472319 IM Zavala El romanticismo español by Vicente Llorens Castillo

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El romanticismo español by Vicente Llorens CastilloReview by: Iris M. ZavalaHispanic Review, Vol. 51, No. 1 (Winter, 1983), pp. 105-108Published by: University of Pennsylvania Press

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Accessed: 01/12/2013 04:10

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Reviewseviews

sarias, ni, mas importante, a que obedecen las aiiadiduras. Porque so-

brepasando su detalle, como sobrepasa y con mucho, las necesidades ex-

plicativas del lector lego, la utilidad de la informacion que aportan parael estudio estilistico de algunos procedimientos de Quevedo en esta obra

deja mucho que desear. Para que permitieran ese estudio estilistico haria

falta que llevaran a cabo una descripcion mas pormenorizada y sobre todo

mas sistematica de los casos en que ciertos giros o usos de la novela

aparecen en la escritura de los contemporaneos de Quevedo. No basta con

la aleatoria e incompleta acumulacion de datos que presenta Yndurain-

aun cuando no deje de ser admirable la variedad de lecturas y, conse-

cuentemente, de ecos lexicos que es capaz de aducir.

Ufnicamente en un caso tienen sus notas un proposito de utilidad pre-cisa-y sirve, por lo solitario, de contraste con la falta de sistema apre-ciable del resto de las anotaciones-es el caso de las coincidencias del

texto de Quevedo con el de El subtil cordoves Pedro de Urdemalas, de Salas

Barbadillo. En efecto, esta ultima novela reproduce multitud de expre-

siones, anecdotas y planteamientos del Buscon, con tanta fidelidad que

excluye la coincidencia casual y se acerca al plagio (pag. 58).

En resumen, esta edicion aporta en sus glosas al texto gran cantidad

de informacion adicional a la ya conocida y ofrece en su Introduccion un

inteligente resumen de la opinion interpretativa de un sector de los co-

mentaristas de la novela. Pero ni en uno ni en otro aspecto es suficiente

como unico texto manejable de este dificil clasico de la literatura espafiola.

GONZALO IAZ-MIGOYO

University of Texas, Austin

El romanticismoespaiol.

Por Vicente Llorens Castillo. Madrid:Castalia,1980. 599 paginas.

Durante mas de 30 afos Vicente Llorens Castillo se ocupo del ro-

manticismo espaiol. Su libro Liberales y romdnticos, inicialmente publi-cado en Mexico (1954) y reeditado por Castalia (1968 y 1979) es, sin lugara dudas, un clasico sobre el tema. A Llorens debemos, ademas, multiples

paginas ejemplares sobre Jovellanos, Blanco White, Alcala Galiano, Es-

pronceda, novela historica, inquisicion y censura. El romanticismo

espaiol postumo es suma de conocimiento y meditacion en torno a un

mismo problema. Meditacion y reflexion madura, no historias al uso.Hablar de la actualidad del romanticismo en este momento quiza no

es mas que una manera de hablar. La epoca historica llamada romantica

reune un interes comun por la cultura del siglo XIXy la conviccion de queesta cultura sigue siendo en ciertos aspectos importante. Nos permite una

sarias, ni, mas importante, a que obedecen las aiiadiduras. Porque so-

brepasando su detalle, como sobrepasa y con mucho, las necesidades ex-

plicativas del lector lego, la utilidad de la informacion que aportan parael estudio estilistico de algunos procedimientos de Quevedo en esta obra

deja mucho que desear. Para que permitieran ese estudio estilistico haria

falta que llevaran a cabo una descripcion mas pormenorizada y sobre todo

mas sistematica de los casos en que ciertos giros o usos de la novela

aparecen en la escritura de los contemporaneos de Quevedo. No basta con

la aleatoria e incompleta acumulacion de datos que presenta Yndurain-

aun cuando no deje de ser admirable la variedad de lecturas y, conse-

cuentemente, de ecos lexicos que es capaz de aducir.

Ufnicamente en un caso tienen sus notas un proposito de utilidad pre-cisa-y sirve, por lo solitario, de contraste con la falta de sistema apre-ciable del resto de las anotaciones-es el caso de las coincidencias del

texto de Quevedo con el de El subtil cordoves Pedro de Urdemalas, de Salas

Barbadillo. En efecto, esta ultima novela reproduce multitud de expre-

siones, anecdotas y planteamientos del Buscon, con tanta fidelidad que

excluye la coincidencia casual y se acerca al plagio (pag. 58).

En resumen, esta edicion aporta en sus glosas al texto gran cantidad

de informacion adicional a la ya conocida y ofrece en su Introduccion un

inteligente resumen de la opinion interpretativa de un sector de los co-

mentaristas de la novela. Pero ni en uno ni en otro aspecto es suficiente

como unico texto manejable de este dificil clasico de la literatura espafiola.

GONZALO IAZ-MIGOYO

University of Texas, Austin

El romanticismoespaiol.

Por Vicente Llorens Castillo. Madrid:Castalia,1980. 599 paginas.

Durante mas de 30 afos Vicente Llorens Castillo se ocupo del ro-

manticismo espaiol. Su libro Liberales y romdnticos, inicialmente publi-cado en Mexico (1954) y reeditado por Castalia (1968 y 1979) es, sin lugara dudas, un clasico sobre el tema. A Llorens debemos, ademas, multiples

paginas ejemplares sobre Jovellanos, Blanco White, Alcala Galiano, Es-

pronceda, novela historica, inquisicion y censura. El romanticismo

espaiol postumo es suma de conocimiento y meditacion en torno a un

mismo problema. Meditacion y reflexion madura, no historias al uso.Hablar de la actualidad del romanticismo en este momento quiza no

es mas que una manera de hablar. La epoca historica llamada romantica

reune un interes comun por la cultura del siglo XIXy la conviccion de queesta cultura sigue siendo en ciertos aspectos importante. Nos permite una

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leccion de comprension historica en relacion con nuestro tiempo, y nos

permite comprender mejor, escrutando el movimiento romantico/liberal,

lo que fue verdaderamente ese periodo, cuyas preocupaciones son aun

parte de las nuestras (o se convirtieron a partir de 1936 en las nuestras).Vicente Llorens exploro bien estos aspectos, guardandose de caer en el

pecado de anacronismo.

Nos admira retrospectivamente la seguridad con que Llorens, desde

el principio de su investigacion sobre el romanticismo, tomo en cuenta

el conjunto de problemas politicos, los aspectos sociales y culturales-el

exilio, las traducciones en el extranjero, las revistas, los periodicos, las

editoriales, la censura. En este libro postumo, Llorens no ha cambiado

su problematica literaria desde Liberales y romdnticos, pero sus enfoquessucesivos nos obligan a tomar en cuenta aspectos hasta hace poco desa-

tendidos, a consecuencia de su radical reconsideracion de la historia cul-

tural de Espaia. No se contento con identificar autores y titulos mal

conocidos, sino que tuvo la curiosidad de leer los libros. Sus apreciacionesno son, pues, muestrario de temas y autores, sino una vision de conjuntodel fenomeno literario e historico del romanticismo espaiiol. Llorens

nunca prescindio de la relacion del autor con la obra o de las obras con

circunstancias espafiolas o individualizadas de cada autor.

En El romanticismo espahol Llorens fortalece sus convicciones. Ellibro esta dividido en tres grandes apartados: La ominosa decada (1824-

1834), La decada progresista y romantica (1834-1844) y La decada

moderada (1844-1854). Llorens pasa revista a la insercion de Espafia en

el romanticismo (la polemica calderoniana entre Mora, Boehl de Faber yAlcala Galiano), hasta el afianzamiento del movimiento en Espaiia, a

partir de la introduccion de las primeras ideas a traves de Cadiz, Londres

y Barcelona, tema de su primer libro. Aiade un analisis de la obra de

Martinez de la Rosa y del duque de Rivas. Para cada uno de los autores

estudiados incluye unas notas biograficas. Son paginas donde profundizamas de 20 afios de lectura. Subraya siempre que en la serie literaria

intervienen muchos factores extraliterarios (revolucion y reaccion), queconducen a menudo al fracaso. En este conjunto de triunfos y fracasos

intervino la guerra, la emigracion y la censura gubernativa.Llorens establece finas distinciones entre el ambiente cosmopolita en

que se movieron los exilados y la lamentable imagen que ofrece Espafiaen la ominosa decada de paxfernandina. En esta sintesis no faltan alu-

siones al romanticismo ingles y su influencia en Rivas, por ejemplo. Rei-

tera que el prologo de Alcala al Moro exposito acoge las ideas de Words-

worth sobre la poesia cotidiana. Tambien establece los contactos con elromanticismo italiano a traves de El europeo y luego, la relacion entre la

musa poetica de Espronceda y la de Leopardi (aspecto que merece mayor

atencion). Llorens demuestra que si bien Agustin Duran intento ponerse

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Reviews

al compas de la epoca, es obvio que su romanticismo revela una incapa-cidad para comprender lo que el movimiento significaba realmente (pags.

203-09). El romanticismo del presente no se llego a entender en Espana,y solo se percibio el antiguo del Siglo de Oro:Lope y sus contemporaneos.

Llorens dedica iluminadoras paginas al florecimiento de revistas ytraducciones extranjeras. Revalora, ademas, diversos autores: dramatur-

gos de mayor o menor exito, novelistas, y poetas. En este conjunto des-

tacan sus valoraciones sobre Alcala, el duque de Rivas y, sobre todo, las

que dedica a Larra y a Espronceda; la conciencia social de ambos ante la

desamortizacion de Mendizabal. Ademas de la nomina de autores mas o

menos conocidos, revalora aquellos escritores olvidados que permiten si-

tuar las obras en el contexto historico.En la ultima parte (1844-1854), Llorens plantea la reaccion anti-ro-

mantica, politica de una parte y literaria por otra. Una vez mas pasarevista a la prensa, y a los autores mas significativos: Balmes, Donoso,

Campoamor, Gertrudis G6mez de Avellaneda, Carolina Coronado. Fi-

naliza con unas elocuentes paginas sobre Fernan Caballero y su conser-

vadurismo politico (ya estudiado por Montesinos, Javier Herrero e I. M.

Zavala) frente a la novela social. Concluye con unas sabias reflexiones

sobre el aislamiento de Espafia desde el siglo xvII, que le impidio al pais

participaren la revolucion cientifica

yfilosofica de la secularizacion del

pensamiento moderno: En consecuencia, la lengua espaiiola, como lenguade cultura, fue quedandose atras, detenida, paralizada (pags. 598-99).Necesario fue, dice, utilizar el giro frances (Donoso, Larra), o seguir la

pauta de la novela extranjera (F. Caballero). Ironia de la historia, puesfueron los afrancesados, tan vituperados por Boehl de Faber, los que

triunfaron, concluye.En El romanticismo espaiol Llorens plantea el fen6meno literario

dentro de las coordenadas historicas y sociales en sus sucesivas etapas.En esta sintesis p6stuma, Llorens incorpora con acierto nuevas corrientes

de investigacion: los trabajos de Paul Benichou sobre el romanticismo

frances, y los de Morse Peckham y M. H. Abrams, sobre el movimiento

en Inglaterra. Toma en cuenta, ademas, los estudios mas recientes en

torno a la novela, el teatro y la poesia.Lastima que presiones editoriales impidieran que la totalidad del man-

uscrito se publicara. No solo para incluir las fechas posteriores a 1854

(Llorens tuvo que dejar de lado sus paginas sobre Becquer), sino porque

ademas la editorial Castalia insistio en cortes fundamentales. Por lo que

a mi toca, me consta que Llorens tuvo que eliminar mas de cien paginas,

ya irreparables. Tampoco se incluy6 un indice de autores y temas, en unlibro con algo mas de un centenar de autores y obras. Seria de desear quelas paginas sobre Becquer eliminadas se publicaran.

En definitiva, con este libro Llorens ha llenado un vacio sobre nuestro

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conocimiento del siglo xix, proponiendo nuevos puntos de vista y abriendo

camino a estudios posteriores sobre el mismo tema. El romanticismo

espanol es lectura imprescindible para cuantos se ocupan del siglo xix,y modelo de investigacion para aquellos que estan interesados en la re-

lacion entre literatura y sociedad.

IRIS M. ZAVALA

SUNY at Stony Brook

Galdos. The Mature Thought. Por Brian J. Dendle. Lexington: The Uni-

versity Press of Kentucky, 1980. 208 paginas

Las novelas hist6ricas de Benito Perez Gald6s suponen un examen en

profundidad de la problematica politico-social espafiola del siglo pasado,elaborado desde una perspectiva liberal, veteada de compasion y de amor

hacia el pais y sus gentes. Alli se narran las manipulaciones de las iz-

quierdas y de las derechas, que escamotearon toda posibilidad de construir

en Espafia una sociedad basada en las premisas culturales del pensa-miento europeo moderno. Galdos exploraba en ellas un cuerpo social

exangiie, necesitado de urgente intervencion quirurgica, que al ser pos-

puesta, condujo a las matanzas de la guerra civil, a cuyo fin se abri6 un

periodo de convalecencia nacional del que no salimos 1:asta 1970 mas o

menos, para entrar, tras la muerte de Francisco Franco, en una etapa de

fluctuaciones politicas parecidas a las ocurridas durante la Restauracion.En la Espafia de ayer como en la de hoy, a la opini6n se impone la anecdota,a la voluntad colectiva el egoismo personal; estos y muchos otros son lostemas tocados por Gald6s en sus Episodios Nacionales, cuya lectura ofrece

un espejo con el que podemos enfocar desde el pasado (alli novelado) losmales del presente nacional, observando su recurrencia.

La escasa atencion critica dedicada a la faceta hist6rica de la creaci6n

galdosiana es atribuible, en parte, a que los Episodios han sido considera-dos meras novelas de entretenimiento; su mas reciente edicion, cuida-dosamente dirigida por Juan Ignacio Ferreras, sugiere, por su formato

grande y lleno de ilustraciones, otro posible destinatario, el de los colec-cionistas de volumenes grandes y bien editados para adorno de los salonesfamiliares. El libro de Brian Dendle, sin embargo, siguiendo la linea de

Hans Hinterhauser, Alfred Rodriguez, Antonio Regalado Garcia, y JoseMontesinos, trata las novelas historicas con la dignidad intelectual quemerecen, considerandolas como el resultado del intercambio critico-cul-tural entre el autor y su epoca, la labor, en fin, de un escritor reflexionandosobre su entorno vital.

conocimiento del siglo xix, proponiendo nuevos puntos de vista y abriendo

camino a estudios posteriores sobre el mismo tema. El romanticismo

espanol es lectura imprescindible para cuantos se ocupan del siglo xix,y modelo de investigacion para aquellos que estan interesados en la re-

lacion entre literatura y sociedad.

IRIS M. ZAVALA

SUNY at Stony Brook

Galdos. The Mature Thought. Por Brian J. Dendle. Lexington: The Uni-

versity Press of Kentucky, 1980. 208 paginas

Las novelas hist6ricas de Benito Perez Gald6s suponen un examen en

profundidad de la problematica politico-social espafiola del siglo pasado,elaborado desde una perspectiva liberal, veteada de compasion y de amor

hacia el pais y sus gentes. Alli se narran las manipulaciones de las iz-

quierdas y de las derechas, que escamotearon toda posibilidad de construir

en Espafia una sociedad basada en las premisas culturales del pensa-miento europeo moderno. Galdos exploraba en ellas un cuerpo social

exangiie, necesitado de urgente intervencion quirurgica, que al ser pos-

puesta, condujo a las matanzas de la guerra civil, a cuyo fin se abri6 un

periodo de convalecencia nacional del que no salimos 1:asta 1970 mas o

menos, para entrar, tras la muerte de Francisco Franco, en una etapa de

fluctuaciones politicas parecidas a las ocurridas durante la Restauracion.En la Espafia de ayer como en la de hoy, a la opini6n se impone la anecdota,a la voluntad colectiva el egoismo personal; estos y muchos otros son lostemas tocados por Gald6s en sus Episodios Nacionales, cuya lectura ofrece

un espejo con el que podemos enfocar desde el pasado (alli novelado) losmales del presente nacional, observando su recurrencia.

La escasa atencion critica dedicada a la faceta hist6rica de la creaci6n

galdosiana es atribuible, en parte, a que los Episodios han sido considera-dos meras novelas de entretenimiento; su mas reciente edicion, cuida-dosamente dirigida por Juan Ignacio Ferreras, sugiere, por su formato

grande y lleno de ilustraciones, otro posible destinatario, el de los colec-cionistas de volumenes grandes y bien editados para adorno de los salonesfamiliares. El libro de Brian Dendle, sin embargo, siguiendo la linea de

Hans Hinterhauser, Alfred Rodriguez, Antonio Regalado Garcia, y JoseMontesinos, trata las novelas historicas con la dignidad intelectual quemerecen, considerandolas como el resultado del intercambio critico-cul-tural entre el autor y su epoca, la labor, en fin, de un escritor reflexionandosobre su entorno vital.

10808 Reviewseviews HR, 51 (1983)R, 51 (1983)






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