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Bioética

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  • UNIVERSITAS PHILOSOPHICA 17-18, dic. 1991- junio 1992, Bogot, Colombia

    ETICA Y ONTOLOGIA

    ALEJANDRO ROSAS*

    RESUMEN

    Este texto fue originalmente ledo como ponencia bajo el ttulo de "Etica escptica" en el Primer Foro de Profesores de la Facultad de Filosofa de la Universidad Javeriana, realizado en septiembre de 1991. Su propsito es explicitar que la raz de la confrontacin entre las ticas contemporneas de corte escptico y las ticas clsicas est en la ontologa. John Leslie Mackie sirvi como testigo privilegiado de esta confrontacin, pues a diferencia de los autores analticos contemporneos, Mackie es consciente de que el anlisis semntico no es necesariamente una va adecuada para decidir los problemas ontolgicos que subyacen a la tica. En especial he querido mostrar, apoyndome en Mackie, que el rechazo o la aceptacin del dualismo ontolgico constituye la diferencia radical entre los distintos estilos de fundamentacin de la tica.

    * Universidad Javeriana y Universidad Nacional de Colombia

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    INTRODUCCIN

    El propsito de mi exposicin es tratar un aspecto fundamental del enfoque escptico o empirista de la tica segn John Leslie Mackie.1 Dentro de la discusin tica propia de la escena analtico-empirista de la filosofa lo distintivo del enfoque de Mackie es el nfasis que l pone en la cuestin ontolgica como la cuestin central del problema de la fundamentacin de la tica. Esto le permite a Mackie entrar en un dilogo muy franco y directo con las ticas clsicas -tipo Platn, Kant e incluso Aristteles- pues el enfrentamiento entre dichas ticas y la tica escptica empirista tiene su raz en la ontologa.

    Mi exposicin tiene tres partes: en la primera quiero explicar cmo fundamenta Mackie la centralidad de la cuestin ontolgica frente al uso dominante hoy entre autores analticos, de poner cuestiones de la semntica y de la lgica del lenguaje moral en el centro de la discusin sobre la fundamentacin de las normas morales. En segundo lugar quiero exponer brevemente cmo se plantea y a qu dificultades se enfrenta hoy la cuestin ontolgica en la filosofa. Finalmente, resear -tambin brevemente- la posicin ontolgica de Mackie y explicar de qu manera es posible en base a ella una fundamentacin de la tica.

    CUESTIN ONTOLGICA Y CUESTIN SEMNTICA

    Muchos autores dentro de la corriente analtica de pensamiento consideran que la tesis de la existencia objetiva de los valores es o bien una tesis trivialmente falsa o bien una tesis carente de sentido. Su falsedad o su falta de sentido se derivan directamente de un anlisis correcto del significado o la funcin del lenguaje moral. Segn estos autores, las evaluaciones morales expresan simplemente actitudes o preferencias subjetivas. Y si analizramos los juicios morales como sealando alguna propiedad de las cosas, entonces se tratara slo de propiedades naturales, consideradas en cuanto capaces de satisfacer nuestros deseos, preferencias o intereses. Segn estas teoras

    1 MACKIE, J.L. : Ethicsinvesting Right and Wrong, London 1977.

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    semnticas, el lenguaje moral nos estara ya de por s mostrando que no existen valores ontolgicamente independientes de nuestros intereses y preferencias subjetivas.

    Frente a esta posicin, Mackie expresa su discrepancia abogando por una distincin de principio entre cuestiones ontolgicas o de hecho, y cuestiones de la semntica o del uso ordinario del lenguaje. No hacer esta distincin, implicara creer que el sentido comn, que se expresa en el uso ordinario del lenguaje, no puede equivocarse respecto a cmo sean las cosas. Pero entonces toda investigacin experimental sera en principio superflua. La ciencia no podra revelarnos nada que no nos dijese ya nuestro sentido comn. Pero es claro que esto no es as, pues la cuestin, por ejemplo, de si los colores son una propiedad de la superficie de las cosas o si son "cualidades secundarias" -como las llam Locke- es una cuestin que debe decidirse experimentalmente, investigando los hechos, y no simplemente investigando como usamos ordinariamente las palabras que expresan colores.

    Suponiendo que el anlisis subjetivista del lenguaje moral sea correcto, de ello slo se seguira que ordinariamente no tenemos conciencia o no creemos en la existencia objetiva de los valores. Pero es posible que una investigacin ms minuciosa de los hechos nos mostrase que estamos en un error. Sin embargo, hay razones fuertes para pensar que el anlisis subjetivista del significado del lenguaje moral no logra capturar el uso convencional o estndar del mismo. El sentido comn parece referirse a valores objetivamente existentes cuando realiza juicios morales. No es plausible sostener que la tesis de la existencia objetiva de los valores sea un invento de algunos filsofos. Ellos han pretendido ms bien recoger una creencia comn y darle un fundamento filosfico. Esto vale tanto de la idea del imperativo categrico, que Kant crey encontrar en el significado de los juicios morales ordinarios, como de la idea de Moore de que la bondad es una propiedad indefinible (simple) y no natural de las cosas.

    Si las teoras ticas de stos y otros autores clsicos recogen la creencia comn en la existencia objetiva de los valores, no puede entonces afirmarse que sean teoras trivialmente falsas o carentes de sentido. Por el contrario, un anlisis correcto de nuestro uso ordinario del lenguaje moral debe revelar que la creencia en la existencia objetiva de los valores es tan comn, que se ha convertido en parte del significado de dicho lenguaje. Pero, por otro lado, mostrar que la creencia en la objetividad de los valores s tiene sentido, no es lo mismo que mostrar que ella es verdadera. La pretensin de objetividad que contengan nuestros usos lingsticos no se autovalida.. La cuestin de su verdad o falsedad es una cuestin de hecho y debe decidirse al nivel de los hechos, es decir, a nivel ontolgico.

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    En resumen, si bien Mackie comparte con muchas ticas analticas contemporneas el escepticismo respecto de los valores, considera en cambio que un mero anlisis semntico no puede fundamentar el escepticismo ni mostrar tampoco que la tesis de la existencia objetiva de los valores sea trivialmente falsa. Mackie toma en serio la creencia comn en la objetividad de los valores y sus expresiones filosficas clsicas, y se enfrenta a ellas cuestionando los presupuestos ontolgicos del subjetivismo moral.

    ONTOLOGA, EMPIRISMO Y CIENCIA

    Si el problema de la objetividad o no-objetividad de los valores es una cuestin ontolgica que no se identifica con la cuestin semntica ni puede resolverse por intermedio de ella, en qu consiste exactamente esta cuestin ontolgica y cmo puede resolverse?. Con esta pregunta entramos a la segunda parte de mi exposicin, y creo que no exagero si comienzo diciendo que la ontologa es hoy uno de los asuntos ms problemticos, si no el ms problemtico, de la filosofa. La ontologa trata de las categoras generales que nos informan sobre la estructura bsica de la realidad, es decir, nos da una clasificacin de los tipos de cosas y de propiedades en las que consiste la realidad considerada en general. A partir de la poca moderna, la ontologa se vuelve peculiarmente problemtica debido a los ataques empiristas contra ciertas categoras ontolgicas de la filosofa clsica: por ejemplo contra las categoras de sustancia, esencia, espritu, finalidad, libertad. La crtica empirista se sinti en gran medida respaldada por las hiptesis ontolgicas de la fsica moderna. Sin embargo, los empiristas extendieron su crtica a categoras esenciales incluso para esta ltima, como por ejemplo a las categoras de cosa material, causalidad y necesidad natural.

    En los sectores empiristas moderados de la escena filosfica contempornea, domina en cambio el propsito de evitar los excesos que se han cometido en nombre del criterio empirista del significado. Entre estos excesos puede citarse el intento de Camap de reconstruir el lenguaje de la ciencia natural a partir de un lenguaje que se refiera nicamente a una ontologa de puras impresiones sensibles ubicadas en coordenadas espacio-temporales, (en su libro La estructura lgica del mundo ). Pero el reconocimiento de que el empirismo ha incurrido en excesos, no es obstculo para seguir respetando su legtima funcin crtica. Detrs del empirismo hay un afn constructivo de claridad y simplicidad cuya seriedad intelectual no est en cuestin. El afn de claridad lleva a la simplificacin ontolgica, si bien es cierto que no

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    toda simplificacin o reduccin ontolgica es viable, como lo demuestra el intento fracasado de Camap.

    Puede decirse que no hay todava acuerdo sobre si el empirismo conlleve compromisos ontolgicos claramente delimitados. La atmsfera filosfica est dominada por una cautela que se expresa en la sospecha respecto de toda afirmacin ontolgica de carcter necesario. Esta cautela se acompaa de la decisin filosfica de ir aceptando, provisionalmente, aquella ontologa presupuesta por la ciencia del momento o por las tendencias cientficas ms promisorias del momento. Se ha delegado en la ciencia, o en ltima instancia, en el mtodo cientfico, el poder de decidir sobre cuestiones ontolgicas.

    Esta actitud favorece, en el estado actual de nuestra ciencia, los enfoques materialistas de la naturaleza humana. Creo incluso que han pasado los tiempos en que nuestra "sana intuicin" se resista categricamente a una explicacin exclusivamente materialista de lo humano. Los avances cientficos en gentica y la investigacin en el campo de la inteligencia artificial han debilitado esta resistencia intuitiva, que hoy tiende a explicarse como la expresin de los lmites del saber de una poca. La vieja tesis filosfica segn la cual el pensamiento no puede ser explicado materialmente, es considerada en amplios sectores de la filosofa como una prejuicio sin fundamento. Contra ella se vienen realizando en la escena analtico-empirista de la filosofa esfuezos sostenidos por elaborar teoras materialistas de lo mental. No todas estas teoras son igualmente radicales en su reduccionismo, pero todas tienen por principio evitar el dualismo ontolgico de entidades materiales y entidades inmateriales como dos tipos de entidades opuestas, sometidas a leyes diferentes y que incluso se enfrentaran la una a la otra disputndose la conduccin del comportamiento humano. El principio de evitar el dualismo y sus consecuencias ticas son comunes a las distintas teoras materialistas y es sobre este suelo comn, sin verse obligado a discutir diferencias de detalle, sobre el que Mackie construye su tica escptica.

    ETICA SIN DUALISMO

    Con esto entramos al tercer punto: resear brevemente la posicin ontolgica de Mackie y explicar en qu sentido es posible una tica desde esta posicin.

    En cuanto a la tica, los compromisos ontolgicos de los enfoques materialistas de lo mental no son en principio diferentes de los que ya

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    se haban adoptado en el empirismo clsico. Ya Hume haba negado la existencia objetiva de valores como propiedades peculiares, no fundamentadas en nuestros deseos, pasiones, inclinaciones o intereses subjetivos. Esto lo expres diciendo que la razn no tiene de suyo el poder de influir sobre nuestra conducta como un motivo. Los nicos motivos de la accin los constituyen razones que se derivan de nuestros deseos inclinaciones o intereses subjetivos. Mackie retoma esta tesis escptica de Hume y la desarrolla originalmente, contrastndola con los tres postulados tericos, que segn Mackie estn sistemticamente vinculados en toda tesis objetivista sobre los valores.

    1 El postulado de la existencia objetiva de valores, como propiedades peculiares de las cosas, diferentes de las propiedades naturales que despiertan nuestros deseos e intereses; peculiares por su capacidad para influir sobre nuestra conducta independientemente e incluso en contra de nuestros deseos, intereses o fines subjetivos.

    2 La postulacin de una facultad peculiar de intuicin de dichos valores, facultad completamente diferente de los modos ordinarios en que conocemos todas las dems cosas.

    3 El postulado de un Yo metafsico, sujeto de la intuicin de los valores y de la conducta propiamente moral, conducta que sera diferente de la conducta natural guiada por deseos, intereses y fines subjetivos y en cuya posibilidad radica lo que propiamente se denomina libertad metafsica.

    Mediante la explicitacin de estos tres postulados del objetivismo moral, logra Mackie al mismo tiempo sealar el presupuesto ontolgico gracias al cual los tres estn sistemticamente vinculados. El presupuesto es un dualismo ontolgico del tipo que los enfoques materialistas quieren excluir por su incompatibilidad con las hiptesis fundamentales de la ciencia natural. El rechazo de este dualismo es probablemente la mejor caracterizacin de la posicin ontolgica de Mackie. El compromiso ontolgico dualista de las ticas objetivistas se nota claramente en ticas del tipo platnico o kantiano. La dualidad del mundo sensible y el mundo inteligible, tpica de ambos autores, da un fundamento ontolgico a la existencia de esas entidades peculiares que son los valores y a la existencia de un Yo metafsico, no sometido a las leyes de la naturaleza. Las formas platnicas son un ejemplo claro y dramtico de lo que seran valores objetivos, mientras que el Yo noumenal kantiano, el carcter inteligible situado fuera del mundo espacio-temporal, es un ejemplo claro del Yo metafsico libre de las leyes de la naturaleza.

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    Por medio de esta demarcacin frente al dualismo ontolgico propio de las ticas objetivistas queda la posicin ontolgica de Mackie claramente delimitada. Resta ahora ver cmo es posible desde esta posicin una fundamentacin de la tica.

    Conviene comenzar diciendo que quien tome una posicin escptica en tica -como lo hace Mackie- no puede ofrecer lo que propiamente se denomina una fundamentacin. La idea de fundamentacin est por tradicin estrechamente ligada a la demostracin de la existencia objetiva de los valores. Lo que un escptico puede ofrecer a cambio es una explicacin de tipo naturalista del fenmeno moral. As como las ciencias naturales explican fenmenos naturales sealando sus causas, as tambin un escptico en tica puede sealar los factores que han condicionado el surgimiento del fenmeno moral, o dicho de otra manera, que han hecho necesario dicho surgimiento. Esta actitud explicativa naturalista frente a la moral est representada en la tradicin filosfica por autores como Protgoras, Hobbes y Hume.

    Estos autores han llamado la atencin sobre factores que conciernen a la naturaleza misma del ser humano y a circunstancias externas de su entorno, que sirven para explicar el nacimiento del fenmeno de la moral. Pese a pequeas diferencias en el detalle, todos ellos concuerdan en principio en sealar dos factores fundamentales: por un lado la limitacin de los recursos disponibles para la conservacin de la especie, y por otro lado el carcter limitado de la simpata existente entre los distintos individuos de la especie. Estos dos factores juntos dan lugar a que en la lucha por la existencia predominen la competencia y el conflicto por sobre la cooperacin. Los individuos cooperan por naturaleza en un crculo reducido, a saber en el crculo que coincide con la extensin de sus simpatas. Ms all de este reducido crculo de simpatas reina la competencia y el conflicto. A esta limitada capacidad humana para la simpata se la denomina tambin altruismo autorreferencial. Con ello se quiere indicar que la simpata est en funcin del egosmo: nos interesamos por el bienestar de nuestros semejantes, cuando su bienestar repercute de alguna forma en el nuestro.

    La capacidad limitada para la simpata, o dicho de otro modo, el egosmo humano, es lo que ocasiona que en los asuntos humanos sean frecuentes los desenlaces negativos, en el sentido de que los deseos, necesidades e intereses de los distintos individuos no encuentran siempre satisfaccin, sino a menudo frustracin. La moral surge pues por la necesidad de contrarrestar las frustraciones en los asuntos humanos, contrarrestando la limitacin de la simpata que est al origen de estas frustraciones. Para sobrevivir y elevar su vida a niveles

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    satisfactorios, el ser humano necesita cooperar ms all de los lmites impuestos por su limitada capacidad para la simpata. La moral tiene precisamente la funcin de hacer posible esta extensin de la cooperacin ms all de las simpatas inmediatas.

    Con esto no quiero decir que el reconocimiento de la realidad del egosmo sea privativo de la tica escptica. Tambin la tica objetivista puede reconocer su realidad y lo hace. Pero el papel que desempea el egosmo en ambas ticas es completamente diferente. Para la tica objetivista el egosmo no tiene otro papel que el de obstaculizar la vida moral. La vida moral se da por la percepcin de los valores objetivos y por el sometimiento de la conducta a los mismos, siendo ambas cosas -percepcin y sometimiento- posibles, gracias a la existencia de una dimensin ontolgica distinta a la que corresponde a la vida natural. En esta concepcin de la tica el egosmo es tan slo obstculo para la vida moral. En la concepcin escptica en cambio, el egosmo juega un papel muy importante, un papel explicativo del fenmeno moral. Dado que segn la tica escptica toda atribucin de valor depende de nuestros deseos, inclinaciones e intereses. No existen los llamados valores objetivos. Tampoco existe un Yo metafsico capaz de intuirlos y de ajustar su conducta a ellos. La tica escptica no recurre a ninguno de los elementos ontolgicos que postula la tica objetivista para fundamentar o explicar la moral. Ella da en cambio una explicacin de tipo naturalista, y en esta explicacin le toca al egosmo precisamente jugar el rol clave.

    La experiencia ensea a los seres humanos que su egosmo les lleva con frecuencia a desenlaces frustrantes en sus asuntos. Como consecuencia, los seres humanos se ponen de acuerdo para limitar (no para eliminar del todo) su egosmo. La comprensin de la necesidad de poner lmites al egosmo da origen a los acuerdos sobre normas de conducta, obligatorias por igual para todos los participantes en el acuerdo. Estos acuerdos son la base de la tica escptica.

    Aparentemente, en esta explicacin escptica del surgimiento de la moral, el egosmo juega slo el papel negativo de traer consecuencias frustrantes, consecuencias que los seres humanos procuran evitar inventando el acuerdo sobre normas de comportamiento. Pero este es solamente un aspecto del papel explicativo del egosmo en la gnesis de la moral. Pues cul es en realidad el mvil que lleva a los seres humanos a querer evitar las consecuencias, frustrantes del egosmo? El mvil es la preocupacin por el propio bienestar, es decir, es el egosmo mismo el que se autolimita. Esto puede expresarse diciendo que el clculo racional egosta de los intereses de largo plazo lleva a limitar los impulsos del egosmo inmediato.

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    Para terminar, quiero destacar que en la concepcin escptica de la tica, la fundamentacin desaparece para dar lugar a la explicacin. La pregunta Cmo es posible la moral? no se responde mostrando la existencia objetiva de los valores y fundamentando nuestro acceso cognitivo a ellos. Ms bien se da una explicacin positiva de la gnesis del fenmeno moral. Esto implica que la tica escptica no reconoce la diferencia entre una moral positiva y una moral natural (o un derecho positivo y un derecho natural). Sin embargo, el sentido de justicia, que esta diferencia quiere poner a salvo frente a normas positivas sentidas como injustas, est tambin puesto a salvo en la tica escptica: la explicacin escptica del surgimiento de las normas morales implica que nicamente aquellos sistemas de normas en donde se respetan simtricamente todos los intereses tienen perspectivas reales de sobrevivencia.