a) b) La batalla de acuerdo con la ciencia militar · Este hecho de armas trascendió al extran...

9
EL SIGNIFICADO DE LA TOMA DE ZACATECAS '. Por ARTURO LANGLE RAMÍREZ Para la historia del México contemporáneo es uno de los he- chos de mayor trascendencia, no se trata de una batalla más, sino de una serie de consecuencias que transformaron la vi- da misma de nuestro país, por tanto el siguiente análisis va encaminado a poner en claro cada una de éllas. Bien podríamos en principio anotar la relación de los pun- tos a explicar: a) la batalla de acuerdo con la ciencia militar. b) significado histórico. c) lo que fue para la División del Norte . . La batalla de acuerdo con la ciencia militar Es posible que para muchos surja la pregunta sobre la exis- tencia de la ciencia militar, por lo que creo conveniente pre- sentar en brevísimas líneas el nacimiento de éna. Junto con la aparición del hombre surgió la lucha y con ella la necesidad defensiva, máxime que ' en sus primeras épo- cas reinaba la ley del más fuerte, así aparecieron las primeras nociones elementales de la estrategia, había que buscar la igual- dad de las fuerzas, había que equilibrar la diferencia física. Inclusive una de las definiciones de guerra , más aceptada en la actualidad reafirma la idea anterior: "La guerra es, en conse- cuencia, un acto de fuerza para imponer nuestra voluntad al adversario". 1 Conforme fue avanzando el tiempo aquella estrategia se fue transformando y pronto los historiadores dieron en llamarle el arte de la guerra, por ejemplo, se llegó a decir Esparta mostró al mundo el arte de la guerra. La evolución siguió y continúa hasta nuestros días, pero ahora dentro de los lineamientos de 1 Clausewit7. Karl Von. De la guerra, p. 9.

Transcript of a) b) La batalla de acuerdo con la ciencia militar · Este hecho de armas trascendió al extran...

TEMPORÁNEA

>rocedimiento intern­' hombre humilde y lstificación y bondad justo homenaje que

libdito que le venera

EL SIGNIFICADO DE LA TOMA DE ZACATECAS

'. Por ARTURO LANGLE RAMÍREZ

Para la historia del México contemporáneo es uno de los he­chos de mayor trascendencia, no se trata de una batalla más, sino de una serie de consecuencias que transformaron la vi­da misma de nuestro país, por tanto el siguiente análisis va encaminado a poner en claro cada una de éllas.

Bien podríamos en principio anotar la relación de los pun­tos a explicar: a) la batalla de acuerdo con la ciencia militar. b) significado histórico. c) lo que fue para la División del Norte. .

La batalla de acuerdo con la ciencia militar

Es posible que para muchos surja la pregunta sobre la exis­tencia de la ciencia militar, por lo que creo conveniente pre­sentar en brevísimas líneas el nacimiento de éna.

Junto con la aparición del hombre surgió la lucha y con ella la necesidad defensiva, máxime que ' en sus primeras épo­cas reinaba la ley del más fuerte, así aparecieron las primeras nociones elementales de la estrategia, había que buscar la igual­dad de las fuerzas, había que equilibrar la diferencia física. Inclusive una de las definiciones de guerra, más aceptada en la actualidad reafirma la idea anterior: "La guerra es, en conse­cuencia, un acto de fuerza para imponer nuestra voluntad al adversario". 1

Conforme fue avanzando el tiempo aquella estrategia se fue transformando y pronto los historiadores dieron en llamarle el arte de la guerra, por ejemplo, se llegó a decir Esparta mostró al mundo el arte de la guerra. La evolución siguió y continúa hasta nuestros días, pero ahora dentro de los lineamientos de

1 Clausewit7. Karl Von. De la guerra, p. 9.

:

126 ESTUDIOS DE HISTORIA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA

una cien~ia. propiamente militar que comprende una gama de conOCImlentos geográficos, físicos, químicos, atómicos, me­teorológicos, etcétera, y por supuesto, los de orden guerrero o militar.

Es~ ciencia marca las características de lo que debe ser una ba­talla Ideal, una contienda prevista de todo lo que pueda aconte­cer tanto a la ofensiva como a la defensiva.

y .Zacatecas precisamente, en toda la historia del Ejército MexIcano es la que más se aproxima, la que más se asemeja a esa batalla clásica.

. En el relato del general Federico Cervantes, testigo presen­·elal del hecho que nos ocupa, dice en una de sus partes: "Di­cha batalla presenta todas las fases: Reconocimientos prelimi­nares, toma de contacto con el enemigo, estrechamiento del .círculo de sitio, distribución ordenada de las tropas, elección de posiciones y establecimiento meditado de la artillería' em­pleo eficaz de ésta, para apoyar el avance de las otras a~mas, decció~ .de una reserva y de un frente principal de ataque, y de posICIOnes laterales, desarrollo regular y previsto de la ba­talla, .asalto me~odizado de las posiciones, esfuerzo final y per­seCUCIón tan efrcaz, que la reserva aniquiló a las tropas en su retirada." 2

Ferrer de Mendiolea menciona: "el día 23 de junio, a las 10 horas, se inicia la batalla más táctica que tuvo la revolución y que culmina a las 17 horas con la entrada de los primeros revolucionarios". 3

Finalmente transcribo el comentario del general Sánchez La­mego: "es necesario hacer notar, que en este hecho de armas se aplicó por primera vez con muy buen éxito, el empleo de la artillería en masa". 4 .

Conociendo ya las opiniones del por qué la toma de Zaca­tecas es la que más se aproxima a la batalla clásica, podemos entrar someramente al desarrollo de la misma:

La línea de defensa se extendía aproximadamente a lo lar­go de 20 km~., el campo d,e batalla tuvo dos escenarios: prime­ro las elevaCIone~ que roaean a la ciudad de Zacatecas y des­pués las calles mIsmas al momento de la ocupación, entre las

.2 Meléndez, José T. Historia de la revolución mejicana, t. 1, p. 293. 3 Ferrer de Me~diole~, Gabriel. !list?ria ~~ la revolUción mexicana, p. 95. 4 Sánchez Lame"o, Miguel A. Hzstorla ffillztar de la revolución conslitucio·

naZis la. Tercera parte, p. 95.

EL SIGNIFH

principales fortificaci rales para la defensa La Sierpe, Cerro G con un efectivo apro fra, no se ha podido no llegaban a 7,000, hay que olvidar qw cifras de acuerdo a la aumentan para ql tados la disminuyen so del general Antor defensa de Zacateca~ ron a las fuerzas enl diez, en hombres y tralladoras". 5

Sobre el dato ant aclara: "Acabo de 1 derico Cervantes ha División Antonio ( catecas, en la que t:

ce: "Creo que es inc fa legítimo puesto ( h{)mbres (no cinco el General Olea, y. años) seguramente neros, bajas por má

Pero volvamos a ca de 23,000 hombl to que se inició des bates preliminares bajas en tre los cor a las diez horas de sobre el cerro de bre los de La Sierp adelantaron sus po puede decirse que 1 to de la línea em ambos bandos util los desplazamiento

5 Meléndez, José T. ( 6 Mui'íoz, Ignacio. Ve

:ONTEMPORÁNEA

f~prende, u?a gama ~mlcos, atomlCOS, me­de orden guerrerQ o

) que debe ser una ba­, lo que pueda aconte­lva. historia del Ejército

· que más se asemeja

rantes, testigo presen­ta de sus partes: "Di· !nacimientos prelimi­" estrechamiento del e las tropas, elección · de la artillería; em­e de las otras armas, rincipal de ataque, y y previsto de la ba­esfuerzo final y per­

ló a las tropas en su

'a 23 de junio, a las le tuvo la revolución rada de los primeros

1 general Sánchez La­este hecho de armas éxito, el empleo de

ué la toma de Zaca­lIla clásica, podemos isma: madamente a lo lar­. . ::¡s escenanos: pnme­· de Zacatecas y des­ocupación, entre las

cana, !. r, p, 293. Jolución mexicana, p. 95. la revolución constitucio.

EL SIGNIFICADO DE LA TOMA DE ZACATECAS 127

principales fortificaciones naturales aprovechadas por los fede­rales para la defensa están los cerros de La · Bufa, El Grillo, La Sierpe, Cerro Colorado, Los Clérigos y otros; contaban con un efectivo aproximado de 12,000 soldados, aunque la ci­fra no se ha podido confirmar pues mientras unos dicen que no llegaban a 7,000, otros aseguran que pasaban de 15,000; no hay que olvidar que nuestros militares inflan o reducen las cifras de acuerdo a su conveniencia, es decir, los vencedores la aumentan para que el mérito sea mayor, en tanto los derro­tados la disminuyen para justificar su fracaso, como en el ca­so del general Antonio G. Olea, federal que tomó parte en la defensa de Zacatecas, en sus relatos nos dice que se enfrenta­ron a las fuerzas enemigas "en una proporción de uno contra diez, en hombres y de uno contra cinco, en artillería y ame­tralladoras". 5

Sobre el dato anterior, Ignacio Muñoz, ex capitán federal, aclara: "Acabo de leer una rectificación que el Coronel Fe­derico Cervantes hace al artículo publicado por el General de División Antonio G. Olea relacionado con la Batalla d~ Za­catecas, en la que también fui protagonista" , más adelante di­ce: "Creo que es incuestionable que Villa obtuvo allí un triun­fo legítimo puesto que de la guarnición, que pasaba de 10.000 hombres (no cinco mil, como seguramente por olvido afirmó el General Olea, ya que los hechos ocurrieron hace muchos años) seguramente sufrimos entre muertos, heridos y prisio­neros, bajas por más de 7,000 hombres", 6

Pero volvamos a las acciones, la División del Norte con cer­ca de 23,000 hombres de las tres armas se preparó para el asal, to que se inició desde el día 21 de junio de 1914, con los como bates preliminares que aunque de poca duración causaban bajas entre los contendientes: el ataque definitivo principió a las diez horas del día 23, con el bombardeo de la artillería sobre el cerro de Loreto, extendiéndose minutos después so­bre los de La Sierpe, El Grillo y La Bufa; los infantes villistas adelantaron sus posiciones, pero sin lograr ocupar las . alturas; puede decirse que la primera fase termina con el ablandamien­to de la línea enemiga; vino después una corta tregua que ambos bandos utilizaron para recoger a los heridos y efectuar los desplazamientos de la artillería ; el cerebro de estos como

¡¡ Meléndez, José T. Ob. cit. t. 1 p . 305. 6 Muñoz, Ignacio. Verdad y mito de la revolución mexicana, t. 11, p. 256.

l

128 ESTUDIOS DE HISTORIA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA

bates, el general Felipe Angeles, checaba todos los movimien­tos, en tanto que el Comandante de la División del Norte, general Francisco Villa daba las últimas indicaciones a su ca­ballería para el asalto final.

Los defensores, general Luis Medina Barrón, Comandante en Jefe y sus segundos los también generales Antonio G. Olea, Benjamín Argumedo y otros, se aprestaban a reorganizar sus fuerzas para lo que debía ser el último obstáculo para la re­volución constitucionalista.

Se reinició el fuego, ahora con mayor ímpetu, pero más cer­tero el constitucionalista; los federales empezaron a ceder, los infantes villistas se hicieron de las alturas; en todos los fren­tes se mejoraron posiciones y el enemigo empezó a replegarse hacia la población, para las 5.50 de la tarde se vio una gran humareda en la ciudad, era un indicio de la derrota, para esas horas el fuego revolucionario se multiplicaba y en cambio los federales casi lo interrumpían. La retirada no se hizo esperar, las tropas gobiernistas totalmente diezmadas tuvieron que dar­se a la fuga ante la presión de las fuerzas de reserva que apos­tadas en Guadalupe intentaban cortarla.

La victoria caía tal y como se había planeado, la artillería había cumplido con su misión destructiva y de apoyo, la in­fantería con su cometido de ganar posiciones, y la caballería se movilizó admirablemente en asaltos sorpresivos y en las ac­ciones de persecución. La táctica de Angeles y la bravura de Villa se fundieron para lograr la gran victoria.

Este hecho de armas trascendió al extran jero, en la revista francesa L'Ilustración Fmncaise, apareció el siguiente artículo firmado por Reginald Rann: "La inferioridad de los federa­les no quita nada al mérito de los vencedores. Los dispositi­vos tomados para el ataque, prueban que el comando posee un seguro instinto de la guerra y de la utilización del terreno. La ejecución es tan notable por la rapidez del movimiento ofensivo y su vigor poco común, que para obtener en tan po­co tiempo un resultado tan completo, precisa una organiza­ción relativamente avanzada y procedimientos de combate que mucho se aproximan a los nuestros, lo que no se creía, gene­ralmente." Agrega, "que la ejecución fue obra del mando de oficiales valientes y de la intrepidez de los soldados de la Di~ visión del Norte". 7

7 Meléndez. José T. Oh. cito t. l. p. 290.

EL SIGNI

El comentario al' la Toma de Zaca! historia.

Si;

Son dos los princ de Zacatecas y amb · triunfo definitivo ( Carranza-Villa.

El año de 1914 constitucionalistas, columnas volantes bre los federales. E denes del general hacia el sur desde derrotar a los gobi~ dáin ocupó la imI julio, dirigiéndose reunirse con el ger charan a T eoloyu< día 13 de agosto ( nustiano Carranza trega de la ciudad cisco Carbajal, qui consecuencia de la sen tan tes gobierni~ co que era el Sec como autoridad ci

Pablo González, noreste, después d( asalto a la ciudad ¿ el día 24 de abril tillo y dirigiéndos a la que llegó el d can al desempeño general Obregón.

La campaña de general Francisco ' venían desde fines gre y fuego T orr, Ciudad Juárez, Sa

~TEMPORÁNEA

todos los movimien­División del Norte, ndicaciones a su ca­

,arrón, Comandante es Antonio G. Olea, n a reorganizar sus bstáculo para la re­

lpetu, pero más cer­Jezaron a ceder, los ;en todos los rren­~mpezó a replegarse de se vio una gran a derrota, para esas ba y en cambio los no se hizo esperar,

s tuvieron que dar­e reserva que apos­

neado, la artillería y de apoyo, la in­

nes, y la caballería ,resivos y en las ac­es y la bravura de lria. ljero, en la revista 1 siguiente artículo ¡dad de los federa­ores. Los dispositi­el comando posee zación del terreno. ~z del movimiento )btener en tan po­cisa una organiza­os de combate que no se creía, gene­

bra del mando de soldados de la Di-

EL SIGNIFICADO DE LA TOMA DE ZACATECAS 129

El comentario anterior confirma total y definitivamente que la Toma de Zacatecas es la batalla más táctica de nuestra historia.

Significado para la Historia

Son dos los principales hechos históricos que registra la toma de Zacatecas y ambos de vital importancia para México; uno, el triunfo definitivo constitucionalista, y el otro, el rompimiento Carranza-Villa.

El año de 1914 marcó la senda del triunfo de las armas constitucionalistas, todos los cuerpos del ejército e inclusive columnas volantes de segundo orden obtuvieron victorias so­bre los federales. El cuerpo de ejército del noroeste a las ór­denes del general Alvaro Obregón inició el desplazamiento hacia el sur desde Navojoa, Sonora, el día 25 de marzo; tras derrotar a los gobiernistas en Acaponeta, en Tepic y en Oreri­dáin ocupó la importante plaza de Guadalajara el día 9 de julio, dirigiéndose días después a la ciudad de Querétaro a , reunirse con el general Pablo González, para que ambos mar­charan a Teoloyucan, Estado de México, donde llegaron el. día 13 de agosto con la representación del Primer Jefe, : Ve­nustiano Carranza para entablar las negociaciones sobre la en­trega de la ciudad de México y del gobierno mismo de Fran­cisco Carbajal, quien ocupaba la presidencia interinamente a consecuencia de la renuncia de Victoriano Huerta; los repre­sentantes gobiernistas fueron el general José Refugio Velas­co que era el Secretario de la Guerra y Eduardo Iturbide como autoridad civil de la ciudad de México.

Pablo González, general en jefe del cuerpo de ejército del noreste, después de haber fracasado en octubre de 1913 en el asalto a la ciudad de Monterrey, logró finalmente su ocupación el día 24 de abril de 1914, posesionándose más tarde de Sal-' tillo y dirigiéndose posteriormente a la ciudad de Querétaro a la que llegó el día 8 de agosto, continuando hacia Teoloyu­can al desempeño de la comisión ya relatada, en compañía del general Obregón.

La campaña de la División del Norte, comandada por el general Francisco Villa había sido impresionante y los triunfos venían desde fines de 1913; en marzo de 1914 ocupaban a san-\ gre y fuego Torreón; obtuvieron otras victorias como la de Ciudad Juárez, San Pedro de las Colonias, Paredón, etcétera.

;

(

l

,

130 ESTUDIOS DE HISTORIA MODERNA Y CONTEi\'¡PORÁNEA

y para el mes de junio estaba lista para ataCar Zacatecas, máxi~ me que habían fracasado Pánfilo Natera y los hermanos Arrie­ta; por otra parte, ante el avance incontenible de la División del Norte, el gobierno presidido por el general Victoriano Huerta jugándose su última carta reunió en aquella plaza lo mejor de su contingente, sumando un efectivo de 12,000 hom­bres que puso a las órdenes del general Luis Medina Barrón; los resultados como ya se mencionó fueron favorables · a los constitucionalistas, pero lo más importante fue el desmorona" miento del ejército federal y junto con él vino la caída defi­nitiva del gobierQo de Victoriano Huerta, ya que para el día 15de julio de ese año presentaba su renuncia al Congreso de la Unión. En otras palabras fue el golpe de gracia al huertismo, que ante la falta de apoyo militar, tuvo que entregar el poder usurpado en aquellos trágicos acontecimien tos de febrero de 1913. . Si la toma de Zacatecas significó el triunfo constitucionalista,

es innegable que también trajo como consecuencia el principio. de nuevas contiendas, de una lucha exterminadora; la guerra entre Villa y Carranza, aunque a decir verdad con un cariz un tanto personal. '. La separación surgió cuando el Primer Jefe, sorpresiva~en­

te ordenó al general Pánfilo Natera y a los hermanos Arneta atacaran la importantísima plaza de Zacatecas, los revoluciona­rios iniciaron los combates el día 10 de junio, pero con resul­tados negativos, pues en todos los asaltos fueron rechazados por las tropas del general Luis Medin~ Barrón, ello obligó a Natera a solicitar refuerzos para contmuar los asaltos, por lo que Carranza ordenó al general Villa enviara 5,000. homb.res a las órdenes de José Isabel Robles o de Tomás Urbma; VIlla pretextando que el primero estaba enfermo y que Urbina no se llevaba bien con los Arrieta, sugirió que marchase toda la División para evitar un nuevo descalabro; se cruzaron varios telegramas sin que lograran ponerse de acuerdo el comandante del cuerpo y el Primer Jefe, siendo notorio que éste trataba de evitar a toda costa que Villa siguiera hacia el sur; había que detener sus éxitos militares, ya 9-ue para estas ~echas el guerrillero gozaba de mayor populandad que el mismo Ca­rranza.

Conforme avanzaban las conferencias telegráficas se hacía más tensa la situación, hasta que llegó al máximo con la re-

EL SIGN

nuncia de Villa, q Carranza había lo¡ con la forma en ql y que fue totalm( suponerse que ene daron desconocer en uno de los mer

Villa con el ap( de la Primera J ef no sólo el triunfo constitucionalista. cisco Villa notificó lo que quiere deci Jefatura.

A pesar del tri u la discordia y la e fruto debía enroj< batallas .

Lo qu/

Es imprescindib de vista representa ejército villista. e HEjército Villista" pero quién se atn que intervino, He armado y el más que intente restar te, que tan sólo p! uno de los revolu( y comandantes en te y pondrá en dal tra revolución.

La División del de las fuerzas rev< Chihuahua y Coa atacar por primer servicios de otros como era lógico, tropas, y ello obli~ que recayó en el

;:MPO~\NEA

Ir Zacatecas, máxí­'s hermanos Arríe­)le de la División eneral Victoriano I aquella plaza lo 'o de 12,000 hom­s Medina Barrón; 1 favorables a los :ue el desmorona" ino la caída defí­a que para el día ía al Congreso de ·acia al huertismo, entregar el poder ~os de febrero de

constitucionalista, encia el principio nadora; la guerra dad con un cariz

:e, sorpresivamen­hermanos Arrieta i, los revoluciona­:J, pero con resul­'ueron rechazados .rrón, ello obligó r los asaltos, por Ira 5,000 hombres nás Urbina; Villa y que Urbina no marchase toda la e cruzaron vanos :lo el comandante que éste trataba

cía el sur; había ra estas fechas el lle el mismo Ca­

~gráficas se hacía áximo con la re-

EL SIGNIFICADO DE LA TOMA DE ZACATECAS 131

nuncia de Villa, que por supuesto fue aceptada de inmediato, Carranza había logrado su objetivo, sin embargo, no contaba con la forma en que iban a reaccionar los demás jefes villistas y que fue totalmente contraria a lo que él esperaba; es de suponerse que encabezados por el general Felipe Angeles acor­daron desconocer al Primer Jefe por la misma vía telegráfica; en uno de los mensajes se llegó hasta la insubordinación.

Villa con el apoyo de sus segundos y haciendo caso omiso de la Primera Jefatura se lanzó sobre Zacatecas hasta 10gTar no sólo el triunfo de la batalla, sino el triunfo de la revolución constitucionalista. Todavía con la euforia de la victoria, Fran­cisco Villa notificó el resultado militar a Venustiano Carranza, lo que quiere decir que otra vez se disciplinaba a la Primera Jefatura.

A pesar del triunfo y de la sumisión de Villa, la semilla de la discordia y la envidia estaba sembrada y pronto su nefasto fruto debía enrojecer con sangre nuevamente los campos de batallas.

Lo que fue para la División del Norte

Es imprescindible analizar este acontecimiento desde el punto de vista representativo para lo que debe considerarse como el ejército villista. Con toda seguridad que desde el término: "Ejército Villista" tendrá una crítica constante y despiadada, pero quién se atreve a negar que dentro del movimiento en que intervino, llegó a ser el cuerpo más disciplinado, mejor armado y el más temible de todo el constitucionalismo. El que intente restarle méritos militares a esa División del Nor­te, que tan sólo ponga las campañas una frente a otra de cada uno de los revolucionarios y que analice efectivos, armamento y comandantes enemigos; este método será el más convincen­te y pondrá en claro la actuación de ese ejército dentro de nues­tra revolución.

La División del Norte nació ante la necesidad de unificación de las fuerzas revolucionarias que actuaban en los estados de Chihuahua y Coahuila, principalmente; cuando Villa decidió atacar por primera vez la ciudad de Torreón precisó de los servicios de otros jefes; además, a la partida inicial de Villa, como era lógico, se fueron uniendo numerosos jefes con sus tropas, y ello obligó a designar a un comandante en jefe, cargo que recayó en el general Francisco Villa; así, en la hacienda

132 ESTUDIOS DE HISTORIA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA

de La Loma surgió lo que debía ser el cuerpo ejemplar del constitucionalismo.

La primera gran victoria se registró el 30 de septiembre de 1913, con la ocupación de Torreón, tras los combates de Avi­lés, Lerdo y Gómez Palacio. Marchó después sobre Chihuahua donde fue rechazado, pero sorpresivamente y mediante un ar­did ocupó Ciudad Juárez el día 15 de octubre; para el día 24 de noviembre lograba la maravillosa victoria de Tierra Blan­ca; sobre estas acciones, dice Barragán fue "una campaña ver­daderamente fabulosa: Asalto fulminante a ~Torreón, sitio de la ciudad de Chihuahua; audaz captura de Ciudad Juárez; y espectacular victoria de Tierra Blanca".8

La aureola victoriosa seguía a la División, así, el 1 O de enero de 1914 tomaba la población de Ojinaga; regresó a TQrreón que había sido recuperado por los federales, esta segunda toma resultó más sangrienta que la anterior puesto que se prolongó por la magnífica defensa del general Refugio Velasco; las ac­ciones se registraron en los últimos días del mes de marzo del mismo año y como corolario a esta batalla se obtuvieron las victorias de San Pedro de las Colonias y Paredón.

Es conveniente indicar que para esa segunda toma de To­neón, Villa ya contó con los servicios del general Felipe Angeles" quien se hizo cargo de la artillería del cuerpo, aumen­tando en esa forma su poderío. Se lograba fusionar el tecni~ cismo, la organización y los conocimientos artilleros de Angeles ,con la temeridad, audacia y bravura de Pancho Villa. ~ El siguiente objetivo fue la ciudad de Zacatecas; era el ca­mino lógico y natural; sin embargo, la Primera Jefatura no­,estaba de acuerdo en permitir que los principales honores de la campaña constitucionalista se los llevara la División del Norte y su comandante, máxime que para estas fechas su fama había trascendido al extranjero y por tanto, en él vislumbró un posible enemigo (y así lo fue) .

Surgieron múltiples obstáculos de toda índole, pero el caso es que el grueso de la División del Norte culminó gloriosa­mente su campaña con la toma de Zacatecas y así cerraba con sello de oro su actuación en el constitucionalismo. Nunca ha­bía existido un ejército que lograra en tan poco tiempo tan admirable e impresionante campaña.

8 narragán .Rodríguez, Juan, Historia del ejército y de la revolución co~­titucionalista, t , 1, p, 271.

EL SIGNIJ

Estamos a cincllE tecas y puede decir namiento de la ver nea, alejados de toe de justificación.

1

rEMPoRÁNEA

!erpo ejemplar del

) de septiembre de ¡ combates de Avi­s sobre Chihuahua •tY med·lante un ar­jre; para el día 24 ia de Tierra Blan­"una campaña ver-

Torreón, sitio de Ciudad ]uárez; y

así, el 10 de enero regresó a TQrreón esta segunda toma o que se prolongó ¡io Velasco; las ac­del mes de marzo :alla se obtuvieron í Paredón. unda toma de T 0­

lel general Felipe del cuerpo, aumen­

fusionar el tecni­rtilleros de Angeles lCho Villa. acatecas; era el ca­"imera ] efatura no lcipales honores de l ID· . . , d 1 ra a lV1SlOn e ~tas fechas su fama !>, en él vislumbró

0.dole, pero el caso culminó gloriosa­

s y así cerraba con lalismo. Nunca ha­1 poco tiempo tan

de la revolución cons-

EL SIGNIFICADO DE LA TOMA DE ZACATECAS 133

Estamos a cincuenta años de la memorable batalla de Zaca­tecas y puede decirse que apenas entramos a la fase del orde­namiento de la verdad histórica de la revolución contemporá­nea, alejados de toda influencia tanto del orden político como de justificación.