El Pacto por México(1ª parte)

Textos Bandera Roja No. 84

Mayo 2013

Lo más importante del Pacto firmado entre Peña Nieto y los representantes de tres partidos (PRI-PAN-PRD) no es su contenido:

95 puntos y sus correspondientes compromisos.

Sino lo relevante es lo que, la firma y la aplicación del Pacto representan y la forma en que las propuestas se están aprobando.

Acerca de esto, es lo que en primer lugar debemos explicar.

El Pacto es la culminación de una larga experiencia de la Gran Burguesía en el Poder en México desarrollada desde sus primeros gobiernos al término de laRevolución de 1917;nueve décadas

ejerciendo y perfeccionando un

Estado Corporativo burocrático fascista.

Un control férreo de la economía era imposible para la burguesía en México sin la participación en ella del Estado.

El corporativismo es, ante todo, control: político, económico, social, cultural y educativo.

El capitalismo de Estado se manifestó, luego de las nacionalizaciones y expropiaciones, y la creación de instituciones industriales, comerciales, bancarias y agrícolas durante el gobierno de Cárdenas,

Con el Capitalismo Monopolista de

Estado pudo la gran burguesía imponer el papel rector del

Estado en la economía, así como

asociarse y competir a la vez con los capitales

extranjeros principalmente

yanquis que siempre han estado

presentes y dominantes.

El control político lo estableció la gran burguesía mediante el Partido de Estado y Calles fue su fundador, pero Cárdenas lo perfeccionó

Al Partido de Estado fueron incorporados, por sectores, los obreros, los campesinos, el sector popular, y los militares, por

medio de sus organizaciones.

Funcionó muy bien como aparato de control para apoyar las políticas del gobierno, como aparato electoral y de reparto de los puestos “de elección popular”.

El Presidencialismo fue otro componente fundamental del corporativismo fascista

Su función centralizadora de todo el Poder y con atributos por encima de los otros poderes, resultaba ideal para someter a líderes, caudillos militares, y caciques y caciquillos abundantes en el panorama político del México post revolucionario.

El Ex Presidente Plutarco Elías Calles y el líder Morones

El control de la clase obrera se llevó a cabo por medio del control de líderes, sindicatos y centrales.

Este importante y decisivo factor del corporativismo fascista tuvo dos momentos culminantes:

1) Obregón enriqueció e hizo funcionario público a Morones y se sirvió de su central, la CROM, para centralizar y controlar a varios sindicatos.

2) La fundación de la CTM, la CNC y CNOP, con Cárdenas como Presidente de la República, y con el papel más destacado de Vicente Lombardo Toledano quién contribuyó grandemente a que el control fuese no sólo sindical, es decir no principalmente salarial, sino ideológico-político y orgánico.

Así como Obregón enajenó a la clase obrera con su demagogia de representar un gobierno popular y a la defensa de la Revolución Mexicana; así Cárdenas con la colaboración de Vicente Lombardo se declaró defensor y aplicador del “socialismo de la revolución mexicana”; antiimperialista, obrerista, antifascista y agrarista.

Además cobraba impulso y arraigo la filosofía del desclasamiento y la defensa de los “gobiernos emanados de la revolución”; luego entonces “revolucionarios”; Estado y gobiernos “de todo el pueblo”, luego entonces no burgués no clasista; educación “socialista”, luego entonces “obrerista”; y así, por decreto, “desaparecían” las clases y la lucha de clases. El pueblo estaba en el Poder, una nueva revolución era innecesaria.

Para controlar a la población del campo (indígenas, campesinos, jornaleros), en constante rebeldía, Cárdenas se valió del reparto y de la Reforma Agraria. Por medio del reparto organizó a los campesinos principalmente en los ejidos.

Ideológicamente el agrarismo y el indigenismo encubrieron el férreo control corporativo fascista: El Estado y el señor Presidente convertidos en el gran cacique y tata mandón, decidían todo.

Mediante la Secretaria de la Reforma Agraria controló a sus organizaciones y en ello fue muy importante el crédito a través del Banco de Crédito Ejidal. Los líderes ejidatarios y los gestores ante el banco fueron instrumentos perfectos para el control de los campesinos.

Por medio de la CNOP se centralizó a las múltiples organizaciones no obreras. Y a los empresarios se les organizó también sectorizadamente en los equivalentes a las actuales CONCANACO, COCAMÍN, CANACINTRA, etcétera.

Al mismo tiempo, por la forma en que se hizo al incluir a los dos partidos de oposición (PAN-PRD) y por sus fines concretos: acordar de manera previa las medidas –programa- de gobierno sustituyendo o anulando al legislativo y al judicial, el Pacto es un desarrollo del corporativismo, que aprovecha y eleva las experiencias acumuladas por la gran burguesía mexicana en el Poder.

Esta breve explicación nos permite decir que El Pacto por México es un producto histórico que hace parte de lo que es el corporativismo fascista en México

El Pacto por México obviamente no es la creación de Enrique Peña Nieto si bien éste es un peligroso representante de esta experiencia y de esta clase, pero no es él sino generaciones de políticos formados en ese corporativismo fascista rector del manejo del Estado y de los gobiernos en México.

El sometimiento de dos partidos de oposición en un Pacto no es otra cosa que la adecuación del corporativismo fascista a la realidad concreta electoral actual: existe la oposición electoral; puede ganarle al PRI pese a su manejo del fraude electoral; en consecuencia, hay que anularlos como oposición y hacerlos aparecer como co-gobernantes.

¡Algo muy similar al TLCAN! y otros pactos impuestos por el imperialismo yanqui a nuestro país mediante los cuales co-gobierna a México (con la única diferencia de que el papel de co-gobernante muchas veces lo tiene que jugar el gobierno servil mexicano).

Situación que los partidos aceptan gustosos pues de por sí son parte integrante de la estructura corporativa fascista de Poder.

El gobierno de EPN asume bien su historia, su pasado y presente como gran burguesía en el Poder; su capacidad de manipulación y de cooptación.

Y, el presidencialismo es un elemento tan importante que, ahora Enrique Peña Nieto está siendo elevado a la categoría de semidios con ayuda de todos los medios para restaurar esta pieza del corporativismo fascista tan deteriorada por el PAN en sus 12 años de relevo del PRI.

El Pacto demuestra un aspecto crucial de nuestra realidad nacional:

La restricción política, la restricción de democracia y del ejercicio de los derechos fundamentales (universales y constitucionales) es superior a la restricción salarial.

Subrayamos que es así en México porque no ocurre en numerosos países.

Por tal restricción democrática el charrismo sindical y la domesticación de los partidos políticos (dedicados a ganar votos y a vivir del presupuesto) son la premisa sin la cual NO se habrían impuesto:

• el saqueo de cuotas sindicales;

• la venta de plazas;• la quiebra de los

fideicomisos con dinero de los sindicatos;

• la existencia de aviadores que cobran su salario sin trabajar plazas base y obstruyen el empleo de cientos de miles de trabajadores eventuales, entre muchos otros males.

• los contratos colectivos de protección patronal;

• la reaccionaria reforma a la Ley Federal del Trabajo;

• los aumentos de 2.65 pesos al salario mínimo

• el deterioro del sistema de pensiones y jubilaciones y el negocio descarado en su manejo;

Muchas son las carencias que sufre el pueblo, pero entre todas la más grave es la carencia de democracia y de derechos, incluso esta última explica muchas de las carencias económicas y salariales.

El Pacto por México es una agresión corporativa para restringir aún más los derechos democráticos de las

masas populares Desaparece a la democracia parlamentaria ( de por sí casi inexistente por el uso de la aplanadora o mayoría de votos): en boca de diputados del PRD, El Pacto convierte al Congreso en su oficialía de partes, sólo recibe y aprueba, sin debate, los acuerdos aprobados por los representantes.

Por eso, mostrando gran seguridad y cinismo Peña Nieto responde a los opositores a la privatización por medio de la reforma energética, “que la apruebe El Pacto”, que sea El Pacto por México el que resuelva la reforma de PEMEX, ¡esa es para EPN la democracia!

Tener el Parlamento como decoración es característico de todo fascismo

Es una anulación de la democracia no en el sentido de que desaparezca el Parlamento o que termine su facultad de aprobar nuevas leyes incluyendo algunas de apariencia avanzada.

Todo llega cocinado y todos los medios de comunicación entrevistan a los más airados diputados o senadores y hasta a los jefes de partidos minoritarios; ¡que hablen, que digan!, todo es parte de esa apariencia de democracia.

Desaparece a la oposición y consolida al Congreso en instrumento a su servicio.

El quid está en el control del Parlamento, no decide nada fundamental y desde luego nada que vaya en contra del Presidente y su Estado corporativo burocrático fascista

Su democracia es su corporativismo, en él se revuelcan; es esencialmente antidemocrático.

Sus sesiones son -¡todavía más a como han sido en décadas!- un juego de apariencias, de debates de dudosa dureza y radicalidad, de ejercer el derecho de la oposición a “patalear” incluso con vociferaciones.

Como parte de ese juego, para finalmente “aprobar en lo general, y proponer en lo particular”. Y a todos los genuinos opositores a este sistema, como no pueden cooptarlos, los marginan, los reprimen o los matan. Con todo esto, avanza el fascismo.