1: Introducción a la Ordenación Forestal fileCuaderno 1: Introducción a la Ordenación Forestal....

7
Cuaderno 1: Introducción a la Ordenación Forestal. Pablo cruz 1 https://independent.academia.edu/PabloCruz117 [email protected] +56 99 5380567 Pablo.cruz12 Cuaderno 1: Introducción Introducción a la Ordenación Forestal Los usos del bosque han sido tratados largamente en la historia forestal del mundo, y seguramente la más elaborada ha sido su aprovechamiento maderero. Hoy es posible cubicar árboles, medir densidades de las poblaciones y comunidades forestales, estimar sus crecimientos y la relación de su crecimiento con las aptitudes del lugar en que crecen, entre otras más. En este vasto conjunto de técnicas se encuentra la ordenación de bosques. Sin embargo, como es frecuente cuando las técnicas tienen un dinamismo acelerado, es probable la confusión al momento de definirla, con conceptos como el manejo forestal, la silvicultura y otras, debido posiblemente a que, para la planificación del uso de un bosque, se requiere construir Planes normados por Ley, y que son definidos en los cuerpos normativos como “Plan de Manejo” o “Plan de Ordenación Forestal” u otras. Evidentemente, los permisos legales tienen una concepción que no es puramente técnica, sino que la consideración de múltiples materias, algunas de ellas incluso que nada tienen que ver con las técnicas forestales. Una que es común a la mayoría de los países, por ejemplo, es la obligación es demostrar legalmente la propiedad de bosque. En este contexto, se corre el riesgo de perder la verdadera esencia de los conceptos originales, cuando se quiere definir “manejo” a partir de un Plan de Manejo, y Ordenación, a partir de un “Plan de Ordenación de Montes”. Así, en este escrito, se hará un esfuerzo en diferenciar claramente cuales son los aspectos centrales del tema, y señalar cuando alguna técnica mencionada sólo es información necesaria para el proceso, pero que no forma parte del concepto. Rendimiento sostenido Posiblemente la mayor carencia que actualmente tiene la gestión de los bosques en Chile es su falta de rendimiento sostenido, no obstante las abundantes citas a estas dos palabras. Explicar esta trayectoria de gestión en Chile es complejo por la tendencia de asumir que los hechos están registrados exclusivamente en el Plan de manejo Forestal que se ha exigido para el uso de los bosques, soslayando el hecho que la responsabilidad sobre el uso de los bosques recae en sus dueños. Son escasos los estudios del nivel de rendimiento sostenido en la historia de presentaciones de planes de manejo, y menos de experiencias privadas que se hayan ejecutado al margen del plan de manejo, es decir, bajo el supuesto que se ejecutó una gestión bajo rendimiento sostenido en alguna propiedad privada y que no fue plasmada en el permiso oficial requerido, el PM. No obstante, no se puede evadir el hecho que las acciones privadas siempre estarán determinadas por los límites de la normativa que se impone, y en este sentido, si el instrumento de PM no obliga a implementar rendimiento sostenido, nada garantiza que los dueños de bosque lo agregarán adicionalmente. Una tercera causa de la carencia de rendimiento sostenido, proviene de la formación universitaria. La compartimentalización de las materias hace difícil entregar un concepto que, para su comprensión y el aprendizaje de cómo implementar, obliga a aplicar sinérgicamente conceptos de economía, silvicultura, inventario, cartografía y otros, vale decir, constituye la compilación de las mayorías de las materias del estudio de ingeniería forestal. Discusión del concepto Rendimiento sostenido es una forma de usar un recurso renovable, de manera que la tasa de uso se equilibra con su crecimiento, permitiendo así un flujo de extracción permanente. La aplicación de rendimiento sostenido, así descrito, requiere cuidar dos aspectos técnicos básicos: la primera es la forma de extracción, que impediría deteriorar la capacidad productiva del recurso; la segunda es la magnitud de extracción en el tiempo (tasa) que debiera ser equivalente al crecimiento o renovación del recurso.

Transcript of 1: Introducción a la Ordenación Forestal fileCuaderno 1: Introducción a la Ordenación Forestal....

Cuaderno 1: Introducción a la Ordenación Forestal. Pablo cruz

1 https://independent.academia.edu/PabloCruz117 [email protected] +56 99 5380567 Pablo.cruz12

Cuaderno 1: Introducción

Introducción a la Ordenación Forestal Los usos del bosque han sido tratados largamente en la historia forestal del mundo, y seguramente la más elaborada ha

sido su aprovechamiento maderero. Hoy es posible cubicar árboles, medir densidades de las poblaciones y comunidades

forestales, estimar sus crecimientos y la relación de su crecimiento con las aptitudes del lugar en que crecen, entre otras

más.

En este vasto conjunto de técnicas se encuentra la

ordenación de bosques. Sin embargo, como es frecuente

cuando las técnicas tienen un dinamismo acelerado, es

probable la confusión al momento de definirla, con

conceptos como el manejo forestal, la silvicultura y otras,

debido posiblemente a que, para la planificación del uso

de un bosque, se requiere construir Planes normados por

Ley, y que son definidos en los cuerpos normativos como

“Plan de Manejo” o “Plan de Ordenación Forestal” u otras.

Evidentemente, los permisos legales tienen una

concepción que no es puramente técnica, sino que la

consideración de múltiples materias, algunas de ellas

incluso que nada tienen que ver con las técnicas forestales.

Una que es común a la mayoría de los países, por ejemplo,

es la obligación es demostrar legalmente la propiedad de

bosque. En este contexto, se corre el riesgo de perder la

verdadera esencia de los conceptos originales, cuando se

quiere definir “manejo” a partir de un Plan de Manejo, y

Ordenación, a partir de un “Plan de Ordenación de

Montes”.

Así, en este escrito, se hará un esfuerzo en diferenciar

claramente cuales son los aspectos centrales del tema, y

señalar cuando alguna técnica mencionada sólo es

información necesaria para el proceso, pero que no forma

parte del concepto.

Rendimiento sostenido

Posiblemente la mayor carencia que actualmente tiene

la gestión de los bosques en Chile es su falta de

rendimiento sostenido, no obstante las abundantes citas a

estas dos palabras. Explicar esta trayectoria de gestión en

Chile es complejo por la tendencia de asumir que los

hechos están registrados exclusivamente en el Plan de

manejo Forestal que se ha exigido para el uso de los

bosques, soslayando el hecho que la responsabilidad sobre

el uso de los bosques recae en sus dueños. Son escasos los

estudios del nivel de rendimiento sostenido en la historia

de presentaciones de planes de manejo, y menos de

experiencias privadas que se hayan ejecutado al margen

del plan de manejo, es decir, bajo el supuesto que se

ejecutó una gestión bajo rendimiento sostenido en alguna

propiedad privada y que no fue plasmada en el permiso

oficial requerido, el PM. No obstante, no se puede evadir el

hecho que las acciones privadas siempre estarán

determinadas por los límites de la normativa que se

impone, y en este sentido, si el instrumento de PM no

obliga a implementar rendimiento sostenido, nada

garantiza que los dueños de bosque lo agregarán

adicionalmente. Una tercera causa de la carencia de

rendimiento sostenido, proviene de la formación

universitaria. La compartimentalización de las materias

hace difícil entregar un concepto que, para su comprensión

y el aprendizaje de cómo implementar, obliga a aplicar

sinérgicamente conceptos de economía, silvicultura,

inventario, cartografía y otros, vale decir, constituye la

compilación de las mayorías de las materias del estudio de

ingeniería forestal.

Discusión del concepto

Rendimiento sostenido es una forma de usar un recurso

renovable, de manera que la tasa de uso se equilibra con

su crecimiento, permitiendo así un flujo de extracción

permanente. La aplicación de rendimiento sostenido, así

descrito, requiere cuidar dos aspectos técnicos básicos: la

primera es la forma de extracción, que impediría deteriorar

la capacidad productiva del recurso; la segunda es la

magnitud de extracción en el tiempo (tasa) que debiera ser

equivalente al crecimiento o renovación del recurso.

Cuaderno 1: Introducción a la Ordenación Forestal. Pablo cruz

2 https://independent.academia.edu/PabloCruz117 [email protected] +56 99 5380567 Pablo.cruz12

Método de extracción y magnitud para un bosque en

particular son vastos temas de las ciencias forestales, dado

que los bosques en el mundo tienen diversas

configuraciones de composición de especies, cada una con

sus propias fases de desarrollo y que, al combinarse en un

bosque, generan dinámicas que a la escala de tiempo

humana, cuesta imaginar.

Aplicación

Si se considera un capital “k” que crece y que se desea

usar bajo rendimiento sostenido, es necesario determinar

en un plazo de tiempo el monto de su crecimiento “i”.

Entonces, si cada período o año es extraído sólo el

beneficio, entonces el sistema generará un beneficio

infinito del tamaño de “i”.

Contexto caso Forestal

Aplicando el concepto a una unidad de bosque

esquemática como la de la figura 2, en el momento inicial

de su evaluación, su existencia es en realidad una suma de

capital productivo “k” más el crecimiento de ese capital “i”.

Un clásico patrimonio forestal dispuesto para ser usado

bajo rendimiento sostenido se vería como el de la figura 3,

con toda la diversidad de estados de desarrollos,

composiciones y condiciones de sitio que ofrece la imagen.

El esquema de interés sobre el capital sigue siendo válido

en este caso, y el capital “k” total es una composición de

tantos ki como unidades homogéneas o rodales tenga el

bosque, y de la misma forma, el “i” resultante será la

sumatoria de los crecimientos ii de cada ki.

Figura 2: Esquema de distribución de K e i en un patrimonio forestal.

Figura 1. Esquema de un sistema basado en interés simple en que cada período se extrae el

interés “i”. Interés sobre el capital.

Ex

iste

nci

as A

ño

0

Pro

d. A

nu

al

i

Bas

e pro

du

ctiv

a K

=

Cuaderno 1: Introducción a la Ordenación Forestal. Pablo cruz

3 https://independent.academia.edu/PabloCruz117 [email protected] +56 99 5380567 Pablo.cruz12

Un principio básico de establecer es que el rendimiento

sostenido forestal no debe y no puede determinarse como

una sola intervención en el tiempo, cuando por definición

implica flujos en el tiempo, así como tampoco puede

aplicarse a una parcialidad del bosque o un solo rodal. Esta

afirmación requiere mayor detalle.

Rodal: Unidad mínima de gestión

Un rodal es una unidad básica homogénea de bosque

respecto de composición estructura y origen, sobre la que

se define una actividad silvícola, más específicamente el

tipo de actividad silvícola que requiere, en qué momento y

su crecimiento (figura 3). Si se analizan las múltiples

posibilidades que otorga la silvicultura, es fácil entender

que la vida del rodal dependerá en primer término de si su

composición está definida por especies tolerantes o

intolerantes.

Rodal (stand): Corresponde a una unidad de bosque que por su homogeneidad de estructura composición y origen es posible asignarle la misma actividad silvícola (Vita, 1996; Serrada, 2008), dado que es la “célula” más elemental de la gestión y es la base de la caracterización, ambiental, dasométrica (Vita, 1996). En este sentido y para efectos de la ordenación forestal, es una unidad operativa básica. La planificación bajo rendimiento sostenido deberá contar con las propuestas silvícolas, los potenciales rendimientos, urgencias silvícolas y otros aspectos relativos que impone cada rodal por sus características de composición estructura y origen. Así descritos, los rodales son las unidades básicas sobre las que se asignan las decisiones de la ordenación para el tiempo y el espacio.

Chile, posee una definición legal que indica “agrupación de árboles que, ocupando una superficie de terrenos determinada, es suficientemente uniforme en especies, edad, calidad o estado, lo cual permite distinguirlo del arbolado

contiguo” (Ministerio de Agricultura, 2001). Si bien las

legislaciones en general no constituyen un instrumento de conocimientos técnicos, la definición carece de algunos aspectos relevantes. En primer lugar, un rodal es una unidad temporal por el hecho que se define por la vegetación y una actividad silvícola relacionada con su condición en ese instante (de la Hoz, y otros, 2004). Por otra parte, la determinación en terreno puede ser compleja a veces respecto de, por ejemplo, la superficie, que si bien algunos autores recomiendan superficies mínimas de una hectárea (González, Piqué, & Vericat, 2006)es frecuente en Chile la presencia de grandes extensiones con estructura, composición y origen similar, como es el caso de los bosques de Lenga de la zona sur del país en que puede ser recomendable rodalizar a partir de áreas homogéneas respecto de factores físicos (Cruz, Honeyman, & Caballero, 2005), o el caso de los bosques mediterráneo alterados, en

que se recomienda matizar la definición y circunscribir en grandes rodales manchas de bosque cuyo rasgo común es su heterogeneidad derivada de los impactos antrópicos que lo han desestructurado, y en consecuencia, puede decidirse aplicar una actividad de restauración que justifica mantenerlos como una unidad de gestión básica. Una recomendación en el contexto de OF, es considerar en estos casos que, dada la obligatoriedad de analizar todo el patrimonio, se deberá visitar y hacer propuesta para cada rodal que se construya, y al detallar en exceso la heterogeneidad, se generará una cantidad de rodales que haga inviable el costeo de la evaluación en terreno. González, et al (2005) proponen interesantes criterios para el establecimiento de los rodales para el área de ordenación. Es relevante la discusión de la definición de rodal para el caso de Chile debido a que la evolución de los métodos de Ordenación en Europa actualmente fija como unos de los métodos más modernos el de Ordenación por Rodales, teniendo en consecuencia, las mayores simetrías con los conceptos técnicos regularmente usados en el país. El detalle operativo de ello se abordará en capítulos posteriores.

Bosquete: Área incluida dentro de rodales que suele ser menor a 0,5 hectáreas y pueden usarse en la aplicación de algunos métodos silvícolas.

No es posible establecer rendimiento sostenido sobre

un solo rodal, como se describe en la figura 1, dado que

silvícolamente, en un rodal los plazos de extracción se

determinan por su dinámica, que a su vez depende de su

composición.

Si se analiza, por ejemplo, la silvicultura que requiere un

rodal compuesto de especies de fuerte intolerancia, o

esciófilas, como las del cuadro 1 (Cruz & Bascuñán, 2014),

es posible constatar que los flujos de madera resultantes

de aplicar todo el esquema silvícola propuesto a un rodal

son extremadamente heterogéneos en el tiempo que

duraría su rotación, 70 años en este caso, tanto en su

cantidad como en el tipo de productos. En coihue durante

los primeros 19 años se deberían hacer tres intervenciones

todas sin productos de valor, a diferencia de las que se

realizarían desde ese año en adelante con grandes

volúmenes y diámetros cada vez mayores. Es importante

destacar que un esquema silvícola como el indicado se

construye basándose en la dinámica propia de bosques del

tipo, y representan la mejor manera de usar el crecimiento

y densidad del bosque. Este análisis explica la diferencia

que tienen los conceptos de silvicultura y ordenación:

Silvicultura se aplica a rodal como unidad básica de manejo

bajo rendimiento sostenido, y ordenación se aplica al

bosque completo, vale decir la sumatoria de rodales, cada

uno con su propuesta silvícola.

Cuaderno 1: Introducción a la Ordenación Forestal. Pablo cruz

4 https://independent.academia.edu/PabloCruz117 [email protected] +56 99 5380567 Pablo.cruz12

Bosques multietáneos en cambio (figura 3), y que deben

ser tratados con cortas selectivas, podrían producir montos

de madera similares en cada entresaca y de calidades

similares, acercándose al objetivo de rendimiento

sostenido. Pero los ciclos podrían ser regulares en torno a

10 o 15 años y no menos, extremadamente largos para la

escala humana ideal que se busca con el rendimiento

sostenido. Además las extracciones serían relativamente

similares siempre que el rodal estuviera bien conservado,

situación cada vez más escasa.

Concepto de ordenación forestal

Entendiendo que la planificación bajo rendimiento

sostenido se aplica a un conjunto de rodales, cada uno con

su propia posibilidad de extracción, la que a su vez deriva

de la silvicultura adecuada que requiere, la ordenación

forestal es la proposición de una serie de intervenciones

1 Cuando se habla de madera, entiéndase todos aquellos productos

provenientes de los tallos leñosos, vale decir, fibras, leñas, maderas de

calidad

para cada año en rodales escogidos, de manera que la

suma de extracciones de un período, sea similar a las

siguientes (grupos de rodales y sus extracciones para el

siguiente periodo).

La ordenación forestal es un instrumento de

planificación que permite el uso del bosque cuando se

persiguen los siguientes objetivos:

i) Aprovechamiento extractivo de productos del

bosque. Aunque normalmente es la madera1, podría

aplicarse para otros productos vegetales.

ii) Rendimiento sostenido, o producción constante

para cada período de planificación sin horizonte de

tiempo. Puede considerarse que el volumen de

madera extraído sea estable, o bien que el resultado

financiero sea estable. Una extrapolación, también

podría ser que la capacidad productiva dedicada al

predio sea constante. En este caso, se podría

Cuadro 1: Esquema Silvícola para bosques de Coihue en la XI región (Cruz y Bascuñan, 2014).

Años

Edad (años)

DAP Clase (cm)

V ha-1 (m3)

Intervención

Densidad

árboles ha-1

Inicial Final Extracción

1 23 5 135 Clareo 1 20.542 10.400 58

9 31 8 168 Clareo 2 9.693 5.500 63

19 41 12 244 Raleo 1 5.024 2.750 99

30 52 18 320 Raleo 2 2.487 1.400 126

43 65 28 431 Raleo 3 1.241 700 172

59 81 44 592 Raleo 4 602 340 239

Figura 3: Distribución de especies en boques multietáneos

Cuaderno 1: Introducción a la Ordenación Forestal. Pablo cruz

5 https://independent.academia.edu/PabloCruz117 [email protected] +56 99 5380567 Pablo.cruz12

plantear que el requerimiento de la mano de obra

fuera constante o el uso de la maquinaria. Un

aspecto importante de mencionar respecto de un

rendimiento constante de la capacidad productiva

es que es perfectamente factible establecer un ritmo

de extracción que mantenga dicha capacidad a

máxima producción, pero, la determinación de ese

máximo siempre estará establecido por el bosque, y

no por la capacidad financiera de comprar un

determinado tamaño de máquina. En otras palabras,

el bosque dictará el tamaño de la maquinaria y el

número máximo de trabajadores funcionando a

plena carga, porque otra forma, decir un exceso de

capacidad, por ejemplo, destruirá el bosque, y una

capacidad menor subutilizará el recurso.

Cuando se indica no definir un horizonte de

planificación, en el fondo se puede entender como “el

bosque siempre exista con la calidad que se encontró o

mejor”. Sin embargo, para todos es conocido que las

actuales condiciones de cambio de los climas globales,

podría significar que ello ya no sea posible en nuestro

tiempo. A pesar de las incógnitas que es necesario resolver

respecto de los efectos de este cambio en los bosques,

para esta publicación se hará abstracción del problema del

cambio climático global.

iii) Mantenimiento de la capacidad productiva del

bosque. Nótese que el Rendimiento sostenido

descrito, aparentemente obliga a mantener la

capacidad productiva. Sin embargo, cuando se habla

de capacidad productiva también es necesario

referirse al análisis del potencial mejoramiento del

bosque actual para mejores rendimientos futuros, lo

que puede ocurrir frecuentemente si los bosques han

sido intervenidos sin técnicas. Un ejemplo, puede ser

la abundante superficie de bosques en estados

juveniles y simplificados, a consecuencia de incendios

periódicos o antiguos usos agrícolas o ganaderos. En

estos casos se podría aspirar a acercarse a las

condiciones originales en lo posible, si ello mejora la

capacidad futura de producción2.

La escala de operación, o la superficie boscosa, es

determinante en la efectividad y economía de aplicar

criterios de ordenación forestal para lograr los objetivos

descritos. Si el área involucra una o dos hectáreas de

bosque, el sentido común y serias observaciones de cómo

crece el bosque, sumadas a buena silvicultura bastarían

para generar una producción permanente y no destructiva

2 Estos tres principios u objetivos de la ordenación han sido enunciados

largamente en la historia de publicaciones relativas a esta materia y se

del recurso. El desarrollo de un Plan de Ordenación en este

caso, sería una sobredimensión de la técnica y

probablemente los costos operativos de su confección no

podrían ser solventados con los resultados de su ejecución.

Es frecuente que interesados en el tema se cuestionen

cuál sería la superficie mínima en que funcionaría la OF, y

no existe una respuesta, porque simplemente depende de

la relación beneficio/costo que tenga el negocio, de la

misma forma que un Panadero debe evaluar en qué

momento compraría batidoras computarizadas para dejar

sus antiguas máquinas mecánicas. Sin embargo y en forma

muy general, algunas pautas para evaluar la decisión de

aplicar ordenación forestal podrían ser:

La superficie boscosa tiene suficiente superficie como

para que existan diferentes estados de desarrollo de un

mismo tipo de bosque (Bosques puros de crecimiento

secundario, y que pueden presentar zonas en monte bravo,

otras en latizal y otras en fustal).

• La superficie contiene diferentes tipos de bosques.

(Bosques puros de especies intolerantes, junto a otras

zonas con bosques mixtos de estructura multietánea, por

ejemplo).

• La superficie del bosque es lo suficientemente

grande como para que las diferencias de sitio forestal

(Estación), generen superficies con crecimientos

diferenciados para cada una de las especies.

• La combinación de las situaciones anteriores.

El aumento en la escala de operación, en la mayoría de

los casos irá incorporando la complejidad de las

situaciones indicadas, lo que permite resumir que la

decisión de gestionar un área con bosque usando

ordenación tiene una directa relación con la escala del

patrimonio.

Las herramientas de la ordenación

forestal

Supóngase la existencia de una propiedad de 500

hectáreas que recorre un valle, la ladera de una montaña y

termina en su cima. En esta fisiografía existen tres tipos de

bosques, los de fondo del valle, que serán mixtos de

especies tolerantes, la media ladera tendrá un bosque puro

de una latifoliada de crecimiento rápido, y en la parte más

han modernizado y contextualizado frecuentemente, pero su esencia no

ha cambiado hasta estos días. (Vease: (Mackay, 1944; Duboupieu, 1993;

Madrigal, 1995; González, Piqué, & Vericat, 2006; de la Hoz, y otros, 2004)

Cuaderno 1: Introducción a la Ordenación Forestal. Pablo cruz

6 https://independent.academia.edu/PabloCruz117 [email protected] +56 99 5380567 Pablo.cruz12

alta existirá la misma latifoliada, pero con un crecimiento

mucho menor debido a las condiciones de la cima.

No obstante lo anterior, no puede dejar de considerarse

la perspectiva de la planificación pública y cómo se facilita

su desarrollo cuando los privados, y los bosques públicos

de un área administrativa (comuna, provincia o región por

ejemplo) han presentado un plan de ordenación. En efecto,

si el administrador recoge y organiza dicha información en

sistemas de información geomática, es posible conocer,

entre otras: necesidades de incentivos por periodo; oferta

potencial del territorio y tipos de productos; sistemas de

fiscalización temprana; focalización de inversiones en

infraestructura pública. Si las solicitudes, llámese permisos

de corta o Plan de manejo por rodales, no permite ninguna

de estas ventajas.

Ello, porque si se conoce la correcta silvicultura posible

de aplicar a cada una de las situaciones, entonces una

opción podría ser la intervención de las 500 hectáreas en

uno o dos años. Los dos efectos principales de tal opción

serían:

a) Un considerable volumen extraído y posiblemente

importante monto de renta por su venta. Dado que se

aplicó la silvicultura de forma correcta3, las tres condiciones

comenzarían a recuperarse o regenerarse, según sea el

caso, y en unos años habrían acumulado nuevo volumen o

tal vez mejor que el inicial.

b) la actividad forestal en esa propiedad, cesaría por un

período que, en el mejor de los casos sería por unos 10

años, mientras se espera la reposición del “capital”

extraído.

La opción descrita, no cumple con el segundo objetivo

de “rendimiento sostenido” (ii)), y dado que la situación es

una escena, en muchos bosques del mundo, la

consecuencia es conocida: no existen propietarios que

estén dispuestos a mantener y proteger el bosque mientras

se recupera, por muy alto que haya sido el ingreso de la

cosecha. Por tanto, la zona no ofrecerá trabajo, no

soportaría el mantenimiento de maquinaria forestal, y el

bosque debería sortear un conjunto de riesgos, que serán

presentados en el capítulo siguiente.

La decisión de buscar un rendimiento sostenido en la

utilización, evidentemente redundará en descartar la

extracción de “todo lo silvícolamente posible. La solución

será la intervención de una superficie menor y

probablemente fija para cada año, o período de

3 Evidentemente que también para el caso se requirió de inventarios

forestales, planificación de caminos y ejecución de cosechas y madereos.

planificación, que permita una dosificación de la extracción

en el tiempo.

Pero si esa superficie, menor al total, se definiera en

forma arbitraria, aun podría ser exagerada, y el

agotamiento ocurriría en unos años al futuro, o bien

reducida al punto de perder opciones de negocios y

mantener un stock innecesariamente en el bosque.

Entonces, buscar la justa superficie de intervención

requerirá de análisis, el que es parte de la ordenación

forestal.

Por otra parte, la capacidad productiva del recurso en el

futuro dependerá de las alteraciones que le provoquen las

actividades silvícolas del presente. Si se ha decidido la

producción permanente en el tiempo, sería deseable que

todos los períodos existiera el mayor número de pies de

alta calidad posible listos para cosechar, dado su alto

rendimiento económico (explotación en el presente). Si no

hay horizonte de planificación (no hay límite temporal), en

cada cosecha actual se estará regenerando los pies que se

cosecharán en el futuro, lo que significa que la cantidad de

árboles maduros, y las zonas en regeneración son una

constante para el área y para cada período. Se agrega,

entonces una segunda condición deseable de conocer: el

número de árboles a cosechar, o su equivalente en

superficie máxima y mínima, para mantener la producción

de maderas de calidad en forma permanente.

No obstante, la capacidad productiva también depende

de la condición que posee el bosque al momento de iniciar

la planificación. Si el bosque en su mayoría está en una

condición de madurez en su totalidad, la aplicación de la

“cosecha constante de sólo una parte de la superficie”, las

últimas zonas cosechadas estarían en una condición de

sobremadurez y pérdida de valor. Si, en cambio, no tuviera

árboles maduros para la cosecha, no sería posible aplicar la

porción de superficie de cosecha/regeneración

determinada. Es razonable pensar, entonces que existe una

distribución de edades ideal (traducida a superficies con

bosques de diferentes edades), que permita una cosecha

constante todos los años, con la que se pueda obtener la

máxima rentabilidad en el uso del bosque. Así, existe una

tercera condición, llamada equilibrio de producción o

equilibrio de clases de edades, que no es más que saber en

qué proporción deberían estar los árboles en cuanto a su

edad, para que todos los años algunos lleguen a la

madurez. El equilibrio de producción, además de

diagnosticar “lo ordenado que está el bosque original”,

permite evaluar cómo mejorar el equilibrio futuro a partir

de aplicaciones silvícolas que se realizan en el presente. En

Nótese que el conjunto de técnicas que concurren a esta utilización del

recurso, llamada también “manejo forestal”, no contiene la ordenación

Cuaderno 1: Introducción a la Ordenación Forestal. Pablo cruz

7 https://independent.academia.edu/PabloCruz117 [email protected] +56 99 5380567 Pablo.cruz12

general los bosques sin intervención tienden a tener una

distribución cercana a lo ideal, y bosques alterados en

contraposición, una mala distribución de clases (Cruz, Solís,

Díaz, Rojas, & Ramos, 2001; Rivera, Rudlof, & Cruz, 2002;

Cruz, Honeyman, & Caballero, 2005).

Bibliografía

Cruz, P., & Bascuñán, A. (2014). Construcción de un esquema

silvícola para. Bosque, 35(2), 217-227.

Cruz, P., Honeyman, P., & Caballero, C. (2005). Propuesta

metodológica de Ordenación Forestal, aplicación a

bosques de lenga de la XI Región. Bosque, 2(26), 57-70.

Cruz, P., Solís, R., Díaz, S., Rojas, A., & Ramos, F. (2001). Plan de

Ordenación Forestal. Primera versión para la ordenación

del area de plantaciones. CONAF. Corporación Nacional

Forestal.

de la Hoz, F., Oliet, J., Abellanas, B., Cuadros, S., Fernandez, P., &

Zamora, R. (2004). Manual de Ordenación de montes de

Andalucía. Cadiz: Junta de Andalucía.

Duboupieu, J. (1993). Manual de Ordenación de Montes. (A.

Prieto, & L. Manuel, Trads.) Madrid: Paraninfo.

González, J. (2005). Introducción a la Selvicultura General.

Ponferrada: Universidad de León.

González, J., Piqué, M., & Vericat, P. (2006). Manual de ordenación

por rodales. Cataluña: Centro Tecnológico Forestal de

Cataluña.

Mackay, E. (1944). Fundamentos y métodos de la ordenación de

montes. Madrid: Esc. Esp. de ingenieros de Montes.

Madrigal, A. (1995). Ordenación de Montes Arbolados. Lérida:

ICONA.

Ministerio de Agricultura. (2001). Reglamento del Decreto Ley n°

193. Decreto Ley n° 701. Santiago: Minagri.

Rivera, H., Rudlof, A., & Cruz, P. (2002). Plan de Ordenación de la

Reserva Nacional Valdivia. Santiago: CONAF/GTZ.

Serrada, R. (2008). Apuntes de selvicultura. Madrid: Universidad

Politécnica de Madrid.

Vita, A. (1996). Los tratamientos silviculturales. Santiago:

Universidad de Chile.