01_Sociedad_sistemas _y_agroecología

download 01_Sociedad_sistemas _y_agroecología

of 90

Transcript of 01_Sociedad_sistemas _y_agroecología

  • 8/18/2019 01_Sociedad_sistemas _y_agroecología

    1/90

    Sociedad,sistemasy agroecología

    MA. ANTONIA PÉREZ-OLVERAHERMILIO NAVARRO-GARZA

    DIEGO FLORES-SÁNCHEZLUZ MARÍA PÉREZ-HERNÁNDEZ

  • 8/18/2019 01_Sociedad_sistemas _y_agroecología

    2/90

  • 8/18/2019 01_Sociedad_sistemas _y_agroecología

    3/90

  • 8/18/2019 01_Sociedad_sistemas _y_agroecología

    4/90

    Sociedad,sistemasy agroecologíaDIRECTORIO

    Dr. Jesús M. Moncada de la FuenteDirector General Dr. Raúl Gerardo Obando RodríguezSecretario Académico Dr. José Luis Figueroa VelascoDirector de Campus MontecilloDr. Hermilio Navarro GarzaCoordinador del Posgrado en Estudios del DesarrolloRural

    Sociedad, sistemas y agroecología© Primera edición: 2015

    ©AUTORES:Ma. Antonia Pérez-OlveraHermilio Navarro-GarzaDiego Flores-SánchezLuz María Pérez-Hernández

    ISBN: 978-607-715-259-0

    Edición y corrección: José Alvaro Hernández Floresy Marco Antonio Menéndez CasillasDiseño de portada y diseño editorial: Bertha LauraAlvarez Sánchez

    D.R.© 2014, Colegio de PostgraduadosCarretera México-Texcoco, km 36.5Montecillo Texcoco56230, Estado de México

    © Reservados todos los derechos. No se permite lareproducción total o parcial de este libro ni el al-macenamiento en un sistema informático, ni latransmisión de cualquier forma o cualquier medio,electrónico, mecánico, fotocopia, registro u otros me-dios sin permiso previo y por escrito de los titularesdel copyright.

  • 8/18/2019 01_Sociedad_sistemas _y_agroecología

    5/90

    Sociedad,sistemasy agroecología

    MA. ANTONIA PÉREZ-OLVERAHERMILIO NAVARRO-GARZA

    DIEGO FLORES-SÁNCHEZLUZ MARÍA PÉREZ-HERNÁNDEZ

  • 8/18/2019 01_Sociedad_sistemas _y_agroecología

    6/90

    CONTENIDO

    Prólogo 11

    CAPÍTULO 1. SOCIEDAD Y CAMBIOS 17

    Elementos de lo global y la sociedad nacional: hechos e interpretaciones 17Más escenarios mundiales prometedores: “siempre presentes” 24Contextos económicos y circunstancias en las agriculturas y agricultores 34

    Bibliografía consultada 53CAPÍTULO 2. MODELOS DE CERTIFICACIÓN, SELLOS Y DISTINTIVOSDE CALIDAD EN PRODUCTOS AGROPECUARIOS 59

    Una exigencia del mercado, una preocupación del consumidor 59El concepto de calidad 60La certicación 61Tipos de certicación y su clasicación 61Normas internacionales de certicación orgánica 62Certicación USDA-NOP (United States Departmentof Agricultu re – National Organic Program Standard) 63Certicación en la Unión Europea 63Certicación orgánica JAS 64Comparativo entre las certicaciones 64Certicaciones internacionales privadas 65La agricultu ra orgánica en México 66Regulación y normativas nacionales 67Agencias certicadoras en México 68México Calidad Suprema 70Sistemas de Reducción de Riesgos de Contaminación (SRRC) 74El sistema de Análisis de Peligros y de Puntos Críticos de Control (HACCP) 76Signos distintivos 76Denominación de Origen 78Alimentos típicos y tradicionales 79Comercio justo 80Certicación Participativa y Red de Tianguis Orgánicos 80Comercio de productos orgánicos 81Conclusiones 82Bibliografí a consultada 82Anexo I. Certicación NOP 87Anexo II. Unión Europea 88Anexo III. Certicación JAS 89

  • 8/18/2019 01_Sociedad_sistemas _y_agroecología

    7/90

    PRÓLOGO

    El pensamiento y la práctica profesional que hemos considerado necesarios nos han cap-turado alrededor de la temática, interacciones y procesos posibles entre la sociedad, lossistemas que la hacen funcionar y evolucionar, y nuestro referente profesional respectode las formas de agricultura alternativa.Nuestra opción voluntaria sobre esta temática, sin menor duda compleja, la asumimos como

    un reto y también como una oportunidad. Por una parte, teniendo en cuenta que la propuestaimplícita en esta formulación es por naturaleza general, importante en el contexto de la globali-zación y la interconectividad, la cual se autolimita paulatinamente y pierde su rigurosidad comocategoría analítica a medida que se analizan e interpretan escalas y circunstancias particulares,

    territoriales o locales, que en la mayoría de los casos ilustran la diversidad y riqueza de las socie-dades, sus sistemas y procesos especícos que posibilitan la conceptualización y comprensiónde lo general.

    La oportunidad y exigencia emerge en la circunstancia histórica determinante, que durantenumerosas décadas ha llevado a la creación de un sistema mundial, continuamente recreado ynovedoso, que permite la apropiación y utilización de los recursos renovables y no renovables yde los capitales sociales asociados que los integran en su sistema patrimonial. El contexto globalha coevolucionado junto con sus paradigmas jurídicos, económicos, cientícos y comerciales,que han posibilitado inimaginables desarrollos tecnológicos y sus consecuentes impactos socioe-conómicos; con apoyo de los cuales se ha congurado un sistema social global robusto funcio-nalmente, que ha mutado hasta etapas y niveles desconocidos previamente por la humanidad.

    La historia contribuye al análisis y comprensión del funcionamiento actual de la sociedadglobal, así como de sus modalidades particulares. Los cambios, evolución y mutación que haexperimentado México, de manera especíca durante el siglo pasado y hasta la fecha, han sidotambién únicos en su historia, determinantes en la creación del México actual, en su contextoespecíco y contradictorio de fortalezas, retos y riesgos, respecto de un futuro necesario y, noobstante, vulnerable.

    En estas circunstancias, la motivación para la contribución de esta obra ha marcado camino,pero es limitada. En la primera sección se presenta un compendio y análisis general de expresio-nes e iniciativas frente a los estados de riesgos sociales y agrarios de diferentes momentos, talescomo los reclamos para la conservación y manejo del suelo y agua mediante iniciativas origina-les, que propusieron la alternativa de una agricultura ecológicamente amigable con la sociedady la naturaleza, ya durante el periodo de los años veinte y hasta la década de los cuarenta delsiglo pasado. Así como la advertencia sobre contaminación global —en particular por los agrotó-xicos de la agricultura— y su impacto en la naturaleza, señalada por Carlson en 1962, y las conse-cuentes constataciones. Por otra parte, se listan algunas implicaciones globales ocasionadas porla movilización de instancias públicas y sociales internacionales, ejemplicadas como resultadose impactos a través de planes, resoluciones, reportes y programas.

    Abonando a la ilustración de la polémica global durante varias décadas, sobre la utilizaciónde los recursos y sus efectos e impactos diversos, esta primera sección aporta algunos elemen-tos sobre los cambios y resultados de los mismos, en el sector rural y en la agricultura mexicana.Los procesos y hechos resultantes aparentan ser contradictorios, considerando lo limitado de

    CAPÍTULO 3. LAS ORGANIZACIONES EN EL SECTOR RURAL. FIGURASASOCIATIVAS Y SU PARTICIPACIÓN EN LA AGRICULTURA ORGÁNICA 93

    Introducción 93El asociacioni smo en el medio rural 94Figuras jurídicas 97La agricultura orgánica en México 102La asociatividad en la agricultu ra orgánica 105Certicadora Mexicana de Productos y Procesos Ecológicos Certimex 106Consideraciones nales 113Bibliografí a consultada 113

    CAPÍTULO 4. AGROECOLOGÍA Y LA APLICACIÓN DE SUS PRINCIPIOS:EXPERIENCIAS EN VALLES ALTOS Y TRÓPICO SECO 119

    I. Agroecología: conceptualizac ión y principios 119II. Estrategias para la promoción de la agroecología 121III. Rehabilitación agroecológica de suelos volcánicos endurecidos 122

    IV. Biodiversidad funcional en agroecosistemas periurbanos 127V. Integración de leguminosas: sus efectos en sistemas de cultivode maíz en la Costa Chica 132VI. Integración de compontes agroecológicos y su impacto en el balancede nutrientes y materia orgánica a nivel sistema de producción 136Bibliografí a consultada 145

    SOBRE LAS Y LOS AUTORES 153

    ÍNDICE DE FIGURAS 159

    ÍNDICE DE CUADROS 165

    SIGLAS 171

  • 8/18/2019 01_Sociedad_sistemas _y_agroecología

    8/90

    12

    Sociedad, sistemas y agroecología Prólogo

    sus alcances y la tendencia hacia la disfuncionalidad alimenticia, socioeconómica y ecológicadel sistema agrario nacional. En su caso, los impactos de naturaleza entrópica han estado vincu-lados estructural y especícamente a una gran mayoría de productores rurales, así como de loscampesinos e indígenas; entre los resultados se registran sus altos niveles de pobreza, bajo niveleducativo, fragilización socioeconómica, exclusión social, mínima calidad de vida y bienestar. Laemigración rural masiva ha sido y es una consecuencia. Circunstancias que alimentan una pros-pección evolutiva desfavorable, para la vida rural, con su multifuncionalidad histórica necesariade las agriculturas territoriales y sus agricultores.

    Sin embargo, la sociedad ha alimentado en el seno de la contradicción frente al reto del desa-rrollo socioecológico igualitario y justo, la búsqueda y operación de sistemas públicos y colecti-vos, que contribuyen de diversas maneras para el manejo alternativo y durable de los recursos.En esta perspectiva, en la siguiente sección de la obra se identican y analizan los modelos decerticación, los sellos y varios distintivos de calidad en productos agropecuarios, señalando supertinencia con base en las exigencias del mercado y de la sociedad, así como por una preocupa-ción generalizada de los consumidores que visualizan una alimentación sana, sin impactos agro-ecosistémicos asociados. Sobre lacerticación de los productos alimenticios se registra el estado

    del arte, anticipando que puede basarse en una variedad de actividades constantes de inspeccióndel proceso de producción, la scalización de los sistemas de garantía de calidad y el examen delos productos terminados; así como los protocolos para su manejo hacia el consumidor, por locual se analizany discuten las nuevas tendencias y exigencias en el mercado de productos ali-menticios, destacando una demanda creciente de productos inocuos y una mayor trazabilidad—seguimiento— para asegurar la calidad de los mismos.

    Es notorio que bajo las circunstancias globales es apremiante el conocimiento y aplicación deuna vasta normativa internacional y, de manera especíca, la respectiva de carácter nacional.En consecuencia, se identican e ilustran varios ejemplos de sistemas alternativos, entre ellosla agricultura orgánica, la agroecología, el comercio justo, la denominación de origen, las marcascolectivas, los protocolosde reducción de riesgos de contaminación (SRRC), así como los estable-cidos para buenas prácticas agrícolas, entre otros.

    Otra sección valora y nos recuerda la vasta experiencia organizativa que se ha tenido duranteaños en el sector rural. La discusión sobre los modelos organizativos “siempre ideales” propues-tos por numerosas iniciativas de políticas públicas y privadas, como requisito y condición parala puesta en marcha de los grandes programas y proyectos especícos, nos recuerda la congu-ración espacio-temporal de un mosaico territorial de experiencias, entre aciertos y fracasos, quehistóricamente se han enfrentado a la realidad en su complejidad y diversidad.

    Los resultados de experiencias de numerosas guras de organización colectiva de los actoresterritoriales, algunas como responsables de su participación determinante en el desarrollo local—mediante procesos de apropiación patrimonial, autogestión y empoderamiento territorial—, soncontundentes al demostrar su potencial; sin embargo, son confrontados a la dependencia alimen-taria nacional y la indudable crisis del agro. El conjunto nos muestra que las lecciones y exigen-cias históricas no han sido sucientemente integradas ni valoradas, como metafactor necesarioque conlleve hacia el bienestar socioterritorial y una mejor calidad de vida.

    La última sección tiene como propósito enriquecer el conocimiento y divulgar experienciasde investigación de campo que se han generado desde la praxis y expectativa de la agroecologíamoderna. Nos permite profundizar la gama de conocimientos de la agricultura alternativa, en par-ticular ir más allá del patrón frecuentemente sugerido como universal de la agricultura orgánica.

    De inicio, señala como concepción original de la agroecología a una disciplina cientíca queaplica los métodos ecológicos para el manejo de los sistemas agrícolas; también nos recuerdaque se le consideraba como la ciencia de los agroecosistemas. Al respecto, nos propone que en la

    actualidad la agroecología tiene un carácter polisémico, según sea ponderada profesionalmenteentre diversos actores sociales: como una interdisciplina cientíca, o un conjunto de prácticassociotécnicas o un movimiento socioterritorial. Su conectividad y sinergia serán fundamentalesen la nueva agroecología. También se discute una propuesta actualizada de los principios agro-ecológicos, mismos que asocian a los sistemas agroalimentarios sustentables y, valga subrayar, alos sistemas territoriales de utilización socioecológica de los recursos con nes de producir bie-nes agropecuarios.

    Los métodos y técnicas de investigación, así como los resultados obtenidos, se ejemplicancomo experiencias del quehacer agroecológico, según diversos objetivos relacionados, sean deformación de recursos humanos en la investigación o con nes de desarrollo.

    Finalmente, los cambios sociales territoriales y sus sistemas alternativos locales para la apro-piación y utilización de los recursos son, a n de cuentas, nuestra herencia patrimonial y com-promiso, entre saberes sociotécnicos y sistemas de relaciones sociales posibles y necesarias, paraun futuro durable.

    Hermilio Navarro GarzaChiautla, Estado de México

  • 8/18/2019 01_Sociedad_sistemas _y_agroecología

    9/90

    Capítulo 1Sociedad y cambios

  • 8/18/2019 01_Sociedad_sistemas _y_agroecología

    10/90

    SOCIEDAD Y CAMBIOS

    Hermilio Navarro-GarzaDiego Flores-Sánchez

    Luz María Pérez-Hernández

    La noción malthusiana del crecimiento exponencialde la población ha sido útil, hasta la fecha,

    para justicar todo tipo de atrocidades sobrela sociedad y la naturaleza.

    H. Navarro

    Elementos de lo global y la sociedad nacional: hechos e interpretaciones

    En el contexto de la sociedad nacional es posible reconocer, para unos actores, que la conforma-ción y funcionamiento de sus sistemas de aprovechamiento de recursos, económicos y sociales,han sido inuenciados por ciertas inercias, fuerzas y, en algunos casos, por importantes determi-naciones que han obedecido a necesidades e intereses del modelo de desarrollo económico-indus-trial predominante; los cuales con frecuencia amplían y reproducen con simpatía, las directrices,la participación y benecios para reducidos grupos de interés extranjeros. Para otros, que la or-ganización nacional jurídica y socioeconómica actual, siendo el resultado de épocas, modelos ytransformaciones experimentadas bajo la inuencia de sistemas globales, en pocos casos con des-viaciones relativas, en lo general ha presentado consistentemente una tendencia clara de depen-dencia y subordinación encontinuum , íntimo de un sistema multinacional y global fortalecidocomo multicorporativo, básicamente funcional por sus intereses externos nancieros e industria-les. En este contexto, los intereses y proyectos nacionales para el bienestar de países especícosy grandes regiones en que se ubican, son marginales frente a aquellos que privilegian los intere-ses y ganancias con nes privados, sobre los intereses públicos y colectivos.

    Una primera consideración relativa al contexto social glo bal es sugerente para reconocerque las interdependencias entre países se han magnicado, así como la complejidad funcionalde las interacciones. Con los retos de dicho referente se tratará de documentar y analizar, en logeneral, la orientación del modelo de crecimiento y las transformaciones experimentadas enMéxico, en su caso aquellas inuenciadas por los principales agentes o actores sociales globalesy nacionales; las orientaciones sociocomerciales nacionales de exportación e importación debienes y servicios; la orientación e inuencia social mediante numerosos procesos, tales como

  • 8/18/2019 01_Sociedad_sistemas _y_agroecología

    11/90

    Capítulo 1. Sociedad y cambios

    18

    Sociedad, sistemas y agroecología

    los relacionados con los programas de fomento tecnológico; los intercambios migratorios enambos sentidos, los culturales y su implicación política. Esta dinámica contrastante, por unaparte la evolución de proximidad hacia el norte por el Tratado de Libre Comercio de Américadel Norte (TLCAN), en 1994, y con los “países industrializados” por motivo de la incorporacióna la Organización para Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en 1993, y por otra, desensible distanciamiento de identidad y de desarrollo de funciones económico-sociales sinérgi-cas con la mayoría de países de Latinoamérica, en particular con aquellos países democráticosen búsqueda de un futuro socioeconómico regional latinoamericano independiente y solidario,varios de ellos contestatarios de programas unilaterales y de las imposiciones y exigencias dela política nanciera-económica global, con su modelo de industrialización y desarrollo agroin-dustrial, en la mayoría de los casos desventajoso para la mayoría de agricultores y campesinosdel agro. Tales consideraciones se proponen como “tela de fondo” para comprender la ruta, losalcances y las limitaciones que se han presentado en nuestra temática central de la obra, losagricultores y agriculturas. Con particular interés en l a identicación, análisis y reexiones so-bre las determinaciones suprasistémicas explícitas y supuestas, de acuerdo con la informacióny comentarios presentados en este capítulo.

    Un aspecto a considerar es el reto de la dicultad para acceder o disponer de información ve-raz y pertinente para el análisis de las transformaciones en el sistema institucional mexicano,con relación a las reformas estructurales de una época referenciada con nes operativos comolínea base (1982-1994); misma que será sustento para comprender los cambios y mutaciones enel agro, en su caso sudisfuncionalidad histórica asociada a las modalidades del quehacer público y privado, así como sus omisiones hasta la fecha .

    Entre ellas, las implicaciones ocasionadas por la apertura nanciera-comercial; la subordina-ción y dependencia cientíca y tecnológica; el predominio de las empresas agroindustriales enel abasto de insumos productivos y en la comercialización de bienes agropecuarios; sus implica-ciones en la dependencia alimentaria; así como en los importantes y visibles impactos socioeco-nómicos y ambientales actuales.

    Estos procesos y mutaciones se han magnicado al correr de los años, durante las dos décadassiguientes (1994-2014) a través de continuas y nuevas transformaciones estructurales, sublima-das por un contundente viraje ideológico. Entre dichas transformaciones es evidente el olvido ypérdida relativa de la raíz y herencia nacionalista, previamente y hasta hace unas décadas, avoca-das a la defensa y construcción permanente de una patria soberana, protectora de su identidad,su alimentación suciente y la gestión en plena libertad de sus capitales sociales y sus recursosnaturales. Sin embargo, entre los ejemplos de cauces seguidos, se puede señalar la persistenciapública-privada de los últimos años y la contundencia de la liquidación y privatización del sis-tema institucional del sector agropecuario, y de numerosos procesos jurídico-administrativos quehan incidido impactando en la descapitalización de los sistemas sociales y productivos rurales,campesinos-indígenas y de pequeños productores rurales, mediante intensos procesos de empo-brecimiento, proletarización, abandono territorial y emigración.

    Desde dicha perspectiva, el reto para comprender la complejidad de las relaciones e implica-ciones de la sociedad global, como un sistema, demanda una reexión documentada y crítica,motivada y sustentada en numerosos aportes de varios cientícos de las ciencias de la vida, hu-manistas y librepensadores. Sus aportes en las últimas décadas han contribuido al conocimientode los efectos antropogénicos urbanos, de las políticas y prácticas sociotécnicas sobre los recur-sos naturales y la sociedad.

    Finalmente, este capítulo busca contribuir a una reexión histórica pertinente, reconociendola preocupación y temor —siempre presentes— por las mutaciones socioterritoriales de las últimasdécadas y su gravedad, las cuales ilustran de manera contundente procesos complejos e internos,

    asociados a los supranacionales, mismos que mediante procesos diversos han fragilizado e im-pactado entrópicamente al sistema sociedad-naturaleza de carácter nacional.

    Quizás una primera contribución, con base en una reexión motivada por unsentimiento deasombro respecto de una utopía “siempre prometida”, de la manera más general por la oferta uni-versal del desarrollo social y especícamente del rural. En su caso, sea respecto de la ilusión delinicio de una nueva era, ya durante el siglo XX, anunciando el logro de una sociedad global debienestar generalizado, con libertad e igualdad, sostenida en la seguridad de la ciencia y la tecno-logía, la industrialización galopante y los arreglos institucionales, como bases requeridas para lasatisfacción del bienestar y alimentaria entre los países. En particular, considerando las políticase importantes recursos para la modernización dirigida hacia varias generaciones de nuestros agri-cultores, enarbolando la conveniencia de la cultura y agricultura de los países “metrópoli”, tam-bién reconocidos como “del norte” o desarrollados, con relación a los “del sur” o subdesarrollados.

    Un referente temático que puede ilustrar la reexión en cuestión se tiene al nalizar la SegundaGuerra Mundial, a mediados de la década de 1940 del siglo pasado, de acuerdo con la coyunturahistórica que forjó en forma incipiente la matriz para el paradigma del desarrollo global necesa-rio, misma que enarboló como paradigma de base el principio democrático entre países y pueblos.

    Al respecto, en 1943 se tiene un buen ejemplo de dicha intencionalidad global y ocial en sucaso plurinacional, año que se convoca a representantes de los gobiernos de 44 países, los cua-les se reúnen en Hot Springs, Virginia (Estados Unidos de América), y se comprometen a fun-dar una organización permanente dedicada a la alimentación y la agricultura. En 1945 se da elprimer periodo de sesiones de la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para laAlimentación y la Agricultura (FAO), celebrado en Quebec, Canadá, en donde se constituye y le-gitima la FAO como organismo especializado de la Organización de las Naciones Unidas, y en 1960se pone en marcha la campaña mundial contra el hambre.1

    En la actualidad, la FAO aún contempla como objetivo estratégico: “Alcanzar la seguridad ali-mentaria para todos y asegurar que las personas tengan acceso a alimentos de buena calidad queles permitan llevar una vida activa y saludable”, reconociendo tres objetivos principales: “la erra-dicación del hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición; la eliminación de la pobreza yel impulso del progreso económico y social para todos, y la ordenación y utilización sosteniblesde los recursos naturales, incluida la tierra, el agua, el aire, el clima y los recursos genéticos, enbenecio de las generaciones presentes y futuras”.2

    Los planteamientos de la época son ociales y generalizados, siendo el crecimiento económicola base para el progreso, con sustento enla revolución para la producción de alimentos , que ase-guraría el bienestar ausente en los países dependientes o subdesarrollados.

    Así, entre numerosas iniciativas y modas que inuyeron de manera contundente en modelospara la política económica de América Latina y otros países, se tiene la propuesta Rostow (1960),quien en su libroLas etapas del crecimiento económico señala las cinco etapas típicas para alcan-zar los estándares o niveles existentes en la época en los países desarrollados: sociedad tradi-cional, etapa de transición, despegue económico, camino a la madurez y consumo a gran escala.

    La premisa sostiene que el subdesarrollo es solo una fase precursora del desarrollo, acotandoque todos los países desarrollados pasaron por un periodo de subdesarrollo a través de las cincoetapas, las cuales son ineludibles para todos los países. El paradigma se planteó comoel caminosine qua non para los países subdesarrollados e interesados en su desarrollo, a imagen y seme- janza del modelo occidental. De manera esquemática, desde esa fecha se generalizó como unprincipio general y ruta única a seguir para el logro del progreso que aseguraba la posibilidad del

    1 Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.(2014). “FAO hace 50 años”.Cons ultado en octubre de 2014,en http ://www.fao.org/about/es/2 Idem.

  • 8/18/2019 01_Sociedad_sistemas _y_agroecología

    12/90

    20

    Sociedad, sistemas y agroecología Capítulo 1. Sociedad y cambios

    desarrollo de los países dependientes o no-desarrollados, a semejanza de los países desarrolla-dos (gura 1a). Una interpretación alternativa y crítica podría ser el caso de la gura 1b, la cualsugiere la existencia de un único proceso global-temporal, con íntimas relaciones de conectivi-dad de dominancia, por una parte, y subordinación, por otra. Nuestra propuesta se inspira en elmodelo del desarrollo desigual y combinado.

    Figura 1. Esquemas: a) modelo Rostow y b) alternativo del desarrollo desigual y combinado.

    En cierta forma, una modalidad de la teoría y modelo político de la propuesta de Rostow fue-ron operados en América Latina con el nombre de la Alianza para el Progreso, bajo el liderazgopolítico y económico de Estados Unidos.

    Según el gobierno estadounidense,3 la Alianza para el Progreso fue propuesta por el presidenteJohn F. Kennedy, como un plan de 10 años para ayudar a “construir un hemisferio en el que to-dos los hombres puedan tener la esperanza de un estándar de vida apropiado, en el que todospuedan vivir su vida con dignidad y libertad”. La cita es elocuente. En la siguiente cita se denotano solo el interés del desarrollo y la justicia en América Latina, sino la intención de EUA, dada lacoyuntura de la Guerra Fría y la reciente Revolución cubana de 1959 y su potencial riesgo, como“punta de lanza” para el socialismo intelectual y social en boga en América Latina:

    La iniciativa planteaba amplias reformas sociales y económicas, inclusive políticas impositi-vas más igualitarias, distribución de ingresos y reforma agraria, con el objeto de acelerar eldesarrollo y lograr sociedades más justas en todo el Hemisferio Occidental. Kennedy le dioalta prioridad al compromiso de Estados Unidos con América Latina, al reconocer que las lu-chas de la región contra la pobreza y el analfabetismo podían poner en riesgo a las institucio-nes democráticas. Así también, con la Guerra Fría en sus momentos más intensos, Kennedyestaba decidido a limitar la inuencia del régimen comunista de Cuba en la región.

    Kennedy anunció ocialmente la Alianza para el Progreso durante una recepción en laCasa Blanca para el cuerpo diplomático de América Latina, el 13 de marzo de 1961 [señalando]A todo lo ancho de América Latina, un continente rico en recursos y en logros espirituales yculturales de sus pueblos, millones de hombres y de mujeres padecen la diaria degradaciónde la pobreza y el hambre, […] propuso un plan que requería un enorme esfuerzo de coopera-ción, sin paralelo en magnitud y nobleza de causa, para satisfacer las necesidades básicas delos pueblos de las Américas, de techo, trabajo y tierra, salud y escuela […] Estados Unidos pro-metió aportar 20 000 millones de dólares en ayuda y pidió a los gobiernos de América Latinaque aportaran 80 000 millones de dólares en fondos de inversión para sus economías. En esaépoca, fue el mayor programa de ayuda creado por Estados Unidos para el mundo en desarrollo.

    3 Monsen,Lauren. (8 de marzo de 2011).“La Alianza para el Progreso y su legado”.Embajada de Estados Unidos de América. Consultado en julio de 2014,en http://iipdigital.usembassy.gov/st/spanish/article/2011/03/20110308155148x0.1034313.html#axzz38v9MusUG

    Sin embargo, los procesos y los hechos pronto demostraron que las soluciones a las causasprofundas del subdesarrollo —las del desarrollo desigual y combinado— no fueron contempladasentre los numerosos programas regionales ni nacionales de la época. Las evidencias mostraronvarias desviaciones y evidentes mecanismos de subordinación de los sectores económicos y so-ciales de los países, los cuales anticipaban en la dinámica temporal un evidente incremento delas distancias y calidades entre los “estados de desarrollo” existentes entre los países desarrolla-dos y subdesarrollados.

    Como reacción ante los hechos, valorando las evidencias de las limitaciones de logros alcan-zados y las previstas para el desarrollo anunciado, en la época se generó un discurso alternativode contrapeso en América Latina. Entre ellos, la teología de la liberación y la teoría de la de-pendencia. En cuanto a esta última, el brasileño Teothonio Dos Santos fue uno de los pionerosen su formulación, resaltando la existencia de países metrópolis y periféricos y las relacionesde dominación de los primeros sobre los segundos. Sus obras originales al respecto fueron:Elnuevo carácter de la dependencia (1968),Socialismo o fascismo: el dile ma latinoamericano (1969)y La nueva dependencia en América Latina (1970). Durante su exilio en Chile (1967-1973) fue di-rector del Centro de Estudios Socioeconómicos (1972 y 1973), que se constituyó en uno de los

    principales centros de elaboración del pensamiento latinoamericano entre las décadas de 1960y 1970. Además, fue el principal impulsor para la formulación de la teoría de la dependencia,embrión de los análisis del sistema-mundo y punto de referencia para la intelectualidad revo-lucionaria regional y mundial.

    En particular, durante su exilio en México, en la introducción de su publicaciónImperialismo y dependencia (1978), Dos Santos relata su interpretación sobre los procesos políticos y económi-cos en Brasil y en la escala mundial:

    Iniciamos nuestros estudios empíricos sobre la economía internacional, en Brasil entre 1964y 1966, periodo en que éramos perseguidos por la dictadura militar recién instalada. La ur-gencia del tema era evidente para las fuerzas de izquierda. La dictadura iniciaba un procesode fuerte integración de nuestra economía con la economía capitalista mundial, particular-mente con Estados Unidos.

    Había que comprender muy claramente el carácter de esta integración.A nes de 1965, llegamos a la conclusión de que el sistema capitalista mundial había en-

    trado en una nueva etapa de integración en la posguerra de 1939-45 y había iniciado un nuevociclo prolongado de crecimiento, apoyado en las empresas multinacionales.

    Con los años se reconoce a Dos Santos como uno de los intelectuales que han profundizadola teoría del sistema mundial.4 Entre numerosos intelectuales de dicho movimiento intelectualalternativo se reconoce a los brasileños Vania Bambirra, Ruy Mauro Marini, Emir Sader, entreotros; los argentinos Tomás Vasconi e Inés Recca; los cubanos Germán Sánchez y José Bell Lara;el alemán André Gunder Frank; el francés Régis Debray, y otros. A ellos se les atribuye, según elprólogo de C. E. Martins:

    [...] maduran las bases de la teoría de la dependencia. Esta teoría no se reduce a una interpre-tación regionalizada, relativa al capitalismo de las periferias. Ella parte metodológicamentede la formación de una economía mundial monopólica, jerarquizada y competitiva como unadimensión indispensable de la base material de la acumulación de capital y punto de partidapara la comprensión de los distintos capitalismos nacionales.

    4 Consultado en http://theotoniodossantos.blogspot.mx/p/sobre-o-autor_3835.html.

  • 8/18/2019 01_Sociedad_sistemas _y_agroecología

    13/90

    22

    Sociedad, sistemas y agroecología Capítulo 1. Sociedad y cambios

    La economía mundial capitalista genera convergencia y conicto de intereses entre lasdiversas fracciones de clase que en ella ejercen el papel de dirección. Está constituida fun-damentalmente por la relación entre las burguesías de los países centrales y periféricos, ysus leyes inciden de forma distinta sobre estas regiones, en función del poder económico di-ferenciado que poseen y de las relaciones de competitividad y compromiso que establecen.

    En 1962, desde otra perspectiva también global, relativa a los todavía desconocidos impactosambientales o ecosistémicos en la sociedad mundial, con la responsabilidad del sistema agroindus-trial internacional, Rachel Carlson documentó y señaló —en su obraLa primavera silenciosa — elproblema de la contaminación mundial por el uso descontrolado de los agroquímicos, particula-rizando los impactos en las cadenas trócas imbricadas entre la sociedad y la naturaleza.

    Los estudios de Carlson la llevaron a acumular evidencias, a pesar de las dicultades políti-cas y cientícas de su época, sobre los efectos del DDT y otros plaguicidas que habían entrado alcircuito de la agricultura industrial de la posguerra, en particular los organoclorados (entre ellosel icónico DDT, hoy prohibido) y organofosforados (paration, fosfamidon, prohibidos en numero-sos países). La autora observó su incidencia sobre una gran cantidad de especies de las cadenas

    trócas; en particular, documentó la persistencia de las moléculas en el medio y en los tejidos delos seres vivos, una gran cantidad de las cuales ocasionaban efectos complejos en sus funciona-mientos, denotando que se les atribuía una gran diversidad de alteraciones metabólicas y morfo-lógicas, mismas que producían problemas en la morbilidad, mortandad y reproducción biológicade varias especies del ecosistema global.

    La “alarma roja” de Carlson fue percibida y reconocida en forma generalizada por la sociedadglobal, para muchos fue contundente y marcó el inicio de una primera época del ecologismo mun-dial. Sin embargo, los registros muestran que de inmediato fue fuertemente asediada y demeri-tada por numerosos agentes vinculados a intereses privados y públicos de empresas nacionalese internacionales,5 así como por tomadores de decisiones y operadores de numerosos programasnacionales de desarrollo agrícola, subordinados y enajenados por el paradigma de la moderniza-ción de la agricultura, a imagen y semejanza del modelo agroindustrial imperante en el mundooccidental. Este modelo agroindustrial estaba sustentado principalmente por los alcances cien-tícos y tecnológicos de la agroindustria de EUA, fundamentada en la agricultura industrial-co-mercial productora de ganancias, mediante la “racionalización y eciencia” de los factores clásicosde la producción: tierra, trabajo y capital.

    Con las evidencias disponibles, la autora señalaba la externalización de numerables impac-tos sobre el medioambiente y la salud. Sin duda, entre las mejores evidencias de las causales eimpactos registrados se tuvo el modelo de desarrollo agrícola de EUA y Canadá, así como el pro-grama europeo inicialmente implementado en seis países —inmediato al n de la Segunda GuerraMundial—, denominado Política Agrícola Común (PAC). A partir de ellos, la llamada Revoluciónverde se diseñó y operóad hoc para los países subdesarrollados. Cabe señalar que, en su origen,esta última fue concebida y validada a escala país en México (mediados de 1940-60), para des-pués ser exportada a varios países de América Latina, así como de otros continentes, tales comoIndia, Afganistán, entre otros. En todos los casos con una fuerte coparticipación y nanciamientoinicial de EUA; después se sumaron varios países europeos.

    Carlson contribuyó en l os planteamientos alternativos de l a época. Así, por ejemplo, desdela perspectiva del funcionamiento de los sistemas agrícolas modernos y sus causales en la di-mensión ambiental, retomó a Howard (1940), quien años antes hizo aportaciones para sentar las

    5 En particular,de las empresas transnacionales productoras y comercializadoras de los hoy llamados agrotoxicos,así como por investigadores de éticadudosa,mismos que ayer y hoy muestran conductas e interpretaciones favorables a los intereses de las transnacionales.

    bases de la agricultura conocida como orgánica o ecológica, frente a lo que llamo excesos de lamodernización de la agricultura.

    Con apoyo en las formulaciones económicas sobre la agricultura de la época, el premio nobelSchultz, de acuerdo con sus conocidas publicacionesCrisis económica de la agricultura mundial (1965) yCrecimiento económico y agricultura (1968), arma que la producción agrícola de Méxicoha venido creciendo al ritmo, tan elevado como poco habitual, de 7.1 % al año, precisando que esuno de los pocos países que vienen modernizando la industria y la agricultura a la vez. De nues-tro interés temático, al respecto propone la interpretación siguiente:

    Los economistas mejicanos [sic] ven la causa en la Reforma agraria; pero aunque esta re-forma tuviera ciertamente importancia como escenario político y económico sobre el que seiba a producir el progreso económico […] los ejidos (conjunto de pequeñas ncas resultantesde las parcelación de las grandes haciendas) fueron creados por la Reforma agraria, pero nohan dado buenos resultados. Sin embargo, a muchas ncas ajenas a los ejidos les ha ido muybien. El gobierno no solo ha invertido en presas y regadíos, sino también con la ayuda de laFundación Rockefeller, en las ciencias agrícolas. Se han adoptado muchos factores agrícolas

    modernos […] Pero la instrucción y la capacitación de los campesinos anda retrasada y pareceestarse convirtiendo en un factor limitativo del crecimiento.

    Para algunos, tal interpretación de lo hechos podría seguir siendo válida al considerar los fac-tores instrucción y capacitación como limitativos del crecimiento. Para otros, su validez es rela-tiva, tomando en cuenta que los cambios y mutaciones ocurridos hasta la fecha han interactuadoy dependen de nuevas circunstancias. En su caso, con una interpretación complementaria de laépoca, en el Informe Anual 1969-70, del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo(CIMMYT), establecido en México a partir de 1963, especica:

    Durante la década pasada, a través del mundo en desarrollo, la producción de maíz y trigoavanzó como nunca lo había hecho. En México, por ejemplo, el rendimiento medio de trigose incrementó de unos 2,200 kg/ha en 1960 a 3,200 kg/ha en 1969-70. La producción de maízaumentó de unos 6 millones de ton en 1960 a casi 9 millones en 1968.

    Con variedades rendidoras y tecnología de producción importada de México, Pakistán au-mentó su producción de trigo de 4.6 a 8.4 millones entre 1965 a 1969-70. En India, el aumentofue de 12 a más de 20 millones de toneladas, entre 1965 a 1969-70. “Revolución Verde” se hallamado a este cambio en la producción, que a su vez estimula a muchos países a emprendermayor actividad para lograr autoabastecerse en sus granos alimenticios básicos.

    En dicho informe, también se señalan efectos asociados a la Revolución verde mexicana enIrán, Turquía, Afganistán, Túnez, Marruecos, Argelia, Ecuador, Perú y Bolivia, entre otros. Se agregaque durante el periodo 1965 a 1968, México exportó aproximadamente 100 000 toneladas de se-milla, la mayor parte de la cual fue a India, Pakistán y Turquía; resaltando que dicha operación hasido la mayor transacción de semillas registrada hasta dicha fecha en el mundo. Asimismo, comointerpretación de los hechos ocurridos, se precisa y pronostica lo siguiente:

    Los progresos registrados en la producción de maíz y trigo en los trópicos y subtrópicos sepueden atribuir a la combinación de tres factores principales:1) el desarrollo y utilización de variedades de alto rendimiento, resistentes a las enfermeda-des; 2) el desarrollo y uso de un paquete tecnológico de prácticas agronómicas mejoradas,que incluye mejores densidades de población y un empleo más adecuado de los fertilizantes,

  • 8/18/2019 01_Sociedad_sistemas _y_agroecología

    14/90

    24

    Sociedad, sistemas y agroecología Capítulo 1. Sociedad y cambios

    y 3) una relación favorable entre el costo de los insumos y el precio que el agricultor recibepor su producto.

    Merced a diferencias de 50 a 100% en el rendimiento y las ganancias entre la nueva y lavieja tecnología, la tasa de adopción ha sido alta y rápida entre agricultores comerciales. Esoes especialmente cierto en zonas irrigadas o con una precipitación pluvial adecuada, dondelos riesgos tienden a ser bajos. El aumento acelerado de la producción es más bien un asuntode ofrecerle un paquete tecnológico con el cual pueda obtener una ganancia. Mientras ma-yor sea la ganancia, más rápido se difundirá la tecnología. Las secciones de producción decultivos y de comunicaciones del CIMMYT, así como varias instituciones de investigación,crédito y extensión participan en el Plan Puebla. Se espera que en pocos años, los agriculto-res del área de trabajo se habrán cambiado a la agricultura comercial, independientementedel tamaño de su nca.

    A inicios de los setenta se viven ya los resultados de una tendencia de cambios profundos in-sertos en el binomio industria-agricultura en los países desarrollados, con resultados que posibi-litaron la suciencia alimentaria y sentaron las bases para la exportación de alimentos.

    El ejemplo se avaló económica y políticamente en los países subdesarrollados y fue contun-dente para que los modelos de tecnológicos de las agriculturas íntimamente vinculadas a la in-dustria y al mercado sirvieran como referentes para el desarrollo agrícola nacional, a partir delos cuales se generaron modelos análogos —novedosos— que inspiraron y acompañaron procesospara nuevas políticas y programas nacionales de apoyo, tanto en México como en numerosos paí-ses de América Latina y otros continentes. Con los años, fueron acompañados de procesos quereclamaron transformaciones rurales estructurales y funcionales profundas.

    Al respecto, es relevante señalar que bajo el paradigma y con los apoyos políticos, económicos,cientícos y tecnológicos de la Revolución verde, se impulsó un mismo modelo genérico para eldesarrollo agrícola, a pesar de una gran diversidad y complejidad de las circunstancias culturales,sociales, económicas y ecológicas al interior de los territorios rurales dentro y entre los países.Indiscutiblemente contradictoria, bajo los principios imperantes en la actualidad, del desarrollodel capital humano, social y natural, debido a numerosos impactos controvertidos en los paísesno industrializados o subdesarrollados.

    Más escenarios mundiales prometedores: “siempre presentes”

    El reporte para el Club de RomaEn 1968, por iniciativa del Club de Roma, se convocó a diferentes personalidades para preparar unainvestigación, con el objetivo general de contribuir en la comprensión de la diversidad, variabilidade interdependencia de los factores económicos, políticos, naturales y sociales que conforman elsistema global en que vivimos, con el interés de formular sus escenarios. La investigación fue reali-zada bajo la coordinación del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés).

    Los resultados fueron publicados en 1972 con el títuloThe Limits to Growth. A Report for TheClub of Rome’s Project on the Predicament of Mankind . El reporte fue un éxito, por la originalidadde los factores utilizados sobre la temática abordada en la época, por los incipientes instrumen-tos computacionales que utilizó y los alcances propuestos por el modelo, en particular por losescenarios que propuso. El reporte es un patrón de referencia que ha alimentado grandes polé-micas durante años.

    En su primer capítulo, los autores privilegian la naturaleza del crecimiento exponencial,en el cual señalan que los cinco factores o elementos reportados en el estudio: la población, la

    producción de alimentos, la industrialización, la contaminación y el consumo de recursos natu-rales no renovables, aumenta bajo dicho modelo de crecimiento. Ilustran que casi la totalidadde actividades actuales de la humanidad, desde el uso de fertilizantes hasta el crecimiento delas ciudades, puede ser representada por las curvas de crecimiento exponencial. En particular,los autores ejemplican como una de las principales causales, la tendencia del comportamientode la población urbana total, la cual estiman que se incremente de forma exponencial en las re-giones menos desarrolladas del mundo, pero casi de forma lineal en los países más desarrolla-dos (gura 2).

    Figura 2. Comportamiento exponencial y lineal.

    Asociado a los grupos anteriores de regiones menos y más desarrolladas en el mundo, en elapartado “Límites del crecimiento exponencial”, los autores ilustran, con apoyo en informaciónde FAO, el consumo calórico y de proteínas requeridas por individuo/día, mediante una tabla enla cual se observa que EUA y Europa occidental cubren las necesidades y exceden los requeri-mientos; Japón se encuentra en la tercera posición, con muy ligeras deciencias de proteínas ycalorías; en orden decreciente y cada vez más decitarios, se muestran: Latinoamérica; Europacentral; África del Este; África del Oeste; África del Norte; India; Pakistán y África Central. Estaúltima región con un consumo de 40/70 g de proteínas requeridas y poco menos de 2 000 calo-rías sobre 2 700 necesarias.

    Se presentan resultados globales acerca de: a) tendencias en el siglo XX sobre la disminuciónde la tierra agrícola en el mundo, en donde se registra que —siendo constante— tiene una inexióndescendente hacia principios de siglo y 50 % se habrá perdido alrededor de 2050; b) escenariossobre diversos recursos naturales no renovables, mismos que ilustran la evidente disminuciónde las reservas mundiales, con base en el modelo de crecimiento de su consumo sugerido por losautores, en este caso el exponencial; c) se muestra una tendencia de aumento en el consumo deenergía y, por tanto, los escenarios sobre el incremento de la concentración del bióxido de car-bono se ilustran con un modelo similar; d) mismo comportamiento para la basura nuclear mun-dial; e) se ilustran las concentraciones de DDT en la grasa corporal de humanos de varios paísesdel mundo, según registro de estudio conjunto de la National Academy of Sciences-NationalResearch Council (1966), en el cual se precisan las concentraciones (en partes por millón) en ordendecreciente: India 26.0, Israel 19.2, EUA (Georgia, Kentucky, Arizona, Washington) 12.7, Hungría12.4, Francia 5.2, Canadá 4.9, Inglaterra 3.9, entre otros países. Asumimos que la interpretación

  • 8/18/2019 01_Sociedad_sistemas _y_agroecología

    15/90

    26

    Sociedad, sistemas y agroecología Capítulo 1. Sociedad y cambios

    de Carlson se ilustra con hechos reales; en los esquimales de Alaska se registró un promedio de3.0 ppm en una muestra de 20 individuos.

    Por último, los autores muestran escenarios sobre la inviabilidad del modelo de crecimiento,acotando muy serias limitaciones hacia mediados y nales del siglo XXI. Dichas categorías ana-líticas, en interacción a escala global, según los autores y nuestra percepción, muestran el com-portamiento, la complejidad de las causas y efectos de las categorías y sus conectividades, quesustentan los escenarios de la inviabilidad del sistema mundial. Entre las lecciones se hacen se-veros cuestionamientos a las políticas y a sus resultados, por lo que se plantean innumerablesretos para la búsqueda de opciones de gestión alternativa, participativa y democrática entre y alinterior de los países, que coadyuven en la estructuración y funcionamiento de sus diferentessectores económicos y sociales, y que favorezcan la conservación y restauración de la calidadde vida mundial.

    El reporte Nuestro futuro comúnLa investigación que da origen a este reporte es consecuencia de varios estudios y reportes pre-vios sobre temáticas ambientales, uso de recursos, tendencias demográcas, y en particular por las

    preocupaciones sociales y políticas generadas y documentadas, ilustrando procesos y escenariosde impactos ambientales, económicos y sociales. Dichos factores hicieron que la ONU mostrarasu interés, y con sensibilidad política, empujó la creación del Programa de Naciones Unidas sobreel Medio Ambiente (PNUMA) en 1972, en Estocolmo, el cual solicitó la elaboración de un (nuevo)reporte sobre el tema. El grupo de trabajo fue organizado por Gro Harlem Bruntland, quien en1987 entregó el reporteOur Common Future (Nuestro futuro común ); mismo que de manera sin-tética promueve un nuevo paradigma mundial: el desarrollo sustentable.

    La citada comisión propuso una estrategia a largo plazo en materia de medioambiente para:

    [...] asegurar el desarrollo hasta el año 2000 y posteriormente [...] y por lo tanto examinar,desde la perspectiva de las interdependencias entre la población, los recursos, el medio am-biente y el desarrollo, cuáles son los principales riesgos actuales y a futuro sobre el ecosis-tema, cuáles son las estrategias que pueden ser adoptadas para enfrentarlos, y cuáles son lasmedidas en términos de cooperación internacional que convendrá promover en consecuencia.

    En su reporte, la Comisión privilegió e integró estudios de población, alimentación, ecosiste-mas, energía e industria. Entre los resultados señala que la sociedad actual no resuelve e inclusoincrementa la población en condición de pobreza, además de fragilizar y continuar destruyendoel ambiente.

    Cumbre de la Tierra y su Programa 21Como seguimiento al reporteNuestro futuro común , la ONU promocionó, en Asamblea General(diciembre de 1989), la celebración de una reunión mundial, “en la cual pudieran elaborarse es-trategias para detener e invertir los efectos de la degradación del medio ambiente, en el contextode la intensicaciones de los esfuerzos nacionales e internacionales, hechos para promover undesarrollo sostenible y ambientalmente racional”.6

    El Programa 21 fue aprobado en junio de 1992 por la Conferencia de las Naciones Unidas sobreel Medio Ambiente y el Desarrollo, respecto del cual se arma que se trata de un programa deacción amplio “al que desde este momento hasta el siglo XXI darán aplicación los gobiernos, los

    6 Consultado en http://sustainabledevelopment.un.org/content/documents/1718a21_summary_spanish.pdf

    organismos de desarrollo, las organizaciones de la ONU y grupos del sector independiente en to-das las áreas en las cuales la actividad económica humana tenga efectos sobre el medio ambiente.”

    Entre las principales acciones de la estrategia del Programa 21 se propusieron:• La lucha contra la pobreza . La pobreza es un complejo problema de múltiples dimensiones

    que tiene sus orígenes tanto en el plano nacional como el internacional.• El cambio de las modalidades de consumo . Existe una relación muy estrecha entre la po-

    breza y la degradación ambiental. Si bien l a pobreza impone una gran presión sobre elmedioambiente, la causa principal del deterioro de este es la modalidad insostenible deconsumo y producción en los países industrializados en particular, lo que agrava la po-breza e intensica los desequilibrios.

    • Dinámica demográca y sostenibilidad . El incremento de la población y de la producciónen el mundo combinado con modalidades de consumo insostenible ha impuesto una pre-sión cada vez más fuerte sobre la capacidad que tiene el planeta de sostener la vida.

    • Protección y fomento de la salubridad . Sin una población sana, el desarrollo racional noes posible. La mayoría de las actividades de desarrollo afectan al medioambiente en unaforma que a menudo causa o exacerba los problemas de salud.

    Fomento de una modalidad viable para los asentamientos humanos . Las propuestas se cen-tran en métodos de planicación y gestión en: suministro de vivienda adecuada, mejo-ramiento de la gestión de los asentamientos urbanos, la promoción de la planicación ygestión del uso de tierras sostenible y promoción de tecnología eciente.

    • Formulación de políticas para el desarrollo sostenible . En muchos países la adopción dedecisiones tiende a separar los factores económicos, sociales y ambientales. Los paísesno pueden ya permitirse la adopción de decisiones dejando de lado las cuestiones am-bientales y de desarrollo; acaso sea necesaria una remodelación fundamental del pro-ceso de planicación.

    Otros grandes temas de interés fueron:• Protección de la atmósfera: la transición energética• Enfoque integrado de la utilización de los recursos de tierras• La lucha contra la deforestación• La lucha contra la deserticación• Protección de los ecosistemas de montaña, entre otros grandes temas.

    Acuerdo Multilateral sobre Inversiones En la década de los noventa, organizaciones sociales dieron a conocer lo que en pocos años fue elcentro de una importante polémica internacional: los preparativos de otro proyecto de caráctermundial, conocido comoAcuerdo Multilateral sobre las Inversiones (AMI). Este proyecto lo pre-paró un grupo de negociación patrocinado en la época por el director general de la Organizaciónde Cooperación y de Desarrollo Económico (OCDE), conocido en la prensa como el “Club de lospaíses ricos”. Respecto de esta organización mundial, hacia el nal del sexenio presidencial de1989-94 se inscribió a nuestro país en la OCDE, como una iniciativa más de continuidad de unapolítica pública de internacionalización de la economía (recursos naturales y mano de obra prin-cipalmente), en la cual se tiene membresía activa hasta la fecha. La polémica internacional sobreel AMI conllevó a su publicación ocial por la misma OCDE.7 A continuación se citan las disposi-ciones generales del documento original y las enmiendas o propuestas sugeridas por las delega-ciones de los países participantes.8

    7 OCDE.(24 de abril de 1998). L’accord Multilateral Sur L’investissement.Projet de Texte Consolide.Daffe/Mai(98)7/Rev1.8 Traducción libre de documento original.

  • 8/18/2019 01_Sociedad_sistemas _y_agroecología

    16/90

    28

    Sociedad, sistemas y agroecología Capítulo 1. Sociedad y cambios

    I. DISPOSICIONES GENERALES - PREÁMBULOLas partes contractuales al presente Acuerdo (i,ii,iii);Desean reforzar sus lazos de amistad y promover entre ellas una cooperación económicamás estrecha,Consideran que la inversión internacional juega un gran papel en la economía mundial y con- tribuye ampliamente al desarrollo de sus países,Reconocen queun Acuerdo deberá beneciar a los inversionistas y sus inversiones, el cual con- llevará a una ejecución eciente de los recursos económicos, creará posibilidades de empleo ymejorará los niveles de vida,Remarcando que los regímenes de inversión justos, transparentes y previsibles completa el sis- tema comercial mundial y son benécos para el sistema , iv)Desean que este Acuerdo refue rce la cooperación internacional en materia de inversióny la versión nal de las reglas mundiales relativas a la inversión extranjera directa en elmarco del sistema comercial mundial, tal como se conforma en la Organización Mundialde Comercio v)Deseandoestablecer para la inversión internacional un amplio marco multilateral integrando

    normas generales de liberalización de los regímenes de inversión y de protección de la inver- sión , y sustentada de procedimientos ecaces de soluciones de desacuerdos.

    En contraparte, el Centre Europe-Tiers Monde (CETIM), con sede en Ginebra, Suiza, en su pu-blicación tituladaAMI: Atención un acuerdo puede esconder otro (2000), señala en forma de ad-vertencia, recapitulando la polémica de los grupos civiles:

    [...] los países capitalistas negocian en el mayor secreto el tratado que podría cambiar radical-mente el mundo [...] porque insisten en institucionalizar el reino de las transnacionales sobreel mundo, en todos los dominios, a desmantelar prácticamente los Estados-naciones, vaciandode todos sus sentidos sus instituciones democráticas, y a reforzar la hegemonía americana,pervirtiendo más la naturaleza de las relaciones internacionales.

    Todas las negociaciones persiguen el mismo objetivo: garantizar una total liberación de laeconomía mundial asegurando a las transnacionales una supremacía total sobre los Estadosy sobre los pueblos. Los derechos atribuidos a la soberanía de los Estados serían entregadosa los inversionistas transnacionales (compañías o instituciones nancieras), mientras que losgobiernos, en todas las escalas, conservarían todas las obligaciones.

    La AMI conere así nuevos derechos y poderes a las empresas, en revancha ellas no po-drán asumir ni obligación ni responsabilidad hacia el empleo, los trabajadores, los consumi-dores o el ambiente.

    La misma obra registra que la polémica y oposición de autoridades de primer nivel, en Franciay otros países, sensibles por los propios intereses nacionales y por el reclamo de la sociedad civil,orillaron a la OCDE a publicar el proyecto en 1998, el cual fue olvidado como tal por la OCDE, almenos en esos años bajo tal formato.

    Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM)En el año 2000, en esa activa agenda de la sociopolítica global de los entes internacionales, elFondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) —creadoad hoc en Washington para apoyarpolítica y económicamente los objetivos del Programa o Agenda 21— presentó su informe antela ONU, en donde señala:

    En 1992, los dirigentes mundiales (de 178 gobiernos) se reunieron en Río de Janeiro para efec-tuar una corrección importante en la orientación del futuro del planeta.

    La necesidad era evidente. La humanidad estaba presionando excesivamente la red deseguridad natural de que depende la vida, sin llegar a garantizar una calidad de vida básicapara todas las personas.

    El deterioro ambiental, el consumo y la población crecían en todo el mundo y al mismotiempo se ampliaba la brecha entre ricos y pobres.

    Las prácticas inadecuadas de l as distintas naciones en relación con el medio ambientepodían percibirse a través de las fronteras y los mares. La degradación de la tierra, la conta-minación y la pesca excesiva amenazaban seriamente la producción de alimentos, los cursosde agua internacionales y el vasto patrimonio mundial, nuestros océanos.

    La escala de destrucción del hábitat y la pérdida irreversible de especies animales y ve-getales alcanzaron niveles alarmantes.

    Los hombres de ciencia señalaron manifestaciones inquietantes de las repercusiones de laactividad humana en la atmósfera y el clima [...] [lo cual] planteaba problemas potencialmentegraves para el clima, la agricultura, el nivel de los mares, los ecosistemas y la salud humana.

    Ocho años más tarde, gran parte de la promesa que ese documento representaba siguesin cumplirse.

    Cumbre Mundial para el Desarrollo Sostenible 2002En un comunicado de la ONU como parte de los preparativos para la Cumbre Mundial sobre elDesarrollo Sostenible 2002, se dio testimonio público de la visión de su secretario general (KoAnnan), quien analizó el progreso logrado durante la última década para poner en ejecución elPrograma de la Agenda 21.9 En el mismo, se evalúan las tendencias económicas, sociales y am-bientales de los últimos 10 años y presentan sugerencias sobre cómo la comunidad internacionalpuede volver a enfocar sus esfuerzos para alcanzar las metas dispuestas en el Programa de laAgenda 21. Un resumen del mismo señala:

    El Programa 21 y el Desarrollo Sostenible –Un buen plan, una débil aplicación– El medio ambiente mundial sigue siendo demasiado frágil y las medidas existentes para suconservación están lejos de ser sucientes.

    Ha habido un progreso muy limitado en la reducción de la pobreza en los países en desa-rrollo, y la globalización, por sí misma, no ha beneciado a la mayoría de la población mundial.

    En general, los intentos para impulsar el desarrollo humano y para detener la degradacióndel medio ambiente, no han sido ecaces durante la pasada década.

    Los pocos recursos, la falta de voluntad política, un acercamiento fragmentado y no coor-dinado, y los continuos modelos derrochadores de producción y de consumo, han frustradolos esfuerzos de poner en ejecución el desarrollo sostenible, o el desarrollo equilibrado entrelas necesidades económicas y sociales de la gente, y la capacidad de los recursos terrestres yde los ecosistemas para resolver necesidades presentes y futuras.

    A pesar de una década de resultados pocos satisfactorios, el Programa 21 —el acuerdo adop-tado unánimemente en la Cumbre para la Tierra de 1992, en Río de Janeiro— sigue ofreciendouna poderosa visión de largo alcance que, hoy en día, continúa siendo válida.

    El mundo ha cambiado en los diez años que han transcurrido desde Río, con nuevas ne-cesidades y desafíos creados por la mundialización, la revolución de la información y las co-municaciones y la propagación del VIH/SIDA.

    9 Consultado en http://www.un.org/spanish/conferences/wssd/resumen.htm

  • 8/18/2019 01_Sociedad_sistemas _y_agroecología

    17/90

    30

    Sociedad, sistemas y agroecología Capítulo 1. Sociedad y cambios

    En el entramado global complejo de la “supragobernanza”, en el cual ciertos países, institucio-nes internacionales, grandes consorcios públicos y privados, proponen o se adhieren a dichas ini-ciativas de planes mundiales, comisiones, estudios y fondos de nanciamiento, agolpados unos junto a otros en espacio y tiempo; en general se desconocen las autoevaluaciones, con miradacrítica y con propósitos constructivos como la del secretario Annan.

    Desde nuestra perspectiva, y considerando la jerarquía, capacidad de solicitar y recibir infor-mación de numerosos países, así como de procesarla en grandes escalas continentales y mun-diales, de “estas instituciones de corte mundial”, es de extrañar el desconocimiento e iniciativasnecesarias sobre los actores y mecanismos que inuyeron en la débil aplicación y los mínimosresultados, o en su caso grandes fracasos.

    Extrañamiento, también, porque los proyectos internacionales con recursos públicos de suspaíses contribuyentes y donadores, son evaluables por procedimiento y por normas estableci-das, en particular por las instituciones o entes internacionales, con el n de velar por la correctaaplicación de los recursos. También, por los insucientes mecanismos de transparencia de la in-formación recabada sobre las causas y restricciones frente a los objetivos propuestos original-mente en cada una de las iniciativas, con información amplia y actualizada y análisis profundo

    sobre los porqués y los cómo de los buenos planes y las débiles aplicaciones.En esta trayectoria sin n de sociodramas de actores globales, es de dominio público un nuevoprograma mundial, reconocido y vigente hasta la fecha:Los objetivos de desarrollo del milenio .

    Objetivos de desarrollo del milenio En la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, en septiembre de 2000, se realizó una reu-nión-cumbre con numerosos jefes de Estado con la nalidad de aprobar lo que se conoce como laDeclaración del Milenio , para la cual los países se comprometieron “en una Nueva Alianza Mundialpara reducir los niveles de extrema pobreza, estableciendo una serie de objetivos sujetos a plazo,conocidos como losObjetivos de desarrollo del milenio y cuyo vencimiento del plazo está jadopara el año 2015” (ONU, 2014).

    Desde la perspectiva de su alcance mundial, dicha declaración pronto se constituyó en el mo-delo global —en la mayoría de los países— para la promoción del desarrollo humano. En este mo-delo global se contempla:

    […] desde reducir la pobreza extrema hasta frenar la propagación del SIDA y garantizar elacceso a una educación primaria, con la vista puesta en el 2015, sigue un modelo acordadopor todos los países del mundo y todas las instituciones de desarrollo […] La ONU trabajaconjuntamente con los gobiernos, la sociedad civil y otras organizaciones para aprovechar elimpulso generado por los Objetivos de Desarrollo del Milenio y continuar avanzando con unambicioso programa de desarrollo para después de 2015.

    Los ocho objetivos son:101. Erradicar la pobreza extrema y el hambre.2. Lograr la enseñanza primaria universal.3. Promover la igualdad entre los sexos y el empoderamien to de la mujer.4. Reducir la mortalidad de los niños menores de 5 años.5. Mejorar la salud materna.6. Combatir el VIH/sida, la malaria y otras enfermedades.

    10 Organización de las Naciones Unidas.(s. a.).“Podemos erradicar la pobreza.O bjetivos de Desarrollo del Milenio y Más Allá de 2015”.Consultado enhttp://www.un.org/es/millenniumgoals/ El subrayado es del original.[N. del A.]

    7. Garantizar la sostenibilidad del medioambiente.8. Fomentar una alianza mundial para el desarrollo.

    En forma indicativa, y como ejemplo de los alcances de este nuevo proyecto de la ONU, suInforme 2013 especica, respecto del primer objetivo:11

    [...] todavía hay 1,200 millones de personas que viven en la pobreza extrema.La crisis económica y nanciera ha ampliado el décit mundial de empleo en 67 millo-

    nes de personas.A pesar de los grandes avances, una de cada ocho personas (en el mundo) no come al

    día lo suciente.A nivel mundial, casi uno de cada seis niños menores de 5 años tiene deciencia de peso,

    y uno de cada cuatro tiene deciencia de crecimiento.

    Los resultados mostrados en el Informe 2013 de la ONU nos llevan a cuestionarnos sobre losobjetivos profundos, la intencionalidad real y la efectividad de los procesos emprendidos, una

    vez más, en este y otros organismos internacionales supragobernantes, así como en los paísesdel mundo alineados a este proyecto global, ejemplo, de manera especíca respecto del primerObjetivo del Milenio (ODM).

    Cabe señalar que, de manera similar a sus reportes precedentes y proyectos de modelos glo-bales, la profundidad y amplitud de los mismos han generado grandes expectativas en el dis-curso ocial de entes internacionales y nacionales. No obstante, los resultados son sugerentespara preguntarse y cuestionarse si realmente se han identicado y se busca solucionar objetiva-mente las causas primarias de los estados de subdesarrollo de los países y los mecanismos parasu reproducción histórica hacia su independencia y desarrollo endógeno. Sin duda, enmarcadosen un contexto y relaciones de determinación complejas, en que se insertan sus dinámicas na-cionales y los propios indicadores considerados en los ODM.

    Sociedad del riesgo global Luhmann (1991) cuestiona el sentido que tienen l as teorías del riesgo que establecen sus con-ceptos con base en un cálculo cuantitativo. Sugiere que es necesario emprender una correcciónimportante dentro de los modelos cuantitativos del cálculo de riesgos que, en general, toman suorientación de las expectativas subjetivas de la utilidad; además, propone que dicha correcciónse llameumbral de catástrofe . Como ejemplo, señala que la agricultura de subsistencia es de altoriesgo, porque se encuentra constantemente amenazada por el hambre y la pérdida de las cose-chas, esto es, la i mposibilidad de la producción. Comenta que el umbral de riesgo puede jarsede manera muy diversa, según uno participe en el riesgo como portador de decisiones o comoafectado por las decisiones riesgosas.

    Con el títuloSociedad del riesgo global , con una temática similar y de moda al menos durantepoco más de tres décadas que lo precedieron, en 1999 Ulrich Beck presentó su obra. El autor secuestiona si la sociedad del riesgo global se puede considerar como una sociedad cosmopolita, enla cual las cuestiones ecológicas se generan en un marco de incertidumbres fabricadas.

    Señala que en la sociedad del riesgo global, su principio, sus retos, son los peligros produ-cidos por la civilización, los cuales no pueden delimitarse socialmente ni en el espacio ni enel tiempo.

    11 Organización de las Naciones Unidas.(2013). Objetivos de Desarrollo del Milenio.Informe 2013. Consultado en http://www.un.org/es/millennium-goals/pdf/mdg-report-2013-spanish.pdf

  • 8/18/2019 01_Sociedad_sistemas _y_agroecología

    18/90

    32

    Sociedad, sistemas y agroecología Capítulo 1. Sociedad y cambios

    Propone que para el análisis sociológico de los problemas ecológicos es pertinente un marcoconceptual que permita “captarlos” no como problemas de medioambiente o del mundo que nosrodea, sino del mundo interior de la sociedad. Además, sugiere que en lugar de los conceptos clavede “naturaleza”, “ecología”, “medioambiente”, basados en una oposición a lo social, el marco con-ceptual debe ir más allá del dualismo sociedad-naturaleza. Bajo tal planteamiento, sostiene queel enfoque central debe relacionar la incertidumbre fabricada dentro de nuestra civilización, res-pecto del riesgo, peligro, efectos colaterales, individualización y globalización.

    El autor arma que muchas veces se ha objetado este debate sobre la Sociedad del RiesgoGlobal, porque se desconoce que en la autocomprensión de la sociedad del riesgo global (SRG), lasociedad se hace reexiva en varios sentidos: en primer lugar, se convierte en una cuestión y enun problema por sí misma, los peligros globales establecen reciprocidades mundiales y, en efecto,los contornos de una (potencial) esfera pública global empiezan a cobrar forma; y en segundo, laglobalidad percibida de una civilización que se pone en peligro a sí misma desencadena un im-pulso, moldeable políticamente, hacia el desarrollo de instituciones internacionales cooperativas.Subraya que la sociedad cosmopolita puede cobrar forma en la necesidad percibida de una SRG.

    Figura 3. Esquema indicativo del contexto jerárquico global-territorial y determinaciones funcionales en procesoslocales. Fuente: G. H. Navarro. 2004. Cambios Tecnológicos en la Sociedad Rural. GESER.

    La gura 3 esquematiza la existencia de relaciones determinantes del contexto histórico globalque inciden con diferentes resultados e impactos en los procesos y estructuras actuales; mismas quea su vez son expresiones de las interacciones de procesos locales, en los cuales se registra la aditivi-dad de prácticas sociotécnicas patrimoniales de ayer y hoy, además de aquellas de la modernización.

    Como complemento sobre la complejidad de las circunstancias globales y sus implicaciones,uno de los intelectuales activos más reconocidos, Noam Chomsky, sostiene:

    La era digital no cambia en lo esencial la misión del periodismo comprometido e indepen-diente, sobre todo en momentos en que serequiere de una ciudadanía consciente y compro- metida para responder a los sistemas del poder que llevan al mundo al borde de un desastreapocalíptico. Las amenazas son muy reales . La amenaza de destrucción por guerra nuclearestá siempre presente, y el historial es atemorizante. Lo mismo es cierto,tal vez aún con másprominencia, acerca de la amenaza de una catástrofe ambiental . Por primera vez en la historiahumana estamos frente a las posibilidades de destruir las condiciones de una sobrevivenciadecente, y los sistemas de poder nos están llevando a ese precipicio.12

    12 D.Brooks. Nueva York,corresponsal. Entrevista 18 de septiembre de 2014.La Jornada,19 septiembre 2014.

    No obstante, en lo que podría identicarse como un gran sistema de determinaciones globalesy poder —para el caso— económico-nanciero, las preocupaciones centrales y reales, más allá deldiscurso conservacionista y de cambio climático, se ilustran según un reportaje de Guélaud (2014):

    El Fondo Monetario Internacional sugiere, entre otras, preferir las iniciativas dirigidas de laseconomías [...] respecto a las medidas globales. Proponeatacar los principales rubros de los gastos públicos, es decir los salarios de los funcionarios y los programas de protección social .La revisión de esos programas puede, en numerosos casos, permitir fuentes de economíassustanciales y mejorar la ecacia de los gastos.13

    A manera de resumen, el interés de la revisión de hechos e interpretaciones abona hacia re-exiones del sentido común. En cierta manera, es notorio el desacuerdo entre los actores, sean poruna parte las iniciativas de diversas instituciones públicas mundiales y, por otra, las necesidadesy riesgos cotidianos de la sociedad, lo cual genera un sentimiento de asombro y coraje social, yasea por las reiteradas promesas de crecimiento, generación de empleo, bienestar social o calidadde vida (sean estos, entre otros, los indicadores más acertados respecto del progreso y desarro-

    llo); o por la desconanza social, cuando se aseguraba la contundencia de un modelo igualitario ydemocrático global. Hoy, sin embargo, experimentamos frustraciones, levantamientos y protestasocial territorializada, una suerte de incipientes revoluciones sociales ante el desconcierto por elfestín de esperanzas no cumplidas al que fue invitado México y nuestros países latinoamerica-nos. También, por rencontrarnos una vez más en la historia, con la ilusión de estar situados en labuena ruta del progreso, de la solidaridad global, del movimiento social —global— en marcha, in-cluso con optimismo para ir sorteando los riesgos hacia la sustentabilidad, la cual supuestamentenos acerca al desarrollo social, económico y tecnológico alcanzado por los países industrializados.

    Sin duda, por los desarrollos y alcances de la revolución cientíca y tecnológica y de sus no-vedosos e innovadores productos, diseñados, creados y de uso generalizado por vez primera enla historia de la humanidad. Por un sistema de relaciones productivas, comerciales y sociales glo-bales, que se ha recreado durante el siglo pasado y el actual, que supo mostrar —para algunos— laabundancia en la alimentación y el bienestar, mediante la capitalización social y la democrati-zación de diferentes bienes y servicios. Imagen virtual que oreció en un sentimiento colectivocon la expectativa de una sociedad en los umbrales de un mundo feliz.

    No obstante, es notoria cierto reclamo social por los hechos y sus consecuencias, al reco-nocer que múltiples actores y procesos se han concatenado durante años y han ocasionadodiversos, graves y lamentables impactos multidimensionales. Entre ellos, la generación de nue-vos e importantes problemas sociales y económicos, acompañados de deterioros y fragilizaciónecológica, tecnológica y cultural. Estos hechos contundentes son observables en una gran di-versidad de hábitats rurales, uviales, marinos e incluso urbanos, por una profunda mutaciónsocial —y enajenación— que se magnicó con la industrialización acelerada del siglo XX y queforjó el binomio indisoluble entre la producción masiva de insumos y bienes agroindustrialesen conectividad e interdependencia, con la producción y transformación de numerosos bienesagroalimentarios, así como de otros productos agropecuarios. Además, por la emergencia y con-solidación de una economía circular, global e interdependiente, basada en el usufructo y apro-vechamiento intenso y unilateral del trabajo social y de la diversidad y riqueza de los recursosnaturales renovables y no renovables, en forma genérica de todo bien económico valorable sinimportar continente, nación ni derechos locales, y mucho menos los impactos humanos, am-bientales, sobre la salud y el futuro.

    13 C.Guélaud. París.Le Monde. Economie.09.04.2014 à 18h14 • Mis à jour le 10.04.2014 à 07h53.

  • 8/18/2019 01_Sociedad_sistemas _y_agroecología

    19/90

    34

    Sociedad, sistemas y agroecología Capítulo 1. Sociedad y cambios

    En la discusión sobre interdependencia en relación con la identidad nacional con base en surealidad social en autogobernanza, Luhmann (1991) señala que cualquier análisis teórico-sisté-mico debe diferenciar entre sistema y entorno —en este caso el nacional con respecto al global—.El autor precisa que los sistemas se constituyen y mantienen mediante la creación y conserva-ción de la diferencia con el entorno y utilizan sus límites para regular dicha diferencia. De igualforma, subraya que la conservación de los límites es la conservación del sistema.

    Todo ello es un reto para la gestión pública y colectiva de valores, principios y conductas, bajola lógica y coherencia de una necesaria memoria socioterritorial, en conectividad sistémica, quecontribuya de manera concreta a la sustentabilidad territorial y nacional, la soberanía alimenta-ria, económica y política.

    Contextos económicos y circunstancias en las agriculturas y agricultores

    El funcionamiento del sistema global se sustenta y reproduce con base en la dependencia local.

    H. Navarro

    El sistema económico, población y capitales Según Fontela (1999), la cada vez más profunda interdependencia del mundo actual —en parti-cular la de los sectores económicos— es una característica del sistema económico global, resul-tado del trabajo de Wassily Leontief. La aportación de Leontief, en la línea de sus predecesoresteóricos, fue hacer de la demanda nal de bienes y servicios un elemento exógeno del modelo;así, “toma cuerpo el modelo abierto”, sea el modeloinput-output de evaluación de impactos de lademanda sobre el sistema productivo.

    A solicitud de la ONU, entre 1975 y 1976, Leontief y sus colaboradores elaboraron un estudio en-focado en el futuro de la economía mundial . Como principio se consideró que el sistema económicofunciona en forma de ciclo circular, en el que la dinámica del equilibrio conlleva un “estado-diná-mico” temporal; por su parte, metodológicamente el modelo propuesto constaba de 15 regiones,cuatro de las cuales eran industriales avanzadas, dos de economía planicada, y el resto eran re-giones del “tercer mundo”. Para cada una de estas regiones se elaboraron matrices input-outputde 45 sectores, y se establecieron relaciones entre ellas mediante un modelo de comercio mundial.

    De acuerdo con Fontela (1999), entre los resultados del estudio es notorio que “la brecha en elproducto bruto per cápita entre los dos grandes grupos de países (desarrollados y en vías de de-sarrollo) en el año 1970 era en promedio de 12 a 1”, la cual no comenzaría a disminuir ni siquieraen el año 2000. Fontanela señala que, según la organización formada para continuar los estudiossobre la economía global, la brecha no solo no disminuyó, sino que aumentó, situándose en 17 a 1con datos de 1990. Además, anota que el modelo de Leontief precisó en forma muy clara la prin-cipal dicultad de la estrategia de la ONU: “el desarrollo acelerado plantea el peligro de un décitcreciente de las balanzas de transacciones corrientes de las regiones en vías de desarrollo”. El au-tor subraya quelos hechos muestran una nanciación del mercado con objetivos especulativos y,en general, se conrma el problema central de la interdependencia internacional, en cuyo ámbitolos principales límites de un crecimiento económico sostenido (o sustentable) y de un desarrolloacelerado son de naturaleza política, social e institucional, y no de carácter físico. Asimismo, es-pecica que en el siglo XX no existen barreras físicas insuperables para el crecimiento aceleradode las regiones en desarrollo.

    Por su parte, al Grupo Lisboa (GL), en su obraLímites de la competitividad (1996), propone unContrato Social Mundial para avanzar hacia una gobernanza global ecaz; además, se le reconocela pertinencia de su propuesta en el sentido de queen ningún caso el mercado basado en la luchacompetitiva puede aportar una verdadera y justa solución al problema de las desigualdades entrenaciones . Como alternativa, GL propone cuatro grandes contratos (sociales): el contrato sobre lasnecesidades básicas (superar las desigualdades), el contrato cultural (tolerancia y diálogo entreculturas), el contrato democrático (hacia la gobernanza mundial) y el contrato de la Tierra (porun desarrollo sustentable).

    Tales formulaciones remiten a una necesaria identicación e interpretación general del papely las responsabilidades del Estado nacional como actor fundamental y como sistema, como cate-goría teórica y práctica del desarrollo social. Como actor, por ser el gestor principal —para otrosel mediador o regulador— entre lo público, lo privado y lo social. Como un sistema, se le reconoceque está congurado por su población, instituciones y territorio. Obvio es señalar los retos de lafuncionalidad necesaria del sistema para responder a las grandes necesidades nacionales, regio-nales y de amplios sectores excluidos, fomentando su desarrollo social y, en particular, el ruralpara el agro mexicano. Es preciso reconocer que en la actualidad se enfrenta a graves problemas

    (de pobreza, desnutrición, mínima educación formal, reducida atención para la salud, emigración,desposesión territorial por la minería y aquella que continuará con las nuevas leyes energéticas,entre otros), los cuales han estado asociados históricamente a la exclusión de la población ruraldel desarrollo socioeconómico; en ello se advierten fuerzas y procesos que han impactado la diver-sidad sociocultural de más de 50 grupos etnolingüísticos, sus recursos y sus territorios (gura 4).

    Figura 4. Diversidad de lenguas en localidades con más 40 % población indígena (2000). Fuente: InstitutoIndigenista (2002), México.

  • 8/18/2019 01_Sociedad_sistemas _y_agroecología

    20/90

    36

    Sociedad, sistemas y agroecología Capítulo 1. Sociedad y cambios

    De acuerdo con el censo de 2010 (INEGI, 2012), se registró un total de 6 695 228 personas de 5años y más que hablan alguna lengua indígena. Es importante agregar que algunas apreciacionesociales y de organizaciones sociales también consideran a los menores de 5 años y aquellas per-sonas que “se asumen como indígenas”, para estimar un universo de casi 13 000 000. Finalmente,dicho universo se mide con base en un total de 112 336 538 habitantes —según el mismo Censo2010—, es decir, 10 % de la población nacional.

    Paralelo al devenir histórico de los grupos indígenas originales —obviamente rurales—, se hanregistrado cambios sustantivos e incluso mutaciones en el espíritu original para la creación denumerosas leyes y normas institucionales con interés en el desarrollo social. Estos cambios hanestado asociados a importantes transformaciones rurales, por lo tanto entre los agricultores ysus complejas agriculturas territoriales.

    Al reconocer al Estado como sistema, es útil recordar quelas instituciones son componentes osubsistemas, y que su quehacer público radica en el bienestar social y la calidad integral de la vida .El sustento institucional se tiene básicamente en losprincipios constitucionales y las leyes y re- glamentos para su operación . Entre ellas, con nes de ilustración diversa del quehacer público, suvocación y responsabilidad asumida respecto a la sustentabilidad; un buen ejemplo para el agro

    mexicano se tiene en la Ley de Desarrollo Rural Sustentable, publicada en el Diario Ocial de laFederación (DOF) el 7 de diciembre de 2001 y con modicaciones hasta el 12 de enero de 2012. Enel título primero, respecto del objeto y aplicación de la ley, se precisa:

    Artículo 1.o La presente Ley es reglamentaria de la Fracción XX del Artículo 27 de laConstitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y es de observancia general en todala República.

    Sus disposiciones son de orden público y están dirigidas a:promover el desarrollo ruralsustentable del país, propiciar un medio ambiente adecuado , en los términos del párrafo 4.odel artículo 4.o; y garantizar la rectoría del Estado y su papel en la promoción de la equidad , enlos términos del artículo 25 de la Constitución.

    Se considera de interés público el desarrollo rural sustentable que incluye la planeación yorganización de la producción agropecuaria, su industrialización y comercialización, y de losdemás bienes y servicios, y todas aquellas acciones tendientes a la elevación de la calidad devida de la población rural,según lo previsto en el artículo 26 de la Constitución , para lo que elEstado tendrá la participación que determina el presente ordenamiento, llevando a cabo suregulación y fomento en el marco de las libertades ciudadanas y obligaciones gubernamen-tales que establece la Constitución.

    Artículo 2.o Sonsujetos de esta Ley los ejidos, comunidades y las organizaciones o asocia- ciones de carácter nacional, estatal, regional, distrital, municipal o comunitario de productoresdel medio rural , que se constituyan o estén constituidas de conformidad con las leyes vigen-tes y, en general, toda persona física o moral que, de manera individual o colectiva, realicepreponderantemente actividades en el medio rural.

    Artículo 3.o Para los efectos de esta Ley se entenderá por:XIV. Desarrollo Rural Sustentable. El mejoramiento integral del bienestar social de la po-

    blación y de las actividades económicas en el territorio comprendido fuera de los núcleosconsiderados urbanos de acuerdo con las disposiciones aplicables, asegurando la conser-vación permanente de los recursos naturales, la biodiversidad y los servicios ambientalesde dicho territorio [...]

    Cabe reiterar que en el texto se han señalado brevemente las advertencias, estudios, comi-siones, programas, objetivos, entre otros, los cuales durante más de medio siglo —con base en

    diferentes resultados— tienen como común denominador el reconocimiento de los impactos cadavez más severos de la sociedad sobre la naturaleza, la consecuente vulnerabilidad total sobre elagroecosistema mundial y regionales, con apoyo en los resultados de investigaciones rigurosasy objetivas que han evidenciado los “riesgos siempre presentes y exponenciales” que comprome-ten seriamente la viabilidad del modelo de nuestra sociedad global.

    En una óptica nacional, el desarrollo rural sustentable se sitúa y explica en íntima conecti-vidad con un contexto internacional, el cual lo dene de manera preponderante e íntegra comocomponente funcional y útil en un modelo global de mercado del siglo XXI. La resultante orientay determina —bajo ciertos procesos y mecanismos de permanencia e innovación— diversas rea-lidades rurales: unas impulsadas hacia indicadores funcionales de la eciencia, la productividady la competitividad, y otras tradicionales o campesinas, que son consideradas bajo la estrategiadel desarrollo rural y sus programas asistencialistas de las últimas decadas.

    En párrafos anteriores mencionamos que el Censo 2010 estimó un total de 112 336 538 ha-bitantes, los cuales son producto de una intensa dinámica demográca —para algunos casiexponencial durante las últimas décadas—, que se incrementó de 34.9 millones en 1960 a 112.3millones en 2010, equivalente a un incremento de 222 % en 50 años. La tendencia se ilustra

    en la gura 5.

    Figura 5. Dinámica demográca de la población total mexicana (1875-2010). Datos de 1875 y 1900: SaluJuárez. (23 de marzo de 2011). “Evolución demográca en México”. La Razón de México. Fuente: Censos d1910-2000. CONAPO. Indicadores demográcos 2005-30. En: Mendoza, G. E y Tapia, C. G. Situación dem

    Méxic