1. La Ciudad Oscuro y Contradictorio

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CONTEMPORANEA

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1. LA CIUDAD: OSCURO Y CONTRADICTORIOOBJETO DE DESEOLa hUlda de la ciudadHace aproxImadamente treinta y CInco aos, InICIando La czu-dad en la historIa, Lewls Mumford se preguntaba si las "las nece-SIdades y los deseos que han movIdo a los hombres a VIVH encmdades pueden recuperar, en un nIvel an ms elevado, rodalo que Jerusaln, Atenas o FlorenCIa otrora pareCIeron prome-ter" 'Se preguntaba Mumford tambin SI, por el contrano, elhombre defil11do por l como "post-hlstnco" no habra sen-tIdo ya necesIdad de la cmdad. Y preCIsamente Mumford, ena-'morado por excelencIa de la cmdad de la gente, hecha por ypara la gente. es qUlen antICIpa de alguna manera las hIpte-SIS y las profecas de gran xito en los ltImos aos. concer-nientes a la crIsis InCipIente de la cIudad.En diferentes verSlQnes y desde distllltos puntos de vIsta,culturales e IdeolgIcos, las reoras sobre el fin de la cmdadhan tenIdo todas una gran audienCIa a partIr de los aos ochen-ta. Los daros demogrficos. unvocos y comunes a todos losgrandes pases llldusrnalizados, sealando una constante pr-dida de poblacin por parte de las grandes cmdades han decre-tado el final de aquel proceso de urbal11zacin que desde almenos dos sIglos pareca irreversible y connatural a la mismamodernIzacin. La hUlda de la cmdad ha sIdo consIderada,tambin en el sentldo comn, el pnnClplO del fin de laVICISItud de la clUdad, comenzada hace trelOta sIglos con elnaCImIento de las pnmeras grandes ClvilizaclOnes urbanas del,Medio Onente. Aplastada por difundidas y macroscpIcaspatologas y por el creClente deseo de la gente de una vIdameor, la Cludad ha sIdo pnmero abandonada por una partede su poblacIn y despus declarada moribunda por los espe-,(lalistas. Hasta algunos de los enamorados a ultranza de la CIU-dad han confirmado su proplO ligamen con la metrpolis, atn-buyndole nuevas mOtlvaClOnes con el pnvileglO de poder serlos testIgos directos del fin de una poca hlstnca y con la OSQ1-fa fasCInacin que ejerce cualquIer gran catstrofe. El sndro-me del pasaero del Titanlc, fasclOado por el xtasIs de un finalglorlOso, ha Impactado a un buen nmero de neoyorqulOos definales de los aos setenta. Ha SIdo una de las manifestaclO-nes extremas de una extendida postura de escepticismo conrespecto a las posibilidades de la metrpolis de recuperarse deuna CtiSIS finanCIera, consIderada irreversible, y de la reaccincolectlva allOtolerable empeoramIentO de la calidad de vIdaque ha aumentado en Incrementos y rltmos exponencIales. La, cmdad pareca haber agotado su empue ll1novador y haberperdido la capaCldad de relOVelltarse, opnmlda tambin poraquella que pareca una cnSlS estructural de proyecto y por lacreCIente Indiferencia de operadores econmICOS, profeSlOna-les, intelectuales, sectores urbanos por excelencia, que eran los" pnmeros en abandonarla.La CIvilizacin urbana, luego de haber tnunfado y de haberi transformado de hecho todo el mundo en cmdad, pareca pr-; Xlma a su fin tambin por las posibilidades ofreCldas por las, nuevas tecnologas, capaces de liberar a los hombres de los, vnculos espaciales, introducindolos en las autopistas elec-trnIcas. La VIsin apocalptICa de la muerte de la cmdad hadado la impresin de prevalecer tan1bin graClas a los erroresy a los abusos comendos, en nombre del creCln11ento a toda, costa, frente a una realidad complep y frgil como la cmdad.Las prevlSlones sobre la disolucin de la CIudad y sobre lactIsis de la civilizacin urbana, en su forma conoClda, no se hancumplido. En el mOlnento de su CflSlS ms Intensa, la Cludadparece haber encontrado nuevamente la antIgua capacidad decj.. relnventarse y renacer, Muchos definen esta nueva realidadurbana en formacin como la ciudad postmoderna, no por rea-les conVICCIOnes smo porque, probablemente, no hay mejormedio para describlt una sItuacin muy flUlda e mClerta quereCurnr al contraste con un pasado bIen conoCldo y definIdo.Lo que, lOdependientemente de las etIquetas, parece amplia-mente compartIdo, es que esta nueva cmdad es bIen diferentedel pasado y que marca, por el contrano, un cambIO epocal dela escena metropolitana.La difundida y ambIvalente sensacin de la muerte y del rena-CImIento de la clUdad no es fruto de lOformacIOnes lOcomple-tas o de la mezcla, por otra parte frecuente, de deseos, mIedosy realidades. sta reflea en las conClenClas lOdivlduales el nue-vo panorama urbano en el que coeXisten fenmenos que sloun cuarto de siglo atrs parecan Incompatibles entre s, comopor ejemplo, el creCImIento vertlglOoso de los suburbIOS y delas "no cmdades" y la reafirmacin de la cmdad con su centrode luces y atraccin. Hace slo VelOte aos, los socilogos des-criban las metrpolis ameflcanas V 'europeas -las "CIudades"por excelenCIa para socilogos, gegrafos y planificadores-Involucradas en una autntica lucha por la sobrevIvel1Cla parareSIStlr a la "amenaza de estrangulamIento por parte de losC-' 2. ubur bIOS" 2 y a la extendida actltud antmrbana de la clasemedia sobre todo norteamericana."SolUCIOnaremos el problema de la cmdad abandonndola" .'escriba Henry Ford en su autobIOgrafa, expresando con clan-dad una postura de hostilidad y de desconfianza con respecto ala cmdad muy popular en Estados UnIdos desde Jefferson y Jameshasta Dewey y Addams. En los mIsmos aos, SIn embargo, empe-zaban a manifesrarse los signos de una prxima revancha de laCiudad. Los hombres de negoClos, antes que los acadmicos, eranqUIenes perciban tempestIvamente las seales de una posibleInversin de esta tendencia. Los operadores inmobiliarios. antI-CIpndose a socilogos y gegrafos, anotaban -en pleno sueosuburbano- entre finales de los aos CIncuenta y los sesenta:"Hay un retorno a la cIUdad por parte de las clases ms altas dehabItantes. Se trata de gente que tIene en general 45 aos O ms,ya ha cnado sus hijos, ha alcanzado el mxImo nIve! de la ren-ta. la casa de los suburbios es demasIado grande para las nuevaseXIgenCIas, est cansada de desplazarse. Se trata de una personaque. con tal de encontrar en las zonas centrales condiclOnes deVIda adecuadas, puede ser recondUCIda a la cmdad -en grannmeto- haCIa una VIda que es Imposible de consegUIr en lossuburbIOS". La nueva tendenCIa es sobre todo cualitatIva, pues-to que, como adVIerten SIempre los operadores de! sector, "porcada diez personas que abandonan la cmdad por los suburbIOs,es posible hacer retornar gente con un poder adqUISItIVO diezveces mayor"El escenano que se ha formado en los ltImos aos ha afir-mado y desmentIdo ambas preVISIOnes. Afirmado porque se han: verificado tantO el abandono generalizado de la CIUdad como, la vuelta a la CIUdad de nueva poblacin: desmentIdo porque,, por un lado, no han ganado los suburbIOS entendidos de for-ma tradiclOnal SIno una ciudad extendida, y por otro, qUIenha regresado a la CIUdad lo ha hecho en nombre de una CIUdadque, por muchos e ImpOrtantes aspectos, es nueva con respec-to al pasado.La hUIda de la cmdad ha contInuado y se ha Intensificadoultenormente en los ltImos tIempos. Son SIempre los EstadosUnIdos qUIenes permIten percibIr, amplificada, la tendenCIa.En el momento de las eleccIOnes presIdenCIales de 1992, lamayora de la poblacin estadounIdense vIva en los suburbIOS.Por pnmera vez en trminos numricos, los USA eran puesun pas donde la CIUdad, tal cama se la define en la tradicin,pasaba a ser "mmora" Un dato Importante, no detectableobviamente en las esradsClcas electorales, es el abandono de lacmdad no slo por parte de las personas fSIcas smo tambinde las Jurdicas. QUIenes escapan de la CIUdad, en efecto, sonno slo un nmero cada vez mayor de familias empUjadas porlos costes y los peligros creCIentes de la cmdad tradicIOnal, smotambin las empresas. Se van de la metrpolis mcluso lasempresas para consegUir una mayor economa debIda a lalocalizacin y encontrar condiCIOnes ambIentales capaces deatraer V satIsfacer a empleados y clientes.Una vez abandonado el centro de la CIUdad, las empresas sehan desplazado pnmero a la perifena y despus, puesto que lascomUlllcaClO11es viajan en las aUtopistas electrnicas a la velo-CIdad de la luz, y que por lo tanto CIen millas ms o menos sonIrrelevantes, directamente al verde del campo. Las empresasestn SigUIendo a sus propIOS empleados que Viven fuera de lacmdad o se han desplazado limItndose a conectar telemtI-camente cuotas cada vez mayores de personal, buscando oca-SlOnes semanales de encuentro fSICO para no hacer perder a susempleados el clima empresanal.La distanCIa parece Irrelevante para el rrabaador que se des-plaza electrnlCanlente -the etectronzc com17Utter-, as cmuo loes para qUIen hace el teie-shoppzng, e! tefe-banking, el tele-chec-kup, o accede a la pay-per-vtew telwmon. Los cntenos de cone-xin y de accesibilidad tIenden a sustItUIr a los de distanCIa,el concepto de red se conVierte en central para redefinlr anal-tIcamente el terrItono. Parafraseando a Winsron Churchill,gluen afirm en el faInoso discurso de Inauguracin del PalaclOdel Parlamento, reconstruIdo despus de la guerra "nosotroscreaInas nuestros edif1CIOs y nuestros edificiOs nos crean a noso-tros". William Mitchell puede afitmat en un conOCIdo ensayo"nosotros cteaInoS nuestros networks y nuestros networks noscrean a nosotros" -\El xIto de un ptoceso que es slmultneamente de desurba-DIzacin y de deslocalizacin es un nuevo escenano cerntana!constltuldo por un extendido tejido urbano, tendenClalmentesm solucin de contmmdad, que envuelve cmdades grandes ypequeas, pueblos, trozos de campia y metrpolis en una Igl- .'ca de absoluta deregu/atzon. En ellDterlOr de este contznzltlm urba-no, que 01 slqmera es posible definIr resldualmente como subur-blO, brilla sm embargo nuevamente y con mayor mtensldad laluz de la Cludad, renovado centrO de gravitacin de una gala-XIa territorIal de rasgos Y pnnClpios organlzatlvoS inditos.Sera un grave error Intentar dar cuenta de las transforma-ClOnes del tejido urbano y de las nuevas formas de expenenclaurbana, como si la cmdad estuVIese constltulda slo por la cm-dad entendida en sentIdo [[adiCIOnal o como SI la hUida de laCludad estUViese ya compensada por su incrementada capaCl-dad de atraccin. La novedad del escenano urbano actual nose da nIcamente por la diferente relacin delTIogrfica entrela cmdad tradiCIOnal y el tejido urbano extendido en el cualest lnn1ersa. El prInCIpal calnblO es cualitatIvo e lnteresa tan-to a la CIudad tradiclOnal como al conttnuum urbano. Ambosmerecen el calificatlvo de nuevos: nueva es la cmdad que vuel-ve a adqumr nueva centralidad y puede, con razn, proponer-se como metfora prctICa y slmblica de la p()stmoderDldad-as como la cmdad del ochOCIentos y delnoveClentos habaSIdo la metfora de la modernldad-; nuevo es el territonametropolitano -hablar de terntono metropolitano o de cm-dad reglOnal es recluccio111sta SI bien til para dar cuenta enprunera aproxImacin de la gran transformacin-,que seraLA CIUDAD, OSCURO Y CONTRADICTORIO OBJETO DE DESEOmejor defin1r ya no como reSIduo o perifena de la Ciudad tra-diclOnal o "no cIudad". SlllO ms b1en como CIudad nueva.En los Estados UnIdos, sobre todo, y tambin en Europa, elescenaflO urbano Identificado por esta otra Cludad nueva yextendida es ya vlsible y, presumiblemente, se consolidar enel futuro prxilno extendindose tambin a orras reas comoLatInoamnca y el Pacific Rim asitlCo,Protagonistas del nuevo panoralna son las._edgecittes \ las Ctu-'dades de margen, que const1tuyen una parte conSIstente de la nue-va realidad urbana: en USA son ms de dOSCIentas y represen-tan los dos tercios del espaC10 de oficinas con respecto al totalnaclOnal. El nombre de edge elty, an slendo el ms utilizado,no da plenamente cuenta de la nueva realidad: su carcter dis-tintivo y "nuevo" no reside slo en el hecho de que stas seencuentran al "margen" de la clUdad tradiClonal smo tambinen la relacin constItutiva con las nuevas tecnologas y en ladiversldad estructural de sus modalidades orgaDlZatlvas. Lagama de las posibles denommaCIOnes utilizadas expresa bIenla novedad: Outer Citzes, Technopo/es, TeehnoburbJ, SifieonLandscapes, Postsuburbia, Metrap/ex, 100 Mi!es City. Algunos ge-'grafos, como Sop por ejemplo, son ms radicales y hablan deun "tercer espaclO" a la Baudrillard y proponen como nombreaquel fuertemente mdetermmado de Expolis. 6 Es en esta.snuevas realidades que la Idea tradiclOnal de cmdad se trans-forma. Sus lmltes fslcos -las murallas, las puertas, los cam-pos cultlvados- se disuelven y con ellos la propla Idea de lml-te y la tradiCIOnal distmcin entre dentro y fuera. Tampoco elenralzado y difundido concepto de suburblO -que presupo-ne un centro urbano SItuado de forma tradiCIOnal en la vleJaC1udad nuclear- es ya adecuado para describ1r esra nueva rea-lidad. Al norte de Baltlmore, por ejemplo, ya no hay suburblOSSIDO una verdadera nueva CIudad extendida cuyo centro esTowson; al noroeste de ChlCago los suburbIOS han desaparecldopara COnStltUlr una cmdad de margen alrededor de Shaumberg.Algunas reas merropolitanas tienen ms de una edge aly: Nue-va York tlene cuatro, Washmgton D.C. tres, PhiladelphJa dos.La relacin de la cmdad y de sus funclOnes con e! espaClo esradicalmente redefi111da en las edge ctltes. Las distanClas son eli-mmadas graClas a las redes telemtlCas y a las autoplstas e!ec-tr111cas o compnmldas por medio de los transportes tradi-clOnales de alta veloCldad. La sede central de la Sears est a caSlcuarenta millas del Loop de ChlCago. la de la Chrysler a la mlS-ma distancla del centro de Detr01t. Los bancos han dado un .salto an mayor puesto que gran parte de sus oficmas centta-les de soporte a la Citybank de Nueva York estn en SourhDakota. El vJaero que en Londres llama al nmero de aten-cin de! cliente de la Bntlsh Airways para consegUlr mforma-cin sobre los vuelos naClonales recibe Sln saberlo la respues-ta desde una cenrralita en Bombay -mgls claro y sueldosbaJos-, mientras las reservas internacionales accesibles enUSA con el nmero gratm to 800 para la cadena mternaclOnalde hoteles Best Western son enviadas, de manera mVlsible parae! cliente, a Anzona donde responden de forma lmpecable lashuspedes de la crcel femenma del Estado. 'La edge aly y sus redes se expanden a slmple vIsta no slo demanera virtual en el ciberesp~~t.O, sino tambin en el mundo fsICOde las mercancas y de las personas. El mercado pasa progresIva-mente de urbano a reglOnal, a naClonal, y finalmente a Interna-Clona!' La zona de Dartford en Kent (Gran Bretaa), consIderadatradiclOnalmente poco ms que un inhspito y deSierto paiSajelunar, se ha convertido en poco tiempo, graCIas a su red de gran-des autopIStas, M2, M20 y M25, en una de las ms Importantesedge attes bnrnlcas. All se est construyendo un shoppzng center,el Bluewater -anunClado como el ms grande de Europa- conun aparcamIento para 13.000 coches. En las IntenclOnes de lospromotores la cercana estacin de Ebbsfleet de la lnea ferrov!a-na rpida -Eurostar- que corre baJO la Mancha, pennltlr alos habItantes de Col0111a en Alema111a, alcanzar en slo dos horase! shoppzng mal! de Bluewater y hacer la compra en Gran Bretaa--donde graClas al camblO favorable los preClos son media-namente ms baJos- regresando a su casa por la noche. 8Surgldas por Implso de los especuladores como apndicesurbanos en reas donde el Costo de los terrenos era menor ymayores los factores naturales de atraccin, estas ciudades sehan afirmado graCIas al hecho de poder ofrecer algo distIntocon respecto a la metrpolis. En estas "cmdades extra urbanas"la VIda es S111 duda placenrera y presenta menos problemas queen la gran cmdad tradiclOna!. La ec!ge Ca)! ofrece verde y alrelimplO. proxlmldad a la ofic111a pu~stoque gran parte de las'empresas estn abandonando la cmdad tradiclOnal para segmra sus empleados, garantiza un lugar de trabajO rodeado por elverde, escuelas nuevas y efiCIentes, y sobre todo una comunI-dad que en general es sOClalmente homognea y est hecha aImagen y semejanza del resldenre. Esta nueva cmdad est, enefecto, constrUlda en gran parte para la cultura y las eXIgen-CIas de sus habItantes, que tIenen la sensacin no slo de poderrener "la Cludad a domIcilio"; graClas a la proXImIdad fslCa yVIrtual de todo lo que puedan necesltar, S1110 de poder tenerlatambin a su medida. Ellos pueden, en efecto, elegu todo segngusto y posibilidades econmlCas. desde el estilo de la vIvIen-da unifamiliar hasta el tIpO de veCInos. Esta caractersIlca de"resldenCla a medida" denva de las modalidades CaSI aluvlO-nales que marcan el naClmlenro de esta cmdad. 9 N o es lacmdad, en efecto. la que ha sldo "fundada", S1110 sus partes. LaCIudad extendida nace a postenOfl, como suma de partes naCI-das en momentos dist111tos, por obra de actores (promotores111mobiliarlOs) diferentes, con IntenclOnes diferentes, parapoblaclOnes (o clientes) diferentes.La condicin pnmera para la fundacin de un rea residen-cial es la eX1stenCIa de un adecuado sIstema de comunicaclO-nes, por carretera, en general, o ferrovIanas. Las artenas extraurbanas de gran comunIcacin, construIdas Inicialmente parapermltir el desplazamiento hacia la gran ciUdad, se han con-vertIdo progresIvamente en las matn streets de la nueva Ciudadextendida. Alrededor de este entramado de interconeXlOnes hansurgido partes de CiUdad diferenciadas entre s por el poderadquisitiVO de sus habitantes, por las formas arqUltect1l1casy los estilos de Vida, por la orga1l1zacin de los espaclOs y.laregulacin de los accesos a las islas residenClales. El con,eptoclave es preClsamente el de~i,~. El trm1110 no es casual pues-to que se trata de autnticas islas Integradas a distanC1a al cir-CUltO de las autopistas. Esta isla o ensenada en los fluJos de lasCOD1uDlcaciones -la iand hay-o conectada a las Infraestruc-turas y "anclada" mediante stas a un sIstema ms vasto, es launidad de base de estas parcelaclOnes. La arquitectura se sus-tituye por el Jardn como sistema de conexin-separacin. Elresultado es una CiUdad no slo extensa -the spraw! ha Sido elpnmer nombre de la CiUdad de margen- S1110 tambin seg-nentada, donde la diversIdad entre las varias unIdades no sloes fuerte y vIsible SIno que es adelns enfatIzada como pnnCl-plO organizador de la nueva cmdad.La cIudad nuevaEl camblO epocal que est dando Vida a la cmdad nueva C011-tempornea no atae slo al terntono urbanizado S1DO tambina la forma y la identidad misma de la cmdad tradiclOnal. Es, precisamente el proceso de abandono de las metrpolis el quecrea sImultneamente las edge Ctties y las condiciones para lasrransfonnaClones de las Cl~dade~existentes. stas, a partir elelos aos setenta, cambian profundamente. Con gran rapidez laeconoma de los serv1cios se lnlpone y contribuye a cambIarestructuralmente el mercado del trabajO metropolitano y elcttyscape. Cuotas cada vez mayores de poblacin son expulsa-das de los procesos productiVOs pnmero y de las reas centra-les urbanas despus. Slo en Nueva York cada ao, de diez acuarenta mil familias abandonan por desalOjO o por decisin"autnoma" sus resldenClas para alejarse de las reas nls cn-mcas. El espaclO depdo libre en la CiUdad tradiclOnal por lapoblacin y por las empresas que se han trasladado a las edgesctttes constItuye un valioso recurso para la construccin de lacmdad nueva en las formas de la cmdad tradiclOnal. La libe-racin de las vIejas reas industnales de empresas contam1-nantes, el desuso de escuelas e lndustnas, el abandono de VIe-jas zonas res1denClales, contribuyen a crear las premisas espa-Clales (y las oportunidades especulativas) para la creaCln de lacmdad nueva en la cscara fsica de aqulla tradiclOnal. En los111terSticlOS y encima de los despoJos de la Vieja cmdad, admi-1l1stradores muniClpales y agentes 111mobilianos crean la cm~dad postmoderna de la imagen, de la diferenClacin sOClal ydel espectculo. U na cmdad nueva con una poblacin tambinnueva. los VIeJOS edificlOs son rehabilitados, restaurados y lan-zados en el mercado para un pblico dotado de un capital finan-Clero y cultural adecuado a una residenCla y serViClOS de tipOsupenor. No se recuperan slo las casas 111dividualmente: sonreas enteras el objeto de las intervenclOnes de recuperacin yde puesta en valor. Es la gentrificcr/. trmmo que 111dica elrecanlblO de la poblacin de un rea lnediante la introduccinde grupos sociales superlOres atrados por Interven ClOnes derecuperacin, tanto lnmobilianas como urbanas. Para la nue- Iva poblacin que afluye se construye a medida un trozo de cm-'- El autor usa la transposicin italiana del tr01100 mgls gentrift:tlLOIt, quehemos mantenido como gentrificacin en la traduccin castellana. (N. deL T.)dad, hasta una cIUdad en mmlatura completa y confortable, conuna atmsfera parrlcular sacada del pasado o de modelos idea-les. Lo importante es que est de moda -trendy es la expre-sin cornente tambin en ltaliano- y que sobre todo tengala capaCIdad de confenr status a sus habitantes. Bares, restau-rantes, mobiliano urbano se conV1erten en elementos Impor-tantes en la construccin del nuevo entornO urbano. Los VIe-JOS edificlOs -Iofts, brownstones y rowhouses- son conservadosy hasta se enfanzan como envoltonos. Las ViejaS tipologas edi-liCias -los lofts de Nueva York son un ejemplo sobradamen,'te conoCldo- se conVIerten, oportunamente, en iconos de que-va esrilo de Vida, el urbano mfluyente.Las reas gentrificadas son constfludas como Islas de blenes-~) tar en una escena urbana a menudo reducida a un mar de fUI-nas fslCas y econmlCas. En esta bsqueda de novedad y diver-Sidad se pueden hasta cambiar los nombres de las calles. En elLower Easr Side de Nueva York, en nombre de la gentrificaciny con el obJenvo de enfatizar la diversidad del rea con respectode las colindantes -para conSUUlr una lSla-, en lugar de losnmeros se han usado letras para denominar las calles, por locual la zona entera ha Sido rebautizada Alphaber Town. En laaccin de regeneracin y relllvencin de la Cludad las luces seenCIenden para iluminar tambin los lugares tradiClonalmen-te considerados grises y opacos, los cinturones Industnales, lasreas ponuanas y las ferrOViarIas.Los lugares canmcos de la coketown: fbncas en desuso, docks,depsItos, son transformados en espaClos de entretenImIento yde Simulacin. Los ClOes mulnsalas toman el lugar de las mqUl-nas en las fbncas Inutilizadas, tIendas y restaurantes sustItU-yen las mercancas en los depSitos. El waterfront de Londres aBoston, de Gnova a Nueva York se conVierte en el corazn dela Cludad nueva, de la Cludad VIva las VeIntICuatro horas SIn Inte-rrupcin, da y noche. Mientras en la ciudad Industrial tradi-clOnalla fbnca VIva a tres turnos anulando la diferenCla entreda y noche. y la cmdad segua el ntmo natural de la luz y dela oscundad, en la merrpolis de las veinticuatro horas la rela-cin se ha InvertIdo. La CIudad se apresta a VIvir SIn Interrup-Clones mientras los nempos del trabajO y la produccin -fun-damentalmente tercIarizada- tienden a contraerse.En la ciudad nueva contempornea cambla la lglCa Inter-na de la organIzacin de los ~~paclOs, y primero Incluso, aque-lla que afecta a las modalidades del proplO creClmlento urba-,no. En los aos setenta se ha termlOado el perodo de la expan-sin urbana, cuando se opInaba que el crecimIento de la ClU-dad consista en su expansin fsica y en la creacin de nuevaJpartes segn prlOclplOs de raclOnalidad yespeClalizacin.Termmada la fase de la expansin, a partlf de los aos ochenta,la cmdad ha tomado el cammo del creClmlento a travs de la trans-formacin de lo eXistente. Ha comenzado la poca, an Vigente,de la reutilizacin y de la puesta en valor de Viejas partes de la cm-dad segn pnnClplOs diferentes de los del pasado: valotlzacin delas diverSidades. recuperacin de los restunonlOS del pasado, bs-queda del gentus loC! y de las bases espaClales de la ldenndad de loshabitantes, ligamen de lo bello con la funclOnalidad.En la lgica de la reutilizacin y de la transformacin de loeXistente, la cmdad collage, palimpsesto, Vida, bella. ha toma-do el lugar, al menos en las mtenClones de los proyecrlstas, dela CIUdad moderna, funClona!. sm adornos (no frills Clly), raclO-nal, homognea, culta. Aliado del urban plannzng dommadormcuestlOnable de las dcadas precedentes el urban destgn hatomado SIgnificativamente lugar en las aCClOnes para la crea-cin de la cmdad nueva.La nueva accin de transformacin de la CIudad valorando,excluyendo, enfatIzando, recreando, se produce construyendoun cuento y una Imagen de la ciudad -una trama o una rednarrativa- en la cual los epIsodios singulares -los llamadosoasIs urbanos- adqlueren sentido y sobre todo valor. BaJo estapresin la cmdad sedivlde y sedesdibuja. Nacen vanas cmdadescon destmos separados, y lo que estaba presente slo tenden-CIalmente en la ciudad tradicIOnal, ,~{lla CIudad contempor-nea se vuelve eV1dente y se enfatiza.'-LPor una parte est el ~,~.9_.tro presentado y vIvIdo cada vez ms como el corazn y el motorde la cmdad contempornea, entre onnca y sImulada, entreconcreta e Instrumental a la dura competenCIa en el mercadoglobal. Es la qudad del deseo que produce y soporta lmge-'0 ,nes y realidad~l'or otra parte, est la cmdad resIdual que notIene la fuerza para produCIr una imagen diferente de s mIS-ma. Es la cmdad de las perifenas y de loslpargmados, los resI-duos de la coketown sm tiempo. Es la no cmdad, o mejor dicho,la cmdad de los no lugares.La diVIsin es sanCIonada en algunos pases, Incluso por sIglasy asoclaClones. U na de ellas es TCM -town centre managemertt- 10El concepto de town centre nzanagenzent aparece por pnmera vezen Gran Bretaa en 1980 para meticar la eXlgenCla de proyec-tar y gestionar como entIdad nIca el centro urbano como fac-tor de "fuerza competltlva o de debilidad de una cmdad par-ticular" Se opma que, reforzndose, el centro urbano puedadesarrollar in1portantes y benficas ,(unCIones para la CIudaddentera y desde sta a todo el terntorio!En pnmer lugar, el cen-uo urbano puede contrarrestar la tendencIa centrfuga de la CIU-dad y de sus partes haCla la corona urbana -las edge czttes-.comp1tien~o con los nuevos polos de atraccin comerCiales yde gestin. En segundo lugar, ste constuuye el motor de lacapaCldad competltlva de la cmdad en el mercado global en loque se refiere a la atraccin de personas, empresas y capitales.En fin, el centro urbano es la base, el punto de paruda y ven-ficacin de la formacin de la Imagen de la cmdad. Puesto que,en tanto factor de creacin de la 1magen de la CIudad, el cen-tro representa a la Cludad entera, el XIto de una CIudad resi-de Justamente en la capaCldad de su centro urbano de propo-nerse como el precIpitado de los aspectos pOSltlVOS de la cm-dad entera.Si la cmdad est VIva, pues, a pesar de la m!lexin demo-grfica y de la hemorragia de empresas, esto se debe a las muta-cIones profundas que ha sufndo y que la han modificado msan de lo que la natural InerCIa de la masa urbana pueda reve-lar. La cmdad de la produccin empIeza a ser superada, aun-que lentamente, a parnr de los aos setenta.Ayer, la cmdad de la produccin 1l1dustnal era gns y opre-SIva, sustanCialmente indiferente a su prop1a ilnagen externapuesto que estaba onentada al control de sus funclOnes inter-nas. Hoy, la cmdad nueva contempornea vIve de las transac-ClOnes y de los 1l1tercamblOs SImblicos ms que de la pro-duccin de bIenes. sta se orienta haCIa el ex tenor ya las Il1ter-coneXlOnes y tIene su capItal ms valioso en la Imagen y en laatraccin. La demanda y las eXIgencias de tunstas, huspedes,curlOSOS y Visitantes -los llalnados etty users- tIenen para losadminIstradores igual importanCIa que las de los resIdentes olos empleados.Se consolida, sobre todo a partlr de la segunda mitad de losaos setenta, la llamada synzbo/ic econonzy de la cmdad. Este tipOde economa no es ciertamente nuevo y es tambin antenor alSIglo xx; lo que es nuevo "a partlf de 1970 es la slmblOsls deImagen y producto, el obJetIVO y la escala de la venta de las Im-genes a nIvel naclOnal y tambin global y el papel de la econo-ma SImblica cuando se habla y se representa a la ciudad" IIImgenes y metforas de cmdadesLa lgIca de la cmdad de las transaCClOnes SImblicas 1l1Cldeen el tejido hlstnco de la clUdad. Hasta hace poco ms de Ve1l1-te aos, Londres, Pars y Nueva York, eran cmdades de obJe-ros y cosas, y los nombres de los lugares evocaban a menudolas mercancas que se lOtercamblaban en ellos: en Londres, pes-cado en Billingsgate y carne en Smlthfield; en Pars, carne enla Villette y hortalizas en Les Halles en Nueva York, vestImentaen el Garment Disttlct y pescado y carne en Downtown. Enesos lugares hoy en veZ de las mercancas hay anonas, cen-tros de acumulacin e lotercamblO de lnfonnaclOnes, nudosI de redes de transaCCIOnes sImblicas. La gran cmdad es roda-I va cllldad mercado pero en ella en lugar de bIenes y mercancas, se lorercambmll cada vez ms lnformaclOnes y smbolos. ~llntercamblO de fSICO se convierte en electrnico, las nuevastransaCCIOnes urbanas estn basadas sobre bits ligeros ms que, sobre tomos pesados.Si es Clerro, como escriba BaudelaHe en El Cisne que, "laforma de una cmdad cambIa ms rpIdo que el corazn de unmortal"; o que por el contrarlO, es la mente y el corazn de lagente las que camblan con mayor rapIdez que los espacIOS fSI-cos de la Cludad, es una cuesn an abierta. Lo que es indu-dable es que el cambIO es de tal enndad en ambos frentes quetransforma algunos de los rasgos fundamemales de la cmdadhlsttlCa, defiOlda moderna, resultado de los procesos de 111dus-tnalizacin y urbanizacin.Con respecto al pasado 111c1uso reCiente, la forma, la orgaOlza-cin, la cultura, la Imagen de la Ciudad nueva contempornea sondiferentes. De la mIsma manera es diferente la mente de qUlenhabita, Vive y usa la CIudad nueva. La mutacin de la CIudad noes slo esuuctural S100 que es en pnmer lugar cultural. Junto ala cmdad econmIca y fSIca est cambIando la cllldad de la gen-te; el habltame de la cmdad nueva parece gentlcameme dife-rente no slo del cmdadano de la Roma clSIca, de la FlorenCiarenacentIsta, del Pars del SIglo XIX, S1110 tambin de aqul deLondres V de ChlCago de hace slo cmcuenta aos, mucho msde lo que ti lenguaje y las etlquetas formales revelan. Es el fen-meno Ciudad, como cODJunto de formas fsicas. econmICas, cul-turales, espirituales, el que se presenta C01110 Indito. Son muchoslos lOvestlgadores que se preguntan SI frente a la rapIdez del cam-blO tanto estructural (0010 cultural, no est superada la mismanocin tradiclOnal de cmdad. Habermas, por ejemplo, adVIertecmo "nuestro concepto de CIudad est estrechamente relacIOoadoa nuestro modo de VIda. Ahora nuestro modo de VIda ha evolu-Cionado a una veloCldad tal que el concepro de cmdad que hemosheredado no se puede ya desarrollar en SImbIosIs con l" "La cmdad es ahora diferente e ltreconocible. La ,mdad len-g~ale, en la cual los Significantes arquitectnICOS se corres-ponden con preCIsin a los SIgnificados-funcin, dep progre-SIvamente paso a la .~iudad escaparme donde el Signo deVIeneautorreferenclal, donde domlOa la metfora, donde las funclO-nes ms complejas y al mIsmo tlempo ms descarnadas tlen-den a ser ltreconocibles y no localiza bIes en los lugares Ima-gen. UnlOdicador relevante lo constltuye la dificultad del len-guaje para proporclOnar los lOstrumentos capaces de describ,rla nueva cmdad. Tokio, Los ngeles o Sao Paulo, ya no encuen-tran referenCias deSCrIptiVas en el pasado: para relatar estas CiU-dades son necesanas ahora ms que nunca las metforas, V esnecesano Inventarlas. En el esfuerzo por ponerse al da, algu-nas de las metforas tradiclOnales muestran sus proplOS lmI-tes y el marco hlstnco ya superado al cual hacen referencia.Si en el pasado una de las metforas ms difundidas para des-cribIr la cmdad era aqulla de la mquma, hoy SI se qUIere man-tenerla, es necesarlO actualizarla IntrodUCiendo conceptoscomo la modulacin de las partes y los SIstemas de retroacciny control. Tokio, por eemplo, ya no es aSImilada a una mqLu-na, por evolucionada que sea, SIDO a su software que se expan-de por el agregado de sub-rutInas,Tambin la metfora ms antlgua, aqulla rejuveneCida por elhumanislTIO, de la ciudad conSIderada COll10 un cuerpo hUluano,parece inadecuada precisamente por la referenCIa normatIva con-tenIda en ella. Si se pretende asumir como metfora a un siste-ma V1v1ente, ste ya no puede ser el humano. Los ngeles se aS1-mila a una galax1a o a una regin --que, mIrndolo b1en, es loms anottlCo que eX1ste respecto a la concentracin y a la den-S1dad real y s1mblica de la cmdad h1srnca- O a una ameba.Si antes Pars y luego Nueva York han s1do las cmdades porexcelenCIa -las cap1tales del modermsmo y de la moderOl-dad-, Los ngeles, presentada tradiCIonalmente como "CIenperifenas en busca de una cmdad" por el contrano, s1emprha s1do v1sta como una no-cmdad. Slo hoy, en un clima de grantransformacin epoca!, Los ngeles emp1eza a asumIr una 1den-udad autnoma y ya no construida slo por contraste, sino enpOSltlvo: es la cmdad posrmoderna por excelenCIa. Los nge-les, "arquitectura Instantnea en un paisaJe urbano Instant-neo". 1) es, para usar las palabras de Kenneth Frampton, el pun-to de partIda para una nueva modermdad.Es una cmdad que presupone tambin un nuevo tIpO de usua-na y un habnante al que se p1den nuevas capaCIdades Y fun-Clones. Escribe uno de los lns atentos analistas de la metr-polis californIana, Banham: "As como las ant1guas genera-cIOnes de lOtelecruales lOgleses aprendieron el Italiano parapoder leer a Dante en versin onglOa!, as yo he aprendido acondUCIr para leer a Los ngeles" "La dificultad de aprehender unItanamente la cmdad y com-prenderla es comn a Investlgadores Y habltantes. En CIertamedida los pnmeros no hacen nada ms que expresar el males-tar generalizado de los segundos. Aquello que Lyotard llamala CtIS1S Y la 1l1credulidad haCIa los metarrelatos afecta tambina la cmdad y a los esquemas lOterpretat1vOs unificadores. Elrecurso cada vez lns frecuente a las disciplinas de frontera y aexpertos, como los escrItores, por ejemplo, consIderados capa-ces de sntes1s pre-CIentficas, es una seal de la profunda trans-formacin de la CIudad y de la InsuficienCIa de los Il1suumen-tos analtIcos y descrIptivos rradicIOnales.La reflexin ms reCIente sobre la CIudad extendiendo la "con-cepcin de la expenenCla urbana dellOdiv1duo ms all de ladel' actor econm1co racional', del 'contribuyente .. del under-dass subalterno o del cliente SlO techo", se ha ab1erto no sloa los socilogos S1no tambin a pS1clogos, gegrafos cultura-les, antroplogos. Las estanteras de las libreras que en los pa-ses anglosaones guardan los llamados c,,/tuya! studies acogencada vez ms nlunerosos libros sobre la CIudad, sus expenen-Clas, sus Imgenes, sus modas, sus sonIdos, sus culturas. Sobreel tema han Intervenido con Inslita atencin los filsofos, tra-diCIOnalmente Indiferentes a las cuestiones urbanas, SI se excep-ta alguna rara, valiosa y ya leJana contribucin como las deHannah Arendt, Jean Paul Sartre o Enza PaCl.Luego de ms de tres cuartos de s1g10 de desCludo, se hanvuelto a escuchar los escritores, que sobre todo en FranCIa y enGran Bretaa en el s1g10 XIX y en Estados UOldos en el s1g10 XX,haban s1do los ms fiables y lc1dos 10trpretes de la expe-nencia metropolitana. El reconOCImiento de muchos InvestI-gadores -desde Barthes a Bailly- a los escntores por haberSIdo capaces de hacer una lectura de la CIudad ms eficaz quela de los socilogos, econom1stas y otros espeCIalistas, no hacenada ms que relnitlf a la prccica constante y extendida, elntenrar SIntetIzar en una palabra o una In1agen el sentIdo y la1dent1dad general de un lugar. Mientras que son SIempre loseconomIstas, urbanIstas, socilogos y arquItectos los que pro-porcIOnan los instrulnentos necesarios para los anliSIS y losproyectos, para VIVIr y comunICar la Cludad en lo cotIdiano pare-cen ms tiles escritores y poetas a los cuales la gente, auninconscientemente, hace referencia.Imgenes y metforas -tomadas de CalvU1o, Borges y BeJ[ow,S10 0lv1dar las pglOas de los literatos de la gran tradicin urba-na, de Baudelaue y Balzac hasta Dickens y Joyce- ya son 111S-Humenras de uso tan c01l1n por parte de los espeClalistas que yano eXIste ensayo de sOClologa, antropologa, diseo urbano que110 lleve al menos una Clta -ntual o no- de Las Ciudades inVI-sibles de Calvmo. El objeto mIsmo de la reflexin ya no perece sertanto la cIudad en s -la llamada estructura urbana- sino msbIen, la expertencla urbana. La cultura de la cmdad, la pSlCologade sus actores, la antropologa de sus grupos -las llamadas trI-bus urbanas, efmeras y perdurables relaClonadas a la moda y algusto- son los temas domInantes actuales.El deseo de ver a la cmdad unltanamente a menudo preVa-lece, o por lo menos precede, al de vlvula. Este antiguo y difun-dido deseo de apoderarse vIsual y cognltlvamente de la clUdadencuentra, SIn embargo, cada vez D1enos respuestas. La cnSIS dela Ciudad parece ser tambin una CrISIS de ImagInacin de la ciu-dad. Se tiene la Impresin de que los VIeJOS paradigmas han lle-gdo al lmIte de ruprura despus de dcadas de adapraclOnescontlnuas. Por otra parte, el orden urbano no se puede encon-trar fcilmente, no slo por falta de puntos de VIsta o por la difi-culmd de aleJatse del objeto. Es, para usar un concepto deSennen, la CtlSIS del oJo: ranto el oJo culto del cIentfico comoel sImple pero experto del cmdadano. Tambin en el plano pura-mente expenenclal no eXIsten medios comprobados y fiablespara unificar a la CIudad en su sentido e Imagen.Ya no eXIsten VlSlQneS o proyectos totalizadores como la torre.el panorama, la Vlsra a vuelo de pjaro, el cuadro de los paIsajis-tas o las Imgenes de los pIntores renacentIstas. Los lOstrumentostradiClonales se demuestran madecuados. La gran metrpolis con-tempornea escapa a la VIsin global, se sustrae a la posibilidadde ser aprehendida por elmdivlduo graClas a una torre, una coli-na o sImplemente a la labor de un pIntor. Cuando la construccindel conjunto es posible graClas a nuevas tecnologas como las fotosde smlites el resultado es a menudo Inutilizable: una mancha cro-mtlcamente sugerente pero carente de cualquIer sIgnificado. Porotra parte, eXIste la prctIca de VIVlt la cmdad desde abaJO, la expe-nenCla elemental del peatn, que CIego frente a la complejidadurbana que pernlanece opaca a su mIrada, expenmenta la CIudadSlO disponer por otra parte de mstturnentos adecuados para su com-prensin totalizadora.EXIste, constantemente, un salto entre extensin V comple-jizacin de la cmdad y limItadas posibilidades de verla y expe-nmentarla en su totalidad. Este salto se hace tanto ms rele-vante y grave cuanto ms se ampla la diferenCIa entre el deseode las personas de apoderarse conceptualmente de la clUdad yel constante sustraerse de la CIudad, variada, vasta e incoherente,a cualquIer Intento de apropiacin analtIca o VIsual.La CIudad nueva contempornea, que por su parte intentapresentarse como Ciudad del sueo, tIene dificultades precisa-mente para adqulflr una de las cualidades mdicadas por Freudpara la constltucin y la expenmentacin del sueo: la pOSI-bilidad de ser reprmntada. Porque la representabilidad es lamenos obVIa de las cualidades, sobre todo para las grandes cm-dades, ~e~o._stItuIrla para establecer una nueva relacin con laspersonas y su ImagInario constItuye uno de los objetivos de laCiudad nueva postmoderna.El problema de la opaCldad de la clUdad y de la dificultadde efectuar una sntesIS de la expenenCIa urbana dotada de sen-tldo propIO es central en la reflexin actual y se percibe demanera generalizada. Los tetlcos de la valoracin a ultranzade la tradicin y de la recuperacin del pasado pretenden comopnmer paso de su proyecto de restauracin urbana restItUIr ima-gmabilidad y representabilidad a la clUdad. Es por tanto nece-sana la recuperacin de Un pnnClplO de coherencia -un cen-tro analtico y organizatlvo- que permIta la reconstruccinde la realidad urbana y, antes an, su Imagen totalizadora. Ellder reconOCIdo de este mOVlllllento, el prnCIpe Carlos deGales, afirma, maugurando uno de los cursos para jvenes ynostlgIcos arquItectos promoCIonados por l: "La cmdad ne-ne que ser una obra de arre colectlva, su plano y su morfolo-ga claros y aSImilables",", La edad de oro de la cmdad en estaperspectIva no puede ms que ser la armonlOsa y coherente delRenaClmlento o del mundo clsICO, que en el Imagmano colec-tlVO y en el de Lean Kner y colegas, representa la edad de orode la expenenCIa urbana,Lo que ba entrado en cnSlS es la cmdad-concepto. el mode-lo de cmdad que, tradiClOnalmente presente en los discursospoltICOS, urbanstlcos. arqUltectnICos o filosficos, seponecomo enteno de onentacin y, sobre todo, de referencia paraD1edir eventuales diferenClas. De esta manera es posible resu-mir la Cludad en una vIsin de conjunto, abrazarla toda y esta-blecer lo que cabe en el modelo y lo que en camblO, se aleja deL Es la presencIa de este modelo optatIVo y perfecto -quede alo-una lnanera da al observador una posIcin superIor, caSIbde divIl1ldad- la que permIte hablar de males o enfermeda-des de la cmdad, de bIen y mal, de fislOlglco y patolgICO, Ensu lugar se abre cammo la Idea de la czudad-por-lo-que-es. llenade confuslOnes, diversIdades, deSVIaCIones, activIdades. Una CiU-dad carente de puntOS de VIsta o de control desde los cualesunificarla y gestlOnarla,Respecto al nuevo escenano urbano. madura y se difunde unapostura de mayor realismo frente al pasado. Se tiene conc~en(la del error, de denvacin raclOnal V raclOoalista, de contun-dir la complejidad urbana con caos Y de haber elimmado omtentado elimmar en nombre del restableClmlento del ordenla nqueza y la vanedad de la cmdad real. Hay que tomar la(mdad por lo que es, recomIenda Jane Jacobs, Afirmando quelos arqUItectos tendran que aprender de la Mam Street y deDisneyland. Robert Ventufl exalta la pop culture de Las Vegasy de lo cotldiano, Michael Graves no se limIta a proyectar elSwan Hotel en Disneyworld de Orlando, donde las formas fan-tstlCas de los dibUJOS anl1uados adqUIeren dimenSIOnes monu-mentales ms a medida de los adultos que de los nios, EnBurbank, CalifornIa, el Team Disney Building, diseado tam-bin por Graves V situado en la zona de los negocios, tIene ensu fachada como gIgantescas caritIdes, de caSI seIS metros dealtura, los SIete enanItos, El bazar de estilos formales y de VIdade la ciudad nueva contempornea es presentado no slo CGIUOel rasgo caracterstICo de la nueva experiencia urbana SIDO entanto gran recurso colectivo. La nueva lnetrpolis postmoder-na es una Cludad donde los procesos viVIentes y la actuacinautnoma y no preVIsible de sus actores confieren nuevas, calll-biantes V a menudo opacas raclOnalidades. Es una ciudad ver-dadera, densa. en la que las Identldades no son 1l1mediatamenteperceptibles, La cmdad de lo cotIdiano. constrUIda por las prc-ticas, por los pasos y los humores de la gente, se inserta en lamalla raclOnal optlmlzada y legible de la cmdad-conceptodesordenndola, y tornndola verdadera, La expenenCIa urba-na deVIene as "una experienC1a espaC1al, antropolgica, po-tICa y mtiCa" 15La cnSlS de la cmdad-concepto colllClde con el naufraglO dela esperanza -de Prometeo y de Descartes- de crear una ciu-dad perfecta a Imagen y semejanza del sueo del modelo delhombre moderno, Aunque en el lXICO de los urbanIstas, delos admllllstradores y de los cmdadanos la expresin "cmdada medida humana" es de las ms frecuentes, sta parece haberperdido gran parte del sentIdo originario an luantenlendo unalllnegable capaCIdad sugestIva, Mirndolo detenldamenre, enefecto, un modelo generalizable y compartIdo de hombre paratomar como modelo no eXIste, La pregunta que es legtlmohacerse, una vez naufragada la ilusin clentificlsta de aferrar-se a neceSIdades Clertas y ObjetIvables es "cul es la medidade la medida humana'"! " Desaparecer la cmdad o el planeta entero se convertlr en una vasta col-mena humana? (lo que sera otro modo de desapancin). Las necesidades V- los deseos que han movido a los hombres a VIVIr en cmdades, pueden recu-perar, en un 11lvel an ms elevado, todo lo que Jerusaln, Atenas o FlorenCiaotrora pareCIeron prometer? Hay una opcin Viva a mitad de camino entreNecrpolis y Utopia, es decH, la posibilidad de edificar un tipo nuevo decwdad que, liberada de contradicClOnes wrernas, pOSit1vamente ennquezcay promueva el desarrollo humano?" L. Mumford, The City In History, NuevaYork, Hardcourt, Brace and World, 1961; tr. cast.: La ctndad en la historta.SifJ orgenes, transformaCiOnes y perspectiVas, Buenos Aires, Ed. Infimto, 1919,9 La edge cay no ha creado slo una cmdad nueva S1110 tambin un lxico ade-cuado a esta realidad. Garrau , oIJ. ett., ha recogido las palabras del nuevo mun-do metropolitano en un nco Ciossary ola New F1'ontzer. De ste aprendemosque "Kits of Parts" se refiere a "un nmero limIfado de elementos proyec-tuales repetidos al IOf10ltO en el rea con la esperanza que dicha repetICinconfiera identidad al proyecto". En la cmdad construida a medida el pro-blema de la capacidad de la residenCIa de comunICar la Imagen SOCial de suhabitante deViene central. En la edge czty nace as un nuevo rrmmo. mtra-ducible. Signage, creado por la contraccin de szgns (signos) y szgnature (fir-ma). Es un sIgno de identidad SOClal muy espeClal: es una "expresin de ungran gUSto. Nunca es ilummada desde el intenar Como un letrero de la Gulfo del Holiday Ion. Su ms alta expresin ha sido por un perodo la maderagrabada. Hoy tambin el Cl'lstal y la piedra grabados estn muy presentes"Garrau,op. m., pp. 452 y 457.del entertamment and recreatton ha sido en Estado Un'd e. 1 OS apenas lIllerlOr alregIstrado por la sal11dad, y seIS veces mayor que el del de hecho en uno de:~s ~randes sectores Impulsores de la economa metropolitana.C.lt. en P. Ansay; R. Schoonbrodt, (ed.) Penser la vdie: chotx de textes f;hi-lojJhtqttes, Bruselas. AAM EditlOns, 1989, p. 359.