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18A } Miércoles 3 de Diciembre de 2014 NOTICIAS Voz e Imagen de Oaxaca noticiasnet.mx Local Z IMATLÁN DE ÁLVAREZ.- Llegó no sabe cuándo, de San Lorenzo Texmelucan. Deambulaba por las calles de cualquier lugar en silla de ruedas; una flauta, su compañera de viaje para pedir dinero y poder comer. Hasta hace dos meses, esa era la vida de indigente de Nasareno. Diecisiete años, con ocho dedos en las manos, sin piernas. Y sin familia en Zimatlán. Pero se topó un día con una escuela sede de una singular orquesta. Sin sa- ber leer ni escribir, encontró refugio y hoy, todos los días se incorpora a clases de música; se integra con el pandero; le cambiaron su vieja silla por una nueva; tiene dónde alimentarse y está apren- diendo las primeras letras. Por lo pron- to, con sus dedos tullidos, ya escribe su nombre. Es la escuela de la Orquesta Sinfónica “Esperanza Azteca” Zimatlán, confor- mada por 201 niños y niñas y casi una veintena de maestros especializados. Es un lugar de historias, donde lo mis- mo aprende un niño huérfano que una jovencita a la que le gritaron un día en casa: “¡Las mujeres no sirven para eso!” VIEJO ANHELO “Esperanza Azteca” resultó de un an- helo del Centro de Desarrollo Comuni- tario Centéotl desde el año 2006, pero no fue sino hasta el 2009 en que planteó el primer proyecto. Directivos y funda- dores de la asociación civil buscaron el respaldo de la Fundación Azteca, que preside Ricardo Salinas Pliego. Vía el presidente ejecutivo, Esteban Moctezuma Barragán, iniciaron los en- laces y no fue sino hasta el año 2011 en que, durante un acto en la localidad de La Soledad Salinas, de Santa Inés del Monte, en que se formalizó el conve- nio, describe Ángel Vásquez, director de Centéotl. Durante el 2012 continuaron las ges- tiones para consolidar los primeros apoyos y fue en junio del año pasado, cuando se emitió la convocatoria, con- juntamente con la Fundación Azteca y Centéotl. De ahí, paulatinamente llegaron los infantes, procedentes de la cabecera municipal, agencias y municipios ale- daños del distrito de Zimatlán. Las au- diciones se efectuaron el 30 de junio y tras ello iniciaron formalmente las cla- ses, en un inmueble rentado en la ca- lle Progreso número 4, del barrio San Lorenzo. HISTORIAS EXTRAORDINARIAS Pequeños, grandes, medianos, adoles- centes y algunos jóvenes llegaron con sueños de ser grandes músicos. De pre- carias condiciones, de familias integra- das o disfuncionales; con apoyos y sin apoyos, se conformaron 201 hombres y mujeres. Son 201 historias de vida. Como la de Nasareno Martínez Mar- tínez, que encontró no sólo escuela, sino hogar y desayuno. Para él, como para todos, tres días a la semana tienen alimentos, con el apoyo de una cocina comunitaria del DIF estatal; los otros dos días, entre todos cooperan e inclu- so Centéotl apoya con amaranto para mejorar la nutrición de los infantes. Nasareno llega por las mañanas; cru- za kilómetro y medio, parte de terra- cería, con silla de ruedas; se incorpo- ra de inmediato, le gusta por ahora el pandero, aunque prefiere la flauta, que ya domina. Tiene nueva rutina desde el 27 de septiembre que llegó. Después de clases de alfabetización con la respon- sable de la biblioteca, Haydé Pérez, que también presta servicios de asesoría a los escolares, el joven se va al sitio de taxis; viaja a la capital o algún otro lu- gar con festival, a tocar la flauta y re- cabar algo más de dinero; regresa por la noche a su casa a empeñarse en la tarea. Otro es el caso de Maricruz Martínez, de San Nicolás Quiala. Con problemas de estrabismo, se decidió a cambiar de vida; había dejado trunco el bachillera- to, cuando le llegó la oportunidad. “Me decidí porque me invitaron, aun- que me pusieron muchos obstáculos; hubo un familiar que me decía que las mujeres no pueden ser músicos. Me interesé y dije que sí; en ese entonces había pasado un problema personal; llegaba y no platicaba con nadie; pasa- ron algunos meses cuando empezaron a platicar conmigo, después tomé con- fianza con mis compañeros y por fin dejé a un lado mi baja autoestima. ¡Sí se puede tocar en la orquesta!”, narra. Hoy ha sido atendida de su problema de la vista, toca el clarinete; acude a una pre- pa abierta y quiere ser la mejor música. --¿Y el novio? --¡Es este!, ¡el clarinete! El pequeño José Alberto Martínez Cortés también es singular. Ocho años, huérfano; su madre falleció, su padre desapareció; su abuela, única, lo pudo inscribir, pero no sostener. Una familia de Zimatlán lo adoptó y ahora dice que tiene cinco hermanos más. Toca el clarinete y con él van sus nue- vas hermanas, Raquel Saraí y Marisol. De su madre, Karina, guarda gratos recuerdos, es su inspiración. Y su guía para ser el mejor músico. Es el más pe- queño, pero uno de los más aplicados. Las historias comunes y extraordina- rias pululan por la decena de salones de clases en el recinto rentado. MILAGRO MUSICAL Las clases las reciben de las 08:00 a las 12:00 horas; la gran mayoría es- tudia por las tardes, en una primaria vespertina de Zimatlán. Pero 33 que cursan secundaria por las mañanas, van por la tarde a música; lo ideal, dicen los profesores, es tener a todos juntos en un solo turno. “Es un milagro musical, pero tam- bién un milagro de vida. La música cambia, transforma, fortalece la au- toestima, forma personas más felices, más seguras”, dice el director Pedro Cervantes. Añade: “Aquí trabajamos mucho los valores y consolidamos la autoestima sobre todo; en un principio habíamos encontrado inseguridad, baja estima; la rudeza de los niños que no han tenido una guía en muchos casos, ahora tienen, tenemos, orgullo, identidad y unión”. Explica que de lo que se trata es de brindar una enseñanza de calidad, por lo cual se cuenta con unos 15 pro- fesores en distintas especialidades, con sus respectivas aulas y grupos por separado, entre ellos dos de coro. “La música tiene un gran poder, pero positivo, que te llena de entusiasmo, de alegría, de motivación, y todo aquel que está motivado es alegre, contento y eso se transmite a un público”, dice. Por lo pronto, el pasado 6 de octu- bre hicieron su debut formal, en el majestuoso Teatro Macedonio Alcalá de la capital. Y ya se preparan para presentarse el 11 de diciembre en el jardín “El Pañuelito”, su otra prueba de fuego. ES SINFÓNICA Y... esperanza de vida UN ESCUADRÓN DE 201 PEQUEÑOS ENCONTRARON ALIENTO EN LA MÚSICA ISMAEL GARCÍA MORALES / FOTOS: MARIO JIMÉNEZ LEYVA VOZ DE LA COMUNIDAD UNA ESPERANZA hecha realidad. MARICRUZ y José Alberto, destaca- dos clarinetistas. TODOS cuentan con instrumentos, de Fundación Azteca. MÚSICOS profesionales, pese a la corta edad. ENSEÑANZA de calidad, la prioridad. NASARENO ENCONTRÓ refugio y una nueva vida. CLASES de solfeo, estricta disciplina. SINFÓNICA completa, con coro. 201 Integrantes 9 de octubre 2014 Debut 15 Profesores especializados “ESPERANZA AZTECA” ZIMATLÁN PRÓXIMA AUDICIÓN 11 de diciembre Jardín “El Pañuelito”

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18A }Miércoles 3 de Diciembre de 2014 N O T I C I A S Vo z e I m a g e n d e O a x a c an o t i c i a s n e t . m x

Local

ZIMATLÁN DE ÁLVAREZ.- Llegó no sabe cuándo, de San Lorenzo Texmelucan. Deambulaba por las calles de cualquier lugar en silla

de ruedas; una flauta, su compañera de viaje para pedir dinero y poder comer. Hasta hace dos meses, esa era la vida de indigente de Nasareno. Diecisiete años, con ocho dedos en las manos, sin piernas. Y sin familia en Zimatlán.

Pero se topó un día con una escuela sede de una singular orquesta. Sin sa-ber leer ni escribir, encontró refugio y hoy, todos los días se incorpora a clases de música; se integra con el pandero; le cambiaron su vieja silla por una nueva; tiene dónde alimentarse y está apren-diendo las primeras letras. Por lo pron-to, con sus dedos tullidos, ya escribe su nombre.

Es la escuela de la Orquesta Sinfónica “Esperanza Azteca” Zimatlán, confor-mada por 201 niños y niñas y casi una veintena de maestros especializados.

Es un lugar de historias, donde lo mis-mo aprende un niño huérfano que una jovencita a la que le gritaron un día en casa: “¡Las mujeres no sirven para eso!”

VIEJO ANHELO“Esperanza Azteca” resultó de un an-

helo del Centro de Desarrollo Comuni-tario Centéotl desde el año 2006, pero no fue sino hasta el 2009 en que planteó el primer proyecto. Directivos y funda-dores de la asociación civil buscaron el respaldo de la Fundación Azteca, que preside Ricardo Salinas Pliego.

Vía el presidente ejecutivo, Esteban Moctezuma Barragán, iniciaron los en-laces y no fue sino hasta el año 2011 en que, durante un acto en la localidad de La Soledad Salinas, de Santa Inés del Monte, en que se formalizó el conve-nio, describe Ángel Vásquez, director de Centéotl.

Durante el 2012 continuaron las ges-tiones para consolidar los primeros apoyos y fue en junio del año pasado, cuando se emitió la convocatoria, con-juntamente con la Fundación Azteca y Centéotl.

De ahí, paulatinamente llegaron los infantes, procedentes de la cabecera municipal, agencias y municipios ale-daños del distrito de Zimatlán. Las au-diciones se efectuaron el 30 de junio y tras ello iniciaron formalmente las cla-ses, en un inmueble rentado en la ca-lle Progreso número 4, del barrio San Lorenzo.

HISTORIAS EXTRAORDINARIAS

Pequeños, grandes, medianos, adoles-centes y algunos jóvenes llegaron con sueños de ser grandes músicos. De pre-carias condiciones, de familias integra-das o disfuncionales; con apoyos y sin apoyos, se conformaron 201 hombres y mujeres. Son 201 historias de vida.

Como la de Nasareno Martínez Mar-tínez, que encontró no sólo escuela, sino hogar y desayuno. Para él, como para todos, tres días a la semana tienen alimentos, con el apoyo de una cocina comunitaria del DIF estatal; los otros dos días, entre todos cooperan e inclu-so Centéotl apoya con amaranto para mejorar la nutrición de los infantes.

Nasareno llega por las mañanas; cru-za kilómetro y medio, parte de terra-cería, con silla de ruedas; se incorpo-ra de inmediato, le gusta por ahora el pandero, aunque prefiere la flauta, que ya domina. Tiene nueva rutina desde el 27 de septiembre que llegó. Después de clases de alfabetización con la respon-

sable de la biblioteca, Haydé Pérez, que también presta servicios de asesoría a los escolares, el joven se va al sitio de taxis; viaja a la capital o algún otro lu-gar con festival, a tocar la flauta y re-cabar algo más de dinero; regresa por la noche a su casa a empeñarse en la tarea.

Otro es el caso de Maricruz Martínez, de San Nicolás Quiala. Con problemas de estrabismo, se decidió a cambiar de vida; había dejado trunco el bachillera-to, cuando le llegó la oportunidad.

“Me decidí porque me invitaron, aun-que me pusieron muchos obstáculos; hubo un familiar que me decía que las mujeres no pueden ser músicos. Me interesé y dije que sí; en ese entonces

había pasado un problema personal; llegaba y no platicaba con nadie; pasa-ron algunos meses cuando empezaron a platicar conmigo, después tomé con-fianza con mis compañeros y por fin dejé a un lado mi baja autoestima. ¡Sí se puede tocar en la orquesta!”, narra. Hoy ha sido atendida de su problema de la vista, toca el clarinete; acude a una pre-pa abierta y quiere ser la mejor música.

--¿Y el novio?--¡Es este!, ¡el clarinete!El pequeño José Alberto Martínez

Cortés también es singular. Ocho años, huérfano; su madre falleció, su padre desapareció; su abuela, única, lo pudo inscribir, pero no sostener. Una familia de Zimatlán lo adoptó y ahora dice que

tiene cinco hermanos más.Toca el clarinete y con él van sus nue-

vas hermanas, Raquel Saraí y Marisol. De su madre, Karina, guarda gratos recuerdos, es su inspiración. Y su guía para ser el mejor músico. Es el más pe-queño, pero uno de los más aplicados.

Las historias comunes y extraordina-rias pululan por la decena de salones de clases en el recinto rentado.

MILAGRO MUSICALLas clases las reciben de las 08:00

a las 12:00 horas; la gran mayoría es-tudia por las tardes, en una primaria vespertina de Zimatlán. Pero 33 que cursan secundaria por las mañanas,

van por la tarde a música; lo ideal, dicen los profesores, es tener a todos juntos en un solo turno.

“Es un milagro musical, pero tam-bién un milagro de vida. La música cambia, transforma, fortalece la au-toestima, forma personas más felices, más seguras”, dice el director Pedro Cervantes.

Añade: “Aquí trabajamos mucho los valores y consolidamos la autoestima sobre todo; en un principio habíamos encontrado inseguridad, baja estima; la rudeza de los niños que no han tenido una guía en muchos casos, ahora tienen, tenemos, orgullo, identidad y unión”.

Explica que de lo que se trata es de brindar una enseñanza de calidad, por lo cual se cuenta con unos 15 pro-fesores en distintas especialidades, con sus respectivas aulas y grupos por separado, entre ellos dos de coro.

“La música tiene un gran poder, pero positivo, que te llena de entusiasmo, de alegría, de motivación, y todo aquel que está motivado es alegre, contento y eso se transmite a un público”, dice.

Por lo pronto, el pasado 6 de octu-bre hicieron su debut formal, en el majestuoso Teatro Macedonio Alcalá de la capital. Y ya se preparan para presentarse el 11 de diciembre en el jardín “El Pañuelito”, su otra prueba de fuego.

ES SINFÓNICA Y... esperanza de vida

UN ESCUADRÓN DE 201 PEQUEÑOS ENCONTRARON ALIENTO EN LA MÚSICAI S M A E L G A R C Í A M O R A L E S / F O T O S : M A R I O J I M É N E Z L E Y VA

VOZ DE LA COMUNIDAD

UNA ESPERANZA hecha realidad.MARICRUZ y José Alberto, destaca-dos clarinetistas.

TODOS cuentan con instrumentos, de Fundación Azteca.MÚSICOS profesionales, pese a la corta edad.ENSEÑANZA de calidad, la prioridad.

NASARENO ENCONTRÓ refugio y una nueva vida.

CLASES de solfeo, estricta disciplina.SINFÓNICA completa, con coro.

201Integrantes

9de octubre 2014

Debut

15Profesores especializados

“ESPERANZA AZTECA” ZIMATLÁN

PRÓXIMA AUDICIÓN 11 de diciembre

Jardín “El Pañuelito”