4. tratamiento penitenciario primera parte

4.TRATAMIENTO PENITECIARIO

(Primera Parte)

4.1. Conceptualización4.2. Cómo se lleva a cabo

4.3 Destinatarios.

4.1. CONCEPTUALIZACIÓN

“No existe una política criminal planificada, sino que se actúa ante situaciones particulares, cuando se producen hechos de inusitada crueldad que impactan en la opinión pública y en los medios masivos de comunicación.

No hay política criminal que contemple la prevención, la participación ciudadana, la lucha contra la impunidad, la mayor seguridad.”

LUIS MARCO DEL PONT

Un estudio publicado por el New York Times en septiembre del 2000, demostró que durante los últimos 20 años, la tasa de homicidios en los Estados con pena de muerte, dentro de la Unión americana, ha sido de un 48% a un 101% mas alta que en aquellos sin pena de muerte.


Datos del FBI muestran que, 10 de 12 Estados sin pena de muerte tienen tasas de homicidios menores que la media nacional.


“Una idea muy ambiciosa pero muy peligrosa sobre la readaptación social, es la transformación del individuo. Yo confieso que en alguna vez, por fortuna hace muchos años, pensé que de eso se trataba, que el readaptador tenía que volver a hacer al individuo, recrearlo, regenerarlo,

DR. SERGIO GARCÍA RAMÍREZ

LA PRISIÓN4.1. CONCEPTUALIZACIÓN

Como dijo alguna vez el artículo 18 de la Constitución, transformarlo, modificarlo, convertirlo, evangelizarlo, hacerle un buen ciudadano, un buen padre de familia, un hombre religioso, claro, de la religión que a mi me guste, un hombre con ciertas ideas políticas que a mi me gusten.



Eso es readaptar. Yo creo que eso es muy discutible y en todo caso es muy peligroso, nos lleva a cancelar la libertad del ser humano, que es un bien valioso que no se debiera conculcar ni siquiera en la prisión.



Entonces, ¿qué es la readaptación, hasta dónde debe llegar, qué se pretende con ella?.



Yo diría que readaptar es actuar sobre las causas para suplir las deficiencias que pudieron orillar al delito, informar o ilustrar, enterar a aquél que por ignorancia delinquió, dar habilidad laboral, es decir, sentido de destino económico, a aquél cuya indigencia y cuya ineptitud lo llevaron a delinquir,…



…es decir, poner a flote al ser humano, colocarlo en condiciones de elegir con entera libertad si quiere cometer o incurrir en una conducta ilícita, o si quiere conducirse como cualquier buen ciudadano, reponerle su libre albedrío en la práctica y nada más...”



En su discurso de inauguración del proyecto de reeducación y derechos humanos de los Servicios Correccionales de Sudáfrica, el ex-presidente de este país, Nelson Mandela, dijo:

(Kroonstad, 25 de junio de 1998)



“Las prisiones seguras son esenciales para que nuestro sistema de justicia sea un arma eficaz contra el delito. Cuando les confiamos los reclusos, tanto condenados o en espera de juicio, ellos deben saber que permanecerán allí hasta que sean puestos legalmente en libertad.



La aportación que nuestras prisiones pueden hacer a la reducción permanente de la tasa de criminalidad del país también está basada en la manera en que tratan a los reclusos. Nunca podremos insistir demasiado en la importancia de un alto nivel profesional y del respeto de los derechos humanos.”


REGLAMENTO GENERAL DE LOS ESTABLECIMIENTOS PENALES DEL DISTRITO FEDERAL (1900).

De las faltas disciplinarias y sus penas y de los delitos cometidos en el interior de las cárceles.

Art. 77. Las autoridades a quienes queda encomendada la inspección de las cárceles según el atr. 39, y la Junta de Vigilancia de Cárceles, podrán imponer a los presos, por vía de corrección disciplinaria, hasta por cuatro meses continuados, las agravaciones siguientes:

I. Privación de leer y escribir;

REGLAMENTO GENERAL DE LOS ESTABLECIMIENTOS PENALES DEL DISTRITO FEDERAL (1900).

De las faltas disciplinarias y sus penas y de los delitos cometidos en el interior de las cárceles.


I. Privación de leer y escribir;II. Disminución de los alimentos;III. Aumento en las horas de trabajo;IV. Trabajo fuerte;V. Incomunicación absoluta con trabajo;VI. Incomunicación absoluta con trabajo fuerte;VII. Incomunicación absoluta con privación de trabajo.


A los mayores de sesenta años no se les impondrá incomunicación absoluta.

Art. 82. La tentativa de comunicarse con el exterior de la prisión, a fin de procurarse medios de evasión, o cualquier otro objeto contrario al orden o a la seguridad, se castigará con incomunicación absoluta con trabajo fuerte por uno o dos meses.


Art. 86. El preso que en el interior de la prisión provocare algún tumulto, tomare parte en él o diere algún escándalo, será castigado con incomunicación absoluta con trabajo fuerte por dos a cuatro meses.


Art. 87. El preso que intentare fugarse, será castigado con incomunicación absoluta con trabajo fuerte por dos a cuatro meses.

Art. 89. Las faltas de respeto y subordinación a los empleados de las prisiones o a los funcionarios encargados de su inspección serán castigadas con incomunicación absoluta con trabajo fuerte de ocho días a tres meses.


Art. 90. La violación de la incomunicación hará que ésta pueda prolongarse hasta por ocho días más.

Art. 93. El preso que escribiere en las paredes de la prisión, o que de cualquier otro modo las ensuciase intencionalmente, será castigado con incomunicación absoluta con trabajo de ocho a quince días.


Art. 98. La disminución de alimentos no se impondrá, sino cuando a juicio de alguno de los facultativos del establecimiento, no haya riesgo de que se altere la salud del preso.

Cuando esta agravación se imponga por dos o más meses, no será continua y se aplicará por períodos de un mes alternados.


Art. 99. A los incomunicados por vía de corrección disciplinaria, se les sacará de su aposento media hora diaria, a fin de que hagan ejercicio, con todas las precauciones necesarias para que no se comuniquen con nadie.


En las prisiones de todo el mundo se producen situaciones en las que el exceso de seguridad y control por parte de las autoridades se hace a expensas de la justicia: medidas de seguridad opresivas, que excluyen todo programa de rehabilitación; métodos de control brutales; injusticia flagrante en las medidas disciplinarias y castigos ilegales.

Tratamiento4.2. ¿Cómo se lleva a cabo?

En los sistemas penitenciarios de algunos países, las autoridades han perdido el control de sus establecimientos, permitiendo que los grupos de reclusos más fuertes ejerzan un sistema ilegal de control (“autogobierno”), tanto sobre los demás reclusos como sobre los empleados de la institución.


En ambas situaciones desaparece la comunidad bien ordenada, con el consiguiente riesgo de conductas violentas y abusivas por parte de internos y empleados, las probabilidades elevadas de motines, la posibilidad de fugas y la ausencia de actividades constructivas para la población interna.


Las medidas de seguridad a las que estén sujetos los reclusos deberán ser las mínimas necesarias para su custodia segura. Existen cuando menos tres razones válidas para este concepto:


1. Los funcionarios posiblemente estén más atentos a aquellos reclusos que requieran un alto nivel de seguridad si su número es limitado;

2. Cuanto menor sea el nivel de seguridad, más humano será el trato;


3. El tercer motivo es más pragmático: la seguridad es cara, y cuanto mayor, más cuesta. Resulta financieramente sensato no incluir en las categorías de seguridad más altas a más reclusos de lo que sea necesario.


ALTA SEGURIDAD: Las condiciones de alta seguridad

(máxima”) parten del supuesto de la imposibilidad prácticamente absoluta de fugarse, y sólo deberán aplicarse a los reclusos más peligrosos.


En estas condiciones existirá un alto grado de seguridad física, tanto en torno al perímetro como en el interior de la prisión. Los movimientos internos de los reclusos estarán estrechamente vigilados por el personal, asignando, si fuese necesario, un custodio para cantidades muy reducidas de internos.


Es muy factible que sólo un pequeño número de reclusos tengan que estar sometidos a este nivel de seguridad.


MEDIANA SEGURIDAD: Las condiciones de seguridad medias son las adecuadas para la gran mayoría de los internos, que no tienen intenciones de fugarse pero a los que aún no pueden encuadrarse en el régimen abierto.


Por lo general, estas condiciones implican un perímetro protegido (una valla o barda, por ejemplo). Normalmente, todas las puertas internas de la prisión estarán bajo llave, aunque puede permitirse a los internos trasladarse de un área a otra sin la estrecha vigilancia de los custodios.


Después del rubro de seguridad, el tratamiento dirigido a internos se encuentra involucrado un equipo administrativo que atiende desde el ingreso hasta la Restauración como lo hemos visto en temas anteriores.


En su ingreso es recibido por un equipo de Seguridad y Custodia con la finalidad de ingresarlo al centro .Esto requiere de la documentación y orden de un juez que determina el auto de formal prisión y su ingreso preventivo para procesar su caso.


El segundo paso es dictaminar el estado físico en el que el interno ingresa, para tal función es un médico quien realiza dicha actividad.


Como tercer paso se realiza el estudio de dactiloscopia en donde se hace el registro de huellas digitales, fotografías para iniciar su expediente y formal registro de ingreso.


Ingresado al centro, se ubica en un área de Observación, donde se realizarán en un tiempo limitado todos los estudios para su clasificación a dormitorios y al mismo tiempo para asignar el tratamiento individualizado pertinente durante su proceso.


El tratamiento dentro de los centros de reclusión está destinado a los sujetos Menores de edad, Adultos, tanto hombres como mujeres que se encuentran privados de su libertad por una orden judicial.

4.3. Destinatarios

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Los sujetos “procesados” o no sentenciados, se les deberá asignar un lugar dentro del centro conforme a criterios de clasificación institucionales para su estancia y basados a los resultados de los estudios interdisciplinarios realizados en su permanencia dentro del Centro de Observación y Clasificación(C.O.C.)

4.3. Destinatarios4.3.2. No Sentenciados:

Durante su proceso, existen tratamientos específicos para coadyuvar a atender las necesidades que lo hicieron llegar a prisión,Tratamiento PedagógicoTratamiento PsicológicoTratamiento MédicoTratamiento PsiquiátricoContacto con el exteriormediante el ára de T. Social.

4.3.2. No Sentenciados:4.2. ¿Cómo se lleva a cabo?


Este tipo de intervención está estandarizado en todos los centros de retención de personas, es decir, se aplica a:

Menores de EdadAdultos hombresAdultos mujeresPsiquiátricos.

4.3.2. No Sentenciados:4.2. ¿Cómo se lleva a cabo?


EL CONSEJO TÉCNICO INTERDISCIPLINARIO:

En Europa, el trabajo técnico interdisciplinario dirigido a los internos y menores infractores, ha venido buscando respuesta a una pregunta central:

4.3.2. No sentenciados4.3. Destinatarios

¿Pueden ser empleados los conocimientos de la Psicología y demás ciencias penitenciarias, para ayudar a los “encarcelados” y mejorar sus posibilidades futuras para no volver a cometer delitos?”

4.3.2. No sentenciados4.3. Destinatarios

El Psicólogo dentro del procedimiento tiene una función de perito para el Juez que lleva el proceso penal; dentro de este se encuentra el procedimiento de “individuación de la pena” para tal efecto, es necesario un diagnóstico y pronóstico de todas las áreas.

4.3.2.1 El psicólogo en el procedimiento penal

4.3. Destinatarios

Se puede ver que este trabajo es un peritaje elaborado por expertos, por tanto el psicólogo es uno de ellos.

Para realizar este estudio individualizado del procesado, es necesario que se encuentre basado con herramientas estandarizadas para su elaboración.


4.3. Destinatarios

Estas herramientas estandarizadas son:

Prueba de inteligencia

Test de personalidad

Test de organicidad

Entrevista Clínica.


4.3. Destinatarios

Estas herramientas estandarizadas, permitirán al Psicólogo elaborar el estudio individualizado que contendrá un perfil de personalidad, un diagnóstico y un pronóstico.


4.3. Destinatarios

La función de un Psicólogo dentro de su labor en los centros de reclusión son:

Elaborar un estudio psicológico a internos procesados con la finalidad de emitir un perfil de personalidad, un diagnóstico un pronóstico y un tratamiento, con el objetivo de clasificación a dormitorios e iniciar un tratamiento.

4.3.2.2 Aspectos funcionales, tareas y método

4.3. Destinatarios

Existen en la actualidad algunas concepciones teóricas de mayor arraigo entre el personal penitenciario, sobre todo psicólogos, para explicar la conducta delictiva y, con ello, establecer estrategias de tratamiento:


4.3. Destinatarios

1.- Problemas emocionales en el delincuente.2.- Carencias educativas.3.- El aprendizaje del comportamiento delictivo y la terapia de conducta.4.- Los programas ambientales de contingencias 5.-Competencia social e intervenciones cognitivo-conductuales


4.3. Destinatarios

PROBLEMAS EMOCIONALES.

Desde esta concepción, el tratamiento debe tener un enfoque psicopatológico. Así, las estrategias pueden ser de tipo psicoanalítico o psicodinámico.


4.3. Destinatarios

CARENCIAS EDUCATIVAS.

Se establece como tarea fundamental elevar el nivel educativo del recluso mediante programas intensivos que abaten el rezago y la marginalidad de conocimientos en el delincuente.


4.3. Destinatarios

EL APRENDIZAJE DEL COMPORTAMIENTO DELICTIVO Y LA TERAPIA DE CONDUCTA.

Analiza el comportamiento de las personas en relación funcional con los contextos físicos y sociales en los cuales se produce el comportamiento


4.3. Destinatarios

Estudia la influencia que estos contextos tienen sobre la aparición, el mantenimiento y el cambio de la conducta humana, incluida la conducta delictiva.


4.3. Destinatarios

Una aplicación muy frecuente de la terapia de conducta han sido los programas de economía de fichas, en los que se estructura un sistema de fichas o puntos -de ahí la denominación de economía de fichas-, que son entregados a los sujetos por sus logros conductuales, y que pueden, finalmente, intercambiar por las consecuencias establecidas.


4.3. Destinatarios

LOS PROGRAMAS AMBIENTALES DE CONTINGENCIAS.

Se fundamentan en los modelos teóricos de condicionamiento operante, al que ya nos hemos referido, y de aprendizaje social.


4.3. Destinatarios

Su principal aportación consiste en haber puesto de relieve el papel prioritario que la imitación de modelos tiene en la aparición y el mantenimiento del comportamiento delictivo.


4.3. Destinatarios

Un ejemplo típico de la aplicación de estos programas lo constituye el sistema de fases progresivas, en que se estructuran una serie de unidades de vida o fases, que son distintas entre sí en dos aspectos fundamentales:


4.3. Destinatarios

Por un lado en el nivel de exigencia de conducta que se requiere a los sujetos, y Por otro en la menor o mayor disponibilidad de consecuencias gratificantes existente en cada una unidad o fase;Los sujetos son periódicamente asignados a unas fases u otras en función de sus logros conductuales.


4.3. Destinatarios

COMPETENCIA SOCIAL E INTERVENCIONES COGNITIVO-CONDUCTUALESSe fundamentan en el modelo de la competencia social que realza la necesidad de enseñar a los delincuentes todas aquellas habilidades que facilitarán su interacción con otras personas,


4.3. Destinatarios

ya sea en la familia, en el trabajo, o en cualesquiera otros contextos sociales. Tal vez el programa cognitivo-conductual más completo lo constituya el programa del pensamiento prosocial (Ross, Fabiano y Garrido, 1990).


4.3. Destinatarios

Los programas cognitivo-conductuales son los más utilizados actualmente con todo tipo de delincuentes.


4.3. Destinatarios

Programa del Pensamiento Prosocial (Ross, Fabiano y Garrido, 1990):

a)Control emocional de la ira.

b)Desarrollo de valores sociales.

c) Habilidades de negociación.

d)Pensamiento creativo.

4.3.2.3 .Aspectos psicológicos4.3. Destinatarios

Todo esto hace que, sean las terapias cognitivo-conductuales las de mayor atención para estos propósitos.


Programa del Pensamiento Prosocial (Ross, Fabiano y Garrido, 1990):

a)Control emocional de la ira.

b)Desarrollo de valores sociales.

c) Habilidades de negociación.

d)Pensamiento creativo.


Intervenciones cognitivo-conductuales

Se fundamentan en el modelo cognitivo-conductual o de aprendizaje cognitivo.


Estas técnicas realzan la necesidad de enseñar a los delincuentes todas aquellas habilidades necesarias para la interacción apropiada y no violenta con otras personas, en la familia, en el trabajo o en cualquier otro contexto social.


Intervenciones cognitivo-conductualesUno de los programas cognitivo-

conductuales más completo de los aplicados con delincuentes es el que sigue el modelo de “razonamiento y rehabilitación” o programa de competencia psicosocial


cuyos elementos fundamentales serían los siguientes:

1.- Se evalúan los déficit cognitivos y de habilidades de interacción de los sujetos.

2.- Se trabaja con grupos reducidos (8-12 sujetos), en sesiones de 1 a 2 horas, de 1 a 5 veces por semana.


3.- En general, se aplican las siguientes técnicas estructuradas:

• Solución de problemas, cuyo objetivo es enseñar a los sujetos a reconocer situaciones problemáticas y generar soluciones a las mismas.


• Entrenamiento en habilidades sociales útiles para la interacción más exitosa de los individuos con su entorno social (para ello se emplean técnicas de modelado, role-play, "feedback" y práctica estructurada);


• Control emocional de la cólera, aprendiendo a anticipar situaciones y utilizar ciertas habilidades cognitivas para evitarlas;


• Razonamiento crítico, mediante el que se enseña a los sujetos a pensar reflexiva y críticamente sobre su propia conducta y la de los otros;


• Desarrollo de valores, técnica en la cual, mediante el trabajo sobre "dilemas morales", se enseña a los individuos a tomar una perspectiva social, poniéndose en el papel de los otros;


• Habilidades de negociación, en donde se enseña a negociar como estrategia alternativa a la confrontación; y


• Pensamiento creativo, programa en el que se procura desarrollar el "pensamiento lateral“ o alternativo, frente a las más habituales soluciones estereotipadas, frecuentemente violentas, con que muchos delincuentes suelen abordar sus problemas.


• Una rama olvidada de la psicología forense es la Psicología penitenciaria. Aunque la función principal del psicólogo que trabaja en prisiones sea la de la evaluación y tratamiento psicológico, podríamos denominar al psicólogo penitenciario como uno de los profesionales aplicados más completos.

4.3.2.4 . Orientación Psicológica4.3. Destinatarios

• Trabaja como orientador laboral, es psicólogo del deporte y la salud, psicólogo jurídico para la elaboración de informes periciales, como psicólogo clínico dadas las patologías que se encuentran en muchos de los internos e incluso como psicólogo de la educación para las tareas de formación que se dan en las penitenciarias.


• El tratamiento psicológico en las prisiones consta fundamentalmente de la organización de las sesiones de asesoramiento psicopedagógico, de la psicoterapia grupal así como de la terapia de conducta.


• La evaluación debe ser individual y mediante observación directa del comportamiento del preso.


• Todo ello dará al equipo técnico razones suficientes para “clasificar” al detenido en uno de los regímenes y grados así como de tener en cuenta la voluntariedad del preso a la hora de acudir a terapia o realizar las diferentes actividades que se hagan en el recinto.


• Es importante comentar el trabajo sobre el acompañamiento psicosocial en internos de centros penitenciarios.


• El trabajo se basa en afrontar su encarcelamiento, acompañamiento y apoyo en los momentos solitarios y difíciles en los que se encuentran, atención y seguimiento del estado emocional, apoyo a madres y sus hijos pequeños o en sus visitas.


• La disciplina de la Psicología Social surge del trabajo de los psicólogos en centros especializados (centros de discapacitados, centros de acogida, etc.) como respuesta a las necesidades de intervenir en diferentes contextos sociales.


• Su objetivo es, “la intervención proactiva, preventiva de situaciones de riesgo social y personal y de mejora de la calidad de vida


• Buscando el desarrollo de las personas, grupos y comunidades de las necesarias habilidades y competencias para analizar la realidad social y buscar soluciones adecuadas”.


• Así, las funciones del Psicólogo Social se centran en la investigación, la evaluación y la intervención de los individuos que forman parte de una sociedad.


• Los ámbitos de actuación del psicólogo social son muchos y puede ejercer diversos roles en cada uno.


• Psicología Penitenciaria: trabajar entre rejas, el psicólogo social que trabaja en los centros de internamiento “(…) trabaja como orientador laboral, es psicólogo del deporte y la salud, psicólogo jurídico para la elaboración de informes periciales.


• Como psicólogo clínico dadas las patologías que se encuentran en muchos de los internos e incluso como psicólogo de la educación para las tareas de formación que se dan en las penitenciarias


• En menores, la intervención de los psicólogos se extiende individualmente a desarrollar los derechos de los menores de edad en situación de riesgo,


• Protegiéndolos del impacto de situaciones vitales estresantes como el abandono o los malos tratos.


• En el ámbito familiar, se les enseñan habilidades de cuidado y educación a los padres y, en el ámbito judicial, a orientar y dictaminar la adecuación en acogimientos familiares y adopciones.


• El psicólogo de un centros de menores, trabaja asesorando a jueces y abogados y llevando el seguimiento del régimen ya sea abierto, semiabierto o cerrado.


• Aunque la intervención directa en los centros de menores la lleva generalmente el psicólogo re-educador que ayuda al menor en el aprendizaje de hábitos básicos de higiene y comportamiento y le apoya emocionalmente en situaciones estresantes dentro del centro.


• La intervención psicológica en centros penitenciarios de adultos pasa por programas de sensibilización o la participación social tanto en la intervención directa con los presos como en la orientación sobre las medidas alternativas, los beneficios o los grupos de autoayuda.


• Debemos ser conscientes que, en cárceles, el mayor porcentaje de población corresponde a colectivos tradicionalmente afectados por problemas de exclusión social por lo que se trabaja la integración de estos colectivos en la sociedad.


• Y, primordialmente, en la satisfacción de las necesidades educativas, sanitarias, de vivienda y de trabajo y mejora de la calidad de vida.


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