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[ LA VIDA Y EL TRABAJO DE LA UANL EN EL TIEMPO ]

c o n t e n i d oMAYO DE 2012AÑO III / NÚMERO 28

3La terminación del Estadio Universitario

Dr. FernandoOrtegónMorales

26Celebra UANL

Día Internacionaldel Libro

27

M E M O R I A

POR JUAN

RAMÓN GARZA

Y EDMUNDO

DERBEZ

12

POR PAULA MARTÍNEZ Y MAGDA ISABEL HERNÁNDEZ

Una publicación de laUniversidad Autónoma de Nuevo León

Dr. Jesús Ancer RodríguezRector

Ing. Rogelio G. Garza RiveraSecretario General

Dr. Ubaldo Ortiz MéndezSecretario Académico

Lic. Rogelio Villarreal ElizondoSecretario de Extensión y Cultura

Dr. Celso José Garza AcuñaDirector de Publicaciones

Edmundo Derbez GarcíaDirector del Centro de Documentacióny Archivo Histórico de la UANL

Edmundo Derbez GarcíaEditor Responsable

Paula Martínez Chapa, Magda Isabel Hernández Garza(investigación), Maricela Beltrán Ríos (asistente) Diana AlonsoPalacios (corrección y estilo)Redacción

Alejandro Derbez GarcíaDiseño

Jesús Gerardo Dávila, Juan Ramón Garza Guajardo, Narcedalia García Partida, José Alberto Aviña, Mayela PérezMaldonado y Efraín Aldama VillaColaboradores

Centro de Documentación y Archivo Histórico de la UANLCirculación y administración

BOLETÍN DEL CENTRO DE DOCUMENTACIÓN Y ARCHI-VO HISTÓRICO DE LA UANL MEMORIA UNIVERSITARIA,Año III, Núm. 28, mayo de 2012. Fecha de publicación: 15 demayo de 2012. Revista mensual editada y publicada por laSecretaría de Extensión y Cultura a través del Centro deDocumentación y Archivo Histórico de la UANL. Domiciliode la publicación: Biblioteca Universitaria Raúl Rangel Frías,Alfonso Reyes 4000 norte, planta principal, San Nicolás de losGarza, Nuevo León, México, C.P. 64440. Teléfono: + 52 818329-4000, Ext. 6578 y 4265. Impresa por: ImprentaUniversitaria, Ciudad Universitaria s/n, San Nicolás de los Garza,N. L., México, C. P. 66451. Fecha de terminación de impresión:10 de mayo de 2012, Tiraje: 1,000 ejemplares.

Número de reserva de derechos al uso exclusivo del título Boletíndel Centro de Documentación y Archivo Histórico de la UANLMemoria Universitaria otorgada por el Instituto Nacional delDerecho de Autor: 04-2010-071509450100-106, de fecha 15de julio de 2010. Número de certificado de licitud de título ycontenido: 14,975. ISSN en trámite. Registro de marca ante elInstituto Mexicano de la Propiedad Industrial: en trámite.

Las opiniones y contenidos expresados en los artículos sonresponsabilidad exclusiva de los autores.

Prohibida su reproducción total o parcial, en cualquier formao medio, del contenido editorial de este número.

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Tigresheptacampeónen Universiada

3MEMORIA / MAYO DE 2012

nte 40 mil espectadores, el martes 30de mayo de 1967, el gobernador delEstado, Eduardo Livas Villarreal,recibió concluido y declaró inau-

gurado el Estadio Universitario, majestuosa obraterminada por el Patronato Universitario medianteuna inversión de 23 millones de pesos, de loscuales, esta Institución cubrió más de las dosterceras partes.

La ceremonia congregó a dos ex gobernadores,el general Bonifacio Salinas Leal y Raúl RangelFrías; a los alcaldes de San Nicolás de los Garza,Guadalupe y San Pedro Garza García; a losrepresentantes de las federaciones y asociacionesde futbol de la Ciudad de México y de distintas

entidades del país, así como personajesvinculados al Comité Olímpico.

El único orador de la ceremonia fue don ManuelL. Barragán, a quien en gran parte, en lo personaly como presidente del Patronato Universitario,se debió la conclusión del estadio. “Al poner a ladisposición de la Máxima Casa de Estudios estegran centro deportivo, consagrado a burilar elcarácter y a fortalecer el músculo, el espíritu decompañerismo y la disciplina de las juventudesestudiosas del norte de México, los miembros delPatronato Universitario nos sentimos orgullosos depoder exclamar, parafraseando términos castrensesya consagrados en el mundo entero: señorgobernador de Nuevo León: ¡misión cumplida!”.

A

La terminación delEstadio Universitario

HAZAÑA CONSTRUCTORA DE UN GRUPO

DE EMPRENDEDORES

La situación de parálisis de la obra por motivos de carácter

económico dio un giro cuando el Patronato Universitario,

presidido por Manuel L. Barragán, de acuerdo con el Gobierno

del Estado, asumió el compromiso de la terminación del coloso

que cumple 45 años.

POR JUAN RAMÓN GARZA GUAJARDO Y EDMUNDO DERBEZ GARCÍA

LA TERMINACIÓN DEL ESTADIO UNIVERSITARIO

4 MEMORIA / MAYO DE 2012

Durante poco más de dos años los trabajos de construcción del estadio permanecieron prácticamente detenidos, hasta queel Patronato Universitario se hizo cargo de su terminación. Arriba, bosquejo presentado el 8 de enero de 1962.

El estadio parecía condenado a

quedar inconcluso y destinado al

olvido, pero gracias al tesón y

diligencia de don Manuel L.

Barragán y las personas que con él

laboraban en el Patronato

Universitario, la magna obra se vio

coronada por el éxito.


El estadio lo inició el gobierno de Raúl RangelFrías y en el proyecto intervinieron destacadosuniversitarios, pero al concluir su mandato, enseptiembre de 1961, se habían realizado obras por$6’500.000.00 (seis millones y medio de pesos) ennúmeros redondos. De esa suma se debían$3’500.000.00 (tres millones y medio) a contratistasy proveedores.

Luego de nuevas inversiones realizadas por elnuevo gobernador, Eduardo Livas Villarreal, lasituación que privaba en la construcción delestadio hasta marzo de 1962, era la siguiente: sehabían invertido $7’478,359.56, es decir, casi sietemillones y medio de pesos.

Con el ajuste al proyecto original, como fue laeliminación de las cuatro filas superiores paragenerar ahorros, se estimaban necesarios otros$8’774,882.61 –casi nueve millones de pesos– paraterminarlo.

Faltaban completar aspectos como el alumbradogeneral, tanto en la cancha como en el exterior,sistema de sonido, aparatos de clima para palcosy cubierta para la gradería, instalaciones de aguay drenaje, acondicionamiento de los estaciona-mientos, banquetas exteriores y acabado de vesti-dores.

El Comité Pro Construcción, que presidía demanera honoraria el gobernador, presentó unmemorándum con sugestiones para terminarlo enseptiembre de 1962. Se proponía saldar la deudade casi tres millones de pesos mediante un sistemade financiamiento, y colocar 68 palcos y mil 450asientos que debían generar $11’290,000.00 (pocomás de 11 millones de pesos).

A pesar de es tas expec ta t ivas , losproblemas financieros impidieron el avancesignificativo de la construcción. Salvo lagradería inferior concluida en diciembre de1962, que representaba un cupo para 10 milpersonas; durante los siguientes años, lost raba jos permanec ie ron prác t icamentedetenidos. “El estadio parecía condenado aquedar inconcluso y destinado al olvido. […]asemejaba un enorme cráter que contrastaba conlos modernos edificios de la CiudadUniversitaria”.

Si bien existieron diversos factores de difícilcontrol que determinaron que el estadio quedarasin concluir durante varios años, también influyóla determinación del gobernador, quien consideró

prudente jerarquizar las necesidades de laUniversidad.

Por esa razón en los siguientes meses diopreferencia a las obras referidas al régimenacadémico, como fueron las construcciones delas facultades de Agronomía, Odontología, laterminación de las de Filosofía y Letras, yArquitectura, así como la edificación de la escuelafemenil Pablo Livas.

Diversas personas intervinieron para proponerque el Patronato Universitario, organismo deapoyo a la Institución educativa de amplio respetoy prestigio en la comunidad, se hiciera cargo de laterminación del estadio que amenazaba conquedar inconcluso.

El Patronato estaba presidido por don ManuelL. Barragán, y Rogelio Cantú Gómez, comovicepresidente, el tesorero era Tomás Zertuche ylos vocales Dr. Francisco Vela González, don LuisElizondo, Jesús Barrera, Roberto J. García y AbielTreviño.

Durante una reunión de consejo, el Patronatodiscutió la proposición. Para Barragán, laparalización de las obras daba un espectáculo“inconveniente para la Universidad, y claro,también para Monterrey y por otra parte,representaba una inversión de alrededor de sietemillones de pesos, totalmente inmovilizada”.

Al aprobar el compromiso de terminar el estadio,Barragán le comunicó el acuerdo al gobernador,quien además de elogiar y admirar ladeterminación del organismo, aceptó la oferta

El gobernador del Estado, Eduardo Livas Villarreal, recibió concluido y declaró inaugurado el Estadio Universitario,majestuosa obra terminada por el Patronato Universitario, presidido por don Manuel L. Barragán.



“pues era necesario –decía– dotar a laUniversidad de un retrato, en lo deportivo,paralelo al avance de lo académico”.

Cuando el gobernador encomendó la tarea alos integrantes del Patronato Universitario, éstosratificaron su acuerdo el 29 de enero de 1965, paralo cual designaron como representante y directorde obra al arquitecto José Ramón LamadridRodríguez, uno de los primeros egresados de laEscuela de Arquitectura del ITESM, fundador dela Sociedad de Arquitectos de Nuevo León que,

entre otras obras, contaba con el CondominioAcero.

Los integrantes del Patronato iniciaron elestudio de los presupuestos, y llegaron a laconclusión de que “lamentablemente –decíaBarragán– existía una importante desviación demás de cinco millones de pesos en los cálculosrespectivos”.

Una primera estimación ascendía a seis millonesde pesos necesarios para su terminación, sinembargo, el presupuesto se incrementó de seis a


nueve y medio millones de pesos por nuevoscostos, como la elevación del salario mínimo ylas modificaciones en los planos, con elobjetivo de lograr un número mayor de palcosy asientos, además de aprovechar espaciosque se quedaron sin aplicación práctica entreel anillo superior del estadio y el piso de lospalcos.

Como la venta de localidades no dio el resultadoesperado, el Patronato buscó otro sistema parafinanciar la obra, encontrándolo en los recursosgenerados por los tradicionales sorteos de laSiembra Cultural.

El Gobierno del Estado coadyuvó en buenamedida a solventar el déficit de cinco millonesque presentaba el Comité Pro Construcción, alentregar tres millones de pesos depositados endocumentos en la Tesorería General del Estado alfrente de Carlos Salinas Lozano. Barragán aclaróque utilizarían esos recursos sólo en caso de quela Institución no cubriera la totalidad de lainversión.

cificaciones, cómputos, métricos de obra y estu-dio de los costos correspondientes.

El personal que colaboró con él, incluyó a losarquitectos Mario de Zamacona y Rafael Dávila(proyecto arquitectónico), ingeniero I. deZamacona (proyecto eléctrico), ingenieroNorberto Garza (proyecto de sonido) e ingenierosHéctor l. Martínez, José García y Óscar de la Garza(trabajo de ingeniería).

Debido a las demoras con la Constructora SadaRangel, S. A., el Patronato Universitario se vioobligado a discutir el proyecto con otra compañíade amplia experiencia y prestigio en la entidad:Concretos, S. A., presidida por el ingenieroJuvencio Gutiérrez. De acuerdo con los planos yespecificaciones proporcionados por el ingenieroGarza Tamez; el 8 de febrero de 1966, Concretos,S. A., a través de su gerente general Sergio TapiaMéndez, presentó un presupuesto de 9’ 035,359.04(nueve millones de pesos). El monto fue calculadocon base en los nuevos salarios y los precios delos materiales vigentes.

El Patronato deseaba reunir en el estadio las condiciones debelleza arquitectónica, seguridad y funcionalidad.

En marzo de 1965 se lanzó la convocatoriapública para encontrar el presupuesto más bajoentre empresas y contratistas; y el 1 de abril de1965 el Patronato celebró el convenio con laempresa contratista: la Constructora Sada Rangel,S. A., de la que era gerente el ingeniero GonzaloTijerina.

La constructora se comprometió a terminar elestadio, salvo casos de fuerza mayor, en eltranscurso de 1965, a un costo no mayor de nuevemillones y medio de pesos. Sin embargo, la obrapermaneció seis meses en suspensión, debido adesacuerdos en los costos.

La constructora proporcionó los planos queelaboraron al ingeniero Federico Garza Tamez, aquien el Patronato Universitario encargó ladirección de un nuevo proyecto para suterminación. Éste comprendió los planos delproyecto arquitectónico, cálculo estructural,iluminación e instalaciones eléctricas e instalaciónde sonido, así como la elaboración de espe-

La Comisión Ejecutiva del Patronato designóun comité que después de estudiar el problemade la terminación del estadio, el 9 de febrero“acordó como lo más prudente dar por canceladoel contrato” con la Constructora Sada Rangel, S.A.

Las razones que pesaron para esta decisiónunilateral fue evitar mayor pérdida de tiempo enla ejecución que impactaba en el alza de los costosde construcción y la imposibilidad de laconstructora en llevar a cabo la obra a un costono mayor de $9’500,000.00 (nueve millones ymedio de pesos), que en su opinión no repre-sentaba más que el valor parcial de la obra.

Al ratificar el 25 de febrero el compromiso deConcretos, S. A. de llevar a cabo la obra por los9’ 035,359.04, el Patronato confiaba con estadecisión, en garantizar plenamente un precio fijo,“y no sólo eso –escribió Barragán–, sino tambiénel requisito sine quanon de que el estadio quequedará concluido en el curso del año actual,

El Gobierno del Estado entregó tres millones de

pesos depositados en documentos en la

Tesorería General del Estado para ayudar a

cubrir el déficit de cinco millones que

presentaban las obras de construcción del

Estadio Universitario y don Manuel L. Barragán

los aceptó con la condición de utilizarlos en

caso de que el Patronato Universitario no

pudiera cubrir la totalidad de la inversión.

El día que el estadio se inauguró, Barragán

devolvió al tesorero del Estado, Carlos Salinas

Lozano, 20 pagarés que en su conjunto sumaban

la cantidad de $3’000,000.00 (tres millones de

pesos), cantidad que originalmente debía

aportar el Estado para las obras. “Por acuerdo

de este Patronato quedó cancelada esta

cooperación –explicó Barragán– en virtud de

que dicha Institución efectuó la totalidad de la

inversión para la terminación de las obras de

construcción del estadio Universitario”.

En su discurso ante 40 mil personas refirió la

gran satisfacción para los integrantes del

Patronato Universitario de ver ya totalmente

concluido este magno proyecto; “pero más que

eso –agregó–, el haberlo realizado sin emplear

ni un sólo centavo de los dineros del Estado, es

decir, con recursos propios, razón por la que

voy a tener el gusto de poner en manos de usted

los documentos que amparan los tres millones

de pesos con que generosamente quiso usted

ayudarnos. De todos modos, gracias, muchas

gracias desde lo más profundo de nuestros

corazones”.

Esta actitud fue elogiada ampliamente entre

la opinión pública. Por ejemplo, en la capital del

país El Sol de México no sólo comentó la

importancia de la magna obra sino lo que

Bernardo Ponce en su columna Perspectiva del

10 de junio llamó “caso insólito”

“Para su terminación el Gobernador del

Estado,licenciado Eduardo Livas Villarreal

–quien por cierto ha contribuido en forma

especialísima al engrandecimiento de la

Universidad de Nuevo León– les dio a los señores

Caso insólito:un gesto de honestidad y honradez

del Patronato un donativo de tres millones de

pesos.

El estadio se terminó e inauguró ya, el 30 de

mayo último; pero como el Patronato obtuvo con

sus campañas dinero suficiente para consumar la

obra, dispuso devolver el dinero del gobierno

nuevoleonés, caso insólito verdaderamente en

estos tiempos. Y es que saben los del Patronato

que hay otras obras de beneficio social que están

a cargo exclusivamente del gobierno de Nuevo

León y que es preciso efectuar y sostener. […]

Cuando las gentes se convencen de que no se

lucra con los donativos, que el dinero se invierte

para los fines que se persiguen, abren sus bolsas

y contribuyen a construir todo lo que sirva y

redunde en bien de México”.

Al informarle a Barragán de esta publicación, su

amigo José Rodolfo García le escribió que se

comentó “el hecho muy encomiable para el

Patronato Universitario, pero especialmente para

ti, de haber devuelto la aportación que

generosamente hizo el Gobierno del Estado de tres

millones de pesos”.

Esta inversión había sido hecha pensando en

que, como afirmaba Castillón en las páginas de

Vida Universitaria, “pueda ser una abundante

fuente de ingresos para la Universidad de Nuevo

León que, como todas las instituciones de

enseñanza superior en el mundo, siempre está

urgida de dinero”.



habrá de reunir las condiciones de belleza arqui-tectónica, seguridad y funcionalidad necesariasen una obra de tan magna naturaleza, en plenaoperación”.

La supervisión final de la obra estuvo a cargodel contratista: el ingeniero Juvencio Gutiérrez,fallecido el pasado 3 de febrero de 2012; y GerardoTorres Díaz, ambos universitarios egresados dela Facultad de Ingeniería Civil.

Un avance considerable fue la terminación delcampo de juego al ser colocado uno de los mejorescéspedes para campos deportivos: el pasto ingléstraído de Georgia, Estados Unidos, que permitióla realización, el 22 de mayo, de las finales delTorneo Juvenil de la Liga Oficial de Monterrey yde la Liga Interestatal del Noreste de Futbol So-ccer.

Con el resultado de los sorteos celebrados enlos 12 meses, entre septiembre de 1965 yseptiembre de 1966, y el producto que se llegarancon los siguientes, se estimaba poder completarel contrato de terminación “sin tocar los arbitriosderivados de concesiones, anuncios, ventas delocalidades, derechos de expendio de refrescos.

Cabe mencionar que la franquicia por 20 años parala venta de productos la obtuvo BebidasMundiales, S. A.; y los derechos de transmisiónpor televisión los obtuvo el Canal 6.

No siendo posible terminarse en noviembre de1966 como estaba previsto, una inspección a losadelantos de la obra proyectaban su culminaciónen febrero de 1967. Estando a la vista surgieroniniciativas para designar al estadio con unnombre. La señorita María Clementina Benavidessugirió al Patronato Universitario al arquitectoJoaquín A. Mora, como un homenaje justo a este“gran conductor que fuera de nuestra MáximaCasa de Estudios”; y el gobernador Livas, enocasión del centenario del triunfo de laRepública celebrado ese año, al general Ma-riano Escobedo.

En abril se instalaron cuatro mil butacas en latribuna de preferente y en los palcos, ademásse puso asfalto al estacionamiento. Tras unavisita de inspección, los miembros del Patro-nato Universitario, acordaron hacer entrega delinmueble a la Universidad para su funciona-miento y mantenimiento.


Tras la solemne ceremonia de inauguración, el vicepresidente de la Federación Mexicana de Futbol, Genaro Pérez González,hizo el saque inicial en el centro del campo, para dar apertura al primer partido celebrado en el estadio.

Vida Universitaria destacó que a un año dedistancia de hacerse cargo de la obra, “elPatronato Universitario ha cumplido y entregaráel estadio totalmente terminado”. Más adelanteseñaló que “era el resultado del dinamismo yespíritu visionario de un grupo de regiomontanosque ha entregado todo su esfuerzo y cariño a lalucha por engrandecer el nombre nuestro Estado”.

José Navarro, al incluir al Estadio Universitarioentre las iniciativas empresariales y culturales deBarragán, subrayó: “a él se debe esta magna obraque señala las conquistas que merece Mon-terrey”. Óscar F. Castillón también reconoció quese “debe en gran parte al tesón y diligencia dedon Manuel L. Barragán y las personas que conél laboran en el Patronato Universitario”.

Por eso la frase de Barragán en su inauguraciónno pudo ser otra que: “¡misión cumplida!”

Terminado el discurso, el vicepresidente de laFederación Mexicana de Futbol, Genaro PérezGonzález, hizo el saque inicial en el centro delcampo, saltando a la cancha para el primer partidolos equipos de Monterrey y Atlético de Madridde España, dirigido por la figura legendaria einmortal de don Vicente Calderón, quien con supresencia en la cancha realzó la ceremonia.


En su último informe, el del 1967, Livas Villarrealdestacó el esfuerzo del Patronato Universitario,para concluir uno de los estadios más grandesdel país, con capacidad para 55 mil espectadores.“Como organismo de colaboración de la MáximaCasa de Estudios, su actividad se enfocó a laterminación del Estadio Universitario. El Patronatose echó a cuestas la tarea de terminarlo y despuésde múltiples afanes vio coronado por el éxito supropósito”.

La inversión para concluir el estadio fue de $10,028,924.78 (diez millones de pesos). El costototal fue de 23 millones de pesos, de los cuales elPatronato Universitario cubrió más de las dosterceras partes.

Fuentes:“Misión cumplida. Entrega el Patronato EstadioUniversitario” en PyS 1968, pp. 429-432. Quinto ySexto informe de Gobierno de Lic. Eduardo LivasVillarreal. Vida Universitaria No. 845 del 4 de juniode 1967. Zapata Vázquez, Dinorah y GarzaGuajardo, Juan Ramón, El Estadio Universitario.La historia de su construcción, UANL,Monterrey, 2009. AGNL. Oficialía de Partes, caja237, años: 1953-1978.


Ante 40 mil espectadores, el martes 30 de mayo de 1967, los equipos de Monterrey y Atlético de Madrid, de España dirigidopor la figura legendaria e inmortal de don Vicente Calderón saltaron a la cancha para el primer partido.


PERFILES

Dr. FernandoOrtegón Morales

Este exitoso egresado de la Facultad de Odontología de la UANL,perteneciente a la generación 1955-1960, cumplió una fructíferatrayectoria profesional con una clara vocación por ofrecer solucionesa los problemas de salud de la gente de escasos recursos y unaformación de alto nivel para sus estudiantes, al ser uno de los autoresde la fundación de la Facultad de Odontología de la UniversidadAutónoma de Baja California.

POR PAULA MARTÍNEZ CHAPA Y MAGDA ISABEL HERNÁNDEZ

Usted nació aquí en Monterrey?Soy nacido en el Estado de Coahuila, deoctubre 14 de 1937.

Platíquenos de sus padres, ¿quiénes son?Una familia humilde del municipio de Frontera, sellama la localidad, y trabajando –como era la únicafuente– en el ferrocarril. A mi padre lo trasladan ala ciudad de Monterrey y obviamente emigramosla familia. Para nosotros en lo personal y para sufamilia, sus hijos, fue la magnífica oportunidad deaspirar a estudios universitarios, estudiossuperiores, dado que allá no había institucionesen sí, ni los recursos; por consiguiente, tuvimosla fortuna que Monterrey nos adoptara ylográramos toda la familia cursar estudiosprofesionales.¿A qué edad llega usted aquí?Estamos hablando que llegamos aquí en 1944;tenía alrededor de 6 o 7 años, aquí en Monterrey

cursé toda la educación, desde primaria hastalicenciatura.¿Dónde realiza sus estudios?Inicio en la primaria Presidente Calles, en Maderoy Vallarta; mis abuelos, que eran los que nos am-paraban, tienen necesidad de cambiarse dedomicilio y luego continúo yo la formaciónprimaria en la Escuela Monterrey por el área deColegio Civil. Termino la primaria y paso a laSecundaria No. 1, en aquel entonces profesorMoisés Sáenz Garza, me atrevo a decir que era laúnica secundaria a nivel ciudad. Termino lasecundaria; paso a la Escuela de Bachilleres –eltérmino preparatoriano no se manejaba enaquellos tiempos–, ahí la curso en dos años en elciclo 1953-1955; curiosamente me inscribo en elárea de biología; mi padre en aquel entonces,conociéndome como un niño, valga la palabra,perfecto coyón, miedoso del aspecto de

¿

ODONTÓLOGO DE FIRME VOCACIÓN

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PERFILES

heridas y dolor, yo corría cuando había lanecesidad de las vacunas; se sorprende en queme incline por un área donde las maniobras delegresado van a tratar con problemas de sangre,de dolor.

En secundaria presumí sentirme muy trucha paralas matemáticas, pero sinceramente me inscriboen el bachillerato de ingeniería, pero no la hiceahí, para ser sinceros, porque no la capté, no lasupe ubicar; desisto y me voy al área debiológicas ¿por qué?, porque yo como niñoacompaño a mi madre a un servicio a laEscuela de Odontología; yo creo queme llamaron la atención los muchachospracticantes muy uniformados y me

sentí en esas indumentarias y dije: “yo voy a serodontólogo”. Sinceramente a estas alturas de mivida, a esta edad me atrevo a decir que si me dijeran¿qué quieres estudiar?, volvería a estudiarodontología, para mí es una disciplina fascinante.¿Cómo era el ambiente en la Escuela deBachilleres?El que ingresaba a Bachilleres sabía que iba aconvertirse en el pelón, íbamos a ser los pelones,

en lo personal para mí era un orgullo el vermepelón con la boinita clásica que

utilizábamos en aquellos años, porqueéramos las esencias de las vanidades,

éramos bachilleres, esto es en cuantoal ingreso, someterse a las novatadasque siempre me parecieron muybonitas, muy interesantes, muy sanas.Yo no recuerdo haber sufrido atropello

de los compañeros que nos hacían lasnovatadas. Me tocó jugar, valga ex-

presarlo, carreras con una ficha llena desaliva; nosotros teníamos que llevarla por el suelocon las manos en la espalda y arrastrándola conla nariz, era un tamo de un metro, pero teníamosque hacerlo.

Nos trasquilaban y era: “allá va un pelón”,teníamos que andar trasquilados para que nosexhibiéramos; el quitarnos los zapatos, amarrarlosy aventarlos a los árboles de la plaza del ColegioCivil, y el pelón tenía que subirse por ellos y losdemás echándole porras, era parte de la diversióninsisto. Lo que más me gustó y que a mí no metocó hacerlo pero lo hubiera desaeado, era dirigirel tráfico en la esquina de Colegio Civil con 5de Mayo, donde estaba la Farmacia Benavides,era un crucero muy transitado. ¿Qué sucedía?Gritaba la palomilla: “vamos a dirigir el tráficopelón, órale”. El pelón se paraba en el centro delcrucero y la consigna era que manejara el tráficoen contra del semáforo; si estaba en verde,páralos, y si estaba en rojo hacerlos avanzar. Lapalomilla toda en las esquinas, daba una tamborizaal carro que no obedeciera, pero sin dañarlo; eralo bonito de esto, y claro, yo me imagino alconductor diciendo: “pero si está en verde”. “Túno obedezcas el semáforo, tú obedece al pelón”.Era una media hora muy divertida para nosotros,para el pobre conductor o para el tráfico no locreo. Son de las experiencias que yo siento muybonitas.

Fernando Ortegón Morales

Nació en Ciudad Frontera, Coahuila.

Cirujano dentista por la UANL (1961), especialidaden ortodoncia en la UNAM (1968), en docencia por laUABC (1990) y maestro en salud pública por la UABC(2000).

Director de la Facultad de Odontología en Tijuana(2002-2006).

Maestro fundador de la Escuela de Odontología de laUABC en Tijuana (1974), miembro de la Comisión deReglamento Interno y de la Academia de la Facultad.

Profesor Tiempo Completo en la Facultad de Odontologíade la UABC en el área de ortodoncia y metodología einvestigación.

Investigación “Índice CPOD en una población escolar”ciclos 1998-1999, 1999-2000, 2000-2001, 2001-2002 y2003-2004.

Reconocimiento por su valiosa colaboración en larealización del programa de maestría en odontologíaUABC-UAN (2002) y por su participación en la campañade salud dental anual del Colegio de Estomatólogos deTijuana, A. C. (2003).

Expositor “Casa Abierta” de la Facultad, colaboradoren Radio-Teletón de Egresados y en la revista Divulgarede la UABC con las publicaciones: “El ABC de la lengua…qué lengua?”, “Principios de la ortodoncia” y “Elservicio social… por obligación o… por convicción?”.

Pertenece al Colegio de Cirujanos Dentistas deTijuana, Asociación Dental Mexicana, AsociaciónMexicana de Ortodoncia, International Collage ofDentist, American Association of Orthodentists.


“Yo voluntariamente me inscribo en la compañía militarizada; ¿qué teníamos demilitares?, nada, lo único que teníamos era la voluntad de someternos a disciplina”.

El doctor Fernando Ortegón Morales procede de una familia modesta y trabajadora, empleada en el ferrocarril. Aquí cuandotenía un año de edad, en una fotografía de familia de 1938. Aparecen sus abuelos, Donaciano Morales Correa y Luz Ramírez deMorales; su madre Evangelina, sus tíos, Esperanza, Roberto, Raúl, Arturo y Armando, así como sus hermanos Luis Antonio,Alfredo, Víctor Manuel, y su primo Gabriel.

Yo quiero agregar que voluntariamente meinscribo en la compañía militarizada; ¿quéteníamos de militares?, nada, lo único queteníamos era la voluntad de someternos adisciplina, y nos comandaba un militar muyestricto pero muy chamaquero, diría yo; leencantaba alternar con los jóvenes, con losestudiantes, nos convocaba, nos ponía a hacermaniobras militares llegando un momento equisde celebración o de conmemoración también. Lacompañía de bachilleres era un modelo dedisciplina para eventos donde participaba, por

ejemplo, si el señor gobernador iba a la tumba deun héroe nuevoleonés, la compañía de bachilleresle hacía valla a la entrada del panteón; eranexperiencias muy bonitas. Quizás valga la penadecir que como militares supuestos que éramosíbamos con un arma que no estaba cargada –porsupuesto–, pero teníamos que rendir todos losmovimientos propios de un militar a la hora dehacer la valla; nuestros oficiales nos dabannuestros tiempos: alternancias de descanso:“¡soldado!, descanse, ya”; se podía uno moverseun poquito y a seguir en plan de esperar a las


“Nosotros como soldadospresentábamos armas. Estamos

hablando de lassiete de la mañana cuando toda la

gente, todos los habitantesalrededor del Colegio Civil, salían

empijamados siendo testigos de laceremonia”.

PERFILES

autoridades. La autoridad llegaba a las 12 del díay a nosotros nos tenían desde las ocho, eran lasnueve, diez, once de la mañana ya estábamos entrecansaditos, deshidratados y sufriendo lasinclemencias, porque Monterrey no es nadaagradable en un verano, soportando el sol aplomo. Entre los 100 o 50 que estábamos en lavalla, no faltaba uno que de repente caía y viene

la Cruz Roja a auxiliarlo; había un compañero muycorpulento que cada vez que caía uno se burlabay decía: “alfeñiques, debiluchos, buenos paranada” y los demás decíamos “¿por qué humilla alcompañero que se cayó?” Por fortuna yo no mecaí, pero sucede que él se cae y al caer toda lacompañía estaba echando porras, es decir, se ledevolvió la ofensa y la burla; en su desesperaciónno logró pararse, cayó desmayado. Esa es unade las tantas experiencias que vivimos en lafunción de compañía militarizada que para mí eramuy emocionante; nunca se me van a olvidar loshonores a la bandera a las siete de la mañana.Para ir al evento, la cita era a las seis y media; nossometíamos como soldados a que el oficial nosrevisara de pe a pa, un botón mal pulidosignificaba un castigo, por consiguiente teníamosque ir impecables: los zapatos bien boleados, bienlustrados, botones muy brillantes, el escudo muybonito, en fin.¿En que consistía el castigo?Nos llegaban a encerrar y a la hora de las prácticasnos sometían a esfuerzos mayores porque “tú nosdebes una falta”.¿Cuándo eran las prácticas?Eran dos veces por semana, por decir, martes yviernes y aparte de las clases, completamentevoluntario, no había excusas: tú te inscribiste, túte sometes. A las siete de la mañana toque debandera, clarín que ordena los movimientos, losque andábamos por ahí desbalagados yasabíamos que era que teníamos que presentarnos,nos formábamos debidamente, la banda de guerrale hace los honores a la bandera, viene la escoltay nosotros claro, nosotros todos bien respetuososdel movimiento (alineados), pero lo más bonitode ese momento era que nosotros como soldadospresentábamos armas. Estamos hablando de lassiete de la mañana, cuando toda la gente, todoslos habitantes alrededor del Colegio Civil, salíanempijamados siendo testigos de la ceremonia.¿De sus maestros en la preparatoria a quiénesrecuerda?Excelentes maestros. En primer año nunca voy aolvidar a un maestro: Mateo Sáenz Garza, médico,sus tendencias eran muy en contra de la religión,pero lo más bonito como maestro es que él nuncaatacaba a la religión, nunca, y su exposición era

En 1942 en compañía de su hermana Rosalinda.


A los 12 años de edad, el doctor Fernando Ortegón, al centro, junto a sus amigos Mario Martínez y Horacio Quiroga, en unafotografía de 1949.


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El doctor Fernando Ortegón, en la fila superior, tercero de izquierda a derecha, con la generación 1955-1960 de la Facultadde Odontología, en el patio de la escuela cuando funcionaba en la antigua casa ubicada en la esquina de 5 de Mayo y Zuazua,crucero hoy integrado a la Macroplaza.

tan amena con toda la intención de despertarnosa los jóvenes el que cada quien piense o que cadaquien decida por sí mismo. Yo ahí entendí elconcepto preparatoriano: nos están preparandoo preparaban para ser adultos; estamos en unaUniversidad de libre pensamiento absoluto. Comocompañeras tuvimos a jovencitas que venían deescuelas católicas; y cuando el maestro hacíaalusión a la Virgen de Guadalupe, no paradesconocerla, no para ignorarla, no paradesmentirla, sino para que cada uno pensara ydecidiera de acuerdo con sus principios oenseñanzas; me tocó vivir el momento en que doso tres compañeritas del grupo brincaron alunísono a gritarle: “cállese maestro”, “¿qué dijeyo señorita?” Con todo mis respetos para loscreyentes, no dijo nada en contra de la Virgen deGuadalupe, todo lo fabricaban ellas, pero lofabricaron gracias a la forma tan elocuente delmaestro de imbuirnos en nuestro pensamientos

que cada quien decida por sí mismo; unaexperiencia muy bonita en primer año, los ciclosen aquel tiempo eran años. En segundo año laescuela acostumbra integrar a los mejoresalumnos de tres grupos y formaba, diríamos, casicasi un grupo muy selecto; luego un grupo deintermedios; y otro de más relegados, de más bajascalificaciones; posiblemente la política de laescuela era enfatizar en los que no traían un buenprimer año. Yo tuve la fortuna de convivir, presumode ello, con los de primer nivel, a quienes nosexigían un poquito más porque supuestamenteéramos los elegidos, y obviamente tuve laoportunidad de convivir con magníficos maestrosy magníficos compañeros que ya a estas alturaslos veo en un nivel profesional excelente, quedescollaron mucho cada uno en sus disciplinas.¿A qué compañeros recuerda?Puedo mencionar a algunos compañerosprepartorianos que se fueron a la Escuela de


Medicina: Rafael Santos Flores, un magníficoendocrinólogo que todavía tengo la oportunidadde saludar; Arnoldo Garza Benavides, un médicode mucho prestigio; Francisco Faz Cole, unoftalmólogo quien murió hace poco.Al concluir la preparatoria, ¿cómo elige sucarrera?Yo ya estaba en las ciencias biológicas, en aqueltiempo tenía opción de ir a Medicina o aOdontología; cuando yo curso la preparatoria,alterno con tres compañeros que van a Medicina;casi casi, diría, me arrastran, me llevan con ellos:“¿qué vas a hacer a odontología?”. Yo entré alárea de ciencias biológicas por irme a odontología,pero tuve el error de inscribirme en Medicina; tuveque vivir el problema de mi padre que de muyescasos recursos me compra un libro de anatomíade precios prohibitivos; él se endeuda con unvolúmen de anatomía que no usé porque mearrepentí de haberme inscrito en Medicina y mevoy a Odontología. Mi padre salió de la deuda,

¿cómo?, quien sabe, pero tuve la gran fortuna deque cuando llego al Departamento Escolar, veo allicenciado Vicente Reyes Aurrocoechea, lo tengotan presente, lindísima persona, le digo:“licenciado, me quiero cambiar de Medicina aOdontología”, “a qué muchachos estos”, renegóconmigo. “¿Usted tomó clases de medicina?”, unasemana pero no, no es lo mío”. Agarra miexpediente que decía medicina y lo pone enodontología y me dice: “preséntate mañana enOdontología”, se resolvió en media hora, cosaque yo reconocí y que nunca olvidaré, porsupuesto. Regreso a Odontología y miscompañeros me dicen: “qué bueno que te viniste”;en fin, ahí inicia mi carrera profesional.

Quiero comentar que una experiencia muypersonal es cuando voy a inscribirme a segundode bachilleres. En aquel tiempo yo tenía derechoal premio al buen estudiante que la Universidadotorgaba, la exención de las cuotas del siguienteciclo. Nosotros pagamos 10 pesos mensuales y120 pesos era el pago de inscripción de laUniversidad; yo no tenía los 120 pesos porsupuesto, pero tenía el derecho de cursar elsegundo año becado por la Universidad. Cuandoyo me voy a inscribir me dijeron: “tu recibo deRectoría”, “yo estoy excento”, “pues no estásporque se te pasó la fecha”, “¿qué hago?, “ve alRector para que te saque de la bronca”, me mandaa Rectoría; yo hice antesala un día y no pudeentrevistarme con el Rector, el licenciado RaúlRangel Frías, al segundo o tercer día que estoyahí presente, las señoritas asistentes del Rectorme dicen: “el Rector tiene muchos problemas,muchos asuntos”, “ya lo sé, yo tengo uno quepara mí es muy grande”, entonces me dicen muyamablemente: “si no te va a recibir aquí, entoncesrecíbelo allá abajo”; salgo yo entonces del mismoedificio del Colegio Civil donde despachaba elRector y lo intercepto en su puerta misteriosa desalida y le digo: “señor Rector, quiero hablar conusted”, iba tan rápido pero fue tan amable que medijo: “discúlpame, pero tengo una cita, búscamea las tres de la tarde en un banco” –no recuerdoen cuál–. Al cinco para tres estaba yo en la oficina,me recibe la señorita asistente del señor gerentedel banco y me pasa a su oficina, recuerdo tanbonito el detalle de que me recibe muy bien; sacasu silla de su escritorio ejecutivo y se pone enfrente mío y me dice: “antes platícame algunas

Entrando al templo de La Purísima para la misa degraduación de la generación en 1960.


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cosas” y me pregunta: “¿cuál es tu ambiente en laescuela?, ¿cómo te fue?, ¿qué dice la Escuela deBachilleres?, ¿cómo se portan tus maestros?,¿asisten a clases?, situaciones que no viven ellos,no saben que está pasando en el nivel bajo;obviamente yo le contesto que había cursado unprimer año excelente, que estaba muy satisfechode mis maestros; le encantó la plática, estuve conél unos 15 o 20 minutos, me firmó: “mañana teregistras”, fue una experiencia muy bonita con ellicenciado Raúl Rangel Frías que nunca voy aolvidar.¿En la Facultad cómo estuvo el ambiente?Precioso, era una escuela chica, pocos alumnos,una escuela alojada en una casa habitaciónprácticamente improvisada pero con todas lasinstalaciones necesarias.¿Dónde estaba la casa?En 5 de Mayo y Zuazua, era una casa antigua,adaptada con todas las instalaciones para darnoscabida a los cinco niveles, porque la carrera se

cursaba en cinco años y en un horario que nuncaprotestamos. Nuestra primera clase era a las sietede la mañana y había dos o tres días que nuestraclase era a las ocho o nueve de la noche, jamásprotestamos en contra del horario, sabíamos quesi cursábamos seis, siete horas de aula en el día,pues nos pasábamos otras seis, siete horasintermedias que no podíamos protestar. Maestrosexcelentes de muy buen recuerdo, de forma tal,que la licenciatura fue muy bien llevada.¿Qué maestros podría mencionar?Al director, el doctor Manuel Campuzano, quefue mi director todo el tiempo.¿Estuvo en la mesa directiva?Yo fui jefe de grupo en el tercer año.¿Empezó a trabajar en la época de estudiante?Realizamos las prácticas, siempre las realizamoscon pacientes en la clínica de la escuela. Sucedeque en el tercer año ya nos habían preparado parala extracción de una pieza dental y llega elmomento de aplicarlo; el maestro que nos iba a

El doctor Fernando Ortegón, cuarto, de derecha a izquierda, a nivel profesional, participa en un curso de actualización enSan Diego, California, en octubre de 1960, que contó con la asistencia de autoridades en la materia.


El 30 de enero de 1971 en el aniversario 40 de matrimonio de sus padres, Alfredo Ortegón de la Cerda y Evangelina Moralesde Ortegón. Aparece con sus hermanos Luis Antonio, Alfredo, Víctor Manuel, Rosalinda, María de la Luz y Diamantina.

supervisar nos decía: “¿qué vas a hacer?, “voy aextraer”, “¿qué diente?, “éste”, “¿qué anestesiavas a usar?”, “¿qué nervios vas a bloquear?”,“¿qué instrumento vas a elegir?”, “¿qué maniobravas a hacer que culmine con una buenapráctica?”; era como debería de ser, por así decirlo,una lección de anatomía, de fisiología, demecánica, de todo lo propio. Así era la experiencianuestra en la Universidad.Cuando termina su carrera, ¿qué hace?Yo no era hijo de papi que sales y te pongo laoficina, ¿de dónde?, entonces yo tengo que ubicarquién me pudiera dar el recurso para irlo aplicandoy crear mi propia oficina; tenía cinco años ya dehaber terminado la licenciatura cuando en 1966un compañero me dice: “te invito a Tijuana”, yono sabía que era ni sabía si estaba en México ono, una ciudad muy marginada, muy lejos, muyaislada. En última instancia significó para mí una

experiencia muy difícil, pero yo llego a un puntoen el cual había mucho trabajo y puedo presumirque al tercer mes, yo casi casi tenía resuelto miproblema económico, así que dije: “¿para qué memuevo? Empiezo a crear mi ahorro para establecermi propia oficina, por supuesto, con la inquietudde tratar de buscar un mejor nivel y buscando laespecialidad clásica. Pasa un año, se me invita aparticipar como dentista en una dependencia desalud, pero directamente de la Secretaría deEducación, no de la Secretaría de Salubridad yAsistencia, que se llamaba en aquellos años. Estaárea de salud de la Secretaría de Educación seencargaba de labor preventiva en los escolaresde primaria, tenía un centro de atención querevisaba la boquita de los niños y los instruíapara aliviarle los pequeños problemas; esosignificaba para mí un ingreso muy aceptable, porconsiguiente, si yo hablara desde el punto de


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vista económico, ya tenía satisfechas misnecesidades, pero yo seguí con la idea deespecializarme. En 1967 recibimos a un maestrode la Ciudad de México a quien le digo: “me quieroespecializar en ortodoncia”, y me dice: “¿cuándote querrás ir?, porque en dos o tres meses másinicia el curso, entonces tienes que resolverte ya,porque si lo vas a hacer inicia los trámites”. Elprimer trámite era llenar la solicitud y a los 15 o 30días ya tengo respuesta: “preséntate a examen deadmisión en tales fechas”. Tuve la fortuna deaprobar una de las seis plazas que ofrecía laUNAM, y obviamente debí renunciar a todo ycomprometerme de tiempo completo en laespecialidad. La obtengo y me regreso a Tijuanaa iniciar de nuevo con tan buena fortuna que todoel campo estaba para mí, había un mercado

absoluto para mi; ahí crecí, hice mi patrimonio yformé mi familia.

Después surge la inquietud de formar laEscuela de Odontología, estamos hablando de1972. Me integro con un grupo de compañeros,hacemos las gestiones adecuadas, vamos antelas autoridades de educación, y se nos dice:“adelante, luz verde”, y en el 1973 formo parte delos fundadores de la ahora Facultad deOdontología de la Universidad Autónoma de BajaCalifornia.¿Batallaron para formar la facultad?Lo clásico: no hay recursos, como en todas lasdependencias nunca serán suficientes losrecursos; nosotros empezamos en ofrecernuestros consultorios como centros de prácticaa los estudiantes. La Universidad del Sur deCalifornia, en San Diego, nos ofrece apoyo conmaterial que para ellos era obsoleto pero paranosotros fue el fundamento de la escuela, así nosfuimos armando, fuimos creciendo y tuvimos lagran fortuna de ser autores de una instituciónque a los pocos años tuvo la oportunidad decompetir con la Universidad Autónoma de NuevoLeón, con la Universidad de Guadalajara, con laUniversidad de México. Nuestros estudiantes semantuvieron a la altura; en los concursos yreuniones nacionales nos llevábamos a Tijuana,si no un primero, un segundo lugar peroestábamos hablando de una Institución de 10años contra una de 40 o 50 de trayectoria, lo cualnos hacía sentirnos satisfechos de lo queestábamos produciendo.¿En la facultad estuvo como maestro?En la facultad me desenvuelvo durante 37 años.En la licenciatura daba clases en octavo y novenosemestre; pero los que nos iniciamos en docenciano somos docentes, sabemos de la disciplina perono sabemos cómo comportarnos ante unmuchacho o qué factores deben considerarse; laUniversidad Autónoma de Baja California seencargó de formarme como maestro, dándomecursos dentro los aspectos pedagógicos.Debemos entender que hay muchos factores delestudiante que debemos estudiar, mejor dicho,aprender para ser mejores maestros y no un villanoque se para enfrente a humillar muchachitosporque no estudian.

Tuve la oportunidad de formarme con maestríaen salud pública, siempre fue mi tendencia buscar

El doctor Fernando Ortegón es un universitario de éxito.Aquí, durante la presentación de su libro Odontologíapreventiva, editada por la Universidad Autónoma de BajaCalifornia.

soluciones a los problemas de salud de la genteque no tiene el recurso. Esa es la gente que lesdigo yo a mis estudiantes que tenemos quebuscarles una ayuda, por ahí encausaba a losmuchachos para que no piensen que todas lascosas son dinero. Yo tuve la fortuna de hacer unpatrimonio pero nunca a base de abusar de loscostos ni de negarle el servicio a alguien que notenia recursos, de tal manera que me siento muysatisfecho de todo lo realizado.¿También fue director?Los últimos cuatro años, de 2002 a 2006, estuvecomo director. Tuve como gran mérito en migestión haber creado el Centro de Especialidadese Investigación, equipado con lo mejor delmomento en aparatología de la odontología, yacon ello satisfice mi ambición, mi ego de serdirector, que prácticamente fue como mi

despedida. El Rector me invitaba a que continuaracon la dirección de la escuela; le dije: “no gracias,yo ya satisfice mi necesidad de haber logrado serdirector de la escuela”, y le pido que en lugar deque me de otro ciclo de director, me conceda unaño sabático con la idea de formar un libro, quefue lo que hice, un libro para estudiantes deodontología de último nivel que pretendenestudiar la especialidad de ortodoncia; esa es migran satisfacción, seguir contribuyendo a losalumnos.¿Y después?Me jubilo en 2008 y les digo a todos: “póngansea trabajar porque tienen que pagar impuestos paraque yo cobre mi pensión”. Fueron 37 años deconvivir con jóvenes inquietos con otra manerade pensar a la que uno vivió, fue una experienciamuy bonita.

En un encuentro con integrantes de su generación en julio de 2010. De izquierda a derecha, Fernando Ortegón, Luis Gama,Sonia Diana García, Antonio Morales y Américo Benavides.



Patrimonio de Beneficio Universitario

MUESTRA AVANCESDE SUS OBRAS

7 DE MAYO. Es inaugurada la Feria Regiomontana

de Muestras del Acero donde, el Comité de

Patrimonio de Beneficio Universitario instaló un

stand que el Presidente de la república Gustavo Díaz

Ordaz recorre para conocer mediante gráficas,

fotografías, acuarelas, maquetas, perspectivas y

planos, las obras realizadas que se ejecutan y se

llevarán a cabo como parte de los proyectos de

urbanización de los terrenos rescatados al río Santa

Catarina, cedidos por decreto presidencial a la

Universidad de Nuevo León para robustecer su

capacidad económica. Lo acompañaron en su visita

el gobernador Eduardo Livas y Carlos Prieto,

presidente del Consejo de Administración de

Fundidora; y Ernesto Romero Jasso, jefe del

Departamento de Planeación y Mantenimiento.

Designan comisión técnica

SE ENCARGARÁ DE

PLANEAR EL ÁREA MÉDICA

24 DE MAYO. Se integra una comisión técnica

permanente con los directores de las facultades de

Arquitectura e Ingeniería Civil y el de

Investigaciones Urbanísticas a fin de planear el

futuro uso de los terrenos del área médica, y en

particular hacer el estudio del lugar donde deba

construirse el edificio de la Facultad de Salud

Pública, debido a que los estudiantes de Psicología

bloquean los trabajos de cimentación con el argumento

de invadir parcialmente un campo deportivo utilizado

por los alumnos de varias dependencias.

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EFEMÉRIDES

2/mayo/1957. En el hotel Ancira se

celebra el acto mediante el cual la estación

radiodifusora XEAR Radio Alameda lanza

por sus canales la primera de una serie

de radio transmisiones llamada “Remem-

branzas históricas del Colegio Civil”, con

las que colabora en el programa de

festejos conmemorativos al primer cen-

tenario de la gloriosa institución.

14/mayo/1936 . El Consejo de

Cultura Superior resuelve el conflicto

estudiantil suscitado por la impugna-

ción que Marco Flores hizo de la

legalidad de la mesa directiva electa

encabezada por Emilio Caballero Lazo, la

cual es reconocida al presentar comu-

nicaciones de adhesión de la mayoría de

los bloques estudiantiles.

23/mayo/1945. El doctor Telésforo

Chapa comunica al Consejo de Cultura

Superior, la designación dentro del

Comité Directivo Pro Monumento, al

doctor Ángel Martínez Villarreal del

señor Raúl Cota, Secretario de actas,

como encargado para reunir el dinero

aportado por las dependencias universi-

tarias a este fin.

27/mayo/1999. La Revista Musical

Universitaria estrena la obra musical El

fantasma de la ópera de Andrew Lloyd

Webber, dirigida por Alberto Espino en

el Teatro Universitario, con las actua-

ciones de los artistas mexicanos Enrique

del Olmo y Lorena von Pastor, la soprano

regiomontana Yvonne Garza, y el actor y

cantante Mario Tadeo Hernández.

SUCEDIÓ EN MAYO

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B I B L I O G R A F Í A U N I V E R S I T A R I A

L E C T U R A R E C O M E N D A D A

Alfonso Reyes: caballero de la voz errante

ADOLFO CASTAÑÓN

ACADEMIA MEXICANA DE LA LENGUA, JUAN PABLOS EDITORES,UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN, MÉXICO, 2012

A lo que resultaba un estudio bastante completo sobre la vida yobra de Alfonso Reyes, se agrega esta reedición que remoza elmaterial previo e incorpora material nuevo, el cual descubre a unReyes un poco atípico y excéntrico. En esta obra se recorre suniñez, la muerte de su padre, el general Bernardo Reyes; supoesía, su narrativa, sus lecturas, su correspondencia, su carreradiplomática, la arquitectura de sus obras completas y subibliografía.

13.9x21.2 cmISBN: 978-607-711-064-4

Otredades o los alfonsinos lectores

GENARO HUACAL

UANL, 2012

Los comentarios que de Alfonso Reyes hicieronotros escritores y analistas en cartas, diarios y

memorias, los reúne el autor en este volumen. Todosellos le rinden homenaje y son devotos lectores

suyos; incluye escritores de la talla de Jorge LuisBorges y Mario Vargas Llosa, quien dedicó más dedos décadas de su vida para leer su obra completa.

Huacal invita a leer al Regiomontano Universal para“ser un poco más sabios sin que ustedes se den

cuenta”.

Ecologicón. Ecoliteraturaen Alfonso Reyes

GISELA L. CARMONA

UANL, 2012

Esta obra recoge textos con temas ecológicos que seencuentran a lo largo de la extensa bibliografía

alfonsina, la cual abarca 34 tomos que incluyenensayo, novelística, cuento y versos, en donde

Reyes se desdobla, de acuerdo al tema de su interés,como periodista, crítico o escritor.


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H I S T O R I A D E L P R E S E N T E

a Universidad Autónoma de Nuevo León celebró el DíaInternacional de Libro con diversas actividades depromoción de la lectura. En la Casa Universitaria del Libro

se efectuó la Primera Cumbre Estatal de Niños Lectores con laparticipación de 65 estudiantes de primaria, quienes hicieron lalectura pública de cuentos infantiles ante autoridades educativas,compañeros y padres de familia. Cada uno de ellos participó en eltaller “Me lo dijo un Pajarito” y recibieron ese día su constanciacomo promotores de la lectura. Como parte de las actividades seentregó el Reconocimiento al Mérito Editorial UANL al escritor yeditor Arnulfo Vigil, y obsequio de libros.

Por su parte, la Capilla Alfonsina Biblioteca Universitaria realizóun homenaje a Daniel Sada (1953-2011), con la charla a cargo deÉlmer Mendoza sobre la vida y obra del poeta y narrador, paraluego hacer la presentación del poemario El amor es cobrizo porparte de José Jaime Ruiz y Minerva Margarita Villarreal; y luegoobsequiaron cerca de 2 mil libros a maestros, estudiantes y públicoen general.

Las actividades de promoción a la lectura inclu-

yeron la lectura de cuentos infantiles, talleres,

obsequios de libros y charlas con autores.

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a Facultad de Arquitectura inauguróel nuevo Jardín Poniente, espacioque articula el edificio 1 de aulas, el

área administrativa y el área de interacciónsocial.

Se diseñó a partir de los árboles existentespara aprovechar la sombra proyectada,respetando la ubicación de los mismos.Cuenta con 25 módulos para albergardiferentes actividades de recreación, trabajoy estudio, 34 contactos dobles respondiendoa la creciente demanda y uso de dispositivoselectrónicos.

Utiliza un sistema de iluminación a basede Leds RGB, que permiten crear diferentesambientes con colores y losetas sobrematerial permeable para mantener la mayorárea de absorción posible.

El diseño es obra del Taller de Proyectosde la Facultad de Arquitectura, siendo sudiseñador principal el arquitecto MarcoArturo Estrada Marín, y asistenteslas arquitectas Yessica Gabriela MéndezSierra y Laura Alejandra García Gutiérrez.El Jardín Poniente, con una inversión de unmillón de pesos, responde a la demanda deespacios que permitan la interacción paranutrir el proceso de aprendizaje condiferentes posturas y puntos de vista.

INAUGURA ARQUITECTURAJARDÍN PONIENTE

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19 de abril

19 de abril

En el vigésimo aniversario del campeonato de futbol americanode categoría intermedia obtenido en 1992 por el equipo Pegasosde Arquitectura, ante los Castores de la Facultad de IngenieríaCivil, se develó una placa en el pasillo central de la Facultad. Elcoach Mike Cervantes, quien los llevó a esta conquista, asistióal acto al igual que el director: Francisco Fabela Bernal, quienformó parte del equipo campeón.

RECUERDA PEGASOS 20 AÑOS DE CAMPEONATO

23 de abril

2012

Celebra UANLDía Internacional del Libro


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igres de la Universidad Autónoma de NuevoLeón se impuso en la décimo sexta edición dela Universiada Nacional, desarrollada del 16

al 29 de abril, en las ciudades de Veracruz y Xalapa, alencabezar tanto la tabla general con un total de 2 mil393 puntos; como el medallero al sumar 83 metales: 28de oro, 22 de plata y 33 de bronce. La Máxima Casa deEstudios obtuvo los campeonatos nacionales en lasdisciplinas de karate,judo, voleibol de playa,tiro con arco y pruebas decampo en atletismo, ade-más de estar presente en50 finales. La última me-dalla de oro de la Uni-versiada Nacional 2012 sela llevaron las Tigrillas defutbol soccer femenil alganar el 27 de junio conmarcador de 1-0 a las Pu-mitas de la UNAM en lacancha neutral de Ira-puato, Guanajuato.

Obituario

Tigres, heptacampeones dela Universiada Nacional

29 de abril○

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PREMIARÁ UANL A SUS DEPORTISAS

a UANL brindó un reconocimiento a los 314deportistas que integraron la delegación felina queconquistó el sexto título consecutivo en la

Universiada Nacional 2012. En el gimnasio Luis EugenioTodd el Rector Jesús Ancer Rodríguez confirmó que sepremiará con un iPad a cada uno de ellos. “Hemos logradoconsolidar a la Universidad como la número uno del país enel deporte”, señaló. Se espera ya refrendar el campeonato elpróximo año en la Universidad Autónoma de Sinaloa.

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22 de abrilSilvino Jaramillo OsorioA la edad de 87 años falleció el profesorSilvino Jaramillo Osorio, precursor de laFacultad de Ciencias de la Co-municación, donde impartiócátedra por más de 30años y Premio UANL alas Artes 1999. Nació el12 de septiembre de1924 en la ciudad de Vallede Bravo, en el Estadode México. Estudió en elConservatorio de las Ro-sas de Morelia, se recibió deLicenciado en cantos gregorianos. Dirigió elOrfeón Infantil Mexicano y los corales Vocesde México y del Centro Gallego, en la capitaldel país donde trabajó para el Canal 2 detelevisión como arreglista. Además contabacon estudios de letras realizados en la Facul-tad de Filosofía y Letras de la UNAM, deFilosofía en el Seminario conciliar del DistritoFederal y de periodismo en la Escuela dePeriodismo Carlos Septién García. Con unacarrera como músico, compositor y directorde reconocidos coros, llegó a Monterrey in-vitado por el padre Carlos Álvarez, quien leofreció dirigir el coro de la Ciudad de losNiños. También dirigió el Coro de los NiñosCantores de Monterrey y el Coro Universi-tario en los años sesenta. Maestro de laEscuela de Música de técnica vocal yconjuntos corales. En el periódico ElPorvenir escribió su célebre columna “Lavuelta a la manzana” y las reseñas de losconciertos de la Orquesta Sinfónica queinterpretó varias de sus obras, y en cuyosprogramas de mano fue el encargado de lasnotas de las obras.

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3 de mayo

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