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Proyecto Micasita para los sintecho CONCURSO DE ARQUITECTURA A Coruña 2017 Universidade da Coruña Servizo de Publicacións

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Proyecto Micasita para los sintecho

C O N C U R S O D E A R Q U I T E C T U R A

A Coruña 2017

Universidade da CoruñaServizo de Publicacións

Proyecto Micasita para los sintecho. Concurso de arquitecturaAGRASAR QUIROGA, Fernando (director)A Coruña, 2017Universidade da Coruña, Servizo de Publicacións

N.º de páginas: 144210x297 mmÍndice: pp. 5-6

Depósito legal: C 686-2017ISBN: 978-84-9749-661-2

CDU: 728:365.264(460.111.2)(083.94)*MICASITAIBIC: AMK | JKSN | WK | 1DSEL

EDICIÓNUniversidade da Coruña, Servizo de Publicacións (http://www.udc.gal/publicacions)

© de la edición, Universidade da Coruña© de los textos, los autores© de las imágenes, sus propietarios

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DISEÑO Y MAQUETACIÓN: Aguamarina, comunicación y eventos

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Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética o cualquier almacenamiento de información y sistema de recupera-ción, sin el permiso previo y por escrito de las personas titulares de los derechos de autor.

Construir, habitar, compartirFernando Agrasar Quiroga

Proyecto Micasita: una oferta marginalAmparo Casares Gallego

Construir ciudad e incorporar la diversidadMartín Fernández Prado

Lo que se ha roto es la canciónPlácido Lizancos

Micasita, una solución habitacional para los sintechoDiego Utrera Sánchez

Acta del concurso

Primer premioA través del Hogar

Segundo premioUna casa para Manuel

Tercer premioRecurSOS

AccésitsMi casa, mi patio, mi huerto

LegoBOX

J47V

Otros proyectos

A Cubillo

Chim Chim Cher-Ee

Persona

Mi Casita A2H2O

¡Admiración!

4x2 click clack

De puertas adentro

32

40

46

52

58

63

70

74

78

82

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90

94

ÍNDICE

7

11

13

17

21

27

5

Aldea

Cohabitar

O patio do meu lar

Modu-lar 20/40

Abeiradoiro

Casa quiero

Mi Rincón

Al bond0 07

2pto0

En proceso

Catarsis

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102

106

110

114

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122

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138

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En ese drama de la geometría íntima, ¿dónde hay que habitar? […] Observemos bien que esta pesadilla no se desarrolla en grandes sacudidas de espanto. El miedo no viene del exterior. Tampoco se compone de viejos recuerdos. No tiene pasado. Tampoco tiene fisiología. No tiene nada en común con la filosofía del aliento en-trecortado. El miedo es aquí el ser mismo. Entonces, ¿dónde huir, dónde refugiarse? ¿A qué afuera podría-mos huir? ¿En qué asilo podríamos refugiarnos? El es-pacio no es más que un “horrible afuera-adentro”.

Gaston Bachelard, La poética del espacio, 1957

A lo largo de tres décadas de actividad del Centro de Aco-gida e Inclusión Social Hogar de Sor Eusebia, sus respon-sables se encontraron con la dificultad de hacer llegar su ayuda a aquellos que no estaban dispuestos a plegarse a las normas del centro de acogida, renunciando a parte de su libertad. La frustración de no poder ayudar a aquellos en situación de extrema necesidad, que prefieren su libertad a su seguridad, alumbró una idea simple y poderosa: ofrecer

Construir, habitar, compartir

Fernando Agrasar Quiroga

doctor en Arquitectura, profesor y director de la Escuela Técnica

Superior de Arquitectura de la Universidade da Coruña

Prólogo 7

un refugio-hogar individual, mínimo e independiente. Los im-pulsores de la idea están convencidos, desde su larga expe-riencia, que la sensación de pertenencia que experimentarán los habitantes de estas “casitas” generará un efecto benéfico en su situación, más allá de la protección y seguridad que les ofrecerá el nuevo espacio.

Para impulsar la construcción de este proyecto, los respon-sables del Hogar de Sor Eusebia solicitaron la ayuda de la Escuela de Arquitectura de la Universidade da Coruña. Desde la primera reunión supimos que necesitábamos convocar un concurso de arquitectura para resolver el grupo de “casitas” al que se refería el presidente del Hogar Sor Eusebia. El pro-yecto no era sencillo. Diseñar para unos usuarios de los que sabemos tan poco, y que están tan alejados del estándar so-cial, implica trabajar con parámetros nunca ensayados. Exis-ten numerosos referentes arquitectónicos de refugios para personas sin hogar, pero la iniciativa denominada Micasita no se parece a ninguna otra, ni en nuestro país, ni en otros. El trabajo de los arquitectos implica siempre un alto grado de empatía con los futuros usuarios de sus obras. Entender y asumir las necesidades y perspectivas vitales de personas sin hogar exige un esfuerzo de observación, análisis y com-prensión, que no resulta sencillo. Si estas personas sin hogar, además, no están dispuestas a renunciar a su total libertad para acatar las normas de un albergue, situándose en una marginalidad severa, las claves para entender sus repuestas y necesidades dificultan enormemente el proceso de diseño.

El concurso se convocó abierto, sin inscripción y con la única doble condición de que cada equipo que se presentase de-bía contar, al menos, con un arquitecto con capacidad para responsabilizarse del diseño y de la dirección de las obras, y también, como mínimo, con un estudiante de arquitectura. Los equipos empezaron a trabajar en los plazos previstos. En medio del proceso, convocamos una reunión con técnicos y expertos en inclusión social, con larga experiencia en ayu-

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dar a personas sin hogar, en la calle, en estado de extrema necesidad. Aquella reunión fue necesaria, interesante y emo-cionante. Allí entendimos todos lo poco que sabíamos del problema, la complejidad de lo que tratábamos de hacer y las ganas de poner nuestro oficio al servicio de los que menos tienen. Y los que menos tienen carecen de recursos y de ho-gar, claro, pero tampoco tienen familia, ni amigos, ni expec-tativas. Aproximarse a esta realidad oculta fue sorprendente. Abordar un diseño arquitectónico para ellos, resultó un reto.

Fueron veinticinco las propuestas presentadas una vez cumplido el plazo. El jurado estaba integrado por arquitec-tos, más los responsables del Hogar de Sor Eusebia, con voz pero sin voto. Todos los profesionales representába-mos a las diferentes instituciones colaboradoras: Xunta de Galicia, Concello de A Coruña, Escola de Arquitectura, más la presencia de Manuel Gallego Jorreto, que respondió ge-nerosamente a nuestra invitación. Su trayectoria y prestigio profesional completaron un jurado competente y con ganas de identificar la mejor propuesta. La tarea no fue fácil. Los debates y argumentos para defender unas y relegar otras fueron sustanciosos. Muy pronto entendimos que algunos valores que harían situarse bien a algunos proyectos en un concurso más habitual, eran deméritos tratándose del objeti-vo buscado. Estudiamos diseños atractivos, de interés espa-cial y constructivo, que no habían asumido totalmente para quiénes estaban trabajando. Tras una larga sesión, y con el total acuerdo de todos los miembros del jurado, se señaló el proyecto ganador y los premiados. La documentación gráfica de todos estos proyectos es el cuerpo fundamental de este libro. Revisar las veinticinco propuestas permite entender, a los que todavía no lo saben, que la arquitectura es una pode-rosa herramienta para mejorar el mundo.

Mientras escribo estas páginas el equipo ganador trabaja en el proyecto de ejecución, y las diferentes administraciones e instituciones que colaboramos en este empeño damos los

Prólogo 9

pasos para obtener recursos, gestionar el suelo que ocupará el complejo de edificios, avanzar en los diferentes trámites administrativos… Micasita es el resultado de la voluntad de ayudar a los que no se podía ayudar, poniendo a su servicio todo lo que sabemos.

En la conferencia de Martin Heidegger Construir, habitar, pensar, dictada en Darmstadt en 1951, el filósofo identifica el habitar como permanecer seguro y libre, relacionándose positivamente con el entorno y reconociendo al otro. Ade-más, el habitar implica ocupar un lugar en un espacio y un tiempo particulares. Dichos espacios, constituidos por los lugares, se fundamentan en las construcciones. Construir es, por tanto, condición esencial del habitar. La brillante y trascendente aportación de Heidegger a la idea de habitar, señala una forma esencial de estar en el mundo: construir. Y no sólo construyen los canteros o albañiles, con sus manos y sus máquinas, o los arquitectos con sus conocimientos y creatividad: aquellos que desean, imaginan, impulsan y dis-ponen, también construyen y, por tanto, habitan. Como todos los que han hecho posible un edificio para los que todo lo han perdido: construyendo, habitando, pensando y ayudando.

10 Proyecto Micasita para los sintecho

Todas las estructuras sociales se sustentan en su propia historia. La de la Asociación Hogar de Sor Eusebia la cons-tituyen los más de 30 años de una vida dedicada a ofrecer acogida, bienestar y respeto a quienes están a la cola de las preocupaciones de la mayor parte de la sociedad y, particu-larmente, de la de los dirigentes responsables de garantizar la igualdad de derechos y la particular protección de los más débiles, a los que une un denominador común: carecen de hogar y no tienen dónde ir. Hablamos de los olvidados del progreso y el bienestar, de los que perdieron todos los trenes de las oportunidades y quedaron fuera de todos los planes especiales que las administraciones diseñaban.

Afortunadamente, la sociedad civil posee una prodigiosa capacidad de reacción y respuesta a través de colectivos y grupos organizados que, con abnegación y esfuerzo perso-nal, suplen en la medida de lo posible las carencias del ser-vicio público. Estos colectivos, generalmente asociaciones sin ánimo de lucro, crean instituciones para llevar a cabo sus objetivos, como es el caso del Hogar de Sor Eusebia, que acoge en régimen residencial a 60 personas en situa-

Micasita, una solución habitacional

para los sintecho

Diego Utrera Sánchez

director del Proyecto Micasita

 

Prólogo 21

ción de exclusión social que presentan un grave deterioro físico y psíquico, motivado tanto por el desarraigo y la so-ledad como por las secuelas de distintas adicciones, esen-cialmente el alcohol. El Hogar de Sor Eusebia es hoy día un centro de referencia en el ámbito de la acogida e inclusión en la ciudad de A Coruña, reconocido por las distintas admi-nistraciones públicas y por el resto de instituciones con las que trabajamos en red.

Pero pese a los recursos existentes para satisfacer o paliar las necesidades más perentorias de la población más desfa-vorecida, sigue habiendo gente que sobrevive y duerme en la calle. Se trata de personas que por su masiva desestruc-turación son incapaces de adaptarse a los recursos dispo-nibles, que se rigen por una normativa y una organización por mínima que sea. El censo de personas en esta situación puede variar en función de diversas circunstancias, si bien se estima que una media de 20-30 personas viven perma-nentemente en las calles de A Coruña durante todo el año. Esta cruel y dolorosa constatación condujo al presidente de la Asociación a plantear las bases de lo que hoy es el proyecto Micasita, que se configura como la respuesta que mayor esperanza suscita para abordar definitivamente una situación que roza lo insostenible, cuando tres personas han fallecido en los últimos años en la indigencia, el abandono y la más absoluta soledad en las rúas coruñesas.

La voluntad del presidente del Hogar de llevar a cabo este proyecto se resume, para ser concisos, en un objetivo –que nadie más tenga que dormir en la calle– y un medio para conseguirlo: construir (inicialmente) en una parcela anexa al Hogar de Sor Eusebia veinte pequeñas unidades habita-cionales que los futuros usuarios podrían disfrutar de for-ma indefinida. La expresión minimalista de esta idea encie-rra en el fondo un proyecto de una trascendencia colosal por lo innovador –no existe ninguna experiencia conocida en el mismo sentido– y porque podría poner fin a una bo-

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chornosa situación que se extiende a todas las ciudades, y cuyos mandatarios no han sabido solucionar.

El conocimiento del trabajo de campo que algunos organis-mos realizan con los sintecho nos permite definir un perfil tipo con arreglo a las siguientes características: (1) Duer-men en la calle al abrigo de un soportal o un cajero. (2) Son usuarios de instituciones donde ir a comer. (3) No se relacionan entre ellos, algunos tienen pareja y, en algunos casos, tienen un animal de compañía. (4) Suelen llevar con ellos todas sus pertenencias en una mochila o un carrito. (5) Han rechazado en ocasiones alguna oferta de recurso de alojamiento al no aceptar ningún condicionante. (6) Sue-len ejercer la mendicidad para procurarse unos mínimos ingresos. (7) Son por lo general consumidores activos de alcohol y, ocasionalmente, de otras drogas. (8) Presentan un estado de salud muy deteriorado tanto por el estilo de vida como por la ausencia de cuidados. (10) Algún tipo de trastorno psiquiátrico no diagnosticado ni tratado suele ser una constante en la práctica totalidad de esta población.

Consciente de que, como alguien escribió, “utopía es lo posi-ble que hasta ahora no ha podido serlo”, el presidente reunió a un grupo de especialistas para sentar las primeras líneas de actuación, que consistirían en la redacción de un Plan Social y un proyecto arquitectónico, estableciendo contacto con tres instituciones: (1) Consellería de Política Social de la Xunta de Galicia, para explicar las líneas generales del pro-yecto y defender su carácter experimental con respecto a la normativa existente. (2) Concejalías de Rexeneración Urbana y de Xustiza Social del Ayuntamiento de A Coruña. La valora-ción urbanística del suelo previsto no permitía el desarrollo del proyecto, por lo que desde la propia Concellería se ofertó la cesión de una parcela de titularidad municipal. Por parte de la Concellería de Xustiza Social se estudió la integración del proyecto en la oferta de recursos sociales, para lo que se hacía necesaria la elaboración de un Plan Social. (3) Escuela

Prólogo 23

Técnica Superior de Arquitectura de la Universidade da Co-ruña para solicitar su colaboración, comenzando esta por la organización de un concurso de ideas para la elaboración del proyecto arquitectónico.

Un primer documento, titulado “Apuntes para un Plan Social”, definió las grandes líneas del proyecto, a saber: (1) Población a la que se dirige: personas en situación de calle que han re-cusado ofertas de alojamiento de los recursos existentes. (2) Construcción de 20 viviendas de unos 9 metros cuadrados cada una, equipadas con una cama, mesita de noche, arma-rio, lavabo, inodoro y calefacción. Cada vivienda se atribuiría a título individual por un tiempo indeterminado.(3) Construc-ción de un pabellón de servicios, anexo a las viviendas, que ofertaría prestaciones como ducha, lavandería, ropero, cola-ción caliente y asesoramiento social por parte de personal especializado.

La ETSAC solicitó de la Concellería de Rexeneración Urbana las características técnicas de la parcela por ser un elemen-to indispensable, junto al documento que define las líneas maestras del proyecto, para elaborar las bases de un concur-so de ideas para equipos mixtos de arquitectos profesionales y estudiantes de arquitectura de la UDC: “Soluciones arqui-tectónicas al proyecto Micasita del Hogar de Sor Eusebia”.

La elaboración definitiva del Plan Social se redactó una vez conocido el resultado del Concurso de ideas y del proyecto ganador, lo que permitió afinar aún más, si cabe, el contenido del recurso, a saber, un alojamiento individual para personas sin hogar invadidas de recelos y suspicacias con respecto a ofertas precedentes, en las que había que compartir espa-cio y someterse a horarios de funcionamiento. Pero, ¿cómo llegar a ellos y qué ofrecerles? El contacto se llevará a cabo a través de los equipos ya existentes del SEMUS y de Cruz Roja, que intervienen sobre el terreno con ayudas materiales (café, mantas…) para paliar la desprotección ante las incle-

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mencias (frío y lluvia) a falta de una solución que el presente proyecto podría hacer realidad mediante: (1) Un alojamien-to que reproduzca las condiciones de un hogar (libertad de entrada y salida) , garantice el derecho a la intimidad y a la integridad física, así como una evidente mejora de la calidad de vida. (2) Que garantice una total privacidad, en la medida en la que la técnica de construcción del proyecto ganador es la de viviendas individuales adosadas con entrada indepen-diente a cada una de ellas. Cada usuario tendrá la llave de su propia vivienda, de cuyo cuidado se responsabilizará. La cesión de la vivienda se realizará mediante la fórmula de “comodato” o préstamo de uso, contrato por el que se entrega gratuitamente la vivienda al usuario por períodos renovables, el cual se compromete a habitarla permanentemente, cuidar del equipamiento y mantener comportamientos sociales aceptables. El equipamiento de la vivienda garantiza la dig-nidad de la acogida, manteniendo a su vez una deliberada “precariedad” susceptible de dinamizar y alentar al usuario en la mejora y el progreso de su calidad de vida.

Por otro lado, el proyecto incluye un pabellón de servicios con un emplazamiento independiente de las viviendas, en el que los usuarios pueden acceder voluntariamente a prestaciones como información, valoración y orientación, así como de du-cha, colación caliente, y cambio y lavado de ropa a cargo de personal especializado. La trabajadora social informará de los recursos disponibles y tramitará todas las solicitudes que pudieran surgir, como el acceso a una prestación económica, tarjeta sanitaria, documento de identidad o valoración de de-pendencia. A su vez, las tareas de intendencia serán gestio-nadas por un profesional que residirá en el pabellón de forma permanente.

En cuanto a la financiación, las viviendas se sufragarán me-diante mecenazgo con la aportación de empresas y particula-res. La Consellería de Política Social, por su parte, ha compro-

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metido el coste de la construcción del pabellón de servicios mediante una dotación económica, independientemente de poder concurrir a las convocatorias de ayudas públicas de las diferentes administraciones públicas.

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PROYECTOS PREMIADOS

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En muchas ocasiones en el mundo de la arquitectura no so-mos conscientes de las verdaderas necesidades hasta que nos topamos con ellas. Esto fue lo que nos ocurrió cuando decidimos enfrentarnos al concurso de Micasita.

Lo primero en lo que pensamos cuando hablamos de arqui-tectura son espacios idílicos, arquitecturas sugerentes que nos invitan a formar parte de ellas. La realidad de este pro-yecto es una verdadera necesidad. Un lugar en el que res-guardarse de la intemperie y poder guardar nuestras perte-nencias.

Así fue como comenzamos a desarrollar una idea que tuvi-mos que desechar. Un proyecto que hubiese sido difícil de desarrollar a nivel de modulación constructiva e imposible desde el punto de vista de rapidez logística.

A través del Hogar

Ana María Cabo Jiménez,Rosalidia Álvarez Hernández y Ángel Romo Sandovalarquitectos

Cristina Vilares Seijoestudiantes de arquitectura

A través del hogar

desde el punto de vista de rapidez logística.

Primer PREMIO

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CENTRO SOCIAL

La idea proyectual eran unas casitas independientes y aisladas unas de otras. Nin-guna de ellas se relacionaba con la vivienda contigua, y la única forma de poder con-trolar sin que los residentes se sintiesen vigilados era a través de la iluminación in-terior que asomaba por las ventanas, y que en ocasio-nes se ocultaban con otras viviendas. La disposición dispersa suponía además mayores costos constructi-vos y de mantenimiento, y menor efi ciencia energética.

La zona común contaba con una entrada única. Esto podría hacer sentir a las personas totalmente observadas a su paso, y en consecuencia generar un sentimiento de rechazo hacia el lugar.

Sin quererlo, el proyecto en su conjunto aislaba a las perso-nas en vez de ayudar a su integración. No funcionaba desde el punto de vista arquitectónico para cubrir las necesidades requeridas.

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CENTRO SOCIAL

A través del hogar

Fue entonces y gracias a estos razonamientos cuando nos dimos cuenta de que las bases del concurso pedían todo lo contrario. Nuestros requisitos cambiaron y añadieron progra-ma al concurso.

Dos accesos en las viviendas para sentir independencia y ha-cerla propia. Dos frentes de fachada en donde escoger por dónde acceder. Varias bandas en las que se desarrollaría el programa requerido, separando viviendas de zona comunita-ria. En definitiva, quisimos crear una urbanización en la que se materializara la transición más libre posible entre no tener un techo y empezar a tenerlo, eligiendo en cada momento cómo relacionarse.

El lenguaje arquitectónico no es otro que la primera idea de hogar. Posiblemente nuestro primer dibujo de vivienda.

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A través del hogar 37

La distribución lineal de las viviendas y del centro social apro-vecha la orientación de la parcela. Por su confi guración favo-rece la modulación y, consecuentemente, la prefabricación.

Ambas fachadas se hacen imprescindibles para lograr la intimidad buscada en los residentes y el acceso a cualquier persona que requiera de ayuda. A su vez, la fachada este sirve como banda estratégica para llevar las instalaciones al resto de servicios.

El centro social, a pesar de no ser fachada, se evidencia des-de la calle puesto que la diferencia la dan los módulos que cada estancia requiere, y de ahí sus cubiertas.

El sistema constructivo prefabricado se convierte en impres-cindible por lo preciso y rápido de ejecutar. Cuarenta módulos iguales que pueden ser transportados en camión desde la fá-brica para empezar a vivir.

Gracias a las dimensiones de los módulos y a los paneles conseguimos reducir la subestructura al máximo. Los módu-los irían sobre un forjado sanitario, bajo el cual correrían las instalaciones.

Por medio de la distribución lineal del proyecto, los gastos energéticos y de mantenimiento se reducen al máximo.

No es de otro modo que proyectando cuando aprendemos. Una arquitectura nace de otra arquitectura, en ocasiones contrarias, pero con una misma fi nalidad. Por las experien-cias vividas podemos proyectar erróneamente. Hay que en-tender la necesidad para poder solventar el problema.

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A través del hogar 39

Segundo PREMIO

Una casa para Manuel

Estudio MMASA:Patricia Muñiz Núñez y Luciano González Alfayaarquitectos

Borja Pérez Dopozoestudiante de arquitectura

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Una casa para Manuel

Nuestra propuesta, además de resolver las condiciones que ha de cumplir una vivienda adecuada, se centra en los espa-cios comunitarios: aquellos que potencien el contacto con otras personas, aque-llos que fortalezcan la autoestima

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Tercer PREMIO

RecurSOS

Mauro Lomba Martínez arquitecto

Santiago Prol Padín estudiante de arquitectura

Para el desarrollo de la propuesta nos hemos apoyado en la lectura de un poema de Mario Benedetti y de una serie de textos de distin-tos autores que determinan la importancia del espacio que habitamos –tanto privado como público– para el desarrollo personal de cada individuo, invitándonos a reflexionar

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RecurSOS

sobre qué factores debemos tener en cuenta cada vez que proyectamos un espa-cio habitacional.

El espacio construido que habitas condiciona las per-cepciones del mundo que te rodea, y te predispone a una interacción social de partici-pación o aislamiento deter-minada –en mayor o menor medida– por los condicio-nantes personales entre los que el modo de habitar te presenta ante la sociedad. “Mal vivir” en la calle, “mal dormir” en un portal, “co-mer mal”, rebuscando en los contenedores, “asearse

o vestir mal”, conllevan una situación derechazo bidi-reccional de la propia socie-dad difícil de solucionar.

El planteamiento que hace-mos parte de la concepción del módulo habitacional de carácter privado como un rincón donde nos gusta agazaparnos, pero con una solución formal intenciona-da reconocida por toda la sociedad como “una casa”, con su cubierta inclinada inspirada en la primera ca-

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