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26/6/2021 Ermua diseña una ruta para caminar y realizar deporte entre barrios y ermitas locales y de Mallabia https://lectura.kioskoymas.com/el-correo-gipuzkoa 1/1

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26/6/2021 Ermua di se ña una ru ta pa ra ca mi nar y rea li zar de por te en tre ba rrios y er mi tas lo ca les y de Ma lla bia

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EL MUNDO. SÁBADO 26 DE JUNIO DE 2021

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ESPAÑA i

ORIOL TRILLAS BARCELONA Cuando aún resuenan los ecos de la intensa disputa en la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) sobre los indultos de los presos del pro-cés, este periódico está en condi-ciones de asegurar que el carde-nal Juan José Omella no estuvo presente en el debate. El arzobis-po de Barcelona tenía cita para una reunión en Roma de la Con-gregación de Obispos, de la que forma parte, para el día 24 a las 9.30 horas de la mañana, y se vio obligado a tomar un avión el día 23 por la tarde, lo que le permitía evitar la polémica sesión.

No es la primera vez que Ome-lla elude sus responsabilidades por una cita en la Santa Sede y tampoco es la primera que se au-senta de una reunión importante; al menos así lo vendió a sus her-manos en el episcopado con moti-vo de su presunta ausencia en la deliberación de la reunión de obispos catalanes que aprobó la nota a favor de los indultos. Au-sencia de la que no hay ninguna prueba fiel, pues hay fotos que atestiguan su presencia y, lo más

importante, en cualquier caso no se demarcó del acuerdo adoptado por sus colegas catalanes.

Con la partida de Omella de la Permanente de la CEE quedaron los obispos solos, bajo la autoridad del vicepresidente Osoro, pero con el amparo de tres obispos catala-nes, miembros de la Permanente (Planellas, Vives y Benavent) que defendieron como gato panza arri-ba la posición que habían plasma-do por escrito siete días antes. Omella les había dejado instruc-ciones al respecto y también se las

había dejado al obispo-secretario, Monseñor Luis Argüello, que fue quien dio la cara ante los medios, con las polémicas manifestaciones que daban por sentado que la no-ta de los obispos catalanes fue «muy valiosa» y la Conferencia Episcopal respaldaba su postura proclive a la medida de gracia.

Atrás quedaba la tremenda dis-cusión entre los obispos, pero apar-te de la posición del obispo Sanz Montes y las declaraciones del ar-zobispo de Toledo, monseñor Fran-cisco Cerro Chaves, ningún otro prelado se pronunció acerca de las controvertidas manifestaciones del obispo Argüello. Omella gobierna la CEE con mano de hierro. Es el hombre del Papa en España y los obispos se someten a Roma con la mayor insensibilidad posible. A pe-sar de la discusión intramuros, no hubo mayores disensos expresa-dos públicamente que los de Sanz Montes y Cerro Chaves.

La Comisión Permanente la for-man los arzobispos metropolita-nos y los presidentes de comisión episcopal. Omella, desde su pues-to de miembro de la Congrega-ción Vaticana que designa los

obispos, ha moldeado los últimos nombramientos episcopales en España y como presidente de la CEE ha conseguido que los presi-dentes de comisiones episcopales le deban el cargo. Nada le gusta más a un obispo que el poder. Ni tan siquiera el cardenal Cañiza-res, tan activo en oraciones por la unidad de España, quiso terciar en el litigio y dejó la discusión en la soledad del arzobispo Sanz Montes. Tampoco el cardenal Blázquez, anterior presidente de la CEE o el arzobispo de Pamplo-na, monseñor Pérez González, o el obispo de Lugo, monse-ñor Carrasco Rouco, so-brino del emérito de Ma-drid, también miembros de la Pe-manente. La posición de los tres prelados catalanes y las instruc-ciones precisas de Omella fueron seguidas a rajatabla por el obispo-portavoz Luis Argüello.

Este diario ha solicitado alguna ampliación a las declaraciones de los obispos de Oviedo y Toledo, sin otra respuesta que «no hay más que añadir a lo manifestado».

El cardenal Omella ha consegui-do el silencio de sus compañeros.

Mientras tanto, el obispo Argüello intentaba matizar en declaraciones a TVE: «Pediríamos a los indulta-dos que se indulten ellos también a sí mismos pensando en poder tener otra visión para el bien común de Cataluña, de los catalanes, de los que piensan de una manera y otra. Pueden pedir tener una orientación diferente, que indulten a esos cata-lanes, que indulten a esos a los que llaman traidores porque tiene una visión distinta, porque defienden la Constitución, porque quieren per-manecer unidos a España».

Pero en realidad es Argüello el que ha quedado más tocado. Ome-lla es astuto y se fue a Roma dejan-do el melón por abrir. El obispo-se-cretario tuvo que lidiar entre sus convicciones (que las tiene) y la obediencia a su presidente, debien-do inclinarse por estas últimas, por un mero prurito institucional. Aho-

ra ha quedado marcado y ha desconcertado al resto de la CEE, que no saben

qué argumentar ante sus fieles. El obispo-portavoz ha antepuesto su obediencia a Omella (y a no contra-decir a los obispos catalanes pre-sentes en la Permanente) que al sentir de sus fieles. Su promoción a arzobispo castrense puede verse en-vuelta en la polémica. Aunque Ro-ma manda y Roma sigue confiando en Omella. Y, como dijo Tarancón, los obispos españoles suelen sufrir de tortícolis de tanto mirar a Roma. Sucede con todos los papas.

El presidente de la Conferencia Episcopal dejó la Permanente antes del polémico debate de los indultos para acudir a una reunión en el Vaticano / Con el aval del Papa, está blindado

Omella impone silencio vía Roma

ANÁLISISEn la Congregación Vaticana, Omella ha nombrado a afines, y otros le deben el cargo

Argüello trató ayer de matizar la posición de la Iglesia, apelando a la Constitución

TRES

PROTAGONISTAS

DE LA DIVISIÓN

EN LA CURIA

JESÚS SANZ MONTES. ARZOBISPO. Obispo de Oviedo y aspirante a la Presiden-cia de la CEE, que perdió frente a Omella, lidera al sector crítico contra los indultos.

JUAN JOSÉ OMELLA. PRESIDENTE. El turolense, arzobispo de Barcelona, mantiene una línea fluida con Moncloa y hace equili-brios para contentar al nacionalismo catalán.

LUIS ARGÜELLO. PORTAVOZ. Fue quien puso voz al refrendo de los obispos españo-les al apoyo previo de los obispos catalanes. Ayer matizó; pidió respetar la Constitución.

Una reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española, el pasado febrero. CONFERENCIA EPISCOPAL

26/6/2021 Dos ho ras «de gra cia» de los obis pos

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26/6/2021 La Razón

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26/6/2021 La Razón

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EL MUNDO. SÁBADO 26 DE JUNIO DE 2021

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i ESPAÑA

OLGA R. SANMARTÍN MADRID Pregunta. – Usted elaboró los ma-nuales de Educación para la Ciuda-danía con Zapatero, hace ya una dé-cada. El nuevo currículo nos trae Valores, que viene a ser lo mismo con otro nombre. ¿Por qué la asig-natura ya no causa tanta polémica?

Respuesta.– Hoy ya no se cues-tiona una buena educación en va-lores porque cada vez hay más con-flictividad en las escuelas, tenemos más problemas de disciplina y es más compleja la gestión del aula. No se trata simplemente de atender a las reivindicaciones LGTB, sino que es algo más amplio. Vemos vio-lencia y bullying en edades cada vez más tempranas. Hay patologías aso-ciadas a la autopercepción del cuer-po y estereotipos que antes no exis-tían: cada vez hay más chicas a las que el novio les contro-la el móvil y lo jus-tifican diciendo: «Si no tiene celos es que no me quiere». Con lo que nos costó lu-char a las de mi ge-neración... Y ahora el macho alfa y la mujer Barbie se vuelven a valorar en-tre ellos. Es necesa-rio educar en la con-vivencia y las escue-las debemos ofrecer una educación afec-tivo-sexual que sea respetuosa con las familias.

P.– Dirige 7 colegios concertados con bastantes niños con necesida-des especiales. ¿Cómo los gestiona?

R.– Personalizamos el aprendi-zaje, en línea con lo que hizo la bri-tánica Alison Peacock en la escue-la de Primaria de la Universidad de Cambridge: cada alumno tiene ac-tividades de acuerdo a su nivel, pe-ro están todos juntos en la misma clase. Nuestros niños leen al menos 30 libros al año y trabajan mucho la narración escrita, y hemos apli-cado en el aula evidencias de la neu-rociencia sobre las funciones ejecu-tivas del cerebro.

P.– Póngame un ejemplo. R.– Vemos a niños muy impulsi-

vos y atolondrados, con un cuader-no muy desordenado o que se olvi-dan con frecuencia de la agenda. Con un entrenamiento sistemático del cerebro se modifica la estructu-ra neuronal y se produce una me-joría. Por ejemplo, se recuerda me-jor aquello vinculado a una emo-ción positiva. Y la información se fija más tiempo si previamente se

ha despertado curiosidad en el alum-no. También fomentamos el apren-dizaje del error, que es algo que el sistema educativo muchas veces no hace. Aprendemos cuando nos equi-vocamos, pero no automáticamen-te, sino al reflexionar sobre ello. Y trabajamos por proyectos.

P. – ¿Es partidaria del currículo de Isabel Celaá?

R.– Yo defiendo un equilibrio en-tre las competencias y los conteni-dos, que son la materia prima. El problema es ir al extremo. La me-moria tiene muy mala fama en la in-novación, pero la evidencia cientí-fica nos dice que sólo podemos aprender de memoria, porque es el órgano de aprendizaje. Pero un alumno puede retener muchos da-

tos de Historia y, si no es capaz de usarlos para comprenderlos y apli-carlos, no le sirven. Un modelo com-petencial bien hecho es más exigen-te, no es cierto que se aprenda me-nos. El problema con el currículo va a estar en la evaluación, donde hay indefinición. Si queremos apos-tar por las competencias, tendría-mos que distinguir la evaluación de

la calificación numérica. Eso no sig-nifica quitar los exámenes. Mis alum-nos de 10 años estudian el cuerpo humano simulando que se sacan el MIR. Cada clase es un área del hos-pital y tienen que pasar una prue-ba de 225 preguntas. Saben muchí-simo más que si repitieran mecáni-camente la información.

P.– Si le hubieran encargado ela-borar el currículo, ¿cómo sería?

R.– Sería riguroso pero flexible. Los decretos no deben constreñir el trabajo de los docentes, porque hay tendencia a controlar hasta la última coma. Además, el currículo es muy reiterativo: los niños están aburridos de tener que aprenderse los planetas o el sistema respirato-rio casi todos los años.

P.– Celaá ha aplazado hasta el año que viene la reforma de la carrera docente. ¿Usted, que ha formado a profesores de 3.000 colegios, qué cree que habría que cambiar?

R.– El problema es que a los es-tudiantes de Educación se les exi-ge poco. Y no se analiza el desem-peño. Los profesores no mejoran si no son evaluados. No es para con-trolar, sino para ayudarles a hacer-lo mejor, pero hay mucha resisten-cia. Además, no hay cultura de ob-servación en el aula. Experiencias como Japón, en las que se diseña la clase entre cuatro docentes –uno la da y el resto la observa, la enrique-ce y la imparte en otro grupo– y unas prácticas más largas ayudarían.

P.– ¿La Lomloe garantiza la liber-tad de elección de las familias?

R.– Es uno de los grandes proble-mas de la ley: no la garantiza; con-sidera a la concertada subsidiaria de la pública y eso acaba estrangu-lándola. Se ha echado leña al fue-go para enfrentar a ambas redes y eso está haciendo mucho daño. El carisma de la mayoría de colegios concertados es la atención a los alumnos desfavorecidos y no es jus-to descalificar a la concertada por-que en alguno haya habido algún exceso. Tengo un 95% de alumnos inmigrantes en mi colegio de Ave-nida de América y cerca hay públi-cos que no escolarizan a ninguno. Por otro lado, que el Estado sea el único con derecho a gestionar los bienes públicos como la educación es algo que sólo ocurre en las dic-taduras; debe ser la sociedad civil la que puede organizarse. Si hoy hay demanda de concertada es por-que funcionamos muy bien y por-que solemos dar servicios que la pú-blica no ofrece; por ejemplo, abrir por la tarde para permitir la conci-liación de las familias.

Al frente de la Fundación Trilema, que gestiona siete colegios y forma a docentes, ve necesario educar en valores para mejorar el clima escolar. «Cada vez hay más alumnas a las que el novio les controla el móvil y lo justifican: ‘Si no tiene celos, no me quiere’»

BERN

ARDO

DÍA

Z

LA BUENA EDUCACIÓN

(1964, Valencia) Presidenta de la

Fundación Trilema Directora

de la revista ‘Cuadernos de

Pedagogía’ Codirectora de la

Cátedra de Inteligencia

Ejecutiva de la Universidad

Nebrija Asesora del Gobierno en

España 2050

«Cada vez hay más problemas de disciplina en las escuelas»

Carmen Pellicer

Pellicer pone como modelo a The Wroxham School, la escuela que en 10 meses pasó de estar en crisis a convertirse en una de las mejores de Reino Unido. Su directora Alison Peacock puso

a trabajar en equipo a los docentes, reclutó a asistentes de aula, llevó a alumnos de Magisterio a observar las clases y personalizó el aprendizaje de los alumnos. En el jardín colocó

un autobús de dos pisos pintado de colores donde instaló la biblioteca. Tuvo tanto éxito que la Universidad de Cambridge le encargó construir otro colegio dentro del campus.

ALISON PEACOCK Y THE WROXHAM SCHOOL PROFESORES QUE APRENDEN UNOS DE OTROS IDEAS PARA

UN SISTEMA

EDUCATIVO DEL

SIGLO XXI

26/6/2021 «Car mi na bu ra na», los clé ri gos que can ta ban al vino, al amor y la suer te

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26/6/2021 Gri mi lla epis co pal

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26/6/2021 Obis pos, em pre sa rios e in dul tos

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26/6/2021 Vuel ve Se tién

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EL MUNDO. SÁBADO 26 DE JUNIO DE 2021

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i OPINIÓN

CAUSA sorpresa y decepción la toma de pos-tura expresada por la Conferencia Episcopal respecto de los indultos. Nada obligaba a la jerarquía eclesial española –repetimos: espa-ñola– a alinearse explícitamente con los obis-pos catalanes, cuya larga historia de conni-vencia con el nacionalismo insolidario no es novedad ni en Cataluña ni en el País Vasco, por desgracia. Antaño la doctrina oficial de la Iglesia española consideraba la unidad un bien moral, con impecable criterio, pues no se entiende la idea de fraternidad que funda la nación política moderna sin derivarla de los valores éticos con que el cristianismo dio forma a Europa. Es cierto que en el pasado la Iglesia jugó a menudo un papel de contrapo-der frente al Estado que no siempre favore-ció la cohesión territorial, pero hace tiempo ya que las revoluciones liberales resolvieron la separación entre el trono y el altar.

Por eso sorprende que los obispos adopten expresiones sobre el perdón y la concordia parejas a las que usa el Gobierno de Sánchez para justificar la humillante exoneración de quienes dinamitaron la convivencia, quebra-ron la ley y trataron de sojuzgar a sus veci-nos: esos catalanes constitucionalistas para los que no parece haber paz, piedad ni per-dón. Que además expliciten su apoyo a los indultos en plena campaña de la Renta, ex-poniéndose al enfado de católicos hartos del egoísmo separatista, solo se explica por la desconexión de los pastores con las ovejas.

Obispos e indultos

APENAS 48 horas después de que Rufián exigiese a Sánchez neutralizar las reclamaciones económicas del Tribunal de Cuentas a los golpistas por malversar fon-dos públicos en la financiación del procés, el Gobierno ha activado una estrategia de presión sobre el órgano fiscalizador de las cuentas del Estado. El ministro de Transportes y número dos del PSOE lanzó ayer un du-ro ataque contra la neutralidad de las instituciones al po-ner en cuestión la autonomía del organismo público, al que acusó de estar poniendo «piedras en el camino», en relación a la estrategia de apaciguamiento del Gobierno con los secesionistas. José Luis Ábalos no dudó en ali-nearse con quienes desde el entorno independentista es-tán cuestionando la legitimidad del Tribunal de Cuentas y se comprometió públicamente a «ir desempedrando todo este camino», tal y como exigen desde ERC. Las declaraciones de Ábalos son una irresponsable intimi-dación tanto a los funcionarios del organismo público –que han demostrado actuar con absoluta independen-cia– como a la Abogacía del Estado, después de que és-ta se haya mantenido firme en su intención de «depurar la responsabilidad contable» al apoyar la desestimación de los recursos que pusieron los 40 investigados para frenar la acción del Tribunal de Cuentas.

El órgano fiscalizador rechaza las alegaciones de los investigados y mantiene su citación para el próximo

martes, cuando Artur Mas, Carles Puigdemont, Oriol Junqueras, Raül Romeva, Andreu Mas-Colell y el resto de investigados serán informados de la cantidad –que se estima millonaria– que les será reclamada bajo amena-za de embargo por haber desviado de forma ilícita fon-dos públicos de varias consejerías para financiar las de-legaciones de la Generalitat fuera de Cataluña y el ente llamado Diplocat, mediante el cual se promovía la sece-sión y se buscaban apoyos en el exterior. Precisamente de esto último está acusado el ex conseller Mas-Colell, en torno al cual se ha organizado una vergonzosa cam-paña internacional de apoyo que pretende que le sean perdonadas las sanciones económicas en razón de su prestigio académico, presentando al Tribunal de Cuen-tas como un organismo sin legitimidad, cuando se trata de una institución plenamente constitucional.

La comunicación del Tribunal de Cuentas coincidirá con la reunión entre el presidente del Gobierno y el re-cién investido president de la Generalitat, Pere Ara-gonès, que se prevé sea el primer encuentro del proce-so de negociación por el que el separatismo exige un un referéndum de auto-determinación a cam-bio del apoyo en la Cortes de ERC al Eje-cutivo. No es de extra-ñar, por tanto, que el Gobierno haya queri-do escenificar una campaña de despres-tigio contra el Tribu-nal de Cuentas para mandar un mensaje positivo a los independentistas, consciente de que se trata del princi-pal problema que les preocupa ahora, ya que el indulto no afecta a las consecuencias derivadas de los delitos de malversación. Confiamos en que el órgano fiscalizador resista y ejerza su función sin injerencias bochornosas.

Ahora toca ir a por el Tribunal de Cuentas

Ábalos presiona para evitar embargos a los golpistas del 1-O

IDÍGORAS Y PACHI

HOY NOS hacemos eco de la gravísima delincuencia que padece el pequeño pueblo de Horche, en la pro-vincia de Guadalajara. Los vecinos y el alcalde sufren desde hace demasiado tiempo –ocho años ya– diver-sos problemas derivados de la okupación de casi 60 casas. No se trata solo de la tensión inherente a esta práctica ilegal –tan extendida en los últimos tiempos–, sino de un enquistamiento de la situación que ha de-generado en una suerte de profesionalización de la okupación, con robos y trapicheo de drogas. Los veci-nos, hastiados, denuncian la consolidación de un «gue-to» en el pueblo que atenta contra la convivencia, por-

que mientras los vecinos de Horche tratan de hacerse escuchar, la actividad criminal de los allanadores afec-ta cada vez más a la convivencia sin que medie solu-ción efectiva por parte de la Administración.

La okupación se inició en una promoción que hoy es propiedad de una entidad bancaria. Lo que al prin-cipio comenzó con casos aislados acabó provocando que el resto de habitantes de las viviendas huyeran de los edificios. Estos hoy son gestionados por tres clanes distintos que se encargan de distribuir a los futuros okupas. Cuando unos van a ser expulsados, venden las llaves y se van, bien a otro pueblo, bien a otra de las viviendas que todavía quedan vacías. Este infame bu-cle de ilegalidad no se acaba, y para más inri se ha lle-gado a promocionar por internet.

Uno de los hándicaps a los que se enfrentan los ciu-dadanos de Horche es que la ley –demasiado contem-plativa con los delincuentes– todavía es más laxa cuan-do el propietario de las viviendas es un gran tenedor.

Ahí la acción de la Administración se lentifica. Bien co-nocen la trampa los criminales y por ello en el pueblo solo están siendo okupados los pisos que pertenecen al banco. Aun así, los asaltos se suceden y la preocu-pación del alcalde aumenta. No solo por una cuestión de respeto a la propiedad y a la convivencia, sino por el temor a que la tensión desborde en tragedia. Los ve-cinos no soportan más la delincuencia y los modos de los okupas y ya han frenado algunos allanamientos por sus propios medios.

Lo que ocurre en Horche no es una anécdota. Mu-chas zonas rurales enfrentan situaciones similares, de-rivadas de la falta de recursos que conlleva la despo-blación. Pero no hay que confundirse: no se trata de un problema de acceso a la vivienda, sino de un tipo de delincuencia que se beneficia de una legislación cu-ya modificación urge si se quiere una respuesta eficaz. En lugar de ello, el Gobierno aborda el debate desde una demagogia infantil y enemiga de la propiedad.

La anarquía de la ‘okupación’

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