A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del...

45
MONOGRAFÍA PRESENTADA EN EL MARCO DEL IV CONCURSO BIALET MASSÉ 2014/2015 Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial” de la economía popular Nuria Laura ZUCCHIATTI (Coordinadora), María Claudia CABRERA, Marcela Laura VIO, Analía Soledad D’ANGELO. Universidad Nacional de Avellaneda. Categoría A: Investigadores y Docentes Universitarios 1. Resumen Este trabajo presenta resultados de un trabajo de campo realizado desde 2011 en 12 barrios populares de 8 municipios del conurbano Bonaerense y cuyo objeto es el estudio de la economía popular, a partir de la identificación de una combinatoria determinada de estrategias que resulta en una matriz en la que ésta encuentra su especificidad. Matriz caracterizada por la pérdida de protagonismo de los intercambios mercantiles-formales, por la equiparación entre las estrategias de obtención de bienes de uso y de ingresos, tanto desde la perspectiva del nivel de satisfacción que generan en torno a las necesidades de consumo básicas de los hogares, como también respecto de la valoración que hacen de ellas los miembros de los hogares, en tanto mecanismos de acceso a satisfactores. Se analiza la idea de territorialidad de esta matriz y de las estrategias que desarrollan los hogares, sosteniendo la premisa que la territorialidad es propia de la economía popular y no de su sociabilidad. Puntualmente se profundiza en las condiciones de vida y las estrategias de reproducción social de los hogares de estos barrios populares, para dar cuenta de las condiciones de producción y trabajo y su vinculación con el territorio que las sostiene y muchas veces las posibilita. De este primer objetivo se desprende otro, que apunta a analizar los modos como la economía popular configura enclaves de especialización territorial que se imbrican en las estrategias de reproducción social de los hogares 2. Acerca de los autores M. Claudia Cabrera: Licenciada en Sociología (UBA), Magister en Políticas Ambientales y Territoriales (UBA), Doctora en Ciencias Sociales por FLACSO. Es profesora en la UBA y en la UNDAV. Miembro del Grupo de Estudios sobre Políticas Sociales y Condiciones de Trabajo, del Instituto Gino Germani. Ha dirigido diversos proyectos de investigación. Entre sus

Transcript of A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del...

Page 1: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

MONOGRAFÍA PRESENTADA EN EL MARCO DEL IV CONCURSO BIALET MASSÉ 2014/2015

Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores

populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y

“especialización territorial” de la economía popular

Nuria Laura ZUCCHIATTI (Coordinadora), María Claudia CABRERA,

Marcela Laura VIO, Analía Soledad D’ANGELO. Universidad Nacional

de Avellaneda.

Categoría A: Investigadores y Docentes Universitarios

1. Resumen

Este trabajo presenta resultados de un trabajo de campo realizado desde 2011 en 12 barrios

populares de 8 municipios del conurbano Bonaerense y cuyo objeto es el estudio de la economía

popular, a partir de la identificación de una combinatoria determinada de estrategias que resulta

en una matriz en la que ésta encuentra su especificidad. Matriz caracterizada por la pérdida de

protagonismo de los intercambios mercantiles-formales, por la equiparación entre las estrategias

de obtención de bienes de uso y de ingresos, tanto desde la perspectiva del nivel de satisfacción

que generan en torno a las necesidades de consumo básicas de los hogares, como también

respecto de la valoración que hacen de ellas los miembros de los hogares, en tanto mecanismos

de acceso a satisfactores.

Se analiza la idea de territorialidad de esta matriz y de las estrategias que desarrollan los

hogares, sosteniendo la premisa que la territorialidad es propia de la economía popular y no de

su sociabilidad. Puntualmente se profundiza en las condiciones de vida y las estrategias de

reproducción social de los hogares de estos barrios populares, para dar cuenta de las condiciones

de producción y trabajo y su vinculación con el territorio que las sostiene y muchas veces las

posibilita. De este primer objetivo se desprende otro, que apunta a analizar los modos como la

economía popular configura enclaves de especialización territorial que se imbrican en las

estrategias de reproducción social de los hogares

2. Acerca de los autores

M. Claudia Cabrera: Licenciada en Sociología (UBA), Magister en Políticas Ambientales y

Territoriales (UBA), Doctora en Ciencias Sociales por FLACSO. Es profesora en la UBA y en

la UNDAV. Miembro del Grupo de Estudios sobre Políticas Sociales y Condiciones de Trabajo,

del Instituto Gino Germani. Ha dirigido diversos proyectos de investigación. Entre sus

Page 2: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

2

publicaciones se cuentan La trama social de la economía popular, Trabajo y seguridad: La

experiencia de trabajar en negro, y El campo educativo en Argentina: escenario y mapa de

actores. Sus temas de investigación se centran en la economía popular, las políticas sociales y

las condiciones de trabajo.

Mail de contacto: [email protected]

Analía D’Angelo: Licenciada en Sociología (UBA), Profesora de Enseñanza Secundaria,

Normal y Especial en Sociología (UBA) y Maestranda en Hábitat y Pobreza Urbana en América

Latina (FADU-UBA). Es becaria de investigación Tipo 1 del Conicet y la Universidad Nacional

de Avellaneda en temas vinculados a la economía popular y condiciones de vida en el

Conurbano Bonaerense, más específicamente, relacionados a la dimensión habitacional.

Mail de contacto: [email protected]

Marcela Vio: Arquitecta (UBA). MSc in the Built Environment, Development Planning Unit,

University College of London. Doctoranda en Ciencia Sociales por FLACSO (tesis en curso).

Investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Es

profesora de la FADU-UBA y de la UNDAV. Directora de varios proyectos de investigación.

Entre sus publicaciones se cuentan La trama social de la economía popular, Políticas del

hábitat, desigualdad y segregación socioespacial en el AMBA y La geografía de la industria en

la Región Metropolitana de Buenos Aires. Un análisis de los datos de los dos últimos censos

económicos 1985-1994

Mail de contacto: [email protected]

Nuria Zucchiatti: Licenciada en Sociología (UBA). Investigadora de los proyectos

UNDAVCyT “La descalificación social en barrios populares del conurbano bonaerense” y

Consenso del Sur “Las reconfiguraciones la economía popular del Conurbano bonaerense en

la posconvertibilidad” financiado por el Ministerio de Educación de la Nación. Ha participado

en estudios vinculados a la cuestión urbana y en diversos proyectos de transferencia. Autora de

publicaciones sobre trabajo infantil y estrategias de reproducción social en hogares de sectores

populares. Sus temas de investigación se centran en la economía popular y las políticas sociales,

particularmente los procesos de desmercantilización, familiarización y territorialización.

Mail de contacto: [email protected]

3. Introducción

Para considerar el estudio de la economía popular conviene distinguir dos tipos de enfoques. Por

un lado, el que con intención de proposición enlaza su análisis con otras formas de organización

económica (no capitalistas), tales como la economía social o solidaria, y orientan el debate hacia

la formación de un sector urbano de resistencia que pueda sobreponerse a los avatares de la

racionalidad capitalista, garantizando su reproducción ampliada (Coraggio 2004a; Icaza 2004).

Page 3: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

3

Por otro lado, las discusiones que aportan una caracterización a la luz de la evidencia empírica

de las metrópolis de América latina, para las cuales una parte creciente de los sectores pobres

urbanos sostiene su integración social por fuera de las protecciones del trabajo asalariado, y

cuya satisfacción vinculada a valores de uso, básicos para la reproducción de la vida, no se

resuelve exclusivamente por la vía mercantil (Razzeto, 1993).

El punto de encuentro y, a la vez, el de partida, de ambas vertientes se encuentra en la

concepción de la economía popular y social-solidaria, como una dimensión específica de la

organización social y económica, que trasciende la lógica de la ganancia y se vincula a la

reproducción ampliada de la vida. Del mismo modo, ambos enfoques advierten la presencia de

mecanismos de reciprocidad y solidaridad que representan formas específicas de integración e

intercambio y configuran formas de protección alternativas a las del trabajo asalariado, lo que,

para el debate en curso, resulta habilitante de la relación directa entre economía popular y

economía social o solidaria.

El análisis que se propone aquí se acerca a las visiones que exploran principalmente las

modalidades de producción, consumo e intercambio de los sectores populares, y sus modos de

integración en redes de reciprocidad (jerárquicas), en coincidencia con algunos de los principios

que propone la segunda de las vertientes del debate que mencionamos antes, y distanciándonos

de otros. El principal punto de acuerdo reside en la perspectiva de jerarquización de la evidencia

empírica para el estudio de la economía popular.

Esta investigación se propone entonces analizar las condiciones de existencia real de la

economía popular, profundizando en reflexiones teórico-metodológicas sobre los modos de

encarar su investigación. Su objeto se recorta a los hogares que habitan en villas, asentamientos

y barrios desarrollados con financiamiento público (en el marco de programas habitacionales),

atendiendo a una propiedad específica de este sector de la economía popular, el modo de acceso

al suelo y a la vivienda, que está por fuera de las condiciones establecidas en el mercado

inmobiliario formal del suelo metropolitano.

Dicha modalidad establece una diferencia con otros grupos dentro del universo de sectores

populares. Esto se debe a que expresa una estrategia reproductiva (orientada a la obtención de

suelo y vivienda) en la que priman intercambios informales y aquellos mediados por dinero en

el marco de acuerdos informales con otros hogares/agentes y con el Estado, lo cual reduce la

participación de los intercambios formales en la satisfacción de la necesidad habitacional,

dentro de la matriz de estrategias que orienta la reproducción social de los hogares.

Para este análisis se presentan los resultados de un trabajo de campo que abarcó 12 barrios

populares del Conurbano, iniciado en el año 2011. Se indagó acerca de cuatro dimensiones

fundamentales: hábitat, trabajo, producción y consumo de los hogares. El diseño metodológico

incluyó el uso de técnicas cualitativas y cuantitativas aplicadas a los hogares y a informantes

claves, a los que se les administraron diferentes cuestionarios de investigación. En cada barrio

Page 4: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

4

se realizó una encuesta representativa, entrevistas semiestructuradas -dependiendo de las

características del entrevistado: vecino del barrio o funcionario- y se elaboraron informes sobre

las condiciones de hábitat de cada barrio, a partir de la observación de miembros del equipo.

Respecto del enfoque conceptual, se propone uno que se distingue de los estudios que plantean

el análisis de las condiciones de exclusión social de estas poblaciones, y que discute con el

concepto mismo de exclusión ya que éste último supone —en términos teóricos— que el lazo

social puede constituirse "por fuera" del entramado institucional en que se sostiene lo social (y

la sociedad) en la modernidad, lo cual, en un punto equivale a decir que puede hacerlo por fuera

del Estado. Lo que aquí sostenemos es que, en todo caso, es posible plantear la desconexión de

mecanismos de integración y protección social respecto de la condición de asalariado. Y lo que

buscamos indagar se refiere, precisamente, a los modos en que los hogares aseguran su

reproducción social en tal situación.

Entendemos que estas estrategias de reproducción entraman una matriz que posee una

configuración particular, la cual define las especificidades de la economía popular que aquí

analizamos. Entre estas especificidades, una fundamental es el anclaje de su economía en las

matrices político territoriales. En términos teórico-metodológicos afirmamos que no puede

estudiarse la economía popular por fuera de la singularidad de esas matrices en las que los

hogares desarrollan estrategias de reproducción, es decir, por fuera del territorio que habitan. Y

por ello la economía popular debe estudiarse desde las particularidades locales, sin desconocer

que pueden reconocerse tipicidades estadísticas.

Este trabajo se estructura en siete apartados. En el primero se presentan los objetivos del

estudio, luego se expone la metodología utilizada y se brindan precisiones sobre el alcance del

trabajo de campo que origina la investigación. Posteriormente se desarrolla el andamiaje

conceptual sobre el que se monta el tratamiento de los resultados que se presentan.

En el quinto apartado se exponen los resultados de la investigación organizados en dos títulos:

en el primero se analizan las condiciones de vida de todos los barrios en estudio, bajo la

hipótesis que la matriz de las condiciones de vida se encuentra en el trabajo. En el segundo se

presentan tres casos de especialización territorial, bajo la hipótesis que entrama la relación entre

territorio y economía popular. Los tres casos son: la economía popular de los desechos,

puntualmente el caso de Costa Esperanza e Independencia en el partido de San Martín, la

terciarización de la industria textil en 22 de Enero (partido de La Matanza); y finalmente San

Cayetano/San Blas (partido de San Miguel), dónde el oficio de los trabajadores permite pensar

en términos de especialización territorial en el sentido que se propone en este trabajo.

Los dos últimos apartados presentan unas breves reflexiones finales y luego las propuestas de

mejora de la situación estudiada.

4. Objetivos de Estudio

Page 5: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

5

Este trabajo tiene por objetivo analizar las estrategias de reproducción social de los hogares de

la economía popular, entendiendo que este análisis es inseparable de la consideración del

territorio en el que esas estrategias se desarrollan. En otros trabajos hemos señalado que

empíricamente comprobamos la existencia de cuatro estrategias fundamentales: de obtención de

bienes de uso, de obtención de ingresos, de acceso a financiamiento y de acumulación del fondo

de reproducción (Cabrera y Vio, 2014). Estas estrategias de reproducción se amalgaman de

manera intrincada en procura de asegurar las condiciones de reproducción social de los hogares,

ya que si bien el trabajo sigue siendo la principal fuente de ingreso de los hogares, pierde

preminencia por no poder asegurar ingresos suficientes para ello.

El trabajo que se desarrolla en esta presentación tiene por objetivo analizar la relación entre

trabajo mercantil (a través del indicador Población Económicamente Activa) y condiciones de

vida, y luego considerar el amalgamiento entre territorio y economía popular, considerando en

particular las estrategias de obtención de ingreso a través del trabajo mercantil, profundamente

vinculadas con la inscripción territorial de esas estrategias. Se pretende iniciar una línea de

investigación que indague sobre la economía popular considerando los modos que asume la

“especialización territorial” y si es posible considerar esta economía como una economía de

enclaves.

5. Procedimientos metodológicos utilizados.

En esta investigación se presentan algunos resultados de un trabajo de campo cuanti/cualitativo

realizado en 12 barrios populares del Conurbano, el cual se inició en el año 2011 en el marco de

un convenio entre la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) y el Ministerio de

Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires. El convenio fue financiado por la UNPRE

(Unidad de Preinversión de la Secretaría de Política Económica del Ministerio de Economía y

Finanzas Públicas) con la finalidad de confeccionar un Plan Estratégico para la Urbanización de

Villas y Asentamientos del AMBA. Para la elaboración de este plan se propuso llevar a cabo un

relevamiento de las condiciones de vida de barrios populares del Conurbano.

En el trabajo de campo se indagó acerca de cuatro dimensiones fundamentales —hábitat,

trabajo, producción y consumo de los hogares— en principio en 10 barrios. Posteriormente, el

equipo obtuvo el financiamiento de la UNDAV para continuar esta línea de trabajo

(UNDAVCyT 2012-2014 “La descalificación social en el Conurbano bonaerense”), el cual

permitió el relevamiento de otros dos barrios del municipio de San Martín, en el marco de un

convenio de colaboración mutua firmado entre ese municipio y la UNDAV, y cuyos objetivos

apuntaban a la realización de acciones de transferencia del UNDAVCyT mencionado.

5.1. La metodología

El diseño metodológico incluyó el uso de técnicas de investigación cualitativas y cuantitativas.

En cada barrio se realizó una encuesta representativa (a excepción de Alsina, donde se realizó

Page 6: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

6

un censo por tratarse de un barrio con menos de 200 viviendas), una serie de entrevistas en

profundidad a informantes clave (se les aplicaron diferentes cuestionarios semiestructurados,

dependiendo de las características del entrevistado en tanto fuera un vecino del barrio o un

funcionario) y se elaboraron informes sobre las condiciones del hábitat de cada barrio a partir de

la observación de miembros del equipo.

Tabla 1: Casos relevados, totales ponderados y entrevistas realizadas, por barrio

BARRIOS

ENCUESTA

EN

TR

EV

IST

A

Casos relevados Casos ponderados

Viv

ien

da

s

Ho

ga

res

Per

son

as

Viv

ien

da

s

Ho

ga

res

Per

son

as

1990 viviendas 327 328 1.432 1.980 1.985 8.696 9

2 de Abril 271 272 1.293 897 897 3.956 11

22 de Enero 310 321 1.472 1.315 1.360 6.236 12

9 de Enero 220 221 1.420 479 481 2.116 11

Alsina 121 122 492 121 122 492 8

Costa Esperanza 328 332 1.441 1.856 1.887 8.250 9

Independencia 402 405 1.813 2.373 2.384 10.653 10

La Esperanza 263 263 1.089 750 750 3.097 8

Las Achiras 201 202 930 437 439 2.500 12

San Cayetano/San Blas 240 242 946 589 594 2.322 11

Santa Rosa 310 311 1.669 1.429 1.434 7.685 13

Villa Inflamable 290 292 1.284 1.169 1.182 5.243 11

Total 3.283 3.311 15.281 13.395 13.515 61.213 125

Fuente: elaboración propia

En cuanto a la distribución de los 12 barrios, cuatro son del primer cordón, siete del segundo y

uno del tercero, ya que las dimensiones de La Matanza la convierten en un caso atípico, por lo

que se decidió relevar un barrio de cada uno de los cordones que abarca.

Sobre la pertenencia a cuencas, dos están en la de la Zona Sur, uno en la del río Luján, seis en la

del río Matanza – Riachuelo y tres en la cuenca del río Reconquista.

Considerando la tipología, dos son barrios planificados por el Programa Federal de Vivienda,

uno es un Núcleo Habitacional Transitorio, cuatro son asentamientos, dos son villas, uno es un

barrio producto de un loteo popular, otro es fruto de una combinación de asentamiento y loteos

populares y finalmente, otro es una combinación de villa y asentamiento.

Tabla 2: Barrios relevados

Municipio Barrio Origen Antigüedad

(aprox.) Tipología Cordón Cuenca

Almirante 2 De Abril Toma 30 años Asentamiento 2º De la zona sur

Page 7: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

7

Brown organizada

Avellaneda Villa

Inflamable

Antigua Zona de

Quintas. 80 años Villa 1º M-R

Esteban

Echeverría

9 De Enero Toma

organizada

14 años

(2000) Asentamiento 2° M-R

PFCV – 1990

viviendas

Programa

Federal de

viviendas

8 años Plan Federal

de Viviendas 2° M-R

Florencio

Varela Santa Rosa

Programa

Federal de

Viviendas

6años (2007) Plan Federal

de Viviendas 2º De la zona sur

La Matanza

Las Achiras

NHT - Plan de

Erradicación de

Villas

44 años

(1969) NHT 1º M-R

22 De Enero Toma

organizada

27 años

(1986) Asentamiento 2º M-R

La Esperanza

Barrio producto

de loteo popular

previo a la ley

8912/77

55 años

(1960-1961)

Loteos

populares 3º M-R

San Fernando Alsina Toma de

terrenos 55 años Villa 2º Luján

San Martin

Costa

Esperanza

Toma

organizada 14 años Asentamiento 1º Reconquista

Independencia Toma

organizada 60 años

Asentamiento

y loteos

populares

1º Reconquista

San Miguel

San

Cayetano/San

Blas

Ocupación de

área vacante

luego de la

rectificación del

Río Reconquista

10 años

(2004)

Villa y

asentamiento 2º Reconquista

Fuente: elaboración propia

5.1.1. Muestra para la aplicación de la encuesta

En cada barrio se realizó un estudio por muestreo con un diseño probabilístico estratificado en

etapas, aplicando una selección sistemática en cada estrato. El marco muestral fue construido a

partir de la identificación y conteo de viviendas mediante imagen satelital, su correspondiente

restitución en formato .dwg y su posterior identificación en el terreno. Se delimitaron estratos

Page 8: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

8

definidos territorialmente y en cada uno de ellos se seleccionaron viviendas de forma

sistemática in situ, relevándose luego todos los hogares y todos los individuos residentes en

cada vivienda elegida.

El tamaño de la muestra se determinó de forma tal de, obtener estimaciones de variables

categóricas referidas a viviendas y a hogares con un margen de error no mayor a 5 puntos

porcentuales, y con un nivel de confianza de 95%. Las estimaciones de este tipo de variables,

referidas a los individuos, poseen un margen error menor con el mismo nivel de confianza.

5.1.2. Entrevistas en profundidad

Las entrevistas se realizaron en simultáneo con la encuesta. Se entrevistó a vecinos del barrio y

funcionarios de los municipios, aplicando una guía semiestructurada por temas que no

necesariamente siguieron una secuencia previamente fijada, sino que, se vieron condicionados

por las respuestas de la persona entrevistada. Las preguntas se formularon siguiendo ejes que se

derivaron de los objetivos específicos del estudio y con la intención de propiciar el flujo

discursivo de los entrevistados (a diferencia de lo que sucede cuando las preguntas son

formuladas mediante un cuestionario cerrado y precodificado).

El procesamiento de los datos cualitativos se realizó utilizando el programa informático Nvivo8,

el cual permitió ordenar la información para luego efectuar una codificación de las entrevistas

de acuerdo a nodos temáticos pertinentes. Para ello se elaboró un árbol de categorías que, a su

vez, podían contener tantas subcategorías como se considerara necesario. Estas categorías

pueden obtenerse a partir de un procedimiento de tipo inductivo, según el cual éstas se elaboran

a medida que se analizan los datos, o de uno deductivo, por el cual se establece previamente el

sistema de categorías sobre el que se va a codificar. En este caso se adoptó un procedimiento

mixto.

5.1.3. Relevamiento por observación

Durante los días de realización del trabajo de campo cuali y cuantitativo, se llevó a cabo un

relevamiento —vía observación— de las condiciones ambientales y de infraestructura. Un

equipo de arquitectos y sociólogos recorrió el territorio con el objetivo de recolectar

información que se utilizó como fuente para la elaboración de un informe sobre las condiciones

generales del barrio. Se contemplaron los siguientes aspectos:

Ubicación geográfica: recorte territorial a escala regional, localización municipal y cordón

bonaerense al cual pertenece el barrio.

Origen, antigüedad y tipología del barrio: Análisis histórico y su conformación en el territorio.

Riesgo urbano-ambiental: Déficit de la cobertura sanitaria (agua de red y cloacas); zona de

máxima crecida de ríos, arroyos o cursos de agua; zonas deprimidas y/o inundables; basurales a

cielo abierto y/o rellenos sanitarios; zona de influencia industrial (parques o centros industriales

en un radio de 1 km); recolección y disposición final de los residuos sólidos urbanos; déficit del

transporte público urbano; falta de conectividad con los centros urbanos principales hacia los

Page 9: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

9

servicios básicos de salud, educación y comercio; zonificación (parcelas rurales; industriales, de

1º, 2º y 3º categoría; zonas complementarias y/o zonas de reserva verde); déficit de espacio

verde público.

La información obtenida se utilizó para la confección de la cartografía del barrio. Asimismo se

realizó un relevamiento fotográfico de las condiciones del barrio.

5.2. Los indicadores

Nos referiremos, a continuación, a los criterios utilizados para la construcción de los índices

empleados en este trabajo, y a su vez al modo en que se elaboraron la Canasta Básica

Alimentaria (CBA) y la Canasta Básica Total (CBT) para efectuar el cálculo de la pobreza por

ingresos (teniendo en cuenta que la canasta construida por el Instituto Nacional de Estadística y

Censos [INDEC] ha ido perdiendo, en los últimos años, confiabilidad respecto a la validez de

los datos que publica):

Población económicamente activa (PEA): se construyó considerando toda la población

mayor de 14 años. Aquellas personas que trabajan o buscan trabajo son considerados PEA,

mientras que los que no trabajan ni buscan trabajo son considerados inactivos.

Informalidad: por informal se ha considerado a todo aquel trabajador que no obtiene

protecciones sociales a partir de su condición de trabajador. Es decir, coincidiendo con

Portes (1995), todos aquellos que no cuentan con una relación contractual registrada.

Percepción de transferencias monetarias: es un indicador de hogares, y abarca la

percepción de cualquier política social que implique transferencias monetarias de cualquier

jurisdicción. Así, puede haber una gran dispersión respecto de los montos que estas

políticas pueden significar para los hogares. Y también puede suceder que un hogar reciba

más de una transferencia.

Necesidades básicas insatisfechas (NBI): es un índice compuesto por cinco indicadores.

El INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) señala que “se consideran hogares

con NBI aquellos en los cuales está presente al menos uno de los siguientes indicadores de

privación: hogares que habitan viviendas con más de 3 personas por cuarto (hacinamiento

crítico); hogares que habitan en una vivienda de tipo inconveniente (pieza de inquilinato,

vivienda precaria u otro tipo); hogares que habitan en viviendas que no tienen retrete o

tienen retrete sin descarga de agua u hogares que tienen algún niño en edad escolar que no

asiste a la escuela; finalmente, hogares que tienen 4 o más personas por miembro ocupado

y en los cuales el jefe tiene bajo nivel de educación (sólo asistió dos años o menos al nivel

primario)”. Esta última dimensión, conformada por dos variables (cantidad de personas por

miembro ocupado y nivel educativo del jefe del hogar) se expresa a su vez en la variable

“capacidad de subsistencia del hogar”. Finalmente, es importante señalar que en esta

metodología para la medición de la pobreza estructural, las condiciones de hábitat tienen un

fuerte peso en la determinación del NBI de los hogares, siendo que 3 de sus 5 indicadores

Page 10: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

10

refieren a estas condiciones (los dos restantes refieren a la escolaridad de los menores y al

porcentaje de ocupados por miembros del hogar, si bien refiere sólo a hogares cuyos jefes

tienen bajo nivel educativo).

Pobreza por ingresos: para construir la CBA (Canasta Básica Alimentaria) se tomó el

dato de la canasta elaborada por el centro de estudios CIFRA (Centro de Investigación y

Formación de la República Argentina) de la CTA (Central de Trabajadores de la

Argentina) encabezada por Hugo Yasky1. Este dato -que para diciembre de 2010 era de

$299- se elaboró en base a la EPH (Encuesta Permanente de Hogares) y al IPC (Índice de

Precios al Consumidor) 7 provincias.

El valor de esta canasta se calculó de acuerdo al IPC denominado “7 provincias” hasta el

mes de abril de 2011, y desde ese mes se actualizó por un IPC difundido por un grupo de

diputados nacionales (IPC-“Congreso”) y que refleja un promedio de las cifras

proporcionadas por diversas consultoras privadas. No continuamos aplicando el IPC-7

provincias porque no fue posible acceder a ese dato para después de abril de 2011 —dada

la discontinuidad de su actualización por parte de CENDA (centro de estudios que lo

calculó originalmente). Por su parte, el IPC difundido por el grupo de diputados se

mantiene como una fuente permanente para la obtención de esta información. Respecto de

la confiabilidad del dato, si se compara la CBA que estamos utilizando con el dato

proporcionado por CIFRA para diciembre de 2011, se observa cierta paridad en los valores,

siendo superior el monto estimado por el centro de estudios de la CTA ($370 contra

$366,88).

A la vez, esta entidad señala que si se comparan las mediciones de la inflación realizadas

según su nuevo IPC (basado en 9 provincias), con las calculadas en base al IPC-7

provincias, al IPC-“Congreso” y al elaborado por el INDEC, este último refleja la inflación

más baja, seguido por el IPC “Congreso”:

Inflación 2011

IPC-9 provincias IPC-7 provincias IPC-"Congreso" IPC-INDEC

Promedio anual 23,4% 24,9% 22,8% 9,8%

Fuente: CIFRA (2012)

En cuanto al cálculo de la pobreza, éste se realiza a partir de la CBA, la cual se multiplica

por la inversa del Coeficiente de Engels (que marca la relación entre los gastos alimentarios

y los gastos totales, tal como lo muestra la siguiente fórmula: Coeficiente de

Engels=Gastos alimentarios/Gastos totales). Esto generó otra dificultad y distorsión en el

cálculo de la pobreza que se presenta en este trabajo, ya que al no contar con el dato del

Coeficiente de Engels para la construcción de la CBT —la cual determina la línea de

1Actualmente la CTA se encuentra dividida en dos. Una CTA asumió una postura crítica respecto del gobierno nacional, mientras que la encabezada por Yasky puede ser considerada como oficialista.

Page 11: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

11

pobreza— se utilizó el publicado por el INDEC. En consecuencia se produjo una leve

sobreestimación de la pobreza ya que, por ejemplo, la CBT de diciembre de 2011 fue de

$803 para CIFRA, mientras que según nuestro cálculo fue de $810.

6. Marco teórico o conceptual

Este trabajo no se propone analizar las características constitutivas del conjunto de las clases

populares, sino que recortaremos un grupo específico que se inserta en uno más amplio. En

otras palabras, delimitaremos un sector de esas clases populares, el cual presenta una

característica definitoria que permite su unificación como una clase específica de condiciones de

existencia.

Adamovsy (2012) ensaya una aproximación a la conceptualización, siempre compleja, de

“clases populares” que, como toda clase, abarca a un conjunto “múltiple y heterogéneo de

grupos sociales”. Pero existen varios aspectos que permiten unificar esa multiplicidad y

heterogeneidad. Por un lado, estos grupos “se fueron haciendo parte de una misma sociedad”, es

decir que no es posible pensarlos excluidos de ella.

La segunda característica, definitoria para el autor, es la posición subalterna compartida por ese

conjunto. En términos de Pierre Bourdieu, su exclusión del campo del poder. Es entonces esta

relación fundamental de subordinación lo que define a este grupo como clase. Sin embargo, la

posición subordinada —que implica una definición por la negativa— es una condición necesaria

pero no suficiente para delimitar las fronteras que permiten hablar de clases populares. O más

correctamente, de un sector de ellas, como pretendemos hacerlo aquí. En tercer lugar hay que

recordar que la clase existe objetivamente y se corresponde a “clases de condiciones de

existencia”, establecidas por la posición que las mismas ocupan en el espacio social (Bourdieu

1988; 2000).

La pertenencia a las distintas clases puede operacionalizarse a partir de las prácticas y de las

propiedades de los agentes que las constituyen, propiedades en todos sus sentidos2. Una de las

fundamentales para establecer estas condiciones homogéneas de existencia está dada por la

ocupación (y el modo en que ésta se desarrolla) de un cierto territorio geográfico3 que, en

muchos casos, es definitoria para resolver el acceso a otra propiedad, central para la

(re)producción de las condiciones de existencia: la vivienda.

Con este criterio recortamos el universo del sector de las clases populares que hacemos objeto

de estudio: a partir del modo como acceden al suelo y a la vivienda —por fuera del mercado

2 Según el Diccionario de la Real Academia Española (RAE), el término “propiedad” tiene las siguientes acepciones: Derecho o facultad de poseer alguien algo y poder disponer de ello dentro de los límites legales./Cosa que es objeto del dominio, sobre todo si es inmueble o raíz./Atributo o cualidad esencial de alguien o algo. 3 La relación fundamental entre espacio geográfico y espacio social ya ha sido señalada por Bourdieu (1999) cuando afirmaba que “El espacio social tiende a reproducirse, de manera más o menos deformada, en el espacio físico, en forma de una determinada combinación de los agentes y las propiedades. De lo que resulta que todas las divisiones y las distinciones del espacio social (arriba/abajo, izquierda/derecha, etcétera) se expresan real y simbólicamente en el espacio físico apropiado como espacio social codificado (por ejemplo, con la oposición entre los barrios elegantes, calle del Faubourg-Saint_Honoré o Quinta Avenida, y los barrios populares o suburbios)” (pp. 178-179).

Page 12: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

12

formal— y sus escasas posibilidades de modificar la situación habitacional a partir de una

mudanza a otro barrio, con mejores condiciones generales (materiales y ambientales)4.

Establecido el criterio con el que se recorta el universo que se estudia, cabe mencionar algunas

características de las estrategias de reproducción de los hogares en la economía popular: i) la

centralidad del trabajo doméstico para asegurar la reproducción, ii) el carácter informal que

asumen sus modos de acceso a bienes y servicios, iii) la precariedad e informalidad de las

condiciones de inserción en el mercado de trabajo, sea bajo las formas de trabajo asalariado,

cuenta propia o producción, reforzada por la fragilidad del soporte habitacional y urbano

ambiental en el que se realizan; y como rasgo específico de la posconvertibilidad; iv) la

centralidad de los intercambios con el Estado para la obtención de ingresos procedentes de las

políticas sociales.

La informalidad se manifiesta como una constante de las propiedades de clase de los sectores

populares, asumiendo el carácter de funcional para la reproducción. Habíamos recortado el

universo en estudio considerando el modo como resuelven el acceso a la tierra y la vivienda, a

través de la configuración de estrategias de reproducción que funcionan por fuera del mercado

formal. En cuanto a las condiciones de trabajo, la informalidad permite desarrollar estrategias de

obtención de ingresos, con una ocupación que asume un carácter procíclico y alcanza, en

muchos de los barrios en estudio, porcentajes superiores a los de la media del Conurbano en su

conjunto. Y, como señala Portes (1995) otro efecto de la informalidad es el abaratamiento de los

costos de bienes y servicios, lo cual habilita la ampliación del consumo del sector formal y del

informal.

Es importante señalar que en estas condiciones, las modalidades asumidas por las políticas

sociales en la posconvertibilidad –caracterizadas por el peso preponderante de las transferencias

monetarias– cobran centralidad en las estrategias de obtención de ingresos que despliegan los

hogares para procurarse la reproducción de las condiciones de vida. Podemos afirmar que estas

políticas se complementan con la informalidad —operando en diferentes momentos de la

distribución del ingreso5— en su función contenedora del proceso de mercantilización del

trabajo, propio del capitalismo. Cabe aclarar que se trata de un proceso que entra en

contradicción con la reproducción de la vida de los propios trabajadores. Esto se debe a que

desde la lógica del capital “no todas las necesidades son reconocidas y/o no todos los

trabajadores satisfacen sus necesidades por la vía de la venta de su fuerza de trabajo, ya que no

hay ninguna garantía de que todos los productores puedan vender-se” (Danani 2004, p. 16). A

esto se puede agregar que aún aquellos que pueden vender-se no siempre logran satisfacer sus

4 Esto se debe no sólo a las condiciones económicas. Debemos tener presente la íntima relación que existe entre propiedades y prácticas, las cuales se determinan mutuamente. Ciertas prácticas concebidas como posibles o imposibles por estos sectores, fijan o imposibilitan el acceso a ciertas propiedades. Y el acceso, o no, a esas propiedades, habilitan o no a asumir ciertas prácticas como posibles y/o adecuadas a la posición que se ocupa en el espacio social. 5 Mientras que la informalidad opera en la distribución del ingreso derivada del proceso de producción (distribución primaria), las políticas sociales lo hacen en el momento de la distribución secundaria del ingreso.

Page 13: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

13

necesidades con esa venta, particularmente cuando ésta se da en las condiciones de informalidad

características de la economía popular.

Danani (2009) afirma que la matriz de las condiciones de vida se funda en el trabajo —

entendido éste en sentido mercantil—, y considerando esta afirmación nos interrogamos acerca

de las estrategias que se desarrollan en la economía popular, en la que el trabajo no puede

asegurar esas condiciones de reproducción social. Esta pregunta general nos lleva a recorrer el

camino hacia las precisiones teórico-metodológicas que proponemos en este trabajo. Para ello

debemos precisar qué estrategias son las que se trenzan en la reproducción social de los hogares,

y el modo como definimos a la economía popular, desde una perspectiva que se corre de la

mirada economicista y pone el acento en la trama social que se entreteje en ella.

En investigaciones previas se indagó en las estrategias de reproducción social de los hogares

(Cabrera y Vio, 2014). Dos de ellas son habitualmente consideradas en las investigaciones sobre

sectores populares: las estrategias de obtención de bienes de uso y las de generación de ingresos.

En el marco conceptual que se propone aquí se incorporan otras dos, escasamente estudiadas.

En este sentido, se sostiene que el acceso al financiamiento implica el desarrollo de estrategias

que tienen una racionalidad propia y que, por lo tanto, no pueden ser equiparadas con las de

generación de ingresos ni con las de obtención de valores de uso (Cabrera, 2014a). Finalmente,

se señala que es posible definir una cuarta estrategia, resultante del entramando de las tres

anteriores (obtención de bienes de uso, de ingresos y de financiamiento): aquella que apunta a

ampliar el “fondo de reproducción de los hogares” y que son las que se dirigen al sostenimiento

y ampliación del capital social o sistema de relaciones en que se inserta el hogar. En estas

relaciones se pone en juego la construcción de vínculos (fuertemente jerarquizados) que

ofrezcan garantías a la reproducción y retroalimenten las posibilidades de reproducción

ampliada de las condiciones de vida, la cual depende del trabajo mercantil pero también de

recursos que provienen de políticas estatales, mediadas por los referentes territoriales –entre

otros (Cabrera y Vio, 2014).

Una característica específica del fondo de reproducción es que reclama la presencia y las

acciones de las personas en las actividades que el referente territorial les “señala/exige”. Es

decir, su presencia en actos, en reuniones organizadas por la gestión

local/municipal/provincial/nacional, y en actividades que involucran a otras instituciones. De

esta manera, estas personas funcionan como un “ejército simbólico” que expresa el poder

territorial del referente, el cual es medido a partir de su capacidad de convocatoria.

En este sentido, se trata de un modo de trabajo diferente al que se invierte en la obtención de

bienes de uso, ingresos o financiamiento. Así, el carácter inmaterial y simbólico del fondo de

reproducción se traduce en un compromiso de presencia y esfuerzo, que habitualmente se

articula con la estructura familiar que procesa la participación en redes populares, generalmente

entendidas como redes de reciprocidades. Muchos trabajos sostienen la centralidad que tienen

Page 14: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

14

estas redes de reciprocidad que se dan en el territorio del barrio de los sectores populares. A

modo de ejemplo, puede mencionarse el papel que Merklen (2010; pág. 57) asigna a las redes

que se dan en el contexto barrial, el cual permitió que “los perdedores se refugiaron en lo local y

fueron reconstruyendo su sociabilidad principalmente a través de lo que llamamos ‘inscripción

territorial’”. Frente a estas posiciones proponemos las hipótesis que se señalan abajo, y que

discuten con el presupuesto de solidaridad que subyace en estos enfoques.

Esta investigación pretende aportar directamente al análisis de las estrategias de reproducción

social de la economía popular, sosteniendo la hipótesis que éstas se ajustan a las matrices

político-territoriales que a su vez están fundadas en el amalgamamiento del poder estatal con el

de las organizaciones de base y con los poderes individuales de “referentes comunitarios

barriales”. Esta “fusión” de poderes es posible a partir de las transferencias de diversos tipos

de capitales —bienes de uso/dinero/social/simbólico— que son asignados en función de la

forma que asume la articulación entre la matriz político-territorial y los fondos de

reproducción de los hogares.

Desde esta perspectiva, la imbricación del concepto de estrategias de reproducción con la

noción de “economía popular” amplifica el horizonte de análisis al incorporar el estudio del tipo

de articulaciones que se dan entre las estrategias que despliegan los hogares (para la obtención

de bienes de uso, ingresos y financiamiento, siempre atravesadas por las que apuntan a la

ampliación del fondo de reproducción) y los intercambios que ellas orientan (tanto al interior del

propio hogar, como con otros hogares, con el mercado, con el Estado y con otras instituciones

de la sociedad civil) (Hintze, 1989).

Se asiste, entonces, a la identificación de una combinatoria determinada de estrategias que

resulta en una matriz en la que la economía popular encuentra su especificidad. Esta matriz

está caracterizada por la pérdida de protagonismo de los intercambios mercantiles-formales,

pero, sin que el trabajo mercantil pierda primacía como principal estrategia de obtención de

ingresos. Sin embargo, el tipo y condiciones de ese trabajo mercantil no permiten asegurar las

condiciones de reproducción, por lo que en esta matriz el trabajo doméstico como así también

las políticas sociales estatales mantiene un lugar fundamental para asegurar el acceso a bienes,

ingresos y también financiamiento. Asimismo se caracteriza por la equiparación entre las

estrategias de obtención de bienes de uso y de ingresos, tanto desde la perspectiva del nivel de

satisfacción que generan en torno a las necesidades de consumo básicas de los hogares, como

también respecto de la valoración que hacen de ellas los miembros de los hogares, en tanto

mecanismos de acceso a satisfactores.

Otra característica de esta matriz de estrategias surge de la modalidad que asume el acceso al

financiamiento, la cual determinará su incorporación como una estrategia singular dentro de esta

economía popular de la Argentina de la poscrisis (Cabrera, 2014a). A la vez, se observa, como

rasgo singular de esta etapa, cierta masificación de las estrategias de las cuales el Estado es

Page 15: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

15

contraparte y que, en principio, señalan un movimiento hacia la “desmercantilización” de los

hogares que se da en consonancia con uno tendiente a la “familiarización” y a la

“territorialización”.

Sin embargo, si se considera el papel de las matrices político-territoriales y el rol de los

referentes como reales “asignadores” de la política social, estos movimientos no se

corresponden necesariamente con una mayor autonomización, sino más bien, lo contrario

(Cabrera 2014b y 2014c; Zucchiatti 2014). Ello se advierte en la menor autonomía de los

miembros de los hogares respecto de los demás integrantes del hogar así como de esas matrices,

en las que se ponen en juego diferentes combinaciones del poder estatal, del de las

organizaciones comunitarias y de los poderes individuales corporizados en los referentes

locales/barriales, que se constituyen en fuentes para la acumulación de los fondos de

reproducción (Cabrera y Vio, 2014).

Estas posiciones llevan a una reflexión sobre el planteo tradicional de Esping-Andersen ([1990]

1993), quien sostiene que las políticas sociales deben ser analizadas considerando la forma que

asumen los arreglos familia-mercado-Estado. Danani (2009) ha llamado la atención sobre la

necesidad de considerar el papel del clientelismo en esta relación, y en esta línea se propone

profundizar este proyecto, considerando a las matrices político-territoriales como un cuarto

componente de esos arreglos (Estado-Mercado-Familia–Matrices político territoriales), pero

corriéndonos de aquellas perspectivas que proponen el análisis de las estrategias de los

referentes territoriales fundadas en el clientelismo, concepto que no se ajusta a la estructura

conceptual que se propone en esta investigación.

7. Desarrollo del Estudio: Condiciones de vida, producción, trabajo y

territorio

7.1. Condiciones de vida

Para acercarnos a las condiciones de vida de los barrios en estudio utilizaremos algunos

indicadores que refieren a distintas unidades de análisis. Puntualmente se seleccionaron cuatro:

Población económicamente activa (PEA).

Informalidad.

Línea de pobreza.

Percepción de transferencias monetarias estatales.

Analizaremos como estos cuatro indicadores permiten un acercamiento a las condiciones de

vida de los hogares de 12 barrios populares del Conurbano.

Tabla 3: Hogares según pobreza y percepción de transferencias monetarias estatales, habitantes

mayores de 14 años según condición de actividad y ocupados según informalidad (en%)

Page 16: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

16

Barrio

Hogares

Personas

mayores de

14 años

Ocupados

Bajo LP

Percepción

transferencias

monetarias

PEA Informalidad

Villa Inflamable

Cordón

56,6 47,7 53,4 64

Las Achiras 51,6 54,1 53,2 61,7

Costa Esperanza 45,5 41,6 57,3 66,7

Independencia 62,1 63 52,4 64,6

9 de Enero

2º Cordón

52,2 39,4 58,8 73,8

Pfcv – 1990 viviendas 40,4 44,1 56,8 50,9

2 de Abril 63,5 58,5 50,9 72,7

Pfcv – Santa Rosa 69,3 70 43,7 66,8

22 de Enero 61,5 51,4 62,4 71,6

Alsina 50,8 62 60,6 70,9

San Cayetano/San Blas 37,3 35 71,4 74,4

La Esperanza 3º Cordón 57,1 58,4 56,5 74,1

Fuente: elaboración propia en base a relevamientos realizados entre 2011 y 2013

La Tabla 3 presenta estas variables. Este primer acercamiento muestra que en 9 de los 12 barrios

la mayoría de los hogares son pobres y en 7 la mayoría de los hogares perciben algún tipo de

transferencia monetaria estatal a través de las políticas sociales de cualquier jurisdicción.

Considerando ahora a los habitantes mayores de 14 años, sólo en tres barrios la PEA se acerca o

supera la media del conurbano (alrededor del 62%). Y entre los ocupados, en todos los barrios la

informalidad supera el 60%, con la sola excepción del barrio del PFCV 1990 Viviendas. Este

último indicador es el único que muestra diferencias significativas por cordón. Con la excepción

FCV 1990 Viviendas, el menor porcentaje de informalidad (66,8% en PFCV-Santa Rosa) es

más alto que el mayor del primer cordón (66,7% en Costa Esperanza).

Gráfico 1: Pobreza por ingreso de los hogares y percepción de transferencias monetarias estatales a

través de políticas sociales (en%)

Page 17: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

17

0

10

20

30

40

50

60

70

80

Pobreza e indigencia Hogares Percepcion transferencias

Fuente: elaboración propia en base a relevamientos realizados entre 2011 y 2013

En el Gráfico 1 presenta los indicadores de pobreza por ingresos y la percepción de algún tipo

de transferencia monetaria estatal. Resulta significativa la relación proporcional que se observa

entre ambas variables, con la sola excepción del caso de Alsina. Es decir, a mayor porcentaje de

hogares pobres, es mayor también el porcentaje de hogares que reciben transferencias

monetarias. Santa Rosa, barrio de PFCV de Florencio Varela, se ubica en uno de los extremos

(69,2% de hogares pobres y 70% de los hogares reciben transferencias monetarias), mientras

que en el otro se encuentra San Cayetano/San Blas (37,3% de hogares pobres y el 35% reciben

transferencias).

Gráfico 2: Pobreza por ingreso de los hogares y PEA (mayores de 14 años) (en%)

0

10

20

30

40

50

60

70

80

Pobreza e indigencia Hogares PEA

Fuente: elaboración propia en base a relevamientos realizados entre 2011 y 2013

Page 18: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

18

Si se considera la relación entre hogares pobres y PEA, la relación se invierte. Es decir, en los

barrios cuya PEA es menor aumenta la pobreza. Una vez más Santa Rosa ocupa uno de los

extremos (es decir, es el barrio con mayor porcentaje de hogares pobres y de hogares que

reciben transferencias monetarias, y la menor PEA) y San Cayetano/San Blas en el otro extremo

(es el barrio con menor porcentaje de hogares pobres y de hogares que reciben transferencia

monetarias, y de mayor PEA). Indudablemente no puede explicarse la pobreza sólo

considerando el comportamiento de estas variables, ya que existen otras que no pueden

soslayarse. Una de ellas es, indudablemente, la composición de los hogares. Es por ello que, por

ejemplo, para definir la pobreza por Necesidades Básicas Insatisfechas se considera la variable

Capacidad de Subsistencia, (para ambos conceptos, ver sección 6.2 “Los indicadores”, dentro

“Metodología”) ya que la relación entre ocupados y miembros del hogar puede resultar

significativa para la determinación de las condiciones de vida.

Sin profundizar en esa variable, un primer acercamiento a la relación entre proveedores y

dependientes la aporta el peso de los menores en la composición demográfica de los barrios.

Debido a que éstos, los menores, se encuentran atravesando un momento del ciclo vital en el

que generalmente se generan (o se obturan) las condiciones para el futuro desarrollo de una vida

autónoma. Además conforman junto a los adultos mayores, el grupo poblacional que se prevé

requiere trabajos de cuidado y, dada las escasas políticas públicas que se ocupan de atender

estos requerimientos, se presume que la asistencia a esta porción de población queda librada

casi exclusivamente a la disponibilidad y medios del hogar.

El barrio con menor porcentaje de menores de 18 años es Independencia (32%), mientras que la

mayoría ronda entre el 40% y 50%. Santa Rosa está muy por encima de ese promedio: el 56%

de los habitantes es menor de esa edad, mientras que San Cayetano/San Blas ese porcentaje

alcanza al 41,7%.

Gráfico 3: PEA (mayores de 14 años) y hogares que perciben transferencias monetarias a través de

políticas sociales (en%)

Page 19: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

19

0

10

20

30

40

50

60

70

80

PEA Percepcion transferencias

Fuente: elaboración propia en base a relevamientos realizados entre 2011 y 2013

Si se analiza la PEA y la percepción de transferencias monetarias, la relación entre las variables

desaparece. El aumento o disminución de uno de estos indicadores no parece afectar al otro. Si

se considera que la Asignación Universal por Hijo es la política social de mayor presencia en los

hogares que se analizan (Cabrera, 2014c), y que los requisitos para su cobro implican que los

receptores se declaren como desocupados o trabajadores informales cuyos ingresos son menores

al Salario Mínimo Vital y Móvil, o sean monotributistas sociales o trabajadoras domésticas, en

principio, debería existir un tipo de relación más notoria. Pero debido a la extensión de la

informalidad (sin considerar que en realidad la mayoría de las receptoras de la AUH son

mujeres inactivas, que declaran la situación de trabajadoras sólo para cumplir el requisito) esta

falta de relación aparece como esperable.

Gráfico 4: Informalidad (ocupados) y hogares que perciben transferencias monetarias a través de

políticas sociales (en%)

0

10

20

30

40

50

60

70

80

Bajo LP Percepción Transferencias monetarias

Page 20: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

20

Fuente: elaboración propia en base a relevamientos realizados entre 2011 y 2013

Efectivamente, dado que la informalidad se mantiene por encima del 60% en todos los barrios

(con la mencionada excepción del PFCV 1990 Viviendas de E. Echeverria), la relación con la

percepción de politicas sociales es baja. Ya hemos planteado en otros trabajos (Cabrera y Vio,

2014) la hipótesis que propone que para el analisis de los mecanismos de acceso a las politicas

sociales debe considerarse la matriz político territorial, que implica “la participación consciente

en este sistema de relaciones en el que se articulan vínculos familiares y vecinales, también

jerárquicos, y atravesados por la inscripción político-territorial como matriz de mediación entre

los destinatarios y los otorgadores de los recursos provenientes de las políticas sociales. Estas

matrices se convierten, así, en las reales `asignadoras´ de las transferencias monetarias del

Estado, así como de las políticas sociales en general”.

Gráfico 5: Informalidad (ocupados) y hogares según pobreza por ingresos (en%)

Fuente: elaboración propia en base a relevamientos realizados entre 2011 y 2013

Asimismo, la relación entre informalidad y pobreza también es débil. Si, por un lado, el barrio

con el menor porcentaje de pobreza entre sus hogares es también el de mayor informalidad; por

el otro, esa relación no se cumple en el barrio de menor informalidad, dónde la pobreza alcanza

al 40,4% de los hogares, el segundo porcentaje más bajo luego de San Cayetano/San Blas.

Gráfico 6: Informalidad (ocupados) y PEA (en%)

Page 21: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

21

Fuente: elaboración propia en base a relevamientos realizados entre 2011 y 2013

También es débil o más bien inexistente la relación entre PEA e informalidad. Esto podría

mostrar que la informalidad no tiene el rol funcional que le asigna Portes (1995). Pero en

principio no adherimos a esta posibilidad, ya que esta independencia entre PEA e informalidad

se presenta con una base de esta última variable siempre superior al 50%, con lo cual, aparece

como una condición de la mayoría de los trabajadores, mientras que las posibilidades de

participación en la PEA de la población mayor de 14 años debería analizarse considerando otros

parámetros. Por ejemplo, calificaciones y género.

7.2. Enclaves de especialización territorial

7.2.1. La economía popular de los desechos: el caso de San Martín

La dinámica productiva de San Martín se vio especialmente favorecida por la reorientación de la

política económica que comenzó en el 2002 y que, junto a otros territorios portadores de

capacidad ociosa instalada, aportó al andamiaje de la recuperación económica del Conurbano

durante los primeros años de la posconvertibilidad (2002-2005). Esta economía fue receptora,

principalmente, de hogares pobres e indigentes que, habiendo perdido sus fuentes históricas de

obtención de bienes e ingresos como consecuencia de los efectos sociales y económicos de la

implementación de las políticas neoliberales durante la década de 1990, debieron ensayar

nuevas estrategias para alcanzar su objetivo de reproducción social. Para los que ya vinculaban

su reproducción al recupero de basura, la actividad cobró una mayor centralidad en el marco de

la matriz que articulaba sus modos de reproducción.

Asimismo, la expansión de esta práctica a lo largo de la última década guarda relación con su

carácter pro-cíclico, en tanto su crecimiento acompaña al de la economía en su conjunto, con la

consecuente valorización cada vez mayor de una parte de los materiales recuperables. En

particular de aquellos que sirven de insumo a las principales ramas de la industria local

Page 22: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

22

(metalmecánica, productos de papel, productos de caucho y plástico), aunque para ninguna de

éstas la recuperación de desechos para su consumo intermedio ingresa en su agenda productiva.

La informalidad caracteriza al hábitat de los hogares recuperadores, resultante de un proceso de

urbanización popular en un espacio geográfico no apto para el uso residencial, caracterizado por

la presencia de grandes extensiones de bañados que tienen lugar entre la ruta provincial Nº 4 y

el río Reconquista. Convergen en el mismo espacio importantes fracciones de tierra, propiedad

de CEAMSE, las que, como rellenos sanitarios, sirven a la disposición final de los residuos

sólidos urbanos de la Ciudad de Buenos Aires y de un alto porcentaje de los partidos de su área

metropolitana. Estos usos —el residencial y el sanitario— tensionaron el desarrollo territorial de

la zona y aportaron, por un lado, a la conformación de un área de especialización vinculada a la

gestión de la basura y al negocio del recupero, y por otro, al surgimiento de nuevas vocaciones

urbanas asociadas a dichos usos. Los barrios Costa Esperanza e Independencia responden a este

fenómeno y testimonian el desarrollo de la urbanización popular bajo modalidades de

producción del hábitat sostenidas fundamentalmente en el trabajo doméstico.

El barrio Costa Esperanza ocupa una superficie aproximada de 58 ha. y su emplazamiento

dentro del partido tiene lugar en un área de urbanización popular que se extiende de modo

paralelo al curso del río Reconquista, en una zona de bañados, ubicada entre el Camino del

Buen Ayre al oeste; la ruta provincial Nº 4 al este y los límites político-administrativos del

distrito, en el norte y sur.

Enmarcado en la tipología de asentamiento, su origen se remonta a una toma de tierras cuya

propiedad corresponde a CEAMSE (Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del

Estado), y que tuvo lugar en 1997. Aproximadamente 20 familias fueron protagonistas de la

toma y, posteriormente, a mediados de la década del 2000, hubo una venta de lotes a familias

provenientes de Paraguay. Esa venta involucró, a su vez, el regreso a su lugar de origen —

mayoritariamente las provincias del NE argentino— por parte de algunas familias que

estuvieron presentes en la fundación del barrio.

Los límites físicos de Costa Esperanza son la Av. Eva Perón al este; la diagonal Buenos Aires al

sur; la calle Paraná, que se extiende paralela al zanjón Güemes, al oeste y la calle Córdoba al

norte, paralela al Camino del Buen Ayre. Los barrios con los que linda son: barrio Libertador (al

norte), Loma Hermosa (al este) y barrio Uta (al sur), todos ubicados en el mismo partido.

Por tratarse de un área de bañados, el barrio se desarrolla sobre tierras con cotas inferiores a las

aceptables para el desarrollo urbano. En general, las viviendas se construyeron sobre rellenos

realizados por los mismos hogares, con basura, escombros y tosca, que lograron incrementar en

casi 3 metros la altura original del área, previa a la consolidación del barrio.

Costa Esperanza tiene un trazado regular, que divide el tejido en 55 macizos, loteados en su

interior en parcelas de 10 m de frente por 20 m de fondo. Se advierten intensidades diferentes en

la ocupación del suelo y niveles de densidad igualmente diferentes.

Page 23: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

23

Tabla 4: Características demográficas. Costa Esperanza

Total de viviendas 1856

Total de hogares 1887

Total de habitantes 8217

Hogares con menores de 19 años 1492

Hogares con menores de 10 años 1271

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en el barrio Costa Esperanza (San

Martín). Noviembre de 2012.

De acuerdo a los datos relevados, del total de las 8.217 personas que habitan en Costa

Esperanza, el 51,2% son varones y el 48,8%, mujeres.

Gráfico 7: Población total según rangos de edad. Costa Esperanza

Hasta 5 años

De 6 a 12 años

De 13 a 17 años

De 18 a 24 años

De 25 a 49 años

De 50 a 64 años

65 años y más

14,4%

14,3%

10,2%

14,9%

25,3%

14,1%

6,9%

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en el barrio Costa Esperanza (San

Martín). Noviembre de 2012. Base: 8217 casos.

El Gráfico 7 nos muestra una importante presencia de población joven. El 38,9% de los

habitantes del barrio son niños y adolescentes de hasta 17 años, el 14,9 % tiene entre 18 y 24

años, y la más alta concentración de población se da en el rango de los 25 a los 49 años (25,3%).

Un 21% de los integrantes de los hogares del barrio Costa Esperanza es mayor de 50 años.

Gráfico 8: Población según nacionalidad. Costa Esperanza (en%)

Page 24: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

24

Argentina

80,2

Chile; 0,4

Bolivia; 0,6

Paraguay;

17,7Uruguay; 0,2

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en el barrio Costa Esperanza (San

Martín). Noviembre de 2012. Base: 8217 casos.

El 80,2% de los habitantes es de nacionalidad argentina y el 19,8% restante proviene de países

limítrofes; el mayor porcentaje corresponde a Paraguay (17,7%), seguido de Bolivia, Chile y

Uruguay que, individualmente, no alcanzan el 1%.

En cuanto al barrio Independencia, se encuentra delimitado por la Av. Márquez (también J.M.

de Rosas o ruta provincial N°4) al este y sudeste; la Av. Artigas al sur y sudoeste; la calle 4 al

oeste y el zanjón Suárez al norte y noreste. Actualmente entubado en un 70% de su extensión

dentro de Independencia, éste último constituye, además, el límite físico que distingue a este

barrio del 13 de Julio.

El nivel de consolidación del barrio Independencia presenta fuertes contrastes, lo que facilita la

distinción de sectores en su interior que, además, guardan relación con los diferentes momentos

del desarrollo del barrio. Distinguimos tres:

i) El núcleo original del barrio, ubicado en el sector sur y sudoeste, en un espacio comprendido

por la Av. Márquez, la Av. Artigas, la calle José Ingenieros y la calle Santa Brígida. Este sector

corresponde al loteo y venta de tierra que tuvieron lugar en la década del cincuenta por

iniciativa de la Cooperativa Malvinas Argentinas. Presenta un trazado regular amanzanado, con

espacio verde público, calles asfaltadas, veredas terminadas, y las viviendas cuentan con

servicio de energía eléctrica provisto de medidor individual.

ii) El sector denominado barrio “Curita”, el cual conforma un rectángulo comprendido entre la

calle Santa Brígida, el Parque Suárez (calle A), la calle San Martín —que corre paralela al

zanjón Suárez— y la calle 4. Este área se desarrolló en el marco de un proceso de extensión

sustentado en ocupaciones espontáneas que llevaron adelante familiares de los habitantes

originarios e inmigrantes provenientes del interior del país y, más tarde, de países limítrofes, en

un período que lleva casi 60 años. Presenta una división en macizos más o menos regulares, con

calles sin asfalto, excepto las que conforman sus bordes. El tejido es irregular, sin una división

parcelaria ordenada, con presencia de pasillos que facilitan la circulación al interior de los

Page 25: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

25

macizos. No hay veredas construidas; sólo se advierten zanjas por las que corren aguas grises a

cielo abierto.

iii) El sector del “fondo”, producto de la extensión informal del núcleo original. Se extiende

entre la Av. Artigas, la calle Santa Brígida, la calle José Ingenieros y la calle 4, que lo separa del

área de la Laguna del Pejerrey. Posee características similares al barrio “Curita”, si bien la

división en macizos se presenta más regular, presentando características propias del núcleo

original, a la vez que un tejido más ordenado y regular. En este sector se ubica el Centro de

Atención Primaria para la Salud que sirve a todo el barrio.

El trabajo de campo se realizó en un recorte que abarca parte del barrio (Curita y el fondo), tal

como se observa en el siguiente mapa:

Tabla 5: Características demográficas. Independencia

Total de viviendas 2373

Total de hogares 2384

Total de habitantes 10653

Hogares con menores de 19 años 1742

Hogares con menores de 10 años 1210

Fuente: Elaboración propia en base a la encuesta realizada en el barrio Independencia (San Martín).

Diciembre 2012 a marzo 2013.

La población del barrio Independencia presenta una proporción levemente menor de hombres

(49%) que de mujeres (51%).

Gráfico 9: Población total según rangos de edad. Independencia

Page 26: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

26

Hasta 5 años

De 6 a 12 años

De 13 a 17 años

De 18 a 24 años

De 25 a 49 años

De 50 a 64 años

65 años y más

10,9%

12,0%

9,1%

16,1%

30,5%

15,8%

5,5%

Fuente: Elaboración propia en base a la encuesta realizada en el barrio Independencia (San Martín).

Diciembre 2012 a marzo 2013. Base: 10653 casos.

El Gráfico 9 muestra la distribución etaria de la población del barrio, la cual se caracteriza por la

preponderancia de jóvenes y adultos sobre el total de los habitantes. El 32% de la población está

formado por niños y adolescentes de hasta 17 años y el 16,1% tiene entre 18 y 24 años, a la vez

que vuelve a presentarse un elevado porcentaje de población concentrada en torno a los 25 y los

49 años (30,5%).

Gráfico 10: Población según nacionalidad. Independencia

Argentina95,0%

Chile0,2%

Paraguay4,0%

Uruguay0,3%

Perú0,5%

Fuente: Elaboración propia en base a la encuesta realizada en el barrio Independencia (San Martín).

Diciembre 2012 a marzo 2013. Base: 10653 casos.

Con respecto al país de origen de los habitantes del barrio, se observa que el 95,0% son nacidos

en la Argentina. Al analizar la composición de los extranjeros, los datos muestran que éstos

provienen mayoritariamente de países limítrofes, principalmente de Paraguay (4,0%) y, con

menos del 1%, de Chile y Uruguay. Perú es el único país no limítrofe que aparece en el listado,

con un 0,5% de oriundos de ese país.

En cuanto a la economía popular de los desechos, afirmamos que ésta encuentra su

especificidad en la generación de valor a partir de la transformación de desechos en bienes de

consumo y/o en mercancía (Vio, 2014). Se trata del conjunto de actividades llevadas a cabo por

Page 27: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

27

los hogares y trabajadores de la economía popular, orientadas a la recuperación de bienes

desechados —o parte de ellos— que hayan tenido, o no, un consumo previo, y hayan sido

concebidos como mercancía, es decir, producidos para su venta en el mercado.

La economía popular de los desechos comprende un espacio económico delimitado por la

(re)circulación —en circuitos formales e informales de la economía urbana— de bienes

desechados (restos de bienes consumidos; bienes sin consumir que no cumplen estándares de

calidad para su venta en el mercado formal y que previamente pueden haber circulado por

canales formales de la economía urbana en su carácter de mercancía) por otros hogares y por

agentes de la producción, por lo que no puede comprenderse ni analizarse por fuera del territorio

específico en el que se desarrolla (Vio, 2014).

Tabla 6: trabajadores según tareas vinculadas a basura (por calificación)

Costa Esperanza Independencia

Casos % Casos %

Trabajo vinculado a la basura 202 6,6 162 4,2

Otros trabajos no calificados 914 29,9 1215 31,8

Otros trabajos calificados 1830 59,8 2190 57,3

Ns/Nc 114 3,7 252 6,6

Total 3059 100 3818 100

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta aplicada a hogares de Costa Esperanza e

Independencia (San Martín). Noviembre de 2012 – febrero 2013

En relación con otros casos que se analizan abajo, el porcentaje de trabajadores cuyas tareas se

vinculan con la basura es relativamente bajo (6,6% en Costa Esperanza y 4,2% en

Independencia), lo que podría poner en cuestión la hipótesis que se sostiene respecto de la

relación entre economía popular y territorialidad, o al menos de la pertinencia de hablar de

“economía popular de los desechos”. Sin embargo, también hemos definido a la economía

popular como una matriz específica de estrategias, dónde el trabajo mercantil pierde

preeminencia aunque no principalidad.

En el caso de la economía popular de los desechos, que es un subsector específico de la

economía popular (Vio, 2014) la organización doméstica es la que procesa el menú de las

opciones posibles para garantizar la reproducción, y establece una combinación de estrategias

que tienden a sostenerse en el tiempo hasta tanto factores endógenos al hogar (muerte de un

miembro, realización de otra actividad lucrativa de mayor beneficio, mudanza) o exógenos,

vinculados a la dinámica económica-productiva en la que se inserta la actividad, establezcan un

punto de inflexión que obligue a una nueva síntesis. Para la economía popular de los desechos

se trata de la articulación de estrategias que, más allá de los cambios que puedan tener lugar,

sostiene la persistencia en el centro de aquellas asociadas a la generación y obtención de valores

de uso y cambio a partir de la basura/desecho.

Page 28: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

28

En la articulación de estos modos de reproducción se imbrican los diferentes modos de trabajo

que ponen en juego los miembros de estos hogares: el trabajo doméstico orientado a la

reproducción y, en particular, a la producción de bienes para consumo del hogar (vivienda,

vestimenta, cría de animales, preparación de alimentos) y el trabajo mercantil motivado por la

necesidad de acceder monetariamente a medios de producción, así como a bienes y servicios no

producidos por el trabajo doméstico.

A su vez, el mercantil tiene lugar bajo un conjunto de actividades ligadas a la basura e incluye

diferentes modalidades que no siempre son reconocidas como “trabajo mercantil” por los

trabajadores, y entre las que se destacan: i) el trabajo doméstico mercantil realizado al interior

del hogar, productor de bienes y servicios para el intercambio en el mercado (que puede incluir

el trabajo remunerado de los miembros de la unidad doméstica, el trabajo de miembros externos,

y el trabajo con sentido mercantil que, aunque no perciba remuneración, produce mercancías);

ii) el trabajo mercantil independiente, realizado fuera del hogar productor de bienes o prestador

de servicios vendidos en el mercado y iii) el trabajo asalariado que intercambia directamente la

fuerza de trabajo a cambio de un salario monetario.

En suma, la multiplicación de las estrategias de reproducción social asociadas al consumo de

basura y a su recuperación para la venta, que tuvieron lugar a partir del 2002, acentuaron una

especialización territorial a partir de las relaciones entre el lugar de residencia y el lugar de

trabajo que tejieron los trabajadores de la economía popular.

7.2.2. Informalidad y tercerización. El barrio 22 de Enero

El barrio 22 de Enero se encuentra en la localidad de Ciudad de Evita, partido de La Matanza,

en el 2do cordón del conurbano. Sus límites físicos son la Av. Cristianía y la planta terminal

Poliducto La Matanza de YPF al este; la calle Las Orquídeas al norte, lindando con el barrio

BID; el barrio 21 marzo al oeste y, al sur la calle Las Gardenias, que limita con una parte del

Centro Polideportivo “José Hernández”.

La zona en la que se sitúa el barrio 22 de Enero presenta la particularidad de contar con una

gran cantidad de asentamientos, surgidos también a partir de tomas organizadas, la mayoría de

ellas cercanas cronológicamente. Desde sus inicios se estructuró bajo la lógica del asentamiento.

Emplazado sobre terrenos del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cuenta con

una superficie aproximada de 98,5 ha, y una población de alrededor de 11.250 habitantes. Posee

una antigüedad de unos 28 años ya que su origen responde a una toma organizada en el año

1986, que fue iniciada desde la intersección de la calle 600 (Las Orquídeas) y Av. Cristianía, en

correspondencia con la toma del barrio denominado “El Tambo”. El barrio se estructura bajo la

lógica de amanzanamiento tradicional, con un trazado regular. Las manzanas son de tipo

rectangular (60m x 100m).

22 de enero se encuentra atravesado en toda su extensión por el arroyo Berro (hacia el sudeste),

curso de agua subsidiario del río Matanza que se configura como una barrera urbana interna.

Page 29: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

29

Además de estar ubicado sobre la Av. Cristianía —una de las vías principales del municipio en

sentido norte-sur—, el barrio cuenta con dos de sus calles internas pavimentadas, las que

permiten atravesar el conjunto en los dos sentidos, garantizando el acceso, tanto de vehículos

particulares, como de ambulancias, patrulleros, bomberos, etc.

Debido a las dimensiones del barrio, el relevamiento de campo se realizó en la zona central,

delimitada por Av. Cristianía y las calles Los Claveles, Las Camelias y Los Gladiolos. Para

definir el área de relevamiento se consideraron varios criterios que permiten, en términos

teóricos, abarcar situaciones distintas desde los aspectos ambientales, sociales e históricos: se

siguió la lógica de crecimiento del barrio desde Av. Cristianía hasta la calle Las Camelias, se

consideraron los bordes consolidados, la conexión y conectividad con el sector, las condiciones

críticas ambientales, la situación de borde con un nuevo asentamiento que se ubica después de la

calle Las Camelias y también la presencia de curso de agua.

Tabla 7: Características demográficas. 22 de Enero

Total de viviendas 1315

Total de hogares 1360

Total de habitantes 6.236

Hogares con menores de 19 años 1104

Hogares con menores de 10 años 705

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en el barrio 22 de Enero (La

Matanza). Mayo de 2011.

De acuerdo a los datos relevados, la diferencia entre hombres y mujeres es mínima: del total de

6.236 personas que habitan en 22 de Enero, el 51,2% de son varones y el 48,8%, mujeres.

Gráfico 11: Población total según rangos de edad. 22 de Enero

Page 30: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

30

65 años y más

De 50 a 64 años

De 25 a 49 años

De 18 a 24 años

De 13 a 17 años

De 6 a 12 años

Hasta 5 años

2,5%

9,7%

31,1%

18,7%

11,6%

13,5%

12,9%

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en el barrio 22 de Enero (La

Matanza). Mayo de 2011. Base: 6236 casos.

El Gráfico 11 nos muestra una importante presencia de población joven. El 38% de los

habitantes del barrio son niños y adolescentes de hasta 17 años, el 18,7% tiene entre 18 y 24

años, y la más alta concentración de población se da en el rango de entre los 25 y 49 años

(31,1%). Un 12,1% de los integrantes de los hogares del barrio 22 de Enero es mayor de 50

años.

Gráfico 12: Población según nacionalidad. 22 de Enero

Argentina

72,7%

Paraguay

15,4%

Bolivia

11,3%Chile

0,3%

Otros

0,3%

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en el barrio 22 de Enero. Mayo de

2011. Base: 6236 casos.

El 72,7% de los habitantes es de nacionalidad argentina y el 27% proviene de países limítrofes,

con un porcentaje mayoritario correspondiente a Paraguay (15,4%), seguido por Bolivia

(11,3%) y, en menor medida, por Chile (0,3%).

Una característica de este barrio es la presencia de pequeños talleres, mayormente dedicados a

la actividad textil, aunque subregistrada en el trabajo de campo, dado que la situación de

informalidad de los establecimientos (de los trabajadores, de las conexiones de servicios

necesarias, de habilitaciones y permisos de toda jurisdicción), hace que la declaración de su

Page 31: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

31

existencia sea considerada riesgosa, a lo que se suma que metodológicamente la encuesta

realizada tiene por unidad de análisis viviendas y hogares, por lo que los locales no usados

como viviendas quedan fuera del relevamiento. Sin embargo, por un lado, existieron otras

herramientas que aportaron a la identificación de esta característica: las entrevistas y lo que

podríamos llamar un modo de “observación participante” que significa la presencia del equipo

de investigación coordinando el campo en el territorio, que conlleva un modo de relevamiento

de información carente de sistematicidad pero que resulta en un aporte invalorable al momento

de analizar los barrios Por otro lado, los datos de la encuesta permiten observar el peso de la

industria textil en el barrio, aun con el subregistro mencionado.

Tabla 8: Viviendas según tipo de usos (en %)

Als

ina

22

de

En

ero

La

s A

chir

as

9 d

e E

ner

o

Sa

n C

ay

eta

no

-

Sa

n B

las

Infl

am

ab

le

La

Esp

era

nza

2 d

e A

bri

l

Fed

era

l

Va

rela

Fed

era

l

Ech

ever

ría

C

ost

a

Esp

era

nza

In

dep

en

den

cia

No tiene otros

usos

91,

7

88,

3

89,

7

86,

3

87,

4

88,

5

84,

5

87,

4

87,2 86,

6

86,

9

86,

4

Uso comercial 5,0 6,4 7,5 11,

0

9,5 7,2 12,

7

7,0 7,4 8,8 7,9 10,

3

Uso productivo 2,5 3,9 0,5 1,2 0,4 1,0 0,9 2,2 1,6 2,5 2,8 1,5

Uso

institucional/soci

al

0,7 0,8 0,9 0,4 2,0 0,9 1,6 1,6 0,3 ,6

Otros usos 0,3 1,5 0,5 2,3 1,1 1,0 1,4 0,6 1,6 1,4

Ns/Nc 0,8 0,3 0,2 0,4 1,6 1,8 ,2 0,4

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

Fuente: Elaboración propia en base a la encuesta realizada entre 2011 y 2013

Cuando se analizan otros usos de la vivienda declarados por los encuestados, 22 de Enero

resulta ser el barrio con mayor porcentaje de viviendas dedicadas a uso productivo (3,9% de las

viviendas).

Tabla 9: Hogares según utilización de algún ambiente o cuarto exclusivamente como lugar de

trabajo. 22 de Enero

Casos %

Si 175 12,9

No 1171 86,1

Ns/Nc 14 1,0

Total 1360 100

Page 32: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

32

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio 22 de Enero (La Matanza).

Mayo de 2011

Ante una repregunta, dirigida a los hogares, respecto de utilizar ambientes de la vivienda como

lugar de trabajo exclusivamente, casi el 13% de los hogares afirma destinar al menos uno.

Tabla 10: Hogares según realización de alguna actividad productiva en la vivienda. 22 de Enero

Tienen quiosco, almacén,

verdulería u otro tipo de venta al

público

Realizan actividad productiva por las que

les paguen o vendan lo producido o el

servicio

Casos % Casos %

Si 80 5,9 112 8,2

No 1270 93,4 1239 91,1

Ns/Nc 9 ,7 9 ,7

Total 1360 100 1360 100

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio 22 de Enero (La Matanza).

Mayo de 2011

Otro de los indicadores respecto del peso de la utilización de la vivienda como unidad

productiva por parte de los hogares, lo aporta la respuesta a la pregunta sobre la realización de

actividades vinculadas a trabajo mercantil en la misma. Casi el 6% de los hogares tiene algún

comercio (este porcentaje es relativamente bajo si se lo compara con los demás barrios

relevados), mientras que poco más del 8% realiza actividades productivas (en este caso, se trata

de un porcentaje alto en el contexto de los otros barrios populares relavados).

Tabla 11: Hogares según realización de actividad productiva familiar (múltiple). 22 de Enero

Casos %

No 1275 93,8

Ns/Nc 22 1,6

Si 63 4,6

Almacén/Kiosco/Comercio 21 33,3

Costura/fabrica ropa 20 32,5

Taller de calzado 4 6,8

Cría de gallinas 4 6,8

Reciclado de botellas 4 6,8

Otros 4 6,8

Ns/Nc 4 6,8

Total 1360 100

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio 22 de Enero (La Matanza).

Mayo de 2011

Page 33: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

33

En lo que respecta a hogares, existe una tercera pregunta respecto de la actividad productiva, y

es aquella relacionada con la realización conjunta por parte del hogar. Un 4,6% afirma tener

alguna actividad, y de ese porcentaje un 32,5% se dedica a la costura, prácticamente el mismo

porcentaje que declara hacerlo al comercio.

Tabla 12: Ocupados según calificación. 22 de Enero

Casos %

Calificado 1916 69,8

No calificado 801 29,2

Ns/Nc 26 1,0

Total 2744 100

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio 22 de Enero (La Matanza).

Mayo de 2011

Un primer acercamiento al análisis del mundo del trabajo en el barrio 22 de Enero muestra que

el 30% de los trabajadores son considerados no calificados. Los trabajos vinculados con la

costura y textiles entran en la condición de calificado.

Tabla 13: Ocupados según tipo de tarea. 22 de Enero

Casos %

Albañiles y mamposteros 439 22,9

Vendedores y demostradores de tiendas y almacenes 279 14,6

Costureros, bordadores y afines 226 11,8

Zapateros y afines 76 4,0

Pintores y empapeladores 75 3,9

Conductores de automóviles, taxis y camionetas 66 3,5

Niñeras y celadoras infantiles 60 3,1

Cocineros 58 3,0

Carpinteros de armar y de blanco 44 2,3

Operadores de máquinas de preparación de fibras, hilados y devanados 40 2,1

Soldadores y oxicortadores 26 1,4

Panaderos, pasteleros y confiteros 26 1,4

Barnizadores y afines 25 1,3

Fontaneros e instaladores de tuberías 22 1,1

Ayudantes de enfermería a domicilio 22 1,1

Operadores de máquinas herramientas 21 1,1

Operadores de máquinas para elaborar cereales, productos de panadería y

repostería y artículos de chocolate

21 1,1

Operadores de máquinas de blanqueo, tejido y tintura 20 1,0

Operadores de instalaciones y máquinas y montadores 20 1,0

Page 34: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

34

Otros (menos de 1%) 349 18,2

Total 1916 100

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio 22 de Enero (La Matanza).

Mayo de 2011

Un porcentaje considerablemente alto de trabajadores ingresan en la categoría “Costureros,

bordadores y afines”, y a ellos se deben sumar los “Operadores de máquinas de preparación de

fibras, hilados y devanados”, los “Operadores de máquinas de blanqueo, tejido y tintura” y dos

ocupaciones que al no alcanzar el 1% fueron agrupados en “otros”: “Patronistas y cortadores de

tela, cuero y afines” (0,6%) e “Impresores de serigrafía y estampadores a la plancha y en

textiles” (0,5%). La sumatoria de estas actividades alcanza al 16% de los trabajadores

calificados.

Puede decirse que estos trabajadores de la industria textil con pequeños talleres domésticos

contribuyen a la generación de valor, usufructuando las condiciones materiales del hábitat

autoproducido y autofinanciado. En estas condiciones se sostiene una red de trabajadores

informales que abaratan los costos de producción, incluyendo los de las empresas formales, las

cuales pueden tercerizar en esas urbanizaciones informales parte de su producción. Así

encuentran allí a los trabajadores que demandan para la producción, así como también, el

soporte material de la infraestructura que las unidades productivas informales requieren.

Las consecuencias de este abaratamiento son importantes. Por un lado, permite el acceso al

consumo de muchos sectores, no sólo los populares. Por el otro, la reducción del costo de las

mercancías que los trabajadores consumen, disminuye el costo del tiempo de trabajo

socialmente necesario para su reproducción, produciendo un incremento del plusvalor relativo,

aún por fuera del aumento de la productividad. Y ello, en términos empresariales, significa un

aumento de la ganancia.

7.2.3. Enclave de oficios. San Cayetano/San Blas

El tercer y último caso que se presenta es el del barrio San Cayetano/San Blas, en el segundo

cordón del conurbano y en el distrito de San Miguel. Este es un barrio de reciente creación, ya

que se asienta sobre la rectificación del rio Reconquista realizada a principios de la década del

2000.

Situado en la localidad de Bella Vista (partido de San Miguel), el barrio San Cayetano/San Blas

tiene como límites a la Av. Gaspar Campos, parte del curso medio del río Reconquista y el

barrio Vuelta de Obligado.

Este barrio presenta un conflicto en lo que respecta a su pertenencia jurisdiccional. El límite de

los partidos de San Miguel y Hurlingham está determinado por la demarcación del lecho del río

Reconquista. El predio que hoy corresponde al barrio San Cayetano/San Blas pertenecía

anteriormente al partido de Hurlingham, pero ante el desplazamiento del cauce del río, debido a

tareas de rectificación, dicho predio pasó a ser (hipotéticamente) parte de la jurisdicción del

Page 35: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

35

municipio de San Miguel. Este serio conflicto administrativo aún no ha sido resuelto, e impide a

los vecinos resolver muchas de sus demandas.

Luego de las tareas de rectificación del río Reconquista y del posterior relleno del antiguo

cauce, los vecinos ocuparon esta nueva área vacante, conformando el barrio bajo la lógica del

asentamiento. El barrio tiene una antigüedad de 10 años aproximadamente y su estructura

responde a un amanzanamiento de trazado regular. Sin embargo las manzanas que lo componen

difieren entre sí en forma y tamaño.

La principal vía de acceso al conjunto es la Av. Gaspar Campos. Esta arteria representa, al

mismo tiempo, una de las avenidas más importantes del municipio de San Miguel y uno de los

principales atravesamientos del río Reconquista de dicho partido, permitiendo la vinculación de

San Cayetano/San Blas con el partido de Hurlingham. El trazado de las restantes calles internas

continúa la lógica del barrio vecino, Vuelta de Obligado. Si bien éstas permiten atravesar el

barrio en ambos sentidos, la falta de pavimento y veredas dificulta el acceso vehicular en días de

lluvia.

El barrio, en su interior, se encuentra atravesado por un pequeño curso de agua, subsidiario del

río Reconquista. Este curso representa el límite entre lo que se denomina el área de San Blas y

el área de San Cayetano. Los vecinos de San Cayetano/San Blas cuentan con un importante

espacio verde disponible en uno de los extremos del barrio (aproximadamente del tamaño de

una manzana, carente de equipamiento y utilizado actualmente como cancha de fútbol), y otro

sobre la Av. Gaspar Campos que sirve de acceso al barrio y de plaza de juegos.

Tabla 14: Características demográficas. San Cayetano/San Blas

Total de viviendas 589

Total de hogares 594

Total de habitantes 2322

Hogares con menores de 19 años 461

Hogares con menores de 10 años 387

Fuente: Elaboración propia en base a la encuesta realizada en el barrio San Cayetano/San Blas (San

Miguel). Mayo de 2011.

La población del barrio San Cayetano/San Blas se compone de proporciones similares de

hombres (50,5%) y mujeres (49,5%).

Gráfico 13: Población total según rangos de edad. San Cayetano/San Blas

Page 36: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

36

65 años y más

De 50 a 64 años

De 25 a 49 años

De 18 a 24 años

De 13 a 17 años

De 6 a 12 años

Hasta 5 años

0,8%

3,6%

39,6%14,3%

7,8%

15,5%

18,4%

Fuente: Elaboración propia en base a la encuesta realizada en el barrio San Cayetano/San Blas (San

Miguel). Mayo de 2011. Base: 2322 casos.

En el Gráfico 13 se presenta la distribución etaria de la población del barrio, la cual permite

apreciar la preponderancia de la población joven sobre el total de los habitantes. El 41,7% de la

población son niños y adolescentes de hasta 17 años y el 14,3% tiene entre 18 y 24 años.

Asimismo, vuelve a registrarse un elevado porcentaje de la población concentrado en torno a los

25 y los 49 años (39,6%). Apenas el 4,4% de los vecinos del barrio San Cayetano/San Blas es

mayor de 50 años.

Gráfico 14: Población según nacionalidad. San Cayetano/San Blas

Argentina

38,5%

Uruguay

0,1%Bolivia

2,4%

Perú

0,9%

Paraguay

57,6% Ns/ Nc

0,5%

Fuente: Elaboración propia en base a la encuesta realizada en el barrio San Cayetano/San Blas (San

Miguel). Mayo de 2011. Base: 2322 casos.

En cuanto al país de origen de los habitantes del barrio, se observa una fuerte presencia de

inmigrantes que comprende al 61% de la población total. En este sentido, más de la mitad de los

habitantes del barrio es de nacionalidad paraguaya (57,6%), con una menor incidencia de

inmigración proveniente de Bolivia (2,4%), Perú (0,9%) y Uruguay (0,1%). El 38,5% de los

habitantes son argentinos.

Page 37: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

37

Este barrio también se caracteriza por ser el de mayor Población Económicamente Activa (PEA)

del conjunto de barrios que conforman el objeto de la investigación que se presenta (71%),

también es el de menor nivel de pobreza por ingresos y con el menor porcentaje de hogares que

perciben algún tipo de transferencia monetaria estatal bajo la forma de políticas sociales.

En San Cayetano/San Blas priman dos tipos de ocupación: entre los trabajos no calificados,

encontramos el servicio doméstico (característica que comparte con el resto de los barrios,

aunque tiene el mayor porcentaje de esta ocupación: 76,4%) y los trabajos vinculados con la

construcción.

Tabla 15: Ocupados según calificación. San Cayetano/San Blas

Casos %

Calificado 742 69,5

No calificado 308 28,9

Ns/Nc 18 1,7

Total 1067 100

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio San Cayetano/San Blas (San

Miguel). Mayo de 2011

Casi el 70% de los trabajadores son calificados, y el análisis de ese subgrupo muestra la

preeminencia de los trabajos vinculados a la construcción.

Tabla 16: Ocupados calificados según tipo de tarea. San Cayetano/San Blas

Casos %

Albañiles y mamposteros 317 42,8

Carpinteros de armar y de blanco 54 7,2

Vendedores y demostradores de tiendas y almacenes 48 6,4

Pintores y empapeladores 41 5,5

Costureros, bordadores y afines 32 4,2

Constructores con técnicas y materiales tradicionales 25 3,4

Niñeras y celadoras infantiles 22 2,9

Fontaneros e instaladores de tuberías 19 2,6

Trabajadores de los cuidados personales y afines, no clasificados bajo otros epígrafes 13 1,8

Electricistas de obras y afines 13 1,7

Herreros y forjadores 12 1,7

Reguladores y reguladores-operadores de máquinas herramientas 12 1,6

Cocineros 12 1,6

Carniceros, pescaderos y afines 10 1,4

Mecánicos y ajustadores de vehículos de motor 10 1,3

Ebanistas y afines 7 ,9

Operadores de máquinas para la fabricación de calzado y afines 6 ,8

Page 38: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

38

Operadores de instalaciones y máquinas y montadores 6 ,8

Instaladores de material aislante y de insonorización 5 ,7

Conductores de camiones pesados 5 ,7

Parqueteros y colocadores de suelos 5 ,6

Tejedores con telares o de tejidos de punto afines 5 ,6

Tapiceros, colchoneros y afines 5 ,6

Otros operadores de máquinas y montadores 5 ,6

Soldadores y oxicortadores 5 ,6

Techadores 4 ,6

Oficiales, operarios y artesanos de artes mecánicas 3 ,4

Profesionales de nivel medio de servicios administrativos y afines 3 ,3

Conductores de autobuses y tranvías 3 ,3

Oficiales y operarios de la construcción (obra gruesa) y afines, no clasificados bajo

otros epígrafes 2 ,3

Maquinistas de locomotoras 2 ,3

Personal de enfermería de nivel medio 2 ,3

Secretarias 2 ,3

Empleados de control de abastecimiento e inventarios 2 ,3

Peluqueros, especialistas en tratamientos de belleza y afines 2 ,3

Operadores de grúas, de aparatos elevadores y afines 2 ,3

Impresores de serigrafía y estampadores a la plancha y en textiles 2 ,3

Agricultores y trabajadores calificados de huertas, invernaderos, viveros y jardines 2 ,3

Operadores de máquinas para fabricar productos de caucho 2 ,3

Operadores de máquinas de preparación de fibras, hilados y devanados 2 ,3

Zapateros y afines 2 ,3

Actores y directores de cine, radio, teatro, televisión y afines 2 ,3

Camareros y taberneros 2 ,3

Barnizadores y afines 2 ,3

Operadores de máquinas para fabricar productos textiles y artículos de piel y cuero, no

clasificados bajo otros epígrafe 2 ,3

Total 742 100

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio San Cayetano/San Blas (San

Miguel). Mayo de 2011

Pueden considerarse actividades vinculadas con la construcción de diferentes modos: “Albañiles

y mamposteros”, “Carpinteros de armar y de blanco”, “Pintores y empapeladores”,

“Constructores con técnicas y materiales tradicionales”, “Fontaneros e instaladores de tuberías”,

Page 39: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

39

“Electricistas de obras y afines” y “Herreros y forjadores”, que suman el 63,6% de los

trabajadores calificados.

De este modo, el barrio parece funcionar como solidificando una especialización territorial que

define las estrategias de acceso a ingresos de gran parte de la población.

8. Conclusiones y consideraciones finales

Este trabajo se propone iniciar una línea de investigación que busca indagar en la relación entre

territorio y economía popular. Desde nuestra perspectiva, la “inscripción territorial” no es una

característica específica de los sectores populares, sino de su economía. En todos los sectores

sociales, la vida social se encuentra moldeada por las relaciones con parientes, vecinos, colegas,

etc., que delimitan, por ejemplo, el capital social de los diferentes grupos o clases. Y si tenemos

en cuenta la reflexión ya citada de Bourdieu acerca del modo en que el espacio social tiende a

reproducirse en el espacio físico, observamos que, generalmente, esas relaciones tienen por

escenario territorios acotados y definidos como los adecuados para cada clase social.

Postulamos, entonces, que la economía popular no puede estudiarse ni explicarse por fuera de su

inscripción territorial, en un sentido amplio que incluye la articulación de las diferentes escalas

(espaciales/territoriales) en las que se piensan/deciden y se despliegan/realizan las estrategias de

reproducción de los hogares orientadas: a) a la obtención de bienes de uso, b) a la generación de

ingresos, c) al acceso al financiamiento, y c) a sostener y ampliar el “fondo de reproducción” de

dichos hogares.

En la investigación que presentamos nos propusimos indagar acerca de las estrategias de vida de

los hogares de los sectores populares, estrategias que manifiestan una constante: la informalidad

(la que está presente en el modo de acceso a la tierra y/o vivienda, en las condiciones de trabajo

y en los modos de financiamiento). Como señaláramos en la Introducción de este informe, esta

informalidad no los pone por fuera de la sociedad, sino en sus márgenes. El mismo lugar que, tal

como nos recuerda Castel (1997), ocupaban los proletarios del siglo XIX (quienes constituyeron

el núcleo de la cuestión social de ese siglo, aglutinados por el pauperismo que el marxismo supo

convertir en leitmotiv revolucionario).

Siguiendo el planteo de este autor, según el cual, a diferencia de los supernumerarios actuales,

que ya no son actores sociales dado que “no hacen nada socialmente útil” (Castel, 1997, p. 22),

esos proletarios del siglo XIX “aunque ocupando el último rango formaban parte de la

sociedad” (p. 22), eran ya indispensables porque son los únicos capaces de producir el plusvalor

que el capitalismo requiere para su existencia, reproducción y reproducción ampliada.

Postulamos en este libro que, lejos de ocupar ese lugar de “peso inútil de la tierra” que les

asigna Castel, los supernumerarios, entre los cuales se incluyen los sectores populares, ocupan

un lugar central y funcional en y para el desarrollo actual del capitalismo.

Page 40: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

40

Esta utilidad y funcionalidad se advierte en varios planos, que intentamos justificar en el

transcurso de este trabajo con la expectativa de, al menos, poder dejar abiertos interrogantes

para futuras indagaciones que permitan profundizar en esta relación entre los sectores populares

y su plena integración a la sociedad, aún en desde sus márgenes, como así también analizar la

vigencia de la afirmación de Danani acerca que “La matriz de las condiciones de vida se

encuentra en el trabajo” (2009, pp. 29-30). Sobre esta poderosa afirmación reflexiona también

este trabajo; sobre las condiciones de vida en los barrios populares, donde el trabajo se ha

desconectado de los fundamentos de lo que Robert Castel llamó “empleo” y que marcó los

parámetros medulares de la sociedad salarial. Intentamos mostrar que el trabajo sigue ocupando

un lugar central en las estrategias de reproducción que desarrollan los hogares que aquí se

analizan, pero pierde preponderancia en la determinación de las condiciones de vida, ya que

muchas veces no puede asegurar ni protecciones, ni ingresos suficientes para garantizar la

reproducción ampliada de la vida (o en algunos casos, apenas la biológica).

Hemos adoptado la noción de informalidad propuesta por Portes (1995), y las afirmaciones

precedentes nos ubican cerca de la vertiente que analiza la cuestión de la informalidad desde

una perspectiva que puede denominarse neomarxista o estructuralista. Los autores de esta

escuela señalan que el origen del sector informal en el mercado de mano de obra se encuentra en

el excedente estructural de mano de obra, lo cual no convierte al sector en marginal de la

economía capitalista sino en funcional a ésta . Al ampliar su análisis por fuera del mundo del

trabajo, los representantes de esta corriente señalan que la informalidad permite abaratar los

bienes y servicios necesarios para la reproducción de los trabajadores, posibilitándoles el acceso

a éstos, tanto a informales como a los formales.

Portes puntualmente recupera la idea de la heterogeneidad de las actividades del sector informal

y propone clasificarlas en función del objetivo al que apuntan, que puede ser de tres órdenes:

a) La reproducción de los sectores populares a partir de formas de producción que apuntan

a la subsistencia o la venta de bienes y servicios en el mercado

b) La reducción de costos empresariales, a partir de la contratación de empleados

informales, o de la subcontratación de empresas informales.

c) El desarrollo para la acumulación de capital a través de microempresas de bajos costos

de producción y de relaciones solidarias que permitan una mayor “flexibilidad laboral”.

La informalidad se convierte, así, en la vía privilegiada para que el empresariado “alivie las

consecuencias de la proletarización” (Portes, 1995, p. 38), al disminuir los costos de las

protecciones que asegura el salario registrado, pero también al abaratar los costos de

producción. Esto último les permite a los trabajadores formales (y a los informales) ampliar el

acceso al consumo (y a los capitalistas, ampliar los márgenes de la plusvalía relativa, al

disminuir el tiempo de trabajo socialmente necesario para la reproducción, tal como lo señalara

Karl Marx).

Page 41: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

41

A partir de lo anterior reafirmamos la funcionalidad de los distintos planos que asume la

informalidad que caracterizan a estos sectores populares, considerando que:

a) El universo de la población que se estudia ha resuelto el acceso a bienes de uso

fundamentales (la tierra y la vivienda) a través de la configuración —por parte de los

hogares populares— de estrategias de reproducción que funcionan por fuera del mercado

formal.

b) El mercado de trabajo informal permite desarrollar estrategias de obtención de ingresos,

donde la tasa de ocupación asume un carácter procíclico y alcanza, en muchos de los

barrios en estudio, porcentajes superiores a los de la media del Conurbano en su conjunto.

c) Estas estrategias reproductivas permiten, a la vez, el abaratamiento de los costos de

bienes y servicios, el cual habilita la ampliación del consumo del sector formal y del

informal. Sostenemos la hipótesis de que este consumo, cuyas manifestaciones más

evidentes se dan en la proliferación de ferias y mercados que abastecen a sectores

populares y medios, está lejos de tener un peso marginal en la estructura productiva del

Conurbano. Estos sectores populares, cuya inscripción territorial los convierte en sujetos de

la política social que desde la posconvertibilidad ha fortalecido la implementación de

transferencias monetarias, y cuyos bajos ingresos cercenan la capacidad de ahorro, vuelcan

al consumo todos sus ingresos. Esto vigoriza un mercado interno que ha sido uno de los

pilares de la política económica de la primera década del siglo.

Esta conceptualización nos obliga a poner en el centro del análisis la racionalidad presente en

las estrategias de los hogares, desde una perspectiva que recupera una cuestión básica de la

sociología: la que se pregunta por los modos de integración social, es decir, por cómo distintos

sectores del espacio social constituyen la sociedad.

Entendemos que estas estrategias de reproducción entraman una matriz que posee una

configuración particular, la cual define las especificidades de la economía popular que aquí

analizamos. Entre estas especificidades, una fundamental es el anclaje territorial de su

economía. En términos teórico-metodológicos afirmamos que no puede estudiarse la economía

popular por fuera de la singularidad del territorio en el que los hogares desarrollan esas

estrategias de reproducción, es decir, del territorio que habitan.

Por ello se analizaron tres casos puntuales: el de los barrios que rodean a CEAMSE en San

Martín, dónde la basura se convierte en fuente de ingresos y de bienes de uso (comida, insumos

para la construcción de la vivienda, vestimenta, etc.) En este caso la ubicación geográfica es

determinante de las estrategias de reproducción de los hogares.

En el segundo caso estudiado, es el barrio mismo, con sus condiciones de informalidad el que da

marco al desarrollo de una especialización, en la que se entrama la posibilidad de desarrollar el

trabajo en condiciones de informalidad, el capital social que se utiliza para conseguir empresas

Page 42: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

42

que terciaricen (es decir, los clientes para vender el trabajo) y las posibilidades de trasmisión del

conocimiento para desarrollar el oficio.

El último caso analizado es el de un barrio que tiene la peculiaridad de ser habitado mayormente

por inmigrantes paraguayos, que al igual que en el caso anterior, entraman el capital social

necesario para contactar empleadores y los mecanismos de trasmisión de conocimiento del

oficio.

9. Propuestas de mejora de la situación estudiada

Consideramos que el estudio de la economía popular implica un acercamiento a una matriz

específica de estrategias de reproducción social, que se caracteriza por el amalgamamiento. En

otros sectores sociales (típicamente los llamados “medios”, que generalizaremos por no ser

objeto de investigación empírica del equipo que presenta este trabajo) es el trabajo mercantil el

que define en una parte significativa las formas que toma esa matriz de estrategias: los bienes de

uso se adquieren en el mercado a partir de los ingresos que aporta el trabajo mercantil, el

financiamiento se acopla a los requerimientos del sistema financiero, y es acorde a los ingresos

que proporciona el trabajo mercantil, el fondo de reproducción se orienta a un mejoramiento en

la posición que se ocupa en el campo que define el trabajo mercantil, para habilitar la

posibilidad de mejorar las condiciones de empleo…

En los sectores populares el trabajo mercantil mantiene su lugar central como fuente de

ingresos, pero pierde preeminencia por no poder asegurar ingresos suficientes para asegurar la

reproducción del trabajador y su hogar. Entonces esta matriz se caracteriza por la pérdida de

protagonismo de los intercambios mercantiles-formales, por la equiparación entre las estrategias

de obtención de bienes de uso y de ingresos, tanto desde la perspectiva del nivel de satisfacción

que generan en torno a las necesidades de consumo básicas de los hogares, como también

respecto de la valoración que hacen de ellas los miembros de los hogares, en tanto mecanismos

de acceso a satisfactores.

A la vez, se observa, como rasgo singular de esta etapa, cierta masificación de las estrategias de

las cuales el Estado es contraparte y que, en principio, señalan un movimiento hacia la

“desmercantilización” de los hogares que se da en consonancia con uno tendiente a la

“familiarización” y a la “territorialización”. Estos movimientos no se corresponden

necesariamente con una mayor autonomización sino más bien lo contrario. Ello se advierte en la

menor autonomía de los miembros respecto de los demás integrantes del hogar, así como de las

matrices político-territoriales. Es en estas matrices en donde se ponen en juego diferentes

combinaciones del poder estatal, del de las organizaciones comunitarias y de los poderes

individuales corporizados en los referentes locales/ barriales, que se constituyen en fuentes para

la acumulación de los fondos de reproducción, dejando entrever los límites que encuentran los

Page 43: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

43

abordajes que conciben a los fondos como procesos de “comunitarización” articulados en torno

a una ética de la solidaridad.

Estas consideraciones son necesarias para la reflexión acerca de una propuesta para la mejora de

la situación del mundo del trabajo, ya que la trama social de la economía popular hace que deba

considerarse la matriz de manera holística, ya que en ella cada estrategia se entreteje

cerradamente con las otras.

Hemos analizado que el territorio asume un lugar central en las matriz de estrategias, y en dos

de los casos presentados (22 de Enero y los barrios de San Martín linderos al CEMASE) la

vivienda asume el rol de unidad productiva. Por ello cuando se analizan propuestas de mejoras

pueden asumirse dos posiciones. La primera es considerar la necesidad de incorporar al mundo

de los asalariados protegidos a los trabajadores de la economía popular.

Otra (no contrapuesta ni excluyente) es considerar el estado de la economía popular realmente

existente ahora, y definir políticas públicas que apunten al mejoramiento de las condiciones de

vida que significan un mejoramiento de las condiciones del mundo del trabajo para esos

sectores. Para ello consideramos que algunas medidas de política pública debería apuntar a:

a) Realizar un diagnóstico y sistematización de la información existente acerca de

los circuitos productivos de la economía popular.

b) Encarar estudios "sectoriales" de la economía popular, como se hace con el

resto de la economía, para contar con elementos empíricos y conceptuales que permitan

definir políticas orientadas al desarrollo de la economía popular.

c) Asegurar el acceso al financiamiento para el mejoramiento de la vivienda (no

nos referimos a microcréditos productivos) que permitiría que bajaran los porcentajes

de NBI mejorando las condiciones de vida y las de producción.

d) Profundizar las políticas sociales de trasferencias monetarias que deslindan la

Seguridad Social de la condición de trabajador.

10. Referencias bibliográficas

Adamovsky, E. (2012). Historia de las clases populares en la Argentina (2º reedición

ed.). Buenos Aires: Sudamericana.

Bourdieu, P. (1988/2000). Cosas dichas (Segunda reimpresión ed.). (M. Mizraji, Trad.)

Barcelona: Gedisa.

Bourdieu, P. (1999). Comprender. En P. Bourdieu, & (Director) (Edits.), La miseria del

mundo (págs. 527-543). Buenos Aires: Fondo de culutra Económica.

Cabrera, M. (2014a). Hoy no se fía, mañana sí. El financiamiento de la vivienda en la

economía popular. En M. Cabrera, & M. Vio (Edits.), La trama social de la economía

popular. Buenos Aires: Espacio.

Page 44: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

44

Cabrera, M. C. (2014b). Entre dos aguas. Tensiones entre la memoria del plan y la

ampliación de derechos en la implementación de las políticas sociales en el Conurbano

Boanerense. En M. C. Cabrera, & M. Vio (Edits.), La trama de la economia popular.

Buenos Aires: Espacio.

Cabrera, M. C. (2014c). Las memorias del “plan” en el Conurbano bonaerense.

Reflexiones acerca de la implementación de la Asignación Universal por Hijo. en

POSTData: Revista de Reflexión y Análisis Político, 19, 105 - 128.

Cabrera, M., & Vio, M. (Edits.). (2014). La trama social de la economía popular.

Buenos Aires: Espacio.

Castel, R. (1997). Las metamorfosis de la cuestión social. Una crónica del salariado. (J.

Piatigorsky, Trad.) Buenos Aires: Paidós.

CIFRA. (2012). Propuesta de un indicador alternativo de inflación. Buenos Aires.

Coraggio, J. L. (2004a). De la emergencia a la estrategia. Mas alla del "alivio a la

pobreza". Buenos Aires: Espacio Editorial.

Coraggio, J. L. (2004b). Economia del trabajo. En D. Cattani, La otra economia.

Buenos Aires: Altamira.

Danani, C. (2004). El alfiler en la silla: sentidos, proyectos y alternativas en el debate de

las políticas sociales y de la Economia Social. En C. Danani, Politica social y economía

social: debates fundamentales (págs. 9-38). Buenos Aires.

Danani, C. (2009). La gestión de la política social: un intento de aportar a su

problematización. En M. Chiara, & M. Di Virgilio, La gestión de la polítca social.

Conceptos y herramientas (págs. 25 - 51). Buenos Aires: UNGS / Prometeo.

Esping-Andersen, G. ([1990] 1993). Los tres mundos del estado de bienestar. (B.

Arregui Luco, Trad.) Valencia, España: Ediciones Alfons el Magnanim.

Hintze, S. (1989). Estrategias Alimentarias de Sobrevivencia (Un estudio de caso en el

Gran Buenos Aires) (Vol. 1). Buenos Aires, Argentina: Centro Editor de América

Latina.

Icaza, A. M., & Tiriba, L. (2004). En A. D. Cattani, La otra economía. Buenos Aires:

Altamira.

Merklen, D. (2010). Pobres ciudadanos. Las clases populares en la era democrática

(Argentina, 1983-2003) (2º Edición ed.). Buenos Aires: Gorla.

Polanyi, K. (2003). La gran transformación. Los orígenes políticos y económicos de

nuestro tiempo (2ª ed.). (E. Suárez, Trad.) México: Fondo de Cultura Económica.

Portes, A. (1995). En torno a la informalidad: ensayo sobre la teoria y al medicion de

la economía no regulada. México, México: Porrua.

Page 45: A - "Condiciones de vida y estrategias de reproducción social de los sectores populares del Conurbano Bonaerense. Matrices político territoriales y “especialización territorial”

45

RAE . (2001). Recuperado el 19 de junio de 2008, de (Diccionario de la Real Academia

Española) 22º edición: www.rae.es/rae.html

Razeto, L. (1993). Debate comunicando acerca de la llamada economia popular.

Comunicado. Boletin de Informaciones Interorganizacionales(Nº 24).

Vio, M. (2014). Mundo Desecho. Economía popular y basura en la posconvertibilidad.

En M. Cabrera, & M. Vio (Edits.), La trama social de la economía popular. Buenos

Aires: Espacio.

Zucchiatti, N. (2014). Extramuros del mercado. El entramado de la economía popular en

torno al Estado y la familia. En M. Cabrera, & M. Vio (Edits.), La trama social de la

economía popular. Buenos Aires: Espacio.