4. ETAPAS EN LA EJECUCIÓN DE CADA ASANA

YOGA BÁSICO APLICADA MÓDULO II ETAPAS EN ÑA EJECUCIÓN DE CASA ASANA. YBA MII YOGA ETAPAS EN LA EJECUCIÓN DE CADA ASANA

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4. ETAPAS EN LA EJECUCIÓN DE CADA ASANA 4.1. Toma de conciencia El primer paso es la toma de consciencia, es decir, dejar de lado todo lo exterior para poder conectarse con uno mismo, para establecer un contacto con el cuerpo y con la mente, comenzar así a reconocerlos y aceptarlos tal como se encuentran e ese momento. 4.2. Propiocepción y escucha de necesidades La propiocepción es la capacidad de nuestro cuerpo de ubicar la posición de las articulaciones en todo momento. Los propioceptores son unos elementos sensibles muy peculiares repartidos por diversas regiones del cuerpo y, en particular, a nivel de las articulaciones. Por los que se refiere a éstas, informan al cerebro en todo momento sobre la situación de la articulación, su posición en el espacio y sus movimientos. Para desarrollar esta capacidad debemos ser capaces de escuchar a nuestro cuerpo y establecer un diálogo con él para saber exactamente cuales son sus necesidades en cada momento cuando se realicen las diferentes asanas o posturas, de esta forma seremos conscientes de cada mínimo movimiento, y también de evitar forzarlo más de lo que es capaz de aguantar. Las asanas del yoga no deben causar dolor, aunque se trabajen los músculos, las coyunturas, o se haga estiramiento. Debe sentir el esfuerzo, pero sin dolor. Con un ejercicio consciente, con movimientos controlados, y con la atención en cada movimiento, el cuerpo llegará a su nivel de forma natural y se hará el trabajo sin causar daño. 4.3. Aquietamiento interior Los asanas tienen una naturaleza psicofísica y su objetivo, como el de todas las técnicas del yoga, es el aquietamiento de la mente. Por ello, es fundamental que en la realización de dichas posturas se centre la atención únicamente en sentir el cuerpo y la respiración, ya que de esta forma evitaremos que la mente sea perturbada por estímulos externos. En yoga se requiere que estés cómodo y estable para sostener las posturas, pero internamente debes estar muy alerta y con grandes corrientes de energía vital. Es fundamental llevar la atención a los movimientos, a la respiración, a cada parte del cuerpo que estás trabajando. Como ya se ha mencionado,



debes sentir qué sucede en tu cuerpo, relajar las partes que tengan tensión innecesaria, sentir cómo responde tu cuerpo a través de sensaciones y qué te está comunicando. 4.4. Disponibilidad ante la ejecución práctica del asana El asana señala claramente una trascendencia de la condición humana. El yogui en estado de asana puede ser comparado a una planta o a una estatua divina; en ningún caso podría ser comparado al hombre que, por definición, es movedizo, agitado, arrítmico. Con relación al cuerpo, la asana es una ekagrata, una concentración en un solo punto; el cuerpo está “tenso”, concentrado en una sola posición. Del mismo modo como la ekagrata concluye con las fluctuaciones y la dispersión de los “estados de consciencia”, así también la asana termina con la movilidad y la disponibilidad del cuerpo, al reducir la infinidad de posiciones posibles del hombre en una sola postura, aquetípica, iconográfica. 4.5. Objetivo Podemos plantear dos tipos de objetivos, los específicos de cada asana, que por la preparación del cuerpo apuntan a la estabilidad de la mente y el objetivo principal o general, qué solo puede lograrse cuando la mente se estabiliza. 4.6. Compensaciones y contraposturas Las asanas buscan el equilibrio en todos los aspectos. Cada postura tiene una contrapostura que equilibra el cuerpo hacia el lado contrario. Por ejemplo: cuando haces una torsión, es bueno contrarrestar suavemente hacia el lado opuesto. De la misma manera, es importante trabajar los dos lados del cuerpo, por lo que cada movimiento se practica de uno y otro lado. 4.7. Interiorización La meditación podría ser sinónimo de reflexión, contemplación, interiorización, pensamiento profundo, maduración, introspección. La práctica del yoga (asana) y el control de la respiración (pranayama) nos llevan de la mano hacia la meditación. De hecho la práctica de asana es una meditación sobre el cuerpo. Cuando comenzamos la sesión llevamos la atención a la respiración y durante la sesión llevamos la atención a diferentes partes del cuerpo. Observamos que sucede y para ello necesitamos estar atentos y concentrados, en una actitud meditativa. 4.8. Equilibrio de efectos Con el objetivo de saber cuál será la contrapostura conveniente es necesario observar los efectos mentales y físicos del asana anterior o de los asanas anteriores. 5. Benéficos y contraindicaciones A continuación se exponen los beneficios y contraindicaciones que pueden presentar la práctica de asanas o posturas.



Beneficios Los beneficios que presenta la práctica de asanas en el yoga se puede dividir en físicos, mentales y espirituales. Veamos cada uno de ellos. Beneficios físicos Generalmente, las asanas o posturas corporales benefician todos los sistemas del cuerpo: el circulatorio, el digestivo, el endocrino y el nervioso, ninguno queda desatendido. Aunque presentan muchos otros beneficios como los siguientes:

• Permite una toma de consciencia del esquema corporal con la intensificación de la atención y la orientación espacial, de la lateralización y de la coordinación de la motricidad amplia, además de la relación: movimiento, ritmo y equilibrio.

• Se estira la columna vertebral y se pone en acción músculos, huesos y articulaciones. Se alivia la tensión y molestias de la espalda.

• Regulan la acción cardiaca y la tensión arterial, favorecen excepcionalmente todo el sistema locomotor y revitalizan el organismo.

• Favorece la flexibilidad de todo el cuerpo.

• Mejora la circulación de la sangre y el sistema respiratorio se fortalece.

• Se normaliza el peso corporal.

• El trabajo muscular moderado y el estiramiento de todo el cuerpo producen un efecto positivo

• en la estética corporal.

• La tensión nerviosa y la fatiga se alivian. Beneficios mentales Si mantenemos nuestro cuerpo en una postura estable, liberamos a nuestra mente de las molestias que causa el ejercicio físico, y estimulamos nuestra mente a mantenerse serena y equilibrada de todo tipo de emociones. Además: Los procesos mentales se equilibran favoreciendo la reflexión meditativa, la introspección, la concentración, la observación y la capacidad de escucha. Se adquiere la habilidad de relajarse conscientemente en cualquier momento y lugar. Se estimula la imaginación creadora. Beneficios espirituales Lo más importante de las asanas es que nos pueden elevar espiritualmente cuando las hacemos con una actitud espiritual y entramos en meditación. Además, hacer asanas nos hace más saludables y tranquilos, lo que hace que sea más fácil ser seres humanos con buen corazón. Las asanas con flexión hacia delante son postraciones que las podemos hacer sintiendo humildad y entrega basadas en la confianza, desarrollando estas cualidades en nosotros. Las flexiones hacia atrás desarrollan valentía para ideales altos, nos liberan del miedo y nos dan una nueva conciencia de nosotros mismos. Desarrollan la voluntad, la autoconfianza y el carácter. Las asanas invertidas nos permiten “conectarnos con Dios en el cielo” mientras que las asanas de pie nos ponen en contacto con la “Madre tierra”. Cuando entramos en meditación durante las asanas despertamos nuestra energía espiritual y alcanzamos un estado de paz profunda en donde se experimenta una dicha y una alegría sin motivo, como la naturaleza esencial del ser humano.



Aunque los beneficios espirituales no se pueden comprobar científicamente, es indudable que la gente que practica yoga siente un cambio y está normalmente más contenta y en paz porque se da cuenta de que la felicidad se encuentra dentro de sí mismo. Contraindicaciones La práctica de yoga tiene contraindicaciones en algunos casos, algunas asanas pueden resultar perjudiciales y de existir enfermedad, todos los ejercicios no pueden ser practicados por todo el mundo. Enfermedades del corazón: las personas que sufren arteriosclerosis, angina de pecho, presión arterial alta o baja, deben abstenerse y optar por no practicar al azar cualquier postura de yoga, sobre todo aquellas que puedan conducirles a un exceso de agotamiento físico y mental. Sólo la postura del cadáver o savasana y Pawanmuktasana (ejercicios ayurveda para liberar humores del cuerpo humano) están recomendados. Problemas articulares: las personas que sufren de artritis o gota no deben practicar asanas de cualquier tipo que requieran permanecer en equilibrio forzando los músculos Suryanamaskar o “Saludo al sol” es uno de tales ejercicios. Estas personas solo deben hacer posturas que minimicen el estrés relajando las articulaciones. Debido a problemas en las rodillas un alumno puede no ser capaz de sentarse en postura del loto, o ni siquiera con las piernas cruzadas. Cualquier asana que no requiera esfuerzo excesivo y este adaptado puede ser practicado. Los estiramientos suaves del yoga articular son muy útiles cuando hay problemas en las articulaciones. Casos de anemia: la dieta de la mayoría de los practicantes de yoga es la ovo-lácteo-vegetariana. Las personas anémicas no deben seguir una dieta vegetariana estricta sin suficiente hierro y sin suplementos vitamínicos del complejo B, ya que este tipo de alimentación, dado su déficit, les creará muchos problemas. Sólo se recomienda a los anémicos hacer ejercicios de respiración completa y Pranayamas tipo Anuloma Viloma. Hasta que la persona gane peso y resistencia conviene evitar las asanas que supongan esfuerzo físico. Dolores de espalda: no existe ninguna contraindicación sobre las asanas de yoga para el dolor de espalda. Depende totalmente de la zona donde se produzca y la causa del dolor de espalda. De no existir lesión, la mayoría de los ejercicios realizados con moderando el esfuerzo y con lentitud aportan beneficios. En cualquier caso es mejor consultar con el médico, pues hasta que la causa no se conoce nada puede concluirse sobre recomendaciones de posturas a evitar. Además de tener en cuenta todos estos casos, los ejercicios de yoga también están contraindicados en caso de sangrado nasal frecuente y cuando la persona tenga cualquier enfermedad infecciosa ya que todas las asanas de yoga causan fatiga física. Los individuos que sufran trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia no pueden mantener la posición de loto o medio loto requerida para la meditación por mucho tiempo. La meditación sentada, aunque sea dirigida, sólo hará que se incremente el nerviosismo y la fatiga mental en ellos. Además, aquellos individuos que en su tratamiento médico toman medicamentos que causan alucinaciones no deberán practicar meditación. En personas con VIH/SIDA determinados ejercicios de yoga tienen contraindicaciones y otros sin embargo aportar beneficios. Dado que el virus de la inmunodeficiencia humana hace que el sistema inmunológico de la persona sea muy débil, los ejercicios de meditación y relajación son muy recomendables. Contrariamente, en gente con síndrome de inmunodeficiencia adquirida cualquier ejercicio de yoga que causa fatiga física y mental está contraindicado y debe ser evitado.



La meditación y la relajación son igualmente beneficiosas en la inflamación intestinal, la depresión y el estrés. Las personas con TDAH trastorno por déficit de atención con hiperactividad deben a un ritmo lento practicar posturas de yoga dinámico, la contraindicación está en las asanas estáticas que les causan irritación innecesaria. 5.1. VARIANTES QUE EXISTEN DE LAS ASANAS Y PREVENCIÓN DE ERRORES EN SU REALIZACIÓN 5.1.1. Variantes de los asanas Como hemos visto, no todo el mundo puede realizar los asanas o posturas de la misma forma. Esto se debe a que cada persona puede tener una determinada dolencia o molestia en alguna parte del cuerpo, así como alguna enfermedad que le impide la realización normal de alguna de las diferentes posturas. Por ello es fundamental contar con ciertas variantes o alternativas que faciliten la practica de estos estudiantes. Se recomienda que en la explicación o demostración del profesor, éste deje claro cuales son las contraindicaciones que tiene esa determinada postura y que variantes son las que se podrían realizar de la misma. A continuación, en la siguiente tabla, vamos a ver algunas variantes de diferentes asanas o posturas:



5.1.2. PREVENCIÓN DE ERRORES EN LA REALIZACIÓN DE LOS ASANAS Contra lo que podría parecer, el yoga es una práctica exigente, ya que demanda concentración y paciencia para lograr realizarla de modo correcto. Para ello, es importante intentar evitar algunos errores que son habituales al practicarlo.



CALENTAMIENTO Y DOLOR El calentamiento es esencial antes de comenzar, y debe ser muy completo, para evitar cualquier desgarro o dolor muscular durante la sesión. A veces, incluso aunque se haya calentado bien, puede notarse dolor al realizar las asanas. En muchos casos, esto viene dado por querer realizar dichas asanas igual que el profesor o los compañeros más avanzados. Si además se es principiante, no se tendrá la flexibilidad tan desarrollada, e intentar llevar al cuerpo más allá de sus posibilidades crea una fuerte tensión en el mismo que puede derivar en una lesión. Exceso de fuerza Muchos practicantes fuerzan demasiado los ejercicios, intentando imprimirles mayor intensidad o fuerza, lo que deriva en falta de aliento, sensación de cansancio o palpitaciones. Aunque parezca una disciplina estática, el yoga ayuda a eliminar el estrés y conseguir una relajación física al igual que cualquier otro ejercicio aeróbico, simplemente se debe practicar del modo correcto. Impaciencia El yoga es una técnica precisa, que requiere flexibilidad y equilibro para llevar a cabo correctamente las asanas. Si no se tiene paciencia, muchos practicantes se sentirán defraudados al ver que no son capaces de realizarlas correctamente en pocas sesiones. Por lo que se debe mostrar paciencia y practicar cada asana dentro de las posibilidades de cada uno, hasta avanzar de nivel. Además, la impaciencia, impide llevar la mente al estado meditativo que proporciona la correcta ejecución de las asanas y eliminar tensiones y bloqueos. 5.2. Material auxiliar para la adaptación personalizada de asanas Los soportes en la práctica del yoga se utilizan como una especie de maestro para ayudar y despertar la inteligencia en aquellas partes del cuerpo que están dormidas. También gracias a estos, las posturas se pueden adaptar a las posibilidades y necesidades de cada alumno. Se utilizan como soportes: bloques, cintos, mantas, sillas, cojines, la pared, entre otros. A las personas con problemas, dolores, impedimentos, etc., les ayudarán a alinear y equilibrar el cuerpo y generalmente ayudarán a mejorar la alineación y despertar la acción en cada asana. Por ejemplo, un bloque puede ayudar a despertar una acción en un gemelo para que la tibia vaya hacia delante y despierte.



6. REALIZACIÓN DE CONTRAPOSTURAS El yoga nos enseña que cada acción tiene dos efectos, uno positivo y otro negativo. Por eso es importante poner atención en nuestras acciones; debemos ser capaces de reconocer qué efectos son positivos y qué efectos son negativos para, entonces, poder resaltar los primeros y tratar de neutralizar los segundos. Al seguir este principio en nuestra práctica de asana, usamos posturas para equilibrar los posibles efectos negativos de ciertos asanas agotadores. 6.1. Compensaciones corporales Después de realizar una postura difícil, el cuerpo se sentirá naturalmente inclinado a moverse o estirarse de un modo que compense el esfuerzo realizado. Esto no es más que la manera que tiene el cuerpo de compensarse a sí mismo. Por ejemplo, después de hacer Shalabhasana, ya sea manteniéndose en la postura o repitiendo, la mayor parte de la gente disfrutará con la acción de llevar las rodillas al pecho. Esta acción elimina la resistencia (rigidez en la espalda, cuello u hombros) causada por la posición previa. Compensa el efecto del asana anterior. La palabra sánscrita utilizada para una postura de compensación es Pratikriyasana, que significa “acción o movimiento opuesto”. No quiere decir necesariamente postura opuesta. El proceso de seguir un asana con una configuración completamente opuesta puede ser perjudicial. Por lo tanto ésta no es la manera correcta de compensar su práctica. Por ejemplo, la postura opuesta a pararse sobre la cabeza es pararse normalmente, lo que no conviene hacer después de una inversión. La postura opuesta para la rueda es una flexión hacia delante sentado (paschimatanasana) la cual, para muchas personas, puede se una postura difícil por sí misma, y no relaja las zonas de tensión creadas en la primera. Si bien tradicionalmente se usa el pez para compensar la parada sobre los hombros, puede ser perjudicial, porque esfuerza el cuello justamente después de que ha sido seriamente estirado. La actividad y el relajamiento trabajan juntos para mantener el equilibrio y la integración total. El relajamiento compensará una actividad y preparará para la próxima. Análogamente, una postura de compensación debería eliminar la tensión y reestablecer el equilibrio en la zona usada en una postura, incluso mientras prepara suavemente para la siguiente. En la secuencia correcta cada asana satisface ambos propósitos, creando así un camino suave y equilibrado que se convierte en una experiencia integradora para el alumno. 6.2. Equilibrio de los efectos Con el objetivo de saber cuál será la contrapostura conveniente es necesario observar los efectos mentales y físicos del asana anterior o de los asanas anteriores. 6.2.1. Equilibrio psicológico Por ejemplo con posturas dinámicas, vigorosas y expandentes, como Virabhadrasana, Trikonasana y Ushtrasana, el efecto psicológico es el de abrir y liberar inhibiciones y tensiones mentales. A fin de mantener estos efectos en equilibrio es necesario contrarrestar estas posturas con movimientos de contracción, como Uttanasana o Vajrasana. En cambio, posturas fuertes de anteflexión, como Pascimatanasana necesitan contraposturas expandentes como Dvipada Pitham o Cakravakasana, para mantener un equilibrio psicológico.



6.2.2. Equilibrio fisiológico Con el objetivo de equilibrar los efectos físicos del asana anterior o de los asanas anteriores, el practicante debería observar cuáles son las partes del cuerpo que más han trabajado y que, en consecuencia, necesitan compensación. Por ejemplo, con un asana vigoroso como el Uttanasana los músculos de la espalda y los tendones de las corvas se estiran muy vigorosamente y el movimiento contrario, en el que se contraen (por ejemplo, Utkatasama o Apanasama, ayuda a contrarrestar este estiramiento. En una postura sedente como el Krauncasana la espalda y las piernas también se estiran y el pecho se comprime. Una postura como el Dvipada Pitham elimina los efectos negativos abriendo el pecho y los músculos de la espalda, aflojando los hombros y flexionando las piernas. El Sirsasana es una postura para la cual es muy importante la contrapostura correcta. En este asana mucho peso estará sobre su cuello. Si luego de haberse mantenido la postura, el cuello se estira después de comprimirse, entonces se eliminan los efectos negativos. En este caso, el Sarvangasana es una postura adecuada. 7. Observación de los cambios físicos, emocionales y de equilibrio energético con la práctica de las asanas La observación y el análisis de la propia práctica son dos elementos muy importantes en el desarrollo de una actitud creativa hacia su práctica. La práctica del alumno será mucho menos eficaz, tanto física como mentalmente sin una percepción de cómo el cuerpo se está moviendo, de la calidad y del sonido de las respiraciones, y de las regiones de diferentes partes del cuerpo que están faltas de elasticidad. Una vez que el alumno tenga la capacidad de observar su práctica, podrá elegir las variaciones, las modificaciones de posturas, los particulares ritmos respiratorios y las contraposturas que más se adapten a sus propias necesidades individuales. Esta aptitud no sólo se podrá desarrollar mediante una esmerada observación del cuerpo y la respiración en la postura, sino también observando cómo los demás estudiantes practican las posturas. No obstante, si bien la autoobservación es útil, también será necesario el consejo del maestro que está específicamente instruido para observar y analizar la práctica de un estudiante. La observación y el análisis representan un papel absolutamente vital en la enseñanza eficaz del yoga. Sin el uso correcto de estas dos herramientas fundamentales, un maestro de yoga podrá a veces causar más daño que beneficio. Por ejemplo, si un alumno tiene las rodillas muy faltas de elasticidad y el maestro no llega a observar esto y le enseña Padmasana, le podrá causar un grave daño. La no observación del estado mental de un alumno podrá tener resultados igualmente perjudiciales. Un alumno que sufra de tensión podría necesitar una práctica muy suave, sin muchas posturas decúbito dorsales: si se hicieran predominar las posturas de pie, particularmente al comienzo de la práctica, eso podría aumentar fácilmente la tensión ya presente. Es posible evaluar el estado físico de un estudiante y, hasta cierto punto, su estado mental, observando cómo realiza una cantidad de asanas sencillos. Algunos asanas son utilizados en concreto para la observación de la práctica del estudiante, por ejemplo, el Sirsasana y el Sarvangasana son muy útiles para este fin, ya que ambas posturas podrán revelar a menudo desequilibrios de un lado del cuerpo, que no se observan fácilmente con otras posturas. Además, el Sarvangasana también es útil para observar la capacidad respiratoria porque restringe el movimiento del pecho.



La capacidad de observación exacta por parte de un maestro está muy influenciada por la cantidad de alumnos en una clase. Evidentemente, si la clase es muy grande, al maestro le es imposible observar con atención a cada estudiante. Tal vez sea ésta una de las razones de porqué en la India a los asanas y al pranayama se los ha enseñado individualmente o en grupos muy pequeños. Entonces al maestro le es posible observar muy exactamente la constitución mental y física de cada estudiante y adaptar la enseñanza a las necesidades individuales. Aspectos que deben ser observados en los alumnos: Observación mental Cada uno de nosotros presenta una fachada hacia el mundo, proyectando una imagen que habitualmente es muy distinta de nuestra personalidad real. Está claro que si un maestro ha de ayudar realmente a un estudiante deberá intentar ver más allá de este nivel exterior. Aunque en la primera o segunda clase puede observarse muchísima información, naturalmente lleva tiempo, incluso en clases individuales, llegar a conocer realmente a un alumno. Evidentemente, esto es más difícil y lleva más tiempo aún con una clase grupal, incluso de seis a ocho personas. Los maestros podrán efectuar muchas observaciones útiles acerca de sus estudiantes en la primera clase advirtiendo cosas sencillas, como por ejemplo cómo entran los estudiantes en la clase, si parecen calmos y relajados o tensos, cómo se mueven, y hasta cómo se estrechan las manos. En las clases individuales o de pequeños grupos es útil pasar un tiempo hablando con los estudiantes para llegar a conocerlos y establecer por qué acudieron a una clase y qué esperan de ella. Observación física Cuestiones evidentes que hay que observar son la edad y la constitución general. Los distintos físicos representan una diferencia considerable en cuanto a cómo trabaja un estudiante en particulares asanas. Por ejemplo, alguien que tenga un cuerpo y un cuello largos deberían tener mucho cuidado en la realización del Sirsasana, alguien que sea bajo y fornido podría tener dificultad con los asanas de torsión; y los brazos cortos tenderán a dificultar el Pascimatanasana. El cuerpo es extremadamente complejo. Su estado está sujeto a muchas variantes y a una cantidad casi infinita de cambios, como por ejemplo caderas faltas de elasticidad, caderas flojas, espalda falta de elasticidad, etc. Para ayudar a simplificar esta estructura complejísima podría ser de utilidad considerar, en primer lugar, a la espalda y al cuello. Puede reunirse muchísima información sobre la espalda observando simplemente, de costado, cómo se para un estudiante en Samasthiti. La figura normal de la espalda tiene cuatro curvas, dos primarias y dos secundarias. Esta figura natural da muchísima fuerza a la columna vertebral. Si se observa la espalda de un estudiante desde el costado (el uso de una pared ayuda a medir con más exactitud la figura) es posible advenir la figura de la espalda, y si las curvas son normales o son mis o menos pronunciadas. 8. Profundización en la concentración tras la práctica de asanas Después del trabajo en el cuerpo con las asanas, refinamiento de la mente a través del pranayama e internalización de los sentidos de la percepción en pratyahara se llega al sexto paso de concentración absoluta, que se consigue por la meditación. Aquí la mente está en un estado de profunda paz y concentración en un solo punto de existencia. Entre más esté la mente en este estado más poderoso se vuelve.



Debemos aclarar que, en realidad, lo que conocemos como Meditación (Dhyana), es Concentración, (Dharana: fijación de la mente en un solo punto). Cuando somos capaces de permanecer calmadamente concentrados sobre el objeto de nuestra concentración mental, es decir cuando somos capaces de contemplar serenamente aquello sobre lo que hemos posado nuestro órgano de conocimiento llega el estado que conocemos como Dhyana o Meditación. Dharana puede ser sobre un objeto concreto (Saguna) o sin objeto (Nirguna o no cualificada). De todos modos en lo práctico nos referimos a meditación indistintamente, difiriendo dharana y dhyana en la calidad obtenida en su consecución. Las técnicas de concentración mental que nos proporciona el Yoga son el sexto grado del Astanga Yoga. Patanjali recogió una enseñanza milenaria dispersa entre gran cantidad de escuelas y maestros que transmitían sus enseñanzas de manera oral y lo reflejó en lo que conocemos como los Yogas Sutras. Según sus escritos, el Yoga se fundamenta sobre ocho grados o niveles de práctica y la Concentración forma parte de ellos:

• Yamas: normas de comportamiento hacia el exterior

• Niyamas: normas de comportamiento hacia uno mismo

• Asanas: posturas físicas para mantener el cuerpo físico vital y saludable

• Pranayama: técnicas de control de la respiración

• Pratyahara: técnicas de interiorización de la conciencia

• Dharana: técnicas de concentración de la atención mental

• Dyana: el resultado de aplicar la conciencia en nuestro mundo interior concentrando la atención en el objeto elegido produce un flujo continuo de la mente sobre ese objeto que nos permite conocer cual es la realidad de dicho objeto.

A tal proceso-resultado llamamos Meditación = Flujo continuo de la mente sobre el objeto de la Meditación.

• Samadhi: la culminación o maestría en el estado de Dharana lleva finalmente al samadhi.

• Samadhi es la desaparición de la conciencia de separación en la mente del meditador. Es la Unificación de todas las dimensiones del Ser. El fin del Yoga Así pues, a lo que vulgarmente, denominamos meditación es un estado psicofisiológico al que se llega mediante la práctica de técnicas de concentración, sin tensión, que utilizamos para enfocar la totalidad de nuestra mente, de nuestros sentidos, en un objeto de conocimiento que queremos llegar a aprehender. El proceso o el estado en el que nos sumergen tales técnicas de concentración es la Meditación.

4. ETAPAS EN LA EJECUCIÓN DE CADA ASANA

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