A propósito de Milcíades Peña y Liborio Justo

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  • 8/14/2019 A propsito de Milcades Pea y Liborio Justo

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    Grupo de Historia Marxista - Colaboraciones

    A propsito de Milcades Pea y Liborio JustoLos mitos de la colonizacin y la revolucin de Mayo

    Juan Dal Maso1

    ( Buenos Aires, 1977) Miembro del Comit editorial

    de la RevistaLucha de Clases.

    Este Artculo fue publicado en la Revista Marxista de Teora y PolticaLucha de ClasesN 5.

    Disponible tambin en:http://www.ips.org.ar/article.php3?id_article=91

    Un nuevo regreso de la historia

    Entre las muchas cosas que las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001 pusieron encuestin est, sin duda, la aceptacin pasiva de la historia argentina tal cual fueelaborada por la clase dominante. La vuelta de la idea de que la historia y la poltica(mal que le pese al ilustre historiador Romero) se hacen en la calle, dio un formidableimpulso a la reflexin sobre nuestra historia pasada, en busca de claves de interpretacinde nuestra historia presente.

    Aunque la visin que prima es de tipo progresista y no marxista, el fenmeno masivode inters por la historia argentina es una expresin sin duda mediada, en el terrenoideolgico y a nivel del sentido comn de un sector de masas, de lo que qued deaquellos agitados das del 2001.

    Aqu surge una novedad y un antagonismo. Por un lado obras como las de Felipe Pigna,de un marcado carcter de divulgacin son elevadas a la categora de best-seller por unvido pblico de lectores (algo similar ocurri con Argentinos del periodista JorgeLanata); por otro, los historiadores profesionales dejan ver su profundo desprecio poraquellos autores, a los que consideran no avalados por suficientes pergaminos

    acadmicos.

    Sucede que mientras los divulgadores plantean en trazos gruesos un intento deexplicar de conjunto la historia nacional, por la va de buscar en el pasado la gnesis dela decadencia argentina, los historiadores acadmicos han hecho un culto del detalle,muy poco atractivo para el lector promedio (si es que tal cosa existe) que los haimposibilitado de construir una visin totalizadora de la historia argentina.

    1 Ha dictado charlas de la Ctedra Libre Karl Marx en Bs As, La Plata, Crdoba y Jujuy y cursos yseminarios en el IPS desde su fundacin en 2005, sobre Hegel, Marx, Trotsky, Gramsci, y sobre la

    concepcin marxista de la historia y la poltica. Autor de artculos sobre diversas problematicas de teoramarxista e intervenciones polmicas sobre el rol de los intelectuales en la tradicin nacional y en larealidad poltica actual. Actualmente reside y milita en Neuqun.

    www.historiamarxista.cl Grupo de Historia Marxista [email protected]

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    En este contexto es que consideramos de suma importancia estudiar, comentar e intentarmejorar los desarrollos historiogrficos marxistas de los trotskistas argentinos paraconstruir una tradicin de pensamiento marxista revolucionaria, independiente de todoslos proyectos burgueses semicoloniales dominantes hasta la actualidad en la historia denuestro pas.

    Tomaremos fundamentalmente a Liborio Justo y a Milcades Pea. Ambos sonimportantes figuras del movimiento trotskista de nuestro pas. El primero jug un papelcentral en la formacin de los primeros grupos militantes del trotskismo argentino y enel debate sobre el problema de la liberacin nacional. El segundo integr las filas de lacorriente morenista, dirigiendo la revista Estrategia, en la que escribieron destacadosintelectuales marxistas y no marxistas opositores a la Libertadora, rompiendo luegocon dicha corriente. En los sesenta dirigi la Revista Fichas, reconocida porinvestigadores de la historia intelectual de esos aos como Oscar Tern. MientrasLiborio Justo no tiene herederos, las elaboraciones de Milcades Pea sonreivindicadas por un espectro amplio, que va desde los retazos de la corriente morenista

    hasta el bibliotecario de Kirchner, Horacio Tarcus.

    I. LA COLONIZACIN Y LA FORMACIN ECONMICO-SOCIAL DE LACOLONIA

    Nahuel Moreno y Milcades Pea contra la tesis de la "colonizacin feudal"

    En Cuatro tesis sobre la colonizacin espaola y portuguesa (1957) Nahuel Morenosealaba los fundamentos de la posicin Moreno-Pea en torno de la colonizacin deAmrica:

    La colonizacin espaola, portuguesa, inglesa, francesa y holandesa en Amrica, fueesencialmente capitalista. Sus objetivos fueron capitalistas y no feudales: organizar laproduccin y los descubrimientos para efectuar ganancias prodigiosas y para colocarmercancas en el mercado mundial. No inauguraron un sistema de produccin capitalistaporque no haba en Amrica un ejrcito de trabajadores libres en el mercado. Es as,como los colonizadores para explotar capitalsticamente a Amrica se ven obligados arecurrir a relaciones de produccin no capitalistas: la esclavitud o una semi-esclavitudde los indgenas. Produccin y descubrimientos por objetivos capitalistas; relaciones

    esclavas o semiesclavas; formas y terminologas feudales (al igual que el capitalismomediterrneo), son los tres pilares en que se asent la colonizacin de Amrica.

    Ms adelante Moreno sostena que Marx ya haba sealado que en aquellas coloniasque, a diferencia de Australia y EE.UU., no estaban pobladas por colonos dedicados a laagricultura existe un rgimen de produccin capitalista, aunque slo de un modoformal puesto que la esclavitud de los negros excluye el libre trabajo asalariado, que esla base de la produccin capitalista. Son, sin embargo, capitalistas los que manejan elnegocio de la trata de negros. El sistema de produccin introducido por ellos noproviene de la esclavitud, sino que se injerta en ella. En este caso, el capitalista y elterrateniente son una sola persona. Por ltimo, Moreno sealaba algunos elementos

    ms para caracterizar la colonizacin de la Amrica Espaola, incluyendo nuestro pas:

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    a) la mano de obra indgena no tiene carcter de siervo, trabajador agrario pegado a latierra, sino fuerza de trabajo en manos de dueos espaoles que la contratan al mejorpostor. En ese sentido hay un ejrcito de trabajadores y un mercado de trabajorudimentario y sui generis, ya que se contrata libremente pero entre dueos deempresas y dueos o semidueos de hombres [...] b) Desde un principio la colonizacin

    se hace para buscar o producir productos para el mercado mundial, o como mnimo,para el mercado virreinal. La produccin intensiva de uno o unos pocos productos es locaracterstico, en oposicin a la autosuficiencia feudal [1].

    EnAntes de Mayo, Milcades Pea fundamenta an ms esta posicin.

    La pequea economa agraria y el artesanado independiente -indic Marx- forman enconjunto la base del rgimen feudal de produccin. El rgimen feudal en la agriculturasupone que el seor no puede explotar toda su tierra por s mismo o por unadministrador, entonces concede parcelas a los campesinos, que se convierten enpequeos propietarios, pero sometidos a una multitud de censos y apretados por lazos

    personales innumerables. [...] Ahora bien, el sistema de produccin que los espaolesestructuraron en Amrica era francamente opuesto a esta estructura bsica delfeudalismo. Si alguna caracterstica bien definida e incuestionable es posible encontraren la economa colonial es la produccin en gran escala (minas, obrajes, plantaciones)para el mercado. Desde los primeros tiempos hasta nuestros das ella condiciona toda laactividad productiva.

    Pea contina su argumentacin Pero -se dir- aunque la sociedad colonial producapara el mercado, las relaciones de produccin de donde brotaba la mercanca (es decir,las relaciones entre los trabajadores y los propietarios de los medios de produccin) eranfeudales, puesto que se basaban en la sujecin personal del trabajador. El error de estecriterio reside en que la servidumbre no era el rgimen predominante en la colonia.Aqu Pea cita a Sergio Bag, en cuyas investigaciones se apoyaban tanto l como N.Moreno, en las colonias espaolas predomin la esclavitud en forma de salariobastardeado, siendo de menor importancia la esclavitud legal de los negros y el salariolibre. Sigue Pea:

    Bien entendido, no se trata del capitalismo industrial. Es un capitalismo de factora,

    capitalismo colonial, que a diferencia del feudalismo no produce en pequea escala y

    ante todo para el consumo local, sino en gran escala, utilizando grandes masas de

    trabajadores, y con la mira puesta en el mercado; generalmente el mercado mundial, o,

    en su defecto, el mercado local estructurado en torno a los establecimientos que producen para la exportacin. Estas son caractersticas decisivamente capitalistas,

    aunque no del capitalismo industrial que se caracteriza por el salario libre [2].

    En este contexto, para Pea las imposiciones extraeconmicas sobre los indgenas, sibien reproducan formalmente aspectos feudales, no modificaban el conjunto de laestructura capitalista del rgimen colonial. Hasta aqu lo esencial de la tesis delcapitalismo colonial defendida por N. Moreno y M. Pea. Vayamos a la posicin deLiborio Justo.

    Liborio Justo: feudalismo y dualismo

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    Liborio Justo polemizar directamente contra los argumentos de Pea y Moreno, perono directamente contra stos sino a travs de Sergio Bag, cuyas investigaciones, comoya vimos, aquellos tomaban como comprobacin de sus elaboraciones. Por eso podemostomar la polmica de Justo contra Bag como una polmica contra la posicin de lacorriente morenista. En el primer tomo de Nuestra Patria Vasalla, Liborio Justo,

    sostiene:

    Como aceptar la existencia de un pretendido capitalismo colonial significara para las

    colonias espaolas en Amrica -sometidas al yugo del monopolio comercial de la

    Corona, que se debatan, en su mayor parte, en la miseria dentro de rudimentarios

    medios de produccin y que se vean asfixiadas por la Inquisicin- un grado de

    desarrollo econmico que nunca tuvieron y que, de haber existido, las hubiera

    colocado, tal vez, a la vanguardia del ciclo capitalista mundial, lo cual, desde luego, es

    absurdo, conviene detenerse un momento en ello. Empecemos por aclarar que la

    apropiacin del sobretrabajo en la produccin de valores de cambio no es privativo del

    capitalismo moderno y que el capitalismo en su doble forma de capital mercantil y

    capital usurario ha existido desde la antigedad, constituyendo, al decir de Marx,formas antediluvianas del capital.

    Luego de una larga cita de Marx, Justo retoma un planteo de Engels en el Anti-Dhring:Slo a partir del momento en que el producto de este plustrabajo revista la forma deplusvala, en que el propietario de los medios de produccin se enfrenta con el obrerolibre -libre de trabas sociales y libre de bienes propios- como objeto de explotacin,explotndolo para la produccin de mercancas: slo a partir de entonces asumen losmedios de produccin, segn la teora marxista, el carcter especfico de capital [...] Demanera que, desde el punto de vista marxista, hay que descartar por completo laperegrina teora del capitalismo colonial.

    Desde esta perspectiva es que Liborio Justo sostiene la tesis de una combinacindualista de feudalismo y capitalismo comercial:

    Ahora bien, dentro del conjunto del imperio colonial de Espaa, y an dentro del de

    Portugal, en el Nuevo Mundo, la zona del Ro de la Plata tena un carcter nico que es

    necesario volver a recalcar. Fuera de ella, en todos los virreinatos y capitanas la clase

    principal era la afincada en la tierra o poseedora de minas, erigidas en aristocracia

    poderosa y dominante [...] Algo anlogo ocurra en el Per y en el Alto Per, donde la

    aristocracia estaba asentada en la propiedad de la tierra y en parte, tambin, en la

    posesin de minas. [...] En cambio, en el Ro de la Plata, la ausencia de minas y labravura de los indios que lo habitaban, que provoc el fracaso de las encomiendas, as

    como la abundancia de tierras, que poco valan, hizo que la sociedad fuera

    completamente distinta, ya que en ella no exista aristocracia. [...] El factor

    preponderante en el Ro de la Plata, como dijimos, fue el comercio, y la clase

    dominante en Buenos Aires, los comerciantes. [...] Esta particularidad favoreci la

    evolucin de la sociedad colonial rioplatense, sobre la base del desarrollo de un

    capitalismo comercial floreciente, que emerga dentro de un cuadro general de

    decadencia del feudalismo del Interior y del resto de las colonias hispanas de

    Amrica [3].

    Problemas que surgen de ambas posiciones

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    Liborio Justo se contenta con sealar que la clase predominante no eran loscomerciantes sino la aristocracia. Si no hay mercado libre de trabajo y hay aristocraciaterrateniente, luego hay feudalismo, es el razonamiento implcito de Justo.

    Pero a la vez, citando a Humboldt, seala que la aristocracia mexicana compraba tierras

    con las riquezas extradas de la explotacin de las minas. Estamos en presencia deseores feudales que territorializan la ganancia extrada de la explotacin de losnativos americanos en establecimientos que producen fundamentalmente para elmercado mundial.

    Ese feudalismo resulta tan parecido al capitalismo, que la nica conclusin posible esque Liborio Justo experimentaba una gran confusin en este punto.

    La tercera afirmacin es la conclusin lgica de todo lo anterior. Slo desde un esquemadualista se puede hacer convivir el feudalismo del conjunto de la colonia con elcapitalismo floreciente de Bs. As., sin liquidar la tesis de la colonizacin feudal. De

    esta manera Liborio Justo se aleja de Trotsky y se acerca a Ernesto Laclau, que en supolmica con A. G. Frank, desarrollara similares argumentos en defensa de la tesis delfeudalismo colonial [8].

    En cuanto a la tesis del capitalismo colonial podemos resumirla como sigue:a) El carcter, los objetivos y los resultados de la colonizacin de Amrica fueronesencialmente capitalistas: la produccin en gran escala para el mercado mundial.b) Esto ltimo es lo que caracteriza la formacin econmico-social de la colonia, que sepuede definir como un capitalismo de factora o capitalismo colonial, donde laproduccin para el mercado mundial se basa en relaciones presalariales oprecapitalistas.c) Los rasgos feudales expresados en diversas formas de coerciones extraeconmicasy en las formas de la legislacin colonial no modifican en lo esencial el carctercapitalista de la estructura en su conjunto. Las investigaciones histricas desarrolladasparalelamente y en las dcadas siguientes a la publicacin del texto de Moreno y laelaboracin de los textos de Pea, permiten profundizar en las caractersticas especficasde los procesos de colonizacin y explotacin de las colonias americanas a, la vez queponer de relieve las relaciones de dichos procesos con la formacin del capitalismo en elviejo continente.

    En primer lugar, las herramientas fundamentales del capitalismo comercial como la

    banca de depsito, la letra de cambio, las redes de los mercaderes cambistas y lasgrandes compaas con sucursales, junto con la creacin de la carabela, la brjula y elcuadrante, constituyeron la base de las empresas colonizadoras y ms tarde las fuentesde financiamiento del comercio colonial durante el siglo XVI [9].

    En segundo lugar, es necesario tener en cuenta que el mercado mundial del que hablanPea y Moreno era todava una totalidad abstracta. El mercado mundial fue ganandoconcrecin en la misma medida que la formacin del capitalismo europeo, cuyosadelantos tcnicos modificaron no slo la relacin con las enormes distancias entre losterritorios coloniales y las metrpolis sino tambin los alcances de los intercambioscomerciales, es decir de las caractersticas de la explotacin de los territorios coloniales

    por las metrpolis.

    http://www.ips.org.ar/article.php3?id_article=91#nb8http://www.ips.org.ar/article.php3?id_article=91#nb9http://www.ips.org.ar/article.php3?id_article=91#nb9http://www.ips.org.ar/article.php3?id_article=91#nb8
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    El proceso que empieza por la extraccin de oro en las islas antillanas (1525-1530),contina con la explotacin del palo brasil y el cuero, siguiendo con la explotacin delazcar, potenciada por la llegada de los esclavos negros en el decenio 1570-80, a la queremplaza la explotacin minera con centro en Mxico y Per [10], est directamenterelacionado con las mutaciones de la economa europea, lo mismo que la formacin del

    virreinato del Ro de la Plata, que transformara a Bs. As. en una floreciente zonacomercial, en la que no tardara en hacerse sentir, a pesar (o a causa) del monopolioespaol, la influencia britnica [11].

    En cuanto a la inexistencia de un mercado libre de trabajo, es necesario remarcar por unlado, que estamos analizando una formacin econmico-social que toma forma en unmomento de transicin a nivel europeo del feudalismo al capitalismo, con preeminenciadel capital comercial y por el otro que la situacin de opresin colonial present a loscolonizadores una ventaja inexistente en el modelo terico de El Capital que LiborioJusto, errneamente intenta tomar como norma para definir el carcter de la economacolonial: la abundante mano de obra indgena [12], cuyo derroche genocida habla

    muy a las claras de la supuesta progresividad del capitalismo.

    II. ALCANCES Y SIGNIFICADO DE LA REVOLUCION DE MAYO

    La Revolucin de Mayo ser un eje polmico tambin para Milcades Pea y LiborioJusto. Aqu hay mayores puntos de contacto en las claves de interpretacin, aunquetambin grandes diferencias. En primer lugar es necesario ubicar las elaboraciones en sucontexto polmico.

    Milcades Pea discute por un lado contra la historiografa liberal y por el otro con losanlisis de Rodolfo Puigrss. Este ltimo sostena, junto con la tesis del feudalismocolonial, la de que la Revolucin de Mayo haba sido una revolucin democrtico-burguesa, siendo el Plan de Operaciones de Mariano Moreno el que expresara el ideariodemocrtico revolucionario. De forma tal que Pea estar abocado a refutar esainterpretacin. Liborio Justo discutir ms directamente contra la historiografarevisionista, que subvalora la Revolucin de Mayo, se burla de Moreno como unintelectual de un solo libro y sostiene, paradjicamente igual que Mitre y los liberales,la absoluta continuidad entre Moreno y Rivadavia.

    Liborio Justo tambin discute ocasionalmente con Alberdi porque nunca entendi larevolucin de mayo como revolucin social. Precisamente en Alberdi es que se apoya

    Milcades Pea. Estas diferencias no llegan al mismo nivel que en el debate sobre elcarcter de la colonizacin. Como veremos, ambas lecturas tendrn importantes puntosde contacto. Pero difieren en aspectos fundamentales: la importancia del proceso deMayo, los alcances de sus medidas ms radicales y el carcter del proyecto poltico deMariano Moreno [13].

    Ambos coinciden en la inexistencia de una clase burguesa nacional capaz de dirigir losdestinos del pas. Pero mientras Liborio Justo sostiene que los comerciantes ingleses,nucleados en el British Commercial Room, se constituyeron en la nica clase dominanteque explotaba a travs del partido unitario al interior del pas, Pea seala la existenciade una burguesa comercial portea (que Liborio Justo niega) ligada a los intereses

    britnicos. Hasta aqu esta pequea introduccin para saber dnde estamos parados.

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    Intentaremos ahora explicar y analizar crticamente ambas posiciones. Empezaremospor Milcades Pea, para luego ver los ms detallados anlisis de Liborio Justo.

    Milcades Pea contra el mito de la revolucin democrtico-burguesa

    La primera cuestin a analizar consiste en cul fue el contenido efectivo de larevolucin de Mayo. El movimiento que independiz a las colonias latinoamericanas -sostiene Pea- no traa consigo un nuevo rgimen de produccin ni modific laestructura de clases de la sociedad colonial. Las clases dominantes continuaron siendolos terratenientes y comerciantes hispano-criollos, igual que en la colonia. Slo que laalta burocracia enviada de Espaa por la Corona fue expropiada de su control sobre elEstado. La llamada revolucin tuvo pues, desde luego un carcter esencialmentepoltico [14]. Prosigue Pea:Las clases dominantes de la colonia y los grupos flotantes que no encontrabanocupacin lucrativa dentro de la estrecha estructura colonial (los abogados!)necesitaban contar con un Estado propio, directamente manejado por ellos que les

    ofreciera ocupacin. La forma de este Estado -monarqua o repblica- no lespreocupaba demasiado, ni tampoco su relacin con Espaa, siempre que sta concedierasuficiente autonoma a sus colonias y no insistiera en manejarlas exportando virreyes.Por eso durante mucho tiempo los gobiernos revolucionarios siguieron jurando fidelidada la corona de Espaa. Fue la dinmica de la lucha contra los agentes de la monarquaespaola, empeados en retornar al estado anterior a 1810, la que condujo a laproclamacin de la independencia [15].

    En segundo lugar Pea busca fundamentar por qu la Revolucin de Mayo no fue niquiso ser una revolucin democrtico-burguesa. Para esto primero seala la relacin dela misma con el proceso global de las revoluciones burguesas:[la independencia] fue decidida por las necesidades del desarrollo de la sociedadcapitalista europea, creada por las revoluciones democrticoburguesas de Inglaterra y

    Francia, y porque fue el avance de la revolucin democr-ticoburguesa de Francia

    sobre Espaa lo que permiti la eclosin de la independencia americana [...] Tal es la

    vinculacin -por cierto indirecta- que tuvo la llamada revolucin de la independencia

    latinoamericana con el ciclo de la revolucin democrticoburguesa, dentro del cual

    Amrica era agente pasivo, como lo seal Alberdi. Pero de all no se desprende en

    modo alguno que el movipendencia haya sido una revolucin democrtico-

    burguesa [16].

    Tomando uno por uno los argumentos de Puigrss, Pea aborda el problema de lasoberana popular: la nica soberana que trajo la Independencia fue la de lasoligarquas locales sin el estorbo de la Corona Espaola. En cuanto a la soberanapopular en el sentido democrtico burgus del trmino, pasara por lo menos un sigloantes de que tuviera un mnimo de aplicacin [...] Ni como elogio ni como reprochepuede decirse de los polticos de la Independencia que hayan pensado facilitar o tolerarel acceso al gobierno de las grandes masas explotadas [17].

    En cuanto a la definicin que realizaba Puigrss de la Revolucin de Mayo como unarevolucin democrtico-burguesa, Pea prosigue:

    La revolucin democrtico-burguesa no puede darse sin la presencia de una clase

    burguesa con intereses nacionales, es decir, basada en la existencia de un mercadointerno nacional -no puramente local-, una clase que tenga urgencia por aplicar sus

    http://www.ips.org.ar/article.php3?id_article=91#nb14http://www.ips.org.ar/article.php3?id_article=91#nb15http://www.ips.org.ar/article.php3?id_article=91#nb16http://www.ips.org.ar/article.php3?id_article=91#nb17http://www.ips.org.ar/article.php3?id_article=91#nb17http://www.ips.org.ar/article.php3?id_article=91#nb16http://www.ips.org.ar/article.php3?id_article=91#nb15http://www.ips.org.ar/article.php3?id_article=91#nb14
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    capitales a la industria. Pero tal clase no exista en Amrica Latina en los tiempos de la

    independencia. Hay burguesa, pero es casi exclusivamente comercial e intermediaria

    en el comercio extranjero, o sea eminentemente portuaria y antinacional. Y los

    productores para el mercado interno son artesanos u oligarquas interiores para

    quienes el desarrollo capitalista es una amenaza mortal, no una esperanza y menos un

    programa revolucionario a apoyar. En cuanto a la clase productora ms importante dela colonia -estancieros en la Argentina, y en general, en toda Amrica Latina,

    productores para el mercado mundial-, son a no dudarlo capitalistas, pero de un

    capitalismo colonial que, como el capitalismo esclavista, es enemigo del desarrollo

    industrial y -aunque por razones diametralmente opuestas- tan enemigo de la

    revolucin democrtico-burguesa como el ms feudal noble de la Edad Media [18].

    Pea prosigue demoliendo los argumentos de Puigrss, quien sostiene el disparate deque los gauchos de la pampa luchaban por... el reparto de tierras!, intentando trazar unaimagen de una revolucin democrtico-burguesa sostenida por las masas plebeyas, talcomo la Revolucin Francesa. La conclusin de Pea ser que la revolucin de Mayo

    sostena un programa elitista y oligrquico. Aqu Pea aborda un tema de sumo interspara nosotros como es su valoracin de Mariano Moreno. Luego de definirlo como unindiscutible talento poltico, Pea seala:

    Inevitablemente, la lucidez de este repblico [sic] impone respeto. Su Plan de

    Operaciones y sus Instrucciones... (como la prdica de Monteagudo) demuestran una

    penetrante comprensin de lo que es el Estado -la violencia organizada- y de la

    estrategia y la tctica a emplear para apoderarse de esa maquinaria y hacerla servir a

    sus propios fines, contra sus antiguos usufructuarios [...] Pero de la admirable

    clarividencia poltica de Mariano Moreno y de su cabal energa no se desprende en

    modo alguno que su poltica haya sido revolucionaria -en el sentido cientfico de

    cambio de la estructura de clases- [...] La poltica de Mariano Moreno no era ni poda

    ser democrtico-revolucionaria, porque las clases y la sociedad en que actuaba no

    daban para eso [19].

    Ms adelante hace un anlisis ms detallado del Plan de Operaciones:Y el Plan de Mariano Moreno? Admirable ya lo hemos dicho por su lucidez poltica,

    pero no es el programa de una revolucin democrtico-burguesa ni nada que se le

    parezca. Su objetivo era barrer a la burocracia virreinal y sus aliados -que tal era el

    objetivo de la revolucin poltica-. Pero nada ms, y eso no es una revolucin

    democrtica. Es verdad que Mariano Moreno invitaba al levantamiento de los gauchos

    orientales contra los restos del poder virreinal, pero tambin los espaoles llamaban a

    los indios a levantarse contra los criollos. Es la tctica de provocar levantamientos enla retaguardia del enemigo, y nada ms [20].

    Pea agrega que Moreno no se pronunci por una repblica democrtica en ningntexto y resalta la moderacin del artculo Sobre las miras del Congreso que ha deconvocarse y Constitucin del Estado, afirmando que Moreno era partidario de lamonarqua. Por ltimo concluye que la propuesta del Plan de Operaciones de ceder laIsla Martn Garca a los ingleses implicaba que Inglaterra hubiera sido duea absolutadel Ro de la Plata y el gobierno real del pas hubiera residido en esa isla, sin escapatoriaposible. [...] Esto no demuestra que Moreno fuera un agente britnico sinosimplemente que los hacendados y comerciantes de Buenos Aires a quienes l

    representaba tenan una visin muy moderada del inters nacional, y en todo caso loconceban atado de por vida a los intereses britnicos [21]. Por ltimo Pea desmiente

    http://www.ips.org.ar/article.php3?id_article=91#nb18http://www.ips.org.ar/article.php3?id_article=91#nb19http://www.ips.org.ar/article.php3?id_article=91#nb20http://www.ips.org.ar/article.php3?id_article=91#nb21http://www.ips.org.ar/article.php3?id_article=91#nb21http://www.ips.org.ar/article.php3?id_article=91#nb20http://www.ips.org.ar/article.php3?id_article=91#nb19http://www.ips.org.ar/article.php3?id_article=91#nb18
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    que el libre cambio, ya establecido parcialmente por el virrey Cisneros en 1809, fuera elmotor econmico de la Revolucin de Mayo. Hasta aqu lo esencial de la posicin dePea, con la que concuerda en gran parte Alejandro Horowickz [22].

    Liborio Justo: Moreno y Castelli contra la condicin colonial

    Justo asume una posicin muy parecida a la de Pea respecto de los mitos escolaresacerca de la revolucin de Mayo (no as contra Puigrss a quien critica con muchsimamayor benevolencia que Milcades Pea):[...] las historias argentinas de todas las pocas presentan a la poblacin de Buenos

    Aires inflamada de pasin revolucionaria, ardiendo en deseos de ser independiente de

    Espaa, y llena de escarapelas y uncin patritica, detrs de los lderes criollos que

    exigan el establecimiento de un gobierno propio. Cun distintos se presentan los

    sucesos cuando los examinamos crudos y desnudos, desprovistos de toda frondosidad

    retrica y escolar y mostrando una descarnada realidad que poco o nada tiene que ver

    con la euforia de los himnos y de las banderas! Porque esa realidad, que surge de una

    adecuada bibliografa, as como de una profunda diseccin de los acontecimientos talcual fueron, desgraciadamente para quienes se nutren en el espritu de un patriotismo

    superficial, est demostrando que las ocurrencias culminadas el 25 de Mayo de 1810,

    con el establecimiento del gobierno encabezado por Cornelio Saavedra y del que se

    hace arrancar a la nacionalidad argentina, no tuvo por fin alcanzar la independencia

    absoluta de la Espaa borbnica, sino de la Espaa cada en manos de Napolen,

    preservando as estas colonias para el rey espaol, cautivo del emperador francs, y

    fueron preparadas por los mismos ingleses a travs de las logias por ellos establecidas,

    as como por la accin directa de los comerciantes de esa nacionalidad, que se

    hallaban entonces en Buenos Aires bajo la perentoria amenaza de expulsin dictada

    por el virrey Cisneros, quienes, dentro del espritu de la diplomacia britnica,

    aleccionada con el resultado negativo de las aventuras militares de 1806 y 1807, y en el

    deseo de que la Amrica espaola no pudiera caer en manos de Napolen [...] lograron

    ponerlo en pie con el fin de obtener, adems, su permanencia en el Ro de la Plata y

    concesiones especiales que beneficiaran su actividad mercantil [23].

    Hasta aqu coincide con lo expresado por Milcades Pea, aunque resalta mucho ms laintervencin britnica directa, que Pea de todas formas no niega en lo ms mnimo.

    Liborio Justo por su parte analiza en todos los pormenores posibles el proceso que dalugar a la formacin de la junta que el 24 de Mayo, presidida por el virrey Cisneros e

    integrada por Castelli y Saavedra, tom posesin del mando. Liborio Justo seala elrechazo que haba causado la presencia del virrey, a partir del cual finalmente, ste serdesplazado y quedar Saavedra al frente de la que se conoce como Primera Junta deGobierno, aunque como vemos la primera estaba encabezada por el propio virrey.Todos estos detalles coinciden an ms con la conceptualizacin de Pea acerca delcarcter moderado y limitado del proceso de Mayo. An ms, Liborio Justo consideraque no exista ninguna burguesa comercial portea; en esto difiere de Pea, a la vez quecoincide con la tesis de que la revolucin de Mayo no fue una revolucin democrtico-burguesa.

    La mayor diferencia de Liborio Justo con los anlisis de Pea es que resalta la campaa

    de Castelli en el Alto Per y el Plan de Operaciones de Mariano Moreno como losaspectos ms radicales de la revolucin de Mayo. Liborio Justo sostiene que el Plan de

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    Moreno contiene el proyecto de construir una nueva nacionalidad y que al frustrarsedicho Plan se malogr la nacionalidad argentina. Citaremos un poco abusivamente,como ya venimos haciendo, a fin de dejar completamente clara la perspectiva del autor.Recordamos de paso al lector, que sin el trabajo de citar y comparar ambos puntos devista, las conclusiones finales que esbozaremos ms adelante le resultaran

    completamente arbitrarias.

    Liborio Justo realiza un completo comentario del Plan de Operaciones, que ms que uncomentario es una descripcin, la cual ahorraremos al lector, para concentrarnos en lavaloracin por Liborio Justo del Plan y la trayectoria poltica de Mariano Moreno.

    Es evidente -seala Liborio Justo- que Mariano Moreno no tuvo ni poda haber tenido,antes de Mayo de 1810, una lnea poltica propia, por la misma falta de una fuerza socialnativa en qu apoyarse. Allegado a lzaga, particip en el movimiento del 1 de enerode 1809, encabezado por el jefe de los monopolistas, contra Liniers, siendo acusado porello, como hemos visto, de antiamericano [...] Luego, como letrado con los

    comerciantes ingleses, principalmente Alex Mackinnon, el ms importante de ellos,propici el libre comercio con la Gran Bretaa, pero slo por el trmino de prueba de 2aos y en renglones que no se producan en el pas, contrariamente a lo manifestado porcasi todos los historiadores, que lo presentan como librecambista, lo que es inexacto, yl mismo habla repetidamente en sus escritos, del libre comercio provisorio conInglaterra. Tal lo expresa en su clebre Representacin de los hacendados, en la quehizo la defensa de lo intereses de esa clase nacional, an incapaz de manifestarse por smisma. A la influencia de los ingleses, seguramente, se debe que esta Representacin sepublicara en Ro de Janeiro y an en Londres, as como, segn Ricardo Levene, hay quebuscar en ella el origen de su nombramiento como secretario de la Junta de Mayo. Peroel hecho de que se movilizara entre uno y otro de los principales bandos en pugna, entrecomerciantes monopolistas espaoles y comerciantes britnicos, entre lzaga yMackinnon, sin que los historiadores logren ubicarlo adecuadamente, muestra queMariano Moreno, aunque participara en actividades de los dos bandos, no estaba conninguno de ellos, sino que se desplazaba entre ambos en la forma que consideraba msconveniente a los intereses nacionales, que defenda, dentro de la precariedad deposibilidades que stos tenan de manifestarse por s mismos entonces. [...] En lo que serefiere a la guerra contra los mandones espaoles en Amrica, Mariano Moreno,sorprendentemente, propuso la insurreccin de la campaa de la Banda Oriental, segnsealamos, como poco meses ms tarde se produjo, y sugiri los lderes que haban deconducirla, as como design y coloc en un conveniente plano histrico a todos los

    tenientes de Artigas, destacando la parte til del carcter e idiosincrasia de los mismos.[...] La extensin de la revolucin, para Mariano Moreno, destruira, pues, la sociedadcolonial, particularmente en el Alto Per, provocando la liberacin de los indios, parapropagarse tambin al Brasil, suscitando aqu la liberacin de los negros. [...] Uno de lospuntos ms importantes del Plan es el que se refiere a las relaciones con Inglaterra.Moreno consideraba indispensable la proteccin de la Gran Bretaa para llevar adelantesu Plan de edificar una nueva nacionalidad en el Ro de la Plata [24].

    Para Liborio Justo, las concesiones proyectadas para ganar el apoyo de los britnicos:no son ms que una muestra de la limitadsima base de sustentacin de los gobiernos

    propios que surgieron en la Amrica espaola con motivo de la situacin provocada

    por la invasin de Espaa por Napolen, y por el propsito de la Gran Bretaa deindependizar las colonias hispanas para, a travs de ello, obtener ventajas comerciales.

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    integra diversos aspectos que Pea y Justo escinden en su anlisis. Seala en primerlugar que la Revolucin se postulaba como heredera del orden colonial y en dichacontinuidad fundamentaba su legitimidad, seala a su vez que en las provincias delInterior los gobernantes de Bs. As. buscaban sellar alianzas con sectores de laoligarquas locales en lugar de subvertir la situacin de privilegio de la cual esas

    oligarquas eran expresin y que los aspectos de revolucin social se dieron solamenteall donde no haba esperanzas de hallar aliados (Alto Per). Como ya habr notado ellector, muchos de estos aspectos estarn presentes en los anlisis de Pea y Justo, perounilateralizados por el contexto polmico.

    Como en este caso las divergencias no son totales, tal como en el debate sobre lacolonizacin, intentaremos sintetizar los acuerdos y diferencias de ambas tesis,desarrollando luego algunas conclusiones.i) En cuanto al carcter de la Revolucin de Mayo, ambos coinciden en que no fue, nipoda ser una revolucin democrtico-burguesa, como sostena Puigrss. Hay en ambosautores, ms all de los diversos nfasis y claves de interpretacin, una clara conciencia

    de que se trata de un proceso sui generis, que debe ser explicado en su especificidad.ii) Ambos coinciden en el carcter determinante de las influencias exteriores, sobre todode los intereses britnicos, aunque se separan en tanto Pea sostiene la existencia de unaburguesa comercial portea ligada al comercio ingls, mientras Justo la niega,sosteniendo una explotacin directa por parte de los comerciantes britnicos instaladosen Bs. As. del interior del pas.iii) En cuanto al problema de la participacin popular, ambos coinciden en la ausenciade una amplia movilizacin plebeya al estilo de la Revolucin Francesa, pero LiborioJusto presta mayor atencin a la composicin plebeya de los regimientos conformadospor las viejas milicias surgidas de las invasiones inglesas. Dicho proceso demilitarizacin, con la formacin de cuerpos que elegan sus comandantes por sufragiouniversal, gener que un importante sector plebeyo pasara a pesar mucho ms en lavida poltica de Buenos Aires por la importancia creciente de los cuerpos armados en laciudad [32]. Claro est que esto no significa que los sectores populares tuvieran unprograma propio ni mucho menos. Pero es una particularidad que explica en gran partela ausencia de movilizacin de masas.iv) En cuanto al Plan de Mariano Moreno nos parece que Pea, si bien tiene razncuando seala que el Plan no es el programa de una revolucin democrtico-burguesa,se equivoca al restarle importancia politico-programtica, porque aunque no superara laperspectiva de modernizacin desde arriba, s planteaba algunas premisas de corte pro-nacional en cuanto a los trminos de dicha modernizacin. El mismo afn polmico

    contra Puigrss, lo empuja a restar importancia a los aspectos ms radicales del Plan. Enste se destaca la idea de poner la iniciativa estatal en el centro de la accin polticapara, desarrollando las industrias, la agricultura, etc., crear una ms slida base desustentacin del nuevo estado, contrapesando en parte el peso preponderante de lasmercancas inglesas. Liborio Justo, por su parte, segn hemos citado extensamente, loconsidera el programa para la formacin de una nueva nacionalidad, a pesar de lasgruesas concesiones a los ingleses que contiene. Justamente all es donde Justo se apoyapara mostrar la escasa base de sustentacin del plan. Y Justamente esa escasa base desustentacin cuestiona su carcter nacional.

    Las fuertes concesiones a los ingleses que proyectaba el Plan sugieren la conclusin de

    que en el documento de Moreno conviven el proyecto de una nueva nacionalidad con laaceptacin del hecho de la hegemona comercial y poltica de los britnicos en el Ro de

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    la Plata. Nacionalismo americano y dependencia conviven en el Plan en la mismamedida en que han convivido durante el largo proceso de gestacin, surgimiento yconsolidacin de nuestra independencia.

    De alguna manera, el Plan de Operaciones es todo lo nacional que poda ser sin

    apoyarse en una clase nacional, en un contexto donde las masas populares constituan labase plebeya de todos los cuerpos militares pero carecan de un programa distinto del desus comandantes, caudillos y dirigentes.

    Entonces es correcto sealar que Mariano Moreno expresa la esencia de Mayo? _Tal laclave de interpretacin de Liborio Justo. Es indudable que el de Moreno es el punto devista mas lcido del proceso de Mayo, pero es igualmente irrefutable que el proceso deMayo fue sostenido por un bloque de elementos heterogneos, de los cuales los msconservadores terminaran imponindose por sobre Moreno, mientras el Plan demostrcarecer de bases sociales slidas en que apoyarse. Por otra parte los aspectos derevolucin social encarnados por la campaa de Castelli en el Alto Per, si bien

    constituyen el aspecto ms radical de la revolucin de Mayo, fueron claramentemarginales en la medida en que la emancipacin de los indios no pudo consolidarse porla derrota del Ejrcito del Norte en Huaqui y porque en todo el Interior la poltica frenteal ordenamiento de castas fue altamente conservadora, optando la Junta por unarevolucin en la estabilidad como dice el liberal Halpern Donghi.

    De modo que podramos concluir que tanto el Plan de Moreno como la accin deCastelli fueron iniciativas de la Junta que se volvieron contra la propia polticamoderada de la misma ni bien amenazaron con desestabilizar la complicada ingenierade equilibrios y compromisos con las clases dominantes y con la misma estructura decastas que la revolucin dej casi intacta. Ambas iniciativas fueron ms all de loslmites previstos por la Junta pero no tanto como para cambiar el carcter de sta ni supoltica. Personalidades como Moreno o Castelli podan elevarse por encima de laestrechez de miras de hacendados y comerciantes pero no podan ni se proponanelaborar un programa revolucionario integral capaz de ser llevado adelante por una clasenacional que, por otra parte, no exista y slo se constituira durante las dcadassiguientes, ligada estrechamente al capital ingls.

    Desmitificacin y elitismo

    Los historiadores profesionales han hecho en muchos casos ciertos aportes cientficos

    que van ms all de su ideologa reaccionaria. Tal es el caso de Tulio Halpern Donghi,cuyo libro Revolucin y Guerra hemos citado en este artculo. No obstante los aportesde un trabajo como el mencionado, de los que hemos tomado algunos, hay en el enfoquede Halpern Donghi un ncleo claramente reaccionario que remite al imaginariooligrquico y liberal argentino: la centralidad de las lites en el proceso histrico. Nonegamos la importancia de estudiar la formacin de la clase dirigente en la historia denuestro pas. S negamos que dicha historia se presente en los mismos tpicos que dichalite sostiene para su auto-legitimacin.

    Por su parte los trabajos de Justo y Pea constituyen ms un intento de contar la historiade la clase dominante con un enfoque ms adecuado que una relectura de dicha historia

    desde el punto de vista de las clases subalternas. Liborio Justo incluso hace suyo eseelitismo comenzando su libro con la afirmacin oligrquica de que la historia de su pas

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    es la historia de... su propia familia! Milcades Pea sostiene que la sociedad colonialpresentaba ms que suficientes conflictos entre las masas trabajadoras y las oligarquasdominantes, como para producir un sordo conflicto que estallaba a veces en vastosmovimientos de masas. As ocurri antes, durante y despus de las luchas por laindependencia. Pero en ningn momento esos movimientos fueron parte del proceso de

    la independencia [...] Ambos movimientos coexistieron, se superpusieron, secontradijeron las ms de las veces. Pero en ningn caso uno -el movimiento de lasmasas explotadas fue el respaldo del otro- la lucha de las clases dominantes colonialescontra la Corona espaola [33]. Pero su trabajo historiogrfico no indaga en esadireccin.

    Justamente porque la historia de los grupos sociales subalternos es necesariamentedisgregada y episdica, como sostiene Gramsci [34], la lucha por construir unacorriente historiogrfica marxista tiene por lo tanto una doble tarea: la de desmitificarlos relatos de las tradiciones dominantes, explicando en trminos marxistas la historiaoficial y empezar a construir una historia de las clases subalternas hasta hoy silenciada,

    tal como hiciera Christopher Hill con la gran revolucin inglesa del siglo XVII. Ambastareas exceden el marco de este modesto trabajo.

    NOTAS

    [1] N. Moreno, Cuatro Tesis sobre la colonizacin espaola y portuguesa en RevistaEstrategia N 1, setiembre 1957, pgs. 82 a 91. Todas las citas corresponden a este texto.

    [2] M. Pea, Antes de Mayo, Bs. As., Fichas, 1973, pgs. 46 a 49.

    [3] L. Justo, Nuestra Patria Vasalla, Tomo I, Bs. As., Schapire, 1968, pgs. 41 a 47.

    [4] K. Marx y F. Engels, Materiales para la historia de Amrica Latina, Mxico, Pasadoy Presente, 1987, pg. 41.

    [5] bidem, pg. 43.

    [6] bidem, pgs. 44-45.

    [7] bidem, pgs. 45 y 46.

    [8] Para ese y otros debates relacionados, ver Modos de produccin en Amrica Latina,Mxico D.F, Pasado y Presente, 1986.

    [9] P. Chaunu, La expansin europea (siglos XIII al XV), Barcelona, Labor, 1982, pgs.229-240.

    [10] P. Chaunu, Conquista y Explotacin de los nuevos mundos, Barcelona, Labor,1984, pgs. 148-184.

    [11] La prdida de sus dominios [los de Espaa] en el continente europeo alienta la

    revalorizacin comercial de Amrica. sa es, en rigor, la naturaleza del segundodescubrimiento de Amrica: el intento mercantilista de alcanzar una balanza comercial

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    superavitaria. De tal modo que el surgimiento del Virreinato del Ro de la Plata esproducto de ese horizonte internacional. Alejandro Horowicz, El pas que estall,Tomo I, Bs. As., Sudamericana, 2004, pg. 49. Aunque este autor critica la categora delcapitalismo colonial coincidir con la visin de Milcades Pea en torno a laRevolucin de Mayo y el Plan de Operaciones, a lo que nos referiremos ms adelante.

    [12] P. Chaunu, op.cit., pg. 168.

    [13] En Los mitos de la historia argentina, Felipe Pigna sostiene que Morenoencarnaba el ideario de los sectores que propiciaban algo ms que un cambioadministrativo, y se proponan cambios econmicos y sociales ms profundos (Bs. As.,Norma, 2004, p.322). Justamente cul es el alcance de los cambiosque proponaMoreno es lo que est en discusin en los anlisis de Pea y Justo.

    [14] M. Pea, Antes de Mayo, op. cit., pg. 76.

    [15] dem.

    [16] bdem, pgs. 84 y 85.

    [17] bidem, pg. 85.

    [18] bidem, pgs. 86-87.

    [19] bidem, pgs. 100 y 101.

    [20] bidem, pg. 103.

    [21] bidem, pg. 106.

    [22] Si algo recomendaba todo el tiempo la diplomacia inglesa a los integrantes detodas las juntas hispanoamericanas es, precisamente, que evitaran toda confusin con laRevolucin Francesa [...] Por todo lo anterior, ninguna revolucin nacional democrticatuvo lugar en ninguna parte del mundo ningn da de 1810. A. Horowicz, op. cit., pg.15.

    [23] L. Justo, op.cit., pgs. 109 a 110.

    [24] bidem, pgs. 197-198.

    [25] bidem, pgs. 199 y 200.

    [26] bidem, pg. 200.

    [27] bidem, pg. 203.

    [28] bidem, pg. 204.

    [29] dem.

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    [30] bidem, pg. 181.

    [31] bidem, pg. 183.

    [32] T. Halpern Donghi, Revolucin y Guerra, Bs. As., Siglo XXI, 1994, pgs. 135-167.

    [33] M. Pea, Antes de Mayo, op. cit., pg. 92.

    [34] A. Gramsci, Antologa, Mxico, Siglo XXI, 1988, pg. 491.

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