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LUNES, 25 de enero de 2010 2A Contacto END 2249 0499 TELÉFONOS DE EMERGENCIAS Cruz Roja 128 Bomberos 115 y 120 Policía 118 y 126 Enacal 127 Unión Fenosa 125 ENEL 2277-4159 Enitel y Claro 121 Movistar 8880-1010 Estesa 2255-7325 IBW 2278-6328 Cablenet 2255-7300 Turbonet 121 INE 2222-2489 INAA 2266-7888 Telcor 2222-7350 Aeropuerto 2233-1624 Meteorología 2233-1925 MiFamilia 133 Red Consumid. 2222-4112 DDC-MIFIC 2267-4350 HOSPITALES DE MANAGUA A. Lenín Fonseca 2266-6547 F. Vélez Paiz 2265-0009 Alemán Nic. 2249-0701 Bertha Calderón 2260-1787 La Mascota 2289-7701 Roberto Calderón 2277-0990 Carlos Roberto H. 2265-0512 A.Dávila Bolaños 2222-2763 HOSPITALES ESPECIALIZADOS Dermatológico 2266-0816 Aldo Chavarría 2266-7903 Psiquiátrico 2266-7881 Oftalmológico 2222-3141 Policlínica 2244-2810 Radioterapia 2265-3420 Cardiología 2270-0326 HOSPITALES DEPARTAMENTALES Ocotal 2732-2491 Estelí 2713-6307 León 2311-6980 Masaya 2522-4166 Granada 2552-7049 Jinotepe 2532-2611 Rivas 2563-3681 Boaco 2542-2302 Madriz 2722-2247 Juigalpa 2512-2833 Matagalpa 2772-2081 Jinotega 2782-2626 Chinandega 2341-2253 Río San Juan 2583-0244 RAAN 2792-2259 RAAS 2572-2391 [email protected] FARMACIAS DE TURNO T Adelita – Semáforos Migob dos cuadras abajo. T Tadeo – Del Zumen una y media cuadra al sur. T Ticomo – Kilómetro diez y un cuarto de la carretera sur. T El Alamo 2 – Barrio Campo Bruce, semáforos del Bóer dos cuadras arriba. T Sagrada Familia – Colonia Nicarao, casa L-687. T San Agustín – Jardines de Veracruz, del tanque rojo una y media cuadra al lago. T Santa Ana – Reparto Shick, Escuela Adventista media cuadra abajo. T Santa María – Colonia “Máximo Jerez”, del parque media cuadra arriba. T Samaria – Frente a Sandak del mercado “Iván Montenegro”. T San Gerardo – Villa Venezuela, anden 8, grupo D. T San Joaquín – Barrio “Camilo Chamorro”, Semáforos de la Rocargo dos cuadras y media al norte. T San Benito – Kilómetro 34 y medio de la carretera norte, en Tipitapa. T Demmsa – San Juan de la Concepción, tope del empalme de Ticuantepe. Buscan una prótesis para movilizar a don Jorge SYLVIA HERNÁNDEZ Don Jorge Alberto Guevara González, de 53 años, urge de una prótesis para poder movilizarse y recurre a la solidaridad de los lectores de EL NUEVO DIARIO para conseguirla, ya que por su cuenta se le hace difícil poder comprar este material pues no cuenta con los recursos necesarios. Hace dos años le amputaron el miembro inferior izquierdo por problemas de diabetes y, desde entonces, su salud ha empeorado. “Desearía conseguir el apoyo de las persona para completar para una prótesis y así poder movilizarme tranquilamente”, señaló. Don Jorge es cabeza de familia de tres niños menores de edad en edad escolar, y eso lo angustia mucho, ya que no puede ayudar en la economía familiar. Se le dificulta trabajar en su oficio de conductor de transporte pesado y liviano, comentó su amigo Roberto Salvador Mayorga, quien nos hizo llegar su mensaje a través de una carta. Cualquier donativo que deseen hacer llegar a don Jorge, pueden enviarlo a las oficinas de END o dirigirse a su casa, ubicada del parque del barrio “Julio César Tinoco” media cuadra al oeste, en Chinandega. También dejó a disposición el número de teléfono 8677-4203. ¿Alguien ha visto a Anielka Yahoska? SYLVIA HERNÁNDEZ Anielka Yahoska Peralta, de 16 años, se encuentra extraviada desde el 16 de enero y hasta la fecha sus familiares no han dado con su paradero. Ellos están recurriendo a la solidaridad de los lectores para que les ayuden en su búsqueda. “Ese día la niña se dirigía a la pulpería ubicada cerca de su vivienda, en el barrio San Sebastián de Managua, pero ya no regresó”, dijo muy consternada su mamá, María Asunción Orozco, quien ruega a las personas le ayuden a encontrarla. Para cualquier información de Anielka dejaron a disposición la casa de su tía Fátima Siezar, ubicada de donde fue el Cosep cuatro cuadras al lago y media cuadra abajo, en el barrio San Sebastián. También pueden comunicarse a los teléfonos: 8830-4941 y 2253-1292. Familiares buscan a Miriam del Socorro SYLVIA HERNÁNDEZ Familiares de Miriam del Socorro Martínez Martínez, de 45 años, se encuentran preocupados pues desde el ocho de noviembre pasado ella está extraviada y nadie sabe de su paradero. “Queremos que nos ayuden a localizarla”, dijo su cuñada, Rosa Amelia Filipino. Miriam del Socorro salió de su casa ubicada en el Reparto “Pedro Joaquín Chamorro”, en carretera norte, a visitar a su hija que vive en Las Jagüitas, pero resulta que no llegó a su destino y eso tiene muy angustiada a la familia, ya que temen por su integridad física. Ellos hacen un llamado a las personas para que les ayuden en su búsqueda, y en caso que den con su paradero piden acudir a su casa ubicada de los Semáforos de Plásticos Robelo tres cuadras al lago y una cuadra abajo, en la primera calle. También pueden comunicarse al número telefónico 8422-3198, con su hermano José Luís Martínez. “La solidaridad se lleva en la sangre” Los trabajadores de la Dirección General de Migración y Extranjería DGME, participaron en la Jornada de Donación de Sangre impulsada por la Cruz Roja Nicaragüense, bajo el lema “La solidaridad se lleva en la sangre”. La actividad tuvo lugar en la Clínica Médica Familiar “Divino Niño” de la DGME, y dijeron sentirse orgullosos de ser parte de esta labor fraterna, porque es una oportunidad para poder brindar ayuda al que necesite sangre. CORTESÍA / END CORTESÍA / END CORTESÍA / END CORTESÍA / END T Expertos en confeccionar estas piezas reportan ganancias de hasta mil córdobas semanales T Se venden tres por cinco córdobas y una sola persona abastece a barrios enteros de la capital T De las naranjas a las tiras de tela y su larga evolución en Somoto, donde servía hasta el “palo de hule” EDUARDO GONZÁLEZ S. COLABORACIÓN La historia de Nicaragua está marcada por la práctica del béisbol, uno de los de- portes más caros en cuanto a presupuesto se refiere, sin embargo, la necesidad de los jóvenes de iniciarse en esta disciplina y su ingenio al im- provisar el equipamiento, se han coludido en algo que ya es tradición en las calles: la confección de la pelota de trapo. Existen tantas historias acerca de las primeras impro- visaciones de esta pieza vital del béisbol, como la materia prima y los procedimientos que se emplean para la con- fección de las mismas. No se trata de la pelota oficial, cuya circunferencia oscila entre 22.5 y 24 centímetros, sino aquella que con tela y calce- tines ensayan niños y adultos en la calles para hacer de este deporte el que ahora reina en nuestro país. Dejar las naranjas Cada rincón de Nicara- gua tiene algo qué contar en esta historia y Somoto tiene la suya. Armando Núñez, un reportero de oficio de la vieja escuela del periodismo, dice que en su niñez todo era muy diferente. “Antes noso- tros jugábamos con naranjas, con bates de tijuilote y a la mano pelada… Ahora todo ha cambiado debido a la glo- balización”, apuntó. “Antes se jugaba en línea con dos bases solamente. Las reglas eran abundantes por- que nosotros mismos las in- ventábamos”, explica Núñez ahora en su tercera edad, con un tono lento, recordando sus tiempos de infancia. “Los jóvenes antes eran más creativos”, reflexiona con entusiasmo, mientras se rasca la cabeza con su mano derecha, la misma que ocu- pa para escribir en la revista mensual “Musunce”. “Mi primera bola de tra- po me llegó cuando estába- mos jugando en un patio en donde el dueño tenía el apo- do de Polo Corrales. Ahí me reunía con mis amigos a ju- gar béisbol… nos regaló una media, un calcetín, para ela- borar una pelota y que no si- guiéramos con las naranjas”, recuerda Núñez. Historias de pelotas En la edición de junio de 2009 de la revista Musunce, se puede encontrar un artícu- lo publicado por Núñez, titu- lado la “Historia del Béisbol Somoteño”. Explica que en 1948 los equipos juveniles de béisbol jugaban con bates ar- tesanales, los guantes hechos de lona y con las bolas de trapo. Todos estos materiales eran elaborados por el difun- to Jesús Barrantes (q.e.p.d). Otro Somoteño que re- cuerda sus años de infancia es Ediberto Pérez, un campe- sino de marcado acento nor- teño. “Yo jugaba descalzo, habían pocos chavalos que tenían zapatos para jugar. Me acuerdo que en ocasiones me robaba los calcetines de mi hermano”, confesó Pérez. Este señor ubica su his- toria en una finca cerca del sector nueve del municipio de Somoto, donde había un “palo de hule” al cual le ex- traían una sustancia para darle forma redonda a las pe- lotas y después amarrarla con hilachas de calcetines. “Para terminar le untábamos un poco de cera para moldear la forma esférica”, indicó. Fabricando las piezas Faustino García, un juga- dor veterano de béisbol en Somoto, opina que “con el tiempo se fueron eliminan- do las diferentes formas de jugar, y la pelota de calcetín o de trapo, se fue innovando en las calles, de donde salían los pilares para las ligas de la zona”. “Uno buscaba como ha- cerlas de puro hilo, cuando jugaban los barrios contra barrios. No había ligas mu- cho menos un organizador o una directiva”, señaló. Esta misma pelota de trapo no es recomendada para quienes pretenden dedicarse a este deporte como profesión, sin embargo, son muy pocos pe- loteros los que han podido esquivarla en su formación, tanto de utilizarlas como de fabricarlas. Daniel Ruiz Hernández tiene 23 años y es muy cono- cido cerca del estadio, en el barrio El Bóer, por su arte de elaborar pelotas de trapo desde hace diez años. “Yo jugué muy poco béisbol. Me dediqué más a hacer pelotas de trapos ya que miraba las ganancias que dejaba. Ade- más, muchos de mis vecinos y familiares me dijeron dedíca- te a fabricar esas pelotitas”, señaló. Entre las cuatro y las seis de la tarde, durante los fines de semana, más de una calle de este barrio se convierte en campo de béisbol. Niños, jóvenes y adultos se “toman” cuadras enteras y utilizan las piezas de Ruiz para jugar al béisbol. Vende hasta 350 pe- lotas a la semana, según ex- plica este joven diestro y de pocas palabras. Ruiz explica que vende “tres pelotas por cinco córdo- bas y hago otras a ocho varas (córdobas), que son de coci- das dobles y les hecho pega para socarlas más”. Mientras explica el negocio, sus manos están ocupadas zurciendo una pelota con tiras de ropa color azul y con hilo blanco. Mil pesos semanales Ruiz asegura que gana “unos mil pesos a la semana” en este negocio, y por eso ni detiene la mirada al contes- tar, pues zurce con afán sen- tado sobre una piedra plana. “Por lo general compran los vecinos y vienen de barrios como el Andrés Castro, El Recreo y Monseñor Lezca- no”, señaló. Con un tono más fuerte aclara que consigue su mate- ria prima “en una tienda de Ciudad Jardín que se llama El Retazo. Compro por libra ahí”. Termina de fabricar la última pelota de trapo y co- mienza a guardarlas todas, incluyendo las tiras y sus dife- rentes instrumentos para zur- cir. “Ya me voy”, dice Ruiz, buscando la ganancia de hoy. Marcelino Torres, un an- ciano de 60 años originario de El Rama, es un especia- lista en hacer estas pelotas y es muy conocido en el barrio “Farabundo Martí”. Tiene tanto tiempo de dedicarse a este trabajo que no sabe cuándo empezó. “No tengo otra cosa qué hacer, si fuera rico tuviera de todo”, expresa Torres, con voz aguda. Sobrevive de la venta de pelotas, las ofrece en tres por cinco córdobas. Fabrica las pelotas de una forma muy ligera, las zurce con mucha determinación y les coloca un doble hilo sobre la superficie de tiras de ropa que moldeó en forma circular. “A algunas pelotas les meto cuatro yardas de hilo para que queden más so- cadas”, explica el anciano, que no tiene familiar para cuidarlo. Es un solitario que se dedica a su trabajo en la sombra de un árbol de guayaba que adorna su patio. Torres tiene problemas de salud y psicológicos, pero esto no afecta su devota creencia en Jesucristo. Agradece a Dios por todo y sin ánimos de arrepentimiento, mucho meno de desprecio a la vida que decidió tomar. “Recuerdo que yo vivía al otro lado de esta casa y de ahí me robaron 23 bolsas de pelotas de trapo con tiras de ropa”, relató, declarándose totalmente desinformado sobre las últimas noticias de béisbol en el país. “En lo que estoy informado es cómo ten- go que hacer para poder co- mer”, agrega. Béisbol en las calles sobrevive de la tradición de niños y adultos Pelotas de trapo con tiras de ingenio y nostalgia EDUARDO GONZÁLEZ / END Marcelino Torres cuando daba los últimos retoques a una pieza. EDUARDO GONZÁLEZ / END En el patio de su casa, don Marcelino Torres selecciona las mejores tiras de tela para elaborar las pelotas que luego ofrece en las calles.

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LUNES, 25 de enero de 20102AContacto END

2249 0499

TELÉFONOS DE EMERGENCIAS

Cruz Roja 128Bomberos 115 y 120Policía 118 y 126Enacal 127Unión Fenosa 125ENEL 2277-4159Enitel y Claro 121Movistar 8880-1010Estesa 2255-7325IBW 2278-6328Cablenet 2255-7300Turbonet 121INE 2222-2489INAA 2266-7888Telcor 2222-7350Aeropuerto 2233-1624Meteorología 2233-1925MiFamilia 133Red Consumid. 2222-4112DDC-MIFIC 2267-4350

HOSPITALES DE MANAGuA

A. Lenín Fonseca 2266-6547F. Vélez Paiz 2265-0009Alemán Nic. 2249-0701Bertha Calderón 2260-1787La Mascota 2289-7701Roberto Calderón 2277-0990Carlos Roberto H. 2265-0512A.Dávila Bolaños 2222-2763

HOSPITALES ESPECIALIzADOS

Dermatológico 2266-0816Aldo Chavarría 2266-7903Psiquiátrico 2266-7881Oftalmológico 2222-3141Policlínica 2244-2810Radioterapia 2265-3420Cardiología 2270-0326

HOSPITALES DEPARTAMENTALES

Ocotal 2732-2491Estelí 2713-6307León 2311-6980Masaya 2522-4166Granada 2552-7049Jinotepe 2532-2611Rivas 2563-3681Boaco 2542-2302Madriz 2722-2247Juigalpa 2512-2833Matagalpa 2772-2081Jinotega 2782-2626Chinandega 2341-2253Río San Juan 2583-0244RAAN 2792-2259RAAS 2572-2391

[email protected]

FARMACIAS DE TuRNO

T Adelita – Semáforos Migob dos cuadras abajo.

T Tadeo – Del Zumen una y media cuadra al sur.

T Ticomo – Kilómetro diez y un cuarto de la carretera sur.

T El Alamo 2 – Barrio Campo Bruce, semáforos del Bóer dos cuadras arriba.

T Sagrada Familia – Colonia Nicarao, casa L-687.

T San Agustín – Jardines de Veracruz, del tanque rojo una y media cuadra al lago.

T Santa Ana – Reparto Shick, Escuela Adventista media cuadra abajo.

T Santa María – Colonia “Máximo Jerez”, del parque media cuadra arriba.

T Samaria – Frente a Sandak del mercado “Iván Montenegro”.

T San Gerardo – Villa Venezuela, anden 8, grupo D.

T San Joaquín – Barrio “Camilo Chamorro”, Semáforos de la Rocargo dos cuadras y media al norte.

T San Benito – Kilómetro 34 y medio de la carretera norte, en Tipitapa.

T Demmsa – San Juan de la Concepción, tope del empalme de Ticuantepe.

Buscan una prótesis paramovilizar a don JorgeSylvia Hernández

Don Jorge Alberto Guevara González, de 53 años, urge de una prótesis para poder movilizarse y recurre a la solidaridad de los lectores de EL NUEVO DIARIO para conseguirla, ya que por su cuenta se le hace difícil poder comprar este material pues no cuenta con los recursos necesarios.

Hace dos años le amputaron el miembro inferior izquierdo por problemas de diabetes y, desde entonces, su salud ha empeorado. “Desearía conseguir el apoyo de las persona para completar para una prótesis y así poder movilizarme tranquilamente”, señaló.

Don Jorge es cabeza de familia de tres niños menores de edad en edad escolar, y eso lo angustia mucho, ya que no puede ayudar en la economía familiar. Se le dificulta trabajar en su oficio de conductor de transporte pesado y liviano, comentó su amigo Roberto Salvador Mayorga, quien nos hizo llegar su mensaje a través de una carta.

Cualquier donativo que deseen hacer llegar a don Jorge, pueden enviarlo a las oficinas de END o dirigirse a su casa, ubicada del parque del barrio “Julio César Tinoco” media cuadra al oeste, en Chinandega. También dejó a disposición el número de teléfono 8677-4203.

¿Alguien ha visto aAnielka Yahoska?Sylvia Hernández

Anielka Yahoska Peralta, de 16 años, se encuentra extraviada desde el 16 de enero y hasta la fecha sus familiares no han dado con su paradero. Ellos están recurriendo a la solidaridad de los lectores para que les ayuden en su búsqueda.

“Ese día la niña se dirigía a la pulpería ubicada cerca de su vivienda, en el barrio San Sebastián de Managua, pero ya no regresó”, dijo muy consternada su mamá, María Asunción Orozco, quien ruega a las personas le ayuden a encontrarla.

Para cualquier información de Anielka dejaron a disposición la casa de su tía Fátima Siezar, ubicada de donde fue el Cosep cuatro cuadras al lago y media cuadra abajo, en el barrio San Sebastián. También pueden comunicarse a los teléfonos: 8830-4941 y 2253-1292.

Familiares buscan aMiriam del SocorroSylvia Hernández

Familiares de Miriam del Socorro Martínez Martínez, de 45 años, se encuentran preocupados pues desde el ocho de noviembre pasado ella está extraviada y nadie sabe de su paradero. “Queremos que nos ayuden a localizarla”, dijo su cuñada, Rosa Amelia Filipino.

Miriam del Socorro salió de su casa ubicada en el Reparto “Pedro Joaquín Chamorro”, en carretera norte, a visitar a su hija que vive en Las Jagüitas, pero resulta que no llegó a su destino

y eso tiene muy angustiada a la familia, ya que temen por su integridad física.

Ellos hacen un llamado a las personas para que les ayuden en su búsqueda, y en caso que den con su paradero piden acudir a su casa ubicada de los Semáforos de Plásticos Robelo tres cuadras al lago y una cuadra abajo, en la primera calle. También pueden comunicarse al número telefónico 8422-3198, con su hermano José Luís Martínez.

“La solidaridad selleva en la sangre”

Los trabajadores de la Dirección General de Migración y Extranjería DGME, participaron en la Jornada de Donación de Sangre impulsada por la Cruz Roja Nicaragüense, bajo el lema “La solidaridad se lleva en la sangre”. La actividad tuvo lugar en la Clínica Médica Familiar “Divino Niño” de la DGME, y dijeron sentirse orgullosos de ser parte de esta labor fraterna, porque es una oportunidad para poder brindar ayuda al que necesite sangre.

CORTESÍA / END

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T Expertos en confeccionar estas piezas reportan ganancias de hasta mil córdobas semanales

T Se venden tres por cinco córdobas y una sola persona abastece a barrios enteros de la capital

T De las naranjas a las tiras de tela y su larga evolución en Somoto, donde servía hasta el “palo de hule”

eduardo González S.ColaboraCión

La historia de Nicaragua está marcada por la práctica del béisbol, uno de los de-portes más caros en cuanto a presupuesto se refiere, sin embargo, la necesidad de los jóvenes de iniciarse en esta disciplina y su ingenio al im-provisar el equipamiento, se han coludido en algo que ya es tradición en las calles: la confección de la pelota de trapo.

Existen tantas historias acerca de las primeras impro-visaciones de esta pieza vital del béisbol, como la materia prima y los procedimientos que se emplean para la con-fección de las mismas. No se trata de la pelota oficial, cuya circunferencia oscila entre 22.5 y 24 centímetros, sino aquella que con tela y calce-tines ensayan niños y adultos en la calles para hacer de este deporte el que ahora reina en nuestro país.

Dejar las naranjasCada rincón de Nicara-

gua tiene algo qué contar en esta historia y Somoto tiene la suya. Armando Núñez, un reportero de oficio de la vieja escuela del periodismo, dice que en su niñez todo era muy diferente. “Antes noso-tros jugábamos con naranjas, con bates de tijuilote y a la mano pelada… Ahora todo ha cambiado debido a la glo-balización”, apuntó.

“Antes se jugaba en línea con dos bases solamente. Las reglas eran abundantes por-que nosotros mismos las in-ventábamos”, explica Núñez ahora en su tercera edad, con un tono lento, recordando sus tiempos de infancia.

“Los jóvenes antes eran más creativos”, reflexiona con entusiasmo, mientras se rasca la cabeza con su mano derecha, la misma que ocu-pa para escribir en la revista mensual “Musunce”.

“Mi primera bola de tra-po me llegó cuando estába-mos jugando en un patio en donde el dueño tenía el apo-do de Polo Corrales. Ahí me reunía con mis amigos a ju-gar béisbol… nos regaló una

media, un calcetín, para ela-borar una pelota y que no si-guiéramos con las naranjas”, recuerda Núñez.

Historias de pelotasEn la edición de junio de

2009 de la revista Musunce, se puede encontrar un artícu-lo publicado por Núñez, titu-lado la “Historia del Béisbol Somoteño”. Explica que en 1948 los equipos juveniles de béisbol jugaban con bates ar-tesanales, los guantes hechos de lona y con las bolas de trapo. Todos estos materiales eran elaborados por el difun-to Jesús Barrantes (q.e.p.d).

Otro Somoteño que re-cuerda sus años de infancia es Ediberto Pérez, un campe-sino de marcado acento nor-teño. “Yo jugaba descalzo, habían pocos chavalos que tenían zapatos para jugar. Me acuerdo que en ocasiones me robaba los calcetines de mi hermano”, confesó Pérez.

Este señor ubica su his-toria en una finca cerca del sector nueve del municipio de Somoto, donde había un “palo de hule” al cual le ex-traían una sustancia para darle forma redonda a las pe-lotas y después amarrarla con hilachas de calcetines. “Para terminar le untábamos un poco de cera para moldear la forma esférica”, indicó.

Fabricando las piezasFaustino García, un juga-

dor veterano de béisbol en Somoto, opina que “con el tiempo se fueron eliminan-do las diferentes formas de jugar, y la pelota de calcetín o de trapo, se fue innovando en las calles, de donde salían los pilares para las ligas de la zona”.

“Uno buscaba como ha-cerlas de puro hilo, cuando jugaban los barrios contra barrios. No había ligas mu-cho menos un organizador o una directiva”, señaló. Esta misma pelota de trapo no es recomendada para quienes pretenden dedicarse a este deporte como profesión, sin embargo, son muy pocos pe-loteros los que han podido esquivarla en su formación, tanto de utilizarlas como de fabricarlas.

Daniel Ruiz Hernández tiene 23 años y es muy cono-cido cerca del estadio, en el barrio El Bóer, por su arte de elaborar pelotas de trapo desde hace diez años. “Yo jugué muy poco béisbol. Me dediqué más a hacer pelotas de trapos ya que miraba las ganancias que dejaba. Ade-más, muchos de mis vecinos y familiares me dijeron dedíca-te a fabricar esas pelotitas”, señaló.

Entre las cuatro y las seis de la tarde, durante los fines de semana, más de una calle de este barrio se convierte en campo de béisbol. Niños, jóvenes y adultos se “toman” cuadras enteras y utilizan las piezas de Ruiz para jugar al

béisbol. Vende hasta 350 pe-lotas a la semana, según ex-plica este joven diestro y de pocas palabras.

Ruiz explica que vende “tres pelotas por cinco córdo-bas y hago otras a ocho varas (córdobas), que son de coci-das dobles y les hecho pega para socarlas más”. Mientras explica el negocio, sus manos están ocupadas zurciendo una pelota con tiras de ropa color azul y con hilo blanco.

Mil pesos semanalesRuiz asegura que gana

“unos mil pesos a la semana” en este negocio, y por eso ni detiene la mirada al contes-tar, pues zurce con afán sen-tado sobre una piedra plana. “Por lo general compran los vecinos y vienen de barrios como el Andrés Castro, El Recreo y Monseñor Lezca-no”, señaló.

Con un tono más fuerte aclara que consigue su mate-ria prima “en una tienda de Ciudad Jardín que se llama El Retazo. Compro por libra ahí”.

Termina de fabricar la última pelota de trapo y co-mienza a guardarlas todas, incluyendo las tiras y sus dife-rentes instrumentos para zur-cir. “Ya me voy”, dice Ruiz, buscando la ganancia de hoy.

Marcelino Torres, un an-ciano de 60 años originario de El Rama, es un especia-lista en hacer estas pelotas y es muy conocido en el barrio “Farabundo Martí”. Tiene tanto tiempo de dedicarse a este trabajo que no sabe cuándo empezó.

“No tengo otra cosa qué hacer, si fuera rico tuviera de todo”, expresa Torres, con voz aguda. Sobrevive de la venta de pelotas, las ofrece en tres por cinco córdobas. Fabrica las pelotas de una forma muy ligera, las zurce con mucha determinación y les coloca un doble hilo sobre la superficie de tiras de ropa que moldeó en forma circular.

“A algunas pelotas les meto cuatro yardas de hilo para que queden más so-cadas”, explica el anciano, que no tiene familiar para cuidarlo. Es un solitario que se dedica a su trabajo en la sombra de un árbol de guayaba que adorna su patio.

Torres tiene problemas de salud y psicológicos, pero esto no afecta su devota creencia en Jesucristo. Agradece a Dios por todo y sin ánimos de arrepentimiento, mucho meno de desprecio a la vida que decidió tomar.

“Recuerdo que yo vivía al otro lado de esta casa y de ahí me robaron 23 bolsas de pelotas de trapo con tiras de ropa”, relató, declarándose totalmente desinformado sobre las últimas noticias de béisbol en el país. “En lo que estoy informado es cómo ten-go que hacer para poder co-mer”, agrega.

Béisbol en las calles sobrevive de la tradición de niños y adultos

Pelotas de trapo con tirasde ingenio y nostalgia

EDUARDO GONZÁLEZ / END

Marcelino Torres cuando daba los últimos retoques a una pieza.

EDUARDO GONZÁLEZ / END

En el patio de su casa, don Marcelino Torres selecciona las mejores tiras de tela para elaborar las pelotas que luego ofrece en las calles.