91633463 El Plano Secuencia en La Puesta en Escena
-
Upload
camila-de-diago -
Category
Documents
-
view
18 -
download
4
Transcript of 91633463 El Plano Secuencia en La Puesta en Escena
Alfredo de Juan de España Javier Silvestre Saez
5ºCAV Historia de la representación escénica
El plano secuencia en la puesta en
escena
ÍNDICE
Introdución…………………………………………………………… 2
El plano: la puesta en escena………………………………… 3 -‐ 6
El plano secuencia ………………………………………………. 7 -‐ 10
Análisis plano secuencia Sed de mal…………………….. 10 -‐ 11
La steadicam…………………………………………………………. 11
Planos secuencia inolvidables……………………………… 12 – 13
Lista de planos secuencia…………………………………….. 14
Bibliografía …………………………………………………………. 15
INTRODUCCIÓN
Nuestro trabajo está dividido en dos partes, “El plano: la puesta en escena” y “ El
plano secuencia”. En la primera parte nos centraremos en la puesta en escena en el
cine, definiremos los atributos y características que conforman la puesta en escena
aportando varios ejemplos de películas y directores. En la segunda parte
trataremos el plano secuencia como máximo recurso de puesta en escena dentro
de la técnica cinematográfica. En este apartado aportaremos definiciones varias,
ejemplos, directores, actores, técnicas y maquinaria así como una lista de los
planos secuencia que más nos han sorprendido en el cine actual y que invitamos a
su visionado.
Hemos querido realizar este trabajo por dos razones: la primera, porque nos
encanta el cine, tanto su visionado como su realización y la segunda porque
consideramos que el plano secuencia es uno de los más costosos de realizar debido
a la coreografía que han de seguir todos los elementos y personajes, es uno de los
planos que más arte engloba y es el que mas nos llama la atención ya que supone
un acercamiento al estilo teatral y permite una mayor improvisación por parte de
los actores.
El Plano: Puesta en escena
De todas las técnicas cinematográficas, la puesta en escena es con la que estamos
más familiarizados. Después de ver una película, es posible que no nos acordemos
de del montaje, los movimientos de cámara, las transiciones o fundidos. Sin
embargo, recordamos el vestuario de María Antonieta ( Sofía Coppola, 2006), La
mala iluminación de Lucia y el sexo (Julio Medem, 2001), la gran mansión de Tony
Montana ( Al Pacino) en Scarface ( Brian de Palma, 1983) o la Naranja que se
mete en la boca Vito Corleone ( Marlon Brando) en El Padrino ( Francis Ford
Coppola, 1972). En resumen, muchos de nuestros recuerdos cinematográficos más
conservados acaban por centrarse en la puesta en escena .
En Repulsión ( Roman Polanski, 1965), Carol es una mujer callada e insegura que
muestra un claro rechazo hacia los hombres. A medida que la trama avanza, el
comportamiento de Carol se vuelve más peculiar. Se encierra en su apartamento,
alucina. Sus alucinaciones están representadas por efectos especiales (la grieta en
la pared), “vemos” y oímos lo que su mente enferma ve y oye. El director ha optado
por exteriorizar la demencia más allá de un comportamiento particular de una
persona. Aquí la puesta en escena tiene como cometido informar al espectador que
la mente de Carol no funciona bien. Lo grandioso de este momento es que el
personaje mismo, en un umbral de la locura, se asombra de lo que ve. En Psicosis
( Alfred Hitchcock, 1960) sucede algo similar cuando escuchamos la voz de la
madre que dialoga con Norman Bates (Anthony Perkins). Solo él puede escucharla
porque está en su mente. En Reservoir Dogs ( Quentin Tarantino, 1992) Mr.
Amarillo ( Michael Madsen) se encuentra en la nave industrial a cargo del policía
maniatado en una silla, después de hablar con el, pone la radio y escuchamos una
canción que no tiene nada que ver con lo que está a punto de suceder. El señor
amarillo, baila y se acerca al policía para rebanarle la oreja. En esta ocasión nos
damos cuenta de la locura del personaje, la elección de la música nos hace ver que
el personaje está más loco de lo que pensábamos.
Estos ejemplos muestran como los directores reflejan la subjetividad del personaje
a través de la puesta en escena. Tanto la iluminación como el decorado, la
interpretación de los actores, la elección de una simple canción en un momento
determinado del film o un simple plano detalle interactúan con la historia, con la
narración, y se convierten en parte esencial de aquello que vemos representado en
la pantalla.
De modo que los elementos formales de la narración, como la elección de
determinadas escenas para contar la historia o para realzar, en este caso, los
vértices simpáticos de la locura, son vinculados, por la mirada del realizador, con la
puesta en escena. El resultado de esta relación es lo que vemos en la pantalla, pero
¿cómo lo vemos?, la realización de todos estos elementos es visible a través de un
componente fundamental: el plano.
Según Miguel Machalski, con la puesta en escena vemos cómo un realizador
escenifica un acontecimiento para filmarlo y cómo este procedimiento interactúa
con la narración de un film. Ahora bien, un realizador no sólo debe controlar
aquello que ha elegido para filmar; también debe decidir cómo lo quiere filmar. Las
propiedades cinematográficas del plano abarcan tres aspectos: la fotografía, el
encuadre y la duración
Como menciona Emmanuel Siety en su libro El Plano: en el origen del cine, con la
fotografía existen diferentes áreas de control tales como la escala de matices: a
través de la manipulación de la tira de película y su exposición, el realizador
controla el color, la textura, la iluminación, etcétera. Esto tendrá consecuencias
estéticas. Por ejemplo, una imagen contrastada, mediante la combinación de la
iluminación, el revelado y el tipo de sensibilidad de la película, puede dirigir la
atención del espectador hacia un punto determinado de esa misma imagen. Otro
aspecto de las faculta-‐ des fotográficas es la velocidad con la que se presenta el
movimiento. Un realizador puede manipular esta variable a través de la cámara,
esto es, ralentizar (o no) el objeto filmado. Esto último también se puede hacer en
el laboratorio.
Los valores de plano se suelen utilizar con una función descriptiva o de acuerdo al
contenido dramático. Se utilizarán planos cerrados (primer plano) de los actores si
su expresión o lo que dicen cobra relevancia dramática, lo que nos permite
acercarnos al personaje. Si se trata del comienzo de una escena, podemos
encontrar un plano abierto (plano general) para orientar al espectador, presentar
a los personajes, ubicar la acción en el espacio y el tiempo, etcétera. En los planos
abiertos cobra importancia el espacio. Según esto podemos decir que el encuadre
de un plano es uno de los aspectos más visibles e importantes de la creación
cinematográfica, ya que determina la composición de los elementos que se verán
en la pantalla para, en ocasiones, dotarles de un sentido específico. Es el medio más
inmediato para captar y organizar la realidad que se quiere mostrar. En la época de
Méliès se utilizaba el encuadre del “profesor de orquesta” donde todo se veía de
frente, como si se tratase de teatro. A medida que evolucionaron las posibilidades
de la cámara aparecieron nuevos recursos. Uno de ellos es el “fuera de campo”, un
ejemplo lo tendríamos en la película Argentina Garaje Olimpo (Marco Bechis,
1999) , cuando dos hombres se disponen a torturar a una chica, en vez de
enseñarnos el plano, uno de los hombres cierra la puerta he impide que el
espectador vea la tortura, simplemente permite que se escuche el sonido creando
una atmosfera aún más dramática que hace que el espectador imagine lo que le
están haciendo. Frenesí ( Alfred Hitchcock, 1972) también nos muestra un
ejemplo de cómo deja la acción fuera de la vista del espectador.
Pero el encuadre también influirá, por ejemplo, a través de la duración del plano.
En los planos-‐secuencia los valores pueden ir variando a medida que el personaje
se desplaza por el espacio y entra en relación con otros personajes, o el plano se
puede abrir para dejar ver una acción que se está desarrollando al fondo del
cuadro, gracias a la profundidad de campo. En este sentido, hay que agregar que la
duración de un plano puede depender de su valor, lo que brinda la posibilidad de
jugar con la percepción del espectador.
Cada plano representa algo y tiene su razón de ser dentro del film: un sentido
narrativo. Es por eso que el encuadre es importante, al igual que la puesta en
escena, la iluminación, el movimiento de cámara, la actuación y, por supuesto, el
tiempo. Estos elementos componen un plano y le confieren mayor o menor
intensidad.
Como ejemplo y para introducir la segunda parte del trabajo haremos una pequeña
mención al cine de Jean Renoir, basado generalmente ( por lo menos en una etapa
de su carrera) en el plano secuencia. Renoir busca, en estos planos de larga
duración, trasmitir el realismo de cada escena y la continuidad espaciotemporal de
la acción. Respeta lo real, no necesariamente lo verosímil (“se puede ser inverosímil
pero real: además, la verdad es casi siempre inverosímil”, afirma el autor). Su
preocupación y su objetivo consisten en mostrar ciertos aspectos de la vida misma,
apoyado en la realidad existente como entidad autónoma. “Temía y temo todavía en
reproducir la naturaleza tal como es. Creo que hay que observarla con
apasionamiento desde los ángulos de las tomas, de la luz, agrandar el sentido de un
decorado, de un paisaje, de un rostro” sostiene Renoir, conceptualizando de modo
ejemplar todas las variables de un film como una unidad. De ahí su empleo
predilecto de los planos largos.
A la mera sucesión-‐alternancia de planos, Renoir opone la fluidez de los
movimientos de cámara: travellings, panorámicas, entradas y salidas de cuadro,
pasajes a primeros planos de los personajes. La cámara los sigue, no los pierde
jamás, y el espectador tampoco deja de percibir el espacio físico donde se
desarrolla la acción, el conflicto. En esta realidad en la que, simplemente, no puede
suceder nada más que lo que sucede, la profundidad de campo no busca desviar
nuestra atención, solo concentrarnos en lo que realmente ocurre. El tiempo tiene
que ser el más “real” posible. El ritmo es el que impone la propia situación, a la que
se subordina la duración de los planos. En esta forma de ver las cosas es esencial la
relación con los actores, valorando la improvisación, buscando el máximo de cada
uno de ellos. Podríamos hablar de un teatro cinematográfico, pero aclaremos que
no es “teatro filmado” sino una feliz fusión entre ambas artes, que mantiene ciertas
premisas teatrales, pero a su vez maneja el lenguaje fílmico a su antojo.
Según Jaques Rivette : “El cineasta juzga lo que muestra y es juzgado por el modo
cómo lo muestra”(Cahiers du cinéma, 1961).
El plano secuencia
Al cine antiguo, le bastaba la fascinación de las imágenes en movimiento, no había
planificación ni desplazamientos de cámara. Sin embargo, enseguida aparecieron
cineastas que contribuyeron a que el nuevo medio fuera adquiriendo un lenguaje:
el lenguaje de las imágenes en movimiento.
El plano, es la unidad básica del lenguaje de las imágenes en movimiento. El
registro de cada plano supone una doble elección: qué es lo que se va a mostrar y
cuanto va a durar; espacio y tiempo son los materiales que maneja el realizador. El
orden y el ritmo definitivos son operaciones que se llevan a cabo luego durante la
fase de montaje.
El plano es la unidad básica cinematográfica. Parte de la película que desde que la
cámara empieza a rodar en un momento determinado hasta que la cámara deja de
rodar, con el propósito de grabar una escena. Las escenas se suelen dividir en
varios planos de diferentes tipos. Habitualmente se hacen varias tomas de un
mismo plano, hasta conseguir uno que proporcione el efecto deseado. La palabra
plano en cine tiene dos significados, que a veces se confunden. El primero, es el que
acabamos de definir. El otro significado es el que hace referencia a la manera en
que se presentan los objetos, los espacios y los personajes. Veamos sus clases:
Plano de detalle: Aparece en la pantalla una parte de un objeto o del rostro
humano. Responde a la idea de acentuar al máximo las posibilidades expresivas, al
reducir el campo de visión de la cámara y por lo tanto fijar imperativamente la
atención del espectador.
Primer plano: Nos muestra el objeto entero o todo el rostro de un personaje.
Quiere resaltar el gesto, el matiz interpretativo de un actor o actriz.
Plano medio: Vemos la figura humana a la altura de la cintura (plano medio largo)
o la altura del pecho (plano medio corto). Permiten la presencia de más de un
personaje.
Plano americano o tres cuartos: Corta la figura a la altura de las rodillas. Parece
que tiene su origen en los primeros westerns, para mostrar que los personajes
llevan pistola y cartuchera ... En este plano interesan más los movimientos y las
palabras que los detalles expresivos.
Plano general: Nos muestra la figura humana entera y situada en un espacio
abierto, donde se sitúa con otros personajes.
Gran plano general: Nos enseña el espacio total donde se desarrolla la acción.
Tiene un sentido claramente descriptivo, de referencia global o de situación
geográfica.
La secuencia hace referencia a una serie de escenas con una cierta continuidad de
espacio, tiempo, acción o personajes. Una película se compone de varias secuencias
que vendrían a ser como capítulos del filme.
Ahora que hemos definido lo que es un plano y sus diferentes clases, y lo que es
una secuencia, somos capaces de determinar qué es un plano secuencia. Se trata
simplemente de una secuencia rodada en un solo plano. O dicho de otro modo, una
secuencia filmada en continuidad, sin corte entre planos, en la que la cámara se
desplaza siguiendo la acción hasta la finalización de dicho plano. No es muy
frecuente, aunque hay planos secuencia magistrales como en Sed de mal (Orson
Welles, 1957) o El juego de Hollywood (Robert Altman, 1992), que explicaremos
más adelante.
Todo plano tiene una duración escénica, pero en la historia del cine, los directores
han variado considerablemente su opinión a la hora de elegir planos cortos o
largos. En general, en los comienzos del cine (1895-‐1905) se tendía a confiar en
planos de duración muy larga. Con la aparición del montaje continuo en el período
1905-‐1916, los planos se volvieron más breves. Entorno a 1920, los planos de una
película tenían una duración media de unos cinco segundos. Después de la llegada
del sonido, el promedio se amplió a unos diez segundos.
Pero a lo largo de la historia del cine, algunos cineastas han preferido utilizar
constantemente planos con una duración mayor a la media, y esto constituye un
importante recurso para los cineastas.
“Toma larga” no es lo mismo que “plano general”: el último término se refiere a la
distancia aparente entre la cámara y el objeto. Una toma es una operación
continuada de la cámara que rueda un único plano. En las películas de Jean Renoir,
Kenji Mizoguchi, Orson Welles, Carl Dreyer, Andy Warhol o Miklós Jancsó, un plano
puede durar varios minutos, y sería imposible analizar estas películas sin conocer
de qué manera la toma larga puede contribuir a la forma y el estilo de una película.
Normalmente podemos considerar la toma larga como una alternativa a la serie de
planos. El director puede elegir presentar una escena en una o unas cuantas tomas
largas, o presentar la escena mediante varios planos más cortos. Cuando toda una
escena se ofrece en un único plano, la toma larga se denomina con el nombre
francés plan-‐séquence o “plano secuencia”.
Más comúnmente, los cineastas utilizan la toma larga de forma selectiva. Una de las
escenas se basarán mucho en el montaje y otras se presentarán en tomas largas.
Esto permite al director asociar determinados aspectos de una forma narrativa o
no narrativa con las diferentes opciones estilísticas.
El hecho de mezclar tomas largas y planos más cortos también crea paralelismos y
contrastes entre las escenas. André Bazin señalaba que Ciudadano Kane (Orson
Welles, 1941) oscila entre las tomas largas en escenas de diálogo y el montaje
rápido. Hitchcock, Mizoguchi, Renoir y Dreyer varían a menudo la duración de los
planos, basándose en la función que desempeña la escena en toda la película.
Por otra parte, el cineasta puede decidir construir toda la película a base de tomas
largas. La soga (Rope, 1948), de Hitchcock, es famosa por contener solamente
ocho planos, cada uno de ellos de la duración de un rollo de película. Igualmente,
cada escena de Siroco de invierno (Sirokko, 1969), Salmo rojo (ídem, 1971) y
otras películas de Miklós Jancsó es un plano secuencia. En estos casos la toma larga
se convierte en una parte a gran escala de una película.
Si la toma larga remplaza a menudo el montaje a nadie le sorprenderá que la toma
larga sea frecuentemente aliada del encuadre móvil. La toma larga puede utilizar la
panorámica, el travelling, planos de grúa, o zoom para presentar continuamente
puntos de vista cambiantes que son comparables en ciertos aspectos a los cambios
de imagen que proporciona el montaje.
Análisis del plano secuencia de Sed de mal (Bordwell, p.47)
El ejemplo clásico de cómo la toma larga puede constituir un patrón formal por si
misma es la secuencia inicial de Sed de mal (Orson Welles, 1958). El plano
comienza con un primer plano de una mano accionando el reloj de una bomba. La
cámara se mueve inmediatamente hacia la derecha para seguir primero a la
sombra y luego a la figura del asesino desconocido colocando la bomba en un
coche. La cámara se eleva hacia arriba hasta realizar un picado mientras el asesino
huye y las víctimas llegan y se marchan en el coche. Mientras el coche gira la
esquina, la cámara retrocede, vuelve a reunirse con el coche y hace un travelling
hacia atrás para seguirle. El coche adelanta a Vargas y su mujer, Susan, y la cámara
comeinza a seguirlos. La cámara pierde al coche y realiza un travelling en diagonal
hacia atrás siguiendo a la pareja mientras camina entre la gente.
La cámara se mueve hacia atrás hasta que los ocupantes del coche y Susan y Vargas
se encuentran de nuevo esta vez en el puesto fronterizo. Le sigue una breve escena
con el guardia de la frontera. Después de un travelling a la izquierda siguiendo al
coche, la cámara se encuentra de nuevo con Susan y Vargas y avanza hacia delante
hasta ellos. El plano finaliza cuando Susan y Vargas están a punto de besarse. Su
abrazo queda interrumpido por el sonido off de una explosión. La pareja se gira
para mirar. En el plano siguiente se abre un zoom para mostrar el coche en llamas.
Este plano inicial explica claramente la mayoría de las características de la toma
larga. Ofrece una alternativa a la construcción de la secuencia a partir de muchos
planos y subraya el corte que se produce al final (el repentino corte del sonido de
la explosión en el coche ardiendo). Y lo que es más importante, el plano tiene su
propio modelo de desarrollo interna. Esperamos que la bomba que se muestra al
principio estalle en algún momento, y esperamos esta explosión mientras dura la
toma larga. El plano sitúa la geografía de la escena (la frontera entre México y los
Estados Unidos). El movimiento de la cámara que destaca de forma alterna al
coche y a la pareja caminando, entreteje dos líneas diferentes de la causa y el
efecto de la narración que se interseccionan en el puesto fronterizo. Vargas y Susan
de este modo se ven arrojados dentro de la acción relacionada con la bomba.
Nuestra expectativa se satisface cuando el final del plano coincide con la explosión
(en off) de la bomba. El plano ha guiado nuestra respuesta llevándonos a través de
un proceso lleno de suspense respecto al desarrollo de la narración. La capacidad
de la toma larga para presentar, en un único fragmento de tiempo, una compleja
estructura de hechos encaminados hacia una meta hace que la duración del plano
sea tan importante para el impacto de la imagen como lo son las cualidades
fotográficas y el encuadre.
La Steadicam
Desde que se inventó la steadicam, la realización de los planos secuencia son
mucho más sencillos. En 1.976, Garret Brown inventó la steadicam, dispositivo que
permite llevar la cámara atada al cuerpo de un operador de cámara mediante un
arnés, compensando los movimientos del operador (que es el que se mueve), y
mostrando así unas imágenes que parecen el resultado del punto de vista subjetivo
del personaje. La steadicam obtuvo su bautismo en el cine durante el rodaje de
Marathon man (John Schlesinger, 1976)y Rocky (John G. Avildsen, 1976). Un par
de años más tarde Garret Brown obtendría un Oscar especial como contribución al
avance de la técnica cinematográfica.
Ejemplos de planos secuencia inolvidables
El director Brian de Palma es bastante aficionado a la realización de planos
secuencia, y para muestra dos de sus películas con los planos más largo. La
primera es La hoguera de las vanidades (Brian de Palma, 1990), dónde esta vez
sí, gracias a la steadicam, el comienzo de la película es un largo plano secuencia de
4 minutos y 40 segundos.
En otra de sus películas más conocidas, Ojos de serpiente (Brian De Palma, 1998),
la publicidad anunciaba un plano secuencia de 15 minutos, nada más y nada
menos, pero en realidad el director, utilizó un truco. La verdad es que la escena, se
compone de unos cuantos planos secuencia, de 4 o 5 minutos de duración que para
que pareciese uno sólo hacia que un actor pasase delante del objetivo muy cerca,
de este modo la imagen se vuelve negra y es ahí donde justo se realiza el corte.
Uno de los más largos y verdaderos planos secuencia, sin trucos, es el que se
produce en el comienzo de la película El juego de Hollywood (Robert Altman,
1992), en el que la cámara se mueve realmente siguiendo a los actores, sin cortes
disimulados, y que tiene una duración de 7 minutos y 48 segundos.
Pero por lo que hemos podido investigar, la película con el plano secuencia más
largo de toda la historia del cine hasta el momento, es la titulada El arca rusa,
(Aleksandr Sokurov, 2002). La película tiene la particularidad de que toda ella es
un único plano secuencia rodado con una steadicam en alta definición que al
mismo tiempo que grababa iba volcando la información a un disco duro en donde
sólo cabían 100 minutos y no se podía volver a grabar. Se hicieron 4 intentos para
conseguir la toma buena, y al cuarto se logró. Esta película está rodada en el Museo
del Hermitage de San Petersburgo, con alrededor de 800 actores. La cámara
recorre las distintas estancias del palacio donde van apareciendo los personajes.
Es por tanto, con 99 minutos de duración, el plano secuencia más largo de la
historia del cine. Además la película no fue editada y se muestra tal y como se
grabó.
Cabe destacar que el director Mike Figgis hizo algo parecido en Timecode (2000).
Durante 97 minutos 4 cámaras graban al mismo tiempo la acción de la película que
posteriormente se proyectó en cines dividiendo la pantalla en 4 cuadrantes, donde
en cada uno se muestra lo grabado por cada una de las cámaras. Algo un tanto
complicado de seguir. La película fue la primera que se emitió sin realizar ningún
tipo de edición o montaje.
Una secuencia especialmente curiosa, no por su duración ni tampoco por la
dificultad de compenetración con todos los departamentos de la producción, es el
de la película Goodfellas (Martin Scorsese, 1990). Nosotros consideramos la
secuencia de “Copacabana” como magistral, además la música que acompaña al
plano secuencia ofrece todavía más carga simbólica al personaje de Ray Liotta, a la
mafia y a la película en su conjunto. En esta secuencia se meten en el restaurante él
y la mujer a la que va a conquistar, evitando la cola del mismo y metiéndose en la
cocina, hasta llegar al salón, y los camareros colocándoles una mesa en primera fila
del espectáculo que va a comenzar. A parte de que da veinte dólares a todos los de
seguridad por los que va pasando y de que se pasea como en su casa, el hecho más
curioso de esta escena es que en la cocina, los actores dan una vuelta completa,
volviendo por donde han venido, sin que el espectador se de cuenta de ello. Gracias
a los extras que van apareciendo (seguridad, camareros, cocineros, pinches de
cocina, etc…) y a los gestos de los dos actores, se consigue despistar al espectador
de la inútil vuelta que dan por la cocina, creando una secuencia espléndida.
Listado de planos secuencia
Old boy (Park Chan-‐Wook, 2003). Secuencia de lucha en el pasillo del edificio.
Hijos de los hombres ( Alfonso Cuarón, 2006). La escena del coche y la de la calle
en guerra.
I saw the devil (Kim Ji-‐woon, 2010). Escena del taxi.
El secreto de sus ojos (Juan José Campanella, 2009). Escena de la persecución en
el campo de futbol.
Pequeñas mentiras sin importancia ( Guillaume Canet,2010). Primer plano de la
película.
Irreversible ( Gaspar Noé, 2002). En la estación de metro.
Expiación (Joe Wright, 2007). Escena del campo de batalla.
The protector (Prachya pinkaew, 2005). Escena de la pelea en el gran edificio.
Tenebre ( Dario Argento, 1982). Escena que recorre las ventanas de las distintas
casas.
Pulp Fiction ( Quentin Tarantino, 1994). Escena por los pasillos del edificio.
Memories of a murder ( Boong joon-‐ho,2003). Despues del primer asesinato.
Elephant (Gus Van Sant, 2003). Escena por los pasillos del colegio.
Kill bill vol 1 ( Quentin Tarantino, 2003). Escena dentro del club japonés, antes de
la masacre.
The yellow sea ( Na Hong-‐jin 2010). Escena de pelea donde el mafioso va contra
todos.
The man from nowhere (Lee Jeong-beom, 2010). Plano cuando el
protagonista salta por la ventana y el cámara le acompaña.
Bibliografía
Bordwell, David y Thompson, Kristin, El Arte Cinematográfico (2010) Espasa
Libros, Madrid
Müller, Jürgen , 100 clasícos de cine de Taschen, Volumen 1 y 2 (2001) Taschen,
Alemania
Walter Murch, En el momento del parpadeo, un punto de vista sobre el montaje
cinematográfico (2003) Ediciones Ocho y Medio, Madrid
Emmanuel, Siety, El plano en el origen del cine, (2004), Paidos Iberica.
Bibliografía Online
http://www.aulacom.cat Acceso Martes 15 Abril 2012, 17.00
http://www.elmulticine.com Acceso Martes 16 Abril 2012, 11.30
http://www.elmulticine.com Acceso Martes 16 Abril 2012, 12.00
http://www.uhu.es Acceso Martes 17 Abril 2012, 16.00
http://www.geekweek.com Acceso Martes 17 Abril 2012, 17.00
http://procesosaudiovisuales.blogspot.com.es Acceso Martes 17 Abril 2012, 20.00