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Lamemoria

reo u perLO QUE NUNCA HAN CONTADOFELIPE GONZÁLEZ Y LOS DIRIGENTESSOCIALISTAS DE SUS AÑOS DE GOBIERNO

MaríaAntoniaIglesias

AGUÍ LAR

índice

Prólogo: La época socialista entra en la Historia,por Javier Tusell 21

Introducción 29

JOSÉ MARÍA MARAVALL: UNA PELIGROSA MANERADE PENSAR 3 3Política y varitas mágicas 37«Guerrismo», una alternativa que nunca existió 39¿Quién nombra al sucesor? 40¡No me fastidies! 42Miradas escondidas tras las cortinas 43Un insólito procedimiento 45De cuando la Constitución no obligaba

a la enseñanza 46Catecismos y aborto 49Las batallas que le gustaban a Felipe .....~..7:.~: 50Resistencias de hierro A. 52Pelear con Boyer 53«Quien se acuesta con niños, se levanta mojado» 54OTAN, misión secreta 56Congreso de 1984: sacar al Gobierno de la dirección

del partido 59Una carta a Felipe 61«Os quedan quince días» 63Yo pagué los platos rotos 65Leyes «bomba» 66Cuando comienza a sonar el río ¿ ¿ 67

LA MEMORIA RECUPERADA

«De un viejo historiador a un joven dirigentesocialista» 69

«Un pedrusco así de grande» 70Un ministro quemado 72La lección que habían aprendido los profesores 75«No me quedo ni muerto» 7614-D: mirada al precipicio 77El asunto Leguina 79El partido: segunda carta a Felipe 81Silencios gélidos y gritos acalorados 82Una voz en medio de la tormenta 84Las fotografías de la vergüenza 86Una campaña contra el candidato 88El gusano 89

CARLOS SOLCHAGA: SOCIALISMO Y PROVOCACIÓN 93¡Qué es eso de ser socialdemócrata! 96Dispuesto a no ser popular 98Guerra, la estética de izquierdas 99Los muros de Nicolás contra Corcuera 101Es posible que yo fuera arrogante 103Mariano Rubio, la beautifuly el pacto con la burguesía .... 105El «conocimiento carnal» de Felipe 107Contra la aristocracia de los trabajadores 109No estás ahí para que la gente te quiera 111Alfonso Guerra me convenció para que me quedara 113Una promesa imposible de cumplir 115Felipe, poco dotado para la pelea 117Emboscada en TVE: la ruptura UGT-PSOE .....:..... 119Contra los populistas de la izquierda i 121«Me arrepiento de aquella frase maldita» 122La huelga del 14-D y el caldo de cultivo 123Madrid, un cementerio 124Una «colleja» al Gobierno 125Encuentros clandestinos ¿ 128De la soledad y de Felipe 129Mi apuesta perdida 130Parar los pies a Serra 131Otro ministro para otro reajuste 132La jugada de Mariano Rubio 133

ÍNDICE

La entrevista más dolorosa 135El sufrimiento de los bien nacidos 137Un desacierto y una desgracia 138Un ambiente insufrible 140Oídos sordos para la bonanza 141Modernización y credibilidad 143Sin mezquindad ni sectarismo 144

JOAQUÍN ALMUNIA: E L DEDO EN TODAS LAS LLAGAS 147«Todos los socialistas aparecíamos como corruptos» 151Yo no estaba en los planes de Felipe 154Las sonadas discusiones entre Boyer y Guerra 156La esquizofrenia del partido 158Pararle los pies a Boyer 159El autoritarismo de Solchaga 161«¿Yo también ceso?» 163Alfonso, con un pie dentro y otro fuera 165El «guerrismo», o el control de la sucesión 168Los celos de Nicolás 169Una grabadora sobre la mesa ~ 171«Antes de que todo esto se estrelle» 174Autonomías: los miedos de Alfonso Guerra 176Arena en los engranajes 177Los fuegos nacionalistas, apaciguados 179El asalto a la Federación Socialista Madrileña 180Felipe nos dejaba «colgados» , 182El «zapatazo» de Felipe 183El plantel «renovador», alternativa poco sólida 184Conversaciones y silencios, una situación muy tensa 185«El ángel exterminadoi» .> 187«Cargarse» a Felipe y llevarlo a la cárcel 187Intercambio de cromos y otras deslealtades 188La sucesión, de la peor manera posible 189El paro y la inmadurez democrática 191Una generación ilusionada por la política 192

JAVIER SOLANA: SIN RENCOR 195Hablar con Felipe muchas horas 198Una tentación demagógica 200Huyendo del sectarismo 202

LA MEMORIA RECUPERADA

Nicolás no lo soportó 204Alfonso y la cuestión de fondo 207Enhebrar la acción del Gobierno 211Educación; no fui un apagafuegos 212La política exterior y el prestigio recuperado 213OTAN, momentos amargos 214La izquierda herida 217Garzón: una decisión dolorosa 220Maneras de vivir 221

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ IBARRA: SOCIALISMOSIN MIEDO 225Una noche en Cerro de Reyes 227Una imagen que nunca iba a romperse 229Nicolás, como una pantera 230Alfonso y Felipe, almas diferentes 231Felipe se asustó 233Solchaga, protagonismo y soberbia 234Esas gentes en las que se apoyó Felipe 237Aquella «Ley de Hierro» 238El Partido y Felipe 240Alfonso Guerra abandonado.. 241El amor-odio y la alternativa 242El tándem y el juego sucio de Solchaga 244Extremadura, la tierra inexistente; 246Tiempos de mucha dificultad ' 247Tanta gente sin nada '. 249El desprecio de algunos de «los nuestros» 250Una autovía que pasó... por encima de Solchagí".r. 252No había paro porque no había gente » 253Una propuesta imparable 254Tener voz 255Los más chulos 256Felipe también se equivocó 258¿Estuvo detrás Alfonso? 259Ilusión, ideología... y economía 260Juan Guerra: dos, uno y ninguno 262Los ladrones no estaban en el «guerrismo» 263Los «guerristas» lo hicimos mal 264El Ministerio sombrío y una historia inexplicable 266

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ÍNDICE

Alfonso y el trabajo sucio 268Felipe me salvó de la venganza 269Corrupción y preguntassin respuestas 271El GAL es la transición 272Revolución y emoción 274

JOSÉ BONO: ANTE EL ESPEJO 277Un aplauso para el gobernador 280Ana o Victoria .282Cuando toda España hablaba de Juan Guerra 283La distancia entre Madrid y Toledo 284Un dios menor 288Militares, marqueses, cuneros y obispos 289El Partido Popular en huelga 294Los «barones», un poder frente al poder 295El hombre que quería ser más alto 299Yo di la señal de alarma 300Garzón, Felipe y las causas de nuestros males 302

MANUEL CHAVES: HISTORIA VIVA 307Lo que pensaban Felipe y Alfonso 310La foto de la tortilla 312Felipe apostó muy fuerte por Alfonso 313Un largo deterioro 314Alfonso jugaba «a la contra» 316Felipe quiso irse varias veces 317Felipe siempre ha sido el mismo 318«Manolo, te voy a hacer ministro» 319Solchaga no quería negociar 322La huelga: un éxito sindical inútil ., 324A pesar de la huelga 326La amargura de un fracaso 328Andalucía, la baza de Alfonso Guerra 329«Te vas a comer todo el marrón» 331Los «pelotazos» de la beautifulpeople 333Copié la campaña de Tierno en Madrid 334La mala imagen del PER 335Evitar la fractura del sur 337Los Reinos de Taifas 338Los «independientes»: un error de los «renovadores» 341

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LA MEMORIA RECUPERADA

Los apestados de Interior 343Perder y ganar 344

JOAQUÍN LEGUINA: D E PENSAMIENTO, PALABRAY OBRA 347Madrid, un chiringuito más 349Aquel maldito tres por ciento 351La encerrona de Felipe 353Una noche de emoción y prudencia 354¿Por qué lloraban los comunistas? 355Nombres, herencias, ideas y pragmatismo 356Un neófito entre tantos sacerdotes 358Un candidato sin bendición 361«Café para todos» 362Mi crónica de la huelga general 363Dormir en la Puerta del Sol •. 365PSV: voluntad e incompetencia 366Amargo recuerdo 368Felipe-Alfonso, un misterio sin resolver 369La pira inquisitorial 370El chiste malo de Juan Guerra y el magma

de la renovación 371Cultura de aparato 373Frustración de lo que pudo ser 374Una víctima agradecida 374Dos alacranes en el bidé .. 375Asesinato civil, muerte civil 377La gran frustración 378

JOSÉ B A R R I O N U E V O : LA IMPOSIBLE LIBERTAD iDEL EXILIO 3 8 1Una desgracia inmensa, enorme 384«No amo a esta España» 385El desastre de Interior 387En la trayectoria del disparo 388Pestiños y bonsáis 389El fiscal Granados, con la jauría 391Las trampas de Margarita 393El «cabreo» de Garzón '.'. 394Objetivo: la destrucción de Felipe 396

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ÍNDICE

Sancristóbal salvó su dinero 397Una propuesta a la que no supe decir no 399Seis bandas terroristas y cincuenta asesinatos 401«Lo que nos cuenta este español no es posible» 402Funerales, a escondidas 404Un sargento por encima del Rey 406Entre la derecha y los «progres» de salón 408Poli-milis, el único camino 411Intxaurrondo: realidad y leyenda 412«Yo en ese carro no me subo» 414Roldan, un homenaje insólito 415«Ese Roldan no era el que yo conocía» 417Un hombre muy activo 418Coces contra el aguijón 422Mentiras, incompetencias y sospechas 424Las coordenadas de la sospecha 425«Renovadores» y «guerristas», las mismas prácticas ........ 426Juan Guerra: una desmesura para liquidar a Alfonso 427Dejaron de contar conmigo 429Deseo un exilio imposible 430

JOSÉ LUIS CORCUERA: VERDADES COMO PIEDRAS 43 5Sin presunción de inocencia 438Pedro J.: un problema de higiene democrática 440¿Y si en vez de joyas, hubiera regalado jamones? 442¿Dónde están los sobresueldos? 445No les gustaba un obrero que llega a ministro 446«No te metas en política, hijo» 447Nicolás Redondo no tenía ni idea :.¿ 449Una «leve» confusión i 451Ministro a la fuerza 456¿Quién salvó a Segundo Marey? 461No estaba dispuesto a que me rompieran la cara 462Aquel terrorismo y aquellos intelectuales 463«La huelga nos pilló en bragas» } 464Los buenos momentos duraban poco 466ETA no se acabará si se va contra el PNV 469Lo de Argel nos salió bien 472Aznar pudo parar el Pacto de Lizarra 475Aznar convirtió ETA en el MNLV 478

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LA MEMORIA RECUPERADA

El primer desacuerdo 479Los problemas de un guerrista-felipista 480El valor de la discrepancia 482La renovación no era alternativa 483La ley de «la patada en la puerta» 484Asunción hizo lo que yo no hubiera hecho 486Belloch y Margarita: una labor nefasta 489«Le dije a Margarita que si fuera un tío le daba

dos hostias» ; 491La inmoralidad de Garzón 492

ANTONIO ASUNCIÓN: LIBERTAD VIGILADA 497Felipe quería romper con la etapa Corcuera 500Cesé a Roldan inmediatamente 501Vera no quería marcharse 502Tenía planes para Garzón 504Corcuera se entrometía continuamente 505En la caja no había nada 507El mundo oscuro 508Un delincuente muy torpe 509Felipe González se equivocó al nombrarme 509Los «renovadores» sí tenían alternativa 512A Belloch sólo le interesaba su ego 513Belloch engañó a López Agudín 515«Todo es bastante normal» 516Felipe libre de toda sospecha 517

JUAN ALBERTO BELLOCH: RELATO PARA CONCILIAREL SUEÑO .7.7. 519La justicia tiene solución u 522Tomás y Valiente rechazó el cargo 523Al margen de la batalla 525Felipe no tenía alternativas , 527Dejamos un Ministerio ejemplar 529Le dije a Garzón que no 530No pensé en lo que podía hacer Garzón 532Una limpieza dolorosa 533Felipe lo tenía claro 535Cuando el Estado era la policía y el PSOE 537Ministros, banqueros, espías y delincuentes 539

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ÍNDICE

¿Quién es la «garganta profunda»? 542Un esfuerzo que conduce a la melancolía 544Felipe no era la «X» de los GAL 545Conspiración contra las instituciones 54835.000 razones 549Un hombre honesto y dos muertos 552La confianza del presidente 553Ambición política 554El Gobierno navegaba en una galerna 556La corrupción no era nuestra 557Felipe les quitó el poder 559

RAMÓNJÁUREGUI: EL 'MORROI' 561La violencia lo envenena todo 564Imposible un lehendakari socialista 567Condenados a entendernos 568El pacto imprescindible ; 570El morroi del Gobierno 572Grandes acuerdos y grandes renuncias 573La reaparición de la derecha 575La traición de Ardanza 576Ajuria Enea: la complicidad nacionalista 577Los años difíciles. Lo que nunca he contado 580Nunca se hizo el cambio en la policía 582«Yo te lleno la piscina» 583Con Felipe, Lizarra no hubiera sido posible 585Un vasco en Madrid 586

TXIQUI BENEGAS: DOS RAÍCES ..r..v....... 589Ganar las elecciones y perder el poder 592Discurso claro y final oscuro 594El PNV se acercó a nuestras posiciones 595Xabier Arzalluz: una persona dialogante 597Por qué Arzalluz se enamoró de Aznar 599Las sabias advertencias de Rubial 601El «guerrismo» era «felipista» 602«Los renovadores de la nada» 604Un trato diferente contra el PSOE 606El PP no podía con Felipe 607Nunca fui el rehén de Alfonso Guerra... 608

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LA MEMORIA RECUPERADA

Tres veces le dije no a Felipe 610Ultimas frustraciones: una negociación con ETA 612Los independientes, una arriesgada apuesta de Felipe 614La derecha aún teme a Felipe 616

ROSA CONDE: COMUNICANDO POR ENCIMADEL RUIDO 619«No comment» 622Nos fuimos al precipicio 623El apagón que ganó la huelga 625Un duro golpe 627El dinero, sobre la mesa 628«Parar» a Felipe 630Serra, el sucesor frustrado 632La corrupción, aquello parecía imposible 634En la Guerra del Golfo 636Sin reductos en los medios de comunicación 639Trabajar con Felipe 641Aquella campaña del 93 643El dossier del hermano de Alfonso 645Una marea que se llevó todo por delante 648Felipe, una visión de futuro 649

ALFREDO PÉREZ RUBALCABA: MENSAJESPARA NADIE 6 5 3El consenso, un valor roto 656Lo que más le molestaba a la derecha 659Un reto endiablado ; 661El «impulso democrático» 663Salir a dar la cara * 664¡Qué doble vara de medir! 666Las malas artes y ese cansancio de las gentes 669Mariano Rubio, lo que faltaba 671El mito de Chamartín y la sucesión de Felipe 674Corrupción: cuando la farmacopea sustituye a la cirugía,. 676Distanciamiento y nuevos nombres 677Interior: fatalismo y culpabilidad 679Aquellos años de plomo 683Hablar para la pared 685Una siniestra actuación de Aznar 687

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ÍNDICE

Solana, lo mejor que teníamos 688Cuando la Historia se serene 690

NARCÍS SERRA: DOBLAR EL ACERO 693«Dejemos todo como está» 696«El vicepresidente útil» 698Los militares, estímulo y vigilancia 700El ministro «interino» que duró nueve años 701El poder civil por encima del militar 703Los reductos más resistentes 705Un Ejército que quería luchar contra ETA 707«Por qué nos habéis metido en este lío» 708«Me escandalizó la desprotección del Ejército» 710Bases norteamericanas: «Hagamos un maquillaje» 713Las dificultades del tándem Felipe-Alfonso 715En el punto de mira del «guerrismo» 717Cuando la economía no interesaba a nadie 719Roldan lo contaminó todo 721Felipe pensó en mí 723«Nos equivocamos» 725«Un fusible para interrumpir la corriente» 727¿Y el Rey? 728«Le advertí a Conde de que lo vigilaríamos» 729«Soy un catalán que ha hecho la reforma militar» 730

ALFONSO GUERRA: EL «PAPEL» MÁS DIFÍCIL 73 3Una historia circular 736«Ustedes no van a ganar» .... 738La noche de los perdedores ......;.., 739El cocinero, el maitrey los comensales , 739Un cóctel demasiado fuerte 741Felipe, una esponja 742La lealtad: una condición mal considerada 744Un país paralizado 745Por la puerta de atrás 747Hablar con la Iglesia A.... 748En la posición del otro 751Adversarios leales: la Constitución 752La piedra de la cueva de Alí Baba 753¿Cuánto vale un atardecer? 755

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LA MEMORIA RECUPERADA

Qué cosa era estar de «oyente» 757Nadie me pone de rodillas 759Socialistas y «boyeristas» 761La capacidad de decidir 764Aquella decisiva conversación con Felipe 765El Partido como razón de ser 767«Te has equivocado de trinchera» 768Sagunto y Solchaga 770Autonomías: las cosas en las que no creo 773Mentiras, leyendas y calumnias 774Un líder distanciado 775Balance desapasionado 778La decepción del final 780Filesa: «¿Por qué a mí?» 782Una idea aberrante 784No puede llamarse decepción 785

FELIPE GONZÁLEZ: LA REBELIÓN CONTRA LA HISTORIA... 789Afloraba un proyecto de país 792Aquellos males de la Patria 794La Iglesia, un poder que supo esperar 796Lo que no han podido destruir 799Aquel liderazgo que me desbordaba 801La esperanza, una carga pesada ' 803Aquella gente con la que eché a andar 806Hablar de Alfonso 808Lo que nos separaba 809El Partido, la tribu y la cueva de Alí Baba 811Boyer, un pulso imposible :..::..:. 813Alfonso, Boyer y el poder de decisión :t 816Nunca he defendido un «corralito» 819Rehén de los «renovadores» 821Txiqui, un liderazgo dilapidado 823Reconversión: un frío baño de realidad 825Nicolás Redondo, claves oscuras 826Lo que UCD no pudo hacer 829Un río de comprensión que fluía 830Solchaga, modos y maneras 831El dinero, ese poder que nunca me sedujo 834Mariano Rubio, las claves de la decepción 835

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ÍNDICE

Corrupciones «buenas» y «malas» 837La educación, Maravall y la revolución socialdemócrata.. 838Tocar el centro neurálgico 840Bases USA: razones para la insumisión.. 842Otra forma de escribir la Historia 843Opinión pública: entre lo difícil y lo imposible 845OTAN, los orígenes del error 847Encuestas, sufrimiento y dilema moral 849Nos tomaron en serio 851Interior: diagnóstico del 82 852Barrionuevo: nadie me preguntó a mí 854La «X» del GAL, el Cesid y el Rey 856La huelga. Es fácil hablar ahora 858El día después 859Nunca abandoné en medio de la tormenta 860Mi sucesión y el Partido 862No había un espacio para dejarlo 865Alfonso, proceso hacia la decepción 865Mi último Gobierno 868Corrupción: por qué no reaccioné 870Saber hacia dónde tenía que ir este país 871Dejarse la piel 873

COLABORACIONES: LA TAREA DE GOBIERNO SOCIALISTAANALIZADA POR SUS GESTORES 8 7 7Julián Campo (Ministro de Obras Públicas, 1982-1985):

Mucho que hacer, mucho que soñar 879José BorreÜ (Ministro de Obras Públicas, Transportes

y Medio Ambiente, 1993-1996): El equilibrio-territorial, un reto progresista » 887

Miguel Ángel Fernández Ordóñez (Secretario de Estadode Economía, 1982-1986; Secretaría de Estado de laComisión de Asuntos Económicos, 1982-1986;Secretario de Estado de Comercio, 1986-1988):Reformas para durar en el tiempo 903

Manuel Marín (Comisario Europeo, 1985-1995): Europa:la comprensión de uri proyecto colectivo 911

Virgilio Zapatero (Ministro de la Presidenciay Secretario de Estado de Relaciones con las Cortes,1986-1993): El liderazgo del Gobierno 927

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LA MEMORIA RECUPERADA

Francisco Fernández Marugán (Secretario Federalde Política Económica en la CEF, 1984-1987;Responsable de Estudios y Programas de la EjecutivaFederal y Responsable de Administración): Lo que costócambiar el Estado ¿ 935

Carmen Alborch (Ministra de Cultura, 1993-1996):La cultura, un mundo lejano y próximo 945

Matilde Fernández (Ministra de Asuntos Sociales,1988-1993): El Ministerio de las gentes 957

Julián García Vargas (Ministro de Sanidad y Consumo,1986-1991): Sistema Nacional de Salud: la conquistade un derecho no adquirido 973

José Antonio Griñán y Angeles Amador (Ministrosde Sanidad y Consumo, 1992-1993 y 1993-1996):La protección de la salud, una doble solidaridad 981

Fernando Ledesma (Ministro de Justicia, 1982-1988):Democracia, justicia y pedagogía política 987

María Teresa Fernández de la Vega (Jefa del Gabinetedel Despacho del Ministro de Justicia, 1982-1985;Secretaria de Estado de Justicia, 1994-1996): Justicia:una apuesta por la libertad 1005

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