53140766 Agamben a Proposito de Tiqqun

3
Agamben, Griorgio. A propósito de Tiqqun. Presentación del libro Contribution à la guerre en cours (Paris, Ed. La Fabrique, 2009), 19 de abril 2009 en el Lavoir moderne parisiene. [Traducción: Miguel Rosetti para la cátedra Literatura del Siglo XX a partir de una videograbación extraída de http://www.dailymotion.com/video/x929gp_agamben-sur-tiqqun_news] A propósito de Tiqqun, Contribución a la guerra en curso Giorgio Agamben Entre 1975 y 1984, cuando la política conoció una fase de estancamiento, los trabajos de Michel Foucault despejaron el terreno de los conceptos que detenían su avance. En la clase del 5 de Febrero de 1983, Foucault resume su estrategia en dos partes. Una: sustituir la historia de la dominación por el análisis de las formas y técnicas de gubernamentalidad. Y dos: sustituir la teoría del sujeto y la historia de la subjetividad por el análisis histórico de las técnicas de subjetivación y de las prácticas de sí. Abandona claramente el universo que monopolizara la atención de la teoría política (la ley, la soberanía, la voluntad general, etc.), llevando adelante un análisis detallado de prácticas y dispositivos gubernamentales. En contra de la amplificación de una noción de Poder, separado y autónomo, plantea la idea de relaciones de poder. En lugar del sujeto, en posición fundacional y trascendental, aborda prácticas puntuales de subjetivación. Es dentro de este contexto del pensamiento político, quince años después de Foucault, desde donde hay que pensar el significado de la aparición de Tiqqun. Si bien Foucault abandona toda reserva antropológica al respecto, el espacio entre las técnicas de gubernamentalidad y las formas de subjetivación queda vacío. O mejor, no queda nada en esa zona de encuentro entre la técnicas de gobierno y los procesos de subjetivación, excepto por las figuras que registra en ese grandioso texto de 1983, “Vidas de Hombres Infames” -de hecho las llama “vidas infames”, “sombras sin rostro”- encontradas en los archivos policiales y en las cartas de cachet, sobre las cuales el poder abruptamente arroja su luz, su sombría luz. Lo que Tiqqun trae como novedad es la radicalización y el borroneo de estas dos estrategias: el análisis de las técnicas de gubernamentalidad y los procesos de subjetivación, que con Foucault nunca parecen tener un punto de unión. Como lo demostrara Foucault, en Microfísica del Poder, éste circula y siempre lo ha hecho a través de mecanismos de todo tipo (legales, lingüísticos. materiales, etc.). Y entonces, para Tiqqun, el poder no es otra cosa que eso. No aparece como una entidad superior, soberana, sobre la sociedad civil y la vida ciudadana, sino que coincide intestinamente con ella. El poder ya no puede concebirse con un centro, sino como una acumulación de mecanismos dentro de los cuales los sujetos quedan atrapados. En este marco, el gesto de Tiqqun es unir los dos planos: que los dos análisis que para Foucault permanecían separados, los dispositivos de gobierno y el sujeto, coincidan completamente el uno con el otro. Un texto de uno de los ensayos del libro, “Crítica metafísica”, lo dice muy claramente: “La teoría del sujeto es solo posible a partir de una teoría del mecanismo”.

Transcript of 53140766 Agamben a Proposito de Tiqqun

Page 1: 53140766 Agamben a Proposito de Tiqqun

Agamben, Griorgio. A propósito de Tiqqun. Presentación del libro Contribution à la guerre en cours (Paris, Ed. La Fabrique, 2009), 19 de abril 2009 en el Lavoir moderne parisiene. [Traducción: Miguel Rosetti para la cátedra Literatura del Siglo XX a partir de una videograbación extraída de http://www.dailymotion.com/video/x929gp_agamben-sur-tiqqun_news]

A propósito de Tiqqun, Contribución a la guerra en curso

Giorgio Agamben

Entre 1975 y 1984, cuando la política conoció una fase de estancamiento, los trabajos de Michel Foucault despejaron el terreno de los conceptos que detenían su avance. En la clase del 5 de Febrero de 1983, Foucault resume su estrategia en dos partes. Una: sustituir la historia de la dominación por el análisis de las formas y técnicas de gubernamentalidad. Y dos: sustituir la teoría del sujeto y la historia de la subjetividad por el análisis histórico de las técnicas de subjetivación y de las prácticas de sí. Abandona claramente el universo que monopolizara la atención de la teoría política (la ley, la soberanía, la voluntad general, etc.), llevando adelante un análisis detallado de prácticas y dispositivos gubernamentales. En contra de la amplificación de una noción de Poder, separado y autónomo, plantea la idea de relaciones de poder. En lugar del sujeto, en posición fundacional y trascendental, aborda prácticas puntuales de subjetivación. Es dentro de este contexto del pensamiento político, quince años después de Foucault, desde donde hay que pensar el significado de la aparición de Tiqqun.Si bien Foucault abandona toda reserva antropológica al respecto, el espacio entre las técnicas de gubernamentalidad y las formas de subjetivación queda vacío. O mejor, no queda nada en esa zona de encuentro entre la técnicas de gobierno y los procesos de subjetivación, excepto por las figuras que registra en ese grandioso texto de 1983, “Vidas de Hombres Infames” -de hecho las llama “vidas infames”, “sombras sin rostro”- encontradas en los archivos policiales y en las cartas de cachet, sobre las cuales el poder abruptamente arroja su luz, su sombría luz. Lo que Tiqqun trae como novedad es la radicalización y el borroneo de estas dos estrategias: el análisis de las técnicas de gubernamentalidad y los procesos de subjetivación, que con Foucault nunca parecen tener un punto de unión. Como lo demostrara Foucault, en Microfísica del Poder, éste circula y siempre lo ha hecho a través de mecanismos de todo tipo (legales, lingüísticos. materiales, etc.). Y entonces, para Tiqqun, el poder no es otra cosa que eso. No aparece como una entidad superior, soberana, sobre la sociedad civil y la vida ciudadana, sino que coincide intestinamente con ella. El poder ya no puede concebirse con un centro, sino como una acumulación de mecanismos dentro de los cuales los sujetos quedan atrapados.En este marco, el gesto de Tiqqun es unir los dos planos: que los dos análisis que para Foucault permanecían separados, los dispositivos de gobierno y el sujeto, coincidan completamente el uno con el otro. Un texto de uno de los ensayos del libro, “Crítica metafísica”, lo dice muy claramente: “La teoría del sujeto es solo posible a partir de una teoría del mecanismo”.

Page 2: 53140766 Agamben a Proposito de Tiqqun

En virtud de ello, una de las tradiciones que ha estancado al pensamiento de izquierda, la búsqueda de nuevas subjetividades políticas en disponibilidad, se vuelve fútil. La teoría del sujeto y la teoría del mecanismo coinciden. Esta es la zona opaca de indiferenciación entre la teoría del sujeto y la teoría de los dispositivos en la que están situados los textos reunidos en Tiqqun I y II – junto con la “Teoría Bloom”-, los dos textos más importantes publicados en el libro “Introducción a la Guerra Civil” y “Una metafísica crítica podría nacer como ciencia de los dispositivos”. Parece claro que en esta zona de indiferenciación, las nociones vinculadas al pensamiento político clásico (el Estado, la Sociedad Civil, la clase, la ciudadanía, la representación, etc.) pierden su sentido. Por otra parte, es desde esta zona de indiferenciación que las nociones elaboradas por Tiqqun – Bloom, políticas estéticas, el partido imaginario, Guerra civil (en el sentido especial que tienen estas palabras en los textos)-, adquieren un sentido propio. Y es a partir de esa situación de indiferenciación que uno puede comprender qué prácticas de escritura, de pensamiento y de acción se ponen en juego en Tiqqun.Con relación a la escritura, el objetivo no es simplemente llevarla a cabo desde el anonimato, ni a través de pseudónimos o heterónimos. Veremos que los esfuerzos de la policía por atribuir los textos a un autor serán vanos. No podría haber un autor para estos textos porque se paran en una zona donde la misma noción de autor está vedada. La noción de autor, como lo demostró Foucault, siempre ha tenido una doble función en nuestra cultura. Es una figura del sujeto y es un mecanismo de atribución de responsabilidad penal. El hecho de que Julien Coupat y sus amigos no pueden ser ni serán nunca los autores de los artículos publicados en Tiqqun, o donde sea, radica en que en la posición que ocupan sujetos y mecanismos coinciden a tal punto que la noción de autor no funciona, no tiene sentido. Creo también que solo desde la perspectiva abierta por Tiqqun –por ejemplo, considerando la guerra civil permanente que el Estado propulsa- que microscópicos e indescifrables hechos asumen su significado en nuestras llamadas “democracias” contemporáneas. Un dato que me gustaría señalar, que todos parecemos ignorar y que puede corroborarse tan solo con una pequeña investigación en una biblioteca, ya que ya hay documentos que sirven de evidencia, es que las leyes vigentes en Francia y en otros países “democráticos” de Europa son tres o cuatros veces más represivas que las que regían en Italia durante el régimen fascista. Es un hecho indiscutible. Desde todo punto de vista, cantidad enorme de detenciones. Es algo de lo que no se habla. Otro hecho: siempre culpamos a las sociedades y estados totalitarios por instituir tribunales espaciales. Por ejemplo, los tribunales, los jueces del caso Tarnac. Nunca usamos las palabras “tribunal especial”, pero eso es lo que es. No sabemos ni cómo ni quiénes nombraron a los jueces intervinientes, por lo que constituye un “tribunal especial”. Seguramente estén al tanto de que por definición un tribunal especial es ilegítimo, porque viola el principio de igualdad de los individuos ante la ley y el derecho de legítima defensa. Pues bien, desde la óptica del derecho, la ley y los principios de ley están, en nuestra sociedad, desprovistos de toda legitimidad. Así de simple. Culpamos al fascismo italiano y al nazismo alemán de haber instaurado tribunales especiales, pero los toleramos en la actualidad. Y por lo tanto pienso que es en ese sentido que lo que Tiqqun denomina “Guerra Civil” (en curso) debe ser entendido. Y es así cómo se hace comprensible la aplicación del control

Page 3: 53140766 Agamben a Proposito de Tiqqun

biométrico, concebido originalmente para criminales reincidentes, a todo el conjunto de la población. ¿Saben que pronto toda la población de Francia tendrá una tarjeta identificación elaborada partir de datos biométricos? Estas medidas fueron inventadas para criminales y de esta manera cada ciudadano será tratado como un criminal o como un terrorista en potencia, y no será extraño que quienes se rehúsen a ser sometidos a este procedimiento sean tratados como terroristas. Me gustaría concluir recordando una historia que me contó un viejo amigo mío, José Bergamín, que peleó en la Guerra civil española del 36. Había sido enviado, él, poeta e intelectual, junto con otro poeta, Rafael Alberti; el gobierno republicano los había enviado a los Estados Unidos para buscar apoyo del gobierno americano, pero fueron detenidos en la frontera por la policía que los interrogó sin fin, acusándolos de comunistas. Luego de diez horas de interrogatorio, después del cual obviamente no lo iban a dejar entrar, mi amigo les dijo: “Escuche, no soy y nunca seré un comunista, pero aquello que ustedes llaman comunista, seguramente lo sea”. Pienso que nosotros debemos decir: “No somos y jamás seremos terroristas; pero aquello que ustedes consideran terrorista, eso somos”.

[Traducción: Miguel Rosetti]