06 Clio Historia

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HISTORIA www.cliorevista.com AÑO 14 · NÚMERO 164 · 4,00 € INMIGRANTES INVISIBLES: ESPAÑOLES EN ESTADOS UNIDOS, 1868-1945 8 414090 253567 00164 LAS LÁGRIMAS DE PIZARRO POR ATAHUALPA WATERLOO LA PARTIDA FINAL DE BONAPARTE LA CONQUISTA DE UN MITO CONSTANTINOPLA RIMAS POR AT AHUA

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Transcript of 06 Clio Historia

HISTORIAwww.cliorevista.com AÑO 14 · NÚMERO 164 · 4,00 €

INMIGRANTES INVISIBLES: ESPAÑOLES EN ESTADOS UNIDOS, 1868-1945

8414090253567

00164

LAS LÁGRIMAS DE PIZARRO

POR ATAHUALPA

WATERLOOLA PARTIDA FINAL DE BONAPARTE

LA CONQUISTA DE UN MITO

CONSTANTINOPLA

RIMAS

POR ATAHUA

C L Í O 3

EDITORIAL

ANTROPOLOGÍA, LA ASIGNATURA PENDIENTE DE NAPOLEÓN

Napoleón, Europa es un hervidero de expectación mientras se ulti-man los preparativos para la gran representación que se va a celebrar en los campos belgas de Waterloo. Más de 5.000 actores —con 300 caballos y 100 cañones— han estudiado la recreación del duelo entre las fuerzas francesas a las órdenes de Napoleón y las aliadas británi-cas, alemanas y holandesas bajo el mando del duque de Wellington. No queríamos dormirnos en la retaguardia y dedicamos este número a recordar el anhelo de los Cien Días y el enfrentamiento último que devolvió al emperador al exilio. Y como nosotros, otros –casi todos– también han aportado su granito conmemorativo. Algunos con la peculiaridad de la antropóloga Diana Wiedemann, de la Universidad de Durham, que aprovecha la ocasión para compartir nuevas conclu-siones sobre lo que ocurrió hace dos centurias en aquel choque de titanes. Pues bien, según un estudio de Wiedemann, la balanza de la victoria siempre estuvo inclinada hacia los casacas rojas, pero ni vencedores ni vencidos podían imaginar la razón. Al parecer, el rojo es el color del éxito en la batalla: los hombres vestidos de rojo son percibidos como más agresivos y dominantes que aquellos que optan por el azul o el gris. Así, la Antropología dicta que las tropas azules de Napoleón estaban en desventaja psicológica cuando midieron sus fuerzas con las de Wellington en 1815.

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Imprime GIESA Tel.: 93 415 07 99Impreso en Italia (Printed in Italy)Sobreprecio para Canarias 0,15 €ISSN 1579-3532 Depósito Legal D.L.B. 43172-200102/15

La publicación no se hace responsable de las opiniones expresadas por los autores de los artículos.

Difusión controlada por OJD

Esta revista ha recibido una ayuda de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas para su difusión en bibliotecas, centros culturales y universidades de España, para la totalidad de los números del año.

REVISTA DE HISTORIA 164

EDITORIAL

Helena

4 C L Í O

C L Í O 5

6 HISTORIAS RESCATADAS | LE DESCRIPTION DE L’EGYPTE. “Quiero sorprender una vez más al pueblo [...]. Iremos a Egipto”

Jimena Rodríguez8 CITAS CON LA HISTORIA | La Carta Magna cumple 800 años | Adiós

al hispanista que odiaba la palabra hispanista | Zurbarán: una nueva mirada | El Museo Nacional de Antropología y su gigante cumplen 140 años | Hologramas del Holocausto | Lorca “pasado por las armas” por “socialista, homosexual y masón” |Chambi y Castro Prieto: pasión por Perú

09 MUJERES EN LA HISTORIA | Elisabeth Barton, víctima de la falsa moral cristiana

Sandra Ferrer09 HISTORIAS DE LA HISTORIA | Cláusulas de convivencia de los Einstein Javier Sanz Gómez10 SEIS GRADOS DE SEPARACIÓN | De Ghandi a Beethoven Álvaro González-Aller12 LA CARA B DE LA HISTORIA | La corbeta Narváez, el barco que se

comieron las termitas Ireneu Castillo

14 LA HISTORIA EN SU LUGAR | El mayor archivo genealógico del mundo se oculta en una montaña mormona

Javier Ramos18 REPORTAJE FOTOGRÁFICO | Arte romano en Mérida. Las mejores

imágenes del patrimonio emeritense

DOSSIER: 200 AÑOS WATERLOO 22 Cien días junto a Bonaparte: El último jaque de Napoleón Ferran Sánchez28 Waterloo: Álvaro González-Aller

ARTÍCULOS34 Las lágrimas de Pizarro por Atahualpa: La vida del explorador fue tan

fascinante como complicada María del Carmen Martín Rubio42 Reyes bastardos: Enrique II de Castilla y Juan I de Portugal José Miguel García Campillo50 1868-1945: epañoles en EE. UU. Inmigrantes invisibles entre imperios James D. Fernández y Luis Argeo60 Constantinopla: La conquista de una ciudad convertida en mito Roger Crowley70 Joaquín Martínez Arboleya: El hombre que vio morir a José Antonio José María Zavala

OTRAS HISTORIAS78 HISTORIAS DE CINE | El Niño 44 Jimena Rodríguez

80 SECRETOS DEL ARTE | “Los embajadores”, Hans Holbein el Joven (1497-1543)

Rose-Marie Hagen y Rainer Hagen84 SU HISTORIA DE SU PUÑO Y LETRA | Maqués de Sade: “Matadme o aceptadme como soy, porque no cambiaré” Sandra Mª Cerro

86 SILENCIO, SE LEE... | Entrevista “póstuma” a Winston Churchill Helena R. Olmo88 SILENCIO, SE LEE... | LIBROS94 NOTICIAS DE LA HISTORIA | Sucedió en junio

98 SERÁN HISTORIA... | Karo de Etiopía

SUMARIO

6 CLÍO

Jimena Rodríguez

LE DESCRIPTION DE L'EGYPTE

HISTORIAS RESCATADAS

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"Quiero sorprender una vez más al pueblo [...]. Iremos a Egipto"

C L Í O 7

8 C L Í O888888 C L Í OC L Í OÍ OÍ OC L Í OC L Í OL ÍLCC LL Í

CITAS CON LA HISTORIA

8 CLÍO

ANIVERSARIO

LA CARTA MAGNA CUMPLE 800 AÑOS

Cristina Moñino

Todos iguales ante la ley¿Cómo un viejo pergamino puede convertirse en un poderoso símbolo de nuestros derechos y libertades? Han pasado 800 años desde que en 1215 se concediera uno de los documentos medievales más ilustres del mundo: la Carta Magna. Con ella, por primera vez, todos, incluso el rey, tenían que obedecer la ley.

Fue el rey Juan de Inglaterra (r.1199-1216) quien sancionó durante su rei-

es “La Gran Carta”. Con ella el monarca intentaba poner una solución práctica a la crisis política y social del año 1215. Se estableció por primera vez el princi-pio de que todo el mundo sin excepción estaba sujeto a la ley. Aunque casi la tercera parte del texto se ha eliminado o reescrito sustancialmente, y práctica-

mente todas las cláusulas se han dero-gado en los tiempos modernos, la Carta Magna sigue siendo hoy una piedra an-gular de la constitución británica.La mayoría de las 63 cláusulas conce-didas por el rey Juan tenían que ver

con su gobierno. Sin embargo, dentro de ellas se encerraban una serie de

-ban a la autocracia del monarca y de-

EXPOSICIÓN

Hasta el 1 de septiembre la exposición de la Biblioteca de Londres Magna Carta. Law, Liberty, Legacy explora los 800 años de la primera concesión de la Carta Magna, cuyo aniversario se cumple precisamente en 2015. Por primera vez, el Reino Unido expone uno de los documentos más emblemáticos de la Edad Media en la muestra más grande y completa que hasta la fecha se le ha dedicado. La exposición es

la importancia de la Carta Magna en nuestros días y por qué ha sido considerada como el fundamento de la democracia. La muestra recoge más de 200 colecciones e incluye 1.215 documentos originales de la Carta Magna, obras de arte, armamento y prendas de la época, para contar desde la interpretación moderna cómo se ha convertido en un símbolo mundial de la libertad. Un recorrido en el tiempo para

ha ido adquiriendo con el paso de los años y aquello que lo ha convertido en un icono que, aún hoy, sigue siendo

HOMENAJE EN LONDRES

JUAN DE INGLATERRA. Aunque anóni-mo, este retrato (1620) es el primero que se conoce del rey.

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COPIA IMPRESA

DE LA CARTA

MAGNA (1508)

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mostraron estar vigentes en los siglos futuros. La más famosa, la cláusula 39, concede a todos los hombres libres el derecho a la justicia y a recibir un jui-cio justo. A modo de tratado de paz, en 1215 la Carta Magna proporcionaba un nuevo marco para la relación entre Juan y sus súbditos. La posterior redacción de 1225, emitida libremente por Enri-que III (r.1216-72), tomó esta idea y se

texto. Tres cláusulas de la Carta Magna de 1225 permanecen aún en el libro de estatutos. Y, aunque la mayoría de las disposiciones ya se han derogado, los múltiples usos divergentes que se han hecho del documento han dado

-na, y se ha convertido en un potente grito de guerra internacional contra el uso arbitrario del poder. Algunos de sus principios fundamentales queda-ron patentes varios siglos después en muchos otros documentos constitu-cionales utilizados en todo el mundo, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 o el Con-venio Europeo de Derechos Humanos de 1950.

LOS ORÍGENESEn 1214, un ejército mercenario bajo el mando del rey Juan fue derrotado por los franceses en la batalla de Bou-

con el scutage, un impuesto que sus-tituía a la obligación de proporcionar caballeros para el servicio militar, lo que se había convertido en un foco de descontento y tensión social. El reinado de Juan también estuvo mar-

Iglesia. El rey rechazó la elección de Stephen Langton como arzobispo de Canterbury y un año después fue ex-comulgado por Inocencio III.

-

negó a cumplir con las demandas de los barones. Muchos retiraron su jura-mento de lealtad a la corona y, lidera-dos por Robert Fitz Walter, se lanzaron para tomar Londres. Juan no tenía otra opción que negociar con ellos. Las de-mandas de los barones se registraron en el documento conocido como los Artículos de los barones. Finalmente,

el rey concedió la Carta de Libertades —luego Carta Magna— en Runnyme-de, el 15 de junio de 1215. Cuatro días después, establecieron la paz.Secretarios del rey fueron los encar-gados de la elaboración de las copias del documento para su distribución por todo el reino. Cuatro de aquellos ejem-plares sobreviven: uno en la catedral de Lincoln, otro en la catedral de Salis-bury y dos en la Biblioteca Británica.

¿QUÉ DICE LA CARTA MAGNA?Solo tres de las 63 cláusulas que forman parte de la primera versión permanecen vigentes en el Derecho

los derechos de la Iglesia inglesa, otra

de Londres y otras ciudades. La tercera es la más famosa: ningún hombre libre será apresado, encarcelado o priva-do de sus derechos o posesiones sin sentencia y siempre conforme a la ley. Solo que, en la Inglaterra medieval, los hombres libres suponían una pequeña fracción de la población. Casi todos eran campesinos no libres, conocidos como villanos, que solo podían buscar justicia a través de los tribunales de sus propios señores.A esta cláusula tampoco se le dio par-ticular importancia en 1215, pero su adaptabilidad intrínseca ha permitido a las generaciones venideras reinter-pretarla. En el siglo XIV, el Parlamento la utilizó como garantía en un juicio por jurado; en el siglo XVII Sir Edward Coke la expuso como declaración de la

los primeros reyes Stuart. Además, esta cláusula tiene ecos en la Carta Interamericana de Derechos (1791) y en la Declaración Universal de los De-rechos Humanos (1948).

ECOS QUE LLEGAN HASTA HOYLa primera impresión de la Carta Mag-na se ha convertido en la primera ley que todos los abogados ingleses han estudiado a lo largo de los siglos en diferentes épocas y para distintos

-gados ingleses utilizan la Carta Magna

momento, el rey podía ignorar el par-lamento y encarcelar a cualquier per-sona que se le oponía. Inspirada en la

Carta Magna, Sir Edward Coke escribió la Petición de Derechos, que se propu-so limitar los poderes del rey.Por la misma época, fue tomada por los primeros colonos británicos en Améri-ca. En la década de 1770 los america-nos lucharon por la independencia de Gran Bretaña y la Carta Magna se con-virtió de nuevo en un símbolo de la

en la Declaración de Independencia y en la Declaración de Derechos.Posteriormente, la Gran Bretaña del siglo XVIII utilizó la Carta Magna para protestar contra la censura de la pren-sa. En ese momento, la gente podía ser encarcelada sin juicio por criticar al rey. Cuando el editor de periódicos John Wilkes fue arrestado por insultar a Jor-ge III, utilizó la Carta Magna para luchar por su libertad. La campaña de Wilkes mostró este documento esencial en to-dos los medios a su alcance, convirtién-dose en un verdadero fenómeno viral.Avanzada la década de 1800, muy po-cas personas tenían derecho a voto en Gran Bretaña. El movimiento de los cartistas se inspiró en la Carta Magna para crear una “Carta del Pueblo” y así poder luchar por el voto de todos los hombres. Un siglo más tarde, las sufragistas también utilizaron la Carta Magna para argumentar que todas las mujeres debían gozar del derecho a voto. Años después, Gandhi luchó con éxito por una mayor libertad para los colonos indios en Sudáfrica y describió “la Carta Magna de nuestra libertad en esta tierra”. Por su parte, en su famo-so y recordado discurso del muelle, Nelson Mandela declaró su admiración por la Carta Magna y la democracia oc-cidental.

la Declaración Universal de los Dere-chos Humanos. Escrita después de las atrocidades de la II Guerra Mundial, la declaración establece que las perso-nas de todo el mundo están protegi-das por los derechos humanos funda-mentales, independientemente de su nacionalidad, raza, sexo o creencias. Eleanor Roosevelt pronunció la fa-mosa frase en la que señalaba que la Declaración podría convertirse en “la Carta Magna internacional de todos los hombres en todas las partes”.

Lo dijo en una entrevista en el suplemento Babelia del diario El País en el año 2001: “Odio la palabra hispanista”. Y quien así de rotundo se mostraba, hablaba con conocimiento de causa, puesto que era uno de los hispanistas más reconocidos a nivel mundial, Raymond Carr, que el pasado mes de abril fallecía cuando acababa de cumplir los 96 años de edad. Nació en Bath, una ciudad fundada por los romanos en el condado de Somerset, al sur de Inglaterra, en 1919. Su vínculo con España se inició cuando viajó de luna de miel después de su enlace con Sara Strickland en 1950. Visitó Torremolinos, que entonces era una pequeña población de pescadores e intrigado por la vida española bajo la dictadura de Franco, comenzó a leer la historia de nuestro país hasta que en 1966 publicó España, 1808-1939 —después España, 1808-1975—, un libro de referencia, no solo para el mundo anglosajón, sino también dentro de nuestras fronteras. Como señaló el historiador John Elliott, premio Príncipe de Asturias de las

Ciencias Sociales en 1996, “las nuevas generaciones de historiadores, tanto dentro como fuera de España, han seguido con gran provecho las pistas que señaló Carr en este libro”. El propio Raymond Carr recibió el Premio Príncipe de Asturias en 1999 y el jurado destacó precisamente que sus estudios sobre la República o la Guerra Civil se hubieran convertido en “modelos de investigación”. Fue miembro de la Academia Británica y de la Real Academia de la Historia de España. En 1983 recibió también la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio. Fue asimismo profesor en Oxford y rector del St Anthony’s College en la propia universidad británica. La historiadora María Jesús González, que publicó la biografía Raymond Carr: la curiosidad del zorro destacaba el hecho de que el investigador británico perteneciera a “una generación socialmente muy especial, que creció entre dos guerras mundiales y vivió un momento de grandes cambios sociales, de modernización e ideas políticas extremas”.

10 C L Í O

EXPOSICIÓN

Desde el 9 de junio hasta el 13 de septiembre el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid acogerá la exposición Zurbarán: una nueva mirada, que plantea una revisión actualizada de la obra del maestro del Siglo de Oro español desde la perspectiva de los descubrimientos y estudios realizados en las últimas décadas. La selección recogida en la muestra se centra principalmente en la obra autógrafa de Zurbarán, con piezas destacadas de distintas épocas y de algunos de los grandes conjuntos que realizó a lo largo de su carrera.Sesenta y tres obras, en su mayoría de gran formato, se presentan distribuidas en siete salas, siguiendo un orden cronológico y atendiendo también a la naturaleza del encargo por el que fueron ejecutadas. Con este planteamiento, el visitante encontrará espacios dedicados a las grandes comisiones de las comunidades religiosas junto a otros donde se contemplan obras individuales destinadas a la devoción privada. La muestra tendrá una sala dedicada a los artistas que colaboraron en su taller y otra que presentará por primera vez alguno de los escasos bodegones del maestro junto a los

frutas han sido recientemente descubiertas y puestas en valor.Los préstamos proceden de colecciones y museos españoles, europeos y americanos, e incluyen algunas obras nunca antes expuestas en España y otras incluidas en el catálogo del pintor después de 1988.

ZURBARÁN: UNA NUEVA MIRADA

OBITUARIO

EL ADIÓS DEL HISPANISTA QUE ODIABA LA PALABRA HISPANISTA

RAYMOND CARR. El historiador y catedrático británico falleció a los 96 años.

“SANTA CASILDA” Zurbarán (1598-1664)

C L Í O 1 1

El 20 de abril de 1534 una mujer de 28 años subía al cadalso para ser ejecutada. Se llamaba Elizabeth Barton y poco tiempo antes había sido considerada santa y visionaria. Fue su enfren-tamiento con el rey Enrique VIII lo que cambió su reputación. El monarca no aceptó que “La Monja de Kent” condenara públi-camente su divorcio de Catalina de Aragón para casarse con Ana Bolena. Elizabeth nació en Aldington, cerca de Canterbury, probablemen-te en el seno de una familia humilde. A los 19 años servía en la casa de un farmacéutico local. Fue entonces cuando cayó enfer-ma y empezó a experimentar sus primeras visiones y profecías. La fama de Elizabeth voló cuando religiosos como el arzobispo William Warham y el obispo John Fisher creyeron en ella. Fue el propio arzobispo quien medió para que Elizabeth ingresara en el convento benedictino del Santo Sepulcro de Canterbury.En 1528 fue recibida por el cardenal Thomas Wolsey y el propio

ellos, cuando la monja amenazó al rey con la condena divina, de-rivó nada menos que en la ruptura con la Iglesia de Roma. Enrique VIII envió a sus agentes para que silenciaran sus profecías contra él. En la Torre de Londres fue interrogada y torturada hasta for-zarla a una declaración que la condenaba a morir. Después vino

la corona, en el que no hubo juicio. El 20 de abril de 1534 fue decapitada en Tyburn y su cabeza colgada de una pica en el Puen-te de Londres. Fue la primera mujer en sufrir tal escarnio público

-tantes que se extendió por Inglaterra en los años posteriores hizo de Elizabeth Barton el símbolo de la santidad para unos, que la llamaban “La Santa Doncella de Londres”, y de maldad para otros, que la recordaban como “La Loca Doncella de Kent”.

ELIZABETH BARTON, VÍCTIMA DE LA FALSA MORAL CRISTIANA

Sandra Ferrer Valero, periodista y bloguera (www.mujeresenlahistoria.com)

MUJERES EN LA HISTORIANNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNN LLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

hasta 1903, un año antes ya habían sido padres de Lie-serl que, lamentablemente, falleció antes de su primer aniversario. Este hecho, desconocido hasta 1986, cuan-do se descubrió un lote de cartas entre Albert y su espo-sa, truncó la prometedora carrera académica de Mileva. En 1903 se casaron en Berna (Suiza) y Mileva se dedicó a criar sus hijos, Hans Albert (1904) y Eduard (1910), y a seguir a su marido a los diferentes destinos laborales: Berna, Zurich, Praga y Berlín.La relación comenzó a deteriorarse y el traslado a Ber-lín, al que Mileva se opuso desde el principio, acabó por darle la puntilla. A pesar todo, y pensando en sus hijos, decidieron continuar juntos… Pero Albert solo lo haría si su esposa se comprometía a cumplir una serie de deni-

mujer:

1 Deberás asegurarte de:• mantener mi ropa y la del hogar en buen estado.• servirme tres comidas en mi habitación.• mantener mi dormitorio y el estudio limpios, y debe

quedar claro que mi mesa de trabajo es para mi uso exclusivo.

2 Renunciarás a cualquier tipo de relación personal con-migo en la medida en que no sean estrictamente necesa-rias por razones sociales. En concreto, renunciarás a:• sentarte en casa junto a mí.• pasear o viajar juntos.3 Tendrás en cuenta los siguiente puntos:• no mantendremos relaciones íntimas ni me repro-

charás nada.• dejarás de hablarme si yo te lo pido.• abandonarás mi dormitorio o estudio inmediata-

mente, y sin protestar, si te lo pido.4 Te comprometerás a no menospreciarme delante de nuestros hijos, ya sea con palabras o hechos.

-cables imposiciones pero, como era de esperar, reaccio-nó y el matrimonio no duró mucho. En 1914 Maric aban-donó Berlín con sus hijos y se trasladó a Zurich. El 14 de febrero de 1919 se divorciaron.

HISTORIAS DE LA HISTORIA

CLÁUSULAS DE CONVIVENCIA DE LOS EINSTEIN

Javier Sanz, escritor (http://historiasdelahistoria.com)

DE GHANDI A BEETHOVEN

SEIS GRADOS DE SEPARACIÓN

12 CLÍO

Mohandas Karamchand Ghandi, más conocido como Mahatma —gran alma—, líder político y espiritual de la India durante buena parte de la primera mitad del siglo XX, practicó la satyagraha, la resistencia a la tiranía a través de la des-obediencia civil no violenta. Ejerció como abogado en Londres, antes de luchar por los derechos civiles de los indios establecidos en Sudáfrica, donde vivió veinte años desde 1893. Asumió el liderazgo del Congreso Nacional Indio en 1915 y movilizó a gran parte de la población para encaminar a la India hacia la

Ghandi fue asesinado por un fundamentalista hindú. A pesar de pertenecer a

de Rusia y más concretamente de un escritor con el que mantuvo una intensa relación epistolar: León Tolstoi.

Bariatinski , fue un prestigioso general y mariscal de campo del ejército ruso. Desarrolló una brillante carrera militar, principalmente en las campañas del Cáu-caso, hasta el punto de que, después de ser designado comandante en jefe de las tropas en el territorio, sería nombrado gobernador de la región. Por su actividad y su posición en la jerarquía militar, acompañó y aconsejó a un hombre que había leído y disfrutado los relatos del Tolstoi sobre la guerra: el zar Alejandro II.

La Filosofía Oriental que Tolstoi estudió en la Universidad de Kazán, inspiró mu-chas de sus ideas. El editor indio Tarakuatta Das le pidió que se pronunciara sobre la situación en la India. En 1908 Tolstoi expresó que la no violencia era la respues-ta adecuada a la dominación británica. Ghandi, quien reconoció durante su vida el impacto que le causó la obra del ruso El reino de Dios está en vosotros, leyó la carta y escribió al pensador pidiéndole permiso para imprimir 20.000 copias de su respuesta, conocida como Carta a un hindú. A pesar de todo, un joven Tolstoi formó parte de la brigada de artillería del ejército ruso durante la guerra de Crimea, gra-cias, entre otras cosas, a que fue reclutado por el príncipe Aleksandr Bariatinski.

A pesar de haber nacido en Praga, la música llevó a Anton Reicha hasta Bonn, Hamburgo y después a Viena, aunque a raíz de la invasión napoleónica de la ciudad, decidiera trasladarse a París, donde continuó dando clases de composi-ción. Allí instruyó a Vieuxtemps durante el invierno de 1835 y 1836. La muerte de Reicha llegó pocos meses después, en la primavera de 1836. Como profesor, tuvo alumnos de la talla de Franz Liszt, Cesar Franck o Hector Berlioz. Sin duda, su gran legado, más allá de sus composiciones, quedó en la música de sus pupi-los. Todo lo contrario le ocurrió a un íntimo amigo de la juventud de Reicha, un hombre cuyas obras parecen inmortales y han llegado hasta nuestros días con una fuerza inusitada: Ludwig van Beethoven.

La vida de Henri Vieuxtemps estuvo claramente ligada a Rusia y a San Peters-burgo, pero también a muchas otras ciudades europeas. Era un virtuoso y un viajero. Estuvo durante varias etapas en Rusia, no solo en la corte, sino tam-bién como profesor del conservatorio de San Petersburgo y como solista en los teatros imperiales, donde Nicolás I y su hijo Alejandro II disfrutaron de su ge-nialidad. La maestría y el talento de Vieuxtemps fueron reconocidos por Schu-mann, Paganini, Wagner o Berlioz y durante su juventud, fueron moldeados por el rigor y la experiencia de maestros como Charles Auguste de Bériot, Simon Sechter o Anton Reicha.

Alejandro II fue uno de los cuatro zares que gobernaron durante la vida de León Tolstoi. A tres de ellos se dirigió por carta el autor de Anna Karenina. En el caso de Alejandro II, escribió indignado para pedir explicaciones por el registro de su propiedad en Yásnaia Poliana. El zar Alejandro II sucedió a su padre Nicolás

como la abolición de la servidumbre, que consideraba un lastre para el desarro-llo económico y social de Rusia. En sus últimos años, su postura liberal comen-zó a diluirse y el descontento con su forma de gobernar se hizo evidente. Fue asesinado en 1881. Sin duda, tuvo una vida agitada en la que, no obstante, no faltó la música; fundamentalmente la de un belga al que conoció en 1846 y que había llegado a San Petersburgo para convertirse en el violinista de la corte del zar Nicolás I:Henri Vieuxtemps.

Álvaro González-Aller

C L Í O 13

Cada vez quedan menos supervivientes del Holocausto. Con ellos se va el recuerdo más atroz del nazismo. Preservar sus vivencias es el propósito del proyecto New Dimensions in Testimony (Nuevas Dimensiones para el Testimonio), desarrollado en la Universidad del Sur de California (USC), cuyo objetivo es capturar esos testimonios efímeros y

esta manera, cualquiera, en el futuro, podrá entrevistar e interactuar con alguno de los protagonistas de aquel horror. Quizá un bisnieto pueda conversar directamente con su bisabuelo.El proyecto comienza con una serie de entrevistas con cada sujeto. Más de 50 cámaras graban, desde todos los ángulos, cada movimiento del narrador. Después, los hologramas se integran con “tecnología de lenguaje natural”, similar a la de los asistentes personales de los smartphones, “lo que permitirá a las personas involucrarse con los testimonios, haciendo preguntas que generen respuestas pertinentes”, señalan los representantes de la USC.

ANTROPOLOGÍA

EL MUSEO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA

Y SU GIGANTE CUMPLEN 140 AÑOS

HOLOGRAMAS DEL HOLOCAUSTO

FUTUROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

ESQUELETO DE AGUSTÍN LUENGO CAPILLA, también conocido como “El Gigante Extremeño”.

PINCHAS GUTTER es el “holograma piloto” de un superviviente del Holocausto que se sometió a un interrogatorio de cientos de pregutas sobre su historia. A continuación, las respuestas son analizadas y catalogadas, de manera que cuando los espectadores hacen sus propias preguntas, se selecciona una respuesta adecuada que reproduce el holograma de manera increíblemente realista

Alfonso XII inauguró el 29 de abril de 1875 el Museo Anatómico, conocido popularmente como “Museo Antropológico”. Su origen se debe a una iniciativa personal del médico segoviano Pedro González Velasco, que invirtió sus ahorros en la

En ese momento, la colección estaba formada por objetos de los tres reinos de la naturaleza, muestras de antropología física

En 1890 el Museo de Ciencias Naturales tomó la decisión de

del suyo y en 1895 trasladó su sección de Antropología, Etnología y Prehistoria, que unió con parte de las colecciones

del Dr. Velasco y con otras traídas por diferentes expediciones

medio de un Real Decreto, esta sección del Museo de Ciencias Naturales se convirtió en el Museo Nacional de Antropología,

frente a la estación de Atocha, en Madrid, ofrece un recorrido apasionante. Sus salas están llenas de anécdotas, como la del gigante extremeño Agustín Luengo, que medía 2,35 y cuyo inmenso esqueleto está expuesto. Según dicen, lo vendió por 3.000 pesetas. De su fallecimiento se cumplirán en diciembre precisamente 140 años.

14 C L Í O

Cuando en 1885 Isaac Peral presen-tó su proyecto para dotar al ejérci-

chocó de bruces con el clientelismo, las envidias y las malas artes que em-papaban la vida política del país, for-zándolo a frustrar su iniciativa. Peral y el ministro Manuel de la Pezuela, su principal avalador, conocían a la per-fección el ruinoso estado de la Marina de guerra y, en su sincero patriotismo, pretendían hacer algo que lo remedia-se. Y no era para menos, porque hubo un barco español que incluso llamó la

-les por su estado: la Corbeta Narváez.Durante la segunda mitad del siglo XIX, subir a bordo de un navío y sur-car esos mares de Dios era un depor-te de riesgo y si encima alguien tenía los bemoles de enrolarse en la Marina española, era lo más parecido a hacer paracaidismo con un paraguas. Gue-rras, huracanes, enfermedades, pira-tería, motines… azotaban las tripula-ciones de todos los barcos del mundo,

pero los barcos de guerra españoles tenían el plus de tener que luchar contra constantes averías por un man-tenimiento inexistente, amén de más de una “mano larga” en los presu-puestos fruto de la corrupción que ya entonces corría por la administración.Los barcos de guerra españoles no es-taban exactamente a la moda. Mien-tras que en Reino Unido o Estados Unidos las embarcaciones de casco de hierro y propulsión a vapor se gene-ralizaban; aquí, las que salían de los astilleros eran construidas de casco de madera o, en el mejor de los casos, de madera blindada con una cober-tura de metal y una propulsión mixta vapor-vela. Por número de efectivos la armada española era de las más

menos que hacía reír a ingleses, fran-ceses, americanos o alemanes.Si a esta obsolescencia de la Marina le añadimos la mala construcción (al-gunos barcos estaban podridos a los 5 o 6 años de haber sido botados), el

sobrecoste —que hacía que estuvie-ran hasta 10 años en el astillero antes de ser botados— y el mal entendido ahorro de costes con madera —que lógicamente exigía después mayor gasto de mantenimiento—, el cóctel estaba completo. Los barcos tenían continuas averías, sobre todo de pu-driciones de la madera, que en algún caso llevaron a la nave al fondo del mar (vapor Pizarro, 1878). Todo un show que los periódicos denunciaban agriamente.En esta situación de pudrición se en-contraron muchísimas embarcaciones que, tras navegar por Cuba, Sudaméri-ca o Filipinas, tenían que volver para ser reparadas. Sobra decir que duran-te las singladuras se escuchaban más plegarias que órdenes. Uno de estos navíos fue la corbeta Narváez, que desde Filipinas volvió a los astilleros de El Ferrol. La nave a propulsión mixta vapor-vela de cas-co de madera, fue botada en 1857, si bien ya empezó con mal pie, ya que su

LA CARA B DE LA HISTORIA

LA CORBETA NARVÁEZ El barco que se comieron las termitas

Ireneu Castillo, escritor (http://ireneu.blogspot.com.es)

C L Í O 1 5

ACTUALIDAD

Federico García Lorca fue fusilado en la madrugada del 18 de agosto de 1936. Tenía 38 años. Casi 29 años después, el 9 de julio de 1965, el personal de la brigada de investigación social de la jefatura superior de Policía de Granada redactó un informe titulado Antecedentes del poeta Federico García Lorca en el que señalaba que este fue “pasado por las armas” junto a otra persona, tras

lo que el poeta admitió. Las dos hojas

acceso eldiario.es y la Cadena Ser, indican que Lorca, “aunque sin actividades conocidas, estaba conceptuado como

perteneciente a la logia ‘Alhambra’ en la que adoptó el nombre simbólico de Homero”. Asimismo, el informe explica que el poeta “estaba tildado de prácticas de homosexualismo, aberración que llegó a ser vox pópuli” para después reconocer: “lo cierto es que no hay antecedentes de ningún caso concreto en tal sentido”. Sobre la ejecución, el documento dice que “los datos que

pudieron adquirirse son muy confusos” y solo se pudo “precisar que dicho detenido fue sacado del Gobierno Civil por fuerzas dependientes del mismo y conducido en un coche al término de Víznar (Granada) y en las inmediaciones del lugar conocido como ‘Fuente Grande’, en unión de otro detenido cuyas circunstancias personales se desconocen, fue pasado por las armas después de haber confesado, según se tiene entendido, siendo enterrado en

barranco situado a unos dos kilómetros a la derecha de dicha ‘Fuente Grande’, en un lugar que se hace muy difícil de localizar”. El informe se creó después de una petición de la escritora Marcelle Auclair, que investigaba la muerte de Lorca, a la embajada de España en París. La representación diplomática trasladó la solicitud al ministro de Exteriores, Fernando Mª. Castiella, que pidió al ministro de Gobernación, Camilo Alonso Vega, “averiguar” si se podían “o no” abrir los archivos que guardaba el Gobierno de Franco “sobre el episodio García Lorca”.

maquinaria a vapor procedía de otro barco similar que se había podrido en tan solo 5 años. Sea como fuere, el Narváez fue destinado a las Filipinas donde participó en diversas expedi-ciones de patrulla e hizo un impor-

los años 60. En 1878 se decidió que volviera a España para repararse debi-do a sus importantes averías. Padecía pudrición de las maderas y su presu-puesto de reparación fue estimado en 179.663 pesetas, lo que implica que, si contamos que un barco de este es-tilo podía rondar el millón o millón y medio de pesetas, se trataba de una inversión muy elevada. Sin embargo, esto no sería lo peor.A pesar de que las maderas para arre-glarlo ya habían sido compradas por el ministerio, las reparaciones se dila-taban, dando tiempo a que un ataque

de termitas como jamás había

sido visto aca-base com-

pletamente con todo lo que de made-ra había en el barco. Lo más gracioso del caso es que esta termita atacó toda la madera que no estaba en con-tacto con el agua, de tal forma que a la pudrición por la humedad se sumó la devastación más absoluta del resto de madera.El entomólogo gallego Víctor López Seoane, que se enteró de lo que es-taba pasando con el barquito de ma-rras, cogió en un frasco de vidrio una muestra de una madera carcomida de una forma totalmente inaudita, que contenía algunos de los individuos causantes del desaguisado. Seoane procedió a llevarlos a la Societé Ro-yale d’Entomologie de Belgique (Real Sociedad de Entomología de Bélgi-ca), con sede en Bruselas, donde sus colegas admiraron una especie de termita que se daba en las Filipinas, en Antillas y el Cono Sur americano, pero que no se tenía constancia de que provocase semejantes daños en navíos.

La embarcación quedó reducida a se-rrín en muy pocos meses y solo daba testimonio de su anterior existenicia el casco podrido, que acabó por hun-

años de servicio.Aquel mismo año de 1879, otros doce navíos de guerra esperaban desarma-dos para ser reparados en los diversos puertos que la Armada utilizaba para ello (Tarragona, Cádiz, El Ferrol, Car-tagena...). Estos se tenían que sumar a otros tantos que estaban esperando reparaciones de menor importancia, pero que los mantenían igual de va-

-cos de guerra —la mitad de vela, la mitad de “medio vapor”— una cuarta parte estaba inutilizada. La corrup-ción, la envidia y la mala gestión de la política española habían reducido a una caricatura la otrora potentísima armada española.

Peral cuando le negaron el pan y la sal con su submarino.

, p q qde termitas co

jamás hasido visto a

base co

LORCA “PASADO POR LAS ARMAS” POR “SOCIALISTA, HOMOSEXUAL Y MASÓN”

16 C L Í O

LA HISTORIA EN SU LUGAR

EL MAYOR ARCHIVO GENEALÓGICO DEL MUNDO SE OCULTA EN UNA MONTAÑA MORMONA

El archivo de Granite Mountain, gestio-nado por los mormones, está excavado en las profundidades de una montaña del estado de Utah, y las visitas del pú-blico o de periodistas rara vez se auto-rizan. A lo largo de los años este secre-tismo ha levantado sospechas acerca de por qué la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es tan celosa de su intimidad. La iglesia, por su parte,

-ciones por motivos de seguridad.Granite Mountain contiene un almacén excavado en sus profundidades donde se guarda una enorme cantidad de do-cumentos relacionados con la iglesia mormona, sus actividades, su estruc-tura y su historia. También contiene un archivo de información genealógi-ca sin parangón en el mundo. Se dice que guarda más de 35.000 millones de datos genealógicos y casi dos mi-

(que cada año se va incrementado con 40.000 rollos más) El archivo tiene a 50 personas contratadas para catalogar almacenar, copiar y, desde 2002, digita-lizar los interminables fondos. La histo-ria de la iglesia mormona comienza en Nueva York durante la década de 1820 con un hombre llamado Joseph Smith, que aseguraba haber tenido unas visio-nes. Según él, en una de ellas un ángel le llevaba a la ladera de un monte en donde se encontraba enterrado un libro escrito en tablas de oro. En 1830 publi-có el Libro de Mormón, del que dijo era la traducción de estas tablas, y fundó una nueva iglesia basada en sus ense-

ñanzas. Todavía se conserva algo más de una cuarta parte del manuscrito ori-ginal de Smith, y se guarda en Granite Mountain. El movimiento se extendió rápidamente, pero a menudo entraba

debido a sus creencias poco ortodoxas (entre las que se encontraba la poliga-mia). El propio Smith falleció a manos de una masa enfurecida en Illinois en 1844. El liderazgo de los mormones pasó a manos de Brigham Young, quien trasladó la iglesia a Salt Lake City (Utah), que ha sido desde entonces su hogar espiritual. Las creencias mormonas en-fatizan las relaciones con los ancestros, por lo que la iglesia comenzó a acumu-

siglo XIX. En los años treinta del pasado

y una década más tarde ya tenía más de 100.000 rollos que necesitaban ser ur-gentemente almacenados en un lugar permanente. Se consideraron varios sitios en Salt Lake City, pero se desesti-maron hasta que un arquitecto que vivía en Little Cottonwood Canyon propuso excavar en Granite Mountain. No solo sería una ubicación de máxima seguri-dad, dijo, sino que ofrecería la posibili-dad de controlar la temperatura, una de las mayores preocupaciones de los en-cargados del archivo. Las obras empe-zaron en mayo de 1960 y se excavaron túneles abovedados a 250 metros de la cuna de la montaña y hasta 700 metros de profundidad. Se construyeron tres corredores principales para llegar al ar-chivo y cuatro túneles que atravesaban

Javier Ramos, periodista y bloguero (www.lugaresconhistoria.com )

estos pasillos transversalmente. Las galerías se forraron de cemento y acero y se hicieron seis cámaras que también se forraron de acero (el proyecto le cos-tó a la iglesia dos millones de dólares).

de 6.000 metros cuadrados. En la en-trada, unas enormes puertas que pesan entre nueve y 14 toneladas y que pue-den sortear un ataque nuclear ayudan a impedir el acceso a intrusos. El material se guarda en unos archivadores de más de tres metros de altura. El traslado de

archivo ya era totalmente operativo en el año 1965. La montaña no solo ofre-ce protección ante un posible ataque nuclear, sino que también preserva de desastres naturales como incendios o terremotos. La iglesia sostiene que la mejor manera de proteger el material es limitando estrictamente el contac-to humano. Por este motivo las visitas guiadas están prohibidas, ya que cosas como las marcas de dedos, el polvo o las

-naza para su contenido. Desde 2001 los avances tecnológicos han permitido mantener el archivo a una temperatu-ra constante de 13º C. y a un 35% de humedad. En 2010, 300 millones de registros de Granite Mountain fueron publicados en Internet y quedaron a disposición de investigadores y del pú-blico en general como un gesto de ma-yor transparencia. Aun así, el nivel de seguridad que mantiene el archivo nos lleva a preguntarnos qué otros secretos se ocultan dentro de la montaña.

C L Í O 1 7

Perú, sus contrastes y su transformación son nexos de unión entre las fotografías de Martín Chambi (Coaza, 1891-Cuzco, 1973) y Juan Manuel Castro Prieto (Madrid, 1958). Las imágenes de Chambi despliegan la complejidad de la sociedad peruana de principios del siglo XX. Son paisajes y escenas de la vida cotidiana con una poderosa carga poética que emana de los vestigios de la cultura inca y del respeto con el que

indígenas de la región andina de Perú. Sus fotografías de Cuzco hablan de una sociedad en la que las tradiciones prehispánicas conviven con la llegada de la modernidad a la antigua capital del imperio inca. Martín Chambi fue simultáneamente un fotógrafo indígena, fotógrafo de salones de arte, fotoperiodista, testigo activo del nacimiento de los partidos indigenistas en su país, apasionado documentalista de su cultura, retratista de estudio para la alta sociedad cuzqueña, fotógrafo

e indígenas, fotógrafo costumbrista, maestro de muchos profesionales que se formaron en su taller, amante de la estética de los grandes pintores de retrato, excelente iluminador y dotado de excepcional destreza para

personas, representante involuntario de la emergencia de las clases humildes en Cuzco, entre otras facetas de su rica personalidad. Todo ello, apoyado en un dominio excepcional de la técnica y en una curiosidad insaciable por la epopeya cotidiana del ser humano.La mirada del viajero Castro Prieto no es menos pasional. Llegó a Perú por primera vez en 1990, precisamente para positivar las placas de cristal de Martín Chambi en su estudio de Cuzco. Poseído por el espíritu de peruano, Juan Manuel estuvo 10 años siguiendo los mismos pasos

CHAMBI Y CASTRO PRIETO: PASIÓN POR PERÚ

EXPOSICIÓN

por la geografía andina y Cuzco, testimoniando con su cámara los cambios impuestos por el turismo y las migraciones rurales. Su enorme

contemporáneo, sin concesiones al exotismo y subrayando el mestizaje

que hoy constituye la seña de identidad de sus gentes.En el Museo Nacional de Antropología de Madrid se exhibe una amplia muestra de las imágenes capturadas por ambos fotógrafos: Martín Chambi · PERÚ · Castro Prieto.

MARTÍN CHAMBI boda de don Julio Ga-dea y Olimpia Arteta.

Cuzco, 1926.

CASTRO PRIETO Nazaria Alpérez y Ale-

jandra Checia. Santo Tomás, Chumbivilcas,

2009

18 C L Í O

ARTE ROMANO DE MERIDALas mejores fotos del patrimonio emeritense

PUENTE ROMANO. Celebración de la feria de ganado en el puente romano de Mérida (Marcial Bocconi, c.a.1915). Información sobre to-das las fotografías: Barrero, N.; Murciano, J.M. y Velázquez, A.: Catálogo del Archivo de Fotografía Antigua del MNAR, Mérida, 2014. El proyecto ha implicado una labor de restauración, digitalización, catalogación,

C L Í O 19

Redacción de CLÍO | Fotos: MNAR

El Museo Nacional de Arte Ro-mano de Mérida (MNAR) ha ela-borado un catálogo que recoge 150 imágenes, entre ellas una maravillosa serie de fotografías antiguas del viejo museo en la Iglesia de Santa Clara, varias pie-zas de sus fondos e instantáneas de ilustres monumentos como el icónico Teatro Romano.

CABEZA DE TIBERIO -rior de Santa Clara. (Tomás Prast Thio. 1948).

MERIDA MERIDAARTE ROMANO

ARTE ROMANO ARTE ROMANOMERIDA

20 C L Í O

Tratándose de la capi-

conjunto arqueológi-co es uno de los prin-

cipales y más ricos de Espa-

MNAR haya reunido una de las colecciones de fotografía arqueológica más importan-tes del mundo, que recupera los inicios de esta ciencia.

de Mérida, antigua Augus-ta Emerita, ciudad cardinal lusitana, destaca el teatro romano, construcción pro-movida por el cónsul Marco Vipsanio Agripa entre los

-da que conocemos, proba-blemente fue levantada en época del emperador Traja-no y otros elementos emble-máticos, así como la calzada que rodea el monumento no serían introducidos hasta los

de Constantino.Como otros tantos testimo-nios de un brillante pasado

pagano, la arena de los cris-tianos sepultó el teatro en el que solo veían abominable inmoralidad. Solo quedó visi-ble la zona superior del gra-derío semicircular, la summa cavea destinada a la plebe, aunque la tradición acabó

Sillas", porque en ellas se sentaron siete reyes moros para decidir los destinos de la ciudad.

-gicas en el teatro emeritense comenzaron siglos después,

bajo estas líneas podemos -

mente a ese momento, cuan-do los medios eran rudimen-tarios y la metodología de trabajo más bien escasa.En 2007 el teatro fue nom-brado uno de los 12 Tesoros

Nave central de Santa Clara,

con la instalación del antiguo Museo de Mérida, futuro Museo Nacional de Arte Romano (Abelardo de la Barerra, 1944-1948).

TEATRO ROMANO DE MERIDA. -ción (Marcial Bocconi, 1911). Uno de los objetivos del proyecto del archivo

de vidrio fracturados, pero recuperables.

Estatua de Cautes

del Mitreo, en el estado previo a su res-tauración (Anónimo,

ARTE ROMANO MERIDA ARTE ROMANO

MERIDA ARTE ROMANO MERIDA

C L Í O 21

22 CLÍO

DOSSIER: 200 AÑOS WATERLOO | Cien días junto a NapoleónDOSSIER: 200 AÑOS WATERLOO | Cien días junto a Napoleón

El último jaque napoleónico

CIEN DÍAS JUNTO A BONAPARTE

C L Í O 23

Ferran Sánchez, historiador

Aunque Elba recordaba a su Córcega natal, en la isla donde el emperador fue reclui-do tras su abdicación en 1814 parecía sentirse como un animal salvaje encerrado en una jaula. Con apenas doscientos kilómetros cuadrados y doce mil habitantes, solo contaba con viñedos y minas de hierro. Cuando Napoleón hubo explorado hasta los últimos rincones de su minúsculo reino, su ardor pareció apaciguarse.

EL 26 DE FEBRERO DE 1815 NAPOLEÓN HUYÓ DE

LA ISLA DE ELBA.

El emperador aparentemente aceptaba su destino, pero en realidad disimulaba una frenética curiosidad por cuanto ocurría en el continente. Había dejado Francia más pequeña de lo que la encontró, en duelo

por un millón de muertos, coaccionada por la policía y el re-

clutamiento, privada de libertades, ocupada por los aliados, empobrecida por el bloqueo continental. Aquel balance ca-

-

no alivió su malestar. Con ellas vinieron rumores de que los aliados estudiaban la deportación de Napoleón a una isla del Atlántico, pero también de que las discusiones entre los ven-

se incomodaba bajo la Restauración de los Borbones.

-

24 CLÍO

DOSSIER: 200 AÑOS WATERLOO | Cien días junto a Napoleón

yendo de la revolución, se habían puesto al servicio de los príncipes absolutistas extranjeros. Había presentado la monar-quía restaurada como la reencarnación de una Francia eterna, dejando correr por todo el país el fantasma del feudalismo y su cortejo de servidumbres: muchos se habían alarmado con los rumores que circulaban por ferias y verbenas sobre el próximo restablecimiento del vasallaje y la devolución a los señores de los bie-

las ventajas de una monarquía pactada; por eso decidió hacer concesiones que permitieran preservar lo esencial. Su edad, su físico cansado, sus promesas

-—un simulacro de Cons-

titución—cuyo espíritu ilustrado se incomodaba

que había traído la Restauración.

EL RECUERDO DEL EMPERADORTodos esos descontentos sublimaban el recuerdo del emperador. "No nos fue impuesto por extranjeros", decían sus adeptos. Un informe de la policía re-

permite comprobar que "se compadece a Bonaparte como a un hombre que ha sido traicionado. Sus locuras y sus fu-

-dos. No conspiran a su favor, pero esta admiración estúpida podría ser aprove-chada por Napoleón". Efectivamente, las noticias del descontento que le lle-

a escapar. La soledad del aburrimiento,

los tratados que le habían conducido a --

mía un asesinato, fortalecieron su deter-minación. Su minúsculo reino, además,

anual de la isla apenas cubría un tercio del presupuesto de su pequeña corte. Encarcelamiento, aislamiento y priva-

defensa ante la opinión pública. Así que

despertó a las seis y —tras afeitarse— recibió a los notables de la isla para anunciarles su partida. El embarque duró toda la tarde. El emperador cenó

-cientos hombres camino de Francia.

-ba en Golfe-Juan, cerca de Antibes, era

la invencibilidad de la coalición aliada. Sabía que solo podía mantenerse ofre-

durante el viaje sus primeras proclamas, textos breves y conmovedores salpica-

--

usurpación de los Borbones impuestos por el extranjero, prometía ser el salva-

--

Alpes y senderos de montaña camino de

que se trataba de un estafador, otros

-das partes despertaba entusiasmos: sin un solo disparo, su tropa fue creciendo hasta convertirse en un ejército.Los campesinos que se unían al cortejo lo acompañaban vociferando su odio

de adhesión popular parecía haber olvi-

-cado el reclutamiento. Ante el amena-

campesina buscaba su protección: "los nobles nos querían atar al arado", le de-cían. Él mismo, sorprendido del violento jacobinismo que parecía apoderarse de los campesinos, se servía en sus dis-cursos del miedo de los notables pre-

ALEGORÍA DE LA VUELTA DE LOS BORBONES A FRANCIA EL 21 DE ABRIL DE 1814: LUIS XVIII LEVANTA A FRANCIA DE SUS RUINAS. El hijo del Delfín se proclamó rey de Francia y de Navarra entre

brevemente el poder.

C L Í O 25

ante la aparición de aquella especie de espectro proveniente del pasado.

-conocéis? Si entre vosotros hay un solo hombre que quiera matar al empera-dor lo puede hacer, aquí me tiene". Y entonces un inmenso clamor —"Viva el emperador"— les precipitó hacia él

queriendo tocarle. Napoleón improvi-

de valientes porque cuento con el pue-blo y con vosotros. El trono de los Bor-

votado por la nación […] y solo existe

derechos feudales y de todos los abu-sos de los que vuestra victoria les ha-bía liberado". La estruendosa aclama-ción que le acompañó hasta Grenoble

recibimiento transformó la marcha ha-

de Lyon, donde los tejedores de seda le reservaron un recibimiento entusiasta,

-

UN REGRESO DIFÍCILEl carácter neojacobino del movimiento —empujado por obreros, campesinos y soldados— alarmaba a los poderosos:

-metiendo que no habría un nuevo Te-

-dad del pueblo, que limitaría su poder

-tucional fuera hereditario y evitara el

-publicanos. Francia se debatía entre el

pero también temía que se repitiera el -

cal, las derrotas. Ese debate explica que —

— al entrar en la capital encontrara la duda

-

expidió cartas personales para todos los

a responder: en Londres devolvieron la carta sellada sin ni siquiera abrirla. Tam-

asentado en una constitución que res-petaría las libertades fundamentales.

"EL RETORNO DEL OGRO"Cuando las noticias de su desembar-

defendida por cinco mil soldados rea-listas, un batallón salió a su encuentro.

advertirles de que el emperador iba a exponerse a sus disparos acercándose

-cio se impuso entre aquellos hombres

constitución que respetaría las libertades fundamentales

"NAPOLEÓN CRUZANDO LOS

ALPES" es el título de este retrato

a Jacques Louis David, que muestra

una versión fuertemente

auténtico cruce de los Alpes por

Napoleón y su

26 CLÍO

DOSSIER: 200 AÑOS WATERLOO | Cien días junto a Napoleón

— -tado en Rusia— y como revolucionario,

-

--

ciales y veladas en el Elíseo, eran pocos los que veían al emperador —tal y como

Leónidas en las Ter-mópilas— como el espartano moderno que plantaba cara heroicamente a esa

-

preparaban para el combate.

EL FRACASO DE WATERLOOEfectivamente, en Viena estaban reuni-

los príncipes absolutistas que habían vencido a Napoleón el año anterior. La noticia de la increíble huida de Elba les

"al reaparecer en Francia con proyectos equívocos y perturbadores, se ha priva-do de la protección de las leyes demos-trando ante el universo que con él nun-

ante la justicia pública". Solo en Gran Bretaña los radicales y los liberales del

contra un estado que, con la abolición -

bertades civiles y la publicación de una -

des. Incluso en la Cámara de los Lores -

dida para proscribir a un hombre que el

bién Luis XVIII había pensado salvar su -

cluyendo en la Carta la responsabilidad de los ministros ante las cámaras. Sin

tal debilidad: consideraban que no

mientras Napoleón se acercaba. Había

el rey pronunció un discurso emotivo

--

der entre nosotros las antorchas de la

viene a poner de nuevo a nuestra pa-

-

-

cerca de la frontera francesa si había

-

-nentales, Napoleón había emprendido

—mientras Benjamin Constant le redacta-ba una constitución— ese matrimonio de conveniencia le alejaba del impulso popular y de la retórica populista que enardecía a sus partidarios: "No soy úni-camente el emperador de los soldados, soy el emperador de los paisanos y el

popular se corresponde con la mía, salí -

en el texto, —que se conoció como "la Benjamina"— una Cámara de Diputados

un derecho de enmienda reconocido y al salario parlamentario, reconocimien-

llamó el "Acta Adicional" copia-

cámara parlamentaria hereditaria, lo que asustó a los republicanos, y evitaba

abril vino acompañada del anuncio de

del retorno de Napoleón y la suspicacia con la que era leído cada artículo de la

miel con los sectores del pueblo fran-

cada artículo, una disposición que pu-diera ejercer de trampa para introducir el autoritarismo. El resultado de la con-sulta popular sobre el texto testimonia-ba el brutal desencanto de la nación: un

votantes que habían participado en las

El equilibrismo político no fue la única causa del fracaso de la consulta sobre la constitución. Con tan bajas tasas de

mostrado su apuesta por una cuestión clara. En anteriores ocasiones el em-

—"debe ser cónsul vitalicio?", por ejem-plo—

-nar sobre múltiples cuestiones com-plejas cuyos pormenores los electores no dominaban. También aumentaron la

temor de las ciudades portuarias a una nueva interrupción del comercio con el

-rencia del pueblo francés se debía a que los admiradores de Bonaparte no

de la tradición y la república de la sobe-ranía popular, el imperio no contaba con

Ahora, eran pocos los que veían al emperador como el espartano moderno que plantaba cara a Europa

oleón

— -tado en Rusia— y como revolucionario, —

-

Acta Adicional" copia-

arlamentaria hereditaria, lo tó a los republicanos, y evitaba

ñada del anuncio de

or como el a Europa

LUIS XVIII

C L Í O 27

puerto en el que pensaba embarcarse le reconfortó; salió un momento a la

Temiendo caer en manos de realistas, -

después de Cien Días sin Borbones,

Luis XVIII. Napoleón, mientras tanto, -

lentamente desaparecían en el hori--

ció cinco horas en la cubierta mirando con anteojos hasta que se perdieron en la distancia.

vista sobre la abdicación, ofreciendo un contraste que me produjo una profunda

de la Cámara, pero que desistió: "No he

-conocieron su rostro sombrío y una mi-rada muy triste. Sin apenas detenerse, su berlina apuró etapas hacia la costa:

-

Morning Chronicle no ocultaba su admiración: Napoleón ha-

habían recibido como un libertador, los Borbones habían perdido por sus pro-pios errores, "sería una medida mons-

-

parlamentaria y Napoleón quedaba más aislado, apenas sujetado por los cuadros militares más jóvenes que soñaban con ascensos, uniformes, aventuras, meda-llas, soldadas y —sobre todo— con la

--

les más veteranos, desayunaba en una

-mida se sirvió en una bandeja de plata

pronto se retiró, sobre la mesa se exten-

XVIII... y allí, junto a Waterloo, fracasó.

LOS ÚLTIMOS DÍAS -

león supo que la Cámara de diputados se aprestaba a apartarlo del poder. El pueblo lo aclamaba ante el Elíseo, don-

la cámara, pero no quiso ser el "empe-rador de la chusma". Entre sus visitas de esos días se cuenta Benjamín Constant

abdicación. Él mismo describió cómo "una multitud de hombres, la mayoría

en esta avenida, presa de un entusias-mo en cierto modo salvaje, intentando escalar los muros del Elíseo para arro-

-tos, proferidos antaño en medio de las

-

rostro sombrío y una mirada muy triste

DOSSIER: 200 AÑOS WATERLOO | La última partida

28 CLÍO

DOSSIER: 200 AÑOS WATERLOO | La última partida

Tambores, "un abismo en llamas, rojo como una fra-gua", escribió Víctor Hugo sobre Waterloo. "Cañones oscuros arrojando chorros de azufre" y una "carnicería espantosa". Durante la mañana posterior a la confron-

tación, el capitán William Turnor, del 14 regimiento de Infante-ría de las tropas de Wellington, redactó una carta mientras in-tentaba recobrar el aliento. En la misiva, que estos días exhibe la Universidad de Cambridge, decía que Waterloo había sido la batalla "más sangrienta y la más decisiva" que había teni-do lugar desde el inicio de la Revolución francesa. En esos 26 años, Europa se había visto envuelta en un estado de confron-tación continuo por la ambición expansionista de Bonaparte que, parecía, había terminado con su abdicación y su exilio a la isla de Elba en 1814. Dejaba a un país, Francia, completamen-te agotado por la guerra. Pero diez meses después de iniciar su retiro mediterráneo, el emperador desembarcó en Antibes para recuperar su corona y volver a sacudir al resto de naciones europeas, que, a pesar de mantener un ojo en Elba, habían re-cuperado la tranquilidad después de años de crispación. Cuando el duque de Wellington anunció en el Congreso de Viena que el exiliado había huido de la isla y desembarcado en Francia, explica Alessandro Barbero en Waterloo: la última

batalla de Napoleón (Pasado y Presente, 2015), "los delegados se partieron de risa, creyendo que era una broma" y después de cambiar de opinión, el Congreso publicó una resolución "en la que declaraba a Napoleón un forajido". Así, las nacio-nes que habían derrotado al emperador —Inglaterra, Austria, Rusia y Prusia—, formaron una alianza comprometiéndose a desplegar un ejército capaz de parar los pies a Napoleón, que ya había entrado en París y se había hecho de nuevo con el po-der en cuestión de unas pocas semanas. A pesar de que una de las primeras cosas que hizo Bonaparte fue enviar cartas a los gobernantes europeos para tranquilizarles y asegurar que no tenía intención de aumentar sus territorios ni de romper la paz,

Barbero, "Inglaterra, que entonces era la potencia económica

los aliados, y el banco Rothschild comenzó a reunir dinero para

6 millones de libras esterlinas que se estimaba necesaria para

Corrigan, los austriacos proporcionarían dos ejércitos, "uno de 210.000 y el otro de 75.000 hombres, los prusianos uno de 117.000, los rusos de 150.000 y los británicos y los holande-

WATERLOO: LA ÚLTIMA PARTIDA

Álvaro González-Aller

batalla que terminó con NapoleónWaterloo se prepara para recibir una avalancha doscientos años después de la míti-ca batalla que enfrentó a las tropas de Bonaparte con el ejército prusiano y la coali-ción de mayoría británica comandada por el duque de Wellington. Miles de turistas llegarán hasta este lugar situado al sur de Bruselas para rememorar el combate y asistir a las espectaculares reconstrucciones que, a pesar del rigor y del empeño,

que sintieron los hombres que chocaron sobre el manto embarrado aquel 18 de ju-

C L Í O 29

ses de 110.000 entre los dos". Entonces, todos marcharían hacia París y obliga-

embargo, movilizar y preparar para el combate a tantos hombres en un tiempo razonable no era posible y cuando llegó el mes de junio, solo la coalición anglo-holandesa, que contaba también con el apoyo de los soldados de varios princi-pados alemanes, y las fuerzas prusianas, comandadas por el veterano mariscal de

el momento de preparar su estrategia, las naciones aliadas contaban con una clara ventaja numérica, pero Napoleón decidió aprovechar el factor tiempo para neutralizar la superioridad de los rivales. Tenía dos opciones: esperar la embesti-da a las puertas de París o tomar la inicia-tiva e intentar sorprender a cada ejército por separado antes de que sumasen sus

fuerzas; esto último fue lo que hizo Bo-naparte. Para ello concentró a la Armeé du Nord junto a la frontera belga y el día 15 de junio de 1815, sus tropas entra-ban en territorio enemigo para intentar hacerse con los principales cruces de caminos y carreteras e interponerse en-tre los dos ejércitos. El emperador sabía que los acuartelados en Bélgica estaban desperdigados en un territorio muy am-plio y buena parte de su estrategia se basó en este factor. Además, los espías de Wellington advirtieron los planes de Napoleón cuando prácticamente tenían encima a las tropas francesas, por lo que el duque tuvo el tiempo justo de situar a sus soldados entre Bruselas y la frontera, mientras que los prusianos se desplaza-ban hacia el este.Por un lado, Prusia contaba con unos 100.000 hombres esparcidos por la zona de Lieja y sus líneas de comunicación es-

taban abiertas hacia Alemania. Las fuer-zas dirigidas por Wellington estaban en el área de Bruselas. Napoleón contaba, en la víspera de la batalla de Waterloo, más o menos con los mismos hombres que la coalición liderada por Wellington: en concreto, y según estimaciones de Ales-sandro Barbero, eran 69.000 combatien-tes, de los que 48.000 eran soldados de infantería, 14.000 de caballería y 7.000 artilleros, encargados de unas 250 bocas de fuego. "No era —prosigue Barbero— un ejército particularmente imponente para la época: en Wagram, en 1809, el emperador había comandado a 170.000 hombres y 500 cañones, y en Leipzig, en 1813, incluso a 195.000 hombres y 700 cañones […] El número de hombres dis-ponibles en el bando de Wellington era idéntico, unos 69.000, de los que 51.000 eran soldados de infantería, 11.000 de caballería y poco menos de 6.000 artille-

ABDICACIÓN DE NAPOLEÓN EN FONTAINEBLEAU (Paul Delaroche, 1845).

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ros. Entre estos, las tropas británicas con-taban con apenas 24.000 hombres, unos 18.000 pertenecían al ejército de los Países Bajos y 26.000 estaban divididos entre los cuatro contingentes alemanes:

-bres, el ejército regular de Hannover, con 11.000, el de Brunswick, con 6.000, y el del ducado de Nassau, con casi 3.000".

podía contar con sus 48.000 soldados de infantería, Wellington tenía en reali-dad 38.000, puesto que los otros 13.000 eran milicianos inexpertos.

LIGNY Y QUATRE-BRASEn la madrugada del 15 de junio, Napo-

hizo que sus tropas avanzaran por el te-rritorio belga. Hacia las tres de la tarde, los franceses llegaron a Charleroi. El 16, Napoleón decidió atacar en Ligny a las

Tenía la intención de reducir sus efecti-vos y después separarlos aún más de las fuerzas comandadas por Wellington. Esta era una de las tácticas habituales de Bonaparte, que, como es conocido, era un excelente estratega militar.

Napoleón consiguió parcialmente su objetivo y para cuando se hizo de no-che, el ejército prusiano se retiraba del campo de batalla. En el enfrentamiento de Ligny y en la posterior huida, según Barbero, "había desaparecido nada me-nos que una cuarta parte del todo el ejército prusiano, entre muertos, heri-dos, prisioneros y fugitivos".Bonaparte mandó a su lugarteniente,

de las tropas de Wellington en Quatre-Bras y "a la mañana siguiente, al cons-tatar que el descalabro prusiano hacía indefendible" esa posición, Wellington ordenó la retirada. Por tanto, el 17 de junio de 1815, la situación dejaba a las tropas aliadas en pleno retroceso. Lo que no sabía Napoleón, al menos no con certeza, es que Wellington no pensaba entregar Bruselas sin presentar batalla, aunque para poder hacer frente al ejér-cito francés, era indispensable la ayuda de los prusianos, que en ese momento huían y que habían sufrido una doloro-sa derrota. No obstante, Napoleón había tenido la oportunidad de hacer mucho más daño a las tropas prusianas, pero la descoordinación de su estado mayor

y una cadena de órdenes confusas, lo impidieron. Este fue uno de los hechos decisivos a la hora de explicar la derrota francesa en Waterloo.Wellington envió a las proximidades del que sería el campo de batalla a su jefe de estado mayor, el coronel De Lancey,

-ción que hiciera viable la defensa. Este

Jean era el lugar adecuado. Allí, a me-dio camino de Bruselas, el ejército de Wellington preparó los vivacs y se dis-puso a pasar la noche. "En la aldea de Waterloo —explica Alessandro Barbero —habían requisado las casas de los cam-pesinos y garabateaban con tiza sobre las puertas los nombres de los genera-les que debían pernoctar en ellas".

EL MOMENTO DECISIVO DEL SIGLO-

cher? Al alba del 18 de junio, Napoleón recibió un despacho del mariscal Em-

encomendado la misión de dirigir la per-secución del ejército prusiano, en el que indicaba que no estaba en condiciones

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cuartel general en una altura casi dos kilómetros más atrás, cerca de la granja de Rossomme. Desde allí era posible vigilar con el catalejo todo el horizon-te: desde Hougoumont —donde se

resultarían fundamentales durante el combate—, a la izquierda, hasta el bosque denominado de París, o de Fris-

Lambert, que barraban el horizonte

habitual, sus ayudantes prepararon una silla y una mesita, en la que des-plegaron las cartas. Napoleón, cansado de la cabalgada, se sentó pesadamente y esperó a que comenzara la batalla".A las once, Bonaparte dio una orden que dirigió al mariscal Ney, responsable de coordinar el ataque. El objetivo era el

donde estaba la "intersección de cami--

caba que el emperador no tenía previsto rodear al enemigo, sino más bien lanzar un ataque frontal. Uno de los motivos por los que Napoleón retrasó su ataque fue que esperaba que el suelo se secara tras la lluvia torrencial para mover con mayor facilidad toda su artillería y no agotar a la infantería y la caballería.Wellington estableció una sólida defen-sa. Aseguró los caminos que conducían a Bruselas y distribuyó a sus hombres

la granja de Papelotte, en el ala izquier-

centro, frente a la cresta, y la granja de Hougoumont, quizás la que a posteriori tendría más importancia en la batalla, a

llegaban los prusianos, pero las tropas

A pesar de las órdenes iniciales, fue precisamente en Hougoumont donde empezó a moverse el ejército francés. La infantería liderada por Jerónimo, el hermano menor de Napoleón, avanzó por el bosque hacia la granja. Barbero sugiere que "quizá la esperanza de que el bosque no estuviera ni siquiera de-fendido" pudo haber hecho que "con-

de precisar cuál había sido el movimien-to de los soldados que estaban bajo el

-talla de Ligny. A pesar de todo, Napoleón parecía estar tranquilo. No obstante, ignoraba que las fuerzas prusianas, en lugar de marchar hacia el este, donde es-taban Lieja y Namur, se habían desplaza-do en dirección a Waterloo. En palabras de Barbero, "pocas veces una decisión estratégica tomada en pocos minutos, a la luz de las linternas, bajo la lluvia re-piqueteante y en medio del caos de un ejército en desbandada, se revelaría más acertada". El autor recoge las palabras de

que fue "el momento decisivo del siglo". -

cher para informarle de que estaba de-cidido a presentar batalla a Napoleón en Waterloo y que necesitaría su ayuda para lograr vencerle. "En medio del inmenso vivac de sus tropas en las campiñas en torno a Wavre" los generales prusianos discutieron sobre lo que debían hacer. No todos estaban de acuerdo en correr riesgos para auxiliar a Wellington, pero

en Ligny había caído y quedado atrapado bajo su caballo, estaba decidido a hacer-lo y esa determinación, probablemente cambió la historia de Europa.En la mañana del 18 de junio, mientras

-tadas a las tropas prusianas del campo

-cher a Wellington, informando de que acudiría con el doble de los efectivos requeridos. Pocas horas después, el em-perador alzó la vista hacia las crestas de

sospechaba, que las tropas de Welling-ton se preparaban para defenderse. "El ejército enemigo es más numeroso que el nuestro, pero tenemos noventa pro-babilidades a nuestro favor, y ni siquiera diez en contra", dijo a sus generales.

UNA POSICIÓN PRIVILEGIADALas tropas estaban preparadas. Y en cuanto a Napoleón, "quería tener una visión de conjunto de todo el campo de batalla, por eso decidió instalar su

UN GENERAL ESPAÑOL EN WATERLOO

Señala Alessandro Barbero que, cuando Wellington llegó abatido y exhausto a la al-dea de Waterloo después de la batalla, "la mesa estaba dispuesta exactamente como la noche anterior, con un cubierto para cada uno de sus ayudantes, pero solo había uno en condiciones de sentarse a la mesa con él". Se trataba del general español don Mi-guel Ricardo de Álava y Esquivel, que "com-partía desde hacía años la vida del de Wellington, y se había integrado perfecta-mente en él". Don Miguel de Álava había nacido en Vitoria en 1772. Combatió en Trafalgar y entró en contacto con Welling-ton en España en 1809 porque dominaba el inglés y el francés. Es decir, le servía de traductor. Para el militar británico, Álava fue de gran ayuda y no tardaron en congeniar. A mediados de mayo de 1815, Wellington solicitó a Fernando VII que enviara como comisionado al General Miguel de Álava, de ahí que el militar español formara parte de equipo del duque en Waterloo.

DOSSIER: 200 AÑOS WATERLOO | La última partida

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siderasen aquel movimiento como un simple ajuste de la línea, y no como el inicio de la batalla". En cualquier caso, Wellington había situado allí a parte de sus tropas y el fuego se desató.Hougoumont es considerada por mu-chos historiadores como una batalla dentro de otra. Lo cierto es que los ata-ques se sucedieron y, mientras la infan-

-do tomó el catalejo y observó algo a una distancia de unos siete u ocho ki-lómetros. Después de consultar con sus generales, llegaron a la conclusión de que eran tropas en movimiento y pocos dudaron de que serían los hombres de

-ras estarían junto al ala derecha france-sa, frente a la granja de Papelotte. Pero quien estaba a siete u ocho kilómetros

-

-marlo más tarde, cuando sus soldados interceptaron a un mensajero prusiano con un despacho dirigido a Wellington.

-cher se acercaba y que antes o después se sumaría a su ejército, por lo que puso todo su empeño en resistir.

entre las tres y las cuatro de la tarde de

ese 18 de junio de 1815, de los 83 ba-tallones de infantería que constituían el ejército de Wellington, el duque había desplegado 60, "17 de ellos ya fuerte-mente desgastados, mientras que aún le quedaban en reserva 23: lo estricta-mente indispensable para mirar la si-tuación con un mínimo de optimismo. Napoleón, por su parte, había utilizado hasta aquel momento a 57 de sus 103 batallones. De estos 57, buena parte es-taban en tan malas condiciones que ya no podían ser utilizados en una ofensi-va, pero de todos modos quedaban aún 46 batallones frescos", incluidos los 22

-poleón reservaba para asestar el golpe

de los soldados del Wellington. El pesi-mismo, según recoge Barbero, empezó a apoderarse del ejército aliado. A me-dida que avanzaba la tarde, tanto en el campo de batalla como entre las perso-nalidades que permanecían en Bruselas la sensación era muy negativa. Algunos hablaban de "desastre".

EL AVANCE DE LA GUARDIAHacia las cinco de la tarde, el ejército prusiano ya había recorrido los siete u ocho kilómetros que les separaban de la batalla y llegó a la retaguardia fran-cesa para intentar tomar la posición de Plancenoit. Napoleón se vio obligado a

MARISCAL DE CAMPO GEBHARD LEBERECHT VON BLÜCHER

A pesar de que hoy todo el mundo identi-

-Waterloo-, Alessandro Barbero señala que fue necesario que pasara el tiempo para que hubiera un acuerdo sobre qué nombre dar a lo que aconteció aquel 18 de junio de 1815. Parece que Blücher, "impresionado por el va-lor profético del nombre de la Belle Alliance" -el lugar desde donde Napoleón divisaba la cresta de Mont-Saint-Jean-, sugirió "aquella misma noche bautizarla así, y es un hecho que los prusianos se esforzaron durante mucho tiempo por acreditar esta denomina-ción: una de las plazas más importantes de Berlín fue rebautizada Belle Alliance Platz". Las publicaciones aparecidas en París en los años inmediatamente posteriores se referían en general a la "journée de Mont-Saint-Jean".

el nombre de Waterloo, con el que fechó el despacho de la victoria, "y que tenía la ventaja de ser decididamente más pronun-ciable para un inglés. La hegemonía británica en Europa y en el mundo, que precisamente Waterloo sancionó, hizo que esta versión acabara imponiéndose".

EL NOMBRE DE LA BATALLA

ARTHUR WELLESLEY, DUQUE DE WELLINGTON, en un retrato pintado

(1812–1814). Wellesley comandó a las fuerzas

de la Independencia, expulsando al ejército francés de España y llegando a invadir el sur de Francia. Victorioso y elevado a la condición de héroe en Inglaterra, fue enviado a comandar las fuerzas anglo-aliadas en la batalla de Waterloo, tras la cual Napoleón fue exiliado permanente-

¿LOS PRIMEROS DISPAROS DE WATERLOO?

Con motivo del 200 aniversario de la batalla de Waterloo, se están desarro-llando varios proyectos para rehabilitar algunos escenarios fundamentales en el enfrentamiento y también se están realizando excavaciones que posibi-liten un mejor entendimiento de lo que ocurrió. El Proyecto Hougoumont

granja donde tuvo lugar una parte fun-damental de la lucha y que suponía el enclave defensivo más importante para proteger el lado derecho del ejército

de Wellington. Precisamente en la zona del bosque de Hougoumont, miembros del proyecto Waterloo Uncovered, lide-rado por expertos en arqueología de campos de batalla de la Universidad de Glasgow, han encontrado recientemen-te fragmentos de armas, de uniformes, así como proyectiles que, por el lugar donde fueron hallados -al sur de la zona del combate-, podrían haber sido los empleados en los primeros inter-cambios de disparos entre el ejército aliado y las tropas francesas.

de Wellington estaba exhausto y sus hombres apenas pudieron cumplir con la orden de perseguir a los franceses. Los prusianos se encargaron de ello.El campo estaba completamente cu-

unos sobre los otros. A pesar de la vic-toria del ejército aliado, las pérdidas ha-bían sido tan numerosas y la batalla tan atroz, que reinaba el desconcierto. Las esperanzas de encontrar vivos a compa-ñeros y conocidos no eran muchas. Des-pués de la tensión de la batalla, muchos se derrumbaron a causa del agotamien-to físico y mental, entre ellos el propio duque de Wellington, que regresó aba-tido a la aldea de Waterloo. En su libro, Alessandro Barbero recoge una de las célebres frases de Wellington, pronun-ciada esa misma noche: "Bien, gracias a Dios, no sé qué quiere decir perder una batalla, pero desde luego nada puede ser más doloroso que ganar una per-diendo tantos amigos". Pocas semanas después, dijo: "espero, por Dios, haber combatido mi última batalla". Resulta muy difícil hablar de cifras de bajas. Hubo muertos en el campo de batalla, heridos que perecieron como consecuencia de las graves lesiones, horas, días o meses después de que de-jaran de sonar los cañones en la amplia pradera y muchos desaparecidos y de-sertores a los que con el tiempo se dio por muertos. Las estimaciones mues-tran que hubo entre 60.000 y 70.000 muertos, heridos y desaparecidos, con-tando con los desertores, aunque mu-chos elevan esta cifra.Napoleón llegó a París el 21 de junio y con él la amargura de la derrota. Tenía la esperanza de volver a hacerse con la situación, pero el día 22 se vio obliga-do a abdicar y después, como todo el mundo sabe, fue desterrado a la isla

memorias y en ellas, el emperador in-sistía en que a las seis de la tarde del 18 de junio de 1815, la batalla de Wa-terloo estaba ganada.

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por la pradera que había entre Hougou-

ruido de los tambores, por su propia leyenda y por el mismo emperador. No eran muchos y además, las tropas pru-sianas les habían obligado a dividirse,

moral que supondría para los solda-dos de Wellington ver que la temida

estaban al límite de sus fuerzas. Y sin

Wellington no desaprovechó la oportu-nidad. La confusión se apoderó de las tropas francesas, que huían después de que su ataque fuera repelido y en-contraban que los prusianos llegaban desde la retaguardia. Aunque el ejér-cito aliado podía oler la victoria, Well-ington ordenó que se persiguiera a los franceses. Los soldados de Napoleón estaban agotados y desmoralizados y muy pocos pusieron resistencia y lu-charon contra aquellos que les perse-guían. La mayoría continuó en su huida, protegidos en el camino de Charleroi

destinar muchos de sus efectivos para repeler el ataque de los prusianos.

en manos francesas y muchos historia-dores han considerado que Napoleón pagó los excesivos esfuerzos y recursos

-mente resistió. Pero la defensa aliada

debilitada y no ayudó mucho el hecho de que los hombres que la protegían del ataque empezaran a quedarse sin muni-ción. El empuje del ejército francés, que durante todo el día había intentado to-mar el emplazamiento sin éxito, empe-zaba a dar sus frutos y pronto comenzó a abrirse una grieta en el centro de la línea de Wellington. Entonces, el mariscal Ney hizo un llamamiento para aprovechar la

infantería para dar el golpe de gracia. Fue en ese momento cuando entró en

había reservado durante toda la batalla.Caía la tarde y bajo un denso humo y un intenso olor a pólvora, avanzaron

LAS LÁGRIMAS DE PIZARRO POR ATAHUALPA | La vida del explorador fue tan fascinante como complicadaLAS LÁGRIMAS DE PIZARRO POR ATAHUALPA | La vida del explorador fue tan fascinante como complicada

LAS LÁGRIMAS DE PIZARRO POR ATAHUALPALa vida del explorador fue tan fascinante como complicada

problemas durante toda su existencia. Ya antes de venir al mundo fue repudiado por su progenitor y, aunque nunca le faltaron el cariño y el calor de su madre y abuela con quienes se crió, este hecho debió marcarle muy profundamente porque si bien en Trujillo, su ciudad natal, todos los vecinos conocían que había nacido de la ilegítima relación mantenida por el capitán Gonzalo Pizarro Aguilar, "el Largo", con Francisca González Alonso, "la Ropera", el hidalgo nunca quiso saber nada de aquel hijo. María del Carmen Martín Rubio, doctora en Historia de América

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"LOS FUNERALES DE

ATAHUALPA", obra del pintor

peruano Luis Montero.

A medida que el niño crecía, fue sintiendo inquietudes muy diferentes a las de su familia materna, transmi-tidas por los genes del padre, a pesar de que solo po-día verle desde lejos en los momentos en que regre-

saba a la ciudad cubierto de gloria. Estas circunstancias, que le impidieron expresar a su progenitor la admiración que le profesaba y su deseo de convertirse, como él, en un soldado valiente, debieron de traumatizar al pequeño Francisco; aun-que lo peor sería que, perteneciendo a la clase hidalga, estaba obligado a vivir como un villano sin recibir instrucción en la escuela. Todo ello, junto con la vocación militar, propiciaría su carácter taciturno, reservado y observador, sobre todo la for-taleza y la tenacidad que siempre le caracterizaron; por eso nunca quiso labrar tierras ni entrar en el negocio de las ro-

menos a partir de los catorce años cuando, por intercesión de su abuelo, llevó el apellido Pizarro. Parece que a esa edad se trasladó a vivir con su madre a la provincia de Sevilla y ya en ese momento tenía muy claro que iba a seguir la carrera de las armas, según demuestra el hecho de que, al cumplir diecisiete años, se enrolara en el ejército del Gran Capitán, Gonzalo Fer-nández de Córdoba, quien al frente de los tercios españoles se disponía a luchar en Nápoles contra el rey francés Carlos para defender los intereses de Fernando el Católico. Fue entonces cuando el muchacho trujillano, siguiendo el ejemplo del año-rado padre, se convirtió en un soldado.

FORMACIÓN MILITAR EN EL CARIBE No se sabe cuándo regresó a España el joven Francisco, pero sí hay constancia de que en 1502 marchó a las recién descubier-tas Indias, integrado en la expedición del gobernador Nicolás de Ovando. En el Nuevo Mundo se asentó en la isla Española y durante unos ocho años participó como peón de infantería a las órdenes del gobernador en numerosos combates y expedi-

de varias ciudades. Además de haber adquirido una gran expe-riencia bélica, en 1510, a la edad de treinta y dos años, debía estar considerado como un soldado valiente e inteligente por-que en el golfo de Urabá el gobernador Alonso de Ojeda, antes de regresar a la Española por una grave herida, lo dejó al frente de su tropa con el grado de teniente. A partir de entonces, Pi-zarro comenzó a asumir mando sobre los hombres que explo-raban los territorios caribeños y obviamente también empezó

sentido baste recordar que, poco tiempo después de estar con Vasco Núñez de Balboa en el descubrimiento del Mar del Sur,

Pedrarias Dávila, le ordenó apresar al que había sido su jefe y compañero en tan magno acontecimiento. Es de suponer que aquella orden crearía muy serios problemas de conciencia en un hombre de buenos sentimientos como era Pizarro, pero la disciplina militar le obligó a cumplirla.No menos problemática debió ser su vida en Santa María la Antigua del Darién y en Panamá. Aunque en esta última ciu-dad llegó a ser un terrateniente acaudalado y ejerció los car-gos de regidor y alcalde, su intrépido carácter no le permitió vivir sedentariamente ni formar un hogar; por el contrario, como capitán participó en nuevas expediciones descubrido-ras. Los genes aventureros heredados de su padre le empu-jaban a seguir explorando y mucho más al recibir noticias de un lejano y poderoso reino durante el descubrimiento del Mar del Sur. Más tarde, en las expediciones que realizó por la costa norte de las actuales repúblicas de Venezuela y Colom-

Su sueño se convirtió en una auténtica obsesión a principios de 1523, tras conocer el informe de Pascual de Andagoya, en el que indicaba que durante su recorrido por el sur del

-do, cerca de un río después denominado San Juan, una gran provincia llamada Birú.

DIFICULTADES DE LA EMPRESAPero antes de ponerse en marcha, Pizarro debía solucionar varios problemas. El gobernador Pedrarias Dávila no progra-maba nuevas expediciones por el elevado número de muer-tos en las realizadas por la costa atlántica y porque solo se habían encontrado tierras pantanosas; indudablemente esos hechos complicaban la obtención de la licencia, la recluta de

el más difícil ya que, preparar una expedición sin subven-ción gubernamental presentaba muchos inconvenientes, dado que la construcción de los navíos, el armamento de los participantes y el avituallamiento que requería navegar durante un tiempo largo, resultaba muy caro. Aunque los cronistas Francisco de Jerez y Miguel de Estete cuentan que Pizarro poseía, además de otros negocios, dos encomiendas, una compartida con el soldado Diego de Almagro, a quien había logrado integrar en su proyecto, y Gonzalo Fernández

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Francisco Pizarro estaría al frente de la expedición descubridora, que Almagro gestionaría el aprovisionamiento de los buques y la recluta de expedicionarios, y que el clérigo se encargaría de obte-

-rias, ya que explorarían en nombre del rey de Castilla. Aunque el monarca no aportaba ni un peso, los territorios que se descubrieran serían propiedad de su Corona. Después sellaron los acuerdos oyendo misa y comulgando de la misma hostia. Poco después, Luque obtuvo el

dinero y la licencia que no habían podi-do lograr los dos analfabetos militares. También fue difícil conseguir barcos, alimentos, armas y, sobre todo, reclu-tar hombres, ya que los vecinos de Panamá no se atrevían a participar por el elevado número de muertes en ex-pediciones anteriores. A pesar de ello, el 24 de noviembre de 1524 Pizarro se hallaba en el puerto de Panamá a bor-do del Santiago; le acompañaban cien-to doce hombres, algunos aborígenes nicaragüenses y cuatro caballos. Diego de Almagro se quedaba en tierra para reclutar más gente y terminar de pre-parar el buque San Cristóbal.

HAMBRES, ENFERMEDADES Y MUERTESEl trujillano debía estar muy feliz al ini-ciar su proyecto tras haberlo madurado durante tanto tiempo. No importaba que le considerasen viejo, pues sentía que podía llevarlo a cabo; tampoco impor-taba que Almagro fuera otro viejo poco más o menos como él, ya que profesaba la misma pasión por descubrir el Birú. Y tampoco era relevante que ambos estu-vieran completamente endeudados. En esos momentos, Pizarro creía que pronto llegaría al fabuloso reino. No imaginaba que la realidad iba a ser muy distinta. Los expedicionarios recorrieron durante dos años la costa norte del Mar del Sur y apenas hallaron rastros de vida humana; solo se toparon con tierras pantanosas y nubes de mosquitos, que junto con la falta de alimento, provocaron enferme-

encontraron un pueblo, los nativos los atacaron, mataron a varios hombres e hi-rieron a otros tantos. Los refuerzos que en dos ocasiones llevó Diego de Almagro sirvieron de poco. La escasez de comida hacía que los expedicionarios siguieran muriendo. A pesar de tanto sufrimiento, Pizarro estaba seguro de que iba a llegar al Birú y contagiaba su optimismo. En medio de las penalidades consiguie-ron llegar al río San Juan. En sus márge-nes había tierras fértiles y algunos pue-blos, pero sus habitantes tampoco los recibieron con los brazos abiertos. Como eran muy pocos para hacerles frente,

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de Oviedo indica que ambos socios ha-bían reunido sobre dieciocho mil pesos de oro, una gran fortuna, ese capital no

tantos problemas, el veterano soldado, que a sus 46 años mantenía la audacia y el empuje de un joven, solo vivía para realizar la empresa. Por suerte se integró en el proyecto el clérigo Hernando de Luque, hombre cul-to y muy hábil en los negocios. A princi-pios de 1523 crearon con él la Compa-ñía de Levante y pactaron que el capitán

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decidieron que Almagro regresara otra

hombres y aguardar su regreso en los inhóspitos parajes. Quedaron completa-mente aislados porque el capitán Pizarro mandó al piloto Bartolomé Ruiz Estrada que continuara explorando las aguas del sur con el buque Santiago.

LA CIUDAD DE TÚMBEZ En las márgenes del San Juan, los expe-

-te dos largos meses. Los que lograron

las picaduras de los mosquitos, creían que iban a morir. Sin embargo, un día vieron en el horizonte un navío gober-nado por Ruiz. Traía a tres jóvenes de rasgos nunca vistos que decían ser de

una ciudad llamada Túmbez y hablaban de un poderoso reino situado más al sur.

poblaciones. Pizarro debió dar saltos de alegría: ya no había ninguna duda de la existencia del Birú; aquellos muchachos y los elaborados objetos que traían con-sigo eran la prueba inequívoca.

retornó con hombres, caballos y ali-mentos; los dos socios, considerando que ya tenían las claves del triunfo, acordaron continuar explorando y rápi-damente iniciaron una nueva navega-ción. Recalaron en la isla del Gallo y en la bahía de San Mateo y no encontraron gente ni comida. Pero después llegaron a un pueblo grande llamado Atacamez y, al ver que sus habitantes también

eran muy belicosos y ellos solo ochen-ta, decidieron que Almagro regresara a Panamá para buscar nuevos refuerzos.

LOS TRECE CABALLEROS DE LA ISLA DEL GALLOPizarro se refugió en la isla del Gallo con aquellos pocos hombres. Allí estaban a

no había comida, solo alimañas. Llegó un momento en que, hambrientos, siempre mojados por las constantes lluvias y lle-nos de mosquitos, no pudieron aguantar. Intentando evitar la deserción, el capi-tán envió a Panamá al Santiago bajo el pretexto de que lo carenaran y regresara con víveres. Varios expedicionarios con-siguieron enviar al gobernador Pedro de los Ríos un pliego en el que exponían su

En su apogeo, al comienzo del siglo XVI, el imperio inca cubría la mayor parte de los Andes, desde el sur de Colombia hasta el centro de Chile y partes de Argentina

LA CAPTURA DE ATAHUALPA. El inca, arrodillado ante Pizarro, ofreció por su liberación llenar de oro y plata dos salas.

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LAS LÁGRIMAS DE PIZARRO POR ATAHUALPA | La vida del explorador fue tan fascinante como complicada

dramática situación. Este, al conocer lo que ocurría, mandó dos navíos para re-cogerlos y, ante la sorpresa de Pizarro, todos le abandonaron menos trece, los después llamados "Trece de la fama". El capitán, aunque muy dolido, no se dio por vencido y con aquel puñado de seguidores se trasladó a la isla de la Gorgona en pequeñas lanchas construi-das por ellos mismos. Allí tampoco en-contraron comida, pero tenían mejores defensas. Garcilaso de la Vega Inca dice que allí vivieron de milagro durante dos meses y que Dios les sustentó. Lo cierto es que lograron sobrevivir hasta que en marzo de 1528 volvió Ruiz.

EL TRIUNFOEs de suponer la euforia que sentirían los trece cuando lo vieron llegar, aunque debió de transformarse en enorme de-cepción al conocer que solo trasladaba a varios marineros, porque el gobernador no había permitido reclutar más hom-bres. Sin embargo, también traía una buena noticia: había autorizado que pu-

dieran navegar durante otros seis meses. Pizarro en lugar de amilanarse, conside-ró que contar con la licencia, con un bar-co y con aquellos pocos incondicionales

emprendió la navegación hacia el sur. No se equivocó, ya que a los pocos días llegaron a la isla llamada Puná, en la que había numerosos objetos rituales, y pos-teriormente a la gran ciudad de Túmbez, un enclave avanzado del Tahuantinsuyo, el gran reino inca. El paisaje había cam-biado; ya no había tierras pantanosas,

-forme avanzaban encontraban grandes pueblos en los que eran bien recibidos ¡El poderoso Birú se había hecho reali-dad! Aun así, eran muy pocos para seguir explorando tan inmensos territorios; necesitaban más hombres y caballos, por ello a primeros de mayo de 1528 decidieron volver a Panamá. Empren-dieron el regreso eufóricos, además de que aquellos nativos no les atacaban, les ofrecían alimentos y presentes.

NUEVAS DIFICULTADESFrancisco Pizarro había encontrado el gran reino y, en efecto, parecía que en-cerraba grandes riquezas. Además, sus

-ría fácil ponerlo bajo la corona de Car-los V, como había hecho en México su primo segundo Hernán Cortés. En esos momentos no podría imaginar que iban a surgir otros muchos problemas. Para empezar, tuvo que regresar a España, con muy poco dinero para solicitar al emperador una nueva licencia, pues en Panamá le había sido denegada.Carlos V avaló el plan descubridor me-diante las llamadas Capitulaciones de Toledo, pero los trámites duraron va-rios meses y luego, al ser autorizado,

el proyecto, pese a que los territorios que se descubrieran formarían parte de sus reinos. Pizarro y Almagro no conta-

una expedición de tan gran envergadu-ra y tampoco había gente que quisiera invertir en ella. Por suerte, el clérigo

Hernando de Luque consiguió que lo facilitara un comerciante andaluz. Otro grave problema fue la recluta de hombres en Panamá. La Empresa de Levante se hallaba muy desprestigiada y eran muy pocos los que estaban dis-puestos a participar a excepción de los

-les de enero de 1531 el capitán Francis-

-cultades y volvía a hacerse a la mar en el buque Santiago con ciento ochenta exploradores y treinta y siete caballos. Después de descubrir el Birú, le había costado otros dos años y medio conti-nuar la exploración. Con tan solo ciento

-ció después a unos seis mil guerreros del poderoso Tahuantinsuyo. A partir de entonces, Pizarro incorporó a la Co-rona del emperador Carlos V inmensos y ricos territorios, bajo el nombre de Nueva Castilla, y se convirtió en su go-bernador. Parecería que ya podía vivir tranquilo puesto que había realizado su sueño, sin embargo todavía le espera-ban otros trances muy penosos: uno de ellos fue la muerte de Atahualpa.

LA EJECUCIÓN El inca se hallaba prisionero en Caja-marca desde el 16 de noviembre de 1532. Había pactado su libertad a cam-bio de llenar de oro y plata dos salas. Mientras llegaba el tesoro, vivía en la casa de Pizarro acompañado por sus mujeres, cenaba o jugaba a los bolos con el gobernador, se movía de una estancia a otra y hablaba con los espa-ñoles. Cuando se llenaron tres cuartas partes de las salas, Pizarro emitió un auto en el que decretó su libertad. Se pregonó en la plaza de Cajamarca al son de trompetas, pero en el mismo pregón se decía que, por seguridad de la tierra y hasta que no llegaran más españoles, continuaría preso y vigilado. Durante aquellos días se rumoreaba que la ciudad iba ser atacada por los nativos. Se decía que Atahualpa estaba organizando en las montañas próximas un ejército de doscientos mil guerreros para ir sobre ella y que estaba situado

DIEGO DE ALMAGRO participó en la conquista del Imperio Inca junto a Francisco Pizarro. Su relación acabó muy deteriorada y se libró una guerra que se saldó con la ejecución de Almagro en Cusco.

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a dos o tres leguas. Muchos españoles creían que era cierto y apostaban por ejecutarle o enviarle a España. Pizarro escuchaba y callaba; él era un hombre de palabra que había declarado libre al emperador inca. Además le ha-bía llegado a tomar aprecio durante los momentos en que jugaban a los bolos, o cenaban juntos, y por tales motivos se resistía a ejecutarle. Sin embargo, de-bieron de intranquilizarle los informes, ya que desde entonces ordenó que sus hombres hicieran constantes guardias por las noches, que durmieran armados y que mantuvieran los caballos ensilla-

-tán Hernando de Soto para que compro-bara si realmente existía aquel ejército.Según el cronista Francisco de Jerez, un sábado a la puesta del sol llegaron a Ca-jamarca dos aborígenes servidores de los españoles y dijeron que habían veni-do huyendo de las tropas de Atahualpa,

situadas a tres leguas de allí, y que esa noche, o a la siguiente, atacarían la ciu-dad. Obviamente, esa información puso

anunciado, en que se hallaban, pues los españoles no tendrían ninguna defensa ante el ataque de por lo menos cincuen-ta mil guerreros, que al decir de los ser-vidores indígenas, estaban a punto de cercarles: todos morirían. Atahualpa fue preguntado y negó rotundamente que hubiera enviado aquel ejército, mas los cronistas presenciales testimoniaron

-ron. Solo los que no estuvieron presen-

-ciado ataque fue un bulo inventado por el lengua Felipillo. Es de imaginar que, cuando Pizarro se enteró de la inminente llegada del po-deroso ejército, debió de suponer que Atahualpa le había estado engañando y que durante los ocho meses que llevaba

El diario de Inés Muñoz, esposa de Martín de Alcántara, hermano por parte de madre de Francisco Pizarro, recoge la descripción de la princesa inca que fue esposa del conquis-tador de Perú: "El Inca Atahualpa entregó en matrimonio a mi cuñado Francisco a su hermana Quispe Sisa, es muy joven, no debe de tener más de dieciséis o dieciocho años, es hermosa y alegre. Francisco está compla-cido. La hemos bautizado con el nombre de Inés Huaylas Yupanqui". En el imperio inca, existía la costumbre de "entregar" princesas a los aliados o los vencidos para crear vínculos. Quispe Sisa alumbró dos hijos —Gonzalo y Francisca— cuando Pizarro ya superaba los cincuenta años de edad. Además, participó de forma activa, entre otras cosas, en el

desarrollo de la ciudad que estaba surgien-do en Cajamarca. "Tenemos el problema de alimentación resuelto", prosigue el diario de Inés Muñoz, "Quispe Sisa es muy amable, nos proporciona mucha información y ayuda, tiene un grupo de servidores, visten igual, son muy limpios, pertenecen a una tribu que se hacen llamar Lucanas. Todas las mañanas recibimos muchas provisiones". Según el dia-rio, y a pesar de la buena predisposición de Quispe Sisa, terceras —y cuartas— personas se entrometieron en la relación: el paje espa-ñol Francisco de Ampuero y la princesa inca Cuxirimay Ocllo. Parece ser que Francisco Pizarro no se tomó demasiado mal la relación de Quispe Sisa con Ampuero. Poco después, él tuvo dos hijos —Francisco y Juan—, con Cuxirimay Ocllo, que también había sido esposa de Atahualpa.

LAS MUJERES INCAS DE PIZARRO

prisionero había preparado a sus guerre-ros para tomar la ciudad. Sabía que si les atacaban, él y su pequeño grupo de hom-bres no podrían detener el empuje de semejante masa humana y que muy pro-bablemente quedarían aniquilados. Aun-que algunos lograran salvarse, no serían

de unos territorios tan inmensos. En ese momento empezaría a pensar que la úni-ca opción que tenían era la de acabar con el poder de los incas representado por su emperador. Los capitanes, entre ellos

únicamente los podrían vencer si Ata-hualpa moría, pero Pizarro dudaba por-que apreciaba al joven soberano. Tal vez sopesó enviarle a España, mas no había tiempo ya que, según las informaciones recibidas, sus guerreros se hallaban muy cerca. Ante tales circunstancias no pudo oponerse a que se le hiciera un consejo de guerra. Era 25 de julio de 1533; esa

QUISPE SISA, hermana de Atahualpa y esposa de Pizarro.

Atahualpa ofreció a su hermana Quispe Sisa para que contrajera matrimonio con el conquistador. Pizarro la hizo bautizar como Inés Huaylas

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LAS LÁGRIMAS DE PIZARRO POR ATAHUALPA | La vida del explorador fue tan fascinante como complicada

misma noche Atahualpa fue juzgado en un fulminante proceso en el que se le condenó a morir y la sentencia se ejecu-tó al día siguiente. El cronista Pedro Pi-zarro dijo: "Yo vide llorar al marqués de pesar por no podelle dar la vida, porque cierto temió los requerimientos y el ries-go que había en la tierra si le soltaba". A sus cincuenta y cuatro años, el soldado

La noche del 26 de julio de 1533 Francisco Pizarro ordenó la ejecución de Atahualpa. A pesar de haber recibido el rescate de oro y plata pactado, los españoles creían que el inca había mandado un ejército comandado por el general Calcuchimac para atacarles. Como deferencia por la extraña relación mantenida entre Pizarro y Atahualpa, se le ofreció ser quemado vivo o evitar la hoguera convirtiéndose al cristianismo para “ser ben-decido” por una muerte por estrangulamien-to. Antes de ejecutarlo fue bautizado con el nombre cristiano de Francisco. Esa noche miles de súbditos de Atahualpa se suicidaron para seguir a su señor al otro mundo. Unos 40 años después de la muerte de Atahualpa el imperio inca se terminó de desintegrar.

LA MUERTE DEL INCA CRISTIANO

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asentando la tierra y someter a Manco Inca rebelado en la selva de Vilcabam-ba, pidió a Carlos V que su gobernación abarcara desde Túmbez hasta Charcas. Sin embargo, a principios de 1540 reci-bió una real cédula en la que la zona de Charcas no estaba incluida.La orden del emperador debió de su-poner un enorme agravio para Pizarro, pues nunca había podido imaginar que le fueran denegados los territorios de aquellas comarcas por él descubiertas,

-tes párrafos expresan la amargura que sintió ante ese hecho: "…Habrá seis días que llegó a mi noticia de la partición de esta gobernación y do tengo todas mis granjerías y repartimientos y como cosa que tanto me duele despacho un navío con este despacho [...] Pido os señor por meced la veáis e conforme a ella en mi nombre pidáis el remedio porque si ansi no se parten estas gobernaciones Su Ma-jestad no puede ser servido y yo quedo gobernador de arenales y el que tuviere a Charcas y Arequipa estará en lo mejor y este que no lo habrá servido muy pros-perado e yo abatido porque he servido puesto que no puedo creer que Su Ma-jestad tal agravio me haga [...] E a mi me abate y me pone en el hospital cargado de deudas por sostener la tierra…". En esos momentos, los límites de su gobernación y las intenciones de Vaca de Castro, el juez enviado por la Corona para poner orden en el nuevo Perú, im-pidieron a Pizarro ver el enorme peligro que le acechaba muy de cerca y, aunque varias veces había indicado al empera-dor que le quedaba poca vida, no pudo imaginar que era cierto y que esas se-rían las últimas cartas que le enviaba. Nunca obtendría la gobernación pedida, ya que un año después, el 26 de junio de 1541, los almagristas acaudillados por Diego de Almagro el Mozo, el hijo de su antiguo socio, asesinaban al hombre, que con su gran tesón y esfuerzo, había añadido a la Corona española cinco mi-llones de kilómetros cuadrados y que con el oro y la plata que había mandado, asentó en Europa las bases de un nuevo sistema económico, el capitalista.

curtido en tantas batallas lloró de dolor por tener que ejecutar a quien por en-tonces parecía ser su máximo enemigo.

PROBLEMAS CON ALMAGROA Pizarro le tocó vivir momentos muy difíciles con Diego de Almagro. A par-tir de las Capitulaciones de Toledo, el adelantado nunca aceptó que su socio fuera el gobernador de los territorios descubiertos y él solo alcalde de la Fortaleza de Túmbez, pese a que había sido gestor de todos los viajes. De nada sirvió que Pizarro le ayudara a realizar una expedición a Chile. Al no encontrar riquezas y volver arruinados él y todos los expedicionarios que le acompaña-ron, se apoderó de Cusco aduciendo que se hallaba dentro de los límites de la gobernación que Carlos V le había otorgado. La situación se hizo insoste-nible y la guerra fue inevitable. Pizarro no quería pelear directamente con quien había sido su compañero du-rante tantos años. Argumentó que era viejo para entrar en combates y consi-derando que su hermano Hernando, de treinta y cinco años, poseía la fuerza y pujanza necesarias para hacerle frente, le ordenó: "…le castiguéis como hallára-des por justicia conforme a los delitos que hubiere cometido" y, en efecto, Her-nando, junto con su hermano Gonzalo y el capitán Alonso de Alvarado, venció a los almagristas el 26 de abril de 1538 en el paraje de Las Salinas y, tras la de-rrota, Almagro fue hecho prisionero y ejecutado el 8 de julio en Cusco. Según los cronistas cuando Pizarro conoció su muerte, con gran pena, bajó la mirada al suelo y vertió lágrimas.

LOS ÚLTIMOS PROBLEMAS DE PIZARROAunque en 1539 aún era gobernador de grandes territorios, Pizarro estaba arruinado. Había empleado todo el bo-tín ganado en organizar expediciones y en fundar ciudades. En esas fechas ya no había tesoros, pero iban apare-ciendo minas de plata en Charcas, por lo que considerando que la explota-ción minera de aquella zona le podía proporcionar recursos para continuar

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José Miguel García Campillo, historiador y periodista

Enrique II de Castilla y Juan I de PortugalA lo largo de la historia de las monarquías heredita-rias, la existencia de hijos ilegítimos ha sido tan per-sistente como incómoda. Los bastardos carecen de derecho de sucesión pero, incluso en circunstancias normales, son una fuente potencial de problemas para los herederos legítimos al trono. Y si las circunstan-cias son desfavorables para el normal desarrollo del

un pariente en primer grado del monarca, puede con-vertirse en algo más que un engorro.

El expediente tradicio-nal de los reyes para evitar posibles proble-mas con sus hijos bas-

tardos ha pasado casi siempre por mantenerlos contentos y alejados de la corte, y colo-carlos en cargos y dignidades idóneas, generalmente en la iglesia o el ejército. Con las hijas naturales, el tema resultaba habitualmente menos problemático, y un matrimonio adecuado o el ingreso en el convento solían bastar para man-

tener la tranquilidad en la familia.

En la monarquía española, el bas-tardo más célebre

fue Juan de Austria (1545-1578). Reconoci-

do por orden de su padre, el emperador Carlos I, como

miembro de la familia real, desarrolló una brillante carrera militar y política durante el reinado de su her-manastro Felipe II. Menos conocido, pero no menos reseñable, fue también Juan José de Austria (1629-1679), hijo natural de Felipe IV con la actriz María Inés Calderón, que fue reconocido como miembro de la casa real y sirvió con aprovechamiento y lealtad a la corona en la milicia y la alta política. En la corona aragonesa cabe mencionar a Alonso de Aragón (1470-1520), hijo natural de Fernando el Ca-tólico, que fue arzobispo de Zaragoza y virrey de Ara-gón, y que, por cierto, sucedió en el cargo eclesiástico a su tío Juan de Aragón (1439-1475), a su vez hijo na-tural del rey Juan II de Aragón.No siempre las cosas transcurrieron por estos cauces. En los reinos peninsulares hubo muchos, muchísimos bastardos reales y era inevitable que, por pura esta-dística, algunos de ellos ocasionaran quebraderos de cabeza a sus familias paternas. Pero solo dos lograron hacerse con el trono, y lo hicieron en la misma época, el siglo XIV: Enrique II de Castilla y Juan I de Portugal.

LOS NUMEROSOS HIJOS DE ALFONSO XIDurante el reinado de Alfonso XI (1311-1350) Castilla aspiraba a convertirse en el poder hegemónico en la

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REYES BASTARDOS | Enrique II de Castilla y Juan I de Portugal

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Península. El rey fue capaz de conjun-tar esfuerzos y recursos con Aragón —y en menor medida con Portugal— en la guerra contra el reino musulmán de Granada, y consolidar así el control terrestre de la Andalucía Bética y el dominio marítimo del Estrecho de Gi-braltar. En el plano interno, Alfonso tuvo también que trabajar duro, pues se encontró con una Castilla hambrienta y despoblada, exprimida por las cargas señoriales y eclesiásticas. Contendió con la nobleza y la iglesia y reforzó no-tablemente la autoridad de la corona en el seno del gobierno de los concejos ciudadanos mediante la instauración de reglamentos.Siguiendo con la política tradicional de alianzas matrimoniales entre las casas reales de Castilla y Portugal, en 1328 Alfonso XI contrajo matrimonio con su prima María, hija de Alfonso IV de Por-tugal, quien era tío materno del monar-ca castellano. A pesar del enlace, las re-laciones entre los dos Alfonsos nunca fueron buenas. La inquina del rey portugués contra su yerno y sobrino el monarca castellano, se alimentaba del hecho de que Alfon-so XI apenas convivía con su esposa la reina María, y frecuentaba de manera abierta y continua a su favorita Leonor de Guzmán, dama inteligente y hermo-sa de la aristocracia sevillana. El resul-tado es que para cuando la reina María

Pedro I "el Cruel", en 1334, Leonor ha-bía tenido ya cinco hijos —ilegítimos, claro está— del rey, entre ellos el que habría de convertirse en Enrique II, na-cido en 1333.Alfonso y Leonor llegarían a tener diez hijos (todos varones), y su padre veló por el bienestar de todos ellos, otor-gándoles títulos y señoríos. A Enrique, en concreto, lo nombró Conde de Tras-támara, un feudo cuyo solar se encuen-tra en el norte de Galicia, más allá del río Tambre, como su nombre indica. Se

dice que, por el contrario, Alfonso ape-nas se ocupó de la reina María y de su legítimo hijo, el príncipe Pedro.Pero, al igual que tantas otras personas del siglo XIV, el rey Alfonso murió pre-maturamente, sin haber cumplido los 40 años, arrastrado en 1350 por la ma-rea de la Peste Negra que devastaba Eu-ropa y el Mediterráneo. Tras un primer "pacto de no agresión" entre el nuevo rey Pedro I y sus hermanastros, los hijos de la Guzmán, los acontecimientos no tardarían mucho en precipitarse.

UN JOVEN E IMPETUOSO REYLa mayoría de los historiadores han situado el enfrentamiento entre Pedro y Enrique en tres escenarios bien de-

en Castilla entre diferentes facciones de la nobleza entre sí y contra el re-forzamiento del poder de la corona; las tensiones entre los distintos reinos cristianos de la Península; y el enfren-tamiento dinástico-territorial entre Inglaterra y Francia en el marco de la Guerra de los Cien Años.En 1350, Castilla estaba devastada por la pandemia de peste, las hambrunas y la falta de mano de obra. Por otro lado, los infantes de Aragón, primos de Pe-dro I, albergaban pretensiones a la co-rona castellana, y no faltaban nobles dispuestos a apoyar cualquiera de las alternativas al trono siempre que con ello pudieran consolidar y aumentar sus privilegios. Pedro I se enfrentará con decisión a to-

la mayoría de los casos, con una dureza extrema. Al principio de su reinado, el joven monarca no solo recurrió a la vio-lencia. En 1351 convocó cortes en Va-lladolid, durante las cuales impulsó una importante reorganización administra-tiva y jurídica, encaminada a incentivar las actividades agrícolas y económicas, recuperar el orden social, proteger a la

de los procuradores de ciudades y vi-llas. Las reformas no ocultaban la vo-luntad de la corona de apoyarse en las

frente a los nobles, lo que hizo aumen-

estos hacia el monarca.

MATRIMONIO DESASTROSOEn este caldo de cultivo no queda cla-ro si al comienzo del reinado de Pedro, Enrique conspiraba ya contra él y se postulaba como pretendiente al trono o bien su línea de acción se inscribía simplemente en una estrategia de pura supervivencia. En cualquier caso, en una primera intentona, Enrique escapó a Asturias, declaró que no reconocía a Pedro I como rey y se levantó en armas; el monarca sofocó la rebelión, pactó con su hermanastro y hubo una recon-ciliación momentánea entre ambos. Pedro parecía haber aplacado las ve-leidades de Enrique de aspirar al trono, así como el peligro de una sedición ge-neral de la nobleza. Desde el principio, el joven rey recibía el apoyo incondi-cional de la reina madre y su antiguo ayo, el noble portugués Juan Alfonso de Alburquerque. Contaba también con el apoyo tácito de la corona portugue-sa, regida por su abuelo materno, y con la neutralidad del resto de los reinos peninsulares: Aragón, Navarra y el reino nazarí de Granada.Pero la situación iba a dar un vuelco. Para 1353, el rey, siguiendo el consejo de su madre y de Alburquerque, aceptó de mala gana contraer matrimonio de estado con Blanca de Borbón, sobrina del rey Juan II de Francia, quien se ofre-ció a pagar una cuantiosa dote. El en-lace fracasará, debido a la relación de Pedro con su favorita María de Padilla y, sobre todo, al incumplimiento de los plazos de pago de la dote por parte del francés.Exasperado por los impagos y muy con-tento con su amante, Pedro despreció y

Pedro I "el Cruel" impulsó una reorganización administrativa y jurídica encaminada a incentivar la agricultura, recuperar el orden social y proteger a la minoría judía

C L Í O 45

EL CRUEL PEDRO Y EL GENEROSO ENRIQUE

encerró de por vida a su esposa, lo que provocó las iras del monarca francés y la dura reconvención del papa de Avi-ñón. Su conducta, exagerada e inad-misible para con Blanca de Borbón, le enemistará para siempre con el reino de Francia, así como con la reina ma-dre y Alburquerque. Una buena parte de la nobleza castellana no perdió la ocasión y se sumó a las críticas hacia el monarca. Por su parte, Enrique se posi-cionó al inicio de la crisis al lado de su hermanastro, para poco después unirse al partido contrario a Pedro I, cada vez más numeroso.A partir de aquí, el enfrentamiento en-tre ambos hermanastros será ya irre-

-zó a deponer y/o asesinar a aquellos nobles y dignatarios en los que ya no

de Padilla; daba así comienzo el san-griento círculo vicioso de purgas, eje-cuciones y rebeliones que caracterizó a su reinado.

EL TRIUNFO DEL BASTARDOEn 1355, el descontento y la conjura contra el rey se transformaron en le-vantamiento y guerra civil en Castilla, pero a Enrique le iba a costar todavía mucho esfuerzo y muchos años llegar al trono. A pesar de encontrarse en in-ferioridad de condiciones en diversas ocasiones, Pedro I hizo gala de una energía y una determinación poco ha-bituales, y mantuvo en jaque a sus ad-versarios durante catorce años más. Con todo, sus enemigos fueron dema-siados dentro y fuera de Castilla, una

-ría a la causa del Trastámara. A la hos-tilidad abierta de una extensa parte de la nobleza castellana, castigada por los crímenes y desmanes del rey, ha-bía que añadir la inquina del reino de Francia por el infame trato recibido por Blanca de Borbón, así como el hecho de que, desde 1356, Pedro I se había em-barcado en una absurda guerra territo-rial contra su homólogo y tocayo Pedro IV de Aragón.

La historia la escriben los vencedores y así -

-

fue el cuarto de diez hermanos ilegítimos del rey Alfon-so XI y la favorita Leonor de Guzmán.

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REYES BASTARDOS | Enrique II de Castilla y Juan I de Portugal

Así pues, Enrique contaría siempre con el apoyo de Francia y de Aragón, así como con la aquiescencia del papado. Por su lado, Pedro I se servirá de la neutralidad portuguesa y de alianzas puntuales con Inglaterra y con los mu-sulmanes del reino de Granada.La gran oportunidad para Enrique lle-gó en 1366, cuando en el curso de una tregua en la Guerra de los Cien Años entre Inglaterra y Francia, logró reunir un numeroso ejército, compuesto por un importante contingente de merce-narios franceses al mando del caba-llero Bertrand Duguesclin, y al que se agregaron tropas castellanas y algunas aragonesas. Enrique invadió exitosamente Castilla y llegó a controlar una buena parte de las ciudades y territorios del reino, e incluso se proclamó rey en Valladolid. Pedro I escapó a Bayona, entonces bajo dominio inglés, y consiguió la ayuda militar de Eduardo, príncipe de Gales, el "Príncipe Negro", a cambio de la pro-mesa de concesiones territoriales en el señorío de Vizcaya y de una cuantiosa suma en metálico.En abril de 1367, ambos ejércitos se encontraron y trabaron batalla en Ná-jera, en donde las tropas anglo-caste-llanas de Pedro y Eduardo derrotaron al ejército franco-castellano de Enrique y Duguesclin. Aunque el descalabro mi-litar fue total, el de Trastámara logró escapar a Francia.Pero Nájera será una victoria pírrica para Pedro I. El rey incumplió lo acor-dado con el "Príncipe Negro": ni hubo concesiones territoriales en Vizcaya ni se le pagó la indemnización prometida. Los ingleses, lógicamente decepciona-dos, abandonaron la causa de Pedro y regresaron a sus posesiones francesas.

-rique tuvo una segunda oportunidad. En ese mismo año, lograría renovar sus alianzas con Francia y Aragón y volver, junto con Duguesclin, a presentarse en Castilla con nuevas tropas.

C L Í O

ra en Portugal de la Orden de Calatrava, un cargo idóneo para un bastardo real y que le mantuvo convenientemente ale-jado de cualquier intriga o conspiración

-tades en este sentido durante el reina-do de su hermanastro Fernando I. Sin

Tras un año de campañas favorables a

lugar en marzo de 1369 en Montiel. En un episodio de tintes novelescos, Pedro cayó en una celada tendida por Duguesclin, con la excusa de negociar un acuerdo entre el rey castellano y el mercenario francés. Pedro fue apu-ñalado hasta morir, se dice que por la mano de su propio hermanastro, quien desde ese momento pasó a ser, sin ya discusión, Enrique II de Castilla.Inauguró este monarca bastardo la de-nominada Casa de Trastámara, y sus descendientes reinarían en los tronos de Castilla y Aragón hasta ser sustituidos por los miembros de la Casa de Austria, titulados ya como reyes de España.

UN PEQUEÑO REINO AL OESTEHacia 1250, Portugal había alcanzado prácticamente ya la extensión territo-rial con la que cuenta hoy día en la Pe-nínsula. Alejado el peligro musulmán de sus fronteras, el reino portugués tenía como principal preocupación la pujanza de su único y poderoso vecino castella-no, con el que no podía competir en po-

-co. De ahí que la casa real portuguesa buscase, como mal menor, la consecu-ción de alianzas matrimoniales con los infantes e infantas castellanos.De esta forma, y como hemos visto, Al-fonso IV de Portugal era el abuelo ma-terno de Pedro I de Castilla, ya que este rey portugués se había casado en 1309 con Beatriz de Castilla, con la que tuvo, entre otros, a María, la madre de Pedro I de Castilla, y a Pedro, futuro Pedro I de Portugal, nacido en 1320.Pedro I reinó en Portugal entre 1357 y 1367, y fue famoso por su idilio prohi-bido con la aristócrata gallega Inés de Castro, casándose con ella en secreto en 1354, y con la que tuvo cuatro hijos. Previamente, Pedro había estado ca-sado entre 1339 y 1345 con la infanta Constanza de Castilla, siendo fruto de

ese primer matrimonio el futuro rey de Portugal Fernando I. Por último, siendo ya rey, en 1357, Pedro I tuvo un hijo ile-gítimo con la dama portuguesa Teresa Gille de Lourenço, hijo que con el tiem-po se convertiría, a pesar de su bastar-día, en Juan I de Portugal. Al muchacho lo destinaron a convertirse en maestre de la Orden de Avís, herede-

Pedro I de Portugal tuvo un hijo ilegítimo con Teresa Gille de Lourenço, hijo que con el tiempo se convertiría, a pesar de su bastardía, en Juan I de Portugal

-

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UN REY ELEGIDO EN CORTES

BODA DE JUAN I DE PORTUGAL con Felipa de Lancaster, el 11 de febrero 1387.

48 CLÍO

REYES BASTARDOS | Enrique II de Castilla y Juan I de Portugal

48 CLÍO

embargo, a la muerte del rey, en 1383, la situación en Portugal iba a complicar-se sobremanera.

LA AMENAZA CASTELLANAFernando I había mantenido guerras intermitentes con la Castilla de los Trastámara, ya que no aceptó la muer-te y deposición de Pedro I "el Cruel" a

usurpador. Además, el rey portugués se postulaba heredero legítimo al trono castellano, en calidad de bisnieto por vía materna -y legítima, no bastarda- del rey Sancho IV de Castilla. Las con-tiendas con la Casa de Trastámara, en las que hubo escasas y poco relevantes acciones militares, no le sirvieron de mucho a Fernando; antes al contrario, erosionaron en buena medida la posi-ción exterior de Portugal y evidencia-ron una gran debilidad de la corona en los asuntos internos. En este escenario, el papel de su esposa, la portuguesa Leonor Téllez de Meneses, fue revelán-dose cada vez más importante.Fernando I de Portugal y Juan I de Cas-tilla, hijo de Enrique II, ya fallecido,

las capitulaciones, así como en un pos-terior tratado suscrito al año siguiente, se establecieron una serie de condi-ciones que harían peligrar la indepen-dencia del reino de Portugal frente a Castilla.

en Salvaterra de Magos, pocos meses antes de la muerte de Fernando, espe-

hija del rey (no había otros hijos ni hi-jas legítimos), y que contaba a la sazón con diez años de edad, contraería ma-trimonio con Juan I de Castilla, ya en-tonces viudo de Leonor de Aragón (la boda se celebró en mayo). Se acordaba también que, tras la muerte de Fer-nando I, la corona pasaría a Beatriz, y su marido, Juan I de Castilla pasaría a considerarse, siquiera nominalmente, como rey de Portugal. Sin embargo, el reino sería gobernado por la reina ma-

dre Leonor Téllez en calidad de regente hasta que Beatriz tuviera un hijo varón y este cumpliese los 14 años de edad, momento en el que el heredero subiría

al trono portugués. En el caso de que Beatriz falleciese sin hijos, la corona

Juan I de Castilla.

, hijo natural del rey Pedro I de Portugal y de Teresa Gille Lourenço.

C L Í O

Era evidente para todos que el arreglo apenas ocultaba el hecho de que, in-dependientemente de cómo se desen-volviera la regencia de Leonor Téllez, el reino de Portugal pasaba a ser contro-lado estrechamente por el rey de Cas-tilla. Efectivamente, tras la muerte del rey Fernando I en octubre de 1383, la crisis estalló rápidamente.

EL DEFENSOR Y REGIDOR DEL REINOEn esta crisis dinástica, política y so-cial surgieron enseguida diversas facciones. La mayoría de la nobleza acataba, mal que bien, a Beatriz como reina, así como la autoridad de la re-gente Leonor y de su valido (y quizá amante), el gallego Juan Fernández de Andeiro, viejo partidario de Pedro I "el Cruel" durante las guerras civiles en Castilla. Otra pequeña parte de la nobleza des-

trono portugués pasase a manos del in-fante Don Juan de Castro, hijo legítimo del rey Pedro I de Portugal con Inés de Castro. Este aristócrata había sido aco-

para que no representara un estorbo en la sucesión portuguesa. La tercera facción se componía mayo-ritariamente de la cada vez más pode-rosa burguesía de las grandes ciuda-des, así como de los concejos de las villas y el pueblo llano. Rechazaban frontalmente el acuerdo con Castilla y no reconocían ni a la reina Beatriz ni a la regente, su madre. En la búsqueda de un líder idóneo dieron con Juan de Avís, maestre de la Orden del mismo nombre e hijo bastardo del rey Pedro I de Portugal.Juan de Avís aceptó el papel estelar, y la revuelta dio comienzo en Lisboa en diciembre de 1383. No hubo paños ca-lientes: Juan de Avís dio muerte al vali-do Juan Fernández y fue aclamado por el pueblo de Lisboa como "defensor y

regidor del reino". Los levantamientos prosiguieron y el apoyo al bastardo se extendió por diversas regiones, a pe-sar de que buena parte de la nobleza portuguesa y los alcaides y regidores de muchas plazas se mantenían leales a la regente Leonor, que pudo escapar y refugiarse en Santarem. Desde allí rechazó la pretensión de Juan de Avís de convertirse en su esposo y compar-tir la regencia; en vez de ello, Leonor pidió ayuda a su yerno, el rey Juan I de Castilla. Al mando de su ejército, el rey caste-llano se apresuró a penetrar en terri-torio portugués, y en enero de 1384 destituyó como regente a Leonor y la envió presa a Castilla, donde falleció. Seguidamente, Juan I de Castilla se autoproclamó rey de Portugal, sobre-pasando, con mucho, lo acordado en el tratado de Salvaterra de Magos. De

-nor Téllez y el bastardo Juan de Avís se convirtió en Portugal en una guerra de

LA BATALLA DECISIVAAdemás de varios encuentros militares con resultados inciertos para ambos bandos, las tropas y la marina caste-llana pusieron cerco por tierra y mar a Lisboa, que sin embargo resistió du-rante meses, hasta que en septiembre de 1384 una epidemia de peste llevó a Juan I a levantar el asedio e iniciar una retirada general. Mientras tanto, las tro-pas partidarias de Juan de Avís fueron incrementando, con mucho esfuerzo, el número de plazas y territorios leales a su causa.En abril de 1385 se reunieron cortes en Coímbra, que eligieron y procla-maron rey de Portugal a Juan de Avís.

volvió a bloquear el puerto de Lisboa. Pero el rey electo de Portugal no per-dió el tiempo. Renovando la alianza

que desde tiempos de Fernando I se había establecido con Inglaterra, so-licitó su ayuda militar. La petición se atendió con presteza pues Inglaterra envió varias compañías de arqueros,

de aquella época. Inglaterra estaba deseosa de conservar a su socio por-tugués, pues la Castilla de los Tras-

Francia. En julio, un ejército castellano de unos 30.000 efectivos invadió territorio portugués, con Juan I de Castilla al frente, engrosado por un importante contingente de caballeros franceses, y en el que no faltaban, por cierto, tro-pas de algunos nobles portugueses afectos a Beatriz y Castilla. En el bando contrario, Juan I de Portugal reunió un ejército muy inferior en número pero bien motivado por pelear en casa. El

de agosto en Aljubarrota, a unos 100 kilómetros al norte de Lisboa. Tras re-ñido combate, la victoria de las tropas anglo-portuguesas fue aplastante, y aunque Juan I de Castilla logró esca-par, las poblaciones del territorio ma-sacraron a los caballeros y soldados castellanos en su retirada.Aljubarrota representa uno de los mo-mentos más decisivos de la historia portuguesa, pues a la vez que se conso-lidó la posición del bastardo Juan I, Por-tugal conjuró para siempre el peligro de su anexión por Castilla y cimentó una alianza diplomática con Inglaterra que dura hasta nuestros días. Se inau-guró también una época dorada bajo la nueva dinastía de Avís, que llevaría a los portugueses a descubrir y coloni-zar buena parte del planeta. Uno de los hijos de Juan I sería el príncipe Enrique "el Navegante", y tras la conquista en 1415 de la ciudad de Ceuta, la expan-sión por el África atlántica estaba pre-parada para comenzar.

En abril de 1385 se reunieron cortes en Coímbra, que eligieron y proclamaron rey de Portugal a Juan de Avís

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1868-1945: ESPAÑOLES EN EE. UU. | Inmigrantes invisibles entre imperios1868-1945: ESPAÑOLES EN EE. UU. | Inmigrantes invisibles entre imperios

ESPAÑOLESEN EE. UU. Inmigrantes invisibles entre imperios

innnnnnnnnnnnnnnnnnnninnnnnnnnnnnnnnnnvvvivivivvivivivivivviviviiviviivivivi iiiiisiisisisisisissisisisisiisisisisisiisiiiibbbbblblblblblblblllblblblbllbblbbbbb eeesesesesesesseesesssses eeeeeeeenntntntttttntttntntntntntntntnntrerereeereererrerrr iiiiiiiiiiiiiimmmmmmmmmminnnnnnnnnnnnnnnnnnninnnnnnnnnnnnnvvivivivvivivvivivvviiviivii iiiiisisisisiisissisisisissisissisiisiiiibbbbblblblblblblbblblblblbblbbbbb eeesesesesessseesesssss eeeeeee tntnttntnntntntntntnn erereereerrrrrr iiiiiiiiiiiiimmmmmmmmm

James D. Fernández y Luis Argeo, autores de Invisible Immigrants: Spaniards in the US (1868-1945),

Los obreros y campesinos españoles que pusieron rumbo "al Norte" apenas consti-tuyen una gota en el océano de la emigración española a América o de la europea a Estados Unidos ¿Qué se sabe de ellos?

C L Í O 51

E -dad de Trujillo, en un vetusto in-mueble al que apunta la sombra

-

-

que la historia de tantas otras huellas

-

-

madera que durante un siglo han es-

que jalonan la aventura de quienes

-

-

-

en los territorios del "Norte" ——, las oportunida-

TAMPA, FLORIDA Y SU LEGADO DE HUMO

-

-

-

desde la península a los dominios de ultramar en los siglos XVI, XVII y XVIII,

---

-

— —

-

-

Ilustración Es-pañola y Americana, "Tampa es una de

-

tabaqueros, la mayor parte enemigos, -

—y a sus tabaque-ros— -

-FAMILIA HENARES,

52 CLÍO

1868-1945: ESPAÑOLES EN EE. UU. | Inmigrantes invisibles entre imperios

--

asombroso, y sus protagonistas eran, —ya fueran

"leales" o "enemigos"—Treinta mil habitantes tiene Tampa en

-Ilustración Española

y Americana--

-

-

-

--

en Cuba de lo que se dio en llamar la —en reali-

-

-

-

seguido por varios tabaqueros espa-—

-—,

trabajos relativamente bien remune--

-

Tampa se verían obligados a apren-

-

-

-dernísimos hospitales donde atender

HIJOS AMERICANIZADOS

-ron popularidad frente a los moder-

PRIMER EDIFICIO DEL CENTRO ESPAÑOL

C L Í O 53

—entre ellos el — -

-

- -

Tras la Segunda Guerra Mundial, aque-

-

LA RUTA ASTURIANA DEL CINC

Estudiando pautas de circulación global de mano de obra, se pueden apreciar signos evidentes de este "relevo imperial" que tanto afectó a las sociedades españolas y estadounidenses a partir de 1898. La construcción del Canal de Panamá, las plantaciones de azúcar que diversas empresas norteamericanas establecieron en las islas Hawái tras su anexión al país o la industria pesada que reclutó obreros en Europa, fueron determinantes para muchas familias de Galicia, Anda-lucía o Asturias, dispuestas a abandonar sus hogares en busca de un trabajo con el que sostener sus vidas lejos de casa. Mientras su país se ahogaba, ellos respondieron a la llamada de remotas empresas que impulsaron la pujante economía de un nuevo imperio en ciernes. En ocasiones, la historia enlaza hechos y circunstancias singulares que alteran su curso natural hasta convertirse en acontecimientos sobresalientes. Ocurrió con el fenómeno migratorio asturiano en las regiones metalúrgicas de los Estados Unidos, en los primeros años

de agua en las galerías de la mina de Arnao (Asturias), que ponían en

peligro la vida de los obreros de esta mina de carbón excavada bajo el mar; de no haberse manifestado y declarado en huelga en busca de mejores condiciones laborales; de no haber existido exceso de traba-jadores en la vecina fábrica de cinc que la Real Compañía Asturiana de Minas levantó al lado para aprovechar la poca calidad del mineral combustible, las oleadas de emigrantes salidos de esta región astu-riana entre 1900 y 1915 jamás hubieran formado parte del desarrollo metalúrgico americano con sus labores en las fábricas de compañías como DuPont en Virginia Occidental, Donora Zinc Works en Pensil-vania, Grasselli Chemical Company en Ohio, U.S. Steel en Indiana, National Lead Co. y subsidiarias en Illinois y Misuri, The Edgar Zinc Company en Kansas, en lo que podríamos denominar la ruta asturiana del cinc. "Allí donde había una fábrica de cinc, había asturianos. Eran los que mejor soportaban el calor de los hornos en penosas condi-ciones". Son palabras del octogenario Isaac Suárez, hijo de asturianos nacido en Spelter (Virginia Occidental). Cientos de familias asturianas se dispersaron por esos estados.

FÁBRICA DE CINC. Trabajadores

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1868-1945: ESPAÑOLES EN EE. UU. | Inmigrantes invisibles entre imperios

dose y abandonando los antiguos en-

--

—en -

grandes artistas— sobrevive a duras penas, alquilando sus amplios espa-

-

-

NUEVA YORK: UNA ESPAÑA MUY GRANDE, EN PEQUEÑO

New York Ti-mes

-

-

—— -

-forma el Times, "asistieron más de mil

-

las manos y negras mantillas sobre los --

-nal —1868—

-

objetivo primordial de prestar ayuda a -

---

New York Times -

-

Times

-

-

TAMPA: fonda para

NUEVA YORK: familias

C L Í O 55

-

--

gaban a menudo atraídos por las redes -

sores y por las oportunidades de em-

ropa, el transporte marítimo y el traba-

-

-—en

-na—

ingentes de otros hispanohablantes, -

-

-

Goya Foods, o el gallego/asturiano Gregorio

Roasting Company

-davía hoy, fundadas por inmigrantes

LA IBERIA:

tienda de vestidos en

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1868-1945: ESPAÑOLES EN EE. UU. | Inmigrantes invisibles entre imperios

56 CLÍO

-

-

--

-

-marones y demás platillos o antojitos

C L Í O 57

Al contrario que otros emigrantes llegados al país, los españoles que se asentaron en Tampa después de su paso por Cuba no practicaron el deporte europeo por antonomasia, el balompié, que viajó con ellos al Nuevo Mundo. Hay constancia de que el balompié fue practicado de manera semiprofe-sional por obreros españoles asentados en Nueva York, Pensilvania, Kansas o Misuri. Estas ciudades, fabriles y con una fuerte presencia de europeos, conocieron el deporte como una forma de interrelación entre emigrantes de distinta procedencia. Las ligas y campeonatos de fútbol que se creaban en los enclaves laborales fueron constantes y crecientes desde los años 20, y sirvieron de cantera para los clubes profesionales de posterior aparición: Brooklyn Hispanos, Newark Portuguese, Ukrainian Nationals, Philadelphia Ger-man-Americans son algunos equipos que conformaron la American Soccer League desde 1933, año de su fundación. En Tampa, sin embargo, el balom-

en torno a los distintos clubes y centros sociales sirvieron para gestar la cantera de “peloteros” que ha dado la ciudad con el paso de las décadas. El béisbol en Florida es y fue un deporte sagrado. Y siendo Tampa una ciudad que creció con oleadas de gentes llegadas de la cornisa cantábrica, Cuba o Sicilia, no es raro encontrar apellidos exóticos en el Salón de la Fama del Béisbol, reservado a los grandes jugadores de la historia. Pertenecen a los hijos de aquellos emigrantes que llegaron a Tampa para manufacturar ciga-rros. Al López (1908-2005), Lou Piniella (1943), Tony La Russa (1944) o Tino Martínez (1967) son ya leyendas del béisbol nacidas en el seno de familias españolas que emigraron a Estados Unidos.

LOS PELOTEROS ESPAÑOLES

de lamentarlo, porque ello demostra-

-

Camba remata su ingenioso retrato de

-

usted y quiere usted adquirirla, en nin-guna parte podrá lograrlo mejor que en

CALIFORNIA

La Prensa, apa-

-

--

-

--

-

—se-villanas y jotas— interpretados por los

a algunos de estos bailarines, y luego

-

y apellidos que se le hubieran quedado

-

-

en pleno desarrollo en esos momentos

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1868-1945: ESPAÑOLES EN EE. UU. | Inmigrantes invisibles entre imperios

-

-

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-

-

-ters, donde las peonadas dependían

-

—entre -

— des-

-

MÁLAGA-HAWÁI--

-

-

---

puertas de ayuntamientos y tabernas a

C L Í O 59

-

--

—todo—

-

-

-

adquiridas, pagaron el pasaje a familias enteras —

AVENTURAS Y DESASTRES

-

--

La Corres-pondencia de España -

-Washington Post

-

-

-

su periplo y saltaron a California en -

--

fornianas, donde sus hijos y nietos se -

dense hasta volverse invisibles; otros,

-

GABRIEL CAMPOS

60 CLÍO

CONSTANTINOPLA | La conquista de una ciudad convertida en mito

CONSTAN

Roger Crowley, autor de Constantinopla 1453. El último gran asedio (Ático de los Libros)

La conquista de una ciudad convertida en mitoLa historia está llena de episodios fascinantes que capturan y estimulan nuestra imaginación —guerras, desastres naturales, historias de amor, de venganza, revoluciones y guerras civiles, intrigas políticas—, no obstante, en ese océano de hechos y narraciones, de mitos y mentiras, de verdades a medias, contadas una y otra vez para dar algo de sentido y trascendencia a nuestras vidas, pocas, muy pocas, ocupan un lugar tan especial como la caída de Constantinopla en 1453.

C L Í O 61

NTINOPLAAlgo hay detrás de ese momento, apenas 55 días,

que nos obliga a colocar una señal en el tiempo, a

completamente distinto, que aún hoy, seis siglos después, nos marca profundamente. De esos 55 días —de

idea contemporánea de Oriente y Occidente, de Europa, del cristianismo y del islam. No cabe la menor duda de que entre el 5 de abril y el 29 de mayo de 1453 se sucedieron una serie de hechos que dan mucho de qué hablar. Podríamos llenar libros enteros dis-cutiendo la originalísima estrategia bélica de los turcos y el uso de la artillería pesada; se podría escribir un anecdotario de la diplomacia tan extraordinario que eclipsaría a Kissin-

combatientes que nos dejaría sin aliento. Y es verdad que podríamos hacer todo esto —y más— simplemente apegán-

donos a los hechos, desde una historiografía escueta y sin adjetivos. Sin embargo, lo fundamental de la caída de Cons-tantinopla —como sucede con todo lo verdaderamente im-portante en la historia— no está (no exclusivamente) en los hechos concretos, sino en nuestra forma de mirarlos, contar-los y urdirlos hasta que forman un manto que nos envuelve y del que no podemos desprendernos. Nacemos dentro de este manto —es nuestra cultura— y pensamos a través de él, ineludiblemente, aunque no reparemos en ello. La con-

setenta naves para tomar el Cuerno de Oro, que haría pali-

más espléndido que había conocido el cristianismo, en una de las joyas más preciadas del islam. La historia está llena

62 CLÍO

CONSTANTINOPLA | La conquista de una ciudad convertida en mito

de masacres, hechos inverosímiles y catedrales transmutadas. Lo que nos cautiva de Constantinopla es otra cosa:

el que la humanidad se ha mirado por más de mil quinientos años. La hemos hecho nuestra, parte de nuestra cultu-ra; y no sobra insistir, es nuestra y nos

-cientemente. De alguna manera todos hemos nacido allí, en Constantinopla.

A LA SOMBRA DE SU GRANDEZA-

ca que nos atrae irresistiblemente? ¿A qué se debe? Constantinopla ya era un mito mucho antes de su derrota. De he-cho, para 1453 quedaba poco más que

la idea de Constantinopla: de aquella hermosa y rica ciudad milenaria sobre-vivía si acaso la sombra de su antigua

Ninguna ciudad jamás ha conquistado

lo ha hecho Constantinopla. Durante mil años se impuso como la capital de la humanidad. Era el centro de la cultu-

del mundo. No ha existido nada igual: un milenio siendo el objeto del deseo de reyes, emperadores y sultanes; la

y bárbaros; la musa de historiadores

-breviven maravillan a cualquiera. La

--

carnos a lo que fueron sus jardines, -

caba para sus habitantes la cultura y el

material y cultural, atesorada paciente-mente durante siglos, había sido vícti-ma de sí misma. Mil años como epicen-tro de la humanidad no pasan en vano;

-truirlo todo.Poco a poco, imperceptiblemente, Constantinopla se fue desmoronando. Saqueos, pillajes y pestes a pequeña

-

MAPA DE CONSTANTINOPLA dibujado por Pinargenti Simon en 1573 (forma parte de los 52 mapas de las islas más notables del archipiélago de Dalmacia, desde Venecia hasta Constantinopla).

C L Í O 63

tura bélica antes de 1453 pudo con el inexpugnable sistema de murallas teodosianas. Pero mil años de lo coti-diano, de lo invisible o aparentemen-te chirle, pudieron más que todas las campañas épicas que quisieron tomar por asalto la ciudad. Viene a la mente

mártir podrá lo que un siglo en la brisa o un periplo de hormigas llevándose

De la ciudad que antes gobernaba el mundo entero, Europa y Asia Menor, de esa ciudad que miraba hacia afuera de sus muros para dictar el destino de la humanidad, a mediados del siglo XV solo quedaban sus restos. Fuera de la muralla nada era suyo, y dentro había un desolado panorama: terrenos bal-

-

precariedad.

LA COMPLEJA PERSONALIDAD DEL SULTÁN

-mente debido a esta decadencia ma-

Constantinopla, era más importante que nunca. La ciudad seguía obse-

admiraban la cultura, codiciaban la ri-

muy especialmente, de quienes anhe-

Entre estos obsesos, por supuesto, es-taba Mehmed II. Tenía apenas 21 años

-tinopla, pero soñaba con ello desde su infancia. Al morir su padre, el presti-gioso sultán Murad II, Mehmed, enton-

oportunidad de dar rienda suelta a sus energías y concentrarse en el proyecto que haría de él uno de los personajes cardinales de la historia. Ya a su corta edad, Mehmed contaba con todas las cualidades de un auténtico héroe. Era

sabía ser un frío diplomático; no duda-ría nunca ante la oportunidad de trai-cionar para vencer, y sabía ser cruel y

LOS VAIVENES DE SANTA SOFÍA

forma tan clara los cambios políticos, sociales y culturales vividos en su en-

de Estambul. Construida hasta en tres ocasiones en el mismo emplazamien-

del emperador Constantino. Después de un incendio, fue reconstruida en 415, cuando Teodosio II era la cabeza del imperio bizantino. Isidoro de Mileto y Antemio de Tralles fueron los

-

el mandato de Justiniano I, en febrero de 532, y después de más de cinco

ceremonia celebrada en diciembre de

Cesárea, cuando el emperador la vio

imperio bizantino y el lugar donde se coronaba a los emperadores. Tras la caída de Constantinopla en 1453,

de Mehmed II y durante los siglos

Mustafá Kemal Ataturk al poder supu-

y desde febrero de 1935 ha estado funcionando como museo. El pasado

algunos versos del Corán. Este hecho

han sumado varios sectores de la so-ciedad turca —entre ellos el Gobierno y el Parlamento—, sobre la posibili-

64 CLÍO

CONSTANTINOPLA | La conquista de una ciudad convertida en mitoCONSTANTINOPLALALALALALALAALALAALAALAALAALAAAAALALALALAALAAALAALALAAAALALALAAAAAAAAAAAAAALAALAALLALAALAAALAAAAAAAAAALLAAALLAAALALAAALLAA |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||| LaLaLaLLLaLLaLaLaLLaLaLaLaLaaaaLaLaaaaLLaLaLaLaaaaaLLaLaLaLaLaLaaaaaaLaaLaaLaaaaLaaaaaaaaaaLLaaLaLaLaLaaLaaaLLLaLaaaaaaLLaaaaLLLaLLLaaaaaaaLaLLLaLLaaaLLaLLLaaaLaLLaaa ccccccccccccccccccccccccccccccccccccoonononoonnnnnnnonnnnnnnnononnnnnnonnonnnnnnnnnonnnnnnnnnnnnnnnnnnonnnnnnnnnnnnnnnnnnnnononnnnnnnonnonnnnnonnonnnnnnnnnnnnnoonnnnnonnonnnnnnnoonnnnnnnnnnnqqqqqqqqqqqqquqquuuuuuuuuuuqqqqqqqqqqquuuqqqqqqqqqqqqqqqqqquuuuuqqqqqqqquqqqqqququuuuuuuqqqqqququuuuuqqqqqqqqqquuuuqqqqqqqqquuqqqquuqqqqquuuuuqquuququuuuuqqquuquuuuqququuuuuqqqquqqquququququququuquuqqqqququququququuquuqqqququqqquuuqqqqquuquqqquuuquuuqqquuquqqqqqqqqq isisisisssssisissisisisissisisisisisiiiiissisiiiisiisiisiisiisissssssssssssssiisiisssssssssisisisssssssssssisisssssssisissississisiisssisiissiiiisssiiisssississsssssssssssisisssssisisississsiiissssssiiissssssssssisstatatatatattttatatattaaaaatataatatatatatatatattaatatatattatatttatattatttatttatatattatttaatattatatttaatatatttataaaaaaaaaaataaaaatattaataatataatatataaaaaaatattatataaaaaaaaaaaaattaaaaaatataaaaatataaaaaaataaaaaatattaaatatatattaataaatatttaattatttaaaatttaaaaaaataaa dddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee uuuuunuuuuunnnnnnnnunnunnunnuunnunnunununununununnnnnunuunnnnnunununnunuuunuuununununnnnnunununuunnnnnununnnnnunununuuuununununuuuunnnnnnnnununuunnunnnnnuuununnunnnunnunuununnnunuunuunununnuunuunununnnu aa aaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaa aa aaaaaaaaaaaaa cccccciciciiccciccicicciciccicicccccccccicicciicciciiciiiccicccciicccciiiiccciiiiiiiciicciicciiccciiiicciudududududududududududddddddududududududdudududududdududududududdududududdudududududududududududdududdddduudududududddudduududududuuuuudududuuudddduduuuudduuuudduuuuu aaadadaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa convertida en mito

sanguinario con sus enemigos. Hábil estratega militar, pero culto amante de

iracundo, pero un político pragmático y calculador —a tal grado que orde-

asesino de su hermano) para evitarse problemas sucesorios en el futuro—.

LA RESISTENCIA DE CONSTANTINO IXLa personalidad de Mehmed nos repe-le y atrae simultáneamente. Admira-

-mos comprender, pero sin duda se nos escapará siempre. La contraparte es igualmente legenda-

-te opuesto. Constantino XI es más bien

-mortalidad con ese triste e inevitable

-sicos. El carácter del último empera-

carta a su enemigo, en donde no solo

acepta su destino, sino que concede a Mehmed igualdad ante los ojos y jui-

guerra y no puedo persuadirte con ju-ramentos ni con palabras halagüeñas,

refugio en Dios y si está en su volun-tad darte esta ciudad, ¿quién podrá oponerse?... Yo, desde este momento, he cerrado las puertas de la ciudad y protegeré a sus habitantes en la me-dida de lo posible; tú ejerces tu poder oprimiendo pero llegará el día en que

La tragedia de Constantino se exacer-ba ante la indiferencia de Occidente.

Venecia, Génova, Florencia, pero na--

a Constantinopla ante el inminente ataque turco. Nada más. El otro lado

CONSTANTINO XI frente al invasor otomano que le subyugaría.

SULTÁN MEHMED II. Desde su infancia soñaba con conquistar Constantinopla.

la ciudad, como una advertencia del sufrimiento que les esperaba de no

sometieron. De hecho, a pesar de las bajas, Constantino y su comandante más valioso, el genovés Giovanni Gius-

-

terraplenes de los segmentos dañados

terraplén más resistente ante las rocas

La batalla, si bien a otra escala, tam-

que transportaban soldados y provi-siones se aproximaron a la ciudad, ya cerca de la entrada al Cuerno de Oro.

remo por decenas de embarcaciones turcas. La batalla fue sangrienta du-rante más de dos horas. Cuando todo parecía perdido, milagrosamente —

del cristianismo escuchaba sus alar-

pagaban con su propia moneda, pues

cristianismo occidental.

una misa y no mucho más. Constantino necesitaba soldados, no réquiems. Su

durante las batallas, estaba bien per-trechado espiritualmente, pero eran solo cinco mil. Mehmed comandaba un ejército treinta veces más numeroso. A pesar de todo, la defensa de la ciudad es uno de los episodios más especta-culares de la historia militar. Durante

estuvo varias veces a favor y en contra, alternativamente, de uno y otro bando.

EL FIN DE UNA ERA

el ejército turco a unos quinientos

metros de las murallas. La imagen de-bía ser aterradora para los habitantes

-dinario: decenas de miles de soldados

-

la victoria. Con este formidable acto,

Al día siguiente, las primeras rocas, in-mensas balas pétreas, expulsadas con

gigantescos, derribaron segmentos de la primera línea de murallas. Ante

se desplomaban esas murallas que ha-bían estado ahí un milenio. Con ellas

-expugnable. Las primeras semanas fueron terribles para el ejército de Constantino. Meh-

prisioneros eran empalados frente a

C L Í O 65

EL EJÉRCITO DE MEHMED II victora estuvo varias veces al alcance de los asediados.

66 CLÍO

CONSTANTINOPLA | La conquista de una ciudad convertida en mito

66 CLÍO

así lo experimentaron cientos de es-pectadores que, impotentes, veían la carnicería desde la costa— el viento

poco los galeones ganaron velocidad -

lla las pequeñas embarcaciones tur-

cas, lograron entrar y guarecerse en el, hasta ese momento, infranqueable Cuerno de Oro.

Sin embargo, al igual que la inmensa muralla, el Cuerno de Oro acabaría

sultán gracias a una maniobra que -

nialidad. Mehmed había ordenado aplanar en la medida de lo posible el terreno de la colina de Pera y duran-te la noche del 22 de abril, tiradas por

LA ENTRADA DE LOS CRUZADOS EN CONSTANTINOPLA (Eugène Ferdinand Victor Delacroix, 1840).

C L Í O 67

Durante mucho tiempo, Constantinopla fue considerada una ciudad

a Grecia.

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amenaza—, de Inocencio, no sentaron nada bien en Roma.

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para comerciar con Constantinopla habían sido revocados en 1171

venecianos, nunca llegaron a cobrarla. Durante este tiempo, los em-peradores bizantinos favorecieron a ciudades como Pisa y Génova.

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una moratoria para el pago de la deuda si los cruzados aceptaban

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intereses de la cruzada.Por otra parte, el emperador bizantino Isaac II el Ángel, había sido

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ayuda para volver a colocar a su padre en el trono de Constantino-

recompensas para cruzados y venecianos y el apoyo a la cruzada con 10.000 soldados bizantinos.En verano de 1203, los cruzados atacaron Constantinopla por tierra

los cruzados. En abril de 1204, tomaron la ciudad y durante días la

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LA OTRA CAÍDA DE CONSTANTINOPLA

introducir por tierra setenta de sus na-ves dentro del Cuerno de Oro. La ma-

pesadilla: el Cuerno de Oro, una de sus defensas naturales más valiosas, ya no les pertenecía.

Hubo muchos momentos más de ten--

-rrota. Para la última semana de mayo, el desgaste de ambos ejércitos era casi

total. La desigualdad numérica seguía siendo abismal y Mehmed había avan-

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de saqueo ilimitado tras la victoria. La euforia renovada de los soldados tur-

68 CLÍO

CONSTANTINOPLA | La conquista de una ciudad convertida en mito

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LA ÚLTIMA MISA CRISTIANA EN SANTA SOFÍAA diferencia de lo que ocurría meses atrás, para este momento de derrota

-cesitaban soldados, sino un réquiem.

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que se celebraría en Santa Sofía. La escena fue conmovedora. Los cánti-

más cercanos. Todos compartiendo la fe con cientos de personas que acu-dieron al evento, preparándose todos,

de su ciudad y el de un imperio. El último día fue largo y agotador.

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tía de Constantino trascendería como

de un líder: el emperador despojándo-se de sus insignias para luchar como

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alegan que reconocieron el cuerpo -

ba, adornados con un águila dorada y

que fue secretamente venerada mu-cho tiempo después por los griegos supervivientes. El hecho es que se fue junto con el imperio milenario del cual tuvo el honor de ser el último re-presentante.La muerte de Constantino y la victoria de Mehmed, el saqueo de la ciudad, la

de una era. No obstante, la historia -

rá teniendo un efecto especial sobre nosotros. Transformada en el centro del islam, seguirá fascinándonos, ejer-ciendo ese extraño ensalmo ante el cual no podemos poner resistencia.

ENTRADA DE MEHMED II EN CONSTANTINOPLA (obra de Benjamin Constant, 1876).

CL ÍO 69

70 CLÍO

JOAQUÍN MARTÍNEZ ARBOLEDA | El hombre que vio morir a José Antonio Primo de Rivera

JOAQUÍN MARTÍNEZ ARBOLEYA

EL HOMBRE QUE VIO MORIR A JOSÉ ANTONIO

eee e ee e e e ee e ee e e eeee e viviivivivivivivivivivivivivivivivivivivivivvvivivivivvv oooooooooooooooooooooo o o ooo oo o oo o o mmmmomomomomomomomoomoomoooriiiririririririrriririririrrrrrrrrr r r r aaaaaaaaaaa JoJoJoJoJJooJoJoJoJoJooosésésssésésésésésésésésééséséss AAAAAAAAAAAAAAAAAntntntttnttntntntntntntnntnttntntnnn nnononononononononononononoooooooo i

C L Í O 71

En agosto de 1981, de regreso en Madrid tras sepultar a mi padre en el cementerio de Alicante, avatares del destino, descubrí en el interior de un bureau de raíz de nogal cuya parte superior guardaba él con gran

celo bajo llave, varios objetos que atrajeron poderosamente mi atención.Entre ellos había una pistola semiautomática Walther P-38, del calibre 9 mm., con el armazón de aluminio más ligero, junto al correspondiente salvoconducto sellado en alemán que llevó consigo mi padre a Rusia cuando estuvo con los bravos combatientes de la División Azul, entre quienes se contaba también su hermano menor.Reparé también aquella tarde en la existencia de un librito con las tapas rojas y un llamativo dibujo en la portada, titula-do Porque luché contra los rojos.Me extrañó el nombre de su autor: un tal Santicaten. Pero en-seguida averigüé que era el seudónimo de Joaquín Martínez Arboleya, un empresario uruguayo nacido en Montevideo el 30 de diciembre de 1900, que había participado en la Guerra Civil española.Pregunté a mi madre qué hacía allí aquel raro volumen, y ella dijo recordar que lo trajo un día a casa Jesús Fragoso del Toro, junto con un ejemplar de "La España de ayer", publica-do por su hermano Víctor en 1955 con la editorial vallisole-tana Miñón y prologado por José Antonio Girón de Velasco.Mi madre era amiga de Luisa de Castro, esposa de Jesús Fra-goso. Al parecer, Chuchi Fragoso, como le llamaba cariñosa-

mente mi padre y el resto de sus camaradas y amigos, había conocido a Martínez Arboleya con motivo de su intensa acti-vidad periodística, incluida su etapa en el diario "Arriba", la cual compartía también con mi padre desde sus tiempos en

Fragoso participó también en el traslado de los restos mor-

de noviembre de 1939, y pertenecía a la Vieja Guardia de Valladolid.Una de las veces que les vi despedirse en la puerta de casa, siendo yo todavía un chaval, me llamó la atención que se di-jesen "café".—¿Por qué decís eso, papá, si acabáis de tomarlo juntos en el salón? —inquirí, candoroso.Fue entonces cuando él me explicó por primera vez el doble

-pular canción infantil:Yo te daré,te daré niña hermosa;una cosa que yo solo sé… Café. Y acto seguido me desveló, anotándolo de su puño y letra en una cuartilla que todavía hoy conservo, el mensaje que aquella letrilla encerraba:C/amaradaA/rribaF/alangeE/spañola

"Se quebró su cuerpo, cayendo doblado, empapadas en sangre sus rodillas. La chusma allí reunida gritó obscenidades; ni un grito, ni un ‘ay’ en el mártir… La orden de ejecución preveía esa primera etapa de

hipnotizado, veía yo hacer, impotente en mi terrible soledad. […] Estaba allí por miedo a hacerme sospechoso […]. Estaba harto, todo en mí se rebelaba

medio muerto de miedo quizás".

José María Zavala, autor de La últimas horas de José Antonio y La pasión de José Antonio

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JOAQUÍN MARTÍNEZ ARBOLEDA | El hombre que vio morir a José Antonio Primo de Rivera

Hasta que un día, apercibido de que él no hacía más que esquivar mis pregun-

que hay silencios que hablan; el suyo era uno de esos…

ARBOLEYA, MONTES Y CÍAA Martínez Arboleya se le dio a conocer ya en España en mi anterior libro "La pasión de José Antonio", pero dada la trascendencia de su testimonio volveré a referir ahora su ajetreada historia.El 9 de julio de 1936, Arboleya había llegado a Valencia procedente de Ma-drid, donde dirigía su propia empresa

-cía dos años, localizada en un piso de la calle Hortaleza número 15, muy cerca

-nica en la Gran Vía, llamada luego Ave-nida de José Antonio.Su objetivo último era emprender la

-cala, logrando una estrecha coopera-ción artística, cultural y comercial entre

España y algunos países del centro y sur de América, con atención especial al enorme potencial de México. Se tra-taba de un ambicioso plan que requería

el principio con el interés del primer presidente de la Segunda República, Niceto Alcalá Zamora.Los asesinatos de José Calvo Sotelo y de Fernando Primo de Rivera le sor-prendieron en la capital levantina, mientras despachaba varios negocios de su agencia de préstamos e hipote-

como decimos, poner en marcha sus

Arboleya dirigiría el primer documen-tal falangista "Alma y nervio de Espa-ña", producido a instancias también de Augusto Atalaya, en aquel mismo año 1936. Rodado en Tetuán, con Antonio Solano como operador de cámara, la

-cluyó hasta 1937. Atalaya presidía la Sección Iberoameri-cana integrada en el Servicio Nacional de Falange Exterior, además de ser ins-pector general de F.E.T. para Argentina y el Cono Sur americano. Arboleya era precisamente su secretario. Los países iberoamericanos representaban un ob-jetivo propagandístico prioritario para la Falange. La Sección Iberoamericana contaba a su vez con un Servicio Cine-

Aires, durante 1938 y 1939, una edi-ción semanal del periódico "Arriba".Martínez Arboleya, en calidad de direc-tor, y Antonio Solano, en la de operador, realizarían una misión propagandística por varios países sudamericanos para acometer luego, junto con los escrito-res y guionistas Eugenio Montes, Rafael Duyos y Juan Potous, la edición de un noticiario en Buenos Aires que solo alcanzó dos números por falta de me-dios: "Primer Noticiario Especial para América" (1937) y "Segundo Noticiario Internacional" (1938).Curiosamente, Eugenio Montes había nacido el mismo año que Arboleya, con un solo mes de diferencia: el 24 de noviembre de 1900. Amigo personal

CAFÉ, con mayúsculas.Me faltó tiempo para escudriñar en las entrañas de aquel pequeño libro de apenas un centenar de páginas, cuya primera edición en castellano, de 1961, había sido confeccionada en los

400 kilómetros de Montevideo. ¿Qué revelaba aquel misterioso libro, que constituye hoy toda una rareza

autor no ha tenido más remedio que conformarse con citar su edición en italiano?En cuanto terminé de leerlo, com-prendí por qué mi padre lo había guardado bajo llave durante los últi-mos veinte años de su vida sin hacer la menor alusión a su existencia. En-tendí también su gesto de contrarie-dad y su claustral sigilo cuando, con la morbosa curiosidad del adolescen-te, le preguntaba ávido por el fusila-miento de José Antonio, barruntando que sabía algo.

JOSÉ ANTONIO cenando con escritores falangistas en la posguerra. Entre otros: Agustín de Foxá, Luis Felipe Vivanco, Samuel Ros, Javier de Echarri, Eugenio Montes, José María Alfaro o Dionisio Ridruejo.

C L Í O 73

de José Antonio, a quien acompañó en sus viajes por Italia y Alemania, Montes había participado también en la funda-ción de Falange Española. Era doctor en Filosofía y Letras con una tesis dirigida por Ortega y Gasset, tío abuelo de mi esposa, y colaboraba con tan insigne pensador en la "Revista de Occidente". Arboleya y Montes se conocieron tras la guerra, mientras el futuro académico de la Lengua, en cuyo "sillón L" susti-

era corresponsal de los diarios "ABC" y "Arriba", además de conferenciante en Hispanoamérica.Respecto a Rafael Duyos, con quien también colaboró Arboleya en la pro-ducción del noticiario en Buenos Aires, recibió de Manuel Machado el sobre-nombre del nuevo "Píndaro español", en recuerdo de uno de los más célebres poetas líricos de la Grecia clásica. Seis años menor que Montes y Arbole-ya, el valenciano Rafael Duyos conoció en Madrid a los también poetas Agustín de Foxá y Luis Felipe Vivanco.A su inspirada pluma se deben, entre otras célebres composiciones, los "Ro-mances de la Falange", en 1939.El año anterior Arboleya había dirigido también el documental "Voluntad: Fa-lange en Argentina", rodado con un bri-llante estilo narrativo que emulaba al maestro expresionista alemán Murnau, con un ritmo trepidante de montaje de

-cios, automóviles…

DETENCIÓN Y LIBERTADPero hasta entonces, Arboleya se halla-ba en Valencia enfrascado en sus nego-cios, cuando se perpetraron, como indi-cábamos, los crímenes de Calvo Sotelo y Fernando Primo de Rivera en Madrid. La muerte del líder monárquico le tra-jo, en concreto, malos presagios para España. El 17 de julio de 1936, cuatro días después de su asesinato, el em-presario viajó a Alicante para celebrar

una jornada intensa de entrevistas con clientes en su hotel y en media docena de domicilios particulares. Poco antes de la medianoche, extenuado por el duro trabajo, se retiró a descansar. Pero, mientras dormía, España había entrado ya en convulsión.Un grupo de guardias de Asalto le des-pertó violentamente. Conducido desde el hotel hasta la Comisaría de Investi-gación y Vigilancia, fue sometido a un interrogatorio implacable. La policía quería saber cómo y por qué un súbdi-to extranjero como él había llegado a Alicante la víspera misma de la suble-vación militar. Todos los contactos con sus clientes parecieron entonces sos-pechosos para la seguridad del Estado. Para colmo, las personas con las que se

-tos eran de derechas.De nada le sirvieron sus explicaciones

-sen en un lúgubre calabozo hasta el 23

-leya oyó gritar su nombre a uno de los carceleros. Minutos después, entró en la sala de guardia escoltado por un vi-gilante, que le condujo hasta una salita donde le aguardaba José Struch, vice-cónsul de Uruguay en Alicante y amigo personal de Manuel Azaña.Dos meses antes de que mataran a José Antonio, el 23 de septiembre, Martínez Arboleya había recibido un aviso tele-fónico en la Pensión Internacional de la calle de San Nicolás número 12, donde entonces se alojaba.Desde su puesta en libertad, tras su reclusión en los calabozos de la Comi-saría de Investigación y Vigilancia, el empresario uruguayo alquiló una mo-desta habitación en espera de poder regresar a Madrid. La casa de huéspe-des se hallaba en el mismo casco anti-guo de la ciudad, detrás de la colegiata de San Nicolás —hoy concatedral— y muy cerca del barrio de Santa Cruz y de la Rambla.

Aquella mañana, el vicecónsul de su país, José Struch, le indicó que debía comparecer de nuevo ante el comisa-rio jefe de policía Rogelio Jover, pese a transcurrir tan solo 60 días de los 90 establecidos en la prórroga de su pasa-porte. Una vez en la Comisaría de Investiga-ción y Vigilancia, el comisario Jover in-sistió a Martínez Arboleya en que extre-mase el cuidado en sus contactos con desconocidos. ¿Pero quiénes eran esos "desconoci-dos" a los que aludía el policía?"Mi condición de extranjero —expli-caba el propio Arboleya— parecía un imán para los desesperados que trata-ban de conocerme como si por tal he-cho pudiese prestarles socorro o pro-tección.Todos los días, una mujer, un hombre o un niño me hacían cómplice involun-tario de sus penas y sufrimientos. La caza del hombre, la caza del ‘fascista’ se hacía a toda hora, a tiro limpio, por azoteas o calles, sin ocultamientos, con ensañamiento y crueldad. El terror im-peraba. Sobre mis hombros han llorado convulsos, seres desamparados en el torbellino de venganzas y resentimien-tos bestiales…Frente a la modesta pensión donde me refugiaba, un tremendo caso de inhu-mana expresión daba comienzo cada mañana y seguía hasta que su prota-gonista caía poco menos que reventa-do, sin fuerzas para sostenerse. ¿Quién era el octogenario que yacía en el pa-vimento, semidesmayado, ante la indi-ferencia pública del barrio? Un aristó-crata. ¿Qué culpa pagaba? Su hidalguía. ¿Cómo? Sí, su hidalga hombría de bien. Años atrás adoptó al hijo de su chófer que durante largo tiempo le sirvió tam-bién hidalgamente.El hijo del modesto servidor creció y se educó como aristócrata, pero odiando. Odio a quien le debía todo. Odio desde el primer día que la simiente prendió

Por cada documento histórico donde se recoge el papado de Juana, hay cientos que ni siquiera lo niegan, sencillamente ignorarlo es menos vergonzante para la Iglesia

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JOAQUÍN MARTÍNEZ ARBOLEDA | El hombre que vio morir a José Antonio Primo de Rivera

en su deformado cerebro de degene-rado ambicioso. Odio… ¡porque el viejo no moría!… Odio porque nada le basta-ba y quería entrar rápidamente en po-sesión de lo que no le pertenecía aún… Y le llegó la ocasión. Disimuló su verdadera intención y aprovechando el caos […] denunció al hombre a quien debía su propia vida como uno de sus enemigos, reclaman-do el ‘ojo por ojo’ bíblico…".

concederle un nuevo permiso. En la pá-gina undécima de su pasaporte, bajo el sello de la Comisaría de Investigación y Vigilancia, quedó inscrito así:Decreto 17-9-1936Presentado en el día de hoy(Transeúnte: reside en Madrid)

Alicante, 23 de septiembre de 1936El Comisario JefeP. O.Rogelio JoverA diferencia del primer visado, el nuevo no establecía plazo alguno de perma-nencia en España, dejando constancia tan solo de que el interesado residía en Madrid, lo cual no era del todo cierto, dadas las circunstancias. El 23 de octubre, el comisario Jover le citó de nuevo en su despacho. Nada más presentarse ante él, Joaquín com-probó que aquel hombre no era ya más que una sombra de sí mismo: pa-recía agotado y asentía, como un au-tómata, a todas las indicaciones de un sujeto corpulento y calvo que lucía un brazalete de la UGT en un rincón de la estancia.Jover insistió en que cuidase sus con-tactos con gente sospechosa de sim-patizar con la derecha; pero esta vez, Joaquín percibió que la advertencia obedecía a un deseo de complacer al miliciano que seguía con atención to-dos sus movimientos. Curiosa parado-ja: el comisario de policía era vigilado ahora por aquel hombretón del sindi-cato socialista, que interrogó después

nuevo plazo en su pasaporte, que de-cía así:Prórrogacon el conocido Autorizado y Visadopara permanecer en España durante 3 meses.Alicante, 23 de octubre de 1936El Comisario JefeR. O.Rogelio JoverDurante la despedida, el sindicalista advirtió a Martínez Arboleya que debía comparecer todos los lunes en la Co-misaría de Distrito.Aquella misma noche, Rogelio Jover visitó a Joaquín en su pensión de la calle de San Nicolás. Fue la última vez que le vio. El comisario había pasado

de ser sospechoso a perseguido por los milicianos.

LA HUIDAAterrado al contemplar lo que jamás pensó que podrían soportar sus ojos, Joaquín Martínez Arboleya abando-

-torpedero británico Achattes.Corría el 11 de diciembre de 1936. Asegurado por anchas correas a uno de los hierros de las escoti-llas de la extensa cola del barco, viajaba el súbdito uruguayo: "Me alejaba de Alicante —evocaba él mismo, todavía con espanto— de-jando en ella todas mis más amar-gas experiencias del comienzo de una época que me tocaría vivir en su máxima intensidad. Testigo de atrocidades de toda índole; tes-tigo del holocausto de un héroe;

de represalia a que fue sometida la ciudad mártir, me alejaba ahora de ella en la última evacuación de ex-tranjeros autorizados por la UGT, la CNT y la FAI, dueñas absolutas de su control y anarquía".El 25 de noviembre, cinco días después del fusilamiento de José Antonio, el empresario había buscado protección en el Vice-consulado británico, apelando a su condición de extranjero para solicitar la evacuación. Al cabo de dos días, un funcionario bri-tánico lo acompañó hasta el Go-bierno Civil, donde le tomaron varias fotografías, reteniéndole el pasaporte. El 4 de diciembre se lo devolvieron con dos sellos: uno que decía "Gobierno Civil. 27 de no-viembre de 1936. Alicante"; y otro, recuadrado en rojo, con la inscripción "Comité de Control de Aduanas. UGT. Alicante", junto a una anotación ma-nuscrita, que indicaba: "Presenta dos fotografías".

Muy a pesar del mariscal Günther von Kluge, que en vano intentaba contener el ímpetu y la rebeldía de su subordinado, Guderian fue condecorado por sus acciones

PILAR PRIMO DE RIVERA (1907-1991), entusiasta miembro de la Falange, lideró su Sección Femenina.

C L Í O 75

ner la dispensa total del servicio por parte del Gobierno de Burgos.

LA HERMANA DE JOSÉ ANTONIOMeses atrás le había sido encomenda-da la custodia de un cofre con alhajas y alianzas matrimoniales de familias fa-langistas, que él mismo entregó luego en mano a Pilar Primo de Rivera. Tenía 37 años cuando conoció a la directora de la Sección Femenina y ésta, a su vez, seis menos que él.La hermana de José Antonio residía aún en Salamanca, en un piso de la pla-zuela de San Julián, 16, pero estaba a punto de trasladarse a Burgos, a una vi-vienda en la calle Condestable, próxi-ma a la Delegación de la Sección Feme-nina, instalada en un departamento del convento de las Esclavas. "Apenas llegué a Burgos —recordaba Arboleya-, la llamé a Salamanca, don-de se encontraba, y le puse en conoci-

Pilar, mujer práctica desconocedora de esa costumbre muy española de de-cir ‘mañana’, vino esa misma noche a Burgos, y en el Cuartel General le hice entrega del cofre, de las llaves y de la relación detallada de lo contenido. Allí mismo se hizo el recuento de lo reci-bido y al día siguiente se me entregó un recibo y una carta para la jefe de la Falange Femenina de Buenos Aires".Con Pilar Primo de Rivera delante de sus narices, Arboleya calló. Le faltó va-lor para revelarle la verdad con toda su crudeza. Tal vez considerase inoportu-no y arriesgado desvelar entonces a la

Finalmente, el 7 de diciembre, en la -

guiente leyenda manuscrita en inglés, -

cecónsul británico y del escudo impe-rial en el centro:Good for Embarking onIrm Ships for Marseilles7-XII-36

For YempActingAun así, el pasajero tuvo que sobornar en el puerto a los representantes de la CNT-FAI, entregándoles 4.500 pesetas de las 5.000 que aún conservaba para imprevistos. Un nuevo sello en su salvoconducto indicaba esta vez: "Aduana de Alican-te. El titular de este pasaporte sale hoy de España con billetes de 500 pesetas. Alicante, 11 de diciembre de 1936".El cazatorpedero Achattes arribó a medianoche en el puerto de Barcelo-

hacia la costa sur de Francia, en busca del puerto de Marsella, donde Joaquín obtuvo el visado del Gobierno de León Blum: "Commissariat Special vu au De-barquement. 12 dec. 1936. Marseille. Refugié D’Espagne ne peut occuper en France un emploi". El 21 de diciembre, el lujoso paquebote Marechal Lyautey, de las líneas francesas trasmediterráneas, lo dejó en el puerto internacional de Tánger. Joaquín había decidido sumarse a las tropas de Franco.El 10 de enero de 1937, el teniente co-ronel Juan L. Beigbeder, designado en abril alto comisario de España en Ma-

combatir en el bando nacional, pudien-do participar en la conquista de Málaga.En noviembre de 1938, cuando la vic-

de escasos meses, Joaquín empezó una nueva vida en Buenos Aires tras obte-

Primo de Rivera llevaba cuatro días muerto. Las voces de algara-bío corrían entre los republicanos y las de tragedia se susurraban

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Primo de Rivera […]".Una completa desconocida para biógrafos e historiadores se hace presente desde el pasado. El diario El País

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dicho señor…".

FDO: LA NOVIA DE PRIMO DE RIVERA, "DICHO SEÑOR"

PRIMO DE RIVERA preso en la cárcel de Alicante.

hermana del difunto, cuando ni siquiera

su muerte, la manera tan espantosa en que José Antonio fue asesinado. ¿Temió acaso que Pilar llegase a tildarle de

cuentas, mientras presenciaba el asesi-nato en el patio de la cárcel, él mismo experimentó una similar frustración.¿Obedeció tal vez su mutismo a un sen-timiento compasivo para no hacerla sufrir más de la cuenta, considerando lo que tía Ma había dicho sobre José An-tonio: "Quería muchísimo a las niñas, en especial a Pilar, a la que adoraba"? ¿O pensó quizá Arboleya que sería difícil

del crimen, rodeado de una caterva de anarquistas y comunistas que brama-ban exigiendo la sangre de su hermano, como hicieron con Jesucristo, y a uno de los cuales había acompañado él mismo para asistir al tétrico espectáculo? Al testigo pareció faltarle también coraje para hablar diez años después, en mayo de 1948, cuando el buque Monte Alber-tia que transportaba a la expedición de Coros y Danzas al frente de Lali Ridruejo, la hermana de Dionisio, y Maruja Her-nández Sampelayo atracó en los muelles de Mar del Plata, donde les aguardaban el general Juan Domingo Perón y su es-posa, junto a varios representantes de la colonia española en Argentina.

Arboleya frecuentaba el cuartel general de Falange Argen-

tina. Concluida la Guerra Civil, en diciembre de 1939, los equipos de

empresa Sucesos Ar-gentinos habían rea-lizado un documental del acontecimiento más importante del comien-zo de la Segunda Guerra Mundial: el hundimiento del acorazado alemán Admiral Graf Spee en Montevideo.Enterado ahora de la gira de Coros y Danzas, Ar-

boleya fue a ver el 13 de

mayo su actuación en el Coliseo Argen-tino de Mar del Plata, y asistió también dos días después a un nuevo espectá-culo en el Teatro Colón.En ambas ocasiones coincidió con Lali Ridruejo; sabía que Pilar y ella eran uña y carne. Pero si no había contado a Pilar, en Burgos, lo que vio y oyó en Alicante, con menor razón iba a confesárselo aho-ra a su amiga y camarada del alma… ¿o tal vez hubiese sido una buena ocasión de sacar a relucir la verdad? Arboleya tampoco habló en diciembre de 1953 cuando, esta vez sí, Pilar estu-vo en Buenos Aires con Laly Ridruejo, acompañadas por José María de Areil-za, embajador de España.Areilza las llevó a ver luego a la pre-sidenta Evita Perón, mujer, a juicio de Pilar, "verdaderamente importante y entregada por completo a conseguir la justicia social para su pueblo".Pero Arboleya tardaría aún ocho años más en decidirse a contar lo que vio en el patio de cárcel de Alicante.

¿Y QUÉ FUE AQUELLO TAN TERRIBLE QUE VIO…? La madrugada del 20 de noviembre de 1936, el testigo acudió allí para no le-

gentío", presionado por un huésped de su misma pensión que era amigo de un miliciano de la CNT, hermano a su vez de la criada. Insistamos en la presencia en el patio de la cárcel de individuos aje-nos a la misma, que Guillermo Toscano cifraba en "aproximadamente cuarenta personas"; extremo éste que el sargen-to de Asalto González Vázquez daba a entender también en su declaración.Si, como sabemos, ninguno de los diez funcionarios de prisiones de servicio aquel día declaró haber presenciado el fusilamiento, ni siquiera los dos médi-

muertes, ¿quiénes entonces, además de los integrantes del pelotón de eje-cución, asistieron a las descargas en el patio número 5 de la Enfermería?Nos consta que estuvieron allí Adolfo Crespo (director de la cárcel de Alican-te), Federico Enjuto (el juez que le "juz-

malagueño revisa con lupa la amistad

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EL LÍDER FASCISTA Y ELPOETA HOMOSEXUAL

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JOAQUÍN MARTÍNEZ ARBOLEDA | El hombre que vio morir a José Antonio Primo de Rivera

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C L Í O 77

-nador civil de Alicante Francisco Valdés Casas y Ramón Llopis, que estampó

-ga de José Antonio al pelotón de fusi-lamiento. Cinco en total, que sepamos.¿Pero y los 35 sujetos restantes ajenos a la cárcel que, en número arriba o aba-jo, llegó a contar Guillermo Toscano en medio de la confusión? ¿Puede alguien asegurar así, con un mínimo de rigor, que Martínez Arboleya no hubiese estado en aquel patio como un espectador más? A diferencia de otros muchos, empezan-do por los procesados que debieron ren-dir cuentas después ante el instructor de la Causa General estando sus vidas en juego, Arboleya tampoco tenía en prin-cipio razón alguna para mentir sobre un hecho de semejante trascendencia. Los fusilamientos se convirtieron, por desgracia, en un espectáculo demasiado habitual en las dos retaguardias, ya fue-ra en plena calle o en recintos cerrados a los cuales a veces se permitía el acceso.Contaba en este sentido el hispanista británico Ronald Fraser, en su historia oral de la guerra, que el público solía acercarse demasiado a los pelotones encargados de las ejecuciones públicas en el Campo de San Isidro, en Valla-dolid. Hasta que cierta mañana orde-naron formar un cordón humano para mantener a los curiosos a una distancia prudencial. "Iban tantos a ver el espec-táculo, que se instalaron puestos de churros y café para que pudieran comer y beber mientras miraban", refería Fra-ser de labios del testigo Jesús Álvarez, farmacéutico liberal y republicano. Veinticinco años después, otro testigo rompió su silencio para revivir la pesadi-lla real que dejó en él una huella indele-ble hasta su muerte, acaecida en 1984.Sobre Arboleya escribió precisamente su paisano y amigo Fernando Pintos, en un sentido obituario: "Ya todo es pa-trimonio del recuerdo mejor, y muchos que guardan aún el culto de la amistad

como algo inviolable e intransferible, han perdido al mejor de los amigos… [Joaquín Martínez Arboleya está] en un lugar donde solo la nobleza es carta de ciudadanía y no tienen cabida ni los co-bardes, ni los felones, ni los bellacos…".¿Qué secreto, insistimos, desveló por

Cuando quisieron vendarle los ojos, José Antonio rechazó el ofrecimiento meneando enérgicamente la cabeza y gritando un "¡no!" tan rotundo, que re-sonó en todo el recinto carcelario. Enca-rado al pelotón y vestido con mono azul y alpargatas raídas, como un auténtico

de los mosquetones que le apuntaban. El testigo ocular contó ocho fusiles.Su aritmética concuerda con la convic-ción de Miguel Primo de Rivera sobre la existencia de dos pelotones, uno de los cuales se ocupó solo de su hermano.José Antonio tenía frente a él a Luis Serrat (Bakunin), Manuel Beltrán, José Pantoja, Andrés Gallego y José Pereda, quienes junto a Guillermo Toscano, pis-tola al cinto, formaban el grupo de mi-licianos de la FAI al que probablemente se uniesen, en su afán de acribillar a la víctima, el sargento y los tres soldados del Quinto Regimiento comunista, en-tre ellos Diego Molina.Ocho fusileros en total, sin contar a Tos-cano, que carecía de mosquetón para abrir fuego.Integraban también el pelotón, o los dos pelotones, cuatro guardias de Asal-to a las órdenes del sargento González Vázquez: los cabos Demetrio Monllor y José Belda Serrano, junto a dos herma-nos apellidados Ferrando.La víctima gritó tan fuerte "¡Arriba Es-paña!", que el sonido se confundió con la descarga de sus verdugos.Dejemos al testigo ocular que siga des-cribiendo aquel espanto: "Se quebró su cuerpo —recordaba Arboleya—, cayen-do doblado, empapadas en sangre sus rodillas. La chusma allí reunida gritó

obscenidades; ni un grito, ni un ‘ay’ en el mártir… La orden de ejecución pre-veía esa primera etapa de deleite a los triunfadores del momento…

impotente en mi terrible soledad. Fui allí confundido en la masa, aceptando el convite de un huésped de mi misma modesta pensión a quien se le atri-buían grandes sospechas de ser soplón.Estaba allí por miedo a hacerme sospe-choso de él, a la delación de mis recón-ditos pensamientos, a la auto traición de mí mismo que ya empezaba a sentir la necesidad de hacer algo en contra de

-mientos, que sin duda eran contrarios, cada día con más violencia, a tanta ab-yecta forma de entender la vida. Estaba harto, todo en mí se rebelaba y, sin em-

-zado, medio muerto de miedo quizás".Lo que sucedió a continuación, quedó grabado a fuego en su memoria: "José Antonio —añadía el testigo— recibió la descarga en las piernas; no le tiraron al corazón ni a la cabeza; lo querían prime-ro en el suelo, revolcándose de dolor. No lo lograron. El héroe cayó en silencio, con los ojos serenamente abiertos.Desde su asombrado dolor, miraba a to-dos sin lanzar un quejido, pero cuando el miliciano que mandaba el pelotón avanzó lentamente, pistola martillada en mano y encañonándolo en la sien iz-quierda, le ordenó que gritase ‘¡Viva la República!’ —en cuyo nombre cometía el crimen— recibió por respuesta otro ‘¡Arriba España!’.Volvió entonces a rugir la chusma, azu-zando a la muerte. Rodeó el miliciano el cuerpo del caído y apoyando el caño de la pistola en la nuca de su indefensa víctima, disparó el tiro de gracia".Entre los papeles de la víctima se halló una cuartilla autógrafa del 14 de agos-to anterior, en la que aquélla repetía, incansable: "¡Arriba España! ¡Arriba Es-paña! ¡Arriba España!".

Muy a pesar del mariscal Günther von Kluge, que en vano intentaba contener el ímpetu y la rebeldía de su subordinado, Guderian fue condecorado por sus acciones

HISTORIAS DE CINEN

78 CLÍO

Jimena Rodríguez

Año 1953. Leo Demidov es un agente del aparato de se-guridad de la Unión Soviética que pierde su estatus, su poder y su hogar cuando se niega a denunciar a su propia mujer, Raisa, acusada de traición. Exiliados desde Moscú a un sombrío puesto avanzado de provincia, Leo y Raisa

localizar a un asesino en serie de niños. Su búsqueda de justicia amenaza a un sistema ampliamente encubierto y reforzado por Vasili, el oscuro rival de Leo, para quien "no hay crimen en el paraíso".

EL NIÑO 44

HISTORIAS DE

CINE CINE CINE

"NO HAY CRIMEN EN EL PARAÍSO"Leo Demidov cae en las redes de control del propio sistema que intenta mante-ner gracias a su labor en el MBG. El de Stalin era un régimen que pretendía

mundo y en el que las torturas, los cam-pos de concentración y las purgas no eran un crimen, aunque sí lo era dar la espalda al Estado o ser sospechoso de hacerlo, como en el caso de Raisa, la mu-jer de Leo.

—"no hay crimen en el paraíso"—, sir-ve para hablar de una de las grandes mentiras del estalinismo. El propio Stalin no era ajeno a la posibilidad de ser juzgado de forma severa por la historia. "Sé —indicó en una oca-sión— que después de mi muerte arrojarán sobre mi tumba montones de basura. Pero el viento de la his-toria los barrerá inexorablemente". Nikita Kruschev, en su informe secreto sobre Stalin presentado en 1956 en el Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, señalaba: "Al actuar como lo hizo, Stalin estaba convencido de haber obrado en interés de la clase trabajadora, en interés del pueblo, por la

El escritor británico Tom Rob Smith publicaba en 2008 la ex-celente novela negra El Niño 44 (Espasa), una historia ambien-

tada en la Rusia totalitaria y represiva del estalinismo. Su protagonista, Leo Stepánovich Demidov, es un agente del aparato encargado de la seguridad del estado —entonces denominado MGB y que después de la muerte de Stalin, en 1953, pasaría a ser conocido por las famosas siglas KGB—, que se convierte en víctima del sistema para el que trabaja.Después de que su mujer Raisa sea acusada de traición, Leo es expulsado de Moscú y desterrado a la oscura ciu-dad industrial de Volsk. Allí descubre que la muerte del hijo de Alexei Andre-yev —un compañero del MGB—, no es un caso aislado y que otros chicos han tenido similares "accidentes" —puesto que el crimen se niega en una socie-dad tan controlada—. A partir de ese momento y con la ayuda del general Nesterov, jefe de la policía local, Leo se volcará en la tarea de dar caza a un ase-sino en serie de niños en una sociedad que consideraba el asesinato como "una enfermedad capitalista".

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C L Í O 79

victoria del socialismo y del comunismo. No podemos decir que sus actos hayan sido los de un déspota víctima del vér-tigo. Estaba convencido de que aquello era necesario en interés del Partido, de las masas trabajadoras, para defender las conquistas de la Revolución. Ahí es donde reside la tragedia".

EL ORIGEN DEL KGBCuando en octubre de 1917 los bolche-viques tomaron el poder, Lenin creó la Checa, una policía política que habría

de encargarse de velar por los inte-reses de la Revolución. En 1922, se

transformó en el Directorio Político Estatal o GPU, adjunto al Comisa-

riado del Pueblo para Asuntos Internos y asumió las funciones

de control de los movimientos contrarrevolucionarios, pro-

tección de fronteras y comu-nicaciones o la lucha contra el espionaje. Pocos meses después de la fundación de la Unión Soviética —di-

ciembre de 1922—, recibió la denominación de OGPU,

Estatal. La reestructuración del OGPU derivó en la crea-ción del nuevo Comisariado del Pueblo para Asuntos In-ternos (NKVD), dentro del cual se instituyó la Dirección General de Seguridad del Es-tado. Durante mucho tiempo convivieron dos organismos encargados de la seguridad y de los asuntos internos. En 1946, tanto el MDV —Asun-

tos Internos— como el MGB —Seguridad—, del que forma

parte Demidov, alcanzaron la categoría de ministerios y fueron los órganos encargados de articular la polí-tica de terror impuesta por Stalin. Des-pués de la muerte del dictador soviético, el MGB fue "degradado" a comité y, en consecuencia, cambió su sigla inicial para llamarse KGB. Fue la policía secre-ta y el organismo que desempeñaba las funciones de la inteligencia soviética.

EL CARNICERO DE ROSTOVEl escritor Tom Rob Smith trasladó un acontecimiento real al año 1953, el mismo de la muerte de Stalin. En ese contexto de represión sin límites y de terrorismo de Estado que el dictador soviético utilizaba para reforzar su poder, integró la espantosa historia de Andréi Chikatilo, conocido como el "Carnicero de Rostov", que fue el peor asesino en serie de la historia de la Unión Soviética. Casado, con dos hijos y varios nietos, Chikatilo, que llevaba una doble vida y aparentaba ser un hombre tranquilo, afable y normal, fue acusado del asesinato de 52 personas, en su ma-yoría jóvenes, a los que mató después de mutilarlos, violarlos e incluso ingerir sus órganos. Entre 1978 y 1990, acabó con la vida de 35 niños y adolescentes y 17 mujeres mayores de edad, en Ru-sia, Ucrania y Uzbekistán. Se da la cir-cunstancia de que la madre de Andréi le contaba cómo su hermano había sido devorado por unos campesinos durante la gran hambruna que padeció Ucrania a raíz de la colectivización forzosa de tierras ordenada por Stalin y, aunque no hay garantías de que esta historia fuera real, parece ser que Chikatilo estaba obsesionado desde niño con el canibalismo.

CENSURADA EN RUSIAA mediados del pasado mes de abril, cuando todo parecía preparado para el lanzamiento del El Niño 44 en Rusia, el Ministerio de Cultura y la distribui-dora Central Partnership emitieron un declaración conjunta en la que expli-caban que la cinta no sería exhibida en los cines rusos por la "tergiversación" que hacía de los hechos acontecidos antes, durante y después de la II Gue-rra Mundial y la imagen que ofrece de los ciudadanos soviéticos que vivían en esa época. La nota concluía dicien-do que la proyección de la película en vísperas del setenta aniversario del Día de la Victoria —de los soviéticos sobre las tropas nazis—, no era posi-ble. El Niño 44 se estrena en España el 19 de junio.

C

cialismo y del comunismo. decir que sus actos hayan n déspota víctima del vér-onvencido de que aquello en interés del Partido, de bajadoras, para defender

s de la Revolución. Ahí esla tragedia".

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degradado" a comité y, encambió su sigla inicial

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EL CARNICERO DE ROSTOVEl escritor Tom Rob Smith traslaacontecimiento real al año 19mismo de la muerte de Stalin. contexto de represión sin límiteterrorismo de Estado que el disoviético utilizaba para reforzpoder, integró la espantosa hde Andréi Chikatilo, conocido co"Carnicero de Rostov", que fue easesino en serie de la historiaUnión Soviética. Casado, con dosvarios nietos, Chikatilo, que llevadoble vida y aparentaba ser un htranquilo, afable y normal, fue acdel asesinato de 52 personas, enyoría jóvenes, a los que mató dede mutilarlos, violarlos e inclusosus órganos. Entre 1978 y 1990,con la vida de 35 niños y adolesy 17 mujeres mayores de edad, sia, Ucrania y Uzbekistán. Se dacunstancia de que la madre de le contaba cómo su hermano habdevorado por unos campesinos dla gran hambruna que padeció Ua raíz de la colectivización forztierras ordenada por Stalin y, ano hay garantías de que esta hfuera real, parece ser que Chestaba obsesionado desde niño canibalismo.

CENSURADA EN RUSIAA mediados del pasado mes decuando todo parecía preparadel lanzamiento del El Niño 44 enel Ministerio de Cultura y la disdora Central Partnership emitiedeclaración conjunta en la quecaban que la cinta no sería exhiblos cines rusos por la "tergiversque hacía de los hechos acontantes, durante y después de larra Mundial y la imagen que ofrlos ciudadanos soviéticos que en esa época. La nota concluía ddo que la proyección de la pelícvísperas del setenta aniversarDía de la Victoria —de los sovsobre las tropas nazis—, no erable. El Niño 44 se estrena en Esp19 de junio.

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SECRETOS DE ARTE | "Los embajadores" (Hans Holbein el Joven, (1497-1543)

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SECRETOS DE ARTE | "Los embajadores" Hans Holbein el Joven, (1497-1543)

Tal y como aparecen representa-dos estos altos dignatarios, se-rios y respetables, se diría que rondan los 40. Pero ambos eran

bastante más jóvenes, el de la izquierda tenía 29 años y el de la derecha, 25. La vida en el siglo XVI era la mitad de larga que hoy y los hombres también se en-cargaban antes de funciones importan-tes. Uno de ellos es obispo y el otro es el embajador francés en la corte inglesa. El prelado visita al diplomático en Lon-dres porque son amigos y a veces es enviado como embajador del rey de Francia. Estos dos hombres representan dos categorías de diplomáticos que se

l'homme de robe

courte y l'homme de robe longue. Si ves-tían traje corto eran embajadores laicos, los de manto largo pertenecían al clero. En el S. XVI ser escogido para una misión diplomática era un honor, pero tenía sus pegas. La estancia en un país extranje-ro tenían que pagarla ellos mismos y, aunque eran tratados con cortesía, los mantenían a cierta distancia, ya que los diplomáticos se tenían por espías. En Venecia, por ejemplo, se prohibió estric-tamente hablar con diplomáticos extran-jeros sobre cuestiones de Estado. Y un embajador suizo en Londres cuenta que cualquier parlamentario podía perder su puesto por hablar con un embajador extranjero. Evidentemente una de las

principales ta-reas de los emba-jadores consistía en reunir la mayor cantidad posible de informaciones detalladas so-bre el otro país. Los manuales indican cuáles eran las ap-

apariencia digna de su señor —había de vestir de la forma adecuada y tener bue-na presencia—, hablar con soltura, domi-nar el latín —lengua diplomática de la época—, y poseer una vasta cultura para

-bía presentarse como un gentilhombre de mundo y ocultar su curiosidad, man-tenerse inmutable al escuchar malas no-

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cipales ta-de los emba-res consistía en

nir la mayor cantidad ble de informaciones detalladas so-el otro país

LA ANAMORFOSIS DE LA CALAVERA es uno de

los ejemplos más famosos en la

Historia del Arte. Lo que a simple

vista parece una mancha abstracta

parte central de la base del cua-

dro, cobra forma tridimensional observándola

desde el ángulo apropiado y con

la lente de disto-risión adecuada.

C L Í O 81C L Í O 81

Rose-Marie Hagen y Rainer Hagen, autores de Los secretos del arte (Taschen)

ticias, ser capaz de alargar o acelerar las negociaciones y llevar una vida privada decorosa para evitar el escándalo.

-deraba fundamental pues bien se sabe que una buena comida desata las len-guas. La diplomacia moderna comenza-ba a desarrollarse. El antiguo concepto del Sacro Imperio romano-germánico había perdido su vigor. Los acuerdos bila-terales ganaron importancia y, con ellos, la diplomacia. Las representaciones per-manentes eran todavía una excepción, en general las misiones solo duraban unas semanas o meses. El objetivo de la política exterior tampoco era fomentar

de conseguir el éxito rápido. Cuando un acuerdo no satisfacía los intereses del país, se rompía sin vacilación. Eran tiem-pos inseguros.El único medio para conseguir una alianza duradera eran los matrimonios,

-misos, rupturas, anulaciones. El joven Enrique VIII contrajo matrimonio en Londres con Catalina de Aragón, tía del emperador Carlos V. Enrique y Catalina

tuvieron una hija, María, comprometida a su vez con Carlos. Antes de que María creciera, el poderoso emperador rom-pió su compromiso para casarse con Isabel, infanta de Portugal, un enlace que le permitía aumentar su poder y ri-queza. El inglés, inquieto, buscó pronto la unión matrimonial con Francia, pero antes era necesario que el papa disol-

-fícil solución, ya que el papa se encon-

Carlos V y no podía liberar a Enrique. La coyuntura se complicó más cuando el Consejo de la Corona inglesa manifestó querer a una noble inglesa como reina, Ana Bolena, en lugar de una princesa francesa.En estas circunstancias se envió a Lon-dres un embajador en la primavera de 1533, que se retrató allí con un amigo. Los mosaicos del suelo que pinta Hans Holbein indican que efectivamente se encuentran en suelo inglés. Estos mosai-cos se corresponden con los del altar de la abadía de Westminster.

-teville. Residía en el castillo Polisy en la

Champagne y era magistrado y repre-sentante del rey en Troyes, la capital de

ninguna de las grandes familias nobles pero su padre ya había desempeñado este cargo. Tampoco fue una importan-te personalidad histórica, pero sí el típi-co caballero renacentista —con forma-ción humanística, interés por la música, la pintura y las ciencias naturales— al servicio del rey y de su benevolencia.

-cesarias en un diplomático.Su amigo, Georges de Selve, el obispo, sostiene unos guantes en su mano de-recha mientras apoya el brazo sobre un

"aetatis suae 25"; completando el texto con la palabra "anuo"

-ville aparece sobre la daga de adorno que sujeta con la mano derecha. Como es habitual en los cuadros re-presentativos, los rostros de los dos amigos no son muy expresivos. Es más, resultan bastante parecidos, al margen del corte de la barba, que es diferente. Los ojos del obispo son más pequeños, con los párpados más caídos tapando las pupilas; la mirada parece menos atenta al entorno que la del emisario secular. La misma diferencia se aprecia

-ta el doble con la voluminosa pelliza de piel que el diplomático lleva abier-ta, mientras que el prelado mantiene el manto cruzado. Uno vive hacia el ex-terior y el otro, vuelto hacia su mundo

Holbein estaba representando dos cla-

corto. El padre de Georges de Selve era pre-sidente del parlamento parisino y, en recompensa a sus múltiples méritos, el rey le había otorgado un obispado a su

en obispo de Lavaur, en el suroeste de Francia. Aunque la edad mínima para ser obispo era de 25 años, tales excep-ciones eran posibles con una dispensa papal. Estas autorizaciones no eran ra-ras en la época; los obispos demasiado

AL SERVICIO DEL REY

“Los embajadores” (1530)Un joven obispo visita a un joven diplomático en Inglaterra; los dos amigos son franceses. Los objetos dispuestos entre ellos revelan sus intereses comunes: la música, las matemáticas y la astronomía. La muerte también está presente.

SECRETOS DE ARTE | "Los embajadores" Hans Holbein el Joven, (1497-1543)

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jóvenes recibían los ingresos y él título, y los clérigos se hacían cargo de las tareas religiosas. En el otoño de 1533, cuando Georges de Selve viajó a Lon-dres por motivos privados, su rey le envió además como embajador a Venecia y más tarde cerca del papa en Roma y de Carlos V en Madrid. En 1540 de Selve solicitó retirar-se de su cargo por razones de salud y en abril del año si-guiente falleció a la edad de 33 años. A partir de sus textos se puede deducir que fue un hombre piadoso. Creía que la solución a todos los problemas, incluyendo los terrenales, estaba en una renovación de la vida religiosa. Censuraba la situación de su Iglesia, lo mismo que los intereses egoístas de reyes y príncipes. Aunque los esfuerzos de Lutero pa-rece que contaron con su simpatía, luchó contra el cisma de la Iglesia. Posiblemente fue representante de Francia en

deseo colocando un libro abierto en el estante inferior. Se

(Libro de cantos litúrgicos), de Johann Walther, impreso en 1524 en Wittenberg. En él se pueden encontrar dos cantos

Kote Heiliger Geyst Heeegott y Mensch wiltu leben seliglich. El primer texto es una versión alemana del Veni Creator Spiritus y el segundo, una introducción a los diez

-to al contenido y la tradición, pero muestran los puntos en común de la nueva Iglesia luterana y la vieja Iglesia romana.

LAS MATEMÁTICAS EN EL CENTRO Los retratos dobles del siglo XVI suelen presentar los per-

Holbein los separa al máximo, situándolos en los extremos del cuadro. Entre ellos se encuentra una estantería doble, de basta fabricación, repleta de libros e instrumentos. Como si el pintor hubiera querido recalcar el interés común por las ciencias naturales que unía a los dos célibes. Todos los instrumentos se incluyen en el campo de las matemáticas

cuadrantes de formas diferentes; y en el estante inferior tenemos un globo terráqueo de mano, una escuadra y un compás bajo un laúd —la música se consideraba también un arte matemático—. Los tubos que vemos servirían pro-bablemente para guardar mapas. Sejemante acumulación de instrumentos de medida para caracterizar a un diplomá-tico y a un miembro de la Iglesia denota que ambos tenían formación universitaria y que las matemáticas eran una de las principales disciplinas en el Renacimiento. Habían sido descuidadas a lo largo de la Edad Media, cuando la visión religiosa del mundo había primado sobre las ciencias na-turales, pero ahora los hombres volvían a buscar las leyes físicas y matemáticas que movían el mundo. También los

si el espectador contempla el cuadro desde alguno de sus ángulos y mira a

proporciones, la mancha se convierte en un perfecto cráneo. Estas anamor-fosis o imágenes deformadas eran bien conocidas en la época. Solían em-plearse en los retratos a lápiz y fueron posibles gracias al uso de regla y una

-temáticos. El pintor dibujaba primero los contornos de un retrato, después lo recubría con una trama de líneas perpendiculares. En una segunda hoja deformaba la trama de líneas, estre-chando los intervalos en un sentido y alargándolos en otro, y después copia-ba el retrato en las casillas correspon-dientes. Un juego matemático con la forma de un dibujo misterioso.Hay una segunda calavera en el cua-dro, un pequeño cráneo en el broche

obra de Holbein se ha concebido mi-nuciosamente, con demasiado cuidado como para pensar que estas dos repre-

cuadros de fray Vicenzo dalle Vacche, pintados hacia 1520 para una iglesia de Padua, pueden aportar indicios so-

sí una estantería con objetos. Una de las obras se titula Vanidad del poder terrenal de la Iglesia y los legos y mues-tra, entre otras cosas, una cruz pecto-ral, una corona, un reloj de arena y una calavera. En el otro cuadro, titulado Vanidad de la ciencia, se han reunido un globo celeste, un sextante, un libro de matemáticas, una partitura y una viola con una cuerda rota. También el laúd de Holbein tiene una cuerda rota. Su composición de objetos parece una combinación de los dos cuadros italia-nos que tratan de la vanidad.

sentido más amplio que en la actuali-

importantes de la vida, pero también la inutilidad de todos los esfuerzos hu-manos. El vanidoso olvida fácilmente que tiene que morir. El vanidoso cree que puede conocer el mundo con ayu-da de la ciencia. El autor alemán Cor-

-guridad y vanidad de todas las artes y

latín en 1519, es decir, algunos años antes de que Hans Holbein pintara su cuadro. Agrippa escribía en su obra

otra cosa que preceptos creados por el hombre y pensamientos de su imagi-

-

Así pues, el cuadro de Holbein es algo más que un simple retrato doble. A primera vista parece terrenal, de este

dignidad de sus cargos y rodeados por instrumentos para la investigación

propia composición del cuadro parece seguir un orden matemático con mar-cadas líneas horizontales y verticales. Tan solo la anamorfosis de la calave-

contradice el orden ortogonal y da a

mensaje. Si se consultan textos como los de Agrippa o cuadros como los de Vincenzo dalle Vacche, el mensaje po-

ciencias y dignidades son fatuas. No obstante, para transmitir un mensaje como este, Holbein no hubiera tenido que deformar la calavera. Por ello pa-

la ciencia y el arte no tiene por qué ser vano. Muy bien puede conducir a un conocimiento más amplio y profundo. A veces, solo con la ayuda de instru-

-sible la muerte que se esconde tras la apariencia.

pintores se preocupaban por las mate-máticas. La escuadra está metida entre las pá-ginas de un libro que también ha sido

--

(Instruc-ción práctica de cálculos comercial en tres volúmenes, seguido de buenas re-glas y problemas…). Se trata de un tra-tado comercial escrito por Peter Apian, matemático de la Universidad de In-golstadt. Apian comienza por los cál-culos básicos y conduce al lector hasta la raíz cuadrada. A través de ejemplos muestra cómo calcular el cambio del valor del oro a plata o de una moneda a otra y plantea problemás de cálculo como los actuales los libros escolares. El globo detrás del libro de Apian se atribuye a Johann Schöner, renombra-do astrónomo, astrólogo, geógrafo, cosmógrafo, cartógrafo, matémático,

-dote alemán. Holbein era de Augs-burgo y se puede suponer que fue el pintor, y no los clientes, quien reunió estos objetos procedentes del sur de Alemania. Sin embargo, Holbein intro-dujo el globo de Schöner por deseo de

-bar comparando los nombres inscritos sobre el globo y los que aparecen en el original. Ambos tienen una centena de nombres en común, pero hay 20 que solo aparecen en la reproducción del cuadro. Se trata de nombres importan-

Borgoña, Auvernia y Polisy.

LA MUERTE SE OCULTA EN UNA IMAGEN DEFORMADA Holbein ha reproducido todos los ele-mentos descirtos con gran realismo, a excepción de la calavera del suelo. A primera vista apenas se puede identi-

C L Í O 83

Grafología

84 CLÍO

Sandra Mª Cerro (www.sandracerro.com),

"Imperioso, colérico, arrebatado, extremado en todo, con una imaginación disoluta como nunca se ha visto, ateo al punto del fanatismo, ese soy yo"

MARQUÉSDE SADE"Matadme o aceptadme como soy, porque no cambiaré"

SU HISTORIA DE SU PUÑO Y LETRA

Así fuiste, altanero y elegante caballero, que basculaste en-tre la historia y el mito, entre verdades y rumores, entre la

realidad y la comedia que tú mismo inventaste e interpretaste, entre la no-bleza y la chusma más cenicienta, entre la luz y la más profunda oscuridad de tu singular abismo, entre el cielo y la tie-rra, entre la decencia y esa perversa vo-luptuosidad que hiciste de tu particular concepto de virtud. Así fuiste, y ¿ahora qué? ¿en qué te has convertido, triste despojo harapiento y desnudo, sin fuer-zas ya para tensar el arco que dio vigor

-das engañarme; a mí no puedes.

Grafología

de que puedes conseguir lo que deseas. Pero te engañas: el mundo que ambi-cionas poseer por entero, no está hecho para ti. Por eso lo mides todo, lo contro-las todo, lo programas todo, lo observas todo desde tu nido de águila, mientras te mantienes altivo, distante, encumbra-do en tu propio ego, sin ningún tipo de escrúpulo, seduciendo, engatusando y conquistando por delante mientras, por

al aire por si acaso los vientos, esta vez, no soplan en tu favor. Espíritu invadi-do de ambigüedades, solo yo sé lo que escondes entre líneas de tu amplio y rebuscado repertorio teatral. Todo está

tado,imaginación isto, ateo aly yo"

A

Leo entre las líneas que trazaste con tu viva pluma, que apariencias no te faltan, y que sabes muy bien creerte en ti mis-mo a los personajes que interpretas. Te gusta la farsa como te gusta lo bello y lo exquisito y, entre bambalinas de esa farsa tan tuya, buenas artimañas usas con suerte para conseguir tus intereses. Embaucador bajo la máscara de la se-ducción, a mí no me manipulas pues sé conocerte con artes que desconoces, tú, sabedor de todo, y sé desnudarte hasta el impudor que tú no llegarás a conse-guir de mí jamás. Tus palabras escritas trepan por el renglón al igual que tu ambición y tu entusiasta soberbia ¿Ves esas línea ascendentes? Son ellas las

ste con tu

del amor y al adorar el placer, solo en-contrarán rosas en el camino de la vida" ( ).

-tuosidad y la sensualidad lo más carac-terístico y universalmente conocido del Marqués de Sade. Solo él supo llevar el placer de los sentidos hasta los límites del desenfreno y la desmesura, dando lugar con su nombre al término "sadis-mo" para describir la esencia del placer a través del dolor. En sus propias pala-bras, "ninguno de éstos está prohibido por sus leyes homicidas, el incesto, la violación, el robo, el parricidio, los place-res de Sodoma y los juegos de Safo, todo lo que es nocivo al hombre o lo hunde en la tumba solo es, estemos seguros de ello, un medio de complacer a la Na-turaleza". Obsesionado por el control, por los signos y por las cifras, Sade dejó enigmáticas marcas en algunos pasajes de su diario, como el símbolo de una "O" traspasada por una diagonal, que se ha

Aunque fue acusado, constantemente perseguido y encarcelado en diversas ocasiones por sus escándalos sexua-les y desórdenes morales, no hizo más

-cer, tanto de palabra como de hecho, y plasmando además sus perversiones en

, o

y su secuela -.

Tras permanecer años preso en la Basti-lla, una redada policial descubrió en la imprenta una edición de "Justine", en la que jovencitas de catorce años estaban colocando los obscenos grabados de la obra. Sade estuvo encarcelado, esta vez por causa de sus escritos, en el manico-mio de Charenton, donde pasó el resto de sus días. Padecía obesidad mórbida y una enfermedad degenerativa en la vista, pero no por ello renunció, ni aún encerrado, a su lujuria, a su faceta tea-tral y a sus polémicos escritos. Su última compañera, a quien quiso legar todos sus bienes, fue Marie-Constance Ques-net. Murió el 2 de diciembre de 1814.

empañado por la irremediable fogosi-dad de tus instintos más bajos, y eso tú muy bien lo sabes. Mira tus letras al pie, ¿ves cómo descienden con querencia libidinosa, cómo se comban y acarician los renglones vecinos? ¿ves esas curvas que engordan a base solo de placeres, del goce de los sentidos, del perfume de la sensualidad más oscura, perversa y secreta? Cortante e incisiva es tu "q", mientras tu lujuriosa "g" se deleita en el goce del placer hedonista. Ahora hierves, tu furor se enciende en tus adentros y me miras con tus azules ojos de gato en celo, pero no puedes he-rirme ¿Vas a replicarme? Tú que tienes el don del dardo envenenado, la res-puesta inmediata, la verdad más tajante

ardiente. Ahí está, hiriente el látigo que tu "t" prepara amenazador como una honda infernal, para lanzar a aquellos que te contrarían, que contradicen tu hecho y tu verbo, o que no reverencian tu persona como deseas. Castígame con él si te atreves. Eres inteligente y astuto, y te admiro por ello, marqués, pero eres frío como un témpano y sin escrúpulos, y el juego de los sentimientos no te sabe tan bien como el juego de los sentidos. Y por ello solo te compadezco. Lo único que cabe en tu pecho es el an-sia de libertad, independencia, el sentir que puedes hacer de ti y de los demás lo que tus deseos te dicten; te rebelas, te revuelves y gritas ante los grilletes y las cadenas que te oprimen, y no ves ni sientes las que te ahogan el corazón. Y ahora callas. Estás solo, marqués. Estás desnudo, estás vacío, sin alma… pero te gusta, como te gusta verme aquí, ante

-jando tu personalidad baldía pero fas-cinante, magnética, inquietantemente erótica… Es tu turno ahora, marqués…Donatien Alphonse François, Marqués de Sade, vino al mundo un 2 de junio de 1740, en el seno de una familia noble de la que estuvo renegando toda su vida. Indomable y extremadamente ambiguo, Sade irrumpió en la decadente Francia prerrevolucionaria del siglo XVIII como

un auténtico torbellino, como una olla a presión, arrastrando tras de sí, a lo largo de su vida, los odios más extremos y las más osadas pasiones. Aún las teorías so-bre su vida no aciertan a saber si lo no-velesco de la existencia de Sade fue, en verdad, realidad o mera leyenda; lo que sí es cierto es que fue uno de los perso-najes más enigmáticos de la historia y más controvertidos de la literatura. Fue un oportunista, trasgresor, que supo jugar bien sus cartas y cambiarse la ca-reta para escabullirse de la justicia, de la policía, e incluso de su propia suegra, que fue su persistente dama espía. Epi-sodios novelescos de su trayectoria fue-ron los escándalos sexuales con men-digas, el supuesto envenenamiento de una prostituta, sus "partidas de placer" tanto con hombres como con mujeres, las orgías en su castillo de Lacoste, y la fuga con su cuñada Anne-Prospere, con quien se lanzó a recorrer mundo dejan-do atrás, perplejos, a sus perseguidores, espías y, por supuesto, a su esposa. Pese a haberse criado entre religiosos, Sade fue un blasfemo redomado. Re-belde ante Dios, mostraba, a su vez, des-obediencia ante toda opresión y moral impuesta por la sociedad ingrata: "Y que el infame Dios con el que quieren asus-tarme solo sea concebido para mí para blasfemarlo. Sí, vana ilusión, mi alma te detesta, y para convencerte mejor aquí

pudieras existir para gozar del placer de insultarte mejor". Estuvo casado por conveniencia con Renèe-Pelagie Montreuil, su paciente

últimos días, pero poco se conoce de los amores verdaderos de Sade, si es

su personalidad, es singular: "diviértase usted, pero no ame; no cabe agotarse en lamentaciones, en suspiros, en miradas, en dulces billetes; lo que hay que hacer es fornicar, multiplicar y cambiar a me-nudo de fornicadores, oponerse viva-mente a que solo uno quiera cautivarla,

a él, impedirle que se entregue a otro […] Siempre putas, nunca amantes, al huir

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Helena R. Olmo

SILENCIO, SE LEE...

Helena R Olmo

El pasado mes de enero se cumplían cincuenta años de la muerte de Winston Churchill. Aparte de primer ministro británico, fue uno de los oradores y sabios del siglo XX. No han faltado los homenajes mediáticos para recordarlo y nosotros tampoco podíamos ignorarlo. En colaboración con Plataforma Editorial, responsable de la publicación de El ingenio de Churchill —una completa y contrastada recopilación de citas—, hemos fantaseado con mantener un exclusivo vis a vis póstumo con el eminente político y Nobel de Literatura.

ENTREVISTA "PÓSTUMA" A...

WINSTONCHURCHILL

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pera ansiosa? ¿Cómo podría decir que mi temperamento hubiera sido tan dulce o mi compañía tan agradable si hubiera abjurado desde mi juventud de la diosa nicotina?—¡Pero hoy la ley prohíbe fumar en locales públicos!—Me alegra que no tenga que volver a vivir mi vida. Se está produciendo una terrible degradación de las normas. —Tenemos poco tiempo para esta entrevista. Empecemos por favor. Le ruego que conteste a las preguntas de manera escueta, sin discursos. —Pedirme que no pronuncie un dis-curso es como pedirle a un ciempiés que camine sin poner un pie en el suelo.—[resoplo] ¿Cómo surge la idea de recopilar en un libro sus propias citas?—Para una persona sin educación es bueno leer libros de citas. Las citas, cuando se graban en la memoria, pro-porcionan buenos pensamientos.—Nuestros jóvenes están hoy muy bien formados ¿Por qué debería leer este libro alguien que ha nacido años después de su muerte? —Creo que los jóvenes deberían ser cuidadosos con sus lecturas, como los ancianos con los alimentos que co-men. No deberían comer demasiado, deberían masticarlo muy bien. —Hoy no hay tiempo para masticar.—Vivimos en la época menos reflexi-va. Cada día, titulares y corto plazo. —Veo que está informado de Internet y las redes sociales—Debemos cuidarnos de las innova-ciones inútiles, en especial cuando vienen guiadas por la lógica. —Desde su actual "residencia", ¿ha visto algo más del futuro?—No se puede conocer el futuro, pero el pasado nos debería dar esperanzas. —Hombre, mójese, díganos algo…—A menudo me he tenido que comer mis palabras y he descubierto que eran una dieta equilibrada.—¿Más champán? Para digerir…No, un té gracias. —Es imposible pincharle.

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Ocurrente, carismático, eru-dito, ingenioso y controver-

describen bien a uno de los líderes políticos más importantes del siglo XX. Agudo o brillante son adje-tivos apropiados para referirnos a su sentido del humor y sus burlas, mu-chas de ellas tan célebres como sus discursos de guerra. ¿Recuerdan a la política socialista Eli-zabeth Bradock? Su constitución cor-pulenta y su aguerrida lucha por los derechos de la clase trabajadora no pasó desapercibida, hasta el punto de que la podaron "Battling Bessie". Bra-dock tuvo fuertes encontronazos con el líder británico, uno de ellos espe-cialmente ilustre: "Winston, tú estás borracho; y lo que es más, estás as-querosamente borracho", le dijo Bra-dock; "Bessie, querida, tú eres fea y, lo que es más, asquerosamente fea. Pero mañana yo estaré sobrio y tú seguirás siendo fea".No sabía con quién iba a encontrarme, si con el Churchill sobrio, sabio y es-tadista o con un estandarte del humor inglés. Lo único que sabía era que vol-vería a casa con la ropa impregnada de olor a puro.—Señor, le estábamos esperando, es un placer conocerle. —Una vejiga vacía es un requisito indispensable para una discusión fructífera. —Nada que objetar ¿Desea reponer?—No podría vivir sin champán. En la victoria lo merezco. En la derrota lo necesito.—¿No prefiere un té?—He sacado mucho más del alcohol que el alcohol ha sacado de mí. — Sin embargo, tengo que rogarle que apague el puro… —¿Cómo puedo explicar que el efec-to tranquilizador del tabaco sobre mi sistema nervioso me ha permitido comportarme con calma y con corte-sía en algunos encuentros o negocia-ciones personalmente incómodos, o que me ha ayudado a superar con se-renidad algunas horas criticas de es-

—En realidad, soy más bien de los que pinchan. —Señor Churchill, ¡recompongá-monos! Este es un medio serio, nos gusta la historia, la compartimos, aprendemos de ella. En definitiva, por eso queremos hablar con usted. A lo largo de su vida disfrutó de lo lindo leyendo libros de historia ¿Le apetece compartir con nosotros algu-na de las reflexiones que le suscitara el estudio? —Griegos y romanos están muy so-breestimados. Yo he dicho cosas tan buenas como las suyas. Deben su re-putación al hecho de que fueron los primeros en todo. —¿Me está diciendo que si Sócrates hubiera nacido en el siglo XX, no hu-biera sido digno de reconocimiento?—¿Quién era Sócrates de verdad? Un griego muy discutidor que tenía una esposa gruñona y finalmente fue obligado a suicidarse porque era una molestia. Aun así, no cabe la menor duda de que era una persona de con-sideración.—Me deja sin comentarios… —Creo que "sin comentarios" es una expresión espléndida. La utilizo una y otra vez. La adquirí de Sumner Welles (asesor de Roosevelt) durante su gira por Europa. —Dudo que realmente use esa ex-presión, usted se caracteriza preci-samente por ser un excelente con-versador. Aunque imagino que habrá algún interlocutor al que rehuya.—Cuando hablo con banqueros y eco-nomistas, al cabo de un rato empiezan a hablar en persa y después me hun-den. —Yo tampoco hablo persa. Si no me equivoco, Dios no es economista, ¿en estos cincuenta años no se ha senta-do a hablar con Él?—No pienso en Dios. Él no ha puesto mucho de su parte.

EL INGENIO DE CHURCHILL. La recopilación

Winston ChurchillPlataforma Editorial, 2015278 pgs / 19.50 €

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SILENCIO, SE LEE...

Una apasionante novela histórica que recrea con detalle el ambiente social, cultural y político que tuvo Granada como consecuencia de la guerra civil.

GRANADA 1936

NOVELA HISTÓRICA

Granada 1936 es una novela histórica

muerte de Federico García Lorca y recrea los secretos a voces que la sociedad gra-nadina y madrileña han compartido du-rante décadas. Asuntos familiares, odios inconfesos y malentendidos sirven a

-gantes que todavía (aunque cada vez menos) rodean a la muerte del poeta. Todos aquellos que compartieron idén-

alma de señoritos; feministas avant la lettre y jóvenes que sueñan con aplausos

--

damas de todo Madrid o de la "Graná toa". Todos ellos desnudan su personali-dad y sus cuitas en diálogos de gran fres-

De forma amena y rigurosa asistimos al complejo juego de fuerzas políticas e intereses partidistas que fueron deter-minantes en el inicio y desarrollo del drama humano y político que supuso la contienda civil. Granada es una ciudad marcada por los enfrentamientos caini-tas e históricos, no solo entre familias "de toda la vida", sino dentro de las pro-pias familias y en todos los estamentos sociales. Las organizaciones sindicales, los colectivos anarquistas y los partidos de izquierda conviven y se enfrentan a los falangistas. Por otro lado está la de-recha política, la CEDA, mayoritaria en-tre la sociedad representativa, pero que carece del liderazgo que los aglutine

-tivas que se desarrollan en el resto de España. Apoyándose en una exhaustiva documentación, Manuel Ayllón logra

aquellos que compartieron con él tan trágico destino.

GRANADA 1936. No hay secreto que no haya de ser conocido y salga a la luz.Manuel AyllónStella Maris, 2015816 pgs / 24,50€

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Granada como consecuencia de la guerra civil. Todos aq

alma de lettre y jóe

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GRANADA de ser conoManuel AyStella Mari816 pgs / 2

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NOVELA HISTÓRICASOCIOLOGÍA

Nueva edición de esta novela imprescindible del S. XXI, revisada a fondo por el autor y rematada por un esclarecedor epílogo escrito por él

la guerra civil, un grupo de prisioneros franquistas es fusilado cerca de la frontera francesa por republicanos que huyen hacia el exilio. Entre los prisioneros se halla Rafael Sánchez Mazas, fundador e ideólogo de la Falange, poeta y futuro ministro de Franco, que consigue milagrosamente escapar y ocultarse en el bosque. Hasta que un soldado lo descubre, lo encañona y, mirándole a los ojos, le perdona la vida. Sesenta años más tarde, un novelista fracasado descubre por azar este enterrado episodio bélico y, fascinado por él, emprende una investigación para aclarar sus circunstancias y desentrañar su

su mirada? Novela revolucionaria y deslumbrante, Soldados de Salamina cosechó un extraordinario éxito de crítica y público y catapultó a su autor.

La historia, tan cautivadora como trágica, de Olga, Tatiana, María y Anastasia, hijas del último zar y las cuatro princesas más glamurosas de

BIOGRAFÍA HISTÓRICA

LAS HERMANAS ROMANOV

LOS ORÍGENES SOCIALES DE LA DICTADURA Y LA DEMOCRACIA

SOLDADOS DE SALAMINA

LAS HERMANAS ROMANOV Helen RappaportTaurus, 2015

LOS ORÍGENES SOCIALES DE LA DICTADURA Y LA DEMOCRACIABarrington MooreAriel, 2015

de la realeza de principios del siglo XX, objeto de incesantes rumores, nacidas en un mundo de glamour y opulencia, crecieron ajenas a su destino entre juegos, coqueteos

hasta la Primera Guerra Mundial y la

más allá de su imagen edulcorada de niñas bonitas con vestidos blancos y

esperanzas personales, sus sueños y aspiraciones y cómo se relacionaban

era su vida como parte de la familia imperial? Helen Rappaport coloca a las cuatro hermanas en el centro del escenario y, basándose en sus cartas, diarios y otras fuentes primarias hasta ahora no examinadas, reconstruye la fascinante personalidad de cada una de ellas, al tiempo que traza un impresionante retrato familiar y de la Rusia prerrevolucionaria. El 17 de

una casa en Ekaterinburg. La mayor tenía veintidós años, la más joven tan solo diecisiete. Junto con sus padres y su hermano de trece años de edad, fueron brutalmente asesinadas. Su delito: ser las hijas del último zar.

SOLDADOS DE SALAMINA

Random House, 2015

Obra cumbre de la sociología histórica, este libro se propone descubrir los motivos que han impulsado al ser humano a guerrear, a someter y a hostigar al contrario por razón de sus diferencias en materia religiosa, política o económica. Un ágil y vivaz recorrido

que existe un río de causalidad social que atraviesa los siglos y que tendría un punto de llegada evidente en los regímenes totalitarios del siglo XX. Barrington Moore fue reconocido por sus investigaciones sociológicas durante más de tres décadas. Otras de sus obras célebres son Autoridad y capitalismo y Political Power and Social Theory.OS ORÍGENES SOLDADOS DE

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Una síntesis necesaria para comprender los principales acontecimientos y procesos que han tenido lugar en el mundo desde 1945.

LAS UTOPÍAS PENDIENTES

HISTORIA CONTEMPORÁNEA

transformaciones sociales, políticas y económicas que han caracterizado la

II Guerra Mundial hasta la actualidad,

al multipolar de la segunda década del siglo XXI. Una época que nos ha legado promesas incumplidas, utopías pen-dientes para reconstruir a partir de las experiencias del pasado. El autor no se limita a una narración lineal de los acon-

Dedica especial atención a cuatro temas de gran trascendencia para la compren-

-morias del pasado, la longevidad y mu-taciones de la nación, la larga marcha de

El autor es doctor en Historia Contempo-ránea por el Instituto Universitario Euro-peo de Florencia, catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Santiago de Compostela y catedrático de Historia Contemporánea de Europa en

-fesor invitado en las universidades de Paris VII, Paris X, Rennes, Bielefeld, Zen-trum für zeithistorische Forschung, City University of New York, Stanford y en el Colegio de Europa. Se ha especializado en el estudio comparado de los naciona-

estudios migratorios y en la historia so-ciocultural de la guerra, poniendo espe-cial atención a la guerra civil española y a la II Guerra Mundial. Además de editar

¡Fuera el invasor! Nacionalismos y movilización bélica durante la guerra civil española, 1936-1939 (2006); Imperios de muerte. La guerra germanosoviética, 1941-1945 (2007); Internacionalitzant el nacionalisme. El catalanisme polític i la qüestió de les minories nacionals a Eu-ropa (1914-1936) (2010) o Las patrias ausentes (2010).

Xosé Manoel Núñez Seixas

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NOVELA HISTÓRICA

II GUERRA MUNDIAL

En la tradición política estadounidense, los presidentes son hombres comunes pero no corrientes. Son parte del pueblo, lo representan y se les encomienda ennoblecer a la nación y

HISTORIA POLÍTICA

PRESIDENTES DE ESTADOS UNIDOS

LA EMPERATRIZ DE LOS HELADOS

INSTRUCCIONES

Para soldados estadounidenses en Gran Bretaña Kailas, 2015

Rodelas aborda la labor de toda la "aristocracia natural americana", como

es la intrahistoria norteamericana narrada a través de los sentimientos, motivaciones, frustraciones y anhelos

Obama, que fueron depositarios de la

insigne de gobernar la república.El autor retrata a líderes carismáticos y hombres grises, personas, unas ambiciosas que persiguieron con ahínco el Despacho Oval y otras a las que el sillón presidencial, pesado como una losa, les cayó encima sin pretenderlo. Presidentes de Estados Unidos es un ensayo histórico sobre el sistema político norteamericano, la relación entre las cámaras y la presidencia, los procesos electorales, las disputas partidistas y la trayectoria y logros de

sitúa en su contexto a mandatarios sobre los que la historia ha emitido su juicio, interpreta las motivaciones de cada decisión y muestra el lado íntimo de cada presidente y, en algunos casos, de sus primeras damas.

PRESIDENTES DE ESTADOS UNIDOS

de la Casa BlancaJavier Redondo RodelasLa Esfera de los Libros, 2015

INSTRUCCIONESInstrucciones es una serie que reproduce los manuales que el Departamento de Guerra de

británico distribuyeron entre sus soldados durante la Segunda Guerra Mundial para familiarizarlos con la cultura y costumbres de los países a los que eran destinados. De esta manera evitarían las posibles fricciones derivadas de laconvivencia: "…si tienes que dar órdenes a civiles

civil alemán está acostumbrado a ello y así lo espera", los "británicos no saben preparar una buena taza de café. Tú no sabes preparar una buena taza de té, así que estáis empatados" o "si se te ocurre pensar que la primera francesa que te sonría tiene intención de bailarte el cancán o de llevarte a la cama, corres el riesgo de meterte en serios problemas, y de poner en jaque nuestras relaciones con los franceses".

PRESIDENTES DE ESTADOS UNIDOS

Louise de Keroualle vive en la corte de Luis XIV con la esperanza de encontrar

talento culinario le ha permitido gozar de una posición junto al Rey Sol. Los dos serán enviados a Inglaterra donde compartirán la misión de seducir a

con su exquisito arte de hacer helados.

LA EMPERATRIZ DE LOS HELADOS

Duomo, 2015

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NOVELA HISTÓRICABIOGRAFÍA

En Jerez de la Frontera, a mediados del siglo XVIII, un horrible crimen sacude a la ciudad: Sagrario, una mujer sencilla e íntegra que ha dedicado su vida a las niñas del orfanato, ha sido cruelmente apuñalada. Todo apunta a que la culpable del crimen es la joven Lucía de Jesús, una expósita que se crió en la institución.Sin dudarlo, el abogado de pobres Pedro de Alemán asume la defensa: pronto descubrirá que la inocente muchacha está en el punto de mira de los herederos de una de las

única que podía ayudar a salvarla es precisamente la muerta.

ha cosechado el aplauso unánime de la crítica y el público —con su primera novela El abogado de pobres ganó el Premio Abogados de Novela 2014)—, y en esta ocasión conquistará a los lectores con un espléndido melodrama que se resuelve en un apasionante thriller judicial: una lectura garantizada, imposible de soltar, con unos personajes inolvidables y una trama que funciona con tanta precisión como intensidad.

Siglo XV, Valencia. En una época en que las mujeres eran consideradas nada menos que seres sin alma, una joven decide sacar adelante el negocio familiar, ahora asediado por las deudas y por una misteriosa conspiración.

NOVELA HISTÓRICA

LA LLAMA DE LA SABIDURÍA

LA ESPADA Y LA PALABRA

LLAMÉ AL CIELO Y NO ME OYÓ

LA LLAMA DE LA SABIDURÍAJuan Francisco Ferrándiz Grijalbo, 2015

LA ESPADA Y LA PALABRA. Vida de Valle-InclánManuel AlbercaTusquets, 2015

Tenemos entre manos una maravillosa novela épica sobre el coraje de una joven que supo enfrentarse a todas las reglas de una sociedad que relegaba a las mujeres al hogar o al prostíbulo.Irene Bellvent emprenderá una feroz lucha para preservar el legado de sus padres: un hospital célebre en la opulenta ciudad medieval por atender a los más desposeídos. Acosada por leyes injustas y por los poderes fácticos de la ciudad, Irene pronto comprenderá que se enfrenta a algo más peligroso que la incomprensión o la intolerancia. Una sombra letal se pasea impune por la ciudad dispuesta a propagar la muerte entre quienes se atrevan

que conocen los verdaderos secretos del hospital y de la extraordinaria mujer que lo fundó. Hacer frente a una historia que rezuma odio y violencia, que amenaza con acabar con sus sueños e incluso con su vida, es demostrar a la errada sociedad que consideraba a las mujeres seres moralmente defectuosas, que la verdadera tara está en los observadores pasivos.

LLAMÉ AL CIELO Y NO ME OYÓ

Martínez Roca, 2015

La obra de Ramón del Valle-Inclán

preeminente e inagotable en la literatura española, y su brillante y contradictoria personalidad sigue concitando hoy la curiosidad del público. La grandeza del hombre y la importancia de su obra (que va desde el decadentismo inicial de las sonatas hasta el teatro del esperpento en los

documentada, exhaustiva y rigurosa, que, además, aporta una interpretación crítica de la idiosincrasia y del comportamiento del escritor a través de un relato solvente, útil y ameno.Esta obra ha recibido el XXVII Premio

y libros de memorias.

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A ESPADA Y LA É

ESPECIAL 21 ESPECIAL 20 ESPECIAL 19 ESPECIAL 18

BIOGRAFÍAS 04 BIOGRAFÍAS 03 BIOGRAFÍAS 02 BIOGRAFÍAS 01

CLÍO 162 CLÍO 161 CLÍO 160 CLÍO 159

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01/06/1252 02/06/1953

Isabel II, primogénita del fallecido Jorge VI, se proclama hoy nueva reina de los ingleses. La ceremonia tiene lugar en la Abadía de Wetsmister, apenas 10 semanas después del deceso de la reina María, cumpliendo así su expreso deseo de no posponer la coronación en caso de que falleciera. Por primera vez en la historia británica, la coronación de una reina es televisada, a excepción de la unción y la comunión. Para la ocasión, Isabel ha elegido un vestido encargado a Norman Hartnell, bordado

de la Mancomunidad de Naciones: Rosa Tudor inglesa, cardo escocés, puerro galés, shamrock irlandés, zarzo dorado australiano, hoja de arce canadiense, helecho plateado neozelandés, protea sudafricana, loto sagrado para India y Ceilán, y trigo, algodón y yute para Pakistán. Desde hace dos años, Isabel ha reemplazado en prácticamente todos los actos públicos a su progenitor, tras el empeoramiento de su salud como consecuencia de un cáncer de pulmón. Tercera en la línea de sucesión al trono detrás de su tío, con la muerte de su abuelo y la posterior abdicación de su tío Eduardo VIII, el padre de Isabel se convirtió en rey y ella en la heredera legal, bajo el título Su Alteza Real la princesa Isabel.

FALLECE GARIBALDI, UNIFICADOR DE ITALIA

ALFONSO X, REY DE CASTILLA Y LEÓNHa sido proclamado rey el infante Alfonso, que gobernará como Alfonso X de Castilla y León. Casado con la infanta Violante de Aragón, hija de Jaime I el Conquistador, Alfonso X hereda el reino más importante de la Península Ibérica en unas circunstancias de indudable optimismo, que pretenden recobrar la forma y el esplendor del poder visigodo desaparecido a comienzos del siglo VIII con la invasión musulmana. Hijo primogénito de Fernando III el Santo y de Beatriz de Suabia, ha pasado parte de su infancia en Allariz (Orense), donde ha aprendido la lengua galaicoportuguesa. Desde los diecinueve años, Alfonso X utiliza

y ejerce actividades de gobierno en el reino de León. Dada la delicada salud de su padre, desde comienzos de la década de los 40 ha llevado a cabo diversas operaciones militares, como la campaña de conquista del reino de Murcia, la guerra civil portuguesa o la conquista de Sevilla.

NOTICIAS DE LA HISTORIA

Fallecido Giuseppe Garibaldi en la

residencia. Hijo de un pescador de Niza, fue marinero, capitán de la marina del Piamonte y luchador por las libertades de los pueblos. También ejerció otros

en Uruguay o fabricante de velas en

Incansable, durante varios años fue precursor de numerosas actividades, siendo apresado por el ejército de Napoléon III en 1862 en Aspromonte. Lograda la ansiada unidad en 1870, Garibaldi fue elegido diputado al Parlamento, cargo al que renunció pronto por no hallar coherencia con su idea de República.

02/06/1882

ISABEL II CORONADA EN WESTMINSTER

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06/06/1944

4/06/17833/06/1963

OFENSIVA ALIADA EN NORMANDÍA

LOS HERMANOS MONTGOLFIER VUELAN UN GLOBO AEROSTÁTICO

MUERE JUAN XXIII

Esta madrugada las playas de Normandía han sido escenario de un desembarco con el objetivo de reducir el dominio de las tropas alemanas en el marco de la Segunda Guerra Mundial. Tres planeadores de la 6ª División Aerotransportada del Ejército Británico han aterrizado en la zona, y posteriormente la Compañía D, del 2º de Infantería Ligera de Oxfordshire y Buckinghamshire, integrada en la Brigada de Desembarco Aéreo de dicha

División, ha tomado el puente Pegasus. El día original para el desembarco se

las malas condiciones climáticas y marítimas han hecho que el comandante supremo de los aliados Dwight D. Eisenhower lo aplazara hasta hoy. Con esta intervención ha dado comienzo la denominada Operación Overlord para liberar a la Europa occidental de la Alemania nazi adentrando a las tropas aliadas en la costa francesa.

Joseph-Michel y Jacques-Étienne

la primera demostración pública de su nuevo invento. Han logrado elevar una bolsa de lino forrada de papel de 11 metros de diámetro, 800 m³ y un peso de aproximadamente 226 Kg. llena de aire caliente. El vuelo ha tenido un recorrido 2 Km. en 10

minutos, alcanzando entre 1.600 y 2.000 metros de altitud. La idea

comenzó a gestarse frente a una fogata. Notaron que

el humo se elevaba. Tras varios experimentos, comprendieron que el aire caliente es más liviano que el frío, por lo que tiende a subir. Con este vuelo queda

demostrado que su teoría está en lo cierto.

Angelo Giuseppe Roncalli, el papa número 261 de la Iglesia católica nos deja a los 82 años de edad. En su dilatada labor apostólica ha ocupado varios cargos de relevancia en la Iglesia católica durante el período de preguerra. Su pontificado, relativamente breve, ha sido sin embargo sumamente intenso. Su primera medida de Gobierno vaticano, le enfrentó con el resto de la curia, al reducir los altos estipendios (y la vida de lujo que, en ocasiones, llevaban los obispos y cardenales). Asimismo, dignificó las condiciones laborales de los trabajadores de la Santa Sede, que hasta ese momento carecían de muchos de los derechos de los trabajadores de Europa, y además estaban retribuidos con bajos salarios. Tres meses después de su elección, el 25 de enero de 1959, en la Basílica de San Pablo Extramuros y ante la sorpresa de todo el mundo anunció el XXI Concilio Ecuménico —posteriormente llamado Concilio Vaticano II—, el I Sínodo de la Diócesis de Roma y la revisión del Código de Derecho Canónico.

96 C L Í O

17/05/1510

15/06/1977

Cuarenta y un años después de las últimas elecciones generales, celebradas durante la Segunda República, los españoles vuelven a decidir su destino en las urnas. Las elecciones han sido convocadas a través del Real Decreto 20/1977, de 18 de marzo y la moderación es la apuesta principal entre las opciones de voto, al primar los partidos de centroderecha y centroizquierda. Ninguno de los partidos republicanos, a excepción del Partido Comunista, participan directamente en estas elecciones, pues no se les ha concedido la legalidad. El presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, lidera la Unión de Centro Democrático. El joven Felipe González es el cabeza de lista del Partido Socialista y el histórico Santiago Carrillo del Partido Comunista. A la derecha, Manuel Fraga, ministro portavoz y de Turismo durante los años de la dictadura franquista, está al frente de la Federación de Partidos de Alianza Popular, representando al franquismo sociológico. Por su parte, el profesor Enrique Tierno Galván concurre a las elecciones con la formación Unidad Socialista, fruto de la unión de varios partidos de la anterior Federación de Partidos Socialistas, mientras Joaquín Ruiz-Giménez lidera la Federación de la Democracia Cristiana.

PRIMERAS ELECCIONES DEMOCRÁTICAS TRAS LA DICTADURA

12/06/1991

El recién creado puesto de presidente de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia ha recaído en manos de Boris Yeltsin (57% de votos en las primeras elecciones multipartidistas). Nacido en el seno de una familia humilde en el pueblo (seló) de Butká, en el óblast de Sverdlovsk, Yeltsin es graduado en Construcción por la Universidad Técnica Estatal de los Urales. Se convierte en el garante de la Constitución federal y guardián de los derechos fundamentales. Velará por la aplicación del poder del Estado, salvaguardará la soberanía de la Federación y la independencia e integridad nacionales, y asegurará el funcionamiento coordinado y la interacción entre las distintas instancias del poder. Asimismo, de conformidad con la Constitución y las leyes, le corresponde esgrimir las líneas esenciales de la política interior y exterior del país.

12/111111111111111111111111111 06/1991

BORIS YELTSIN, PRESIDENTE

DE RUSIA

C L Í O 9 7

25/06/1870 26/06/68

La reina Isabel II ha abdicado en París en favor de su hijo, el futuro Alfonso XII. La reina ha cedido sus derechos

en la capital francesa, por el que el infante pasa a ser considerado por los monárquicos como el legítimo rey de España. Desde hace dos años la familia real vive exiliada en Francia al amparo de Napoleón III y Eugenia de Montijo, tras el levantamiento revolucionario de La Gloriosa encabezado por los generales Prim y Serrano que la obligó a abandonar España. Desde entonces, el general Serrano y Domínguez preside el gobierno provisional.

El emperador Nerón se ha suicidado en Roma tras ser abandonado por sus tropas y ser declarado enemigo público por el Senado. El último emperador de la dinastía Julio-Claudia, nacido del matrimonio entre Cneo Domicio Ahenobarbo y Agripinila, accedió al trono tras la muerte de su tío Claudio, quien anteriormente lo había adoptado y nombrado como sucesor en detrimento de su propio hijo, Británico. Durante su reinado ha centrado su atención en la diplomacia y el comercio, así como en acciones encaminadas en aumentar el capital cultural del Imperio mediante la construcción de diversos teatros y la promoción de competiciones y pruebas atléticas.

FIRMA DEL TRATADO DE

VERSALLES

23/06/1894

París ha sido la sede del nacimiento del Comité Olímpico Internacional, creado por el barón Pierre de Coubertin. El nuevo organismo supervisará y administrará todo lo concerniente a los Juegos Olímpicos y estará en posesión de todos los derechos asociados a los símbolos olímpicos: la bandera, el himno, el lema, el juramento y los juegos. Asimismo, controlará los derechos de transmisión de los juegos, la publicidad y demás actividades de acuerdo a la Carta Olímpica. Y será el encargado de seleccionar las ciudades sede donde se celebrarán los Juegos Olímpicos cada cuatro años.

NACE EL COMITÉ OLÍMPICO

INTERNACIONAL

ISABEL II ABDICA EN FAVOR DE SU HIJO ALFONSO

NERÓN SE SUICIDA

al estado de guerra entre Alemania y

el Salón de los Espejos del Palacio de Versalles, exactamente cinco años después del asesinato del archiduque Francisco Fernando, uno de los principales acontecimientos que desencadenó la

meses antes, el 11 de noviembre de 1918,

de batalla, se han necesitado seis meses de

negociaciones en la Conferencia de Paz de París para sellar el tratado. De las muchas disposiciones del acuerdo, una de las más importantes y controvertidas estipula que Alemania y sus aliados acepten toda la responsabilidad moral y material de haber causado la guerra y, bajo los términos de los artículos 231-248, deben desarmarse, realizar importantes concesiones territoriales a los vencedores y pagar exorbitantes indemnizaciones económicas a los Estados victoriosos.

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Apenas mil individuos componen la tribu de los karo, distribuida en poblados de agricul-tores y ganaderos asentados en el valle al su-reste del Río Omo, en Etiopía. Se trata de la etnia en mayor riesgo de ex-tinción del Cuerno de África. Una sequía per-sistente podría ser la última, un periodo de hambruna podría ser el último, una pande-mia o un enfrentamiento con sus enemigos

KARO

sus cuerpos y rostros con tiza coloreada con minerales, atravesando sus labios y orejas con clavos y arandelas, y coronando sus cabezas con fru-

-dos y religiosos de su existencia. Pero sus ornamentos y pinturas corpo-

SERÁN HISTORIA

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