10-48-3-PB

110
Romanische Studien 1, 2015 Roberto Bolaño frente al canon literario Roberto Bolaño frente al canon literario Roberto Bolaño frente al canon literario / Roberto Bolaño und der literarische Kanon .............................. 27 Jordi Balada Campo El canon literario mexicano en Los detectives salvajes ............. 33 Carmen de Mora El palimpsesto infrarrealista ......................... 53 Tras las huellas del manifiesto poético en la narrativa de Roberto Bolaño José González Chistes par(r)a reordenar el canon ...................... 69 Roberto Bolaño, Nicanor Parra y la poesía chilena Benjamin Loy Ulises y Rimbaud en Roberto Bolaño, Los detectives salvajes .......... 85 Jordi Balada Campo Zur Politik der Intertextualität in Roberto Bolaños Estrella Distante ...... 111 Samir Sellami

description

Artículo

Transcript of 10-48-3-PB

  • Romanische Studien 1, 2015 Roberto Bolao frente al canon literario

    Roberto Bolao frente al canon literario

    Roberto Bolao frente al canon literario / Roberto Bolao und derliterarische Kanon . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27

    Jordi Balada CampoEl canon literario mexicano en Los detectives salvajes . . . . . . . . . . . . . 33

    Carmen de MoraEl palimpsesto infrarrealista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53

    Tras las huellas del maniesto potico en la narrativa de Roberto BolaoJos Gonzlez

    Chistes par(r)a reordenar el canon . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69Roberto Bolao, Nicanor Parra y la poesa chilenaBenjamin Loy

    Ulises y Rimbaud en Roberto Bolao, Los detectives salvajes . . . . . . . . . . 85Jordi Balada Campo

    Zur Politik der Intertextualitt in Roberto Bolaos Estrella Distante . . . . . . 111Samir Sellami

  • Romanische Studien 1, 2015 Roberto Bolao frente al canon literario

    RobertoBolao frente al canon literario /RobertoBolaoundder literarischeKanonJordi Balada Campo (Regensburg)

    schlagwrter: Bolao, Roberto; Kanon; Sektionseinfhrung

    Un repaso a la literatura secundaria alrededor de la obra del autor chileno Ro-berto Bolao (1953 2003) aparecida despus de su prematura muerte, mues-tra a las claras que el tema de la violencia ocupa el centro del inters suscitadopor sus novelas y narraciones. No solamente su novela pstuma 2666 ha si-do objeto de numerosos estudios, tesis doctorales y ya incontables artculos,tambin sus relatos cortos, especialmente Nocturno de Chile y Estrella distante,han sido objeto de un concienzudo anlisis del signicado y las implicacio-nes de la violencia. Ciertamente es la violencia un aspecto clave para enten-der de un modo cabal el mundo narrativo de Bolao. Sin embargo, no es elnico.

    El anlisis del mundo literario y de las relaciones intertextuales formanotro aspecto fundamental del quehacer narrativo bolaiano. No solo en susartculos, discursos y conferencias toma una posicin crtica respecto a de-terminados autores y corrientes literarias: sus personajes y sus tramas esta-blecen una estrecha relacin con la tradicin y el canon literario. En la pri-mera parte de Los detectives salvajes escribe Garca Madero en su diario:

    Coincidimos plenamente en que hay que cambiar la poesa mexicana. Nues-tra situacin (segn me pareci entender) es insostenible, ente el imperio deOctavio Paz y el imperio de Pablo Neruda. Es decir: entre la espada y la pared.

    La literatura, la poesa, la tarea del poeta, se encuentran en una situacinconflictiva entre dos fuerzas, entre las que se ha establecido una lucha depoder por la batuta del concierto de la produccin literaria. La literatura esvista, pues, no como una actividad pacca e inocua, sino como una batallapor el control del propio discurso literario. Este, a su vez, como se ver en

    Roberto Bolao, Los detectives salvajes (Barcelona: Anagrama, 2007), 30.

  • 28 Jordi Balada Campo

    los artculos aqu reunidos, no est exento de carga poltica, contestataria, eincluso losca. Puede decirse que para Bolao, la poesa y la literatura sondiscursos polticos, son poltica. El rescate de autores y corrientes olvidados odesconocidos; la crtica virulenta de autores consagrados como Octavio Paz;el anlisis de poemas de Mallarm, Rimbaud y Baudelaire; la denuncia delstatus quo literario chileno, latinoamericano y espaol, son todos aspectos dela toma de posicin de Bolao ante el discurso literario y su funcin.Los autoresEn esta seccin de Romanische Studien sobre Bolao hemos querido centrarnuestra atencin en esta dimensin metaliteraria e intertextual de RobertoBolao. Los diferentes autores se han acercado a los textos del autor chilenoa partir del anlisis de la funcin del canon literario, de la exposicin narrati-va de estas relaciones y de la importancia de poetas como Parra, Paz, Neruday Rimbaud, as como la relevancia de autores y de determinadas escuelas li-terarias clasicados como secundarios. Carmen deMora, de la universidadde Sevilla, analiza prolijamente el canon personal de Bolao en Los detectivessalvajes, atendiendo para ello tanto a las menciones explcitas como a las citasimplcitas. JosGonzlez, de la universidad LMU de Mnich y de la Univer-sit de Toulouse II, estudia los presupuestos del movimiento infrarrealistaen su extrapolacin en clave de humor a la narrativa del autor chileno. Ben-jamin Loy, de la Universitt zu Kln, determina la relacin de Bolao conParra a partir de los postulados tico-estticos y de la antipoesa de Parra.Jordi Balada, de la Universitt Regensurg, expone la funcin de dos gurasfundamentales en el canon occiental, Ulises y Rimbaud, en Los detectives sal-vajes. Finalmente Samir Sellami, de la Freie Universitt de Berln, pone derelieve la lgica especca de la intertextualidad en la potica de Bolao apartir de Estrella distante.

  • Roberto Bolao frente al canon literario / Roberto Bolao und der literarische Kanon 29

    RobertoBolaoundder literarischeKanonSichtet man die Sekundrliteratur zum Werk des chilenischen Autors Ro-berto Bolao (1953 2003), die nach seinem vorzeitigen Tod erschienen ist,so scheint zunchst die Gewalt ein Zentrum des von seinen Romanen undErzhlungen geweckten Interesses zu bilden. Nicht nur Bolaos postum er-schienener Roman 2666 wird von zahlreichen Studien, Promotionsarbeitenund bereits unzhligen Artikeln daraufhin analysiert, auch seine Erzhlun-gen, besonders Nocturno de Chile und Estrella distante, sind Gegenstand einge-hender Arbeiten ber die Bedeutung und Folgen der Gewalt in der Produk-tion des chilenischen Autors. Ist die Gewalt auch wesentlich, um die narra-tive Welt Bolaos umfassend zu verstehen, so ist sie doch nicht der einzigeKernaspekt.

    Studien zum literarischen Universum und zu den intertextuellen Bez-gen sind ein weiterer wesentlicher Zug der Forschungen zum erzhlerischenSchaffen Bolaos. Nicht nur in seinen Artikeln, Reden und Vortrgen hater kritisch Stellung gegenber bestimmten Autoren und literarischen Str-mungen bezogen, auch seine Figuren und Handlungsstrnge etablieren Be-ziehungen zwischen Werk, Tradition und literarischem Kanon. Im erstenTeil von Los detectives salvajes schreibt Garca Madero in sein Tagebuch:

    Coincidimos plenamente en que hay que cambiar la poesa mexicana. Nues-tra situacin (segn me pareci entender) es insostenible, ente el imperio deOctavio Paz y el imperio de Pablo Neruda. Es decir: entre la espada y la pa-red.

    Die Literatur, die Dichtung und damit auch die Aufgaben des Dichters benden sich in einem Widerstreit zwischen zwei Instanzen, die um Herr-schaft ber den literarischen Diskurs kmpfen. Die Literatur ist aus dieserPerspektive keine friedliche oder nichtssagende Ttigkeit, sondern bestn-diger Kampf um die Kontrolle des literarischen Diskurses. Dieser ist seiner-seits afziert wie die folgenden Artikel zeigen von philosophischen, politi-schen und kritisch-protestierenden Elementen. Man kann sagen, dass Dich-tung und Literatur fr Bolao selbst politische Diskurse bilden sie sind Po-litik: die Bergung von Autoren aus der Vergessenheit bzw. aus Unbekannt-heit; die heftige Kritik an kanonisierten Autoren wie Octavio Paz; die Ana-lyse von Gedichten Mallarms, Rimbauds und Baudelaires; der Einspruchgegen den literarischen status quo Chiles, Lateinamerikas und Spaniens, sie

    Roberto Bolao, Los detectives salvajes (Barcelona: Anagrama, 2007), 30.

  • 30 Jordi Balada Campo

    sind alle Aspekte einer dezidierten Stellungnahme Bolaos gegenber demliterarischen Diskurs und seiner Funktion.Zu den BeitrgenDieser Themenschwerpunkt der Romanischen Studien ist der genanntenmeta-literarischen und intertextuellen Dimension der Erzhltexte Bolaosgewidmet. Die Beitrger haben sich den Texten des chilenischen Autorsgenhert, indem sie die Funktion des literarischen Kanons, der narrativenDarstellung der intertextuellen Bezge und der Rolle von Dichtern wie Parra,Paz, Neruda und Rimbaud diskutieren, auch der Relevanz von Autoren undbestimmten als zweitrangig eingestuften literarischen Strmungen.

    Bei Carmen de Mora (Sevilla) wird der persnliche Kanon Bolaos inLos detectives salvajes anhand expliziter Erwhnungen und impliziter Zitateanalysiert. Jos Gonzlez (Mnchen und Toulouse) analysiert die Grund-lagen des movimiento infrarrealista und seine bertragung durch denHumor auf die Erzhlungen Bolaos. Benjamin Loy (Kln) untersucht dieBeziehung Bolaos zu Parra anhand der ethisch-sthetischen Postulateder antipoesa Parras. Jordi Balada (Regensburg) diskutiert die Funktionzweier wesentlichen Figuren des westlichen Canons, des Helden Odysseusund des Dichters Rimbaud, in Los detectives salvajes. Und Samir Sellami (Ber-lin) thematisiert anhand des Romans Estrella distante die spezische Logikder Intertextualitt in der Poetik Bolaos.

  • Roberto Bolao frente al canon literario / Roberto Bolao und der literarische Kanon 31

    Neuere Forschungen zuBolao (Auswahl)Andrews, Chris. Roberto Bolaos Fiction An Expanding Universe. New York: Columbia

    University Press, 2014.Driver, Alice Laurel. Ms o menos muerto: Bare Life in Roberto Bolaos 2666.

    Journal of Latin American Cultural Studies 23, Nr. 1 (2. Januar 2014).Ercolino, Stefano, y Sbragia, Albert. The Maximalist Novel: From Thomas Pynchons

    Gravitys Rainbow to Roberto Bolaos 2666. New York: Bloomsbury Academic,2014.

    Figueroa Daz, Tamara. La construction de lextraterriorialit chez Roberto Bolao. Paris:Presses Academiques Franaises, 2014.

    Hartwig, Susanne, Hrsg. Culto del mal, cultura del mal: Realidad, virtualidad, represen-tacin. Madrid/Frankfurt a. M.: Iberoamericana Vervuert, 2014.

    Hennigfeld, Ursula, Hrsg. Roberto Bolao escritura, violencia, vida. Amsterdam: Ro-dopi, 2014.

    Inigo, Ainoa. El ocio de la escritura y la esttica en la obra de Roberto Bolao. New York:City University of New York, 2014.

    Lagg, Emily. Globalization, and the Ciudad Jurez Femicide in Selenidad and Roberto Bo-laos 2666. Montclair State University, 2014.

    Lainck, Arndt. Las guras del mal en 2666 de Roberto Bolao. Berlin: Lit, 2014.Lara Ordenes, Eliseo. Bolao y la anarqua estructural: la fragmentacin discursi-

    va de Los detectives salvajes. Studies in Latin American Popular Culture 32, Nr. 1(2014).

    Manzi, Joaqun. Roberto Bolao: las partes y el todo. Hispamerica 43, Nr. 127 (Januar2014).

    Oliver, Mara Paz. Hacia una esttica de la digresin en Los detectives salvajes deRoberto Bolao. Bulletin of Hispanic Studies 91, Nr. 3 (2014).

    Rodrguez, lvaro. 2666 de Roberto Bolao: dilogos entre el caos y la forma a tra-vs de la ccin encubrimiento. Aisthesis (Juli 2014).

  • Romanische Studien 1, 2015 Roberto Bolao frente al canon literario

    El canon literariomexicano enLos detectives salvajesCarmen de Mora (Sevilla)

    resumen: En el presente artculo se examina el canon personal de Bolao en Los detecti-ves salvajes acerca de la literatura mexicana, a partir de la intertextualidad entendida comoun rasgo caracterstico de la narrativa postmoderna del autor. Para ello se han tenido encuenta tanto las citas explcitas que aparecen en la novela como algunas citas implcitasfundamentales. A travs del anlisis de las mismas se pretende demostrar que para enten-der el alcance de esta obra es preciso enfrentarse a su escritura en palimpsesto.palabras clave: Bolao, Roberto; Paz, Octavio; Poniatovska, Elena; Canon; Intertextua-lidad; Estridentistas; la Ondaschlagwrter: Bolao, Roberto; Paz, Octavio; Poniatovska, Elena; Kanon; Intertextua-litt; Estridentistas, los; Onda, la

    No es extrao que la novela de Bolao vaya encabezada por un epgrafe saca-do de Bajo el volcn (1947), una novela sobre Mxico escrita por un extranjeroy, en parte, autobiogrca, igual que Los detectives salvajes, aunque MalcolmLowry fuera europeo y Bolao latinoamericano. La novela de Lowry, ambien-tada en Cuernavaca, simboliza un descenso a los inernos el da de todos losmuertos de 1938, mientras el excnsul Geoffrey Firmin se emborracha conmezcal. Se han propuesto varias interpretaciones, pero la eleccin de estasfrases como antesala de la novela constituye una metfora de la aceptacindel Absurdo y la desconanza radical hacia cualquier consuelo, sin duda en-gaoso, para el personaje.

    El epgrafe, por identicacin con el autor de la cita, nos aproxima al pun-to de vista adoptado por Bolao al escribir sobre Mxico y a cierto nihilismoque se desprende de la novela, y sirve para situarnos en la cuestin que mepropongo abordar aqu: indagar sobre el canon personal de Bolao acerca

    El mezcal Los Suicidas es motivo recurrente en Los detectives salvajes, sobre todo en laevocacin del encuentro de Belano y Lima con Amadeo Salvatierra.

    Entiendo el canon personal en los trminos expresados por Wendell V. Harris: Los c-nones personales parecen creados a partir de una interaccin indeterminada entre todas lasobras que leen los individuos y las que preeren en mayor o menor grado. Vase La canoni-cidad, en El canon literario, ed. Enric Sull (Madrid: Arco/Libros, 1998), 43.

  • 34 Carmen de Mora

    de la literatura mexicana y la funcin que cumple en esta novela; averiguarqu autores selecciona y de qu manera los integra en el texto; en qu medi-da se acerca y se distancia del repertorio institucional de las historias de laliteratura y las antologas.

    La tendencia a incluir en las obras de ccin un repertorio de autores dedistintas nacionalidades que admira y con los que simpatiza o, por el contra-rio, a referirse con desdn a aquellos que no le interesan tanto es un rasgocaracterstico de su escritura. Son numerosas las alusiones, entre otras, a es-critores chilenos, franceses o a poetas de Inglaterra y Estados Unidos en Es-trella distante; a escritores chilenos italianos y franceses en Nocturno de Chile.En Los detectives salvajes, una de las novelas paradigmticas del postmodernis-mo literario, la gama es an ms amplia, pues en ella la intertextualidad esuna forma de reconocimiento a otros escritores marcada, unas veces, y nomarcada, otras que recorre gran parte del tejido narrativo, ya que se trata deuna novela fundamentalmente dialgica. Est claro que al hablar de canonpersonal me reero a aquel que los lectores individuales conocen y valoran(Alastair Fowler). Dentro del mismo podemos distinguir dos modalidadesen Bolao: la cita explcita, que consiste en mencionar el nombre del autoro de alguna obra suya, seguida o no de un comentario, y otra ms compleja,que puede denominarse intertextualidad implcita, en que no existe ningu-na alusin directa al autor, y para la que Bolao suele recurrir al pastiche o la

    Entre las caractersticas de la postmodernidad literaria se encuentran la intertextualidad,la irona, el humor y la fragmentacin, rasgos que Fernando del Toro integra, junto con otros,en el concepto de pluricodicacin, y que se identican con facilidad en Los detectives salvajes.Cfr. Fernando del Toro, Postmodernidad y Latinoamrica (con un modelo para la narrativapostmoderna), Revista Iberoamericana LVIII, nm. 155156 (abrilseptiembre 1991): 441467.Vase tambin Pavao Pavlicic, La intertextualidad moderna y la posmoderna, Criterios 30(juliodiciembre 1991): 87113.

    Los pases ms representados son Mxico, Francia, Espaa, Italia, EEUU, Inglaterra yPer. Debo precisar que en este cmputo solo estn representados los autores reales, porqueno todos lo son. La poeta Laura Damin, que muri en 1972, antes de cumplir los veinte aospodra ser un reflejo especular de la joven Cesrea Tinajero que tambin desapareci un dade la ciudad marchndose para siempre.

    Alastair Fowler, Genre and the literary canon, New Literary History 11 (1979): 97119. Trad.esp. : Gnero y canon literario, en Teora de los gneros literarios, ed. M.A. Garrido Gallardo(Madrid: Arco/Libros, 1988), 95127.

    Vase Laurent Jenny, La estrategia de la forma, en Intertextualit: Francia en el origen deun trmino y el desarrollo de un concepto, comp. Desiderio Navarro (La Habana: UNEAC, Casa delas Amricas, 1996), 104.

  • El canon literario mexicano en Los detectives salvajes 35

    parodia. En este caso, la competencia del lector resulta imprescindible nosolo para que el escritor cannico pueda ser identicado sino tambin pa-ra contraponer una lectura que se sita en el eje paradigmtico del texto ala lectura lineal que solo opera en el eje sintagmtico, pues la intertextuali-dad se entiende como una interaccin entre la escritura y la lectura. Resultaprcticamente imposible comprender el alcance de Los detectives salvajes sinenfrentarse a su escritura en palimpsesto.

    Basada en la experiencia que Bolao vivi en Mxico (19681977), cuandojunto al poeta Mario Santiago (Ulises Lima en la novela) fund el infrarrea-lismo, Los detectives salvajes representa un homenaje y un retorno a los van-guardistas de los aos veinte, en particular a los estridentistas mexicanos(19221927) con quienes aquel movimiento comparta una actitud literariairreverente y desaante frente a los cnones. La novela representa, por tanto,una vuelta a las races literarias de Bolao, ya que en esa ciudad se forj comoescritor, publicando los primeros poemas en la revista Punto de partida de laUNAM y tambin sus primeros poemarios. En 1976, apareci el primer libroque public en solitario, Reinventar el amor, un largo poema dividido en nue-

    Helena Beristin dene el pastiche en los siguientes trminos: Obra original construida,sin embargo, a partir de la codicacin de elementos estructurales tomados de otras obras.Tales elementos pueden ser lugares comunes formales o de contenido o de ambos a la vez, o bienfrmulas estilsticas caractersticas de un autor, de una corriente, de una poca, etc. (HelenaBeristin, Diccionario de Retrica y potica (Mxico: Editorial Porra, S.A., 1992), 3 ed. 387). ParaGenette, el pastiche consiste en la imitacin de un estilo sin funcin satrica (Grard Genette,Palimpsestos (Madrid: Taurus, 1989), 38). De las distinciones jadas por Genette, para el casode Bolao en Los detectives, interesa en particular lo que l denomina el rgimen ldico del hi-pertexto, es decir, las prcticas de la parodia o del pastiche por puro divertimento o ejercicioameno, sin intencin agresiva o burlona (40).

    Vase Peter Brger, Teora de la vanguardia (Barcelona: Ediciones Pennsula, 1987), en es-pecial el captulo III, La obra de arte vanguardista, donde distingue entre la obra orgnicay la obra vanguardista o inorgnica, y la diferencia que existe en sus respectivas recepciones.

    Michael Riffaterre, La trace de lintertexte, La Pense 215 (octubre 1980). Public varios poemas en la Segunda poca de la Revista, bajo la direccin de Eugenia Re-

    vueltas: el poema Sentados en los muelles debajo de las gras (nm. 4748, marzo 1976); unaseleccin de poemas con el ttulo de Overol blanco y otros poemas (nm. 4950 nov. 1976):Carlos Pezoa Vliz escritor chileno, Cine de mala muerte (1), Cine de mala muerte (2),Cine de mala muerte (3), El poema de la muerte, John Reed y Overol blanco; una selexc-cin con el ttulo de Reinventar el amor y otros poemas (nm. 5152, enero 1977): Reinven-tar el amor, Extrao maniqu, Ensame a bailar, T vas a recorrer sensaciones, Dosmuchachas, Bien bellos son los pjaros y Dibujaste algunas islas).

    Antes ya haba aparecido junto a otros siete infrarrealistas en el libro colectivo Pjaro decalor, publicado por ediciones Snchez Sanchiz.

  • 36 Carmen de Mora

    ve partes, en el Taller Martn Pescador que diriga Juan Pascoe. La cubiertaiba ilustrada con un grabado de Carla Rippey, una artista visual norteameri-cana, muy amiga de Bolao, que le sirvi para crear el personaje de CatalinaOHara en Los detectives salvajes. El segundo poemario, publicado tambin enMxico (pero cuando estaba instalado en Barcelona), es un volumen colec-tivo, compilado por l, en el que aparece junto con otros dos infrarrealistas,Mario Santiago y Bruno Montan. Lleva el ttulo de Muchachos desnudos bajoel arco iris de fuego (1979). El libro iba precedido de una presentacin de EfranHuerta y de un sustancioso prlogo de Miguel Donoso Pareja. Volviendo a lanovela que nos ocupa, me propongo comentar algunos aspectos del reperto-rio de autores mexicanos seleccionados por Bolao que muestran hasta qupunto las alusiones y citas implcitas condicionan la legibilidad de la novelay revelan su verdadero alcance.Las citas explcitasCesrea Tinajero y Octavio PazUna de las singularidades de Los detectives salvajes consiste, por tanto, en elpeso que tiene desde el comienzo y en todo su desarrollo el tema literario.La misma Ciudad de Mxico, que es la que dene el mapa predominante enla novela, lo impone, ya que desde la poca virreinal, con la Grandeza mexi-cana de Bernardo de Balbuena, ha sido tema recurrente en un nmero con-siderable de escritores mexicanos. Solo en prosa, podemos citar, entre otrosnombres, a Fernndez de Lizardi, Manuel Payno, Federico Gamboa, MarianoAzuela, Salvador Novo, Jos Revueltas, Carlos Fuentes, Jos Agustn, Arman-do Ramrez, Fernando del Paso, Carlos Monsivis, Elena Poniatowska y JosEmilio Pacheco.

    En relacin con la cuestin literaria, Grnor Rojo interpret certeramen-te la obra a partir del modelo edpico freudiano aplicado por Harold Bloom ala formacin del sujeto poeta. Cesrea Tinajero sera la precursora conquien se identican los real visceralistas, cuya bsqueda se convierte en el

    Sobre Los detectives salvajes, en Territorios en fuga: Estudios crticos sobre la obra de RobertoBolao, comp. Patricia Espinosa H. (Santiago: FRASIS editores, 2003), 6575.

    Harold Bloom, Poetic Origins and Final Phases, en A Map of Misreading (Oxford: OxfordUniversity Press, 1975).

    Al parecer, se trata en realidad de Concha Urquiza, una poeta michoacana (19101945) quemuri muy joven y cuya poesa ha sido relacionada con la mstica y el erotismo; aunque suobra conocida es escasa se la ha comparado con los grandes poetas religiosos, como Sor Juana,por su originalidad y profundidad. Muri ahogada en las aguas de Ensenada, Baja California.

  • El canon literario mexicano en Los detectives salvajes 37

    motor de la narracin; y su eliminacin en el desierto de Sonora resultaranecesaria para que los jvenes poetas fueran capaces de volar por sus propiosmedios, liberados al n de la influencia de la mtica fundadora. En ese senti-do el momento axial del que surge la segunda parte de la novela, y prctica-mente la novela misma, tiene lugar en enero de 1976, cuando Amadeo Salva-tierra, el ltimo de los estridentistas, compaero de ruta de Maples Arce, ListArzubide, Arqueles Vela, Luis Quintanilla y otros, le reere a un interlocutorinnominado la entrevista que le haban hecho Belano y Lima. El motivo eraconseguir poemas de Cesrea para incluirlos en un trabajo que estaban pre-parando: la antologa denitiva de la joven poesa latinoamericana. Dichaentrevista discurre a lo largo de trece sesiones y en ella se encuentra pregu-rada la bsqueda de los detectives salvajes. Es ms, temporalmente, coin-cide con el mes y el ao en que los viajeros del Impala se dirigen a Sonora.La cuestin es que el tema central de la novela es pura parodia: los real visce-ralistas no forman un grupo, sino una pandilla; la bsqueda de la escritoravanguardista perdida y tambin el encuentro de la misma se llevan a caboen el desierto, un lugar propicio a la revelacin divina y a la trascendencia,pero no puede entenderse as en este caso, sino todo lo contrario. Pardico

    Belano y Lima le explicaron a Salvatierra que estaban haciendo un trabajo sobre los estri-dentistas, los haban entrevistado, y haban ledo todos los libros y revistas de la poca; entretoda esa informacin les llam la atencin el nombre de Cesrea porque pareca que era lanica mujer y estaba considerada buena poeta.

    Este pequeo detalle es una muestra ms de la funcin que tiene la cuestin del canon ydel campo literario en la novela.

    No deja de tener inters el juego temporal que se crea en la novela: Amadeo Salvatierrale reere a su interlocutor sin identicar la entrevista de Belano y Lima en busca de datossobre Cesrea Tinajero, en enero de 1976, es decir, en la misma fecha en que los dos amigosviajan, para buscarla, con Garca Madero y Lupe por el desierto de Sonora; de forma que gro-sso modo unos personajes estn hablando, en distinto espacio pero en la misma fecha, sobrelas motivaciones por las que otros estn actuando (buscando y huyendo, en este caso). Y laspesquisas en Sonora sobre el paradero y destino de Cesrea, mediante preguntas a gente quesupuestamente la conocieron, son paralelas a las contenidas en la segunda parte de la novelasobre Belano y Lima.

    Juan-Eduardo Cirlot, Diccionario de smbolos (Barcelona: Editorial Labor S. A., 1985), 16. Aunque me inclino ms por la propuesta de Jean Chevalier y Alain Gheerbrant al sealar la

    ambivalencia del simbolismo del desierto: Le dsert comporte deux sens symboliques essen-tiels: cest lindiffrenciation principielle, ou cest ltendue supercielle, strile, sous laquelledoit tre cherche la Ralit. [El desierto implica dos sentidos simblicos esenciales: es laindiferenciacin de los orgenes o es una extensin supercial, estril, debajo de la cual hayque buscar la realidad (la traduccin es ma)]. Jean Chevalier y Alain Gheerbrant, Dictionnairedes symboles (Pars: Robert Laffont/Jpiter, 1982), 349.

  • 38 Carmen de Mora

    tambin es el hecho de que Cesrea publicara una revista, Caborca, que cons-t de un solo ejemplar; de que su obra no se editara y tan solo se conservaraun poema, Sin, que se reduca a unas cuantas lneas geomtricas. La poe-ta desapareci sin dejar rastro, y cuando la encuentran, transcurrido mediosiglo desde su aventura estridentista, estaba muy descuidada fsicamente yse haba transformado en una lavandera de pueblo. Incluso la muerte estparodiada, pues se debi a un malentendido, como en las comedias de en-redo. No deja de tener importancia que Bolao haya escogido a una mujercomo fundadora, probablemente por el lugar casi siempre marginal que lasescritoras han tenido en el campo literario, en consonancia, por tanto, conla naturaleza tambin marginal del movimiento. Sin embargo, no cae enla facilidad, polticamente correcta, de encumbrarla tan solo por ser mujer,pues al n y al cabo Tinajero es una escritora fracasada. No obstante, se en-tiende que por debajo de la parodia y de la escena tragicmica nal Bolaoest denunciando las dicultades que han tenido siempre las escritoras paraformar parte del canon, y, en ese sentido, la fundadora estara en consonan-cia con la marginalidad del grupo.

    Existe, adems, una contraposicin evidente entre Cesrea Tinajero y Oc-tavio Paz, hasta el punto de que podra entenderse a la primera como un do-ble pardico del segundo, puesto que el doble es tambin el contrario. Des-

    Un detalle que no puede entenderse sino como alusin a la funcin que la mujer se havisto condenada a desempear durante siglos y que la ha mantenido apartada, en muchoscasos, de la creacin literaria.

    Para Lillian S. Robinson, la verdadera igualdad puede conseguirse slo abriendo el canona un mayor nmero de voces femeninas (Lillian S. Robinson, Traicionando nuestro texto:Desafos feministas al canon literario, En Sull, El canon literario, 123). Creo que Bolao esuno de los escritores que mejor han sabido representar en la ccin a la mujer sin ceder a loscondicionamientos simblicos y culturales que encontramos en tantas obras literarias. Lasmujeres de Bolao suelen ser independientes, activas, liberadas de prejuicios, y, con frecuen-cia, los personajes masculinos se sienten inferiores a ellas. Adems, en varias obras suyashomenajea a escritoras, en particular, en Estrella distante.

    Rafael Barrios, en la segunda parte de la novela, rerindose a los real visceralistas, dice:Slo s que en Mxico ya no nos conoce nadie y que los que nos conocen se ren de nosotros(somos el ejemplo de lo que no se debe hacer) y tal vez no les falte razn. Roberto Bolao, Losdetectives salvajes (Barcelona: Editorial Anagrama, 1999, 4 ed.) 345. En lo sucesivo citar poresta edicin.

    Me recuerda el caso de la escritora fracasada, a pesar de ser genial, que aparece en Res-piracin articial de Ricardo Piglia, cuya historia reere Marconi. Y ambos casos seran unaderivacin del conocido relato de Roberto Arlt Escritor fracasado.

    Grnor Rojo, rerindose a Paz, dice: Fue, si se me permite decirlo de esta manera, laCesrea Tinajero masculina, longeva, respetable y sobre todo activa del arte y la literatura

  • El canon literario mexicano en Los detectives salvajes 39

    de el principio, Paz se presenta en el libro como el gran enemigo de los realvisceralistas, aunque estos reconocen sus muchos conocimientos. En una delas reuniones del grupo coinciden en el propsito que resultar fallido decambiar la poesa mexicana: Nuestra situacin (segn me pareci entender)es insostenible, entre el imperio de Octavio Paz y el imperio de Pablo Neru-da. Es decir: entre la espada y la pared. En efecto, si algo queda claro enla novela de la actitud de estos jvenes poetas es su iconoclasia de ascenden-cia vanguardista. Por ello, Paz, a pesar de haber sido tambin un escritorde vanguardia, es el gran enemigo, pues, adems de ser uno de los grandesde la literatura del siglo XX, a nivel internacional, representa uno de los mo-delos por excelencia de la literatura mexicana. Es natural, por tanto, que losjvenes real visceralistas quisieran liberarse de su influencia. Por otra par-te, debido al poder que ostent en la cultura mexicana, necesariamente estasociado a un concepto institucional de la literatura que Bolao rechazabade plano.

    El episodio del encuentro entre Octavio Paz y Ulises Lima en el ParqueHundido podra considerarse un anuncio y, al mismo tiempo, un espejo in-vertido del encuentro, posteriormente relatado, con Cesrea Tinajero en eldesierto de Sonora. Es la secretaria de Paz en la ccin, devota incondicionaly enamorada secreta del escritor, quien reere los hechos, a cuyo testimonioBolao no deja de darle un sesgo pardico. No por casualidad elige aquel es-cenario para los encuentros entre Paz y Ulises Lima. ste se reconoce, en esosmomentos, como el penltimo poeta real visceralista que queda en Mxico,un nombre inexistente en el panorama de la joven poesa mexicana, comorevela la propia secretaria, que, por encargo de Paz, haba estado consultan-do ndices de ms de diez antologas de poesa reciente y no tan reciente,

    de la vanguardia mexicana, latinoamericana y hasta pudiera ser que mundial (Grnor Rojo,Sobre Los detectives salvajes, en Espinosa, Territorios en fuga, 73).

    Bolao, Los detectives salvajes, 60. Entre numerosos ejemplos de esta actitud, est la ancdota que cuenta Pancho Rodrguez

    sobre Ulises Lima. Antes de la llegada de Belano y Mller, aqul haba sacado una revista, quecontena poemas de varios miembros del grupo, de la que solo salieron dos nmeros y quepudo nanciar vendiendo mota. El nombre de la revista, Lee Harvey Oswald, se debi a unaconfusin con el de una editorial, pero a Lima le pareci bien que se llamara como el asesinode John F. Kennedy. La identicacin metafrica del poeta con el asesino casa bien con larelacin que establece Bolao entre la literatura y el crimen.

    Clara Cabeza, la secretaria de Octavio Paz en la ccin, lo dene as: hoy est convertidoen una selva donde campean los ladrones y los violadores, los teprochos y las mujeres de lamala vida (Bolao, Los detectives salvajes, 504).

  • 40 Carmen de Mora

    entre ellas la famosa antologa de Zarco en donde estn censados ms dequinientos poetas jvenes. En cuanto poeta, Lima, resulta, en efecto, unperfecto desconocido para Paz, quien, adems, solo recuerda vagamente elnombre de Cesrea Tinajero en relacin con el movimiento, en los aos vein-te. En cambio, s se dio cuenta al verlo por vez primera en el Parque Hundidode que haba formado parte de un grupo de energmenos de la extrema iz-quierda que aos atrs haban planeado secuestrarlo, aunque no lo llevarona cabo. La escena en que Paz y Lima, antes de llegar a dirigirse la palabra, secruzan varias veces en el Parque Hundido, est narrada por la secretaria conlas caractersticas de un duelo que no llega a producirse realmente, pero elefecto que produce es como si dicho duelo hubiera tenido lugar y Lima hu-biera resultado vencido, igual que le ocurrir a Cesrea Tinajero hacia el nalde la novela.Estridentistas y ContemporneosEl inters de Bolao por los estridentistas data exactamente de 1976 y 1977,aos en que public tres artculos en Plural. En la novela hay numerosas alu-siones a los componentes de aquel movimiento, especialmente a los tres es-critores ms representativos: Manuel Maples Arce, Arqueles Vela y GermnList Arzubide. Adems, Amadeo Salvatierra, el nico personaje que puedeofrecerles a Belano y Lima informacin sobre Cesrea Tinajero, oculta, enrealidad, a Rodolfo Sanabria, pintor estridentista, que proporciona bastanteinformacin sobre el grupo, el proyecto de Maples Arce de crear una ciudadvanguardista (Estridentpolis), e incluso reere la historia del general Die-

    Alejandro Toledo lo identica con Gabriel Zaid, autor de las antologas mnibus de poesamexicana (1971) y Asamblea de poetas jvenes de Mxico (1980). Cfr. Alejandro Toledo, RobertoBolao, muerte infrarreal, El Universal, mircoles 16 de julio de 2003. Consultado en Internetel 26/8/2014: www.eluniversal.com.mx/cultura/29580.html.

    Bolao, Los detectives salvajes, 509. Tres estridentistas en 1976: Arqueles Vela, Maples Arce, List Arzubide (1976); El estri-

    dentismo (1976) y La nueva poesa latinoamericana: Crisis o renacimiento? (1977). Otros componentes del grupo fueron Salvador Gallardo, Luis Quintanilla y algunos ms,

    junto con pintores y escultores como Ramn Alva de la Canal, Jean Charlot y Germn Cueto.Aunque no compartan su ideologa, ya que ellos eran de izquierda, se basaron sobre todo enel futurismo, del que tomaron el culto a la velocidad, a la mquina y a la urbe; se inspirabanen la vida diaria en las fbricas, en las calles de las grandes ciudades, y cantaban a los obreros,a los revolucionarios y a las mquinas. No escribieron obras de arte, pero introdujeron enMxico la tendencias vanguardistas y renovaron la poesa mexicana desprendindola de lasdesgastadas formas novecentistas.

    Fue as como pas a llamarse la ciudad de Xalapa.

  • El canon literario mexicano en Los detectives salvajes 41

    go Carvajal, que corresponde a Heriberto Jara, gobernador de Veracruz quehaba militado en las las revolucionarias, defensor de los trabajadores y pro-tector de los estridentistas. Cuando Jara fue depuesto por el gobierno federal,y los estridentistas se vieron privados de su apoyo, el grupo se disolvi.

    Existe una recreacin del ambiente de vanguardia en la novela a travs delas reuniones de la pandilla en los cafs, sobre todo el caf Quito (Haba-na), un poco ms arriba del Encrucijada, otro punto de encuentro, que ad-quieren una connotacin artstica y literaria similar a la que tena el Caf enlas vanguardias, al margen de la literatura institucional y en medio de la vidaurbana. Baste recordar el Sanborns, donde se reunan los Contemporneos,el Caf Pars, donde se haca la revista Letras de Mxico, y el Europa, puntode encuentro de los estridentistas, situado en la avenida Jalisco, lugar dondese inaugur la primera exposicin del estridentismo. A l le dedic ArquelesVela El Caf de Nadie. Bolao, en Los Detectives Salvajes, le hace un guio al Eu-ropa a travs del Encrucijada Veracruzana. Al hablar de ste, Garca Maderose reere a sus mutaciones segn el momento del da (cualquiera dira quese trata de bares diferentes); por su parte, Arqueles Vela escribi en El Cafde Nadie: Es un caf que se est renovando siempre, sin perder su estructurani su psicologa; a l acuden habitualmente dos parroquianos (se suponeque eran el mismo Arqueles Vela y Maples Arce), de la misma manera queLima y Belano son dos habituales del Encrucijada Veracruzana. En este bar

    La identicacin de este personaje procede de Andrea Cobos y Vernica Garibotto, Unepitao en el desierto: poesa y revolucin en Los detectives salvajes, en Espinosa, Territorios enfuga, 160186.

    La versin que cuenta Amadeo Salvatierra de la muerte de Jara dice pertenecer a List Ar-zubide. Manuel Maples Arce se march de Mxico y se dirigi a Europa, de forma que eseviaje se ver repetido por los dos principales real visceralistas en coincidencia tambin conla disolucin del grupo. Ya me he referido en otra ocasin al hecho de que la circularidad esuno de los elementos estructurantes fundamentales de la novela Vase Carmen de Mora, Latradicin apocalptica en Bolao: Los detectives salvajes y Nocturno de Chile, En Los imaginariosapocalpticos en la literatura hispanoamericana contempornea, eds. Genevive Fabry, Ilse Logie yPablo Decock (Oxford, Bern, Berlin, etc.: Peter Lang, 2010), 203221.

    En realidad se trata del caf La Habana: un reducto de periodistas y escritores en el quepoda llegar a verse a Juan Rulfo tomndose el penltimo tequila con Augusto Monterroso.No slo era un lugar idneo para conspiraciones poticas: veinte aos antes Fidel Castro leexplicaba en una de esas mesas al Che Guevara cmo liberaran juntos una isla del Caribehaciendo pasar un pocillo de caf por el yate Gramma. Tomo los datos de Idez y Baigorria,art. cit.

    Bolao, Los detectives salvajes, 18. Luis Mario Schneider, El estridentismo. Mxico 19211927 (Mxico: UNAM, 1985), 18.

  • 42 Carmen de Mora

    se produce la iniciacin sexual de Garca Madero con Rosario, una de las me-seras; en el Caf de los estridentistas, se alude a las situaciones amorosas deMabelina con sus mltiples amantes. Estos paralelismos nada fortuitos reve-lan que Bolao estaba muy familiarizado con los textos del grupo mexicano.

    Como sucede con otros escritores, no se salvan los estridentistas de la ridi-culizacin a que los somete Bolao basndose en la recepcin que tuvieronen Mxico; incluso los mismos real visceralistas se ven sometidos, a lo largode la narracin, al desprecio y la burla en boca de distintos personajes. Brba-ra Patterson, que haba presenciado la entrevista de Belano a Maples Arce,fundador del estridentismo, comenta la experiencia burlndose sin compa-sin del escritor y dedicndole un rosario de insultos e injurias (177178). Re-rindose a sta y a las dems entrevistas que Belano y Lima les hicieron alos estridentistas, Luis Sebastin Rosado, otro personaje del libro, comenta:

    [...] lo cierto es que segn Piel Divina necesitaban el dinero y se fueron a en-trevistar a unos viejos que ya nadie recordaba, a los estridentistas, a ManuelMaples Arce, nacido en 1900 y muerto en 1981, a Arqueles Vela, nacido en 1899y muerto en 1977, y a Germn List Arzubide, nacido en 1898 y probablementetambin muerto recientemente, o puede que no, lo ignoro, tampoco es algoque me importe mucho, los estridentistas fueron literariamente un grupo ne-fasto, involuntariamente cmico.

    En uno de los momentos de la entrevista con Amadeo Salvatierra, ste les en-sea el primer maniesto estridentista: la hoja Actual n 1, que Maples Arcepeg en las bardas de Puebla en 1921, y lee algunos prrafos que, pasados losaos, han perdido su impulso vanguardista revolucionario original y quedanreducidos a una retrica un tanto caduca, de forma que viene a mostrar laidea pesimista expresada tantas veces por Bolao con respecto al destino delas obras literarias. La inclusin en esta misma secuencia del extenssimodirectorio de vanguardia al completo, en que la mayora de los nombres re-sultan desconocidos, conrma esa misma visin, pues, lo que en su da fueuna lista representativa de la actualidad literaria, se ha transformado con eltiempo en un cementerio de escritores que salvo unos pocos nombres yanadie recuerda. En ese contexto, el ttulo de la revista resulta irnico y hastacmico.

    Su verdadero nombre es Jan, pareja de Rubn Medina, Rafael Barrios, en la novela. Bolao, Los detectives salvajes, 162. Amadeo Salvatierra llama la atencin sobre la palabra exito que Maples Arce escribe en

    el maniesto en lugar de excito (217).

  • El canon literario mexicano en Los detectives salvajes 43

    Les correspondi a los Contemporneos llevar a cabo la renovacin litera-ria que haban pretendido los estridentistas y que no llegaron a consolidar.El ncleo del grupo se form hacia 1920. Bajo la proteccin de Vasconcelospublicaron las revistas La Falange (19221923) y Ulises (1925), pero la ms re-presentativa fue Contemporneos (19281931), creada al estilo de la Nouvelle Re-vue Franaise o la Revista de Occidente. Fueron escritores muy diferentes entres aunque unidos por el afn de conectar las letras mexicanas con los movi-mientos culturales contemporneos, de restablecer la comunicacin culturalentre Mxico y el resto del mundo despus del aislamiento de Mxico duran-te la Revolucin de 1910. Su vanguardia no fue tan radical como la de los pri-meros y contaron desde el comienzo con el apoyo ocial.

    En uno de los pasajes ms irreverentes y humorsticos del libro, el que co-rresponde al 22 de noviembre en el diario de Garca Madero, guran cuatropoetas del grupo. Garca Madero, se despierta en casa de Catalina OHara,donde la noche anterior se haba celebrado una esta, y recuerda que Ernes-to San Epifanio propuso una, cuando menos extravagante, clasicacin li-teraria que, dentro del espritu carnavalesco del contexto en que se habaproducido, supone una burla de la tendencia sexista de ciertos sectores dela crtica literaria, pero, al mismo tiempo, no deja de ser una forma de distin-guir los matices y diferencias entre los escritores citados. El modelo podraestar en la clasicacin de Reinaldo Arenas en Antes que anochezca sobre la va-riedad de homosexuales en Cuba, del que este pasaje sera un pastiche. Enprimer lugar, clasicaba los gneros: Las novelas generalmente, eran hete-rosexuales, la poesa, en cambio, era absolutamente homosexual, los cuentos,deduzco, eran bisexuales, aunque esto no lo dijo. Y luego los poetas: Den-tro del inmenso ocano de la poesa distingua varias corrientes: maricones,maricas, mariquitas, locas, bujarrones, mariposas, ninfas y lenos. Las doscorrientes mayores, sin embargo, eran las de los maricones y la de los mari-cas. En esa clasicacin solo se cita de forma individualizada a cuatro delos Contemporneos, a Carlos Pellicer (bujarrn), Novo (mariquita), Owen

    Vase al respecto Las cuatro categoras de locas, donde Arenas distingue entre la loca deargolla, la loca comn, la loca tapada y la loca regia. Reinaldo Arenas, Antes que anochezca(Barcelona: Tusquets Editores, 1992), 103104.

    Bolao, Los detectives salvajes, 83. Bolao, Los detectives salvajes, 83. Siendo Contemporneos uno de los grupos ms prestigiosos de la literatura mexicana, la

    burla de Bolao se basa en que parte de la crtica los ha considerado homosexuales, aunque,con certeza, solo tres de ellos lo fueron: Pellicer, Villaurrutia y Novo.

  • 44 Carmen de Mora

    y Gorostiza. San Epifanio calica de maricas a todos los integrantes delgrupo, aunque Belano excluye a Owen. Con respecto a Gorostiza, aqul sen-tencia: [] Muerte sin n es, junto con la poesa de Paz, La Marsellesa de losnerviossimos y sedentarios poetas mexicanos maricas. De todos ellos, elque aparece mencionado en varias ocasiones es Novo, que, adems, publicen la revista Caborca.Otros escritores mexicanosEl contexto en que aparece un autor sirve para entender cul es la lectura queBolao hace de la literatura del pasado, pues no debe olvidarse que, si bienun canon se compone de una seleccin de textos, en realidad se construyea partir de cmo se leen los textos, no de los textos en s mismos. Bolaotiene muy presente esta premisa, como puede verse en el siguiente ejemplo.Una de las hermanas Font, Mara, es lectora de Sor Juana, que es citada enms de una ocasin. A propsito de ello, Garca Madero hace una broma conlas famosas redondillas de la monja Hombres necios que acusis, y, ante lareaccin de la muchacha, pretende arreglarlo citando uno de los famosos so-netos: Detente, sombra de mi bien esquivo. La burla de las redondillas porparte de Garca Madero molesta a Mara porque su inters por Sor Juana sebasaba en su imagen de feminista avant la lettre, ya que en otro momento dela novela vuelve a nombrarla junto con un grupo de mujeres artistas que ellaconsideraba defensoras de los derechos de la mujer. De ese grupo cita a dosmexicanas: Sor Juana y la pintora Remedios Varo, tambin a la escritora su-rrealista Leonora Carrington, que, aunque de origen ingls, vivi en Mxico.A Mara le atraa aquello que todava era actual en Sor Juana y la convertaen una adelantada para la poca en que le toc vivir. En cambio, el sonetorevela a una Sor Juana ms convencional; es decir que Garca Madero no leaa Sor Juana como Mara, se dira que para l se trataba tan solo de una poetabarroca, alguien que guraba en un manual de historia de la literatura, unapieza de museo, sin ms.

    Que Carlos Monsivis aparezca en varias ocasiones (unas cinco) en Los de-tectives salvajes se explica, entre otros motivos, por ser un referente impres-cindible para el conocimiento de la cultura y la literatura mexicanas, y por elinters que demostr, a travs de varios de sus escritos, por el movimientoestudiantil de 1968, de tanta trascendencia en esta novela. En una ocasin

    Bolao, Los detectives salvajes, 85. Harris en: Sull, El canon literario, 56.

  • El canon literario mexicano en Los detectives salvajes 45

    aparece en su papel de cronista de la ciudad de Mexico. Estando reunidos va-rios real visceralistas en el cuarto de azotea de la calle Anahuac, donde viveUlises Lima, cuenta Garca Madero en su diario del 11 de noviembre que stecoment cmo, segn Monsivis, en las azoteas vecinas se celebraban toda-va sacricios humanos. El nombre de Monsivis se asocia en otra ocasina los de Ibargengoitia, Monterroso, Jos Emilio Pacheco y Elena Poniatows-ka, todos ellos escritores cannicos y de ideologa izquierdista. En el testi-monio de Luis Sebastin Rosado, escritor un tanto exquisito del entorno lite-rario de Paz y eventual amante de Piel Divina, se alude a la opinin negativaque tena sobre los estridentistas:

    Monsivis ya lo dijo: Discpulos de Marinetti y Tzara, sus poemas, ruidosos,disparatados, cursis, libraron su combate en los terrenos del simple arreglotipogrco y nunca superaron el nivel de entretenimiento infantil: Monsi es-t hablando de los estridentistas, pero lo mismo se puede aplicar a los realvisceralistas.

    Este mismo personaje se reere a algo que le haba sucedido a Monsi conlos real visceralistas en una ocasin en que haba aceptado acudir a una ci-ta con ellos, aunque Rosado no saba exactamente qu. Lo contar el propioMonsivis, en uno de los testimonios incluidos en la segunda parte de la no-vela. El hecho tan misterioso era que, en efecto, se haba reunido con Belanoy Lima para tomar caf y charlar. Los describe con el pelo largusimo, mslargo que el de cualquier otro poeta y le molest de ellos una terquedad in-fantil en no reconocerle a Paz ningn mrito. Le recuerdan a Jos Agustn yGustavo Sainz, dos escritores pertenecientes a la Onda, pero sin el talento

    Bolao, Los detectives salvajes, 29. Bolao juega aqu con la condicin de cronista de la ciu-dad de Mxico de Monsivis, el nombre de la calle, que hace referencia al pasado indgenaprehispnico, y los rituales de antropofagia atribuidos a los aztecas.

    Este episodio tambin tiene inters de cara a la cuestin del canon. El editor LisandroMorales, que haba conocido a Belano a travs del novelista ecuatoriano Vargas Pardo, quetrabajaba en su editorial como corrector, apoya el proyecto de aqul de crear una revista enla que colaboraran las mejores plumas de Mxico y Latinoamrica. En el primer nmero nocolaboraron, como ellos haban esperabado, ni Cortzar, ni Garca Mrquez, ni Jos EmilioPacheco, pero contamos con un ensayo de Monsivis y eso, de alguna manera salvaba la re-vista (Bolao, Los detectives salvajes, 205).

    Bolao, Los detectives salvajes, 152. Se reere probablemente al comentario incluido en lasNotas sobre la cultura mexicana en el siglo XX que Monsivis public en la Historia generalde Mxico (Mxico: El Colegio de Mxico, 1976), 370373. Sus comentarios no son exactamenteesos, pero no valoraba mucho el movimiento; hace armaciones bastante irnicas, como Lasactitudes pblicas de los estridentistas poseen un inters que su obra suele negar (372). Detodos, Maples Arce le pareca el ms dotado literariamente.

  • 46 Carmen de Mora

    de nuestros dos excepcionales novelistas, en realidad sin nada de nada, nidinero para pagar los cafs que nos tomamos (los tuve que pagar yo). Estecomentario de Monsivis entre jocoso y molesto dice en realidad ms de loque aparenta, pues sugiere un vnculo entre Los detectives salvajes y la narrati-va de la Onda, una deuda ms que probable de Bolao con aquellos escritoresque cambiaron la manera de escribir en Mxico al rescatar para la narrativael lenguaje callejero y urbano de los jvenes rebeldes y contestatarios de me-diados de los sesenta.

    Otro autor algo marginado en las historias literarias que merece aten-cin en la novela es el modernista Efrn Rebolledo, seguramente por la li-bertad con que trat el tema ertico, pues es el personaje de Garca Made-ro quien, en la primera parte del libro, pasando por una etapa de iniciacinsexual y, por tanto, muy erotizada, se detiene en comentar en su diario elpoema El vampiro (Caro Victrix, 1916). Ms representativo es Efran Huertacitado varias veces en la novela, uno de los poetas ms importantes de M-xico y activista poltico de izquierdas. Fue l quien hizo la presentacin dela antologa infrarrealista Muchachos desnudos bajo el arcoiris de fuego. Ademsde compartir anidades poticas e ideolgicas y una actitud de rebelda conlo establecido, su presencia en la novela se justica tambin por los numero-sos versos que Huerta le dedic a la Ciudad de Mxico. Sin duda, en los aossetenta fue uno de los faros poticos de los infrarrealistas.

    Bolao, Los detectives salvajes, 160. En efecto, los dos narradores, Gustavo Sainz y Jos Agustn, junto con Parmnides Garca

    Saldaa, formaron parte en los aos sesenta, en Mxico, de este movimiento juvenil contra-cultural y provocador a semejanza de la contracultura norteamericana. Colocar a los ado-lescentes como protagonistas de las novelas con su forma particular de entender la realidady sus modos de vida fue una de las aportaciones ms valiosas del movimiento. Tambin eldesenfado y la rebelda, la relacin con el sexo, el alcohol y las drogas, la acin a la msicarock, las reuniones en cafs, las lecturas de libros extranjeros y el desparpajo en la forma dehablar estn en la novela de Bolao. Vase Ignacio Trejo Fuentes, La literatura de la Onda ysus repercusiones: http://espartaco.azc.uam.mx/UAM/TyV/16/221962.pdf.

    Explica Carmen Boullosa que en los setenta los poetas de su generacin la de Bolaose alinearon en bandos antagnicos preexistentes: Uno admiraba al poeta popular EfranHuerta famoso por sus poemnimos, cargados de humor, desparpajo y frescura, y el se-gundo a los de la revista Plural que diriga Octavio Paz el futuro Premio Nbel, intelectualy cosmopolita y que editaba un grupo formidable de escritores Garca Ponce, Elizondo, dela Colina y el tambin poeta Toms Segovia. Los exquisitos frente a los callejeros, aunqueninguno de los dos bandos era rigurosamente lo dicho. [] Los del bando de Paz llamaban alos efrainitas estalinistas. Los efrainitas llamaban a los octavianos reaccionarios. Y comentacmo algunos de los efrainitas se presentaban en los eventos literarios a abuchear, pelear,

  • El canon literario mexicano en Los detectives salvajes 47

    En el cuarto de Piel Divina, Garca Madero distingue ejemplares de EfranHuerta, Augusto Monterroso, Julio Torri, Alfonso Reyes, Jaime Sabines, MaxAub y Andrs Henestrosa. Desde la literatura colonial hasta la narrativa dela Onda, el elenco de autores citados en Los detectives salvajes es amplsimo,incluidos los espaoles exiliados en Mxico como consecuencia de la guerracivil espaola: Max Aub, ya citado, Pedro Garas, Juan Rejano y Len Feli-pe.Las disputas por ocupar un lugar en el espacio literario. Las antologasBourdieu dene el campo literario como un campo de fuerzas que se ejercensobre todos aquellos que penetran en l [], al tiempo que es un campo deluchas de competencia que tienden a conservar o a transformar ese campode fuerzas. Esas rivalidades y disputas estn representadas en la novelaa travs de algunos grupos poticos mexicanos: entre estridentistas y con-temporneos; entre el bando de los poetas campesinos y el de Octavio Paz; asu vez, los infrarrealistas estaban enfrentados con casi todos y se presentancomo un grupo marginal. En la canonizacin y la disputa por el espacio enel campo literario tambin juegan un papel las antologas: Lo fundamentales que una antologa crea una tradicin, la dene y la conserva, pero al mis-mo tiempo que pone de relieve una lnea, deja en la sombra otras, es decirincluye y excluye, contribuyendo por lo tanto a la formacin de un canon.A propsito de la antologa que estaba preparando Ismael Humberto Zarcosobre la joven poesa mexicana, de la que quedara excluida la mayor partede los real visceralistas, se elogian las antologas La poesa mexicana del sigloXX de Monsivis y Poesa en movimiento de Octavio Paz, Al Chumacero, Jos

    juzgar y des-organizar. Vase Carmen Boullosa, El agitador y las estas, En Bolao salvaje,ed. Edmundo Paz Soldn y Gustavo Favern Patriau (Barcelona: Editorial Candaya S.L. 2008),418419.

    Otros nombres del repertorio mexicano que aparecen en Los detectives salvajes son: JosJuan Tablada, Renato Leduc, Salvador Daz Mirn, Homero Aridjis, Amado Nervo, ManuelJos Othn, Manuel Acua, Jos Joaqun Pesado, Rubn Bonifaz, Juan de la Cabada, Jos Re-vueltas, Rosario Castellanos, Jos Joaqun Fernndez de Lizardi, Mariano Azuela, Jos Revuel-tas, Al Chumacero, Jos Vasconcelos, Agustn Yez y Jos Martn Luis Guzmn, muy reco-nocidos todos ellos en el panorama literario mexicano.

    No por azar durante su encierro en los baos de la Universidad Auxilio Lacouture lealos poemas de Pedro Garfas. De ese modo, salvando las distancias, Bolao relacionaba lamatanza de Tlatelolco con la guerra civil espaola.

    Pierre Bourdieu, Las reglas del arte: gnesis y estructura del campo literario (Barcelona: Edito-rial Anagrama, 1995), 344.

    Sull, El canon literario, 27.

  • 48 Carmen de Mora

    Emilio Pacheco y Homero Aridjis. Luis Sebastin Rosado, cuenta cmo le ha-ba rogado a Ismael Humberto Zarco que incluyera un poema de Piel Divina,amante suyo por entonces, sin conseguirlo. Ningn real visceralista fue pu-blicado en la antologa de Zarco. De este modo, el grupo quedaba una vezms al margen de la literatura institucional, contra la que Bolao arremetien diversos escritos.Las citas implcitasSi se considera que la masacre de la Plaza de Tlatelolco, ocurrida la noche del2 de Octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas, en Mxico D.F., duran-te las protestas contra el gobierno del presidente Gustavo Daz Ordaz, juntocon el golpe de Estado de Pinochet, son los dos acontecimientos principalesque conforman el teln de fondo histrico de Los detectives salvajes, era previ-sible que Bolao, dadas las numerosas referencias literarias mexicanas queaparecen en la novela, citara a algunos de los escritores que han dejado testi-monio de aquel movimiento estudiantil en sus obras; sobre todo porque deno haber sido por la literatura no habra quedado constancia de lo sucedi-do. Elena Poniatowska y Fernando del Paso, dos de los ms grandes escri-tores que se han ocupado de este acontecimiento trgico, siendo numerososlos que lo han tratado, estn citados de forma explcita, pero, adems, va-rios aspectos de la novela podran entrar en relacin de forma implcita conLa noche de Tlatelolco (1971) y Palinuro de Mxico (1976), ambas enmarcadas por

    Ya coment antes que se trata de Gabriel Zaid. Vase al respecto: Gonzalo Maltr, El movimiento popular estudiantil de 1968 en la novela me-

    xicana (Mxico: Universidad Autnoma de Mxico, 1986), 7. Maltr acu la denominacin de literatura tlatelolca para referirse a las numerosas

    obras que, en los diversos gneros, trataron el tema; en novela se public una treintena apro-ximadamente. Puede decirse que la historia de aquel acontecimiento histrico hasta ahorasolo est registrada en la literatura, debido a la censura ejercida a nivel estatal sobre la pren-sa.

    Elena Poniatowska solo est citada en una ocasin (Bolao, Los detectives salvajes, 205) yFernando del Paso, en dos; la primera mencin tiene lugar cuando Luis Sebastin Rosadodescribe la discoteca Prapos: Ahorrar la descripcin de la mencionada discoteca. Juropor Dios que pens que de all no saldramos con vida. Slo dir que el mobiliario y los espe-cmenes humanos que adornaban su interior parecan extrados arbitrariamente de El Peri-quillo Sarniento, de Lizardi, de Los de abajo, de Mariano Azuela, de Jos Trigo, de Del Paso [](154). Precisamente, relacionada con este episodio est Palinuro de Mxico, y no Jos Trigo. Lasegunda cita correspondiente a Del Paso se reere al hecho de que Piel Divina se lleva de casade Luis Sebastin Rosado una novela del escritor, pero no se dice cul (353).

  • El canon literario mexicano en Los detectives salvajes 49

    Gonzalo Maltr en la literatura tlatelolca y escritas en la misma dcada quese recrea en la novela.

    Me atrevera a decir, en efecto, que la segunda parte de Los detectives salva-jes est construida segn el modelo del libro de Poniatowska, a base de testi-monios de diferentes personas que participaron en los hechos como testigosdirectos o indirectos. Naturalmente, se trata de un texto periodstico y portanto de naturaleza muy diferente; sin embargo, la forma de organizar es-tructuralmente esta parte guarda bastante relacin con el texto cannico dePoniatowska. Incluso el conocido episodio de Auxilio Lacouture que tuvolugar en la realidad aunque su protagonista fuera otra est resumido en Lanoche de Tlatelolco:

    Durante los quince das de la ocupacin de CU por el ejrcito se qued ence-rrada en un bao de la Universidad una muchacha: Alcira. Se aterr. No pudoescapar o no quiso. Al ver a los soldados, lo primero que se le ocurri fue ence-rrarse con llave. Fue horrible. Uno de los empleados que hacen la limpieza laencontr medio muerta, tirada en el mosaico del bao. Quince das despus!Ha de haber sido espantoso vivir as, hora tras hora, tomando solo agua de lallave del lavabo. Se la pas entre los lavabos y los excusados all dorma, ti-rada en ese pasillo, en el piso de mosaico y se asomaba por una mirilla paraver a los soldados recargados en sus tanques, bostezando, o recostados ador-milados en los yips Era tal su terror que nunca se movi del bao!

    Carolina Prez Cicero de Filosofa y Letras de la UNAMEl ndice del libro de Poniatowska va precedido de un breve texto en agra-decimiento a Rosario Castellanos por el poema que escribi especialmenteen aquella ocasin. Y se reere a otros poemas de Jos Emilio Pacheco, JosCarlos Becerra, Juan Bauelos y Eduardo Santos, que fueron las primerasprotestas de artistas que siguieron el ejemplo de Octavio Paz. Tanto Cas-tellanos como los dems autores citados excepto Eduardo Santos guranen Los detectives salvajes, inclusive Juan Bauelos se convierte en el personajeJulio Csar lamo, director de un taller de poesa, en la novela. Claro que eltrasvase textual sufre en la novela de Bolao una recontextualizacin, pueslos contenidos son muy distintos. En la novela de Bolao aparecen los testi-monios pero no se sabe con certeza por qu ni para qu, falta el contexto de

    Segn Carmen Boullosa, se trata de Alcira, una poeta uruguaya a la que el encierro en losbaos de la Facultad la dej mal de la cabeza (Boullosa, El agitador y las estas, en PazSoldn y Favern Patriau, Bolao salvaje, 418).

    Elena Poniatowska, La noche de Tlatelolco (Mxico: Era, 1993), 71. Varios testimonios dan cuenta de las andanzas de los real visceralistas, como si alguien

  • 50 Carmen de Mora

    los mismos para que el lector se pueda ubicar, se produce un vaco semnticoque no queda satisfecho despus de la lectura.

    Muy diferente a la anterior, Palinuro de Mxico es una novela fundamen-talmente artstica que solo de forma oblicua inscribe el referente poltico enel texto, aunque ste lo recorre en su totalidad. El hecho de que su prota-gonista, Palinuro, sea un estudiante de medicina, lo convierte en emblemadel movimiento juvenil del 68, ya que fueron precisamente los estudiantesde medicina y los mdicos los que ms se implicaron en la protesta. Adems,la focalizacin de la novela en el cuerpo tambin resulta un dato signicati-vo en la misma lnea. Es muy posible que al referir el episodio en El PrapoBolao le hiciera un guio a Palinuro, cuyo captulo 20 se denomina La Pri-pada. En la novela de Fernando del Paso, el protagonista, Palinuro, vive dosaventuras con sus amigos Molkas y Fabricio, estudiantes de medicina comol: La Pripada y La cueva de Caronte; es la primera la que nos interesa eneste caso. Molkas idea una broma que consista en cortarles los genitales atres cadveres frescos que habran robado de la Escuela de Medicina. Se loscosieron a los pantalones y se dirigieron a El Palacio de Hierro, una conocidacadena de tiendas de lujo en Mxico. All, en el departamento de perfumeraMolkas simul estar enfermo y cuando haba reunido a un buen nmero demujeres a su alrededor se abri el abrigo mostrndoles el miembro del muer-to y escandalizndolas a todas. En Los detectives salvajes cuenta Luis SebatinRosado cmo fue conducido por algunos de los real visceralistas (Ulises Lima,Moctezuma Rodrguez, Alberto y Julita Moore, y Piel Divina) a la discotecaPrapos, un antro donde abundaban los maleantes. Despus de haber bebidounos tequilas se emborrachan y Lima recita el conocido poema de RimbaudEl corazn robado (1871), que adems explica, donde Rimbaud reere la vio-lacin de la que probablemente fue vctima en su juventud a manos de unossoldados borrachos. Los recuerdos de Rosado esa noche son algo deslavaza-dos a causa de la bebida; uno de los detalles que trae a colacin es que bail unbolero con piel Divina y su actitud hizo que los que estaban all empezaran ainsultarlos y a lanzarles miradas amenazantes. Rosado estaba aterrorizadoy termin marchndose, pero antes pudo darse cuenta de que los real visce-ralistas le haba gastado una broma pesada al llevarlo all. En ambas novelaslos estuviera buscando, igual que ellos haban buscado a Cesrea Tinajero, pero nada se aclaraen este sentido.

    Los tres episodios de la novela en que la referencia al hecho histrico es ms evidente, sinser explcita, tienen lugar en los captulos 22, 23 y 24; este ltimo a travs de una representa-cin teatral: Palinuro en la escalera o el arte de la comedia.

  • El canon literario mexicano en Los detectives salvajes 51

    se trata de una broma en la que entra en juego Prapo; sin embargo, cambianla naturaleza de la misma y el estilo, que son ms mordaces en Bolao; ade-ms, en su caso tambin podra entenderse como un episodio con alcanceliterario, ya que forma parte de las bromas pesadas y las burlas que los realvisceralistas practicaban contra Paz y sus seguidores.

    El incidente no guarda relacin solo con el citado captulo de Palinuro ycon el poema de Rimbaud. La descripcin del ambiente del Prapos evocala escena en el Santa Fe Palace de Las puertas del cielo de Cortzar que,metafricamente, representa un descenso al Inerno.

    Otra novela de Fernando del Paso citada de forma oblicua es Noticias del Im-perio (1988), una novela histrica basada en la segunda intervencin francesaen Mxico y la instauracin del Segundo Imperio mexicano con Maximilianode Habsburgo y Carlota, la emperatriz consorte. La novela gira sobre todo entorno a esta mujer que vivi encerrada en el castillo de Bouchout, en Meise,entre 1879 y 1927, despus de haber enloquecido como consecuencia del fusi-lamiento de su esposo en 1867 en Mxico. La primera secuencia de la novelacorresponde al monlogo de la emperatriz cuando se encontraba en el cas-tillo; y es una frmula de ese comienzo la construccin sintctica formadapor el pronombre de primera persona, seguido del verbo ser y de un predi-cado: Yo soy Mara Carlota de Blgica, Emperatriz de Mxico y de Amrica,frmula que se repite con variantes a lo largo de un extenso prrafo. Aunquelas repeticiones, cada vez ms recargadas de nombres y de ttulos, se puedenexplicar por la enajenacin de la protagonista, no cabe duda de que el autorse propone producir un efecto pattico, humorstico y grotesco a la vez. Elguio de Bolao a esta novela est muy logrado, pues mediante un procesode desautomatizacin se acerca a otro momento histrico de Mxico, el dela matanza de Tlatelolco, contado desde la perspectiva de una mujer, AuxilioLacouture, basado en la estudiante que se qued encerrada en los baos dela Universidad durante la ocupacin del ejrcito y que enloqueci despus dela experiencia, suceso al que ya me refer anteriormente. El contraste entre lasituacin de la emperatriz, recluida en un lujoso castillo, y la de Auxilio, ence-rrada en un bao de la universidad para protegerse de la violencia de los mi-litares, convierte el texto de Bolao en un pastiche satrico y trgico a la vezdel monlogo de Carlota. La frmula sintctica utilizada es la misma, pero elcontenido es completamente distinto: Yo soy la madre de la poesa mexica-na. Yo conozco a todos los poetas y todos los poetas me conocen a m (190).

    El hallazgo de esta relacin intertextual le corresponde a Francisco Javier Gil Jacinto.

  • 52 Carmen de Mora

    La mencin de varios poetas en el discurso de Lacouture, en contraste conlos ttulos y grandezas que aparecen en el de Carlota, est relacionada conel lugar central que el tema literario presenta en Los detectives salvajes y conun concepto de la literatura como forma de resistencia que comparten otrostextos de Bolao.

    No es posible identicar todo el mosaico de citas que penetra de alteri-dad la novela porque algunas se limitan a una simple frase. Es el caso de laque dice Joaqun Font estando en el manicomio cuando recuerda que unade sus hijas le haba comentado que lvaro Damin, el padre de Laura Da-min, se haba suicidado porque estaba arruinado: [], y entonces supe sinasomo de duda que todo ira de mal en peor, frase que evoca el comienzodel genial cuento de Rulfo Es que somos muy pobres. En otra ocasin, setoma prestado el ttulo de la famosa novela de Fuentes La regin ms transpa-rente, que aparece inserto casualmente en una frase alusiva a la ciudad; me-recen destacarse tambin las frecuentes bromas que se hacen en el texto conla otredad de que habla Paz en sus escritos. Pero no hay que descuidarsecon los bucles de la escritura de Bolao, pues, al mismo tiempo, escribe unanovela que est sustentada en la otredad, en la que el yo del autor se presen-ta diseminado y diluido en una multiplicidad de voces que son las de todoslos escritores que ha ledo y que han dejado su huella en esta obra. Probable-mente, a eso se refera Juan Villoro al conocimiento enciclopdico de Bolaosobre la capital, la cultura y la literatura mexicanas cuando dijo: Estamosante una de las ms brillantes novelas mexicanas.

    Bolao, Los detectives salvajes, 302. Para una de las burlas, Bolao se sirve de la secretaria cticia de Octavio Paz, quien, al

    referirse a sus cartas, dice que hablaba ms o menos de lo mismo que habla en sus ensayosy en sus poemas: de cosas bonitas, de cosas oscuras, y de la otredad, que es algo en lo que yohe pensado mucho, supongo que como muchos intelectuales mexicanos, y que no he logradoaveriguar de qu se trata (Bolao, Los detectives salvajes, 503).

    El copiloto del Impala, en La escritura como tauromaquia, comp., Celina Manzoni (BuenosAires: Ediciones Corregidor, 2002), 78.

  • Romanische Studien 1, 2015 Roberto Bolao frente al canon literario

    El palimpsesto infrarrealistaTras las huellas delmaniesto potico en la narrativa deRobertoBolao

    Jos Gonzlez (Mnchen)resumen: En este artculo se pretende rastrear la esttica y actitud del movimiento infra-rrealista en las novelas de Roberto Bolao, mostrando su particular traduccin a la narra-tiva en clave de humor. Se le prestar especial atencin a las tcnicas para posicionarse encontra de la cultura institucionalizada, formando lo que Bajtn denomina una descentrali-zacin del lenguaje a favor de un plurilingismo, donde se distinguen mundos ideolgicosen las voces del discurso. Unas de estas voces representan en ocasiones instituciones de lacultura ocial y otras se posicionan en contra, haciendo para ello uso de, por ejemplo, laparodia, la irona o la caricatura.palabras clave: Bolao, Roberto; Palimpsesto; Infrarrealismo; Humor; TranslationalTurn; Paz, Octavioschlagwrter: Bolao, Roberto; Paz, Octavio; Palimpsest; Humor; bersetzung; Infra-realismus

    Bolao, un poeta delDFNo cabe duda de que la relacin de Roberto Bolao con el Infrarrealismonunca termin. A pesar de que decidi abandonar Mxico, deshacer el movi-miento y dedicarse casi exclusivamente a la novela desde los 90, las huellasque han ido quedando en su obra y que remiten a esta poca, son tantas co-mo variadas. Su relacin con el Infrarrealismo comienza el da que conocia Mario Santiago en 1975 en el caf de la Habana y se prolonga ocialmentehasta poco despus de su partida a Barcelona. Sin embargo, y especialmentetras la publicacin de Los detectives salvajes (1998) no parece que el autor hu-biera olvidado su primer intento potico serio, pues, como comenta MichaelPster, se podra ver en su relacin con este movimiento la fuerza motriz degran parte de su literatura tras dejar Mxico. De hecho, la relacin de Bo-lao con este pas al que no volver, tampoco termina con su partida como

    Michael Pster, Der magnetische Pfad der Esel und Dichter, Du 819 (2011): 3039.

  • 54 Jos Gonzlez

    atestigua la correspondencia que dej, especialmente con Mario Santiago,ni tampoco la relacin con la poesa.

    Su poca como infrarrealista, con todo lo que acarrea en trminos de vi-vencias en el DF, su productividad como poeta y sus experiencias revolucio-narias, crean una base que deja huellas signicativas en muchos de sus librosy, a pesar de que se dio por terminado el movimiento, lo cierto es que no so-lo no lo abandon completamente, sino que la re-escritura o, como lo voy allamar en este artculo, la traduccin del Infrarrealismo en otro contexto seconvierte en su generador de narrativa particular.

    En esta lnea, el autor sigue la estela del maniesto que escribi en 1976donde, ya a pincelazos poticos, ya a declaracin de intenciones, expone suposicin sobre el arte, la vida, la poltica y sobre todo sobre la literatura, condos ideas bsicas: la unin de la poesa con la vida cotidiana y la destruccinde la cultura ocial. Especialmente con esta ltima, Bolao parece tener unacuenta pendiente. Y no solo con la cultura ocial mexicana sino ms bien conla cultura ocial latinoamericana, donde habra que incluir inevitablementea la chilena.El Infrarrealismo y su contextoEl Infrarrealismo se consideraba el sucesor del Estridentismo y segn Bola-o, la variante mexicana del Dadasmo. Tena unos principios claros de reno-vacin (mediante destruccin) de la cultura mexicana, que en palabras de Ra-mn Mndez se traducan as: volarle la tapa de los sesos a la cultura ocial.Los objetivos infrarrealistas, sin embargo, van ms all de la dureza con laque articulan las intenciones algunos de sus miembros y tienen una raznde ser tanto poltica como artstica. El grupo aparece como una respuesta alcontexto poltico-cultural mexicano en el cual, desde el ao 70, el gobiernodel PRI gobernado por el presidente Lus Echeverra inicia una campaa pa-ra recuperar la conanza de la juventud tras la masacre estudiantil del ao68 en Tlatelolco, aumentando las actividades culturales en la universidad,

    Vanse los anexos en: Montserrat Madariaga, Bolao Infra. 19751977: los aos que inspiraronLos detectives salvajes (Santiago: RIL editores, 2010), 152157.

    Los infrarrealistas se sienten herederos del Estridentismo, un movimiento de la dcadadel 20 que buscaba un cambio real que incidiera en la vida de las personas. Madariaga, Bo-lao Infra, 71.

    Madariaga, Bolao Infra, 6263. El suceso de la matanza estudiantil al que me reero es la matanza de Tlatelolco el 2 de

    octubre de 1968 bajo el gobierno de Gustavo Daz Ordaz. Los estudiantes asesinados estaban

  • El palimpsesto infrarrealista: Tras las huellas del maniesto potico 55

    otorgando becas, subvenciones, creando talleres y centros culturales, con losque tena la intencin de contentar a las masas estudiantiles que an recorda-ban con impotencia estos sucesos de aos atrs. Estos proyectos nanciadospor el gobierno permiten a muchos artistas y poetas gozar de un cierto esta-tus. Al mismo tiempo, junto con esta cultura estatal y su respectivo canon,exista adems otra cultura ocial que estaba formada por escritores consa-grados, que representaban un peligro an mayor si cabe para los infras, yque como sabemos estaba representada principalmente por Octavio Paz, pe-ro tambin por otros poetas como Carlos Monsivis. Estos escritores ademsde tener adeptos y seguidores a modo de escuela, tambin controlaban laspublicaciones mediante sus revistas o sus influencias. De modo que los in-telectuales que no estaban protegidos por el gobierno del PRI, lo estaban porlos padres literarios Paz o Monsivis. La cultural popular por su parte, quepreceda el movimiento de los infrarrealistas y que era admirada por ellos,estaba representada por Jos Revueltas y especialmente Efran Huerta, loscuales representaban la oposicin a la cultura ocial y los ejemplos a seguir,tanto en lo que respecta a la creacin literaria como al modo de vida.

    En este paisaje cultural, los infrarrealistas optan por la marginalidad, porcrear su propio grupo y acabar con la hegemona de la literatura canonizadapor las instituciones culturales y con sus respectivos privilegios. Los escri-tores acomodados o protegidos son desde la fundacin del grupo y desdeque Bolao escribiera el maniesto, la diana de sus crticas y los culpablesdel estancamiento social y cultural. Mostraban su repulsin por cualquierforma de autoridad y por los caminos impuestos para salvar las distanciasentre arte y vida por derribo de la institucin. Por otra parte, adems desu propuesta literaria y vital, realizaban happenings en los que boicoteabanconferencias de escritores considerados cannicos o pertenecientes al esta-blishment, especialmente de Octavio Paz, pero tambin presentaciones porejemplo de David Huerta, hijo del admirado y respetado Efran Huerta, alinspirados por las protestas del mayo del 68 en Pars. Madariaga, Bolao Infra, 19.

    Por ejemplo la revista Plural cuyo director era Octavio Paz y o el suplemento La cultura enMxico cuyo director era Carlos Monsivis. Madariaga, Bolao Infra, 23.

    Carmen Boullosa, El agitador y las estas, en Bolao salvaje, ed. Edmundo Paz Soldn yGustavo Favern Patriau (Barcelona: Ed. Candaya, 2008), 435437.

    Como dice Patricia Espinosa: Se tratara de derrumbar el muro de la institucin, la dis-tancia entre el arte y la vida. Patricia Espinosa, Bolao y el maniesto infrarrealista, Roci-nante 84 (Octubre 2005), www.letras.s5.com/rb2710051.htm, consultado el 20 de septiembre de2014.

    Boullosa, El agitador y las estas, 434446.

  • 56 Jos Gonzlez

    cual, aun pareciendo una actitud contradictoria, tambin se le poda consi-derar un poeta protegido por su padre.

    Las bases del Infrarrealismo se pueden extraer casi completamente del ma-niesto que escribi Roberto Bolao. Sus modelos son varios movimientosy grupos pre- y co-existentes al Infrarrealismo, tales como el peruano HoraZero, el Estridentismo, el Dadasmo y el Surrealismo, de los que se hacen sim-patizantes (Surrealismo o el Dadasmo), o de los que se ven como herederos(Hora Zero o el Estridentismo).

    Adems de los puntos principales como la unin de vida y poesa y el recha-zo a la cultura ocial bajo el lema de Nuestra tica es la Revolucin, nuestraesttica la Vida: una-sola-cosa, tambin tenan un rechazo por la burgue-sa y por su arte (como tambin lo tena el arte Dada) y un acercamiento alpueblo como se muestra irnicamente en el siguiente prrafo del Maniesto:

    Son tiempos duros para la poesa, dicen algunos, tomando t, escuchandomsica en sus departamentos, hablando (escuchando) a los viejos maestros.Son tiempos duros para el hombre, decimos nosotros.viendo a las barricadasdespus de una jornada llena de mierda y gases lacrimgenos.

    Otros de los aspectos importantes, es que el Infrarrealismo toma como ma-teria prima para el poema la realidad cotidiana, en la misma lnea de unirarte y vida, para subvertirla. Y evidentemente, la idea que envuelve todoel maniesto con la frase en forma imperativa que lo subtitula y lo naliza:Lncense a los caminos, con una clara referencia a lo que debera ser laactitud ante la vida del poeta.Unpalimpsesto infrarrealistaCon un simple vistazo a los libros del autor podemos ver huellas del Infrarrea-lismo: por ejemplo, en el ttulo de la novela que escribe con Antoni G. Portaen el que hace una clara alusin a un poema infrarrealista de Mario SantiagoConsejos de un discpulo de Morrison a un fantico de Joyce, o en la esttica muypotica de Amberes y, como no, en Los detectives salvajes donde da a conocer el

    Madariaga, Bolao Infra, 146. Madariaga, Bolao Infra, 146. Subvertir la realidad cotidiana de la poesa actual. Los encadenamientos que conducen a

    una realidad circular del poema. Una buena referencia: el loco Kurt Schwitters. (Madariaga,Bolao Infra, 147.)

    Madariaga, Bolao Infra, 143151. El ttulo de Mario Santiago era Consejos de un discpulo de Marx a un fantico de Hei-

    degger.

  • El palimpsesto infrarrealista: Tras las huellas del maniesto potico 57

    movimiento en Espaa y se podra decir que al mundo. No obstante, se pue-den dilucidar tambin a otros niveles; ciertamente no solo como una esttica,sino como una actitud y un gesto ante la literatura y la vida, una denicinque Bolao tambin dara como el signicado de poesa.

    Aunque hemos podido leer que el Infrarrealismo es parte del pasado paral, lo cierto es que el cdigo de su maniesto recorre su literatura posteriory lo que cambi del poeta al novelista es bsicamente el uso de tal cdigo.En primer lugar, los cambios de la ideologa infrarrealista marginal al Bola-o novelista no son tantos como se presuponen; dos ejemplos: el primero esque los infrarrealistas rechazaban hacer negocio con la literatura y no bus-caban publicaciones, y el segundo es que para ellos la poesa era el mediode expresin ms puro y despreciaban la novela. Se podra decir que Bolaotraiciona los dos, pero ya desde su poca en el DF era la excepcin dentrodel grupo en cuanto a publicaciones, ya que era el nico que buscaba publi-car sus textos y el reconocimiento. En cuanto respecta al paso de escribirpredominantemente novela, sus editores lo atribuyen a su voluntad de po-der ganarse la vida gracias a sus novelas, sobre todo tras el nacimiento de suprimer hijo. Asimismo, habra que poner tambin de relieve que su poesaya era muy prosaica antes de escribir novelas y que sus primeros textos deprosa se distinguan en su estilo muy vagamente de los poticos.

    Su transformacin de poeta infra a novelista en Barcelona no es puesnecesariamente una traicin al movimiento o una toma de conciencia de sufracaso como poeta, como arma Matas Ayala. Sino que, a mi modo de very con esto expongo mi propuesta, es un proceso de traduccin de su experien-cia infrarrealista en Mxico. La clave no es que borre su pasado como poeta yse re-autodena en su condicin de escritor, sino que se re-escribe adaptn-dose a su nuevo marco cultural. Por ello, la esttica y actitud del Bolao poeta

    Cristin Warnken. Programa televisivo La belleza de pensar, Entrevista con Roberto Bolao(Chile: UC Televisin, 1999).

    Como explica en la introduccin de Amberes: toda la mierda literaria ha ido quedandoatrs, revistas de poesa, ediciones limitadas, todo ese chiste gris qued atrs. Roberto Bola-o, Amberes (Barcelona: Anagrama, 2002), 25.

    Madariaga, Bolao Infra, 110111. Wilfrido H. Corral, Bolao traducido: Nueva literatura mundial (Ediciones Escalera, 2011),

    211. Corral, Bolao traducido, 215. Matas Ayala, Notas sobre la poesa de Roberto Bolao, en Bolao salvaje, ed. Edmundo

    Paz Soldn y Gustavo Favern Patriau (Barcelona: Ed. Candaya, 2008), 97.

  • 58 Jos Gonzlez

    infra no es enteramente otra, sino que se representa en otro idioma, en elque adems, y no menos importante, el humor podra ser una de las claves.De la estticaSi a grandes rasgos el maniesto infrarrealista se divide entre la esttica pro-saica y cotidiana, y la actitud rebelde, la influencia de ste tambin se traduceen sus novelas en estas dos vertientes. Una de las cosas que llaman la aten-cin en la poesa de Bolao es el estilo, el cual la hace a menudo apenas dife-renciable de su prosa. Sus poesas, que describen hechos diarios y se enlazancon escasa lgica, son prcticamente relatos de los que, si eliminramos losversos libres, tendramos muchas veces un texto narrativo.

    Comparando una poesa de la poca mexicana y con uno de los textos deAmberes, (considerados como prosa), vemos que la diferencia es, a simple vis-ta, ciertamente escasa:

    En el borde de una cama de latn una muchacha rubia se pinta las uas deazul mientras las luces de la madrugada entibian los vidrios sucios de su ni-ca ventana. El agua corre en el bao y su mesa de noche es una naturalezamuerta de algn primitivista neoyorkino.Mientras en el radio tocan una mar-cha fnebre.

    Ahora el captulo 47. El baile, extrado de Amberes:En la terraza del bar slo bailan tres nias. Dos son delgadas y tienen el pelolargo. La otra es gorda, lleva el pelo ms corto y es subnormal El tipo al quepersegua Colan Yar se esfum como mosquito en invierno A propsito, su-pongo que en invierno slo quedan los huevos de los mosquitos Tres niasfelices y diligentes 7 de agosto de 1980 El tipo abri la puerta de su cuar-to, encendi la luz Tena el rostro desencajado Apag la luz No temas,aunque slo pueda contarte estas historias tristes, no temas

    En los dos textos encontramos una situacin cotidiana, descrita con conexio-nes de ideas poco comunes, donde la diferencia ms grande es la versica-cin. El estilo en ambos es en prosa, como en muchas otras poesas del autor,y como describe Ayala con enumeraciones caticas con varios registros, deforma descriptiva y fragmentaria.

    No obstante, Bolao tambin es potico en sus posteriores novelas en lasque ms bien se puede hablar ya de una integracin de la poesa en las mis-mas. No solamente del lenguaje con descripciones y formas fragmentarias

    Roberto Bolao, Reinventar el amor (Ciudad de Mxico: Taller Martn Pescador, 1976), 9. Bolao, Amberes, 101. Ayala, Notas sobre la poesa de Roberto Bolao, 91.

  • El palimpsesto infrarrealista: Tras las huellas del maniesto potico 59

    de la narracin, como se observan a menudo en las voces de Los detectives sal-vajes, sino tambin mediante la integracin de dibujos y diagramas. Estasinteracciones, especialmente los ejemplos sobre los sombreros mexicanos yel juego de qu hay detrs de la ventana, se pueden ver cmo una funcinpotica en el contexto novelstico, cuanto menos, visual. Asimismo, uno delos textos en mayor clave potica de su obra son las descripciones de los ase-sinatos de La parte de los crmenes de 2666. Como ya comentara AlejandroZambra, este texto no es otra cosa que poesa, ya que contiene una estructu-ra y una lectura que bien podran ser poticas, especialmente por la tcnicade los paralelismos y la anfora con las que inicia los relatos de las mujeresasesinadas, y que se repiten con ms o menos exactitud, como vemos en lossiguientes ejemplos de 2666:

    En junio muri Emilia Mena Mena. Su cuerpo se encontr en el basurero clan-destino cercano a la calle Yucatecos, en direccin a la fbrica de ladrillos Her-manos Corinto. En el informe forense se indica que fue violada, acuchilladay quemada En el mismo mes de septiembre, dos semanas despus del descubrimiento dela muerta del fraccionamiento Buenavista, apareci otro cadver. ste era elde Gabriela Morn, de dieciocho aos, muerta a balazos por su novio En octubre apareci, en el basurero del parque industrial Arsenio Farrell, lasiguiente muerta. [] Haba sido violada anal y vaginalmente en numerosasocasiones. La muerte se produjo por estrangulamiento.

    a la ticaAhora bien, para los infrarrealistas no alcanza con ser poeta, hay que arries-garse tambin a vivir como un verdadero poeta. En el aspecto esttico desus novelas podemos rastrear an su estilo potico, pero tambin en la acti-tud, en la cual la re-escritura y traduccin del Infrarrealismo aparecen msdenidas. Bolao haca aos que viva y que intentaba publicar en Espaa,y no escriba en la periferia, sino en el centro cultural, en Barcelona, y porlo tanto era un buen conocedor del contexto editorial. Explicar las vivencias

    Corral, Bolao traducido, 182. Corral, Bolao traducido, 212. Bolao, 2666, 466. Bolao, 2666, 488. Bolao, 2666, 489. Andrea Cobas Carral, La estupidez no es nuestro fuerte. Tres maniestos del infrarrea-

    lismo mexicano, en Osamayor. Graduate Student Review XVII, nm. 17 (2006): 1129.

  • 60 Jos Gonzlez

    mticas infrarrealistas, un movimiento que apenas dur dos aos con l yque era escasamente conocido, era quizs como tambin explica H. Corral,fomentar mitos de la literatura latinoamericana perifrica en los que no que-ra caer, y es lo que parece que lleva al autor a re-escribir su actitud o su pro-yecto inacabado contra la literatura ocial para el alejado (espacial y tempo-ral) pblico europeo. Sera por esta razn que su posicin anti-institucional,su actitud rebelde o su infrarrealismo, los veramos reflejados en la expre-sin de re-rescritura humorstica que hace de su mundo. En un anlisis me-diante la traduccin como categora de anlisis, es decir en el denominadoTranslational turn (giro de traduccin), Bachmann-Medick nos muestra unejemplo del proceso de migracin, de personas de una cultura llegadas a otra,que crean una traduccin de s mismos, con el n de superar la comunica-cin, saltar barreras o superar oposiciones. Mediante la traduccin culturalse activan tcnicas de entendimiento para salvar las diferencias culturales.Bachmann-Medick lo describe del siguiente modo utilizando como ejemplola novela de Salman Rushdie The Ground Beneath Her Feet:

    De este modo, la traduccin no es una simple transferencia, sino la supera-cin de resistencias, la transformacin continua por superposicin, como escaracterstico de la migracin. En estas zonas de transicin de la transfor-macin, traducir se vuelve una prctica del conflicto necesario para la super-vivencia con las desavenencias entre grupos, signicados y requisitos cultu-rales antagnicos. Personas transferidas como Rushdie las llama, se tradu-cen de una cultura a otra, pero tambin desarrollan formas propias de actuarde la auto-traduccin.

    Tal es el caso de muchos de los personajes de Bolao que en su condicin demigrantes tambin estn en constante traduccin y transformndose en elsolapamiento de y/o entre culturas. Tanto los personajes de una de las nove-las pstumas como El Tercer Reich, como los cientos que recorren Los detecti-ves salvajes o 2666, viven este proceso en su nuevo contexto social y cultural.

    Del mismo modo que sus personajes, Bolao es un migrado traduci-do/traductor y se obliga a transcribir la experiencia del Infrarrealismo ydel Mxico de los aos 70 con sus instituciones y sus magnates literarios

    Corral, Bolao traducido, 196197. Doris Bachmann-Medick, Cultural Turns: Neuorientierungen in den Kulturwissenschaften

    (Reinbek bei Hamburg: Rowohlt, 2010), 242. Bachmann-Medick, Cultural Turns, 269270. La traduccin es ma. Roberto Bolao, El Tercer Reich (Barcelona: Anagrama, 2010).

  • El palimpsesto infrarrealista: Tras las huellas del maniesto potico 61

    que no existan en la Espaa en la que publicaba Bolao, o al menos de for-ma tan explcita, haciendo una representacin re-contextualizada. De estemodo, hace de su bagaje cultural una actividad transformativa y transnacio-nal que emancipa su discurso del contexto original, utilizando para ello elhumor en sus muchas variantes. Asimismo, este traducirse y reescribirsees una constante en las novelas de Bolao. Para mostrarla, voy a tomar al-gunos ejemplos de tres de sus novelas que podran ser ms representativas:Nocturno de Chile, Los detectives salvajes y 2666.Nocturno deChileEn tanto que infrarrealista, los privilegios polticos en la literatura fue unode los frentes ms importantes a combatir en sus aos mexicanos, inclusolas becas del Estado para poetas que no tenan recursos estaban mal vistas.Este acto anti-institucional y anti-gubernamental toma una dimensin mu-cho ms grande y terrible en algunas de las novelas que escribe en Espaacomo por ejemplo Estrella distante, con el artista y piloto Carlos Wieder quebajo la proteccin del Estado realiza sus criminales obras de arte. Pero unade las novelas que ms sobresalen en este aspecto, aun siendo un tema que sealeja de lo especcamente Infrarrealista, es Nocturno de Chile. En esta novelatoma la palabra Sebastin Urrutia Lacroix, nombre para referirse al crticoliterario Ignacio Valente, pseudnimo de Jos Miguel Ibez Langlois, unsacerdote del Opus Dei que ocup durante toda la dictadura de Pinochet lacrtica ocial de literatura en Chile en el peridico El Mercurio. El personajereal en s, es justamente el tipo de gura que segn los