Macocadas

20 poemas de humor y una canción

inesperada

Mariano Coronas Cabrero

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Título: 20 poemas de humor y una canción inesperada

Autor: Mariano Coronas Cabrero

Fotografías: Mariano Coronas Cabrero

Edita: El autor

Primera edición: Septiembre de 2018

Diseño: Mª José Callizo

Imprime: Imprenta Coso, s.l. Fraga

Depósito legal: Hu-163-2018

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PresentaciónPienso ahora mismo en que, desde hace unos años, con la generalización de los dispositivos electrónicos personales, es necesario colocarlos en “modo avión” cuando viajamos en una aeronave. A mí, lo que me pasa con frecuencia es que, cuando estoy en Labuerda: salgo a caminar, observo, hago fotos y regreso, me apetece escribir muchas veces y parece como si me colocara en “modo verso” porque es así, con versos y coplillas como el “sinconsciente bromista” quiere expresarse para contar algo de lo visto o vivido.

Elijo la foto o las fotos, escribo unos versos y los siembro en Facebook. A veces, de esa particular siembra, brotan sonrisas o comentarios, por parte de quienes los leen… Yo, por si acaso, estoy al tanto de lo que veo o de lo que ocurre a mi alrededor; atento a si se me enciende la bombilla, para tomar el lápiz o el bolígrafo y anotar esas palabras que me recordarán una tarea o que me sugerirán un texto o un poema. Aquí en la foto, una de las últimas veces en las que “se me encendió la bombilla”. Curiosamente, la fotógrafa estaba allí…

Fue para decidir que haría una selección de esos “cuasi” poemas que tuvieran un punto de humor (aunque no fuera mucho) y formar con ellos y las fotos, el segundo número de “Macocadas”. Esta vez, con un título sugerente. No encontré mejor manera que reescribir, cambiando solo dos palabras, uno de los más conocidos en el mundo de la poesía. Espero que el autor original, chileno universal, no se revuelva enojado en la tumba, si se entera de esto... Y espero que tú, lector, lectora, amigo, amiga sepas perdonarme este atrevimiento y pases unos minutos con tu rostro en “modo sonrisa”.

(Casi todos los versos que siguen los escribí en el verano de 2017, aunque es en el verano de 2018 cuando los he seleccionado para publicar)

Mariano Coronas Cabrero

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1. Bosquecillo caseroTengo un bosquecillo al ladode donde escribo y donde leo;no da sombra, pero huele bieny anima mis pensamientos. Cada día, cuando vamos,muy temprano de paseo,recojo una muestra de un árbolo de un arbusto que encuentroy con la base de corcho,de un cava que ni recuerdo,voy ampliando la arboledaen este caluroso tiempo.

Cuando alguno se marchitay su porte es más bien, feo,al día siguiente sin faltalo cambio o lo renuevo.

Ahora mismo me percato,al tener el balcón abierto,que las hojas de mi bosque son mecidas por el viento…

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2. As cucharetasEn as piedretas d´o fondo

d´una chicota baseta,un rabaño renacuajos

-aquí clamaus “cucharetas”-,cambian de lugar ascapeveyendo a mía presencia.

Mueven as codas nerviosos-u o que sigue d´a capeza-

que ya ye un fecho bien raroqu´ixas ranas, coda tiengan…

Ixa güellada me deixauna sonrisa en a cara,

pos ricuerdo, de chicote,n´o barranco as navatiadas.

Augua, barrancos, basetas…Un piacé d´a mía infancia.

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3. Sirenas fluvialesEl Cinca tiene unas cosas…

En sus aguas, claras y frías,acoge a sirenas fluviales,

en vez de a sirenas marinas.

Ayer la pude observaren una plácida badina.

Me la encontré por sorpresacuando llegué a la orilla.

Después, sumergió su cuerpoy solo quedó la estela

de la presencia asombrosade aquella mujer-sirena.

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4. ¿Fantasmas?En algunos campos segados

aparecen hoy fantasmas;se cubren con sábanas negras

en vez de hacerlo con blancas…Su visión, aunque inquietante,

no asusta y tampoco amenaza:son efectos que producen

las faenas mecanizadas.

En cambio en muchas ciudadeshay profusión de fantasmas;se cubren con negros trajespara esconder las entrañas.Entrañas que están podridas

por actuaciones malvadascontra seres indefensos,

contra personas honradas.

Sirva este sugerenteamontonamiento de pacas,para advertir quiénes son

los auténticos fantasmas…

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5. Pantalones rotos…Esta prenda de vestirtan glamurosa y modernaestaba hoy colgadaen una bonita tienda.No era un adorno, no,era un producto a la venta;señal de que hay demandade este tipo de prendas.

Cuando en mi casa sembrábamospanizo, cebada y forrajey queríamos protegerlosde garzas, cuervos y aves,colgábamos pantalones,camisas y ropas viejaspara espantar a los pájarosy proteger las cosechas.

Hoy por las ciudades se venfrecuentes espantapájaros¡lástima que estén tan lejosde huertas, viñas y campos!

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6. La garza y la cigüeña

Estaba tomando el soluna garza real,en medio del río Segrecon poca profundidad.

Una vieja cigüeñaque andaba por allí cercavio que le hacían fotosa su regia compañera.

Y decidió aparecer,disfrazada de ave rara,para que el retratista,con pericia, la enfocara.Caminando con estiloy desplegando las alasdesfiló con parsimoniaignorando a la garza.

Y ésta que veis aquí es la secuencia completade una garza inexpresivay una cigüeña coqueta.

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7. 1. Un nido raramente iluminadoLa golondrina y el golondrinobuscaron ubicaciónpara que el nido tuvierauna óptima situación.Y, con visión de futuro,decidieron que lo pondríanpegado a la instalaciónde una vetusta bombilla.

Un gorrión les avisó:-mira que estos de Endesaigual ponen contadory os pasan factura impresa…

Pero los dos pajaricos,en sus fracs bien embutidos,comenzaron el trabajodesafiando el peligro.

Y es que, como luego contaron,con la bombilla encendida,vendrían muchos insectosy aseguraban comida.Esa era la razónde elección tan ocurrente,

y con esa explicaciónquedó encantada la gente…

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7.2. Segunda lectura del nido raramente iluminado

Es evidente en la fotoque los que hicieron el nido,

o tenían pocas luceso andaban faltos de tino.

Si lo que querían eratener luz abundante,

quien les redactó el proyectopara esta vivienda ambulante,

o no terminó la carrerao era arquitecto cesante.

La otra hipótesis que explicaeste error casi de bulto

es que en realidad queríantener bien caliente el culo;

por eso colocaron el nidoencima de la bombilla,

para sentir el calormientras estaba encendida.

En ese caso, ninguna objecióna la obra de las golondrinas,

que tenían en los meses fríos,mayor calidad de vida.

Y es que todo en este mundotiene, al menos, dos lecturas

solo hay que aprender a mirarcambiando el sitio o la postura.

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8. La burra, el caballo y viceversa

(Parábola sexual del comportamiento animal o así me lo pareció)

En una parcela con hierba,a orillas del Ara,un caballo y una burrajuntos pastaban…Tras echar varios bocados,en un momento de intimidad,se produjo un acercamientotípicamente animal…

La burra quisocon desparpajometerle la lenguapor allí abajoy el caballo, sorprendido,reaccionó en seguida.estirando una patay avisando a la equina:

-“No me toques el badajo,hermana burra,remójate en el Arasi notas calentura,que yo estoy esperandoa una guapa yeguapara entregarle el paquetede mi despensa.”

La burra se retiróy siguió comiendoesperando acoplarseen otro momento.

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9. La higuera eterna

Hay un enigma plantadoen la torre de Labuerda:cada primavera renaceuna sorprendente higuera.Hace ya unos cuantos añosse rejuntaron las piedrasy se cortó la que entonces, crecía con menos fuerza.Pero alguien puso una semillao brotó pujante la vieja;el caso es que la torre da higos¡en malograda cosecha!

Yo creo que las culpablesson las palomas que vuelan,que aterrizan a su lado ycon estiércol la alimentan.

Cuando llegue septiembrey estén los higos madurosirán cayendo a la callede dos en dos o de uno en uno.Y no podremos aprovecharesta singular cosechaque ha crecido en las alturasy llega al suelo deshecha.Entonces se llenará el suelode dulce pasta de higos,atrayendo a moscas y abejas,a pájaros y hasta niños.

Ahora, como no hay burros,para subirlos con cuerdaa que se coman las hojasde este árbol a la inversa,(como he leído que hicierono, al menos, así se cuenta,en la torre de Loarrecon un latacín de leyenda),tendremos que esperara que una mala tormentamande un rayo con periciay acabe con el problema.

¿Y hasta entonces, qué hacemos?:lamentar no ser tan altospara recoger sus frutoscon una cesta y dos manos!

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10. JabalíesLos jabalíes en el monte,cuando les pica su cuerpo,se rascan contra un troncoy se quedan tan contentos…Esto último, lo imaginocomparándolo conmigo,pues cuando algo me picame rasco, y a fe que me alivio.

Esta mañana tempranohe descubierto este pinodonde han disfrutado rascandouna panda de suidos…Por las huellas en el barroy este usado rascadero,por las noches el barrancodebe estar en su apogeo,con jabalíes que bajana comer a los rastrojosy otros que suben ya hartosa dormir entre matojos.

Y es que el monte por la nochecobija una vida intensapues la oscuridad aparentees inmejorable defensapara quienes deben esconderse,temiendo algunos encuentros,con bípedos armadoso depredadores hambrientos.

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11. Para encender una nube Para encender una nube,cuando agoniza la tarde,basta una torre metálicay media docena de cables.

Hacerlo con mucho sigilo,sin ser vistos, con ternura,para evitar que la “eléctrica”nos pase luego factura.

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12. Calle LibertadSea calle o sea rincón,paseo, callejón o rambla,parque e incluso avenida,camino, arco o una plaza.

En todos los pueblos tendríaque estar escrita esa palabra,visible y bien visible,con letras grandes y claras.

Libertad como expresiónde una vida relajadadonde nadie tenga miedoante nadie ni ante nada.Que fuera una aspiraciónsocialmente reclamaday objetivo a conseguirsi se viera amenazada.

Con la de nombres absurdosque hay en algunas calles;el nombre de LIBERTADlas volvería importantes…

De modo que si en tu pueblo,“libertad” no tiene calle,reclama ante la alcaldesao reclama ante el alcalde.

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13. Moscas del Cinca“Vosotras las familiares,inevitables golosas;vosotras moscas vulgaresme evocáis todas las cosas…”

El gran Don Antonio Machadocon moscas hacía poesía;las moscas han hecho conmigoun poema en carne viva.

Porque estas moscas del Cincacausan muchísimo respeto.Tienen ojos escrutadores,patas largas, muchos pelosy se frotan sus patazascuando divisan un cuerpo.No hay repelente que valgapara mantenerlas lejos;hace falta una escopetacon puntería y reflejos.

Aunque tú no te lo creas,-lo sé de muy buena tinta-,viene ya de muy antiguolo de las moscas del Cinca.

Cuando el checo Franz Kafkaandaba metamorfoseandoy para su experimentobuscaba insecto apropiado,pensó en varias propuestaspara su animal literarioy escogió, que fuera Samsa,¡mosca no!, ¡escarabajo!

De modo que poca bromacon estos animalejos…Las moscas gordas del Cincason peligrosos insectos.

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14. Un zapatero en un charco

Una mañana tempranose cruzan nuestros caminosy observo tus movimientos;

tus bruscos cambios de ritmo.Porque tú sí que eres capaz,-sin milagros de por medio-,

de caminar sobre el agua.sin mojarte ni los pelos…

Y viendo lo que aquí veis,no me diréis que es mentiraque este bicho es un experto

en temas de geometría…

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15. Reflexiones de una vieja puerta…

Con estos ojos que ves,con estos ojos, te miro.

Soy una vieja puertaguardiana de cien olvidos.

En el fondo de la estanciaque guardo con celo y mimose almacenan las vivencias,

recuerdos y desvaríosde todos los que algún día

habitaron este sitio…

Si te sientas a escucharcon un silencio antiguo,oirás el paso del tiempo,

el transcurrir de los siglos…

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16. Tarde dominical, tras la garza real…

Primero la vi posarseen medio de un alfalzary pude hacerle unas fotosescondido en un cañar.

Al rato, levantó el vuelo,y casi la pierdo de vista;pero luego, la vi volandohacia el cauce del río Cinca.Y me acerqué hasta allí,y la vi desde la escolleray disparé varias vecessin que ella se moviera.

Y así acabó la “caza”de esa garza real:aventura fotográficade tarde dominical…

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17. Un abrazo vegetal

Un pino y una encinase querían con locura

y de forma imperceptiblese unieron en la espesura.

Nadie pudo imaginarque, ya en edad madura,

protagonizarían ambosuna unión en las alturas.

El caso es que ahí están,entrelazados y unidos,rodeados, por el suelo,

de jóvenes encinas y pinos…

Nadie ha sabido explicartan sorprendente querencia:

un abrazo vegetaly tan prolífica herencia.

¿Y qué queda por hacer…?pues que lo explique la ciencia…

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18. Peña MontañesaCada vez que la miras,

la ves diferente;por eso cautiva

a tantísima gente.

Confieso que me ha extrañadoese verdor de pradera,

sobre todo porque en juliono estamos en primavera.

Y también me ha sorprendidoque esa mole tan inmensa

quepa en un charco de aguay tenga su exacta apariencia.

Vaya, desde aquí, mi saludoa la Peña Montañesa:

un símbolo de Sobrarbeque el tiempo esculpió en piedra.

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19. El paso del tiempo en el arnal

Cañas y mimbres y dominio del oficiopermitían al cestero

hacer un trabajo muy digno.

Estas arnas que veis,destruidas por el tiempo,

fueron hace unos añosmuy valiosos elementos.Cobijaban a un ejército

de laboriosas abejasque fabricaban la miel

para endulzar las meriendas.

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20. Un descubrimiento enigmático…Desde el otro lado del espejo,

¡fíjate bien qué mirada proyecto!Desde el otro lado del espejo,

no puedes ni imaginar lo que veo…Desde el otro lado del espejo,

los últimos siempre son los primeros…Desde el otro lado del espejo,

parece que me voy y resulta que vengo…Desde el otro lado del espejo,

algunos problemas los veo resueltos.Desde el otro lado del espejo,

cuanto más quiero olvidarte, más te recuerdo…

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Y una canción inesperadaEn el barranco que andamosayer jueves, de mañanas,solo había un charco grandey en él, tan solo una rana.

Como la encontré aburridayo le di conversación.Le pregunté por su viday su triste condición…

Me dijo que la sequíade este extraño veranohabía dejado sin aguaéste y otros barrancos.Y que, como el agua es viday lo demás son puñetas,quien ha podido se ha idoen busca de nuevas tierras.Seguidamente, animadapor mi creciente interésme cantó con poca graciala canción que os contaré…:

Croac, croac, ¿qué quieres que te cuente?Croac, croac, que tú no sepas…Croac, croac, si no hay agua en el barrancoCroac, croac, ¡jódete y no bebas!

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ÍNDICELos veinte poemas de humor:

Bosquecillo casero • ....................................... p. 4As cucharetas• ................................................ p. 5Sirenas fluviales• ............................................ p. 6¿Fantasmas?• ..................................................P. 7Pantalones rotos…• ........................................ p. 8La garza y la cigüeña• ..................................... p. 9Un nido raramente iluminado• .............. p. 10 y 11La burra, el caballo y viceversa• .................... p. 12La higuera eterna• ........................................ p. 13Jabalíes• ....................................................... p. 14Para encender una nube• ............................. p. 15Calle Libertad• .............................................. p. 16Moscas del Cinca• ........................................ p. 17Un zapatero en un charco• ........................... p. 18Reflexiones de una vieja puerta• .................. p. 19Tarde dominical, tras la garza real• ............... p. 20Un abrazo vegetal• ....................................... p. 21Peña Montañesa• .................................. p. 22 y 23El paso del tiempo en el arnal• ..................... p. 24Un descubrimiento enigmático• ................... p. 25

Y una canción inesperada ....................................... p. 26

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Por la mañana, el cielo,adelantándose a las fiestas,

nos ha dejado esta guirnaldaen la torre de Labuerda.