10 Bilbao “La sociedad y la forma de relacionarse con los ......10 Bilbao uando cedió el testigo...

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10 Bilbao uando cedió el testigo de la dirección en el año 2002, el Museo de Bellas Artes acababa de inaugurar una ampliación que aspiraba a con- vertirlo en un espacio “vivo” con una “visibilidad nueva” pa- ra “lo contemporáneo y lo vas- co”, y lo hacía en un entorno en el que había eclosionado “un nuevo Bilbao” de la mano de “grandes proyectos” que tenían al arte y a un museo, el Guggen- heim, como “faro”. El pasado mes de marzo, Miguel Zugaza (Durango, 1964) recogió de nuevo el testigo de Javier Viar, en cuyas manos precisamente lo dejó hace quince años, para volver a ponerse al frente de la pinacoteca y colocarla “al servi- cio del arte y de la sociedad”. A su juicio, los museos deben pre- cisamente “poner el conoci- miento a disposición de la so- ciedad y saberlo transmitir para distintos tipos de público”. Así lo recalcó en una confe- rencia que pronunció en la Universidad de Deusto, invita- do por la Academia Vasca de las Ciencias, Artes y Letras, Jakiun- de, coincidiendo con la cele- bración de su pleno ordinario. Bajo el título de Idas y venidas. Ciudad, Museo y Ciudadanía, Zu- gaza pinceló las convicciones sobre las que se fundamenta su trabajo y repasó los cambios acontecidos en estos quince años en el ámbito del arte y de los museos, una transforma- ción que ha vivido al frente del Museo Nacional del Prado. Este viaje “pendular” que lo llevó de Bilbao a Madrid, donde ha tra- bajado este tiempo dirigiendo “uno de los museos más fasci- nantes del mundo”, ahora lo ha traído de vuelta a la capital viz- caina para volver a tomar el ti- món de una pinacoteca que, re- marcó, siempre ha tenido una estrecha relación con la vida de la Villa. Zugaza regresa con la prome- sa de “trabajo, experiencia y diálogo” y la petición de “mu- cho apoyo” para orientar la es- trategia de futuro del museo. Pero también con ideas muy claras sobre la esencia a la que los museos deben mantenerse fieles. “No han cambiado los museos, ha cambiado el arte; y ha cambiado la sociedad y la forma de relacionarse con ellos”, reflexionó el nuevo di- rector del Bellas Artes, quien advirtió de los riesgos que en- traña la tentación de confun- dirlos con sectores como el tu- rismo o el entretenimiento y reivindicó una “defensa del museo como institución cultu- ral y científica”. “De lo contra- rio, no podrán cumplir esa fun- ción de conservación y puesta a disposición del conocimiento”, recalcó. ése es el triunfo de la democra- cia del arte”, defendió. Por eso, precisamente, llamó también a defender los museos “frente a la contaminación de las nuevas tecnologías”. No por- que no crea en sus virtudes ni re- conozca su potencial, sino por- que considera que es necesario “saber ponerle freno a esta inva- sión” para preservar la que con- sidera la esencia de lo que pue- den ofrecer los museos históri- cos: “La experiencia física de la relación de las obras con un es- pacio”. Unas tecnologías, sin embar- go, cuyas ventajas para el trabajo diario no pone en duda. Incluso hizo un llamamiento a las insti- tuciones para incorporar la im- presión 3D al Museo de Repro- ducciones, que recordó que cuenta ya con importantes re- producciones realizadas direc- tamente a partir del original y que nació a comienzos del siglo Dictadura de las audiencias En esta línea, hizo también un llamamiento a defender a los museos “frente a la dictadu- ra de las audiencias”, que no deben identificarse, a su juicio, como un índice de éxito. Como contraejemplo citó el caso del Museo del Louvre, la pinacote- ca más visitada del mundo (con más diez millones de visitantes anuales) pero “sometido al ‘se- cuestro’, casi, de una sola obra maestra, La Gioconda”. En su papel de comunica- dores de conocimiento, y de vehículos para la “relación democrática entre el arte y el ciudadano”, el nuevo direc- tor del Bellas Artes de Bilbao remarcó además el carácter de “servicio público” de los mu- seos y la necesidad, precisa- mente, de mantener ese carác- ter público. “El Estado no pue- de desertar de su gestión y mantenimiento”, remarcó Zu- gaza, quien reconoció la im- portancia de la autofinancia- ción pero advirtió sobre el ries- go de identificarla con un “in- dicador de éxito”. “Tratar de ofrecer los mejores recursos para que un grupo heterogé- neo de público pueda sacar el mayor rendimiento a su visita; XX como reflejo de la inquietud por formar a los artistas locales en los principios académicos. Origen didáctico También con voluntad didác- tica, recordó Zugaza, había na- cido en 1908 el Museo de Bellas Artes de Bilbao, “al cobijo y en relación” con la Escuela de Ar- tes y Oficios –en unas de sus de- pendencias en el antiguo Hospi- tal de Atxuri– y con la voluntad de acercar ejemplos de la Histo- ria del Arte a los artistas locales. El museo nació además con una seña de identidad “muy origi- nal” desde el principio, suman- do la iniciativa pública –fue fun- dado por la Diputación Foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao, recordó– y el apoyo de coleccionistas privados. Zugaza citó, incluso, ejemplos en los que la “competición de dona- ciones” entre grandes fortunas como la de Horacio Echevarrie- ta y la de Ramón de la Sota dotó al museo de algunas de las obras clave de su colección, como El rapto de Venus, de Martin de Vos, y La condesa de Noailles, de Zuloa- ga. Poco después nacía también el Museo de Arte Moderno, con el fin de recoger las tendencias más renovadoras y con la volun- tad de su director, Aurelio Arte- ta, de “correr todos los riesgos, hasta el de equivocarse”, citó Zugaza. Ambas pinacotecas aca- barían uniéndose –no así sus pa- tronatos hasta mucho después– en un mismo edificio en 1945 y han seguido evolucionando y renovándose desde entonces. El resurgir de la escena artísti- ca vasca con la llegada de la de- mocracia, las primeras visitas a Bilbao de artistas como Richard Serra y el arquitecto Frank Gehry fueron algunos de los hi- tos que recordó Zugaza al repa- sar la historia de la institución que ahora vuelve a dirigir con ideas claras. “No sería interesan- te Bilbao si después del esfuerzo que hemos hecho no consegui- mos reivindicar el papel de los artistas y del arte en la ciudad”, destacó. Beatriz Rucabado C Zugaza reivindica una “defensa del museo como institución cultural y científica” “No sería interesante Bilbao si, después del esfuerzo, no reivindicamos el papel de los artistas y del arte en la ciudad” “La sociedad y la forma de relacionarse con los museos han cambiado” Miguel Zugaza regresa al Bellas Artes de Bilbao para dirigir la pinacoteca con ideas claras contra “la dictadura de las audiencias” y contra “la contaminación de las nuevas tecnologías” “La experiencia física de la relación de las obras con un espacio”, es lo que ofrecen los museos históricos, según Miguel Zugaza akiunde, la Academia de las Ciencias, de las Artes y de las Letras del País Vasco, invitó a Miguel Zugaza como conferenciante en el marco del pleno ordinario que celebró en la Universidad de Deusto cuando se cum- plen diez años desde su creación. “Foro de re- flexión, análisis, diagnóstico y asesoramiento sobre los grandes retos de las comunidades científica, artística y literaria y de la sociedad en general”, según define la propia academia, el objetivo de Jakiunde es liderar, diseñar y evaluar iniciativas que impulsen la sociedad del conocimiento y el intercambio de saberes entre las Ciencias, las Artes y las Letras, ade- más de la libertad de investigación y de crea- ción. Nació del impulso de Eusko Ikaskuntza-So- ciedad de Estudios Vascos y con el apoyo de las instituciones de la Comunidad Autónoma del País Vasco, la Comunidad Foral de Navarra y del País Vasco francés. Cuenta además con la participación de las siete universidades im- plantadas en el ámbito de la cultura vasca: Universidad de Deusto, Mondragon Uniber- tsitatea, UNED, Universidad de Navarra, Uni- versidad Pública de Navarra (UPNA), Univer- sidad del País Vasco (UPV/EHU) y Université de Pau et des Pays de l’Adour (UPPA). J Diez años impulsando la sociedad del conocimiento

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uando cedió el testigo dela dirección en el año2002, el Museo de Bellas

Artes acababa de inaugurar unaampliación que aspiraba a con-vertirlo en un espacio “vivo”con una “visibilidad nueva” pa-ra “lo contemporáneo y lo vas-co”, y lo hacía en un entorno enel que había eclosionado “unnuevo Bilbao” de la mano de“grandes proyectos” que teníanal arte y a un museo, el Guggen-heim, como “faro”. El pasadomes de marzo, Miguel Zugaza(Durango, 1964) recogió denuevo el testigo de Javier Viar,en cuyas manos precisamentelo dejó hace quince años, paravolver a ponerse al frente de lapinacoteca y colocarla “al servi-cio del arte y de la sociedad”. Asu juicio, los museos deben pre-cisamente “poner el conoci-miento a disposición de la so-ciedad y saberlo transmitir paradistintos tipos de público”.

Así lo recalcó en una confe-rencia que pronunció en laUniversidad de Deusto, invita-do por la Academia Vasca de lasCiencias, Artes y Letras, Jakiun-de, coincidiendo con la cele-bración de su pleno ordinario.Bajo el título de Idas y venidas.Ciudad, Museo y Ciudadanía, Zu-gaza pinceló las conviccionessobre las que se fundamenta sutrabajo y repasó los cambiosacontecidos en estos quinceaños en el ámbito del arte y delos museos, una transforma-ción que ha vivido al frente delMuseo Nacional del Prado. Esteviaje “pendular” que lo llevó deBilbao a Madrid, donde ha tra-bajado este tiempo dirigiendo“uno de los museos más fasci-nantes del mundo”, ahora lo hatraído de vuelta a la capital viz-caina para volver a tomar el ti-món de una pinacoteca que, re-marcó, siempre ha tenido unaestrecha relación con la vida dela Villa.

Zugaza regresa con la prome-sa de “trabajo, experiencia ydiálogo” y la petición de “mu-cho apoyo” para orientar la es-trategia de futuro del museo.Pero también con ideas muyclaras sobre la esencia a la quelos museos deben mantenersefieles. “No han cambiado losmuseos, ha cambiado el arte;y ha cambiado la sociedad yla forma de relacionarse conellos”, reflexionó el nuevo di-rector del Bellas Artes, quienadvirtió de los riesgos que en-traña la tentación de confun-dirlos con sectores como el tu-rismo o el entretenimiento yreivindicó una “defensa delmuseo como institución cultu-ral y científica”. “De lo contra-rio, no podrán cumplir esa fun-ción de conservación y puesta adisposición del conocimiento”,recalcó.

ése es el triunfo de la democra-cia del arte”, defendió.

Por eso, precisamente, llamótambién a defender los museos“frente a la contaminación delas nuevas tecnologías”. No por-que no crea en sus virtudes ni re-conozca su potencial, sino por-que considera que es necesario“saber ponerle freno a esta inva-sión” para preservar la que con-sidera la esencia de lo que pue-den ofrecer los museos históri-cos: “La experiencia física de larelación de las obras con un es-pacio”.

Unas tecnologías, sin embar-go, cuyas ventajas para el trabajodiario no pone en duda. Inclusohizo un llamamiento a las insti-tuciones para incorporar la im-presión 3D al Museo de Repro-ducciones, que recordó quecuenta ya con importantes re-producciones realizadas direc-tamente a partir del original yque nació a comienzos del siglo

Dictadura de las audienciasEn esta línea, hizo también

un llamamiento a defender alos museos “frente a la dictadu-ra de las audiencias”, que nodeben identificarse, a su juicio,como un índice de éxito. Comocontraejemplo citó el caso delMuseo del Louvre, la pinacote-ca más visitada del mundo (conmás diez millones de visitantesanuales) pero “sometido al ‘se-cuestro’, casi, de una sola obramaestra, La Gioconda”.

En su papel de comunica-dores de conocimiento, y devehículos para la “relacióndemocrática entre el arte y

el ciudadano”, el nuevo direc-tor del Bellas Artes de Bilbaoremarcó además el carácterde “servicio público” de los mu-seos y la necesidad, precisa-mente, de mantener ese carác-ter público. “El Estado no pue-de desertar de su gestión ymantenimiento”, remarcó Zu-gaza, quien reconoció la im-portancia de la autofinancia-ción pero advirtió sobre el ries-go de identificarla con un “in-dicador de éxito”. “Tratar deofrecer los mejores recursospara que un grupo heterogé-neo de público pueda sacar elmayor rendimiento a su visita;

XX como reflejo de la inquietudpor formar a los artistas localesen los principios académicos.

Origen didácticoTambién con voluntad didác-

tica, recordó Zugaza, había na-cido en 1908 el Museo de BellasArtes de Bilbao, “al cobijo y enrelación” con la Escuela de Ar-tes y Oficios –en unas de sus de-pendencias en el antiguo Hospi-tal de Atxuri– y con la voluntadde acercar ejemplos de la Histo-ria del Arte a los artistas locales.El museo nació además con unaseña de identidad “muy origi-nal” desde el principio, suman-do la iniciativa pública –fue fun-dado por la Diputación Foral deBizkaia y el Ayuntamiento deBilbao, recordó– y el apoyo decoleccionistas privados. Zugazacitó, incluso, ejemplos en losque la “competición de dona-ciones” entre grandes fortunascomo la de Horacio Echevarrie-ta y la de Ramón de la Sota dotóal museo de algunas de las obrasclave de su colección, como Elrapto de Venus, de Martin de Vos,y La condesa de Noailles, de Zuloa-ga.

Poco después nacía tambiénel Museo de Arte Moderno, conel fin de recoger las tendenciasmás renovadoras y con la volun-tad de su director, Aurelio Arte-ta, de “correr todos los riesgos,hasta el de equivocarse”, citóZugaza. Ambas pinacotecas aca-barían uniéndose –no así sus pa-tronatos hasta mucho después–en un mismo edificio en 1945 yhan seguido evolucionando yrenovándose desde entonces.

El resurgir de la escena artísti-ca vasca con la llegada de la de-mocracia, las primeras visitas aBilbao de artistas como RichardSerra y el arquitecto FrankGehry fueron algunos de los hi-tos que recordó Zugaza al repa-sar la historia de la instituciónque ahora vuelve a dirigir conideas claras. “No sería interesan-te Bilbao si después del esfuerzoque hemos hecho no consegui-mos reivindicar el papel de losartistas y del arte en la ciudad”,destacó.

Beatriz Rucabado

CZugaza reivindicauna “defensa delmuseo comoinstitución culturaly científica”

“No sería interesante Bilbao si,después del esfuerzo,no reivindicamos el papel delos artistas y del arte en la ciudad”“

“La sociedad y la forma de relacionarsecon los museos han cambiado”

Miguel Zugaza regresa al Bellas Artes de Bilbao para dirigir la pinacoteca con ideas claras contra “la dictadurade las audiencias” y contra “la contaminación de las nuevas tecnologías”

“La experiencia física de la relación de las obras con un espacio”, es lo que ofrecen los museos históricos, según Miguel Zugaza

akiunde, la Academia de las Ciencias, delas Artes y de las Letras del País Vasco,

invitó a Miguel Zugaza como conferencianteen el marco del pleno ordinario que celebróen la Universidad de Deusto cuando se cum-plen diez años desde su creación. “Foro de re-flexión, análisis, diagnóstico y asesoramientosobre los grandes retos de las comunidadescientífica, artística y literaria y de la sociedaden general”, según define la propia academia,el objetivo de Jakiunde es liderar, diseñar yevaluar iniciativas que impulsen la sociedaddel conocimiento y el intercambio de saberesentre las Ciencias, las Artes y las Letras, ade-

más de la libertad de investigación y de crea-ción.

Nació del impulso de Eusko Ikaskuntza-So-ciedad de Estudios Vascos y con el apoyo de lasinstituciones de la Comunidad Autónoma delPaís Vasco, la Comunidad Foral de Navarra ydel País Vasco francés. Cuenta además con laparticipación de las siete universidades im-plantadas en el ámbito de la cultura vasca:Universidad de Deusto, Mondragon Uniber-tsitatea, UNED, Universidad de Navarra, Uni-versidad Pública de Navarra (UPNA), Univer-sidad del País Vasco (UPV/EHU) y Universitéde Pau et des Pays de l’Adour (UPPA).

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Diez años impulsando la sociedad del conocimiento