41
2.3.1.1. Cantos de vaquería ............................................................................ 50
3. METODOLOGÍA .............................................................................................. 57
3.1. Entrevistas ................................................................................................ 57
3.2. Encuestas ................................................................................................. 60
4. RESULTADOS ................................................................................................ 64
4.1. Hallazgos .................................................................................................. 64
4.2. Discusión de resultados ............................................................................ 82
5. PROPUESTA COMUNICATIVA ...................................................................... 88
5.1. Actividades de la Propuesta comunicativa ................................................... 90
6. CONCLUSIONES ............................................................................................ 94
7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ................................................................ 96
8. ANEXOS ......................................................................................................... 99
3
1. INTRODUCCIÓN
La presente monografía fue realizada como opción de grado para obtener el título
profesional de Comunicación Social y Periodismo.
Este trabajo reúne la investigación, los planteamientos teóricos y prácticos que
surgen alrededor de un tema fundamental para la construcción de comunidad en la
actualidad, la cultura. Hoy en día, es común encontrar distintas manifestaciones
sociales que promueven la aceptación de corrientes culturales ajenas al entorno
social propio, un ejemplo claro es la popularización del movimiento musical coreano
K-Pop en Colombia, son muchos los esfuerzos de las industrias para que los
colombianos acepten y se apropien de esta corriente cultural; sin embargo, esa
voluntad de divulgación y aceptación no es equitativa cuando se trata de la cultura
local, esto se refleja en la poca visibilidad que se le da a nivel nacional, en medios
de comunicación y en el mundo educativo, a las investigaciones y proyectos
enfocados en rescatar y promover las raíces culturales de las distintas regiones del
país.
El primer acercamiento que se tuvo con la temática de esta monografía, fue un
análisis sobre la Décima1 como expresión cultural en la actualidad, con respecto a
la globalización y las industrias musicales, presentado para la materia
“Comunicación y Cultura”; a partir de allí se despertó un interés en los
investigadores sobre las expresiones de tradición oral que hacen parte de la
identidad cultural de una comunidad y su relación con las nuevas generaciones y
los cambios digitales.
1 Expresión poética de tradición oral practicada principalmente en la costa norte colombiana. Es una herencia cultural de la colonización española que perdura en la actualidad y se puede apreciar en canciones o declamaciones a capela. (Ver página 42).
4
En las siguientes páginas se hará un recorrido por las fundamentaciones teóricas y
filosóficas relacionadas con la cultura, la identidad cultural, la tradición oral y los
antecedentes de investigaciones sobre esos temas, para luego abordar la Décima
y los Cantos de Vaquería2, elementos sobre los que gira nuestra investigación.
Posteriormente se revisará y debatirá el trabajo de campo realizado, para culminar
con una propuesta comunicativa que fusiona lo digital y lo cultural, con la intención
de visibilizar y acercar la tradición oral con los jóvenes y adolescentes.
1.1. Planteamiento del problema
Colombia es un país marcado por su diversidad cultural, resultado de distintos
métodos de colonización ideológica que se dieron al momento de la conquista
española. Las mezclas entre indio, negro y blanco dieron como resultado una
quimera de raíces culturales, que con el paso de los años fueron forjando la
identidad cultural nacional; sin embargo, actualmente, se vive otro gran proceso de
colonización cultural a causa de la globalización que introduce nuevas corrientes
ideológicas, costumbres y comportamientos de distintos lugares del mundo,
creando así una aldea global que se convierte en el detonante de fenómenos
sociales como la aculturación.
Por lo anterior, son muchas las iniciativas que nacen a nivel nacional con la intención
de mantener o rescatar aquellos elementos culturales que se han transmitido de
generación en generación y han permitido mantener vivas nuestras raíces
ancestrales que hacen de Colombia uno de los países con mayor diversidad cultural
en Latinoamérica.
2 Composición poética propia de la tradición oral en los sectores ganaderos de Colombia, empleada por los vaqueros para guiar, ordeñar y tranquilizar al ganado, además de expresar sus sentimientos, inconformidades y formas de relación con el entorno que los rodea. (Ver página 51).
5
La tradición oral es uno de los ejes centrales, sobre los cuales están basadas las
investigaciones, artículos, documentos, tesis y proyectos que consultamos; sin
embargo, la mayoría coincide en el análisis y el trabajo para rescatar aspectos
culturales como: el lenguaje, la música y herramientas lúdicas para el aprendizaje
(juegos); además de la crítica directa a los mínimos esfuerzos mostrados por las
entidades gubernamentales encargadas de regir, potenciar y apoyar las diversas
prácticas culturales que caracterizan a cada uno de los pueblos ubicados a lo largo
y ancho del territorio colombiano.
Para nadie es un secreto que las tradiciones culturales se están perdiendo. Tal
como lo afirma el historiador y antropólogo Cartagenero José Sánchez Conesa en
una entrevista con el Portal Web “La Verdad”, “Muchas tradiciones se han perdido.
Antes las gentes de los pueblos tenían unas pautas a seguir. Su día a día giraba en
torno al encuentro entre personas. Y eso ahora se ha perdido”. Otros expertos en
cultura, como el fallecido escritor cordobés David Sánchez Juliao, se atrevieron a
afirmar que gran parte de la responsabilidad de esta pérdida es debido a la
globalización que “genera un proceso de aculturación por la imposición comercial
de nuevas corrientes culturales”.
Con base en lo anterior y la experiencia directa con las expresiones culturales
cordobesas por parte de uno de los integrantes de la monografía, se quiso investigar
a una población específica de jóvenes en Montería, Córdoba, pues se considera
que las nuevas generaciones llegan a tener conocimiento de sus raíces culturales,
pero, no existe una verdadera motivación que los impulse a profundizar su
conocimiento sobre estas.
1.2. Justificación
La tradición oral cordobesa tiene un nutrido y variado origen de distintas partes del
mundo, raíces árabes, celtas, italianas, griegas y españolas, expresadas en los
6
recursos culturales refinados como la décima o el porro y otros más coloquiales
como los cantos de vaquería y los cuentos costumbristas.
Con el paso de los años, la creación e interpretación de estas expresiones culturales
se han transmitido de generación en generación por medio de la oralidad y se han
logrado mantener a través de factores como la retención auditiva y la mnemotecnia.
El paso del tiempo y con ello el cambio generacional, han reestructurado dichas
tradiciones, para adaptarlas al contexto sociocultural actual; sin embargo, hoy día
las nuevas generaciones no demuestran cercanía, ni motivación por apropiarse de
su identidad cultural, como en algún momento lo hicieron sus antepasados.
Se podría decir que uno de los factores que genera este tipo de desinterés y
desapego por la cultural es la globalización, que arrastra consigo la colonización
cultural potenciada por los desarrollos tecnológicos y las nuevas plataformas
digitales que de alguna forma acercan a las personas hacia los lugares más
recónditos, pero, irónicamente las aleja de la realidad de sus propios territorios.
La aculturación de las generaciones cordobesas más jóvenes, también se genera
por la ausencia de espacios (principalmente en el área educativa) que reivindiquen
la importancia de las expresiones culturales autóctonas de la región; si esta
tendencia continúa la tradición oral dejará de existir en algún punto.
Esta monografía busca ser una guía de estudio para futuros trabajos relacionados
con la tecnología en la tradición oral, gracias a su trabajo de campo y propuesta
comunicativa; además, pretende visibilizar y promover la importancia de la tradición
oral y sus juglares dentro de la Capital cordobesa, con el fin de incrementar la
motivación de los cordobeses por el conocimiento de las distintas expresiones
culturales; además de rescatar un tema que no ha sido tan visibilizado y por ello
requiere mayor atención debido al gran peso que tiene dentro de la identidad cultural
Sinuana.
También se busca resaltar los beneficios que obtendría la práctica de la tradición
oral, a partir del uso de herramientas tecnológicas que se acomoden a los estilos de
7
vida de las nuevas generaciones y que contemplen la enseñanza y el estudio de
prácticas culturales de manera dinámica y atractiva; pues esto permitiría que el
legado ancestral sea reproducido y exaltado, perdurando así en el tiempo, sin
importar los cambios generacionales.
Pregunta de Investigación
¿Cuál es el estado actual de conocimiento y aprendizaje en los jóvenes de Montería
– Córdoba sobre la Décima y los Cantos de Vaquería como tradición oral – musical?
1.3. Objetivos
Objetivo General
Plantear una estrategia de comunicación transmedia que incentive a los
jóvenes de Montería, Córdoba a conocer en profundidad sobre la Décima y los
Cantos de Vaquería.
Objetivos Específicos
- Resaltar la importancia de expresiones culturales como la décima y los
cantos de Vaquería para la idiosincrasia cordobesa.
- Conocer y apropiarse de la historia y estructura de la décima y los cantos
de Vaquería.
- Exaltar la labor de los juglares como precursores de la tradición oral
cordobesa.
- Evaluar el conocimiento sobre expresiones culturales cordobesas por parte
de los jóvenes monterianos.
- Indagar sobre los dispositivos e intereses tecnológicos de preferencia para
los jóvenes monterianos.
8
9
2. MARCO TEÓRICO
2.1. Cultura e identidad cultural
No es posible hablar de identidad, sin hablar de cultura, ya que un individuo
construye su identidad a partir de los rasgos que adopta del grupo social al que
pertenece; a partir de la interiorización de las prácticas sociales (y la reproducción
de las mismas), el sujeto crea una identidad individual y a la vez adquiere una
identidad cultural, Gilberto Giménez (2010) dice que:
“La cultura no debe entenderse nunca como un repertorio homogéneo,
estático e inmodificable de significados. Por el contrario, puede tener a la vez
“zonas de estabilidad y persistencia” y “zonas de movilidad” y cambio […]
Algunos de sus sectores pueden estar sometidos a fuerzas centrípetas que
le confieran mayor solidez, vigor y vitalidad, mientras que otros sectores
pueden obedecer a tendencias centrífugas que los tornan, por ejemplo, más
cambiantes y poco estables en las personas, inmotivados, contextualmente
limitados y muy poco compartidos por la gente dentro de una sociedad”
Giménez (2010: 3)
La identidad cultural es un compendio de costumbres, comportamientos, saberes y
estilos de vida que han logrado sobrevivir a lo largo del tiempo y que permiten
diferenciar grupos; es decir, la identidad es el tejido construido por una comunidad
a partir de las diversas características que la hacen única y que le permiten
reconocerse como “diferente” ante el encuentro con otros sujetos. Sin embargo,
para que exista identidad cultural, también debe haber identidad individual, la cual
construye el sujeto a partir de un discurso que el mundo le presenta y que él decide
elegir porque se siente cómodo y porque encuentra una manera fácil de adaptarse
a esta. Es la que marca un hito en su vida y le brinda la capacidad para decidir qué
le gusta y qué no.
10
Con base en lo anterior, la identidad cultural no es homogénea, sino que es un
proceso selectivo, que coincide en algunos gustos o comportamientos con los que
las personas se sienten representadas y caracterizadas.
Por otra parte, la memoria colectiva es un factor fundamental en la construcción de
identidad cultural, ya que es a través de la rememoración y reproducción de
prácticas y comportamientos comunitarios que se pueden establecer las
características de un pueblo. En un artículo publicado por la revista “Ópera”, Olga
Lucía Molano (2007:74) asegura que “La identidad cultural no existe sin la memoria,
sin la capacidad de reconocer el pasado, sin elementos simbólicos o referentes que
le son propios y que ayudan a construir el futuro.” Es así, como la gastronomía o las
prendas de vestir apelan a la memoria de una comunidad, ya que estos elementos
permiten la construcción y supervivencia de un pueblo en su lugar de asentamiento;
con el paso de los años estos factores han hecho que se la tradición se mantenga,
pero evolucione. A esto se le suma lo que dice Rafaela Macías Reyes (2014):
“Al estudiar la tradición se observa la presencia de lo residual en la memoria
de los actores sociales que aún viven, pero cuyos recuerdos los unen al
pasado que forman parte de su herencia cultural: en los ritos religiosos
católicos que superviven dentro de los grupos portadores: y los prejuicios
existentes en las mentalidades del presente con relación a los mismos, a
pesar del discurso acerca de la libertad de los cultos y las creencias” Macías
Reyes (2014:618).
Esto evidencia el papel fundamental que tiene la memoria grupal e individual en la
transmisión de una costumbre, para la permanencia de esta en el tiempo y su
posterior integración a la identidad cultural de distintas generaciones.
Las características culturales de un grupo social se constituyen a partir de los
diferentes aportes que pueden hacer sus integrantes, es así, como el sujeto desde
su individualidad, pasa a hacer aportes para la construcción de la identidad cultural
en su comunidad; pero, es a partir del consenso grupal, que se regula la aceptación
11
y repetición de una práctica. Frente a esto, Javier Arévalo (2004: 993) dice que: “La
identidad consiste en la interiorización por un grupo dado de que posee formas de
vida específicas. La identidad, entonces, se construye a partir de la alteridad, en el
contraste cultural”.
Retomando al sujeto, su identidad individual está formada a partir de los rasgos
culturales aprendidos a lo largo de su vida, entonces, podría decirse que un
individuo es inconsciente de su identidad cultural, hasta que se encuentra en un
ambiente social totalmente diferente al de su lugar de origen y es allí cuando
empieza a reconocerse culturalmente, en las diferencias de comportamientos y
costumbres que tiene con las personas que conforman el nuevo espacio que habita;
salen a flote sentimientos de pertenencia, aceptación, orgullo e incluso vergüenza
porque los comportamientos arraigados y articulados en la forma de ser pueden ser
aceptados o rechazados por la comunidad externa; tal como dice Carlos Herrejón
Peredo: “La persona se construye por lo que le viene dado al nacer y al criarse, y
se construye en procesos temporales por la asimilación de ese patrimonio original
y de todas sus experiencias posteriores que implican un sinnúmero de cambios”
Herrejón Peredo (1994:143).
Con lo mencionado anteriormente, el grupo legitima y normaliza un comportamiento
o práctica que condiciona la convivencia entre sus integrantes. Además, el desacato
a las condiciones impuestas en el grupo, significa la exclusión del infractor. Frente
a esto, Carlos Herrejón Peredo (1994) afirma que:
“El sentido y el valor social de la costumbre reside en su fuerza de conducta
general, de comportamiento generalizado que permea lo cotidiano y lo
especialmente memorable; conducta general que se impone como norma y
regula el funcionamiento del grupo en las diversas circunstancias: obrar
conforme a la costumbre goza de legitimidad en ese grupo social; obrar
contra ella es ilegítimo; obrar fuera de ella es sospechoso de ilegitimidad o al
menos inquietante.” Herrejón Peredo (1994:146).
12
Frente a lo anterior, María Madrazo Miranda (2005) sostiene que:
“El grupo humano es el responsable de conservar y seleccionar los
contenidos de las transmisiones, es quien controla y establece los
mecanismos de repetición: procesos de adquisición y memorización, así
como situaciones y contextos de interacción social en que se manifiesta la
tradición.” Madrazo Miranda (2005:125).
Entonces se puede decir que la identidad de un grupo social es el resultado de la
diversidad individual y subjetiva que lo integra, de la que nacen una serie de
acuerdos y concesiones reguladas comunitariamente, interiorizadas y replicadas
con la mayor frecuencia posible. Dicha identidad no se puede separar de la
cotidianidad comunitaria.
Hasta este punto se puede establecer que la cultura es un constructo social
consensuado que se encuentra en constante cambio. De acuerdo con Herrejón
Peredo (1994) el sujeto es formado y condicionado a vivir bajo las costumbres del
grupo; pero desde la subjetividad, un individuo puede aportar nuevos elementos a
la identidad cultural del grupo; sin embargo, el mismo Herrejón Peredo (1994) y
María Madrazo Miranda (2005), afirman que en el grupo se clasifican las actividades
para acoplarla a su estilo de vida y así convertirlas en doctrina para las siguientes
generaciones. Por último, apoyados en lo que dice Olga Lucía Molano (2007) se
puede afirmar que la memoria individual y colectiva, es un factor relevante para
mantener viva la identidad cultural de un grupo social a lo largo del tiempo; los
actores sociales de los grupos enseñan a las nuevas generaciones desde la
subjetividad de sus vivencias y las doctrinas de enseñanza en un grupo apelan a la
memoria colectiva tal y como lo expone Macías Reyes (2014).
Otro aspecto importante de la identidad cultural es la construcción de patrimonio,
que es la herencia tangible o intangible, la cual tiene un significado histórico que
representa la existencia de un lugar o una costumbre heredada por un individuo o
una comunidad, (Bákula, 2000: 169) dice que: “El patrimonio y la identidad cultural
13
no son elementos estáticos, sino entidades sujetas a permanentes cambios, están
condicionadas por factores externos y por la continua retroalimentación entre
ambos”.
Por otra parte, Manuel Esmoris (2014) define patrimonio como: “la herencia
compartida entre personas de bienes materiales (inmuebles o muebles) e
inmateriales que son seleccionados por algunas de estas dimensiones: sentido de
identidad, estéticos / artísticos, etnográficos pues la distancia temporal es
imprescindible para que haya patrimonio.” Esmoris (2014:3). Este patrimonio puede
ser clasificado como local, nacional e incluso mundial, dependiendo de los intereses
y los grupos humanos que representen. Un ejemplo de patrimonio mundial, son las
pirámides de Egipto; en el caso de Colombia, las murallas de Cartagena son
patrimonio nacional y en el ámbito local las procesiones de Semana Santa
realizadas en Ciénaga de Oro – Córdoba son consideradas como patrimonio por el
departamento.
Relacionado con lo anterior, Javier Marcos Arévalo (2004) expone que:
“El patrimonio, remite a símbolos y representaciones, a los “lugares de la
memoria”, es decir, a la identidad. Desde este punto de vista el patrimonio
posee un valor étnico y simbólico, pues constituye la expresión de la identidad
de un pueblo y sus formas de vida. El patrimonio reviste formas ideológicas:
por una parte están las Bellas Artes, caracterizadas por la singularidad y
especialmente valoradas por la estética y la antigüedad; y por otro lado, la
Cultura Popular (el patrimonio modesto), lo común, propio de los sectores
subalternos.” Javier Marcos Arévalo (2004:929).
Con Bellas Artes, el autor se refiere a todas aquellas expresiones artísticas que
hacen parte de la alta cultura y que para poder ser practicadas, necesitan ser
transmitidas por medio de la doctrina académica. Esmoris (2014) define la alta
cultura como:
14
“Aquella que necesita de educación formal sistemática y especializada en
quien ejerce la creación y producción. Desde la apreciación, los productos de
alta cultura requieren un receptor con particular predisposición y acumulación
de información y experiencia cultural, debido a la «mayor» complejidad de los
bienes en relación con los populares.” Manuel Esmoris (2014:3)
Mientras que la cultura popular es aquella que se adquiere empíricamente, que nace
de la creatividad del sujeto sin tener ningún condicionamiento académico que
restrinja su actuar, solo la regulación grupal decide los límites de su arte o práctica.
Con respecto a la alta cultura y la cultura popular, Arévalo (2004) hace una
comparación entre las prácticas de alta cultura con su equivalente en la cultura
popular:
“Frente a Arquitectura Monumental................Arquitectura Popular
Literatura Culta (escrita)..................................Literatura Popular (oral)
Arte..................................................................Artesanías
Religión............................................................Religiosidad
Música..............................................................Música Popular
Creencias......................................................... Supersticiones” Arévalo (2004:930)
Desde la mirada histórica, “patrimonio” es un concepto que ha evolucionado con el
paso del tiempo, desde su origen, luego de la revolución francesa, ha pasado de
ser un término que hace referencia a lo infraestructural (monumentos o lugares) o
lo artístico (Escultura y pintura), a tener una connotación más simbólica, intangible,
como las costumbres o tradiciones de un pueblo.
En la actualidad, el patrimonio se puede clasificar como material o inmaterial,
tangible o intangible; siendo lo material o tangible aquello fabricado por manos
humanas o en conjunto con los fenómenos naturales que aún mantienen su
15
estructura física a pesar del paso de los años; mientras que el patrimonio intangible
o inmaterial, es el conjunto de costumbres, saberes, leyes, normas o
comportamientos que caracterizan a una comunidad o pueblo y que facilitan su
relación con el entorno, como lo son la tradición oral, las danzas, la música, los
rituales religiosos o medicinales, entre otros.
(La UNESCO) estableció que:
“El patrimonio inmaterial abarca los procesos adquiridos por las personas
junto con las competencias y la creatividad heredadas y que continúan
desarrollándose, los productos que manufacturan, los recursos, el espacio y
otras dimensiones de corte social y natural necesario para que perduren e
inspiren dentro de sus comunidades, un sentimiento de continuidad y nexo
con las generaciones procedentes; ello revierte en una importancia crucial
para la identidad, salvaguardia, diversidad cultural y creación de la
humanidad”. Conferencia General, UNESCO (2001)
Fundamentados en los autores podemos decir que el patrimonio es una herencia
compartida, material o inmaterial que tiene gran relevancia para la identidad cultual
de una comunidad. Por una parte, el patrimonio material es el resultado de la
creación humana apoyada en la naturaleza, es así como las comunidades emplean
herramientas o lugares como elementos para facilitar la supervivencia y con el paso
del tiempo se van a volver parte del diario vivir del grupo y van a evolucionar para
pasar de herramientas a elementos que permiten el entretenimiento o el
esparcimiento individual o grupal.
Por otro lado, el patrimonio inmaterial son los comportamientos, costumbres o
rituales que el grupo utiliza para el desarrollo de su identidad. Algunos afirman que
el patrimonio está dividido en dos corrientes: las bellas artes y la cultura popular,
perteneciendo las artes aprendidas por un sistema académico a la primera categoría
y lo popular, lo aprendido por sin necesidad de normas o doctrinas, es encasillado
en la segunda categoría, así lo expone Arévalo (2004).
16
Dentro de una comunidad, la identidad cultural se desarrolla a partir de la relación
sujeto-entorno, y en casi todos los casos, es el territorio lo que caracteriza los estilos
de vida y las prácticas culturales del grupo, llegando al punto de impulsar su
desarrollo socioeconómico. Frente a esto, Molano (2007) dice que:
“La cultura tiene gran relevancia en el progreso territorial de los pueblos,
tanto así que algunos revalorizan lo cultural, lo identitario y lo patrimonial para
potenciar el desarrollo económico de su comunidad; todo esto conlleva a
repoblar áreas rurales y potenciar acciones que mejoren la calidad de vida
en la comunidad.” Molano (2007: 74)
Lo citado anteriormente, se aplica en el trabajo de Carrasquilla Baza (2010) en el
que abarca el folclor de la región sabanera en la costa norte colombiana, como un
elemento que le permite a la comunidad contemplar su identidad cultural y
concientizarse de la importancia que esta tuvo y tiene en la construcción de su
pueblo. El autor hace hincapié en las raíces folclóricas de ascendencia indígena y
africana de Sucre y expone que distintas vertientes musicales nacientes en esta
región como la cumbia y el porro, se popularizaron. Sin embargo, esto significó el
abandono de otras prácticas que tenían como eje central la tambora y la gaita; frente
a esto, se promovieron festivales que realzaban los ritmos menos populares,
trayendo como consecuencia la resignificación de estas prácticas y el desarrollo
económico y cultural de Tamalameque y Oveja (Sucre).
Por otra parte, en 2016 se realizaron varios trabajos sobre los procesos migratorios
de la comunidad indígena “Los Pastos”, desde la región andina colombiana, hasta
el piedemonte amazónico. En un principio, Rubiano Carvajal (2016) hizo un análisis
sobre el desarraigo y la posible pérdida de identidad cultural de esta comunidad
indígena, por culpa de la movilización de un territorio a otro y los nuevos procesos
de la apropiación territorial y cultural que tenían que sufrir al asentarse en un nuevo
lugar. El autor expone que las causas de la migración fueron principalmente
económicas; sin embargo, en otra investigación, López Cortés (2016) explica cómo
desde las narrativas orales “Los Pastos” recrean la historia de su pueblo y cómo
17
estos relatos orales jugaron un papel fundamental durante la migración, ya que lo
que buscaban era la recuperación de su territorio, pues, con la colonización
española, esta comunidad fue desplazada desde el Piedemonte amazónico, hasta
la región andina colombiana.
López Cortés (2016) hizo una comparación de los registros documentales dejados
por los españoles, frente a los relatos que hacían parte de la identidad cultural en la
comunidad indígena, revisando meticulosamente las concordancias e
incongruencias; llegó a la conclusión de que los documentos españoles estaban
equivocados, ya que, atribuían la pertenencia de algunos sectores baldíos del
piedemonte amazónico a personas que nunca habitaron por la región, mientras que
las narraciones indígenas describían aspectos geográficos y lugares
representativos en los cuales habitaron sus antepasados, dándole veracidad a sus
reclamos por las tierras que por derecho ancestral les pertenecían.
Los tres casos expuestos anteriormente muestran cómo la identidad cultural juega
un papel importante para el desarrollo económico, territorial y patrimonial dentro de
una comunidad. Por un lado, en Sucre, el potenciar el folclor y concientizar a la
comunidad de su importancia, generó mayor afluencia de personas nativas y
extranjeras y con esto un mayor crecimiento en el sector económico, reivindicando
la herencia musical de sus antepasados y evolucionando las prácticas culturales, a
tal punto de llevarlas a ser patrimonio inmaterial de la región.
Por otra parte, la perseverancia, la preservación de su identidad cultural y los relatos
ancestrales, permitieron a “Los Pastos” recuperar sus tierras y mejorar su calidad
de vida en el piedemonte amazónico.
Es en este tipo de situaciones donde entra a relucir el papel de la identidad cultural
y específicamente de la tradición oral como constructoras de comunidad, historia y
con esto, patrimonio cultural, que le permiten a un pueblo mantenerse a pesar del
transcurso del tiempo, los cambios generacionales y las constantes
transformaciones culturales a las que se enfrenta el mundo moderno.
18
2.2. Tradición Oral
Anteriormente, se dio una breve conceptualización sobre identidad cultural; uno de
sus principales componentes es la tradición oral, término que abarcaremos en este
apartado con la intención de desglosar sus características y qué la hace tan
importante al momento de tratar los rasgos culturales de una comunidad, pero no
se puede hablar de tradición oral sin antes explicar la oralidad.
La oralidad es un instrumento básico para la construcción de sociedad, que desde
su aparición en el desarrollo humano ha facilitado los procesos de comunicación,
intercambio de ideas, gustos, deseos y sentimientos, dando así origen a nociones
como significante y significado, que no son más que herramientas utilizadas por el
hombre para conceptualizar su abstracción y relación con el mundo que lo rodea.
La capacidad comunicativa en la oralidad es un factor fundamental, ya que a partir
del uso de palabras de fácil recordación, se puede mantener por décadas e incluso
siglos relatos sobre acontecimientos, tradiciones, costumbres o conocimiento, como
asevera Sara Vallecilla (2010):
“En la cultura oral, el sonido determina los procesos de pensamiento y la
palabra se convierte en un modo de acción por lo que esta, a su vez, posee
un gran poder. La oralidad, tiene como aspectos fundamentales, la repetición
y el ritmo ya que es por medio de estas que el pueblo tiene la capacidad de
memorizar y recordar, pues la experiencia es intelectualizada
mnemotécnicamente (memoria); las historias orales populares no existen en
otro lugar sino en la mente. Por esta misma razón, los cuentos de tradición
oral están llenos de epítetos y exageraciones que permiten mantener al
oyente y, al mismo tiempo al hablante, en una misma sintonía.” Vallecilla
Lizarralde (2010: 31)
Dentro de la oralidad, la escucha y la memoria juegan dos papeles importantes.
Depende del orador el uso adecuado de las palabras para que los oyentes
comprendan lo que quiere expresar y lo retengan en su memoria. Sin embargo, es
19
el oyente quien califica y regula los contenidos que ofrece el hablante, ya que a
través de la aceptación o crítica del contenido expresado, es que se siguen
reproduciendo los relatos de una persona a otra e incluso de una generación a otra.
En este sentido, Isabel Contreras (2005) expone que:
“La oralidad comprende una gama de expresiones narrativas que no
disponen de libros para su vigencia, ya que su experiencia yace y se
mantiene en la memoria de sus participantes… La oralidad es, entonces,
palabra viva; cobra sentido en el acto mismo de ser contada, pronunciada y
registrada en la memoria de sus narradores; es la manera como los pueblos
la recuerdan y la conservan” Contreras (2005: 7)
El relato no está exento a sufrir modificaciones con el paso del tiempo, bien sea que
se le agreguen partes exageradas o se le quiten detalles irrelevantes, dándole así
una caracterización mágica, que acude al uso de la imaginación para la
rememoración y reconstrucción de lo contado. Esto con el fin de generar asombro
en la persona que se encuentre por primera vez con esa construcción narrativa.
Es importante resaltar que el orador crea relatos a partir de su contexto
sociocultural, con el fin de reseñar los sucesos importantes que afectan directa e
indirectamente a su comunidad, por esta razón se facilita la recordación de dichos
relatos; con base en esto, hay que aclarar que los relatos pueden estar llenos de
exageración y principalmente de autoexaltación. Es allí donde figura el
etnocentrismo, que consiste en mostrarse a sí mismo con superioridad frente a los
demás individuos o comunidades.
Con respecto al etnocentrismo, Ramírez Vargas (2009) expone que:
“Todas las culturas son etnocéntricas, esto quiere decir que piensan que su
cultura es la mejor y que su forma de ser y pensar, es la única verdadera.
Ésa es una venda que nos cubre los ojos y que no nos deja reconocer, que
después de tantos siglos de convivencia, no sólo compartimos un mismo
territorio, sino también ciertos rasgos culturales.” Ramírez Vargas (2009:33)
20
Sin embargo, es a partir del etnocentrismo que se desarrollan los rasgos identitarios
y diferenciadores apoyados de la oralidad, los cuales dan forma a un constructo
social que se caracteriza por tener unos comportamientos, costumbres, tradiciones
determinados. En el momento de transmitir esto a las siguientes generaciones, nace
el concepto de tradición oral, aquella encargada de mantener viva la identidad
cultural de una comunidad específica.
Para algunas culturas basadas en la oralidad, no es necesario utilizar la expresión
gráfica de sus conocimientos para que estos perduren en el tiempo, debido a que
desarrollan una capacidad retentiva que es potenciada por la tradición oral y utilizan
mecanismos sistematizados en su estructura social para educar a los más
pequeños y reafirmar en los más grandes la cosmovisión que tienen los líderes de
la comunidad a la que pertenecen. Nancy Ramírez Poloche (2012) afirma que:
“La lengua oral ha sido catalogada por diversos autores como más expresiva
y más práctica, pero menos estable en comparación con la escrita. (…) con
la oralidad iniciamos las relaciones cotidianas de intercambio con los demás
y las mantenemos.” Ramírez Poloche (2012: 131-132)
Walter Ong da una visión más profunda sobre la oralidad en la sociedad actual:
“Oralidad primaria, se refiere a la oralidad de una cultura que carece de todo
conocimiento de la escritura o de la impresión. Es 'primaria' por el contraste con la
'oralidad secundaria' de la actual cultura de alta tecnología, en la cual se mantiene
una nueva oralidad, mediante el teléfono, la radio, la televisión y otros aparatos
electrónicos, que para su existencia y funcionamiento, dependen de la escritura y la
impresión” Ong (1996: 21)
Es importante aclarar que gracias a la escritura, se pudieron generar pensamientos
más abstractos como las operaciones matemáticas complejas. Sin embargo, hasta
cierto punto la escritura depende de la oralidad para poder decodificar dichos
pensamientos abstractos, por ejemplo, un profesor de matemáticas necesita
21
comunicarse de forma oral con sus estudiantes para poderles explicar una
multiplicación o una división. Frente a esto, Eric Havlock (1996) dice que;
“El ser humano natural no es escritor, ni lector, sino hablante y oyente
[…]Desde la perspectiva del proceso evolutivo, la escritura, en cualquier
etapa de su desarrollo, es un fenómeno advenedizo, un ejercicio artificial, una
obra de la cultura y no de la naturaleza, impuesta al hombre natural” Havlock
(1996: 37).
En torno a la oralidad, podemos concluir que es una función comunicativa básica en
los seres humanos, empleada para la supervivencia y que conllevó a la construcción
de sociedad; a partir de la creación de comunidad, el hombre utilizó la palabra para
expresar pensamientos, sentimientos, reglas o procesos de supervivencia,
desarrollando una capacidad de memorización para poder repetir dichas normas,
como expone Vallecilla Lizarralde (2010). Por otra parte, Contreras (2005) nos
enseña que para la memorización de los relatos son necesarias una serie de
características esenciales en el orador, como el ritmo, la dicción y la entonación
para que el oyente interiorice fácilmente la narración.
Las figuras literarias como la hipérbole, la metáfora, el símil, entre otros, cobran
mayor importancia cuando el relato es pronunciado ya que otorgan sorpresa y
asombro al mismo; estas figuras retóricas son explotadas en muchos casos cuando
se narra la historia de un pueblo, para exaltarlo y sobreponerlo entre los demás, lo
que es denominado por Ramírez Vargas (2009) como etnocentrismo.
Para finalizar, Havlock (1996), nos señala que la aparición de la escritura facilitó la
producción de pensamientos abstractos y posibilitó almacenar conocimiento en
masa sin la necesidad de memorizarlo y Ong (1996) agregó que en la actualidad la
oralidad se mezcló con los aparatos electrónicos que dependen de la escritura, lo
que significa una codependencia entre las dos formas de expresión, para que la
humanidad pueda evolucionar.
22
Luego de abordar los elementos más relevantes de la oralidad, nos centraremos en
el la tradición, cuyo origen etimológico viene del vocablo latín traditio, que a su vez
procede del verbo tradere, lo que significa entregar o transmitir.
Para que el legado de un pueblo perdure es necesario instaurar en las nuevas
generaciones el conocimiento sobre su origen y las prácticas que ayudaron a sus
antepasados a sobrevivir en su territorio; entonces se puede decir que la tradición
es la transmisión de generación en generación del conocimiento sobre hechos que
marcaron la historia de un lugar, las características y comportamientos de una
comunidad o individuo, para facilitar la relación de las nuevas generaciones con el
entorno y con esto hacer que un pueblo progrese.
Se puede hablar de tradición en distintos campos dentro de lo social, existen
tradiciones religiosas, festivas, gastronómicas, entre otras. Todo esto va formando
la identidad cultural de una comunidad; sin embargo, hay que aclarar que no todas
las tradiciones subsisten con el paso de los años, estas se van modificando para
adaptarse a las necesidades y los cambios sociales que existan en la época.
Rafaela Macías Reyes (2014) define la tradición como una acción repetida a lo largo
del tiempo y que está acompañada de una serie de características que generan
sentimiento de pertenencia en un grupo.
“La tradición, es la expresión de una actividad que se ha repetido de
generación en generación, y expresa un tipo específico de actividad
acompañada de un vocabulario determinado, expresiones corporales,
vestuario específico de un escenario participativo, de una fecha y se convierte
en un elemento que aglutina a los grupos humanos, un elemento de
participación cultural, sensibilidad y sentimiento de pertenencia.” Macías
Reyes (2014: 618).
Por otra parte, María Madrazo Miranda (2005) hace hincapié en las
transformaciones que sufre la tradición al adaptarse al contexto social de las
épocas.
23
“la tradición es un proceso de transmisión, que viene del pasado al presente,
se realiza mediante una cadena de repeticiones que no son idénticas, sino
que presentan cambios e innovaciones, y se van acumulando para crear lo
que sería la gran tradición, un acervo reunido a lo largo de las repeticiones y
que abarca las diferentes versiones de la transmisión. El estudio de cualquier
tradición requiere del conocimiento del entorno físico y el contexto cultural en
donde ésta se presenta.” Madrazo Miranda (2005: 123)
Con base en lo que dice Madrazo Miranda (2005), se puede concluir que la tradición
es la repetición de una serie de actos que caracterizan la identidad cultural de una
comunidad, dichos actos se adaptan a los contextos generacionales para crear una
interacción y un sentido de pertenencia del individuo dentro la comunidad y en esto
intervienen distintos actores sociales. Esto se reafirma en lo que expone Marcos
Javier Arévalo (2004)
“Si la tradición es la herencia colectiva, el legado del pasado, lo es también
debido a su renovación en el presente. La tradición, de hecho, actualiza y
renueva el pasado desde el presente. La tradición, para mantenerse vigente,
y no quedarse en un conjunto de anacrónicas antiguallas o costumbres
fósiles y obsoletas, se modifica al compás de la sociedad, pues representa la
continuidad cultural.” Arévalo (2004: 926)
Estas posturas contrastan con lo que afirma Gérard Lenclud (1987: 113): “No es el
pasado el que produce el presente, sino el presente que da forma a su pasado.”,
aclarando que si bien la tradición es la repetición de los actos del pasado, depende
de la sociedad en el presente la selección y aceptación de dicho pasado. En otras
palabras, el pasado que se refleja en las tradiciones, tuvo que filtrarse por unos
procesos meticulosos de selección, adaptación y apropiación por parte de la
sociedad en el presente.
Gérard Lenclud (1987: 110,123) también agrega que: “la utilidad particular de una
tradición es ofrecer a todos aquellos que la enuncian y la reproducen día a día, los
24
medios para afirmar su diferencia y, por lo tanto, para establecer su autoridad […]
la tradición integra el pasado y el presente en el futuro en vez de sustituirlo.” (1987:
115).
Lo tradicional es aquel remanente en la memoria colectiva o individual de los adultos
y adultos mayores, quienes mantienen viva su herencia cultural acudiendo a la
creatividad para complementarla con su diario vivir. Es así, como el presente se
convierte en un legado cultural, en un progreso que se transforma constantemente
y va dando forma al mundo sociocultural de una comunidad.
Arévalo (2004) afirma que:
“Lo tradicional, en general, es propio -aunque no en exclusiva- de las clases
y sectores sociales rurales (clases bajas, especialmente agrícolas o
campesinas) y de los obreros en el medio urbano. Pero la tradición existe en
todas partes. Todos los grupos sociales, urbanos o rurales, tienen tradición.
En la ciudad también se dan expresiones tradicionales provenientes del
mundo rural a través de la emigración. Es decir, existe una cultura tradicional,
más allá de la ruralía, en el medio urbano. Lo que del pasado queda en el
presente eso es la tradición.” Arévalo (2004: 927)
Es importante reiterar que no todo lo pasado se convierte en tradición, solamente
aquellas prácticas o costumbres que son aceptadas socialmente en el presente y
que sirven de alguna forma para fundamentar el progreso de la sociedad o
comunidad.
Siguiendo por la misma línea, Madrazo Miranda (2005) hace un análisis de las
comunidades que se fundamentan sobre las tradiciones y las denomina
“Sociedades Folk”, afirmando que los estilos de vida de estas sociedades: “poco
tiene que ver con el de las grandes urbes; ahí, la idea de tradición aún mantiene un
lugar importante en la vida social y se le considera como un componente esencial
de la vida en la medida en que ocupa espacios sociales indistintamente.” Madrazo
Miranda (2005: 116).
25
Jorge Homobono Martínez (1990) agrega que la tradición se convierte en un ritual,
que implica normas, valores y comportamientos repetitivos que le dan continuidad
a prácticas selectivas del pasado y es por la “promesa de continuidad”, que las
generaciones sucesivas acuden a la tradición como método de enseñanza y
aprendizaje.
“El ritual y el festejo ritualizado ejercen una función didáctica más o menos
explícita, mediante la dramatización-simbolización de un referente mítico o
histórico. Pero, por otra parte, la noción de tradición utilizada para configurar
simbólicamente una identidad y diferencial no se corresponde
necesariamente con las costumbres o persistencias culturales del pasado
histórico, sino también con una tradición inventada o creada con fines de
inculcación ideológica o catequética.” Homobono Martínez (1990: 50).
Cuando la tradición se vuelve popular, esta a su vez va tomando forma de folklore.
Según Luis Diaz Viana (1987) “la danza ritual que era ejecutada en un ámbito
comunitario dentro del cual todos se sentían partícipes, se convierte en teatro
folklorizante o remedo de ballet; en algo bien distinto, por su sentido y función, a
pesar del esmero con que puedan reproducirse los detalles extremos” Diaz Viana
(1987: 14); agrega que la cultura popular es de todos, incluso de las élites sociales,
que lo popular presenta distintos tipos de folklore, diferenciándose solamente las
características que lo adornaron (características rurales, orales, religiosas, etc.).
Hasta aquí nos queda claro que la tradición es un conjunto de comportamientos y
prácticas que se repiten a través del tiempo; sin embargo, la tradición se va
adaptando a los cambios sociales que hay de generación en generación.
En otro sentido, la tradición es una característica identitaria que le permite a un
grupo social diferenciarse de otro. Principalmente la tradición se presenta en los
sectores rurales; sin embargo, Arévalo (2004) afirma que las sociedades urbanas
también constan de tradición aunque menos marcada.
26
Para finalizar, Homobono Martínez (1990), nos muestra que lo tradicional no solo
representa la identidad cultural, en muchos casos también es utilizada para
modificar comportamientos o manipular ideológicamente a las comunidades
Dejando claro los conceptos de oralidad y tradición, podemos pasar a hablar sobre
tradición oral. La tradición oral es una forma de transmitir conocimientos de
generación en generación por medio de cuentos, mitos, leyendas, refranes, que
recrean historias y vivencias de nuestros antepasados con la intención de dejar
enseñanzas o formar a los individuos de una comunidad.
La tradición oral es el acto comunicativo que permite a las personas transferir
distintos conocimientos a las generaciones futuras. Esta trasmisión va moldeando
la identidad cultural de las comunidades generando un sentido de apropiación por
lo transmitido oralmente y con esto sentimientos de pertenencia o exclusión del
grupo.
Dentro de una comunidad, las personas con mayor experiencia en la interacción
con el mundo, asumen el papel del comunicador o emisor de conocimientos y los
más jóvenes son quienes ocupan el papel del receptor. Con esto, las comunidades
se pueden organizar jerárquicamente al momento de instaurar conocimiento y
delegar oficios.
Los mitos, leyendas, refranes, chistes, retahílas, oraciones, conjuros canciones,
adivinanzas, entre otros recursos, son utilizados en la tradición oral como elementos
lúdicos y didácticos para que los receptores decodifiquen y comprendan de mejor
manera los mensajes entre líneas que tiene cada relato.
La UNESCO define tradición oral como: “el conjunto de todos los tipos de
testimonios sobre el pasado que son transmitidos verbalmente por un pueblo”
(UNESCO, 2006); por otra parte, Jan Vansina (1985) afirma que:
“La tradición oral es un conjunto de mensajes verbales que reportan
conocimientos del pasado al momento presente (…) que el concepto
alude tanto a un proceso como a los productos de ese proceso. Y que
27
los productos son mensajes que tienen sus raíces en otros mensajes
que para llegar a considerarse como tradición deben tener una edad
de al menos una generación.” Jan Vansina (1985: 27,28)
La tradición oral es entonces un conjunto de construcciones verbales que fueron
filtradas a lo largo del tiempo como mínimo por una generación, con la intención de
mantener el legado de un conocimiento o alguna práctica característica de una
comunidad.
Margarita Ramírez Vargas (2009) sostiene que la tradición oral abarca:
“Todos aquellos acontecimientos, hechos, testimonios, historias, cuentos y
costumbres transmitidos verbalmente. Es una fuente de aprendizaje, pues
contiene información de diferentes áreas como: historia, mitos y textos
sagrados, tecnología, instituciones políticas, ritos y música. La tradición oral
tiene valor histórico y es fuente de valores culturales, de los cuales surgen
las identidades nacionales y regionales.” Ramírez Vargas (2009:13)
Marisela Jiménez (2017) también agrega que:
“Sin la tradición oral no se hubiera efectuado la transmisión de conocimientos
y por ende, el uso y la propagación de, las tradiciones, advertencias y
consejos, las leyes y las costumbres, entre otros, claves para la supervivencia
de la especie humana. La riqueza cultural es posible así mismo, por la gama
de matices relacionales, la relación entre visitantes y pobladores, la riqueza
étnica y cultural.” Jiménez (2017: 301)
Con base en lo anterior y teniendo en cuenta que oralidad fue el primer acto
comunicativo desarrollado por el ser humano, se puede decir que la tradición oral
fue la primera forma de transmitir conocimiento en la humanidad. Luego, con el
desarrollo de la escritura, se concibieron otras formas para transmitir saberes con
mayor exactitud, para que estos perduraran tal cual en el tiempo, ya que la oralidad
acudía directamente al aspecto mnemotécnico en las personas, lo que significaba
28
un gran margen de error al momento de replicar la información, ya que la memoria
humana no está exenta de fallos y confusiones.
Siguiendo la misma línea, Carlos Montemayor (1998:7) define la tradición oral como
“un sistema de organización literaria, un método de composición o versificación
que permite formalizar ciertos elementos rítmicos, temáticos, lógicos,
metafóricos, a partir de los cuales es posible crear modelos que se puedan engarzar
en forma rítmica, metafórica o temática para construir sin escritura obras complejas”.
De esto se puede deducir que la tradición oral se convierte en un elemento cultural
cuya función principal es transmitir saberes ancestrales a través de la palabra, con
la finalidad de mantener en el tiempo las características de un pueblo, punto en el
que concuerdan los autores, agregando que a partir de los relato orales, se
fundamenta la historia que hoy en día conocemos sobre distintas comunidades. La
tradición oral implica procesos mentales que le permiten al individuo desarrollar un
sistema de claves y tácticas para la memorización; además, le da al individuo una
apertura mental y creativa para mantener la reproducción de historias y relatos. La
tradición oral también puede ser escrita, por ejemplo: caperucita roja o la llorona.
Esto sucede cuando se hace una recopilación de relatos con la intención de evitar
que se pierdan a lo largo del tiempo.
Dentro de la tradición oral, a consideración de nuestra experiencia, el orador juega
un papel muy importante, pues depende de él que el mensaje sea recibido de forma
adecuada, por esta razón los emisores de la narración, generalmente son adultos
mayores, ya que por su edad tienen más experiencia en la mayoría de labores, lo
que genera convicción por parte del receptor; además, en las culturas ancestrales,
los ancianos representan una figura de autoridad y tienen una cosmovisión más
amplia.
Eliecer Rada Serpa (2019, sep 09) afirma que los relatos orales son maleables de
acuerdo a la situación y el contexto sociocultural de la época; pero, que siempre
29
permanece una estructura prácticamente homogeneizada que es la de ‘inicio’,
‘nudo’ y ‘desenlace’ y los personajes cambian de nombre o forma, pero se
mantienen la representaciones icónicas del héroe y el villano, y casi siempre los
relatos tienen finales felices.
En contraste con Rada Serpa (2019, sep 09), Ángel Hernández Fernández (2006)
dice que las narraciones orales de ficción como cuentos, tienen la posibilidad de ser
moldeados al antojo del orador, ya que no tienen la necesidad de aportar datos,
fechas o características exactas de sus protagonistas. Sin embargo, en otros
géneros orales como la leyenda, se hace indispensable la mención de algunos
rasgos para darle forma al relato. En estos casos el orador tiene cierta limitación
para modificar la estructura del relato.
“El cuento de ficción suele comenzar con una fórmula introductoria que alude
a un espacio y tiempo inconcretos y remotos, y terminar con un dicho que
cierra rotundamente la narración. El narrador de la leyenda aporta desde el
comienzo una serie de informaciones acerca de las personas que intervienen
en el relato, la fecha, la fuente o el lugar en que ocurrieron los
acontecimientos, elementos que actúan como marco de la narración y que
pueden repetirse al final de ésta para proporcionarle veracidad.” Ángel
Hernández Fernández (2006:70)
A pesar que algunos relatos mantienen unas estructuras casi estandarizadas, el
orador tiene la libertad de decidir qué le va a suceder a los personajes y de articular
puntos de giro dramático dentro de la narración, lo que genera intriga en el
espectador y a su vez, aumenta la capacidad de asombro. Estos factores son
fundamentales al momento de transmitir los conocimientos y sumados a la cercanía
del emisor con el receptor que generan mayor aprehensión del mensaje entre líneas
del relato, a diferencia del conocimiento transmitido de forma escrita como en libros
o periódicos, en los que el lector de alguna forma es externo al relato presentado.
30
En su artículo, Diana Toro Henao (2014) abarca la tradición oral como una forma
artística caracterizada por una estética que la diferencia de obras literarias
netamente escritas; propone una metodología de análisis para las formas artísticas
orales, o como las denomina la autora etnotextos, con la finalidad de analizar
características superficiales de los relatos, factores de espacio, tiempo,
caracterización de personajes, características del orador y sus formas de presentar
la narración, entre otros; también, propone analizar los trasfondos de las
narraciones, la cosmovisión de la comunidad, la relación del hombre con su entorno,
las acciones de tipo moral, la relación del hombre con las divinidades, las relaciones
ente familia, política, cultura, historia, economía entre otras.
Hasta aquí, resaltamos la concepción que tiene Toro Henao (2014) sobre la
tradición oral o etnotextos como forma artística y hacemos hincapié en el papel del
orador como dador de forma y sentido al relato, aportando sus dotes vocales e
imaginarios, los cuales pueden seguir o no un orden específico para narrar una
historia que puede representar la postura de un grupo social frente a la política,
religión, familia, etc.
Por otra parte, Darío Gómez Sánchez (2017) ubica las literaturas precolombinas
entre lo ancestral y lo colonial; asegura que existe una brecha importante entre la
tradición oral y las sociedades. En su opinión, la literatura (de tradición) oral implica
un contrasentido o, en el mejor de los casos, es considerada una expresión
antropológica cuyas características no son asimilables en el campo de los estudios
literarios: el contenido mítico-religioso; el carácter ritual-grupal; la preponderancia
de rasgos proxémicos, quinésicos y prosódicos; además de la funcionalidad en la
memoria colectiva, todo esto entra en conflicto con un pensamiento letrado que
define la literatura como una práctica de escritura individual, organizada por géneros
e identificada por su contenido predominantemente ficcional.
Gómez Sánchez (2017) considera que el estudio de la literatura precolombina
demanda una mayor atención y que es importante resaltarla a través de una
propuesta de clasificación que en primera medida dé a conocer los elementos que
31
conforman la tradición oral y que esto permita entender por qué es válido clasificar
la oralidad como literatura. El autor llega a la conclusión de que “lo precolombino es
más un sustrato que una entidad, es decir, una base sobre la cual se construye el
corpus de textos escritos que identificamos como precolombinos; lo que no implica
la ausencia de una dimensión estética o literaria anterior a la escritura colonial y
presente en la oralidad ancestral”. Sin embargo, Toro Henao (2014) expone la
tradición oral como un factor folclórico que apela a la memoria colectiva como
elemento que crea identidad cultural.
Según Marisela Jiménez (2017) la tradición oral trasciende de lo individual a lo
grupal y depende directamente de la memoria colectiva para la aceptación o
exclusión de un relato como elemento característico de su identidad cultural.
“La tradición oral transmite la conciencia, no de los individuos, sino de la
comunidad; no vivencias personales, sino una herencia que se ha hecho
colectiva con el tiempo. El entorno comunitario y sociocultural es lo que le da
sentido a este flujo de información diacrónica. Por ello, el imaginario social
que llamamos tradición, es parte sustancial de las identificaciones que nos
forman como pueblo y como individuo” Jiménez (2017: 301).
Por otra parte, para José Luis Garcés Gonzáles (2002: 243), la tradición oral forma
una posición frente al individuo y frente a la sociedad anclada en la historia y filosofía
y divide la tradición oral en dos vertientes. La primera es la tradición oral ‘fiel’,
aquella que se aprende de memoria y se transmite tal cual es y la segunda es la
tradición oral ‘libre’, donde cada quien puede agregar o quitarle partes al relato
original, para transmitirlo como quiera.
De la primera se puede decir que es utilizada para transmitir valores religiosos,
políticos o simplemente conductas preestablecidas e inmutables dentro de
determinada comunidad (comportamientos). Por su parte, la segunda se emplea
para apuntar a lo ético y moral dentro de la persona, tratando de dejar una
32
enseñanza y preparando al individuo para los retos que puede enfrentar a lo largo
de su vida.
Reafirmando lo anterior, una publicación en línea realizada por la Universidad
Nacional Abierta y a Distancia (UNAD) exalta la importancia de la tradición oral
dentro de la construcción de comunidad y sociedad:
“La importancia de recurrir a la tradición oral radica en que es un elemento
básico y referencial al mismo tiempo, la vuelta a los ancestros, el orden, la
ley... la dialéctica entre lo nuevo y las raíces... determinan una forma de ver
la realidad en cada momento, se adecuan a las formas, filosofías y maneras
de pensar de cada tiempo y son, de alguna forma, los cronistas que nos
permiten conocer y entender cómo han ocurrido los hechos de los últimos
cien años.” (UNAD, 2011)
En Latinoamérica, las principales tradiciones fueron marcadas por el ámbito
religioso y la colonización ideológica por parte de España, pero, según Macías
Reyes (2014), las tradiciones: “fueron perdiendo este carácter después del triunfo
revolucionario y adquirieron matices laicos, en los que predomina la intención
recreativa, la patriótica, y donde la unidad doméstica de vida íntima y actividad social
se reproduce con la participación unida de la familia” Macías Reyes (2014: 618),
dando paso a que lo tradicional, se volviera popular y se expandiera por los
territorios a otras comunidades o sociedades. También añade, que en la mayoría
de los casos los integrantes del grupo social son ignorantes de lo que representan
dichas costumbres en la diversidad cultural de una sociedad y que “en muchas
ocasiones personas de zonas aledañas a la comunidad son las que crean discursos
idealizados de estas costumbres.” Macías Reyes (2014: 618)
Con la llegada de la corona española al territorio latinoamericano -y con ello la
introducción de esclavos africanos- se generó una hibridación cultural que se ve
reflejada en la riqueza oral, tradicional y gastronómica con la que cuentan los
33
distintos países de Centro y Suramérica. Con este mestizaje cultural, cada grupo
aportó una característica importante para la creación de lo que actualmente se
conoce como tradición oral latinoamericana, esto se puede reflejar en el misticismo
indígena y su estrecha relación con el entorno que los rodea, pasando por la
espiritualidad española fundamentada por el cristianismo, hasta los rituales
africanos, su dialecto y los ritmos que acompañaban las narraciones, para después
evolucionar a conformar la jerga de las comunidades precolombinas. Frente a esto,
Víctor Montoya (2008) explica que:
“los folklorólogos detectaron que las fábulas de origen africano, aunque en
versiones diferentes, se contaban en las minas y las plantaciones donde
existieron esclavos negros; los cuales, a pesar de haber echado por la borda
a los dioses de la fecundidad para evitar la multiplicación de esclavos en
tierras americanas, decidieron conservar las fábulas de la tradición oral y
difundirlas entre los indígenas que compartían la misma suerte del despojo y
la colonización.” Montoya (2008:47)
En la cultura oral latinoamericana se pueden encontrar narraciones que tienen como
personajes principales a los animales o a la naturaleza. Estos relatos se centran
principalmente en educar e instaurar valores como la lealtad o la honestidad.
Margarita Ramírez Vargas (2009) describe que: “Los animales son los personajes
principales y se comportan como seres humanos. Su función principal es divertir,
aunque llevan consigo alguna lección: no se debe ser envidioso, no se debe mentir.”
Ramírez Vargas (2009:18).
Ramírez Vargas (2009) hace otra clasificación de los relatos orales en América
Latina:
“También existen cuentos humorísticos o picarescos, que tienen como únicos
personajes a seres humanos. En éstos se pone de manifiesto la habilidad del
hombre para sobreponerse a las limitaciones que le ha impuesto la sociedad,
pues en ellos, generalmente el hombre pobre se burla, se aprovecha o tiene
34
mejor suerte que el rico o poderoso. Nos causan risa y gracia, porque
fácilmente nos identificamos con ese personaje pícaro, que no es malvado,
pero que su astucia lo hace sobresalir. Los cuentos humorísticos son
característicos de la población mestiza.” Ramírez Vargas (2009:18).
Los relatos de tradición oral en Latinoamérica se fueron pasando de generación en
generación y durante esos procesos de traslación algunos desaparecieron; sin
embargo, esto se acabó debido a los letrados españoles o criollos, quienes
decidieron transcribir las narraciones, tal y como lo dice Víctor Montoya (2008):
“La tradición oral latinoamericana, tuvo innumerables Iriartes, Esopos y
Samaniegos que, aun sin saber leer ni escribir, transmitieron las fábulas de
generación en generación y de boca en boca, hasta que aparecieron los
compiladores de la colonia y la república, quienes, gracias al buen manejo de la
pluma y el tintero, perpetuaron la memoria colectiva en las páginas de los libros
impresos, pasando así de la oralidad a la escritura y salvando una rica tradición
popular que, de otro modo, pudo haber sucumbido en el tiempo y el olvido.” Montoya
(2008:47)
Gracias a eso, estos relatos quedaron registrados y abiertos a la consulta de los
ciudadanos, logrando mantenerse hasta la época actual, donde han sido musa de
inspiración para distintas expresiones de arte en la actualidad, así lo presenta
Gabriel Cocimano (2006):
“En la actualidad las múltiples manifestaciones orales no sólo se producen
en los sitios más remotos, sino también en las grandes ciudades. El teatro, la
poesía, las canciones y las telenovelas –un producto proveniente de la
oralidad, apropiado por la maquinaria cultural– son todas manifestaciones de
esa simbiosis.” Cocimano (2006:24)
La tradición oral juega un papel importante dentro de la reconstrucción histórica
nacional, ya que en la mayoría de los casos, los esclavos e indígenas no sabían
35
escribir, por ende la oralidad se convirtió en la herramienta adecuada para poder
plasmar sus sentimientos y las situaciones que vivían a diario. Con respecto a esto,
Diana Toro Henao (2011) hace una distinción entre los orígenes de la tradición oral
colombiana:
“La oralitura afrocolombiana y la oralitura indígena se comprenden como las
formas artísticas exclusivamente orales de las comunidades indígenas y
afrodescendientes del país. La tradición oral de ascendencia hispánica, por
su parte, se entiende como las formas artísticas exclusivamente orales
españolas que son recreadas y modificadas en Latinoamérica gracias a las
interrelaciones con otras culturas.” Toro Henao (2011: 268)
Lo expuesto anteriormente es complementado con lo que Nina S. De Friedemann
(1996) expone:
“En Colombia, la historia oral, empieza a ser considerada como una fuente
para la historiografía no solo de los aborígenes y sus descendietes, sino de
los descendientes de esclavos, gentes y comunidades afrocolombianas, que
estuvieron privadas de escribir sus memorias, sus sentimientos, sus
conceptos.” Nina S. De Friedemann (1996: 22)
Todas estas narraciones orales se convirtieron en una forma de crear contextos
socioculturales para comprender el funcionamiento interno de las comunidades. Por
ejemplo, en Córdoba los cuentos costumbristas de Guillermo Valencia Salgado
(2014); en una serie de relatos, el fallecido escritor describe cómo enfrentaba el
pueblo cordobés las situaciones adversas que enfrentaban a diario.
“Así como son los chuzo
de montiá en Semana Santa,
atravesando las tranca
en dirección del pañol
me llegó el sonío de un pito.
Era el cacho de Francisco
que avisaba la desgracia:
puuuuu, puuuuuuu, puuuuu…
Me quité el sombrero y dije:
¡Murió mi compae’ Rumaldo!
Ya lo había presentío
la noche aquella en que toaj
las gallinas del totumo
se esparascaron solas.
Hasta los perros gimieron
Con el rabo entre las piernas.
36
“pobrecita de Tomasa-
Respondió mi compañera-
Ahora sí se queda sola
como alma en pena en su
casa”.
“¡Sí mija.
Ya mi compadre Rumaldo,
al fin estiró la pata!”.
Y curucuteando en el monte
como con punta de garabato
el cacho seguía avisando:
puuuuu, puuuuu, puuuu.
y por entre los florisantos,
el eco también pitaba:
piiiiiii, piiiii, piiiiiiiii.
Ya es hora de dar el pésame.
Sácame la ropa blanca.
Pésame, pero bien pesao
Una cuartilla de arro.
Y en cascarones de mai,
eso sí, bien amarrao,
pónme unos güevo e gallina,
una docena de tabaco
y mételo en la mochila.
Amárrame bien el saco.
Hazme bien ese envoltorio,
que antes de que cante el gallo
tengo que está en el velorio”.
Valencia Salgado (2014:61-62)
El texto anterior, es un fragmento de un cuento costumbrista titulado “Velorio
Campesino” en el que el autor describe cómo una familia campesina afronta la
muerte de un allegado, también evidencia cómo el grupo asiste, presenta sus
condolencias, acompaña el acto fúnebre y cómo las personas aportan la comida
que la esposa del difunto reparte en el velorio, lo que evidencia la unión comunitaria
y la cooperación del pueblo desde la generosidad en sus hogares.
A partir de relatos como estos que se presentan a lo largo y ancho del territorio
colombiano, los historiadores han podido compilar una serie de datos para poder
caracterizar a los pueblos y de esta forma comprender sus ritmos de vida.
Este tipo de narraciones no son lo único que comprende la tradición oral
colombiana, Yolanda Suescún Cárdenas (2009) divide en dos los tipos de
narraciones que circulan en el país: “son tradiciones solidificadas: los dichos, los
refranes, las adivinanzas, casi todas las formas de la poesía, las jitanjáforas, los
cuentos de nunca acabar. En cambio son tradiciones libres casi todas las formas de
la narración: chistes, anécdotas, leyendas, mitos, cuentos.” Suescún Cárdenas
(2009:37)
37
Con los distintos cambios generacionales, la evolución tecnológica y la apertura de
fronteras culturales, muchas prácticas de tradición oral han quedado en el olvido y
la UNESCO ha mostrado su preocupación frente a esto:
“Los medios de información y comunicación de masas pueden alterar
profundamente, o incluso reemplazar, las formas tradicionales de expresión
oral. La recitación de poemas épicos que en otros tiempos necesitaba varios
días puede quedar reducida hoy a unas pocas horas, y las canciones
tradicionales con las que se cortejaba a la novia antes del matrimonio pueden
sustituidas por discos compactos o archivos digitales de música.” (UNESCO,
2006).
Sin embargo, la misma organización afirma que si se hace un uso adecuado de las
distintas herramientas tecnológicas que brindan los avances de la ciencia, es
posible hablar de una reorganización de la tradición oral. Al momento de recopilar y
transcribir la tradición oral, se crearía una dualidad entre lo escrito y lo oral, se podría
hablar de literatura de tradición oral.
Como vimos anteriormente, la tradición oral y la identidad cultural son capaces de
adaptarse a los distintos cambios generacionales que se presentan con el paso del
tiempo. En la actualidad, las herramientas tecnológicas brindan el espacio propicio
para que lo tradicional de un nuevo salto para su perdurabilidad, lo que sucedió
anteriormente con las literaturas de tradición oral y la transcripción de los relatos,
puede suceder actualmente con la digitalización de la tradición, lo que representaría
una posible reproducción en masa de lo tradicional en una comunidad.
Eliecer Rada Serpa (2019, sep 24) dice que: “con la globalización vendrán otras
maneras de ver al mundo y de narrar las historias”, con respecto a esto, actualmente
la tecnología es el trampolín para potenciar el conocimiento de la cultura. En muchas
partes del mundo han aprovechado la evolución de las máquinas, para brindar
experiencias de primera mano a los turistas y a las mismas comunidades sobre
38
cómo vivían sus ante pasados, un ejemplo es el uso de gafas de realidad
aumentada para recrear los entornos socioculturales de las sociedades antiguas.
Andrés Sampedro Fernández (1990) afirma que las rupturas culturales entre lo rural
y lo urbano no nacen ahora, sino desde hace varios siglos:
“El proceso de desmoronamiento de la cultura rural tradicional se inicia con
anterioridad, con la revolución industrial, con la asimilación de modelos
sociales foráneos, con la implantación, entre otras cosas, de la energía
eléctrica y la aparición de la radio que se va convertir en difusor de unos
determinados valores y aportaciones culturales unificadoras, etc. En
resumen, han sido de diversa índole los aspectos que han influido en esta
hecatombe cultural.” Sampedro Fernández (1990:3).
Esta “hecatombe” como la denomina el autor, no necesariamente es mala, debido
a que lo rural puede cobrar peso dentro de lo urbano si se le da el enfoque
adecuado, tal y como pasa en algunas ciudades del mundo con las denominadas
“huertas urbanas”, las cuales son la adaptación y normalización de un oficio rural,
dentro de una ciudad.
Otro factor beneficioso para la perduración de la tradición oral como identidad
cultural de una comunidad, es la cultura de las masas, ya que las distintas
herramientas con las que esta cuenta, se pueden difundir a gran escala las prácticas
ancestrales de un pueblo. Elementos como los medios de comunicación, las redes
sociales y las distintas herramientas web, brindan la oportunidad de abrir fronteras
culturales para poder mostrar al mundo las riquezas tradicionales que pueden tener
las comunidades.
Otro punto importante a tratar, es la reinvención de los ritmos típicos de una región,
fusionándolos con otros más comerciales para hacer crecer la industria musical; uno
de los casos más populares en Colombia es el de Adriana Lucía López, una artista
cordobesa que fusiona el porro -ritmo originario de su departamento- con el rock y
el pop, para dar vida a lo que ella denomina “Porrock”.
39
2.3. Elementos de la tradición oral en Montería
Hasta aquí hemos estudiado la identidad cultural y la tradición oral como elementos
característicos del desarrollo cultural, social o comunitario de un grupo en
específico, pero ahora, nos vamos a adentrar en dos manifestaciones que hacen
parte de la identidad cultural y la tradición oral de Córdoba – Colombia.
Para empezar, cabe aclarar que Colombia es un país con gran riqueza cultural, a
tal punto de tener distintas características culturales desarrolladas a partir las
actividades económicas, gastronómicas y geográficas que se practiquen en algún
lugar específico; es así, como se hace una división a grandes rasgos de las regiones
culturales del país en: Caribe, Andina, Amazónica, Insular y Orinoquía.
En este apartado nos centraremos en la región Caribe, específicamente en el
departamento de Córdoba como lugar de estudio para la tradición oral, analizando
dos de los elementos más relevantes dentro de la oralidad cordobesa, que son: la
décima y los cantos de vaquería.
Como estudiamos anteriormente, la permanencia en el tiempo de un grupo social
está ligada directamente a la conservación de las tradiciones que conforman su
identidad cultural. En este caso, Córdoba, es un departamento caracterizado por las
prácticas ganaderas y agrícolas que sostienen la economía de las familias que
habitan allí.
Anteriormente, el territorio cordobés era solo sabanas de pasto y yacimientos
fluviales que alguna vez fueron domesticados por los asentamientos zenúes. Con
el paso de los años, las sabanas cordobesas se fueron convirtiendo en el lugar
perfecto para la expansión de campesinos y terratenientes por dos razones: la
fertilidad de la tierra y las grandes cantidades de agua dulce que allí se podían
encontrar. Fue así como los zenúes tuvieron que compartir su territorio con los
neocolonos y los campesinos. Las actividades agrícolas fueron las labores más
40
practicadas por los nuevos asentamientos y a partir de estas desarrollaron
actividades culturales que poco a poco fueron caracterizando la identidad cultural
del territorio.
Con la colonización española, se introdujeron a Colombia varias expresiones
poéticas como la décima, la copla real, las redondillas, entre otras; estas formas
poéticas de composición fueron utilizadas como elemento fundamental para la
colonización ideológica y religiosa, ya que por su rima octosílaba consonante, era
más fácil aprender lo que se entonara. Con el paso de los años y la independencia
de la corona española, estas expresiones poéticas fueron evolucionando hasta
hibridarse con las actividades cotidianas de los colombianos, en especial de los
campesinos. Y fue así como la décima y las redondillas adoptaron letras
relacionadas con el campo y las labores del diario vivir.
Las redondillas, cambiaron su nombre y pasaron a ser “cantos de vaquería” ya que
los vaqueros las entonaban cuando arreaban el ganado entre grandes extensiones
de tierra y la décima mantuvo su nombre, pero no su contenido, los campesinos las
entonaban al momento de desmontar y arar la tierra y principalmente cuando
estaban ebrios en las cantinas, cantándolas para expresar una pena de amor,
alegría o alguna anécdota que los marcara.
Con el paso de los años, estas dos expresiones han sufrido cambios drásticos, a tal
punto de casi desaparecer, el desarrollo tecnológico del campo, los cambios
generacionales y la introducción de nuevas corrientes culturales, han significado el
abandono de estas prácticas que acompañaron el desarrollo económico y social del
departamento y que en la actualidad pueden ser empleadas como herramientas
lúdicas para la enseñanza de la historia local.
Como se mencionó anteriormente en el apartado de Cultura e identidad cultural, la
identidad es un compendio de comportamientos, costumbres y saberes adquiridos
por un individuo que nace y se cría en una comunidad específica, en el caso de la
sabana sinuana, las prácticas agrícolas y ganaderas fueron incorporándose a la
41
identidad local de los sinuanos, a tal punto de formar parte de su diario vivir; es allí
donde la décima y los cantos de vaquería, se vuelven indispensables para la
construcción de comunidad y la convivencia, siendo elementos fundamentales para
la aceptación de un individuo dentro de un grupo humano específico.
Por otro lado, la reproducción de estas prácticas y la enseñanza de generación en
generación, se fueron grabando en la memoria colectiva de las comunidades, a tal
punto que se convirtieron, de alguna forma en un patrimonio inmaterial, siendo esa
herencia compartida, invisible, pero está presente en la mayoría de los ámbitos
dentro de su vida, la religión, la música, las anécdotas de los abuelos, etc.
En los inicios, la mayoría de las comunidades sinuanas eran analfabetas, razón por
la cual, la oralidad fue un elemento esencial para la comunicación y expresiones
como la décima y los cantos de vaquería se volvieron las herramientas propicias
para expresar pensamientos y sentimiento, además, la rima de sus versos hacían
que la construcción y recordación de historias fuera más fácil. En estos casos, los
relatos estaban plagados de figuras literarias como las hipérboles, las metáforas,
las metonimias, entre otras y muchas veces, las historias contenían un tinte de
etnocentrismo, que aumentaba ese sentimiento de orgullo localista en los sinuanos,
ayudando así a reforzar su identidad cultural y a generar diferencias marcadas con
respecto a otros sectores del país, e incluso de la región.
A continuación profundizaremos sobre cada expresión de tradición oral:
2.3.1. La Décima
Inicialmente hablaremos de la décima, una composición poética que consta de diez
versos, principalmente octosílabos, cuya rima es consonante. Maximiano Trapero
(2008) define la décima como el tercer género literario dentro de la poesía popular;
además de ser un género integral:
42
“Es en la tradición oral en donde la décima se convierte en el tercer género
literario de la poesía popular, que es un «género integral», múltiple en sus
diversas manifestaciones y que recorre temáticamente el universo entero de
la vida del hombre, sea tanto en la esfera individual como colectiva”. Trapero
(2008:4)
Esta expresión cultural se utilizó en sus orígenes como elemento de festejo en los
castillos de Andalucía y Extremadura, como relata Ricardo Olea (2012). Para el siglo
XV, aún no adquiría la estructura de composición que tiene actualmente; en esos
momentos, eran estrofas de diez versos octosílabos, en los que la rima se
acomodaba al gusto del poeta, eso era llamado copla real.
Históricamente, se ha creído que Vicente Espinel fue el creador de la décima y son
muchas las fuentes escritas que así lo afirman. Sin embargo, Mery Suescún,
precursora de la décima en Colombia y licenciada en literatura afirma que la décima
viene mucho antes de Espinel. “La décima lleva el nombre de Espinel, porque fue
él quien empezó a emplearla en obras que se popularizaron y que finalmente han
permanecido en el tiempo; pero, los primeros registros que se tienen de la de la
décima como se conoce hoy día, remiten a Juan de Mal Lara quien utilizó esta
composición poética en obras literarias españolas”. (Suescun, 2019)
(Arias de la Canal, 2008) afirma que el único registro que se tiene de la décima
´Malara’, se titula mística pasionaria, un esbozo religioso – poético, del Calvario del
Señor, cuya pasión y muerte están expuestas en catorce estaciones, siendo cada
una de ellas una ‘espinela’ encabezada por un garabato alusivo a la pasión del
Señor; este texto fue impreso en Sevilla, en 1863.
La estructura de composición de la décima actual, es la siguiente:
El primer verso es rimado A
Con cuatro y cinco a la vez B
El dos rima con el tres B
Pero bien organizado A
43
Y cuando el seis ha llegado A
Con el siete se sujeta C
El octavo se repleta C
Rimando con el noveno D
Así cuadra el poeta bueno D
Una décima completa C
Rafael Pérez García
La décima llegó a Latinoamérica con los españoles, quienes la utilizaron como
medio de evangelización y aculturación de los pueblos indígenas y esclavos. Con el
paso del tiempo la décima fue asimilada y aceptada hasta el punto de hibridarla con
prácticas ancestrales de los indígenas, esclavos africanos y sus descendencias.
Alguna de las oraciones católicas que memorizamos de niños, están escritas en
décima y somos inconscientes de ello. Olea (2012:49) narra que en el 2011, el
decimero Eduardo Guerrero se dio a la tarea de analizar una oración que repetía y
escuchaba cada vez que iba a misa y notó que se trataba de una décima:
“Bendita sea tu pureza A
Y eternamente lo sea B
Pues todo un Dios se recrea B
En magnífica belleza A
A ti celestial princesa A
Virgen sagrada María C
Yo te ofrezco en este día C
Alma, vida y corazón D
Míranos con compasión D
No nos dejes madre mía”. C
44
La décima no solo se practica en Colombia, sino también en distintos países de
Latinoamérica, donde normalmente se entona acompañada de un instrumento
musical, en nuestro país, se interpreta a capela.
Con respecto a esto, Rada Serpa (2019, sep 24) dice que:
“La décima tiene los dos componentes musicalidad y poesía pero el aporte
que hace cada región, cada país es fundamental. Dicen los textos que la
décima llegó de hoja suelta los tipos las traían y traían una hoja y escribían
ahí una décima y la cantaban, pero en algunas partes se les puso instrumento
y musicalidad, En el caso de Colombia en la zona costera nuestros
campesinos la entonan a capella”. Rada Serpa (2019, sep 24)
Actualmente la décima sobrevive en las Islas Canarias – España y es interpretada
al ritmo del laúd, la guitarra y los bongoes; en Puerto Rico, esta composición poética
es acompañada con el ritmo conocido como “Seis” y sus variaciones (Mapeyé,
Chorreado, Andino y Tumbao), en general, todas las composiciones jíbaras o
campesinas, están estructuradas en décimas. En Panamá se acompaña con la
guitarra, el violín y la mejoranera.
Por otra parte, en Venezuela, la décima es adornada con la música llanera. Gran
parte de la música cubana está escrita en décimas, principalmente el género
conocido como “Guajira” (en este país, la décima es enseñada en las escuelas y
hay lugares especializados para enseñar a improvisar en décimas). En Argentina
los payadores profesan la décima en el ritmo conocido como “Milonga”. Por último,
en México, se practica la décima improvisada, conocida como repentismo; existen
festivales en los que se suben dos participantes a una tarima, les ponen el ritmo
conocido como “Guapando” y se enfrentan improvisando, esto es un paralelismo de
las reconocidas batallas de ‘Freestyle’.
En Colombia, la décima es empleada por muchos compositores de géneros
musicales específicos como el vallenato, para dar forma a su ‘musa’. Además, en
los pueblos principalmente de la Costa Norte Colombiana, esta expresión poética
45
es empleada como un recurso satírico, pues a través de ella, el compositor
manifiesta sus inconformidades con los constantes cambios sociales o simplemente
la utiliza para recrear situaciones que hayan marcado positiva o negativamente su
vida.
A nivel nacional, existen concursos parecidos a los mexicanos, donde los decimeros
se enfrentan improvisando (repentismo); la única diferencia con el país
centroamericano, es que los decimeros colombianos no se acompañan por un
instrumento o ritmo musical. Ricardo Olea (2019, sept 30) habla desde su
experiencia como repentista:
“yo soy repentista y a mí cualquier cosa me inspira, yo puedo hacer una
décima ya sobre lo que está pasando O sea Aquí y ahora. Tengo una
experiencia muy bonita, el año pasado comencé el 11 de febrero y dije: ‘voy
a ponerme la meta de hacer una décima todos los días y publiqué durante un
año dentro de mis redes sociales una décima con contenidos de lo que se
me ocurriera’. Un día estaba en la cama descansando y oigo un ruido, miro
hacia la calle y era un señor albañil que estaba arreglando una casa, vi sus
herramientas ‘que la pala y el serrucho invitaron al martillo a una fiesta,
llevaron al metro’ e hice una décima con todos los elementos que tiene un
albañil.
Han llegado Luis Daniel
Y Stefanny a mi colegio
Y con sentimiento regio
Les canto con buen nivel
Desempeñando el papel
Que tengo de decimero
Le hago un verso muy
sincero
De una manera especial
En este documental
Para que sea el primero”
Ricardo Olea (2019, sept
30)
46
Dentro de los formatos de competencia, existen distintas reglas que condicionan la
composición de décimas, entre ellas están: las décimas simples o sueltas, estas son
las más sencillas, pues no tienen ningún condicionamiento en su estructura.
Esta décima va a contar A
Del porro un ritmo típico B
Con sonido magnífico B
Grato y espectacular A
Que a todos pone a bailar A
Al ritmo de los tambores C
Los que entonan las canciones C
Nacidas dentro del alma D
Y escritas con mucha calma D
Sonadas en las reuniones” C
Luis Daniel Ortiz
Existen las décimas de pie forzado, en esta forma, el último verso de cada estrofa
siempre será el mismo:
Soy hombre que en el trabajo A
Se le mide a lo que sea B
Por más que sea la tarea B
A nada me le rebajo. A
Si Dios al mundo me trajo A
A trabajar a su antojo C
Y a nada me le recojo C
En diario acontecer D
Sin embargo mi mujer D
Siempre dice que soy flojo C
Yo soy maestro de escuela A
Soy músico, soy pintor B
Del verso yo soy cultor B
Si me ofrece saco muelas. A
Así me enseñó mi abuela A
Por eso no me acongojo C
Con sudor la ropa mojo C
Sí, barro y trapeo la casa D
Lavo plancho y el que pasa D
Siempre dice que soy flojo C
Ricardo Olea
47
También están las décimas de doble pie forzado, en estas los dos últimos versos
de la estrofa siempre serán los mismos. Este tipo de décima fue creado por
Alejandro Martelo Escobar.
Salí de la tierra mía A
Con un sentir muy profundo B
A buscar por todo el mundo B
La musa de mi poesía A
Y hoy siento tanta alegría A
Que quiero seguir cantando C
Los versos que van brotando C
Como agudos alfileres D
Preciosa porque tú eres D
La que yo andaba buscando C
Me dominad con tus ojos A
Tu risa, tu linda boca B
Esa que besar me provoca B
Para saciar mis antojos A
Hoy violaré los cerrojos A
Que me andaban encerrando C
Y voy a seguir pintando C
Mis nuevos amaneceres D
Preciosa porque tú eres D
La que yo andaba buscando C
Ricardo Olea
Las décimas esdrújulas, son aquellas en las que la última palabra de cada verso es
esdrújula:
Muñeca honesta y simpática A
Para ti un verso melódico B
Celestial y muy metódico B
Hecho con buena gramática A
En una forma emblemática A
Con un sentimiento válido C
Que a veces lo siento pálido C
Y sobre todo pacífico D
Porque deseo tu honorífico D
Puro y sincero amor cálido C
48
Las décimas de pie pisado, consisten en iniciar una estrofa con el último verso de
la anterior:
Yo soy puro campesino A
De esos que labra el campo B
Y en mi tierra linda estampo B
El verso más cristalino. A
Siempre adorno mi camino A
Que es azaroso y estrecho C
Por ser un hombre bien hecho C
Para sembrar la esperanza D
En mi tierra de labranza D
Con los versos de mi pecho C
Con los versos de mi pecho A
Voy regalando poesía B
Y haciendo que la alegría B
Se levante de su lecho A
Y abrase al hombre maltrecho A
Por la pena o el dolor C
O las cosas del amor C
Que a veces nos causan llanto D
Por eso es que a diario canto D
Con mis décimas de amor C
Las décimas entrelazadas, en este tipo de décimas, el primer participante canta dos
versos y su contendor los siguientes dos, así sucesivamente hasta completar los
10:
Hoy estoy en la tarima A participante 1
Dispuesto para ganarte B participante 1
Como a ti te falta el arte B participante 2
Yo soy mejor con la rima A participante 2
A mí la gente me estima A participante 1
Miles de aplausos me dan C participante 1
Déjate de tanto afán C participante 2
Pues con tu décima fea D participante 2
El pueblo se te marea D participante 1
Y al final te silbarán C participante 1
Ricardo Olea
49
Décimas en retruécano, los versos de estas décimas se van entrelazando hasta el
punto de formar un trabalenguas:
Tú eres muy orgullosa A
Muy orgullosa eres tú B
Vanidosa y sin virtud B
Sin virtud y vanidosa A
Aunque te creas hermosa A
Aunque hermosa te creas C
Con caprichitos te afeas C
Te afeas con caprichitos D
No seas mi amor marchito D
Mi amor marchito no seas C
Ricardo Olea
Las décimas en eco, este tipo de décima no se practica en Colombia, solo se
conocen obras escritas en Cuba con este tipo de décima. En esta composición, se
empieza el verso con la última palabra del anterior:
De piedra es un corralito A
Corralito que yo quiero B
Quiero robarle un lucero B
Lucero al cielo bonito. A
Bonito lanzar un grito A
Grito que despierte al mar C
Mar que escucha mi cantarC
Cantar bella Cartagena D
Cartagena y en tu arena D
Arena poderte amar C
Ricardo Olea
50
Dentro de la declamación de la décima, se pueden encontrar tres clases diferentes
de decimeros, los cuales son:
El compositor: Aquel que compone las décimas pero no las interpreta, normalmente
ceden sus piezas para que otros decimeros las interpreten.
El repentista: Aquel decimero que improvisa sobre lo que sucede en ese momento.
La mayoría de veces estos decimeros no tienen la cualidades vocales para
interpretar armónicamente sus décimas.
El intérprete: Es aquel que educa su voz solo para entonar las decimas creadas por
los compositores.
En Colombia los máximos exponentes de la décima han sido:
Erasmo Berrío, Luis Ramírez, Narciso Pineda (Q.P.D), Juan Doria, Víctor Zamora
(Q.P.D), José Atuesta, Eliécer Miranda, Alejandro Martelo (Q.P.D), Gustavo Lara,
Mery Suescún, Eliecer Rada, Ricardo Olea, entre otros.
Luego de hablar de la décima, abordaremos los cantos de vaquería, una práctica
en vía de extinción debido a los cambios tecnológicos que han tenido zonas
ganaderas como Córdoba. Primero trataremos de explicar qué es un canto de
vaquería y de dónde proviene.
2.3.1.1. Cantos de vaquería
En comparación con la décima, los cantos de vaquería son más recientes, tienen
aproximadamente, 200 años de antigüedad. Sin embargo, también fueron
introducidos por los españoles, o por lo menos su estructura. Mery Suescún (2019,
oct 03) dice que los cantos de vaquería fueron introducidos al igual que la décima,
por medio de libros, volantes y la divulgación de voz a voz, valiéndose del
componente mnemotécnico que estos tenían, ya que gracias a las rimas, eran
fáciles de aprender.
51
Rossana Alarcón Velásquez (2015) expone que los vaqueros:
“Movían a los animales hablándoles, en el caso de los de ordeño, cada vaca
tenía su estrofa mientras cada uno de los que las ordeñaba se tomaba el
tiempo de llamarla por su nombre. Era como una especie de ritual en torno al
trabajo que realizaban y que tiene relación con la idea de la voz como
instrumento de trabajo y el canto como medio.” Alarcón Velásquez (2015: 30)
Y hace un paralelismo con las antiguas culturas de Asia:
“Similar a los cantos de los mongoles en el Himalaya de tribus nómadas que
usan para comunicarse en sus trayectos y recorrido, cuyo principal
instrumento es la voz. Los cantos de vaquería permiten también una
comunicación no únicamente entre las personas que están realizando el
trabajo sino también entre ellos y los animales.” (Ibidem).
Inicialmente los cantos se estructuraban en sextillas, pero los campesinos y obreros
los fueron moldeando a tal punto de dejarlos con cuatro o cinco versos.
Parafraseando a Adrián Freja De La Hoz, los cantos de vaquería tienen una peculiar
melodía, que rememora los lamentos en un grito; antes de iniciar el primer verso, el
intérprete emite unos sonidos onomatopéyicos emulando el mugir del ganado, a
continuación enuncian los versos, manteniendo la entonación inicial. Así:
“… eee…. Eee… eea… Del sinú vengo y por el monte voy, cuidá la manada tengo que vé de ser vaquero orgulloso soy, Vamos vaquita invitando estoy. Que allá “adelante” hay agua pa’ bebé… …eee… eee… eeea…”
Navarro Santos (2006:16)
En una entrevista, el decimero Alejrandro Martelo explica que “el grito del macaneo
de los macheteros y el canto de vaquería tienen trascendencia en el desarrollo
melódico tonal de la espinela caribeña colombiana, la cual, a diferencia de sus
52
semejantes del resto de Iberoamérica, no se interpreta acompañándose de
instrumentación.” Castillo Castro (1997: 99-100).
Ricardo Olea (2019, sept 30) dice que: “los vaqueros arreaban el ganado desde
Córdoba, hasta Medellín a pie en verano. Ellos entonaban el canto de vaquería para
que el ganado viajara tranquilo y no perdiera su rumbo”. Estos cantos eran
improvisados y requerían de un gran registro vocal para que todo el ganado
escuchara la voz del vaquero. Por su parte, Eliecer Rada Serpa (2019, sep 24)
agrega que:
“los cantos de vaquería eran a capela, porque en el campo, el campesino
solo tiene un machete en una mano y un garabato en la otra, para ir
desmontando y abriéndole camino al ganado. El acarreo era básicamente a
pie o a caballo y no hay cabida para un instrumento musical”. Rada Serpa
(2019, sep 24).
El escritor monteriano, Manuel Zapata Olivella (1961), explica la motivación de los
vaqueros para entonar los cantares:
“Los vaqueros, como todos los pastores de rebaño, utilizan el canto para
apaciguar el ganado, sobre todo, cuando estos se ven sometidos a grandes
jornadas a través de las llanuras bajo el sol inclemente. Las reses sedientas,
al husmear apartados jagüeyes o la ribera de un río, tienden a desbandarse,
y entonces la copla del vaquero amaina su ansiedad. También se le entona
en la madrugada, cuando llega el momento del ordeño y con su canto las
vacas, dócilmente, acuden a sus puestos.” Zapata Olivella (1961: 319).
Durante estos procesos de arreo, los vaqueros se ubicaban en puntos estratégicos
para custodiar el ganado y así evitar que se descarriara; la forma de comunicarse y
mantenerse entretenidos durante el trayecto, era empleando los cantos de vaquería,
con los que expresaban sus sentimientos, contaban anécdotas e incluso discutían.
Además, también los usaban para conquistar a las muchachas que vivían en los
pueblos que ellos atravesaban:
“Eh… eh… eh… vaquita
53
Busca el corral, vaquita
regálame un vaso de agua, vaquita
que vengo muerto de sed…
yo no vine por el agua, vaquita,
yo vine fue a verla a usted… eh… eh… eh…” Olea (2019, sep 30)
La oralidad se fue transformando y adaptando a los cambios por los que atravesaba
el país, debido al desarrollo económico. La ganadería y la agricultura eran dos
ámbitos económicos que para la época estaban tomando auge en Colombia.
Sectores como el Sinú, se fueron convirtiendo en lugares de asentamiento y
constante traslado de ganado, debido a sus amplias y características sabanas
rodeadas de pasto y sus poderosas fuentes fluviales adecuadas para la correcta
alimentación del mismo.
Consuelo Posada (1999) enfatiza que los contextos socioeconómicos en las
distintas regiones del país fueron condicionando los contenidos de las coplas
entonadas por los campesinos:
“Los cantos de vaquería, en Colombia, estuvieron integrados a la labor de
transporte del ganado, por grupos de vaqueros, de manera especial en los
departamentos de Córdoba y Bolívar. Los vaqueros acomodaron y utilizaron
formas regionales para cantar sus propios temas, musicalizando los textos y
adoptando estructuras, encabezamientos y temas de los cantos
tradicionales.” Posada (1999: 193).
Frente a lo anterior, Suescún (2019, oct 03), menciona que la estructura de los
cantos de vaquería se iba adaptando a las características culturales de las regiones
en las que se profesaban, por esta razón, los cantos de vaquería de los llanos
Colombovenezolanos tienen muchas similitudes ya que, a pesar de estar
distanciados, las características territoriales y laborales eran similares.
54
De los juglares entrevistados, ninguno declama cantos de vaquería; sin embargo,
tienen conocimiento de este por los diversos acercamientos a través de sus
investigaciones o personas de su círculo social y coinciden con su postura, pues
aseguran que debido a los procesos de industrialización, es que se ha perdido la
práctica de esta expresión cultural como dice Freja De La Hoz (2012), quien expone
que: “Las nuevas técnicas en la producción bovina, entre otros hechos de la
modernidad, han transformado o acabado con muchas tradiciones literarias orales
de la región, relacionadas con las labores del campo.” Freja De La Hoz (2012: 104)
Complementando lo anterior, Olea (2019, sept 30) afirma:
“El canto de vaquería se convertía para el campesino en el celular de hoy
día, en el internet de hoy día, porque era un medio de comunicación; si un
vaquero tenía un conflicto con otro de los vaqueros, entonces en su canto se
iba echándole sátiras o cuando pasaban por los pueblos y conseguían
enamoradas también les echaban cantos.” Olea (2019, sept 30)
Para muchos el panorama es desolador, ya que las personas que aún saben
componer e interpretar los cantos de vaquería, no tienen la disposición para
continuar con esta práctica y menos de enseñarla a las futuras generaciones, tal y
como expone Posada (1999):
“El compositor Andrés Landero, en una entrevista sobre cantos de vaquería
se resistía a cantar versos conocidos por fuera de un contexto apropiado
porque «van a salir así sin gracia, porque no me siento inspirado». En
Mompox fue necesario, en casi todas las entrevistas, ofrecer licor a los
informantes, en el intento por reconstruir unas condiciones rituales que
propiciaran la llegada de los materiales orales.” Posada (1999: 197).
Dos de los juglares entrevistados dicen que el arte del canto de vaquería
prácticamente está perdido, pues son contados los campesinos que aún lo
55
profesan, ya que con el desarrollo tecnológico del campo, las labores de los
vaqueros se han disminuido, a tal punto que ellos prácticamente no tienen
contacto con las reses, tal y como lo expone Rada Serpa (2019, sep 24):
“Esas jornadas de improvisaciones seguían durante el camino, hoy el ganado
se va en un camión, en un avión o en un barco. Ya el campesino hoy día solo
viaja como máximo 12 kilómetros con el ganado, y es en la misma finca, ya
cantan otras cosas, arrean el ganado en motos o cuatrimotos. Ya la actividad
que le dio origen a esta expresión desapareció, ya no se puede rescatar”.
En contraste con esto, Suescún (2019, oct 03) afirma que esta práctica oral no se
ha perdido del todo, o por lo menos en lo que tiene que ver con su estructura, afirma
que los versos de las piquerias vallenatas y las trovas paisas tienen la misma
estructura de los cantos de vaquería, por ende, este no ha desaparecido, sino que
se ha adaptado a los cambios y exigencias generacionales.
Esto es confirmado por Luisa Pinzón Varilla (2015), quien dice que el vallenato tuvo
sus orígenes en personas dedicadas a las labores campesinas, específicamente al
pastoreo de ganado; resalta también, ese tinte triétnico característico del mestizaje
colombiano:
“Dos narrativas se han constituido en relación con el origen de este género
musical. La primera enfatiza el origen del vallenato dentro un esquema del
mestizaje en el Caribe colombiano, y remonta su origen a los cantos de
vaquería que debieron acompañar las duras faenas de nuestros pobladores
negros e indígenas en aquellos tiempos remotos; la segunda, desde una
perspectiva de las élites regionales, enfatiza su génesis en las denominadas
“colitas”, se le denominó así al final de las fiestas de las clases sociales altas
cuando se permitía a los trabajadores de las haciendas integrarse a ellas y
expresar sus cantos y su música”. Pinzón Varilla (2015: 158-159)
La caja, derivada de los instrumentos de percusión africanos, la guacharaca,
adoptada de la cultura indígena y el acordeón, introducido por los españoles, le
56
dieron forma a los cantos de vaquería entonados por los campesinos, que eran
utilizados no solo para apaciguar el ganado, sino también, para conquistar a las
señoritas de los pueblos por los que pasaban durante el arreo y para expresar sus
inconformidades, conflictos internos y penas de amor.
Para finalizar, se puede afirmar que los cantos de vaquería han servido como
cimientos para la edificación de ritmos típicos de las regiones ganaderas; esto,
parafraseando a Ciro Quiroz (1983) Los largos trayectos para transportar el ganado
hicieron del “baquiano” el guía cantador de los caminos, quien recitaba en versos
los contratiempos del trayecto, seguidos por los jinetes con los gritos de
coordinación, los cuales permanecen hoy día en la música popular del Caribe
colombiano y en las mismas prácticas de la lidia del ganado, con el nombre de
“huapirreos” (Característicos del porro y el fandango), que sirven como desahogo
para las penas y el cansancio.
57
3. METODOLOGÍA
Para el desarrollo de esta monografía, se realizó una investigación de metodología
mixta, siendo la más adecuada para nuestro contenido, pues permitió acceder a
diversas fuentes y trabajar en ámbitos de carácter cuantitativo y cualitativo que se
complementaron entre sí; de esta forma fue posible ahondar y comprender de
manera amplia y profunda el tema que estamos trabajando. Por eso, realizamos
entrevistas y encuestas que tuvieron como objetivo recopilar la relación que tienen
los jóvenes y los juglares monterianos, con la tradición oral cordobesa.
Se consideró que para esta investigación era pertinente unificar lo cualitativo con lo
cuantitativo, pues, por una parte, las entrevistas dejarían ver un panorama general,
pero de primera mano, acerca de la relación que los juglares tienen con la tradición
oral; mientras que las encuestas permitirían obtener datos precisos y profundos
sobre la postura de los estudiantes frente a la tradición oral. Al unir y analizar los
resultados de ambas técnicas de investigación, se pudo construir un tejido completo
de información en el que se incluyeron diversas ideas, posturas y/o necesidades
expresadas por los dos grupos de estudio.
3.1. Entrevistas
En primera instancia, es importante resaltar que las entrevistas permiten un
encuentro entre dos o más personas, en el que se realizan preguntas sobre un tema
determinado, entablando así una conversación cercana entre el entrevistador y el
entrevistado; de esta forma se pudo realizar un diagnóstico de observación inductiva
que determinó el comportamiento de nuestro grupo focal.
Mildred Martínez-Hernández y Margarita Varela Ruiz (2013) puntualizan que la
entrevista es
58
“Una técnica de gran utilidad en la investigación cualitativa para recabar
datos; se define como una conversación que se propone un fin determinado
distinto al simple hecho de conversar […] Pretende conseguir los significados
que los informantes atribuyen a los temas en cuestión; con la finalidad de
obtener una comprensión profunda del discurso del entrevistado”. Martínez
Hernández; Varela Ruiz (2013:163)
Las entrevistas que corresponden a un criterio cualitativo, permitieron tener un
acercamiento de primera mano y conocer la opinión por parte de los juglares que
practican la décima y conocen sobre los cantos de vaquería.
El objetivo principal de las entrevistas fue indagar cuál es la visión que actualmente
tiene un juglar frente a los procesos de globalización que han ido modificando las
diversas costumbres de una región. Además, estas entrevistas permitieron
contrastar la opinión de los jóvenes, frente a la de los juglares.
La entrevista fue semiestructurada, es decir, se hicieron preguntas que el
entrevistado conoció con antelación, pero, durante la conversación también fueron
apareciendo otras preguntas, que surgían a partir de lo que ellos estuvieran
comentando. Se realizaron de manera personal e individual, se contactó a cada
juglar y se pactó un espacio de su preferencia para llevar a cabo el diálogo, pues,
se consideró importante la comodidad y tranquilidad del juglar, para dar
contestación a nuestro cuestionario.
Los juglares entrevistados fueron tres; sin embargo, una de las fuentes que
entrevistamos aunque no es juglar, es hijo de uno de los precursores más
importante de los cantos de vaquería. A continuación relacionamos los nombres y
el oficio al que se dedica cada uno:
Juglar 1 - Mery Suescún Mendoza: Licenciada en literatura
Juglar 2 – Ricardo Olea Hernández: Licenciado en educación infantil, especialista
en informática y telemática y docente en la Institución Educativa Sagrado Corazón
de Jesús del municipio de Buenavista, Córdoba.
59
Juglar 3 – Eliécer Rada Serpa: Rector Institución Educativa Isabel la Católica
Fuente 4 – Antonio Navarro: Periodista y editor del Grupo Meridiano
Comunicaciones. Hijo del fallecido periodista y precursor de los Cantos de
Vaquería, Antonio Navarro.
Las entrevistas realizadas abordaron dos ejes temáticos
a) Lo personal en la tradición oral:
Se ahondó en la importancia que tienen las expresiones de tradición oral
cordobesa dentro de la vida de los juglares; haciendo énfasis en la trayectoria
que forjaron para mantener la tradición oral no solo como legado cultural,
sino también como un estilo de vida. Las preguntas principales de este eje
temático fueron:
- Háblenos acerca de su infancia, cómo se adentró al mundo de la
décima, etcétera.
- ¿En qué se inspira a la hora de componer?
- ¿Qué mensaje quiere dejar con la práctica de la décima?
- ¿Qué puede contarnos sobre los cantos de Vaquería?
b) La tradición oral en la actualidad:
Se buscó conocer la postura de los juglares frente a la tradición oral, los
cambios generacionales, socioculturales y tecnológicos que vive Córdoba en
la actualidad, pasando por aspectos como: las políticas gubernamentales, el
rol de la escuela en la formación cultural, las influencias tecnológicas y las
nuevas tendencias culturales que se popularizan fácilmente en las nuevas
generaciones. Las preguntas principales de este eje temático fueron:
- ¿Qué importancia cree que tiene la décima en la cultura cordobesa?
- ¿Cree usted que los avances tecnológicos/los medios de
comunicación afectan el interés de los jóvenes hacia la cultura
cordobesa?, ¿por qué?
- ¿Piensa que los jóvenes desconocen la tradición oral?
60
- ¿Piensa que el Gobierno tiene espacios en los cuales se pueda
difundir la tradición oral cordobesa?
3.2. Encuestas
Por otra parte, las encuestas son aquellas con las que se puede recopilar la postura
de una población frente a un tema específico, a través de preguntas determinadas
y contundentes; la encuesta realizada, permitió hacer un cotejo y reunir datos
precisos por medio de la estadística.
Doris Quispe Pari (2011) define la encuesta como:
“Una técnica de investigación que se efectúa mediante la elaboración de
cuestionarios y entrevistas de manera verbal o escrita que se hace a una población,
[…] el propósito es el de obtener información mediante el acopio de datos cuyo
análisis e interpretación permiten tener una idea de la realidad para sugerir hipótesis
y poder dirigir las fases de investigación. Se deben complementar con otros
métodos permitiendo el seguimiento de resultados inesperados”. Quispe Pari
(2011:490)
El objetivo principal de nuestra encuesta fue evaluar el conocimiento y la
apropiación que los jóvenes tienen sobre la tradición oral cordobesa, saber si hay o
no interés por aprender y continuar transmitiendo ese conocimiento de generación
en generación; también, quisimos medir el uso que los estudiantes le dan a las redes
sociales y con ello distinguir los contenidos que consumen a través de estas, para
así definir de qué manera podíamos contribuir a resaltar las prácticas culturales, por
medio de las redes sociales.
La encuesta realizada en papel, se aplicó en la Institución Educativa Isabel La
Católica, sede José Antonio Galán, la cual está ubicada en el barrio Risaralda de
estrato tres, este barrio está localizado en la margen derecha de la ciudad y
61
corresponde al sur de Montería, Córdoba. Este colegio es de carácter público y
jornada única.
La muestra de conveniencia fueron los estudiantes de grados décimos y once,
quienes están entre los 14 y 18 años, pues consideramos que a mayor grado de
escolaridad, puede existir más posibilidad de encontrar conocimiento cultural. Se
encuestaron 105 jóvenes en total. Las encuestas se pasaron a excel y durante el
proceso, se descartaron 36 formularios que fueron contestados de forma incompleta
e incorrecta, dejando así un total de 69 estudiantes como muestra final.
Para poder realizar la encuesta, se le notificó con un mes de anticipación a Eliécer
Rada, rector de la Institución, quien nos facilitó el acceso a la instalaciones. En el
momento de la aplicación, los estudiantes de ambos grados se encontraban en
clase; el docente encargado de impartir cada cátedra en la que se encontraban los
cursos, facilitó un espacio de veinte minutos para la solución de la encuesta. Al
ingresar a los salones, se les explicó a los estudiantes el fin del ejercicio; durante la
solución no hubo intervención por parte de los encuestadores, ni preguntas por parte
de los alumnos, quienes estuvieron organizados dentro del aula de clase en hileras
(entre cada hilera había un espacio de medio metro aproximadamente). Además, la
encuesta se realizó de manera anónima, por lo cual no fue necesario el permiso de
los padres de los estudiantes.
Es importante aclarar que la institución Isabel la Católica hizo parte de un programa
llamado “Prensa Escuela”3, el cual era dirigido por el grupo -Meridiano
3 Prensa Escuela fue un programa procedente del Ministerio de Educación y la Asociación Colombiana de Medios de Información (ANDIARIOS); este programa tenía como finalidad capacitar a jóvenes de diferentes colegios, tanto públicos, como privados, en el área de medios de comunicación; sin embargo, en Córdoba, el periódico “El Meridiano” fue el único que lo promovió desde la importancia de resaltar e involucrar a los jóvenes en el ámbito de las costumbres regionales y la tradición oral. Dentro de sus actividades, se destaca la que más acogida y duración tuvo y fue el concurso de décimas, donde los profesores se encargaban de
62
Comunicaciones-, perteneciente al periódico regional; aunque no era un programa
propio del Meridiano, este medio de comunicación fue uno de los que más
importancia le dio a nivel nacional, procedente del Ministerio de Educación y de
ANDIARIOS. Este programa finalizó hace dos años, debido a que los entes
patrocinadores como la Alcaldía y la Gobernación no continuaron invirtiendo en
concursos relacionados con temas de creatividad y tradición oral.
En Isabel la Católica, Giomar Torrente, docente de la asignatura de español, fue la
encargada de dirigir a los estudiantes que hicieron parte del programa, ella no solo
se propuso inculcar a los jóvenes la importancia de conocer sobre la tradición oral,
sino que implementó una pedagogía didáctica, sencilla y atractiva en la que
enseñaba a sus estudiantes a componer y declamar décimas.
En 2015 la profesora se retiró del colegio y con esto, tanto docentes, como
estudiantes, dejaron de lado la práctica cultural; no obstante, Eliécer Rada, director
del colegio y juglar a quien entrevistamos, aseguró que en la Institución se están
construyendo nuevos modelos académicos que integren la cultura local.
Con lo anterior, se puede inferir que los estudiantes encuestados para nuestra
investigación, conocen sobre términos y expresiones culturales, porque varios
pertenecieron hace cuatro años a “Prensa Escuela”, es decir, cuando estaban en
grados sexto y séptimo respectivamente. Además, Antonio Navarro, exdirector del
programa en “El Meridiano” afirmó que Isabel la Católica está en ventaja con
enseñarles a los estudiantes a escribirlas y posteriormente buscaban a una persona que los orientara en el tono y la melodía, para que así pudieran presentarse el día del evento. Este concurso estuvo presente en todas las versiones del programa y aunque los promotores en un principio pensaron que los jóvenes no se interesarían en él, realmente terminaron sorprendidos, pues fue el concurso más esperado todos los años y el que obtuvo mayor número de participantes. Por otra parte, este programa también llevaba juglares de cantos de vaquería, quienes se encargaban de promulgar sus cantares y explicaban la forma de composición y entonación.
63
respecto a otros colegios tanto públicos, como privados, en cuanto a educación
cultural se refiere, pues fue uno de los más premiados durante los concursos.
La encuesta realizada estuvo dividida en cuatro secciones, las cuales se componen
de preguntas tipo única respuesta y respuesta en escala. Cada sección está
conformada por cuatro preguntas, para un total de 16 preguntas.
Primera sección “Conocimiento”:
Se indagó qué tanto sabían los estudiantes acerca de la tradición oral cordobesa.
Se realizaron cuatro preguntas sobre distintos términos culturales y la idea era
evaluar su conocimiento sobre estos, por eso, el tipo de respuesta fue único, y las
opciones fueron “Falso” o “verdadero”.
Segunda sección “Gestión”:
Se preguntó a los estudiantes acerca de los espacios donde habían escuchado
sobre tradición oral; además, se buscaba saber qué tanta aceptación había por
parte de ellos, para aprender sobre el tema. El tipo de respuesta fue único.
Tercera sección “Dispositivos electrónicos”:
Se midió el uso que los estudiantes le dan a los dispositivos, tanto en tiempo, como
en función. El tipo de respuesta en esta sección fue combinado, hubo respuesta
única y de escala; los estudiantes tuvieron que numerar de mayor a menor el tipo
de dispositivo electrónico que más usan y la razón por la que más lo emplean.
Cuarta sección “Plataformas digitales”:
Se quiso conocer el tipo de contenidos que los jóvenes prefieren consumir en las
diferentes redes sociales. Dentro de esta sección solo una pregunta tuvo opción
única respuesta, las tres restantes fueron de respuesta escala, pues los estudiantes
tuvieron que numerar desde el contenido de red social más interesante para ellos,
hasta el menos interesante.
64
4. RESULTADOS
4.1. Hallazgos
En este punto, se darán a conocer los resultados obtenidos luego de realizar la
encuesta; esto permitió saber en qué grado de aceptación se encuentra la tradición
oral cordobesa por parte de los jóvenes del colegio Isabel la Católica y de allí se
partió para la realización de una propuesta mediática que impulse y promueva el
aprendizaje de las prácticas culturales de la región.
Tabla 1 Características sociodemográficas
Al observar la tabla 1, se puede notar que 38 de las encuestadas son mujeres y 31
encuestados son hombres, esto corresponde a un 55,1% y a un 44,9%
respectivamente, lo que demuestra que entre grados décimos y once no hay una
diferencia significativa entre los dos sexos, pues solo se estaría hablando de un
10,2%; esta cifra concuerda con lo planteado por el Ministerio de Educación, pues
Grado
Sexo
Edad
Total Parcial
Total por
sexo
Total encuestad
os
Décimo
Femenino 14 - 15 8
16
29
16 5
17 - 18 3
Masculino 14 - 15 7
13 16 4
17 - 18 2
Once
Femenino 14 - 15 2
22
40
16 8
17 - 18 12
Masculino 14 - 15 1
18 16 10
17 - 18 7
Total 69
65
en Colombia cada vez más se busca disminuir la brecha de desescolarización en la
mujer y con ello el desmonte de la cultura patriarcal.
Tabla 2 Estudiantes que saben sobre tradición oral
Tabla 3 Estudiantes que no saben sobre tradición oral
En la Institución Isabel la Católica, los estudiantes de grado décimo y once tienen
un amplio conocimiento sobre conceptos de tradición oral, esto se puede evidenciar
en los resultados de las tablas 2 y 3. El 73,55 % de los estudiantes supo responder
Grado Edad Saben sobre
tradición oral
Saben sobre cantos de vaquería
Saben sobre la décima
Saben sobre un
juglar
Décimo
14 - 15 14 9 13 11
16 9 5 7 5
17 - 18 2 3 3 4
Once
14 - 15 3 3 1 3
16 14 16 9 15
17 - 18 17 13 8 16
Total estudiantes por pregunta
59
49
41
54
Grado Edad No saben sobre
tradición oral
No saben sobre cantos de vaquería
No saben sobre la décima
No saben sobre un
juglar
Décimo
14 -15
1 6 2 4
16 0 4 2 4
17 - 18
3 2 2 1
Once
14 - 15
0 0 2 0
16 3 1 8 2
17 - 18
3 7 12 4
Total estudiantes por pregunta
10
20
28
15
66
correctamente la primera sección de la encuesta, frente a un 26,45% que se
equivocó. Se puede inferir que la cifra es positiva, debido a que la mayoría de
estudiantes fueron alumnos de Giomar Torrente, por ende pertenecieron a “Prensa
Escuela”; en cuanto a la cifra menor, podría hablarse de estudiantes que ingresaron
al colegio desde el 2016 en adelante, por lo cual no tuvieron la posibilidad de tener
clase con Torrente, ni mucho menos de conocer el programa de prensa.
En esta sección de preguntas tipo evaluativas, muchos de los estudiantes
manifestaron temor o desconfianza al responderlas; sin embargo, el resultado fue
positivo, porque la mayoría respondió bien; esto podría reflejar que las preguntas
fueron acordes, concretas y de fácil comprensión; pues no hubo necesidad de un
acompañamiento o explicación para que los estudiantes pudieran resolverlas.
Ningún estudiante respondió erradamente las cuatro preguntas en total, lo que
quiere decir que por lo menos una vez en su vida todos han escuchado sobre
conceptos como “décima”, “juglar”, “canto de vaquería” o “tradición oral”; se infiere
que esto hizo más fácil la continuidad de la encuesta.
Tabla 4 Lugares donde los estudiantes han escuchado sobre tradición oral
Sexo Edad Casa Colegio Barrio Otro Nunca escuchó sobre el
tema
Total por
edad
Femenino 14 - 15 1 9 10
16 años
1 12 13
17 – 18 1 12 1 14
Masculino 14 - 15 4 3 1 8
16 años
1 12 13
17 - 18 5 6 8
Total encuestados
9
55
4
1
69
67
Montería es una ciudad ganadera y agrícola, éste contexto socioeconómico genera
la condiciones propicias para que en cualquier espacio se puedan practicar
expresiones culturales como la décima y los cantos de vaquería, a pesar de que
estos últimos se han perdido casi por completo.
La tabla 4, demuestra que el 18, 8% de los estudiantes ha escuchado acerca de
tradición oral en su casa o barrio, este porcentaje indica que aún existen abuelos,
padres de familia o demás familiares que mantienen vivo el deseo de que sus
prácticas ancestrales continúen, a pesar de los cambios en el tiempo; esto puede
respaldarse con lo mencionado en el párrafo anterior.
Por otro lado, el colegio ha sido el espacio donde el 79,7% de los estudiantes
encuestados ha escuchado sobre estos temas; sin embargo, hay estudiantes que
solo acertaron en una o dos de las cuatro preguntas de la primera sección, inclusive,
uno de los alumnos nunca había escuchado nada sobre los términos mencionados
en la encuesta; esto da a entender que es realmente necesario que desde las aulas
de clase se siga enseñando de manera profunda, pero didáctica la Identidad
Cultural.
Según Ricardo Olea, juglar entrevistado, actualmente existe una desmotivación
inclusive por parte de los mismos juglares, pues son pocos los espacios que se
prestan para que ellos den a conocer su práctica cultural, incluso, dice que desde
los hogares se puede medir que son varios los cordobeses que desconocen su
identidad cultural; no obstante, él afirma que las escuelas y universidades deben
tener una ruta PEI (Proyecto educativo institucional) en el que se integrante
contenidos que culturicen a los estudiantes, sobre las distintas regiones
colombianas.
68
Tal como lo indica la ilustración 1, son muchos los estudiantes que manifiestan
interés por aprender más sobre la tradición oral cordobesa, ellos representan el
91,3% de los encuestados, esto indica que existe una motivación y una aceptación
bastante significativa por parte de los alumnos. Esta cifra permitiría deducir que con
estrategias creativas y con ello atractivas, los jóvenes estarían abiertos a aprender
sobre la décima y otros temas de tradición oral cordobesa.
Con esa poderosa cifra, los estudiantes estarían manifestando que es necesario
mantener sus orígenes vivos. El 8,7% restante, que aseguró no parecerle
importante aprender sobre tradición oral, podría enfrentarse a un tipo de
desmotivación, bien sea por su desarrollo individual, su desarrollo escolar o por
influencia social; por esto, se vuelve más significativo, todavía, el hecho de abrir
espacios para educar y profundizar en identidad cultural. Si bien es cierto, no se
puede obligar a que una persona desarrolle un gusto por algo específico y mucho
menos si “eso” nunca lo ha acompañado durante su vida, pero, sí es posible
0
5
10
15
20
25
30
Totalmente importante Poco o nada importante
Can
tid
ad e
stu
dia
nte
s
Nivel de importancia
14 y 15 años 16 años 17 y 18 años
Ilustración 1 n=69
Interés de aprendizaje sobre tradición oral, según edad
69
demostrar e incentivar la importancia de conocer las tradiciones, desde una
pedagogía didáctica y despertar una aceptación en quienes las desconocían.
Es importante resaltar que el Ministerio de Cultura está de acuerdo en que la
diversidad cultural debe preservarse y que es importante no perder la historia de un
pueblo; en el caso de Córdoba, esta entidad patrocina actividades tales como: Feria
tecno cultural del Caribe: Edays, en la que se reúnen personas que estén generando
contenidos de cultura Digital o el Festival de Literatura de Córdoba y el Caribe, el
cual integra diversas expresiones culturales; además de otros conversatorios que
giran en torno a la cultura de la región.
Para los juglares entrevistados, en Colombia no existe un empalme o ruta de acción
entre los entes que regulan a las Instituciones educativas y el Ministerio de Cultura.
Si bien es cierto que este último realiza actividades como las mencionadas
anteriormente, estas se ejecutan en espacios aislados a colegios, pues
generalmente, se llevan a cabo en lugares como: corporaciones, asociaciones de
arte, cabildos indígenas, entre otros, pero los juglares afirman que muy poco asisten
los diferentes colegios del departamento; generalmente, se reúnen grupos
específicos y/o estudiantes universitarios que están realizando investigaciones
sobre cultura.
Sin embargo, el Gobierno actual aseguró que:
“A través del Programa Nacional de Concertación Cultural, el Ministerio de
Cultura apoya este año en Montería un total de 18 proyectos, con una
inversión de $249 millones. Además, que se están invirtiendo 374 millones
en la formación musical de 420 niñas, niños, adolescentes y jóvenes en
condición de vulnerabilidad, víctimas del conflicto armado o en condición de
discapacidad, en los tres centros de formación musical Batuta de Montería”.
Ministerio de Cultura (2019).
Por otro lado, en una publicación hecha por el Ministerio de educación, se pudo
observar que la educación nacional rige a los estudiantes bajo cuatro “actividades
70
rectoras”, las cuales son: el juego, la literatura, el arte y la exploración del medio.
Estos pilares reafirman lo dicho por los juglares, lo cual es que sí es posible llevar a
cabo dentro del aula de clase la enseñanza creativa de prácticas culturales, solo
hace falta plantear unas rutas de acción que controlen y permitan ejercer dicha
educación.
El 40,6 % de los estudiantes de Isabel la Católica prefiere aprender sobre tradición
oral a través de redes sociales, según la ilustración 2. Con la era digital, no se puede
desconocer la importancia de ejecutar nuevas estrategias que sumerjan a los
jóvenes en el mundo cultural; sin embargo, es importante resaltar que el 31,9% de
la población prefiere aprender a través de herramientas tradicionales, como los
libros y el otro 26, 1%, desea hacerlo por medio de la televisión.
Esto deja un poco al descubierto, que en Montería, Córdoba si bien en las aulas de
clase no se adentra en la enseñanza de la tradición oral, la cátedra sí sigue siendo
dictada bajo un estilo conservador, por esto, es posible encontrar que los
0
2
4
6
8
10
12
Libros Redes sociales Televisión Radio Otro o ninguno
Can
tid
ad e
stu
dia
nte
s
Espacio de preferencia
14 y 15 años
16 años
17 y 18 años
Ilustración 2 n=69
Espacio de preferencia para aprender sobre tradición oral, según edad
71
estudiantes ofrecen variedad en la gama de medios de comunicación (convergiendo
entre lo tradicional y lo moderno), a través de los cuales desean capacitarse en
ámbitos artísticos y culturales.
Ilustración 3 n=69
Constancia en el uso de redes sociales, según edad
Sin embargo, con la Ilustración 3, se puede notar que la mayoría de los estudiantes
usa de manera frecuente u ocasional sus redes sociales, esto corresponde a una
cifra del 97,1%, frente a un 2,9% que representa a los estudiantes que les dan un
uso poco frecuente. Con este resultado, se dio pie para pensar en una estrategia
totalmente digital, en la que se resalte la tradición oral cordobesa.
0
5
10
15
20
25
Frecuente Ocasionalmente Poco frecuente o nunca
Can
tid
ad e
stu
dia
nte
s
Constancia de uso
14 y 15 años 16 años 17 y 18 años
72
0
5
10
15
20
25
30
35
Can
tid
ad e
stu
dia
nte
s
Cantidad horas
Tiempo que los estudiantes emplean en dispositivos electrónicos
0 a 1 hora 2 a 3 horas 4 a 6 horas 7 horas o más
Ilustración 1 n=69
Tiempo de uso de dispositivos electrónicos
Junto a la ilustración 4, se notó que la mayor parte del día, los jóvenes están en sus
dispositivos electrónicos. En Isabel la Católica, el 47,8% de la muestra
representativa emplea sus dispositivos de 4 a 6 horas diarias y el 31,9% los emplea
7 horas diarias o incluso más, estos porcentajes corresponden a más de la mitad
del total de encuestados.
Se puede inferir que los Isabelinos están dentro del promedio nacional de tiempo
empleado en la navegación web. Esto se respalda en un estudio realizado a nivel
nacional, en el 2019 por la empresa Tigo UNE, donde jóvenes tanto de colegios
públicos, como privados, que están en edades entre los 13 y los 16 años, pasan de
cuatro a cinco horas diarias, conectados a internet. Esto conlleva a pensar que si
bien los estudiantes quieren aprender sobre la tradición oral por diferentes canales,
las redes sociales siguen siendo el medio más apropiado para atraerlos.
73
Según un estudio realizado por las empresas NetQuest, IAB Colombia y Dot
Research, los jóvenes entre los 14 y 20 años invierten más su tiempo en redes
sociales y el uso del celular. Este nicho se concentra principalmente en estratos 2 y
3; nuestra investigación se apoya en ese estudio, pues como indica la ilustración 5,
el 75,4% de los encuestados cuentan con la capacidad y la solvencia económica
para tener por lo menos un dispositivo electrónico con acceso a internet, durante un
lapso de tiempo prolongado al día; además el celular es el dispositivo de preferencia
en estos estudiantes.
Sin embargo, el estudio de EAFIT y Tigo Une, mencionado anteriormente, el cual
tuvo en cuenta grandes y pequeñas ciudades, arrojó a nivel nacional, que el
dispositivo electrónico preferido por los jóvenes para conectarse, es el teléfono
inteligente con un 75%; pero, en su encuesta, las tabletas ocuparon el segundo
lugar con un 55%, mientras que los computadores quedaron en tercer lugar
representado el 28% de los encuestados.
Ilustración 5
Dispositivos electrónicos empleados por los estudiantes, según escala de preferencia
0
10
20
30
40
50
60
Celular Tablet Computador Televisión
Can
tid
ad e
stu
dia
nte
s
Dispositivos electrónicos
1 2 3 4
n=69 n=69 n=69 n=69
74
Esto corrobora, que el 65,2% de nuestro grupo focal, dejó la Tablet como última
opción, debido a que es un dispositivo que en primera medida cumple las mismas
funciones del teléfono móvil, tiene casi el mismo tiempo de utilidad y no va más allá
de ser un aparato de uso individual. Según Xataka, un portal de noticias sobre
tecnología, a nivel mundial “Las tablets se posicionan como dispositivos de fácil
acceso, para las familias de núcleo pequeño y con solvencia económica”.
Ilustración 6 Actividades en redes sociales, según escala de preferencia
Después de evidenciar en la ilustración 5, que el celular y el computador son los
aparatos tecnológicos que más atraen a los estudiantes, la ilustración 6 hace
referencia a la razón que más los motiva a emplear esos dispositivos, dejando
certeza de que el 76,8% usa el celular o el computador para entretenerse o
comunicarse con sus familiares o amigos; mientras que el 18,8% le da prioridad a
la realización de tareas o a mantenerse informado.
Estos porcentajes pueden apoyarse en la encuesta realizada a nivel nacional por la
firma privada Deloitte, considerada número uno en auditorias. La cual, preguntó a
los colombianos de diversas edades, cuál es la actividad que más realizan en sus
n=69 n=69 n=69 n=69
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
Comunicarse Hacer tareas Entretenerse Informarse
Can
tid
ad e
stu
dia
nte
s
Actividad en redes sociales
1 2 3 4
75
dispositivos móviles, llegando a unos porcentajes de: consulta de redes 57%, toma
de fotografías 56%, juegos 48%, envío de mensajería instantánea 39%. Con esta
encuesta se puede ratificar que evidentemente los ámbitos de comunicación y
entretenimiento lideran la lista de preferencias que tienen los jóvenes a la hora de
usar sus aparatos tecnológicos.
Ilustración 7 Redes sociales empleadas, según escala de preferencia
El entretenimiento y la comunicación son los ámbitos por los cuales no solo en
Colombia, sino a nivel mundial, los jóvenes emplean las redes sociales. Para un
ejemplo, Guillermo Bustamante Páez, investigador de Media Garage en la Facultad
de Comunicaciones y Diseño de la Universidad del Pacífico, asegura que en una
encuesta realizada en Chile, se obtuvo el siguiente resultado:
“De las 30 redes sociales más utilizadas por los jóvenes, se consideraron las
diez con más preferencias para establecer un ranking, donde se observa
claramente que Facebook es utilizada por el 96% de los encuestados en su
0
10
20
30
40
50
60
Facebook Instagram Twitter Youtube Whatsapp
Can
tid
ad e
stu
dia
nte
s
Redes sociales
1 2 3 4 5
n=69 n=69 n=69 n=69 n=69
76
día a día. Instagram ocupa el segundo lugar con un 66% de preferencias y
Twitter en el tercer lugar con un 44%”.
Esos resultados pueden compararse con la ilustración 7, donde Facebook obtuvo
una votación del 45%, es decir, fue la red social con el mayor porcentaje; sin
embargo, en nuestra investigación whatsapp ocupó el segundo lugar con un 27,5%
y YouTube obtuvo un 16% quedando como la tercera red social de preferencia en
Isabel la Católica. Mientras que Instagram quedó en cuarto lugar con el 11,6% y
twitter definitivamente fue la red social con menor votación alcanzó un 8,1% como
la menos preferida por los estudiantes.
Además, estos porcentajes también son proporcionales con otra encuesta realizada
a nivel mundial por la agencia de Marketing y comunicación “We Are Social” en
conjunto con la plataforma web Hootsuite, donde Facebook 75,7%, YouTube
63,3% y WhatssApp 50% ocupan los primeros tres puestos respectivamente,
como las redes sociales de preferencia de los jóvenes. A pesar de que en esta
encuesta se alteró el orden entre whatsapp y YouTube, queda nuevamente en
evidencia que Facebook sigue liderando la lista como la red social de mayor
afluencia en todo el mundo.
Ante esto, se infiere que los jóvenes prefieren Facebook, debido a que es una red
social “completa”, que permite publicar, compartir y buscar variedad de contenidos
en diversos formatos; además, existe la posibilidad de “guardar la vida” en digital o
simplemente realizar publicaciones efímeras; esto la diferencia de otro tipo de redes
sociales que solo están diseñadas para manejar uno o máximo dos formatos y
realiza publicaciones con limitaciones.
Además, EAFIT y Tigo Une apoyan nuestro resultado, pues en su estudio dieron
cuenta de que los jóvenes en Colombia prefieren navegar en Facebook y en
WhatsApp, estas redes tuvieron el 37% y el 26% de votación, respectivamente. Con
la asimilación entre ese estudio y el nuestro, la propuesta digital a la que apostamos,
siguió encaminada para ser plasmada en la plataforma de Facebook.
77
Por otra parte, es importante resaltar, que para los juglares, la globalización ha sido
uno de los factores que ha impedido que exista cierta atracción por parte de los
jóvenes hacia las tradiciones ancestrales; ellos aseguran que los jóvenes hoy día
visten, comen y consumen otro tipo de cosas que les llegan a través de las redes y
que esto hace que cada vez más refundan sus raíces. Sin embargo, no desconocen
la importancia y el poder que tienen los medios de comunicación, en especial las
plataformas digitales para generar contenido que enganche a los jóvenes.
En este caso, ellos consideran que desde las aulas es necesario reinventarse e
incluir nuevas formas de aprendizaje, a través de dispositivos electrónicos. En
cuanto a la enseñanza de las prácticas culturales, aseveran que hoy es más fácil
crear espacios creativos y didácticos por medios de aplicaciones o plataformas
digitales para educar en cultura.
Antonio Navarro, quien a lo largo de su vida ha tenido mayor acercamiento a los
medios de comunicación, expresó que
“Sería maravilloso que dentro de ese espacio de las redes hallan algunos
dedicados exclusivamente a rescatar eso yo estoy seguro que al joven así
como le gusta buscar otro tipo de clase de información y tiene el acceso fácil
a las redes así también encontrará y le llegará y a muchos les estimulará esa
información que haya sobre el rescate de esas tradiciones”. Antonio Navarro
(2019 sep. 27)
De esta forma, en el apartado de la propuesta digital, retomaremos estos
porcentajes y las opiniones de los juglares, que sin duda alguna, son la base para
la creación de nuestra estrategia.
78
Ilustración 8
Uso de redes sociales, según escala de preferencia
A partir de la ilustración 8, el 30,43% de los jóvenes prefiere emplear las redes
sociales para ver memes, seguido de chatear y ver vídeos con un 27, 53 % cada
uno, dejando en el medio las fotografías con un 8,7% y leer noticias en último puesto
con un 5,8%. Estas cifras dan cuenta del porqué Facebook es su red preferida,
pues esta es la que mueve de manera masiva este tipo de contenido, encargado de
plasmar a través de personajes, animales, caricaturas, entre otros, las diversas
posturas que llega a tener una persona frente a lo que pasa en la actualidad; desde
que esta expresión es publicada, posteriormente, a partir de los “me gusta”,
comentarios y el compartimiento de la misma, las personas la van masificando en
diferentes lugares del mundo.
Por otro lado, el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de
Colombia, en compañía del Grupo de Telecomunicaciones CINTEL y COMSCORE
(Compañía de investigación de Marketing en Internet), realizaron un estudio a
jóvenes entre los 14 y 20 años, el cual arrojó que el 86% de ellos prefieren chatear,
luego enviar correos con un 79% y compartir imágenes o vídeos con un 78%.
0
5
10
15
20
25
30
35
Fotografías Vídeos Memes Noticias Chatear
Can
tid
ad e
stu
dia
nte
s
Contenido de redes sociales
1 2 3 4 5
n=69 n=69 n=69 n=69 n=69
79
Ilustración 9 n=69
Disposición para aprender sobre tradición oral, a través de dispositivos electrónicos,
según edad
Para cerrar el centro de nuestra investigación, se quiso medir qué tan dispuestos
estaban los estudiantes a emplear sus aparatos tecnológicos, para aprender sobre
la tradición oral cordobesa, ante esto, hubo una respuesta positiva, pues como se
muestra en la ilustración 9, el 60,9% de los estudiantes están abiertos a hacerlo, a
diferencia de un 37,8% que está poco o nada dispuesto.
Se habla de una respuesta positiva, porque en un principio pensamos que la
mayoría de estudiantes estaría negado a querer conocer sobre la décima y los
cantos de vaquería. Con este resultado y después de la evaluación de las demás
respuestas, finalmente se corroboró que la propuesta definitivamente debía
diseñarse para Facebook.
Por último, se realizó una pregunta con objetivo de conocer la rutina de los jóvenes
dentro de las redes sociales y tenía como finalidad conocer cuáles son los temas
que verdaderamente les apasiona buscar en internet, para esto, a continuación se
relaciona la ilustración 10, la cual se encuentra dividida en dos gráficas.
0
2
4
6
8
10
12
14
16
18
Dispuesto Poco o nada dispuesto
Can
tid
ad e
stu
dia
nte
s
Disposición de los estudiantes
14 y 15 años 16 años 17 y 18 años
80
Ilustración 10
Temas buscados en internet, según escala de preferencia
Ilustración 10.1
Temas buscados en internet, según escala de preferencia
0
5
10
15
20
25
30
35
40
Política Música Entretenimiento Medio Ambiente Arte
Can
tid
ad e
stu
dia
nte
s
Temas de navegación
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
0
5
10
15
20
25
30
Poesía Moda Educación Tecnología Cine
Can
tid
ad e
stu
dia
nte
s
Temas de navegación
Temas buscados en internet, según escala de preferencia
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
n=69 n=69 n=69 n=69 n=69
n=69 n=69 n=69 n=69 n=69
81
Con las ilustraciones 10 y 10.1 se puede evidenciar que temas como la política y la
poesía realmente no son de interés para los estudiantes encuestados en Isabel La
Católica, pues son las áreas que menos les gusta revisar, con un 58% y un 42 %,
respectivamente, estos porcentajes representan la totalidad de la población
encuestada. Según un estudio realizado por el Ministerio del Interior y
el Observatorio de la Democracia de la Universidad de los Andes, en Colombia hay
un descontento social en cuanto a la política se refiere; sin embargo, los jóvenes
mayores de edad, están buscando alternativas que permitan realzar la democracia
y con ello, se genere una estabilidad en el país.
En lo que respecta a nuestra población encuestada, se puede inferir que: la mayoría
de estudiantes no se interesan en la política, porque sienten que no están en edad
de participar democráticamente o que su pensamiento aún no es lo suficiente
maduro para tomar decisiones frente a este tema. Por otra parte, se infirió que la
poesía no es de gran trascendencia, por el poco tratamiento que se le da dentro de
las aulas de clase.
Por su parte, el entretenimiento y con ello la industria musical y tecnológica, son las
más interesantes para los jóvenes, están representadas por el 72,46% de los
encuestados; pues, ellos no solo encuentran variedad temática, sino que tienen la
posibilidad de sumergirse en esos mundos a través de la opinión, la lúdica o la
relación con las demás personas que tengan gustos similares.
Según una encuesta del DANE
El 65,2 % de los colombianos buscan, descargan y escuchan música en
internet y el 64,9 % ve películas o videos. El 48, 7 % prefiere visitar
bibliotecas públicas; el 77,1, % leer en celular; el 40,1% lee en computador
fijo y el 40 % disfruta más ir a cine. La revolución tecnológica ha tenido una
influencia decisiva. En muy poco tiempo se ha modificado el entorno del
consumo cultural.
82
4.2. Discusión de resultados
Luego de haber analizado los resultados de la encuesta y las respuestas de las
entrevistas, exponemos a continuación los principales hallazgos frente a la relación
de los jóvenes y los juglares con la tradición oral cordobesa:
a) Importancia de la tradición oral cordobesa, para los juglares y los jóvenes
Isabelinos
Antes de realizar las encuestas en la Institución Educativa Isabel La Católica, se
tenía la premisa “Los jóvenes cordobeses desconocen o conocen poco sobre la
tradición oral de su región”; sin embargo, al cotejar los resultados, se detalló que el
73,55 % de los estudiantes encuestados conoce los términos relacionados con la
tradición oral cordobesa, frente a un 26,45% que la desconoce. Cabe aclarar que
la encuesta se realizó en un solo colegio, por lo tanto este resultado no representa
la totalidad de jóvenes cordobeses entre los 14 y 18 años. (Ver tablas 2 y 3)
Por su parte, los juglares afirman que “existe la tarea titánica de volver visible la
décima, en la medida que sea visible, a alguien le va a gustar, pero hay que volverlo
visible”, con esto, ellos afirman indirectamente, que los jóvenes sí conocen sobre
tradición oral, pero hace falta crear más espacios en los cuales enseñarla.
Frente a lo anterior, nos encontramos con un grupo focal que manifestó a través de
un 91,3% que le parece importante aprender sobre tradición oral, respecto al 8,7%
de estudiantes encuestados que no lo considera así. En este caso, incluir procesos
educativos que sean didácticos y atractivos, que estén basados en la tradición oral
puede dar como fruto panoramas distintos en las concepciones de identidad cultural,
pues los estudiantes reconocen sus raíces, saben que están ahí presentes y que
indirectamente forman parte de su vida. Con esto, se deduce que es importante
adaptar a la época actual lo que ha sido enseñado de generación en generación,
sin dejar de lado la esencia de lo tradicional. (Ver ilustración 1)
b) El papel de la mujer cordobesa en la décima
83
Actualmente, en Córdoba existe una gran diferencia entre la cantidad de hombres y
mujeres que practican la décima, esto se debe a que este departamento ha sido
marcado por el machismo; sin embargo, ante esto, Mery Suescún, una de las pocas
y reconocidas decimeras de la región, asegura que actualmente son más las niñas
y mujeres que desean adentrarse en el mundo de la décima “Con mi
comportamiento y aspiración artística, muchas niñitas empezaron a tener el aval de
su mamá, para empezar a cantar, o sea, yo me convertí como en un referente… En
ese aspecto la participación femenina ya se empezó a ver un poco”
Cabe resaltar que en nuestra encuesta el papel de la mujer tuvo impacto, pues como
se aprecia en la tabla 1, representó a más de la mitad de la población con un 53,6%;
lo que quiere decir que en Isabel la Católica se puede encontrar un grupo femenino
abierto y dispuesto a aprender sobre tradición oral, demostrando así que con el paso
del tiempo, la tendencia de género que se interesa por aprender más sobre estos
temas va cambiando.
c) El rol de la tecnología en la tradición oral cordobesa, según los juglares y los
estudiantes Isabelinos.
La tradición oral no es un legado estático, pues los juglares han tenido que adaptar
los cambios tecnológicos a sus situaciones personales, sociales, económicas y por
ende culturales. En este caso, que los juglares son docentes, la tecnología se ha
convertido en una herramienta importante y necesaria, que permite aportar y
construir una nueva forma de transmitir y enseñar las tradiciones ancestrales a las
nuevas generaciones, sin necesidad de perder la identidad cultural.
Los juglares reconocen que tienen un papel fundamental dentro de la cultura
cordobesa y por ello están dispuestos a integrar sus conocimientos en los espacios
de educación que así se los permita; creen fielmente en que deben trabajar de la
mano con plataformas digitales y otros medios de comunicación para enfatizar y
atraer a niños y jóvenes en lo que respecta a temas de tradición oral, pues
84
consideran que actualmente existe una lucha constante entre lo moderno
(tecnología) y lo tradicional.
El juglar Eliécer Rada afirmó que “hay una lucha desigual, creo que hoy día
con el tema de la globalización vendrán otras cosas, otras maneras de ver el
mundo, otras historias y nuestros jóvenes estarán programados a otras
cosas, es inevitable, pienso que eso va arrasando con la tradición, irá
desapareciendo, no se sabe si hoy, mañana o en 200 años” Rada Serpa
(2019, sep 09),; mientras que el docente y juglar Ricardo Olea aseguró que
“Si creamos canales en YouTube o aplicaciones donde los estudiantes
puedan fácilmente, a través del celular, entrar, mirar la décima y encontrarse
con ella, pienso que las cosas se van a demorar más tiempo en desaparecer,
pienso que se va a conservar”. Ricardo Olea (2019, sept 30)
Según las encuestas realizadas, en la ilustración 2 se puede notar que el 40,6%
expresó su gusto por conocer sobre tradición oral a través de redes sociales y el
31,9% por medio de libros, dejando claro que a pesar de las transformaciones
tecnológicas que existen actualmente, los métodos tradicionales aún llaman la
atención como herramientas de aprendizaje para los estudiantes. Sin embargo, está
claro que es necesario adaptar a la época actual lo que ha sido enseñado de
generación en generación, sin dejar de lado la esencia de lo tradicional.
Con base en lo anterior, el 76,8% de la población dejó en evidencia que la
comunicación y el entretenimiento juegan un papel fundamental en su día a día,
pues son los aspectos por los cuales prefieren emplear el celular, dispositivo
electrónico de su preferencia. Esto nos enfrenta a un grupo abierto, donde se
pueden aplicar diversas estrategias didácticas de motivación, que estén ajustadas
a su estilo de navegación en la web. (Ver ilustración 6)
La idea principal es capturar su atención, para que logren sentir motivación por
buscar e informarse sobre la décima y los cantos de vaquería. Para esto, en la
85
ilustración 7, se puede observar que el 45% de los jóvenes encuestados eligió
Facebook como la plataforma digital de preferencia para desarrollar y consultar
contenidos culturales; sin embargo, también resaltaron que lo que más desean ver
son contenidos audiovisuales, lo que nos hace decidir que la posible solución para
enseñar la tradición oral cordobesa no solo es usar esta red social, sino que se debe
plantear toda una plataforma que conlleve y abarque de manera completa el
significado de la décima en el legado cultural.
d) Estado actual de los espacios para la enseñanza de la tradición oral en
Montería, Córdoba
La tradición oral necesita más espacios en los que pueda adaptarse a las nuevas
generaciones y de esta manera, pueda mantenerse en el tiempo. En Montería,
Córdoba existieron espacios culturales de difusión masiva, dirigidos hacia los
jóvenes, en los que se pregonaban las expresiones orales como la décima y los
cantos de vaquería; sin embargo, por falta de apoyo gubernamental, poco a poco
se fueron debilitando, hasta el punto de volverse casi invisibles ante las nuevas
generaciones y esto ha dejado en el limbo el proceso de educación cultural que se
llevó a cabo en algún momento.
Frente a esto, los juglares que se desempeñan en el área educativa debieron buscar
alternativas que combinaran su profesión con su pasión, fue así que personas como
Ricardo Olea, decidieron dar cátedras sobre estos temas a sus estudiantes; Olea
afirmó que en el colegio donde imparte clase:
“hay muchos estudiantes que saben décimas, porque yo me he propuesto
enseñarlas, para que la décima se mantenga viva, para que cuando ellos
lleguen a adultos, si van a un evento ya sepan que es una décima, sus
características y la importancia que tiene dentro de la tradición oral”. Ricardo
Olea (2019, sept 30)
Por otra parte, Mery Suescún empleó la estructura de la décima como forma de
enseñanza a personas de la tercera edad, pero dentro del sistema de educación
86
departamental, no existen directrices que convoquen a los profesores a enseñar
sobre estos temas, Suescún expresó que:
“La décima en la pedagogía es una herramienta maravillosa, tuve la
oportunidad de trabajar la alfabetización para adultos, utilicé el concepto de
‘frase generadora y palabra generadora’ de Paulo Freire. La Frase y la
palabra generadora la sacaba de una conversación con ellos sobre temas
que les gustara, las desglosaba en el tablero, hacía una décima con eso y
ellos se grababan las vocales y consonantes”. Mery Suescún (2019, oct 03)
En cuanto a los cantos de vaquería, durante los procesos de adaptación a los
cambios sociales que vive el departamento de Córdoba, se han perdido prácticas
como la vaquería y el arreo de ganado, con esto también han
desaparecido las expresiones orales que acompañaban a los campesinos durante
su labor. Los juglares entrevistados, aseguran que en su forma inicial, los cantos de
vaquería no sobreviven; algunos plantean un cataclismo social y culpan a la
globalización de esos procesos de aculturación que llevaron al borde de la extinción,
algunas expresiones como los cantos de vaquería.
También exponen que los cambios generacionales han dejado de lado todo el tema
de la cultura local por culpa de la aldea global y que eso se ve reflejado hasta en su
forma de vestir, Eliécer rada afirma que:
“El cordobés viste así: sombrero vueltiao, pantalón caqui, camisa blanca y
abarca tres puntás y ya nadie viste así, o sea no es cierto… Vaya y parece
usted en el parque y nadie va a estar así vestido, o sea eso tiene que ver
bastante con el tema de esos fenómenos culturales que llevan los medios de
comunicación, nosotros nos hemos ido despojando y tomando otras
cosas.” Rada Serpa (2019, sep 24).
87
Rada, también argumenta que la tradición oral puede llegar a desaparecer si no está
escrita, ya que con las nuevas generaciones que no la ponen en práctica, la
memoria colectiva las va desechando hasta el punto de no dejar rastro de su
existencia.
De todo esto se puede concluir que los espacios que involucren directamente a los
jóvenes para desarrollar las expresiones de tradición oral son importantes ya que
permiten la reproducción y el afianzamiento de la identidad cultural local. Con base
en lo anterior, argumentamos que es necesario reabrir esos espacios que han
quedado en el olvido y con ello, configurarlos de forma tal que se adapten a las
generaciones actuales, de esta manera se le puede hacer frente los procesos de
aculturación expuestos por los juglares y logrando que converjan la tecnología, los
cambios culturales y la tradición oral, se puede llegar a las nuevas generaciones
para estas costumbres lleguen a desaparecer por estos momentos.
88
5. PROPUESTA COMUNICATIVA
Con esta monografía se buscó plantear un espacio donde los jóvenes no solo
aprendan sobre tradición oral, sino que también puedan tener una participación
activa, en la que den a conocer su opinión y a su vez interactúen y se sientan
identificados con el contenido propuesto. El siglo XXI es detonante de la innovación
y con ello la creatividad; por eso, lo digital se convierte en un aspecto importante,
cuando el individuo exige aprender.
Dentro de la vida de un joven, la tecnología juega un papel central, podríamos hablar
de que muchos sin ella ocuparían su mente en otras cosas que no llegan a ser tan
positivas, así que, es necesario que las plataformas digitales generen más
contenido constructivo y atractivo. Actualmente, existen diversas maneras de contar
historias aprovechando la infinidad de herramientas que brinda la tecnología, entre
esas formas de narración digital, destacamos la transmedia.
Se entiende por ‘Transmedia’, aquella forma de comunicación que explica un tema
desde distintos puntos de vista, con historias diferentes, difundidas a través de
diversas plataformas y a públicos distintos. Estas historias se complementan para
abarcar todos los aspectos relacionados con el tema principal; sin embargo, no es
necesario conocer todas las narraciones para entender el tema. La principal
características de las narrativas transmedia es la participación activa del público
objetivo, quien no solo debe interactuar con el contenido, sino también generar
aportes a este.
Por su parte, Henry Jenkins (2006) académico estadounidense de los medios de
comunicación explica que:
“Una historia transmedia se desarrolla en múltiples plataformas de medios,
con cada nuevo texto haciendo una contribución distintiva y valiosa al
conjunto. En la forma ideal de narración transmedia, cada medio hace lo que
mejor sabe hacer, de modo que una historia se puede presentar en una
89
película, expandida a través de la televisión, novelas y cómics; su mundo
podría ser explorado a través del juego o experimentado como una atracción
del parque de atracciones. Cada entrada de franquicia debe ser
independiente, por lo que no es necesario que haya visto la película para
disfrutar del juego, y viceversa.” Jenkins (2006: 95-96)
Por lo anterior, luego de realizar nuestro trabajo de campo y analizar los resultados,
decidimos elaborar una propuesta de comunicación transmedia, ya que es la más
adecuada para lograr un mayor alcance y que diferentes públicos se interesen por
la tradición oral en Montería – Córdoba; además nos permite complementar la
tradición oral con los cambios socioculturales que presenta la ciudad en la
actualidad, de manera creativa y no lineal.
Para empezar, hemos determinado que nuestro público objetivo serán personas de
todas las edades, sin hacer distinción de sexo, raza, estrato socioeconómico e
inclusive región, pues nos parece importante que no sean solo los cordobeses
quienes conozcan sobre la tradición oral, sino que las demás personas que
interactúan con ellos en su entorno sociocultural también conozcan sobre este tema,
para hacer más fácil la interiorización del mismo. Además, buscamos invitar a
personas que aunque no hacen parte de esta cultura, se interesen y conozcan algo
distinto.
Para esto planteamos la siguiente propuesta Transmedia:
Como plataforma principal, manejaremos un WebDoc, cuya historia primordial será
un documental sobre la décima y los cantos de vaquería como expresiones de
tradición oral y elementos de la idiosincrasia cordobesa; este sitio web integrará
todos los contenidos compartidos a través de otras plataformas, como las redes
sociales o espacios físicos; además, este tendrá como finalidad servir de blog para
los usuarios que sean partícipes de las actividades que relacionamos a continuación
y quieran compartir su experiencia.
90
5.1. Actividades de la Propuesta comunicativa
Historia: A través de una miniserie, se explicará la historia de la décima y los cantos de vaquería desde sus orígenes como coplas reales y redondillas, hasta las expresiones de tradición oral que se conocen hoy día.
Experiencia: El usuario podrá compartir el contenido a través de sus redes sociales, de tal forma que este logre un alcance masivo de usuarios. Además, podrá comentar qué piensa al respecto.
Premisa: Se espera que los jóvenes comprendan de manera didáctica el origen de la décima y cómo esta se ha adaptado en el tiempo, haciendo parte de su día a día.
Audiencia Jóvenes entre los 12 a 25 años
Plataforma(s) Facebook
Ejecución: Cada semana se publicarán dos capítulos de movisodios; cada uno tendrá una duración de un minuto y harán a través sketchs ambientados en la Montería colonial pero explicándoles a personas de la actualidad.
Historia: A través de cortos vídeos se reflejaran historias de amor, desamor, situaciones actuales que vive un joven. Por ejemplo, cómo enamorar a una persona, cómo olvidarla, cómo rendir en el salón de clases, entre otras.
Experiencia: El usuario podrá compartir el contenido a través de sus redes sociales, de tal forma que este logre un alcance masivo de usuarios. Además, podrá sentirse identificado con la situación y encontrará un espacio de diversión, en el que también podrá contar sus historias y compartir si alguna vez le ha pasado algo similar.
Premisa: Se busca que los jóvenes integren la décima como un ejemplo de aprendizaje, para actuar en situaciones que viven a diario.
Audiencia Jóvenes entre los 12 a 25 años
Plataforma(s) Instagram
Ejecución: Por medio de alianzas con creadores de contenido de la región, se buscará que permitan compartir a través de su contenido piezas audiovisuales que integren la décima y los cantos de vaquería. Ya sea para reflejar situaciones serias, jocosas, académicas, amorosas, entre otras.
Historia: Recrear el escenario en el que un vaquero y un campesino ejercían sus labores de campo
Experiencia: El usuario podrá adentrarse en el ambiente de sus antepasados, a través del campo visual; Además tendrá la oportunidad de compartir imágenes de familiares, como abuelos, tíos entre otros, que hayan sido vaqueros o campesinos.
91
Premisa: Exaltar y rememorar la labor del campesino y el vaquero en Montería, Córdoba.
Audiencia Desde los 10 años en adelante
Plataforma(s) Facebook
Ejecución: Este escenario podrá vivirse por medio de imágenes 360, que el usuario encontrará en pantallas de los centros comerciales, de esta manera podrá interactuar teniendo una amplia visión del lugar. Además encontrará un código QR, que lo llevará a nuestras redes sociales, a través de las cuales podrá compartir sus fotografías familiares.
Historia: Realizar una exposición de moda con la evolución de los trajes de vaqueros y campesinos de la región.
Experiencia: El visitante podrá encontrar un lugar ambientado, en el que se sentirá como si viviera en otra época; además, tendrá la posibilidad de interactuar con maniquíes que a través de audios estarán narrando cómo era antes el estilo de vida.
Premisa: El participante podrá conocer cómo era el estilo de vida de sus ancestros y cómo ha cambiado la forma de vestir de su región. Además, se apropiará de las prendas de vestir características de la región.
Audiencia Personas de todas las edades
Plataforma(s) WebDoc
Ejecución: Esta exposición se llevará a cabo en la Avenida principal de Montería; y en algunos centros comerciales.
Historia: Narrar cómo la décima y los cantos de vaquería están presentes en géneros musicales que las personas de la región escuchan con frecuencia.
Experiencia: El usuario además de escuchar una canción que puede ser de su preferencia, tendrá la posibilidad de conocer su historia y estructura; estará en un estilo de clase virtual dinámica, mientras disfruta la canción.
Premisa: El usuario aprenderá sobre la composición de la décima y los cantos de vaquería, aplicada a la música que escucha cotidianamente.
Audiencia Personas desde los 8 años en adelante
Plataforma(s) YouTube
Ejecución: El afiche estará diseñado como si fuera un CD, aparecerá la imagen de un cantante y a su vez un dato curioso de una canción escrita en décima o estructura de canto de vaquería que este haya interpretado. Habrá un código QR, con el que las personas se podrán dirigir a YouTube y encontrar a un juglar explicando la estructura de la canción. Este afiche se repartirá en zonas con acceso WiFi gratuito.
92
Historia: Diseñar un espacio virtual de juego y aprendizaje sobre la estructura de la décima y los cantos de vaquería.
Experiencia: El usuario podrá sentirse como un cantante; además podrá encontrar un lugar de esparcimiento.
Premisa: El usuario aprenderá a componer décimas y cantos de vaquería. Con ello podrá escribir una canción y cumplir los retos del juego de la aplicación.
Audiencia Desde los 6 años en adelante
Plataforma(s) Aplicación, Facebook.
Ejecución: Se creará una aplicación gratuita que tendrá dos ejes principales “aprende” y “juega”. La sección de aprender, estará centrada en enseñar sobre décimas; aquí los usuarios podrán conocer la estructura y la entonación de las mismas, creando y cantando su propia canción; además, contará con una sección en la que se expliquen temas escolares en décima, como ciencia, arte, historia, entre otros. Por su parte, la sección de jugar, tendrá como eje central los cantos de vaquería, allí, por medio de un juego, el usuario tendrá que arrear ganado de un lugar a otro, pasando por distintos obstáculos en los que tendrá que aprender cómo componer y entonar un canto de vaquería para poder superarlos. Posteriormente, la persona podrá compartir a sus amigos sus resultados a través de Facebook.
Historia: Explicar por medio de décimas temas escolares que tienden a ser menos comprendidos por los jóvenes
Experiencia: El estudiante podrá encontrar en una cartilla décimas cantadas que le permitirán entender algunos de los temas más complejos académicamente.
Premisa: El estudiante se apropiará de la décima como una herramienta educativa, que le permitirá aprender de manera más rápida y sencilla sus contenidos académicos.
Audiencia Estudiantes entre los 12 y 17 años
Plataforma(s) YouTube y aplicación
Ejecución: : Luego de hacer un estudio de campo con los estudiantes de distintos colegios para conocer cuáles son los temas que más se les dificulta en clase; se seleccionarán los diez temas más votados y a través de una narración ilustrada en la cartilla, se harán explicaciones de los mismos en décima. Esta cartilla tendrá un código QR que los llevará a la aplicación donde estarán las mismas décimas cantadas para facilitar su aprendizaje.
93
Historia: A través de un mapa colaborativo, se mostrarán los lugares y fotos de los juglares de la región.
Experiencia: El usuario podrá agregar contenido periódicamente de lugares y fotos de juglares que conozcan.
Premisa: Reconocer y aumentar el registro de lugares donde aún existen precursores de la décima y los cantos de vaquería.
Audiencia De los 14 años en adelante.
Plataforma(s) WebDoc
Ejecución: A través de un mapa colaborativo, los usuarios podrán agregar periódicamente los lugares y la foto de juglares que conozcan.
Con estas estrategias buscamos narrar distintas historias relacionadas con la
décima y los cantos de vaquería, de tal manera que diferentes tipos de público
puedan conocer pequeños pero sustanciosos detalles de estas expresiones de
tradición oral, que indirectamente están presentes en su diario vivir.
94
6. CONCLUSIONES
Después de haber revisado un amplio material bibliográfico y realizar el trabajo de
campo, podemos llegar a la conclusión de que la tecnológica es un elemento
intrínseco en la sociedad actual, especialmente en la población juvenil, ya que la
mayoría de ellos son nativos digitales; por esto, se vuelve importante la creación de
espacios que adapten las prácticas culturales antiguas a las demandas del mundo
moderno, sin que estas pierdan su esencia.
Las redes sociales son los principales espacios digitales en los que interactúan los
jóvenes, lo cual las convierte en el escenario adecuado para difundir las distintas
iniciativas culturales que fomenten y rescaten elementos importantes de la identidad
cultural, como lo es la tradición oral.
A pesar de los cambios generacionales, los juglares siguen teniendo un papel
importante dentro de la construcción de identidad local, ya que son la fuente
principal para consultar sobre el conocimiento, las prácticas y las costumbres
realizadas por los antepasados; es así, que si se crean iniciativas digitales, ellos
deben jugar un papel importante, en el que estén inmersos, teniendo una
participación activa con las nuevas generaciones.
No bastan solo los esfuerzo individuales para tratar de mantener vivas prácticas
ancestrales, también es deber fundamental de las Instituciones gubernamentales
financiar y generar espacios en los que se promuevan estas tradiciones, ya que es
desde la academia principalmente que se pueden instituir estos valores culturales
en las nuevas generaciones.
Por último, la tradición oral no es estática, esta puede adaptarse a los distintos
cambios generacionales adquiriendo características socioculturales de distintas
épocas, tanto así que puede llegar a un punto de heredarse sin estar consciente de
ello, tal es el ejemplo de la presencia de los cantos de vaquería en las
95
composiciones vallenatas y de la estructura en décima de canciones pertenecientes
al folclore latinoamericano.
96
7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Arévalo, Javier. (2004). “La tradición, el patrimonio y la identidad”.
http://sgpwe.izt.uam.mx/files/users/uami/mcheca/GEOPATRIMONIO/LECTURA2E.
Carrasquilla Baza, Deibys. (2010). “Un tambor me hizo despertar: la identidad y sus
representaciones en los procesos de rescate de las prácticas musicales de
Tamalameque y Ovejas”. https://core.ac.uk/download/pdf/11056941.pdf
Cocinamo, Gabriel. (2006). “Tradición oral Latinoamericána”.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=912604
Contreras, Isabel. (2005). “Tradición oral, mitos y leyendas de Tamaulipas”. México:
Universidad Iberoamericana.
Diaz Viana, Luis. (1987). “Aproximación antropológica a Castilla y León”. España:
ANTHROPOS.
De Friedemann, Nina. (1996). “De la Tradición Oral a la Etnolitetatura”.
http://www.lacult.unesco.org/docc/oralidad_10_19-27-de-la-tradiccion-oral.pdf
Esmoris, Manuel. (2014). “El patrimonio y las tradiciones culturales. las novedades
del pasado y su gestión”. https://docplayer.es/12740750-El-patrimonio-y-las-
tradiciones-culturales-las-novedades-del-pasado-y-su-gestion-manuel-
esmoris.html
Garcés Gonzáles, José. (2002). “Sinuanología” Colombia: Universidad de
Córdoba.
Giménez, Gilberto. (2010). “Cultura Identidad y Procesos de Independencia”.
http://conceptos.sociales.unam.mx/conceptos_final/625trabajo.pdf
Gómez Sánchez, Darío. (2017). “Literaturas Precolombinas”.
http://publicaciones.eafit.edu.co/index.php/co-herencia/article/view/4586/4038
Macías Reyes, Rafaela. (2014). “El trabajo sociocultural comunitario”. México:
EDACUN.
Havlock, Erik. (1996). “La musa aprender a escribir: reflexiones sobre la oralidad y
escritura desde la antigüedad hasta el presente”. Barcelona: Edición Paidos.
97
Hernández Fernández, Ángel. (2006). “Características y Géneros de la Tradición
Oral”. http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/caracteristicas-y-generos-de-la-
literatura-de-tradicion-oral/html/
Herrejón Pedredo, Carlos. (1994). “Tradición. Esbozo de algunos conceptos”.
https://www.colmich.edu.mx/relaciones25/files/revistas/059/CarlosHerrejonPeredo.
Homobono Martínez, Jose. (1990). “Fiesta, tradición e identidad local”.
file:///C:/Users/ANTHONY/Downloads/Dialnet-FiestaTradicionEIdentidadLocal-
144795.pdf
Jiménez, Marisela. (20016)“LA TRADICIÓN ORAL COMO PARTE DE LA
CULTURA”. http://arje.bc.uc.edu.ve/arj20/art28.pdf
Lenclud, Gérard. (1987). “La tradition n’est plus ce qu’elle etait... Sur les notions de
traditions et de societé traditionelle en ethnologie”. Francia: Ministerio de cultura de
París.
Madrazo Miranda, María. (2005). “Algunas consideraciones en torno al significado
de la tradición”. https://www.redalyc.org/pdf/281/28150907.pdf
Molano, Olga Lucía. (2004). “Identidad Cultural un Concepto que Evoluciona”.
https://www.redalyc.org/pdf/675/67500705.pdf.
Montemayor, Carlos. (1998). “Arte y trama en el cuento indígena”. México: Fondo
de Cultura Ecocnómica.
Montoya, Víctor. (2008). “Literatura infantil: lenguaje y fantasía”. Bolivia: Editorial
La Hoguera.
Ong, Walter. (1996). “Oralidad y Escritura. Tecnologías de la Palabra” México: FCE.
Ramírez Poloche, Nancy. (2012). “Identidad Indígena Y Tradición Oral”. España:
Editorial Académica Española”
Ramírez Vargas, Margarita. (2009). “Colección Pedagógica Formación Inicial de
Docentes Centroamericanos de Formación Primaria o Básica - Tradición Oral en el
Aula”. San José: EDITORAMA, S.A.
Rubiano Carvajal, Juan. (2016). “La reapropiación del guaico: migración y
legitimación del territorio por la comunidad pasto del resguardo indígena de
Rumiyaco (Nariño-Colombia)”.
https://aprendeenlinea.udea.edu.co/revistas/index.php/boletin/article/view/326866/
20784127
98
Sampedro Fernández, Andrés. (1990). “De la tradición oral a las Nuevas
Tecnologías” https://www.yumpu.com/es/document/read/16261961/de-la-tradicion-
oral-a-las-nuevas-tecnologias-arqueomurciacom
Valencia Salgado, Guillermo. (20014). “El Sinú y otros Cantos”.
https://es.calameo.com/books/002779039f4dd7b5233dd
Vallecilla Lizarralde, Sara. (2010). “La tradición oral: Animando en bibliotecas
públicas”.
https://repository.javeriana.edu.co/bitstream/handle/10554/5631/tesis673.pdf?sequ
ence=1&isAllowed=y
Vansina, Jan. (1985). “Oral Tradition as History” Tanzania: East African
Educatioanl Publishers.
99
8. ANEXOS
En este apartado, se encuentran las entrevistas realizadas durante el trabajo de
campo. Si desea consultar la base de datos de las encuestas, podrá hacerlo a través
del documento Excel adjunto.
Entrevista – Ricardo Olea
¿Cómo fue su infancia? ¿Cómo fue su acercamiento con la décima?
Mi nombre es Ricardo Olea, yo nací en un pueblito del Sinú que se llama Tierra
Altica, pertenece al municipio de Lorica. Me crié con mi abuela, cuando tenía
aproximadamente siete u ocho años vivía en el campo. Aún no sabía leer cuando
mi abuela me enseñó las tres o cuatro primeras estrofas de “La Gran miseria
humana” que es la obra quizá más grande, más importante que tiene el decimario
Costeño, es una obra de Gabriel Escorcia Gravini, quien nació hace más de 100
años en Soledad Atlántico; el cementerio de Soledad tiene su nombre.
Mi abuela me enseñó las décimas a manera de declamación, no eran cantadas.
Ese fue como mi inicio, el génesis de mi vida en la décima. Cuando ya tenía como
doce años, en la emisora del Atlántico había una propaganda de unos rones que
estaba cantada en décima, yo me la aprendí y la cantaba cuando hacía quinto de
primaria, hace ya muchos años. Debió ser como en el año 1972, ese fue mi primer
contacto con la décima ya cantada, pero yo no sabía que eso era una décima, sino
que yo me la aprendí y me gustó por la melodía, entonces la cantaba en el colegio…
¿Se las puedo cantar?
Si acaso el río Magdalena
en Ron blanco se convierte
Y el mar en viejo qué suerte
sería una cosa muy buena
y en una tarde Serena
después del sol ocultado
100
A pasos agigantados
marcharía a toda prisa
hasta bocas de ceniza
pa’ tomarme los ligados
Muchos años después, conocí a Gabriel Segura Miranda, el autor de esa décima;
se hizo un gran amigo, tanto así, que cuando él murió, fui a su entierro en Soledad,
Atlántico. Después, en la décima, cuando ya estaba en octavo dije “voy a escribir
una décima”, entonces, sin que nadie me motivara, ni me explicara, escribí en un
papelito esa décima que me aprendí en la emisora. Ahí me di cuenta que los versos
iban rimando, yo no sabía nada de rima consonante, ni de rima asonante, ni de
rimas, ni de versos, nada; sino que yo hice el ejercicio de escribir en ese papelito y
siguiéndome de él, escribí mi primera décima… Creo que dice:
Oye muchacha morena
tú me estás volviendo loco
por ti lo que como es poco
me está matando la pena
y el día que tú te conduelas
de mi pobre corazón
Te cantaré una canción,
dándote una serenata
a ti bonita muchacha
con guitarra y acordeón
A partir de su experiencia con la décima y con toda la cultura cordobesa, ¿qué papel
cree que juega la tradición oral dentro de la idiosincrasia cordobesa?
Bueno, yo creo que el papel más importante dentro de esa forma de ser de nosotros
lo juega la tradición oral, primero porque tenemos un legado enorme: cuentos, mitos,
leyendas, refranes, gritos de monte, cantos de vaquería, adivinanzas, coplas. Todo
ese legado de la madre patria lo tenemos nosotros, somos el resultado de esa
oralidad; no hay un cordobés que no se sepa una adivinanza, no hay un cordobés
101
que no se sepa un cuento de esos de tradición oral “Tío Conejo”… Zorra, caimán,
culebra, también están todos esos animales que más bien nos personifican a
nosotros.
Yo creo que lo más importante que tenemos es la tradición oral, es lo que nos da
identidad como cordobeses por eso, como les decía, somos amantes y nos gustan
los cuentos, las leyendas, los mitos y en cada cordobés hay un legado enorme de
tradición oral. Lo que ha pasado, es que lo tenemos para nosotros, no nos hemos
puesto a contárselo a nuestros estudiantes.
En estos momentos, yo tengo un conflicto pequeñito, porque dejé a mis alumnos en
el salón con un cuento hasta la mitad, un cuento de conejo que les inicie hace 15
días, porque la semana pasada tuvimos semana cultural, entonces apenas entré al
salón me acosaron a que les terminará el cuento… Sigo en deuda con ellos… Yo
siempre hago eso, les cuento los cuentos, los mitos…
Eso es lo que me ha caracterizado y lo que me ha hecho ser un profesor diferente,
enseñarles a mis alumnos la tradición oral a través de la décima, a través de los
cuentos, a través de todos esos relatos, las coplas, los refranes para que también
vayan conociendo ese legado y cuando les toque enfrentarse con él pues ya sepan
que eso hace parte de nuestra riqueza oral.
Usted es considerado como uno de los mejores decimeros del mundo, ¿qué papel
cree que juegan los juglares en la cultura cordobesa?
Yo he asumido el papel de contarle a las generaciones todo eso que he aprendido
en la vida, pero hay una desmotivación en los juglares y es que no han hecho
escuela, no le han enseñado la décima a los hijos, los nietos, a las generaciones y
eso ha hecho que manifestaciones como la décima se hayan perdido un poquitico.
102
Si buscan en mi canal, en mi facebook, van a encontrar a María José, una niña que
apenas cumplió cuatro años y ya se sabe y canta una décima. Aquí en el colegio
hay muchos estudiantes que saben décimas, porque yo me he propuesto
enseñarles, para que la décima se mantenga viva, para que cuando ellos lleguen a
adultos, si van a un evento o se encuentran en un festival o las ven en un libro ya
sepan qué es una décima, sus características y la importancia que tiene dentro de
la tradición oral.
En esta institución, tengo un proyecto que se llama “La décima en el aula de clases”,
lo vengo desarrollando hace varios años. Este proyecto inició con un libro, después
con un aplicativo multimedia, luego pasó a las participaciones de festivales y
concursos que se organizan en Córdoba, que de hecho son muy poquitos; entre
esos tenemos uno de cierta importancia, creo lo organiza “El Meridiano” que es el
periódico de Montería.
Siempre estoy preparando a los chicos y a las chicas, hay algunos que escriben
décimas muy bien y se les publican en una revista que el colegio saca en el mes de
noviembre bajo mi dirección. Yo siempre he estado comprometido con la enseñanza
de la décima y de la tradición oral en todo lo que se pueda, porque yo sé que no
vamos a ser eternos, porque yo sé que nuestra juventud va cambiando; la
globalización ha hecho que los jóvenes se vayan metiendo en otros mundos y vayan
olvidándose de quiénes son… Les hablo a veces de las comidas típicas como “El
Mote e’ queso” del “cabeza e’ gato”, en fin, de todas esas comidas que ya no
consumen, porque las cambiaron por las hamburguesas, las salchipapas; entonces
todos esos elementos van volviendo a nuestros jóvenes otro tipo de personas, van
borrando esa personalidad que con tanto esfuerzo nuestros abuelos forjaron.
103
Se puede decir que aquí en el colegio les hago la guerra a los que vienen con
piercing… Ustedes vienen aquí y casi no ven estudiantes con piercings, ni tatuajes,
ni con peinados de otras culturas, aquí tratamos de ser un poco más conservadores.
Eso es lo que yo hago dentro del área de Educación artística, la cual desarrollo, en
cada grado hay una unidad deportiva para acercarlos a nuestra cultura, nuestra
forma de ser.
Anteriormente nos hablaba de herramientas tecnológicas y la globalización ¿cree
usted que ese es el problema principal de la pérdida o el desarraigo de la tradición
oral por parte de las nuevas generaciones?
No del todo, yo pienso que si creamos canales en YouTube, si creamos aplicaciones
donde los estudiantes puedan entrar y mirar la décima fácilmente a través del celular
y encontrarse con ella, pienso que las cosas se van a demorar más tiempo en
desaparecer, pienso que se va a conserva.
La tecnología si juega un papel importante, también los medios de comunicación
que nos han abandonado un poquito. El día sábado fue la final del concurso de
danzas de Porro, cumbia y fandango aquí en el colegio y veía niñitas entre los ocho
y diez años con alegría, sintiendo por dentro la música. Si nosotros dejamos de
alimentarle ese sentimiento, ellos dentro de tres o cuatro años ya están bailando
reggaetón o champeta, que no es malo entre otras cosas, pero hace que se vaya
perdiendo un poquito nuestra identidad.
¿Qué lo inspira para componer sus décimas?
Yo soy repentista y a mí cualquier cosa me inspira, yo puedo hacer una décima
sobre lo que está pasando aquí y ahora, entonces no tengo como temas especiales,
104
escribo sobre todos los temas. Tengo una experiencia muy bonita, el 11 de febrero
del año pasado dije: voy a ponerme la meta de hacer una décima todos los días y
durante un año publiqué dentro de mis redes sociales una décima con contenidos
que se me ocurrieran.
Un día estaba en la cama descansando y oí un ruido, miré hacia la calle y era un
señor albañil que estaba arreglando una casa, vi sus herramientas… “Que la pala y
el serrucho invitaron al martillo a una fiesta, llevaron al metro”; hice una décima con
todos los elementos que tiene un albañil; la estoy releyendo y aspiro a sacarla en
un libro de 365 décimas. Hay décimas que no las hice todos los días, sino que los
sábados o los domingos las empezaba a escribir para tener las de la semana y las
editaba. Yo les colocaba un fondo y las compartía a diario con mis amigos por el
WhatsApp y por el Facebook, eso era lo que hacía desde las 5:00 a.m. cuando me
levantaba para venir al colegio…
Ha llegado Luis Daniel
y Stefanny a mi colegio
y con sentimiento regio
les canto con buen nivel
desempeñando el papel
que tengo de decimero
les hago un verso muy sincero
de una manera especial
en este documental
para que sea el primero
¿Qué mensaje espera dejar con su arte?
Yo aspiro a perpetuar el arte de la décima en Buenavista, mi municipio, que los
jóvenes y las futuras generaciones la quieran, la cultiven, la respeten y la conserven
como yo lo he venido haciendo desde que me enamoré de ella, cuando solamente
105
era un niño. Yo me enamoré de la décima, no puedo vivir sin ella, siempre estoy
haciendo décimas en todas partes, incluso muchas veces sueño en décimas, por
ejemplo que estoy en un evento cantando y entonces me levanto y la escribo para
que no se me olvide. La décima es muy bella para mí, es mi cédula de ciudadanía,
es mi identificación.
¿Qué opina sobre el desarraigo de los cantos de vaquería por parte de campesinos
adultos y jóvenes?
Excelente tema, les cuento que hace algunos años yo tenía la costumbre en mi
equipo de mostrar la cultura oral; un integrante que se llamaba José Ruiz, le decían
“El conejo”, me contaba que llevaban ganado de a pie hasta Medellín, desde aquí
de las regiones de Ayapel, Buenavista, Planeta Rica… En la temporada de verano,
cuando los ríos estaban crecidos, lo llevaban para comercializarlo en Medellín. Ellos
cantaban el canto de Vaquería para que el ganado viajara tranquilo y no se les
desviar en el camino, pero que además, ese canto se convertía en el celular de hoy
día, en el internet de hoy día, porque era un medio de comunicación, por ejemplo,
si un vaquero tenía un conflicto con otro de los vaqueros, entonces en su canto iba
echándole sátiras. Cuando pasaban por los pueblos y conseguían enamoradas o
novias, entonces le iban cantando a la vaquita o metían un verso… Yo soy malo
para el canto de vaquería, pero, era algo como así…
Eh, eh, eh vaquita,
busca el corral vaquita
regáleme un vaso de agua
eheh eh que vengo muerto de sed
yo no vine por el agua vaquita
yo vine fue a verla usted eh eh eh
106
Y ahí le iban mandando el mensaje a la novia y aunque era en esa época de ellas
eran pilas y decían “esa vaquita soy yo”. Últimamente, por la modernización del
campo, a los ganaderos les toca llevar el ganado en camiones, ya ni siquiera hasta
Medellín. Acá en Córdoba traen subasta en los camiones, ya no hay vaqueros
porque ese oficio prácticamente está desaparecido; ahora simplemente es pasar de
un terreno a otro, inclusive hay fincas que ya ni siquiera montan en caballo, sino que
tienen motos o cuatrimotos para llevar el ganado; los vaqueros no cantan.
Se ha perdido esa cosa tan bonita como lo era el canto de Vaquería. Aquí en
Buenavista yo hice un trabajo de investigación hace algunos años, hay como dos
campesinos pero que lo hacen porque de pronto lo aprendieron de sus abuelos,
pero ellos no lo muestran, uno tiene que llegar a ellos y motivarlos, ellos no los
cantan, a veces lo pueden hacer pero solo el día del Campesino y es un día que no
lo celebran todos los años.
Esa es una de las manifestaciones que se ha perdido en el campo de Córdoba, así
como se extinguió la zafra mortuoria, de la que solamente quedan grabaciones o
videos. De mi amigo que murió hace algunos años, me quedaron algunos cassettes
(cuando eso no era posible grabar en CD) con los cantos de vaquería y todas esas
historias que él me contaba…
¿Qué opina del proceso de industrialización?
Les pongo un ejemplo bien claro, el porro tenía letra, se tocaba con instrumentos
ancestrales como los tambores, las gaitas, el acompañamiento de las Palmas.
Cuando aparece la banda con todo ese volumen sonoro que tiene, el cantante
desaparece; entonces, aunque el porro se enriquece rítmicamente, melódicamente
y armónicamente, perdió un elemento importante que es el mensaje oral el canto.
107
En ese entonces no habían equipos de amplificación para que un cantante cantara
con una banda, entonces ahí el porro se ve perjudicado. Lo otro es que la gente ha
ido abandonando nuestros instrumentos ancestrales, ahora van metiendo
instrumentos electrónicos y eso hace que estos ritmos se pierdan. Está la mala
creencia de quienes los ejecutan, creen que no se puede tocar porro con una
guitarra eléctrica o con un piano, entonces empiezan a cultivar otros ritmos y con
esas modificaciones se va perdiendo poquito a poco la identidad que tanto hemos
conservado.
Los Gobiernos de turno también han abandonado nuestras tradiciones, no
solamente de porro, toda la tradición oral se ha perdido por culpa de los gobernantes
de turno, porque no hacen un evento con plata del Estado. Hacen organizaciones
musicales diferentes a las de nosotros y nuestros artistas no tienen la oportunidad
de mostrarse, de que la gente los conozca, de que ellos se estimulen y por eso es
que se han perdido esas tradiciones ancestrales.
¿Cómo piensa que debe actuar el Gobierno?
Yo creo que nos faltan alcaldes músicos, compositores, pintores, cantantes,
escultores, nos hacen falta gobernadores que bailen, que canten, que pinten… Creo
que el presidente toca guitarra, no sé qué clase de música tocará, pero me gustaría
que viniera a Córdoba y se aprendiera un porro, una cumbia, una gaita, para que
vea la sabrosura que tiene este ritmo, un fandango.Mire la magia que tienen
nuestras bandas, cuando usted escucha una banda, un porro, María Varilla, Son
Pelayeros, Río Sinú a uno le dan ganas de pegar un grito y tiene que soltarlo, porque
nosotros llevamos esa música en el inconsciente, aunque no creamos, cuando se
oye una banda, la gente grita.
108
Nosotros nos hemos propuesto aquí en el colegio, que cada semana cultural
traemos dos o tres bandas para que los muchachos bailen en las calles, con música
autóctona, con música de banda. Tenemos grupos de danza de porro y de
fandango; es más hace poco se terminó el festival artístico y cultural de San Jorge,
donde se presentan bailadores de porro, cumbia, fandango, nada de otro ritmo,
porque tenemos que contrarrestar ese olvido de nuestro actual Gobierno, con lo
poquito que podemos hacer en el colegio.
¿Cree que la décima es una herramienta adecuada para enseñar cultura y al mismo
tiempo enseñar otros conocimientos?
Claro, lo que pasa es que faltan más profesores decimeros y comprometidos con la
enseñanza tanto de la décima, como de la parte académica; con la décima se
pueden enseñar todos los temas que usted quiera, se pueden hacer décimas de
todo tipo: románticas, religiosas, históricas, de valores… Es muy bonito enseñar los
valores, aquí a un estudiante se le enseña a que diga:
Enséñame padre amado
A ser un niño juicioso
amable respeto respetuoso
responsable y ordenado
a que tu nombre sagrado
permanezca en mi oración
con sagrada devoción
te lo pido nazareno
hazme ser un niño bueno
digno de tu bendición
109
Un niño que se aprenda esa décima, y la utilice como una oración diaria va a tener
muy presente todos esos valores y estoy seguro que va a ser un hombre totalmente
diferente.
No solamente la décima tiene esa bondad, también poder insertarla en el PEI de las
instituciones y enseñar otros temas; además los niños que aprenden décimas
mejoran la capacidad de memorización, amplían y conocen nuevo vocabulario,
pierden el miedo escénico, porque eso sí que es fatal en nuestros estudiantes,
muchos salen hacer una exposición y se les olvida por el pánico. Los niños que
aprenden a cantar décimas van perdiendo ese miedo, aquí en la institución cada 15
días hay izadas de bandera, entonces salen uno o dos niños a cantar décimas todos
los compañeros los aplauden, porque ya hay un gusto generalizado por la décima,
ya aprenden a querer nuestra cultura.
Yo tenía unos estudiantes y una vez fuimos a Montería a un concurso de “El
Meridiano” y uno iba triste, porque iba a cantar con unos tenis y él quería unas
abarcas tres puntá como las que yo tengo; me tocó llegar temprano e ir al mercado
y comprarle unas abarcas. Aquí hay otro niño pequeñito que está en la sede de
primaria y él le dice al papá y a la mamá: vístanme como el profesor Olea; la mamá
y el papá tuvieron que comprarle camisa blanca, pantalón blanco, abarcas y un
sombrero porque ese es el atuendo típico de un decimero.
Entonces, mire, ellos aprenden a enamorarse de la cultura de eso que nosotros
tanto cuidamos y nos identifica, si los niños aprenden muchas décimas, no se pierde
la identidad; Ojalá que las universidades tuvieran esa cátedra de enseñar el folclor
de las diferentes regiones. Yo le propuse a un secretario de educación qué es
maestro aquí en Buenavista: “Oye deja algo para la vida, para la historia, para la
cultura, vamos a poner la cátedra de la Sinuanidad o Cordobesía” que debe enseñar
110
toda esa cultura nuestra, para que los estudiantes sepan de dónde vienen, quiénes
son y hacia dónde hay que ir.
Entrevista – Mery Suescún
¿Cómo fue su acercamiento a la décima?
Mi acercamiento a la décima, hasta donde me da la memoria, fue como desde los
seis años, quizá fue antes, pero no recuerdo. Vivía con mi familia materna en un
pueblecito llamado Río Nuevo, que queda orillas del Río Sinú y es una vía de
acceso a Urabá, había unos planchones grandes y fuertes que cruzaban los
vehículos en el río para tomar la carretera para Antioquia. A la orilla del río había un
rancho de Palma muy grande donde había una cantina, el dueño de la cantina se
llamaba Fabio, él tenía unas mesas donde ponía juegos de dominó, cartas y todo
eso; ahí reposaban los viajeros que venían de Antioquia, esperando que el planchón
regresara de haber llevado personas al otro lado del río; eso se demoraba un ratico,
entonces ahí los viajeros compraban gaseosa para refrescarse y productos que
hacían personas de la región. Yo estuve con mis primos y mis tías que hacían
cocadas, galletas y “arranca muelas”; el esposo de mi tía era pescador, entonces
también vendíamos pescado ahí en el Kiosko de ‘Don Fabito’.
Cuando se llegaban las 3:00 p.m. el kiosko se llenaba de viejos que empezaban a
jugar dominó, cartas y a cantar décimas, entonces, ahí fue donde escuché por
primera vez la décima y me gustó mucho, tanto que yo siempre que estoy contando
esa historia, me duele mucho y me da mucho sentimiento; ahí me aprendí algunas
décimas que ya no recuerdo y me aprendí muchas rancheras, porque el señor
‘Fabito’ colocaba muchas rancheras de Antonio Aguilar. Empecé a escribir la décima
como desde los siete u ocho años, pero posteriormente me di cuenta de que las
hacía muy mal, pero era porque nadie me había enseñado, yo decía que hacía
décimas de acuerdo a la cadencia que le oía a los viejos, pero en realidad no eran
décimas, las que hacía estaban muy mal hechas.
111
Cuando entré al bachillerato, en grado octavo se ven algunos tipos de versos de la
literatura Española y ahí se ve la décima, pero se ve de manera muy fugaz, aunque
como yo ya traía esa arraigo, enseguida le presté atención y recuerdo que le
pregunté al profesor que nos daba español si él tenía algún libro donde estuviera la
forma cómo se hacía la décima, entonces él me trajo en un papel anotado cómo se
hacía. Empecé a hacerlas un poco mejor, de hecho fueron mis primeras décimas
bien estructuraditas, aunque todavía con algunos errorcitos; esas décimas hablan
de mi crianza en Río nuevo, de las rancheras que me aprendí y de los viejitos
jugando y cantando décimas.... Si quieren yo les canto un pedacito…
Al compás de la ranchera
del Gran Antonio Aguilar
en el Barranco y su altar
una poesía decimera
vi una manada de otra era
viejitos y Ecos del Río
perforando el pecho mío
con su garganta potente
los grabé igual que el ausente
y el alazán al rocío
Al filo de esa cantina
y del trabajo infantil
un pueblito mercantil
y una poesía cantarina
replegada en la neblina
regazo del nuevo día
desde las casas se oía
la música de Fabito
entre pausas de un versito
que la brisa repartía
Allá era el punto de encuentro
de los cantores furtivos
112
versos no sé si nativos
o viajeros Monte adentro
letra disparada al centro
de aquella Paz bien vivida
donde yo recién nacida
décima y río oí cantar
mientras aprendí a versear
me aprendí bala perdida
Los años fueron pasando
y a su paso fui creciendo
las rancheras fui aprendiendo
y la décima asimilando
Alondra me fui grabando
La Martina El puente roto
me traía el sueño remoto
de ver un puente construido
en mi pueblo del olvido
y sólo en décimas exploto
Los viejos fueron muriendo
el río se llevó el Barranco
Fabio vio hundirse su estanco
y la poesía se fue perdiendo
Y aunque yo ahora no entiendo
la Décima a mí se aferra
e inagotable se encierra
aquel eco omnipotente
donde aún encuentro vigente
no más un puño de tierra
Bueno, esas fueron mis primeras décimas y tienen las canciones de Antonio Aguilar
que fueron las primeras que me aprendí. Irremediablemente no solo aprendí
décima, sino también música de él; yo nunca me atreví a decir que hacía décima, ni
nada de eso, porque en ese contexto me fui dando cuenta que la décima se ejercía
entre tragos y yo veía que los decimeros cantaban meramente por ron, yo veía que
el decimero no valía nada, solo era un trago de ron. Ellos cantaban con ese amor y
113
esa voluntad a cambio de ron, se emborrachaban apunta de décima, o sea su
borrachera la costeaba el talento, pero nada más. Si yo decía que hacía décima, yo
sabía que me iban a regañar, porque eso era un mundo de borrachos y de licor.
Después de un tiempo me casé y cuando el papá de mis hijos se fue, me quedé
sola, pero yo ya había empezado a publicar, pues empecé a hacerlo gracias a que
yo le adornaba el cuaderno a mi hija mayor cuando ingresó al colegio; yo le
preguntaba cómo se llamaba su profesor(a) para hacerle una décima que escribía
en la primera hoja del cuaderno y así sucesivamente. Una vez, del colegio me
mandaron a buscar para participar en un concurso de “El Meridiano”, pues podían
participar profesores, alumnos o padres de familia; el premio era para la Institución
Educativa que ganara y me insistieron para que fuera, pues el premio era un surtido
de libros que el colegio necesitaba; ellos decían que estaban seguros de que yo iba
a ganar. A raíz de eso, como por hacerle el favor al colegio yo fui a participar al
concurso y gané. De esa manera empecé en el mundo de la décima.
En el concurso hubo algunos decimeros que eran ya viejos, muy veteranos y que
habían venido en representación de otras instituciones educativas; empezaron a
decirme que qué bueno, que qué talento. Hubo uno que me dijo que por qué no me
iba con él a Pelayo, que él me llevaba, pero como yo ya estaba solo con los niños y
tenía el niño pequeño lo tenía muy enfermo, yo le dije a él, que era madre soltera y
que tenía una situación muy dura, que pues vendía fritos y no me podía ir así para
un festival, porque no tenía con quién dejar a mis hijos; además lo que vendía era
lo que hacía para la comida. El señor era de una Vereda que se llama “Las flores”,
queda en la vía que va para el municipio de Moñitos; él me dijo que no me
preocupara, que él me traía un bulto y me regalaba el pasaje. Conté con la suerte
de que el señor no tenía malas intenciones, él en realidad me trajo el bulto, me trajo
queso, suero, arroz pilado, manteca de cerdo y también me regaló los pasajes.
114
El señor se llama Andrés López, fue quien me llevó al primer Festival, esa fue mi
incursión con el mundo de la décima y a ese señor le debo todo lo de haya venido
en mí por parte de la décima. Cuando entro y llego a Pelayo a hacer mi primer
Festival, empiezo mi papel como mujer en la décima, fue un choque cultural
impresionante, no me querían dejar subir a la tarima. En la plaza de Pelayo hay
unas oficinas y en una de esas los decimeros que iban llegando, se iban reportando;
cuando el señor Andrés se reportó, él llegó y habían muchos decimeros afuera, él
dijo: miren, traigo una mujer, ustedes no se imaginan el Talento. Más o menos, ahí
íbamos bien, pero cuando él entra conmigo a registrarme, el señor que estaba
registrando dijo que una mujer no, que eso no. El señor Andrés quedó tan
sorprendido y no encontraba explicación.
Ahí había un escritor llamado Roberto Yanes Torres, entonces Don Andrés salió
conmigo y dijo que no me habían querido dejar inscribir para que subiera a la tarima
a cantar, entonces el profesor, que también es escritor dijo: que cómo era posible y
otro decimero al que le decían el “Chicho cantero” entraron y dijeron que si no me
dejaban subir a mí, no subía nadie, entonces, ahí fue cuando me anotaron en la
lista. Subir fue apoteósico, la gente, las mujeres admiradas; pero cuando me bajé
de la tarima, empezó a ejercer su poder ese mundo machista y ese mundo del licor;
o sea, cuando yo me bajé, los borrachos de las mesas empezaron a agarrarme, me
agarraban el brazo y me decían: Mija, ven, tómate el trago, en eso, uno me agarró
la nalga, me manosearon. Cuando Don Andrés vio el impacto, me empezó a hablar
y yo en ese momento no sabía cómo reaccionar, no podía darle una cachetada a
una persona así, porque no era lo correcto, entonces, tenía que encontrar la manera
para abrirme; sin embargo, yo todavía estaba nerviosa de mi primera subida a una
tarima. Cuando ya se pasó todo y empezaron los concursos de Banda, muchos me
reconocieron, que yo era la que había subido a la tarima, entonces me hacían
propuestas como: que cuánto cobraba por quedarme la noche....
115
El día siguiente yo me preparé para el otro festival que fue en sabana nueva, para
presentarme escribí una obra pensando en ese género machista y le puse como
nombre “La mujer bien plantada”... Cuando me llamaron a tarima, sucedió lo mismo
que había sucedido acá, no era bien aceptada, pero cuando me subí, yo dije: voy a
participar con una obra titulada “La mujer bien plantada”, quiero que por favor se
analice el mensaje que deseo transmitir, se la voy a dedicar a los caballeros para
asentar un precedente sobre mi aspiración y mi rol dentro de la décima, porque
quiero llevar esto con profesionalismo y que se pueda imitar; lo estoy haciendo para
que haya muchas mujeres decimeras… Entonces empecé a cantar la mujer bien
plantada…
Así no tenga más nada
No la rebaja cualquiera
A la mujer bien plantada
Que sin darlo se supera
Tenemos un elemento
Que sirve de perdición
Daña la reputación
Si se usa en todo momento
Para conseguir sustento
Te hace vulgar y frustrada
Y si es por alborotada
Te rebaja ante la gente
Es más gracia ser decente
Así no tengas más nada
Regocijarte en tu honor
Nunca pasará de moda
Y mujer que se incomoda
Y no conserva el valor
Es feria del comprador
Reduce la verraquera
Porque la propia guerrera
Es la que triunfa sudores
Sin alquilar sus amores
116
No la rebaja cualquiera
El hombre al verla analiza
A la mujer que da entrada
Sea por plata o regalada
Puede ser coqueta y liza
O asolapada y sumisa
En tal caso equivocada
Por ellos es criticada
Y aunque crea que es feliz
Quien brinda el mejor matiz
Es la mujer bien plantada
La que se para en su punto
Y no afloja su entrepierna
Esa es la que se gobierna
Sin comerciar con su asunto
Si honor y pudor van juntos
Yo al compararlas quisiera
Que alguien a mí me dijera
Si es mejor sofisiticada
Una honrada aunque anticuada
Que sin darlo se supera
Así no tenga más nada
No la rebaja cualquiera
A la mujer bien plantada
Que sin darlo se supera
Tenemos un elemento
Que sirve de perdición
Daña la reputación
Si se usa en todo momento
Para conseguir sustento
Te hace vulgar y frustrada
Y si es por alborotada
117
Te rebaja ante la gente
Es más gracia ser decente
Así no tengas más nada
Regocijarte en tu honor
Nunca pasará de moda
Y mujer que se incomoda
Y no conserva el valor
Es feria del comprador
Reduce la verraquera
Porque la propia guerrera
Es la que triunfa sudores
Sin alquilar sus amores
No la rebaja cualquiera
El hombre al verla analiza
A la mujer que da entrada
Sea por plata o regalada
Puede ser coqueta y liza
O asolapada y sumisa
En tal caso equivocada
Por ellos es criticada
Y aunque crea que es feliz
Quien brinda el mejor matiz
Es la mujer bien plantada
La que se para en su punto
Y no afloja su entrepierna
Esa es la que se gobierna
118
Sin comerciar con su asunto
Si honor y pudor van juntos
Yo al compararlas quisiera
Que alguien a mí me dijera
Si es mejor sofisiticada
Una honrada aunque anticuada
Que sin darlo se supera
Bueno a partir de ahí, el acoso siguió, pero ya se sentó un respeto, el que venía,
venía a cuenta y riesgo, entonces sí sentí un rechazo, porque de hecho, no se me
estaba aceptando culturalmente, a mí se me estaba mirando solo como la papaya
que había llegado a un mundo del licor; me tocó incursionar en este mundo del licor,
no consumiendo el licor, sino que Don Andrés, el que me llevó, no tomaba, él estaba
en los caminos de una religión… Yo rechacé la primera botella de ron cuando me la
iban a dar y él me dijo: no la rechace, recíbala, al Cantinero no le importa si usted
se la va a tomar o no, ellos cumplen con pagarle a uno con la botellita, usted reciba
su pago. Hubo ocasiones en la que llegué a mi casa con dos, tres, hasta con cuatro
botellas de ron y resulta que yo las vendía y con eso compraba la comida. Incursioné
en ese mundo de licor, pero de una manera muy sabia, porque traté de no unirme
a ellos a tomar, traté de imponerme como meta ante tanta discriminación, el
superarme académicamente y al conocer de eso que yo estaba haciendo, entendí
que la décima era mucho más que un viejito cantando por una botella de ron… Ahí
empezaron mis recorridos por festivales y me fueron viendo personas de otras
poblaciones, que me iban invitando y cuando vine a ver, ya se había propagado
todo y para el primer Festival donde fui para el siguiente año, fue maravilloso.
¿Qué la motiva a continuar como decimera a pesar de la censura que ha tenido
dentro del gremio por ser mujer?
119
Mis motivaciones han variado, inicialmente, yo vi en la décima la oportunidad de
conocer un mecenas que me ayudara a conseguir un empleo fijo, porque mi
situación era muy precaria, yo trabajaba demasiado y me mataba demasiado; tenía
tres niños y un niño enfermo y como nunca tuve la intención de ayudarme con con
el cuerpo yo quería que algún día me valorara por mi talento y me ayudara a
conseguir un empleo fijo. Yo iba a los festivales y el pago que recibía era con trago,
a veces me daban diez mil o quince mil pesos y a mí me servía porque yo lo traía a
la casa y compraba comida. Pero nunca logré que alguien se conmoviera y me
ayudara con un empleo fijo.
Luego, me llene de ilusión, para que mi futuro cambiará y que la posibilidad
económica me diera una mejor calidad de vida, para disfrutar pequeñas cosas pues
nunca he deseado mucho y siempre he sido muy contenta, muy agradecida con
Dios, aun así la precariedad fuera excesiva… En realidad nadie me prestó atención
y no encontré respaldo de ninguna clase, no encontré apoyo, visité infinidad de
veces las secretarías de cultura, secretaría de cultura municipal, secretaría de
cultura departamental, hablaba con los secretarios diciendo que yo estaba haciendo
esto y lo otro, que ya había ganado tanto festivales y que yo estaba en una mala
situación, que necesita un empleo para abrir para ver si mi calidad de vida mejoraba
un poco, pero de las secretarías de cultura nunca me ayudara, me decían que tenía
que hacer un proyecto, lo hice y lo llevé, pero tampoco me resultó.
Finalmente, ingresé a la universidad y luché dejando sangre en la arena y lo que yo
he hecho me deja el orgullo de saber que la décima no me dio plata, sino que yo le
he dado a la décima. Mi motivación se me volvió académica, ya me puse a pensar:
yo quiero una profesión por medio de la profesión y por medio de ella participo en
concursos, ya con un diploma profesional puedo repartir hojas de vida y tratar de
ubicarme laboralmente por mi propia cuenta… Pude ver que la décima es mucho
más que un que un viejito cantando por una botella de ron, la décima debe tener un
120
germen antropológico y sociológico. Yo quiero llegar más allá, saber para qué sirve
la décima, la décima debe servir mucho más que para divertir a un público bebedor.
Entrevista – Eliécer Rada
¿Cómo incursionó en el mundo de la décima?
Yo nací en un pueblo que se llama El Machín, los habitantes le dicen San Jerónimo
del Machín como para adornar el nombre, pero básicamente es una Vereda del
corregimiento de Buenos Aires. Allá mi abuelo cantaba un poquito de décima.
Yo no llego a la décima de una, sino por la improvisación porque resulta, que mi
papá parrandeaba con unos señores que tocaban acordeón y en medio de su
parranda, uno de los señores improvisaba, pero los versos le salían chuecos;
ocurría que él intentaba hacer un verso y yo veía que la rima no era así y yo me
preguntaba: por qué no dijo tal cosa o tal otra. Yo veía que la rima era fácil, entonces
ahí empecé a improvisar y a corregirle los versos al señor.
Cuando me meto por completo en el tema del repentismo, que debe ser en parranda
con mis amigos, conocí la décima. El profesor Ricardo Olea, quien es mi amigo
personal y fue mi alumno (porque yo fui tutor de la Universidad de Montelíbano,
Córdoba) estaba estudiando ahí, su mundo de la décima fue el que me atrajo. Él
me decía por qué no cantas décimas, si ya improvisas cuatro versos, pues ahora
improvisa diez e hicimos el ejercicio y comenzamos a improvisar en décima; de la
mano de él, logramos figurar en alguna parte. Fuimos a Sabana nueva,
Barranquilla… Pero digamos que tengo la décima como segunda opción de vida, a
121
veces aquí cuando nos presentamos en el colegio o cuando me llaman de algún
lado y me dicen que vaya y cante una décima.
¿Cree que existe alguna edad límite para crear décimas, hacer repentismo e
introducirse en todo este mundo?
No hay una edad realmente, se puede improvisar a cualquier edad, pero acuérdense
la mente ya no es la misma cuando los seres humanos llegan a los sesenta, a
menos que en el transcurso de la vida la hayan ejercitado mucho y haya
permanecido vigente; sin embargo, llega un momento en que la persona empieza
afectarse.
Yo conocí en Ayapel a un juglar repentista qué decía: “profe ya no, ya se me olvida”,
me imagino que tenía algún tema de salud. Pero no importa, a cualquier edad se
puede hacer décima, un niñito de tres, cuatro años… Yo tengo una décima grabada
con mi hijo cuando tenía cuatro años, a esa edad le gustaba y cantaba muy bien las
décimas, pero no logré encaminarlo. Hay adultos repentistas grandes, de hecho, en
1971 se reconoce la controversia más insigne de la humanidad entre Justo Vega y
Adolfo Alfonso, dos cubanos; ambos pasan de setenta años, pero cuando la oigan
van a decir “¡wow!” Ellos eran repentistas cubanos de décima cubana, son personas
que tú ves el video y tienen una lucidez impresionante; la edad no importa, así como
también puedes ir a un festival y encontrarte un niño de ocho o diez años
improvisando, la edad no tiene nada que ver.
De pronto tiene más que ver la circunstancia en la que creces, la motivación que
tengas, el impulso, que luches. Por ejemplo, a pesar de que yo sabía improvisar,
nunca me había subido a una tarima y yo tenía ese miedo escénico de que: si me
subo la embarró y me señalan… Me impulsó fue un reto, porque donde yo trabajaba
122
había un muchacho que improvisaba y se iba todos los días a la orilla de la quebrada
a improvisar conmigo. Yo le improvisaba ahí, debajo de un palo de caracol, de “tú a
tú”, a capela. Un día hubo una caseta en el pueblo y él estaba tocando, de pronto
empezó a versear y me llamó a la tarima y yo tuve que pellizcarme, dije: es ahora o
nunca y ahí hice mi primer verso, lo más chueco del mundo y gagueando, no sabía
nada de la medida, ni de la métrica, ni del tono, pero como en el tercer o cuarto
verso ya me vino el alma al cuerpo y dije: lo hice, estoy bien y me fui. De ahí pa’
lante ya superé el miedo.
¿En qué se inspira usted cuando compone?
Yo tengo una inclinación, no lo hago deliberadamente. Cuando escribo décimas
intento buscar un lenguaje más literario y he notado que me gusta mucho coger
chistes y volverlos décimas, me gusta mucho la décima humorística; de hecho, con
Ricardo Olea estuvimos hablando de ir a Cuba el próximo año, porque en Holguín
hay un evento de décima humorística. Muchas de las décimas que yo he escrito son
humoristicas, son: “El cachón está de moda”, “Los cachos están de moda”…
En la feria de Caucasia
un toro que infundía miedo
y un cachón se metió al ruedo
sin tener Carbo, ni gracia
en medio de su ignorancia
Buscó al toro de una vez
con el público de pie
el toro dijo al borracho
tú has llevado tanto Cacho
yo mejor te morderé
Fíjate, así hay varios, algunos son muy groseros y no se pueden cantar aquí, pero
me gusta mucho esa parte y hago retos con Olea. Hacía mucho eso de pie forzado,
123
difíciles; o sea no me hago el que “te dan ganas de llorar y aquí te vas de pie” o
“porque te quiero mucho” sino “después del último abrazo” “mientras suspiro al
pasar “y con base en esos pies forzados distintos y difíciles improviso; a veces me
salen bien, como otras veces no, pero casi siempre me dan. De hecho, lo que uno
tiene es que crear la historia antes de empezar y en el momento la va diciendo. Voy
a darles un ejemplo, “después del último abrazo”, es la despedida de un muerto…
Voy a improvisarlo, me arriesgo…
Qué triste que me sentí
ese día de tu partida
yo sentía que en mi vida
Yo también sentí morir
Fue difícil para mí
yo estaba allá en tu regazo
y sintiendo en ese caso
Oigan la tristeza mía
yo lo sentí madre mía
después del último abrazo
Fíjate que es imposible improvisar así, lo que pasa es que se tiene que crear la
historia, y bueno, ese es mi juego, no tengo la costumbre, no tengo el hábito, tengo
la pereza más grande del mundo, pero me da, para mí es tan fácil hacer una décima
y digo: para qué la voy a escribir, si la necesito, la improviso y con ese razonamiento
no la escribo; pero, debería hacerlo, porque así es que se puede perfeccionar y
aprender con la escritura de la décima.
Ahí está la diferencia entre Ricardo Olea y yo, él tiene el hábito, el oficio de escribir
una décima cada 20 minutos; es decir, que el día que le toque hacerlo en persona
va a improvisar y no va a gaguear, porque vive en ese mundo. Yo no, por mí parte
yo estoy acá en un colegio trabajando, él también, pero yo ya me bajé de las tarimas;
no recuerdo mucho cuándo fue la última vez que subí a una tarima, tal vez fue hace
un año en Puerto Escondido, en un evento donde estaba de jurado, entonces me
dijeron que hiciera una décima y las cante en vallenato, porque esa es otra ventaja
124
de la décima, el tema del octosílabo, eso permite cantarse en todos los géneros
musicales, en salsa, ranchera, vallenato, cumbia, porro, paseo, a capela.
Toda la música jíbara de Puerto Rico está hecha en décima, Diomedes cantó en
décima, Carlos Vives también grabó canciones en décima. Una vez, en Sabana
Nueva, durante un panel me hicieron una pregunta, era: ¿cómo hacemos para que
la décima sea más conocida teniendo en cuenta que la tradición oral se está
perdiendo? Entonces, yo respondí: más conocida imposible, la décima es conocida
en el mundo entero, en todos los aires y todos los géneros musicales. Si me cambias
la pregunta a: ¿Cómo hacer que la décima sea más conocida en su forma de cantar?
La décima propia de esta región se hace a capela, ahí está la respuesta, deja de
cantarla a capela, esa es mi posición.
¿Cómo se difundió la décima panameña, cubana? ¿Cómo sacaron ventaja? Lo
hicieron no cantado a capela, se canta con laúd, con cuatro, maracas y una cantidad
de instrumentos; se vuelve un espectáculo. O sea, los panameños son formidables,
hay un tipo que se llama Salustiano Mojica, ese tipo es un Dios; hay un concurso
en Panamá, donde los pies forzados no son los que tú oyes en los festivales de por
acá, “bienvenidos al futuro” sino “en la noche de mis sueños”; o sea, al tipo se la
ponen difícil y la canta muy bien. Lázaro Cantero, uno de nuestros grandes juglares
de aquí de la sábana, que vive en San Bernardo, está intentando hacer eso. Él con
Adriana Lucía ha hecho canciones en décima para que ella las grabe y eso permita
que nuestros juglares sean más divulgados, porque la décima como tal ya está
divulgada. Por ejemplo, el Grupo Niche grabó en décima, “la cama vacía es una
décima”…
Desde un tétrico hospital
donde se hallaba internado
casi agónico y rodeado
de un silencio sepulcral
125
con su ternura habitual
la que siempre demostró
quizá con esfuerzo o no
desde su lecho sonrió
un enfermo amigo mío
esta carta me escribió
El octosílabo cabe en cualquier parte, en cualquier formato. Esa es una cuestión
ahora, en una de mis clases delante de mucha gente, yo decía: bueno y el que no
sabe qué es un octosílabo… Existen dos maneras para aprenderlo, la primera es
contar las sílabas y la segunda es conociendo las reglas gramaticales de la sinalefa;
saber que si termina en grave se le suma una sílaba y si termina en esdrújula se le
resta. Cuéntelas y usted sabrá si tiene ocho, pero lo más fácil es cantar, ese es el
tema de la métrica.
Yo pienso que cualquiera puede hacerlo bien, sólo hay que dedicarse al oficio y
descubrir algunas claves, por ejemplo, nunca comiences a improvisar sin saber qué
vas a decir; si estás en una parranda y te dicen hágale una canción a esa muchacha
que tiene una camisa de flores, enseguida tienes que buscar una palabra que rime
con flores, entonces por ejemplo flores y mejores; entonces ahí ya mi verso
empieza…
Mis versos son los mejores
de manera exquisita
para esta mujer bonita
con esa blusa de flores
Pero antes de empezar a cantar, yo tuve en mi mente el proceso y elaboré la
historia; no es comenzar a cantar y en el camino ver qué encuentro para rimar, sino
que yo tengo que saber qué voy a decir desde un principio
126
El canto de vaquería es a capela, porque el campesino en el campo lo único que
tiene es: en una mano el machete y en otra un garabato, no tiene cómo interpretar
un instrumento; lo único que le queda es la garganta. Por ejemplo, algunos llaneros
en el joropo cargaban una guitarra, pero básicamente el acarreo de nuestro ganado
era a pie o a caballo y no había cabida para algún instrumento. Eso le permitió al
campesino desarrollar una musicalidad y es tan impresionante cómo esa gente
afina, cómo esa gente tiene la garganta para cantar; no obstante, hay personas que
piensan y dicen que ellos son campesinos iletrados, eso no tiene nada que ver,
tiene que ver más con el oficio, porque es que el canto de vaquería es un grito de
ánimo…
El tipo está en el monte y empieza eh, eh, eh... o sea mientras está macheteando
se está dando ánimo y entonces canta alguna copla, para cantarle a sus amigos…
¿Qué le queda libre? Nada, no puede detenerse a buscar una guitarra, está metido
en el monte cantando. Sin embargo, eso desapareció, lo acabó la guadañadora, lo
acabó todo. Una vez, discutí eso en tarima con Mery Suescún, sobre el rescate de
la tradición oral, yo le decía a ella: es imposible, ¿cómo rescata usted el canto de
vaquería original? no se puede, porque nuestros campesinos, nuestros ancestros
llevaban el ganado a pie hasta Medellín, entonces esas jornadas, esas
improvisaciones, esos caminos ocurrían era durante el viaje.
Hoy el ganado se va en un camión, o en un avión, o en un barco; hoy día el
campesino viaja el ganado como 12 kilómetros máximo y es dentro de la finca, y
van cantando es otra cosa, influenciados por la música vallenata y otras; entonces
no, qué vamos a rescatar el canto de vaquería original, dígame usted cómo, si la
actividad que le dio origen ya no está, tendríamos que traerla ahora.
Las investigaciones y los trabajos que están haciendo ustedes es muy bueno, para
que nuestros estudiantes y nuestros hijos conozcan esto, porque básicamente pasa
lo que dijo alguna vez Adriana Lucía: “yo no tengo que obligar a la gente a que le
127
guste el porro, sino que a mí me tiene que gustar el porro y para que me guste el
porro, tengo que oír porro, no hay que hacer más nada; ahora, si le gusta bien, pero
hay personas a las que no les va a gustar”. Un ejemplo, es que a los colombianos
no les gusta el porro, “no te gastes en eso”, dijo Adriana Lucía en una entrevista
muy bonita; a la gente tiene que gustarle y por eso cuando estás en tu casa si
quieres pones un porro, lo pones para disfrutarlo, bailarlo y gozarlo.
La música y la poesía son universales y desde esa perspectiva la décima tiene los
dos componentes: musicalidad y poesía, pero el aporte que hace a cada región, a
cada país es fundamental y se diferencia. Un pallador chileno canta distinto a como
canta un coplero llanero (aunque ellos no cantan décima) y un repentista a como
canta un decimero nuestro; o sea, dicen los textos que la décima llegó de hoja
suelta, los tipos la traían, traían una hoja y escribían ahí una décima y la cantaban,
pero en algunas partes se les puso instrumento y musicalidad.
En el caso nuestro, se le puso música totalmente distinta a como se hace en Europa,
así que desde esa perspectiva, yo diría que fue tomando formas e instrumentos
propios a donde quiera que fue llegando y se fue acomodando a cada región. En
Cuba está la décima laúd, no está el cuatro, ni nada; en Panamá guitarra y en el
caso de Colombia, en la zona costera, la gaita.
Los gaiteros cantaron mucha décima con maracas y tambores, nuestros
campesinos a capela y la cantaban borrachos, por lo general nunca la cantaban
sobrios, ni en un momento normal de la vida, sino desde las 3:00 a.m. – 4:00 a.m.
cuando ya se acababa el ron, se acababa el presupuesto, se iban las mujeres
bonitas de la fiesta y quedaban solos; entonces la nostalgia les rascaba la mente y
empezaban a cantar décima. Ahí fue donde nacieron esas décimas jocosas, de las
maromas de un borracho, del rico; tantas cosas que ellos cantaban, famosas
ocurrencias que se hicieron grandes y llegaron a nosotros. Quedan muy pocos y
digamos que a manera de inventario, hay gente nueva que empezó a darle otro
128
vestido a la décima, o sea dejaron de lado el decimero borracho que canta en la
cantina.
Con la fiesta de toros, el decimero llegó al teatro Colón en Cartagena al “Hight
festival”, vestido de forma elegante, con guayabera y son decimeros preparados
que han estudiado mucho, que tienen un título profesional, pero que además son
investigadores; o sea, el campesino del que te hablo, el que me cantó la décima de
“Las Maromas de un borracho” es un campesino iletrado, no tiene ningún grado de
escolaridad. Rafael Alférez García, es docente de la Universidad de Cartagena,
investigador con varios libros escritos, Alexis Díaz, ni se diga, no sé qué título tiene
aparte de la décima, pero es un escritor formidable; ha recorrido el mundo, ha
trabajado en grandes universidades. Ricardo Olea es docente, entonces eso
también ha mejorado el lenguaje, ya no es lo mismo que te lo diga un campesino, a
que te lo diga un arquitecto, un abogado o un médico, que son personas que ya
tienen una profesión y además leen e investigan bastante. Entonces ya saben si es
arrima no le da la pueden cambiar o si la rima no funciona la cambian por otra tal
vez por palabras que no son conocidas pero que en el éxito de ellos sí existe.
¿Qué papel juega la décima dentro de la idiosincrasia cordobesa?
Es un elemento. Hace poquito asistí a un evento de identidad cultural y entonces
los panelistas y el coordinador de las preguntas tiraban mucho hacia el tema de la
idiosincrasia nuestra, lo que nos identificaba, qué que había… entonces estaba el
tema de la música, el tema del fandango, el hablado costeño, la comida y nos
quedamos algunos con la idea de: “Bueno… Y dónde está la décima, las abarca
tres puntá ¿ónde están tantos elementos que son parte de nuestra idiosincrasia que
nos icentífica? que nos dan a conocer en otras latitudes”. No sé si será por el hecho
de que se está perdiendo.
Yo mismo lo dije alguna vez en un evento, que el Costeño tiene tema de
aculturación, de cataclismo cultural; que vive el mundo, la aldea global donde todo
desaparece, entonces vienen y me dicen que el cordobés viste así: sombrero
129
vueltiao, pantalón caqui, camisa blanca y abarca tres puntás y ya nadie viste así, o
sea no es cierto… Vaya y parece usted en el parque y nadie va a estar así vestido,
o sea eso tiene que ver bastante con el tema de esos fenómenos culturales que
llevan los medios de comunicación, nosotros nos hemos ido despojando y tomando
otras cosas; por eso eran muy buenos y muy grandes personajes como David
Sanchez juliao, que eran como unos postes, como unas barreras, porque ellos eran
cordobeses, se caracterizaban cordobeses y no les daba pena ser cordobeses,
dónde estaban eran representativos de nuestra cultura.. Compae’ Goyo, gente
grande.
Yo cuando voy a una reunión de rectores, me llevo mi sombrero vueltiao, me lo
pongo, lo uso en el evento; inclusive, el tema del sombrero volteado también se ha
masificado por el mismo tema de redes. Colombia eligió el sombrero vueltiao como
símbolo cuando por allá un medallista olímpico se lo ponen. Ya nos quitamos el
miedo a ponernos el sombrero vueltiao, porque teníamos como miedo a hacer el
ridículo: “Ese es un corroncho”.
La décima está en nuestra idiosincrasia, dices tú: “No eso llegó de España”, Pero
llegó hace muchos años, o sea no llegó ayer, hace 200 300 años… Montería fue
conquistada por ahí en 1870, por esos años se empezaron a llegar los españoles a
esta región y dejaron cosas, pero ya lo que queda aquí es nuestro, aquí no hay
españoles, aquí estamos los cordobeses arraigados a nuestra cultura.
Por el mismo fenómeno Industrial, por el progreso, por el mismo avance de la
sociedad hay actividades que desaparecieron, habían otras cosas que se ligaban a
esas actividades, pero desaparecieron. El canto de vaquería o el grito de monte
estaba asociado a las actividades de trabajo en el campo, o la época Ganadera; las
regiones ganaderas probablemente tengan cantos de vaquería todavía, pero a
medida que es actividad desaparece se olvida el juglar y el canto.
130
¿Cómo cree que influye la globalización en los jóvenes y en su interés por la
tradición oral?
Hay una lucha diaria y desigual. El tema de tradición oral, como el nombre lo indica,
son tradiciones, son cosas que se van transmitiendo de una generación a otra y
empieza a desaparecer en la medida en que no esté escrita, precisamente por eso
desaparece.
A nosotros nos llegaron cosas que aún perviven aquí y vienen de Europa, por
ejemplo cuentos de los hermanos Grimm adaptados, acomodados, yo crecí oyendo
los cuentos de mi abuelo creyendo que eran de mi abuelo, pero cuando me veo los
cuentos de los hermanos Grimm, digo: “Es el mismo cuento que mi abuelo me decía
sólo que está modificado en el nombre, en algún entorno”, o sea permanece la bruja
malvada que convierte en ratón al muchacho y se lo quiere comer, pero hay cosas
que son acomodas a la vez.
Yo creo que hoy día, con el tema de la globalización vendrán otras cosas, otra
manera de ver el mundo, otras historias, nuestros jóvenes estarán programados a
otras cosas, es inevitable e irá desapareciendo, no se sabe si hoy o mañana o en
200 años, pero yo soy de los que pienso que eso va arrasando con la tradición; por
ejemplo ya cambiamos nuestra forma de vestir, nuestra forma de ver el mundo, de
relacionarnos con el mundo; ahora, frente a eso está el tema de Savater, tú puedes
tener toda la influencia del mundo, pero tú sabes que lo mejor que te puede hacer
grande es ser como tú eres y vuelves a tus raíces y digamos, que es la apuesta. Yo
soy así, así fue que me hice grande, haciendo esto que yo sé hacer, esto que me
gusta y esto que está aquí es de aquí.
Hay una labor grande de parte de los investigadores, de las universidades, de los
colegios, para que esto sea difundido, porque en la medida de que las escuelas no
se vea esto, desaparece. Aquí teníamos una emisora que la lideraba una excelente
maestra que se llama Giomar Torrente, pero ella ya está en su casa descansando,
131
es una excelente persona y excelente maestra; las últimas veces colocamos esa
emisora, yo hablaba con los muchachos que ponían la música y les decía: “Vengan
acá, negociemos lo siguiente: por cada dos cumbias un reggaetón… pimero me
pones una cumbia y un porro y después te acepto un reggaetón porque la cumbia
es nuestra, en cambio el reggaetón No” y ellos ahí a regañadientes aceptaban para
poder escuchar el reggaetón. Lo hice más como sacrificio, pero es la forma de llegar.
En Ayapel trabajamos en un colegio y había un concurso de fonomímica y de baile,
el profe les decía en clase de baile: “No permito un ritmo que no sea folklórico o sea
van a bailar mapalé del pacífico o cumbia, no van a bailar Champeta ni rock and roll
ni nada” y eso se difundió y funcionaba así. O sea ya no le hacían una fonomímica
a una ranchera, que se presta mucho para eso, sino que se la hacían a una canción
de nosotros… es muy interesante llegar y trabajar con los estudiantes en ese
sentido.
¿Qué piensa usted frente al desapego o quizá el desconocimiento de los jóvenes
sobre la tradición oral cordobesa?
Yo tengo una visión de que es difícil, no digo que sea imposible y no uso el verbo
rescatar, sino el de verla importante y ver el valor que tiene nuestra cultura; es
entender que esos somos nosotros y que además nos gusta ser así, pero digamos
que el fenómeno mundial, el efecto de las redes sociales no tiene reversa, no sé a
dónde va a llegar eso no sé quién lo pueda controlar o cómo se vaya a dar el reto
de los maestros, los maestros siempre han peleado con la tecnología… Cuando
llegó el primer radio el radio era el enemigo porque distorsionaba, distraía, hoy el
enemigo es el celular; lo dice Zubiría: “Nuestros maestros del siglo XX educaron a
los del Siglo XXI”.
Los maestros estamos un siglo detrás de nuestros alumnos, ese maestro hoy ve el
celular como enemigo para todo y de hecho, están pasando cosas graves con el
132
uso de las tecnologías, el maestro tiene que emparejarse al nivel en que ese aparato
se su aliado y no su reemplazo.
Aún sigo pensando que es una lucha desigual y cuesta mucho el papel de los papás
en el hogar, pero los padres hoy ya vienen con un nuevo chip en la cabeza, ahí es
donde está la tarea titánica de volver visible la tradición oral y en la medida que sea
visible, a alguien le va a gustar pero, hay que volverla visible.
En estos días hablamos con alguien y estábamos pensando en hacer un festival
intercolegial en Montería, a nivel municipal. El aporte de nosotros es no sólo hacer
canciones, si vamos a tener ese escenario, ese montaje y esa inversión metámosle
un concurso décimas, de cuentos, una hora más o media hora más, pero
aprovechemos para que pueda haber diversidad y no tener que hacer uno para cada
cosa. Nuestra música es hermosa y a través de nuestra música se puede divulgar
la tradición oral y sus componentes, hay inclusive canciones nuestras que son
insignias a nivel mundial.
¿Qué desea dejar con su arte? ¿Qué mensaje quiere dar a los jóvenes?
Bueno hay dos cosas, uno tiene que hacer en la vida las cosas que lo hacen feliz,
si el arte los hace felices, háganlo. Siempre el arte es la mejor arma, incluso por
encima de la educación, es la mejor arma en contra de la barbarie del miedo, de la
inseguridad, de la guerra… un artista es un buen hombre, un ser humano, si se
quiere formar una buena persona, se debe formar un artista. Hagan esas cosas,
hagan lo que les haga felices.
Cuando inicié en el tema del verseo, alcancé a ganar algunos festivales pequeños.
Me decían “¡Por qué te da miedo subir a la tarima?” y respondía: “Porque eso es
para machos”… a mí me gusta hacer esto, me gusta que me llamen para subir, ya
no me da miedo porque me gusta, o sea no se trata de un sacrificio ni una lucha.
En estos días estaba escuchado la entrevista de Egan Bernal, el campeón del Tour
de Francia, le decían: “Es que tú tienes que correr 9 horas al día, eso es mucho” y
133
él decía: “No, yo quiero hacer eso, a mí me gusta hacerlo”. Entonces hagan lo que
les guste, cuando uno hace lo que le gusta lo hace hasta gratis, ese es mi mensaje.
Entrevista – Antonio Navarro
¿Cómo fue su infancia? ¿Cómo fue su relación con todo este tema de los cantos de
vaquería y la décima?
Bueno, realmente las costumbres de esa clase vienen de mucho tiempo atrás,
incluso cuando yo era niño ya no se veía mucho ni los cantos de vaquería, ni las
décimas, ni nada de eso; o sea en ese entonces, que se hace ya bastante tiempo,
ya se había ido perdiendo… En la época de mi papá, en su época de infancia y
juventud si se veían bastante estas tradiciones, pero en mi época no, era muy poco.
Escuchaba algunas cosas por parte de mi padre y de mi abuela, pero muy pocas.
Mi papá era un enamorado de la recordaciones, de buscar, de hacer cosas para
resaltar lo que él había vivido durante su juventud e infancia; por eso, varios libros
que él escribió van enfocados a eso a resaltar eso que él sentía, que se iba
perdiendo en el sector y una de esas cosas eran los cantos de vaquería.
Mi papá, conoció mucha gente por su misma profesión de periodista, mucha gente
que le fue dando información sobre esos temas y también escribió sobre algunas
vivencias propias, porque cuando él era joven aún se vivía esa parte. Uno de los
temas que a él le apasionaba mucho era la costumbre de arrear ganado; entonces,
yo recuerdo que en muchas reuniones el terminaba contando esas historias, de la
época en que la gente transportaba el ganado a pie, que se llevaba de aquí a
Medellín abriendo trocha y se demoraban días semanas para llegar a su destino
porque no habían carreteras, mucho menos transporte; entonces, para no aburrirse
o para sobrellevar un poco esas jornadas tan extensas y extenuantes empezaban
a cantar décimas y a decir cantos de vaquería para distraerse.
134
Como periodista, ¿Cómo han tratado los medios de comunicación estas tradiciones
cordobesas?
Ha sido muy poco el trato, han sido pocos los medios que realmente le han dado
importancia a estos temas… En general ninguno le da la importancia. Los medios
también están atrapados en esa ola de mar que existe, en la cual los muchachos
por ejemplo, con tanta avalancha de información no tienen tiempo de detenerse a
pensar, imaginar, buscar o investigar sobre esas cosas del pasado; entonces, los
medios no ayudan mucho, porque ellos se centran especialmente en lo moderno,
en lo nuevo lo novedoso y el joven casi no tiene esa oportunidad de tener algo que
lo impulse o lo motive a mirar y buscar esas raíces. Por lo menos por parte de los
medios, es muy escaso ese impulso, esa motivación.
¿Qué papel juega la tradición oral para la idiosincrasia cordobesa?
Siempre es necesario conocer las raíces, por mucha modernidad que haya, pienso
que es necesario saber de dónde venimos, cómo eran las cosas antes, cómo era la
educación, las costumbres de nuestros padres, de nuestros abuelos. Eso sirve para
saber lo que se ha avanzado y es importante para despertar en los jóvenes el
sentido de pertenencia por la tierra.
Nada lo motiva más a uno que el sentido de pertenencia, la música, esas
costumbres, los cantos de vaquería, las décimas, los cuentos. Esas cosas son las
que más le despiertan a uno el sentido de pertenencia por la región, por la tierra y
en la medida en que uno tenga sentido de pertenencia por su lugar de origen,
contribuirá en algo para que esta avance, obviamente sin modificar totalmente las
raíces.
¿Qué era Prensa Escuela?
Dentro de los pocos medios que le han dado importancia a la tradición oral está el
meridiano de Córdoba a través del programa Prensa Escuela, que aunque no es un
135
programa propio del Meridiano, si fue o es uno de los medios que más relevancia le
dio a dicho programa realizado nivel nacional, procedente del Ministerio de
Educación y de Andiarios. El Meridiano se tomó en serio ese papel y asumió ese
programa con mucha entrega.
Dentro de las actividades que se programaban en Prensa Escuela, a diferencia de
otros periódicos o de otras ciudades, se incluían no solamente la parte de
capacitaciones sobre comunicación sino, que también se le dio mucha importancia
a resaltar y rescatar esa parte de las costumbres, de la oralidad; entonces, una de
esas actividades era un concurso de décimas.
En el inicio, cuando se pensó en hacerlo, sinceramente no esperábamos que tuviera
tanta acogida, porque por el hecho de la modernidad y todos estos cambios
pensamos que quizá los estudiantes no iban a sentir mucha atención por eso de la
tradición, pero nos equivocamos. Ese concurso fue uno de los que más esperaban
los colegios, nos dimos cuenta había mucho talento y que los muchachos se sentían
interesados y sorprendentemente se metían de lleno en eso.
El concurso tuvo mucho auge entre los concursos de Prensa Escuela I, de hecho
siempre estuvo en todas las versiones del programa hasta hace dos años que se
hizo la última semana de creatividad, el evento central. Siempre estuvo en la
programación el concurso de décimas, los profesores se encargaban de enseñarle
a los muchachos, con ellos escribían las décimas, siempre buscaban a alguien que
les enseñara sobre la melodía y el tono que tenían que utilizar, ellos lo cogían fácil
y cuando se presentaban muchos quedábamos sorprendidos con esos pelados tan
jóvenes cantando esas décimas. Eso es muy bonito y se demostró que después
que haya voluntad para fomentarlo, los muchachos caminan; sino que, si no hay
apoyo e impulso ellos siguen su reggaetón o sus cosas.
A raíz de varios factores, se terminó Prensa Escuela. Por un lado los convenios que
se hacen con las entidades territoriales, con la Alcaldía, la Gobernación, cambiaron;
en los últimos años, por política de esos entes han habido cambios en los intereses
136
y en el apoyo de ellos hacia ciertos eventos y actividades, no ha estado muy dentro
de ellos el destinar presupuesto para ese evento de creatividad sino simplemente
para capacitaciones, ese es un factor.
El otro es un factor que no es desconocido para nadie, en el cual están sumidos
todos los medios de comunicación escritos a raíz de todo ese cuento de las redes,
de la digitalización y todo esto; entonces, ha habido cierta crisis, ciertas cosas. Los
medios escritos se han metido como en una austeridad de muchas cosas y se rebaja
el presupuesto para algunas otras, se rebaja el presupuesto para prensa escuela y
como los entes no están apoyando, no ha habido fuerza últimamente para hacer
este evento. Realmente ese ha sido es el mayor motivo.
¿Cree usted que a partir de estos nuevos fenómenos digitales se pueda rescatar y
difundir la tradición oral cordobesa?
Claro que sí, indudablemente el uso que se le puede dar a las redes es infinito, lo
que hay que hacer es utilizar esos medios precisamente para fomentar ese rescate
de esa cultura, de esa tradición, de toda esa cantidad de cosas que de pronto los
muchachos no conocen. Estoy seguro que muchos jóvenes ni siquiera saben de la
existencia de una décima, mucho menos de un canto de vaquería; entonces, sería
maravilloso que dentro de ese espacio de las redes, hayan algunos dedicados
exclusivamente a rescatar eso, yo estoy seguro que al joven así como le gusta
buscar otro tipo de clase de información y tiene el acceso fácil a las redes, también
encontrará y le llegará la tradición y a muchos les estimulará esa información que
haya sobre el rescate de esas tradiciones.
Falta que motiven a los jóvenes es tan importante el interés de ellos, como el interés
de los medios, de los profesores y de los padres en enseñarles, primero en
mostrarles la existencia de eso y luego crear estrategias para ese rescate para que
las nuevas generaciones tengan presente siempre todo ese pasado que hay detrás
de toda sociedad.
137