El día más caluroso de la tierra, Amandina brotó de un capullo del tamaño de un frijol.

Varios días, semanas y meses pasaron. Platicó con las cochinillas, lagartijas, hormigas, grillos y catarinas. Un grillo la vio cubierta del espléndido sol y le dijo; —¡Busca a la bruja blanca! Y se fue saltando.

Autor: RodiaDibujos: Rodia

Impreso en México / Printed in MexicoPor Vettoretti impresores S.A. de C.V.Calle Zacatecas No. 30 Col. Ricardo Flores MagónCuernavaca, Morelos.

Prohibida la reproducción sin permiso por escrito del autor.

Tiraje: 5,000 ejemplares 1

Amandina emprendió su camino en la búsqueda de la bruja blanca. Pero se sentía perdida.

Hasta que por fin, en un valle con flores de color de tu playera, pequeño niño que lees este cuento, Amandina vio la silueta de una anciana con gran sonrisa bondadosa, y al acercarse, la encontró con un sencillo vestido blanco, unos zapatos rojos, como las catarinas con las que jugaba, contando flores. Pasó a su lado, y la bruja le hablo:

—¿A dónde vas,

niña linda,

—No sé, respondió. La pequeña continuó caminando, con pasos silenciosos para encontrarse grillos y platicar con ellos.

La bruja blanca se levantó con las flores en la mano y le dirigió una compasiva mirada.

—¿Sabes cuál es el tesoro más grande que se puede encontrar un niño? —No sé —respondió Amandina tímida—, soy muy pequeña y nadie me ve.

—Hermosa... no importa el tamaño. —Es que... Todos los que me rodean son tan grandes que ellos hallarán el tesoro antes que yo. —No. Tú lo puedes encontrar primero. —¿De verdad?

—Si. Confía en lo que te diré a continuación. Nada es casualidad, Amandina, ni que estés aquí, ni que te lea este pequeño niño bajo la voz cariñosa de su mamá —reveló la bruja.cuello de cisne y ojos color turquesa?

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—¿Hay un niño enfrente de mí? —pregunto ilusionada. —Así es. El tamaño no importa. Es el primer regalo que recibes; un amigo que te acompaña en tu viaje para encontrar tus telentos y ser feliz. —Entonces... ¿Tú me guiaste hasta aqui para encontrar a un amigo? —Preguntó Amandina maravillada. —Sí. Vi cuando platicabas con todo lo que encontrabas, pero... —¿Qué sucedió? —preguntó Amandina. —Pues tendrás que descubrir tus talentos haciendo lo que hace un niño feliz. —¿Y qué hace un niño feliz?

—Pero... ¡No te divertiste lo suficiente! —explicó la bruja blanca.

— Lo que pasa —dijo Amandina con la mirada triste— es que me contaron los grillos, las piedras, las catarinas y las flores, con sus pétalos de colores maravillosos, que nadie las abrazaba y acariciaba como ellas quisieran.

—Mmm... se quedó pensando la bruja blanca.

¡Ya sé!, ¡construyamos una montaña de besos con abrazos!

—¡Me encanta la idea! —expresó Amandina acomodándose su sombrero de flor.

—Mira, ahora hay un niño que te observa con atención, esperando a comenzar un gran viaje para conocer tus talentos.

—Es muy sencillo: jugar más, correr más, reír más, y compartir más —explicó la bruja blanca.— Pero no tengo nada para compartir.—Tienes tu imaginación y con ella dar lo más hermoso de ti, tu risa.—Yo juego todo el tiempo.—Respondió Amandina defendiéndose.

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Ahora este niño con su mamá, te van a dibujar un dragón, ¡hagámos magia! porque él es un mago y tú también. Yo dejo un espacio en blanco. Piensa en un mundo al revés; usa los zapatos de sombrero, el lápiz de tenedor, la sombrilla de plato para el dragón y la playera como capa... continúa tú. Sólo usa un lápiz y crea el dragón como te gustaría que fuera y seguiremos esta historia.

—Pero es que soy tan pequeña... —murmuró Amandina. —Sólo dibuja y mira a tu alrededor, puedes jugar con todo.

—Tu tamaño, Amandina, no importa, la diferencia será el entusiasmo, la clave mágica de nuestro viaje— dijo la bruja, con su vestido sucio por buscar piedras para sus flores.

Pasaron unos minutos, y Amandina no dejaba de jugar hasta que la bruja blanca le puso un círculo en la mano y le dijo;

—Conocerás a un grupo de personas que te ayudarán.— Yo quiero un grupo de grillos.La bruja blanca sonrió, y acariciando su pelo le contó:— Yo era traviesa, curiosa y con mucha energía, y dibujaba los círculos muy bien, y ahí encontré poderes especiales que con el tiempo aprendí a usar.

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Hacía cosas que sólo los niños de tu edad comprenden; como escuchar a las ranas, reir a carcajadas, ver la luna en el día y lo más increíble: volar. Sólo bastaba con cerrar los ojos.

La pequeña niña y la bruja se fueron en el dragón que acabas de dibujar con tu mamá, para esperarte en la próxima aventura de la pequeña niña del tamaño de un frijol lleno de esperanza.

—Yo no dejaré de reír en cada una de mis fallas mientras descubro mis talentos —dijo Amandina.

Glosario

Bondad: Amar una piedra, tocar una sonrisa y recibir la maga de campartir.

Compasión: Agarrar una cochinilla y soltarla en el pasto para verla rodar de felicidad.

Confianza: Abrazar un árbol y sentir que nada es imposible.

Entusiasmo: Bailar sin música, gritar en silencio y saltar como un grillo.

Esperanza: Es subirte sobre el águila, con las alas de dragón y sentir que puedes llegar a la luna.

Fin

Un Guil es el que ayuda a tirar el aguaestancada en donde nacen los moscosque enferman a tu familia. Recuerda decirlea tu mamá; tapa el tanque de agua y lacisterna, no dejes que se acumule aguaen vasos, corcholatas, macetas, envases,para que el mosquito no tenga dónde vivir.

DERECHOS DE LOS NIÑOS

DERECHO A LA VIDA