1. Ciencia Politica y Politicas Publicas Rn Jalisco. Teoria y Metodologia

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  • 1CIENCIA POLTICA Y POLTICAS PBLICASEN JALISCO

    TEORA Y METODOLOGA

    Temas de esTudio

  • 2Asociados numerarios de El Colegio de Jalisco

    Consejo Nacional de Ciencia y TecnologaGobierno del Estado de Jalisco

    Universidad de GuadalajaraInstituto Nacional de Antropologa e Historia

    Ayuntamiento de ZapopanAyuntamiento de GuadalajaraEl Colegio de Mxico, A.C.

    El Colegio de Michoacn, A.C.Subsecretara de Educacin Superior-sep

    Jos Luis Leal SanabriaPresidente

    Mara Alicia Peredo MerloSecretaria general

  • 3CIENCIA POLTICA Y POLTICAS PBLICASEN JALISCO

    TEORA Y METODOLOGA

    Alberto ArellAno ros nAncy GArcA Vzquez

    Coordinadores

  • 4 D.R. 2013, El Colegio de Jalisco, A.C.5 de Mayo 32145100, Zapopan, Jalisco

    Primera edicin, 2013

    ISBN 978-607-8350-02-5

    Impreso y hecho en MxicoPrinted and made in Mexico

    320.0117235C569

    Ciencia poltica y polticas pblicas en Jalisco : teora y metodologa / coords. Alberto Arellano Ros y Nancy Garca Vzquez -- 1. ed. -- Zapopan, Jal. : El Colegio de Jalisco, 2013.

    158 p. : tablas, grfs. ; 21.5x16.5 -- (Coleccin Temas de Estudio)

    Contenido: Agradecimientos -- Primera parte. El estudio de la poltica -- Estudio introductorio / Alberto Arellano Ros -- El estudio de la poltica. Rutas, temas, enfoques y perspectivas / Alberto Arellano Ros -- Mtodos y tcnicas utilizadas para el estudio de la poltica / David Mora Corts e Ismael Orozco Loreto -- Segunda parte -- Estudio introductorio / Nancy Garca Vzquez -- Pers-pectivas tericas en el estudio de las polticas pblicas / Estuardo Gmez Morn -- Tendencias de los estudios cualitativos sobre poltica pblica / Anah Copitzy Gmez Fuentes -- Tendencias de los estudios cuantitativos en poltica pblica / Nancy Garca Vzquez -- Anexos.Incluye anexos: pp. [135]-158

    ISBN 978-607-8350-02-5

    1. Ciencia poltica - Investigacin. 2. Ciencia poltica - Metodologa. 3. Ciencia poltica - Jalisco (Mxico) - Estudio. 4. Democracia - Jalisco (Mxico) - Estudio. 5. Polticas pblicas - Investigacin. 6. Poltica local - Historia - Jalisco (Mxico) - Estudio. 7. Jalisco (Mxico) - Poltica y gobierno - Estudio.I. Arellano Ros, Alberto, coord. II. Garca Vzquez, Nancy, coord.

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    NDICE

    Agradecimientos 7

    primerA pArte. el estudio de lA polticA

    Estudio introductorio 11Alberto Arellano Ros

    El estudio de la poltica. Rutas, temas, enfoques y perspectivas 19Alberto Arellano Ros

    Mtodos y tcnicas utilizados para el estudio de la poltica 55David Mora Corts e Ismael Orozco Loreto

    seGundA pArte. el estudio de lAs polticAs pblicAs

    Estudio introductorio 67Nancy Garca Vzquez

    Perspectivas tericas en el estudio de las polticas pblicas 73Estuardo Gmez Morn

  • 6Tendencias de los estudios cualitativos acerca de poltica pblica 101Anah Copitzy Gmez Fuentes

    Tendencias de los estudios cuantitativos en poltica pblica 115Nancy Garca Vzquez

    Anexos 135

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    AGRADECIMIENTOS

    Queremos agradecer a las alumnas Yennifer del Roco Madrigal Lpez, Iris Danny Cruz Crdova, Guadalupe del Rosario Castro Prez, Jessica Paola De la Cruz Herrera, Gabriela Dionicio Jimnez y Luisa Carolina Garca Rivera de la Universidad Jurez Autnoma de Tabasco, as como a Karol Lidia Araujo Aguirre de la Universidad Autnoma de Sinaloa por sus labores de asistencia en la investigacin. Su estada en El Colegio de Jalisco, en el marco del Verano de Investigacin Cientfica 2011, fue invaluable al facilitarnos la bsqueda de material bibliogrfico y realizar la captura y sistematizacin de la informacin.

    Tambin agradecemos las colaboraciones cercanas, puntuales y profesio-nales de Ziayra Rivera Godina y de Laura Alejandra Cruz Hernndez, quienes laboran como auxiliares de investigacin en esta institucin. Finalmente cabe decir que los logros y aciertos de la presente obra son de quienes participa-mos en ella y la suscribimos, en tanto que los errores y deficiencias son res-ponsabilidad de los autores.

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  • 9PRIMERA PARTEEL ESTUDIO DE LA POLTICA

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    ESTUDIO INTRODUCTORIO

    Alberto Arellano RosEl Colegio de Jalisco

    En el marco del trigsimo aniversario de El Colegio de Jalisco, la institucin se plante desarrollar el proyecto colectivo de investigacin Las ciencias sociales en un siglo. As, la comunidad acadmica que lo constituye elabor estados del arte que daran cuenta de los enfoques terico-metodolgicos con los que trabajan algunas disciplinas, o bien realizaron anlisis de prospec-tiva transdisciplinarios o estudios sobre los cambios culturales en la entidad. De esta manera, los captulos que integran esta obra hacen una revisin del avance de los estudios realizados acerca de la poltica y las polticas pblicas en Jalisco; no obstante, el presente estudio no abarca un siglo debido a que la indagacin acadmica al respecto tiene apenas dos dcadas: 1990-2011.

    La obra constituye un ejercicio de reflexin, un alto en el camino, y deve-la lo que podra depararle a la comunidad acadmica de Jalisco en el estudio de la poltica local. De ah que el objetivo principal en la primera parte de esta obra sea ofrecer, adems de una publicacin analtica, un texto de consulta acerca de cmo se ha desarrollado el estudio de la ciencia poltica y lo poltico en Jalisco, e indirectamente una parte del quehacer acadmico.

    En esta seccin es nodal citar lo que dice Giovanni Sartori con respecto de la autonoma de la poltica. Recordarlo es importante porque con ello se valora su dimensin y la necesidad de estudiarla al margen de visiones tota-lizadoras o que califican a la poltica como un asunto de superestructura. El politlogo italiano sostiene cuatro tesis acerca de la autonoma de la polti-ca al sealar primero que la poltica es diferente; segundo que la poltica es

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    Alberto Arellano Ros

    independiente, es decir que sigue leyes propias, instaurndose como ley de s misma; tercero, que la poltica es autosuficiente, autrquica en el sentido de que basta para explicarse a s misma; cuarto, que la poltica es causa primera, una causa generadora no slo de s misma sino tambin de todo el resto dada su supremaca.1

    Aunque en la inquietud por discutir la situacin, evolucin, desarrollo e institucionalizacin de problemas, temas y agendas en el estudio de la po-ltica en Mxico, ya se ha escrito bastante, sin agotar el tema incluso hacer un estado del arte sobre estos trabajos resultara interesante, esbozar dichas obras realzara la importancia de este libro y de esta primera parte en particu-lar, principalmente porque el esfuerzo y ejercicio est aplicado a Jalisco con sus respectivos matices y grados o alcances y limitaciones; adems, adquiere mayor importancia al dar cuenta de una situacin sociohistrica especfica, y porque la obra responde a cuestiones que ocupan y preocupan a quienes habitamos en esta entidad.

    Por lo tanto, esta primera parte, en particular, sigue el espritu que ha inspirado a El Colegio de Jalisco desde su creacin: ver el mundo y nuestra insercin en l desde nuestra propia realidad. Esto, lejos de ser un provin-cianismo vetusto, implica que la investigacin tiene como base responder a cuestionamientos social e histricamente importantes a partir de nuestras propias preocupaciones, sin perder de vista nuestra lnea histrica. Entonces, el asunto es saber si la presente obra est articulada por un inters relevante para la regin; los autores que la suscriben as lo sostienen.

    En lo que respecta al mbito nacional, se han hecho reflexiones previas relativas al estado que guarda el estudio de la poltica y, en especfico, de la ciencia poltica. En ellas se evala bsicamente el desarrollo o la institucio-nalizacin de la disciplina, por lo que es pertinente aclarar que su consulta y lectura fueron de gran ayuda al permitir la ubicacin de las directrices en las cuales descansa esta obra en general. Como muchas veces sucede, lo nacional se reduce al centro, con mayor exactitud, a la capital del pas; a pesar de ello, las acciones para evaluarla y la intensificacin de los debates cuando el mismo

    1 Giovanni Sartori. La poltica. Lgica y mtodo en las ciencias sociales. Mxico: fce, 1996, p. 208.

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    Estudio introductorio

    Giovanni Sartori cuestion la situacin de la ciencia poltica norteamericana,2 algunos escritos anteriores, y otros al calor del debate provocado, acentan diversas posturas.

    Por ejemplo, Soledad Loaeza ha sealado que la ciencia poltica mexicana le ha tomado el pulso al cambio poltico. Nos expone cmo, desde la dcada de 1970, el estudio formal de la ciencia poltica en Mxico experiment un auge al que ella califica como sin precedentes. Al exponer la evolucin de la disciplina y su desarrollo institucional, el cual estuvo marcado por la progre-siva autonoma de los centros de investigacin, da cuenta de las perspectivas epistemolgicas con las que han trabajado.3

    Loaeza detalla la disminucin del paradigma marxista en el estudio de los fenmenos polticos frente a lo que llama la ciencia poltica liberal. Esto aconte-ci a partir de la dcada de 1980. Pese haberse introducido con anterioridad, la ciencia poltica liberal se posicion poco a poco en un lugar protagnico. Asimismo, pormenoriza el proceso de fortalecimiento de la comunidad cien-tfica, sus disputas y los centros de investigacin constituidos.4

    En otro texto centrado en las relaciones establecidas entre hechos e ideas y enfoques de trabajo, Adrin Acosta traza las diversas trayectorias acadmi-cas e intelectuales de la ciencia poltica mexicana en los ltimos treinta aos. En su artculo da cuenta de las diversas comunidades epistmicas que configuran el campo disciplinario contemporneo de la ciencia poltica en Mxico. Para ello se vale de una revisin bibliogrfica del periodo 1980-2008, y elabora un mapa preliminar y general de las orientaciones, agendas, problemas y mto-dos de investigacin que caracterizan el anlisis politolgico mexicano.5

    Acosta encontr, entre otras cosas, que durante la dcada de los ochenta los temas abordaban los lmites del autoritarismo y la crisis del rgimen pol-tico, cuyos problemas fueron el presidencialismo, la caracterizacin del rgi-men poltico, el sistema de partidos y la reforma electoral.6

    2 Vase Giovanni Sartori. Hacia dnde va la poltica?. Poltica y Gobierno. Mxico, cide, vol. xi, nm. 2, segundo semestre de 2004, pp. 349-354.

    3 Soledad Loaeza. La ciencia poltica: el pulso del cambio mexicano. Revista de ciencia poltica. Santiago de Chile, Pontificia Universidad Catlica de Chile, vol. 25, nm. 1, 2005, pp. 192-203.

    4 Idem.5 Adrin Acosta Silva. La poltica en Mxico: ideas, anteojos y cristales. Andamios. Mxico, Universi-

    dad Autnoma de la Ciudad de Mxico, vol. 6, nm. 11, agosto de 2009, pp. 101-128.6 Ibid., p. 109.

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    Alberto Arellano Ros

    Durante los aos noventa, los temas de agenda consistieron en la tran-sicin poltica y la democratizacin; y sus problemas fueron las elecciones, los partidos e instituciones polticas, la gobernabilidad y el cambio poltico, la cultura poltica, los gobiernos locales, la alternancia poltica, el gobierno y polticas pblicas, as como los gobiernos divididos.7

    Finalmente, en los aos que van de 2000 a 2008 el tpico de agenda fue la consolidacin democrtica; y los problemas fueron la evaluacin de la transi-cin poltica, los gobiernos locales, los gobiernos divididos y la relacin entre poderes, las polticas pblicas, la gobernanza, adems de la participacin, la democracia y el desarrollo.8

    En otro texto, Antonio Aguilar Rivera medita acerca de las condiciones en que se practica la ciencia poltica en el pas, as como su calidad y las di-ferencias que hay en su interior. Plante que en Mxico hay archipilagos y enclaves politolgicos que hacen ciencia poltica siguiendo los modelos de investigacin de Estados Unidos, y que consideraban la producciones aca-dmicas en el pas como de segunda o tercera categora. Observ al mismo tiempo que el rasgo central de la ciencia poltica mexicana en general es su fragmentacin; not que era plural desde la perspectiva terica y metodol-gica, pero que la produccin y consumo de su conocimiento era endogmico y autorreferencial. No obstante, ante los graves problemas que aquejan al pas, Aguilar Rivera cuestion que la ciencia poltica no estaba produciendo conocimiento significativo a partir de preguntas realmente importantes rela-cionadas con dicha realidad.9

    Poco tiempo despus, Mauricio Rivera y Elena Rodrigo Salazar se propu-sieron a desmentir la idea de que la ciencia poltica mexicana estaba siguien-do el modelo estadounidense y con ello arrastraba sus vicios, o bien que la disciplina en Mxico estaba an lejos del estndar estadounidense; una meta en s para ellos. Estos autores trataron, a su decir, dejar el terreno de las im-presiones por lo que evaluaron 231 trabajos de ciencia poltica publicados en tres revistas acadmicas consolidadas durante el periodo de 1990-2007. Enfticos, mostraron que la ciencia poltica mexicana es dominantemente

    7 Idem.8 Idem.9 Vase Jos Antonio Aguilar Rivera. El enclave y el incendio. Nexos. Mxico, nm. 373, enero de

    2009 (http://www.nexos.com.mx/?P=leerarticulo&Article=12), enero de 2010.

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    Estudio introductorio

    descriptiva, monogrfica y cualitativa. Sin embargo, concluyeron que debatir la preeminencia de algn mtodo en particular en la disciplina contribuira ms en la medida que se discutieran aspectos sustantivos de los mtodos y sus procesos de investigacin.10

    Ejercicios anlogos o divergentes son los que se muestran en los dos primeros captulos que componen este volumen. La lectura de los artcu-los y textos previos, como se dijo, fue esencial para discernir qu se poda hacer. Antes, convendra sealar que detrs hubo un trabajo intenso que implic varias reuniones durante el primer semestre del ao 2011. En este tiempo se discutieron los ejes y bases que deban guiar la indagacin.11

    Se consider necesario hacer un anlisis sistemtico e independiente de los temas polticos o de poltica con la intencin de revisar la gran varie-dad de enfoques y aplicaciones. Luego se plantearon dos grandes inquietudes aplicadas para cada temtica: por un lado, qu teoras o enfoques permea-ron la investigacin para estudiar los procesos polticos e instituciones gu-bernamentales de Jalisco; por el otro, cules fueron los mtodos y tcnicas de investigacin aplicados con mayor regularidad en los trabajos y artculos publicados. Se trata pues de escribir una historia de los estudios polticos en Jalisco, sus aplicaciones, contribuciones, lmites y retos.

    La bibliografa se organiz con base en un criterio politolgico que no necesariamente podra corresponder a cmo la comunidad de Jalisco trabaja de manera colectiva y consciente, por lo cual la bsqueda del material biblio-grfico lo guiaron las siguientes coordenadas temticas: a) rgimen y poderes pblicos, b) partidos y elecciones, c) accin colectiva (los movimientos socia-les y las onG), y d) otros.

    10 Mauricio Rivera y Elena Rodrigo Salazar. El estado de la ciencia poltica en Mxico. Un retrato emprico. Poltica y gobierno. Mxico, cide, vol. xViii, nm. 1, primer semestre de 2011, pp. 73-108. Las revistas evaluadas fueron Poltica y gobierno del cide, Foro Internacional de El Colegio de Mxico y la Revis-ta Mexicana de Sociologa de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico. En particular evidenciaron que la ciencia poltica mexicana se caracterizaba por: a) generar proposiciones descriptivas, b) emplear mtodos cualitativos, c) orientarse al estudio de caso y d) generar hiptesis por la va inductiva. Sin embargo, los resultados arrojaron una alta similitud en trminos de agenda de investigacin entre las publicaciones polticas mexicanas y las norteamericanas, passim.

    11 Inicialmente en ellas particip el politlogo Moiss Prez Vega pero por compromisos profesionales no pudo seguir en el proyecto. No obstante, en la base y los pilares que fundamentan el presente volumen se encuentra su participacin y sus valiosos comentarios e ideas.

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    Alberto Arellano Ros

    Identificados los criterios de organizacin, la indagacin tom en cuenta dos elementos que garantizaran el rigor y la calidad acadmica en el anlisis bibliogrfico. Los libros y artculos publicados deban a) tener como objeto de estudio y anlisis al estado de Jalisco y b) deban ser respaldados por las ca-sas editoriales Universidad de Guadalajara, Instituto Tecnolgico y de Estu-dios Superiores de Occidente (iteso), el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropologa Social (ciesAs) y El Colegio de Jalisco.12 Adems, era necesario que los artculos hubieran sido publicados en las siguientes re-vistas: Espiral, Comunicacin y Sociedad, Estudios Sociales, Acta Republicana de la Universidad de Guadalajara; Renglones del iteso;13 Estudios Jaliscienses de El Co-legio de Jalisco; y Desacatos del ciesAs.14

    Despus de que se establecieron las bases generales se procedi a exami-nar meticulosamente. Al inicio del proyecto se realiz una bsqueda biblio-grfica de los artculos y los libros publicados. La numeralia bsica report en su parte inicial la existencia de 70 artculos y 115 libros segn los criterios generales planteados. En el rubro de las revistas, 23 se publicaron en Espiral, 11 en Acta Republicana, 15 en Renglones, 10 en Estudios Jaliscienses, 5 en Desacatos, 3 en Comunicacin y Sociedad, y 3 en Estudios Sociales. En el rubro de los libros 78 fueron de autora individual y 37 fueron obras coordinadas.

    En una segunda revisin ms detallada, y a partir de consideraciones ms cualitativas, el universo se redujo de manera que quedaron para ser tomados en cuenta 41 artculos y 59 libros. De las revistas, 13 artculos correspon-

    12 El fin es heurstico, y esto puso de lado algunos trabajos de Javier Hurtado, Jorge Alonso, Jaime Preciado, entre otros. Por ejemplo, del primero quedaron fuera sus trabajos sobre el presidencialismo mexicano y los sistemas de gobierno.

    13 La revista pas al menos por tres procesos de cambio editorial y por lo tanto institucional. En un primer momento la revista era una publicacin cuyo formato se acercaba a revistas tipo Nexos o Letras Libres. Despus haba un nmero monogrfico y temtico; finalmente se constituy como una revista dictaminada y arbitrada. Algunos textos fueron considerados partir de la segunda fase, que a juicio de los autores, lo merecan. De la tercera fase no fue trazado ningn artculo simplemente porque no se haba publicado ningn texto en la lnea de los estudios polticos, adems de que la revista haba publicado apenas dos nmeros con las nuevas polticas editoriales.

    14 Cabe mencionar que inicialmente se haba aadido una tercera coordenada; era una lista de acad-micos para cada campo disciplinar, pero al final el cumplimiento de las dos primeras conllev a este inventario de personajes. En los temas de ciencia poltica estaban autores como Jorge Alonso, Javier Hurtado, Juan Manuel Ramrez, Luz Lomel, Laura Romero, Alicia Gmez, Mara Marvn, Jaime Preciado, Ignacio Medina, Jorge Ceja, Marco Antonio Corts, entre otros.

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    Estudio introductorio

    dieron a Espiral, 8 a Acta Republicana, 8 a Renglones, 6 a Estudios Jaliscienses, 3 a Desacatos, y 3 a Comunicacin y Sociedad; mientras que los libros fueron 41 de autora individual y 18 fueron obras coordinadas.

    La tercera revisin consisti en la lectura directa de las obras para resta-blecer algunos parmetros de reagrupacin interna. Esto marc diferencias mnimas entre las obras finales consultadas y citadas en cada captulo, por lo cual fueron desechadas algunas, o se consider la inclusin de otras debido a que el anlisis y la argumentacin as lo requeran (la relacin se presenta en los anexos 1 y 2).

    En este sentido, los trabajos que integran esta primera parte y los realiza-dos para los estudios sobre polticas pblicas, con sus respectivos matices y diferencias, ofrecen pistas y vetas generales de la manera en que la comunidad acadmica de Jalisco trabaja. Esto, que pudo ser un elemento de crtica, fue a su vez una fortaleza debido a la diversidad con la cual se discuti el marco general del proyecto y la forma en cmo se recopilaron y analizaron las re-ferencias bibliogrficas. La obra en general es muestra y consecuencia de las diversas posiciones y perspectivas que hubo incluso en el equipo de trabajo.

    En lo que respecta a los textos que integran esta parte, el primero tiene como estrategia de anlisis y base de exposicin narrativa, la metfora de tra-zar rutas para ubicar los enfoques y perspectivas. En el simple trazo no slo se precisan y sitan tales inquietudes, sino que al contextualizarse se da cuenta de procesos y debates tericos ms amplios que una simple oposicin entre lo cuantitativo y cualitativo oculta o evade.

    El otro texto, ms breve, no slo organiza y sistematiza las fuentes bi-bliogrficas a partir de la ubicacin de los instrumentos y las tcnicas de in-vestigacin con los cuales se obtiene la evidencia emprica y se sustentan sus resultados, sino que previamente hace un esfuerzo por precisar los ejes para agrupar y clasificar o decir que cierta obra es o corresponde a algn tipo de trabajo metodolgico. Esto ltimo implic limitar la discusin metodolgica en un plano estrictamente instrumental, con las fortalezas y debilidades que ello conlleva.

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    EL ESTUDIO DE LA POLTICArutAs, temAs, enfoques y perspectiVAs

    Alberto Arellano RosEl Colegio de Jalisco

    introduccin

    En los objetos y temas estudio de las ciencias sociales hay historicidad, por lo tanto no hay generacin espontnea ni decisiones estrictamente indivi-duales en su seleccin. En la prctica acadmica si bien inciden los gustos e intereses particulares, as como las trayectorias personales, stos se enmar-can en contextos histrico-polticos o terico-metodolgicos ms amplios. Dicho entorno, al igual que las situaciones de tipo institucional y las pol-ticas de investigacin, interviene en las lneas de trabajo que la comunidad acadmica se ha propuesto. Incluso en la eleccin de los tpicos incurren las fobias y preferencias, los modos de hacer investigacin de los cuerpos acadmicos y, desde luego, la opinin pblica que presiona para que se pres-te ms atencin a ciertos temas, problemas o asuntos; como resultado de ello, en la agenda acadmica y los resultados generados no hay neutralidad.

    En este sentido, la reflexin y el anlisis que se desprenden de ver cmo se institucionalizan una o varias disciplinas, cmo se crean escuelas, con qu instrumentos, perspectivas y enfoques se abordan los fenmenos o en cul contexto se dan, pueden obtenerse por un exhaustivo estado del arte aplica-do a un espacio y temporalidad concretos.

    Sin embargo, hacerlo y dar cuenta de cada una de las inquietudes anterio-res sera una gran proeza. De ah que resulte de gran utilidad la metfora de la cartografa que Boaventura de Sousa Santos utiliza en sus trabajos, la cual es una base importante en toda su obra. Un estado del arte o ejercicio reflexivo

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    Alberto Arellano Ros

    en estos trminos es el que se pretende hacer en este captulo. Antes con-vendra sealar, y como lo precisa Santos, tener en cuenta que la cartografa identificada como la ciencia de hacer mapas y como metfora de exposicin narrativa y analtica, sirve para trazar rutas, identificar temas y asuntos, o bien inferir contextos sociales e histricos.1

    En el caso particular que ocupa a este captulo, las perspectivas tericas en el estudio de la poltica en Jalisco, deben tenerse en cuenta los alcances y limitaciones al hacer un estado del arte, los cuales se encuentran contem-plados en la misma ciencia-arte que elabora mapas: la cartografa. Santos menciona que a la hora de elaborar mapas hay problemas en la represen-tacin debido a las escalas y las distorsiones que se generan.2 No obstante, los mapas tienen como intencin dar sentido y que su uso sea fcil para los viajeros, pues como l mismo lo dice: De nada valdra disear mapas si no hubiera viajantes para recorrerlos.3

    Se aclara entonces el sentido metafrico aludido: la intencin es repre-sentar y rastrear el origen de una travesa y proyectar el rumbo que ha tenido la comunidad acadmica de Jalisco en el estudio de la poltica. La escala es reducida al estudiar una entidad federativa debido a que se busca ganar pro-fundidad. Por lo tanto, el siguiente estado del arte considera diversas inves-tigaciones que han tenido como objeto de estudio a la poltica y sus asuntos en Jalisco. La idea que lo fundamenta, adems de las directrices sealadas en el estudio introductorio, es el espritu de que han sido hechas en y para Jalisco.

    Cabe precisar que el anlisis que a continuacin se realiza es ms detalla-do y cualitativo. Se dirige a desmenuzar el contenido; por ello, la cantidad de textos se ha depurado, de manera que puede haber variaciones con lo indica-do en el estudio introductorio. Lo importante fue trazar las rutas y perspecti-vas con las que trabaja la comunidad acadmica para observar sus fortalezas y debilidades (vase anexo 1).

    1 Vase Boaventura de Sousa Santos. Una cartografa simblica de las representaciones sociales. Pro-legmenos a una concepcin posmoderna del derecho. Nueva Sociedad. Buenos Aires, nm. 116, noviembre-diciembre de 1991, pp. 18-38 (http://www.nuso.org/upload/articulos/2047_1.pdf) octu-bre de 2010; y Crtica de la razn indolente. Contra el desperdicio de la experiencia. Para un nuevo sentido comn: la ciencia, el derecho y la poltica en la transicin paradigmtica. Bilbao: Descle de Brouwer, 2003, pp. 223-254.

    2 Santos, Una cartografa simblica, passim.3 Santos, Crtica de la razn, p. 154.

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    El estudio de la poltica. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

    De este modo, ser posible mostrar temas, enfoques y perspectivas con los cuales trabajan los investigadores en el estudio de la poltica local. Las ru-tas o vetas en cuestin son: a) la vertiente electoral; b) los estudios de la tran-sicin democrtica y el cambio poltico; c) las investigaciones sobre el estudio de las lites, la clase poltica y los partidos; d) el anlisis de las instituciones y el desempeo gubernamental; e) el estudio de los movimientos sociales y la accin colectiva; y f) los estudios sobre cultura poltica.

    lA Vertiente electorAl

    En la comunidad acadmica de Jalisco los estudios electorales ocupan un lugar central. Si bien es cierto que esta temtica fue y es medular en los es-tudios polticos debido a que numerosos estudios o reflexiones corroboran su importancia, aqu slo sern esbozadas las investigaciones que se ajusten a los criterios sealados en el estudio introductorio. En este ramal, el mayor nmero de trabajos corresponde a las elecciones acontecidas en la entidad, aunque la comunidad local ha abordado las elecciones en otras regiones del pas y las elecciones del mbito federal. Como punto de partida, se puede decir que las investigaciones publicadas proveen el pulso del cambio poltico en Jalisco.

    As, y siguiendo una exposicin cronolgica de los trabajos acadmicos, se tienen que considerar inicialmente dos obras de Jaime Preciado con las cuales introduce la disciplina de la geografa electoral en el campo local, con-virtindose adems en el referente de esta perspectiva. En una de las investi-gaciones se analiza el proceso electoral federal de julio de 1988, y en la otra se estudia el proceso electoral de diciembre de 1988.4 La primera obra pone el acento en la eleccin de funcionarios federales (presidente, diputados, se-nadores); la segunda se centra en la eleccin del gobernador, diputados y presidentes municipales, de ah que el segundo trabajo sea el que se tome en cuenta. En tal investigacin, Preciado tiene como intencin principal obser-var los cambios en las preferencias electorales, sobre todo cuando las elec-ciones jaliscienses y federales no eran simultneas. Buscaba aclarar, precisar o

    4 Jaime Preciado Coronado. Geografa electoral de Jalisco: diciembre de 1988. Guadalajara: Universidad de Guadalajara, 1990; y Geografa electoral de Jalisco: julio de 1988. Guadalajara: Universidad de Guadalajara, 1990.

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    Alberto Arellano Ros

    encontrar la relacin o el impacto de las elecciones federales en las locales. Si bien la obra se inserta en un estudio coyuntural, se observa una escala local del voto y esto en s era ya importante.5

    En la tesitura anterior pero ampliando el espacio sociotemporal se en-cuentra una investigacin de Jorge Alonso. Su obra, por este hecho, es un referente obligado en los estudios electorales puesto que da cuenta del acon-tecer al respecto en la entidad por un lapso de cinco dcadas, as como de la evidencia emprica que lo sustenta: los resultados en las elecciones distritales y municipales. Cuestiona y denuncia que las elecciones eran utilizadas en el rgimen prista para sancionar decisiones polticas y copulares previas, por lo que eran un simple rito electoral.6

    Pese a que los procesos electorales pudieran haber sido un rito, cuando la comunidad acadmica las estudiaba, analizaba y daba seguimiento al tenue avance democrtico, por igual mantena una posicin crtica en relacin con el estado de cosas. De ah que no slo se analizaban los resultados electorales que se desprendan de cada proceso en s, sino que adems de contextualizar la lucha, el estudio y la comprensin del fenmeno eran los vectores centrales de comprensin del cambio y la transicin poltica. Cabe sealar que dichos vectores imperaron en los estudios polticos durante las dcadas de 1980 y 1990, y estar al tanto era una obligacin.

    En el trazo de las investigaciones para descubrir rutas tericas, perspec-tivas, problemas, agendas o procesos, tocara el turno de hablar de las elec-ciones de 1995, y en particular esbozar el trabajo de Jorge Alonso, referente obligado para entender esta eleccin en la historia reciente de la entidad. No obstante, dicha investigacin no ser trazada en este apartado, porque si bien Alonso presenta un balance de las elecciones federales de 1994 y las locales de 1995 que redundaron en la alternancia panista en el Ejecutivo estatal, la obtencin de la mayora en el Congreso de Jalisco, su triunfo en las alcaldas de la Zona Metropolitana de Guadalajara (zmG) y en ms de la mitad en los municipios de la entidad, su obra puede ser vista como un profundo estudio sobre el cambio poltico o la transicin democrtica local. Esto es as porque

    5 Preciado Coronado, Geografa electoral de Jalisco: diciembre6 Jorge Alonso. El rito electoral en Jalisco (1940-1992). Zapopan: El Colegio de Jalisco-ciesAs, 1993.

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    El estudio de la poltica. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

    el autor explica y da cuenta de la complejidad en la que un conjunto de acto-res e instituciones se interrelacionaron y se vieron involucrados.7

    De ah que el trabajo analizado sea el de Luz Lomel Meilln. Su estudio acerca de las elecciones de 1995, publicado en el ao 2000, es quiz de las pocas investigaciones que pueden acercarse al corte politolgico. Por este hecho, su investigacin no se inscribe en un anlisis narrativo y elemental de los resultados electorales.8

    Si bien es cierto que Lomel Meilln analiza las preferencias electorales y las identidades partidarias de los electores jaliscienses, as como la distri-bucin geogrfica que result en la eleccin de 1995, sigue con claridad la conceptualizacin terica y metodolgica que se desprende del estudio de los sistemas electorales y de los partidos polticos construidos en la ciencia polti-ca. Aunque recurre a las aportaciones de Norberto Bobbio sobre el desarro-llo de la democracia liberal y representativa, los planteamientos de Giovanni Sartori acerca de los sistemas partidos son los que soportan su trabajo en el anlisis de la evidencia.9

    De manera emprica, Lomel muestra la participacin del voto voltil y del voto consistente en las contiendas electorales, la relacin entre el voto consis-tente con las clientelas electorales, un perfil de los electores y de su participa-cin en los comicios de 1995, entre otros hallazgos y relaciones planteadas.10

    Diferentes elementos dieron significado a la eleccin del 6 de julio de 1997, estudiada nuevamente por Jaime Preciado. En la coyuntura electoral de ese ao, la contienda estuvo a cargo de una instancia que ya no depen-da o era controlada por el gobierno.11 De hecho, la eleccin de este ao fue reveladora porque por primera vez el Ejecutivo federal perdi la mayora absoluta en la Cmara de Diputados anuncindose el fenmeno de los go-

    7 Jorge Alonso. El cambio en Jalisco: las elecciones de 1994-1995. Guadalajara: ceej-ciesAs-cucsh, Universi-dad de Guadalajara, 1995.

    8 Luz Lomel. El sentido del voto. Electores, votos y sistema de partidos en Jalisco. Guadalajara: iteso, 2001. La distancia temporal de cuando se suscit el acontecimiento y la fecha de la publicacin de la obra, aunado a los factores terico-metodolgicos, podran explicar esta situacin.

    9 Idem.10 Idem.11 Jaime Preciado Coronado. Elecciones en contexto de alternancia: balance y perspectiva. Estudios

    Jaliscienses. Zapopan, El Colegio de Jalisco, nm. 33, agosto de 1998, pp. 5-23.

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    biernos divididos o, para ser preciso, se suscit de manera inicial un gobierno no unificado que traera, conjuntamente con los gobiernos divididos en su plenitud, el mal consustancial del sistema presidencial: la parlisis legislativa y gubernamental.

    La eleccin local de noviembre de 1997, cuyos resultados conformaron un nuevo mapa poltico, tuvo un factor significativo adicional: la aprobacin de una ambiciosa reforma poltica en Jalisco. Este acontecimiento le dio al proceso electoral un elemento contextual y valioso en s, el cual consista en observar los alcances y limitaciones de la reforma aprobada. De ah que Preciado Coronado se haya ocupado de analizar esta cuestin, y desde la geografa electoral, explicar el contexto y el comportamiento del voto en los distritos de Jalisco y sus municipios.12

    En el proceso social y poltico fue establecindose un sistema de elec-ciones competitivas que trajo entornos de incertidumbre. En l, los partidos cada vez tenan menos asegurado el voto. En esta nueva realidad, Jorge Alon-so analiza las elecciones jaliscienses locales de 1997. En su estudio compara el comportamiento de los votantes en las elecciones para diputados locales y municipales. Destaca, despus de hacer un anlisis minucioso, la confor-macin de un entorno de indeterminacin electoral y cmo en este proceso el ciudadano fue el factor determinante para configurar espacios polticos novedosos.13

    Como se puede observar, los procesos electorales eran esperanzadores por ser los instrumentos visibles de la lucha poltica. Enarbolar el respeto al sufragio e implantarlo tenuemente hizo que se conformara de manera pau-latina un sistema de partidos ms plural; adems de que se abrieran espacios de representacin y gobierno en el rgimen poltico local. El poder poltico se dispersaba y fragmentaba. Se transit de un sistema de partido hegem-nico que recaa en el Partido Revolucionario Institucional (pri) a un sistema bsicamente bipartidista entre el pri y el Partido Accin Nacional (pAn), en el cual se expresaba marginalmente en una tercera y hasta cuarta fuerza poltica.

    12 Idem.13 Jorge Alonso. La incertidumbre electoral. Las elecciones jaliscienses locales en 1997. Espiral. Gua-

    dalajara, Universidad de Guadalajara, vol. iV, nm. 12, mayo-agosto de 1998, pp. 95-110.

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    El estudio de la poltica. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

    En este contexto, Jorge Ceja dirige la mirada a los procesos electorales en el mbito municipal. En particular, valora las elecciones municipales de 1997, y la categora de primera alternancia poltica o partidista es central para la comprensin de la transicin poltica. Ceja Martnez muestra que en esa eleccin, y en un periodo de poco menos de tres aos, se suscitaron 53 pro-cesos de primera alternancia en los 124 municipios que haba en ese entonces en Jalisco.14

    De tal modo, las elecciones de 1997 fueron importantes porque, situa-das en el contexto anterior, tanto Preciado como Alonso y Ceja precisan que fueron el punto inicial de la apertura poltica. Sin embargo, Jorge Alon-so se encarga de profundizar la eleccin de 1997. En esta investigacin, adems de hacer un seguimiento puntual y meticuloso de los resultados de las elecciones de 1997, inserta su reflexin en una discusin terica ms amplia acerca de la democracia.15

    Su obra califica y concluye que la democracia hasta entonces construida era precaria. Su trabajo, adems de ser de gran magnitud porque analiza con detalle las elecciones federales de 1997 y sus repercusiones en el proceso local de finales de ese ao, proporciona informacin de las encuestas realiza-das, la relacin del voto con la pobreza y examina el costo econmico de la democracia jalisciense, entre otros fenmenos.16

    El proceso seguido llev a la composicin de un sistema de partidos en los que nicamente dos fuerzas eran las que contaban e importaban. En el sistema bipartidista conformado, y en el proceso en el cual el pAn ascenda como primera fuerza poltica estatal y el pri era relegado, haba un punto de discusin y debate en la comunidad acadmica local: establecer o precisar su sentido lgico. La interpretacin podra girar alrededor de dos grandes plan-teamientos: en uno estaban aquellos que vean el ascenso del panismo por mritos propios y otros procesos convergentes; en el otro, los que planteaban

    14 Jorge Ceja Martnez. Partidos y ciudadanos: la alternancia poltica municipal en Jalisco. Estudios Jaliscienses. Zapopan, El Colegio de Jalisco, nm. 33, agosto de 1998, pp. 61-75.

    15 Jorge Alonso. Democracia precaria. Tlaquepaque: iteso, 2000. Desde el punto de vista metodolgico, y como l lo dice, su obra parte de un estudio de caso en donde analiza los resultados electorales y reali-za observacin participante en el rgano encargado de preparar, realizar y vigilar el proceso comicial: el entonces Consejo Electoral del Estado de Jalisco.

    16 Idem.

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    que el pri haba cado debido a la prdida de apoyo como resultado del des-gaste gubernamental.

    La segunda posicin fue compartida por Alfonso Hernndez. Enftico, a partir de analizar las preferencias electorales y hacer un recuento de las elecciones de 1988, 1992, 1995 y 1997, sostuvo que la cada del pri en las pre-ferencias se debi ms a factores inherentes a la actividad poltica del mismo partido que a la consolidacin del pAn en el estado.17

    En otro asunto, y como figura central en los procesos electorales, estuvo la institucin encargada de organizar las elecciones. El rbitro electoral, como tambin se le conoce, ha sido objeto de estudio; en particular los casos del Consejo local del ife en Jalisco y sus consejos distritales. Acerca de este tpi-co, David Gmez y Ramiro Garzn analizan el perfil de los consejeros locales y distritales. Se abocan al grado de estudios, al origen de las propuestas, su procedencia y trayectoria profesional para sealar que el contexto importa e incide en el rbitro electoral.18

    Nuevamente en la lnea de dar seguimientos al acontecer en materia elec-toral, Jorge Alonso examina los procesos local y federal del ao 2003. Cabe aclarar que, probablemente, la eleccin de 2000 haya sido analizada por los acadmicos de Jalisco pero en otros espacios. El hecho de que no aparezca en el trazo cronolgico de las obras se pudo deber a las coordenadas generales establecidas en el primer estudio introductorio.

    Alonso Snchez, en una obra coordinada, examina la actuacin de cada partido en ambos procesos electorales de 2003, en el municipio de Guadalaja-ra. El libro ofrece una visin de conjunto y profundiza en las campaas y los

    17 Alfonso Hernndez Valdez. La cada prista en Jalisco Renglones. Tlaquepaque, iteso, ao 15, nm. 38, agosto-noviembre de 2000, pp. 44-48.

    18 David Gmez lvarez y Ramiro Garzn Contreras. Los rbitros de las elecciones. Perfil de conseje-ros electorales en Jalisco. Renglones. Tlaquepaque, iteso, ao 15, nm. 38, agosto-noviembre de 2000, pp. 62-67. Cabe decir que el Consejo local y los distritales se integran por un consejero presidente, seis consejeros electorales y un representante de cada partido poltico que cuente con registro. El primero tambin es vocal ejecutivo y pertenece al servicio profesional electoral. Este servidor pblico con-juntamente con los consejeros electorales que surgen de la ciudadana sin un vnculo abierto o claro que medie con los partidos polticos, son los que se encargan de encabezar el proceso electoral en sus respectivas demarcaciones. Por lo tanto tiene voz y voto mientras que los partidos polticos slo cuentan con voz. En lo que toca a su estructura ejecutiva, sta se compone por un vocal de organiza-cin electoral, otro del registro federal de electores y otros ms de capacitacin electoral y educacin cvica, as como el secretario del consejo local que al igual que los partidos tiene voz pero no voto.

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    El estudio de la poltica. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

    resultados electorales. En dicha obra Paula Daz analiza el desenvolvimiento del pAn; Sandra Vizcano se encarga de la campaa del pri; Laura G. Gmez estudia la campaa del Partido de la Revolucin Democrtica (prd); Adrin S. Gonzlez la del Partido Verde Ecologista; Jos Maximino Oropeza la del Par-tido del Trabajo (pt); Mara Elena Anguiano de Convergencia, Partido Alian-za Social y el Partido Sociedad Nacionalista; y Arturo Villa las campaas de Mxico Posible, Partido Liberal Mexicano, Fuerza Ciudadana y el Barzn.19

    Las elecciones anteriores fueron analizadas por Javier Hurtado y An-drs Valdez Zepeda. Contrastan los cambios y continuidades en la campaa electoral de julio de 2003 en nuestro pas, los escenarios preelectorales del pri y el pAn, los conflictos y retrocesos democrticos, los escenarios poltico-electorales y el anlisis de las tendencias de los comicios del ao 2003, entre otros temas coyunturales.20

    Especial inters ha despertado la capital tapata en Jorge Alonso. De ah que en un artculo analice las tendencias de su electorado a lo largo de varios comicios. En el texto presenta por separado las elecciones municipales y las distritales para observar sus diferencias. Su artculo descansa en la idea de se-alar que hay votos fros y calientes, lo cual se debe, a decir de Alonso, al im-pacto de los candidatos y las coyunturas suscitadas en cada proceso electoral. Concluyente, dice que puede apreciarse la configuracin de un bipartidismo cada vez menos diferenciado en el plano ideolgico y en las prcticas polti-cas, bipartidismo en el que espordicamente los integrantes se contrapuntean y en el cual irrumpe una tercera opcin.21

    En otro trabajo muy similar, de nuevo Jorge Alonso realiza una revisin del comportamiento de los electores de la capital jalisciense en el lapso de 1998 a 2003. Observa la evolucin y diversificacin del voto canalizado a los candidatos, as como el voto de castigo. Trata de ubicar el voto duro que responde a situaciones clientelares, la volatilidad electoral y la incidencia

    19 Jorge Alonso (coord.). Democracia, campaas y elecciones. Guadalajara: Universidad de Guadalajara, 2005.20 Javier Hurtado y Andrs Valdez Zepeda (coords.). Continuidad y cambio en Jalisco: gobierno y elecciones

    2000-2003. Guadalajara: cuce-cuci-Universidad de Guadalajara, 2003.21 Jorge Alonso. Votar en Guadalajara. Espiral. Guadalajara, Universidad de Guadalajara, nm. 27,

    mayo-agosto de 2003, pp. 123-151.

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    ciudadana en el avance democrtico que se impuls desde diversas organi-zaciones cvicas.22

    En el texto se puede apreciar que la vertiente electoral es, como se dijo, medular en los estudios polticos; lo mismo valdra decir del enfoque, las perspectivas o caractersticas de los estudios e investigaciones llevadas a cabo hasta la fecha. Pocos se acercan al enfoque o prototipos que desde la ciencia poltica y para la vertiente electoral se construyen. El trabajo de Luz Lomel es una excepcin, y junto con un artculo de Marco Antonio Corts Guarda-do e Ismael Ortiz, explora la configuracin del sistema electoral de Jalisco.23

    En el texto de Corts y Ortiz se analizan las consecuencias instituciona-les y polticas de las reformas electorales y el reacomodo en las relaciones de poder. Los autores sealan que mientras ms competida y equitativa fue la competencia electoral, y ms equilibrada la representacin poltica, crecieron por igual los sentimientos de desafeccin de los jaliscienses en relacin con la poltica y sus componentes. Sus planteamientos, adems de preocupantes al sealar un problema pblico, fueron reveladores del trayecto seguido en la vertiente electoral. Si bien es cierto que en Jalisco la modernizacin fue acom-paada de mayor democracia poltica, lo curioso fue que en dicha entidad se suscit una legitimidad menguante hacia la poltica. Los ndices decrecientes en la participacin electoral fueron la muestra ms clara y evidente de esto. Ante tal situacin, Corts y Ortiz sealan que el sistema electoral deba es-tablecer, para solucionar dichos problemas: a) una proporcionalidad lo ms exacta posible entre votos y representacin poltica y b) mayoras claras y con-sistentes que garantizaran las funciones de un buen gobierno.24 Este segundo punto es la otra cara de la moneda en la transicin poltica y una dimensin del problema que los actores polticos no han comprendido.

    Por lo tanto, el proceso de desencanto y el agotamiento de la ruta elec-toral como expresin del cambio poltico para profundizar la democracia se agot, y las elecciones federales y locales de 2006 fueron su colofn. En este

    22 Jorge Alonso. Un acercamiento al comportamiento electoral tapato de 1988-2003. Espiral. Guada-lajara, Universidad de Guadalajara, vol. xii, nm. 35, enero-abril de 2006, pp. 33-63.

    23 Marco Antonio Corts Guardado e Ismael Ortiz Barba. Jalisco: democracia electoral con dficit de legitimidad poltica. Espiral. Guadalajara, Universidad de Guadalajara, vol. xiii, nm. 38, enero-abril de 2007, pp. 45-80.

    24 Idem.

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    El estudio de la poltica. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

    marco, Jorge Alonso plante que los actores polticos haban traicionado la democracia; de modo que, al analizar las campaas de 2006, la guerra sucia, las encuestas, los gastos partidistas y las impugnaciones en dicho proceso electoral, Alonso plante que lo sucedido en el recuento parcial de votos de la eleccin presidencial y lo acontecido en el proceso local, evidenci la grave crisis de la democracia electoral mexicana.25

    Es posible observar entonces que el proceso electoral comenz a situar-se en otra dimensin, y con ello los fenmenos de alternancia. En el mbito municipal sus limitaciones fueron ms claras. La democratizacin se haba estancado e incluso hasta haba regresiones y expresiones autoritarias bajo el manto de la democracia electoral.

    Jorge Ceja quien ha estado al tanto de los procesos electorales y las alter-nancias en los municipios de Jalisco, ha dado cuenta de dicho proceso, el cual se intensific en la dcada de 1990, cuando la alternancia opositora al pri era la expresin misma de la democratizacin; empero, sta ya se haba agotado. Ceja Martnez seal que las alternancias de los partidos polticos, ya como proceso de ida y vuelta, no podan con las inercias, formas y estilos de gober-nar considerados como atributos del pasado. La evidencia que muestra en su artculo indicaba que hasta el proceso electoral 2006, 120 de los 124 muni-cipios que integraban el estado de Jalisco haban conocido el fenmeno de la alternancia cuando sta era una expresin inicial de modernizacin poltica. Sin embargo, lo concluyente de su estudio fue que las alternancias haban envejecido prematuramente.26

    25 Jorge Alonso. Democracia traicionada. Desacatos. Guadalajara, ciesAs, nm. 24, mayo-agosto de 2007, pp. 73-108.

    26 Jorge Ceja Martnez. El envejecimiento prematuro de la alternancia poltica municipal de Jalisco. Estudios Jaliscienses. Zapopan, El Colegio de Jalisco, nm. 70, noviembre de 2007, pp. 32-43. Cabe se-alar que en el proceso electoral local de 2009, ya con 125 municipios en Jalisco, slo dos municipios no conocan el fenmeno de la alternancia. Eran los casos San Cristbal de la Barranca y el recin creado municipio de San Ignacio Cerro Gordo. El municipio de San Cristbal de la Barranca tuvo un proceso electoral extraordinario junto con el municipio de Valentn Gmez Faras. La eleccin se realiz el 13 de diciembre de 2009 y en ambos gan el pri. De este modo, en San Cristbal de la Barranca no se suscit el primer fenmeno de alternancia. En el caso de San Ignacio Cerro Gordo al ser un municipio de reciente creacin, haba participado ya en dos procesos electorales (2006 y 2009), pero en ambos haba ganado el pAn. Vase Javier Hurtado y Alberto Arellano Ros. La democracia poltico-electoral: balance y perspectivas. Vctor Manuel Gonzlez Romero et al. (eds.). 2 dcadas en el desarrollo de Jalisco, 1990-2010. Guadalajara: Seplan-Gobierno de Estado de Jalisco, 2010, pp. 315-316.

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    Un trabajo sin precedentes que rene diversidad de perspectivas tericas y divergencias en torno de un mismo acontecimiento es el que Marco Antonio Corts Guardado y David Gmez coordinaron para analizar las elecciones de 2009. El documento es plural en muchos aspectos. En l, alrededor de treinta personas entre acadmicos, periodistas, funcionarios electorales, as como miembros y dirigentes partidistas, evalan, analizan y reflexionan el proceso electoral de ese ao. Se abordan las campaas polticas y los medios de comu-nicacin, la participacin ciudadana, la cultura poltica, los partidos polticos y el cambio poltico.27

    Con tales antecedentes, puede afirmarse que la comunidad acadmica de Jalisco ha analizado las elecciones federales y coordinado diversos trabajos con relacin al mbito nacional, con los cuales se alcanza un liderazgo en la materia.

    Las elecciones federales y en otros estados del pas

    Un primer acercamiento en este rubro es el de Jorge Alonso, quien junto con Silvia Gmez Tagle, coordina un trabajo que indaga en el comportamiento electoral del pas. Escrito en un entorno donde todava las elecciones muni-cipales manifestaba procesos de lucha, situaciones de conflicto poselectoral y donde no haba competitividad real, adems de que las gubernaturas eran un espacio inalcanzable para la oposicin al pri, los captulos que lo integran ana-lizan los procesos electorales en los estados de Oaxaca, Hidalgo, Michoacn, Jalisco, Guanajuato, Chihuahua, el fraude de 1988, entre otros.28

    El mismo tpico e intencin sigue otro trabajo que coordinan Jorge Alonso y Jaime Tamayo, en el cual analizan las elecciones locales de 1991 en los estados de Guanajuato, San Luis Potos, las elecciones municipales y con-flictos en Michoacn y Guerrero, as como el proceso electoral del municipio de Mrida, Yucatn.29

    27 Marco Antonio Corts Guardado y David Gmez lvarez (coords.). El voto en Jalisco: crisis, elecciones y alternancia 2009. Guadalajara: iepcej-Universidad de Guadalajara-iteso, 2010.

    28 Jorge Alonso y Silvia Gmez Tagle (comps.). Insurgencia democrtica. Las elecciones locales. Guadalajara: Universidad de Guadalajara, 1991.

    29 Jorge Alonso y Jaime Tamayo (coords.). Elecciones con alternativas. Algunas experiencias en la Repblica Mexicana. Mxico: La Jornada-ciih-unAm, 1994.

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    El estudio de la poltica. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

    Esta muestra la sigue Marco Antonio Corts Guardado, quien al lado de Vctor Alejandro Espinoza Valle, coordina un libro donde se presentan di-versos artculos relativos a la eleccin federal acontecida el 2 de julio de 2006. En ellos se estudian las caractersticas y efectos de las elecciones concurrentes y el significado de los comicios presidenciales. Del mismo modo, se analizan las elecciones concurrentes en los estados de Colima, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Nuevo Len, Quertaro, San Luis Potos y Sonora.30

    De manera individual, la comunidad acadmica local ha analizado las elecciones federales en Jalisco; entre ellas las elecciones del ao 2000, las cua-les representaron un cambio profundo en la estructura poltica y en el nimo nacional. De nueva cuenta, Jorge Alonso hace un repaso de los antecedentes de los procesos electorales de 1988, 1994 y 2000 para observar el comporta-miento de los jaliscienses desde el nivel de los distritos y de los municipios. Visualiza cmo desde el mbito municipal se combinan los votos de castigo y los votos cruzados, y cmo se consolida la presencia y el voto panista.31

    Del mismo modo, se han estudiado los rganos electorales en el m-bito federal. En relacin con este tpico, Luz Lomel Meilln observa en las reformas electorales, de manera retrospectiva, un proceso de cambio que permiti ciudadanizar y otorgar autonoma e independencia a los rganos electorales. Con la intencin de valorar los efectos de las reformas, hace un seguimiento de ellas y de la manera en que se incorporaron nuevos actores a las negociaciones y decisiones polticas. La autora ya vislumbraba lo que podra convertirse en un obstculo. Tal inconveniente sera la frmula para seleccionar a los consejeros electorales que transit de una dependencia gu-bernamental a una dependencia de los partidos polticos con presencia en la Cmara Legislativa.32 Esto trajo los resultados percibidos por todos en la eleccin presidencial del ao 2006.33

    30 Marco Antonio Corts Guardado y Vctor Alejandro Espinoza Valle (coords.). Elecciones concurrentes en Mxico: competencia, participacin y voto diferenciado. Guadalajara: Ediciones y Grficos En-Universidad de Guadalajara, 2007.

    31 Jorge Alonso. Las elecciones federales del 2000. Consolidacin del panismo. Espiral. Guadalajara, Universidad de Guadalajara, vol. Vii, nm. 19, septiembre-diciembre de 2000, pp. 95-128.

    32 Luz Lomel Meilln. Los rganos electorales, un espacio de participacin ciudadana. Espiral. Gua-dalajara, Universidad de Guadalajara, vol. xii, nm. 36, mayo-agosto de 2006, pp. 41-60.

    33 La situacin se agrav en el proceso electoral de 2012. Al no haber consenso para la eleccin de tres consejeros electorales entre los partidos en un lapso de un ao, el ife, al mes de octubre de 2011,

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    Como se puede apreciar, la comunidad acadmica de Jalisco ha estado presente en los procesos electorales al observarlos de manera recapituladora, hacer un seguimiento puntual de su acontecer, y contextualizar o precisar las coyunturas a partir del anlisis de los resultados electorales y las refor-mas electorales en la entidad. Las elecciones locales, federales y de otros estados han sido su objeto de estudio y anlisis. Hay trabajos individuales y colectivos con diversas perspectivas. No obstante, hay una brecha en la ruta electoral que es digna de mencionar aparte: la relacin entre elecciones y los medios de comunicacin, o el papel de los medios de comunicacin en el proceso electoral.

    Elecciones y medios de comunicacin

    Difcilmente se puede dar cuenta de las investigaciones que se inscriben o abordan este fenmeno, pero los estudios que a continuacin se bosquejan, con base en las coordenadas generales que se sealaron en el primer estudio introductorio, enfrentan de manera slida el papel de los medios de comu-nicacin en los procesos electorales. Para iniciar, debe citarse un trabajo de Gilberto Fregoso, en el cual utiliza un enfoque terica y metodolgicamente poco explorado por los analistas polticos y los comuniclogos mexicanos de esa poca. Fregoso se aboc al estudio y anlisis de informacin poltica en los peridicos regionales; para ello cuantific y evalu la informacin vertida en el proceso electoral de 1988 en tres diarios tapatos: El Informador, El Occidental y Ocho Columnas.34

    En la misma direccin, Francisco Aceves examina el uso de la prensa escrita por los habitantes de Guadalajara durante las elecciones presidenciales de 1994. Analiza el patrn de consumo informativo, y su inquietud acadmica se inserta en el estudio del fenmeno de la socializacin poltica: una perspec-tiva poco desarrollada y abordada hasta ese entonces en Mxico.35

    estaba incompleto. Este mes, adems de declarase formalmente iniciado un proceso electoral federal, era de suma importancia porque estaba en puerta una eleccin presidencial.

    34 Gilberto Fregoso Peralta. Las elecciones federales en 1988 en la prensa de Guadalajara. Comunica-cin y sociedad. Guadalajara, Universidad de Guadalajara, nm. 8, enero-abril de 1990, pp. 43-62.

    35 Aceves Gonzlez seal que para ese entonces las investigaciones se contaban con los dedos de la mano. Eran estudios dirigidos a proporcionar informacin emprica; un ejemplo de ellos eran los de Enrique Snchez Ruiz de 1994. Vase Francisco de Jess Aceves Gonzlez. Prensa y elecciones. Pa-

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    El estudio de la poltica. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

    En otro anlisis ms puntual, nuevamente Francisco Aceves analiza la ten-dencia histrica de la votacin, los sondeos de preferencia electoral y la estra-tegia publicitaria ejecutada por los candidatos a diputado por el Distrito 10 de Jalisco durante el proceso electoral federal de 2003. Aceves aporta elementos de reflexin y suficiente evidencia emprica para debatir el tema de la rentabi-lidad electoral del marketing poltico.36

    Finalmente, hay otros trabajos que analizan la relacin o el desempeo de los medios de comunicacin en los procesos electorales. Publicados como ca-ptulos en la obra que coordinaron Marco Antonio Corts Guardado y David Gmez, en particular en la seccin donde se analizan las campaas polticas y medios de comunicacin en la eleccin de 2009, Diego Petersen aborda la relacin y desenvolvimiento de los medios de comunicacin en el proceso electoral; Francisco Aceves et al. tratan la desigualdad, el desequilibrio y la ausencia de pluralismo en la cobertura informativa poltico-electoral; en tanto que Andrs Valdez y Beatriz Vzquez analizan la mercadotecnia poltica.37

    Como se pudo apreciar, la vertiente electoral es el vector de comprensin de la transicin poltica en Mxico y Jalisco. Con los procesos de la alternancia opositora culminaba el fin de la hegemona del pri en el rgimen poltico y el poder se fragmentaba. Sin embargo, los estudios polticos de la comunidad acadmica intentaban situar o matizar los procesos polticos y sociales que estaban propicindose en estos esquemas.

    As como el fortn de los estudios electorales era la evidencia emprica, en la vertiente del estudio poltico de la transicin, la comunidad acadmica, ade-ms de darle lgica a las interrelaciones suscitadas entre un conjunto de actores e instituciones, tenan marcos tericos y analticos ms elaborados. Este ramal es el que se delinear a continuacin.

    trones de exposicin y consumo de la informacin poltica de la prensa escrita por los habitantes de Guadalajara durante el proceso electoral de 1994. Comunicacin y sociedad. Guadalajara, Universidad de Guadalajara, nm. 25-26, septiembre de 1995-abril de 1996, pp. 139-174.

    36 Francisco de Jess Aceves Gonzlez. Marketing poltico y rentabilidad electoral: el caso del Distrito 10 de Jalisco en las elecciones federales del 2003. Comunicacin y Sociedad. Nueva poca. Guadalajara, Universidad de Guadalajara, nm. 4, julio-diciembre de 2005, pp. 39-66.

    37 Vase Corts Guardado y Gmez lvarez, op. cit., passim.

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    lA trAnsicin democrticA y el cAmbio poltico

    El trabajo que abre esta ruta es el libro de Jorge Alonso. Si bien su obra tiene como inters analizar el triunfo del pAn y la derrota del pri en las elecciones estatales de 1995, lo cual puede incrustar a este trabajo en la vertiente electo-ral, el texto se ha vuelto una referencia obligada para entender un aconteci-miento clave en la historia poltica reciente de Jalisco: la alternancia de 1995. Lo anterior se confirma porque no slo realiza un estudio de las elecciones de febrero de 1995 en s, sino que aporta claves para comprender los anhelos y el proceso de cambio que se suscit en aquel momento.38

    Al ser, a su vez, partcipe e integrante del entonces Consejo Electoral de Jalisco, este antroplogo poltico polemiza con una manera de hacer an-lisis poltico. Externa una postura terica al sealar que el anlisis de las elecciones [si bien] implica necesariamente entender el poder, pero no en su interpretacin reificada sino en su dinmica relacional que combina fuerza y consenso.39 Esta perspectiva le permite cuestionar dos grandes tendencias de interpretacin de los fenmenos polticos: por un lado, la que enfatiza que al estudioso slo le corresponde descubrir y sealar cmo opera el po-der, sin tener en cuenta para nada cuestiones ticas (con lo que finalmente enmascara una justificacin del ejercicio del poder);40 y la otra, que hace esas mismas descripciones pero presenta las lneas axiolgicas que, por salva-guardar lo humano, apuntan a los acotamientos del mismo poder.41 El valor de esta obra radica en que es una lectura esclarecedora y de gran profundidad pese a estar escrita en el momento que la coyuntura y lo inmediato pudiera perjudicar la observacin.

    Ya suscitada la alternancia en el Ejecutivo estatal en 1995 como un he-cho histrico, Andrs Valdez se plantea como interrogantes: la posibilidad de pensar si con slo el cambio de partido puede hablarse de la existencia de una democracia en Jalisco, qu modificaciones tienen que hacerse para sustentar

    38 Alonso, El cambio en Jalisco, p. 20.39 Idem.40 Idem.41 Idem.

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    El estudio de la poltica. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

    la vida democrtica en el estado y cules son los retos a futuro en materia po-ltica. Tales inquietudes lo conducen a analizar y comprender el fenmeno.42

    Para resolver dichas interrogantes aborda este acontecimiento al con-textualizarlo en un proceso de cambio democrtico a nivel mundial; adems, busca precisar el proceso democrtico seguido hasta ese momento en Jalisco. El texto se inscribe en el marco analtico de los estudios de la transicin y puntualiza que Jalisco y el pas, hasta ese momento, haban sufrido un pro-ceso de liberalizacin poltica. No obstante, el caso mexicano era un camino atpico en las transiciones polticas latinoamericanas.43

    De tal modo y de manera temprana, Valdez Zepeda argument que la democratizacin mexicana en materia poltico-electoral avanz desde las re-giones hacia el centro. Sobre esta base, consider atpica la transicin, en con-traste con las experiencias suscitadas en el mundo y el modelo terico creado con ellas. Su artculo tiene valor en s al ser unos de los primeros anlisis de la transicin jalisciense, exponer las causas del cambio poltico y el por qu la ausencia de conflictos poselectorales en la entidad. Diagnostica los avances al-canzados durante la primera administracin panista en el gobierno de Jalisco y perfila, a grandes rasgos, la agenda poltico-electoral para lograr una verdadera transformacin estructural.44

    En la misma lnea de la transitologa y como un estudio ms profun-do, se encuentra la obra de Alicia Gmez.45 La investigacin tuvo como

    42 Andrs Valdez Zepeda. La metamorfosis de un rgimen petrificado. Espiral. Guadalajara, Universi-dad de Guadalajara, vol. ii, nm. 6, mayo-agosto de 1996, pp. 81-110. De igual manera el ascenso de Ernesto Zedillo a la presidencia de Mxico fue del inters de la comunidad acadmica jalisciense al anunciar que promovera una reforma poltica con caractersticas amplias y con carcter de definitiva; pero sta se limit a lo electoral. Como se puede apreciar, en la comprensin del fenmeno la ruta de la transicin es el vector de comprensin o discusin. Mara Marvn Laborde ha tenido como intencin explicar el modo en que el pri perdi la presidencia de la Repblica en el 2 de julio de 2000 y cules seran los principales retos que enfrentaran los partidos en el futuro inmediato. Vase Mara Marvn Laborde. Un rgimen democrtico en un Estado autoritario. Renglones. Tlaquepaque, iteso, ao 13, nm. 38, agosto-noviembre, 1997, pp. 5-10; y Causas y consecuencias del 2 de julio de 2000. Renglones. Tlaquepaque, iteso, ao 15, nm. 38, agosto-noviembre de 2000, pp. 18-23.

    43 Idem.44 Idem.45 Vase Alicia Gmez Lpez. Crisis y transicin en Jalisco. Guadalajara: Universidad de Guadalajara, 1997.

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    principales inquietudes saber cmo estaba cambiando el sistema poltico de Jalisco, en qu consista el cambio y cmo se suscitaba la transicin.46

    Tales inquietudes condicionaron que Gmez Lpez sustentara el anlisis de la transicin democrtica jalisciense en dos dimensiones al intentar, por un lado, dar cuenta de los cambios polticos en un sentido sistmico y, por el otro, abordar el proceso desde el punto de vista de los actores y el papel que desempearon en la crisis del sistema poltico y el desenlace de la transicin.47

    Para ello, Alicia Gmez se vali de la combinacin de tres perspectivas tericas. La primera est compuesta por las teoras normativas sobre el libe-ralismo y la democracia con la intencin de definir la modernidad poltica; la segunda se integra por las teoras sobre los sistemas polticos, bajo el inters de comprender cmo se sostienen y cules eran los factores de su estabilidad, comprender en qu consisten los cambios y localizar los factores de crisis; en tercer lugar, se vali del enfoque de las transiciones a la democracia que proporcionaban un modelo general y posible de cambio poltico hacia la de-mocracia liberal.48

    El sistema poltico de Jalisco tuvo en la obra de Javier Hurtado, quiz vaya la redundancia su primer estudio sistmico. Su investigacin persigui tres objetivos que fueron al mismo tiempo una crtica a la forma mediante la cual se haba analizado el sistema poltico.49 Su libro se inserta en la pers-pectiva politolgica con la que, y a decir de Hurtado, se propuso trascender y cuestionar la visin meramente electoralista o anecdtica que imperaba en el estudio de los partidos polticos, las instituciones gubernamentales y los procesos de cambio poltico. Con ella pretende ofrecer una visin de conjun-to respecto de los componentes esenciales de todo sistema poltico, y el de Jalisco en particular: a) de su sistema electoral, b) el sistema de partidos y c) el sistema de gobierno. En particular da cuenta del sistema de partidos (vo-latilidad y competitividad electoral, nmero efectivo de partidos electorales y parlamentarios), entre otros temas.50

    46 Ibid., p. 13.47 Idem.48 Idem.49 Javier Hurtado. Sistema poltico en Jalisco. Guadalajara: Universidad de Guadalajara, 1998.50 Idem.

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    El estudio de la poltica. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

    En lo concerniente al cambio poltico, Laura Romero hace un balance del desempeo del primer gobierno estatal panista a partir de valorar si se cumpli la promesa de construir un rgimen democrtico. Adems, analiza la interrelacin de este gobierno con otros actores e instituciones del rgimen local y la sociedad civil.51 En este contexto, Romero discute modelos y pre-cisa categoras como las de transicin, democracia poltica, gobernabilidad, rgimen y sistema poltico y alternancia, para precisar un tema de debate en el que estaban inmersos los campos poltico y acadmico mexicanos: saber si la alternancia en la presidencia de la repblica era el inicio o final de la transicin democrtica. Romero es de la segunda posicin, por lo que el papel de las alternancias regionales consista empujar en esa direccin.52

    Unos aos ms tarde, en la gestin del segundo gobierno panista de Jalisco, Laura Romero sostuvo que en Jalisco, aparejada por la alternancia en la presidencia de la repblica, la democracia no se consolidaba sino que era una restauracin autoritaria con un rostro no prista. El pAn mostr un rostro neoautoritario. El semblante, inicialmente democrtico, capitaliz el hartazgo ciudadano de setenta aos de autoritarismo, pero su gobierno se transform en un rostro neoautoritario que puso a la democracia alcanzada y lograda en una situacin de fragilidad. Se observ que entre los partidos polticos no haba diferencia entre formas y estilos de gobernar.53

    El proceso de desencanto iba hacindose cada vez ms claro. En un li-bro coordinado por Jorge Alonso se analizaron varias coyunturas acaecidas posteriores a la alternancia en el Ejecutivo federal. En el libro se plante como escenario que podra volver el viejo rgimen pero ahora reconstituido y apoyado por los poderes fcticos, y porque los ciudadanos abandonaran las urnas. Ante esta situacin, Alonso sostuvo que no hubo una transicin a lo electoral pactada sino controlada y restringida, con planteamientos in-sustanciales y antipopulares. Si bien el presidencialismo perdi centralidad, al mismo tiempo no se propiciaban nuevos espacios democratizadores. Esto permiti el auge de autoritarismos locales.54

    51 Laura Patricia Romero. Jalisco hacia una democracia gobernable. Guadalajara: cucsh, Universidad de Gua-dalajara, 2001.

    52 Idem.53 Laura Patricia Romero. Autoritarismo con nuevo rostro o fragilidad democrtica en Jalisco. Espiral.

    Guadalajara, Universidad de Guadalajara, vol. x, nm. 30, mayo-agosto de 2004, pp. 6-81.54 Jorge Alonso (coord.). La acuitada coyuntura mexicana. Guadalajara: Universidad de Guadalajara, 2006.

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    El libro reflexion respecto del papel de Mxico en la globalizacin y la creciente movilizacin migratoria, adems de la propuesta de reforma fiscal por parte del Ejecutivo que no prosper debido a que la mayora opositora en el Poder Legislativo consider que no era conveniente para sus fines electora-les; la obra evala las elecciones de ese ao y las actuaciones de los partidos, as como de los tribunales electorales. De igual modo, se dio cuenta de los nuevos movimientos sociales, dos de carcter nacional y uno local. Tambin se analiz la peticin de mano dura ante la ola de violencia e inseguridad la cual condujo a reformas penales cuestionables. Se realiz un balance econ-mico y poltico de los diez aos de gobiernos panistas, y se abord la cumbre oficial y la propuesta altermundista como la agresin a los derechos humanos por parte de las autoridades panistas de Jalisco.55

    El valor de los anlisis coyunturales de este libro radic, a decir del coor-dinador, en el proceso de negociacin terico-metodolgica para superar fo-bias y filias, partidismos, apartidismos y hasta antipartidismos. Del mismo modo, informa de la tensin que hubo entre subjetivismos e imperativos me-todolgicos de objetividad.56

    El resultado fue que en cada captulo la base terico-metodolgica slo es perceptible con su lectura directa. No obstante, Jorge Alonso precisa que los trabajos se inspiraron en cinco perspectivas. La primera fue la gramsciana, para adentrarse en el anlisis de las situaciones y las relaciones de fuerza; la segunda fue la procesalista, en la que se analizan las interrelaciones entre acto-res sociales que persiguen los mismos bienes escasos, econmicos, polticos y simblicos; la tercera fue el acercamiento a las propuestas habitus y campo de Bourdieu; tambin se tomaron en cuenta algunas recomendaciones metodo-lgicas propuestas por Edgar Morn; y finalmente, la perspectiva englobante de Prigogine.57

    Con relacin al anlisis del cambio poltico, Alberto Arellano lo ha hecho a partir de la comprensin del entorno de inseguridad pblica y las polticas pblicas en la materia. Tal relacin es examinada desde dos actores centrales en el proceso de formulacin de las polticas de seguridad: el gobierno del

    55 Idem.56 Ibid., p. 16.57 Ibid., pp. 9-14.

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    El estudio de la poltica. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

    estado y de los empresarios. En esa relacin se describen varios hechos co-yunturales contextualizados en el proceso del cambio poltico y la alternancia de 1995. Inserto en el enfoque de las polticas pblicas, Arellano observa cmo se construye y concibe un problema pblico, los alcances y limitaciones de las soluciones y acciones gubernamentales, las agendas y la definicin del problema.58

    Muy cercano al anterior texto, de nuevo Arellano analiza el papel de los empresarios en el proceso del cambio poltico, al cual considera como central. Ante tal situacin, busca identificar los mecanismos de interaccin que fueron reemplazados y los que se erigieron, pero antes precisa que en el estudio del cambio poltico hay dos grandes posturas o formas de explicarlo: una de ellas ligada con las cuestiones poltico-electorales, en tanto que la otra se encuentra vinculada a estudios polticos que intentan observar cmo se re-lacionan algunos procesos sociales y econmicos con la apertura del rgimen poltico durante las tres ltimas dcadas del siglo xx.59

    Como se puede notar, el tema del cambio poltico ha sido de gran inters para Arellano, quien al verlo como un proceso, se convierte en el elemento diacrnico propicio para el anlisis social. Esta perspectiva, poco despus es complementada con los elementos estructurantes de la nocin de campo po-ltico que Bourdieu elabora. Con este cruce, el autor observa cmo se dan las contiendas y las relaciones entre las fuerzas polticas, las estrategias y prcticas de resistencia entre un complejo conjunto de actores e instituciones. Con la combinacin, busca clarificar y dar lgica a lo que est en juego en los pro-cesos de cambio poltico y reformas institucionales. Esto lo lleva a sostener, a partir del caso jalisciense, que un proceso de cambio poltico deviene en un cambio institucional, el cual es tardo e intermitente, ya que hay, entre otras cosas, un campo de poder que se opone a su transformacin.60

    58 Alberto Arellano Ros. Gobiernos panistas e inseguridad pblica en Jalisco. Desacatos. Guadalajara, ciesAs, nm. 26, enero-abril de 2008, pp. 119-134. En este artculo el autor plantea que en la primera mitad de la dcada de 1990 hubo una relacin emprica entre inseguridad pblica y cambio poltico en la entidad.

    59 Alberto Arellano Ros. Empresarios y cambio poltico en Jalisco. Acta Republicana. Guadalajara, Universidad de Guadalajara, ao 8, nm. 8, 2009, pp. 41-55.

    60 Alberto Arellano Ros. Campo poltico. Zapopan: El Colegio de Jalisco, 2011.

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    En suma, se puede notar que los estudios electorales y los de la transicin poltica son las vertientes que ms han ocupado a la comunidad acadmica de Jalisco; la primera ms que la segunda; no obstante no son las nicas. Si bien las otras vetas son menores en cantidad o agrupan varias temticas, la necesidad de profundizar se vuelve necesaria.61

    Se debe precisar que los estudios electorales y los de la transicin poltica fueron fciles de ubicar y aglutinar, no as otros estudios que eran dispersos o escasos. De ah que la siguiente ruta se componga del estudio de las lites, la clase poltica los partidos. En ellos ser evidente la ausencia de trabajos sobre los partidos polticos vistos como sistema, instituciones y organizaciones, o el seguimiento de su vida interna, por lo que sta es an una lnea por desarrollar.

    el estudio de lAs lites, lA clAse polticA y los pArtidos

    Antes de iniciar debe puntualizarse que en algunos estudios de lites regiona-les que a continuacin se trazarn pueden imperar las perspectivas antropo-lgica o geopoltica, sin embargo han sido considerados porque las relaciones de poder entre los diversos actores locales o regionales que se analizan se dirigen hacia las instituciones polticas y estatales, o bien tienen una marcada influencia en su desempeo.

    Un trabajo que se inscribe en el enfoque de la geopoltica regional es el de Jaime Preciado. En l se estudian las ciudades de las diversas regiones de Jalisco y sus lites en el periodo que va de 1983-1988. Aunque en su trabajo critica la concepcin empirista del espacio social, en especfico que la geogra-fa poltica clsica reduzca la poltica a un asunto de Estado y el poder a la esfera poltica, su obra da cuenta que, al final, las lites regionales repercuten en los espacios formales, como los partidos polticos y los ayuntamientos de la regin. De ah que las relaciones sociales de poder incidan en los espacios institucionales y su obra sea una referencia en el tema.62

    61 Cabe decir por el momento que la perspectiva de los movimientos sociales y la accin colectiva estn en la misma posicin numrica o incluso los superan. Deliberadamente son pocas las obras que esco-gen para trazar por cuestiones terico-metodolgicas que ms adelante sern explicitadas.

    62 Jaime Preciado Coronado. Ciudades regionales, lites y poder en Jalisco, 1983-1988. Guadalajara: Universi-dad de Guadalajara, 1994.

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    En los estudios de las lites, encaminados ms a la constitucin de la clase poltica, se encuentran tres trabajos de Javier Hurtado. Aunque en ellos recurre a la antropologa social, lo hace sin perder de vista el elemento institucional y el objeto que le interesa estudiar: el rgimen y el sistema poltico de Jalisco. Gra-cias a la antropologa y sociologa, Hurtado rastrea los vnculos de parentesco y las relaciones polticas que se instituyen y explican su naturaleza.

    En la primera de sus obras rastrea las relaciones de fidelidad y lealtad, entre otras, que se construyeron en el rgimen poltico prista. El enfoque de trabajo considera a la disciplina de la antropologa social, pero lo comple-menta con algunas bases del derecho romano para identificar al pater de las familias polticas.63

    En otro artculo de Javier Hurtado, ms cercano a las disciplinas de la ciencia poltica y la sociologa, derivado del trabajo anterior y bsicamente emprico, analiza las posiciones polticas que ha ocupado el conjunto de indi-viduos que integran la clase poltica prista.64

    Finalmente, en esta misma lnea, Hurtado y Eliseo Lpez Corts estudian las relaciones de parentesco, las estructuras de poder y los grupos polticos en Jalisco durante el periodo 1995-2003. La alternancia panista de 1995 con-form una nueva clase poltica, por lo que se analizan las posiciones que los nuevos actores y grupos, bsicamente panistas, ocuparon en las instituciones polticas. Este libro, a diferencia del previamente realizado para el rgimen prista, tiene el problema de no seguir el mismo hilo conductor en el plano terico-metodolgico, y por ende en el plano narrativo y analtico. Parecen ser dos obras: en la primera parte se hace una disertacin profunda y se es-boza un estado del arte de corte antropolgico, y en la segunda se exponen empricamente a los grupos panistas en el poder. No se compensa ni hay una relacin equilibrada entre el marco trazado y la evidencia mostrada y recabada.65

    63 Javier Hurtado. Familias, poltica y parentesco: Jalisco 1919-1991. Mxico: fce-Universidad de Guadalajara, 1993.

    64 Javier Hurtado. La clase poltica jalisciense 1947-1992. Espiral. Guadalajara, Universidad de Guada-lajara, vol. ii, nm. 5, enero-abril de 1996, pp. 105-134.

    65 Javier Hurtado y Eliseo Lpez Corts. Relaciones de parentesco, estructuras de poder y grupos polticos en Jalisco 1995-2003. Guadalajara: cuci, Universidad de Guadalajara, 2004. En un plano de reflexin terica, nuevamente Hurtado, Corts y Magdiel Gmez, revisan la teora de las lites polticas, tanto clsica como contempornea, con el fin de valorar la utilidad para el anlisis de los procesos polticos con-

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    Es probable que las caractersticas de los grupos, la clase y la lite pol-tica de Jalisco, explicados por sus contextos social e histrico, condicionen que el desempeo o desenvolvimiento de los partidos polticos no privilegie en la comunidad acadmica de Jalisco un anlisis institucional, burocrtico u organizacional.66

    No obstente, por abordar alguno de los tpicos ltimos, destaca un libro de Carlos Navarrete Ulloa, mismo que se encarga de estudiar el pAn-Jalisco, y aunque toma en cuenta el contexto y los procesos sociohistricos, lo hace con la intencin de analizar las caractersticas de su proceso de institucionali-zacin. Su obra se inscribe en el estudio del reclutamiento de la clase poltica, pero la teora institucional es utilizada como marco terico para observar las rutinas, las reglas formales e informales, as como la ideologa en el partido. Su intencin es evaluar el proceso de fortalecimiento o debilitamiento de ins-titucionalizacin de un partido poltico.67

    Ante la falencia anterior es necesario precisar que la dimensin institucio-nal no ha sido estudiada, y por ende el desempeo gubernamental en Jalisco con las perspectivas que la ciencia poltica ha construido. Es cierto que hay una actitud crtica de la comunidad acadmica frente al poder poltico y la dominacin que ste genera, y por tal razn, quiz hay una posicin reacia. No obstante, se quiera o no, se est de acuerdo o no, la poltica tiene una manifestacin institucional y la necesidad de estudiarla y analizarla desde esta dimensin es necesaria. Slo hay algunos trabajos que comienzan a hacerlo tal y como se detallar a continuacin.

    temporneos. Vase Javier Hurtado, Magdiel Gmez Muiz y Eliseo Lpez Corts. lites polticas y grupos gobernantes. Acta Republicana. Guadalajara, Universidad de Guadalajara, nm. 4, 2005, pp. 37-52.

    66 Los estudios que hay sobre las fuerzas partidistas recurren a la historiografa o a una antropologa que contextualiza social e histricamente los procesos. Vase, por ejemplo, el trabajo de Laura Patricia Romero. El Partido Nacional Revolucionario en Jalisco. Guadalajara: cucsh, Universidad de Guadalajara, 1995; y Jorge Alonso. El pdm: movimiento regional. Guadalajara: Universidad de Guadalajara, 1989, p. 304.

    67 Carlos Alberto Navarrete Ulloa. Identidad panista: entre tradicin y modernidad. El proceso de institucionaliza-cin del Partido Accin Nacional en Jalisco. Zapopan: El Colegio de Jalisco, 2009.

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    El estudio de la poltica. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

    instituciones y desempeo GubernAmentAl

    En la dimensin institucional se expresa el poder poltico (Ejecutivo, Legisla-tivo y Judicial) y el gobierno (federal, estatal y municipal). Aunque esta ruta se relaciona con el estudio de la administracin pblica, las polticas pblicas y otros campos disciplinares que en los dos ltimos captulos se analizarn con mayor detalle, aqu se describirn algunas investigaciones donde la accin gu-bernamental e institucional se relaciona con procesos polticos ms amplios.

    Un trabajo de este tipo es la obra que coordin Juan Manuel Ramrez Siz. En ella se analiza el desempeo de los ayuntamientos panistas de la zmG; se abordan las relaciones intergubernamentales y su vinculacin con el tambin gobierno panista del estado; y se evala a los primeros gobiernos locales en su funcin y lgica administrativa y poltica a partir de la deteccin de problemas relevantes en torno de una funcin especfica municipal, la for-mulacin sobre ellos en demandas explcitas y la existencia de intervenciones relevantes por parte de las autoridades municipales.68

    En la obra se estudian no slo las funciones municipales sino tambin los procesos, en particular, en un conjunto de actores sociales y polticos que estuvieron implicados en la consecucin de los resultados obtenidos. Los ca-sos analizados comprenden cinco competencias legales del municipio, como el uso de suelo, la autorizacin de las tarifas de agua potable, la regulacin del comercio ambulante, la gestin municipal de residuos slidos y la seguridad pblica.69

    Otra situacin por enfatizar es que los procesos de cambio poltico y la interrelacin entre un conjunto de actores se dirigen hacia las funciones de gobierno, sus instituciones u organizaciones; en esta lnea se inscriben las siguientes obras. Antes debe mencionarse que el neoinstitucionalismo cons-truido en la ciencia poltica ha sido el marco de comprensin.

    Una investigacin que sigue la perspectiva anterior es la de Alberto Are-llano, quien analiza la relacin entre el cambio institucional y el proceso de

    68 Juan Manuel Ramrez Siz (coord.). Cmo gobiernan Guadalajara?: demandas ciudadanas y respuestas de los ayuntamientos. Mxico: Miguel ngel Porra-unAm-Universidad de Guadalajara, 1998.

    69 Idem.

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    cambio poltico en la reforma del Poder Judicial de Jalisco.70 Otra ms es el estudio que hace Alicia Gmez acerca de las leyes de transparencia en Jalisco y el cambio institucional suscitado: en particular la creacin del Instituto de Transparencia y los efectos derivados de ello.71

    Se puede apreciar que el anlisis de instituciones, en particular, es una veta que tiene mucho que ofrecer en la entidad;72 en esta lnea se encuentra un trabajo de Nancy Garca Vzquez, quien estudia al Poder Legislativo, y en especfico la participacin de las diputadas locales de la lVii Legislatura.73

    Asimismo, para el estudio del Poder Judicial, aunque no como institucin total, Alberto Arellano delinea la manera en que se estructuran los Tribunales de Justicia, Electoral y Administrativo de Jalisco. En dichas instituciones se observa la carrera judicial y los mecanismos de reclutamiento, las redes polti-cas y relaciones gremiales y universitarias establecidas, entre otras temticas.74

    En contraste con los estudios de vertiente institucional, hay una veta en el anlisis poltico ms slida y numerosa que, en s, igualara o superara a los estudios aqu descritos: el estudio de los movimientos sociales. Se puede sea-lar entonces que los investigadores partieron de esta lnea hacia a los estudios electorales, de los partidos polticos y la poltica formal. Esto podra explicar que las perspectivas tericas no tuvieran como origen la ciencia poltica como comnmente se entiende, y que su relacin con los estudios polticos parti de la sociologa y la antropologa.75

    70 Alberto Arellano Ros. Poder Judicial y cambio institucional en Jalisco. Conflicto y acuerdo en la reforma poltica de 1997. Zapopan: El Colegio de Jalisco, 2008.

    71 Alicia Gmez. Transparencia, democracia y cambio institucional en Jalisco. Estudios Jaliscienses. Za-popan, El Colegio de Jalisco, nm. 70, noviembre de 2007, pp. 6-20.

    72 Mencin especial merece el nmero 86 de la revista Estudios Jaliscienses bajo el ttulo temtico de Po-ltica y partidos. Rene cuatro artculos y analiza los partidos polticos, su proceso incipiente de insti-tucionalizacin, la relacin con otros actores y su desenvolvimiento en el marco poltico-institucional establecido.

    73 Nancy Garca Vzquez. Sin masa y sin crtica. La legislacin y las polticas pblicas de equidad de gnero en Jalisco. Alberto Arellano Ros et al. Del discurso a la prctica: cuatro estudios acerca de la adminis-tracin publica en Jalisco. Zapopan: El Colegio de Jalisco, 2010, pp. 97-127. Esta autora tiene otro trabajo en esta lnea para la Cmara de Diputados. Nancy Garca Vzquez. Legislar para todas. Mujeres en la cmara de diputados (1997-2003). Zapopan: El Colegio de Jalisco, 2009.

    74 Alberto Arellano Ros. La estructura poltica de la justicia. Zapopan: El Colegio de Jalisco, 2011.75 Jos de Jess Gmez Valle quiz considere la accin colectiva, y por lo tanto se inscriba ms en una

    perspectiva politolgica, desde la ptica de Olson al visualizarlos como grupos de inters y su lobby

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    El estudio de la poltica. Rutas, temas, enfoques y perspectivas

    los moVimientos sociAles y lA Accin colectiVA

    Para comenzar, se debe decir que los fenmenos de los movimientos socia-les (ya sea anteriores o recientes) son un campo que ha interesado mucho a la comunidad acadmica de Jalisco. Con el estudio y seguimiento de los movimientos sociales, los investigadores han manifestado y sustentado una posicin crtica ante el poder poltico para marcar su autonoma, e incluso confrontarlo. La comunidad acadmica de Jalisco tiene, as cimentada, un co-nocimiento profundo respecto de estos temas, y trazar las investigaciones de esta ruta implicara hacer otro estado del arte en s.

    No obstante, conviene tomar en cuenta un trabajo que coordin Jorge Durand y que aborda el baluarte terico y el liderazgo de la comunidad aca-dmica local. La obra puede ser vista como un libro de texto que introduce estos tpicos y se integra por siete trabajos. En el primero, Jorge Alonso hace un balance terico-metodolgico en la investigacin y anlisis de los movi-mientos sociales. Le sigue Francisco Zapata, quien reflexiona la formacin de la accin colectiva en el nuevo modelo de desarrollo. En el tercero, Sergio Zermeo cuestiona el modelo de desarrollo cientfico y los movimientos so-ciales. En el cuarto, Emilio Duhauque, a partir de