Abraza la Vida y vive tus sueños AC

Quiero compartir mi testimonio acerca de este largo pero gratificante recorrido que emprendì hace un par de años: el camino de regreso a mí misma.

Después de varios intentos fallidos de ser lo que todos querían que fuera de intentar ser la hija y mujer perfecta, me cansé y justamente en ése momento necesitaba tomar una decisión muy importante, o seguía viviendo para los demás o vivía para mí misma.

Fué así como llegué a Abraza la Vida.

Recuerdo que esa época fue abrumadora para mí, la angustia sobre el futuro y lo que debía llegar a ser eran una constante que me mantenían en todos lados, menos en el ahora. Sabía que necesitaba aclarar mi mente, dejarme sentir mis pasiones, pero no

tenía el valor.

De alguna manera y no sé cómo llegó, pero en casa encontré una tarjeta de Abraza la Vida. Yo sólo necesitaba que me escucharan porque no sabía ni siquiera qué ayuda ne-cesitaba y llamé. El día de mi cita llegó y con la incertidumbre sobre qué encontraría en aquél lugar me puse en marcha. Un abrazo... fue lo primero que recibí cuando la puerta

se abrió, fuí acogida con alegría y una enorme calidad humana.

Hace dos años ya de aquel momento y lo atesoro con un enorme cariño pues fue el co-mienzo de un proceso en el cual he descubierto más de lo que creí saber de mi misma.

Descubrí que tengo una fortaleza inquebrantable, que tengo la capacidad de tomar cualquier situación en mis manos y de poder resolverla o hacerle frente, me he descu-bierto valiosa, imperfecta pero tremendamente valiosa, he aprendido a comprenderme y a darme el amor que nunca conseguí de los demás porque aprendí a que el amor más genuino empieza en mí y hacia mí misma. He aprendido a decir que NO y hacerme res-petar, a no preocuparme por llenar las expectativas de nadie porque no hay prisa por

demostrar éxito, yo avanzo a mi propio ritmo y a mi propio tiempo.

Hoy transito un camino que no ha sido nada sencillo, he requerido mucho valor para levantarme cada día con esa enorme misión de ser yo misma, sin embargo la recompen-sa ha sido grande. Dicen que con un gran poder viene una enorme responsabilidad, yo

he tomado una gran responsabilidad y he ganado un gran poder.

No importa si tienes grandes problemas o si por el contrario, tienes problemas que pa-recen pequeños. Creo que el crecimiento personal es una oportunidad que nos damos a nosotros y a quienes amamos. Te invito a que busques esta oportunidad, aprende a escu-

charte y encuentra tu camino.

La felicidad no es una condición, es una elección y en Abraza la Vida eso es posible con la guía y comprensión de cada una de las terapeutas y personas que integran este

maravilloso equipo. Agradezco a la vida por ponerlos en mi camino.

Alma GarcíaTestimonio