72 Días de ucha - .: AMHE :. · Guion Museológico ..... 29. iii Agradecimientos Debo decir que...
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INSTITUTO DE INVESTIGACIONES DR. JOSÉ MARÍA LUIS
MORA
72 días de lucha: El costo fiscal del ejército realista durante
el Sitio de Cuautla
T E S I S
Que para optar por el título de Licenciada en Historia con Línea de Formación en Gestión del
Patrimonio Cultural
PRESENTA:
ALEXANDRA MARÍA RODRÍGUEZ MEDINA
Director: Dr. Ernest Sánchez Santiró
México, D.F. Febrero 2013
i
Índice
Agradecimientos ..................................................................................................... iii
Introducción.............................................................................................................. v
Capítulo I: El ejército realista en nueva España 1760-1810 .................................... 1
Las políticas militares en Nueva España 1760-1797 .............................................. 4
El financiamiento del ejército realista 1760-1797 .................................................... 9
El ejército Realista 1797-1810 .............................................................................. 15
Capítulo II. El sitio de Cuautla: escenario y desarrollo .......................................... 26
Una breve síntesis: El espacio de Cuautla-Cuernavaca ....................................... 26
El sitio de Cuautla (19 febrero-2 mayo 1812) ........................................................ 35
Capítulo III. El costo fiscal del sitio de Cuautla..................................................... 45
Fuentes utilizadas y metodología .......................................................................... 46
Gasto en sueldos .................................................................................................. 48
El ejército sobre Cuautla ....................................................................................... 48
Víveres .................................................................................................................. 61
La alimentación de las tropas durante el sitio de Cuautla ..................................... 62
Gastos de Campamento ....................................................................................... 72
Conclusiones ......................................................................................................... 79
Fuentes y referencias ............................................................................................ 83
Archivos: ............................................................................................................... 83
Obras impresas del siglo XIX ................................................................................ 83
Referencias ........................................................................................................... 84
Proyecto de Gestión del Patrimoni Cultural
Parte 1 Bases contextuales..................................................................................... 3
Tema: ...................................................................................................................... 3
Título ....................................................................................................................... 3
Finalidades .............................................................................................................. 3
Encuadre del proyecto dentro de otras políticas. .................................................... 4
ii
Marco Jurídico ......................................................................................................... 4
Origen-antecedentes a esta exposición .................................................................. 5
Parte 2 Definición del proyecto ............................................................................... 6
Breve resumen ........................................................................................................ 6
Destinatarios ........................................................................................................... 7
Público .................................................................................................................... 7
Objetivos de público ................................................................................................ 7
Objetivo General: .................................................................................................... 7
Partes en que se divide la exposición ..................................................................... 8
Relación Temática. ................................................................................................. 9
Líneas estratégicas ............................................................................................... 13
Acciones ............................................................................................................... 14
Parte 3 Producción del proyecto ........................................................................... 16
Planificación .......................................................................................................... 16
Esquema básico para la producción de la exposición ........................................... 19
Material ................................................................................................................. 20
Diseño ................................................................................................................... 21
Servicios al público ............................................................................................... 22
Difusión ................................................................................................................. 22
Materiales y Servicios ........................................................................................... 22
Recursos Humanos ............................................................................................... 25
Mecanismos de evaluación ................................................................................... 27
Presupuesto .......................................................................................................... 28
Guion Museológico ............................................................................................... 29
iii
Agradecimientos
Debo decir que este trabajo es fruto de un esfuerzo conjunto, ya que esto no
hubiera sido posible sin la colaboración de un gran número de personas. Por
ello, aprovecho este espacio para expresar mi gratitud.
Agradezco de manera especial al Dr. Ernest Sánchez Santiró por la dirección
de esta tesis, por su esfuerzo y dedicación. Su orientación, apoyo y confianza
en mi trabajo han sido un aporte invaluable, no sólo durante el desarrollo de
esta investigación, sino en mi formación profesional y sobre todo, personal. Su
paciencia y disponibilidad hicieron que nuestras numerosas sesiones se
transformaran en esta tesis.
Gracias a la Dra. Matilde Souto y al Dr. Carlos Marichal por sus comentarios
que tuvieron un gran impacto en este proceso, su participación enriqueció en
gran manera la estructura y contenido del trabajo realizado. Igualmente, debo
reconocer a la Mtra. Alicia Salmerón por su colaboración activa en el desarrollo
de la tesis, así como por su gran impacto en mi formación profesional.
Quiero extender un sincero agradecimiento al personal del Instituto Mora por las
facilidades prestadas, en especial a Miguel Ángel Jurado Ayala por su apoyo y
amistad a lo largo de mi estancia en el Instituto. A mis profesores y compañeros
por sus enseñanzas.
Este trabajo se benefició en gran manera por el apoyo y cariño de mi familia. A
mis padres Rosa María y Lionel por su amor y palabras de aliento, sin ustedes
no hubiera podido recorrer este camino. Igualmente, a mi hermana Darynthé
por las risas, las charlas y la amistad segura de toda la vida.
Un lugar muy especial ocuparon mis amigos en este proceso. A Gabriela Torres
Freyermuth por su compañía y amistad, no puedo imaginar estos años sin ti. A
Carlos Zúñiga Nieto por su presencia incondicional a pesar de la distancia. A
iv
Alfredo Mora Pavón por su paciencia y grandes consejos. A Mariana Quintanilla
y Luis Urrutia, Andrea Flores Rico, Alberto Segura y Jimena Ortiz, porque sin
ustedes no hubiera elegido este camino, y a Eric Frith, siempre presente.
v
Introducción
Las independencias hispanoamericanas han sido objeto de estudio desde el
siglo XIX, periodo durante el cual el nacionalismo impregnaba las explicaciones.
El fin de estos trabajos era unificar la historia de sociedades altamente
diferenciadas.1 Esta interpretación de la historia brindaba una
visión maniquea del proceso, retratando la lucha entre españoles e insurgentes
y forjando la idea de patria, pueblo y héroes.
Para el caso mexicano fueron grandes historiadores los que trataron de ofrecer
explicaciones acerca del movimiento de independencia en México, entre ellos
destacan los intelectuales decimonónicos Lorenzo de Zavala, Carlos Ma.
Bustamante, Lucas Alamán y José Ma. Luis Mora. Las interpretaciones de
estos acontecimientos cambiaron junto con la historiografía y sus diversas
corrientes; enriqueciendo las explicaciones y abandonando el umbral de los
vencedores y los vencidos. Aportes de áreas como la historia social y
regional ofrecieron nuevas perspectivas de los acontecimientos, y estudios
acerca de las estructuras económicas en los siglos XVIII y XIX brindaron
nuevas luces en el entendimiento del proceso.
No obstante, a pesar de los trabajos que se han dado en las últimas décadas
acerca del desempeño económico del territorio novohispano, los aspectos
fiscales del mismo han sido menos estudiados, siendo el tema de egresos de la
Real Hacienda uno de los menos trabajados. Respecto a esto, los gastos
militares durante el periodo de la guerra de independencia han sido estudiados
en muy pocas ocasiones y de manera general. Por lo cual, esta tesis tiene
como objetivo elaborar una reconstrucción desde el ámbito fiscal-militar del sitio
de Cuautla, que tuvo lugar entre el 19 de febrero y 2 de mayo de 1812 en la
subdelegación de Cuautla de Amilpas.
1Chust, Debates, 2007, p. 10.
vi
Este hecho se ha vuelto representativo de la historia nacional. Su enseñanza ha
trascendido generaciones; sin embargo, los estudios acerca del papel de los
realistas son pocos. Del mismo modo, no se ha estudiado de manera formal el
costo que ocasionó a la Real Hacienda la manutención del ejército en campaña
durante 72 días. Más allá de brindar una cifra exacta esta investigación
pretende evidenciar la incapacidad de la economía pública para mantener a los
soldados durante un asedio y las estructuras de dos instituciones en crisis: el
ejército y la Real Hacienda.
Dentro de la historia nacional, el sitio de Cuautla es una de las batallas más
representativas de la Guerra de Independencia. Los textos de principios del
siglo XX se refieren a este episodio como “El Heroico Sitio de Cuautla” en el
cual Morelos fue capaz de vencer al más grande militar de la Nueva España,
Félix Ma. Calleja.2 La fuente principal de dichos trabajos ha sido la
correspondencia entre el brigadier Félix Ma. Calleja y el virrey de la Nueva
España, Francisco Xavier Venegas, los relatos de autores como José Ma. Luis
Mora, Lucas Alamán y Carlos Ma. Bustamante. No obstante, estos trabajos se
vieron nutridos a su vez por mitos nacionalistas en muchos de los cuales se
refiere al ejército realista como “los españoles”, generando así una
visión maniquea de lo que realmente representó el movimiento de
Independencia: una guerra civil.3 En cualquier caso, estas obras constituyen un
punto de partida para la presente investigación, aún si su contraste con otras
fuentes pueda llevar a conclusiones diferentes.
A partir de esta premisa, se propone dotar de un nuevo significado al Sitio de
Cuautla más allá del discurso nacionalista con el que se ha trabajado (en
muchos casos) durante los últimos 100 años. Esta investigación tiene como
objetivo resolver una problemática concreta: ¿Cuál fue el costo fiscal que
2 Félix María Calleja nacido en el año 1755 en Valladolid, llega a la Nueva España en el año de
1789 junto con el segundo conde de Revillagigedo, fue jefe del ejército del centro entre 1810 y 1812. Diccionario, 1970-71, vol. I, p. 539. 3 Ortiz , Guerra, 1997. pág. 63
vii
produjo a la Real Hacienda el sitio más largo de la Guerra de
Independencia?4 A través de una reconstrucción fiscal-militar se busca conocer
y analizar la manera en que un fenómeno bélico de larga duración podía ser
capaz de afectar al erario público.
El punto de partida para realizar un acercamiento a la problemática es la
información dada por Lucas Alamán en su libro Historia de Méjico, en el cual
afirma que el sitio de Cuautla significó un gasto de dos millones de pesos a la
Real Hacienda de la Nueva España.5 Por otra parte, los trabajos historiográficos
referentes a este periodo de transición del real erario de la Hacienda
Novohispana, permiten percibir algunos cambios que se dieron antes y después
de la guerra de independencia.
Esto me lleva a plantear algunos problemas como ¿Qué clases de gasto se
generaban durante un sitio? ¿Qué categoría representaba un mayor gasto para
la Real Hacienda? De esta manera, se busca en primer término reconstruir las
variables de egreso para el periodo que comprende el sitio de Cuautla (las
cuales podrán ser aplicadas en su mayoría para otros conflictos bélicos), y de
este modo identificar qué tipo de operación representaba un mayor costo a la
Real Hacienda. A través del estudio de los egresos durante este periodo
también podremos conocer la eficacia que tuvo la institución para movilizar
recursos y costear un acto bélico de esta naturaleza.
El sitio de Cuautla y sus documentos
El sitio de Cuautla ha perdido importancia como tema de investigación desde la
segunda mitad del siglo XX, por lo cual una gran cantidad de los materiales
4 El sitio de Cuautla puede ser considerado el asedio más largo de la Guerra de Independencia,
debido al carácter permanente que tuvieron los soldados en el campo durante los 72 días del sitio. Existen asedios más prolongados, un ejemplo es el sitio de Mezcala que duró 11 años, no obstante debido a su posición geográfica su ataque era esporádico. Ver Ochoa, Alvaro, Insurrectos , 2006. 5 Alamán, Historia,1985, vol.II p. 485
viii
escritos durante el periodo anterior tienen como característica principal un tinte
nacionalista, mediante el cual se ha logrado mitificar esta batalla.
Una fuente primordial para el estudio del tema son los Apuntes para la Historia
del Sitio de Cuautla de Benicio Montero, quien participó en el sitio, y através de
su obra le imprime un sello patriótico a este episodio histórico. Este relato se
divide en dos partes, la primera llamada “Las Calles de Cuautla” donde se hace
una referencia a las acciones militares que dieron nombre a las calles de la
ciudad. En la segunda parte, “Relaciones Curiosas e interesantes para la
posteridad “se lleva a cabo una crónica detallada de los acontecimientos del
sitio de Cuautla, detalles geográficos, personajes y anécdotas.
En general se puede hablar de algunos materiales que nos brindan información
acerca del costo que implicó la manutención del ejército realista durante el
asedio. El libro Historia de Méjico de Lucas Alamán, tiene como fuente principal
los informes de Felipe Montero y algunos escritos de Carlos Ma. Bustamante.
Para la construcción de este material Alamán se trasladó a Cuautla con el fin de
entrevistarse con testigos. A través de este texto es posible conocer cómo se
pagó parte del sitio, así como su costo estimado de dos millones de pesos.
Carlos Ma. Bustamante en sus libros Cuadro Histórico de la Revolución y
Campañas del general Don Félix Ma. Calleja es el responsable de la
construcción historiográfica que se ha dado en torno al Sitio de Cuautla. El
Cuadro Histórico de la revolución de 1810, publicado entre 1821 y 1827 le
otorga un espacio relevante al sitio de Cuautla, utilizando como fuentes
principales el Diario de México, la Gazeta de México y el Archivo del Virreinato.
En el Diario Histórico de México, se hacen algunas referencias al sitio, dentro
del cual se presenta a Morelos como el “héroe” y a Félix Ma. Calleja como el
“opresor”; por otra parte, este material nos presenta una primera estimación de
los costos que tuvo el sitio de Cuautla, sin embargo dentro de estas
estimaciones solamente se toma en cuenta el gasto en sueldos.
ix
El trabajo de Rubén García y Pelagio Rodríguez titulado Ataque y sitio de
Cuautla pretende dar una visión general de los acontecimientos, así como
proporcionar un análisis de la acción militar; sin embargo los autores se limitan
a resaltar algunos datos relacionados con el sitio. Entre ellos podemos rescatar
dos grandes informes: la ración diaria de un soldado y costos de transporte.
Finalmente, este material funciona como una excelente recopilación de la
correspondencia entre Félix Ma. Calleja y el virrey Francisco Venegas.
En general, dentro de los estudios del Sitio de Cuautla abundan aquellos que
tienen como finalidad dar informes acerca de las tareas militares llevadas a
cabo, entre ellos destaca Campañas del General Don Félix Ma. Calleja en el
cual Carlos Ma. Bustamante busca dar cuenta de las dotes militares de Calleja,
ofreciendo un relato del sitio de Cuautla, del cual se pueden rescatar valiosos
datos acerca de la composición del ejército realista, así como de las estrategias
utilizadas por el general para el ataque de Cuautla de Amilpas.
En 1875, Julio Zárate publicó un estudio biográfico acerca de José Ma. Morelos.
En dicho material no se realizaban nuevos aportes al tema, pues sus fuentes
principales son Bustamante y Alamán, así como algunos expedientes sobre
Calleja y Venegas. En contraste, el ámbito militar es ampliamente tratado. Por
su parte, Heriberto Frías también elaboró un estudio en torno al tema, titulado
Morelos en Cuautla, con motivo del centenario de la independencia. A través de
este material se busca exaltar el heroísmo de Morelos, así como su genio
militar, rescatando mitos como “el niño artillero” que había sido fuertemente
criticado (y suprimido) en la Historia de México de Alamán.
Igualmente podemos encontrar que la Cronología de Lucha escrita por Valentín
López González, así como sus antologías, funcionan como grandes
herramientas para acercarnos al tema a través de las fuentes originales, y
constituyen un ejemplo de Historia Regional. Materiales posteriores, como El
rompimiento del Sitio de Cuautla de Rosa Leticia Archondo y Jorge González
x
Betancourt, brindan un estudio general acerca del sitio, cuyo carácter es
primordialmente de divulgación.
En general, las obras que aportan información acerca del sitio pertenecen en su
mayoría al siglo XIX, pues con excepción del aporte de Luis Chávez Orozco, los
estudios realizados no han arrojado nuevos conocimientos acerca del tema. El
último trabajo publicado referente al Sitio de Cuautla, es el de Irving Reynoso,
publicado en 2011 dentro de la Historia General de Morelos, en dicho artículo
se presentan las generalidades del sitio de Cuautla, así, presenta un panorama
histórico e historiográfico que permite revalorar el significado del sitio de
Cuautla.
A partir de la revisión historiográfica surge la hipótesis de que la Real
Hacienda de la Nueva España era incapaz de sostener al ejército durante una
campaña de larga duración. Por lo cual, el objetivo general es reconstruir los
costos fiscales que ocasionó a la Real Hacienda el Sitio de Cuautla, que tomó
lugar del 19 de Febrero al 2 de mayo de 1812.
Para esta investigación se utilizaron fuentes primarias impresas y de archivo en
instituciones nacionales. Sobre los acontecimientos del Sitio de Cuautla destaca
la Historia de México de Lucas Alamán, así como los trabajos de Carlos Ma.
Bustamante, José Ma. Luis Mora y Felipe Montero, escritos en la primera mitad
del siglo XIX. Estas obras se complementarán con los informes de la Gazeta de
México, así como con folletos del periodo, entre los cuales destacan “El señor
Calleja en Cuautla” y “Al señor General Don Félix María Calleja y a los valientes
vencedores del sitio de Cuautla”, ambos publicados en el año de 1812.
Considerando que se estudiará la estructura de instituciones formales, como lo
son el Ejército Realista y la Real Hacienda se complementará con
documentación oficial referente a normas y ordenamientos en torno a sus
establecimiento y funcionamiento, los cuales pueden ser encontrados en el
xi
Archivo General de la Nación de México en los ramos Bandos, Impresos
Oficiales, Reales Cédulas y Reales Órdenes.
A través de los registros encontrados en el fondo Operaciones de Guerra del
AGN se obtuvieron datos cuantitativos y cualitativos acerca de los gastos que
se llevaron a cabo durante el periodo que duró el sitio.Para poder lograr un
acercamiento teórico a las fuentes y disminuir sus limitaciones6, con el fin de
poder estudiar el gasto durante el asedio se construyó una metodología con
base en a las categorías propuestas por María Escamilla Sandrín en El sitio a
Colonia del Sacramento, la economía local y su gente. Igualmente, para
acercarnos al contexto institucional se tomaron algunas hipótesis de propuestas
por Francisco Comín en su estudio titulado La Hacienda Española.7
Finalmente, para poder abordar el tema no sólo en términos fiscales, sino
humanos e institucionales y de esta forma comprender el desarrollo del sitio se
recurrió a la teoría de Douglas North.
Así, esta investigación se divide en tres capítulos, con el fin de lograr un mayor
entendimiento de la manera en que se desenvolvió militar y administrativamente
el ejército durante el sitio de Cuautla. El primer capítulo tiene como objetivo
estudiar los obstáculos políticos, sociales y económicos que enfrentó la
creación de un cuerpo militar permanente en Nueva España, para de esta forma
poder comprender la manera en que funcionaría el ejército en tiempos de
guerra. El segundo capítulo busca dar un contexto general del área de Cuautla
de Amilpas en el siglo anterior al sitio, y posteriormente se hace una breve
reseña del desarrollo del asedio. El tercer y último capítulo aborda la temática
central de esta tesis, el costo fiscal del ejército realista durante el sitio de
Cuautla; en dicha sección se explica de manera más amplia la metodología del
estudio y las categorías en que se dividió el análisis. Posteriormente, se lleva a
6 Este tema se tratará con mayor detenimiento más adelante.
7 Si bien, este estudio no trata el caso de Nueva España en particular, las interpretaciones
propuestas por el autor brindan una herramienta para el análisis del tema.
xii
cabo el análisis detallado de los gastos para finalmente conocer el costo
general.
La tesis se divide en dos partes, la primera dedicada a la investigación del costo
fiscal del sitio de Cuautla. Así, se constituye la base para la construcción de un
proyecto de exposición, ésta sección se divide en tres partes con el fin de
presentar un guión museológico8.
8 Entendemos como guion museológico el desarrollo más amplio de un guion temático y la base para la
creación de un guion museográfico.
1
Capítulo I: El ejército realista en nueva España 1760-1810
La creación de un cuerpo militar permanente para resguardar el territorio
americano9 fue, como todo, producto de las circunstancias. Hasta la segunda
mitad del siglo XVIII la monarquía no había considerado la posibilidad de un
ataque por ultramar a sus posesiones continentales; sin embargo, tras la
pérdida de la Habana y Manila en 1762 a manos de los ingleses, la corona se
vio en la necesidad de establecer un ejército permanente en América.10
La posibilidad de estacionar un cuerpo de tropas en el continente era
prácticamente nula debido a la inferioridad numérica del ejército español. Desde
la conquista, la defensa de las Indias se había confiado a un conjunto de
compañías veteranas y milicias que contaban con muy poca instrucción. 11 No
obstante, a raíz de la pérdida de estos dos importantes territorios se concibió la
creación de un ejército constituido por tres unidades principales: unidades
peninsulares, cuerpos fijos, 12 y milicias adscritas a las indias.
La base de esta organización fueron las fuerzas peninsulares, que eran
relevadas periódicamente bajo el sistema de noria.13 Durante los tiempos de
paz, estos cuerpos tendrían que servir como elemento disuasorio, y como
modelo de organización e instrucción para los cuerpos locales. En 1768 se
expidieron las Primeras ordenanzas para la creación de un ejército en las
posesiones americanas de la corona, en las que se establecía:
9 Cuando nos referimos a la “creación de un cuerpo militar permanente para resguardar el
territorio americano” hablamos exclusivamente del establecimiento de un ejército continental, ya que desde mediados del siglo XVII se había creado la armada de Barlovento, con el fin de proteger a las embarcaciones que circulaban por el Caribe. Para más información consultar: Torres, Armada, 1981. Albi, Banderas, 1990. Alvarado, Ciudad, 1983. Velázquez, Misión, 1959. Sánchez Santiró, “Armada”, 2012. Celaya, “Costo”, 2012. 10
Albi, Banderas, 1990, p. 38 11
Ibid, p. 38 12
Bajo este nombre se designaban a los regimientos o batallones permanentes en las Indias. Los cuerpos fijos pertenecían a la artillería, la infantería (infantería organizada en regimientos, batallones o compañías independientes) o la caballería. Albi, Banderas, 1990, p. 38 13
La noria era el sistema en el cual se remplazaban periódicamente a los soldados que hacían servicio en América. Ibid, 1990, p. 44
2
La recluta debía ser voluntaria a hombres mayores de dieciocho años en tiempo de paz y dieciséis en tiempo de guerra, de religión católica, de por lo menos cinco pies de altura, sin imperfecciones notables, sin vicios y sin ascendencia de mulato o gitano, de oficio verdugo o carnicero. 14
Esta Ordenanza establecía la manera en que se debía estructurar el ejército,
desde el reclutamiento hasta la administración, con el objetivo de reglamentar
los elementos fundamentales de la vida militar; abarcando aspectos como la
disciplina, la formación de cada regimiento, sus funciones técnicas,
administrativas y de logística. También se regulaba el modo en que cada uno
de los batallones se mantendría, por lo cual era primordial contar con una caja
para recolectar el caudal dispuesto para la recluta y pago de la fuerza de cada
compañía.
La corona buscaba tener el control absoluto de los cuerpos armados,
para esto se reglamentó la emisión de informes trimestrales que dieran cuenta
del estado de fuerza y la calidad de cada compañía. A través de la Ordenanza,
también se pretendía dotar de instructores militares a las Indias. Su función
principal sería la enseñanza a los miembros americanos; por lo cual, los
elementos enviados serían sustituidos periódicamente, de esta forma se evitaría
la creación de lealtades locales entre los miembros de la corporación. Sin
embargo, los hombres enviados para cumplir estas tareas nunca fueron
suficientes. El sistema duró aproximadamente veinte años.15
Cabe señalar que el establecimiento de cuerpos milicianos en Nueva
España data de los años posteriores a la conquista. Sus funciones se centraban
principalmente en la disuasión y el control de posibles enfrentamientos locales.
En realidad, no se tenía mucho conocimiento acerca del funcionamiento general
de estas corporaciones. Esta fue la razón por la cual, en 1758, la corona
solicitó al virrey de Nueva España un informe sobre el número de compañías
milicianas existentes en el territorio. El resultado era claro, las milicias existían
14
Ordenanza, 1768, artículo 1. 15
Albi, Banderas, 1994, p.36
3
pero las autoridades no tenían información sobre sus actividades, estado o
manutención.16 Así, no resulta sorprendente que frente a la situación militar de
la corona en el año de 1762, el virrey Marqués de Cruillas se viera orillado a
suplicar a las clases altas que enviaran a sus sirvientes y cualquier tipo de
armas que poseyeran para la milicia.17
A partir de la pérdida de la Habana la corona debió aceptar la creación
de fuerzas defensivas estacionadas permanentemente en las posesiones
americanas para garantizar su seguridad. Empero, la introducción del ejército
en una sociedad predominantemente no militar representaba grandes
dificultades. En primer lugar, el establecimiento de una institución que contaba
con su propia burocracia y privilegios no encajaba en el sistema político
previamente constituido.18 Esta situación fue agravada por la falta de
continuidad en las políticas adoptadas en torno a la forma en que debía
manejarse esta institución. En muchos casos dentro de las prioridades de las
autoridades, la creación y mantenimiento de cuerpos de defensa era
transferida a un segundo plano19, ya que el alistamiento podía hacer disminuir
los ingresos e interferir con la administración.20
Si bien no es propósito de la tesis realizar una investigación a fondo acerca del
establecimiento y desarrollo del ejército en Nueva España, es de gran
importancia conocer su desempeño hasta los años anteriores a la guerra, con el
fin de conocer los antecedentes y comprender dentro de este contexto la forma
en que se desarrolló el sitio de Cuautla. Este capítulo está dividido en tres
grandes apartados que tienen como objetivo dar una vista panorámica de las
políticas virreinales en torno al ejército, su financiamiento y, finalmente, su
desarrollo en los años previos a la guerra de independencia.
16
Salas, Ordenanzas, p. 53 17
Archer, Ejército,1983, p. 25 18
Ibid, p. 39. 19
Instrucciones, 1991, p.1125 20
Archer, Ejército, 1983, p. 38
4
Las políticas militares en Nueva España 1760-1797
Dos años después de la pérdida de la Habana, en 1764, Juan de Villalba y
Angulo, Capitán General de Andalucía recibió el cargo de Comandante General
e Inspector del ejército de Nueva España. Su objetivo principal era lograr el
óptimo establecimiento de fuerzas armadas en el territorio, para lo cual le
asignaron cuatro mariscales de campo, seis coroneles, cinco tenientes
coroneles, diez mayores, 109 tenientes, siete asistentes. 16 cadetes, 228
sargentos, 401 cabos y 151 soldados. Esta fuerza tenía como tarea específica
estimular las unidades del ejército regular que se crearían en Nueva España y
ofrecer cuadros de entrenamiento.21
Contrario a lo planeado, su presencia produjo un conflicto de autoridad.
Aunque Villalba contaba con órdenes claras de reconocer al virrey (quien a su
vez debía aceptar la primacía del jefe del ejército en cuestiones militares),
desafió su autoridad desde un inicio.22 La primera decisión de Villalba al arribar
al reino fue desbandar a los regimientos existentes de dragones, para crear
unidades separadas de dragones de España y México, esta acción causó
grandes molestias entre los novohispanos. Por su parte, los mariscales de
campo y otros oficiales viajaron a las provincias con la intención de reclutar
unidades de infantería y de caballería. El tipo de unidad defensiva que se
estableció en cada lugar dependió de la población, la geografía, las
necesidades y la disponibilidad de recursos.23
En un primer momento las instrucciones del Capitán General consistían en
aceptar a hombres de todas las castas, exceptuando sólo a los indígenas y
negros. No obstante, si los blancos consideraban repugnante mezclarse con las
castas, Villalba debía decidir las acciones a seguir. Algunos ejemplos son los
21
Archer, Ejército, 1983, p.25 22
Ibid, p. 27 23
Albi, Banderas, 1990, p.24
5
regimientos de México, Puebla y Veracruz donde se formaron batallones o
compañías separadas de pardos y morenos. 24
A sólo dos años de la llegada de Villalba, los informes del Marqués de
Torre, Coronel del Regimiento de Lombardía, eran desalentadores ya que
indicaban que las milicias no estaban uniformadas, armadas ni entrenadas.
Mucho menos se llevaban a cabo las asambleas regulares para instruir a los
milicianos. Otra de las quejas constantes de los militares españoles era la
escasez de solteros en el reino, lo cual excluía automáticamente a una gran
cantidad de hombres del servicio. 25 Tras el retiro de Juan de Villalba de Nueva
España, el mando del ejército se transfirió a tres autoridades; al virrey Carlos
Francisco de Croix, al Marqués de Torre, quien se convirtió en General de
Infantería, y a Francisco Douché, Coronel del Regimiento de Caballería del
Príncipe e Inspector General de Caballería y Dragones.26
Tras estos primeros intentos, en 1768 se dio a conocer la Ordenanza
para el establecimiento de un ejército americano en la cual se establecieron las
obligaciones de los miembros del ejército y la manera en que se debía
estructurar cada cuerpo. Durante este periodo se crearon nuevas unidades
milicianas en Valladolid, Guadalajara, Pátzcuaro, Oaxaca; así como a largo de
las costas de Tampico y Pánuco.27 No obstante, para los militares enviados
desde la península resultó muy difícil el proceso de adaptación a la cultura y al
territorio en general. Muchos de ellos tuvieron un punto de vista negativo del
país y su población aún después de un largo periodo en el reino.
Los virreyes se convirtieron en los responsables directos de mejorar el
ejército y culparon del fracaso a los inspectores generales y a los comandantes,
quienes a su vez transfirieron la responsabilidad de las fallas a los pobladores o
a la escasez de fondos que limitaba el número de elementos que la metrópoli
24
Ibid, p. 27 25
Ibid, p. 55 26
Ibid, p. 27 27
Ibid, p. 29
6
era capaz de enviar. Lo cual imposibilitó el establecimiento de un cuerpo
significativo de regulares europeos en el virreinato. Estas excusas, se
convirtieron rápidamente en una cadena de culpabilidades dentro de la cual
ningún sector fue capaz de reconocer sus faltas. Durante la década de 1770, el
virrey Antonio Ma. de Bucareli buscó dar estabilidad al ejército novohispano. En
su opinión, la razón del fracaso de esta institución era la falta de cooperación
entre las diferentes autoridades responsables del reclutamiento. Su solución
consistía en crear una relación de trabajo estrecha entre alcaldes mayores y
otras justicias antes de iniciar el alistamiento de las milicias.28
En 1776, Pedro de Gorostiza, inspector general de las tropas de Nueva
España, envió un informe acerca del estado del ejército a José de Gálvez,
ministro de Indias, convencido de que no se habían alcanzado avances de casi
ninguna clase, pues los soldados de medio tiempo no podían contar con el
grado de entrenamiento necesario para enfrentarse a otro ejército.
Teóricamente, la eficacia de estos cuerpos dependía de ampliar las unidades
regulares a tres regimientos de infantería completos, tres batallones de
infantería de pardos, más los dos regimientos existentes de dragones, una
unidad de lanceros de Veracruz y dos compañías de artillería, aumentando el
número de efectivos a 7 114 hombres.29 Sin embargo, este plan se vio reducido
tras la guerra contra Gran Bretaña (1781-1783).
Durante esta época, no sólo se enfrentaron problemas para conformar al
ejército regular sino también para formar una milicia provincial con el fin de
apoyar a las tropas veteranas. Rodríguez Venegas señala que desde 1765
hasta 1780 se habían gastado 2 789 843 pesos en la formación y
mantenimiento de las milicias; es decir 185 989 pesos al año. Durante este
periodo el plan de defensa estuvo basado en las milicias urbanas en el Pacífico
28
Instrucciones, 1991, p. 1147 29
Archer, Ejército, 1983, p. 36
7
y en el Golfo;30 paralelamente, el esfuerzo de organizar al ejército novohispano
iba acompañado de la tarea de conseguir recursos para sostener a las fuerzas
españolas presentes en el Caribe.31 Sin embargo, las unidades regulares se
vieron debilitadas por deserciones y problemas de disciplina.32
En la década siguiente, a pesar de los esfuerzos llevados a cabo durante
los años anteriores, los capitanes generales y los oficiales no habían cumplido
sus esperanzas mínimas en torno al establecimiento de un ejército estable.
Dicha situación obligó al virrey Matías de Gálvez a encargar un estudio acerca
del estado del ejército al General Francisco Crespo quien analizó el pasado,
presente y futuro de la corporación, así como los riesgos y obstáculos físicos
para la formación de nuevos cuerpos. Desde su perspectiva, la solución era
crear un ejército capaz, evitando la americanización, y fomentando la
conservación de la moral. Razón por la cual, los europeos debían ser
transferidos regularmente y de esta forma se podría impedir que se
establecieran vínculos con la sociedad novohispana.33 En pocas palabras, se
trataba de volver al proyecto original de Villalba.
A principios de 1790 el virrey Juan Vicente de Güemes, segundo conde
de Revillagigedo, presentó un nuevo plan militar de milicias en el que se
buscaba reconstruir al ejército desde su base, siguiendo la política de eliminar
los cuerpos existentes para crear nuevos, bajo el siguiente argumento:
A pesar de incesantes desvelos y crecidos gastos para el buen estado de los cuerpos provinciales del reino, siempre era muy dudosa la subsistencia de la tropa miliciana, y más dudosa la aptitud de los individuos veteranos y seguras las noticias de lo poco que podía esperarse de los oficiales del país, por carecer de las circunstancias
30
Rodriguez, “Sociedad”, 1996, p. 86-90 31
Estas aportaciones se clasifican en cuatro categorías: 1) aportación económica, 2) abastecimiento de víveres, 3) ayuda con material estratégico y 4) aportación de elementos humanos (combatientes y marineros). Rodriguez, “Sociedad”, 1996, p. 91 32
Archer, Ejército, 1983, p. 38 33
Kahle, Ejército, 1997, p. 32
8
necesarias y conducentes, o por estar domiciliados en parajes muy distantes de sus compañías.34
El virrey ponía en tela de juicio la eficacia del ejército para reaccionar ante una
rebelión generalizada, pero igualmente dudaba que una potencia extranjera
fuera capaz de dominar el territorio, identificando que el secreto de mantener el
gobierno español dependía de dos factores: “el amor y la ilusión.” 35 Esta frase
refiere a que más allá de la fuerza militar, la seguridad del reino estaba
fundamentada en la fidelidad de la gente hacia el rey.
La política militar de Revillagigedo consistió desbandar a todas las
unidades para crear nuevas. En 1792, de las unidades que existían a la llegada
del virrey, el Regimiento de la Corona era la única unidad de infantería regular
que quedaba en toda la Nueva España. Después de haber dispersado a la
mayoría de los regimientos y de los batallones provinciales, el virrey
Revillagigedo descubrió que no tenía suficientes tropas para cuidar las ciudades
y procurar su defensa ante un posible ataque.36 Su sucesor, el virrey Marqués
de Branciforte decidió retomar el plan de Francisco Crespo para aumentar el
número y la calidad de los soldados en Nueva España. En 1797 se comenzó a
considerar la creación de una ordenanza para restructurar el ejército. Gracias a
esto se planeó la creación de un sistema de brigadas compuesto por diez
cuerpos. Tras el retiro de Branciforte en 1798 fue el virrey Miguel José de
Azanza el continuó con la tarea comenzada por su predecesor. Ratificó a Félix
María Calleja como comandante de la brigada de San Luis Potosí, y poniendo al
frente de los demás cuerpos a los intendentes de cada región.37 Sin embargo,
a principios del siglo XIX, los casos en los cuales los cuerpos militares habían
sido prácticamente abandonados por las autoridades eran numerosos.38
34
Instrucciones, 1991, p. 1283 35
Archer, Ejército, 1983, p.28 36
Instrucciones, 1991, p. 1283 37
Ortiz, Guerra, 1998, p.58 38
Albi, Banderas, 1990,p.38
9
Así, los proyectos e iniciativas puestos en práctica a lo largo de casi 30
años se vieron opacados una y otra vez. En primer lugar, la política adoptada
desde el establecimiento del ejército consistía principalmente en el
entrenamiento de cuerpos militares. Su base era el sistema de noria, a través
del cual se evitaría la americanización del ejército. Debido al costo y baja
eficacia de esta estrategia, el relevo de unidades en América39 sólo duró
aproximadamente 20 años,por causa de la falta de unidades regulares que
pudieran ser relevadas con frecuencia.40 En segundo lugar, tras la llegada del
virrey Revillagigedo se trató de reformar al ejército desde la raíz, privilegiando al
ejército regular. Sin embargo, la falta de fondos así como los pocos efectivos
disponibles para su regeneración llevaron a este proyecto al fracaso. Por lo
cual, el virrey Branciforte retomó el proyecto de reforma y creación de nuevas
unidades presentado por Francisco Crespo, que técnicamente representó el
retorno al plan original de Villalba. Por tanto, la falta de continuidad en las
políticas impidió el funcionamiento óptimo de esta institución. En el siguiente
apartado podremos ver más a fondo cómo se pretendía financiar al ejército y
algunos de los problemas que presentó esta situación.
El financiamiento del ejército realista 1760-1797
El establecimiento del ejército en Nueva España trajo consigo algunos temores,
los principales eran que representara un cuerpo poco eficaz y que constituyera
una fuga de los ingresos del Tesoro.41 Esta situación fue una constante a lo
largo del siglo XVIII. Si bien, los fondos que la corona pretendía destinar al
establecimiento de un cuerpo de defensa continental eran escasísimos, también
se buscaba evitar la americanización del mismo.42 De esta manera, se
39
Ante la escasez de unidades peninsulares, se consideró el relevo de cuerpos de distintos territorios americanos. Albi, Banderas, 1990,p.36 40
Ibid, p.38 41
Archer, “Bourbon”, 1978, p. 316 42
Para más información sobre el tema: Albi, Banderas, 1990. Archer, Ejército,1983. . Archer, Bourbon,1981, . Archer, Royalist, 1981. Kahle, Ejército, 1997. Marchena, Oficiales, 1982. Semprún, Ejército, 1992
10
presentaba una gran contradicción pues no era posible tener un ejército
continental formado en su mayoría por peninsulares y que estuviere financiado
por la élite novohispana.
El carácter del ejército regular novohispano era esencialmente defensivo,
por lo cual su establecimiento pasaba a un segundo plano frente a la
consolidación de una armada naval española.43 Con la creación de un cuerpo
de soldados regulares estacionados en el virreinato se hizo necesaria la
creación de un fondo para su manutención. Cabe destacar que el ejército
regular fue pagado con fondos provenientes de la Real Hacienda. Desde un
primer momento se pensó que las milicias se financiarían con impuestos locales
sobre productos como pulque, tabaco, y aguardiente de caña.44 La Ordenanza
de 1768 establecía que el caudal producido por estos impuestos debía ser
depositado en la caja de fondo de cada batallón con el fin de reclutar y
“entretener” la fuerza de cada compañía.45 Christon Archer señala que en
realidad la tesorería real no podía mantener a un ejército de soldados
regulares,46 pues tan solo el mantenimiento del sistema de noria había
consumido 2 000 000 de pesos desde 1764 hasta 1776 y no había mostrado
ningún progreso.47
No obstante, la existencia de cuerpos de milicia podía llegar a
representar una ventaja ante los altos costos de mantenimiento del ejército
regular. La organización de la milicia provincial en Nueva España seguía los
lineamientos de las milicias peninsulares. Una de las grandes ventajas que
representaba la presencia de esta clase de cuerpos era su costo, ya que un
porcentaje importante de sus miembros no cobraba sueldo fijo. Es decir, el
miliciano percibía un sueldo únicamente cuando era movilizado. Si bien su
43
Archer, “Bourbon”, 1978, p. 317 44
Ibid, 1978, p. 316 45
Ordenanza, 1768 46
Ibid, 1978, p. 317 47
Ibid, p. 317
11
mantenimiento era mucho menor al de un ejército regular, su movilización
implicaba aumentar los gastos del erario y desde los puntos de vista político y
económico era una fuente potencial de problemas debido a que los miembros
debían dejar sus trabajos y hogares. No obstante, teniendo en cuenta las
dimensiones del territorio, los cuerpos fijos eran insuficientes, y hasta cierto
punto las milicias compensaban las deficiencias de estos.48
A pesar de lo anterior, los impuestos aprobados para mantener a las
milicias generalmente no podían cubrir los costos de operación, menos aún si
se considera que los cuerpos debían contar con uniformes, armas, equipos y
caballos apropiados.
Una característica principal de los impuestos establecidos consistía en
que eran administrados por los cabildos, donde la falta de censos debilitaba la
posibilidad real de crear cuerpos eficaces; de esta forma su papel no terminaba
en reclutar y movilizar a hombres, pues se esperaba que fungiera como órgano
regulador y abastecedor. El privilegio de nombrar a los candidatos a oficiales
por parte del cabildo se traducía en poder real de lucha contra los peninsulares.
Las élites locales veían en los cuerpos militares una opción de afianzar su
posición social y política, así como gozar de fuero militar49 sin cumplir de
manera cotidiana con las obligaciones castrenses.50 Por medio del control de
los cabildos, las élites trataban de poner su sello a los regimientos y a los
batallones provinciales. 51De esta forma, el primer intento de organización de los
cuerpos militares provocó un conflicto frontal entre la corona y las élites
48
Juan Ortiz Escamilla, Pueblos, 1997, p. 27 49
El fuero es una tradición jurídica a que sea aplica a los miembros de una institución o territorio, por tradición, para que puedan cumplir mejor sus funciones o como compensación de servidumbres. El fuero castrense supone una serie de privilegios que el rey otorgaba a todos los militares que servían en sus tropas y gozaban de un sueldo abonado por las tesorerías del ejército. Salas, Ordenanzas, p. 64 50
Archer, Ejército,1983, p. 57 51
Ibid, p.86. Cabe destacar que en las disputas entre los cabildos y el ejército se reflejaban los aspectos de rivalidad criollos-peninsulares, así como entre soldados y civiles Si bien, los cabildos eran importantes en el antiguo sistema de milicias parecía que esta situación iba en detrimento de la corporación. Archer, “Bourbon”, 1981, p. 324
12
provinciales, pues los rangos más altos eran ocupados por los soldados
expedicionarios. Sin embargo, debido al incremento de tropas, las pocas
posibilidades para cubrir sus gastos y la presencia de las élites locales en las
milicias hizo que el sistema de defensa dependiese casi en su totalidad de
grupos de capital criollos.52
A partir de 1786 con la aparición de la Real Ordenanza para el
establecimiento e instrucción de intendentes de ejército y provincia en el reino
de la Nueva España, se buscó afianzar la concentración política para establecer
un régimen gubernativo uniforme53 dividiendo en cuatro grandes categorías las
responsabilidades del intendente: Justicia, Hacienda, Policía y Guerra. En
materias de guerra, la ordenanza buscaba que el intendente fuera el
responsable directo de la subsistencia, economía y policía de las tropas.54
Según el artículo 250 de la Ordenanza serían estos funcionarios los encargados
de cuidar todo “lo correspondiente a guerra que tuviera conexión con Real
Hacienda.”55A lo largo de los 52 artículos dedicados a establecer las
responsabilidades relativas al ámbito de guerra se puede apreciar la gran labor
logística que el intendente llevaría a cabo en caso de la movilización de las
tropas de su provincia.
Así se podría alcanzar de una forma más congruente el objetivo de las
ordenanzas de Carlos III que buscaban despojar al militar de identidades de
nobleza, sangre y pertenencia a una corporación. Esto significaba que se
subordinaba cualquiera de estas situaciones al cumplimiento de las
obligaciones propias de cada rango.56De esta manera, la única lealtad que
guardarían los miembros del ejército sería al rey y no a diversas corporaciones.
52
Semprún, Ejército, 1992, p. 127 53
Gayol, “Altar”, 2005, p. 114 54
Ordenanza, 1786, artículo 1 55
Ibid, artículo 350 56
Gayol, “Altar”, 2005, p. 114
13
Las tareas del intendente en el ámbito bélico podrían dividirse en dos grandes
rubros que serían las finanzas del ejército y el sostenimiento de las tropas. Sus
responsabilidades abarcaban la administración de los fondos para cubrir
sueldos, formalizar extractos de revista, asegurar la existencia de fondos para
pagar a las tropas, así como pagar los bagajes de las tropas y supervisar la
fabricación de armas.57 A la altura de 1788 Antonio Crespo reconoció que el
erario de Nueva España era incapaz de “costear el sostenimiento de ejército de
tropas veteranas, cuyos situados anuales llegarían a 3 000 000 de pesos por la
parte más corta”.58 Durante el gobierno del Virrey Revillagigedo se buscó
conocer la cantidad que generaban los arbitrios destinados al pago de los
cuerpos militares, por esta razón a su llegada al territorio novohispano en 1789
dio orden de remitir los estados mensuales de cada ramo junto con una
explicación de los gastos que se hacían en cada población (ver tabla 1). 59
Tabla 1: Arbitrios destinados al pago de las milicias, 1792
Población Impuesto
Oaxaca 4 reales por carga de azúcar
4 reales por carga de cacao
Querétaro
2 reales por carga de lana
1 real por carga de harina
4 reales en Barril de Vino [extinto en 1779]
Guanajuato 1 real por fanega de maíz
2 reales por fanega de harina
Celaya, Salvatierra, Acámbaro y Salamanca 1 real por carga de harina
Acapulco 4 reales del cacao de Guayaquil
San Luis Potosí No hay
Guadalajara No hay Elaborado en Base a la “Relación Reservada que el conde de Revillagigedo dio a su sucesor en el mando, Marqués de Branciforte sobre el gobierno de este continente en el tiempo que fue su
virrey” publicado en Instrucciones, 1991, pp. 1146-1147
57
Ordenanza, 1786, artículos 350-392 58
Real Orden de Octubre de 1788 citada en Instrucciones, 1991, p.1283. 59
Instrucciones, 1991, p. 1171.
14
A partir de estos informes se calculaba que debido al gran número de
milicias, el gasto ascendía a 90 000 pesos anuales y los arbitrios establecidos
solo producían 45 000 pesos. Por esta razón Revillagigedo mandó a aumentar
el 0.5% de alcabala con el fin de cubrir el faltante; sin embargo, se decidió que
este aumento era poco conveniente en comparación de cualquier gravamen
sobre el tabaco o estanco de chinguirito.60
Para 1792, el ejército regular provincial costaba 2 853 591 pesos sin
incluir la defensa de fronteras, reparación de fortificaciones, armas y
municiones, uniformes nuevos, y el pago a los situados.61 Paralelamente, el
virrey Revillagigedo denunciaba la falta de cuarteles para las tropas. Además, y
a pesar del aumento en los costos de vida y a treinta años de su creación, los
soldados seguían percibiendo los mismos salarios que en 1760. Por ejemplo,
un coronel de infantería recibía 2 616 pesos anuales, y un capitán granadero
912, por lo cual muchos oficiales y soldados vivían del crédito y contraían
muchas deudas. 62 Durante este periodo se desvanecieron numerosos cuerpos,
debido a su elevado costo y poca eficacia63 con la esperanza de crear nuevos.
Durante el gobierno del Virrey Marqués de Branciforte se denunció la casi
inexistencia de las milicias, y la poca eficacia de las fuerzas dispersas,
asegurando que era necesario el restablecimiento del ejército.64
Podemos decir que a finales de siglo, cuando la monarquía española se
unió a Francia en la guerra contra Gran Bretaña, en 1797, se abrió una nueva
época para el ejército ya que más de 6 000 milicianos fueron acantonados en
Veracruz con el fin de proteger el puerto de un posible ataque. 65 No obstante,
como resultado de las inconsistencias en los planes del ejército aplicados desde
la creación de esta institución en 1762, las poblaciones que los recibieron no
60
Instrucciones, 1991, p .1146 61
Archer, “Bourbon”, 1981, p.335 62
Ibid, 1981, p.339 63
Instrucciones, 1991, p.1283 64
Ibid, pp. 1283- 1288 65
Mc Farlane,Ejército, 2008,p. 236
15
estaban preparadas para mantener a tantos individuos.66 Igualmente, las quejas
de los milicianos no se hicieron esperar debido a las alteraciones sociales y
económicas que causó su acantonamiento, así como el gran número de vidas
que había costado.67
El virrey Branciforte declaró que los gastos del ejército habían sido
“inexcusables” a pesar de que se había procurado economizarlos en medida de
lo posible.68 Cabe destacar que para esta tarea se estableció un ministerio de
real hacienda provisional gobernado por un intendente con honores de
ejército.69 A la llegada del virrey Azanza en 1798 se ordenó el recorte de los
gastos militares, dando fin al acantonamiento que había durado un año e
implicado un gasto de 2 000 000 de pesos a la Real Hacienda.70 A partir de ese
momento se enviarían 760 hombres para las unidades estacionadas en la
Habana y se acantonaría permanentemente a los regimientos de la Corona y
Nueva España junto con algunos miembros de la milicia.71
Dejando de lado la eficacia y el costo de este sistema, podemos decir
que a partir de este episodio se establecieron los cimientos para el desarrollo de
los cuerpos militares en la primera década del siglo XIX, tema que será tratado
en el siguiente apartado.
El ejército Realista 1797-1810
A raíz del acantonamiento de 1797 se hicieron evidentes algunas deficiencias
dentro de la preparación del ejército. Esta fue la razón por la cual en 1800 se
decidió concentrar al grueso de las tropas con el fin de impartir instrucción a
todos los regimientos del territorio novohispano. Los acantonamientos fueron
66
Escamilla, Teatro, 2008, pp.103-105 67
Mc Farlane ,Ejército, 2008,p. 236 68
Instrucciones,1991, p.1288 69
Ibid, p.1288-1290 70
Escamilla, Teatro, 2008, pp.103-105 71
Mc Farlane, Ejército, 2008, pp. 236-238
16
repetidos anualmente durante la primavera en los pueblos de Xalapa, Orizaba y
Córdoba. Durante su estancia los soldados debían adquirir los conocimientos
básicos para la práctica militar.72
Los informes acerca del acantonamiento de tropas no son numerosos,
sin embargo existen algunos datos que nos permiten conocer su estado general
en los años anteriores al estallido de la Guerra de Independencia. El trabajo de
Alexander von Humboldt, Ensayo político provee un estado detallado de la
composición de los cuerpos realistas en 1804. Entre milicias y ejército regular
se alcanzaba un total de 32 000 efectivos. Sin embargo, de ellos sólo 9 919
pertenecían a cuerpos de línea.73 Igualmente, a través de los trabajos de Juan
Ortiz Escamilla74 sabemos que el acantonamiento anual llegó a reunir al menos
a 5 000 soldados.75 Esto representaba una gran movilización de recursos, pues
se debía procurar el pago de sueldos, la provisión de alimentos y uniformes, así
como la existencia de hospitales y un techo para los militares acantonados. 76
Para 1806 el ejército contaba con 5 260 efectivos de los cuales 4 470 se
presentaron para el acantonamiento en las villas de Orizaba, Perote y Córdoba.
Como podemos ver en la tabla 2 el ejército acantonado estaba formado por
siete regimientos, diez batallones y 75 compañías. Dentro de ellas, la mayor
fuerza estaba representada por la infantería que constituía el 87% de los
cuerpos , mientras que los dragones alcanzaban apenas un 14%. Igualmente
72
Escamilla, Teatro, 2008, p. 109 73
Humboldt, Ensayo, 1966, p.554. 74
Escamilla, Teatro, 2008. Escamilla, Fuerzas, 2005. Escamilla, Guerra, 1997. 75
La cifra conocida para los acantonamientos no es exacta, pues mientras el virrey Branciforte hablaba de aproximadamente 7000 hombres, Anthony McFarlane proporciona un número aproximado de 6000 soldados basándose en la Gaceta de México, igualmente Juan Ortiz Escamilla provee una cifra de 5 000 hombres, mucho más congruente con los resultados de esta investigación. Instrucciones, 1991, p. 1283. McFarlane, 2008, p.237. Escamilla, Teatro, 2008, p.100. 76
Estas tareas, fueron estipuladas en la Ordenanza como responsabilidad del intendente del ejército. Ordenanza, 1786.
17
podemos percatarnos de que el 97% de los individuos pertenecían al rango de
cabos y soldados con sueldos diarios de tres y dos reales respectivamente.77
Tabla 2: Composición general del ejército acantonado en Veracruz durante 1806
Nombre de los
regimientos Batallones Escuadrones Compañías
Oficiales y
Suboficiales
Cabos y
soldados
Presentes en el acantonamiento
Corona (Infantería) 2 14 84 895 852
Nueva España (Infantería) 2 14 70 652 664
Provincial de Valladolid (Infantería) 2 10 46 758 800
Dragones de Nueva España (Caballería) 2 6 34 288 292
Provincial de México (Infantería) 2 10 54 712 749
Dragones de México (Caballería) 4 11 52 329 307
Provincial de Toluca (Infantería) 2 10 53 740 806
Total 10 6 75 393 4 374 4 470
Fuente: AGN, Indiferente Virreinal, caja 34 98, exp.12.
En gran medida la falta de fuentes que nos refieran a la composición de
los cuerpos dificulta el análisis del gasto que se llevaba a cabo dentro de las
corporaciones. Sin embargo, podemos observar que durante la segunda mitad
de 1807 la tesorería del ejército acantonado registró un egreso de 11 445 062
pesos, de los cuales sólo 4 355 388 pesos se pueden considerar gastos
pertenecientes al ejército acantonado en Veracruz (ver Tabla 3 y Gráfica 1),ya
77
Caja Matriz, caja 185.
18
que los demás registros consisten en envíos hacia otras tesorerías, depósitos y
buenas cuentas de las cuales no se tiene mayor conocimiento.
Tabla 3: Egresos de la contaduría del ejército acantonado en Veracruz, Junio- Diciembre 1807, agrupados por categoría
Categoría Ramo Total en Pesos
Total general
en pesos
Ramos de Real
Hacienda
Gastos generales del ministerio 22 459
23 796
Montepío Militar 1 333
Inválidos 4
Sueldos
Pagas del estado mayor del ejército y oficiales de cuerpos ajenos al cantón 2 245 669
4 122 159 Pagas de tropa reglada 1 876 490
Obras
Obras de cuarteles, hospitales y utensilios de unos y otros 117 786
151 950
Obras del almacén de Pólvora 15 192
Gastos del lazareto de cerrogordo 8 646
Gastos del campamento del encero 7 014
Gastos de la Maestranza de Artillería 3 246
Gastos del lazareto del Encero 66
Gastos de Campamento
gastos generales del acantonamiento 481 13
57 483
Correos 65 26
Estancias de botica de militares y enfermos 28 44
Total 4 355 388 4 355 388 Fuente: AGN, Caja Matriz, caja 617.
19
Gráfica 1: Egresos de la contaduría del ejército acantonado en Veracruz, Junio- Diciembre 1807, agrupados por categoría
Fuente: AGN, Caja Matriz, caja 617.
En primer lugar, los gastos por concepto de sueldo representaban el 95%
del total. Cabe destacar que a pesar de que el sueldo de los oficiales era mucho
mayor al del grueso de los soldados, proporcionalmente no debía exceder al
último. Sin embargo, debido al poco detalle proporcionado en la fuente, existe la
probabilidad que este monto también corresponda a pagos de sueldos
atrasados. En segundo lugar encontramos los gastos agrupados bajo la
categoría “obras”, dentro de ella se concentran los trabajos hechos para
generar condiciones que permitieran sostener al ejército sobre el campo. Lo
anterior implicaba la construcción y reparación de casas y cuarteles.
Igualmente, los gastos del lazareto de Cerrogordo y el Encero que se referían al
hospital destinado a los militares con enfermedades infecciosas. En tercer lugar,
en la categoría denominada “gastos de campamento” se incluyeron los “gastos
generales del acantonamiento” otro rubro de difícil definición, ya que puede
incluir el pago de proveedores, sueldos a funcionarios, transporte, entre otros.
0.50%
94.68%
3.5%
1.32%
Ramos de Real Hacienda
Sueldos
Gastos de Campamento
Obras de Mantenimiento
20
Igualmente, el pago de correos indispensable para mantener la comunicación
con las autoridades y por último las estancias en el hospital debido al gran
número de enfermedades que se presentaban a raíz del clima y las condiciones
sanitarias de los cuarteles. Por último, en cuarto lugar los “ramos de Real
Hacienda” como el montepío (contribuciones de generales y particulares para
asegurar la pensión de sus viudas e hijos)78 y el pago a inválidos(descuento
sobre el sueldo con el fin de socorrer a los inválidos inutilizados en la carrera de
armas)79 importaron sólo el 0.5% del total.
El acantonamiento de tropas en Veracruz fue una práctica que se dio
hasta 1809 de forma continua hasta 1810 con el fin de entrenar a las tropas en
caso de una invasión extranjera. Según los datos proporcionados por Christon
Archer, para septiembre de 1810, momento del estallido de la guerra, existían
cuatro regimientos de infantería de línea (Corona, Nueva España, México y
Puebla), dos regimientos de dragones (España y México), algunas compañías
independientes de infantería y de dragones así como tropas presídiales de
guarnición en las provincias internas y tres compañías independientes de
artillería.
Igualmente, a través de las listas de revista, podemos saber de la
existencia del batallón del regimiento de infantería provincial de Tlaxcala el
batallón del Regimiento de Infantería de Puebla80 y el Regimiento de
Dragones.81 Como podemos ver en el mapa 1, ninguno de estos cuerpos se
encontraba cercano al centro de la insurrección. Sin embargo, debemos
destacar que posteriormente serían movilizados a la lucha.
.
78
Maniau, Compendio, 1794, p.63 79
Ibid, 1794, p.62 80
AGN, Caja Matriz, caja 31 81
AGN, Indiferente Virreinal, caja 1873, expediente 12.
21
Mapa 1: Cuerpos regulares del ejército y patriotas existentes en 181082
82
La mayoría de los cuerpos regulares del ejército se encontraban en las capitales de intendencia.
22
Por otra parte, el Libro Real Común del Ejército de Operaciones para el
periodo de octubre-diciembre de 1810 nos permite entrever la existencia de otros
cuerpos. En la tabla 4 podemos apreciar la presencia de diferentes unidades
militares y los gastos que se efectuaron para su manutención durante los primeros
meses de la guerra. Este es el primer informe que se tiene para los gastos del
ejército durante 1810. En primera instancia observamos los sueldos que se
pagaron a los once cuerpos que formaban el ejército regular durante los primeros
cuatro meses de insurrección. La mayoría de ellos, pertenecientes al centro del
país, serían movilizados a finales del mes de septiembre. Este rubro importó el
73% de los gastos. La segunda categoría titulada sueldos pagados a cuerpos no
regulares importó un gasto mucho menor que representó el 12% del total. Bajo
este rubro se agruparon milicias y compañías de patriotas, algunas formadas a
raíz del estallido de la insurrección. Igualmente, podemos ver la participación de
indios, exentos en un principio del servicio militar, dentro de la defensa del
territorio como apaleros o mecheros.
El ejército no estaba concebido para hacer frente a una situación como la
que se produjo a partir de 1810, ni su composición era la más adecuada para ello,
como tampoco lo eran su distribución geográfica o su doctrina de empleo
esencialmente defensiva. Juan Ortiz Escamilla argumenta que “en Nueva España
no había una tradición militar y en la práctica no existía tal ejército sino que se
construyó a partir de la guerra”.83A la luz de lo tratado, no podemos hablar de la
creación de un ejército a partir de 1810, pues a pesar de que inicialmente tuvo una
respuesta tardía, fue en base a los regimientos existentes que se pudieron
estructurar nuevos cuerpos en Nueva España. De la misma forma, como en
muchos puntos de América, existían numerosas compañías milicianas no
disciplinadas que fungirían como un gran apoyo para las fuerzas realistas.84
83
Ortiz, Guerra,1997, p. 19. 84
AGN, Caja matriz, caja 286.
23
Tabla 4: Egresos por categoría de la tesorería del ejército de Operaciones, Octubre-Diciembre 1810
Categoría Ramo Total en
pesos
Total general
en pesos
Sueldos de Ejército Regular
Lanceros 69 700
215 852
Dragones de San Carlos 26 200
Cuerpo de caballería de frontera de Nuevo Santander 26 000
Dragones de San Luis 26 000
Dragones de Puebla 20 000
Columna de Granaderos 19 000
Infantería de la corona 14 500
Dragones de México 6 000
Compañía de lanceros de la guardia del señor general 3 652
Dragones de España 3 000
Dragones de Querétaro 1 800
Sueldos de Milicias y
Otros
Marqués del Parral para las avanzadas de su mando 14 000
35 188
Indios Apaleros 2 500
Indios Mecheros 2 000
Buenas Cuentas a los Patriotas 15 000
Voluntarios de Guanajuato 750
Anticipaciones 500
Voluntarios de Celaya 400
Sueldos de dependientes del ejército 38
Ramos de Real
Hacienda
Depósitos de bienes aplicables a la tropa 7 661
22 844
Gastos extraordinarios del ejército 7 066
Gratificaciones 6 490
Socorros a oficiales sueltos 1 627
Víveres Proveedurías 14 965 1 4965
Gastos de Campa-mento
Parque de artillería 2 200
5 573
Tiro de Artillería 1 590
Artillería 1 200
Fletes 583
Total 294 422 294 422 Fuente: AGN, Caja Matriz, vol. 2767
24
Cabe mencionar que el envío de tropas peninsulares a Nueva España no
fue inmediato y además enfrentó un gran número de problemas que iban desde el
financiamiento, las disposiciones legales para aprobar su envío y problemas de
traslado. 85
Juan Ortiz Escamilla señala que la contrainsurgencia se constituyó en
cuatro niveles: el primero mediante la formación de un ejército hispanoamericano,
segundo con el servicio de milicias provinciales, tercero con “los patriotas
distinguidos”, y finalmente con los “Fieles realistas defensores de Fernando VII”,
estos últimos serían fusionados a partir del plan Calleja en 1811 bajo el nombre de
“compañías patrióticas”.86
A la luz de este estudio, resulta impreciso afirmar que el ejército fue
constituido a partir de 1810, ya que a pesar de su “poca disciplina y escasa
formación”87 fue en base a las estructuras de las fuerzas armadas novohispanas
que se da paso a la consolidación del ejército realista y a la creación de un ejército
insurgente. Aún en los momentos más tempranos de la guerra se puede constatar
la participación de cuerpos regulares del ejército realista, un ejemplo es la batalla
de Monte de las Cruces encabezada por el general Torcuato Trujillo, quien
disponía de 1330 infantes, 400 dragones, 2 piezas de artillería88. Si bien, no
contamos con muchos estudios acerca de esta batalla, se confirmó la presencia
del batallón dos villas y los dragones de México en esta batalla. Numéricamente
este ejército se encontraba en desventaja, pero el conocimiento de estrategias
militares permitía compensar las debilidades del mismo
Una situación similar se presentaría en la batalla de Puente Calderón en
1811. Con esto nos referimos a que la experiencia de los jefes militares permitía la
creación de estrategias de ataque eficaces para hacer frente a cuerpos totalmente
85
Ramírez, Súbditos, 2010, p.51. 86
Ortiz, Pueblos, 1997, p.63. 87
Ibid, p.61. 88
Victoria, “Provincia”, 1988 p. 659
25
desorganizados.89 Con lo anterior nos referimos a cuestiones de estrategia, ya que
como veremos más adelante, los jefes realistas aprovecharon esta clase de
batallas en campo abierto para aplicar las tácticas aprendidas durante el
entrenamiento militar. En muchos casos, la historiografía oficial suele atribuir los
triunfos de los realistas a las ventajas tecnológicas de estos frente al bando
insurgente; sin embargo, autores como Lucas Alamán y Carlos María Bustamante
señalan que uno de los grandes problemas de los insurgentes fue la
desorganización de los individuos que conformaban el ejército.
Para finalizar este apartado podemos decir que la baja eficacia de las
fuerzas armadas no respondía exclusivamente a razones sociales o monetarias,
pues la falta de continuidad dentro de las medidas adoptadas por el gobierno para
el establecimiento de cuerpos armados en Nueva España provocó la falta de
avances concretos. Así durante al menos 40 años se luchó por el establecimiento
de un ejército eficaz. Y si bien, la respuesta ante el estallido de la guerra fue lenta
no podemos negar la existencia de un ejército regular en Nueva España, la falta
de instrucción y organización fue producto de medio siglo de disputas en torno al
manejo de la institución. Sin embargo, también fue esta escasa instrucción la que
dio ventaja al ejército realista en las primeras batallas frente a los insurgentes.
89
Vázquez, Puente, 2010, p. 46
26
Capítulo II. El sitio de Cuautla: escenario y desarrollo
El sitio de Cuautla es uno de los episodios más representativos de la guerra
de Independencia, por ello a lo largo de 200 años ha sido objeto de diversas
investigaciones. Como ya hemos mencionado, autores como Lucas Alamán,
Carlos María Bustamante y José Ma. Luis Mora dedicaron parte de sus obras a
narrar este suceso.
Posteriormente, durante la primera mitad del siglo XX, se llevaron a cabo
numerosas investigaciones acerca del tema. Destacan entre ellas la de Luis
Chávez Orozco, así como el trabajo de Rubén García y Pelagio Rodríguez. En
este capítulo se busca dar un pequeño contexto del espacio de la región
denominada como “tierra caliente”, para de esta manera poder comprender las
razones que caracterizaron al sitio de Cuautla, tal como su duración y los recursos
que se invirtieron en su defensa. En un segundo apartado se hace recuento de
las acciones llevadas a cabo durante los 72 días del sitio.
Una breve síntesis: El espacio de Cuautla-Cuernavaca
La región de “tierra caliente” comenzó a florecer aún muchos años antes de
la conquista española; ya en 1400 era codiciada por los gobernantes mexicas
debido a su posición estratégica y sus tierras fértiles.90 Sus llanuras están
atravesadas por tres ríos importantes, el río Tetecala, el río Yautepec y el río
Cuautla.91 Aptas para la agricultura, propiciaban la siembra de maíz, garbanzo,
frijol y chile, así como de una gran variedad de frutas. Los pueblos más
privilegiados en ese sentido fueron Yautepec, Cuautla y Yecapixtla donde además
se obtenía grana de cultivo y maguey.92
90
Crespo, Hacienda, 1996, p.33 91
Díez, Bosquejo, 1982, pp. 10-13. 92
Rodríguez, Pueblos, 1983, p. 99
27
Tras la llegada de Hernán Cortés la utilización de recursos en la zona
cambió drásticamente. Los espacios agrícolas antes dedicados al cultivo de maíz
y algodón disminuyeron frente a las plantaciones de caña de azúcar.93 Este
producto se propagó por todo el territorio después de la conquista y se convirtió
en el segundo género mercantil del virreinato de Nueva España durante el siglo
XVIII.94 Otros centros azucareros se establecieron en los estados actuales de
Veracruz, Jalisco, Oaxaca y Michoacán, sin embargo el núcleo principal de la
actividad azucarera virreinal se instaló en las alcaldías mayores de Cuernavaca y
Cuautla de Amilpas.95
A lo largo del periodo colonial se fueron constituyendo las haciendas
azucareras que determinaron el desarrollo social y económico de estas tierras. Su
base territorial fueron las mercedes reales, mediante la cuales se otorgaban
derechos sobre tierras, aguas e igualmente se autorizaba el cultivo de la caña de
azúcar.96 Mientras tanto, el cultivo de caña se llevó a cabo a lo largo de las
planicies y los valles de “tierra caliente”, ya que su clima tropical favorece el
crecimiento de esta planta.97 Además de esto, las lluvias presentes de junio a
octubre hacían disponible una gran cantidad de ojos de agua para el
abastecimiento de las haciendas. Catalina Rodríguez señala que los recursos
naturales de esta área eran “variados pero al mismo tiempo limitados.”98
Población
En Cuernavaca y Cuautla de Amilpas se localizaban 93 pueblos de indios
refundados, en su mayoría, por los españoles a lo largo de los siglos XVI y XVII.99
En esta zona la hacienda logró constituir un sistema laboral muy complejo, en
base a ella se configuraron las relaciones sociales y económicas dentro de la
93
Maldonado, Producción, 1984, p. 52 94
Sánchez Santiró, Azúcar, 2001, p.37 95
Reynoso, “Poder”, 2007 p. 44-46. 96
Ibid, 2007, p. 47. 97
Wobeser, Hacienda, 1989, p. 33 98
Rodríguez, Pueblos, 1989, p. 101 99
Reynoso, “Poder”, 2007, p. 59-64.
28
región. Sin embargo, la mayoría de la población de las alcaldías de Cuautla de
Amilpas y Cuernavaca no laboraba en ellas.100
Durante el siglo XVI la población de las haciendas era predominantemente
esclava; pero a partir del siglo XVII se registró una paulatina detención en la
compra de esclavos, que a su vez se relacionó con el aumento de población de
castas y la recuperación de población indígena. El siglo XVIII representó una
época de aumento demográfico y desde la segunda mitad del siglo comenzó a
detectarse una creciente diferencia étnica en la región a causa de la llegada de
mestizos, españoles y mulatos; igualmente, durante este periodo se registró un
gran descenso en el porcentaje de esclavos en la región. Veámos más a detalle
este momento.
Si bien, una parte considerable de la población no trabajaba en las
haciendas, éstas se impusieron como los núcleos productivos de la región ante las
comunidades campesinas indígenas, debido a la concentración de los recursos
naturales.101 Como hemos mencionado, este fue un momento de auge
demográfico, aunque con sus peculiaridades. Durante la época de 1770 a 1800 se
registró una disminución en la población indígena debido a dos factores: la
epidemia de viruela de 1779-1780, y las heladas y pestes de 1785-1786.102 A
pesar de esto mientras la población indígena disminuyó, durante el periodo de
1788 a 1801 se elevó la población mulata en un 110%.
Igualmente, durante la segunda mitad del siglo se registró un gran
descenso en el porcentaje de mano de obra esclava en las haciendas; en tan sólo
50 años el porcentaje había disminuido de 61% en 1743 a 4.2% en 1792.103 Así, la
población de las haciendas se constituiría principalmente por mulatos, negros
libres y gente de otras castas.
100
Sánchez Santiró, Azúcar, p. 111 101
Íbid, pp. 121 102
Ibid, p. 103 103
Ibid, p. 103
29
Cabe destacar que la zona denominada como “tierra caliente” era una de
las más densamente pobladas, ya que contaba con 77 000 habitantes, de los
cuales 11 058 residían en las haciendas. En el caso particular de Cuautla de
Amilpas se registraban 4 120 habitantes, de los cuales el 37.2% formaban parte
de la fuerza laboral de las haciendas.
Finalmente podemos decir que los cambios en las estructuras de
producción y asentamiento causaron un profundo impacto sobre las comunidades
indígenas asentadas en la región.104 Para finales del siglo XVIII una parte de la
población rural ya no se encontraba en condiciones de mantenerse por sus
propios medios, razón por la cual muchos habitantes se vieron obligados a trabajar
en las tierras de los hacendados, convirtiéndose en jornaleros, arrendatarios y
gañanes.105 Es decir, en términos socieconómicos la población estaba fuertemente
diferenciada entre jornaleros, campesinos, labradores, comerciantes, artesanos,
rancheros, fabricantes de aguardiente, hacendados, caciques e indígenas.
Economía
Desde 1580 hasta 1630 tuvo lugar un rápido cambio en los patrones de
tenencia y uso de la tierra. Tras la conquista, numerosos pueblos de indios se
vieron forzados a prestar servicios personales y trabajos a los españoles a través
de los sistemas de encomienda o repartimiento. Sin embargo, los pueblos de
indios se mantuvieron como tales hasta el siglo XVIII ya que habían conservado,
en conjunto, recursos suficientes como tierras laborables, bosques, aguas y
ganado para su sostenimiento como pueblos. Dichos recursos constituían su
patrimonio ante las haciendas. Igualmente, los pueblos fueron capaces de retener
su identidad indígena y uno de los factores que influyó fue la extensa migración
indígena a la región cañera a lo largo del periodo colonial.
104
Mentz, Pueblos, 1989, p. 98. 105
Wobeser ,Hacienda, p.197.
30
Por otra parte, los hacendados cañeros comenzaron la adquisición de
terrenos anteriormente indígenas por diversos medios: la simple apropiación de
mostrencos, la compra-venta directa a individuos indígenas o comunidades, la
recepción de mercedes reales o enfiteusis de los llamados censos perpetuos.106
En muchos casos, los españoles y mestizos establecieron vínculos con la
comunidad a través del matrimonio con indígenas, esto implicaba la adquisición
de los derechos y obligaciones propios de los indígenas. Entre ellos se encontraba
el pago de tributo, pero más importante era el acceso a los cargos de cabildo y las
tierras comunales. Dicha condición les permitía arrendar tierras, así como
contratar indígenas para labrarlas. No podemos olvidar, que en un principio, el
carácter de estas propiedades estas tierras era inalienable. Así, el asentamiento
de estos nuevos pobladores contribuyó al debilitamiento político y económico de la
población indígena.107
No obstante, para principios del siglo XVIII, las haciendas azucareras
habían logrado apropiarse de una porción de las tierras bajas irrigables, así como
la mayor parte del agua disponible de la zona. Cerca de 1770 se inició una época
de auge económico en Nueva España, la agricultura se expandió, la minería
floreció y el comercio, tanto interno como transatlántico, dio frutos. La industria
azucarera no fue la excepción, y esto permitió que la región de “tierra caliente”
tuviera un corto periodo de apogeo durante los últimos años del virreinato.108 A
partir de este periodo se inició una etapa de ascenso cuando los miembros del
consulado de México adquirieron haciendas azucareras en Cuautla de Amilpas y
Cuernavaca. Dichos mercaderes rehabilitaron los viejos trapiches e introdujeron
nuevas tecnologías, como resultado el valor de la tierra y del agua en la región
aumentó.
Fue en este mismo momento que la hacienda Buenavista, lindante con
Cuautla de Amilpas, pasó a manos de la familia García Villalobos, propietaria a su
106
Martin, Historia, 1983, p. 82 107
Hernández, Breve, 2002, p. 65 108
Wobeser, Hacienda, 1988, p.196.
31
vez de la hacienda Santa Inés. Para principios del siglo XIX ambos ingenios se
habían convertido en grandes productoras de azúcar bajo las manos de Martín
Ángel Michaus
Las haciendas desarrollaron un sistema laboral a partir del control de los
recursos naturales y del circulante, reforzado por el papel de las tiendas de raya.
Este control, colocaba bajo su mando a los jornaleros, trabajadores y residentes
de las comunidades. Es decir, fue el grupo de mercaderes de la ciudad de México
quien logró dar un nuevo impulso a la industria azucarera, reduciendo el
endeudamiento y aumentando el capital de las haciendas. Igualmente, la liquidez
de estos individuos permitió la estabilidad y continuidad de transmisión de
propiedades que trajo consigo un mayor aprovechamiento de los recursos.
Gracias a la enorme capacidad económica de estos propietarios fue posible
introducir innovaciones tecnológicas.109 Para 1805-1806, los mercaderes ya eran
dueños de alrededor de la mitad de las unidades productivas en funcionamiento
cuya producción representaba alrededor del 60% del total.110
La guerra de independencia significó una gran amenaza para la industria de
Cuernavaca y Cuautla de Amilpas. A raíz de la insurrección los hacendados
jugaron un papel primordial en la lucha contra los insurgentes, no sólo realizando
préstamos al imperio español, sino organizando milicias para la protección de sus
propiedades. Si bien, en 1791 se había levantado un padrón de milicias los
intereses de la época no permitieron el establecimiento formal de cuerpos de
defensa, lo cual se debió a la oposición de los dueños de haciendas para que sus
trabajadores formaran parte de milicias provinciales, dado que esto implicaría su
ausencia como fuerza laboral por periodos de tiempo prolongados.111
Durante la lucha de independencia las fuerzas realistas encargadas de
enfrentar a las tropas insurgentes se compusieron por el ejército permanente, las
109
Sánchez Santiró, Azúcar, p. 287. 110
Reynoso, “Poder”, 2007, p.55. 111
Ibid, p. 171
32
milicias provinciales y los patriotas distinguidos reforzados por batallones de
lanceros de las haciendas. Así, se dio forma a una milicia compuesta por
trabajadores de la agroindustria, cuyo principal objetivo era la autodefensa. Estas
guardias se integraron fundamentalmente con trabajadores de las haciendas de
Casasano, Calderón, El Hospital, Tenextepango, Coahuixtla y Mapaztlán.112
Los hacendados no pudieron evitar que las luchas tuvieran efectos sobre
sus propiedades. A finales de 1811 José María Morelos y Pavón se encontraba en
la zona de mayor número de haciendas azucareras de toda la región. Irving
Reynoso destaca que debido al historial de conflictos territoriales y afrentas con
los propietarios de las unidades productivas la rebelión cobró gran fuerza en la
región azucarera. Tras esto, hubo una serie pronunciamientos en Yautepec,
Jojutla, Jonacatepec Teteacala, Taltizapan, Anenencuilco, Cuautla, Mapastlán,
Totolapan y Yecapixtla donde muchos hombres se unieron a las fuerzas de
Morelos. 113
Teniendo en cuenta el contexto será más fácil percatarnos de la razón por
la cual resultaba fundamental el control de Cuautla. Pues, no sólo tenía una
posición estratégica cerca de la ciudad de México, también concentraba una gran
cantidad de recursos vitales para la economía novohispana. Igualmente, la
presencia de grandes intereses económicos de la élite virreinal en el territorio
hacía que la defensa de esta zona tuviera un carácter primordial para las
autoridades.
El sitio de Cuautla en el contexto de la guerra
Las guerras de independencia han sido estudiadas en numerosas ocasiones
debido a su importancia histórica, por lo cual “resulta legítimo preguntarse qué
sentido tiene volver, una vez más, sobre lo ocurrido en la antigua América
112
Ibid, p.171 113
Ibid, p. 173
33
española.”114 Si bien, el objetivo de esta tesis es estudiar el sitio de Cuautla, hay
que situar este hecho en el contexto de la insurrección.
Las fuentes para el estudio de los sucesos ocurridos en Nueva España
durante 1810 hasta 1821 son realmente numerosas, así como sus
interpretaciones. En muchos casos, las explicaciones sobre la independencia se
limitan a la narración de “guerras de liberación nacional” en que las naciones
esclavizadas consiguieron la independencia; a esta clase de relatos Francois
Xavier Guerra los denominó “interpretaciones clásicas de las independencias.”115
Sin embargo, a través de los años la historiografía demandó nuevos trabajos, los
cuales abandonaron gradualmente las “interpretaciones clásicas” que privilegiaban
el estudio del contradictorio enfrentamiento criollo- peninsular, para dar paso a
nuevas lecturas que analizaban los aspectos sociales, políticos y militares del
momento. Igualmente, las historiografía nacional privilegió el análisis de los
conflictos desde el punto de vista de las “guerras de independencia” o
“revoluciones”. Sin embargo, estudiar el proceso desde el punto de vista de una
guerra civil nos permite reinterpretar los sucesos fuera de los ya conocidos
conflictos entre gachupines y criollos; como punto de referencia tenemos a Tulio
Halperin Donghi quien afirma que en el continente no hay revoluciones, sino una
sucesión de revueltas y rebeliones.116
La trama en que se desenvuelve el sitio de Cuautla es bastante conocida.
Juan Ortiz Escamilla señala que tras el estallido de la insurrección el 16 de
septiembre de 1810, el movimiento gozó de mucha popularidad;117 ya que, en
teoría, seguía las mismas ideas de los partidarios de la independencia en las
juntas de Iturrigaray y proclamaba la defensa de los derechos de Fernando VII
ante los intentos de los españoles para entregar el territorio a los franceses,118
114
Pérez, Elegía, 2010, p. 18 115
Guerra, Revoluciones, 1995 116
Halperin, reforma, 1985, p. 116 117
Escamilla, Pueblos, 1997, p. 36 118
Alamán, Historia, vol.I , 1985, p. 379
34
proponía la libertad política y que cada individuo fuera dueño de su trabajo,
deslindándose de esta manera de los ideales de la revolución francesa.119 Sin
embargo, su movimiento carecía de un proyecto militar definido.120
Las causas por las cuales diversos pueblos del Bajío se unieron a la
revuelta en un primer momento son variadas. John Tutino, Brian Hamnett y Eric
Van Young coinciden en que se debía al deterioro de los niveles de vida; mientras
tanto, Francois Xavier Guerra y Jaime E. Rodríguez atribuyen los orígenes del
movimiento a causas principalmente políticas. Lo cierto es que en un primer
momento las autoridades virreinales no estaban preparadas para hacer frente a un
conflicto de esta naturaleza. Si bien, por muchos años se creyó que existía un
numeroso ejército capaz de hacerle frente a los levantamientos ocurridos en el
Bajío, las fuentes han demostrado que sólo se contaba con un número limitado de
efectivos capaces de enfrentar a los rebeldes. En esta situación, el virrey Venegas
asignó la defensa de Guanajuato a los cuerpos de Puebla y San Luis.
En los meses siguientes al inicio del movimiento, el ejército realista derrotó
a los insurgentes en dos grandes batallas: Aculco (7 de noviembre de 1810) y
Puente Calderón (17 de enero de 1811). Los conocimientos militares y la disciplina
de los soldados realistas les dieron ventaja sobre las tropas insurgentes desde un
primer momento,121 ya que los primeros eran capaces de suplir su desventaja
numérica desempeñando estrategias contundentes en el campo. Este es el caso
de las batallas de Monte de las Cruces y Puente Calderón, en las cuales los
soldados realistas utilizaron estrategias capaces de diezmar a los insurgentes
desbandándolos y atacando núcleos estratégicos.122
No obstante, la derrota del movimiento de Hidalgo no implicó el fin de la
insurrección. Al contrario, las revueltas se expandieron fuera de los límites de
Guanajuato y los insurgentes cambiaron su estrategia militar, evitando las batallas
119
Escamilla, Pueblos, 1997, p.32 120
Hamill, Hidalgo, 1981, p. 112 121
Ibid, p.56 122
Andrews, Anastacio, 2010, p. 34
35
a campo abierto, y una parte de ellos se reorganizó en forma de guerrilla bajo el
mando de José María Morelos.123 Durante 1811 los insurgentes crearon la junta
de Zitácuaro, paralelamente, Calleja estructuraba la defensa del reino a través del
establecimiento de milicias, en ciudades y villas.
La organización militar de las tropas de Morelos era muy parecida a la de
Calleja, ya que se trataba de tropas disciplinadas, en este caso, formadas
principalmente por mulatos, mestizos y criollos.124 Su fuerza estaba compuesta
principalmente por personas pertenecientes al sur de la intendencia de México y
dentro de su estrategia estaba el sistema de sitio con el fin de proteger las
poblaciones. La estrategia para proteger las poblaciones bajo su mando consistía
en formar milicias con los hombres aptos de cada lugar, el castigo para los
desertores era la pena máxima.
Tras uno de los años más cruentos de la guerra, en los últimos días de
diciembre, Félix María Calleja atacó Zitácuaro, lugar donde había sido establecida
la junta por parte de los insurgentes desde ocho meses atrás. Después de un
ataque de aproximadamente 6 horas, los realistas entraron a la ciudad y
ordenaron su demolición. Éste fue el ejército que marchó hacia Cuautla durante
los primeros días de febrero, decidido a triunfar después de un breve ataque, sin
embargo, nadie esperaba que este episodio se prolongaría por más de 70 días.
El sitio de Cuautla (19 febrero-2 mayo 1812)
El 23 de enero de 1812, el Brigadier del ejército de operaciones, Félix María
Calleja abandonó Maravatío con dirección a Tenancingo, que se encontraba
asolado por las fuerzas insurgentes comandadas por el General José María
Morelos. 125 No obstante, después de casi 16 meses en campaña, la salud de
123
Escamilla, Pueblos,1997 pp.77-78 124
Rodríguez, Somos,2010 p. 260 125
Bustamante, Campañas, 1985, p. 165.
36
Calleja estaba gravemente afectada, razón que lo orilló a pedir su retiro al Virrey
Francisco Xavier Venegas. 126
Dicha petición fue rechazada debido al estado general del reino, que
cambiaba constantemente. Por lo cual, el virrey ordenó la marcha del ejército
realista hacia Toluca, que se encontraba amenazada por los insurgentes. 127 En
ese momento, el ejército del centro, que contaba con una fuerza aproximada de 4
000 hombres, distribuidos principalmente en batallones de infantería y caballería.
Calleja entró a Toluca a principios de febrero.
De forma paralela, en la región de Tierra Caliente se celebraba el paso de
Morelos por Cuernavaca. El 5 de febrero dirigió una carta intimidatoria al virrey
Venegas, en la cual le informaba acerca de la toma de Cuernavaca y su pronta
entrada a la Ciudad de México. Morelos hacía alarde acerca de la falsedad de los
informes publicados en la Gazeta del Gobierno de México, comentando “He visto
todas las más Gazetas y que todos los partes que en ellas se han dado son falsos,
falsísimos. Han engañado a usted y al público […] Únicamente he leído un renglón
de verdad…”128
Simultáneamente, Calleja entraba a la ciudad de México con una fuerza de
2 150 infantes así como 1 832 soldados de caballería; 1 500 cargas de víveres y
400 de pertrechos.129 No obstante, Carlos María Bustamante señala que la
situación del ejército realista no era tan favorable como parecía, pues “El ejército
de Calleja […] no tenía ni un real en la tesorería y los 200 000 pesos pedidos a los
tabacos de Querétaro aún no llegaban.” Por todo ello, Calleja comenzó a
mostrarse resistente a su marcha.”130
126
Ibid, 1988, pp 165-167. 127
Chávez, sitio, 2010. pp. 5-10. 128
José Ma. Morelos a Francisco Xavier Venegas, Cuernavaca, 5 de febrero de 1812, publicado en Herrejón, Morelos,1987, p. 200. 129
Bustamante, Campañas, 1985 , p. 166 130
Bustamante, Campañas, 1985, p. 166
37
Sumado a esto, los informes de la llegada de Morelos a Cuautla exigieron la
pronta movilización de las tropas. Contamos con la noticia publicada de la
Hacienda de San Pedro Mártir (Cuahuixtla) en la que se informa “El treinta de
diciembre de 1811[…] aquí empezó la insurrección en Cuautla y el trastorno
también de esta Hacienda”; en la semana del 24 de febrero de 1812 leemos: “En
esta semana comenzaron los ataque por la tropa del rey y el sitio formal de
Cuautla. No se volvió a labrar ningún pan de azúcar y por eso se corta aquí la
cuenta.”131 Las líneas anteriores nos dejan entrever la situación en que se
encontraba la zona antes y durante el sitio, así como el clima pro-insurgente que
reinaba en la subdelegación previo a la llegada de Morelos.
Los preparativos para la marcha del ejército realista hacia Cuautla
comenzaron el día 8 de febrero, cuando el virrey Venegas planteó la posibilidad de
un ataque simultáneo a Izúcar y Cuautla para evitar la concentración de las
fuerzas en un mismo lugar con el fin de dispersar y escarmentar a los
insurgentes.132
En estas circunstancias la mayor preocupación del Brigadier Calleja era
encontrarse al frente de un ejército mal asistido,133 por lo cual en su
correspondencia pedía el apoyo de las autoridades virreinales para sostenerse en
el campo, pues una batalla implicaba muchos “gastos, tiempo y trabajo”.134
Finalmente, la tarde del 12 de febrero, Calleja al frente del ejército realista,
se dirigió hacia Cuautla, donde Morelos esperaba con aproximadamente 3 000
131
AGN, Bienes Nacionales, vol. 1066, exp. 003 en Sánchez Santiró, Azúcar, 2001, p.230. 132
Francisco Xavier Venegas, Félix Ma. Calleja, Ciudad de México, 8 de febrero de 1812, AGN, Operaciones de Guerra, Vol. 182, exp. 18 ffs. 34-36. Hugh Hamill explica esta estrategia en el marco de las acciones militares llevadas a cabo durante el año de 1811 en que la insurrección se atomizó por distintas partes del país convirtiéndose prácticamente en una guerra de guerrillas. Haciendo notar que la contención de la insurrección debe ser entendida en el contexto de una geografía difícil, en la cual el terreno, las distancias y el clima, así como las comunicaciones y el localismo aunados con los esfuerzos de los insurgentes causaron estragos en el territorio. Hamill, “Royalist”, 1973, p. 473. 133
Alamán, Historia 1985, vol. 2, pp. 497-498. 134
Félix Ma. Calleja, Francisco Xavier Venegas, Ciudad de México, 10 de febrero de 1812, AGN, Operaciones de Guerra, Vol. 182, exp. 18 ffs. 36-42.
38
hombres.135 La organización del ejército insurgente no distaba mucho de la las
milicias realistas. En cada población se debía seleccionar a los hombres aptos
para tomar las armas, dejándolos sin posibilidad de escapar al servicio.136 Por su
parte, Lucas Alamán señala que éste era un ejército diferente al formado por
Hidalgo en el año de 1810, pues ya no se trataba de una “muchedumbre de indios
indisciplinados”, ni hombres de campo a caballo fáciles de vencer con el tiro de
artillería.137
El 18 de febrero salió el ejército realista del campo de Pasulco, ubicado a
unas cuantas leguas de Cuautla. Sin embargo, al no encontrar lugares oportunos
para llevar a cabo el ataque, se decidió acampar sobre la loma de Cuatlixco a
media legua de Cuautla. Los mandos del ejército realista esperaban que la
recuperación de Cuautla fuera una acción militar breve con duración de cuatro o
cinco días.
Tras un ataque de cinco o seis horas y con la noticia de que el parque de
artillería comenzaba a escasear, Calleja dio órdenes de detener la batalla para
replantear la estrategia.138 Lucas Alamán aseveró que tras este combate, Morelos
decidió encerrarse definitivamente en Cuautla;139 Luis Chávez Orozco indica que
esto se debió a que Morelos “advirtió la incompetencia de su contrincante, que
atacaba precisamente por donde no debía hacerlo.”140
135
Esta cifra es cambiante sin embargo las cifras oscilan entre 2,000 y 3,500 hombres, la cantidad más aceptada es 3,000. Bustamante, Cuadro,1985, p. ; Alamán, Historia, 1985, vol. 2. p.540 Chávez, sitio,2010, p. 136, García, sitio, p. 89. 136
Ortiz, Guerra, 1997, p. 95. 137
Alamán, Historia, 1985, Vol. 2, p. 491. Si bien Alamán hace referencia a un ejército mayormente disciplinado y diestro, Manuel Orozco y Berra menciona que “En el fondo los realistas eran tan inexpertos como aquellos a los que combatían, sacándoles solo ventaja en el armamento, en el momento de usarlo y en ‘una instrucción de parada’ ”. en Vázquez, Puente, 2010, p. 36. 138
Según partes enviados por Calleja al virrey, el número de muertos ascendía a 19. Sin embargo, no se puede decir que esta pérdida sea pequeña, pues entre ellos estaba incluido entre el Conde de Casa Rul, uno de los principales colaboradores de Félix María Calleja. AGN, Indiferente Virreinal, caja 5735, exp. 23, ff. 1. 139
Alamán, Historia, 1985, Vol.2, pág. 496. 140
Chávez, sitio,2010, pág.86
39
Por su parte, los realistas realizaron un segundo reconocimiento del terreno
el 20 de febrero, gracias al cual se estableció que dentro de Cuautla de Amilpas
existían 6 000 personas incluyendo mujeres, niños e indios. De la misma forma,
por medio de algunos informes de las tropas realistas, se puede saber que el
ejército insurgente contaba con “500 negros de la costa que son los más
atrevidos”, y de la existencia de 800 fusiles repartidos entre las tropas de
Morelos.141
Contrario a lo referido por Alamán, los informes manifiestan que la intención
de Morelos era escapar del pueblo si la entrada de Miguel Bravo con tropas de
Oaxaca e Izúcar fallaba.142 Los insurgentes se encontraban en un territorio bien
guarnecido, cuya plaza central se encontraba custodiada día y noche. Asimismo, a
través de este reporte se supo que los sitiados “sólo tienen maíz en abundancia y
muy poca harina, que a cada soldado le dan la ración de maíz y un real en plata,
pero que en lo absoluto no tienen carne ninguna.”143
Con estas noticias se decidió establecer un sitio que tendría una duración
prevista de aproximadamente seis u ocho días.144 Para sostenerlo se necesitaban
tropas para tres ataques y circunvalar el pueblo, así como provisiones, forrajes y
trabajadores.145 Durante los días siguientes, el acopio de víveres y hombres
continuó sobre el campo de Cuatlixco. Por su parte, los insurgentes intentaban
formar un cinturón de caballería en los pueblos circunvecinos, con el fin de
141
Félix Ma. Calleja, Francisco Xavier Venegas, Cuautla, 20 de Febrero de 1812, AGN, Indiferente Virreinal, caja 3880, exp. 48. Ffs.16-17. 142
Félix Ma. Calleja, Francisco Xavier Venegas, Cuautla, 20 de Febrero de 1812, AGN, Indiferente Virreinal, caja 3880, exp. 48. Ffs.16-17. 143
Félix Ma. Calleja, Francisco Xavier Venegas, Cuautla, 20 de Febrero de 1812, AGN, Indiferente Virreinal, caja 3880, exp. 48. Ffs.16-17. 144
Reynoso, “sitio”,2011, pág 204. 145
Félix Ma. Calleja, Francisco Xavier Venegas, Cuautla, 20 de Febrero de 1812, AGN, Indiferente Virreinal, , caja 3880, expediente 48. ffs.16-17.
40
interceptar correos y convoyes realistas, 146 pero sería dispersado rápidamente en
los días posteriores por el Batallón Lobera.
Tras salir racionados de la capital para quince días, Calleja informó al virrey
repetidamente de la falta de municiones, víveres y pertrechos. Por otra parte,
desde los primeros días del sitio el calor comenzó a amenazar la salud del ejército
realista,147 en virtud de que las tropas reunidas sobre Cuautla estaban formadas
en su gran mayoría por gente proveniente de climas templados y fríos. Un ejemplo
era el batallón de Asturias que recién había arribado al país, proveniente desde
España, el 14 de enero de 1812.
El 5 de marzo el ejército realista recibió en el campo de Cuatlixco a la
División de Ciriaco de Llano, procedente de Puebla, compuesta por 2 044
hombres. A partir de este momento, el ejército realista se compuso de 6 061
soldados. Las cifras brindadas por Lucas Alamán, Carlos Ma. Bustamante y Félix
Calleja acerca de las tropas coinciden con este número.
Podemos decir que escaso de artillería y con la caballería prácticamente
inutilizada, el objetivo del ejército realista era claro: bloquear las salidas
insurgentes. 148No obstante, Calleja expresaba que “…la caballería que ya estaba
mala se me aniquila con el ardiente sol al descubierto y con el sumo trabajo.”149
De esta forma, con una parte de la tropa prácticamente inutilizada se
estableció un cerco alrededor de Cuautla. El campamento principal se asentó al
oeste, sobre las tierras de la Hacienda de Buenavista. Al oriente, sobre las lomas
de Zacatepec, se encontraba la división de Ciriaco de Llano. Al norte, en el paraje
conocido como “El Calvario”, se instaló parte de la infantería y de la artillería.
146
Félix Ma. Calleja, Francisco Xavier Venegas, Cuautla, 22-29 de Febrero de 1812, AGN, Operaciones de Guerra, Vol.196. ffs. 361-369. 147
Félix Ma. Calleja, Francisco Xavier Venegas, Cuautla, 1° de Marzo de 1812, AGN, Archivo Histórico de Hacienda, Vol. 1982, exp. 18, ffs 1-3. 148
Alamán, Historia, 1985, Vol. 2, p. 507 149
Félix Ma. Calleja, Francisco Xavier Venegas, Cuatlixco, 22 de febrero de 1812, Operaciones de Guerra, vol.196 ff. 362 v.
41
Finalmente, en medio de la caja del río y las lomas de Zacatepec, se fijó otra
división [Ver mapa 2].150
Desde ese momento, Cuautla quedó bajo ataque constante. Era
bombardeada cada cuarto de hora y el fuego de fusil no cesaba. El sitio se
convirtió en una cuestión de tiempo para los sitiados y los sitiadores.151 Mientras
tanto los esfuerzos de Morelos se dirigieron a romper el cordón formado por los
realistas para proporcionarse víveres.
Como señala Juan Ortiz Escamilla, el sitio de Cuautla abre uno de los
episodios más dramáticos de la guerra, 152 pues debido a su larga duración las
circunstancias no fueron favorables para ninguno de los dos bandos. Lo cierto es
que si Morelos conseguía mantenerse en Cuautla hasta la estación de lluvias, su
triunfo se vería asegurado, pues los soldados realistas caerían presa de las
enfermedades. De esta manera, el asedio se convirtió en una cuestión de
resistencia.
La población capitalina se enteraba de las acciones militares del asedio a
través de los informes proporcionados por la Gazeta del gobierno de México que,
entre otras cosas, se limitaban a narrar las hazañas y pequeños triunfos del
ejército realista sobre el campo de Cuautla.
Los informes acerca del estado del sitio eran publicados semanalmente,
aunque sólo pudimos encontrar ocho registros de los 72 días que duró el sitio. La
gran mayoría de estas noticias está dedicado a narrar apenas muy escasamente
la manera en que el Batallón Lobera defendió los víveres de los sitiadores, ante el
ataque de los insurgentes que acosaban la zona de Tierra Caliente.153 El resto de
las noticias son partes enviados por Félix Ma. Calleja al virrey Venegas.
150
Chávez, sitio, 2010 , p. 107 151
Bustamante, Cuadro Histórico, Vol.2, p. 51. 152
Ortiz, Guerra, 1997, pág. 96. 153
Gazeta del Gobierno de México, 18 marzo, 24 marzo, 2 de abril de 1812.
42
Mapa 2:. Plano del Sitio de Cuautla
43
Para el mes de abril, las condiciones comenzaron a tornarse extremas
para ambos bandos. Como ejemplo de estas presiones, el número de enfermos
en el hospital militar realista aumentaba rápidamente cada semana. En el otro
bando la situación no era mejor, de las 2 000 cargas de alimentos decomisadas
por los insurgentes, se conservaban sólo 200 para el de 7 de abril. Durante la
última semana de ese mes, la situación se había vuelto casi insostenible. Lucas
Alamán señala que en Cuautla se habían arrancado de las puertas de las
tiendas los cueros de toro, que ahora formaban parte de la alimentación de las
fuerzas insurgentes.154
Durante este periodo, el ejército realista también luchaba por mantenerse
en pie sobre la loma de Cuatlixco, asolado por las enfermedades y con una
reserva mínima de víveres. La salud de la tropa, así como la de Félix Ma.
Calleja estaba gravemente afectada. Por otro lado, Luis Chávez Orozco señala
que en este punto:
Los gastos para aprovisionarlo amenazaban al erario público con la bancarrota; la concentración de más de seis mil hombres sobre un solo punto daba pábulo a la rebelión, y los soldados realistas ante la demostración palpable flaqueaban moralmente.155
Al encontrarse frente a una situación extrema que no parecía mejorar, el
gobierno realista intentó la rendición de los insurgentes por medio del indulto.
De esta manera, el primero de mayo se hizo pasar a Morelos dos ejemplares
del mismo. El cual permaneció sin respuesta alguna. Este mismo día por la
noche, Calleja se dirigió al virrey exigiendo su retiro del campo, debido a las
condiciones deplorables de la tropa en general. 156 Sin embargo, horas después,
antes de que el virrey recibiera la carta de Calleja, se produjo la huida de los
insurgentes. El virrey ya no tuvo que considerar la solicitud de retiro de Calleja y
154
Alamán, Historia, Vol.2, p. 519. 155
Chávez, sitio, 2010, p. 124. 156
Felix Ma, Calleja, Francisco Venegas, Cuautla, 2 de mayo 1812, AGN, Indiferente Virreinal, exp. 2, f. 3v.
44
éste, tras la huida de los rebeldes, entró con el “ejército siempre vencedor” a la
plaza de Cuautla.157
Esta breve síntesis del episodio sirve para constatar la dureza del sitio de
Cuautla. Nuestro objetivo es estudiar cómo se financió este esfuerzo bélico por
parte de la Real Hacienda, pero también conocer las tareas que implicó
mantener a un soldado en campaña durante 72 días, y las dificultades que
representaban el abastecimiento y movilización de recursos.
157
Carlos Ma. Bustamante propone que Calleja no supo en qué momento Morelos abandonó el sitio. Bustamante, Campañas, 1985, p. 173.
45
Capítulo III. El costo fiscal del sitio de Cuautla.
Si bien, el sitio de Cuautla se ha convertido en un hecho representativo
de la historia nacional, y ha formado parte de los programas escolares de
Historia de México a lo largo de muchas generaciones, los trabajos realizados
acerca del papel de los realistas son pocos. De la misma manera, el análisis
formal del costo que ocasionó a la Real Hacienda se ha dejado de lado, dando
paso a múltiples escritos que en su mayoría se limitan a narrar las “hazañas
heroicas” de los insurgentes.158 Con esto, la historiografía ha perdido la
posibilidad de explicar la dinámica con que se organizaba una batalla, los
elementos fundamentales para la manutención de un soldado, así como la
lógica de gasto militar en el momento de la guerra civil.
En los siguientes apartados se mostrará un análisis de los gastos
llevados a cabo durante esta campaña. Como hemos dicho anteriormente,
nuestro referente inicial es el cálculo de Carlos Ma. Bustamante en Cuadro
Histórico y retomado por Lucas Alamán en Historia de Méjico según el cual los
gastos alcanzaron los dos millones de pesos. Ciertamente, movilizar a seis mil
hombres implicaba algo más que armarlos, Había que vestirlos, alimentarlos y
transportarlos.
Como se ha mencionado anteriormente el análisis del gasto ha sido dividido en
distintos rubros, que son: víveres, sueldos y gastos de campamento. Veámoslos
en detalle.
158
Archondo, sitio, 1985; Lamicq, Retóricos, 1920; Zárate sitio, 1985.
46
Fuentes utilizadas y metodología
Para la reconstrucción del costo del sitio de Cuautla se utilizaron como
fuentes informes, recibos de pago y correspondencia personal encontrada en el
Archivo General de la Nación, en los ramos Indiferente Virreinal, Archivo
Histórico de Hacienda, Correspondencia de Virreyes, Impresos Oficiales,
Operaciones de Guerra, Caja Matriz y Tribunal de Cuentas. Sin embargo, para
la reconstrucción de los gastos la fuente base fue el Libro Común de Cargo y
Data del Ejército de Operaciones del Centro para el año de 1812.
Estos documentos nos permiten conocer el estado general de la
tesorería del ejército de Operaciones del Centro. El libro agrupa por rubros los
ingresos o egresos pertenecientes a la tesorería, registra su fecha, así como su
procedencia o destino. A través de este material podemos conocer las
cantidades que se entregaban a distintos proveedores, su frecuencia y la
distribución de los recursos.
No obstante esta fuente, como otras, presenta limitaciones. La primera
de ellas está relacionada con los registros de pago. Pues, aunque se conoce el
monto total de los gastos, en la mayoría de las ocasiones no se especifica el
número de productos que se adquirieron con dicha cantidad. De la misma
manera, a través del Libro Común no se puede conocer la antigüedad de las
deudas saldadas o si se trata de una “buena cuenta”.159 Como veremos,
muchos gastos hechos durante el periodo del sitio no fueron liquidados sino
hasta el momento en que desapareció el ejército del centro. 160
Para aminorar dichas limitaciones se complementó la fuente principal con
datos obtenidos de recibos y correspondencia. Cabe destacar que debido al
159
Estos registros hacen referencia a cantidades entregadas en concepto de anticipos a cuentas de futuras remuneraciones. Donoso, Nuevo, 1999, p. 844. 160
Los últimos pagos encontrados con razón del sitio de Cuautla se asientan en el mes de noviembre de 1812 en AGN, Indiferente Virreinal, caja 3183, exp. 016, ffs. 9-66.
47
periodo de guerra en el que se centra la investigación, existe una gran carencia
de fuentes que nos refieran al costo fiscal de las acciones militares.
Para la realización de la investigación se ha recurrido a las categorías
propuestas por María Escamilla Sandrín en su trabajo: El sitio a Colonia del
Sacramento, la economía local y su gente. Esta obra busca estudiar la
incidencia que tuvo el sitio dentro de la economía del lugar. Si bien el texto se
centra en los proveedores de bienes y servicios durante el periodo del asedio
(1735-1737), sus categorías permiten un análisis detallado de los gastos
relativos a logística.
Para complementar el análisis se parte de la hipótesis de Francisco
Comín, según la cual: “Los fracasos militares exteriores no surgían tanto del
denostado valor de los soldados, como de la precaria dotación
presupuestaria…”161 A pesar de que el estudio realizado por Comín se centra en
la Hacienda Española es posible aplicar esta premisa para el caso del sitio de
Cuautla, debido a la similitud entre las instituciones así como por su
temporalidad. Como podremos comprobar a lo largo de esta investigación,
algunos reveses sufridos durante el asedio no fueron consecuencia de fallas en
la estrategia militar o la inexperiencia de las tropas, sino de la ineficiente
asignación de recursos.
Por otra parte, para poder lograr un mejor entendimiento del proceso es
importante tratar de comprender las razones por las cuales el sitio se
desenvolvió de la manera en que lo hizo, en especial su larga duración. En
dicho caso podemos encontrar una posible explicación en la hipótesis planteada
por Douglas North quien propone que: “Mientras más fuerte sea la convicción
ideológica de los participantes, mayor será el precio que quieran pagar y por
consiguiente mayor la probabilidad de que la revolución tenga éxito.”162 Una
161
Comín, Hacienda, 1996, Vol.1, p. 79. 162
North, Instituciones, 1994, p. 118.
48
actitud que se puede atribuir a los insurgentes en el contexto de una guerra
civil.
Las líneas anteriores nos ofrecen otra perspectiva para el análisis del
costo del sitio de Cuautla, no sólo en términos fiscales, sino humanos, así como
un punto de partida para entender el desarrollo de los hechos, el propio costo
fiscal y la larga duración de esta acción militar. A través del estudio de los
gastos hechos durante el sitio de Cuautla será posible comprender si la
institución fue capaz de soportar los gastos y movilizar los recursos que un
asedio demandaba.
Gasto en sueldos
Una parte primordial para el mantenimiento del sitio estaba representada
por el pago de sueldos a las tropas concentradas alrededor de Cuautla.
Después de la alimentación, el pago de salarios se presenta como un elemento
fundamental para el mantenimiento de los soldados en el campo por un periodo
prolongado de tiempo.
El ejército sobre Cuautla
La fortificación de Cuautla de Amilpas por parte de los insurgentes había
comenzado desde los primeros días del mes de febrero. Dicha tarea había sido
encomendada a Leonardo Bravo por parte de José María Morelos debido a las
ventajas geográficas que ofrecía este lugar. Acerca de este tema, Lucas
Alamán comentó:
La posición de Cuautla es ventajosa para la defensa: hallase situada en un bajío llano al que por todas partes domina; sin que sea dominada por ninguna. Rodeada de platanares y arboledas pegados a los edificios por todos vientos, terminando en la Hacienda de Buenavista, a cuyas máquinas de moler caña
49
conduce el agua hallándose la casa y oficinas dentro de la misma población hacia el sur de ella.163
Cuautla brindaba las condiciones ideales para resistir un sitio, pues con
suficientes recursos y gente adecuada al clima de la región no sería difícil
mantenerse en pie dentro del pueblo. Bajo estas circunstancias el virrey
Venegas dio la orden de tomar y demoler Cuautla lo más pronto posible. Sin
embargo, después de la primera batalla quedó claro que la única forma de logar
esto sería a través de una operación de asalto, idealmente con infantería
acostumbrada a operaciones de este género y aun así con el riesgo de quedar
con un gran número de bajas.164Un par de días después, el primero de marzo
Félix Ma. Calleja señaló que
[…] El sistema del enemigo es el de huir en el campo y esperar en la fortificación, estamos en la necesidad de hacerle abandonar por el único camino conocido, haciendo que perezcan en un sitio cuantos tengan la temeridad de encerrarse en una fortificación”. Estas líneas nos hablan de la táctica que sería puesta en práctica por los realistas. Un bloqueo que obligara a los sitiados a rendirse o morir.
Simultáneamente se ordenó a la división de Ciriaco de Llano, que
formaba parte del ejército del sur, que reforzara a las tropas sitiadoras. A partir
de este momento, como mencionamos anteriormente, el ejército realista fue
conformado por aproximadamente 6000 hombres pertenecientes, en su
mayoría, a las fuerzas de infantería y caballería (Tabla 1).
163
Alamán, Historia, 1985, vol. 2, p.492. 164
Alamán, Historia,1985, vol. 2, p 497
50
Tabla 1: Composición general del ejército realista en Cuautla (Marzo 1812)
Fuerza Cuerpo Número de Soldados In
fan
terí
a
Columna de granaderos 930
1 832 Regimiento de infantería de Guanajuato 213
Cuerpo de lanceros 689
Caba
llerí
a Dragones de España 169
1 044
Dragones provinciales de San Luis 298
Dragones provinciales de San Carlos 360
Dragones de San Luis Compañía del príncipe 37
Dragones de México 180
Art
illerí
a
Real cuerpo de artillería 137
2 58 Carreteros y mozos de artillería 101
Compañía de artilleros de Guanajuato 20
Mix
to Patriotas de San Luis 436
2 927 Regimiento de la Corona 447
División del Señor brigadier Don Ciriaco de Llano 2 044
TOTAL 6 061 Fuente: AGN, Indiferente Virreinal, caja 3880, Exp. 14.
Podemos apreciar la estructura general del ejército que se encontraba en
los alrededores de Cuautla. Si bien, por falta de informes ignoramos la
organización de los cuerpos que, para fines de este estudio, hemos
denominado como mixtos, es posible observar de manera clara que la principal
fuerza era la infantería. Sin contar a los batallones mixtos, los soldados de
combate a pie representaban un 59% del total de las tropas. La caballería, por
su parte, se encontraba en segundo lugar con un 33%, mientras que la artillería
se limitaba a un 8%. Esto se debía a la escasez de depósito de artillería y a que
en un primer momento ningún jefe realista había considerado necesario
levantar un sitio.165
Igualmente podemos observar que las tropas estaban conformadas por
cuerpos pertenecientes a Guanajuato y España [Ver mapa 3]. Ninguno de ellos
acostumbrado al clima tropical de la zona, ni a operaciones de larga duración.
Ahora bien, por su naturaleza un sitio exigía una fuerza mayor de artillería 165
Chávez, sitio, 2010, p. 72.
51
debido a que la forma más eficaz de mermar al enemigo era a través de un
ataque constante que debilitara sus fortificaciones; así como un bloqueo de
todas las entradas y salidas del sitio para, de esta forma, evitar que se
introdujeran provisiones o correos, este sería el principal papel de la
caballería.166
Los preparativos para la movilización no sólo implicaban la remisión de
víveres, pertrechos y municiones, sino también el envío de dinero para el pago
de las tropas. De hecho, si nos remitimos a la Real Ordenanza para el
establecimiento de intendentes y las Ordenanzas de S.M. para el régimen,
disciplina, subordinación y servicio de sus exércitos, podemos conocer la
manera en que debía llevarse a cabo esta actividad.
En primer lugar, dentro de la Real Ordenanza para el establecimiento de
intendentes se estipulaba que entre las obligaciones del intendente de guerra
se encontraban vigilar la subsistencia, economía y policía de las tropas de su
territorio. Según el artículo 253 de la Ordenanza, para que se pudiera llevar a
cabo
166
AGN, Indiferente Virreinal, vol. 198, exp. 18.
52
Mapa 3: Cuerpos regulares del ejército y unidades de patriotas presentes en el Sitio de Cuautla
53
el pago de sueldos era necesario pasar revista una vez al mes, y de esta manera
conocer el número de días laborados; a partir de ella se harían los descuentos
respectivos por razón de inválidos, monte pío, hospitales y víveres, así como
adelantos. Finalmente, los oficiales de cada unidad serían los encargados de distribuir
los sueldos entre las tropas a su cargo.167
Por otra parte, las Ordenanzas de S.M. para el régimen disciplina, subordinación
y servicio de sus exércitos señalaban la manera en que se debía organizar el ejército
desde los soldados hasta los oficiales. No obstante, nos encontramos ante una
ausencia casi total de estudios que nos brinden luces acerca de la manera en que se
hacían los pagos de sueldo a las tropas. Uno de los pocos autores que trata el tema es
Jesús Barbosa Ramírez en su obra ¡Súbditos, a las armas! Sin embargo, dentro de su
apartado titulado “sueldos” se limita a mencionar que las cantidades destinadas a este
rubro fueron muy importantes. 168
Podemos encontrar un gran número de recibos hechos a los oficiales a cargo de
distintas divisiones para la distribución entre los hombres a su cargo. Sin embargo, un
problema consiste en que dichos registros no especificaban el número de hombres,
número días que se había laborado y hasta el regimiento o fuerza a la que pertenecían.
Acerca de esto, el intendente Francisco Rendón comentó en el mes de abril : “he
advertido algunas cantidades de que no se ha dado distribución, otras que han recibido
los habilitados con generalidades para prest de tropa y para varios objetos sin expresar
lo invertido en cada uno, y otras que se dicen recibidas en algunos pueblos, sin decir el
cuanto.”169 La cita anterior nos permite observar que aún en el momento las cuentas no
proporcionaban la claridad necesaria para desglosar el número de objetos que se
podían adquirir con una cantidad de dinero o, en el peor de los casos, la manera en que
se utilizaba dicha suma. Por lo cual, en el caso de los sueldos, sin la existencia de una
167
Real Ordenanza para el establecimiento de intendentes, 1786, art. 253. 168
Barbosa, Súbditos, 2010, pág. 118. 169
AGN, Indiferente Virreinal, caja 6396, exp. 17.
54
lista de revista del mes y año correspondiente al recibo resulta casi imposible conocer la
manera en que se distribuía la paga entre las tropas.
A través de las listas oficiales de ajustamiento de pago se pueden conocer los
sueldos diarios estipulados para fuerzas de caballería e infantería. Dichos documentos
debían ser llenados mensualmente, señalando el número de hombres que componían
cada unidad, su rango así como su sueldo estipulado. Por medio de estos tabuladores
podemos conocer las tarifas mensuales que debían cobrar los hombres de cada una de
estas fuerzas según su rango (Tabla 2).
Tabla 2: Sueldos de Caballería e Infantería según rango (1812)
A través de esta tabla podemos apreciar que los soldados ganaban
mensualmente once pesos, que importarían un total de tres reales por persona. Cabe
destacar que la mayor parte de los hombres pertenecían a los rangos de cabo y
soldado. Con el fin de tener un parámetro del sueldo mínimo, se ha tomado tres reales
como la cifra diaria para el grueso de la tropa.
Sueldos mensuales de Infantería en Pesos
Capitán de Granaderos 76
Capitán de Fusileros 70
Teniente de Granaderos 46
Teniente de Fusileros 40
Subteniente de Granaderos 36
Subteniente de Fusileros 32
Sargento 1 de Granaderos 18
Sargento 1 de Fusileros 16
Tambor de Granaderos 16
Tambor de Fusileros 15
Cabo 2 de Granaderos 13
Cabo 2 de Fusileros 12
Soldado Granadero 12
Soldado Fusilero 11
Sueldos mensuales de Dragones en Pesos
Capitán 100
Ayudante mayor 61.5
Teniente 46.5
Alférez 36.5
Sargento mayor 18
Tambor 13
Cabo 13
Granadero 12
Soldado 11
Fuente: AGN, Indiferente Virreinal, caja 6703, exp. 25.
Fuente: AGN, Indiferente Virreinal, caja 359, exp.
039
55
A través del Libro Común del ejército de Operaciones del Centro es posible
conocer los pagos hechos con razón de sueldos a las distintas divisiones que
componían el ejército durante los primeros seis meses de 1812. En la Tabla 3 y Gráfica
1 se muestran los pagos hechos a los cuerpos (agrupados por fuerza) destacados a
Cuautla durante los 72 días del sitio.
Tabla 3: Gastos mensuales correspondientes a sueldos
Mes Infantería Caballería Artillería Mixto Oficiales Sueltos Total
Febrero (10 días) 1 500 4 500 5 213 3 554 177 14 944
Marzo(30 días 12 500 17 561 8 243 3 670 268 42 242
Abril(30 días) 24 289 16 862 11 989 14 450 290 67 880
Mayo (30 días) 14 400 12 120 9 166 21 127 2 828 59 641
Total 52 689 51 043 34 611 42 801 3 563 184 707 Fuente: AGN, Caja Matriz, vol. 2106.
Gráfica 1 Evolución mensual del gasto en sueldos según arma
Fuente: AGN, Caja Matriz, vol. 2106. A partir de la tabla 3 y la Gráfica 1 nos es posible observar que los gastos
correspondientes al mes de febrero son los más bajos. Esto se debe al hecho de que
las tropas fueron movilizadas a mediados de mes. Posteriormente, durante marzo los
gastos de todas las fuerza, aumentaron de manera considerable, lo cual coincide con el
establecimiento formal del sitio. Como podemos ver, los gastos de Caballería, Artillería,
Infantería, y Cuerpos Mixtos se duplican o triplican, en el caso de la artillería esto podría
56
deberse a la necesidad expresada por Calleja de bombardear periódicamente Cuautla.
Mientras tanto en Abril, el mes más crítico del asedio, los gastos en sueldos suben en
todas las categorías; el caso de los Cuerpos Mixtos, en el cual se triplica el egreso
coincide a su vez con la incorporación de la División de Ciriaco de Llano, conformada
por 2044 hombres, al ejército del centro. Es de notar, que mientras los gastos en
víveres disminuían (Tabla 10), el egreso destinado a salarios aumentaba, esto nos lleva
a pensar en primer lugar, que la mayor dificultad del gobierno virreinal no era la
satisfacción de salarios, sino el acopio y movilización de recursos. En segundo lugar,
que el pago de salario representaba, aún en las situaciones más extremas, una forma
de mantener la disciplina dentro del campo, es decir, cumplía una función política. A
continuación, se presenta una tabla que agrupa el gasto hecho por arma, los cuerpos
que lo componían, así como los recursos destinados a cada uno de ellos. En primer
lugar podemos observar que todos los pagos están hechos a razón de buenas cuentas;
una posible explicación se encuentra en el artículo 257 de la Ordenanza de
Intendentes. Esta señalaba que “si los fondos asignados no alcanzasen a cubrir el todo
del haber de las tropas atenderán con preferencia a la suministración del socorro diario,
y a que el caudal que se destine a la paga de oficiales que se distribuya en los cuerpos
con igualdad y proporción, de forma que no se siga el perjuicio y queja de padecer los
unos mayores atrasos que los otros.”170
Esta situación causó la acumulación de deudas que se arrastraron durante
varios años aún después de la desaparición de la tesorería del ejército de operaciones
del centro en noviembre de 1812. También es posible que parte de estos pagos
provengan de deudas del inicio de la Guerra de Independencia, pues son numerosos
los registros pertenecientes al mes de mayo de 1812 en los que se reclama la falta de
pago por un periodo correspondiente a 20 meses.171
170
Real Ordenanza para el establecimiento de intendentes, 1786, art. 253. 171
AGN, Indiferente de guerra, caja 3183, exp.016; AGN, Real Caja, caja 2568, exp. 18; AGN, Real Hacienda, caja 6638, exp. 76.; AGN, Real Hacienda, caja 4857, exp. 13.
57
Tabla 4: Gasto hecho en sueldos al ejército realista durante el sitio de Cuautla (19 de febrero de 1812-2 de mayo de 1812)
Arma Cuerpo al que pertenece Gasto en Sueldos
Infa
nte
ría
Buenas cuentas al cuerpo de Lanceros 32200
52689
Buenas cuentas al regimiento de infantería de la corona
9489
Buenas cuentas al batallón de infantería Lobera 4500
Buenas cuentas al batallón de infantería de Guanajuato.
6500
Ca
ba
llerí
a Buenas cuentas a Dragones de España 3500
51043
Buenas cuentas a Dragones de México 6700
Buenas cuentas a Dragones Provinciales de San Luis
17000
Buenas cuentas a Dragones Provinciales de San Carlos
23843
Art
ille
ría Buenas cuentas a la brigada de Artillería 4200
34611 Buenas cuentas al tiro de artillería 7346
Buenas cuentas a la columna de granaderos 22365
Buenas Cuentas a la compañía de artilleros voluntarios de Guanajuato
700
Mix
tos
Buenas cuentas al cuerpo de patriotas de San Luis Potosí
19124
42801 División de Don Juan Nepomuceno Oviedo 625
Buenas cuentas a la compañía de escolta del Señor general
3500
División de Don Ciriaco de Llano 19552
Oficialía Buenas cuentas a oficiales sueltos 3563 3563
Total 184707
Fuente: AGN, Caja Matriz, vol. 2106.
El gasto total en sueldos registrado en la fuente asciende a 184 707 pesos, que
divididos entre 6061 hombres a lo largo del sitio indican que cada soldado ganaba en
promedio tres reales, esta cifra coincide con el sueldo mensual de los cargos más
bajos, que conformaban al ejército en una gran mayoría. De esta manera podemos ver
que los salarios podían ser cubiertos según los estándares presentados (Tabla 2).
Sin embargo, no se sabe a ciencia cierta a qué momento pertenecen las buenas
cuentas. Igualmente, debemos considerar la posibilidad de que dicho salario se pagara
en especie, pues no contamos con informes que precisen la naturaleza del mismo.
58
Para facilitar el análisis se han dividido los egresos correspondientes a esta
categoría según la fuerza a la que pertenecía cada división. A continuación se hará un
análisis de cada uno de los rubros, partiendo de la gráfica 2, cuya base es el gasto
hecho en sueldos al ejército realista durante el sitio de Cuautla. En cada uno de los
casos podremos ver la composición del cuerpo, su función dentro del sitio, así como los
gastos que importaron.
Gráfica 2: Distribución del gasto total hecho en sueldo dividido según arma durante el sitio de Cuautla
Fuente: AGN, Caja Matriz, vol. 2106.
Infantería: Cada regimiento de infantería debía estar compuesto de dos o tres
batallones, cada batallón de nueve compañías, incluyendo una de granaderos. El
batallón debía contar con al menos un capitán, un teniente, un subteniente, un sargento
de primera clase, otro de segunda, un tambor, tres primeros cabos, tres segundos y 54
Infantería 28%
Caballería 28%
Artillería 19%
Mixtos 23%
Oficialía 2%
59
granaderos172. Su función dentro del sitio consistía en batirse cuerpo a cuerpo durante
las batallas que se llevaran a cabo. Esta categoría importó 28.5% del gasto total en
sueldos, mientras que sus fuerzas representaban 30% del ejército.
El sueldo de los soldados de infantería era de tres reales al día, que importarían
al final del sitio 49 464; por su lado, el registro del Libro Común del ejército de
operaciones del centro registra 52 709 pesos, y aunque parecería que de esta forma se
cubre el 93% de los sueldos estipulados, vale recordar que estamos hablando del saldo
buenas cuentas que provienen posiblemente de 1810 y 1811.
Caballería: Según la ordenanza del ejército de 1810 cada regimiento de dragones debía
componerse de cuatro escuadrones y cada escuadrón de tres compañía, cada una de
estas de un capitán, un teniente, un alférez, dos sargentos, un tambor, cuatro cabos,
cuatro granaderos, 29 soldados montados y tres a pie.173 Su función principal era
asegurar el bloqueo del ejército insurgente, o prevenir la entrada o salida de Cuautla e
interceptar correos,174 así como cubrir los puntos intermedios de las lomas de
Zacatepec y la caja del río.175 La caballería constituía 17% del ejército realista sin
embargo se registran gastos equivalentes a 28% del total.
El sueldo de un soldado de caballería importaba tres reales al día, lo que
representaría un gasto de aproximadamente 28 188 pesos a lo largo del sitio. Sin
embargo, se tiene un registro de 51043 pesos, que representaría el pago del 181% de
los sueldos, dicha cantidad coincide con la existencia de buenas cuentas. De la misma
forma, no podemos olvidar que estas cifras podrían variar dependiendo al número de
oficiales existentes.
Cuerpos Mixtos: Como mencionamos anteriormente, por falta de informes no es
posible conocer la estructura de estos cuerpos. Jesús Barbosa señala que el Batallón
172
Ordenanzas de S.M. para el régimen, disciplina, subordinación y servicio de sus exércitos, 1810, Trat. I, Tit. I art 1. 173
Ordenanzas de S.M. para el régimen, disciplina, subordinación y servicio de sus exércitos, 1810, Trat. I, Tit III, art. 4. 174
AGN, Indiferente Virreinal, caja 3880, exp. 18. 175
Chávez, sitio, 2010, p. 72.
60
de Ciriaco de Llano fue resultado de la combinación de “cuatro compañías sueltas de
distintos regimientos, cuatro compañías de fusileros, una de granaderos y otra de
cazadores”.176
En este contexto, y considerando que una compañía podía estar conformada
por 75-200 hombres, podemos decir que una fracción considerable de los cuerpos
mixtos estaba compuesta por infantería. Por otra parte, dentro de la correspondencia de
Ciriaco de Llano se hace mención a nueve artilleros que se encuentran bajo su mando
en Cuautla. 177 Es de notar, que los pagos hechos a este batallón son los únicos que no
están registrados como “buenas cuentas” debido a que pertenecía al ejército del sur, y
sólo se registra en el Libro debido a su participación en el sitio de Cuautla como parte
del ejército del centro. En la Gráfica 1 podemos observar que este es el único rubro
cuyo gasto no desciende en el mes de mayo. Esto podría deberse a la necesidad de
saldar las cuentas con una división que no pertenecía a su ejército. El 23% del gasto
total en sueldos fue destinado a esta categoría, cuya fuerza real representaba el 48%
del ejército sitiador.
Artillería: En un primer momento se tiene noticia de la presencia de 257 elementos
pertenecientes a los cuerpos de artillería. Si bien, el número de artilleros no
representaba un gran porcentaje de las tropas estas fuerzas jugaron un papel
fundamental en el asedio pues los informes para el mes de marzo indicaban que
Cuautla era bombardeada aproximadamente cada cuatro o cinco horas.178
Los informes acerca del sueldo de artillería, no sólo para 1812 sino para la
mayoría de los años de la guerra, resultan escasísimos por lo cual se nos dificulta
obtener un parámetro para observar los gastos de la categoría. Sin embargo, es de
notar que a pesar de que esta fuerza sólo representaba el 4% del ejército importó el
19% del gasto total, lo cual nos hace plantearnos la hipótesis que dentro de esta
categoría podrían no sólo contabilizarse los sueldos.
176
Súbditos, 2010, p.64. 177
AGN, Indiferente virreinal, caja 1420, exp.13. 178
Reynoso, “sitio”, 2010, p.207.
61
Oficiales Sueltos: representó 2% del gasto total, y si bien, no sabemos con certeza de
cuántas personas se habla al referirse a este grupo, que no estaba adscrito a un cuerpo
militar específico, es probable que sus sueldos coincidieran con los de la plana mayor,
que oscilaban entre los 40 y 218 pesos y sus funciones se relacionaban principalmente
con la logística. Cabe destacar que este grupo no aparece mencionado en ningún
trabajo historiográfico, sin embargo, el Libro del ejército registra su existencia, así como
pagos a lo largo de los meses de marzo y abril de 1812.
Finalmente podemos decir que mientras los gastos en la categoría de víveres
bajaron al transcurrir el sitio, los pagos a los diferentes cuerpos que se encontraban
sobre Cuautla continuaban. Es de notar un aumento en los egresos correspondientes a
este rubro conforme la situación se volvía más extrema, haciéndonos pensar que sin
importar las condiciones en que se encontraba el ejército se debía continuar con el
pago de salarios, para evitar posibles levantamientos.
Víveres
Este apartado está dedicado al análisis del gasto generado a partir de la
provisión de alimentos para la tropa. La construcción de esta categoría se realizó a
través del Libro Común del Ejército del Centro y de recibos de pago encontrados en los
ramos Real Hacienda e Indiferente Virreinal.
El rubro comprende todos los comestibles utilizados para el mantenimiento del
ejército, sin embargo los cálculos acerca de la alimentación diaria se han elaborado con
base en las raciones proyectadas en las fuentes. Se encontraron recibos de pago que
incluyen el costo de transporte de los productos,179 pero en la mayoría de los casos no
se especifica la cantidad de artículos comprados ni el precio del transporte. Fue
necesario combinar esta información con los cálculos acerca del consumo diario de las
tropas, así como costes de portes, pago a cargadores y compra de canoas, debido a la
escasa información resulta imposible inferir el número de viajes o la cantidad total que
179
Esto puede ser observado en AGN, Operaciones de guerra , caja 1051, exp 004.
62
importarían estas erogaciones. No obstante, las fuentes permiten reconstruir una tabla
general de los costos correspondientes a cada uno de los víveres. Que a su vez
posibilita la estimación del costo de la dieta diaria y del total del gasto en alimentación
hecho por el ejército realista durante el sitio de Cuautla.180
La alimentación de las tropas durante el sitio de Cuautla
A la llegada del ejército realista a Cuautla de Amilpas el 18 de febrero, se realizó
un reconocimiento para brindar un informe sobre la situación general de la zona, es
decir, sus ventajas y flancos débiles, así como los puntos desde los cuales se podría
proveer de alimento a las tropas. Como podemos apreciar en la Tabla 5, las áreas
circundantes de Cuautla no tenían capacidad para abastecer de alimentos al ejército
realista. Lo que sí se proporcionaba eran espacios aptos para que los animales pastara,
esto representaba una ventaja pues una de las mayores fuerzas del ejército realista
estaba constituida por la caballería. Los caballos, así como las mulas de carga,
borregos y reses para alimentar a los soldados debían ser mantenidos en pie.
Tabla 5: Disponibilidad de recursos en las proximidades de Cuautla (18 de febrero de 1812)
Derrotero de México a Cuautla de Amilpas
Distancia
(en leguas) Víveres Forrajes
A Ayala 6 Ninguno Los hay
A Tenango 6 Ninguno Los hay
Ameca 4 Ninguno Los hay
A Ozumba 2 Ninguno Los hay
A Tlatlauca 4 Ninguno Ninguno
Fuente: Indiferente Virreinal, AGN, Operaciones de Guerra, caja 3880, exp. 14 f.1.
Los forrajes cercanos serían de ayuda para los realistas, pero la falta de víveres
en los alrededores jugaría un papel crucial para el rápido deterioro de su situación. Al
salir de la Ciudad de México, el 12 de febrero, contaban con raciones suficientes para
180
La posibilidad de que existiera inflación durante los meses del asedio no ha sido dejada de lado, pero los documentos no arrojan cifras que nos permitan calcularla. Por lo cual, ninguna de las tablas presentadas en los apartados siguientes la tomará en cuenta.
63
mantener a 4 000 hombres durante catorce días.181 Sin embargo, en el momento en que
se hizo el cálculo para alimentarlos por ese tiempo no se pretendía establecer un sitio
en Cuautla, sino librar una acción militar de aproximadamente cuatro o cinco días. A
partir del 29 de febrero,182 ante la resistencia del ejército insurgente y la decisión de
asediar al pueblo, hubo que comenzar las gestiones para abastecer a la tropa por más
tiempo. A esto se añadió la petición de municiones, medicinas y tiendas de campaña.183
La supuesta ventaja numérica del ejército insurgente orilló a los realistas a pedir
refuerzos a la división comandada por Ciriaco de Llano. Esto justificó la llegada de 2
044 hombres al campo de Pasulco el 2 de marzo; pero dicho cuerpo se encontraba en
pésimas condiciones, sin tiendas, comida, ni dinero,184 lo cual sólo agravó el problema
de alimentos que ya tenía Calleja.
Tan sólo seis días después, se inició formalmente el asedio con el ejército
realista abastecido para unos pocos días. La victoria dependería en gran medida de la
capacidad de resistir sobre el campo el mayor tiempo posible. Como Calleja diría
posteriormente en una de sus cartas:
Esta guerra es la de los negros del Guarico con los franceses, si se presentan al raso son y serán siempre derrotados por nuestras tropas, pero ellos tienen buen cuidado de no abandonar los bosques, las malezas y los escondrijos en los que cada hombre obra por sí mismo.185
Esta estrategia militar de desgaste, de larga duración, no había sido observada
hasta este momento en la Guerra de Independencia, y podemos decir que actuaba
contra los insurgentes y contra los realistas. Entre otras cosas, por su problema de
abasto de víveres y debilitaba a ambos bandos poco a poco. Las tácticas aprendidas
durante el año anterior, la aplicación del Plan Calleja (1811) y la reciente derrota de los
181
. Chávez, sitio, 2010. Pág. 18 Es preciso destacar que el viaje a Cuautla duraba siete días en promedio. 182
Félix Ma. Calleja, Francisco Xavier Venegas, Cuautla, 1° de Marzo de 1812, AGN, Archivo Histórico de Hacienda, Vol. 1982, exp. 18. 183
AGN, Archivo Histórico de Hacienda, Vol. 1982, exp. 18. 184
Félix Ma. Calleja, Francisco Xavier Venegas, Cuautla, 2 de Marzo de 1812, AGN, Archivo Histórico de Hacienda, Vol. 1982, exp. 18. 185
Félix Ma. Calleja, Francisco Xavier Venegas, Cuautla, 14 de abril 1812, publicada en López, Documentos, 1982,p. 49.
64
rebeldes en Zitácuaro habían dejado en claro la importancia de evitar que los
insurgentes se encerraran en un pueblo.186
Mientras tanto, las circunstancias empeoraban rápidamente. Apenas 23 días de
la llegada del ejército realista a Tierra Caliente –el sitio duraría todavía 50 días más–,
Félix María Calleja refería ya sus dificultades para alimentar a la tropa e informaba
periódicamente al virrey acerca del estado general del campo:
Los víveres llegaron a tiempo en que hacía dos días que subsistía el ejército con una suma escasez y carencia absoluta de artículos como el pan, pero por mala combinación del teniente Andrade quedaron en Ameca cerca de quinientas cargas, que al mismo Andrade con los patriotas y lanceros le despacho mañana para que los conduzca.187
Por medio de este fragmento podemos observar que aún durante los primeros
días del asedio la satisfacción de una necesidad primordial, como lo es la alimentación,
constituía un gran reto para la administración virreinal. De la misma manera se hace
evidente que cada ocasión en que se introducían víveres era necesario resguardar las
cargas con alguna unidad del ejército.188
través de la correspondencia que Félix María Calleja dirigía hacia el virrey
Francisco Xavier Venegas y al intendente Francisco Rendón, se evidencia cómo esta
situación se repitió a lo largo de los 72 días que duró el sitio. La respuesta del Brigadier
Calleja ante la falta de provisiones era siempre la misma: si no se enviaban recursos
inmediatamente se retiraría del campo.189
186
Hamill, “Royalist”, 1973, p. 480. 187
Félix Ma. Calleja, Francisco Xavier Venegas, Cuautla, 12 de marzo 1812, publicada en López, Documentos, 1982, p.19. 188
En numerosas ocasiones los insurgentes intentaron interceptar los convoyes que transportaban la mercancía, este es el caso de la noticia dada en la Gazeta de México, que es una de las pocas en las que se refiere al sitio de Cuautla, en la cual se informa acerca del ataque de algunos insurgentes que pretendieron apoderarse de los envíos hechos desde la ciudad de México Gazeta del Gobierno de México, 18 marzo, 24 marzo, 2 de abril de 1812. En este caso se trataba de 1125 hombres destinados al resguardo de los víveres. 189
Félix Ma. Calleja, Francisco Xavier Venegas, Cuautla, AGN, Archivo Histórico de Hacienda, Vol. 1982, exp. 18.
65
La alimentación del ejército no era tarea fácil. En un principio se debían cubrir
raciones previamente establecidas. En la Tabla 6 podemos observar las raciones
diarias de los soldados definidas por Francisco Rendón en base a las Ordenanzas
Militares.de 1810.
Tabla 6: Ración diaria individual propuesta por Francisco Rendón con base en la Ordenanza Militar de 1810. (Febrero 1812)
Raciones diarias para la tropa
Efecto Medida Equivalencia en gramos
Carne 1 libra 459 gramos
Pan 1 libra 459 gramos
Frijol 5 onzas 143 gramos
Arroz 2 onzas 57.5 gramos
Sal 15 1/2 adarmes 27.9 gramos
Chile 5 1/8 adarmes 9.23 gramos Fuente: Indiferente Virreinal, caja 1051, exp.002.
Esta tabla nos permite ver que la base de la dieta eran la carne, el pan, el arroz,
el frijol, la sal y el chile. Sin embargo, es de suponer que la dieta cambiaba según la
disponibilidad de recursos; de la misma forma el consumo de carne en la zona variaba
dependiendo de las circunstancias.
Como ya indicamos, los alimentos no se conseguían en los alrededores y las
raciones que se habían traído de la ciudad de México en un inicio se agotaron pronto.
Los suministros debían enviarse desde puntos más alejados. Los víveres para el
ejército realista podían ser transportados por la vía lacustre desde Chalco hasta
Ozumba, o de la ciudad de México y Toluca, desde donde eran conducidos igualmente
a Ozumba.190 Esta tarea estaba encomendada al intendente Francisco Rendón, quien
de acuerdo a las obligaciones establecidas en la ordenanza de intendentes (1786)
debía asegurar el abasto de víveres en el campamento realista. Otro posible punto de
abastecimiento pudo ser Atlixco; sin embargo, no existen documentos que respalden
190
Marta Terán ofrece información acerca de la manera en que los insurgentes conseguían esta clase de provisiones, tratándose principalmente de requisiciones y donaciones; de igual forma, su trabajo nos ofrece una visión acerca de la colaboración de los pueblos indígenas con el bando insurgente durante los primeros meses de la insurrección. Terán, Muera, 1995.
66
ésta hipótesis. Los alimentos que llegaban desde Chalco eran enviados por el
subdelegado Ramón María de Villalba, y los que venían desde Ameca, por el
encargado Don Vicente Velarde. Cabe mencionar que la mayoría de las notas
encontradas referentes a la remisión de víveres pertenecen a la subdelegación de
Chalco.
La labor de transporte estaba consignada a los arrieros, a quienes se pagaba en
promedio cuatro reales por viaje.191 De la misma manera, en el caso del transporte por
la vía lacustre de Chalco se debían pagar por las canoas en las que se transportaban
los efectos. Cada una de ellas importaba un gasto de 4.5 pesos.
Para calcular el costo que suponía alimentar a las fuerzas realistas durante el
sitio de Cuautla, además de las raciones y los costos de transporte se tuvieron que
averiguar los precios de los víveres. A pesar de que variaban dependiendo de los
proveedores y de la zona de donde se traían, ha sido posible establecer un precio
medio para algunos de los productos que se enviaban al ejército realista, a través de los
recibos, en los que se registra la cantidad y precio. Para conocer el costo aproximado
de la carne se ha tenido que recurrir a fuentes secundarias, debido a la falta de
documentos que proveyeran el dato. En este caso, se ha utilizado la cifra proporcionada
por Ward Barret para Cuernavaca en 1811.192 Caso similar se presenta con el pan,
cuyos registros expresan solamente el monto total del pago y no la cantidad adquirida.
El dato más cercano que se tiene es el de octubre de 1811 para la ciudad de México.
La tabla 7 nos permite observar no sólo los precios de algunos de los productos
que se incluyen dentro de la ración proyectada, sino que nos deja ver que la situación
era muy diferente durante los primeros días sobre Cuautla. La existencia de productos
191
AGN, Operaciones de Guerra, caja 1051, exp. 004. 192
Barret, Abasto, 2009, p.201-203, 206.
67
como el garbanzo, azafrán, queso y cebada, 193 nos hablarían de una dieta variada que
no se limitaba a carne, frijol, pan y chile.
Tabla 7: Precio medio de los alimentos enviados a Cuautla (por medida)
Efecto Medida Precio en pesos
Azafrán en paja Libra 38
Garbanzo Carga 22
Frijol bayo blanco Carga 14
Frijol Carga 12
Queso de adobera Arroba 11
Chile Arroba 10
Aceite Arroba 9
Manteca Arroba 7.75
Vinagre Barril 6
Clavo de comer Libra 4
Arroz Arroba 3.75
Cebada N.D. 3.5
Verduras Huacal 1.77
Sal Arroba 0.625
Pan Libra 0.13
Carne Libra 0.0375 Fuente: Indiferente Virreinal, Caja 1051 exp. 004, Indiferente virreinal, caja 3183, exp. 3183, Indiferente
Virreinal, AGN, caja 3880, exp. 14, Archivo Histórico de Hacienda, vol.1982, exp. 18. 194
Barret, Abasto,
2009, pág. 206
En ocasiones el pan y la carne eran donaciones de parte de las subdelegaciones
o de particulares, que aparecen de la siguiente manera en las notas: “Se descuentan
106 pesos de pan que el subdelegado cedió a favor de la Tropa.”195
Basándose en la Ordenanza Militar (1810), Francisco Rendón establece la
ración diaria de cada soldado (Tabla 6). A partir de estos datos y los precios medios de
193
AGN, Operaciones de Guerra, caja 1051, exp. 004. Estos productos sólo se encuentran durante en las notas pertenecientes a los primeros días del sitio, posteriormente estas se limitan a la remisión de arroz, frijol, galleta y pan. 194
Para establecer la equivalencia en pesos ha sido necesario utilizar la fórmula y= # de pesos + (# de reales/8) 195
Esta clase de notas se repite en la mayoría de los recibos encontrados. AGN, Indiferente Virreinal, Caja 1051 exp. 004, Indiferente virreinal, caja 3183, exp. 3183, Indiferente Virreinal, AGN, caja 3880, exp. 14, Archivo Histórico de Hacienda, vol.1982, exp. 18.
68
los productos (Tabla 7) ha sido posible estimar el costo que hubieran alcanzado los
víveres de un ejército compuesta por 6061 hombres.
Tabla 8: Costo diario de los víveres necesarios para alimentar a la totalidad del ejército de acuerdo a las raciones diarias propuestas por Francisco Rendón en
Febrero de 1812 según la Ordenanza.
Producto
Cantidad Necesaria
Equivalencia en Kilogramos
Precio por Unidad en Pesos
Total en Pesos
Libra de Carne 6 061 227.3 0.0375 227.3
Libra de Pan 6 061 757.6 0.125 757.6
Carga de Frijol 6.3 866 12 75.6
Arroba de Arroz 30.3 348 3.75 113.6
Arroba de Sal 14.70 9.1 0.625 9.2
Arroba de Chile 4.9 55.9 10 49
Total 1232.3 Fuente: AGN, Indiferente Virreinal, caja 1051, exp.002, : AGN, Indiferente Virreinal, Caja 1051 exp. 004; AGN, Indiferente virreinal, caja 3183; AGN Indiferente Virreinal, caja 3880, exp. 14, Archivo Histórico de Hacienda, vol.1982, exp. 18. Barret, Abasto, 2009, pág. 206
Este cuadro muestra el costo diario total aproximado de alimentar a 6 061
soldados si las raciones definidas previamente hubieran sido respetadas. El gasto que
arroja la tabla es de 1 232.3 pesos diarios, si este se hubiese mantenido durante los 72
días que duró el asedio, el monto total por concepto de víveres habría ascendido a 88
725 pesos, que importarían un gasto diario de 1.6 reales por soldado.
No obstante, vale la pena contrastar estos datos con la correspondencia del
intendente Francisco Rendón, encargado del suministro de víveres. A partir de ella fue
posible encontrar la ración según la ordenanza, y de la misma forma en uno de sus
partes detalla la cantidad diaria de víveres que se necesitaban para mantener al ejército
sobre el campo. Cabe destacar que esta nueva propuesta hecha en marzo implicaría
una reducción considerable en la ración por soldado. Es probable que esta cifra sea la
más cercana a los gastos de alimentación.
69
Tabla 9: Ajuste de raciones y costo de la dieta diaria propuesta por Francisco Rendón para toda la tropa (marzo 1812)
Producto Cantidad Necesaria
Equivalencia en Kilogramos
Precio por Unidad en Pesos
Total en Pesos
Libra de Carne
- - - -
Libra de Pan 4 150 1 905.1 0.125 539.5
Carga de Frijol
3.15 429.5 12 37.8
Arroba de Arroz
19.31 221.9 3.75 72.4
Arroba de Sal 9.40 708.5 0.625 5.8
Arroba de Chile
- - - -
Arroba de Manteca
4.25 48.9 7.75 32.9
Total 688.4
Fuente: Elaboración a partir de los resultados obtenidos en la Tabla 7 y AGN, Indiferente Virreinal, caja
1051.
Si realizamos un cálculo similar hecho con la tabla 8, podemos notar que la tabla
9 arroja un gasto diario de 0.9 reales por persona, que implicaría que el costo de
alimentación para 6 061 soldados durante 72 días fuera de 49 564.8 pesos durante
todo el asedio. También podemos ver que la carne desaparece en este ajuste. Se tiene
noticia de que durante los días finales del sitio los insurgentes se alimentaban de cueros
y hasta de lagartijas, y aunque no se cuenta con información que afirmen este hecho en
el bando realista es probable que en momentos de crisis, animales como caballos y
mulas hayan sido utilizados para la alimentación.
La situación de la tropa era precaria y cambiaba con gran facilidad. Sin embargo,
la alimentación constituye una necesidad ineludible. Es decir que, sin importar las
condiciones, el sitio no podría continuar sin que se asegurara la satisfacción básica de
alimentos. Los documentos contables arrojan un costo total de alimentación de 37 738
pesos, que se distribuyen de la siguiente manera, a lo largo del sitio.
70
Tabla 10: Gasto total en Víveres durante el sitio según la contabilidad del Ejército de Operaciones del Centro (Febrero-Junio 1812)
Gastos de Alimentación en pesos
Fecha Monto Total Mensual
37 338
12-feb 8 000 16 132
29-feb 8 132
03-mar 5 000 9 207
03-mar 4 207
03-abr 5 611 9 499
04-abr 3 888
27-jun 2 500 2 500 Fuente: Libro Común del Ejército de Operaciones del Centro, ffs. , Indiferente Virreinal, Caja 1051 exp. 004, Indiferente virreinal, caja 3183, exp. 3183, Indiferente Virreinal, AGN, caja 3880, exp. 14, Archivo
Histórico de Hacienda, vol.1982, exp. 18.
En primera instancia, para efectos contables, podemos observar que el pago de
los víveres era hecho en los primeros días de cada mes. De la misma manera, los dos
montos mayores corresponden a la marcha hacia Cuautla y a los días iniciales de la
campaña, durante los cuales no se había definido el establecimiento formal de un sitio.
Por el contrario, conforme el sitio se alargaba, los gastos de alimentación disminuían
como una forma de administrar la miseria. En mayo no se registró ningún gasto dentro
de este rubro, lo que nos hace suponer que debido a las circunstancias en que se
rompió el sitio estos gastos serían liquidados hasta junio.
Sin embargo, no todos los gastos hechos se registran en el Libro Común de
tesorería del Ejército del Centro y, probablemente, no se conservan todos los recibos
correspondientes a la compra de víveres. De hecho, puede ser que durante los meses
que se asientan gastos de entre 2 500 y 4 000 pesos en alimentos, los gastos reales
hayan sido mayores y las donaciones más numerosas. De todas maneras, las cifras
para los últimos días del sitio llaman la atención por ser tan bajas. Entre las posibles
razones que explican que los egresos de esta categoría resulten tan escasos se
encuentra, en primer lugar, la falta de documentos que registren las requisiciones o las
donaciones hechas a favor del ejército del centro. También se puede pensar que debido
a la temporalidad y a las condiciones del sitio no se conserven más documentos que
71
arrojen luces acerca del gasto en víveres. Otra hipótesis sería que el Libro de la
tesorería del Ejército del Centro registre sólo los gastos controlados directamente por
los jefes del ejército y no todos los gastos de la tesorería.
Es difícil saber con precisión, pero es importante considerar estas posibilidades,
ya que los 37 338 pesos registrados en el Libro Común del ejército de Operaciones, es
mucho menor a la cifra obtenida con las raciones reducidas propuestas por Rendón. La
tabla 11 nos permite hacer una comparación de las tres tablas anteriores sobre gastos
de alimentación: la de gastos según la ordenanza, la hecha por Rendón como gastos
mínimos y registros asentados en el Libro Común del Ejército de Operaciones del
Centro. En esta tabla se toma como ración óptima la propuesta por las Ordenanzas, la
cual representaría el 100% deseado.
Tabla 11: Comparación de los gastos en alimentación de acuerdo a las diferentes raciones propuestas
Producto Gastos de Ración
óptima
Gastos de ración Propuesta por
Rendón
Gastos del Libro Común y recibos.
Pesos % Pesos % Pesos %
Carne 16 358.4 100% - -
Pan 54 547.2 100% 3 8808 -32% - -
Frijoles 5 443.2 100% 2 721.6 -51% - -
Arroz 8 179.2 100% 5 212.8 -37% - -
Sal 18.2 100% 417.6 -36.10% - -
Chile 3528 100% - - - -
Manteca - - 2368.8 100% - -
88074.2 100% 49528.8 -44.20% 37338 -57.70% Fuente: Tablas 5, 6,7.
La tabla 7 permite observar, en primera instancia, que si los gastos se hubieran
limitado a 37 338 pesos, los soldados hubieran sido alimentados con una ración
correspondiente al 42.3% de la estipulada en base a la Ordenanza Militar, lo cual
mermaría gravemente sus fuerzas e impondría condiciones de vida muy pobres. Por
72
otra parte, es de notar la falta de carne dentro de la ración diaria que Rendón estipula el
5 de marzo. Si esto fuera así, nos indicaría que se trataba de una alimentación a base
de hidratos de carbono, ya que los productos mayormente consumidos eran el pan, el
frijol y el arroz. Lo cual significaría que los soldados contaban con una gran fuente de
energía, sin embargo, la falta de proteínas era capaz de reducir las defensas y producir
debilidad muscular, lo cual dejaba a los soldados expuestos a las enfermedades y a la
desnutrición lo que, aunado a la poca higiene y al clima de la región, lograrían debilitar
a los sitiadores.
Sabemos que las cuentas del Libro Común del Ejército de Operaciones pueden
estar incompletas, aunque es muy poco probable que el gasto haya alcanzado los
estándares óptimos o, incluso, los de la dieta propuesta por Rendón en marzo. Para el
final del sitio se reportaba “haber hecho dar sepultura a once cadáveres que fallecieron
de enfermedad y de hambre”.196 Esto nos habla no solamente del panorama general,
sino de las grandes dificultades a las que se enfrentaba el gobierno virreinal para cubrir
las necesidades más básicas de sus soldados. Así como de una situación precaria en la
cual se mantenía a algo más de 6 000 hombres en el campo de batalla en condiciones
que comprometían su salud y su vida.
Gastos de Campamento
Esta categoría está compuesta por gastos relativos a la gestión del sitio, como el
parque de artillería, gastos de Hospital y provisiones para la mulada. Si bien, este rubro
debería incluir el análisis de gastos de transporte, toda clase de materiales bélicos,
tiendas de campaña, así como materiales de iluminación, calefacción y cocción, resulta
imposible contabilizarlos debido a la falta de fuentes que proporcionen informes de los
precios, cantidades necesarias así como la compra de los mismos.
La imposición de un sitio implicaba, entre otras cosas, una gran movilización de
recursos que debían ser transportados desde distintas partes del reino. Estas gestiones
196
José Ma. Echeagaray, Félix Ma. Calleja, 3 de mayo de 1812, AGN, Indiferente Virreinal, caja 5845 exp. 002 f. 7.
73
fueron realizadas en su mayor parte por el intendente Francisco Rendón y Félix Ma.
Calleja. Fue este último quien solicitó durante los primeros días del asedio el
establecimiento de un hospital, el envío de artillería así como la remisión de forrajes
para los animales.
A la llegada del ejército realista a Cuautla se tenía cuenta de la existencia de dos
obuses, cuatro cañones de a ocho, dos culebrinas de a cuatro, dos cañones de a
cuatro y cuatro cañones de a cuatro. Así como con 600 pistolas, 200 espadas y 200
fusiles que necesitaban ser remplazados.
Esta situación no parecía urgente o peligrosa en el contexto de una operación militar de
corta duración. Sin embargo, la primera batalla, llevada a cabo el 19 de febrero, dejó
como saldo 173 heridos y 19 muertos. Así que, al establecer un sitio se necesitaría al
menos contar con armas suficientes para asegurar la defensa en cualquier momento.
Por otro lado, los heridos de gravedad tuvieron que ser trasladados a Chalco junto
con los convoyes de artillería.197 Con el paso de los días esta situación dejaría en claro
la urgencia de formar un hospital cerca de Cuautla, este sería establecido
posteriormente en el camino a Cuernavaca.198 De la misma manera para mantener a la
tropa en los alrededores fue necesario levantar tiendas. Algunas de ellas debieron
pedirse a San Felipe del Obraje, debido a la mala calidad de las existentes en el
ejército.199
Al pasar los días del asedio las condiciones fueron tornándose extremas, la falta de
higiene y el clima eran poco favorecedores. La táctica de Morelos era mantenerse en la
plaza hasta la llegada del calor y las lluvias, pues los realistas serían presa de las
enfermedades, viéndose obligados a emprender la retirada.200 Sin embargo, las lluvias
se retrasaron y conforme avanzaba el tiempo la situación de sitiados y sitiadores
197
AGN, Operaciones de guerra, vol. 169. 198
Chávez, sitio, 2010, p. 97. 199
AGN, Indiferente Virreinal, caja 1051, exp. 004. 200
Alamán, Historia, 1985,vol. 2, p.515.
74
empeoraba. Lucas Alamán201, Rubén García202 y Luis Chávez Orozco203, señalan que el
número de enfermos aumentaban de una semana a otra, y que para el final del sitio, los
hospitales se llenaban con gran facilidad.
Mientras tanto, un ataque constante requería de grandes cantidades de artillería y
pertrechos, que fueron solicitados en numerosas ocasiones al virrey Venegas. La
artillería representaba uno de los elementos fundamentales para mermar a los
insurgentes encerrados en Cuautla. Sin embargo, Ortiz Escamilla señala que las armas
de los soldados de Calleja eran de mala calidad debido a la falta de artesanos. Por lo
cual sólo se había permitido ordenar la construcción de unos pocos cañones.204
Por esta razón, durante los primeros días en Cuautla el Brigadier Calleja se vio en la
necesidad de pedir “dos obuses y gran cantidad de bombas”, debido a que la artillería
con que contaba el ejército resultaba poco útil para causar algún daño a las casas y
conventos ocupados.205Luis Chávez Orozco señaló que las baterías realistas constaban
de trece piezas, tiraban 20 bombas, 66 granadas y 150 tiros de cañón cada 24 horas.206
El uso de artillería no sólo implicaba el envío de municiones, sino de personas con el
conocimiento necesario para maniobrarlas, así como animales de carga para
transportarlas.
Esto aumentaría el costo total que importaba este rubro, pues el precio diario de una
mula era de 2 ½ reales, y el de un caballo cuatro reales. De la misma forma, la
existencia de estos animales dentro del campo implicaba la compra de forrajes para su
alimentación.
Los gastos de campamento, constituidos por parque de artillería, hospital militar y
víveres para la mulada ascendieron a 27 000 pesos que fueron distribuidos de la
siguiente manera:
201
Alamán, Historia, 1985, vol. 2, p. 520 202
García, sitio, 1933, p. 82. 203
Chávez, sitio, 2010, 176. 204
Ortiz, Guerra, p. 66-68. 205
AGN, Operaciones de Guerra, vol. 196. 206
Chávez, sitio, 2010, 203.
75
Tabla 12: Gasto mensual de los gastos de campamento (febrero-mayo)
Mes Artillería Hospital Militar Víveres para la mulada Total
Febrero 2 000 2 000 4 000
Marzo 1 000 1 000 2 000 4 000
Abril 1 000 1 000 2 000 4 000
Mayo 1 000 11 000 3 000 15 000
Total 5 000 13 000 9 000 27 000 Fuente: AGN, Caja Matriz, vol. 2106.
Gráfica 3: Evolución mensual de Gastos de Campamento
Fuente: AGN, Caja Matriz, vol. 2106.
Parque de artillería: Esta categoría está constituida por todos los artículos necesarios
para mantener en funcionamiento la artillería como cureñas, cartuchos, granadas,
metrallas, lanzafuegos, cuerdas, barras, barrenas, porta lanzafuegos etc. Sin embargo,
no se pude ofrecer un informe detallado del gasto, debido a la insuficiencia de los
registros existentes. Los gastos durante el mes de Febrero en la categoría fueron
mayores a los observados en los meses siguientes al sitio. Esto no habla precisamente
de una escasez de parque, sino que los gastos registrados en el Libro Común del
ejército sólo corresponden a los hechos por los jefes militares. Ya que numerosos
partes de la época así como la historiografía confirman el bombardeo de Cuautla. De la
0
2000
4000
6000
8000
10000
12000
Febrero marzo abril may
Artillería Hospital Militar Víveres para la mulada
76
misma forma, se cuenta con documentos que registran existencias del parque general
de artillería, incluyendo morteros, pólvora, granada y metrallas.
Víveres para la mulada: En primera instancia cabe destacar que el egreso
correspondiente a este rubro se mantuvo dentro de los mismos niveles durante los 72
días del sitio, pues era fundamental para el mantenimiento de los animales en el
campo. También debemos recordar que durante los primeros días del asedio se podían
encontrar grandes cantidades de forraje en distancias menores a seis leguas (Tabla 5)
esto aminoró los gastos destinados a este fin.
El rubro Hospital Militar importó un gasto total de 13 000, pesos durante los meses de
marzo, abril y mayo. En primer lugar, el gasto de esta categoría es contabilizado desde
el mes de marzo. Debido a que fue hasta este momento cuando se estableció el
hospital militar del ejército realista en el camino a Cuernavaca. Como podemos ver en la
Gráfica 3 el gasto incrementó once veces durante el mes de mayo debido a las
epidemias que se presentaron en el campo de batalla. De la misma forma, después de
tomar la ciudad, fueron atendidos tanto soldados realistas como algunos de los
insurgentes, mujeres y niños que habían quedado en el pueblo al romperse el cerco. En
los primeros del día de mayo se daba informe de 326 enfermos207 sin embargo, Luis
Chávez Orozco calcula que las pérdidas realistas sólo ascienden a 71 muertos, 180
heridos y 40 contusos.
Finalmente resulta complicado conocer los gastos detallados de cada rubro a causa de
la falta de informes que clarifiquen precios de los productos. Y vale la pena resaltar la
carencia de documentos relacionados con la artillería, refiriéndonos tanto a su
organización, sueldos como a los materiales necesarios para mantener este cuerpo en
funcionamiento. De igual manera, las pérdidas humanas resultan poco cuantificables.
Esto se debe a que se han dado cifras exageradas acerca del número de muertos de
cada bando, si bien una fuente más cercana podrían ser las listas de hospital remitidas
207
AGN, Indiferente virreinal, caja 6396 exp. 17.
77
al virrey semanalmente, sólo se tiene conocimiento de su existencia por las menciones
hechas en la correspondencia de Félix Ma. Calleja.
Gasto total registrado para el sitio de Cuautla.
Tabla 13: Gasto contable registrado para el sitio de Cuautla
(19 de febrero 1812-2 de mayo de 1812)
Víveres 37 338
Sueldos 184 707
Campamento 27 000
Total 249 045 Fuente: AGN, Caja Matriz, vol. 2106.
Finalmente los registros contables arrojan un total de 249 045 pesos. Si bien,
esta cifra no cuantifica una serie de elementos por causa de la falta de informes, es
posible decir que contrario a lo propuesto por Carlos Ma. Bustamante, el sitio no
alcanzó los dos millones de pesos. Como muestra de esto, Félix Ma. Calleja señalaba el
10 de junio de 1812:
El ejército ha subsistido veinte meses en campaña sin haber recibido del superior
gobierno más auxilios numerarios que el de trescientos diez mil pesos y ha
consumido dos millones doscientos dieciséis mil quinientos setenta y ocho
pesos, un real y cuatro granos. Que se ha procurado el mismo con el importe de
prests que pertenecen al soldado, con residuos de ventas que si no hubieran
recogido habrían sido presas del enemigo y con préstamos de algunas
corporaciones y particulares que le urgen por su paga.208
Así, es probable que para el fin del sitio de Cuautla se hubieran gastado dos millones
de pesos, señalados por la historiografía, sin embargo, una gran parte de esta cifra
correspondería a acciones militares anteriores a esta. De igual forma, este fragmento
viene a confirmar y justificar la existencia de numerosos pagos a razón de buenas
208
Félix Ma. Calleja, AGN, Indiferente Virreinal, caja 3377, exp. 11, ff. 40.
78
cuentas, así como los gastos no cuantificables por materia de requisiciones. Es
importante mencionar, que debido a la naturaleza de las fuentes como lo son los libros
de cargo y los recibos resulta muy difícil desglosar y conocer el origen de los pagos. En
el caso de los sueldos, no se especifica si estos fueron pagados en especie; lo anterior
permitiría tener una perspectiva diferente del sitio. Sin embargo, a través de esta
investigación ha sido posible conocer los límites de la Real Hacienda durante un evento
bélico de larga duración.
79
Conclusiones
En un contexto amplio, estudiar el sitio de Cuautla no se refiere simplemente a los 72
días que duró el asedio. Los hechos responden a una serie de circunstancias que
permitieron el desarrollo de un acto bélico de esta magnitud. Más allá de los
acontecimientos inmediatos que pudieron provocar el sitio en sí, es necesario
analizar una serie de factores que contribuyeron al desarrollo de la guerra. En primera
instancia resulta primordial abordar la creación de un cuerpo regular de fuerzas
armadas en Nueva España. Como fue posible constatar a lo largo de este trabajo,
los factores que no permitieron el establecimiento de un ejército estribaban no
solamente en factores sociales, representados en las recurrentes disputas entre criollos
y peninsulares; o la falta de continuidad en políticas que dieran paso a un ejército
congruente.
También vale la pena detenernos brevemente a analizar el factor económico,
pues a pesar de que en un inicio el mantenimiento de las tropas era responsabilidad de
la Real Hacienda, en muchos casos fueron las élites las encargadas de su
manutención. Si bien, podemos decir que los primeros años del establecimiento de esta
institución representaron un vaivén, parece innegable el legado de 50 años en los que
se luchó por la creación de un ejército funcional. Igualmente, las experiencias del
ejército acantonado, repetidas anualmente desde 1800 hasta 1810, representaron un
reto a la Real Hacienda. Más allá de elementos como el entrenamiento y la enseñanza
de maniobras, la Real Hacienda se vio obligada a asegurar en cierta forma la
movilización de recursos; no solamente para la subsistencia de las tropas, sino para la
administración de las finanzas del ejército. La creación de una tesorería provisional para
la administración de los recursos destinados a las tropas estacionadas sobre Veracruz
sentó las bases que permitirían el desarrollo de las acciones bélicas durante los
primeros años de la guerra de independencia.
80
Estas bases tenían su raíz en las Ordenanzas militares de Carlos III, así como en
la Ordenanza de Intendentes de Nueva España. En primer lugar, las ordenanzas de
Carlos III proveían los fundamentos para la regulación de una institución como el
ejército; ya que a través del control de la organización y conducta militar se pretendió
establecer un ejército libre de lealtades a múltiples corporaciones. Si bien, como vimos
a lo largo del primer capítulo esto no fue posible debido a la suma de tensiones sociales
y económicas en Nueva España. Lo que sí permitió este código fue establecer una
estructura general para la organización de los diferentes cuerpos, las pautas para su
conducta y una marcada jerarquía dentro de la institución.
Por otra parte, el establecimiento de la Ordenanza de Intendentes, aportó los
cimientos de la logística para el mantenimiento y administración del ejército, en
circunstancias como el acuartelamiento, los periodos de paz; y por supuesto, la guerra.
A grandes rasgos, a través de la sección dedicada a la guerra, se provee al intendente
del conocimiento de los mecanismos básicos para asegurar el orden en la
administración de recursos destinados al mantenimiento de los cuerpos. Así, podemos
apreciar que la especificación de tareas relativas a la subsistencia, al levantamiento de
revistas así como lo referente al pago de sueldo permitieron desarrollar una estructura
administrativa. Si bien, tras la guerra de independencia las finanzas de los distintos
cuerpos que conformaron el ejército realista sufrieron un proceso de descentralización,
debido a las condiciones generales del virreinato, resulta posible indicar que fue la
Ordenanza de Intendentes la responsable de marcar la pauta, al menos en el sitio de
Cuautla, para asegurar el mantenimiento de las tropas.
Así como resulta esencial el estudio de la institución, parece fundamental
comprender a grandes rasgos la situación e importancia del territorio denominado “tierra
caliente”. Después de todo, este fue uno de los factores determinantes para la defensa
de Cuautla; su posición geográfica, económica y estratégica transformaron la defensa
de este territorio en una prioridad. Como pudimos constatar a través del informe de
la Hacienda Casasano “tierra caliente” se encontraba sumergida en un ambiente de
insurrección.
81
En un principio, el sitio de Cuautla se pensó como una batalla, con duración
aproximada de cuatro a cinco días. La recuperación de esta zona era primordial debido
a su cercanía a la ciudad y a su importancia económica. Tras la primera batalla se
volvió evidente que la estrategia planeada no sería capaz de hacer a los insurgentes
abandonar Cuautla, las órdenes eran precisas "demoler Cuautla". Los problemas
comenzaron pocos días después del asentamiento formal del sitio. Si bien, la zona
contaba con un gran número de recursos, las requisiciones hechas por los insurgentes
en los momentos previos al asedio dejaron a los realistas con pocas posibilidades de
abastecerse en las cercanías; la confiscación y el incauto de provisiones mermaron de
gran manera la base alimenticia.
El sitio de Cuautla fue capaz de llevar a la Real Hacienda a sus límites, pues además
de representar un reto militar este suceso se convirtió rápidamente en una carrera de
resistencia. Un evento bélico de larga duración pone a prueba los mecanismos para
satisfacer las necesidades básicas de los participantes. A través del estudio de este
suceso se busca comprender los límites de una institución en un periodo de crisis. Si
bien, se trata de la batalla más costosa y larga en el periodo de independencia, las
categorías de análisis utilizadas para este estudio pueden ser aplicadas a cualquier
evento bélico sin importar su duración.
Igualmente, a través de esta tesis hemos podido constatar las implicaciones de un
asedio. En primer lugar, las imprevisiones respecto a la duración del sitio llevaron a
situaciones críticas, pues si durante los acantonamientos se demostró que la
movilización de recursos era un problema, en un contexto de guerra y escasez de
recursos la situación se tornaba tanto más extrema. Igualmente, la falta de informes
imposibilita conocer si se realizaban pagos en especie. Así, las condiciones serían un
poco más favorables, y se explicaría alternativamente el aumento en el pago de sueldos
mientras el gasto en víveres disminuía. Las enfermedades mermaron gravemente las
82
condiciones de vida de los soldados dentro del campo, ya que debido a la falta de
alimentos, higiene y el clima tropical de la zona se propagaron diversas epidemias.
Sin embargo, el resultado del análisis de la correspondencia y los gastos es
claro, la Real Hacienda tenía grandes dificultades para mantener al ejército en
campaña. No sólo se registraba un atraso en el pago de sueldos, sino en la movilización
de recursos esenciales como lo son la comida y las medicinas. Igualmente, a través de
la organización administrativa de la batalla podemos conocer la función de un
intendente durante el periodo de guerra como el encargado de las gestiones
administrativas; sin dejar de lado el carácter predominante del Brigadier Félix María
Calleja, quien no sólo era un líder militar sino que gestionaba directamente las
necesidades de los individuos a su mando.
A través de la correspondencia podemos detectar la tensión existente entre Félix
María Calleja y el virrey Venegas. Este factor marcaría no sólo el desarrollo de la
batalla, el tinte de las cartas, sino la conducta final de Calleja ante las condiciones
deplorables que se sufrían en el sitio. Si bien, ambos bandos se declararon ganadores,
podemos decir que para el ejército realista el sitio de Cuautla no fue más que una
victoria pírrica. Pues, los altos costos de la batalla, el gran número de muertes y la
duración del sitio pusieron en evidencia la debilidad en las estructuras de las
instituciones novohispanas.
83
Fuentes y referencias
Archivos:
ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN (AGN)
Archivo Histórico de Hacienda Bandos Correspondencia de Virreyes Impresos Oficiales Operaciones de Guerra Real Hacienda Tribunal de Cuentas
Obras impresas del siglo XIX
Folletos:
“Con particular satisfacción comunico al público…”Parte de Félix Ma. Calleja al virrey
sobre la toma de Cuautla Amilpas el 4 de mayo, 1812. Publicado por Cruz en
Guadalajara, 15 jun. 1812.
“El virrey de Nueva España a los habitantes de los pueblos del sur “México, 1812.
El primer juguetillo batido con sus mismas armas. México, Imprenta de Arizpe. 1812.
F.J.B El señor Calleja en Cuautla. México, Imprenta de Arizpe, 1812.
Marón Dáurico. Oda a las invencibles tropas de Nueva España. México, con superior
permiso en la Oficina de Ontiveros, 1812.
Libros:
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Calleja : comandante en jefe del ejército real de operaciones, llamado del
Centro, México, Aguila, 1828.
Bustamante, Carlos María de, Cuadro histórico de la revolución mexicana, comenzada
en 15 de septiembre de 1810 por el ciudadano Miguel Hidalgo y
Costilla, México, Mariano Lara. 1843
Bustamante, Carlos María de, Diario histórico de México : contiene una relación diaria
de todos los acontecimentos políticos ocurridos en la ciudad de México y en
otros lugares del país, rasgos biográficos referentes a muchos personajes
públicos y multitud de noticias y comentarios sobre diversos
asuntos, Zacatecas, Escuela de Artes y Oficios de la Penitenciaría, 1896.
Mora, José María Luis, México y sus revoluciones. México, Fondo de Cultura
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Referencias
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INSTITUTO DE INVESTIGACIONES
DR. JOSÉ MARÍA LUIS MORA
Proyecto para exposición
72 Días de Lucha:
El costo fiscal del ejército realista durante
el sitio de Cuautla
1
El presente trabajo representa la traducción de la investigación a un proyecto
relacionado con la gestión del patrimonio cultural. Dicho proyecto se divide en tres
partes: bases contextuales, definición del proyecto o guion temático y producción
del proyecto. Esta última sección tiene como objetivo mostrar de forma general los
elementos básicos para poder llevar a cabo una exposición y se complementa con
un guion museológico.209 Cabe destacar que debido a la temporalidad y temática
de la exposición se busca proponer una exhibición basada principalmente en
contenidos multimedia más que en piezas históricas.
Contenido Parte 1 Bases contextuales ............................................................................................................ 3
Tema: ................................................................................................................................................. 3
Título ................................................................................................................................................... 3
Finalidades ........................................................................................................................................ 3
Encuadre del proyecto dentro de otras políticas. ........................................................................ 4
Marco Jurídico ................................................................................................................................... 4
Origen-antecedentes a esta exposición ........................................................................................ 5
Parte 2 Definición del proyecto ...................................................................................................... 6
Breve resumen .................................................................................................................................. 6
Destinatarios ..................................................................................................................................... 7
Público ................................................................................................................................................ 7
Objetivos de público ......................................................................................................................... 7
Objetivo General: .............................................................................................................................. 7
Partes en que se divide la exposición ........................................................................................... 8
Relación Temática. ........................................................................................................................... 9
Líneas estratégicas ........................................................................................................................ 13
Acciones........................................................................................................................................... 14
Parte 3 Producción del proyecto .................................................................................................. 16
Planificación .................................................................................................................................... 16
Esquema básico para la producción de la exposición .............................................................. 19
209
Un guion museológico es el desarrollo esquemático de un guion temático que se convierte en la base para crear un guion museográfico.
2
Material............................................................................................................................................. 20
Diseño .............................................................................................................................................. 21
Servicios al público ......................................................................................................................... 22
Difusión ............................................................................................................................................ 22
Materiales y Servicios .................................................................................................................... 22
Recursos Humanos ........................................................................................................................ 25
Mecanismos de evaluación ........................................................................................................... 27
Presupuesto .................................................................................................................................... 28
Guion Museológico ........................................................................................................................ 29
3
Parte 1 Bases contextuales
Tema: El costo fiscal del ejército realista durante el sitio de Cuautla
Título: 72 días de lucha, el costo fiscal del sitio de Cuautla
Finalidades
A raíz de la problemática que presenta la difusión de un tema de naturaleza
histórica o económica surgió la idea de crear una exposición que permita que el
público general se adentre en un tema familiar para la mayoría de ellos, El sitio de
Cuautla, pero abordándolo desde dos puntos de vista poco comunes. En primer
lugar, a través de fuentes realistas, y en segundo lugar estudiando el costo fiscal
de una acción bélica representativa de la historia nacional.
La intención de este proyecto se justifica por la necesidad de difundir y posibilitar
el acceso a temas históricos desde nuevos puntos de vista, no sólo debido a su
importancia dentro de la historia oficial de la nación, sino también para fomentar
entre los visitantes la interpretación de los hechos históricos. Don Aldrige definió
en 1973 la interpretación como “el arte de explicar el lugar del hombre en su
medio, con el fin de incrementar la conciencia del visitante acerca de la
importancia de esa interacción, y despertar en él un deseo de contribuir a la
conservación.”210 De esta forma, se busca que cada individuo elabore una
explicación personal acerca del proceso del sitio de Cuautla a partir de la
información proporcionada en la exhibición. Es decir, el fin último de este proyecto
es lograr que el visitante sea capaz de elaborar un diagnóstico de los hechos
históricos utilizando como herramienta la exposición.
210
Aldrige, Interpretación, 1973, p.81
4
Encuadre del proyecto dentro de otras políticas.
Marco Jurídico
La exposición se desarrollará en el marco de la legislación federal, estatal y
municipal aplicable a la preservación del patrimonio cultural, así como de
disposiciones normativas nacionales e internacionales para su manejo:
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, última reforma
1917.
Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticos e
Históricos, 1972, última reforma 1998.
Ley General de Bienes Nacionales, 2004.
Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, 1976, última reforma
2006.
Carta Internacional para la Conservación y Restauración de Monumentos
(Carta de Venecia), 1964.
Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural
de la Organización de las Naciones Unidas, 1972.
Carta de México en defensa del Patrimonio Cultural, 1976.
Carta de Burra para los Sitios de Significación Cultural, 1979.
Carta Internacional sobre Turismo Cultural, La Gestión del Turismo en los
Sitios con Patrimonio Significativo, 1999.
Ley Orgánica del H. Ayuntamiento de Cuautla.
Demás leyes, disposiciones, normativas y documentos de planeación
aplicables.
5
Origen-antecedentes a esta exposición
Si bien, esta exhibición tiene un enfoque diferente, existe una serie de
exposiciones cuya finalidad fue la divulgación del conocimiento histórico, entre
ellas destacan:
México 200 años, exposición de carácter temporal montada en el Palacio
Nacional durante 2010, formó parte de las celebraciones del bicentenario
de la independencia.
El dinero de Insurgentes y Revolucionarios. 800 monedas, dos
revoluciones, una Nación, presentada en el Museo Interactivo de Economía
su objetivo fue explicar las transformaciones en los periodos de guerra a
través de la moneda.
Museo de la Independencia, ubicado en Dolores, Guanajuato, este
repositorio tiene como objetivo divulgar la historia del proceso de
independencia en México.
Por su parte, existen lugares dedicados a la divulgación de la historia del sitio de
Cuautla, como el museo del Oriente de Morelos "Casa de Morelos"
y el museo "José Ma. Morelos y Pavón."
Igualmente, en el marco de la celebración del 200 aniversario del sitio de Cuautla
se llevaron a cabo una serie de eventos para conmemorar este hecho histórico,
por ejemplo:
Museo de sitio: En este lugar se encuentra una exposición permanente que
narra las “hazañas” de los insurgentes durante el sitio de Cuautla.
Plástica es el sitio. Obras plásticas cuyo tema es el sitio.
El tren de la historia.
Obras de teatro
Representaciones
6
Parte 2 Definición del proyecto
[Guion Temático]
Breve resumen
El sitio de Cuautla se ha vuelto representativo de la historia nacional; su
enseñanza ha trascendido generaciones. Sin embargo, los estudios acerca del
papel de los realistas en este hecho no abundan. Así mismo, no se ha estudiado
de manera formal el costo que ocasionó a la Real Hacienda la manutención del
ejército en campaña durante 72 días.
El sitio de Cuautla es, dentro de la historia nacional, una de las batallas más
representativas de la Guerra de Independencia. Los textos de principios del siglo
XX se refieren a este episodio como “El Heroico Sitio de Cuautla” en el cual
Morelos fue capaz de vencer al más grande militar de la Nueva España, Félix Ma.
Calleja.211
La fuente principal de dichos trabajos ha sido la correspondencia entre el brigadier
Félix Ma. Calleja y el virrey de la Nueva España, Francisco Xavier Venegas, así
como los relatos de autores como José Ma. Luis Mora, Lucas Alamán y Carlos Ma.
Bustamante. Sin embargo, estos trabajos se vieron nutridos a su vez por mitos
nacionalistas. En muchos de los casos, estos estudios se refieren al ejército
realista como “los españoles”, generando así una visión maniquea de lo que
realmente representó el movimiento de Independencia: una guerra civil.212 En
cualquier caso, estas obras constituyen un punto de partida para la presente
investigación, aún si su contraste con otras fuentes pueda llevar a conclusiones
diferentes.
211
Félix María Calleja nacido en el año 1755 en Valladolid, llega a la Nueva España en el año de 1789 junto con el segundo conde de Revillagigedo, fue jefe del ejército del centro entre 1810 y 1812. Diccionario p. 539. 212
Juan Ortiz Escamilla, Guerra,1997, p. 63
7
A partir de esta premisa, se propone dotar de un nuevo significado al sitio de
Cuautla más allá del discurso nacionalista con el que se ha trabajado (en muchos
casos) durante los últimos 100 años.
Destinatarios
Público
Público en general
Objetivos de público
Comunidad local: constituir el museo como lugar de encuentro y espacio cultural
Familias: un lugar para vivir el tiempo libre ocio.
Escolares y profesorado: complemento de currículo escolar
Tercera edad: opción de ocio enriquecedora activa o participativa para recordar lo
que han vivido
Asociaciones relacionadas al museo
Investigadores: punto de apoyo
Turismo: producto de turismo cultural
Medios de comunicación: ingrediente del espacio informativo
Agencias de viajes
Empresarios y patrocinadores
Objetivo General:
El objetivo de este trabajo será establecer una conexión entre los hechos del
pasado y el presente. También se pretende mostrar las diferentes dimensiones
que puede envolver un conflicto bélico como son la geografía, la economía, la
composición social y la política. Sin olvidar que cada uno de estos aspectos forma
parte de nuestra cotidianeidad.213
213
Dentro de una exposición dirigida al público en general, debemos recordar que la interpretación dirigida a los niños no debe ser una simplificación del contenido dirigido a los adultos, sino que debe basarse en una aproximación distinta.
8
La exposición busca promover la interpretación de los hechos históricos. Para
alcanzar este objetivo, nos apoyamos en la teoría propuesta por Freeman Tilden
quien señala que la interpretación es una forma de revelación basada en la
información, cuyo objetivo no es la formación sino la provocación. De igual
manera, se buscará reforzar las tres relaciones básicas que permitirán al visitante
elaborar su propia lectura de la exhibición, siendo estas los binomios patrimonio-
identidad, patrimonio-economía, y patrimonio-sociedad.
Objetivo principal:
Ofrecer herramientas suficientes al espectador para la interpretación del hecho
histórico. A través de los núcleos de esta exposición se pretende proporcionar al
público el conocimiento suficiente para insertar el hecho en un contexto de guerra
civil.
Objetivos particulares:
Abandonar la concepción maniquea del sitio de Cuautla.
Exponer los impactos que tiene una guerra más allá del ámbito. Realzar los
distintos aspectos de una batalla, ya que además de estrategia se deben
alimentar, vestir y pagar los soldados en el campo.
Descubrir cómo una batalla puede ser capaz de afectar el curso de un
proceso.
Transportar al espectador a un contexto de guerra.
Dar a conocer la lógica de una guerra dónde el ganador es aquel que es
capaz de resistir más tiempo.
Partes en que se divide la exposición
1. Introducción 2. El ejército realista
a. Políticas militares en Nueva España b. El financiamiento del ejército realista c. El ejército realista 1797-1810
9
3. La región de Cuautla-Cuernavaca 4. El sitio de Cuautla
a. El costo fiscal del sitio de Cuautla i. Víveres ii. Gastos de campamento iii. Sueldos
5. Conclusión
Relación Temática.
1. Introducción
En esta sección se abordará de manera general el proceso de la guerra de
independencia, la cuál será tratada desde la perspectiva de una guerra civil. Esta
temática se dividirá en dos núcleos. En primer lugar las causas de la insurrección,
seguidas de una vista panorámica de las diversas interpretaciones que se han
hecho de este acontecimiento a través del tiempo. A partir de este punto se
presentará el objetivo de la exposición.
2. El ejército realista
Tras la creación de un cuerpo permanente para resguardar las posesiones
americanas de la corona española se presentaron una serie de obstáculos para su
El costo fiscal del sitio de Cuautla
1 2
2a 2b 2c
3 4
4a
4a i 4a ii 4a iii
5
10
establecimiento en el continente. A través de este núcleo se mostrarán los
obstáculos que supuso la creación de una nueva institución dentro del virreinato,
para esto se dividirá la temática en tres secciones:
2a. El vaivén: Las políticas militares en Nueva España 1760-1797
A través de esta temática el espectador podrá conocer los proyectos e iniciativas
que fueron puestos en marcha a través de casi 30 años. Pasando por el plan
inicial, que consistía en el entrenamiento de cuerpos militares y en el relevo de
unidades para evitar la creación de lealtades dentro de la corporación. (A este
sistema se le conocía como noria.) En segundo lugar la primera reforma que se
llevó a cabo tras la llegada del virrey Revillagigedo y la eliminación de los cuerpos
de milicia. En tercer lugar, el regreso al proyecto original por parte del virrey
Branciforte.
Finalmente, el espectador podrá comprender que la falta de continuidad en las
políticas militares impidió el funcionamiento óptimo de esta institución.
2b. ¿Y ahora, quién paga? El financiamiento del ejército realista 1760-1797
El establecimiento del ejército en Nueva España trajo consigo algunos temores, el
principal de ellos era que representara una fuga en los ingresos de la corona.
Dentro de esta temática el público podrá conocer cuál era el plan para financiar al
ejército y las dificultades que traía consigo.
2c. El ejército realista 1797-1810
A partir del primer acantonamiento de tropas en Veracruz en 1797, se abre una
nueva etapa para el ejército, pues se establecieron los cimientos para el desarrollo
de los cuerpos militares en la primera década del siglo XIX. Igualmente, podremos
conocer cuántos soldados habían en el virreinato en la década de 1800, qué se
necesitaba para mantenerlos, y cuál era su entrenamiento.
Así, el objetivo del segundo núcleo no sólo se centra en dar a conocer cómo se
conformó el ejército, sino en proporcionar al público elementos necesarios para
11
analizar y confrontar las ideas arraigadas por los planes educativos tradicionales
que nos muestran un ejército realista de una larga tradición militar.
3. El escenario de la lucha: La región de Cuautla-Cuernavaca
En este núcleo se expondrán las características generales de Cuautla, su
geografía, su economía, y su población. De esta forma, se constatará la
importancia de que el sitio haya sido establecido en la zona; igualmente, se tendrá
una visión de los elementos que permitieron que se estableciera un asedio; y se
establecerán los elementos para explicar la forma en que se constituyeron los
bandos dentro de la guerra.
4. El sitio de Cuautla
A través de este núcleo se brindará en primer lugar una narración general de los
hechos acontecidos durante los 72 días de lucha entre insurgentes y realistas.
Para entenderlo mejor se dividirá de la siguiente manera:
4a. El costo fiscal del ejército realista durante el sitio de Cuautla
Si bien, el sitio de Cuautla se ha convertido en un hecho representativo de la
historia nacional, y ha formado parte de los programas escolares de Historia de
México a lo largo de muchas generaciones, los trabajos realizados acerca del
papel de los realistas son pocos. De la misma manera, el análisis formal del costo
que ocasionó a la Real Hacienda se ha dejado de lado, dando paso a múltiples
escritos que en su mayoría se limitan a narrar las “hazañas heroicas” de los
insurgentes.214 Con esto, se ha perdido la posibilidad de explicar la dinámica con
que se organizaba una batalla, los elementos fundamentales para la manutención
de un soldado, así como la lógica de gasto militar en el momento de la guerra civil.
214
Archondo, sitio, 1985; Lamicq, Retóricos, 1920; Zárate sitio, 1985.
12
Para lograr una comprensión general de los hechos, se hablará de los costes a la
par de la narración de los hechos, ya que se busca resaltar el carácter cotidiano
del factor económico dentro de una batalla.
4ai. ¿Cómo se alimentaba al ejército?
Este apartado está dedicado al análisis del gasto generado a partir de la provisión
de alimentos para la tropa.
La alimentación del ejército no era tarea fácil, para lograr sostener a miles de
soldados en un campo de batalla era necesario contar con recursos suficientes.
Sin embargo, en un contexto de guerra y crisis, las tareas más comunes como la
obtención de materias primas se convertían en un reto para los encargados del
abastecimiento de las tropas. En esta temática podremos apreciar las dificultades
a las que se enfrentó el ejército realista para satisfacer la necesidad primordial del
ser humano, el alimento, desde el inicio de la batalla, así como el deterioro de las
condiciones de vida a lo largo de los 72 días que duró el asedio.
4aii. ¿Sueldos?
Otra parte fundamental para el mantenimiento del sitio es el pago de sueldos a las
tropas concentradas alrededor de Cuautla. Después de la alimentación, el pago de
salarios se presenta como un elemento fundamental para el mantenimiento de los
soldados en el campo por un período prolongado de tiempo.
Se abordarán temas como la composición del ejército realista presente sobre el
campo de batalla; las razones por las cuales el pago de sueldos resultaba esencial
dentro de un acto bélico de larga duración; y cómo una acción tan cotidiana como
el pago de salarios puede llegar a afectar el desarrollo de una guerra.
4aiii. Gastos de campamento
Aquí encontraremos los gastos relativos a la gestión del sitio, como el parque de
artillería, gastos de Hospital y provisiones para la mulada. La imposición de un
13
sitio implicaba, entre otras cosas, una gran movilización de recursos que debían
ser transportados desde distintas partes del reino. Se expondrán tres aspectos
cotidianos que se daban dentro de una batalla, que generalmente no tenemos en
cuenta:
-Hospital. Dentro de cada batalla existen heridos, pero en el caso especial del sitio
de Cuautla debemos tener presente el rápido deterioro de las condiciones.
-Provisiones para la mulada. Al igual que los seres humanos, los animales deben
ser alimentados. Esto implicaba más gastos y gestiones para los encargados del
mantenimiento de la tropa.
-Parque de artillería. Un ataque constante requería de grandes cantidades de
artillería y pertrechos, que serían pedidos en numerosas ocasiones al virrey
Venegas. La artillería representaba uno de los elementos fundamentales para
mermar a los insurgentes encerrados en Cuautla.
5. Conclusiones
Finalmente, hablaremos acerca del costo total del sitio de Cuautla, los rubros que
importaban implicaban un mayor gasto a la real hacienda y el impacto del sitio.
Líneas estratégicas
A partir del interés que ha suscitado a lo largo del tiempo la divulgación de la
historia nacional, se han pensado algunas estrategias para fomentar el interés por
el proyecto:
-Buscar la posibilidad de crear vínculos con otras instituciones a través de enlaces
en páginas web.
-Difundir información sobre el proyecto mostrando su relevancia, novedad, y la
manera en que la exposición se inserta dentro de nuestra sociedad.
-Dar a conocer el proyecto dentro de círculos académicos y no académicos.
14
-Crear una base de datos de materiales relacionados con el tema.
Acciones
El proceso que se debe llevar a cabo para realizar una exposición es arduo y
requiere un plan de trabajo específico. Cuando tratamos un tema conocido y de
relevancia dentro del currículo escolar, abordarlo desde nuevas perspectivas y
ofrecer nuevas interpretaciones representa un reto de gran escala. Ésta es la
razón por la cual se debe poner especial atención a la manera en que se diseñan
los contenidos y la forma en que invitamos al espectador a repensar sus
conocimientos acerca del hecho. Si bien, en el siguiente apartado se presentará el
proceso de producción, aquí se muestran las tres acciones directas que se deben
llevar a cabo para lograr una exposición novedosa, una adecuada difusión, y un
contenido de calidad. Dichas acciones son:
1. Firma de convenios con distintas instituciones para permitir la
reproducción de ciertos materiales. Entre ellas se encontrarían: el Museo
Nacional de Historia, el Museo del Virreinato y el Archivo General de la
Nación. Si bien, la exposición pretende mostrar una cantidad limitada de
objetos, a través de la firma de convenios será posible la optimización de
recursos y la cooperación entre distintas instituciones.
2. Diseño de contenidos. Como hemos mencionado anteriormente, abordar
el tema fuera de la perspectiva de la historia oficial presupone un número
de retos. Se debe proporcionar la información en una forma que permita al
visitante vincular los conocimientos ya adquiridos con los presentados en
la exposición. Igualmente, invitando implícitamente a la reflexión y a la
elaboración personal de explicaciones.
3. Utilizar las nuevas formas de comunicación, aprovechando los espacios
que hoy en día nos proporciona la red. De esta manera, se alcanzará a un
público más amplio, y no se limitarán a la difusión, sino también a la
interacción. Si bien, para poder alcanzar a nuestro público objetivo también
hay que recurrir a los medios tradicionales. La utilización de redes sociales
15
como mecanismo de difusión y retroalimentación resulta imprescindible en
nuestra sociedad.
16
Parte 3 Producción del proyecto
Un buen museo no es el lugar donde encontramos un gran número de objetos
viejos, sino el lugar donde perdemos la noción del tiempo.
Orhan Pamuk
Planificación
El proceso de planificación del proyecto propone una duración estimada de tres
meses y medio hasta la inauguración de la exposición. Esto se debe a que ya se
cuenta con un guion científico, un guion temático, y un guion museológico
preliminar. Así, este período se dedicará a la elaboración del guion museográfico,
la creación y producción de contenidos, la firma de convenios, el cálculo de
presupuestos, el diseño de la exposición, así como en el montaje de la exhibición.
17
Proyecto
Actividad Semana
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15+
Programa
Contexto Evaluación de Contexto Administrativo y Físico
Programa
Selección preliminar de piezas
Guion museográfico preliminar
Materiales de soporte
Revisión de presupuestos y calendario
Selección final de piezas
Guion final
Presentación de propuesta de difusión
Organización espacial
Iluminación conservación
Criterios de evaluación
Requisitos especiales (Preparación)
Diseño y elaboración de
Materiales
Firma de convenios
Diseño
Presupuesto final
Primera propuesta de materiales
Guiones audiovisuales
Calendario
Elaboración de material audiovisual
Ejecución
Construcción
Difusión
Instalación
Montaje
Ajustes
Inauguración
Evaluación Final
Evaluación
Post Testing
Revisión del Proceso
Programa de Mantenimiento
19
Esquema básico para la producción de la exposición
Área de exposición:
Título de la exposición:
Fechas:
Objetos:
Gráficos:
Préstamos a gestionar:
Fase de diseño
Tarea Asignada a Fecha límite
Selección de Materiales
Guion audiovisual y multimedia
Textos finales
Carteles
Diseño de la exposición
Revisión de textos
Diseño material gráfico
Fase de Construcción
Tarea Asignada a Fecha límite
Corrección de textos y carteles
Producción de contenidos
Control de condiciones medioambientales
20
Arte final
Audiovisual y multimedia
Pintura
Carpintería
Instalaciones eléctricas
Modificaciones de última hora
Instalación final
Fuente: Fernández, Diseño, 2010, p. 88.
Material
Debido a la temporalidad y temática de la exposición será necesario producir el material
para la misma. En primer lugar, se plantea el uso limitado de objetos (reproducciones
en su mayoría). De esta forma se dará paso al uso de material multimedia,
centrándonos principalmente en cápsulas de video de 2 a 3 minutos.
De la misma manera se propone el uso de escenografías, por ejemplo una tienda de
campaña de la época, la reproducción de ciertos elementos cotidianos en el campo,
como utensilios para cocinar y la muestra de las raciones diarias de un soldado. Debido
a que la fuente principal de la invetigación fue la correspondencia, se pretende producir
cápsulas de audio en las cuales se relatarán las partes más interesantes de las cartas.
Esto no sólo permite captar la atención del público y abandonar los esquemas de las
exposiciones tradicionales, sino optimizar los recursos y suplir la falta de material
expositivo de la época.
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Diseño
Proceso general de diseño
Proceso del diseño
1. Fase de planificación
a. Selección del equipo
b. Definición del concepto o desarrollo temático
c. Plan sobre un espacio
2. Fase de diseño
a. Diseño esquemático preliminar
b. Diseño final
3. Fase de producción
a. Consideraciones del diseño final, especificaciones de reproducción
b. Selección de contratistas, fabricantes y suministradores
4. Fase de supervisión
a. Inspección periódica de fabricación e instalación
b. Revisiones periódicas a los diseños
Algunas observaciones:
1. Organizar la presentación de la información
a. Considerar distintos tipos de recorridos (lineal o libre)
2. Diferenciar opciones de presentación
a. Proporcionar alternativas al visitante
Lugar y espacio
La exposición debe representar una experiencia
El diseñador determina la experiencia espacial
Iluminación
Definir niveles de Iluminación
Considerar aspectos técnicos de la iluminación
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Público
Estímulo del espectador en el plano cognoscitivo
Recursos interactivos
Integración de recursos multimedia
Servicios al público
Difusión
Se plantea una campaña en medios impresos y electrónicos a través de las cuales
mostrar la novedad del proyecto. En primer lugar se busca colocar a la exposición
dentro de los medios de comunicación, de esta manera no sólo se fomentará la visita a
la exposición, sino que se aumentará la difusión del museo.
Es primordial la difusión en medios convencionales como periódicos, revistas,
programas de radio y televisión. Sin embargo, la principal herramienta será la presencia
en la web a través de redes sociales como Facebook, Twitter, Flickr, Pinterest y
blogger.
Materiales y Servicios
Guía para maestros
Se elaborará una guía para maestros, para permitir que estos asuman el papel de guías
de sus estudiantes. Esto permitirá al docente diseñar su recorrido de acuerdo a su
programa de estudios, de la misma forma se incluirán actividades para distintas
ventanas de aprendizaje e interpretación.
Ejemplo de actividad:
Tras escuchar una cápsula de audio
Cápsula # 4: Abasto de víveres
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Segmento Elemento Tiempo
El costo fiscal del sitio de Cuautla. Víveres
Los víveres llegaron a tiempo, hacía dos días que subsistía el ejército con mucha escasez y falta de artículos como el pan, pero por mala actuación del teniente Andrade quedaron en
Ameca cerca de quinientas raciones.
30 segundos
Actividad propuesta para grupos de niños de 8 a 12 años (4°, 5°, 6° grado de primaria).
Ventana de aprendizaje 8-12 años
Narrativa Lógica-
Cuantitativa Fundamentación
Secuencia ¿Qué ocurrió aquí?
¿Qué crees que ocurrirá después?
¿Ocurre rápido o despacio?
¿Cuál es el argumento?
Vivencia ¿Te recuerda a una historia conocida?
¿Aún puede suceder?
¿Cómo te podrías relacionar con este pasaje?
Real irreal (mito y realidad)
¿La historia que acabas de escuchar/leer/ ver es verdadera? Si no ¿De dónde crees que podría venir?
Da razones por las cuales esta historia puede ser o no real.
¿Crees que esto es un mito o pudo ser realidad? ¿Tal vez ambas?
Emoción
¿Qué sientes? ¿Qué se expresa? ¿Por qué?
Encuentra una emoción escondida
¿De quién es la emoción? ¿Cómo la encontraste?
Compara
¿Qué mas puedes descubrir acerca de la guerra a través de este fragmento?
¿Crees que este fragmento es valioso? ¿Qué le da su valor?
¿Por qué esto se considera historia?
Recuerda
¿Qué descubriste? ¿Aprendiste algo de tu vida?
Obtener elementos que relacionen el hecho con la vida diaria
¿Es importante este hecho? ¿Puede este material cambiar la forma en que vemos a los soldados realistas? ¿Porqué es interesante o no?
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Guía Familiar
Para este material no es necesaria una vinculación curricular. Su principal función será
la de constituir una herramienta didáctica para la planeación general de la visita.
Cédulas de Bolsillo
Dentro de la exposición se busca dejar de lado la costumbre de que los estudiantes
copien las cédulas, hábito que entorpece la circulación dentro de las salas y daña la
experiencia general de una exposición. Para lograr esto, se plantea a creación de
cédulas de bolsillo para profundizar en la información sobre los objetos, los personajes
y los hechos. Se podrán descargar en línea o a través de Bluetooth dentro del recinto,
igualmente, se considera la impresión de un número limitado de guías que se prestarán
a los visitantes que no cuenten con la posibilidad de descargar el contenido. De esta
forma se fomenta la autogestión del recorrido y se evita que el público se distraiga
copiando las fichas.
Las secciones que conformarán estas cédulas serán:
Fichas técnicas
Contexto histórico
Personajes
Datos curiosos
¡Observa!
Relaciona
Glosario
Bibliografía
Itinerarios por sala
Se ofrecerán distintas alternativas de recorridos, de manera individual o grupal,
basadas en temáticas complementarias de la exposición. De esta forma, el visitante
también puede hacer un recorrido selectivo de acuerdo con los temas que le resulten
más atractivos y cercanos.
Actividades familiares
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Los talleres y visitas guiadas al público serán actividades excepcionales. Debido a esto,
se plantea la creación de una serie de actividades familiares que integren las dinámicas
educativas tradicionales.
TODOS ESTOS RECURSOS SE PODRÁN OBTENER EXCLUSIVAMENTE EN LA
PÁGINA DE LA EXPOSICIÓN
Nota:
Los presupuestos para la exposición no son incluidos en el primer proyecto, ya que la
clase de recursos utilizados dependerá de la institución responsable.
Recursos Humanos
Se plantea la creación de un equipo de trabajo conformado por seis personas
encargadas de los diferentes aspectos.
Coordinador general Argumento científico, elaboración de guiones, selección de objetos .
Equipo de diseño
Traducción del contenido.
( 2 diseñadores y 1 comunicador)
Coordinador de la exposición
Corrección de textos y cédulas.
(1 historiador o educador)
Encargado de difusión
Encargado de la difusión de la exposición.
(1 comunicólogo)
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Mecanismos de evaluación
Como mecanismos de evaluación se plantean cinco clases de indicadores. El
primero de ellos será el número de visitantes de la exposición, así se observará el
impacto que tiene. Otro indicador será un libro de comentarios, a través del cual se
evaluarán las fortalezas y debilidades. El tercer mecanismo consiste en la
aplicación de encuestas aleatorias a los visitantes, también conocidos como
cuestionarios técnicos. En cuarto lugar, se plantea el uso de las redes sociales
como mecanismo de difusión y de evaluación, ya que el público podrá comentar
de manera directa e informal acerca de los diferentes aspectos de la exposición;
de este modo no sólo se podrá medir el impacto en las redes sociales, sino
fomentar indirectamente la difusión de la exhibición. Por último, es importante
contar con la presencia de evaluadores profesionales capaces de realizar una
observación estructurada y aportar puntos de vista que enriquezcan el contenido y
refuercen los objetivos de la exposición.
Puntos a revisar dentro de la evaluación hecha por el público:
-Visión del espacio en conjunto, de espacios individuales y piezas
específicas
- Percepción de los objetivos
-Conceptos presentados y apreciación de objetivos
-Aspectos preferidos y a mejorar
Puntos a considerar dentro de una evaluación profesional
-Objetivos
-Presentación de la información
-Medios
-Procesos de evaluación internos
-Análisis cualitativo y cuantitativo de los resultados generales
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Presupuesto
Debido a que este proyecto no fue pensado para una institución en específico se propone un presupuesto preliminar que contempla los gastos básicos de una exposición. No obstante, estos pueden variar dependiendo de los recursos con que cuente la organización encargada de producir la exhibición.
Presupuesto tentativo del proyecto
Razón Costo Mensual
Proyecto (14 semanas)
Sueldos
Coordinadores (2) 8,500 29,750
Diseñadores (3) 7,000 24,500
Difusión (1) 6,500 22,750
Montaje y producción
Costos de producción extra (voces para los videos, edición) 25,000
Renta de equipo de cómputo 35,000
Dispositivos de almacenamiento externo 1TB 2,000
Impresión de material gráfico de la exposición 20,000
Pago de reproducciones 17,500
Material para montaje 18,000
Impresión de 1000 carteles y 5000 folletos 9,526
Mantenimiento de página web (anual) 1,000
Compra de equipo para reproducción audiovisual 72,800
Total 277,826
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Guion Museológico
TEMA CONTENIDO TEMATICO MATERIAL
EXPOSITIVO APOYO
Gráfico Textual Sonido Multimedia
Inicio de exposición
Logos de la exposición y logos institucionales
Logo 1
Presentación institucional
Cédula de Presentación
1. Introducción
La guerra de independencia
PIEZA 1-3 Material multimedia.
Cápsula de dos minutos
Cápsula de video 1:
explicación de la guerra de
independencia. Tiempo: 3 minutos
a. Causas
b. Interpretaciones
c. Objetivo de la exposición
2. El ejército virreinal
Núcleo 1. Los problemas del establecimiento del ejército. Organización general
Piezas 2-3 Apoyo gráfico
1-2 Cédula Temática 1
Políticas Militares. Línea del Tiempo
Cedula temática 1.1
Contexto político
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TEMA CONTENIDO TEMATICO MATERIAL
EXPOSITIVO APOYO
Gráfico Textual Sonido Multimedia
Financiamiento del ejército.
Cápsula de video 2: ¿Cómo se sostenía el ejército? Tiempo: 4 minutos
El ejército realista 1797-1810
Piezas 4-7 Uniformes de
batallones
Narración 1. Ejército
acantonado
3.La región de Cuautla-Cuernavaca
Pieza 8- 10
Cápsula 3: ¿Por qué Cuautla fue
el lugar ideal para establecer
un sitio? Tiempo: 2 minutos
Sociedad Pieza 8
Economía
Infografía: actividades
económicas y composición
social
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TEMA CONTENIDO TEMATICO MATERIAL
EXPOSITIVO APOYO
Gráfico Textual Sonido Multimedia
4. El Sitio de Cuautla Desarrollo
Presentación de Personajes
Cronología
Cédula temática 2:Breve
relación del Sitio de Cuautla
Narración 2- Morelos-Calleja:
Presentación de
personaje, breve
biografía
Pieza 9-10
Cápsula 4: Correspondencia
de Calleja, animaciones,
narración general del sitio.
7 minutos
5. El costo fiscal del Sitio de Cuautla
Introducción Piezas 11-14
5. El costo fiscal del Sitio de Cuautla
Víveres pieza 15-17
Cédula temática 3: la alimentación
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TEMA CONTENIDO TEMATICO MATERIAL
EXPOSITIVO APOYO
Gráfico Textual Sonido Multimedia
de las tropas durante el Sitio de Cuautla
Abasto
Cápsula 5: Gestión de Alimentos Tiempo: 4 minutos
Alimentación de las tropas Muestra de
raciones
Narración : abasto de alimentos 2 minutos
5. El costo fiscal del Sitio de Cuautla
Sueldos
Pertenecer al ejército
realista… para servir al
Rey
El ejército sobre el campo de Cuautla
Infografía: composición de cuerpos del ejército
realista. Cédula
temática 4:
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TEMA CONTENIDO TEMATICO MATERIAL
EXPOSITIVO APOYO
Gráfico Textual Sonido Multimedia
Gestión de los sueldos
Infografía; sueldos
según arma
Cápsula 6: Gestión del
pago. Tiempo: 4 minutos
Los sueldos durante el sitio
Infografía: Distribución
del pago
5. El costo fiscal del Sitio de Cuautla
Gastos de campamento
Piezas 11-18
Recreación de tienda de campaña
Cédula temática 5 La vida sobre el
campo de Cuautla
Narración de condiciones en el sitio de Cuautla
Hospital Muestra de materiales
Parque de Artillería, Víveres para la mulada
Cápsula 7: Otros gastos. Tiempo: 3 minutos
6. Conclusión ¿Cuánto costó el Sitio de Cuautla?
Infografía: distribución de gastos
Cédula Temática 6: Los costos de la batalla
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TEMA CONTENIDO TEMATICO MATERIAL
EXPOSITIVO APOYO
Gráfico Textual Sonido Multimedia
¿Qué significó el Sitio de Cuautla? Epílogo
Cápsula 8: Preguntas de reflexión para el visitante. Tiempo: 1.5 minutos
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Bibliografía
Ballart Hernández, Juan Treserras Jordi, Gestión del patrimonio Cultural, Barcelona,
Ariel, 2005.
Freeman, Tilden, Interpreting our Heritage, Estados Unidos, University of North
Carolina, 1977.
Fernández Luis, García Isabel, Diseño de exposiciones: concepto instalación y montaje,
Madrid, Alianza, 1999.
García, Ángeles, La exposición, un medio de comunicación, Madrid, Akal, 1999.
Lord Barry, Lord Dexter Gail, Manual of Museum Planning, Londres, Rowman &
Littlefield, 2012.
Querol, María, Manual de Gestión del Patrimonio Cultural, Madrid, Akal, 2005.