50 Poemas Cristianos

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ALGO DE LO QUE DEBEMOS SER Bastante firmes como para soportar la crítica sin desalentarnos. Bastante generosos como para compartir nuestros placeres. Bastante valientes como para hacer lo bueno sin temer la censura y el ridiculo. Bastante veraces como para cumplir Con nuestra palabra. Bastante corteses como para nunca decir una palabra dura a nadie. Bastante honorables como para hacer a otros como quisiéramos que se nos hiciese. Bastante sabios como para ver las cualidades valiosas de nuestros asociados. Bastante urbanos como para no juzgar a la gente por su traje. Bastante leales como para ser fieles a un amigo a pesar de sus reveses de fortuna. Bastante sinceros como para admitir un defecto. Bastante sensatos como para escuchar los consejos de los mayores y más experimentados. Bastante inteligentes como para apreciar las bellezas de la naturaleza. Bastante amplios de miras como para sentir admiración pero nunca envidia, hacia aquel que nos supera. Bastante humanos como para ser bondadosos con los animales. Bastante caritativos como para ayudar a un semejante en dificultades. Bastante agradecidos como para darnos completamente Sin reservas diciendo: "Te serviré dondequiera y

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ALGO DE LO QUE DEBEMOS SER

Bastante firmes como para soportar la crticasin desalentarnos.Bastante generosos como para compartirnuestros placeres.Bastante valientes como para hacer lo buenosin temer la censura y el ridiculo.Bastante veraces como para cumplirCon nuestra palabra.Bastante corteses como para nunca decir unapalabra dura a nadie.Bastante honorables como para hacer a otroscomo quisiramos que se nos hiciese.Bastante sabios como para ver las cualidadesvaliosas de nuestros asociados.Bastante urbanos como para no juzgar a lagente por su traje.Bastante leales como para ser fieles a un amigoa pesar de sus reveses de fortuna.Bastante sinceros como para admitir un defecto.Bastante sensatos como para escuchar los consejosde los mayores y ms experimentados.Bastante inteligentes como para apreciarlas bellezas de la naturaleza.Bastante amplios de miras como para sentiradmiracin pero nunca envidia, hacia aquelque nos supera.Bastante humanos como para ser bondadososcon los animales.Bastante caritativos como para ayudar a unsemejante en dificultades.Bastante agradecidos como para darnos completamenteSin reservas diciendo: "Te servir dondequiera y cuandoquiera,y haciendo cualquier cosa para el hijo de Dios y los hijos de los hombres."

LA ORACIN POR LOS TRISTESLoloy L Lafferriere

Oh Dios que padeciste clavado en un maderopor tu cruz y tus llagas y tu santa pasinbendice a los que marchan por abruptos senderos.Seor, por los que sufren elevo mi oracin.

Bendice a los que sufren por que son despreciadosbendice a los que sufren por carecer de amor.Bendice a los que siguen caminos extraviadosy los que llevan mansos la cruz de su dolor.

Bendice al huerfanito de rostro sin coloresy ojos enrojecidos, cansados de llorar...Manda sobre su senda una lluvia de floresporque las flores tienen el don de consolar.

Bendice a los que sufren y tienen esperanzaporque alguien les ha dicho de tu suma bondady una gloria vislumbran all en lontananzaporque hablar han odo de tu insigne piedad.

Bendice a los que sufren y nadie los consuelaporque nadie comprende su amargo padecer.En el mundo no cantan su eterna cantinelams que aquellos que liban la copa del placer.

Seor, por los que lloran . . . Seor por los que sufrendales cabida a todos en tu costado abiertoque caiga sobre ellos el amor que redime,bendice a los que encuentran su camino desierto.

Desierto de ternuras, de msica, de amoresdesierto de perfumes, sin dicha, sin placeresbendice a los que nunca jams vieron las floresy se estn marchitando de tanto padecer.

Seor, por tus llagas; Seor, por tus espinaspor tu santa, sagrada, dolorosa pasin.A los mansos bendice, y bendice a los tristesPor ellos yo te elevo esta pobre oracin.

RUEGOEsteban Echeverra

En ti, Seor, confo,A ti, mi Dios, me entrego,Mi humilde y triste ruegoImplora tu piedad;No mires con desvomi llanto y amargura,Que aunque mi alma esta impuraNo abriga la impiedad.

Si algn tiempo embriagadoDe deleites mundanos,Los tuyos soberanos,Insensato olvid;Perdona a un descarriadoQue buscando hoy ansiosoTu blsamo precioso,Va en alas de la fe.

Soy pecador indigno,pero mi alma sinceraArrepentida esperaEn tu inmensa bondad;Contempla, pues, benignoSeor, y no indignado,A quien atribuladoSe acoge a tu piedad.

De dolor consumido,De angustias y dolencia,Tu divina asistenciaNecesito, Seor;Levanta mi abatidoCorazn, vuelve a mi almaVuele la dulce calmaQue 1e roba el dolor.

Atiende a tu criaturaQue msera fenece,Sus penas adormece;Escucha su clamor,Pues en mar de amarguraSe anega mi existenciaMrame con demencia,Aunque soy pecador.

SI LLEGAS A SER MADREAna R. Jimnez Rojo

Si llegas a ser madre, sabrs lo que es ternura,Si llegas ser madre, sabrs lo que es amor,Si llegas ser madre, sabrs de la dulzuraQue a un hijo le da vida y calor.

Si llegas ser madre, sabrs de la alegraQue el alma experimenta viendo a un hijo feliz.Si llegas a ser madre, tendrs la hegemonadel amor que te eleva del mundo a emperatriz.

Si llegas a ser madre, sabrs de la agonaQue el alma nos destroza viendo a un nio sufrir.Si llegas a ser madre, conocers el daMs diafano y gozoso que tenga tu existir.

Si llegas a ser madre, conocers la angustiaMs terrible y amarga que amenaza el vivirque mata la ventura y el alma pone mustiapensando que tu hijo se pueda un da morir.

Si llegas a ser madre, podrs decir, gloriosa:"He vivido la vida, ya me puedo morir.Por m, sigue la especie su marcha victoriosa,por m, el hombre por siempre tendr que subsistir."

ORACINPor Elisa Curra

Perdname, Seor, cuando la auroraa despuntar comienza en el oriente,si olvidado ha mi pecho irreverentetu cuidado de amor, hora tras hora.

Perdname, Seor, si el sol un daalumbr mis caminos no perfectos;tu sabes que del hombre los proyectoslos frustra siempre el enemigo impo.

Perdname, Seor, si el pecho airadoolvid de Jess la mansedumbre,y, semejante al cndor de la cumbre,quise ser rey de montes y collados.

Perdname, Seor, si el occidentecontempl cuando el sol se desmayaba,y no v que esos rayos que lanzaba,eran obra del Dios omnipotente

Perdname, Seor, si all en la noche,cuando todos descansan de fatigas,no siento que, tu mano me abrigay abrir de la nueva aurora el broche

Oh, Seor, perdname las flaquezasQue dbil leo soy en mar, bravo,y tan slo desea el pecho moel carcter de Cristo y su belleza.

Y all, Seor, en el postrer ocaso,cuando todo perezca y su atavo,y lleves a tu pueblo junto al roque brilla majestuoso al cielo raso.

Y que slo por fe lo perciba;Al conceder la paz que ya perdura,y dar la eterna vida a las criaturas,acuerdate de m en ese da!

La madre conversaba con su hijoy le deca con ansia y con amor:Hijo de mis entraas, s el amigoque haga feliz mi pobre corazn!

Trabaj el padre desde al alba, activoy sudoroso retorn al hogar;busc en la casa y contempl a su hijoy dijo: "Esperar, s, hay que esperar"

De los murmullos del hogar, profundos,un acento muy ronco discern;la voz deca: "Espera los fecundos productosque te dar el porvenir."

En su necesidad ms apremiante,la Patria lanz un grito de dolor;y contest el abismo, retumbante:"Pide a tus hijos libertad y honor."

La Iglesia contempl sus incursionesfuturas en el campo de maldadpara salvar hogares y nacionesy para conservar la libertad;

Y se dijo, convulsa, emocionadaal fijarse en la bella juventud:"Yo la alimentar, la har esforza,Y triunfarn la iglesia y la virtud."

Oh, noble juventud, que te recreascontemplndote sana y poderosa,que gozas si trabajas y paseas,y si estudias y amas siempre gozas

0h, noble juventud, duea del mundo,siempre fuerte, feliz y enamorada,escucha en esas voces del profundola voz de tus deberes que te llama...!

Te piden esas voces lastimerasla ayuda que da slo juventud.Contstale promesas placenteras,Profticas palabras de salud.

Contesta con tu ejemplo y tus afanescontesta con tu herosmo singular.S la preciosa gida de los padresde la Iglesia, la Patra y del Hogar!

A QUIN IR?Justo Uribe Vigueras

Seor, a quin ir?... T solo tienespalabras do verdad y vida eterna,y al corazn desconsolado vienesa darle, en la afliccin, tu gracia tierna.

Seor, a quin ir? ... Por los caminosque recorrieron muchos peregrinoshe querido buscar consolacin;

pero he probado que la paz y el gozo,toda santo virtud y don preciososlo en tu nombre encuentra el corazn.

CARTA DE RECOMENDACINAl Seor Propietario del Universo(Jos Antonio Dvila)

Seor:En breve llegar a tu cieloun tmida y dulce viejecita;los lirios de los aos florecen en su pelo,y el rostro sonredo como una margarita.Es la ms hacendosa en la colmenadonde por todos se ha sacrificado;y es tan buena, tan buena...tal como el pan que a todos nos ha dado.

En tu casa, Seor con su plumeroy su invariable pulcritud a tono,sacudir ese polvo de luceroque empolve el mobiliario de tu trono.Le dar cuerda al Tiempo; traer floresde tu jardn y frutos de tu via,y pintar de fresco los coloresdel arcoiris, cuando se destia

Pulir los metales de la luna;limpiar los fanales que tiene tu palacio,y tender a secar, una tras una,las holandas de nube en el espacio

Los cambiar la mecha a los farolesde la Va, y asiendo sus peinetas,trenzar la melenas de los solesy la rebelde crin de los cometas.Tu te, de flor de algn celeste tilo,te har en noches de invierno, cuando nieva;y en tiempo de vendimia, pondr un filoa la hoz de argento de la luna nueva.Zurcir desgarronesen la tnica de los serafines,y traer las esponjas y jabonesa la hora de baar los querubines.

Te bordar en la almohada del nimboms mullido con una hebra do sol, tus iniciales,para que te eches cuando rendidopor tus preocupaciones inmortales.As ha sido ac abajo: nunca escasade s misma en el bien de dicha ajena;es la ms abnegada de la casa yla Ms hacendosa en la colmena.Y as ser all arriba: en lo que puedahacer por otros, no andar. remisa.

Ponla a sueldo, Seor, de una moneda:la moneda de luz de tu sonrisa.Su bien, cual su limpieza, penetra los recodosms ocultos del alma o la memoria:solear, mullir el bienestar de todoses lo que ella ha tenido como gloria.S, recorriendo un da tu reinado,sorprendes en su cara la fatiga,y ella te dice que an no so ha cansado,no le creas, Seor, lo que te diga!

CANTO A JESSLeoncio Gianello

P1ido rabino de1carnes de lirios...Porque conociste todos los martirios,Porque levantaste tu cruz de dolor,Porque arremetiste contra los perversos,Porque tus palabras eran como versos.

Yo quiero cantarte mi canto de amorpor los que no saben que el pesar existe,que el beso es amargo, que el querer estriste y que por doquiera se cierne el dolorpor los que en la vida marchan como extraosY sabrn del golpe de los desengaos,yo quiero cantarte mi canto de amor

Por los que en un da lloraron sus cuitasLos que deshojaron como margaritasLos ensueos locos que mat el dolor;por los fracasados, por los angustiosos,por los que conocen todos los sollozosyo quiero cantarte mi canto de amor

Seor de los mansos, Seor de los buenos,que sobre unos pobres dolores terrenoslevantas en cambio tu reino de luz...Nieztche te blasfema, Renan te falsea,Los dos han manchado con fango tu idea,Jess Nazareno que ests en la cruz.

Pasa la avalancha de tus detractores,deja atrs algunos mezquinos rencoresmucho de mentira, mucho de maldad;y tu permaneces sereno y gloriosoigual que un perenne Lucero radioso,en el alma tiempo de la Eternidad.

Todos en el Padre, fueron tus hermanos:los hermanos cndores, los bueyes hermanosy el hermano lobo que cant Rubn;y todos caban dentro do tu cario;por todos, rogaba tu verbo, de armio,bajo las estrellas de Jerusaln.

Y pocos supieron seguirte en la senda:te hiciste lejano como una leyenda,como el ave errante y el lucero gris...pero, por los muchos ciegos de verdades,marchaba sembrando sueos y bondadescon sus florecillas Francisco de Ass.

Cada cual ofrece, Seor, lo que puede:que el lirio el perfume, que, el peasco ruede;Anatole France cuenta que un juglarporque slo trovas y muecas tenaa la inmaculada Seora Marase las, ofrendaba, al pie del altar

Y yo, doloroso Jess, pues me disteeste privilegio de estar siempre tristey dejar que el alma se vaya en cancinyo, que nada puedo, Seor, ofrendarte,un ramo de versos vengo a deshojartecon la pena vieja de mi corazn

Y en cambio, te pido con ruego anhelanteque vuelva de nuevo tu sandalia herranteque cada pisada dejaba una flor,Vuelve por los dbiles, por los angustiosos,por los que conocen todos los sollozospor los que no saben que es el amor.

Vuelve por el manso vuelve por el tristepor el que no sabe que el placer existe,vuelve por el malo, por el bueno ven.Por todas las rosas de todos los junios,Las hostias blancas de los plenilunios,Te ruego, Maestro, que vuelvas, amen.

EN LA PLAYA DE ANZIO(Traductor: Braulio Prez Marcio)

Escucha, Dios... yo nunca habl contigo.Hoy quiero saludarte. Cmo ests?T sabes, me decian que no existes,Y yo, tonto de m, crei que era verdad.

Yo nunca haba mirado tu gran obra,Y anoche, desde el crter que cav unagranada, vi tu cielo estrellado,Y comprend que habia sido engaado.

Yo no s si T, Dios, estrechars mi mano,Pero voy a explicarte, y me comprenders...Es bien curioso; en este horrible infiernohe encontrado la luz para mirar tu faz,

Despus de esto, poco que decirte tengo,tan slo que... me alegro de haberte conocido.Pasada medianoche, habr ofensiva,Pero no temo, s que T vigilas...La seal... Bueno, Dios, ya debo irme...Me encarie contigo... An quera decirteque, como sabes T, habr lucha cruenta,y quizs esta noche, an llamar a tu puerta.

Aunque no fuimos nunca muy amigos,me dejars entrar si hasta Ti llego?Pero... si estoy llorando! Ves, Dios mo?Se me ocurre que ya no soy impo.Bueno, Dios, debo irme... Buena suerte!Es raro. pero yo ahora no temo a la muerte.

Nota:(Poesa escrita por un soldado que se inspir en el cielo astronmico que poda ver por el agujero que abriera una granada en la trinchera. Unas horas ms tarde, encontr la muerte.)

LA LMPARA Y EL TIZNFelipe Jacinto Salas

Encerrada de noche, en cierta estancia,una lmpara arda, juzgndose, en su orgullo, ms fulgenteque las estrellas mismas,en tanto que humeante y sudorosoun robusto tizn de aosa encinaen el hogar, gimiendo,sin poderse inflamar, se consuma.

"Qu hiciste, vicio tronco, de tu gloria?clama aqulla con burlona risa,-por qu estn apagadostus resplandores hoy? Cmo no brillas?"

El amargo silenciofu la respuesta de la pobre encina;cuando de pronto, el vientoque con furor ruga,penetr all. La lmpara, su soplono puede resistir, y al punto expira;pero el tizn, entoncescobrando nueva vida,aquella estancia obscura,benigno alumbra con su luz rojiza.

Los menguados espritus sucumbenal primer soplo de fugaz desdicha;los grandes corazones,como la noble encina,se crecen al rigor de la tormenta,y en las horas de prueba es cuando brillan..

LA TRTOLA

Joven an, entre las verdes ramas,de secas pajas fabric su nido:La vi la noche calentar sus huevos,la vi la aurora acariciar sus hijos.

Bati sus alas y cruz el espacio,busc alimento en los lejanos riscos,trajo de fruto la garganta llenay con arrullos despert a sus hijos.

El cazador la contempl, dichosa. . .Y sin embargo dispar su tiro!Ella, la pobre, en su angustiosa muerteabri las alas y cubri a sus hijos.

Toda la noche la pas gimiendosu compaero en el laurel vecino.Cuando la aurora apareci en orienteba de perlas el hogar ya fri...

Himno CotidianoGabriela Mistral

En este nuevo daque me concedes, oh, Seor!dame mi parte de alegray haz que consiga ser mejor.

Dame t el don de la salud,la fe, el ardor, la intrepidez,squito de la juventud;y la cosecha de verdad,la reflexin, la sensatez,squito de la ancianidad.

Dichoso yo, si al fin del da,un odio menos llevo en m;si una luz ms mis pasos guay si un error ms yo extingu.

Y si por la rudeza manadie sus lgrimas verti,y si alguien tuvo la alegraque mi ternura le ofreci.

Que cada tumbo en el senderome vaya haciendo conocercada pedrusco traicioneroque mi ojo ruin no supo ver.

Y ms potente me incorpore,sin protestar, sin blasfemar.Y mi ilusin la senda dore,y mi ilusin me la haga amar.

Que d la suma de bondad,de actividades y de amorque a cada ser se manda dar:suma de esencias a la flory de albas nubes a la mar.

Y que, por fin, el siglo, engredoen su grandeza material,no me deslumbre hasta el olvidode que soy barro y soy mortal.

Ame a los seres este da;a todo trance halle la luz.Ame mi gozo y mi agona:ame la prueba de mi cruz

DOS NIDOS

En frente de mi casa yace en ruinasun viejo torren de cuatro esquinas,y en ese viejo torren derruidotiene asentado una cigea el nido.Y parece mentira, pero enseamuchas cosas un nido de cigea!

Por el borde del nido de mi cuento,donde reina una paz, que es un portento,asoman el pescuezo noche y dalos zancudos cigeos de la cra.Cuando los deja la cigea madre,les trae alimentos el cigeo padre,y cuando con su presa ella regresa,vuela el padre a buscarles otra presa,y de este modo la zancuda craen banquete perenne pasa el da.

Estaba yo una tarde distradodesde mi casa contemplando el nido,cuando del campo regres cargadala solcita madre apresurada.Present con orgullo ante su crauna culebra muerta que traa,y mientras sus hijuelos la trinchaban

y defendiendo la racin luchaban,reventaba la madre de contenta,viendolos comer ... y estaba hambrienta!Y cmo demostraba su alegraviendo el festn de su zancuda cra!Qu graznidos, que dulces aletazosy qu cariositos picotazosles daba a aquellos hijos comilonesque estaban devorando sus raciones!

Al ver desde mi casa aquella escenallena de amor y de ternura llena,bendije al nido aquel y lo confieso!estuve a punto de tirarle un beso . . .Ahorqu mi beso, pero tristementeme dije por lo bajo de repente:quizs haya en el mundo quien querra,convertirse en cigco de la cra!

Cerca del viejo torreon derrudoen donde est de la cigea el nido,hay otro nido, pero nido humanoque habita la familia de un cristiano.El mismo da y a la misma horaen que la escena aquella encantadoradel nido de la torre yo admirabay un beso con los ojos le enviaba,del otro nido humano un rapazuelosala sollozando sin consuelo.

Una mujer de innoble catadurasali tras la harapienta criatura;cruzle el rostro, y le empuj hacia afuera,metise en casa y la dej en la acera.Por qu te echan de casa, rapazuelo?le dije al verlo y contest el chicuelo:"Porque, a pedir limosna, haba salidoy un poco pan, no mas hoy he trado,y dinero me dice que le traigay que vaya a buscarlo ande lo haiga."

Alc los ojos, sin querer, al nidodel solitario torren derruidoy dije, contemplando aquella escenay aquella madre cuidadosa y buena:"SI este nio pensara, no querraconvertirse en cigea de la cra?

APSTROFE AL ALCOHOL

Flajelo abominable que en la vidaen el enfermo del carcter clavascon implacable saa de verdugotu ponzoosa y puntiaguda garra:Yo te aborrezcocon toda el alma,porque endulzas el labiode los dbiles y roes las entraas!Grotesca aparicin que en los soaresdel alma joven que en la vida cantate presentas, histrin de la impudicia,y engaas con tu loca carcajada: yo te aborrezcocon toda el alma,porque eclipsas el astro de la ideay trabas en la lengua la Palabra

Saltimbanco procaz de paso torpeque cual oso de cngaro en la danza,al vil chasquido de tu propio insultote desplomas en medio de la charca: yo te aborrezcocon toda el alma,porque cambias el beso de tus hijospor el beso traidor de la canalla

Emisario maldito de la muerteque azotas el hogar como un fantasmay hasta el mendrugo quitas a las madresy con tu estigmas al huerfanito marcas:Yo te aborrezcocon toda el alma!porque cavas la tumba del martirioy arrojas la familia en la desgracia

Enmascarado que en la tarde ries,y luego lloras en la noche trgica,y caes del hospicio en la camillaque recoge tu vida miserable:yo te aborrezcocon toda el alma,porque metes veneno, gota a gotay en la herencia repites tus infamias!

JESSBelisario Roldn

Genio del amor: Profeta,hijo do la luz y del martirio,bajo tu frente plida de lirioyo adivino tu alma de poeta.

T cantaste, Seor, el gran poemade la tristeza eterna y gemebunda,y no hay verba mas trgica y profundaque aquel de tus labios anatema.

La nota del dolor, la nota sacra,La que naci en tu fronte odisea,La que inunda tu frente y la sombrea,La que vaga en tu rostro y lo demarca.

La que inspiro a tus prpados cadosYo, no s que evanglica evidencia,que misterio, que fulgor, que presencia,qu himno mudo, dolricos gemidos.

La nota, en fin, suprema del dolor,del dolor que depura y que redime;hallo in tu cruz su diapasn sublimey su estrofa magnfica de amor.

Y aquella de la olmpica bravura,la de Aguilas, vencido y vencedor,T la diste mas ntida, Seor,exhalando raudales de ternura,

en la noche del Glgota sombra,cuando, vctima excelsa del destino,moras perdonando a tu asesinotras la noche sin fin de la agona.

Yo te canto en el verso del amante,oh genio eterno de los mundos que amoYo te canto en el verso y te proclamopoeta excelso trovador errante.

EL SERMN DE LA MONTAAVctor Arreguirre

Subi Jess a la montaa,la frente austera circundadade resplandores ideales. . .Todo callaba, hasta los mares.

Todo escuchaba, hasta los vientos,las multitudes en silencio.Y descendieron sus palabrascomo raudal, de la montaa.

"Oh! Bienaventurado aquel que gimeporque de l ser el reino de los cielos,y el pequeito de la tierra avara,y aquel de limpio corazn sincero."

"Amaos, hermanos mos...en el mundoel amor es la fuente del consuelo.Aun al que os odia, amad ... amor es vida!Muerte el odio y camino del infierno."

"Hombre que vas por el camino obscuro,es tu ojo la antorcha de tu cuerpo:si es sencillo, tu cuerpo es luminoso;si tenebroso, todo t eres negro."

"Por qu os acongojis Por el maana?No crece el lirio de esplendor cubierto?Ni Salomn en medio de su gloria,se puede comparar con uno de ellos!"

"Pues si el heno del campo que hoy perfumay maana del horno aviva el fuego,Dios ampara y Dios viste, Por qu el hombretanto pone en el pan su entendimiento?"

Anchurosa es la senda de los malos;Cun angosta la senda de los buenos!Que estrechos los caminos de la vida!Los de la muerte, que anchos y certeros.

"Sobre piedra un varn hizo una casa,y pasaron las nubes y los vientos,y ni el rayo, ni el viento, ni la nubesu fortaleza inclume abatieron."

"Y un loco sobre arena hizo la suya,y, pasaron tambin nubes y cierzos,y las difusas ruinas, testimoniode su verstil fundamento dieron!"

Dijo, el sol ponase. Dorabael resplandor muriente sus cabellos,y abajo las huraas multitudes,sentan el ensalmo del misterio!

PLEGARIA A LA AMISTADBraulio F. Prez Marcio

Seor, SeorUn eco que es lamento y es ruego a un tiempo mismo,un eco que es del alma la voz que triste implora,un eco que su llanto sin lgrimas la llora,con triste desconsuelo, con clico lirismo.

Un eco que ora es dbil o trnase rugido,un eco que vacila o enrgico apostrofa,un eco que es del verso la suave y dulce estrofaque con candente ritmo aora un tiempo ido.

Implora a tu clemencia, Seor, por la amistad,que lazo ms divino no uni nunca a mortales,y es lazo casi roto: figura en los analestan slo de la historia: hoy ya no es realidad.

Seor, Seor,Elvese gloriosa, pursima y potente,en pedestal aurfico la imagen no alterablede la amistad, que noble, gentil y siempre amablenos d por un amigo, impvido y sonriente.

Vuelva, Seor, el lazo ms firme que la muerte,que una a los mortales con vnculos divinos,y haca que las almas marcharan sus caminosunidas de las manos; sostn siendo el mas fuerte.

Tu vez, Seor, hoy se odia, y el odio esta sembradoen cada ser humano; despojo es ya el hogar,despojo el mundo entero, y en nada va a quedarsi falta la amistad. Ah, todo se ha esfumado

En nombre de David que supo ser amigo,en nombre de su amigo, el bravo Jonatn,en nombre ... se fu ya, Seor, como se vanlas almas grandes, nobles, sindote fiel testigo.

Aquel si que era amigo, Seor, y era sincero.El de conceptos amplios, el de sentir profundo,que slo ha poco tiempo se hallaba en este mundo.Tambin en aquel nombre rogar ferviente quiero!

En nombre de lo bueno que queda en los humanosen nombre de la cruz, Seor, que fue testigodel sacrificio injusto del noble y fiel Amigo;que vuelva la amistad tornndonos hermanos!

MANANTIALLen Tolstoi

Entre espadaas, mirto y romeros,en calurosa tarde estival,hicieron alto los tres viajeros,entre las aguas de un manantial.

Robles gigantes le daban sombra,csped florido formaba alfombrajunto al venero murmurador,y el agua clara, corriendo puraprestaba al campo dulce frescura,hojas al rbol, vida a la flor.

Su sed calmaron los caminantesy a los fulgores agonizantesde la serena tarde estival,escrita vieron esta sentencia:"Procura siempre que tu existenciasea como el agua del manantial."

No es mal consejo dijo el ms mozoy al comprenderlo siento que el gozollama a las puertas del corazn:como el arroyo se trueca en ro,correr el hombre debe, y con brohacerse grande por la ambicin.

Es buen consejo dijo pausadootro viajero grave y honrado;hay que ser puros para vencer;como las fuentes son las criaturas;y almas limpias han de ser puras,si cual espejos han de resplandecer.

Noble enseanza! Sabio consejo!dijo el viajero caduco y viejo,-la sed templamos y, en - odio el mal,el bien hagamos con ansia inmensasin esperanza de recompensa...Como las aguas del manantial"

LA SILLA, QUE AHORA NADIE OCUPAEvaristo Carriego

Con la vista, clavada sobre la copa,se halla abstrado el padre desde hace rato;pocos momentos hace rechaz el platodel cual apenas quiso probar la sopa.

De tiempo en tiempo, casi furtivamente,llega en silencio alguna que otra miradahasta la vieja silla desocupadaque alguien, de olvidadizo, coloc enfrente.

Y, mientras se ensombrecen todas las caras,cesa de pronto el ruido de las cucharas:porque insistentemente, como empujadopor esa idea fija que no se va,el menor de los chicos ha preguntadocundo ser el regreso de la mam.

TRABAJA JOVENElas Calveto Pompa

Trabaja, joven, sin cesar trabaja;la frente honrada, que en sudor se moja,jams ante otra frente se sonroja,Ni se rinde servil a quien la ultraja.

Tarde la nieve de los aos cuajaSobre quien lejos la indolencia arroja;Su cuerpo al roble, por lo fuerte, enoja;Su alma del mundo al lodazal no baja.

El pan que da el trabajo es ms sabrosoqu la escondida miel que con empeoliba la abeja en el rosal frondoso;

Si comes ese pan, sers tu dueo;Mas si del ocio ruedas al abismo,Todos serlo podrn, menos t mismo!

LA ORACIN DE UN OBREROToms A. David

PADRE, nosotros los que poseemos tu verdad para este tiempo,oramos para que t hagas que esa verdad nos posea a nosotros.Aydanos a comprender plenamente que podemos golpear las puertas,pero que eres t el nico que puede abrir los corazones.

Aydanos a comprender que, aunque nosotros llevamos el Evangelioa la gente, slo t puedes inducir a la gente a que acepte el Evangelio.Aydanos a recordar siempre este pensamiento:que podemos llevar la verdad a las mentes,pero slo t puedes llevar la verdad a los corazones:que podemos sembrar la semilla, pero slo t puedes darle vida, y crecimiento.

Mientras nos esforzamos diligentemente por exhortar y edificar y convencer,aydanos, oh Seor, a recordar siempre que t eres quien debe convencer.Bien, Padre, concdenos la gracia de mostrar al perdido y al que muerela puerta de la vida,y a ayudarles a ver siempre, que slo t puedes abrir la puerta para alumbrarles el camino.

Padre, al mostrarles a los hombres el camino al cielo,aydales a colocar sus manosen las manos del nico Guaque puede sealarles el camino.

ORACINCLAUDIO GUTIERREZ MARIN

Invisible paloma mensajeraQue en un divino Vuelo,Impulsada por una fe sincera,Parte del corazn y llega al cielo.

Anhelo indefinible que agigantala luz de la razn en nuestra frente,que otorga al labio, misteriosamente,el himno santo que al Eterno canta.

Oh, sublime oracin que a veces ruedasmagnifica encerradaen una dulce lgrima furtiva,y solo libre quedascuando deshecha aquella la miradaen el cielo se fija pensativa!

T ests en el suspiro del creyente,Y en la palabra siempre luminosade quien bendice a Dios porque lo siente,en el gemido del que se arrepiente,y en la voz de la madre cariosa.Cuntas veces el alma, por la pruebaconstante de la vida,en gratitud y amor a Dios se eleva,como aroma de flor que el viento llevaquien sabe a qu regin desconocida!

Porque orar es librarse del pecado,y es recibir paz y consueloy es olvidar l llanto del pasado,y es acercarse poco a poco al cielo.

A JESSSi, te dar mi corazn! Lo llevoardiendo en llamas de ambiciones puras,y libre est de terrenos ligadurasest otra vez recin nacido y nuevo.Si tan sumiso hasta tus pies lo elevo,Es para que los salves de amarguras;Viene de transitar sendas oscurasY al llevarla sin ti ya no me atrevo.brele, pues, tus brazos como a un nio;Gurdalo para ti, dale cario,Y ensendolo a orar hazlo sublime.Y as, unidos los dos, vamos al mundoA mostrarle este amor, grande y profundo,A ver si se consuela o se redime.Miguel Rasch- isla

LAS MANOS DE JESS

Las manos de Jess eran tan purasCual las albas y frescas azucenasEran aquellas manos rosas buenasQue ofrendaron al mundo susManos llenas de amor y ternuraQue supieron de llagas y de penas,Manos hechas de lirio, manos llenasDe celestes y suaves hermosuras.Manos de palidez de nardo y lirioQue vieron el estigma y el martirioSobre la augusta frente de Jess;Manos inmaculadas y divinasAmigas de las llagas purpurinas,Manos que difundieron slo luz.Juan Casiono Olmoda

ALMAAlma Por qu tiemblas miedosa y vacilante?Mira hacia el sereno y brillante camino...No ves en l a uno, ansioso y expectanteen su amor divino?Revlese en su boca todo el florecimientoDe una blanca sonrisa pletrica de amor...Sus manos extendidas: seal de llamamientoA todo pecadorAlma, hoy reconcelo...lo vez junto a la veraDel florido sendero escrutando hacia ac?Regocjate, alma! Es que amante te esperaNo ests dudando ya!Dudar? Por qu la duda si lo tengo presente,si me espera, si es mo, si en l dichoso soy?Oh, mi glorioso amigo, a ti confiadamentey esperanzado voy!Y en la dulce nostalgia del serenoCamino, en el instante crtico de la dubitacinMi alma cara a cara con su amigo divino,Goz en comunin....Annimo

A CRISTO

Cristo, la ciencia modernate arroja sin compasinde todas partes; no tienesdnde residir, seor!Ya no tienes casa, Cristo, mas,cmo has de irte poresos caminos, si apenasha sonado el aldabnde una puerta, te la cierrancon estruendo y ronca voz?El Pjaro tiene nido,cubil el reposo hall,y T, en cambio, vas expuestola intemperie, al horrorde las noches congeladas,y tanto abandono..Yo no Valgo dos cuartos, Cristo,mi corazn (T mejorque nadie lo sabes) tienepoco espacio y poco sol;pero, qu le hemos de hacersi en esta comarca nohay otro!.... Ven y permiteque confuso, y con temblorde vergenza, ya te hospedeen mi propio corazn!Si T me dices: Ven! todo lo dejo.Llegar a tu santuario casi viejoY al fulgor de la luz crepuscular;Mas he de compensarte mi retardo,Difundindome, oh Cristo, como un nardode perfume sutil, ante tu altar.Amado Nervo

MetamorfosisPoleroma hemorragia est manchandodel viejo sol la fronda palestina,un do lento y grave se encaminaal pueblo de Emas, y dialogando,por el sendero arcaico va dejandofragmentos de dolor, aguda espinale hiere y bajo el fuego que calcinade la desolacin va sollozando.La luz fulge en el alma. Un caminantese acerca y les descubre la Escritura,aclara el porqu del sacrilegioen Glgota fatal, espeluznante.Se rasga el nubarrn de la amargura,y suena en las alturas un arpegio.Alfredo Campechano Urea

SONETO DE LA ENCARNACINPara que el alma viva en armonaCon la materia consuetudinariaY, pagando la deuda originaria,La noche humana se convierta en da;Para que a la pobreza tuya y maSuceda una riqueza extraordinariaY para que la muerte necesariaSe vuelva sempiterna lozanaLo que no tiene iniciacin empiezaEl da se transforma en noche oscura.Lo que no tiene espacio se limita,Se convierte en pobreza la riqueza.El modelo de todo nos imita,El creador se vuelve criatura.Francisco Luis BernardezLOS OJOS DEL NIOS JESUSLos ojos del Nio sonGraciosos, lindos, bellosY tienen un no se que en ellos,Que me roba el corazn.Lo que mas suele robarEn el verdadero amorY descubrir mas favor,Es un alegre mirar;Pues si las vistas sonDe quien tiene ojos tan bellosEnvan un no que en ellosque traspasa el coraznLa blanca frente y su vuelo,La ceja tan bien sacada,La boquita colorada,Cierto son cosas del cielo;Pero sobre todo sonLos ojos que en slo verlosUn no se que hay en ellosMe cautiva el coraznBien alcanzo yo a sentirQue me roban, mas no sentoEl con que n i el sentimentoDa lugar a lo decir;Y esta es toda laraznDel decir, tratando de ellosQue tiene un no que en ellosQue me roba el corazn.Pidole quiera mirarmePorque viendose El en miEl mirar y amarse alliEs mrar por mi y amarmeNunca yo le di ocacinPara que sus ojos bellosQuiera el Nio no ponerlosParte sobre mi coraznJuan Lpez de Ubeda (siglo xvl)

A LA PUERTAQu tengo yo que mi amistad procuras?Qu inters se te sigue, Jess mo,que a mi puerta, cubierto de roco,pasas las noches de invierno oscuras?Oh, cunto fueron mis entraas duras,pues no te abr! Qu extrao desvaro,de mi ingratitud el hielo fro,sec las llagas de tus plantas puras!Cuntas veces el ngel me deca:"Alma, asmate a la ventana,y vers con cunto amor llamar porfa".Y cuntas veces, hermosura Soberana,"Maana te abriremos" responda,para lo mismo responder maana!Lope de Vega.

RETORNA, MAESTRORetorna, Maestro, te necesitamos.Esta vida nuestra no es vida sin ti;pon fin a este loco y audaz frenesque humilla y agosta lo que ms amamos,Qu vale la vida si no la vivimosdesde que la matan pecado y dolor?Qu vale esta tierra desde que el horrorde todos los males en ella sufrimos?Seor Jesucristo, t lo has prometidoy no has fracasado en ninguna ocasin,vuelve por aquellos a los que has queridoy de quienes eres nica ilusin;vuelve ya, Maestro, que te espera rendidode amor ms tierno nuestro corazn.Braulio Prez Marcio.JESSCon blancura de lirios, de luz y de estrellalleg hasta los hombres trayndoles amor,las sendas eran rudas y l quiso hacerlas bellascon su sonrisa buena les ahuyent el dolor.Puso ptalos de rosa al ardor de las heridas,fue manso sobre el polvo de todos los caminos;encendi lmparas claras en las selvas sombrasy dio luz a las almas con sus ojos divinos.Bajo su mirada, en el campo rudo,doblaron las espinas hirientes los cardos;los guijarros se hicieron capullo desnudoy fue caricia leve el dulce mirar de sus ojos pardos.Se cubri de flores el espino punzantey la charca oscura tornse cristalina;en la boca maldita dej un beso fragantey la tierra fue ms bella con su mirada divina.El fue por los senderos del mundoderramando sus palabras sabias, perfume de luz;ella fue blsamo en la herida del mundoy los hombres le clavaron sobre una dura cruz.Aria Vivanco Vidal.CRISTODelante de la Cruz, los ojos mos,qudenseme, Seor, as mirandoy, sin ellos quererlo, estn llorandoporque pecaron mucho y estn fros.Y estos labios que dicen mis desvos,qudenseme, Seor, as cantandoy, sin ellos quererlo, estn rezandoporque pecaron mucho y son impos.Y as con la mirada en Vos prendida,y as con la palabra prisionera,como la carne a vuestra cruz asida,Qudeseme, Seor, el alma entera,y as clavada en vuestra cruz mi vida,SeorA s, cuando queris que muera.RAFAEL SANCHEZ MAZAS

NO ME MUEVE SEORNo me mueve mi Dios, para quererte,El cielo que me tienes prometido,Ni me mueve el infierno tan temidoPara dejar por esto de ofenderte.

T me mueves Seor, muveme el verte,Clavado en esa cruz y escarnecido,Muveme el ver tu cuerpo tan herido,Muveme tus afrentas y tu muerte.

Muveme en fin tu amor y en tal maneraQue aunque no hubiera cielo yo te amaraY aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,Pues aunque lo que espero no esperara,Lo mismo que te quiero, te quisiera.

UNA LECCIN DE SERVICIOEra primavera, la maana hermosallena de perfumes, de trinos, de sol,se infiltro alegre y gozosamentedentro de los pliegues de mi corazn.El maestro vino, me hablo quedamente:No irs a los campos como sembrador?Pero la maana me llenaba el almay dije: Maestro djame quedar

... y llego el verano, y el primer roco,que cayo abundante sobre la amplia mies,y puso en el aire su hlito sedante,con mano piadosa refresco mi sien.El maestro vino, me hablo suavemente:Mis semillas tiernas, no iras a cuidar?Ms dije: maestro djame quedar,cuando el otoo apague sus lucescorrer a tus campos y podr segar.

... y llego el invierno, todo estaba blanco,haca mucho fro, no brillaba el sol,la nieve y el hielo lo cubran todo,y hasta se acercaron a mi corazn.Entonces, voluntariamente me ofrec al maestro,todos mis esfuerzos, todos mis anhelos,todo don precioso que habitaba en mi,ms El, movi la cabeza, y me dijo tristecon su suave voz:"Pas la cosecha, solo hay un pocode trigo que no se junto, ms fuetu torpeza la que lo dejo,el placer del ao pasaste afanoso,cuando yo llamaba no oste mi vozy hoy, Para que te sirve tu remordimiento?... Qu ser del trigo que no se junto?..."

GRANDEZA SUBLIMESeor, en el poema sublime de los cielos,absorto yo contemplo las obras de tus manos,las selvas majestuosas, las aves en sus vuelosme dicen que tu moras en el profundo arcanoNo obstante las auroras me cuentan de tu gloria,la brisa fresca y pura me ensea tu existencia,la dulce primavera me canta tu victoriay el trueno pavoroso tu grande omnipotencia.El aire que respiro me dice a cada instante,que tu diste la vida a todas las criaturas,y tu las alimentas con tu cuidado amanteporque tu mano es fuente de prodigas harturas.Yo se que tu formaste los cielos y la tierra,que de la nada, todo trajiste a la existencia,que Tu palabra eterna la gran verdad encierray en ella se revela la gloria de tu ciencia.Yo se tambin Dios mo, que tu eres fuente eternade amor y de esperanza y de feliz consueloque al pecador acoges con mano dulce y tiernay luego lo conduces a la mansin del cieloSeor cuando en mis horas amargas de quebranto,me veas vacilante andando por la vida,conforta tu mis pasos, enjuga tu mi llanto,mitiga los dolores agudos de mi herida.Y cuando todo venga a su final ocaso,en este mundo artero sombro,escndeme del mal en tu feliz regazoy gurdame en tu diestra, Seor, Seor, Dios mo.

EL VERDUGOSumiso, cual cordero que acompaanCamino de su propio matadero,Avanza entre la turba sin entraasel hombre ms sublime y verdadero.Cargado con la cruz, no retrocede,Soporta con heroica valentaLas burlas que continuas se sucedenHaciendo interminable su agona.Lo azotan, y sus labios no maldicen.Lo insultan, y sus ojos no condenan.Sus manos doloridas, an bendicenA aquellos que por El lloran de pena.Y asciende hasta la cumbre del CalvarioCual mrtir, sin quejidos ni lamentos.Envuelven al Seor como un sudarioLa sangre y el dolor de sus tormentos.Lo clavan en la cruz y no se quejaLevantan el madero y sufre horroresSu cuerpo se desgarra, mas El dejaQue el hombre le descargue sus furores.Pero es posible, Oh Dios, tanta ceguera?No ven que aquel ser puro es inocente?No pueden acusarlo tan siquieraDe ser ante el dolor indiferente.Con tanta enfermedad como sanaste,no hay nadie que con pecho agradecidodefienda tu inocencia? Que contraste!Hoy todos con temor se han escondido.Los mismos que horas antes prometanSu causa defender, lo abandonaron,Y ocultan su vergenza y cobardaNo lejos del que sufre el desamparo.Y sigue all en la cruz: mientras la genteLe injuria sin piedad, hieren y afrentan.El ruega con amor al Dios PotenteQue aquel pecado atroz no tenga en cuenta.Con cunta abnegacin sufre el martirio!Que amor tan sin medida est mostrando!Soporta aquel satnico delirioY an ruega por los que le estn matando.Su cuerpo est baado en sangre pura,De sangre inmaculada, redentora.Rebosa ya su copa de amarguraPero El aguanta firme aquella hora.Contemplo aquella escena horrorizado,Al ver la crueldad de aquel proceso.No entiendo por qu el odio han desatado,Ni por qu le traicionan con un beso.Tratando de entender, sigo las huellasDe sangre que deja el Nazareno,Y encuentro alrededor rostros de piedraMiradas ponzoosas de veneno.Verdugos con las caras impasibles.Soldados con coraza en los sentidos.Escribas, fariseos, insensiblesCon alma y corazn empedernidos.Me acerco y en mi ser siento el impulsoRabioso de escupir a aquella escoria.All estn, los infames que yo acusoDel crimen ms horrendo de la historia.Les miro y mi sorpresa es pavorosa.Los seres que yo encuentro all delante,Me miran con sonrisa maliciosaY en todos se refleja mi semblante.Mi cara, mi expresin, mis movimientos,Lo mismo que un espejo reflejaban.Y ahora, igual que yo, todos a un tiempocon gesto retadores me acusaban.Seor! Qu significa?por que un yugome une en semejanza tan terrible?Resulta, que yo soy el cruel verdugoQue esta crucificndote Es horrible!!Me siento avergonzado, confundido,Al ver con realidad lo revelado.El principal verdugo, slo ha sidoLa furia criminal de mi pecado.Mis vicios, mis pasiones y rencores,El odio, envidia, orgullo y vanidad,Cual lanza y clavo fueron los autoresQue dieron muerte a Cristo en realidad.No quiero yo acusar con osadaNi a Herodes, ni Pilatos, ni a Caifs.Si Cristo padeci, la culpa es ma.No es noble que me excuse en los dems.Por qu te irrita, oh mundo, el ver a vecesla imagen de Jess crucificado?T mismo que al mirarlo te enterneces,tambin por culpa tuya fue clavado.Quien puso a Jesucristo en el maderoNo fueron ni judos ni romanos.Ha sido tu maldad, el verdaderoVerdugo de aquel crimen tan villano.Muri por el mortal que no mereceNi amor ni compasin por su extravo,Y gracias a su cruz, hoy nos ofrecePerdn para el pecado tuyo y mo.Que hars ante la gracia Redentora?Acude con el alma arrepentida,Que Cristo el Salvador te espera ahoraDispuesto a darte amor y eterna vida.

EL JUDAS DE LA CENAEl gran Leonardo Da Vinci msico, pintor, poeta,Astrnomo y matemtico y escultor en una pieza,Busca refugio en Miln abandonando FlorenciaPor hostil a sus empeos y a sus anhelos de estrella.Y all su genio florece y de su insigne paletaSurgen tan bellas creaciones tales milagros de arteY tan sublimes escenas que ms que un mortal pareceUn dios que a su antojo crea un mundo de maravillasy de inefables bellezas.Los monjes alborozados al gran Leonardo le rueganQue sobre el antiguo muro del refertorio muy cercaPinte su pincel divino de Cristo la Ultima Cena.Leonardo entonces medita su egregio numen despiertaY en evocacin sublime haciendo acierto de cienciaDe datos tradicionales como inspiracin supremaEmpieza la magna obra que hoy el mundo reverencia.Asombro de las edades y valiossima herenciaQue leg el renacimiento a las razas venideras.Ms pasa el tiempo y Leonardo en su tablado se encierraY su tardanza cruel a los Frailes desespera.Busco a Cristo, les replica y mis ojos no lo encuentran.El modelo que yo sueo tal vez no exista en la tierra.Quiero un hombre en cuyo rostro estn hondamente impresasLa pureza y la virtud, la bondad y la inocencia,En cuya radiosa frente como rosales florezcanLas ideas de redencin que l predicaba en la tierraY cuya dulce mirada turbe la inmortal tristezaDe los dolores del mundo y las humanas flaquezas.Hasta que por fin un da en el coro de la iglesiaHaya al ansiado modelo que le preocupa y le inquieta.Es un joven elegante de cuya hermosa cabezaDesciende formando ondas abundosa cabellera.De ojos claros y profundos de nariz firme y correcta,De conjunto tan armnico y tan noble gentilezaQue Leonardo no vacila y al refertorio lo lleva.Y en labor sabia y paciente y en concentracin supremaLa figura de Jess va surgiendo de la cena.Inclinado sobre el pecho la noble y gentil cabezaComo si decir quisiera a sus amados discpulosCon infinita tristeza,"Os digo que entre vosotroshabr uno que me venda."Pero transcurren diez aos y an el fiestro de la cenaPermanece entre cortinas sin que ninguno se atrevaA curiosa indiscrecin a Leonardo pedir cuentas.Hasta que al fin un buen Prior hacia el artista se acercaY con humildad le exige y con firmeza le ruegaLa terminacin del fresco que ya a todos desespera.El gran Leonardo le advierte sin ocultar su impaciencia,An hay un hueco en el cuadro donde mi pincel no llega.El que corresponde a Judas y el modelo no se encuentra.Lo busco en vano Seor por suburbios y galerasYo lo veo dentro de mi mismo. Su sonrisa es una mueca.En sus ojos hay relmpagos de traicin y de blasfemia.Tiene rostro de molicie de crimen y de vileza.Es un ente despreciable algo que el demonio engendra.En venganza de que un da en castigo a su soberbiapor un mandato del Eterno fue arrojado a las tinieblas.Acaso la humanidad purificada en JudeaNo halla vuelto a producir un alma tan ruin y abyecta?Ms al entrar una noche en nauseabunda tabernaEntre lampa abominable que aquel paraje frecuentaHalla por fin el modelo que le preocupa y le inquietaY lo lleva al refertorio y frente al muro lo sientaY en menos de una semana surge la horrible siluetaEn cuya turba mirada y en cuyo rostro de fieraHay hlitos de traicin y rfagas de blasfemia.Y al despedir aquel hombre de repugnante presenciaLe entrega el pintor en pago una bolsa de monedas.Y al contarlas replica, con cinismo que exaspera,Ja, ja, ja, a Judas habis pagadoMejor que a Cristo?. Oh, espera! Dice Leonardomirando aquel rostro ms de cerca.Acaso sois? Si, yo soy, el desgraciado contesta.Soy aquel que un da escogiste en el coro de la iglesiaPara servir de modelo del Cristo de vuestra cena.El mismo que hace diez aos ocupara esta banquetaPara modelar al justo cuando mi vida era buena.Pero la maldad y el crimen los vicios y la miseriaHan hecho de mi este andrajo del mundo baldn y afrenta.Este Judas miserable que hoy rueda por las tabernasComo un msero despojo del joven que entonces era.Queda absorto el gran Leonardo ante el horrible dilema.Mientras que all sobre el muro que copia la Ultima CenaTal parece que Jess Dice con angustia inmensa,"Os digo que entre vosotros habr uno que me venda."

EL HOMBRE Y LA MUJER.El hombre es la ms elevada de las criaturas;la mujer es el ms sublime de los ideales.Dios hizo para el hombre un trono,para la mujer un altar.El trono exalta;el altar santifica.El hombre es el cerebro,la mujer el corazn,el cerebro fabrica la luz;el corazn produce el amor.La luz fecunda, el amor resucita.El hombre es fuerte por la razn;la mujer invencible por las lgrimas.La razn convence;las lgrimas conmueven.El hombre es capaz de todos los herosmos;la mujer de todos los martirios.El herosmo ennoblece;el martirio sublimiza.El hombre tiene la supremaca;la mujer la preferencia.La supremaca significa la fuerza;la preferencia representa el derecho.El hombre es un genio;la mujer es un ngel.El genio es inmensurable;el ngel indefinible.La aspiracin del hombre es la suprema gloria,la aspiracin de la mujer es la virtud extrema.La gloria hace todo lo grande;la virtud hace todo lo divino.El hombre es un cdigo;la mujer un evangelio.El cdigo corrige,el evangelio perfecciona.El hombre piensa;la mujer suea.Pensar es tener en el crneo una larva;soar es tener en la frente una aureola.El hombre es un ocano; la mujer es un lago.El ocano tiene la perla que adorna;el lago la poesa que deslumbra.El hombre es el guila que vuela;la mujer es el ruiseor que canta.Volar es dominar el espacio,cantar es conquistar el alma.El hombre es un templo;la mujer es el sagrario.Ante el templo nos descubrimos;ante el sagrario nos arrodillamos.En fin:El hombre est colocado donde termina la tierra;la mujer donde comienza el cielo.

"CMO NO HE DE ADORARTE"Cmo no he de adorarte, Jess mo,si eres el suave manto de rocoque ha revivido mis races secas?Cmo no he de adorarte si tu truecasen esperanza ardiente mi hondo hasto?Quin como t Jess? que das al rocauce y corriente que jams se agotay que haces estallar la estril rocaen fresco manantial para el esto.Ya mi vaso jams ver vaconi ser ms un triste abandonado,no sentir la herida del pecadoni del traidor mordaz el desafo.La misma soledad de ningn modo,torna mi vida triste y desolada,porque si ayer sin T, no tuve nada,hoy contigo Jess, lo tengo todo.Es tan bello Seor, estar contigoy tiene tu verdad tan dulce acento,que sin poder decirte lo que siento,arder yo siento en mi lo que te digo.En la cumbre estelar de lo que anso,Tu eres la luz polar que solo veo,Eres mi fe, en Ti solo yo creoy es solo tu poder, mi podero.Ms si al fin de mi senda, Jess monubl mi ser la sombra de la muertede nada temer porque confoque en la aurora estelar habr de verte.

PLEGARIAQu quiero mi Jess?... Quiero quererte,Quiero cuanto hay en m del todo darte,Sin tener ms placer que el agradarte,Sin tener ms temor que el ofenderte.Quiero olvidarlo todo y conocerte,Quiero dejarlo todo por buscarte,Quiero perderlo todo por hallarte,Quiero ignorarlo todo por saberte.Quiero, amable Jess, abismarmeEn ese dulce hueco de tu herida,Y en sus divinas llamas abrasarme.Quiero, por fin, en Ti transfigurarme,Morir a m para vivir tu vida,Perderme en Ti, Jess, y no encontrarme.

SEOR, ven a mi puertaVen a tocar mi puerta Jess Divino,antes que el sueo de la muerte venga,y me cubra de fro y de silencio...Cierto es, que a veces, en forma de un ancianosolo y triste llegaste hasta mi puerta,y al verte ahApoyando la mano en tu cayado;con polvo del camino y tan cansadoNo te abr!A veces eras nio con hambre y mucho froy ni un trocito de pan, menos de carioNo tuve para ti!Y aquella otra ocasin, un pobre enfermoreflejaba el dolor en su semblante;y tocando con mano vacilante,una limosna por amor rogaba.Esta vez al abrir, sent de pronto,el horror que aquel hombre me causaba,las llagas de su cuerpo supuraban;y al pensar que su mal me contagiara;Cerr la puerta, de golpe y en su cara!En forma de un mendigo o de un lisiadoCuantas veces SEOR habrs tocado!y yo me he hecho sordo a tu llamado.Buscaste caridad donde no haba,un poco de calor y no lo hallabas;solo hubo mezquindad y en mi osada,negaba todo a aquel que me lo daba.Si al corazn contrito y humillado,por tu inmensa bondad has perdonado,Perdname SEOR, ven a mi puerta!Hay tanta soledad y esta desierta.

SI AMAS A DIOSSi amas a Dios, en ninguna parte has de sentirte extranjero, porque ElEstar en todas las regiones, en lo ms dulce de todos los paisajes, enEl lmite indeciso de todos los horizontesSi amas a Dios, en ninguna parte estars triste, porque, a pesar de laDiaria tragedia, El llena de jbilo el universo.Si amas a Dios, no tendrs miedo de nada ni de nadie, porque nadaPuedes perder y todas las fuerzas del Cosmos seran impotentespara quitarte tu heredad.Si amas a Dios, ya tienes alta ocupacin para todos los instantes,Porque no habr acto que no ejecutes en su nombre,ni el ms humilde ni el ms elevado.Si amas a Dios, ya no querrs investigar los enigmas,porque lo llevas a l, que es la clave y resolucin de todos.Si amas a Dios, ya no podrs establecer con angustia una diferenciaEntre la vida y la muerte, porque en l ests yl permanece inclume a travs de todos los cambios.

GANAR PERDIENDOPed a Dios fortaleza para poder triunfar; fui hecho dbil, para que aprenda humildemente a obedecer...Ped salud para poder hacer grandes cosas; me fue dada flaqueza, para que pueda hacer mejores cosas...Ped riqueza para poder ser feliz; se me dio pobreza, para que pueda ser sabio...Ped poder, para ser el orgullo de los hombre; se me dio debilidad, para que pueda sentir la necesidad de Dios.Ped todas las cosas para poder disfrutar la vida; se me concedi vida, para que pueda disfrutar todas las cosas...No se me dio nada de lo que ped, pero todo lo que deseaba y algo incluso a pesar de m. Las oraciones que expresFueron respondidas.Por eso, de entre todos los hombres, yo he recibido la mejor bendicin.

LAS HUELLASUna noche so que caminaba con el Seor sobre la arena de la playaY, a travs del firmamento, se dibujaban escenas de mi vida.Para cada escena vea dos juegos de pisadas en la arena, uno era mo, el otroDel Seor.Cuando la ltima escena de mi vida reluci ante mis ojos mir hacia atrs para ver las pisadasEn la arena y not que varias veces, a lo largoDel camino de mi vida, haba solamente un juego de pisadas. Not, tambin, que estoSucedi durante la poca ms triste de mi vida.Realmente me molest y pregunt al Seor: "Seor, t me dijiste que,Una vez que hubiera yo decidido seguirte, caminaras a mi lado todo el camino, peroHe notado que durante la poca ms difcil de mi vida, hay solamente un juego de pisadas. No comprendo por quPrecisamente cuando ms te necesitaba, me has abandonado".El Seor contest: "Mi hijo amado, yo te quiero mucho y nunca, nunca te abandonaraEn los tiempos de prueba y de dolor. Cuando tu veas solamente un juego de pisadas, eso significaba que yo teLlevaba en mis brazos"

ORACINSeor, hazme un instrumento de tu paz,Que donde haya odio, siembre yo amor;Donde haya ofensa, perdn;Donde haya discordia, unin;Donde haya error, verdad;Donde haya duda, fe;Donde haya desesperacin, esperanza;Donde haya tinieblas, luz;Y donde haya tristeza, alegra.Que no busque ser consolado, sino consolar;Ser comprendido, sino comprender;Ser amado, sino amar.Porque dando es como se recibe,Al olvidarnos, nos encontramos;Al perdonar es como t nos perdonasY al morir, resucitamos a la Vida EternaSan Francisco de Ass

MADREMadre, me pas la tarde con Jess junto a la fuente,Los otros nios del pueblo se acercaron para verleLos discpulos severos se disgustaron al vermeMs Jess los reprenda y me besaba la frenteVieras qu historias tan bonitas nos contabaSin cansarse nos habl del cielo,Las aves, del amor y de las flores.Por qu no vienes conmigo para verlo cuando pasa?Vers qu ojos tan lindos,Vers qu lindas palabras, ven corre a recibirloQue pronto a la puerta llama,Pero ya se alej, madre ma,Ya subi por la montaa.Pero mira nuestra huerta qued cubierta de plata,Porque lo am para siempre,Jess bendijo mi casa.

JESS Y EL MENDIGOCaminaba el buen Jess por un caminoDe sus largas jornadas por el mundoY era entrada la noche cuando vinoA postrarse a sus pies un vagabundo.Que le dijo con jbilo y con llanto:eres t Jess el nazareno?Ay! Cunto te he buscado, Seor,para que me hagas un grandsimo bien.Y abrise el manto,Y el cuerpo le mostr lleno de llagas.De pueblo en pueblo, voy para que veanMis ulceras sangrientas y mitiguen su ardorPero los hombres me apedrean.Y los canes rabiosos me persiguen.Ten piedad de mis llagas miserablesT que llevas el bien por do caminas,Tcalas con tus manos admirables.Que convierten en rosas las espinas.As dijo el mendigo con tristezaY Cristo entonces de ternura llenoPuso un beso de paz en su cabezay le hizo recostar sobre su senodiciendo: por todas tus querellasyo mezclar mis lgrimas contigoy llor tantas que baole en ellasy al mirar sus andrajos el mendigolos hall salpicados por estrellas.

JESSMi creencia es Jess el betlehemita, el hijo de la virgen israelita,Jess el de castao y grcil pelo, el de los ojos tristes como el cieloTransparente y azul de Galilea, aquel cuyas palabras de consuelo son ms dulcesQue el mbar que gotea de los sacros panales del Carmelo.Amo aquel pescador de Palestina que arrojaba la red de su doctrinaTejida de celestes claridades junto al pobre lagar del campesinoDel monte en las augustas soledades a la sombra del rbol del caminoY a la orilla del mar de Tiberiades, al que calmaba el ignotoY violento trajn del mar que al ltigo del viento se hinchaba de furorComo una fiera, mientras que en la oscura ventolera deslizaba su planta luminosaComo si fuera el vuelo de una blanca mariposa sobre el trbol en flor de la pradera.Amo aquel buen Jess paciente y bello, que conduce amoroso sobre el cuelloA la ovejilla sin redil ni avena, al Jess que al hipcrita condenaCon seo adusto y con la voz airada, al que en la cruz diviniz la penaY al que el rayo de amor de su mirada prostern ante sus pies a Magdalena.Amo al mrtir del Glgota, al Divino Maestro, al melanclico RabinoQue vuelta al cielo su inefable mano nos mostr tras las nubes del ArcanoEl pas de las bienaventuranzas, y al que al erial del corazn humanoArrojaba estas dulces esperanzas igual que al surco el sembrador el grano.Ten fe como la lmpara a su llama, toma tus leos, ama al que no te ama,Inquiere para orar el ms umbroso rincn del templo.Al que te hiri alevoso mustrale sin rencor tu otro carrillo,Si tu ojo fuere cndido y sencillo tu cuerpo ser todo luminoso.A veces cuando mi alma se abate en el dolor y queda en el combateComo un soberbio gladiador romano sin pedir compasin porque es en vano,Pasa Cristo y su blsamo y su vino derrame en mis heridas con su manoY luego me levanta del camino con el amor del buen samaritano.Cuando la duda sin piedad me azota y va mi fe como barquilla rotaSacudida por mpetu violento, cuando en el fondo de mi pechoSiento extinguirse el vigor de la esperanza irradiando majestad, tranquilo y lentoCristo hacia m por sobre el mar avanza y se calman el pilago y el viento.Cuando acogido en mi interior razono y en medio del horror de mi abandonoMi alma siento de piedad sedienta, la fe del hijo prdigo me alientaY en medio de la noche del olvido torno a Jess con ansiedad violentaComo el pjaro errante busca el nido cuando estalla el furor de la tormenta.Oh Jess, resuctame! Estoy muerto para el bien,soy un nufrago, s t el puerto,soy cautivo quebranta mi cadena,soy tempestad mi espritu serena,tengo sed, s t el agua de mi fuentey djame oh Jess en toda penasobre tu pecho reclinar mi frentecomo Juan en la noche de la cena.

MI BARCAComo Pedro, Seor, yo dejar mi barca,Mis remos en la playa se secarn al sol,Mi barca ser entonces slo seguir tus huellasY ser entonces mi ruta seguirte con amor.Las velas de mi barca desplegadas al vientoSern mudos testigos de un errante viajarMas la tnica blanca que llevas NazarenoImpulsar mi barca al puerto celestial.Mis redes en la arena se tornarn deshechasIntil instrumento de olvidada labor,Ser mi pesca ahora la de buscar estrellas que adornenMi corona en tu cielo, Seor.