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Leyendo da a da en Marcos
El desarrollo espiritual de Mara Magdalena
Leyendo da a da en Marcos
E. L. H. Ogden Day by day through the New Testament
Precious Seed Publications, Reino Unido
Introduccin
El nombre completo del autor de este Evangelio es Juan Marcos, y a l las Escrituras hacen
referencia nueve veces. En secuencia cronolgica las referencias son Hechos 12.12,25,
13.5,13, 15.37, 1 Pedro 5.13, Colosenses 4.10, Filemn 24, 2 Timoteo 4.11. Adems, cierto joven en Marcos 14.51,52 ha podido ser Marcos mismo.
Tenemos pues una breve sntesis de su vida y su ministerio en favor de Pablo, Pedro y
Bernab. Su debilitamiento nos da una historia equilibrada de este siervo del Seor a quien
fue encomendada la santa tarea de escribir uno de los Evangelios. Es generalmente aceptado
que, bajo la inspiracin del Espritu Santo, Pedro fue la mayor fuente de informacin para
Marcos, y hay muchos detalles en el Evangelio que confirman esto.
Marcos, como servidor a aquellos que fueron llamados al servicio ms destacado con y por su
Seor, fue escogido por el Espritu Santo para retratar el carcter suyo como el Siervo. Lo
hizo de una manera sencilla, impactante y directa. Sus frases son pequeos retratos. Este
Evangelio est lleno de actividad. Por ejemplo, en las estampas del captulo 1 el Seor se
encuentra en las aguas del Jordn, en el desierto, al lado del mar, en la sinagoga, en una casa,
en un lugar solitario y en los pueblos de Galilea.
Su programa se puede analizar a grandes rasgos de esta manera:
la recomendacin del Siervo, desde el 1.1,
el Siervo en s, 1.14,
la autoridad del Siervo, 2.1,
los amigos del Siervo, 3.7,
las influencias del Siervo, 6.7,
la instruccin del Siervo, 8.27,
la senda del Siervo, 11.1,
la profeca del Siervo, 13.1,
el rechazo del Siervo, 14.1,
la exaltacin del Siervo, 16.1.
Este Evangelio es como un ro de corriente veloz, fluyendo hasta Galilea, 1.14 al 9.50, luego
Cisjordania, 10.1 al 31, y finalmente Judea, con Jerusaln como el punto focal, 10.32 al
16.18. Saliendo hasta Betania, su obra realizada a perfeccin, el Seor regresa a los cielos
para comenzar una obra nueva a travs de otros.
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captulo 1 Amanece el da del Siervo
Cun significante es la declaracin que da comienzo a este Evangelio. Su estilo es objetivo y
su mensaje directo. De una vez se enfatiza el carcter de Jess como un siervo, sin ocuparse
de una genealoga o informe sobre su nacimiento. Para mostrar que el comienzo a que se
refiere Marcos no es el origen de las buenas nuevas que va a presentar, se oye a Jehov
hablando a su siervo perfecto por intermedio de su profeta Malaquas. Luego Isaas habla de
la voz de Uno que seguir en el camino preparado.
Fue la responsabilidad de Juan el Bautista, a quien se refieren los pronunciamientos
profticos, presentar a su Seor. l se conformaba con ser el mensajero y el preparador de la
senda. Tena sentido de vocacin; conoca su asignacin; conoca su mensaje. Reconoca
tambin la autoridad que Dios haba investido en l. El Seor iba a decir que ninguno sera
mayor profeta que l, Lucas 7.28, pero con todo se confes indigno de servir a su Seor aun
en la capacidad del menor de los esclavos.
Ahora Marcos se dirige al Siervo en s. Ya le ha reconocido como el Hijo de Dios, 1.1, y le
presenta como Seor, el poderoso y el amado, 1.3,7,11. Se centr sobre l la atencin divina,
la satnica y la humana. El Espritu repos sobre l, identificndole con la actividad divina,
1.10. El Padre le aclam, declarando la complacencia santa, 1.11. El diablo le atac,
enfatizando su carcter completamente libre del pecado, 1.13. Los discpulos le reconocieron,
acusando su seoro, 1.20.
Leemos en apretada secuencia de tres milagros especficos y un resumen de varios ms al
cierre de un da sabtico. Al echar fuera el demonio, el Seor manifest su autoridad sobre el
mal. Al curar la fiebre dio evidencia de su autoridad sobre la enfermedad. Al sanar al leproso,
aplic sobre autoridad sobre la impureza.
As Marcos traza dibujos escritos de las muchas y variadas actividades del perfecto Siervo de
Dios. Su ministerio fue eficaz y muy difundido, ya que venan a l de todas partes, 1.45.
captulo 2 Conversiones y controversias
Capernaum figur mucho en el captulo anterior, y de nuevo la casa es la escena de un
milagro. La narracin hace de esta casa el punto cntrico de atencin, 2.1 al 12. Fue la casa
de inters; se oy que estaba en la casa, y les predicaba la palabra. Hubo una interrupcin que condujo primeramente al perdn de los pecados del hombre discapacitado que cuatro
amigos bajaron con fe a travs del techo, y luego la restauracin de sus fuerzas. Y, fue
tambin la casa de bendicin. Por cuanto Dios fue glorificado por los observadores atnitos,
fue la casa de alabanza y testimonio, 2.12. No podemos ofrecer una oracin ms hermosa a
Dios que la solicitud de que nuestros propios hogares tengan las caractersticas espirituales de
esa casa.
La gracia de Dios en eleccin se ve en la conversin de Lev. Las consecuencias fueron de
largo alcance, ya que este hombre era nadie menos que Mateo, apstol y tambin escritor del
Evangelio.
En el resto del captulo se formulan dos crticas. En respuesta a la pregunta de por qu sus
discpulos no ayunaban, el Seor contest de manera de poner de relieve el contraste entre la
conformidad legalstica y la gracia libertadora que Dios ha revelado en s. Habiendo venido el
Seor, se hizo posible el disfrute de una nueva relacin de parte de los suyos, 2.13. No slo
esto, sino que la verdad que l revel no poda ser puesta como un parche sobre la ropa vieja
del judasmo, sino era un nuevo vestido de santidad; vase Filipenses 3.3. Los cueros viejos
representaban el judasmo. El vino nuevo del evangelio no podra ser guardado en ese tipo de
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odre, sino trajo la experiencia de la libertad gloriosa con que Cristo nos hizo libres, Glatas 5.1. As, el Seor perfecto ense la libertad verdadera.
La crtica sobre las espigas recogidas en el da de reposo por los discpulos recibi del Seor
una respuesta que coloc la ley en su debida perspectiva en relacin con el seoro de Cristo,
aun por encima de las tradiciones bajo las cuales los fariseos se haban puesto en
servidumbre: 2.23 al 38. El reconocimiento del seoro de Cristo en todo asunto resolver los
problemas que surgen de da a da.
captulo 3 Gracia y autoridad
Es un triste comentario sobre la naturaleza de los fariseos el hecho de que, al ver que estaban
en la sinagoga el Seor y el hombre con la mano seca, ellos buscaron una oportunidad para
acusarle de sanar en el da sbado. Fue por esta actitud que el Seor se enoj y se entristeci
con un enojo santo, no un pecado. Airaos, pero no pequis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, Efesios 4.26. Fue enojo a causa del estado de sus mentes, acompaado de tristeza a causa de la dureza de sus corazones.
Habiendo sanado a muchos, la prxima tarea de este Siervo perfecto fue la de designar doce
hombres como sus compaeros cercanos. La eleccin fue sobresaliente en su importancia.
Marcos seala el doble propsito del Seor: (i) para que estuviesen con l; (ii) para enviarles a predicar. He aqu su deseo para ellos y su comisin para ellos; 3.14. La secuencia es importante, ya que establece la necesidad de comunin con el Seor antes de servicio para
l. Es todava un principio bsico.
La lista de nombres que da Marcos difiere de la de Mateo 10.2 al 4 y Lucas 6.14 al 16, por
cuanto cada nombre est puesto por separado. Cada siervo es responsable al Seor por su
llamamiento.
Al entrar en una casa, el Seor se encontr primeramente ante amigos que queran impedirle,
y luego ante escribas que haban venido para criticarle, 3.21 al 30. Ellos lanzaron una muy
grave acusacin acerca del poder con que echaba fuera los demonios. La respuesta del Seor
dio a entender que (i) si un demonio echara fuera a otro, su reino se derrumbara, y (ii) el
hecho de expulsar a los demonios es prueba absoluta del poder de Jess sobre Satans, el
hombre fuerte, y por lo tanto su casa se caera oportunamente. Debe ser leda en el contexto
del prrafo entero la advertencia del Seor en el 3.29 acerca de la blasfemia contra el Espritu
Santo.
Su madre y sus hermanos no podan comprender su obra. Sus nexos se extendan ms all de
los simples lazos naturales, y abarcaban a todos aquellos que hacan la voluntad de Dios, 2.31
al 35. La fe, y no la familia, es la base de esta relacin eterna que le permite al Seor decir de
la Iglesia, He aqu, yo y los hijos que Dios me dio, Hebreos 2.13.
4.1 al 34 Sembrador, semilla y suelo
Esta seccin contiene tres parbolas, todas relacionadas con la siembra y el crecimiento.
La primera se conoce generalmente como la del sembrador pero a veces se llama con igual
certitud la parbola de las tierras. Marcos abre su relato con las palabras, Od, he aqu, y esta es la clave. La parbola versa sobre la receptividad a la Palabra de Dios distribuida como
semilla por el fiel siervo de Dios. Aun la tierra buena no era pareja en su productividad.
Tenemos una responsabilidad en cuanto a qu parte del ministerio y enseanza que recibimos
estamos dispuestos a poner por obra. Su rendimiento es de treinta veces, sesenta o cien?
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El Seor ampli el mensaje de la tierra buena con referirse a la inutilidad de una lmpara
debajo de un cajn o una cama. Las actitudes con respecto a la responsabilidad propia se
manifestarn con un reconocimiento personal de cunto ms ha podido ser la produccin.
Debemos desplegar la luz que tenemos. Mientras ms repartamos el conocimiento de nuestro
Seor, ms recibiremos. La indiferencia o indolencia no permitirn que la luz resplandezca, y
sufriremos prdida.
La parbola siguiente, 4.26 al 29, es la nica que solamente Marcos relata. Una vez ms se
destacan el sembrador, la semilla y la tierra, pero aqu el Seor se ocupa de slo la tierra
receptiva y el desarrollo de la semilla en ella. El sembrador ha cumplido con su
responsabilidad. La semilla tiene vida y va a crecer desapercibidamente. Su desarrollo se
ilustra en tres etapas y, en el contexto del evangelio, muestra el comienzo sencillo, el proceso
misterioso y los resultados de la madurez espiritual. Que todo sembrador fiel tome aliento;
vase Isaas 55.10,11; ... as ser mi palabra que sale de mi boca; no volver a m vaca ...
En la tercera parbola, 4.30 al 32, el Seor escogi un grano de mostaza de entre toda su gran
creacin, y esto para ilustrar el reino de Dios. Este reino tuvo un comienzo insignificante por
medio de doce hombres con un potencial que pareca ser muy reducido; pero de ellos
brotaron ramas para cubrir el mundo entero, y por su carcter nico en Cristo el reino atrajo a
todos cuantos queran. El metfora de las aves del cielo se emplea en un contexto similar en
Ezequiel 17.23 con la ilustracin del magnfico cedro, el cual es una figura de Israel, ... habitarn debajo de l todas las aves de toda especie ...
4.35 al 41 Quin es ste?
Al estudiar los Evangelios, siempre es provechoso e instructivo tener por delante la porcin
relevante en cada uno de ellos cuando ms de uno trata el tema. Al hacer esto con respecto a
la historia de cuando Jess calm la tempestad, se ver que Marcos incluye cinco
observaciones que se omiten en Mateo 8.23 al 27 y Lucas 8.22 al 25. Son: le tomaron como estaba, en la barca; haba tambin con l otras barcas; l estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; no tienes cuidado que parecemos? y respondi al viento, y dijo al mar, Calla, enmudece.
No es difcil visualizar la descripcin grfica que Marcos nos ofrece. Con cunto cario los
discpulos habrn conducido a Jess a una parte tranquila, y all se acost a dormir el Hijo de
Dios, humanamente cansado despus de haberse entregado voluntariamente al ministerio del
da. No tena preocupaciones a causa de una tempestad que se present. l, los discpulos que
le acompaaban y las dems barcas, iban a llegar a la otra ribera. Lo haba dicho. Pero este
hecho fue olvidado rpidamente en el pnico que result cuando la tempestad llen la barca
de agua. La presencia del Seor no eximi al grupo de encontrar circunstancias adversas pero
s les garantiz la seguridad.
Muy a menudo el temor distorsiona la perspectiva, y as ellos despertaron al Seor
crudamente para preguntarle si acaso no tena cuidado de ellos. Cuntas veces el hijo de Dios
duda en tiempos de adversidad. Es tan fcil, pero tan incorrecto, olvidarnos de que las
tempestades que se presentan en la experiencia cristiana estn bajo el supremo control del
Seor. Acordmonos de esta manifestacin de su poder en la tempestad, y el pero despus que figura en Hebreos 12.11 donde se habla de la disciplina que al presente no parece ser
causa de gozo.
l reprendi al viento y calm al mar. Este incidente rene dos verdades en cuanto a Jess.
Siendo verdadero hombre, se manifest aquella tarde como verdadero Dios. Con razn los
discpulos temieron con gran temor ante semejante despliegue de actividad, y dijeron entre s,
Quin es ste? 4.41.
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5.1 al 20 Poder sobre demonios
Ahora Marcos dirige la atencin a las circunstancias revoltosas de la presencia de demonios.
Tan pronto como Jess sali de la barca, le sali al encuentro un hombre con un espritu
inmundo. Su manera de dirigirse al Seor indica que su voz estaba bajo el poder de
demonios, y el nombre Legin que us era el de sus opresores, 5.7,9. El poder de los
demonios sobre l se hace obvio en el relato, pero con todo reconocieron sujecin a la
autoridad de Uno que saban ser Hijo del Dios Altsimo.
Ellos no eran capaces de resistir su orden de salir del hombre, y le rogaron permiso al Seor a
entrar en el hato de puercos que se paca cerca de los cerros. Es importante observar que el
Seor no les mand a entrar en los cerdos sino que les dio permiso. Las actividades malignas
estn sujetas a la autoridad divina. Los demonios entraron en los animales por iniciativa
propia, con resultados desastrosos para los dueos del hato. La liberacin de este hombre
trajo paz no slo a su mente atormentada sino al vecindario. Esto vali ms que unos
cochinos cuya carne, cualquiera sea el fin que daban a ella, ha debido ser ofensiva a sus
dueos judos.
El objeto depravado de la compasin del Seor experiment un gran cambio, y le
encontramos con su Libertador. Est ahora sentado, que habla de su reposo; vestido, que
habla del reajuste; y en su juicio cabal, que habla de su restauracin. Las repercusiones
condujeron a que el Salvador de gracia fuese rogado a marcharse de la comarca.
Haba uno, sin embargo, que no tena semejante deseo, y el hombre renovado expres su
gratitud, manifestando su devocin al pedir permiso para acompaar al Seor. Jess haba
sido rechazado por los porcicultores y no haba quien les hablara de su compasin y poder,
excepto la persona que los haba experimentado. Con gracia el Seor mostr al hombre que
su esfera de testimonio estaba entre sus amigos, y qu misionero result ser este individuo!
5.18 al 20. A veces el mayor servicio es el que se presta ms cerca de la casa.
5.21 al 43 La hija y la enfermiza
Estos milagros se encajan de una manera nica en los cuatro Evangelios, por cuanto el
incidente acerca de la hija de Jairo fue interrumpido por la curacin de la mujer que padeca
de flujo de sangre. El perodo de doce aos conecta las dos de una manera singular; el temor
y tristeza del principal de la sinagoga seal el fin de doce aos de contentamiento (vase
Lucas 8.42), pero para la mujer haba sido un perodo de sufrimiento y desespero que termin
en sanidad y paz.
Lo que Jairo haba visto u odo le impuls a encontrarse con este gran hacedor de milagros
cuando l se desembarc en el regreso de Gadara. Su rogativa manifiesta reverencia por el
Seor, aprecio y preocupacin por su hija, y fe en el Seor cuya visita l solicit. El Siervo-
Hijo, siempre ocupado en los negocios de su Padre, le acompa sin demora, 5.24. La
preocupacin de Jairo por su hija puede servir de recordatorio de la responsabilidad paternal
en nuestros tiempos de llevar cada da a los hijos al Seor en oracin sincera, rogando que
sean guardados de todos los peligros morales y espirituales que los rodean constantemente.
El Seor fue detenido en su marcha pero no impedido en su propsito. La mujer estaba
resuelta a vencer la muchedumbre y llegar hasta Jess, quizs avanzando a rodillas, y logr
tocar el borde de su vestimenta. La virtud no estaba en el borde, sino en la fe de la enferma a
quien el Seor reconoci en seguida.
Estos versculos se pueden resumir al notar (i) su condicin en 25,26, (ii) su conducta en el
27, (iii) la conclusin en 28 y (iv) la curacin en 29. Ella recibi el ttulo de hija, siendo la
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nica persona a quien el Seor se dirigi as en lo que las Escrituras narran. No es slo que
goz de este nexo de afecto, sino que entr en la paz que el mismo implica, 2.35.
El Seor fue informado que la nia estaba muerta, pero con todo continu hasta la casa,
donde manifest su poder sobre la muerte. El inters que tuvo en el bienestar de la joven
resucitada habla de la necesidad hoy da de cuidar como pastor a los recin renacidos,
dndoles de comer, 5.43.
6.1 al 32 Profetas rechazados y apstoles enviados
Seguido por sus discpulos, el Seor lleg a su propio pueblo donde l y su familia eran bien
conocidos. Aqu ejerci su autoridad al ensear en la sinagoga. Haba aquellos que le
escucharon pero no entendieron la fuente de su conocimiento, sabidura y poder, 6.23. No
queran reconocer que el Hijo de Dios estaba en medio. Se escandalizaron. El verbo tiene su
raz en scandalon, que era la parte de una trampa que enredaba el animal al toque. Al oir las
palabras de Jess, ese pueblo se encontraba atrapado.
La controversia se debi a que ellos, gente imperfecta que no tena respuesta, le retaban a l,
el Perfecto. Los suyos no crean en la divina fuente de donde procedan su conocimiento,
sabidura y poder, y por consiguiente su obra fue restringida all, 6.5. Ciertamente el profeta
estaba sin honra en su propio pas.
Haba llegado el tiempo para el cumplimiento del segundo motivo para el llamamiento de los
doce. Ellos haban estado con l para aprender, y ahora iban a salir para predicar; vase el
3.14. Los principios que les enunci tendran vigencia slo hasta el fin de su propio
ministerio terrenal; vase Lucas 22.35 al 38. No obstante, se qued el principio bsico de la
fe. Les dio ..., pero el sentido es el tiempo continuo que encierra una fuente constante de poder en el Seor, 6.7 al 13.
El nombre y las obras del Seor llegaron a los odos de Herodes, quien tena mala conciencia
a causa de la muerte de Juan el Bautista. Marcos abre un parntesis para contarnos del nefasto
hecho; su narracin encierra a una mujer impa, una muchacha degenerada, un gobernante
desviado y un mrtir noble. El versculo 20 es una expresin elocuente de la opinin personal
de Herodes acerca de este poderoso profeta: varn justo y santo. Aqu haba un hombre bajo la conviccin del pecado por la vida y predicacin de Juan, pero con todo lleg a ser
manipulado por una mujer sin escrpulos.
La leccin en 6.30 al 32 es la necesidad de las ocasiones de soledad con el Seor en una
dependencia reposada en l. Es posible encontrarse tan ocupado en el servicio del Seor que
no hay tiempo para oir su voz. Cunto necesitamos el silencio del lugar solitario con l!
Tengamos cuidado de la aridez de una vida de agite.
6.33 al 56 Compasin y control
Muchos que conocieron al Seor le vieron salir en una barca con sus discpulos.
Aparentemente se adelantaron a la nave, de manera que una gran multitud esperaba al Seor
cuando se arrib. Su corazn de pastor fue conmovido de pasin al verles, y l comenz al
darles alimento espiritual. Hacia el final del da, los discpulos les hubieran despachado a las
aldeas en busca de comida, pero el Seor coloc sobre los Doce la responsabilidad de darles
de comer, 6.37.
l nunca aplica una prueba sin disponer de la solucin. Lo que pide es confianza absoluta.
Quera que sintiesen ejercicio personal en el asunto, y por lo tanto le traen cinco panes y dos
peces. Poco, pero suficiente al ser trado con fe. El principio del buen orden, cosa distintiva
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del trabajo de un buen siervo, es muy evidente en la exigencia del Seor en el versculo 40:
se recostaron.
Obsrvese los pasos del Seor en el 6.41: tom, levant, bendijo, parti, dio, reparti. No fue
un milagro de extensin, sino de creacin! La parte que toc a los discpulos era la de
distribuir a otros lo que el Seor les haba dado primeramente a ellos. Una cesta qued para
cada uno de ellos; el Seor siempre recompensa a sus servidores.
Despus de este gran acontecimiento, Jess despach a los suyos en una barca. l mismo se
fue a orar aparte. En la travesa se levant una tempestad; los discpulos haban actuado de
acuerdo con las instrucciones del Seor pero con todo se encontraron en turbulencia. A veces
sucede lo mismo hoy da. Pero si no hubiera sucedido esto, ellos hubieron perdido mucho.
En la tempestad, y a causa de ella, Jess se revel como Seor de todas las circunstancias que
perturban, y las olas tempestuosas se volvieron como pavimento de plata debajo de sus pies.
Se agrega en Mateo 14.28 al 31 que Pedro tambin camin sobre las aguas. El temor de los
suyos se disip entre la presencia del Seor; la tempestad fue calmada bajo su poder y los
discpulos llegaron sanos y salvos a la otra ribera, Marcos 6.50 al 53.
Estos dos milagros forman una parbola. El Pan de Vida trae la bendicin eterna a las almas
hambrientas que le reciben. Como Sumo Sacerdote, l intercede por los suyos y pronto
vendr a donde estn ellos en las tempestuosas escenas de este mundo, para llevarles a estar
eternamente con l.
captulo 7 Tradicin y realidad
Este captulo comienza con los fariseos criticando a los discpulos del Seor por comer sin
haberse lavado las manos, lo cual era una contradiccin de la tradicin de los ancianos. Como
respuesta el Seor cit Isaas 29.13 y a Moiss en xodo 20.12, 21.17, Este pueblo de labios me honra ...; Honra a tu padre y a tu madre ...
De esta manera, usando la misma ley que ellos profesaban guardar, l dej a la vista su
concha vaca de hipocresa; las manos limpias jams compensan un corazn sucio! En
privado el Seor explic que un hombre no se contamina por lo que come sino por lo que es,
e ilustr el asunto con la mencin de trece venenos que proceden del corazn humano, 7.17 al
23.
Es sobresaliente el caso de la mujer sirofenicia que rog al Seor echar fuera el demonio en
su hija, 7.24 al 30. No siendo juda, no tena reclamo sobre la gracia de Dios. La salvacin no
era para los gentiles, ya que el tiempo para la invitacin de gracia a todas las naciones no
llegara hasta despus de Pentecosts. La respuesta que recibi no dio aliento por cuanto se
bas estrictamente en este principio. Pero fue una prueba de su fe. Ella acept la respuesta
parablica del Seor en el sentido que ella, siendo gentil, no tena derecho al pan de los hijos,
pero a la vez completa la ilustracin al reclamar acceso a las migajas debajo de la mesa.
Es solamente Marcos que narra la recuperacin del hombre sordo con el impedimento en su
habla, 7.32 al 37. El Seor emple una metodologa nica. Tal vez la razn fue que as el
hombre entendera el proceso, ya que no escuchara si el Seor le hablara. Primero, le apart
de la muchedumbre, como una reprensin sin palabras a los que buscaban seal. Se ve que
los contactos que hizo Jess con el hombre eran de carcter personal.
Aquellos dedos que emple en la obra celestial de la creacin, Salmo 8.3, fueron usados
tambin en la curacin de una de sus criaturas. El uso de la saliva del Seor subray el hecho
de que su poder a sanar no slo estaba en l sino que era suyo propio. Su exclamacin, S abierto, fue una orden a los rganos latentes a responder a la voz del Restaurador y a cantar
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su alabanza. Al Seor, el Siervo perfecto, fue dirigida la alabanza ms sublime que puede ser
dada en reconocimiento de una obra realizada: Bien lo ha hecho todo, 7.37.
captulo 8 Compasin, curacin, confrontacin
Al comparar los dos casos distintos de la alimentacin de las multitudes como Marcos los
narra, el lector observa detalles diferentes, como el lugar donde sucedieron los milagros, el
tiempo que la gente pas con el Seor, el nmero de comensales, los sobrantes y los
recipientes usados. (Las palabras usadas en el idioma original para cestas y canastas son
diferentes. Vase en Hechos 9.25 la misma palabra canasta).
De los detalles similares mencionaremos slo dos: la compasin del Seor, 8.2, 6.34, y la
satisfaccin de los que comieron, 8.8, 6.40. Por qu tuvieron problema los discpulos con la
necesidad de los cuatro mil? Se haba olvidado que el Seor atendi a cinco mil, o fue que
dudaban de su capacidad de repetir aquel milagro?
El milagro siguiente, 8.22 al 26, es el segundo y ltimo que solamente Marcos relata. Su
realizacin fue instantnea pero no as su pleno efecto. Las lecciones que podemos aprender
son: (i) la luz espiritual aumenta poco a poco; (ii) un da lo imperfecto volver perfecto. Hay
un sentido real en que podemos orar que el Seor aumente nuestra visin espiritual con el
toque invisible de su mano.
A parir del 8.27 hay un cambio fundamental en el ministerio del perfecto Siervo de Dios,
cuando entra en preparacin definitiva para la realizacin de la obra que vino para hacer. Si
bien Pedro no comprendi todo lo que su confesin encerraba, reconoci en el 8.29 que ste
era el Cristo, el Ungido divino en quien se cumpla toda Escritura. Esta confesin provey la
base para que el Seor comenzara a ensear a sus discpulos acerca de su muerte: era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho.
Ellos tambin deben tomar su cruz y reconocer el costo. Esto no quiere decir, ni significa
ahora, una adversidad personal o enfermedad, como algunos quieren entender la idea de
tomar su cruz. Es ms bien llevar el reproche de Cristo, Hebreos 13.13, salgamos ... llevando su vituperio.
El Seor exige todava que uno se niegue a s mismo, que se identifique con la cruz de Cristo
y su estigma y se comprometa a seguirle para honrar al l y al Evangelio. Uno pierde su propia vida para buscar lo espiritual, y la salva al ganar tesoro espiritual, 8.34 al 38. Estamos dispuestos?
9.1 al 29 El contraste de la experiencia
Los tres escritos sinpticos registran los incidentes que precedieron y siguieron de inmediato
la transfiguracin del Seor, presentndolos en la misma secuencia; Mateo 7.1 al 8, Lucas
9.28 al 36.
Este hecho hace relativamente fcil un ejercicio comparativo. El 9.1 est conectado con
aquellas cosas que el Seor deca en el captulo anterior; pero es idneo para introducir el
tema de la transfiguracin como la ocasin que seala la manifestacin futura de su gloria
como consecuencia de su muerte, la cual les haba anunciado.
Marcos cuenta que los llev solos a subir el monte. Las condiciones de elevacin y
separacin deben ser satisfechas antes de que la gloria del Seor sea vista. As es hoy en un
sentido espiritual. Reflexione sobre la descripcin de la escena y considere el grupo reunido y
la voz de la nube. Es llamativo que Pedro, al describir su experiencia en
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2 Pedro 1.16 al 18, no se interese ms por Moiss y Elas sino habla solamente de su Seor,
cuya majestad haba visto cuando estbamos con l en el monte santo.
Mientras suceda esto en el monte, los discpulos abajo estaban involucrados en un incidente
del cual no salieron bien, 9.14 al 18. Marcos enfatiza la condicin del muchacho y los
esfuerzos del demonio a destruirle. La llegada del Seor del monte trajo alivio a todos los
interesados. Su averiguacin compasiva y la reafirmacin del poder de la fe, mencionadas
slo por Marcos, merecen nuestra cuidadosa atencin, 9.21 al 23. Los discpulos saban que
haban fracasado donde el poder estaba a su alcance - vase 6.13 - y preguntaron al Seor por
qu. Su respuesta en el 9.29 fue clara: la oracin y el ayuno. Mateo menciona en 17.20 otra
causa: la incredulidad.
La oracin y la fe no pueden ser separadas en la experiencia cristiana. Si no creemos, no
podemos orar. Si no oramos, perdemos el poder. Nosotros, al igual que los discpulos,
estamos ante las fuerzas del mal. No tenemos lucha contra carne y sangre, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernantes de las tinieblas de este siglo, contra
huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales, Efesios 6.12.
9.30 al 50 Lecciones en humildad
Es un comentario triste acerca de los Doce el hecho de que se hayan ocupado solamente de
sus propias ambiciones durante el viaje cuando el Seor les haba hablado de nuevo de su
muerte y resurreccin. La enseanza que dio seguidamente tuvo que ver con la frase que
figura tres veces: en mi nombre.
Con un nio en medio l ense la humildad de posicin, 9.35 al 37. La sencillez de una fe
como la de nio es una marca de grandeza espiritual. Pablo habl de la sencillez o sincera fidelidad a Cristo" al referirse a la firmeza del testimonio, 2 Corintios 11.3.
Como respuesta al informe de Juan que ellos haban prohibido a uno que echaba fuera
demonios en el nombre del Seor, porque no les segua a ellos, l ense la leccin de la
humildad de relacin, 9.38 al 40.
Algunos emplean este acontecimiento para apoyar el ecumenismo, o el asociarse
indebidamente con cualesquier cristianos profesantes. No tenemos autoridad alguna para
tratar as las palabras del Seor. Este hombre tena su propia parte con el Seor y Jess la
reconoci, pero no mand a sus discpulos a salir y unirse con l. Los principios del carcter
de una iglesia local estn en la Palabra de Dios para que sean cumplidos en humildad y
obediencia. Con todo, nos regocijamos en la unidad del cuerpo del Cristo, y debemos amar a
todos los que estn en l.
En la figura del vaso de agua en mi nombre, el Seor ense la humildad en actuacin y obras. Aqu aprendemos la importancia en los ojos del Seor de la tarea mnima que hagamos
en su nombre. Requiere un espritu humilde obsequiar algo cuando nadie ms lo sabe, en vez
de actuar de una manera que va a llamar la atencin, si es que hagamos algo con este fin.
Revestos de humildad, escribi Pedro unos aos ms tarde; 1 Pedro 5.5. El Seor resumi su discurso con advertir primeramente acerca de hacer a otro tropezar, y aqu us la figura del
nio que puede ser influenciado fcilmente. Luego se refiere a la posibilidad de estorbos
personales por va de la mano, el pie o el ojo, 9.42 al 48.
Este poderoso lenguaje simblico ensea la necesidad de un rgido examen propio que se
hace slo por la crucifixin de la carne; Los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos, Glatas 5.24. El Seor clarific sus ilustraciones al hacer mencin de que el fuego y la sal se refinan y purifican para traer la paz mutua.
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captulo 10 Palabras de sabidura
Este captulo abre con la conocida afirmacin de que Jess enseaba. Sin embargo, los
fariseos que vinieron no queran ser enseados, sino probarle sobre el asunto del divorcio. El
Seor les refiri primeramente a Moiss y luego a la creacin, y repiti los principios del
matrimonio en los propsitos eternos de Dios, 10.2 al 9. Luego les seal a los discpulos que
las personas que violan estos principios se colocan en la posicin de adlteros. No se han
abrogado las palabras suyas.
La historia de los nios en los brazos del Seor ser siempre una fuente de inspiracin a los
padres y a los dems que anhelan en el corazn el bienestar espiritual de los pequeos.
El joven vino corriendo al Seor a preguntar qu debera hacer para heredar la vida eterna, y
recibi una respuesta muy corts pero desafiante. Aleg haber guardado los mandamientos
pero careca del amor para el Seor que le hubiera hecho sacrificarse y tomar los cinco pasos
que le eran requeridos: andar, vender, dar, venir y seguir. El Seor, quien le amaba, vio una
cosa que faltaba, pero era todo en cuanto a la salvacin de su alma, y el hombre se march
triste.
Cuando Santiago y Juan solicitaron sentarse al lado del Seor en su gloria, l se vali de dos
palabras en su respuesta: una copa y un bautismo. La primera habla de recibir y la segunda de
participar. Esto fue lo que el Seor sostuvo en la cruz. l recibi el juicio sobre el pecado; fue
la copa. Entr en, o se hizo partcipe de, la muerte de la cruz; fue el bautismo. En las
persecuciones y sufrimientos ellos ciertamente iban a beber de la misma copa y ser
bautizados del mismo bautismo, pero las posiciones que anhelaban no les correspondan,
10.35 al 40. Su servicio era ms elevado, siguiendo el ejemplo de Uno que no vino para ser servido, sino para servir, 10.45. Vendra al ministerio de ellos en el nombre de Aquel que dara su vida en rescate por muchos.
En vivos cuadros grficos Marcos nos relata la restauracin de vista para Bartimeo, usando
esas palabras elocuentes, Jess, detenindose, al oir el clamor del mendigo.
captulo 11 En Jerusaln
Este captulo encierra acontecimientos que tuvieron lugar en tres das sucesivos en la semana
sobresaliente que se desarrollar a nuestra vista. La entrada del Seor en Jerusaln se registra
en los cuatro Evangelios, 11.1 al 4, Mateo 21.1 al 11, Lucas 19.29 al 44 y Juan 12.12 al 15.
La pluma proftica tambin escribi de ella en Zacaras 9.9.
El que haba hablado a sus discpulos de su rechazamiento recibi momentneamente la
aclamacin del pueblo. La procesin triunfante no termin en el palacio, porque su reino no
sera establecido sobre la tierra hasta un da todava venidero. Termin en el templo, los ojos
penetrantes de Jess mirando alrededor todas las cosas, donde haba slo una representacin formal de la gloria de Dios. Luego, con los Doce, regres a la posada deseada
en Betania.
El segundo da en la secuencia se relata en funcin de dos incidentes: la maldicin de la
higuera, 11.12 al 14, y la exclusin del rea del templo de los comerciantes y cambistas.
Vemos aqu una perversin de la ley de Dios, la cual inclua cierta provisin para la compra
de lo requerido para el sacrificio, Deuteronomio 14.25,26. La desviacin haba dado lugar a
deshonestidad y profanacin, de modo que la casa de oracin se haba vuelto cueva de
ladrones.
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Estos dos sucesos dieron lugar a otro en el tercer da de la semana de fechas trascendentales.
La higuera se haba secado desde las races, habiendo fracasado en su funcin de llevar fruto.
El Seor convirti el evento en una leccin espiritual de la cual podemos sacar aplicaciones
hoy da. El no llevar fruto en nuestro propio testimonio puede ser remediado por la fe en
Dios. La dependencia interior puede ser el medio del logro exterior. Esta dependencia se
manifiesta en la oracin con tal que haya un espritu perdonador.
Los funcionarios presentes en el templo desafiaron al Seor al atacarle en dos frentes.
Primero, cuestionaron la naturaleza de su autoridad, y segundo la fuente de la misma. El
Seor les devolvi su pregunta al preguntarles si la autoridad de Juan era del cielo o de los
hombres. Ellos saban que la fuente era Dios y que Juan haba presentado al Cordero de Dios,
quien estaba delante de sus ojos. Resintieron esta autoridad, y le rechazaron a l. Pero quizs
en sus corazones saban la respuesta.
captulo 12 Parbola, precepto, alabanza
Callados ya aquellos que criticaban al Seor, l les relat una parbola cuyo efecto se nota en
el 12.12. Ellos sabran del canto de Dios a su via, Isaas 51.1 al 7, que versa sobre los
privilegios y responsabilidades de Israel. El viador es Dios y la cerca es la pared
intermediaria de separacin entre judo y gentil, Efesios 2.14. Los labradores son ellos
mismos, los lderes de los judos. Los siervos son los profetas, y el hijo amado es figura del
Seor. Los otros Evangelios abundan sobre este punto; Mateo 21.42, Lucas 20.17.18.
El Seor respondi a los fariseos y herodianos que haban sido enviados para sorprenderle en
alguna palabra, ubicando el gobierno en su lugar debido. A la vez, sujet la obediencia al
mandamiento humano a los derechos mayores de Dios.
Los saduceos plantearon luego un caso hipottico sobre las relaciones personales despus de
la muerte, 12.18 al 23. La respuesta del Seor ofrece un esplndido ejemplo del uso de las
Escrituras. Cunta ms autoridad tiene una respuesta cuando se basa solamente en la Palabra
de Dios y no en los pensamientos de hombres. El Seor concluy que Dios es Dios de los
vivos, pero se refera a los ya muertos. El conocimiento de esta verdad trae gran consuelo en
la hora de la ms honda tristeza y establece una esperanza bienaventurada.
Entonces sigui una pregunta de un escriba interesado y quizs turbado, 12.28 al 34. Una vez
ms el entero conocimiento de las Escrituras provey una respuesta amplia para el Seor. El
amor es una actitud que controla los pensamientos e inspira las acciones. El amor para el
vecino se encuentra en el pueblo de Dios. Tal era la gracia del Seor que el pueblo le oa con
gozo, pero a la vez l estaba tan lleno de la verdad que nada dejaba pasar por alto en su juicio
de los escribas, 12.35 al 40.
El captulo termina con el relato acerca de una viuda pobre quien recibi el mandamiento del
Seor. Disponiendo de slo dos moneditas, ella ech las dos en el arca. El valor de una
ofrenda se mide por lo que le queda al que dio!
captulo 13 Cundo sern estas cosas?
Los pronunciamientos profticos del Seor a cuatro de sus discpulos fueron hechos en
respuesta a dos preguntas que le formularon despus de su profeca acerca de la destruccin
del templo.
Comenzando con las condiciones sobre la tierra inmediatamente despus de su ausencia de
entre ellos, l expone la secuencia de los eventos que tendrn lugar dentro de un perodo
cuya severidad se nota en los versculos 19 y 20. Nunca se ha visto ni se volver a ver una
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adversidad como la que habr en lo que el Seor llama en Mateo 24.21 y Apocalipsis 7.14 la gran tribulacin. Esa poca venidera se llama tambin el tiempo de angustia para Jacob, Jeremas 30.7.
Las Escrituras dan muchas evidencias de que la Iglesia no va a estar expuesta a ella, ya que
ser levantada a la presencia del Seor antes de que la tribulacin venga. Luego el Seor
relat cmo l mismo va a venir con gran poder y gloria cual Hijo del Hombre para buscar a
su escogido, Israel, 13.24 al 27.
Comoquiera que sea la naturaleza de una enseanza del Seor a sus discpulos, ella siempre
se acompaa de exhortaciones prcticas y a veces de advertencias. Estas son necesarias y
apropiadas para la Iglesia aun en estos tiempos. En el contexto de este discurso, Marcos
registra dos parbolas que el Seor interpret con la misma palabra velad.
(i) La higuera, 13.28 al 32. Una vez ms se emplea este rbol como smbolo de la nacin de
Israel, la cual ser la seal sobresaliente de que estas cosas se acercan. Por supuesto, no hay
autoridad para aplicar interpretaciones a incidentes especficos en nuestros das, pero este
papel de Israel sirve para mostrar el desarrollo de la verdad proftica en el comienzo de su
desenvolvimiento. Hoy da Israel es el aviso ms fiel de cosas venideras que el mundo jams
ha visto. Esta parbola ensea la relativa inminencia de tales cosas.
(ii) El portero, 13.33 al 37. La parbola se presenta como una exhortacin a mirar, velar y
orar. El viajero est en el campo, donde abundan peligros invisibles y desconocidos, y por lo
tanto tiene que estar en alerta en todo momento. La parbola en s trata de los siervos que
estn trabajando en la casa; el portn de la idea de una expectativa de que el amo de casa
puede legar de un momento a otro. Que estas actitudes sean nuestras!
14.1 al 31 Ungento, aposento y monte
Los versculos 1 y 2 cuentan de la resolucin de los principales sacerdotes y de los escribas
de hacer todo cuanto podan en contra del Seor, pero los versculos 3 al 9 cuentan de cmo
Mara de Betania hizo lo que pudo a favor suyo. En su gesto de ungirle con alabastro de
mucho precio se ve la calidad de un amor que no vea nada como demasiado costoso para
drselo.
Ella quebr el vaso y derram su contenido sobre Jess. Esto result en dos comentarios de
parte de l: Buena obra me ha hecho, y Esta ha hecho lo que poda. Fue un acto hermoso, como es siempre la legtima adoracin, y fue as a causa del motivo de la mujer. El
Seor interpret la expresin de su corazn, y aquel da ella erigi un monumento que jams
sera quitado dondequiera que se proclame el evangelio en el mundo entero.
De este caso de adoracin Marcos pasa a uno de participacin en la cual dos hombres, no
nombrados, se involucran en los preparativos para el suceso que se ha conmemorado desde
que el Seor muri, y ser conmemorado hasta que l venga, 14.12 al 25. El que llev el
cntaro seal el camino. El dueo de la casa contribuy su parte de tres maneras, ya que
aport un saln que Marcos describe como alto, amueblado y listo.
A todos los que le aman, el Seor est preguntado, Dnde est el aposento? Hacemos bien en prepararlo a diario, de manera que l pueda tener comunin con nosotros. Ciertamente
nuestros corazones deben ser amplios, nuestras mentes dispuestas y todo nuestro ser equipado
por la preparacin espiritual para el encuentro. Todo en orden ya, el Seor lleg con los doce.
Hizo referencia al traidor en el grupo, y esto dio lugar a la triste pregunta, Ser yo? El relato que ofrece Marcos es breve pero completo. No nos cansemos de leer los versculos 22
al 25, ni despreciar cualquier oportunidad de hacer memoria del Seor cada primer da de la
semana.
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En la quietud del monte de los Olivos, el Buen Pastor particip a sus ovejas que iba a ser
herido y ellos dispersados, pero prometi que seran reunidos de nuevo, una vez resucitado
l. No obstante las protestas de Pedro, el Seor predijo su negacin. Nuestra lectura de hoy
comenz con devocin silenciosa pero termina con necias afirmaciones de lealtad, 14.31.
14.32 al 72 El huerto y el palacio
Getseman! En este huerto se revel la profundidad de las emociones y experiencias
personales del Seor. Las expresiones entristecerse, angustiarse, muy triste son suficientemente elocuentes como para hacer innecesario un comentario en este estudio
devocional. El Seor prosigui, se postr en tierra y or. Tres veces or.
Marcos especifica que dijo: Abba, Padre, 14.36. Las Escrituras no cuentan que haya usado esa expresin en otra ocasin, y la encontramos slo dos veces ms, en Romanos 8.15 y
Glatas 4.6. Abba significa una confianza producto del afecto, mientras que Padre expresa
una comprensin inteligente del nexo. Le adoramos a l por haber dicho, consciente de la
terrible realidad de la copa, mas no lo que yo quiero.
En contraste con la fidelidad de Uno en cuanto al cumplimiento de su misin, vemos la
infidelidad de otro en la satisfaccin de su avaricia, 14.43 al 52. Los medios por los cuales
Jess traicion al Seor hacen el incidente ms asqueroso. La seal de afecto se convirti en
expresin del mal diablico en esa ocasin cuando ese hombre habl de Maestro pero a la
vez le vendi.
Los Evangelios informan que el Seor fue sujetado a tres juicios a manos de judos. El
primero fue ante Ans, el segundo ante Caifs (Marcos ofrece detalles en 14.53 al 65) y el
tercero ante el Sanedrn. En estos juicios la acusacin fue la de blasfemia. El Siervo fiel haba
sido despachado, y ellos intentaron desacreditarle. El Seor se qued callado ante todas sus
preguntas hasta que el sumo sacerdote insisti en preguntar acerca de su persona y su relacin
con Dios. Ahora l s afirma que es el Mesas y ser su juez.
Todos los Evangelios relatan la negacin de Pedro a su Seor, 14.66 al 72. Lo que dice
Marcos es de gran inters porque bien puede ser lo que Pedro mismo cont. Pobre, querido
Pedro! Pero acaso nosotros nunca hemos negado al Seor, si no tan directamente, por lo
menos tan efectivamente al no testificar que le conocemos como el nuestro? Gracias a Dios
por el lloro, versculo 72. Nunca debemos avergonzarnos de las lgrimas del verdadero
arrepentimiento; son preciosas en los ojos de Dios y sealan el camino a la verdadera
restauracin.
captulo 15 El lugar llamado Glgota
Aun cuando los judos ya haban condenado al Seor Jess a ser digno de muerte, la parodia de justicia continu bajo jurisdiccin romana. As como en los juicios judos, hubo
tres etapas. Marcos registra las dos sesiones ante Pilato; la parte correspondiente a Herodes
tuvo lugar entre los versculos 5 y 6.
La acusacin fue diferente. La de blasfemia no hubiera tenido influencia sobre Pilato, pero l
escuchara una acusacin poltica, y este fue el curso que los judos tomaron.
Pilato saba que el Seor no era culpable de traicin y le hubiera puesto en libertad al no
haber permitido que le controlaran las circunstancias del momento. Su intento final fue el de
ofrecer una eleccin entre Barrabs y el Seor, pero la iniciativa fue rechazada y l permiti
que el acusado fuese crucificado. 15.1 al 15.
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De manera que una procesin emprendi su vergonzosa marcha hasta fuera de la ciudad al
lugar llamado Glgota. Nunca antes, ni despus, cielo y tierra haban contemplado semejante
escena: una chusma, una tropa repugnante y varios gobernadores complacidos. De un todo
debilitado, Simn llevando la cruz, el Seor lleg a aquel lugar y all le crucificaron.
Marcos anota que esto sucedi a la tercera hora, y se permiti que por tres horas el ojo
pecaminoso del hombre le observara. Pero desde la sexta hora hasta la novena tinieblas
envolvieron toda la tierra. Dios estaba cargando sobre su Amado el peso del juicio santo, y
ningn ojo humano debera ver en su esencia la naturaleza espiritual de sus padecimientos a
causa del pecado humano.
Quin explicara el nico clamor registrado por Marcos de los siete que el Seor formul
desde la cruz? Dios mo, Dios mo, por qu me has desamparado? 15.34 Debido a la santidad de Dios la cruz fue absolutamente esencial, y por el amor de Dios la cruz fue una
posibilidad y un hecho consumado para realizar la redencin del pecador.
captulo 16 El Siervo vindicado
Marcos abre su relato de la resurreccin con la clusula significativa, cuando pas el da de reposo. Los sbados de reposo vinieron y pasaron, pero ste, cuando el cuerpo del Seor haba yacido en el sepulcro, sera el ltimo, porque l ya no estaba all.
La resurreccin haba marcado el fin del rgimen de la ley, y en su lugar ya estaba el de la
justicia. Si el ministerio de condenacin fue con gloria, mucho ms abundar en gloria el ministerio de justificacin, 2 Corintios 3.9. Un da nuevo, el da de la gracia, haba amanecido de veras.
A las mujeres fueran dadas las buenas nuevas por el visitante celestial, con el mensaje que
ellas deban llevar a los discpulos del Seor. Marcos agrega las palabras y a Pedro en el 16.7. Cunto habr atesorado Pedro aquella mencin muy especial de su nombre!
Los versculos 9, 12 y 17 relatan tres de las ocasiones cuando el Seor se manifest a sus
seguidores. Mara Magdalena haba regresado del sepulcro y fue premiada con ver a su Seor
y conversar brevemente con l; vase Juan 20.11 al 18. Su informe no fue credo. Los dos
que le vieron en el campo, Lucas 24.13 al 35, encontraron la misma reaccin. De que el
Seor haya reprendido a los Once por su incredulidad no es sorprendente, ya que les haba
dicho que resucitara el tercer da.
Marcos narra slo una parte de la gran comisin que el Seor encomend a sus discpulos, y
el bautismo qued establecido como consecuencia de la fe, 16.15,16. Las seales de las
cuales habl al final del captulo fueron transicionales y en gran parte carecen de relevancia
hoy en da.
Entonces, terminada ya su obra, el Siervo perfecto en carcter, diligente en servicio, fiel en
muerte y triunfante en resurreccin, volvi a Quien le haba enviado. Fue recibido arriba en el
cielo y se sent a la diestra de Dios. Suyo el lugar de honor y autoridad.
Sus siervos salieron, su fuente de poder quedando declarada en el versculo 20, ayudndole el Seor. Esta expresin es nica, vinculando el Siervo con sus servidores de una manera muy ntima. De manera que el comienzo del Evangelio que Marcos escribi no tuvo fin
cuando el Seor volvi al cielo. Su obra contina, ya no en sus propios labios y manos, sino a
travs de los nuestros. Con todo, el poder para aquella obra es suyo todava, y solamente en el
nombre suyo se puede realizarla.
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El desarrollo espiritual de Mara Magdalena
D.R.A.
Si alguno tiene la idea que el papel de la dama cristiana es inferior al del varn, una apreciacin de la vida de Mara Magdalena le har ver cun equivocado est. O, si nos encontramos estancados espiritualmente, salvos pero sin progreso en la carrera cristiana, ella puede ofrecer un estmulo oportuno. Su desarrollo se presenta en la Palabra de Dios en etapas que identificaremos como conversin, dedicacin, persecucin, adoracin y comunin. Los cuatro evangelistas escriben de esta Mara, pero solamente Marcos
menciona todas las etapas, y nos basaremos mayormente en el relato suyo.
Conversin
Mara Magdalena, de quien [Jess] haba echado siete demonios, 16.9.
Cunto desearamos conocer los detalles de su conversin! Siete demonios! La
Magdalena habr sido una fiera, una esclava de Satans, una versin femenina de aquel Legin que viva al otro lado del lago de Gadara, quien no vesta ropa, ni moraba en casa. Sea como fuera, lleg el momento cuando ha podido cantar, Cun glorioso es el cambio operado en mi ser, viniendo a mi vida el Seor.
Muchas son las leyendas acerca de esta mujer, y no dudamos de que sean falsas. Hay, sin embargo, razn para pensar que ha podido ser la que entr en la casa de Simn el fariseo llevando el frasco de alabastro con perfume, de quien leemos en Lucas 7. Se trata de una mujer de la ciudad, que era pecadora. No insistimos en esto, pero observamos que Lucas suele agrupar sus relatos por tema. l nos cuenta de sta a quien Jess dijo, V en paz, y en seguida presenta a la Magdalena y otras que haban sido sanadas de espritus malos y de enfermedades. Aun si la mujer de Lucas 7 no era de este grupo, podemos decir que esta Mara abraz de un todo lo que Jess dijo en casa de Simn:
Sus muchos pecados le son perdonados, porque am mucho.
Nosotros ramos tambin en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecidos, y aborrecindonos los unos a los otros; Tito 3.3. Si pensamos que no, entonces tendremos que reconocer que a quien se le perdona poco, poco ama. Lector, puedes seguir con Pablo, tomando como tuyo el texto con que l contina? Pero cuando se manifest la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salv ... por su
misericordia.
Dedicacin
Algunas mujeres ... entre las cuales estaba Mara Magdalena ... le seguan y le servan, 15.41.
Nuestra cita de Tito 3 prosigue con la exhortacin: para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Jess iba por las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con l. Y algunas mujeres le servan de sus bienes; Lucas 8.1,2. Quin encabeza la lista, tanto en Mateo como en
Lucas? La Mara de la regin de Magdala (quien se menciona en Mateo 15.39).
Qu bienes tendran estas exlunticas (y otras), es difcil saber, y sin duda Judas no les soltaba todos los fondos que han podido emplear sabia y provechosamente. Pero, perdonadas de mucho, servan en la obra de sus bienes. Cuando nuestro Seor fue crucificado, los soldados le robaron su tnica, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo. Hasta donde sabemos, esta hermosa prenda fue todo lo que posea, y la perdi. Quin se la dio? No sabemos, pero no descartamos la posibilidad de que Mara,
Susana y las otras tuvieron parte en el asunto.
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Pedro, Juan y los otros predicaban en pblico. Lo han podido hacer si Mara, Salom, Juana, etc. no se sacrificaran en privado? Quiero, pues, que ... las mujeres se ataven ... con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad, 1 Timoteo 2.9,10. Ms adelante ser Mara Magdalena la primera en encontrar al Seor en resurreccin. No Pedro, ni Juan, sino aquella que lavaba la ropa y restregaba las espigas para el almuerzo. Hermanos varones, la tribuna es una forma de servicio, pero no siempre la ms elevada.
Persecucin
Algunas mujeres estaban mirando de lejos, entre las cuales estaban Mara Magdalena ..., 15.40.
Desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra. Jess clam a gran voz, y entreg el espritu. La tierra tembl, y las rocas se partieron. Los que guardaban a Jess temieron en gran manera. De varones fieles en ese momento de extrema adversidad, poco se nos dice. Pero, aclara Mateo, estaban all muchas mujeres mirando de lejos. Haban seguido al Maestro desde que haca grandes milagros ante las multitudes en Galilea, sirvindole, y ahora dejan muy en claro que haban escogido el vituperio de
Cristo hasta sus ltimas consecuencias.
Si Mateo relata que ellas miraban de lejos, Juan afirma que estaban junto a la cruz. Hay algo aqu de lo que Pablo escribira desde la crcel en Roma? Nos referimos a Filipenses 1. La mayora de los hermanos, cobrando nimo en el Seor con mis prisiones, se atreven mucho ms a hablar la palabra sin temor. Sea as o no, ellas se comportaron como es digno del evangelio, firmes en un mismo espritu, en nada intimidadas por los que crucificaron a Jess. A nosotros tambin puede ser concedido a
causa de Cristo, no slo que creamos en l, sino que padezcamos por l.
Adoracin
Cuando pas el da de reposo, Mara Magdalena ... compraron especias aromticas para ir a ungirle, 16.1.
Ya pas la noche triste, noche de dolor. Muy de maana, siendo an oscuro, Mara y sus compaeras van y se sientan delante del sepulcro; hay que leer tres de los relatos para reunir los detalles. Yo s que buscis a Jess, les respondi el ngel de la guarda. Es slo ahora que las Escrituras dicen que tenan miedo. Tenan tambin una dificultad: Quien nos remover la piedra de la entrada del sepulcro? No fue falta de fe. Fue ms bien una expresin de confianza. De alguna manera habr entrada, pero cmo?
Sin que otros supiesen, y sin contar con capacidad propia para lograr su propsito, Mara Magdalena va para adorar en espritu y en verdad. En lo que pareca ser el momento de derrota, cuando no haba por qu pensar que l sabra agradecer el gesto de fidelidad, ella revel de nuevo la devocin que haba en su corazn. Y, cantamos a
nuestro Seor: T sabrs la voz de nuestra adoracin avalorar.
Rebosa nuestro corazn palabra buena? Exhalan todos sus vestidos mirra, loe y casia (Salmo 45) cuando entramos en su presencia? Para nosotros es el mandamiento y honor. Inclnate a l, porque es tu Seor. 45.11. Salimos a l fuera del campamento, llevando su vituperio? Al ser as, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de l, sacrificio
de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.
Comunin
Resucitado Jess por la maana, el primer da de la semana, apareci primeramente a Mara Magdalena, 16.9.
Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan, es la norma de Proverbios 8.17 que encontr plena aplicacin en la mujer de Magdala que nunca se
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olvid de Aquel que le libr de siete demonios. Fue en busca de su Seor, y resulta que l se revel. Jess le dijo: Mara, Juan 20.16. Jess le sali al encuentro, y ellas (Mara y otras) abrazaron sus pies, y adoraron. Mateo 28.1,9.
El que escribe estas notas ha titubeado sobre si debe figurar la comunin antes de la adoracin en esta lista de cinco etapas, o si es mejor la secuencia que se est presentado. El lector sabr decidir, pero parece que la una es consecuencia de la otra, comoquiera que se las vean. En el caso nuestro, el domingo por la maana somos lo que hemos sido de lunes a sbado. O sea, en la reunin de adoracin, podemos discernir el cuerpo del Seor en la Cena (1 Corintios 11) en la medida en que hemos estado cada da a la mesa
del Seor (1 Corintios 10).
Hemos pasado por alto un punto al hablar de los aos de servicio de Mara Magdalena. Cuando ella se encontr ante su Seor ya resucitado, el ttulo que le dio espontneamente fue el de Maestro. Ella perciba su tiempo de servicio como una experiencia de aprendizaje, y all hay una gran leccin. Hay creyentes que no aprenden porque no trabajan; por no servir, no se adelantan. La Magdalena, en cambio, entendi las palabras de Juan 13: Me llamis Maestro, y Seor, y decs bien, porque lo soy ... Ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros tambin hagis.
Fue entonces Mara Magdalena para dar a los discpulos las nuevas de que haba visto al Seor. A ellos les parecan locura las palabras, y no las crean. Fue la que haba servido y sufrido en secreto, que haba sacrificado lo suyo para dar a su Salvador y Seor, que pudo experimentar la comunin ntima con l en su triunfo y a la vez instruir a los ms instruidos. Y es as en el este siglo tambin. Gracias a Dios por las Mara Magdalena que tanto han progresado en su desarrollo espiritual. Que nos conduzcan al
huerto.
Leyendo da a da en MarcosIntroduccincaptulo 1 Amanece el da del Siervocaptulo 2 Conversiones y controversiascaptulo 3 Gracia y autoridad4.1 al 34 Sembrador, semilla y suelo4.35 al 41 Quin es ste?5.1 al 20 Poder sobre demonios5.21 al 43 La hija y la enfermiza6.1 al 32 Profetas rechazados y apstoles enviados6.33 al 56 Compasin y controlcaptulo 7 Tradicin y realidadcaptulo 8 Compasin, curacin, confrontacin9.1 al 29 El contraste de la experiencia9.30 al 50 Lecciones en humildadcaptulo 10 Palabras de sabiduracaptulo 11 En Jerusalncaptulo 12 Parbola, precepto, alabanzacaptulo 13 Cundo sern estas cosas?14.1 al 31 Ungento, aposento y monte14.32 al 72 El huerto y el palaciocaptulo 15 El lugar llamado Glgotacaptulo 16 El Siervo vindicado
El desarrollo espiritual de Mara MagdalenaConversinDedicacinPersecucinAdoracinComunin