Abril 2008 Número 448 De Paz al mito · Ilustración José Moreno Villa. Directora del FCE...

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Abril 2008 Número 448 De Paz al mito ISSN: 0185-3716 José de la Colina Fabienne Bradu José Emilio Pacheco Fernando del Paso Alberto Arriaga Enrique Krauze Julián Meza Joseph Fontenrose Ernst Cassirer Joseph Campbell A. F. Losev

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Abril 2008 Nuacutemero 448

De Paz al mito

ISSN

018

5-37

16

Joseacute de la Colina

Fabienne Bradu

Joseacute Emilio Pacheco

Fernando del Paso

Alberto Arriaga

Enrique Krauze

Juliaacuten Meza

Joseph Fontenrose

Ernst Cassirer

Joseph Campbell

A F Losev

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 1

SumarioOctavio Paz en la placita de Mixcoac 3

Joseacute de la ColinaOctavio Paz traductor 5

Fabienne BraduPaz y los otros 7

Joseacute Emilio PachecoLos privilegios de Octavio Paz 9

Fernando del PasoEvocacioacuten de Octavio Paz 11

Juliaacuten MezaPasioacuten liacuterica sin fi nldquoPiedra de solrdquono descansa en Paz 13

Alberto ArriagaAlguien lo deletrea 15

Enrique KrauzeMito 16

Joseph FontenroseMito y lenguaje 19

Ernst CassirerEl mito y la sociedad 23

Joseph CampbellDialeacutectica del mito 27

A F LosevCartas a un joven dramaturgode Marco Antonio de la Parra 29

Por Richard ViqueiraCabaret Provenza de Luis Felipe Fabre 31

Por Luis PaniaguaEl castillo en el bosque de Norman Mailer 32

Por Arturo Gutieacuterrez Aldama

Ilustraciones de interiores Antonio Martorell

Dibujo de Octavio Paz por Joseacute de la Colina

Fotografiacuteas Archivo fotograacutefi co del fce

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Directora del FCE

Consuelo Saacuteizar

Director de La GacetaLuis Alberto Ayala Blanco

EditorMoramay Herrera Kuri

Consejo editorialSergio Gonzaacutelez Rodriacuteguez Alberto Ruy Saacutenchez Nicolaacutes Alvarado Pa-blo Boullosa Miguel Aacutengel Echega-ray Martiacute Soler Juan Carlos Rodriacute-guez Citla li Marroquiacuten Paola Moraacuten Miguel Aacutengel Moncada Rueda Ge-ney Beltraacuten Feacutelix

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FormacioacutenErnesto Ramiacuterez Morales

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La Gaceta del Fondo de Cultura Econoacute-mica es una publicacioacuten mensual edi-tada por el Fondo de Cultura Econoacute-mica con domicilio en Carretera Picacho-Ajusco 227 Colonia Bosques del Pedregal Delegacioacuten Tlalpan Distrito Federal Meacutexico Editor res-ponsable Moramay Herrera Certifi -cado de Licitud de Tiacutetulo 8635 y de Licitud de Contenido 6080 expedi-dos por la Comisioacuten Califi cadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas el 15 de junio de 1995 La Gaceta del Fondo de Cultura Econoacutemica es un nom-bre registrado en el Instituto Nacio-nal del Derecho de Autor con el nuacute-mero 04-2001-112210102100 el 22 de noviembre de 2001 Registro Pos-tal Publicacioacuten Perioacutedica pp09-0206 Distribuida por el propio Fondo de Cultura EconoacutemicaISSN 0185-3716

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2 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

A diez antildeos de la muerte de Octavio Paz su fi gura en la cultura mexicana presenta trazos miacuteticos Podraacute decirse lo que se quiera sobre Paz el poeta el ensayista o el hombre en siacute algunos incluso podraacuten criticar su obrahellip los maacutes despistados sus ideas poliacuteticas pero nadie puede negar el lugar de primer orden que ocupa en el imaginario cultural no soacutelo de Meacutexico sino del resto del mundo Por este motivo La Gaceta decidioacute rendirle un merecido homenaje a traveacutes de algunas de las plumas maacutes brillantes que habitan la cartografiacutea literaria de este paiacutes Fabienne Bradu Joseacute Emi-lio Pacheco y Alberto Arriaga nos hablan de Paz el traductor y el poeta de un Paz metamorfoseado en metros y ritmos Joseacute de la Colina nos conduce al origen al Paz de Mixcoac Fernando del Paso se adentra en el otro lenguaje que fascinaba a Paz el lenguaje de la pintura es decir de las imaacutegenes Juliaacuten Meza plasma el caraacutecter plural y congruente del poeta Finalmente Enrique Krauze nos regala una pequentildea digre-sioacuten sobre Paz y su visioacuten de Dios

Krauze comenta que Paz ldquohablaba poco de Diosrdquo Sin embargo el mito era una fuerza primordial en su obra basta leer Posdata para percatarnos de ello La relacioacuten de Paz con lo trascendente no se limita a una personifi cacioacuten de la divinidad Como su propia poesiacutea lo refl eja la realidad sin dejar de ser una es muacuteltiple asiacute como eacutel es muchos y uno a un mismo tiempo Por eso para entender a Octavio Paz y al mundo debemos preguntarnos iquestQueacute es el mito El mito es el arte de las correspondencias el orden del mundo entretejido en sus muacuteltiples variaciones Pero sobre todo es la puerta que comunica lo inefable con la expresioacuten lo indecible que ensordece el cla-mor de la ingenua transparencia que profesa la modernidad El mito se dice de mu-chas maneras a diferencia del logos que pretende hablar emplazado en la certeza unidimensional Lo inefable es una tela urdida con la materia del mito y eacuteste habla con la voz del loco del poeta emitiendo susurros que embriagan narcotizan El mito es una droga poderosa que salva al mundo de su inanidad y su verdadero poder radica en su fuerza ejemplar no importando si la narracioacuten que hace tuvo lugar o no Salustio nos proporciona la defi nicioacuten maacutes perfecta que puede darse del mito Estas cosas no ocurrieron jamaacutes pero son siempre G

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Octavio Paz en la placita de MixcoacJoseacute de la Colina

Cuando se le piensa aquiacute en Meacutexico ya estaacute en otra parte aun-que de todas maneras nunca deja de estar aquiacute inasible como la gota de azogue yendo y viniendo en el fi lo de la navaja en todas partes y en ninguna y secretamente alliacute de pie al medio-diacutea apoyado en ese fresno mirando y pensando su pequentildea plaza de Mixcoac la de su nintildeez la de su memoria la plaza que es su centro del mundo porque el centro del mundo estaacute en cualquier lugar en el lugar uacutenico en que cada uno de nosotros vive Octavio Paz mira con su mirada clara la plaza la casona y la pared cuya rajadura era como un sexo femenino abierto al universo y mentalmente teje una liacuterica geografiacutea de ciudades simultaacuteneas Pariacutes que gira inmoacutevil en torno a la alegoacuterica y alquiacutemica Tour Saint-Jacques Angkor de enlazadas esculturas nunca acabando de surgir de la piedra y la selva Londres que es fundada cada brumosa mantildeana por las campanadas del Big Ben Nueva York recorrido por el subway febril como por un populoso monoacutelogo interior Tenochtitlan y el suentildeo vindica-tivo de su corazoacuten de oscuras aguas ocultas Tokio y su bullen-te cuerpo nocturno tatuado de mensajes en gas neoacuten Madrid con ecos de metralla y No pasaraacuten y nuevamente la ciudad de Meacutexico en palimpsesto sobre Tenochtitlan el Paseo de la Re-forma con su pueblo de estatuas ceacutelebres aunque algunas anoacute-nimas y el nocturno San Ildefonso y el mediodiacutea asolador de el Zoacutecalo retornando siempre a la placita de Mixcoac lugares leiacutedos con palabras que son pasos que son palabras escritas que son otra vez pasos

Octavio (de ojos europeos de manos de indio mexicano de voz nintildea presa en las lejanas oacuterbitas del trompo y las canicas sobre el soleado suelo cegador donde en la noche la luna deja-raacute cicatrices de ramajes) avanza con el pensamiento y la mirada y la escritura sus uacutenicas armas entre aacuterboles piedras olas idiomas civilizaciones ideologiacuteas literaturas pinturas danzas ritos asesinatos revueltas revoluciones entre suentildeos y pesadi-llas de la Historia una y otra vez interrogando al instante al latido de tiempo efiacutemero y total que es el uacutenico y grande e irrisorio material de esa ilusioacuten la Eternidad iquestno te parece pregunta dubitativo alucinado por su propia mirada clara

Escribioacute un libro El mono gramaacutetico que tambieacuten es el Mo-nogramaacutetico en el que la andadura por el camino de Galta en la India es a la vez un viaje por el mundo y una escritura en movimiento la escritura que interroga al camino el instante que persigue a la eternidad al mundo a siacute mismo un libro que como en toda su obra las palabras miran a los ojos a las pala-bras preguntaacutendoles siempre queacute son queacute quieren ser queacute han sido

iquestPero cuaacutel seriacutea su palabra clave Trato de encontrar la que

seriacutea su llave su clave de sol su signo su sino y no me queda en las manos ninguna palabra-cosa sino la preposicioacuten entre una palabra que es lazo puente puerta paso a nivel y a desni-vel de la medianoche al mediodiacutea trayecto equidistante de la moneda respecto a la mano que la lanzoacute y el punto maacutes alto que alcanzaraacute y comunicacioacuten entre vasos [Vasos comuni-cantes Dos recipientes cuyas bases estaacuten unidas por un tubo si los recipientes contienen el mismo liacutequido el nivel de eacuteste en ambos es ideacutentico en caso de que tengan liacutequidos de densi-dades ρ y ρ distintas las alturas h y h de las dos superfi cies li-bres en los recipientes contadas a partir de la superfi cie de separacioacuten de los dos liacutequidos son inversamente proporciona-les a las respectivas densidades

ρ middot h = ρ middot h

Se usan para comparar las densidades de los liacutequidos para conocer el nivel del liacutequido en una caldera o depoacutesito etc Enciclopedia Salvat] Y ademaacutes de la palabra entre esencial y activa aun si no estaacute visible si soacutelo estaacute impliacutecita en la escritu-ra de Paz que suele ser de frases breves eleacutectricas (cuando no se despliega en las fl uviales oraciones-paacuterrafos de El mono gra-maacutetico) aquiacute y allaacute se abren los dos puntos ortograacutefi cos

[ ] puertas que dan a otras puertas incesantemente andar escribir leer andar escribir etceacutetera Andadura respiracioacuten poema danza verbal arquitectura aeacuterea que se hace se desha-ce se rehace en giros y equilibrios sobre la paacutegina

Octavio cenando cada noche a la mesa convivencial entre Emiliano Breton y Andreacute Zapata enviando mujeres de lujosa desnudez a la celda donde miacutesticamente se pudre Juan de Ye-pes o fantasmas varones a la diuturna nocturna-diurna soledad de Sor Juana Ineacutes articulando y desarticulando ideas para que no se petrifi quen en ideologiacuteas preguntando iquestNo te parece diciendo los poemas con la voz menos declamatoria del mun-do como el peor actor de siacute mismo y su mano izquierda en la conversacioacuten en el recital en la conferencia haciendo el gesto de lanzar al aire una moneda de echar un ldquovoladordquo aacuteguila o sol cara o cruz en ese momento del pulgar retenido como un resorte entre los otros dedos plegados y que se dispara suacutebita-mente al aire la moneda invisible la palabra tal como la mano que Tamayo dibujoacute para la portada de Aacuteguila o sol y la moneda trazando su curva entre arriba y abajo entre una idea y otra entre una imagen y su contraria rizando el rizo trazando su fosforescente camino de instantes la palabra creando en la paacutegina su horizonte de apariciones

El instante iquestno te parece no existe pero respira es tiem-

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po que estaacute y no estaacute un latido entre latidos un parpadeo el colibriacute que vuela quieto en el aire y en su zumbar de alas co-meta que cabe en la mano y Octavio lo toma y con amor lo mira (porque teniendo sentido de la eternidad estaacute enamora-do de las criaturas del tiempo) y lo transforma en palabra y lo pone en la paacutegina que leemos de eacutel donde resucita nuevamen-te instante rumor de invisibles alas de colibriacute en vuelo fi jo fl or

saxiacutefraga brotada suacutebitamente de la roca Y queacute asombro de que en las paacuteginas de Octavio Paz apenas haya gerundios por-que el gerundio es un estar pasando algo entre esto y lo otro un instante hacia lo eterno o viceversa o lo contrario o lo mismo iquestno te parece el modo de estar siempre en todas par-tes pero entre nosotros G

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Octavio Paz traductorFabienne Bradu

Joseacute Bianco afi rmaba que al leer una traduccioacuten hecha por Octavio Paz su primera reaccioacuten era resistirse a la propuesta y la segunda casi inmediata ceder al encanto con entusiasta acep-tacioacuten ldquoCuando leiacute su traduccioacuten del Soneto en ix mdashle explicoacute a Danubio Torres Fierro en entrevistamdash me costaba reempla-zar aboli bibelot por espiral espirada La aliteracioacuten me parece maacutes leve maacutes aeacuterea Se me ocurre que Mallarmeacute la hubiese preferido tambieacutenrdquo Este doble impulso contradictorio podriacutea animar a muchos lectores de las traducciones de Octavio Paz Al menos reconozco algo de mi propia experiencia en la con-fesada por Joseacute Bianco

Como sucede en toda la obra del poeta la refl exioacuten corre paralela a la praxis Octavio Paz ha dedicado varios ensayos conferencias y comentarios al espinoso problema de la traduc-cioacuten poeacutetica No obstante cuando reunioacute los poemas traduci-dos de distintas lenguas y tradiciones en el primer volumen de Versiones y diversiones (1974) omitioacute reproducir por ejemplo el ya ceacutelebre ensayo ldquoLiteratura y literalidadrdquo de El signo y el ga-rabato y prefi rioacute sustituirlo por una breve declaracioacuten de fe ldquono es un libro sistemaacutetico ni se propone mostrar o ensentildear nada Es el resultado de la pasioacuten y de la casualidadrdquo La advertencia es pertinente para entender queacute clase de traductor es Octavio Paz Ante todo no es un traductor profesional que a solicitud de una casa editorial agota la obra de un poeta en un trance servil o utilitario El impulso de traducir responde en eacutel a un accidente y sobre todo a ldquoun deseo un amor y junto con este amor el deseo de compartirlordquo Por otro lado se rehuacutesa a asimi-lar la antologiacutea que a lo largo de los antildeos van conformando las traducciones realizadas con una seleccioacuten uacutenicamente guiada por el gusto Podriacutea aventurarse que algunos poemas de Versio-nes y diversiones corresponden efectivamente a una admiracioacuten poeacutetica otros a un reto para el arte del traductor y otros maacutes tal vez los menos a la voluntad de dar a conocer en lengua espa-ntildeola a un poeta poco o mal difundido proponiendo una mues-tra que rebase lo que el estricto gusto hubiera recogido ldquoUn amigo al leer mis versiones de unos cuantos poemas de Wi-lliams me impulsoacute a traducir otros maacutes para hacer un pequentildeo libro Cediacute mdashaunque yo hubiera preferido traducir a Wallace Stevensrdquo precisa Octavio Paz en el frontispicio a Versiones y di-versiones para ilustrar su reticencia a la sistemati cidad

ldquoEn teoriacutea mdashadvierte Octavio Pazmdash soacutelo los poetas debe-

riacutean traducir poesiacutea en la realidad pocas veces los poetas son buenos traductores No lo son porque casi siempre usan el poe-ma ajeno como un punto de partida para escribir su poemardquo Como suele ocurrir en los ensayos de Paz el ideal se for mula junto con las acotaciones que lo limitan o lo relativizan El ideal es inseparable de la criacutetica y la ambicioacuten conlleva su in-evitable parte de autocriacutetica La elevada aspiracioacuten que a me-nudo expresan los ensayos de Paz no cumple una funcioacuten de anticipada exculpacioacuten sino al contrario la de subrayar que pese a la conciencia de lo imposible se intentaraacute alcanzarlo Asiacute sucede en los ensayos que desarrollan una teoriacutea de la tra-duccioacuten como en los maacutes que se explayan sobre la teoriacutea poeacute-tica a secas Precisamente porque advierte y defi ne los riesgos que encontraraacute el poeta-traductor Paz no se excluye a siacute mis-mo de los embates compartidos Por ende siempre resultaraacute maacutes provechoso estudiar coacutemo sortea estos riesgos que preten-der que los desaparece Ademaacutes ninguacuten traductor digno de este nombre podriacutea rehusarse a correrlos

En varias ocasiones Octavio Paz adoptoacute el siacutemil de la foto-grafiacutea para dar cuenta de la operacioacuten traductora ldquoLas traduc-ciones a veces son excelentes pero otras son como fotografiacuteas borrosasrdquo La metaacutefora le permite conjugar dos condiciones de una buena traduccioacuten el colorido (la muacutesica) y la nitidez del trazo (el sentido) es decir en otros teacuterminos la sempiterna buacutesqueda de fi delidad ldquoal sonido y al sentidordquo No obstante e independientemente de sus propias palabras la obsesioacuten que subyace al arte de traducir en Paz no es la imagen sino el tiem-po Sus audacias sus podas y sus transmutaciones estaacuten ligadas a la persecucioacuten del instante Su arte de traducir nace de su maacutes defi nitoria esencia poeacutetica Cada vez que estaacute confrontado con una buacutesqueda similar en otros poetas se despierta su genio poeacutetico para intentar ir maacutes lejos en el perfeccionamiento de la expresioacuten del acercamiento al instante La obsesioacuten lo aguijo-nea y lo hace fundir su propio esfuerzo con el empentildeo de los demaacutes ponieacutendose asiacute al servicio de una sola buacutesqueda que re-basa las identidades y los estilos las formas y las tradiciones Esto no es exactamente una traicioacuten ni una ldquopacianizacioacutenrdquo de las versiones sino el ejercicio de una misma pasioacuten a varias vo-ces Creo que esta pasioacuten es a un tiempo el signo de una hu-mildad frente a la poesiacutea y el sello de una virtuosidad poeacutetica tan propia como inconfundible

El traductor es aquel que sabe oiacuter la voz callada debajo de la letra escrita revivirla con su propio aliento y lanzarla de nuevo a otra vida Algunos la llaman el ldquoespiacuteriturdquo de la poesiacutea en opo-sicioacuten con su sola letra Octavio Paz prefi rioacute califi carla como la ldquootra vozrdquo ldquouna modulacioacuten indefi nible inconfundible y que

Autora del libro Los puentes de la traduccioacuten Octavio Paz y la poesiacutea francesa Universidad Nacional Autoacutenoma de MeacutexicoUniversidad Veracruzana Meacutexico 2004

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fatalmente la vuelve otrardquo Para explicar el complicado fenoacute-meno de la reencarnacioacuten los budistas recurren a una metaacutefo-ra cuando se prende una vela acercando la mecha a la llama de otra vela el fuego nuevo es y no es el mismo signifi cando asiacute que el espiacuteritu que renace es y no es el mismo que el que se ha extinguido Extrapolando la metaacutefora budista a nuestro asunto podriacutea decirse que un poema traducido es y no es el mismo que

el original como si un solo espiacuteritu de la poesiacutea y un mismo fuego que trascendieran a los poetas perduraran en dos poe-mas aparentemente distinguibles en las lenguas El ejercicio de la traduccioacuten quizaacute sea el que mejor pone de manifi esto la im-personalizacioacuten de la poesiacutea Y por lo demaacutes iquestno es lo que siempre defendioacute el autor de La llama doble G

Fotografiacutea Neil LibbertCamera Press-Zardoya

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Paz y los otrosJoseacute Emilio Pacheco

Hace seis antildeos aparecioacute como undeacutecimo tomo de las Obras completas de Octavio Paz el primer volumen de la Obra poeacutetica (1935-1970) El segundo incluiraacute Topoemas (1971) Renga (1972) Pasado en claro (1975) Vuelta (1976) Air born Hijos del aire (1979) Aacuterbol adentro (1987) Figuras y fi guraciones poemas en torno a la obra plaacutestica de Marie Joseacute Paz y Refl ejos reacuteplicas diaacutelogos con Francisco de Quevedo (1996) que cerroacute los sesenta y tres antildeos de trabajo comenzados en 1933 con Luna silvestre En teoriacutea Versiones y diversiones (1974) debe incluirse alliacute como se hizo en Italia con Eugenio Montale Salvatore Quasimodo y Giuseppe Ungaretti las versiones son parte de la poesiacutea de un autor El conjunto casi dos mil paacuteginas pone al libro futuro en riesgo de volverlo inmanejable

Al margen de las Obras completas Galaxia Gutenberg y Ciacuter-culo de Lectores publican la edicioacuten revisada y aumentada de Versiones y diversiones edicioacuten que Paz alcanzoacute a iniciar pero no concluyoacute El excelente trabajo adicional es de Nicanor Veacutelez Son 715 paacuteginas frente a las 255 que tuvo su primera aparicioacuten en Joaquiacuten Mortiz Abarcan el aspecto menos estudiado de Paz y testimonian una entrega a la poesiacutea como tal vez no volveraacute a existir en estas nuevas condiciones

La ldquoescuela mexicanardquo de traduccioacuten

Fue un poeta precoz y por ello asombra que su intereacutes en las versiones poeacuteticas no se haya manifestado hasta 1954 cuando al fi nal de Semillas para un himno publicoacute ldquoA su tiacutemida amanterdquo de Andrew Marvell y ldquoEl desdichadordquo ldquoMirtordquo ldquoDeacutelfi cardquo y ldquoArtemisardquo de Geacuterard de Nerval Tres antildeos despueacutes en el 1957 de Piedra de sol dio a conocer Sendas de Oku de Matsuo Basho en colaboracioacuten con Eikichi Hayashiya

Por eso en agosto de 2002 Aurelio Asiain celebroacute en Tokio los cincuenta antildeos de la llegada de Paz al Japoacuten probable pun-to de partida de su afaacuten por traducir poemas Ya a fi nes de los treinta como joven director de Taller se interesoacute por el geacutenero mdashsi puede llamarse asiacute a este trabajomdash y publicoacute en versiones ajenas a Arthur Rimbaud (Joseacute Ferrel) y T S Eliot (Rodolfo Usigli y Bernardo Ortiz de Montellano entre otros) En 1952 hizo para la Unesco la Antologiacutea de la poesiacutea mexicana nunca aparecida en espantildeol que tradujeron al ingleacutes Samuel Beckett y al franceacutes Guy Levis Mano

En los cincuenta las versiones de Paz y Jaime Garciacutea Terreacutes (compiladas en Baile de maacutescaras 1989) normalizaron esta praacutec-

tica en revistas y suplementos y crearon sin proponeacuterselo algo que podriacuteamos llamar una ldquoescuela mexicanardquo de traduccioacuten muy diferente a la que se practica en otros aacutembitos del idioma

En la siguiente deacutecada Paz descubrioacute para nosotros no para espantildeoles ni argentinos a Fernando Pessoa (Antologiacutea 1962) A continuacioacuten hizo con Pedro Sekel Cuatro poetas contemporaacute-neos de Suecia Martinson Lundkvist Ekelof y Lindegren En 1973 nos dio los Veinte poemas de William Carlos Williams y en 1978 algunos textos de Guillaume Apollinaire En los uacuteltimos tiempos su atencioacuten se centroacute en textos saacutenscritos y chinos Su libro fi nal fue Trazos de Chuang-tse y otros que se recoge en las nuevas Versiones y diversiones

Gracias a esta labor de Paz que pocos hasta ahora han apre-ciado en Meacutexico casi siempre se leen entre los datos con que se presenta a los joacutevenes y a las muchachas que se inician en la poesiacutea al lado de los premios y las becas obtenidas los nom-bres de los poetas que han traducido Es la manera maacutes atenta de leer un poema y la mejor forma de ejercitarse en la versifi -cacioacuten sin la disciplina mecanizadora de intentar escribir algo nuevo todos los diacuteas

Ovidio y Nezahualcoacuteyotl

En la literatura mexicana puede escucharse como en secreto la lamentacioacuten por las tres grandes peacuterdidas literarias de la Nueva Espantildea el silenciamiento de Sor Juana el fi n del Cole-gio de Tlatelolco en que los aztecas habiacutean empezado una la-bor de traductores que pudo haber sido la base de una auteacutenti-ca cultura mestiza y el que el padre Francisco Javier Clavijero un prosista soacutelo comparable en su tiempo y en su lengua con Jovellanos y Moratiacuten no haya logrado concluir en el destierro la que iba a ser nuestra Enciclopedia

De todos modos la poesiacutea escrita en espantildeol en esta tierra empezoacute con los sonetos ldquoal itaacutelico modordquo de Francisco de Te-rrazas con los poemas nahuas de Nezahualcoacuteyotl puestos en liras por su descendiente Francisco de Alva Ixtlilxoacutechitl (em-pleoacute el mismo derecho de Fray Luis para traducir tambieacuten en liras a Horacio y en tercetos encadenados el Libro de Job) y con Las heroidas de Ovidio transfi guradas a su vez en tercetos por Diego Mejiacutea

Tierra abierta a los dos oceacuteanos y al mismo tiempo caracol encerrado por el desierto y la semicircunferencia del Golfo in-comunicada por sus montantildeas e impedida a todo lo largo de la Colonia para tener relaciones con nada que no fuera el Pentaacutego-no de su eacutepoca El Escorial y la Casa de Contratacioacuten de Sevilla en cuanto dejoacute de ser Nueva Espantildea para intentar convertirse en Tomado de la revista Letras Libres nuacutemero 47 noviembre 2002

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Meacutexico el paiacutes quiso relacionarse con un mundo que era de verdad el otro mundo Sus modelos le pagaron mal los Estados Unidos con la invasioacuten de 1847 y Francia con la de 1862

Traducir fue una forma de respirar En los seminarios se afi anzoacute la cultura latina y se establecioacute una tradicioacuten que pro-sigue hasta hoy y ha hecho que un poeta mexicano Rubeacuten Bonifaz Nuntildeo sea la uacutenica persona en el mundo que ha tradu-cido eacutel solo a todos los grandes claacutesicos de Roma La lengua de la Iglesia asfi xioacute al griego a tal punto que otro de nuestros je-suitas exiliados Francisco Javier Alegre tuvo que trasladar iexclal latiacuten La Iliada para que alguien la leyera

Los primeros poetas mexicanos fueron asiduos de los ro-maacutenticos y de la Antologiacutea griega Joseacute Joaquiacuten Pesado con ayuda de Francisco Chimalpopoca profesor de naacutehuatl en la Universidad tradujo Las [poesiacuteas] aztecas Con el modernismo la versioacuten poeacutetica se legitimoacute en libros como Jardines de Francia (Enrique Gonzaacutelez Martiacutenez) y Musas de Francia (Balbino Daacute-valos) Algunas de sus paacuteginas alcanzaron gran difusioacuten al ser incluidas en la Antologiacutea espantildeola de Enrique Diacuteez-Canedo tan importante para los que iban a ser allaacute y aquiacute los poetas de 1927 como la Antologiacutea de Borges Bioy y Silvina Ocampo para los narradores de los cincuenta y los sesenta

El camino de la pasioacuten

Marco Antonio Montes de Oca dio en El surco y la brasa (1974) una antologiacutea de versiones mexicanas que abarcan de Alfonso Reyes a Carlos Montemayor Treinta antildeos despueacutes una actua-lizacioacuten exigiriacutea el doble de paacuteginas De todos modos la fi gura central en este campo y en tantos otros sigue siendo Octa vio Paz

Quizaacute el nuevo camino fue abierto en 1961 por las Imita-tions de Robert Lowell Las imitaciones son una praacutectica anti-gua e ilustre Catulo lo hizo con Safo (Ille mi par esse deo uide-tur) Quevedo con Du Bellay (ldquoBuscas a Roma en Roma oh peregrinordquo) y el resultado son grandes poemas

Sin embargo Lowell impuso la voz de Lowell sobre los ori-ginales de Villon Leopardi Heine o Victor Hugo El propoacutesi-to de Paz es diferente ldquoA partir de poemas en otras lenguas quise hacer poemas en la miacuteardquo Y a estas palabras de 1973 antildea-de en 1995 ldquoEn mis versiones quise que [estos poemas com-puestos en otros siglos] tuviesen la antiguumledad de todas las obras de arte la de hoy mismordquo

Desde entonces han aparecido obras semejantes a la de Paz el mencionado Baile de maacutescaras de Garciacutea Terreacutes y en el Peruacute Las uvas del racimo de Javier Sologuren y El ciervo y la fuente de Ricardo Silva Santiesteban Debe de haber otros tiacutetulos que desconozco pero no quisiera pasar por alto dos que merecen ser difundidos Transcripciones de Miguel Aacutengel Flores y El trai-dor de Miguel Covarrubias Para un poeta de estas tierras nada tan inconcebible como la afi rmacioacuten de Philip Larkin ldquoNo leo maacutes que poesiacutea inglesa y no me importa lo que no sea ingleacutesrdquo

El teacutermino ldquocuriosidad intelectualrdquo es pobre ante lo que estaacute tras Versiones y diversiones Soacutelo puede hablarse de verdadera pasioacuten pasioacuten por la poesiacutea y por quienes la escribieron Es inevitable pensar en Neruda (ldquoYo amo toda la poesiacutea escritardquo) y siglos antes en Safo cuando les dice a los poetas vivos y muertos ldquoCon el don de sus obras me han honradordquo

Supervielle Cocteau Eacuteluard Breton Michaux Char estaacuten traducidos con el mismo amor que Donne Yeats Cummings Stevens Crane y Elizabeth Bishop A Paz se le debe en gran parte el haber revivido el intereacutes de Tablada por el haikuacute que ahora es otra forma disponible para todos en el repertorio de la poesiacutea en espantildeol Los poemas chinos prolongan la maravi-llosa antologiacutea de Marcela de Juan soacutelo comparable a la tra-duccioacuten inglesa de Arthur Walley

Versiones y diversiones es una antologiacutea de la liacuterica universal y tambieacuten un gran libro de la poesiacutea en nuestro idioma Paz nos acercoacute lo lejano e hizo nuestro lo ajeno Nadie sabe coacutemo seraacute la literatura del siglo xxi ni queacute haraacute con el legado del siglo xx A pesar de todo uno puede creer que entre los libros que se segui-raacuten leyendo estaraacute por derecho propio Versiones y diver siones G

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Los privilegios de Octavio PazFernando del Paso

El lenguaje de la pintura como todo lenguaje artiacutestico es in-traducible nos dice Octavio Paz en un texto sobre Juan Soria-no escrito en 1962 Once antildeos despueacutes en ldquoEl signo y el ga-rabatordquo se refi ere a un texto de Cardoza y Aragoacuten sobre Guumlnter Gerzo con las siguientes palabras ldquoOscila entre la tra-duccioacuten y la creacioacutenrdquo Y aclara ldquoTraduccioacuten al lenguaje verbal del lenguaje plaacutestico del pintorrdquo

En queacute quedamos es difiacutecil decirlo porque a lo largo de todos los escritos que Paz dedicoacute a las artes plaacutesticas nos tro-pezamos con contradicciones que nos deslumbran y nos con-funden Pero tal vez se trata de contradicciones intrascenden-

tes sin importancia ya que en principio es una contradiccioacuten fundamental la que hace posible la existencia de la pintura aquella de ldquolas dos gemelas que tejen incansablemente las telas de nuestras visiones la luz y la sombrardquo como dice el poeta en el escrito dedicado a Rodolph Bresdin en Corriente alterna Nos encontramos asiacute que cuando nos habla de Baudelaire como criacutetico de arte asevera que ldquola pintura es un lenguaje incapaz de decir salvo por alusioacuten y omisioacuten el cuadro nos presenta los signos de una ausenciardquo en tanto que en un artiacuteculo sobre el arte y la identidad de los hispanos en los Estados Unidos de-clara que ldquola imagen visual dice pero lo que dice no tiene por

Fragmento tomado de la revista Letras Libres nuacutemero 54 junio 2003

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queacute ser traducido en palabras La pintura es un lenguaje que se basta a siacute mismordquo mientras que mdashde nuevo en Corriente alter-namdash afi rma que el arte moderno ldquopor ser una representacioacuten no puede rehusarse completamente a decir y a signifi carrdquo y se pregunta ldquoiquestQueacute dicen los cuadros modernos Se dicen a siacute mismosrdquo Textos y opiniones que se alternan haciendo honor al tiacutetulo del libro con consideraciones sobre la obra de Alberto Gironella que seguacuten Paz es en buena parte ldquopintura escrita del mismo modo que hay palabras pintadasrdquo o un ensayo sobre Aacutelvarez Bravo en el que con base en sus lecturas de los poetas modernos califi ca a la fotografiacutea como arte poeacutetico ldquoporque al mostrarnos estordquo dice Paz ldquoalude o presenta a aquellordquo y con meditaciones en las que el arte maya por la literalidad de las imaacutegenes que muestra labradas en piedra ldquo pueden leerse No son ilustraciones de un texto son el texto mismordquo

Por otra parte al decir cuadros ldquomodernosrdquo Paz no nos aclara si los cuadros ldquoantiguosrdquo mdashpor llamar de alguacuten modo todas las pinturas que antecedieron a las modernasmdash deciacutean algo No era necesario que lo hiciera todos sabemos que un cuadro de Nicolaacutes Bataille nos cuenta la lucha de San Miguel y el dragoacuten otro del Veroneacutes las Bodas de Canaacute uno maacutes de Mantegna el martirio de San Cristoacutebal y otro en fi n de Ma-teo Cerezo las bodas miacutesticas de Santa Catalina

Y sin embargo esto no es verdad ninguna de las pinturas arriba mencionadas cuenta algo todas recuentan El especta-dor tiene que conocer de antemano la historia o la leyenda que el cuadro presenta tiene que haberla leiacutedo en un libro sobre mitologiacutea o en la Biblia tiene que haberla escuchado en alguna parte alguna vez para saber de queacute trata la pintura que tiene ante sus ojos Una pintura que aunque muy lejos de lo que hoy conocemos como ldquoilustracioacutenrdquo es una pintura que ilustra un hecho o una leyenda Todaviacutea en nuestro fi n de siglo los visi-tantes de los museos necesitan que el guiacutea les diga eacutesta es se-ntildeoras La Batalla de San Romano de Paolo Uccello eacutesta es sentildeo-res La Rendicioacuten de Breda de Diego Velaacutezquez

Pero si esas pinturas ilustran algo a los espectadores de hoy diacutea ya no los ilustran a pocos fuera de Espantildea puede intere-sarles el hecho de que la rendicioacuten de Breda implicara la derro-ta de Mauricio de Nassau y a muchos menos fuera de Italia saber quieacuten si Siena o Florencia ganoacute la batalla de San Roma-no Ademaacutes de que sabemos poca era la fi delidad de los artis-tas hacia acontecimientos histoacutericos asiacute fuera porque no los vieron soacutelo los imaginaron mdashtal es el caso del fusilamiento de Maximiliano emperador de Meacutexico por Manet quien inventoacute una barda que nunca existioacute encima de la cual se asomaban las cabezas de los curiososmdash o a pesar de haber sido testigos de ellos como en el caso de David quien en la pintura de la co-ronacioacuten de Napoleoacuten incluyoacute a la madre de eacuteste Leticia Ra-molino quien se sostuvo ausente de la ceremonia

Da lo mismo porque lo que no ilustra pero siacute nos ilumina es son otras virtudes del cuadro su belleza y la poesiacutea de la que es contenido y continente A veces tambieacuten la gracia en todas sus acepciones tanto terrenales como celestiales Ningu-

na otra cosa nos dicen pero con eso basta las esculturas del Brancusi las pinturas de Dubuffet y las maacutequinas locas de Tanguely Belleza y poesiacutea gracias que en ocasiones son con-vulsivas y se columpian entre el horror y la obscenidad el in-fi erno y la desolacioacuten Goya y Bacon la escultura precolombi-na y Otto Dix

La analogiacutea nos dice Octavio Paz es la funcioacuten maacutes alta de la imaginacioacuten y puente entre lenguajes distintos poesiacutea muacute-sica pintura Es pues necesario tender un puente entre el cuadro y lo que se escribe mdashaunque pareciera que pintura y literatura son dos lenguajes paralelos que se juntan en el infi -nitomdash para decirle al lector lo que el cuadro nos dice Pero se necesita un lector interesado y que algo al menos sepa de la materia y el espiacuteritu del arte o que cuente con la curiosidad y la sensibilidad sufi cientes para aprender No podemos contarle la pintura a un ciego de nacimiento o a un ciego de entendi-miento Por eso los mejores textos sobre un pintor o un escul-tor son aquellos de los cataacutelogos de sus exposiciones que le brindan a los espectadores la oportunidad de ignorarlos O que pueden con suerte ayudarlos a ver

Creo que fue Max Ernst quien deciacutea que su principal ocu-pacioacuten en la vida era la de ver No fue eacutesta la principal ocupa-cioacuten de Octavio Paz pero siacute una de sus maacutes caras preocupacio-nes Dotado del prestigio de una privilegiada vista cuando veiacutea veiacutea mejor que muchos Y agraciado con el privilegio de la palabra poeacutetica por excelencia lo que contaba sobre lo que habiacutea visto pocos lo podraacuten superar Otros escritores mdashy eacutel mismo nos lo recuerdamdash en Francia Baudelaire y Apollinaire en Meacutexico Villaurrutia Gorostiza y Cuesta entre otros escri-bieron sobre arte Ninguno como eacutel

Desde luego criacuteticos de arte con gran talento los ha habido siempre Pero Paz prefi rioacute hablar desde las orillas luminosas de la poesiacutea Mejor dicho no podiacutea hacerlo de otra manera aun-que eacutel mismo califi cara sus escritos como criacutetica ldquoLa criacutetica mdashdicemdash no soacutelo hace maacutes intenso y luacutecido mi placer sino que me obliga a cambiar mi actitud ante la obrardquo Palabras que implican una especie de conclusioacuten y de solucioacuten de un razo-namiento anterior en el que con lucidez y modestia reconoce la casi imposibilidad de escribir sobre arte y artistas sin abdicar de la razoacuten sin convertirla nos dice ldquoen servidora de nuestros gustos maacutes fatales y de nuestras inclinaciones menos premedi-tadasrdquo Pero de alguna manera Paz se las arregla en este texto titulado ldquoDe la criacutetica a la ofrendardquo para conciliar su juicio y su gusto su razoacuten y sus pasiones En un escrito sobre Barragaacuten cita a este gran arquitecto diciendo que su obra mdashla de eacutel mismo su arquitecturamdash estaba inspirada por dos pala-bras la palabra ldquomagiardquo y la palabra ldquosorpresardquo Esto mismo podemos decir de la obra del propio Octavio Paz porque le viene como anillo al dedo es con la magia y la sorpresa como Octavio Paz se convence y convence al lector mdashal menos yo soy uno de los convencidosmdash de la validez y transparencia la sabiduriacutea y el entusiasmo contagioso de su palabra cuando nos habla de arte G

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Evocacioacuten de Octavio PazJuliaacuten Meza

Quizaacute a contracorriente de lo que pueden pensar de miacute algu-nos de mis amigos y lectores como escritor no soacutelo practico la diatriba Tambieacuten soy capaz de hacer elogios pero soacutelo cuando me parecen adecuados y sin dejar de lado la criacutetica siempre tan necesaria Y de aquiacute esta evocacioacuten de Octavio Paz para cele-brar su sensibilidad y su inteligencia a diez antildeos de su muerte

Desde Sor Juana Ineacutes de la Cruz no habiacutea habido en Meacutexico un poeta un escritor tan destacado como Octavio Paz

No faltaraacute quien crea (asiacute sea soacutelo en su fuero iacutentimo) que esta afi rmacioacuten es por lo menos excesiva o simplemente pro-vocadora pero estoy convencido de que la extensa obra de este poeta y pensador la justifi ca

La fi gura de Paz casi siempre fue controvertida y aun vili-pendiada aunque soacutelo en Meacutexico En otros paiacuteses el reconoci-miento a la persona y a su obra se produjo relativamente pron-to y sin reticencias

Al igual que Jorge Luis Borges Octavio Paz fue descubierto al mundo por los franceses entre los que hizo numerosos ami-gos tanto en el campo de la poesiacutea y de las letras como en el del pensamiento Buena parte de la intelligentzia mexicana tar-

doacute en reconocerlo o nunca lo reconocioacute sobre todo por cues-tiones ideoloacutegicas y no literarias o poeacuteticas aun cuando hay quienes afi rman desde muchos peldantildeos abajo en el mundo de las letras que Paz no fue muy importante ni como poeta ni como pensador

Tras una prolongada ausencia debida a su trabajo en el ser-vicio exterior mexicano Octavio Paz volvioacute a Meacutexico alguacuten tiempo despueacutes de haber renunciado puacuteblicamente a su condi-cioacuten de embajador en la India como rechazo a la poliacutetica re-presiva del reacutegimen impuesto por el partido uacutenico enfaacutetica-mente representado entonces por Gustavo Diacuteaz Ordaz De esta manera junto con Javier Barros Sierra (que en buena me-dida encabezoacute la primera exigencia puacuteblica de democracia en Meacutexico) fue uno de los raros disidentes del sistema poliacutetico autoritario fundado por Obregoacuten y Calles y afi nado por Laacuteza-ro Caacuterdenas iquestPor queacute disidentes Porque hasta cierto punto eran hombres del sistema (un embajador y un rector de la unam) que cuestionaron abiertamente el reacutegimen poliacutetico mexicano como lo hicieron numerosos personajes que habiacutean trabajado en instituciones del reacutegimen totalitario sovieacutetico

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Sajaacuterov entre otros Ciertamente su disidencia no los condujo a un campo de concentracioacuten en un Gulag tropical como el de Fidel Castro y esto porque el sistema poliacutetico mexicano que prevalecioacute durante poco maacutes de setenta antildeos (y que auacuten existe sobre todo cuando se manifi esta en el uso partidista de los sin-dicatos corporativos y de otras instituciones que se crearon durante el antiguo reacutegimen) no era totalitario sino autoritario Pero tampoco fueron a la caacutercel (como Joseacute Revueltas y otros escritores o acadeacutemicos) porque en el caso de Barros Sierra se trataba de una persona totalmente ajena a la ideologiacutea comu-nista y de mucho prestigio en el aacutembito nacional y en el de Octavio Paz de una fi gura reconocida con razoacuten en el aacutembito internacional Quizaacute impidioacute que Paz fuera a la caacutercel este re-conocimiento que me recuerda el caso de Lev Tolstoi No obstante su criacutetica a la autocracia zarista y a la iglesia ortodoxa rusa la fama internacional de Tolstoi lo puso a resguardo de la caacutercel el exilio interior o el campo de concentracioacuten pero no de la excomunioacuten decidida por los jerarcas de la Iglesia orto-doxa rusa Octavio Paz tambieacuten fue excomulgado pero no por la Iglesia de Roma con cuyas ruedas de molino nunca comul-goacute sino tanto por los admiradores de Castro de Stalin y de la Unioacuten Sovieacutetica de Trotski (otro disidente que sin embargo jamaacutes renuncioacute a la iglesia marxista) o de la China de Mao como por los epiacutegonos del reacutegimen impuesto y preservado por el partido uacutenico

Evoco pues a Octavio Paz al igual que a Sor Juana porque en cierta medida no fueron ldquohombres en su siglordquo (las comillas no son por lo de hombres sino por lo de su siglo y ambos conceptos remiten al tiacutetulo de una obra de Paz Ademaacutes para miacute el hombre en el sentido universal de la palabra sigue siendo el hombre aun cuando se trate de una mujer) dado que lo tras-cendieron ampliamente tanto en su obra creativa como en la refl exiva

Al igual que Sor Juana Octavio Paz no soacutelo nunca fue reco-nocido por muchos de sus contemporaacuteneos sino que tambieacuten tuvo que hacer frente a sus Sor Filoteas y ldquootras inquisicionesrdquo (Borges) Al igual que la monja criolla fue objeto de la maledi-cencia mdashentre otros de su exmujer la estupenda creadora de Recuerdos del porvenir Elena Garro A diferencia de los procas-tristas y otros pobladores de la granja sovieacutetica lo acusoacute de ser comunista por sus criacuteticas al sistema autoritario mexicano y su solidaridad con los estudiantes impugnadores de 1968 iquestCuaacuten-tas diatribas se habraacuten escrito contra Paz en el curso de los antildeos que van de su regreso a Meacutexico al derrumbe del bloque sovieacutetico Sin lugar a dudas son incontables pues lo mismo fueron obra de periodistas ya olvidados que de ocurrentes es-critores municipales

Para los habitantes de la granja orwelliana que pasaron por alto sus criacuteticas al sistema poliacutetico mexicano (entre otras las

contenidas en Posdata y El ogro fi lantroacutepico) Octavio Paz estaba al servicio de la cia y del imperialismo norteamericano debido a sus juicios sobre el totalitarismo en la urss en Europa central y en su escaparate tropical Cuba Y esto al mismo tiempo que (iquestparadoacutejicamente) sus detractores viviacutean de las becas de fun-daciones o de instituciones acadeacutemicas norteamericanas que iquesteran islotes en el interior del imperio

Otros aun cuando comprendieron el sentido y el alcance de las tomas de posicioacuten poliacutetica de Paz mantuvieron un silencio que los hizo coacutemplices de esos modernos inquisidores Pese a las invitaciones del poeta optaron por no publicar en las dos revistas fundadas por Paz a su regreso de la India Plural y Vuel-ta para no ser acusados de colaborar con ldquoun agente del impe-rialismo norteamericanordquo

Hubo sin embargo un pequentildeo nuacutecleo de escritores y ar-tistas que compartieron con Octavio Paz sus ideas y sus pre-ocupaciones Destacan entre otros Alejandro Rossi y Gabriel Zaid Algunos maacutes que estuvieron en el nuacutecleo original de Plural y Vuelta se distanciaron del pensador por diversos moti-vos algunos de ellos ideoloacutegicos Los que nunca abandonaron al poeta fueron sus amigos poetas y pensadores norteamerica-nos y sobre todo europeos Entre eacutestos destacan los dos uacutelti-mos sabios de la historia contemporaacutenea Cornelius Castoria-dis y Edgar Morin Siacute los dos uacuteltimos sabios porque como escribioacute Castoriadis el ejercicio de la criacutetica fue abandonado por los intelectuales Y tan es asiacute que hoy eacutestos hacen el elogio de las peores atrocidades gubernamentales y de los maacutes execra-bles gobernantes de la misma manera que fueron epiacutegonos de diversos tiranos comunistas No supieron ldquomantener la distan-cia que los separaba del priacutenciperdquo (Paz) ni cuando eran compa-ntildeeros de viaje de los dictadores comunistas ni la mantienen ahora que son cortesanos del saacutetrapa petrolero y de los peque-ntildeos tiranos a su servicio

El irrestricto ejercicio de la criacutetica de Paz no conocioacute ideo-logiacuteas ni fronteras Esto lo supieron apreciar los grandes poetas como Joseph Brodsky que fue su gran compantildeero y amigo tanto en el campo de la poesiacutea como en el de la refl exioacuten

A diez antildeos de la muerte del poeta se resiente su ausencia Lo antildeoran sus amigos sus compantildeeros y todos aquellos que compartieron sus ideas y su pasioacuten por la poesiacutea Maacutes auacuten poco antes de su muerte algunos de aquellos que lo atacaron en vida anularon la distancia que los separaba del pensador y del poeta Esto fue resultado por una parte del derrumbe del to-talitarismo sovieacutetico que dejoacute en la orfandad a los compantildeeros de viaje de los comunistas y por otra parte de una decisioacuten de Octavio Paz morir en paz con sus antiguos detractores aun-que hubo quienes se negaron a aceptar esta uacuteltima gran inicia-tiva del poeta

Meacutexico marzo de 2008 G

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Pasioacuten liacuterica sin fi nldquoPiedra de solrdquo no descansa en PazAlberto Arriaga

El 28 de septiembre de 1957 el Fondo de Cultura Econoacutemica tiroacute 300 ejemplares con el atento cuidado de Aliacute Chumacero y en la coleccioacuten Tezontle de lo que acaso es uno de los poemas maacutes determinantes emblemaacuteticos misteriosos inclasifi cables inevitables deslumbrantes de la literatura del siglo xx ldquoPiedra de solrdquo de Octavio Paz que 50 antildeos despueacutes todaviacutea cambia la vida de quien se atreve a leerlo

Como bien lo sentildealoacute Joseacute Luis Martiacutenez no hubo humor o saacutetira en la poesiacutea de Paz El autor de La estacioacuten violenta trans-fi guroacute su motivacioacuten poeacutetica (cualquiera que haya sido) en motivos y correspondencias ldquoque trascendioacute sus signifi cadosrdquo No hay juego soacutelo caminatas concentracioacuten plaacutestica y musi-cal Nunca se molestoacute en presumir su destreza versifi cadora soacutelo aplicoacute su oiacutedo seguro y empleoacute ldquocon preferencia endeca-siacutelabos sueltos combinados a veces con hetpasiacutelabos o pentasiacute-labosrdquo La mejor caminata acaso se encuentra en el ldquoNocturno de San Ildefonsordquo ldquoEl muchacho que camina por este poema entre San Ildefonso y el Zoacutecalo es el hombre que lo escribe esta paacutegina tambieacuten es una caminata nocturnahelliprdquo y en varios

pasajes de ldquoPasado en clarordquo ldquoOiacutedos con el alma pasos men-tales maacutes que sombras sombras del pensamiento maacutes que pasos por el camino de ecos que la memoria inventa y bo-rra sin caminar caminan sobre este ahora puente tendido entre una letra y otrahelliprdquo

Pero maacutes allaacute de las caminatas por el subsuelo del lenguaje ldquoPiedra de solrdquo es el emblema de la pasioacuten liacuterica de su autor Tambieacuten ha dejado descendencia numerosa y no menos con-siderable es la criacutetica que ha provocado ldquoHay que partir de un hecho y es que el poema ante todo tiene como temas centrales el tiempo (o si se quiere el instante) y el amor incluso desde el epiacutegrafe de Nerval donde dice que la treceava es la primerardquo dijo el poeta Marco Antonio Campos quien varias veces se ha enfrentado con la inevitable infl uencia de Octavio Paz su maacutes reciente antologiacutea poeacutetica El forastero en la tierra posee reso-nancias evidentes con la capacidad viajera (dentro y fuera de la paacutegina en blanco) del caminante Paz ldquoAlguna vez me dijo que buscaba con lsquoPiedra de solrsquo escribir un poema generacional Yo creo que el poema verdaderamente generacional es el lsquoNoctur-

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no de San Ildefonsorsquo salvo momentos por ejemplo lo de Es-pantildea o lo de la preparatoria en general es un poema que va por otras direccioneshellip Lo que buscoacute mdashy logroacutemdash en este poe-ma fue que todas las mujeres sean una mujer y que una mujer sea todas las mujeres Por un lado estaacuten todos los instantes resumidos en un instante donde tambieacuten estaacute la mujer y por otro lado estaacuten las mujeres histoacutericas y literarias incluso reli-giosas Mariacutea Laura Perseacutefone o Melusinardquo

Complejo en sus diferentes aspectos en ldquoPiedra de solrdquo encontramos la depuracioacuten de los temas que acompantildearon a Octavio Paz durante toda su vida Pero de acuerdo con un artiacuteculo de Viacutector Manuel Mendiola (Confabulario agosto 4 2007) el poeta se incomodaba cuando le deciacutean que se trataba de su mejor poema como tambieacuten se molestaba ldquoenfaacuteticamen-terdquo cuando le endilgaban la frase hiperboacutelica de El gran poeta mexicano Avisa Mendiola

ldquoAl ser interrogado a propoacutesito de alguacuten asunto concernien-te a ese texto se endureciacutea con cierta molestia y cambiaba el tema de la charla iquestLe habiacutea dejado de gustar esa composicioacuten iquestLe pareciacutean maacutes importantes otros poemas como lsquoBlancorsquo o lsquoPasado en clarorsquo iquestLe perseguiacutea y recordaba una situacioacuten desagradablerdquo

A pesar de esa ambiguumledad emocional que le despertaba ldquoPiedra de solrdquo a su autor para muchas generaciones fue un poema formativo canoacutenico y paternal

ldquoHay que tomar en cuenta tambieacuten que es un poema circu-lar un poema escrito en endecasiacutelabos blancos un metro que no ha sido muy trabajado en lengua espantildeola como deciacutea Zaid hace maacutes de 20 antildeosrdquo recordoacute Campos ldquoLo hizo como nadie Cuando le pregunteacute en una entrevista de doacutende veniacutea esa buacutes-queda del endecasiacutelabo blanco habloacute de que aunque no era parte esencial de la tradicioacuten de la lengua espantildeola estaba en Woodsworth estaba en los isabelinos estaba en Leopardi y entre nosotros en Guilleacuten y Cernuda Creo que es el poema que cierra una etapa es la culminacioacuten de lo que llamariacuteamos en Paz la pasioacuten liacutericardquo

Aunque muchos lectores y el propio autor sentildealaron recrea-ciones de mitos mexicanos (esto aparece en una nota de la primera edicioacuten que fue recuperada hasta la edicioacuten de Seix Barral de 1975) la sensibilidad de Octavio Paz se encontraba muy lejos de la piedra azteca y maacutes abiertamente emparentada

con la tradicioacuten poeacutetica occidental No estaacute Coatlicue ni Hui-tzilopochtli pero siacute Venus siacute el tiempo circular una de las grandes obsesiones de la tradicioacuten literaria occidental

ldquoLo que me interesa enormemente en este poema es la pre-sencia de Dios porque Octavio Paz habloacute muy pocas veces de Dios en su poesiacuteardquo sentildealoacute Veroacutenica Volkow ldquoEs una compren-sioacuten muy profunda de lo que es la presencia divina para los miacutesticos [] Es un poeta maacutes del mundo de la inteligencia del mundo de las presencias del encuentro terrenal del estar aquiacute y ahora maacutes que el viaje miacutestico que nos pueden plantear Dan-te o Ficcinordquo

Para Joseacute Mariacutea Espinasa se trata de un poema sobre la muerte o desaparicioacuten o silencio de los dioses que forma una especie de trilogiacutea personal sobre el poema extenso dentro de la poesiacutea en espantildeol ldquoEscribioacute despueacutes poemas extraordina-rios De alguna manera lsquoPiedra de solrsquo junto a lsquoBlancorsquo en los antildeos 60 y a lsquoPasado en clarorsquo en la uacuteltima parte de su vida for-ma una trilogiacutea de extensos poemas y a miacute me costariacutea trabajo decidirme con cuaacutel me quedohellip Han pasado 50 antildeos y es un poema que sigue siendo perfectamente actual es un texto que no ha envejecido El hecho es que ese poema formoacute a varias generaciones de lectores y los formoacute en una idea de la poesiacutea que sigue estando en la praacutectica de cada diacutea poemas como lsquoAnagnoacuterisisrsquo de Tomaacutes Segovia o lsquoCada cosa es Babelrsquo de Eduardo Lizalde o algunos de los de David Huerta en espe-cial lsquoIncurablersquo van en ese sentido en la posibilidad de la du-racioacuten dentro del instanterdquo

El sol sigue brillando y la piedra dando calor en espera de nuevos caminantes del subsuelo del lenguaje Un siacutentoma ca-noacutenico de este poema es que 50 antildeos despueacutes maacutes allaacute de los deseos de su autor sigue funcionando como una especie de parvulario poeacutetico para plumas avanzadas llegando a contami-nar incluso a la gleba de la inteligencia mexicana iletrados dizque roqueros como los miembros del grupo Manaacute bautiza-ron una gira y un disco con el verso maacutes famoso de Octavio Paz ldquoAmar es combatirrdquo La gloria la fama deciacutea Borges es la mejor de las incomprensiones de una obra literaria Y aunque no haya leiacutedo una sola liacutenea del autor de El laberinto de la sole-dad hay maacutes de Octavio Paz en la identidad de cada mexicano que de Nezahualcoacuteyotl G

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Alguien lo deletreaEnrique Krauze

Hablaba poco de Dios Creo que descreiacutea En materia de reli-gioacuten estaba maacutes cerca de su jacobino abuelo que de su madre la piadosa dontildea Josefi na Estoy cierto de que en las tres religio-nes monoteiacutestas veiacutea un legado de intolerancia incompatible con su actitud de pluralidad Le divertiacutea contar la aneacutecdota de un fervoroso musulmaacuten que en el Himalaya le dijo casi a se-ntildeas ldquoMoiseacutes kaput Jesuacutes kaput soacutelo Mahoma viverdquo Paz pensaba que tambieacuten el maacutes reciente profeta estaba kaput y que la uacutenica religioacuten coherente con el misterio de nacer y morir era el Budismo Octavio mdashnombre latino al fi nmdash era un persona-je del mundo claacutesico buscaba la sabiduriacutea de Soacutecrates no la de Salomoacuten releiacutea a Lucrecio no la Biblia ni a San Agustiacuten no admiraba a Constantino sino a Juliano ldquoel apoacutestatardquo restaura-dor del Panteoacuten pagano Por su curiosidad universal en el arte el pensamiento y la ciencia era un hombre del Renacimiento por su espiacuteritu libre liberal y hasta secretamente libertino era un fi loacutesofo del Siglo xviii Por su arrojo creativo y su pasioacuten poliacutetica y poeacutetica fue un revolucionario del Siglo xx En suma un humanista pleno no un espiacuteritu religioso

Y sin embargo escribioacute su libro cumbre sobre Sor Juana Un dominicano el padre Juliaacuten lo invitaba a hablar sobre temas teoloacutegicos que por momentos lo atraiacutean casi tanto como a su amigo Luis Buntildeuel Quiso que en Vuelta rescataacuteramos un deba-te de 1942 sobre misticismo en el que habiacutean intervenido ade-maacutes de eacutel mismo Vasconcelos el padre Gallegos Rocafull y Joseacute Gaos Interpretoacute certeramente la obra y la vida de su ami-go Joseacute Revueltas como una extrantildea apasionada y atea imita-cioacuten de Cristo Y alguna vez me confi oacute una de las razones de su gran afecto por Gabriel Zaid con quien Paz mantuvo una con-versacioacuten ininterrumpida por casi medio siglo desde el diacutea en que hablaron por primera vez en Monterrey ldquonunca olvidareacute que Zaid encargoacute un novenario en la muerte de mi madrerdquo

El hombre que luchaba como leoacuten contra el inexorable avance de la muerte el viejo rey Lear maldiciendo al avaro destino que le escatimaba unos antildeos maacutes o siquiera unos me-ses no se abriacutea a la esperanza de lo trascendente ldquoCasi todos se quiebran frente a la muerte mdashme dijo Alejandro Rossimdash Octavio fue coherente hasta el fi nal no pidioacute un sacerdoterdquo Con todo en aquel uacuteltimo discurso en Coyoacaacuten habiacutea voltea-do hacia el cielo como invocaacutendolo las nubes se disiparon de pronto y aparecioacute el sol ldquoalliacute hay nubes y sol nubes y sol son palabras hermanas seamos dignos de las nubes del Valle de Meacutexico seamos dignos del sol del Valle de Meacutexicordquo

Antildeos atraacutes en una entrevista notable Carlos Castillo Pera-za le preguntoacute por el signifi cado de las famosas liacuteneas de su poema ldquoHermandadrdquo

Tambieacuten soy escrituraY en este mismo instanteAlguien me deletrea

Paz declaroacute su postura agnoacutestica No sabiacutea si ese ldquoalguienrdquo era un hombre como eacutel o un ser lejano maacutes allaacute de su poema ldquoPasado en clarordquo en el que aparece una tercera posibilidad la suya propia

Dios sin cuerpoCon lenguajes de cuerpo lo nombrabanMis sentidos Quise nombrarloCon un nombre solarUna palabra sin reveacutes

Era el Dios inmanente del amor y la poesiacutea G

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MitoJoseph Fontenrose

Debo aclarar desde el principio que por mito me refi ero a un relato tradicional que acompantildea a los rituales En primer lugar digo un relato algo que tiene un comienzo un desarrollo y un fi nal en otras palabras un argumento No utilizo pues el teacutermino de forma amplia y vaga para referirme a ideas animis-tas y teoloacutegicas en general Segundo me refi ero a un relato tradicional relato que en origen fue transmitido de forma oral Tercero me refi ero al tipo de relato que pretende narrar la ocasioacuten en que tuvo su origen alguna institucioacuten religiosa un culto o algunos de sus ritos y celebraciones y los actos divinos que sientan el precedente de los actos tradicionales realizados en el culto Se descubre que incluso los mitos de la creacioacuten estaacuten habitualmente relacionados con cultos A otros relatos tradi-cionales los independientes del culto se les denomina de ma-nera maacutes apropiada leyendas o cuentos populares aunque even-tualmente pueda incluirlos tambieacuten en el teacutermino mito o mi tologiacutea como se hace a menudo En efecto un mismo argu-mento puede aparecer en las tres clases de relato tradicional no es el argumento el que establece la diferencia y algunas va-riantes del mito del combate pertenecen al cuento heroico o al cuento de hadas pero no al mito auteacutentico

Al tratar de los mitos de paiacuteses antiguos debemos basarnos principalmente en las narraciones noticias y alusiones que se encuentran en la literatura antigua con un cierto apoyo en las obras del arte antiguo que representan escenas miacuteticas Muy rara vez el propoacutesito de ninguacuten escritor antiguo fue informar a los otros acerca del mito contarles una historia que no conocie-ran ya Esto es particularmente cierto del mito griego Se han recuperado textos de mitos de Babilonia y Egipto que contie-nen las propias versiones de mitos que estaban asociados con los rituales y los cultos y eran conocidos del sacerdocio y los devotos pero apenas nos ha llegado nada de ese tipo de Grecia Los escritores griegos no elaboraban textos rituales usaban los materiales miacuteticos para sus propios objetivos literarios particu-lares cambiando antildeadiendo suprimiendo fundiendo como les pareciacutea oportuno Aunque encontremos toda una narracioacuten miacutetica no un resumen ni un fragmento ni una alusioacuten no es probable que sea exactamente la versioacuten conocida por el pue-blo particularmente por el pueblo de aquellas zonas en las que el mito estaba vinculado a un culto Por consiguiente las fuen-tes son como fragmentos que deben ser reunidos estudiados

y combinados antes de que podamos saber coacutemo era realmente el conjunto

Al tratar de los mitos griegos muchos estudiosos suponen que un autor antiguo recibiacutea su conocimiento de un mito de escritores anteriores Asiacute pues es probable que se limiten a una historia literaria del mito y supongan que cualquier diferencia que se pueda encontrar debe de ser una innovacioacuten del autor en cuya obra se localiza por primera vez Por supuesto los es-critores posteriores fueron infl uidos por otros anteriores y por supuesto los escritores innovaron y cambiaron pero a me-nudo la supuesta innovacioacuten en un mito o un rasgo que apare-ce de forma tardiacutea en la tradicioacuten literaria tiene un paralelo en similares griegos o extranjeros del mito atestiguados por fuen-tes maacutes antiguas Es muy posible a veces probable que el au-tor lo tomara de la tradicioacuten oral si no de literatura ahora perdida teniacutea la tradicioacuten oral por todas partes Los eruditos han tendido a ignorar la transmisioacuten oral de los mitos o a su-poner que no existioacute despueacutes de una fecha temprana no espe-cifi cada sin embargo estuvo sin duda muy viva durante toda la Antiguumledad y en realidad nunca desaparecioacute sino que asumioacute un revestimiento cristiano en la Edad Media Se pueden en-contrar algunas huellas de la tradicioacuten oral en las paacuteginas de Pausanias y en algunas pinturas de vasijas pero en general hay que adivinarlas a partir del estudio comparado de las fuentes y los paralelos del mito

Por ello al tratar de los mitos griegos de combate utilizo todo el material pertinente recogido de la literatura y el arte griego y latino tanto antiguo como posterior A veces consigo una informacioacuten importante de escritores tardiacuteos y saco de ella conclusiones referentes a formas tempranas del mito analiza-do Pero habitualmente estas conclusiones sacadas de fuentes tardiacuteas encuentran apoyo en fuentes anteriores Es cierto tam-bieacuten que fuentes posteriores de los mitos mesopotaacutemicos egipcios e indios ofrecen un material valioso y que las conclu-siones basadas en ellos con frecuencia pueden ser apoyadas por pruebas anteriores Sobrevive poco de todo lo que se escribioacute en Heacutelade desde el siglo viii al iv o en el Oriente Proacuteximo du-rante el segundo milenio No tenemos registros de informado-res nativos La versioacuten tardiacutea de un mito puede haber apareci-do perfectamente antes por escrito o una versioacuten transmitida oralmente puede haber recibido entonces atencioacuten literaria por vez primera En pocas palabras no podemos ignorar nin-guna prueba todo nos es de utilidad

La misma permanencia del relato literario oscurece la natu-raleza fl uida de la tradicioacuten miacutetica Podemos inclinarnos a pensar que los mitos griegos se contaron siempre como los

Adelanto del libro de Joseph Fontenrose Python Estudio del mito deacutelfi co y sus oriacutegenes de proacutexima publicacioacuten (2008) por la editorial Sexto Piso Traduccioacuten de Mariacutea Tabuyo y Agustiacuten Loacutepez

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cuenta Ovidio Pero sin duda no fue asiacute Probablemente nin-guacuten griego del siglo v conociacutea ninguno de los mitos de Ovidio en la forma en que eacuteste los cuenta Cualquier narracioacuten que encontremos es la versioacuten conocida por un hombre en un mo-mento determinado El mito o el cuento popular desplazaacutendo-se de un lugar a otro pasando de una persona a otra de una generacioacuten a otra sufre cambios de manera constante se for-man nuevas versiones en cada regioacuten y en cada eacutepoca La ver-sioacuten nueva aparece cuando se cambian los detalles mdashcuando se da una expresioacuten algo diferente a un tema o un episodio cuan-do se antildeade o se quita algo cuando se cambia la secuencia de los episodiosmdash pero los nombres personales y los topoacutenimos permanecen inalterables Cuando una versioacuten particular en su progreso de un lugar a otro adquiere nombres nuevos para sus personajes y lugares se forma una variante nueva La variante es esencialmente la misma historia contada de dioses y hom-bres diferentes en un escenario diferente Eacutesta es la distincioacuten que establezco entre los teacuterminos versioacuten y variante que mu-chos investigadores utilizan de manera indistinta Un tipo es un argumento tradicional que aparece en varias variantes Es

una serie de episodios una constelacioacuten de temas que perma-nece bastante bien fi jada entre las variantes Puede haber cam-bios en la secuencia pueden desaparecer episodios o temas secundarios se pueden antildeadir caracteriacutesticas nuevas Pero debe haber un nuacutecleo duradero observable en todas las variantes para poder hablar de ldquotipordquo Por ejemplo pensemos en el rela-to tipo denominado ldquola esposa de Putifarrdquo El relato de Joseacute en el Geacutenesis es una variante hebrea de este tipo los relatos de Bellerophon Hippolytos y Teacutenedos son tres variantes griegas La variante de Hippolytos se contaba de maneras diferentes entre los griegos podemos denominar versioacuten a cada manera diferente Los nombres de Hippolytos Fedra Theseus dan unidad a la variante el argumento da unidad al tipo La dife-rencia entre variante y versioacuten se asemeja a la que existe entre especie y variedad el tipo es el gen

Un argumento tradicional al entrar en una nueva regioacuten se vincula habitualmente a los dioses o heacuteroes de esa regioacuten Los nombres cambian un pueblo puede sustituir por ejemplo con el dios que rige los fenoacutemenos atmosfeacutericos al dios homoacutelogo de la historia que ha tomado prestada Por ello el estudio de la

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difusioacuten del mito se interesa maacutes por los argumentos y los te-mas que por los participantes divinos o sus nombres Habitual-mente el origen y desarrollo del mito tiene poco o nada que ver con el origen de los dioses que aparecen en la variante na-cional o con el origen de sus nombres

Por eso este estudio al tratar de relacionar un mito con otro se interesa principalmente por los temas narrativos Por tema me refi ero a un rasgo o episodio recurrente de los relatos tradicionales Es una parte integral de la historia en que se encuentra pero es separable en el sentido de que puede apare-cer tambieacuten en otras historias tipo Algunos temas son esencia-les a un tipo otros pueden aparecer en una variante y estar ausentes en otra

El tema no se expresa de manera ideacutentica en cada versioacuten o variante cambia constantemente su ropaje externo de acuerdo con las costumbres nacionales o las caracteriacutesticas locales de los lugares en que se encuentra Puede oscurecerse o disfrazar-se pude ser que soacutelo quede una huella Si no fuera por esto todas las variantes se pareceriacutean mucho y seriacutea obvio el origen comuacuten Pero un origen comuacuten de los mitos de combate no es obvio por lo tanto es necesario un anaacutelisis temaacutetico cuidadoso de los diversos mitos Puede ser uacutetil sentildealar el tipo de variacio-nes que se producen en el tema

1 Mutaciones de papel cambios de rango de relacioacuten de clase Un heacuteroe puede reemplazar a un dios o a un gigante o un leoacuten puede reemplazar a un dragoacuten Un padre se puede con-vertir en abuelo tiacuteo hermano rey tutor una madre se puede convertir en abuela madre adoptiva nodriza esposa hermana esposa e hija se intercambian con frecuencia

2 Mutaciones en la accioacuten El modo de combate puede cambiar de una variante a otra Un tipo de castigo o de engantildeo puede ser sustituido por otro

3 Una caracteriacutestica llamativa de una variante puede quedar reducida en otra a algo menos sorprendente o puede estar dis-frazada La muerte puede transformarse en herida suentildeo de-rrota exilio desesperacioacuten Una accioacuten puede quedar mera-mente en un intento de accioacuten

4 Las acciones o rasgos de un personaje pueden transferir-se a otro del campeoacuten a su hijo esposa o ayudante incluso a su enemigo y viceversa

5 Se pueden combinar o fundir temas y papeles La heroiacutena

puede aprovecharse de la lujuria del enemigo para atraerle a la destruccioacuten La vigilancia por parte del dragoacuten de un manan-tial puede combinarse con su habitacioacuten en el mar su conten-cioacuten de las aguas su bloqueo de un camino y su control sobre un recinto sagrado

6 Puede haber expansioacuten o duplicacioacuten de temas personas episodios El campeoacuten puede dividirse en padre e hijo Un solo enemigo se puede convertir en el jefe y muacuteltiples subordina-dos Se pueden librar varios combates con varias muertes o derrotas del campeoacuten o del enemigo

Dado que a menudo se ha sentildealado la semejanza de los mi-tos con los suentildeos debemos observar que los modos en que se expresa un tema en los mitos reales presentan una marcada analogiacutea con los modos en que se expresa el pensamiento del suentildeo en el contenido del suentildeo seguacuten Freud los defi nioacute Freud apunta factores de condensacioacuten y desplazamiento A) Condensacioacuten es la convergencia de varios pensamientos del suentildeo en un punto clave que se convierte en un elemento uacuteni-co en el contenido del suentildeo Se puede ver una forma de con-densacioacuten en las personas compuestas de los suentildeos La con-densacioacuten corresponde a la combinacioacuten y fusioacuten del punto 5 supra B) El desplazamiento se manifi esta en la sustitucioacuten de una idea por otra sin alteracioacuten del signifi cado esencial o en la inversioacuten de las ideas transformacioacuten en lo contrario o en algo muy diferente Las mutaciones y reducciones de 1 a 4 supra son anaacutelogas a los desplazamientos del suentildeo Las duplicacio-nes de 6 corresponden a la duplicacioacuten que con frecuencia aparece en los suentildeos1

Eacutesos son los cambios que pueden experimentar los temas El estudioso debe reconocer que un tema puede asumir en un mito un revestimiento muy diferente del que tiene en otro Debe mirar a menudo debajo de la cobertura exterior para encontrar el tema Debe comprender tambieacuten que el pensa-miento miacutetico es iloacutegico para nuestros esquemas habituales tambieacuten en esto se parece al pensamiento de los suentildeos Ele-mentos opuestos contradictorios inconsecuencias pueden estar y estaacuten juntos en una misma intencioacuten y en una misma narracioacuten Sin embargo el mito no es un revoltijo de tonteriacuteas y absurdos tiene su propia loacutegica Quien estudia el mito debe tratar de comprender los modos miacuteticos del pensar G

1 Freud (ID) 319-397 especialmente 320-339

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Mito y lenguajeErnst Cassirer

En Primitive Culture Tylor propuso una teoriacutea antropoloacutegica basada en principios bioloacutegicos generales Eacutel fue uno de los primeros en aplicar los principios de Darwin al mundo cultu-ral La maacutexima natura non facit saltus no admite excepcioacuten Vale tanto para el mundo de la civilizacioacuten humana como para el mundo orgaacutenico Lo mismo el hombre civilizado que el no civilizado pertenecen a la misma especie la especie del homo sapiens Las caracteriacutesticas fundamentales de esta especie son las mismas en cada variante Si la teoriacutea de la evolucioacuten es ver-dadera no podemos admitir ninguacuten hiato entre el estadio maacutes bajo y el maacutes alto de la civilizacioacuten humana Pasamos del uno a los otros mediante una transicioacuten muy lenta y casi impercep-tible en la cual nunca encontramos solucioacuten de continuidad

Una concepcioacuten distinta del proceso de la civilizacioacuten hu-mana fue desarrollada en un ensayo publicado en 1856 tres antildeos antes de la aparicioacuten del libro de Darwin The Origin of the Species En su Comparative Mythology1 F Max Muumlller partioacute del principio de que es imposible alcanzar una verdadera com-prensioacuten del mito mientras se considere como un fenoacutemeno aislado Y sin embargo ninguacuten fenoacutemeno natural ninguacuten principio bioloacutegico puede guiarnos en nuestra investigacioacuten No existe ninguna analogiacutea real entre los fenoacutemenos naturales y los culturales La cultura humana debe ser estudiada de acuerdo con meacutetodos y principios especiacutefi cos iquestY doacutende po-driacuteamos encontrar una guiacutea mejor para este estudio que en el lenguaje humano el elemento en el cual el hombre vive se mueve y tiene su ser Como linguumlista y fi loacutelogo Muumlller estaba convencido de que el uacutenico enfoque cientiacutefi co para un estudio del mito era el enfoque linguumliacutestico Pero este fi n no podiacutea ser logrado antes de que la propia linguumliacutestica hubiese encontrado su camino y antes de que la gramaacutetica y la etimologiacutea estuvie-ran fundadas sobre una fi rme base cientiacutefi ca Hasta la primera mitad del siglo xix se llegoacute a dar este gran primer paso Entre el mito y el lenguaje no soacutelo existe una iacutentima relacioacuten sino una verdadera solidaridad Si entendemos la naturaleza de esta solidaridad habremos encontrado la llave del mundo miacutetico

El descubrimiento de la lengua y literatura saacutenscritas fue un hecho decisivo en el desenvolvimiento de nuestra conciencia

histoacuterica y en la evolucioacuten de todas las ciencias culturales Por su importancia e infl uencia puede compararse con la gran re-volucioacuten intelectual que produjo el sistema copernicano en el campo de la ciencia natural La hipoacutetesis copernicana invirtioacute la concepcioacuten del orden coacutesmico La tierra ya no estaba en el centro del universo se convirtioacute en un ldquoastro entre los astrosrdquo La concepcioacuten geoceacutentrica del mundo fiacutesico fue descartada En el mismo sentido en contacto con la literatura saacutenscrita puso fi n a esa concepcioacuten de la cultura humana que estableciacutea su centro verdadero y uacutenico en el mundo de la antiguumledad claacutesica A partir de entonces el mundo greco-romano no podiacutea ser considerado maacutes que como una simple provincia un pequentildeo sector del universo de la cultura humana La fi losofiacutea de la historia tuvo que fundarse sobre una base nueva y maacutes amplia Hegel llamoacute al descubrimiento del origen comuacuten del griego y el saacutenscrito el descubrimiento de un nuevo mundo Quienes estudiaban gramaacutetica comparada en el siglo xix consideraron su trabajo bajo esta misma luz Estaban convencidos de que habiacutean encontrado la palabra maacutegica la uacutenica que podiacutea abrir las puertas al entendimiento de la historia de la civilizacioacuten humana La fi lologiacutea comparada declaroacute Max Muumlller ha pues-to a la edad mitoloacutegica y mitopeacuteyica de la humanidad que antes estaba velada por la oscuridad ante la brillante luz de la investigacioacuten cientiacutefi ca y dentro del recinto de la historia do-cumental Ha puesto en nuestras manos un telescopio de tal potencia que donde antes alcanzaacutebamos a ver soacutelo nebulosida-des ahora descubrimos formas distintas y perfi les maacutes auacuten nos ha proporcionado lo que podemos llamar testimonios con-temporaacuteneos exhibiendo ante nosotros el estado de pensa-miento de lenguaje religioacuten y civilizacioacuten de un periacuteodo en que el saacutenscrito no era todaviacutea el saacutenscrito el griego no era todaviacutea el griego pero en el cual lo mismo estos dos que el latiacuten el germaacutenico y otros dialectos arios existiacutean todaviacutea como un solo lenguaje indiviso La niebla de la mitologiacutea se desvaneceraacute gradualmente y nos permitiraacute descubrir tras las fl otantes nubes de la aurora del pensamiento y el lenguaje esa naturaleza verdadera que la mitologiacutea ha encubierto y disfraza-do por tan largo tiempo2

Por otro lado esa conexioacuten entre el lenguaje y el mito la cual prometiacutea una solucioacuten clara y defi nida para el antiguo enigma entrantildeaba una gran difi cultad Cierto es que el lengua-je y el mito tienen una raiacutez comuacuten pero no son en modo algu-

Ernst Cassirer El mito del Estado Traduccioacuten de Eduardo Nicol fce Meacutexico 2004

1 Publicado por primera vez en Oxford Essays (Londres John W Parker and Son 1856) pp 1-87 Reproducido en Selected Essays on Language Mythology and Religion (Londres Longmans Green and Co 1881) pp 299-451

2 Muumlller ldquoComparative Mythologyrdquo op cit pp II 33 86 Selected Essays I 315 358 449 ss

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no ideacutenticos en su estructura El lenguaje ofrece siempre un caraacutecter estrictamente loacutegico el mito parece desafi ar todas las reglas loacutegicas es incoherente caprichoso irracional iquestCoacutemo podemos reunir estos dos elementos incompatibles

Para responder a esta pregunta Max Muumlller y otros autores pertenecientes a la escuela de la mitologiacutea comparada idearon un plan muy ingenioso El mito dijeron no es en realidad sino un aspecto del lenguaje aunque un aspecto maacutes bien negativo que positivo El mito no se origina de sus virtudes sino de sus vicios Es cierto que el lenguaje es racional y loacutegico pero por otra parte es tambieacuten una fuente de ilusiones y falacias El lo-gro mayor del lenguaje es a la vez fuente de sus defectos El lenguaje se compone de nombres generales pero la generalidad implica siempre ambiguumledad La polionimia y la sinonimia de las palabras no son un rasgo accidental del lenguaje derivan de su naturaleza misma Como sea que la mayoriacutea de los objetos tienen maacutes de un atributo y como quiera que bajo aspectos

diferentes uno u otro de los atributos puede parecer apropiado para el acto de la denominacioacuten ocurrioacute por necesidad que la mayoriacutea de los objetos durante el primer periacuteodo del lenguaje humano tuvo maacutes de un nombre Cuanto maacutes antigua es una lengua tanto maacutes rica en sinoacutenimos Por otra parte si se em-plean constantemente estos sinoacutenimos deben naturalmente originar un nuacutemero de homoacutenimos Si podemos llamar al sol con cincuenta nombres expresivos de diferentes cualidades algunos de estos nombres seraacuten aplicables a otros objetos que puedan poseer las mismas cualidades Estos objetos distintos vendriacutean entonces a llamarse por el mismo nombre mdashse con-vertiriacutean en homoacutenimos Eacuteste es el punto vulnerable del len-guaje y eacuteste es al mismo tiempo el origen histoacuterico del mito iquestCoacutemo podemos dar razoacuten mdashse pregunta Max Muumlllermdash de esta fase de la mente humana que dio origen a los extraordina-rios relatos de dioses y heacuteroes de gorgonas y quimeras de cosas que el ojo humano no habiacutea visto nunca y que ninguna

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mente humana en sus cabales pudo haber concebido jamaacutes A menos que podamos dar respuesta a esta pregunta nuestra creencia en un progreso regular y consecuente del intelecto humano a traveacutes de todas las edades y en todos los lugares tendraacute que ser abandonada como una teoriacutea falsa A pesar de todo despueacutes del descubrimiento de la linguumliacutestica comparada estamos en situacioacuten de evitar ese escepticismo y de quitar ese obstaacuteculo de en medio Vemos que el progreso mismo del len-guaje mdashuno de los maacutes grandes hechos de la civilizacioacuten hu-manamdash condujo inevitablemente a otro fenoacutemeno al fenoacuteme-no del mito Si existiacutean dos nombres para el mismo objeto es natural y en verdad inevitable que dos personas pudieran bro-tar de los dos nombres y como los mismos relatos podiacutean contarse de la una y de la otra seriacutean representadas como her-manos y hermanas como padres e hijos3

Si aceptamos esta teoriacutea la difi cultad queda resuelta Pode-mos explicar muy bien de queacute modo la actividad racional del lenguaje humano ha conducido a las irracionalidades e incom-prensibilidades del mito La mente humana opera siempre de una manera racional Aun la mente primitiva era una mente cabal y normal Pero por otra parte era una mente rudimen-taria e inexperta En el caso en que estaba la mente inexperta expuesta constantemente a una grave tentacioacuten mdashla falacia y la ambiguumledad de las palabrasmdash no es de extrantildear que cayera en ella Eacuteste es el verdadero origen del pensamiento miacutetico El lenguaje no es tan soacutelo una escuela de sabiduriacutea es tambieacuten una escuela de desatino El mito nos revela este uacuteltimo aspecto no es maacutes que la oscura sombra que el lenguaje proyecta sobre el mundo del pensamiento humano

De este modo se presenta a la mitologiacutea como patoloacutegica asiacute en su origen como en su esencia Es una enfermedad que em-pieza en el campo del lenguaje y que luego se difunde en una peligrosa infeccioacuten por todo el cuerpo de la civilizacioacuten huma-na Pero aunque sea una locura hay en ella un meacutetodo En la mitologiacutea griega asiacute como en otras mitologiacuteas encontramos por ejemplo el relato de una gran inundacioacuten que destruyoacute a la raza humana entera Solamente una pareja Deucalioacuten y su es-posa Pirra se salvoacute del diluvio y fue enviada por Zeus a la Heacute-lade Cayeron los dos sobre el monte Parnaso y alliacute les aconse-joacute el oraacuteculo que echaron tras de siacute los ldquohuesos de su madrerdquo Deucalioacuten dio con la verdadera interpretacioacuten de este oraacuteculo recogioacute las piedras esparcidas por el campo y las tiroacute por encima de sus hombros De estas piedras surgioacute una nueva raza de hom-bre y mujeres iquestQueacute cosa hay maacutes ridiacutecula mdashse pregunta Max Muumlllermdash que este modo de explicar el origen de la raza huma-na Y sin embargo se hace faacutecilmente comprensible cuando empleamos la clave que nos da la ciencia de la etimologiacutea com-parada Todo el relato se reduce a un simple juego de palabras mdashuna confusioacuten entre dos teacuterminos homoacutenimosmdash entre λαός y λἀας4 Eacuteste de acuerdo con su opinioacuten es todo el secreto de la mitologiacutea

Si analizamos esta teoriacutea encontramos que contiene una extrantildea mezcla de racionalismo y romanticismo El elemento romaacutentico es manifi esto y parece ser el preponderante En cierto sentido Max Muumlller habla como un disciacutepulo de Nova-lis o de Schleiermacher Rechaza la teoriacutea de que el origen de

la religioacuten hay que buscarlo en el animismo o en la adoracioacuten de las grandes fuerzas naturales Hay ciertamente una religioacuten natural o fiacutesica una adoracioacuten del juego del sol de la luna del cielo despejado pero esta religioacuten fiacutesica es tan soacutelo un aspecto singular y un fenoacutemeno derivado No nos ofrece el todo y no nos conduce a la fuente primera y principal El verdadero ori-gen de la religioacuten hay que buscarlo en un estrato maacutes profundo del pensar y el sentir Lo que primero fascinoacute a los hombres no fueron los objetos de su alrededor Aun la mente primitiva es-taba mucho maacutes impresionada por el gran espec taacuteculo de la naturaleza tomada como un todo La naturaleza era lo desco-nocido en el sentido de algo opuesto a lo conocido lo infi nito en el sentido de lo que se distingue de lo fi nito Fue este senti-miento lo que desde los primero tiempos promovioacute el impul-so hacia el pensamiento religioso y el lenguaje La inmediata percepcioacuten del Infi nito ha formado desde el principio mismo el ingrediente y el necesario complemento de todo conocimiento fi nito Los rudimentos de expresiones mitoloacutegicas religiosas y fi losoacutefi cas posteriores estaban ya presentes en la temprana presioacuten del Infi nito sobre nuestros sentidos y esta presioacuten es la primera fuente y el origen real de todas nuestras creencias religiosas5 iquestPor queacute tenemos que maravillarnos de los anti-guos mdashpreguntaba Max Muumlllermdash de su lenguaje palpitante de vida y refulgente de color si en vez de los grises perfi les del pensamiento moderno exhalaban esas formas vivientes de la naturaleza dotadas de fuerza humana o maacutes bien de fuerzas sobrehumanas en tanto que la luz del sol brillaba maacutes que la del ojo humano y el bramar de la tormenta opacaba los gritos de la voz humana6 Esto suena muy romaacutentico pero no debe-mos dejarnos engantildear por el estilo coloreado y romaacutentico de Max Muumlller Su teoriacutea tomada en conjunto sigue siendo es-trictamente racionalista e intelectualista

En el fondo su concepcioacuten del mito no se encuentra muy distante del siglo xviii y de los pensadores de la Ilustracioacuten7 Claro estaacute que ya no considera al mito y a la religioacuten como una simple invencioacuten arbitraria un truco de la astucia clerical Pero admite que la religioacuten al fi n y al cabo no es maacutes que una gran ilusioacuten no un engantildeo consciente sino inconsciente un engantildeo promovido por la naturaleza de la mente humana y ante todo por la naturaleza del lenguaje humano El mito sigue siendo siempre un caso patoloacutegico Pero ahora estamos en situacioacuten de comprender la patologiacutea del mito sin recurrir a la hipoacutetesis de un defecto inherente a la mente humana misma Si se reco-noce que el lenguaje es la fuente del mito entonces hasta las incongruencias y contradicciones del pensamiento miacutetico que-dan reducidas a un poder universal y objetivo y por tanto en-teramente racional

3 Veacutease Muumlller op cit pp 44 Selected Essays I 3784 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p8 Selected Essays I 310

5 Veacutease F Max Muumlller Natural Religion The Gifford Lectures 1888 (Londres y Nueva York Longmans Green amp Co 1889) con-ferencia V ldquoMy own defi nition of Religionrdquo pp 103-140 Physical Religion The Gifford Lectures 1890 (Londres y Nueva York Long-mans Green amp Co 1891) conferencia VI ldquoPhysical Religion The Natural and the Supernatur alrdquo pp 119 ss

6 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p 37 Selected Essays I 3657 Es un hecho curioso que los primeros elementos de la teoriacutea de

Max Muumlller hayan de buscarse en los escritos de uno de los grandes racionalistas En su saacutetira Sur lrsquoeacutequivoque Boileau propuso la teoriacutea de que la ambiguumledad de las palabras es la verdadera fuente del mito

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Mucho contribuyoacute a la infl uencia de esta doctrina el hecho de que fuera aceptada con algunas reservas criacuteticas por el primer fi loacutesofo que tratoacute de crear una ldquofi losofiacutea sinteacuteticardquo una visioacuten coherente y comprensiva de todas las actividades de la mente humana basada en principios estrictamente empiacutericos y en la teoriacutea general de la evolucioacuten Herbert Spencer halloacute la fuente primera y principal de toda religioacuten en el culto de los antepasados El primer culto afi rmoacute eacutel no fue el culto de las fuerzas naturales sino el culto de los muertos8 Sin embargo con el fi n de comprender el traacutensito del culto de los antepasa-dos al culto de los dioses personales debemos introducir una nueva hipoacutetesis Seguacuten Spencer lo que hizo posible y hasta necesario este nuevo paso fueron el poder y la infl uencia per-durable del lenguaje El lenguaje humano es metafoacuterico en su esencia misma estaacute lleno de siacutemiles y analogiacuteas La mente pri-mitiva es incapaz de comprender estos siacutemiles en un sentido meramente metafoacuterico Toma estos siacutemiles por realidades y piensa y actuacutea de acuerdo con este principio Esta interpreta-cioacuten literal de los nombres metafoacutericos fue la que condujo desde las primeras formas elementales del culto de los antepa-sados desde la adoracioacuten de seres humanos hasta la adoracioacuten de plantas y animales y fi nalmente de grandes fuerzas de la naturaleza Un haacutebito comuacuten y muy extendido de las socieda-des primitivas es el de darles a los nintildeos recieacuten nacidos nom-bres de plantas animales estrellas y otros objetos naturales A los nintildeos se les llama ldquoTigrerdquo ldquoLeoacutenrdquo ldquoCuervordquo a las nintildeas ldquoLunardquo ldquoEstrellardquo Originariamente todos estos nombres no eran maacutes que epiheta ornantia los cuales expresaban ciertas cualidades personales que se atribuiacutean a los seres humanos De acuerdo con esta tendencia de la mente primitiva a entender

todos los teacuterminos en sentido literal era inevitable que se ma-linterpretasen esos nombres complementarios y esos tiacutetulos metafoacutericos Alguna vez ldquoAurorardquo se usariacutea como nombre pro-pio de persona las tradiciones referentes a una que se hubiese destacado conduciriacutean en la mente ingenua del salvaje a una identifi cacioacuten con la aurora misma y sus aventuras seriacutean in-terpretadas de la manera que pareciese maacutes congruente con la naturaleza de la aurora Es maacutes en las regiones donde tal nom-bre hubiese sido el propio de miembros de tribus adyacentes o de miembros de una misma tribu que hubieran vivido en tiempos distintos surgiriacutean genealogiacuteas incongruentes y aven-turas antagoacutenicas de la aurora9

Tambieacuten aquiacute encontramos explicado el fenoacutemeno del mito el panteoacuten entero del politeiacutesmo como una simple enferme-dad El culto de objetos conspicuos concebidos como perso-nas resulta de un error linguumliacutestico La grave objecioacuten a que puede someterse tal teoriacutea es manifi esta El mito es una de las maacutes antiguas y grandes fuerzas de la civilizacioacuten humana Estaacute conectado iacutentimamente con todas las demaacutes actividades huma-nas es inseparable del lenguaje de la poesiacutea del arte y del maacutes remoto pensamiento histoacuterico La ciencia misma tuvo que pasar por una etapa miacutetica antes de alcanzar la etapa loacutegica la alquimia precedioacute a la quiacutemica la astrologiacutea a la astronomiacutea Si las teoriacuteas de Max Muumlller y de Spencer fuesen ciertas tendriacutea-mos que admitir la conclusioacuten de que en resumidas cuentas la historia de la civilizacioacuten humana se debe a una simple equivo-cacioacuten a una mala interpretacioacuten de palabras y de teacuterminos Y no es una hipoacutetesis muy satisfactoria o plausible pensar que la cultura sea el producto de una mera ilusioacuten un malabarismo de palabras y un pueril juego de nombres G

8 Veacutease H Spencer The Principles of Sociology (1876) cap xx (Nueva York Appleton amp Co 1901 i 1901 i 285 ss) 9 Ibid xxii-xxiv i 329-394

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El mito y la sociedadJoseph Campbell

1- El que cambia de forma

No hay un sistema fi nal para la interpretacioacuten de los mitos y nunca habraacute tal cosa La mitologiacutea es como el dios Proteo ldquoel veraz anciano de los maresrdquo El dios ldquoprobaraacute de convertirse en todos los seres que se arrastran por la tierra y en agua y en ardentiacutesimo fuegordquo1

El viajero de la vida que quiera recibir ensentildeanzas de Proteo debe ldquosujetarlo aunque desee e intente escaparserdquo y fi nalmente apareceraacute en la forma que le es propia Pero este astuto dios nunca descubre ni siquiera ante el maacutes haacutebil interrogador el contenido iacutentegro de su sabiduriacutea Contestaraacute a la pregunta que se le haga y la respuesta seraacute grande o trivial seguacuten lo que se le haya preguntado ldquoCuando el sol siguiendo su curso llega al centro del cielo el veraz anciano de los mares oculto por negras y encrespadas olas salta en tierra al soplo del Ceacutefi -ro En seguida se acuesta en honda gruta y a su alrededor se ponen a dormir todas juntas las focas de nataacutetiles pies hijas de la hermosa Halosidne que salen del espumoso mar exhalando el acerbo olor del mar profundiacutesimordquo2 El rey guerrero griego Menelao guiado y ayudado por una hija de este viejo padre del mar a sus salvajes lares e instruido por ella de coacutemo lograr la respuesta del dios deseaba soacutelo preguntar el secreto de sus difi cultades personales y el paradero de sus amigos personales Y el dios se dignoacute a responder

La mitologiacutea ha sido interpretada por el intelecto moderno como un torpe esfuerzo primitivo para explicar el mundo de la naturaleza (Frazer) como una produccioacuten de fantasiacutea poeacutetica de los tiempo prehistoacutericos mal entendida por las edades pos-teriores (Muumlller) como un sustitutivo de la instruccioacuten alegoacute-rica para amoldar el individuo a su grupo (Durkheim) como un suentildeo colectivo sintomaacutetico de las urgencias arquetiacutepicas dentro de las profundidades de la psique humana (Jung) como el vehiacuteculo tradicional de las intuiciones metafiacutesicas maacutes pro-fundas del hombre (Coomaraswamy) y como la Revelacioacuten de Dios a Sus hijos (la Iglesia) La mitologiacutea es todo esto Los diferentes juicios estaacuten determinados por los diferentes puntos de vista de los jueces Pues cuando se la investiga en teacuterminos no de lo que es sino de coacutemo funciona de coacutemo ha servido a la especia humana en el pasado y de coacutemo puede servirle ahora

la mitologiacutea se muestra tan accesible como la vida misma a las obsesiones y necesidades del individuo la raza y la eacutepoca

2- La funcioacuten del mito del culto y de la meditacioacuten

En su forma viva el individuo es necesariamente soacutelo una frac-cioacuten y una distorsioacuten de la imagen total del hombre Estaacute limi-tado ya sea hembra o varoacuten tambieacuten lo estaacute en cualquier pe-riodo de su vida como nintildeo como joven como adulto o como anciano y no soacutelo eso sino que en su vida estaacute necesariamente especializado como artesano comerciante sirviente o ladroacuten sacerdote o liacuteder esposa monja o prostituta no puede serlo todo De aquiacute que la totalidad la plenitud del hombre no esteacute en un miembro aparte sino en el cuerpo de la sociedad como un todo el individuo puede soacutelo ser un oacutergano De su grupo ha tomado las teacutecnicas de vida el lenguaje en que piensa las ideas por las cuales lucha los genes que han construido su cuerpo descienden del pasado de esa sociedad Si pretende ais-larse ya sea en hechos pensamientos o sentimientos soacutelo lo-gra romper las relaciones con las fuentes de su existencia

Las ceremonias tribales de nacimiento la iniciacioacuten el ma-trimonio el entierro la adquisicioacuten de un estado social etc sirven para trasladar la crisis y hechos de la vida del individuo a formas claacutesicas e impersonales Estas formas tienen por obje-to mostrarlo a siacute mismo no como esta personalidad o la otra sino como el guerrero la desposada la viuda el sacerdote el jefe al mismo tiempo se representa para el resto de la comuni-dad la vieja leccioacuten de las etapas arquetiacutepicas Todos participan en el ceremonial de acuerdo con su rango y su funcioacuten La sociedad entera se hace visible como una unidad viva e impe-recedera Pasan generaciones de individuos como ceacutelulas anoacute-nimas de un cuerpo vivo pero permanece la forma sustentante e intemporal Por una ampliacioacuten de la visioacuten para abarcar a este superindividuo cada uno se descubre a siacute mismo engran-decido enriquecido apoyado y magnifi cado Su papel aunque no sea nada impresionante se ve como intriacutenseco a la bella imagen festiva del hombre la imagen potencial pero necesaria-mente inhibida que estaacute dentro del individuo

Los deberes sociales continuacutean la leccioacuten del festival en la existencia diaria y normal y se le da maacutes validez al individuo Por el contrario la indiferencia las revoluciones o el exilio rom-pen las conexiones vitales Desde el punto de vista de la unidad social el individuo aislado no es sino una nada un desperdicio De aquiacute que el hombre o la mujer puedan decir honestamente que han vivido su papel mdashya sea el de sacerdote prostituta reina o esclavomdash se refi eren al sentido completo del verbo ser

Joseph Campbell El heacuteroe de las mil caras Psicoanaacutelisis del mito Traduccioacuten de Luisa Josefi na Hernaacutendez fce Meacutexico 2006

1 Odisea iv 401 417-41 Traduccioacuten de Luis Segalaacute y Estalella2 Ibid 400-406

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Los ritos de la iniciacioacuten y de la adquisicioacuten de una situa-cioacuten pues muestran la leccioacuten de la unidad esencial del in-dividuo y el grupo los festivales de las estaciones abren un horizonte mayor Asiacute como el individuo es un oacutergano de la so-ciedad asiacute es la tribu o la ciudad mdashasiacute es la humanidad ente-ramdash soacutelo una fase del poderoso organismo del cosmos

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para domi-nar a la naturaleza Eacutesta es una representacioacuten equivocada Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre y particularmente en aquellas ceremonias maacutegicas que se supone han de traer lluvia curar las enfermedades o detener las inun-daciones sin embargo el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponieacutendolas a la magia ne-gra) es la sumisioacuten a lo inevitable del destino y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente

No se ha registrado ninguacuten mito tribal que intente postergar la llegada del invierno al contrario los ritos preparan a la co-munidad para soportar junto con el resto de la naturaleza la estacioacuten del friacuteo tremendo Y en la primavera los ritos no inten-tan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maiacutez frijol y calabazas para la comunidad debilitada por el contrario los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estacioacuten de la na-turaleza El maravilloso ciclo del antildeo es celebrado con todos sus contratiempos y periacuteodos de juacutebilo y es bosquejado y represen-tado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano

Muchas otras simbolizaciones de esta continuidad llenan el mundo de la comunidad mitoloacutegicamente instruida Por ejem-plo los clanes de las tribus cazadoras norteamericanas se con-sideraban descendientes de ancestros mitad animales y mitad humanos Estos ancestros no solamente eran los padres de los miembros humanos del clan sino tambieacuten de la especie animal de donde el clan tomaba su nombre Asiacute los miembros huma-nos del clan del castor eran primos hermanos de los castores protectores de dicha especie y al mismo tiempo protegidos por la sabiduriacutea animal del pueblo de los bosques Y otro ejemplo el hogan o choza de barro de los Naacutevajo de Nuevo Meacutexico y Arizona se construye seguacuten el plan de la idea del cosmos de los Naacutevajo La entrada estaacute hacia el oriente Los ocho lados re-presentan las cuatro direcciones principales y los puntos que quedan entre ellas Cada arista y cada viga corresponde a un elemento en el gran hogan de la tierra y el cielo que todo lo abarcan Y como el alma del hombre es considerada en su for-ma como ideacutentica al universo la choza de barro es la represen-tacioacuten de la armoniacutea baacutesica del hombre y del mundo y un re-cordatorio del escondido camino vital de la perfeccioacuten

Pero hay otro camino diametralmente opuesto al de los de-beres sociales y los cultos populares Desde el punto de vista del camino del deber el que es exiliado de la comunidad es nada Desde el otro punto de vista este exilio es el primer paso en la buacutesqueda Cada uno lleva el todo dentro de siacute mismo por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de eacutel Las diferen-ciaciones de sexo edad y ocupacioacuten no son esenciales a nuestro caraacutecter sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo La imagen interior del hombre no de-be confundirse con su atuendo Pensamos que somos ameri-canos hijos del siglo xx occidentales y cristianos civilizados Somos virtuosos o pecadores Sin embargo esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre denotan solamente acci-dentes geograacutefi cos fecha de nacimiento e ingresos econoacutemi-

cos iquestCuaacutel es el meollo de nosotros iquestCuaacutel es el caraacutecter baacutesico de nuestro ser

El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India los misterios heleacutenicos de las iniciaciones las antiguas fi losofiacuteas de Oriente y del Occidente son teacutecnicas para despla-zar el hincapieacute de la conciencia individual fuera de la presencia exterior Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo maacutes profundo ldquoYo no soy esto ni lo otro mdashmeditamdash no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir mi cuerpo que estaacute enfermo o envejece ni mi brazo mis ojos mi cabeza ni la suma de todas estas cosas No soy mis sentimientos ni mi men-te ni mi fuerza intuitivardquo Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y fi nalmente alcanza insondables rea-lizaciones Ninguacuten hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como Don Fu-lano de tal o cual poblacioacuten de cierto paiacutes La sociedad y los deberes se esfuman Don Fulano al descubrirse grande con el hombre se convierte en una persona abstraiacuteda y apartada

Eacutesta es la etapa de Narciso contemplaacutendose en la fuente del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del aacuterbol pero no es la uacuteltima meta es un requisito pero no es el fi n La meta no es ver sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia en-tonces el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola De aquiacute que la separacioacuten el aislamiento ya no sean necesarios Por dondequiera que vaya el heacuteroe y cualquier cosa que haga siempre estaacute en presencia de su propia esencia porque ha perfeccionado sus ojos para ver No hay aislamiento Asiacute como el camino de la participacioacuten social puede llevar a la realizacioacuten del Todo en el individuo asiacute el exilio trae al heacuteroe al Yo en todo

Centrado en este punto capital el problema del egoiacutesmo o del altruismo desaparece El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identifi cado con el signifi cado iacutentegro del uni-verso Por Eacutel y para Eacutel se ha hecho el mundo ldquoOh Mahoma mdashdijo Diosmdash si no fuera por ti no hubiera creado el cielordquo

3- El heacuteroe de hoy

Todo esto se halla lejos del punto de vista contemporaacuteneo pues el ideal democraacutetico del individuo que se determina a siacute mismo la invencioacuten de los artefactos mecaacutenicos y eleacutectricos y el desarrollo de los meacutetodos cientiacutefi cos de investigacioacuten han transformado la vida humana en tal forma que el universo in-temporal de siacutembolos hace mucho tiempo heredados ha sufri-do un colapso A esto se refi eren en el Zaratustra de Nietzsche las trascendentales palabras que anuncian una eacutepoca ldquoMuertos estaacuten los diosesrdquo3 Es una faacutebula que sabemos que se ha repeti-do de mil maneras Es el ciclo del heacuteroe de la edad moderna la maravillosa historia de la especie humana que llega a la ma-durez El lastre del pasado la atadura de la tradicioacuten han sido destruidos con seguros y poderosos golpes La telarantildea del suentildeo miacutetico cayoacute la mente se abrioacute a la iacutentegra conciencia despierta y el hombre moderno surgioacute de la ignorancia de los antiguos como una mariposa de su capullo o como el sol del amanecer surge del vientre de la madre noche

3 Nietzsche Asiacute habloacute Zaratustra 1223

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No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

32 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 1

SumarioOctavio Paz en la placita de Mixcoac 3

Joseacute de la ColinaOctavio Paz traductor 5

Fabienne BraduPaz y los otros 7

Joseacute Emilio PachecoLos privilegios de Octavio Paz 9

Fernando del PasoEvocacioacuten de Octavio Paz 11

Juliaacuten MezaPasioacuten liacuterica sin fi nldquoPiedra de solrdquono descansa en Paz 13

Alberto ArriagaAlguien lo deletrea 15

Enrique KrauzeMito 16

Joseph FontenroseMito y lenguaje 19

Ernst CassirerEl mito y la sociedad 23

Joseph CampbellDialeacutectica del mito 27

A F LosevCartas a un joven dramaturgode Marco Antonio de la Parra 29

Por Richard ViqueiraCabaret Provenza de Luis Felipe Fabre 31

Por Luis PaniaguaEl castillo en el bosque de Norman Mailer 32

Por Arturo Gutieacuterrez Aldama

Ilustraciones de interiores Antonio Martorell

Dibujo de Octavio Paz por Joseacute de la Colina

Fotografiacuteas Archivo fotograacutefi co del fce

Ilustr

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Directora del FCE

Consuelo Saacuteizar

Director de La GacetaLuis Alberto Ayala Blanco

EditorMoramay Herrera Kuri

Consejo editorialSergio Gonzaacutelez Rodriacuteguez Alberto Ruy Saacutenchez Nicolaacutes Alvarado Pa-blo Boullosa Miguel Aacutengel Echega-ray Martiacute Soler Juan Carlos Rodriacute-guez Citla li Marroquiacuten Paola Moraacuten Miguel Aacutengel Moncada Rueda Ge-ney Beltraacuten Feacutelix

ImpresioacutenImpresora y EncuadernadoraProgreso sa de cv

FormacioacutenErnesto Ramiacuterez Morales

Versioacuten para internetDepartamento de Integracioacuten Digital del fcewwwfondodeculturaeconomicacomLaGacetaasp

La Gaceta del Fondo de Cultura Econoacute-mica es una publicacioacuten mensual edi-tada por el Fondo de Cultura Econoacute-mica con domicilio en Carretera Picacho-Ajusco 227 Colonia Bosques del Pedregal Delegacioacuten Tlalpan Distrito Federal Meacutexico Editor res-ponsable Moramay Herrera Certifi -cado de Licitud de Tiacutetulo 8635 y de Licitud de Contenido 6080 expedi-dos por la Comisioacuten Califi cadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas el 15 de junio de 1995 La Gaceta del Fondo de Cultura Econoacutemica es un nom-bre registrado en el Instituto Nacio-nal del Derecho de Autor con el nuacute-mero 04-2001-112210102100 el 22 de noviembre de 2001 Registro Pos-tal Publicacioacuten Perioacutedica pp09-0206 Distribuida por el propio Fondo de Cultura EconoacutemicaISSN 0185-3716

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2 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

A diez antildeos de la muerte de Octavio Paz su fi gura en la cultura mexicana presenta trazos miacuteticos Podraacute decirse lo que se quiera sobre Paz el poeta el ensayista o el hombre en siacute algunos incluso podraacuten criticar su obrahellip los maacutes despistados sus ideas poliacuteticas pero nadie puede negar el lugar de primer orden que ocupa en el imaginario cultural no soacutelo de Meacutexico sino del resto del mundo Por este motivo La Gaceta decidioacute rendirle un merecido homenaje a traveacutes de algunas de las plumas maacutes brillantes que habitan la cartografiacutea literaria de este paiacutes Fabienne Bradu Joseacute Emi-lio Pacheco y Alberto Arriaga nos hablan de Paz el traductor y el poeta de un Paz metamorfoseado en metros y ritmos Joseacute de la Colina nos conduce al origen al Paz de Mixcoac Fernando del Paso se adentra en el otro lenguaje que fascinaba a Paz el lenguaje de la pintura es decir de las imaacutegenes Juliaacuten Meza plasma el caraacutecter plural y congruente del poeta Finalmente Enrique Krauze nos regala una pequentildea digre-sioacuten sobre Paz y su visioacuten de Dios

Krauze comenta que Paz ldquohablaba poco de Diosrdquo Sin embargo el mito era una fuerza primordial en su obra basta leer Posdata para percatarnos de ello La relacioacuten de Paz con lo trascendente no se limita a una personifi cacioacuten de la divinidad Como su propia poesiacutea lo refl eja la realidad sin dejar de ser una es muacuteltiple asiacute como eacutel es muchos y uno a un mismo tiempo Por eso para entender a Octavio Paz y al mundo debemos preguntarnos iquestQueacute es el mito El mito es el arte de las correspondencias el orden del mundo entretejido en sus muacuteltiples variaciones Pero sobre todo es la puerta que comunica lo inefable con la expresioacuten lo indecible que ensordece el cla-mor de la ingenua transparencia que profesa la modernidad El mito se dice de mu-chas maneras a diferencia del logos que pretende hablar emplazado en la certeza unidimensional Lo inefable es una tela urdida con la materia del mito y eacuteste habla con la voz del loco del poeta emitiendo susurros que embriagan narcotizan El mito es una droga poderosa que salva al mundo de su inanidad y su verdadero poder radica en su fuerza ejemplar no importando si la narracioacuten que hace tuvo lugar o no Salustio nos proporciona la defi nicioacuten maacutes perfecta que puede darse del mito Estas cosas no ocurrieron jamaacutes pero son siempre G

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 3

Octavio Paz en la placita de MixcoacJoseacute de la Colina

Cuando se le piensa aquiacute en Meacutexico ya estaacute en otra parte aun-que de todas maneras nunca deja de estar aquiacute inasible como la gota de azogue yendo y viniendo en el fi lo de la navaja en todas partes y en ninguna y secretamente alliacute de pie al medio-diacutea apoyado en ese fresno mirando y pensando su pequentildea plaza de Mixcoac la de su nintildeez la de su memoria la plaza que es su centro del mundo porque el centro del mundo estaacute en cualquier lugar en el lugar uacutenico en que cada uno de nosotros vive Octavio Paz mira con su mirada clara la plaza la casona y la pared cuya rajadura era como un sexo femenino abierto al universo y mentalmente teje una liacuterica geografiacutea de ciudades simultaacuteneas Pariacutes que gira inmoacutevil en torno a la alegoacuterica y alquiacutemica Tour Saint-Jacques Angkor de enlazadas esculturas nunca acabando de surgir de la piedra y la selva Londres que es fundada cada brumosa mantildeana por las campanadas del Big Ben Nueva York recorrido por el subway febril como por un populoso monoacutelogo interior Tenochtitlan y el suentildeo vindica-tivo de su corazoacuten de oscuras aguas ocultas Tokio y su bullen-te cuerpo nocturno tatuado de mensajes en gas neoacuten Madrid con ecos de metralla y No pasaraacuten y nuevamente la ciudad de Meacutexico en palimpsesto sobre Tenochtitlan el Paseo de la Re-forma con su pueblo de estatuas ceacutelebres aunque algunas anoacute-nimas y el nocturno San Ildefonso y el mediodiacutea asolador de el Zoacutecalo retornando siempre a la placita de Mixcoac lugares leiacutedos con palabras que son pasos que son palabras escritas que son otra vez pasos

Octavio (de ojos europeos de manos de indio mexicano de voz nintildea presa en las lejanas oacuterbitas del trompo y las canicas sobre el soleado suelo cegador donde en la noche la luna deja-raacute cicatrices de ramajes) avanza con el pensamiento y la mirada y la escritura sus uacutenicas armas entre aacuterboles piedras olas idiomas civilizaciones ideologiacuteas literaturas pinturas danzas ritos asesinatos revueltas revoluciones entre suentildeos y pesadi-llas de la Historia una y otra vez interrogando al instante al latido de tiempo efiacutemero y total que es el uacutenico y grande e irrisorio material de esa ilusioacuten la Eternidad iquestno te parece pregunta dubitativo alucinado por su propia mirada clara

Escribioacute un libro El mono gramaacutetico que tambieacuten es el Mo-nogramaacutetico en el que la andadura por el camino de Galta en la India es a la vez un viaje por el mundo y una escritura en movimiento la escritura que interroga al camino el instante que persigue a la eternidad al mundo a siacute mismo un libro que como en toda su obra las palabras miran a los ojos a las pala-bras preguntaacutendoles siempre queacute son queacute quieren ser queacute han sido

iquestPero cuaacutel seriacutea su palabra clave Trato de encontrar la que

seriacutea su llave su clave de sol su signo su sino y no me queda en las manos ninguna palabra-cosa sino la preposicioacuten entre una palabra que es lazo puente puerta paso a nivel y a desni-vel de la medianoche al mediodiacutea trayecto equidistante de la moneda respecto a la mano que la lanzoacute y el punto maacutes alto que alcanzaraacute y comunicacioacuten entre vasos [Vasos comuni-cantes Dos recipientes cuyas bases estaacuten unidas por un tubo si los recipientes contienen el mismo liacutequido el nivel de eacuteste en ambos es ideacutentico en caso de que tengan liacutequidos de densi-dades ρ y ρ distintas las alturas h y h de las dos superfi cies li-bres en los recipientes contadas a partir de la superfi cie de separacioacuten de los dos liacutequidos son inversamente proporciona-les a las respectivas densidades

ρ middot h = ρ middot h

Se usan para comparar las densidades de los liacutequidos para conocer el nivel del liacutequido en una caldera o depoacutesito etc Enciclopedia Salvat] Y ademaacutes de la palabra entre esencial y activa aun si no estaacute visible si soacutelo estaacute impliacutecita en la escritu-ra de Paz que suele ser de frases breves eleacutectricas (cuando no se despliega en las fl uviales oraciones-paacuterrafos de El mono gra-maacutetico) aquiacute y allaacute se abren los dos puntos ortograacutefi cos

[ ] puertas que dan a otras puertas incesantemente andar escribir leer andar escribir etceacutetera Andadura respiracioacuten poema danza verbal arquitectura aeacuterea que se hace se desha-ce se rehace en giros y equilibrios sobre la paacutegina

Octavio cenando cada noche a la mesa convivencial entre Emiliano Breton y Andreacute Zapata enviando mujeres de lujosa desnudez a la celda donde miacutesticamente se pudre Juan de Ye-pes o fantasmas varones a la diuturna nocturna-diurna soledad de Sor Juana Ineacutes articulando y desarticulando ideas para que no se petrifi quen en ideologiacuteas preguntando iquestNo te parece diciendo los poemas con la voz menos declamatoria del mun-do como el peor actor de siacute mismo y su mano izquierda en la conversacioacuten en el recital en la conferencia haciendo el gesto de lanzar al aire una moneda de echar un ldquovoladordquo aacuteguila o sol cara o cruz en ese momento del pulgar retenido como un resorte entre los otros dedos plegados y que se dispara suacutebita-mente al aire la moneda invisible la palabra tal como la mano que Tamayo dibujoacute para la portada de Aacuteguila o sol y la moneda trazando su curva entre arriba y abajo entre una idea y otra entre una imagen y su contraria rizando el rizo trazando su fosforescente camino de instantes la palabra creando en la paacutegina su horizonte de apariciones

El instante iquestno te parece no existe pero respira es tiem-

4 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

po que estaacute y no estaacute un latido entre latidos un parpadeo el colibriacute que vuela quieto en el aire y en su zumbar de alas co-meta que cabe en la mano y Octavio lo toma y con amor lo mira (porque teniendo sentido de la eternidad estaacute enamora-do de las criaturas del tiempo) y lo transforma en palabra y lo pone en la paacutegina que leemos de eacutel donde resucita nuevamen-te instante rumor de invisibles alas de colibriacute en vuelo fi jo fl or

saxiacutefraga brotada suacutebitamente de la roca Y queacute asombro de que en las paacuteginas de Octavio Paz apenas haya gerundios por-que el gerundio es un estar pasando algo entre esto y lo otro un instante hacia lo eterno o viceversa o lo contrario o lo mismo iquestno te parece el modo de estar siempre en todas par-tes pero entre nosotros G

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 5

Octavio Paz traductorFabienne Bradu

Joseacute Bianco afi rmaba que al leer una traduccioacuten hecha por Octavio Paz su primera reaccioacuten era resistirse a la propuesta y la segunda casi inmediata ceder al encanto con entusiasta acep-tacioacuten ldquoCuando leiacute su traduccioacuten del Soneto en ix mdashle explicoacute a Danubio Torres Fierro en entrevistamdash me costaba reempla-zar aboli bibelot por espiral espirada La aliteracioacuten me parece maacutes leve maacutes aeacuterea Se me ocurre que Mallarmeacute la hubiese preferido tambieacutenrdquo Este doble impulso contradictorio podriacutea animar a muchos lectores de las traducciones de Octavio Paz Al menos reconozco algo de mi propia experiencia en la con-fesada por Joseacute Bianco

Como sucede en toda la obra del poeta la refl exioacuten corre paralela a la praxis Octavio Paz ha dedicado varios ensayos conferencias y comentarios al espinoso problema de la traduc-cioacuten poeacutetica No obstante cuando reunioacute los poemas traduci-dos de distintas lenguas y tradiciones en el primer volumen de Versiones y diversiones (1974) omitioacute reproducir por ejemplo el ya ceacutelebre ensayo ldquoLiteratura y literalidadrdquo de El signo y el ga-rabato y prefi rioacute sustituirlo por una breve declaracioacuten de fe ldquono es un libro sistemaacutetico ni se propone mostrar o ensentildear nada Es el resultado de la pasioacuten y de la casualidadrdquo La advertencia es pertinente para entender queacute clase de traductor es Octavio Paz Ante todo no es un traductor profesional que a solicitud de una casa editorial agota la obra de un poeta en un trance servil o utilitario El impulso de traducir responde en eacutel a un accidente y sobre todo a ldquoun deseo un amor y junto con este amor el deseo de compartirlordquo Por otro lado se rehuacutesa a asimi-lar la antologiacutea que a lo largo de los antildeos van conformando las traducciones realizadas con una seleccioacuten uacutenicamente guiada por el gusto Podriacutea aventurarse que algunos poemas de Versio-nes y diversiones corresponden efectivamente a una admiracioacuten poeacutetica otros a un reto para el arte del traductor y otros maacutes tal vez los menos a la voluntad de dar a conocer en lengua espa-ntildeola a un poeta poco o mal difundido proponiendo una mues-tra que rebase lo que el estricto gusto hubiera recogido ldquoUn amigo al leer mis versiones de unos cuantos poemas de Wi-lliams me impulsoacute a traducir otros maacutes para hacer un pequentildeo libro Cediacute mdashaunque yo hubiera preferido traducir a Wallace Stevensrdquo precisa Octavio Paz en el frontispicio a Versiones y di-versiones para ilustrar su reticencia a la sistemati cidad

ldquoEn teoriacutea mdashadvierte Octavio Pazmdash soacutelo los poetas debe-

riacutean traducir poesiacutea en la realidad pocas veces los poetas son buenos traductores No lo son porque casi siempre usan el poe-ma ajeno como un punto de partida para escribir su poemardquo Como suele ocurrir en los ensayos de Paz el ideal se for mula junto con las acotaciones que lo limitan o lo relativizan El ideal es inseparable de la criacutetica y la ambicioacuten conlleva su in-evitable parte de autocriacutetica La elevada aspiracioacuten que a me-nudo expresan los ensayos de Paz no cumple una funcioacuten de anticipada exculpacioacuten sino al contrario la de subrayar que pese a la conciencia de lo imposible se intentaraacute alcanzarlo Asiacute sucede en los ensayos que desarrollan una teoriacutea de la tra-duccioacuten como en los maacutes que se explayan sobre la teoriacutea poeacute-tica a secas Precisamente porque advierte y defi ne los riesgos que encontraraacute el poeta-traductor Paz no se excluye a siacute mis-mo de los embates compartidos Por ende siempre resultaraacute maacutes provechoso estudiar coacutemo sortea estos riesgos que preten-der que los desaparece Ademaacutes ninguacuten traductor digno de este nombre podriacutea rehusarse a correrlos

En varias ocasiones Octavio Paz adoptoacute el siacutemil de la foto-grafiacutea para dar cuenta de la operacioacuten traductora ldquoLas traduc-ciones a veces son excelentes pero otras son como fotografiacuteas borrosasrdquo La metaacutefora le permite conjugar dos condiciones de una buena traduccioacuten el colorido (la muacutesica) y la nitidez del trazo (el sentido) es decir en otros teacuterminos la sempiterna buacutesqueda de fi delidad ldquoal sonido y al sentidordquo No obstante e independientemente de sus propias palabras la obsesioacuten que subyace al arte de traducir en Paz no es la imagen sino el tiem-po Sus audacias sus podas y sus transmutaciones estaacuten ligadas a la persecucioacuten del instante Su arte de traducir nace de su maacutes defi nitoria esencia poeacutetica Cada vez que estaacute confrontado con una buacutesqueda similar en otros poetas se despierta su genio poeacutetico para intentar ir maacutes lejos en el perfeccionamiento de la expresioacuten del acercamiento al instante La obsesioacuten lo aguijo-nea y lo hace fundir su propio esfuerzo con el empentildeo de los demaacutes ponieacutendose asiacute al servicio de una sola buacutesqueda que re-basa las identidades y los estilos las formas y las tradiciones Esto no es exactamente una traicioacuten ni una ldquopacianizacioacutenrdquo de las versiones sino el ejercicio de una misma pasioacuten a varias vo-ces Creo que esta pasioacuten es a un tiempo el signo de una hu-mildad frente a la poesiacutea y el sello de una virtuosidad poeacutetica tan propia como inconfundible

El traductor es aquel que sabe oiacuter la voz callada debajo de la letra escrita revivirla con su propio aliento y lanzarla de nuevo a otra vida Algunos la llaman el ldquoespiacuteriturdquo de la poesiacutea en opo-sicioacuten con su sola letra Octavio Paz prefi rioacute califi carla como la ldquootra vozrdquo ldquouna modulacioacuten indefi nible inconfundible y que

Autora del libro Los puentes de la traduccioacuten Octavio Paz y la poesiacutea francesa Universidad Nacional Autoacutenoma de MeacutexicoUniversidad Veracruzana Meacutexico 2004

6 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

fatalmente la vuelve otrardquo Para explicar el complicado fenoacute-meno de la reencarnacioacuten los budistas recurren a una metaacutefo-ra cuando se prende una vela acercando la mecha a la llama de otra vela el fuego nuevo es y no es el mismo signifi cando asiacute que el espiacuteritu que renace es y no es el mismo que el que se ha extinguido Extrapolando la metaacutefora budista a nuestro asunto podriacutea decirse que un poema traducido es y no es el mismo que

el original como si un solo espiacuteritu de la poesiacutea y un mismo fuego que trascendieran a los poetas perduraran en dos poe-mas aparentemente distinguibles en las lenguas El ejercicio de la traduccioacuten quizaacute sea el que mejor pone de manifi esto la im-personalizacioacuten de la poesiacutea Y por lo demaacutes iquestno es lo que siempre defendioacute el autor de La llama doble G

Fotografiacutea Neil LibbertCamera Press-Zardoya

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 7

Paz y los otrosJoseacute Emilio Pacheco

Hace seis antildeos aparecioacute como undeacutecimo tomo de las Obras completas de Octavio Paz el primer volumen de la Obra poeacutetica (1935-1970) El segundo incluiraacute Topoemas (1971) Renga (1972) Pasado en claro (1975) Vuelta (1976) Air born Hijos del aire (1979) Aacuterbol adentro (1987) Figuras y fi guraciones poemas en torno a la obra plaacutestica de Marie Joseacute Paz y Refl ejos reacuteplicas diaacutelogos con Francisco de Quevedo (1996) que cerroacute los sesenta y tres antildeos de trabajo comenzados en 1933 con Luna silvestre En teoriacutea Versiones y diversiones (1974) debe incluirse alliacute como se hizo en Italia con Eugenio Montale Salvatore Quasimodo y Giuseppe Ungaretti las versiones son parte de la poesiacutea de un autor El conjunto casi dos mil paacuteginas pone al libro futuro en riesgo de volverlo inmanejable

Al margen de las Obras completas Galaxia Gutenberg y Ciacuter-culo de Lectores publican la edicioacuten revisada y aumentada de Versiones y diversiones edicioacuten que Paz alcanzoacute a iniciar pero no concluyoacute El excelente trabajo adicional es de Nicanor Veacutelez Son 715 paacuteginas frente a las 255 que tuvo su primera aparicioacuten en Joaquiacuten Mortiz Abarcan el aspecto menos estudiado de Paz y testimonian una entrega a la poesiacutea como tal vez no volveraacute a existir en estas nuevas condiciones

La ldquoescuela mexicanardquo de traduccioacuten

Fue un poeta precoz y por ello asombra que su intereacutes en las versiones poeacuteticas no se haya manifestado hasta 1954 cuando al fi nal de Semillas para un himno publicoacute ldquoA su tiacutemida amanterdquo de Andrew Marvell y ldquoEl desdichadordquo ldquoMirtordquo ldquoDeacutelfi cardquo y ldquoArtemisardquo de Geacuterard de Nerval Tres antildeos despueacutes en el 1957 de Piedra de sol dio a conocer Sendas de Oku de Matsuo Basho en colaboracioacuten con Eikichi Hayashiya

Por eso en agosto de 2002 Aurelio Asiain celebroacute en Tokio los cincuenta antildeos de la llegada de Paz al Japoacuten probable pun-to de partida de su afaacuten por traducir poemas Ya a fi nes de los treinta como joven director de Taller se interesoacute por el geacutenero mdashsi puede llamarse asiacute a este trabajomdash y publicoacute en versiones ajenas a Arthur Rimbaud (Joseacute Ferrel) y T S Eliot (Rodolfo Usigli y Bernardo Ortiz de Montellano entre otros) En 1952 hizo para la Unesco la Antologiacutea de la poesiacutea mexicana nunca aparecida en espantildeol que tradujeron al ingleacutes Samuel Beckett y al franceacutes Guy Levis Mano

En los cincuenta las versiones de Paz y Jaime Garciacutea Terreacutes (compiladas en Baile de maacutescaras 1989) normalizaron esta praacutec-

tica en revistas y suplementos y crearon sin proponeacuterselo algo que podriacuteamos llamar una ldquoescuela mexicanardquo de traduccioacuten muy diferente a la que se practica en otros aacutembitos del idioma

En la siguiente deacutecada Paz descubrioacute para nosotros no para espantildeoles ni argentinos a Fernando Pessoa (Antologiacutea 1962) A continuacioacuten hizo con Pedro Sekel Cuatro poetas contemporaacute-neos de Suecia Martinson Lundkvist Ekelof y Lindegren En 1973 nos dio los Veinte poemas de William Carlos Williams y en 1978 algunos textos de Guillaume Apollinaire En los uacuteltimos tiempos su atencioacuten se centroacute en textos saacutenscritos y chinos Su libro fi nal fue Trazos de Chuang-tse y otros que se recoge en las nuevas Versiones y diversiones

Gracias a esta labor de Paz que pocos hasta ahora han apre-ciado en Meacutexico casi siempre se leen entre los datos con que se presenta a los joacutevenes y a las muchachas que se inician en la poesiacutea al lado de los premios y las becas obtenidas los nom-bres de los poetas que han traducido Es la manera maacutes atenta de leer un poema y la mejor forma de ejercitarse en la versifi -cacioacuten sin la disciplina mecanizadora de intentar escribir algo nuevo todos los diacuteas

Ovidio y Nezahualcoacuteyotl

En la literatura mexicana puede escucharse como en secreto la lamentacioacuten por las tres grandes peacuterdidas literarias de la Nueva Espantildea el silenciamiento de Sor Juana el fi n del Cole-gio de Tlatelolco en que los aztecas habiacutean empezado una la-bor de traductores que pudo haber sido la base de una auteacutenti-ca cultura mestiza y el que el padre Francisco Javier Clavijero un prosista soacutelo comparable en su tiempo y en su lengua con Jovellanos y Moratiacuten no haya logrado concluir en el destierro la que iba a ser nuestra Enciclopedia

De todos modos la poesiacutea escrita en espantildeol en esta tierra empezoacute con los sonetos ldquoal itaacutelico modordquo de Francisco de Te-rrazas con los poemas nahuas de Nezahualcoacuteyotl puestos en liras por su descendiente Francisco de Alva Ixtlilxoacutechitl (em-pleoacute el mismo derecho de Fray Luis para traducir tambieacuten en liras a Horacio y en tercetos encadenados el Libro de Job) y con Las heroidas de Ovidio transfi guradas a su vez en tercetos por Diego Mejiacutea

Tierra abierta a los dos oceacuteanos y al mismo tiempo caracol encerrado por el desierto y la semicircunferencia del Golfo in-comunicada por sus montantildeas e impedida a todo lo largo de la Colonia para tener relaciones con nada que no fuera el Pentaacutego-no de su eacutepoca El Escorial y la Casa de Contratacioacuten de Sevilla en cuanto dejoacute de ser Nueva Espantildea para intentar convertirse en Tomado de la revista Letras Libres nuacutemero 47 noviembre 2002

8 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

Meacutexico el paiacutes quiso relacionarse con un mundo que era de verdad el otro mundo Sus modelos le pagaron mal los Estados Unidos con la invasioacuten de 1847 y Francia con la de 1862

Traducir fue una forma de respirar En los seminarios se afi anzoacute la cultura latina y se establecioacute una tradicioacuten que pro-sigue hasta hoy y ha hecho que un poeta mexicano Rubeacuten Bonifaz Nuntildeo sea la uacutenica persona en el mundo que ha tradu-cido eacutel solo a todos los grandes claacutesicos de Roma La lengua de la Iglesia asfi xioacute al griego a tal punto que otro de nuestros je-suitas exiliados Francisco Javier Alegre tuvo que trasladar iexclal latiacuten La Iliada para que alguien la leyera

Los primeros poetas mexicanos fueron asiduos de los ro-maacutenticos y de la Antologiacutea griega Joseacute Joaquiacuten Pesado con ayuda de Francisco Chimalpopoca profesor de naacutehuatl en la Universidad tradujo Las [poesiacuteas] aztecas Con el modernismo la versioacuten poeacutetica se legitimoacute en libros como Jardines de Francia (Enrique Gonzaacutelez Martiacutenez) y Musas de Francia (Balbino Daacute-valos) Algunas de sus paacuteginas alcanzaron gran difusioacuten al ser incluidas en la Antologiacutea espantildeola de Enrique Diacuteez-Canedo tan importante para los que iban a ser allaacute y aquiacute los poetas de 1927 como la Antologiacutea de Borges Bioy y Silvina Ocampo para los narradores de los cincuenta y los sesenta

El camino de la pasioacuten

Marco Antonio Montes de Oca dio en El surco y la brasa (1974) una antologiacutea de versiones mexicanas que abarcan de Alfonso Reyes a Carlos Montemayor Treinta antildeos despueacutes una actua-lizacioacuten exigiriacutea el doble de paacuteginas De todos modos la fi gura central en este campo y en tantos otros sigue siendo Octa vio Paz

Quizaacute el nuevo camino fue abierto en 1961 por las Imita-tions de Robert Lowell Las imitaciones son una praacutectica anti-gua e ilustre Catulo lo hizo con Safo (Ille mi par esse deo uide-tur) Quevedo con Du Bellay (ldquoBuscas a Roma en Roma oh peregrinordquo) y el resultado son grandes poemas

Sin embargo Lowell impuso la voz de Lowell sobre los ori-ginales de Villon Leopardi Heine o Victor Hugo El propoacutesi-to de Paz es diferente ldquoA partir de poemas en otras lenguas quise hacer poemas en la miacuteardquo Y a estas palabras de 1973 antildea-de en 1995 ldquoEn mis versiones quise que [estos poemas com-puestos en otros siglos] tuviesen la antiguumledad de todas las obras de arte la de hoy mismordquo

Desde entonces han aparecido obras semejantes a la de Paz el mencionado Baile de maacutescaras de Garciacutea Terreacutes y en el Peruacute Las uvas del racimo de Javier Sologuren y El ciervo y la fuente de Ricardo Silva Santiesteban Debe de haber otros tiacutetulos que desconozco pero no quisiera pasar por alto dos que merecen ser difundidos Transcripciones de Miguel Aacutengel Flores y El trai-dor de Miguel Covarrubias Para un poeta de estas tierras nada tan inconcebible como la afi rmacioacuten de Philip Larkin ldquoNo leo maacutes que poesiacutea inglesa y no me importa lo que no sea ingleacutesrdquo

El teacutermino ldquocuriosidad intelectualrdquo es pobre ante lo que estaacute tras Versiones y diversiones Soacutelo puede hablarse de verdadera pasioacuten pasioacuten por la poesiacutea y por quienes la escribieron Es inevitable pensar en Neruda (ldquoYo amo toda la poesiacutea escritardquo) y siglos antes en Safo cuando les dice a los poetas vivos y muertos ldquoCon el don de sus obras me han honradordquo

Supervielle Cocteau Eacuteluard Breton Michaux Char estaacuten traducidos con el mismo amor que Donne Yeats Cummings Stevens Crane y Elizabeth Bishop A Paz se le debe en gran parte el haber revivido el intereacutes de Tablada por el haikuacute que ahora es otra forma disponible para todos en el repertorio de la poesiacutea en espantildeol Los poemas chinos prolongan la maravi-llosa antologiacutea de Marcela de Juan soacutelo comparable a la tra-duccioacuten inglesa de Arthur Walley

Versiones y diversiones es una antologiacutea de la liacuterica universal y tambieacuten un gran libro de la poesiacutea en nuestro idioma Paz nos acercoacute lo lejano e hizo nuestro lo ajeno Nadie sabe coacutemo seraacute la literatura del siglo xxi ni queacute haraacute con el legado del siglo xx A pesar de todo uno puede creer que entre los libros que se segui-raacuten leyendo estaraacute por derecho propio Versiones y diver siones G

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 9

Los privilegios de Octavio PazFernando del Paso

El lenguaje de la pintura como todo lenguaje artiacutestico es in-traducible nos dice Octavio Paz en un texto sobre Juan Soria-no escrito en 1962 Once antildeos despueacutes en ldquoEl signo y el ga-rabatordquo se refi ere a un texto de Cardoza y Aragoacuten sobre Guumlnter Gerzo con las siguientes palabras ldquoOscila entre la tra-duccioacuten y la creacioacutenrdquo Y aclara ldquoTraduccioacuten al lenguaje verbal del lenguaje plaacutestico del pintorrdquo

En queacute quedamos es difiacutecil decirlo porque a lo largo de todos los escritos que Paz dedicoacute a las artes plaacutesticas nos tro-pezamos con contradicciones que nos deslumbran y nos con-funden Pero tal vez se trata de contradicciones intrascenden-

tes sin importancia ya que en principio es una contradiccioacuten fundamental la que hace posible la existencia de la pintura aquella de ldquolas dos gemelas que tejen incansablemente las telas de nuestras visiones la luz y la sombrardquo como dice el poeta en el escrito dedicado a Rodolph Bresdin en Corriente alterna Nos encontramos asiacute que cuando nos habla de Baudelaire como criacutetico de arte asevera que ldquola pintura es un lenguaje incapaz de decir salvo por alusioacuten y omisioacuten el cuadro nos presenta los signos de una ausenciardquo en tanto que en un artiacuteculo sobre el arte y la identidad de los hispanos en los Estados Unidos de-clara que ldquola imagen visual dice pero lo que dice no tiene por

Fragmento tomado de la revista Letras Libres nuacutemero 54 junio 2003

10 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

queacute ser traducido en palabras La pintura es un lenguaje que se basta a siacute mismordquo mientras que mdashde nuevo en Corriente alter-namdash afi rma que el arte moderno ldquopor ser una representacioacuten no puede rehusarse completamente a decir y a signifi carrdquo y se pregunta ldquoiquestQueacute dicen los cuadros modernos Se dicen a siacute mismosrdquo Textos y opiniones que se alternan haciendo honor al tiacutetulo del libro con consideraciones sobre la obra de Alberto Gironella que seguacuten Paz es en buena parte ldquopintura escrita del mismo modo que hay palabras pintadasrdquo o un ensayo sobre Aacutelvarez Bravo en el que con base en sus lecturas de los poetas modernos califi ca a la fotografiacutea como arte poeacutetico ldquoporque al mostrarnos estordquo dice Paz ldquoalude o presenta a aquellordquo y con meditaciones en las que el arte maya por la literalidad de las imaacutegenes que muestra labradas en piedra ldquo pueden leerse No son ilustraciones de un texto son el texto mismordquo

Por otra parte al decir cuadros ldquomodernosrdquo Paz no nos aclara si los cuadros ldquoantiguosrdquo mdashpor llamar de alguacuten modo todas las pinturas que antecedieron a las modernasmdash deciacutean algo No era necesario que lo hiciera todos sabemos que un cuadro de Nicolaacutes Bataille nos cuenta la lucha de San Miguel y el dragoacuten otro del Veroneacutes las Bodas de Canaacute uno maacutes de Mantegna el martirio de San Cristoacutebal y otro en fi n de Ma-teo Cerezo las bodas miacutesticas de Santa Catalina

Y sin embargo esto no es verdad ninguna de las pinturas arriba mencionadas cuenta algo todas recuentan El especta-dor tiene que conocer de antemano la historia o la leyenda que el cuadro presenta tiene que haberla leiacutedo en un libro sobre mitologiacutea o en la Biblia tiene que haberla escuchado en alguna parte alguna vez para saber de queacute trata la pintura que tiene ante sus ojos Una pintura que aunque muy lejos de lo que hoy conocemos como ldquoilustracioacutenrdquo es una pintura que ilustra un hecho o una leyenda Todaviacutea en nuestro fi n de siglo los visi-tantes de los museos necesitan que el guiacutea les diga eacutesta es se-ntildeoras La Batalla de San Romano de Paolo Uccello eacutesta es sentildeo-res La Rendicioacuten de Breda de Diego Velaacutezquez

Pero si esas pinturas ilustran algo a los espectadores de hoy diacutea ya no los ilustran a pocos fuera de Espantildea puede intere-sarles el hecho de que la rendicioacuten de Breda implicara la derro-ta de Mauricio de Nassau y a muchos menos fuera de Italia saber quieacuten si Siena o Florencia ganoacute la batalla de San Roma-no Ademaacutes de que sabemos poca era la fi delidad de los artis-tas hacia acontecimientos histoacutericos asiacute fuera porque no los vieron soacutelo los imaginaron mdashtal es el caso del fusilamiento de Maximiliano emperador de Meacutexico por Manet quien inventoacute una barda que nunca existioacute encima de la cual se asomaban las cabezas de los curiososmdash o a pesar de haber sido testigos de ellos como en el caso de David quien en la pintura de la co-ronacioacuten de Napoleoacuten incluyoacute a la madre de eacuteste Leticia Ra-molino quien se sostuvo ausente de la ceremonia

Da lo mismo porque lo que no ilustra pero siacute nos ilumina es son otras virtudes del cuadro su belleza y la poesiacutea de la que es contenido y continente A veces tambieacuten la gracia en todas sus acepciones tanto terrenales como celestiales Ningu-

na otra cosa nos dicen pero con eso basta las esculturas del Brancusi las pinturas de Dubuffet y las maacutequinas locas de Tanguely Belleza y poesiacutea gracias que en ocasiones son con-vulsivas y se columpian entre el horror y la obscenidad el in-fi erno y la desolacioacuten Goya y Bacon la escultura precolombi-na y Otto Dix

La analogiacutea nos dice Octavio Paz es la funcioacuten maacutes alta de la imaginacioacuten y puente entre lenguajes distintos poesiacutea muacute-sica pintura Es pues necesario tender un puente entre el cuadro y lo que se escribe mdashaunque pareciera que pintura y literatura son dos lenguajes paralelos que se juntan en el infi -nitomdash para decirle al lector lo que el cuadro nos dice Pero se necesita un lector interesado y que algo al menos sepa de la materia y el espiacuteritu del arte o que cuente con la curiosidad y la sensibilidad sufi cientes para aprender No podemos contarle la pintura a un ciego de nacimiento o a un ciego de entendi-miento Por eso los mejores textos sobre un pintor o un escul-tor son aquellos de los cataacutelogos de sus exposiciones que le brindan a los espectadores la oportunidad de ignorarlos O que pueden con suerte ayudarlos a ver

Creo que fue Max Ernst quien deciacutea que su principal ocu-pacioacuten en la vida era la de ver No fue eacutesta la principal ocupa-cioacuten de Octavio Paz pero siacute una de sus maacutes caras preocupacio-nes Dotado del prestigio de una privilegiada vista cuando veiacutea veiacutea mejor que muchos Y agraciado con el privilegio de la palabra poeacutetica por excelencia lo que contaba sobre lo que habiacutea visto pocos lo podraacuten superar Otros escritores mdashy eacutel mismo nos lo recuerdamdash en Francia Baudelaire y Apollinaire en Meacutexico Villaurrutia Gorostiza y Cuesta entre otros escri-bieron sobre arte Ninguno como eacutel

Desde luego criacuteticos de arte con gran talento los ha habido siempre Pero Paz prefi rioacute hablar desde las orillas luminosas de la poesiacutea Mejor dicho no podiacutea hacerlo de otra manera aun-que eacutel mismo califi cara sus escritos como criacutetica ldquoLa criacutetica mdashdicemdash no soacutelo hace maacutes intenso y luacutecido mi placer sino que me obliga a cambiar mi actitud ante la obrardquo Palabras que implican una especie de conclusioacuten y de solucioacuten de un razo-namiento anterior en el que con lucidez y modestia reconoce la casi imposibilidad de escribir sobre arte y artistas sin abdicar de la razoacuten sin convertirla nos dice ldquoen servidora de nuestros gustos maacutes fatales y de nuestras inclinaciones menos premedi-tadasrdquo Pero de alguna manera Paz se las arregla en este texto titulado ldquoDe la criacutetica a la ofrendardquo para conciliar su juicio y su gusto su razoacuten y sus pasiones En un escrito sobre Barragaacuten cita a este gran arquitecto diciendo que su obra mdashla de eacutel mismo su arquitecturamdash estaba inspirada por dos pala-bras la palabra ldquomagiardquo y la palabra ldquosorpresardquo Esto mismo podemos decir de la obra del propio Octavio Paz porque le viene como anillo al dedo es con la magia y la sorpresa como Octavio Paz se convence y convence al lector mdashal menos yo soy uno de los convencidosmdash de la validez y transparencia la sabiduriacutea y el entusiasmo contagioso de su palabra cuando nos habla de arte G

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Evocacioacuten de Octavio PazJuliaacuten Meza

Quizaacute a contracorriente de lo que pueden pensar de miacute algu-nos de mis amigos y lectores como escritor no soacutelo practico la diatriba Tambieacuten soy capaz de hacer elogios pero soacutelo cuando me parecen adecuados y sin dejar de lado la criacutetica siempre tan necesaria Y de aquiacute esta evocacioacuten de Octavio Paz para cele-brar su sensibilidad y su inteligencia a diez antildeos de su muerte

Desde Sor Juana Ineacutes de la Cruz no habiacutea habido en Meacutexico un poeta un escritor tan destacado como Octavio Paz

No faltaraacute quien crea (asiacute sea soacutelo en su fuero iacutentimo) que esta afi rmacioacuten es por lo menos excesiva o simplemente pro-vocadora pero estoy convencido de que la extensa obra de este poeta y pensador la justifi ca

La fi gura de Paz casi siempre fue controvertida y aun vili-pendiada aunque soacutelo en Meacutexico En otros paiacuteses el reconoci-miento a la persona y a su obra se produjo relativamente pron-to y sin reticencias

Al igual que Jorge Luis Borges Octavio Paz fue descubierto al mundo por los franceses entre los que hizo numerosos ami-gos tanto en el campo de la poesiacutea y de las letras como en el del pensamiento Buena parte de la intelligentzia mexicana tar-

doacute en reconocerlo o nunca lo reconocioacute sobre todo por cues-tiones ideoloacutegicas y no literarias o poeacuteticas aun cuando hay quienes afi rman desde muchos peldantildeos abajo en el mundo de las letras que Paz no fue muy importante ni como poeta ni como pensador

Tras una prolongada ausencia debida a su trabajo en el ser-vicio exterior mexicano Octavio Paz volvioacute a Meacutexico alguacuten tiempo despueacutes de haber renunciado puacuteblicamente a su condi-cioacuten de embajador en la India como rechazo a la poliacutetica re-presiva del reacutegimen impuesto por el partido uacutenico enfaacutetica-mente representado entonces por Gustavo Diacuteaz Ordaz De esta manera junto con Javier Barros Sierra (que en buena me-dida encabezoacute la primera exigencia puacuteblica de democracia en Meacutexico) fue uno de los raros disidentes del sistema poliacutetico autoritario fundado por Obregoacuten y Calles y afi nado por Laacuteza-ro Caacuterdenas iquestPor queacute disidentes Porque hasta cierto punto eran hombres del sistema (un embajador y un rector de la unam) que cuestionaron abiertamente el reacutegimen poliacutetico mexicano como lo hicieron numerosos personajes que habiacutean trabajado en instituciones del reacutegimen totalitario sovieacutetico

12 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

Sajaacuterov entre otros Ciertamente su disidencia no los condujo a un campo de concentracioacuten en un Gulag tropical como el de Fidel Castro y esto porque el sistema poliacutetico mexicano que prevalecioacute durante poco maacutes de setenta antildeos (y que auacuten existe sobre todo cuando se manifi esta en el uso partidista de los sin-dicatos corporativos y de otras instituciones que se crearon durante el antiguo reacutegimen) no era totalitario sino autoritario Pero tampoco fueron a la caacutercel (como Joseacute Revueltas y otros escritores o acadeacutemicos) porque en el caso de Barros Sierra se trataba de una persona totalmente ajena a la ideologiacutea comu-nista y de mucho prestigio en el aacutembito nacional y en el de Octavio Paz de una fi gura reconocida con razoacuten en el aacutembito internacional Quizaacute impidioacute que Paz fuera a la caacutercel este re-conocimiento que me recuerda el caso de Lev Tolstoi No obstante su criacutetica a la autocracia zarista y a la iglesia ortodoxa rusa la fama internacional de Tolstoi lo puso a resguardo de la caacutercel el exilio interior o el campo de concentracioacuten pero no de la excomunioacuten decidida por los jerarcas de la Iglesia orto-doxa rusa Octavio Paz tambieacuten fue excomulgado pero no por la Iglesia de Roma con cuyas ruedas de molino nunca comul-goacute sino tanto por los admiradores de Castro de Stalin y de la Unioacuten Sovieacutetica de Trotski (otro disidente que sin embargo jamaacutes renuncioacute a la iglesia marxista) o de la China de Mao como por los epiacutegonos del reacutegimen impuesto y preservado por el partido uacutenico

Evoco pues a Octavio Paz al igual que a Sor Juana porque en cierta medida no fueron ldquohombres en su siglordquo (las comillas no son por lo de hombres sino por lo de su siglo y ambos conceptos remiten al tiacutetulo de una obra de Paz Ademaacutes para miacute el hombre en el sentido universal de la palabra sigue siendo el hombre aun cuando se trate de una mujer) dado que lo tras-cendieron ampliamente tanto en su obra creativa como en la refl exiva

Al igual que Sor Juana Octavio Paz no soacutelo nunca fue reco-nocido por muchos de sus contemporaacuteneos sino que tambieacuten tuvo que hacer frente a sus Sor Filoteas y ldquootras inquisicionesrdquo (Borges) Al igual que la monja criolla fue objeto de la maledi-cencia mdashentre otros de su exmujer la estupenda creadora de Recuerdos del porvenir Elena Garro A diferencia de los procas-tristas y otros pobladores de la granja sovieacutetica lo acusoacute de ser comunista por sus criacuteticas al sistema autoritario mexicano y su solidaridad con los estudiantes impugnadores de 1968 iquestCuaacuten-tas diatribas se habraacuten escrito contra Paz en el curso de los antildeos que van de su regreso a Meacutexico al derrumbe del bloque sovieacutetico Sin lugar a dudas son incontables pues lo mismo fueron obra de periodistas ya olvidados que de ocurrentes es-critores municipales

Para los habitantes de la granja orwelliana que pasaron por alto sus criacuteticas al sistema poliacutetico mexicano (entre otras las

contenidas en Posdata y El ogro fi lantroacutepico) Octavio Paz estaba al servicio de la cia y del imperialismo norteamericano debido a sus juicios sobre el totalitarismo en la urss en Europa central y en su escaparate tropical Cuba Y esto al mismo tiempo que (iquestparadoacutejicamente) sus detractores viviacutean de las becas de fun-daciones o de instituciones acadeacutemicas norteamericanas que iquesteran islotes en el interior del imperio

Otros aun cuando comprendieron el sentido y el alcance de las tomas de posicioacuten poliacutetica de Paz mantuvieron un silencio que los hizo coacutemplices de esos modernos inquisidores Pese a las invitaciones del poeta optaron por no publicar en las dos revistas fundadas por Paz a su regreso de la India Plural y Vuel-ta para no ser acusados de colaborar con ldquoun agente del impe-rialismo norteamericanordquo

Hubo sin embargo un pequentildeo nuacutecleo de escritores y ar-tistas que compartieron con Octavio Paz sus ideas y sus pre-ocupaciones Destacan entre otros Alejandro Rossi y Gabriel Zaid Algunos maacutes que estuvieron en el nuacutecleo original de Plural y Vuelta se distanciaron del pensador por diversos moti-vos algunos de ellos ideoloacutegicos Los que nunca abandonaron al poeta fueron sus amigos poetas y pensadores norteamerica-nos y sobre todo europeos Entre eacutestos destacan los dos uacutelti-mos sabios de la historia contemporaacutenea Cornelius Castoria-dis y Edgar Morin Siacute los dos uacuteltimos sabios porque como escribioacute Castoriadis el ejercicio de la criacutetica fue abandonado por los intelectuales Y tan es asiacute que hoy eacutestos hacen el elogio de las peores atrocidades gubernamentales y de los maacutes execra-bles gobernantes de la misma manera que fueron epiacutegonos de diversos tiranos comunistas No supieron ldquomantener la distan-cia que los separaba del priacutenciperdquo (Paz) ni cuando eran compa-ntildeeros de viaje de los dictadores comunistas ni la mantienen ahora que son cortesanos del saacutetrapa petrolero y de los peque-ntildeos tiranos a su servicio

El irrestricto ejercicio de la criacutetica de Paz no conocioacute ideo-logiacuteas ni fronteras Esto lo supieron apreciar los grandes poetas como Joseph Brodsky que fue su gran compantildeero y amigo tanto en el campo de la poesiacutea como en el de la refl exioacuten

A diez antildeos de la muerte del poeta se resiente su ausencia Lo antildeoran sus amigos sus compantildeeros y todos aquellos que compartieron sus ideas y su pasioacuten por la poesiacutea Maacutes auacuten poco antes de su muerte algunos de aquellos que lo atacaron en vida anularon la distancia que los separaba del pensador y del poeta Esto fue resultado por una parte del derrumbe del to-talitarismo sovieacutetico que dejoacute en la orfandad a los compantildeeros de viaje de los comunistas y por otra parte de una decisioacuten de Octavio Paz morir en paz con sus antiguos detractores aun-que hubo quienes se negaron a aceptar esta uacuteltima gran inicia-tiva del poeta

Meacutexico marzo de 2008 G

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Pasioacuten liacuterica sin fi nldquoPiedra de solrdquo no descansa en PazAlberto Arriaga

El 28 de septiembre de 1957 el Fondo de Cultura Econoacutemica tiroacute 300 ejemplares con el atento cuidado de Aliacute Chumacero y en la coleccioacuten Tezontle de lo que acaso es uno de los poemas maacutes determinantes emblemaacuteticos misteriosos inclasifi cables inevitables deslumbrantes de la literatura del siglo xx ldquoPiedra de solrdquo de Octavio Paz que 50 antildeos despueacutes todaviacutea cambia la vida de quien se atreve a leerlo

Como bien lo sentildealoacute Joseacute Luis Martiacutenez no hubo humor o saacutetira en la poesiacutea de Paz El autor de La estacioacuten violenta trans-fi guroacute su motivacioacuten poeacutetica (cualquiera que haya sido) en motivos y correspondencias ldquoque trascendioacute sus signifi cadosrdquo No hay juego soacutelo caminatas concentracioacuten plaacutestica y musi-cal Nunca se molestoacute en presumir su destreza versifi cadora soacutelo aplicoacute su oiacutedo seguro y empleoacute ldquocon preferencia endeca-siacutelabos sueltos combinados a veces con hetpasiacutelabos o pentasiacute-labosrdquo La mejor caminata acaso se encuentra en el ldquoNocturno de San Ildefonsordquo ldquoEl muchacho que camina por este poema entre San Ildefonso y el Zoacutecalo es el hombre que lo escribe esta paacutegina tambieacuten es una caminata nocturnahelliprdquo y en varios

pasajes de ldquoPasado en clarordquo ldquoOiacutedos con el alma pasos men-tales maacutes que sombras sombras del pensamiento maacutes que pasos por el camino de ecos que la memoria inventa y bo-rra sin caminar caminan sobre este ahora puente tendido entre una letra y otrahelliprdquo

Pero maacutes allaacute de las caminatas por el subsuelo del lenguaje ldquoPiedra de solrdquo es el emblema de la pasioacuten liacuterica de su autor Tambieacuten ha dejado descendencia numerosa y no menos con-siderable es la criacutetica que ha provocado ldquoHay que partir de un hecho y es que el poema ante todo tiene como temas centrales el tiempo (o si se quiere el instante) y el amor incluso desde el epiacutegrafe de Nerval donde dice que la treceava es la primerardquo dijo el poeta Marco Antonio Campos quien varias veces se ha enfrentado con la inevitable infl uencia de Octavio Paz su maacutes reciente antologiacutea poeacutetica El forastero en la tierra posee reso-nancias evidentes con la capacidad viajera (dentro y fuera de la paacutegina en blanco) del caminante Paz ldquoAlguna vez me dijo que buscaba con lsquoPiedra de solrsquo escribir un poema generacional Yo creo que el poema verdaderamente generacional es el lsquoNoctur-

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no de San Ildefonsorsquo salvo momentos por ejemplo lo de Es-pantildea o lo de la preparatoria en general es un poema que va por otras direccioneshellip Lo que buscoacute mdashy logroacutemdash en este poe-ma fue que todas las mujeres sean una mujer y que una mujer sea todas las mujeres Por un lado estaacuten todos los instantes resumidos en un instante donde tambieacuten estaacute la mujer y por otro lado estaacuten las mujeres histoacutericas y literarias incluso reli-giosas Mariacutea Laura Perseacutefone o Melusinardquo

Complejo en sus diferentes aspectos en ldquoPiedra de solrdquo encontramos la depuracioacuten de los temas que acompantildearon a Octavio Paz durante toda su vida Pero de acuerdo con un artiacuteculo de Viacutector Manuel Mendiola (Confabulario agosto 4 2007) el poeta se incomodaba cuando le deciacutean que se trataba de su mejor poema como tambieacuten se molestaba ldquoenfaacuteticamen-terdquo cuando le endilgaban la frase hiperboacutelica de El gran poeta mexicano Avisa Mendiola

ldquoAl ser interrogado a propoacutesito de alguacuten asunto concernien-te a ese texto se endureciacutea con cierta molestia y cambiaba el tema de la charla iquestLe habiacutea dejado de gustar esa composicioacuten iquestLe pareciacutean maacutes importantes otros poemas como lsquoBlancorsquo o lsquoPasado en clarorsquo iquestLe perseguiacutea y recordaba una situacioacuten desagradablerdquo

A pesar de esa ambiguumledad emocional que le despertaba ldquoPiedra de solrdquo a su autor para muchas generaciones fue un poema formativo canoacutenico y paternal

ldquoHay que tomar en cuenta tambieacuten que es un poema circu-lar un poema escrito en endecasiacutelabos blancos un metro que no ha sido muy trabajado en lengua espantildeola como deciacutea Zaid hace maacutes de 20 antildeosrdquo recordoacute Campos ldquoLo hizo como nadie Cuando le pregunteacute en una entrevista de doacutende veniacutea esa buacutes-queda del endecasiacutelabo blanco habloacute de que aunque no era parte esencial de la tradicioacuten de la lengua espantildeola estaba en Woodsworth estaba en los isabelinos estaba en Leopardi y entre nosotros en Guilleacuten y Cernuda Creo que es el poema que cierra una etapa es la culminacioacuten de lo que llamariacuteamos en Paz la pasioacuten liacutericardquo

Aunque muchos lectores y el propio autor sentildealaron recrea-ciones de mitos mexicanos (esto aparece en una nota de la primera edicioacuten que fue recuperada hasta la edicioacuten de Seix Barral de 1975) la sensibilidad de Octavio Paz se encontraba muy lejos de la piedra azteca y maacutes abiertamente emparentada

con la tradicioacuten poeacutetica occidental No estaacute Coatlicue ni Hui-tzilopochtli pero siacute Venus siacute el tiempo circular una de las grandes obsesiones de la tradicioacuten literaria occidental

ldquoLo que me interesa enormemente en este poema es la pre-sencia de Dios porque Octavio Paz habloacute muy pocas veces de Dios en su poesiacuteardquo sentildealoacute Veroacutenica Volkow ldquoEs una compren-sioacuten muy profunda de lo que es la presencia divina para los miacutesticos [] Es un poeta maacutes del mundo de la inteligencia del mundo de las presencias del encuentro terrenal del estar aquiacute y ahora maacutes que el viaje miacutestico que nos pueden plantear Dan-te o Ficcinordquo

Para Joseacute Mariacutea Espinasa se trata de un poema sobre la muerte o desaparicioacuten o silencio de los dioses que forma una especie de trilogiacutea personal sobre el poema extenso dentro de la poesiacutea en espantildeol ldquoEscribioacute despueacutes poemas extraordina-rios De alguna manera lsquoPiedra de solrsquo junto a lsquoBlancorsquo en los antildeos 60 y a lsquoPasado en clarorsquo en la uacuteltima parte de su vida for-ma una trilogiacutea de extensos poemas y a miacute me costariacutea trabajo decidirme con cuaacutel me quedohellip Han pasado 50 antildeos y es un poema que sigue siendo perfectamente actual es un texto que no ha envejecido El hecho es que ese poema formoacute a varias generaciones de lectores y los formoacute en una idea de la poesiacutea que sigue estando en la praacutectica de cada diacutea poemas como lsquoAnagnoacuterisisrsquo de Tomaacutes Segovia o lsquoCada cosa es Babelrsquo de Eduardo Lizalde o algunos de los de David Huerta en espe-cial lsquoIncurablersquo van en ese sentido en la posibilidad de la du-racioacuten dentro del instanterdquo

El sol sigue brillando y la piedra dando calor en espera de nuevos caminantes del subsuelo del lenguaje Un siacutentoma ca-noacutenico de este poema es que 50 antildeos despueacutes maacutes allaacute de los deseos de su autor sigue funcionando como una especie de parvulario poeacutetico para plumas avanzadas llegando a contami-nar incluso a la gleba de la inteligencia mexicana iletrados dizque roqueros como los miembros del grupo Manaacute bautiza-ron una gira y un disco con el verso maacutes famoso de Octavio Paz ldquoAmar es combatirrdquo La gloria la fama deciacutea Borges es la mejor de las incomprensiones de una obra literaria Y aunque no haya leiacutedo una sola liacutenea del autor de El laberinto de la sole-dad hay maacutes de Octavio Paz en la identidad de cada mexicano que de Nezahualcoacuteyotl G

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Alguien lo deletreaEnrique Krauze

Hablaba poco de Dios Creo que descreiacutea En materia de reli-gioacuten estaba maacutes cerca de su jacobino abuelo que de su madre la piadosa dontildea Josefi na Estoy cierto de que en las tres religio-nes monoteiacutestas veiacutea un legado de intolerancia incompatible con su actitud de pluralidad Le divertiacutea contar la aneacutecdota de un fervoroso musulmaacuten que en el Himalaya le dijo casi a se-ntildeas ldquoMoiseacutes kaput Jesuacutes kaput soacutelo Mahoma viverdquo Paz pensaba que tambieacuten el maacutes reciente profeta estaba kaput y que la uacutenica religioacuten coherente con el misterio de nacer y morir era el Budismo Octavio mdashnombre latino al fi nmdash era un persona-je del mundo claacutesico buscaba la sabiduriacutea de Soacutecrates no la de Salomoacuten releiacutea a Lucrecio no la Biblia ni a San Agustiacuten no admiraba a Constantino sino a Juliano ldquoel apoacutestatardquo restaura-dor del Panteoacuten pagano Por su curiosidad universal en el arte el pensamiento y la ciencia era un hombre del Renacimiento por su espiacuteritu libre liberal y hasta secretamente libertino era un fi loacutesofo del Siglo xviii Por su arrojo creativo y su pasioacuten poliacutetica y poeacutetica fue un revolucionario del Siglo xx En suma un humanista pleno no un espiacuteritu religioso

Y sin embargo escribioacute su libro cumbre sobre Sor Juana Un dominicano el padre Juliaacuten lo invitaba a hablar sobre temas teoloacutegicos que por momentos lo atraiacutean casi tanto como a su amigo Luis Buntildeuel Quiso que en Vuelta rescataacuteramos un deba-te de 1942 sobre misticismo en el que habiacutean intervenido ade-maacutes de eacutel mismo Vasconcelos el padre Gallegos Rocafull y Joseacute Gaos Interpretoacute certeramente la obra y la vida de su ami-go Joseacute Revueltas como una extrantildea apasionada y atea imita-cioacuten de Cristo Y alguna vez me confi oacute una de las razones de su gran afecto por Gabriel Zaid con quien Paz mantuvo una con-versacioacuten ininterrumpida por casi medio siglo desde el diacutea en que hablaron por primera vez en Monterrey ldquonunca olvidareacute que Zaid encargoacute un novenario en la muerte de mi madrerdquo

El hombre que luchaba como leoacuten contra el inexorable avance de la muerte el viejo rey Lear maldiciendo al avaro destino que le escatimaba unos antildeos maacutes o siquiera unos me-ses no se abriacutea a la esperanza de lo trascendente ldquoCasi todos se quiebran frente a la muerte mdashme dijo Alejandro Rossimdash Octavio fue coherente hasta el fi nal no pidioacute un sacerdoterdquo Con todo en aquel uacuteltimo discurso en Coyoacaacuten habiacutea voltea-do hacia el cielo como invocaacutendolo las nubes se disiparon de pronto y aparecioacute el sol ldquoalliacute hay nubes y sol nubes y sol son palabras hermanas seamos dignos de las nubes del Valle de Meacutexico seamos dignos del sol del Valle de Meacutexicordquo

Antildeos atraacutes en una entrevista notable Carlos Castillo Pera-za le preguntoacute por el signifi cado de las famosas liacuteneas de su poema ldquoHermandadrdquo

Tambieacuten soy escrituraY en este mismo instanteAlguien me deletrea

Paz declaroacute su postura agnoacutestica No sabiacutea si ese ldquoalguienrdquo era un hombre como eacutel o un ser lejano maacutes allaacute de su poema ldquoPasado en clarordquo en el que aparece una tercera posibilidad la suya propia

Dios sin cuerpoCon lenguajes de cuerpo lo nombrabanMis sentidos Quise nombrarloCon un nombre solarUna palabra sin reveacutes

Era el Dios inmanente del amor y la poesiacutea G

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MitoJoseph Fontenrose

Debo aclarar desde el principio que por mito me refi ero a un relato tradicional que acompantildea a los rituales En primer lugar digo un relato algo que tiene un comienzo un desarrollo y un fi nal en otras palabras un argumento No utilizo pues el teacutermino de forma amplia y vaga para referirme a ideas animis-tas y teoloacutegicas en general Segundo me refi ero a un relato tradicional relato que en origen fue transmitido de forma oral Tercero me refi ero al tipo de relato que pretende narrar la ocasioacuten en que tuvo su origen alguna institucioacuten religiosa un culto o algunos de sus ritos y celebraciones y los actos divinos que sientan el precedente de los actos tradicionales realizados en el culto Se descubre que incluso los mitos de la creacioacuten estaacuten habitualmente relacionados con cultos A otros relatos tradi-cionales los independientes del culto se les denomina de ma-nera maacutes apropiada leyendas o cuentos populares aunque even-tualmente pueda incluirlos tambieacuten en el teacutermino mito o mi tologiacutea como se hace a menudo En efecto un mismo argu-mento puede aparecer en las tres clases de relato tradicional no es el argumento el que establece la diferencia y algunas va-riantes del mito del combate pertenecen al cuento heroico o al cuento de hadas pero no al mito auteacutentico

Al tratar de los mitos de paiacuteses antiguos debemos basarnos principalmente en las narraciones noticias y alusiones que se encuentran en la literatura antigua con un cierto apoyo en las obras del arte antiguo que representan escenas miacuteticas Muy rara vez el propoacutesito de ninguacuten escritor antiguo fue informar a los otros acerca del mito contarles una historia que no conocie-ran ya Esto es particularmente cierto del mito griego Se han recuperado textos de mitos de Babilonia y Egipto que contie-nen las propias versiones de mitos que estaban asociados con los rituales y los cultos y eran conocidos del sacerdocio y los devotos pero apenas nos ha llegado nada de ese tipo de Grecia Los escritores griegos no elaboraban textos rituales usaban los materiales miacuteticos para sus propios objetivos literarios particu-lares cambiando antildeadiendo suprimiendo fundiendo como les pareciacutea oportuno Aunque encontremos toda una narracioacuten miacutetica no un resumen ni un fragmento ni una alusioacuten no es probable que sea exactamente la versioacuten conocida por el pue-blo particularmente por el pueblo de aquellas zonas en las que el mito estaba vinculado a un culto Por consiguiente las fuen-tes son como fragmentos que deben ser reunidos estudiados

y combinados antes de que podamos saber coacutemo era realmente el conjunto

Al tratar de los mitos griegos muchos estudiosos suponen que un autor antiguo recibiacutea su conocimiento de un mito de escritores anteriores Asiacute pues es probable que se limiten a una historia literaria del mito y supongan que cualquier diferencia que se pueda encontrar debe de ser una innovacioacuten del autor en cuya obra se localiza por primera vez Por supuesto los es-critores posteriores fueron infl uidos por otros anteriores y por supuesto los escritores innovaron y cambiaron pero a me-nudo la supuesta innovacioacuten en un mito o un rasgo que apare-ce de forma tardiacutea en la tradicioacuten literaria tiene un paralelo en similares griegos o extranjeros del mito atestiguados por fuen-tes maacutes antiguas Es muy posible a veces probable que el au-tor lo tomara de la tradicioacuten oral si no de literatura ahora perdida teniacutea la tradicioacuten oral por todas partes Los eruditos han tendido a ignorar la transmisioacuten oral de los mitos o a su-poner que no existioacute despueacutes de una fecha temprana no espe-cifi cada sin embargo estuvo sin duda muy viva durante toda la Antiguumledad y en realidad nunca desaparecioacute sino que asumioacute un revestimiento cristiano en la Edad Media Se pueden en-contrar algunas huellas de la tradicioacuten oral en las paacuteginas de Pausanias y en algunas pinturas de vasijas pero en general hay que adivinarlas a partir del estudio comparado de las fuentes y los paralelos del mito

Por ello al tratar de los mitos griegos de combate utilizo todo el material pertinente recogido de la literatura y el arte griego y latino tanto antiguo como posterior A veces consigo una informacioacuten importante de escritores tardiacuteos y saco de ella conclusiones referentes a formas tempranas del mito analiza-do Pero habitualmente estas conclusiones sacadas de fuentes tardiacuteas encuentran apoyo en fuentes anteriores Es cierto tam-bieacuten que fuentes posteriores de los mitos mesopotaacutemicos egipcios e indios ofrecen un material valioso y que las conclu-siones basadas en ellos con frecuencia pueden ser apoyadas por pruebas anteriores Sobrevive poco de todo lo que se escribioacute en Heacutelade desde el siglo viii al iv o en el Oriente Proacuteximo du-rante el segundo milenio No tenemos registros de informado-res nativos La versioacuten tardiacutea de un mito puede haber apareci-do perfectamente antes por escrito o una versioacuten transmitida oralmente puede haber recibido entonces atencioacuten literaria por vez primera En pocas palabras no podemos ignorar nin-guna prueba todo nos es de utilidad

La misma permanencia del relato literario oscurece la natu-raleza fl uida de la tradicioacuten miacutetica Podemos inclinarnos a pensar que los mitos griegos se contaron siempre como los

Adelanto del libro de Joseph Fontenrose Python Estudio del mito deacutelfi co y sus oriacutegenes de proacutexima publicacioacuten (2008) por la editorial Sexto Piso Traduccioacuten de Mariacutea Tabuyo y Agustiacuten Loacutepez

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cuenta Ovidio Pero sin duda no fue asiacute Probablemente nin-guacuten griego del siglo v conociacutea ninguno de los mitos de Ovidio en la forma en que eacuteste los cuenta Cualquier narracioacuten que encontremos es la versioacuten conocida por un hombre en un mo-mento determinado El mito o el cuento popular desplazaacutendo-se de un lugar a otro pasando de una persona a otra de una generacioacuten a otra sufre cambios de manera constante se for-man nuevas versiones en cada regioacuten y en cada eacutepoca La ver-sioacuten nueva aparece cuando se cambian los detalles mdashcuando se da una expresioacuten algo diferente a un tema o un episodio cuan-do se antildeade o se quita algo cuando se cambia la secuencia de los episodiosmdash pero los nombres personales y los topoacutenimos permanecen inalterables Cuando una versioacuten particular en su progreso de un lugar a otro adquiere nombres nuevos para sus personajes y lugares se forma una variante nueva La variante es esencialmente la misma historia contada de dioses y hom-bres diferentes en un escenario diferente Eacutesta es la distincioacuten que establezco entre los teacuterminos versioacuten y variante que mu-chos investigadores utilizan de manera indistinta Un tipo es un argumento tradicional que aparece en varias variantes Es

una serie de episodios una constelacioacuten de temas que perma-nece bastante bien fi jada entre las variantes Puede haber cam-bios en la secuencia pueden desaparecer episodios o temas secundarios se pueden antildeadir caracteriacutesticas nuevas Pero debe haber un nuacutecleo duradero observable en todas las variantes para poder hablar de ldquotipordquo Por ejemplo pensemos en el rela-to tipo denominado ldquola esposa de Putifarrdquo El relato de Joseacute en el Geacutenesis es una variante hebrea de este tipo los relatos de Bellerophon Hippolytos y Teacutenedos son tres variantes griegas La variante de Hippolytos se contaba de maneras diferentes entre los griegos podemos denominar versioacuten a cada manera diferente Los nombres de Hippolytos Fedra Theseus dan unidad a la variante el argumento da unidad al tipo La dife-rencia entre variante y versioacuten se asemeja a la que existe entre especie y variedad el tipo es el gen

Un argumento tradicional al entrar en una nueva regioacuten se vincula habitualmente a los dioses o heacuteroes de esa regioacuten Los nombres cambian un pueblo puede sustituir por ejemplo con el dios que rige los fenoacutemenos atmosfeacutericos al dios homoacutelogo de la historia que ha tomado prestada Por ello el estudio de la

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difusioacuten del mito se interesa maacutes por los argumentos y los te-mas que por los participantes divinos o sus nombres Habitual-mente el origen y desarrollo del mito tiene poco o nada que ver con el origen de los dioses que aparecen en la variante na-cional o con el origen de sus nombres

Por eso este estudio al tratar de relacionar un mito con otro se interesa principalmente por los temas narrativos Por tema me refi ero a un rasgo o episodio recurrente de los relatos tradicionales Es una parte integral de la historia en que se encuentra pero es separable en el sentido de que puede apare-cer tambieacuten en otras historias tipo Algunos temas son esencia-les a un tipo otros pueden aparecer en una variante y estar ausentes en otra

El tema no se expresa de manera ideacutentica en cada versioacuten o variante cambia constantemente su ropaje externo de acuerdo con las costumbres nacionales o las caracteriacutesticas locales de los lugares en que se encuentra Puede oscurecerse o disfrazar-se pude ser que soacutelo quede una huella Si no fuera por esto todas las variantes se pareceriacutean mucho y seriacutea obvio el origen comuacuten Pero un origen comuacuten de los mitos de combate no es obvio por lo tanto es necesario un anaacutelisis temaacutetico cuidadoso de los diversos mitos Puede ser uacutetil sentildealar el tipo de variacio-nes que se producen en el tema

1 Mutaciones de papel cambios de rango de relacioacuten de clase Un heacuteroe puede reemplazar a un dios o a un gigante o un leoacuten puede reemplazar a un dragoacuten Un padre se puede con-vertir en abuelo tiacuteo hermano rey tutor una madre se puede convertir en abuela madre adoptiva nodriza esposa hermana esposa e hija se intercambian con frecuencia

2 Mutaciones en la accioacuten El modo de combate puede cambiar de una variante a otra Un tipo de castigo o de engantildeo puede ser sustituido por otro

3 Una caracteriacutestica llamativa de una variante puede quedar reducida en otra a algo menos sorprendente o puede estar dis-frazada La muerte puede transformarse en herida suentildeo de-rrota exilio desesperacioacuten Una accioacuten puede quedar mera-mente en un intento de accioacuten

4 Las acciones o rasgos de un personaje pueden transferir-se a otro del campeoacuten a su hijo esposa o ayudante incluso a su enemigo y viceversa

5 Se pueden combinar o fundir temas y papeles La heroiacutena

puede aprovecharse de la lujuria del enemigo para atraerle a la destruccioacuten La vigilancia por parte del dragoacuten de un manan-tial puede combinarse con su habitacioacuten en el mar su conten-cioacuten de las aguas su bloqueo de un camino y su control sobre un recinto sagrado

6 Puede haber expansioacuten o duplicacioacuten de temas personas episodios El campeoacuten puede dividirse en padre e hijo Un solo enemigo se puede convertir en el jefe y muacuteltiples subordina-dos Se pueden librar varios combates con varias muertes o derrotas del campeoacuten o del enemigo

Dado que a menudo se ha sentildealado la semejanza de los mi-tos con los suentildeos debemos observar que los modos en que se expresa un tema en los mitos reales presentan una marcada analogiacutea con los modos en que se expresa el pensamiento del suentildeo en el contenido del suentildeo seguacuten Freud los defi nioacute Freud apunta factores de condensacioacuten y desplazamiento A) Condensacioacuten es la convergencia de varios pensamientos del suentildeo en un punto clave que se convierte en un elemento uacuteni-co en el contenido del suentildeo Se puede ver una forma de con-densacioacuten en las personas compuestas de los suentildeos La con-densacioacuten corresponde a la combinacioacuten y fusioacuten del punto 5 supra B) El desplazamiento se manifi esta en la sustitucioacuten de una idea por otra sin alteracioacuten del signifi cado esencial o en la inversioacuten de las ideas transformacioacuten en lo contrario o en algo muy diferente Las mutaciones y reducciones de 1 a 4 supra son anaacutelogas a los desplazamientos del suentildeo Las duplicacio-nes de 6 corresponden a la duplicacioacuten que con frecuencia aparece en los suentildeos1

Eacutesos son los cambios que pueden experimentar los temas El estudioso debe reconocer que un tema puede asumir en un mito un revestimiento muy diferente del que tiene en otro Debe mirar a menudo debajo de la cobertura exterior para encontrar el tema Debe comprender tambieacuten que el pensa-miento miacutetico es iloacutegico para nuestros esquemas habituales tambieacuten en esto se parece al pensamiento de los suentildeos Ele-mentos opuestos contradictorios inconsecuencias pueden estar y estaacuten juntos en una misma intencioacuten y en una misma narracioacuten Sin embargo el mito no es un revoltijo de tonteriacuteas y absurdos tiene su propia loacutegica Quien estudia el mito debe tratar de comprender los modos miacuteticos del pensar G

1 Freud (ID) 319-397 especialmente 320-339

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Mito y lenguajeErnst Cassirer

En Primitive Culture Tylor propuso una teoriacutea antropoloacutegica basada en principios bioloacutegicos generales Eacutel fue uno de los primeros en aplicar los principios de Darwin al mundo cultu-ral La maacutexima natura non facit saltus no admite excepcioacuten Vale tanto para el mundo de la civilizacioacuten humana como para el mundo orgaacutenico Lo mismo el hombre civilizado que el no civilizado pertenecen a la misma especie la especie del homo sapiens Las caracteriacutesticas fundamentales de esta especie son las mismas en cada variante Si la teoriacutea de la evolucioacuten es ver-dadera no podemos admitir ninguacuten hiato entre el estadio maacutes bajo y el maacutes alto de la civilizacioacuten humana Pasamos del uno a los otros mediante una transicioacuten muy lenta y casi impercep-tible en la cual nunca encontramos solucioacuten de continuidad

Una concepcioacuten distinta del proceso de la civilizacioacuten hu-mana fue desarrollada en un ensayo publicado en 1856 tres antildeos antes de la aparicioacuten del libro de Darwin The Origin of the Species En su Comparative Mythology1 F Max Muumlller partioacute del principio de que es imposible alcanzar una verdadera com-prensioacuten del mito mientras se considere como un fenoacutemeno aislado Y sin embargo ninguacuten fenoacutemeno natural ninguacuten principio bioloacutegico puede guiarnos en nuestra investigacioacuten No existe ninguna analogiacutea real entre los fenoacutemenos naturales y los culturales La cultura humana debe ser estudiada de acuerdo con meacutetodos y principios especiacutefi cos iquestY doacutende po-driacuteamos encontrar una guiacutea mejor para este estudio que en el lenguaje humano el elemento en el cual el hombre vive se mueve y tiene su ser Como linguumlista y fi loacutelogo Muumlller estaba convencido de que el uacutenico enfoque cientiacutefi co para un estudio del mito era el enfoque linguumliacutestico Pero este fi n no podiacutea ser logrado antes de que la propia linguumliacutestica hubiese encontrado su camino y antes de que la gramaacutetica y la etimologiacutea estuvie-ran fundadas sobre una fi rme base cientiacutefi ca Hasta la primera mitad del siglo xix se llegoacute a dar este gran primer paso Entre el mito y el lenguaje no soacutelo existe una iacutentima relacioacuten sino una verdadera solidaridad Si entendemos la naturaleza de esta solidaridad habremos encontrado la llave del mundo miacutetico

El descubrimiento de la lengua y literatura saacutenscritas fue un hecho decisivo en el desenvolvimiento de nuestra conciencia

histoacuterica y en la evolucioacuten de todas las ciencias culturales Por su importancia e infl uencia puede compararse con la gran re-volucioacuten intelectual que produjo el sistema copernicano en el campo de la ciencia natural La hipoacutetesis copernicana invirtioacute la concepcioacuten del orden coacutesmico La tierra ya no estaba en el centro del universo se convirtioacute en un ldquoastro entre los astrosrdquo La concepcioacuten geoceacutentrica del mundo fiacutesico fue descartada En el mismo sentido en contacto con la literatura saacutenscrita puso fi n a esa concepcioacuten de la cultura humana que estableciacutea su centro verdadero y uacutenico en el mundo de la antiguumledad claacutesica A partir de entonces el mundo greco-romano no podiacutea ser considerado maacutes que como una simple provincia un pequentildeo sector del universo de la cultura humana La fi losofiacutea de la historia tuvo que fundarse sobre una base nueva y maacutes amplia Hegel llamoacute al descubrimiento del origen comuacuten del griego y el saacutenscrito el descubrimiento de un nuevo mundo Quienes estudiaban gramaacutetica comparada en el siglo xix consideraron su trabajo bajo esta misma luz Estaban convencidos de que habiacutean encontrado la palabra maacutegica la uacutenica que podiacutea abrir las puertas al entendimiento de la historia de la civilizacioacuten humana La fi lologiacutea comparada declaroacute Max Muumlller ha pues-to a la edad mitoloacutegica y mitopeacuteyica de la humanidad que antes estaba velada por la oscuridad ante la brillante luz de la investigacioacuten cientiacutefi ca y dentro del recinto de la historia do-cumental Ha puesto en nuestras manos un telescopio de tal potencia que donde antes alcanzaacutebamos a ver soacutelo nebulosida-des ahora descubrimos formas distintas y perfi les maacutes auacuten nos ha proporcionado lo que podemos llamar testimonios con-temporaacuteneos exhibiendo ante nosotros el estado de pensa-miento de lenguaje religioacuten y civilizacioacuten de un periacuteodo en que el saacutenscrito no era todaviacutea el saacutenscrito el griego no era todaviacutea el griego pero en el cual lo mismo estos dos que el latiacuten el germaacutenico y otros dialectos arios existiacutean todaviacutea como un solo lenguaje indiviso La niebla de la mitologiacutea se desvaneceraacute gradualmente y nos permitiraacute descubrir tras las fl otantes nubes de la aurora del pensamiento y el lenguaje esa naturaleza verdadera que la mitologiacutea ha encubierto y disfraza-do por tan largo tiempo2

Por otro lado esa conexioacuten entre el lenguaje y el mito la cual prometiacutea una solucioacuten clara y defi nida para el antiguo enigma entrantildeaba una gran difi cultad Cierto es que el lengua-je y el mito tienen una raiacutez comuacuten pero no son en modo algu-

Ernst Cassirer El mito del Estado Traduccioacuten de Eduardo Nicol fce Meacutexico 2004

1 Publicado por primera vez en Oxford Essays (Londres John W Parker and Son 1856) pp 1-87 Reproducido en Selected Essays on Language Mythology and Religion (Londres Longmans Green and Co 1881) pp 299-451

2 Muumlller ldquoComparative Mythologyrdquo op cit pp II 33 86 Selected Essays I 315 358 449 ss

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no ideacutenticos en su estructura El lenguaje ofrece siempre un caraacutecter estrictamente loacutegico el mito parece desafi ar todas las reglas loacutegicas es incoherente caprichoso irracional iquestCoacutemo podemos reunir estos dos elementos incompatibles

Para responder a esta pregunta Max Muumlller y otros autores pertenecientes a la escuela de la mitologiacutea comparada idearon un plan muy ingenioso El mito dijeron no es en realidad sino un aspecto del lenguaje aunque un aspecto maacutes bien negativo que positivo El mito no se origina de sus virtudes sino de sus vicios Es cierto que el lenguaje es racional y loacutegico pero por otra parte es tambieacuten una fuente de ilusiones y falacias El lo-gro mayor del lenguaje es a la vez fuente de sus defectos El lenguaje se compone de nombres generales pero la generalidad implica siempre ambiguumledad La polionimia y la sinonimia de las palabras no son un rasgo accidental del lenguaje derivan de su naturaleza misma Como sea que la mayoriacutea de los objetos tienen maacutes de un atributo y como quiera que bajo aspectos

diferentes uno u otro de los atributos puede parecer apropiado para el acto de la denominacioacuten ocurrioacute por necesidad que la mayoriacutea de los objetos durante el primer periacuteodo del lenguaje humano tuvo maacutes de un nombre Cuanto maacutes antigua es una lengua tanto maacutes rica en sinoacutenimos Por otra parte si se em-plean constantemente estos sinoacutenimos deben naturalmente originar un nuacutemero de homoacutenimos Si podemos llamar al sol con cincuenta nombres expresivos de diferentes cualidades algunos de estos nombres seraacuten aplicables a otros objetos que puedan poseer las mismas cualidades Estos objetos distintos vendriacutean entonces a llamarse por el mismo nombre mdashse con-vertiriacutean en homoacutenimos Eacuteste es el punto vulnerable del len-guaje y eacuteste es al mismo tiempo el origen histoacuterico del mito iquestCoacutemo podemos dar razoacuten mdashse pregunta Max Muumlllermdash de esta fase de la mente humana que dio origen a los extraordina-rios relatos de dioses y heacuteroes de gorgonas y quimeras de cosas que el ojo humano no habiacutea visto nunca y que ninguna

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mente humana en sus cabales pudo haber concebido jamaacutes A menos que podamos dar respuesta a esta pregunta nuestra creencia en un progreso regular y consecuente del intelecto humano a traveacutes de todas las edades y en todos los lugares tendraacute que ser abandonada como una teoriacutea falsa A pesar de todo despueacutes del descubrimiento de la linguumliacutestica comparada estamos en situacioacuten de evitar ese escepticismo y de quitar ese obstaacuteculo de en medio Vemos que el progreso mismo del len-guaje mdashuno de los maacutes grandes hechos de la civilizacioacuten hu-manamdash condujo inevitablemente a otro fenoacutemeno al fenoacuteme-no del mito Si existiacutean dos nombres para el mismo objeto es natural y en verdad inevitable que dos personas pudieran bro-tar de los dos nombres y como los mismos relatos podiacutean contarse de la una y de la otra seriacutean representadas como her-manos y hermanas como padres e hijos3

Si aceptamos esta teoriacutea la difi cultad queda resuelta Pode-mos explicar muy bien de queacute modo la actividad racional del lenguaje humano ha conducido a las irracionalidades e incom-prensibilidades del mito La mente humana opera siempre de una manera racional Aun la mente primitiva era una mente cabal y normal Pero por otra parte era una mente rudimen-taria e inexperta En el caso en que estaba la mente inexperta expuesta constantemente a una grave tentacioacuten mdashla falacia y la ambiguumledad de las palabrasmdash no es de extrantildear que cayera en ella Eacuteste es el verdadero origen del pensamiento miacutetico El lenguaje no es tan soacutelo una escuela de sabiduriacutea es tambieacuten una escuela de desatino El mito nos revela este uacuteltimo aspecto no es maacutes que la oscura sombra que el lenguaje proyecta sobre el mundo del pensamiento humano

De este modo se presenta a la mitologiacutea como patoloacutegica asiacute en su origen como en su esencia Es una enfermedad que em-pieza en el campo del lenguaje y que luego se difunde en una peligrosa infeccioacuten por todo el cuerpo de la civilizacioacuten huma-na Pero aunque sea una locura hay en ella un meacutetodo En la mitologiacutea griega asiacute como en otras mitologiacuteas encontramos por ejemplo el relato de una gran inundacioacuten que destruyoacute a la raza humana entera Solamente una pareja Deucalioacuten y su es-posa Pirra se salvoacute del diluvio y fue enviada por Zeus a la Heacute-lade Cayeron los dos sobre el monte Parnaso y alliacute les aconse-joacute el oraacuteculo que echaron tras de siacute los ldquohuesos de su madrerdquo Deucalioacuten dio con la verdadera interpretacioacuten de este oraacuteculo recogioacute las piedras esparcidas por el campo y las tiroacute por encima de sus hombros De estas piedras surgioacute una nueva raza de hom-bre y mujeres iquestQueacute cosa hay maacutes ridiacutecula mdashse pregunta Max Muumlllermdash que este modo de explicar el origen de la raza huma-na Y sin embargo se hace faacutecilmente comprensible cuando empleamos la clave que nos da la ciencia de la etimologiacutea com-parada Todo el relato se reduce a un simple juego de palabras mdashuna confusioacuten entre dos teacuterminos homoacutenimosmdash entre λαός y λἀας4 Eacuteste de acuerdo con su opinioacuten es todo el secreto de la mitologiacutea

Si analizamos esta teoriacutea encontramos que contiene una extrantildea mezcla de racionalismo y romanticismo El elemento romaacutentico es manifi esto y parece ser el preponderante En cierto sentido Max Muumlller habla como un disciacutepulo de Nova-lis o de Schleiermacher Rechaza la teoriacutea de que el origen de

la religioacuten hay que buscarlo en el animismo o en la adoracioacuten de las grandes fuerzas naturales Hay ciertamente una religioacuten natural o fiacutesica una adoracioacuten del juego del sol de la luna del cielo despejado pero esta religioacuten fiacutesica es tan soacutelo un aspecto singular y un fenoacutemeno derivado No nos ofrece el todo y no nos conduce a la fuente primera y principal El verdadero ori-gen de la religioacuten hay que buscarlo en un estrato maacutes profundo del pensar y el sentir Lo que primero fascinoacute a los hombres no fueron los objetos de su alrededor Aun la mente primitiva es-taba mucho maacutes impresionada por el gran espec taacuteculo de la naturaleza tomada como un todo La naturaleza era lo desco-nocido en el sentido de algo opuesto a lo conocido lo infi nito en el sentido de lo que se distingue de lo fi nito Fue este senti-miento lo que desde los primero tiempos promovioacute el impul-so hacia el pensamiento religioso y el lenguaje La inmediata percepcioacuten del Infi nito ha formado desde el principio mismo el ingrediente y el necesario complemento de todo conocimiento fi nito Los rudimentos de expresiones mitoloacutegicas religiosas y fi losoacutefi cas posteriores estaban ya presentes en la temprana presioacuten del Infi nito sobre nuestros sentidos y esta presioacuten es la primera fuente y el origen real de todas nuestras creencias religiosas5 iquestPor queacute tenemos que maravillarnos de los anti-guos mdashpreguntaba Max Muumlllermdash de su lenguaje palpitante de vida y refulgente de color si en vez de los grises perfi les del pensamiento moderno exhalaban esas formas vivientes de la naturaleza dotadas de fuerza humana o maacutes bien de fuerzas sobrehumanas en tanto que la luz del sol brillaba maacutes que la del ojo humano y el bramar de la tormenta opacaba los gritos de la voz humana6 Esto suena muy romaacutentico pero no debe-mos dejarnos engantildear por el estilo coloreado y romaacutentico de Max Muumlller Su teoriacutea tomada en conjunto sigue siendo es-trictamente racionalista e intelectualista

En el fondo su concepcioacuten del mito no se encuentra muy distante del siglo xviii y de los pensadores de la Ilustracioacuten7 Claro estaacute que ya no considera al mito y a la religioacuten como una simple invencioacuten arbitraria un truco de la astucia clerical Pero admite que la religioacuten al fi n y al cabo no es maacutes que una gran ilusioacuten no un engantildeo consciente sino inconsciente un engantildeo promovido por la naturaleza de la mente humana y ante todo por la naturaleza del lenguaje humano El mito sigue siendo siempre un caso patoloacutegico Pero ahora estamos en situacioacuten de comprender la patologiacutea del mito sin recurrir a la hipoacutetesis de un defecto inherente a la mente humana misma Si se reco-noce que el lenguaje es la fuente del mito entonces hasta las incongruencias y contradicciones del pensamiento miacutetico que-dan reducidas a un poder universal y objetivo y por tanto en-teramente racional

3 Veacutease Muumlller op cit pp 44 Selected Essays I 3784 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p8 Selected Essays I 310

5 Veacutease F Max Muumlller Natural Religion The Gifford Lectures 1888 (Londres y Nueva York Longmans Green amp Co 1889) con-ferencia V ldquoMy own defi nition of Religionrdquo pp 103-140 Physical Religion The Gifford Lectures 1890 (Londres y Nueva York Long-mans Green amp Co 1891) conferencia VI ldquoPhysical Religion The Natural and the Supernatur alrdquo pp 119 ss

6 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p 37 Selected Essays I 3657 Es un hecho curioso que los primeros elementos de la teoriacutea de

Max Muumlller hayan de buscarse en los escritos de uno de los grandes racionalistas En su saacutetira Sur lrsquoeacutequivoque Boileau propuso la teoriacutea de que la ambiguumledad de las palabras es la verdadera fuente del mito

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Mucho contribuyoacute a la infl uencia de esta doctrina el hecho de que fuera aceptada con algunas reservas criacuteticas por el primer fi loacutesofo que tratoacute de crear una ldquofi losofiacutea sinteacuteticardquo una visioacuten coherente y comprensiva de todas las actividades de la mente humana basada en principios estrictamente empiacutericos y en la teoriacutea general de la evolucioacuten Herbert Spencer halloacute la fuente primera y principal de toda religioacuten en el culto de los antepasados El primer culto afi rmoacute eacutel no fue el culto de las fuerzas naturales sino el culto de los muertos8 Sin embargo con el fi n de comprender el traacutensito del culto de los antepasa-dos al culto de los dioses personales debemos introducir una nueva hipoacutetesis Seguacuten Spencer lo que hizo posible y hasta necesario este nuevo paso fueron el poder y la infl uencia per-durable del lenguaje El lenguaje humano es metafoacuterico en su esencia misma estaacute lleno de siacutemiles y analogiacuteas La mente pri-mitiva es incapaz de comprender estos siacutemiles en un sentido meramente metafoacuterico Toma estos siacutemiles por realidades y piensa y actuacutea de acuerdo con este principio Esta interpreta-cioacuten literal de los nombres metafoacutericos fue la que condujo desde las primeras formas elementales del culto de los antepa-sados desde la adoracioacuten de seres humanos hasta la adoracioacuten de plantas y animales y fi nalmente de grandes fuerzas de la naturaleza Un haacutebito comuacuten y muy extendido de las socieda-des primitivas es el de darles a los nintildeos recieacuten nacidos nom-bres de plantas animales estrellas y otros objetos naturales A los nintildeos se les llama ldquoTigrerdquo ldquoLeoacutenrdquo ldquoCuervordquo a las nintildeas ldquoLunardquo ldquoEstrellardquo Originariamente todos estos nombres no eran maacutes que epiheta ornantia los cuales expresaban ciertas cualidades personales que se atribuiacutean a los seres humanos De acuerdo con esta tendencia de la mente primitiva a entender

todos los teacuterminos en sentido literal era inevitable que se ma-linterpretasen esos nombres complementarios y esos tiacutetulos metafoacutericos Alguna vez ldquoAurorardquo se usariacutea como nombre pro-pio de persona las tradiciones referentes a una que se hubiese destacado conduciriacutean en la mente ingenua del salvaje a una identifi cacioacuten con la aurora misma y sus aventuras seriacutean in-terpretadas de la manera que pareciese maacutes congruente con la naturaleza de la aurora Es maacutes en las regiones donde tal nom-bre hubiese sido el propio de miembros de tribus adyacentes o de miembros de una misma tribu que hubieran vivido en tiempos distintos surgiriacutean genealogiacuteas incongruentes y aven-turas antagoacutenicas de la aurora9

Tambieacuten aquiacute encontramos explicado el fenoacutemeno del mito el panteoacuten entero del politeiacutesmo como una simple enferme-dad El culto de objetos conspicuos concebidos como perso-nas resulta de un error linguumliacutestico La grave objecioacuten a que puede someterse tal teoriacutea es manifi esta El mito es una de las maacutes antiguas y grandes fuerzas de la civilizacioacuten humana Estaacute conectado iacutentimamente con todas las demaacutes actividades huma-nas es inseparable del lenguaje de la poesiacutea del arte y del maacutes remoto pensamiento histoacuterico La ciencia misma tuvo que pasar por una etapa miacutetica antes de alcanzar la etapa loacutegica la alquimia precedioacute a la quiacutemica la astrologiacutea a la astronomiacutea Si las teoriacuteas de Max Muumlller y de Spencer fuesen ciertas tendriacutea-mos que admitir la conclusioacuten de que en resumidas cuentas la historia de la civilizacioacuten humana se debe a una simple equivo-cacioacuten a una mala interpretacioacuten de palabras y de teacuterminos Y no es una hipoacutetesis muy satisfactoria o plausible pensar que la cultura sea el producto de una mera ilusioacuten un malabarismo de palabras y un pueril juego de nombres G

8 Veacutease H Spencer The Principles of Sociology (1876) cap xx (Nueva York Appleton amp Co 1901 i 1901 i 285 ss) 9 Ibid xxii-xxiv i 329-394

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El mito y la sociedadJoseph Campbell

1- El que cambia de forma

No hay un sistema fi nal para la interpretacioacuten de los mitos y nunca habraacute tal cosa La mitologiacutea es como el dios Proteo ldquoel veraz anciano de los maresrdquo El dios ldquoprobaraacute de convertirse en todos los seres que se arrastran por la tierra y en agua y en ardentiacutesimo fuegordquo1

El viajero de la vida que quiera recibir ensentildeanzas de Proteo debe ldquosujetarlo aunque desee e intente escaparserdquo y fi nalmente apareceraacute en la forma que le es propia Pero este astuto dios nunca descubre ni siquiera ante el maacutes haacutebil interrogador el contenido iacutentegro de su sabiduriacutea Contestaraacute a la pregunta que se le haga y la respuesta seraacute grande o trivial seguacuten lo que se le haya preguntado ldquoCuando el sol siguiendo su curso llega al centro del cielo el veraz anciano de los mares oculto por negras y encrespadas olas salta en tierra al soplo del Ceacutefi -ro En seguida se acuesta en honda gruta y a su alrededor se ponen a dormir todas juntas las focas de nataacutetiles pies hijas de la hermosa Halosidne que salen del espumoso mar exhalando el acerbo olor del mar profundiacutesimordquo2 El rey guerrero griego Menelao guiado y ayudado por una hija de este viejo padre del mar a sus salvajes lares e instruido por ella de coacutemo lograr la respuesta del dios deseaba soacutelo preguntar el secreto de sus difi cultades personales y el paradero de sus amigos personales Y el dios se dignoacute a responder

La mitologiacutea ha sido interpretada por el intelecto moderno como un torpe esfuerzo primitivo para explicar el mundo de la naturaleza (Frazer) como una produccioacuten de fantasiacutea poeacutetica de los tiempo prehistoacutericos mal entendida por las edades pos-teriores (Muumlller) como un sustitutivo de la instruccioacuten alegoacute-rica para amoldar el individuo a su grupo (Durkheim) como un suentildeo colectivo sintomaacutetico de las urgencias arquetiacutepicas dentro de las profundidades de la psique humana (Jung) como el vehiacuteculo tradicional de las intuiciones metafiacutesicas maacutes pro-fundas del hombre (Coomaraswamy) y como la Revelacioacuten de Dios a Sus hijos (la Iglesia) La mitologiacutea es todo esto Los diferentes juicios estaacuten determinados por los diferentes puntos de vista de los jueces Pues cuando se la investiga en teacuterminos no de lo que es sino de coacutemo funciona de coacutemo ha servido a la especia humana en el pasado y de coacutemo puede servirle ahora

la mitologiacutea se muestra tan accesible como la vida misma a las obsesiones y necesidades del individuo la raza y la eacutepoca

2- La funcioacuten del mito del culto y de la meditacioacuten

En su forma viva el individuo es necesariamente soacutelo una frac-cioacuten y una distorsioacuten de la imagen total del hombre Estaacute limi-tado ya sea hembra o varoacuten tambieacuten lo estaacute en cualquier pe-riodo de su vida como nintildeo como joven como adulto o como anciano y no soacutelo eso sino que en su vida estaacute necesariamente especializado como artesano comerciante sirviente o ladroacuten sacerdote o liacuteder esposa monja o prostituta no puede serlo todo De aquiacute que la totalidad la plenitud del hombre no esteacute en un miembro aparte sino en el cuerpo de la sociedad como un todo el individuo puede soacutelo ser un oacutergano De su grupo ha tomado las teacutecnicas de vida el lenguaje en que piensa las ideas por las cuales lucha los genes que han construido su cuerpo descienden del pasado de esa sociedad Si pretende ais-larse ya sea en hechos pensamientos o sentimientos soacutelo lo-gra romper las relaciones con las fuentes de su existencia

Las ceremonias tribales de nacimiento la iniciacioacuten el ma-trimonio el entierro la adquisicioacuten de un estado social etc sirven para trasladar la crisis y hechos de la vida del individuo a formas claacutesicas e impersonales Estas formas tienen por obje-to mostrarlo a siacute mismo no como esta personalidad o la otra sino como el guerrero la desposada la viuda el sacerdote el jefe al mismo tiempo se representa para el resto de la comuni-dad la vieja leccioacuten de las etapas arquetiacutepicas Todos participan en el ceremonial de acuerdo con su rango y su funcioacuten La sociedad entera se hace visible como una unidad viva e impe-recedera Pasan generaciones de individuos como ceacutelulas anoacute-nimas de un cuerpo vivo pero permanece la forma sustentante e intemporal Por una ampliacioacuten de la visioacuten para abarcar a este superindividuo cada uno se descubre a siacute mismo engran-decido enriquecido apoyado y magnifi cado Su papel aunque no sea nada impresionante se ve como intriacutenseco a la bella imagen festiva del hombre la imagen potencial pero necesaria-mente inhibida que estaacute dentro del individuo

Los deberes sociales continuacutean la leccioacuten del festival en la existencia diaria y normal y se le da maacutes validez al individuo Por el contrario la indiferencia las revoluciones o el exilio rom-pen las conexiones vitales Desde el punto de vista de la unidad social el individuo aislado no es sino una nada un desperdicio De aquiacute que el hombre o la mujer puedan decir honestamente que han vivido su papel mdashya sea el de sacerdote prostituta reina o esclavomdash se refi eren al sentido completo del verbo ser

Joseph Campbell El heacuteroe de las mil caras Psicoanaacutelisis del mito Traduccioacuten de Luisa Josefi na Hernaacutendez fce Meacutexico 2006

1 Odisea iv 401 417-41 Traduccioacuten de Luis Segalaacute y Estalella2 Ibid 400-406

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Los ritos de la iniciacioacuten y de la adquisicioacuten de una situa-cioacuten pues muestran la leccioacuten de la unidad esencial del in-dividuo y el grupo los festivales de las estaciones abren un horizonte mayor Asiacute como el individuo es un oacutergano de la so-ciedad asiacute es la tribu o la ciudad mdashasiacute es la humanidad ente-ramdash soacutelo una fase del poderoso organismo del cosmos

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para domi-nar a la naturaleza Eacutesta es una representacioacuten equivocada Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre y particularmente en aquellas ceremonias maacutegicas que se supone han de traer lluvia curar las enfermedades o detener las inun-daciones sin embargo el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponieacutendolas a la magia ne-gra) es la sumisioacuten a lo inevitable del destino y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente

No se ha registrado ninguacuten mito tribal que intente postergar la llegada del invierno al contrario los ritos preparan a la co-munidad para soportar junto con el resto de la naturaleza la estacioacuten del friacuteo tremendo Y en la primavera los ritos no inten-tan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maiacutez frijol y calabazas para la comunidad debilitada por el contrario los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estacioacuten de la na-turaleza El maravilloso ciclo del antildeo es celebrado con todos sus contratiempos y periacuteodos de juacutebilo y es bosquejado y represen-tado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano

Muchas otras simbolizaciones de esta continuidad llenan el mundo de la comunidad mitoloacutegicamente instruida Por ejem-plo los clanes de las tribus cazadoras norteamericanas se con-sideraban descendientes de ancestros mitad animales y mitad humanos Estos ancestros no solamente eran los padres de los miembros humanos del clan sino tambieacuten de la especie animal de donde el clan tomaba su nombre Asiacute los miembros huma-nos del clan del castor eran primos hermanos de los castores protectores de dicha especie y al mismo tiempo protegidos por la sabiduriacutea animal del pueblo de los bosques Y otro ejemplo el hogan o choza de barro de los Naacutevajo de Nuevo Meacutexico y Arizona se construye seguacuten el plan de la idea del cosmos de los Naacutevajo La entrada estaacute hacia el oriente Los ocho lados re-presentan las cuatro direcciones principales y los puntos que quedan entre ellas Cada arista y cada viga corresponde a un elemento en el gran hogan de la tierra y el cielo que todo lo abarcan Y como el alma del hombre es considerada en su for-ma como ideacutentica al universo la choza de barro es la represen-tacioacuten de la armoniacutea baacutesica del hombre y del mundo y un re-cordatorio del escondido camino vital de la perfeccioacuten

Pero hay otro camino diametralmente opuesto al de los de-beres sociales y los cultos populares Desde el punto de vista del camino del deber el que es exiliado de la comunidad es nada Desde el otro punto de vista este exilio es el primer paso en la buacutesqueda Cada uno lleva el todo dentro de siacute mismo por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de eacutel Las diferen-ciaciones de sexo edad y ocupacioacuten no son esenciales a nuestro caraacutecter sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo La imagen interior del hombre no de-be confundirse con su atuendo Pensamos que somos ameri-canos hijos del siglo xx occidentales y cristianos civilizados Somos virtuosos o pecadores Sin embargo esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre denotan solamente acci-dentes geograacutefi cos fecha de nacimiento e ingresos econoacutemi-

cos iquestCuaacutel es el meollo de nosotros iquestCuaacutel es el caraacutecter baacutesico de nuestro ser

El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India los misterios heleacutenicos de las iniciaciones las antiguas fi losofiacuteas de Oriente y del Occidente son teacutecnicas para despla-zar el hincapieacute de la conciencia individual fuera de la presencia exterior Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo maacutes profundo ldquoYo no soy esto ni lo otro mdashmeditamdash no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir mi cuerpo que estaacute enfermo o envejece ni mi brazo mis ojos mi cabeza ni la suma de todas estas cosas No soy mis sentimientos ni mi men-te ni mi fuerza intuitivardquo Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y fi nalmente alcanza insondables rea-lizaciones Ninguacuten hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como Don Fu-lano de tal o cual poblacioacuten de cierto paiacutes La sociedad y los deberes se esfuman Don Fulano al descubrirse grande con el hombre se convierte en una persona abstraiacuteda y apartada

Eacutesta es la etapa de Narciso contemplaacutendose en la fuente del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del aacuterbol pero no es la uacuteltima meta es un requisito pero no es el fi n La meta no es ver sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia en-tonces el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola De aquiacute que la separacioacuten el aislamiento ya no sean necesarios Por dondequiera que vaya el heacuteroe y cualquier cosa que haga siempre estaacute en presencia de su propia esencia porque ha perfeccionado sus ojos para ver No hay aislamiento Asiacute como el camino de la participacioacuten social puede llevar a la realizacioacuten del Todo en el individuo asiacute el exilio trae al heacuteroe al Yo en todo

Centrado en este punto capital el problema del egoiacutesmo o del altruismo desaparece El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identifi cado con el signifi cado iacutentegro del uni-verso Por Eacutel y para Eacutel se ha hecho el mundo ldquoOh Mahoma mdashdijo Diosmdash si no fuera por ti no hubiera creado el cielordquo

3- El heacuteroe de hoy

Todo esto se halla lejos del punto de vista contemporaacuteneo pues el ideal democraacutetico del individuo que se determina a siacute mismo la invencioacuten de los artefactos mecaacutenicos y eleacutectricos y el desarrollo de los meacutetodos cientiacutefi cos de investigacioacuten han transformado la vida humana en tal forma que el universo in-temporal de siacutembolos hace mucho tiempo heredados ha sufri-do un colapso A esto se refi eren en el Zaratustra de Nietzsche las trascendentales palabras que anuncian una eacutepoca ldquoMuertos estaacuten los diosesrdquo3 Es una faacutebula que sabemos que se ha repeti-do de mil maneras Es el ciclo del heacuteroe de la edad moderna la maravillosa historia de la especie humana que llega a la ma-durez El lastre del pasado la atadura de la tradicioacuten han sido destruidos con seguros y poderosos golpes La telarantildea del suentildeo miacutetico cayoacute la mente se abrioacute a la iacutentegra conciencia despierta y el hombre moderno surgioacute de la ignorancia de los antiguos como una mariposa de su capullo o como el sol del amanecer surge del vientre de la madre noche

3 Nietzsche Asiacute habloacute Zaratustra 1223

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No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

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La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

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Consuelo Saacuteizar

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La Gaceta del Fondo de Cultura Econoacute-mica es una publicacioacuten mensual edi-tada por el Fondo de Cultura Econoacute-mica con domicilio en Carretera Picacho-Ajusco 227 Colonia Bosques del Pedregal Delegacioacuten Tlalpan Distrito Federal Meacutexico Editor res-ponsable Moramay Herrera Certifi -cado de Licitud de Tiacutetulo 8635 y de Licitud de Contenido 6080 expedi-dos por la Comisioacuten Califi cadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas el 15 de junio de 1995 La Gaceta del Fondo de Cultura Econoacutemica es un nom-bre registrado en el Instituto Nacio-nal del Derecho de Autor con el nuacute-mero 04-2001-112210102100 el 22 de noviembre de 2001 Registro Pos-tal Publicacioacuten Perioacutedica pp09-0206 Distribuida por el propio Fondo de Cultura EconoacutemicaISSN 0185-3716

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2 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

A diez antildeos de la muerte de Octavio Paz su fi gura en la cultura mexicana presenta trazos miacuteticos Podraacute decirse lo que se quiera sobre Paz el poeta el ensayista o el hombre en siacute algunos incluso podraacuten criticar su obrahellip los maacutes despistados sus ideas poliacuteticas pero nadie puede negar el lugar de primer orden que ocupa en el imaginario cultural no soacutelo de Meacutexico sino del resto del mundo Por este motivo La Gaceta decidioacute rendirle un merecido homenaje a traveacutes de algunas de las plumas maacutes brillantes que habitan la cartografiacutea literaria de este paiacutes Fabienne Bradu Joseacute Emi-lio Pacheco y Alberto Arriaga nos hablan de Paz el traductor y el poeta de un Paz metamorfoseado en metros y ritmos Joseacute de la Colina nos conduce al origen al Paz de Mixcoac Fernando del Paso se adentra en el otro lenguaje que fascinaba a Paz el lenguaje de la pintura es decir de las imaacutegenes Juliaacuten Meza plasma el caraacutecter plural y congruente del poeta Finalmente Enrique Krauze nos regala una pequentildea digre-sioacuten sobre Paz y su visioacuten de Dios

Krauze comenta que Paz ldquohablaba poco de Diosrdquo Sin embargo el mito era una fuerza primordial en su obra basta leer Posdata para percatarnos de ello La relacioacuten de Paz con lo trascendente no se limita a una personifi cacioacuten de la divinidad Como su propia poesiacutea lo refl eja la realidad sin dejar de ser una es muacuteltiple asiacute como eacutel es muchos y uno a un mismo tiempo Por eso para entender a Octavio Paz y al mundo debemos preguntarnos iquestQueacute es el mito El mito es el arte de las correspondencias el orden del mundo entretejido en sus muacuteltiples variaciones Pero sobre todo es la puerta que comunica lo inefable con la expresioacuten lo indecible que ensordece el cla-mor de la ingenua transparencia que profesa la modernidad El mito se dice de mu-chas maneras a diferencia del logos que pretende hablar emplazado en la certeza unidimensional Lo inefable es una tela urdida con la materia del mito y eacuteste habla con la voz del loco del poeta emitiendo susurros que embriagan narcotizan El mito es una droga poderosa que salva al mundo de su inanidad y su verdadero poder radica en su fuerza ejemplar no importando si la narracioacuten que hace tuvo lugar o no Salustio nos proporciona la defi nicioacuten maacutes perfecta que puede darse del mito Estas cosas no ocurrieron jamaacutes pero son siempre G

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 3

Octavio Paz en la placita de MixcoacJoseacute de la Colina

Cuando se le piensa aquiacute en Meacutexico ya estaacute en otra parte aun-que de todas maneras nunca deja de estar aquiacute inasible como la gota de azogue yendo y viniendo en el fi lo de la navaja en todas partes y en ninguna y secretamente alliacute de pie al medio-diacutea apoyado en ese fresno mirando y pensando su pequentildea plaza de Mixcoac la de su nintildeez la de su memoria la plaza que es su centro del mundo porque el centro del mundo estaacute en cualquier lugar en el lugar uacutenico en que cada uno de nosotros vive Octavio Paz mira con su mirada clara la plaza la casona y la pared cuya rajadura era como un sexo femenino abierto al universo y mentalmente teje una liacuterica geografiacutea de ciudades simultaacuteneas Pariacutes que gira inmoacutevil en torno a la alegoacuterica y alquiacutemica Tour Saint-Jacques Angkor de enlazadas esculturas nunca acabando de surgir de la piedra y la selva Londres que es fundada cada brumosa mantildeana por las campanadas del Big Ben Nueva York recorrido por el subway febril como por un populoso monoacutelogo interior Tenochtitlan y el suentildeo vindica-tivo de su corazoacuten de oscuras aguas ocultas Tokio y su bullen-te cuerpo nocturno tatuado de mensajes en gas neoacuten Madrid con ecos de metralla y No pasaraacuten y nuevamente la ciudad de Meacutexico en palimpsesto sobre Tenochtitlan el Paseo de la Re-forma con su pueblo de estatuas ceacutelebres aunque algunas anoacute-nimas y el nocturno San Ildefonso y el mediodiacutea asolador de el Zoacutecalo retornando siempre a la placita de Mixcoac lugares leiacutedos con palabras que son pasos que son palabras escritas que son otra vez pasos

Octavio (de ojos europeos de manos de indio mexicano de voz nintildea presa en las lejanas oacuterbitas del trompo y las canicas sobre el soleado suelo cegador donde en la noche la luna deja-raacute cicatrices de ramajes) avanza con el pensamiento y la mirada y la escritura sus uacutenicas armas entre aacuterboles piedras olas idiomas civilizaciones ideologiacuteas literaturas pinturas danzas ritos asesinatos revueltas revoluciones entre suentildeos y pesadi-llas de la Historia una y otra vez interrogando al instante al latido de tiempo efiacutemero y total que es el uacutenico y grande e irrisorio material de esa ilusioacuten la Eternidad iquestno te parece pregunta dubitativo alucinado por su propia mirada clara

Escribioacute un libro El mono gramaacutetico que tambieacuten es el Mo-nogramaacutetico en el que la andadura por el camino de Galta en la India es a la vez un viaje por el mundo y una escritura en movimiento la escritura que interroga al camino el instante que persigue a la eternidad al mundo a siacute mismo un libro que como en toda su obra las palabras miran a los ojos a las pala-bras preguntaacutendoles siempre queacute son queacute quieren ser queacute han sido

iquestPero cuaacutel seriacutea su palabra clave Trato de encontrar la que

seriacutea su llave su clave de sol su signo su sino y no me queda en las manos ninguna palabra-cosa sino la preposicioacuten entre una palabra que es lazo puente puerta paso a nivel y a desni-vel de la medianoche al mediodiacutea trayecto equidistante de la moneda respecto a la mano que la lanzoacute y el punto maacutes alto que alcanzaraacute y comunicacioacuten entre vasos [Vasos comuni-cantes Dos recipientes cuyas bases estaacuten unidas por un tubo si los recipientes contienen el mismo liacutequido el nivel de eacuteste en ambos es ideacutentico en caso de que tengan liacutequidos de densi-dades ρ y ρ distintas las alturas h y h de las dos superfi cies li-bres en los recipientes contadas a partir de la superfi cie de separacioacuten de los dos liacutequidos son inversamente proporciona-les a las respectivas densidades

ρ middot h = ρ middot h

Se usan para comparar las densidades de los liacutequidos para conocer el nivel del liacutequido en una caldera o depoacutesito etc Enciclopedia Salvat] Y ademaacutes de la palabra entre esencial y activa aun si no estaacute visible si soacutelo estaacute impliacutecita en la escritu-ra de Paz que suele ser de frases breves eleacutectricas (cuando no se despliega en las fl uviales oraciones-paacuterrafos de El mono gra-maacutetico) aquiacute y allaacute se abren los dos puntos ortograacutefi cos

[ ] puertas que dan a otras puertas incesantemente andar escribir leer andar escribir etceacutetera Andadura respiracioacuten poema danza verbal arquitectura aeacuterea que se hace se desha-ce se rehace en giros y equilibrios sobre la paacutegina

Octavio cenando cada noche a la mesa convivencial entre Emiliano Breton y Andreacute Zapata enviando mujeres de lujosa desnudez a la celda donde miacutesticamente se pudre Juan de Ye-pes o fantasmas varones a la diuturna nocturna-diurna soledad de Sor Juana Ineacutes articulando y desarticulando ideas para que no se petrifi quen en ideologiacuteas preguntando iquestNo te parece diciendo los poemas con la voz menos declamatoria del mun-do como el peor actor de siacute mismo y su mano izquierda en la conversacioacuten en el recital en la conferencia haciendo el gesto de lanzar al aire una moneda de echar un ldquovoladordquo aacuteguila o sol cara o cruz en ese momento del pulgar retenido como un resorte entre los otros dedos plegados y que se dispara suacutebita-mente al aire la moneda invisible la palabra tal como la mano que Tamayo dibujoacute para la portada de Aacuteguila o sol y la moneda trazando su curva entre arriba y abajo entre una idea y otra entre una imagen y su contraria rizando el rizo trazando su fosforescente camino de instantes la palabra creando en la paacutegina su horizonte de apariciones

El instante iquestno te parece no existe pero respira es tiem-

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po que estaacute y no estaacute un latido entre latidos un parpadeo el colibriacute que vuela quieto en el aire y en su zumbar de alas co-meta que cabe en la mano y Octavio lo toma y con amor lo mira (porque teniendo sentido de la eternidad estaacute enamora-do de las criaturas del tiempo) y lo transforma en palabra y lo pone en la paacutegina que leemos de eacutel donde resucita nuevamen-te instante rumor de invisibles alas de colibriacute en vuelo fi jo fl or

saxiacutefraga brotada suacutebitamente de la roca Y queacute asombro de que en las paacuteginas de Octavio Paz apenas haya gerundios por-que el gerundio es un estar pasando algo entre esto y lo otro un instante hacia lo eterno o viceversa o lo contrario o lo mismo iquestno te parece el modo de estar siempre en todas par-tes pero entre nosotros G

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Octavio Paz traductorFabienne Bradu

Joseacute Bianco afi rmaba que al leer una traduccioacuten hecha por Octavio Paz su primera reaccioacuten era resistirse a la propuesta y la segunda casi inmediata ceder al encanto con entusiasta acep-tacioacuten ldquoCuando leiacute su traduccioacuten del Soneto en ix mdashle explicoacute a Danubio Torres Fierro en entrevistamdash me costaba reempla-zar aboli bibelot por espiral espirada La aliteracioacuten me parece maacutes leve maacutes aeacuterea Se me ocurre que Mallarmeacute la hubiese preferido tambieacutenrdquo Este doble impulso contradictorio podriacutea animar a muchos lectores de las traducciones de Octavio Paz Al menos reconozco algo de mi propia experiencia en la con-fesada por Joseacute Bianco

Como sucede en toda la obra del poeta la refl exioacuten corre paralela a la praxis Octavio Paz ha dedicado varios ensayos conferencias y comentarios al espinoso problema de la traduc-cioacuten poeacutetica No obstante cuando reunioacute los poemas traduci-dos de distintas lenguas y tradiciones en el primer volumen de Versiones y diversiones (1974) omitioacute reproducir por ejemplo el ya ceacutelebre ensayo ldquoLiteratura y literalidadrdquo de El signo y el ga-rabato y prefi rioacute sustituirlo por una breve declaracioacuten de fe ldquono es un libro sistemaacutetico ni se propone mostrar o ensentildear nada Es el resultado de la pasioacuten y de la casualidadrdquo La advertencia es pertinente para entender queacute clase de traductor es Octavio Paz Ante todo no es un traductor profesional que a solicitud de una casa editorial agota la obra de un poeta en un trance servil o utilitario El impulso de traducir responde en eacutel a un accidente y sobre todo a ldquoun deseo un amor y junto con este amor el deseo de compartirlordquo Por otro lado se rehuacutesa a asimi-lar la antologiacutea que a lo largo de los antildeos van conformando las traducciones realizadas con una seleccioacuten uacutenicamente guiada por el gusto Podriacutea aventurarse que algunos poemas de Versio-nes y diversiones corresponden efectivamente a una admiracioacuten poeacutetica otros a un reto para el arte del traductor y otros maacutes tal vez los menos a la voluntad de dar a conocer en lengua espa-ntildeola a un poeta poco o mal difundido proponiendo una mues-tra que rebase lo que el estricto gusto hubiera recogido ldquoUn amigo al leer mis versiones de unos cuantos poemas de Wi-lliams me impulsoacute a traducir otros maacutes para hacer un pequentildeo libro Cediacute mdashaunque yo hubiera preferido traducir a Wallace Stevensrdquo precisa Octavio Paz en el frontispicio a Versiones y di-versiones para ilustrar su reticencia a la sistemati cidad

ldquoEn teoriacutea mdashadvierte Octavio Pazmdash soacutelo los poetas debe-

riacutean traducir poesiacutea en la realidad pocas veces los poetas son buenos traductores No lo son porque casi siempre usan el poe-ma ajeno como un punto de partida para escribir su poemardquo Como suele ocurrir en los ensayos de Paz el ideal se for mula junto con las acotaciones que lo limitan o lo relativizan El ideal es inseparable de la criacutetica y la ambicioacuten conlleva su in-evitable parte de autocriacutetica La elevada aspiracioacuten que a me-nudo expresan los ensayos de Paz no cumple una funcioacuten de anticipada exculpacioacuten sino al contrario la de subrayar que pese a la conciencia de lo imposible se intentaraacute alcanzarlo Asiacute sucede en los ensayos que desarrollan una teoriacutea de la tra-duccioacuten como en los maacutes que se explayan sobre la teoriacutea poeacute-tica a secas Precisamente porque advierte y defi ne los riesgos que encontraraacute el poeta-traductor Paz no se excluye a siacute mis-mo de los embates compartidos Por ende siempre resultaraacute maacutes provechoso estudiar coacutemo sortea estos riesgos que preten-der que los desaparece Ademaacutes ninguacuten traductor digno de este nombre podriacutea rehusarse a correrlos

En varias ocasiones Octavio Paz adoptoacute el siacutemil de la foto-grafiacutea para dar cuenta de la operacioacuten traductora ldquoLas traduc-ciones a veces son excelentes pero otras son como fotografiacuteas borrosasrdquo La metaacutefora le permite conjugar dos condiciones de una buena traduccioacuten el colorido (la muacutesica) y la nitidez del trazo (el sentido) es decir en otros teacuterminos la sempiterna buacutesqueda de fi delidad ldquoal sonido y al sentidordquo No obstante e independientemente de sus propias palabras la obsesioacuten que subyace al arte de traducir en Paz no es la imagen sino el tiem-po Sus audacias sus podas y sus transmutaciones estaacuten ligadas a la persecucioacuten del instante Su arte de traducir nace de su maacutes defi nitoria esencia poeacutetica Cada vez que estaacute confrontado con una buacutesqueda similar en otros poetas se despierta su genio poeacutetico para intentar ir maacutes lejos en el perfeccionamiento de la expresioacuten del acercamiento al instante La obsesioacuten lo aguijo-nea y lo hace fundir su propio esfuerzo con el empentildeo de los demaacutes ponieacutendose asiacute al servicio de una sola buacutesqueda que re-basa las identidades y los estilos las formas y las tradiciones Esto no es exactamente una traicioacuten ni una ldquopacianizacioacutenrdquo de las versiones sino el ejercicio de una misma pasioacuten a varias vo-ces Creo que esta pasioacuten es a un tiempo el signo de una hu-mildad frente a la poesiacutea y el sello de una virtuosidad poeacutetica tan propia como inconfundible

El traductor es aquel que sabe oiacuter la voz callada debajo de la letra escrita revivirla con su propio aliento y lanzarla de nuevo a otra vida Algunos la llaman el ldquoespiacuteriturdquo de la poesiacutea en opo-sicioacuten con su sola letra Octavio Paz prefi rioacute califi carla como la ldquootra vozrdquo ldquouna modulacioacuten indefi nible inconfundible y que

Autora del libro Los puentes de la traduccioacuten Octavio Paz y la poesiacutea francesa Universidad Nacional Autoacutenoma de MeacutexicoUniversidad Veracruzana Meacutexico 2004

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fatalmente la vuelve otrardquo Para explicar el complicado fenoacute-meno de la reencarnacioacuten los budistas recurren a una metaacutefo-ra cuando se prende una vela acercando la mecha a la llama de otra vela el fuego nuevo es y no es el mismo signifi cando asiacute que el espiacuteritu que renace es y no es el mismo que el que se ha extinguido Extrapolando la metaacutefora budista a nuestro asunto podriacutea decirse que un poema traducido es y no es el mismo que

el original como si un solo espiacuteritu de la poesiacutea y un mismo fuego que trascendieran a los poetas perduraran en dos poe-mas aparentemente distinguibles en las lenguas El ejercicio de la traduccioacuten quizaacute sea el que mejor pone de manifi esto la im-personalizacioacuten de la poesiacutea Y por lo demaacutes iquestno es lo que siempre defendioacute el autor de La llama doble G

Fotografiacutea Neil LibbertCamera Press-Zardoya

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Paz y los otrosJoseacute Emilio Pacheco

Hace seis antildeos aparecioacute como undeacutecimo tomo de las Obras completas de Octavio Paz el primer volumen de la Obra poeacutetica (1935-1970) El segundo incluiraacute Topoemas (1971) Renga (1972) Pasado en claro (1975) Vuelta (1976) Air born Hijos del aire (1979) Aacuterbol adentro (1987) Figuras y fi guraciones poemas en torno a la obra plaacutestica de Marie Joseacute Paz y Refl ejos reacuteplicas diaacutelogos con Francisco de Quevedo (1996) que cerroacute los sesenta y tres antildeos de trabajo comenzados en 1933 con Luna silvestre En teoriacutea Versiones y diversiones (1974) debe incluirse alliacute como se hizo en Italia con Eugenio Montale Salvatore Quasimodo y Giuseppe Ungaretti las versiones son parte de la poesiacutea de un autor El conjunto casi dos mil paacuteginas pone al libro futuro en riesgo de volverlo inmanejable

Al margen de las Obras completas Galaxia Gutenberg y Ciacuter-culo de Lectores publican la edicioacuten revisada y aumentada de Versiones y diversiones edicioacuten que Paz alcanzoacute a iniciar pero no concluyoacute El excelente trabajo adicional es de Nicanor Veacutelez Son 715 paacuteginas frente a las 255 que tuvo su primera aparicioacuten en Joaquiacuten Mortiz Abarcan el aspecto menos estudiado de Paz y testimonian una entrega a la poesiacutea como tal vez no volveraacute a existir en estas nuevas condiciones

La ldquoescuela mexicanardquo de traduccioacuten

Fue un poeta precoz y por ello asombra que su intereacutes en las versiones poeacuteticas no se haya manifestado hasta 1954 cuando al fi nal de Semillas para un himno publicoacute ldquoA su tiacutemida amanterdquo de Andrew Marvell y ldquoEl desdichadordquo ldquoMirtordquo ldquoDeacutelfi cardquo y ldquoArtemisardquo de Geacuterard de Nerval Tres antildeos despueacutes en el 1957 de Piedra de sol dio a conocer Sendas de Oku de Matsuo Basho en colaboracioacuten con Eikichi Hayashiya

Por eso en agosto de 2002 Aurelio Asiain celebroacute en Tokio los cincuenta antildeos de la llegada de Paz al Japoacuten probable pun-to de partida de su afaacuten por traducir poemas Ya a fi nes de los treinta como joven director de Taller se interesoacute por el geacutenero mdashsi puede llamarse asiacute a este trabajomdash y publicoacute en versiones ajenas a Arthur Rimbaud (Joseacute Ferrel) y T S Eliot (Rodolfo Usigli y Bernardo Ortiz de Montellano entre otros) En 1952 hizo para la Unesco la Antologiacutea de la poesiacutea mexicana nunca aparecida en espantildeol que tradujeron al ingleacutes Samuel Beckett y al franceacutes Guy Levis Mano

En los cincuenta las versiones de Paz y Jaime Garciacutea Terreacutes (compiladas en Baile de maacutescaras 1989) normalizaron esta praacutec-

tica en revistas y suplementos y crearon sin proponeacuterselo algo que podriacuteamos llamar una ldquoescuela mexicanardquo de traduccioacuten muy diferente a la que se practica en otros aacutembitos del idioma

En la siguiente deacutecada Paz descubrioacute para nosotros no para espantildeoles ni argentinos a Fernando Pessoa (Antologiacutea 1962) A continuacioacuten hizo con Pedro Sekel Cuatro poetas contemporaacute-neos de Suecia Martinson Lundkvist Ekelof y Lindegren En 1973 nos dio los Veinte poemas de William Carlos Williams y en 1978 algunos textos de Guillaume Apollinaire En los uacuteltimos tiempos su atencioacuten se centroacute en textos saacutenscritos y chinos Su libro fi nal fue Trazos de Chuang-tse y otros que se recoge en las nuevas Versiones y diversiones

Gracias a esta labor de Paz que pocos hasta ahora han apre-ciado en Meacutexico casi siempre se leen entre los datos con que se presenta a los joacutevenes y a las muchachas que se inician en la poesiacutea al lado de los premios y las becas obtenidas los nom-bres de los poetas que han traducido Es la manera maacutes atenta de leer un poema y la mejor forma de ejercitarse en la versifi -cacioacuten sin la disciplina mecanizadora de intentar escribir algo nuevo todos los diacuteas

Ovidio y Nezahualcoacuteyotl

En la literatura mexicana puede escucharse como en secreto la lamentacioacuten por las tres grandes peacuterdidas literarias de la Nueva Espantildea el silenciamiento de Sor Juana el fi n del Cole-gio de Tlatelolco en que los aztecas habiacutean empezado una la-bor de traductores que pudo haber sido la base de una auteacutenti-ca cultura mestiza y el que el padre Francisco Javier Clavijero un prosista soacutelo comparable en su tiempo y en su lengua con Jovellanos y Moratiacuten no haya logrado concluir en el destierro la que iba a ser nuestra Enciclopedia

De todos modos la poesiacutea escrita en espantildeol en esta tierra empezoacute con los sonetos ldquoal itaacutelico modordquo de Francisco de Te-rrazas con los poemas nahuas de Nezahualcoacuteyotl puestos en liras por su descendiente Francisco de Alva Ixtlilxoacutechitl (em-pleoacute el mismo derecho de Fray Luis para traducir tambieacuten en liras a Horacio y en tercetos encadenados el Libro de Job) y con Las heroidas de Ovidio transfi guradas a su vez en tercetos por Diego Mejiacutea

Tierra abierta a los dos oceacuteanos y al mismo tiempo caracol encerrado por el desierto y la semicircunferencia del Golfo in-comunicada por sus montantildeas e impedida a todo lo largo de la Colonia para tener relaciones con nada que no fuera el Pentaacutego-no de su eacutepoca El Escorial y la Casa de Contratacioacuten de Sevilla en cuanto dejoacute de ser Nueva Espantildea para intentar convertirse en Tomado de la revista Letras Libres nuacutemero 47 noviembre 2002

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Meacutexico el paiacutes quiso relacionarse con un mundo que era de verdad el otro mundo Sus modelos le pagaron mal los Estados Unidos con la invasioacuten de 1847 y Francia con la de 1862

Traducir fue una forma de respirar En los seminarios se afi anzoacute la cultura latina y se establecioacute una tradicioacuten que pro-sigue hasta hoy y ha hecho que un poeta mexicano Rubeacuten Bonifaz Nuntildeo sea la uacutenica persona en el mundo que ha tradu-cido eacutel solo a todos los grandes claacutesicos de Roma La lengua de la Iglesia asfi xioacute al griego a tal punto que otro de nuestros je-suitas exiliados Francisco Javier Alegre tuvo que trasladar iexclal latiacuten La Iliada para que alguien la leyera

Los primeros poetas mexicanos fueron asiduos de los ro-maacutenticos y de la Antologiacutea griega Joseacute Joaquiacuten Pesado con ayuda de Francisco Chimalpopoca profesor de naacutehuatl en la Universidad tradujo Las [poesiacuteas] aztecas Con el modernismo la versioacuten poeacutetica se legitimoacute en libros como Jardines de Francia (Enrique Gonzaacutelez Martiacutenez) y Musas de Francia (Balbino Daacute-valos) Algunas de sus paacuteginas alcanzaron gran difusioacuten al ser incluidas en la Antologiacutea espantildeola de Enrique Diacuteez-Canedo tan importante para los que iban a ser allaacute y aquiacute los poetas de 1927 como la Antologiacutea de Borges Bioy y Silvina Ocampo para los narradores de los cincuenta y los sesenta

El camino de la pasioacuten

Marco Antonio Montes de Oca dio en El surco y la brasa (1974) una antologiacutea de versiones mexicanas que abarcan de Alfonso Reyes a Carlos Montemayor Treinta antildeos despueacutes una actua-lizacioacuten exigiriacutea el doble de paacuteginas De todos modos la fi gura central en este campo y en tantos otros sigue siendo Octa vio Paz

Quizaacute el nuevo camino fue abierto en 1961 por las Imita-tions de Robert Lowell Las imitaciones son una praacutectica anti-gua e ilustre Catulo lo hizo con Safo (Ille mi par esse deo uide-tur) Quevedo con Du Bellay (ldquoBuscas a Roma en Roma oh peregrinordquo) y el resultado son grandes poemas

Sin embargo Lowell impuso la voz de Lowell sobre los ori-ginales de Villon Leopardi Heine o Victor Hugo El propoacutesi-to de Paz es diferente ldquoA partir de poemas en otras lenguas quise hacer poemas en la miacuteardquo Y a estas palabras de 1973 antildea-de en 1995 ldquoEn mis versiones quise que [estos poemas com-puestos en otros siglos] tuviesen la antiguumledad de todas las obras de arte la de hoy mismordquo

Desde entonces han aparecido obras semejantes a la de Paz el mencionado Baile de maacutescaras de Garciacutea Terreacutes y en el Peruacute Las uvas del racimo de Javier Sologuren y El ciervo y la fuente de Ricardo Silva Santiesteban Debe de haber otros tiacutetulos que desconozco pero no quisiera pasar por alto dos que merecen ser difundidos Transcripciones de Miguel Aacutengel Flores y El trai-dor de Miguel Covarrubias Para un poeta de estas tierras nada tan inconcebible como la afi rmacioacuten de Philip Larkin ldquoNo leo maacutes que poesiacutea inglesa y no me importa lo que no sea ingleacutesrdquo

El teacutermino ldquocuriosidad intelectualrdquo es pobre ante lo que estaacute tras Versiones y diversiones Soacutelo puede hablarse de verdadera pasioacuten pasioacuten por la poesiacutea y por quienes la escribieron Es inevitable pensar en Neruda (ldquoYo amo toda la poesiacutea escritardquo) y siglos antes en Safo cuando les dice a los poetas vivos y muertos ldquoCon el don de sus obras me han honradordquo

Supervielle Cocteau Eacuteluard Breton Michaux Char estaacuten traducidos con el mismo amor que Donne Yeats Cummings Stevens Crane y Elizabeth Bishop A Paz se le debe en gran parte el haber revivido el intereacutes de Tablada por el haikuacute que ahora es otra forma disponible para todos en el repertorio de la poesiacutea en espantildeol Los poemas chinos prolongan la maravi-llosa antologiacutea de Marcela de Juan soacutelo comparable a la tra-duccioacuten inglesa de Arthur Walley

Versiones y diversiones es una antologiacutea de la liacuterica universal y tambieacuten un gran libro de la poesiacutea en nuestro idioma Paz nos acercoacute lo lejano e hizo nuestro lo ajeno Nadie sabe coacutemo seraacute la literatura del siglo xxi ni queacute haraacute con el legado del siglo xx A pesar de todo uno puede creer que entre los libros que se segui-raacuten leyendo estaraacute por derecho propio Versiones y diver siones G

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Los privilegios de Octavio PazFernando del Paso

El lenguaje de la pintura como todo lenguaje artiacutestico es in-traducible nos dice Octavio Paz en un texto sobre Juan Soria-no escrito en 1962 Once antildeos despueacutes en ldquoEl signo y el ga-rabatordquo se refi ere a un texto de Cardoza y Aragoacuten sobre Guumlnter Gerzo con las siguientes palabras ldquoOscila entre la tra-duccioacuten y la creacioacutenrdquo Y aclara ldquoTraduccioacuten al lenguaje verbal del lenguaje plaacutestico del pintorrdquo

En queacute quedamos es difiacutecil decirlo porque a lo largo de todos los escritos que Paz dedicoacute a las artes plaacutesticas nos tro-pezamos con contradicciones que nos deslumbran y nos con-funden Pero tal vez se trata de contradicciones intrascenden-

tes sin importancia ya que en principio es una contradiccioacuten fundamental la que hace posible la existencia de la pintura aquella de ldquolas dos gemelas que tejen incansablemente las telas de nuestras visiones la luz y la sombrardquo como dice el poeta en el escrito dedicado a Rodolph Bresdin en Corriente alterna Nos encontramos asiacute que cuando nos habla de Baudelaire como criacutetico de arte asevera que ldquola pintura es un lenguaje incapaz de decir salvo por alusioacuten y omisioacuten el cuadro nos presenta los signos de una ausenciardquo en tanto que en un artiacuteculo sobre el arte y la identidad de los hispanos en los Estados Unidos de-clara que ldquola imagen visual dice pero lo que dice no tiene por

Fragmento tomado de la revista Letras Libres nuacutemero 54 junio 2003

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queacute ser traducido en palabras La pintura es un lenguaje que se basta a siacute mismordquo mientras que mdashde nuevo en Corriente alter-namdash afi rma que el arte moderno ldquopor ser una representacioacuten no puede rehusarse completamente a decir y a signifi carrdquo y se pregunta ldquoiquestQueacute dicen los cuadros modernos Se dicen a siacute mismosrdquo Textos y opiniones que se alternan haciendo honor al tiacutetulo del libro con consideraciones sobre la obra de Alberto Gironella que seguacuten Paz es en buena parte ldquopintura escrita del mismo modo que hay palabras pintadasrdquo o un ensayo sobre Aacutelvarez Bravo en el que con base en sus lecturas de los poetas modernos califi ca a la fotografiacutea como arte poeacutetico ldquoporque al mostrarnos estordquo dice Paz ldquoalude o presenta a aquellordquo y con meditaciones en las que el arte maya por la literalidad de las imaacutegenes que muestra labradas en piedra ldquo pueden leerse No son ilustraciones de un texto son el texto mismordquo

Por otra parte al decir cuadros ldquomodernosrdquo Paz no nos aclara si los cuadros ldquoantiguosrdquo mdashpor llamar de alguacuten modo todas las pinturas que antecedieron a las modernasmdash deciacutean algo No era necesario que lo hiciera todos sabemos que un cuadro de Nicolaacutes Bataille nos cuenta la lucha de San Miguel y el dragoacuten otro del Veroneacutes las Bodas de Canaacute uno maacutes de Mantegna el martirio de San Cristoacutebal y otro en fi n de Ma-teo Cerezo las bodas miacutesticas de Santa Catalina

Y sin embargo esto no es verdad ninguna de las pinturas arriba mencionadas cuenta algo todas recuentan El especta-dor tiene que conocer de antemano la historia o la leyenda que el cuadro presenta tiene que haberla leiacutedo en un libro sobre mitologiacutea o en la Biblia tiene que haberla escuchado en alguna parte alguna vez para saber de queacute trata la pintura que tiene ante sus ojos Una pintura que aunque muy lejos de lo que hoy conocemos como ldquoilustracioacutenrdquo es una pintura que ilustra un hecho o una leyenda Todaviacutea en nuestro fi n de siglo los visi-tantes de los museos necesitan que el guiacutea les diga eacutesta es se-ntildeoras La Batalla de San Romano de Paolo Uccello eacutesta es sentildeo-res La Rendicioacuten de Breda de Diego Velaacutezquez

Pero si esas pinturas ilustran algo a los espectadores de hoy diacutea ya no los ilustran a pocos fuera de Espantildea puede intere-sarles el hecho de que la rendicioacuten de Breda implicara la derro-ta de Mauricio de Nassau y a muchos menos fuera de Italia saber quieacuten si Siena o Florencia ganoacute la batalla de San Roma-no Ademaacutes de que sabemos poca era la fi delidad de los artis-tas hacia acontecimientos histoacutericos asiacute fuera porque no los vieron soacutelo los imaginaron mdashtal es el caso del fusilamiento de Maximiliano emperador de Meacutexico por Manet quien inventoacute una barda que nunca existioacute encima de la cual se asomaban las cabezas de los curiososmdash o a pesar de haber sido testigos de ellos como en el caso de David quien en la pintura de la co-ronacioacuten de Napoleoacuten incluyoacute a la madre de eacuteste Leticia Ra-molino quien se sostuvo ausente de la ceremonia

Da lo mismo porque lo que no ilustra pero siacute nos ilumina es son otras virtudes del cuadro su belleza y la poesiacutea de la que es contenido y continente A veces tambieacuten la gracia en todas sus acepciones tanto terrenales como celestiales Ningu-

na otra cosa nos dicen pero con eso basta las esculturas del Brancusi las pinturas de Dubuffet y las maacutequinas locas de Tanguely Belleza y poesiacutea gracias que en ocasiones son con-vulsivas y se columpian entre el horror y la obscenidad el in-fi erno y la desolacioacuten Goya y Bacon la escultura precolombi-na y Otto Dix

La analogiacutea nos dice Octavio Paz es la funcioacuten maacutes alta de la imaginacioacuten y puente entre lenguajes distintos poesiacutea muacute-sica pintura Es pues necesario tender un puente entre el cuadro y lo que se escribe mdashaunque pareciera que pintura y literatura son dos lenguajes paralelos que se juntan en el infi -nitomdash para decirle al lector lo que el cuadro nos dice Pero se necesita un lector interesado y que algo al menos sepa de la materia y el espiacuteritu del arte o que cuente con la curiosidad y la sensibilidad sufi cientes para aprender No podemos contarle la pintura a un ciego de nacimiento o a un ciego de entendi-miento Por eso los mejores textos sobre un pintor o un escul-tor son aquellos de los cataacutelogos de sus exposiciones que le brindan a los espectadores la oportunidad de ignorarlos O que pueden con suerte ayudarlos a ver

Creo que fue Max Ernst quien deciacutea que su principal ocu-pacioacuten en la vida era la de ver No fue eacutesta la principal ocupa-cioacuten de Octavio Paz pero siacute una de sus maacutes caras preocupacio-nes Dotado del prestigio de una privilegiada vista cuando veiacutea veiacutea mejor que muchos Y agraciado con el privilegio de la palabra poeacutetica por excelencia lo que contaba sobre lo que habiacutea visto pocos lo podraacuten superar Otros escritores mdashy eacutel mismo nos lo recuerdamdash en Francia Baudelaire y Apollinaire en Meacutexico Villaurrutia Gorostiza y Cuesta entre otros escri-bieron sobre arte Ninguno como eacutel

Desde luego criacuteticos de arte con gran talento los ha habido siempre Pero Paz prefi rioacute hablar desde las orillas luminosas de la poesiacutea Mejor dicho no podiacutea hacerlo de otra manera aun-que eacutel mismo califi cara sus escritos como criacutetica ldquoLa criacutetica mdashdicemdash no soacutelo hace maacutes intenso y luacutecido mi placer sino que me obliga a cambiar mi actitud ante la obrardquo Palabras que implican una especie de conclusioacuten y de solucioacuten de un razo-namiento anterior en el que con lucidez y modestia reconoce la casi imposibilidad de escribir sobre arte y artistas sin abdicar de la razoacuten sin convertirla nos dice ldquoen servidora de nuestros gustos maacutes fatales y de nuestras inclinaciones menos premedi-tadasrdquo Pero de alguna manera Paz se las arregla en este texto titulado ldquoDe la criacutetica a la ofrendardquo para conciliar su juicio y su gusto su razoacuten y sus pasiones En un escrito sobre Barragaacuten cita a este gran arquitecto diciendo que su obra mdashla de eacutel mismo su arquitecturamdash estaba inspirada por dos pala-bras la palabra ldquomagiardquo y la palabra ldquosorpresardquo Esto mismo podemos decir de la obra del propio Octavio Paz porque le viene como anillo al dedo es con la magia y la sorpresa como Octavio Paz se convence y convence al lector mdashal menos yo soy uno de los convencidosmdash de la validez y transparencia la sabiduriacutea y el entusiasmo contagioso de su palabra cuando nos habla de arte G

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Evocacioacuten de Octavio PazJuliaacuten Meza

Quizaacute a contracorriente de lo que pueden pensar de miacute algu-nos de mis amigos y lectores como escritor no soacutelo practico la diatriba Tambieacuten soy capaz de hacer elogios pero soacutelo cuando me parecen adecuados y sin dejar de lado la criacutetica siempre tan necesaria Y de aquiacute esta evocacioacuten de Octavio Paz para cele-brar su sensibilidad y su inteligencia a diez antildeos de su muerte

Desde Sor Juana Ineacutes de la Cruz no habiacutea habido en Meacutexico un poeta un escritor tan destacado como Octavio Paz

No faltaraacute quien crea (asiacute sea soacutelo en su fuero iacutentimo) que esta afi rmacioacuten es por lo menos excesiva o simplemente pro-vocadora pero estoy convencido de que la extensa obra de este poeta y pensador la justifi ca

La fi gura de Paz casi siempre fue controvertida y aun vili-pendiada aunque soacutelo en Meacutexico En otros paiacuteses el reconoci-miento a la persona y a su obra se produjo relativamente pron-to y sin reticencias

Al igual que Jorge Luis Borges Octavio Paz fue descubierto al mundo por los franceses entre los que hizo numerosos ami-gos tanto en el campo de la poesiacutea y de las letras como en el del pensamiento Buena parte de la intelligentzia mexicana tar-

doacute en reconocerlo o nunca lo reconocioacute sobre todo por cues-tiones ideoloacutegicas y no literarias o poeacuteticas aun cuando hay quienes afi rman desde muchos peldantildeos abajo en el mundo de las letras que Paz no fue muy importante ni como poeta ni como pensador

Tras una prolongada ausencia debida a su trabajo en el ser-vicio exterior mexicano Octavio Paz volvioacute a Meacutexico alguacuten tiempo despueacutes de haber renunciado puacuteblicamente a su condi-cioacuten de embajador en la India como rechazo a la poliacutetica re-presiva del reacutegimen impuesto por el partido uacutenico enfaacutetica-mente representado entonces por Gustavo Diacuteaz Ordaz De esta manera junto con Javier Barros Sierra (que en buena me-dida encabezoacute la primera exigencia puacuteblica de democracia en Meacutexico) fue uno de los raros disidentes del sistema poliacutetico autoritario fundado por Obregoacuten y Calles y afi nado por Laacuteza-ro Caacuterdenas iquestPor queacute disidentes Porque hasta cierto punto eran hombres del sistema (un embajador y un rector de la unam) que cuestionaron abiertamente el reacutegimen poliacutetico mexicano como lo hicieron numerosos personajes que habiacutean trabajado en instituciones del reacutegimen totalitario sovieacutetico

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Sajaacuterov entre otros Ciertamente su disidencia no los condujo a un campo de concentracioacuten en un Gulag tropical como el de Fidel Castro y esto porque el sistema poliacutetico mexicano que prevalecioacute durante poco maacutes de setenta antildeos (y que auacuten existe sobre todo cuando se manifi esta en el uso partidista de los sin-dicatos corporativos y de otras instituciones que se crearon durante el antiguo reacutegimen) no era totalitario sino autoritario Pero tampoco fueron a la caacutercel (como Joseacute Revueltas y otros escritores o acadeacutemicos) porque en el caso de Barros Sierra se trataba de una persona totalmente ajena a la ideologiacutea comu-nista y de mucho prestigio en el aacutembito nacional y en el de Octavio Paz de una fi gura reconocida con razoacuten en el aacutembito internacional Quizaacute impidioacute que Paz fuera a la caacutercel este re-conocimiento que me recuerda el caso de Lev Tolstoi No obstante su criacutetica a la autocracia zarista y a la iglesia ortodoxa rusa la fama internacional de Tolstoi lo puso a resguardo de la caacutercel el exilio interior o el campo de concentracioacuten pero no de la excomunioacuten decidida por los jerarcas de la Iglesia orto-doxa rusa Octavio Paz tambieacuten fue excomulgado pero no por la Iglesia de Roma con cuyas ruedas de molino nunca comul-goacute sino tanto por los admiradores de Castro de Stalin y de la Unioacuten Sovieacutetica de Trotski (otro disidente que sin embargo jamaacutes renuncioacute a la iglesia marxista) o de la China de Mao como por los epiacutegonos del reacutegimen impuesto y preservado por el partido uacutenico

Evoco pues a Octavio Paz al igual que a Sor Juana porque en cierta medida no fueron ldquohombres en su siglordquo (las comillas no son por lo de hombres sino por lo de su siglo y ambos conceptos remiten al tiacutetulo de una obra de Paz Ademaacutes para miacute el hombre en el sentido universal de la palabra sigue siendo el hombre aun cuando se trate de una mujer) dado que lo tras-cendieron ampliamente tanto en su obra creativa como en la refl exiva

Al igual que Sor Juana Octavio Paz no soacutelo nunca fue reco-nocido por muchos de sus contemporaacuteneos sino que tambieacuten tuvo que hacer frente a sus Sor Filoteas y ldquootras inquisicionesrdquo (Borges) Al igual que la monja criolla fue objeto de la maledi-cencia mdashentre otros de su exmujer la estupenda creadora de Recuerdos del porvenir Elena Garro A diferencia de los procas-tristas y otros pobladores de la granja sovieacutetica lo acusoacute de ser comunista por sus criacuteticas al sistema autoritario mexicano y su solidaridad con los estudiantes impugnadores de 1968 iquestCuaacuten-tas diatribas se habraacuten escrito contra Paz en el curso de los antildeos que van de su regreso a Meacutexico al derrumbe del bloque sovieacutetico Sin lugar a dudas son incontables pues lo mismo fueron obra de periodistas ya olvidados que de ocurrentes es-critores municipales

Para los habitantes de la granja orwelliana que pasaron por alto sus criacuteticas al sistema poliacutetico mexicano (entre otras las

contenidas en Posdata y El ogro fi lantroacutepico) Octavio Paz estaba al servicio de la cia y del imperialismo norteamericano debido a sus juicios sobre el totalitarismo en la urss en Europa central y en su escaparate tropical Cuba Y esto al mismo tiempo que (iquestparadoacutejicamente) sus detractores viviacutean de las becas de fun-daciones o de instituciones acadeacutemicas norteamericanas que iquesteran islotes en el interior del imperio

Otros aun cuando comprendieron el sentido y el alcance de las tomas de posicioacuten poliacutetica de Paz mantuvieron un silencio que los hizo coacutemplices de esos modernos inquisidores Pese a las invitaciones del poeta optaron por no publicar en las dos revistas fundadas por Paz a su regreso de la India Plural y Vuel-ta para no ser acusados de colaborar con ldquoun agente del impe-rialismo norteamericanordquo

Hubo sin embargo un pequentildeo nuacutecleo de escritores y ar-tistas que compartieron con Octavio Paz sus ideas y sus pre-ocupaciones Destacan entre otros Alejandro Rossi y Gabriel Zaid Algunos maacutes que estuvieron en el nuacutecleo original de Plural y Vuelta se distanciaron del pensador por diversos moti-vos algunos de ellos ideoloacutegicos Los que nunca abandonaron al poeta fueron sus amigos poetas y pensadores norteamerica-nos y sobre todo europeos Entre eacutestos destacan los dos uacutelti-mos sabios de la historia contemporaacutenea Cornelius Castoria-dis y Edgar Morin Siacute los dos uacuteltimos sabios porque como escribioacute Castoriadis el ejercicio de la criacutetica fue abandonado por los intelectuales Y tan es asiacute que hoy eacutestos hacen el elogio de las peores atrocidades gubernamentales y de los maacutes execra-bles gobernantes de la misma manera que fueron epiacutegonos de diversos tiranos comunistas No supieron ldquomantener la distan-cia que los separaba del priacutenciperdquo (Paz) ni cuando eran compa-ntildeeros de viaje de los dictadores comunistas ni la mantienen ahora que son cortesanos del saacutetrapa petrolero y de los peque-ntildeos tiranos a su servicio

El irrestricto ejercicio de la criacutetica de Paz no conocioacute ideo-logiacuteas ni fronteras Esto lo supieron apreciar los grandes poetas como Joseph Brodsky que fue su gran compantildeero y amigo tanto en el campo de la poesiacutea como en el de la refl exioacuten

A diez antildeos de la muerte del poeta se resiente su ausencia Lo antildeoran sus amigos sus compantildeeros y todos aquellos que compartieron sus ideas y su pasioacuten por la poesiacutea Maacutes auacuten poco antes de su muerte algunos de aquellos que lo atacaron en vida anularon la distancia que los separaba del pensador y del poeta Esto fue resultado por una parte del derrumbe del to-talitarismo sovieacutetico que dejoacute en la orfandad a los compantildeeros de viaje de los comunistas y por otra parte de una decisioacuten de Octavio Paz morir en paz con sus antiguos detractores aun-que hubo quienes se negaron a aceptar esta uacuteltima gran inicia-tiva del poeta

Meacutexico marzo de 2008 G

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Pasioacuten liacuterica sin fi nldquoPiedra de solrdquo no descansa en PazAlberto Arriaga

El 28 de septiembre de 1957 el Fondo de Cultura Econoacutemica tiroacute 300 ejemplares con el atento cuidado de Aliacute Chumacero y en la coleccioacuten Tezontle de lo que acaso es uno de los poemas maacutes determinantes emblemaacuteticos misteriosos inclasifi cables inevitables deslumbrantes de la literatura del siglo xx ldquoPiedra de solrdquo de Octavio Paz que 50 antildeos despueacutes todaviacutea cambia la vida de quien se atreve a leerlo

Como bien lo sentildealoacute Joseacute Luis Martiacutenez no hubo humor o saacutetira en la poesiacutea de Paz El autor de La estacioacuten violenta trans-fi guroacute su motivacioacuten poeacutetica (cualquiera que haya sido) en motivos y correspondencias ldquoque trascendioacute sus signifi cadosrdquo No hay juego soacutelo caminatas concentracioacuten plaacutestica y musi-cal Nunca se molestoacute en presumir su destreza versifi cadora soacutelo aplicoacute su oiacutedo seguro y empleoacute ldquocon preferencia endeca-siacutelabos sueltos combinados a veces con hetpasiacutelabos o pentasiacute-labosrdquo La mejor caminata acaso se encuentra en el ldquoNocturno de San Ildefonsordquo ldquoEl muchacho que camina por este poema entre San Ildefonso y el Zoacutecalo es el hombre que lo escribe esta paacutegina tambieacuten es una caminata nocturnahelliprdquo y en varios

pasajes de ldquoPasado en clarordquo ldquoOiacutedos con el alma pasos men-tales maacutes que sombras sombras del pensamiento maacutes que pasos por el camino de ecos que la memoria inventa y bo-rra sin caminar caminan sobre este ahora puente tendido entre una letra y otrahelliprdquo

Pero maacutes allaacute de las caminatas por el subsuelo del lenguaje ldquoPiedra de solrdquo es el emblema de la pasioacuten liacuterica de su autor Tambieacuten ha dejado descendencia numerosa y no menos con-siderable es la criacutetica que ha provocado ldquoHay que partir de un hecho y es que el poema ante todo tiene como temas centrales el tiempo (o si se quiere el instante) y el amor incluso desde el epiacutegrafe de Nerval donde dice que la treceava es la primerardquo dijo el poeta Marco Antonio Campos quien varias veces se ha enfrentado con la inevitable infl uencia de Octavio Paz su maacutes reciente antologiacutea poeacutetica El forastero en la tierra posee reso-nancias evidentes con la capacidad viajera (dentro y fuera de la paacutegina en blanco) del caminante Paz ldquoAlguna vez me dijo que buscaba con lsquoPiedra de solrsquo escribir un poema generacional Yo creo que el poema verdaderamente generacional es el lsquoNoctur-

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no de San Ildefonsorsquo salvo momentos por ejemplo lo de Es-pantildea o lo de la preparatoria en general es un poema que va por otras direccioneshellip Lo que buscoacute mdashy logroacutemdash en este poe-ma fue que todas las mujeres sean una mujer y que una mujer sea todas las mujeres Por un lado estaacuten todos los instantes resumidos en un instante donde tambieacuten estaacute la mujer y por otro lado estaacuten las mujeres histoacutericas y literarias incluso reli-giosas Mariacutea Laura Perseacutefone o Melusinardquo

Complejo en sus diferentes aspectos en ldquoPiedra de solrdquo encontramos la depuracioacuten de los temas que acompantildearon a Octavio Paz durante toda su vida Pero de acuerdo con un artiacuteculo de Viacutector Manuel Mendiola (Confabulario agosto 4 2007) el poeta se incomodaba cuando le deciacutean que se trataba de su mejor poema como tambieacuten se molestaba ldquoenfaacuteticamen-terdquo cuando le endilgaban la frase hiperboacutelica de El gran poeta mexicano Avisa Mendiola

ldquoAl ser interrogado a propoacutesito de alguacuten asunto concernien-te a ese texto se endureciacutea con cierta molestia y cambiaba el tema de la charla iquestLe habiacutea dejado de gustar esa composicioacuten iquestLe pareciacutean maacutes importantes otros poemas como lsquoBlancorsquo o lsquoPasado en clarorsquo iquestLe perseguiacutea y recordaba una situacioacuten desagradablerdquo

A pesar de esa ambiguumledad emocional que le despertaba ldquoPiedra de solrdquo a su autor para muchas generaciones fue un poema formativo canoacutenico y paternal

ldquoHay que tomar en cuenta tambieacuten que es un poema circu-lar un poema escrito en endecasiacutelabos blancos un metro que no ha sido muy trabajado en lengua espantildeola como deciacutea Zaid hace maacutes de 20 antildeosrdquo recordoacute Campos ldquoLo hizo como nadie Cuando le pregunteacute en una entrevista de doacutende veniacutea esa buacutes-queda del endecasiacutelabo blanco habloacute de que aunque no era parte esencial de la tradicioacuten de la lengua espantildeola estaba en Woodsworth estaba en los isabelinos estaba en Leopardi y entre nosotros en Guilleacuten y Cernuda Creo que es el poema que cierra una etapa es la culminacioacuten de lo que llamariacuteamos en Paz la pasioacuten liacutericardquo

Aunque muchos lectores y el propio autor sentildealaron recrea-ciones de mitos mexicanos (esto aparece en una nota de la primera edicioacuten que fue recuperada hasta la edicioacuten de Seix Barral de 1975) la sensibilidad de Octavio Paz se encontraba muy lejos de la piedra azteca y maacutes abiertamente emparentada

con la tradicioacuten poeacutetica occidental No estaacute Coatlicue ni Hui-tzilopochtli pero siacute Venus siacute el tiempo circular una de las grandes obsesiones de la tradicioacuten literaria occidental

ldquoLo que me interesa enormemente en este poema es la pre-sencia de Dios porque Octavio Paz habloacute muy pocas veces de Dios en su poesiacuteardquo sentildealoacute Veroacutenica Volkow ldquoEs una compren-sioacuten muy profunda de lo que es la presencia divina para los miacutesticos [] Es un poeta maacutes del mundo de la inteligencia del mundo de las presencias del encuentro terrenal del estar aquiacute y ahora maacutes que el viaje miacutestico que nos pueden plantear Dan-te o Ficcinordquo

Para Joseacute Mariacutea Espinasa se trata de un poema sobre la muerte o desaparicioacuten o silencio de los dioses que forma una especie de trilogiacutea personal sobre el poema extenso dentro de la poesiacutea en espantildeol ldquoEscribioacute despueacutes poemas extraordina-rios De alguna manera lsquoPiedra de solrsquo junto a lsquoBlancorsquo en los antildeos 60 y a lsquoPasado en clarorsquo en la uacuteltima parte de su vida for-ma una trilogiacutea de extensos poemas y a miacute me costariacutea trabajo decidirme con cuaacutel me quedohellip Han pasado 50 antildeos y es un poema que sigue siendo perfectamente actual es un texto que no ha envejecido El hecho es que ese poema formoacute a varias generaciones de lectores y los formoacute en una idea de la poesiacutea que sigue estando en la praacutectica de cada diacutea poemas como lsquoAnagnoacuterisisrsquo de Tomaacutes Segovia o lsquoCada cosa es Babelrsquo de Eduardo Lizalde o algunos de los de David Huerta en espe-cial lsquoIncurablersquo van en ese sentido en la posibilidad de la du-racioacuten dentro del instanterdquo

El sol sigue brillando y la piedra dando calor en espera de nuevos caminantes del subsuelo del lenguaje Un siacutentoma ca-noacutenico de este poema es que 50 antildeos despueacutes maacutes allaacute de los deseos de su autor sigue funcionando como una especie de parvulario poeacutetico para plumas avanzadas llegando a contami-nar incluso a la gleba de la inteligencia mexicana iletrados dizque roqueros como los miembros del grupo Manaacute bautiza-ron una gira y un disco con el verso maacutes famoso de Octavio Paz ldquoAmar es combatirrdquo La gloria la fama deciacutea Borges es la mejor de las incomprensiones de una obra literaria Y aunque no haya leiacutedo una sola liacutenea del autor de El laberinto de la sole-dad hay maacutes de Octavio Paz en la identidad de cada mexicano que de Nezahualcoacuteyotl G

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Alguien lo deletreaEnrique Krauze

Hablaba poco de Dios Creo que descreiacutea En materia de reli-gioacuten estaba maacutes cerca de su jacobino abuelo que de su madre la piadosa dontildea Josefi na Estoy cierto de que en las tres religio-nes monoteiacutestas veiacutea un legado de intolerancia incompatible con su actitud de pluralidad Le divertiacutea contar la aneacutecdota de un fervoroso musulmaacuten que en el Himalaya le dijo casi a se-ntildeas ldquoMoiseacutes kaput Jesuacutes kaput soacutelo Mahoma viverdquo Paz pensaba que tambieacuten el maacutes reciente profeta estaba kaput y que la uacutenica religioacuten coherente con el misterio de nacer y morir era el Budismo Octavio mdashnombre latino al fi nmdash era un persona-je del mundo claacutesico buscaba la sabiduriacutea de Soacutecrates no la de Salomoacuten releiacutea a Lucrecio no la Biblia ni a San Agustiacuten no admiraba a Constantino sino a Juliano ldquoel apoacutestatardquo restaura-dor del Panteoacuten pagano Por su curiosidad universal en el arte el pensamiento y la ciencia era un hombre del Renacimiento por su espiacuteritu libre liberal y hasta secretamente libertino era un fi loacutesofo del Siglo xviii Por su arrojo creativo y su pasioacuten poliacutetica y poeacutetica fue un revolucionario del Siglo xx En suma un humanista pleno no un espiacuteritu religioso

Y sin embargo escribioacute su libro cumbre sobre Sor Juana Un dominicano el padre Juliaacuten lo invitaba a hablar sobre temas teoloacutegicos que por momentos lo atraiacutean casi tanto como a su amigo Luis Buntildeuel Quiso que en Vuelta rescataacuteramos un deba-te de 1942 sobre misticismo en el que habiacutean intervenido ade-maacutes de eacutel mismo Vasconcelos el padre Gallegos Rocafull y Joseacute Gaos Interpretoacute certeramente la obra y la vida de su ami-go Joseacute Revueltas como una extrantildea apasionada y atea imita-cioacuten de Cristo Y alguna vez me confi oacute una de las razones de su gran afecto por Gabriel Zaid con quien Paz mantuvo una con-versacioacuten ininterrumpida por casi medio siglo desde el diacutea en que hablaron por primera vez en Monterrey ldquonunca olvidareacute que Zaid encargoacute un novenario en la muerte de mi madrerdquo

El hombre que luchaba como leoacuten contra el inexorable avance de la muerte el viejo rey Lear maldiciendo al avaro destino que le escatimaba unos antildeos maacutes o siquiera unos me-ses no se abriacutea a la esperanza de lo trascendente ldquoCasi todos se quiebran frente a la muerte mdashme dijo Alejandro Rossimdash Octavio fue coherente hasta el fi nal no pidioacute un sacerdoterdquo Con todo en aquel uacuteltimo discurso en Coyoacaacuten habiacutea voltea-do hacia el cielo como invocaacutendolo las nubes se disiparon de pronto y aparecioacute el sol ldquoalliacute hay nubes y sol nubes y sol son palabras hermanas seamos dignos de las nubes del Valle de Meacutexico seamos dignos del sol del Valle de Meacutexicordquo

Antildeos atraacutes en una entrevista notable Carlos Castillo Pera-za le preguntoacute por el signifi cado de las famosas liacuteneas de su poema ldquoHermandadrdquo

Tambieacuten soy escrituraY en este mismo instanteAlguien me deletrea

Paz declaroacute su postura agnoacutestica No sabiacutea si ese ldquoalguienrdquo era un hombre como eacutel o un ser lejano maacutes allaacute de su poema ldquoPasado en clarordquo en el que aparece una tercera posibilidad la suya propia

Dios sin cuerpoCon lenguajes de cuerpo lo nombrabanMis sentidos Quise nombrarloCon un nombre solarUna palabra sin reveacutes

Era el Dios inmanente del amor y la poesiacutea G

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MitoJoseph Fontenrose

Debo aclarar desde el principio que por mito me refi ero a un relato tradicional que acompantildea a los rituales En primer lugar digo un relato algo que tiene un comienzo un desarrollo y un fi nal en otras palabras un argumento No utilizo pues el teacutermino de forma amplia y vaga para referirme a ideas animis-tas y teoloacutegicas en general Segundo me refi ero a un relato tradicional relato que en origen fue transmitido de forma oral Tercero me refi ero al tipo de relato que pretende narrar la ocasioacuten en que tuvo su origen alguna institucioacuten religiosa un culto o algunos de sus ritos y celebraciones y los actos divinos que sientan el precedente de los actos tradicionales realizados en el culto Se descubre que incluso los mitos de la creacioacuten estaacuten habitualmente relacionados con cultos A otros relatos tradi-cionales los independientes del culto se les denomina de ma-nera maacutes apropiada leyendas o cuentos populares aunque even-tualmente pueda incluirlos tambieacuten en el teacutermino mito o mi tologiacutea como se hace a menudo En efecto un mismo argu-mento puede aparecer en las tres clases de relato tradicional no es el argumento el que establece la diferencia y algunas va-riantes del mito del combate pertenecen al cuento heroico o al cuento de hadas pero no al mito auteacutentico

Al tratar de los mitos de paiacuteses antiguos debemos basarnos principalmente en las narraciones noticias y alusiones que se encuentran en la literatura antigua con un cierto apoyo en las obras del arte antiguo que representan escenas miacuteticas Muy rara vez el propoacutesito de ninguacuten escritor antiguo fue informar a los otros acerca del mito contarles una historia que no conocie-ran ya Esto es particularmente cierto del mito griego Se han recuperado textos de mitos de Babilonia y Egipto que contie-nen las propias versiones de mitos que estaban asociados con los rituales y los cultos y eran conocidos del sacerdocio y los devotos pero apenas nos ha llegado nada de ese tipo de Grecia Los escritores griegos no elaboraban textos rituales usaban los materiales miacuteticos para sus propios objetivos literarios particu-lares cambiando antildeadiendo suprimiendo fundiendo como les pareciacutea oportuno Aunque encontremos toda una narracioacuten miacutetica no un resumen ni un fragmento ni una alusioacuten no es probable que sea exactamente la versioacuten conocida por el pue-blo particularmente por el pueblo de aquellas zonas en las que el mito estaba vinculado a un culto Por consiguiente las fuen-tes son como fragmentos que deben ser reunidos estudiados

y combinados antes de que podamos saber coacutemo era realmente el conjunto

Al tratar de los mitos griegos muchos estudiosos suponen que un autor antiguo recibiacutea su conocimiento de un mito de escritores anteriores Asiacute pues es probable que se limiten a una historia literaria del mito y supongan que cualquier diferencia que se pueda encontrar debe de ser una innovacioacuten del autor en cuya obra se localiza por primera vez Por supuesto los es-critores posteriores fueron infl uidos por otros anteriores y por supuesto los escritores innovaron y cambiaron pero a me-nudo la supuesta innovacioacuten en un mito o un rasgo que apare-ce de forma tardiacutea en la tradicioacuten literaria tiene un paralelo en similares griegos o extranjeros del mito atestiguados por fuen-tes maacutes antiguas Es muy posible a veces probable que el au-tor lo tomara de la tradicioacuten oral si no de literatura ahora perdida teniacutea la tradicioacuten oral por todas partes Los eruditos han tendido a ignorar la transmisioacuten oral de los mitos o a su-poner que no existioacute despueacutes de una fecha temprana no espe-cifi cada sin embargo estuvo sin duda muy viva durante toda la Antiguumledad y en realidad nunca desaparecioacute sino que asumioacute un revestimiento cristiano en la Edad Media Se pueden en-contrar algunas huellas de la tradicioacuten oral en las paacuteginas de Pausanias y en algunas pinturas de vasijas pero en general hay que adivinarlas a partir del estudio comparado de las fuentes y los paralelos del mito

Por ello al tratar de los mitos griegos de combate utilizo todo el material pertinente recogido de la literatura y el arte griego y latino tanto antiguo como posterior A veces consigo una informacioacuten importante de escritores tardiacuteos y saco de ella conclusiones referentes a formas tempranas del mito analiza-do Pero habitualmente estas conclusiones sacadas de fuentes tardiacuteas encuentran apoyo en fuentes anteriores Es cierto tam-bieacuten que fuentes posteriores de los mitos mesopotaacutemicos egipcios e indios ofrecen un material valioso y que las conclu-siones basadas en ellos con frecuencia pueden ser apoyadas por pruebas anteriores Sobrevive poco de todo lo que se escribioacute en Heacutelade desde el siglo viii al iv o en el Oriente Proacuteximo du-rante el segundo milenio No tenemos registros de informado-res nativos La versioacuten tardiacutea de un mito puede haber apareci-do perfectamente antes por escrito o una versioacuten transmitida oralmente puede haber recibido entonces atencioacuten literaria por vez primera En pocas palabras no podemos ignorar nin-guna prueba todo nos es de utilidad

La misma permanencia del relato literario oscurece la natu-raleza fl uida de la tradicioacuten miacutetica Podemos inclinarnos a pensar que los mitos griegos se contaron siempre como los

Adelanto del libro de Joseph Fontenrose Python Estudio del mito deacutelfi co y sus oriacutegenes de proacutexima publicacioacuten (2008) por la editorial Sexto Piso Traduccioacuten de Mariacutea Tabuyo y Agustiacuten Loacutepez

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cuenta Ovidio Pero sin duda no fue asiacute Probablemente nin-guacuten griego del siglo v conociacutea ninguno de los mitos de Ovidio en la forma en que eacuteste los cuenta Cualquier narracioacuten que encontremos es la versioacuten conocida por un hombre en un mo-mento determinado El mito o el cuento popular desplazaacutendo-se de un lugar a otro pasando de una persona a otra de una generacioacuten a otra sufre cambios de manera constante se for-man nuevas versiones en cada regioacuten y en cada eacutepoca La ver-sioacuten nueva aparece cuando se cambian los detalles mdashcuando se da una expresioacuten algo diferente a un tema o un episodio cuan-do se antildeade o se quita algo cuando se cambia la secuencia de los episodiosmdash pero los nombres personales y los topoacutenimos permanecen inalterables Cuando una versioacuten particular en su progreso de un lugar a otro adquiere nombres nuevos para sus personajes y lugares se forma una variante nueva La variante es esencialmente la misma historia contada de dioses y hom-bres diferentes en un escenario diferente Eacutesta es la distincioacuten que establezco entre los teacuterminos versioacuten y variante que mu-chos investigadores utilizan de manera indistinta Un tipo es un argumento tradicional que aparece en varias variantes Es

una serie de episodios una constelacioacuten de temas que perma-nece bastante bien fi jada entre las variantes Puede haber cam-bios en la secuencia pueden desaparecer episodios o temas secundarios se pueden antildeadir caracteriacutesticas nuevas Pero debe haber un nuacutecleo duradero observable en todas las variantes para poder hablar de ldquotipordquo Por ejemplo pensemos en el rela-to tipo denominado ldquola esposa de Putifarrdquo El relato de Joseacute en el Geacutenesis es una variante hebrea de este tipo los relatos de Bellerophon Hippolytos y Teacutenedos son tres variantes griegas La variante de Hippolytos se contaba de maneras diferentes entre los griegos podemos denominar versioacuten a cada manera diferente Los nombres de Hippolytos Fedra Theseus dan unidad a la variante el argumento da unidad al tipo La dife-rencia entre variante y versioacuten se asemeja a la que existe entre especie y variedad el tipo es el gen

Un argumento tradicional al entrar en una nueva regioacuten se vincula habitualmente a los dioses o heacuteroes de esa regioacuten Los nombres cambian un pueblo puede sustituir por ejemplo con el dios que rige los fenoacutemenos atmosfeacutericos al dios homoacutelogo de la historia que ha tomado prestada Por ello el estudio de la

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difusioacuten del mito se interesa maacutes por los argumentos y los te-mas que por los participantes divinos o sus nombres Habitual-mente el origen y desarrollo del mito tiene poco o nada que ver con el origen de los dioses que aparecen en la variante na-cional o con el origen de sus nombres

Por eso este estudio al tratar de relacionar un mito con otro se interesa principalmente por los temas narrativos Por tema me refi ero a un rasgo o episodio recurrente de los relatos tradicionales Es una parte integral de la historia en que se encuentra pero es separable en el sentido de que puede apare-cer tambieacuten en otras historias tipo Algunos temas son esencia-les a un tipo otros pueden aparecer en una variante y estar ausentes en otra

El tema no se expresa de manera ideacutentica en cada versioacuten o variante cambia constantemente su ropaje externo de acuerdo con las costumbres nacionales o las caracteriacutesticas locales de los lugares en que se encuentra Puede oscurecerse o disfrazar-se pude ser que soacutelo quede una huella Si no fuera por esto todas las variantes se pareceriacutean mucho y seriacutea obvio el origen comuacuten Pero un origen comuacuten de los mitos de combate no es obvio por lo tanto es necesario un anaacutelisis temaacutetico cuidadoso de los diversos mitos Puede ser uacutetil sentildealar el tipo de variacio-nes que se producen en el tema

1 Mutaciones de papel cambios de rango de relacioacuten de clase Un heacuteroe puede reemplazar a un dios o a un gigante o un leoacuten puede reemplazar a un dragoacuten Un padre se puede con-vertir en abuelo tiacuteo hermano rey tutor una madre se puede convertir en abuela madre adoptiva nodriza esposa hermana esposa e hija se intercambian con frecuencia

2 Mutaciones en la accioacuten El modo de combate puede cambiar de una variante a otra Un tipo de castigo o de engantildeo puede ser sustituido por otro

3 Una caracteriacutestica llamativa de una variante puede quedar reducida en otra a algo menos sorprendente o puede estar dis-frazada La muerte puede transformarse en herida suentildeo de-rrota exilio desesperacioacuten Una accioacuten puede quedar mera-mente en un intento de accioacuten

4 Las acciones o rasgos de un personaje pueden transferir-se a otro del campeoacuten a su hijo esposa o ayudante incluso a su enemigo y viceversa

5 Se pueden combinar o fundir temas y papeles La heroiacutena

puede aprovecharse de la lujuria del enemigo para atraerle a la destruccioacuten La vigilancia por parte del dragoacuten de un manan-tial puede combinarse con su habitacioacuten en el mar su conten-cioacuten de las aguas su bloqueo de un camino y su control sobre un recinto sagrado

6 Puede haber expansioacuten o duplicacioacuten de temas personas episodios El campeoacuten puede dividirse en padre e hijo Un solo enemigo se puede convertir en el jefe y muacuteltiples subordina-dos Se pueden librar varios combates con varias muertes o derrotas del campeoacuten o del enemigo

Dado que a menudo se ha sentildealado la semejanza de los mi-tos con los suentildeos debemos observar que los modos en que se expresa un tema en los mitos reales presentan una marcada analogiacutea con los modos en que se expresa el pensamiento del suentildeo en el contenido del suentildeo seguacuten Freud los defi nioacute Freud apunta factores de condensacioacuten y desplazamiento A) Condensacioacuten es la convergencia de varios pensamientos del suentildeo en un punto clave que se convierte en un elemento uacuteni-co en el contenido del suentildeo Se puede ver una forma de con-densacioacuten en las personas compuestas de los suentildeos La con-densacioacuten corresponde a la combinacioacuten y fusioacuten del punto 5 supra B) El desplazamiento se manifi esta en la sustitucioacuten de una idea por otra sin alteracioacuten del signifi cado esencial o en la inversioacuten de las ideas transformacioacuten en lo contrario o en algo muy diferente Las mutaciones y reducciones de 1 a 4 supra son anaacutelogas a los desplazamientos del suentildeo Las duplicacio-nes de 6 corresponden a la duplicacioacuten que con frecuencia aparece en los suentildeos1

Eacutesos son los cambios que pueden experimentar los temas El estudioso debe reconocer que un tema puede asumir en un mito un revestimiento muy diferente del que tiene en otro Debe mirar a menudo debajo de la cobertura exterior para encontrar el tema Debe comprender tambieacuten que el pensa-miento miacutetico es iloacutegico para nuestros esquemas habituales tambieacuten en esto se parece al pensamiento de los suentildeos Ele-mentos opuestos contradictorios inconsecuencias pueden estar y estaacuten juntos en una misma intencioacuten y en una misma narracioacuten Sin embargo el mito no es un revoltijo de tonteriacuteas y absurdos tiene su propia loacutegica Quien estudia el mito debe tratar de comprender los modos miacuteticos del pensar G

1 Freud (ID) 319-397 especialmente 320-339

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Mito y lenguajeErnst Cassirer

En Primitive Culture Tylor propuso una teoriacutea antropoloacutegica basada en principios bioloacutegicos generales Eacutel fue uno de los primeros en aplicar los principios de Darwin al mundo cultu-ral La maacutexima natura non facit saltus no admite excepcioacuten Vale tanto para el mundo de la civilizacioacuten humana como para el mundo orgaacutenico Lo mismo el hombre civilizado que el no civilizado pertenecen a la misma especie la especie del homo sapiens Las caracteriacutesticas fundamentales de esta especie son las mismas en cada variante Si la teoriacutea de la evolucioacuten es ver-dadera no podemos admitir ninguacuten hiato entre el estadio maacutes bajo y el maacutes alto de la civilizacioacuten humana Pasamos del uno a los otros mediante una transicioacuten muy lenta y casi impercep-tible en la cual nunca encontramos solucioacuten de continuidad

Una concepcioacuten distinta del proceso de la civilizacioacuten hu-mana fue desarrollada en un ensayo publicado en 1856 tres antildeos antes de la aparicioacuten del libro de Darwin The Origin of the Species En su Comparative Mythology1 F Max Muumlller partioacute del principio de que es imposible alcanzar una verdadera com-prensioacuten del mito mientras se considere como un fenoacutemeno aislado Y sin embargo ninguacuten fenoacutemeno natural ninguacuten principio bioloacutegico puede guiarnos en nuestra investigacioacuten No existe ninguna analogiacutea real entre los fenoacutemenos naturales y los culturales La cultura humana debe ser estudiada de acuerdo con meacutetodos y principios especiacutefi cos iquestY doacutende po-driacuteamos encontrar una guiacutea mejor para este estudio que en el lenguaje humano el elemento en el cual el hombre vive se mueve y tiene su ser Como linguumlista y fi loacutelogo Muumlller estaba convencido de que el uacutenico enfoque cientiacutefi co para un estudio del mito era el enfoque linguumliacutestico Pero este fi n no podiacutea ser logrado antes de que la propia linguumliacutestica hubiese encontrado su camino y antes de que la gramaacutetica y la etimologiacutea estuvie-ran fundadas sobre una fi rme base cientiacutefi ca Hasta la primera mitad del siglo xix se llegoacute a dar este gran primer paso Entre el mito y el lenguaje no soacutelo existe una iacutentima relacioacuten sino una verdadera solidaridad Si entendemos la naturaleza de esta solidaridad habremos encontrado la llave del mundo miacutetico

El descubrimiento de la lengua y literatura saacutenscritas fue un hecho decisivo en el desenvolvimiento de nuestra conciencia

histoacuterica y en la evolucioacuten de todas las ciencias culturales Por su importancia e infl uencia puede compararse con la gran re-volucioacuten intelectual que produjo el sistema copernicano en el campo de la ciencia natural La hipoacutetesis copernicana invirtioacute la concepcioacuten del orden coacutesmico La tierra ya no estaba en el centro del universo se convirtioacute en un ldquoastro entre los astrosrdquo La concepcioacuten geoceacutentrica del mundo fiacutesico fue descartada En el mismo sentido en contacto con la literatura saacutenscrita puso fi n a esa concepcioacuten de la cultura humana que estableciacutea su centro verdadero y uacutenico en el mundo de la antiguumledad claacutesica A partir de entonces el mundo greco-romano no podiacutea ser considerado maacutes que como una simple provincia un pequentildeo sector del universo de la cultura humana La fi losofiacutea de la historia tuvo que fundarse sobre una base nueva y maacutes amplia Hegel llamoacute al descubrimiento del origen comuacuten del griego y el saacutenscrito el descubrimiento de un nuevo mundo Quienes estudiaban gramaacutetica comparada en el siglo xix consideraron su trabajo bajo esta misma luz Estaban convencidos de que habiacutean encontrado la palabra maacutegica la uacutenica que podiacutea abrir las puertas al entendimiento de la historia de la civilizacioacuten humana La fi lologiacutea comparada declaroacute Max Muumlller ha pues-to a la edad mitoloacutegica y mitopeacuteyica de la humanidad que antes estaba velada por la oscuridad ante la brillante luz de la investigacioacuten cientiacutefi ca y dentro del recinto de la historia do-cumental Ha puesto en nuestras manos un telescopio de tal potencia que donde antes alcanzaacutebamos a ver soacutelo nebulosida-des ahora descubrimos formas distintas y perfi les maacutes auacuten nos ha proporcionado lo que podemos llamar testimonios con-temporaacuteneos exhibiendo ante nosotros el estado de pensa-miento de lenguaje religioacuten y civilizacioacuten de un periacuteodo en que el saacutenscrito no era todaviacutea el saacutenscrito el griego no era todaviacutea el griego pero en el cual lo mismo estos dos que el latiacuten el germaacutenico y otros dialectos arios existiacutean todaviacutea como un solo lenguaje indiviso La niebla de la mitologiacutea se desvaneceraacute gradualmente y nos permitiraacute descubrir tras las fl otantes nubes de la aurora del pensamiento y el lenguaje esa naturaleza verdadera que la mitologiacutea ha encubierto y disfraza-do por tan largo tiempo2

Por otro lado esa conexioacuten entre el lenguaje y el mito la cual prometiacutea una solucioacuten clara y defi nida para el antiguo enigma entrantildeaba una gran difi cultad Cierto es que el lengua-je y el mito tienen una raiacutez comuacuten pero no son en modo algu-

Ernst Cassirer El mito del Estado Traduccioacuten de Eduardo Nicol fce Meacutexico 2004

1 Publicado por primera vez en Oxford Essays (Londres John W Parker and Son 1856) pp 1-87 Reproducido en Selected Essays on Language Mythology and Religion (Londres Longmans Green and Co 1881) pp 299-451

2 Muumlller ldquoComparative Mythologyrdquo op cit pp II 33 86 Selected Essays I 315 358 449 ss

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no ideacutenticos en su estructura El lenguaje ofrece siempre un caraacutecter estrictamente loacutegico el mito parece desafi ar todas las reglas loacutegicas es incoherente caprichoso irracional iquestCoacutemo podemos reunir estos dos elementos incompatibles

Para responder a esta pregunta Max Muumlller y otros autores pertenecientes a la escuela de la mitologiacutea comparada idearon un plan muy ingenioso El mito dijeron no es en realidad sino un aspecto del lenguaje aunque un aspecto maacutes bien negativo que positivo El mito no se origina de sus virtudes sino de sus vicios Es cierto que el lenguaje es racional y loacutegico pero por otra parte es tambieacuten una fuente de ilusiones y falacias El lo-gro mayor del lenguaje es a la vez fuente de sus defectos El lenguaje se compone de nombres generales pero la generalidad implica siempre ambiguumledad La polionimia y la sinonimia de las palabras no son un rasgo accidental del lenguaje derivan de su naturaleza misma Como sea que la mayoriacutea de los objetos tienen maacutes de un atributo y como quiera que bajo aspectos

diferentes uno u otro de los atributos puede parecer apropiado para el acto de la denominacioacuten ocurrioacute por necesidad que la mayoriacutea de los objetos durante el primer periacuteodo del lenguaje humano tuvo maacutes de un nombre Cuanto maacutes antigua es una lengua tanto maacutes rica en sinoacutenimos Por otra parte si se em-plean constantemente estos sinoacutenimos deben naturalmente originar un nuacutemero de homoacutenimos Si podemos llamar al sol con cincuenta nombres expresivos de diferentes cualidades algunos de estos nombres seraacuten aplicables a otros objetos que puedan poseer las mismas cualidades Estos objetos distintos vendriacutean entonces a llamarse por el mismo nombre mdashse con-vertiriacutean en homoacutenimos Eacuteste es el punto vulnerable del len-guaje y eacuteste es al mismo tiempo el origen histoacuterico del mito iquestCoacutemo podemos dar razoacuten mdashse pregunta Max Muumlllermdash de esta fase de la mente humana que dio origen a los extraordina-rios relatos de dioses y heacuteroes de gorgonas y quimeras de cosas que el ojo humano no habiacutea visto nunca y que ninguna

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mente humana en sus cabales pudo haber concebido jamaacutes A menos que podamos dar respuesta a esta pregunta nuestra creencia en un progreso regular y consecuente del intelecto humano a traveacutes de todas las edades y en todos los lugares tendraacute que ser abandonada como una teoriacutea falsa A pesar de todo despueacutes del descubrimiento de la linguumliacutestica comparada estamos en situacioacuten de evitar ese escepticismo y de quitar ese obstaacuteculo de en medio Vemos que el progreso mismo del len-guaje mdashuno de los maacutes grandes hechos de la civilizacioacuten hu-manamdash condujo inevitablemente a otro fenoacutemeno al fenoacuteme-no del mito Si existiacutean dos nombres para el mismo objeto es natural y en verdad inevitable que dos personas pudieran bro-tar de los dos nombres y como los mismos relatos podiacutean contarse de la una y de la otra seriacutean representadas como her-manos y hermanas como padres e hijos3

Si aceptamos esta teoriacutea la difi cultad queda resuelta Pode-mos explicar muy bien de queacute modo la actividad racional del lenguaje humano ha conducido a las irracionalidades e incom-prensibilidades del mito La mente humana opera siempre de una manera racional Aun la mente primitiva era una mente cabal y normal Pero por otra parte era una mente rudimen-taria e inexperta En el caso en que estaba la mente inexperta expuesta constantemente a una grave tentacioacuten mdashla falacia y la ambiguumledad de las palabrasmdash no es de extrantildear que cayera en ella Eacuteste es el verdadero origen del pensamiento miacutetico El lenguaje no es tan soacutelo una escuela de sabiduriacutea es tambieacuten una escuela de desatino El mito nos revela este uacuteltimo aspecto no es maacutes que la oscura sombra que el lenguaje proyecta sobre el mundo del pensamiento humano

De este modo se presenta a la mitologiacutea como patoloacutegica asiacute en su origen como en su esencia Es una enfermedad que em-pieza en el campo del lenguaje y que luego se difunde en una peligrosa infeccioacuten por todo el cuerpo de la civilizacioacuten huma-na Pero aunque sea una locura hay en ella un meacutetodo En la mitologiacutea griega asiacute como en otras mitologiacuteas encontramos por ejemplo el relato de una gran inundacioacuten que destruyoacute a la raza humana entera Solamente una pareja Deucalioacuten y su es-posa Pirra se salvoacute del diluvio y fue enviada por Zeus a la Heacute-lade Cayeron los dos sobre el monte Parnaso y alliacute les aconse-joacute el oraacuteculo que echaron tras de siacute los ldquohuesos de su madrerdquo Deucalioacuten dio con la verdadera interpretacioacuten de este oraacuteculo recogioacute las piedras esparcidas por el campo y las tiroacute por encima de sus hombros De estas piedras surgioacute una nueva raza de hom-bre y mujeres iquestQueacute cosa hay maacutes ridiacutecula mdashse pregunta Max Muumlllermdash que este modo de explicar el origen de la raza huma-na Y sin embargo se hace faacutecilmente comprensible cuando empleamos la clave que nos da la ciencia de la etimologiacutea com-parada Todo el relato se reduce a un simple juego de palabras mdashuna confusioacuten entre dos teacuterminos homoacutenimosmdash entre λαός y λἀας4 Eacuteste de acuerdo con su opinioacuten es todo el secreto de la mitologiacutea

Si analizamos esta teoriacutea encontramos que contiene una extrantildea mezcla de racionalismo y romanticismo El elemento romaacutentico es manifi esto y parece ser el preponderante En cierto sentido Max Muumlller habla como un disciacutepulo de Nova-lis o de Schleiermacher Rechaza la teoriacutea de que el origen de

la religioacuten hay que buscarlo en el animismo o en la adoracioacuten de las grandes fuerzas naturales Hay ciertamente una religioacuten natural o fiacutesica una adoracioacuten del juego del sol de la luna del cielo despejado pero esta religioacuten fiacutesica es tan soacutelo un aspecto singular y un fenoacutemeno derivado No nos ofrece el todo y no nos conduce a la fuente primera y principal El verdadero ori-gen de la religioacuten hay que buscarlo en un estrato maacutes profundo del pensar y el sentir Lo que primero fascinoacute a los hombres no fueron los objetos de su alrededor Aun la mente primitiva es-taba mucho maacutes impresionada por el gran espec taacuteculo de la naturaleza tomada como un todo La naturaleza era lo desco-nocido en el sentido de algo opuesto a lo conocido lo infi nito en el sentido de lo que se distingue de lo fi nito Fue este senti-miento lo que desde los primero tiempos promovioacute el impul-so hacia el pensamiento religioso y el lenguaje La inmediata percepcioacuten del Infi nito ha formado desde el principio mismo el ingrediente y el necesario complemento de todo conocimiento fi nito Los rudimentos de expresiones mitoloacutegicas religiosas y fi losoacutefi cas posteriores estaban ya presentes en la temprana presioacuten del Infi nito sobre nuestros sentidos y esta presioacuten es la primera fuente y el origen real de todas nuestras creencias religiosas5 iquestPor queacute tenemos que maravillarnos de los anti-guos mdashpreguntaba Max Muumlllermdash de su lenguaje palpitante de vida y refulgente de color si en vez de los grises perfi les del pensamiento moderno exhalaban esas formas vivientes de la naturaleza dotadas de fuerza humana o maacutes bien de fuerzas sobrehumanas en tanto que la luz del sol brillaba maacutes que la del ojo humano y el bramar de la tormenta opacaba los gritos de la voz humana6 Esto suena muy romaacutentico pero no debe-mos dejarnos engantildear por el estilo coloreado y romaacutentico de Max Muumlller Su teoriacutea tomada en conjunto sigue siendo es-trictamente racionalista e intelectualista

En el fondo su concepcioacuten del mito no se encuentra muy distante del siglo xviii y de los pensadores de la Ilustracioacuten7 Claro estaacute que ya no considera al mito y a la religioacuten como una simple invencioacuten arbitraria un truco de la astucia clerical Pero admite que la religioacuten al fi n y al cabo no es maacutes que una gran ilusioacuten no un engantildeo consciente sino inconsciente un engantildeo promovido por la naturaleza de la mente humana y ante todo por la naturaleza del lenguaje humano El mito sigue siendo siempre un caso patoloacutegico Pero ahora estamos en situacioacuten de comprender la patologiacutea del mito sin recurrir a la hipoacutetesis de un defecto inherente a la mente humana misma Si se reco-noce que el lenguaje es la fuente del mito entonces hasta las incongruencias y contradicciones del pensamiento miacutetico que-dan reducidas a un poder universal y objetivo y por tanto en-teramente racional

3 Veacutease Muumlller op cit pp 44 Selected Essays I 3784 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p8 Selected Essays I 310

5 Veacutease F Max Muumlller Natural Religion The Gifford Lectures 1888 (Londres y Nueva York Longmans Green amp Co 1889) con-ferencia V ldquoMy own defi nition of Religionrdquo pp 103-140 Physical Religion The Gifford Lectures 1890 (Londres y Nueva York Long-mans Green amp Co 1891) conferencia VI ldquoPhysical Religion The Natural and the Supernatur alrdquo pp 119 ss

6 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p 37 Selected Essays I 3657 Es un hecho curioso que los primeros elementos de la teoriacutea de

Max Muumlller hayan de buscarse en los escritos de uno de los grandes racionalistas En su saacutetira Sur lrsquoeacutequivoque Boileau propuso la teoriacutea de que la ambiguumledad de las palabras es la verdadera fuente del mito

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Mucho contribuyoacute a la infl uencia de esta doctrina el hecho de que fuera aceptada con algunas reservas criacuteticas por el primer fi loacutesofo que tratoacute de crear una ldquofi losofiacutea sinteacuteticardquo una visioacuten coherente y comprensiva de todas las actividades de la mente humana basada en principios estrictamente empiacutericos y en la teoriacutea general de la evolucioacuten Herbert Spencer halloacute la fuente primera y principal de toda religioacuten en el culto de los antepasados El primer culto afi rmoacute eacutel no fue el culto de las fuerzas naturales sino el culto de los muertos8 Sin embargo con el fi n de comprender el traacutensito del culto de los antepasa-dos al culto de los dioses personales debemos introducir una nueva hipoacutetesis Seguacuten Spencer lo que hizo posible y hasta necesario este nuevo paso fueron el poder y la infl uencia per-durable del lenguaje El lenguaje humano es metafoacuterico en su esencia misma estaacute lleno de siacutemiles y analogiacuteas La mente pri-mitiva es incapaz de comprender estos siacutemiles en un sentido meramente metafoacuterico Toma estos siacutemiles por realidades y piensa y actuacutea de acuerdo con este principio Esta interpreta-cioacuten literal de los nombres metafoacutericos fue la que condujo desde las primeras formas elementales del culto de los antepa-sados desde la adoracioacuten de seres humanos hasta la adoracioacuten de plantas y animales y fi nalmente de grandes fuerzas de la naturaleza Un haacutebito comuacuten y muy extendido de las socieda-des primitivas es el de darles a los nintildeos recieacuten nacidos nom-bres de plantas animales estrellas y otros objetos naturales A los nintildeos se les llama ldquoTigrerdquo ldquoLeoacutenrdquo ldquoCuervordquo a las nintildeas ldquoLunardquo ldquoEstrellardquo Originariamente todos estos nombres no eran maacutes que epiheta ornantia los cuales expresaban ciertas cualidades personales que se atribuiacutean a los seres humanos De acuerdo con esta tendencia de la mente primitiva a entender

todos los teacuterminos en sentido literal era inevitable que se ma-linterpretasen esos nombres complementarios y esos tiacutetulos metafoacutericos Alguna vez ldquoAurorardquo se usariacutea como nombre pro-pio de persona las tradiciones referentes a una que se hubiese destacado conduciriacutean en la mente ingenua del salvaje a una identifi cacioacuten con la aurora misma y sus aventuras seriacutean in-terpretadas de la manera que pareciese maacutes congruente con la naturaleza de la aurora Es maacutes en las regiones donde tal nom-bre hubiese sido el propio de miembros de tribus adyacentes o de miembros de una misma tribu que hubieran vivido en tiempos distintos surgiriacutean genealogiacuteas incongruentes y aven-turas antagoacutenicas de la aurora9

Tambieacuten aquiacute encontramos explicado el fenoacutemeno del mito el panteoacuten entero del politeiacutesmo como una simple enferme-dad El culto de objetos conspicuos concebidos como perso-nas resulta de un error linguumliacutestico La grave objecioacuten a que puede someterse tal teoriacutea es manifi esta El mito es una de las maacutes antiguas y grandes fuerzas de la civilizacioacuten humana Estaacute conectado iacutentimamente con todas las demaacutes actividades huma-nas es inseparable del lenguaje de la poesiacutea del arte y del maacutes remoto pensamiento histoacuterico La ciencia misma tuvo que pasar por una etapa miacutetica antes de alcanzar la etapa loacutegica la alquimia precedioacute a la quiacutemica la astrologiacutea a la astronomiacutea Si las teoriacuteas de Max Muumlller y de Spencer fuesen ciertas tendriacutea-mos que admitir la conclusioacuten de que en resumidas cuentas la historia de la civilizacioacuten humana se debe a una simple equivo-cacioacuten a una mala interpretacioacuten de palabras y de teacuterminos Y no es una hipoacutetesis muy satisfactoria o plausible pensar que la cultura sea el producto de una mera ilusioacuten un malabarismo de palabras y un pueril juego de nombres G

8 Veacutease H Spencer The Principles of Sociology (1876) cap xx (Nueva York Appleton amp Co 1901 i 1901 i 285 ss) 9 Ibid xxii-xxiv i 329-394

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El mito y la sociedadJoseph Campbell

1- El que cambia de forma

No hay un sistema fi nal para la interpretacioacuten de los mitos y nunca habraacute tal cosa La mitologiacutea es como el dios Proteo ldquoel veraz anciano de los maresrdquo El dios ldquoprobaraacute de convertirse en todos los seres que se arrastran por la tierra y en agua y en ardentiacutesimo fuegordquo1

El viajero de la vida que quiera recibir ensentildeanzas de Proteo debe ldquosujetarlo aunque desee e intente escaparserdquo y fi nalmente apareceraacute en la forma que le es propia Pero este astuto dios nunca descubre ni siquiera ante el maacutes haacutebil interrogador el contenido iacutentegro de su sabiduriacutea Contestaraacute a la pregunta que se le haga y la respuesta seraacute grande o trivial seguacuten lo que se le haya preguntado ldquoCuando el sol siguiendo su curso llega al centro del cielo el veraz anciano de los mares oculto por negras y encrespadas olas salta en tierra al soplo del Ceacutefi -ro En seguida se acuesta en honda gruta y a su alrededor se ponen a dormir todas juntas las focas de nataacutetiles pies hijas de la hermosa Halosidne que salen del espumoso mar exhalando el acerbo olor del mar profundiacutesimordquo2 El rey guerrero griego Menelao guiado y ayudado por una hija de este viejo padre del mar a sus salvajes lares e instruido por ella de coacutemo lograr la respuesta del dios deseaba soacutelo preguntar el secreto de sus difi cultades personales y el paradero de sus amigos personales Y el dios se dignoacute a responder

La mitologiacutea ha sido interpretada por el intelecto moderno como un torpe esfuerzo primitivo para explicar el mundo de la naturaleza (Frazer) como una produccioacuten de fantasiacutea poeacutetica de los tiempo prehistoacutericos mal entendida por las edades pos-teriores (Muumlller) como un sustitutivo de la instruccioacuten alegoacute-rica para amoldar el individuo a su grupo (Durkheim) como un suentildeo colectivo sintomaacutetico de las urgencias arquetiacutepicas dentro de las profundidades de la psique humana (Jung) como el vehiacuteculo tradicional de las intuiciones metafiacutesicas maacutes pro-fundas del hombre (Coomaraswamy) y como la Revelacioacuten de Dios a Sus hijos (la Iglesia) La mitologiacutea es todo esto Los diferentes juicios estaacuten determinados por los diferentes puntos de vista de los jueces Pues cuando se la investiga en teacuterminos no de lo que es sino de coacutemo funciona de coacutemo ha servido a la especia humana en el pasado y de coacutemo puede servirle ahora

la mitologiacutea se muestra tan accesible como la vida misma a las obsesiones y necesidades del individuo la raza y la eacutepoca

2- La funcioacuten del mito del culto y de la meditacioacuten

En su forma viva el individuo es necesariamente soacutelo una frac-cioacuten y una distorsioacuten de la imagen total del hombre Estaacute limi-tado ya sea hembra o varoacuten tambieacuten lo estaacute en cualquier pe-riodo de su vida como nintildeo como joven como adulto o como anciano y no soacutelo eso sino que en su vida estaacute necesariamente especializado como artesano comerciante sirviente o ladroacuten sacerdote o liacuteder esposa monja o prostituta no puede serlo todo De aquiacute que la totalidad la plenitud del hombre no esteacute en un miembro aparte sino en el cuerpo de la sociedad como un todo el individuo puede soacutelo ser un oacutergano De su grupo ha tomado las teacutecnicas de vida el lenguaje en que piensa las ideas por las cuales lucha los genes que han construido su cuerpo descienden del pasado de esa sociedad Si pretende ais-larse ya sea en hechos pensamientos o sentimientos soacutelo lo-gra romper las relaciones con las fuentes de su existencia

Las ceremonias tribales de nacimiento la iniciacioacuten el ma-trimonio el entierro la adquisicioacuten de un estado social etc sirven para trasladar la crisis y hechos de la vida del individuo a formas claacutesicas e impersonales Estas formas tienen por obje-to mostrarlo a siacute mismo no como esta personalidad o la otra sino como el guerrero la desposada la viuda el sacerdote el jefe al mismo tiempo se representa para el resto de la comuni-dad la vieja leccioacuten de las etapas arquetiacutepicas Todos participan en el ceremonial de acuerdo con su rango y su funcioacuten La sociedad entera se hace visible como una unidad viva e impe-recedera Pasan generaciones de individuos como ceacutelulas anoacute-nimas de un cuerpo vivo pero permanece la forma sustentante e intemporal Por una ampliacioacuten de la visioacuten para abarcar a este superindividuo cada uno se descubre a siacute mismo engran-decido enriquecido apoyado y magnifi cado Su papel aunque no sea nada impresionante se ve como intriacutenseco a la bella imagen festiva del hombre la imagen potencial pero necesaria-mente inhibida que estaacute dentro del individuo

Los deberes sociales continuacutean la leccioacuten del festival en la existencia diaria y normal y se le da maacutes validez al individuo Por el contrario la indiferencia las revoluciones o el exilio rom-pen las conexiones vitales Desde el punto de vista de la unidad social el individuo aislado no es sino una nada un desperdicio De aquiacute que el hombre o la mujer puedan decir honestamente que han vivido su papel mdashya sea el de sacerdote prostituta reina o esclavomdash se refi eren al sentido completo del verbo ser

Joseph Campbell El heacuteroe de las mil caras Psicoanaacutelisis del mito Traduccioacuten de Luisa Josefi na Hernaacutendez fce Meacutexico 2006

1 Odisea iv 401 417-41 Traduccioacuten de Luis Segalaacute y Estalella2 Ibid 400-406

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Los ritos de la iniciacioacuten y de la adquisicioacuten de una situa-cioacuten pues muestran la leccioacuten de la unidad esencial del in-dividuo y el grupo los festivales de las estaciones abren un horizonte mayor Asiacute como el individuo es un oacutergano de la so-ciedad asiacute es la tribu o la ciudad mdashasiacute es la humanidad ente-ramdash soacutelo una fase del poderoso organismo del cosmos

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para domi-nar a la naturaleza Eacutesta es una representacioacuten equivocada Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre y particularmente en aquellas ceremonias maacutegicas que se supone han de traer lluvia curar las enfermedades o detener las inun-daciones sin embargo el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponieacutendolas a la magia ne-gra) es la sumisioacuten a lo inevitable del destino y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente

No se ha registrado ninguacuten mito tribal que intente postergar la llegada del invierno al contrario los ritos preparan a la co-munidad para soportar junto con el resto de la naturaleza la estacioacuten del friacuteo tremendo Y en la primavera los ritos no inten-tan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maiacutez frijol y calabazas para la comunidad debilitada por el contrario los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estacioacuten de la na-turaleza El maravilloso ciclo del antildeo es celebrado con todos sus contratiempos y periacuteodos de juacutebilo y es bosquejado y represen-tado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano

Muchas otras simbolizaciones de esta continuidad llenan el mundo de la comunidad mitoloacutegicamente instruida Por ejem-plo los clanes de las tribus cazadoras norteamericanas se con-sideraban descendientes de ancestros mitad animales y mitad humanos Estos ancestros no solamente eran los padres de los miembros humanos del clan sino tambieacuten de la especie animal de donde el clan tomaba su nombre Asiacute los miembros huma-nos del clan del castor eran primos hermanos de los castores protectores de dicha especie y al mismo tiempo protegidos por la sabiduriacutea animal del pueblo de los bosques Y otro ejemplo el hogan o choza de barro de los Naacutevajo de Nuevo Meacutexico y Arizona se construye seguacuten el plan de la idea del cosmos de los Naacutevajo La entrada estaacute hacia el oriente Los ocho lados re-presentan las cuatro direcciones principales y los puntos que quedan entre ellas Cada arista y cada viga corresponde a un elemento en el gran hogan de la tierra y el cielo que todo lo abarcan Y como el alma del hombre es considerada en su for-ma como ideacutentica al universo la choza de barro es la represen-tacioacuten de la armoniacutea baacutesica del hombre y del mundo y un re-cordatorio del escondido camino vital de la perfeccioacuten

Pero hay otro camino diametralmente opuesto al de los de-beres sociales y los cultos populares Desde el punto de vista del camino del deber el que es exiliado de la comunidad es nada Desde el otro punto de vista este exilio es el primer paso en la buacutesqueda Cada uno lleva el todo dentro de siacute mismo por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de eacutel Las diferen-ciaciones de sexo edad y ocupacioacuten no son esenciales a nuestro caraacutecter sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo La imagen interior del hombre no de-be confundirse con su atuendo Pensamos que somos ameri-canos hijos del siglo xx occidentales y cristianos civilizados Somos virtuosos o pecadores Sin embargo esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre denotan solamente acci-dentes geograacutefi cos fecha de nacimiento e ingresos econoacutemi-

cos iquestCuaacutel es el meollo de nosotros iquestCuaacutel es el caraacutecter baacutesico de nuestro ser

El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India los misterios heleacutenicos de las iniciaciones las antiguas fi losofiacuteas de Oriente y del Occidente son teacutecnicas para despla-zar el hincapieacute de la conciencia individual fuera de la presencia exterior Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo maacutes profundo ldquoYo no soy esto ni lo otro mdashmeditamdash no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir mi cuerpo que estaacute enfermo o envejece ni mi brazo mis ojos mi cabeza ni la suma de todas estas cosas No soy mis sentimientos ni mi men-te ni mi fuerza intuitivardquo Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y fi nalmente alcanza insondables rea-lizaciones Ninguacuten hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como Don Fu-lano de tal o cual poblacioacuten de cierto paiacutes La sociedad y los deberes se esfuman Don Fulano al descubrirse grande con el hombre se convierte en una persona abstraiacuteda y apartada

Eacutesta es la etapa de Narciso contemplaacutendose en la fuente del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del aacuterbol pero no es la uacuteltima meta es un requisito pero no es el fi n La meta no es ver sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia en-tonces el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola De aquiacute que la separacioacuten el aislamiento ya no sean necesarios Por dondequiera que vaya el heacuteroe y cualquier cosa que haga siempre estaacute en presencia de su propia esencia porque ha perfeccionado sus ojos para ver No hay aislamiento Asiacute como el camino de la participacioacuten social puede llevar a la realizacioacuten del Todo en el individuo asiacute el exilio trae al heacuteroe al Yo en todo

Centrado en este punto capital el problema del egoiacutesmo o del altruismo desaparece El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identifi cado con el signifi cado iacutentegro del uni-verso Por Eacutel y para Eacutel se ha hecho el mundo ldquoOh Mahoma mdashdijo Diosmdash si no fuera por ti no hubiera creado el cielordquo

3- El heacuteroe de hoy

Todo esto se halla lejos del punto de vista contemporaacuteneo pues el ideal democraacutetico del individuo que se determina a siacute mismo la invencioacuten de los artefactos mecaacutenicos y eleacutectricos y el desarrollo de los meacutetodos cientiacutefi cos de investigacioacuten han transformado la vida humana en tal forma que el universo in-temporal de siacutembolos hace mucho tiempo heredados ha sufri-do un colapso A esto se refi eren en el Zaratustra de Nietzsche las trascendentales palabras que anuncian una eacutepoca ldquoMuertos estaacuten los diosesrdquo3 Es una faacutebula que sabemos que se ha repeti-do de mil maneras Es el ciclo del heacuteroe de la edad moderna la maravillosa historia de la especie humana que llega a la ma-durez El lastre del pasado la atadura de la tradicioacuten han sido destruidos con seguros y poderosos golpes La telarantildea del suentildeo miacutetico cayoacute la mente se abrioacute a la iacutentegra conciencia despierta y el hombre moderno surgioacute de la ignorancia de los antiguos como una mariposa de su capullo o como el sol del amanecer surge del vientre de la madre noche

3 Nietzsche Asiacute habloacute Zaratustra 1223

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No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

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La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 3

Octavio Paz en la placita de MixcoacJoseacute de la Colina

Cuando se le piensa aquiacute en Meacutexico ya estaacute en otra parte aun-que de todas maneras nunca deja de estar aquiacute inasible como la gota de azogue yendo y viniendo en el fi lo de la navaja en todas partes y en ninguna y secretamente alliacute de pie al medio-diacutea apoyado en ese fresno mirando y pensando su pequentildea plaza de Mixcoac la de su nintildeez la de su memoria la plaza que es su centro del mundo porque el centro del mundo estaacute en cualquier lugar en el lugar uacutenico en que cada uno de nosotros vive Octavio Paz mira con su mirada clara la plaza la casona y la pared cuya rajadura era como un sexo femenino abierto al universo y mentalmente teje una liacuterica geografiacutea de ciudades simultaacuteneas Pariacutes que gira inmoacutevil en torno a la alegoacuterica y alquiacutemica Tour Saint-Jacques Angkor de enlazadas esculturas nunca acabando de surgir de la piedra y la selva Londres que es fundada cada brumosa mantildeana por las campanadas del Big Ben Nueva York recorrido por el subway febril como por un populoso monoacutelogo interior Tenochtitlan y el suentildeo vindica-tivo de su corazoacuten de oscuras aguas ocultas Tokio y su bullen-te cuerpo nocturno tatuado de mensajes en gas neoacuten Madrid con ecos de metralla y No pasaraacuten y nuevamente la ciudad de Meacutexico en palimpsesto sobre Tenochtitlan el Paseo de la Re-forma con su pueblo de estatuas ceacutelebres aunque algunas anoacute-nimas y el nocturno San Ildefonso y el mediodiacutea asolador de el Zoacutecalo retornando siempre a la placita de Mixcoac lugares leiacutedos con palabras que son pasos que son palabras escritas que son otra vez pasos

Octavio (de ojos europeos de manos de indio mexicano de voz nintildea presa en las lejanas oacuterbitas del trompo y las canicas sobre el soleado suelo cegador donde en la noche la luna deja-raacute cicatrices de ramajes) avanza con el pensamiento y la mirada y la escritura sus uacutenicas armas entre aacuterboles piedras olas idiomas civilizaciones ideologiacuteas literaturas pinturas danzas ritos asesinatos revueltas revoluciones entre suentildeos y pesadi-llas de la Historia una y otra vez interrogando al instante al latido de tiempo efiacutemero y total que es el uacutenico y grande e irrisorio material de esa ilusioacuten la Eternidad iquestno te parece pregunta dubitativo alucinado por su propia mirada clara

Escribioacute un libro El mono gramaacutetico que tambieacuten es el Mo-nogramaacutetico en el que la andadura por el camino de Galta en la India es a la vez un viaje por el mundo y una escritura en movimiento la escritura que interroga al camino el instante que persigue a la eternidad al mundo a siacute mismo un libro que como en toda su obra las palabras miran a los ojos a las pala-bras preguntaacutendoles siempre queacute son queacute quieren ser queacute han sido

iquestPero cuaacutel seriacutea su palabra clave Trato de encontrar la que

seriacutea su llave su clave de sol su signo su sino y no me queda en las manos ninguna palabra-cosa sino la preposicioacuten entre una palabra que es lazo puente puerta paso a nivel y a desni-vel de la medianoche al mediodiacutea trayecto equidistante de la moneda respecto a la mano que la lanzoacute y el punto maacutes alto que alcanzaraacute y comunicacioacuten entre vasos [Vasos comuni-cantes Dos recipientes cuyas bases estaacuten unidas por un tubo si los recipientes contienen el mismo liacutequido el nivel de eacuteste en ambos es ideacutentico en caso de que tengan liacutequidos de densi-dades ρ y ρ distintas las alturas h y h de las dos superfi cies li-bres en los recipientes contadas a partir de la superfi cie de separacioacuten de los dos liacutequidos son inversamente proporciona-les a las respectivas densidades

ρ middot h = ρ middot h

Se usan para comparar las densidades de los liacutequidos para conocer el nivel del liacutequido en una caldera o depoacutesito etc Enciclopedia Salvat] Y ademaacutes de la palabra entre esencial y activa aun si no estaacute visible si soacutelo estaacute impliacutecita en la escritu-ra de Paz que suele ser de frases breves eleacutectricas (cuando no se despliega en las fl uviales oraciones-paacuterrafos de El mono gra-maacutetico) aquiacute y allaacute se abren los dos puntos ortograacutefi cos

[ ] puertas que dan a otras puertas incesantemente andar escribir leer andar escribir etceacutetera Andadura respiracioacuten poema danza verbal arquitectura aeacuterea que se hace se desha-ce se rehace en giros y equilibrios sobre la paacutegina

Octavio cenando cada noche a la mesa convivencial entre Emiliano Breton y Andreacute Zapata enviando mujeres de lujosa desnudez a la celda donde miacutesticamente se pudre Juan de Ye-pes o fantasmas varones a la diuturna nocturna-diurna soledad de Sor Juana Ineacutes articulando y desarticulando ideas para que no se petrifi quen en ideologiacuteas preguntando iquestNo te parece diciendo los poemas con la voz menos declamatoria del mun-do como el peor actor de siacute mismo y su mano izquierda en la conversacioacuten en el recital en la conferencia haciendo el gesto de lanzar al aire una moneda de echar un ldquovoladordquo aacuteguila o sol cara o cruz en ese momento del pulgar retenido como un resorte entre los otros dedos plegados y que se dispara suacutebita-mente al aire la moneda invisible la palabra tal como la mano que Tamayo dibujoacute para la portada de Aacuteguila o sol y la moneda trazando su curva entre arriba y abajo entre una idea y otra entre una imagen y su contraria rizando el rizo trazando su fosforescente camino de instantes la palabra creando en la paacutegina su horizonte de apariciones

El instante iquestno te parece no existe pero respira es tiem-

4 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

po que estaacute y no estaacute un latido entre latidos un parpadeo el colibriacute que vuela quieto en el aire y en su zumbar de alas co-meta que cabe en la mano y Octavio lo toma y con amor lo mira (porque teniendo sentido de la eternidad estaacute enamora-do de las criaturas del tiempo) y lo transforma en palabra y lo pone en la paacutegina que leemos de eacutel donde resucita nuevamen-te instante rumor de invisibles alas de colibriacute en vuelo fi jo fl or

saxiacutefraga brotada suacutebitamente de la roca Y queacute asombro de que en las paacuteginas de Octavio Paz apenas haya gerundios por-que el gerundio es un estar pasando algo entre esto y lo otro un instante hacia lo eterno o viceversa o lo contrario o lo mismo iquestno te parece el modo de estar siempre en todas par-tes pero entre nosotros G

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Octavio Paz traductorFabienne Bradu

Joseacute Bianco afi rmaba que al leer una traduccioacuten hecha por Octavio Paz su primera reaccioacuten era resistirse a la propuesta y la segunda casi inmediata ceder al encanto con entusiasta acep-tacioacuten ldquoCuando leiacute su traduccioacuten del Soneto en ix mdashle explicoacute a Danubio Torres Fierro en entrevistamdash me costaba reempla-zar aboli bibelot por espiral espirada La aliteracioacuten me parece maacutes leve maacutes aeacuterea Se me ocurre que Mallarmeacute la hubiese preferido tambieacutenrdquo Este doble impulso contradictorio podriacutea animar a muchos lectores de las traducciones de Octavio Paz Al menos reconozco algo de mi propia experiencia en la con-fesada por Joseacute Bianco

Como sucede en toda la obra del poeta la refl exioacuten corre paralela a la praxis Octavio Paz ha dedicado varios ensayos conferencias y comentarios al espinoso problema de la traduc-cioacuten poeacutetica No obstante cuando reunioacute los poemas traduci-dos de distintas lenguas y tradiciones en el primer volumen de Versiones y diversiones (1974) omitioacute reproducir por ejemplo el ya ceacutelebre ensayo ldquoLiteratura y literalidadrdquo de El signo y el ga-rabato y prefi rioacute sustituirlo por una breve declaracioacuten de fe ldquono es un libro sistemaacutetico ni se propone mostrar o ensentildear nada Es el resultado de la pasioacuten y de la casualidadrdquo La advertencia es pertinente para entender queacute clase de traductor es Octavio Paz Ante todo no es un traductor profesional que a solicitud de una casa editorial agota la obra de un poeta en un trance servil o utilitario El impulso de traducir responde en eacutel a un accidente y sobre todo a ldquoun deseo un amor y junto con este amor el deseo de compartirlordquo Por otro lado se rehuacutesa a asimi-lar la antologiacutea que a lo largo de los antildeos van conformando las traducciones realizadas con una seleccioacuten uacutenicamente guiada por el gusto Podriacutea aventurarse que algunos poemas de Versio-nes y diversiones corresponden efectivamente a una admiracioacuten poeacutetica otros a un reto para el arte del traductor y otros maacutes tal vez los menos a la voluntad de dar a conocer en lengua espa-ntildeola a un poeta poco o mal difundido proponiendo una mues-tra que rebase lo que el estricto gusto hubiera recogido ldquoUn amigo al leer mis versiones de unos cuantos poemas de Wi-lliams me impulsoacute a traducir otros maacutes para hacer un pequentildeo libro Cediacute mdashaunque yo hubiera preferido traducir a Wallace Stevensrdquo precisa Octavio Paz en el frontispicio a Versiones y di-versiones para ilustrar su reticencia a la sistemati cidad

ldquoEn teoriacutea mdashadvierte Octavio Pazmdash soacutelo los poetas debe-

riacutean traducir poesiacutea en la realidad pocas veces los poetas son buenos traductores No lo son porque casi siempre usan el poe-ma ajeno como un punto de partida para escribir su poemardquo Como suele ocurrir en los ensayos de Paz el ideal se for mula junto con las acotaciones que lo limitan o lo relativizan El ideal es inseparable de la criacutetica y la ambicioacuten conlleva su in-evitable parte de autocriacutetica La elevada aspiracioacuten que a me-nudo expresan los ensayos de Paz no cumple una funcioacuten de anticipada exculpacioacuten sino al contrario la de subrayar que pese a la conciencia de lo imposible se intentaraacute alcanzarlo Asiacute sucede en los ensayos que desarrollan una teoriacutea de la tra-duccioacuten como en los maacutes que se explayan sobre la teoriacutea poeacute-tica a secas Precisamente porque advierte y defi ne los riesgos que encontraraacute el poeta-traductor Paz no se excluye a siacute mis-mo de los embates compartidos Por ende siempre resultaraacute maacutes provechoso estudiar coacutemo sortea estos riesgos que preten-der que los desaparece Ademaacutes ninguacuten traductor digno de este nombre podriacutea rehusarse a correrlos

En varias ocasiones Octavio Paz adoptoacute el siacutemil de la foto-grafiacutea para dar cuenta de la operacioacuten traductora ldquoLas traduc-ciones a veces son excelentes pero otras son como fotografiacuteas borrosasrdquo La metaacutefora le permite conjugar dos condiciones de una buena traduccioacuten el colorido (la muacutesica) y la nitidez del trazo (el sentido) es decir en otros teacuterminos la sempiterna buacutesqueda de fi delidad ldquoal sonido y al sentidordquo No obstante e independientemente de sus propias palabras la obsesioacuten que subyace al arte de traducir en Paz no es la imagen sino el tiem-po Sus audacias sus podas y sus transmutaciones estaacuten ligadas a la persecucioacuten del instante Su arte de traducir nace de su maacutes defi nitoria esencia poeacutetica Cada vez que estaacute confrontado con una buacutesqueda similar en otros poetas se despierta su genio poeacutetico para intentar ir maacutes lejos en el perfeccionamiento de la expresioacuten del acercamiento al instante La obsesioacuten lo aguijo-nea y lo hace fundir su propio esfuerzo con el empentildeo de los demaacutes ponieacutendose asiacute al servicio de una sola buacutesqueda que re-basa las identidades y los estilos las formas y las tradiciones Esto no es exactamente una traicioacuten ni una ldquopacianizacioacutenrdquo de las versiones sino el ejercicio de una misma pasioacuten a varias vo-ces Creo que esta pasioacuten es a un tiempo el signo de una hu-mildad frente a la poesiacutea y el sello de una virtuosidad poeacutetica tan propia como inconfundible

El traductor es aquel que sabe oiacuter la voz callada debajo de la letra escrita revivirla con su propio aliento y lanzarla de nuevo a otra vida Algunos la llaman el ldquoespiacuteriturdquo de la poesiacutea en opo-sicioacuten con su sola letra Octavio Paz prefi rioacute califi carla como la ldquootra vozrdquo ldquouna modulacioacuten indefi nible inconfundible y que

Autora del libro Los puentes de la traduccioacuten Octavio Paz y la poesiacutea francesa Universidad Nacional Autoacutenoma de MeacutexicoUniversidad Veracruzana Meacutexico 2004

6 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

fatalmente la vuelve otrardquo Para explicar el complicado fenoacute-meno de la reencarnacioacuten los budistas recurren a una metaacutefo-ra cuando se prende una vela acercando la mecha a la llama de otra vela el fuego nuevo es y no es el mismo signifi cando asiacute que el espiacuteritu que renace es y no es el mismo que el que se ha extinguido Extrapolando la metaacutefora budista a nuestro asunto podriacutea decirse que un poema traducido es y no es el mismo que

el original como si un solo espiacuteritu de la poesiacutea y un mismo fuego que trascendieran a los poetas perduraran en dos poe-mas aparentemente distinguibles en las lenguas El ejercicio de la traduccioacuten quizaacute sea el que mejor pone de manifi esto la im-personalizacioacuten de la poesiacutea Y por lo demaacutes iquestno es lo que siempre defendioacute el autor de La llama doble G

Fotografiacutea Neil LibbertCamera Press-Zardoya

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Paz y los otrosJoseacute Emilio Pacheco

Hace seis antildeos aparecioacute como undeacutecimo tomo de las Obras completas de Octavio Paz el primer volumen de la Obra poeacutetica (1935-1970) El segundo incluiraacute Topoemas (1971) Renga (1972) Pasado en claro (1975) Vuelta (1976) Air born Hijos del aire (1979) Aacuterbol adentro (1987) Figuras y fi guraciones poemas en torno a la obra plaacutestica de Marie Joseacute Paz y Refl ejos reacuteplicas diaacutelogos con Francisco de Quevedo (1996) que cerroacute los sesenta y tres antildeos de trabajo comenzados en 1933 con Luna silvestre En teoriacutea Versiones y diversiones (1974) debe incluirse alliacute como se hizo en Italia con Eugenio Montale Salvatore Quasimodo y Giuseppe Ungaretti las versiones son parte de la poesiacutea de un autor El conjunto casi dos mil paacuteginas pone al libro futuro en riesgo de volverlo inmanejable

Al margen de las Obras completas Galaxia Gutenberg y Ciacuter-culo de Lectores publican la edicioacuten revisada y aumentada de Versiones y diversiones edicioacuten que Paz alcanzoacute a iniciar pero no concluyoacute El excelente trabajo adicional es de Nicanor Veacutelez Son 715 paacuteginas frente a las 255 que tuvo su primera aparicioacuten en Joaquiacuten Mortiz Abarcan el aspecto menos estudiado de Paz y testimonian una entrega a la poesiacutea como tal vez no volveraacute a existir en estas nuevas condiciones

La ldquoescuela mexicanardquo de traduccioacuten

Fue un poeta precoz y por ello asombra que su intereacutes en las versiones poeacuteticas no se haya manifestado hasta 1954 cuando al fi nal de Semillas para un himno publicoacute ldquoA su tiacutemida amanterdquo de Andrew Marvell y ldquoEl desdichadordquo ldquoMirtordquo ldquoDeacutelfi cardquo y ldquoArtemisardquo de Geacuterard de Nerval Tres antildeos despueacutes en el 1957 de Piedra de sol dio a conocer Sendas de Oku de Matsuo Basho en colaboracioacuten con Eikichi Hayashiya

Por eso en agosto de 2002 Aurelio Asiain celebroacute en Tokio los cincuenta antildeos de la llegada de Paz al Japoacuten probable pun-to de partida de su afaacuten por traducir poemas Ya a fi nes de los treinta como joven director de Taller se interesoacute por el geacutenero mdashsi puede llamarse asiacute a este trabajomdash y publicoacute en versiones ajenas a Arthur Rimbaud (Joseacute Ferrel) y T S Eliot (Rodolfo Usigli y Bernardo Ortiz de Montellano entre otros) En 1952 hizo para la Unesco la Antologiacutea de la poesiacutea mexicana nunca aparecida en espantildeol que tradujeron al ingleacutes Samuel Beckett y al franceacutes Guy Levis Mano

En los cincuenta las versiones de Paz y Jaime Garciacutea Terreacutes (compiladas en Baile de maacutescaras 1989) normalizaron esta praacutec-

tica en revistas y suplementos y crearon sin proponeacuterselo algo que podriacuteamos llamar una ldquoescuela mexicanardquo de traduccioacuten muy diferente a la que se practica en otros aacutembitos del idioma

En la siguiente deacutecada Paz descubrioacute para nosotros no para espantildeoles ni argentinos a Fernando Pessoa (Antologiacutea 1962) A continuacioacuten hizo con Pedro Sekel Cuatro poetas contemporaacute-neos de Suecia Martinson Lundkvist Ekelof y Lindegren En 1973 nos dio los Veinte poemas de William Carlos Williams y en 1978 algunos textos de Guillaume Apollinaire En los uacuteltimos tiempos su atencioacuten se centroacute en textos saacutenscritos y chinos Su libro fi nal fue Trazos de Chuang-tse y otros que se recoge en las nuevas Versiones y diversiones

Gracias a esta labor de Paz que pocos hasta ahora han apre-ciado en Meacutexico casi siempre se leen entre los datos con que se presenta a los joacutevenes y a las muchachas que se inician en la poesiacutea al lado de los premios y las becas obtenidas los nom-bres de los poetas que han traducido Es la manera maacutes atenta de leer un poema y la mejor forma de ejercitarse en la versifi -cacioacuten sin la disciplina mecanizadora de intentar escribir algo nuevo todos los diacuteas

Ovidio y Nezahualcoacuteyotl

En la literatura mexicana puede escucharse como en secreto la lamentacioacuten por las tres grandes peacuterdidas literarias de la Nueva Espantildea el silenciamiento de Sor Juana el fi n del Cole-gio de Tlatelolco en que los aztecas habiacutean empezado una la-bor de traductores que pudo haber sido la base de una auteacutenti-ca cultura mestiza y el que el padre Francisco Javier Clavijero un prosista soacutelo comparable en su tiempo y en su lengua con Jovellanos y Moratiacuten no haya logrado concluir en el destierro la que iba a ser nuestra Enciclopedia

De todos modos la poesiacutea escrita en espantildeol en esta tierra empezoacute con los sonetos ldquoal itaacutelico modordquo de Francisco de Te-rrazas con los poemas nahuas de Nezahualcoacuteyotl puestos en liras por su descendiente Francisco de Alva Ixtlilxoacutechitl (em-pleoacute el mismo derecho de Fray Luis para traducir tambieacuten en liras a Horacio y en tercetos encadenados el Libro de Job) y con Las heroidas de Ovidio transfi guradas a su vez en tercetos por Diego Mejiacutea

Tierra abierta a los dos oceacuteanos y al mismo tiempo caracol encerrado por el desierto y la semicircunferencia del Golfo in-comunicada por sus montantildeas e impedida a todo lo largo de la Colonia para tener relaciones con nada que no fuera el Pentaacutego-no de su eacutepoca El Escorial y la Casa de Contratacioacuten de Sevilla en cuanto dejoacute de ser Nueva Espantildea para intentar convertirse en Tomado de la revista Letras Libres nuacutemero 47 noviembre 2002

8 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

Meacutexico el paiacutes quiso relacionarse con un mundo que era de verdad el otro mundo Sus modelos le pagaron mal los Estados Unidos con la invasioacuten de 1847 y Francia con la de 1862

Traducir fue una forma de respirar En los seminarios se afi anzoacute la cultura latina y se establecioacute una tradicioacuten que pro-sigue hasta hoy y ha hecho que un poeta mexicano Rubeacuten Bonifaz Nuntildeo sea la uacutenica persona en el mundo que ha tradu-cido eacutel solo a todos los grandes claacutesicos de Roma La lengua de la Iglesia asfi xioacute al griego a tal punto que otro de nuestros je-suitas exiliados Francisco Javier Alegre tuvo que trasladar iexclal latiacuten La Iliada para que alguien la leyera

Los primeros poetas mexicanos fueron asiduos de los ro-maacutenticos y de la Antologiacutea griega Joseacute Joaquiacuten Pesado con ayuda de Francisco Chimalpopoca profesor de naacutehuatl en la Universidad tradujo Las [poesiacuteas] aztecas Con el modernismo la versioacuten poeacutetica se legitimoacute en libros como Jardines de Francia (Enrique Gonzaacutelez Martiacutenez) y Musas de Francia (Balbino Daacute-valos) Algunas de sus paacuteginas alcanzaron gran difusioacuten al ser incluidas en la Antologiacutea espantildeola de Enrique Diacuteez-Canedo tan importante para los que iban a ser allaacute y aquiacute los poetas de 1927 como la Antologiacutea de Borges Bioy y Silvina Ocampo para los narradores de los cincuenta y los sesenta

El camino de la pasioacuten

Marco Antonio Montes de Oca dio en El surco y la brasa (1974) una antologiacutea de versiones mexicanas que abarcan de Alfonso Reyes a Carlos Montemayor Treinta antildeos despueacutes una actua-lizacioacuten exigiriacutea el doble de paacuteginas De todos modos la fi gura central en este campo y en tantos otros sigue siendo Octa vio Paz

Quizaacute el nuevo camino fue abierto en 1961 por las Imita-tions de Robert Lowell Las imitaciones son una praacutectica anti-gua e ilustre Catulo lo hizo con Safo (Ille mi par esse deo uide-tur) Quevedo con Du Bellay (ldquoBuscas a Roma en Roma oh peregrinordquo) y el resultado son grandes poemas

Sin embargo Lowell impuso la voz de Lowell sobre los ori-ginales de Villon Leopardi Heine o Victor Hugo El propoacutesi-to de Paz es diferente ldquoA partir de poemas en otras lenguas quise hacer poemas en la miacuteardquo Y a estas palabras de 1973 antildea-de en 1995 ldquoEn mis versiones quise que [estos poemas com-puestos en otros siglos] tuviesen la antiguumledad de todas las obras de arte la de hoy mismordquo

Desde entonces han aparecido obras semejantes a la de Paz el mencionado Baile de maacutescaras de Garciacutea Terreacutes y en el Peruacute Las uvas del racimo de Javier Sologuren y El ciervo y la fuente de Ricardo Silva Santiesteban Debe de haber otros tiacutetulos que desconozco pero no quisiera pasar por alto dos que merecen ser difundidos Transcripciones de Miguel Aacutengel Flores y El trai-dor de Miguel Covarrubias Para un poeta de estas tierras nada tan inconcebible como la afi rmacioacuten de Philip Larkin ldquoNo leo maacutes que poesiacutea inglesa y no me importa lo que no sea ingleacutesrdquo

El teacutermino ldquocuriosidad intelectualrdquo es pobre ante lo que estaacute tras Versiones y diversiones Soacutelo puede hablarse de verdadera pasioacuten pasioacuten por la poesiacutea y por quienes la escribieron Es inevitable pensar en Neruda (ldquoYo amo toda la poesiacutea escritardquo) y siglos antes en Safo cuando les dice a los poetas vivos y muertos ldquoCon el don de sus obras me han honradordquo

Supervielle Cocteau Eacuteluard Breton Michaux Char estaacuten traducidos con el mismo amor que Donne Yeats Cummings Stevens Crane y Elizabeth Bishop A Paz se le debe en gran parte el haber revivido el intereacutes de Tablada por el haikuacute que ahora es otra forma disponible para todos en el repertorio de la poesiacutea en espantildeol Los poemas chinos prolongan la maravi-llosa antologiacutea de Marcela de Juan soacutelo comparable a la tra-duccioacuten inglesa de Arthur Walley

Versiones y diversiones es una antologiacutea de la liacuterica universal y tambieacuten un gran libro de la poesiacutea en nuestro idioma Paz nos acercoacute lo lejano e hizo nuestro lo ajeno Nadie sabe coacutemo seraacute la literatura del siglo xxi ni queacute haraacute con el legado del siglo xx A pesar de todo uno puede creer que entre los libros que se segui-raacuten leyendo estaraacute por derecho propio Versiones y diver siones G

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 9

Los privilegios de Octavio PazFernando del Paso

El lenguaje de la pintura como todo lenguaje artiacutestico es in-traducible nos dice Octavio Paz en un texto sobre Juan Soria-no escrito en 1962 Once antildeos despueacutes en ldquoEl signo y el ga-rabatordquo se refi ere a un texto de Cardoza y Aragoacuten sobre Guumlnter Gerzo con las siguientes palabras ldquoOscila entre la tra-duccioacuten y la creacioacutenrdquo Y aclara ldquoTraduccioacuten al lenguaje verbal del lenguaje plaacutestico del pintorrdquo

En queacute quedamos es difiacutecil decirlo porque a lo largo de todos los escritos que Paz dedicoacute a las artes plaacutesticas nos tro-pezamos con contradicciones que nos deslumbran y nos con-funden Pero tal vez se trata de contradicciones intrascenden-

tes sin importancia ya que en principio es una contradiccioacuten fundamental la que hace posible la existencia de la pintura aquella de ldquolas dos gemelas que tejen incansablemente las telas de nuestras visiones la luz y la sombrardquo como dice el poeta en el escrito dedicado a Rodolph Bresdin en Corriente alterna Nos encontramos asiacute que cuando nos habla de Baudelaire como criacutetico de arte asevera que ldquola pintura es un lenguaje incapaz de decir salvo por alusioacuten y omisioacuten el cuadro nos presenta los signos de una ausenciardquo en tanto que en un artiacuteculo sobre el arte y la identidad de los hispanos en los Estados Unidos de-clara que ldquola imagen visual dice pero lo que dice no tiene por

Fragmento tomado de la revista Letras Libres nuacutemero 54 junio 2003

10 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

queacute ser traducido en palabras La pintura es un lenguaje que se basta a siacute mismordquo mientras que mdashde nuevo en Corriente alter-namdash afi rma que el arte moderno ldquopor ser una representacioacuten no puede rehusarse completamente a decir y a signifi carrdquo y se pregunta ldquoiquestQueacute dicen los cuadros modernos Se dicen a siacute mismosrdquo Textos y opiniones que se alternan haciendo honor al tiacutetulo del libro con consideraciones sobre la obra de Alberto Gironella que seguacuten Paz es en buena parte ldquopintura escrita del mismo modo que hay palabras pintadasrdquo o un ensayo sobre Aacutelvarez Bravo en el que con base en sus lecturas de los poetas modernos califi ca a la fotografiacutea como arte poeacutetico ldquoporque al mostrarnos estordquo dice Paz ldquoalude o presenta a aquellordquo y con meditaciones en las que el arte maya por la literalidad de las imaacutegenes que muestra labradas en piedra ldquo pueden leerse No son ilustraciones de un texto son el texto mismordquo

Por otra parte al decir cuadros ldquomodernosrdquo Paz no nos aclara si los cuadros ldquoantiguosrdquo mdashpor llamar de alguacuten modo todas las pinturas que antecedieron a las modernasmdash deciacutean algo No era necesario que lo hiciera todos sabemos que un cuadro de Nicolaacutes Bataille nos cuenta la lucha de San Miguel y el dragoacuten otro del Veroneacutes las Bodas de Canaacute uno maacutes de Mantegna el martirio de San Cristoacutebal y otro en fi n de Ma-teo Cerezo las bodas miacutesticas de Santa Catalina

Y sin embargo esto no es verdad ninguna de las pinturas arriba mencionadas cuenta algo todas recuentan El especta-dor tiene que conocer de antemano la historia o la leyenda que el cuadro presenta tiene que haberla leiacutedo en un libro sobre mitologiacutea o en la Biblia tiene que haberla escuchado en alguna parte alguna vez para saber de queacute trata la pintura que tiene ante sus ojos Una pintura que aunque muy lejos de lo que hoy conocemos como ldquoilustracioacutenrdquo es una pintura que ilustra un hecho o una leyenda Todaviacutea en nuestro fi n de siglo los visi-tantes de los museos necesitan que el guiacutea les diga eacutesta es se-ntildeoras La Batalla de San Romano de Paolo Uccello eacutesta es sentildeo-res La Rendicioacuten de Breda de Diego Velaacutezquez

Pero si esas pinturas ilustran algo a los espectadores de hoy diacutea ya no los ilustran a pocos fuera de Espantildea puede intere-sarles el hecho de que la rendicioacuten de Breda implicara la derro-ta de Mauricio de Nassau y a muchos menos fuera de Italia saber quieacuten si Siena o Florencia ganoacute la batalla de San Roma-no Ademaacutes de que sabemos poca era la fi delidad de los artis-tas hacia acontecimientos histoacutericos asiacute fuera porque no los vieron soacutelo los imaginaron mdashtal es el caso del fusilamiento de Maximiliano emperador de Meacutexico por Manet quien inventoacute una barda que nunca existioacute encima de la cual se asomaban las cabezas de los curiososmdash o a pesar de haber sido testigos de ellos como en el caso de David quien en la pintura de la co-ronacioacuten de Napoleoacuten incluyoacute a la madre de eacuteste Leticia Ra-molino quien se sostuvo ausente de la ceremonia

Da lo mismo porque lo que no ilustra pero siacute nos ilumina es son otras virtudes del cuadro su belleza y la poesiacutea de la que es contenido y continente A veces tambieacuten la gracia en todas sus acepciones tanto terrenales como celestiales Ningu-

na otra cosa nos dicen pero con eso basta las esculturas del Brancusi las pinturas de Dubuffet y las maacutequinas locas de Tanguely Belleza y poesiacutea gracias que en ocasiones son con-vulsivas y se columpian entre el horror y la obscenidad el in-fi erno y la desolacioacuten Goya y Bacon la escultura precolombi-na y Otto Dix

La analogiacutea nos dice Octavio Paz es la funcioacuten maacutes alta de la imaginacioacuten y puente entre lenguajes distintos poesiacutea muacute-sica pintura Es pues necesario tender un puente entre el cuadro y lo que se escribe mdashaunque pareciera que pintura y literatura son dos lenguajes paralelos que se juntan en el infi -nitomdash para decirle al lector lo que el cuadro nos dice Pero se necesita un lector interesado y que algo al menos sepa de la materia y el espiacuteritu del arte o que cuente con la curiosidad y la sensibilidad sufi cientes para aprender No podemos contarle la pintura a un ciego de nacimiento o a un ciego de entendi-miento Por eso los mejores textos sobre un pintor o un escul-tor son aquellos de los cataacutelogos de sus exposiciones que le brindan a los espectadores la oportunidad de ignorarlos O que pueden con suerte ayudarlos a ver

Creo que fue Max Ernst quien deciacutea que su principal ocu-pacioacuten en la vida era la de ver No fue eacutesta la principal ocupa-cioacuten de Octavio Paz pero siacute una de sus maacutes caras preocupacio-nes Dotado del prestigio de una privilegiada vista cuando veiacutea veiacutea mejor que muchos Y agraciado con el privilegio de la palabra poeacutetica por excelencia lo que contaba sobre lo que habiacutea visto pocos lo podraacuten superar Otros escritores mdashy eacutel mismo nos lo recuerdamdash en Francia Baudelaire y Apollinaire en Meacutexico Villaurrutia Gorostiza y Cuesta entre otros escri-bieron sobre arte Ninguno como eacutel

Desde luego criacuteticos de arte con gran talento los ha habido siempre Pero Paz prefi rioacute hablar desde las orillas luminosas de la poesiacutea Mejor dicho no podiacutea hacerlo de otra manera aun-que eacutel mismo califi cara sus escritos como criacutetica ldquoLa criacutetica mdashdicemdash no soacutelo hace maacutes intenso y luacutecido mi placer sino que me obliga a cambiar mi actitud ante la obrardquo Palabras que implican una especie de conclusioacuten y de solucioacuten de un razo-namiento anterior en el que con lucidez y modestia reconoce la casi imposibilidad de escribir sobre arte y artistas sin abdicar de la razoacuten sin convertirla nos dice ldquoen servidora de nuestros gustos maacutes fatales y de nuestras inclinaciones menos premedi-tadasrdquo Pero de alguna manera Paz se las arregla en este texto titulado ldquoDe la criacutetica a la ofrendardquo para conciliar su juicio y su gusto su razoacuten y sus pasiones En un escrito sobre Barragaacuten cita a este gran arquitecto diciendo que su obra mdashla de eacutel mismo su arquitecturamdash estaba inspirada por dos pala-bras la palabra ldquomagiardquo y la palabra ldquosorpresardquo Esto mismo podemos decir de la obra del propio Octavio Paz porque le viene como anillo al dedo es con la magia y la sorpresa como Octavio Paz se convence y convence al lector mdashal menos yo soy uno de los convencidosmdash de la validez y transparencia la sabiduriacutea y el entusiasmo contagioso de su palabra cuando nos habla de arte G

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Evocacioacuten de Octavio PazJuliaacuten Meza

Quizaacute a contracorriente de lo que pueden pensar de miacute algu-nos de mis amigos y lectores como escritor no soacutelo practico la diatriba Tambieacuten soy capaz de hacer elogios pero soacutelo cuando me parecen adecuados y sin dejar de lado la criacutetica siempre tan necesaria Y de aquiacute esta evocacioacuten de Octavio Paz para cele-brar su sensibilidad y su inteligencia a diez antildeos de su muerte

Desde Sor Juana Ineacutes de la Cruz no habiacutea habido en Meacutexico un poeta un escritor tan destacado como Octavio Paz

No faltaraacute quien crea (asiacute sea soacutelo en su fuero iacutentimo) que esta afi rmacioacuten es por lo menos excesiva o simplemente pro-vocadora pero estoy convencido de que la extensa obra de este poeta y pensador la justifi ca

La fi gura de Paz casi siempre fue controvertida y aun vili-pendiada aunque soacutelo en Meacutexico En otros paiacuteses el reconoci-miento a la persona y a su obra se produjo relativamente pron-to y sin reticencias

Al igual que Jorge Luis Borges Octavio Paz fue descubierto al mundo por los franceses entre los que hizo numerosos ami-gos tanto en el campo de la poesiacutea y de las letras como en el del pensamiento Buena parte de la intelligentzia mexicana tar-

doacute en reconocerlo o nunca lo reconocioacute sobre todo por cues-tiones ideoloacutegicas y no literarias o poeacuteticas aun cuando hay quienes afi rman desde muchos peldantildeos abajo en el mundo de las letras que Paz no fue muy importante ni como poeta ni como pensador

Tras una prolongada ausencia debida a su trabajo en el ser-vicio exterior mexicano Octavio Paz volvioacute a Meacutexico alguacuten tiempo despueacutes de haber renunciado puacuteblicamente a su condi-cioacuten de embajador en la India como rechazo a la poliacutetica re-presiva del reacutegimen impuesto por el partido uacutenico enfaacutetica-mente representado entonces por Gustavo Diacuteaz Ordaz De esta manera junto con Javier Barros Sierra (que en buena me-dida encabezoacute la primera exigencia puacuteblica de democracia en Meacutexico) fue uno de los raros disidentes del sistema poliacutetico autoritario fundado por Obregoacuten y Calles y afi nado por Laacuteza-ro Caacuterdenas iquestPor queacute disidentes Porque hasta cierto punto eran hombres del sistema (un embajador y un rector de la unam) que cuestionaron abiertamente el reacutegimen poliacutetico mexicano como lo hicieron numerosos personajes que habiacutean trabajado en instituciones del reacutegimen totalitario sovieacutetico

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Sajaacuterov entre otros Ciertamente su disidencia no los condujo a un campo de concentracioacuten en un Gulag tropical como el de Fidel Castro y esto porque el sistema poliacutetico mexicano que prevalecioacute durante poco maacutes de setenta antildeos (y que auacuten existe sobre todo cuando se manifi esta en el uso partidista de los sin-dicatos corporativos y de otras instituciones que se crearon durante el antiguo reacutegimen) no era totalitario sino autoritario Pero tampoco fueron a la caacutercel (como Joseacute Revueltas y otros escritores o acadeacutemicos) porque en el caso de Barros Sierra se trataba de una persona totalmente ajena a la ideologiacutea comu-nista y de mucho prestigio en el aacutembito nacional y en el de Octavio Paz de una fi gura reconocida con razoacuten en el aacutembito internacional Quizaacute impidioacute que Paz fuera a la caacutercel este re-conocimiento que me recuerda el caso de Lev Tolstoi No obstante su criacutetica a la autocracia zarista y a la iglesia ortodoxa rusa la fama internacional de Tolstoi lo puso a resguardo de la caacutercel el exilio interior o el campo de concentracioacuten pero no de la excomunioacuten decidida por los jerarcas de la Iglesia orto-doxa rusa Octavio Paz tambieacuten fue excomulgado pero no por la Iglesia de Roma con cuyas ruedas de molino nunca comul-goacute sino tanto por los admiradores de Castro de Stalin y de la Unioacuten Sovieacutetica de Trotski (otro disidente que sin embargo jamaacutes renuncioacute a la iglesia marxista) o de la China de Mao como por los epiacutegonos del reacutegimen impuesto y preservado por el partido uacutenico

Evoco pues a Octavio Paz al igual que a Sor Juana porque en cierta medida no fueron ldquohombres en su siglordquo (las comillas no son por lo de hombres sino por lo de su siglo y ambos conceptos remiten al tiacutetulo de una obra de Paz Ademaacutes para miacute el hombre en el sentido universal de la palabra sigue siendo el hombre aun cuando se trate de una mujer) dado que lo tras-cendieron ampliamente tanto en su obra creativa como en la refl exiva

Al igual que Sor Juana Octavio Paz no soacutelo nunca fue reco-nocido por muchos de sus contemporaacuteneos sino que tambieacuten tuvo que hacer frente a sus Sor Filoteas y ldquootras inquisicionesrdquo (Borges) Al igual que la monja criolla fue objeto de la maledi-cencia mdashentre otros de su exmujer la estupenda creadora de Recuerdos del porvenir Elena Garro A diferencia de los procas-tristas y otros pobladores de la granja sovieacutetica lo acusoacute de ser comunista por sus criacuteticas al sistema autoritario mexicano y su solidaridad con los estudiantes impugnadores de 1968 iquestCuaacuten-tas diatribas se habraacuten escrito contra Paz en el curso de los antildeos que van de su regreso a Meacutexico al derrumbe del bloque sovieacutetico Sin lugar a dudas son incontables pues lo mismo fueron obra de periodistas ya olvidados que de ocurrentes es-critores municipales

Para los habitantes de la granja orwelliana que pasaron por alto sus criacuteticas al sistema poliacutetico mexicano (entre otras las

contenidas en Posdata y El ogro fi lantroacutepico) Octavio Paz estaba al servicio de la cia y del imperialismo norteamericano debido a sus juicios sobre el totalitarismo en la urss en Europa central y en su escaparate tropical Cuba Y esto al mismo tiempo que (iquestparadoacutejicamente) sus detractores viviacutean de las becas de fun-daciones o de instituciones acadeacutemicas norteamericanas que iquesteran islotes en el interior del imperio

Otros aun cuando comprendieron el sentido y el alcance de las tomas de posicioacuten poliacutetica de Paz mantuvieron un silencio que los hizo coacutemplices de esos modernos inquisidores Pese a las invitaciones del poeta optaron por no publicar en las dos revistas fundadas por Paz a su regreso de la India Plural y Vuel-ta para no ser acusados de colaborar con ldquoun agente del impe-rialismo norteamericanordquo

Hubo sin embargo un pequentildeo nuacutecleo de escritores y ar-tistas que compartieron con Octavio Paz sus ideas y sus pre-ocupaciones Destacan entre otros Alejandro Rossi y Gabriel Zaid Algunos maacutes que estuvieron en el nuacutecleo original de Plural y Vuelta se distanciaron del pensador por diversos moti-vos algunos de ellos ideoloacutegicos Los que nunca abandonaron al poeta fueron sus amigos poetas y pensadores norteamerica-nos y sobre todo europeos Entre eacutestos destacan los dos uacutelti-mos sabios de la historia contemporaacutenea Cornelius Castoria-dis y Edgar Morin Siacute los dos uacuteltimos sabios porque como escribioacute Castoriadis el ejercicio de la criacutetica fue abandonado por los intelectuales Y tan es asiacute que hoy eacutestos hacen el elogio de las peores atrocidades gubernamentales y de los maacutes execra-bles gobernantes de la misma manera que fueron epiacutegonos de diversos tiranos comunistas No supieron ldquomantener la distan-cia que los separaba del priacutenciperdquo (Paz) ni cuando eran compa-ntildeeros de viaje de los dictadores comunistas ni la mantienen ahora que son cortesanos del saacutetrapa petrolero y de los peque-ntildeos tiranos a su servicio

El irrestricto ejercicio de la criacutetica de Paz no conocioacute ideo-logiacuteas ni fronteras Esto lo supieron apreciar los grandes poetas como Joseph Brodsky que fue su gran compantildeero y amigo tanto en el campo de la poesiacutea como en el de la refl exioacuten

A diez antildeos de la muerte del poeta se resiente su ausencia Lo antildeoran sus amigos sus compantildeeros y todos aquellos que compartieron sus ideas y su pasioacuten por la poesiacutea Maacutes auacuten poco antes de su muerte algunos de aquellos que lo atacaron en vida anularon la distancia que los separaba del pensador y del poeta Esto fue resultado por una parte del derrumbe del to-talitarismo sovieacutetico que dejoacute en la orfandad a los compantildeeros de viaje de los comunistas y por otra parte de una decisioacuten de Octavio Paz morir en paz con sus antiguos detractores aun-que hubo quienes se negaron a aceptar esta uacuteltima gran inicia-tiva del poeta

Meacutexico marzo de 2008 G

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Pasioacuten liacuterica sin fi nldquoPiedra de solrdquo no descansa en PazAlberto Arriaga

El 28 de septiembre de 1957 el Fondo de Cultura Econoacutemica tiroacute 300 ejemplares con el atento cuidado de Aliacute Chumacero y en la coleccioacuten Tezontle de lo que acaso es uno de los poemas maacutes determinantes emblemaacuteticos misteriosos inclasifi cables inevitables deslumbrantes de la literatura del siglo xx ldquoPiedra de solrdquo de Octavio Paz que 50 antildeos despueacutes todaviacutea cambia la vida de quien se atreve a leerlo

Como bien lo sentildealoacute Joseacute Luis Martiacutenez no hubo humor o saacutetira en la poesiacutea de Paz El autor de La estacioacuten violenta trans-fi guroacute su motivacioacuten poeacutetica (cualquiera que haya sido) en motivos y correspondencias ldquoque trascendioacute sus signifi cadosrdquo No hay juego soacutelo caminatas concentracioacuten plaacutestica y musi-cal Nunca se molestoacute en presumir su destreza versifi cadora soacutelo aplicoacute su oiacutedo seguro y empleoacute ldquocon preferencia endeca-siacutelabos sueltos combinados a veces con hetpasiacutelabos o pentasiacute-labosrdquo La mejor caminata acaso se encuentra en el ldquoNocturno de San Ildefonsordquo ldquoEl muchacho que camina por este poema entre San Ildefonso y el Zoacutecalo es el hombre que lo escribe esta paacutegina tambieacuten es una caminata nocturnahelliprdquo y en varios

pasajes de ldquoPasado en clarordquo ldquoOiacutedos con el alma pasos men-tales maacutes que sombras sombras del pensamiento maacutes que pasos por el camino de ecos que la memoria inventa y bo-rra sin caminar caminan sobre este ahora puente tendido entre una letra y otrahelliprdquo

Pero maacutes allaacute de las caminatas por el subsuelo del lenguaje ldquoPiedra de solrdquo es el emblema de la pasioacuten liacuterica de su autor Tambieacuten ha dejado descendencia numerosa y no menos con-siderable es la criacutetica que ha provocado ldquoHay que partir de un hecho y es que el poema ante todo tiene como temas centrales el tiempo (o si se quiere el instante) y el amor incluso desde el epiacutegrafe de Nerval donde dice que la treceava es la primerardquo dijo el poeta Marco Antonio Campos quien varias veces se ha enfrentado con la inevitable infl uencia de Octavio Paz su maacutes reciente antologiacutea poeacutetica El forastero en la tierra posee reso-nancias evidentes con la capacidad viajera (dentro y fuera de la paacutegina en blanco) del caminante Paz ldquoAlguna vez me dijo que buscaba con lsquoPiedra de solrsquo escribir un poema generacional Yo creo que el poema verdaderamente generacional es el lsquoNoctur-

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no de San Ildefonsorsquo salvo momentos por ejemplo lo de Es-pantildea o lo de la preparatoria en general es un poema que va por otras direccioneshellip Lo que buscoacute mdashy logroacutemdash en este poe-ma fue que todas las mujeres sean una mujer y que una mujer sea todas las mujeres Por un lado estaacuten todos los instantes resumidos en un instante donde tambieacuten estaacute la mujer y por otro lado estaacuten las mujeres histoacutericas y literarias incluso reli-giosas Mariacutea Laura Perseacutefone o Melusinardquo

Complejo en sus diferentes aspectos en ldquoPiedra de solrdquo encontramos la depuracioacuten de los temas que acompantildearon a Octavio Paz durante toda su vida Pero de acuerdo con un artiacuteculo de Viacutector Manuel Mendiola (Confabulario agosto 4 2007) el poeta se incomodaba cuando le deciacutean que se trataba de su mejor poema como tambieacuten se molestaba ldquoenfaacuteticamen-terdquo cuando le endilgaban la frase hiperboacutelica de El gran poeta mexicano Avisa Mendiola

ldquoAl ser interrogado a propoacutesito de alguacuten asunto concernien-te a ese texto se endureciacutea con cierta molestia y cambiaba el tema de la charla iquestLe habiacutea dejado de gustar esa composicioacuten iquestLe pareciacutean maacutes importantes otros poemas como lsquoBlancorsquo o lsquoPasado en clarorsquo iquestLe perseguiacutea y recordaba una situacioacuten desagradablerdquo

A pesar de esa ambiguumledad emocional que le despertaba ldquoPiedra de solrdquo a su autor para muchas generaciones fue un poema formativo canoacutenico y paternal

ldquoHay que tomar en cuenta tambieacuten que es un poema circu-lar un poema escrito en endecasiacutelabos blancos un metro que no ha sido muy trabajado en lengua espantildeola como deciacutea Zaid hace maacutes de 20 antildeosrdquo recordoacute Campos ldquoLo hizo como nadie Cuando le pregunteacute en una entrevista de doacutende veniacutea esa buacutes-queda del endecasiacutelabo blanco habloacute de que aunque no era parte esencial de la tradicioacuten de la lengua espantildeola estaba en Woodsworth estaba en los isabelinos estaba en Leopardi y entre nosotros en Guilleacuten y Cernuda Creo que es el poema que cierra una etapa es la culminacioacuten de lo que llamariacuteamos en Paz la pasioacuten liacutericardquo

Aunque muchos lectores y el propio autor sentildealaron recrea-ciones de mitos mexicanos (esto aparece en una nota de la primera edicioacuten que fue recuperada hasta la edicioacuten de Seix Barral de 1975) la sensibilidad de Octavio Paz se encontraba muy lejos de la piedra azteca y maacutes abiertamente emparentada

con la tradicioacuten poeacutetica occidental No estaacute Coatlicue ni Hui-tzilopochtli pero siacute Venus siacute el tiempo circular una de las grandes obsesiones de la tradicioacuten literaria occidental

ldquoLo que me interesa enormemente en este poema es la pre-sencia de Dios porque Octavio Paz habloacute muy pocas veces de Dios en su poesiacuteardquo sentildealoacute Veroacutenica Volkow ldquoEs una compren-sioacuten muy profunda de lo que es la presencia divina para los miacutesticos [] Es un poeta maacutes del mundo de la inteligencia del mundo de las presencias del encuentro terrenal del estar aquiacute y ahora maacutes que el viaje miacutestico que nos pueden plantear Dan-te o Ficcinordquo

Para Joseacute Mariacutea Espinasa se trata de un poema sobre la muerte o desaparicioacuten o silencio de los dioses que forma una especie de trilogiacutea personal sobre el poema extenso dentro de la poesiacutea en espantildeol ldquoEscribioacute despueacutes poemas extraordina-rios De alguna manera lsquoPiedra de solrsquo junto a lsquoBlancorsquo en los antildeos 60 y a lsquoPasado en clarorsquo en la uacuteltima parte de su vida for-ma una trilogiacutea de extensos poemas y a miacute me costariacutea trabajo decidirme con cuaacutel me quedohellip Han pasado 50 antildeos y es un poema que sigue siendo perfectamente actual es un texto que no ha envejecido El hecho es que ese poema formoacute a varias generaciones de lectores y los formoacute en una idea de la poesiacutea que sigue estando en la praacutectica de cada diacutea poemas como lsquoAnagnoacuterisisrsquo de Tomaacutes Segovia o lsquoCada cosa es Babelrsquo de Eduardo Lizalde o algunos de los de David Huerta en espe-cial lsquoIncurablersquo van en ese sentido en la posibilidad de la du-racioacuten dentro del instanterdquo

El sol sigue brillando y la piedra dando calor en espera de nuevos caminantes del subsuelo del lenguaje Un siacutentoma ca-noacutenico de este poema es que 50 antildeos despueacutes maacutes allaacute de los deseos de su autor sigue funcionando como una especie de parvulario poeacutetico para plumas avanzadas llegando a contami-nar incluso a la gleba de la inteligencia mexicana iletrados dizque roqueros como los miembros del grupo Manaacute bautiza-ron una gira y un disco con el verso maacutes famoso de Octavio Paz ldquoAmar es combatirrdquo La gloria la fama deciacutea Borges es la mejor de las incomprensiones de una obra literaria Y aunque no haya leiacutedo una sola liacutenea del autor de El laberinto de la sole-dad hay maacutes de Octavio Paz en la identidad de cada mexicano que de Nezahualcoacuteyotl G

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Alguien lo deletreaEnrique Krauze

Hablaba poco de Dios Creo que descreiacutea En materia de reli-gioacuten estaba maacutes cerca de su jacobino abuelo que de su madre la piadosa dontildea Josefi na Estoy cierto de que en las tres religio-nes monoteiacutestas veiacutea un legado de intolerancia incompatible con su actitud de pluralidad Le divertiacutea contar la aneacutecdota de un fervoroso musulmaacuten que en el Himalaya le dijo casi a se-ntildeas ldquoMoiseacutes kaput Jesuacutes kaput soacutelo Mahoma viverdquo Paz pensaba que tambieacuten el maacutes reciente profeta estaba kaput y que la uacutenica religioacuten coherente con el misterio de nacer y morir era el Budismo Octavio mdashnombre latino al fi nmdash era un persona-je del mundo claacutesico buscaba la sabiduriacutea de Soacutecrates no la de Salomoacuten releiacutea a Lucrecio no la Biblia ni a San Agustiacuten no admiraba a Constantino sino a Juliano ldquoel apoacutestatardquo restaura-dor del Panteoacuten pagano Por su curiosidad universal en el arte el pensamiento y la ciencia era un hombre del Renacimiento por su espiacuteritu libre liberal y hasta secretamente libertino era un fi loacutesofo del Siglo xviii Por su arrojo creativo y su pasioacuten poliacutetica y poeacutetica fue un revolucionario del Siglo xx En suma un humanista pleno no un espiacuteritu religioso

Y sin embargo escribioacute su libro cumbre sobre Sor Juana Un dominicano el padre Juliaacuten lo invitaba a hablar sobre temas teoloacutegicos que por momentos lo atraiacutean casi tanto como a su amigo Luis Buntildeuel Quiso que en Vuelta rescataacuteramos un deba-te de 1942 sobre misticismo en el que habiacutean intervenido ade-maacutes de eacutel mismo Vasconcelos el padre Gallegos Rocafull y Joseacute Gaos Interpretoacute certeramente la obra y la vida de su ami-go Joseacute Revueltas como una extrantildea apasionada y atea imita-cioacuten de Cristo Y alguna vez me confi oacute una de las razones de su gran afecto por Gabriel Zaid con quien Paz mantuvo una con-versacioacuten ininterrumpida por casi medio siglo desde el diacutea en que hablaron por primera vez en Monterrey ldquonunca olvidareacute que Zaid encargoacute un novenario en la muerte de mi madrerdquo

El hombre que luchaba como leoacuten contra el inexorable avance de la muerte el viejo rey Lear maldiciendo al avaro destino que le escatimaba unos antildeos maacutes o siquiera unos me-ses no se abriacutea a la esperanza de lo trascendente ldquoCasi todos se quiebran frente a la muerte mdashme dijo Alejandro Rossimdash Octavio fue coherente hasta el fi nal no pidioacute un sacerdoterdquo Con todo en aquel uacuteltimo discurso en Coyoacaacuten habiacutea voltea-do hacia el cielo como invocaacutendolo las nubes se disiparon de pronto y aparecioacute el sol ldquoalliacute hay nubes y sol nubes y sol son palabras hermanas seamos dignos de las nubes del Valle de Meacutexico seamos dignos del sol del Valle de Meacutexicordquo

Antildeos atraacutes en una entrevista notable Carlos Castillo Pera-za le preguntoacute por el signifi cado de las famosas liacuteneas de su poema ldquoHermandadrdquo

Tambieacuten soy escrituraY en este mismo instanteAlguien me deletrea

Paz declaroacute su postura agnoacutestica No sabiacutea si ese ldquoalguienrdquo era un hombre como eacutel o un ser lejano maacutes allaacute de su poema ldquoPasado en clarordquo en el que aparece una tercera posibilidad la suya propia

Dios sin cuerpoCon lenguajes de cuerpo lo nombrabanMis sentidos Quise nombrarloCon un nombre solarUna palabra sin reveacutes

Era el Dios inmanente del amor y la poesiacutea G

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MitoJoseph Fontenrose

Debo aclarar desde el principio que por mito me refi ero a un relato tradicional que acompantildea a los rituales En primer lugar digo un relato algo que tiene un comienzo un desarrollo y un fi nal en otras palabras un argumento No utilizo pues el teacutermino de forma amplia y vaga para referirme a ideas animis-tas y teoloacutegicas en general Segundo me refi ero a un relato tradicional relato que en origen fue transmitido de forma oral Tercero me refi ero al tipo de relato que pretende narrar la ocasioacuten en que tuvo su origen alguna institucioacuten religiosa un culto o algunos de sus ritos y celebraciones y los actos divinos que sientan el precedente de los actos tradicionales realizados en el culto Se descubre que incluso los mitos de la creacioacuten estaacuten habitualmente relacionados con cultos A otros relatos tradi-cionales los independientes del culto se les denomina de ma-nera maacutes apropiada leyendas o cuentos populares aunque even-tualmente pueda incluirlos tambieacuten en el teacutermino mito o mi tologiacutea como se hace a menudo En efecto un mismo argu-mento puede aparecer en las tres clases de relato tradicional no es el argumento el que establece la diferencia y algunas va-riantes del mito del combate pertenecen al cuento heroico o al cuento de hadas pero no al mito auteacutentico

Al tratar de los mitos de paiacuteses antiguos debemos basarnos principalmente en las narraciones noticias y alusiones que se encuentran en la literatura antigua con un cierto apoyo en las obras del arte antiguo que representan escenas miacuteticas Muy rara vez el propoacutesito de ninguacuten escritor antiguo fue informar a los otros acerca del mito contarles una historia que no conocie-ran ya Esto es particularmente cierto del mito griego Se han recuperado textos de mitos de Babilonia y Egipto que contie-nen las propias versiones de mitos que estaban asociados con los rituales y los cultos y eran conocidos del sacerdocio y los devotos pero apenas nos ha llegado nada de ese tipo de Grecia Los escritores griegos no elaboraban textos rituales usaban los materiales miacuteticos para sus propios objetivos literarios particu-lares cambiando antildeadiendo suprimiendo fundiendo como les pareciacutea oportuno Aunque encontremos toda una narracioacuten miacutetica no un resumen ni un fragmento ni una alusioacuten no es probable que sea exactamente la versioacuten conocida por el pue-blo particularmente por el pueblo de aquellas zonas en las que el mito estaba vinculado a un culto Por consiguiente las fuen-tes son como fragmentos que deben ser reunidos estudiados

y combinados antes de que podamos saber coacutemo era realmente el conjunto

Al tratar de los mitos griegos muchos estudiosos suponen que un autor antiguo recibiacutea su conocimiento de un mito de escritores anteriores Asiacute pues es probable que se limiten a una historia literaria del mito y supongan que cualquier diferencia que se pueda encontrar debe de ser una innovacioacuten del autor en cuya obra se localiza por primera vez Por supuesto los es-critores posteriores fueron infl uidos por otros anteriores y por supuesto los escritores innovaron y cambiaron pero a me-nudo la supuesta innovacioacuten en un mito o un rasgo que apare-ce de forma tardiacutea en la tradicioacuten literaria tiene un paralelo en similares griegos o extranjeros del mito atestiguados por fuen-tes maacutes antiguas Es muy posible a veces probable que el au-tor lo tomara de la tradicioacuten oral si no de literatura ahora perdida teniacutea la tradicioacuten oral por todas partes Los eruditos han tendido a ignorar la transmisioacuten oral de los mitos o a su-poner que no existioacute despueacutes de una fecha temprana no espe-cifi cada sin embargo estuvo sin duda muy viva durante toda la Antiguumledad y en realidad nunca desaparecioacute sino que asumioacute un revestimiento cristiano en la Edad Media Se pueden en-contrar algunas huellas de la tradicioacuten oral en las paacuteginas de Pausanias y en algunas pinturas de vasijas pero en general hay que adivinarlas a partir del estudio comparado de las fuentes y los paralelos del mito

Por ello al tratar de los mitos griegos de combate utilizo todo el material pertinente recogido de la literatura y el arte griego y latino tanto antiguo como posterior A veces consigo una informacioacuten importante de escritores tardiacuteos y saco de ella conclusiones referentes a formas tempranas del mito analiza-do Pero habitualmente estas conclusiones sacadas de fuentes tardiacuteas encuentran apoyo en fuentes anteriores Es cierto tam-bieacuten que fuentes posteriores de los mitos mesopotaacutemicos egipcios e indios ofrecen un material valioso y que las conclu-siones basadas en ellos con frecuencia pueden ser apoyadas por pruebas anteriores Sobrevive poco de todo lo que se escribioacute en Heacutelade desde el siglo viii al iv o en el Oriente Proacuteximo du-rante el segundo milenio No tenemos registros de informado-res nativos La versioacuten tardiacutea de un mito puede haber apareci-do perfectamente antes por escrito o una versioacuten transmitida oralmente puede haber recibido entonces atencioacuten literaria por vez primera En pocas palabras no podemos ignorar nin-guna prueba todo nos es de utilidad

La misma permanencia del relato literario oscurece la natu-raleza fl uida de la tradicioacuten miacutetica Podemos inclinarnos a pensar que los mitos griegos se contaron siempre como los

Adelanto del libro de Joseph Fontenrose Python Estudio del mito deacutelfi co y sus oriacutegenes de proacutexima publicacioacuten (2008) por la editorial Sexto Piso Traduccioacuten de Mariacutea Tabuyo y Agustiacuten Loacutepez

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cuenta Ovidio Pero sin duda no fue asiacute Probablemente nin-guacuten griego del siglo v conociacutea ninguno de los mitos de Ovidio en la forma en que eacuteste los cuenta Cualquier narracioacuten que encontremos es la versioacuten conocida por un hombre en un mo-mento determinado El mito o el cuento popular desplazaacutendo-se de un lugar a otro pasando de una persona a otra de una generacioacuten a otra sufre cambios de manera constante se for-man nuevas versiones en cada regioacuten y en cada eacutepoca La ver-sioacuten nueva aparece cuando se cambian los detalles mdashcuando se da una expresioacuten algo diferente a un tema o un episodio cuan-do se antildeade o se quita algo cuando se cambia la secuencia de los episodiosmdash pero los nombres personales y los topoacutenimos permanecen inalterables Cuando una versioacuten particular en su progreso de un lugar a otro adquiere nombres nuevos para sus personajes y lugares se forma una variante nueva La variante es esencialmente la misma historia contada de dioses y hom-bres diferentes en un escenario diferente Eacutesta es la distincioacuten que establezco entre los teacuterminos versioacuten y variante que mu-chos investigadores utilizan de manera indistinta Un tipo es un argumento tradicional que aparece en varias variantes Es

una serie de episodios una constelacioacuten de temas que perma-nece bastante bien fi jada entre las variantes Puede haber cam-bios en la secuencia pueden desaparecer episodios o temas secundarios se pueden antildeadir caracteriacutesticas nuevas Pero debe haber un nuacutecleo duradero observable en todas las variantes para poder hablar de ldquotipordquo Por ejemplo pensemos en el rela-to tipo denominado ldquola esposa de Putifarrdquo El relato de Joseacute en el Geacutenesis es una variante hebrea de este tipo los relatos de Bellerophon Hippolytos y Teacutenedos son tres variantes griegas La variante de Hippolytos se contaba de maneras diferentes entre los griegos podemos denominar versioacuten a cada manera diferente Los nombres de Hippolytos Fedra Theseus dan unidad a la variante el argumento da unidad al tipo La dife-rencia entre variante y versioacuten se asemeja a la que existe entre especie y variedad el tipo es el gen

Un argumento tradicional al entrar en una nueva regioacuten se vincula habitualmente a los dioses o heacuteroes de esa regioacuten Los nombres cambian un pueblo puede sustituir por ejemplo con el dios que rige los fenoacutemenos atmosfeacutericos al dios homoacutelogo de la historia que ha tomado prestada Por ello el estudio de la

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difusioacuten del mito se interesa maacutes por los argumentos y los te-mas que por los participantes divinos o sus nombres Habitual-mente el origen y desarrollo del mito tiene poco o nada que ver con el origen de los dioses que aparecen en la variante na-cional o con el origen de sus nombres

Por eso este estudio al tratar de relacionar un mito con otro se interesa principalmente por los temas narrativos Por tema me refi ero a un rasgo o episodio recurrente de los relatos tradicionales Es una parte integral de la historia en que se encuentra pero es separable en el sentido de que puede apare-cer tambieacuten en otras historias tipo Algunos temas son esencia-les a un tipo otros pueden aparecer en una variante y estar ausentes en otra

El tema no se expresa de manera ideacutentica en cada versioacuten o variante cambia constantemente su ropaje externo de acuerdo con las costumbres nacionales o las caracteriacutesticas locales de los lugares en que se encuentra Puede oscurecerse o disfrazar-se pude ser que soacutelo quede una huella Si no fuera por esto todas las variantes se pareceriacutean mucho y seriacutea obvio el origen comuacuten Pero un origen comuacuten de los mitos de combate no es obvio por lo tanto es necesario un anaacutelisis temaacutetico cuidadoso de los diversos mitos Puede ser uacutetil sentildealar el tipo de variacio-nes que se producen en el tema

1 Mutaciones de papel cambios de rango de relacioacuten de clase Un heacuteroe puede reemplazar a un dios o a un gigante o un leoacuten puede reemplazar a un dragoacuten Un padre se puede con-vertir en abuelo tiacuteo hermano rey tutor una madre se puede convertir en abuela madre adoptiva nodriza esposa hermana esposa e hija se intercambian con frecuencia

2 Mutaciones en la accioacuten El modo de combate puede cambiar de una variante a otra Un tipo de castigo o de engantildeo puede ser sustituido por otro

3 Una caracteriacutestica llamativa de una variante puede quedar reducida en otra a algo menos sorprendente o puede estar dis-frazada La muerte puede transformarse en herida suentildeo de-rrota exilio desesperacioacuten Una accioacuten puede quedar mera-mente en un intento de accioacuten

4 Las acciones o rasgos de un personaje pueden transferir-se a otro del campeoacuten a su hijo esposa o ayudante incluso a su enemigo y viceversa

5 Se pueden combinar o fundir temas y papeles La heroiacutena

puede aprovecharse de la lujuria del enemigo para atraerle a la destruccioacuten La vigilancia por parte del dragoacuten de un manan-tial puede combinarse con su habitacioacuten en el mar su conten-cioacuten de las aguas su bloqueo de un camino y su control sobre un recinto sagrado

6 Puede haber expansioacuten o duplicacioacuten de temas personas episodios El campeoacuten puede dividirse en padre e hijo Un solo enemigo se puede convertir en el jefe y muacuteltiples subordina-dos Se pueden librar varios combates con varias muertes o derrotas del campeoacuten o del enemigo

Dado que a menudo se ha sentildealado la semejanza de los mi-tos con los suentildeos debemos observar que los modos en que se expresa un tema en los mitos reales presentan una marcada analogiacutea con los modos en que se expresa el pensamiento del suentildeo en el contenido del suentildeo seguacuten Freud los defi nioacute Freud apunta factores de condensacioacuten y desplazamiento A) Condensacioacuten es la convergencia de varios pensamientos del suentildeo en un punto clave que se convierte en un elemento uacuteni-co en el contenido del suentildeo Se puede ver una forma de con-densacioacuten en las personas compuestas de los suentildeos La con-densacioacuten corresponde a la combinacioacuten y fusioacuten del punto 5 supra B) El desplazamiento se manifi esta en la sustitucioacuten de una idea por otra sin alteracioacuten del signifi cado esencial o en la inversioacuten de las ideas transformacioacuten en lo contrario o en algo muy diferente Las mutaciones y reducciones de 1 a 4 supra son anaacutelogas a los desplazamientos del suentildeo Las duplicacio-nes de 6 corresponden a la duplicacioacuten que con frecuencia aparece en los suentildeos1

Eacutesos son los cambios que pueden experimentar los temas El estudioso debe reconocer que un tema puede asumir en un mito un revestimiento muy diferente del que tiene en otro Debe mirar a menudo debajo de la cobertura exterior para encontrar el tema Debe comprender tambieacuten que el pensa-miento miacutetico es iloacutegico para nuestros esquemas habituales tambieacuten en esto se parece al pensamiento de los suentildeos Ele-mentos opuestos contradictorios inconsecuencias pueden estar y estaacuten juntos en una misma intencioacuten y en una misma narracioacuten Sin embargo el mito no es un revoltijo de tonteriacuteas y absurdos tiene su propia loacutegica Quien estudia el mito debe tratar de comprender los modos miacuteticos del pensar G

1 Freud (ID) 319-397 especialmente 320-339

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Mito y lenguajeErnst Cassirer

En Primitive Culture Tylor propuso una teoriacutea antropoloacutegica basada en principios bioloacutegicos generales Eacutel fue uno de los primeros en aplicar los principios de Darwin al mundo cultu-ral La maacutexima natura non facit saltus no admite excepcioacuten Vale tanto para el mundo de la civilizacioacuten humana como para el mundo orgaacutenico Lo mismo el hombre civilizado que el no civilizado pertenecen a la misma especie la especie del homo sapiens Las caracteriacutesticas fundamentales de esta especie son las mismas en cada variante Si la teoriacutea de la evolucioacuten es ver-dadera no podemos admitir ninguacuten hiato entre el estadio maacutes bajo y el maacutes alto de la civilizacioacuten humana Pasamos del uno a los otros mediante una transicioacuten muy lenta y casi impercep-tible en la cual nunca encontramos solucioacuten de continuidad

Una concepcioacuten distinta del proceso de la civilizacioacuten hu-mana fue desarrollada en un ensayo publicado en 1856 tres antildeos antes de la aparicioacuten del libro de Darwin The Origin of the Species En su Comparative Mythology1 F Max Muumlller partioacute del principio de que es imposible alcanzar una verdadera com-prensioacuten del mito mientras se considere como un fenoacutemeno aislado Y sin embargo ninguacuten fenoacutemeno natural ninguacuten principio bioloacutegico puede guiarnos en nuestra investigacioacuten No existe ninguna analogiacutea real entre los fenoacutemenos naturales y los culturales La cultura humana debe ser estudiada de acuerdo con meacutetodos y principios especiacutefi cos iquestY doacutende po-driacuteamos encontrar una guiacutea mejor para este estudio que en el lenguaje humano el elemento en el cual el hombre vive se mueve y tiene su ser Como linguumlista y fi loacutelogo Muumlller estaba convencido de que el uacutenico enfoque cientiacutefi co para un estudio del mito era el enfoque linguumliacutestico Pero este fi n no podiacutea ser logrado antes de que la propia linguumliacutestica hubiese encontrado su camino y antes de que la gramaacutetica y la etimologiacutea estuvie-ran fundadas sobre una fi rme base cientiacutefi ca Hasta la primera mitad del siglo xix se llegoacute a dar este gran primer paso Entre el mito y el lenguaje no soacutelo existe una iacutentima relacioacuten sino una verdadera solidaridad Si entendemos la naturaleza de esta solidaridad habremos encontrado la llave del mundo miacutetico

El descubrimiento de la lengua y literatura saacutenscritas fue un hecho decisivo en el desenvolvimiento de nuestra conciencia

histoacuterica y en la evolucioacuten de todas las ciencias culturales Por su importancia e infl uencia puede compararse con la gran re-volucioacuten intelectual que produjo el sistema copernicano en el campo de la ciencia natural La hipoacutetesis copernicana invirtioacute la concepcioacuten del orden coacutesmico La tierra ya no estaba en el centro del universo se convirtioacute en un ldquoastro entre los astrosrdquo La concepcioacuten geoceacutentrica del mundo fiacutesico fue descartada En el mismo sentido en contacto con la literatura saacutenscrita puso fi n a esa concepcioacuten de la cultura humana que estableciacutea su centro verdadero y uacutenico en el mundo de la antiguumledad claacutesica A partir de entonces el mundo greco-romano no podiacutea ser considerado maacutes que como una simple provincia un pequentildeo sector del universo de la cultura humana La fi losofiacutea de la historia tuvo que fundarse sobre una base nueva y maacutes amplia Hegel llamoacute al descubrimiento del origen comuacuten del griego y el saacutenscrito el descubrimiento de un nuevo mundo Quienes estudiaban gramaacutetica comparada en el siglo xix consideraron su trabajo bajo esta misma luz Estaban convencidos de que habiacutean encontrado la palabra maacutegica la uacutenica que podiacutea abrir las puertas al entendimiento de la historia de la civilizacioacuten humana La fi lologiacutea comparada declaroacute Max Muumlller ha pues-to a la edad mitoloacutegica y mitopeacuteyica de la humanidad que antes estaba velada por la oscuridad ante la brillante luz de la investigacioacuten cientiacutefi ca y dentro del recinto de la historia do-cumental Ha puesto en nuestras manos un telescopio de tal potencia que donde antes alcanzaacutebamos a ver soacutelo nebulosida-des ahora descubrimos formas distintas y perfi les maacutes auacuten nos ha proporcionado lo que podemos llamar testimonios con-temporaacuteneos exhibiendo ante nosotros el estado de pensa-miento de lenguaje religioacuten y civilizacioacuten de un periacuteodo en que el saacutenscrito no era todaviacutea el saacutenscrito el griego no era todaviacutea el griego pero en el cual lo mismo estos dos que el latiacuten el germaacutenico y otros dialectos arios existiacutean todaviacutea como un solo lenguaje indiviso La niebla de la mitologiacutea se desvaneceraacute gradualmente y nos permitiraacute descubrir tras las fl otantes nubes de la aurora del pensamiento y el lenguaje esa naturaleza verdadera que la mitologiacutea ha encubierto y disfraza-do por tan largo tiempo2

Por otro lado esa conexioacuten entre el lenguaje y el mito la cual prometiacutea una solucioacuten clara y defi nida para el antiguo enigma entrantildeaba una gran difi cultad Cierto es que el lengua-je y el mito tienen una raiacutez comuacuten pero no son en modo algu-

Ernst Cassirer El mito del Estado Traduccioacuten de Eduardo Nicol fce Meacutexico 2004

1 Publicado por primera vez en Oxford Essays (Londres John W Parker and Son 1856) pp 1-87 Reproducido en Selected Essays on Language Mythology and Religion (Londres Longmans Green and Co 1881) pp 299-451

2 Muumlller ldquoComparative Mythologyrdquo op cit pp II 33 86 Selected Essays I 315 358 449 ss

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no ideacutenticos en su estructura El lenguaje ofrece siempre un caraacutecter estrictamente loacutegico el mito parece desafi ar todas las reglas loacutegicas es incoherente caprichoso irracional iquestCoacutemo podemos reunir estos dos elementos incompatibles

Para responder a esta pregunta Max Muumlller y otros autores pertenecientes a la escuela de la mitologiacutea comparada idearon un plan muy ingenioso El mito dijeron no es en realidad sino un aspecto del lenguaje aunque un aspecto maacutes bien negativo que positivo El mito no se origina de sus virtudes sino de sus vicios Es cierto que el lenguaje es racional y loacutegico pero por otra parte es tambieacuten una fuente de ilusiones y falacias El lo-gro mayor del lenguaje es a la vez fuente de sus defectos El lenguaje se compone de nombres generales pero la generalidad implica siempre ambiguumledad La polionimia y la sinonimia de las palabras no son un rasgo accidental del lenguaje derivan de su naturaleza misma Como sea que la mayoriacutea de los objetos tienen maacutes de un atributo y como quiera que bajo aspectos

diferentes uno u otro de los atributos puede parecer apropiado para el acto de la denominacioacuten ocurrioacute por necesidad que la mayoriacutea de los objetos durante el primer periacuteodo del lenguaje humano tuvo maacutes de un nombre Cuanto maacutes antigua es una lengua tanto maacutes rica en sinoacutenimos Por otra parte si se em-plean constantemente estos sinoacutenimos deben naturalmente originar un nuacutemero de homoacutenimos Si podemos llamar al sol con cincuenta nombres expresivos de diferentes cualidades algunos de estos nombres seraacuten aplicables a otros objetos que puedan poseer las mismas cualidades Estos objetos distintos vendriacutean entonces a llamarse por el mismo nombre mdashse con-vertiriacutean en homoacutenimos Eacuteste es el punto vulnerable del len-guaje y eacuteste es al mismo tiempo el origen histoacuterico del mito iquestCoacutemo podemos dar razoacuten mdashse pregunta Max Muumlllermdash de esta fase de la mente humana que dio origen a los extraordina-rios relatos de dioses y heacuteroes de gorgonas y quimeras de cosas que el ojo humano no habiacutea visto nunca y que ninguna

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mente humana en sus cabales pudo haber concebido jamaacutes A menos que podamos dar respuesta a esta pregunta nuestra creencia en un progreso regular y consecuente del intelecto humano a traveacutes de todas las edades y en todos los lugares tendraacute que ser abandonada como una teoriacutea falsa A pesar de todo despueacutes del descubrimiento de la linguumliacutestica comparada estamos en situacioacuten de evitar ese escepticismo y de quitar ese obstaacuteculo de en medio Vemos que el progreso mismo del len-guaje mdashuno de los maacutes grandes hechos de la civilizacioacuten hu-manamdash condujo inevitablemente a otro fenoacutemeno al fenoacuteme-no del mito Si existiacutean dos nombres para el mismo objeto es natural y en verdad inevitable que dos personas pudieran bro-tar de los dos nombres y como los mismos relatos podiacutean contarse de la una y de la otra seriacutean representadas como her-manos y hermanas como padres e hijos3

Si aceptamos esta teoriacutea la difi cultad queda resuelta Pode-mos explicar muy bien de queacute modo la actividad racional del lenguaje humano ha conducido a las irracionalidades e incom-prensibilidades del mito La mente humana opera siempre de una manera racional Aun la mente primitiva era una mente cabal y normal Pero por otra parte era una mente rudimen-taria e inexperta En el caso en que estaba la mente inexperta expuesta constantemente a una grave tentacioacuten mdashla falacia y la ambiguumledad de las palabrasmdash no es de extrantildear que cayera en ella Eacuteste es el verdadero origen del pensamiento miacutetico El lenguaje no es tan soacutelo una escuela de sabiduriacutea es tambieacuten una escuela de desatino El mito nos revela este uacuteltimo aspecto no es maacutes que la oscura sombra que el lenguaje proyecta sobre el mundo del pensamiento humano

De este modo se presenta a la mitologiacutea como patoloacutegica asiacute en su origen como en su esencia Es una enfermedad que em-pieza en el campo del lenguaje y que luego se difunde en una peligrosa infeccioacuten por todo el cuerpo de la civilizacioacuten huma-na Pero aunque sea una locura hay en ella un meacutetodo En la mitologiacutea griega asiacute como en otras mitologiacuteas encontramos por ejemplo el relato de una gran inundacioacuten que destruyoacute a la raza humana entera Solamente una pareja Deucalioacuten y su es-posa Pirra se salvoacute del diluvio y fue enviada por Zeus a la Heacute-lade Cayeron los dos sobre el monte Parnaso y alliacute les aconse-joacute el oraacuteculo que echaron tras de siacute los ldquohuesos de su madrerdquo Deucalioacuten dio con la verdadera interpretacioacuten de este oraacuteculo recogioacute las piedras esparcidas por el campo y las tiroacute por encima de sus hombros De estas piedras surgioacute una nueva raza de hom-bre y mujeres iquestQueacute cosa hay maacutes ridiacutecula mdashse pregunta Max Muumlllermdash que este modo de explicar el origen de la raza huma-na Y sin embargo se hace faacutecilmente comprensible cuando empleamos la clave que nos da la ciencia de la etimologiacutea com-parada Todo el relato se reduce a un simple juego de palabras mdashuna confusioacuten entre dos teacuterminos homoacutenimosmdash entre λαός y λἀας4 Eacuteste de acuerdo con su opinioacuten es todo el secreto de la mitologiacutea

Si analizamos esta teoriacutea encontramos que contiene una extrantildea mezcla de racionalismo y romanticismo El elemento romaacutentico es manifi esto y parece ser el preponderante En cierto sentido Max Muumlller habla como un disciacutepulo de Nova-lis o de Schleiermacher Rechaza la teoriacutea de que el origen de

la religioacuten hay que buscarlo en el animismo o en la adoracioacuten de las grandes fuerzas naturales Hay ciertamente una religioacuten natural o fiacutesica una adoracioacuten del juego del sol de la luna del cielo despejado pero esta religioacuten fiacutesica es tan soacutelo un aspecto singular y un fenoacutemeno derivado No nos ofrece el todo y no nos conduce a la fuente primera y principal El verdadero ori-gen de la religioacuten hay que buscarlo en un estrato maacutes profundo del pensar y el sentir Lo que primero fascinoacute a los hombres no fueron los objetos de su alrededor Aun la mente primitiva es-taba mucho maacutes impresionada por el gran espec taacuteculo de la naturaleza tomada como un todo La naturaleza era lo desco-nocido en el sentido de algo opuesto a lo conocido lo infi nito en el sentido de lo que se distingue de lo fi nito Fue este senti-miento lo que desde los primero tiempos promovioacute el impul-so hacia el pensamiento religioso y el lenguaje La inmediata percepcioacuten del Infi nito ha formado desde el principio mismo el ingrediente y el necesario complemento de todo conocimiento fi nito Los rudimentos de expresiones mitoloacutegicas religiosas y fi losoacutefi cas posteriores estaban ya presentes en la temprana presioacuten del Infi nito sobre nuestros sentidos y esta presioacuten es la primera fuente y el origen real de todas nuestras creencias religiosas5 iquestPor queacute tenemos que maravillarnos de los anti-guos mdashpreguntaba Max Muumlllermdash de su lenguaje palpitante de vida y refulgente de color si en vez de los grises perfi les del pensamiento moderno exhalaban esas formas vivientes de la naturaleza dotadas de fuerza humana o maacutes bien de fuerzas sobrehumanas en tanto que la luz del sol brillaba maacutes que la del ojo humano y el bramar de la tormenta opacaba los gritos de la voz humana6 Esto suena muy romaacutentico pero no debe-mos dejarnos engantildear por el estilo coloreado y romaacutentico de Max Muumlller Su teoriacutea tomada en conjunto sigue siendo es-trictamente racionalista e intelectualista

En el fondo su concepcioacuten del mito no se encuentra muy distante del siglo xviii y de los pensadores de la Ilustracioacuten7 Claro estaacute que ya no considera al mito y a la religioacuten como una simple invencioacuten arbitraria un truco de la astucia clerical Pero admite que la religioacuten al fi n y al cabo no es maacutes que una gran ilusioacuten no un engantildeo consciente sino inconsciente un engantildeo promovido por la naturaleza de la mente humana y ante todo por la naturaleza del lenguaje humano El mito sigue siendo siempre un caso patoloacutegico Pero ahora estamos en situacioacuten de comprender la patologiacutea del mito sin recurrir a la hipoacutetesis de un defecto inherente a la mente humana misma Si se reco-noce que el lenguaje es la fuente del mito entonces hasta las incongruencias y contradicciones del pensamiento miacutetico que-dan reducidas a un poder universal y objetivo y por tanto en-teramente racional

3 Veacutease Muumlller op cit pp 44 Selected Essays I 3784 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p8 Selected Essays I 310

5 Veacutease F Max Muumlller Natural Religion The Gifford Lectures 1888 (Londres y Nueva York Longmans Green amp Co 1889) con-ferencia V ldquoMy own defi nition of Religionrdquo pp 103-140 Physical Religion The Gifford Lectures 1890 (Londres y Nueva York Long-mans Green amp Co 1891) conferencia VI ldquoPhysical Religion The Natural and the Supernatur alrdquo pp 119 ss

6 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p 37 Selected Essays I 3657 Es un hecho curioso que los primeros elementos de la teoriacutea de

Max Muumlller hayan de buscarse en los escritos de uno de los grandes racionalistas En su saacutetira Sur lrsquoeacutequivoque Boileau propuso la teoriacutea de que la ambiguumledad de las palabras es la verdadera fuente del mito

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Mucho contribuyoacute a la infl uencia de esta doctrina el hecho de que fuera aceptada con algunas reservas criacuteticas por el primer fi loacutesofo que tratoacute de crear una ldquofi losofiacutea sinteacuteticardquo una visioacuten coherente y comprensiva de todas las actividades de la mente humana basada en principios estrictamente empiacutericos y en la teoriacutea general de la evolucioacuten Herbert Spencer halloacute la fuente primera y principal de toda religioacuten en el culto de los antepasados El primer culto afi rmoacute eacutel no fue el culto de las fuerzas naturales sino el culto de los muertos8 Sin embargo con el fi n de comprender el traacutensito del culto de los antepasa-dos al culto de los dioses personales debemos introducir una nueva hipoacutetesis Seguacuten Spencer lo que hizo posible y hasta necesario este nuevo paso fueron el poder y la infl uencia per-durable del lenguaje El lenguaje humano es metafoacuterico en su esencia misma estaacute lleno de siacutemiles y analogiacuteas La mente pri-mitiva es incapaz de comprender estos siacutemiles en un sentido meramente metafoacuterico Toma estos siacutemiles por realidades y piensa y actuacutea de acuerdo con este principio Esta interpreta-cioacuten literal de los nombres metafoacutericos fue la que condujo desde las primeras formas elementales del culto de los antepa-sados desde la adoracioacuten de seres humanos hasta la adoracioacuten de plantas y animales y fi nalmente de grandes fuerzas de la naturaleza Un haacutebito comuacuten y muy extendido de las socieda-des primitivas es el de darles a los nintildeos recieacuten nacidos nom-bres de plantas animales estrellas y otros objetos naturales A los nintildeos se les llama ldquoTigrerdquo ldquoLeoacutenrdquo ldquoCuervordquo a las nintildeas ldquoLunardquo ldquoEstrellardquo Originariamente todos estos nombres no eran maacutes que epiheta ornantia los cuales expresaban ciertas cualidades personales que se atribuiacutean a los seres humanos De acuerdo con esta tendencia de la mente primitiva a entender

todos los teacuterminos en sentido literal era inevitable que se ma-linterpretasen esos nombres complementarios y esos tiacutetulos metafoacutericos Alguna vez ldquoAurorardquo se usariacutea como nombre pro-pio de persona las tradiciones referentes a una que se hubiese destacado conduciriacutean en la mente ingenua del salvaje a una identifi cacioacuten con la aurora misma y sus aventuras seriacutean in-terpretadas de la manera que pareciese maacutes congruente con la naturaleza de la aurora Es maacutes en las regiones donde tal nom-bre hubiese sido el propio de miembros de tribus adyacentes o de miembros de una misma tribu que hubieran vivido en tiempos distintos surgiriacutean genealogiacuteas incongruentes y aven-turas antagoacutenicas de la aurora9

Tambieacuten aquiacute encontramos explicado el fenoacutemeno del mito el panteoacuten entero del politeiacutesmo como una simple enferme-dad El culto de objetos conspicuos concebidos como perso-nas resulta de un error linguumliacutestico La grave objecioacuten a que puede someterse tal teoriacutea es manifi esta El mito es una de las maacutes antiguas y grandes fuerzas de la civilizacioacuten humana Estaacute conectado iacutentimamente con todas las demaacutes actividades huma-nas es inseparable del lenguaje de la poesiacutea del arte y del maacutes remoto pensamiento histoacuterico La ciencia misma tuvo que pasar por una etapa miacutetica antes de alcanzar la etapa loacutegica la alquimia precedioacute a la quiacutemica la astrologiacutea a la astronomiacutea Si las teoriacuteas de Max Muumlller y de Spencer fuesen ciertas tendriacutea-mos que admitir la conclusioacuten de que en resumidas cuentas la historia de la civilizacioacuten humana se debe a una simple equivo-cacioacuten a una mala interpretacioacuten de palabras y de teacuterminos Y no es una hipoacutetesis muy satisfactoria o plausible pensar que la cultura sea el producto de una mera ilusioacuten un malabarismo de palabras y un pueril juego de nombres G

8 Veacutease H Spencer The Principles of Sociology (1876) cap xx (Nueva York Appleton amp Co 1901 i 1901 i 285 ss) 9 Ibid xxii-xxiv i 329-394

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El mito y la sociedadJoseph Campbell

1- El que cambia de forma

No hay un sistema fi nal para la interpretacioacuten de los mitos y nunca habraacute tal cosa La mitologiacutea es como el dios Proteo ldquoel veraz anciano de los maresrdquo El dios ldquoprobaraacute de convertirse en todos los seres que se arrastran por la tierra y en agua y en ardentiacutesimo fuegordquo1

El viajero de la vida que quiera recibir ensentildeanzas de Proteo debe ldquosujetarlo aunque desee e intente escaparserdquo y fi nalmente apareceraacute en la forma que le es propia Pero este astuto dios nunca descubre ni siquiera ante el maacutes haacutebil interrogador el contenido iacutentegro de su sabiduriacutea Contestaraacute a la pregunta que se le haga y la respuesta seraacute grande o trivial seguacuten lo que se le haya preguntado ldquoCuando el sol siguiendo su curso llega al centro del cielo el veraz anciano de los mares oculto por negras y encrespadas olas salta en tierra al soplo del Ceacutefi -ro En seguida se acuesta en honda gruta y a su alrededor se ponen a dormir todas juntas las focas de nataacutetiles pies hijas de la hermosa Halosidne que salen del espumoso mar exhalando el acerbo olor del mar profundiacutesimordquo2 El rey guerrero griego Menelao guiado y ayudado por una hija de este viejo padre del mar a sus salvajes lares e instruido por ella de coacutemo lograr la respuesta del dios deseaba soacutelo preguntar el secreto de sus difi cultades personales y el paradero de sus amigos personales Y el dios se dignoacute a responder

La mitologiacutea ha sido interpretada por el intelecto moderno como un torpe esfuerzo primitivo para explicar el mundo de la naturaleza (Frazer) como una produccioacuten de fantasiacutea poeacutetica de los tiempo prehistoacutericos mal entendida por las edades pos-teriores (Muumlller) como un sustitutivo de la instruccioacuten alegoacute-rica para amoldar el individuo a su grupo (Durkheim) como un suentildeo colectivo sintomaacutetico de las urgencias arquetiacutepicas dentro de las profundidades de la psique humana (Jung) como el vehiacuteculo tradicional de las intuiciones metafiacutesicas maacutes pro-fundas del hombre (Coomaraswamy) y como la Revelacioacuten de Dios a Sus hijos (la Iglesia) La mitologiacutea es todo esto Los diferentes juicios estaacuten determinados por los diferentes puntos de vista de los jueces Pues cuando se la investiga en teacuterminos no de lo que es sino de coacutemo funciona de coacutemo ha servido a la especia humana en el pasado y de coacutemo puede servirle ahora

la mitologiacutea se muestra tan accesible como la vida misma a las obsesiones y necesidades del individuo la raza y la eacutepoca

2- La funcioacuten del mito del culto y de la meditacioacuten

En su forma viva el individuo es necesariamente soacutelo una frac-cioacuten y una distorsioacuten de la imagen total del hombre Estaacute limi-tado ya sea hembra o varoacuten tambieacuten lo estaacute en cualquier pe-riodo de su vida como nintildeo como joven como adulto o como anciano y no soacutelo eso sino que en su vida estaacute necesariamente especializado como artesano comerciante sirviente o ladroacuten sacerdote o liacuteder esposa monja o prostituta no puede serlo todo De aquiacute que la totalidad la plenitud del hombre no esteacute en un miembro aparte sino en el cuerpo de la sociedad como un todo el individuo puede soacutelo ser un oacutergano De su grupo ha tomado las teacutecnicas de vida el lenguaje en que piensa las ideas por las cuales lucha los genes que han construido su cuerpo descienden del pasado de esa sociedad Si pretende ais-larse ya sea en hechos pensamientos o sentimientos soacutelo lo-gra romper las relaciones con las fuentes de su existencia

Las ceremonias tribales de nacimiento la iniciacioacuten el ma-trimonio el entierro la adquisicioacuten de un estado social etc sirven para trasladar la crisis y hechos de la vida del individuo a formas claacutesicas e impersonales Estas formas tienen por obje-to mostrarlo a siacute mismo no como esta personalidad o la otra sino como el guerrero la desposada la viuda el sacerdote el jefe al mismo tiempo se representa para el resto de la comuni-dad la vieja leccioacuten de las etapas arquetiacutepicas Todos participan en el ceremonial de acuerdo con su rango y su funcioacuten La sociedad entera se hace visible como una unidad viva e impe-recedera Pasan generaciones de individuos como ceacutelulas anoacute-nimas de un cuerpo vivo pero permanece la forma sustentante e intemporal Por una ampliacioacuten de la visioacuten para abarcar a este superindividuo cada uno se descubre a siacute mismo engran-decido enriquecido apoyado y magnifi cado Su papel aunque no sea nada impresionante se ve como intriacutenseco a la bella imagen festiva del hombre la imagen potencial pero necesaria-mente inhibida que estaacute dentro del individuo

Los deberes sociales continuacutean la leccioacuten del festival en la existencia diaria y normal y se le da maacutes validez al individuo Por el contrario la indiferencia las revoluciones o el exilio rom-pen las conexiones vitales Desde el punto de vista de la unidad social el individuo aislado no es sino una nada un desperdicio De aquiacute que el hombre o la mujer puedan decir honestamente que han vivido su papel mdashya sea el de sacerdote prostituta reina o esclavomdash se refi eren al sentido completo del verbo ser

Joseph Campbell El heacuteroe de las mil caras Psicoanaacutelisis del mito Traduccioacuten de Luisa Josefi na Hernaacutendez fce Meacutexico 2006

1 Odisea iv 401 417-41 Traduccioacuten de Luis Segalaacute y Estalella2 Ibid 400-406

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Los ritos de la iniciacioacuten y de la adquisicioacuten de una situa-cioacuten pues muestran la leccioacuten de la unidad esencial del in-dividuo y el grupo los festivales de las estaciones abren un horizonte mayor Asiacute como el individuo es un oacutergano de la so-ciedad asiacute es la tribu o la ciudad mdashasiacute es la humanidad ente-ramdash soacutelo una fase del poderoso organismo del cosmos

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para domi-nar a la naturaleza Eacutesta es una representacioacuten equivocada Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre y particularmente en aquellas ceremonias maacutegicas que se supone han de traer lluvia curar las enfermedades o detener las inun-daciones sin embargo el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponieacutendolas a la magia ne-gra) es la sumisioacuten a lo inevitable del destino y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente

No se ha registrado ninguacuten mito tribal que intente postergar la llegada del invierno al contrario los ritos preparan a la co-munidad para soportar junto con el resto de la naturaleza la estacioacuten del friacuteo tremendo Y en la primavera los ritos no inten-tan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maiacutez frijol y calabazas para la comunidad debilitada por el contrario los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estacioacuten de la na-turaleza El maravilloso ciclo del antildeo es celebrado con todos sus contratiempos y periacuteodos de juacutebilo y es bosquejado y represen-tado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano

Muchas otras simbolizaciones de esta continuidad llenan el mundo de la comunidad mitoloacutegicamente instruida Por ejem-plo los clanes de las tribus cazadoras norteamericanas se con-sideraban descendientes de ancestros mitad animales y mitad humanos Estos ancestros no solamente eran los padres de los miembros humanos del clan sino tambieacuten de la especie animal de donde el clan tomaba su nombre Asiacute los miembros huma-nos del clan del castor eran primos hermanos de los castores protectores de dicha especie y al mismo tiempo protegidos por la sabiduriacutea animal del pueblo de los bosques Y otro ejemplo el hogan o choza de barro de los Naacutevajo de Nuevo Meacutexico y Arizona se construye seguacuten el plan de la idea del cosmos de los Naacutevajo La entrada estaacute hacia el oriente Los ocho lados re-presentan las cuatro direcciones principales y los puntos que quedan entre ellas Cada arista y cada viga corresponde a un elemento en el gran hogan de la tierra y el cielo que todo lo abarcan Y como el alma del hombre es considerada en su for-ma como ideacutentica al universo la choza de barro es la represen-tacioacuten de la armoniacutea baacutesica del hombre y del mundo y un re-cordatorio del escondido camino vital de la perfeccioacuten

Pero hay otro camino diametralmente opuesto al de los de-beres sociales y los cultos populares Desde el punto de vista del camino del deber el que es exiliado de la comunidad es nada Desde el otro punto de vista este exilio es el primer paso en la buacutesqueda Cada uno lleva el todo dentro de siacute mismo por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de eacutel Las diferen-ciaciones de sexo edad y ocupacioacuten no son esenciales a nuestro caraacutecter sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo La imagen interior del hombre no de-be confundirse con su atuendo Pensamos que somos ameri-canos hijos del siglo xx occidentales y cristianos civilizados Somos virtuosos o pecadores Sin embargo esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre denotan solamente acci-dentes geograacutefi cos fecha de nacimiento e ingresos econoacutemi-

cos iquestCuaacutel es el meollo de nosotros iquestCuaacutel es el caraacutecter baacutesico de nuestro ser

El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India los misterios heleacutenicos de las iniciaciones las antiguas fi losofiacuteas de Oriente y del Occidente son teacutecnicas para despla-zar el hincapieacute de la conciencia individual fuera de la presencia exterior Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo maacutes profundo ldquoYo no soy esto ni lo otro mdashmeditamdash no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir mi cuerpo que estaacute enfermo o envejece ni mi brazo mis ojos mi cabeza ni la suma de todas estas cosas No soy mis sentimientos ni mi men-te ni mi fuerza intuitivardquo Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y fi nalmente alcanza insondables rea-lizaciones Ninguacuten hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como Don Fu-lano de tal o cual poblacioacuten de cierto paiacutes La sociedad y los deberes se esfuman Don Fulano al descubrirse grande con el hombre se convierte en una persona abstraiacuteda y apartada

Eacutesta es la etapa de Narciso contemplaacutendose en la fuente del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del aacuterbol pero no es la uacuteltima meta es un requisito pero no es el fi n La meta no es ver sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia en-tonces el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola De aquiacute que la separacioacuten el aislamiento ya no sean necesarios Por dondequiera que vaya el heacuteroe y cualquier cosa que haga siempre estaacute en presencia de su propia esencia porque ha perfeccionado sus ojos para ver No hay aislamiento Asiacute como el camino de la participacioacuten social puede llevar a la realizacioacuten del Todo en el individuo asiacute el exilio trae al heacuteroe al Yo en todo

Centrado en este punto capital el problema del egoiacutesmo o del altruismo desaparece El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identifi cado con el signifi cado iacutentegro del uni-verso Por Eacutel y para Eacutel se ha hecho el mundo ldquoOh Mahoma mdashdijo Diosmdash si no fuera por ti no hubiera creado el cielordquo

3- El heacuteroe de hoy

Todo esto se halla lejos del punto de vista contemporaacuteneo pues el ideal democraacutetico del individuo que se determina a siacute mismo la invencioacuten de los artefactos mecaacutenicos y eleacutectricos y el desarrollo de los meacutetodos cientiacutefi cos de investigacioacuten han transformado la vida humana en tal forma que el universo in-temporal de siacutembolos hace mucho tiempo heredados ha sufri-do un colapso A esto se refi eren en el Zaratustra de Nietzsche las trascendentales palabras que anuncian una eacutepoca ldquoMuertos estaacuten los diosesrdquo3 Es una faacutebula que sabemos que se ha repeti-do de mil maneras Es el ciclo del heacuteroe de la edad moderna la maravillosa historia de la especie humana que llega a la ma-durez El lastre del pasado la atadura de la tradicioacuten han sido destruidos con seguros y poderosos golpes La telarantildea del suentildeo miacutetico cayoacute la mente se abrioacute a la iacutentegra conciencia despierta y el hombre moderno surgioacute de la ignorancia de los antiguos como una mariposa de su capullo o como el sol del amanecer surge del vientre de la madre noche

3 Nietzsche Asiacute habloacute Zaratustra 1223

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No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

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La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

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po que estaacute y no estaacute un latido entre latidos un parpadeo el colibriacute que vuela quieto en el aire y en su zumbar de alas co-meta que cabe en la mano y Octavio lo toma y con amor lo mira (porque teniendo sentido de la eternidad estaacute enamora-do de las criaturas del tiempo) y lo transforma en palabra y lo pone en la paacutegina que leemos de eacutel donde resucita nuevamen-te instante rumor de invisibles alas de colibriacute en vuelo fi jo fl or

saxiacutefraga brotada suacutebitamente de la roca Y queacute asombro de que en las paacuteginas de Octavio Paz apenas haya gerundios por-que el gerundio es un estar pasando algo entre esto y lo otro un instante hacia lo eterno o viceversa o lo contrario o lo mismo iquestno te parece el modo de estar siempre en todas par-tes pero entre nosotros G

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Octavio Paz traductorFabienne Bradu

Joseacute Bianco afi rmaba que al leer una traduccioacuten hecha por Octavio Paz su primera reaccioacuten era resistirse a la propuesta y la segunda casi inmediata ceder al encanto con entusiasta acep-tacioacuten ldquoCuando leiacute su traduccioacuten del Soneto en ix mdashle explicoacute a Danubio Torres Fierro en entrevistamdash me costaba reempla-zar aboli bibelot por espiral espirada La aliteracioacuten me parece maacutes leve maacutes aeacuterea Se me ocurre que Mallarmeacute la hubiese preferido tambieacutenrdquo Este doble impulso contradictorio podriacutea animar a muchos lectores de las traducciones de Octavio Paz Al menos reconozco algo de mi propia experiencia en la con-fesada por Joseacute Bianco

Como sucede en toda la obra del poeta la refl exioacuten corre paralela a la praxis Octavio Paz ha dedicado varios ensayos conferencias y comentarios al espinoso problema de la traduc-cioacuten poeacutetica No obstante cuando reunioacute los poemas traduci-dos de distintas lenguas y tradiciones en el primer volumen de Versiones y diversiones (1974) omitioacute reproducir por ejemplo el ya ceacutelebre ensayo ldquoLiteratura y literalidadrdquo de El signo y el ga-rabato y prefi rioacute sustituirlo por una breve declaracioacuten de fe ldquono es un libro sistemaacutetico ni se propone mostrar o ensentildear nada Es el resultado de la pasioacuten y de la casualidadrdquo La advertencia es pertinente para entender queacute clase de traductor es Octavio Paz Ante todo no es un traductor profesional que a solicitud de una casa editorial agota la obra de un poeta en un trance servil o utilitario El impulso de traducir responde en eacutel a un accidente y sobre todo a ldquoun deseo un amor y junto con este amor el deseo de compartirlordquo Por otro lado se rehuacutesa a asimi-lar la antologiacutea que a lo largo de los antildeos van conformando las traducciones realizadas con una seleccioacuten uacutenicamente guiada por el gusto Podriacutea aventurarse que algunos poemas de Versio-nes y diversiones corresponden efectivamente a una admiracioacuten poeacutetica otros a un reto para el arte del traductor y otros maacutes tal vez los menos a la voluntad de dar a conocer en lengua espa-ntildeola a un poeta poco o mal difundido proponiendo una mues-tra que rebase lo que el estricto gusto hubiera recogido ldquoUn amigo al leer mis versiones de unos cuantos poemas de Wi-lliams me impulsoacute a traducir otros maacutes para hacer un pequentildeo libro Cediacute mdashaunque yo hubiera preferido traducir a Wallace Stevensrdquo precisa Octavio Paz en el frontispicio a Versiones y di-versiones para ilustrar su reticencia a la sistemati cidad

ldquoEn teoriacutea mdashadvierte Octavio Pazmdash soacutelo los poetas debe-

riacutean traducir poesiacutea en la realidad pocas veces los poetas son buenos traductores No lo son porque casi siempre usan el poe-ma ajeno como un punto de partida para escribir su poemardquo Como suele ocurrir en los ensayos de Paz el ideal se for mula junto con las acotaciones que lo limitan o lo relativizan El ideal es inseparable de la criacutetica y la ambicioacuten conlleva su in-evitable parte de autocriacutetica La elevada aspiracioacuten que a me-nudo expresan los ensayos de Paz no cumple una funcioacuten de anticipada exculpacioacuten sino al contrario la de subrayar que pese a la conciencia de lo imposible se intentaraacute alcanzarlo Asiacute sucede en los ensayos que desarrollan una teoriacutea de la tra-duccioacuten como en los maacutes que se explayan sobre la teoriacutea poeacute-tica a secas Precisamente porque advierte y defi ne los riesgos que encontraraacute el poeta-traductor Paz no se excluye a siacute mis-mo de los embates compartidos Por ende siempre resultaraacute maacutes provechoso estudiar coacutemo sortea estos riesgos que preten-der que los desaparece Ademaacutes ninguacuten traductor digno de este nombre podriacutea rehusarse a correrlos

En varias ocasiones Octavio Paz adoptoacute el siacutemil de la foto-grafiacutea para dar cuenta de la operacioacuten traductora ldquoLas traduc-ciones a veces son excelentes pero otras son como fotografiacuteas borrosasrdquo La metaacutefora le permite conjugar dos condiciones de una buena traduccioacuten el colorido (la muacutesica) y la nitidez del trazo (el sentido) es decir en otros teacuterminos la sempiterna buacutesqueda de fi delidad ldquoal sonido y al sentidordquo No obstante e independientemente de sus propias palabras la obsesioacuten que subyace al arte de traducir en Paz no es la imagen sino el tiem-po Sus audacias sus podas y sus transmutaciones estaacuten ligadas a la persecucioacuten del instante Su arte de traducir nace de su maacutes defi nitoria esencia poeacutetica Cada vez que estaacute confrontado con una buacutesqueda similar en otros poetas se despierta su genio poeacutetico para intentar ir maacutes lejos en el perfeccionamiento de la expresioacuten del acercamiento al instante La obsesioacuten lo aguijo-nea y lo hace fundir su propio esfuerzo con el empentildeo de los demaacutes ponieacutendose asiacute al servicio de una sola buacutesqueda que re-basa las identidades y los estilos las formas y las tradiciones Esto no es exactamente una traicioacuten ni una ldquopacianizacioacutenrdquo de las versiones sino el ejercicio de una misma pasioacuten a varias vo-ces Creo que esta pasioacuten es a un tiempo el signo de una hu-mildad frente a la poesiacutea y el sello de una virtuosidad poeacutetica tan propia como inconfundible

El traductor es aquel que sabe oiacuter la voz callada debajo de la letra escrita revivirla con su propio aliento y lanzarla de nuevo a otra vida Algunos la llaman el ldquoespiacuteriturdquo de la poesiacutea en opo-sicioacuten con su sola letra Octavio Paz prefi rioacute califi carla como la ldquootra vozrdquo ldquouna modulacioacuten indefi nible inconfundible y que

Autora del libro Los puentes de la traduccioacuten Octavio Paz y la poesiacutea francesa Universidad Nacional Autoacutenoma de MeacutexicoUniversidad Veracruzana Meacutexico 2004

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fatalmente la vuelve otrardquo Para explicar el complicado fenoacute-meno de la reencarnacioacuten los budistas recurren a una metaacutefo-ra cuando se prende una vela acercando la mecha a la llama de otra vela el fuego nuevo es y no es el mismo signifi cando asiacute que el espiacuteritu que renace es y no es el mismo que el que se ha extinguido Extrapolando la metaacutefora budista a nuestro asunto podriacutea decirse que un poema traducido es y no es el mismo que

el original como si un solo espiacuteritu de la poesiacutea y un mismo fuego que trascendieran a los poetas perduraran en dos poe-mas aparentemente distinguibles en las lenguas El ejercicio de la traduccioacuten quizaacute sea el que mejor pone de manifi esto la im-personalizacioacuten de la poesiacutea Y por lo demaacutes iquestno es lo que siempre defendioacute el autor de La llama doble G

Fotografiacutea Neil LibbertCamera Press-Zardoya

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Paz y los otrosJoseacute Emilio Pacheco

Hace seis antildeos aparecioacute como undeacutecimo tomo de las Obras completas de Octavio Paz el primer volumen de la Obra poeacutetica (1935-1970) El segundo incluiraacute Topoemas (1971) Renga (1972) Pasado en claro (1975) Vuelta (1976) Air born Hijos del aire (1979) Aacuterbol adentro (1987) Figuras y fi guraciones poemas en torno a la obra plaacutestica de Marie Joseacute Paz y Refl ejos reacuteplicas diaacutelogos con Francisco de Quevedo (1996) que cerroacute los sesenta y tres antildeos de trabajo comenzados en 1933 con Luna silvestre En teoriacutea Versiones y diversiones (1974) debe incluirse alliacute como se hizo en Italia con Eugenio Montale Salvatore Quasimodo y Giuseppe Ungaretti las versiones son parte de la poesiacutea de un autor El conjunto casi dos mil paacuteginas pone al libro futuro en riesgo de volverlo inmanejable

Al margen de las Obras completas Galaxia Gutenberg y Ciacuter-culo de Lectores publican la edicioacuten revisada y aumentada de Versiones y diversiones edicioacuten que Paz alcanzoacute a iniciar pero no concluyoacute El excelente trabajo adicional es de Nicanor Veacutelez Son 715 paacuteginas frente a las 255 que tuvo su primera aparicioacuten en Joaquiacuten Mortiz Abarcan el aspecto menos estudiado de Paz y testimonian una entrega a la poesiacutea como tal vez no volveraacute a existir en estas nuevas condiciones

La ldquoescuela mexicanardquo de traduccioacuten

Fue un poeta precoz y por ello asombra que su intereacutes en las versiones poeacuteticas no se haya manifestado hasta 1954 cuando al fi nal de Semillas para un himno publicoacute ldquoA su tiacutemida amanterdquo de Andrew Marvell y ldquoEl desdichadordquo ldquoMirtordquo ldquoDeacutelfi cardquo y ldquoArtemisardquo de Geacuterard de Nerval Tres antildeos despueacutes en el 1957 de Piedra de sol dio a conocer Sendas de Oku de Matsuo Basho en colaboracioacuten con Eikichi Hayashiya

Por eso en agosto de 2002 Aurelio Asiain celebroacute en Tokio los cincuenta antildeos de la llegada de Paz al Japoacuten probable pun-to de partida de su afaacuten por traducir poemas Ya a fi nes de los treinta como joven director de Taller se interesoacute por el geacutenero mdashsi puede llamarse asiacute a este trabajomdash y publicoacute en versiones ajenas a Arthur Rimbaud (Joseacute Ferrel) y T S Eliot (Rodolfo Usigli y Bernardo Ortiz de Montellano entre otros) En 1952 hizo para la Unesco la Antologiacutea de la poesiacutea mexicana nunca aparecida en espantildeol que tradujeron al ingleacutes Samuel Beckett y al franceacutes Guy Levis Mano

En los cincuenta las versiones de Paz y Jaime Garciacutea Terreacutes (compiladas en Baile de maacutescaras 1989) normalizaron esta praacutec-

tica en revistas y suplementos y crearon sin proponeacuterselo algo que podriacuteamos llamar una ldquoescuela mexicanardquo de traduccioacuten muy diferente a la que se practica en otros aacutembitos del idioma

En la siguiente deacutecada Paz descubrioacute para nosotros no para espantildeoles ni argentinos a Fernando Pessoa (Antologiacutea 1962) A continuacioacuten hizo con Pedro Sekel Cuatro poetas contemporaacute-neos de Suecia Martinson Lundkvist Ekelof y Lindegren En 1973 nos dio los Veinte poemas de William Carlos Williams y en 1978 algunos textos de Guillaume Apollinaire En los uacuteltimos tiempos su atencioacuten se centroacute en textos saacutenscritos y chinos Su libro fi nal fue Trazos de Chuang-tse y otros que se recoge en las nuevas Versiones y diversiones

Gracias a esta labor de Paz que pocos hasta ahora han apre-ciado en Meacutexico casi siempre se leen entre los datos con que se presenta a los joacutevenes y a las muchachas que se inician en la poesiacutea al lado de los premios y las becas obtenidas los nom-bres de los poetas que han traducido Es la manera maacutes atenta de leer un poema y la mejor forma de ejercitarse en la versifi -cacioacuten sin la disciplina mecanizadora de intentar escribir algo nuevo todos los diacuteas

Ovidio y Nezahualcoacuteyotl

En la literatura mexicana puede escucharse como en secreto la lamentacioacuten por las tres grandes peacuterdidas literarias de la Nueva Espantildea el silenciamiento de Sor Juana el fi n del Cole-gio de Tlatelolco en que los aztecas habiacutean empezado una la-bor de traductores que pudo haber sido la base de una auteacutenti-ca cultura mestiza y el que el padre Francisco Javier Clavijero un prosista soacutelo comparable en su tiempo y en su lengua con Jovellanos y Moratiacuten no haya logrado concluir en el destierro la que iba a ser nuestra Enciclopedia

De todos modos la poesiacutea escrita en espantildeol en esta tierra empezoacute con los sonetos ldquoal itaacutelico modordquo de Francisco de Te-rrazas con los poemas nahuas de Nezahualcoacuteyotl puestos en liras por su descendiente Francisco de Alva Ixtlilxoacutechitl (em-pleoacute el mismo derecho de Fray Luis para traducir tambieacuten en liras a Horacio y en tercetos encadenados el Libro de Job) y con Las heroidas de Ovidio transfi guradas a su vez en tercetos por Diego Mejiacutea

Tierra abierta a los dos oceacuteanos y al mismo tiempo caracol encerrado por el desierto y la semicircunferencia del Golfo in-comunicada por sus montantildeas e impedida a todo lo largo de la Colonia para tener relaciones con nada que no fuera el Pentaacutego-no de su eacutepoca El Escorial y la Casa de Contratacioacuten de Sevilla en cuanto dejoacute de ser Nueva Espantildea para intentar convertirse en Tomado de la revista Letras Libres nuacutemero 47 noviembre 2002

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Meacutexico el paiacutes quiso relacionarse con un mundo que era de verdad el otro mundo Sus modelos le pagaron mal los Estados Unidos con la invasioacuten de 1847 y Francia con la de 1862

Traducir fue una forma de respirar En los seminarios se afi anzoacute la cultura latina y se establecioacute una tradicioacuten que pro-sigue hasta hoy y ha hecho que un poeta mexicano Rubeacuten Bonifaz Nuntildeo sea la uacutenica persona en el mundo que ha tradu-cido eacutel solo a todos los grandes claacutesicos de Roma La lengua de la Iglesia asfi xioacute al griego a tal punto que otro de nuestros je-suitas exiliados Francisco Javier Alegre tuvo que trasladar iexclal latiacuten La Iliada para que alguien la leyera

Los primeros poetas mexicanos fueron asiduos de los ro-maacutenticos y de la Antologiacutea griega Joseacute Joaquiacuten Pesado con ayuda de Francisco Chimalpopoca profesor de naacutehuatl en la Universidad tradujo Las [poesiacuteas] aztecas Con el modernismo la versioacuten poeacutetica se legitimoacute en libros como Jardines de Francia (Enrique Gonzaacutelez Martiacutenez) y Musas de Francia (Balbino Daacute-valos) Algunas de sus paacuteginas alcanzaron gran difusioacuten al ser incluidas en la Antologiacutea espantildeola de Enrique Diacuteez-Canedo tan importante para los que iban a ser allaacute y aquiacute los poetas de 1927 como la Antologiacutea de Borges Bioy y Silvina Ocampo para los narradores de los cincuenta y los sesenta

El camino de la pasioacuten

Marco Antonio Montes de Oca dio en El surco y la brasa (1974) una antologiacutea de versiones mexicanas que abarcan de Alfonso Reyes a Carlos Montemayor Treinta antildeos despueacutes una actua-lizacioacuten exigiriacutea el doble de paacuteginas De todos modos la fi gura central en este campo y en tantos otros sigue siendo Octa vio Paz

Quizaacute el nuevo camino fue abierto en 1961 por las Imita-tions de Robert Lowell Las imitaciones son una praacutectica anti-gua e ilustre Catulo lo hizo con Safo (Ille mi par esse deo uide-tur) Quevedo con Du Bellay (ldquoBuscas a Roma en Roma oh peregrinordquo) y el resultado son grandes poemas

Sin embargo Lowell impuso la voz de Lowell sobre los ori-ginales de Villon Leopardi Heine o Victor Hugo El propoacutesi-to de Paz es diferente ldquoA partir de poemas en otras lenguas quise hacer poemas en la miacuteardquo Y a estas palabras de 1973 antildea-de en 1995 ldquoEn mis versiones quise que [estos poemas com-puestos en otros siglos] tuviesen la antiguumledad de todas las obras de arte la de hoy mismordquo

Desde entonces han aparecido obras semejantes a la de Paz el mencionado Baile de maacutescaras de Garciacutea Terreacutes y en el Peruacute Las uvas del racimo de Javier Sologuren y El ciervo y la fuente de Ricardo Silva Santiesteban Debe de haber otros tiacutetulos que desconozco pero no quisiera pasar por alto dos que merecen ser difundidos Transcripciones de Miguel Aacutengel Flores y El trai-dor de Miguel Covarrubias Para un poeta de estas tierras nada tan inconcebible como la afi rmacioacuten de Philip Larkin ldquoNo leo maacutes que poesiacutea inglesa y no me importa lo que no sea ingleacutesrdquo

El teacutermino ldquocuriosidad intelectualrdquo es pobre ante lo que estaacute tras Versiones y diversiones Soacutelo puede hablarse de verdadera pasioacuten pasioacuten por la poesiacutea y por quienes la escribieron Es inevitable pensar en Neruda (ldquoYo amo toda la poesiacutea escritardquo) y siglos antes en Safo cuando les dice a los poetas vivos y muertos ldquoCon el don de sus obras me han honradordquo

Supervielle Cocteau Eacuteluard Breton Michaux Char estaacuten traducidos con el mismo amor que Donne Yeats Cummings Stevens Crane y Elizabeth Bishop A Paz se le debe en gran parte el haber revivido el intereacutes de Tablada por el haikuacute que ahora es otra forma disponible para todos en el repertorio de la poesiacutea en espantildeol Los poemas chinos prolongan la maravi-llosa antologiacutea de Marcela de Juan soacutelo comparable a la tra-duccioacuten inglesa de Arthur Walley

Versiones y diversiones es una antologiacutea de la liacuterica universal y tambieacuten un gran libro de la poesiacutea en nuestro idioma Paz nos acercoacute lo lejano e hizo nuestro lo ajeno Nadie sabe coacutemo seraacute la literatura del siglo xxi ni queacute haraacute con el legado del siglo xx A pesar de todo uno puede creer que entre los libros que se segui-raacuten leyendo estaraacute por derecho propio Versiones y diver siones G

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Los privilegios de Octavio PazFernando del Paso

El lenguaje de la pintura como todo lenguaje artiacutestico es in-traducible nos dice Octavio Paz en un texto sobre Juan Soria-no escrito en 1962 Once antildeos despueacutes en ldquoEl signo y el ga-rabatordquo se refi ere a un texto de Cardoza y Aragoacuten sobre Guumlnter Gerzo con las siguientes palabras ldquoOscila entre la tra-duccioacuten y la creacioacutenrdquo Y aclara ldquoTraduccioacuten al lenguaje verbal del lenguaje plaacutestico del pintorrdquo

En queacute quedamos es difiacutecil decirlo porque a lo largo de todos los escritos que Paz dedicoacute a las artes plaacutesticas nos tro-pezamos con contradicciones que nos deslumbran y nos con-funden Pero tal vez se trata de contradicciones intrascenden-

tes sin importancia ya que en principio es una contradiccioacuten fundamental la que hace posible la existencia de la pintura aquella de ldquolas dos gemelas que tejen incansablemente las telas de nuestras visiones la luz y la sombrardquo como dice el poeta en el escrito dedicado a Rodolph Bresdin en Corriente alterna Nos encontramos asiacute que cuando nos habla de Baudelaire como criacutetico de arte asevera que ldquola pintura es un lenguaje incapaz de decir salvo por alusioacuten y omisioacuten el cuadro nos presenta los signos de una ausenciardquo en tanto que en un artiacuteculo sobre el arte y la identidad de los hispanos en los Estados Unidos de-clara que ldquola imagen visual dice pero lo que dice no tiene por

Fragmento tomado de la revista Letras Libres nuacutemero 54 junio 2003

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queacute ser traducido en palabras La pintura es un lenguaje que se basta a siacute mismordquo mientras que mdashde nuevo en Corriente alter-namdash afi rma que el arte moderno ldquopor ser una representacioacuten no puede rehusarse completamente a decir y a signifi carrdquo y se pregunta ldquoiquestQueacute dicen los cuadros modernos Se dicen a siacute mismosrdquo Textos y opiniones que se alternan haciendo honor al tiacutetulo del libro con consideraciones sobre la obra de Alberto Gironella que seguacuten Paz es en buena parte ldquopintura escrita del mismo modo que hay palabras pintadasrdquo o un ensayo sobre Aacutelvarez Bravo en el que con base en sus lecturas de los poetas modernos califi ca a la fotografiacutea como arte poeacutetico ldquoporque al mostrarnos estordquo dice Paz ldquoalude o presenta a aquellordquo y con meditaciones en las que el arte maya por la literalidad de las imaacutegenes que muestra labradas en piedra ldquo pueden leerse No son ilustraciones de un texto son el texto mismordquo

Por otra parte al decir cuadros ldquomodernosrdquo Paz no nos aclara si los cuadros ldquoantiguosrdquo mdashpor llamar de alguacuten modo todas las pinturas que antecedieron a las modernasmdash deciacutean algo No era necesario que lo hiciera todos sabemos que un cuadro de Nicolaacutes Bataille nos cuenta la lucha de San Miguel y el dragoacuten otro del Veroneacutes las Bodas de Canaacute uno maacutes de Mantegna el martirio de San Cristoacutebal y otro en fi n de Ma-teo Cerezo las bodas miacutesticas de Santa Catalina

Y sin embargo esto no es verdad ninguna de las pinturas arriba mencionadas cuenta algo todas recuentan El especta-dor tiene que conocer de antemano la historia o la leyenda que el cuadro presenta tiene que haberla leiacutedo en un libro sobre mitologiacutea o en la Biblia tiene que haberla escuchado en alguna parte alguna vez para saber de queacute trata la pintura que tiene ante sus ojos Una pintura que aunque muy lejos de lo que hoy conocemos como ldquoilustracioacutenrdquo es una pintura que ilustra un hecho o una leyenda Todaviacutea en nuestro fi n de siglo los visi-tantes de los museos necesitan que el guiacutea les diga eacutesta es se-ntildeoras La Batalla de San Romano de Paolo Uccello eacutesta es sentildeo-res La Rendicioacuten de Breda de Diego Velaacutezquez

Pero si esas pinturas ilustran algo a los espectadores de hoy diacutea ya no los ilustran a pocos fuera de Espantildea puede intere-sarles el hecho de que la rendicioacuten de Breda implicara la derro-ta de Mauricio de Nassau y a muchos menos fuera de Italia saber quieacuten si Siena o Florencia ganoacute la batalla de San Roma-no Ademaacutes de que sabemos poca era la fi delidad de los artis-tas hacia acontecimientos histoacutericos asiacute fuera porque no los vieron soacutelo los imaginaron mdashtal es el caso del fusilamiento de Maximiliano emperador de Meacutexico por Manet quien inventoacute una barda que nunca existioacute encima de la cual se asomaban las cabezas de los curiososmdash o a pesar de haber sido testigos de ellos como en el caso de David quien en la pintura de la co-ronacioacuten de Napoleoacuten incluyoacute a la madre de eacuteste Leticia Ra-molino quien se sostuvo ausente de la ceremonia

Da lo mismo porque lo que no ilustra pero siacute nos ilumina es son otras virtudes del cuadro su belleza y la poesiacutea de la que es contenido y continente A veces tambieacuten la gracia en todas sus acepciones tanto terrenales como celestiales Ningu-

na otra cosa nos dicen pero con eso basta las esculturas del Brancusi las pinturas de Dubuffet y las maacutequinas locas de Tanguely Belleza y poesiacutea gracias que en ocasiones son con-vulsivas y se columpian entre el horror y la obscenidad el in-fi erno y la desolacioacuten Goya y Bacon la escultura precolombi-na y Otto Dix

La analogiacutea nos dice Octavio Paz es la funcioacuten maacutes alta de la imaginacioacuten y puente entre lenguajes distintos poesiacutea muacute-sica pintura Es pues necesario tender un puente entre el cuadro y lo que se escribe mdashaunque pareciera que pintura y literatura son dos lenguajes paralelos que se juntan en el infi -nitomdash para decirle al lector lo que el cuadro nos dice Pero se necesita un lector interesado y que algo al menos sepa de la materia y el espiacuteritu del arte o que cuente con la curiosidad y la sensibilidad sufi cientes para aprender No podemos contarle la pintura a un ciego de nacimiento o a un ciego de entendi-miento Por eso los mejores textos sobre un pintor o un escul-tor son aquellos de los cataacutelogos de sus exposiciones que le brindan a los espectadores la oportunidad de ignorarlos O que pueden con suerte ayudarlos a ver

Creo que fue Max Ernst quien deciacutea que su principal ocu-pacioacuten en la vida era la de ver No fue eacutesta la principal ocupa-cioacuten de Octavio Paz pero siacute una de sus maacutes caras preocupacio-nes Dotado del prestigio de una privilegiada vista cuando veiacutea veiacutea mejor que muchos Y agraciado con el privilegio de la palabra poeacutetica por excelencia lo que contaba sobre lo que habiacutea visto pocos lo podraacuten superar Otros escritores mdashy eacutel mismo nos lo recuerdamdash en Francia Baudelaire y Apollinaire en Meacutexico Villaurrutia Gorostiza y Cuesta entre otros escri-bieron sobre arte Ninguno como eacutel

Desde luego criacuteticos de arte con gran talento los ha habido siempre Pero Paz prefi rioacute hablar desde las orillas luminosas de la poesiacutea Mejor dicho no podiacutea hacerlo de otra manera aun-que eacutel mismo califi cara sus escritos como criacutetica ldquoLa criacutetica mdashdicemdash no soacutelo hace maacutes intenso y luacutecido mi placer sino que me obliga a cambiar mi actitud ante la obrardquo Palabras que implican una especie de conclusioacuten y de solucioacuten de un razo-namiento anterior en el que con lucidez y modestia reconoce la casi imposibilidad de escribir sobre arte y artistas sin abdicar de la razoacuten sin convertirla nos dice ldquoen servidora de nuestros gustos maacutes fatales y de nuestras inclinaciones menos premedi-tadasrdquo Pero de alguna manera Paz se las arregla en este texto titulado ldquoDe la criacutetica a la ofrendardquo para conciliar su juicio y su gusto su razoacuten y sus pasiones En un escrito sobre Barragaacuten cita a este gran arquitecto diciendo que su obra mdashla de eacutel mismo su arquitecturamdash estaba inspirada por dos pala-bras la palabra ldquomagiardquo y la palabra ldquosorpresardquo Esto mismo podemos decir de la obra del propio Octavio Paz porque le viene como anillo al dedo es con la magia y la sorpresa como Octavio Paz se convence y convence al lector mdashal menos yo soy uno de los convencidosmdash de la validez y transparencia la sabiduriacutea y el entusiasmo contagioso de su palabra cuando nos habla de arte G

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Evocacioacuten de Octavio PazJuliaacuten Meza

Quizaacute a contracorriente de lo que pueden pensar de miacute algu-nos de mis amigos y lectores como escritor no soacutelo practico la diatriba Tambieacuten soy capaz de hacer elogios pero soacutelo cuando me parecen adecuados y sin dejar de lado la criacutetica siempre tan necesaria Y de aquiacute esta evocacioacuten de Octavio Paz para cele-brar su sensibilidad y su inteligencia a diez antildeos de su muerte

Desde Sor Juana Ineacutes de la Cruz no habiacutea habido en Meacutexico un poeta un escritor tan destacado como Octavio Paz

No faltaraacute quien crea (asiacute sea soacutelo en su fuero iacutentimo) que esta afi rmacioacuten es por lo menos excesiva o simplemente pro-vocadora pero estoy convencido de que la extensa obra de este poeta y pensador la justifi ca

La fi gura de Paz casi siempre fue controvertida y aun vili-pendiada aunque soacutelo en Meacutexico En otros paiacuteses el reconoci-miento a la persona y a su obra se produjo relativamente pron-to y sin reticencias

Al igual que Jorge Luis Borges Octavio Paz fue descubierto al mundo por los franceses entre los que hizo numerosos ami-gos tanto en el campo de la poesiacutea y de las letras como en el del pensamiento Buena parte de la intelligentzia mexicana tar-

doacute en reconocerlo o nunca lo reconocioacute sobre todo por cues-tiones ideoloacutegicas y no literarias o poeacuteticas aun cuando hay quienes afi rman desde muchos peldantildeos abajo en el mundo de las letras que Paz no fue muy importante ni como poeta ni como pensador

Tras una prolongada ausencia debida a su trabajo en el ser-vicio exterior mexicano Octavio Paz volvioacute a Meacutexico alguacuten tiempo despueacutes de haber renunciado puacuteblicamente a su condi-cioacuten de embajador en la India como rechazo a la poliacutetica re-presiva del reacutegimen impuesto por el partido uacutenico enfaacutetica-mente representado entonces por Gustavo Diacuteaz Ordaz De esta manera junto con Javier Barros Sierra (que en buena me-dida encabezoacute la primera exigencia puacuteblica de democracia en Meacutexico) fue uno de los raros disidentes del sistema poliacutetico autoritario fundado por Obregoacuten y Calles y afi nado por Laacuteza-ro Caacuterdenas iquestPor queacute disidentes Porque hasta cierto punto eran hombres del sistema (un embajador y un rector de la unam) que cuestionaron abiertamente el reacutegimen poliacutetico mexicano como lo hicieron numerosos personajes que habiacutean trabajado en instituciones del reacutegimen totalitario sovieacutetico

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Sajaacuterov entre otros Ciertamente su disidencia no los condujo a un campo de concentracioacuten en un Gulag tropical como el de Fidel Castro y esto porque el sistema poliacutetico mexicano que prevalecioacute durante poco maacutes de setenta antildeos (y que auacuten existe sobre todo cuando se manifi esta en el uso partidista de los sin-dicatos corporativos y de otras instituciones que se crearon durante el antiguo reacutegimen) no era totalitario sino autoritario Pero tampoco fueron a la caacutercel (como Joseacute Revueltas y otros escritores o acadeacutemicos) porque en el caso de Barros Sierra se trataba de una persona totalmente ajena a la ideologiacutea comu-nista y de mucho prestigio en el aacutembito nacional y en el de Octavio Paz de una fi gura reconocida con razoacuten en el aacutembito internacional Quizaacute impidioacute que Paz fuera a la caacutercel este re-conocimiento que me recuerda el caso de Lev Tolstoi No obstante su criacutetica a la autocracia zarista y a la iglesia ortodoxa rusa la fama internacional de Tolstoi lo puso a resguardo de la caacutercel el exilio interior o el campo de concentracioacuten pero no de la excomunioacuten decidida por los jerarcas de la Iglesia orto-doxa rusa Octavio Paz tambieacuten fue excomulgado pero no por la Iglesia de Roma con cuyas ruedas de molino nunca comul-goacute sino tanto por los admiradores de Castro de Stalin y de la Unioacuten Sovieacutetica de Trotski (otro disidente que sin embargo jamaacutes renuncioacute a la iglesia marxista) o de la China de Mao como por los epiacutegonos del reacutegimen impuesto y preservado por el partido uacutenico

Evoco pues a Octavio Paz al igual que a Sor Juana porque en cierta medida no fueron ldquohombres en su siglordquo (las comillas no son por lo de hombres sino por lo de su siglo y ambos conceptos remiten al tiacutetulo de una obra de Paz Ademaacutes para miacute el hombre en el sentido universal de la palabra sigue siendo el hombre aun cuando se trate de una mujer) dado que lo tras-cendieron ampliamente tanto en su obra creativa como en la refl exiva

Al igual que Sor Juana Octavio Paz no soacutelo nunca fue reco-nocido por muchos de sus contemporaacuteneos sino que tambieacuten tuvo que hacer frente a sus Sor Filoteas y ldquootras inquisicionesrdquo (Borges) Al igual que la monja criolla fue objeto de la maledi-cencia mdashentre otros de su exmujer la estupenda creadora de Recuerdos del porvenir Elena Garro A diferencia de los procas-tristas y otros pobladores de la granja sovieacutetica lo acusoacute de ser comunista por sus criacuteticas al sistema autoritario mexicano y su solidaridad con los estudiantes impugnadores de 1968 iquestCuaacuten-tas diatribas se habraacuten escrito contra Paz en el curso de los antildeos que van de su regreso a Meacutexico al derrumbe del bloque sovieacutetico Sin lugar a dudas son incontables pues lo mismo fueron obra de periodistas ya olvidados que de ocurrentes es-critores municipales

Para los habitantes de la granja orwelliana que pasaron por alto sus criacuteticas al sistema poliacutetico mexicano (entre otras las

contenidas en Posdata y El ogro fi lantroacutepico) Octavio Paz estaba al servicio de la cia y del imperialismo norteamericano debido a sus juicios sobre el totalitarismo en la urss en Europa central y en su escaparate tropical Cuba Y esto al mismo tiempo que (iquestparadoacutejicamente) sus detractores viviacutean de las becas de fun-daciones o de instituciones acadeacutemicas norteamericanas que iquesteran islotes en el interior del imperio

Otros aun cuando comprendieron el sentido y el alcance de las tomas de posicioacuten poliacutetica de Paz mantuvieron un silencio que los hizo coacutemplices de esos modernos inquisidores Pese a las invitaciones del poeta optaron por no publicar en las dos revistas fundadas por Paz a su regreso de la India Plural y Vuel-ta para no ser acusados de colaborar con ldquoun agente del impe-rialismo norteamericanordquo

Hubo sin embargo un pequentildeo nuacutecleo de escritores y ar-tistas que compartieron con Octavio Paz sus ideas y sus pre-ocupaciones Destacan entre otros Alejandro Rossi y Gabriel Zaid Algunos maacutes que estuvieron en el nuacutecleo original de Plural y Vuelta se distanciaron del pensador por diversos moti-vos algunos de ellos ideoloacutegicos Los que nunca abandonaron al poeta fueron sus amigos poetas y pensadores norteamerica-nos y sobre todo europeos Entre eacutestos destacan los dos uacutelti-mos sabios de la historia contemporaacutenea Cornelius Castoria-dis y Edgar Morin Siacute los dos uacuteltimos sabios porque como escribioacute Castoriadis el ejercicio de la criacutetica fue abandonado por los intelectuales Y tan es asiacute que hoy eacutestos hacen el elogio de las peores atrocidades gubernamentales y de los maacutes execra-bles gobernantes de la misma manera que fueron epiacutegonos de diversos tiranos comunistas No supieron ldquomantener la distan-cia que los separaba del priacutenciperdquo (Paz) ni cuando eran compa-ntildeeros de viaje de los dictadores comunistas ni la mantienen ahora que son cortesanos del saacutetrapa petrolero y de los peque-ntildeos tiranos a su servicio

El irrestricto ejercicio de la criacutetica de Paz no conocioacute ideo-logiacuteas ni fronteras Esto lo supieron apreciar los grandes poetas como Joseph Brodsky que fue su gran compantildeero y amigo tanto en el campo de la poesiacutea como en el de la refl exioacuten

A diez antildeos de la muerte del poeta se resiente su ausencia Lo antildeoran sus amigos sus compantildeeros y todos aquellos que compartieron sus ideas y su pasioacuten por la poesiacutea Maacutes auacuten poco antes de su muerte algunos de aquellos que lo atacaron en vida anularon la distancia que los separaba del pensador y del poeta Esto fue resultado por una parte del derrumbe del to-talitarismo sovieacutetico que dejoacute en la orfandad a los compantildeeros de viaje de los comunistas y por otra parte de una decisioacuten de Octavio Paz morir en paz con sus antiguos detractores aun-que hubo quienes se negaron a aceptar esta uacuteltima gran inicia-tiva del poeta

Meacutexico marzo de 2008 G

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Pasioacuten liacuterica sin fi nldquoPiedra de solrdquo no descansa en PazAlberto Arriaga

El 28 de septiembre de 1957 el Fondo de Cultura Econoacutemica tiroacute 300 ejemplares con el atento cuidado de Aliacute Chumacero y en la coleccioacuten Tezontle de lo que acaso es uno de los poemas maacutes determinantes emblemaacuteticos misteriosos inclasifi cables inevitables deslumbrantes de la literatura del siglo xx ldquoPiedra de solrdquo de Octavio Paz que 50 antildeos despueacutes todaviacutea cambia la vida de quien se atreve a leerlo

Como bien lo sentildealoacute Joseacute Luis Martiacutenez no hubo humor o saacutetira en la poesiacutea de Paz El autor de La estacioacuten violenta trans-fi guroacute su motivacioacuten poeacutetica (cualquiera que haya sido) en motivos y correspondencias ldquoque trascendioacute sus signifi cadosrdquo No hay juego soacutelo caminatas concentracioacuten plaacutestica y musi-cal Nunca se molestoacute en presumir su destreza versifi cadora soacutelo aplicoacute su oiacutedo seguro y empleoacute ldquocon preferencia endeca-siacutelabos sueltos combinados a veces con hetpasiacutelabos o pentasiacute-labosrdquo La mejor caminata acaso se encuentra en el ldquoNocturno de San Ildefonsordquo ldquoEl muchacho que camina por este poema entre San Ildefonso y el Zoacutecalo es el hombre que lo escribe esta paacutegina tambieacuten es una caminata nocturnahelliprdquo y en varios

pasajes de ldquoPasado en clarordquo ldquoOiacutedos con el alma pasos men-tales maacutes que sombras sombras del pensamiento maacutes que pasos por el camino de ecos que la memoria inventa y bo-rra sin caminar caminan sobre este ahora puente tendido entre una letra y otrahelliprdquo

Pero maacutes allaacute de las caminatas por el subsuelo del lenguaje ldquoPiedra de solrdquo es el emblema de la pasioacuten liacuterica de su autor Tambieacuten ha dejado descendencia numerosa y no menos con-siderable es la criacutetica que ha provocado ldquoHay que partir de un hecho y es que el poema ante todo tiene como temas centrales el tiempo (o si se quiere el instante) y el amor incluso desde el epiacutegrafe de Nerval donde dice que la treceava es la primerardquo dijo el poeta Marco Antonio Campos quien varias veces se ha enfrentado con la inevitable infl uencia de Octavio Paz su maacutes reciente antologiacutea poeacutetica El forastero en la tierra posee reso-nancias evidentes con la capacidad viajera (dentro y fuera de la paacutegina en blanco) del caminante Paz ldquoAlguna vez me dijo que buscaba con lsquoPiedra de solrsquo escribir un poema generacional Yo creo que el poema verdaderamente generacional es el lsquoNoctur-

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no de San Ildefonsorsquo salvo momentos por ejemplo lo de Es-pantildea o lo de la preparatoria en general es un poema que va por otras direccioneshellip Lo que buscoacute mdashy logroacutemdash en este poe-ma fue que todas las mujeres sean una mujer y que una mujer sea todas las mujeres Por un lado estaacuten todos los instantes resumidos en un instante donde tambieacuten estaacute la mujer y por otro lado estaacuten las mujeres histoacutericas y literarias incluso reli-giosas Mariacutea Laura Perseacutefone o Melusinardquo

Complejo en sus diferentes aspectos en ldquoPiedra de solrdquo encontramos la depuracioacuten de los temas que acompantildearon a Octavio Paz durante toda su vida Pero de acuerdo con un artiacuteculo de Viacutector Manuel Mendiola (Confabulario agosto 4 2007) el poeta se incomodaba cuando le deciacutean que se trataba de su mejor poema como tambieacuten se molestaba ldquoenfaacuteticamen-terdquo cuando le endilgaban la frase hiperboacutelica de El gran poeta mexicano Avisa Mendiola

ldquoAl ser interrogado a propoacutesito de alguacuten asunto concernien-te a ese texto se endureciacutea con cierta molestia y cambiaba el tema de la charla iquestLe habiacutea dejado de gustar esa composicioacuten iquestLe pareciacutean maacutes importantes otros poemas como lsquoBlancorsquo o lsquoPasado en clarorsquo iquestLe perseguiacutea y recordaba una situacioacuten desagradablerdquo

A pesar de esa ambiguumledad emocional que le despertaba ldquoPiedra de solrdquo a su autor para muchas generaciones fue un poema formativo canoacutenico y paternal

ldquoHay que tomar en cuenta tambieacuten que es un poema circu-lar un poema escrito en endecasiacutelabos blancos un metro que no ha sido muy trabajado en lengua espantildeola como deciacutea Zaid hace maacutes de 20 antildeosrdquo recordoacute Campos ldquoLo hizo como nadie Cuando le pregunteacute en una entrevista de doacutende veniacutea esa buacutes-queda del endecasiacutelabo blanco habloacute de que aunque no era parte esencial de la tradicioacuten de la lengua espantildeola estaba en Woodsworth estaba en los isabelinos estaba en Leopardi y entre nosotros en Guilleacuten y Cernuda Creo que es el poema que cierra una etapa es la culminacioacuten de lo que llamariacuteamos en Paz la pasioacuten liacutericardquo

Aunque muchos lectores y el propio autor sentildealaron recrea-ciones de mitos mexicanos (esto aparece en una nota de la primera edicioacuten que fue recuperada hasta la edicioacuten de Seix Barral de 1975) la sensibilidad de Octavio Paz se encontraba muy lejos de la piedra azteca y maacutes abiertamente emparentada

con la tradicioacuten poeacutetica occidental No estaacute Coatlicue ni Hui-tzilopochtli pero siacute Venus siacute el tiempo circular una de las grandes obsesiones de la tradicioacuten literaria occidental

ldquoLo que me interesa enormemente en este poema es la pre-sencia de Dios porque Octavio Paz habloacute muy pocas veces de Dios en su poesiacuteardquo sentildealoacute Veroacutenica Volkow ldquoEs una compren-sioacuten muy profunda de lo que es la presencia divina para los miacutesticos [] Es un poeta maacutes del mundo de la inteligencia del mundo de las presencias del encuentro terrenal del estar aquiacute y ahora maacutes que el viaje miacutestico que nos pueden plantear Dan-te o Ficcinordquo

Para Joseacute Mariacutea Espinasa se trata de un poema sobre la muerte o desaparicioacuten o silencio de los dioses que forma una especie de trilogiacutea personal sobre el poema extenso dentro de la poesiacutea en espantildeol ldquoEscribioacute despueacutes poemas extraordina-rios De alguna manera lsquoPiedra de solrsquo junto a lsquoBlancorsquo en los antildeos 60 y a lsquoPasado en clarorsquo en la uacuteltima parte de su vida for-ma una trilogiacutea de extensos poemas y a miacute me costariacutea trabajo decidirme con cuaacutel me quedohellip Han pasado 50 antildeos y es un poema que sigue siendo perfectamente actual es un texto que no ha envejecido El hecho es que ese poema formoacute a varias generaciones de lectores y los formoacute en una idea de la poesiacutea que sigue estando en la praacutectica de cada diacutea poemas como lsquoAnagnoacuterisisrsquo de Tomaacutes Segovia o lsquoCada cosa es Babelrsquo de Eduardo Lizalde o algunos de los de David Huerta en espe-cial lsquoIncurablersquo van en ese sentido en la posibilidad de la du-racioacuten dentro del instanterdquo

El sol sigue brillando y la piedra dando calor en espera de nuevos caminantes del subsuelo del lenguaje Un siacutentoma ca-noacutenico de este poema es que 50 antildeos despueacutes maacutes allaacute de los deseos de su autor sigue funcionando como una especie de parvulario poeacutetico para plumas avanzadas llegando a contami-nar incluso a la gleba de la inteligencia mexicana iletrados dizque roqueros como los miembros del grupo Manaacute bautiza-ron una gira y un disco con el verso maacutes famoso de Octavio Paz ldquoAmar es combatirrdquo La gloria la fama deciacutea Borges es la mejor de las incomprensiones de una obra literaria Y aunque no haya leiacutedo una sola liacutenea del autor de El laberinto de la sole-dad hay maacutes de Octavio Paz en la identidad de cada mexicano que de Nezahualcoacuteyotl G

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Alguien lo deletreaEnrique Krauze

Hablaba poco de Dios Creo que descreiacutea En materia de reli-gioacuten estaba maacutes cerca de su jacobino abuelo que de su madre la piadosa dontildea Josefi na Estoy cierto de que en las tres religio-nes monoteiacutestas veiacutea un legado de intolerancia incompatible con su actitud de pluralidad Le divertiacutea contar la aneacutecdota de un fervoroso musulmaacuten que en el Himalaya le dijo casi a se-ntildeas ldquoMoiseacutes kaput Jesuacutes kaput soacutelo Mahoma viverdquo Paz pensaba que tambieacuten el maacutes reciente profeta estaba kaput y que la uacutenica religioacuten coherente con el misterio de nacer y morir era el Budismo Octavio mdashnombre latino al fi nmdash era un persona-je del mundo claacutesico buscaba la sabiduriacutea de Soacutecrates no la de Salomoacuten releiacutea a Lucrecio no la Biblia ni a San Agustiacuten no admiraba a Constantino sino a Juliano ldquoel apoacutestatardquo restaura-dor del Panteoacuten pagano Por su curiosidad universal en el arte el pensamiento y la ciencia era un hombre del Renacimiento por su espiacuteritu libre liberal y hasta secretamente libertino era un fi loacutesofo del Siglo xviii Por su arrojo creativo y su pasioacuten poliacutetica y poeacutetica fue un revolucionario del Siglo xx En suma un humanista pleno no un espiacuteritu religioso

Y sin embargo escribioacute su libro cumbre sobre Sor Juana Un dominicano el padre Juliaacuten lo invitaba a hablar sobre temas teoloacutegicos que por momentos lo atraiacutean casi tanto como a su amigo Luis Buntildeuel Quiso que en Vuelta rescataacuteramos un deba-te de 1942 sobre misticismo en el que habiacutean intervenido ade-maacutes de eacutel mismo Vasconcelos el padre Gallegos Rocafull y Joseacute Gaos Interpretoacute certeramente la obra y la vida de su ami-go Joseacute Revueltas como una extrantildea apasionada y atea imita-cioacuten de Cristo Y alguna vez me confi oacute una de las razones de su gran afecto por Gabriel Zaid con quien Paz mantuvo una con-versacioacuten ininterrumpida por casi medio siglo desde el diacutea en que hablaron por primera vez en Monterrey ldquonunca olvidareacute que Zaid encargoacute un novenario en la muerte de mi madrerdquo

El hombre que luchaba como leoacuten contra el inexorable avance de la muerte el viejo rey Lear maldiciendo al avaro destino que le escatimaba unos antildeos maacutes o siquiera unos me-ses no se abriacutea a la esperanza de lo trascendente ldquoCasi todos se quiebran frente a la muerte mdashme dijo Alejandro Rossimdash Octavio fue coherente hasta el fi nal no pidioacute un sacerdoterdquo Con todo en aquel uacuteltimo discurso en Coyoacaacuten habiacutea voltea-do hacia el cielo como invocaacutendolo las nubes se disiparon de pronto y aparecioacute el sol ldquoalliacute hay nubes y sol nubes y sol son palabras hermanas seamos dignos de las nubes del Valle de Meacutexico seamos dignos del sol del Valle de Meacutexicordquo

Antildeos atraacutes en una entrevista notable Carlos Castillo Pera-za le preguntoacute por el signifi cado de las famosas liacuteneas de su poema ldquoHermandadrdquo

Tambieacuten soy escrituraY en este mismo instanteAlguien me deletrea

Paz declaroacute su postura agnoacutestica No sabiacutea si ese ldquoalguienrdquo era un hombre como eacutel o un ser lejano maacutes allaacute de su poema ldquoPasado en clarordquo en el que aparece una tercera posibilidad la suya propia

Dios sin cuerpoCon lenguajes de cuerpo lo nombrabanMis sentidos Quise nombrarloCon un nombre solarUna palabra sin reveacutes

Era el Dios inmanente del amor y la poesiacutea G

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MitoJoseph Fontenrose

Debo aclarar desde el principio que por mito me refi ero a un relato tradicional que acompantildea a los rituales En primer lugar digo un relato algo que tiene un comienzo un desarrollo y un fi nal en otras palabras un argumento No utilizo pues el teacutermino de forma amplia y vaga para referirme a ideas animis-tas y teoloacutegicas en general Segundo me refi ero a un relato tradicional relato que en origen fue transmitido de forma oral Tercero me refi ero al tipo de relato que pretende narrar la ocasioacuten en que tuvo su origen alguna institucioacuten religiosa un culto o algunos de sus ritos y celebraciones y los actos divinos que sientan el precedente de los actos tradicionales realizados en el culto Se descubre que incluso los mitos de la creacioacuten estaacuten habitualmente relacionados con cultos A otros relatos tradi-cionales los independientes del culto se les denomina de ma-nera maacutes apropiada leyendas o cuentos populares aunque even-tualmente pueda incluirlos tambieacuten en el teacutermino mito o mi tologiacutea como se hace a menudo En efecto un mismo argu-mento puede aparecer en las tres clases de relato tradicional no es el argumento el que establece la diferencia y algunas va-riantes del mito del combate pertenecen al cuento heroico o al cuento de hadas pero no al mito auteacutentico

Al tratar de los mitos de paiacuteses antiguos debemos basarnos principalmente en las narraciones noticias y alusiones que se encuentran en la literatura antigua con un cierto apoyo en las obras del arte antiguo que representan escenas miacuteticas Muy rara vez el propoacutesito de ninguacuten escritor antiguo fue informar a los otros acerca del mito contarles una historia que no conocie-ran ya Esto es particularmente cierto del mito griego Se han recuperado textos de mitos de Babilonia y Egipto que contie-nen las propias versiones de mitos que estaban asociados con los rituales y los cultos y eran conocidos del sacerdocio y los devotos pero apenas nos ha llegado nada de ese tipo de Grecia Los escritores griegos no elaboraban textos rituales usaban los materiales miacuteticos para sus propios objetivos literarios particu-lares cambiando antildeadiendo suprimiendo fundiendo como les pareciacutea oportuno Aunque encontremos toda una narracioacuten miacutetica no un resumen ni un fragmento ni una alusioacuten no es probable que sea exactamente la versioacuten conocida por el pue-blo particularmente por el pueblo de aquellas zonas en las que el mito estaba vinculado a un culto Por consiguiente las fuen-tes son como fragmentos que deben ser reunidos estudiados

y combinados antes de que podamos saber coacutemo era realmente el conjunto

Al tratar de los mitos griegos muchos estudiosos suponen que un autor antiguo recibiacutea su conocimiento de un mito de escritores anteriores Asiacute pues es probable que se limiten a una historia literaria del mito y supongan que cualquier diferencia que se pueda encontrar debe de ser una innovacioacuten del autor en cuya obra se localiza por primera vez Por supuesto los es-critores posteriores fueron infl uidos por otros anteriores y por supuesto los escritores innovaron y cambiaron pero a me-nudo la supuesta innovacioacuten en un mito o un rasgo que apare-ce de forma tardiacutea en la tradicioacuten literaria tiene un paralelo en similares griegos o extranjeros del mito atestiguados por fuen-tes maacutes antiguas Es muy posible a veces probable que el au-tor lo tomara de la tradicioacuten oral si no de literatura ahora perdida teniacutea la tradicioacuten oral por todas partes Los eruditos han tendido a ignorar la transmisioacuten oral de los mitos o a su-poner que no existioacute despueacutes de una fecha temprana no espe-cifi cada sin embargo estuvo sin duda muy viva durante toda la Antiguumledad y en realidad nunca desaparecioacute sino que asumioacute un revestimiento cristiano en la Edad Media Se pueden en-contrar algunas huellas de la tradicioacuten oral en las paacuteginas de Pausanias y en algunas pinturas de vasijas pero en general hay que adivinarlas a partir del estudio comparado de las fuentes y los paralelos del mito

Por ello al tratar de los mitos griegos de combate utilizo todo el material pertinente recogido de la literatura y el arte griego y latino tanto antiguo como posterior A veces consigo una informacioacuten importante de escritores tardiacuteos y saco de ella conclusiones referentes a formas tempranas del mito analiza-do Pero habitualmente estas conclusiones sacadas de fuentes tardiacuteas encuentran apoyo en fuentes anteriores Es cierto tam-bieacuten que fuentes posteriores de los mitos mesopotaacutemicos egipcios e indios ofrecen un material valioso y que las conclu-siones basadas en ellos con frecuencia pueden ser apoyadas por pruebas anteriores Sobrevive poco de todo lo que se escribioacute en Heacutelade desde el siglo viii al iv o en el Oriente Proacuteximo du-rante el segundo milenio No tenemos registros de informado-res nativos La versioacuten tardiacutea de un mito puede haber apareci-do perfectamente antes por escrito o una versioacuten transmitida oralmente puede haber recibido entonces atencioacuten literaria por vez primera En pocas palabras no podemos ignorar nin-guna prueba todo nos es de utilidad

La misma permanencia del relato literario oscurece la natu-raleza fl uida de la tradicioacuten miacutetica Podemos inclinarnos a pensar que los mitos griegos se contaron siempre como los

Adelanto del libro de Joseph Fontenrose Python Estudio del mito deacutelfi co y sus oriacutegenes de proacutexima publicacioacuten (2008) por la editorial Sexto Piso Traduccioacuten de Mariacutea Tabuyo y Agustiacuten Loacutepez

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cuenta Ovidio Pero sin duda no fue asiacute Probablemente nin-guacuten griego del siglo v conociacutea ninguno de los mitos de Ovidio en la forma en que eacuteste los cuenta Cualquier narracioacuten que encontremos es la versioacuten conocida por un hombre en un mo-mento determinado El mito o el cuento popular desplazaacutendo-se de un lugar a otro pasando de una persona a otra de una generacioacuten a otra sufre cambios de manera constante se for-man nuevas versiones en cada regioacuten y en cada eacutepoca La ver-sioacuten nueva aparece cuando se cambian los detalles mdashcuando se da una expresioacuten algo diferente a un tema o un episodio cuan-do se antildeade o se quita algo cuando se cambia la secuencia de los episodiosmdash pero los nombres personales y los topoacutenimos permanecen inalterables Cuando una versioacuten particular en su progreso de un lugar a otro adquiere nombres nuevos para sus personajes y lugares se forma una variante nueva La variante es esencialmente la misma historia contada de dioses y hom-bres diferentes en un escenario diferente Eacutesta es la distincioacuten que establezco entre los teacuterminos versioacuten y variante que mu-chos investigadores utilizan de manera indistinta Un tipo es un argumento tradicional que aparece en varias variantes Es

una serie de episodios una constelacioacuten de temas que perma-nece bastante bien fi jada entre las variantes Puede haber cam-bios en la secuencia pueden desaparecer episodios o temas secundarios se pueden antildeadir caracteriacutesticas nuevas Pero debe haber un nuacutecleo duradero observable en todas las variantes para poder hablar de ldquotipordquo Por ejemplo pensemos en el rela-to tipo denominado ldquola esposa de Putifarrdquo El relato de Joseacute en el Geacutenesis es una variante hebrea de este tipo los relatos de Bellerophon Hippolytos y Teacutenedos son tres variantes griegas La variante de Hippolytos se contaba de maneras diferentes entre los griegos podemos denominar versioacuten a cada manera diferente Los nombres de Hippolytos Fedra Theseus dan unidad a la variante el argumento da unidad al tipo La dife-rencia entre variante y versioacuten se asemeja a la que existe entre especie y variedad el tipo es el gen

Un argumento tradicional al entrar en una nueva regioacuten se vincula habitualmente a los dioses o heacuteroes de esa regioacuten Los nombres cambian un pueblo puede sustituir por ejemplo con el dios que rige los fenoacutemenos atmosfeacutericos al dios homoacutelogo de la historia que ha tomado prestada Por ello el estudio de la

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difusioacuten del mito se interesa maacutes por los argumentos y los te-mas que por los participantes divinos o sus nombres Habitual-mente el origen y desarrollo del mito tiene poco o nada que ver con el origen de los dioses que aparecen en la variante na-cional o con el origen de sus nombres

Por eso este estudio al tratar de relacionar un mito con otro se interesa principalmente por los temas narrativos Por tema me refi ero a un rasgo o episodio recurrente de los relatos tradicionales Es una parte integral de la historia en que se encuentra pero es separable en el sentido de que puede apare-cer tambieacuten en otras historias tipo Algunos temas son esencia-les a un tipo otros pueden aparecer en una variante y estar ausentes en otra

El tema no se expresa de manera ideacutentica en cada versioacuten o variante cambia constantemente su ropaje externo de acuerdo con las costumbres nacionales o las caracteriacutesticas locales de los lugares en que se encuentra Puede oscurecerse o disfrazar-se pude ser que soacutelo quede una huella Si no fuera por esto todas las variantes se pareceriacutean mucho y seriacutea obvio el origen comuacuten Pero un origen comuacuten de los mitos de combate no es obvio por lo tanto es necesario un anaacutelisis temaacutetico cuidadoso de los diversos mitos Puede ser uacutetil sentildealar el tipo de variacio-nes que se producen en el tema

1 Mutaciones de papel cambios de rango de relacioacuten de clase Un heacuteroe puede reemplazar a un dios o a un gigante o un leoacuten puede reemplazar a un dragoacuten Un padre se puede con-vertir en abuelo tiacuteo hermano rey tutor una madre se puede convertir en abuela madre adoptiva nodriza esposa hermana esposa e hija se intercambian con frecuencia

2 Mutaciones en la accioacuten El modo de combate puede cambiar de una variante a otra Un tipo de castigo o de engantildeo puede ser sustituido por otro

3 Una caracteriacutestica llamativa de una variante puede quedar reducida en otra a algo menos sorprendente o puede estar dis-frazada La muerte puede transformarse en herida suentildeo de-rrota exilio desesperacioacuten Una accioacuten puede quedar mera-mente en un intento de accioacuten

4 Las acciones o rasgos de un personaje pueden transferir-se a otro del campeoacuten a su hijo esposa o ayudante incluso a su enemigo y viceversa

5 Se pueden combinar o fundir temas y papeles La heroiacutena

puede aprovecharse de la lujuria del enemigo para atraerle a la destruccioacuten La vigilancia por parte del dragoacuten de un manan-tial puede combinarse con su habitacioacuten en el mar su conten-cioacuten de las aguas su bloqueo de un camino y su control sobre un recinto sagrado

6 Puede haber expansioacuten o duplicacioacuten de temas personas episodios El campeoacuten puede dividirse en padre e hijo Un solo enemigo se puede convertir en el jefe y muacuteltiples subordina-dos Se pueden librar varios combates con varias muertes o derrotas del campeoacuten o del enemigo

Dado que a menudo se ha sentildealado la semejanza de los mi-tos con los suentildeos debemos observar que los modos en que se expresa un tema en los mitos reales presentan una marcada analogiacutea con los modos en que se expresa el pensamiento del suentildeo en el contenido del suentildeo seguacuten Freud los defi nioacute Freud apunta factores de condensacioacuten y desplazamiento A) Condensacioacuten es la convergencia de varios pensamientos del suentildeo en un punto clave que se convierte en un elemento uacuteni-co en el contenido del suentildeo Se puede ver una forma de con-densacioacuten en las personas compuestas de los suentildeos La con-densacioacuten corresponde a la combinacioacuten y fusioacuten del punto 5 supra B) El desplazamiento se manifi esta en la sustitucioacuten de una idea por otra sin alteracioacuten del signifi cado esencial o en la inversioacuten de las ideas transformacioacuten en lo contrario o en algo muy diferente Las mutaciones y reducciones de 1 a 4 supra son anaacutelogas a los desplazamientos del suentildeo Las duplicacio-nes de 6 corresponden a la duplicacioacuten que con frecuencia aparece en los suentildeos1

Eacutesos son los cambios que pueden experimentar los temas El estudioso debe reconocer que un tema puede asumir en un mito un revestimiento muy diferente del que tiene en otro Debe mirar a menudo debajo de la cobertura exterior para encontrar el tema Debe comprender tambieacuten que el pensa-miento miacutetico es iloacutegico para nuestros esquemas habituales tambieacuten en esto se parece al pensamiento de los suentildeos Ele-mentos opuestos contradictorios inconsecuencias pueden estar y estaacuten juntos en una misma intencioacuten y en una misma narracioacuten Sin embargo el mito no es un revoltijo de tonteriacuteas y absurdos tiene su propia loacutegica Quien estudia el mito debe tratar de comprender los modos miacuteticos del pensar G

1 Freud (ID) 319-397 especialmente 320-339

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Mito y lenguajeErnst Cassirer

En Primitive Culture Tylor propuso una teoriacutea antropoloacutegica basada en principios bioloacutegicos generales Eacutel fue uno de los primeros en aplicar los principios de Darwin al mundo cultu-ral La maacutexima natura non facit saltus no admite excepcioacuten Vale tanto para el mundo de la civilizacioacuten humana como para el mundo orgaacutenico Lo mismo el hombre civilizado que el no civilizado pertenecen a la misma especie la especie del homo sapiens Las caracteriacutesticas fundamentales de esta especie son las mismas en cada variante Si la teoriacutea de la evolucioacuten es ver-dadera no podemos admitir ninguacuten hiato entre el estadio maacutes bajo y el maacutes alto de la civilizacioacuten humana Pasamos del uno a los otros mediante una transicioacuten muy lenta y casi impercep-tible en la cual nunca encontramos solucioacuten de continuidad

Una concepcioacuten distinta del proceso de la civilizacioacuten hu-mana fue desarrollada en un ensayo publicado en 1856 tres antildeos antes de la aparicioacuten del libro de Darwin The Origin of the Species En su Comparative Mythology1 F Max Muumlller partioacute del principio de que es imposible alcanzar una verdadera com-prensioacuten del mito mientras se considere como un fenoacutemeno aislado Y sin embargo ninguacuten fenoacutemeno natural ninguacuten principio bioloacutegico puede guiarnos en nuestra investigacioacuten No existe ninguna analogiacutea real entre los fenoacutemenos naturales y los culturales La cultura humana debe ser estudiada de acuerdo con meacutetodos y principios especiacutefi cos iquestY doacutende po-driacuteamos encontrar una guiacutea mejor para este estudio que en el lenguaje humano el elemento en el cual el hombre vive se mueve y tiene su ser Como linguumlista y fi loacutelogo Muumlller estaba convencido de que el uacutenico enfoque cientiacutefi co para un estudio del mito era el enfoque linguumliacutestico Pero este fi n no podiacutea ser logrado antes de que la propia linguumliacutestica hubiese encontrado su camino y antes de que la gramaacutetica y la etimologiacutea estuvie-ran fundadas sobre una fi rme base cientiacutefi ca Hasta la primera mitad del siglo xix se llegoacute a dar este gran primer paso Entre el mito y el lenguaje no soacutelo existe una iacutentima relacioacuten sino una verdadera solidaridad Si entendemos la naturaleza de esta solidaridad habremos encontrado la llave del mundo miacutetico

El descubrimiento de la lengua y literatura saacutenscritas fue un hecho decisivo en el desenvolvimiento de nuestra conciencia

histoacuterica y en la evolucioacuten de todas las ciencias culturales Por su importancia e infl uencia puede compararse con la gran re-volucioacuten intelectual que produjo el sistema copernicano en el campo de la ciencia natural La hipoacutetesis copernicana invirtioacute la concepcioacuten del orden coacutesmico La tierra ya no estaba en el centro del universo se convirtioacute en un ldquoastro entre los astrosrdquo La concepcioacuten geoceacutentrica del mundo fiacutesico fue descartada En el mismo sentido en contacto con la literatura saacutenscrita puso fi n a esa concepcioacuten de la cultura humana que estableciacutea su centro verdadero y uacutenico en el mundo de la antiguumledad claacutesica A partir de entonces el mundo greco-romano no podiacutea ser considerado maacutes que como una simple provincia un pequentildeo sector del universo de la cultura humana La fi losofiacutea de la historia tuvo que fundarse sobre una base nueva y maacutes amplia Hegel llamoacute al descubrimiento del origen comuacuten del griego y el saacutenscrito el descubrimiento de un nuevo mundo Quienes estudiaban gramaacutetica comparada en el siglo xix consideraron su trabajo bajo esta misma luz Estaban convencidos de que habiacutean encontrado la palabra maacutegica la uacutenica que podiacutea abrir las puertas al entendimiento de la historia de la civilizacioacuten humana La fi lologiacutea comparada declaroacute Max Muumlller ha pues-to a la edad mitoloacutegica y mitopeacuteyica de la humanidad que antes estaba velada por la oscuridad ante la brillante luz de la investigacioacuten cientiacutefi ca y dentro del recinto de la historia do-cumental Ha puesto en nuestras manos un telescopio de tal potencia que donde antes alcanzaacutebamos a ver soacutelo nebulosida-des ahora descubrimos formas distintas y perfi les maacutes auacuten nos ha proporcionado lo que podemos llamar testimonios con-temporaacuteneos exhibiendo ante nosotros el estado de pensa-miento de lenguaje religioacuten y civilizacioacuten de un periacuteodo en que el saacutenscrito no era todaviacutea el saacutenscrito el griego no era todaviacutea el griego pero en el cual lo mismo estos dos que el latiacuten el germaacutenico y otros dialectos arios existiacutean todaviacutea como un solo lenguaje indiviso La niebla de la mitologiacutea se desvaneceraacute gradualmente y nos permitiraacute descubrir tras las fl otantes nubes de la aurora del pensamiento y el lenguaje esa naturaleza verdadera que la mitologiacutea ha encubierto y disfraza-do por tan largo tiempo2

Por otro lado esa conexioacuten entre el lenguaje y el mito la cual prometiacutea una solucioacuten clara y defi nida para el antiguo enigma entrantildeaba una gran difi cultad Cierto es que el lengua-je y el mito tienen una raiacutez comuacuten pero no son en modo algu-

Ernst Cassirer El mito del Estado Traduccioacuten de Eduardo Nicol fce Meacutexico 2004

1 Publicado por primera vez en Oxford Essays (Londres John W Parker and Son 1856) pp 1-87 Reproducido en Selected Essays on Language Mythology and Religion (Londres Longmans Green and Co 1881) pp 299-451

2 Muumlller ldquoComparative Mythologyrdquo op cit pp II 33 86 Selected Essays I 315 358 449 ss

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no ideacutenticos en su estructura El lenguaje ofrece siempre un caraacutecter estrictamente loacutegico el mito parece desafi ar todas las reglas loacutegicas es incoherente caprichoso irracional iquestCoacutemo podemos reunir estos dos elementos incompatibles

Para responder a esta pregunta Max Muumlller y otros autores pertenecientes a la escuela de la mitologiacutea comparada idearon un plan muy ingenioso El mito dijeron no es en realidad sino un aspecto del lenguaje aunque un aspecto maacutes bien negativo que positivo El mito no se origina de sus virtudes sino de sus vicios Es cierto que el lenguaje es racional y loacutegico pero por otra parte es tambieacuten una fuente de ilusiones y falacias El lo-gro mayor del lenguaje es a la vez fuente de sus defectos El lenguaje se compone de nombres generales pero la generalidad implica siempre ambiguumledad La polionimia y la sinonimia de las palabras no son un rasgo accidental del lenguaje derivan de su naturaleza misma Como sea que la mayoriacutea de los objetos tienen maacutes de un atributo y como quiera que bajo aspectos

diferentes uno u otro de los atributos puede parecer apropiado para el acto de la denominacioacuten ocurrioacute por necesidad que la mayoriacutea de los objetos durante el primer periacuteodo del lenguaje humano tuvo maacutes de un nombre Cuanto maacutes antigua es una lengua tanto maacutes rica en sinoacutenimos Por otra parte si se em-plean constantemente estos sinoacutenimos deben naturalmente originar un nuacutemero de homoacutenimos Si podemos llamar al sol con cincuenta nombres expresivos de diferentes cualidades algunos de estos nombres seraacuten aplicables a otros objetos que puedan poseer las mismas cualidades Estos objetos distintos vendriacutean entonces a llamarse por el mismo nombre mdashse con-vertiriacutean en homoacutenimos Eacuteste es el punto vulnerable del len-guaje y eacuteste es al mismo tiempo el origen histoacuterico del mito iquestCoacutemo podemos dar razoacuten mdashse pregunta Max Muumlllermdash de esta fase de la mente humana que dio origen a los extraordina-rios relatos de dioses y heacuteroes de gorgonas y quimeras de cosas que el ojo humano no habiacutea visto nunca y que ninguna

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mente humana en sus cabales pudo haber concebido jamaacutes A menos que podamos dar respuesta a esta pregunta nuestra creencia en un progreso regular y consecuente del intelecto humano a traveacutes de todas las edades y en todos los lugares tendraacute que ser abandonada como una teoriacutea falsa A pesar de todo despueacutes del descubrimiento de la linguumliacutestica comparada estamos en situacioacuten de evitar ese escepticismo y de quitar ese obstaacuteculo de en medio Vemos que el progreso mismo del len-guaje mdashuno de los maacutes grandes hechos de la civilizacioacuten hu-manamdash condujo inevitablemente a otro fenoacutemeno al fenoacuteme-no del mito Si existiacutean dos nombres para el mismo objeto es natural y en verdad inevitable que dos personas pudieran bro-tar de los dos nombres y como los mismos relatos podiacutean contarse de la una y de la otra seriacutean representadas como her-manos y hermanas como padres e hijos3

Si aceptamos esta teoriacutea la difi cultad queda resuelta Pode-mos explicar muy bien de queacute modo la actividad racional del lenguaje humano ha conducido a las irracionalidades e incom-prensibilidades del mito La mente humana opera siempre de una manera racional Aun la mente primitiva era una mente cabal y normal Pero por otra parte era una mente rudimen-taria e inexperta En el caso en que estaba la mente inexperta expuesta constantemente a una grave tentacioacuten mdashla falacia y la ambiguumledad de las palabrasmdash no es de extrantildear que cayera en ella Eacuteste es el verdadero origen del pensamiento miacutetico El lenguaje no es tan soacutelo una escuela de sabiduriacutea es tambieacuten una escuela de desatino El mito nos revela este uacuteltimo aspecto no es maacutes que la oscura sombra que el lenguaje proyecta sobre el mundo del pensamiento humano

De este modo se presenta a la mitologiacutea como patoloacutegica asiacute en su origen como en su esencia Es una enfermedad que em-pieza en el campo del lenguaje y que luego se difunde en una peligrosa infeccioacuten por todo el cuerpo de la civilizacioacuten huma-na Pero aunque sea una locura hay en ella un meacutetodo En la mitologiacutea griega asiacute como en otras mitologiacuteas encontramos por ejemplo el relato de una gran inundacioacuten que destruyoacute a la raza humana entera Solamente una pareja Deucalioacuten y su es-posa Pirra se salvoacute del diluvio y fue enviada por Zeus a la Heacute-lade Cayeron los dos sobre el monte Parnaso y alliacute les aconse-joacute el oraacuteculo que echaron tras de siacute los ldquohuesos de su madrerdquo Deucalioacuten dio con la verdadera interpretacioacuten de este oraacuteculo recogioacute las piedras esparcidas por el campo y las tiroacute por encima de sus hombros De estas piedras surgioacute una nueva raza de hom-bre y mujeres iquestQueacute cosa hay maacutes ridiacutecula mdashse pregunta Max Muumlllermdash que este modo de explicar el origen de la raza huma-na Y sin embargo se hace faacutecilmente comprensible cuando empleamos la clave que nos da la ciencia de la etimologiacutea com-parada Todo el relato se reduce a un simple juego de palabras mdashuna confusioacuten entre dos teacuterminos homoacutenimosmdash entre λαός y λἀας4 Eacuteste de acuerdo con su opinioacuten es todo el secreto de la mitologiacutea

Si analizamos esta teoriacutea encontramos que contiene una extrantildea mezcla de racionalismo y romanticismo El elemento romaacutentico es manifi esto y parece ser el preponderante En cierto sentido Max Muumlller habla como un disciacutepulo de Nova-lis o de Schleiermacher Rechaza la teoriacutea de que el origen de

la religioacuten hay que buscarlo en el animismo o en la adoracioacuten de las grandes fuerzas naturales Hay ciertamente una religioacuten natural o fiacutesica una adoracioacuten del juego del sol de la luna del cielo despejado pero esta religioacuten fiacutesica es tan soacutelo un aspecto singular y un fenoacutemeno derivado No nos ofrece el todo y no nos conduce a la fuente primera y principal El verdadero ori-gen de la religioacuten hay que buscarlo en un estrato maacutes profundo del pensar y el sentir Lo que primero fascinoacute a los hombres no fueron los objetos de su alrededor Aun la mente primitiva es-taba mucho maacutes impresionada por el gran espec taacuteculo de la naturaleza tomada como un todo La naturaleza era lo desco-nocido en el sentido de algo opuesto a lo conocido lo infi nito en el sentido de lo que se distingue de lo fi nito Fue este senti-miento lo que desde los primero tiempos promovioacute el impul-so hacia el pensamiento religioso y el lenguaje La inmediata percepcioacuten del Infi nito ha formado desde el principio mismo el ingrediente y el necesario complemento de todo conocimiento fi nito Los rudimentos de expresiones mitoloacutegicas religiosas y fi losoacutefi cas posteriores estaban ya presentes en la temprana presioacuten del Infi nito sobre nuestros sentidos y esta presioacuten es la primera fuente y el origen real de todas nuestras creencias religiosas5 iquestPor queacute tenemos que maravillarnos de los anti-guos mdashpreguntaba Max Muumlllermdash de su lenguaje palpitante de vida y refulgente de color si en vez de los grises perfi les del pensamiento moderno exhalaban esas formas vivientes de la naturaleza dotadas de fuerza humana o maacutes bien de fuerzas sobrehumanas en tanto que la luz del sol brillaba maacutes que la del ojo humano y el bramar de la tormenta opacaba los gritos de la voz humana6 Esto suena muy romaacutentico pero no debe-mos dejarnos engantildear por el estilo coloreado y romaacutentico de Max Muumlller Su teoriacutea tomada en conjunto sigue siendo es-trictamente racionalista e intelectualista

En el fondo su concepcioacuten del mito no se encuentra muy distante del siglo xviii y de los pensadores de la Ilustracioacuten7 Claro estaacute que ya no considera al mito y a la religioacuten como una simple invencioacuten arbitraria un truco de la astucia clerical Pero admite que la religioacuten al fi n y al cabo no es maacutes que una gran ilusioacuten no un engantildeo consciente sino inconsciente un engantildeo promovido por la naturaleza de la mente humana y ante todo por la naturaleza del lenguaje humano El mito sigue siendo siempre un caso patoloacutegico Pero ahora estamos en situacioacuten de comprender la patologiacutea del mito sin recurrir a la hipoacutetesis de un defecto inherente a la mente humana misma Si se reco-noce que el lenguaje es la fuente del mito entonces hasta las incongruencias y contradicciones del pensamiento miacutetico que-dan reducidas a un poder universal y objetivo y por tanto en-teramente racional

3 Veacutease Muumlller op cit pp 44 Selected Essays I 3784 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p8 Selected Essays I 310

5 Veacutease F Max Muumlller Natural Religion The Gifford Lectures 1888 (Londres y Nueva York Longmans Green amp Co 1889) con-ferencia V ldquoMy own defi nition of Religionrdquo pp 103-140 Physical Religion The Gifford Lectures 1890 (Londres y Nueva York Long-mans Green amp Co 1891) conferencia VI ldquoPhysical Religion The Natural and the Supernatur alrdquo pp 119 ss

6 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p 37 Selected Essays I 3657 Es un hecho curioso que los primeros elementos de la teoriacutea de

Max Muumlller hayan de buscarse en los escritos de uno de los grandes racionalistas En su saacutetira Sur lrsquoeacutequivoque Boileau propuso la teoriacutea de que la ambiguumledad de las palabras es la verdadera fuente del mito

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Mucho contribuyoacute a la infl uencia de esta doctrina el hecho de que fuera aceptada con algunas reservas criacuteticas por el primer fi loacutesofo que tratoacute de crear una ldquofi losofiacutea sinteacuteticardquo una visioacuten coherente y comprensiva de todas las actividades de la mente humana basada en principios estrictamente empiacutericos y en la teoriacutea general de la evolucioacuten Herbert Spencer halloacute la fuente primera y principal de toda religioacuten en el culto de los antepasados El primer culto afi rmoacute eacutel no fue el culto de las fuerzas naturales sino el culto de los muertos8 Sin embargo con el fi n de comprender el traacutensito del culto de los antepasa-dos al culto de los dioses personales debemos introducir una nueva hipoacutetesis Seguacuten Spencer lo que hizo posible y hasta necesario este nuevo paso fueron el poder y la infl uencia per-durable del lenguaje El lenguaje humano es metafoacuterico en su esencia misma estaacute lleno de siacutemiles y analogiacuteas La mente pri-mitiva es incapaz de comprender estos siacutemiles en un sentido meramente metafoacuterico Toma estos siacutemiles por realidades y piensa y actuacutea de acuerdo con este principio Esta interpreta-cioacuten literal de los nombres metafoacutericos fue la que condujo desde las primeras formas elementales del culto de los antepa-sados desde la adoracioacuten de seres humanos hasta la adoracioacuten de plantas y animales y fi nalmente de grandes fuerzas de la naturaleza Un haacutebito comuacuten y muy extendido de las socieda-des primitivas es el de darles a los nintildeos recieacuten nacidos nom-bres de plantas animales estrellas y otros objetos naturales A los nintildeos se les llama ldquoTigrerdquo ldquoLeoacutenrdquo ldquoCuervordquo a las nintildeas ldquoLunardquo ldquoEstrellardquo Originariamente todos estos nombres no eran maacutes que epiheta ornantia los cuales expresaban ciertas cualidades personales que se atribuiacutean a los seres humanos De acuerdo con esta tendencia de la mente primitiva a entender

todos los teacuterminos en sentido literal era inevitable que se ma-linterpretasen esos nombres complementarios y esos tiacutetulos metafoacutericos Alguna vez ldquoAurorardquo se usariacutea como nombre pro-pio de persona las tradiciones referentes a una que se hubiese destacado conduciriacutean en la mente ingenua del salvaje a una identifi cacioacuten con la aurora misma y sus aventuras seriacutean in-terpretadas de la manera que pareciese maacutes congruente con la naturaleza de la aurora Es maacutes en las regiones donde tal nom-bre hubiese sido el propio de miembros de tribus adyacentes o de miembros de una misma tribu que hubieran vivido en tiempos distintos surgiriacutean genealogiacuteas incongruentes y aven-turas antagoacutenicas de la aurora9

Tambieacuten aquiacute encontramos explicado el fenoacutemeno del mito el panteoacuten entero del politeiacutesmo como una simple enferme-dad El culto de objetos conspicuos concebidos como perso-nas resulta de un error linguumliacutestico La grave objecioacuten a que puede someterse tal teoriacutea es manifi esta El mito es una de las maacutes antiguas y grandes fuerzas de la civilizacioacuten humana Estaacute conectado iacutentimamente con todas las demaacutes actividades huma-nas es inseparable del lenguaje de la poesiacutea del arte y del maacutes remoto pensamiento histoacuterico La ciencia misma tuvo que pasar por una etapa miacutetica antes de alcanzar la etapa loacutegica la alquimia precedioacute a la quiacutemica la astrologiacutea a la astronomiacutea Si las teoriacuteas de Max Muumlller y de Spencer fuesen ciertas tendriacutea-mos que admitir la conclusioacuten de que en resumidas cuentas la historia de la civilizacioacuten humana se debe a una simple equivo-cacioacuten a una mala interpretacioacuten de palabras y de teacuterminos Y no es una hipoacutetesis muy satisfactoria o plausible pensar que la cultura sea el producto de una mera ilusioacuten un malabarismo de palabras y un pueril juego de nombres G

8 Veacutease H Spencer The Principles of Sociology (1876) cap xx (Nueva York Appleton amp Co 1901 i 1901 i 285 ss) 9 Ibid xxii-xxiv i 329-394

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El mito y la sociedadJoseph Campbell

1- El que cambia de forma

No hay un sistema fi nal para la interpretacioacuten de los mitos y nunca habraacute tal cosa La mitologiacutea es como el dios Proteo ldquoel veraz anciano de los maresrdquo El dios ldquoprobaraacute de convertirse en todos los seres que se arrastran por la tierra y en agua y en ardentiacutesimo fuegordquo1

El viajero de la vida que quiera recibir ensentildeanzas de Proteo debe ldquosujetarlo aunque desee e intente escaparserdquo y fi nalmente apareceraacute en la forma que le es propia Pero este astuto dios nunca descubre ni siquiera ante el maacutes haacutebil interrogador el contenido iacutentegro de su sabiduriacutea Contestaraacute a la pregunta que se le haga y la respuesta seraacute grande o trivial seguacuten lo que se le haya preguntado ldquoCuando el sol siguiendo su curso llega al centro del cielo el veraz anciano de los mares oculto por negras y encrespadas olas salta en tierra al soplo del Ceacutefi -ro En seguida se acuesta en honda gruta y a su alrededor se ponen a dormir todas juntas las focas de nataacutetiles pies hijas de la hermosa Halosidne que salen del espumoso mar exhalando el acerbo olor del mar profundiacutesimordquo2 El rey guerrero griego Menelao guiado y ayudado por una hija de este viejo padre del mar a sus salvajes lares e instruido por ella de coacutemo lograr la respuesta del dios deseaba soacutelo preguntar el secreto de sus difi cultades personales y el paradero de sus amigos personales Y el dios se dignoacute a responder

La mitologiacutea ha sido interpretada por el intelecto moderno como un torpe esfuerzo primitivo para explicar el mundo de la naturaleza (Frazer) como una produccioacuten de fantasiacutea poeacutetica de los tiempo prehistoacutericos mal entendida por las edades pos-teriores (Muumlller) como un sustitutivo de la instruccioacuten alegoacute-rica para amoldar el individuo a su grupo (Durkheim) como un suentildeo colectivo sintomaacutetico de las urgencias arquetiacutepicas dentro de las profundidades de la psique humana (Jung) como el vehiacuteculo tradicional de las intuiciones metafiacutesicas maacutes pro-fundas del hombre (Coomaraswamy) y como la Revelacioacuten de Dios a Sus hijos (la Iglesia) La mitologiacutea es todo esto Los diferentes juicios estaacuten determinados por los diferentes puntos de vista de los jueces Pues cuando se la investiga en teacuterminos no de lo que es sino de coacutemo funciona de coacutemo ha servido a la especia humana en el pasado y de coacutemo puede servirle ahora

la mitologiacutea se muestra tan accesible como la vida misma a las obsesiones y necesidades del individuo la raza y la eacutepoca

2- La funcioacuten del mito del culto y de la meditacioacuten

En su forma viva el individuo es necesariamente soacutelo una frac-cioacuten y una distorsioacuten de la imagen total del hombre Estaacute limi-tado ya sea hembra o varoacuten tambieacuten lo estaacute en cualquier pe-riodo de su vida como nintildeo como joven como adulto o como anciano y no soacutelo eso sino que en su vida estaacute necesariamente especializado como artesano comerciante sirviente o ladroacuten sacerdote o liacuteder esposa monja o prostituta no puede serlo todo De aquiacute que la totalidad la plenitud del hombre no esteacute en un miembro aparte sino en el cuerpo de la sociedad como un todo el individuo puede soacutelo ser un oacutergano De su grupo ha tomado las teacutecnicas de vida el lenguaje en que piensa las ideas por las cuales lucha los genes que han construido su cuerpo descienden del pasado de esa sociedad Si pretende ais-larse ya sea en hechos pensamientos o sentimientos soacutelo lo-gra romper las relaciones con las fuentes de su existencia

Las ceremonias tribales de nacimiento la iniciacioacuten el ma-trimonio el entierro la adquisicioacuten de un estado social etc sirven para trasladar la crisis y hechos de la vida del individuo a formas claacutesicas e impersonales Estas formas tienen por obje-to mostrarlo a siacute mismo no como esta personalidad o la otra sino como el guerrero la desposada la viuda el sacerdote el jefe al mismo tiempo se representa para el resto de la comuni-dad la vieja leccioacuten de las etapas arquetiacutepicas Todos participan en el ceremonial de acuerdo con su rango y su funcioacuten La sociedad entera se hace visible como una unidad viva e impe-recedera Pasan generaciones de individuos como ceacutelulas anoacute-nimas de un cuerpo vivo pero permanece la forma sustentante e intemporal Por una ampliacioacuten de la visioacuten para abarcar a este superindividuo cada uno se descubre a siacute mismo engran-decido enriquecido apoyado y magnifi cado Su papel aunque no sea nada impresionante se ve como intriacutenseco a la bella imagen festiva del hombre la imagen potencial pero necesaria-mente inhibida que estaacute dentro del individuo

Los deberes sociales continuacutean la leccioacuten del festival en la existencia diaria y normal y se le da maacutes validez al individuo Por el contrario la indiferencia las revoluciones o el exilio rom-pen las conexiones vitales Desde el punto de vista de la unidad social el individuo aislado no es sino una nada un desperdicio De aquiacute que el hombre o la mujer puedan decir honestamente que han vivido su papel mdashya sea el de sacerdote prostituta reina o esclavomdash se refi eren al sentido completo del verbo ser

Joseph Campbell El heacuteroe de las mil caras Psicoanaacutelisis del mito Traduccioacuten de Luisa Josefi na Hernaacutendez fce Meacutexico 2006

1 Odisea iv 401 417-41 Traduccioacuten de Luis Segalaacute y Estalella2 Ibid 400-406

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Los ritos de la iniciacioacuten y de la adquisicioacuten de una situa-cioacuten pues muestran la leccioacuten de la unidad esencial del in-dividuo y el grupo los festivales de las estaciones abren un horizonte mayor Asiacute como el individuo es un oacutergano de la so-ciedad asiacute es la tribu o la ciudad mdashasiacute es la humanidad ente-ramdash soacutelo una fase del poderoso organismo del cosmos

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para domi-nar a la naturaleza Eacutesta es una representacioacuten equivocada Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre y particularmente en aquellas ceremonias maacutegicas que se supone han de traer lluvia curar las enfermedades o detener las inun-daciones sin embargo el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponieacutendolas a la magia ne-gra) es la sumisioacuten a lo inevitable del destino y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente

No se ha registrado ninguacuten mito tribal que intente postergar la llegada del invierno al contrario los ritos preparan a la co-munidad para soportar junto con el resto de la naturaleza la estacioacuten del friacuteo tremendo Y en la primavera los ritos no inten-tan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maiacutez frijol y calabazas para la comunidad debilitada por el contrario los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estacioacuten de la na-turaleza El maravilloso ciclo del antildeo es celebrado con todos sus contratiempos y periacuteodos de juacutebilo y es bosquejado y represen-tado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano

Muchas otras simbolizaciones de esta continuidad llenan el mundo de la comunidad mitoloacutegicamente instruida Por ejem-plo los clanes de las tribus cazadoras norteamericanas se con-sideraban descendientes de ancestros mitad animales y mitad humanos Estos ancestros no solamente eran los padres de los miembros humanos del clan sino tambieacuten de la especie animal de donde el clan tomaba su nombre Asiacute los miembros huma-nos del clan del castor eran primos hermanos de los castores protectores de dicha especie y al mismo tiempo protegidos por la sabiduriacutea animal del pueblo de los bosques Y otro ejemplo el hogan o choza de barro de los Naacutevajo de Nuevo Meacutexico y Arizona se construye seguacuten el plan de la idea del cosmos de los Naacutevajo La entrada estaacute hacia el oriente Los ocho lados re-presentan las cuatro direcciones principales y los puntos que quedan entre ellas Cada arista y cada viga corresponde a un elemento en el gran hogan de la tierra y el cielo que todo lo abarcan Y como el alma del hombre es considerada en su for-ma como ideacutentica al universo la choza de barro es la represen-tacioacuten de la armoniacutea baacutesica del hombre y del mundo y un re-cordatorio del escondido camino vital de la perfeccioacuten

Pero hay otro camino diametralmente opuesto al de los de-beres sociales y los cultos populares Desde el punto de vista del camino del deber el que es exiliado de la comunidad es nada Desde el otro punto de vista este exilio es el primer paso en la buacutesqueda Cada uno lleva el todo dentro de siacute mismo por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de eacutel Las diferen-ciaciones de sexo edad y ocupacioacuten no son esenciales a nuestro caraacutecter sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo La imagen interior del hombre no de-be confundirse con su atuendo Pensamos que somos ameri-canos hijos del siglo xx occidentales y cristianos civilizados Somos virtuosos o pecadores Sin embargo esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre denotan solamente acci-dentes geograacutefi cos fecha de nacimiento e ingresos econoacutemi-

cos iquestCuaacutel es el meollo de nosotros iquestCuaacutel es el caraacutecter baacutesico de nuestro ser

El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India los misterios heleacutenicos de las iniciaciones las antiguas fi losofiacuteas de Oriente y del Occidente son teacutecnicas para despla-zar el hincapieacute de la conciencia individual fuera de la presencia exterior Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo maacutes profundo ldquoYo no soy esto ni lo otro mdashmeditamdash no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir mi cuerpo que estaacute enfermo o envejece ni mi brazo mis ojos mi cabeza ni la suma de todas estas cosas No soy mis sentimientos ni mi men-te ni mi fuerza intuitivardquo Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y fi nalmente alcanza insondables rea-lizaciones Ninguacuten hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como Don Fu-lano de tal o cual poblacioacuten de cierto paiacutes La sociedad y los deberes se esfuman Don Fulano al descubrirse grande con el hombre se convierte en una persona abstraiacuteda y apartada

Eacutesta es la etapa de Narciso contemplaacutendose en la fuente del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del aacuterbol pero no es la uacuteltima meta es un requisito pero no es el fi n La meta no es ver sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia en-tonces el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola De aquiacute que la separacioacuten el aislamiento ya no sean necesarios Por dondequiera que vaya el heacuteroe y cualquier cosa que haga siempre estaacute en presencia de su propia esencia porque ha perfeccionado sus ojos para ver No hay aislamiento Asiacute como el camino de la participacioacuten social puede llevar a la realizacioacuten del Todo en el individuo asiacute el exilio trae al heacuteroe al Yo en todo

Centrado en este punto capital el problema del egoiacutesmo o del altruismo desaparece El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identifi cado con el signifi cado iacutentegro del uni-verso Por Eacutel y para Eacutel se ha hecho el mundo ldquoOh Mahoma mdashdijo Diosmdash si no fuera por ti no hubiera creado el cielordquo

3- El heacuteroe de hoy

Todo esto se halla lejos del punto de vista contemporaacuteneo pues el ideal democraacutetico del individuo que se determina a siacute mismo la invencioacuten de los artefactos mecaacutenicos y eleacutectricos y el desarrollo de los meacutetodos cientiacutefi cos de investigacioacuten han transformado la vida humana en tal forma que el universo in-temporal de siacutembolos hace mucho tiempo heredados ha sufri-do un colapso A esto se refi eren en el Zaratustra de Nietzsche las trascendentales palabras que anuncian una eacutepoca ldquoMuertos estaacuten los diosesrdquo3 Es una faacutebula que sabemos que se ha repeti-do de mil maneras Es el ciclo del heacuteroe de la edad moderna la maravillosa historia de la especie humana que llega a la ma-durez El lastre del pasado la atadura de la tradicioacuten han sido destruidos con seguros y poderosos golpes La telarantildea del suentildeo miacutetico cayoacute la mente se abrioacute a la iacutentegra conciencia despierta y el hombre moderno surgioacute de la ignorancia de los antiguos como una mariposa de su capullo o como el sol del amanecer surge del vientre de la madre noche

3 Nietzsche Asiacute habloacute Zaratustra 1223

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No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

32 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 5

Octavio Paz traductorFabienne Bradu

Joseacute Bianco afi rmaba que al leer una traduccioacuten hecha por Octavio Paz su primera reaccioacuten era resistirse a la propuesta y la segunda casi inmediata ceder al encanto con entusiasta acep-tacioacuten ldquoCuando leiacute su traduccioacuten del Soneto en ix mdashle explicoacute a Danubio Torres Fierro en entrevistamdash me costaba reempla-zar aboli bibelot por espiral espirada La aliteracioacuten me parece maacutes leve maacutes aeacuterea Se me ocurre que Mallarmeacute la hubiese preferido tambieacutenrdquo Este doble impulso contradictorio podriacutea animar a muchos lectores de las traducciones de Octavio Paz Al menos reconozco algo de mi propia experiencia en la con-fesada por Joseacute Bianco

Como sucede en toda la obra del poeta la refl exioacuten corre paralela a la praxis Octavio Paz ha dedicado varios ensayos conferencias y comentarios al espinoso problema de la traduc-cioacuten poeacutetica No obstante cuando reunioacute los poemas traduci-dos de distintas lenguas y tradiciones en el primer volumen de Versiones y diversiones (1974) omitioacute reproducir por ejemplo el ya ceacutelebre ensayo ldquoLiteratura y literalidadrdquo de El signo y el ga-rabato y prefi rioacute sustituirlo por una breve declaracioacuten de fe ldquono es un libro sistemaacutetico ni se propone mostrar o ensentildear nada Es el resultado de la pasioacuten y de la casualidadrdquo La advertencia es pertinente para entender queacute clase de traductor es Octavio Paz Ante todo no es un traductor profesional que a solicitud de una casa editorial agota la obra de un poeta en un trance servil o utilitario El impulso de traducir responde en eacutel a un accidente y sobre todo a ldquoun deseo un amor y junto con este amor el deseo de compartirlordquo Por otro lado se rehuacutesa a asimi-lar la antologiacutea que a lo largo de los antildeos van conformando las traducciones realizadas con una seleccioacuten uacutenicamente guiada por el gusto Podriacutea aventurarse que algunos poemas de Versio-nes y diversiones corresponden efectivamente a una admiracioacuten poeacutetica otros a un reto para el arte del traductor y otros maacutes tal vez los menos a la voluntad de dar a conocer en lengua espa-ntildeola a un poeta poco o mal difundido proponiendo una mues-tra que rebase lo que el estricto gusto hubiera recogido ldquoUn amigo al leer mis versiones de unos cuantos poemas de Wi-lliams me impulsoacute a traducir otros maacutes para hacer un pequentildeo libro Cediacute mdashaunque yo hubiera preferido traducir a Wallace Stevensrdquo precisa Octavio Paz en el frontispicio a Versiones y di-versiones para ilustrar su reticencia a la sistemati cidad

ldquoEn teoriacutea mdashadvierte Octavio Pazmdash soacutelo los poetas debe-

riacutean traducir poesiacutea en la realidad pocas veces los poetas son buenos traductores No lo son porque casi siempre usan el poe-ma ajeno como un punto de partida para escribir su poemardquo Como suele ocurrir en los ensayos de Paz el ideal se for mula junto con las acotaciones que lo limitan o lo relativizan El ideal es inseparable de la criacutetica y la ambicioacuten conlleva su in-evitable parte de autocriacutetica La elevada aspiracioacuten que a me-nudo expresan los ensayos de Paz no cumple una funcioacuten de anticipada exculpacioacuten sino al contrario la de subrayar que pese a la conciencia de lo imposible se intentaraacute alcanzarlo Asiacute sucede en los ensayos que desarrollan una teoriacutea de la tra-duccioacuten como en los maacutes que se explayan sobre la teoriacutea poeacute-tica a secas Precisamente porque advierte y defi ne los riesgos que encontraraacute el poeta-traductor Paz no se excluye a siacute mis-mo de los embates compartidos Por ende siempre resultaraacute maacutes provechoso estudiar coacutemo sortea estos riesgos que preten-der que los desaparece Ademaacutes ninguacuten traductor digno de este nombre podriacutea rehusarse a correrlos

En varias ocasiones Octavio Paz adoptoacute el siacutemil de la foto-grafiacutea para dar cuenta de la operacioacuten traductora ldquoLas traduc-ciones a veces son excelentes pero otras son como fotografiacuteas borrosasrdquo La metaacutefora le permite conjugar dos condiciones de una buena traduccioacuten el colorido (la muacutesica) y la nitidez del trazo (el sentido) es decir en otros teacuterminos la sempiterna buacutesqueda de fi delidad ldquoal sonido y al sentidordquo No obstante e independientemente de sus propias palabras la obsesioacuten que subyace al arte de traducir en Paz no es la imagen sino el tiem-po Sus audacias sus podas y sus transmutaciones estaacuten ligadas a la persecucioacuten del instante Su arte de traducir nace de su maacutes defi nitoria esencia poeacutetica Cada vez que estaacute confrontado con una buacutesqueda similar en otros poetas se despierta su genio poeacutetico para intentar ir maacutes lejos en el perfeccionamiento de la expresioacuten del acercamiento al instante La obsesioacuten lo aguijo-nea y lo hace fundir su propio esfuerzo con el empentildeo de los demaacutes ponieacutendose asiacute al servicio de una sola buacutesqueda que re-basa las identidades y los estilos las formas y las tradiciones Esto no es exactamente una traicioacuten ni una ldquopacianizacioacutenrdquo de las versiones sino el ejercicio de una misma pasioacuten a varias vo-ces Creo que esta pasioacuten es a un tiempo el signo de una hu-mildad frente a la poesiacutea y el sello de una virtuosidad poeacutetica tan propia como inconfundible

El traductor es aquel que sabe oiacuter la voz callada debajo de la letra escrita revivirla con su propio aliento y lanzarla de nuevo a otra vida Algunos la llaman el ldquoespiacuteriturdquo de la poesiacutea en opo-sicioacuten con su sola letra Octavio Paz prefi rioacute califi carla como la ldquootra vozrdquo ldquouna modulacioacuten indefi nible inconfundible y que

Autora del libro Los puentes de la traduccioacuten Octavio Paz y la poesiacutea francesa Universidad Nacional Autoacutenoma de MeacutexicoUniversidad Veracruzana Meacutexico 2004

6 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

fatalmente la vuelve otrardquo Para explicar el complicado fenoacute-meno de la reencarnacioacuten los budistas recurren a una metaacutefo-ra cuando se prende una vela acercando la mecha a la llama de otra vela el fuego nuevo es y no es el mismo signifi cando asiacute que el espiacuteritu que renace es y no es el mismo que el que se ha extinguido Extrapolando la metaacutefora budista a nuestro asunto podriacutea decirse que un poema traducido es y no es el mismo que

el original como si un solo espiacuteritu de la poesiacutea y un mismo fuego que trascendieran a los poetas perduraran en dos poe-mas aparentemente distinguibles en las lenguas El ejercicio de la traduccioacuten quizaacute sea el que mejor pone de manifi esto la im-personalizacioacuten de la poesiacutea Y por lo demaacutes iquestno es lo que siempre defendioacute el autor de La llama doble G

Fotografiacutea Neil LibbertCamera Press-Zardoya

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Paz y los otrosJoseacute Emilio Pacheco

Hace seis antildeos aparecioacute como undeacutecimo tomo de las Obras completas de Octavio Paz el primer volumen de la Obra poeacutetica (1935-1970) El segundo incluiraacute Topoemas (1971) Renga (1972) Pasado en claro (1975) Vuelta (1976) Air born Hijos del aire (1979) Aacuterbol adentro (1987) Figuras y fi guraciones poemas en torno a la obra plaacutestica de Marie Joseacute Paz y Refl ejos reacuteplicas diaacutelogos con Francisco de Quevedo (1996) que cerroacute los sesenta y tres antildeos de trabajo comenzados en 1933 con Luna silvestre En teoriacutea Versiones y diversiones (1974) debe incluirse alliacute como se hizo en Italia con Eugenio Montale Salvatore Quasimodo y Giuseppe Ungaretti las versiones son parte de la poesiacutea de un autor El conjunto casi dos mil paacuteginas pone al libro futuro en riesgo de volverlo inmanejable

Al margen de las Obras completas Galaxia Gutenberg y Ciacuter-culo de Lectores publican la edicioacuten revisada y aumentada de Versiones y diversiones edicioacuten que Paz alcanzoacute a iniciar pero no concluyoacute El excelente trabajo adicional es de Nicanor Veacutelez Son 715 paacuteginas frente a las 255 que tuvo su primera aparicioacuten en Joaquiacuten Mortiz Abarcan el aspecto menos estudiado de Paz y testimonian una entrega a la poesiacutea como tal vez no volveraacute a existir en estas nuevas condiciones

La ldquoescuela mexicanardquo de traduccioacuten

Fue un poeta precoz y por ello asombra que su intereacutes en las versiones poeacuteticas no se haya manifestado hasta 1954 cuando al fi nal de Semillas para un himno publicoacute ldquoA su tiacutemida amanterdquo de Andrew Marvell y ldquoEl desdichadordquo ldquoMirtordquo ldquoDeacutelfi cardquo y ldquoArtemisardquo de Geacuterard de Nerval Tres antildeos despueacutes en el 1957 de Piedra de sol dio a conocer Sendas de Oku de Matsuo Basho en colaboracioacuten con Eikichi Hayashiya

Por eso en agosto de 2002 Aurelio Asiain celebroacute en Tokio los cincuenta antildeos de la llegada de Paz al Japoacuten probable pun-to de partida de su afaacuten por traducir poemas Ya a fi nes de los treinta como joven director de Taller se interesoacute por el geacutenero mdashsi puede llamarse asiacute a este trabajomdash y publicoacute en versiones ajenas a Arthur Rimbaud (Joseacute Ferrel) y T S Eliot (Rodolfo Usigli y Bernardo Ortiz de Montellano entre otros) En 1952 hizo para la Unesco la Antologiacutea de la poesiacutea mexicana nunca aparecida en espantildeol que tradujeron al ingleacutes Samuel Beckett y al franceacutes Guy Levis Mano

En los cincuenta las versiones de Paz y Jaime Garciacutea Terreacutes (compiladas en Baile de maacutescaras 1989) normalizaron esta praacutec-

tica en revistas y suplementos y crearon sin proponeacuterselo algo que podriacuteamos llamar una ldquoescuela mexicanardquo de traduccioacuten muy diferente a la que se practica en otros aacutembitos del idioma

En la siguiente deacutecada Paz descubrioacute para nosotros no para espantildeoles ni argentinos a Fernando Pessoa (Antologiacutea 1962) A continuacioacuten hizo con Pedro Sekel Cuatro poetas contemporaacute-neos de Suecia Martinson Lundkvist Ekelof y Lindegren En 1973 nos dio los Veinte poemas de William Carlos Williams y en 1978 algunos textos de Guillaume Apollinaire En los uacuteltimos tiempos su atencioacuten se centroacute en textos saacutenscritos y chinos Su libro fi nal fue Trazos de Chuang-tse y otros que se recoge en las nuevas Versiones y diversiones

Gracias a esta labor de Paz que pocos hasta ahora han apre-ciado en Meacutexico casi siempre se leen entre los datos con que se presenta a los joacutevenes y a las muchachas que se inician en la poesiacutea al lado de los premios y las becas obtenidas los nom-bres de los poetas que han traducido Es la manera maacutes atenta de leer un poema y la mejor forma de ejercitarse en la versifi -cacioacuten sin la disciplina mecanizadora de intentar escribir algo nuevo todos los diacuteas

Ovidio y Nezahualcoacuteyotl

En la literatura mexicana puede escucharse como en secreto la lamentacioacuten por las tres grandes peacuterdidas literarias de la Nueva Espantildea el silenciamiento de Sor Juana el fi n del Cole-gio de Tlatelolco en que los aztecas habiacutean empezado una la-bor de traductores que pudo haber sido la base de una auteacutenti-ca cultura mestiza y el que el padre Francisco Javier Clavijero un prosista soacutelo comparable en su tiempo y en su lengua con Jovellanos y Moratiacuten no haya logrado concluir en el destierro la que iba a ser nuestra Enciclopedia

De todos modos la poesiacutea escrita en espantildeol en esta tierra empezoacute con los sonetos ldquoal itaacutelico modordquo de Francisco de Te-rrazas con los poemas nahuas de Nezahualcoacuteyotl puestos en liras por su descendiente Francisco de Alva Ixtlilxoacutechitl (em-pleoacute el mismo derecho de Fray Luis para traducir tambieacuten en liras a Horacio y en tercetos encadenados el Libro de Job) y con Las heroidas de Ovidio transfi guradas a su vez en tercetos por Diego Mejiacutea

Tierra abierta a los dos oceacuteanos y al mismo tiempo caracol encerrado por el desierto y la semicircunferencia del Golfo in-comunicada por sus montantildeas e impedida a todo lo largo de la Colonia para tener relaciones con nada que no fuera el Pentaacutego-no de su eacutepoca El Escorial y la Casa de Contratacioacuten de Sevilla en cuanto dejoacute de ser Nueva Espantildea para intentar convertirse en Tomado de la revista Letras Libres nuacutemero 47 noviembre 2002

8 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

Meacutexico el paiacutes quiso relacionarse con un mundo que era de verdad el otro mundo Sus modelos le pagaron mal los Estados Unidos con la invasioacuten de 1847 y Francia con la de 1862

Traducir fue una forma de respirar En los seminarios se afi anzoacute la cultura latina y se establecioacute una tradicioacuten que pro-sigue hasta hoy y ha hecho que un poeta mexicano Rubeacuten Bonifaz Nuntildeo sea la uacutenica persona en el mundo que ha tradu-cido eacutel solo a todos los grandes claacutesicos de Roma La lengua de la Iglesia asfi xioacute al griego a tal punto que otro de nuestros je-suitas exiliados Francisco Javier Alegre tuvo que trasladar iexclal latiacuten La Iliada para que alguien la leyera

Los primeros poetas mexicanos fueron asiduos de los ro-maacutenticos y de la Antologiacutea griega Joseacute Joaquiacuten Pesado con ayuda de Francisco Chimalpopoca profesor de naacutehuatl en la Universidad tradujo Las [poesiacuteas] aztecas Con el modernismo la versioacuten poeacutetica se legitimoacute en libros como Jardines de Francia (Enrique Gonzaacutelez Martiacutenez) y Musas de Francia (Balbino Daacute-valos) Algunas de sus paacuteginas alcanzaron gran difusioacuten al ser incluidas en la Antologiacutea espantildeola de Enrique Diacuteez-Canedo tan importante para los que iban a ser allaacute y aquiacute los poetas de 1927 como la Antologiacutea de Borges Bioy y Silvina Ocampo para los narradores de los cincuenta y los sesenta

El camino de la pasioacuten

Marco Antonio Montes de Oca dio en El surco y la brasa (1974) una antologiacutea de versiones mexicanas que abarcan de Alfonso Reyes a Carlos Montemayor Treinta antildeos despueacutes una actua-lizacioacuten exigiriacutea el doble de paacuteginas De todos modos la fi gura central en este campo y en tantos otros sigue siendo Octa vio Paz

Quizaacute el nuevo camino fue abierto en 1961 por las Imita-tions de Robert Lowell Las imitaciones son una praacutectica anti-gua e ilustre Catulo lo hizo con Safo (Ille mi par esse deo uide-tur) Quevedo con Du Bellay (ldquoBuscas a Roma en Roma oh peregrinordquo) y el resultado son grandes poemas

Sin embargo Lowell impuso la voz de Lowell sobre los ori-ginales de Villon Leopardi Heine o Victor Hugo El propoacutesi-to de Paz es diferente ldquoA partir de poemas en otras lenguas quise hacer poemas en la miacuteardquo Y a estas palabras de 1973 antildea-de en 1995 ldquoEn mis versiones quise que [estos poemas com-puestos en otros siglos] tuviesen la antiguumledad de todas las obras de arte la de hoy mismordquo

Desde entonces han aparecido obras semejantes a la de Paz el mencionado Baile de maacutescaras de Garciacutea Terreacutes y en el Peruacute Las uvas del racimo de Javier Sologuren y El ciervo y la fuente de Ricardo Silva Santiesteban Debe de haber otros tiacutetulos que desconozco pero no quisiera pasar por alto dos que merecen ser difundidos Transcripciones de Miguel Aacutengel Flores y El trai-dor de Miguel Covarrubias Para un poeta de estas tierras nada tan inconcebible como la afi rmacioacuten de Philip Larkin ldquoNo leo maacutes que poesiacutea inglesa y no me importa lo que no sea ingleacutesrdquo

El teacutermino ldquocuriosidad intelectualrdquo es pobre ante lo que estaacute tras Versiones y diversiones Soacutelo puede hablarse de verdadera pasioacuten pasioacuten por la poesiacutea y por quienes la escribieron Es inevitable pensar en Neruda (ldquoYo amo toda la poesiacutea escritardquo) y siglos antes en Safo cuando les dice a los poetas vivos y muertos ldquoCon el don de sus obras me han honradordquo

Supervielle Cocteau Eacuteluard Breton Michaux Char estaacuten traducidos con el mismo amor que Donne Yeats Cummings Stevens Crane y Elizabeth Bishop A Paz se le debe en gran parte el haber revivido el intereacutes de Tablada por el haikuacute que ahora es otra forma disponible para todos en el repertorio de la poesiacutea en espantildeol Los poemas chinos prolongan la maravi-llosa antologiacutea de Marcela de Juan soacutelo comparable a la tra-duccioacuten inglesa de Arthur Walley

Versiones y diversiones es una antologiacutea de la liacuterica universal y tambieacuten un gran libro de la poesiacutea en nuestro idioma Paz nos acercoacute lo lejano e hizo nuestro lo ajeno Nadie sabe coacutemo seraacute la literatura del siglo xxi ni queacute haraacute con el legado del siglo xx A pesar de todo uno puede creer que entre los libros que se segui-raacuten leyendo estaraacute por derecho propio Versiones y diver siones G

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 9

Los privilegios de Octavio PazFernando del Paso

El lenguaje de la pintura como todo lenguaje artiacutestico es in-traducible nos dice Octavio Paz en un texto sobre Juan Soria-no escrito en 1962 Once antildeos despueacutes en ldquoEl signo y el ga-rabatordquo se refi ere a un texto de Cardoza y Aragoacuten sobre Guumlnter Gerzo con las siguientes palabras ldquoOscila entre la tra-duccioacuten y la creacioacutenrdquo Y aclara ldquoTraduccioacuten al lenguaje verbal del lenguaje plaacutestico del pintorrdquo

En queacute quedamos es difiacutecil decirlo porque a lo largo de todos los escritos que Paz dedicoacute a las artes plaacutesticas nos tro-pezamos con contradicciones que nos deslumbran y nos con-funden Pero tal vez se trata de contradicciones intrascenden-

tes sin importancia ya que en principio es una contradiccioacuten fundamental la que hace posible la existencia de la pintura aquella de ldquolas dos gemelas que tejen incansablemente las telas de nuestras visiones la luz y la sombrardquo como dice el poeta en el escrito dedicado a Rodolph Bresdin en Corriente alterna Nos encontramos asiacute que cuando nos habla de Baudelaire como criacutetico de arte asevera que ldquola pintura es un lenguaje incapaz de decir salvo por alusioacuten y omisioacuten el cuadro nos presenta los signos de una ausenciardquo en tanto que en un artiacuteculo sobre el arte y la identidad de los hispanos en los Estados Unidos de-clara que ldquola imagen visual dice pero lo que dice no tiene por

Fragmento tomado de la revista Letras Libres nuacutemero 54 junio 2003

10 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

queacute ser traducido en palabras La pintura es un lenguaje que se basta a siacute mismordquo mientras que mdashde nuevo en Corriente alter-namdash afi rma que el arte moderno ldquopor ser una representacioacuten no puede rehusarse completamente a decir y a signifi carrdquo y se pregunta ldquoiquestQueacute dicen los cuadros modernos Se dicen a siacute mismosrdquo Textos y opiniones que se alternan haciendo honor al tiacutetulo del libro con consideraciones sobre la obra de Alberto Gironella que seguacuten Paz es en buena parte ldquopintura escrita del mismo modo que hay palabras pintadasrdquo o un ensayo sobre Aacutelvarez Bravo en el que con base en sus lecturas de los poetas modernos califi ca a la fotografiacutea como arte poeacutetico ldquoporque al mostrarnos estordquo dice Paz ldquoalude o presenta a aquellordquo y con meditaciones en las que el arte maya por la literalidad de las imaacutegenes que muestra labradas en piedra ldquo pueden leerse No son ilustraciones de un texto son el texto mismordquo

Por otra parte al decir cuadros ldquomodernosrdquo Paz no nos aclara si los cuadros ldquoantiguosrdquo mdashpor llamar de alguacuten modo todas las pinturas que antecedieron a las modernasmdash deciacutean algo No era necesario que lo hiciera todos sabemos que un cuadro de Nicolaacutes Bataille nos cuenta la lucha de San Miguel y el dragoacuten otro del Veroneacutes las Bodas de Canaacute uno maacutes de Mantegna el martirio de San Cristoacutebal y otro en fi n de Ma-teo Cerezo las bodas miacutesticas de Santa Catalina

Y sin embargo esto no es verdad ninguna de las pinturas arriba mencionadas cuenta algo todas recuentan El especta-dor tiene que conocer de antemano la historia o la leyenda que el cuadro presenta tiene que haberla leiacutedo en un libro sobre mitologiacutea o en la Biblia tiene que haberla escuchado en alguna parte alguna vez para saber de queacute trata la pintura que tiene ante sus ojos Una pintura que aunque muy lejos de lo que hoy conocemos como ldquoilustracioacutenrdquo es una pintura que ilustra un hecho o una leyenda Todaviacutea en nuestro fi n de siglo los visi-tantes de los museos necesitan que el guiacutea les diga eacutesta es se-ntildeoras La Batalla de San Romano de Paolo Uccello eacutesta es sentildeo-res La Rendicioacuten de Breda de Diego Velaacutezquez

Pero si esas pinturas ilustran algo a los espectadores de hoy diacutea ya no los ilustran a pocos fuera de Espantildea puede intere-sarles el hecho de que la rendicioacuten de Breda implicara la derro-ta de Mauricio de Nassau y a muchos menos fuera de Italia saber quieacuten si Siena o Florencia ganoacute la batalla de San Roma-no Ademaacutes de que sabemos poca era la fi delidad de los artis-tas hacia acontecimientos histoacutericos asiacute fuera porque no los vieron soacutelo los imaginaron mdashtal es el caso del fusilamiento de Maximiliano emperador de Meacutexico por Manet quien inventoacute una barda que nunca existioacute encima de la cual se asomaban las cabezas de los curiososmdash o a pesar de haber sido testigos de ellos como en el caso de David quien en la pintura de la co-ronacioacuten de Napoleoacuten incluyoacute a la madre de eacuteste Leticia Ra-molino quien se sostuvo ausente de la ceremonia

Da lo mismo porque lo que no ilustra pero siacute nos ilumina es son otras virtudes del cuadro su belleza y la poesiacutea de la que es contenido y continente A veces tambieacuten la gracia en todas sus acepciones tanto terrenales como celestiales Ningu-

na otra cosa nos dicen pero con eso basta las esculturas del Brancusi las pinturas de Dubuffet y las maacutequinas locas de Tanguely Belleza y poesiacutea gracias que en ocasiones son con-vulsivas y se columpian entre el horror y la obscenidad el in-fi erno y la desolacioacuten Goya y Bacon la escultura precolombi-na y Otto Dix

La analogiacutea nos dice Octavio Paz es la funcioacuten maacutes alta de la imaginacioacuten y puente entre lenguajes distintos poesiacutea muacute-sica pintura Es pues necesario tender un puente entre el cuadro y lo que se escribe mdashaunque pareciera que pintura y literatura son dos lenguajes paralelos que se juntan en el infi -nitomdash para decirle al lector lo que el cuadro nos dice Pero se necesita un lector interesado y que algo al menos sepa de la materia y el espiacuteritu del arte o que cuente con la curiosidad y la sensibilidad sufi cientes para aprender No podemos contarle la pintura a un ciego de nacimiento o a un ciego de entendi-miento Por eso los mejores textos sobre un pintor o un escul-tor son aquellos de los cataacutelogos de sus exposiciones que le brindan a los espectadores la oportunidad de ignorarlos O que pueden con suerte ayudarlos a ver

Creo que fue Max Ernst quien deciacutea que su principal ocu-pacioacuten en la vida era la de ver No fue eacutesta la principal ocupa-cioacuten de Octavio Paz pero siacute una de sus maacutes caras preocupacio-nes Dotado del prestigio de una privilegiada vista cuando veiacutea veiacutea mejor que muchos Y agraciado con el privilegio de la palabra poeacutetica por excelencia lo que contaba sobre lo que habiacutea visto pocos lo podraacuten superar Otros escritores mdashy eacutel mismo nos lo recuerdamdash en Francia Baudelaire y Apollinaire en Meacutexico Villaurrutia Gorostiza y Cuesta entre otros escri-bieron sobre arte Ninguno como eacutel

Desde luego criacuteticos de arte con gran talento los ha habido siempre Pero Paz prefi rioacute hablar desde las orillas luminosas de la poesiacutea Mejor dicho no podiacutea hacerlo de otra manera aun-que eacutel mismo califi cara sus escritos como criacutetica ldquoLa criacutetica mdashdicemdash no soacutelo hace maacutes intenso y luacutecido mi placer sino que me obliga a cambiar mi actitud ante la obrardquo Palabras que implican una especie de conclusioacuten y de solucioacuten de un razo-namiento anterior en el que con lucidez y modestia reconoce la casi imposibilidad de escribir sobre arte y artistas sin abdicar de la razoacuten sin convertirla nos dice ldquoen servidora de nuestros gustos maacutes fatales y de nuestras inclinaciones menos premedi-tadasrdquo Pero de alguna manera Paz se las arregla en este texto titulado ldquoDe la criacutetica a la ofrendardquo para conciliar su juicio y su gusto su razoacuten y sus pasiones En un escrito sobre Barragaacuten cita a este gran arquitecto diciendo que su obra mdashla de eacutel mismo su arquitecturamdash estaba inspirada por dos pala-bras la palabra ldquomagiardquo y la palabra ldquosorpresardquo Esto mismo podemos decir de la obra del propio Octavio Paz porque le viene como anillo al dedo es con la magia y la sorpresa como Octavio Paz se convence y convence al lector mdashal menos yo soy uno de los convencidosmdash de la validez y transparencia la sabiduriacutea y el entusiasmo contagioso de su palabra cuando nos habla de arte G

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Evocacioacuten de Octavio PazJuliaacuten Meza

Quizaacute a contracorriente de lo que pueden pensar de miacute algu-nos de mis amigos y lectores como escritor no soacutelo practico la diatriba Tambieacuten soy capaz de hacer elogios pero soacutelo cuando me parecen adecuados y sin dejar de lado la criacutetica siempre tan necesaria Y de aquiacute esta evocacioacuten de Octavio Paz para cele-brar su sensibilidad y su inteligencia a diez antildeos de su muerte

Desde Sor Juana Ineacutes de la Cruz no habiacutea habido en Meacutexico un poeta un escritor tan destacado como Octavio Paz

No faltaraacute quien crea (asiacute sea soacutelo en su fuero iacutentimo) que esta afi rmacioacuten es por lo menos excesiva o simplemente pro-vocadora pero estoy convencido de que la extensa obra de este poeta y pensador la justifi ca

La fi gura de Paz casi siempre fue controvertida y aun vili-pendiada aunque soacutelo en Meacutexico En otros paiacuteses el reconoci-miento a la persona y a su obra se produjo relativamente pron-to y sin reticencias

Al igual que Jorge Luis Borges Octavio Paz fue descubierto al mundo por los franceses entre los que hizo numerosos ami-gos tanto en el campo de la poesiacutea y de las letras como en el del pensamiento Buena parte de la intelligentzia mexicana tar-

doacute en reconocerlo o nunca lo reconocioacute sobre todo por cues-tiones ideoloacutegicas y no literarias o poeacuteticas aun cuando hay quienes afi rman desde muchos peldantildeos abajo en el mundo de las letras que Paz no fue muy importante ni como poeta ni como pensador

Tras una prolongada ausencia debida a su trabajo en el ser-vicio exterior mexicano Octavio Paz volvioacute a Meacutexico alguacuten tiempo despueacutes de haber renunciado puacuteblicamente a su condi-cioacuten de embajador en la India como rechazo a la poliacutetica re-presiva del reacutegimen impuesto por el partido uacutenico enfaacutetica-mente representado entonces por Gustavo Diacuteaz Ordaz De esta manera junto con Javier Barros Sierra (que en buena me-dida encabezoacute la primera exigencia puacuteblica de democracia en Meacutexico) fue uno de los raros disidentes del sistema poliacutetico autoritario fundado por Obregoacuten y Calles y afi nado por Laacuteza-ro Caacuterdenas iquestPor queacute disidentes Porque hasta cierto punto eran hombres del sistema (un embajador y un rector de la unam) que cuestionaron abiertamente el reacutegimen poliacutetico mexicano como lo hicieron numerosos personajes que habiacutean trabajado en instituciones del reacutegimen totalitario sovieacutetico

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Sajaacuterov entre otros Ciertamente su disidencia no los condujo a un campo de concentracioacuten en un Gulag tropical como el de Fidel Castro y esto porque el sistema poliacutetico mexicano que prevalecioacute durante poco maacutes de setenta antildeos (y que auacuten existe sobre todo cuando se manifi esta en el uso partidista de los sin-dicatos corporativos y de otras instituciones que se crearon durante el antiguo reacutegimen) no era totalitario sino autoritario Pero tampoco fueron a la caacutercel (como Joseacute Revueltas y otros escritores o acadeacutemicos) porque en el caso de Barros Sierra se trataba de una persona totalmente ajena a la ideologiacutea comu-nista y de mucho prestigio en el aacutembito nacional y en el de Octavio Paz de una fi gura reconocida con razoacuten en el aacutembito internacional Quizaacute impidioacute que Paz fuera a la caacutercel este re-conocimiento que me recuerda el caso de Lev Tolstoi No obstante su criacutetica a la autocracia zarista y a la iglesia ortodoxa rusa la fama internacional de Tolstoi lo puso a resguardo de la caacutercel el exilio interior o el campo de concentracioacuten pero no de la excomunioacuten decidida por los jerarcas de la Iglesia orto-doxa rusa Octavio Paz tambieacuten fue excomulgado pero no por la Iglesia de Roma con cuyas ruedas de molino nunca comul-goacute sino tanto por los admiradores de Castro de Stalin y de la Unioacuten Sovieacutetica de Trotski (otro disidente que sin embargo jamaacutes renuncioacute a la iglesia marxista) o de la China de Mao como por los epiacutegonos del reacutegimen impuesto y preservado por el partido uacutenico

Evoco pues a Octavio Paz al igual que a Sor Juana porque en cierta medida no fueron ldquohombres en su siglordquo (las comillas no son por lo de hombres sino por lo de su siglo y ambos conceptos remiten al tiacutetulo de una obra de Paz Ademaacutes para miacute el hombre en el sentido universal de la palabra sigue siendo el hombre aun cuando se trate de una mujer) dado que lo tras-cendieron ampliamente tanto en su obra creativa como en la refl exiva

Al igual que Sor Juana Octavio Paz no soacutelo nunca fue reco-nocido por muchos de sus contemporaacuteneos sino que tambieacuten tuvo que hacer frente a sus Sor Filoteas y ldquootras inquisicionesrdquo (Borges) Al igual que la monja criolla fue objeto de la maledi-cencia mdashentre otros de su exmujer la estupenda creadora de Recuerdos del porvenir Elena Garro A diferencia de los procas-tristas y otros pobladores de la granja sovieacutetica lo acusoacute de ser comunista por sus criacuteticas al sistema autoritario mexicano y su solidaridad con los estudiantes impugnadores de 1968 iquestCuaacuten-tas diatribas se habraacuten escrito contra Paz en el curso de los antildeos que van de su regreso a Meacutexico al derrumbe del bloque sovieacutetico Sin lugar a dudas son incontables pues lo mismo fueron obra de periodistas ya olvidados que de ocurrentes es-critores municipales

Para los habitantes de la granja orwelliana que pasaron por alto sus criacuteticas al sistema poliacutetico mexicano (entre otras las

contenidas en Posdata y El ogro fi lantroacutepico) Octavio Paz estaba al servicio de la cia y del imperialismo norteamericano debido a sus juicios sobre el totalitarismo en la urss en Europa central y en su escaparate tropical Cuba Y esto al mismo tiempo que (iquestparadoacutejicamente) sus detractores viviacutean de las becas de fun-daciones o de instituciones acadeacutemicas norteamericanas que iquesteran islotes en el interior del imperio

Otros aun cuando comprendieron el sentido y el alcance de las tomas de posicioacuten poliacutetica de Paz mantuvieron un silencio que los hizo coacutemplices de esos modernos inquisidores Pese a las invitaciones del poeta optaron por no publicar en las dos revistas fundadas por Paz a su regreso de la India Plural y Vuel-ta para no ser acusados de colaborar con ldquoun agente del impe-rialismo norteamericanordquo

Hubo sin embargo un pequentildeo nuacutecleo de escritores y ar-tistas que compartieron con Octavio Paz sus ideas y sus pre-ocupaciones Destacan entre otros Alejandro Rossi y Gabriel Zaid Algunos maacutes que estuvieron en el nuacutecleo original de Plural y Vuelta se distanciaron del pensador por diversos moti-vos algunos de ellos ideoloacutegicos Los que nunca abandonaron al poeta fueron sus amigos poetas y pensadores norteamerica-nos y sobre todo europeos Entre eacutestos destacan los dos uacutelti-mos sabios de la historia contemporaacutenea Cornelius Castoria-dis y Edgar Morin Siacute los dos uacuteltimos sabios porque como escribioacute Castoriadis el ejercicio de la criacutetica fue abandonado por los intelectuales Y tan es asiacute que hoy eacutestos hacen el elogio de las peores atrocidades gubernamentales y de los maacutes execra-bles gobernantes de la misma manera que fueron epiacutegonos de diversos tiranos comunistas No supieron ldquomantener la distan-cia que los separaba del priacutenciperdquo (Paz) ni cuando eran compa-ntildeeros de viaje de los dictadores comunistas ni la mantienen ahora que son cortesanos del saacutetrapa petrolero y de los peque-ntildeos tiranos a su servicio

El irrestricto ejercicio de la criacutetica de Paz no conocioacute ideo-logiacuteas ni fronteras Esto lo supieron apreciar los grandes poetas como Joseph Brodsky que fue su gran compantildeero y amigo tanto en el campo de la poesiacutea como en el de la refl exioacuten

A diez antildeos de la muerte del poeta se resiente su ausencia Lo antildeoran sus amigos sus compantildeeros y todos aquellos que compartieron sus ideas y su pasioacuten por la poesiacutea Maacutes auacuten poco antes de su muerte algunos de aquellos que lo atacaron en vida anularon la distancia que los separaba del pensador y del poeta Esto fue resultado por una parte del derrumbe del to-talitarismo sovieacutetico que dejoacute en la orfandad a los compantildeeros de viaje de los comunistas y por otra parte de una decisioacuten de Octavio Paz morir en paz con sus antiguos detractores aun-que hubo quienes se negaron a aceptar esta uacuteltima gran inicia-tiva del poeta

Meacutexico marzo de 2008 G

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Pasioacuten liacuterica sin fi nldquoPiedra de solrdquo no descansa en PazAlberto Arriaga

El 28 de septiembre de 1957 el Fondo de Cultura Econoacutemica tiroacute 300 ejemplares con el atento cuidado de Aliacute Chumacero y en la coleccioacuten Tezontle de lo que acaso es uno de los poemas maacutes determinantes emblemaacuteticos misteriosos inclasifi cables inevitables deslumbrantes de la literatura del siglo xx ldquoPiedra de solrdquo de Octavio Paz que 50 antildeos despueacutes todaviacutea cambia la vida de quien se atreve a leerlo

Como bien lo sentildealoacute Joseacute Luis Martiacutenez no hubo humor o saacutetira en la poesiacutea de Paz El autor de La estacioacuten violenta trans-fi guroacute su motivacioacuten poeacutetica (cualquiera que haya sido) en motivos y correspondencias ldquoque trascendioacute sus signifi cadosrdquo No hay juego soacutelo caminatas concentracioacuten plaacutestica y musi-cal Nunca se molestoacute en presumir su destreza versifi cadora soacutelo aplicoacute su oiacutedo seguro y empleoacute ldquocon preferencia endeca-siacutelabos sueltos combinados a veces con hetpasiacutelabos o pentasiacute-labosrdquo La mejor caminata acaso se encuentra en el ldquoNocturno de San Ildefonsordquo ldquoEl muchacho que camina por este poema entre San Ildefonso y el Zoacutecalo es el hombre que lo escribe esta paacutegina tambieacuten es una caminata nocturnahelliprdquo y en varios

pasajes de ldquoPasado en clarordquo ldquoOiacutedos con el alma pasos men-tales maacutes que sombras sombras del pensamiento maacutes que pasos por el camino de ecos que la memoria inventa y bo-rra sin caminar caminan sobre este ahora puente tendido entre una letra y otrahelliprdquo

Pero maacutes allaacute de las caminatas por el subsuelo del lenguaje ldquoPiedra de solrdquo es el emblema de la pasioacuten liacuterica de su autor Tambieacuten ha dejado descendencia numerosa y no menos con-siderable es la criacutetica que ha provocado ldquoHay que partir de un hecho y es que el poema ante todo tiene como temas centrales el tiempo (o si se quiere el instante) y el amor incluso desde el epiacutegrafe de Nerval donde dice que la treceava es la primerardquo dijo el poeta Marco Antonio Campos quien varias veces se ha enfrentado con la inevitable infl uencia de Octavio Paz su maacutes reciente antologiacutea poeacutetica El forastero en la tierra posee reso-nancias evidentes con la capacidad viajera (dentro y fuera de la paacutegina en blanco) del caminante Paz ldquoAlguna vez me dijo que buscaba con lsquoPiedra de solrsquo escribir un poema generacional Yo creo que el poema verdaderamente generacional es el lsquoNoctur-

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no de San Ildefonsorsquo salvo momentos por ejemplo lo de Es-pantildea o lo de la preparatoria en general es un poema que va por otras direccioneshellip Lo que buscoacute mdashy logroacutemdash en este poe-ma fue que todas las mujeres sean una mujer y que una mujer sea todas las mujeres Por un lado estaacuten todos los instantes resumidos en un instante donde tambieacuten estaacute la mujer y por otro lado estaacuten las mujeres histoacutericas y literarias incluso reli-giosas Mariacutea Laura Perseacutefone o Melusinardquo

Complejo en sus diferentes aspectos en ldquoPiedra de solrdquo encontramos la depuracioacuten de los temas que acompantildearon a Octavio Paz durante toda su vida Pero de acuerdo con un artiacuteculo de Viacutector Manuel Mendiola (Confabulario agosto 4 2007) el poeta se incomodaba cuando le deciacutean que se trataba de su mejor poema como tambieacuten se molestaba ldquoenfaacuteticamen-terdquo cuando le endilgaban la frase hiperboacutelica de El gran poeta mexicano Avisa Mendiola

ldquoAl ser interrogado a propoacutesito de alguacuten asunto concernien-te a ese texto se endureciacutea con cierta molestia y cambiaba el tema de la charla iquestLe habiacutea dejado de gustar esa composicioacuten iquestLe pareciacutean maacutes importantes otros poemas como lsquoBlancorsquo o lsquoPasado en clarorsquo iquestLe perseguiacutea y recordaba una situacioacuten desagradablerdquo

A pesar de esa ambiguumledad emocional que le despertaba ldquoPiedra de solrdquo a su autor para muchas generaciones fue un poema formativo canoacutenico y paternal

ldquoHay que tomar en cuenta tambieacuten que es un poema circu-lar un poema escrito en endecasiacutelabos blancos un metro que no ha sido muy trabajado en lengua espantildeola como deciacutea Zaid hace maacutes de 20 antildeosrdquo recordoacute Campos ldquoLo hizo como nadie Cuando le pregunteacute en una entrevista de doacutende veniacutea esa buacutes-queda del endecasiacutelabo blanco habloacute de que aunque no era parte esencial de la tradicioacuten de la lengua espantildeola estaba en Woodsworth estaba en los isabelinos estaba en Leopardi y entre nosotros en Guilleacuten y Cernuda Creo que es el poema que cierra una etapa es la culminacioacuten de lo que llamariacuteamos en Paz la pasioacuten liacutericardquo

Aunque muchos lectores y el propio autor sentildealaron recrea-ciones de mitos mexicanos (esto aparece en una nota de la primera edicioacuten que fue recuperada hasta la edicioacuten de Seix Barral de 1975) la sensibilidad de Octavio Paz se encontraba muy lejos de la piedra azteca y maacutes abiertamente emparentada

con la tradicioacuten poeacutetica occidental No estaacute Coatlicue ni Hui-tzilopochtli pero siacute Venus siacute el tiempo circular una de las grandes obsesiones de la tradicioacuten literaria occidental

ldquoLo que me interesa enormemente en este poema es la pre-sencia de Dios porque Octavio Paz habloacute muy pocas veces de Dios en su poesiacuteardquo sentildealoacute Veroacutenica Volkow ldquoEs una compren-sioacuten muy profunda de lo que es la presencia divina para los miacutesticos [] Es un poeta maacutes del mundo de la inteligencia del mundo de las presencias del encuentro terrenal del estar aquiacute y ahora maacutes que el viaje miacutestico que nos pueden plantear Dan-te o Ficcinordquo

Para Joseacute Mariacutea Espinasa se trata de un poema sobre la muerte o desaparicioacuten o silencio de los dioses que forma una especie de trilogiacutea personal sobre el poema extenso dentro de la poesiacutea en espantildeol ldquoEscribioacute despueacutes poemas extraordina-rios De alguna manera lsquoPiedra de solrsquo junto a lsquoBlancorsquo en los antildeos 60 y a lsquoPasado en clarorsquo en la uacuteltima parte de su vida for-ma una trilogiacutea de extensos poemas y a miacute me costariacutea trabajo decidirme con cuaacutel me quedohellip Han pasado 50 antildeos y es un poema que sigue siendo perfectamente actual es un texto que no ha envejecido El hecho es que ese poema formoacute a varias generaciones de lectores y los formoacute en una idea de la poesiacutea que sigue estando en la praacutectica de cada diacutea poemas como lsquoAnagnoacuterisisrsquo de Tomaacutes Segovia o lsquoCada cosa es Babelrsquo de Eduardo Lizalde o algunos de los de David Huerta en espe-cial lsquoIncurablersquo van en ese sentido en la posibilidad de la du-racioacuten dentro del instanterdquo

El sol sigue brillando y la piedra dando calor en espera de nuevos caminantes del subsuelo del lenguaje Un siacutentoma ca-noacutenico de este poema es que 50 antildeos despueacutes maacutes allaacute de los deseos de su autor sigue funcionando como una especie de parvulario poeacutetico para plumas avanzadas llegando a contami-nar incluso a la gleba de la inteligencia mexicana iletrados dizque roqueros como los miembros del grupo Manaacute bautiza-ron una gira y un disco con el verso maacutes famoso de Octavio Paz ldquoAmar es combatirrdquo La gloria la fama deciacutea Borges es la mejor de las incomprensiones de una obra literaria Y aunque no haya leiacutedo una sola liacutenea del autor de El laberinto de la sole-dad hay maacutes de Octavio Paz en la identidad de cada mexicano que de Nezahualcoacuteyotl G

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Alguien lo deletreaEnrique Krauze

Hablaba poco de Dios Creo que descreiacutea En materia de reli-gioacuten estaba maacutes cerca de su jacobino abuelo que de su madre la piadosa dontildea Josefi na Estoy cierto de que en las tres religio-nes monoteiacutestas veiacutea un legado de intolerancia incompatible con su actitud de pluralidad Le divertiacutea contar la aneacutecdota de un fervoroso musulmaacuten que en el Himalaya le dijo casi a se-ntildeas ldquoMoiseacutes kaput Jesuacutes kaput soacutelo Mahoma viverdquo Paz pensaba que tambieacuten el maacutes reciente profeta estaba kaput y que la uacutenica religioacuten coherente con el misterio de nacer y morir era el Budismo Octavio mdashnombre latino al fi nmdash era un persona-je del mundo claacutesico buscaba la sabiduriacutea de Soacutecrates no la de Salomoacuten releiacutea a Lucrecio no la Biblia ni a San Agustiacuten no admiraba a Constantino sino a Juliano ldquoel apoacutestatardquo restaura-dor del Panteoacuten pagano Por su curiosidad universal en el arte el pensamiento y la ciencia era un hombre del Renacimiento por su espiacuteritu libre liberal y hasta secretamente libertino era un fi loacutesofo del Siglo xviii Por su arrojo creativo y su pasioacuten poliacutetica y poeacutetica fue un revolucionario del Siglo xx En suma un humanista pleno no un espiacuteritu religioso

Y sin embargo escribioacute su libro cumbre sobre Sor Juana Un dominicano el padre Juliaacuten lo invitaba a hablar sobre temas teoloacutegicos que por momentos lo atraiacutean casi tanto como a su amigo Luis Buntildeuel Quiso que en Vuelta rescataacuteramos un deba-te de 1942 sobre misticismo en el que habiacutean intervenido ade-maacutes de eacutel mismo Vasconcelos el padre Gallegos Rocafull y Joseacute Gaos Interpretoacute certeramente la obra y la vida de su ami-go Joseacute Revueltas como una extrantildea apasionada y atea imita-cioacuten de Cristo Y alguna vez me confi oacute una de las razones de su gran afecto por Gabriel Zaid con quien Paz mantuvo una con-versacioacuten ininterrumpida por casi medio siglo desde el diacutea en que hablaron por primera vez en Monterrey ldquonunca olvidareacute que Zaid encargoacute un novenario en la muerte de mi madrerdquo

El hombre que luchaba como leoacuten contra el inexorable avance de la muerte el viejo rey Lear maldiciendo al avaro destino que le escatimaba unos antildeos maacutes o siquiera unos me-ses no se abriacutea a la esperanza de lo trascendente ldquoCasi todos se quiebran frente a la muerte mdashme dijo Alejandro Rossimdash Octavio fue coherente hasta el fi nal no pidioacute un sacerdoterdquo Con todo en aquel uacuteltimo discurso en Coyoacaacuten habiacutea voltea-do hacia el cielo como invocaacutendolo las nubes se disiparon de pronto y aparecioacute el sol ldquoalliacute hay nubes y sol nubes y sol son palabras hermanas seamos dignos de las nubes del Valle de Meacutexico seamos dignos del sol del Valle de Meacutexicordquo

Antildeos atraacutes en una entrevista notable Carlos Castillo Pera-za le preguntoacute por el signifi cado de las famosas liacuteneas de su poema ldquoHermandadrdquo

Tambieacuten soy escrituraY en este mismo instanteAlguien me deletrea

Paz declaroacute su postura agnoacutestica No sabiacutea si ese ldquoalguienrdquo era un hombre como eacutel o un ser lejano maacutes allaacute de su poema ldquoPasado en clarordquo en el que aparece una tercera posibilidad la suya propia

Dios sin cuerpoCon lenguajes de cuerpo lo nombrabanMis sentidos Quise nombrarloCon un nombre solarUna palabra sin reveacutes

Era el Dios inmanente del amor y la poesiacutea G

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MitoJoseph Fontenrose

Debo aclarar desde el principio que por mito me refi ero a un relato tradicional que acompantildea a los rituales En primer lugar digo un relato algo que tiene un comienzo un desarrollo y un fi nal en otras palabras un argumento No utilizo pues el teacutermino de forma amplia y vaga para referirme a ideas animis-tas y teoloacutegicas en general Segundo me refi ero a un relato tradicional relato que en origen fue transmitido de forma oral Tercero me refi ero al tipo de relato que pretende narrar la ocasioacuten en que tuvo su origen alguna institucioacuten religiosa un culto o algunos de sus ritos y celebraciones y los actos divinos que sientan el precedente de los actos tradicionales realizados en el culto Se descubre que incluso los mitos de la creacioacuten estaacuten habitualmente relacionados con cultos A otros relatos tradi-cionales los independientes del culto se les denomina de ma-nera maacutes apropiada leyendas o cuentos populares aunque even-tualmente pueda incluirlos tambieacuten en el teacutermino mito o mi tologiacutea como se hace a menudo En efecto un mismo argu-mento puede aparecer en las tres clases de relato tradicional no es el argumento el que establece la diferencia y algunas va-riantes del mito del combate pertenecen al cuento heroico o al cuento de hadas pero no al mito auteacutentico

Al tratar de los mitos de paiacuteses antiguos debemos basarnos principalmente en las narraciones noticias y alusiones que se encuentran en la literatura antigua con un cierto apoyo en las obras del arte antiguo que representan escenas miacuteticas Muy rara vez el propoacutesito de ninguacuten escritor antiguo fue informar a los otros acerca del mito contarles una historia que no conocie-ran ya Esto es particularmente cierto del mito griego Se han recuperado textos de mitos de Babilonia y Egipto que contie-nen las propias versiones de mitos que estaban asociados con los rituales y los cultos y eran conocidos del sacerdocio y los devotos pero apenas nos ha llegado nada de ese tipo de Grecia Los escritores griegos no elaboraban textos rituales usaban los materiales miacuteticos para sus propios objetivos literarios particu-lares cambiando antildeadiendo suprimiendo fundiendo como les pareciacutea oportuno Aunque encontremos toda una narracioacuten miacutetica no un resumen ni un fragmento ni una alusioacuten no es probable que sea exactamente la versioacuten conocida por el pue-blo particularmente por el pueblo de aquellas zonas en las que el mito estaba vinculado a un culto Por consiguiente las fuen-tes son como fragmentos que deben ser reunidos estudiados

y combinados antes de que podamos saber coacutemo era realmente el conjunto

Al tratar de los mitos griegos muchos estudiosos suponen que un autor antiguo recibiacutea su conocimiento de un mito de escritores anteriores Asiacute pues es probable que se limiten a una historia literaria del mito y supongan que cualquier diferencia que se pueda encontrar debe de ser una innovacioacuten del autor en cuya obra se localiza por primera vez Por supuesto los es-critores posteriores fueron infl uidos por otros anteriores y por supuesto los escritores innovaron y cambiaron pero a me-nudo la supuesta innovacioacuten en un mito o un rasgo que apare-ce de forma tardiacutea en la tradicioacuten literaria tiene un paralelo en similares griegos o extranjeros del mito atestiguados por fuen-tes maacutes antiguas Es muy posible a veces probable que el au-tor lo tomara de la tradicioacuten oral si no de literatura ahora perdida teniacutea la tradicioacuten oral por todas partes Los eruditos han tendido a ignorar la transmisioacuten oral de los mitos o a su-poner que no existioacute despueacutes de una fecha temprana no espe-cifi cada sin embargo estuvo sin duda muy viva durante toda la Antiguumledad y en realidad nunca desaparecioacute sino que asumioacute un revestimiento cristiano en la Edad Media Se pueden en-contrar algunas huellas de la tradicioacuten oral en las paacuteginas de Pausanias y en algunas pinturas de vasijas pero en general hay que adivinarlas a partir del estudio comparado de las fuentes y los paralelos del mito

Por ello al tratar de los mitos griegos de combate utilizo todo el material pertinente recogido de la literatura y el arte griego y latino tanto antiguo como posterior A veces consigo una informacioacuten importante de escritores tardiacuteos y saco de ella conclusiones referentes a formas tempranas del mito analiza-do Pero habitualmente estas conclusiones sacadas de fuentes tardiacuteas encuentran apoyo en fuentes anteriores Es cierto tam-bieacuten que fuentes posteriores de los mitos mesopotaacutemicos egipcios e indios ofrecen un material valioso y que las conclu-siones basadas en ellos con frecuencia pueden ser apoyadas por pruebas anteriores Sobrevive poco de todo lo que se escribioacute en Heacutelade desde el siglo viii al iv o en el Oriente Proacuteximo du-rante el segundo milenio No tenemos registros de informado-res nativos La versioacuten tardiacutea de un mito puede haber apareci-do perfectamente antes por escrito o una versioacuten transmitida oralmente puede haber recibido entonces atencioacuten literaria por vez primera En pocas palabras no podemos ignorar nin-guna prueba todo nos es de utilidad

La misma permanencia del relato literario oscurece la natu-raleza fl uida de la tradicioacuten miacutetica Podemos inclinarnos a pensar que los mitos griegos se contaron siempre como los

Adelanto del libro de Joseph Fontenrose Python Estudio del mito deacutelfi co y sus oriacutegenes de proacutexima publicacioacuten (2008) por la editorial Sexto Piso Traduccioacuten de Mariacutea Tabuyo y Agustiacuten Loacutepez

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cuenta Ovidio Pero sin duda no fue asiacute Probablemente nin-guacuten griego del siglo v conociacutea ninguno de los mitos de Ovidio en la forma en que eacuteste los cuenta Cualquier narracioacuten que encontremos es la versioacuten conocida por un hombre en un mo-mento determinado El mito o el cuento popular desplazaacutendo-se de un lugar a otro pasando de una persona a otra de una generacioacuten a otra sufre cambios de manera constante se for-man nuevas versiones en cada regioacuten y en cada eacutepoca La ver-sioacuten nueva aparece cuando se cambian los detalles mdashcuando se da una expresioacuten algo diferente a un tema o un episodio cuan-do se antildeade o se quita algo cuando se cambia la secuencia de los episodiosmdash pero los nombres personales y los topoacutenimos permanecen inalterables Cuando una versioacuten particular en su progreso de un lugar a otro adquiere nombres nuevos para sus personajes y lugares se forma una variante nueva La variante es esencialmente la misma historia contada de dioses y hom-bres diferentes en un escenario diferente Eacutesta es la distincioacuten que establezco entre los teacuterminos versioacuten y variante que mu-chos investigadores utilizan de manera indistinta Un tipo es un argumento tradicional que aparece en varias variantes Es

una serie de episodios una constelacioacuten de temas que perma-nece bastante bien fi jada entre las variantes Puede haber cam-bios en la secuencia pueden desaparecer episodios o temas secundarios se pueden antildeadir caracteriacutesticas nuevas Pero debe haber un nuacutecleo duradero observable en todas las variantes para poder hablar de ldquotipordquo Por ejemplo pensemos en el rela-to tipo denominado ldquola esposa de Putifarrdquo El relato de Joseacute en el Geacutenesis es una variante hebrea de este tipo los relatos de Bellerophon Hippolytos y Teacutenedos son tres variantes griegas La variante de Hippolytos se contaba de maneras diferentes entre los griegos podemos denominar versioacuten a cada manera diferente Los nombres de Hippolytos Fedra Theseus dan unidad a la variante el argumento da unidad al tipo La dife-rencia entre variante y versioacuten se asemeja a la que existe entre especie y variedad el tipo es el gen

Un argumento tradicional al entrar en una nueva regioacuten se vincula habitualmente a los dioses o heacuteroes de esa regioacuten Los nombres cambian un pueblo puede sustituir por ejemplo con el dios que rige los fenoacutemenos atmosfeacutericos al dios homoacutelogo de la historia que ha tomado prestada Por ello el estudio de la

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difusioacuten del mito se interesa maacutes por los argumentos y los te-mas que por los participantes divinos o sus nombres Habitual-mente el origen y desarrollo del mito tiene poco o nada que ver con el origen de los dioses que aparecen en la variante na-cional o con el origen de sus nombres

Por eso este estudio al tratar de relacionar un mito con otro se interesa principalmente por los temas narrativos Por tema me refi ero a un rasgo o episodio recurrente de los relatos tradicionales Es una parte integral de la historia en que se encuentra pero es separable en el sentido de que puede apare-cer tambieacuten en otras historias tipo Algunos temas son esencia-les a un tipo otros pueden aparecer en una variante y estar ausentes en otra

El tema no se expresa de manera ideacutentica en cada versioacuten o variante cambia constantemente su ropaje externo de acuerdo con las costumbres nacionales o las caracteriacutesticas locales de los lugares en que se encuentra Puede oscurecerse o disfrazar-se pude ser que soacutelo quede una huella Si no fuera por esto todas las variantes se pareceriacutean mucho y seriacutea obvio el origen comuacuten Pero un origen comuacuten de los mitos de combate no es obvio por lo tanto es necesario un anaacutelisis temaacutetico cuidadoso de los diversos mitos Puede ser uacutetil sentildealar el tipo de variacio-nes que se producen en el tema

1 Mutaciones de papel cambios de rango de relacioacuten de clase Un heacuteroe puede reemplazar a un dios o a un gigante o un leoacuten puede reemplazar a un dragoacuten Un padre se puede con-vertir en abuelo tiacuteo hermano rey tutor una madre se puede convertir en abuela madre adoptiva nodriza esposa hermana esposa e hija se intercambian con frecuencia

2 Mutaciones en la accioacuten El modo de combate puede cambiar de una variante a otra Un tipo de castigo o de engantildeo puede ser sustituido por otro

3 Una caracteriacutestica llamativa de una variante puede quedar reducida en otra a algo menos sorprendente o puede estar dis-frazada La muerte puede transformarse en herida suentildeo de-rrota exilio desesperacioacuten Una accioacuten puede quedar mera-mente en un intento de accioacuten

4 Las acciones o rasgos de un personaje pueden transferir-se a otro del campeoacuten a su hijo esposa o ayudante incluso a su enemigo y viceversa

5 Se pueden combinar o fundir temas y papeles La heroiacutena

puede aprovecharse de la lujuria del enemigo para atraerle a la destruccioacuten La vigilancia por parte del dragoacuten de un manan-tial puede combinarse con su habitacioacuten en el mar su conten-cioacuten de las aguas su bloqueo de un camino y su control sobre un recinto sagrado

6 Puede haber expansioacuten o duplicacioacuten de temas personas episodios El campeoacuten puede dividirse en padre e hijo Un solo enemigo se puede convertir en el jefe y muacuteltiples subordina-dos Se pueden librar varios combates con varias muertes o derrotas del campeoacuten o del enemigo

Dado que a menudo se ha sentildealado la semejanza de los mi-tos con los suentildeos debemos observar que los modos en que se expresa un tema en los mitos reales presentan una marcada analogiacutea con los modos en que se expresa el pensamiento del suentildeo en el contenido del suentildeo seguacuten Freud los defi nioacute Freud apunta factores de condensacioacuten y desplazamiento A) Condensacioacuten es la convergencia de varios pensamientos del suentildeo en un punto clave que se convierte en un elemento uacuteni-co en el contenido del suentildeo Se puede ver una forma de con-densacioacuten en las personas compuestas de los suentildeos La con-densacioacuten corresponde a la combinacioacuten y fusioacuten del punto 5 supra B) El desplazamiento se manifi esta en la sustitucioacuten de una idea por otra sin alteracioacuten del signifi cado esencial o en la inversioacuten de las ideas transformacioacuten en lo contrario o en algo muy diferente Las mutaciones y reducciones de 1 a 4 supra son anaacutelogas a los desplazamientos del suentildeo Las duplicacio-nes de 6 corresponden a la duplicacioacuten que con frecuencia aparece en los suentildeos1

Eacutesos son los cambios que pueden experimentar los temas El estudioso debe reconocer que un tema puede asumir en un mito un revestimiento muy diferente del que tiene en otro Debe mirar a menudo debajo de la cobertura exterior para encontrar el tema Debe comprender tambieacuten que el pensa-miento miacutetico es iloacutegico para nuestros esquemas habituales tambieacuten en esto se parece al pensamiento de los suentildeos Ele-mentos opuestos contradictorios inconsecuencias pueden estar y estaacuten juntos en una misma intencioacuten y en una misma narracioacuten Sin embargo el mito no es un revoltijo de tonteriacuteas y absurdos tiene su propia loacutegica Quien estudia el mito debe tratar de comprender los modos miacuteticos del pensar G

1 Freud (ID) 319-397 especialmente 320-339

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Mito y lenguajeErnst Cassirer

En Primitive Culture Tylor propuso una teoriacutea antropoloacutegica basada en principios bioloacutegicos generales Eacutel fue uno de los primeros en aplicar los principios de Darwin al mundo cultu-ral La maacutexima natura non facit saltus no admite excepcioacuten Vale tanto para el mundo de la civilizacioacuten humana como para el mundo orgaacutenico Lo mismo el hombre civilizado que el no civilizado pertenecen a la misma especie la especie del homo sapiens Las caracteriacutesticas fundamentales de esta especie son las mismas en cada variante Si la teoriacutea de la evolucioacuten es ver-dadera no podemos admitir ninguacuten hiato entre el estadio maacutes bajo y el maacutes alto de la civilizacioacuten humana Pasamos del uno a los otros mediante una transicioacuten muy lenta y casi impercep-tible en la cual nunca encontramos solucioacuten de continuidad

Una concepcioacuten distinta del proceso de la civilizacioacuten hu-mana fue desarrollada en un ensayo publicado en 1856 tres antildeos antes de la aparicioacuten del libro de Darwin The Origin of the Species En su Comparative Mythology1 F Max Muumlller partioacute del principio de que es imposible alcanzar una verdadera com-prensioacuten del mito mientras se considere como un fenoacutemeno aislado Y sin embargo ninguacuten fenoacutemeno natural ninguacuten principio bioloacutegico puede guiarnos en nuestra investigacioacuten No existe ninguna analogiacutea real entre los fenoacutemenos naturales y los culturales La cultura humana debe ser estudiada de acuerdo con meacutetodos y principios especiacutefi cos iquestY doacutende po-driacuteamos encontrar una guiacutea mejor para este estudio que en el lenguaje humano el elemento en el cual el hombre vive se mueve y tiene su ser Como linguumlista y fi loacutelogo Muumlller estaba convencido de que el uacutenico enfoque cientiacutefi co para un estudio del mito era el enfoque linguumliacutestico Pero este fi n no podiacutea ser logrado antes de que la propia linguumliacutestica hubiese encontrado su camino y antes de que la gramaacutetica y la etimologiacutea estuvie-ran fundadas sobre una fi rme base cientiacutefi ca Hasta la primera mitad del siglo xix se llegoacute a dar este gran primer paso Entre el mito y el lenguaje no soacutelo existe una iacutentima relacioacuten sino una verdadera solidaridad Si entendemos la naturaleza de esta solidaridad habremos encontrado la llave del mundo miacutetico

El descubrimiento de la lengua y literatura saacutenscritas fue un hecho decisivo en el desenvolvimiento de nuestra conciencia

histoacuterica y en la evolucioacuten de todas las ciencias culturales Por su importancia e infl uencia puede compararse con la gran re-volucioacuten intelectual que produjo el sistema copernicano en el campo de la ciencia natural La hipoacutetesis copernicana invirtioacute la concepcioacuten del orden coacutesmico La tierra ya no estaba en el centro del universo se convirtioacute en un ldquoastro entre los astrosrdquo La concepcioacuten geoceacutentrica del mundo fiacutesico fue descartada En el mismo sentido en contacto con la literatura saacutenscrita puso fi n a esa concepcioacuten de la cultura humana que estableciacutea su centro verdadero y uacutenico en el mundo de la antiguumledad claacutesica A partir de entonces el mundo greco-romano no podiacutea ser considerado maacutes que como una simple provincia un pequentildeo sector del universo de la cultura humana La fi losofiacutea de la historia tuvo que fundarse sobre una base nueva y maacutes amplia Hegel llamoacute al descubrimiento del origen comuacuten del griego y el saacutenscrito el descubrimiento de un nuevo mundo Quienes estudiaban gramaacutetica comparada en el siglo xix consideraron su trabajo bajo esta misma luz Estaban convencidos de que habiacutean encontrado la palabra maacutegica la uacutenica que podiacutea abrir las puertas al entendimiento de la historia de la civilizacioacuten humana La fi lologiacutea comparada declaroacute Max Muumlller ha pues-to a la edad mitoloacutegica y mitopeacuteyica de la humanidad que antes estaba velada por la oscuridad ante la brillante luz de la investigacioacuten cientiacutefi ca y dentro del recinto de la historia do-cumental Ha puesto en nuestras manos un telescopio de tal potencia que donde antes alcanzaacutebamos a ver soacutelo nebulosida-des ahora descubrimos formas distintas y perfi les maacutes auacuten nos ha proporcionado lo que podemos llamar testimonios con-temporaacuteneos exhibiendo ante nosotros el estado de pensa-miento de lenguaje religioacuten y civilizacioacuten de un periacuteodo en que el saacutenscrito no era todaviacutea el saacutenscrito el griego no era todaviacutea el griego pero en el cual lo mismo estos dos que el latiacuten el germaacutenico y otros dialectos arios existiacutean todaviacutea como un solo lenguaje indiviso La niebla de la mitologiacutea se desvaneceraacute gradualmente y nos permitiraacute descubrir tras las fl otantes nubes de la aurora del pensamiento y el lenguaje esa naturaleza verdadera que la mitologiacutea ha encubierto y disfraza-do por tan largo tiempo2

Por otro lado esa conexioacuten entre el lenguaje y el mito la cual prometiacutea una solucioacuten clara y defi nida para el antiguo enigma entrantildeaba una gran difi cultad Cierto es que el lengua-je y el mito tienen una raiacutez comuacuten pero no son en modo algu-

Ernst Cassirer El mito del Estado Traduccioacuten de Eduardo Nicol fce Meacutexico 2004

1 Publicado por primera vez en Oxford Essays (Londres John W Parker and Son 1856) pp 1-87 Reproducido en Selected Essays on Language Mythology and Religion (Londres Longmans Green and Co 1881) pp 299-451

2 Muumlller ldquoComparative Mythologyrdquo op cit pp II 33 86 Selected Essays I 315 358 449 ss

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no ideacutenticos en su estructura El lenguaje ofrece siempre un caraacutecter estrictamente loacutegico el mito parece desafi ar todas las reglas loacutegicas es incoherente caprichoso irracional iquestCoacutemo podemos reunir estos dos elementos incompatibles

Para responder a esta pregunta Max Muumlller y otros autores pertenecientes a la escuela de la mitologiacutea comparada idearon un plan muy ingenioso El mito dijeron no es en realidad sino un aspecto del lenguaje aunque un aspecto maacutes bien negativo que positivo El mito no se origina de sus virtudes sino de sus vicios Es cierto que el lenguaje es racional y loacutegico pero por otra parte es tambieacuten una fuente de ilusiones y falacias El lo-gro mayor del lenguaje es a la vez fuente de sus defectos El lenguaje se compone de nombres generales pero la generalidad implica siempre ambiguumledad La polionimia y la sinonimia de las palabras no son un rasgo accidental del lenguaje derivan de su naturaleza misma Como sea que la mayoriacutea de los objetos tienen maacutes de un atributo y como quiera que bajo aspectos

diferentes uno u otro de los atributos puede parecer apropiado para el acto de la denominacioacuten ocurrioacute por necesidad que la mayoriacutea de los objetos durante el primer periacuteodo del lenguaje humano tuvo maacutes de un nombre Cuanto maacutes antigua es una lengua tanto maacutes rica en sinoacutenimos Por otra parte si se em-plean constantemente estos sinoacutenimos deben naturalmente originar un nuacutemero de homoacutenimos Si podemos llamar al sol con cincuenta nombres expresivos de diferentes cualidades algunos de estos nombres seraacuten aplicables a otros objetos que puedan poseer las mismas cualidades Estos objetos distintos vendriacutean entonces a llamarse por el mismo nombre mdashse con-vertiriacutean en homoacutenimos Eacuteste es el punto vulnerable del len-guaje y eacuteste es al mismo tiempo el origen histoacuterico del mito iquestCoacutemo podemos dar razoacuten mdashse pregunta Max Muumlllermdash de esta fase de la mente humana que dio origen a los extraordina-rios relatos de dioses y heacuteroes de gorgonas y quimeras de cosas que el ojo humano no habiacutea visto nunca y que ninguna

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mente humana en sus cabales pudo haber concebido jamaacutes A menos que podamos dar respuesta a esta pregunta nuestra creencia en un progreso regular y consecuente del intelecto humano a traveacutes de todas las edades y en todos los lugares tendraacute que ser abandonada como una teoriacutea falsa A pesar de todo despueacutes del descubrimiento de la linguumliacutestica comparada estamos en situacioacuten de evitar ese escepticismo y de quitar ese obstaacuteculo de en medio Vemos que el progreso mismo del len-guaje mdashuno de los maacutes grandes hechos de la civilizacioacuten hu-manamdash condujo inevitablemente a otro fenoacutemeno al fenoacuteme-no del mito Si existiacutean dos nombres para el mismo objeto es natural y en verdad inevitable que dos personas pudieran bro-tar de los dos nombres y como los mismos relatos podiacutean contarse de la una y de la otra seriacutean representadas como her-manos y hermanas como padres e hijos3

Si aceptamos esta teoriacutea la difi cultad queda resuelta Pode-mos explicar muy bien de queacute modo la actividad racional del lenguaje humano ha conducido a las irracionalidades e incom-prensibilidades del mito La mente humana opera siempre de una manera racional Aun la mente primitiva era una mente cabal y normal Pero por otra parte era una mente rudimen-taria e inexperta En el caso en que estaba la mente inexperta expuesta constantemente a una grave tentacioacuten mdashla falacia y la ambiguumledad de las palabrasmdash no es de extrantildear que cayera en ella Eacuteste es el verdadero origen del pensamiento miacutetico El lenguaje no es tan soacutelo una escuela de sabiduriacutea es tambieacuten una escuela de desatino El mito nos revela este uacuteltimo aspecto no es maacutes que la oscura sombra que el lenguaje proyecta sobre el mundo del pensamiento humano

De este modo se presenta a la mitologiacutea como patoloacutegica asiacute en su origen como en su esencia Es una enfermedad que em-pieza en el campo del lenguaje y que luego se difunde en una peligrosa infeccioacuten por todo el cuerpo de la civilizacioacuten huma-na Pero aunque sea una locura hay en ella un meacutetodo En la mitologiacutea griega asiacute como en otras mitologiacuteas encontramos por ejemplo el relato de una gran inundacioacuten que destruyoacute a la raza humana entera Solamente una pareja Deucalioacuten y su es-posa Pirra se salvoacute del diluvio y fue enviada por Zeus a la Heacute-lade Cayeron los dos sobre el monte Parnaso y alliacute les aconse-joacute el oraacuteculo que echaron tras de siacute los ldquohuesos de su madrerdquo Deucalioacuten dio con la verdadera interpretacioacuten de este oraacuteculo recogioacute las piedras esparcidas por el campo y las tiroacute por encima de sus hombros De estas piedras surgioacute una nueva raza de hom-bre y mujeres iquestQueacute cosa hay maacutes ridiacutecula mdashse pregunta Max Muumlllermdash que este modo de explicar el origen de la raza huma-na Y sin embargo se hace faacutecilmente comprensible cuando empleamos la clave que nos da la ciencia de la etimologiacutea com-parada Todo el relato se reduce a un simple juego de palabras mdashuna confusioacuten entre dos teacuterminos homoacutenimosmdash entre λαός y λἀας4 Eacuteste de acuerdo con su opinioacuten es todo el secreto de la mitologiacutea

Si analizamos esta teoriacutea encontramos que contiene una extrantildea mezcla de racionalismo y romanticismo El elemento romaacutentico es manifi esto y parece ser el preponderante En cierto sentido Max Muumlller habla como un disciacutepulo de Nova-lis o de Schleiermacher Rechaza la teoriacutea de que el origen de

la religioacuten hay que buscarlo en el animismo o en la adoracioacuten de las grandes fuerzas naturales Hay ciertamente una religioacuten natural o fiacutesica una adoracioacuten del juego del sol de la luna del cielo despejado pero esta religioacuten fiacutesica es tan soacutelo un aspecto singular y un fenoacutemeno derivado No nos ofrece el todo y no nos conduce a la fuente primera y principal El verdadero ori-gen de la religioacuten hay que buscarlo en un estrato maacutes profundo del pensar y el sentir Lo que primero fascinoacute a los hombres no fueron los objetos de su alrededor Aun la mente primitiva es-taba mucho maacutes impresionada por el gran espec taacuteculo de la naturaleza tomada como un todo La naturaleza era lo desco-nocido en el sentido de algo opuesto a lo conocido lo infi nito en el sentido de lo que se distingue de lo fi nito Fue este senti-miento lo que desde los primero tiempos promovioacute el impul-so hacia el pensamiento religioso y el lenguaje La inmediata percepcioacuten del Infi nito ha formado desde el principio mismo el ingrediente y el necesario complemento de todo conocimiento fi nito Los rudimentos de expresiones mitoloacutegicas religiosas y fi losoacutefi cas posteriores estaban ya presentes en la temprana presioacuten del Infi nito sobre nuestros sentidos y esta presioacuten es la primera fuente y el origen real de todas nuestras creencias religiosas5 iquestPor queacute tenemos que maravillarnos de los anti-guos mdashpreguntaba Max Muumlllermdash de su lenguaje palpitante de vida y refulgente de color si en vez de los grises perfi les del pensamiento moderno exhalaban esas formas vivientes de la naturaleza dotadas de fuerza humana o maacutes bien de fuerzas sobrehumanas en tanto que la luz del sol brillaba maacutes que la del ojo humano y el bramar de la tormenta opacaba los gritos de la voz humana6 Esto suena muy romaacutentico pero no debe-mos dejarnos engantildear por el estilo coloreado y romaacutentico de Max Muumlller Su teoriacutea tomada en conjunto sigue siendo es-trictamente racionalista e intelectualista

En el fondo su concepcioacuten del mito no se encuentra muy distante del siglo xviii y de los pensadores de la Ilustracioacuten7 Claro estaacute que ya no considera al mito y a la religioacuten como una simple invencioacuten arbitraria un truco de la astucia clerical Pero admite que la religioacuten al fi n y al cabo no es maacutes que una gran ilusioacuten no un engantildeo consciente sino inconsciente un engantildeo promovido por la naturaleza de la mente humana y ante todo por la naturaleza del lenguaje humano El mito sigue siendo siempre un caso patoloacutegico Pero ahora estamos en situacioacuten de comprender la patologiacutea del mito sin recurrir a la hipoacutetesis de un defecto inherente a la mente humana misma Si se reco-noce que el lenguaje es la fuente del mito entonces hasta las incongruencias y contradicciones del pensamiento miacutetico que-dan reducidas a un poder universal y objetivo y por tanto en-teramente racional

3 Veacutease Muumlller op cit pp 44 Selected Essays I 3784 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p8 Selected Essays I 310

5 Veacutease F Max Muumlller Natural Religion The Gifford Lectures 1888 (Londres y Nueva York Longmans Green amp Co 1889) con-ferencia V ldquoMy own defi nition of Religionrdquo pp 103-140 Physical Religion The Gifford Lectures 1890 (Londres y Nueva York Long-mans Green amp Co 1891) conferencia VI ldquoPhysical Religion The Natural and the Supernatur alrdquo pp 119 ss

6 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p 37 Selected Essays I 3657 Es un hecho curioso que los primeros elementos de la teoriacutea de

Max Muumlller hayan de buscarse en los escritos de uno de los grandes racionalistas En su saacutetira Sur lrsquoeacutequivoque Boileau propuso la teoriacutea de que la ambiguumledad de las palabras es la verdadera fuente del mito

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Mucho contribuyoacute a la infl uencia de esta doctrina el hecho de que fuera aceptada con algunas reservas criacuteticas por el primer fi loacutesofo que tratoacute de crear una ldquofi losofiacutea sinteacuteticardquo una visioacuten coherente y comprensiva de todas las actividades de la mente humana basada en principios estrictamente empiacutericos y en la teoriacutea general de la evolucioacuten Herbert Spencer halloacute la fuente primera y principal de toda religioacuten en el culto de los antepasados El primer culto afi rmoacute eacutel no fue el culto de las fuerzas naturales sino el culto de los muertos8 Sin embargo con el fi n de comprender el traacutensito del culto de los antepasa-dos al culto de los dioses personales debemos introducir una nueva hipoacutetesis Seguacuten Spencer lo que hizo posible y hasta necesario este nuevo paso fueron el poder y la infl uencia per-durable del lenguaje El lenguaje humano es metafoacuterico en su esencia misma estaacute lleno de siacutemiles y analogiacuteas La mente pri-mitiva es incapaz de comprender estos siacutemiles en un sentido meramente metafoacuterico Toma estos siacutemiles por realidades y piensa y actuacutea de acuerdo con este principio Esta interpreta-cioacuten literal de los nombres metafoacutericos fue la que condujo desde las primeras formas elementales del culto de los antepa-sados desde la adoracioacuten de seres humanos hasta la adoracioacuten de plantas y animales y fi nalmente de grandes fuerzas de la naturaleza Un haacutebito comuacuten y muy extendido de las socieda-des primitivas es el de darles a los nintildeos recieacuten nacidos nom-bres de plantas animales estrellas y otros objetos naturales A los nintildeos se les llama ldquoTigrerdquo ldquoLeoacutenrdquo ldquoCuervordquo a las nintildeas ldquoLunardquo ldquoEstrellardquo Originariamente todos estos nombres no eran maacutes que epiheta ornantia los cuales expresaban ciertas cualidades personales que se atribuiacutean a los seres humanos De acuerdo con esta tendencia de la mente primitiva a entender

todos los teacuterminos en sentido literal era inevitable que se ma-linterpretasen esos nombres complementarios y esos tiacutetulos metafoacutericos Alguna vez ldquoAurorardquo se usariacutea como nombre pro-pio de persona las tradiciones referentes a una que se hubiese destacado conduciriacutean en la mente ingenua del salvaje a una identifi cacioacuten con la aurora misma y sus aventuras seriacutean in-terpretadas de la manera que pareciese maacutes congruente con la naturaleza de la aurora Es maacutes en las regiones donde tal nom-bre hubiese sido el propio de miembros de tribus adyacentes o de miembros de una misma tribu que hubieran vivido en tiempos distintos surgiriacutean genealogiacuteas incongruentes y aven-turas antagoacutenicas de la aurora9

Tambieacuten aquiacute encontramos explicado el fenoacutemeno del mito el panteoacuten entero del politeiacutesmo como una simple enferme-dad El culto de objetos conspicuos concebidos como perso-nas resulta de un error linguumliacutestico La grave objecioacuten a que puede someterse tal teoriacutea es manifi esta El mito es una de las maacutes antiguas y grandes fuerzas de la civilizacioacuten humana Estaacute conectado iacutentimamente con todas las demaacutes actividades huma-nas es inseparable del lenguaje de la poesiacutea del arte y del maacutes remoto pensamiento histoacuterico La ciencia misma tuvo que pasar por una etapa miacutetica antes de alcanzar la etapa loacutegica la alquimia precedioacute a la quiacutemica la astrologiacutea a la astronomiacutea Si las teoriacuteas de Max Muumlller y de Spencer fuesen ciertas tendriacutea-mos que admitir la conclusioacuten de que en resumidas cuentas la historia de la civilizacioacuten humana se debe a una simple equivo-cacioacuten a una mala interpretacioacuten de palabras y de teacuterminos Y no es una hipoacutetesis muy satisfactoria o plausible pensar que la cultura sea el producto de una mera ilusioacuten un malabarismo de palabras y un pueril juego de nombres G

8 Veacutease H Spencer The Principles of Sociology (1876) cap xx (Nueva York Appleton amp Co 1901 i 1901 i 285 ss) 9 Ibid xxii-xxiv i 329-394

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El mito y la sociedadJoseph Campbell

1- El que cambia de forma

No hay un sistema fi nal para la interpretacioacuten de los mitos y nunca habraacute tal cosa La mitologiacutea es como el dios Proteo ldquoel veraz anciano de los maresrdquo El dios ldquoprobaraacute de convertirse en todos los seres que se arrastran por la tierra y en agua y en ardentiacutesimo fuegordquo1

El viajero de la vida que quiera recibir ensentildeanzas de Proteo debe ldquosujetarlo aunque desee e intente escaparserdquo y fi nalmente apareceraacute en la forma que le es propia Pero este astuto dios nunca descubre ni siquiera ante el maacutes haacutebil interrogador el contenido iacutentegro de su sabiduriacutea Contestaraacute a la pregunta que se le haga y la respuesta seraacute grande o trivial seguacuten lo que se le haya preguntado ldquoCuando el sol siguiendo su curso llega al centro del cielo el veraz anciano de los mares oculto por negras y encrespadas olas salta en tierra al soplo del Ceacutefi -ro En seguida se acuesta en honda gruta y a su alrededor se ponen a dormir todas juntas las focas de nataacutetiles pies hijas de la hermosa Halosidne que salen del espumoso mar exhalando el acerbo olor del mar profundiacutesimordquo2 El rey guerrero griego Menelao guiado y ayudado por una hija de este viejo padre del mar a sus salvajes lares e instruido por ella de coacutemo lograr la respuesta del dios deseaba soacutelo preguntar el secreto de sus difi cultades personales y el paradero de sus amigos personales Y el dios se dignoacute a responder

La mitologiacutea ha sido interpretada por el intelecto moderno como un torpe esfuerzo primitivo para explicar el mundo de la naturaleza (Frazer) como una produccioacuten de fantasiacutea poeacutetica de los tiempo prehistoacutericos mal entendida por las edades pos-teriores (Muumlller) como un sustitutivo de la instruccioacuten alegoacute-rica para amoldar el individuo a su grupo (Durkheim) como un suentildeo colectivo sintomaacutetico de las urgencias arquetiacutepicas dentro de las profundidades de la psique humana (Jung) como el vehiacuteculo tradicional de las intuiciones metafiacutesicas maacutes pro-fundas del hombre (Coomaraswamy) y como la Revelacioacuten de Dios a Sus hijos (la Iglesia) La mitologiacutea es todo esto Los diferentes juicios estaacuten determinados por los diferentes puntos de vista de los jueces Pues cuando se la investiga en teacuterminos no de lo que es sino de coacutemo funciona de coacutemo ha servido a la especia humana en el pasado y de coacutemo puede servirle ahora

la mitologiacutea se muestra tan accesible como la vida misma a las obsesiones y necesidades del individuo la raza y la eacutepoca

2- La funcioacuten del mito del culto y de la meditacioacuten

En su forma viva el individuo es necesariamente soacutelo una frac-cioacuten y una distorsioacuten de la imagen total del hombre Estaacute limi-tado ya sea hembra o varoacuten tambieacuten lo estaacute en cualquier pe-riodo de su vida como nintildeo como joven como adulto o como anciano y no soacutelo eso sino que en su vida estaacute necesariamente especializado como artesano comerciante sirviente o ladroacuten sacerdote o liacuteder esposa monja o prostituta no puede serlo todo De aquiacute que la totalidad la plenitud del hombre no esteacute en un miembro aparte sino en el cuerpo de la sociedad como un todo el individuo puede soacutelo ser un oacutergano De su grupo ha tomado las teacutecnicas de vida el lenguaje en que piensa las ideas por las cuales lucha los genes que han construido su cuerpo descienden del pasado de esa sociedad Si pretende ais-larse ya sea en hechos pensamientos o sentimientos soacutelo lo-gra romper las relaciones con las fuentes de su existencia

Las ceremonias tribales de nacimiento la iniciacioacuten el ma-trimonio el entierro la adquisicioacuten de un estado social etc sirven para trasladar la crisis y hechos de la vida del individuo a formas claacutesicas e impersonales Estas formas tienen por obje-to mostrarlo a siacute mismo no como esta personalidad o la otra sino como el guerrero la desposada la viuda el sacerdote el jefe al mismo tiempo se representa para el resto de la comuni-dad la vieja leccioacuten de las etapas arquetiacutepicas Todos participan en el ceremonial de acuerdo con su rango y su funcioacuten La sociedad entera se hace visible como una unidad viva e impe-recedera Pasan generaciones de individuos como ceacutelulas anoacute-nimas de un cuerpo vivo pero permanece la forma sustentante e intemporal Por una ampliacioacuten de la visioacuten para abarcar a este superindividuo cada uno se descubre a siacute mismo engran-decido enriquecido apoyado y magnifi cado Su papel aunque no sea nada impresionante se ve como intriacutenseco a la bella imagen festiva del hombre la imagen potencial pero necesaria-mente inhibida que estaacute dentro del individuo

Los deberes sociales continuacutean la leccioacuten del festival en la existencia diaria y normal y se le da maacutes validez al individuo Por el contrario la indiferencia las revoluciones o el exilio rom-pen las conexiones vitales Desde el punto de vista de la unidad social el individuo aislado no es sino una nada un desperdicio De aquiacute que el hombre o la mujer puedan decir honestamente que han vivido su papel mdashya sea el de sacerdote prostituta reina o esclavomdash se refi eren al sentido completo del verbo ser

Joseph Campbell El heacuteroe de las mil caras Psicoanaacutelisis del mito Traduccioacuten de Luisa Josefi na Hernaacutendez fce Meacutexico 2006

1 Odisea iv 401 417-41 Traduccioacuten de Luis Segalaacute y Estalella2 Ibid 400-406

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Los ritos de la iniciacioacuten y de la adquisicioacuten de una situa-cioacuten pues muestran la leccioacuten de la unidad esencial del in-dividuo y el grupo los festivales de las estaciones abren un horizonte mayor Asiacute como el individuo es un oacutergano de la so-ciedad asiacute es la tribu o la ciudad mdashasiacute es la humanidad ente-ramdash soacutelo una fase del poderoso organismo del cosmos

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para domi-nar a la naturaleza Eacutesta es una representacioacuten equivocada Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre y particularmente en aquellas ceremonias maacutegicas que se supone han de traer lluvia curar las enfermedades o detener las inun-daciones sin embargo el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponieacutendolas a la magia ne-gra) es la sumisioacuten a lo inevitable del destino y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente

No se ha registrado ninguacuten mito tribal que intente postergar la llegada del invierno al contrario los ritos preparan a la co-munidad para soportar junto con el resto de la naturaleza la estacioacuten del friacuteo tremendo Y en la primavera los ritos no inten-tan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maiacutez frijol y calabazas para la comunidad debilitada por el contrario los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estacioacuten de la na-turaleza El maravilloso ciclo del antildeo es celebrado con todos sus contratiempos y periacuteodos de juacutebilo y es bosquejado y represen-tado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano

Muchas otras simbolizaciones de esta continuidad llenan el mundo de la comunidad mitoloacutegicamente instruida Por ejem-plo los clanes de las tribus cazadoras norteamericanas se con-sideraban descendientes de ancestros mitad animales y mitad humanos Estos ancestros no solamente eran los padres de los miembros humanos del clan sino tambieacuten de la especie animal de donde el clan tomaba su nombre Asiacute los miembros huma-nos del clan del castor eran primos hermanos de los castores protectores de dicha especie y al mismo tiempo protegidos por la sabiduriacutea animal del pueblo de los bosques Y otro ejemplo el hogan o choza de barro de los Naacutevajo de Nuevo Meacutexico y Arizona se construye seguacuten el plan de la idea del cosmos de los Naacutevajo La entrada estaacute hacia el oriente Los ocho lados re-presentan las cuatro direcciones principales y los puntos que quedan entre ellas Cada arista y cada viga corresponde a un elemento en el gran hogan de la tierra y el cielo que todo lo abarcan Y como el alma del hombre es considerada en su for-ma como ideacutentica al universo la choza de barro es la represen-tacioacuten de la armoniacutea baacutesica del hombre y del mundo y un re-cordatorio del escondido camino vital de la perfeccioacuten

Pero hay otro camino diametralmente opuesto al de los de-beres sociales y los cultos populares Desde el punto de vista del camino del deber el que es exiliado de la comunidad es nada Desde el otro punto de vista este exilio es el primer paso en la buacutesqueda Cada uno lleva el todo dentro de siacute mismo por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de eacutel Las diferen-ciaciones de sexo edad y ocupacioacuten no son esenciales a nuestro caraacutecter sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo La imagen interior del hombre no de-be confundirse con su atuendo Pensamos que somos ameri-canos hijos del siglo xx occidentales y cristianos civilizados Somos virtuosos o pecadores Sin embargo esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre denotan solamente acci-dentes geograacutefi cos fecha de nacimiento e ingresos econoacutemi-

cos iquestCuaacutel es el meollo de nosotros iquestCuaacutel es el caraacutecter baacutesico de nuestro ser

El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India los misterios heleacutenicos de las iniciaciones las antiguas fi losofiacuteas de Oriente y del Occidente son teacutecnicas para despla-zar el hincapieacute de la conciencia individual fuera de la presencia exterior Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo maacutes profundo ldquoYo no soy esto ni lo otro mdashmeditamdash no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir mi cuerpo que estaacute enfermo o envejece ni mi brazo mis ojos mi cabeza ni la suma de todas estas cosas No soy mis sentimientos ni mi men-te ni mi fuerza intuitivardquo Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y fi nalmente alcanza insondables rea-lizaciones Ninguacuten hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como Don Fu-lano de tal o cual poblacioacuten de cierto paiacutes La sociedad y los deberes se esfuman Don Fulano al descubrirse grande con el hombre se convierte en una persona abstraiacuteda y apartada

Eacutesta es la etapa de Narciso contemplaacutendose en la fuente del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del aacuterbol pero no es la uacuteltima meta es un requisito pero no es el fi n La meta no es ver sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia en-tonces el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola De aquiacute que la separacioacuten el aislamiento ya no sean necesarios Por dondequiera que vaya el heacuteroe y cualquier cosa que haga siempre estaacute en presencia de su propia esencia porque ha perfeccionado sus ojos para ver No hay aislamiento Asiacute como el camino de la participacioacuten social puede llevar a la realizacioacuten del Todo en el individuo asiacute el exilio trae al heacuteroe al Yo en todo

Centrado en este punto capital el problema del egoiacutesmo o del altruismo desaparece El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identifi cado con el signifi cado iacutentegro del uni-verso Por Eacutel y para Eacutel se ha hecho el mundo ldquoOh Mahoma mdashdijo Diosmdash si no fuera por ti no hubiera creado el cielordquo

3- El heacuteroe de hoy

Todo esto se halla lejos del punto de vista contemporaacuteneo pues el ideal democraacutetico del individuo que se determina a siacute mismo la invencioacuten de los artefactos mecaacutenicos y eleacutectricos y el desarrollo de los meacutetodos cientiacutefi cos de investigacioacuten han transformado la vida humana en tal forma que el universo in-temporal de siacutembolos hace mucho tiempo heredados ha sufri-do un colapso A esto se refi eren en el Zaratustra de Nietzsche las trascendentales palabras que anuncian una eacutepoca ldquoMuertos estaacuten los diosesrdquo3 Es una faacutebula que sabemos que se ha repeti-do de mil maneras Es el ciclo del heacuteroe de la edad moderna la maravillosa historia de la especie humana que llega a la ma-durez El lastre del pasado la atadura de la tradicioacuten han sido destruidos con seguros y poderosos golpes La telarantildea del suentildeo miacutetico cayoacute la mente se abrioacute a la iacutentegra conciencia despierta y el hombre moderno surgioacute de la ignorancia de los antiguos como una mariposa de su capullo o como el sol del amanecer surge del vientre de la madre noche

3 Nietzsche Asiacute habloacute Zaratustra 1223

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No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

32 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

6 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

fatalmente la vuelve otrardquo Para explicar el complicado fenoacute-meno de la reencarnacioacuten los budistas recurren a una metaacutefo-ra cuando se prende una vela acercando la mecha a la llama de otra vela el fuego nuevo es y no es el mismo signifi cando asiacute que el espiacuteritu que renace es y no es el mismo que el que se ha extinguido Extrapolando la metaacutefora budista a nuestro asunto podriacutea decirse que un poema traducido es y no es el mismo que

el original como si un solo espiacuteritu de la poesiacutea y un mismo fuego que trascendieran a los poetas perduraran en dos poe-mas aparentemente distinguibles en las lenguas El ejercicio de la traduccioacuten quizaacute sea el que mejor pone de manifi esto la im-personalizacioacuten de la poesiacutea Y por lo demaacutes iquestno es lo que siempre defendioacute el autor de La llama doble G

Fotografiacutea Neil LibbertCamera Press-Zardoya

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 7

Paz y los otrosJoseacute Emilio Pacheco

Hace seis antildeos aparecioacute como undeacutecimo tomo de las Obras completas de Octavio Paz el primer volumen de la Obra poeacutetica (1935-1970) El segundo incluiraacute Topoemas (1971) Renga (1972) Pasado en claro (1975) Vuelta (1976) Air born Hijos del aire (1979) Aacuterbol adentro (1987) Figuras y fi guraciones poemas en torno a la obra plaacutestica de Marie Joseacute Paz y Refl ejos reacuteplicas diaacutelogos con Francisco de Quevedo (1996) que cerroacute los sesenta y tres antildeos de trabajo comenzados en 1933 con Luna silvestre En teoriacutea Versiones y diversiones (1974) debe incluirse alliacute como se hizo en Italia con Eugenio Montale Salvatore Quasimodo y Giuseppe Ungaretti las versiones son parte de la poesiacutea de un autor El conjunto casi dos mil paacuteginas pone al libro futuro en riesgo de volverlo inmanejable

Al margen de las Obras completas Galaxia Gutenberg y Ciacuter-culo de Lectores publican la edicioacuten revisada y aumentada de Versiones y diversiones edicioacuten que Paz alcanzoacute a iniciar pero no concluyoacute El excelente trabajo adicional es de Nicanor Veacutelez Son 715 paacuteginas frente a las 255 que tuvo su primera aparicioacuten en Joaquiacuten Mortiz Abarcan el aspecto menos estudiado de Paz y testimonian una entrega a la poesiacutea como tal vez no volveraacute a existir en estas nuevas condiciones

La ldquoescuela mexicanardquo de traduccioacuten

Fue un poeta precoz y por ello asombra que su intereacutes en las versiones poeacuteticas no se haya manifestado hasta 1954 cuando al fi nal de Semillas para un himno publicoacute ldquoA su tiacutemida amanterdquo de Andrew Marvell y ldquoEl desdichadordquo ldquoMirtordquo ldquoDeacutelfi cardquo y ldquoArtemisardquo de Geacuterard de Nerval Tres antildeos despueacutes en el 1957 de Piedra de sol dio a conocer Sendas de Oku de Matsuo Basho en colaboracioacuten con Eikichi Hayashiya

Por eso en agosto de 2002 Aurelio Asiain celebroacute en Tokio los cincuenta antildeos de la llegada de Paz al Japoacuten probable pun-to de partida de su afaacuten por traducir poemas Ya a fi nes de los treinta como joven director de Taller se interesoacute por el geacutenero mdashsi puede llamarse asiacute a este trabajomdash y publicoacute en versiones ajenas a Arthur Rimbaud (Joseacute Ferrel) y T S Eliot (Rodolfo Usigli y Bernardo Ortiz de Montellano entre otros) En 1952 hizo para la Unesco la Antologiacutea de la poesiacutea mexicana nunca aparecida en espantildeol que tradujeron al ingleacutes Samuel Beckett y al franceacutes Guy Levis Mano

En los cincuenta las versiones de Paz y Jaime Garciacutea Terreacutes (compiladas en Baile de maacutescaras 1989) normalizaron esta praacutec-

tica en revistas y suplementos y crearon sin proponeacuterselo algo que podriacuteamos llamar una ldquoescuela mexicanardquo de traduccioacuten muy diferente a la que se practica en otros aacutembitos del idioma

En la siguiente deacutecada Paz descubrioacute para nosotros no para espantildeoles ni argentinos a Fernando Pessoa (Antologiacutea 1962) A continuacioacuten hizo con Pedro Sekel Cuatro poetas contemporaacute-neos de Suecia Martinson Lundkvist Ekelof y Lindegren En 1973 nos dio los Veinte poemas de William Carlos Williams y en 1978 algunos textos de Guillaume Apollinaire En los uacuteltimos tiempos su atencioacuten se centroacute en textos saacutenscritos y chinos Su libro fi nal fue Trazos de Chuang-tse y otros que se recoge en las nuevas Versiones y diversiones

Gracias a esta labor de Paz que pocos hasta ahora han apre-ciado en Meacutexico casi siempre se leen entre los datos con que se presenta a los joacutevenes y a las muchachas que se inician en la poesiacutea al lado de los premios y las becas obtenidas los nom-bres de los poetas que han traducido Es la manera maacutes atenta de leer un poema y la mejor forma de ejercitarse en la versifi -cacioacuten sin la disciplina mecanizadora de intentar escribir algo nuevo todos los diacuteas

Ovidio y Nezahualcoacuteyotl

En la literatura mexicana puede escucharse como en secreto la lamentacioacuten por las tres grandes peacuterdidas literarias de la Nueva Espantildea el silenciamiento de Sor Juana el fi n del Cole-gio de Tlatelolco en que los aztecas habiacutean empezado una la-bor de traductores que pudo haber sido la base de una auteacutenti-ca cultura mestiza y el que el padre Francisco Javier Clavijero un prosista soacutelo comparable en su tiempo y en su lengua con Jovellanos y Moratiacuten no haya logrado concluir en el destierro la que iba a ser nuestra Enciclopedia

De todos modos la poesiacutea escrita en espantildeol en esta tierra empezoacute con los sonetos ldquoal itaacutelico modordquo de Francisco de Te-rrazas con los poemas nahuas de Nezahualcoacuteyotl puestos en liras por su descendiente Francisco de Alva Ixtlilxoacutechitl (em-pleoacute el mismo derecho de Fray Luis para traducir tambieacuten en liras a Horacio y en tercetos encadenados el Libro de Job) y con Las heroidas de Ovidio transfi guradas a su vez en tercetos por Diego Mejiacutea

Tierra abierta a los dos oceacuteanos y al mismo tiempo caracol encerrado por el desierto y la semicircunferencia del Golfo in-comunicada por sus montantildeas e impedida a todo lo largo de la Colonia para tener relaciones con nada que no fuera el Pentaacutego-no de su eacutepoca El Escorial y la Casa de Contratacioacuten de Sevilla en cuanto dejoacute de ser Nueva Espantildea para intentar convertirse en Tomado de la revista Letras Libres nuacutemero 47 noviembre 2002

8 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

Meacutexico el paiacutes quiso relacionarse con un mundo que era de verdad el otro mundo Sus modelos le pagaron mal los Estados Unidos con la invasioacuten de 1847 y Francia con la de 1862

Traducir fue una forma de respirar En los seminarios se afi anzoacute la cultura latina y se establecioacute una tradicioacuten que pro-sigue hasta hoy y ha hecho que un poeta mexicano Rubeacuten Bonifaz Nuntildeo sea la uacutenica persona en el mundo que ha tradu-cido eacutel solo a todos los grandes claacutesicos de Roma La lengua de la Iglesia asfi xioacute al griego a tal punto que otro de nuestros je-suitas exiliados Francisco Javier Alegre tuvo que trasladar iexclal latiacuten La Iliada para que alguien la leyera

Los primeros poetas mexicanos fueron asiduos de los ro-maacutenticos y de la Antologiacutea griega Joseacute Joaquiacuten Pesado con ayuda de Francisco Chimalpopoca profesor de naacutehuatl en la Universidad tradujo Las [poesiacuteas] aztecas Con el modernismo la versioacuten poeacutetica se legitimoacute en libros como Jardines de Francia (Enrique Gonzaacutelez Martiacutenez) y Musas de Francia (Balbino Daacute-valos) Algunas de sus paacuteginas alcanzaron gran difusioacuten al ser incluidas en la Antologiacutea espantildeola de Enrique Diacuteez-Canedo tan importante para los que iban a ser allaacute y aquiacute los poetas de 1927 como la Antologiacutea de Borges Bioy y Silvina Ocampo para los narradores de los cincuenta y los sesenta

El camino de la pasioacuten

Marco Antonio Montes de Oca dio en El surco y la brasa (1974) una antologiacutea de versiones mexicanas que abarcan de Alfonso Reyes a Carlos Montemayor Treinta antildeos despueacutes una actua-lizacioacuten exigiriacutea el doble de paacuteginas De todos modos la fi gura central en este campo y en tantos otros sigue siendo Octa vio Paz

Quizaacute el nuevo camino fue abierto en 1961 por las Imita-tions de Robert Lowell Las imitaciones son una praacutectica anti-gua e ilustre Catulo lo hizo con Safo (Ille mi par esse deo uide-tur) Quevedo con Du Bellay (ldquoBuscas a Roma en Roma oh peregrinordquo) y el resultado son grandes poemas

Sin embargo Lowell impuso la voz de Lowell sobre los ori-ginales de Villon Leopardi Heine o Victor Hugo El propoacutesi-to de Paz es diferente ldquoA partir de poemas en otras lenguas quise hacer poemas en la miacuteardquo Y a estas palabras de 1973 antildea-de en 1995 ldquoEn mis versiones quise que [estos poemas com-puestos en otros siglos] tuviesen la antiguumledad de todas las obras de arte la de hoy mismordquo

Desde entonces han aparecido obras semejantes a la de Paz el mencionado Baile de maacutescaras de Garciacutea Terreacutes y en el Peruacute Las uvas del racimo de Javier Sologuren y El ciervo y la fuente de Ricardo Silva Santiesteban Debe de haber otros tiacutetulos que desconozco pero no quisiera pasar por alto dos que merecen ser difundidos Transcripciones de Miguel Aacutengel Flores y El trai-dor de Miguel Covarrubias Para un poeta de estas tierras nada tan inconcebible como la afi rmacioacuten de Philip Larkin ldquoNo leo maacutes que poesiacutea inglesa y no me importa lo que no sea ingleacutesrdquo

El teacutermino ldquocuriosidad intelectualrdquo es pobre ante lo que estaacute tras Versiones y diversiones Soacutelo puede hablarse de verdadera pasioacuten pasioacuten por la poesiacutea y por quienes la escribieron Es inevitable pensar en Neruda (ldquoYo amo toda la poesiacutea escritardquo) y siglos antes en Safo cuando les dice a los poetas vivos y muertos ldquoCon el don de sus obras me han honradordquo

Supervielle Cocteau Eacuteluard Breton Michaux Char estaacuten traducidos con el mismo amor que Donne Yeats Cummings Stevens Crane y Elizabeth Bishop A Paz se le debe en gran parte el haber revivido el intereacutes de Tablada por el haikuacute que ahora es otra forma disponible para todos en el repertorio de la poesiacutea en espantildeol Los poemas chinos prolongan la maravi-llosa antologiacutea de Marcela de Juan soacutelo comparable a la tra-duccioacuten inglesa de Arthur Walley

Versiones y diversiones es una antologiacutea de la liacuterica universal y tambieacuten un gran libro de la poesiacutea en nuestro idioma Paz nos acercoacute lo lejano e hizo nuestro lo ajeno Nadie sabe coacutemo seraacute la literatura del siglo xxi ni queacute haraacute con el legado del siglo xx A pesar de todo uno puede creer que entre los libros que se segui-raacuten leyendo estaraacute por derecho propio Versiones y diver siones G

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 9

Los privilegios de Octavio PazFernando del Paso

El lenguaje de la pintura como todo lenguaje artiacutestico es in-traducible nos dice Octavio Paz en un texto sobre Juan Soria-no escrito en 1962 Once antildeos despueacutes en ldquoEl signo y el ga-rabatordquo se refi ere a un texto de Cardoza y Aragoacuten sobre Guumlnter Gerzo con las siguientes palabras ldquoOscila entre la tra-duccioacuten y la creacioacutenrdquo Y aclara ldquoTraduccioacuten al lenguaje verbal del lenguaje plaacutestico del pintorrdquo

En queacute quedamos es difiacutecil decirlo porque a lo largo de todos los escritos que Paz dedicoacute a las artes plaacutesticas nos tro-pezamos con contradicciones que nos deslumbran y nos con-funden Pero tal vez se trata de contradicciones intrascenden-

tes sin importancia ya que en principio es una contradiccioacuten fundamental la que hace posible la existencia de la pintura aquella de ldquolas dos gemelas que tejen incansablemente las telas de nuestras visiones la luz y la sombrardquo como dice el poeta en el escrito dedicado a Rodolph Bresdin en Corriente alterna Nos encontramos asiacute que cuando nos habla de Baudelaire como criacutetico de arte asevera que ldquola pintura es un lenguaje incapaz de decir salvo por alusioacuten y omisioacuten el cuadro nos presenta los signos de una ausenciardquo en tanto que en un artiacuteculo sobre el arte y la identidad de los hispanos en los Estados Unidos de-clara que ldquola imagen visual dice pero lo que dice no tiene por

Fragmento tomado de la revista Letras Libres nuacutemero 54 junio 2003

10 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

queacute ser traducido en palabras La pintura es un lenguaje que se basta a siacute mismordquo mientras que mdashde nuevo en Corriente alter-namdash afi rma que el arte moderno ldquopor ser una representacioacuten no puede rehusarse completamente a decir y a signifi carrdquo y se pregunta ldquoiquestQueacute dicen los cuadros modernos Se dicen a siacute mismosrdquo Textos y opiniones que se alternan haciendo honor al tiacutetulo del libro con consideraciones sobre la obra de Alberto Gironella que seguacuten Paz es en buena parte ldquopintura escrita del mismo modo que hay palabras pintadasrdquo o un ensayo sobre Aacutelvarez Bravo en el que con base en sus lecturas de los poetas modernos califi ca a la fotografiacutea como arte poeacutetico ldquoporque al mostrarnos estordquo dice Paz ldquoalude o presenta a aquellordquo y con meditaciones en las que el arte maya por la literalidad de las imaacutegenes que muestra labradas en piedra ldquo pueden leerse No son ilustraciones de un texto son el texto mismordquo

Por otra parte al decir cuadros ldquomodernosrdquo Paz no nos aclara si los cuadros ldquoantiguosrdquo mdashpor llamar de alguacuten modo todas las pinturas que antecedieron a las modernasmdash deciacutean algo No era necesario que lo hiciera todos sabemos que un cuadro de Nicolaacutes Bataille nos cuenta la lucha de San Miguel y el dragoacuten otro del Veroneacutes las Bodas de Canaacute uno maacutes de Mantegna el martirio de San Cristoacutebal y otro en fi n de Ma-teo Cerezo las bodas miacutesticas de Santa Catalina

Y sin embargo esto no es verdad ninguna de las pinturas arriba mencionadas cuenta algo todas recuentan El especta-dor tiene que conocer de antemano la historia o la leyenda que el cuadro presenta tiene que haberla leiacutedo en un libro sobre mitologiacutea o en la Biblia tiene que haberla escuchado en alguna parte alguna vez para saber de queacute trata la pintura que tiene ante sus ojos Una pintura que aunque muy lejos de lo que hoy conocemos como ldquoilustracioacutenrdquo es una pintura que ilustra un hecho o una leyenda Todaviacutea en nuestro fi n de siglo los visi-tantes de los museos necesitan que el guiacutea les diga eacutesta es se-ntildeoras La Batalla de San Romano de Paolo Uccello eacutesta es sentildeo-res La Rendicioacuten de Breda de Diego Velaacutezquez

Pero si esas pinturas ilustran algo a los espectadores de hoy diacutea ya no los ilustran a pocos fuera de Espantildea puede intere-sarles el hecho de que la rendicioacuten de Breda implicara la derro-ta de Mauricio de Nassau y a muchos menos fuera de Italia saber quieacuten si Siena o Florencia ganoacute la batalla de San Roma-no Ademaacutes de que sabemos poca era la fi delidad de los artis-tas hacia acontecimientos histoacutericos asiacute fuera porque no los vieron soacutelo los imaginaron mdashtal es el caso del fusilamiento de Maximiliano emperador de Meacutexico por Manet quien inventoacute una barda que nunca existioacute encima de la cual se asomaban las cabezas de los curiososmdash o a pesar de haber sido testigos de ellos como en el caso de David quien en la pintura de la co-ronacioacuten de Napoleoacuten incluyoacute a la madre de eacuteste Leticia Ra-molino quien se sostuvo ausente de la ceremonia

Da lo mismo porque lo que no ilustra pero siacute nos ilumina es son otras virtudes del cuadro su belleza y la poesiacutea de la que es contenido y continente A veces tambieacuten la gracia en todas sus acepciones tanto terrenales como celestiales Ningu-

na otra cosa nos dicen pero con eso basta las esculturas del Brancusi las pinturas de Dubuffet y las maacutequinas locas de Tanguely Belleza y poesiacutea gracias que en ocasiones son con-vulsivas y se columpian entre el horror y la obscenidad el in-fi erno y la desolacioacuten Goya y Bacon la escultura precolombi-na y Otto Dix

La analogiacutea nos dice Octavio Paz es la funcioacuten maacutes alta de la imaginacioacuten y puente entre lenguajes distintos poesiacutea muacute-sica pintura Es pues necesario tender un puente entre el cuadro y lo que se escribe mdashaunque pareciera que pintura y literatura son dos lenguajes paralelos que se juntan en el infi -nitomdash para decirle al lector lo que el cuadro nos dice Pero se necesita un lector interesado y que algo al menos sepa de la materia y el espiacuteritu del arte o que cuente con la curiosidad y la sensibilidad sufi cientes para aprender No podemos contarle la pintura a un ciego de nacimiento o a un ciego de entendi-miento Por eso los mejores textos sobre un pintor o un escul-tor son aquellos de los cataacutelogos de sus exposiciones que le brindan a los espectadores la oportunidad de ignorarlos O que pueden con suerte ayudarlos a ver

Creo que fue Max Ernst quien deciacutea que su principal ocu-pacioacuten en la vida era la de ver No fue eacutesta la principal ocupa-cioacuten de Octavio Paz pero siacute una de sus maacutes caras preocupacio-nes Dotado del prestigio de una privilegiada vista cuando veiacutea veiacutea mejor que muchos Y agraciado con el privilegio de la palabra poeacutetica por excelencia lo que contaba sobre lo que habiacutea visto pocos lo podraacuten superar Otros escritores mdashy eacutel mismo nos lo recuerdamdash en Francia Baudelaire y Apollinaire en Meacutexico Villaurrutia Gorostiza y Cuesta entre otros escri-bieron sobre arte Ninguno como eacutel

Desde luego criacuteticos de arte con gran talento los ha habido siempre Pero Paz prefi rioacute hablar desde las orillas luminosas de la poesiacutea Mejor dicho no podiacutea hacerlo de otra manera aun-que eacutel mismo califi cara sus escritos como criacutetica ldquoLa criacutetica mdashdicemdash no soacutelo hace maacutes intenso y luacutecido mi placer sino que me obliga a cambiar mi actitud ante la obrardquo Palabras que implican una especie de conclusioacuten y de solucioacuten de un razo-namiento anterior en el que con lucidez y modestia reconoce la casi imposibilidad de escribir sobre arte y artistas sin abdicar de la razoacuten sin convertirla nos dice ldquoen servidora de nuestros gustos maacutes fatales y de nuestras inclinaciones menos premedi-tadasrdquo Pero de alguna manera Paz se las arregla en este texto titulado ldquoDe la criacutetica a la ofrendardquo para conciliar su juicio y su gusto su razoacuten y sus pasiones En un escrito sobre Barragaacuten cita a este gran arquitecto diciendo que su obra mdashla de eacutel mismo su arquitecturamdash estaba inspirada por dos pala-bras la palabra ldquomagiardquo y la palabra ldquosorpresardquo Esto mismo podemos decir de la obra del propio Octavio Paz porque le viene como anillo al dedo es con la magia y la sorpresa como Octavio Paz se convence y convence al lector mdashal menos yo soy uno de los convencidosmdash de la validez y transparencia la sabiduriacutea y el entusiasmo contagioso de su palabra cuando nos habla de arte G

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 11

Evocacioacuten de Octavio PazJuliaacuten Meza

Quizaacute a contracorriente de lo que pueden pensar de miacute algu-nos de mis amigos y lectores como escritor no soacutelo practico la diatriba Tambieacuten soy capaz de hacer elogios pero soacutelo cuando me parecen adecuados y sin dejar de lado la criacutetica siempre tan necesaria Y de aquiacute esta evocacioacuten de Octavio Paz para cele-brar su sensibilidad y su inteligencia a diez antildeos de su muerte

Desde Sor Juana Ineacutes de la Cruz no habiacutea habido en Meacutexico un poeta un escritor tan destacado como Octavio Paz

No faltaraacute quien crea (asiacute sea soacutelo en su fuero iacutentimo) que esta afi rmacioacuten es por lo menos excesiva o simplemente pro-vocadora pero estoy convencido de que la extensa obra de este poeta y pensador la justifi ca

La fi gura de Paz casi siempre fue controvertida y aun vili-pendiada aunque soacutelo en Meacutexico En otros paiacuteses el reconoci-miento a la persona y a su obra se produjo relativamente pron-to y sin reticencias

Al igual que Jorge Luis Borges Octavio Paz fue descubierto al mundo por los franceses entre los que hizo numerosos ami-gos tanto en el campo de la poesiacutea y de las letras como en el del pensamiento Buena parte de la intelligentzia mexicana tar-

doacute en reconocerlo o nunca lo reconocioacute sobre todo por cues-tiones ideoloacutegicas y no literarias o poeacuteticas aun cuando hay quienes afi rman desde muchos peldantildeos abajo en el mundo de las letras que Paz no fue muy importante ni como poeta ni como pensador

Tras una prolongada ausencia debida a su trabajo en el ser-vicio exterior mexicano Octavio Paz volvioacute a Meacutexico alguacuten tiempo despueacutes de haber renunciado puacuteblicamente a su condi-cioacuten de embajador en la India como rechazo a la poliacutetica re-presiva del reacutegimen impuesto por el partido uacutenico enfaacutetica-mente representado entonces por Gustavo Diacuteaz Ordaz De esta manera junto con Javier Barros Sierra (que en buena me-dida encabezoacute la primera exigencia puacuteblica de democracia en Meacutexico) fue uno de los raros disidentes del sistema poliacutetico autoritario fundado por Obregoacuten y Calles y afi nado por Laacuteza-ro Caacuterdenas iquestPor queacute disidentes Porque hasta cierto punto eran hombres del sistema (un embajador y un rector de la unam) que cuestionaron abiertamente el reacutegimen poliacutetico mexicano como lo hicieron numerosos personajes que habiacutean trabajado en instituciones del reacutegimen totalitario sovieacutetico

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Sajaacuterov entre otros Ciertamente su disidencia no los condujo a un campo de concentracioacuten en un Gulag tropical como el de Fidel Castro y esto porque el sistema poliacutetico mexicano que prevalecioacute durante poco maacutes de setenta antildeos (y que auacuten existe sobre todo cuando se manifi esta en el uso partidista de los sin-dicatos corporativos y de otras instituciones que se crearon durante el antiguo reacutegimen) no era totalitario sino autoritario Pero tampoco fueron a la caacutercel (como Joseacute Revueltas y otros escritores o acadeacutemicos) porque en el caso de Barros Sierra se trataba de una persona totalmente ajena a la ideologiacutea comu-nista y de mucho prestigio en el aacutembito nacional y en el de Octavio Paz de una fi gura reconocida con razoacuten en el aacutembito internacional Quizaacute impidioacute que Paz fuera a la caacutercel este re-conocimiento que me recuerda el caso de Lev Tolstoi No obstante su criacutetica a la autocracia zarista y a la iglesia ortodoxa rusa la fama internacional de Tolstoi lo puso a resguardo de la caacutercel el exilio interior o el campo de concentracioacuten pero no de la excomunioacuten decidida por los jerarcas de la Iglesia orto-doxa rusa Octavio Paz tambieacuten fue excomulgado pero no por la Iglesia de Roma con cuyas ruedas de molino nunca comul-goacute sino tanto por los admiradores de Castro de Stalin y de la Unioacuten Sovieacutetica de Trotski (otro disidente que sin embargo jamaacutes renuncioacute a la iglesia marxista) o de la China de Mao como por los epiacutegonos del reacutegimen impuesto y preservado por el partido uacutenico

Evoco pues a Octavio Paz al igual que a Sor Juana porque en cierta medida no fueron ldquohombres en su siglordquo (las comillas no son por lo de hombres sino por lo de su siglo y ambos conceptos remiten al tiacutetulo de una obra de Paz Ademaacutes para miacute el hombre en el sentido universal de la palabra sigue siendo el hombre aun cuando se trate de una mujer) dado que lo tras-cendieron ampliamente tanto en su obra creativa como en la refl exiva

Al igual que Sor Juana Octavio Paz no soacutelo nunca fue reco-nocido por muchos de sus contemporaacuteneos sino que tambieacuten tuvo que hacer frente a sus Sor Filoteas y ldquootras inquisicionesrdquo (Borges) Al igual que la monja criolla fue objeto de la maledi-cencia mdashentre otros de su exmujer la estupenda creadora de Recuerdos del porvenir Elena Garro A diferencia de los procas-tristas y otros pobladores de la granja sovieacutetica lo acusoacute de ser comunista por sus criacuteticas al sistema autoritario mexicano y su solidaridad con los estudiantes impugnadores de 1968 iquestCuaacuten-tas diatribas se habraacuten escrito contra Paz en el curso de los antildeos que van de su regreso a Meacutexico al derrumbe del bloque sovieacutetico Sin lugar a dudas son incontables pues lo mismo fueron obra de periodistas ya olvidados que de ocurrentes es-critores municipales

Para los habitantes de la granja orwelliana que pasaron por alto sus criacuteticas al sistema poliacutetico mexicano (entre otras las

contenidas en Posdata y El ogro fi lantroacutepico) Octavio Paz estaba al servicio de la cia y del imperialismo norteamericano debido a sus juicios sobre el totalitarismo en la urss en Europa central y en su escaparate tropical Cuba Y esto al mismo tiempo que (iquestparadoacutejicamente) sus detractores viviacutean de las becas de fun-daciones o de instituciones acadeacutemicas norteamericanas que iquesteran islotes en el interior del imperio

Otros aun cuando comprendieron el sentido y el alcance de las tomas de posicioacuten poliacutetica de Paz mantuvieron un silencio que los hizo coacutemplices de esos modernos inquisidores Pese a las invitaciones del poeta optaron por no publicar en las dos revistas fundadas por Paz a su regreso de la India Plural y Vuel-ta para no ser acusados de colaborar con ldquoun agente del impe-rialismo norteamericanordquo

Hubo sin embargo un pequentildeo nuacutecleo de escritores y ar-tistas que compartieron con Octavio Paz sus ideas y sus pre-ocupaciones Destacan entre otros Alejandro Rossi y Gabriel Zaid Algunos maacutes que estuvieron en el nuacutecleo original de Plural y Vuelta se distanciaron del pensador por diversos moti-vos algunos de ellos ideoloacutegicos Los que nunca abandonaron al poeta fueron sus amigos poetas y pensadores norteamerica-nos y sobre todo europeos Entre eacutestos destacan los dos uacutelti-mos sabios de la historia contemporaacutenea Cornelius Castoria-dis y Edgar Morin Siacute los dos uacuteltimos sabios porque como escribioacute Castoriadis el ejercicio de la criacutetica fue abandonado por los intelectuales Y tan es asiacute que hoy eacutestos hacen el elogio de las peores atrocidades gubernamentales y de los maacutes execra-bles gobernantes de la misma manera que fueron epiacutegonos de diversos tiranos comunistas No supieron ldquomantener la distan-cia que los separaba del priacutenciperdquo (Paz) ni cuando eran compa-ntildeeros de viaje de los dictadores comunistas ni la mantienen ahora que son cortesanos del saacutetrapa petrolero y de los peque-ntildeos tiranos a su servicio

El irrestricto ejercicio de la criacutetica de Paz no conocioacute ideo-logiacuteas ni fronteras Esto lo supieron apreciar los grandes poetas como Joseph Brodsky que fue su gran compantildeero y amigo tanto en el campo de la poesiacutea como en el de la refl exioacuten

A diez antildeos de la muerte del poeta se resiente su ausencia Lo antildeoran sus amigos sus compantildeeros y todos aquellos que compartieron sus ideas y su pasioacuten por la poesiacutea Maacutes auacuten poco antes de su muerte algunos de aquellos que lo atacaron en vida anularon la distancia que los separaba del pensador y del poeta Esto fue resultado por una parte del derrumbe del to-talitarismo sovieacutetico que dejoacute en la orfandad a los compantildeeros de viaje de los comunistas y por otra parte de una decisioacuten de Octavio Paz morir en paz con sus antiguos detractores aun-que hubo quienes se negaron a aceptar esta uacuteltima gran inicia-tiva del poeta

Meacutexico marzo de 2008 G

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Pasioacuten liacuterica sin fi nldquoPiedra de solrdquo no descansa en PazAlberto Arriaga

El 28 de septiembre de 1957 el Fondo de Cultura Econoacutemica tiroacute 300 ejemplares con el atento cuidado de Aliacute Chumacero y en la coleccioacuten Tezontle de lo que acaso es uno de los poemas maacutes determinantes emblemaacuteticos misteriosos inclasifi cables inevitables deslumbrantes de la literatura del siglo xx ldquoPiedra de solrdquo de Octavio Paz que 50 antildeos despueacutes todaviacutea cambia la vida de quien se atreve a leerlo

Como bien lo sentildealoacute Joseacute Luis Martiacutenez no hubo humor o saacutetira en la poesiacutea de Paz El autor de La estacioacuten violenta trans-fi guroacute su motivacioacuten poeacutetica (cualquiera que haya sido) en motivos y correspondencias ldquoque trascendioacute sus signifi cadosrdquo No hay juego soacutelo caminatas concentracioacuten plaacutestica y musi-cal Nunca se molestoacute en presumir su destreza versifi cadora soacutelo aplicoacute su oiacutedo seguro y empleoacute ldquocon preferencia endeca-siacutelabos sueltos combinados a veces con hetpasiacutelabos o pentasiacute-labosrdquo La mejor caminata acaso se encuentra en el ldquoNocturno de San Ildefonsordquo ldquoEl muchacho que camina por este poema entre San Ildefonso y el Zoacutecalo es el hombre que lo escribe esta paacutegina tambieacuten es una caminata nocturnahelliprdquo y en varios

pasajes de ldquoPasado en clarordquo ldquoOiacutedos con el alma pasos men-tales maacutes que sombras sombras del pensamiento maacutes que pasos por el camino de ecos que la memoria inventa y bo-rra sin caminar caminan sobre este ahora puente tendido entre una letra y otrahelliprdquo

Pero maacutes allaacute de las caminatas por el subsuelo del lenguaje ldquoPiedra de solrdquo es el emblema de la pasioacuten liacuterica de su autor Tambieacuten ha dejado descendencia numerosa y no menos con-siderable es la criacutetica que ha provocado ldquoHay que partir de un hecho y es que el poema ante todo tiene como temas centrales el tiempo (o si se quiere el instante) y el amor incluso desde el epiacutegrafe de Nerval donde dice que la treceava es la primerardquo dijo el poeta Marco Antonio Campos quien varias veces se ha enfrentado con la inevitable infl uencia de Octavio Paz su maacutes reciente antologiacutea poeacutetica El forastero en la tierra posee reso-nancias evidentes con la capacidad viajera (dentro y fuera de la paacutegina en blanco) del caminante Paz ldquoAlguna vez me dijo que buscaba con lsquoPiedra de solrsquo escribir un poema generacional Yo creo que el poema verdaderamente generacional es el lsquoNoctur-

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no de San Ildefonsorsquo salvo momentos por ejemplo lo de Es-pantildea o lo de la preparatoria en general es un poema que va por otras direccioneshellip Lo que buscoacute mdashy logroacutemdash en este poe-ma fue que todas las mujeres sean una mujer y que una mujer sea todas las mujeres Por un lado estaacuten todos los instantes resumidos en un instante donde tambieacuten estaacute la mujer y por otro lado estaacuten las mujeres histoacutericas y literarias incluso reli-giosas Mariacutea Laura Perseacutefone o Melusinardquo

Complejo en sus diferentes aspectos en ldquoPiedra de solrdquo encontramos la depuracioacuten de los temas que acompantildearon a Octavio Paz durante toda su vida Pero de acuerdo con un artiacuteculo de Viacutector Manuel Mendiola (Confabulario agosto 4 2007) el poeta se incomodaba cuando le deciacutean que se trataba de su mejor poema como tambieacuten se molestaba ldquoenfaacuteticamen-terdquo cuando le endilgaban la frase hiperboacutelica de El gran poeta mexicano Avisa Mendiola

ldquoAl ser interrogado a propoacutesito de alguacuten asunto concernien-te a ese texto se endureciacutea con cierta molestia y cambiaba el tema de la charla iquestLe habiacutea dejado de gustar esa composicioacuten iquestLe pareciacutean maacutes importantes otros poemas como lsquoBlancorsquo o lsquoPasado en clarorsquo iquestLe perseguiacutea y recordaba una situacioacuten desagradablerdquo

A pesar de esa ambiguumledad emocional que le despertaba ldquoPiedra de solrdquo a su autor para muchas generaciones fue un poema formativo canoacutenico y paternal

ldquoHay que tomar en cuenta tambieacuten que es un poema circu-lar un poema escrito en endecasiacutelabos blancos un metro que no ha sido muy trabajado en lengua espantildeola como deciacutea Zaid hace maacutes de 20 antildeosrdquo recordoacute Campos ldquoLo hizo como nadie Cuando le pregunteacute en una entrevista de doacutende veniacutea esa buacutes-queda del endecasiacutelabo blanco habloacute de que aunque no era parte esencial de la tradicioacuten de la lengua espantildeola estaba en Woodsworth estaba en los isabelinos estaba en Leopardi y entre nosotros en Guilleacuten y Cernuda Creo que es el poema que cierra una etapa es la culminacioacuten de lo que llamariacuteamos en Paz la pasioacuten liacutericardquo

Aunque muchos lectores y el propio autor sentildealaron recrea-ciones de mitos mexicanos (esto aparece en una nota de la primera edicioacuten que fue recuperada hasta la edicioacuten de Seix Barral de 1975) la sensibilidad de Octavio Paz se encontraba muy lejos de la piedra azteca y maacutes abiertamente emparentada

con la tradicioacuten poeacutetica occidental No estaacute Coatlicue ni Hui-tzilopochtli pero siacute Venus siacute el tiempo circular una de las grandes obsesiones de la tradicioacuten literaria occidental

ldquoLo que me interesa enormemente en este poema es la pre-sencia de Dios porque Octavio Paz habloacute muy pocas veces de Dios en su poesiacuteardquo sentildealoacute Veroacutenica Volkow ldquoEs una compren-sioacuten muy profunda de lo que es la presencia divina para los miacutesticos [] Es un poeta maacutes del mundo de la inteligencia del mundo de las presencias del encuentro terrenal del estar aquiacute y ahora maacutes que el viaje miacutestico que nos pueden plantear Dan-te o Ficcinordquo

Para Joseacute Mariacutea Espinasa se trata de un poema sobre la muerte o desaparicioacuten o silencio de los dioses que forma una especie de trilogiacutea personal sobre el poema extenso dentro de la poesiacutea en espantildeol ldquoEscribioacute despueacutes poemas extraordina-rios De alguna manera lsquoPiedra de solrsquo junto a lsquoBlancorsquo en los antildeos 60 y a lsquoPasado en clarorsquo en la uacuteltima parte de su vida for-ma una trilogiacutea de extensos poemas y a miacute me costariacutea trabajo decidirme con cuaacutel me quedohellip Han pasado 50 antildeos y es un poema que sigue siendo perfectamente actual es un texto que no ha envejecido El hecho es que ese poema formoacute a varias generaciones de lectores y los formoacute en una idea de la poesiacutea que sigue estando en la praacutectica de cada diacutea poemas como lsquoAnagnoacuterisisrsquo de Tomaacutes Segovia o lsquoCada cosa es Babelrsquo de Eduardo Lizalde o algunos de los de David Huerta en espe-cial lsquoIncurablersquo van en ese sentido en la posibilidad de la du-racioacuten dentro del instanterdquo

El sol sigue brillando y la piedra dando calor en espera de nuevos caminantes del subsuelo del lenguaje Un siacutentoma ca-noacutenico de este poema es que 50 antildeos despueacutes maacutes allaacute de los deseos de su autor sigue funcionando como una especie de parvulario poeacutetico para plumas avanzadas llegando a contami-nar incluso a la gleba de la inteligencia mexicana iletrados dizque roqueros como los miembros del grupo Manaacute bautiza-ron una gira y un disco con el verso maacutes famoso de Octavio Paz ldquoAmar es combatirrdquo La gloria la fama deciacutea Borges es la mejor de las incomprensiones de una obra literaria Y aunque no haya leiacutedo una sola liacutenea del autor de El laberinto de la sole-dad hay maacutes de Octavio Paz en la identidad de cada mexicano que de Nezahualcoacuteyotl G

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Alguien lo deletreaEnrique Krauze

Hablaba poco de Dios Creo que descreiacutea En materia de reli-gioacuten estaba maacutes cerca de su jacobino abuelo que de su madre la piadosa dontildea Josefi na Estoy cierto de que en las tres religio-nes monoteiacutestas veiacutea un legado de intolerancia incompatible con su actitud de pluralidad Le divertiacutea contar la aneacutecdota de un fervoroso musulmaacuten que en el Himalaya le dijo casi a se-ntildeas ldquoMoiseacutes kaput Jesuacutes kaput soacutelo Mahoma viverdquo Paz pensaba que tambieacuten el maacutes reciente profeta estaba kaput y que la uacutenica religioacuten coherente con el misterio de nacer y morir era el Budismo Octavio mdashnombre latino al fi nmdash era un persona-je del mundo claacutesico buscaba la sabiduriacutea de Soacutecrates no la de Salomoacuten releiacutea a Lucrecio no la Biblia ni a San Agustiacuten no admiraba a Constantino sino a Juliano ldquoel apoacutestatardquo restaura-dor del Panteoacuten pagano Por su curiosidad universal en el arte el pensamiento y la ciencia era un hombre del Renacimiento por su espiacuteritu libre liberal y hasta secretamente libertino era un fi loacutesofo del Siglo xviii Por su arrojo creativo y su pasioacuten poliacutetica y poeacutetica fue un revolucionario del Siglo xx En suma un humanista pleno no un espiacuteritu religioso

Y sin embargo escribioacute su libro cumbre sobre Sor Juana Un dominicano el padre Juliaacuten lo invitaba a hablar sobre temas teoloacutegicos que por momentos lo atraiacutean casi tanto como a su amigo Luis Buntildeuel Quiso que en Vuelta rescataacuteramos un deba-te de 1942 sobre misticismo en el que habiacutean intervenido ade-maacutes de eacutel mismo Vasconcelos el padre Gallegos Rocafull y Joseacute Gaos Interpretoacute certeramente la obra y la vida de su ami-go Joseacute Revueltas como una extrantildea apasionada y atea imita-cioacuten de Cristo Y alguna vez me confi oacute una de las razones de su gran afecto por Gabriel Zaid con quien Paz mantuvo una con-versacioacuten ininterrumpida por casi medio siglo desde el diacutea en que hablaron por primera vez en Monterrey ldquonunca olvidareacute que Zaid encargoacute un novenario en la muerte de mi madrerdquo

El hombre que luchaba como leoacuten contra el inexorable avance de la muerte el viejo rey Lear maldiciendo al avaro destino que le escatimaba unos antildeos maacutes o siquiera unos me-ses no se abriacutea a la esperanza de lo trascendente ldquoCasi todos se quiebran frente a la muerte mdashme dijo Alejandro Rossimdash Octavio fue coherente hasta el fi nal no pidioacute un sacerdoterdquo Con todo en aquel uacuteltimo discurso en Coyoacaacuten habiacutea voltea-do hacia el cielo como invocaacutendolo las nubes se disiparon de pronto y aparecioacute el sol ldquoalliacute hay nubes y sol nubes y sol son palabras hermanas seamos dignos de las nubes del Valle de Meacutexico seamos dignos del sol del Valle de Meacutexicordquo

Antildeos atraacutes en una entrevista notable Carlos Castillo Pera-za le preguntoacute por el signifi cado de las famosas liacuteneas de su poema ldquoHermandadrdquo

Tambieacuten soy escrituraY en este mismo instanteAlguien me deletrea

Paz declaroacute su postura agnoacutestica No sabiacutea si ese ldquoalguienrdquo era un hombre como eacutel o un ser lejano maacutes allaacute de su poema ldquoPasado en clarordquo en el que aparece una tercera posibilidad la suya propia

Dios sin cuerpoCon lenguajes de cuerpo lo nombrabanMis sentidos Quise nombrarloCon un nombre solarUna palabra sin reveacutes

Era el Dios inmanente del amor y la poesiacutea G

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MitoJoseph Fontenrose

Debo aclarar desde el principio que por mito me refi ero a un relato tradicional que acompantildea a los rituales En primer lugar digo un relato algo que tiene un comienzo un desarrollo y un fi nal en otras palabras un argumento No utilizo pues el teacutermino de forma amplia y vaga para referirme a ideas animis-tas y teoloacutegicas en general Segundo me refi ero a un relato tradicional relato que en origen fue transmitido de forma oral Tercero me refi ero al tipo de relato que pretende narrar la ocasioacuten en que tuvo su origen alguna institucioacuten religiosa un culto o algunos de sus ritos y celebraciones y los actos divinos que sientan el precedente de los actos tradicionales realizados en el culto Se descubre que incluso los mitos de la creacioacuten estaacuten habitualmente relacionados con cultos A otros relatos tradi-cionales los independientes del culto se les denomina de ma-nera maacutes apropiada leyendas o cuentos populares aunque even-tualmente pueda incluirlos tambieacuten en el teacutermino mito o mi tologiacutea como se hace a menudo En efecto un mismo argu-mento puede aparecer en las tres clases de relato tradicional no es el argumento el que establece la diferencia y algunas va-riantes del mito del combate pertenecen al cuento heroico o al cuento de hadas pero no al mito auteacutentico

Al tratar de los mitos de paiacuteses antiguos debemos basarnos principalmente en las narraciones noticias y alusiones que se encuentran en la literatura antigua con un cierto apoyo en las obras del arte antiguo que representan escenas miacuteticas Muy rara vez el propoacutesito de ninguacuten escritor antiguo fue informar a los otros acerca del mito contarles una historia que no conocie-ran ya Esto es particularmente cierto del mito griego Se han recuperado textos de mitos de Babilonia y Egipto que contie-nen las propias versiones de mitos que estaban asociados con los rituales y los cultos y eran conocidos del sacerdocio y los devotos pero apenas nos ha llegado nada de ese tipo de Grecia Los escritores griegos no elaboraban textos rituales usaban los materiales miacuteticos para sus propios objetivos literarios particu-lares cambiando antildeadiendo suprimiendo fundiendo como les pareciacutea oportuno Aunque encontremos toda una narracioacuten miacutetica no un resumen ni un fragmento ni una alusioacuten no es probable que sea exactamente la versioacuten conocida por el pue-blo particularmente por el pueblo de aquellas zonas en las que el mito estaba vinculado a un culto Por consiguiente las fuen-tes son como fragmentos que deben ser reunidos estudiados

y combinados antes de que podamos saber coacutemo era realmente el conjunto

Al tratar de los mitos griegos muchos estudiosos suponen que un autor antiguo recibiacutea su conocimiento de un mito de escritores anteriores Asiacute pues es probable que se limiten a una historia literaria del mito y supongan que cualquier diferencia que se pueda encontrar debe de ser una innovacioacuten del autor en cuya obra se localiza por primera vez Por supuesto los es-critores posteriores fueron infl uidos por otros anteriores y por supuesto los escritores innovaron y cambiaron pero a me-nudo la supuesta innovacioacuten en un mito o un rasgo que apare-ce de forma tardiacutea en la tradicioacuten literaria tiene un paralelo en similares griegos o extranjeros del mito atestiguados por fuen-tes maacutes antiguas Es muy posible a veces probable que el au-tor lo tomara de la tradicioacuten oral si no de literatura ahora perdida teniacutea la tradicioacuten oral por todas partes Los eruditos han tendido a ignorar la transmisioacuten oral de los mitos o a su-poner que no existioacute despueacutes de una fecha temprana no espe-cifi cada sin embargo estuvo sin duda muy viva durante toda la Antiguumledad y en realidad nunca desaparecioacute sino que asumioacute un revestimiento cristiano en la Edad Media Se pueden en-contrar algunas huellas de la tradicioacuten oral en las paacuteginas de Pausanias y en algunas pinturas de vasijas pero en general hay que adivinarlas a partir del estudio comparado de las fuentes y los paralelos del mito

Por ello al tratar de los mitos griegos de combate utilizo todo el material pertinente recogido de la literatura y el arte griego y latino tanto antiguo como posterior A veces consigo una informacioacuten importante de escritores tardiacuteos y saco de ella conclusiones referentes a formas tempranas del mito analiza-do Pero habitualmente estas conclusiones sacadas de fuentes tardiacuteas encuentran apoyo en fuentes anteriores Es cierto tam-bieacuten que fuentes posteriores de los mitos mesopotaacutemicos egipcios e indios ofrecen un material valioso y que las conclu-siones basadas en ellos con frecuencia pueden ser apoyadas por pruebas anteriores Sobrevive poco de todo lo que se escribioacute en Heacutelade desde el siglo viii al iv o en el Oriente Proacuteximo du-rante el segundo milenio No tenemos registros de informado-res nativos La versioacuten tardiacutea de un mito puede haber apareci-do perfectamente antes por escrito o una versioacuten transmitida oralmente puede haber recibido entonces atencioacuten literaria por vez primera En pocas palabras no podemos ignorar nin-guna prueba todo nos es de utilidad

La misma permanencia del relato literario oscurece la natu-raleza fl uida de la tradicioacuten miacutetica Podemos inclinarnos a pensar que los mitos griegos se contaron siempre como los

Adelanto del libro de Joseph Fontenrose Python Estudio del mito deacutelfi co y sus oriacutegenes de proacutexima publicacioacuten (2008) por la editorial Sexto Piso Traduccioacuten de Mariacutea Tabuyo y Agustiacuten Loacutepez

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cuenta Ovidio Pero sin duda no fue asiacute Probablemente nin-guacuten griego del siglo v conociacutea ninguno de los mitos de Ovidio en la forma en que eacuteste los cuenta Cualquier narracioacuten que encontremos es la versioacuten conocida por un hombre en un mo-mento determinado El mito o el cuento popular desplazaacutendo-se de un lugar a otro pasando de una persona a otra de una generacioacuten a otra sufre cambios de manera constante se for-man nuevas versiones en cada regioacuten y en cada eacutepoca La ver-sioacuten nueva aparece cuando se cambian los detalles mdashcuando se da una expresioacuten algo diferente a un tema o un episodio cuan-do se antildeade o se quita algo cuando se cambia la secuencia de los episodiosmdash pero los nombres personales y los topoacutenimos permanecen inalterables Cuando una versioacuten particular en su progreso de un lugar a otro adquiere nombres nuevos para sus personajes y lugares se forma una variante nueva La variante es esencialmente la misma historia contada de dioses y hom-bres diferentes en un escenario diferente Eacutesta es la distincioacuten que establezco entre los teacuterminos versioacuten y variante que mu-chos investigadores utilizan de manera indistinta Un tipo es un argumento tradicional que aparece en varias variantes Es

una serie de episodios una constelacioacuten de temas que perma-nece bastante bien fi jada entre las variantes Puede haber cam-bios en la secuencia pueden desaparecer episodios o temas secundarios se pueden antildeadir caracteriacutesticas nuevas Pero debe haber un nuacutecleo duradero observable en todas las variantes para poder hablar de ldquotipordquo Por ejemplo pensemos en el rela-to tipo denominado ldquola esposa de Putifarrdquo El relato de Joseacute en el Geacutenesis es una variante hebrea de este tipo los relatos de Bellerophon Hippolytos y Teacutenedos son tres variantes griegas La variante de Hippolytos se contaba de maneras diferentes entre los griegos podemos denominar versioacuten a cada manera diferente Los nombres de Hippolytos Fedra Theseus dan unidad a la variante el argumento da unidad al tipo La dife-rencia entre variante y versioacuten se asemeja a la que existe entre especie y variedad el tipo es el gen

Un argumento tradicional al entrar en una nueva regioacuten se vincula habitualmente a los dioses o heacuteroes de esa regioacuten Los nombres cambian un pueblo puede sustituir por ejemplo con el dios que rige los fenoacutemenos atmosfeacutericos al dios homoacutelogo de la historia que ha tomado prestada Por ello el estudio de la

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difusioacuten del mito se interesa maacutes por los argumentos y los te-mas que por los participantes divinos o sus nombres Habitual-mente el origen y desarrollo del mito tiene poco o nada que ver con el origen de los dioses que aparecen en la variante na-cional o con el origen de sus nombres

Por eso este estudio al tratar de relacionar un mito con otro se interesa principalmente por los temas narrativos Por tema me refi ero a un rasgo o episodio recurrente de los relatos tradicionales Es una parte integral de la historia en que se encuentra pero es separable en el sentido de que puede apare-cer tambieacuten en otras historias tipo Algunos temas son esencia-les a un tipo otros pueden aparecer en una variante y estar ausentes en otra

El tema no se expresa de manera ideacutentica en cada versioacuten o variante cambia constantemente su ropaje externo de acuerdo con las costumbres nacionales o las caracteriacutesticas locales de los lugares en que se encuentra Puede oscurecerse o disfrazar-se pude ser que soacutelo quede una huella Si no fuera por esto todas las variantes se pareceriacutean mucho y seriacutea obvio el origen comuacuten Pero un origen comuacuten de los mitos de combate no es obvio por lo tanto es necesario un anaacutelisis temaacutetico cuidadoso de los diversos mitos Puede ser uacutetil sentildealar el tipo de variacio-nes que se producen en el tema

1 Mutaciones de papel cambios de rango de relacioacuten de clase Un heacuteroe puede reemplazar a un dios o a un gigante o un leoacuten puede reemplazar a un dragoacuten Un padre se puede con-vertir en abuelo tiacuteo hermano rey tutor una madre se puede convertir en abuela madre adoptiva nodriza esposa hermana esposa e hija se intercambian con frecuencia

2 Mutaciones en la accioacuten El modo de combate puede cambiar de una variante a otra Un tipo de castigo o de engantildeo puede ser sustituido por otro

3 Una caracteriacutestica llamativa de una variante puede quedar reducida en otra a algo menos sorprendente o puede estar dis-frazada La muerte puede transformarse en herida suentildeo de-rrota exilio desesperacioacuten Una accioacuten puede quedar mera-mente en un intento de accioacuten

4 Las acciones o rasgos de un personaje pueden transferir-se a otro del campeoacuten a su hijo esposa o ayudante incluso a su enemigo y viceversa

5 Se pueden combinar o fundir temas y papeles La heroiacutena

puede aprovecharse de la lujuria del enemigo para atraerle a la destruccioacuten La vigilancia por parte del dragoacuten de un manan-tial puede combinarse con su habitacioacuten en el mar su conten-cioacuten de las aguas su bloqueo de un camino y su control sobre un recinto sagrado

6 Puede haber expansioacuten o duplicacioacuten de temas personas episodios El campeoacuten puede dividirse en padre e hijo Un solo enemigo se puede convertir en el jefe y muacuteltiples subordina-dos Se pueden librar varios combates con varias muertes o derrotas del campeoacuten o del enemigo

Dado que a menudo se ha sentildealado la semejanza de los mi-tos con los suentildeos debemos observar que los modos en que se expresa un tema en los mitos reales presentan una marcada analogiacutea con los modos en que se expresa el pensamiento del suentildeo en el contenido del suentildeo seguacuten Freud los defi nioacute Freud apunta factores de condensacioacuten y desplazamiento A) Condensacioacuten es la convergencia de varios pensamientos del suentildeo en un punto clave que se convierte en un elemento uacuteni-co en el contenido del suentildeo Se puede ver una forma de con-densacioacuten en las personas compuestas de los suentildeos La con-densacioacuten corresponde a la combinacioacuten y fusioacuten del punto 5 supra B) El desplazamiento se manifi esta en la sustitucioacuten de una idea por otra sin alteracioacuten del signifi cado esencial o en la inversioacuten de las ideas transformacioacuten en lo contrario o en algo muy diferente Las mutaciones y reducciones de 1 a 4 supra son anaacutelogas a los desplazamientos del suentildeo Las duplicacio-nes de 6 corresponden a la duplicacioacuten que con frecuencia aparece en los suentildeos1

Eacutesos son los cambios que pueden experimentar los temas El estudioso debe reconocer que un tema puede asumir en un mito un revestimiento muy diferente del que tiene en otro Debe mirar a menudo debajo de la cobertura exterior para encontrar el tema Debe comprender tambieacuten que el pensa-miento miacutetico es iloacutegico para nuestros esquemas habituales tambieacuten en esto se parece al pensamiento de los suentildeos Ele-mentos opuestos contradictorios inconsecuencias pueden estar y estaacuten juntos en una misma intencioacuten y en una misma narracioacuten Sin embargo el mito no es un revoltijo de tonteriacuteas y absurdos tiene su propia loacutegica Quien estudia el mito debe tratar de comprender los modos miacuteticos del pensar G

1 Freud (ID) 319-397 especialmente 320-339

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Mito y lenguajeErnst Cassirer

En Primitive Culture Tylor propuso una teoriacutea antropoloacutegica basada en principios bioloacutegicos generales Eacutel fue uno de los primeros en aplicar los principios de Darwin al mundo cultu-ral La maacutexima natura non facit saltus no admite excepcioacuten Vale tanto para el mundo de la civilizacioacuten humana como para el mundo orgaacutenico Lo mismo el hombre civilizado que el no civilizado pertenecen a la misma especie la especie del homo sapiens Las caracteriacutesticas fundamentales de esta especie son las mismas en cada variante Si la teoriacutea de la evolucioacuten es ver-dadera no podemos admitir ninguacuten hiato entre el estadio maacutes bajo y el maacutes alto de la civilizacioacuten humana Pasamos del uno a los otros mediante una transicioacuten muy lenta y casi impercep-tible en la cual nunca encontramos solucioacuten de continuidad

Una concepcioacuten distinta del proceso de la civilizacioacuten hu-mana fue desarrollada en un ensayo publicado en 1856 tres antildeos antes de la aparicioacuten del libro de Darwin The Origin of the Species En su Comparative Mythology1 F Max Muumlller partioacute del principio de que es imposible alcanzar una verdadera com-prensioacuten del mito mientras se considere como un fenoacutemeno aislado Y sin embargo ninguacuten fenoacutemeno natural ninguacuten principio bioloacutegico puede guiarnos en nuestra investigacioacuten No existe ninguna analogiacutea real entre los fenoacutemenos naturales y los culturales La cultura humana debe ser estudiada de acuerdo con meacutetodos y principios especiacutefi cos iquestY doacutende po-driacuteamos encontrar una guiacutea mejor para este estudio que en el lenguaje humano el elemento en el cual el hombre vive se mueve y tiene su ser Como linguumlista y fi loacutelogo Muumlller estaba convencido de que el uacutenico enfoque cientiacutefi co para un estudio del mito era el enfoque linguumliacutestico Pero este fi n no podiacutea ser logrado antes de que la propia linguumliacutestica hubiese encontrado su camino y antes de que la gramaacutetica y la etimologiacutea estuvie-ran fundadas sobre una fi rme base cientiacutefi ca Hasta la primera mitad del siglo xix se llegoacute a dar este gran primer paso Entre el mito y el lenguaje no soacutelo existe una iacutentima relacioacuten sino una verdadera solidaridad Si entendemos la naturaleza de esta solidaridad habremos encontrado la llave del mundo miacutetico

El descubrimiento de la lengua y literatura saacutenscritas fue un hecho decisivo en el desenvolvimiento de nuestra conciencia

histoacuterica y en la evolucioacuten de todas las ciencias culturales Por su importancia e infl uencia puede compararse con la gran re-volucioacuten intelectual que produjo el sistema copernicano en el campo de la ciencia natural La hipoacutetesis copernicana invirtioacute la concepcioacuten del orden coacutesmico La tierra ya no estaba en el centro del universo se convirtioacute en un ldquoastro entre los astrosrdquo La concepcioacuten geoceacutentrica del mundo fiacutesico fue descartada En el mismo sentido en contacto con la literatura saacutenscrita puso fi n a esa concepcioacuten de la cultura humana que estableciacutea su centro verdadero y uacutenico en el mundo de la antiguumledad claacutesica A partir de entonces el mundo greco-romano no podiacutea ser considerado maacutes que como una simple provincia un pequentildeo sector del universo de la cultura humana La fi losofiacutea de la historia tuvo que fundarse sobre una base nueva y maacutes amplia Hegel llamoacute al descubrimiento del origen comuacuten del griego y el saacutenscrito el descubrimiento de un nuevo mundo Quienes estudiaban gramaacutetica comparada en el siglo xix consideraron su trabajo bajo esta misma luz Estaban convencidos de que habiacutean encontrado la palabra maacutegica la uacutenica que podiacutea abrir las puertas al entendimiento de la historia de la civilizacioacuten humana La fi lologiacutea comparada declaroacute Max Muumlller ha pues-to a la edad mitoloacutegica y mitopeacuteyica de la humanidad que antes estaba velada por la oscuridad ante la brillante luz de la investigacioacuten cientiacutefi ca y dentro del recinto de la historia do-cumental Ha puesto en nuestras manos un telescopio de tal potencia que donde antes alcanzaacutebamos a ver soacutelo nebulosida-des ahora descubrimos formas distintas y perfi les maacutes auacuten nos ha proporcionado lo que podemos llamar testimonios con-temporaacuteneos exhibiendo ante nosotros el estado de pensa-miento de lenguaje religioacuten y civilizacioacuten de un periacuteodo en que el saacutenscrito no era todaviacutea el saacutenscrito el griego no era todaviacutea el griego pero en el cual lo mismo estos dos que el latiacuten el germaacutenico y otros dialectos arios existiacutean todaviacutea como un solo lenguaje indiviso La niebla de la mitologiacutea se desvaneceraacute gradualmente y nos permitiraacute descubrir tras las fl otantes nubes de la aurora del pensamiento y el lenguaje esa naturaleza verdadera que la mitologiacutea ha encubierto y disfraza-do por tan largo tiempo2

Por otro lado esa conexioacuten entre el lenguaje y el mito la cual prometiacutea una solucioacuten clara y defi nida para el antiguo enigma entrantildeaba una gran difi cultad Cierto es que el lengua-je y el mito tienen una raiacutez comuacuten pero no son en modo algu-

Ernst Cassirer El mito del Estado Traduccioacuten de Eduardo Nicol fce Meacutexico 2004

1 Publicado por primera vez en Oxford Essays (Londres John W Parker and Son 1856) pp 1-87 Reproducido en Selected Essays on Language Mythology and Religion (Londres Longmans Green and Co 1881) pp 299-451

2 Muumlller ldquoComparative Mythologyrdquo op cit pp II 33 86 Selected Essays I 315 358 449 ss

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no ideacutenticos en su estructura El lenguaje ofrece siempre un caraacutecter estrictamente loacutegico el mito parece desafi ar todas las reglas loacutegicas es incoherente caprichoso irracional iquestCoacutemo podemos reunir estos dos elementos incompatibles

Para responder a esta pregunta Max Muumlller y otros autores pertenecientes a la escuela de la mitologiacutea comparada idearon un plan muy ingenioso El mito dijeron no es en realidad sino un aspecto del lenguaje aunque un aspecto maacutes bien negativo que positivo El mito no se origina de sus virtudes sino de sus vicios Es cierto que el lenguaje es racional y loacutegico pero por otra parte es tambieacuten una fuente de ilusiones y falacias El lo-gro mayor del lenguaje es a la vez fuente de sus defectos El lenguaje se compone de nombres generales pero la generalidad implica siempre ambiguumledad La polionimia y la sinonimia de las palabras no son un rasgo accidental del lenguaje derivan de su naturaleza misma Como sea que la mayoriacutea de los objetos tienen maacutes de un atributo y como quiera que bajo aspectos

diferentes uno u otro de los atributos puede parecer apropiado para el acto de la denominacioacuten ocurrioacute por necesidad que la mayoriacutea de los objetos durante el primer periacuteodo del lenguaje humano tuvo maacutes de un nombre Cuanto maacutes antigua es una lengua tanto maacutes rica en sinoacutenimos Por otra parte si se em-plean constantemente estos sinoacutenimos deben naturalmente originar un nuacutemero de homoacutenimos Si podemos llamar al sol con cincuenta nombres expresivos de diferentes cualidades algunos de estos nombres seraacuten aplicables a otros objetos que puedan poseer las mismas cualidades Estos objetos distintos vendriacutean entonces a llamarse por el mismo nombre mdashse con-vertiriacutean en homoacutenimos Eacuteste es el punto vulnerable del len-guaje y eacuteste es al mismo tiempo el origen histoacuterico del mito iquestCoacutemo podemos dar razoacuten mdashse pregunta Max Muumlllermdash de esta fase de la mente humana que dio origen a los extraordina-rios relatos de dioses y heacuteroes de gorgonas y quimeras de cosas que el ojo humano no habiacutea visto nunca y que ninguna

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mente humana en sus cabales pudo haber concebido jamaacutes A menos que podamos dar respuesta a esta pregunta nuestra creencia en un progreso regular y consecuente del intelecto humano a traveacutes de todas las edades y en todos los lugares tendraacute que ser abandonada como una teoriacutea falsa A pesar de todo despueacutes del descubrimiento de la linguumliacutestica comparada estamos en situacioacuten de evitar ese escepticismo y de quitar ese obstaacuteculo de en medio Vemos que el progreso mismo del len-guaje mdashuno de los maacutes grandes hechos de la civilizacioacuten hu-manamdash condujo inevitablemente a otro fenoacutemeno al fenoacuteme-no del mito Si existiacutean dos nombres para el mismo objeto es natural y en verdad inevitable que dos personas pudieran bro-tar de los dos nombres y como los mismos relatos podiacutean contarse de la una y de la otra seriacutean representadas como her-manos y hermanas como padres e hijos3

Si aceptamos esta teoriacutea la difi cultad queda resuelta Pode-mos explicar muy bien de queacute modo la actividad racional del lenguaje humano ha conducido a las irracionalidades e incom-prensibilidades del mito La mente humana opera siempre de una manera racional Aun la mente primitiva era una mente cabal y normal Pero por otra parte era una mente rudimen-taria e inexperta En el caso en que estaba la mente inexperta expuesta constantemente a una grave tentacioacuten mdashla falacia y la ambiguumledad de las palabrasmdash no es de extrantildear que cayera en ella Eacuteste es el verdadero origen del pensamiento miacutetico El lenguaje no es tan soacutelo una escuela de sabiduriacutea es tambieacuten una escuela de desatino El mito nos revela este uacuteltimo aspecto no es maacutes que la oscura sombra que el lenguaje proyecta sobre el mundo del pensamiento humano

De este modo se presenta a la mitologiacutea como patoloacutegica asiacute en su origen como en su esencia Es una enfermedad que em-pieza en el campo del lenguaje y que luego se difunde en una peligrosa infeccioacuten por todo el cuerpo de la civilizacioacuten huma-na Pero aunque sea una locura hay en ella un meacutetodo En la mitologiacutea griega asiacute como en otras mitologiacuteas encontramos por ejemplo el relato de una gran inundacioacuten que destruyoacute a la raza humana entera Solamente una pareja Deucalioacuten y su es-posa Pirra se salvoacute del diluvio y fue enviada por Zeus a la Heacute-lade Cayeron los dos sobre el monte Parnaso y alliacute les aconse-joacute el oraacuteculo que echaron tras de siacute los ldquohuesos de su madrerdquo Deucalioacuten dio con la verdadera interpretacioacuten de este oraacuteculo recogioacute las piedras esparcidas por el campo y las tiroacute por encima de sus hombros De estas piedras surgioacute una nueva raza de hom-bre y mujeres iquestQueacute cosa hay maacutes ridiacutecula mdashse pregunta Max Muumlllermdash que este modo de explicar el origen de la raza huma-na Y sin embargo se hace faacutecilmente comprensible cuando empleamos la clave que nos da la ciencia de la etimologiacutea com-parada Todo el relato se reduce a un simple juego de palabras mdashuna confusioacuten entre dos teacuterminos homoacutenimosmdash entre λαός y λἀας4 Eacuteste de acuerdo con su opinioacuten es todo el secreto de la mitologiacutea

Si analizamos esta teoriacutea encontramos que contiene una extrantildea mezcla de racionalismo y romanticismo El elemento romaacutentico es manifi esto y parece ser el preponderante En cierto sentido Max Muumlller habla como un disciacutepulo de Nova-lis o de Schleiermacher Rechaza la teoriacutea de que el origen de

la religioacuten hay que buscarlo en el animismo o en la adoracioacuten de las grandes fuerzas naturales Hay ciertamente una religioacuten natural o fiacutesica una adoracioacuten del juego del sol de la luna del cielo despejado pero esta religioacuten fiacutesica es tan soacutelo un aspecto singular y un fenoacutemeno derivado No nos ofrece el todo y no nos conduce a la fuente primera y principal El verdadero ori-gen de la religioacuten hay que buscarlo en un estrato maacutes profundo del pensar y el sentir Lo que primero fascinoacute a los hombres no fueron los objetos de su alrededor Aun la mente primitiva es-taba mucho maacutes impresionada por el gran espec taacuteculo de la naturaleza tomada como un todo La naturaleza era lo desco-nocido en el sentido de algo opuesto a lo conocido lo infi nito en el sentido de lo que se distingue de lo fi nito Fue este senti-miento lo que desde los primero tiempos promovioacute el impul-so hacia el pensamiento religioso y el lenguaje La inmediata percepcioacuten del Infi nito ha formado desde el principio mismo el ingrediente y el necesario complemento de todo conocimiento fi nito Los rudimentos de expresiones mitoloacutegicas religiosas y fi losoacutefi cas posteriores estaban ya presentes en la temprana presioacuten del Infi nito sobre nuestros sentidos y esta presioacuten es la primera fuente y el origen real de todas nuestras creencias religiosas5 iquestPor queacute tenemos que maravillarnos de los anti-guos mdashpreguntaba Max Muumlllermdash de su lenguaje palpitante de vida y refulgente de color si en vez de los grises perfi les del pensamiento moderno exhalaban esas formas vivientes de la naturaleza dotadas de fuerza humana o maacutes bien de fuerzas sobrehumanas en tanto que la luz del sol brillaba maacutes que la del ojo humano y el bramar de la tormenta opacaba los gritos de la voz humana6 Esto suena muy romaacutentico pero no debe-mos dejarnos engantildear por el estilo coloreado y romaacutentico de Max Muumlller Su teoriacutea tomada en conjunto sigue siendo es-trictamente racionalista e intelectualista

En el fondo su concepcioacuten del mito no se encuentra muy distante del siglo xviii y de los pensadores de la Ilustracioacuten7 Claro estaacute que ya no considera al mito y a la religioacuten como una simple invencioacuten arbitraria un truco de la astucia clerical Pero admite que la religioacuten al fi n y al cabo no es maacutes que una gran ilusioacuten no un engantildeo consciente sino inconsciente un engantildeo promovido por la naturaleza de la mente humana y ante todo por la naturaleza del lenguaje humano El mito sigue siendo siempre un caso patoloacutegico Pero ahora estamos en situacioacuten de comprender la patologiacutea del mito sin recurrir a la hipoacutetesis de un defecto inherente a la mente humana misma Si se reco-noce que el lenguaje es la fuente del mito entonces hasta las incongruencias y contradicciones del pensamiento miacutetico que-dan reducidas a un poder universal y objetivo y por tanto en-teramente racional

3 Veacutease Muumlller op cit pp 44 Selected Essays I 3784 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p8 Selected Essays I 310

5 Veacutease F Max Muumlller Natural Religion The Gifford Lectures 1888 (Londres y Nueva York Longmans Green amp Co 1889) con-ferencia V ldquoMy own defi nition of Religionrdquo pp 103-140 Physical Religion The Gifford Lectures 1890 (Londres y Nueva York Long-mans Green amp Co 1891) conferencia VI ldquoPhysical Religion The Natural and the Supernatur alrdquo pp 119 ss

6 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p 37 Selected Essays I 3657 Es un hecho curioso que los primeros elementos de la teoriacutea de

Max Muumlller hayan de buscarse en los escritos de uno de los grandes racionalistas En su saacutetira Sur lrsquoeacutequivoque Boileau propuso la teoriacutea de que la ambiguumledad de las palabras es la verdadera fuente del mito

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Mucho contribuyoacute a la infl uencia de esta doctrina el hecho de que fuera aceptada con algunas reservas criacuteticas por el primer fi loacutesofo que tratoacute de crear una ldquofi losofiacutea sinteacuteticardquo una visioacuten coherente y comprensiva de todas las actividades de la mente humana basada en principios estrictamente empiacutericos y en la teoriacutea general de la evolucioacuten Herbert Spencer halloacute la fuente primera y principal de toda religioacuten en el culto de los antepasados El primer culto afi rmoacute eacutel no fue el culto de las fuerzas naturales sino el culto de los muertos8 Sin embargo con el fi n de comprender el traacutensito del culto de los antepasa-dos al culto de los dioses personales debemos introducir una nueva hipoacutetesis Seguacuten Spencer lo que hizo posible y hasta necesario este nuevo paso fueron el poder y la infl uencia per-durable del lenguaje El lenguaje humano es metafoacuterico en su esencia misma estaacute lleno de siacutemiles y analogiacuteas La mente pri-mitiva es incapaz de comprender estos siacutemiles en un sentido meramente metafoacuterico Toma estos siacutemiles por realidades y piensa y actuacutea de acuerdo con este principio Esta interpreta-cioacuten literal de los nombres metafoacutericos fue la que condujo desde las primeras formas elementales del culto de los antepa-sados desde la adoracioacuten de seres humanos hasta la adoracioacuten de plantas y animales y fi nalmente de grandes fuerzas de la naturaleza Un haacutebito comuacuten y muy extendido de las socieda-des primitivas es el de darles a los nintildeos recieacuten nacidos nom-bres de plantas animales estrellas y otros objetos naturales A los nintildeos se les llama ldquoTigrerdquo ldquoLeoacutenrdquo ldquoCuervordquo a las nintildeas ldquoLunardquo ldquoEstrellardquo Originariamente todos estos nombres no eran maacutes que epiheta ornantia los cuales expresaban ciertas cualidades personales que se atribuiacutean a los seres humanos De acuerdo con esta tendencia de la mente primitiva a entender

todos los teacuterminos en sentido literal era inevitable que se ma-linterpretasen esos nombres complementarios y esos tiacutetulos metafoacutericos Alguna vez ldquoAurorardquo se usariacutea como nombre pro-pio de persona las tradiciones referentes a una que se hubiese destacado conduciriacutean en la mente ingenua del salvaje a una identifi cacioacuten con la aurora misma y sus aventuras seriacutean in-terpretadas de la manera que pareciese maacutes congruente con la naturaleza de la aurora Es maacutes en las regiones donde tal nom-bre hubiese sido el propio de miembros de tribus adyacentes o de miembros de una misma tribu que hubieran vivido en tiempos distintos surgiriacutean genealogiacuteas incongruentes y aven-turas antagoacutenicas de la aurora9

Tambieacuten aquiacute encontramos explicado el fenoacutemeno del mito el panteoacuten entero del politeiacutesmo como una simple enferme-dad El culto de objetos conspicuos concebidos como perso-nas resulta de un error linguumliacutestico La grave objecioacuten a que puede someterse tal teoriacutea es manifi esta El mito es una de las maacutes antiguas y grandes fuerzas de la civilizacioacuten humana Estaacute conectado iacutentimamente con todas las demaacutes actividades huma-nas es inseparable del lenguaje de la poesiacutea del arte y del maacutes remoto pensamiento histoacuterico La ciencia misma tuvo que pasar por una etapa miacutetica antes de alcanzar la etapa loacutegica la alquimia precedioacute a la quiacutemica la astrologiacutea a la astronomiacutea Si las teoriacuteas de Max Muumlller y de Spencer fuesen ciertas tendriacutea-mos que admitir la conclusioacuten de que en resumidas cuentas la historia de la civilizacioacuten humana se debe a una simple equivo-cacioacuten a una mala interpretacioacuten de palabras y de teacuterminos Y no es una hipoacutetesis muy satisfactoria o plausible pensar que la cultura sea el producto de una mera ilusioacuten un malabarismo de palabras y un pueril juego de nombres G

8 Veacutease H Spencer The Principles of Sociology (1876) cap xx (Nueva York Appleton amp Co 1901 i 1901 i 285 ss) 9 Ibid xxii-xxiv i 329-394

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El mito y la sociedadJoseph Campbell

1- El que cambia de forma

No hay un sistema fi nal para la interpretacioacuten de los mitos y nunca habraacute tal cosa La mitologiacutea es como el dios Proteo ldquoel veraz anciano de los maresrdquo El dios ldquoprobaraacute de convertirse en todos los seres que se arrastran por la tierra y en agua y en ardentiacutesimo fuegordquo1

El viajero de la vida que quiera recibir ensentildeanzas de Proteo debe ldquosujetarlo aunque desee e intente escaparserdquo y fi nalmente apareceraacute en la forma que le es propia Pero este astuto dios nunca descubre ni siquiera ante el maacutes haacutebil interrogador el contenido iacutentegro de su sabiduriacutea Contestaraacute a la pregunta que se le haga y la respuesta seraacute grande o trivial seguacuten lo que se le haya preguntado ldquoCuando el sol siguiendo su curso llega al centro del cielo el veraz anciano de los mares oculto por negras y encrespadas olas salta en tierra al soplo del Ceacutefi -ro En seguida se acuesta en honda gruta y a su alrededor se ponen a dormir todas juntas las focas de nataacutetiles pies hijas de la hermosa Halosidne que salen del espumoso mar exhalando el acerbo olor del mar profundiacutesimordquo2 El rey guerrero griego Menelao guiado y ayudado por una hija de este viejo padre del mar a sus salvajes lares e instruido por ella de coacutemo lograr la respuesta del dios deseaba soacutelo preguntar el secreto de sus difi cultades personales y el paradero de sus amigos personales Y el dios se dignoacute a responder

La mitologiacutea ha sido interpretada por el intelecto moderno como un torpe esfuerzo primitivo para explicar el mundo de la naturaleza (Frazer) como una produccioacuten de fantasiacutea poeacutetica de los tiempo prehistoacutericos mal entendida por las edades pos-teriores (Muumlller) como un sustitutivo de la instruccioacuten alegoacute-rica para amoldar el individuo a su grupo (Durkheim) como un suentildeo colectivo sintomaacutetico de las urgencias arquetiacutepicas dentro de las profundidades de la psique humana (Jung) como el vehiacuteculo tradicional de las intuiciones metafiacutesicas maacutes pro-fundas del hombre (Coomaraswamy) y como la Revelacioacuten de Dios a Sus hijos (la Iglesia) La mitologiacutea es todo esto Los diferentes juicios estaacuten determinados por los diferentes puntos de vista de los jueces Pues cuando se la investiga en teacuterminos no de lo que es sino de coacutemo funciona de coacutemo ha servido a la especia humana en el pasado y de coacutemo puede servirle ahora

la mitologiacutea se muestra tan accesible como la vida misma a las obsesiones y necesidades del individuo la raza y la eacutepoca

2- La funcioacuten del mito del culto y de la meditacioacuten

En su forma viva el individuo es necesariamente soacutelo una frac-cioacuten y una distorsioacuten de la imagen total del hombre Estaacute limi-tado ya sea hembra o varoacuten tambieacuten lo estaacute en cualquier pe-riodo de su vida como nintildeo como joven como adulto o como anciano y no soacutelo eso sino que en su vida estaacute necesariamente especializado como artesano comerciante sirviente o ladroacuten sacerdote o liacuteder esposa monja o prostituta no puede serlo todo De aquiacute que la totalidad la plenitud del hombre no esteacute en un miembro aparte sino en el cuerpo de la sociedad como un todo el individuo puede soacutelo ser un oacutergano De su grupo ha tomado las teacutecnicas de vida el lenguaje en que piensa las ideas por las cuales lucha los genes que han construido su cuerpo descienden del pasado de esa sociedad Si pretende ais-larse ya sea en hechos pensamientos o sentimientos soacutelo lo-gra romper las relaciones con las fuentes de su existencia

Las ceremonias tribales de nacimiento la iniciacioacuten el ma-trimonio el entierro la adquisicioacuten de un estado social etc sirven para trasladar la crisis y hechos de la vida del individuo a formas claacutesicas e impersonales Estas formas tienen por obje-to mostrarlo a siacute mismo no como esta personalidad o la otra sino como el guerrero la desposada la viuda el sacerdote el jefe al mismo tiempo se representa para el resto de la comuni-dad la vieja leccioacuten de las etapas arquetiacutepicas Todos participan en el ceremonial de acuerdo con su rango y su funcioacuten La sociedad entera se hace visible como una unidad viva e impe-recedera Pasan generaciones de individuos como ceacutelulas anoacute-nimas de un cuerpo vivo pero permanece la forma sustentante e intemporal Por una ampliacioacuten de la visioacuten para abarcar a este superindividuo cada uno se descubre a siacute mismo engran-decido enriquecido apoyado y magnifi cado Su papel aunque no sea nada impresionante se ve como intriacutenseco a la bella imagen festiva del hombre la imagen potencial pero necesaria-mente inhibida que estaacute dentro del individuo

Los deberes sociales continuacutean la leccioacuten del festival en la existencia diaria y normal y se le da maacutes validez al individuo Por el contrario la indiferencia las revoluciones o el exilio rom-pen las conexiones vitales Desde el punto de vista de la unidad social el individuo aislado no es sino una nada un desperdicio De aquiacute que el hombre o la mujer puedan decir honestamente que han vivido su papel mdashya sea el de sacerdote prostituta reina o esclavomdash se refi eren al sentido completo del verbo ser

Joseph Campbell El heacuteroe de las mil caras Psicoanaacutelisis del mito Traduccioacuten de Luisa Josefi na Hernaacutendez fce Meacutexico 2006

1 Odisea iv 401 417-41 Traduccioacuten de Luis Segalaacute y Estalella2 Ibid 400-406

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Los ritos de la iniciacioacuten y de la adquisicioacuten de una situa-cioacuten pues muestran la leccioacuten de la unidad esencial del in-dividuo y el grupo los festivales de las estaciones abren un horizonte mayor Asiacute como el individuo es un oacutergano de la so-ciedad asiacute es la tribu o la ciudad mdashasiacute es la humanidad ente-ramdash soacutelo una fase del poderoso organismo del cosmos

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para domi-nar a la naturaleza Eacutesta es una representacioacuten equivocada Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre y particularmente en aquellas ceremonias maacutegicas que se supone han de traer lluvia curar las enfermedades o detener las inun-daciones sin embargo el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponieacutendolas a la magia ne-gra) es la sumisioacuten a lo inevitable del destino y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente

No se ha registrado ninguacuten mito tribal que intente postergar la llegada del invierno al contrario los ritos preparan a la co-munidad para soportar junto con el resto de la naturaleza la estacioacuten del friacuteo tremendo Y en la primavera los ritos no inten-tan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maiacutez frijol y calabazas para la comunidad debilitada por el contrario los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estacioacuten de la na-turaleza El maravilloso ciclo del antildeo es celebrado con todos sus contratiempos y periacuteodos de juacutebilo y es bosquejado y represen-tado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano

Muchas otras simbolizaciones de esta continuidad llenan el mundo de la comunidad mitoloacutegicamente instruida Por ejem-plo los clanes de las tribus cazadoras norteamericanas se con-sideraban descendientes de ancestros mitad animales y mitad humanos Estos ancestros no solamente eran los padres de los miembros humanos del clan sino tambieacuten de la especie animal de donde el clan tomaba su nombre Asiacute los miembros huma-nos del clan del castor eran primos hermanos de los castores protectores de dicha especie y al mismo tiempo protegidos por la sabiduriacutea animal del pueblo de los bosques Y otro ejemplo el hogan o choza de barro de los Naacutevajo de Nuevo Meacutexico y Arizona se construye seguacuten el plan de la idea del cosmos de los Naacutevajo La entrada estaacute hacia el oriente Los ocho lados re-presentan las cuatro direcciones principales y los puntos que quedan entre ellas Cada arista y cada viga corresponde a un elemento en el gran hogan de la tierra y el cielo que todo lo abarcan Y como el alma del hombre es considerada en su for-ma como ideacutentica al universo la choza de barro es la represen-tacioacuten de la armoniacutea baacutesica del hombre y del mundo y un re-cordatorio del escondido camino vital de la perfeccioacuten

Pero hay otro camino diametralmente opuesto al de los de-beres sociales y los cultos populares Desde el punto de vista del camino del deber el que es exiliado de la comunidad es nada Desde el otro punto de vista este exilio es el primer paso en la buacutesqueda Cada uno lleva el todo dentro de siacute mismo por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de eacutel Las diferen-ciaciones de sexo edad y ocupacioacuten no son esenciales a nuestro caraacutecter sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo La imagen interior del hombre no de-be confundirse con su atuendo Pensamos que somos ameri-canos hijos del siglo xx occidentales y cristianos civilizados Somos virtuosos o pecadores Sin embargo esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre denotan solamente acci-dentes geograacutefi cos fecha de nacimiento e ingresos econoacutemi-

cos iquestCuaacutel es el meollo de nosotros iquestCuaacutel es el caraacutecter baacutesico de nuestro ser

El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India los misterios heleacutenicos de las iniciaciones las antiguas fi losofiacuteas de Oriente y del Occidente son teacutecnicas para despla-zar el hincapieacute de la conciencia individual fuera de la presencia exterior Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo maacutes profundo ldquoYo no soy esto ni lo otro mdashmeditamdash no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir mi cuerpo que estaacute enfermo o envejece ni mi brazo mis ojos mi cabeza ni la suma de todas estas cosas No soy mis sentimientos ni mi men-te ni mi fuerza intuitivardquo Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y fi nalmente alcanza insondables rea-lizaciones Ninguacuten hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como Don Fu-lano de tal o cual poblacioacuten de cierto paiacutes La sociedad y los deberes se esfuman Don Fulano al descubrirse grande con el hombre se convierte en una persona abstraiacuteda y apartada

Eacutesta es la etapa de Narciso contemplaacutendose en la fuente del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del aacuterbol pero no es la uacuteltima meta es un requisito pero no es el fi n La meta no es ver sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia en-tonces el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola De aquiacute que la separacioacuten el aislamiento ya no sean necesarios Por dondequiera que vaya el heacuteroe y cualquier cosa que haga siempre estaacute en presencia de su propia esencia porque ha perfeccionado sus ojos para ver No hay aislamiento Asiacute como el camino de la participacioacuten social puede llevar a la realizacioacuten del Todo en el individuo asiacute el exilio trae al heacuteroe al Yo en todo

Centrado en este punto capital el problema del egoiacutesmo o del altruismo desaparece El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identifi cado con el signifi cado iacutentegro del uni-verso Por Eacutel y para Eacutel se ha hecho el mundo ldquoOh Mahoma mdashdijo Diosmdash si no fuera por ti no hubiera creado el cielordquo

3- El heacuteroe de hoy

Todo esto se halla lejos del punto de vista contemporaacuteneo pues el ideal democraacutetico del individuo que se determina a siacute mismo la invencioacuten de los artefactos mecaacutenicos y eleacutectricos y el desarrollo de los meacutetodos cientiacutefi cos de investigacioacuten han transformado la vida humana en tal forma que el universo in-temporal de siacutembolos hace mucho tiempo heredados ha sufri-do un colapso A esto se refi eren en el Zaratustra de Nietzsche las trascendentales palabras que anuncian una eacutepoca ldquoMuertos estaacuten los diosesrdquo3 Es una faacutebula que sabemos que se ha repeti-do de mil maneras Es el ciclo del heacuteroe de la edad moderna la maravillosa historia de la especie humana que llega a la ma-durez El lastre del pasado la atadura de la tradicioacuten han sido destruidos con seguros y poderosos golpes La telarantildea del suentildeo miacutetico cayoacute la mente se abrioacute a la iacutentegra conciencia despierta y el hombre moderno surgioacute de la ignorancia de los antiguos como una mariposa de su capullo o como el sol del amanecer surge del vientre de la madre noche

3 Nietzsche Asiacute habloacute Zaratustra 1223

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No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

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La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 7

Paz y los otrosJoseacute Emilio Pacheco

Hace seis antildeos aparecioacute como undeacutecimo tomo de las Obras completas de Octavio Paz el primer volumen de la Obra poeacutetica (1935-1970) El segundo incluiraacute Topoemas (1971) Renga (1972) Pasado en claro (1975) Vuelta (1976) Air born Hijos del aire (1979) Aacuterbol adentro (1987) Figuras y fi guraciones poemas en torno a la obra plaacutestica de Marie Joseacute Paz y Refl ejos reacuteplicas diaacutelogos con Francisco de Quevedo (1996) que cerroacute los sesenta y tres antildeos de trabajo comenzados en 1933 con Luna silvestre En teoriacutea Versiones y diversiones (1974) debe incluirse alliacute como se hizo en Italia con Eugenio Montale Salvatore Quasimodo y Giuseppe Ungaretti las versiones son parte de la poesiacutea de un autor El conjunto casi dos mil paacuteginas pone al libro futuro en riesgo de volverlo inmanejable

Al margen de las Obras completas Galaxia Gutenberg y Ciacuter-culo de Lectores publican la edicioacuten revisada y aumentada de Versiones y diversiones edicioacuten que Paz alcanzoacute a iniciar pero no concluyoacute El excelente trabajo adicional es de Nicanor Veacutelez Son 715 paacuteginas frente a las 255 que tuvo su primera aparicioacuten en Joaquiacuten Mortiz Abarcan el aspecto menos estudiado de Paz y testimonian una entrega a la poesiacutea como tal vez no volveraacute a existir en estas nuevas condiciones

La ldquoescuela mexicanardquo de traduccioacuten

Fue un poeta precoz y por ello asombra que su intereacutes en las versiones poeacuteticas no se haya manifestado hasta 1954 cuando al fi nal de Semillas para un himno publicoacute ldquoA su tiacutemida amanterdquo de Andrew Marvell y ldquoEl desdichadordquo ldquoMirtordquo ldquoDeacutelfi cardquo y ldquoArtemisardquo de Geacuterard de Nerval Tres antildeos despueacutes en el 1957 de Piedra de sol dio a conocer Sendas de Oku de Matsuo Basho en colaboracioacuten con Eikichi Hayashiya

Por eso en agosto de 2002 Aurelio Asiain celebroacute en Tokio los cincuenta antildeos de la llegada de Paz al Japoacuten probable pun-to de partida de su afaacuten por traducir poemas Ya a fi nes de los treinta como joven director de Taller se interesoacute por el geacutenero mdashsi puede llamarse asiacute a este trabajomdash y publicoacute en versiones ajenas a Arthur Rimbaud (Joseacute Ferrel) y T S Eliot (Rodolfo Usigli y Bernardo Ortiz de Montellano entre otros) En 1952 hizo para la Unesco la Antologiacutea de la poesiacutea mexicana nunca aparecida en espantildeol que tradujeron al ingleacutes Samuel Beckett y al franceacutes Guy Levis Mano

En los cincuenta las versiones de Paz y Jaime Garciacutea Terreacutes (compiladas en Baile de maacutescaras 1989) normalizaron esta praacutec-

tica en revistas y suplementos y crearon sin proponeacuterselo algo que podriacuteamos llamar una ldquoescuela mexicanardquo de traduccioacuten muy diferente a la que se practica en otros aacutembitos del idioma

En la siguiente deacutecada Paz descubrioacute para nosotros no para espantildeoles ni argentinos a Fernando Pessoa (Antologiacutea 1962) A continuacioacuten hizo con Pedro Sekel Cuatro poetas contemporaacute-neos de Suecia Martinson Lundkvist Ekelof y Lindegren En 1973 nos dio los Veinte poemas de William Carlos Williams y en 1978 algunos textos de Guillaume Apollinaire En los uacuteltimos tiempos su atencioacuten se centroacute en textos saacutenscritos y chinos Su libro fi nal fue Trazos de Chuang-tse y otros que se recoge en las nuevas Versiones y diversiones

Gracias a esta labor de Paz que pocos hasta ahora han apre-ciado en Meacutexico casi siempre se leen entre los datos con que se presenta a los joacutevenes y a las muchachas que se inician en la poesiacutea al lado de los premios y las becas obtenidas los nom-bres de los poetas que han traducido Es la manera maacutes atenta de leer un poema y la mejor forma de ejercitarse en la versifi -cacioacuten sin la disciplina mecanizadora de intentar escribir algo nuevo todos los diacuteas

Ovidio y Nezahualcoacuteyotl

En la literatura mexicana puede escucharse como en secreto la lamentacioacuten por las tres grandes peacuterdidas literarias de la Nueva Espantildea el silenciamiento de Sor Juana el fi n del Cole-gio de Tlatelolco en que los aztecas habiacutean empezado una la-bor de traductores que pudo haber sido la base de una auteacutenti-ca cultura mestiza y el que el padre Francisco Javier Clavijero un prosista soacutelo comparable en su tiempo y en su lengua con Jovellanos y Moratiacuten no haya logrado concluir en el destierro la que iba a ser nuestra Enciclopedia

De todos modos la poesiacutea escrita en espantildeol en esta tierra empezoacute con los sonetos ldquoal itaacutelico modordquo de Francisco de Te-rrazas con los poemas nahuas de Nezahualcoacuteyotl puestos en liras por su descendiente Francisco de Alva Ixtlilxoacutechitl (em-pleoacute el mismo derecho de Fray Luis para traducir tambieacuten en liras a Horacio y en tercetos encadenados el Libro de Job) y con Las heroidas de Ovidio transfi guradas a su vez en tercetos por Diego Mejiacutea

Tierra abierta a los dos oceacuteanos y al mismo tiempo caracol encerrado por el desierto y la semicircunferencia del Golfo in-comunicada por sus montantildeas e impedida a todo lo largo de la Colonia para tener relaciones con nada que no fuera el Pentaacutego-no de su eacutepoca El Escorial y la Casa de Contratacioacuten de Sevilla en cuanto dejoacute de ser Nueva Espantildea para intentar convertirse en Tomado de la revista Letras Libres nuacutemero 47 noviembre 2002

8 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

Meacutexico el paiacutes quiso relacionarse con un mundo que era de verdad el otro mundo Sus modelos le pagaron mal los Estados Unidos con la invasioacuten de 1847 y Francia con la de 1862

Traducir fue una forma de respirar En los seminarios se afi anzoacute la cultura latina y se establecioacute una tradicioacuten que pro-sigue hasta hoy y ha hecho que un poeta mexicano Rubeacuten Bonifaz Nuntildeo sea la uacutenica persona en el mundo que ha tradu-cido eacutel solo a todos los grandes claacutesicos de Roma La lengua de la Iglesia asfi xioacute al griego a tal punto que otro de nuestros je-suitas exiliados Francisco Javier Alegre tuvo que trasladar iexclal latiacuten La Iliada para que alguien la leyera

Los primeros poetas mexicanos fueron asiduos de los ro-maacutenticos y de la Antologiacutea griega Joseacute Joaquiacuten Pesado con ayuda de Francisco Chimalpopoca profesor de naacutehuatl en la Universidad tradujo Las [poesiacuteas] aztecas Con el modernismo la versioacuten poeacutetica se legitimoacute en libros como Jardines de Francia (Enrique Gonzaacutelez Martiacutenez) y Musas de Francia (Balbino Daacute-valos) Algunas de sus paacuteginas alcanzaron gran difusioacuten al ser incluidas en la Antologiacutea espantildeola de Enrique Diacuteez-Canedo tan importante para los que iban a ser allaacute y aquiacute los poetas de 1927 como la Antologiacutea de Borges Bioy y Silvina Ocampo para los narradores de los cincuenta y los sesenta

El camino de la pasioacuten

Marco Antonio Montes de Oca dio en El surco y la brasa (1974) una antologiacutea de versiones mexicanas que abarcan de Alfonso Reyes a Carlos Montemayor Treinta antildeos despueacutes una actua-lizacioacuten exigiriacutea el doble de paacuteginas De todos modos la fi gura central en este campo y en tantos otros sigue siendo Octa vio Paz

Quizaacute el nuevo camino fue abierto en 1961 por las Imita-tions de Robert Lowell Las imitaciones son una praacutectica anti-gua e ilustre Catulo lo hizo con Safo (Ille mi par esse deo uide-tur) Quevedo con Du Bellay (ldquoBuscas a Roma en Roma oh peregrinordquo) y el resultado son grandes poemas

Sin embargo Lowell impuso la voz de Lowell sobre los ori-ginales de Villon Leopardi Heine o Victor Hugo El propoacutesi-to de Paz es diferente ldquoA partir de poemas en otras lenguas quise hacer poemas en la miacuteardquo Y a estas palabras de 1973 antildea-de en 1995 ldquoEn mis versiones quise que [estos poemas com-puestos en otros siglos] tuviesen la antiguumledad de todas las obras de arte la de hoy mismordquo

Desde entonces han aparecido obras semejantes a la de Paz el mencionado Baile de maacutescaras de Garciacutea Terreacutes y en el Peruacute Las uvas del racimo de Javier Sologuren y El ciervo y la fuente de Ricardo Silva Santiesteban Debe de haber otros tiacutetulos que desconozco pero no quisiera pasar por alto dos que merecen ser difundidos Transcripciones de Miguel Aacutengel Flores y El trai-dor de Miguel Covarrubias Para un poeta de estas tierras nada tan inconcebible como la afi rmacioacuten de Philip Larkin ldquoNo leo maacutes que poesiacutea inglesa y no me importa lo que no sea ingleacutesrdquo

El teacutermino ldquocuriosidad intelectualrdquo es pobre ante lo que estaacute tras Versiones y diversiones Soacutelo puede hablarse de verdadera pasioacuten pasioacuten por la poesiacutea y por quienes la escribieron Es inevitable pensar en Neruda (ldquoYo amo toda la poesiacutea escritardquo) y siglos antes en Safo cuando les dice a los poetas vivos y muertos ldquoCon el don de sus obras me han honradordquo

Supervielle Cocteau Eacuteluard Breton Michaux Char estaacuten traducidos con el mismo amor que Donne Yeats Cummings Stevens Crane y Elizabeth Bishop A Paz se le debe en gran parte el haber revivido el intereacutes de Tablada por el haikuacute que ahora es otra forma disponible para todos en el repertorio de la poesiacutea en espantildeol Los poemas chinos prolongan la maravi-llosa antologiacutea de Marcela de Juan soacutelo comparable a la tra-duccioacuten inglesa de Arthur Walley

Versiones y diversiones es una antologiacutea de la liacuterica universal y tambieacuten un gran libro de la poesiacutea en nuestro idioma Paz nos acercoacute lo lejano e hizo nuestro lo ajeno Nadie sabe coacutemo seraacute la literatura del siglo xxi ni queacute haraacute con el legado del siglo xx A pesar de todo uno puede creer que entre los libros que se segui-raacuten leyendo estaraacute por derecho propio Versiones y diver siones G

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 9

Los privilegios de Octavio PazFernando del Paso

El lenguaje de la pintura como todo lenguaje artiacutestico es in-traducible nos dice Octavio Paz en un texto sobre Juan Soria-no escrito en 1962 Once antildeos despueacutes en ldquoEl signo y el ga-rabatordquo se refi ere a un texto de Cardoza y Aragoacuten sobre Guumlnter Gerzo con las siguientes palabras ldquoOscila entre la tra-duccioacuten y la creacioacutenrdquo Y aclara ldquoTraduccioacuten al lenguaje verbal del lenguaje plaacutestico del pintorrdquo

En queacute quedamos es difiacutecil decirlo porque a lo largo de todos los escritos que Paz dedicoacute a las artes plaacutesticas nos tro-pezamos con contradicciones que nos deslumbran y nos con-funden Pero tal vez se trata de contradicciones intrascenden-

tes sin importancia ya que en principio es una contradiccioacuten fundamental la que hace posible la existencia de la pintura aquella de ldquolas dos gemelas que tejen incansablemente las telas de nuestras visiones la luz y la sombrardquo como dice el poeta en el escrito dedicado a Rodolph Bresdin en Corriente alterna Nos encontramos asiacute que cuando nos habla de Baudelaire como criacutetico de arte asevera que ldquola pintura es un lenguaje incapaz de decir salvo por alusioacuten y omisioacuten el cuadro nos presenta los signos de una ausenciardquo en tanto que en un artiacuteculo sobre el arte y la identidad de los hispanos en los Estados Unidos de-clara que ldquola imagen visual dice pero lo que dice no tiene por

Fragmento tomado de la revista Letras Libres nuacutemero 54 junio 2003

10 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

queacute ser traducido en palabras La pintura es un lenguaje que se basta a siacute mismordquo mientras que mdashde nuevo en Corriente alter-namdash afi rma que el arte moderno ldquopor ser una representacioacuten no puede rehusarse completamente a decir y a signifi carrdquo y se pregunta ldquoiquestQueacute dicen los cuadros modernos Se dicen a siacute mismosrdquo Textos y opiniones que se alternan haciendo honor al tiacutetulo del libro con consideraciones sobre la obra de Alberto Gironella que seguacuten Paz es en buena parte ldquopintura escrita del mismo modo que hay palabras pintadasrdquo o un ensayo sobre Aacutelvarez Bravo en el que con base en sus lecturas de los poetas modernos califi ca a la fotografiacutea como arte poeacutetico ldquoporque al mostrarnos estordquo dice Paz ldquoalude o presenta a aquellordquo y con meditaciones en las que el arte maya por la literalidad de las imaacutegenes que muestra labradas en piedra ldquo pueden leerse No son ilustraciones de un texto son el texto mismordquo

Por otra parte al decir cuadros ldquomodernosrdquo Paz no nos aclara si los cuadros ldquoantiguosrdquo mdashpor llamar de alguacuten modo todas las pinturas que antecedieron a las modernasmdash deciacutean algo No era necesario que lo hiciera todos sabemos que un cuadro de Nicolaacutes Bataille nos cuenta la lucha de San Miguel y el dragoacuten otro del Veroneacutes las Bodas de Canaacute uno maacutes de Mantegna el martirio de San Cristoacutebal y otro en fi n de Ma-teo Cerezo las bodas miacutesticas de Santa Catalina

Y sin embargo esto no es verdad ninguna de las pinturas arriba mencionadas cuenta algo todas recuentan El especta-dor tiene que conocer de antemano la historia o la leyenda que el cuadro presenta tiene que haberla leiacutedo en un libro sobre mitologiacutea o en la Biblia tiene que haberla escuchado en alguna parte alguna vez para saber de queacute trata la pintura que tiene ante sus ojos Una pintura que aunque muy lejos de lo que hoy conocemos como ldquoilustracioacutenrdquo es una pintura que ilustra un hecho o una leyenda Todaviacutea en nuestro fi n de siglo los visi-tantes de los museos necesitan que el guiacutea les diga eacutesta es se-ntildeoras La Batalla de San Romano de Paolo Uccello eacutesta es sentildeo-res La Rendicioacuten de Breda de Diego Velaacutezquez

Pero si esas pinturas ilustran algo a los espectadores de hoy diacutea ya no los ilustran a pocos fuera de Espantildea puede intere-sarles el hecho de que la rendicioacuten de Breda implicara la derro-ta de Mauricio de Nassau y a muchos menos fuera de Italia saber quieacuten si Siena o Florencia ganoacute la batalla de San Roma-no Ademaacutes de que sabemos poca era la fi delidad de los artis-tas hacia acontecimientos histoacutericos asiacute fuera porque no los vieron soacutelo los imaginaron mdashtal es el caso del fusilamiento de Maximiliano emperador de Meacutexico por Manet quien inventoacute una barda que nunca existioacute encima de la cual se asomaban las cabezas de los curiososmdash o a pesar de haber sido testigos de ellos como en el caso de David quien en la pintura de la co-ronacioacuten de Napoleoacuten incluyoacute a la madre de eacuteste Leticia Ra-molino quien se sostuvo ausente de la ceremonia

Da lo mismo porque lo que no ilustra pero siacute nos ilumina es son otras virtudes del cuadro su belleza y la poesiacutea de la que es contenido y continente A veces tambieacuten la gracia en todas sus acepciones tanto terrenales como celestiales Ningu-

na otra cosa nos dicen pero con eso basta las esculturas del Brancusi las pinturas de Dubuffet y las maacutequinas locas de Tanguely Belleza y poesiacutea gracias que en ocasiones son con-vulsivas y se columpian entre el horror y la obscenidad el in-fi erno y la desolacioacuten Goya y Bacon la escultura precolombi-na y Otto Dix

La analogiacutea nos dice Octavio Paz es la funcioacuten maacutes alta de la imaginacioacuten y puente entre lenguajes distintos poesiacutea muacute-sica pintura Es pues necesario tender un puente entre el cuadro y lo que se escribe mdashaunque pareciera que pintura y literatura son dos lenguajes paralelos que se juntan en el infi -nitomdash para decirle al lector lo que el cuadro nos dice Pero se necesita un lector interesado y que algo al menos sepa de la materia y el espiacuteritu del arte o que cuente con la curiosidad y la sensibilidad sufi cientes para aprender No podemos contarle la pintura a un ciego de nacimiento o a un ciego de entendi-miento Por eso los mejores textos sobre un pintor o un escul-tor son aquellos de los cataacutelogos de sus exposiciones que le brindan a los espectadores la oportunidad de ignorarlos O que pueden con suerte ayudarlos a ver

Creo que fue Max Ernst quien deciacutea que su principal ocu-pacioacuten en la vida era la de ver No fue eacutesta la principal ocupa-cioacuten de Octavio Paz pero siacute una de sus maacutes caras preocupacio-nes Dotado del prestigio de una privilegiada vista cuando veiacutea veiacutea mejor que muchos Y agraciado con el privilegio de la palabra poeacutetica por excelencia lo que contaba sobre lo que habiacutea visto pocos lo podraacuten superar Otros escritores mdashy eacutel mismo nos lo recuerdamdash en Francia Baudelaire y Apollinaire en Meacutexico Villaurrutia Gorostiza y Cuesta entre otros escri-bieron sobre arte Ninguno como eacutel

Desde luego criacuteticos de arte con gran talento los ha habido siempre Pero Paz prefi rioacute hablar desde las orillas luminosas de la poesiacutea Mejor dicho no podiacutea hacerlo de otra manera aun-que eacutel mismo califi cara sus escritos como criacutetica ldquoLa criacutetica mdashdicemdash no soacutelo hace maacutes intenso y luacutecido mi placer sino que me obliga a cambiar mi actitud ante la obrardquo Palabras que implican una especie de conclusioacuten y de solucioacuten de un razo-namiento anterior en el que con lucidez y modestia reconoce la casi imposibilidad de escribir sobre arte y artistas sin abdicar de la razoacuten sin convertirla nos dice ldquoen servidora de nuestros gustos maacutes fatales y de nuestras inclinaciones menos premedi-tadasrdquo Pero de alguna manera Paz se las arregla en este texto titulado ldquoDe la criacutetica a la ofrendardquo para conciliar su juicio y su gusto su razoacuten y sus pasiones En un escrito sobre Barragaacuten cita a este gran arquitecto diciendo que su obra mdashla de eacutel mismo su arquitecturamdash estaba inspirada por dos pala-bras la palabra ldquomagiardquo y la palabra ldquosorpresardquo Esto mismo podemos decir de la obra del propio Octavio Paz porque le viene como anillo al dedo es con la magia y la sorpresa como Octavio Paz se convence y convence al lector mdashal menos yo soy uno de los convencidosmdash de la validez y transparencia la sabiduriacutea y el entusiasmo contagioso de su palabra cuando nos habla de arte G

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Evocacioacuten de Octavio PazJuliaacuten Meza

Quizaacute a contracorriente de lo que pueden pensar de miacute algu-nos de mis amigos y lectores como escritor no soacutelo practico la diatriba Tambieacuten soy capaz de hacer elogios pero soacutelo cuando me parecen adecuados y sin dejar de lado la criacutetica siempre tan necesaria Y de aquiacute esta evocacioacuten de Octavio Paz para cele-brar su sensibilidad y su inteligencia a diez antildeos de su muerte

Desde Sor Juana Ineacutes de la Cruz no habiacutea habido en Meacutexico un poeta un escritor tan destacado como Octavio Paz

No faltaraacute quien crea (asiacute sea soacutelo en su fuero iacutentimo) que esta afi rmacioacuten es por lo menos excesiva o simplemente pro-vocadora pero estoy convencido de que la extensa obra de este poeta y pensador la justifi ca

La fi gura de Paz casi siempre fue controvertida y aun vili-pendiada aunque soacutelo en Meacutexico En otros paiacuteses el reconoci-miento a la persona y a su obra se produjo relativamente pron-to y sin reticencias

Al igual que Jorge Luis Borges Octavio Paz fue descubierto al mundo por los franceses entre los que hizo numerosos ami-gos tanto en el campo de la poesiacutea y de las letras como en el del pensamiento Buena parte de la intelligentzia mexicana tar-

doacute en reconocerlo o nunca lo reconocioacute sobre todo por cues-tiones ideoloacutegicas y no literarias o poeacuteticas aun cuando hay quienes afi rman desde muchos peldantildeos abajo en el mundo de las letras que Paz no fue muy importante ni como poeta ni como pensador

Tras una prolongada ausencia debida a su trabajo en el ser-vicio exterior mexicano Octavio Paz volvioacute a Meacutexico alguacuten tiempo despueacutes de haber renunciado puacuteblicamente a su condi-cioacuten de embajador en la India como rechazo a la poliacutetica re-presiva del reacutegimen impuesto por el partido uacutenico enfaacutetica-mente representado entonces por Gustavo Diacuteaz Ordaz De esta manera junto con Javier Barros Sierra (que en buena me-dida encabezoacute la primera exigencia puacuteblica de democracia en Meacutexico) fue uno de los raros disidentes del sistema poliacutetico autoritario fundado por Obregoacuten y Calles y afi nado por Laacuteza-ro Caacuterdenas iquestPor queacute disidentes Porque hasta cierto punto eran hombres del sistema (un embajador y un rector de la unam) que cuestionaron abiertamente el reacutegimen poliacutetico mexicano como lo hicieron numerosos personajes que habiacutean trabajado en instituciones del reacutegimen totalitario sovieacutetico

12 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

Sajaacuterov entre otros Ciertamente su disidencia no los condujo a un campo de concentracioacuten en un Gulag tropical como el de Fidel Castro y esto porque el sistema poliacutetico mexicano que prevalecioacute durante poco maacutes de setenta antildeos (y que auacuten existe sobre todo cuando se manifi esta en el uso partidista de los sin-dicatos corporativos y de otras instituciones que se crearon durante el antiguo reacutegimen) no era totalitario sino autoritario Pero tampoco fueron a la caacutercel (como Joseacute Revueltas y otros escritores o acadeacutemicos) porque en el caso de Barros Sierra se trataba de una persona totalmente ajena a la ideologiacutea comu-nista y de mucho prestigio en el aacutembito nacional y en el de Octavio Paz de una fi gura reconocida con razoacuten en el aacutembito internacional Quizaacute impidioacute que Paz fuera a la caacutercel este re-conocimiento que me recuerda el caso de Lev Tolstoi No obstante su criacutetica a la autocracia zarista y a la iglesia ortodoxa rusa la fama internacional de Tolstoi lo puso a resguardo de la caacutercel el exilio interior o el campo de concentracioacuten pero no de la excomunioacuten decidida por los jerarcas de la Iglesia orto-doxa rusa Octavio Paz tambieacuten fue excomulgado pero no por la Iglesia de Roma con cuyas ruedas de molino nunca comul-goacute sino tanto por los admiradores de Castro de Stalin y de la Unioacuten Sovieacutetica de Trotski (otro disidente que sin embargo jamaacutes renuncioacute a la iglesia marxista) o de la China de Mao como por los epiacutegonos del reacutegimen impuesto y preservado por el partido uacutenico

Evoco pues a Octavio Paz al igual que a Sor Juana porque en cierta medida no fueron ldquohombres en su siglordquo (las comillas no son por lo de hombres sino por lo de su siglo y ambos conceptos remiten al tiacutetulo de una obra de Paz Ademaacutes para miacute el hombre en el sentido universal de la palabra sigue siendo el hombre aun cuando se trate de una mujer) dado que lo tras-cendieron ampliamente tanto en su obra creativa como en la refl exiva

Al igual que Sor Juana Octavio Paz no soacutelo nunca fue reco-nocido por muchos de sus contemporaacuteneos sino que tambieacuten tuvo que hacer frente a sus Sor Filoteas y ldquootras inquisicionesrdquo (Borges) Al igual que la monja criolla fue objeto de la maledi-cencia mdashentre otros de su exmujer la estupenda creadora de Recuerdos del porvenir Elena Garro A diferencia de los procas-tristas y otros pobladores de la granja sovieacutetica lo acusoacute de ser comunista por sus criacuteticas al sistema autoritario mexicano y su solidaridad con los estudiantes impugnadores de 1968 iquestCuaacuten-tas diatribas se habraacuten escrito contra Paz en el curso de los antildeos que van de su regreso a Meacutexico al derrumbe del bloque sovieacutetico Sin lugar a dudas son incontables pues lo mismo fueron obra de periodistas ya olvidados que de ocurrentes es-critores municipales

Para los habitantes de la granja orwelliana que pasaron por alto sus criacuteticas al sistema poliacutetico mexicano (entre otras las

contenidas en Posdata y El ogro fi lantroacutepico) Octavio Paz estaba al servicio de la cia y del imperialismo norteamericano debido a sus juicios sobre el totalitarismo en la urss en Europa central y en su escaparate tropical Cuba Y esto al mismo tiempo que (iquestparadoacutejicamente) sus detractores viviacutean de las becas de fun-daciones o de instituciones acadeacutemicas norteamericanas que iquesteran islotes en el interior del imperio

Otros aun cuando comprendieron el sentido y el alcance de las tomas de posicioacuten poliacutetica de Paz mantuvieron un silencio que los hizo coacutemplices de esos modernos inquisidores Pese a las invitaciones del poeta optaron por no publicar en las dos revistas fundadas por Paz a su regreso de la India Plural y Vuel-ta para no ser acusados de colaborar con ldquoun agente del impe-rialismo norteamericanordquo

Hubo sin embargo un pequentildeo nuacutecleo de escritores y ar-tistas que compartieron con Octavio Paz sus ideas y sus pre-ocupaciones Destacan entre otros Alejandro Rossi y Gabriel Zaid Algunos maacutes que estuvieron en el nuacutecleo original de Plural y Vuelta se distanciaron del pensador por diversos moti-vos algunos de ellos ideoloacutegicos Los que nunca abandonaron al poeta fueron sus amigos poetas y pensadores norteamerica-nos y sobre todo europeos Entre eacutestos destacan los dos uacutelti-mos sabios de la historia contemporaacutenea Cornelius Castoria-dis y Edgar Morin Siacute los dos uacuteltimos sabios porque como escribioacute Castoriadis el ejercicio de la criacutetica fue abandonado por los intelectuales Y tan es asiacute que hoy eacutestos hacen el elogio de las peores atrocidades gubernamentales y de los maacutes execra-bles gobernantes de la misma manera que fueron epiacutegonos de diversos tiranos comunistas No supieron ldquomantener la distan-cia que los separaba del priacutenciperdquo (Paz) ni cuando eran compa-ntildeeros de viaje de los dictadores comunistas ni la mantienen ahora que son cortesanos del saacutetrapa petrolero y de los peque-ntildeos tiranos a su servicio

El irrestricto ejercicio de la criacutetica de Paz no conocioacute ideo-logiacuteas ni fronteras Esto lo supieron apreciar los grandes poetas como Joseph Brodsky que fue su gran compantildeero y amigo tanto en el campo de la poesiacutea como en el de la refl exioacuten

A diez antildeos de la muerte del poeta se resiente su ausencia Lo antildeoran sus amigos sus compantildeeros y todos aquellos que compartieron sus ideas y su pasioacuten por la poesiacutea Maacutes auacuten poco antes de su muerte algunos de aquellos que lo atacaron en vida anularon la distancia que los separaba del pensador y del poeta Esto fue resultado por una parte del derrumbe del to-talitarismo sovieacutetico que dejoacute en la orfandad a los compantildeeros de viaje de los comunistas y por otra parte de una decisioacuten de Octavio Paz morir en paz con sus antiguos detractores aun-que hubo quienes se negaron a aceptar esta uacuteltima gran inicia-tiva del poeta

Meacutexico marzo de 2008 G

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 13

Pasioacuten liacuterica sin fi nldquoPiedra de solrdquo no descansa en PazAlberto Arriaga

El 28 de septiembre de 1957 el Fondo de Cultura Econoacutemica tiroacute 300 ejemplares con el atento cuidado de Aliacute Chumacero y en la coleccioacuten Tezontle de lo que acaso es uno de los poemas maacutes determinantes emblemaacuteticos misteriosos inclasifi cables inevitables deslumbrantes de la literatura del siglo xx ldquoPiedra de solrdquo de Octavio Paz que 50 antildeos despueacutes todaviacutea cambia la vida de quien se atreve a leerlo

Como bien lo sentildealoacute Joseacute Luis Martiacutenez no hubo humor o saacutetira en la poesiacutea de Paz El autor de La estacioacuten violenta trans-fi guroacute su motivacioacuten poeacutetica (cualquiera que haya sido) en motivos y correspondencias ldquoque trascendioacute sus signifi cadosrdquo No hay juego soacutelo caminatas concentracioacuten plaacutestica y musi-cal Nunca se molestoacute en presumir su destreza versifi cadora soacutelo aplicoacute su oiacutedo seguro y empleoacute ldquocon preferencia endeca-siacutelabos sueltos combinados a veces con hetpasiacutelabos o pentasiacute-labosrdquo La mejor caminata acaso se encuentra en el ldquoNocturno de San Ildefonsordquo ldquoEl muchacho que camina por este poema entre San Ildefonso y el Zoacutecalo es el hombre que lo escribe esta paacutegina tambieacuten es una caminata nocturnahelliprdquo y en varios

pasajes de ldquoPasado en clarordquo ldquoOiacutedos con el alma pasos men-tales maacutes que sombras sombras del pensamiento maacutes que pasos por el camino de ecos que la memoria inventa y bo-rra sin caminar caminan sobre este ahora puente tendido entre una letra y otrahelliprdquo

Pero maacutes allaacute de las caminatas por el subsuelo del lenguaje ldquoPiedra de solrdquo es el emblema de la pasioacuten liacuterica de su autor Tambieacuten ha dejado descendencia numerosa y no menos con-siderable es la criacutetica que ha provocado ldquoHay que partir de un hecho y es que el poema ante todo tiene como temas centrales el tiempo (o si se quiere el instante) y el amor incluso desde el epiacutegrafe de Nerval donde dice que la treceava es la primerardquo dijo el poeta Marco Antonio Campos quien varias veces se ha enfrentado con la inevitable infl uencia de Octavio Paz su maacutes reciente antologiacutea poeacutetica El forastero en la tierra posee reso-nancias evidentes con la capacidad viajera (dentro y fuera de la paacutegina en blanco) del caminante Paz ldquoAlguna vez me dijo que buscaba con lsquoPiedra de solrsquo escribir un poema generacional Yo creo que el poema verdaderamente generacional es el lsquoNoctur-

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no de San Ildefonsorsquo salvo momentos por ejemplo lo de Es-pantildea o lo de la preparatoria en general es un poema que va por otras direccioneshellip Lo que buscoacute mdashy logroacutemdash en este poe-ma fue que todas las mujeres sean una mujer y que una mujer sea todas las mujeres Por un lado estaacuten todos los instantes resumidos en un instante donde tambieacuten estaacute la mujer y por otro lado estaacuten las mujeres histoacutericas y literarias incluso reli-giosas Mariacutea Laura Perseacutefone o Melusinardquo

Complejo en sus diferentes aspectos en ldquoPiedra de solrdquo encontramos la depuracioacuten de los temas que acompantildearon a Octavio Paz durante toda su vida Pero de acuerdo con un artiacuteculo de Viacutector Manuel Mendiola (Confabulario agosto 4 2007) el poeta se incomodaba cuando le deciacutean que se trataba de su mejor poema como tambieacuten se molestaba ldquoenfaacuteticamen-terdquo cuando le endilgaban la frase hiperboacutelica de El gran poeta mexicano Avisa Mendiola

ldquoAl ser interrogado a propoacutesito de alguacuten asunto concernien-te a ese texto se endureciacutea con cierta molestia y cambiaba el tema de la charla iquestLe habiacutea dejado de gustar esa composicioacuten iquestLe pareciacutean maacutes importantes otros poemas como lsquoBlancorsquo o lsquoPasado en clarorsquo iquestLe perseguiacutea y recordaba una situacioacuten desagradablerdquo

A pesar de esa ambiguumledad emocional que le despertaba ldquoPiedra de solrdquo a su autor para muchas generaciones fue un poema formativo canoacutenico y paternal

ldquoHay que tomar en cuenta tambieacuten que es un poema circu-lar un poema escrito en endecasiacutelabos blancos un metro que no ha sido muy trabajado en lengua espantildeola como deciacutea Zaid hace maacutes de 20 antildeosrdquo recordoacute Campos ldquoLo hizo como nadie Cuando le pregunteacute en una entrevista de doacutende veniacutea esa buacutes-queda del endecasiacutelabo blanco habloacute de que aunque no era parte esencial de la tradicioacuten de la lengua espantildeola estaba en Woodsworth estaba en los isabelinos estaba en Leopardi y entre nosotros en Guilleacuten y Cernuda Creo que es el poema que cierra una etapa es la culminacioacuten de lo que llamariacuteamos en Paz la pasioacuten liacutericardquo

Aunque muchos lectores y el propio autor sentildealaron recrea-ciones de mitos mexicanos (esto aparece en una nota de la primera edicioacuten que fue recuperada hasta la edicioacuten de Seix Barral de 1975) la sensibilidad de Octavio Paz se encontraba muy lejos de la piedra azteca y maacutes abiertamente emparentada

con la tradicioacuten poeacutetica occidental No estaacute Coatlicue ni Hui-tzilopochtli pero siacute Venus siacute el tiempo circular una de las grandes obsesiones de la tradicioacuten literaria occidental

ldquoLo que me interesa enormemente en este poema es la pre-sencia de Dios porque Octavio Paz habloacute muy pocas veces de Dios en su poesiacuteardquo sentildealoacute Veroacutenica Volkow ldquoEs una compren-sioacuten muy profunda de lo que es la presencia divina para los miacutesticos [] Es un poeta maacutes del mundo de la inteligencia del mundo de las presencias del encuentro terrenal del estar aquiacute y ahora maacutes que el viaje miacutestico que nos pueden plantear Dan-te o Ficcinordquo

Para Joseacute Mariacutea Espinasa se trata de un poema sobre la muerte o desaparicioacuten o silencio de los dioses que forma una especie de trilogiacutea personal sobre el poema extenso dentro de la poesiacutea en espantildeol ldquoEscribioacute despueacutes poemas extraordina-rios De alguna manera lsquoPiedra de solrsquo junto a lsquoBlancorsquo en los antildeos 60 y a lsquoPasado en clarorsquo en la uacuteltima parte de su vida for-ma una trilogiacutea de extensos poemas y a miacute me costariacutea trabajo decidirme con cuaacutel me quedohellip Han pasado 50 antildeos y es un poema que sigue siendo perfectamente actual es un texto que no ha envejecido El hecho es que ese poema formoacute a varias generaciones de lectores y los formoacute en una idea de la poesiacutea que sigue estando en la praacutectica de cada diacutea poemas como lsquoAnagnoacuterisisrsquo de Tomaacutes Segovia o lsquoCada cosa es Babelrsquo de Eduardo Lizalde o algunos de los de David Huerta en espe-cial lsquoIncurablersquo van en ese sentido en la posibilidad de la du-racioacuten dentro del instanterdquo

El sol sigue brillando y la piedra dando calor en espera de nuevos caminantes del subsuelo del lenguaje Un siacutentoma ca-noacutenico de este poema es que 50 antildeos despueacutes maacutes allaacute de los deseos de su autor sigue funcionando como una especie de parvulario poeacutetico para plumas avanzadas llegando a contami-nar incluso a la gleba de la inteligencia mexicana iletrados dizque roqueros como los miembros del grupo Manaacute bautiza-ron una gira y un disco con el verso maacutes famoso de Octavio Paz ldquoAmar es combatirrdquo La gloria la fama deciacutea Borges es la mejor de las incomprensiones de una obra literaria Y aunque no haya leiacutedo una sola liacutenea del autor de El laberinto de la sole-dad hay maacutes de Octavio Paz en la identidad de cada mexicano que de Nezahualcoacuteyotl G

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Alguien lo deletreaEnrique Krauze

Hablaba poco de Dios Creo que descreiacutea En materia de reli-gioacuten estaba maacutes cerca de su jacobino abuelo que de su madre la piadosa dontildea Josefi na Estoy cierto de que en las tres religio-nes monoteiacutestas veiacutea un legado de intolerancia incompatible con su actitud de pluralidad Le divertiacutea contar la aneacutecdota de un fervoroso musulmaacuten que en el Himalaya le dijo casi a se-ntildeas ldquoMoiseacutes kaput Jesuacutes kaput soacutelo Mahoma viverdquo Paz pensaba que tambieacuten el maacutes reciente profeta estaba kaput y que la uacutenica religioacuten coherente con el misterio de nacer y morir era el Budismo Octavio mdashnombre latino al fi nmdash era un persona-je del mundo claacutesico buscaba la sabiduriacutea de Soacutecrates no la de Salomoacuten releiacutea a Lucrecio no la Biblia ni a San Agustiacuten no admiraba a Constantino sino a Juliano ldquoel apoacutestatardquo restaura-dor del Panteoacuten pagano Por su curiosidad universal en el arte el pensamiento y la ciencia era un hombre del Renacimiento por su espiacuteritu libre liberal y hasta secretamente libertino era un fi loacutesofo del Siglo xviii Por su arrojo creativo y su pasioacuten poliacutetica y poeacutetica fue un revolucionario del Siglo xx En suma un humanista pleno no un espiacuteritu religioso

Y sin embargo escribioacute su libro cumbre sobre Sor Juana Un dominicano el padre Juliaacuten lo invitaba a hablar sobre temas teoloacutegicos que por momentos lo atraiacutean casi tanto como a su amigo Luis Buntildeuel Quiso que en Vuelta rescataacuteramos un deba-te de 1942 sobre misticismo en el que habiacutean intervenido ade-maacutes de eacutel mismo Vasconcelos el padre Gallegos Rocafull y Joseacute Gaos Interpretoacute certeramente la obra y la vida de su ami-go Joseacute Revueltas como una extrantildea apasionada y atea imita-cioacuten de Cristo Y alguna vez me confi oacute una de las razones de su gran afecto por Gabriel Zaid con quien Paz mantuvo una con-versacioacuten ininterrumpida por casi medio siglo desde el diacutea en que hablaron por primera vez en Monterrey ldquonunca olvidareacute que Zaid encargoacute un novenario en la muerte de mi madrerdquo

El hombre que luchaba como leoacuten contra el inexorable avance de la muerte el viejo rey Lear maldiciendo al avaro destino que le escatimaba unos antildeos maacutes o siquiera unos me-ses no se abriacutea a la esperanza de lo trascendente ldquoCasi todos se quiebran frente a la muerte mdashme dijo Alejandro Rossimdash Octavio fue coherente hasta el fi nal no pidioacute un sacerdoterdquo Con todo en aquel uacuteltimo discurso en Coyoacaacuten habiacutea voltea-do hacia el cielo como invocaacutendolo las nubes se disiparon de pronto y aparecioacute el sol ldquoalliacute hay nubes y sol nubes y sol son palabras hermanas seamos dignos de las nubes del Valle de Meacutexico seamos dignos del sol del Valle de Meacutexicordquo

Antildeos atraacutes en una entrevista notable Carlos Castillo Pera-za le preguntoacute por el signifi cado de las famosas liacuteneas de su poema ldquoHermandadrdquo

Tambieacuten soy escrituraY en este mismo instanteAlguien me deletrea

Paz declaroacute su postura agnoacutestica No sabiacutea si ese ldquoalguienrdquo era un hombre como eacutel o un ser lejano maacutes allaacute de su poema ldquoPasado en clarordquo en el que aparece una tercera posibilidad la suya propia

Dios sin cuerpoCon lenguajes de cuerpo lo nombrabanMis sentidos Quise nombrarloCon un nombre solarUna palabra sin reveacutes

Era el Dios inmanente del amor y la poesiacutea G

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MitoJoseph Fontenrose

Debo aclarar desde el principio que por mito me refi ero a un relato tradicional que acompantildea a los rituales En primer lugar digo un relato algo que tiene un comienzo un desarrollo y un fi nal en otras palabras un argumento No utilizo pues el teacutermino de forma amplia y vaga para referirme a ideas animis-tas y teoloacutegicas en general Segundo me refi ero a un relato tradicional relato que en origen fue transmitido de forma oral Tercero me refi ero al tipo de relato que pretende narrar la ocasioacuten en que tuvo su origen alguna institucioacuten religiosa un culto o algunos de sus ritos y celebraciones y los actos divinos que sientan el precedente de los actos tradicionales realizados en el culto Se descubre que incluso los mitos de la creacioacuten estaacuten habitualmente relacionados con cultos A otros relatos tradi-cionales los independientes del culto se les denomina de ma-nera maacutes apropiada leyendas o cuentos populares aunque even-tualmente pueda incluirlos tambieacuten en el teacutermino mito o mi tologiacutea como se hace a menudo En efecto un mismo argu-mento puede aparecer en las tres clases de relato tradicional no es el argumento el que establece la diferencia y algunas va-riantes del mito del combate pertenecen al cuento heroico o al cuento de hadas pero no al mito auteacutentico

Al tratar de los mitos de paiacuteses antiguos debemos basarnos principalmente en las narraciones noticias y alusiones que se encuentran en la literatura antigua con un cierto apoyo en las obras del arte antiguo que representan escenas miacuteticas Muy rara vez el propoacutesito de ninguacuten escritor antiguo fue informar a los otros acerca del mito contarles una historia que no conocie-ran ya Esto es particularmente cierto del mito griego Se han recuperado textos de mitos de Babilonia y Egipto que contie-nen las propias versiones de mitos que estaban asociados con los rituales y los cultos y eran conocidos del sacerdocio y los devotos pero apenas nos ha llegado nada de ese tipo de Grecia Los escritores griegos no elaboraban textos rituales usaban los materiales miacuteticos para sus propios objetivos literarios particu-lares cambiando antildeadiendo suprimiendo fundiendo como les pareciacutea oportuno Aunque encontremos toda una narracioacuten miacutetica no un resumen ni un fragmento ni una alusioacuten no es probable que sea exactamente la versioacuten conocida por el pue-blo particularmente por el pueblo de aquellas zonas en las que el mito estaba vinculado a un culto Por consiguiente las fuen-tes son como fragmentos que deben ser reunidos estudiados

y combinados antes de que podamos saber coacutemo era realmente el conjunto

Al tratar de los mitos griegos muchos estudiosos suponen que un autor antiguo recibiacutea su conocimiento de un mito de escritores anteriores Asiacute pues es probable que se limiten a una historia literaria del mito y supongan que cualquier diferencia que se pueda encontrar debe de ser una innovacioacuten del autor en cuya obra se localiza por primera vez Por supuesto los es-critores posteriores fueron infl uidos por otros anteriores y por supuesto los escritores innovaron y cambiaron pero a me-nudo la supuesta innovacioacuten en un mito o un rasgo que apare-ce de forma tardiacutea en la tradicioacuten literaria tiene un paralelo en similares griegos o extranjeros del mito atestiguados por fuen-tes maacutes antiguas Es muy posible a veces probable que el au-tor lo tomara de la tradicioacuten oral si no de literatura ahora perdida teniacutea la tradicioacuten oral por todas partes Los eruditos han tendido a ignorar la transmisioacuten oral de los mitos o a su-poner que no existioacute despueacutes de una fecha temprana no espe-cifi cada sin embargo estuvo sin duda muy viva durante toda la Antiguumledad y en realidad nunca desaparecioacute sino que asumioacute un revestimiento cristiano en la Edad Media Se pueden en-contrar algunas huellas de la tradicioacuten oral en las paacuteginas de Pausanias y en algunas pinturas de vasijas pero en general hay que adivinarlas a partir del estudio comparado de las fuentes y los paralelos del mito

Por ello al tratar de los mitos griegos de combate utilizo todo el material pertinente recogido de la literatura y el arte griego y latino tanto antiguo como posterior A veces consigo una informacioacuten importante de escritores tardiacuteos y saco de ella conclusiones referentes a formas tempranas del mito analiza-do Pero habitualmente estas conclusiones sacadas de fuentes tardiacuteas encuentran apoyo en fuentes anteriores Es cierto tam-bieacuten que fuentes posteriores de los mitos mesopotaacutemicos egipcios e indios ofrecen un material valioso y que las conclu-siones basadas en ellos con frecuencia pueden ser apoyadas por pruebas anteriores Sobrevive poco de todo lo que se escribioacute en Heacutelade desde el siglo viii al iv o en el Oriente Proacuteximo du-rante el segundo milenio No tenemos registros de informado-res nativos La versioacuten tardiacutea de un mito puede haber apareci-do perfectamente antes por escrito o una versioacuten transmitida oralmente puede haber recibido entonces atencioacuten literaria por vez primera En pocas palabras no podemos ignorar nin-guna prueba todo nos es de utilidad

La misma permanencia del relato literario oscurece la natu-raleza fl uida de la tradicioacuten miacutetica Podemos inclinarnos a pensar que los mitos griegos se contaron siempre como los

Adelanto del libro de Joseph Fontenrose Python Estudio del mito deacutelfi co y sus oriacutegenes de proacutexima publicacioacuten (2008) por la editorial Sexto Piso Traduccioacuten de Mariacutea Tabuyo y Agustiacuten Loacutepez

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cuenta Ovidio Pero sin duda no fue asiacute Probablemente nin-guacuten griego del siglo v conociacutea ninguno de los mitos de Ovidio en la forma en que eacuteste los cuenta Cualquier narracioacuten que encontremos es la versioacuten conocida por un hombre en un mo-mento determinado El mito o el cuento popular desplazaacutendo-se de un lugar a otro pasando de una persona a otra de una generacioacuten a otra sufre cambios de manera constante se for-man nuevas versiones en cada regioacuten y en cada eacutepoca La ver-sioacuten nueva aparece cuando se cambian los detalles mdashcuando se da una expresioacuten algo diferente a un tema o un episodio cuan-do se antildeade o se quita algo cuando se cambia la secuencia de los episodiosmdash pero los nombres personales y los topoacutenimos permanecen inalterables Cuando una versioacuten particular en su progreso de un lugar a otro adquiere nombres nuevos para sus personajes y lugares se forma una variante nueva La variante es esencialmente la misma historia contada de dioses y hom-bres diferentes en un escenario diferente Eacutesta es la distincioacuten que establezco entre los teacuterminos versioacuten y variante que mu-chos investigadores utilizan de manera indistinta Un tipo es un argumento tradicional que aparece en varias variantes Es

una serie de episodios una constelacioacuten de temas que perma-nece bastante bien fi jada entre las variantes Puede haber cam-bios en la secuencia pueden desaparecer episodios o temas secundarios se pueden antildeadir caracteriacutesticas nuevas Pero debe haber un nuacutecleo duradero observable en todas las variantes para poder hablar de ldquotipordquo Por ejemplo pensemos en el rela-to tipo denominado ldquola esposa de Putifarrdquo El relato de Joseacute en el Geacutenesis es una variante hebrea de este tipo los relatos de Bellerophon Hippolytos y Teacutenedos son tres variantes griegas La variante de Hippolytos se contaba de maneras diferentes entre los griegos podemos denominar versioacuten a cada manera diferente Los nombres de Hippolytos Fedra Theseus dan unidad a la variante el argumento da unidad al tipo La dife-rencia entre variante y versioacuten se asemeja a la que existe entre especie y variedad el tipo es el gen

Un argumento tradicional al entrar en una nueva regioacuten se vincula habitualmente a los dioses o heacuteroes de esa regioacuten Los nombres cambian un pueblo puede sustituir por ejemplo con el dios que rige los fenoacutemenos atmosfeacutericos al dios homoacutelogo de la historia que ha tomado prestada Por ello el estudio de la

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difusioacuten del mito se interesa maacutes por los argumentos y los te-mas que por los participantes divinos o sus nombres Habitual-mente el origen y desarrollo del mito tiene poco o nada que ver con el origen de los dioses que aparecen en la variante na-cional o con el origen de sus nombres

Por eso este estudio al tratar de relacionar un mito con otro se interesa principalmente por los temas narrativos Por tema me refi ero a un rasgo o episodio recurrente de los relatos tradicionales Es una parte integral de la historia en que se encuentra pero es separable en el sentido de que puede apare-cer tambieacuten en otras historias tipo Algunos temas son esencia-les a un tipo otros pueden aparecer en una variante y estar ausentes en otra

El tema no se expresa de manera ideacutentica en cada versioacuten o variante cambia constantemente su ropaje externo de acuerdo con las costumbres nacionales o las caracteriacutesticas locales de los lugares en que se encuentra Puede oscurecerse o disfrazar-se pude ser que soacutelo quede una huella Si no fuera por esto todas las variantes se pareceriacutean mucho y seriacutea obvio el origen comuacuten Pero un origen comuacuten de los mitos de combate no es obvio por lo tanto es necesario un anaacutelisis temaacutetico cuidadoso de los diversos mitos Puede ser uacutetil sentildealar el tipo de variacio-nes que se producen en el tema

1 Mutaciones de papel cambios de rango de relacioacuten de clase Un heacuteroe puede reemplazar a un dios o a un gigante o un leoacuten puede reemplazar a un dragoacuten Un padre se puede con-vertir en abuelo tiacuteo hermano rey tutor una madre se puede convertir en abuela madre adoptiva nodriza esposa hermana esposa e hija se intercambian con frecuencia

2 Mutaciones en la accioacuten El modo de combate puede cambiar de una variante a otra Un tipo de castigo o de engantildeo puede ser sustituido por otro

3 Una caracteriacutestica llamativa de una variante puede quedar reducida en otra a algo menos sorprendente o puede estar dis-frazada La muerte puede transformarse en herida suentildeo de-rrota exilio desesperacioacuten Una accioacuten puede quedar mera-mente en un intento de accioacuten

4 Las acciones o rasgos de un personaje pueden transferir-se a otro del campeoacuten a su hijo esposa o ayudante incluso a su enemigo y viceversa

5 Se pueden combinar o fundir temas y papeles La heroiacutena

puede aprovecharse de la lujuria del enemigo para atraerle a la destruccioacuten La vigilancia por parte del dragoacuten de un manan-tial puede combinarse con su habitacioacuten en el mar su conten-cioacuten de las aguas su bloqueo de un camino y su control sobre un recinto sagrado

6 Puede haber expansioacuten o duplicacioacuten de temas personas episodios El campeoacuten puede dividirse en padre e hijo Un solo enemigo se puede convertir en el jefe y muacuteltiples subordina-dos Se pueden librar varios combates con varias muertes o derrotas del campeoacuten o del enemigo

Dado que a menudo se ha sentildealado la semejanza de los mi-tos con los suentildeos debemos observar que los modos en que se expresa un tema en los mitos reales presentan una marcada analogiacutea con los modos en que se expresa el pensamiento del suentildeo en el contenido del suentildeo seguacuten Freud los defi nioacute Freud apunta factores de condensacioacuten y desplazamiento A) Condensacioacuten es la convergencia de varios pensamientos del suentildeo en un punto clave que se convierte en un elemento uacuteni-co en el contenido del suentildeo Se puede ver una forma de con-densacioacuten en las personas compuestas de los suentildeos La con-densacioacuten corresponde a la combinacioacuten y fusioacuten del punto 5 supra B) El desplazamiento se manifi esta en la sustitucioacuten de una idea por otra sin alteracioacuten del signifi cado esencial o en la inversioacuten de las ideas transformacioacuten en lo contrario o en algo muy diferente Las mutaciones y reducciones de 1 a 4 supra son anaacutelogas a los desplazamientos del suentildeo Las duplicacio-nes de 6 corresponden a la duplicacioacuten que con frecuencia aparece en los suentildeos1

Eacutesos son los cambios que pueden experimentar los temas El estudioso debe reconocer que un tema puede asumir en un mito un revestimiento muy diferente del que tiene en otro Debe mirar a menudo debajo de la cobertura exterior para encontrar el tema Debe comprender tambieacuten que el pensa-miento miacutetico es iloacutegico para nuestros esquemas habituales tambieacuten en esto se parece al pensamiento de los suentildeos Ele-mentos opuestos contradictorios inconsecuencias pueden estar y estaacuten juntos en una misma intencioacuten y en una misma narracioacuten Sin embargo el mito no es un revoltijo de tonteriacuteas y absurdos tiene su propia loacutegica Quien estudia el mito debe tratar de comprender los modos miacuteticos del pensar G

1 Freud (ID) 319-397 especialmente 320-339

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Mito y lenguajeErnst Cassirer

En Primitive Culture Tylor propuso una teoriacutea antropoloacutegica basada en principios bioloacutegicos generales Eacutel fue uno de los primeros en aplicar los principios de Darwin al mundo cultu-ral La maacutexima natura non facit saltus no admite excepcioacuten Vale tanto para el mundo de la civilizacioacuten humana como para el mundo orgaacutenico Lo mismo el hombre civilizado que el no civilizado pertenecen a la misma especie la especie del homo sapiens Las caracteriacutesticas fundamentales de esta especie son las mismas en cada variante Si la teoriacutea de la evolucioacuten es ver-dadera no podemos admitir ninguacuten hiato entre el estadio maacutes bajo y el maacutes alto de la civilizacioacuten humana Pasamos del uno a los otros mediante una transicioacuten muy lenta y casi impercep-tible en la cual nunca encontramos solucioacuten de continuidad

Una concepcioacuten distinta del proceso de la civilizacioacuten hu-mana fue desarrollada en un ensayo publicado en 1856 tres antildeos antes de la aparicioacuten del libro de Darwin The Origin of the Species En su Comparative Mythology1 F Max Muumlller partioacute del principio de que es imposible alcanzar una verdadera com-prensioacuten del mito mientras se considere como un fenoacutemeno aislado Y sin embargo ninguacuten fenoacutemeno natural ninguacuten principio bioloacutegico puede guiarnos en nuestra investigacioacuten No existe ninguna analogiacutea real entre los fenoacutemenos naturales y los culturales La cultura humana debe ser estudiada de acuerdo con meacutetodos y principios especiacutefi cos iquestY doacutende po-driacuteamos encontrar una guiacutea mejor para este estudio que en el lenguaje humano el elemento en el cual el hombre vive se mueve y tiene su ser Como linguumlista y fi loacutelogo Muumlller estaba convencido de que el uacutenico enfoque cientiacutefi co para un estudio del mito era el enfoque linguumliacutestico Pero este fi n no podiacutea ser logrado antes de que la propia linguumliacutestica hubiese encontrado su camino y antes de que la gramaacutetica y la etimologiacutea estuvie-ran fundadas sobre una fi rme base cientiacutefi ca Hasta la primera mitad del siglo xix se llegoacute a dar este gran primer paso Entre el mito y el lenguaje no soacutelo existe una iacutentima relacioacuten sino una verdadera solidaridad Si entendemos la naturaleza de esta solidaridad habremos encontrado la llave del mundo miacutetico

El descubrimiento de la lengua y literatura saacutenscritas fue un hecho decisivo en el desenvolvimiento de nuestra conciencia

histoacuterica y en la evolucioacuten de todas las ciencias culturales Por su importancia e infl uencia puede compararse con la gran re-volucioacuten intelectual que produjo el sistema copernicano en el campo de la ciencia natural La hipoacutetesis copernicana invirtioacute la concepcioacuten del orden coacutesmico La tierra ya no estaba en el centro del universo se convirtioacute en un ldquoastro entre los astrosrdquo La concepcioacuten geoceacutentrica del mundo fiacutesico fue descartada En el mismo sentido en contacto con la literatura saacutenscrita puso fi n a esa concepcioacuten de la cultura humana que estableciacutea su centro verdadero y uacutenico en el mundo de la antiguumledad claacutesica A partir de entonces el mundo greco-romano no podiacutea ser considerado maacutes que como una simple provincia un pequentildeo sector del universo de la cultura humana La fi losofiacutea de la historia tuvo que fundarse sobre una base nueva y maacutes amplia Hegel llamoacute al descubrimiento del origen comuacuten del griego y el saacutenscrito el descubrimiento de un nuevo mundo Quienes estudiaban gramaacutetica comparada en el siglo xix consideraron su trabajo bajo esta misma luz Estaban convencidos de que habiacutean encontrado la palabra maacutegica la uacutenica que podiacutea abrir las puertas al entendimiento de la historia de la civilizacioacuten humana La fi lologiacutea comparada declaroacute Max Muumlller ha pues-to a la edad mitoloacutegica y mitopeacuteyica de la humanidad que antes estaba velada por la oscuridad ante la brillante luz de la investigacioacuten cientiacutefi ca y dentro del recinto de la historia do-cumental Ha puesto en nuestras manos un telescopio de tal potencia que donde antes alcanzaacutebamos a ver soacutelo nebulosida-des ahora descubrimos formas distintas y perfi les maacutes auacuten nos ha proporcionado lo que podemos llamar testimonios con-temporaacuteneos exhibiendo ante nosotros el estado de pensa-miento de lenguaje religioacuten y civilizacioacuten de un periacuteodo en que el saacutenscrito no era todaviacutea el saacutenscrito el griego no era todaviacutea el griego pero en el cual lo mismo estos dos que el latiacuten el germaacutenico y otros dialectos arios existiacutean todaviacutea como un solo lenguaje indiviso La niebla de la mitologiacutea se desvaneceraacute gradualmente y nos permitiraacute descubrir tras las fl otantes nubes de la aurora del pensamiento y el lenguaje esa naturaleza verdadera que la mitologiacutea ha encubierto y disfraza-do por tan largo tiempo2

Por otro lado esa conexioacuten entre el lenguaje y el mito la cual prometiacutea una solucioacuten clara y defi nida para el antiguo enigma entrantildeaba una gran difi cultad Cierto es que el lengua-je y el mito tienen una raiacutez comuacuten pero no son en modo algu-

Ernst Cassirer El mito del Estado Traduccioacuten de Eduardo Nicol fce Meacutexico 2004

1 Publicado por primera vez en Oxford Essays (Londres John W Parker and Son 1856) pp 1-87 Reproducido en Selected Essays on Language Mythology and Religion (Londres Longmans Green and Co 1881) pp 299-451

2 Muumlller ldquoComparative Mythologyrdquo op cit pp II 33 86 Selected Essays I 315 358 449 ss

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no ideacutenticos en su estructura El lenguaje ofrece siempre un caraacutecter estrictamente loacutegico el mito parece desafi ar todas las reglas loacutegicas es incoherente caprichoso irracional iquestCoacutemo podemos reunir estos dos elementos incompatibles

Para responder a esta pregunta Max Muumlller y otros autores pertenecientes a la escuela de la mitologiacutea comparada idearon un plan muy ingenioso El mito dijeron no es en realidad sino un aspecto del lenguaje aunque un aspecto maacutes bien negativo que positivo El mito no se origina de sus virtudes sino de sus vicios Es cierto que el lenguaje es racional y loacutegico pero por otra parte es tambieacuten una fuente de ilusiones y falacias El lo-gro mayor del lenguaje es a la vez fuente de sus defectos El lenguaje se compone de nombres generales pero la generalidad implica siempre ambiguumledad La polionimia y la sinonimia de las palabras no son un rasgo accidental del lenguaje derivan de su naturaleza misma Como sea que la mayoriacutea de los objetos tienen maacutes de un atributo y como quiera que bajo aspectos

diferentes uno u otro de los atributos puede parecer apropiado para el acto de la denominacioacuten ocurrioacute por necesidad que la mayoriacutea de los objetos durante el primer periacuteodo del lenguaje humano tuvo maacutes de un nombre Cuanto maacutes antigua es una lengua tanto maacutes rica en sinoacutenimos Por otra parte si se em-plean constantemente estos sinoacutenimos deben naturalmente originar un nuacutemero de homoacutenimos Si podemos llamar al sol con cincuenta nombres expresivos de diferentes cualidades algunos de estos nombres seraacuten aplicables a otros objetos que puedan poseer las mismas cualidades Estos objetos distintos vendriacutean entonces a llamarse por el mismo nombre mdashse con-vertiriacutean en homoacutenimos Eacuteste es el punto vulnerable del len-guaje y eacuteste es al mismo tiempo el origen histoacuterico del mito iquestCoacutemo podemos dar razoacuten mdashse pregunta Max Muumlllermdash de esta fase de la mente humana que dio origen a los extraordina-rios relatos de dioses y heacuteroes de gorgonas y quimeras de cosas que el ojo humano no habiacutea visto nunca y que ninguna

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mente humana en sus cabales pudo haber concebido jamaacutes A menos que podamos dar respuesta a esta pregunta nuestra creencia en un progreso regular y consecuente del intelecto humano a traveacutes de todas las edades y en todos los lugares tendraacute que ser abandonada como una teoriacutea falsa A pesar de todo despueacutes del descubrimiento de la linguumliacutestica comparada estamos en situacioacuten de evitar ese escepticismo y de quitar ese obstaacuteculo de en medio Vemos que el progreso mismo del len-guaje mdashuno de los maacutes grandes hechos de la civilizacioacuten hu-manamdash condujo inevitablemente a otro fenoacutemeno al fenoacuteme-no del mito Si existiacutean dos nombres para el mismo objeto es natural y en verdad inevitable que dos personas pudieran bro-tar de los dos nombres y como los mismos relatos podiacutean contarse de la una y de la otra seriacutean representadas como her-manos y hermanas como padres e hijos3

Si aceptamos esta teoriacutea la difi cultad queda resuelta Pode-mos explicar muy bien de queacute modo la actividad racional del lenguaje humano ha conducido a las irracionalidades e incom-prensibilidades del mito La mente humana opera siempre de una manera racional Aun la mente primitiva era una mente cabal y normal Pero por otra parte era una mente rudimen-taria e inexperta En el caso en que estaba la mente inexperta expuesta constantemente a una grave tentacioacuten mdashla falacia y la ambiguumledad de las palabrasmdash no es de extrantildear que cayera en ella Eacuteste es el verdadero origen del pensamiento miacutetico El lenguaje no es tan soacutelo una escuela de sabiduriacutea es tambieacuten una escuela de desatino El mito nos revela este uacuteltimo aspecto no es maacutes que la oscura sombra que el lenguaje proyecta sobre el mundo del pensamiento humano

De este modo se presenta a la mitologiacutea como patoloacutegica asiacute en su origen como en su esencia Es una enfermedad que em-pieza en el campo del lenguaje y que luego se difunde en una peligrosa infeccioacuten por todo el cuerpo de la civilizacioacuten huma-na Pero aunque sea una locura hay en ella un meacutetodo En la mitologiacutea griega asiacute como en otras mitologiacuteas encontramos por ejemplo el relato de una gran inundacioacuten que destruyoacute a la raza humana entera Solamente una pareja Deucalioacuten y su es-posa Pirra se salvoacute del diluvio y fue enviada por Zeus a la Heacute-lade Cayeron los dos sobre el monte Parnaso y alliacute les aconse-joacute el oraacuteculo que echaron tras de siacute los ldquohuesos de su madrerdquo Deucalioacuten dio con la verdadera interpretacioacuten de este oraacuteculo recogioacute las piedras esparcidas por el campo y las tiroacute por encima de sus hombros De estas piedras surgioacute una nueva raza de hom-bre y mujeres iquestQueacute cosa hay maacutes ridiacutecula mdashse pregunta Max Muumlllermdash que este modo de explicar el origen de la raza huma-na Y sin embargo se hace faacutecilmente comprensible cuando empleamos la clave que nos da la ciencia de la etimologiacutea com-parada Todo el relato se reduce a un simple juego de palabras mdashuna confusioacuten entre dos teacuterminos homoacutenimosmdash entre λαός y λἀας4 Eacuteste de acuerdo con su opinioacuten es todo el secreto de la mitologiacutea

Si analizamos esta teoriacutea encontramos que contiene una extrantildea mezcla de racionalismo y romanticismo El elemento romaacutentico es manifi esto y parece ser el preponderante En cierto sentido Max Muumlller habla como un disciacutepulo de Nova-lis o de Schleiermacher Rechaza la teoriacutea de que el origen de

la religioacuten hay que buscarlo en el animismo o en la adoracioacuten de las grandes fuerzas naturales Hay ciertamente una religioacuten natural o fiacutesica una adoracioacuten del juego del sol de la luna del cielo despejado pero esta religioacuten fiacutesica es tan soacutelo un aspecto singular y un fenoacutemeno derivado No nos ofrece el todo y no nos conduce a la fuente primera y principal El verdadero ori-gen de la religioacuten hay que buscarlo en un estrato maacutes profundo del pensar y el sentir Lo que primero fascinoacute a los hombres no fueron los objetos de su alrededor Aun la mente primitiva es-taba mucho maacutes impresionada por el gran espec taacuteculo de la naturaleza tomada como un todo La naturaleza era lo desco-nocido en el sentido de algo opuesto a lo conocido lo infi nito en el sentido de lo que se distingue de lo fi nito Fue este senti-miento lo que desde los primero tiempos promovioacute el impul-so hacia el pensamiento religioso y el lenguaje La inmediata percepcioacuten del Infi nito ha formado desde el principio mismo el ingrediente y el necesario complemento de todo conocimiento fi nito Los rudimentos de expresiones mitoloacutegicas religiosas y fi losoacutefi cas posteriores estaban ya presentes en la temprana presioacuten del Infi nito sobre nuestros sentidos y esta presioacuten es la primera fuente y el origen real de todas nuestras creencias religiosas5 iquestPor queacute tenemos que maravillarnos de los anti-guos mdashpreguntaba Max Muumlllermdash de su lenguaje palpitante de vida y refulgente de color si en vez de los grises perfi les del pensamiento moderno exhalaban esas formas vivientes de la naturaleza dotadas de fuerza humana o maacutes bien de fuerzas sobrehumanas en tanto que la luz del sol brillaba maacutes que la del ojo humano y el bramar de la tormenta opacaba los gritos de la voz humana6 Esto suena muy romaacutentico pero no debe-mos dejarnos engantildear por el estilo coloreado y romaacutentico de Max Muumlller Su teoriacutea tomada en conjunto sigue siendo es-trictamente racionalista e intelectualista

En el fondo su concepcioacuten del mito no se encuentra muy distante del siglo xviii y de los pensadores de la Ilustracioacuten7 Claro estaacute que ya no considera al mito y a la religioacuten como una simple invencioacuten arbitraria un truco de la astucia clerical Pero admite que la religioacuten al fi n y al cabo no es maacutes que una gran ilusioacuten no un engantildeo consciente sino inconsciente un engantildeo promovido por la naturaleza de la mente humana y ante todo por la naturaleza del lenguaje humano El mito sigue siendo siempre un caso patoloacutegico Pero ahora estamos en situacioacuten de comprender la patologiacutea del mito sin recurrir a la hipoacutetesis de un defecto inherente a la mente humana misma Si se reco-noce que el lenguaje es la fuente del mito entonces hasta las incongruencias y contradicciones del pensamiento miacutetico que-dan reducidas a un poder universal y objetivo y por tanto en-teramente racional

3 Veacutease Muumlller op cit pp 44 Selected Essays I 3784 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p8 Selected Essays I 310

5 Veacutease F Max Muumlller Natural Religion The Gifford Lectures 1888 (Londres y Nueva York Longmans Green amp Co 1889) con-ferencia V ldquoMy own defi nition of Religionrdquo pp 103-140 Physical Religion The Gifford Lectures 1890 (Londres y Nueva York Long-mans Green amp Co 1891) conferencia VI ldquoPhysical Religion The Natural and the Supernatur alrdquo pp 119 ss

6 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p 37 Selected Essays I 3657 Es un hecho curioso que los primeros elementos de la teoriacutea de

Max Muumlller hayan de buscarse en los escritos de uno de los grandes racionalistas En su saacutetira Sur lrsquoeacutequivoque Boileau propuso la teoriacutea de que la ambiguumledad de las palabras es la verdadera fuente del mito

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Mucho contribuyoacute a la infl uencia de esta doctrina el hecho de que fuera aceptada con algunas reservas criacuteticas por el primer fi loacutesofo que tratoacute de crear una ldquofi losofiacutea sinteacuteticardquo una visioacuten coherente y comprensiva de todas las actividades de la mente humana basada en principios estrictamente empiacutericos y en la teoriacutea general de la evolucioacuten Herbert Spencer halloacute la fuente primera y principal de toda religioacuten en el culto de los antepasados El primer culto afi rmoacute eacutel no fue el culto de las fuerzas naturales sino el culto de los muertos8 Sin embargo con el fi n de comprender el traacutensito del culto de los antepasa-dos al culto de los dioses personales debemos introducir una nueva hipoacutetesis Seguacuten Spencer lo que hizo posible y hasta necesario este nuevo paso fueron el poder y la infl uencia per-durable del lenguaje El lenguaje humano es metafoacuterico en su esencia misma estaacute lleno de siacutemiles y analogiacuteas La mente pri-mitiva es incapaz de comprender estos siacutemiles en un sentido meramente metafoacuterico Toma estos siacutemiles por realidades y piensa y actuacutea de acuerdo con este principio Esta interpreta-cioacuten literal de los nombres metafoacutericos fue la que condujo desde las primeras formas elementales del culto de los antepa-sados desde la adoracioacuten de seres humanos hasta la adoracioacuten de plantas y animales y fi nalmente de grandes fuerzas de la naturaleza Un haacutebito comuacuten y muy extendido de las socieda-des primitivas es el de darles a los nintildeos recieacuten nacidos nom-bres de plantas animales estrellas y otros objetos naturales A los nintildeos se les llama ldquoTigrerdquo ldquoLeoacutenrdquo ldquoCuervordquo a las nintildeas ldquoLunardquo ldquoEstrellardquo Originariamente todos estos nombres no eran maacutes que epiheta ornantia los cuales expresaban ciertas cualidades personales que se atribuiacutean a los seres humanos De acuerdo con esta tendencia de la mente primitiva a entender

todos los teacuterminos en sentido literal era inevitable que se ma-linterpretasen esos nombres complementarios y esos tiacutetulos metafoacutericos Alguna vez ldquoAurorardquo se usariacutea como nombre pro-pio de persona las tradiciones referentes a una que se hubiese destacado conduciriacutean en la mente ingenua del salvaje a una identifi cacioacuten con la aurora misma y sus aventuras seriacutean in-terpretadas de la manera que pareciese maacutes congruente con la naturaleza de la aurora Es maacutes en las regiones donde tal nom-bre hubiese sido el propio de miembros de tribus adyacentes o de miembros de una misma tribu que hubieran vivido en tiempos distintos surgiriacutean genealogiacuteas incongruentes y aven-turas antagoacutenicas de la aurora9

Tambieacuten aquiacute encontramos explicado el fenoacutemeno del mito el panteoacuten entero del politeiacutesmo como una simple enferme-dad El culto de objetos conspicuos concebidos como perso-nas resulta de un error linguumliacutestico La grave objecioacuten a que puede someterse tal teoriacutea es manifi esta El mito es una de las maacutes antiguas y grandes fuerzas de la civilizacioacuten humana Estaacute conectado iacutentimamente con todas las demaacutes actividades huma-nas es inseparable del lenguaje de la poesiacutea del arte y del maacutes remoto pensamiento histoacuterico La ciencia misma tuvo que pasar por una etapa miacutetica antes de alcanzar la etapa loacutegica la alquimia precedioacute a la quiacutemica la astrologiacutea a la astronomiacutea Si las teoriacuteas de Max Muumlller y de Spencer fuesen ciertas tendriacutea-mos que admitir la conclusioacuten de que en resumidas cuentas la historia de la civilizacioacuten humana se debe a una simple equivo-cacioacuten a una mala interpretacioacuten de palabras y de teacuterminos Y no es una hipoacutetesis muy satisfactoria o plausible pensar que la cultura sea el producto de una mera ilusioacuten un malabarismo de palabras y un pueril juego de nombres G

8 Veacutease H Spencer The Principles of Sociology (1876) cap xx (Nueva York Appleton amp Co 1901 i 1901 i 285 ss) 9 Ibid xxii-xxiv i 329-394

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El mito y la sociedadJoseph Campbell

1- El que cambia de forma

No hay un sistema fi nal para la interpretacioacuten de los mitos y nunca habraacute tal cosa La mitologiacutea es como el dios Proteo ldquoel veraz anciano de los maresrdquo El dios ldquoprobaraacute de convertirse en todos los seres que se arrastran por la tierra y en agua y en ardentiacutesimo fuegordquo1

El viajero de la vida que quiera recibir ensentildeanzas de Proteo debe ldquosujetarlo aunque desee e intente escaparserdquo y fi nalmente apareceraacute en la forma que le es propia Pero este astuto dios nunca descubre ni siquiera ante el maacutes haacutebil interrogador el contenido iacutentegro de su sabiduriacutea Contestaraacute a la pregunta que se le haga y la respuesta seraacute grande o trivial seguacuten lo que se le haya preguntado ldquoCuando el sol siguiendo su curso llega al centro del cielo el veraz anciano de los mares oculto por negras y encrespadas olas salta en tierra al soplo del Ceacutefi -ro En seguida se acuesta en honda gruta y a su alrededor se ponen a dormir todas juntas las focas de nataacutetiles pies hijas de la hermosa Halosidne que salen del espumoso mar exhalando el acerbo olor del mar profundiacutesimordquo2 El rey guerrero griego Menelao guiado y ayudado por una hija de este viejo padre del mar a sus salvajes lares e instruido por ella de coacutemo lograr la respuesta del dios deseaba soacutelo preguntar el secreto de sus difi cultades personales y el paradero de sus amigos personales Y el dios se dignoacute a responder

La mitologiacutea ha sido interpretada por el intelecto moderno como un torpe esfuerzo primitivo para explicar el mundo de la naturaleza (Frazer) como una produccioacuten de fantasiacutea poeacutetica de los tiempo prehistoacutericos mal entendida por las edades pos-teriores (Muumlller) como un sustitutivo de la instruccioacuten alegoacute-rica para amoldar el individuo a su grupo (Durkheim) como un suentildeo colectivo sintomaacutetico de las urgencias arquetiacutepicas dentro de las profundidades de la psique humana (Jung) como el vehiacuteculo tradicional de las intuiciones metafiacutesicas maacutes pro-fundas del hombre (Coomaraswamy) y como la Revelacioacuten de Dios a Sus hijos (la Iglesia) La mitologiacutea es todo esto Los diferentes juicios estaacuten determinados por los diferentes puntos de vista de los jueces Pues cuando se la investiga en teacuterminos no de lo que es sino de coacutemo funciona de coacutemo ha servido a la especia humana en el pasado y de coacutemo puede servirle ahora

la mitologiacutea se muestra tan accesible como la vida misma a las obsesiones y necesidades del individuo la raza y la eacutepoca

2- La funcioacuten del mito del culto y de la meditacioacuten

En su forma viva el individuo es necesariamente soacutelo una frac-cioacuten y una distorsioacuten de la imagen total del hombre Estaacute limi-tado ya sea hembra o varoacuten tambieacuten lo estaacute en cualquier pe-riodo de su vida como nintildeo como joven como adulto o como anciano y no soacutelo eso sino que en su vida estaacute necesariamente especializado como artesano comerciante sirviente o ladroacuten sacerdote o liacuteder esposa monja o prostituta no puede serlo todo De aquiacute que la totalidad la plenitud del hombre no esteacute en un miembro aparte sino en el cuerpo de la sociedad como un todo el individuo puede soacutelo ser un oacutergano De su grupo ha tomado las teacutecnicas de vida el lenguaje en que piensa las ideas por las cuales lucha los genes que han construido su cuerpo descienden del pasado de esa sociedad Si pretende ais-larse ya sea en hechos pensamientos o sentimientos soacutelo lo-gra romper las relaciones con las fuentes de su existencia

Las ceremonias tribales de nacimiento la iniciacioacuten el ma-trimonio el entierro la adquisicioacuten de un estado social etc sirven para trasladar la crisis y hechos de la vida del individuo a formas claacutesicas e impersonales Estas formas tienen por obje-to mostrarlo a siacute mismo no como esta personalidad o la otra sino como el guerrero la desposada la viuda el sacerdote el jefe al mismo tiempo se representa para el resto de la comuni-dad la vieja leccioacuten de las etapas arquetiacutepicas Todos participan en el ceremonial de acuerdo con su rango y su funcioacuten La sociedad entera se hace visible como una unidad viva e impe-recedera Pasan generaciones de individuos como ceacutelulas anoacute-nimas de un cuerpo vivo pero permanece la forma sustentante e intemporal Por una ampliacioacuten de la visioacuten para abarcar a este superindividuo cada uno se descubre a siacute mismo engran-decido enriquecido apoyado y magnifi cado Su papel aunque no sea nada impresionante se ve como intriacutenseco a la bella imagen festiva del hombre la imagen potencial pero necesaria-mente inhibida que estaacute dentro del individuo

Los deberes sociales continuacutean la leccioacuten del festival en la existencia diaria y normal y se le da maacutes validez al individuo Por el contrario la indiferencia las revoluciones o el exilio rom-pen las conexiones vitales Desde el punto de vista de la unidad social el individuo aislado no es sino una nada un desperdicio De aquiacute que el hombre o la mujer puedan decir honestamente que han vivido su papel mdashya sea el de sacerdote prostituta reina o esclavomdash se refi eren al sentido completo del verbo ser

Joseph Campbell El heacuteroe de las mil caras Psicoanaacutelisis del mito Traduccioacuten de Luisa Josefi na Hernaacutendez fce Meacutexico 2006

1 Odisea iv 401 417-41 Traduccioacuten de Luis Segalaacute y Estalella2 Ibid 400-406

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Los ritos de la iniciacioacuten y de la adquisicioacuten de una situa-cioacuten pues muestran la leccioacuten de la unidad esencial del in-dividuo y el grupo los festivales de las estaciones abren un horizonte mayor Asiacute como el individuo es un oacutergano de la so-ciedad asiacute es la tribu o la ciudad mdashasiacute es la humanidad ente-ramdash soacutelo una fase del poderoso organismo del cosmos

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para domi-nar a la naturaleza Eacutesta es una representacioacuten equivocada Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre y particularmente en aquellas ceremonias maacutegicas que se supone han de traer lluvia curar las enfermedades o detener las inun-daciones sin embargo el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponieacutendolas a la magia ne-gra) es la sumisioacuten a lo inevitable del destino y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente

No se ha registrado ninguacuten mito tribal que intente postergar la llegada del invierno al contrario los ritos preparan a la co-munidad para soportar junto con el resto de la naturaleza la estacioacuten del friacuteo tremendo Y en la primavera los ritos no inten-tan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maiacutez frijol y calabazas para la comunidad debilitada por el contrario los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estacioacuten de la na-turaleza El maravilloso ciclo del antildeo es celebrado con todos sus contratiempos y periacuteodos de juacutebilo y es bosquejado y represen-tado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano

Muchas otras simbolizaciones de esta continuidad llenan el mundo de la comunidad mitoloacutegicamente instruida Por ejem-plo los clanes de las tribus cazadoras norteamericanas se con-sideraban descendientes de ancestros mitad animales y mitad humanos Estos ancestros no solamente eran los padres de los miembros humanos del clan sino tambieacuten de la especie animal de donde el clan tomaba su nombre Asiacute los miembros huma-nos del clan del castor eran primos hermanos de los castores protectores de dicha especie y al mismo tiempo protegidos por la sabiduriacutea animal del pueblo de los bosques Y otro ejemplo el hogan o choza de barro de los Naacutevajo de Nuevo Meacutexico y Arizona se construye seguacuten el plan de la idea del cosmos de los Naacutevajo La entrada estaacute hacia el oriente Los ocho lados re-presentan las cuatro direcciones principales y los puntos que quedan entre ellas Cada arista y cada viga corresponde a un elemento en el gran hogan de la tierra y el cielo que todo lo abarcan Y como el alma del hombre es considerada en su for-ma como ideacutentica al universo la choza de barro es la represen-tacioacuten de la armoniacutea baacutesica del hombre y del mundo y un re-cordatorio del escondido camino vital de la perfeccioacuten

Pero hay otro camino diametralmente opuesto al de los de-beres sociales y los cultos populares Desde el punto de vista del camino del deber el que es exiliado de la comunidad es nada Desde el otro punto de vista este exilio es el primer paso en la buacutesqueda Cada uno lleva el todo dentro de siacute mismo por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de eacutel Las diferen-ciaciones de sexo edad y ocupacioacuten no son esenciales a nuestro caraacutecter sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo La imagen interior del hombre no de-be confundirse con su atuendo Pensamos que somos ameri-canos hijos del siglo xx occidentales y cristianos civilizados Somos virtuosos o pecadores Sin embargo esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre denotan solamente acci-dentes geograacutefi cos fecha de nacimiento e ingresos econoacutemi-

cos iquestCuaacutel es el meollo de nosotros iquestCuaacutel es el caraacutecter baacutesico de nuestro ser

El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India los misterios heleacutenicos de las iniciaciones las antiguas fi losofiacuteas de Oriente y del Occidente son teacutecnicas para despla-zar el hincapieacute de la conciencia individual fuera de la presencia exterior Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo maacutes profundo ldquoYo no soy esto ni lo otro mdashmeditamdash no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir mi cuerpo que estaacute enfermo o envejece ni mi brazo mis ojos mi cabeza ni la suma de todas estas cosas No soy mis sentimientos ni mi men-te ni mi fuerza intuitivardquo Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y fi nalmente alcanza insondables rea-lizaciones Ninguacuten hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como Don Fu-lano de tal o cual poblacioacuten de cierto paiacutes La sociedad y los deberes se esfuman Don Fulano al descubrirse grande con el hombre se convierte en una persona abstraiacuteda y apartada

Eacutesta es la etapa de Narciso contemplaacutendose en la fuente del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del aacuterbol pero no es la uacuteltima meta es un requisito pero no es el fi n La meta no es ver sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia en-tonces el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola De aquiacute que la separacioacuten el aislamiento ya no sean necesarios Por dondequiera que vaya el heacuteroe y cualquier cosa que haga siempre estaacute en presencia de su propia esencia porque ha perfeccionado sus ojos para ver No hay aislamiento Asiacute como el camino de la participacioacuten social puede llevar a la realizacioacuten del Todo en el individuo asiacute el exilio trae al heacuteroe al Yo en todo

Centrado en este punto capital el problema del egoiacutesmo o del altruismo desaparece El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identifi cado con el signifi cado iacutentegro del uni-verso Por Eacutel y para Eacutel se ha hecho el mundo ldquoOh Mahoma mdashdijo Diosmdash si no fuera por ti no hubiera creado el cielordquo

3- El heacuteroe de hoy

Todo esto se halla lejos del punto de vista contemporaacuteneo pues el ideal democraacutetico del individuo que se determina a siacute mismo la invencioacuten de los artefactos mecaacutenicos y eleacutectricos y el desarrollo de los meacutetodos cientiacutefi cos de investigacioacuten han transformado la vida humana en tal forma que el universo in-temporal de siacutembolos hace mucho tiempo heredados ha sufri-do un colapso A esto se refi eren en el Zaratustra de Nietzsche las trascendentales palabras que anuncian una eacutepoca ldquoMuertos estaacuten los diosesrdquo3 Es una faacutebula que sabemos que se ha repeti-do de mil maneras Es el ciclo del heacuteroe de la edad moderna la maravillosa historia de la especie humana que llega a la ma-durez El lastre del pasado la atadura de la tradicioacuten han sido destruidos con seguros y poderosos golpes La telarantildea del suentildeo miacutetico cayoacute la mente se abrioacute a la iacutentegra conciencia despierta y el hombre moderno surgioacute de la ignorancia de los antiguos como una mariposa de su capullo o como el sol del amanecer surge del vientre de la madre noche

3 Nietzsche Asiacute habloacute Zaratustra 1223

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No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

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La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

8 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

Meacutexico el paiacutes quiso relacionarse con un mundo que era de verdad el otro mundo Sus modelos le pagaron mal los Estados Unidos con la invasioacuten de 1847 y Francia con la de 1862

Traducir fue una forma de respirar En los seminarios se afi anzoacute la cultura latina y se establecioacute una tradicioacuten que pro-sigue hasta hoy y ha hecho que un poeta mexicano Rubeacuten Bonifaz Nuntildeo sea la uacutenica persona en el mundo que ha tradu-cido eacutel solo a todos los grandes claacutesicos de Roma La lengua de la Iglesia asfi xioacute al griego a tal punto que otro de nuestros je-suitas exiliados Francisco Javier Alegre tuvo que trasladar iexclal latiacuten La Iliada para que alguien la leyera

Los primeros poetas mexicanos fueron asiduos de los ro-maacutenticos y de la Antologiacutea griega Joseacute Joaquiacuten Pesado con ayuda de Francisco Chimalpopoca profesor de naacutehuatl en la Universidad tradujo Las [poesiacuteas] aztecas Con el modernismo la versioacuten poeacutetica se legitimoacute en libros como Jardines de Francia (Enrique Gonzaacutelez Martiacutenez) y Musas de Francia (Balbino Daacute-valos) Algunas de sus paacuteginas alcanzaron gran difusioacuten al ser incluidas en la Antologiacutea espantildeola de Enrique Diacuteez-Canedo tan importante para los que iban a ser allaacute y aquiacute los poetas de 1927 como la Antologiacutea de Borges Bioy y Silvina Ocampo para los narradores de los cincuenta y los sesenta

El camino de la pasioacuten

Marco Antonio Montes de Oca dio en El surco y la brasa (1974) una antologiacutea de versiones mexicanas que abarcan de Alfonso Reyes a Carlos Montemayor Treinta antildeos despueacutes una actua-lizacioacuten exigiriacutea el doble de paacuteginas De todos modos la fi gura central en este campo y en tantos otros sigue siendo Octa vio Paz

Quizaacute el nuevo camino fue abierto en 1961 por las Imita-tions de Robert Lowell Las imitaciones son una praacutectica anti-gua e ilustre Catulo lo hizo con Safo (Ille mi par esse deo uide-tur) Quevedo con Du Bellay (ldquoBuscas a Roma en Roma oh peregrinordquo) y el resultado son grandes poemas

Sin embargo Lowell impuso la voz de Lowell sobre los ori-ginales de Villon Leopardi Heine o Victor Hugo El propoacutesi-to de Paz es diferente ldquoA partir de poemas en otras lenguas quise hacer poemas en la miacuteardquo Y a estas palabras de 1973 antildea-de en 1995 ldquoEn mis versiones quise que [estos poemas com-puestos en otros siglos] tuviesen la antiguumledad de todas las obras de arte la de hoy mismordquo

Desde entonces han aparecido obras semejantes a la de Paz el mencionado Baile de maacutescaras de Garciacutea Terreacutes y en el Peruacute Las uvas del racimo de Javier Sologuren y El ciervo y la fuente de Ricardo Silva Santiesteban Debe de haber otros tiacutetulos que desconozco pero no quisiera pasar por alto dos que merecen ser difundidos Transcripciones de Miguel Aacutengel Flores y El trai-dor de Miguel Covarrubias Para un poeta de estas tierras nada tan inconcebible como la afi rmacioacuten de Philip Larkin ldquoNo leo maacutes que poesiacutea inglesa y no me importa lo que no sea ingleacutesrdquo

El teacutermino ldquocuriosidad intelectualrdquo es pobre ante lo que estaacute tras Versiones y diversiones Soacutelo puede hablarse de verdadera pasioacuten pasioacuten por la poesiacutea y por quienes la escribieron Es inevitable pensar en Neruda (ldquoYo amo toda la poesiacutea escritardquo) y siglos antes en Safo cuando les dice a los poetas vivos y muertos ldquoCon el don de sus obras me han honradordquo

Supervielle Cocteau Eacuteluard Breton Michaux Char estaacuten traducidos con el mismo amor que Donne Yeats Cummings Stevens Crane y Elizabeth Bishop A Paz se le debe en gran parte el haber revivido el intereacutes de Tablada por el haikuacute que ahora es otra forma disponible para todos en el repertorio de la poesiacutea en espantildeol Los poemas chinos prolongan la maravi-llosa antologiacutea de Marcela de Juan soacutelo comparable a la tra-duccioacuten inglesa de Arthur Walley

Versiones y diversiones es una antologiacutea de la liacuterica universal y tambieacuten un gran libro de la poesiacutea en nuestro idioma Paz nos acercoacute lo lejano e hizo nuestro lo ajeno Nadie sabe coacutemo seraacute la literatura del siglo xxi ni queacute haraacute con el legado del siglo xx A pesar de todo uno puede creer que entre los libros que se segui-raacuten leyendo estaraacute por derecho propio Versiones y diver siones G

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Los privilegios de Octavio PazFernando del Paso

El lenguaje de la pintura como todo lenguaje artiacutestico es in-traducible nos dice Octavio Paz en un texto sobre Juan Soria-no escrito en 1962 Once antildeos despueacutes en ldquoEl signo y el ga-rabatordquo se refi ere a un texto de Cardoza y Aragoacuten sobre Guumlnter Gerzo con las siguientes palabras ldquoOscila entre la tra-duccioacuten y la creacioacutenrdquo Y aclara ldquoTraduccioacuten al lenguaje verbal del lenguaje plaacutestico del pintorrdquo

En queacute quedamos es difiacutecil decirlo porque a lo largo de todos los escritos que Paz dedicoacute a las artes plaacutesticas nos tro-pezamos con contradicciones que nos deslumbran y nos con-funden Pero tal vez se trata de contradicciones intrascenden-

tes sin importancia ya que en principio es una contradiccioacuten fundamental la que hace posible la existencia de la pintura aquella de ldquolas dos gemelas que tejen incansablemente las telas de nuestras visiones la luz y la sombrardquo como dice el poeta en el escrito dedicado a Rodolph Bresdin en Corriente alterna Nos encontramos asiacute que cuando nos habla de Baudelaire como criacutetico de arte asevera que ldquola pintura es un lenguaje incapaz de decir salvo por alusioacuten y omisioacuten el cuadro nos presenta los signos de una ausenciardquo en tanto que en un artiacuteculo sobre el arte y la identidad de los hispanos en los Estados Unidos de-clara que ldquola imagen visual dice pero lo que dice no tiene por

Fragmento tomado de la revista Letras Libres nuacutemero 54 junio 2003

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queacute ser traducido en palabras La pintura es un lenguaje que se basta a siacute mismordquo mientras que mdashde nuevo en Corriente alter-namdash afi rma que el arte moderno ldquopor ser una representacioacuten no puede rehusarse completamente a decir y a signifi carrdquo y se pregunta ldquoiquestQueacute dicen los cuadros modernos Se dicen a siacute mismosrdquo Textos y opiniones que se alternan haciendo honor al tiacutetulo del libro con consideraciones sobre la obra de Alberto Gironella que seguacuten Paz es en buena parte ldquopintura escrita del mismo modo que hay palabras pintadasrdquo o un ensayo sobre Aacutelvarez Bravo en el que con base en sus lecturas de los poetas modernos califi ca a la fotografiacutea como arte poeacutetico ldquoporque al mostrarnos estordquo dice Paz ldquoalude o presenta a aquellordquo y con meditaciones en las que el arte maya por la literalidad de las imaacutegenes que muestra labradas en piedra ldquo pueden leerse No son ilustraciones de un texto son el texto mismordquo

Por otra parte al decir cuadros ldquomodernosrdquo Paz no nos aclara si los cuadros ldquoantiguosrdquo mdashpor llamar de alguacuten modo todas las pinturas que antecedieron a las modernasmdash deciacutean algo No era necesario que lo hiciera todos sabemos que un cuadro de Nicolaacutes Bataille nos cuenta la lucha de San Miguel y el dragoacuten otro del Veroneacutes las Bodas de Canaacute uno maacutes de Mantegna el martirio de San Cristoacutebal y otro en fi n de Ma-teo Cerezo las bodas miacutesticas de Santa Catalina

Y sin embargo esto no es verdad ninguna de las pinturas arriba mencionadas cuenta algo todas recuentan El especta-dor tiene que conocer de antemano la historia o la leyenda que el cuadro presenta tiene que haberla leiacutedo en un libro sobre mitologiacutea o en la Biblia tiene que haberla escuchado en alguna parte alguna vez para saber de queacute trata la pintura que tiene ante sus ojos Una pintura que aunque muy lejos de lo que hoy conocemos como ldquoilustracioacutenrdquo es una pintura que ilustra un hecho o una leyenda Todaviacutea en nuestro fi n de siglo los visi-tantes de los museos necesitan que el guiacutea les diga eacutesta es se-ntildeoras La Batalla de San Romano de Paolo Uccello eacutesta es sentildeo-res La Rendicioacuten de Breda de Diego Velaacutezquez

Pero si esas pinturas ilustran algo a los espectadores de hoy diacutea ya no los ilustran a pocos fuera de Espantildea puede intere-sarles el hecho de que la rendicioacuten de Breda implicara la derro-ta de Mauricio de Nassau y a muchos menos fuera de Italia saber quieacuten si Siena o Florencia ganoacute la batalla de San Roma-no Ademaacutes de que sabemos poca era la fi delidad de los artis-tas hacia acontecimientos histoacutericos asiacute fuera porque no los vieron soacutelo los imaginaron mdashtal es el caso del fusilamiento de Maximiliano emperador de Meacutexico por Manet quien inventoacute una barda que nunca existioacute encima de la cual se asomaban las cabezas de los curiososmdash o a pesar de haber sido testigos de ellos como en el caso de David quien en la pintura de la co-ronacioacuten de Napoleoacuten incluyoacute a la madre de eacuteste Leticia Ra-molino quien se sostuvo ausente de la ceremonia

Da lo mismo porque lo que no ilustra pero siacute nos ilumina es son otras virtudes del cuadro su belleza y la poesiacutea de la que es contenido y continente A veces tambieacuten la gracia en todas sus acepciones tanto terrenales como celestiales Ningu-

na otra cosa nos dicen pero con eso basta las esculturas del Brancusi las pinturas de Dubuffet y las maacutequinas locas de Tanguely Belleza y poesiacutea gracias que en ocasiones son con-vulsivas y se columpian entre el horror y la obscenidad el in-fi erno y la desolacioacuten Goya y Bacon la escultura precolombi-na y Otto Dix

La analogiacutea nos dice Octavio Paz es la funcioacuten maacutes alta de la imaginacioacuten y puente entre lenguajes distintos poesiacutea muacute-sica pintura Es pues necesario tender un puente entre el cuadro y lo que se escribe mdashaunque pareciera que pintura y literatura son dos lenguajes paralelos que se juntan en el infi -nitomdash para decirle al lector lo que el cuadro nos dice Pero se necesita un lector interesado y que algo al menos sepa de la materia y el espiacuteritu del arte o que cuente con la curiosidad y la sensibilidad sufi cientes para aprender No podemos contarle la pintura a un ciego de nacimiento o a un ciego de entendi-miento Por eso los mejores textos sobre un pintor o un escul-tor son aquellos de los cataacutelogos de sus exposiciones que le brindan a los espectadores la oportunidad de ignorarlos O que pueden con suerte ayudarlos a ver

Creo que fue Max Ernst quien deciacutea que su principal ocu-pacioacuten en la vida era la de ver No fue eacutesta la principal ocupa-cioacuten de Octavio Paz pero siacute una de sus maacutes caras preocupacio-nes Dotado del prestigio de una privilegiada vista cuando veiacutea veiacutea mejor que muchos Y agraciado con el privilegio de la palabra poeacutetica por excelencia lo que contaba sobre lo que habiacutea visto pocos lo podraacuten superar Otros escritores mdashy eacutel mismo nos lo recuerdamdash en Francia Baudelaire y Apollinaire en Meacutexico Villaurrutia Gorostiza y Cuesta entre otros escri-bieron sobre arte Ninguno como eacutel

Desde luego criacuteticos de arte con gran talento los ha habido siempre Pero Paz prefi rioacute hablar desde las orillas luminosas de la poesiacutea Mejor dicho no podiacutea hacerlo de otra manera aun-que eacutel mismo califi cara sus escritos como criacutetica ldquoLa criacutetica mdashdicemdash no soacutelo hace maacutes intenso y luacutecido mi placer sino que me obliga a cambiar mi actitud ante la obrardquo Palabras que implican una especie de conclusioacuten y de solucioacuten de un razo-namiento anterior en el que con lucidez y modestia reconoce la casi imposibilidad de escribir sobre arte y artistas sin abdicar de la razoacuten sin convertirla nos dice ldquoen servidora de nuestros gustos maacutes fatales y de nuestras inclinaciones menos premedi-tadasrdquo Pero de alguna manera Paz se las arregla en este texto titulado ldquoDe la criacutetica a la ofrendardquo para conciliar su juicio y su gusto su razoacuten y sus pasiones En un escrito sobre Barragaacuten cita a este gran arquitecto diciendo que su obra mdashla de eacutel mismo su arquitecturamdash estaba inspirada por dos pala-bras la palabra ldquomagiardquo y la palabra ldquosorpresardquo Esto mismo podemos decir de la obra del propio Octavio Paz porque le viene como anillo al dedo es con la magia y la sorpresa como Octavio Paz se convence y convence al lector mdashal menos yo soy uno de los convencidosmdash de la validez y transparencia la sabiduriacutea y el entusiasmo contagioso de su palabra cuando nos habla de arte G

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Evocacioacuten de Octavio PazJuliaacuten Meza

Quizaacute a contracorriente de lo que pueden pensar de miacute algu-nos de mis amigos y lectores como escritor no soacutelo practico la diatriba Tambieacuten soy capaz de hacer elogios pero soacutelo cuando me parecen adecuados y sin dejar de lado la criacutetica siempre tan necesaria Y de aquiacute esta evocacioacuten de Octavio Paz para cele-brar su sensibilidad y su inteligencia a diez antildeos de su muerte

Desde Sor Juana Ineacutes de la Cruz no habiacutea habido en Meacutexico un poeta un escritor tan destacado como Octavio Paz

No faltaraacute quien crea (asiacute sea soacutelo en su fuero iacutentimo) que esta afi rmacioacuten es por lo menos excesiva o simplemente pro-vocadora pero estoy convencido de que la extensa obra de este poeta y pensador la justifi ca

La fi gura de Paz casi siempre fue controvertida y aun vili-pendiada aunque soacutelo en Meacutexico En otros paiacuteses el reconoci-miento a la persona y a su obra se produjo relativamente pron-to y sin reticencias

Al igual que Jorge Luis Borges Octavio Paz fue descubierto al mundo por los franceses entre los que hizo numerosos ami-gos tanto en el campo de la poesiacutea y de las letras como en el del pensamiento Buena parte de la intelligentzia mexicana tar-

doacute en reconocerlo o nunca lo reconocioacute sobre todo por cues-tiones ideoloacutegicas y no literarias o poeacuteticas aun cuando hay quienes afi rman desde muchos peldantildeos abajo en el mundo de las letras que Paz no fue muy importante ni como poeta ni como pensador

Tras una prolongada ausencia debida a su trabajo en el ser-vicio exterior mexicano Octavio Paz volvioacute a Meacutexico alguacuten tiempo despueacutes de haber renunciado puacuteblicamente a su condi-cioacuten de embajador en la India como rechazo a la poliacutetica re-presiva del reacutegimen impuesto por el partido uacutenico enfaacutetica-mente representado entonces por Gustavo Diacuteaz Ordaz De esta manera junto con Javier Barros Sierra (que en buena me-dida encabezoacute la primera exigencia puacuteblica de democracia en Meacutexico) fue uno de los raros disidentes del sistema poliacutetico autoritario fundado por Obregoacuten y Calles y afi nado por Laacuteza-ro Caacuterdenas iquestPor queacute disidentes Porque hasta cierto punto eran hombres del sistema (un embajador y un rector de la unam) que cuestionaron abiertamente el reacutegimen poliacutetico mexicano como lo hicieron numerosos personajes que habiacutean trabajado en instituciones del reacutegimen totalitario sovieacutetico

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Sajaacuterov entre otros Ciertamente su disidencia no los condujo a un campo de concentracioacuten en un Gulag tropical como el de Fidel Castro y esto porque el sistema poliacutetico mexicano que prevalecioacute durante poco maacutes de setenta antildeos (y que auacuten existe sobre todo cuando se manifi esta en el uso partidista de los sin-dicatos corporativos y de otras instituciones que se crearon durante el antiguo reacutegimen) no era totalitario sino autoritario Pero tampoco fueron a la caacutercel (como Joseacute Revueltas y otros escritores o acadeacutemicos) porque en el caso de Barros Sierra se trataba de una persona totalmente ajena a la ideologiacutea comu-nista y de mucho prestigio en el aacutembito nacional y en el de Octavio Paz de una fi gura reconocida con razoacuten en el aacutembito internacional Quizaacute impidioacute que Paz fuera a la caacutercel este re-conocimiento que me recuerda el caso de Lev Tolstoi No obstante su criacutetica a la autocracia zarista y a la iglesia ortodoxa rusa la fama internacional de Tolstoi lo puso a resguardo de la caacutercel el exilio interior o el campo de concentracioacuten pero no de la excomunioacuten decidida por los jerarcas de la Iglesia orto-doxa rusa Octavio Paz tambieacuten fue excomulgado pero no por la Iglesia de Roma con cuyas ruedas de molino nunca comul-goacute sino tanto por los admiradores de Castro de Stalin y de la Unioacuten Sovieacutetica de Trotski (otro disidente que sin embargo jamaacutes renuncioacute a la iglesia marxista) o de la China de Mao como por los epiacutegonos del reacutegimen impuesto y preservado por el partido uacutenico

Evoco pues a Octavio Paz al igual que a Sor Juana porque en cierta medida no fueron ldquohombres en su siglordquo (las comillas no son por lo de hombres sino por lo de su siglo y ambos conceptos remiten al tiacutetulo de una obra de Paz Ademaacutes para miacute el hombre en el sentido universal de la palabra sigue siendo el hombre aun cuando se trate de una mujer) dado que lo tras-cendieron ampliamente tanto en su obra creativa como en la refl exiva

Al igual que Sor Juana Octavio Paz no soacutelo nunca fue reco-nocido por muchos de sus contemporaacuteneos sino que tambieacuten tuvo que hacer frente a sus Sor Filoteas y ldquootras inquisicionesrdquo (Borges) Al igual que la monja criolla fue objeto de la maledi-cencia mdashentre otros de su exmujer la estupenda creadora de Recuerdos del porvenir Elena Garro A diferencia de los procas-tristas y otros pobladores de la granja sovieacutetica lo acusoacute de ser comunista por sus criacuteticas al sistema autoritario mexicano y su solidaridad con los estudiantes impugnadores de 1968 iquestCuaacuten-tas diatribas se habraacuten escrito contra Paz en el curso de los antildeos que van de su regreso a Meacutexico al derrumbe del bloque sovieacutetico Sin lugar a dudas son incontables pues lo mismo fueron obra de periodistas ya olvidados que de ocurrentes es-critores municipales

Para los habitantes de la granja orwelliana que pasaron por alto sus criacuteticas al sistema poliacutetico mexicano (entre otras las

contenidas en Posdata y El ogro fi lantroacutepico) Octavio Paz estaba al servicio de la cia y del imperialismo norteamericano debido a sus juicios sobre el totalitarismo en la urss en Europa central y en su escaparate tropical Cuba Y esto al mismo tiempo que (iquestparadoacutejicamente) sus detractores viviacutean de las becas de fun-daciones o de instituciones acadeacutemicas norteamericanas que iquesteran islotes en el interior del imperio

Otros aun cuando comprendieron el sentido y el alcance de las tomas de posicioacuten poliacutetica de Paz mantuvieron un silencio que los hizo coacutemplices de esos modernos inquisidores Pese a las invitaciones del poeta optaron por no publicar en las dos revistas fundadas por Paz a su regreso de la India Plural y Vuel-ta para no ser acusados de colaborar con ldquoun agente del impe-rialismo norteamericanordquo

Hubo sin embargo un pequentildeo nuacutecleo de escritores y ar-tistas que compartieron con Octavio Paz sus ideas y sus pre-ocupaciones Destacan entre otros Alejandro Rossi y Gabriel Zaid Algunos maacutes que estuvieron en el nuacutecleo original de Plural y Vuelta se distanciaron del pensador por diversos moti-vos algunos de ellos ideoloacutegicos Los que nunca abandonaron al poeta fueron sus amigos poetas y pensadores norteamerica-nos y sobre todo europeos Entre eacutestos destacan los dos uacutelti-mos sabios de la historia contemporaacutenea Cornelius Castoria-dis y Edgar Morin Siacute los dos uacuteltimos sabios porque como escribioacute Castoriadis el ejercicio de la criacutetica fue abandonado por los intelectuales Y tan es asiacute que hoy eacutestos hacen el elogio de las peores atrocidades gubernamentales y de los maacutes execra-bles gobernantes de la misma manera que fueron epiacutegonos de diversos tiranos comunistas No supieron ldquomantener la distan-cia que los separaba del priacutenciperdquo (Paz) ni cuando eran compa-ntildeeros de viaje de los dictadores comunistas ni la mantienen ahora que son cortesanos del saacutetrapa petrolero y de los peque-ntildeos tiranos a su servicio

El irrestricto ejercicio de la criacutetica de Paz no conocioacute ideo-logiacuteas ni fronteras Esto lo supieron apreciar los grandes poetas como Joseph Brodsky que fue su gran compantildeero y amigo tanto en el campo de la poesiacutea como en el de la refl exioacuten

A diez antildeos de la muerte del poeta se resiente su ausencia Lo antildeoran sus amigos sus compantildeeros y todos aquellos que compartieron sus ideas y su pasioacuten por la poesiacutea Maacutes auacuten poco antes de su muerte algunos de aquellos que lo atacaron en vida anularon la distancia que los separaba del pensador y del poeta Esto fue resultado por una parte del derrumbe del to-talitarismo sovieacutetico que dejoacute en la orfandad a los compantildeeros de viaje de los comunistas y por otra parte de una decisioacuten de Octavio Paz morir en paz con sus antiguos detractores aun-que hubo quienes se negaron a aceptar esta uacuteltima gran inicia-tiva del poeta

Meacutexico marzo de 2008 G

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Pasioacuten liacuterica sin fi nldquoPiedra de solrdquo no descansa en PazAlberto Arriaga

El 28 de septiembre de 1957 el Fondo de Cultura Econoacutemica tiroacute 300 ejemplares con el atento cuidado de Aliacute Chumacero y en la coleccioacuten Tezontle de lo que acaso es uno de los poemas maacutes determinantes emblemaacuteticos misteriosos inclasifi cables inevitables deslumbrantes de la literatura del siglo xx ldquoPiedra de solrdquo de Octavio Paz que 50 antildeos despueacutes todaviacutea cambia la vida de quien se atreve a leerlo

Como bien lo sentildealoacute Joseacute Luis Martiacutenez no hubo humor o saacutetira en la poesiacutea de Paz El autor de La estacioacuten violenta trans-fi guroacute su motivacioacuten poeacutetica (cualquiera que haya sido) en motivos y correspondencias ldquoque trascendioacute sus signifi cadosrdquo No hay juego soacutelo caminatas concentracioacuten plaacutestica y musi-cal Nunca se molestoacute en presumir su destreza versifi cadora soacutelo aplicoacute su oiacutedo seguro y empleoacute ldquocon preferencia endeca-siacutelabos sueltos combinados a veces con hetpasiacutelabos o pentasiacute-labosrdquo La mejor caminata acaso se encuentra en el ldquoNocturno de San Ildefonsordquo ldquoEl muchacho que camina por este poema entre San Ildefonso y el Zoacutecalo es el hombre que lo escribe esta paacutegina tambieacuten es una caminata nocturnahelliprdquo y en varios

pasajes de ldquoPasado en clarordquo ldquoOiacutedos con el alma pasos men-tales maacutes que sombras sombras del pensamiento maacutes que pasos por el camino de ecos que la memoria inventa y bo-rra sin caminar caminan sobre este ahora puente tendido entre una letra y otrahelliprdquo

Pero maacutes allaacute de las caminatas por el subsuelo del lenguaje ldquoPiedra de solrdquo es el emblema de la pasioacuten liacuterica de su autor Tambieacuten ha dejado descendencia numerosa y no menos con-siderable es la criacutetica que ha provocado ldquoHay que partir de un hecho y es que el poema ante todo tiene como temas centrales el tiempo (o si se quiere el instante) y el amor incluso desde el epiacutegrafe de Nerval donde dice que la treceava es la primerardquo dijo el poeta Marco Antonio Campos quien varias veces se ha enfrentado con la inevitable infl uencia de Octavio Paz su maacutes reciente antologiacutea poeacutetica El forastero en la tierra posee reso-nancias evidentes con la capacidad viajera (dentro y fuera de la paacutegina en blanco) del caminante Paz ldquoAlguna vez me dijo que buscaba con lsquoPiedra de solrsquo escribir un poema generacional Yo creo que el poema verdaderamente generacional es el lsquoNoctur-

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no de San Ildefonsorsquo salvo momentos por ejemplo lo de Es-pantildea o lo de la preparatoria en general es un poema que va por otras direccioneshellip Lo que buscoacute mdashy logroacutemdash en este poe-ma fue que todas las mujeres sean una mujer y que una mujer sea todas las mujeres Por un lado estaacuten todos los instantes resumidos en un instante donde tambieacuten estaacute la mujer y por otro lado estaacuten las mujeres histoacutericas y literarias incluso reli-giosas Mariacutea Laura Perseacutefone o Melusinardquo

Complejo en sus diferentes aspectos en ldquoPiedra de solrdquo encontramos la depuracioacuten de los temas que acompantildearon a Octavio Paz durante toda su vida Pero de acuerdo con un artiacuteculo de Viacutector Manuel Mendiola (Confabulario agosto 4 2007) el poeta se incomodaba cuando le deciacutean que se trataba de su mejor poema como tambieacuten se molestaba ldquoenfaacuteticamen-terdquo cuando le endilgaban la frase hiperboacutelica de El gran poeta mexicano Avisa Mendiola

ldquoAl ser interrogado a propoacutesito de alguacuten asunto concernien-te a ese texto se endureciacutea con cierta molestia y cambiaba el tema de la charla iquestLe habiacutea dejado de gustar esa composicioacuten iquestLe pareciacutean maacutes importantes otros poemas como lsquoBlancorsquo o lsquoPasado en clarorsquo iquestLe perseguiacutea y recordaba una situacioacuten desagradablerdquo

A pesar de esa ambiguumledad emocional que le despertaba ldquoPiedra de solrdquo a su autor para muchas generaciones fue un poema formativo canoacutenico y paternal

ldquoHay que tomar en cuenta tambieacuten que es un poema circu-lar un poema escrito en endecasiacutelabos blancos un metro que no ha sido muy trabajado en lengua espantildeola como deciacutea Zaid hace maacutes de 20 antildeosrdquo recordoacute Campos ldquoLo hizo como nadie Cuando le pregunteacute en una entrevista de doacutende veniacutea esa buacutes-queda del endecasiacutelabo blanco habloacute de que aunque no era parte esencial de la tradicioacuten de la lengua espantildeola estaba en Woodsworth estaba en los isabelinos estaba en Leopardi y entre nosotros en Guilleacuten y Cernuda Creo que es el poema que cierra una etapa es la culminacioacuten de lo que llamariacuteamos en Paz la pasioacuten liacutericardquo

Aunque muchos lectores y el propio autor sentildealaron recrea-ciones de mitos mexicanos (esto aparece en una nota de la primera edicioacuten que fue recuperada hasta la edicioacuten de Seix Barral de 1975) la sensibilidad de Octavio Paz se encontraba muy lejos de la piedra azteca y maacutes abiertamente emparentada

con la tradicioacuten poeacutetica occidental No estaacute Coatlicue ni Hui-tzilopochtli pero siacute Venus siacute el tiempo circular una de las grandes obsesiones de la tradicioacuten literaria occidental

ldquoLo que me interesa enormemente en este poema es la pre-sencia de Dios porque Octavio Paz habloacute muy pocas veces de Dios en su poesiacuteardquo sentildealoacute Veroacutenica Volkow ldquoEs una compren-sioacuten muy profunda de lo que es la presencia divina para los miacutesticos [] Es un poeta maacutes del mundo de la inteligencia del mundo de las presencias del encuentro terrenal del estar aquiacute y ahora maacutes que el viaje miacutestico que nos pueden plantear Dan-te o Ficcinordquo

Para Joseacute Mariacutea Espinasa se trata de un poema sobre la muerte o desaparicioacuten o silencio de los dioses que forma una especie de trilogiacutea personal sobre el poema extenso dentro de la poesiacutea en espantildeol ldquoEscribioacute despueacutes poemas extraordina-rios De alguna manera lsquoPiedra de solrsquo junto a lsquoBlancorsquo en los antildeos 60 y a lsquoPasado en clarorsquo en la uacuteltima parte de su vida for-ma una trilogiacutea de extensos poemas y a miacute me costariacutea trabajo decidirme con cuaacutel me quedohellip Han pasado 50 antildeos y es un poema que sigue siendo perfectamente actual es un texto que no ha envejecido El hecho es que ese poema formoacute a varias generaciones de lectores y los formoacute en una idea de la poesiacutea que sigue estando en la praacutectica de cada diacutea poemas como lsquoAnagnoacuterisisrsquo de Tomaacutes Segovia o lsquoCada cosa es Babelrsquo de Eduardo Lizalde o algunos de los de David Huerta en espe-cial lsquoIncurablersquo van en ese sentido en la posibilidad de la du-racioacuten dentro del instanterdquo

El sol sigue brillando y la piedra dando calor en espera de nuevos caminantes del subsuelo del lenguaje Un siacutentoma ca-noacutenico de este poema es que 50 antildeos despueacutes maacutes allaacute de los deseos de su autor sigue funcionando como una especie de parvulario poeacutetico para plumas avanzadas llegando a contami-nar incluso a la gleba de la inteligencia mexicana iletrados dizque roqueros como los miembros del grupo Manaacute bautiza-ron una gira y un disco con el verso maacutes famoso de Octavio Paz ldquoAmar es combatirrdquo La gloria la fama deciacutea Borges es la mejor de las incomprensiones de una obra literaria Y aunque no haya leiacutedo una sola liacutenea del autor de El laberinto de la sole-dad hay maacutes de Octavio Paz en la identidad de cada mexicano que de Nezahualcoacuteyotl G

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Alguien lo deletreaEnrique Krauze

Hablaba poco de Dios Creo que descreiacutea En materia de reli-gioacuten estaba maacutes cerca de su jacobino abuelo que de su madre la piadosa dontildea Josefi na Estoy cierto de que en las tres religio-nes monoteiacutestas veiacutea un legado de intolerancia incompatible con su actitud de pluralidad Le divertiacutea contar la aneacutecdota de un fervoroso musulmaacuten que en el Himalaya le dijo casi a se-ntildeas ldquoMoiseacutes kaput Jesuacutes kaput soacutelo Mahoma viverdquo Paz pensaba que tambieacuten el maacutes reciente profeta estaba kaput y que la uacutenica religioacuten coherente con el misterio de nacer y morir era el Budismo Octavio mdashnombre latino al fi nmdash era un persona-je del mundo claacutesico buscaba la sabiduriacutea de Soacutecrates no la de Salomoacuten releiacutea a Lucrecio no la Biblia ni a San Agustiacuten no admiraba a Constantino sino a Juliano ldquoel apoacutestatardquo restaura-dor del Panteoacuten pagano Por su curiosidad universal en el arte el pensamiento y la ciencia era un hombre del Renacimiento por su espiacuteritu libre liberal y hasta secretamente libertino era un fi loacutesofo del Siglo xviii Por su arrojo creativo y su pasioacuten poliacutetica y poeacutetica fue un revolucionario del Siglo xx En suma un humanista pleno no un espiacuteritu religioso

Y sin embargo escribioacute su libro cumbre sobre Sor Juana Un dominicano el padre Juliaacuten lo invitaba a hablar sobre temas teoloacutegicos que por momentos lo atraiacutean casi tanto como a su amigo Luis Buntildeuel Quiso que en Vuelta rescataacuteramos un deba-te de 1942 sobre misticismo en el que habiacutean intervenido ade-maacutes de eacutel mismo Vasconcelos el padre Gallegos Rocafull y Joseacute Gaos Interpretoacute certeramente la obra y la vida de su ami-go Joseacute Revueltas como una extrantildea apasionada y atea imita-cioacuten de Cristo Y alguna vez me confi oacute una de las razones de su gran afecto por Gabriel Zaid con quien Paz mantuvo una con-versacioacuten ininterrumpida por casi medio siglo desde el diacutea en que hablaron por primera vez en Monterrey ldquonunca olvidareacute que Zaid encargoacute un novenario en la muerte de mi madrerdquo

El hombre que luchaba como leoacuten contra el inexorable avance de la muerte el viejo rey Lear maldiciendo al avaro destino que le escatimaba unos antildeos maacutes o siquiera unos me-ses no se abriacutea a la esperanza de lo trascendente ldquoCasi todos se quiebran frente a la muerte mdashme dijo Alejandro Rossimdash Octavio fue coherente hasta el fi nal no pidioacute un sacerdoterdquo Con todo en aquel uacuteltimo discurso en Coyoacaacuten habiacutea voltea-do hacia el cielo como invocaacutendolo las nubes se disiparon de pronto y aparecioacute el sol ldquoalliacute hay nubes y sol nubes y sol son palabras hermanas seamos dignos de las nubes del Valle de Meacutexico seamos dignos del sol del Valle de Meacutexicordquo

Antildeos atraacutes en una entrevista notable Carlos Castillo Pera-za le preguntoacute por el signifi cado de las famosas liacuteneas de su poema ldquoHermandadrdquo

Tambieacuten soy escrituraY en este mismo instanteAlguien me deletrea

Paz declaroacute su postura agnoacutestica No sabiacutea si ese ldquoalguienrdquo era un hombre como eacutel o un ser lejano maacutes allaacute de su poema ldquoPasado en clarordquo en el que aparece una tercera posibilidad la suya propia

Dios sin cuerpoCon lenguajes de cuerpo lo nombrabanMis sentidos Quise nombrarloCon un nombre solarUna palabra sin reveacutes

Era el Dios inmanente del amor y la poesiacutea G

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MitoJoseph Fontenrose

Debo aclarar desde el principio que por mito me refi ero a un relato tradicional que acompantildea a los rituales En primer lugar digo un relato algo que tiene un comienzo un desarrollo y un fi nal en otras palabras un argumento No utilizo pues el teacutermino de forma amplia y vaga para referirme a ideas animis-tas y teoloacutegicas en general Segundo me refi ero a un relato tradicional relato que en origen fue transmitido de forma oral Tercero me refi ero al tipo de relato que pretende narrar la ocasioacuten en que tuvo su origen alguna institucioacuten religiosa un culto o algunos de sus ritos y celebraciones y los actos divinos que sientan el precedente de los actos tradicionales realizados en el culto Se descubre que incluso los mitos de la creacioacuten estaacuten habitualmente relacionados con cultos A otros relatos tradi-cionales los independientes del culto se les denomina de ma-nera maacutes apropiada leyendas o cuentos populares aunque even-tualmente pueda incluirlos tambieacuten en el teacutermino mito o mi tologiacutea como se hace a menudo En efecto un mismo argu-mento puede aparecer en las tres clases de relato tradicional no es el argumento el que establece la diferencia y algunas va-riantes del mito del combate pertenecen al cuento heroico o al cuento de hadas pero no al mito auteacutentico

Al tratar de los mitos de paiacuteses antiguos debemos basarnos principalmente en las narraciones noticias y alusiones que se encuentran en la literatura antigua con un cierto apoyo en las obras del arte antiguo que representan escenas miacuteticas Muy rara vez el propoacutesito de ninguacuten escritor antiguo fue informar a los otros acerca del mito contarles una historia que no conocie-ran ya Esto es particularmente cierto del mito griego Se han recuperado textos de mitos de Babilonia y Egipto que contie-nen las propias versiones de mitos que estaban asociados con los rituales y los cultos y eran conocidos del sacerdocio y los devotos pero apenas nos ha llegado nada de ese tipo de Grecia Los escritores griegos no elaboraban textos rituales usaban los materiales miacuteticos para sus propios objetivos literarios particu-lares cambiando antildeadiendo suprimiendo fundiendo como les pareciacutea oportuno Aunque encontremos toda una narracioacuten miacutetica no un resumen ni un fragmento ni una alusioacuten no es probable que sea exactamente la versioacuten conocida por el pue-blo particularmente por el pueblo de aquellas zonas en las que el mito estaba vinculado a un culto Por consiguiente las fuen-tes son como fragmentos que deben ser reunidos estudiados

y combinados antes de que podamos saber coacutemo era realmente el conjunto

Al tratar de los mitos griegos muchos estudiosos suponen que un autor antiguo recibiacutea su conocimiento de un mito de escritores anteriores Asiacute pues es probable que se limiten a una historia literaria del mito y supongan que cualquier diferencia que se pueda encontrar debe de ser una innovacioacuten del autor en cuya obra se localiza por primera vez Por supuesto los es-critores posteriores fueron infl uidos por otros anteriores y por supuesto los escritores innovaron y cambiaron pero a me-nudo la supuesta innovacioacuten en un mito o un rasgo que apare-ce de forma tardiacutea en la tradicioacuten literaria tiene un paralelo en similares griegos o extranjeros del mito atestiguados por fuen-tes maacutes antiguas Es muy posible a veces probable que el au-tor lo tomara de la tradicioacuten oral si no de literatura ahora perdida teniacutea la tradicioacuten oral por todas partes Los eruditos han tendido a ignorar la transmisioacuten oral de los mitos o a su-poner que no existioacute despueacutes de una fecha temprana no espe-cifi cada sin embargo estuvo sin duda muy viva durante toda la Antiguumledad y en realidad nunca desaparecioacute sino que asumioacute un revestimiento cristiano en la Edad Media Se pueden en-contrar algunas huellas de la tradicioacuten oral en las paacuteginas de Pausanias y en algunas pinturas de vasijas pero en general hay que adivinarlas a partir del estudio comparado de las fuentes y los paralelos del mito

Por ello al tratar de los mitos griegos de combate utilizo todo el material pertinente recogido de la literatura y el arte griego y latino tanto antiguo como posterior A veces consigo una informacioacuten importante de escritores tardiacuteos y saco de ella conclusiones referentes a formas tempranas del mito analiza-do Pero habitualmente estas conclusiones sacadas de fuentes tardiacuteas encuentran apoyo en fuentes anteriores Es cierto tam-bieacuten que fuentes posteriores de los mitos mesopotaacutemicos egipcios e indios ofrecen un material valioso y que las conclu-siones basadas en ellos con frecuencia pueden ser apoyadas por pruebas anteriores Sobrevive poco de todo lo que se escribioacute en Heacutelade desde el siglo viii al iv o en el Oriente Proacuteximo du-rante el segundo milenio No tenemos registros de informado-res nativos La versioacuten tardiacutea de un mito puede haber apareci-do perfectamente antes por escrito o una versioacuten transmitida oralmente puede haber recibido entonces atencioacuten literaria por vez primera En pocas palabras no podemos ignorar nin-guna prueba todo nos es de utilidad

La misma permanencia del relato literario oscurece la natu-raleza fl uida de la tradicioacuten miacutetica Podemos inclinarnos a pensar que los mitos griegos se contaron siempre como los

Adelanto del libro de Joseph Fontenrose Python Estudio del mito deacutelfi co y sus oriacutegenes de proacutexima publicacioacuten (2008) por la editorial Sexto Piso Traduccioacuten de Mariacutea Tabuyo y Agustiacuten Loacutepez

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cuenta Ovidio Pero sin duda no fue asiacute Probablemente nin-guacuten griego del siglo v conociacutea ninguno de los mitos de Ovidio en la forma en que eacuteste los cuenta Cualquier narracioacuten que encontremos es la versioacuten conocida por un hombre en un mo-mento determinado El mito o el cuento popular desplazaacutendo-se de un lugar a otro pasando de una persona a otra de una generacioacuten a otra sufre cambios de manera constante se for-man nuevas versiones en cada regioacuten y en cada eacutepoca La ver-sioacuten nueva aparece cuando se cambian los detalles mdashcuando se da una expresioacuten algo diferente a un tema o un episodio cuan-do se antildeade o se quita algo cuando se cambia la secuencia de los episodiosmdash pero los nombres personales y los topoacutenimos permanecen inalterables Cuando una versioacuten particular en su progreso de un lugar a otro adquiere nombres nuevos para sus personajes y lugares se forma una variante nueva La variante es esencialmente la misma historia contada de dioses y hom-bres diferentes en un escenario diferente Eacutesta es la distincioacuten que establezco entre los teacuterminos versioacuten y variante que mu-chos investigadores utilizan de manera indistinta Un tipo es un argumento tradicional que aparece en varias variantes Es

una serie de episodios una constelacioacuten de temas que perma-nece bastante bien fi jada entre las variantes Puede haber cam-bios en la secuencia pueden desaparecer episodios o temas secundarios se pueden antildeadir caracteriacutesticas nuevas Pero debe haber un nuacutecleo duradero observable en todas las variantes para poder hablar de ldquotipordquo Por ejemplo pensemos en el rela-to tipo denominado ldquola esposa de Putifarrdquo El relato de Joseacute en el Geacutenesis es una variante hebrea de este tipo los relatos de Bellerophon Hippolytos y Teacutenedos son tres variantes griegas La variante de Hippolytos se contaba de maneras diferentes entre los griegos podemos denominar versioacuten a cada manera diferente Los nombres de Hippolytos Fedra Theseus dan unidad a la variante el argumento da unidad al tipo La dife-rencia entre variante y versioacuten se asemeja a la que existe entre especie y variedad el tipo es el gen

Un argumento tradicional al entrar en una nueva regioacuten se vincula habitualmente a los dioses o heacuteroes de esa regioacuten Los nombres cambian un pueblo puede sustituir por ejemplo con el dios que rige los fenoacutemenos atmosfeacutericos al dios homoacutelogo de la historia que ha tomado prestada Por ello el estudio de la

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difusioacuten del mito se interesa maacutes por los argumentos y los te-mas que por los participantes divinos o sus nombres Habitual-mente el origen y desarrollo del mito tiene poco o nada que ver con el origen de los dioses que aparecen en la variante na-cional o con el origen de sus nombres

Por eso este estudio al tratar de relacionar un mito con otro se interesa principalmente por los temas narrativos Por tema me refi ero a un rasgo o episodio recurrente de los relatos tradicionales Es una parte integral de la historia en que se encuentra pero es separable en el sentido de que puede apare-cer tambieacuten en otras historias tipo Algunos temas son esencia-les a un tipo otros pueden aparecer en una variante y estar ausentes en otra

El tema no se expresa de manera ideacutentica en cada versioacuten o variante cambia constantemente su ropaje externo de acuerdo con las costumbres nacionales o las caracteriacutesticas locales de los lugares en que se encuentra Puede oscurecerse o disfrazar-se pude ser que soacutelo quede una huella Si no fuera por esto todas las variantes se pareceriacutean mucho y seriacutea obvio el origen comuacuten Pero un origen comuacuten de los mitos de combate no es obvio por lo tanto es necesario un anaacutelisis temaacutetico cuidadoso de los diversos mitos Puede ser uacutetil sentildealar el tipo de variacio-nes que se producen en el tema

1 Mutaciones de papel cambios de rango de relacioacuten de clase Un heacuteroe puede reemplazar a un dios o a un gigante o un leoacuten puede reemplazar a un dragoacuten Un padre se puede con-vertir en abuelo tiacuteo hermano rey tutor una madre se puede convertir en abuela madre adoptiva nodriza esposa hermana esposa e hija se intercambian con frecuencia

2 Mutaciones en la accioacuten El modo de combate puede cambiar de una variante a otra Un tipo de castigo o de engantildeo puede ser sustituido por otro

3 Una caracteriacutestica llamativa de una variante puede quedar reducida en otra a algo menos sorprendente o puede estar dis-frazada La muerte puede transformarse en herida suentildeo de-rrota exilio desesperacioacuten Una accioacuten puede quedar mera-mente en un intento de accioacuten

4 Las acciones o rasgos de un personaje pueden transferir-se a otro del campeoacuten a su hijo esposa o ayudante incluso a su enemigo y viceversa

5 Se pueden combinar o fundir temas y papeles La heroiacutena

puede aprovecharse de la lujuria del enemigo para atraerle a la destruccioacuten La vigilancia por parte del dragoacuten de un manan-tial puede combinarse con su habitacioacuten en el mar su conten-cioacuten de las aguas su bloqueo de un camino y su control sobre un recinto sagrado

6 Puede haber expansioacuten o duplicacioacuten de temas personas episodios El campeoacuten puede dividirse en padre e hijo Un solo enemigo se puede convertir en el jefe y muacuteltiples subordina-dos Se pueden librar varios combates con varias muertes o derrotas del campeoacuten o del enemigo

Dado que a menudo se ha sentildealado la semejanza de los mi-tos con los suentildeos debemos observar que los modos en que se expresa un tema en los mitos reales presentan una marcada analogiacutea con los modos en que se expresa el pensamiento del suentildeo en el contenido del suentildeo seguacuten Freud los defi nioacute Freud apunta factores de condensacioacuten y desplazamiento A) Condensacioacuten es la convergencia de varios pensamientos del suentildeo en un punto clave que se convierte en un elemento uacuteni-co en el contenido del suentildeo Se puede ver una forma de con-densacioacuten en las personas compuestas de los suentildeos La con-densacioacuten corresponde a la combinacioacuten y fusioacuten del punto 5 supra B) El desplazamiento se manifi esta en la sustitucioacuten de una idea por otra sin alteracioacuten del signifi cado esencial o en la inversioacuten de las ideas transformacioacuten en lo contrario o en algo muy diferente Las mutaciones y reducciones de 1 a 4 supra son anaacutelogas a los desplazamientos del suentildeo Las duplicacio-nes de 6 corresponden a la duplicacioacuten que con frecuencia aparece en los suentildeos1

Eacutesos son los cambios que pueden experimentar los temas El estudioso debe reconocer que un tema puede asumir en un mito un revestimiento muy diferente del que tiene en otro Debe mirar a menudo debajo de la cobertura exterior para encontrar el tema Debe comprender tambieacuten que el pensa-miento miacutetico es iloacutegico para nuestros esquemas habituales tambieacuten en esto se parece al pensamiento de los suentildeos Ele-mentos opuestos contradictorios inconsecuencias pueden estar y estaacuten juntos en una misma intencioacuten y en una misma narracioacuten Sin embargo el mito no es un revoltijo de tonteriacuteas y absurdos tiene su propia loacutegica Quien estudia el mito debe tratar de comprender los modos miacuteticos del pensar G

1 Freud (ID) 319-397 especialmente 320-339

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Mito y lenguajeErnst Cassirer

En Primitive Culture Tylor propuso una teoriacutea antropoloacutegica basada en principios bioloacutegicos generales Eacutel fue uno de los primeros en aplicar los principios de Darwin al mundo cultu-ral La maacutexima natura non facit saltus no admite excepcioacuten Vale tanto para el mundo de la civilizacioacuten humana como para el mundo orgaacutenico Lo mismo el hombre civilizado que el no civilizado pertenecen a la misma especie la especie del homo sapiens Las caracteriacutesticas fundamentales de esta especie son las mismas en cada variante Si la teoriacutea de la evolucioacuten es ver-dadera no podemos admitir ninguacuten hiato entre el estadio maacutes bajo y el maacutes alto de la civilizacioacuten humana Pasamos del uno a los otros mediante una transicioacuten muy lenta y casi impercep-tible en la cual nunca encontramos solucioacuten de continuidad

Una concepcioacuten distinta del proceso de la civilizacioacuten hu-mana fue desarrollada en un ensayo publicado en 1856 tres antildeos antes de la aparicioacuten del libro de Darwin The Origin of the Species En su Comparative Mythology1 F Max Muumlller partioacute del principio de que es imposible alcanzar una verdadera com-prensioacuten del mito mientras se considere como un fenoacutemeno aislado Y sin embargo ninguacuten fenoacutemeno natural ninguacuten principio bioloacutegico puede guiarnos en nuestra investigacioacuten No existe ninguna analogiacutea real entre los fenoacutemenos naturales y los culturales La cultura humana debe ser estudiada de acuerdo con meacutetodos y principios especiacutefi cos iquestY doacutende po-driacuteamos encontrar una guiacutea mejor para este estudio que en el lenguaje humano el elemento en el cual el hombre vive se mueve y tiene su ser Como linguumlista y fi loacutelogo Muumlller estaba convencido de que el uacutenico enfoque cientiacutefi co para un estudio del mito era el enfoque linguumliacutestico Pero este fi n no podiacutea ser logrado antes de que la propia linguumliacutestica hubiese encontrado su camino y antes de que la gramaacutetica y la etimologiacutea estuvie-ran fundadas sobre una fi rme base cientiacutefi ca Hasta la primera mitad del siglo xix se llegoacute a dar este gran primer paso Entre el mito y el lenguaje no soacutelo existe una iacutentima relacioacuten sino una verdadera solidaridad Si entendemos la naturaleza de esta solidaridad habremos encontrado la llave del mundo miacutetico

El descubrimiento de la lengua y literatura saacutenscritas fue un hecho decisivo en el desenvolvimiento de nuestra conciencia

histoacuterica y en la evolucioacuten de todas las ciencias culturales Por su importancia e infl uencia puede compararse con la gran re-volucioacuten intelectual que produjo el sistema copernicano en el campo de la ciencia natural La hipoacutetesis copernicana invirtioacute la concepcioacuten del orden coacutesmico La tierra ya no estaba en el centro del universo se convirtioacute en un ldquoastro entre los astrosrdquo La concepcioacuten geoceacutentrica del mundo fiacutesico fue descartada En el mismo sentido en contacto con la literatura saacutenscrita puso fi n a esa concepcioacuten de la cultura humana que estableciacutea su centro verdadero y uacutenico en el mundo de la antiguumledad claacutesica A partir de entonces el mundo greco-romano no podiacutea ser considerado maacutes que como una simple provincia un pequentildeo sector del universo de la cultura humana La fi losofiacutea de la historia tuvo que fundarse sobre una base nueva y maacutes amplia Hegel llamoacute al descubrimiento del origen comuacuten del griego y el saacutenscrito el descubrimiento de un nuevo mundo Quienes estudiaban gramaacutetica comparada en el siglo xix consideraron su trabajo bajo esta misma luz Estaban convencidos de que habiacutean encontrado la palabra maacutegica la uacutenica que podiacutea abrir las puertas al entendimiento de la historia de la civilizacioacuten humana La fi lologiacutea comparada declaroacute Max Muumlller ha pues-to a la edad mitoloacutegica y mitopeacuteyica de la humanidad que antes estaba velada por la oscuridad ante la brillante luz de la investigacioacuten cientiacutefi ca y dentro del recinto de la historia do-cumental Ha puesto en nuestras manos un telescopio de tal potencia que donde antes alcanzaacutebamos a ver soacutelo nebulosida-des ahora descubrimos formas distintas y perfi les maacutes auacuten nos ha proporcionado lo que podemos llamar testimonios con-temporaacuteneos exhibiendo ante nosotros el estado de pensa-miento de lenguaje religioacuten y civilizacioacuten de un periacuteodo en que el saacutenscrito no era todaviacutea el saacutenscrito el griego no era todaviacutea el griego pero en el cual lo mismo estos dos que el latiacuten el germaacutenico y otros dialectos arios existiacutean todaviacutea como un solo lenguaje indiviso La niebla de la mitologiacutea se desvaneceraacute gradualmente y nos permitiraacute descubrir tras las fl otantes nubes de la aurora del pensamiento y el lenguaje esa naturaleza verdadera que la mitologiacutea ha encubierto y disfraza-do por tan largo tiempo2

Por otro lado esa conexioacuten entre el lenguaje y el mito la cual prometiacutea una solucioacuten clara y defi nida para el antiguo enigma entrantildeaba una gran difi cultad Cierto es que el lengua-je y el mito tienen una raiacutez comuacuten pero no son en modo algu-

Ernst Cassirer El mito del Estado Traduccioacuten de Eduardo Nicol fce Meacutexico 2004

1 Publicado por primera vez en Oxford Essays (Londres John W Parker and Son 1856) pp 1-87 Reproducido en Selected Essays on Language Mythology and Religion (Londres Longmans Green and Co 1881) pp 299-451

2 Muumlller ldquoComparative Mythologyrdquo op cit pp II 33 86 Selected Essays I 315 358 449 ss

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no ideacutenticos en su estructura El lenguaje ofrece siempre un caraacutecter estrictamente loacutegico el mito parece desafi ar todas las reglas loacutegicas es incoherente caprichoso irracional iquestCoacutemo podemos reunir estos dos elementos incompatibles

Para responder a esta pregunta Max Muumlller y otros autores pertenecientes a la escuela de la mitologiacutea comparada idearon un plan muy ingenioso El mito dijeron no es en realidad sino un aspecto del lenguaje aunque un aspecto maacutes bien negativo que positivo El mito no se origina de sus virtudes sino de sus vicios Es cierto que el lenguaje es racional y loacutegico pero por otra parte es tambieacuten una fuente de ilusiones y falacias El lo-gro mayor del lenguaje es a la vez fuente de sus defectos El lenguaje se compone de nombres generales pero la generalidad implica siempre ambiguumledad La polionimia y la sinonimia de las palabras no son un rasgo accidental del lenguaje derivan de su naturaleza misma Como sea que la mayoriacutea de los objetos tienen maacutes de un atributo y como quiera que bajo aspectos

diferentes uno u otro de los atributos puede parecer apropiado para el acto de la denominacioacuten ocurrioacute por necesidad que la mayoriacutea de los objetos durante el primer periacuteodo del lenguaje humano tuvo maacutes de un nombre Cuanto maacutes antigua es una lengua tanto maacutes rica en sinoacutenimos Por otra parte si se em-plean constantemente estos sinoacutenimos deben naturalmente originar un nuacutemero de homoacutenimos Si podemos llamar al sol con cincuenta nombres expresivos de diferentes cualidades algunos de estos nombres seraacuten aplicables a otros objetos que puedan poseer las mismas cualidades Estos objetos distintos vendriacutean entonces a llamarse por el mismo nombre mdashse con-vertiriacutean en homoacutenimos Eacuteste es el punto vulnerable del len-guaje y eacuteste es al mismo tiempo el origen histoacuterico del mito iquestCoacutemo podemos dar razoacuten mdashse pregunta Max Muumlllermdash de esta fase de la mente humana que dio origen a los extraordina-rios relatos de dioses y heacuteroes de gorgonas y quimeras de cosas que el ojo humano no habiacutea visto nunca y que ninguna

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mente humana en sus cabales pudo haber concebido jamaacutes A menos que podamos dar respuesta a esta pregunta nuestra creencia en un progreso regular y consecuente del intelecto humano a traveacutes de todas las edades y en todos los lugares tendraacute que ser abandonada como una teoriacutea falsa A pesar de todo despueacutes del descubrimiento de la linguumliacutestica comparada estamos en situacioacuten de evitar ese escepticismo y de quitar ese obstaacuteculo de en medio Vemos que el progreso mismo del len-guaje mdashuno de los maacutes grandes hechos de la civilizacioacuten hu-manamdash condujo inevitablemente a otro fenoacutemeno al fenoacuteme-no del mito Si existiacutean dos nombres para el mismo objeto es natural y en verdad inevitable que dos personas pudieran bro-tar de los dos nombres y como los mismos relatos podiacutean contarse de la una y de la otra seriacutean representadas como her-manos y hermanas como padres e hijos3

Si aceptamos esta teoriacutea la difi cultad queda resuelta Pode-mos explicar muy bien de queacute modo la actividad racional del lenguaje humano ha conducido a las irracionalidades e incom-prensibilidades del mito La mente humana opera siempre de una manera racional Aun la mente primitiva era una mente cabal y normal Pero por otra parte era una mente rudimen-taria e inexperta En el caso en que estaba la mente inexperta expuesta constantemente a una grave tentacioacuten mdashla falacia y la ambiguumledad de las palabrasmdash no es de extrantildear que cayera en ella Eacuteste es el verdadero origen del pensamiento miacutetico El lenguaje no es tan soacutelo una escuela de sabiduriacutea es tambieacuten una escuela de desatino El mito nos revela este uacuteltimo aspecto no es maacutes que la oscura sombra que el lenguaje proyecta sobre el mundo del pensamiento humano

De este modo se presenta a la mitologiacutea como patoloacutegica asiacute en su origen como en su esencia Es una enfermedad que em-pieza en el campo del lenguaje y que luego se difunde en una peligrosa infeccioacuten por todo el cuerpo de la civilizacioacuten huma-na Pero aunque sea una locura hay en ella un meacutetodo En la mitologiacutea griega asiacute como en otras mitologiacuteas encontramos por ejemplo el relato de una gran inundacioacuten que destruyoacute a la raza humana entera Solamente una pareja Deucalioacuten y su es-posa Pirra se salvoacute del diluvio y fue enviada por Zeus a la Heacute-lade Cayeron los dos sobre el monte Parnaso y alliacute les aconse-joacute el oraacuteculo que echaron tras de siacute los ldquohuesos de su madrerdquo Deucalioacuten dio con la verdadera interpretacioacuten de este oraacuteculo recogioacute las piedras esparcidas por el campo y las tiroacute por encima de sus hombros De estas piedras surgioacute una nueva raza de hom-bre y mujeres iquestQueacute cosa hay maacutes ridiacutecula mdashse pregunta Max Muumlllermdash que este modo de explicar el origen de la raza huma-na Y sin embargo se hace faacutecilmente comprensible cuando empleamos la clave que nos da la ciencia de la etimologiacutea com-parada Todo el relato se reduce a un simple juego de palabras mdashuna confusioacuten entre dos teacuterminos homoacutenimosmdash entre λαός y λἀας4 Eacuteste de acuerdo con su opinioacuten es todo el secreto de la mitologiacutea

Si analizamos esta teoriacutea encontramos que contiene una extrantildea mezcla de racionalismo y romanticismo El elemento romaacutentico es manifi esto y parece ser el preponderante En cierto sentido Max Muumlller habla como un disciacutepulo de Nova-lis o de Schleiermacher Rechaza la teoriacutea de que el origen de

la religioacuten hay que buscarlo en el animismo o en la adoracioacuten de las grandes fuerzas naturales Hay ciertamente una religioacuten natural o fiacutesica una adoracioacuten del juego del sol de la luna del cielo despejado pero esta religioacuten fiacutesica es tan soacutelo un aspecto singular y un fenoacutemeno derivado No nos ofrece el todo y no nos conduce a la fuente primera y principal El verdadero ori-gen de la religioacuten hay que buscarlo en un estrato maacutes profundo del pensar y el sentir Lo que primero fascinoacute a los hombres no fueron los objetos de su alrededor Aun la mente primitiva es-taba mucho maacutes impresionada por el gran espec taacuteculo de la naturaleza tomada como un todo La naturaleza era lo desco-nocido en el sentido de algo opuesto a lo conocido lo infi nito en el sentido de lo que se distingue de lo fi nito Fue este senti-miento lo que desde los primero tiempos promovioacute el impul-so hacia el pensamiento religioso y el lenguaje La inmediata percepcioacuten del Infi nito ha formado desde el principio mismo el ingrediente y el necesario complemento de todo conocimiento fi nito Los rudimentos de expresiones mitoloacutegicas religiosas y fi losoacutefi cas posteriores estaban ya presentes en la temprana presioacuten del Infi nito sobre nuestros sentidos y esta presioacuten es la primera fuente y el origen real de todas nuestras creencias religiosas5 iquestPor queacute tenemos que maravillarnos de los anti-guos mdashpreguntaba Max Muumlllermdash de su lenguaje palpitante de vida y refulgente de color si en vez de los grises perfi les del pensamiento moderno exhalaban esas formas vivientes de la naturaleza dotadas de fuerza humana o maacutes bien de fuerzas sobrehumanas en tanto que la luz del sol brillaba maacutes que la del ojo humano y el bramar de la tormenta opacaba los gritos de la voz humana6 Esto suena muy romaacutentico pero no debe-mos dejarnos engantildear por el estilo coloreado y romaacutentico de Max Muumlller Su teoriacutea tomada en conjunto sigue siendo es-trictamente racionalista e intelectualista

En el fondo su concepcioacuten del mito no se encuentra muy distante del siglo xviii y de los pensadores de la Ilustracioacuten7 Claro estaacute que ya no considera al mito y a la religioacuten como una simple invencioacuten arbitraria un truco de la astucia clerical Pero admite que la religioacuten al fi n y al cabo no es maacutes que una gran ilusioacuten no un engantildeo consciente sino inconsciente un engantildeo promovido por la naturaleza de la mente humana y ante todo por la naturaleza del lenguaje humano El mito sigue siendo siempre un caso patoloacutegico Pero ahora estamos en situacioacuten de comprender la patologiacutea del mito sin recurrir a la hipoacutetesis de un defecto inherente a la mente humana misma Si se reco-noce que el lenguaje es la fuente del mito entonces hasta las incongruencias y contradicciones del pensamiento miacutetico que-dan reducidas a un poder universal y objetivo y por tanto en-teramente racional

3 Veacutease Muumlller op cit pp 44 Selected Essays I 3784 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p8 Selected Essays I 310

5 Veacutease F Max Muumlller Natural Religion The Gifford Lectures 1888 (Londres y Nueva York Longmans Green amp Co 1889) con-ferencia V ldquoMy own defi nition of Religionrdquo pp 103-140 Physical Religion The Gifford Lectures 1890 (Londres y Nueva York Long-mans Green amp Co 1891) conferencia VI ldquoPhysical Religion The Natural and the Supernatur alrdquo pp 119 ss

6 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p 37 Selected Essays I 3657 Es un hecho curioso que los primeros elementos de la teoriacutea de

Max Muumlller hayan de buscarse en los escritos de uno de los grandes racionalistas En su saacutetira Sur lrsquoeacutequivoque Boileau propuso la teoriacutea de que la ambiguumledad de las palabras es la verdadera fuente del mito

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Mucho contribuyoacute a la infl uencia de esta doctrina el hecho de que fuera aceptada con algunas reservas criacuteticas por el primer fi loacutesofo que tratoacute de crear una ldquofi losofiacutea sinteacuteticardquo una visioacuten coherente y comprensiva de todas las actividades de la mente humana basada en principios estrictamente empiacutericos y en la teoriacutea general de la evolucioacuten Herbert Spencer halloacute la fuente primera y principal de toda religioacuten en el culto de los antepasados El primer culto afi rmoacute eacutel no fue el culto de las fuerzas naturales sino el culto de los muertos8 Sin embargo con el fi n de comprender el traacutensito del culto de los antepasa-dos al culto de los dioses personales debemos introducir una nueva hipoacutetesis Seguacuten Spencer lo que hizo posible y hasta necesario este nuevo paso fueron el poder y la infl uencia per-durable del lenguaje El lenguaje humano es metafoacuterico en su esencia misma estaacute lleno de siacutemiles y analogiacuteas La mente pri-mitiva es incapaz de comprender estos siacutemiles en un sentido meramente metafoacuterico Toma estos siacutemiles por realidades y piensa y actuacutea de acuerdo con este principio Esta interpreta-cioacuten literal de los nombres metafoacutericos fue la que condujo desde las primeras formas elementales del culto de los antepa-sados desde la adoracioacuten de seres humanos hasta la adoracioacuten de plantas y animales y fi nalmente de grandes fuerzas de la naturaleza Un haacutebito comuacuten y muy extendido de las socieda-des primitivas es el de darles a los nintildeos recieacuten nacidos nom-bres de plantas animales estrellas y otros objetos naturales A los nintildeos se les llama ldquoTigrerdquo ldquoLeoacutenrdquo ldquoCuervordquo a las nintildeas ldquoLunardquo ldquoEstrellardquo Originariamente todos estos nombres no eran maacutes que epiheta ornantia los cuales expresaban ciertas cualidades personales que se atribuiacutean a los seres humanos De acuerdo con esta tendencia de la mente primitiva a entender

todos los teacuterminos en sentido literal era inevitable que se ma-linterpretasen esos nombres complementarios y esos tiacutetulos metafoacutericos Alguna vez ldquoAurorardquo se usariacutea como nombre pro-pio de persona las tradiciones referentes a una que se hubiese destacado conduciriacutean en la mente ingenua del salvaje a una identifi cacioacuten con la aurora misma y sus aventuras seriacutean in-terpretadas de la manera que pareciese maacutes congruente con la naturaleza de la aurora Es maacutes en las regiones donde tal nom-bre hubiese sido el propio de miembros de tribus adyacentes o de miembros de una misma tribu que hubieran vivido en tiempos distintos surgiriacutean genealogiacuteas incongruentes y aven-turas antagoacutenicas de la aurora9

Tambieacuten aquiacute encontramos explicado el fenoacutemeno del mito el panteoacuten entero del politeiacutesmo como una simple enferme-dad El culto de objetos conspicuos concebidos como perso-nas resulta de un error linguumliacutestico La grave objecioacuten a que puede someterse tal teoriacutea es manifi esta El mito es una de las maacutes antiguas y grandes fuerzas de la civilizacioacuten humana Estaacute conectado iacutentimamente con todas las demaacutes actividades huma-nas es inseparable del lenguaje de la poesiacutea del arte y del maacutes remoto pensamiento histoacuterico La ciencia misma tuvo que pasar por una etapa miacutetica antes de alcanzar la etapa loacutegica la alquimia precedioacute a la quiacutemica la astrologiacutea a la astronomiacutea Si las teoriacuteas de Max Muumlller y de Spencer fuesen ciertas tendriacutea-mos que admitir la conclusioacuten de que en resumidas cuentas la historia de la civilizacioacuten humana se debe a una simple equivo-cacioacuten a una mala interpretacioacuten de palabras y de teacuterminos Y no es una hipoacutetesis muy satisfactoria o plausible pensar que la cultura sea el producto de una mera ilusioacuten un malabarismo de palabras y un pueril juego de nombres G

8 Veacutease H Spencer The Principles of Sociology (1876) cap xx (Nueva York Appleton amp Co 1901 i 1901 i 285 ss) 9 Ibid xxii-xxiv i 329-394

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El mito y la sociedadJoseph Campbell

1- El que cambia de forma

No hay un sistema fi nal para la interpretacioacuten de los mitos y nunca habraacute tal cosa La mitologiacutea es como el dios Proteo ldquoel veraz anciano de los maresrdquo El dios ldquoprobaraacute de convertirse en todos los seres que se arrastran por la tierra y en agua y en ardentiacutesimo fuegordquo1

El viajero de la vida que quiera recibir ensentildeanzas de Proteo debe ldquosujetarlo aunque desee e intente escaparserdquo y fi nalmente apareceraacute en la forma que le es propia Pero este astuto dios nunca descubre ni siquiera ante el maacutes haacutebil interrogador el contenido iacutentegro de su sabiduriacutea Contestaraacute a la pregunta que se le haga y la respuesta seraacute grande o trivial seguacuten lo que se le haya preguntado ldquoCuando el sol siguiendo su curso llega al centro del cielo el veraz anciano de los mares oculto por negras y encrespadas olas salta en tierra al soplo del Ceacutefi -ro En seguida se acuesta en honda gruta y a su alrededor se ponen a dormir todas juntas las focas de nataacutetiles pies hijas de la hermosa Halosidne que salen del espumoso mar exhalando el acerbo olor del mar profundiacutesimordquo2 El rey guerrero griego Menelao guiado y ayudado por una hija de este viejo padre del mar a sus salvajes lares e instruido por ella de coacutemo lograr la respuesta del dios deseaba soacutelo preguntar el secreto de sus difi cultades personales y el paradero de sus amigos personales Y el dios se dignoacute a responder

La mitologiacutea ha sido interpretada por el intelecto moderno como un torpe esfuerzo primitivo para explicar el mundo de la naturaleza (Frazer) como una produccioacuten de fantasiacutea poeacutetica de los tiempo prehistoacutericos mal entendida por las edades pos-teriores (Muumlller) como un sustitutivo de la instruccioacuten alegoacute-rica para amoldar el individuo a su grupo (Durkheim) como un suentildeo colectivo sintomaacutetico de las urgencias arquetiacutepicas dentro de las profundidades de la psique humana (Jung) como el vehiacuteculo tradicional de las intuiciones metafiacutesicas maacutes pro-fundas del hombre (Coomaraswamy) y como la Revelacioacuten de Dios a Sus hijos (la Iglesia) La mitologiacutea es todo esto Los diferentes juicios estaacuten determinados por los diferentes puntos de vista de los jueces Pues cuando se la investiga en teacuterminos no de lo que es sino de coacutemo funciona de coacutemo ha servido a la especia humana en el pasado y de coacutemo puede servirle ahora

la mitologiacutea se muestra tan accesible como la vida misma a las obsesiones y necesidades del individuo la raza y la eacutepoca

2- La funcioacuten del mito del culto y de la meditacioacuten

En su forma viva el individuo es necesariamente soacutelo una frac-cioacuten y una distorsioacuten de la imagen total del hombre Estaacute limi-tado ya sea hembra o varoacuten tambieacuten lo estaacute en cualquier pe-riodo de su vida como nintildeo como joven como adulto o como anciano y no soacutelo eso sino que en su vida estaacute necesariamente especializado como artesano comerciante sirviente o ladroacuten sacerdote o liacuteder esposa monja o prostituta no puede serlo todo De aquiacute que la totalidad la plenitud del hombre no esteacute en un miembro aparte sino en el cuerpo de la sociedad como un todo el individuo puede soacutelo ser un oacutergano De su grupo ha tomado las teacutecnicas de vida el lenguaje en que piensa las ideas por las cuales lucha los genes que han construido su cuerpo descienden del pasado de esa sociedad Si pretende ais-larse ya sea en hechos pensamientos o sentimientos soacutelo lo-gra romper las relaciones con las fuentes de su existencia

Las ceremonias tribales de nacimiento la iniciacioacuten el ma-trimonio el entierro la adquisicioacuten de un estado social etc sirven para trasladar la crisis y hechos de la vida del individuo a formas claacutesicas e impersonales Estas formas tienen por obje-to mostrarlo a siacute mismo no como esta personalidad o la otra sino como el guerrero la desposada la viuda el sacerdote el jefe al mismo tiempo se representa para el resto de la comuni-dad la vieja leccioacuten de las etapas arquetiacutepicas Todos participan en el ceremonial de acuerdo con su rango y su funcioacuten La sociedad entera se hace visible como una unidad viva e impe-recedera Pasan generaciones de individuos como ceacutelulas anoacute-nimas de un cuerpo vivo pero permanece la forma sustentante e intemporal Por una ampliacioacuten de la visioacuten para abarcar a este superindividuo cada uno se descubre a siacute mismo engran-decido enriquecido apoyado y magnifi cado Su papel aunque no sea nada impresionante se ve como intriacutenseco a la bella imagen festiva del hombre la imagen potencial pero necesaria-mente inhibida que estaacute dentro del individuo

Los deberes sociales continuacutean la leccioacuten del festival en la existencia diaria y normal y se le da maacutes validez al individuo Por el contrario la indiferencia las revoluciones o el exilio rom-pen las conexiones vitales Desde el punto de vista de la unidad social el individuo aislado no es sino una nada un desperdicio De aquiacute que el hombre o la mujer puedan decir honestamente que han vivido su papel mdashya sea el de sacerdote prostituta reina o esclavomdash se refi eren al sentido completo del verbo ser

Joseph Campbell El heacuteroe de las mil caras Psicoanaacutelisis del mito Traduccioacuten de Luisa Josefi na Hernaacutendez fce Meacutexico 2006

1 Odisea iv 401 417-41 Traduccioacuten de Luis Segalaacute y Estalella2 Ibid 400-406

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Los ritos de la iniciacioacuten y de la adquisicioacuten de una situa-cioacuten pues muestran la leccioacuten de la unidad esencial del in-dividuo y el grupo los festivales de las estaciones abren un horizonte mayor Asiacute como el individuo es un oacutergano de la so-ciedad asiacute es la tribu o la ciudad mdashasiacute es la humanidad ente-ramdash soacutelo una fase del poderoso organismo del cosmos

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para domi-nar a la naturaleza Eacutesta es una representacioacuten equivocada Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre y particularmente en aquellas ceremonias maacutegicas que se supone han de traer lluvia curar las enfermedades o detener las inun-daciones sin embargo el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponieacutendolas a la magia ne-gra) es la sumisioacuten a lo inevitable del destino y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente

No se ha registrado ninguacuten mito tribal que intente postergar la llegada del invierno al contrario los ritos preparan a la co-munidad para soportar junto con el resto de la naturaleza la estacioacuten del friacuteo tremendo Y en la primavera los ritos no inten-tan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maiacutez frijol y calabazas para la comunidad debilitada por el contrario los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estacioacuten de la na-turaleza El maravilloso ciclo del antildeo es celebrado con todos sus contratiempos y periacuteodos de juacutebilo y es bosquejado y represen-tado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano

Muchas otras simbolizaciones de esta continuidad llenan el mundo de la comunidad mitoloacutegicamente instruida Por ejem-plo los clanes de las tribus cazadoras norteamericanas se con-sideraban descendientes de ancestros mitad animales y mitad humanos Estos ancestros no solamente eran los padres de los miembros humanos del clan sino tambieacuten de la especie animal de donde el clan tomaba su nombre Asiacute los miembros huma-nos del clan del castor eran primos hermanos de los castores protectores de dicha especie y al mismo tiempo protegidos por la sabiduriacutea animal del pueblo de los bosques Y otro ejemplo el hogan o choza de barro de los Naacutevajo de Nuevo Meacutexico y Arizona se construye seguacuten el plan de la idea del cosmos de los Naacutevajo La entrada estaacute hacia el oriente Los ocho lados re-presentan las cuatro direcciones principales y los puntos que quedan entre ellas Cada arista y cada viga corresponde a un elemento en el gran hogan de la tierra y el cielo que todo lo abarcan Y como el alma del hombre es considerada en su for-ma como ideacutentica al universo la choza de barro es la represen-tacioacuten de la armoniacutea baacutesica del hombre y del mundo y un re-cordatorio del escondido camino vital de la perfeccioacuten

Pero hay otro camino diametralmente opuesto al de los de-beres sociales y los cultos populares Desde el punto de vista del camino del deber el que es exiliado de la comunidad es nada Desde el otro punto de vista este exilio es el primer paso en la buacutesqueda Cada uno lleva el todo dentro de siacute mismo por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de eacutel Las diferen-ciaciones de sexo edad y ocupacioacuten no son esenciales a nuestro caraacutecter sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo La imagen interior del hombre no de-be confundirse con su atuendo Pensamos que somos ameri-canos hijos del siglo xx occidentales y cristianos civilizados Somos virtuosos o pecadores Sin embargo esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre denotan solamente acci-dentes geograacutefi cos fecha de nacimiento e ingresos econoacutemi-

cos iquestCuaacutel es el meollo de nosotros iquestCuaacutel es el caraacutecter baacutesico de nuestro ser

El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India los misterios heleacutenicos de las iniciaciones las antiguas fi losofiacuteas de Oriente y del Occidente son teacutecnicas para despla-zar el hincapieacute de la conciencia individual fuera de la presencia exterior Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo maacutes profundo ldquoYo no soy esto ni lo otro mdashmeditamdash no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir mi cuerpo que estaacute enfermo o envejece ni mi brazo mis ojos mi cabeza ni la suma de todas estas cosas No soy mis sentimientos ni mi men-te ni mi fuerza intuitivardquo Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y fi nalmente alcanza insondables rea-lizaciones Ninguacuten hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como Don Fu-lano de tal o cual poblacioacuten de cierto paiacutes La sociedad y los deberes se esfuman Don Fulano al descubrirse grande con el hombre se convierte en una persona abstraiacuteda y apartada

Eacutesta es la etapa de Narciso contemplaacutendose en la fuente del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del aacuterbol pero no es la uacuteltima meta es un requisito pero no es el fi n La meta no es ver sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia en-tonces el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola De aquiacute que la separacioacuten el aislamiento ya no sean necesarios Por dondequiera que vaya el heacuteroe y cualquier cosa que haga siempre estaacute en presencia de su propia esencia porque ha perfeccionado sus ojos para ver No hay aislamiento Asiacute como el camino de la participacioacuten social puede llevar a la realizacioacuten del Todo en el individuo asiacute el exilio trae al heacuteroe al Yo en todo

Centrado en este punto capital el problema del egoiacutesmo o del altruismo desaparece El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identifi cado con el signifi cado iacutentegro del uni-verso Por Eacutel y para Eacutel se ha hecho el mundo ldquoOh Mahoma mdashdijo Diosmdash si no fuera por ti no hubiera creado el cielordquo

3- El heacuteroe de hoy

Todo esto se halla lejos del punto de vista contemporaacuteneo pues el ideal democraacutetico del individuo que se determina a siacute mismo la invencioacuten de los artefactos mecaacutenicos y eleacutectricos y el desarrollo de los meacutetodos cientiacutefi cos de investigacioacuten han transformado la vida humana en tal forma que el universo in-temporal de siacutembolos hace mucho tiempo heredados ha sufri-do un colapso A esto se refi eren en el Zaratustra de Nietzsche las trascendentales palabras que anuncian una eacutepoca ldquoMuertos estaacuten los diosesrdquo3 Es una faacutebula que sabemos que se ha repeti-do de mil maneras Es el ciclo del heacuteroe de la edad moderna la maravillosa historia de la especie humana que llega a la ma-durez El lastre del pasado la atadura de la tradicioacuten han sido destruidos con seguros y poderosos golpes La telarantildea del suentildeo miacutetico cayoacute la mente se abrioacute a la iacutentegra conciencia despierta y el hombre moderno surgioacute de la ignorancia de los antiguos como una mariposa de su capullo o como el sol del amanecer surge del vientre de la madre noche

3 Nietzsche Asiacute habloacute Zaratustra 1223

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No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

30 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

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La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 9

Los privilegios de Octavio PazFernando del Paso

El lenguaje de la pintura como todo lenguaje artiacutestico es in-traducible nos dice Octavio Paz en un texto sobre Juan Soria-no escrito en 1962 Once antildeos despueacutes en ldquoEl signo y el ga-rabatordquo se refi ere a un texto de Cardoza y Aragoacuten sobre Guumlnter Gerzo con las siguientes palabras ldquoOscila entre la tra-duccioacuten y la creacioacutenrdquo Y aclara ldquoTraduccioacuten al lenguaje verbal del lenguaje plaacutestico del pintorrdquo

En queacute quedamos es difiacutecil decirlo porque a lo largo de todos los escritos que Paz dedicoacute a las artes plaacutesticas nos tro-pezamos con contradicciones que nos deslumbran y nos con-funden Pero tal vez se trata de contradicciones intrascenden-

tes sin importancia ya que en principio es una contradiccioacuten fundamental la que hace posible la existencia de la pintura aquella de ldquolas dos gemelas que tejen incansablemente las telas de nuestras visiones la luz y la sombrardquo como dice el poeta en el escrito dedicado a Rodolph Bresdin en Corriente alterna Nos encontramos asiacute que cuando nos habla de Baudelaire como criacutetico de arte asevera que ldquola pintura es un lenguaje incapaz de decir salvo por alusioacuten y omisioacuten el cuadro nos presenta los signos de una ausenciardquo en tanto que en un artiacuteculo sobre el arte y la identidad de los hispanos en los Estados Unidos de-clara que ldquola imagen visual dice pero lo que dice no tiene por

Fragmento tomado de la revista Letras Libres nuacutemero 54 junio 2003

10 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

queacute ser traducido en palabras La pintura es un lenguaje que se basta a siacute mismordquo mientras que mdashde nuevo en Corriente alter-namdash afi rma que el arte moderno ldquopor ser una representacioacuten no puede rehusarse completamente a decir y a signifi carrdquo y se pregunta ldquoiquestQueacute dicen los cuadros modernos Se dicen a siacute mismosrdquo Textos y opiniones que se alternan haciendo honor al tiacutetulo del libro con consideraciones sobre la obra de Alberto Gironella que seguacuten Paz es en buena parte ldquopintura escrita del mismo modo que hay palabras pintadasrdquo o un ensayo sobre Aacutelvarez Bravo en el que con base en sus lecturas de los poetas modernos califi ca a la fotografiacutea como arte poeacutetico ldquoporque al mostrarnos estordquo dice Paz ldquoalude o presenta a aquellordquo y con meditaciones en las que el arte maya por la literalidad de las imaacutegenes que muestra labradas en piedra ldquo pueden leerse No son ilustraciones de un texto son el texto mismordquo

Por otra parte al decir cuadros ldquomodernosrdquo Paz no nos aclara si los cuadros ldquoantiguosrdquo mdashpor llamar de alguacuten modo todas las pinturas que antecedieron a las modernasmdash deciacutean algo No era necesario que lo hiciera todos sabemos que un cuadro de Nicolaacutes Bataille nos cuenta la lucha de San Miguel y el dragoacuten otro del Veroneacutes las Bodas de Canaacute uno maacutes de Mantegna el martirio de San Cristoacutebal y otro en fi n de Ma-teo Cerezo las bodas miacutesticas de Santa Catalina

Y sin embargo esto no es verdad ninguna de las pinturas arriba mencionadas cuenta algo todas recuentan El especta-dor tiene que conocer de antemano la historia o la leyenda que el cuadro presenta tiene que haberla leiacutedo en un libro sobre mitologiacutea o en la Biblia tiene que haberla escuchado en alguna parte alguna vez para saber de queacute trata la pintura que tiene ante sus ojos Una pintura que aunque muy lejos de lo que hoy conocemos como ldquoilustracioacutenrdquo es una pintura que ilustra un hecho o una leyenda Todaviacutea en nuestro fi n de siglo los visi-tantes de los museos necesitan que el guiacutea les diga eacutesta es se-ntildeoras La Batalla de San Romano de Paolo Uccello eacutesta es sentildeo-res La Rendicioacuten de Breda de Diego Velaacutezquez

Pero si esas pinturas ilustran algo a los espectadores de hoy diacutea ya no los ilustran a pocos fuera de Espantildea puede intere-sarles el hecho de que la rendicioacuten de Breda implicara la derro-ta de Mauricio de Nassau y a muchos menos fuera de Italia saber quieacuten si Siena o Florencia ganoacute la batalla de San Roma-no Ademaacutes de que sabemos poca era la fi delidad de los artis-tas hacia acontecimientos histoacutericos asiacute fuera porque no los vieron soacutelo los imaginaron mdashtal es el caso del fusilamiento de Maximiliano emperador de Meacutexico por Manet quien inventoacute una barda que nunca existioacute encima de la cual se asomaban las cabezas de los curiososmdash o a pesar de haber sido testigos de ellos como en el caso de David quien en la pintura de la co-ronacioacuten de Napoleoacuten incluyoacute a la madre de eacuteste Leticia Ra-molino quien se sostuvo ausente de la ceremonia

Da lo mismo porque lo que no ilustra pero siacute nos ilumina es son otras virtudes del cuadro su belleza y la poesiacutea de la que es contenido y continente A veces tambieacuten la gracia en todas sus acepciones tanto terrenales como celestiales Ningu-

na otra cosa nos dicen pero con eso basta las esculturas del Brancusi las pinturas de Dubuffet y las maacutequinas locas de Tanguely Belleza y poesiacutea gracias que en ocasiones son con-vulsivas y se columpian entre el horror y la obscenidad el in-fi erno y la desolacioacuten Goya y Bacon la escultura precolombi-na y Otto Dix

La analogiacutea nos dice Octavio Paz es la funcioacuten maacutes alta de la imaginacioacuten y puente entre lenguajes distintos poesiacutea muacute-sica pintura Es pues necesario tender un puente entre el cuadro y lo que se escribe mdashaunque pareciera que pintura y literatura son dos lenguajes paralelos que se juntan en el infi -nitomdash para decirle al lector lo que el cuadro nos dice Pero se necesita un lector interesado y que algo al menos sepa de la materia y el espiacuteritu del arte o que cuente con la curiosidad y la sensibilidad sufi cientes para aprender No podemos contarle la pintura a un ciego de nacimiento o a un ciego de entendi-miento Por eso los mejores textos sobre un pintor o un escul-tor son aquellos de los cataacutelogos de sus exposiciones que le brindan a los espectadores la oportunidad de ignorarlos O que pueden con suerte ayudarlos a ver

Creo que fue Max Ernst quien deciacutea que su principal ocu-pacioacuten en la vida era la de ver No fue eacutesta la principal ocupa-cioacuten de Octavio Paz pero siacute una de sus maacutes caras preocupacio-nes Dotado del prestigio de una privilegiada vista cuando veiacutea veiacutea mejor que muchos Y agraciado con el privilegio de la palabra poeacutetica por excelencia lo que contaba sobre lo que habiacutea visto pocos lo podraacuten superar Otros escritores mdashy eacutel mismo nos lo recuerdamdash en Francia Baudelaire y Apollinaire en Meacutexico Villaurrutia Gorostiza y Cuesta entre otros escri-bieron sobre arte Ninguno como eacutel

Desde luego criacuteticos de arte con gran talento los ha habido siempre Pero Paz prefi rioacute hablar desde las orillas luminosas de la poesiacutea Mejor dicho no podiacutea hacerlo de otra manera aun-que eacutel mismo califi cara sus escritos como criacutetica ldquoLa criacutetica mdashdicemdash no soacutelo hace maacutes intenso y luacutecido mi placer sino que me obliga a cambiar mi actitud ante la obrardquo Palabras que implican una especie de conclusioacuten y de solucioacuten de un razo-namiento anterior en el que con lucidez y modestia reconoce la casi imposibilidad de escribir sobre arte y artistas sin abdicar de la razoacuten sin convertirla nos dice ldquoen servidora de nuestros gustos maacutes fatales y de nuestras inclinaciones menos premedi-tadasrdquo Pero de alguna manera Paz se las arregla en este texto titulado ldquoDe la criacutetica a la ofrendardquo para conciliar su juicio y su gusto su razoacuten y sus pasiones En un escrito sobre Barragaacuten cita a este gran arquitecto diciendo que su obra mdashla de eacutel mismo su arquitecturamdash estaba inspirada por dos pala-bras la palabra ldquomagiardquo y la palabra ldquosorpresardquo Esto mismo podemos decir de la obra del propio Octavio Paz porque le viene como anillo al dedo es con la magia y la sorpresa como Octavio Paz se convence y convence al lector mdashal menos yo soy uno de los convencidosmdash de la validez y transparencia la sabiduriacutea y el entusiasmo contagioso de su palabra cuando nos habla de arte G

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Evocacioacuten de Octavio PazJuliaacuten Meza

Quizaacute a contracorriente de lo que pueden pensar de miacute algu-nos de mis amigos y lectores como escritor no soacutelo practico la diatriba Tambieacuten soy capaz de hacer elogios pero soacutelo cuando me parecen adecuados y sin dejar de lado la criacutetica siempre tan necesaria Y de aquiacute esta evocacioacuten de Octavio Paz para cele-brar su sensibilidad y su inteligencia a diez antildeos de su muerte

Desde Sor Juana Ineacutes de la Cruz no habiacutea habido en Meacutexico un poeta un escritor tan destacado como Octavio Paz

No faltaraacute quien crea (asiacute sea soacutelo en su fuero iacutentimo) que esta afi rmacioacuten es por lo menos excesiva o simplemente pro-vocadora pero estoy convencido de que la extensa obra de este poeta y pensador la justifi ca

La fi gura de Paz casi siempre fue controvertida y aun vili-pendiada aunque soacutelo en Meacutexico En otros paiacuteses el reconoci-miento a la persona y a su obra se produjo relativamente pron-to y sin reticencias

Al igual que Jorge Luis Borges Octavio Paz fue descubierto al mundo por los franceses entre los que hizo numerosos ami-gos tanto en el campo de la poesiacutea y de las letras como en el del pensamiento Buena parte de la intelligentzia mexicana tar-

doacute en reconocerlo o nunca lo reconocioacute sobre todo por cues-tiones ideoloacutegicas y no literarias o poeacuteticas aun cuando hay quienes afi rman desde muchos peldantildeos abajo en el mundo de las letras que Paz no fue muy importante ni como poeta ni como pensador

Tras una prolongada ausencia debida a su trabajo en el ser-vicio exterior mexicano Octavio Paz volvioacute a Meacutexico alguacuten tiempo despueacutes de haber renunciado puacuteblicamente a su condi-cioacuten de embajador en la India como rechazo a la poliacutetica re-presiva del reacutegimen impuesto por el partido uacutenico enfaacutetica-mente representado entonces por Gustavo Diacuteaz Ordaz De esta manera junto con Javier Barros Sierra (que en buena me-dida encabezoacute la primera exigencia puacuteblica de democracia en Meacutexico) fue uno de los raros disidentes del sistema poliacutetico autoritario fundado por Obregoacuten y Calles y afi nado por Laacuteza-ro Caacuterdenas iquestPor queacute disidentes Porque hasta cierto punto eran hombres del sistema (un embajador y un rector de la unam) que cuestionaron abiertamente el reacutegimen poliacutetico mexicano como lo hicieron numerosos personajes que habiacutean trabajado en instituciones del reacutegimen totalitario sovieacutetico

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Sajaacuterov entre otros Ciertamente su disidencia no los condujo a un campo de concentracioacuten en un Gulag tropical como el de Fidel Castro y esto porque el sistema poliacutetico mexicano que prevalecioacute durante poco maacutes de setenta antildeos (y que auacuten existe sobre todo cuando se manifi esta en el uso partidista de los sin-dicatos corporativos y de otras instituciones que se crearon durante el antiguo reacutegimen) no era totalitario sino autoritario Pero tampoco fueron a la caacutercel (como Joseacute Revueltas y otros escritores o acadeacutemicos) porque en el caso de Barros Sierra se trataba de una persona totalmente ajena a la ideologiacutea comu-nista y de mucho prestigio en el aacutembito nacional y en el de Octavio Paz de una fi gura reconocida con razoacuten en el aacutembito internacional Quizaacute impidioacute que Paz fuera a la caacutercel este re-conocimiento que me recuerda el caso de Lev Tolstoi No obstante su criacutetica a la autocracia zarista y a la iglesia ortodoxa rusa la fama internacional de Tolstoi lo puso a resguardo de la caacutercel el exilio interior o el campo de concentracioacuten pero no de la excomunioacuten decidida por los jerarcas de la Iglesia orto-doxa rusa Octavio Paz tambieacuten fue excomulgado pero no por la Iglesia de Roma con cuyas ruedas de molino nunca comul-goacute sino tanto por los admiradores de Castro de Stalin y de la Unioacuten Sovieacutetica de Trotski (otro disidente que sin embargo jamaacutes renuncioacute a la iglesia marxista) o de la China de Mao como por los epiacutegonos del reacutegimen impuesto y preservado por el partido uacutenico

Evoco pues a Octavio Paz al igual que a Sor Juana porque en cierta medida no fueron ldquohombres en su siglordquo (las comillas no son por lo de hombres sino por lo de su siglo y ambos conceptos remiten al tiacutetulo de una obra de Paz Ademaacutes para miacute el hombre en el sentido universal de la palabra sigue siendo el hombre aun cuando se trate de una mujer) dado que lo tras-cendieron ampliamente tanto en su obra creativa como en la refl exiva

Al igual que Sor Juana Octavio Paz no soacutelo nunca fue reco-nocido por muchos de sus contemporaacuteneos sino que tambieacuten tuvo que hacer frente a sus Sor Filoteas y ldquootras inquisicionesrdquo (Borges) Al igual que la monja criolla fue objeto de la maledi-cencia mdashentre otros de su exmujer la estupenda creadora de Recuerdos del porvenir Elena Garro A diferencia de los procas-tristas y otros pobladores de la granja sovieacutetica lo acusoacute de ser comunista por sus criacuteticas al sistema autoritario mexicano y su solidaridad con los estudiantes impugnadores de 1968 iquestCuaacuten-tas diatribas se habraacuten escrito contra Paz en el curso de los antildeos que van de su regreso a Meacutexico al derrumbe del bloque sovieacutetico Sin lugar a dudas son incontables pues lo mismo fueron obra de periodistas ya olvidados que de ocurrentes es-critores municipales

Para los habitantes de la granja orwelliana que pasaron por alto sus criacuteticas al sistema poliacutetico mexicano (entre otras las

contenidas en Posdata y El ogro fi lantroacutepico) Octavio Paz estaba al servicio de la cia y del imperialismo norteamericano debido a sus juicios sobre el totalitarismo en la urss en Europa central y en su escaparate tropical Cuba Y esto al mismo tiempo que (iquestparadoacutejicamente) sus detractores viviacutean de las becas de fun-daciones o de instituciones acadeacutemicas norteamericanas que iquesteran islotes en el interior del imperio

Otros aun cuando comprendieron el sentido y el alcance de las tomas de posicioacuten poliacutetica de Paz mantuvieron un silencio que los hizo coacutemplices de esos modernos inquisidores Pese a las invitaciones del poeta optaron por no publicar en las dos revistas fundadas por Paz a su regreso de la India Plural y Vuel-ta para no ser acusados de colaborar con ldquoun agente del impe-rialismo norteamericanordquo

Hubo sin embargo un pequentildeo nuacutecleo de escritores y ar-tistas que compartieron con Octavio Paz sus ideas y sus pre-ocupaciones Destacan entre otros Alejandro Rossi y Gabriel Zaid Algunos maacutes que estuvieron en el nuacutecleo original de Plural y Vuelta se distanciaron del pensador por diversos moti-vos algunos de ellos ideoloacutegicos Los que nunca abandonaron al poeta fueron sus amigos poetas y pensadores norteamerica-nos y sobre todo europeos Entre eacutestos destacan los dos uacutelti-mos sabios de la historia contemporaacutenea Cornelius Castoria-dis y Edgar Morin Siacute los dos uacuteltimos sabios porque como escribioacute Castoriadis el ejercicio de la criacutetica fue abandonado por los intelectuales Y tan es asiacute que hoy eacutestos hacen el elogio de las peores atrocidades gubernamentales y de los maacutes execra-bles gobernantes de la misma manera que fueron epiacutegonos de diversos tiranos comunistas No supieron ldquomantener la distan-cia que los separaba del priacutenciperdquo (Paz) ni cuando eran compa-ntildeeros de viaje de los dictadores comunistas ni la mantienen ahora que son cortesanos del saacutetrapa petrolero y de los peque-ntildeos tiranos a su servicio

El irrestricto ejercicio de la criacutetica de Paz no conocioacute ideo-logiacuteas ni fronteras Esto lo supieron apreciar los grandes poetas como Joseph Brodsky que fue su gran compantildeero y amigo tanto en el campo de la poesiacutea como en el de la refl exioacuten

A diez antildeos de la muerte del poeta se resiente su ausencia Lo antildeoran sus amigos sus compantildeeros y todos aquellos que compartieron sus ideas y su pasioacuten por la poesiacutea Maacutes auacuten poco antes de su muerte algunos de aquellos que lo atacaron en vida anularon la distancia que los separaba del pensador y del poeta Esto fue resultado por una parte del derrumbe del to-talitarismo sovieacutetico que dejoacute en la orfandad a los compantildeeros de viaje de los comunistas y por otra parte de una decisioacuten de Octavio Paz morir en paz con sus antiguos detractores aun-que hubo quienes se negaron a aceptar esta uacuteltima gran inicia-tiva del poeta

Meacutexico marzo de 2008 G

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Pasioacuten liacuterica sin fi nldquoPiedra de solrdquo no descansa en PazAlberto Arriaga

El 28 de septiembre de 1957 el Fondo de Cultura Econoacutemica tiroacute 300 ejemplares con el atento cuidado de Aliacute Chumacero y en la coleccioacuten Tezontle de lo que acaso es uno de los poemas maacutes determinantes emblemaacuteticos misteriosos inclasifi cables inevitables deslumbrantes de la literatura del siglo xx ldquoPiedra de solrdquo de Octavio Paz que 50 antildeos despueacutes todaviacutea cambia la vida de quien se atreve a leerlo

Como bien lo sentildealoacute Joseacute Luis Martiacutenez no hubo humor o saacutetira en la poesiacutea de Paz El autor de La estacioacuten violenta trans-fi guroacute su motivacioacuten poeacutetica (cualquiera que haya sido) en motivos y correspondencias ldquoque trascendioacute sus signifi cadosrdquo No hay juego soacutelo caminatas concentracioacuten plaacutestica y musi-cal Nunca se molestoacute en presumir su destreza versifi cadora soacutelo aplicoacute su oiacutedo seguro y empleoacute ldquocon preferencia endeca-siacutelabos sueltos combinados a veces con hetpasiacutelabos o pentasiacute-labosrdquo La mejor caminata acaso se encuentra en el ldquoNocturno de San Ildefonsordquo ldquoEl muchacho que camina por este poema entre San Ildefonso y el Zoacutecalo es el hombre que lo escribe esta paacutegina tambieacuten es una caminata nocturnahelliprdquo y en varios

pasajes de ldquoPasado en clarordquo ldquoOiacutedos con el alma pasos men-tales maacutes que sombras sombras del pensamiento maacutes que pasos por el camino de ecos que la memoria inventa y bo-rra sin caminar caminan sobre este ahora puente tendido entre una letra y otrahelliprdquo

Pero maacutes allaacute de las caminatas por el subsuelo del lenguaje ldquoPiedra de solrdquo es el emblema de la pasioacuten liacuterica de su autor Tambieacuten ha dejado descendencia numerosa y no menos con-siderable es la criacutetica que ha provocado ldquoHay que partir de un hecho y es que el poema ante todo tiene como temas centrales el tiempo (o si se quiere el instante) y el amor incluso desde el epiacutegrafe de Nerval donde dice que la treceava es la primerardquo dijo el poeta Marco Antonio Campos quien varias veces se ha enfrentado con la inevitable infl uencia de Octavio Paz su maacutes reciente antologiacutea poeacutetica El forastero en la tierra posee reso-nancias evidentes con la capacidad viajera (dentro y fuera de la paacutegina en blanco) del caminante Paz ldquoAlguna vez me dijo que buscaba con lsquoPiedra de solrsquo escribir un poema generacional Yo creo que el poema verdaderamente generacional es el lsquoNoctur-

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no de San Ildefonsorsquo salvo momentos por ejemplo lo de Es-pantildea o lo de la preparatoria en general es un poema que va por otras direccioneshellip Lo que buscoacute mdashy logroacutemdash en este poe-ma fue que todas las mujeres sean una mujer y que una mujer sea todas las mujeres Por un lado estaacuten todos los instantes resumidos en un instante donde tambieacuten estaacute la mujer y por otro lado estaacuten las mujeres histoacutericas y literarias incluso reli-giosas Mariacutea Laura Perseacutefone o Melusinardquo

Complejo en sus diferentes aspectos en ldquoPiedra de solrdquo encontramos la depuracioacuten de los temas que acompantildearon a Octavio Paz durante toda su vida Pero de acuerdo con un artiacuteculo de Viacutector Manuel Mendiola (Confabulario agosto 4 2007) el poeta se incomodaba cuando le deciacutean que se trataba de su mejor poema como tambieacuten se molestaba ldquoenfaacuteticamen-terdquo cuando le endilgaban la frase hiperboacutelica de El gran poeta mexicano Avisa Mendiola

ldquoAl ser interrogado a propoacutesito de alguacuten asunto concernien-te a ese texto se endureciacutea con cierta molestia y cambiaba el tema de la charla iquestLe habiacutea dejado de gustar esa composicioacuten iquestLe pareciacutean maacutes importantes otros poemas como lsquoBlancorsquo o lsquoPasado en clarorsquo iquestLe perseguiacutea y recordaba una situacioacuten desagradablerdquo

A pesar de esa ambiguumledad emocional que le despertaba ldquoPiedra de solrdquo a su autor para muchas generaciones fue un poema formativo canoacutenico y paternal

ldquoHay que tomar en cuenta tambieacuten que es un poema circu-lar un poema escrito en endecasiacutelabos blancos un metro que no ha sido muy trabajado en lengua espantildeola como deciacutea Zaid hace maacutes de 20 antildeosrdquo recordoacute Campos ldquoLo hizo como nadie Cuando le pregunteacute en una entrevista de doacutende veniacutea esa buacutes-queda del endecasiacutelabo blanco habloacute de que aunque no era parte esencial de la tradicioacuten de la lengua espantildeola estaba en Woodsworth estaba en los isabelinos estaba en Leopardi y entre nosotros en Guilleacuten y Cernuda Creo que es el poema que cierra una etapa es la culminacioacuten de lo que llamariacuteamos en Paz la pasioacuten liacutericardquo

Aunque muchos lectores y el propio autor sentildealaron recrea-ciones de mitos mexicanos (esto aparece en una nota de la primera edicioacuten que fue recuperada hasta la edicioacuten de Seix Barral de 1975) la sensibilidad de Octavio Paz se encontraba muy lejos de la piedra azteca y maacutes abiertamente emparentada

con la tradicioacuten poeacutetica occidental No estaacute Coatlicue ni Hui-tzilopochtli pero siacute Venus siacute el tiempo circular una de las grandes obsesiones de la tradicioacuten literaria occidental

ldquoLo que me interesa enormemente en este poema es la pre-sencia de Dios porque Octavio Paz habloacute muy pocas veces de Dios en su poesiacuteardquo sentildealoacute Veroacutenica Volkow ldquoEs una compren-sioacuten muy profunda de lo que es la presencia divina para los miacutesticos [] Es un poeta maacutes del mundo de la inteligencia del mundo de las presencias del encuentro terrenal del estar aquiacute y ahora maacutes que el viaje miacutestico que nos pueden plantear Dan-te o Ficcinordquo

Para Joseacute Mariacutea Espinasa se trata de un poema sobre la muerte o desaparicioacuten o silencio de los dioses que forma una especie de trilogiacutea personal sobre el poema extenso dentro de la poesiacutea en espantildeol ldquoEscribioacute despueacutes poemas extraordina-rios De alguna manera lsquoPiedra de solrsquo junto a lsquoBlancorsquo en los antildeos 60 y a lsquoPasado en clarorsquo en la uacuteltima parte de su vida for-ma una trilogiacutea de extensos poemas y a miacute me costariacutea trabajo decidirme con cuaacutel me quedohellip Han pasado 50 antildeos y es un poema que sigue siendo perfectamente actual es un texto que no ha envejecido El hecho es que ese poema formoacute a varias generaciones de lectores y los formoacute en una idea de la poesiacutea que sigue estando en la praacutectica de cada diacutea poemas como lsquoAnagnoacuterisisrsquo de Tomaacutes Segovia o lsquoCada cosa es Babelrsquo de Eduardo Lizalde o algunos de los de David Huerta en espe-cial lsquoIncurablersquo van en ese sentido en la posibilidad de la du-racioacuten dentro del instanterdquo

El sol sigue brillando y la piedra dando calor en espera de nuevos caminantes del subsuelo del lenguaje Un siacutentoma ca-noacutenico de este poema es que 50 antildeos despueacutes maacutes allaacute de los deseos de su autor sigue funcionando como una especie de parvulario poeacutetico para plumas avanzadas llegando a contami-nar incluso a la gleba de la inteligencia mexicana iletrados dizque roqueros como los miembros del grupo Manaacute bautiza-ron una gira y un disco con el verso maacutes famoso de Octavio Paz ldquoAmar es combatirrdquo La gloria la fama deciacutea Borges es la mejor de las incomprensiones de una obra literaria Y aunque no haya leiacutedo una sola liacutenea del autor de El laberinto de la sole-dad hay maacutes de Octavio Paz en la identidad de cada mexicano que de Nezahualcoacuteyotl G

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Alguien lo deletreaEnrique Krauze

Hablaba poco de Dios Creo que descreiacutea En materia de reli-gioacuten estaba maacutes cerca de su jacobino abuelo que de su madre la piadosa dontildea Josefi na Estoy cierto de que en las tres religio-nes monoteiacutestas veiacutea un legado de intolerancia incompatible con su actitud de pluralidad Le divertiacutea contar la aneacutecdota de un fervoroso musulmaacuten que en el Himalaya le dijo casi a se-ntildeas ldquoMoiseacutes kaput Jesuacutes kaput soacutelo Mahoma viverdquo Paz pensaba que tambieacuten el maacutes reciente profeta estaba kaput y que la uacutenica religioacuten coherente con el misterio de nacer y morir era el Budismo Octavio mdashnombre latino al fi nmdash era un persona-je del mundo claacutesico buscaba la sabiduriacutea de Soacutecrates no la de Salomoacuten releiacutea a Lucrecio no la Biblia ni a San Agustiacuten no admiraba a Constantino sino a Juliano ldquoel apoacutestatardquo restaura-dor del Panteoacuten pagano Por su curiosidad universal en el arte el pensamiento y la ciencia era un hombre del Renacimiento por su espiacuteritu libre liberal y hasta secretamente libertino era un fi loacutesofo del Siglo xviii Por su arrojo creativo y su pasioacuten poliacutetica y poeacutetica fue un revolucionario del Siglo xx En suma un humanista pleno no un espiacuteritu religioso

Y sin embargo escribioacute su libro cumbre sobre Sor Juana Un dominicano el padre Juliaacuten lo invitaba a hablar sobre temas teoloacutegicos que por momentos lo atraiacutean casi tanto como a su amigo Luis Buntildeuel Quiso que en Vuelta rescataacuteramos un deba-te de 1942 sobre misticismo en el que habiacutean intervenido ade-maacutes de eacutel mismo Vasconcelos el padre Gallegos Rocafull y Joseacute Gaos Interpretoacute certeramente la obra y la vida de su ami-go Joseacute Revueltas como una extrantildea apasionada y atea imita-cioacuten de Cristo Y alguna vez me confi oacute una de las razones de su gran afecto por Gabriel Zaid con quien Paz mantuvo una con-versacioacuten ininterrumpida por casi medio siglo desde el diacutea en que hablaron por primera vez en Monterrey ldquonunca olvidareacute que Zaid encargoacute un novenario en la muerte de mi madrerdquo

El hombre que luchaba como leoacuten contra el inexorable avance de la muerte el viejo rey Lear maldiciendo al avaro destino que le escatimaba unos antildeos maacutes o siquiera unos me-ses no se abriacutea a la esperanza de lo trascendente ldquoCasi todos se quiebran frente a la muerte mdashme dijo Alejandro Rossimdash Octavio fue coherente hasta el fi nal no pidioacute un sacerdoterdquo Con todo en aquel uacuteltimo discurso en Coyoacaacuten habiacutea voltea-do hacia el cielo como invocaacutendolo las nubes se disiparon de pronto y aparecioacute el sol ldquoalliacute hay nubes y sol nubes y sol son palabras hermanas seamos dignos de las nubes del Valle de Meacutexico seamos dignos del sol del Valle de Meacutexicordquo

Antildeos atraacutes en una entrevista notable Carlos Castillo Pera-za le preguntoacute por el signifi cado de las famosas liacuteneas de su poema ldquoHermandadrdquo

Tambieacuten soy escrituraY en este mismo instanteAlguien me deletrea

Paz declaroacute su postura agnoacutestica No sabiacutea si ese ldquoalguienrdquo era un hombre como eacutel o un ser lejano maacutes allaacute de su poema ldquoPasado en clarordquo en el que aparece una tercera posibilidad la suya propia

Dios sin cuerpoCon lenguajes de cuerpo lo nombrabanMis sentidos Quise nombrarloCon un nombre solarUna palabra sin reveacutes

Era el Dios inmanente del amor y la poesiacutea G

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MitoJoseph Fontenrose

Debo aclarar desde el principio que por mito me refi ero a un relato tradicional que acompantildea a los rituales En primer lugar digo un relato algo que tiene un comienzo un desarrollo y un fi nal en otras palabras un argumento No utilizo pues el teacutermino de forma amplia y vaga para referirme a ideas animis-tas y teoloacutegicas en general Segundo me refi ero a un relato tradicional relato que en origen fue transmitido de forma oral Tercero me refi ero al tipo de relato que pretende narrar la ocasioacuten en que tuvo su origen alguna institucioacuten religiosa un culto o algunos de sus ritos y celebraciones y los actos divinos que sientan el precedente de los actos tradicionales realizados en el culto Se descubre que incluso los mitos de la creacioacuten estaacuten habitualmente relacionados con cultos A otros relatos tradi-cionales los independientes del culto se les denomina de ma-nera maacutes apropiada leyendas o cuentos populares aunque even-tualmente pueda incluirlos tambieacuten en el teacutermino mito o mi tologiacutea como se hace a menudo En efecto un mismo argu-mento puede aparecer en las tres clases de relato tradicional no es el argumento el que establece la diferencia y algunas va-riantes del mito del combate pertenecen al cuento heroico o al cuento de hadas pero no al mito auteacutentico

Al tratar de los mitos de paiacuteses antiguos debemos basarnos principalmente en las narraciones noticias y alusiones que se encuentran en la literatura antigua con un cierto apoyo en las obras del arte antiguo que representan escenas miacuteticas Muy rara vez el propoacutesito de ninguacuten escritor antiguo fue informar a los otros acerca del mito contarles una historia que no conocie-ran ya Esto es particularmente cierto del mito griego Se han recuperado textos de mitos de Babilonia y Egipto que contie-nen las propias versiones de mitos que estaban asociados con los rituales y los cultos y eran conocidos del sacerdocio y los devotos pero apenas nos ha llegado nada de ese tipo de Grecia Los escritores griegos no elaboraban textos rituales usaban los materiales miacuteticos para sus propios objetivos literarios particu-lares cambiando antildeadiendo suprimiendo fundiendo como les pareciacutea oportuno Aunque encontremos toda una narracioacuten miacutetica no un resumen ni un fragmento ni una alusioacuten no es probable que sea exactamente la versioacuten conocida por el pue-blo particularmente por el pueblo de aquellas zonas en las que el mito estaba vinculado a un culto Por consiguiente las fuen-tes son como fragmentos que deben ser reunidos estudiados

y combinados antes de que podamos saber coacutemo era realmente el conjunto

Al tratar de los mitos griegos muchos estudiosos suponen que un autor antiguo recibiacutea su conocimiento de un mito de escritores anteriores Asiacute pues es probable que se limiten a una historia literaria del mito y supongan que cualquier diferencia que se pueda encontrar debe de ser una innovacioacuten del autor en cuya obra se localiza por primera vez Por supuesto los es-critores posteriores fueron infl uidos por otros anteriores y por supuesto los escritores innovaron y cambiaron pero a me-nudo la supuesta innovacioacuten en un mito o un rasgo que apare-ce de forma tardiacutea en la tradicioacuten literaria tiene un paralelo en similares griegos o extranjeros del mito atestiguados por fuen-tes maacutes antiguas Es muy posible a veces probable que el au-tor lo tomara de la tradicioacuten oral si no de literatura ahora perdida teniacutea la tradicioacuten oral por todas partes Los eruditos han tendido a ignorar la transmisioacuten oral de los mitos o a su-poner que no existioacute despueacutes de una fecha temprana no espe-cifi cada sin embargo estuvo sin duda muy viva durante toda la Antiguumledad y en realidad nunca desaparecioacute sino que asumioacute un revestimiento cristiano en la Edad Media Se pueden en-contrar algunas huellas de la tradicioacuten oral en las paacuteginas de Pausanias y en algunas pinturas de vasijas pero en general hay que adivinarlas a partir del estudio comparado de las fuentes y los paralelos del mito

Por ello al tratar de los mitos griegos de combate utilizo todo el material pertinente recogido de la literatura y el arte griego y latino tanto antiguo como posterior A veces consigo una informacioacuten importante de escritores tardiacuteos y saco de ella conclusiones referentes a formas tempranas del mito analiza-do Pero habitualmente estas conclusiones sacadas de fuentes tardiacuteas encuentran apoyo en fuentes anteriores Es cierto tam-bieacuten que fuentes posteriores de los mitos mesopotaacutemicos egipcios e indios ofrecen un material valioso y que las conclu-siones basadas en ellos con frecuencia pueden ser apoyadas por pruebas anteriores Sobrevive poco de todo lo que se escribioacute en Heacutelade desde el siglo viii al iv o en el Oriente Proacuteximo du-rante el segundo milenio No tenemos registros de informado-res nativos La versioacuten tardiacutea de un mito puede haber apareci-do perfectamente antes por escrito o una versioacuten transmitida oralmente puede haber recibido entonces atencioacuten literaria por vez primera En pocas palabras no podemos ignorar nin-guna prueba todo nos es de utilidad

La misma permanencia del relato literario oscurece la natu-raleza fl uida de la tradicioacuten miacutetica Podemos inclinarnos a pensar que los mitos griegos se contaron siempre como los

Adelanto del libro de Joseph Fontenrose Python Estudio del mito deacutelfi co y sus oriacutegenes de proacutexima publicacioacuten (2008) por la editorial Sexto Piso Traduccioacuten de Mariacutea Tabuyo y Agustiacuten Loacutepez

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cuenta Ovidio Pero sin duda no fue asiacute Probablemente nin-guacuten griego del siglo v conociacutea ninguno de los mitos de Ovidio en la forma en que eacuteste los cuenta Cualquier narracioacuten que encontremos es la versioacuten conocida por un hombre en un mo-mento determinado El mito o el cuento popular desplazaacutendo-se de un lugar a otro pasando de una persona a otra de una generacioacuten a otra sufre cambios de manera constante se for-man nuevas versiones en cada regioacuten y en cada eacutepoca La ver-sioacuten nueva aparece cuando se cambian los detalles mdashcuando se da una expresioacuten algo diferente a un tema o un episodio cuan-do se antildeade o se quita algo cuando se cambia la secuencia de los episodiosmdash pero los nombres personales y los topoacutenimos permanecen inalterables Cuando una versioacuten particular en su progreso de un lugar a otro adquiere nombres nuevos para sus personajes y lugares se forma una variante nueva La variante es esencialmente la misma historia contada de dioses y hom-bres diferentes en un escenario diferente Eacutesta es la distincioacuten que establezco entre los teacuterminos versioacuten y variante que mu-chos investigadores utilizan de manera indistinta Un tipo es un argumento tradicional que aparece en varias variantes Es

una serie de episodios una constelacioacuten de temas que perma-nece bastante bien fi jada entre las variantes Puede haber cam-bios en la secuencia pueden desaparecer episodios o temas secundarios se pueden antildeadir caracteriacutesticas nuevas Pero debe haber un nuacutecleo duradero observable en todas las variantes para poder hablar de ldquotipordquo Por ejemplo pensemos en el rela-to tipo denominado ldquola esposa de Putifarrdquo El relato de Joseacute en el Geacutenesis es una variante hebrea de este tipo los relatos de Bellerophon Hippolytos y Teacutenedos son tres variantes griegas La variante de Hippolytos se contaba de maneras diferentes entre los griegos podemos denominar versioacuten a cada manera diferente Los nombres de Hippolytos Fedra Theseus dan unidad a la variante el argumento da unidad al tipo La dife-rencia entre variante y versioacuten se asemeja a la que existe entre especie y variedad el tipo es el gen

Un argumento tradicional al entrar en una nueva regioacuten se vincula habitualmente a los dioses o heacuteroes de esa regioacuten Los nombres cambian un pueblo puede sustituir por ejemplo con el dios que rige los fenoacutemenos atmosfeacutericos al dios homoacutelogo de la historia que ha tomado prestada Por ello el estudio de la

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difusioacuten del mito se interesa maacutes por los argumentos y los te-mas que por los participantes divinos o sus nombres Habitual-mente el origen y desarrollo del mito tiene poco o nada que ver con el origen de los dioses que aparecen en la variante na-cional o con el origen de sus nombres

Por eso este estudio al tratar de relacionar un mito con otro se interesa principalmente por los temas narrativos Por tema me refi ero a un rasgo o episodio recurrente de los relatos tradicionales Es una parte integral de la historia en que se encuentra pero es separable en el sentido de que puede apare-cer tambieacuten en otras historias tipo Algunos temas son esencia-les a un tipo otros pueden aparecer en una variante y estar ausentes en otra

El tema no se expresa de manera ideacutentica en cada versioacuten o variante cambia constantemente su ropaje externo de acuerdo con las costumbres nacionales o las caracteriacutesticas locales de los lugares en que se encuentra Puede oscurecerse o disfrazar-se pude ser que soacutelo quede una huella Si no fuera por esto todas las variantes se pareceriacutean mucho y seriacutea obvio el origen comuacuten Pero un origen comuacuten de los mitos de combate no es obvio por lo tanto es necesario un anaacutelisis temaacutetico cuidadoso de los diversos mitos Puede ser uacutetil sentildealar el tipo de variacio-nes que se producen en el tema

1 Mutaciones de papel cambios de rango de relacioacuten de clase Un heacuteroe puede reemplazar a un dios o a un gigante o un leoacuten puede reemplazar a un dragoacuten Un padre se puede con-vertir en abuelo tiacuteo hermano rey tutor una madre se puede convertir en abuela madre adoptiva nodriza esposa hermana esposa e hija se intercambian con frecuencia

2 Mutaciones en la accioacuten El modo de combate puede cambiar de una variante a otra Un tipo de castigo o de engantildeo puede ser sustituido por otro

3 Una caracteriacutestica llamativa de una variante puede quedar reducida en otra a algo menos sorprendente o puede estar dis-frazada La muerte puede transformarse en herida suentildeo de-rrota exilio desesperacioacuten Una accioacuten puede quedar mera-mente en un intento de accioacuten

4 Las acciones o rasgos de un personaje pueden transferir-se a otro del campeoacuten a su hijo esposa o ayudante incluso a su enemigo y viceversa

5 Se pueden combinar o fundir temas y papeles La heroiacutena

puede aprovecharse de la lujuria del enemigo para atraerle a la destruccioacuten La vigilancia por parte del dragoacuten de un manan-tial puede combinarse con su habitacioacuten en el mar su conten-cioacuten de las aguas su bloqueo de un camino y su control sobre un recinto sagrado

6 Puede haber expansioacuten o duplicacioacuten de temas personas episodios El campeoacuten puede dividirse en padre e hijo Un solo enemigo se puede convertir en el jefe y muacuteltiples subordina-dos Se pueden librar varios combates con varias muertes o derrotas del campeoacuten o del enemigo

Dado que a menudo se ha sentildealado la semejanza de los mi-tos con los suentildeos debemos observar que los modos en que se expresa un tema en los mitos reales presentan una marcada analogiacutea con los modos en que se expresa el pensamiento del suentildeo en el contenido del suentildeo seguacuten Freud los defi nioacute Freud apunta factores de condensacioacuten y desplazamiento A) Condensacioacuten es la convergencia de varios pensamientos del suentildeo en un punto clave que se convierte en un elemento uacuteni-co en el contenido del suentildeo Se puede ver una forma de con-densacioacuten en las personas compuestas de los suentildeos La con-densacioacuten corresponde a la combinacioacuten y fusioacuten del punto 5 supra B) El desplazamiento se manifi esta en la sustitucioacuten de una idea por otra sin alteracioacuten del signifi cado esencial o en la inversioacuten de las ideas transformacioacuten en lo contrario o en algo muy diferente Las mutaciones y reducciones de 1 a 4 supra son anaacutelogas a los desplazamientos del suentildeo Las duplicacio-nes de 6 corresponden a la duplicacioacuten que con frecuencia aparece en los suentildeos1

Eacutesos son los cambios que pueden experimentar los temas El estudioso debe reconocer que un tema puede asumir en un mito un revestimiento muy diferente del que tiene en otro Debe mirar a menudo debajo de la cobertura exterior para encontrar el tema Debe comprender tambieacuten que el pensa-miento miacutetico es iloacutegico para nuestros esquemas habituales tambieacuten en esto se parece al pensamiento de los suentildeos Ele-mentos opuestos contradictorios inconsecuencias pueden estar y estaacuten juntos en una misma intencioacuten y en una misma narracioacuten Sin embargo el mito no es un revoltijo de tonteriacuteas y absurdos tiene su propia loacutegica Quien estudia el mito debe tratar de comprender los modos miacuteticos del pensar G

1 Freud (ID) 319-397 especialmente 320-339

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Mito y lenguajeErnst Cassirer

En Primitive Culture Tylor propuso una teoriacutea antropoloacutegica basada en principios bioloacutegicos generales Eacutel fue uno de los primeros en aplicar los principios de Darwin al mundo cultu-ral La maacutexima natura non facit saltus no admite excepcioacuten Vale tanto para el mundo de la civilizacioacuten humana como para el mundo orgaacutenico Lo mismo el hombre civilizado que el no civilizado pertenecen a la misma especie la especie del homo sapiens Las caracteriacutesticas fundamentales de esta especie son las mismas en cada variante Si la teoriacutea de la evolucioacuten es ver-dadera no podemos admitir ninguacuten hiato entre el estadio maacutes bajo y el maacutes alto de la civilizacioacuten humana Pasamos del uno a los otros mediante una transicioacuten muy lenta y casi impercep-tible en la cual nunca encontramos solucioacuten de continuidad

Una concepcioacuten distinta del proceso de la civilizacioacuten hu-mana fue desarrollada en un ensayo publicado en 1856 tres antildeos antes de la aparicioacuten del libro de Darwin The Origin of the Species En su Comparative Mythology1 F Max Muumlller partioacute del principio de que es imposible alcanzar una verdadera com-prensioacuten del mito mientras se considere como un fenoacutemeno aislado Y sin embargo ninguacuten fenoacutemeno natural ninguacuten principio bioloacutegico puede guiarnos en nuestra investigacioacuten No existe ninguna analogiacutea real entre los fenoacutemenos naturales y los culturales La cultura humana debe ser estudiada de acuerdo con meacutetodos y principios especiacutefi cos iquestY doacutende po-driacuteamos encontrar una guiacutea mejor para este estudio que en el lenguaje humano el elemento en el cual el hombre vive se mueve y tiene su ser Como linguumlista y fi loacutelogo Muumlller estaba convencido de que el uacutenico enfoque cientiacutefi co para un estudio del mito era el enfoque linguumliacutestico Pero este fi n no podiacutea ser logrado antes de que la propia linguumliacutestica hubiese encontrado su camino y antes de que la gramaacutetica y la etimologiacutea estuvie-ran fundadas sobre una fi rme base cientiacutefi ca Hasta la primera mitad del siglo xix se llegoacute a dar este gran primer paso Entre el mito y el lenguaje no soacutelo existe una iacutentima relacioacuten sino una verdadera solidaridad Si entendemos la naturaleza de esta solidaridad habremos encontrado la llave del mundo miacutetico

El descubrimiento de la lengua y literatura saacutenscritas fue un hecho decisivo en el desenvolvimiento de nuestra conciencia

histoacuterica y en la evolucioacuten de todas las ciencias culturales Por su importancia e infl uencia puede compararse con la gran re-volucioacuten intelectual que produjo el sistema copernicano en el campo de la ciencia natural La hipoacutetesis copernicana invirtioacute la concepcioacuten del orden coacutesmico La tierra ya no estaba en el centro del universo se convirtioacute en un ldquoastro entre los astrosrdquo La concepcioacuten geoceacutentrica del mundo fiacutesico fue descartada En el mismo sentido en contacto con la literatura saacutenscrita puso fi n a esa concepcioacuten de la cultura humana que estableciacutea su centro verdadero y uacutenico en el mundo de la antiguumledad claacutesica A partir de entonces el mundo greco-romano no podiacutea ser considerado maacutes que como una simple provincia un pequentildeo sector del universo de la cultura humana La fi losofiacutea de la historia tuvo que fundarse sobre una base nueva y maacutes amplia Hegel llamoacute al descubrimiento del origen comuacuten del griego y el saacutenscrito el descubrimiento de un nuevo mundo Quienes estudiaban gramaacutetica comparada en el siglo xix consideraron su trabajo bajo esta misma luz Estaban convencidos de que habiacutean encontrado la palabra maacutegica la uacutenica que podiacutea abrir las puertas al entendimiento de la historia de la civilizacioacuten humana La fi lologiacutea comparada declaroacute Max Muumlller ha pues-to a la edad mitoloacutegica y mitopeacuteyica de la humanidad que antes estaba velada por la oscuridad ante la brillante luz de la investigacioacuten cientiacutefi ca y dentro del recinto de la historia do-cumental Ha puesto en nuestras manos un telescopio de tal potencia que donde antes alcanzaacutebamos a ver soacutelo nebulosida-des ahora descubrimos formas distintas y perfi les maacutes auacuten nos ha proporcionado lo que podemos llamar testimonios con-temporaacuteneos exhibiendo ante nosotros el estado de pensa-miento de lenguaje religioacuten y civilizacioacuten de un periacuteodo en que el saacutenscrito no era todaviacutea el saacutenscrito el griego no era todaviacutea el griego pero en el cual lo mismo estos dos que el latiacuten el germaacutenico y otros dialectos arios existiacutean todaviacutea como un solo lenguaje indiviso La niebla de la mitologiacutea se desvaneceraacute gradualmente y nos permitiraacute descubrir tras las fl otantes nubes de la aurora del pensamiento y el lenguaje esa naturaleza verdadera que la mitologiacutea ha encubierto y disfraza-do por tan largo tiempo2

Por otro lado esa conexioacuten entre el lenguaje y el mito la cual prometiacutea una solucioacuten clara y defi nida para el antiguo enigma entrantildeaba una gran difi cultad Cierto es que el lengua-je y el mito tienen una raiacutez comuacuten pero no son en modo algu-

Ernst Cassirer El mito del Estado Traduccioacuten de Eduardo Nicol fce Meacutexico 2004

1 Publicado por primera vez en Oxford Essays (Londres John W Parker and Son 1856) pp 1-87 Reproducido en Selected Essays on Language Mythology and Religion (Londres Longmans Green and Co 1881) pp 299-451

2 Muumlller ldquoComparative Mythologyrdquo op cit pp II 33 86 Selected Essays I 315 358 449 ss

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no ideacutenticos en su estructura El lenguaje ofrece siempre un caraacutecter estrictamente loacutegico el mito parece desafi ar todas las reglas loacutegicas es incoherente caprichoso irracional iquestCoacutemo podemos reunir estos dos elementos incompatibles

Para responder a esta pregunta Max Muumlller y otros autores pertenecientes a la escuela de la mitologiacutea comparada idearon un plan muy ingenioso El mito dijeron no es en realidad sino un aspecto del lenguaje aunque un aspecto maacutes bien negativo que positivo El mito no se origina de sus virtudes sino de sus vicios Es cierto que el lenguaje es racional y loacutegico pero por otra parte es tambieacuten una fuente de ilusiones y falacias El lo-gro mayor del lenguaje es a la vez fuente de sus defectos El lenguaje se compone de nombres generales pero la generalidad implica siempre ambiguumledad La polionimia y la sinonimia de las palabras no son un rasgo accidental del lenguaje derivan de su naturaleza misma Como sea que la mayoriacutea de los objetos tienen maacutes de un atributo y como quiera que bajo aspectos

diferentes uno u otro de los atributos puede parecer apropiado para el acto de la denominacioacuten ocurrioacute por necesidad que la mayoriacutea de los objetos durante el primer periacuteodo del lenguaje humano tuvo maacutes de un nombre Cuanto maacutes antigua es una lengua tanto maacutes rica en sinoacutenimos Por otra parte si se em-plean constantemente estos sinoacutenimos deben naturalmente originar un nuacutemero de homoacutenimos Si podemos llamar al sol con cincuenta nombres expresivos de diferentes cualidades algunos de estos nombres seraacuten aplicables a otros objetos que puedan poseer las mismas cualidades Estos objetos distintos vendriacutean entonces a llamarse por el mismo nombre mdashse con-vertiriacutean en homoacutenimos Eacuteste es el punto vulnerable del len-guaje y eacuteste es al mismo tiempo el origen histoacuterico del mito iquestCoacutemo podemos dar razoacuten mdashse pregunta Max Muumlllermdash de esta fase de la mente humana que dio origen a los extraordina-rios relatos de dioses y heacuteroes de gorgonas y quimeras de cosas que el ojo humano no habiacutea visto nunca y que ninguna

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mente humana en sus cabales pudo haber concebido jamaacutes A menos que podamos dar respuesta a esta pregunta nuestra creencia en un progreso regular y consecuente del intelecto humano a traveacutes de todas las edades y en todos los lugares tendraacute que ser abandonada como una teoriacutea falsa A pesar de todo despueacutes del descubrimiento de la linguumliacutestica comparada estamos en situacioacuten de evitar ese escepticismo y de quitar ese obstaacuteculo de en medio Vemos que el progreso mismo del len-guaje mdashuno de los maacutes grandes hechos de la civilizacioacuten hu-manamdash condujo inevitablemente a otro fenoacutemeno al fenoacuteme-no del mito Si existiacutean dos nombres para el mismo objeto es natural y en verdad inevitable que dos personas pudieran bro-tar de los dos nombres y como los mismos relatos podiacutean contarse de la una y de la otra seriacutean representadas como her-manos y hermanas como padres e hijos3

Si aceptamos esta teoriacutea la difi cultad queda resuelta Pode-mos explicar muy bien de queacute modo la actividad racional del lenguaje humano ha conducido a las irracionalidades e incom-prensibilidades del mito La mente humana opera siempre de una manera racional Aun la mente primitiva era una mente cabal y normal Pero por otra parte era una mente rudimen-taria e inexperta En el caso en que estaba la mente inexperta expuesta constantemente a una grave tentacioacuten mdashla falacia y la ambiguumledad de las palabrasmdash no es de extrantildear que cayera en ella Eacuteste es el verdadero origen del pensamiento miacutetico El lenguaje no es tan soacutelo una escuela de sabiduriacutea es tambieacuten una escuela de desatino El mito nos revela este uacuteltimo aspecto no es maacutes que la oscura sombra que el lenguaje proyecta sobre el mundo del pensamiento humano

De este modo se presenta a la mitologiacutea como patoloacutegica asiacute en su origen como en su esencia Es una enfermedad que em-pieza en el campo del lenguaje y que luego se difunde en una peligrosa infeccioacuten por todo el cuerpo de la civilizacioacuten huma-na Pero aunque sea una locura hay en ella un meacutetodo En la mitologiacutea griega asiacute como en otras mitologiacuteas encontramos por ejemplo el relato de una gran inundacioacuten que destruyoacute a la raza humana entera Solamente una pareja Deucalioacuten y su es-posa Pirra se salvoacute del diluvio y fue enviada por Zeus a la Heacute-lade Cayeron los dos sobre el monte Parnaso y alliacute les aconse-joacute el oraacuteculo que echaron tras de siacute los ldquohuesos de su madrerdquo Deucalioacuten dio con la verdadera interpretacioacuten de este oraacuteculo recogioacute las piedras esparcidas por el campo y las tiroacute por encima de sus hombros De estas piedras surgioacute una nueva raza de hom-bre y mujeres iquestQueacute cosa hay maacutes ridiacutecula mdashse pregunta Max Muumlllermdash que este modo de explicar el origen de la raza huma-na Y sin embargo se hace faacutecilmente comprensible cuando empleamos la clave que nos da la ciencia de la etimologiacutea com-parada Todo el relato se reduce a un simple juego de palabras mdashuna confusioacuten entre dos teacuterminos homoacutenimosmdash entre λαός y λἀας4 Eacuteste de acuerdo con su opinioacuten es todo el secreto de la mitologiacutea

Si analizamos esta teoriacutea encontramos que contiene una extrantildea mezcla de racionalismo y romanticismo El elemento romaacutentico es manifi esto y parece ser el preponderante En cierto sentido Max Muumlller habla como un disciacutepulo de Nova-lis o de Schleiermacher Rechaza la teoriacutea de que el origen de

la religioacuten hay que buscarlo en el animismo o en la adoracioacuten de las grandes fuerzas naturales Hay ciertamente una religioacuten natural o fiacutesica una adoracioacuten del juego del sol de la luna del cielo despejado pero esta religioacuten fiacutesica es tan soacutelo un aspecto singular y un fenoacutemeno derivado No nos ofrece el todo y no nos conduce a la fuente primera y principal El verdadero ori-gen de la religioacuten hay que buscarlo en un estrato maacutes profundo del pensar y el sentir Lo que primero fascinoacute a los hombres no fueron los objetos de su alrededor Aun la mente primitiva es-taba mucho maacutes impresionada por el gran espec taacuteculo de la naturaleza tomada como un todo La naturaleza era lo desco-nocido en el sentido de algo opuesto a lo conocido lo infi nito en el sentido de lo que se distingue de lo fi nito Fue este senti-miento lo que desde los primero tiempos promovioacute el impul-so hacia el pensamiento religioso y el lenguaje La inmediata percepcioacuten del Infi nito ha formado desde el principio mismo el ingrediente y el necesario complemento de todo conocimiento fi nito Los rudimentos de expresiones mitoloacutegicas religiosas y fi losoacutefi cas posteriores estaban ya presentes en la temprana presioacuten del Infi nito sobre nuestros sentidos y esta presioacuten es la primera fuente y el origen real de todas nuestras creencias religiosas5 iquestPor queacute tenemos que maravillarnos de los anti-guos mdashpreguntaba Max Muumlllermdash de su lenguaje palpitante de vida y refulgente de color si en vez de los grises perfi les del pensamiento moderno exhalaban esas formas vivientes de la naturaleza dotadas de fuerza humana o maacutes bien de fuerzas sobrehumanas en tanto que la luz del sol brillaba maacutes que la del ojo humano y el bramar de la tormenta opacaba los gritos de la voz humana6 Esto suena muy romaacutentico pero no debe-mos dejarnos engantildear por el estilo coloreado y romaacutentico de Max Muumlller Su teoriacutea tomada en conjunto sigue siendo es-trictamente racionalista e intelectualista

En el fondo su concepcioacuten del mito no se encuentra muy distante del siglo xviii y de los pensadores de la Ilustracioacuten7 Claro estaacute que ya no considera al mito y a la religioacuten como una simple invencioacuten arbitraria un truco de la astucia clerical Pero admite que la religioacuten al fi n y al cabo no es maacutes que una gran ilusioacuten no un engantildeo consciente sino inconsciente un engantildeo promovido por la naturaleza de la mente humana y ante todo por la naturaleza del lenguaje humano El mito sigue siendo siempre un caso patoloacutegico Pero ahora estamos en situacioacuten de comprender la patologiacutea del mito sin recurrir a la hipoacutetesis de un defecto inherente a la mente humana misma Si se reco-noce que el lenguaje es la fuente del mito entonces hasta las incongruencias y contradicciones del pensamiento miacutetico que-dan reducidas a un poder universal y objetivo y por tanto en-teramente racional

3 Veacutease Muumlller op cit pp 44 Selected Essays I 3784 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p8 Selected Essays I 310

5 Veacutease F Max Muumlller Natural Religion The Gifford Lectures 1888 (Londres y Nueva York Longmans Green amp Co 1889) con-ferencia V ldquoMy own defi nition of Religionrdquo pp 103-140 Physical Religion The Gifford Lectures 1890 (Londres y Nueva York Long-mans Green amp Co 1891) conferencia VI ldquoPhysical Religion The Natural and the Supernatur alrdquo pp 119 ss

6 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p 37 Selected Essays I 3657 Es un hecho curioso que los primeros elementos de la teoriacutea de

Max Muumlller hayan de buscarse en los escritos de uno de los grandes racionalistas En su saacutetira Sur lrsquoeacutequivoque Boileau propuso la teoriacutea de que la ambiguumledad de las palabras es la verdadera fuente del mito

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Mucho contribuyoacute a la infl uencia de esta doctrina el hecho de que fuera aceptada con algunas reservas criacuteticas por el primer fi loacutesofo que tratoacute de crear una ldquofi losofiacutea sinteacuteticardquo una visioacuten coherente y comprensiva de todas las actividades de la mente humana basada en principios estrictamente empiacutericos y en la teoriacutea general de la evolucioacuten Herbert Spencer halloacute la fuente primera y principal de toda religioacuten en el culto de los antepasados El primer culto afi rmoacute eacutel no fue el culto de las fuerzas naturales sino el culto de los muertos8 Sin embargo con el fi n de comprender el traacutensito del culto de los antepasa-dos al culto de los dioses personales debemos introducir una nueva hipoacutetesis Seguacuten Spencer lo que hizo posible y hasta necesario este nuevo paso fueron el poder y la infl uencia per-durable del lenguaje El lenguaje humano es metafoacuterico en su esencia misma estaacute lleno de siacutemiles y analogiacuteas La mente pri-mitiva es incapaz de comprender estos siacutemiles en un sentido meramente metafoacuterico Toma estos siacutemiles por realidades y piensa y actuacutea de acuerdo con este principio Esta interpreta-cioacuten literal de los nombres metafoacutericos fue la que condujo desde las primeras formas elementales del culto de los antepa-sados desde la adoracioacuten de seres humanos hasta la adoracioacuten de plantas y animales y fi nalmente de grandes fuerzas de la naturaleza Un haacutebito comuacuten y muy extendido de las socieda-des primitivas es el de darles a los nintildeos recieacuten nacidos nom-bres de plantas animales estrellas y otros objetos naturales A los nintildeos se les llama ldquoTigrerdquo ldquoLeoacutenrdquo ldquoCuervordquo a las nintildeas ldquoLunardquo ldquoEstrellardquo Originariamente todos estos nombres no eran maacutes que epiheta ornantia los cuales expresaban ciertas cualidades personales que se atribuiacutean a los seres humanos De acuerdo con esta tendencia de la mente primitiva a entender

todos los teacuterminos en sentido literal era inevitable que se ma-linterpretasen esos nombres complementarios y esos tiacutetulos metafoacutericos Alguna vez ldquoAurorardquo se usariacutea como nombre pro-pio de persona las tradiciones referentes a una que se hubiese destacado conduciriacutean en la mente ingenua del salvaje a una identifi cacioacuten con la aurora misma y sus aventuras seriacutean in-terpretadas de la manera que pareciese maacutes congruente con la naturaleza de la aurora Es maacutes en las regiones donde tal nom-bre hubiese sido el propio de miembros de tribus adyacentes o de miembros de una misma tribu que hubieran vivido en tiempos distintos surgiriacutean genealogiacuteas incongruentes y aven-turas antagoacutenicas de la aurora9

Tambieacuten aquiacute encontramos explicado el fenoacutemeno del mito el panteoacuten entero del politeiacutesmo como una simple enferme-dad El culto de objetos conspicuos concebidos como perso-nas resulta de un error linguumliacutestico La grave objecioacuten a que puede someterse tal teoriacutea es manifi esta El mito es una de las maacutes antiguas y grandes fuerzas de la civilizacioacuten humana Estaacute conectado iacutentimamente con todas las demaacutes actividades huma-nas es inseparable del lenguaje de la poesiacutea del arte y del maacutes remoto pensamiento histoacuterico La ciencia misma tuvo que pasar por una etapa miacutetica antes de alcanzar la etapa loacutegica la alquimia precedioacute a la quiacutemica la astrologiacutea a la astronomiacutea Si las teoriacuteas de Max Muumlller y de Spencer fuesen ciertas tendriacutea-mos que admitir la conclusioacuten de que en resumidas cuentas la historia de la civilizacioacuten humana se debe a una simple equivo-cacioacuten a una mala interpretacioacuten de palabras y de teacuterminos Y no es una hipoacutetesis muy satisfactoria o plausible pensar que la cultura sea el producto de una mera ilusioacuten un malabarismo de palabras y un pueril juego de nombres G

8 Veacutease H Spencer The Principles of Sociology (1876) cap xx (Nueva York Appleton amp Co 1901 i 1901 i 285 ss) 9 Ibid xxii-xxiv i 329-394

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El mito y la sociedadJoseph Campbell

1- El que cambia de forma

No hay un sistema fi nal para la interpretacioacuten de los mitos y nunca habraacute tal cosa La mitologiacutea es como el dios Proteo ldquoel veraz anciano de los maresrdquo El dios ldquoprobaraacute de convertirse en todos los seres que se arrastran por la tierra y en agua y en ardentiacutesimo fuegordquo1

El viajero de la vida que quiera recibir ensentildeanzas de Proteo debe ldquosujetarlo aunque desee e intente escaparserdquo y fi nalmente apareceraacute en la forma que le es propia Pero este astuto dios nunca descubre ni siquiera ante el maacutes haacutebil interrogador el contenido iacutentegro de su sabiduriacutea Contestaraacute a la pregunta que se le haga y la respuesta seraacute grande o trivial seguacuten lo que se le haya preguntado ldquoCuando el sol siguiendo su curso llega al centro del cielo el veraz anciano de los mares oculto por negras y encrespadas olas salta en tierra al soplo del Ceacutefi -ro En seguida se acuesta en honda gruta y a su alrededor se ponen a dormir todas juntas las focas de nataacutetiles pies hijas de la hermosa Halosidne que salen del espumoso mar exhalando el acerbo olor del mar profundiacutesimordquo2 El rey guerrero griego Menelao guiado y ayudado por una hija de este viejo padre del mar a sus salvajes lares e instruido por ella de coacutemo lograr la respuesta del dios deseaba soacutelo preguntar el secreto de sus difi cultades personales y el paradero de sus amigos personales Y el dios se dignoacute a responder

La mitologiacutea ha sido interpretada por el intelecto moderno como un torpe esfuerzo primitivo para explicar el mundo de la naturaleza (Frazer) como una produccioacuten de fantasiacutea poeacutetica de los tiempo prehistoacutericos mal entendida por las edades pos-teriores (Muumlller) como un sustitutivo de la instruccioacuten alegoacute-rica para amoldar el individuo a su grupo (Durkheim) como un suentildeo colectivo sintomaacutetico de las urgencias arquetiacutepicas dentro de las profundidades de la psique humana (Jung) como el vehiacuteculo tradicional de las intuiciones metafiacutesicas maacutes pro-fundas del hombre (Coomaraswamy) y como la Revelacioacuten de Dios a Sus hijos (la Iglesia) La mitologiacutea es todo esto Los diferentes juicios estaacuten determinados por los diferentes puntos de vista de los jueces Pues cuando se la investiga en teacuterminos no de lo que es sino de coacutemo funciona de coacutemo ha servido a la especia humana en el pasado y de coacutemo puede servirle ahora

la mitologiacutea se muestra tan accesible como la vida misma a las obsesiones y necesidades del individuo la raza y la eacutepoca

2- La funcioacuten del mito del culto y de la meditacioacuten

En su forma viva el individuo es necesariamente soacutelo una frac-cioacuten y una distorsioacuten de la imagen total del hombre Estaacute limi-tado ya sea hembra o varoacuten tambieacuten lo estaacute en cualquier pe-riodo de su vida como nintildeo como joven como adulto o como anciano y no soacutelo eso sino que en su vida estaacute necesariamente especializado como artesano comerciante sirviente o ladroacuten sacerdote o liacuteder esposa monja o prostituta no puede serlo todo De aquiacute que la totalidad la plenitud del hombre no esteacute en un miembro aparte sino en el cuerpo de la sociedad como un todo el individuo puede soacutelo ser un oacutergano De su grupo ha tomado las teacutecnicas de vida el lenguaje en que piensa las ideas por las cuales lucha los genes que han construido su cuerpo descienden del pasado de esa sociedad Si pretende ais-larse ya sea en hechos pensamientos o sentimientos soacutelo lo-gra romper las relaciones con las fuentes de su existencia

Las ceremonias tribales de nacimiento la iniciacioacuten el ma-trimonio el entierro la adquisicioacuten de un estado social etc sirven para trasladar la crisis y hechos de la vida del individuo a formas claacutesicas e impersonales Estas formas tienen por obje-to mostrarlo a siacute mismo no como esta personalidad o la otra sino como el guerrero la desposada la viuda el sacerdote el jefe al mismo tiempo se representa para el resto de la comuni-dad la vieja leccioacuten de las etapas arquetiacutepicas Todos participan en el ceremonial de acuerdo con su rango y su funcioacuten La sociedad entera se hace visible como una unidad viva e impe-recedera Pasan generaciones de individuos como ceacutelulas anoacute-nimas de un cuerpo vivo pero permanece la forma sustentante e intemporal Por una ampliacioacuten de la visioacuten para abarcar a este superindividuo cada uno se descubre a siacute mismo engran-decido enriquecido apoyado y magnifi cado Su papel aunque no sea nada impresionante se ve como intriacutenseco a la bella imagen festiva del hombre la imagen potencial pero necesaria-mente inhibida que estaacute dentro del individuo

Los deberes sociales continuacutean la leccioacuten del festival en la existencia diaria y normal y se le da maacutes validez al individuo Por el contrario la indiferencia las revoluciones o el exilio rom-pen las conexiones vitales Desde el punto de vista de la unidad social el individuo aislado no es sino una nada un desperdicio De aquiacute que el hombre o la mujer puedan decir honestamente que han vivido su papel mdashya sea el de sacerdote prostituta reina o esclavomdash se refi eren al sentido completo del verbo ser

Joseph Campbell El heacuteroe de las mil caras Psicoanaacutelisis del mito Traduccioacuten de Luisa Josefi na Hernaacutendez fce Meacutexico 2006

1 Odisea iv 401 417-41 Traduccioacuten de Luis Segalaacute y Estalella2 Ibid 400-406

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Los ritos de la iniciacioacuten y de la adquisicioacuten de una situa-cioacuten pues muestran la leccioacuten de la unidad esencial del in-dividuo y el grupo los festivales de las estaciones abren un horizonte mayor Asiacute como el individuo es un oacutergano de la so-ciedad asiacute es la tribu o la ciudad mdashasiacute es la humanidad ente-ramdash soacutelo una fase del poderoso organismo del cosmos

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para domi-nar a la naturaleza Eacutesta es una representacioacuten equivocada Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre y particularmente en aquellas ceremonias maacutegicas que se supone han de traer lluvia curar las enfermedades o detener las inun-daciones sin embargo el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponieacutendolas a la magia ne-gra) es la sumisioacuten a lo inevitable del destino y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente

No se ha registrado ninguacuten mito tribal que intente postergar la llegada del invierno al contrario los ritos preparan a la co-munidad para soportar junto con el resto de la naturaleza la estacioacuten del friacuteo tremendo Y en la primavera los ritos no inten-tan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maiacutez frijol y calabazas para la comunidad debilitada por el contrario los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estacioacuten de la na-turaleza El maravilloso ciclo del antildeo es celebrado con todos sus contratiempos y periacuteodos de juacutebilo y es bosquejado y represen-tado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano

Muchas otras simbolizaciones de esta continuidad llenan el mundo de la comunidad mitoloacutegicamente instruida Por ejem-plo los clanes de las tribus cazadoras norteamericanas se con-sideraban descendientes de ancestros mitad animales y mitad humanos Estos ancestros no solamente eran los padres de los miembros humanos del clan sino tambieacuten de la especie animal de donde el clan tomaba su nombre Asiacute los miembros huma-nos del clan del castor eran primos hermanos de los castores protectores de dicha especie y al mismo tiempo protegidos por la sabiduriacutea animal del pueblo de los bosques Y otro ejemplo el hogan o choza de barro de los Naacutevajo de Nuevo Meacutexico y Arizona se construye seguacuten el plan de la idea del cosmos de los Naacutevajo La entrada estaacute hacia el oriente Los ocho lados re-presentan las cuatro direcciones principales y los puntos que quedan entre ellas Cada arista y cada viga corresponde a un elemento en el gran hogan de la tierra y el cielo que todo lo abarcan Y como el alma del hombre es considerada en su for-ma como ideacutentica al universo la choza de barro es la represen-tacioacuten de la armoniacutea baacutesica del hombre y del mundo y un re-cordatorio del escondido camino vital de la perfeccioacuten

Pero hay otro camino diametralmente opuesto al de los de-beres sociales y los cultos populares Desde el punto de vista del camino del deber el que es exiliado de la comunidad es nada Desde el otro punto de vista este exilio es el primer paso en la buacutesqueda Cada uno lleva el todo dentro de siacute mismo por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de eacutel Las diferen-ciaciones de sexo edad y ocupacioacuten no son esenciales a nuestro caraacutecter sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo La imagen interior del hombre no de-be confundirse con su atuendo Pensamos que somos ameri-canos hijos del siglo xx occidentales y cristianos civilizados Somos virtuosos o pecadores Sin embargo esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre denotan solamente acci-dentes geograacutefi cos fecha de nacimiento e ingresos econoacutemi-

cos iquestCuaacutel es el meollo de nosotros iquestCuaacutel es el caraacutecter baacutesico de nuestro ser

El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India los misterios heleacutenicos de las iniciaciones las antiguas fi losofiacuteas de Oriente y del Occidente son teacutecnicas para despla-zar el hincapieacute de la conciencia individual fuera de la presencia exterior Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo maacutes profundo ldquoYo no soy esto ni lo otro mdashmeditamdash no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir mi cuerpo que estaacute enfermo o envejece ni mi brazo mis ojos mi cabeza ni la suma de todas estas cosas No soy mis sentimientos ni mi men-te ni mi fuerza intuitivardquo Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y fi nalmente alcanza insondables rea-lizaciones Ninguacuten hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como Don Fu-lano de tal o cual poblacioacuten de cierto paiacutes La sociedad y los deberes se esfuman Don Fulano al descubrirse grande con el hombre se convierte en una persona abstraiacuteda y apartada

Eacutesta es la etapa de Narciso contemplaacutendose en la fuente del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del aacuterbol pero no es la uacuteltima meta es un requisito pero no es el fi n La meta no es ver sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia en-tonces el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola De aquiacute que la separacioacuten el aislamiento ya no sean necesarios Por dondequiera que vaya el heacuteroe y cualquier cosa que haga siempre estaacute en presencia de su propia esencia porque ha perfeccionado sus ojos para ver No hay aislamiento Asiacute como el camino de la participacioacuten social puede llevar a la realizacioacuten del Todo en el individuo asiacute el exilio trae al heacuteroe al Yo en todo

Centrado en este punto capital el problema del egoiacutesmo o del altruismo desaparece El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identifi cado con el signifi cado iacutentegro del uni-verso Por Eacutel y para Eacutel se ha hecho el mundo ldquoOh Mahoma mdashdijo Diosmdash si no fuera por ti no hubiera creado el cielordquo

3- El heacuteroe de hoy

Todo esto se halla lejos del punto de vista contemporaacuteneo pues el ideal democraacutetico del individuo que se determina a siacute mismo la invencioacuten de los artefactos mecaacutenicos y eleacutectricos y el desarrollo de los meacutetodos cientiacutefi cos de investigacioacuten han transformado la vida humana en tal forma que el universo in-temporal de siacutembolos hace mucho tiempo heredados ha sufri-do un colapso A esto se refi eren en el Zaratustra de Nietzsche las trascendentales palabras que anuncian una eacutepoca ldquoMuertos estaacuten los diosesrdquo3 Es una faacutebula que sabemos que se ha repeti-do de mil maneras Es el ciclo del heacuteroe de la edad moderna la maravillosa historia de la especie humana que llega a la ma-durez El lastre del pasado la atadura de la tradicioacuten han sido destruidos con seguros y poderosos golpes La telarantildea del suentildeo miacutetico cayoacute la mente se abrioacute a la iacutentegra conciencia despierta y el hombre moderno surgioacute de la ignorancia de los antiguos como una mariposa de su capullo o como el sol del amanecer surge del vientre de la madre noche

3 Nietzsche Asiacute habloacute Zaratustra 1223

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No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

28 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

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La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

10 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

queacute ser traducido en palabras La pintura es un lenguaje que se basta a siacute mismordquo mientras que mdashde nuevo en Corriente alter-namdash afi rma que el arte moderno ldquopor ser una representacioacuten no puede rehusarse completamente a decir y a signifi carrdquo y se pregunta ldquoiquestQueacute dicen los cuadros modernos Se dicen a siacute mismosrdquo Textos y opiniones que se alternan haciendo honor al tiacutetulo del libro con consideraciones sobre la obra de Alberto Gironella que seguacuten Paz es en buena parte ldquopintura escrita del mismo modo que hay palabras pintadasrdquo o un ensayo sobre Aacutelvarez Bravo en el que con base en sus lecturas de los poetas modernos califi ca a la fotografiacutea como arte poeacutetico ldquoporque al mostrarnos estordquo dice Paz ldquoalude o presenta a aquellordquo y con meditaciones en las que el arte maya por la literalidad de las imaacutegenes que muestra labradas en piedra ldquo pueden leerse No son ilustraciones de un texto son el texto mismordquo

Por otra parte al decir cuadros ldquomodernosrdquo Paz no nos aclara si los cuadros ldquoantiguosrdquo mdashpor llamar de alguacuten modo todas las pinturas que antecedieron a las modernasmdash deciacutean algo No era necesario que lo hiciera todos sabemos que un cuadro de Nicolaacutes Bataille nos cuenta la lucha de San Miguel y el dragoacuten otro del Veroneacutes las Bodas de Canaacute uno maacutes de Mantegna el martirio de San Cristoacutebal y otro en fi n de Ma-teo Cerezo las bodas miacutesticas de Santa Catalina

Y sin embargo esto no es verdad ninguna de las pinturas arriba mencionadas cuenta algo todas recuentan El especta-dor tiene que conocer de antemano la historia o la leyenda que el cuadro presenta tiene que haberla leiacutedo en un libro sobre mitologiacutea o en la Biblia tiene que haberla escuchado en alguna parte alguna vez para saber de queacute trata la pintura que tiene ante sus ojos Una pintura que aunque muy lejos de lo que hoy conocemos como ldquoilustracioacutenrdquo es una pintura que ilustra un hecho o una leyenda Todaviacutea en nuestro fi n de siglo los visi-tantes de los museos necesitan que el guiacutea les diga eacutesta es se-ntildeoras La Batalla de San Romano de Paolo Uccello eacutesta es sentildeo-res La Rendicioacuten de Breda de Diego Velaacutezquez

Pero si esas pinturas ilustran algo a los espectadores de hoy diacutea ya no los ilustran a pocos fuera de Espantildea puede intere-sarles el hecho de que la rendicioacuten de Breda implicara la derro-ta de Mauricio de Nassau y a muchos menos fuera de Italia saber quieacuten si Siena o Florencia ganoacute la batalla de San Roma-no Ademaacutes de que sabemos poca era la fi delidad de los artis-tas hacia acontecimientos histoacutericos asiacute fuera porque no los vieron soacutelo los imaginaron mdashtal es el caso del fusilamiento de Maximiliano emperador de Meacutexico por Manet quien inventoacute una barda que nunca existioacute encima de la cual se asomaban las cabezas de los curiososmdash o a pesar de haber sido testigos de ellos como en el caso de David quien en la pintura de la co-ronacioacuten de Napoleoacuten incluyoacute a la madre de eacuteste Leticia Ra-molino quien se sostuvo ausente de la ceremonia

Da lo mismo porque lo que no ilustra pero siacute nos ilumina es son otras virtudes del cuadro su belleza y la poesiacutea de la que es contenido y continente A veces tambieacuten la gracia en todas sus acepciones tanto terrenales como celestiales Ningu-

na otra cosa nos dicen pero con eso basta las esculturas del Brancusi las pinturas de Dubuffet y las maacutequinas locas de Tanguely Belleza y poesiacutea gracias que en ocasiones son con-vulsivas y se columpian entre el horror y la obscenidad el in-fi erno y la desolacioacuten Goya y Bacon la escultura precolombi-na y Otto Dix

La analogiacutea nos dice Octavio Paz es la funcioacuten maacutes alta de la imaginacioacuten y puente entre lenguajes distintos poesiacutea muacute-sica pintura Es pues necesario tender un puente entre el cuadro y lo que se escribe mdashaunque pareciera que pintura y literatura son dos lenguajes paralelos que se juntan en el infi -nitomdash para decirle al lector lo que el cuadro nos dice Pero se necesita un lector interesado y que algo al menos sepa de la materia y el espiacuteritu del arte o que cuente con la curiosidad y la sensibilidad sufi cientes para aprender No podemos contarle la pintura a un ciego de nacimiento o a un ciego de entendi-miento Por eso los mejores textos sobre un pintor o un escul-tor son aquellos de los cataacutelogos de sus exposiciones que le brindan a los espectadores la oportunidad de ignorarlos O que pueden con suerte ayudarlos a ver

Creo que fue Max Ernst quien deciacutea que su principal ocu-pacioacuten en la vida era la de ver No fue eacutesta la principal ocupa-cioacuten de Octavio Paz pero siacute una de sus maacutes caras preocupacio-nes Dotado del prestigio de una privilegiada vista cuando veiacutea veiacutea mejor que muchos Y agraciado con el privilegio de la palabra poeacutetica por excelencia lo que contaba sobre lo que habiacutea visto pocos lo podraacuten superar Otros escritores mdashy eacutel mismo nos lo recuerdamdash en Francia Baudelaire y Apollinaire en Meacutexico Villaurrutia Gorostiza y Cuesta entre otros escri-bieron sobre arte Ninguno como eacutel

Desde luego criacuteticos de arte con gran talento los ha habido siempre Pero Paz prefi rioacute hablar desde las orillas luminosas de la poesiacutea Mejor dicho no podiacutea hacerlo de otra manera aun-que eacutel mismo califi cara sus escritos como criacutetica ldquoLa criacutetica mdashdicemdash no soacutelo hace maacutes intenso y luacutecido mi placer sino que me obliga a cambiar mi actitud ante la obrardquo Palabras que implican una especie de conclusioacuten y de solucioacuten de un razo-namiento anterior en el que con lucidez y modestia reconoce la casi imposibilidad de escribir sobre arte y artistas sin abdicar de la razoacuten sin convertirla nos dice ldquoen servidora de nuestros gustos maacutes fatales y de nuestras inclinaciones menos premedi-tadasrdquo Pero de alguna manera Paz se las arregla en este texto titulado ldquoDe la criacutetica a la ofrendardquo para conciliar su juicio y su gusto su razoacuten y sus pasiones En un escrito sobre Barragaacuten cita a este gran arquitecto diciendo que su obra mdashla de eacutel mismo su arquitecturamdash estaba inspirada por dos pala-bras la palabra ldquomagiardquo y la palabra ldquosorpresardquo Esto mismo podemos decir de la obra del propio Octavio Paz porque le viene como anillo al dedo es con la magia y la sorpresa como Octavio Paz se convence y convence al lector mdashal menos yo soy uno de los convencidosmdash de la validez y transparencia la sabiduriacutea y el entusiasmo contagioso de su palabra cuando nos habla de arte G

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Evocacioacuten de Octavio PazJuliaacuten Meza

Quizaacute a contracorriente de lo que pueden pensar de miacute algu-nos de mis amigos y lectores como escritor no soacutelo practico la diatriba Tambieacuten soy capaz de hacer elogios pero soacutelo cuando me parecen adecuados y sin dejar de lado la criacutetica siempre tan necesaria Y de aquiacute esta evocacioacuten de Octavio Paz para cele-brar su sensibilidad y su inteligencia a diez antildeos de su muerte

Desde Sor Juana Ineacutes de la Cruz no habiacutea habido en Meacutexico un poeta un escritor tan destacado como Octavio Paz

No faltaraacute quien crea (asiacute sea soacutelo en su fuero iacutentimo) que esta afi rmacioacuten es por lo menos excesiva o simplemente pro-vocadora pero estoy convencido de que la extensa obra de este poeta y pensador la justifi ca

La fi gura de Paz casi siempre fue controvertida y aun vili-pendiada aunque soacutelo en Meacutexico En otros paiacuteses el reconoci-miento a la persona y a su obra se produjo relativamente pron-to y sin reticencias

Al igual que Jorge Luis Borges Octavio Paz fue descubierto al mundo por los franceses entre los que hizo numerosos ami-gos tanto en el campo de la poesiacutea y de las letras como en el del pensamiento Buena parte de la intelligentzia mexicana tar-

doacute en reconocerlo o nunca lo reconocioacute sobre todo por cues-tiones ideoloacutegicas y no literarias o poeacuteticas aun cuando hay quienes afi rman desde muchos peldantildeos abajo en el mundo de las letras que Paz no fue muy importante ni como poeta ni como pensador

Tras una prolongada ausencia debida a su trabajo en el ser-vicio exterior mexicano Octavio Paz volvioacute a Meacutexico alguacuten tiempo despueacutes de haber renunciado puacuteblicamente a su condi-cioacuten de embajador en la India como rechazo a la poliacutetica re-presiva del reacutegimen impuesto por el partido uacutenico enfaacutetica-mente representado entonces por Gustavo Diacuteaz Ordaz De esta manera junto con Javier Barros Sierra (que en buena me-dida encabezoacute la primera exigencia puacuteblica de democracia en Meacutexico) fue uno de los raros disidentes del sistema poliacutetico autoritario fundado por Obregoacuten y Calles y afi nado por Laacuteza-ro Caacuterdenas iquestPor queacute disidentes Porque hasta cierto punto eran hombres del sistema (un embajador y un rector de la unam) que cuestionaron abiertamente el reacutegimen poliacutetico mexicano como lo hicieron numerosos personajes que habiacutean trabajado en instituciones del reacutegimen totalitario sovieacutetico

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Sajaacuterov entre otros Ciertamente su disidencia no los condujo a un campo de concentracioacuten en un Gulag tropical como el de Fidel Castro y esto porque el sistema poliacutetico mexicano que prevalecioacute durante poco maacutes de setenta antildeos (y que auacuten existe sobre todo cuando se manifi esta en el uso partidista de los sin-dicatos corporativos y de otras instituciones que se crearon durante el antiguo reacutegimen) no era totalitario sino autoritario Pero tampoco fueron a la caacutercel (como Joseacute Revueltas y otros escritores o acadeacutemicos) porque en el caso de Barros Sierra se trataba de una persona totalmente ajena a la ideologiacutea comu-nista y de mucho prestigio en el aacutembito nacional y en el de Octavio Paz de una fi gura reconocida con razoacuten en el aacutembito internacional Quizaacute impidioacute que Paz fuera a la caacutercel este re-conocimiento que me recuerda el caso de Lev Tolstoi No obstante su criacutetica a la autocracia zarista y a la iglesia ortodoxa rusa la fama internacional de Tolstoi lo puso a resguardo de la caacutercel el exilio interior o el campo de concentracioacuten pero no de la excomunioacuten decidida por los jerarcas de la Iglesia orto-doxa rusa Octavio Paz tambieacuten fue excomulgado pero no por la Iglesia de Roma con cuyas ruedas de molino nunca comul-goacute sino tanto por los admiradores de Castro de Stalin y de la Unioacuten Sovieacutetica de Trotski (otro disidente que sin embargo jamaacutes renuncioacute a la iglesia marxista) o de la China de Mao como por los epiacutegonos del reacutegimen impuesto y preservado por el partido uacutenico

Evoco pues a Octavio Paz al igual que a Sor Juana porque en cierta medida no fueron ldquohombres en su siglordquo (las comillas no son por lo de hombres sino por lo de su siglo y ambos conceptos remiten al tiacutetulo de una obra de Paz Ademaacutes para miacute el hombre en el sentido universal de la palabra sigue siendo el hombre aun cuando se trate de una mujer) dado que lo tras-cendieron ampliamente tanto en su obra creativa como en la refl exiva

Al igual que Sor Juana Octavio Paz no soacutelo nunca fue reco-nocido por muchos de sus contemporaacuteneos sino que tambieacuten tuvo que hacer frente a sus Sor Filoteas y ldquootras inquisicionesrdquo (Borges) Al igual que la monja criolla fue objeto de la maledi-cencia mdashentre otros de su exmujer la estupenda creadora de Recuerdos del porvenir Elena Garro A diferencia de los procas-tristas y otros pobladores de la granja sovieacutetica lo acusoacute de ser comunista por sus criacuteticas al sistema autoritario mexicano y su solidaridad con los estudiantes impugnadores de 1968 iquestCuaacuten-tas diatribas se habraacuten escrito contra Paz en el curso de los antildeos que van de su regreso a Meacutexico al derrumbe del bloque sovieacutetico Sin lugar a dudas son incontables pues lo mismo fueron obra de periodistas ya olvidados que de ocurrentes es-critores municipales

Para los habitantes de la granja orwelliana que pasaron por alto sus criacuteticas al sistema poliacutetico mexicano (entre otras las

contenidas en Posdata y El ogro fi lantroacutepico) Octavio Paz estaba al servicio de la cia y del imperialismo norteamericano debido a sus juicios sobre el totalitarismo en la urss en Europa central y en su escaparate tropical Cuba Y esto al mismo tiempo que (iquestparadoacutejicamente) sus detractores viviacutean de las becas de fun-daciones o de instituciones acadeacutemicas norteamericanas que iquesteran islotes en el interior del imperio

Otros aun cuando comprendieron el sentido y el alcance de las tomas de posicioacuten poliacutetica de Paz mantuvieron un silencio que los hizo coacutemplices de esos modernos inquisidores Pese a las invitaciones del poeta optaron por no publicar en las dos revistas fundadas por Paz a su regreso de la India Plural y Vuel-ta para no ser acusados de colaborar con ldquoun agente del impe-rialismo norteamericanordquo

Hubo sin embargo un pequentildeo nuacutecleo de escritores y ar-tistas que compartieron con Octavio Paz sus ideas y sus pre-ocupaciones Destacan entre otros Alejandro Rossi y Gabriel Zaid Algunos maacutes que estuvieron en el nuacutecleo original de Plural y Vuelta se distanciaron del pensador por diversos moti-vos algunos de ellos ideoloacutegicos Los que nunca abandonaron al poeta fueron sus amigos poetas y pensadores norteamerica-nos y sobre todo europeos Entre eacutestos destacan los dos uacutelti-mos sabios de la historia contemporaacutenea Cornelius Castoria-dis y Edgar Morin Siacute los dos uacuteltimos sabios porque como escribioacute Castoriadis el ejercicio de la criacutetica fue abandonado por los intelectuales Y tan es asiacute que hoy eacutestos hacen el elogio de las peores atrocidades gubernamentales y de los maacutes execra-bles gobernantes de la misma manera que fueron epiacutegonos de diversos tiranos comunistas No supieron ldquomantener la distan-cia que los separaba del priacutenciperdquo (Paz) ni cuando eran compa-ntildeeros de viaje de los dictadores comunistas ni la mantienen ahora que son cortesanos del saacutetrapa petrolero y de los peque-ntildeos tiranos a su servicio

El irrestricto ejercicio de la criacutetica de Paz no conocioacute ideo-logiacuteas ni fronteras Esto lo supieron apreciar los grandes poetas como Joseph Brodsky que fue su gran compantildeero y amigo tanto en el campo de la poesiacutea como en el de la refl exioacuten

A diez antildeos de la muerte del poeta se resiente su ausencia Lo antildeoran sus amigos sus compantildeeros y todos aquellos que compartieron sus ideas y su pasioacuten por la poesiacutea Maacutes auacuten poco antes de su muerte algunos de aquellos que lo atacaron en vida anularon la distancia que los separaba del pensador y del poeta Esto fue resultado por una parte del derrumbe del to-talitarismo sovieacutetico que dejoacute en la orfandad a los compantildeeros de viaje de los comunistas y por otra parte de una decisioacuten de Octavio Paz morir en paz con sus antiguos detractores aun-que hubo quienes se negaron a aceptar esta uacuteltima gran inicia-tiva del poeta

Meacutexico marzo de 2008 G

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Pasioacuten liacuterica sin fi nldquoPiedra de solrdquo no descansa en PazAlberto Arriaga

El 28 de septiembre de 1957 el Fondo de Cultura Econoacutemica tiroacute 300 ejemplares con el atento cuidado de Aliacute Chumacero y en la coleccioacuten Tezontle de lo que acaso es uno de los poemas maacutes determinantes emblemaacuteticos misteriosos inclasifi cables inevitables deslumbrantes de la literatura del siglo xx ldquoPiedra de solrdquo de Octavio Paz que 50 antildeos despueacutes todaviacutea cambia la vida de quien se atreve a leerlo

Como bien lo sentildealoacute Joseacute Luis Martiacutenez no hubo humor o saacutetira en la poesiacutea de Paz El autor de La estacioacuten violenta trans-fi guroacute su motivacioacuten poeacutetica (cualquiera que haya sido) en motivos y correspondencias ldquoque trascendioacute sus signifi cadosrdquo No hay juego soacutelo caminatas concentracioacuten plaacutestica y musi-cal Nunca se molestoacute en presumir su destreza versifi cadora soacutelo aplicoacute su oiacutedo seguro y empleoacute ldquocon preferencia endeca-siacutelabos sueltos combinados a veces con hetpasiacutelabos o pentasiacute-labosrdquo La mejor caminata acaso se encuentra en el ldquoNocturno de San Ildefonsordquo ldquoEl muchacho que camina por este poema entre San Ildefonso y el Zoacutecalo es el hombre que lo escribe esta paacutegina tambieacuten es una caminata nocturnahelliprdquo y en varios

pasajes de ldquoPasado en clarordquo ldquoOiacutedos con el alma pasos men-tales maacutes que sombras sombras del pensamiento maacutes que pasos por el camino de ecos que la memoria inventa y bo-rra sin caminar caminan sobre este ahora puente tendido entre una letra y otrahelliprdquo

Pero maacutes allaacute de las caminatas por el subsuelo del lenguaje ldquoPiedra de solrdquo es el emblema de la pasioacuten liacuterica de su autor Tambieacuten ha dejado descendencia numerosa y no menos con-siderable es la criacutetica que ha provocado ldquoHay que partir de un hecho y es que el poema ante todo tiene como temas centrales el tiempo (o si se quiere el instante) y el amor incluso desde el epiacutegrafe de Nerval donde dice que la treceava es la primerardquo dijo el poeta Marco Antonio Campos quien varias veces se ha enfrentado con la inevitable infl uencia de Octavio Paz su maacutes reciente antologiacutea poeacutetica El forastero en la tierra posee reso-nancias evidentes con la capacidad viajera (dentro y fuera de la paacutegina en blanco) del caminante Paz ldquoAlguna vez me dijo que buscaba con lsquoPiedra de solrsquo escribir un poema generacional Yo creo que el poema verdaderamente generacional es el lsquoNoctur-

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no de San Ildefonsorsquo salvo momentos por ejemplo lo de Es-pantildea o lo de la preparatoria en general es un poema que va por otras direccioneshellip Lo que buscoacute mdashy logroacutemdash en este poe-ma fue que todas las mujeres sean una mujer y que una mujer sea todas las mujeres Por un lado estaacuten todos los instantes resumidos en un instante donde tambieacuten estaacute la mujer y por otro lado estaacuten las mujeres histoacutericas y literarias incluso reli-giosas Mariacutea Laura Perseacutefone o Melusinardquo

Complejo en sus diferentes aspectos en ldquoPiedra de solrdquo encontramos la depuracioacuten de los temas que acompantildearon a Octavio Paz durante toda su vida Pero de acuerdo con un artiacuteculo de Viacutector Manuel Mendiola (Confabulario agosto 4 2007) el poeta se incomodaba cuando le deciacutean que se trataba de su mejor poema como tambieacuten se molestaba ldquoenfaacuteticamen-terdquo cuando le endilgaban la frase hiperboacutelica de El gran poeta mexicano Avisa Mendiola

ldquoAl ser interrogado a propoacutesito de alguacuten asunto concernien-te a ese texto se endureciacutea con cierta molestia y cambiaba el tema de la charla iquestLe habiacutea dejado de gustar esa composicioacuten iquestLe pareciacutean maacutes importantes otros poemas como lsquoBlancorsquo o lsquoPasado en clarorsquo iquestLe perseguiacutea y recordaba una situacioacuten desagradablerdquo

A pesar de esa ambiguumledad emocional que le despertaba ldquoPiedra de solrdquo a su autor para muchas generaciones fue un poema formativo canoacutenico y paternal

ldquoHay que tomar en cuenta tambieacuten que es un poema circu-lar un poema escrito en endecasiacutelabos blancos un metro que no ha sido muy trabajado en lengua espantildeola como deciacutea Zaid hace maacutes de 20 antildeosrdquo recordoacute Campos ldquoLo hizo como nadie Cuando le pregunteacute en una entrevista de doacutende veniacutea esa buacutes-queda del endecasiacutelabo blanco habloacute de que aunque no era parte esencial de la tradicioacuten de la lengua espantildeola estaba en Woodsworth estaba en los isabelinos estaba en Leopardi y entre nosotros en Guilleacuten y Cernuda Creo que es el poema que cierra una etapa es la culminacioacuten de lo que llamariacuteamos en Paz la pasioacuten liacutericardquo

Aunque muchos lectores y el propio autor sentildealaron recrea-ciones de mitos mexicanos (esto aparece en una nota de la primera edicioacuten que fue recuperada hasta la edicioacuten de Seix Barral de 1975) la sensibilidad de Octavio Paz se encontraba muy lejos de la piedra azteca y maacutes abiertamente emparentada

con la tradicioacuten poeacutetica occidental No estaacute Coatlicue ni Hui-tzilopochtli pero siacute Venus siacute el tiempo circular una de las grandes obsesiones de la tradicioacuten literaria occidental

ldquoLo que me interesa enormemente en este poema es la pre-sencia de Dios porque Octavio Paz habloacute muy pocas veces de Dios en su poesiacuteardquo sentildealoacute Veroacutenica Volkow ldquoEs una compren-sioacuten muy profunda de lo que es la presencia divina para los miacutesticos [] Es un poeta maacutes del mundo de la inteligencia del mundo de las presencias del encuentro terrenal del estar aquiacute y ahora maacutes que el viaje miacutestico que nos pueden plantear Dan-te o Ficcinordquo

Para Joseacute Mariacutea Espinasa se trata de un poema sobre la muerte o desaparicioacuten o silencio de los dioses que forma una especie de trilogiacutea personal sobre el poema extenso dentro de la poesiacutea en espantildeol ldquoEscribioacute despueacutes poemas extraordina-rios De alguna manera lsquoPiedra de solrsquo junto a lsquoBlancorsquo en los antildeos 60 y a lsquoPasado en clarorsquo en la uacuteltima parte de su vida for-ma una trilogiacutea de extensos poemas y a miacute me costariacutea trabajo decidirme con cuaacutel me quedohellip Han pasado 50 antildeos y es un poema que sigue siendo perfectamente actual es un texto que no ha envejecido El hecho es que ese poema formoacute a varias generaciones de lectores y los formoacute en una idea de la poesiacutea que sigue estando en la praacutectica de cada diacutea poemas como lsquoAnagnoacuterisisrsquo de Tomaacutes Segovia o lsquoCada cosa es Babelrsquo de Eduardo Lizalde o algunos de los de David Huerta en espe-cial lsquoIncurablersquo van en ese sentido en la posibilidad de la du-racioacuten dentro del instanterdquo

El sol sigue brillando y la piedra dando calor en espera de nuevos caminantes del subsuelo del lenguaje Un siacutentoma ca-noacutenico de este poema es que 50 antildeos despueacutes maacutes allaacute de los deseos de su autor sigue funcionando como una especie de parvulario poeacutetico para plumas avanzadas llegando a contami-nar incluso a la gleba de la inteligencia mexicana iletrados dizque roqueros como los miembros del grupo Manaacute bautiza-ron una gira y un disco con el verso maacutes famoso de Octavio Paz ldquoAmar es combatirrdquo La gloria la fama deciacutea Borges es la mejor de las incomprensiones de una obra literaria Y aunque no haya leiacutedo una sola liacutenea del autor de El laberinto de la sole-dad hay maacutes de Octavio Paz en la identidad de cada mexicano que de Nezahualcoacuteyotl G

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Alguien lo deletreaEnrique Krauze

Hablaba poco de Dios Creo que descreiacutea En materia de reli-gioacuten estaba maacutes cerca de su jacobino abuelo que de su madre la piadosa dontildea Josefi na Estoy cierto de que en las tres religio-nes monoteiacutestas veiacutea un legado de intolerancia incompatible con su actitud de pluralidad Le divertiacutea contar la aneacutecdota de un fervoroso musulmaacuten que en el Himalaya le dijo casi a se-ntildeas ldquoMoiseacutes kaput Jesuacutes kaput soacutelo Mahoma viverdquo Paz pensaba que tambieacuten el maacutes reciente profeta estaba kaput y que la uacutenica religioacuten coherente con el misterio de nacer y morir era el Budismo Octavio mdashnombre latino al fi nmdash era un persona-je del mundo claacutesico buscaba la sabiduriacutea de Soacutecrates no la de Salomoacuten releiacutea a Lucrecio no la Biblia ni a San Agustiacuten no admiraba a Constantino sino a Juliano ldquoel apoacutestatardquo restaura-dor del Panteoacuten pagano Por su curiosidad universal en el arte el pensamiento y la ciencia era un hombre del Renacimiento por su espiacuteritu libre liberal y hasta secretamente libertino era un fi loacutesofo del Siglo xviii Por su arrojo creativo y su pasioacuten poliacutetica y poeacutetica fue un revolucionario del Siglo xx En suma un humanista pleno no un espiacuteritu religioso

Y sin embargo escribioacute su libro cumbre sobre Sor Juana Un dominicano el padre Juliaacuten lo invitaba a hablar sobre temas teoloacutegicos que por momentos lo atraiacutean casi tanto como a su amigo Luis Buntildeuel Quiso que en Vuelta rescataacuteramos un deba-te de 1942 sobre misticismo en el que habiacutean intervenido ade-maacutes de eacutel mismo Vasconcelos el padre Gallegos Rocafull y Joseacute Gaos Interpretoacute certeramente la obra y la vida de su ami-go Joseacute Revueltas como una extrantildea apasionada y atea imita-cioacuten de Cristo Y alguna vez me confi oacute una de las razones de su gran afecto por Gabriel Zaid con quien Paz mantuvo una con-versacioacuten ininterrumpida por casi medio siglo desde el diacutea en que hablaron por primera vez en Monterrey ldquonunca olvidareacute que Zaid encargoacute un novenario en la muerte de mi madrerdquo

El hombre que luchaba como leoacuten contra el inexorable avance de la muerte el viejo rey Lear maldiciendo al avaro destino que le escatimaba unos antildeos maacutes o siquiera unos me-ses no se abriacutea a la esperanza de lo trascendente ldquoCasi todos se quiebran frente a la muerte mdashme dijo Alejandro Rossimdash Octavio fue coherente hasta el fi nal no pidioacute un sacerdoterdquo Con todo en aquel uacuteltimo discurso en Coyoacaacuten habiacutea voltea-do hacia el cielo como invocaacutendolo las nubes se disiparon de pronto y aparecioacute el sol ldquoalliacute hay nubes y sol nubes y sol son palabras hermanas seamos dignos de las nubes del Valle de Meacutexico seamos dignos del sol del Valle de Meacutexicordquo

Antildeos atraacutes en una entrevista notable Carlos Castillo Pera-za le preguntoacute por el signifi cado de las famosas liacuteneas de su poema ldquoHermandadrdquo

Tambieacuten soy escrituraY en este mismo instanteAlguien me deletrea

Paz declaroacute su postura agnoacutestica No sabiacutea si ese ldquoalguienrdquo era un hombre como eacutel o un ser lejano maacutes allaacute de su poema ldquoPasado en clarordquo en el que aparece una tercera posibilidad la suya propia

Dios sin cuerpoCon lenguajes de cuerpo lo nombrabanMis sentidos Quise nombrarloCon un nombre solarUna palabra sin reveacutes

Era el Dios inmanente del amor y la poesiacutea G

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MitoJoseph Fontenrose

Debo aclarar desde el principio que por mito me refi ero a un relato tradicional que acompantildea a los rituales En primer lugar digo un relato algo que tiene un comienzo un desarrollo y un fi nal en otras palabras un argumento No utilizo pues el teacutermino de forma amplia y vaga para referirme a ideas animis-tas y teoloacutegicas en general Segundo me refi ero a un relato tradicional relato que en origen fue transmitido de forma oral Tercero me refi ero al tipo de relato que pretende narrar la ocasioacuten en que tuvo su origen alguna institucioacuten religiosa un culto o algunos de sus ritos y celebraciones y los actos divinos que sientan el precedente de los actos tradicionales realizados en el culto Se descubre que incluso los mitos de la creacioacuten estaacuten habitualmente relacionados con cultos A otros relatos tradi-cionales los independientes del culto se les denomina de ma-nera maacutes apropiada leyendas o cuentos populares aunque even-tualmente pueda incluirlos tambieacuten en el teacutermino mito o mi tologiacutea como se hace a menudo En efecto un mismo argu-mento puede aparecer en las tres clases de relato tradicional no es el argumento el que establece la diferencia y algunas va-riantes del mito del combate pertenecen al cuento heroico o al cuento de hadas pero no al mito auteacutentico

Al tratar de los mitos de paiacuteses antiguos debemos basarnos principalmente en las narraciones noticias y alusiones que se encuentran en la literatura antigua con un cierto apoyo en las obras del arte antiguo que representan escenas miacuteticas Muy rara vez el propoacutesito de ninguacuten escritor antiguo fue informar a los otros acerca del mito contarles una historia que no conocie-ran ya Esto es particularmente cierto del mito griego Se han recuperado textos de mitos de Babilonia y Egipto que contie-nen las propias versiones de mitos que estaban asociados con los rituales y los cultos y eran conocidos del sacerdocio y los devotos pero apenas nos ha llegado nada de ese tipo de Grecia Los escritores griegos no elaboraban textos rituales usaban los materiales miacuteticos para sus propios objetivos literarios particu-lares cambiando antildeadiendo suprimiendo fundiendo como les pareciacutea oportuno Aunque encontremos toda una narracioacuten miacutetica no un resumen ni un fragmento ni una alusioacuten no es probable que sea exactamente la versioacuten conocida por el pue-blo particularmente por el pueblo de aquellas zonas en las que el mito estaba vinculado a un culto Por consiguiente las fuen-tes son como fragmentos que deben ser reunidos estudiados

y combinados antes de que podamos saber coacutemo era realmente el conjunto

Al tratar de los mitos griegos muchos estudiosos suponen que un autor antiguo recibiacutea su conocimiento de un mito de escritores anteriores Asiacute pues es probable que se limiten a una historia literaria del mito y supongan que cualquier diferencia que se pueda encontrar debe de ser una innovacioacuten del autor en cuya obra se localiza por primera vez Por supuesto los es-critores posteriores fueron infl uidos por otros anteriores y por supuesto los escritores innovaron y cambiaron pero a me-nudo la supuesta innovacioacuten en un mito o un rasgo que apare-ce de forma tardiacutea en la tradicioacuten literaria tiene un paralelo en similares griegos o extranjeros del mito atestiguados por fuen-tes maacutes antiguas Es muy posible a veces probable que el au-tor lo tomara de la tradicioacuten oral si no de literatura ahora perdida teniacutea la tradicioacuten oral por todas partes Los eruditos han tendido a ignorar la transmisioacuten oral de los mitos o a su-poner que no existioacute despueacutes de una fecha temprana no espe-cifi cada sin embargo estuvo sin duda muy viva durante toda la Antiguumledad y en realidad nunca desaparecioacute sino que asumioacute un revestimiento cristiano en la Edad Media Se pueden en-contrar algunas huellas de la tradicioacuten oral en las paacuteginas de Pausanias y en algunas pinturas de vasijas pero en general hay que adivinarlas a partir del estudio comparado de las fuentes y los paralelos del mito

Por ello al tratar de los mitos griegos de combate utilizo todo el material pertinente recogido de la literatura y el arte griego y latino tanto antiguo como posterior A veces consigo una informacioacuten importante de escritores tardiacuteos y saco de ella conclusiones referentes a formas tempranas del mito analiza-do Pero habitualmente estas conclusiones sacadas de fuentes tardiacuteas encuentran apoyo en fuentes anteriores Es cierto tam-bieacuten que fuentes posteriores de los mitos mesopotaacutemicos egipcios e indios ofrecen un material valioso y que las conclu-siones basadas en ellos con frecuencia pueden ser apoyadas por pruebas anteriores Sobrevive poco de todo lo que se escribioacute en Heacutelade desde el siglo viii al iv o en el Oriente Proacuteximo du-rante el segundo milenio No tenemos registros de informado-res nativos La versioacuten tardiacutea de un mito puede haber apareci-do perfectamente antes por escrito o una versioacuten transmitida oralmente puede haber recibido entonces atencioacuten literaria por vez primera En pocas palabras no podemos ignorar nin-guna prueba todo nos es de utilidad

La misma permanencia del relato literario oscurece la natu-raleza fl uida de la tradicioacuten miacutetica Podemos inclinarnos a pensar que los mitos griegos se contaron siempre como los

Adelanto del libro de Joseph Fontenrose Python Estudio del mito deacutelfi co y sus oriacutegenes de proacutexima publicacioacuten (2008) por la editorial Sexto Piso Traduccioacuten de Mariacutea Tabuyo y Agustiacuten Loacutepez

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cuenta Ovidio Pero sin duda no fue asiacute Probablemente nin-guacuten griego del siglo v conociacutea ninguno de los mitos de Ovidio en la forma en que eacuteste los cuenta Cualquier narracioacuten que encontremos es la versioacuten conocida por un hombre en un mo-mento determinado El mito o el cuento popular desplazaacutendo-se de un lugar a otro pasando de una persona a otra de una generacioacuten a otra sufre cambios de manera constante se for-man nuevas versiones en cada regioacuten y en cada eacutepoca La ver-sioacuten nueva aparece cuando se cambian los detalles mdashcuando se da una expresioacuten algo diferente a un tema o un episodio cuan-do se antildeade o se quita algo cuando se cambia la secuencia de los episodiosmdash pero los nombres personales y los topoacutenimos permanecen inalterables Cuando una versioacuten particular en su progreso de un lugar a otro adquiere nombres nuevos para sus personajes y lugares se forma una variante nueva La variante es esencialmente la misma historia contada de dioses y hom-bres diferentes en un escenario diferente Eacutesta es la distincioacuten que establezco entre los teacuterminos versioacuten y variante que mu-chos investigadores utilizan de manera indistinta Un tipo es un argumento tradicional que aparece en varias variantes Es

una serie de episodios una constelacioacuten de temas que perma-nece bastante bien fi jada entre las variantes Puede haber cam-bios en la secuencia pueden desaparecer episodios o temas secundarios se pueden antildeadir caracteriacutesticas nuevas Pero debe haber un nuacutecleo duradero observable en todas las variantes para poder hablar de ldquotipordquo Por ejemplo pensemos en el rela-to tipo denominado ldquola esposa de Putifarrdquo El relato de Joseacute en el Geacutenesis es una variante hebrea de este tipo los relatos de Bellerophon Hippolytos y Teacutenedos son tres variantes griegas La variante de Hippolytos se contaba de maneras diferentes entre los griegos podemos denominar versioacuten a cada manera diferente Los nombres de Hippolytos Fedra Theseus dan unidad a la variante el argumento da unidad al tipo La dife-rencia entre variante y versioacuten se asemeja a la que existe entre especie y variedad el tipo es el gen

Un argumento tradicional al entrar en una nueva regioacuten se vincula habitualmente a los dioses o heacuteroes de esa regioacuten Los nombres cambian un pueblo puede sustituir por ejemplo con el dios que rige los fenoacutemenos atmosfeacutericos al dios homoacutelogo de la historia que ha tomado prestada Por ello el estudio de la

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difusioacuten del mito se interesa maacutes por los argumentos y los te-mas que por los participantes divinos o sus nombres Habitual-mente el origen y desarrollo del mito tiene poco o nada que ver con el origen de los dioses que aparecen en la variante na-cional o con el origen de sus nombres

Por eso este estudio al tratar de relacionar un mito con otro se interesa principalmente por los temas narrativos Por tema me refi ero a un rasgo o episodio recurrente de los relatos tradicionales Es una parte integral de la historia en que se encuentra pero es separable en el sentido de que puede apare-cer tambieacuten en otras historias tipo Algunos temas son esencia-les a un tipo otros pueden aparecer en una variante y estar ausentes en otra

El tema no se expresa de manera ideacutentica en cada versioacuten o variante cambia constantemente su ropaje externo de acuerdo con las costumbres nacionales o las caracteriacutesticas locales de los lugares en que se encuentra Puede oscurecerse o disfrazar-se pude ser que soacutelo quede una huella Si no fuera por esto todas las variantes se pareceriacutean mucho y seriacutea obvio el origen comuacuten Pero un origen comuacuten de los mitos de combate no es obvio por lo tanto es necesario un anaacutelisis temaacutetico cuidadoso de los diversos mitos Puede ser uacutetil sentildealar el tipo de variacio-nes que se producen en el tema

1 Mutaciones de papel cambios de rango de relacioacuten de clase Un heacuteroe puede reemplazar a un dios o a un gigante o un leoacuten puede reemplazar a un dragoacuten Un padre se puede con-vertir en abuelo tiacuteo hermano rey tutor una madre se puede convertir en abuela madre adoptiva nodriza esposa hermana esposa e hija se intercambian con frecuencia

2 Mutaciones en la accioacuten El modo de combate puede cambiar de una variante a otra Un tipo de castigo o de engantildeo puede ser sustituido por otro

3 Una caracteriacutestica llamativa de una variante puede quedar reducida en otra a algo menos sorprendente o puede estar dis-frazada La muerte puede transformarse en herida suentildeo de-rrota exilio desesperacioacuten Una accioacuten puede quedar mera-mente en un intento de accioacuten

4 Las acciones o rasgos de un personaje pueden transferir-se a otro del campeoacuten a su hijo esposa o ayudante incluso a su enemigo y viceversa

5 Se pueden combinar o fundir temas y papeles La heroiacutena

puede aprovecharse de la lujuria del enemigo para atraerle a la destruccioacuten La vigilancia por parte del dragoacuten de un manan-tial puede combinarse con su habitacioacuten en el mar su conten-cioacuten de las aguas su bloqueo de un camino y su control sobre un recinto sagrado

6 Puede haber expansioacuten o duplicacioacuten de temas personas episodios El campeoacuten puede dividirse en padre e hijo Un solo enemigo se puede convertir en el jefe y muacuteltiples subordina-dos Se pueden librar varios combates con varias muertes o derrotas del campeoacuten o del enemigo

Dado que a menudo se ha sentildealado la semejanza de los mi-tos con los suentildeos debemos observar que los modos en que se expresa un tema en los mitos reales presentan una marcada analogiacutea con los modos en que se expresa el pensamiento del suentildeo en el contenido del suentildeo seguacuten Freud los defi nioacute Freud apunta factores de condensacioacuten y desplazamiento A) Condensacioacuten es la convergencia de varios pensamientos del suentildeo en un punto clave que se convierte en un elemento uacuteni-co en el contenido del suentildeo Se puede ver una forma de con-densacioacuten en las personas compuestas de los suentildeos La con-densacioacuten corresponde a la combinacioacuten y fusioacuten del punto 5 supra B) El desplazamiento se manifi esta en la sustitucioacuten de una idea por otra sin alteracioacuten del signifi cado esencial o en la inversioacuten de las ideas transformacioacuten en lo contrario o en algo muy diferente Las mutaciones y reducciones de 1 a 4 supra son anaacutelogas a los desplazamientos del suentildeo Las duplicacio-nes de 6 corresponden a la duplicacioacuten que con frecuencia aparece en los suentildeos1

Eacutesos son los cambios que pueden experimentar los temas El estudioso debe reconocer que un tema puede asumir en un mito un revestimiento muy diferente del que tiene en otro Debe mirar a menudo debajo de la cobertura exterior para encontrar el tema Debe comprender tambieacuten que el pensa-miento miacutetico es iloacutegico para nuestros esquemas habituales tambieacuten en esto se parece al pensamiento de los suentildeos Ele-mentos opuestos contradictorios inconsecuencias pueden estar y estaacuten juntos en una misma intencioacuten y en una misma narracioacuten Sin embargo el mito no es un revoltijo de tonteriacuteas y absurdos tiene su propia loacutegica Quien estudia el mito debe tratar de comprender los modos miacuteticos del pensar G

1 Freud (ID) 319-397 especialmente 320-339

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Mito y lenguajeErnst Cassirer

En Primitive Culture Tylor propuso una teoriacutea antropoloacutegica basada en principios bioloacutegicos generales Eacutel fue uno de los primeros en aplicar los principios de Darwin al mundo cultu-ral La maacutexima natura non facit saltus no admite excepcioacuten Vale tanto para el mundo de la civilizacioacuten humana como para el mundo orgaacutenico Lo mismo el hombre civilizado que el no civilizado pertenecen a la misma especie la especie del homo sapiens Las caracteriacutesticas fundamentales de esta especie son las mismas en cada variante Si la teoriacutea de la evolucioacuten es ver-dadera no podemos admitir ninguacuten hiato entre el estadio maacutes bajo y el maacutes alto de la civilizacioacuten humana Pasamos del uno a los otros mediante una transicioacuten muy lenta y casi impercep-tible en la cual nunca encontramos solucioacuten de continuidad

Una concepcioacuten distinta del proceso de la civilizacioacuten hu-mana fue desarrollada en un ensayo publicado en 1856 tres antildeos antes de la aparicioacuten del libro de Darwin The Origin of the Species En su Comparative Mythology1 F Max Muumlller partioacute del principio de que es imposible alcanzar una verdadera com-prensioacuten del mito mientras se considere como un fenoacutemeno aislado Y sin embargo ninguacuten fenoacutemeno natural ninguacuten principio bioloacutegico puede guiarnos en nuestra investigacioacuten No existe ninguna analogiacutea real entre los fenoacutemenos naturales y los culturales La cultura humana debe ser estudiada de acuerdo con meacutetodos y principios especiacutefi cos iquestY doacutende po-driacuteamos encontrar una guiacutea mejor para este estudio que en el lenguaje humano el elemento en el cual el hombre vive se mueve y tiene su ser Como linguumlista y fi loacutelogo Muumlller estaba convencido de que el uacutenico enfoque cientiacutefi co para un estudio del mito era el enfoque linguumliacutestico Pero este fi n no podiacutea ser logrado antes de que la propia linguumliacutestica hubiese encontrado su camino y antes de que la gramaacutetica y la etimologiacutea estuvie-ran fundadas sobre una fi rme base cientiacutefi ca Hasta la primera mitad del siglo xix se llegoacute a dar este gran primer paso Entre el mito y el lenguaje no soacutelo existe una iacutentima relacioacuten sino una verdadera solidaridad Si entendemos la naturaleza de esta solidaridad habremos encontrado la llave del mundo miacutetico

El descubrimiento de la lengua y literatura saacutenscritas fue un hecho decisivo en el desenvolvimiento de nuestra conciencia

histoacuterica y en la evolucioacuten de todas las ciencias culturales Por su importancia e infl uencia puede compararse con la gran re-volucioacuten intelectual que produjo el sistema copernicano en el campo de la ciencia natural La hipoacutetesis copernicana invirtioacute la concepcioacuten del orden coacutesmico La tierra ya no estaba en el centro del universo se convirtioacute en un ldquoastro entre los astrosrdquo La concepcioacuten geoceacutentrica del mundo fiacutesico fue descartada En el mismo sentido en contacto con la literatura saacutenscrita puso fi n a esa concepcioacuten de la cultura humana que estableciacutea su centro verdadero y uacutenico en el mundo de la antiguumledad claacutesica A partir de entonces el mundo greco-romano no podiacutea ser considerado maacutes que como una simple provincia un pequentildeo sector del universo de la cultura humana La fi losofiacutea de la historia tuvo que fundarse sobre una base nueva y maacutes amplia Hegel llamoacute al descubrimiento del origen comuacuten del griego y el saacutenscrito el descubrimiento de un nuevo mundo Quienes estudiaban gramaacutetica comparada en el siglo xix consideraron su trabajo bajo esta misma luz Estaban convencidos de que habiacutean encontrado la palabra maacutegica la uacutenica que podiacutea abrir las puertas al entendimiento de la historia de la civilizacioacuten humana La fi lologiacutea comparada declaroacute Max Muumlller ha pues-to a la edad mitoloacutegica y mitopeacuteyica de la humanidad que antes estaba velada por la oscuridad ante la brillante luz de la investigacioacuten cientiacutefi ca y dentro del recinto de la historia do-cumental Ha puesto en nuestras manos un telescopio de tal potencia que donde antes alcanzaacutebamos a ver soacutelo nebulosida-des ahora descubrimos formas distintas y perfi les maacutes auacuten nos ha proporcionado lo que podemos llamar testimonios con-temporaacuteneos exhibiendo ante nosotros el estado de pensa-miento de lenguaje religioacuten y civilizacioacuten de un periacuteodo en que el saacutenscrito no era todaviacutea el saacutenscrito el griego no era todaviacutea el griego pero en el cual lo mismo estos dos que el latiacuten el germaacutenico y otros dialectos arios existiacutean todaviacutea como un solo lenguaje indiviso La niebla de la mitologiacutea se desvaneceraacute gradualmente y nos permitiraacute descubrir tras las fl otantes nubes de la aurora del pensamiento y el lenguaje esa naturaleza verdadera que la mitologiacutea ha encubierto y disfraza-do por tan largo tiempo2

Por otro lado esa conexioacuten entre el lenguaje y el mito la cual prometiacutea una solucioacuten clara y defi nida para el antiguo enigma entrantildeaba una gran difi cultad Cierto es que el lengua-je y el mito tienen una raiacutez comuacuten pero no son en modo algu-

Ernst Cassirer El mito del Estado Traduccioacuten de Eduardo Nicol fce Meacutexico 2004

1 Publicado por primera vez en Oxford Essays (Londres John W Parker and Son 1856) pp 1-87 Reproducido en Selected Essays on Language Mythology and Religion (Londres Longmans Green and Co 1881) pp 299-451

2 Muumlller ldquoComparative Mythologyrdquo op cit pp II 33 86 Selected Essays I 315 358 449 ss

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no ideacutenticos en su estructura El lenguaje ofrece siempre un caraacutecter estrictamente loacutegico el mito parece desafi ar todas las reglas loacutegicas es incoherente caprichoso irracional iquestCoacutemo podemos reunir estos dos elementos incompatibles

Para responder a esta pregunta Max Muumlller y otros autores pertenecientes a la escuela de la mitologiacutea comparada idearon un plan muy ingenioso El mito dijeron no es en realidad sino un aspecto del lenguaje aunque un aspecto maacutes bien negativo que positivo El mito no se origina de sus virtudes sino de sus vicios Es cierto que el lenguaje es racional y loacutegico pero por otra parte es tambieacuten una fuente de ilusiones y falacias El lo-gro mayor del lenguaje es a la vez fuente de sus defectos El lenguaje se compone de nombres generales pero la generalidad implica siempre ambiguumledad La polionimia y la sinonimia de las palabras no son un rasgo accidental del lenguaje derivan de su naturaleza misma Como sea que la mayoriacutea de los objetos tienen maacutes de un atributo y como quiera que bajo aspectos

diferentes uno u otro de los atributos puede parecer apropiado para el acto de la denominacioacuten ocurrioacute por necesidad que la mayoriacutea de los objetos durante el primer periacuteodo del lenguaje humano tuvo maacutes de un nombre Cuanto maacutes antigua es una lengua tanto maacutes rica en sinoacutenimos Por otra parte si se em-plean constantemente estos sinoacutenimos deben naturalmente originar un nuacutemero de homoacutenimos Si podemos llamar al sol con cincuenta nombres expresivos de diferentes cualidades algunos de estos nombres seraacuten aplicables a otros objetos que puedan poseer las mismas cualidades Estos objetos distintos vendriacutean entonces a llamarse por el mismo nombre mdashse con-vertiriacutean en homoacutenimos Eacuteste es el punto vulnerable del len-guaje y eacuteste es al mismo tiempo el origen histoacuterico del mito iquestCoacutemo podemos dar razoacuten mdashse pregunta Max Muumlllermdash de esta fase de la mente humana que dio origen a los extraordina-rios relatos de dioses y heacuteroes de gorgonas y quimeras de cosas que el ojo humano no habiacutea visto nunca y que ninguna

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mente humana en sus cabales pudo haber concebido jamaacutes A menos que podamos dar respuesta a esta pregunta nuestra creencia en un progreso regular y consecuente del intelecto humano a traveacutes de todas las edades y en todos los lugares tendraacute que ser abandonada como una teoriacutea falsa A pesar de todo despueacutes del descubrimiento de la linguumliacutestica comparada estamos en situacioacuten de evitar ese escepticismo y de quitar ese obstaacuteculo de en medio Vemos que el progreso mismo del len-guaje mdashuno de los maacutes grandes hechos de la civilizacioacuten hu-manamdash condujo inevitablemente a otro fenoacutemeno al fenoacuteme-no del mito Si existiacutean dos nombres para el mismo objeto es natural y en verdad inevitable que dos personas pudieran bro-tar de los dos nombres y como los mismos relatos podiacutean contarse de la una y de la otra seriacutean representadas como her-manos y hermanas como padres e hijos3

Si aceptamos esta teoriacutea la difi cultad queda resuelta Pode-mos explicar muy bien de queacute modo la actividad racional del lenguaje humano ha conducido a las irracionalidades e incom-prensibilidades del mito La mente humana opera siempre de una manera racional Aun la mente primitiva era una mente cabal y normal Pero por otra parte era una mente rudimen-taria e inexperta En el caso en que estaba la mente inexperta expuesta constantemente a una grave tentacioacuten mdashla falacia y la ambiguumledad de las palabrasmdash no es de extrantildear que cayera en ella Eacuteste es el verdadero origen del pensamiento miacutetico El lenguaje no es tan soacutelo una escuela de sabiduriacutea es tambieacuten una escuela de desatino El mito nos revela este uacuteltimo aspecto no es maacutes que la oscura sombra que el lenguaje proyecta sobre el mundo del pensamiento humano

De este modo se presenta a la mitologiacutea como patoloacutegica asiacute en su origen como en su esencia Es una enfermedad que em-pieza en el campo del lenguaje y que luego se difunde en una peligrosa infeccioacuten por todo el cuerpo de la civilizacioacuten huma-na Pero aunque sea una locura hay en ella un meacutetodo En la mitologiacutea griega asiacute como en otras mitologiacuteas encontramos por ejemplo el relato de una gran inundacioacuten que destruyoacute a la raza humana entera Solamente una pareja Deucalioacuten y su es-posa Pirra se salvoacute del diluvio y fue enviada por Zeus a la Heacute-lade Cayeron los dos sobre el monte Parnaso y alliacute les aconse-joacute el oraacuteculo que echaron tras de siacute los ldquohuesos de su madrerdquo Deucalioacuten dio con la verdadera interpretacioacuten de este oraacuteculo recogioacute las piedras esparcidas por el campo y las tiroacute por encima de sus hombros De estas piedras surgioacute una nueva raza de hom-bre y mujeres iquestQueacute cosa hay maacutes ridiacutecula mdashse pregunta Max Muumlllermdash que este modo de explicar el origen de la raza huma-na Y sin embargo se hace faacutecilmente comprensible cuando empleamos la clave que nos da la ciencia de la etimologiacutea com-parada Todo el relato se reduce a un simple juego de palabras mdashuna confusioacuten entre dos teacuterminos homoacutenimosmdash entre λαός y λἀας4 Eacuteste de acuerdo con su opinioacuten es todo el secreto de la mitologiacutea

Si analizamos esta teoriacutea encontramos que contiene una extrantildea mezcla de racionalismo y romanticismo El elemento romaacutentico es manifi esto y parece ser el preponderante En cierto sentido Max Muumlller habla como un disciacutepulo de Nova-lis o de Schleiermacher Rechaza la teoriacutea de que el origen de

la religioacuten hay que buscarlo en el animismo o en la adoracioacuten de las grandes fuerzas naturales Hay ciertamente una religioacuten natural o fiacutesica una adoracioacuten del juego del sol de la luna del cielo despejado pero esta religioacuten fiacutesica es tan soacutelo un aspecto singular y un fenoacutemeno derivado No nos ofrece el todo y no nos conduce a la fuente primera y principal El verdadero ori-gen de la religioacuten hay que buscarlo en un estrato maacutes profundo del pensar y el sentir Lo que primero fascinoacute a los hombres no fueron los objetos de su alrededor Aun la mente primitiva es-taba mucho maacutes impresionada por el gran espec taacuteculo de la naturaleza tomada como un todo La naturaleza era lo desco-nocido en el sentido de algo opuesto a lo conocido lo infi nito en el sentido de lo que se distingue de lo fi nito Fue este senti-miento lo que desde los primero tiempos promovioacute el impul-so hacia el pensamiento religioso y el lenguaje La inmediata percepcioacuten del Infi nito ha formado desde el principio mismo el ingrediente y el necesario complemento de todo conocimiento fi nito Los rudimentos de expresiones mitoloacutegicas religiosas y fi losoacutefi cas posteriores estaban ya presentes en la temprana presioacuten del Infi nito sobre nuestros sentidos y esta presioacuten es la primera fuente y el origen real de todas nuestras creencias religiosas5 iquestPor queacute tenemos que maravillarnos de los anti-guos mdashpreguntaba Max Muumlllermdash de su lenguaje palpitante de vida y refulgente de color si en vez de los grises perfi les del pensamiento moderno exhalaban esas formas vivientes de la naturaleza dotadas de fuerza humana o maacutes bien de fuerzas sobrehumanas en tanto que la luz del sol brillaba maacutes que la del ojo humano y el bramar de la tormenta opacaba los gritos de la voz humana6 Esto suena muy romaacutentico pero no debe-mos dejarnos engantildear por el estilo coloreado y romaacutentico de Max Muumlller Su teoriacutea tomada en conjunto sigue siendo es-trictamente racionalista e intelectualista

En el fondo su concepcioacuten del mito no se encuentra muy distante del siglo xviii y de los pensadores de la Ilustracioacuten7 Claro estaacute que ya no considera al mito y a la religioacuten como una simple invencioacuten arbitraria un truco de la astucia clerical Pero admite que la religioacuten al fi n y al cabo no es maacutes que una gran ilusioacuten no un engantildeo consciente sino inconsciente un engantildeo promovido por la naturaleza de la mente humana y ante todo por la naturaleza del lenguaje humano El mito sigue siendo siempre un caso patoloacutegico Pero ahora estamos en situacioacuten de comprender la patologiacutea del mito sin recurrir a la hipoacutetesis de un defecto inherente a la mente humana misma Si se reco-noce que el lenguaje es la fuente del mito entonces hasta las incongruencias y contradicciones del pensamiento miacutetico que-dan reducidas a un poder universal y objetivo y por tanto en-teramente racional

3 Veacutease Muumlller op cit pp 44 Selected Essays I 3784 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p8 Selected Essays I 310

5 Veacutease F Max Muumlller Natural Religion The Gifford Lectures 1888 (Londres y Nueva York Longmans Green amp Co 1889) con-ferencia V ldquoMy own defi nition of Religionrdquo pp 103-140 Physical Religion The Gifford Lectures 1890 (Londres y Nueva York Long-mans Green amp Co 1891) conferencia VI ldquoPhysical Religion The Natural and the Supernatur alrdquo pp 119 ss

6 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p 37 Selected Essays I 3657 Es un hecho curioso que los primeros elementos de la teoriacutea de

Max Muumlller hayan de buscarse en los escritos de uno de los grandes racionalistas En su saacutetira Sur lrsquoeacutequivoque Boileau propuso la teoriacutea de que la ambiguumledad de las palabras es la verdadera fuente del mito

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Mucho contribuyoacute a la infl uencia de esta doctrina el hecho de que fuera aceptada con algunas reservas criacuteticas por el primer fi loacutesofo que tratoacute de crear una ldquofi losofiacutea sinteacuteticardquo una visioacuten coherente y comprensiva de todas las actividades de la mente humana basada en principios estrictamente empiacutericos y en la teoriacutea general de la evolucioacuten Herbert Spencer halloacute la fuente primera y principal de toda religioacuten en el culto de los antepasados El primer culto afi rmoacute eacutel no fue el culto de las fuerzas naturales sino el culto de los muertos8 Sin embargo con el fi n de comprender el traacutensito del culto de los antepasa-dos al culto de los dioses personales debemos introducir una nueva hipoacutetesis Seguacuten Spencer lo que hizo posible y hasta necesario este nuevo paso fueron el poder y la infl uencia per-durable del lenguaje El lenguaje humano es metafoacuterico en su esencia misma estaacute lleno de siacutemiles y analogiacuteas La mente pri-mitiva es incapaz de comprender estos siacutemiles en un sentido meramente metafoacuterico Toma estos siacutemiles por realidades y piensa y actuacutea de acuerdo con este principio Esta interpreta-cioacuten literal de los nombres metafoacutericos fue la que condujo desde las primeras formas elementales del culto de los antepa-sados desde la adoracioacuten de seres humanos hasta la adoracioacuten de plantas y animales y fi nalmente de grandes fuerzas de la naturaleza Un haacutebito comuacuten y muy extendido de las socieda-des primitivas es el de darles a los nintildeos recieacuten nacidos nom-bres de plantas animales estrellas y otros objetos naturales A los nintildeos se les llama ldquoTigrerdquo ldquoLeoacutenrdquo ldquoCuervordquo a las nintildeas ldquoLunardquo ldquoEstrellardquo Originariamente todos estos nombres no eran maacutes que epiheta ornantia los cuales expresaban ciertas cualidades personales que se atribuiacutean a los seres humanos De acuerdo con esta tendencia de la mente primitiva a entender

todos los teacuterminos en sentido literal era inevitable que se ma-linterpretasen esos nombres complementarios y esos tiacutetulos metafoacutericos Alguna vez ldquoAurorardquo se usariacutea como nombre pro-pio de persona las tradiciones referentes a una que se hubiese destacado conduciriacutean en la mente ingenua del salvaje a una identifi cacioacuten con la aurora misma y sus aventuras seriacutean in-terpretadas de la manera que pareciese maacutes congruente con la naturaleza de la aurora Es maacutes en las regiones donde tal nom-bre hubiese sido el propio de miembros de tribus adyacentes o de miembros de una misma tribu que hubieran vivido en tiempos distintos surgiriacutean genealogiacuteas incongruentes y aven-turas antagoacutenicas de la aurora9

Tambieacuten aquiacute encontramos explicado el fenoacutemeno del mito el panteoacuten entero del politeiacutesmo como una simple enferme-dad El culto de objetos conspicuos concebidos como perso-nas resulta de un error linguumliacutestico La grave objecioacuten a que puede someterse tal teoriacutea es manifi esta El mito es una de las maacutes antiguas y grandes fuerzas de la civilizacioacuten humana Estaacute conectado iacutentimamente con todas las demaacutes actividades huma-nas es inseparable del lenguaje de la poesiacutea del arte y del maacutes remoto pensamiento histoacuterico La ciencia misma tuvo que pasar por una etapa miacutetica antes de alcanzar la etapa loacutegica la alquimia precedioacute a la quiacutemica la astrologiacutea a la astronomiacutea Si las teoriacuteas de Max Muumlller y de Spencer fuesen ciertas tendriacutea-mos que admitir la conclusioacuten de que en resumidas cuentas la historia de la civilizacioacuten humana se debe a una simple equivo-cacioacuten a una mala interpretacioacuten de palabras y de teacuterminos Y no es una hipoacutetesis muy satisfactoria o plausible pensar que la cultura sea el producto de una mera ilusioacuten un malabarismo de palabras y un pueril juego de nombres G

8 Veacutease H Spencer The Principles of Sociology (1876) cap xx (Nueva York Appleton amp Co 1901 i 1901 i 285 ss) 9 Ibid xxii-xxiv i 329-394

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El mito y la sociedadJoseph Campbell

1- El que cambia de forma

No hay un sistema fi nal para la interpretacioacuten de los mitos y nunca habraacute tal cosa La mitologiacutea es como el dios Proteo ldquoel veraz anciano de los maresrdquo El dios ldquoprobaraacute de convertirse en todos los seres que se arrastran por la tierra y en agua y en ardentiacutesimo fuegordquo1

El viajero de la vida que quiera recibir ensentildeanzas de Proteo debe ldquosujetarlo aunque desee e intente escaparserdquo y fi nalmente apareceraacute en la forma que le es propia Pero este astuto dios nunca descubre ni siquiera ante el maacutes haacutebil interrogador el contenido iacutentegro de su sabiduriacutea Contestaraacute a la pregunta que se le haga y la respuesta seraacute grande o trivial seguacuten lo que se le haya preguntado ldquoCuando el sol siguiendo su curso llega al centro del cielo el veraz anciano de los mares oculto por negras y encrespadas olas salta en tierra al soplo del Ceacutefi -ro En seguida se acuesta en honda gruta y a su alrededor se ponen a dormir todas juntas las focas de nataacutetiles pies hijas de la hermosa Halosidne que salen del espumoso mar exhalando el acerbo olor del mar profundiacutesimordquo2 El rey guerrero griego Menelao guiado y ayudado por una hija de este viejo padre del mar a sus salvajes lares e instruido por ella de coacutemo lograr la respuesta del dios deseaba soacutelo preguntar el secreto de sus difi cultades personales y el paradero de sus amigos personales Y el dios se dignoacute a responder

La mitologiacutea ha sido interpretada por el intelecto moderno como un torpe esfuerzo primitivo para explicar el mundo de la naturaleza (Frazer) como una produccioacuten de fantasiacutea poeacutetica de los tiempo prehistoacutericos mal entendida por las edades pos-teriores (Muumlller) como un sustitutivo de la instruccioacuten alegoacute-rica para amoldar el individuo a su grupo (Durkheim) como un suentildeo colectivo sintomaacutetico de las urgencias arquetiacutepicas dentro de las profundidades de la psique humana (Jung) como el vehiacuteculo tradicional de las intuiciones metafiacutesicas maacutes pro-fundas del hombre (Coomaraswamy) y como la Revelacioacuten de Dios a Sus hijos (la Iglesia) La mitologiacutea es todo esto Los diferentes juicios estaacuten determinados por los diferentes puntos de vista de los jueces Pues cuando se la investiga en teacuterminos no de lo que es sino de coacutemo funciona de coacutemo ha servido a la especia humana en el pasado y de coacutemo puede servirle ahora

la mitologiacutea se muestra tan accesible como la vida misma a las obsesiones y necesidades del individuo la raza y la eacutepoca

2- La funcioacuten del mito del culto y de la meditacioacuten

En su forma viva el individuo es necesariamente soacutelo una frac-cioacuten y una distorsioacuten de la imagen total del hombre Estaacute limi-tado ya sea hembra o varoacuten tambieacuten lo estaacute en cualquier pe-riodo de su vida como nintildeo como joven como adulto o como anciano y no soacutelo eso sino que en su vida estaacute necesariamente especializado como artesano comerciante sirviente o ladroacuten sacerdote o liacuteder esposa monja o prostituta no puede serlo todo De aquiacute que la totalidad la plenitud del hombre no esteacute en un miembro aparte sino en el cuerpo de la sociedad como un todo el individuo puede soacutelo ser un oacutergano De su grupo ha tomado las teacutecnicas de vida el lenguaje en que piensa las ideas por las cuales lucha los genes que han construido su cuerpo descienden del pasado de esa sociedad Si pretende ais-larse ya sea en hechos pensamientos o sentimientos soacutelo lo-gra romper las relaciones con las fuentes de su existencia

Las ceremonias tribales de nacimiento la iniciacioacuten el ma-trimonio el entierro la adquisicioacuten de un estado social etc sirven para trasladar la crisis y hechos de la vida del individuo a formas claacutesicas e impersonales Estas formas tienen por obje-to mostrarlo a siacute mismo no como esta personalidad o la otra sino como el guerrero la desposada la viuda el sacerdote el jefe al mismo tiempo se representa para el resto de la comuni-dad la vieja leccioacuten de las etapas arquetiacutepicas Todos participan en el ceremonial de acuerdo con su rango y su funcioacuten La sociedad entera se hace visible como una unidad viva e impe-recedera Pasan generaciones de individuos como ceacutelulas anoacute-nimas de un cuerpo vivo pero permanece la forma sustentante e intemporal Por una ampliacioacuten de la visioacuten para abarcar a este superindividuo cada uno se descubre a siacute mismo engran-decido enriquecido apoyado y magnifi cado Su papel aunque no sea nada impresionante se ve como intriacutenseco a la bella imagen festiva del hombre la imagen potencial pero necesaria-mente inhibida que estaacute dentro del individuo

Los deberes sociales continuacutean la leccioacuten del festival en la existencia diaria y normal y se le da maacutes validez al individuo Por el contrario la indiferencia las revoluciones o el exilio rom-pen las conexiones vitales Desde el punto de vista de la unidad social el individuo aislado no es sino una nada un desperdicio De aquiacute que el hombre o la mujer puedan decir honestamente que han vivido su papel mdashya sea el de sacerdote prostituta reina o esclavomdash se refi eren al sentido completo del verbo ser

Joseph Campbell El heacuteroe de las mil caras Psicoanaacutelisis del mito Traduccioacuten de Luisa Josefi na Hernaacutendez fce Meacutexico 2006

1 Odisea iv 401 417-41 Traduccioacuten de Luis Segalaacute y Estalella2 Ibid 400-406

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Los ritos de la iniciacioacuten y de la adquisicioacuten de una situa-cioacuten pues muestran la leccioacuten de la unidad esencial del in-dividuo y el grupo los festivales de las estaciones abren un horizonte mayor Asiacute como el individuo es un oacutergano de la so-ciedad asiacute es la tribu o la ciudad mdashasiacute es la humanidad ente-ramdash soacutelo una fase del poderoso organismo del cosmos

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para domi-nar a la naturaleza Eacutesta es una representacioacuten equivocada Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre y particularmente en aquellas ceremonias maacutegicas que se supone han de traer lluvia curar las enfermedades o detener las inun-daciones sin embargo el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponieacutendolas a la magia ne-gra) es la sumisioacuten a lo inevitable del destino y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente

No se ha registrado ninguacuten mito tribal que intente postergar la llegada del invierno al contrario los ritos preparan a la co-munidad para soportar junto con el resto de la naturaleza la estacioacuten del friacuteo tremendo Y en la primavera los ritos no inten-tan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maiacutez frijol y calabazas para la comunidad debilitada por el contrario los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estacioacuten de la na-turaleza El maravilloso ciclo del antildeo es celebrado con todos sus contratiempos y periacuteodos de juacutebilo y es bosquejado y represen-tado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano

Muchas otras simbolizaciones de esta continuidad llenan el mundo de la comunidad mitoloacutegicamente instruida Por ejem-plo los clanes de las tribus cazadoras norteamericanas se con-sideraban descendientes de ancestros mitad animales y mitad humanos Estos ancestros no solamente eran los padres de los miembros humanos del clan sino tambieacuten de la especie animal de donde el clan tomaba su nombre Asiacute los miembros huma-nos del clan del castor eran primos hermanos de los castores protectores de dicha especie y al mismo tiempo protegidos por la sabiduriacutea animal del pueblo de los bosques Y otro ejemplo el hogan o choza de barro de los Naacutevajo de Nuevo Meacutexico y Arizona se construye seguacuten el plan de la idea del cosmos de los Naacutevajo La entrada estaacute hacia el oriente Los ocho lados re-presentan las cuatro direcciones principales y los puntos que quedan entre ellas Cada arista y cada viga corresponde a un elemento en el gran hogan de la tierra y el cielo que todo lo abarcan Y como el alma del hombre es considerada en su for-ma como ideacutentica al universo la choza de barro es la represen-tacioacuten de la armoniacutea baacutesica del hombre y del mundo y un re-cordatorio del escondido camino vital de la perfeccioacuten

Pero hay otro camino diametralmente opuesto al de los de-beres sociales y los cultos populares Desde el punto de vista del camino del deber el que es exiliado de la comunidad es nada Desde el otro punto de vista este exilio es el primer paso en la buacutesqueda Cada uno lleva el todo dentro de siacute mismo por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de eacutel Las diferen-ciaciones de sexo edad y ocupacioacuten no son esenciales a nuestro caraacutecter sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo La imagen interior del hombre no de-be confundirse con su atuendo Pensamos que somos ameri-canos hijos del siglo xx occidentales y cristianos civilizados Somos virtuosos o pecadores Sin embargo esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre denotan solamente acci-dentes geograacutefi cos fecha de nacimiento e ingresos econoacutemi-

cos iquestCuaacutel es el meollo de nosotros iquestCuaacutel es el caraacutecter baacutesico de nuestro ser

El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India los misterios heleacutenicos de las iniciaciones las antiguas fi losofiacuteas de Oriente y del Occidente son teacutecnicas para despla-zar el hincapieacute de la conciencia individual fuera de la presencia exterior Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo maacutes profundo ldquoYo no soy esto ni lo otro mdashmeditamdash no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir mi cuerpo que estaacute enfermo o envejece ni mi brazo mis ojos mi cabeza ni la suma de todas estas cosas No soy mis sentimientos ni mi men-te ni mi fuerza intuitivardquo Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y fi nalmente alcanza insondables rea-lizaciones Ninguacuten hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como Don Fu-lano de tal o cual poblacioacuten de cierto paiacutes La sociedad y los deberes se esfuman Don Fulano al descubrirse grande con el hombre se convierte en una persona abstraiacuteda y apartada

Eacutesta es la etapa de Narciso contemplaacutendose en la fuente del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del aacuterbol pero no es la uacuteltima meta es un requisito pero no es el fi n La meta no es ver sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia en-tonces el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola De aquiacute que la separacioacuten el aislamiento ya no sean necesarios Por dondequiera que vaya el heacuteroe y cualquier cosa que haga siempre estaacute en presencia de su propia esencia porque ha perfeccionado sus ojos para ver No hay aislamiento Asiacute como el camino de la participacioacuten social puede llevar a la realizacioacuten del Todo en el individuo asiacute el exilio trae al heacuteroe al Yo en todo

Centrado en este punto capital el problema del egoiacutesmo o del altruismo desaparece El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identifi cado con el signifi cado iacutentegro del uni-verso Por Eacutel y para Eacutel se ha hecho el mundo ldquoOh Mahoma mdashdijo Diosmdash si no fuera por ti no hubiera creado el cielordquo

3- El heacuteroe de hoy

Todo esto se halla lejos del punto de vista contemporaacuteneo pues el ideal democraacutetico del individuo que se determina a siacute mismo la invencioacuten de los artefactos mecaacutenicos y eleacutectricos y el desarrollo de los meacutetodos cientiacutefi cos de investigacioacuten han transformado la vida humana en tal forma que el universo in-temporal de siacutembolos hace mucho tiempo heredados ha sufri-do un colapso A esto se refi eren en el Zaratustra de Nietzsche las trascendentales palabras que anuncian una eacutepoca ldquoMuertos estaacuten los diosesrdquo3 Es una faacutebula que sabemos que se ha repeti-do de mil maneras Es el ciclo del heacuteroe de la edad moderna la maravillosa historia de la especie humana que llega a la ma-durez El lastre del pasado la atadura de la tradicioacuten han sido destruidos con seguros y poderosos golpes La telarantildea del suentildeo miacutetico cayoacute la mente se abrioacute a la iacutentegra conciencia despierta y el hombre moderno surgioacute de la ignorancia de los antiguos como una mariposa de su capullo o como el sol del amanecer surge del vientre de la madre noche

3 Nietzsche Asiacute habloacute Zaratustra 1223

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No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

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La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 11

Evocacioacuten de Octavio PazJuliaacuten Meza

Quizaacute a contracorriente de lo que pueden pensar de miacute algu-nos de mis amigos y lectores como escritor no soacutelo practico la diatriba Tambieacuten soy capaz de hacer elogios pero soacutelo cuando me parecen adecuados y sin dejar de lado la criacutetica siempre tan necesaria Y de aquiacute esta evocacioacuten de Octavio Paz para cele-brar su sensibilidad y su inteligencia a diez antildeos de su muerte

Desde Sor Juana Ineacutes de la Cruz no habiacutea habido en Meacutexico un poeta un escritor tan destacado como Octavio Paz

No faltaraacute quien crea (asiacute sea soacutelo en su fuero iacutentimo) que esta afi rmacioacuten es por lo menos excesiva o simplemente pro-vocadora pero estoy convencido de que la extensa obra de este poeta y pensador la justifi ca

La fi gura de Paz casi siempre fue controvertida y aun vili-pendiada aunque soacutelo en Meacutexico En otros paiacuteses el reconoci-miento a la persona y a su obra se produjo relativamente pron-to y sin reticencias

Al igual que Jorge Luis Borges Octavio Paz fue descubierto al mundo por los franceses entre los que hizo numerosos ami-gos tanto en el campo de la poesiacutea y de las letras como en el del pensamiento Buena parte de la intelligentzia mexicana tar-

doacute en reconocerlo o nunca lo reconocioacute sobre todo por cues-tiones ideoloacutegicas y no literarias o poeacuteticas aun cuando hay quienes afi rman desde muchos peldantildeos abajo en el mundo de las letras que Paz no fue muy importante ni como poeta ni como pensador

Tras una prolongada ausencia debida a su trabajo en el ser-vicio exterior mexicano Octavio Paz volvioacute a Meacutexico alguacuten tiempo despueacutes de haber renunciado puacuteblicamente a su condi-cioacuten de embajador en la India como rechazo a la poliacutetica re-presiva del reacutegimen impuesto por el partido uacutenico enfaacutetica-mente representado entonces por Gustavo Diacuteaz Ordaz De esta manera junto con Javier Barros Sierra (que en buena me-dida encabezoacute la primera exigencia puacuteblica de democracia en Meacutexico) fue uno de los raros disidentes del sistema poliacutetico autoritario fundado por Obregoacuten y Calles y afi nado por Laacuteza-ro Caacuterdenas iquestPor queacute disidentes Porque hasta cierto punto eran hombres del sistema (un embajador y un rector de la unam) que cuestionaron abiertamente el reacutegimen poliacutetico mexicano como lo hicieron numerosos personajes que habiacutean trabajado en instituciones del reacutegimen totalitario sovieacutetico

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Sajaacuterov entre otros Ciertamente su disidencia no los condujo a un campo de concentracioacuten en un Gulag tropical como el de Fidel Castro y esto porque el sistema poliacutetico mexicano que prevalecioacute durante poco maacutes de setenta antildeos (y que auacuten existe sobre todo cuando se manifi esta en el uso partidista de los sin-dicatos corporativos y de otras instituciones que se crearon durante el antiguo reacutegimen) no era totalitario sino autoritario Pero tampoco fueron a la caacutercel (como Joseacute Revueltas y otros escritores o acadeacutemicos) porque en el caso de Barros Sierra se trataba de una persona totalmente ajena a la ideologiacutea comu-nista y de mucho prestigio en el aacutembito nacional y en el de Octavio Paz de una fi gura reconocida con razoacuten en el aacutembito internacional Quizaacute impidioacute que Paz fuera a la caacutercel este re-conocimiento que me recuerda el caso de Lev Tolstoi No obstante su criacutetica a la autocracia zarista y a la iglesia ortodoxa rusa la fama internacional de Tolstoi lo puso a resguardo de la caacutercel el exilio interior o el campo de concentracioacuten pero no de la excomunioacuten decidida por los jerarcas de la Iglesia orto-doxa rusa Octavio Paz tambieacuten fue excomulgado pero no por la Iglesia de Roma con cuyas ruedas de molino nunca comul-goacute sino tanto por los admiradores de Castro de Stalin y de la Unioacuten Sovieacutetica de Trotski (otro disidente que sin embargo jamaacutes renuncioacute a la iglesia marxista) o de la China de Mao como por los epiacutegonos del reacutegimen impuesto y preservado por el partido uacutenico

Evoco pues a Octavio Paz al igual que a Sor Juana porque en cierta medida no fueron ldquohombres en su siglordquo (las comillas no son por lo de hombres sino por lo de su siglo y ambos conceptos remiten al tiacutetulo de una obra de Paz Ademaacutes para miacute el hombre en el sentido universal de la palabra sigue siendo el hombre aun cuando se trate de una mujer) dado que lo tras-cendieron ampliamente tanto en su obra creativa como en la refl exiva

Al igual que Sor Juana Octavio Paz no soacutelo nunca fue reco-nocido por muchos de sus contemporaacuteneos sino que tambieacuten tuvo que hacer frente a sus Sor Filoteas y ldquootras inquisicionesrdquo (Borges) Al igual que la monja criolla fue objeto de la maledi-cencia mdashentre otros de su exmujer la estupenda creadora de Recuerdos del porvenir Elena Garro A diferencia de los procas-tristas y otros pobladores de la granja sovieacutetica lo acusoacute de ser comunista por sus criacuteticas al sistema autoritario mexicano y su solidaridad con los estudiantes impugnadores de 1968 iquestCuaacuten-tas diatribas se habraacuten escrito contra Paz en el curso de los antildeos que van de su regreso a Meacutexico al derrumbe del bloque sovieacutetico Sin lugar a dudas son incontables pues lo mismo fueron obra de periodistas ya olvidados que de ocurrentes es-critores municipales

Para los habitantes de la granja orwelliana que pasaron por alto sus criacuteticas al sistema poliacutetico mexicano (entre otras las

contenidas en Posdata y El ogro fi lantroacutepico) Octavio Paz estaba al servicio de la cia y del imperialismo norteamericano debido a sus juicios sobre el totalitarismo en la urss en Europa central y en su escaparate tropical Cuba Y esto al mismo tiempo que (iquestparadoacutejicamente) sus detractores viviacutean de las becas de fun-daciones o de instituciones acadeacutemicas norteamericanas que iquesteran islotes en el interior del imperio

Otros aun cuando comprendieron el sentido y el alcance de las tomas de posicioacuten poliacutetica de Paz mantuvieron un silencio que los hizo coacutemplices de esos modernos inquisidores Pese a las invitaciones del poeta optaron por no publicar en las dos revistas fundadas por Paz a su regreso de la India Plural y Vuel-ta para no ser acusados de colaborar con ldquoun agente del impe-rialismo norteamericanordquo

Hubo sin embargo un pequentildeo nuacutecleo de escritores y ar-tistas que compartieron con Octavio Paz sus ideas y sus pre-ocupaciones Destacan entre otros Alejandro Rossi y Gabriel Zaid Algunos maacutes que estuvieron en el nuacutecleo original de Plural y Vuelta se distanciaron del pensador por diversos moti-vos algunos de ellos ideoloacutegicos Los que nunca abandonaron al poeta fueron sus amigos poetas y pensadores norteamerica-nos y sobre todo europeos Entre eacutestos destacan los dos uacutelti-mos sabios de la historia contemporaacutenea Cornelius Castoria-dis y Edgar Morin Siacute los dos uacuteltimos sabios porque como escribioacute Castoriadis el ejercicio de la criacutetica fue abandonado por los intelectuales Y tan es asiacute que hoy eacutestos hacen el elogio de las peores atrocidades gubernamentales y de los maacutes execra-bles gobernantes de la misma manera que fueron epiacutegonos de diversos tiranos comunistas No supieron ldquomantener la distan-cia que los separaba del priacutenciperdquo (Paz) ni cuando eran compa-ntildeeros de viaje de los dictadores comunistas ni la mantienen ahora que son cortesanos del saacutetrapa petrolero y de los peque-ntildeos tiranos a su servicio

El irrestricto ejercicio de la criacutetica de Paz no conocioacute ideo-logiacuteas ni fronteras Esto lo supieron apreciar los grandes poetas como Joseph Brodsky que fue su gran compantildeero y amigo tanto en el campo de la poesiacutea como en el de la refl exioacuten

A diez antildeos de la muerte del poeta se resiente su ausencia Lo antildeoran sus amigos sus compantildeeros y todos aquellos que compartieron sus ideas y su pasioacuten por la poesiacutea Maacutes auacuten poco antes de su muerte algunos de aquellos que lo atacaron en vida anularon la distancia que los separaba del pensador y del poeta Esto fue resultado por una parte del derrumbe del to-talitarismo sovieacutetico que dejoacute en la orfandad a los compantildeeros de viaje de los comunistas y por otra parte de una decisioacuten de Octavio Paz morir en paz con sus antiguos detractores aun-que hubo quienes se negaron a aceptar esta uacuteltima gran inicia-tiva del poeta

Meacutexico marzo de 2008 G

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Pasioacuten liacuterica sin fi nldquoPiedra de solrdquo no descansa en PazAlberto Arriaga

El 28 de septiembre de 1957 el Fondo de Cultura Econoacutemica tiroacute 300 ejemplares con el atento cuidado de Aliacute Chumacero y en la coleccioacuten Tezontle de lo que acaso es uno de los poemas maacutes determinantes emblemaacuteticos misteriosos inclasifi cables inevitables deslumbrantes de la literatura del siglo xx ldquoPiedra de solrdquo de Octavio Paz que 50 antildeos despueacutes todaviacutea cambia la vida de quien se atreve a leerlo

Como bien lo sentildealoacute Joseacute Luis Martiacutenez no hubo humor o saacutetira en la poesiacutea de Paz El autor de La estacioacuten violenta trans-fi guroacute su motivacioacuten poeacutetica (cualquiera que haya sido) en motivos y correspondencias ldquoque trascendioacute sus signifi cadosrdquo No hay juego soacutelo caminatas concentracioacuten plaacutestica y musi-cal Nunca se molestoacute en presumir su destreza versifi cadora soacutelo aplicoacute su oiacutedo seguro y empleoacute ldquocon preferencia endeca-siacutelabos sueltos combinados a veces con hetpasiacutelabos o pentasiacute-labosrdquo La mejor caminata acaso se encuentra en el ldquoNocturno de San Ildefonsordquo ldquoEl muchacho que camina por este poema entre San Ildefonso y el Zoacutecalo es el hombre que lo escribe esta paacutegina tambieacuten es una caminata nocturnahelliprdquo y en varios

pasajes de ldquoPasado en clarordquo ldquoOiacutedos con el alma pasos men-tales maacutes que sombras sombras del pensamiento maacutes que pasos por el camino de ecos que la memoria inventa y bo-rra sin caminar caminan sobre este ahora puente tendido entre una letra y otrahelliprdquo

Pero maacutes allaacute de las caminatas por el subsuelo del lenguaje ldquoPiedra de solrdquo es el emblema de la pasioacuten liacuterica de su autor Tambieacuten ha dejado descendencia numerosa y no menos con-siderable es la criacutetica que ha provocado ldquoHay que partir de un hecho y es que el poema ante todo tiene como temas centrales el tiempo (o si se quiere el instante) y el amor incluso desde el epiacutegrafe de Nerval donde dice que la treceava es la primerardquo dijo el poeta Marco Antonio Campos quien varias veces se ha enfrentado con la inevitable infl uencia de Octavio Paz su maacutes reciente antologiacutea poeacutetica El forastero en la tierra posee reso-nancias evidentes con la capacidad viajera (dentro y fuera de la paacutegina en blanco) del caminante Paz ldquoAlguna vez me dijo que buscaba con lsquoPiedra de solrsquo escribir un poema generacional Yo creo que el poema verdaderamente generacional es el lsquoNoctur-

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no de San Ildefonsorsquo salvo momentos por ejemplo lo de Es-pantildea o lo de la preparatoria en general es un poema que va por otras direccioneshellip Lo que buscoacute mdashy logroacutemdash en este poe-ma fue que todas las mujeres sean una mujer y que una mujer sea todas las mujeres Por un lado estaacuten todos los instantes resumidos en un instante donde tambieacuten estaacute la mujer y por otro lado estaacuten las mujeres histoacutericas y literarias incluso reli-giosas Mariacutea Laura Perseacutefone o Melusinardquo

Complejo en sus diferentes aspectos en ldquoPiedra de solrdquo encontramos la depuracioacuten de los temas que acompantildearon a Octavio Paz durante toda su vida Pero de acuerdo con un artiacuteculo de Viacutector Manuel Mendiola (Confabulario agosto 4 2007) el poeta se incomodaba cuando le deciacutean que se trataba de su mejor poema como tambieacuten se molestaba ldquoenfaacuteticamen-terdquo cuando le endilgaban la frase hiperboacutelica de El gran poeta mexicano Avisa Mendiola

ldquoAl ser interrogado a propoacutesito de alguacuten asunto concernien-te a ese texto se endureciacutea con cierta molestia y cambiaba el tema de la charla iquestLe habiacutea dejado de gustar esa composicioacuten iquestLe pareciacutean maacutes importantes otros poemas como lsquoBlancorsquo o lsquoPasado en clarorsquo iquestLe perseguiacutea y recordaba una situacioacuten desagradablerdquo

A pesar de esa ambiguumledad emocional que le despertaba ldquoPiedra de solrdquo a su autor para muchas generaciones fue un poema formativo canoacutenico y paternal

ldquoHay que tomar en cuenta tambieacuten que es un poema circu-lar un poema escrito en endecasiacutelabos blancos un metro que no ha sido muy trabajado en lengua espantildeola como deciacutea Zaid hace maacutes de 20 antildeosrdquo recordoacute Campos ldquoLo hizo como nadie Cuando le pregunteacute en una entrevista de doacutende veniacutea esa buacutes-queda del endecasiacutelabo blanco habloacute de que aunque no era parte esencial de la tradicioacuten de la lengua espantildeola estaba en Woodsworth estaba en los isabelinos estaba en Leopardi y entre nosotros en Guilleacuten y Cernuda Creo que es el poema que cierra una etapa es la culminacioacuten de lo que llamariacuteamos en Paz la pasioacuten liacutericardquo

Aunque muchos lectores y el propio autor sentildealaron recrea-ciones de mitos mexicanos (esto aparece en una nota de la primera edicioacuten que fue recuperada hasta la edicioacuten de Seix Barral de 1975) la sensibilidad de Octavio Paz se encontraba muy lejos de la piedra azteca y maacutes abiertamente emparentada

con la tradicioacuten poeacutetica occidental No estaacute Coatlicue ni Hui-tzilopochtli pero siacute Venus siacute el tiempo circular una de las grandes obsesiones de la tradicioacuten literaria occidental

ldquoLo que me interesa enormemente en este poema es la pre-sencia de Dios porque Octavio Paz habloacute muy pocas veces de Dios en su poesiacuteardquo sentildealoacute Veroacutenica Volkow ldquoEs una compren-sioacuten muy profunda de lo que es la presencia divina para los miacutesticos [] Es un poeta maacutes del mundo de la inteligencia del mundo de las presencias del encuentro terrenal del estar aquiacute y ahora maacutes que el viaje miacutestico que nos pueden plantear Dan-te o Ficcinordquo

Para Joseacute Mariacutea Espinasa se trata de un poema sobre la muerte o desaparicioacuten o silencio de los dioses que forma una especie de trilogiacutea personal sobre el poema extenso dentro de la poesiacutea en espantildeol ldquoEscribioacute despueacutes poemas extraordina-rios De alguna manera lsquoPiedra de solrsquo junto a lsquoBlancorsquo en los antildeos 60 y a lsquoPasado en clarorsquo en la uacuteltima parte de su vida for-ma una trilogiacutea de extensos poemas y a miacute me costariacutea trabajo decidirme con cuaacutel me quedohellip Han pasado 50 antildeos y es un poema que sigue siendo perfectamente actual es un texto que no ha envejecido El hecho es que ese poema formoacute a varias generaciones de lectores y los formoacute en una idea de la poesiacutea que sigue estando en la praacutectica de cada diacutea poemas como lsquoAnagnoacuterisisrsquo de Tomaacutes Segovia o lsquoCada cosa es Babelrsquo de Eduardo Lizalde o algunos de los de David Huerta en espe-cial lsquoIncurablersquo van en ese sentido en la posibilidad de la du-racioacuten dentro del instanterdquo

El sol sigue brillando y la piedra dando calor en espera de nuevos caminantes del subsuelo del lenguaje Un siacutentoma ca-noacutenico de este poema es que 50 antildeos despueacutes maacutes allaacute de los deseos de su autor sigue funcionando como una especie de parvulario poeacutetico para plumas avanzadas llegando a contami-nar incluso a la gleba de la inteligencia mexicana iletrados dizque roqueros como los miembros del grupo Manaacute bautiza-ron una gira y un disco con el verso maacutes famoso de Octavio Paz ldquoAmar es combatirrdquo La gloria la fama deciacutea Borges es la mejor de las incomprensiones de una obra literaria Y aunque no haya leiacutedo una sola liacutenea del autor de El laberinto de la sole-dad hay maacutes de Octavio Paz en la identidad de cada mexicano que de Nezahualcoacuteyotl G

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Alguien lo deletreaEnrique Krauze

Hablaba poco de Dios Creo que descreiacutea En materia de reli-gioacuten estaba maacutes cerca de su jacobino abuelo que de su madre la piadosa dontildea Josefi na Estoy cierto de que en las tres religio-nes monoteiacutestas veiacutea un legado de intolerancia incompatible con su actitud de pluralidad Le divertiacutea contar la aneacutecdota de un fervoroso musulmaacuten que en el Himalaya le dijo casi a se-ntildeas ldquoMoiseacutes kaput Jesuacutes kaput soacutelo Mahoma viverdquo Paz pensaba que tambieacuten el maacutes reciente profeta estaba kaput y que la uacutenica religioacuten coherente con el misterio de nacer y morir era el Budismo Octavio mdashnombre latino al fi nmdash era un persona-je del mundo claacutesico buscaba la sabiduriacutea de Soacutecrates no la de Salomoacuten releiacutea a Lucrecio no la Biblia ni a San Agustiacuten no admiraba a Constantino sino a Juliano ldquoel apoacutestatardquo restaura-dor del Panteoacuten pagano Por su curiosidad universal en el arte el pensamiento y la ciencia era un hombre del Renacimiento por su espiacuteritu libre liberal y hasta secretamente libertino era un fi loacutesofo del Siglo xviii Por su arrojo creativo y su pasioacuten poliacutetica y poeacutetica fue un revolucionario del Siglo xx En suma un humanista pleno no un espiacuteritu religioso

Y sin embargo escribioacute su libro cumbre sobre Sor Juana Un dominicano el padre Juliaacuten lo invitaba a hablar sobre temas teoloacutegicos que por momentos lo atraiacutean casi tanto como a su amigo Luis Buntildeuel Quiso que en Vuelta rescataacuteramos un deba-te de 1942 sobre misticismo en el que habiacutean intervenido ade-maacutes de eacutel mismo Vasconcelos el padre Gallegos Rocafull y Joseacute Gaos Interpretoacute certeramente la obra y la vida de su ami-go Joseacute Revueltas como una extrantildea apasionada y atea imita-cioacuten de Cristo Y alguna vez me confi oacute una de las razones de su gran afecto por Gabriel Zaid con quien Paz mantuvo una con-versacioacuten ininterrumpida por casi medio siglo desde el diacutea en que hablaron por primera vez en Monterrey ldquonunca olvidareacute que Zaid encargoacute un novenario en la muerte de mi madrerdquo

El hombre que luchaba como leoacuten contra el inexorable avance de la muerte el viejo rey Lear maldiciendo al avaro destino que le escatimaba unos antildeos maacutes o siquiera unos me-ses no se abriacutea a la esperanza de lo trascendente ldquoCasi todos se quiebran frente a la muerte mdashme dijo Alejandro Rossimdash Octavio fue coherente hasta el fi nal no pidioacute un sacerdoterdquo Con todo en aquel uacuteltimo discurso en Coyoacaacuten habiacutea voltea-do hacia el cielo como invocaacutendolo las nubes se disiparon de pronto y aparecioacute el sol ldquoalliacute hay nubes y sol nubes y sol son palabras hermanas seamos dignos de las nubes del Valle de Meacutexico seamos dignos del sol del Valle de Meacutexicordquo

Antildeos atraacutes en una entrevista notable Carlos Castillo Pera-za le preguntoacute por el signifi cado de las famosas liacuteneas de su poema ldquoHermandadrdquo

Tambieacuten soy escrituraY en este mismo instanteAlguien me deletrea

Paz declaroacute su postura agnoacutestica No sabiacutea si ese ldquoalguienrdquo era un hombre como eacutel o un ser lejano maacutes allaacute de su poema ldquoPasado en clarordquo en el que aparece una tercera posibilidad la suya propia

Dios sin cuerpoCon lenguajes de cuerpo lo nombrabanMis sentidos Quise nombrarloCon un nombre solarUna palabra sin reveacutes

Era el Dios inmanente del amor y la poesiacutea G

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MitoJoseph Fontenrose

Debo aclarar desde el principio que por mito me refi ero a un relato tradicional que acompantildea a los rituales En primer lugar digo un relato algo que tiene un comienzo un desarrollo y un fi nal en otras palabras un argumento No utilizo pues el teacutermino de forma amplia y vaga para referirme a ideas animis-tas y teoloacutegicas en general Segundo me refi ero a un relato tradicional relato que en origen fue transmitido de forma oral Tercero me refi ero al tipo de relato que pretende narrar la ocasioacuten en que tuvo su origen alguna institucioacuten religiosa un culto o algunos de sus ritos y celebraciones y los actos divinos que sientan el precedente de los actos tradicionales realizados en el culto Se descubre que incluso los mitos de la creacioacuten estaacuten habitualmente relacionados con cultos A otros relatos tradi-cionales los independientes del culto se les denomina de ma-nera maacutes apropiada leyendas o cuentos populares aunque even-tualmente pueda incluirlos tambieacuten en el teacutermino mito o mi tologiacutea como se hace a menudo En efecto un mismo argu-mento puede aparecer en las tres clases de relato tradicional no es el argumento el que establece la diferencia y algunas va-riantes del mito del combate pertenecen al cuento heroico o al cuento de hadas pero no al mito auteacutentico

Al tratar de los mitos de paiacuteses antiguos debemos basarnos principalmente en las narraciones noticias y alusiones que se encuentran en la literatura antigua con un cierto apoyo en las obras del arte antiguo que representan escenas miacuteticas Muy rara vez el propoacutesito de ninguacuten escritor antiguo fue informar a los otros acerca del mito contarles una historia que no conocie-ran ya Esto es particularmente cierto del mito griego Se han recuperado textos de mitos de Babilonia y Egipto que contie-nen las propias versiones de mitos que estaban asociados con los rituales y los cultos y eran conocidos del sacerdocio y los devotos pero apenas nos ha llegado nada de ese tipo de Grecia Los escritores griegos no elaboraban textos rituales usaban los materiales miacuteticos para sus propios objetivos literarios particu-lares cambiando antildeadiendo suprimiendo fundiendo como les pareciacutea oportuno Aunque encontremos toda una narracioacuten miacutetica no un resumen ni un fragmento ni una alusioacuten no es probable que sea exactamente la versioacuten conocida por el pue-blo particularmente por el pueblo de aquellas zonas en las que el mito estaba vinculado a un culto Por consiguiente las fuen-tes son como fragmentos que deben ser reunidos estudiados

y combinados antes de que podamos saber coacutemo era realmente el conjunto

Al tratar de los mitos griegos muchos estudiosos suponen que un autor antiguo recibiacutea su conocimiento de un mito de escritores anteriores Asiacute pues es probable que se limiten a una historia literaria del mito y supongan que cualquier diferencia que se pueda encontrar debe de ser una innovacioacuten del autor en cuya obra se localiza por primera vez Por supuesto los es-critores posteriores fueron infl uidos por otros anteriores y por supuesto los escritores innovaron y cambiaron pero a me-nudo la supuesta innovacioacuten en un mito o un rasgo que apare-ce de forma tardiacutea en la tradicioacuten literaria tiene un paralelo en similares griegos o extranjeros del mito atestiguados por fuen-tes maacutes antiguas Es muy posible a veces probable que el au-tor lo tomara de la tradicioacuten oral si no de literatura ahora perdida teniacutea la tradicioacuten oral por todas partes Los eruditos han tendido a ignorar la transmisioacuten oral de los mitos o a su-poner que no existioacute despueacutes de una fecha temprana no espe-cifi cada sin embargo estuvo sin duda muy viva durante toda la Antiguumledad y en realidad nunca desaparecioacute sino que asumioacute un revestimiento cristiano en la Edad Media Se pueden en-contrar algunas huellas de la tradicioacuten oral en las paacuteginas de Pausanias y en algunas pinturas de vasijas pero en general hay que adivinarlas a partir del estudio comparado de las fuentes y los paralelos del mito

Por ello al tratar de los mitos griegos de combate utilizo todo el material pertinente recogido de la literatura y el arte griego y latino tanto antiguo como posterior A veces consigo una informacioacuten importante de escritores tardiacuteos y saco de ella conclusiones referentes a formas tempranas del mito analiza-do Pero habitualmente estas conclusiones sacadas de fuentes tardiacuteas encuentran apoyo en fuentes anteriores Es cierto tam-bieacuten que fuentes posteriores de los mitos mesopotaacutemicos egipcios e indios ofrecen un material valioso y que las conclu-siones basadas en ellos con frecuencia pueden ser apoyadas por pruebas anteriores Sobrevive poco de todo lo que se escribioacute en Heacutelade desde el siglo viii al iv o en el Oriente Proacuteximo du-rante el segundo milenio No tenemos registros de informado-res nativos La versioacuten tardiacutea de un mito puede haber apareci-do perfectamente antes por escrito o una versioacuten transmitida oralmente puede haber recibido entonces atencioacuten literaria por vez primera En pocas palabras no podemos ignorar nin-guna prueba todo nos es de utilidad

La misma permanencia del relato literario oscurece la natu-raleza fl uida de la tradicioacuten miacutetica Podemos inclinarnos a pensar que los mitos griegos se contaron siempre como los

Adelanto del libro de Joseph Fontenrose Python Estudio del mito deacutelfi co y sus oriacutegenes de proacutexima publicacioacuten (2008) por la editorial Sexto Piso Traduccioacuten de Mariacutea Tabuyo y Agustiacuten Loacutepez

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cuenta Ovidio Pero sin duda no fue asiacute Probablemente nin-guacuten griego del siglo v conociacutea ninguno de los mitos de Ovidio en la forma en que eacuteste los cuenta Cualquier narracioacuten que encontremos es la versioacuten conocida por un hombre en un mo-mento determinado El mito o el cuento popular desplazaacutendo-se de un lugar a otro pasando de una persona a otra de una generacioacuten a otra sufre cambios de manera constante se for-man nuevas versiones en cada regioacuten y en cada eacutepoca La ver-sioacuten nueva aparece cuando se cambian los detalles mdashcuando se da una expresioacuten algo diferente a un tema o un episodio cuan-do se antildeade o se quita algo cuando se cambia la secuencia de los episodiosmdash pero los nombres personales y los topoacutenimos permanecen inalterables Cuando una versioacuten particular en su progreso de un lugar a otro adquiere nombres nuevos para sus personajes y lugares se forma una variante nueva La variante es esencialmente la misma historia contada de dioses y hom-bres diferentes en un escenario diferente Eacutesta es la distincioacuten que establezco entre los teacuterminos versioacuten y variante que mu-chos investigadores utilizan de manera indistinta Un tipo es un argumento tradicional que aparece en varias variantes Es

una serie de episodios una constelacioacuten de temas que perma-nece bastante bien fi jada entre las variantes Puede haber cam-bios en la secuencia pueden desaparecer episodios o temas secundarios se pueden antildeadir caracteriacutesticas nuevas Pero debe haber un nuacutecleo duradero observable en todas las variantes para poder hablar de ldquotipordquo Por ejemplo pensemos en el rela-to tipo denominado ldquola esposa de Putifarrdquo El relato de Joseacute en el Geacutenesis es una variante hebrea de este tipo los relatos de Bellerophon Hippolytos y Teacutenedos son tres variantes griegas La variante de Hippolytos se contaba de maneras diferentes entre los griegos podemos denominar versioacuten a cada manera diferente Los nombres de Hippolytos Fedra Theseus dan unidad a la variante el argumento da unidad al tipo La dife-rencia entre variante y versioacuten se asemeja a la que existe entre especie y variedad el tipo es el gen

Un argumento tradicional al entrar en una nueva regioacuten se vincula habitualmente a los dioses o heacuteroes de esa regioacuten Los nombres cambian un pueblo puede sustituir por ejemplo con el dios que rige los fenoacutemenos atmosfeacutericos al dios homoacutelogo de la historia que ha tomado prestada Por ello el estudio de la

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difusioacuten del mito se interesa maacutes por los argumentos y los te-mas que por los participantes divinos o sus nombres Habitual-mente el origen y desarrollo del mito tiene poco o nada que ver con el origen de los dioses que aparecen en la variante na-cional o con el origen de sus nombres

Por eso este estudio al tratar de relacionar un mito con otro se interesa principalmente por los temas narrativos Por tema me refi ero a un rasgo o episodio recurrente de los relatos tradicionales Es una parte integral de la historia en que se encuentra pero es separable en el sentido de que puede apare-cer tambieacuten en otras historias tipo Algunos temas son esencia-les a un tipo otros pueden aparecer en una variante y estar ausentes en otra

El tema no se expresa de manera ideacutentica en cada versioacuten o variante cambia constantemente su ropaje externo de acuerdo con las costumbres nacionales o las caracteriacutesticas locales de los lugares en que se encuentra Puede oscurecerse o disfrazar-se pude ser que soacutelo quede una huella Si no fuera por esto todas las variantes se pareceriacutean mucho y seriacutea obvio el origen comuacuten Pero un origen comuacuten de los mitos de combate no es obvio por lo tanto es necesario un anaacutelisis temaacutetico cuidadoso de los diversos mitos Puede ser uacutetil sentildealar el tipo de variacio-nes que se producen en el tema

1 Mutaciones de papel cambios de rango de relacioacuten de clase Un heacuteroe puede reemplazar a un dios o a un gigante o un leoacuten puede reemplazar a un dragoacuten Un padre se puede con-vertir en abuelo tiacuteo hermano rey tutor una madre se puede convertir en abuela madre adoptiva nodriza esposa hermana esposa e hija se intercambian con frecuencia

2 Mutaciones en la accioacuten El modo de combate puede cambiar de una variante a otra Un tipo de castigo o de engantildeo puede ser sustituido por otro

3 Una caracteriacutestica llamativa de una variante puede quedar reducida en otra a algo menos sorprendente o puede estar dis-frazada La muerte puede transformarse en herida suentildeo de-rrota exilio desesperacioacuten Una accioacuten puede quedar mera-mente en un intento de accioacuten

4 Las acciones o rasgos de un personaje pueden transferir-se a otro del campeoacuten a su hijo esposa o ayudante incluso a su enemigo y viceversa

5 Se pueden combinar o fundir temas y papeles La heroiacutena

puede aprovecharse de la lujuria del enemigo para atraerle a la destruccioacuten La vigilancia por parte del dragoacuten de un manan-tial puede combinarse con su habitacioacuten en el mar su conten-cioacuten de las aguas su bloqueo de un camino y su control sobre un recinto sagrado

6 Puede haber expansioacuten o duplicacioacuten de temas personas episodios El campeoacuten puede dividirse en padre e hijo Un solo enemigo se puede convertir en el jefe y muacuteltiples subordina-dos Se pueden librar varios combates con varias muertes o derrotas del campeoacuten o del enemigo

Dado que a menudo se ha sentildealado la semejanza de los mi-tos con los suentildeos debemos observar que los modos en que se expresa un tema en los mitos reales presentan una marcada analogiacutea con los modos en que se expresa el pensamiento del suentildeo en el contenido del suentildeo seguacuten Freud los defi nioacute Freud apunta factores de condensacioacuten y desplazamiento A) Condensacioacuten es la convergencia de varios pensamientos del suentildeo en un punto clave que se convierte en un elemento uacuteni-co en el contenido del suentildeo Se puede ver una forma de con-densacioacuten en las personas compuestas de los suentildeos La con-densacioacuten corresponde a la combinacioacuten y fusioacuten del punto 5 supra B) El desplazamiento se manifi esta en la sustitucioacuten de una idea por otra sin alteracioacuten del signifi cado esencial o en la inversioacuten de las ideas transformacioacuten en lo contrario o en algo muy diferente Las mutaciones y reducciones de 1 a 4 supra son anaacutelogas a los desplazamientos del suentildeo Las duplicacio-nes de 6 corresponden a la duplicacioacuten que con frecuencia aparece en los suentildeos1

Eacutesos son los cambios que pueden experimentar los temas El estudioso debe reconocer que un tema puede asumir en un mito un revestimiento muy diferente del que tiene en otro Debe mirar a menudo debajo de la cobertura exterior para encontrar el tema Debe comprender tambieacuten que el pensa-miento miacutetico es iloacutegico para nuestros esquemas habituales tambieacuten en esto se parece al pensamiento de los suentildeos Ele-mentos opuestos contradictorios inconsecuencias pueden estar y estaacuten juntos en una misma intencioacuten y en una misma narracioacuten Sin embargo el mito no es un revoltijo de tonteriacuteas y absurdos tiene su propia loacutegica Quien estudia el mito debe tratar de comprender los modos miacuteticos del pensar G

1 Freud (ID) 319-397 especialmente 320-339

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Mito y lenguajeErnst Cassirer

En Primitive Culture Tylor propuso una teoriacutea antropoloacutegica basada en principios bioloacutegicos generales Eacutel fue uno de los primeros en aplicar los principios de Darwin al mundo cultu-ral La maacutexima natura non facit saltus no admite excepcioacuten Vale tanto para el mundo de la civilizacioacuten humana como para el mundo orgaacutenico Lo mismo el hombre civilizado que el no civilizado pertenecen a la misma especie la especie del homo sapiens Las caracteriacutesticas fundamentales de esta especie son las mismas en cada variante Si la teoriacutea de la evolucioacuten es ver-dadera no podemos admitir ninguacuten hiato entre el estadio maacutes bajo y el maacutes alto de la civilizacioacuten humana Pasamos del uno a los otros mediante una transicioacuten muy lenta y casi impercep-tible en la cual nunca encontramos solucioacuten de continuidad

Una concepcioacuten distinta del proceso de la civilizacioacuten hu-mana fue desarrollada en un ensayo publicado en 1856 tres antildeos antes de la aparicioacuten del libro de Darwin The Origin of the Species En su Comparative Mythology1 F Max Muumlller partioacute del principio de que es imposible alcanzar una verdadera com-prensioacuten del mito mientras se considere como un fenoacutemeno aislado Y sin embargo ninguacuten fenoacutemeno natural ninguacuten principio bioloacutegico puede guiarnos en nuestra investigacioacuten No existe ninguna analogiacutea real entre los fenoacutemenos naturales y los culturales La cultura humana debe ser estudiada de acuerdo con meacutetodos y principios especiacutefi cos iquestY doacutende po-driacuteamos encontrar una guiacutea mejor para este estudio que en el lenguaje humano el elemento en el cual el hombre vive se mueve y tiene su ser Como linguumlista y fi loacutelogo Muumlller estaba convencido de que el uacutenico enfoque cientiacutefi co para un estudio del mito era el enfoque linguumliacutestico Pero este fi n no podiacutea ser logrado antes de que la propia linguumliacutestica hubiese encontrado su camino y antes de que la gramaacutetica y la etimologiacutea estuvie-ran fundadas sobre una fi rme base cientiacutefi ca Hasta la primera mitad del siglo xix se llegoacute a dar este gran primer paso Entre el mito y el lenguaje no soacutelo existe una iacutentima relacioacuten sino una verdadera solidaridad Si entendemos la naturaleza de esta solidaridad habremos encontrado la llave del mundo miacutetico

El descubrimiento de la lengua y literatura saacutenscritas fue un hecho decisivo en el desenvolvimiento de nuestra conciencia

histoacuterica y en la evolucioacuten de todas las ciencias culturales Por su importancia e infl uencia puede compararse con la gran re-volucioacuten intelectual que produjo el sistema copernicano en el campo de la ciencia natural La hipoacutetesis copernicana invirtioacute la concepcioacuten del orden coacutesmico La tierra ya no estaba en el centro del universo se convirtioacute en un ldquoastro entre los astrosrdquo La concepcioacuten geoceacutentrica del mundo fiacutesico fue descartada En el mismo sentido en contacto con la literatura saacutenscrita puso fi n a esa concepcioacuten de la cultura humana que estableciacutea su centro verdadero y uacutenico en el mundo de la antiguumledad claacutesica A partir de entonces el mundo greco-romano no podiacutea ser considerado maacutes que como una simple provincia un pequentildeo sector del universo de la cultura humana La fi losofiacutea de la historia tuvo que fundarse sobre una base nueva y maacutes amplia Hegel llamoacute al descubrimiento del origen comuacuten del griego y el saacutenscrito el descubrimiento de un nuevo mundo Quienes estudiaban gramaacutetica comparada en el siglo xix consideraron su trabajo bajo esta misma luz Estaban convencidos de que habiacutean encontrado la palabra maacutegica la uacutenica que podiacutea abrir las puertas al entendimiento de la historia de la civilizacioacuten humana La fi lologiacutea comparada declaroacute Max Muumlller ha pues-to a la edad mitoloacutegica y mitopeacuteyica de la humanidad que antes estaba velada por la oscuridad ante la brillante luz de la investigacioacuten cientiacutefi ca y dentro del recinto de la historia do-cumental Ha puesto en nuestras manos un telescopio de tal potencia que donde antes alcanzaacutebamos a ver soacutelo nebulosida-des ahora descubrimos formas distintas y perfi les maacutes auacuten nos ha proporcionado lo que podemos llamar testimonios con-temporaacuteneos exhibiendo ante nosotros el estado de pensa-miento de lenguaje religioacuten y civilizacioacuten de un periacuteodo en que el saacutenscrito no era todaviacutea el saacutenscrito el griego no era todaviacutea el griego pero en el cual lo mismo estos dos que el latiacuten el germaacutenico y otros dialectos arios existiacutean todaviacutea como un solo lenguaje indiviso La niebla de la mitologiacutea se desvaneceraacute gradualmente y nos permitiraacute descubrir tras las fl otantes nubes de la aurora del pensamiento y el lenguaje esa naturaleza verdadera que la mitologiacutea ha encubierto y disfraza-do por tan largo tiempo2

Por otro lado esa conexioacuten entre el lenguaje y el mito la cual prometiacutea una solucioacuten clara y defi nida para el antiguo enigma entrantildeaba una gran difi cultad Cierto es que el lengua-je y el mito tienen una raiacutez comuacuten pero no son en modo algu-

Ernst Cassirer El mito del Estado Traduccioacuten de Eduardo Nicol fce Meacutexico 2004

1 Publicado por primera vez en Oxford Essays (Londres John W Parker and Son 1856) pp 1-87 Reproducido en Selected Essays on Language Mythology and Religion (Londres Longmans Green and Co 1881) pp 299-451

2 Muumlller ldquoComparative Mythologyrdquo op cit pp II 33 86 Selected Essays I 315 358 449 ss

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no ideacutenticos en su estructura El lenguaje ofrece siempre un caraacutecter estrictamente loacutegico el mito parece desafi ar todas las reglas loacutegicas es incoherente caprichoso irracional iquestCoacutemo podemos reunir estos dos elementos incompatibles

Para responder a esta pregunta Max Muumlller y otros autores pertenecientes a la escuela de la mitologiacutea comparada idearon un plan muy ingenioso El mito dijeron no es en realidad sino un aspecto del lenguaje aunque un aspecto maacutes bien negativo que positivo El mito no se origina de sus virtudes sino de sus vicios Es cierto que el lenguaje es racional y loacutegico pero por otra parte es tambieacuten una fuente de ilusiones y falacias El lo-gro mayor del lenguaje es a la vez fuente de sus defectos El lenguaje se compone de nombres generales pero la generalidad implica siempre ambiguumledad La polionimia y la sinonimia de las palabras no son un rasgo accidental del lenguaje derivan de su naturaleza misma Como sea que la mayoriacutea de los objetos tienen maacutes de un atributo y como quiera que bajo aspectos

diferentes uno u otro de los atributos puede parecer apropiado para el acto de la denominacioacuten ocurrioacute por necesidad que la mayoriacutea de los objetos durante el primer periacuteodo del lenguaje humano tuvo maacutes de un nombre Cuanto maacutes antigua es una lengua tanto maacutes rica en sinoacutenimos Por otra parte si se em-plean constantemente estos sinoacutenimos deben naturalmente originar un nuacutemero de homoacutenimos Si podemos llamar al sol con cincuenta nombres expresivos de diferentes cualidades algunos de estos nombres seraacuten aplicables a otros objetos que puedan poseer las mismas cualidades Estos objetos distintos vendriacutean entonces a llamarse por el mismo nombre mdashse con-vertiriacutean en homoacutenimos Eacuteste es el punto vulnerable del len-guaje y eacuteste es al mismo tiempo el origen histoacuterico del mito iquestCoacutemo podemos dar razoacuten mdashse pregunta Max Muumlllermdash de esta fase de la mente humana que dio origen a los extraordina-rios relatos de dioses y heacuteroes de gorgonas y quimeras de cosas que el ojo humano no habiacutea visto nunca y que ninguna

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mente humana en sus cabales pudo haber concebido jamaacutes A menos que podamos dar respuesta a esta pregunta nuestra creencia en un progreso regular y consecuente del intelecto humano a traveacutes de todas las edades y en todos los lugares tendraacute que ser abandonada como una teoriacutea falsa A pesar de todo despueacutes del descubrimiento de la linguumliacutestica comparada estamos en situacioacuten de evitar ese escepticismo y de quitar ese obstaacuteculo de en medio Vemos que el progreso mismo del len-guaje mdashuno de los maacutes grandes hechos de la civilizacioacuten hu-manamdash condujo inevitablemente a otro fenoacutemeno al fenoacuteme-no del mito Si existiacutean dos nombres para el mismo objeto es natural y en verdad inevitable que dos personas pudieran bro-tar de los dos nombres y como los mismos relatos podiacutean contarse de la una y de la otra seriacutean representadas como her-manos y hermanas como padres e hijos3

Si aceptamos esta teoriacutea la difi cultad queda resuelta Pode-mos explicar muy bien de queacute modo la actividad racional del lenguaje humano ha conducido a las irracionalidades e incom-prensibilidades del mito La mente humana opera siempre de una manera racional Aun la mente primitiva era una mente cabal y normal Pero por otra parte era una mente rudimen-taria e inexperta En el caso en que estaba la mente inexperta expuesta constantemente a una grave tentacioacuten mdashla falacia y la ambiguumledad de las palabrasmdash no es de extrantildear que cayera en ella Eacuteste es el verdadero origen del pensamiento miacutetico El lenguaje no es tan soacutelo una escuela de sabiduriacutea es tambieacuten una escuela de desatino El mito nos revela este uacuteltimo aspecto no es maacutes que la oscura sombra que el lenguaje proyecta sobre el mundo del pensamiento humano

De este modo se presenta a la mitologiacutea como patoloacutegica asiacute en su origen como en su esencia Es una enfermedad que em-pieza en el campo del lenguaje y que luego se difunde en una peligrosa infeccioacuten por todo el cuerpo de la civilizacioacuten huma-na Pero aunque sea una locura hay en ella un meacutetodo En la mitologiacutea griega asiacute como en otras mitologiacuteas encontramos por ejemplo el relato de una gran inundacioacuten que destruyoacute a la raza humana entera Solamente una pareja Deucalioacuten y su es-posa Pirra se salvoacute del diluvio y fue enviada por Zeus a la Heacute-lade Cayeron los dos sobre el monte Parnaso y alliacute les aconse-joacute el oraacuteculo que echaron tras de siacute los ldquohuesos de su madrerdquo Deucalioacuten dio con la verdadera interpretacioacuten de este oraacuteculo recogioacute las piedras esparcidas por el campo y las tiroacute por encima de sus hombros De estas piedras surgioacute una nueva raza de hom-bre y mujeres iquestQueacute cosa hay maacutes ridiacutecula mdashse pregunta Max Muumlllermdash que este modo de explicar el origen de la raza huma-na Y sin embargo se hace faacutecilmente comprensible cuando empleamos la clave que nos da la ciencia de la etimologiacutea com-parada Todo el relato se reduce a un simple juego de palabras mdashuna confusioacuten entre dos teacuterminos homoacutenimosmdash entre λαός y λἀας4 Eacuteste de acuerdo con su opinioacuten es todo el secreto de la mitologiacutea

Si analizamos esta teoriacutea encontramos que contiene una extrantildea mezcla de racionalismo y romanticismo El elemento romaacutentico es manifi esto y parece ser el preponderante En cierto sentido Max Muumlller habla como un disciacutepulo de Nova-lis o de Schleiermacher Rechaza la teoriacutea de que el origen de

la religioacuten hay que buscarlo en el animismo o en la adoracioacuten de las grandes fuerzas naturales Hay ciertamente una religioacuten natural o fiacutesica una adoracioacuten del juego del sol de la luna del cielo despejado pero esta religioacuten fiacutesica es tan soacutelo un aspecto singular y un fenoacutemeno derivado No nos ofrece el todo y no nos conduce a la fuente primera y principal El verdadero ori-gen de la religioacuten hay que buscarlo en un estrato maacutes profundo del pensar y el sentir Lo que primero fascinoacute a los hombres no fueron los objetos de su alrededor Aun la mente primitiva es-taba mucho maacutes impresionada por el gran espec taacuteculo de la naturaleza tomada como un todo La naturaleza era lo desco-nocido en el sentido de algo opuesto a lo conocido lo infi nito en el sentido de lo que se distingue de lo fi nito Fue este senti-miento lo que desde los primero tiempos promovioacute el impul-so hacia el pensamiento religioso y el lenguaje La inmediata percepcioacuten del Infi nito ha formado desde el principio mismo el ingrediente y el necesario complemento de todo conocimiento fi nito Los rudimentos de expresiones mitoloacutegicas religiosas y fi losoacutefi cas posteriores estaban ya presentes en la temprana presioacuten del Infi nito sobre nuestros sentidos y esta presioacuten es la primera fuente y el origen real de todas nuestras creencias religiosas5 iquestPor queacute tenemos que maravillarnos de los anti-guos mdashpreguntaba Max Muumlllermdash de su lenguaje palpitante de vida y refulgente de color si en vez de los grises perfi les del pensamiento moderno exhalaban esas formas vivientes de la naturaleza dotadas de fuerza humana o maacutes bien de fuerzas sobrehumanas en tanto que la luz del sol brillaba maacutes que la del ojo humano y el bramar de la tormenta opacaba los gritos de la voz humana6 Esto suena muy romaacutentico pero no debe-mos dejarnos engantildear por el estilo coloreado y romaacutentico de Max Muumlller Su teoriacutea tomada en conjunto sigue siendo es-trictamente racionalista e intelectualista

En el fondo su concepcioacuten del mito no se encuentra muy distante del siglo xviii y de los pensadores de la Ilustracioacuten7 Claro estaacute que ya no considera al mito y a la religioacuten como una simple invencioacuten arbitraria un truco de la astucia clerical Pero admite que la religioacuten al fi n y al cabo no es maacutes que una gran ilusioacuten no un engantildeo consciente sino inconsciente un engantildeo promovido por la naturaleza de la mente humana y ante todo por la naturaleza del lenguaje humano El mito sigue siendo siempre un caso patoloacutegico Pero ahora estamos en situacioacuten de comprender la patologiacutea del mito sin recurrir a la hipoacutetesis de un defecto inherente a la mente humana misma Si se reco-noce que el lenguaje es la fuente del mito entonces hasta las incongruencias y contradicciones del pensamiento miacutetico que-dan reducidas a un poder universal y objetivo y por tanto en-teramente racional

3 Veacutease Muumlller op cit pp 44 Selected Essays I 3784 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p8 Selected Essays I 310

5 Veacutease F Max Muumlller Natural Religion The Gifford Lectures 1888 (Londres y Nueva York Longmans Green amp Co 1889) con-ferencia V ldquoMy own defi nition of Religionrdquo pp 103-140 Physical Religion The Gifford Lectures 1890 (Londres y Nueva York Long-mans Green amp Co 1891) conferencia VI ldquoPhysical Religion The Natural and the Supernatur alrdquo pp 119 ss

6 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p 37 Selected Essays I 3657 Es un hecho curioso que los primeros elementos de la teoriacutea de

Max Muumlller hayan de buscarse en los escritos de uno de los grandes racionalistas En su saacutetira Sur lrsquoeacutequivoque Boileau propuso la teoriacutea de que la ambiguumledad de las palabras es la verdadera fuente del mito

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Mucho contribuyoacute a la infl uencia de esta doctrina el hecho de que fuera aceptada con algunas reservas criacuteticas por el primer fi loacutesofo que tratoacute de crear una ldquofi losofiacutea sinteacuteticardquo una visioacuten coherente y comprensiva de todas las actividades de la mente humana basada en principios estrictamente empiacutericos y en la teoriacutea general de la evolucioacuten Herbert Spencer halloacute la fuente primera y principal de toda religioacuten en el culto de los antepasados El primer culto afi rmoacute eacutel no fue el culto de las fuerzas naturales sino el culto de los muertos8 Sin embargo con el fi n de comprender el traacutensito del culto de los antepasa-dos al culto de los dioses personales debemos introducir una nueva hipoacutetesis Seguacuten Spencer lo que hizo posible y hasta necesario este nuevo paso fueron el poder y la infl uencia per-durable del lenguaje El lenguaje humano es metafoacuterico en su esencia misma estaacute lleno de siacutemiles y analogiacuteas La mente pri-mitiva es incapaz de comprender estos siacutemiles en un sentido meramente metafoacuterico Toma estos siacutemiles por realidades y piensa y actuacutea de acuerdo con este principio Esta interpreta-cioacuten literal de los nombres metafoacutericos fue la que condujo desde las primeras formas elementales del culto de los antepa-sados desde la adoracioacuten de seres humanos hasta la adoracioacuten de plantas y animales y fi nalmente de grandes fuerzas de la naturaleza Un haacutebito comuacuten y muy extendido de las socieda-des primitivas es el de darles a los nintildeos recieacuten nacidos nom-bres de plantas animales estrellas y otros objetos naturales A los nintildeos se les llama ldquoTigrerdquo ldquoLeoacutenrdquo ldquoCuervordquo a las nintildeas ldquoLunardquo ldquoEstrellardquo Originariamente todos estos nombres no eran maacutes que epiheta ornantia los cuales expresaban ciertas cualidades personales que se atribuiacutean a los seres humanos De acuerdo con esta tendencia de la mente primitiva a entender

todos los teacuterminos en sentido literal era inevitable que se ma-linterpretasen esos nombres complementarios y esos tiacutetulos metafoacutericos Alguna vez ldquoAurorardquo se usariacutea como nombre pro-pio de persona las tradiciones referentes a una que se hubiese destacado conduciriacutean en la mente ingenua del salvaje a una identifi cacioacuten con la aurora misma y sus aventuras seriacutean in-terpretadas de la manera que pareciese maacutes congruente con la naturaleza de la aurora Es maacutes en las regiones donde tal nom-bre hubiese sido el propio de miembros de tribus adyacentes o de miembros de una misma tribu que hubieran vivido en tiempos distintos surgiriacutean genealogiacuteas incongruentes y aven-turas antagoacutenicas de la aurora9

Tambieacuten aquiacute encontramos explicado el fenoacutemeno del mito el panteoacuten entero del politeiacutesmo como una simple enferme-dad El culto de objetos conspicuos concebidos como perso-nas resulta de un error linguumliacutestico La grave objecioacuten a que puede someterse tal teoriacutea es manifi esta El mito es una de las maacutes antiguas y grandes fuerzas de la civilizacioacuten humana Estaacute conectado iacutentimamente con todas las demaacutes actividades huma-nas es inseparable del lenguaje de la poesiacutea del arte y del maacutes remoto pensamiento histoacuterico La ciencia misma tuvo que pasar por una etapa miacutetica antes de alcanzar la etapa loacutegica la alquimia precedioacute a la quiacutemica la astrologiacutea a la astronomiacutea Si las teoriacuteas de Max Muumlller y de Spencer fuesen ciertas tendriacutea-mos que admitir la conclusioacuten de que en resumidas cuentas la historia de la civilizacioacuten humana se debe a una simple equivo-cacioacuten a una mala interpretacioacuten de palabras y de teacuterminos Y no es una hipoacutetesis muy satisfactoria o plausible pensar que la cultura sea el producto de una mera ilusioacuten un malabarismo de palabras y un pueril juego de nombres G

8 Veacutease H Spencer The Principles of Sociology (1876) cap xx (Nueva York Appleton amp Co 1901 i 1901 i 285 ss) 9 Ibid xxii-xxiv i 329-394

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El mito y la sociedadJoseph Campbell

1- El que cambia de forma

No hay un sistema fi nal para la interpretacioacuten de los mitos y nunca habraacute tal cosa La mitologiacutea es como el dios Proteo ldquoel veraz anciano de los maresrdquo El dios ldquoprobaraacute de convertirse en todos los seres que se arrastran por la tierra y en agua y en ardentiacutesimo fuegordquo1

El viajero de la vida que quiera recibir ensentildeanzas de Proteo debe ldquosujetarlo aunque desee e intente escaparserdquo y fi nalmente apareceraacute en la forma que le es propia Pero este astuto dios nunca descubre ni siquiera ante el maacutes haacutebil interrogador el contenido iacutentegro de su sabiduriacutea Contestaraacute a la pregunta que se le haga y la respuesta seraacute grande o trivial seguacuten lo que se le haya preguntado ldquoCuando el sol siguiendo su curso llega al centro del cielo el veraz anciano de los mares oculto por negras y encrespadas olas salta en tierra al soplo del Ceacutefi -ro En seguida se acuesta en honda gruta y a su alrededor se ponen a dormir todas juntas las focas de nataacutetiles pies hijas de la hermosa Halosidne que salen del espumoso mar exhalando el acerbo olor del mar profundiacutesimordquo2 El rey guerrero griego Menelao guiado y ayudado por una hija de este viejo padre del mar a sus salvajes lares e instruido por ella de coacutemo lograr la respuesta del dios deseaba soacutelo preguntar el secreto de sus difi cultades personales y el paradero de sus amigos personales Y el dios se dignoacute a responder

La mitologiacutea ha sido interpretada por el intelecto moderno como un torpe esfuerzo primitivo para explicar el mundo de la naturaleza (Frazer) como una produccioacuten de fantasiacutea poeacutetica de los tiempo prehistoacutericos mal entendida por las edades pos-teriores (Muumlller) como un sustitutivo de la instruccioacuten alegoacute-rica para amoldar el individuo a su grupo (Durkheim) como un suentildeo colectivo sintomaacutetico de las urgencias arquetiacutepicas dentro de las profundidades de la psique humana (Jung) como el vehiacuteculo tradicional de las intuiciones metafiacutesicas maacutes pro-fundas del hombre (Coomaraswamy) y como la Revelacioacuten de Dios a Sus hijos (la Iglesia) La mitologiacutea es todo esto Los diferentes juicios estaacuten determinados por los diferentes puntos de vista de los jueces Pues cuando se la investiga en teacuterminos no de lo que es sino de coacutemo funciona de coacutemo ha servido a la especia humana en el pasado y de coacutemo puede servirle ahora

la mitologiacutea se muestra tan accesible como la vida misma a las obsesiones y necesidades del individuo la raza y la eacutepoca

2- La funcioacuten del mito del culto y de la meditacioacuten

En su forma viva el individuo es necesariamente soacutelo una frac-cioacuten y una distorsioacuten de la imagen total del hombre Estaacute limi-tado ya sea hembra o varoacuten tambieacuten lo estaacute en cualquier pe-riodo de su vida como nintildeo como joven como adulto o como anciano y no soacutelo eso sino que en su vida estaacute necesariamente especializado como artesano comerciante sirviente o ladroacuten sacerdote o liacuteder esposa monja o prostituta no puede serlo todo De aquiacute que la totalidad la plenitud del hombre no esteacute en un miembro aparte sino en el cuerpo de la sociedad como un todo el individuo puede soacutelo ser un oacutergano De su grupo ha tomado las teacutecnicas de vida el lenguaje en que piensa las ideas por las cuales lucha los genes que han construido su cuerpo descienden del pasado de esa sociedad Si pretende ais-larse ya sea en hechos pensamientos o sentimientos soacutelo lo-gra romper las relaciones con las fuentes de su existencia

Las ceremonias tribales de nacimiento la iniciacioacuten el ma-trimonio el entierro la adquisicioacuten de un estado social etc sirven para trasladar la crisis y hechos de la vida del individuo a formas claacutesicas e impersonales Estas formas tienen por obje-to mostrarlo a siacute mismo no como esta personalidad o la otra sino como el guerrero la desposada la viuda el sacerdote el jefe al mismo tiempo se representa para el resto de la comuni-dad la vieja leccioacuten de las etapas arquetiacutepicas Todos participan en el ceremonial de acuerdo con su rango y su funcioacuten La sociedad entera se hace visible como una unidad viva e impe-recedera Pasan generaciones de individuos como ceacutelulas anoacute-nimas de un cuerpo vivo pero permanece la forma sustentante e intemporal Por una ampliacioacuten de la visioacuten para abarcar a este superindividuo cada uno se descubre a siacute mismo engran-decido enriquecido apoyado y magnifi cado Su papel aunque no sea nada impresionante se ve como intriacutenseco a la bella imagen festiva del hombre la imagen potencial pero necesaria-mente inhibida que estaacute dentro del individuo

Los deberes sociales continuacutean la leccioacuten del festival en la existencia diaria y normal y se le da maacutes validez al individuo Por el contrario la indiferencia las revoluciones o el exilio rom-pen las conexiones vitales Desde el punto de vista de la unidad social el individuo aislado no es sino una nada un desperdicio De aquiacute que el hombre o la mujer puedan decir honestamente que han vivido su papel mdashya sea el de sacerdote prostituta reina o esclavomdash se refi eren al sentido completo del verbo ser

Joseph Campbell El heacuteroe de las mil caras Psicoanaacutelisis del mito Traduccioacuten de Luisa Josefi na Hernaacutendez fce Meacutexico 2006

1 Odisea iv 401 417-41 Traduccioacuten de Luis Segalaacute y Estalella2 Ibid 400-406

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Los ritos de la iniciacioacuten y de la adquisicioacuten de una situa-cioacuten pues muestran la leccioacuten de la unidad esencial del in-dividuo y el grupo los festivales de las estaciones abren un horizonte mayor Asiacute como el individuo es un oacutergano de la so-ciedad asiacute es la tribu o la ciudad mdashasiacute es la humanidad ente-ramdash soacutelo una fase del poderoso organismo del cosmos

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para domi-nar a la naturaleza Eacutesta es una representacioacuten equivocada Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre y particularmente en aquellas ceremonias maacutegicas que se supone han de traer lluvia curar las enfermedades o detener las inun-daciones sin embargo el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponieacutendolas a la magia ne-gra) es la sumisioacuten a lo inevitable del destino y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente

No se ha registrado ninguacuten mito tribal que intente postergar la llegada del invierno al contrario los ritos preparan a la co-munidad para soportar junto con el resto de la naturaleza la estacioacuten del friacuteo tremendo Y en la primavera los ritos no inten-tan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maiacutez frijol y calabazas para la comunidad debilitada por el contrario los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estacioacuten de la na-turaleza El maravilloso ciclo del antildeo es celebrado con todos sus contratiempos y periacuteodos de juacutebilo y es bosquejado y represen-tado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano

Muchas otras simbolizaciones de esta continuidad llenan el mundo de la comunidad mitoloacutegicamente instruida Por ejem-plo los clanes de las tribus cazadoras norteamericanas se con-sideraban descendientes de ancestros mitad animales y mitad humanos Estos ancestros no solamente eran los padres de los miembros humanos del clan sino tambieacuten de la especie animal de donde el clan tomaba su nombre Asiacute los miembros huma-nos del clan del castor eran primos hermanos de los castores protectores de dicha especie y al mismo tiempo protegidos por la sabiduriacutea animal del pueblo de los bosques Y otro ejemplo el hogan o choza de barro de los Naacutevajo de Nuevo Meacutexico y Arizona se construye seguacuten el plan de la idea del cosmos de los Naacutevajo La entrada estaacute hacia el oriente Los ocho lados re-presentan las cuatro direcciones principales y los puntos que quedan entre ellas Cada arista y cada viga corresponde a un elemento en el gran hogan de la tierra y el cielo que todo lo abarcan Y como el alma del hombre es considerada en su for-ma como ideacutentica al universo la choza de barro es la represen-tacioacuten de la armoniacutea baacutesica del hombre y del mundo y un re-cordatorio del escondido camino vital de la perfeccioacuten

Pero hay otro camino diametralmente opuesto al de los de-beres sociales y los cultos populares Desde el punto de vista del camino del deber el que es exiliado de la comunidad es nada Desde el otro punto de vista este exilio es el primer paso en la buacutesqueda Cada uno lleva el todo dentro de siacute mismo por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de eacutel Las diferen-ciaciones de sexo edad y ocupacioacuten no son esenciales a nuestro caraacutecter sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo La imagen interior del hombre no de-be confundirse con su atuendo Pensamos que somos ameri-canos hijos del siglo xx occidentales y cristianos civilizados Somos virtuosos o pecadores Sin embargo esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre denotan solamente acci-dentes geograacutefi cos fecha de nacimiento e ingresos econoacutemi-

cos iquestCuaacutel es el meollo de nosotros iquestCuaacutel es el caraacutecter baacutesico de nuestro ser

El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India los misterios heleacutenicos de las iniciaciones las antiguas fi losofiacuteas de Oriente y del Occidente son teacutecnicas para despla-zar el hincapieacute de la conciencia individual fuera de la presencia exterior Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo maacutes profundo ldquoYo no soy esto ni lo otro mdashmeditamdash no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir mi cuerpo que estaacute enfermo o envejece ni mi brazo mis ojos mi cabeza ni la suma de todas estas cosas No soy mis sentimientos ni mi men-te ni mi fuerza intuitivardquo Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y fi nalmente alcanza insondables rea-lizaciones Ninguacuten hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como Don Fu-lano de tal o cual poblacioacuten de cierto paiacutes La sociedad y los deberes se esfuman Don Fulano al descubrirse grande con el hombre se convierte en una persona abstraiacuteda y apartada

Eacutesta es la etapa de Narciso contemplaacutendose en la fuente del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del aacuterbol pero no es la uacuteltima meta es un requisito pero no es el fi n La meta no es ver sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia en-tonces el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola De aquiacute que la separacioacuten el aislamiento ya no sean necesarios Por dondequiera que vaya el heacuteroe y cualquier cosa que haga siempre estaacute en presencia de su propia esencia porque ha perfeccionado sus ojos para ver No hay aislamiento Asiacute como el camino de la participacioacuten social puede llevar a la realizacioacuten del Todo en el individuo asiacute el exilio trae al heacuteroe al Yo en todo

Centrado en este punto capital el problema del egoiacutesmo o del altruismo desaparece El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identifi cado con el signifi cado iacutentegro del uni-verso Por Eacutel y para Eacutel se ha hecho el mundo ldquoOh Mahoma mdashdijo Diosmdash si no fuera por ti no hubiera creado el cielordquo

3- El heacuteroe de hoy

Todo esto se halla lejos del punto de vista contemporaacuteneo pues el ideal democraacutetico del individuo que se determina a siacute mismo la invencioacuten de los artefactos mecaacutenicos y eleacutectricos y el desarrollo de los meacutetodos cientiacutefi cos de investigacioacuten han transformado la vida humana en tal forma que el universo in-temporal de siacutembolos hace mucho tiempo heredados ha sufri-do un colapso A esto se refi eren en el Zaratustra de Nietzsche las trascendentales palabras que anuncian una eacutepoca ldquoMuertos estaacuten los diosesrdquo3 Es una faacutebula que sabemos que se ha repeti-do de mil maneras Es el ciclo del heacuteroe de la edad moderna la maravillosa historia de la especie humana que llega a la ma-durez El lastre del pasado la atadura de la tradicioacuten han sido destruidos con seguros y poderosos golpes La telarantildea del suentildeo miacutetico cayoacute la mente se abrioacute a la iacutentegra conciencia despierta y el hombre moderno surgioacute de la ignorancia de los antiguos como una mariposa de su capullo o como el sol del amanecer surge del vientre de la madre noche

3 Nietzsche Asiacute habloacute Zaratustra 1223

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No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

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La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

12 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

Sajaacuterov entre otros Ciertamente su disidencia no los condujo a un campo de concentracioacuten en un Gulag tropical como el de Fidel Castro y esto porque el sistema poliacutetico mexicano que prevalecioacute durante poco maacutes de setenta antildeos (y que auacuten existe sobre todo cuando se manifi esta en el uso partidista de los sin-dicatos corporativos y de otras instituciones que se crearon durante el antiguo reacutegimen) no era totalitario sino autoritario Pero tampoco fueron a la caacutercel (como Joseacute Revueltas y otros escritores o acadeacutemicos) porque en el caso de Barros Sierra se trataba de una persona totalmente ajena a la ideologiacutea comu-nista y de mucho prestigio en el aacutembito nacional y en el de Octavio Paz de una fi gura reconocida con razoacuten en el aacutembito internacional Quizaacute impidioacute que Paz fuera a la caacutercel este re-conocimiento que me recuerda el caso de Lev Tolstoi No obstante su criacutetica a la autocracia zarista y a la iglesia ortodoxa rusa la fama internacional de Tolstoi lo puso a resguardo de la caacutercel el exilio interior o el campo de concentracioacuten pero no de la excomunioacuten decidida por los jerarcas de la Iglesia orto-doxa rusa Octavio Paz tambieacuten fue excomulgado pero no por la Iglesia de Roma con cuyas ruedas de molino nunca comul-goacute sino tanto por los admiradores de Castro de Stalin y de la Unioacuten Sovieacutetica de Trotski (otro disidente que sin embargo jamaacutes renuncioacute a la iglesia marxista) o de la China de Mao como por los epiacutegonos del reacutegimen impuesto y preservado por el partido uacutenico

Evoco pues a Octavio Paz al igual que a Sor Juana porque en cierta medida no fueron ldquohombres en su siglordquo (las comillas no son por lo de hombres sino por lo de su siglo y ambos conceptos remiten al tiacutetulo de una obra de Paz Ademaacutes para miacute el hombre en el sentido universal de la palabra sigue siendo el hombre aun cuando se trate de una mujer) dado que lo tras-cendieron ampliamente tanto en su obra creativa como en la refl exiva

Al igual que Sor Juana Octavio Paz no soacutelo nunca fue reco-nocido por muchos de sus contemporaacuteneos sino que tambieacuten tuvo que hacer frente a sus Sor Filoteas y ldquootras inquisicionesrdquo (Borges) Al igual que la monja criolla fue objeto de la maledi-cencia mdashentre otros de su exmujer la estupenda creadora de Recuerdos del porvenir Elena Garro A diferencia de los procas-tristas y otros pobladores de la granja sovieacutetica lo acusoacute de ser comunista por sus criacuteticas al sistema autoritario mexicano y su solidaridad con los estudiantes impugnadores de 1968 iquestCuaacuten-tas diatribas se habraacuten escrito contra Paz en el curso de los antildeos que van de su regreso a Meacutexico al derrumbe del bloque sovieacutetico Sin lugar a dudas son incontables pues lo mismo fueron obra de periodistas ya olvidados que de ocurrentes es-critores municipales

Para los habitantes de la granja orwelliana que pasaron por alto sus criacuteticas al sistema poliacutetico mexicano (entre otras las

contenidas en Posdata y El ogro fi lantroacutepico) Octavio Paz estaba al servicio de la cia y del imperialismo norteamericano debido a sus juicios sobre el totalitarismo en la urss en Europa central y en su escaparate tropical Cuba Y esto al mismo tiempo que (iquestparadoacutejicamente) sus detractores viviacutean de las becas de fun-daciones o de instituciones acadeacutemicas norteamericanas que iquesteran islotes en el interior del imperio

Otros aun cuando comprendieron el sentido y el alcance de las tomas de posicioacuten poliacutetica de Paz mantuvieron un silencio que los hizo coacutemplices de esos modernos inquisidores Pese a las invitaciones del poeta optaron por no publicar en las dos revistas fundadas por Paz a su regreso de la India Plural y Vuel-ta para no ser acusados de colaborar con ldquoun agente del impe-rialismo norteamericanordquo

Hubo sin embargo un pequentildeo nuacutecleo de escritores y ar-tistas que compartieron con Octavio Paz sus ideas y sus pre-ocupaciones Destacan entre otros Alejandro Rossi y Gabriel Zaid Algunos maacutes que estuvieron en el nuacutecleo original de Plural y Vuelta se distanciaron del pensador por diversos moti-vos algunos de ellos ideoloacutegicos Los que nunca abandonaron al poeta fueron sus amigos poetas y pensadores norteamerica-nos y sobre todo europeos Entre eacutestos destacan los dos uacutelti-mos sabios de la historia contemporaacutenea Cornelius Castoria-dis y Edgar Morin Siacute los dos uacuteltimos sabios porque como escribioacute Castoriadis el ejercicio de la criacutetica fue abandonado por los intelectuales Y tan es asiacute que hoy eacutestos hacen el elogio de las peores atrocidades gubernamentales y de los maacutes execra-bles gobernantes de la misma manera que fueron epiacutegonos de diversos tiranos comunistas No supieron ldquomantener la distan-cia que los separaba del priacutenciperdquo (Paz) ni cuando eran compa-ntildeeros de viaje de los dictadores comunistas ni la mantienen ahora que son cortesanos del saacutetrapa petrolero y de los peque-ntildeos tiranos a su servicio

El irrestricto ejercicio de la criacutetica de Paz no conocioacute ideo-logiacuteas ni fronteras Esto lo supieron apreciar los grandes poetas como Joseph Brodsky que fue su gran compantildeero y amigo tanto en el campo de la poesiacutea como en el de la refl exioacuten

A diez antildeos de la muerte del poeta se resiente su ausencia Lo antildeoran sus amigos sus compantildeeros y todos aquellos que compartieron sus ideas y su pasioacuten por la poesiacutea Maacutes auacuten poco antes de su muerte algunos de aquellos que lo atacaron en vida anularon la distancia que los separaba del pensador y del poeta Esto fue resultado por una parte del derrumbe del to-talitarismo sovieacutetico que dejoacute en la orfandad a los compantildeeros de viaje de los comunistas y por otra parte de una decisioacuten de Octavio Paz morir en paz con sus antiguos detractores aun-que hubo quienes se negaron a aceptar esta uacuteltima gran inicia-tiva del poeta

Meacutexico marzo de 2008 G

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 13

Pasioacuten liacuterica sin fi nldquoPiedra de solrdquo no descansa en PazAlberto Arriaga

El 28 de septiembre de 1957 el Fondo de Cultura Econoacutemica tiroacute 300 ejemplares con el atento cuidado de Aliacute Chumacero y en la coleccioacuten Tezontle de lo que acaso es uno de los poemas maacutes determinantes emblemaacuteticos misteriosos inclasifi cables inevitables deslumbrantes de la literatura del siglo xx ldquoPiedra de solrdquo de Octavio Paz que 50 antildeos despueacutes todaviacutea cambia la vida de quien se atreve a leerlo

Como bien lo sentildealoacute Joseacute Luis Martiacutenez no hubo humor o saacutetira en la poesiacutea de Paz El autor de La estacioacuten violenta trans-fi guroacute su motivacioacuten poeacutetica (cualquiera que haya sido) en motivos y correspondencias ldquoque trascendioacute sus signifi cadosrdquo No hay juego soacutelo caminatas concentracioacuten plaacutestica y musi-cal Nunca se molestoacute en presumir su destreza versifi cadora soacutelo aplicoacute su oiacutedo seguro y empleoacute ldquocon preferencia endeca-siacutelabos sueltos combinados a veces con hetpasiacutelabos o pentasiacute-labosrdquo La mejor caminata acaso se encuentra en el ldquoNocturno de San Ildefonsordquo ldquoEl muchacho que camina por este poema entre San Ildefonso y el Zoacutecalo es el hombre que lo escribe esta paacutegina tambieacuten es una caminata nocturnahelliprdquo y en varios

pasajes de ldquoPasado en clarordquo ldquoOiacutedos con el alma pasos men-tales maacutes que sombras sombras del pensamiento maacutes que pasos por el camino de ecos que la memoria inventa y bo-rra sin caminar caminan sobre este ahora puente tendido entre una letra y otrahelliprdquo

Pero maacutes allaacute de las caminatas por el subsuelo del lenguaje ldquoPiedra de solrdquo es el emblema de la pasioacuten liacuterica de su autor Tambieacuten ha dejado descendencia numerosa y no menos con-siderable es la criacutetica que ha provocado ldquoHay que partir de un hecho y es que el poema ante todo tiene como temas centrales el tiempo (o si se quiere el instante) y el amor incluso desde el epiacutegrafe de Nerval donde dice que la treceava es la primerardquo dijo el poeta Marco Antonio Campos quien varias veces se ha enfrentado con la inevitable infl uencia de Octavio Paz su maacutes reciente antologiacutea poeacutetica El forastero en la tierra posee reso-nancias evidentes con la capacidad viajera (dentro y fuera de la paacutegina en blanco) del caminante Paz ldquoAlguna vez me dijo que buscaba con lsquoPiedra de solrsquo escribir un poema generacional Yo creo que el poema verdaderamente generacional es el lsquoNoctur-

14 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

no de San Ildefonsorsquo salvo momentos por ejemplo lo de Es-pantildea o lo de la preparatoria en general es un poema que va por otras direccioneshellip Lo que buscoacute mdashy logroacutemdash en este poe-ma fue que todas las mujeres sean una mujer y que una mujer sea todas las mujeres Por un lado estaacuten todos los instantes resumidos en un instante donde tambieacuten estaacute la mujer y por otro lado estaacuten las mujeres histoacutericas y literarias incluso reli-giosas Mariacutea Laura Perseacutefone o Melusinardquo

Complejo en sus diferentes aspectos en ldquoPiedra de solrdquo encontramos la depuracioacuten de los temas que acompantildearon a Octavio Paz durante toda su vida Pero de acuerdo con un artiacuteculo de Viacutector Manuel Mendiola (Confabulario agosto 4 2007) el poeta se incomodaba cuando le deciacutean que se trataba de su mejor poema como tambieacuten se molestaba ldquoenfaacuteticamen-terdquo cuando le endilgaban la frase hiperboacutelica de El gran poeta mexicano Avisa Mendiola

ldquoAl ser interrogado a propoacutesito de alguacuten asunto concernien-te a ese texto se endureciacutea con cierta molestia y cambiaba el tema de la charla iquestLe habiacutea dejado de gustar esa composicioacuten iquestLe pareciacutean maacutes importantes otros poemas como lsquoBlancorsquo o lsquoPasado en clarorsquo iquestLe perseguiacutea y recordaba una situacioacuten desagradablerdquo

A pesar de esa ambiguumledad emocional que le despertaba ldquoPiedra de solrdquo a su autor para muchas generaciones fue un poema formativo canoacutenico y paternal

ldquoHay que tomar en cuenta tambieacuten que es un poema circu-lar un poema escrito en endecasiacutelabos blancos un metro que no ha sido muy trabajado en lengua espantildeola como deciacutea Zaid hace maacutes de 20 antildeosrdquo recordoacute Campos ldquoLo hizo como nadie Cuando le pregunteacute en una entrevista de doacutende veniacutea esa buacutes-queda del endecasiacutelabo blanco habloacute de que aunque no era parte esencial de la tradicioacuten de la lengua espantildeola estaba en Woodsworth estaba en los isabelinos estaba en Leopardi y entre nosotros en Guilleacuten y Cernuda Creo que es el poema que cierra una etapa es la culminacioacuten de lo que llamariacuteamos en Paz la pasioacuten liacutericardquo

Aunque muchos lectores y el propio autor sentildealaron recrea-ciones de mitos mexicanos (esto aparece en una nota de la primera edicioacuten que fue recuperada hasta la edicioacuten de Seix Barral de 1975) la sensibilidad de Octavio Paz se encontraba muy lejos de la piedra azteca y maacutes abiertamente emparentada

con la tradicioacuten poeacutetica occidental No estaacute Coatlicue ni Hui-tzilopochtli pero siacute Venus siacute el tiempo circular una de las grandes obsesiones de la tradicioacuten literaria occidental

ldquoLo que me interesa enormemente en este poema es la pre-sencia de Dios porque Octavio Paz habloacute muy pocas veces de Dios en su poesiacuteardquo sentildealoacute Veroacutenica Volkow ldquoEs una compren-sioacuten muy profunda de lo que es la presencia divina para los miacutesticos [] Es un poeta maacutes del mundo de la inteligencia del mundo de las presencias del encuentro terrenal del estar aquiacute y ahora maacutes que el viaje miacutestico que nos pueden plantear Dan-te o Ficcinordquo

Para Joseacute Mariacutea Espinasa se trata de un poema sobre la muerte o desaparicioacuten o silencio de los dioses que forma una especie de trilogiacutea personal sobre el poema extenso dentro de la poesiacutea en espantildeol ldquoEscribioacute despueacutes poemas extraordina-rios De alguna manera lsquoPiedra de solrsquo junto a lsquoBlancorsquo en los antildeos 60 y a lsquoPasado en clarorsquo en la uacuteltima parte de su vida for-ma una trilogiacutea de extensos poemas y a miacute me costariacutea trabajo decidirme con cuaacutel me quedohellip Han pasado 50 antildeos y es un poema que sigue siendo perfectamente actual es un texto que no ha envejecido El hecho es que ese poema formoacute a varias generaciones de lectores y los formoacute en una idea de la poesiacutea que sigue estando en la praacutectica de cada diacutea poemas como lsquoAnagnoacuterisisrsquo de Tomaacutes Segovia o lsquoCada cosa es Babelrsquo de Eduardo Lizalde o algunos de los de David Huerta en espe-cial lsquoIncurablersquo van en ese sentido en la posibilidad de la du-racioacuten dentro del instanterdquo

El sol sigue brillando y la piedra dando calor en espera de nuevos caminantes del subsuelo del lenguaje Un siacutentoma ca-noacutenico de este poema es que 50 antildeos despueacutes maacutes allaacute de los deseos de su autor sigue funcionando como una especie de parvulario poeacutetico para plumas avanzadas llegando a contami-nar incluso a la gleba de la inteligencia mexicana iletrados dizque roqueros como los miembros del grupo Manaacute bautiza-ron una gira y un disco con el verso maacutes famoso de Octavio Paz ldquoAmar es combatirrdquo La gloria la fama deciacutea Borges es la mejor de las incomprensiones de una obra literaria Y aunque no haya leiacutedo una sola liacutenea del autor de El laberinto de la sole-dad hay maacutes de Octavio Paz en la identidad de cada mexicano que de Nezahualcoacuteyotl G

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 15

Alguien lo deletreaEnrique Krauze

Hablaba poco de Dios Creo que descreiacutea En materia de reli-gioacuten estaba maacutes cerca de su jacobino abuelo que de su madre la piadosa dontildea Josefi na Estoy cierto de que en las tres religio-nes monoteiacutestas veiacutea un legado de intolerancia incompatible con su actitud de pluralidad Le divertiacutea contar la aneacutecdota de un fervoroso musulmaacuten que en el Himalaya le dijo casi a se-ntildeas ldquoMoiseacutes kaput Jesuacutes kaput soacutelo Mahoma viverdquo Paz pensaba que tambieacuten el maacutes reciente profeta estaba kaput y que la uacutenica religioacuten coherente con el misterio de nacer y morir era el Budismo Octavio mdashnombre latino al fi nmdash era un persona-je del mundo claacutesico buscaba la sabiduriacutea de Soacutecrates no la de Salomoacuten releiacutea a Lucrecio no la Biblia ni a San Agustiacuten no admiraba a Constantino sino a Juliano ldquoel apoacutestatardquo restaura-dor del Panteoacuten pagano Por su curiosidad universal en el arte el pensamiento y la ciencia era un hombre del Renacimiento por su espiacuteritu libre liberal y hasta secretamente libertino era un fi loacutesofo del Siglo xviii Por su arrojo creativo y su pasioacuten poliacutetica y poeacutetica fue un revolucionario del Siglo xx En suma un humanista pleno no un espiacuteritu religioso

Y sin embargo escribioacute su libro cumbre sobre Sor Juana Un dominicano el padre Juliaacuten lo invitaba a hablar sobre temas teoloacutegicos que por momentos lo atraiacutean casi tanto como a su amigo Luis Buntildeuel Quiso que en Vuelta rescataacuteramos un deba-te de 1942 sobre misticismo en el que habiacutean intervenido ade-maacutes de eacutel mismo Vasconcelos el padre Gallegos Rocafull y Joseacute Gaos Interpretoacute certeramente la obra y la vida de su ami-go Joseacute Revueltas como una extrantildea apasionada y atea imita-cioacuten de Cristo Y alguna vez me confi oacute una de las razones de su gran afecto por Gabriel Zaid con quien Paz mantuvo una con-versacioacuten ininterrumpida por casi medio siglo desde el diacutea en que hablaron por primera vez en Monterrey ldquonunca olvidareacute que Zaid encargoacute un novenario en la muerte de mi madrerdquo

El hombre que luchaba como leoacuten contra el inexorable avance de la muerte el viejo rey Lear maldiciendo al avaro destino que le escatimaba unos antildeos maacutes o siquiera unos me-ses no se abriacutea a la esperanza de lo trascendente ldquoCasi todos se quiebran frente a la muerte mdashme dijo Alejandro Rossimdash Octavio fue coherente hasta el fi nal no pidioacute un sacerdoterdquo Con todo en aquel uacuteltimo discurso en Coyoacaacuten habiacutea voltea-do hacia el cielo como invocaacutendolo las nubes se disiparon de pronto y aparecioacute el sol ldquoalliacute hay nubes y sol nubes y sol son palabras hermanas seamos dignos de las nubes del Valle de Meacutexico seamos dignos del sol del Valle de Meacutexicordquo

Antildeos atraacutes en una entrevista notable Carlos Castillo Pera-za le preguntoacute por el signifi cado de las famosas liacuteneas de su poema ldquoHermandadrdquo

Tambieacuten soy escrituraY en este mismo instanteAlguien me deletrea

Paz declaroacute su postura agnoacutestica No sabiacutea si ese ldquoalguienrdquo era un hombre como eacutel o un ser lejano maacutes allaacute de su poema ldquoPasado en clarordquo en el que aparece una tercera posibilidad la suya propia

Dios sin cuerpoCon lenguajes de cuerpo lo nombrabanMis sentidos Quise nombrarloCon un nombre solarUna palabra sin reveacutes

Era el Dios inmanente del amor y la poesiacutea G

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MitoJoseph Fontenrose

Debo aclarar desde el principio que por mito me refi ero a un relato tradicional que acompantildea a los rituales En primer lugar digo un relato algo que tiene un comienzo un desarrollo y un fi nal en otras palabras un argumento No utilizo pues el teacutermino de forma amplia y vaga para referirme a ideas animis-tas y teoloacutegicas en general Segundo me refi ero a un relato tradicional relato que en origen fue transmitido de forma oral Tercero me refi ero al tipo de relato que pretende narrar la ocasioacuten en que tuvo su origen alguna institucioacuten religiosa un culto o algunos de sus ritos y celebraciones y los actos divinos que sientan el precedente de los actos tradicionales realizados en el culto Se descubre que incluso los mitos de la creacioacuten estaacuten habitualmente relacionados con cultos A otros relatos tradi-cionales los independientes del culto se les denomina de ma-nera maacutes apropiada leyendas o cuentos populares aunque even-tualmente pueda incluirlos tambieacuten en el teacutermino mito o mi tologiacutea como se hace a menudo En efecto un mismo argu-mento puede aparecer en las tres clases de relato tradicional no es el argumento el que establece la diferencia y algunas va-riantes del mito del combate pertenecen al cuento heroico o al cuento de hadas pero no al mito auteacutentico

Al tratar de los mitos de paiacuteses antiguos debemos basarnos principalmente en las narraciones noticias y alusiones que se encuentran en la literatura antigua con un cierto apoyo en las obras del arte antiguo que representan escenas miacuteticas Muy rara vez el propoacutesito de ninguacuten escritor antiguo fue informar a los otros acerca del mito contarles una historia que no conocie-ran ya Esto es particularmente cierto del mito griego Se han recuperado textos de mitos de Babilonia y Egipto que contie-nen las propias versiones de mitos que estaban asociados con los rituales y los cultos y eran conocidos del sacerdocio y los devotos pero apenas nos ha llegado nada de ese tipo de Grecia Los escritores griegos no elaboraban textos rituales usaban los materiales miacuteticos para sus propios objetivos literarios particu-lares cambiando antildeadiendo suprimiendo fundiendo como les pareciacutea oportuno Aunque encontremos toda una narracioacuten miacutetica no un resumen ni un fragmento ni una alusioacuten no es probable que sea exactamente la versioacuten conocida por el pue-blo particularmente por el pueblo de aquellas zonas en las que el mito estaba vinculado a un culto Por consiguiente las fuen-tes son como fragmentos que deben ser reunidos estudiados

y combinados antes de que podamos saber coacutemo era realmente el conjunto

Al tratar de los mitos griegos muchos estudiosos suponen que un autor antiguo recibiacutea su conocimiento de un mito de escritores anteriores Asiacute pues es probable que se limiten a una historia literaria del mito y supongan que cualquier diferencia que se pueda encontrar debe de ser una innovacioacuten del autor en cuya obra se localiza por primera vez Por supuesto los es-critores posteriores fueron infl uidos por otros anteriores y por supuesto los escritores innovaron y cambiaron pero a me-nudo la supuesta innovacioacuten en un mito o un rasgo que apare-ce de forma tardiacutea en la tradicioacuten literaria tiene un paralelo en similares griegos o extranjeros del mito atestiguados por fuen-tes maacutes antiguas Es muy posible a veces probable que el au-tor lo tomara de la tradicioacuten oral si no de literatura ahora perdida teniacutea la tradicioacuten oral por todas partes Los eruditos han tendido a ignorar la transmisioacuten oral de los mitos o a su-poner que no existioacute despueacutes de una fecha temprana no espe-cifi cada sin embargo estuvo sin duda muy viva durante toda la Antiguumledad y en realidad nunca desaparecioacute sino que asumioacute un revestimiento cristiano en la Edad Media Se pueden en-contrar algunas huellas de la tradicioacuten oral en las paacuteginas de Pausanias y en algunas pinturas de vasijas pero en general hay que adivinarlas a partir del estudio comparado de las fuentes y los paralelos del mito

Por ello al tratar de los mitos griegos de combate utilizo todo el material pertinente recogido de la literatura y el arte griego y latino tanto antiguo como posterior A veces consigo una informacioacuten importante de escritores tardiacuteos y saco de ella conclusiones referentes a formas tempranas del mito analiza-do Pero habitualmente estas conclusiones sacadas de fuentes tardiacuteas encuentran apoyo en fuentes anteriores Es cierto tam-bieacuten que fuentes posteriores de los mitos mesopotaacutemicos egipcios e indios ofrecen un material valioso y que las conclu-siones basadas en ellos con frecuencia pueden ser apoyadas por pruebas anteriores Sobrevive poco de todo lo que se escribioacute en Heacutelade desde el siglo viii al iv o en el Oriente Proacuteximo du-rante el segundo milenio No tenemos registros de informado-res nativos La versioacuten tardiacutea de un mito puede haber apareci-do perfectamente antes por escrito o una versioacuten transmitida oralmente puede haber recibido entonces atencioacuten literaria por vez primera En pocas palabras no podemos ignorar nin-guna prueba todo nos es de utilidad

La misma permanencia del relato literario oscurece la natu-raleza fl uida de la tradicioacuten miacutetica Podemos inclinarnos a pensar que los mitos griegos se contaron siempre como los

Adelanto del libro de Joseph Fontenrose Python Estudio del mito deacutelfi co y sus oriacutegenes de proacutexima publicacioacuten (2008) por la editorial Sexto Piso Traduccioacuten de Mariacutea Tabuyo y Agustiacuten Loacutepez

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cuenta Ovidio Pero sin duda no fue asiacute Probablemente nin-guacuten griego del siglo v conociacutea ninguno de los mitos de Ovidio en la forma en que eacuteste los cuenta Cualquier narracioacuten que encontremos es la versioacuten conocida por un hombre en un mo-mento determinado El mito o el cuento popular desplazaacutendo-se de un lugar a otro pasando de una persona a otra de una generacioacuten a otra sufre cambios de manera constante se for-man nuevas versiones en cada regioacuten y en cada eacutepoca La ver-sioacuten nueva aparece cuando se cambian los detalles mdashcuando se da una expresioacuten algo diferente a un tema o un episodio cuan-do se antildeade o se quita algo cuando se cambia la secuencia de los episodiosmdash pero los nombres personales y los topoacutenimos permanecen inalterables Cuando una versioacuten particular en su progreso de un lugar a otro adquiere nombres nuevos para sus personajes y lugares se forma una variante nueva La variante es esencialmente la misma historia contada de dioses y hom-bres diferentes en un escenario diferente Eacutesta es la distincioacuten que establezco entre los teacuterminos versioacuten y variante que mu-chos investigadores utilizan de manera indistinta Un tipo es un argumento tradicional que aparece en varias variantes Es

una serie de episodios una constelacioacuten de temas que perma-nece bastante bien fi jada entre las variantes Puede haber cam-bios en la secuencia pueden desaparecer episodios o temas secundarios se pueden antildeadir caracteriacutesticas nuevas Pero debe haber un nuacutecleo duradero observable en todas las variantes para poder hablar de ldquotipordquo Por ejemplo pensemos en el rela-to tipo denominado ldquola esposa de Putifarrdquo El relato de Joseacute en el Geacutenesis es una variante hebrea de este tipo los relatos de Bellerophon Hippolytos y Teacutenedos son tres variantes griegas La variante de Hippolytos se contaba de maneras diferentes entre los griegos podemos denominar versioacuten a cada manera diferente Los nombres de Hippolytos Fedra Theseus dan unidad a la variante el argumento da unidad al tipo La dife-rencia entre variante y versioacuten se asemeja a la que existe entre especie y variedad el tipo es el gen

Un argumento tradicional al entrar en una nueva regioacuten se vincula habitualmente a los dioses o heacuteroes de esa regioacuten Los nombres cambian un pueblo puede sustituir por ejemplo con el dios que rige los fenoacutemenos atmosfeacutericos al dios homoacutelogo de la historia que ha tomado prestada Por ello el estudio de la

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difusioacuten del mito se interesa maacutes por los argumentos y los te-mas que por los participantes divinos o sus nombres Habitual-mente el origen y desarrollo del mito tiene poco o nada que ver con el origen de los dioses que aparecen en la variante na-cional o con el origen de sus nombres

Por eso este estudio al tratar de relacionar un mito con otro se interesa principalmente por los temas narrativos Por tema me refi ero a un rasgo o episodio recurrente de los relatos tradicionales Es una parte integral de la historia en que se encuentra pero es separable en el sentido de que puede apare-cer tambieacuten en otras historias tipo Algunos temas son esencia-les a un tipo otros pueden aparecer en una variante y estar ausentes en otra

El tema no se expresa de manera ideacutentica en cada versioacuten o variante cambia constantemente su ropaje externo de acuerdo con las costumbres nacionales o las caracteriacutesticas locales de los lugares en que se encuentra Puede oscurecerse o disfrazar-se pude ser que soacutelo quede una huella Si no fuera por esto todas las variantes se pareceriacutean mucho y seriacutea obvio el origen comuacuten Pero un origen comuacuten de los mitos de combate no es obvio por lo tanto es necesario un anaacutelisis temaacutetico cuidadoso de los diversos mitos Puede ser uacutetil sentildealar el tipo de variacio-nes que se producen en el tema

1 Mutaciones de papel cambios de rango de relacioacuten de clase Un heacuteroe puede reemplazar a un dios o a un gigante o un leoacuten puede reemplazar a un dragoacuten Un padre se puede con-vertir en abuelo tiacuteo hermano rey tutor una madre se puede convertir en abuela madre adoptiva nodriza esposa hermana esposa e hija se intercambian con frecuencia

2 Mutaciones en la accioacuten El modo de combate puede cambiar de una variante a otra Un tipo de castigo o de engantildeo puede ser sustituido por otro

3 Una caracteriacutestica llamativa de una variante puede quedar reducida en otra a algo menos sorprendente o puede estar dis-frazada La muerte puede transformarse en herida suentildeo de-rrota exilio desesperacioacuten Una accioacuten puede quedar mera-mente en un intento de accioacuten

4 Las acciones o rasgos de un personaje pueden transferir-se a otro del campeoacuten a su hijo esposa o ayudante incluso a su enemigo y viceversa

5 Se pueden combinar o fundir temas y papeles La heroiacutena

puede aprovecharse de la lujuria del enemigo para atraerle a la destruccioacuten La vigilancia por parte del dragoacuten de un manan-tial puede combinarse con su habitacioacuten en el mar su conten-cioacuten de las aguas su bloqueo de un camino y su control sobre un recinto sagrado

6 Puede haber expansioacuten o duplicacioacuten de temas personas episodios El campeoacuten puede dividirse en padre e hijo Un solo enemigo se puede convertir en el jefe y muacuteltiples subordina-dos Se pueden librar varios combates con varias muertes o derrotas del campeoacuten o del enemigo

Dado que a menudo se ha sentildealado la semejanza de los mi-tos con los suentildeos debemos observar que los modos en que se expresa un tema en los mitos reales presentan una marcada analogiacutea con los modos en que se expresa el pensamiento del suentildeo en el contenido del suentildeo seguacuten Freud los defi nioacute Freud apunta factores de condensacioacuten y desplazamiento A) Condensacioacuten es la convergencia de varios pensamientos del suentildeo en un punto clave que se convierte en un elemento uacuteni-co en el contenido del suentildeo Se puede ver una forma de con-densacioacuten en las personas compuestas de los suentildeos La con-densacioacuten corresponde a la combinacioacuten y fusioacuten del punto 5 supra B) El desplazamiento se manifi esta en la sustitucioacuten de una idea por otra sin alteracioacuten del signifi cado esencial o en la inversioacuten de las ideas transformacioacuten en lo contrario o en algo muy diferente Las mutaciones y reducciones de 1 a 4 supra son anaacutelogas a los desplazamientos del suentildeo Las duplicacio-nes de 6 corresponden a la duplicacioacuten que con frecuencia aparece en los suentildeos1

Eacutesos son los cambios que pueden experimentar los temas El estudioso debe reconocer que un tema puede asumir en un mito un revestimiento muy diferente del que tiene en otro Debe mirar a menudo debajo de la cobertura exterior para encontrar el tema Debe comprender tambieacuten que el pensa-miento miacutetico es iloacutegico para nuestros esquemas habituales tambieacuten en esto se parece al pensamiento de los suentildeos Ele-mentos opuestos contradictorios inconsecuencias pueden estar y estaacuten juntos en una misma intencioacuten y en una misma narracioacuten Sin embargo el mito no es un revoltijo de tonteriacuteas y absurdos tiene su propia loacutegica Quien estudia el mito debe tratar de comprender los modos miacuteticos del pensar G

1 Freud (ID) 319-397 especialmente 320-339

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Mito y lenguajeErnst Cassirer

En Primitive Culture Tylor propuso una teoriacutea antropoloacutegica basada en principios bioloacutegicos generales Eacutel fue uno de los primeros en aplicar los principios de Darwin al mundo cultu-ral La maacutexima natura non facit saltus no admite excepcioacuten Vale tanto para el mundo de la civilizacioacuten humana como para el mundo orgaacutenico Lo mismo el hombre civilizado que el no civilizado pertenecen a la misma especie la especie del homo sapiens Las caracteriacutesticas fundamentales de esta especie son las mismas en cada variante Si la teoriacutea de la evolucioacuten es ver-dadera no podemos admitir ninguacuten hiato entre el estadio maacutes bajo y el maacutes alto de la civilizacioacuten humana Pasamos del uno a los otros mediante una transicioacuten muy lenta y casi impercep-tible en la cual nunca encontramos solucioacuten de continuidad

Una concepcioacuten distinta del proceso de la civilizacioacuten hu-mana fue desarrollada en un ensayo publicado en 1856 tres antildeos antes de la aparicioacuten del libro de Darwin The Origin of the Species En su Comparative Mythology1 F Max Muumlller partioacute del principio de que es imposible alcanzar una verdadera com-prensioacuten del mito mientras se considere como un fenoacutemeno aislado Y sin embargo ninguacuten fenoacutemeno natural ninguacuten principio bioloacutegico puede guiarnos en nuestra investigacioacuten No existe ninguna analogiacutea real entre los fenoacutemenos naturales y los culturales La cultura humana debe ser estudiada de acuerdo con meacutetodos y principios especiacutefi cos iquestY doacutende po-driacuteamos encontrar una guiacutea mejor para este estudio que en el lenguaje humano el elemento en el cual el hombre vive se mueve y tiene su ser Como linguumlista y fi loacutelogo Muumlller estaba convencido de que el uacutenico enfoque cientiacutefi co para un estudio del mito era el enfoque linguumliacutestico Pero este fi n no podiacutea ser logrado antes de que la propia linguumliacutestica hubiese encontrado su camino y antes de que la gramaacutetica y la etimologiacutea estuvie-ran fundadas sobre una fi rme base cientiacutefi ca Hasta la primera mitad del siglo xix se llegoacute a dar este gran primer paso Entre el mito y el lenguaje no soacutelo existe una iacutentima relacioacuten sino una verdadera solidaridad Si entendemos la naturaleza de esta solidaridad habremos encontrado la llave del mundo miacutetico

El descubrimiento de la lengua y literatura saacutenscritas fue un hecho decisivo en el desenvolvimiento de nuestra conciencia

histoacuterica y en la evolucioacuten de todas las ciencias culturales Por su importancia e infl uencia puede compararse con la gran re-volucioacuten intelectual que produjo el sistema copernicano en el campo de la ciencia natural La hipoacutetesis copernicana invirtioacute la concepcioacuten del orden coacutesmico La tierra ya no estaba en el centro del universo se convirtioacute en un ldquoastro entre los astrosrdquo La concepcioacuten geoceacutentrica del mundo fiacutesico fue descartada En el mismo sentido en contacto con la literatura saacutenscrita puso fi n a esa concepcioacuten de la cultura humana que estableciacutea su centro verdadero y uacutenico en el mundo de la antiguumledad claacutesica A partir de entonces el mundo greco-romano no podiacutea ser considerado maacutes que como una simple provincia un pequentildeo sector del universo de la cultura humana La fi losofiacutea de la historia tuvo que fundarse sobre una base nueva y maacutes amplia Hegel llamoacute al descubrimiento del origen comuacuten del griego y el saacutenscrito el descubrimiento de un nuevo mundo Quienes estudiaban gramaacutetica comparada en el siglo xix consideraron su trabajo bajo esta misma luz Estaban convencidos de que habiacutean encontrado la palabra maacutegica la uacutenica que podiacutea abrir las puertas al entendimiento de la historia de la civilizacioacuten humana La fi lologiacutea comparada declaroacute Max Muumlller ha pues-to a la edad mitoloacutegica y mitopeacuteyica de la humanidad que antes estaba velada por la oscuridad ante la brillante luz de la investigacioacuten cientiacutefi ca y dentro del recinto de la historia do-cumental Ha puesto en nuestras manos un telescopio de tal potencia que donde antes alcanzaacutebamos a ver soacutelo nebulosida-des ahora descubrimos formas distintas y perfi les maacutes auacuten nos ha proporcionado lo que podemos llamar testimonios con-temporaacuteneos exhibiendo ante nosotros el estado de pensa-miento de lenguaje religioacuten y civilizacioacuten de un periacuteodo en que el saacutenscrito no era todaviacutea el saacutenscrito el griego no era todaviacutea el griego pero en el cual lo mismo estos dos que el latiacuten el germaacutenico y otros dialectos arios existiacutean todaviacutea como un solo lenguaje indiviso La niebla de la mitologiacutea se desvaneceraacute gradualmente y nos permitiraacute descubrir tras las fl otantes nubes de la aurora del pensamiento y el lenguaje esa naturaleza verdadera que la mitologiacutea ha encubierto y disfraza-do por tan largo tiempo2

Por otro lado esa conexioacuten entre el lenguaje y el mito la cual prometiacutea una solucioacuten clara y defi nida para el antiguo enigma entrantildeaba una gran difi cultad Cierto es que el lengua-je y el mito tienen una raiacutez comuacuten pero no son en modo algu-

Ernst Cassirer El mito del Estado Traduccioacuten de Eduardo Nicol fce Meacutexico 2004

1 Publicado por primera vez en Oxford Essays (Londres John W Parker and Son 1856) pp 1-87 Reproducido en Selected Essays on Language Mythology and Religion (Londres Longmans Green and Co 1881) pp 299-451

2 Muumlller ldquoComparative Mythologyrdquo op cit pp II 33 86 Selected Essays I 315 358 449 ss

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no ideacutenticos en su estructura El lenguaje ofrece siempre un caraacutecter estrictamente loacutegico el mito parece desafi ar todas las reglas loacutegicas es incoherente caprichoso irracional iquestCoacutemo podemos reunir estos dos elementos incompatibles

Para responder a esta pregunta Max Muumlller y otros autores pertenecientes a la escuela de la mitologiacutea comparada idearon un plan muy ingenioso El mito dijeron no es en realidad sino un aspecto del lenguaje aunque un aspecto maacutes bien negativo que positivo El mito no se origina de sus virtudes sino de sus vicios Es cierto que el lenguaje es racional y loacutegico pero por otra parte es tambieacuten una fuente de ilusiones y falacias El lo-gro mayor del lenguaje es a la vez fuente de sus defectos El lenguaje se compone de nombres generales pero la generalidad implica siempre ambiguumledad La polionimia y la sinonimia de las palabras no son un rasgo accidental del lenguaje derivan de su naturaleza misma Como sea que la mayoriacutea de los objetos tienen maacutes de un atributo y como quiera que bajo aspectos

diferentes uno u otro de los atributos puede parecer apropiado para el acto de la denominacioacuten ocurrioacute por necesidad que la mayoriacutea de los objetos durante el primer periacuteodo del lenguaje humano tuvo maacutes de un nombre Cuanto maacutes antigua es una lengua tanto maacutes rica en sinoacutenimos Por otra parte si se em-plean constantemente estos sinoacutenimos deben naturalmente originar un nuacutemero de homoacutenimos Si podemos llamar al sol con cincuenta nombres expresivos de diferentes cualidades algunos de estos nombres seraacuten aplicables a otros objetos que puedan poseer las mismas cualidades Estos objetos distintos vendriacutean entonces a llamarse por el mismo nombre mdashse con-vertiriacutean en homoacutenimos Eacuteste es el punto vulnerable del len-guaje y eacuteste es al mismo tiempo el origen histoacuterico del mito iquestCoacutemo podemos dar razoacuten mdashse pregunta Max Muumlllermdash de esta fase de la mente humana que dio origen a los extraordina-rios relatos de dioses y heacuteroes de gorgonas y quimeras de cosas que el ojo humano no habiacutea visto nunca y que ninguna

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mente humana en sus cabales pudo haber concebido jamaacutes A menos que podamos dar respuesta a esta pregunta nuestra creencia en un progreso regular y consecuente del intelecto humano a traveacutes de todas las edades y en todos los lugares tendraacute que ser abandonada como una teoriacutea falsa A pesar de todo despueacutes del descubrimiento de la linguumliacutestica comparada estamos en situacioacuten de evitar ese escepticismo y de quitar ese obstaacuteculo de en medio Vemos que el progreso mismo del len-guaje mdashuno de los maacutes grandes hechos de la civilizacioacuten hu-manamdash condujo inevitablemente a otro fenoacutemeno al fenoacuteme-no del mito Si existiacutean dos nombres para el mismo objeto es natural y en verdad inevitable que dos personas pudieran bro-tar de los dos nombres y como los mismos relatos podiacutean contarse de la una y de la otra seriacutean representadas como her-manos y hermanas como padres e hijos3

Si aceptamos esta teoriacutea la difi cultad queda resuelta Pode-mos explicar muy bien de queacute modo la actividad racional del lenguaje humano ha conducido a las irracionalidades e incom-prensibilidades del mito La mente humana opera siempre de una manera racional Aun la mente primitiva era una mente cabal y normal Pero por otra parte era una mente rudimen-taria e inexperta En el caso en que estaba la mente inexperta expuesta constantemente a una grave tentacioacuten mdashla falacia y la ambiguumledad de las palabrasmdash no es de extrantildear que cayera en ella Eacuteste es el verdadero origen del pensamiento miacutetico El lenguaje no es tan soacutelo una escuela de sabiduriacutea es tambieacuten una escuela de desatino El mito nos revela este uacuteltimo aspecto no es maacutes que la oscura sombra que el lenguaje proyecta sobre el mundo del pensamiento humano

De este modo se presenta a la mitologiacutea como patoloacutegica asiacute en su origen como en su esencia Es una enfermedad que em-pieza en el campo del lenguaje y que luego se difunde en una peligrosa infeccioacuten por todo el cuerpo de la civilizacioacuten huma-na Pero aunque sea una locura hay en ella un meacutetodo En la mitologiacutea griega asiacute como en otras mitologiacuteas encontramos por ejemplo el relato de una gran inundacioacuten que destruyoacute a la raza humana entera Solamente una pareja Deucalioacuten y su es-posa Pirra se salvoacute del diluvio y fue enviada por Zeus a la Heacute-lade Cayeron los dos sobre el monte Parnaso y alliacute les aconse-joacute el oraacuteculo que echaron tras de siacute los ldquohuesos de su madrerdquo Deucalioacuten dio con la verdadera interpretacioacuten de este oraacuteculo recogioacute las piedras esparcidas por el campo y las tiroacute por encima de sus hombros De estas piedras surgioacute una nueva raza de hom-bre y mujeres iquestQueacute cosa hay maacutes ridiacutecula mdashse pregunta Max Muumlllermdash que este modo de explicar el origen de la raza huma-na Y sin embargo se hace faacutecilmente comprensible cuando empleamos la clave que nos da la ciencia de la etimologiacutea com-parada Todo el relato se reduce a un simple juego de palabras mdashuna confusioacuten entre dos teacuterminos homoacutenimosmdash entre λαός y λἀας4 Eacuteste de acuerdo con su opinioacuten es todo el secreto de la mitologiacutea

Si analizamos esta teoriacutea encontramos que contiene una extrantildea mezcla de racionalismo y romanticismo El elemento romaacutentico es manifi esto y parece ser el preponderante En cierto sentido Max Muumlller habla como un disciacutepulo de Nova-lis o de Schleiermacher Rechaza la teoriacutea de que el origen de

la religioacuten hay que buscarlo en el animismo o en la adoracioacuten de las grandes fuerzas naturales Hay ciertamente una religioacuten natural o fiacutesica una adoracioacuten del juego del sol de la luna del cielo despejado pero esta religioacuten fiacutesica es tan soacutelo un aspecto singular y un fenoacutemeno derivado No nos ofrece el todo y no nos conduce a la fuente primera y principal El verdadero ori-gen de la religioacuten hay que buscarlo en un estrato maacutes profundo del pensar y el sentir Lo que primero fascinoacute a los hombres no fueron los objetos de su alrededor Aun la mente primitiva es-taba mucho maacutes impresionada por el gran espec taacuteculo de la naturaleza tomada como un todo La naturaleza era lo desco-nocido en el sentido de algo opuesto a lo conocido lo infi nito en el sentido de lo que se distingue de lo fi nito Fue este senti-miento lo que desde los primero tiempos promovioacute el impul-so hacia el pensamiento religioso y el lenguaje La inmediata percepcioacuten del Infi nito ha formado desde el principio mismo el ingrediente y el necesario complemento de todo conocimiento fi nito Los rudimentos de expresiones mitoloacutegicas religiosas y fi losoacutefi cas posteriores estaban ya presentes en la temprana presioacuten del Infi nito sobre nuestros sentidos y esta presioacuten es la primera fuente y el origen real de todas nuestras creencias religiosas5 iquestPor queacute tenemos que maravillarnos de los anti-guos mdashpreguntaba Max Muumlllermdash de su lenguaje palpitante de vida y refulgente de color si en vez de los grises perfi les del pensamiento moderno exhalaban esas formas vivientes de la naturaleza dotadas de fuerza humana o maacutes bien de fuerzas sobrehumanas en tanto que la luz del sol brillaba maacutes que la del ojo humano y el bramar de la tormenta opacaba los gritos de la voz humana6 Esto suena muy romaacutentico pero no debe-mos dejarnos engantildear por el estilo coloreado y romaacutentico de Max Muumlller Su teoriacutea tomada en conjunto sigue siendo es-trictamente racionalista e intelectualista

En el fondo su concepcioacuten del mito no se encuentra muy distante del siglo xviii y de los pensadores de la Ilustracioacuten7 Claro estaacute que ya no considera al mito y a la religioacuten como una simple invencioacuten arbitraria un truco de la astucia clerical Pero admite que la religioacuten al fi n y al cabo no es maacutes que una gran ilusioacuten no un engantildeo consciente sino inconsciente un engantildeo promovido por la naturaleza de la mente humana y ante todo por la naturaleza del lenguaje humano El mito sigue siendo siempre un caso patoloacutegico Pero ahora estamos en situacioacuten de comprender la patologiacutea del mito sin recurrir a la hipoacutetesis de un defecto inherente a la mente humana misma Si se reco-noce que el lenguaje es la fuente del mito entonces hasta las incongruencias y contradicciones del pensamiento miacutetico que-dan reducidas a un poder universal y objetivo y por tanto en-teramente racional

3 Veacutease Muumlller op cit pp 44 Selected Essays I 3784 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p8 Selected Essays I 310

5 Veacutease F Max Muumlller Natural Religion The Gifford Lectures 1888 (Londres y Nueva York Longmans Green amp Co 1889) con-ferencia V ldquoMy own defi nition of Religionrdquo pp 103-140 Physical Religion The Gifford Lectures 1890 (Londres y Nueva York Long-mans Green amp Co 1891) conferencia VI ldquoPhysical Religion The Natural and the Supernatur alrdquo pp 119 ss

6 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p 37 Selected Essays I 3657 Es un hecho curioso que los primeros elementos de la teoriacutea de

Max Muumlller hayan de buscarse en los escritos de uno de los grandes racionalistas En su saacutetira Sur lrsquoeacutequivoque Boileau propuso la teoriacutea de que la ambiguumledad de las palabras es la verdadera fuente del mito

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Mucho contribuyoacute a la infl uencia de esta doctrina el hecho de que fuera aceptada con algunas reservas criacuteticas por el primer fi loacutesofo que tratoacute de crear una ldquofi losofiacutea sinteacuteticardquo una visioacuten coherente y comprensiva de todas las actividades de la mente humana basada en principios estrictamente empiacutericos y en la teoriacutea general de la evolucioacuten Herbert Spencer halloacute la fuente primera y principal de toda religioacuten en el culto de los antepasados El primer culto afi rmoacute eacutel no fue el culto de las fuerzas naturales sino el culto de los muertos8 Sin embargo con el fi n de comprender el traacutensito del culto de los antepasa-dos al culto de los dioses personales debemos introducir una nueva hipoacutetesis Seguacuten Spencer lo que hizo posible y hasta necesario este nuevo paso fueron el poder y la infl uencia per-durable del lenguaje El lenguaje humano es metafoacuterico en su esencia misma estaacute lleno de siacutemiles y analogiacuteas La mente pri-mitiva es incapaz de comprender estos siacutemiles en un sentido meramente metafoacuterico Toma estos siacutemiles por realidades y piensa y actuacutea de acuerdo con este principio Esta interpreta-cioacuten literal de los nombres metafoacutericos fue la que condujo desde las primeras formas elementales del culto de los antepa-sados desde la adoracioacuten de seres humanos hasta la adoracioacuten de plantas y animales y fi nalmente de grandes fuerzas de la naturaleza Un haacutebito comuacuten y muy extendido de las socieda-des primitivas es el de darles a los nintildeos recieacuten nacidos nom-bres de plantas animales estrellas y otros objetos naturales A los nintildeos se les llama ldquoTigrerdquo ldquoLeoacutenrdquo ldquoCuervordquo a las nintildeas ldquoLunardquo ldquoEstrellardquo Originariamente todos estos nombres no eran maacutes que epiheta ornantia los cuales expresaban ciertas cualidades personales que se atribuiacutean a los seres humanos De acuerdo con esta tendencia de la mente primitiva a entender

todos los teacuterminos en sentido literal era inevitable que se ma-linterpretasen esos nombres complementarios y esos tiacutetulos metafoacutericos Alguna vez ldquoAurorardquo se usariacutea como nombre pro-pio de persona las tradiciones referentes a una que se hubiese destacado conduciriacutean en la mente ingenua del salvaje a una identifi cacioacuten con la aurora misma y sus aventuras seriacutean in-terpretadas de la manera que pareciese maacutes congruente con la naturaleza de la aurora Es maacutes en las regiones donde tal nom-bre hubiese sido el propio de miembros de tribus adyacentes o de miembros de una misma tribu que hubieran vivido en tiempos distintos surgiriacutean genealogiacuteas incongruentes y aven-turas antagoacutenicas de la aurora9

Tambieacuten aquiacute encontramos explicado el fenoacutemeno del mito el panteoacuten entero del politeiacutesmo como una simple enferme-dad El culto de objetos conspicuos concebidos como perso-nas resulta de un error linguumliacutestico La grave objecioacuten a que puede someterse tal teoriacutea es manifi esta El mito es una de las maacutes antiguas y grandes fuerzas de la civilizacioacuten humana Estaacute conectado iacutentimamente con todas las demaacutes actividades huma-nas es inseparable del lenguaje de la poesiacutea del arte y del maacutes remoto pensamiento histoacuterico La ciencia misma tuvo que pasar por una etapa miacutetica antes de alcanzar la etapa loacutegica la alquimia precedioacute a la quiacutemica la astrologiacutea a la astronomiacutea Si las teoriacuteas de Max Muumlller y de Spencer fuesen ciertas tendriacutea-mos que admitir la conclusioacuten de que en resumidas cuentas la historia de la civilizacioacuten humana se debe a una simple equivo-cacioacuten a una mala interpretacioacuten de palabras y de teacuterminos Y no es una hipoacutetesis muy satisfactoria o plausible pensar que la cultura sea el producto de una mera ilusioacuten un malabarismo de palabras y un pueril juego de nombres G

8 Veacutease H Spencer The Principles of Sociology (1876) cap xx (Nueva York Appleton amp Co 1901 i 1901 i 285 ss) 9 Ibid xxii-xxiv i 329-394

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El mito y la sociedadJoseph Campbell

1- El que cambia de forma

No hay un sistema fi nal para la interpretacioacuten de los mitos y nunca habraacute tal cosa La mitologiacutea es como el dios Proteo ldquoel veraz anciano de los maresrdquo El dios ldquoprobaraacute de convertirse en todos los seres que se arrastran por la tierra y en agua y en ardentiacutesimo fuegordquo1

El viajero de la vida que quiera recibir ensentildeanzas de Proteo debe ldquosujetarlo aunque desee e intente escaparserdquo y fi nalmente apareceraacute en la forma que le es propia Pero este astuto dios nunca descubre ni siquiera ante el maacutes haacutebil interrogador el contenido iacutentegro de su sabiduriacutea Contestaraacute a la pregunta que se le haga y la respuesta seraacute grande o trivial seguacuten lo que se le haya preguntado ldquoCuando el sol siguiendo su curso llega al centro del cielo el veraz anciano de los mares oculto por negras y encrespadas olas salta en tierra al soplo del Ceacutefi -ro En seguida se acuesta en honda gruta y a su alrededor se ponen a dormir todas juntas las focas de nataacutetiles pies hijas de la hermosa Halosidne que salen del espumoso mar exhalando el acerbo olor del mar profundiacutesimordquo2 El rey guerrero griego Menelao guiado y ayudado por una hija de este viejo padre del mar a sus salvajes lares e instruido por ella de coacutemo lograr la respuesta del dios deseaba soacutelo preguntar el secreto de sus difi cultades personales y el paradero de sus amigos personales Y el dios se dignoacute a responder

La mitologiacutea ha sido interpretada por el intelecto moderno como un torpe esfuerzo primitivo para explicar el mundo de la naturaleza (Frazer) como una produccioacuten de fantasiacutea poeacutetica de los tiempo prehistoacutericos mal entendida por las edades pos-teriores (Muumlller) como un sustitutivo de la instruccioacuten alegoacute-rica para amoldar el individuo a su grupo (Durkheim) como un suentildeo colectivo sintomaacutetico de las urgencias arquetiacutepicas dentro de las profundidades de la psique humana (Jung) como el vehiacuteculo tradicional de las intuiciones metafiacutesicas maacutes pro-fundas del hombre (Coomaraswamy) y como la Revelacioacuten de Dios a Sus hijos (la Iglesia) La mitologiacutea es todo esto Los diferentes juicios estaacuten determinados por los diferentes puntos de vista de los jueces Pues cuando se la investiga en teacuterminos no de lo que es sino de coacutemo funciona de coacutemo ha servido a la especia humana en el pasado y de coacutemo puede servirle ahora

la mitologiacutea se muestra tan accesible como la vida misma a las obsesiones y necesidades del individuo la raza y la eacutepoca

2- La funcioacuten del mito del culto y de la meditacioacuten

En su forma viva el individuo es necesariamente soacutelo una frac-cioacuten y una distorsioacuten de la imagen total del hombre Estaacute limi-tado ya sea hembra o varoacuten tambieacuten lo estaacute en cualquier pe-riodo de su vida como nintildeo como joven como adulto o como anciano y no soacutelo eso sino que en su vida estaacute necesariamente especializado como artesano comerciante sirviente o ladroacuten sacerdote o liacuteder esposa monja o prostituta no puede serlo todo De aquiacute que la totalidad la plenitud del hombre no esteacute en un miembro aparte sino en el cuerpo de la sociedad como un todo el individuo puede soacutelo ser un oacutergano De su grupo ha tomado las teacutecnicas de vida el lenguaje en que piensa las ideas por las cuales lucha los genes que han construido su cuerpo descienden del pasado de esa sociedad Si pretende ais-larse ya sea en hechos pensamientos o sentimientos soacutelo lo-gra romper las relaciones con las fuentes de su existencia

Las ceremonias tribales de nacimiento la iniciacioacuten el ma-trimonio el entierro la adquisicioacuten de un estado social etc sirven para trasladar la crisis y hechos de la vida del individuo a formas claacutesicas e impersonales Estas formas tienen por obje-to mostrarlo a siacute mismo no como esta personalidad o la otra sino como el guerrero la desposada la viuda el sacerdote el jefe al mismo tiempo se representa para el resto de la comuni-dad la vieja leccioacuten de las etapas arquetiacutepicas Todos participan en el ceremonial de acuerdo con su rango y su funcioacuten La sociedad entera se hace visible como una unidad viva e impe-recedera Pasan generaciones de individuos como ceacutelulas anoacute-nimas de un cuerpo vivo pero permanece la forma sustentante e intemporal Por una ampliacioacuten de la visioacuten para abarcar a este superindividuo cada uno se descubre a siacute mismo engran-decido enriquecido apoyado y magnifi cado Su papel aunque no sea nada impresionante se ve como intriacutenseco a la bella imagen festiva del hombre la imagen potencial pero necesaria-mente inhibida que estaacute dentro del individuo

Los deberes sociales continuacutean la leccioacuten del festival en la existencia diaria y normal y se le da maacutes validez al individuo Por el contrario la indiferencia las revoluciones o el exilio rom-pen las conexiones vitales Desde el punto de vista de la unidad social el individuo aislado no es sino una nada un desperdicio De aquiacute que el hombre o la mujer puedan decir honestamente que han vivido su papel mdashya sea el de sacerdote prostituta reina o esclavomdash se refi eren al sentido completo del verbo ser

Joseph Campbell El heacuteroe de las mil caras Psicoanaacutelisis del mito Traduccioacuten de Luisa Josefi na Hernaacutendez fce Meacutexico 2006

1 Odisea iv 401 417-41 Traduccioacuten de Luis Segalaacute y Estalella2 Ibid 400-406

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Los ritos de la iniciacioacuten y de la adquisicioacuten de una situa-cioacuten pues muestran la leccioacuten de la unidad esencial del in-dividuo y el grupo los festivales de las estaciones abren un horizonte mayor Asiacute como el individuo es un oacutergano de la so-ciedad asiacute es la tribu o la ciudad mdashasiacute es la humanidad ente-ramdash soacutelo una fase del poderoso organismo del cosmos

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para domi-nar a la naturaleza Eacutesta es una representacioacuten equivocada Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre y particularmente en aquellas ceremonias maacutegicas que se supone han de traer lluvia curar las enfermedades o detener las inun-daciones sin embargo el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponieacutendolas a la magia ne-gra) es la sumisioacuten a lo inevitable del destino y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente

No se ha registrado ninguacuten mito tribal que intente postergar la llegada del invierno al contrario los ritos preparan a la co-munidad para soportar junto con el resto de la naturaleza la estacioacuten del friacuteo tremendo Y en la primavera los ritos no inten-tan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maiacutez frijol y calabazas para la comunidad debilitada por el contrario los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estacioacuten de la na-turaleza El maravilloso ciclo del antildeo es celebrado con todos sus contratiempos y periacuteodos de juacutebilo y es bosquejado y represen-tado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano

Muchas otras simbolizaciones de esta continuidad llenan el mundo de la comunidad mitoloacutegicamente instruida Por ejem-plo los clanes de las tribus cazadoras norteamericanas se con-sideraban descendientes de ancestros mitad animales y mitad humanos Estos ancestros no solamente eran los padres de los miembros humanos del clan sino tambieacuten de la especie animal de donde el clan tomaba su nombre Asiacute los miembros huma-nos del clan del castor eran primos hermanos de los castores protectores de dicha especie y al mismo tiempo protegidos por la sabiduriacutea animal del pueblo de los bosques Y otro ejemplo el hogan o choza de barro de los Naacutevajo de Nuevo Meacutexico y Arizona se construye seguacuten el plan de la idea del cosmos de los Naacutevajo La entrada estaacute hacia el oriente Los ocho lados re-presentan las cuatro direcciones principales y los puntos que quedan entre ellas Cada arista y cada viga corresponde a un elemento en el gran hogan de la tierra y el cielo que todo lo abarcan Y como el alma del hombre es considerada en su for-ma como ideacutentica al universo la choza de barro es la represen-tacioacuten de la armoniacutea baacutesica del hombre y del mundo y un re-cordatorio del escondido camino vital de la perfeccioacuten

Pero hay otro camino diametralmente opuesto al de los de-beres sociales y los cultos populares Desde el punto de vista del camino del deber el que es exiliado de la comunidad es nada Desde el otro punto de vista este exilio es el primer paso en la buacutesqueda Cada uno lleva el todo dentro de siacute mismo por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de eacutel Las diferen-ciaciones de sexo edad y ocupacioacuten no son esenciales a nuestro caraacutecter sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo La imagen interior del hombre no de-be confundirse con su atuendo Pensamos que somos ameri-canos hijos del siglo xx occidentales y cristianos civilizados Somos virtuosos o pecadores Sin embargo esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre denotan solamente acci-dentes geograacutefi cos fecha de nacimiento e ingresos econoacutemi-

cos iquestCuaacutel es el meollo de nosotros iquestCuaacutel es el caraacutecter baacutesico de nuestro ser

El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India los misterios heleacutenicos de las iniciaciones las antiguas fi losofiacuteas de Oriente y del Occidente son teacutecnicas para despla-zar el hincapieacute de la conciencia individual fuera de la presencia exterior Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo maacutes profundo ldquoYo no soy esto ni lo otro mdashmeditamdash no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir mi cuerpo que estaacute enfermo o envejece ni mi brazo mis ojos mi cabeza ni la suma de todas estas cosas No soy mis sentimientos ni mi men-te ni mi fuerza intuitivardquo Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y fi nalmente alcanza insondables rea-lizaciones Ninguacuten hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como Don Fu-lano de tal o cual poblacioacuten de cierto paiacutes La sociedad y los deberes se esfuman Don Fulano al descubrirse grande con el hombre se convierte en una persona abstraiacuteda y apartada

Eacutesta es la etapa de Narciso contemplaacutendose en la fuente del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del aacuterbol pero no es la uacuteltima meta es un requisito pero no es el fi n La meta no es ver sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia en-tonces el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola De aquiacute que la separacioacuten el aislamiento ya no sean necesarios Por dondequiera que vaya el heacuteroe y cualquier cosa que haga siempre estaacute en presencia de su propia esencia porque ha perfeccionado sus ojos para ver No hay aislamiento Asiacute como el camino de la participacioacuten social puede llevar a la realizacioacuten del Todo en el individuo asiacute el exilio trae al heacuteroe al Yo en todo

Centrado en este punto capital el problema del egoiacutesmo o del altruismo desaparece El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identifi cado con el signifi cado iacutentegro del uni-verso Por Eacutel y para Eacutel se ha hecho el mundo ldquoOh Mahoma mdashdijo Diosmdash si no fuera por ti no hubiera creado el cielordquo

3- El heacuteroe de hoy

Todo esto se halla lejos del punto de vista contemporaacuteneo pues el ideal democraacutetico del individuo que se determina a siacute mismo la invencioacuten de los artefactos mecaacutenicos y eleacutectricos y el desarrollo de los meacutetodos cientiacutefi cos de investigacioacuten han transformado la vida humana en tal forma que el universo in-temporal de siacutembolos hace mucho tiempo heredados ha sufri-do un colapso A esto se refi eren en el Zaratustra de Nietzsche las trascendentales palabras que anuncian una eacutepoca ldquoMuertos estaacuten los diosesrdquo3 Es una faacutebula que sabemos que se ha repeti-do de mil maneras Es el ciclo del heacuteroe de la edad moderna la maravillosa historia de la especie humana que llega a la ma-durez El lastre del pasado la atadura de la tradicioacuten han sido destruidos con seguros y poderosos golpes La telarantildea del suentildeo miacutetico cayoacute la mente se abrioacute a la iacutentegra conciencia despierta y el hombre moderno surgioacute de la ignorancia de los antiguos como una mariposa de su capullo o como el sol del amanecer surge del vientre de la madre noche

3 Nietzsche Asiacute habloacute Zaratustra 1223

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No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

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La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

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Pasioacuten liacuterica sin fi nldquoPiedra de solrdquo no descansa en PazAlberto Arriaga

El 28 de septiembre de 1957 el Fondo de Cultura Econoacutemica tiroacute 300 ejemplares con el atento cuidado de Aliacute Chumacero y en la coleccioacuten Tezontle de lo que acaso es uno de los poemas maacutes determinantes emblemaacuteticos misteriosos inclasifi cables inevitables deslumbrantes de la literatura del siglo xx ldquoPiedra de solrdquo de Octavio Paz que 50 antildeos despueacutes todaviacutea cambia la vida de quien se atreve a leerlo

Como bien lo sentildealoacute Joseacute Luis Martiacutenez no hubo humor o saacutetira en la poesiacutea de Paz El autor de La estacioacuten violenta trans-fi guroacute su motivacioacuten poeacutetica (cualquiera que haya sido) en motivos y correspondencias ldquoque trascendioacute sus signifi cadosrdquo No hay juego soacutelo caminatas concentracioacuten plaacutestica y musi-cal Nunca se molestoacute en presumir su destreza versifi cadora soacutelo aplicoacute su oiacutedo seguro y empleoacute ldquocon preferencia endeca-siacutelabos sueltos combinados a veces con hetpasiacutelabos o pentasiacute-labosrdquo La mejor caminata acaso se encuentra en el ldquoNocturno de San Ildefonsordquo ldquoEl muchacho que camina por este poema entre San Ildefonso y el Zoacutecalo es el hombre que lo escribe esta paacutegina tambieacuten es una caminata nocturnahelliprdquo y en varios

pasajes de ldquoPasado en clarordquo ldquoOiacutedos con el alma pasos men-tales maacutes que sombras sombras del pensamiento maacutes que pasos por el camino de ecos que la memoria inventa y bo-rra sin caminar caminan sobre este ahora puente tendido entre una letra y otrahelliprdquo

Pero maacutes allaacute de las caminatas por el subsuelo del lenguaje ldquoPiedra de solrdquo es el emblema de la pasioacuten liacuterica de su autor Tambieacuten ha dejado descendencia numerosa y no menos con-siderable es la criacutetica que ha provocado ldquoHay que partir de un hecho y es que el poema ante todo tiene como temas centrales el tiempo (o si se quiere el instante) y el amor incluso desde el epiacutegrafe de Nerval donde dice que la treceava es la primerardquo dijo el poeta Marco Antonio Campos quien varias veces se ha enfrentado con la inevitable infl uencia de Octavio Paz su maacutes reciente antologiacutea poeacutetica El forastero en la tierra posee reso-nancias evidentes con la capacidad viajera (dentro y fuera de la paacutegina en blanco) del caminante Paz ldquoAlguna vez me dijo que buscaba con lsquoPiedra de solrsquo escribir un poema generacional Yo creo que el poema verdaderamente generacional es el lsquoNoctur-

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no de San Ildefonsorsquo salvo momentos por ejemplo lo de Es-pantildea o lo de la preparatoria en general es un poema que va por otras direccioneshellip Lo que buscoacute mdashy logroacutemdash en este poe-ma fue que todas las mujeres sean una mujer y que una mujer sea todas las mujeres Por un lado estaacuten todos los instantes resumidos en un instante donde tambieacuten estaacute la mujer y por otro lado estaacuten las mujeres histoacutericas y literarias incluso reli-giosas Mariacutea Laura Perseacutefone o Melusinardquo

Complejo en sus diferentes aspectos en ldquoPiedra de solrdquo encontramos la depuracioacuten de los temas que acompantildearon a Octavio Paz durante toda su vida Pero de acuerdo con un artiacuteculo de Viacutector Manuel Mendiola (Confabulario agosto 4 2007) el poeta se incomodaba cuando le deciacutean que se trataba de su mejor poema como tambieacuten se molestaba ldquoenfaacuteticamen-terdquo cuando le endilgaban la frase hiperboacutelica de El gran poeta mexicano Avisa Mendiola

ldquoAl ser interrogado a propoacutesito de alguacuten asunto concernien-te a ese texto se endureciacutea con cierta molestia y cambiaba el tema de la charla iquestLe habiacutea dejado de gustar esa composicioacuten iquestLe pareciacutean maacutes importantes otros poemas como lsquoBlancorsquo o lsquoPasado en clarorsquo iquestLe perseguiacutea y recordaba una situacioacuten desagradablerdquo

A pesar de esa ambiguumledad emocional que le despertaba ldquoPiedra de solrdquo a su autor para muchas generaciones fue un poema formativo canoacutenico y paternal

ldquoHay que tomar en cuenta tambieacuten que es un poema circu-lar un poema escrito en endecasiacutelabos blancos un metro que no ha sido muy trabajado en lengua espantildeola como deciacutea Zaid hace maacutes de 20 antildeosrdquo recordoacute Campos ldquoLo hizo como nadie Cuando le pregunteacute en una entrevista de doacutende veniacutea esa buacutes-queda del endecasiacutelabo blanco habloacute de que aunque no era parte esencial de la tradicioacuten de la lengua espantildeola estaba en Woodsworth estaba en los isabelinos estaba en Leopardi y entre nosotros en Guilleacuten y Cernuda Creo que es el poema que cierra una etapa es la culminacioacuten de lo que llamariacuteamos en Paz la pasioacuten liacutericardquo

Aunque muchos lectores y el propio autor sentildealaron recrea-ciones de mitos mexicanos (esto aparece en una nota de la primera edicioacuten que fue recuperada hasta la edicioacuten de Seix Barral de 1975) la sensibilidad de Octavio Paz se encontraba muy lejos de la piedra azteca y maacutes abiertamente emparentada

con la tradicioacuten poeacutetica occidental No estaacute Coatlicue ni Hui-tzilopochtli pero siacute Venus siacute el tiempo circular una de las grandes obsesiones de la tradicioacuten literaria occidental

ldquoLo que me interesa enormemente en este poema es la pre-sencia de Dios porque Octavio Paz habloacute muy pocas veces de Dios en su poesiacuteardquo sentildealoacute Veroacutenica Volkow ldquoEs una compren-sioacuten muy profunda de lo que es la presencia divina para los miacutesticos [] Es un poeta maacutes del mundo de la inteligencia del mundo de las presencias del encuentro terrenal del estar aquiacute y ahora maacutes que el viaje miacutestico que nos pueden plantear Dan-te o Ficcinordquo

Para Joseacute Mariacutea Espinasa se trata de un poema sobre la muerte o desaparicioacuten o silencio de los dioses que forma una especie de trilogiacutea personal sobre el poema extenso dentro de la poesiacutea en espantildeol ldquoEscribioacute despueacutes poemas extraordina-rios De alguna manera lsquoPiedra de solrsquo junto a lsquoBlancorsquo en los antildeos 60 y a lsquoPasado en clarorsquo en la uacuteltima parte de su vida for-ma una trilogiacutea de extensos poemas y a miacute me costariacutea trabajo decidirme con cuaacutel me quedohellip Han pasado 50 antildeos y es un poema que sigue siendo perfectamente actual es un texto que no ha envejecido El hecho es que ese poema formoacute a varias generaciones de lectores y los formoacute en una idea de la poesiacutea que sigue estando en la praacutectica de cada diacutea poemas como lsquoAnagnoacuterisisrsquo de Tomaacutes Segovia o lsquoCada cosa es Babelrsquo de Eduardo Lizalde o algunos de los de David Huerta en espe-cial lsquoIncurablersquo van en ese sentido en la posibilidad de la du-racioacuten dentro del instanterdquo

El sol sigue brillando y la piedra dando calor en espera de nuevos caminantes del subsuelo del lenguaje Un siacutentoma ca-noacutenico de este poema es que 50 antildeos despueacutes maacutes allaacute de los deseos de su autor sigue funcionando como una especie de parvulario poeacutetico para plumas avanzadas llegando a contami-nar incluso a la gleba de la inteligencia mexicana iletrados dizque roqueros como los miembros del grupo Manaacute bautiza-ron una gira y un disco con el verso maacutes famoso de Octavio Paz ldquoAmar es combatirrdquo La gloria la fama deciacutea Borges es la mejor de las incomprensiones de una obra literaria Y aunque no haya leiacutedo una sola liacutenea del autor de El laberinto de la sole-dad hay maacutes de Octavio Paz en la identidad de cada mexicano que de Nezahualcoacuteyotl G

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Alguien lo deletreaEnrique Krauze

Hablaba poco de Dios Creo que descreiacutea En materia de reli-gioacuten estaba maacutes cerca de su jacobino abuelo que de su madre la piadosa dontildea Josefi na Estoy cierto de que en las tres religio-nes monoteiacutestas veiacutea un legado de intolerancia incompatible con su actitud de pluralidad Le divertiacutea contar la aneacutecdota de un fervoroso musulmaacuten que en el Himalaya le dijo casi a se-ntildeas ldquoMoiseacutes kaput Jesuacutes kaput soacutelo Mahoma viverdquo Paz pensaba que tambieacuten el maacutes reciente profeta estaba kaput y que la uacutenica religioacuten coherente con el misterio de nacer y morir era el Budismo Octavio mdashnombre latino al fi nmdash era un persona-je del mundo claacutesico buscaba la sabiduriacutea de Soacutecrates no la de Salomoacuten releiacutea a Lucrecio no la Biblia ni a San Agustiacuten no admiraba a Constantino sino a Juliano ldquoel apoacutestatardquo restaura-dor del Panteoacuten pagano Por su curiosidad universal en el arte el pensamiento y la ciencia era un hombre del Renacimiento por su espiacuteritu libre liberal y hasta secretamente libertino era un fi loacutesofo del Siglo xviii Por su arrojo creativo y su pasioacuten poliacutetica y poeacutetica fue un revolucionario del Siglo xx En suma un humanista pleno no un espiacuteritu religioso

Y sin embargo escribioacute su libro cumbre sobre Sor Juana Un dominicano el padre Juliaacuten lo invitaba a hablar sobre temas teoloacutegicos que por momentos lo atraiacutean casi tanto como a su amigo Luis Buntildeuel Quiso que en Vuelta rescataacuteramos un deba-te de 1942 sobre misticismo en el que habiacutean intervenido ade-maacutes de eacutel mismo Vasconcelos el padre Gallegos Rocafull y Joseacute Gaos Interpretoacute certeramente la obra y la vida de su ami-go Joseacute Revueltas como una extrantildea apasionada y atea imita-cioacuten de Cristo Y alguna vez me confi oacute una de las razones de su gran afecto por Gabriel Zaid con quien Paz mantuvo una con-versacioacuten ininterrumpida por casi medio siglo desde el diacutea en que hablaron por primera vez en Monterrey ldquonunca olvidareacute que Zaid encargoacute un novenario en la muerte de mi madrerdquo

El hombre que luchaba como leoacuten contra el inexorable avance de la muerte el viejo rey Lear maldiciendo al avaro destino que le escatimaba unos antildeos maacutes o siquiera unos me-ses no se abriacutea a la esperanza de lo trascendente ldquoCasi todos se quiebran frente a la muerte mdashme dijo Alejandro Rossimdash Octavio fue coherente hasta el fi nal no pidioacute un sacerdoterdquo Con todo en aquel uacuteltimo discurso en Coyoacaacuten habiacutea voltea-do hacia el cielo como invocaacutendolo las nubes se disiparon de pronto y aparecioacute el sol ldquoalliacute hay nubes y sol nubes y sol son palabras hermanas seamos dignos de las nubes del Valle de Meacutexico seamos dignos del sol del Valle de Meacutexicordquo

Antildeos atraacutes en una entrevista notable Carlos Castillo Pera-za le preguntoacute por el signifi cado de las famosas liacuteneas de su poema ldquoHermandadrdquo

Tambieacuten soy escrituraY en este mismo instanteAlguien me deletrea

Paz declaroacute su postura agnoacutestica No sabiacutea si ese ldquoalguienrdquo era un hombre como eacutel o un ser lejano maacutes allaacute de su poema ldquoPasado en clarordquo en el que aparece una tercera posibilidad la suya propia

Dios sin cuerpoCon lenguajes de cuerpo lo nombrabanMis sentidos Quise nombrarloCon un nombre solarUna palabra sin reveacutes

Era el Dios inmanente del amor y la poesiacutea G

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MitoJoseph Fontenrose

Debo aclarar desde el principio que por mito me refi ero a un relato tradicional que acompantildea a los rituales En primer lugar digo un relato algo que tiene un comienzo un desarrollo y un fi nal en otras palabras un argumento No utilizo pues el teacutermino de forma amplia y vaga para referirme a ideas animis-tas y teoloacutegicas en general Segundo me refi ero a un relato tradicional relato que en origen fue transmitido de forma oral Tercero me refi ero al tipo de relato que pretende narrar la ocasioacuten en que tuvo su origen alguna institucioacuten religiosa un culto o algunos de sus ritos y celebraciones y los actos divinos que sientan el precedente de los actos tradicionales realizados en el culto Se descubre que incluso los mitos de la creacioacuten estaacuten habitualmente relacionados con cultos A otros relatos tradi-cionales los independientes del culto se les denomina de ma-nera maacutes apropiada leyendas o cuentos populares aunque even-tualmente pueda incluirlos tambieacuten en el teacutermino mito o mi tologiacutea como se hace a menudo En efecto un mismo argu-mento puede aparecer en las tres clases de relato tradicional no es el argumento el que establece la diferencia y algunas va-riantes del mito del combate pertenecen al cuento heroico o al cuento de hadas pero no al mito auteacutentico

Al tratar de los mitos de paiacuteses antiguos debemos basarnos principalmente en las narraciones noticias y alusiones que se encuentran en la literatura antigua con un cierto apoyo en las obras del arte antiguo que representan escenas miacuteticas Muy rara vez el propoacutesito de ninguacuten escritor antiguo fue informar a los otros acerca del mito contarles una historia que no conocie-ran ya Esto es particularmente cierto del mito griego Se han recuperado textos de mitos de Babilonia y Egipto que contie-nen las propias versiones de mitos que estaban asociados con los rituales y los cultos y eran conocidos del sacerdocio y los devotos pero apenas nos ha llegado nada de ese tipo de Grecia Los escritores griegos no elaboraban textos rituales usaban los materiales miacuteticos para sus propios objetivos literarios particu-lares cambiando antildeadiendo suprimiendo fundiendo como les pareciacutea oportuno Aunque encontremos toda una narracioacuten miacutetica no un resumen ni un fragmento ni una alusioacuten no es probable que sea exactamente la versioacuten conocida por el pue-blo particularmente por el pueblo de aquellas zonas en las que el mito estaba vinculado a un culto Por consiguiente las fuen-tes son como fragmentos que deben ser reunidos estudiados

y combinados antes de que podamos saber coacutemo era realmente el conjunto

Al tratar de los mitos griegos muchos estudiosos suponen que un autor antiguo recibiacutea su conocimiento de un mito de escritores anteriores Asiacute pues es probable que se limiten a una historia literaria del mito y supongan que cualquier diferencia que se pueda encontrar debe de ser una innovacioacuten del autor en cuya obra se localiza por primera vez Por supuesto los es-critores posteriores fueron infl uidos por otros anteriores y por supuesto los escritores innovaron y cambiaron pero a me-nudo la supuesta innovacioacuten en un mito o un rasgo que apare-ce de forma tardiacutea en la tradicioacuten literaria tiene un paralelo en similares griegos o extranjeros del mito atestiguados por fuen-tes maacutes antiguas Es muy posible a veces probable que el au-tor lo tomara de la tradicioacuten oral si no de literatura ahora perdida teniacutea la tradicioacuten oral por todas partes Los eruditos han tendido a ignorar la transmisioacuten oral de los mitos o a su-poner que no existioacute despueacutes de una fecha temprana no espe-cifi cada sin embargo estuvo sin duda muy viva durante toda la Antiguumledad y en realidad nunca desaparecioacute sino que asumioacute un revestimiento cristiano en la Edad Media Se pueden en-contrar algunas huellas de la tradicioacuten oral en las paacuteginas de Pausanias y en algunas pinturas de vasijas pero en general hay que adivinarlas a partir del estudio comparado de las fuentes y los paralelos del mito

Por ello al tratar de los mitos griegos de combate utilizo todo el material pertinente recogido de la literatura y el arte griego y latino tanto antiguo como posterior A veces consigo una informacioacuten importante de escritores tardiacuteos y saco de ella conclusiones referentes a formas tempranas del mito analiza-do Pero habitualmente estas conclusiones sacadas de fuentes tardiacuteas encuentran apoyo en fuentes anteriores Es cierto tam-bieacuten que fuentes posteriores de los mitos mesopotaacutemicos egipcios e indios ofrecen un material valioso y que las conclu-siones basadas en ellos con frecuencia pueden ser apoyadas por pruebas anteriores Sobrevive poco de todo lo que se escribioacute en Heacutelade desde el siglo viii al iv o en el Oriente Proacuteximo du-rante el segundo milenio No tenemos registros de informado-res nativos La versioacuten tardiacutea de un mito puede haber apareci-do perfectamente antes por escrito o una versioacuten transmitida oralmente puede haber recibido entonces atencioacuten literaria por vez primera En pocas palabras no podemos ignorar nin-guna prueba todo nos es de utilidad

La misma permanencia del relato literario oscurece la natu-raleza fl uida de la tradicioacuten miacutetica Podemos inclinarnos a pensar que los mitos griegos se contaron siempre como los

Adelanto del libro de Joseph Fontenrose Python Estudio del mito deacutelfi co y sus oriacutegenes de proacutexima publicacioacuten (2008) por la editorial Sexto Piso Traduccioacuten de Mariacutea Tabuyo y Agustiacuten Loacutepez

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cuenta Ovidio Pero sin duda no fue asiacute Probablemente nin-guacuten griego del siglo v conociacutea ninguno de los mitos de Ovidio en la forma en que eacuteste los cuenta Cualquier narracioacuten que encontremos es la versioacuten conocida por un hombre en un mo-mento determinado El mito o el cuento popular desplazaacutendo-se de un lugar a otro pasando de una persona a otra de una generacioacuten a otra sufre cambios de manera constante se for-man nuevas versiones en cada regioacuten y en cada eacutepoca La ver-sioacuten nueva aparece cuando se cambian los detalles mdashcuando se da una expresioacuten algo diferente a un tema o un episodio cuan-do se antildeade o se quita algo cuando se cambia la secuencia de los episodiosmdash pero los nombres personales y los topoacutenimos permanecen inalterables Cuando una versioacuten particular en su progreso de un lugar a otro adquiere nombres nuevos para sus personajes y lugares se forma una variante nueva La variante es esencialmente la misma historia contada de dioses y hom-bres diferentes en un escenario diferente Eacutesta es la distincioacuten que establezco entre los teacuterminos versioacuten y variante que mu-chos investigadores utilizan de manera indistinta Un tipo es un argumento tradicional que aparece en varias variantes Es

una serie de episodios una constelacioacuten de temas que perma-nece bastante bien fi jada entre las variantes Puede haber cam-bios en la secuencia pueden desaparecer episodios o temas secundarios se pueden antildeadir caracteriacutesticas nuevas Pero debe haber un nuacutecleo duradero observable en todas las variantes para poder hablar de ldquotipordquo Por ejemplo pensemos en el rela-to tipo denominado ldquola esposa de Putifarrdquo El relato de Joseacute en el Geacutenesis es una variante hebrea de este tipo los relatos de Bellerophon Hippolytos y Teacutenedos son tres variantes griegas La variante de Hippolytos se contaba de maneras diferentes entre los griegos podemos denominar versioacuten a cada manera diferente Los nombres de Hippolytos Fedra Theseus dan unidad a la variante el argumento da unidad al tipo La dife-rencia entre variante y versioacuten se asemeja a la que existe entre especie y variedad el tipo es el gen

Un argumento tradicional al entrar en una nueva regioacuten se vincula habitualmente a los dioses o heacuteroes de esa regioacuten Los nombres cambian un pueblo puede sustituir por ejemplo con el dios que rige los fenoacutemenos atmosfeacutericos al dios homoacutelogo de la historia que ha tomado prestada Por ello el estudio de la

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difusioacuten del mito se interesa maacutes por los argumentos y los te-mas que por los participantes divinos o sus nombres Habitual-mente el origen y desarrollo del mito tiene poco o nada que ver con el origen de los dioses que aparecen en la variante na-cional o con el origen de sus nombres

Por eso este estudio al tratar de relacionar un mito con otro se interesa principalmente por los temas narrativos Por tema me refi ero a un rasgo o episodio recurrente de los relatos tradicionales Es una parte integral de la historia en que se encuentra pero es separable en el sentido de que puede apare-cer tambieacuten en otras historias tipo Algunos temas son esencia-les a un tipo otros pueden aparecer en una variante y estar ausentes en otra

El tema no se expresa de manera ideacutentica en cada versioacuten o variante cambia constantemente su ropaje externo de acuerdo con las costumbres nacionales o las caracteriacutesticas locales de los lugares en que se encuentra Puede oscurecerse o disfrazar-se pude ser que soacutelo quede una huella Si no fuera por esto todas las variantes se pareceriacutean mucho y seriacutea obvio el origen comuacuten Pero un origen comuacuten de los mitos de combate no es obvio por lo tanto es necesario un anaacutelisis temaacutetico cuidadoso de los diversos mitos Puede ser uacutetil sentildealar el tipo de variacio-nes que se producen en el tema

1 Mutaciones de papel cambios de rango de relacioacuten de clase Un heacuteroe puede reemplazar a un dios o a un gigante o un leoacuten puede reemplazar a un dragoacuten Un padre se puede con-vertir en abuelo tiacuteo hermano rey tutor una madre se puede convertir en abuela madre adoptiva nodriza esposa hermana esposa e hija se intercambian con frecuencia

2 Mutaciones en la accioacuten El modo de combate puede cambiar de una variante a otra Un tipo de castigo o de engantildeo puede ser sustituido por otro

3 Una caracteriacutestica llamativa de una variante puede quedar reducida en otra a algo menos sorprendente o puede estar dis-frazada La muerte puede transformarse en herida suentildeo de-rrota exilio desesperacioacuten Una accioacuten puede quedar mera-mente en un intento de accioacuten

4 Las acciones o rasgos de un personaje pueden transferir-se a otro del campeoacuten a su hijo esposa o ayudante incluso a su enemigo y viceversa

5 Se pueden combinar o fundir temas y papeles La heroiacutena

puede aprovecharse de la lujuria del enemigo para atraerle a la destruccioacuten La vigilancia por parte del dragoacuten de un manan-tial puede combinarse con su habitacioacuten en el mar su conten-cioacuten de las aguas su bloqueo de un camino y su control sobre un recinto sagrado

6 Puede haber expansioacuten o duplicacioacuten de temas personas episodios El campeoacuten puede dividirse en padre e hijo Un solo enemigo se puede convertir en el jefe y muacuteltiples subordina-dos Se pueden librar varios combates con varias muertes o derrotas del campeoacuten o del enemigo

Dado que a menudo se ha sentildealado la semejanza de los mi-tos con los suentildeos debemos observar que los modos en que se expresa un tema en los mitos reales presentan una marcada analogiacutea con los modos en que se expresa el pensamiento del suentildeo en el contenido del suentildeo seguacuten Freud los defi nioacute Freud apunta factores de condensacioacuten y desplazamiento A) Condensacioacuten es la convergencia de varios pensamientos del suentildeo en un punto clave que se convierte en un elemento uacuteni-co en el contenido del suentildeo Se puede ver una forma de con-densacioacuten en las personas compuestas de los suentildeos La con-densacioacuten corresponde a la combinacioacuten y fusioacuten del punto 5 supra B) El desplazamiento se manifi esta en la sustitucioacuten de una idea por otra sin alteracioacuten del signifi cado esencial o en la inversioacuten de las ideas transformacioacuten en lo contrario o en algo muy diferente Las mutaciones y reducciones de 1 a 4 supra son anaacutelogas a los desplazamientos del suentildeo Las duplicacio-nes de 6 corresponden a la duplicacioacuten que con frecuencia aparece en los suentildeos1

Eacutesos son los cambios que pueden experimentar los temas El estudioso debe reconocer que un tema puede asumir en un mito un revestimiento muy diferente del que tiene en otro Debe mirar a menudo debajo de la cobertura exterior para encontrar el tema Debe comprender tambieacuten que el pensa-miento miacutetico es iloacutegico para nuestros esquemas habituales tambieacuten en esto se parece al pensamiento de los suentildeos Ele-mentos opuestos contradictorios inconsecuencias pueden estar y estaacuten juntos en una misma intencioacuten y en una misma narracioacuten Sin embargo el mito no es un revoltijo de tonteriacuteas y absurdos tiene su propia loacutegica Quien estudia el mito debe tratar de comprender los modos miacuteticos del pensar G

1 Freud (ID) 319-397 especialmente 320-339

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Mito y lenguajeErnst Cassirer

En Primitive Culture Tylor propuso una teoriacutea antropoloacutegica basada en principios bioloacutegicos generales Eacutel fue uno de los primeros en aplicar los principios de Darwin al mundo cultu-ral La maacutexima natura non facit saltus no admite excepcioacuten Vale tanto para el mundo de la civilizacioacuten humana como para el mundo orgaacutenico Lo mismo el hombre civilizado que el no civilizado pertenecen a la misma especie la especie del homo sapiens Las caracteriacutesticas fundamentales de esta especie son las mismas en cada variante Si la teoriacutea de la evolucioacuten es ver-dadera no podemos admitir ninguacuten hiato entre el estadio maacutes bajo y el maacutes alto de la civilizacioacuten humana Pasamos del uno a los otros mediante una transicioacuten muy lenta y casi impercep-tible en la cual nunca encontramos solucioacuten de continuidad

Una concepcioacuten distinta del proceso de la civilizacioacuten hu-mana fue desarrollada en un ensayo publicado en 1856 tres antildeos antes de la aparicioacuten del libro de Darwin The Origin of the Species En su Comparative Mythology1 F Max Muumlller partioacute del principio de que es imposible alcanzar una verdadera com-prensioacuten del mito mientras se considere como un fenoacutemeno aislado Y sin embargo ninguacuten fenoacutemeno natural ninguacuten principio bioloacutegico puede guiarnos en nuestra investigacioacuten No existe ninguna analogiacutea real entre los fenoacutemenos naturales y los culturales La cultura humana debe ser estudiada de acuerdo con meacutetodos y principios especiacutefi cos iquestY doacutende po-driacuteamos encontrar una guiacutea mejor para este estudio que en el lenguaje humano el elemento en el cual el hombre vive se mueve y tiene su ser Como linguumlista y fi loacutelogo Muumlller estaba convencido de que el uacutenico enfoque cientiacutefi co para un estudio del mito era el enfoque linguumliacutestico Pero este fi n no podiacutea ser logrado antes de que la propia linguumliacutestica hubiese encontrado su camino y antes de que la gramaacutetica y la etimologiacutea estuvie-ran fundadas sobre una fi rme base cientiacutefi ca Hasta la primera mitad del siglo xix se llegoacute a dar este gran primer paso Entre el mito y el lenguaje no soacutelo existe una iacutentima relacioacuten sino una verdadera solidaridad Si entendemos la naturaleza de esta solidaridad habremos encontrado la llave del mundo miacutetico

El descubrimiento de la lengua y literatura saacutenscritas fue un hecho decisivo en el desenvolvimiento de nuestra conciencia

histoacuterica y en la evolucioacuten de todas las ciencias culturales Por su importancia e infl uencia puede compararse con la gran re-volucioacuten intelectual que produjo el sistema copernicano en el campo de la ciencia natural La hipoacutetesis copernicana invirtioacute la concepcioacuten del orden coacutesmico La tierra ya no estaba en el centro del universo se convirtioacute en un ldquoastro entre los astrosrdquo La concepcioacuten geoceacutentrica del mundo fiacutesico fue descartada En el mismo sentido en contacto con la literatura saacutenscrita puso fi n a esa concepcioacuten de la cultura humana que estableciacutea su centro verdadero y uacutenico en el mundo de la antiguumledad claacutesica A partir de entonces el mundo greco-romano no podiacutea ser considerado maacutes que como una simple provincia un pequentildeo sector del universo de la cultura humana La fi losofiacutea de la historia tuvo que fundarse sobre una base nueva y maacutes amplia Hegel llamoacute al descubrimiento del origen comuacuten del griego y el saacutenscrito el descubrimiento de un nuevo mundo Quienes estudiaban gramaacutetica comparada en el siglo xix consideraron su trabajo bajo esta misma luz Estaban convencidos de que habiacutean encontrado la palabra maacutegica la uacutenica que podiacutea abrir las puertas al entendimiento de la historia de la civilizacioacuten humana La fi lologiacutea comparada declaroacute Max Muumlller ha pues-to a la edad mitoloacutegica y mitopeacuteyica de la humanidad que antes estaba velada por la oscuridad ante la brillante luz de la investigacioacuten cientiacutefi ca y dentro del recinto de la historia do-cumental Ha puesto en nuestras manos un telescopio de tal potencia que donde antes alcanzaacutebamos a ver soacutelo nebulosida-des ahora descubrimos formas distintas y perfi les maacutes auacuten nos ha proporcionado lo que podemos llamar testimonios con-temporaacuteneos exhibiendo ante nosotros el estado de pensa-miento de lenguaje religioacuten y civilizacioacuten de un periacuteodo en que el saacutenscrito no era todaviacutea el saacutenscrito el griego no era todaviacutea el griego pero en el cual lo mismo estos dos que el latiacuten el germaacutenico y otros dialectos arios existiacutean todaviacutea como un solo lenguaje indiviso La niebla de la mitologiacutea se desvaneceraacute gradualmente y nos permitiraacute descubrir tras las fl otantes nubes de la aurora del pensamiento y el lenguaje esa naturaleza verdadera que la mitologiacutea ha encubierto y disfraza-do por tan largo tiempo2

Por otro lado esa conexioacuten entre el lenguaje y el mito la cual prometiacutea una solucioacuten clara y defi nida para el antiguo enigma entrantildeaba una gran difi cultad Cierto es que el lengua-je y el mito tienen una raiacutez comuacuten pero no son en modo algu-

Ernst Cassirer El mito del Estado Traduccioacuten de Eduardo Nicol fce Meacutexico 2004

1 Publicado por primera vez en Oxford Essays (Londres John W Parker and Son 1856) pp 1-87 Reproducido en Selected Essays on Language Mythology and Religion (Londres Longmans Green and Co 1881) pp 299-451

2 Muumlller ldquoComparative Mythologyrdquo op cit pp II 33 86 Selected Essays I 315 358 449 ss

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no ideacutenticos en su estructura El lenguaje ofrece siempre un caraacutecter estrictamente loacutegico el mito parece desafi ar todas las reglas loacutegicas es incoherente caprichoso irracional iquestCoacutemo podemos reunir estos dos elementos incompatibles

Para responder a esta pregunta Max Muumlller y otros autores pertenecientes a la escuela de la mitologiacutea comparada idearon un plan muy ingenioso El mito dijeron no es en realidad sino un aspecto del lenguaje aunque un aspecto maacutes bien negativo que positivo El mito no se origina de sus virtudes sino de sus vicios Es cierto que el lenguaje es racional y loacutegico pero por otra parte es tambieacuten una fuente de ilusiones y falacias El lo-gro mayor del lenguaje es a la vez fuente de sus defectos El lenguaje se compone de nombres generales pero la generalidad implica siempre ambiguumledad La polionimia y la sinonimia de las palabras no son un rasgo accidental del lenguaje derivan de su naturaleza misma Como sea que la mayoriacutea de los objetos tienen maacutes de un atributo y como quiera que bajo aspectos

diferentes uno u otro de los atributos puede parecer apropiado para el acto de la denominacioacuten ocurrioacute por necesidad que la mayoriacutea de los objetos durante el primer periacuteodo del lenguaje humano tuvo maacutes de un nombre Cuanto maacutes antigua es una lengua tanto maacutes rica en sinoacutenimos Por otra parte si se em-plean constantemente estos sinoacutenimos deben naturalmente originar un nuacutemero de homoacutenimos Si podemos llamar al sol con cincuenta nombres expresivos de diferentes cualidades algunos de estos nombres seraacuten aplicables a otros objetos que puedan poseer las mismas cualidades Estos objetos distintos vendriacutean entonces a llamarse por el mismo nombre mdashse con-vertiriacutean en homoacutenimos Eacuteste es el punto vulnerable del len-guaje y eacuteste es al mismo tiempo el origen histoacuterico del mito iquestCoacutemo podemos dar razoacuten mdashse pregunta Max Muumlllermdash de esta fase de la mente humana que dio origen a los extraordina-rios relatos de dioses y heacuteroes de gorgonas y quimeras de cosas que el ojo humano no habiacutea visto nunca y que ninguna

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mente humana en sus cabales pudo haber concebido jamaacutes A menos que podamos dar respuesta a esta pregunta nuestra creencia en un progreso regular y consecuente del intelecto humano a traveacutes de todas las edades y en todos los lugares tendraacute que ser abandonada como una teoriacutea falsa A pesar de todo despueacutes del descubrimiento de la linguumliacutestica comparada estamos en situacioacuten de evitar ese escepticismo y de quitar ese obstaacuteculo de en medio Vemos que el progreso mismo del len-guaje mdashuno de los maacutes grandes hechos de la civilizacioacuten hu-manamdash condujo inevitablemente a otro fenoacutemeno al fenoacuteme-no del mito Si existiacutean dos nombres para el mismo objeto es natural y en verdad inevitable que dos personas pudieran bro-tar de los dos nombres y como los mismos relatos podiacutean contarse de la una y de la otra seriacutean representadas como her-manos y hermanas como padres e hijos3

Si aceptamos esta teoriacutea la difi cultad queda resuelta Pode-mos explicar muy bien de queacute modo la actividad racional del lenguaje humano ha conducido a las irracionalidades e incom-prensibilidades del mito La mente humana opera siempre de una manera racional Aun la mente primitiva era una mente cabal y normal Pero por otra parte era una mente rudimen-taria e inexperta En el caso en que estaba la mente inexperta expuesta constantemente a una grave tentacioacuten mdashla falacia y la ambiguumledad de las palabrasmdash no es de extrantildear que cayera en ella Eacuteste es el verdadero origen del pensamiento miacutetico El lenguaje no es tan soacutelo una escuela de sabiduriacutea es tambieacuten una escuela de desatino El mito nos revela este uacuteltimo aspecto no es maacutes que la oscura sombra que el lenguaje proyecta sobre el mundo del pensamiento humano

De este modo se presenta a la mitologiacutea como patoloacutegica asiacute en su origen como en su esencia Es una enfermedad que em-pieza en el campo del lenguaje y que luego se difunde en una peligrosa infeccioacuten por todo el cuerpo de la civilizacioacuten huma-na Pero aunque sea una locura hay en ella un meacutetodo En la mitologiacutea griega asiacute como en otras mitologiacuteas encontramos por ejemplo el relato de una gran inundacioacuten que destruyoacute a la raza humana entera Solamente una pareja Deucalioacuten y su es-posa Pirra se salvoacute del diluvio y fue enviada por Zeus a la Heacute-lade Cayeron los dos sobre el monte Parnaso y alliacute les aconse-joacute el oraacuteculo que echaron tras de siacute los ldquohuesos de su madrerdquo Deucalioacuten dio con la verdadera interpretacioacuten de este oraacuteculo recogioacute las piedras esparcidas por el campo y las tiroacute por encima de sus hombros De estas piedras surgioacute una nueva raza de hom-bre y mujeres iquestQueacute cosa hay maacutes ridiacutecula mdashse pregunta Max Muumlllermdash que este modo de explicar el origen de la raza huma-na Y sin embargo se hace faacutecilmente comprensible cuando empleamos la clave que nos da la ciencia de la etimologiacutea com-parada Todo el relato se reduce a un simple juego de palabras mdashuna confusioacuten entre dos teacuterminos homoacutenimosmdash entre λαός y λἀας4 Eacuteste de acuerdo con su opinioacuten es todo el secreto de la mitologiacutea

Si analizamos esta teoriacutea encontramos que contiene una extrantildea mezcla de racionalismo y romanticismo El elemento romaacutentico es manifi esto y parece ser el preponderante En cierto sentido Max Muumlller habla como un disciacutepulo de Nova-lis o de Schleiermacher Rechaza la teoriacutea de que el origen de

la religioacuten hay que buscarlo en el animismo o en la adoracioacuten de las grandes fuerzas naturales Hay ciertamente una religioacuten natural o fiacutesica una adoracioacuten del juego del sol de la luna del cielo despejado pero esta religioacuten fiacutesica es tan soacutelo un aspecto singular y un fenoacutemeno derivado No nos ofrece el todo y no nos conduce a la fuente primera y principal El verdadero ori-gen de la religioacuten hay que buscarlo en un estrato maacutes profundo del pensar y el sentir Lo que primero fascinoacute a los hombres no fueron los objetos de su alrededor Aun la mente primitiva es-taba mucho maacutes impresionada por el gran espec taacuteculo de la naturaleza tomada como un todo La naturaleza era lo desco-nocido en el sentido de algo opuesto a lo conocido lo infi nito en el sentido de lo que se distingue de lo fi nito Fue este senti-miento lo que desde los primero tiempos promovioacute el impul-so hacia el pensamiento religioso y el lenguaje La inmediata percepcioacuten del Infi nito ha formado desde el principio mismo el ingrediente y el necesario complemento de todo conocimiento fi nito Los rudimentos de expresiones mitoloacutegicas religiosas y fi losoacutefi cas posteriores estaban ya presentes en la temprana presioacuten del Infi nito sobre nuestros sentidos y esta presioacuten es la primera fuente y el origen real de todas nuestras creencias religiosas5 iquestPor queacute tenemos que maravillarnos de los anti-guos mdashpreguntaba Max Muumlllermdash de su lenguaje palpitante de vida y refulgente de color si en vez de los grises perfi les del pensamiento moderno exhalaban esas formas vivientes de la naturaleza dotadas de fuerza humana o maacutes bien de fuerzas sobrehumanas en tanto que la luz del sol brillaba maacutes que la del ojo humano y el bramar de la tormenta opacaba los gritos de la voz humana6 Esto suena muy romaacutentico pero no debe-mos dejarnos engantildear por el estilo coloreado y romaacutentico de Max Muumlller Su teoriacutea tomada en conjunto sigue siendo es-trictamente racionalista e intelectualista

En el fondo su concepcioacuten del mito no se encuentra muy distante del siglo xviii y de los pensadores de la Ilustracioacuten7 Claro estaacute que ya no considera al mito y a la religioacuten como una simple invencioacuten arbitraria un truco de la astucia clerical Pero admite que la religioacuten al fi n y al cabo no es maacutes que una gran ilusioacuten no un engantildeo consciente sino inconsciente un engantildeo promovido por la naturaleza de la mente humana y ante todo por la naturaleza del lenguaje humano El mito sigue siendo siempre un caso patoloacutegico Pero ahora estamos en situacioacuten de comprender la patologiacutea del mito sin recurrir a la hipoacutetesis de un defecto inherente a la mente humana misma Si se reco-noce que el lenguaje es la fuente del mito entonces hasta las incongruencias y contradicciones del pensamiento miacutetico que-dan reducidas a un poder universal y objetivo y por tanto en-teramente racional

3 Veacutease Muumlller op cit pp 44 Selected Essays I 3784 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p8 Selected Essays I 310

5 Veacutease F Max Muumlller Natural Religion The Gifford Lectures 1888 (Londres y Nueva York Longmans Green amp Co 1889) con-ferencia V ldquoMy own defi nition of Religionrdquo pp 103-140 Physical Religion The Gifford Lectures 1890 (Londres y Nueva York Long-mans Green amp Co 1891) conferencia VI ldquoPhysical Religion The Natural and the Supernatur alrdquo pp 119 ss

6 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p 37 Selected Essays I 3657 Es un hecho curioso que los primeros elementos de la teoriacutea de

Max Muumlller hayan de buscarse en los escritos de uno de los grandes racionalistas En su saacutetira Sur lrsquoeacutequivoque Boileau propuso la teoriacutea de que la ambiguumledad de las palabras es la verdadera fuente del mito

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Mucho contribuyoacute a la infl uencia de esta doctrina el hecho de que fuera aceptada con algunas reservas criacuteticas por el primer fi loacutesofo que tratoacute de crear una ldquofi losofiacutea sinteacuteticardquo una visioacuten coherente y comprensiva de todas las actividades de la mente humana basada en principios estrictamente empiacutericos y en la teoriacutea general de la evolucioacuten Herbert Spencer halloacute la fuente primera y principal de toda religioacuten en el culto de los antepasados El primer culto afi rmoacute eacutel no fue el culto de las fuerzas naturales sino el culto de los muertos8 Sin embargo con el fi n de comprender el traacutensito del culto de los antepasa-dos al culto de los dioses personales debemos introducir una nueva hipoacutetesis Seguacuten Spencer lo que hizo posible y hasta necesario este nuevo paso fueron el poder y la infl uencia per-durable del lenguaje El lenguaje humano es metafoacuterico en su esencia misma estaacute lleno de siacutemiles y analogiacuteas La mente pri-mitiva es incapaz de comprender estos siacutemiles en un sentido meramente metafoacuterico Toma estos siacutemiles por realidades y piensa y actuacutea de acuerdo con este principio Esta interpreta-cioacuten literal de los nombres metafoacutericos fue la que condujo desde las primeras formas elementales del culto de los antepa-sados desde la adoracioacuten de seres humanos hasta la adoracioacuten de plantas y animales y fi nalmente de grandes fuerzas de la naturaleza Un haacutebito comuacuten y muy extendido de las socieda-des primitivas es el de darles a los nintildeos recieacuten nacidos nom-bres de plantas animales estrellas y otros objetos naturales A los nintildeos se les llama ldquoTigrerdquo ldquoLeoacutenrdquo ldquoCuervordquo a las nintildeas ldquoLunardquo ldquoEstrellardquo Originariamente todos estos nombres no eran maacutes que epiheta ornantia los cuales expresaban ciertas cualidades personales que se atribuiacutean a los seres humanos De acuerdo con esta tendencia de la mente primitiva a entender

todos los teacuterminos en sentido literal era inevitable que se ma-linterpretasen esos nombres complementarios y esos tiacutetulos metafoacutericos Alguna vez ldquoAurorardquo se usariacutea como nombre pro-pio de persona las tradiciones referentes a una que se hubiese destacado conduciriacutean en la mente ingenua del salvaje a una identifi cacioacuten con la aurora misma y sus aventuras seriacutean in-terpretadas de la manera que pareciese maacutes congruente con la naturaleza de la aurora Es maacutes en las regiones donde tal nom-bre hubiese sido el propio de miembros de tribus adyacentes o de miembros de una misma tribu que hubieran vivido en tiempos distintos surgiriacutean genealogiacuteas incongruentes y aven-turas antagoacutenicas de la aurora9

Tambieacuten aquiacute encontramos explicado el fenoacutemeno del mito el panteoacuten entero del politeiacutesmo como una simple enferme-dad El culto de objetos conspicuos concebidos como perso-nas resulta de un error linguumliacutestico La grave objecioacuten a que puede someterse tal teoriacutea es manifi esta El mito es una de las maacutes antiguas y grandes fuerzas de la civilizacioacuten humana Estaacute conectado iacutentimamente con todas las demaacutes actividades huma-nas es inseparable del lenguaje de la poesiacutea del arte y del maacutes remoto pensamiento histoacuterico La ciencia misma tuvo que pasar por una etapa miacutetica antes de alcanzar la etapa loacutegica la alquimia precedioacute a la quiacutemica la astrologiacutea a la astronomiacutea Si las teoriacuteas de Max Muumlller y de Spencer fuesen ciertas tendriacutea-mos que admitir la conclusioacuten de que en resumidas cuentas la historia de la civilizacioacuten humana se debe a una simple equivo-cacioacuten a una mala interpretacioacuten de palabras y de teacuterminos Y no es una hipoacutetesis muy satisfactoria o plausible pensar que la cultura sea el producto de una mera ilusioacuten un malabarismo de palabras y un pueril juego de nombres G

8 Veacutease H Spencer The Principles of Sociology (1876) cap xx (Nueva York Appleton amp Co 1901 i 1901 i 285 ss) 9 Ibid xxii-xxiv i 329-394

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El mito y la sociedadJoseph Campbell

1- El que cambia de forma

No hay un sistema fi nal para la interpretacioacuten de los mitos y nunca habraacute tal cosa La mitologiacutea es como el dios Proteo ldquoel veraz anciano de los maresrdquo El dios ldquoprobaraacute de convertirse en todos los seres que se arrastran por la tierra y en agua y en ardentiacutesimo fuegordquo1

El viajero de la vida que quiera recibir ensentildeanzas de Proteo debe ldquosujetarlo aunque desee e intente escaparserdquo y fi nalmente apareceraacute en la forma que le es propia Pero este astuto dios nunca descubre ni siquiera ante el maacutes haacutebil interrogador el contenido iacutentegro de su sabiduriacutea Contestaraacute a la pregunta que se le haga y la respuesta seraacute grande o trivial seguacuten lo que se le haya preguntado ldquoCuando el sol siguiendo su curso llega al centro del cielo el veraz anciano de los mares oculto por negras y encrespadas olas salta en tierra al soplo del Ceacutefi -ro En seguida se acuesta en honda gruta y a su alrededor se ponen a dormir todas juntas las focas de nataacutetiles pies hijas de la hermosa Halosidne que salen del espumoso mar exhalando el acerbo olor del mar profundiacutesimordquo2 El rey guerrero griego Menelao guiado y ayudado por una hija de este viejo padre del mar a sus salvajes lares e instruido por ella de coacutemo lograr la respuesta del dios deseaba soacutelo preguntar el secreto de sus difi cultades personales y el paradero de sus amigos personales Y el dios se dignoacute a responder

La mitologiacutea ha sido interpretada por el intelecto moderno como un torpe esfuerzo primitivo para explicar el mundo de la naturaleza (Frazer) como una produccioacuten de fantasiacutea poeacutetica de los tiempo prehistoacutericos mal entendida por las edades pos-teriores (Muumlller) como un sustitutivo de la instruccioacuten alegoacute-rica para amoldar el individuo a su grupo (Durkheim) como un suentildeo colectivo sintomaacutetico de las urgencias arquetiacutepicas dentro de las profundidades de la psique humana (Jung) como el vehiacuteculo tradicional de las intuiciones metafiacutesicas maacutes pro-fundas del hombre (Coomaraswamy) y como la Revelacioacuten de Dios a Sus hijos (la Iglesia) La mitologiacutea es todo esto Los diferentes juicios estaacuten determinados por los diferentes puntos de vista de los jueces Pues cuando se la investiga en teacuterminos no de lo que es sino de coacutemo funciona de coacutemo ha servido a la especia humana en el pasado y de coacutemo puede servirle ahora

la mitologiacutea se muestra tan accesible como la vida misma a las obsesiones y necesidades del individuo la raza y la eacutepoca

2- La funcioacuten del mito del culto y de la meditacioacuten

En su forma viva el individuo es necesariamente soacutelo una frac-cioacuten y una distorsioacuten de la imagen total del hombre Estaacute limi-tado ya sea hembra o varoacuten tambieacuten lo estaacute en cualquier pe-riodo de su vida como nintildeo como joven como adulto o como anciano y no soacutelo eso sino que en su vida estaacute necesariamente especializado como artesano comerciante sirviente o ladroacuten sacerdote o liacuteder esposa monja o prostituta no puede serlo todo De aquiacute que la totalidad la plenitud del hombre no esteacute en un miembro aparte sino en el cuerpo de la sociedad como un todo el individuo puede soacutelo ser un oacutergano De su grupo ha tomado las teacutecnicas de vida el lenguaje en que piensa las ideas por las cuales lucha los genes que han construido su cuerpo descienden del pasado de esa sociedad Si pretende ais-larse ya sea en hechos pensamientos o sentimientos soacutelo lo-gra romper las relaciones con las fuentes de su existencia

Las ceremonias tribales de nacimiento la iniciacioacuten el ma-trimonio el entierro la adquisicioacuten de un estado social etc sirven para trasladar la crisis y hechos de la vida del individuo a formas claacutesicas e impersonales Estas formas tienen por obje-to mostrarlo a siacute mismo no como esta personalidad o la otra sino como el guerrero la desposada la viuda el sacerdote el jefe al mismo tiempo se representa para el resto de la comuni-dad la vieja leccioacuten de las etapas arquetiacutepicas Todos participan en el ceremonial de acuerdo con su rango y su funcioacuten La sociedad entera se hace visible como una unidad viva e impe-recedera Pasan generaciones de individuos como ceacutelulas anoacute-nimas de un cuerpo vivo pero permanece la forma sustentante e intemporal Por una ampliacioacuten de la visioacuten para abarcar a este superindividuo cada uno se descubre a siacute mismo engran-decido enriquecido apoyado y magnifi cado Su papel aunque no sea nada impresionante se ve como intriacutenseco a la bella imagen festiva del hombre la imagen potencial pero necesaria-mente inhibida que estaacute dentro del individuo

Los deberes sociales continuacutean la leccioacuten del festival en la existencia diaria y normal y se le da maacutes validez al individuo Por el contrario la indiferencia las revoluciones o el exilio rom-pen las conexiones vitales Desde el punto de vista de la unidad social el individuo aislado no es sino una nada un desperdicio De aquiacute que el hombre o la mujer puedan decir honestamente que han vivido su papel mdashya sea el de sacerdote prostituta reina o esclavomdash se refi eren al sentido completo del verbo ser

Joseph Campbell El heacuteroe de las mil caras Psicoanaacutelisis del mito Traduccioacuten de Luisa Josefi na Hernaacutendez fce Meacutexico 2006

1 Odisea iv 401 417-41 Traduccioacuten de Luis Segalaacute y Estalella2 Ibid 400-406

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Los ritos de la iniciacioacuten y de la adquisicioacuten de una situa-cioacuten pues muestran la leccioacuten de la unidad esencial del in-dividuo y el grupo los festivales de las estaciones abren un horizonte mayor Asiacute como el individuo es un oacutergano de la so-ciedad asiacute es la tribu o la ciudad mdashasiacute es la humanidad ente-ramdash soacutelo una fase del poderoso organismo del cosmos

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para domi-nar a la naturaleza Eacutesta es una representacioacuten equivocada Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre y particularmente en aquellas ceremonias maacutegicas que se supone han de traer lluvia curar las enfermedades o detener las inun-daciones sin embargo el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponieacutendolas a la magia ne-gra) es la sumisioacuten a lo inevitable del destino y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente

No se ha registrado ninguacuten mito tribal que intente postergar la llegada del invierno al contrario los ritos preparan a la co-munidad para soportar junto con el resto de la naturaleza la estacioacuten del friacuteo tremendo Y en la primavera los ritos no inten-tan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maiacutez frijol y calabazas para la comunidad debilitada por el contrario los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estacioacuten de la na-turaleza El maravilloso ciclo del antildeo es celebrado con todos sus contratiempos y periacuteodos de juacutebilo y es bosquejado y represen-tado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano

Muchas otras simbolizaciones de esta continuidad llenan el mundo de la comunidad mitoloacutegicamente instruida Por ejem-plo los clanes de las tribus cazadoras norteamericanas se con-sideraban descendientes de ancestros mitad animales y mitad humanos Estos ancestros no solamente eran los padres de los miembros humanos del clan sino tambieacuten de la especie animal de donde el clan tomaba su nombre Asiacute los miembros huma-nos del clan del castor eran primos hermanos de los castores protectores de dicha especie y al mismo tiempo protegidos por la sabiduriacutea animal del pueblo de los bosques Y otro ejemplo el hogan o choza de barro de los Naacutevajo de Nuevo Meacutexico y Arizona se construye seguacuten el plan de la idea del cosmos de los Naacutevajo La entrada estaacute hacia el oriente Los ocho lados re-presentan las cuatro direcciones principales y los puntos que quedan entre ellas Cada arista y cada viga corresponde a un elemento en el gran hogan de la tierra y el cielo que todo lo abarcan Y como el alma del hombre es considerada en su for-ma como ideacutentica al universo la choza de barro es la represen-tacioacuten de la armoniacutea baacutesica del hombre y del mundo y un re-cordatorio del escondido camino vital de la perfeccioacuten

Pero hay otro camino diametralmente opuesto al de los de-beres sociales y los cultos populares Desde el punto de vista del camino del deber el que es exiliado de la comunidad es nada Desde el otro punto de vista este exilio es el primer paso en la buacutesqueda Cada uno lleva el todo dentro de siacute mismo por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de eacutel Las diferen-ciaciones de sexo edad y ocupacioacuten no son esenciales a nuestro caraacutecter sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo La imagen interior del hombre no de-be confundirse con su atuendo Pensamos que somos ameri-canos hijos del siglo xx occidentales y cristianos civilizados Somos virtuosos o pecadores Sin embargo esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre denotan solamente acci-dentes geograacutefi cos fecha de nacimiento e ingresos econoacutemi-

cos iquestCuaacutel es el meollo de nosotros iquestCuaacutel es el caraacutecter baacutesico de nuestro ser

El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India los misterios heleacutenicos de las iniciaciones las antiguas fi losofiacuteas de Oriente y del Occidente son teacutecnicas para despla-zar el hincapieacute de la conciencia individual fuera de la presencia exterior Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo maacutes profundo ldquoYo no soy esto ni lo otro mdashmeditamdash no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir mi cuerpo que estaacute enfermo o envejece ni mi brazo mis ojos mi cabeza ni la suma de todas estas cosas No soy mis sentimientos ni mi men-te ni mi fuerza intuitivardquo Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y fi nalmente alcanza insondables rea-lizaciones Ninguacuten hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como Don Fu-lano de tal o cual poblacioacuten de cierto paiacutes La sociedad y los deberes se esfuman Don Fulano al descubrirse grande con el hombre se convierte en una persona abstraiacuteda y apartada

Eacutesta es la etapa de Narciso contemplaacutendose en la fuente del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del aacuterbol pero no es la uacuteltima meta es un requisito pero no es el fi n La meta no es ver sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia en-tonces el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola De aquiacute que la separacioacuten el aislamiento ya no sean necesarios Por dondequiera que vaya el heacuteroe y cualquier cosa que haga siempre estaacute en presencia de su propia esencia porque ha perfeccionado sus ojos para ver No hay aislamiento Asiacute como el camino de la participacioacuten social puede llevar a la realizacioacuten del Todo en el individuo asiacute el exilio trae al heacuteroe al Yo en todo

Centrado en este punto capital el problema del egoiacutesmo o del altruismo desaparece El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identifi cado con el signifi cado iacutentegro del uni-verso Por Eacutel y para Eacutel se ha hecho el mundo ldquoOh Mahoma mdashdijo Diosmdash si no fuera por ti no hubiera creado el cielordquo

3- El heacuteroe de hoy

Todo esto se halla lejos del punto de vista contemporaacuteneo pues el ideal democraacutetico del individuo que se determina a siacute mismo la invencioacuten de los artefactos mecaacutenicos y eleacutectricos y el desarrollo de los meacutetodos cientiacutefi cos de investigacioacuten han transformado la vida humana en tal forma que el universo in-temporal de siacutembolos hace mucho tiempo heredados ha sufri-do un colapso A esto se refi eren en el Zaratustra de Nietzsche las trascendentales palabras que anuncian una eacutepoca ldquoMuertos estaacuten los diosesrdquo3 Es una faacutebula que sabemos que se ha repeti-do de mil maneras Es el ciclo del heacuteroe de la edad moderna la maravillosa historia de la especie humana que llega a la ma-durez El lastre del pasado la atadura de la tradicioacuten han sido destruidos con seguros y poderosos golpes La telarantildea del suentildeo miacutetico cayoacute la mente se abrioacute a la iacutentegra conciencia despierta y el hombre moderno surgioacute de la ignorancia de los antiguos como una mariposa de su capullo o como el sol del amanecer surge del vientre de la madre noche

3 Nietzsche Asiacute habloacute Zaratustra 1223

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No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

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La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

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no de San Ildefonsorsquo salvo momentos por ejemplo lo de Es-pantildea o lo de la preparatoria en general es un poema que va por otras direccioneshellip Lo que buscoacute mdashy logroacutemdash en este poe-ma fue que todas las mujeres sean una mujer y que una mujer sea todas las mujeres Por un lado estaacuten todos los instantes resumidos en un instante donde tambieacuten estaacute la mujer y por otro lado estaacuten las mujeres histoacutericas y literarias incluso reli-giosas Mariacutea Laura Perseacutefone o Melusinardquo

Complejo en sus diferentes aspectos en ldquoPiedra de solrdquo encontramos la depuracioacuten de los temas que acompantildearon a Octavio Paz durante toda su vida Pero de acuerdo con un artiacuteculo de Viacutector Manuel Mendiola (Confabulario agosto 4 2007) el poeta se incomodaba cuando le deciacutean que se trataba de su mejor poema como tambieacuten se molestaba ldquoenfaacuteticamen-terdquo cuando le endilgaban la frase hiperboacutelica de El gran poeta mexicano Avisa Mendiola

ldquoAl ser interrogado a propoacutesito de alguacuten asunto concernien-te a ese texto se endureciacutea con cierta molestia y cambiaba el tema de la charla iquestLe habiacutea dejado de gustar esa composicioacuten iquestLe pareciacutean maacutes importantes otros poemas como lsquoBlancorsquo o lsquoPasado en clarorsquo iquestLe perseguiacutea y recordaba una situacioacuten desagradablerdquo

A pesar de esa ambiguumledad emocional que le despertaba ldquoPiedra de solrdquo a su autor para muchas generaciones fue un poema formativo canoacutenico y paternal

ldquoHay que tomar en cuenta tambieacuten que es un poema circu-lar un poema escrito en endecasiacutelabos blancos un metro que no ha sido muy trabajado en lengua espantildeola como deciacutea Zaid hace maacutes de 20 antildeosrdquo recordoacute Campos ldquoLo hizo como nadie Cuando le pregunteacute en una entrevista de doacutende veniacutea esa buacutes-queda del endecasiacutelabo blanco habloacute de que aunque no era parte esencial de la tradicioacuten de la lengua espantildeola estaba en Woodsworth estaba en los isabelinos estaba en Leopardi y entre nosotros en Guilleacuten y Cernuda Creo que es el poema que cierra una etapa es la culminacioacuten de lo que llamariacuteamos en Paz la pasioacuten liacutericardquo

Aunque muchos lectores y el propio autor sentildealaron recrea-ciones de mitos mexicanos (esto aparece en una nota de la primera edicioacuten que fue recuperada hasta la edicioacuten de Seix Barral de 1975) la sensibilidad de Octavio Paz se encontraba muy lejos de la piedra azteca y maacutes abiertamente emparentada

con la tradicioacuten poeacutetica occidental No estaacute Coatlicue ni Hui-tzilopochtli pero siacute Venus siacute el tiempo circular una de las grandes obsesiones de la tradicioacuten literaria occidental

ldquoLo que me interesa enormemente en este poema es la pre-sencia de Dios porque Octavio Paz habloacute muy pocas veces de Dios en su poesiacuteardquo sentildealoacute Veroacutenica Volkow ldquoEs una compren-sioacuten muy profunda de lo que es la presencia divina para los miacutesticos [] Es un poeta maacutes del mundo de la inteligencia del mundo de las presencias del encuentro terrenal del estar aquiacute y ahora maacutes que el viaje miacutestico que nos pueden plantear Dan-te o Ficcinordquo

Para Joseacute Mariacutea Espinasa se trata de un poema sobre la muerte o desaparicioacuten o silencio de los dioses que forma una especie de trilogiacutea personal sobre el poema extenso dentro de la poesiacutea en espantildeol ldquoEscribioacute despueacutes poemas extraordina-rios De alguna manera lsquoPiedra de solrsquo junto a lsquoBlancorsquo en los antildeos 60 y a lsquoPasado en clarorsquo en la uacuteltima parte de su vida for-ma una trilogiacutea de extensos poemas y a miacute me costariacutea trabajo decidirme con cuaacutel me quedohellip Han pasado 50 antildeos y es un poema que sigue siendo perfectamente actual es un texto que no ha envejecido El hecho es que ese poema formoacute a varias generaciones de lectores y los formoacute en una idea de la poesiacutea que sigue estando en la praacutectica de cada diacutea poemas como lsquoAnagnoacuterisisrsquo de Tomaacutes Segovia o lsquoCada cosa es Babelrsquo de Eduardo Lizalde o algunos de los de David Huerta en espe-cial lsquoIncurablersquo van en ese sentido en la posibilidad de la du-racioacuten dentro del instanterdquo

El sol sigue brillando y la piedra dando calor en espera de nuevos caminantes del subsuelo del lenguaje Un siacutentoma ca-noacutenico de este poema es que 50 antildeos despueacutes maacutes allaacute de los deseos de su autor sigue funcionando como una especie de parvulario poeacutetico para plumas avanzadas llegando a contami-nar incluso a la gleba de la inteligencia mexicana iletrados dizque roqueros como los miembros del grupo Manaacute bautiza-ron una gira y un disco con el verso maacutes famoso de Octavio Paz ldquoAmar es combatirrdquo La gloria la fama deciacutea Borges es la mejor de las incomprensiones de una obra literaria Y aunque no haya leiacutedo una sola liacutenea del autor de El laberinto de la sole-dad hay maacutes de Octavio Paz en la identidad de cada mexicano que de Nezahualcoacuteyotl G

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Alguien lo deletreaEnrique Krauze

Hablaba poco de Dios Creo que descreiacutea En materia de reli-gioacuten estaba maacutes cerca de su jacobino abuelo que de su madre la piadosa dontildea Josefi na Estoy cierto de que en las tres religio-nes monoteiacutestas veiacutea un legado de intolerancia incompatible con su actitud de pluralidad Le divertiacutea contar la aneacutecdota de un fervoroso musulmaacuten que en el Himalaya le dijo casi a se-ntildeas ldquoMoiseacutes kaput Jesuacutes kaput soacutelo Mahoma viverdquo Paz pensaba que tambieacuten el maacutes reciente profeta estaba kaput y que la uacutenica religioacuten coherente con el misterio de nacer y morir era el Budismo Octavio mdashnombre latino al fi nmdash era un persona-je del mundo claacutesico buscaba la sabiduriacutea de Soacutecrates no la de Salomoacuten releiacutea a Lucrecio no la Biblia ni a San Agustiacuten no admiraba a Constantino sino a Juliano ldquoel apoacutestatardquo restaura-dor del Panteoacuten pagano Por su curiosidad universal en el arte el pensamiento y la ciencia era un hombre del Renacimiento por su espiacuteritu libre liberal y hasta secretamente libertino era un fi loacutesofo del Siglo xviii Por su arrojo creativo y su pasioacuten poliacutetica y poeacutetica fue un revolucionario del Siglo xx En suma un humanista pleno no un espiacuteritu religioso

Y sin embargo escribioacute su libro cumbre sobre Sor Juana Un dominicano el padre Juliaacuten lo invitaba a hablar sobre temas teoloacutegicos que por momentos lo atraiacutean casi tanto como a su amigo Luis Buntildeuel Quiso que en Vuelta rescataacuteramos un deba-te de 1942 sobre misticismo en el que habiacutean intervenido ade-maacutes de eacutel mismo Vasconcelos el padre Gallegos Rocafull y Joseacute Gaos Interpretoacute certeramente la obra y la vida de su ami-go Joseacute Revueltas como una extrantildea apasionada y atea imita-cioacuten de Cristo Y alguna vez me confi oacute una de las razones de su gran afecto por Gabriel Zaid con quien Paz mantuvo una con-versacioacuten ininterrumpida por casi medio siglo desde el diacutea en que hablaron por primera vez en Monterrey ldquonunca olvidareacute que Zaid encargoacute un novenario en la muerte de mi madrerdquo

El hombre que luchaba como leoacuten contra el inexorable avance de la muerte el viejo rey Lear maldiciendo al avaro destino que le escatimaba unos antildeos maacutes o siquiera unos me-ses no se abriacutea a la esperanza de lo trascendente ldquoCasi todos se quiebran frente a la muerte mdashme dijo Alejandro Rossimdash Octavio fue coherente hasta el fi nal no pidioacute un sacerdoterdquo Con todo en aquel uacuteltimo discurso en Coyoacaacuten habiacutea voltea-do hacia el cielo como invocaacutendolo las nubes se disiparon de pronto y aparecioacute el sol ldquoalliacute hay nubes y sol nubes y sol son palabras hermanas seamos dignos de las nubes del Valle de Meacutexico seamos dignos del sol del Valle de Meacutexicordquo

Antildeos atraacutes en una entrevista notable Carlos Castillo Pera-za le preguntoacute por el signifi cado de las famosas liacuteneas de su poema ldquoHermandadrdquo

Tambieacuten soy escrituraY en este mismo instanteAlguien me deletrea

Paz declaroacute su postura agnoacutestica No sabiacutea si ese ldquoalguienrdquo era un hombre como eacutel o un ser lejano maacutes allaacute de su poema ldquoPasado en clarordquo en el que aparece una tercera posibilidad la suya propia

Dios sin cuerpoCon lenguajes de cuerpo lo nombrabanMis sentidos Quise nombrarloCon un nombre solarUna palabra sin reveacutes

Era el Dios inmanente del amor y la poesiacutea G

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MitoJoseph Fontenrose

Debo aclarar desde el principio que por mito me refi ero a un relato tradicional que acompantildea a los rituales En primer lugar digo un relato algo que tiene un comienzo un desarrollo y un fi nal en otras palabras un argumento No utilizo pues el teacutermino de forma amplia y vaga para referirme a ideas animis-tas y teoloacutegicas en general Segundo me refi ero a un relato tradicional relato que en origen fue transmitido de forma oral Tercero me refi ero al tipo de relato que pretende narrar la ocasioacuten en que tuvo su origen alguna institucioacuten religiosa un culto o algunos de sus ritos y celebraciones y los actos divinos que sientan el precedente de los actos tradicionales realizados en el culto Se descubre que incluso los mitos de la creacioacuten estaacuten habitualmente relacionados con cultos A otros relatos tradi-cionales los independientes del culto se les denomina de ma-nera maacutes apropiada leyendas o cuentos populares aunque even-tualmente pueda incluirlos tambieacuten en el teacutermino mito o mi tologiacutea como se hace a menudo En efecto un mismo argu-mento puede aparecer en las tres clases de relato tradicional no es el argumento el que establece la diferencia y algunas va-riantes del mito del combate pertenecen al cuento heroico o al cuento de hadas pero no al mito auteacutentico

Al tratar de los mitos de paiacuteses antiguos debemos basarnos principalmente en las narraciones noticias y alusiones que se encuentran en la literatura antigua con un cierto apoyo en las obras del arte antiguo que representan escenas miacuteticas Muy rara vez el propoacutesito de ninguacuten escritor antiguo fue informar a los otros acerca del mito contarles una historia que no conocie-ran ya Esto es particularmente cierto del mito griego Se han recuperado textos de mitos de Babilonia y Egipto que contie-nen las propias versiones de mitos que estaban asociados con los rituales y los cultos y eran conocidos del sacerdocio y los devotos pero apenas nos ha llegado nada de ese tipo de Grecia Los escritores griegos no elaboraban textos rituales usaban los materiales miacuteticos para sus propios objetivos literarios particu-lares cambiando antildeadiendo suprimiendo fundiendo como les pareciacutea oportuno Aunque encontremos toda una narracioacuten miacutetica no un resumen ni un fragmento ni una alusioacuten no es probable que sea exactamente la versioacuten conocida por el pue-blo particularmente por el pueblo de aquellas zonas en las que el mito estaba vinculado a un culto Por consiguiente las fuen-tes son como fragmentos que deben ser reunidos estudiados

y combinados antes de que podamos saber coacutemo era realmente el conjunto

Al tratar de los mitos griegos muchos estudiosos suponen que un autor antiguo recibiacutea su conocimiento de un mito de escritores anteriores Asiacute pues es probable que se limiten a una historia literaria del mito y supongan que cualquier diferencia que se pueda encontrar debe de ser una innovacioacuten del autor en cuya obra se localiza por primera vez Por supuesto los es-critores posteriores fueron infl uidos por otros anteriores y por supuesto los escritores innovaron y cambiaron pero a me-nudo la supuesta innovacioacuten en un mito o un rasgo que apare-ce de forma tardiacutea en la tradicioacuten literaria tiene un paralelo en similares griegos o extranjeros del mito atestiguados por fuen-tes maacutes antiguas Es muy posible a veces probable que el au-tor lo tomara de la tradicioacuten oral si no de literatura ahora perdida teniacutea la tradicioacuten oral por todas partes Los eruditos han tendido a ignorar la transmisioacuten oral de los mitos o a su-poner que no existioacute despueacutes de una fecha temprana no espe-cifi cada sin embargo estuvo sin duda muy viva durante toda la Antiguumledad y en realidad nunca desaparecioacute sino que asumioacute un revestimiento cristiano en la Edad Media Se pueden en-contrar algunas huellas de la tradicioacuten oral en las paacuteginas de Pausanias y en algunas pinturas de vasijas pero en general hay que adivinarlas a partir del estudio comparado de las fuentes y los paralelos del mito

Por ello al tratar de los mitos griegos de combate utilizo todo el material pertinente recogido de la literatura y el arte griego y latino tanto antiguo como posterior A veces consigo una informacioacuten importante de escritores tardiacuteos y saco de ella conclusiones referentes a formas tempranas del mito analiza-do Pero habitualmente estas conclusiones sacadas de fuentes tardiacuteas encuentran apoyo en fuentes anteriores Es cierto tam-bieacuten que fuentes posteriores de los mitos mesopotaacutemicos egipcios e indios ofrecen un material valioso y que las conclu-siones basadas en ellos con frecuencia pueden ser apoyadas por pruebas anteriores Sobrevive poco de todo lo que se escribioacute en Heacutelade desde el siglo viii al iv o en el Oriente Proacuteximo du-rante el segundo milenio No tenemos registros de informado-res nativos La versioacuten tardiacutea de un mito puede haber apareci-do perfectamente antes por escrito o una versioacuten transmitida oralmente puede haber recibido entonces atencioacuten literaria por vez primera En pocas palabras no podemos ignorar nin-guna prueba todo nos es de utilidad

La misma permanencia del relato literario oscurece la natu-raleza fl uida de la tradicioacuten miacutetica Podemos inclinarnos a pensar que los mitos griegos se contaron siempre como los

Adelanto del libro de Joseph Fontenrose Python Estudio del mito deacutelfi co y sus oriacutegenes de proacutexima publicacioacuten (2008) por la editorial Sexto Piso Traduccioacuten de Mariacutea Tabuyo y Agustiacuten Loacutepez

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cuenta Ovidio Pero sin duda no fue asiacute Probablemente nin-guacuten griego del siglo v conociacutea ninguno de los mitos de Ovidio en la forma en que eacuteste los cuenta Cualquier narracioacuten que encontremos es la versioacuten conocida por un hombre en un mo-mento determinado El mito o el cuento popular desplazaacutendo-se de un lugar a otro pasando de una persona a otra de una generacioacuten a otra sufre cambios de manera constante se for-man nuevas versiones en cada regioacuten y en cada eacutepoca La ver-sioacuten nueva aparece cuando se cambian los detalles mdashcuando se da una expresioacuten algo diferente a un tema o un episodio cuan-do se antildeade o se quita algo cuando se cambia la secuencia de los episodiosmdash pero los nombres personales y los topoacutenimos permanecen inalterables Cuando una versioacuten particular en su progreso de un lugar a otro adquiere nombres nuevos para sus personajes y lugares se forma una variante nueva La variante es esencialmente la misma historia contada de dioses y hom-bres diferentes en un escenario diferente Eacutesta es la distincioacuten que establezco entre los teacuterminos versioacuten y variante que mu-chos investigadores utilizan de manera indistinta Un tipo es un argumento tradicional que aparece en varias variantes Es

una serie de episodios una constelacioacuten de temas que perma-nece bastante bien fi jada entre las variantes Puede haber cam-bios en la secuencia pueden desaparecer episodios o temas secundarios se pueden antildeadir caracteriacutesticas nuevas Pero debe haber un nuacutecleo duradero observable en todas las variantes para poder hablar de ldquotipordquo Por ejemplo pensemos en el rela-to tipo denominado ldquola esposa de Putifarrdquo El relato de Joseacute en el Geacutenesis es una variante hebrea de este tipo los relatos de Bellerophon Hippolytos y Teacutenedos son tres variantes griegas La variante de Hippolytos se contaba de maneras diferentes entre los griegos podemos denominar versioacuten a cada manera diferente Los nombres de Hippolytos Fedra Theseus dan unidad a la variante el argumento da unidad al tipo La dife-rencia entre variante y versioacuten se asemeja a la que existe entre especie y variedad el tipo es el gen

Un argumento tradicional al entrar en una nueva regioacuten se vincula habitualmente a los dioses o heacuteroes de esa regioacuten Los nombres cambian un pueblo puede sustituir por ejemplo con el dios que rige los fenoacutemenos atmosfeacutericos al dios homoacutelogo de la historia que ha tomado prestada Por ello el estudio de la

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difusioacuten del mito se interesa maacutes por los argumentos y los te-mas que por los participantes divinos o sus nombres Habitual-mente el origen y desarrollo del mito tiene poco o nada que ver con el origen de los dioses que aparecen en la variante na-cional o con el origen de sus nombres

Por eso este estudio al tratar de relacionar un mito con otro se interesa principalmente por los temas narrativos Por tema me refi ero a un rasgo o episodio recurrente de los relatos tradicionales Es una parte integral de la historia en que se encuentra pero es separable en el sentido de que puede apare-cer tambieacuten en otras historias tipo Algunos temas son esencia-les a un tipo otros pueden aparecer en una variante y estar ausentes en otra

El tema no se expresa de manera ideacutentica en cada versioacuten o variante cambia constantemente su ropaje externo de acuerdo con las costumbres nacionales o las caracteriacutesticas locales de los lugares en que se encuentra Puede oscurecerse o disfrazar-se pude ser que soacutelo quede una huella Si no fuera por esto todas las variantes se pareceriacutean mucho y seriacutea obvio el origen comuacuten Pero un origen comuacuten de los mitos de combate no es obvio por lo tanto es necesario un anaacutelisis temaacutetico cuidadoso de los diversos mitos Puede ser uacutetil sentildealar el tipo de variacio-nes que se producen en el tema

1 Mutaciones de papel cambios de rango de relacioacuten de clase Un heacuteroe puede reemplazar a un dios o a un gigante o un leoacuten puede reemplazar a un dragoacuten Un padre se puede con-vertir en abuelo tiacuteo hermano rey tutor una madre se puede convertir en abuela madre adoptiva nodriza esposa hermana esposa e hija se intercambian con frecuencia

2 Mutaciones en la accioacuten El modo de combate puede cambiar de una variante a otra Un tipo de castigo o de engantildeo puede ser sustituido por otro

3 Una caracteriacutestica llamativa de una variante puede quedar reducida en otra a algo menos sorprendente o puede estar dis-frazada La muerte puede transformarse en herida suentildeo de-rrota exilio desesperacioacuten Una accioacuten puede quedar mera-mente en un intento de accioacuten

4 Las acciones o rasgos de un personaje pueden transferir-se a otro del campeoacuten a su hijo esposa o ayudante incluso a su enemigo y viceversa

5 Se pueden combinar o fundir temas y papeles La heroiacutena

puede aprovecharse de la lujuria del enemigo para atraerle a la destruccioacuten La vigilancia por parte del dragoacuten de un manan-tial puede combinarse con su habitacioacuten en el mar su conten-cioacuten de las aguas su bloqueo de un camino y su control sobre un recinto sagrado

6 Puede haber expansioacuten o duplicacioacuten de temas personas episodios El campeoacuten puede dividirse en padre e hijo Un solo enemigo se puede convertir en el jefe y muacuteltiples subordina-dos Se pueden librar varios combates con varias muertes o derrotas del campeoacuten o del enemigo

Dado que a menudo se ha sentildealado la semejanza de los mi-tos con los suentildeos debemos observar que los modos en que se expresa un tema en los mitos reales presentan una marcada analogiacutea con los modos en que se expresa el pensamiento del suentildeo en el contenido del suentildeo seguacuten Freud los defi nioacute Freud apunta factores de condensacioacuten y desplazamiento A) Condensacioacuten es la convergencia de varios pensamientos del suentildeo en un punto clave que se convierte en un elemento uacuteni-co en el contenido del suentildeo Se puede ver una forma de con-densacioacuten en las personas compuestas de los suentildeos La con-densacioacuten corresponde a la combinacioacuten y fusioacuten del punto 5 supra B) El desplazamiento se manifi esta en la sustitucioacuten de una idea por otra sin alteracioacuten del signifi cado esencial o en la inversioacuten de las ideas transformacioacuten en lo contrario o en algo muy diferente Las mutaciones y reducciones de 1 a 4 supra son anaacutelogas a los desplazamientos del suentildeo Las duplicacio-nes de 6 corresponden a la duplicacioacuten que con frecuencia aparece en los suentildeos1

Eacutesos son los cambios que pueden experimentar los temas El estudioso debe reconocer que un tema puede asumir en un mito un revestimiento muy diferente del que tiene en otro Debe mirar a menudo debajo de la cobertura exterior para encontrar el tema Debe comprender tambieacuten que el pensa-miento miacutetico es iloacutegico para nuestros esquemas habituales tambieacuten en esto se parece al pensamiento de los suentildeos Ele-mentos opuestos contradictorios inconsecuencias pueden estar y estaacuten juntos en una misma intencioacuten y en una misma narracioacuten Sin embargo el mito no es un revoltijo de tonteriacuteas y absurdos tiene su propia loacutegica Quien estudia el mito debe tratar de comprender los modos miacuteticos del pensar G

1 Freud (ID) 319-397 especialmente 320-339

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Mito y lenguajeErnst Cassirer

En Primitive Culture Tylor propuso una teoriacutea antropoloacutegica basada en principios bioloacutegicos generales Eacutel fue uno de los primeros en aplicar los principios de Darwin al mundo cultu-ral La maacutexima natura non facit saltus no admite excepcioacuten Vale tanto para el mundo de la civilizacioacuten humana como para el mundo orgaacutenico Lo mismo el hombre civilizado que el no civilizado pertenecen a la misma especie la especie del homo sapiens Las caracteriacutesticas fundamentales de esta especie son las mismas en cada variante Si la teoriacutea de la evolucioacuten es ver-dadera no podemos admitir ninguacuten hiato entre el estadio maacutes bajo y el maacutes alto de la civilizacioacuten humana Pasamos del uno a los otros mediante una transicioacuten muy lenta y casi impercep-tible en la cual nunca encontramos solucioacuten de continuidad

Una concepcioacuten distinta del proceso de la civilizacioacuten hu-mana fue desarrollada en un ensayo publicado en 1856 tres antildeos antes de la aparicioacuten del libro de Darwin The Origin of the Species En su Comparative Mythology1 F Max Muumlller partioacute del principio de que es imposible alcanzar una verdadera com-prensioacuten del mito mientras se considere como un fenoacutemeno aislado Y sin embargo ninguacuten fenoacutemeno natural ninguacuten principio bioloacutegico puede guiarnos en nuestra investigacioacuten No existe ninguna analogiacutea real entre los fenoacutemenos naturales y los culturales La cultura humana debe ser estudiada de acuerdo con meacutetodos y principios especiacutefi cos iquestY doacutende po-driacuteamos encontrar una guiacutea mejor para este estudio que en el lenguaje humano el elemento en el cual el hombre vive se mueve y tiene su ser Como linguumlista y fi loacutelogo Muumlller estaba convencido de que el uacutenico enfoque cientiacutefi co para un estudio del mito era el enfoque linguumliacutestico Pero este fi n no podiacutea ser logrado antes de que la propia linguumliacutestica hubiese encontrado su camino y antes de que la gramaacutetica y la etimologiacutea estuvie-ran fundadas sobre una fi rme base cientiacutefi ca Hasta la primera mitad del siglo xix se llegoacute a dar este gran primer paso Entre el mito y el lenguaje no soacutelo existe una iacutentima relacioacuten sino una verdadera solidaridad Si entendemos la naturaleza de esta solidaridad habremos encontrado la llave del mundo miacutetico

El descubrimiento de la lengua y literatura saacutenscritas fue un hecho decisivo en el desenvolvimiento de nuestra conciencia

histoacuterica y en la evolucioacuten de todas las ciencias culturales Por su importancia e infl uencia puede compararse con la gran re-volucioacuten intelectual que produjo el sistema copernicano en el campo de la ciencia natural La hipoacutetesis copernicana invirtioacute la concepcioacuten del orden coacutesmico La tierra ya no estaba en el centro del universo se convirtioacute en un ldquoastro entre los astrosrdquo La concepcioacuten geoceacutentrica del mundo fiacutesico fue descartada En el mismo sentido en contacto con la literatura saacutenscrita puso fi n a esa concepcioacuten de la cultura humana que estableciacutea su centro verdadero y uacutenico en el mundo de la antiguumledad claacutesica A partir de entonces el mundo greco-romano no podiacutea ser considerado maacutes que como una simple provincia un pequentildeo sector del universo de la cultura humana La fi losofiacutea de la historia tuvo que fundarse sobre una base nueva y maacutes amplia Hegel llamoacute al descubrimiento del origen comuacuten del griego y el saacutenscrito el descubrimiento de un nuevo mundo Quienes estudiaban gramaacutetica comparada en el siglo xix consideraron su trabajo bajo esta misma luz Estaban convencidos de que habiacutean encontrado la palabra maacutegica la uacutenica que podiacutea abrir las puertas al entendimiento de la historia de la civilizacioacuten humana La fi lologiacutea comparada declaroacute Max Muumlller ha pues-to a la edad mitoloacutegica y mitopeacuteyica de la humanidad que antes estaba velada por la oscuridad ante la brillante luz de la investigacioacuten cientiacutefi ca y dentro del recinto de la historia do-cumental Ha puesto en nuestras manos un telescopio de tal potencia que donde antes alcanzaacutebamos a ver soacutelo nebulosida-des ahora descubrimos formas distintas y perfi les maacutes auacuten nos ha proporcionado lo que podemos llamar testimonios con-temporaacuteneos exhibiendo ante nosotros el estado de pensa-miento de lenguaje religioacuten y civilizacioacuten de un periacuteodo en que el saacutenscrito no era todaviacutea el saacutenscrito el griego no era todaviacutea el griego pero en el cual lo mismo estos dos que el latiacuten el germaacutenico y otros dialectos arios existiacutean todaviacutea como un solo lenguaje indiviso La niebla de la mitologiacutea se desvaneceraacute gradualmente y nos permitiraacute descubrir tras las fl otantes nubes de la aurora del pensamiento y el lenguaje esa naturaleza verdadera que la mitologiacutea ha encubierto y disfraza-do por tan largo tiempo2

Por otro lado esa conexioacuten entre el lenguaje y el mito la cual prometiacutea una solucioacuten clara y defi nida para el antiguo enigma entrantildeaba una gran difi cultad Cierto es que el lengua-je y el mito tienen una raiacutez comuacuten pero no son en modo algu-

Ernst Cassirer El mito del Estado Traduccioacuten de Eduardo Nicol fce Meacutexico 2004

1 Publicado por primera vez en Oxford Essays (Londres John W Parker and Son 1856) pp 1-87 Reproducido en Selected Essays on Language Mythology and Religion (Londres Longmans Green and Co 1881) pp 299-451

2 Muumlller ldquoComparative Mythologyrdquo op cit pp II 33 86 Selected Essays I 315 358 449 ss

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no ideacutenticos en su estructura El lenguaje ofrece siempre un caraacutecter estrictamente loacutegico el mito parece desafi ar todas las reglas loacutegicas es incoherente caprichoso irracional iquestCoacutemo podemos reunir estos dos elementos incompatibles

Para responder a esta pregunta Max Muumlller y otros autores pertenecientes a la escuela de la mitologiacutea comparada idearon un plan muy ingenioso El mito dijeron no es en realidad sino un aspecto del lenguaje aunque un aspecto maacutes bien negativo que positivo El mito no se origina de sus virtudes sino de sus vicios Es cierto que el lenguaje es racional y loacutegico pero por otra parte es tambieacuten una fuente de ilusiones y falacias El lo-gro mayor del lenguaje es a la vez fuente de sus defectos El lenguaje se compone de nombres generales pero la generalidad implica siempre ambiguumledad La polionimia y la sinonimia de las palabras no son un rasgo accidental del lenguaje derivan de su naturaleza misma Como sea que la mayoriacutea de los objetos tienen maacutes de un atributo y como quiera que bajo aspectos

diferentes uno u otro de los atributos puede parecer apropiado para el acto de la denominacioacuten ocurrioacute por necesidad que la mayoriacutea de los objetos durante el primer periacuteodo del lenguaje humano tuvo maacutes de un nombre Cuanto maacutes antigua es una lengua tanto maacutes rica en sinoacutenimos Por otra parte si se em-plean constantemente estos sinoacutenimos deben naturalmente originar un nuacutemero de homoacutenimos Si podemos llamar al sol con cincuenta nombres expresivos de diferentes cualidades algunos de estos nombres seraacuten aplicables a otros objetos que puedan poseer las mismas cualidades Estos objetos distintos vendriacutean entonces a llamarse por el mismo nombre mdashse con-vertiriacutean en homoacutenimos Eacuteste es el punto vulnerable del len-guaje y eacuteste es al mismo tiempo el origen histoacuterico del mito iquestCoacutemo podemos dar razoacuten mdashse pregunta Max Muumlllermdash de esta fase de la mente humana que dio origen a los extraordina-rios relatos de dioses y heacuteroes de gorgonas y quimeras de cosas que el ojo humano no habiacutea visto nunca y que ninguna

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mente humana en sus cabales pudo haber concebido jamaacutes A menos que podamos dar respuesta a esta pregunta nuestra creencia en un progreso regular y consecuente del intelecto humano a traveacutes de todas las edades y en todos los lugares tendraacute que ser abandonada como una teoriacutea falsa A pesar de todo despueacutes del descubrimiento de la linguumliacutestica comparada estamos en situacioacuten de evitar ese escepticismo y de quitar ese obstaacuteculo de en medio Vemos que el progreso mismo del len-guaje mdashuno de los maacutes grandes hechos de la civilizacioacuten hu-manamdash condujo inevitablemente a otro fenoacutemeno al fenoacuteme-no del mito Si existiacutean dos nombres para el mismo objeto es natural y en verdad inevitable que dos personas pudieran bro-tar de los dos nombres y como los mismos relatos podiacutean contarse de la una y de la otra seriacutean representadas como her-manos y hermanas como padres e hijos3

Si aceptamos esta teoriacutea la difi cultad queda resuelta Pode-mos explicar muy bien de queacute modo la actividad racional del lenguaje humano ha conducido a las irracionalidades e incom-prensibilidades del mito La mente humana opera siempre de una manera racional Aun la mente primitiva era una mente cabal y normal Pero por otra parte era una mente rudimen-taria e inexperta En el caso en que estaba la mente inexperta expuesta constantemente a una grave tentacioacuten mdashla falacia y la ambiguumledad de las palabrasmdash no es de extrantildear que cayera en ella Eacuteste es el verdadero origen del pensamiento miacutetico El lenguaje no es tan soacutelo una escuela de sabiduriacutea es tambieacuten una escuela de desatino El mito nos revela este uacuteltimo aspecto no es maacutes que la oscura sombra que el lenguaje proyecta sobre el mundo del pensamiento humano

De este modo se presenta a la mitologiacutea como patoloacutegica asiacute en su origen como en su esencia Es una enfermedad que em-pieza en el campo del lenguaje y que luego se difunde en una peligrosa infeccioacuten por todo el cuerpo de la civilizacioacuten huma-na Pero aunque sea una locura hay en ella un meacutetodo En la mitologiacutea griega asiacute como en otras mitologiacuteas encontramos por ejemplo el relato de una gran inundacioacuten que destruyoacute a la raza humana entera Solamente una pareja Deucalioacuten y su es-posa Pirra se salvoacute del diluvio y fue enviada por Zeus a la Heacute-lade Cayeron los dos sobre el monte Parnaso y alliacute les aconse-joacute el oraacuteculo que echaron tras de siacute los ldquohuesos de su madrerdquo Deucalioacuten dio con la verdadera interpretacioacuten de este oraacuteculo recogioacute las piedras esparcidas por el campo y las tiroacute por encima de sus hombros De estas piedras surgioacute una nueva raza de hom-bre y mujeres iquestQueacute cosa hay maacutes ridiacutecula mdashse pregunta Max Muumlllermdash que este modo de explicar el origen de la raza huma-na Y sin embargo se hace faacutecilmente comprensible cuando empleamos la clave que nos da la ciencia de la etimologiacutea com-parada Todo el relato se reduce a un simple juego de palabras mdashuna confusioacuten entre dos teacuterminos homoacutenimosmdash entre λαός y λἀας4 Eacuteste de acuerdo con su opinioacuten es todo el secreto de la mitologiacutea

Si analizamos esta teoriacutea encontramos que contiene una extrantildea mezcla de racionalismo y romanticismo El elemento romaacutentico es manifi esto y parece ser el preponderante En cierto sentido Max Muumlller habla como un disciacutepulo de Nova-lis o de Schleiermacher Rechaza la teoriacutea de que el origen de

la religioacuten hay que buscarlo en el animismo o en la adoracioacuten de las grandes fuerzas naturales Hay ciertamente una religioacuten natural o fiacutesica una adoracioacuten del juego del sol de la luna del cielo despejado pero esta religioacuten fiacutesica es tan soacutelo un aspecto singular y un fenoacutemeno derivado No nos ofrece el todo y no nos conduce a la fuente primera y principal El verdadero ori-gen de la religioacuten hay que buscarlo en un estrato maacutes profundo del pensar y el sentir Lo que primero fascinoacute a los hombres no fueron los objetos de su alrededor Aun la mente primitiva es-taba mucho maacutes impresionada por el gran espec taacuteculo de la naturaleza tomada como un todo La naturaleza era lo desco-nocido en el sentido de algo opuesto a lo conocido lo infi nito en el sentido de lo que se distingue de lo fi nito Fue este senti-miento lo que desde los primero tiempos promovioacute el impul-so hacia el pensamiento religioso y el lenguaje La inmediata percepcioacuten del Infi nito ha formado desde el principio mismo el ingrediente y el necesario complemento de todo conocimiento fi nito Los rudimentos de expresiones mitoloacutegicas religiosas y fi losoacutefi cas posteriores estaban ya presentes en la temprana presioacuten del Infi nito sobre nuestros sentidos y esta presioacuten es la primera fuente y el origen real de todas nuestras creencias religiosas5 iquestPor queacute tenemos que maravillarnos de los anti-guos mdashpreguntaba Max Muumlllermdash de su lenguaje palpitante de vida y refulgente de color si en vez de los grises perfi les del pensamiento moderno exhalaban esas formas vivientes de la naturaleza dotadas de fuerza humana o maacutes bien de fuerzas sobrehumanas en tanto que la luz del sol brillaba maacutes que la del ojo humano y el bramar de la tormenta opacaba los gritos de la voz humana6 Esto suena muy romaacutentico pero no debe-mos dejarnos engantildear por el estilo coloreado y romaacutentico de Max Muumlller Su teoriacutea tomada en conjunto sigue siendo es-trictamente racionalista e intelectualista

En el fondo su concepcioacuten del mito no se encuentra muy distante del siglo xviii y de los pensadores de la Ilustracioacuten7 Claro estaacute que ya no considera al mito y a la religioacuten como una simple invencioacuten arbitraria un truco de la astucia clerical Pero admite que la religioacuten al fi n y al cabo no es maacutes que una gran ilusioacuten no un engantildeo consciente sino inconsciente un engantildeo promovido por la naturaleza de la mente humana y ante todo por la naturaleza del lenguaje humano El mito sigue siendo siempre un caso patoloacutegico Pero ahora estamos en situacioacuten de comprender la patologiacutea del mito sin recurrir a la hipoacutetesis de un defecto inherente a la mente humana misma Si se reco-noce que el lenguaje es la fuente del mito entonces hasta las incongruencias y contradicciones del pensamiento miacutetico que-dan reducidas a un poder universal y objetivo y por tanto en-teramente racional

3 Veacutease Muumlller op cit pp 44 Selected Essays I 3784 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p8 Selected Essays I 310

5 Veacutease F Max Muumlller Natural Religion The Gifford Lectures 1888 (Londres y Nueva York Longmans Green amp Co 1889) con-ferencia V ldquoMy own defi nition of Religionrdquo pp 103-140 Physical Religion The Gifford Lectures 1890 (Londres y Nueva York Long-mans Green amp Co 1891) conferencia VI ldquoPhysical Religion The Natural and the Supernatur alrdquo pp 119 ss

6 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p 37 Selected Essays I 3657 Es un hecho curioso que los primeros elementos de la teoriacutea de

Max Muumlller hayan de buscarse en los escritos de uno de los grandes racionalistas En su saacutetira Sur lrsquoeacutequivoque Boileau propuso la teoriacutea de que la ambiguumledad de las palabras es la verdadera fuente del mito

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Mucho contribuyoacute a la infl uencia de esta doctrina el hecho de que fuera aceptada con algunas reservas criacuteticas por el primer fi loacutesofo que tratoacute de crear una ldquofi losofiacutea sinteacuteticardquo una visioacuten coherente y comprensiva de todas las actividades de la mente humana basada en principios estrictamente empiacutericos y en la teoriacutea general de la evolucioacuten Herbert Spencer halloacute la fuente primera y principal de toda religioacuten en el culto de los antepasados El primer culto afi rmoacute eacutel no fue el culto de las fuerzas naturales sino el culto de los muertos8 Sin embargo con el fi n de comprender el traacutensito del culto de los antepasa-dos al culto de los dioses personales debemos introducir una nueva hipoacutetesis Seguacuten Spencer lo que hizo posible y hasta necesario este nuevo paso fueron el poder y la infl uencia per-durable del lenguaje El lenguaje humano es metafoacuterico en su esencia misma estaacute lleno de siacutemiles y analogiacuteas La mente pri-mitiva es incapaz de comprender estos siacutemiles en un sentido meramente metafoacuterico Toma estos siacutemiles por realidades y piensa y actuacutea de acuerdo con este principio Esta interpreta-cioacuten literal de los nombres metafoacutericos fue la que condujo desde las primeras formas elementales del culto de los antepa-sados desde la adoracioacuten de seres humanos hasta la adoracioacuten de plantas y animales y fi nalmente de grandes fuerzas de la naturaleza Un haacutebito comuacuten y muy extendido de las socieda-des primitivas es el de darles a los nintildeos recieacuten nacidos nom-bres de plantas animales estrellas y otros objetos naturales A los nintildeos se les llama ldquoTigrerdquo ldquoLeoacutenrdquo ldquoCuervordquo a las nintildeas ldquoLunardquo ldquoEstrellardquo Originariamente todos estos nombres no eran maacutes que epiheta ornantia los cuales expresaban ciertas cualidades personales que se atribuiacutean a los seres humanos De acuerdo con esta tendencia de la mente primitiva a entender

todos los teacuterminos en sentido literal era inevitable que se ma-linterpretasen esos nombres complementarios y esos tiacutetulos metafoacutericos Alguna vez ldquoAurorardquo se usariacutea como nombre pro-pio de persona las tradiciones referentes a una que se hubiese destacado conduciriacutean en la mente ingenua del salvaje a una identifi cacioacuten con la aurora misma y sus aventuras seriacutean in-terpretadas de la manera que pareciese maacutes congruente con la naturaleza de la aurora Es maacutes en las regiones donde tal nom-bre hubiese sido el propio de miembros de tribus adyacentes o de miembros de una misma tribu que hubieran vivido en tiempos distintos surgiriacutean genealogiacuteas incongruentes y aven-turas antagoacutenicas de la aurora9

Tambieacuten aquiacute encontramos explicado el fenoacutemeno del mito el panteoacuten entero del politeiacutesmo como una simple enferme-dad El culto de objetos conspicuos concebidos como perso-nas resulta de un error linguumliacutestico La grave objecioacuten a que puede someterse tal teoriacutea es manifi esta El mito es una de las maacutes antiguas y grandes fuerzas de la civilizacioacuten humana Estaacute conectado iacutentimamente con todas las demaacutes actividades huma-nas es inseparable del lenguaje de la poesiacutea del arte y del maacutes remoto pensamiento histoacuterico La ciencia misma tuvo que pasar por una etapa miacutetica antes de alcanzar la etapa loacutegica la alquimia precedioacute a la quiacutemica la astrologiacutea a la astronomiacutea Si las teoriacuteas de Max Muumlller y de Spencer fuesen ciertas tendriacutea-mos que admitir la conclusioacuten de que en resumidas cuentas la historia de la civilizacioacuten humana se debe a una simple equivo-cacioacuten a una mala interpretacioacuten de palabras y de teacuterminos Y no es una hipoacutetesis muy satisfactoria o plausible pensar que la cultura sea el producto de una mera ilusioacuten un malabarismo de palabras y un pueril juego de nombres G

8 Veacutease H Spencer The Principles of Sociology (1876) cap xx (Nueva York Appleton amp Co 1901 i 1901 i 285 ss) 9 Ibid xxii-xxiv i 329-394

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El mito y la sociedadJoseph Campbell

1- El que cambia de forma

No hay un sistema fi nal para la interpretacioacuten de los mitos y nunca habraacute tal cosa La mitologiacutea es como el dios Proteo ldquoel veraz anciano de los maresrdquo El dios ldquoprobaraacute de convertirse en todos los seres que se arrastran por la tierra y en agua y en ardentiacutesimo fuegordquo1

El viajero de la vida que quiera recibir ensentildeanzas de Proteo debe ldquosujetarlo aunque desee e intente escaparserdquo y fi nalmente apareceraacute en la forma que le es propia Pero este astuto dios nunca descubre ni siquiera ante el maacutes haacutebil interrogador el contenido iacutentegro de su sabiduriacutea Contestaraacute a la pregunta que se le haga y la respuesta seraacute grande o trivial seguacuten lo que se le haya preguntado ldquoCuando el sol siguiendo su curso llega al centro del cielo el veraz anciano de los mares oculto por negras y encrespadas olas salta en tierra al soplo del Ceacutefi -ro En seguida se acuesta en honda gruta y a su alrededor se ponen a dormir todas juntas las focas de nataacutetiles pies hijas de la hermosa Halosidne que salen del espumoso mar exhalando el acerbo olor del mar profundiacutesimordquo2 El rey guerrero griego Menelao guiado y ayudado por una hija de este viejo padre del mar a sus salvajes lares e instruido por ella de coacutemo lograr la respuesta del dios deseaba soacutelo preguntar el secreto de sus difi cultades personales y el paradero de sus amigos personales Y el dios se dignoacute a responder

La mitologiacutea ha sido interpretada por el intelecto moderno como un torpe esfuerzo primitivo para explicar el mundo de la naturaleza (Frazer) como una produccioacuten de fantasiacutea poeacutetica de los tiempo prehistoacutericos mal entendida por las edades pos-teriores (Muumlller) como un sustitutivo de la instruccioacuten alegoacute-rica para amoldar el individuo a su grupo (Durkheim) como un suentildeo colectivo sintomaacutetico de las urgencias arquetiacutepicas dentro de las profundidades de la psique humana (Jung) como el vehiacuteculo tradicional de las intuiciones metafiacutesicas maacutes pro-fundas del hombre (Coomaraswamy) y como la Revelacioacuten de Dios a Sus hijos (la Iglesia) La mitologiacutea es todo esto Los diferentes juicios estaacuten determinados por los diferentes puntos de vista de los jueces Pues cuando se la investiga en teacuterminos no de lo que es sino de coacutemo funciona de coacutemo ha servido a la especia humana en el pasado y de coacutemo puede servirle ahora

la mitologiacutea se muestra tan accesible como la vida misma a las obsesiones y necesidades del individuo la raza y la eacutepoca

2- La funcioacuten del mito del culto y de la meditacioacuten

En su forma viva el individuo es necesariamente soacutelo una frac-cioacuten y una distorsioacuten de la imagen total del hombre Estaacute limi-tado ya sea hembra o varoacuten tambieacuten lo estaacute en cualquier pe-riodo de su vida como nintildeo como joven como adulto o como anciano y no soacutelo eso sino que en su vida estaacute necesariamente especializado como artesano comerciante sirviente o ladroacuten sacerdote o liacuteder esposa monja o prostituta no puede serlo todo De aquiacute que la totalidad la plenitud del hombre no esteacute en un miembro aparte sino en el cuerpo de la sociedad como un todo el individuo puede soacutelo ser un oacutergano De su grupo ha tomado las teacutecnicas de vida el lenguaje en que piensa las ideas por las cuales lucha los genes que han construido su cuerpo descienden del pasado de esa sociedad Si pretende ais-larse ya sea en hechos pensamientos o sentimientos soacutelo lo-gra romper las relaciones con las fuentes de su existencia

Las ceremonias tribales de nacimiento la iniciacioacuten el ma-trimonio el entierro la adquisicioacuten de un estado social etc sirven para trasladar la crisis y hechos de la vida del individuo a formas claacutesicas e impersonales Estas formas tienen por obje-to mostrarlo a siacute mismo no como esta personalidad o la otra sino como el guerrero la desposada la viuda el sacerdote el jefe al mismo tiempo se representa para el resto de la comuni-dad la vieja leccioacuten de las etapas arquetiacutepicas Todos participan en el ceremonial de acuerdo con su rango y su funcioacuten La sociedad entera se hace visible como una unidad viva e impe-recedera Pasan generaciones de individuos como ceacutelulas anoacute-nimas de un cuerpo vivo pero permanece la forma sustentante e intemporal Por una ampliacioacuten de la visioacuten para abarcar a este superindividuo cada uno se descubre a siacute mismo engran-decido enriquecido apoyado y magnifi cado Su papel aunque no sea nada impresionante se ve como intriacutenseco a la bella imagen festiva del hombre la imagen potencial pero necesaria-mente inhibida que estaacute dentro del individuo

Los deberes sociales continuacutean la leccioacuten del festival en la existencia diaria y normal y se le da maacutes validez al individuo Por el contrario la indiferencia las revoluciones o el exilio rom-pen las conexiones vitales Desde el punto de vista de la unidad social el individuo aislado no es sino una nada un desperdicio De aquiacute que el hombre o la mujer puedan decir honestamente que han vivido su papel mdashya sea el de sacerdote prostituta reina o esclavomdash se refi eren al sentido completo del verbo ser

Joseph Campbell El heacuteroe de las mil caras Psicoanaacutelisis del mito Traduccioacuten de Luisa Josefi na Hernaacutendez fce Meacutexico 2006

1 Odisea iv 401 417-41 Traduccioacuten de Luis Segalaacute y Estalella2 Ibid 400-406

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Los ritos de la iniciacioacuten y de la adquisicioacuten de una situa-cioacuten pues muestran la leccioacuten de la unidad esencial del in-dividuo y el grupo los festivales de las estaciones abren un horizonte mayor Asiacute como el individuo es un oacutergano de la so-ciedad asiacute es la tribu o la ciudad mdashasiacute es la humanidad ente-ramdash soacutelo una fase del poderoso organismo del cosmos

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para domi-nar a la naturaleza Eacutesta es una representacioacuten equivocada Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre y particularmente en aquellas ceremonias maacutegicas que se supone han de traer lluvia curar las enfermedades o detener las inun-daciones sin embargo el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponieacutendolas a la magia ne-gra) es la sumisioacuten a lo inevitable del destino y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente

No se ha registrado ninguacuten mito tribal que intente postergar la llegada del invierno al contrario los ritos preparan a la co-munidad para soportar junto con el resto de la naturaleza la estacioacuten del friacuteo tremendo Y en la primavera los ritos no inten-tan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maiacutez frijol y calabazas para la comunidad debilitada por el contrario los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estacioacuten de la na-turaleza El maravilloso ciclo del antildeo es celebrado con todos sus contratiempos y periacuteodos de juacutebilo y es bosquejado y represen-tado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano

Muchas otras simbolizaciones de esta continuidad llenan el mundo de la comunidad mitoloacutegicamente instruida Por ejem-plo los clanes de las tribus cazadoras norteamericanas se con-sideraban descendientes de ancestros mitad animales y mitad humanos Estos ancestros no solamente eran los padres de los miembros humanos del clan sino tambieacuten de la especie animal de donde el clan tomaba su nombre Asiacute los miembros huma-nos del clan del castor eran primos hermanos de los castores protectores de dicha especie y al mismo tiempo protegidos por la sabiduriacutea animal del pueblo de los bosques Y otro ejemplo el hogan o choza de barro de los Naacutevajo de Nuevo Meacutexico y Arizona se construye seguacuten el plan de la idea del cosmos de los Naacutevajo La entrada estaacute hacia el oriente Los ocho lados re-presentan las cuatro direcciones principales y los puntos que quedan entre ellas Cada arista y cada viga corresponde a un elemento en el gran hogan de la tierra y el cielo que todo lo abarcan Y como el alma del hombre es considerada en su for-ma como ideacutentica al universo la choza de barro es la represen-tacioacuten de la armoniacutea baacutesica del hombre y del mundo y un re-cordatorio del escondido camino vital de la perfeccioacuten

Pero hay otro camino diametralmente opuesto al de los de-beres sociales y los cultos populares Desde el punto de vista del camino del deber el que es exiliado de la comunidad es nada Desde el otro punto de vista este exilio es el primer paso en la buacutesqueda Cada uno lleva el todo dentro de siacute mismo por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de eacutel Las diferen-ciaciones de sexo edad y ocupacioacuten no son esenciales a nuestro caraacutecter sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo La imagen interior del hombre no de-be confundirse con su atuendo Pensamos que somos ameri-canos hijos del siglo xx occidentales y cristianos civilizados Somos virtuosos o pecadores Sin embargo esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre denotan solamente acci-dentes geograacutefi cos fecha de nacimiento e ingresos econoacutemi-

cos iquestCuaacutel es el meollo de nosotros iquestCuaacutel es el caraacutecter baacutesico de nuestro ser

El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India los misterios heleacutenicos de las iniciaciones las antiguas fi losofiacuteas de Oriente y del Occidente son teacutecnicas para despla-zar el hincapieacute de la conciencia individual fuera de la presencia exterior Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo maacutes profundo ldquoYo no soy esto ni lo otro mdashmeditamdash no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir mi cuerpo que estaacute enfermo o envejece ni mi brazo mis ojos mi cabeza ni la suma de todas estas cosas No soy mis sentimientos ni mi men-te ni mi fuerza intuitivardquo Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y fi nalmente alcanza insondables rea-lizaciones Ninguacuten hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como Don Fu-lano de tal o cual poblacioacuten de cierto paiacutes La sociedad y los deberes se esfuman Don Fulano al descubrirse grande con el hombre se convierte en una persona abstraiacuteda y apartada

Eacutesta es la etapa de Narciso contemplaacutendose en la fuente del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del aacuterbol pero no es la uacuteltima meta es un requisito pero no es el fi n La meta no es ver sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia en-tonces el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola De aquiacute que la separacioacuten el aislamiento ya no sean necesarios Por dondequiera que vaya el heacuteroe y cualquier cosa que haga siempre estaacute en presencia de su propia esencia porque ha perfeccionado sus ojos para ver No hay aislamiento Asiacute como el camino de la participacioacuten social puede llevar a la realizacioacuten del Todo en el individuo asiacute el exilio trae al heacuteroe al Yo en todo

Centrado en este punto capital el problema del egoiacutesmo o del altruismo desaparece El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identifi cado con el signifi cado iacutentegro del uni-verso Por Eacutel y para Eacutel se ha hecho el mundo ldquoOh Mahoma mdashdijo Diosmdash si no fuera por ti no hubiera creado el cielordquo

3- El heacuteroe de hoy

Todo esto se halla lejos del punto de vista contemporaacuteneo pues el ideal democraacutetico del individuo que se determina a siacute mismo la invencioacuten de los artefactos mecaacutenicos y eleacutectricos y el desarrollo de los meacutetodos cientiacutefi cos de investigacioacuten han transformado la vida humana en tal forma que el universo in-temporal de siacutembolos hace mucho tiempo heredados ha sufri-do un colapso A esto se refi eren en el Zaratustra de Nietzsche las trascendentales palabras que anuncian una eacutepoca ldquoMuertos estaacuten los diosesrdquo3 Es una faacutebula que sabemos que se ha repeti-do de mil maneras Es el ciclo del heacuteroe de la edad moderna la maravillosa historia de la especie humana que llega a la ma-durez El lastre del pasado la atadura de la tradicioacuten han sido destruidos con seguros y poderosos golpes La telarantildea del suentildeo miacutetico cayoacute la mente se abrioacute a la iacutentegra conciencia despierta y el hombre moderno surgioacute de la ignorancia de los antiguos como una mariposa de su capullo o como el sol del amanecer surge del vientre de la madre noche

3 Nietzsche Asiacute habloacute Zaratustra 1223

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No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

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La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 15

Alguien lo deletreaEnrique Krauze

Hablaba poco de Dios Creo que descreiacutea En materia de reli-gioacuten estaba maacutes cerca de su jacobino abuelo que de su madre la piadosa dontildea Josefi na Estoy cierto de que en las tres religio-nes monoteiacutestas veiacutea un legado de intolerancia incompatible con su actitud de pluralidad Le divertiacutea contar la aneacutecdota de un fervoroso musulmaacuten que en el Himalaya le dijo casi a se-ntildeas ldquoMoiseacutes kaput Jesuacutes kaput soacutelo Mahoma viverdquo Paz pensaba que tambieacuten el maacutes reciente profeta estaba kaput y que la uacutenica religioacuten coherente con el misterio de nacer y morir era el Budismo Octavio mdashnombre latino al fi nmdash era un persona-je del mundo claacutesico buscaba la sabiduriacutea de Soacutecrates no la de Salomoacuten releiacutea a Lucrecio no la Biblia ni a San Agustiacuten no admiraba a Constantino sino a Juliano ldquoel apoacutestatardquo restaura-dor del Panteoacuten pagano Por su curiosidad universal en el arte el pensamiento y la ciencia era un hombre del Renacimiento por su espiacuteritu libre liberal y hasta secretamente libertino era un fi loacutesofo del Siglo xviii Por su arrojo creativo y su pasioacuten poliacutetica y poeacutetica fue un revolucionario del Siglo xx En suma un humanista pleno no un espiacuteritu religioso

Y sin embargo escribioacute su libro cumbre sobre Sor Juana Un dominicano el padre Juliaacuten lo invitaba a hablar sobre temas teoloacutegicos que por momentos lo atraiacutean casi tanto como a su amigo Luis Buntildeuel Quiso que en Vuelta rescataacuteramos un deba-te de 1942 sobre misticismo en el que habiacutean intervenido ade-maacutes de eacutel mismo Vasconcelos el padre Gallegos Rocafull y Joseacute Gaos Interpretoacute certeramente la obra y la vida de su ami-go Joseacute Revueltas como una extrantildea apasionada y atea imita-cioacuten de Cristo Y alguna vez me confi oacute una de las razones de su gran afecto por Gabriel Zaid con quien Paz mantuvo una con-versacioacuten ininterrumpida por casi medio siglo desde el diacutea en que hablaron por primera vez en Monterrey ldquonunca olvidareacute que Zaid encargoacute un novenario en la muerte de mi madrerdquo

El hombre que luchaba como leoacuten contra el inexorable avance de la muerte el viejo rey Lear maldiciendo al avaro destino que le escatimaba unos antildeos maacutes o siquiera unos me-ses no se abriacutea a la esperanza de lo trascendente ldquoCasi todos se quiebran frente a la muerte mdashme dijo Alejandro Rossimdash Octavio fue coherente hasta el fi nal no pidioacute un sacerdoterdquo Con todo en aquel uacuteltimo discurso en Coyoacaacuten habiacutea voltea-do hacia el cielo como invocaacutendolo las nubes se disiparon de pronto y aparecioacute el sol ldquoalliacute hay nubes y sol nubes y sol son palabras hermanas seamos dignos de las nubes del Valle de Meacutexico seamos dignos del sol del Valle de Meacutexicordquo

Antildeos atraacutes en una entrevista notable Carlos Castillo Pera-za le preguntoacute por el signifi cado de las famosas liacuteneas de su poema ldquoHermandadrdquo

Tambieacuten soy escrituraY en este mismo instanteAlguien me deletrea

Paz declaroacute su postura agnoacutestica No sabiacutea si ese ldquoalguienrdquo era un hombre como eacutel o un ser lejano maacutes allaacute de su poema ldquoPasado en clarordquo en el que aparece una tercera posibilidad la suya propia

Dios sin cuerpoCon lenguajes de cuerpo lo nombrabanMis sentidos Quise nombrarloCon un nombre solarUna palabra sin reveacutes

Era el Dios inmanente del amor y la poesiacutea G

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MitoJoseph Fontenrose

Debo aclarar desde el principio que por mito me refi ero a un relato tradicional que acompantildea a los rituales En primer lugar digo un relato algo que tiene un comienzo un desarrollo y un fi nal en otras palabras un argumento No utilizo pues el teacutermino de forma amplia y vaga para referirme a ideas animis-tas y teoloacutegicas en general Segundo me refi ero a un relato tradicional relato que en origen fue transmitido de forma oral Tercero me refi ero al tipo de relato que pretende narrar la ocasioacuten en que tuvo su origen alguna institucioacuten religiosa un culto o algunos de sus ritos y celebraciones y los actos divinos que sientan el precedente de los actos tradicionales realizados en el culto Se descubre que incluso los mitos de la creacioacuten estaacuten habitualmente relacionados con cultos A otros relatos tradi-cionales los independientes del culto se les denomina de ma-nera maacutes apropiada leyendas o cuentos populares aunque even-tualmente pueda incluirlos tambieacuten en el teacutermino mito o mi tologiacutea como se hace a menudo En efecto un mismo argu-mento puede aparecer en las tres clases de relato tradicional no es el argumento el que establece la diferencia y algunas va-riantes del mito del combate pertenecen al cuento heroico o al cuento de hadas pero no al mito auteacutentico

Al tratar de los mitos de paiacuteses antiguos debemos basarnos principalmente en las narraciones noticias y alusiones que se encuentran en la literatura antigua con un cierto apoyo en las obras del arte antiguo que representan escenas miacuteticas Muy rara vez el propoacutesito de ninguacuten escritor antiguo fue informar a los otros acerca del mito contarles una historia que no conocie-ran ya Esto es particularmente cierto del mito griego Se han recuperado textos de mitos de Babilonia y Egipto que contie-nen las propias versiones de mitos que estaban asociados con los rituales y los cultos y eran conocidos del sacerdocio y los devotos pero apenas nos ha llegado nada de ese tipo de Grecia Los escritores griegos no elaboraban textos rituales usaban los materiales miacuteticos para sus propios objetivos literarios particu-lares cambiando antildeadiendo suprimiendo fundiendo como les pareciacutea oportuno Aunque encontremos toda una narracioacuten miacutetica no un resumen ni un fragmento ni una alusioacuten no es probable que sea exactamente la versioacuten conocida por el pue-blo particularmente por el pueblo de aquellas zonas en las que el mito estaba vinculado a un culto Por consiguiente las fuen-tes son como fragmentos que deben ser reunidos estudiados

y combinados antes de que podamos saber coacutemo era realmente el conjunto

Al tratar de los mitos griegos muchos estudiosos suponen que un autor antiguo recibiacutea su conocimiento de un mito de escritores anteriores Asiacute pues es probable que se limiten a una historia literaria del mito y supongan que cualquier diferencia que se pueda encontrar debe de ser una innovacioacuten del autor en cuya obra se localiza por primera vez Por supuesto los es-critores posteriores fueron infl uidos por otros anteriores y por supuesto los escritores innovaron y cambiaron pero a me-nudo la supuesta innovacioacuten en un mito o un rasgo que apare-ce de forma tardiacutea en la tradicioacuten literaria tiene un paralelo en similares griegos o extranjeros del mito atestiguados por fuen-tes maacutes antiguas Es muy posible a veces probable que el au-tor lo tomara de la tradicioacuten oral si no de literatura ahora perdida teniacutea la tradicioacuten oral por todas partes Los eruditos han tendido a ignorar la transmisioacuten oral de los mitos o a su-poner que no existioacute despueacutes de una fecha temprana no espe-cifi cada sin embargo estuvo sin duda muy viva durante toda la Antiguumledad y en realidad nunca desaparecioacute sino que asumioacute un revestimiento cristiano en la Edad Media Se pueden en-contrar algunas huellas de la tradicioacuten oral en las paacuteginas de Pausanias y en algunas pinturas de vasijas pero en general hay que adivinarlas a partir del estudio comparado de las fuentes y los paralelos del mito

Por ello al tratar de los mitos griegos de combate utilizo todo el material pertinente recogido de la literatura y el arte griego y latino tanto antiguo como posterior A veces consigo una informacioacuten importante de escritores tardiacuteos y saco de ella conclusiones referentes a formas tempranas del mito analiza-do Pero habitualmente estas conclusiones sacadas de fuentes tardiacuteas encuentran apoyo en fuentes anteriores Es cierto tam-bieacuten que fuentes posteriores de los mitos mesopotaacutemicos egipcios e indios ofrecen un material valioso y que las conclu-siones basadas en ellos con frecuencia pueden ser apoyadas por pruebas anteriores Sobrevive poco de todo lo que se escribioacute en Heacutelade desde el siglo viii al iv o en el Oriente Proacuteximo du-rante el segundo milenio No tenemos registros de informado-res nativos La versioacuten tardiacutea de un mito puede haber apareci-do perfectamente antes por escrito o una versioacuten transmitida oralmente puede haber recibido entonces atencioacuten literaria por vez primera En pocas palabras no podemos ignorar nin-guna prueba todo nos es de utilidad

La misma permanencia del relato literario oscurece la natu-raleza fl uida de la tradicioacuten miacutetica Podemos inclinarnos a pensar que los mitos griegos se contaron siempre como los

Adelanto del libro de Joseph Fontenrose Python Estudio del mito deacutelfi co y sus oriacutegenes de proacutexima publicacioacuten (2008) por la editorial Sexto Piso Traduccioacuten de Mariacutea Tabuyo y Agustiacuten Loacutepez

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cuenta Ovidio Pero sin duda no fue asiacute Probablemente nin-guacuten griego del siglo v conociacutea ninguno de los mitos de Ovidio en la forma en que eacuteste los cuenta Cualquier narracioacuten que encontremos es la versioacuten conocida por un hombre en un mo-mento determinado El mito o el cuento popular desplazaacutendo-se de un lugar a otro pasando de una persona a otra de una generacioacuten a otra sufre cambios de manera constante se for-man nuevas versiones en cada regioacuten y en cada eacutepoca La ver-sioacuten nueva aparece cuando se cambian los detalles mdashcuando se da una expresioacuten algo diferente a un tema o un episodio cuan-do se antildeade o se quita algo cuando se cambia la secuencia de los episodiosmdash pero los nombres personales y los topoacutenimos permanecen inalterables Cuando una versioacuten particular en su progreso de un lugar a otro adquiere nombres nuevos para sus personajes y lugares se forma una variante nueva La variante es esencialmente la misma historia contada de dioses y hom-bres diferentes en un escenario diferente Eacutesta es la distincioacuten que establezco entre los teacuterminos versioacuten y variante que mu-chos investigadores utilizan de manera indistinta Un tipo es un argumento tradicional que aparece en varias variantes Es

una serie de episodios una constelacioacuten de temas que perma-nece bastante bien fi jada entre las variantes Puede haber cam-bios en la secuencia pueden desaparecer episodios o temas secundarios se pueden antildeadir caracteriacutesticas nuevas Pero debe haber un nuacutecleo duradero observable en todas las variantes para poder hablar de ldquotipordquo Por ejemplo pensemos en el rela-to tipo denominado ldquola esposa de Putifarrdquo El relato de Joseacute en el Geacutenesis es una variante hebrea de este tipo los relatos de Bellerophon Hippolytos y Teacutenedos son tres variantes griegas La variante de Hippolytos se contaba de maneras diferentes entre los griegos podemos denominar versioacuten a cada manera diferente Los nombres de Hippolytos Fedra Theseus dan unidad a la variante el argumento da unidad al tipo La dife-rencia entre variante y versioacuten se asemeja a la que existe entre especie y variedad el tipo es el gen

Un argumento tradicional al entrar en una nueva regioacuten se vincula habitualmente a los dioses o heacuteroes de esa regioacuten Los nombres cambian un pueblo puede sustituir por ejemplo con el dios que rige los fenoacutemenos atmosfeacutericos al dios homoacutelogo de la historia que ha tomado prestada Por ello el estudio de la

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difusioacuten del mito se interesa maacutes por los argumentos y los te-mas que por los participantes divinos o sus nombres Habitual-mente el origen y desarrollo del mito tiene poco o nada que ver con el origen de los dioses que aparecen en la variante na-cional o con el origen de sus nombres

Por eso este estudio al tratar de relacionar un mito con otro se interesa principalmente por los temas narrativos Por tema me refi ero a un rasgo o episodio recurrente de los relatos tradicionales Es una parte integral de la historia en que se encuentra pero es separable en el sentido de que puede apare-cer tambieacuten en otras historias tipo Algunos temas son esencia-les a un tipo otros pueden aparecer en una variante y estar ausentes en otra

El tema no se expresa de manera ideacutentica en cada versioacuten o variante cambia constantemente su ropaje externo de acuerdo con las costumbres nacionales o las caracteriacutesticas locales de los lugares en que se encuentra Puede oscurecerse o disfrazar-se pude ser que soacutelo quede una huella Si no fuera por esto todas las variantes se pareceriacutean mucho y seriacutea obvio el origen comuacuten Pero un origen comuacuten de los mitos de combate no es obvio por lo tanto es necesario un anaacutelisis temaacutetico cuidadoso de los diversos mitos Puede ser uacutetil sentildealar el tipo de variacio-nes que se producen en el tema

1 Mutaciones de papel cambios de rango de relacioacuten de clase Un heacuteroe puede reemplazar a un dios o a un gigante o un leoacuten puede reemplazar a un dragoacuten Un padre se puede con-vertir en abuelo tiacuteo hermano rey tutor una madre se puede convertir en abuela madre adoptiva nodriza esposa hermana esposa e hija se intercambian con frecuencia

2 Mutaciones en la accioacuten El modo de combate puede cambiar de una variante a otra Un tipo de castigo o de engantildeo puede ser sustituido por otro

3 Una caracteriacutestica llamativa de una variante puede quedar reducida en otra a algo menos sorprendente o puede estar dis-frazada La muerte puede transformarse en herida suentildeo de-rrota exilio desesperacioacuten Una accioacuten puede quedar mera-mente en un intento de accioacuten

4 Las acciones o rasgos de un personaje pueden transferir-se a otro del campeoacuten a su hijo esposa o ayudante incluso a su enemigo y viceversa

5 Se pueden combinar o fundir temas y papeles La heroiacutena

puede aprovecharse de la lujuria del enemigo para atraerle a la destruccioacuten La vigilancia por parte del dragoacuten de un manan-tial puede combinarse con su habitacioacuten en el mar su conten-cioacuten de las aguas su bloqueo de un camino y su control sobre un recinto sagrado

6 Puede haber expansioacuten o duplicacioacuten de temas personas episodios El campeoacuten puede dividirse en padre e hijo Un solo enemigo se puede convertir en el jefe y muacuteltiples subordina-dos Se pueden librar varios combates con varias muertes o derrotas del campeoacuten o del enemigo

Dado que a menudo se ha sentildealado la semejanza de los mi-tos con los suentildeos debemos observar que los modos en que se expresa un tema en los mitos reales presentan una marcada analogiacutea con los modos en que se expresa el pensamiento del suentildeo en el contenido del suentildeo seguacuten Freud los defi nioacute Freud apunta factores de condensacioacuten y desplazamiento A) Condensacioacuten es la convergencia de varios pensamientos del suentildeo en un punto clave que se convierte en un elemento uacuteni-co en el contenido del suentildeo Se puede ver una forma de con-densacioacuten en las personas compuestas de los suentildeos La con-densacioacuten corresponde a la combinacioacuten y fusioacuten del punto 5 supra B) El desplazamiento se manifi esta en la sustitucioacuten de una idea por otra sin alteracioacuten del signifi cado esencial o en la inversioacuten de las ideas transformacioacuten en lo contrario o en algo muy diferente Las mutaciones y reducciones de 1 a 4 supra son anaacutelogas a los desplazamientos del suentildeo Las duplicacio-nes de 6 corresponden a la duplicacioacuten que con frecuencia aparece en los suentildeos1

Eacutesos son los cambios que pueden experimentar los temas El estudioso debe reconocer que un tema puede asumir en un mito un revestimiento muy diferente del que tiene en otro Debe mirar a menudo debajo de la cobertura exterior para encontrar el tema Debe comprender tambieacuten que el pensa-miento miacutetico es iloacutegico para nuestros esquemas habituales tambieacuten en esto se parece al pensamiento de los suentildeos Ele-mentos opuestos contradictorios inconsecuencias pueden estar y estaacuten juntos en una misma intencioacuten y en una misma narracioacuten Sin embargo el mito no es un revoltijo de tonteriacuteas y absurdos tiene su propia loacutegica Quien estudia el mito debe tratar de comprender los modos miacuteticos del pensar G

1 Freud (ID) 319-397 especialmente 320-339

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Mito y lenguajeErnst Cassirer

En Primitive Culture Tylor propuso una teoriacutea antropoloacutegica basada en principios bioloacutegicos generales Eacutel fue uno de los primeros en aplicar los principios de Darwin al mundo cultu-ral La maacutexima natura non facit saltus no admite excepcioacuten Vale tanto para el mundo de la civilizacioacuten humana como para el mundo orgaacutenico Lo mismo el hombre civilizado que el no civilizado pertenecen a la misma especie la especie del homo sapiens Las caracteriacutesticas fundamentales de esta especie son las mismas en cada variante Si la teoriacutea de la evolucioacuten es ver-dadera no podemos admitir ninguacuten hiato entre el estadio maacutes bajo y el maacutes alto de la civilizacioacuten humana Pasamos del uno a los otros mediante una transicioacuten muy lenta y casi impercep-tible en la cual nunca encontramos solucioacuten de continuidad

Una concepcioacuten distinta del proceso de la civilizacioacuten hu-mana fue desarrollada en un ensayo publicado en 1856 tres antildeos antes de la aparicioacuten del libro de Darwin The Origin of the Species En su Comparative Mythology1 F Max Muumlller partioacute del principio de que es imposible alcanzar una verdadera com-prensioacuten del mito mientras se considere como un fenoacutemeno aislado Y sin embargo ninguacuten fenoacutemeno natural ninguacuten principio bioloacutegico puede guiarnos en nuestra investigacioacuten No existe ninguna analogiacutea real entre los fenoacutemenos naturales y los culturales La cultura humana debe ser estudiada de acuerdo con meacutetodos y principios especiacutefi cos iquestY doacutende po-driacuteamos encontrar una guiacutea mejor para este estudio que en el lenguaje humano el elemento en el cual el hombre vive se mueve y tiene su ser Como linguumlista y fi loacutelogo Muumlller estaba convencido de que el uacutenico enfoque cientiacutefi co para un estudio del mito era el enfoque linguumliacutestico Pero este fi n no podiacutea ser logrado antes de que la propia linguumliacutestica hubiese encontrado su camino y antes de que la gramaacutetica y la etimologiacutea estuvie-ran fundadas sobre una fi rme base cientiacutefi ca Hasta la primera mitad del siglo xix se llegoacute a dar este gran primer paso Entre el mito y el lenguaje no soacutelo existe una iacutentima relacioacuten sino una verdadera solidaridad Si entendemos la naturaleza de esta solidaridad habremos encontrado la llave del mundo miacutetico

El descubrimiento de la lengua y literatura saacutenscritas fue un hecho decisivo en el desenvolvimiento de nuestra conciencia

histoacuterica y en la evolucioacuten de todas las ciencias culturales Por su importancia e infl uencia puede compararse con la gran re-volucioacuten intelectual que produjo el sistema copernicano en el campo de la ciencia natural La hipoacutetesis copernicana invirtioacute la concepcioacuten del orden coacutesmico La tierra ya no estaba en el centro del universo se convirtioacute en un ldquoastro entre los astrosrdquo La concepcioacuten geoceacutentrica del mundo fiacutesico fue descartada En el mismo sentido en contacto con la literatura saacutenscrita puso fi n a esa concepcioacuten de la cultura humana que estableciacutea su centro verdadero y uacutenico en el mundo de la antiguumledad claacutesica A partir de entonces el mundo greco-romano no podiacutea ser considerado maacutes que como una simple provincia un pequentildeo sector del universo de la cultura humana La fi losofiacutea de la historia tuvo que fundarse sobre una base nueva y maacutes amplia Hegel llamoacute al descubrimiento del origen comuacuten del griego y el saacutenscrito el descubrimiento de un nuevo mundo Quienes estudiaban gramaacutetica comparada en el siglo xix consideraron su trabajo bajo esta misma luz Estaban convencidos de que habiacutean encontrado la palabra maacutegica la uacutenica que podiacutea abrir las puertas al entendimiento de la historia de la civilizacioacuten humana La fi lologiacutea comparada declaroacute Max Muumlller ha pues-to a la edad mitoloacutegica y mitopeacuteyica de la humanidad que antes estaba velada por la oscuridad ante la brillante luz de la investigacioacuten cientiacutefi ca y dentro del recinto de la historia do-cumental Ha puesto en nuestras manos un telescopio de tal potencia que donde antes alcanzaacutebamos a ver soacutelo nebulosida-des ahora descubrimos formas distintas y perfi les maacutes auacuten nos ha proporcionado lo que podemos llamar testimonios con-temporaacuteneos exhibiendo ante nosotros el estado de pensa-miento de lenguaje religioacuten y civilizacioacuten de un periacuteodo en que el saacutenscrito no era todaviacutea el saacutenscrito el griego no era todaviacutea el griego pero en el cual lo mismo estos dos que el latiacuten el germaacutenico y otros dialectos arios existiacutean todaviacutea como un solo lenguaje indiviso La niebla de la mitologiacutea se desvaneceraacute gradualmente y nos permitiraacute descubrir tras las fl otantes nubes de la aurora del pensamiento y el lenguaje esa naturaleza verdadera que la mitologiacutea ha encubierto y disfraza-do por tan largo tiempo2

Por otro lado esa conexioacuten entre el lenguaje y el mito la cual prometiacutea una solucioacuten clara y defi nida para el antiguo enigma entrantildeaba una gran difi cultad Cierto es que el lengua-je y el mito tienen una raiacutez comuacuten pero no son en modo algu-

Ernst Cassirer El mito del Estado Traduccioacuten de Eduardo Nicol fce Meacutexico 2004

1 Publicado por primera vez en Oxford Essays (Londres John W Parker and Son 1856) pp 1-87 Reproducido en Selected Essays on Language Mythology and Religion (Londres Longmans Green and Co 1881) pp 299-451

2 Muumlller ldquoComparative Mythologyrdquo op cit pp II 33 86 Selected Essays I 315 358 449 ss

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no ideacutenticos en su estructura El lenguaje ofrece siempre un caraacutecter estrictamente loacutegico el mito parece desafi ar todas las reglas loacutegicas es incoherente caprichoso irracional iquestCoacutemo podemos reunir estos dos elementos incompatibles

Para responder a esta pregunta Max Muumlller y otros autores pertenecientes a la escuela de la mitologiacutea comparada idearon un plan muy ingenioso El mito dijeron no es en realidad sino un aspecto del lenguaje aunque un aspecto maacutes bien negativo que positivo El mito no se origina de sus virtudes sino de sus vicios Es cierto que el lenguaje es racional y loacutegico pero por otra parte es tambieacuten una fuente de ilusiones y falacias El lo-gro mayor del lenguaje es a la vez fuente de sus defectos El lenguaje se compone de nombres generales pero la generalidad implica siempre ambiguumledad La polionimia y la sinonimia de las palabras no son un rasgo accidental del lenguaje derivan de su naturaleza misma Como sea que la mayoriacutea de los objetos tienen maacutes de un atributo y como quiera que bajo aspectos

diferentes uno u otro de los atributos puede parecer apropiado para el acto de la denominacioacuten ocurrioacute por necesidad que la mayoriacutea de los objetos durante el primer periacuteodo del lenguaje humano tuvo maacutes de un nombre Cuanto maacutes antigua es una lengua tanto maacutes rica en sinoacutenimos Por otra parte si se em-plean constantemente estos sinoacutenimos deben naturalmente originar un nuacutemero de homoacutenimos Si podemos llamar al sol con cincuenta nombres expresivos de diferentes cualidades algunos de estos nombres seraacuten aplicables a otros objetos que puedan poseer las mismas cualidades Estos objetos distintos vendriacutean entonces a llamarse por el mismo nombre mdashse con-vertiriacutean en homoacutenimos Eacuteste es el punto vulnerable del len-guaje y eacuteste es al mismo tiempo el origen histoacuterico del mito iquestCoacutemo podemos dar razoacuten mdashse pregunta Max Muumlllermdash de esta fase de la mente humana que dio origen a los extraordina-rios relatos de dioses y heacuteroes de gorgonas y quimeras de cosas que el ojo humano no habiacutea visto nunca y que ninguna

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mente humana en sus cabales pudo haber concebido jamaacutes A menos que podamos dar respuesta a esta pregunta nuestra creencia en un progreso regular y consecuente del intelecto humano a traveacutes de todas las edades y en todos los lugares tendraacute que ser abandonada como una teoriacutea falsa A pesar de todo despueacutes del descubrimiento de la linguumliacutestica comparada estamos en situacioacuten de evitar ese escepticismo y de quitar ese obstaacuteculo de en medio Vemos que el progreso mismo del len-guaje mdashuno de los maacutes grandes hechos de la civilizacioacuten hu-manamdash condujo inevitablemente a otro fenoacutemeno al fenoacuteme-no del mito Si existiacutean dos nombres para el mismo objeto es natural y en verdad inevitable que dos personas pudieran bro-tar de los dos nombres y como los mismos relatos podiacutean contarse de la una y de la otra seriacutean representadas como her-manos y hermanas como padres e hijos3

Si aceptamos esta teoriacutea la difi cultad queda resuelta Pode-mos explicar muy bien de queacute modo la actividad racional del lenguaje humano ha conducido a las irracionalidades e incom-prensibilidades del mito La mente humana opera siempre de una manera racional Aun la mente primitiva era una mente cabal y normal Pero por otra parte era una mente rudimen-taria e inexperta En el caso en que estaba la mente inexperta expuesta constantemente a una grave tentacioacuten mdashla falacia y la ambiguumledad de las palabrasmdash no es de extrantildear que cayera en ella Eacuteste es el verdadero origen del pensamiento miacutetico El lenguaje no es tan soacutelo una escuela de sabiduriacutea es tambieacuten una escuela de desatino El mito nos revela este uacuteltimo aspecto no es maacutes que la oscura sombra que el lenguaje proyecta sobre el mundo del pensamiento humano

De este modo se presenta a la mitologiacutea como patoloacutegica asiacute en su origen como en su esencia Es una enfermedad que em-pieza en el campo del lenguaje y que luego se difunde en una peligrosa infeccioacuten por todo el cuerpo de la civilizacioacuten huma-na Pero aunque sea una locura hay en ella un meacutetodo En la mitologiacutea griega asiacute como en otras mitologiacuteas encontramos por ejemplo el relato de una gran inundacioacuten que destruyoacute a la raza humana entera Solamente una pareja Deucalioacuten y su es-posa Pirra se salvoacute del diluvio y fue enviada por Zeus a la Heacute-lade Cayeron los dos sobre el monte Parnaso y alliacute les aconse-joacute el oraacuteculo que echaron tras de siacute los ldquohuesos de su madrerdquo Deucalioacuten dio con la verdadera interpretacioacuten de este oraacuteculo recogioacute las piedras esparcidas por el campo y las tiroacute por encima de sus hombros De estas piedras surgioacute una nueva raza de hom-bre y mujeres iquestQueacute cosa hay maacutes ridiacutecula mdashse pregunta Max Muumlllermdash que este modo de explicar el origen de la raza huma-na Y sin embargo se hace faacutecilmente comprensible cuando empleamos la clave que nos da la ciencia de la etimologiacutea com-parada Todo el relato se reduce a un simple juego de palabras mdashuna confusioacuten entre dos teacuterminos homoacutenimosmdash entre λαός y λἀας4 Eacuteste de acuerdo con su opinioacuten es todo el secreto de la mitologiacutea

Si analizamos esta teoriacutea encontramos que contiene una extrantildea mezcla de racionalismo y romanticismo El elemento romaacutentico es manifi esto y parece ser el preponderante En cierto sentido Max Muumlller habla como un disciacutepulo de Nova-lis o de Schleiermacher Rechaza la teoriacutea de que el origen de

la religioacuten hay que buscarlo en el animismo o en la adoracioacuten de las grandes fuerzas naturales Hay ciertamente una religioacuten natural o fiacutesica una adoracioacuten del juego del sol de la luna del cielo despejado pero esta religioacuten fiacutesica es tan soacutelo un aspecto singular y un fenoacutemeno derivado No nos ofrece el todo y no nos conduce a la fuente primera y principal El verdadero ori-gen de la religioacuten hay que buscarlo en un estrato maacutes profundo del pensar y el sentir Lo que primero fascinoacute a los hombres no fueron los objetos de su alrededor Aun la mente primitiva es-taba mucho maacutes impresionada por el gran espec taacuteculo de la naturaleza tomada como un todo La naturaleza era lo desco-nocido en el sentido de algo opuesto a lo conocido lo infi nito en el sentido de lo que se distingue de lo fi nito Fue este senti-miento lo que desde los primero tiempos promovioacute el impul-so hacia el pensamiento religioso y el lenguaje La inmediata percepcioacuten del Infi nito ha formado desde el principio mismo el ingrediente y el necesario complemento de todo conocimiento fi nito Los rudimentos de expresiones mitoloacutegicas religiosas y fi losoacutefi cas posteriores estaban ya presentes en la temprana presioacuten del Infi nito sobre nuestros sentidos y esta presioacuten es la primera fuente y el origen real de todas nuestras creencias religiosas5 iquestPor queacute tenemos que maravillarnos de los anti-guos mdashpreguntaba Max Muumlllermdash de su lenguaje palpitante de vida y refulgente de color si en vez de los grises perfi les del pensamiento moderno exhalaban esas formas vivientes de la naturaleza dotadas de fuerza humana o maacutes bien de fuerzas sobrehumanas en tanto que la luz del sol brillaba maacutes que la del ojo humano y el bramar de la tormenta opacaba los gritos de la voz humana6 Esto suena muy romaacutentico pero no debe-mos dejarnos engantildear por el estilo coloreado y romaacutentico de Max Muumlller Su teoriacutea tomada en conjunto sigue siendo es-trictamente racionalista e intelectualista

En el fondo su concepcioacuten del mito no se encuentra muy distante del siglo xviii y de los pensadores de la Ilustracioacuten7 Claro estaacute que ya no considera al mito y a la religioacuten como una simple invencioacuten arbitraria un truco de la astucia clerical Pero admite que la religioacuten al fi n y al cabo no es maacutes que una gran ilusioacuten no un engantildeo consciente sino inconsciente un engantildeo promovido por la naturaleza de la mente humana y ante todo por la naturaleza del lenguaje humano El mito sigue siendo siempre un caso patoloacutegico Pero ahora estamos en situacioacuten de comprender la patologiacutea del mito sin recurrir a la hipoacutetesis de un defecto inherente a la mente humana misma Si se reco-noce que el lenguaje es la fuente del mito entonces hasta las incongruencias y contradicciones del pensamiento miacutetico que-dan reducidas a un poder universal y objetivo y por tanto en-teramente racional

3 Veacutease Muumlller op cit pp 44 Selected Essays I 3784 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p8 Selected Essays I 310

5 Veacutease F Max Muumlller Natural Religion The Gifford Lectures 1888 (Londres y Nueva York Longmans Green amp Co 1889) con-ferencia V ldquoMy own defi nition of Religionrdquo pp 103-140 Physical Religion The Gifford Lectures 1890 (Londres y Nueva York Long-mans Green amp Co 1891) conferencia VI ldquoPhysical Religion The Natural and the Supernatur alrdquo pp 119 ss

6 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p 37 Selected Essays I 3657 Es un hecho curioso que los primeros elementos de la teoriacutea de

Max Muumlller hayan de buscarse en los escritos de uno de los grandes racionalistas En su saacutetira Sur lrsquoeacutequivoque Boileau propuso la teoriacutea de que la ambiguumledad de las palabras es la verdadera fuente del mito

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Mucho contribuyoacute a la infl uencia de esta doctrina el hecho de que fuera aceptada con algunas reservas criacuteticas por el primer fi loacutesofo que tratoacute de crear una ldquofi losofiacutea sinteacuteticardquo una visioacuten coherente y comprensiva de todas las actividades de la mente humana basada en principios estrictamente empiacutericos y en la teoriacutea general de la evolucioacuten Herbert Spencer halloacute la fuente primera y principal de toda religioacuten en el culto de los antepasados El primer culto afi rmoacute eacutel no fue el culto de las fuerzas naturales sino el culto de los muertos8 Sin embargo con el fi n de comprender el traacutensito del culto de los antepasa-dos al culto de los dioses personales debemos introducir una nueva hipoacutetesis Seguacuten Spencer lo que hizo posible y hasta necesario este nuevo paso fueron el poder y la infl uencia per-durable del lenguaje El lenguaje humano es metafoacuterico en su esencia misma estaacute lleno de siacutemiles y analogiacuteas La mente pri-mitiva es incapaz de comprender estos siacutemiles en un sentido meramente metafoacuterico Toma estos siacutemiles por realidades y piensa y actuacutea de acuerdo con este principio Esta interpreta-cioacuten literal de los nombres metafoacutericos fue la que condujo desde las primeras formas elementales del culto de los antepa-sados desde la adoracioacuten de seres humanos hasta la adoracioacuten de plantas y animales y fi nalmente de grandes fuerzas de la naturaleza Un haacutebito comuacuten y muy extendido de las socieda-des primitivas es el de darles a los nintildeos recieacuten nacidos nom-bres de plantas animales estrellas y otros objetos naturales A los nintildeos se les llama ldquoTigrerdquo ldquoLeoacutenrdquo ldquoCuervordquo a las nintildeas ldquoLunardquo ldquoEstrellardquo Originariamente todos estos nombres no eran maacutes que epiheta ornantia los cuales expresaban ciertas cualidades personales que se atribuiacutean a los seres humanos De acuerdo con esta tendencia de la mente primitiva a entender

todos los teacuterminos en sentido literal era inevitable que se ma-linterpretasen esos nombres complementarios y esos tiacutetulos metafoacutericos Alguna vez ldquoAurorardquo se usariacutea como nombre pro-pio de persona las tradiciones referentes a una que se hubiese destacado conduciriacutean en la mente ingenua del salvaje a una identifi cacioacuten con la aurora misma y sus aventuras seriacutean in-terpretadas de la manera que pareciese maacutes congruente con la naturaleza de la aurora Es maacutes en las regiones donde tal nom-bre hubiese sido el propio de miembros de tribus adyacentes o de miembros de una misma tribu que hubieran vivido en tiempos distintos surgiriacutean genealogiacuteas incongruentes y aven-turas antagoacutenicas de la aurora9

Tambieacuten aquiacute encontramos explicado el fenoacutemeno del mito el panteoacuten entero del politeiacutesmo como una simple enferme-dad El culto de objetos conspicuos concebidos como perso-nas resulta de un error linguumliacutestico La grave objecioacuten a que puede someterse tal teoriacutea es manifi esta El mito es una de las maacutes antiguas y grandes fuerzas de la civilizacioacuten humana Estaacute conectado iacutentimamente con todas las demaacutes actividades huma-nas es inseparable del lenguaje de la poesiacutea del arte y del maacutes remoto pensamiento histoacuterico La ciencia misma tuvo que pasar por una etapa miacutetica antes de alcanzar la etapa loacutegica la alquimia precedioacute a la quiacutemica la astrologiacutea a la astronomiacutea Si las teoriacuteas de Max Muumlller y de Spencer fuesen ciertas tendriacutea-mos que admitir la conclusioacuten de que en resumidas cuentas la historia de la civilizacioacuten humana se debe a una simple equivo-cacioacuten a una mala interpretacioacuten de palabras y de teacuterminos Y no es una hipoacutetesis muy satisfactoria o plausible pensar que la cultura sea el producto de una mera ilusioacuten un malabarismo de palabras y un pueril juego de nombres G

8 Veacutease H Spencer The Principles of Sociology (1876) cap xx (Nueva York Appleton amp Co 1901 i 1901 i 285 ss) 9 Ibid xxii-xxiv i 329-394

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El mito y la sociedadJoseph Campbell

1- El que cambia de forma

No hay un sistema fi nal para la interpretacioacuten de los mitos y nunca habraacute tal cosa La mitologiacutea es como el dios Proteo ldquoel veraz anciano de los maresrdquo El dios ldquoprobaraacute de convertirse en todos los seres que se arrastran por la tierra y en agua y en ardentiacutesimo fuegordquo1

El viajero de la vida que quiera recibir ensentildeanzas de Proteo debe ldquosujetarlo aunque desee e intente escaparserdquo y fi nalmente apareceraacute en la forma que le es propia Pero este astuto dios nunca descubre ni siquiera ante el maacutes haacutebil interrogador el contenido iacutentegro de su sabiduriacutea Contestaraacute a la pregunta que se le haga y la respuesta seraacute grande o trivial seguacuten lo que se le haya preguntado ldquoCuando el sol siguiendo su curso llega al centro del cielo el veraz anciano de los mares oculto por negras y encrespadas olas salta en tierra al soplo del Ceacutefi -ro En seguida se acuesta en honda gruta y a su alrededor se ponen a dormir todas juntas las focas de nataacutetiles pies hijas de la hermosa Halosidne que salen del espumoso mar exhalando el acerbo olor del mar profundiacutesimordquo2 El rey guerrero griego Menelao guiado y ayudado por una hija de este viejo padre del mar a sus salvajes lares e instruido por ella de coacutemo lograr la respuesta del dios deseaba soacutelo preguntar el secreto de sus difi cultades personales y el paradero de sus amigos personales Y el dios se dignoacute a responder

La mitologiacutea ha sido interpretada por el intelecto moderno como un torpe esfuerzo primitivo para explicar el mundo de la naturaleza (Frazer) como una produccioacuten de fantasiacutea poeacutetica de los tiempo prehistoacutericos mal entendida por las edades pos-teriores (Muumlller) como un sustitutivo de la instruccioacuten alegoacute-rica para amoldar el individuo a su grupo (Durkheim) como un suentildeo colectivo sintomaacutetico de las urgencias arquetiacutepicas dentro de las profundidades de la psique humana (Jung) como el vehiacuteculo tradicional de las intuiciones metafiacutesicas maacutes pro-fundas del hombre (Coomaraswamy) y como la Revelacioacuten de Dios a Sus hijos (la Iglesia) La mitologiacutea es todo esto Los diferentes juicios estaacuten determinados por los diferentes puntos de vista de los jueces Pues cuando se la investiga en teacuterminos no de lo que es sino de coacutemo funciona de coacutemo ha servido a la especia humana en el pasado y de coacutemo puede servirle ahora

la mitologiacutea se muestra tan accesible como la vida misma a las obsesiones y necesidades del individuo la raza y la eacutepoca

2- La funcioacuten del mito del culto y de la meditacioacuten

En su forma viva el individuo es necesariamente soacutelo una frac-cioacuten y una distorsioacuten de la imagen total del hombre Estaacute limi-tado ya sea hembra o varoacuten tambieacuten lo estaacute en cualquier pe-riodo de su vida como nintildeo como joven como adulto o como anciano y no soacutelo eso sino que en su vida estaacute necesariamente especializado como artesano comerciante sirviente o ladroacuten sacerdote o liacuteder esposa monja o prostituta no puede serlo todo De aquiacute que la totalidad la plenitud del hombre no esteacute en un miembro aparte sino en el cuerpo de la sociedad como un todo el individuo puede soacutelo ser un oacutergano De su grupo ha tomado las teacutecnicas de vida el lenguaje en que piensa las ideas por las cuales lucha los genes que han construido su cuerpo descienden del pasado de esa sociedad Si pretende ais-larse ya sea en hechos pensamientos o sentimientos soacutelo lo-gra romper las relaciones con las fuentes de su existencia

Las ceremonias tribales de nacimiento la iniciacioacuten el ma-trimonio el entierro la adquisicioacuten de un estado social etc sirven para trasladar la crisis y hechos de la vida del individuo a formas claacutesicas e impersonales Estas formas tienen por obje-to mostrarlo a siacute mismo no como esta personalidad o la otra sino como el guerrero la desposada la viuda el sacerdote el jefe al mismo tiempo se representa para el resto de la comuni-dad la vieja leccioacuten de las etapas arquetiacutepicas Todos participan en el ceremonial de acuerdo con su rango y su funcioacuten La sociedad entera se hace visible como una unidad viva e impe-recedera Pasan generaciones de individuos como ceacutelulas anoacute-nimas de un cuerpo vivo pero permanece la forma sustentante e intemporal Por una ampliacioacuten de la visioacuten para abarcar a este superindividuo cada uno se descubre a siacute mismo engran-decido enriquecido apoyado y magnifi cado Su papel aunque no sea nada impresionante se ve como intriacutenseco a la bella imagen festiva del hombre la imagen potencial pero necesaria-mente inhibida que estaacute dentro del individuo

Los deberes sociales continuacutean la leccioacuten del festival en la existencia diaria y normal y se le da maacutes validez al individuo Por el contrario la indiferencia las revoluciones o el exilio rom-pen las conexiones vitales Desde el punto de vista de la unidad social el individuo aislado no es sino una nada un desperdicio De aquiacute que el hombre o la mujer puedan decir honestamente que han vivido su papel mdashya sea el de sacerdote prostituta reina o esclavomdash se refi eren al sentido completo del verbo ser

Joseph Campbell El heacuteroe de las mil caras Psicoanaacutelisis del mito Traduccioacuten de Luisa Josefi na Hernaacutendez fce Meacutexico 2006

1 Odisea iv 401 417-41 Traduccioacuten de Luis Segalaacute y Estalella2 Ibid 400-406

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Los ritos de la iniciacioacuten y de la adquisicioacuten de una situa-cioacuten pues muestran la leccioacuten de la unidad esencial del in-dividuo y el grupo los festivales de las estaciones abren un horizonte mayor Asiacute como el individuo es un oacutergano de la so-ciedad asiacute es la tribu o la ciudad mdashasiacute es la humanidad ente-ramdash soacutelo una fase del poderoso organismo del cosmos

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para domi-nar a la naturaleza Eacutesta es una representacioacuten equivocada Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre y particularmente en aquellas ceremonias maacutegicas que se supone han de traer lluvia curar las enfermedades o detener las inun-daciones sin embargo el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponieacutendolas a la magia ne-gra) es la sumisioacuten a lo inevitable del destino y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente

No se ha registrado ninguacuten mito tribal que intente postergar la llegada del invierno al contrario los ritos preparan a la co-munidad para soportar junto con el resto de la naturaleza la estacioacuten del friacuteo tremendo Y en la primavera los ritos no inten-tan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maiacutez frijol y calabazas para la comunidad debilitada por el contrario los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estacioacuten de la na-turaleza El maravilloso ciclo del antildeo es celebrado con todos sus contratiempos y periacuteodos de juacutebilo y es bosquejado y represen-tado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano

Muchas otras simbolizaciones de esta continuidad llenan el mundo de la comunidad mitoloacutegicamente instruida Por ejem-plo los clanes de las tribus cazadoras norteamericanas se con-sideraban descendientes de ancestros mitad animales y mitad humanos Estos ancestros no solamente eran los padres de los miembros humanos del clan sino tambieacuten de la especie animal de donde el clan tomaba su nombre Asiacute los miembros huma-nos del clan del castor eran primos hermanos de los castores protectores de dicha especie y al mismo tiempo protegidos por la sabiduriacutea animal del pueblo de los bosques Y otro ejemplo el hogan o choza de barro de los Naacutevajo de Nuevo Meacutexico y Arizona se construye seguacuten el plan de la idea del cosmos de los Naacutevajo La entrada estaacute hacia el oriente Los ocho lados re-presentan las cuatro direcciones principales y los puntos que quedan entre ellas Cada arista y cada viga corresponde a un elemento en el gran hogan de la tierra y el cielo que todo lo abarcan Y como el alma del hombre es considerada en su for-ma como ideacutentica al universo la choza de barro es la represen-tacioacuten de la armoniacutea baacutesica del hombre y del mundo y un re-cordatorio del escondido camino vital de la perfeccioacuten

Pero hay otro camino diametralmente opuesto al de los de-beres sociales y los cultos populares Desde el punto de vista del camino del deber el que es exiliado de la comunidad es nada Desde el otro punto de vista este exilio es el primer paso en la buacutesqueda Cada uno lleva el todo dentro de siacute mismo por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de eacutel Las diferen-ciaciones de sexo edad y ocupacioacuten no son esenciales a nuestro caraacutecter sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo La imagen interior del hombre no de-be confundirse con su atuendo Pensamos que somos ameri-canos hijos del siglo xx occidentales y cristianos civilizados Somos virtuosos o pecadores Sin embargo esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre denotan solamente acci-dentes geograacutefi cos fecha de nacimiento e ingresos econoacutemi-

cos iquestCuaacutel es el meollo de nosotros iquestCuaacutel es el caraacutecter baacutesico de nuestro ser

El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India los misterios heleacutenicos de las iniciaciones las antiguas fi losofiacuteas de Oriente y del Occidente son teacutecnicas para despla-zar el hincapieacute de la conciencia individual fuera de la presencia exterior Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo maacutes profundo ldquoYo no soy esto ni lo otro mdashmeditamdash no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir mi cuerpo que estaacute enfermo o envejece ni mi brazo mis ojos mi cabeza ni la suma de todas estas cosas No soy mis sentimientos ni mi men-te ni mi fuerza intuitivardquo Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y fi nalmente alcanza insondables rea-lizaciones Ninguacuten hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como Don Fu-lano de tal o cual poblacioacuten de cierto paiacutes La sociedad y los deberes se esfuman Don Fulano al descubrirse grande con el hombre se convierte en una persona abstraiacuteda y apartada

Eacutesta es la etapa de Narciso contemplaacutendose en la fuente del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del aacuterbol pero no es la uacuteltima meta es un requisito pero no es el fi n La meta no es ver sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia en-tonces el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola De aquiacute que la separacioacuten el aislamiento ya no sean necesarios Por dondequiera que vaya el heacuteroe y cualquier cosa que haga siempre estaacute en presencia de su propia esencia porque ha perfeccionado sus ojos para ver No hay aislamiento Asiacute como el camino de la participacioacuten social puede llevar a la realizacioacuten del Todo en el individuo asiacute el exilio trae al heacuteroe al Yo en todo

Centrado en este punto capital el problema del egoiacutesmo o del altruismo desaparece El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identifi cado con el signifi cado iacutentegro del uni-verso Por Eacutel y para Eacutel se ha hecho el mundo ldquoOh Mahoma mdashdijo Diosmdash si no fuera por ti no hubiera creado el cielordquo

3- El heacuteroe de hoy

Todo esto se halla lejos del punto de vista contemporaacuteneo pues el ideal democraacutetico del individuo que se determina a siacute mismo la invencioacuten de los artefactos mecaacutenicos y eleacutectricos y el desarrollo de los meacutetodos cientiacutefi cos de investigacioacuten han transformado la vida humana en tal forma que el universo in-temporal de siacutembolos hace mucho tiempo heredados ha sufri-do un colapso A esto se refi eren en el Zaratustra de Nietzsche las trascendentales palabras que anuncian una eacutepoca ldquoMuertos estaacuten los diosesrdquo3 Es una faacutebula que sabemos que se ha repeti-do de mil maneras Es el ciclo del heacuteroe de la edad moderna la maravillosa historia de la especie humana que llega a la ma-durez El lastre del pasado la atadura de la tradicioacuten han sido destruidos con seguros y poderosos golpes La telarantildea del suentildeo miacutetico cayoacute la mente se abrioacute a la iacutentegra conciencia despierta y el hombre moderno surgioacute de la ignorancia de los antiguos como una mariposa de su capullo o como el sol del amanecer surge del vientre de la madre noche

3 Nietzsche Asiacute habloacute Zaratustra 1223

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No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

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La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
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16 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

MitoJoseph Fontenrose

Debo aclarar desde el principio que por mito me refi ero a un relato tradicional que acompantildea a los rituales En primer lugar digo un relato algo que tiene un comienzo un desarrollo y un fi nal en otras palabras un argumento No utilizo pues el teacutermino de forma amplia y vaga para referirme a ideas animis-tas y teoloacutegicas en general Segundo me refi ero a un relato tradicional relato que en origen fue transmitido de forma oral Tercero me refi ero al tipo de relato que pretende narrar la ocasioacuten en que tuvo su origen alguna institucioacuten religiosa un culto o algunos de sus ritos y celebraciones y los actos divinos que sientan el precedente de los actos tradicionales realizados en el culto Se descubre que incluso los mitos de la creacioacuten estaacuten habitualmente relacionados con cultos A otros relatos tradi-cionales los independientes del culto se les denomina de ma-nera maacutes apropiada leyendas o cuentos populares aunque even-tualmente pueda incluirlos tambieacuten en el teacutermino mito o mi tologiacutea como se hace a menudo En efecto un mismo argu-mento puede aparecer en las tres clases de relato tradicional no es el argumento el que establece la diferencia y algunas va-riantes del mito del combate pertenecen al cuento heroico o al cuento de hadas pero no al mito auteacutentico

Al tratar de los mitos de paiacuteses antiguos debemos basarnos principalmente en las narraciones noticias y alusiones que se encuentran en la literatura antigua con un cierto apoyo en las obras del arte antiguo que representan escenas miacuteticas Muy rara vez el propoacutesito de ninguacuten escritor antiguo fue informar a los otros acerca del mito contarles una historia que no conocie-ran ya Esto es particularmente cierto del mito griego Se han recuperado textos de mitos de Babilonia y Egipto que contie-nen las propias versiones de mitos que estaban asociados con los rituales y los cultos y eran conocidos del sacerdocio y los devotos pero apenas nos ha llegado nada de ese tipo de Grecia Los escritores griegos no elaboraban textos rituales usaban los materiales miacuteticos para sus propios objetivos literarios particu-lares cambiando antildeadiendo suprimiendo fundiendo como les pareciacutea oportuno Aunque encontremos toda una narracioacuten miacutetica no un resumen ni un fragmento ni una alusioacuten no es probable que sea exactamente la versioacuten conocida por el pue-blo particularmente por el pueblo de aquellas zonas en las que el mito estaba vinculado a un culto Por consiguiente las fuen-tes son como fragmentos que deben ser reunidos estudiados

y combinados antes de que podamos saber coacutemo era realmente el conjunto

Al tratar de los mitos griegos muchos estudiosos suponen que un autor antiguo recibiacutea su conocimiento de un mito de escritores anteriores Asiacute pues es probable que se limiten a una historia literaria del mito y supongan que cualquier diferencia que se pueda encontrar debe de ser una innovacioacuten del autor en cuya obra se localiza por primera vez Por supuesto los es-critores posteriores fueron infl uidos por otros anteriores y por supuesto los escritores innovaron y cambiaron pero a me-nudo la supuesta innovacioacuten en un mito o un rasgo que apare-ce de forma tardiacutea en la tradicioacuten literaria tiene un paralelo en similares griegos o extranjeros del mito atestiguados por fuen-tes maacutes antiguas Es muy posible a veces probable que el au-tor lo tomara de la tradicioacuten oral si no de literatura ahora perdida teniacutea la tradicioacuten oral por todas partes Los eruditos han tendido a ignorar la transmisioacuten oral de los mitos o a su-poner que no existioacute despueacutes de una fecha temprana no espe-cifi cada sin embargo estuvo sin duda muy viva durante toda la Antiguumledad y en realidad nunca desaparecioacute sino que asumioacute un revestimiento cristiano en la Edad Media Se pueden en-contrar algunas huellas de la tradicioacuten oral en las paacuteginas de Pausanias y en algunas pinturas de vasijas pero en general hay que adivinarlas a partir del estudio comparado de las fuentes y los paralelos del mito

Por ello al tratar de los mitos griegos de combate utilizo todo el material pertinente recogido de la literatura y el arte griego y latino tanto antiguo como posterior A veces consigo una informacioacuten importante de escritores tardiacuteos y saco de ella conclusiones referentes a formas tempranas del mito analiza-do Pero habitualmente estas conclusiones sacadas de fuentes tardiacuteas encuentran apoyo en fuentes anteriores Es cierto tam-bieacuten que fuentes posteriores de los mitos mesopotaacutemicos egipcios e indios ofrecen un material valioso y que las conclu-siones basadas en ellos con frecuencia pueden ser apoyadas por pruebas anteriores Sobrevive poco de todo lo que se escribioacute en Heacutelade desde el siglo viii al iv o en el Oriente Proacuteximo du-rante el segundo milenio No tenemos registros de informado-res nativos La versioacuten tardiacutea de un mito puede haber apareci-do perfectamente antes por escrito o una versioacuten transmitida oralmente puede haber recibido entonces atencioacuten literaria por vez primera En pocas palabras no podemos ignorar nin-guna prueba todo nos es de utilidad

La misma permanencia del relato literario oscurece la natu-raleza fl uida de la tradicioacuten miacutetica Podemos inclinarnos a pensar que los mitos griegos se contaron siempre como los

Adelanto del libro de Joseph Fontenrose Python Estudio del mito deacutelfi co y sus oriacutegenes de proacutexima publicacioacuten (2008) por la editorial Sexto Piso Traduccioacuten de Mariacutea Tabuyo y Agustiacuten Loacutepez

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cuenta Ovidio Pero sin duda no fue asiacute Probablemente nin-guacuten griego del siglo v conociacutea ninguno de los mitos de Ovidio en la forma en que eacuteste los cuenta Cualquier narracioacuten que encontremos es la versioacuten conocida por un hombre en un mo-mento determinado El mito o el cuento popular desplazaacutendo-se de un lugar a otro pasando de una persona a otra de una generacioacuten a otra sufre cambios de manera constante se for-man nuevas versiones en cada regioacuten y en cada eacutepoca La ver-sioacuten nueva aparece cuando se cambian los detalles mdashcuando se da una expresioacuten algo diferente a un tema o un episodio cuan-do se antildeade o se quita algo cuando se cambia la secuencia de los episodiosmdash pero los nombres personales y los topoacutenimos permanecen inalterables Cuando una versioacuten particular en su progreso de un lugar a otro adquiere nombres nuevos para sus personajes y lugares se forma una variante nueva La variante es esencialmente la misma historia contada de dioses y hom-bres diferentes en un escenario diferente Eacutesta es la distincioacuten que establezco entre los teacuterminos versioacuten y variante que mu-chos investigadores utilizan de manera indistinta Un tipo es un argumento tradicional que aparece en varias variantes Es

una serie de episodios una constelacioacuten de temas que perma-nece bastante bien fi jada entre las variantes Puede haber cam-bios en la secuencia pueden desaparecer episodios o temas secundarios se pueden antildeadir caracteriacutesticas nuevas Pero debe haber un nuacutecleo duradero observable en todas las variantes para poder hablar de ldquotipordquo Por ejemplo pensemos en el rela-to tipo denominado ldquola esposa de Putifarrdquo El relato de Joseacute en el Geacutenesis es una variante hebrea de este tipo los relatos de Bellerophon Hippolytos y Teacutenedos son tres variantes griegas La variante de Hippolytos se contaba de maneras diferentes entre los griegos podemos denominar versioacuten a cada manera diferente Los nombres de Hippolytos Fedra Theseus dan unidad a la variante el argumento da unidad al tipo La dife-rencia entre variante y versioacuten se asemeja a la que existe entre especie y variedad el tipo es el gen

Un argumento tradicional al entrar en una nueva regioacuten se vincula habitualmente a los dioses o heacuteroes de esa regioacuten Los nombres cambian un pueblo puede sustituir por ejemplo con el dios que rige los fenoacutemenos atmosfeacutericos al dios homoacutelogo de la historia que ha tomado prestada Por ello el estudio de la

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difusioacuten del mito se interesa maacutes por los argumentos y los te-mas que por los participantes divinos o sus nombres Habitual-mente el origen y desarrollo del mito tiene poco o nada que ver con el origen de los dioses que aparecen en la variante na-cional o con el origen de sus nombres

Por eso este estudio al tratar de relacionar un mito con otro se interesa principalmente por los temas narrativos Por tema me refi ero a un rasgo o episodio recurrente de los relatos tradicionales Es una parte integral de la historia en que se encuentra pero es separable en el sentido de que puede apare-cer tambieacuten en otras historias tipo Algunos temas son esencia-les a un tipo otros pueden aparecer en una variante y estar ausentes en otra

El tema no se expresa de manera ideacutentica en cada versioacuten o variante cambia constantemente su ropaje externo de acuerdo con las costumbres nacionales o las caracteriacutesticas locales de los lugares en que se encuentra Puede oscurecerse o disfrazar-se pude ser que soacutelo quede una huella Si no fuera por esto todas las variantes se pareceriacutean mucho y seriacutea obvio el origen comuacuten Pero un origen comuacuten de los mitos de combate no es obvio por lo tanto es necesario un anaacutelisis temaacutetico cuidadoso de los diversos mitos Puede ser uacutetil sentildealar el tipo de variacio-nes que se producen en el tema

1 Mutaciones de papel cambios de rango de relacioacuten de clase Un heacuteroe puede reemplazar a un dios o a un gigante o un leoacuten puede reemplazar a un dragoacuten Un padre se puede con-vertir en abuelo tiacuteo hermano rey tutor una madre se puede convertir en abuela madre adoptiva nodriza esposa hermana esposa e hija se intercambian con frecuencia

2 Mutaciones en la accioacuten El modo de combate puede cambiar de una variante a otra Un tipo de castigo o de engantildeo puede ser sustituido por otro

3 Una caracteriacutestica llamativa de una variante puede quedar reducida en otra a algo menos sorprendente o puede estar dis-frazada La muerte puede transformarse en herida suentildeo de-rrota exilio desesperacioacuten Una accioacuten puede quedar mera-mente en un intento de accioacuten

4 Las acciones o rasgos de un personaje pueden transferir-se a otro del campeoacuten a su hijo esposa o ayudante incluso a su enemigo y viceversa

5 Se pueden combinar o fundir temas y papeles La heroiacutena

puede aprovecharse de la lujuria del enemigo para atraerle a la destruccioacuten La vigilancia por parte del dragoacuten de un manan-tial puede combinarse con su habitacioacuten en el mar su conten-cioacuten de las aguas su bloqueo de un camino y su control sobre un recinto sagrado

6 Puede haber expansioacuten o duplicacioacuten de temas personas episodios El campeoacuten puede dividirse en padre e hijo Un solo enemigo se puede convertir en el jefe y muacuteltiples subordina-dos Se pueden librar varios combates con varias muertes o derrotas del campeoacuten o del enemigo

Dado que a menudo se ha sentildealado la semejanza de los mi-tos con los suentildeos debemos observar que los modos en que se expresa un tema en los mitos reales presentan una marcada analogiacutea con los modos en que se expresa el pensamiento del suentildeo en el contenido del suentildeo seguacuten Freud los defi nioacute Freud apunta factores de condensacioacuten y desplazamiento A) Condensacioacuten es la convergencia de varios pensamientos del suentildeo en un punto clave que se convierte en un elemento uacuteni-co en el contenido del suentildeo Se puede ver una forma de con-densacioacuten en las personas compuestas de los suentildeos La con-densacioacuten corresponde a la combinacioacuten y fusioacuten del punto 5 supra B) El desplazamiento se manifi esta en la sustitucioacuten de una idea por otra sin alteracioacuten del signifi cado esencial o en la inversioacuten de las ideas transformacioacuten en lo contrario o en algo muy diferente Las mutaciones y reducciones de 1 a 4 supra son anaacutelogas a los desplazamientos del suentildeo Las duplicacio-nes de 6 corresponden a la duplicacioacuten que con frecuencia aparece en los suentildeos1

Eacutesos son los cambios que pueden experimentar los temas El estudioso debe reconocer que un tema puede asumir en un mito un revestimiento muy diferente del que tiene en otro Debe mirar a menudo debajo de la cobertura exterior para encontrar el tema Debe comprender tambieacuten que el pensa-miento miacutetico es iloacutegico para nuestros esquemas habituales tambieacuten en esto se parece al pensamiento de los suentildeos Ele-mentos opuestos contradictorios inconsecuencias pueden estar y estaacuten juntos en una misma intencioacuten y en una misma narracioacuten Sin embargo el mito no es un revoltijo de tonteriacuteas y absurdos tiene su propia loacutegica Quien estudia el mito debe tratar de comprender los modos miacuteticos del pensar G

1 Freud (ID) 319-397 especialmente 320-339

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Mito y lenguajeErnst Cassirer

En Primitive Culture Tylor propuso una teoriacutea antropoloacutegica basada en principios bioloacutegicos generales Eacutel fue uno de los primeros en aplicar los principios de Darwin al mundo cultu-ral La maacutexima natura non facit saltus no admite excepcioacuten Vale tanto para el mundo de la civilizacioacuten humana como para el mundo orgaacutenico Lo mismo el hombre civilizado que el no civilizado pertenecen a la misma especie la especie del homo sapiens Las caracteriacutesticas fundamentales de esta especie son las mismas en cada variante Si la teoriacutea de la evolucioacuten es ver-dadera no podemos admitir ninguacuten hiato entre el estadio maacutes bajo y el maacutes alto de la civilizacioacuten humana Pasamos del uno a los otros mediante una transicioacuten muy lenta y casi impercep-tible en la cual nunca encontramos solucioacuten de continuidad

Una concepcioacuten distinta del proceso de la civilizacioacuten hu-mana fue desarrollada en un ensayo publicado en 1856 tres antildeos antes de la aparicioacuten del libro de Darwin The Origin of the Species En su Comparative Mythology1 F Max Muumlller partioacute del principio de que es imposible alcanzar una verdadera com-prensioacuten del mito mientras se considere como un fenoacutemeno aislado Y sin embargo ninguacuten fenoacutemeno natural ninguacuten principio bioloacutegico puede guiarnos en nuestra investigacioacuten No existe ninguna analogiacutea real entre los fenoacutemenos naturales y los culturales La cultura humana debe ser estudiada de acuerdo con meacutetodos y principios especiacutefi cos iquestY doacutende po-driacuteamos encontrar una guiacutea mejor para este estudio que en el lenguaje humano el elemento en el cual el hombre vive se mueve y tiene su ser Como linguumlista y fi loacutelogo Muumlller estaba convencido de que el uacutenico enfoque cientiacutefi co para un estudio del mito era el enfoque linguumliacutestico Pero este fi n no podiacutea ser logrado antes de que la propia linguumliacutestica hubiese encontrado su camino y antes de que la gramaacutetica y la etimologiacutea estuvie-ran fundadas sobre una fi rme base cientiacutefi ca Hasta la primera mitad del siglo xix se llegoacute a dar este gran primer paso Entre el mito y el lenguaje no soacutelo existe una iacutentima relacioacuten sino una verdadera solidaridad Si entendemos la naturaleza de esta solidaridad habremos encontrado la llave del mundo miacutetico

El descubrimiento de la lengua y literatura saacutenscritas fue un hecho decisivo en el desenvolvimiento de nuestra conciencia

histoacuterica y en la evolucioacuten de todas las ciencias culturales Por su importancia e infl uencia puede compararse con la gran re-volucioacuten intelectual que produjo el sistema copernicano en el campo de la ciencia natural La hipoacutetesis copernicana invirtioacute la concepcioacuten del orden coacutesmico La tierra ya no estaba en el centro del universo se convirtioacute en un ldquoastro entre los astrosrdquo La concepcioacuten geoceacutentrica del mundo fiacutesico fue descartada En el mismo sentido en contacto con la literatura saacutenscrita puso fi n a esa concepcioacuten de la cultura humana que estableciacutea su centro verdadero y uacutenico en el mundo de la antiguumledad claacutesica A partir de entonces el mundo greco-romano no podiacutea ser considerado maacutes que como una simple provincia un pequentildeo sector del universo de la cultura humana La fi losofiacutea de la historia tuvo que fundarse sobre una base nueva y maacutes amplia Hegel llamoacute al descubrimiento del origen comuacuten del griego y el saacutenscrito el descubrimiento de un nuevo mundo Quienes estudiaban gramaacutetica comparada en el siglo xix consideraron su trabajo bajo esta misma luz Estaban convencidos de que habiacutean encontrado la palabra maacutegica la uacutenica que podiacutea abrir las puertas al entendimiento de la historia de la civilizacioacuten humana La fi lologiacutea comparada declaroacute Max Muumlller ha pues-to a la edad mitoloacutegica y mitopeacuteyica de la humanidad que antes estaba velada por la oscuridad ante la brillante luz de la investigacioacuten cientiacutefi ca y dentro del recinto de la historia do-cumental Ha puesto en nuestras manos un telescopio de tal potencia que donde antes alcanzaacutebamos a ver soacutelo nebulosida-des ahora descubrimos formas distintas y perfi les maacutes auacuten nos ha proporcionado lo que podemos llamar testimonios con-temporaacuteneos exhibiendo ante nosotros el estado de pensa-miento de lenguaje religioacuten y civilizacioacuten de un periacuteodo en que el saacutenscrito no era todaviacutea el saacutenscrito el griego no era todaviacutea el griego pero en el cual lo mismo estos dos que el latiacuten el germaacutenico y otros dialectos arios existiacutean todaviacutea como un solo lenguaje indiviso La niebla de la mitologiacutea se desvaneceraacute gradualmente y nos permitiraacute descubrir tras las fl otantes nubes de la aurora del pensamiento y el lenguaje esa naturaleza verdadera que la mitologiacutea ha encubierto y disfraza-do por tan largo tiempo2

Por otro lado esa conexioacuten entre el lenguaje y el mito la cual prometiacutea una solucioacuten clara y defi nida para el antiguo enigma entrantildeaba una gran difi cultad Cierto es que el lengua-je y el mito tienen una raiacutez comuacuten pero no son en modo algu-

Ernst Cassirer El mito del Estado Traduccioacuten de Eduardo Nicol fce Meacutexico 2004

1 Publicado por primera vez en Oxford Essays (Londres John W Parker and Son 1856) pp 1-87 Reproducido en Selected Essays on Language Mythology and Religion (Londres Longmans Green and Co 1881) pp 299-451

2 Muumlller ldquoComparative Mythologyrdquo op cit pp II 33 86 Selected Essays I 315 358 449 ss

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no ideacutenticos en su estructura El lenguaje ofrece siempre un caraacutecter estrictamente loacutegico el mito parece desafi ar todas las reglas loacutegicas es incoherente caprichoso irracional iquestCoacutemo podemos reunir estos dos elementos incompatibles

Para responder a esta pregunta Max Muumlller y otros autores pertenecientes a la escuela de la mitologiacutea comparada idearon un plan muy ingenioso El mito dijeron no es en realidad sino un aspecto del lenguaje aunque un aspecto maacutes bien negativo que positivo El mito no se origina de sus virtudes sino de sus vicios Es cierto que el lenguaje es racional y loacutegico pero por otra parte es tambieacuten una fuente de ilusiones y falacias El lo-gro mayor del lenguaje es a la vez fuente de sus defectos El lenguaje se compone de nombres generales pero la generalidad implica siempre ambiguumledad La polionimia y la sinonimia de las palabras no son un rasgo accidental del lenguaje derivan de su naturaleza misma Como sea que la mayoriacutea de los objetos tienen maacutes de un atributo y como quiera que bajo aspectos

diferentes uno u otro de los atributos puede parecer apropiado para el acto de la denominacioacuten ocurrioacute por necesidad que la mayoriacutea de los objetos durante el primer periacuteodo del lenguaje humano tuvo maacutes de un nombre Cuanto maacutes antigua es una lengua tanto maacutes rica en sinoacutenimos Por otra parte si se em-plean constantemente estos sinoacutenimos deben naturalmente originar un nuacutemero de homoacutenimos Si podemos llamar al sol con cincuenta nombres expresivos de diferentes cualidades algunos de estos nombres seraacuten aplicables a otros objetos que puedan poseer las mismas cualidades Estos objetos distintos vendriacutean entonces a llamarse por el mismo nombre mdashse con-vertiriacutean en homoacutenimos Eacuteste es el punto vulnerable del len-guaje y eacuteste es al mismo tiempo el origen histoacuterico del mito iquestCoacutemo podemos dar razoacuten mdashse pregunta Max Muumlllermdash de esta fase de la mente humana que dio origen a los extraordina-rios relatos de dioses y heacuteroes de gorgonas y quimeras de cosas que el ojo humano no habiacutea visto nunca y que ninguna

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mente humana en sus cabales pudo haber concebido jamaacutes A menos que podamos dar respuesta a esta pregunta nuestra creencia en un progreso regular y consecuente del intelecto humano a traveacutes de todas las edades y en todos los lugares tendraacute que ser abandonada como una teoriacutea falsa A pesar de todo despueacutes del descubrimiento de la linguumliacutestica comparada estamos en situacioacuten de evitar ese escepticismo y de quitar ese obstaacuteculo de en medio Vemos que el progreso mismo del len-guaje mdashuno de los maacutes grandes hechos de la civilizacioacuten hu-manamdash condujo inevitablemente a otro fenoacutemeno al fenoacuteme-no del mito Si existiacutean dos nombres para el mismo objeto es natural y en verdad inevitable que dos personas pudieran bro-tar de los dos nombres y como los mismos relatos podiacutean contarse de la una y de la otra seriacutean representadas como her-manos y hermanas como padres e hijos3

Si aceptamos esta teoriacutea la difi cultad queda resuelta Pode-mos explicar muy bien de queacute modo la actividad racional del lenguaje humano ha conducido a las irracionalidades e incom-prensibilidades del mito La mente humana opera siempre de una manera racional Aun la mente primitiva era una mente cabal y normal Pero por otra parte era una mente rudimen-taria e inexperta En el caso en que estaba la mente inexperta expuesta constantemente a una grave tentacioacuten mdashla falacia y la ambiguumledad de las palabrasmdash no es de extrantildear que cayera en ella Eacuteste es el verdadero origen del pensamiento miacutetico El lenguaje no es tan soacutelo una escuela de sabiduriacutea es tambieacuten una escuela de desatino El mito nos revela este uacuteltimo aspecto no es maacutes que la oscura sombra que el lenguaje proyecta sobre el mundo del pensamiento humano

De este modo se presenta a la mitologiacutea como patoloacutegica asiacute en su origen como en su esencia Es una enfermedad que em-pieza en el campo del lenguaje y que luego se difunde en una peligrosa infeccioacuten por todo el cuerpo de la civilizacioacuten huma-na Pero aunque sea una locura hay en ella un meacutetodo En la mitologiacutea griega asiacute como en otras mitologiacuteas encontramos por ejemplo el relato de una gran inundacioacuten que destruyoacute a la raza humana entera Solamente una pareja Deucalioacuten y su es-posa Pirra se salvoacute del diluvio y fue enviada por Zeus a la Heacute-lade Cayeron los dos sobre el monte Parnaso y alliacute les aconse-joacute el oraacuteculo que echaron tras de siacute los ldquohuesos de su madrerdquo Deucalioacuten dio con la verdadera interpretacioacuten de este oraacuteculo recogioacute las piedras esparcidas por el campo y las tiroacute por encima de sus hombros De estas piedras surgioacute una nueva raza de hom-bre y mujeres iquestQueacute cosa hay maacutes ridiacutecula mdashse pregunta Max Muumlllermdash que este modo de explicar el origen de la raza huma-na Y sin embargo se hace faacutecilmente comprensible cuando empleamos la clave que nos da la ciencia de la etimologiacutea com-parada Todo el relato se reduce a un simple juego de palabras mdashuna confusioacuten entre dos teacuterminos homoacutenimosmdash entre λαός y λἀας4 Eacuteste de acuerdo con su opinioacuten es todo el secreto de la mitologiacutea

Si analizamos esta teoriacutea encontramos que contiene una extrantildea mezcla de racionalismo y romanticismo El elemento romaacutentico es manifi esto y parece ser el preponderante En cierto sentido Max Muumlller habla como un disciacutepulo de Nova-lis o de Schleiermacher Rechaza la teoriacutea de que el origen de

la religioacuten hay que buscarlo en el animismo o en la adoracioacuten de las grandes fuerzas naturales Hay ciertamente una religioacuten natural o fiacutesica una adoracioacuten del juego del sol de la luna del cielo despejado pero esta religioacuten fiacutesica es tan soacutelo un aspecto singular y un fenoacutemeno derivado No nos ofrece el todo y no nos conduce a la fuente primera y principal El verdadero ori-gen de la religioacuten hay que buscarlo en un estrato maacutes profundo del pensar y el sentir Lo que primero fascinoacute a los hombres no fueron los objetos de su alrededor Aun la mente primitiva es-taba mucho maacutes impresionada por el gran espec taacuteculo de la naturaleza tomada como un todo La naturaleza era lo desco-nocido en el sentido de algo opuesto a lo conocido lo infi nito en el sentido de lo que se distingue de lo fi nito Fue este senti-miento lo que desde los primero tiempos promovioacute el impul-so hacia el pensamiento religioso y el lenguaje La inmediata percepcioacuten del Infi nito ha formado desde el principio mismo el ingrediente y el necesario complemento de todo conocimiento fi nito Los rudimentos de expresiones mitoloacutegicas religiosas y fi losoacutefi cas posteriores estaban ya presentes en la temprana presioacuten del Infi nito sobre nuestros sentidos y esta presioacuten es la primera fuente y el origen real de todas nuestras creencias religiosas5 iquestPor queacute tenemos que maravillarnos de los anti-guos mdashpreguntaba Max Muumlllermdash de su lenguaje palpitante de vida y refulgente de color si en vez de los grises perfi les del pensamiento moderno exhalaban esas formas vivientes de la naturaleza dotadas de fuerza humana o maacutes bien de fuerzas sobrehumanas en tanto que la luz del sol brillaba maacutes que la del ojo humano y el bramar de la tormenta opacaba los gritos de la voz humana6 Esto suena muy romaacutentico pero no debe-mos dejarnos engantildear por el estilo coloreado y romaacutentico de Max Muumlller Su teoriacutea tomada en conjunto sigue siendo es-trictamente racionalista e intelectualista

En el fondo su concepcioacuten del mito no se encuentra muy distante del siglo xviii y de los pensadores de la Ilustracioacuten7 Claro estaacute que ya no considera al mito y a la religioacuten como una simple invencioacuten arbitraria un truco de la astucia clerical Pero admite que la religioacuten al fi n y al cabo no es maacutes que una gran ilusioacuten no un engantildeo consciente sino inconsciente un engantildeo promovido por la naturaleza de la mente humana y ante todo por la naturaleza del lenguaje humano El mito sigue siendo siempre un caso patoloacutegico Pero ahora estamos en situacioacuten de comprender la patologiacutea del mito sin recurrir a la hipoacutetesis de un defecto inherente a la mente humana misma Si se reco-noce que el lenguaje es la fuente del mito entonces hasta las incongruencias y contradicciones del pensamiento miacutetico que-dan reducidas a un poder universal y objetivo y por tanto en-teramente racional

3 Veacutease Muumlller op cit pp 44 Selected Essays I 3784 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p8 Selected Essays I 310

5 Veacutease F Max Muumlller Natural Religion The Gifford Lectures 1888 (Londres y Nueva York Longmans Green amp Co 1889) con-ferencia V ldquoMy own defi nition of Religionrdquo pp 103-140 Physical Religion The Gifford Lectures 1890 (Londres y Nueva York Long-mans Green amp Co 1891) conferencia VI ldquoPhysical Religion The Natural and the Supernatur alrdquo pp 119 ss

6 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p 37 Selected Essays I 3657 Es un hecho curioso que los primeros elementos de la teoriacutea de

Max Muumlller hayan de buscarse en los escritos de uno de los grandes racionalistas En su saacutetira Sur lrsquoeacutequivoque Boileau propuso la teoriacutea de que la ambiguumledad de las palabras es la verdadera fuente del mito

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Mucho contribuyoacute a la infl uencia de esta doctrina el hecho de que fuera aceptada con algunas reservas criacuteticas por el primer fi loacutesofo que tratoacute de crear una ldquofi losofiacutea sinteacuteticardquo una visioacuten coherente y comprensiva de todas las actividades de la mente humana basada en principios estrictamente empiacutericos y en la teoriacutea general de la evolucioacuten Herbert Spencer halloacute la fuente primera y principal de toda religioacuten en el culto de los antepasados El primer culto afi rmoacute eacutel no fue el culto de las fuerzas naturales sino el culto de los muertos8 Sin embargo con el fi n de comprender el traacutensito del culto de los antepasa-dos al culto de los dioses personales debemos introducir una nueva hipoacutetesis Seguacuten Spencer lo que hizo posible y hasta necesario este nuevo paso fueron el poder y la infl uencia per-durable del lenguaje El lenguaje humano es metafoacuterico en su esencia misma estaacute lleno de siacutemiles y analogiacuteas La mente pri-mitiva es incapaz de comprender estos siacutemiles en un sentido meramente metafoacuterico Toma estos siacutemiles por realidades y piensa y actuacutea de acuerdo con este principio Esta interpreta-cioacuten literal de los nombres metafoacutericos fue la que condujo desde las primeras formas elementales del culto de los antepa-sados desde la adoracioacuten de seres humanos hasta la adoracioacuten de plantas y animales y fi nalmente de grandes fuerzas de la naturaleza Un haacutebito comuacuten y muy extendido de las socieda-des primitivas es el de darles a los nintildeos recieacuten nacidos nom-bres de plantas animales estrellas y otros objetos naturales A los nintildeos se les llama ldquoTigrerdquo ldquoLeoacutenrdquo ldquoCuervordquo a las nintildeas ldquoLunardquo ldquoEstrellardquo Originariamente todos estos nombres no eran maacutes que epiheta ornantia los cuales expresaban ciertas cualidades personales que se atribuiacutean a los seres humanos De acuerdo con esta tendencia de la mente primitiva a entender

todos los teacuterminos en sentido literal era inevitable que se ma-linterpretasen esos nombres complementarios y esos tiacutetulos metafoacutericos Alguna vez ldquoAurorardquo se usariacutea como nombre pro-pio de persona las tradiciones referentes a una que se hubiese destacado conduciriacutean en la mente ingenua del salvaje a una identifi cacioacuten con la aurora misma y sus aventuras seriacutean in-terpretadas de la manera que pareciese maacutes congruente con la naturaleza de la aurora Es maacutes en las regiones donde tal nom-bre hubiese sido el propio de miembros de tribus adyacentes o de miembros de una misma tribu que hubieran vivido en tiempos distintos surgiriacutean genealogiacuteas incongruentes y aven-turas antagoacutenicas de la aurora9

Tambieacuten aquiacute encontramos explicado el fenoacutemeno del mito el panteoacuten entero del politeiacutesmo como una simple enferme-dad El culto de objetos conspicuos concebidos como perso-nas resulta de un error linguumliacutestico La grave objecioacuten a que puede someterse tal teoriacutea es manifi esta El mito es una de las maacutes antiguas y grandes fuerzas de la civilizacioacuten humana Estaacute conectado iacutentimamente con todas las demaacutes actividades huma-nas es inseparable del lenguaje de la poesiacutea del arte y del maacutes remoto pensamiento histoacuterico La ciencia misma tuvo que pasar por una etapa miacutetica antes de alcanzar la etapa loacutegica la alquimia precedioacute a la quiacutemica la astrologiacutea a la astronomiacutea Si las teoriacuteas de Max Muumlller y de Spencer fuesen ciertas tendriacutea-mos que admitir la conclusioacuten de que en resumidas cuentas la historia de la civilizacioacuten humana se debe a una simple equivo-cacioacuten a una mala interpretacioacuten de palabras y de teacuterminos Y no es una hipoacutetesis muy satisfactoria o plausible pensar que la cultura sea el producto de una mera ilusioacuten un malabarismo de palabras y un pueril juego de nombres G

8 Veacutease H Spencer The Principles of Sociology (1876) cap xx (Nueva York Appleton amp Co 1901 i 1901 i 285 ss) 9 Ibid xxii-xxiv i 329-394

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El mito y la sociedadJoseph Campbell

1- El que cambia de forma

No hay un sistema fi nal para la interpretacioacuten de los mitos y nunca habraacute tal cosa La mitologiacutea es como el dios Proteo ldquoel veraz anciano de los maresrdquo El dios ldquoprobaraacute de convertirse en todos los seres que se arrastran por la tierra y en agua y en ardentiacutesimo fuegordquo1

El viajero de la vida que quiera recibir ensentildeanzas de Proteo debe ldquosujetarlo aunque desee e intente escaparserdquo y fi nalmente apareceraacute en la forma que le es propia Pero este astuto dios nunca descubre ni siquiera ante el maacutes haacutebil interrogador el contenido iacutentegro de su sabiduriacutea Contestaraacute a la pregunta que se le haga y la respuesta seraacute grande o trivial seguacuten lo que se le haya preguntado ldquoCuando el sol siguiendo su curso llega al centro del cielo el veraz anciano de los mares oculto por negras y encrespadas olas salta en tierra al soplo del Ceacutefi -ro En seguida se acuesta en honda gruta y a su alrededor se ponen a dormir todas juntas las focas de nataacutetiles pies hijas de la hermosa Halosidne que salen del espumoso mar exhalando el acerbo olor del mar profundiacutesimordquo2 El rey guerrero griego Menelao guiado y ayudado por una hija de este viejo padre del mar a sus salvajes lares e instruido por ella de coacutemo lograr la respuesta del dios deseaba soacutelo preguntar el secreto de sus difi cultades personales y el paradero de sus amigos personales Y el dios se dignoacute a responder

La mitologiacutea ha sido interpretada por el intelecto moderno como un torpe esfuerzo primitivo para explicar el mundo de la naturaleza (Frazer) como una produccioacuten de fantasiacutea poeacutetica de los tiempo prehistoacutericos mal entendida por las edades pos-teriores (Muumlller) como un sustitutivo de la instruccioacuten alegoacute-rica para amoldar el individuo a su grupo (Durkheim) como un suentildeo colectivo sintomaacutetico de las urgencias arquetiacutepicas dentro de las profundidades de la psique humana (Jung) como el vehiacuteculo tradicional de las intuiciones metafiacutesicas maacutes pro-fundas del hombre (Coomaraswamy) y como la Revelacioacuten de Dios a Sus hijos (la Iglesia) La mitologiacutea es todo esto Los diferentes juicios estaacuten determinados por los diferentes puntos de vista de los jueces Pues cuando se la investiga en teacuterminos no de lo que es sino de coacutemo funciona de coacutemo ha servido a la especia humana en el pasado y de coacutemo puede servirle ahora

la mitologiacutea se muestra tan accesible como la vida misma a las obsesiones y necesidades del individuo la raza y la eacutepoca

2- La funcioacuten del mito del culto y de la meditacioacuten

En su forma viva el individuo es necesariamente soacutelo una frac-cioacuten y una distorsioacuten de la imagen total del hombre Estaacute limi-tado ya sea hembra o varoacuten tambieacuten lo estaacute en cualquier pe-riodo de su vida como nintildeo como joven como adulto o como anciano y no soacutelo eso sino que en su vida estaacute necesariamente especializado como artesano comerciante sirviente o ladroacuten sacerdote o liacuteder esposa monja o prostituta no puede serlo todo De aquiacute que la totalidad la plenitud del hombre no esteacute en un miembro aparte sino en el cuerpo de la sociedad como un todo el individuo puede soacutelo ser un oacutergano De su grupo ha tomado las teacutecnicas de vida el lenguaje en que piensa las ideas por las cuales lucha los genes que han construido su cuerpo descienden del pasado de esa sociedad Si pretende ais-larse ya sea en hechos pensamientos o sentimientos soacutelo lo-gra romper las relaciones con las fuentes de su existencia

Las ceremonias tribales de nacimiento la iniciacioacuten el ma-trimonio el entierro la adquisicioacuten de un estado social etc sirven para trasladar la crisis y hechos de la vida del individuo a formas claacutesicas e impersonales Estas formas tienen por obje-to mostrarlo a siacute mismo no como esta personalidad o la otra sino como el guerrero la desposada la viuda el sacerdote el jefe al mismo tiempo se representa para el resto de la comuni-dad la vieja leccioacuten de las etapas arquetiacutepicas Todos participan en el ceremonial de acuerdo con su rango y su funcioacuten La sociedad entera se hace visible como una unidad viva e impe-recedera Pasan generaciones de individuos como ceacutelulas anoacute-nimas de un cuerpo vivo pero permanece la forma sustentante e intemporal Por una ampliacioacuten de la visioacuten para abarcar a este superindividuo cada uno se descubre a siacute mismo engran-decido enriquecido apoyado y magnifi cado Su papel aunque no sea nada impresionante se ve como intriacutenseco a la bella imagen festiva del hombre la imagen potencial pero necesaria-mente inhibida que estaacute dentro del individuo

Los deberes sociales continuacutean la leccioacuten del festival en la existencia diaria y normal y se le da maacutes validez al individuo Por el contrario la indiferencia las revoluciones o el exilio rom-pen las conexiones vitales Desde el punto de vista de la unidad social el individuo aislado no es sino una nada un desperdicio De aquiacute que el hombre o la mujer puedan decir honestamente que han vivido su papel mdashya sea el de sacerdote prostituta reina o esclavomdash se refi eren al sentido completo del verbo ser

Joseph Campbell El heacuteroe de las mil caras Psicoanaacutelisis del mito Traduccioacuten de Luisa Josefi na Hernaacutendez fce Meacutexico 2006

1 Odisea iv 401 417-41 Traduccioacuten de Luis Segalaacute y Estalella2 Ibid 400-406

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Los ritos de la iniciacioacuten y de la adquisicioacuten de una situa-cioacuten pues muestran la leccioacuten de la unidad esencial del in-dividuo y el grupo los festivales de las estaciones abren un horizonte mayor Asiacute como el individuo es un oacutergano de la so-ciedad asiacute es la tribu o la ciudad mdashasiacute es la humanidad ente-ramdash soacutelo una fase del poderoso organismo del cosmos

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para domi-nar a la naturaleza Eacutesta es una representacioacuten equivocada Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre y particularmente en aquellas ceremonias maacutegicas que se supone han de traer lluvia curar las enfermedades o detener las inun-daciones sin embargo el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponieacutendolas a la magia ne-gra) es la sumisioacuten a lo inevitable del destino y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente

No se ha registrado ninguacuten mito tribal que intente postergar la llegada del invierno al contrario los ritos preparan a la co-munidad para soportar junto con el resto de la naturaleza la estacioacuten del friacuteo tremendo Y en la primavera los ritos no inten-tan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maiacutez frijol y calabazas para la comunidad debilitada por el contrario los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estacioacuten de la na-turaleza El maravilloso ciclo del antildeo es celebrado con todos sus contratiempos y periacuteodos de juacutebilo y es bosquejado y represen-tado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano

Muchas otras simbolizaciones de esta continuidad llenan el mundo de la comunidad mitoloacutegicamente instruida Por ejem-plo los clanes de las tribus cazadoras norteamericanas se con-sideraban descendientes de ancestros mitad animales y mitad humanos Estos ancestros no solamente eran los padres de los miembros humanos del clan sino tambieacuten de la especie animal de donde el clan tomaba su nombre Asiacute los miembros huma-nos del clan del castor eran primos hermanos de los castores protectores de dicha especie y al mismo tiempo protegidos por la sabiduriacutea animal del pueblo de los bosques Y otro ejemplo el hogan o choza de barro de los Naacutevajo de Nuevo Meacutexico y Arizona se construye seguacuten el plan de la idea del cosmos de los Naacutevajo La entrada estaacute hacia el oriente Los ocho lados re-presentan las cuatro direcciones principales y los puntos que quedan entre ellas Cada arista y cada viga corresponde a un elemento en el gran hogan de la tierra y el cielo que todo lo abarcan Y como el alma del hombre es considerada en su for-ma como ideacutentica al universo la choza de barro es la represen-tacioacuten de la armoniacutea baacutesica del hombre y del mundo y un re-cordatorio del escondido camino vital de la perfeccioacuten

Pero hay otro camino diametralmente opuesto al de los de-beres sociales y los cultos populares Desde el punto de vista del camino del deber el que es exiliado de la comunidad es nada Desde el otro punto de vista este exilio es el primer paso en la buacutesqueda Cada uno lleva el todo dentro de siacute mismo por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de eacutel Las diferen-ciaciones de sexo edad y ocupacioacuten no son esenciales a nuestro caraacutecter sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo La imagen interior del hombre no de-be confundirse con su atuendo Pensamos que somos ameri-canos hijos del siglo xx occidentales y cristianos civilizados Somos virtuosos o pecadores Sin embargo esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre denotan solamente acci-dentes geograacutefi cos fecha de nacimiento e ingresos econoacutemi-

cos iquestCuaacutel es el meollo de nosotros iquestCuaacutel es el caraacutecter baacutesico de nuestro ser

El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India los misterios heleacutenicos de las iniciaciones las antiguas fi losofiacuteas de Oriente y del Occidente son teacutecnicas para despla-zar el hincapieacute de la conciencia individual fuera de la presencia exterior Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo maacutes profundo ldquoYo no soy esto ni lo otro mdashmeditamdash no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir mi cuerpo que estaacute enfermo o envejece ni mi brazo mis ojos mi cabeza ni la suma de todas estas cosas No soy mis sentimientos ni mi men-te ni mi fuerza intuitivardquo Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y fi nalmente alcanza insondables rea-lizaciones Ninguacuten hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como Don Fu-lano de tal o cual poblacioacuten de cierto paiacutes La sociedad y los deberes se esfuman Don Fulano al descubrirse grande con el hombre se convierte en una persona abstraiacuteda y apartada

Eacutesta es la etapa de Narciso contemplaacutendose en la fuente del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del aacuterbol pero no es la uacuteltima meta es un requisito pero no es el fi n La meta no es ver sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia en-tonces el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola De aquiacute que la separacioacuten el aislamiento ya no sean necesarios Por dondequiera que vaya el heacuteroe y cualquier cosa que haga siempre estaacute en presencia de su propia esencia porque ha perfeccionado sus ojos para ver No hay aislamiento Asiacute como el camino de la participacioacuten social puede llevar a la realizacioacuten del Todo en el individuo asiacute el exilio trae al heacuteroe al Yo en todo

Centrado en este punto capital el problema del egoiacutesmo o del altruismo desaparece El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identifi cado con el signifi cado iacutentegro del uni-verso Por Eacutel y para Eacutel se ha hecho el mundo ldquoOh Mahoma mdashdijo Diosmdash si no fuera por ti no hubiera creado el cielordquo

3- El heacuteroe de hoy

Todo esto se halla lejos del punto de vista contemporaacuteneo pues el ideal democraacutetico del individuo que se determina a siacute mismo la invencioacuten de los artefactos mecaacutenicos y eleacutectricos y el desarrollo de los meacutetodos cientiacutefi cos de investigacioacuten han transformado la vida humana en tal forma que el universo in-temporal de siacutembolos hace mucho tiempo heredados ha sufri-do un colapso A esto se refi eren en el Zaratustra de Nietzsche las trascendentales palabras que anuncian una eacutepoca ldquoMuertos estaacuten los diosesrdquo3 Es una faacutebula que sabemos que se ha repeti-do de mil maneras Es el ciclo del heacuteroe de la edad moderna la maravillosa historia de la especie humana que llega a la ma-durez El lastre del pasado la atadura de la tradicioacuten han sido destruidos con seguros y poderosos golpes La telarantildea del suentildeo miacutetico cayoacute la mente se abrioacute a la iacutentegra conciencia despierta y el hombre moderno surgioacute de la ignorancia de los antiguos como una mariposa de su capullo o como el sol del amanecer surge del vientre de la madre noche

3 Nietzsche Asiacute habloacute Zaratustra 1223

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No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

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La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 17

cuenta Ovidio Pero sin duda no fue asiacute Probablemente nin-guacuten griego del siglo v conociacutea ninguno de los mitos de Ovidio en la forma en que eacuteste los cuenta Cualquier narracioacuten que encontremos es la versioacuten conocida por un hombre en un mo-mento determinado El mito o el cuento popular desplazaacutendo-se de un lugar a otro pasando de una persona a otra de una generacioacuten a otra sufre cambios de manera constante se for-man nuevas versiones en cada regioacuten y en cada eacutepoca La ver-sioacuten nueva aparece cuando se cambian los detalles mdashcuando se da una expresioacuten algo diferente a un tema o un episodio cuan-do se antildeade o se quita algo cuando se cambia la secuencia de los episodiosmdash pero los nombres personales y los topoacutenimos permanecen inalterables Cuando una versioacuten particular en su progreso de un lugar a otro adquiere nombres nuevos para sus personajes y lugares se forma una variante nueva La variante es esencialmente la misma historia contada de dioses y hom-bres diferentes en un escenario diferente Eacutesta es la distincioacuten que establezco entre los teacuterminos versioacuten y variante que mu-chos investigadores utilizan de manera indistinta Un tipo es un argumento tradicional que aparece en varias variantes Es

una serie de episodios una constelacioacuten de temas que perma-nece bastante bien fi jada entre las variantes Puede haber cam-bios en la secuencia pueden desaparecer episodios o temas secundarios se pueden antildeadir caracteriacutesticas nuevas Pero debe haber un nuacutecleo duradero observable en todas las variantes para poder hablar de ldquotipordquo Por ejemplo pensemos en el rela-to tipo denominado ldquola esposa de Putifarrdquo El relato de Joseacute en el Geacutenesis es una variante hebrea de este tipo los relatos de Bellerophon Hippolytos y Teacutenedos son tres variantes griegas La variante de Hippolytos se contaba de maneras diferentes entre los griegos podemos denominar versioacuten a cada manera diferente Los nombres de Hippolytos Fedra Theseus dan unidad a la variante el argumento da unidad al tipo La dife-rencia entre variante y versioacuten se asemeja a la que existe entre especie y variedad el tipo es el gen

Un argumento tradicional al entrar en una nueva regioacuten se vincula habitualmente a los dioses o heacuteroes de esa regioacuten Los nombres cambian un pueblo puede sustituir por ejemplo con el dios que rige los fenoacutemenos atmosfeacutericos al dios homoacutelogo de la historia que ha tomado prestada Por ello el estudio de la

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difusioacuten del mito se interesa maacutes por los argumentos y los te-mas que por los participantes divinos o sus nombres Habitual-mente el origen y desarrollo del mito tiene poco o nada que ver con el origen de los dioses que aparecen en la variante na-cional o con el origen de sus nombres

Por eso este estudio al tratar de relacionar un mito con otro se interesa principalmente por los temas narrativos Por tema me refi ero a un rasgo o episodio recurrente de los relatos tradicionales Es una parte integral de la historia en que se encuentra pero es separable en el sentido de que puede apare-cer tambieacuten en otras historias tipo Algunos temas son esencia-les a un tipo otros pueden aparecer en una variante y estar ausentes en otra

El tema no se expresa de manera ideacutentica en cada versioacuten o variante cambia constantemente su ropaje externo de acuerdo con las costumbres nacionales o las caracteriacutesticas locales de los lugares en que se encuentra Puede oscurecerse o disfrazar-se pude ser que soacutelo quede una huella Si no fuera por esto todas las variantes se pareceriacutean mucho y seriacutea obvio el origen comuacuten Pero un origen comuacuten de los mitos de combate no es obvio por lo tanto es necesario un anaacutelisis temaacutetico cuidadoso de los diversos mitos Puede ser uacutetil sentildealar el tipo de variacio-nes que se producen en el tema

1 Mutaciones de papel cambios de rango de relacioacuten de clase Un heacuteroe puede reemplazar a un dios o a un gigante o un leoacuten puede reemplazar a un dragoacuten Un padre se puede con-vertir en abuelo tiacuteo hermano rey tutor una madre se puede convertir en abuela madre adoptiva nodriza esposa hermana esposa e hija se intercambian con frecuencia

2 Mutaciones en la accioacuten El modo de combate puede cambiar de una variante a otra Un tipo de castigo o de engantildeo puede ser sustituido por otro

3 Una caracteriacutestica llamativa de una variante puede quedar reducida en otra a algo menos sorprendente o puede estar dis-frazada La muerte puede transformarse en herida suentildeo de-rrota exilio desesperacioacuten Una accioacuten puede quedar mera-mente en un intento de accioacuten

4 Las acciones o rasgos de un personaje pueden transferir-se a otro del campeoacuten a su hijo esposa o ayudante incluso a su enemigo y viceversa

5 Se pueden combinar o fundir temas y papeles La heroiacutena

puede aprovecharse de la lujuria del enemigo para atraerle a la destruccioacuten La vigilancia por parte del dragoacuten de un manan-tial puede combinarse con su habitacioacuten en el mar su conten-cioacuten de las aguas su bloqueo de un camino y su control sobre un recinto sagrado

6 Puede haber expansioacuten o duplicacioacuten de temas personas episodios El campeoacuten puede dividirse en padre e hijo Un solo enemigo se puede convertir en el jefe y muacuteltiples subordina-dos Se pueden librar varios combates con varias muertes o derrotas del campeoacuten o del enemigo

Dado que a menudo se ha sentildealado la semejanza de los mi-tos con los suentildeos debemos observar que los modos en que se expresa un tema en los mitos reales presentan una marcada analogiacutea con los modos en que se expresa el pensamiento del suentildeo en el contenido del suentildeo seguacuten Freud los defi nioacute Freud apunta factores de condensacioacuten y desplazamiento A) Condensacioacuten es la convergencia de varios pensamientos del suentildeo en un punto clave que se convierte en un elemento uacuteni-co en el contenido del suentildeo Se puede ver una forma de con-densacioacuten en las personas compuestas de los suentildeos La con-densacioacuten corresponde a la combinacioacuten y fusioacuten del punto 5 supra B) El desplazamiento se manifi esta en la sustitucioacuten de una idea por otra sin alteracioacuten del signifi cado esencial o en la inversioacuten de las ideas transformacioacuten en lo contrario o en algo muy diferente Las mutaciones y reducciones de 1 a 4 supra son anaacutelogas a los desplazamientos del suentildeo Las duplicacio-nes de 6 corresponden a la duplicacioacuten que con frecuencia aparece en los suentildeos1

Eacutesos son los cambios que pueden experimentar los temas El estudioso debe reconocer que un tema puede asumir en un mito un revestimiento muy diferente del que tiene en otro Debe mirar a menudo debajo de la cobertura exterior para encontrar el tema Debe comprender tambieacuten que el pensa-miento miacutetico es iloacutegico para nuestros esquemas habituales tambieacuten en esto se parece al pensamiento de los suentildeos Ele-mentos opuestos contradictorios inconsecuencias pueden estar y estaacuten juntos en una misma intencioacuten y en una misma narracioacuten Sin embargo el mito no es un revoltijo de tonteriacuteas y absurdos tiene su propia loacutegica Quien estudia el mito debe tratar de comprender los modos miacuteticos del pensar G

1 Freud (ID) 319-397 especialmente 320-339

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Mito y lenguajeErnst Cassirer

En Primitive Culture Tylor propuso una teoriacutea antropoloacutegica basada en principios bioloacutegicos generales Eacutel fue uno de los primeros en aplicar los principios de Darwin al mundo cultu-ral La maacutexima natura non facit saltus no admite excepcioacuten Vale tanto para el mundo de la civilizacioacuten humana como para el mundo orgaacutenico Lo mismo el hombre civilizado que el no civilizado pertenecen a la misma especie la especie del homo sapiens Las caracteriacutesticas fundamentales de esta especie son las mismas en cada variante Si la teoriacutea de la evolucioacuten es ver-dadera no podemos admitir ninguacuten hiato entre el estadio maacutes bajo y el maacutes alto de la civilizacioacuten humana Pasamos del uno a los otros mediante una transicioacuten muy lenta y casi impercep-tible en la cual nunca encontramos solucioacuten de continuidad

Una concepcioacuten distinta del proceso de la civilizacioacuten hu-mana fue desarrollada en un ensayo publicado en 1856 tres antildeos antes de la aparicioacuten del libro de Darwin The Origin of the Species En su Comparative Mythology1 F Max Muumlller partioacute del principio de que es imposible alcanzar una verdadera com-prensioacuten del mito mientras se considere como un fenoacutemeno aislado Y sin embargo ninguacuten fenoacutemeno natural ninguacuten principio bioloacutegico puede guiarnos en nuestra investigacioacuten No existe ninguna analogiacutea real entre los fenoacutemenos naturales y los culturales La cultura humana debe ser estudiada de acuerdo con meacutetodos y principios especiacutefi cos iquestY doacutende po-driacuteamos encontrar una guiacutea mejor para este estudio que en el lenguaje humano el elemento en el cual el hombre vive se mueve y tiene su ser Como linguumlista y fi loacutelogo Muumlller estaba convencido de que el uacutenico enfoque cientiacutefi co para un estudio del mito era el enfoque linguumliacutestico Pero este fi n no podiacutea ser logrado antes de que la propia linguumliacutestica hubiese encontrado su camino y antes de que la gramaacutetica y la etimologiacutea estuvie-ran fundadas sobre una fi rme base cientiacutefi ca Hasta la primera mitad del siglo xix se llegoacute a dar este gran primer paso Entre el mito y el lenguaje no soacutelo existe una iacutentima relacioacuten sino una verdadera solidaridad Si entendemos la naturaleza de esta solidaridad habremos encontrado la llave del mundo miacutetico

El descubrimiento de la lengua y literatura saacutenscritas fue un hecho decisivo en el desenvolvimiento de nuestra conciencia

histoacuterica y en la evolucioacuten de todas las ciencias culturales Por su importancia e infl uencia puede compararse con la gran re-volucioacuten intelectual que produjo el sistema copernicano en el campo de la ciencia natural La hipoacutetesis copernicana invirtioacute la concepcioacuten del orden coacutesmico La tierra ya no estaba en el centro del universo se convirtioacute en un ldquoastro entre los astrosrdquo La concepcioacuten geoceacutentrica del mundo fiacutesico fue descartada En el mismo sentido en contacto con la literatura saacutenscrita puso fi n a esa concepcioacuten de la cultura humana que estableciacutea su centro verdadero y uacutenico en el mundo de la antiguumledad claacutesica A partir de entonces el mundo greco-romano no podiacutea ser considerado maacutes que como una simple provincia un pequentildeo sector del universo de la cultura humana La fi losofiacutea de la historia tuvo que fundarse sobre una base nueva y maacutes amplia Hegel llamoacute al descubrimiento del origen comuacuten del griego y el saacutenscrito el descubrimiento de un nuevo mundo Quienes estudiaban gramaacutetica comparada en el siglo xix consideraron su trabajo bajo esta misma luz Estaban convencidos de que habiacutean encontrado la palabra maacutegica la uacutenica que podiacutea abrir las puertas al entendimiento de la historia de la civilizacioacuten humana La fi lologiacutea comparada declaroacute Max Muumlller ha pues-to a la edad mitoloacutegica y mitopeacuteyica de la humanidad que antes estaba velada por la oscuridad ante la brillante luz de la investigacioacuten cientiacutefi ca y dentro del recinto de la historia do-cumental Ha puesto en nuestras manos un telescopio de tal potencia que donde antes alcanzaacutebamos a ver soacutelo nebulosida-des ahora descubrimos formas distintas y perfi les maacutes auacuten nos ha proporcionado lo que podemos llamar testimonios con-temporaacuteneos exhibiendo ante nosotros el estado de pensa-miento de lenguaje religioacuten y civilizacioacuten de un periacuteodo en que el saacutenscrito no era todaviacutea el saacutenscrito el griego no era todaviacutea el griego pero en el cual lo mismo estos dos que el latiacuten el germaacutenico y otros dialectos arios existiacutean todaviacutea como un solo lenguaje indiviso La niebla de la mitologiacutea se desvaneceraacute gradualmente y nos permitiraacute descubrir tras las fl otantes nubes de la aurora del pensamiento y el lenguaje esa naturaleza verdadera que la mitologiacutea ha encubierto y disfraza-do por tan largo tiempo2

Por otro lado esa conexioacuten entre el lenguaje y el mito la cual prometiacutea una solucioacuten clara y defi nida para el antiguo enigma entrantildeaba una gran difi cultad Cierto es que el lengua-je y el mito tienen una raiacutez comuacuten pero no son en modo algu-

Ernst Cassirer El mito del Estado Traduccioacuten de Eduardo Nicol fce Meacutexico 2004

1 Publicado por primera vez en Oxford Essays (Londres John W Parker and Son 1856) pp 1-87 Reproducido en Selected Essays on Language Mythology and Religion (Londres Longmans Green and Co 1881) pp 299-451

2 Muumlller ldquoComparative Mythologyrdquo op cit pp II 33 86 Selected Essays I 315 358 449 ss

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no ideacutenticos en su estructura El lenguaje ofrece siempre un caraacutecter estrictamente loacutegico el mito parece desafi ar todas las reglas loacutegicas es incoherente caprichoso irracional iquestCoacutemo podemos reunir estos dos elementos incompatibles

Para responder a esta pregunta Max Muumlller y otros autores pertenecientes a la escuela de la mitologiacutea comparada idearon un plan muy ingenioso El mito dijeron no es en realidad sino un aspecto del lenguaje aunque un aspecto maacutes bien negativo que positivo El mito no se origina de sus virtudes sino de sus vicios Es cierto que el lenguaje es racional y loacutegico pero por otra parte es tambieacuten una fuente de ilusiones y falacias El lo-gro mayor del lenguaje es a la vez fuente de sus defectos El lenguaje se compone de nombres generales pero la generalidad implica siempre ambiguumledad La polionimia y la sinonimia de las palabras no son un rasgo accidental del lenguaje derivan de su naturaleza misma Como sea que la mayoriacutea de los objetos tienen maacutes de un atributo y como quiera que bajo aspectos

diferentes uno u otro de los atributos puede parecer apropiado para el acto de la denominacioacuten ocurrioacute por necesidad que la mayoriacutea de los objetos durante el primer periacuteodo del lenguaje humano tuvo maacutes de un nombre Cuanto maacutes antigua es una lengua tanto maacutes rica en sinoacutenimos Por otra parte si se em-plean constantemente estos sinoacutenimos deben naturalmente originar un nuacutemero de homoacutenimos Si podemos llamar al sol con cincuenta nombres expresivos de diferentes cualidades algunos de estos nombres seraacuten aplicables a otros objetos que puedan poseer las mismas cualidades Estos objetos distintos vendriacutean entonces a llamarse por el mismo nombre mdashse con-vertiriacutean en homoacutenimos Eacuteste es el punto vulnerable del len-guaje y eacuteste es al mismo tiempo el origen histoacuterico del mito iquestCoacutemo podemos dar razoacuten mdashse pregunta Max Muumlllermdash de esta fase de la mente humana que dio origen a los extraordina-rios relatos de dioses y heacuteroes de gorgonas y quimeras de cosas que el ojo humano no habiacutea visto nunca y que ninguna

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mente humana en sus cabales pudo haber concebido jamaacutes A menos que podamos dar respuesta a esta pregunta nuestra creencia en un progreso regular y consecuente del intelecto humano a traveacutes de todas las edades y en todos los lugares tendraacute que ser abandonada como una teoriacutea falsa A pesar de todo despueacutes del descubrimiento de la linguumliacutestica comparada estamos en situacioacuten de evitar ese escepticismo y de quitar ese obstaacuteculo de en medio Vemos que el progreso mismo del len-guaje mdashuno de los maacutes grandes hechos de la civilizacioacuten hu-manamdash condujo inevitablemente a otro fenoacutemeno al fenoacuteme-no del mito Si existiacutean dos nombres para el mismo objeto es natural y en verdad inevitable que dos personas pudieran bro-tar de los dos nombres y como los mismos relatos podiacutean contarse de la una y de la otra seriacutean representadas como her-manos y hermanas como padres e hijos3

Si aceptamos esta teoriacutea la difi cultad queda resuelta Pode-mos explicar muy bien de queacute modo la actividad racional del lenguaje humano ha conducido a las irracionalidades e incom-prensibilidades del mito La mente humana opera siempre de una manera racional Aun la mente primitiva era una mente cabal y normal Pero por otra parte era una mente rudimen-taria e inexperta En el caso en que estaba la mente inexperta expuesta constantemente a una grave tentacioacuten mdashla falacia y la ambiguumledad de las palabrasmdash no es de extrantildear que cayera en ella Eacuteste es el verdadero origen del pensamiento miacutetico El lenguaje no es tan soacutelo una escuela de sabiduriacutea es tambieacuten una escuela de desatino El mito nos revela este uacuteltimo aspecto no es maacutes que la oscura sombra que el lenguaje proyecta sobre el mundo del pensamiento humano

De este modo se presenta a la mitologiacutea como patoloacutegica asiacute en su origen como en su esencia Es una enfermedad que em-pieza en el campo del lenguaje y que luego se difunde en una peligrosa infeccioacuten por todo el cuerpo de la civilizacioacuten huma-na Pero aunque sea una locura hay en ella un meacutetodo En la mitologiacutea griega asiacute como en otras mitologiacuteas encontramos por ejemplo el relato de una gran inundacioacuten que destruyoacute a la raza humana entera Solamente una pareja Deucalioacuten y su es-posa Pirra se salvoacute del diluvio y fue enviada por Zeus a la Heacute-lade Cayeron los dos sobre el monte Parnaso y alliacute les aconse-joacute el oraacuteculo que echaron tras de siacute los ldquohuesos de su madrerdquo Deucalioacuten dio con la verdadera interpretacioacuten de este oraacuteculo recogioacute las piedras esparcidas por el campo y las tiroacute por encima de sus hombros De estas piedras surgioacute una nueva raza de hom-bre y mujeres iquestQueacute cosa hay maacutes ridiacutecula mdashse pregunta Max Muumlllermdash que este modo de explicar el origen de la raza huma-na Y sin embargo se hace faacutecilmente comprensible cuando empleamos la clave que nos da la ciencia de la etimologiacutea com-parada Todo el relato se reduce a un simple juego de palabras mdashuna confusioacuten entre dos teacuterminos homoacutenimosmdash entre λαός y λἀας4 Eacuteste de acuerdo con su opinioacuten es todo el secreto de la mitologiacutea

Si analizamos esta teoriacutea encontramos que contiene una extrantildea mezcla de racionalismo y romanticismo El elemento romaacutentico es manifi esto y parece ser el preponderante En cierto sentido Max Muumlller habla como un disciacutepulo de Nova-lis o de Schleiermacher Rechaza la teoriacutea de que el origen de

la religioacuten hay que buscarlo en el animismo o en la adoracioacuten de las grandes fuerzas naturales Hay ciertamente una religioacuten natural o fiacutesica una adoracioacuten del juego del sol de la luna del cielo despejado pero esta religioacuten fiacutesica es tan soacutelo un aspecto singular y un fenoacutemeno derivado No nos ofrece el todo y no nos conduce a la fuente primera y principal El verdadero ori-gen de la religioacuten hay que buscarlo en un estrato maacutes profundo del pensar y el sentir Lo que primero fascinoacute a los hombres no fueron los objetos de su alrededor Aun la mente primitiva es-taba mucho maacutes impresionada por el gran espec taacuteculo de la naturaleza tomada como un todo La naturaleza era lo desco-nocido en el sentido de algo opuesto a lo conocido lo infi nito en el sentido de lo que se distingue de lo fi nito Fue este senti-miento lo que desde los primero tiempos promovioacute el impul-so hacia el pensamiento religioso y el lenguaje La inmediata percepcioacuten del Infi nito ha formado desde el principio mismo el ingrediente y el necesario complemento de todo conocimiento fi nito Los rudimentos de expresiones mitoloacutegicas religiosas y fi losoacutefi cas posteriores estaban ya presentes en la temprana presioacuten del Infi nito sobre nuestros sentidos y esta presioacuten es la primera fuente y el origen real de todas nuestras creencias religiosas5 iquestPor queacute tenemos que maravillarnos de los anti-guos mdashpreguntaba Max Muumlllermdash de su lenguaje palpitante de vida y refulgente de color si en vez de los grises perfi les del pensamiento moderno exhalaban esas formas vivientes de la naturaleza dotadas de fuerza humana o maacutes bien de fuerzas sobrehumanas en tanto que la luz del sol brillaba maacutes que la del ojo humano y el bramar de la tormenta opacaba los gritos de la voz humana6 Esto suena muy romaacutentico pero no debe-mos dejarnos engantildear por el estilo coloreado y romaacutentico de Max Muumlller Su teoriacutea tomada en conjunto sigue siendo es-trictamente racionalista e intelectualista

En el fondo su concepcioacuten del mito no se encuentra muy distante del siglo xviii y de los pensadores de la Ilustracioacuten7 Claro estaacute que ya no considera al mito y a la religioacuten como una simple invencioacuten arbitraria un truco de la astucia clerical Pero admite que la religioacuten al fi n y al cabo no es maacutes que una gran ilusioacuten no un engantildeo consciente sino inconsciente un engantildeo promovido por la naturaleza de la mente humana y ante todo por la naturaleza del lenguaje humano El mito sigue siendo siempre un caso patoloacutegico Pero ahora estamos en situacioacuten de comprender la patologiacutea del mito sin recurrir a la hipoacutetesis de un defecto inherente a la mente humana misma Si se reco-noce que el lenguaje es la fuente del mito entonces hasta las incongruencias y contradicciones del pensamiento miacutetico que-dan reducidas a un poder universal y objetivo y por tanto en-teramente racional

3 Veacutease Muumlller op cit pp 44 Selected Essays I 3784 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p8 Selected Essays I 310

5 Veacutease F Max Muumlller Natural Religion The Gifford Lectures 1888 (Londres y Nueva York Longmans Green amp Co 1889) con-ferencia V ldquoMy own defi nition of Religionrdquo pp 103-140 Physical Religion The Gifford Lectures 1890 (Londres y Nueva York Long-mans Green amp Co 1891) conferencia VI ldquoPhysical Religion The Natural and the Supernatur alrdquo pp 119 ss

6 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p 37 Selected Essays I 3657 Es un hecho curioso que los primeros elementos de la teoriacutea de

Max Muumlller hayan de buscarse en los escritos de uno de los grandes racionalistas En su saacutetira Sur lrsquoeacutequivoque Boileau propuso la teoriacutea de que la ambiguumledad de las palabras es la verdadera fuente del mito

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Mucho contribuyoacute a la infl uencia de esta doctrina el hecho de que fuera aceptada con algunas reservas criacuteticas por el primer fi loacutesofo que tratoacute de crear una ldquofi losofiacutea sinteacuteticardquo una visioacuten coherente y comprensiva de todas las actividades de la mente humana basada en principios estrictamente empiacutericos y en la teoriacutea general de la evolucioacuten Herbert Spencer halloacute la fuente primera y principal de toda religioacuten en el culto de los antepasados El primer culto afi rmoacute eacutel no fue el culto de las fuerzas naturales sino el culto de los muertos8 Sin embargo con el fi n de comprender el traacutensito del culto de los antepasa-dos al culto de los dioses personales debemos introducir una nueva hipoacutetesis Seguacuten Spencer lo que hizo posible y hasta necesario este nuevo paso fueron el poder y la infl uencia per-durable del lenguaje El lenguaje humano es metafoacuterico en su esencia misma estaacute lleno de siacutemiles y analogiacuteas La mente pri-mitiva es incapaz de comprender estos siacutemiles en un sentido meramente metafoacuterico Toma estos siacutemiles por realidades y piensa y actuacutea de acuerdo con este principio Esta interpreta-cioacuten literal de los nombres metafoacutericos fue la que condujo desde las primeras formas elementales del culto de los antepa-sados desde la adoracioacuten de seres humanos hasta la adoracioacuten de plantas y animales y fi nalmente de grandes fuerzas de la naturaleza Un haacutebito comuacuten y muy extendido de las socieda-des primitivas es el de darles a los nintildeos recieacuten nacidos nom-bres de plantas animales estrellas y otros objetos naturales A los nintildeos se les llama ldquoTigrerdquo ldquoLeoacutenrdquo ldquoCuervordquo a las nintildeas ldquoLunardquo ldquoEstrellardquo Originariamente todos estos nombres no eran maacutes que epiheta ornantia los cuales expresaban ciertas cualidades personales que se atribuiacutean a los seres humanos De acuerdo con esta tendencia de la mente primitiva a entender

todos los teacuterminos en sentido literal era inevitable que se ma-linterpretasen esos nombres complementarios y esos tiacutetulos metafoacutericos Alguna vez ldquoAurorardquo se usariacutea como nombre pro-pio de persona las tradiciones referentes a una que se hubiese destacado conduciriacutean en la mente ingenua del salvaje a una identifi cacioacuten con la aurora misma y sus aventuras seriacutean in-terpretadas de la manera que pareciese maacutes congruente con la naturaleza de la aurora Es maacutes en las regiones donde tal nom-bre hubiese sido el propio de miembros de tribus adyacentes o de miembros de una misma tribu que hubieran vivido en tiempos distintos surgiriacutean genealogiacuteas incongruentes y aven-turas antagoacutenicas de la aurora9

Tambieacuten aquiacute encontramos explicado el fenoacutemeno del mito el panteoacuten entero del politeiacutesmo como una simple enferme-dad El culto de objetos conspicuos concebidos como perso-nas resulta de un error linguumliacutestico La grave objecioacuten a que puede someterse tal teoriacutea es manifi esta El mito es una de las maacutes antiguas y grandes fuerzas de la civilizacioacuten humana Estaacute conectado iacutentimamente con todas las demaacutes actividades huma-nas es inseparable del lenguaje de la poesiacutea del arte y del maacutes remoto pensamiento histoacuterico La ciencia misma tuvo que pasar por una etapa miacutetica antes de alcanzar la etapa loacutegica la alquimia precedioacute a la quiacutemica la astrologiacutea a la astronomiacutea Si las teoriacuteas de Max Muumlller y de Spencer fuesen ciertas tendriacutea-mos que admitir la conclusioacuten de que en resumidas cuentas la historia de la civilizacioacuten humana se debe a una simple equivo-cacioacuten a una mala interpretacioacuten de palabras y de teacuterminos Y no es una hipoacutetesis muy satisfactoria o plausible pensar que la cultura sea el producto de una mera ilusioacuten un malabarismo de palabras y un pueril juego de nombres G

8 Veacutease H Spencer The Principles of Sociology (1876) cap xx (Nueva York Appleton amp Co 1901 i 1901 i 285 ss) 9 Ibid xxii-xxiv i 329-394

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El mito y la sociedadJoseph Campbell

1- El que cambia de forma

No hay un sistema fi nal para la interpretacioacuten de los mitos y nunca habraacute tal cosa La mitologiacutea es como el dios Proteo ldquoel veraz anciano de los maresrdquo El dios ldquoprobaraacute de convertirse en todos los seres que se arrastran por la tierra y en agua y en ardentiacutesimo fuegordquo1

El viajero de la vida que quiera recibir ensentildeanzas de Proteo debe ldquosujetarlo aunque desee e intente escaparserdquo y fi nalmente apareceraacute en la forma que le es propia Pero este astuto dios nunca descubre ni siquiera ante el maacutes haacutebil interrogador el contenido iacutentegro de su sabiduriacutea Contestaraacute a la pregunta que se le haga y la respuesta seraacute grande o trivial seguacuten lo que se le haya preguntado ldquoCuando el sol siguiendo su curso llega al centro del cielo el veraz anciano de los mares oculto por negras y encrespadas olas salta en tierra al soplo del Ceacutefi -ro En seguida se acuesta en honda gruta y a su alrededor se ponen a dormir todas juntas las focas de nataacutetiles pies hijas de la hermosa Halosidne que salen del espumoso mar exhalando el acerbo olor del mar profundiacutesimordquo2 El rey guerrero griego Menelao guiado y ayudado por una hija de este viejo padre del mar a sus salvajes lares e instruido por ella de coacutemo lograr la respuesta del dios deseaba soacutelo preguntar el secreto de sus difi cultades personales y el paradero de sus amigos personales Y el dios se dignoacute a responder

La mitologiacutea ha sido interpretada por el intelecto moderno como un torpe esfuerzo primitivo para explicar el mundo de la naturaleza (Frazer) como una produccioacuten de fantasiacutea poeacutetica de los tiempo prehistoacutericos mal entendida por las edades pos-teriores (Muumlller) como un sustitutivo de la instruccioacuten alegoacute-rica para amoldar el individuo a su grupo (Durkheim) como un suentildeo colectivo sintomaacutetico de las urgencias arquetiacutepicas dentro de las profundidades de la psique humana (Jung) como el vehiacuteculo tradicional de las intuiciones metafiacutesicas maacutes pro-fundas del hombre (Coomaraswamy) y como la Revelacioacuten de Dios a Sus hijos (la Iglesia) La mitologiacutea es todo esto Los diferentes juicios estaacuten determinados por los diferentes puntos de vista de los jueces Pues cuando se la investiga en teacuterminos no de lo que es sino de coacutemo funciona de coacutemo ha servido a la especia humana en el pasado y de coacutemo puede servirle ahora

la mitologiacutea se muestra tan accesible como la vida misma a las obsesiones y necesidades del individuo la raza y la eacutepoca

2- La funcioacuten del mito del culto y de la meditacioacuten

En su forma viva el individuo es necesariamente soacutelo una frac-cioacuten y una distorsioacuten de la imagen total del hombre Estaacute limi-tado ya sea hembra o varoacuten tambieacuten lo estaacute en cualquier pe-riodo de su vida como nintildeo como joven como adulto o como anciano y no soacutelo eso sino que en su vida estaacute necesariamente especializado como artesano comerciante sirviente o ladroacuten sacerdote o liacuteder esposa monja o prostituta no puede serlo todo De aquiacute que la totalidad la plenitud del hombre no esteacute en un miembro aparte sino en el cuerpo de la sociedad como un todo el individuo puede soacutelo ser un oacutergano De su grupo ha tomado las teacutecnicas de vida el lenguaje en que piensa las ideas por las cuales lucha los genes que han construido su cuerpo descienden del pasado de esa sociedad Si pretende ais-larse ya sea en hechos pensamientos o sentimientos soacutelo lo-gra romper las relaciones con las fuentes de su existencia

Las ceremonias tribales de nacimiento la iniciacioacuten el ma-trimonio el entierro la adquisicioacuten de un estado social etc sirven para trasladar la crisis y hechos de la vida del individuo a formas claacutesicas e impersonales Estas formas tienen por obje-to mostrarlo a siacute mismo no como esta personalidad o la otra sino como el guerrero la desposada la viuda el sacerdote el jefe al mismo tiempo se representa para el resto de la comuni-dad la vieja leccioacuten de las etapas arquetiacutepicas Todos participan en el ceremonial de acuerdo con su rango y su funcioacuten La sociedad entera se hace visible como una unidad viva e impe-recedera Pasan generaciones de individuos como ceacutelulas anoacute-nimas de un cuerpo vivo pero permanece la forma sustentante e intemporal Por una ampliacioacuten de la visioacuten para abarcar a este superindividuo cada uno se descubre a siacute mismo engran-decido enriquecido apoyado y magnifi cado Su papel aunque no sea nada impresionante se ve como intriacutenseco a la bella imagen festiva del hombre la imagen potencial pero necesaria-mente inhibida que estaacute dentro del individuo

Los deberes sociales continuacutean la leccioacuten del festival en la existencia diaria y normal y se le da maacutes validez al individuo Por el contrario la indiferencia las revoluciones o el exilio rom-pen las conexiones vitales Desde el punto de vista de la unidad social el individuo aislado no es sino una nada un desperdicio De aquiacute que el hombre o la mujer puedan decir honestamente que han vivido su papel mdashya sea el de sacerdote prostituta reina o esclavomdash se refi eren al sentido completo del verbo ser

Joseph Campbell El heacuteroe de las mil caras Psicoanaacutelisis del mito Traduccioacuten de Luisa Josefi na Hernaacutendez fce Meacutexico 2006

1 Odisea iv 401 417-41 Traduccioacuten de Luis Segalaacute y Estalella2 Ibid 400-406

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Los ritos de la iniciacioacuten y de la adquisicioacuten de una situa-cioacuten pues muestran la leccioacuten de la unidad esencial del in-dividuo y el grupo los festivales de las estaciones abren un horizonte mayor Asiacute como el individuo es un oacutergano de la so-ciedad asiacute es la tribu o la ciudad mdashasiacute es la humanidad ente-ramdash soacutelo una fase del poderoso organismo del cosmos

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para domi-nar a la naturaleza Eacutesta es una representacioacuten equivocada Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre y particularmente en aquellas ceremonias maacutegicas que se supone han de traer lluvia curar las enfermedades o detener las inun-daciones sin embargo el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponieacutendolas a la magia ne-gra) es la sumisioacuten a lo inevitable del destino y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente

No se ha registrado ninguacuten mito tribal que intente postergar la llegada del invierno al contrario los ritos preparan a la co-munidad para soportar junto con el resto de la naturaleza la estacioacuten del friacuteo tremendo Y en la primavera los ritos no inten-tan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maiacutez frijol y calabazas para la comunidad debilitada por el contrario los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estacioacuten de la na-turaleza El maravilloso ciclo del antildeo es celebrado con todos sus contratiempos y periacuteodos de juacutebilo y es bosquejado y represen-tado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano

Muchas otras simbolizaciones de esta continuidad llenan el mundo de la comunidad mitoloacutegicamente instruida Por ejem-plo los clanes de las tribus cazadoras norteamericanas se con-sideraban descendientes de ancestros mitad animales y mitad humanos Estos ancestros no solamente eran los padres de los miembros humanos del clan sino tambieacuten de la especie animal de donde el clan tomaba su nombre Asiacute los miembros huma-nos del clan del castor eran primos hermanos de los castores protectores de dicha especie y al mismo tiempo protegidos por la sabiduriacutea animal del pueblo de los bosques Y otro ejemplo el hogan o choza de barro de los Naacutevajo de Nuevo Meacutexico y Arizona se construye seguacuten el plan de la idea del cosmos de los Naacutevajo La entrada estaacute hacia el oriente Los ocho lados re-presentan las cuatro direcciones principales y los puntos que quedan entre ellas Cada arista y cada viga corresponde a un elemento en el gran hogan de la tierra y el cielo que todo lo abarcan Y como el alma del hombre es considerada en su for-ma como ideacutentica al universo la choza de barro es la represen-tacioacuten de la armoniacutea baacutesica del hombre y del mundo y un re-cordatorio del escondido camino vital de la perfeccioacuten

Pero hay otro camino diametralmente opuesto al de los de-beres sociales y los cultos populares Desde el punto de vista del camino del deber el que es exiliado de la comunidad es nada Desde el otro punto de vista este exilio es el primer paso en la buacutesqueda Cada uno lleva el todo dentro de siacute mismo por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de eacutel Las diferen-ciaciones de sexo edad y ocupacioacuten no son esenciales a nuestro caraacutecter sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo La imagen interior del hombre no de-be confundirse con su atuendo Pensamos que somos ameri-canos hijos del siglo xx occidentales y cristianos civilizados Somos virtuosos o pecadores Sin embargo esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre denotan solamente acci-dentes geograacutefi cos fecha de nacimiento e ingresos econoacutemi-

cos iquestCuaacutel es el meollo de nosotros iquestCuaacutel es el caraacutecter baacutesico de nuestro ser

El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India los misterios heleacutenicos de las iniciaciones las antiguas fi losofiacuteas de Oriente y del Occidente son teacutecnicas para despla-zar el hincapieacute de la conciencia individual fuera de la presencia exterior Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo maacutes profundo ldquoYo no soy esto ni lo otro mdashmeditamdash no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir mi cuerpo que estaacute enfermo o envejece ni mi brazo mis ojos mi cabeza ni la suma de todas estas cosas No soy mis sentimientos ni mi men-te ni mi fuerza intuitivardquo Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y fi nalmente alcanza insondables rea-lizaciones Ninguacuten hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como Don Fu-lano de tal o cual poblacioacuten de cierto paiacutes La sociedad y los deberes se esfuman Don Fulano al descubrirse grande con el hombre se convierte en una persona abstraiacuteda y apartada

Eacutesta es la etapa de Narciso contemplaacutendose en la fuente del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del aacuterbol pero no es la uacuteltima meta es un requisito pero no es el fi n La meta no es ver sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia en-tonces el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola De aquiacute que la separacioacuten el aislamiento ya no sean necesarios Por dondequiera que vaya el heacuteroe y cualquier cosa que haga siempre estaacute en presencia de su propia esencia porque ha perfeccionado sus ojos para ver No hay aislamiento Asiacute como el camino de la participacioacuten social puede llevar a la realizacioacuten del Todo en el individuo asiacute el exilio trae al heacuteroe al Yo en todo

Centrado en este punto capital el problema del egoiacutesmo o del altruismo desaparece El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identifi cado con el signifi cado iacutentegro del uni-verso Por Eacutel y para Eacutel se ha hecho el mundo ldquoOh Mahoma mdashdijo Diosmdash si no fuera por ti no hubiera creado el cielordquo

3- El heacuteroe de hoy

Todo esto se halla lejos del punto de vista contemporaacuteneo pues el ideal democraacutetico del individuo que se determina a siacute mismo la invencioacuten de los artefactos mecaacutenicos y eleacutectricos y el desarrollo de los meacutetodos cientiacutefi cos de investigacioacuten han transformado la vida humana en tal forma que el universo in-temporal de siacutembolos hace mucho tiempo heredados ha sufri-do un colapso A esto se refi eren en el Zaratustra de Nietzsche las trascendentales palabras que anuncian una eacutepoca ldquoMuertos estaacuten los diosesrdquo3 Es una faacutebula que sabemos que se ha repeti-do de mil maneras Es el ciclo del heacuteroe de la edad moderna la maravillosa historia de la especie humana que llega a la ma-durez El lastre del pasado la atadura de la tradicioacuten han sido destruidos con seguros y poderosos golpes La telarantildea del suentildeo miacutetico cayoacute la mente se abrioacute a la iacutentegra conciencia despierta y el hombre moderno surgioacute de la ignorancia de los antiguos como una mariposa de su capullo o como el sol del amanecer surge del vientre de la madre noche

3 Nietzsche Asiacute habloacute Zaratustra 1223

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No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

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La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

18 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

difusioacuten del mito se interesa maacutes por los argumentos y los te-mas que por los participantes divinos o sus nombres Habitual-mente el origen y desarrollo del mito tiene poco o nada que ver con el origen de los dioses que aparecen en la variante na-cional o con el origen de sus nombres

Por eso este estudio al tratar de relacionar un mito con otro se interesa principalmente por los temas narrativos Por tema me refi ero a un rasgo o episodio recurrente de los relatos tradicionales Es una parte integral de la historia en que se encuentra pero es separable en el sentido de que puede apare-cer tambieacuten en otras historias tipo Algunos temas son esencia-les a un tipo otros pueden aparecer en una variante y estar ausentes en otra

El tema no se expresa de manera ideacutentica en cada versioacuten o variante cambia constantemente su ropaje externo de acuerdo con las costumbres nacionales o las caracteriacutesticas locales de los lugares en que se encuentra Puede oscurecerse o disfrazar-se pude ser que soacutelo quede una huella Si no fuera por esto todas las variantes se pareceriacutean mucho y seriacutea obvio el origen comuacuten Pero un origen comuacuten de los mitos de combate no es obvio por lo tanto es necesario un anaacutelisis temaacutetico cuidadoso de los diversos mitos Puede ser uacutetil sentildealar el tipo de variacio-nes que se producen en el tema

1 Mutaciones de papel cambios de rango de relacioacuten de clase Un heacuteroe puede reemplazar a un dios o a un gigante o un leoacuten puede reemplazar a un dragoacuten Un padre se puede con-vertir en abuelo tiacuteo hermano rey tutor una madre se puede convertir en abuela madre adoptiva nodriza esposa hermana esposa e hija se intercambian con frecuencia

2 Mutaciones en la accioacuten El modo de combate puede cambiar de una variante a otra Un tipo de castigo o de engantildeo puede ser sustituido por otro

3 Una caracteriacutestica llamativa de una variante puede quedar reducida en otra a algo menos sorprendente o puede estar dis-frazada La muerte puede transformarse en herida suentildeo de-rrota exilio desesperacioacuten Una accioacuten puede quedar mera-mente en un intento de accioacuten

4 Las acciones o rasgos de un personaje pueden transferir-se a otro del campeoacuten a su hijo esposa o ayudante incluso a su enemigo y viceversa

5 Se pueden combinar o fundir temas y papeles La heroiacutena

puede aprovecharse de la lujuria del enemigo para atraerle a la destruccioacuten La vigilancia por parte del dragoacuten de un manan-tial puede combinarse con su habitacioacuten en el mar su conten-cioacuten de las aguas su bloqueo de un camino y su control sobre un recinto sagrado

6 Puede haber expansioacuten o duplicacioacuten de temas personas episodios El campeoacuten puede dividirse en padre e hijo Un solo enemigo se puede convertir en el jefe y muacuteltiples subordina-dos Se pueden librar varios combates con varias muertes o derrotas del campeoacuten o del enemigo

Dado que a menudo se ha sentildealado la semejanza de los mi-tos con los suentildeos debemos observar que los modos en que se expresa un tema en los mitos reales presentan una marcada analogiacutea con los modos en que se expresa el pensamiento del suentildeo en el contenido del suentildeo seguacuten Freud los defi nioacute Freud apunta factores de condensacioacuten y desplazamiento A) Condensacioacuten es la convergencia de varios pensamientos del suentildeo en un punto clave que se convierte en un elemento uacuteni-co en el contenido del suentildeo Se puede ver una forma de con-densacioacuten en las personas compuestas de los suentildeos La con-densacioacuten corresponde a la combinacioacuten y fusioacuten del punto 5 supra B) El desplazamiento se manifi esta en la sustitucioacuten de una idea por otra sin alteracioacuten del signifi cado esencial o en la inversioacuten de las ideas transformacioacuten en lo contrario o en algo muy diferente Las mutaciones y reducciones de 1 a 4 supra son anaacutelogas a los desplazamientos del suentildeo Las duplicacio-nes de 6 corresponden a la duplicacioacuten que con frecuencia aparece en los suentildeos1

Eacutesos son los cambios que pueden experimentar los temas El estudioso debe reconocer que un tema puede asumir en un mito un revestimiento muy diferente del que tiene en otro Debe mirar a menudo debajo de la cobertura exterior para encontrar el tema Debe comprender tambieacuten que el pensa-miento miacutetico es iloacutegico para nuestros esquemas habituales tambieacuten en esto se parece al pensamiento de los suentildeos Ele-mentos opuestos contradictorios inconsecuencias pueden estar y estaacuten juntos en una misma intencioacuten y en una misma narracioacuten Sin embargo el mito no es un revoltijo de tonteriacuteas y absurdos tiene su propia loacutegica Quien estudia el mito debe tratar de comprender los modos miacuteticos del pensar G

1 Freud (ID) 319-397 especialmente 320-339

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Mito y lenguajeErnst Cassirer

En Primitive Culture Tylor propuso una teoriacutea antropoloacutegica basada en principios bioloacutegicos generales Eacutel fue uno de los primeros en aplicar los principios de Darwin al mundo cultu-ral La maacutexima natura non facit saltus no admite excepcioacuten Vale tanto para el mundo de la civilizacioacuten humana como para el mundo orgaacutenico Lo mismo el hombre civilizado que el no civilizado pertenecen a la misma especie la especie del homo sapiens Las caracteriacutesticas fundamentales de esta especie son las mismas en cada variante Si la teoriacutea de la evolucioacuten es ver-dadera no podemos admitir ninguacuten hiato entre el estadio maacutes bajo y el maacutes alto de la civilizacioacuten humana Pasamos del uno a los otros mediante una transicioacuten muy lenta y casi impercep-tible en la cual nunca encontramos solucioacuten de continuidad

Una concepcioacuten distinta del proceso de la civilizacioacuten hu-mana fue desarrollada en un ensayo publicado en 1856 tres antildeos antes de la aparicioacuten del libro de Darwin The Origin of the Species En su Comparative Mythology1 F Max Muumlller partioacute del principio de que es imposible alcanzar una verdadera com-prensioacuten del mito mientras se considere como un fenoacutemeno aislado Y sin embargo ninguacuten fenoacutemeno natural ninguacuten principio bioloacutegico puede guiarnos en nuestra investigacioacuten No existe ninguna analogiacutea real entre los fenoacutemenos naturales y los culturales La cultura humana debe ser estudiada de acuerdo con meacutetodos y principios especiacutefi cos iquestY doacutende po-driacuteamos encontrar una guiacutea mejor para este estudio que en el lenguaje humano el elemento en el cual el hombre vive se mueve y tiene su ser Como linguumlista y fi loacutelogo Muumlller estaba convencido de que el uacutenico enfoque cientiacutefi co para un estudio del mito era el enfoque linguumliacutestico Pero este fi n no podiacutea ser logrado antes de que la propia linguumliacutestica hubiese encontrado su camino y antes de que la gramaacutetica y la etimologiacutea estuvie-ran fundadas sobre una fi rme base cientiacutefi ca Hasta la primera mitad del siglo xix se llegoacute a dar este gran primer paso Entre el mito y el lenguaje no soacutelo existe una iacutentima relacioacuten sino una verdadera solidaridad Si entendemos la naturaleza de esta solidaridad habremos encontrado la llave del mundo miacutetico

El descubrimiento de la lengua y literatura saacutenscritas fue un hecho decisivo en el desenvolvimiento de nuestra conciencia

histoacuterica y en la evolucioacuten de todas las ciencias culturales Por su importancia e infl uencia puede compararse con la gran re-volucioacuten intelectual que produjo el sistema copernicano en el campo de la ciencia natural La hipoacutetesis copernicana invirtioacute la concepcioacuten del orden coacutesmico La tierra ya no estaba en el centro del universo se convirtioacute en un ldquoastro entre los astrosrdquo La concepcioacuten geoceacutentrica del mundo fiacutesico fue descartada En el mismo sentido en contacto con la literatura saacutenscrita puso fi n a esa concepcioacuten de la cultura humana que estableciacutea su centro verdadero y uacutenico en el mundo de la antiguumledad claacutesica A partir de entonces el mundo greco-romano no podiacutea ser considerado maacutes que como una simple provincia un pequentildeo sector del universo de la cultura humana La fi losofiacutea de la historia tuvo que fundarse sobre una base nueva y maacutes amplia Hegel llamoacute al descubrimiento del origen comuacuten del griego y el saacutenscrito el descubrimiento de un nuevo mundo Quienes estudiaban gramaacutetica comparada en el siglo xix consideraron su trabajo bajo esta misma luz Estaban convencidos de que habiacutean encontrado la palabra maacutegica la uacutenica que podiacutea abrir las puertas al entendimiento de la historia de la civilizacioacuten humana La fi lologiacutea comparada declaroacute Max Muumlller ha pues-to a la edad mitoloacutegica y mitopeacuteyica de la humanidad que antes estaba velada por la oscuridad ante la brillante luz de la investigacioacuten cientiacutefi ca y dentro del recinto de la historia do-cumental Ha puesto en nuestras manos un telescopio de tal potencia que donde antes alcanzaacutebamos a ver soacutelo nebulosida-des ahora descubrimos formas distintas y perfi les maacutes auacuten nos ha proporcionado lo que podemos llamar testimonios con-temporaacuteneos exhibiendo ante nosotros el estado de pensa-miento de lenguaje religioacuten y civilizacioacuten de un periacuteodo en que el saacutenscrito no era todaviacutea el saacutenscrito el griego no era todaviacutea el griego pero en el cual lo mismo estos dos que el latiacuten el germaacutenico y otros dialectos arios existiacutean todaviacutea como un solo lenguaje indiviso La niebla de la mitologiacutea se desvaneceraacute gradualmente y nos permitiraacute descubrir tras las fl otantes nubes de la aurora del pensamiento y el lenguaje esa naturaleza verdadera que la mitologiacutea ha encubierto y disfraza-do por tan largo tiempo2

Por otro lado esa conexioacuten entre el lenguaje y el mito la cual prometiacutea una solucioacuten clara y defi nida para el antiguo enigma entrantildeaba una gran difi cultad Cierto es que el lengua-je y el mito tienen una raiacutez comuacuten pero no son en modo algu-

Ernst Cassirer El mito del Estado Traduccioacuten de Eduardo Nicol fce Meacutexico 2004

1 Publicado por primera vez en Oxford Essays (Londres John W Parker and Son 1856) pp 1-87 Reproducido en Selected Essays on Language Mythology and Religion (Londres Longmans Green and Co 1881) pp 299-451

2 Muumlller ldquoComparative Mythologyrdquo op cit pp II 33 86 Selected Essays I 315 358 449 ss

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no ideacutenticos en su estructura El lenguaje ofrece siempre un caraacutecter estrictamente loacutegico el mito parece desafi ar todas las reglas loacutegicas es incoherente caprichoso irracional iquestCoacutemo podemos reunir estos dos elementos incompatibles

Para responder a esta pregunta Max Muumlller y otros autores pertenecientes a la escuela de la mitologiacutea comparada idearon un plan muy ingenioso El mito dijeron no es en realidad sino un aspecto del lenguaje aunque un aspecto maacutes bien negativo que positivo El mito no se origina de sus virtudes sino de sus vicios Es cierto que el lenguaje es racional y loacutegico pero por otra parte es tambieacuten una fuente de ilusiones y falacias El lo-gro mayor del lenguaje es a la vez fuente de sus defectos El lenguaje se compone de nombres generales pero la generalidad implica siempre ambiguumledad La polionimia y la sinonimia de las palabras no son un rasgo accidental del lenguaje derivan de su naturaleza misma Como sea que la mayoriacutea de los objetos tienen maacutes de un atributo y como quiera que bajo aspectos

diferentes uno u otro de los atributos puede parecer apropiado para el acto de la denominacioacuten ocurrioacute por necesidad que la mayoriacutea de los objetos durante el primer periacuteodo del lenguaje humano tuvo maacutes de un nombre Cuanto maacutes antigua es una lengua tanto maacutes rica en sinoacutenimos Por otra parte si se em-plean constantemente estos sinoacutenimos deben naturalmente originar un nuacutemero de homoacutenimos Si podemos llamar al sol con cincuenta nombres expresivos de diferentes cualidades algunos de estos nombres seraacuten aplicables a otros objetos que puedan poseer las mismas cualidades Estos objetos distintos vendriacutean entonces a llamarse por el mismo nombre mdashse con-vertiriacutean en homoacutenimos Eacuteste es el punto vulnerable del len-guaje y eacuteste es al mismo tiempo el origen histoacuterico del mito iquestCoacutemo podemos dar razoacuten mdashse pregunta Max Muumlllermdash de esta fase de la mente humana que dio origen a los extraordina-rios relatos de dioses y heacuteroes de gorgonas y quimeras de cosas que el ojo humano no habiacutea visto nunca y que ninguna

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mente humana en sus cabales pudo haber concebido jamaacutes A menos que podamos dar respuesta a esta pregunta nuestra creencia en un progreso regular y consecuente del intelecto humano a traveacutes de todas las edades y en todos los lugares tendraacute que ser abandonada como una teoriacutea falsa A pesar de todo despueacutes del descubrimiento de la linguumliacutestica comparada estamos en situacioacuten de evitar ese escepticismo y de quitar ese obstaacuteculo de en medio Vemos que el progreso mismo del len-guaje mdashuno de los maacutes grandes hechos de la civilizacioacuten hu-manamdash condujo inevitablemente a otro fenoacutemeno al fenoacuteme-no del mito Si existiacutean dos nombres para el mismo objeto es natural y en verdad inevitable que dos personas pudieran bro-tar de los dos nombres y como los mismos relatos podiacutean contarse de la una y de la otra seriacutean representadas como her-manos y hermanas como padres e hijos3

Si aceptamos esta teoriacutea la difi cultad queda resuelta Pode-mos explicar muy bien de queacute modo la actividad racional del lenguaje humano ha conducido a las irracionalidades e incom-prensibilidades del mito La mente humana opera siempre de una manera racional Aun la mente primitiva era una mente cabal y normal Pero por otra parte era una mente rudimen-taria e inexperta En el caso en que estaba la mente inexperta expuesta constantemente a una grave tentacioacuten mdashla falacia y la ambiguumledad de las palabrasmdash no es de extrantildear que cayera en ella Eacuteste es el verdadero origen del pensamiento miacutetico El lenguaje no es tan soacutelo una escuela de sabiduriacutea es tambieacuten una escuela de desatino El mito nos revela este uacuteltimo aspecto no es maacutes que la oscura sombra que el lenguaje proyecta sobre el mundo del pensamiento humano

De este modo se presenta a la mitologiacutea como patoloacutegica asiacute en su origen como en su esencia Es una enfermedad que em-pieza en el campo del lenguaje y que luego se difunde en una peligrosa infeccioacuten por todo el cuerpo de la civilizacioacuten huma-na Pero aunque sea una locura hay en ella un meacutetodo En la mitologiacutea griega asiacute como en otras mitologiacuteas encontramos por ejemplo el relato de una gran inundacioacuten que destruyoacute a la raza humana entera Solamente una pareja Deucalioacuten y su es-posa Pirra se salvoacute del diluvio y fue enviada por Zeus a la Heacute-lade Cayeron los dos sobre el monte Parnaso y alliacute les aconse-joacute el oraacuteculo que echaron tras de siacute los ldquohuesos de su madrerdquo Deucalioacuten dio con la verdadera interpretacioacuten de este oraacuteculo recogioacute las piedras esparcidas por el campo y las tiroacute por encima de sus hombros De estas piedras surgioacute una nueva raza de hom-bre y mujeres iquestQueacute cosa hay maacutes ridiacutecula mdashse pregunta Max Muumlllermdash que este modo de explicar el origen de la raza huma-na Y sin embargo se hace faacutecilmente comprensible cuando empleamos la clave que nos da la ciencia de la etimologiacutea com-parada Todo el relato se reduce a un simple juego de palabras mdashuna confusioacuten entre dos teacuterminos homoacutenimosmdash entre λαός y λἀας4 Eacuteste de acuerdo con su opinioacuten es todo el secreto de la mitologiacutea

Si analizamos esta teoriacutea encontramos que contiene una extrantildea mezcla de racionalismo y romanticismo El elemento romaacutentico es manifi esto y parece ser el preponderante En cierto sentido Max Muumlller habla como un disciacutepulo de Nova-lis o de Schleiermacher Rechaza la teoriacutea de que el origen de

la religioacuten hay que buscarlo en el animismo o en la adoracioacuten de las grandes fuerzas naturales Hay ciertamente una religioacuten natural o fiacutesica una adoracioacuten del juego del sol de la luna del cielo despejado pero esta religioacuten fiacutesica es tan soacutelo un aspecto singular y un fenoacutemeno derivado No nos ofrece el todo y no nos conduce a la fuente primera y principal El verdadero ori-gen de la religioacuten hay que buscarlo en un estrato maacutes profundo del pensar y el sentir Lo que primero fascinoacute a los hombres no fueron los objetos de su alrededor Aun la mente primitiva es-taba mucho maacutes impresionada por el gran espec taacuteculo de la naturaleza tomada como un todo La naturaleza era lo desco-nocido en el sentido de algo opuesto a lo conocido lo infi nito en el sentido de lo que se distingue de lo fi nito Fue este senti-miento lo que desde los primero tiempos promovioacute el impul-so hacia el pensamiento religioso y el lenguaje La inmediata percepcioacuten del Infi nito ha formado desde el principio mismo el ingrediente y el necesario complemento de todo conocimiento fi nito Los rudimentos de expresiones mitoloacutegicas religiosas y fi losoacutefi cas posteriores estaban ya presentes en la temprana presioacuten del Infi nito sobre nuestros sentidos y esta presioacuten es la primera fuente y el origen real de todas nuestras creencias religiosas5 iquestPor queacute tenemos que maravillarnos de los anti-guos mdashpreguntaba Max Muumlllermdash de su lenguaje palpitante de vida y refulgente de color si en vez de los grises perfi les del pensamiento moderno exhalaban esas formas vivientes de la naturaleza dotadas de fuerza humana o maacutes bien de fuerzas sobrehumanas en tanto que la luz del sol brillaba maacutes que la del ojo humano y el bramar de la tormenta opacaba los gritos de la voz humana6 Esto suena muy romaacutentico pero no debe-mos dejarnos engantildear por el estilo coloreado y romaacutentico de Max Muumlller Su teoriacutea tomada en conjunto sigue siendo es-trictamente racionalista e intelectualista

En el fondo su concepcioacuten del mito no se encuentra muy distante del siglo xviii y de los pensadores de la Ilustracioacuten7 Claro estaacute que ya no considera al mito y a la religioacuten como una simple invencioacuten arbitraria un truco de la astucia clerical Pero admite que la religioacuten al fi n y al cabo no es maacutes que una gran ilusioacuten no un engantildeo consciente sino inconsciente un engantildeo promovido por la naturaleza de la mente humana y ante todo por la naturaleza del lenguaje humano El mito sigue siendo siempre un caso patoloacutegico Pero ahora estamos en situacioacuten de comprender la patologiacutea del mito sin recurrir a la hipoacutetesis de un defecto inherente a la mente humana misma Si se reco-noce que el lenguaje es la fuente del mito entonces hasta las incongruencias y contradicciones del pensamiento miacutetico que-dan reducidas a un poder universal y objetivo y por tanto en-teramente racional

3 Veacutease Muumlller op cit pp 44 Selected Essays I 3784 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p8 Selected Essays I 310

5 Veacutease F Max Muumlller Natural Religion The Gifford Lectures 1888 (Londres y Nueva York Longmans Green amp Co 1889) con-ferencia V ldquoMy own defi nition of Religionrdquo pp 103-140 Physical Religion The Gifford Lectures 1890 (Londres y Nueva York Long-mans Green amp Co 1891) conferencia VI ldquoPhysical Religion The Natural and the Supernatur alrdquo pp 119 ss

6 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p 37 Selected Essays I 3657 Es un hecho curioso que los primeros elementos de la teoriacutea de

Max Muumlller hayan de buscarse en los escritos de uno de los grandes racionalistas En su saacutetira Sur lrsquoeacutequivoque Boileau propuso la teoriacutea de que la ambiguumledad de las palabras es la verdadera fuente del mito

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Mucho contribuyoacute a la infl uencia de esta doctrina el hecho de que fuera aceptada con algunas reservas criacuteticas por el primer fi loacutesofo que tratoacute de crear una ldquofi losofiacutea sinteacuteticardquo una visioacuten coherente y comprensiva de todas las actividades de la mente humana basada en principios estrictamente empiacutericos y en la teoriacutea general de la evolucioacuten Herbert Spencer halloacute la fuente primera y principal de toda religioacuten en el culto de los antepasados El primer culto afi rmoacute eacutel no fue el culto de las fuerzas naturales sino el culto de los muertos8 Sin embargo con el fi n de comprender el traacutensito del culto de los antepasa-dos al culto de los dioses personales debemos introducir una nueva hipoacutetesis Seguacuten Spencer lo que hizo posible y hasta necesario este nuevo paso fueron el poder y la infl uencia per-durable del lenguaje El lenguaje humano es metafoacuterico en su esencia misma estaacute lleno de siacutemiles y analogiacuteas La mente pri-mitiva es incapaz de comprender estos siacutemiles en un sentido meramente metafoacuterico Toma estos siacutemiles por realidades y piensa y actuacutea de acuerdo con este principio Esta interpreta-cioacuten literal de los nombres metafoacutericos fue la que condujo desde las primeras formas elementales del culto de los antepa-sados desde la adoracioacuten de seres humanos hasta la adoracioacuten de plantas y animales y fi nalmente de grandes fuerzas de la naturaleza Un haacutebito comuacuten y muy extendido de las socieda-des primitivas es el de darles a los nintildeos recieacuten nacidos nom-bres de plantas animales estrellas y otros objetos naturales A los nintildeos se les llama ldquoTigrerdquo ldquoLeoacutenrdquo ldquoCuervordquo a las nintildeas ldquoLunardquo ldquoEstrellardquo Originariamente todos estos nombres no eran maacutes que epiheta ornantia los cuales expresaban ciertas cualidades personales que se atribuiacutean a los seres humanos De acuerdo con esta tendencia de la mente primitiva a entender

todos los teacuterminos en sentido literal era inevitable que se ma-linterpretasen esos nombres complementarios y esos tiacutetulos metafoacutericos Alguna vez ldquoAurorardquo se usariacutea como nombre pro-pio de persona las tradiciones referentes a una que se hubiese destacado conduciriacutean en la mente ingenua del salvaje a una identifi cacioacuten con la aurora misma y sus aventuras seriacutean in-terpretadas de la manera que pareciese maacutes congruente con la naturaleza de la aurora Es maacutes en las regiones donde tal nom-bre hubiese sido el propio de miembros de tribus adyacentes o de miembros de una misma tribu que hubieran vivido en tiempos distintos surgiriacutean genealogiacuteas incongruentes y aven-turas antagoacutenicas de la aurora9

Tambieacuten aquiacute encontramos explicado el fenoacutemeno del mito el panteoacuten entero del politeiacutesmo como una simple enferme-dad El culto de objetos conspicuos concebidos como perso-nas resulta de un error linguumliacutestico La grave objecioacuten a que puede someterse tal teoriacutea es manifi esta El mito es una de las maacutes antiguas y grandes fuerzas de la civilizacioacuten humana Estaacute conectado iacutentimamente con todas las demaacutes actividades huma-nas es inseparable del lenguaje de la poesiacutea del arte y del maacutes remoto pensamiento histoacuterico La ciencia misma tuvo que pasar por una etapa miacutetica antes de alcanzar la etapa loacutegica la alquimia precedioacute a la quiacutemica la astrologiacutea a la astronomiacutea Si las teoriacuteas de Max Muumlller y de Spencer fuesen ciertas tendriacutea-mos que admitir la conclusioacuten de que en resumidas cuentas la historia de la civilizacioacuten humana se debe a una simple equivo-cacioacuten a una mala interpretacioacuten de palabras y de teacuterminos Y no es una hipoacutetesis muy satisfactoria o plausible pensar que la cultura sea el producto de una mera ilusioacuten un malabarismo de palabras y un pueril juego de nombres G

8 Veacutease H Spencer The Principles of Sociology (1876) cap xx (Nueva York Appleton amp Co 1901 i 1901 i 285 ss) 9 Ibid xxii-xxiv i 329-394

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El mito y la sociedadJoseph Campbell

1- El que cambia de forma

No hay un sistema fi nal para la interpretacioacuten de los mitos y nunca habraacute tal cosa La mitologiacutea es como el dios Proteo ldquoel veraz anciano de los maresrdquo El dios ldquoprobaraacute de convertirse en todos los seres que se arrastran por la tierra y en agua y en ardentiacutesimo fuegordquo1

El viajero de la vida que quiera recibir ensentildeanzas de Proteo debe ldquosujetarlo aunque desee e intente escaparserdquo y fi nalmente apareceraacute en la forma que le es propia Pero este astuto dios nunca descubre ni siquiera ante el maacutes haacutebil interrogador el contenido iacutentegro de su sabiduriacutea Contestaraacute a la pregunta que se le haga y la respuesta seraacute grande o trivial seguacuten lo que se le haya preguntado ldquoCuando el sol siguiendo su curso llega al centro del cielo el veraz anciano de los mares oculto por negras y encrespadas olas salta en tierra al soplo del Ceacutefi -ro En seguida se acuesta en honda gruta y a su alrededor se ponen a dormir todas juntas las focas de nataacutetiles pies hijas de la hermosa Halosidne que salen del espumoso mar exhalando el acerbo olor del mar profundiacutesimordquo2 El rey guerrero griego Menelao guiado y ayudado por una hija de este viejo padre del mar a sus salvajes lares e instruido por ella de coacutemo lograr la respuesta del dios deseaba soacutelo preguntar el secreto de sus difi cultades personales y el paradero de sus amigos personales Y el dios se dignoacute a responder

La mitologiacutea ha sido interpretada por el intelecto moderno como un torpe esfuerzo primitivo para explicar el mundo de la naturaleza (Frazer) como una produccioacuten de fantasiacutea poeacutetica de los tiempo prehistoacutericos mal entendida por las edades pos-teriores (Muumlller) como un sustitutivo de la instruccioacuten alegoacute-rica para amoldar el individuo a su grupo (Durkheim) como un suentildeo colectivo sintomaacutetico de las urgencias arquetiacutepicas dentro de las profundidades de la psique humana (Jung) como el vehiacuteculo tradicional de las intuiciones metafiacutesicas maacutes pro-fundas del hombre (Coomaraswamy) y como la Revelacioacuten de Dios a Sus hijos (la Iglesia) La mitologiacutea es todo esto Los diferentes juicios estaacuten determinados por los diferentes puntos de vista de los jueces Pues cuando se la investiga en teacuterminos no de lo que es sino de coacutemo funciona de coacutemo ha servido a la especia humana en el pasado y de coacutemo puede servirle ahora

la mitologiacutea se muestra tan accesible como la vida misma a las obsesiones y necesidades del individuo la raza y la eacutepoca

2- La funcioacuten del mito del culto y de la meditacioacuten

En su forma viva el individuo es necesariamente soacutelo una frac-cioacuten y una distorsioacuten de la imagen total del hombre Estaacute limi-tado ya sea hembra o varoacuten tambieacuten lo estaacute en cualquier pe-riodo de su vida como nintildeo como joven como adulto o como anciano y no soacutelo eso sino que en su vida estaacute necesariamente especializado como artesano comerciante sirviente o ladroacuten sacerdote o liacuteder esposa monja o prostituta no puede serlo todo De aquiacute que la totalidad la plenitud del hombre no esteacute en un miembro aparte sino en el cuerpo de la sociedad como un todo el individuo puede soacutelo ser un oacutergano De su grupo ha tomado las teacutecnicas de vida el lenguaje en que piensa las ideas por las cuales lucha los genes que han construido su cuerpo descienden del pasado de esa sociedad Si pretende ais-larse ya sea en hechos pensamientos o sentimientos soacutelo lo-gra romper las relaciones con las fuentes de su existencia

Las ceremonias tribales de nacimiento la iniciacioacuten el ma-trimonio el entierro la adquisicioacuten de un estado social etc sirven para trasladar la crisis y hechos de la vida del individuo a formas claacutesicas e impersonales Estas formas tienen por obje-to mostrarlo a siacute mismo no como esta personalidad o la otra sino como el guerrero la desposada la viuda el sacerdote el jefe al mismo tiempo se representa para el resto de la comuni-dad la vieja leccioacuten de las etapas arquetiacutepicas Todos participan en el ceremonial de acuerdo con su rango y su funcioacuten La sociedad entera se hace visible como una unidad viva e impe-recedera Pasan generaciones de individuos como ceacutelulas anoacute-nimas de un cuerpo vivo pero permanece la forma sustentante e intemporal Por una ampliacioacuten de la visioacuten para abarcar a este superindividuo cada uno se descubre a siacute mismo engran-decido enriquecido apoyado y magnifi cado Su papel aunque no sea nada impresionante se ve como intriacutenseco a la bella imagen festiva del hombre la imagen potencial pero necesaria-mente inhibida que estaacute dentro del individuo

Los deberes sociales continuacutean la leccioacuten del festival en la existencia diaria y normal y se le da maacutes validez al individuo Por el contrario la indiferencia las revoluciones o el exilio rom-pen las conexiones vitales Desde el punto de vista de la unidad social el individuo aislado no es sino una nada un desperdicio De aquiacute que el hombre o la mujer puedan decir honestamente que han vivido su papel mdashya sea el de sacerdote prostituta reina o esclavomdash se refi eren al sentido completo del verbo ser

Joseph Campbell El heacuteroe de las mil caras Psicoanaacutelisis del mito Traduccioacuten de Luisa Josefi na Hernaacutendez fce Meacutexico 2006

1 Odisea iv 401 417-41 Traduccioacuten de Luis Segalaacute y Estalella2 Ibid 400-406

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Los ritos de la iniciacioacuten y de la adquisicioacuten de una situa-cioacuten pues muestran la leccioacuten de la unidad esencial del in-dividuo y el grupo los festivales de las estaciones abren un horizonte mayor Asiacute como el individuo es un oacutergano de la so-ciedad asiacute es la tribu o la ciudad mdashasiacute es la humanidad ente-ramdash soacutelo una fase del poderoso organismo del cosmos

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para domi-nar a la naturaleza Eacutesta es una representacioacuten equivocada Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre y particularmente en aquellas ceremonias maacutegicas que se supone han de traer lluvia curar las enfermedades o detener las inun-daciones sin embargo el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponieacutendolas a la magia ne-gra) es la sumisioacuten a lo inevitable del destino y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente

No se ha registrado ninguacuten mito tribal que intente postergar la llegada del invierno al contrario los ritos preparan a la co-munidad para soportar junto con el resto de la naturaleza la estacioacuten del friacuteo tremendo Y en la primavera los ritos no inten-tan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maiacutez frijol y calabazas para la comunidad debilitada por el contrario los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estacioacuten de la na-turaleza El maravilloso ciclo del antildeo es celebrado con todos sus contratiempos y periacuteodos de juacutebilo y es bosquejado y represen-tado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano

Muchas otras simbolizaciones de esta continuidad llenan el mundo de la comunidad mitoloacutegicamente instruida Por ejem-plo los clanes de las tribus cazadoras norteamericanas se con-sideraban descendientes de ancestros mitad animales y mitad humanos Estos ancestros no solamente eran los padres de los miembros humanos del clan sino tambieacuten de la especie animal de donde el clan tomaba su nombre Asiacute los miembros huma-nos del clan del castor eran primos hermanos de los castores protectores de dicha especie y al mismo tiempo protegidos por la sabiduriacutea animal del pueblo de los bosques Y otro ejemplo el hogan o choza de barro de los Naacutevajo de Nuevo Meacutexico y Arizona se construye seguacuten el plan de la idea del cosmos de los Naacutevajo La entrada estaacute hacia el oriente Los ocho lados re-presentan las cuatro direcciones principales y los puntos que quedan entre ellas Cada arista y cada viga corresponde a un elemento en el gran hogan de la tierra y el cielo que todo lo abarcan Y como el alma del hombre es considerada en su for-ma como ideacutentica al universo la choza de barro es la represen-tacioacuten de la armoniacutea baacutesica del hombre y del mundo y un re-cordatorio del escondido camino vital de la perfeccioacuten

Pero hay otro camino diametralmente opuesto al de los de-beres sociales y los cultos populares Desde el punto de vista del camino del deber el que es exiliado de la comunidad es nada Desde el otro punto de vista este exilio es el primer paso en la buacutesqueda Cada uno lleva el todo dentro de siacute mismo por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de eacutel Las diferen-ciaciones de sexo edad y ocupacioacuten no son esenciales a nuestro caraacutecter sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo La imagen interior del hombre no de-be confundirse con su atuendo Pensamos que somos ameri-canos hijos del siglo xx occidentales y cristianos civilizados Somos virtuosos o pecadores Sin embargo esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre denotan solamente acci-dentes geograacutefi cos fecha de nacimiento e ingresos econoacutemi-

cos iquestCuaacutel es el meollo de nosotros iquestCuaacutel es el caraacutecter baacutesico de nuestro ser

El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India los misterios heleacutenicos de las iniciaciones las antiguas fi losofiacuteas de Oriente y del Occidente son teacutecnicas para despla-zar el hincapieacute de la conciencia individual fuera de la presencia exterior Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo maacutes profundo ldquoYo no soy esto ni lo otro mdashmeditamdash no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir mi cuerpo que estaacute enfermo o envejece ni mi brazo mis ojos mi cabeza ni la suma de todas estas cosas No soy mis sentimientos ni mi men-te ni mi fuerza intuitivardquo Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y fi nalmente alcanza insondables rea-lizaciones Ninguacuten hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como Don Fu-lano de tal o cual poblacioacuten de cierto paiacutes La sociedad y los deberes se esfuman Don Fulano al descubrirse grande con el hombre se convierte en una persona abstraiacuteda y apartada

Eacutesta es la etapa de Narciso contemplaacutendose en la fuente del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del aacuterbol pero no es la uacuteltima meta es un requisito pero no es el fi n La meta no es ver sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia en-tonces el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola De aquiacute que la separacioacuten el aislamiento ya no sean necesarios Por dondequiera que vaya el heacuteroe y cualquier cosa que haga siempre estaacute en presencia de su propia esencia porque ha perfeccionado sus ojos para ver No hay aislamiento Asiacute como el camino de la participacioacuten social puede llevar a la realizacioacuten del Todo en el individuo asiacute el exilio trae al heacuteroe al Yo en todo

Centrado en este punto capital el problema del egoiacutesmo o del altruismo desaparece El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identifi cado con el signifi cado iacutentegro del uni-verso Por Eacutel y para Eacutel se ha hecho el mundo ldquoOh Mahoma mdashdijo Diosmdash si no fuera por ti no hubiera creado el cielordquo

3- El heacuteroe de hoy

Todo esto se halla lejos del punto de vista contemporaacuteneo pues el ideal democraacutetico del individuo que se determina a siacute mismo la invencioacuten de los artefactos mecaacutenicos y eleacutectricos y el desarrollo de los meacutetodos cientiacutefi cos de investigacioacuten han transformado la vida humana en tal forma que el universo in-temporal de siacutembolos hace mucho tiempo heredados ha sufri-do un colapso A esto se refi eren en el Zaratustra de Nietzsche las trascendentales palabras que anuncian una eacutepoca ldquoMuertos estaacuten los diosesrdquo3 Es una faacutebula que sabemos que se ha repeti-do de mil maneras Es el ciclo del heacuteroe de la edad moderna la maravillosa historia de la especie humana que llega a la ma-durez El lastre del pasado la atadura de la tradicioacuten han sido destruidos con seguros y poderosos golpes La telarantildea del suentildeo miacutetico cayoacute la mente se abrioacute a la iacutentegra conciencia despierta y el hombre moderno surgioacute de la ignorancia de los antiguos como una mariposa de su capullo o como el sol del amanecer surge del vientre de la madre noche

3 Nietzsche Asiacute habloacute Zaratustra 1223

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No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

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La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

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Mito y lenguajeErnst Cassirer

En Primitive Culture Tylor propuso una teoriacutea antropoloacutegica basada en principios bioloacutegicos generales Eacutel fue uno de los primeros en aplicar los principios de Darwin al mundo cultu-ral La maacutexima natura non facit saltus no admite excepcioacuten Vale tanto para el mundo de la civilizacioacuten humana como para el mundo orgaacutenico Lo mismo el hombre civilizado que el no civilizado pertenecen a la misma especie la especie del homo sapiens Las caracteriacutesticas fundamentales de esta especie son las mismas en cada variante Si la teoriacutea de la evolucioacuten es ver-dadera no podemos admitir ninguacuten hiato entre el estadio maacutes bajo y el maacutes alto de la civilizacioacuten humana Pasamos del uno a los otros mediante una transicioacuten muy lenta y casi impercep-tible en la cual nunca encontramos solucioacuten de continuidad

Una concepcioacuten distinta del proceso de la civilizacioacuten hu-mana fue desarrollada en un ensayo publicado en 1856 tres antildeos antes de la aparicioacuten del libro de Darwin The Origin of the Species En su Comparative Mythology1 F Max Muumlller partioacute del principio de que es imposible alcanzar una verdadera com-prensioacuten del mito mientras se considere como un fenoacutemeno aislado Y sin embargo ninguacuten fenoacutemeno natural ninguacuten principio bioloacutegico puede guiarnos en nuestra investigacioacuten No existe ninguna analogiacutea real entre los fenoacutemenos naturales y los culturales La cultura humana debe ser estudiada de acuerdo con meacutetodos y principios especiacutefi cos iquestY doacutende po-driacuteamos encontrar una guiacutea mejor para este estudio que en el lenguaje humano el elemento en el cual el hombre vive se mueve y tiene su ser Como linguumlista y fi loacutelogo Muumlller estaba convencido de que el uacutenico enfoque cientiacutefi co para un estudio del mito era el enfoque linguumliacutestico Pero este fi n no podiacutea ser logrado antes de que la propia linguumliacutestica hubiese encontrado su camino y antes de que la gramaacutetica y la etimologiacutea estuvie-ran fundadas sobre una fi rme base cientiacutefi ca Hasta la primera mitad del siglo xix se llegoacute a dar este gran primer paso Entre el mito y el lenguaje no soacutelo existe una iacutentima relacioacuten sino una verdadera solidaridad Si entendemos la naturaleza de esta solidaridad habremos encontrado la llave del mundo miacutetico

El descubrimiento de la lengua y literatura saacutenscritas fue un hecho decisivo en el desenvolvimiento de nuestra conciencia

histoacuterica y en la evolucioacuten de todas las ciencias culturales Por su importancia e infl uencia puede compararse con la gran re-volucioacuten intelectual que produjo el sistema copernicano en el campo de la ciencia natural La hipoacutetesis copernicana invirtioacute la concepcioacuten del orden coacutesmico La tierra ya no estaba en el centro del universo se convirtioacute en un ldquoastro entre los astrosrdquo La concepcioacuten geoceacutentrica del mundo fiacutesico fue descartada En el mismo sentido en contacto con la literatura saacutenscrita puso fi n a esa concepcioacuten de la cultura humana que estableciacutea su centro verdadero y uacutenico en el mundo de la antiguumledad claacutesica A partir de entonces el mundo greco-romano no podiacutea ser considerado maacutes que como una simple provincia un pequentildeo sector del universo de la cultura humana La fi losofiacutea de la historia tuvo que fundarse sobre una base nueva y maacutes amplia Hegel llamoacute al descubrimiento del origen comuacuten del griego y el saacutenscrito el descubrimiento de un nuevo mundo Quienes estudiaban gramaacutetica comparada en el siglo xix consideraron su trabajo bajo esta misma luz Estaban convencidos de que habiacutean encontrado la palabra maacutegica la uacutenica que podiacutea abrir las puertas al entendimiento de la historia de la civilizacioacuten humana La fi lologiacutea comparada declaroacute Max Muumlller ha pues-to a la edad mitoloacutegica y mitopeacuteyica de la humanidad que antes estaba velada por la oscuridad ante la brillante luz de la investigacioacuten cientiacutefi ca y dentro del recinto de la historia do-cumental Ha puesto en nuestras manos un telescopio de tal potencia que donde antes alcanzaacutebamos a ver soacutelo nebulosida-des ahora descubrimos formas distintas y perfi les maacutes auacuten nos ha proporcionado lo que podemos llamar testimonios con-temporaacuteneos exhibiendo ante nosotros el estado de pensa-miento de lenguaje religioacuten y civilizacioacuten de un periacuteodo en que el saacutenscrito no era todaviacutea el saacutenscrito el griego no era todaviacutea el griego pero en el cual lo mismo estos dos que el latiacuten el germaacutenico y otros dialectos arios existiacutean todaviacutea como un solo lenguaje indiviso La niebla de la mitologiacutea se desvaneceraacute gradualmente y nos permitiraacute descubrir tras las fl otantes nubes de la aurora del pensamiento y el lenguaje esa naturaleza verdadera que la mitologiacutea ha encubierto y disfraza-do por tan largo tiempo2

Por otro lado esa conexioacuten entre el lenguaje y el mito la cual prometiacutea una solucioacuten clara y defi nida para el antiguo enigma entrantildeaba una gran difi cultad Cierto es que el lengua-je y el mito tienen una raiacutez comuacuten pero no son en modo algu-

Ernst Cassirer El mito del Estado Traduccioacuten de Eduardo Nicol fce Meacutexico 2004

1 Publicado por primera vez en Oxford Essays (Londres John W Parker and Son 1856) pp 1-87 Reproducido en Selected Essays on Language Mythology and Religion (Londres Longmans Green and Co 1881) pp 299-451

2 Muumlller ldquoComparative Mythologyrdquo op cit pp II 33 86 Selected Essays I 315 358 449 ss

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no ideacutenticos en su estructura El lenguaje ofrece siempre un caraacutecter estrictamente loacutegico el mito parece desafi ar todas las reglas loacutegicas es incoherente caprichoso irracional iquestCoacutemo podemos reunir estos dos elementos incompatibles

Para responder a esta pregunta Max Muumlller y otros autores pertenecientes a la escuela de la mitologiacutea comparada idearon un plan muy ingenioso El mito dijeron no es en realidad sino un aspecto del lenguaje aunque un aspecto maacutes bien negativo que positivo El mito no se origina de sus virtudes sino de sus vicios Es cierto que el lenguaje es racional y loacutegico pero por otra parte es tambieacuten una fuente de ilusiones y falacias El lo-gro mayor del lenguaje es a la vez fuente de sus defectos El lenguaje se compone de nombres generales pero la generalidad implica siempre ambiguumledad La polionimia y la sinonimia de las palabras no son un rasgo accidental del lenguaje derivan de su naturaleza misma Como sea que la mayoriacutea de los objetos tienen maacutes de un atributo y como quiera que bajo aspectos

diferentes uno u otro de los atributos puede parecer apropiado para el acto de la denominacioacuten ocurrioacute por necesidad que la mayoriacutea de los objetos durante el primer periacuteodo del lenguaje humano tuvo maacutes de un nombre Cuanto maacutes antigua es una lengua tanto maacutes rica en sinoacutenimos Por otra parte si se em-plean constantemente estos sinoacutenimos deben naturalmente originar un nuacutemero de homoacutenimos Si podemos llamar al sol con cincuenta nombres expresivos de diferentes cualidades algunos de estos nombres seraacuten aplicables a otros objetos que puedan poseer las mismas cualidades Estos objetos distintos vendriacutean entonces a llamarse por el mismo nombre mdashse con-vertiriacutean en homoacutenimos Eacuteste es el punto vulnerable del len-guaje y eacuteste es al mismo tiempo el origen histoacuterico del mito iquestCoacutemo podemos dar razoacuten mdashse pregunta Max Muumlllermdash de esta fase de la mente humana que dio origen a los extraordina-rios relatos de dioses y heacuteroes de gorgonas y quimeras de cosas que el ojo humano no habiacutea visto nunca y que ninguna

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mente humana en sus cabales pudo haber concebido jamaacutes A menos que podamos dar respuesta a esta pregunta nuestra creencia en un progreso regular y consecuente del intelecto humano a traveacutes de todas las edades y en todos los lugares tendraacute que ser abandonada como una teoriacutea falsa A pesar de todo despueacutes del descubrimiento de la linguumliacutestica comparada estamos en situacioacuten de evitar ese escepticismo y de quitar ese obstaacuteculo de en medio Vemos que el progreso mismo del len-guaje mdashuno de los maacutes grandes hechos de la civilizacioacuten hu-manamdash condujo inevitablemente a otro fenoacutemeno al fenoacuteme-no del mito Si existiacutean dos nombres para el mismo objeto es natural y en verdad inevitable que dos personas pudieran bro-tar de los dos nombres y como los mismos relatos podiacutean contarse de la una y de la otra seriacutean representadas como her-manos y hermanas como padres e hijos3

Si aceptamos esta teoriacutea la difi cultad queda resuelta Pode-mos explicar muy bien de queacute modo la actividad racional del lenguaje humano ha conducido a las irracionalidades e incom-prensibilidades del mito La mente humana opera siempre de una manera racional Aun la mente primitiva era una mente cabal y normal Pero por otra parte era una mente rudimen-taria e inexperta En el caso en que estaba la mente inexperta expuesta constantemente a una grave tentacioacuten mdashla falacia y la ambiguumledad de las palabrasmdash no es de extrantildear que cayera en ella Eacuteste es el verdadero origen del pensamiento miacutetico El lenguaje no es tan soacutelo una escuela de sabiduriacutea es tambieacuten una escuela de desatino El mito nos revela este uacuteltimo aspecto no es maacutes que la oscura sombra que el lenguaje proyecta sobre el mundo del pensamiento humano

De este modo se presenta a la mitologiacutea como patoloacutegica asiacute en su origen como en su esencia Es una enfermedad que em-pieza en el campo del lenguaje y que luego se difunde en una peligrosa infeccioacuten por todo el cuerpo de la civilizacioacuten huma-na Pero aunque sea una locura hay en ella un meacutetodo En la mitologiacutea griega asiacute como en otras mitologiacuteas encontramos por ejemplo el relato de una gran inundacioacuten que destruyoacute a la raza humana entera Solamente una pareja Deucalioacuten y su es-posa Pirra se salvoacute del diluvio y fue enviada por Zeus a la Heacute-lade Cayeron los dos sobre el monte Parnaso y alliacute les aconse-joacute el oraacuteculo que echaron tras de siacute los ldquohuesos de su madrerdquo Deucalioacuten dio con la verdadera interpretacioacuten de este oraacuteculo recogioacute las piedras esparcidas por el campo y las tiroacute por encima de sus hombros De estas piedras surgioacute una nueva raza de hom-bre y mujeres iquestQueacute cosa hay maacutes ridiacutecula mdashse pregunta Max Muumlllermdash que este modo de explicar el origen de la raza huma-na Y sin embargo se hace faacutecilmente comprensible cuando empleamos la clave que nos da la ciencia de la etimologiacutea com-parada Todo el relato se reduce a un simple juego de palabras mdashuna confusioacuten entre dos teacuterminos homoacutenimosmdash entre λαός y λἀας4 Eacuteste de acuerdo con su opinioacuten es todo el secreto de la mitologiacutea

Si analizamos esta teoriacutea encontramos que contiene una extrantildea mezcla de racionalismo y romanticismo El elemento romaacutentico es manifi esto y parece ser el preponderante En cierto sentido Max Muumlller habla como un disciacutepulo de Nova-lis o de Schleiermacher Rechaza la teoriacutea de que el origen de

la religioacuten hay que buscarlo en el animismo o en la adoracioacuten de las grandes fuerzas naturales Hay ciertamente una religioacuten natural o fiacutesica una adoracioacuten del juego del sol de la luna del cielo despejado pero esta religioacuten fiacutesica es tan soacutelo un aspecto singular y un fenoacutemeno derivado No nos ofrece el todo y no nos conduce a la fuente primera y principal El verdadero ori-gen de la religioacuten hay que buscarlo en un estrato maacutes profundo del pensar y el sentir Lo que primero fascinoacute a los hombres no fueron los objetos de su alrededor Aun la mente primitiva es-taba mucho maacutes impresionada por el gran espec taacuteculo de la naturaleza tomada como un todo La naturaleza era lo desco-nocido en el sentido de algo opuesto a lo conocido lo infi nito en el sentido de lo que se distingue de lo fi nito Fue este senti-miento lo que desde los primero tiempos promovioacute el impul-so hacia el pensamiento religioso y el lenguaje La inmediata percepcioacuten del Infi nito ha formado desde el principio mismo el ingrediente y el necesario complemento de todo conocimiento fi nito Los rudimentos de expresiones mitoloacutegicas religiosas y fi losoacutefi cas posteriores estaban ya presentes en la temprana presioacuten del Infi nito sobre nuestros sentidos y esta presioacuten es la primera fuente y el origen real de todas nuestras creencias religiosas5 iquestPor queacute tenemos que maravillarnos de los anti-guos mdashpreguntaba Max Muumlllermdash de su lenguaje palpitante de vida y refulgente de color si en vez de los grises perfi les del pensamiento moderno exhalaban esas formas vivientes de la naturaleza dotadas de fuerza humana o maacutes bien de fuerzas sobrehumanas en tanto que la luz del sol brillaba maacutes que la del ojo humano y el bramar de la tormenta opacaba los gritos de la voz humana6 Esto suena muy romaacutentico pero no debe-mos dejarnos engantildear por el estilo coloreado y romaacutentico de Max Muumlller Su teoriacutea tomada en conjunto sigue siendo es-trictamente racionalista e intelectualista

En el fondo su concepcioacuten del mito no se encuentra muy distante del siglo xviii y de los pensadores de la Ilustracioacuten7 Claro estaacute que ya no considera al mito y a la religioacuten como una simple invencioacuten arbitraria un truco de la astucia clerical Pero admite que la religioacuten al fi n y al cabo no es maacutes que una gran ilusioacuten no un engantildeo consciente sino inconsciente un engantildeo promovido por la naturaleza de la mente humana y ante todo por la naturaleza del lenguaje humano El mito sigue siendo siempre un caso patoloacutegico Pero ahora estamos en situacioacuten de comprender la patologiacutea del mito sin recurrir a la hipoacutetesis de un defecto inherente a la mente humana misma Si se reco-noce que el lenguaje es la fuente del mito entonces hasta las incongruencias y contradicciones del pensamiento miacutetico que-dan reducidas a un poder universal y objetivo y por tanto en-teramente racional

3 Veacutease Muumlller op cit pp 44 Selected Essays I 3784 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p8 Selected Essays I 310

5 Veacutease F Max Muumlller Natural Religion The Gifford Lectures 1888 (Londres y Nueva York Longmans Green amp Co 1889) con-ferencia V ldquoMy own defi nition of Religionrdquo pp 103-140 Physical Religion The Gifford Lectures 1890 (Londres y Nueva York Long-mans Green amp Co 1891) conferencia VI ldquoPhysical Religion The Natural and the Supernatur alrdquo pp 119 ss

6 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p 37 Selected Essays I 3657 Es un hecho curioso que los primeros elementos de la teoriacutea de

Max Muumlller hayan de buscarse en los escritos de uno de los grandes racionalistas En su saacutetira Sur lrsquoeacutequivoque Boileau propuso la teoriacutea de que la ambiguumledad de las palabras es la verdadera fuente del mito

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Mucho contribuyoacute a la infl uencia de esta doctrina el hecho de que fuera aceptada con algunas reservas criacuteticas por el primer fi loacutesofo que tratoacute de crear una ldquofi losofiacutea sinteacuteticardquo una visioacuten coherente y comprensiva de todas las actividades de la mente humana basada en principios estrictamente empiacutericos y en la teoriacutea general de la evolucioacuten Herbert Spencer halloacute la fuente primera y principal de toda religioacuten en el culto de los antepasados El primer culto afi rmoacute eacutel no fue el culto de las fuerzas naturales sino el culto de los muertos8 Sin embargo con el fi n de comprender el traacutensito del culto de los antepasa-dos al culto de los dioses personales debemos introducir una nueva hipoacutetesis Seguacuten Spencer lo que hizo posible y hasta necesario este nuevo paso fueron el poder y la infl uencia per-durable del lenguaje El lenguaje humano es metafoacuterico en su esencia misma estaacute lleno de siacutemiles y analogiacuteas La mente pri-mitiva es incapaz de comprender estos siacutemiles en un sentido meramente metafoacuterico Toma estos siacutemiles por realidades y piensa y actuacutea de acuerdo con este principio Esta interpreta-cioacuten literal de los nombres metafoacutericos fue la que condujo desde las primeras formas elementales del culto de los antepa-sados desde la adoracioacuten de seres humanos hasta la adoracioacuten de plantas y animales y fi nalmente de grandes fuerzas de la naturaleza Un haacutebito comuacuten y muy extendido de las socieda-des primitivas es el de darles a los nintildeos recieacuten nacidos nom-bres de plantas animales estrellas y otros objetos naturales A los nintildeos se les llama ldquoTigrerdquo ldquoLeoacutenrdquo ldquoCuervordquo a las nintildeas ldquoLunardquo ldquoEstrellardquo Originariamente todos estos nombres no eran maacutes que epiheta ornantia los cuales expresaban ciertas cualidades personales que se atribuiacutean a los seres humanos De acuerdo con esta tendencia de la mente primitiva a entender

todos los teacuterminos en sentido literal era inevitable que se ma-linterpretasen esos nombres complementarios y esos tiacutetulos metafoacutericos Alguna vez ldquoAurorardquo se usariacutea como nombre pro-pio de persona las tradiciones referentes a una que se hubiese destacado conduciriacutean en la mente ingenua del salvaje a una identifi cacioacuten con la aurora misma y sus aventuras seriacutean in-terpretadas de la manera que pareciese maacutes congruente con la naturaleza de la aurora Es maacutes en las regiones donde tal nom-bre hubiese sido el propio de miembros de tribus adyacentes o de miembros de una misma tribu que hubieran vivido en tiempos distintos surgiriacutean genealogiacuteas incongruentes y aven-turas antagoacutenicas de la aurora9

Tambieacuten aquiacute encontramos explicado el fenoacutemeno del mito el panteoacuten entero del politeiacutesmo como una simple enferme-dad El culto de objetos conspicuos concebidos como perso-nas resulta de un error linguumliacutestico La grave objecioacuten a que puede someterse tal teoriacutea es manifi esta El mito es una de las maacutes antiguas y grandes fuerzas de la civilizacioacuten humana Estaacute conectado iacutentimamente con todas las demaacutes actividades huma-nas es inseparable del lenguaje de la poesiacutea del arte y del maacutes remoto pensamiento histoacuterico La ciencia misma tuvo que pasar por una etapa miacutetica antes de alcanzar la etapa loacutegica la alquimia precedioacute a la quiacutemica la astrologiacutea a la astronomiacutea Si las teoriacuteas de Max Muumlller y de Spencer fuesen ciertas tendriacutea-mos que admitir la conclusioacuten de que en resumidas cuentas la historia de la civilizacioacuten humana se debe a una simple equivo-cacioacuten a una mala interpretacioacuten de palabras y de teacuterminos Y no es una hipoacutetesis muy satisfactoria o plausible pensar que la cultura sea el producto de una mera ilusioacuten un malabarismo de palabras y un pueril juego de nombres G

8 Veacutease H Spencer The Principles of Sociology (1876) cap xx (Nueva York Appleton amp Co 1901 i 1901 i 285 ss) 9 Ibid xxii-xxiv i 329-394

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El mito y la sociedadJoseph Campbell

1- El que cambia de forma

No hay un sistema fi nal para la interpretacioacuten de los mitos y nunca habraacute tal cosa La mitologiacutea es como el dios Proteo ldquoel veraz anciano de los maresrdquo El dios ldquoprobaraacute de convertirse en todos los seres que se arrastran por la tierra y en agua y en ardentiacutesimo fuegordquo1

El viajero de la vida que quiera recibir ensentildeanzas de Proteo debe ldquosujetarlo aunque desee e intente escaparserdquo y fi nalmente apareceraacute en la forma que le es propia Pero este astuto dios nunca descubre ni siquiera ante el maacutes haacutebil interrogador el contenido iacutentegro de su sabiduriacutea Contestaraacute a la pregunta que se le haga y la respuesta seraacute grande o trivial seguacuten lo que se le haya preguntado ldquoCuando el sol siguiendo su curso llega al centro del cielo el veraz anciano de los mares oculto por negras y encrespadas olas salta en tierra al soplo del Ceacutefi -ro En seguida se acuesta en honda gruta y a su alrededor se ponen a dormir todas juntas las focas de nataacutetiles pies hijas de la hermosa Halosidne que salen del espumoso mar exhalando el acerbo olor del mar profundiacutesimordquo2 El rey guerrero griego Menelao guiado y ayudado por una hija de este viejo padre del mar a sus salvajes lares e instruido por ella de coacutemo lograr la respuesta del dios deseaba soacutelo preguntar el secreto de sus difi cultades personales y el paradero de sus amigos personales Y el dios se dignoacute a responder

La mitologiacutea ha sido interpretada por el intelecto moderno como un torpe esfuerzo primitivo para explicar el mundo de la naturaleza (Frazer) como una produccioacuten de fantasiacutea poeacutetica de los tiempo prehistoacutericos mal entendida por las edades pos-teriores (Muumlller) como un sustitutivo de la instruccioacuten alegoacute-rica para amoldar el individuo a su grupo (Durkheim) como un suentildeo colectivo sintomaacutetico de las urgencias arquetiacutepicas dentro de las profundidades de la psique humana (Jung) como el vehiacuteculo tradicional de las intuiciones metafiacutesicas maacutes pro-fundas del hombre (Coomaraswamy) y como la Revelacioacuten de Dios a Sus hijos (la Iglesia) La mitologiacutea es todo esto Los diferentes juicios estaacuten determinados por los diferentes puntos de vista de los jueces Pues cuando se la investiga en teacuterminos no de lo que es sino de coacutemo funciona de coacutemo ha servido a la especia humana en el pasado y de coacutemo puede servirle ahora

la mitologiacutea se muestra tan accesible como la vida misma a las obsesiones y necesidades del individuo la raza y la eacutepoca

2- La funcioacuten del mito del culto y de la meditacioacuten

En su forma viva el individuo es necesariamente soacutelo una frac-cioacuten y una distorsioacuten de la imagen total del hombre Estaacute limi-tado ya sea hembra o varoacuten tambieacuten lo estaacute en cualquier pe-riodo de su vida como nintildeo como joven como adulto o como anciano y no soacutelo eso sino que en su vida estaacute necesariamente especializado como artesano comerciante sirviente o ladroacuten sacerdote o liacuteder esposa monja o prostituta no puede serlo todo De aquiacute que la totalidad la plenitud del hombre no esteacute en un miembro aparte sino en el cuerpo de la sociedad como un todo el individuo puede soacutelo ser un oacutergano De su grupo ha tomado las teacutecnicas de vida el lenguaje en que piensa las ideas por las cuales lucha los genes que han construido su cuerpo descienden del pasado de esa sociedad Si pretende ais-larse ya sea en hechos pensamientos o sentimientos soacutelo lo-gra romper las relaciones con las fuentes de su existencia

Las ceremonias tribales de nacimiento la iniciacioacuten el ma-trimonio el entierro la adquisicioacuten de un estado social etc sirven para trasladar la crisis y hechos de la vida del individuo a formas claacutesicas e impersonales Estas formas tienen por obje-to mostrarlo a siacute mismo no como esta personalidad o la otra sino como el guerrero la desposada la viuda el sacerdote el jefe al mismo tiempo se representa para el resto de la comuni-dad la vieja leccioacuten de las etapas arquetiacutepicas Todos participan en el ceremonial de acuerdo con su rango y su funcioacuten La sociedad entera se hace visible como una unidad viva e impe-recedera Pasan generaciones de individuos como ceacutelulas anoacute-nimas de un cuerpo vivo pero permanece la forma sustentante e intemporal Por una ampliacioacuten de la visioacuten para abarcar a este superindividuo cada uno se descubre a siacute mismo engran-decido enriquecido apoyado y magnifi cado Su papel aunque no sea nada impresionante se ve como intriacutenseco a la bella imagen festiva del hombre la imagen potencial pero necesaria-mente inhibida que estaacute dentro del individuo

Los deberes sociales continuacutean la leccioacuten del festival en la existencia diaria y normal y se le da maacutes validez al individuo Por el contrario la indiferencia las revoluciones o el exilio rom-pen las conexiones vitales Desde el punto de vista de la unidad social el individuo aislado no es sino una nada un desperdicio De aquiacute que el hombre o la mujer puedan decir honestamente que han vivido su papel mdashya sea el de sacerdote prostituta reina o esclavomdash se refi eren al sentido completo del verbo ser

Joseph Campbell El heacuteroe de las mil caras Psicoanaacutelisis del mito Traduccioacuten de Luisa Josefi na Hernaacutendez fce Meacutexico 2006

1 Odisea iv 401 417-41 Traduccioacuten de Luis Segalaacute y Estalella2 Ibid 400-406

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Los ritos de la iniciacioacuten y de la adquisicioacuten de una situa-cioacuten pues muestran la leccioacuten de la unidad esencial del in-dividuo y el grupo los festivales de las estaciones abren un horizonte mayor Asiacute como el individuo es un oacutergano de la so-ciedad asiacute es la tribu o la ciudad mdashasiacute es la humanidad ente-ramdash soacutelo una fase del poderoso organismo del cosmos

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para domi-nar a la naturaleza Eacutesta es una representacioacuten equivocada Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre y particularmente en aquellas ceremonias maacutegicas que se supone han de traer lluvia curar las enfermedades o detener las inun-daciones sin embargo el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponieacutendolas a la magia ne-gra) es la sumisioacuten a lo inevitable del destino y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente

No se ha registrado ninguacuten mito tribal que intente postergar la llegada del invierno al contrario los ritos preparan a la co-munidad para soportar junto con el resto de la naturaleza la estacioacuten del friacuteo tremendo Y en la primavera los ritos no inten-tan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maiacutez frijol y calabazas para la comunidad debilitada por el contrario los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estacioacuten de la na-turaleza El maravilloso ciclo del antildeo es celebrado con todos sus contratiempos y periacuteodos de juacutebilo y es bosquejado y represen-tado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano

Muchas otras simbolizaciones de esta continuidad llenan el mundo de la comunidad mitoloacutegicamente instruida Por ejem-plo los clanes de las tribus cazadoras norteamericanas se con-sideraban descendientes de ancestros mitad animales y mitad humanos Estos ancestros no solamente eran los padres de los miembros humanos del clan sino tambieacuten de la especie animal de donde el clan tomaba su nombre Asiacute los miembros huma-nos del clan del castor eran primos hermanos de los castores protectores de dicha especie y al mismo tiempo protegidos por la sabiduriacutea animal del pueblo de los bosques Y otro ejemplo el hogan o choza de barro de los Naacutevajo de Nuevo Meacutexico y Arizona se construye seguacuten el plan de la idea del cosmos de los Naacutevajo La entrada estaacute hacia el oriente Los ocho lados re-presentan las cuatro direcciones principales y los puntos que quedan entre ellas Cada arista y cada viga corresponde a un elemento en el gran hogan de la tierra y el cielo que todo lo abarcan Y como el alma del hombre es considerada en su for-ma como ideacutentica al universo la choza de barro es la represen-tacioacuten de la armoniacutea baacutesica del hombre y del mundo y un re-cordatorio del escondido camino vital de la perfeccioacuten

Pero hay otro camino diametralmente opuesto al de los de-beres sociales y los cultos populares Desde el punto de vista del camino del deber el que es exiliado de la comunidad es nada Desde el otro punto de vista este exilio es el primer paso en la buacutesqueda Cada uno lleva el todo dentro de siacute mismo por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de eacutel Las diferen-ciaciones de sexo edad y ocupacioacuten no son esenciales a nuestro caraacutecter sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo La imagen interior del hombre no de-be confundirse con su atuendo Pensamos que somos ameri-canos hijos del siglo xx occidentales y cristianos civilizados Somos virtuosos o pecadores Sin embargo esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre denotan solamente acci-dentes geograacutefi cos fecha de nacimiento e ingresos econoacutemi-

cos iquestCuaacutel es el meollo de nosotros iquestCuaacutel es el caraacutecter baacutesico de nuestro ser

El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India los misterios heleacutenicos de las iniciaciones las antiguas fi losofiacuteas de Oriente y del Occidente son teacutecnicas para despla-zar el hincapieacute de la conciencia individual fuera de la presencia exterior Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo maacutes profundo ldquoYo no soy esto ni lo otro mdashmeditamdash no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir mi cuerpo que estaacute enfermo o envejece ni mi brazo mis ojos mi cabeza ni la suma de todas estas cosas No soy mis sentimientos ni mi men-te ni mi fuerza intuitivardquo Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y fi nalmente alcanza insondables rea-lizaciones Ninguacuten hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como Don Fu-lano de tal o cual poblacioacuten de cierto paiacutes La sociedad y los deberes se esfuman Don Fulano al descubrirse grande con el hombre se convierte en una persona abstraiacuteda y apartada

Eacutesta es la etapa de Narciso contemplaacutendose en la fuente del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del aacuterbol pero no es la uacuteltima meta es un requisito pero no es el fi n La meta no es ver sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia en-tonces el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola De aquiacute que la separacioacuten el aislamiento ya no sean necesarios Por dondequiera que vaya el heacuteroe y cualquier cosa que haga siempre estaacute en presencia de su propia esencia porque ha perfeccionado sus ojos para ver No hay aislamiento Asiacute como el camino de la participacioacuten social puede llevar a la realizacioacuten del Todo en el individuo asiacute el exilio trae al heacuteroe al Yo en todo

Centrado en este punto capital el problema del egoiacutesmo o del altruismo desaparece El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identifi cado con el signifi cado iacutentegro del uni-verso Por Eacutel y para Eacutel se ha hecho el mundo ldquoOh Mahoma mdashdijo Diosmdash si no fuera por ti no hubiera creado el cielordquo

3- El heacuteroe de hoy

Todo esto se halla lejos del punto de vista contemporaacuteneo pues el ideal democraacutetico del individuo que se determina a siacute mismo la invencioacuten de los artefactos mecaacutenicos y eleacutectricos y el desarrollo de los meacutetodos cientiacutefi cos de investigacioacuten han transformado la vida humana en tal forma que el universo in-temporal de siacutembolos hace mucho tiempo heredados ha sufri-do un colapso A esto se refi eren en el Zaratustra de Nietzsche las trascendentales palabras que anuncian una eacutepoca ldquoMuertos estaacuten los diosesrdquo3 Es una faacutebula que sabemos que se ha repeti-do de mil maneras Es el ciclo del heacuteroe de la edad moderna la maravillosa historia de la especie humana que llega a la ma-durez El lastre del pasado la atadura de la tradicioacuten han sido destruidos con seguros y poderosos golpes La telarantildea del suentildeo miacutetico cayoacute la mente se abrioacute a la iacutentegra conciencia despierta y el hombre moderno surgioacute de la ignorancia de los antiguos como una mariposa de su capullo o como el sol del amanecer surge del vientre de la madre noche

3 Nietzsche Asiacute habloacute Zaratustra 1223

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No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

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La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

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no ideacutenticos en su estructura El lenguaje ofrece siempre un caraacutecter estrictamente loacutegico el mito parece desafi ar todas las reglas loacutegicas es incoherente caprichoso irracional iquestCoacutemo podemos reunir estos dos elementos incompatibles

Para responder a esta pregunta Max Muumlller y otros autores pertenecientes a la escuela de la mitologiacutea comparada idearon un plan muy ingenioso El mito dijeron no es en realidad sino un aspecto del lenguaje aunque un aspecto maacutes bien negativo que positivo El mito no se origina de sus virtudes sino de sus vicios Es cierto que el lenguaje es racional y loacutegico pero por otra parte es tambieacuten una fuente de ilusiones y falacias El lo-gro mayor del lenguaje es a la vez fuente de sus defectos El lenguaje se compone de nombres generales pero la generalidad implica siempre ambiguumledad La polionimia y la sinonimia de las palabras no son un rasgo accidental del lenguaje derivan de su naturaleza misma Como sea que la mayoriacutea de los objetos tienen maacutes de un atributo y como quiera que bajo aspectos

diferentes uno u otro de los atributos puede parecer apropiado para el acto de la denominacioacuten ocurrioacute por necesidad que la mayoriacutea de los objetos durante el primer periacuteodo del lenguaje humano tuvo maacutes de un nombre Cuanto maacutes antigua es una lengua tanto maacutes rica en sinoacutenimos Por otra parte si se em-plean constantemente estos sinoacutenimos deben naturalmente originar un nuacutemero de homoacutenimos Si podemos llamar al sol con cincuenta nombres expresivos de diferentes cualidades algunos de estos nombres seraacuten aplicables a otros objetos que puedan poseer las mismas cualidades Estos objetos distintos vendriacutean entonces a llamarse por el mismo nombre mdashse con-vertiriacutean en homoacutenimos Eacuteste es el punto vulnerable del len-guaje y eacuteste es al mismo tiempo el origen histoacuterico del mito iquestCoacutemo podemos dar razoacuten mdashse pregunta Max Muumlllermdash de esta fase de la mente humana que dio origen a los extraordina-rios relatos de dioses y heacuteroes de gorgonas y quimeras de cosas que el ojo humano no habiacutea visto nunca y que ninguna

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mente humana en sus cabales pudo haber concebido jamaacutes A menos que podamos dar respuesta a esta pregunta nuestra creencia en un progreso regular y consecuente del intelecto humano a traveacutes de todas las edades y en todos los lugares tendraacute que ser abandonada como una teoriacutea falsa A pesar de todo despueacutes del descubrimiento de la linguumliacutestica comparada estamos en situacioacuten de evitar ese escepticismo y de quitar ese obstaacuteculo de en medio Vemos que el progreso mismo del len-guaje mdashuno de los maacutes grandes hechos de la civilizacioacuten hu-manamdash condujo inevitablemente a otro fenoacutemeno al fenoacuteme-no del mito Si existiacutean dos nombres para el mismo objeto es natural y en verdad inevitable que dos personas pudieran bro-tar de los dos nombres y como los mismos relatos podiacutean contarse de la una y de la otra seriacutean representadas como her-manos y hermanas como padres e hijos3

Si aceptamos esta teoriacutea la difi cultad queda resuelta Pode-mos explicar muy bien de queacute modo la actividad racional del lenguaje humano ha conducido a las irracionalidades e incom-prensibilidades del mito La mente humana opera siempre de una manera racional Aun la mente primitiva era una mente cabal y normal Pero por otra parte era una mente rudimen-taria e inexperta En el caso en que estaba la mente inexperta expuesta constantemente a una grave tentacioacuten mdashla falacia y la ambiguumledad de las palabrasmdash no es de extrantildear que cayera en ella Eacuteste es el verdadero origen del pensamiento miacutetico El lenguaje no es tan soacutelo una escuela de sabiduriacutea es tambieacuten una escuela de desatino El mito nos revela este uacuteltimo aspecto no es maacutes que la oscura sombra que el lenguaje proyecta sobre el mundo del pensamiento humano

De este modo se presenta a la mitologiacutea como patoloacutegica asiacute en su origen como en su esencia Es una enfermedad que em-pieza en el campo del lenguaje y que luego se difunde en una peligrosa infeccioacuten por todo el cuerpo de la civilizacioacuten huma-na Pero aunque sea una locura hay en ella un meacutetodo En la mitologiacutea griega asiacute como en otras mitologiacuteas encontramos por ejemplo el relato de una gran inundacioacuten que destruyoacute a la raza humana entera Solamente una pareja Deucalioacuten y su es-posa Pirra se salvoacute del diluvio y fue enviada por Zeus a la Heacute-lade Cayeron los dos sobre el monte Parnaso y alliacute les aconse-joacute el oraacuteculo que echaron tras de siacute los ldquohuesos de su madrerdquo Deucalioacuten dio con la verdadera interpretacioacuten de este oraacuteculo recogioacute las piedras esparcidas por el campo y las tiroacute por encima de sus hombros De estas piedras surgioacute una nueva raza de hom-bre y mujeres iquestQueacute cosa hay maacutes ridiacutecula mdashse pregunta Max Muumlllermdash que este modo de explicar el origen de la raza huma-na Y sin embargo se hace faacutecilmente comprensible cuando empleamos la clave que nos da la ciencia de la etimologiacutea com-parada Todo el relato se reduce a un simple juego de palabras mdashuna confusioacuten entre dos teacuterminos homoacutenimosmdash entre λαός y λἀας4 Eacuteste de acuerdo con su opinioacuten es todo el secreto de la mitologiacutea

Si analizamos esta teoriacutea encontramos que contiene una extrantildea mezcla de racionalismo y romanticismo El elemento romaacutentico es manifi esto y parece ser el preponderante En cierto sentido Max Muumlller habla como un disciacutepulo de Nova-lis o de Schleiermacher Rechaza la teoriacutea de que el origen de

la religioacuten hay que buscarlo en el animismo o en la adoracioacuten de las grandes fuerzas naturales Hay ciertamente una religioacuten natural o fiacutesica una adoracioacuten del juego del sol de la luna del cielo despejado pero esta religioacuten fiacutesica es tan soacutelo un aspecto singular y un fenoacutemeno derivado No nos ofrece el todo y no nos conduce a la fuente primera y principal El verdadero ori-gen de la religioacuten hay que buscarlo en un estrato maacutes profundo del pensar y el sentir Lo que primero fascinoacute a los hombres no fueron los objetos de su alrededor Aun la mente primitiva es-taba mucho maacutes impresionada por el gran espec taacuteculo de la naturaleza tomada como un todo La naturaleza era lo desco-nocido en el sentido de algo opuesto a lo conocido lo infi nito en el sentido de lo que se distingue de lo fi nito Fue este senti-miento lo que desde los primero tiempos promovioacute el impul-so hacia el pensamiento religioso y el lenguaje La inmediata percepcioacuten del Infi nito ha formado desde el principio mismo el ingrediente y el necesario complemento de todo conocimiento fi nito Los rudimentos de expresiones mitoloacutegicas religiosas y fi losoacutefi cas posteriores estaban ya presentes en la temprana presioacuten del Infi nito sobre nuestros sentidos y esta presioacuten es la primera fuente y el origen real de todas nuestras creencias religiosas5 iquestPor queacute tenemos que maravillarnos de los anti-guos mdashpreguntaba Max Muumlllermdash de su lenguaje palpitante de vida y refulgente de color si en vez de los grises perfi les del pensamiento moderno exhalaban esas formas vivientes de la naturaleza dotadas de fuerza humana o maacutes bien de fuerzas sobrehumanas en tanto que la luz del sol brillaba maacutes que la del ojo humano y el bramar de la tormenta opacaba los gritos de la voz humana6 Esto suena muy romaacutentico pero no debe-mos dejarnos engantildear por el estilo coloreado y romaacutentico de Max Muumlller Su teoriacutea tomada en conjunto sigue siendo es-trictamente racionalista e intelectualista

En el fondo su concepcioacuten del mito no se encuentra muy distante del siglo xviii y de los pensadores de la Ilustracioacuten7 Claro estaacute que ya no considera al mito y a la religioacuten como una simple invencioacuten arbitraria un truco de la astucia clerical Pero admite que la religioacuten al fi n y al cabo no es maacutes que una gran ilusioacuten no un engantildeo consciente sino inconsciente un engantildeo promovido por la naturaleza de la mente humana y ante todo por la naturaleza del lenguaje humano El mito sigue siendo siempre un caso patoloacutegico Pero ahora estamos en situacioacuten de comprender la patologiacutea del mito sin recurrir a la hipoacutetesis de un defecto inherente a la mente humana misma Si se reco-noce que el lenguaje es la fuente del mito entonces hasta las incongruencias y contradicciones del pensamiento miacutetico que-dan reducidas a un poder universal y objetivo y por tanto en-teramente racional

3 Veacutease Muumlller op cit pp 44 Selected Essays I 3784 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p8 Selected Essays I 310

5 Veacutease F Max Muumlller Natural Religion The Gifford Lectures 1888 (Londres y Nueva York Longmans Green amp Co 1889) con-ferencia V ldquoMy own defi nition of Religionrdquo pp 103-140 Physical Religion The Gifford Lectures 1890 (Londres y Nueva York Long-mans Green amp Co 1891) conferencia VI ldquoPhysical Religion The Natural and the Supernatur alrdquo pp 119 ss

6 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p 37 Selected Essays I 3657 Es un hecho curioso que los primeros elementos de la teoriacutea de

Max Muumlller hayan de buscarse en los escritos de uno de los grandes racionalistas En su saacutetira Sur lrsquoeacutequivoque Boileau propuso la teoriacutea de que la ambiguumledad de las palabras es la verdadera fuente del mito

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Mucho contribuyoacute a la infl uencia de esta doctrina el hecho de que fuera aceptada con algunas reservas criacuteticas por el primer fi loacutesofo que tratoacute de crear una ldquofi losofiacutea sinteacuteticardquo una visioacuten coherente y comprensiva de todas las actividades de la mente humana basada en principios estrictamente empiacutericos y en la teoriacutea general de la evolucioacuten Herbert Spencer halloacute la fuente primera y principal de toda religioacuten en el culto de los antepasados El primer culto afi rmoacute eacutel no fue el culto de las fuerzas naturales sino el culto de los muertos8 Sin embargo con el fi n de comprender el traacutensito del culto de los antepasa-dos al culto de los dioses personales debemos introducir una nueva hipoacutetesis Seguacuten Spencer lo que hizo posible y hasta necesario este nuevo paso fueron el poder y la infl uencia per-durable del lenguaje El lenguaje humano es metafoacuterico en su esencia misma estaacute lleno de siacutemiles y analogiacuteas La mente pri-mitiva es incapaz de comprender estos siacutemiles en un sentido meramente metafoacuterico Toma estos siacutemiles por realidades y piensa y actuacutea de acuerdo con este principio Esta interpreta-cioacuten literal de los nombres metafoacutericos fue la que condujo desde las primeras formas elementales del culto de los antepa-sados desde la adoracioacuten de seres humanos hasta la adoracioacuten de plantas y animales y fi nalmente de grandes fuerzas de la naturaleza Un haacutebito comuacuten y muy extendido de las socieda-des primitivas es el de darles a los nintildeos recieacuten nacidos nom-bres de plantas animales estrellas y otros objetos naturales A los nintildeos se les llama ldquoTigrerdquo ldquoLeoacutenrdquo ldquoCuervordquo a las nintildeas ldquoLunardquo ldquoEstrellardquo Originariamente todos estos nombres no eran maacutes que epiheta ornantia los cuales expresaban ciertas cualidades personales que se atribuiacutean a los seres humanos De acuerdo con esta tendencia de la mente primitiva a entender

todos los teacuterminos en sentido literal era inevitable que se ma-linterpretasen esos nombres complementarios y esos tiacutetulos metafoacutericos Alguna vez ldquoAurorardquo se usariacutea como nombre pro-pio de persona las tradiciones referentes a una que se hubiese destacado conduciriacutean en la mente ingenua del salvaje a una identifi cacioacuten con la aurora misma y sus aventuras seriacutean in-terpretadas de la manera que pareciese maacutes congruente con la naturaleza de la aurora Es maacutes en las regiones donde tal nom-bre hubiese sido el propio de miembros de tribus adyacentes o de miembros de una misma tribu que hubieran vivido en tiempos distintos surgiriacutean genealogiacuteas incongruentes y aven-turas antagoacutenicas de la aurora9

Tambieacuten aquiacute encontramos explicado el fenoacutemeno del mito el panteoacuten entero del politeiacutesmo como una simple enferme-dad El culto de objetos conspicuos concebidos como perso-nas resulta de un error linguumliacutestico La grave objecioacuten a que puede someterse tal teoriacutea es manifi esta El mito es una de las maacutes antiguas y grandes fuerzas de la civilizacioacuten humana Estaacute conectado iacutentimamente con todas las demaacutes actividades huma-nas es inseparable del lenguaje de la poesiacutea del arte y del maacutes remoto pensamiento histoacuterico La ciencia misma tuvo que pasar por una etapa miacutetica antes de alcanzar la etapa loacutegica la alquimia precedioacute a la quiacutemica la astrologiacutea a la astronomiacutea Si las teoriacuteas de Max Muumlller y de Spencer fuesen ciertas tendriacutea-mos que admitir la conclusioacuten de que en resumidas cuentas la historia de la civilizacioacuten humana se debe a una simple equivo-cacioacuten a una mala interpretacioacuten de palabras y de teacuterminos Y no es una hipoacutetesis muy satisfactoria o plausible pensar que la cultura sea el producto de una mera ilusioacuten un malabarismo de palabras y un pueril juego de nombres G

8 Veacutease H Spencer The Principles of Sociology (1876) cap xx (Nueva York Appleton amp Co 1901 i 1901 i 285 ss) 9 Ibid xxii-xxiv i 329-394

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El mito y la sociedadJoseph Campbell

1- El que cambia de forma

No hay un sistema fi nal para la interpretacioacuten de los mitos y nunca habraacute tal cosa La mitologiacutea es como el dios Proteo ldquoel veraz anciano de los maresrdquo El dios ldquoprobaraacute de convertirse en todos los seres que se arrastran por la tierra y en agua y en ardentiacutesimo fuegordquo1

El viajero de la vida que quiera recibir ensentildeanzas de Proteo debe ldquosujetarlo aunque desee e intente escaparserdquo y fi nalmente apareceraacute en la forma que le es propia Pero este astuto dios nunca descubre ni siquiera ante el maacutes haacutebil interrogador el contenido iacutentegro de su sabiduriacutea Contestaraacute a la pregunta que se le haga y la respuesta seraacute grande o trivial seguacuten lo que se le haya preguntado ldquoCuando el sol siguiendo su curso llega al centro del cielo el veraz anciano de los mares oculto por negras y encrespadas olas salta en tierra al soplo del Ceacutefi -ro En seguida se acuesta en honda gruta y a su alrededor se ponen a dormir todas juntas las focas de nataacutetiles pies hijas de la hermosa Halosidne que salen del espumoso mar exhalando el acerbo olor del mar profundiacutesimordquo2 El rey guerrero griego Menelao guiado y ayudado por una hija de este viejo padre del mar a sus salvajes lares e instruido por ella de coacutemo lograr la respuesta del dios deseaba soacutelo preguntar el secreto de sus difi cultades personales y el paradero de sus amigos personales Y el dios se dignoacute a responder

La mitologiacutea ha sido interpretada por el intelecto moderno como un torpe esfuerzo primitivo para explicar el mundo de la naturaleza (Frazer) como una produccioacuten de fantasiacutea poeacutetica de los tiempo prehistoacutericos mal entendida por las edades pos-teriores (Muumlller) como un sustitutivo de la instruccioacuten alegoacute-rica para amoldar el individuo a su grupo (Durkheim) como un suentildeo colectivo sintomaacutetico de las urgencias arquetiacutepicas dentro de las profundidades de la psique humana (Jung) como el vehiacuteculo tradicional de las intuiciones metafiacutesicas maacutes pro-fundas del hombre (Coomaraswamy) y como la Revelacioacuten de Dios a Sus hijos (la Iglesia) La mitologiacutea es todo esto Los diferentes juicios estaacuten determinados por los diferentes puntos de vista de los jueces Pues cuando se la investiga en teacuterminos no de lo que es sino de coacutemo funciona de coacutemo ha servido a la especia humana en el pasado y de coacutemo puede servirle ahora

la mitologiacutea se muestra tan accesible como la vida misma a las obsesiones y necesidades del individuo la raza y la eacutepoca

2- La funcioacuten del mito del culto y de la meditacioacuten

En su forma viva el individuo es necesariamente soacutelo una frac-cioacuten y una distorsioacuten de la imagen total del hombre Estaacute limi-tado ya sea hembra o varoacuten tambieacuten lo estaacute en cualquier pe-riodo de su vida como nintildeo como joven como adulto o como anciano y no soacutelo eso sino que en su vida estaacute necesariamente especializado como artesano comerciante sirviente o ladroacuten sacerdote o liacuteder esposa monja o prostituta no puede serlo todo De aquiacute que la totalidad la plenitud del hombre no esteacute en un miembro aparte sino en el cuerpo de la sociedad como un todo el individuo puede soacutelo ser un oacutergano De su grupo ha tomado las teacutecnicas de vida el lenguaje en que piensa las ideas por las cuales lucha los genes que han construido su cuerpo descienden del pasado de esa sociedad Si pretende ais-larse ya sea en hechos pensamientos o sentimientos soacutelo lo-gra romper las relaciones con las fuentes de su existencia

Las ceremonias tribales de nacimiento la iniciacioacuten el ma-trimonio el entierro la adquisicioacuten de un estado social etc sirven para trasladar la crisis y hechos de la vida del individuo a formas claacutesicas e impersonales Estas formas tienen por obje-to mostrarlo a siacute mismo no como esta personalidad o la otra sino como el guerrero la desposada la viuda el sacerdote el jefe al mismo tiempo se representa para el resto de la comuni-dad la vieja leccioacuten de las etapas arquetiacutepicas Todos participan en el ceremonial de acuerdo con su rango y su funcioacuten La sociedad entera se hace visible como una unidad viva e impe-recedera Pasan generaciones de individuos como ceacutelulas anoacute-nimas de un cuerpo vivo pero permanece la forma sustentante e intemporal Por una ampliacioacuten de la visioacuten para abarcar a este superindividuo cada uno se descubre a siacute mismo engran-decido enriquecido apoyado y magnifi cado Su papel aunque no sea nada impresionante se ve como intriacutenseco a la bella imagen festiva del hombre la imagen potencial pero necesaria-mente inhibida que estaacute dentro del individuo

Los deberes sociales continuacutean la leccioacuten del festival en la existencia diaria y normal y se le da maacutes validez al individuo Por el contrario la indiferencia las revoluciones o el exilio rom-pen las conexiones vitales Desde el punto de vista de la unidad social el individuo aislado no es sino una nada un desperdicio De aquiacute que el hombre o la mujer puedan decir honestamente que han vivido su papel mdashya sea el de sacerdote prostituta reina o esclavomdash se refi eren al sentido completo del verbo ser

Joseph Campbell El heacuteroe de las mil caras Psicoanaacutelisis del mito Traduccioacuten de Luisa Josefi na Hernaacutendez fce Meacutexico 2006

1 Odisea iv 401 417-41 Traduccioacuten de Luis Segalaacute y Estalella2 Ibid 400-406

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Los ritos de la iniciacioacuten y de la adquisicioacuten de una situa-cioacuten pues muestran la leccioacuten de la unidad esencial del in-dividuo y el grupo los festivales de las estaciones abren un horizonte mayor Asiacute como el individuo es un oacutergano de la so-ciedad asiacute es la tribu o la ciudad mdashasiacute es la humanidad ente-ramdash soacutelo una fase del poderoso organismo del cosmos

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para domi-nar a la naturaleza Eacutesta es una representacioacuten equivocada Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre y particularmente en aquellas ceremonias maacutegicas que se supone han de traer lluvia curar las enfermedades o detener las inun-daciones sin embargo el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponieacutendolas a la magia ne-gra) es la sumisioacuten a lo inevitable del destino y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente

No se ha registrado ninguacuten mito tribal que intente postergar la llegada del invierno al contrario los ritos preparan a la co-munidad para soportar junto con el resto de la naturaleza la estacioacuten del friacuteo tremendo Y en la primavera los ritos no inten-tan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maiacutez frijol y calabazas para la comunidad debilitada por el contrario los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estacioacuten de la na-turaleza El maravilloso ciclo del antildeo es celebrado con todos sus contratiempos y periacuteodos de juacutebilo y es bosquejado y represen-tado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano

Muchas otras simbolizaciones de esta continuidad llenan el mundo de la comunidad mitoloacutegicamente instruida Por ejem-plo los clanes de las tribus cazadoras norteamericanas se con-sideraban descendientes de ancestros mitad animales y mitad humanos Estos ancestros no solamente eran los padres de los miembros humanos del clan sino tambieacuten de la especie animal de donde el clan tomaba su nombre Asiacute los miembros huma-nos del clan del castor eran primos hermanos de los castores protectores de dicha especie y al mismo tiempo protegidos por la sabiduriacutea animal del pueblo de los bosques Y otro ejemplo el hogan o choza de barro de los Naacutevajo de Nuevo Meacutexico y Arizona se construye seguacuten el plan de la idea del cosmos de los Naacutevajo La entrada estaacute hacia el oriente Los ocho lados re-presentan las cuatro direcciones principales y los puntos que quedan entre ellas Cada arista y cada viga corresponde a un elemento en el gran hogan de la tierra y el cielo que todo lo abarcan Y como el alma del hombre es considerada en su for-ma como ideacutentica al universo la choza de barro es la represen-tacioacuten de la armoniacutea baacutesica del hombre y del mundo y un re-cordatorio del escondido camino vital de la perfeccioacuten

Pero hay otro camino diametralmente opuesto al de los de-beres sociales y los cultos populares Desde el punto de vista del camino del deber el que es exiliado de la comunidad es nada Desde el otro punto de vista este exilio es el primer paso en la buacutesqueda Cada uno lleva el todo dentro de siacute mismo por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de eacutel Las diferen-ciaciones de sexo edad y ocupacioacuten no son esenciales a nuestro caraacutecter sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo La imagen interior del hombre no de-be confundirse con su atuendo Pensamos que somos ameri-canos hijos del siglo xx occidentales y cristianos civilizados Somos virtuosos o pecadores Sin embargo esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre denotan solamente acci-dentes geograacutefi cos fecha de nacimiento e ingresos econoacutemi-

cos iquestCuaacutel es el meollo de nosotros iquestCuaacutel es el caraacutecter baacutesico de nuestro ser

El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India los misterios heleacutenicos de las iniciaciones las antiguas fi losofiacuteas de Oriente y del Occidente son teacutecnicas para despla-zar el hincapieacute de la conciencia individual fuera de la presencia exterior Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo maacutes profundo ldquoYo no soy esto ni lo otro mdashmeditamdash no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir mi cuerpo que estaacute enfermo o envejece ni mi brazo mis ojos mi cabeza ni la suma de todas estas cosas No soy mis sentimientos ni mi men-te ni mi fuerza intuitivardquo Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y fi nalmente alcanza insondables rea-lizaciones Ninguacuten hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como Don Fu-lano de tal o cual poblacioacuten de cierto paiacutes La sociedad y los deberes se esfuman Don Fulano al descubrirse grande con el hombre se convierte en una persona abstraiacuteda y apartada

Eacutesta es la etapa de Narciso contemplaacutendose en la fuente del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del aacuterbol pero no es la uacuteltima meta es un requisito pero no es el fi n La meta no es ver sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia en-tonces el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola De aquiacute que la separacioacuten el aislamiento ya no sean necesarios Por dondequiera que vaya el heacuteroe y cualquier cosa que haga siempre estaacute en presencia de su propia esencia porque ha perfeccionado sus ojos para ver No hay aislamiento Asiacute como el camino de la participacioacuten social puede llevar a la realizacioacuten del Todo en el individuo asiacute el exilio trae al heacuteroe al Yo en todo

Centrado en este punto capital el problema del egoiacutesmo o del altruismo desaparece El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identifi cado con el signifi cado iacutentegro del uni-verso Por Eacutel y para Eacutel se ha hecho el mundo ldquoOh Mahoma mdashdijo Diosmdash si no fuera por ti no hubiera creado el cielordquo

3- El heacuteroe de hoy

Todo esto se halla lejos del punto de vista contemporaacuteneo pues el ideal democraacutetico del individuo que se determina a siacute mismo la invencioacuten de los artefactos mecaacutenicos y eleacutectricos y el desarrollo de los meacutetodos cientiacutefi cos de investigacioacuten han transformado la vida humana en tal forma que el universo in-temporal de siacutembolos hace mucho tiempo heredados ha sufri-do un colapso A esto se refi eren en el Zaratustra de Nietzsche las trascendentales palabras que anuncian una eacutepoca ldquoMuertos estaacuten los diosesrdquo3 Es una faacutebula que sabemos que se ha repeti-do de mil maneras Es el ciclo del heacuteroe de la edad moderna la maravillosa historia de la especie humana que llega a la ma-durez El lastre del pasado la atadura de la tradicioacuten han sido destruidos con seguros y poderosos golpes La telarantildea del suentildeo miacutetico cayoacute la mente se abrioacute a la iacutentegra conciencia despierta y el hombre moderno surgioacute de la ignorancia de los antiguos como una mariposa de su capullo o como el sol del amanecer surge del vientre de la madre noche

3 Nietzsche Asiacute habloacute Zaratustra 1223

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No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

32 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 21

mente humana en sus cabales pudo haber concebido jamaacutes A menos que podamos dar respuesta a esta pregunta nuestra creencia en un progreso regular y consecuente del intelecto humano a traveacutes de todas las edades y en todos los lugares tendraacute que ser abandonada como una teoriacutea falsa A pesar de todo despueacutes del descubrimiento de la linguumliacutestica comparada estamos en situacioacuten de evitar ese escepticismo y de quitar ese obstaacuteculo de en medio Vemos que el progreso mismo del len-guaje mdashuno de los maacutes grandes hechos de la civilizacioacuten hu-manamdash condujo inevitablemente a otro fenoacutemeno al fenoacuteme-no del mito Si existiacutean dos nombres para el mismo objeto es natural y en verdad inevitable que dos personas pudieran bro-tar de los dos nombres y como los mismos relatos podiacutean contarse de la una y de la otra seriacutean representadas como her-manos y hermanas como padres e hijos3

Si aceptamos esta teoriacutea la difi cultad queda resuelta Pode-mos explicar muy bien de queacute modo la actividad racional del lenguaje humano ha conducido a las irracionalidades e incom-prensibilidades del mito La mente humana opera siempre de una manera racional Aun la mente primitiva era una mente cabal y normal Pero por otra parte era una mente rudimen-taria e inexperta En el caso en que estaba la mente inexperta expuesta constantemente a una grave tentacioacuten mdashla falacia y la ambiguumledad de las palabrasmdash no es de extrantildear que cayera en ella Eacuteste es el verdadero origen del pensamiento miacutetico El lenguaje no es tan soacutelo una escuela de sabiduriacutea es tambieacuten una escuela de desatino El mito nos revela este uacuteltimo aspecto no es maacutes que la oscura sombra que el lenguaje proyecta sobre el mundo del pensamiento humano

De este modo se presenta a la mitologiacutea como patoloacutegica asiacute en su origen como en su esencia Es una enfermedad que em-pieza en el campo del lenguaje y que luego se difunde en una peligrosa infeccioacuten por todo el cuerpo de la civilizacioacuten huma-na Pero aunque sea una locura hay en ella un meacutetodo En la mitologiacutea griega asiacute como en otras mitologiacuteas encontramos por ejemplo el relato de una gran inundacioacuten que destruyoacute a la raza humana entera Solamente una pareja Deucalioacuten y su es-posa Pirra se salvoacute del diluvio y fue enviada por Zeus a la Heacute-lade Cayeron los dos sobre el monte Parnaso y alliacute les aconse-joacute el oraacuteculo que echaron tras de siacute los ldquohuesos de su madrerdquo Deucalioacuten dio con la verdadera interpretacioacuten de este oraacuteculo recogioacute las piedras esparcidas por el campo y las tiroacute por encima de sus hombros De estas piedras surgioacute una nueva raza de hom-bre y mujeres iquestQueacute cosa hay maacutes ridiacutecula mdashse pregunta Max Muumlllermdash que este modo de explicar el origen de la raza huma-na Y sin embargo se hace faacutecilmente comprensible cuando empleamos la clave que nos da la ciencia de la etimologiacutea com-parada Todo el relato se reduce a un simple juego de palabras mdashuna confusioacuten entre dos teacuterminos homoacutenimosmdash entre λαός y λἀας4 Eacuteste de acuerdo con su opinioacuten es todo el secreto de la mitologiacutea

Si analizamos esta teoriacutea encontramos que contiene una extrantildea mezcla de racionalismo y romanticismo El elemento romaacutentico es manifi esto y parece ser el preponderante En cierto sentido Max Muumlller habla como un disciacutepulo de Nova-lis o de Schleiermacher Rechaza la teoriacutea de que el origen de

la religioacuten hay que buscarlo en el animismo o en la adoracioacuten de las grandes fuerzas naturales Hay ciertamente una religioacuten natural o fiacutesica una adoracioacuten del juego del sol de la luna del cielo despejado pero esta religioacuten fiacutesica es tan soacutelo un aspecto singular y un fenoacutemeno derivado No nos ofrece el todo y no nos conduce a la fuente primera y principal El verdadero ori-gen de la religioacuten hay que buscarlo en un estrato maacutes profundo del pensar y el sentir Lo que primero fascinoacute a los hombres no fueron los objetos de su alrededor Aun la mente primitiva es-taba mucho maacutes impresionada por el gran espec taacuteculo de la naturaleza tomada como un todo La naturaleza era lo desco-nocido en el sentido de algo opuesto a lo conocido lo infi nito en el sentido de lo que se distingue de lo fi nito Fue este senti-miento lo que desde los primero tiempos promovioacute el impul-so hacia el pensamiento religioso y el lenguaje La inmediata percepcioacuten del Infi nito ha formado desde el principio mismo el ingrediente y el necesario complemento de todo conocimiento fi nito Los rudimentos de expresiones mitoloacutegicas religiosas y fi losoacutefi cas posteriores estaban ya presentes en la temprana presioacuten del Infi nito sobre nuestros sentidos y esta presioacuten es la primera fuente y el origen real de todas nuestras creencias religiosas5 iquestPor queacute tenemos que maravillarnos de los anti-guos mdashpreguntaba Max Muumlllermdash de su lenguaje palpitante de vida y refulgente de color si en vez de los grises perfi les del pensamiento moderno exhalaban esas formas vivientes de la naturaleza dotadas de fuerza humana o maacutes bien de fuerzas sobrehumanas en tanto que la luz del sol brillaba maacutes que la del ojo humano y el bramar de la tormenta opacaba los gritos de la voz humana6 Esto suena muy romaacutentico pero no debe-mos dejarnos engantildear por el estilo coloreado y romaacutentico de Max Muumlller Su teoriacutea tomada en conjunto sigue siendo es-trictamente racionalista e intelectualista

En el fondo su concepcioacuten del mito no se encuentra muy distante del siglo xviii y de los pensadores de la Ilustracioacuten7 Claro estaacute que ya no considera al mito y a la religioacuten como una simple invencioacuten arbitraria un truco de la astucia clerical Pero admite que la religioacuten al fi n y al cabo no es maacutes que una gran ilusioacuten no un engantildeo consciente sino inconsciente un engantildeo promovido por la naturaleza de la mente humana y ante todo por la naturaleza del lenguaje humano El mito sigue siendo siempre un caso patoloacutegico Pero ahora estamos en situacioacuten de comprender la patologiacutea del mito sin recurrir a la hipoacutetesis de un defecto inherente a la mente humana misma Si se reco-noce que el lenguaje es la fuente del mito entonces hasta las incongruencias y contradicciones del pensamiento miacutetico que-dan reducidas a un poder universal y objetivo y por tanto en-teramente racional

3 Veacutease Muumlller op cit pp 44 Selected Essays I 3784 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p8 Selected Essays I 310

5 Veacutease F Max Muumlller Natural Religion The Gifford Lectures 1888 (Londres y Nueva York Longmans Green amp Co 1889) con-ferencia V ldquoMy own defi nition of Religionrdquo pp 103-140 Physical Religion The Gifford Lectures 1890 (Londres y Nueva York Long-mans Green amp Co 1891) conferencia VI ldquoPhysical Religion The Natural and the Supernatur alrdquo pp 119 ss

6 ldquoComparative Mythologyrdquo op cit p 37 Selected Essays I 3657 Es un hecho curioso que los primeros elementos de la teoriacutea de

Max Muumlller hayan de buscarse en los escritos de uno de los grandes racionalistas En su saacutetira Sur lrsquoeacutequivoque Boileau propuso la teoriacutea de que la ambiguumledad de las palabras es la verdadera fuente del mito

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Mucho contribuyoacute a la infl uencia de esta doctrina el hecho de que fuera aceptada con algunas reservas criacuteticas por el primer fi loacutesofo que tratoacute de crear una ldquofi losofiacutea sinteacuteticardquo una visioacuten coherente y comprensiva de todas las actividades de la mente humana basada en principios estrictamente empiacutericos y en la teoriacutea general de la evolucioacuten Herbert Spencer halloacute la fuente primera y principal de toda religioacuten en el culto de los antepasados El primer culto afi rmoacute eacutel no fue el culto de las fuerzas naturales sino el culto de los muertos8 Sin embargo con el fi n de comprender el traacutensito del culto de los antepasa-dos al culto de los dioses personales debemos introducir una nueva hipoacutetesis Seguacuten Spencer lo que hizo posible y hasta necesario este nuevo paso fueron el poder y la infl uencia per-durable del lenguaje El lenguaje humano es metafoacuterico en su esencia misma estaacute lleno de siacutemiles y analogiacuteas La mente pri-mitiva es incapaz de comprender estos siacutemiles en un sentido meramente metafoacuterico Toma estos siacutemiles por realidades y piensa y actuacutea de acuerdo con este principio Esta interpreta-cioacuten literal de los nombres metafoacutericos fue la que condujo desde las primeras formas elementales del culto de los antepa-sados desde la adoracioacuten de seres humanos hasta la adoracioacuten de plantas y animales y fi nalmente de grandes fuerzas de la naturaleza Un haacutebito comuacuten y muy extendido de las socieda-des primitivas es el de darles a los nintildeos recieacuten nacidos nom-bres de plantas animales estrellas y otros objetos naturales A los nintildeos se les llama ldquoTigrerdquo ldquoLeoacutenrdquo ldquoCuervordquo a las nintildeas ldquoLunardquo ldquoEstrellardquo Originariamente todos estos nombres no eran maacutes que epiheta ornantia los cuales expresaban ciertas cualidades personales que se atribuiacutean a los seres humanos De acuerdo con esta tendencia de la mente primitiva a entender

todos los teacuterminos en sentido literal era inevitable que se ma-linterpretasen esos nombres complementarios y esos tiacutetulos metafoacutericos Alguna vez ldquoAurorardquo se usariacutea como nombre pro-pio de persona las tradiciones referentes a una que se hubiese destacado conduciriacutean en la mente ingenua del salvaje a una identifi cacioacuten con la aurora misma y sus aventuras seriacutean in-terpretadas de la manera que pareciese maacutes congruente con la naturaleza de la aurora Es maacutes en las regiones donde tal nom-bre hubiese sido el propio de miembros de tribus adyacentes o de miembros de una misma tribu que hubieran vivido en tiempos distintos surgiriacutean genealogiacuteas incongruentes y aven-turas antagoacutenicas de la aurora9

Tambieacuten aquiacute encontramos explicado el fenoacutemeno del mito el panteoacuten entero del politeiacutesmo como una simple enferme-dad El culto de objetos conspicuos concebidos como perso-nas resulta de un error linguumliacutestico La grave objecioacuten a que puede someterse tal teoriacutea es manifi esta El mito es una de las maacutes antiguas y grandes fuerzas de la civilizacioacuten humana Estaacute conectado iacutentimamente con todas las demaacutes actividades huma-nas es inseparable del lenguaje de la poesiacutea del arte y del maacutes remoto pensamiento histoacuterico La ciencia misma tuvo que pasar por una etapa miacutetica antes de alcanzar la etapa loacutegica la alquimia precedioacute a la quiacutemica la astrologiacutea a la astronomiacutea Si las teoriacuteas de Max Muumlller y de Spencer fuesen ciertas tendriacutea-mos que admitir la conclusioacuten de que en resumidas cuentas la historia de la civilizacioacuten humana se debe a una simple equivo-cacioacuten a una mala interpretacioacuten de palabras y de teacuterminos Y no es una hipoacutetesis muy satisfactoria o plausible pensar que la cultura sea el producto de una mera ilusioacuten un malabarismo de palabras y un pueril juego de nombres G

8 Veacutease H Spencer The Principles of Sociology (1876) cap xx (Nueva York Appleton amp Co 1901 i 1901 i 285 ss) 9 Ibid xxii-xxiv i 329-394

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El mito y la sociedadJoseph Campbell

1- El que cambia de forma

No hay un sistema fi nal para la interpretacioacuten de los mitos y nunca habraacute tal cosa La mitologiacutea es como el dios Proteo ldquoel veraz anciano de los maresrdquo El dios ldquoprobaraacute de convertirse en todos los seres que se arrastran por la tierra y en agua y en ardentiacutesimo fuegordquo1

El viajero de la vida que quiera recibir ensentildeanzas de Proteo debe ldquosujetarlo aunque desee e intente escaparserdquo y fi nalmente apareceraacute en la forma que le es propia Pero este astuto dios nunca descubre ni siquiera ante el maacutes haacutebil interrogador el contenido iacutentegro de su sabiduriacutea Contestaraacute a la pregunta que se le haga y la respuesta seraacute grande o trivial seguacuten lo que se le haya preguntado ldquoCuando el sol siguiendo su curso llega al centro del cielo el veraz anciano de los mares oculto por negras y encrespadas olas salta en tierra al soplo del Ceacutefi -ro En seguida se acuesta en honda gruta y a su alrededor se ponen a dormir todas juntas las focas de nataacutetiles pies hijas de la hermosa Halosidne que salen del espumoso mar exhalando el acerbo olor del mar profundiacutesimordquo2 El rey guerrero griego Menelao guiado y ayudado por una hija de este viejo padre del mar a sus salvajes lares e instruido por ella de coacutemo lograr la respuesta del dios deseaba soacutelo preguntar el secreto de sus difi cultades personales y el paradero de sus amigos personales Y el dios se dignoacute a responder

La mitologiacutea ha sido interpretada por el intelecto moderno como un torpe esfuerzo primitivo para explicar el mundo de la naturaleza (Frazer) como una produccioacuten de fantasiacutea poeacutetica de los tiempo prehistoacutericos mal entendida por las edades pos-teriores (Muumlller) como un sustitutivo de la instruccioacuten alegoacute-rica para amoldar el individuo a su grupo (Durkheim) como un suentildeo colectivo sintomaacutetico de las urgencias arquetiacutepicas dentro de las profundidades de la psique humana (Jung) como el vehiacuteculo tradicional de las intuiciones metafiacutesicas maacutes pro-fundas del hombre (Coomaraswamy) y como la Revelacioacuten de Dios a Sus hijos (la Iglesia) La mitologiacutea es todo esto Los diferentes juicios estaacuten determinados por los diferentes puntos de vista de los jueces Pues cuando se la investiga en teacuterminos no de lo que es sino de coacutemo funciona de coacutemo ha servido a la especia humana en el pasado y de coacutemo puede servirle ahora

la mitologiacutea se muestra tan accesible como la vida misma a las obsesiones y necesidades del individuo la raza y la eacutepoca

2- La funcioacuten del mito del culto y de la meditacioacuten

En su forma viva el individuo es necesariamente soacutelo una frac-cioacuten y una distorsioacuten de la imagen total del hombre Estaacute limi-tado ya sea hembra o varoacuten tambieacuten lo estaacute en cualquier pe-riodo de su vida como nintildeo como joven como adulto o como anciano y no soacutelo eso sino que en su vida estaacute necesariamente especializado como artesano comerciante sirviente o ladroacuten sacerdote o liacuteder esposa monja o prostituta no puede serlo todo De aquiacute que la totalidad la plenitud del hombre no esteacute en un miembro aparte sino en el cuerpo de la sociedad como un todo el individuo puede soacutelo ser un oacutergano De su grupo ha tomado las teacutecnicas de vida el lenguaje en que piensa las ideas por las cuales lucha los genes que han construido su cuerpo descienden del pasado de esa sociedad Si pretende ais-larse ya sea en hechos pensamientos o sentimientos soacutelo lo-gra romper las relaciones con las fuentes de su existencia

Las ceremonias tribales de nacimiento la iniciacioacuten el ma-trimonio el entierro la adquisicioacuten de un estado social etc sirven para trasladar la crisis y hechos de la vida del individuo a formas claacutesicas e impersonales Estas formas tienen por obje-to mostrarlo a siacute mismo no como esta personalidad o la otra sino como el guerrero la desposada la viuda el sacerdote el jefe al mismo tiempo se representa para el resto de la comuni-dad la vieja leccioacuten de las etapas arquetiacutepicas Todos participan en el ceremonial de acuerdo con su rango y su funcioacuten La sociedad entera se hace visible como una unidad viva e impe-recedera Pasan generaciones de individuos como ceacutelulas anoacute-nimas de un cuerpo vivo pero permanece la forma sustentante e intemporal Por una ampliacioacuten de la visioacuten para abarcar a este superindividuo cada uno se descubre a siacute mismo engran-decido enriquecido apoyado y magnifi cado Su papel aunque no sea nada impresionante se ve como intriacutenseco a la bella imagen festiva del hombre la imagen potencial pero necesaria-mente inhibida que estaacute dentro del individuo

Los deberes sociales continuacutean la leccioacuten del festival en la existencia diaria y normal y se le da maacutes validez al individuo Por el contrario la indiferencia las revoluciones o el exilio rom-pen las conexiones vitales Desde el punto de vista de la unidad social el individuo aislado no es sino una nada un desperdicio De aquiacute que el hombre o la mujer puedan decir honestamente que han vivido su papel mdashya sea el de sacerdote prostituta reina o esclavomdash se refi eren al sentido completo del verbo ser

Joseph Campbell El heacuteroe de las mil caras Psicoanaacutelisis del mito Traduccioacuten de Luisa Josefi na Hernaacutendez fce Meacutexico 2006

1 Odisea iv 401 417-41 Traduccioacuten de Luis Segalaacute y Estalella2 Ibid 400-406

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Los ritos de la iniciacioacuten y de la adquisicioacuten de una situa-cioacuten pues muestran la leccioacuten de la unidad esencial del in-dividuo y el grupo los festivales de las estaciones abren un horizonte mayor Asiacute como el individuo es un oacutergano de la so-ciedad asiacute es la tribu o la ciudad mdashasiacute es la humanidad ente-ramdash soacutelo una fase del poderoso organismo del cosmos

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para domi-nar a la naturaleza Eacutesta es una representacioacuten equivocada Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre y particularmente en aquellas ceremonias maacutegicas que se supone han de traer lluvia curar las enfermedades o detener las inun-daciones sin embargo el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponieacutendolas a la magia ne-gra) es la sumisioacuten a lo inevitable del destino y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente

No se ha registrado ninguacuten mito tribal que intente postergar la llegada del invierno al contrario los ritos preparan a la co-munidad para soportar junto con el resto de la naturaleza la estacioacuten del friacuteo tremendo Y en la primavera los ritos no inten-tan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maiacutez frijol y calabazas para la comunidad debilitada por el contrario los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estacioacuten de la na-turaleza El maravilloso ciclo del antildeo es celebrado con todos sus contratiempos y periacuteodos de juacutebilo y es bosquejado y represen-tado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano

Muchas otras simbolizaciones de esta continuidad llenan el mundo de la comunidad mitoloacutegicamente instruida Por ejem-plo los clanes de las tribus cazadoras norteamericanas se con-sideraban descendientes de ancestros mitad animales y mitad humanos Estos ancestros no solamente eran los padres de los miembros humanos del clan sino tambieacuten de la especie animal de donde el clan tomaba su nombre Asiacute los miembros huma-nos del clan del castor eran primos hermanos de los castores protectores de dicha especie y al mismo tiempo protegidos por la sabiduriacutea animal del pueblo de los bosques Y otro ejemplo el hogan o choza de barro de los Naacutevajo de Nuevo Meacutexico y Arizona se construye seguacuten el plan de la idea del cosmos de los Naacutevajo La entrada estaacute hacia el oriente Los ocho lados re-presentan las cuatro direcciones principales y los puntos que quedan entre ellas Cada arista y cada viga corresponde a un elemento en el gran hogan de la tierra y el cielo que todo lo abarcan Y como el alma del hombre es considerada en su for-ma como ideacutentica al universo la choza de barro es la represen-tacioacuten de la armoniacutea baacutesica del hombre y del mundo y un re-cordatorio del escondido camino vital de la perfeccioacuten

Pero hay otro camino diametralmente opuesto al de los de-beres sociales y los cultos populares Desde el punto de vista del camino del deber el que es exiliado de la comunidad es nada Desde el otro punto de vista este exilio es el primer paso en la buacutesqueda Cada uno lleva el todo dentro de siacute mismo por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de eacutel Las diferen-ciaciones de sexo edad y ocupacioacuten no son esenciales a nuestro caraacutecter sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo La imagen interior del hombre no de-be confundirse con su atuendo Pensamos que somos ameri-canos hijos del siglo xx occidentales y cristianos civilizados Somos virtuosos o pecadores Sin embargo esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre denotan solamente acci-dentes geograacutefi cos fecha de nacimiento e ingresos econoacutemi-

cos iquestCuaacutel es el meollo de nosotros iquestCuaacutel es el caraacutecter baacutesico de nuestro ser

El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India los misterios heleacutenicos de las iniciaciones las antiguas fi losofiacuteas de Oriente y del Occidente son teacutecnicas para despla-zar el hincapieacute de la conciencia individual fuera de la presencia exterior Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo maacutes profundo ldquoYo no soy esto ni lo otro mdashmeditamdash no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir mi cuerpo que estaacute enfermo o envejece ni mi brazo mis ojos mi cabeza ni la suma de todas estas cosas No soy mis sentimientos ni mi men-te ni mi fuerza intuitivardquo Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y fi nalmente alcanza insondables rea-lizaciones Ninguacuten hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como Don Fu-lano de tal o cual poblacioacuten de cierto paiacutes La sociedad y los deberes se esfuman Don Fulano al descubrirse grande con el hombre se convierte en una persona abstraiacuteda y apartada

Eacutesta es la etapa de Narciso contemplaacutendose en la fuente del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del aacuterbol pero no es la uacuteltima meta es un requisito pero no es el fi n La meta no es ver sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia en-tonces el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola De aquiacute que la separacioacuten el aislamiento ya no sean necesarios Por dondequiera que vaya el heacuteroe y cualquier cosa que haga siempre estaacute en presencia de su propia esencia porque ha perfeccionado sus ojos para ver No hay aislamiento Asiacute como el camino de la participacioacuten social puede llevar a la realizacioacuten del Todo en el individuo asiacute el exilio trae al heacuteroe al Yo en todo

Centrado en este punto capital el problema del egoiacutesmo o del altruismo desaparece El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identifi cado con el signifi cado iacutentegro del uni-verso Por Eacutel y para Eacutel se ha hecho el mundo ldquoOh Mahoma mdashdijo Diosmdash si no fuera por ti no hubiera creado el cielordquo

3- El heacuteroe de hoy

Todo esto se halla lejos del punto de vista contemporaacuteneo pues el ideal democraacutetico del individuo que se determina a siacute mismo la invencioacuten de los artefactos mecaacutenicos y eleacutectricos y el desarrollo de los meacutetodos cientiacutefi cos de investigacioacuten han transformado la vida humana en tal forma que el universo in-temporal de siacutembolos hace mucho tiempo heredados ha sufri-do un colapso A esto se refi eren en el Zaratustra de Nietzsche las trascendentales palabras que anuncian una eacutepoca ldquoMuertos estaacuten los diosesrdquo3 Es una faacutebula que sabemos que se ha repeti-do de mil maneras Es el ciclo del heacuteroe de la edad moderna la maravillosa historia de la especie humana que llega a la ma-durez El lastre del pasado la atadura de la tradicioacuten han sido destruidos con seguros y poderosos golpes La telarantildea del suentildeo miacutetico cayoacute la mente se abrioacute a la iacutentegra conciencia despierta y el hombre moderno surgioacute de la ignorancia de los antiguos como una mariposa de su capullo o como el sol del amanecer surge del vientre de la madre noche

3 Nietzsche Asiacute habloacute Zaratustra 1223

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No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

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La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

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Mucho contribuyoacute a la infl uencia de esta doctrina el hecho de que fuera aceptada con algunas reservas criacuteticas por el primer fi loacutesofo que tratoacute de crear una ldquofi losofiacutea sinteacuteticardquo una visioacuten coherente y comprensiva de todas las actividades de la mente humana basada en principios estrictamente empiacutericos y en la teoriacutea general de la evolucioacuten Herbert Spencer halloacute la fuente primera y principal de toda religioacuten en el culto de los antepasados El primer culto afi rmoacute eacutel no fue el culto de las fuerzas naturales sino el culto de los muertos8 Sin embargo con el fi n de comprender el traacutensito del culto de los antepasa-dos al culto de los dioses personales debemos introducir una nueva hipoacutetesis Seguacuten Spencer lo que hizo posible y hasta necesario este nuevo paso fueron el poder y la infl uencia per-durable del lenguaje El lenguaje humano es metafoacuterico en su esencia misma estaacute lleno de siacutemiles y analogiacuteas La mente pri-mitiva es incapaz de comprender estos siacutemiles en un sentido meramente metafoacuterico Toma estos siacutemiles por realidades y piensa y actuacutea de acuerdo con este principio Esta interpreta-cioacuten literal de los nombres metafoacutericos fue la que condujo desde las primeras formas elementales del culto de los antepa-sados desde la adoracioacuten de seres humanos hasta la adoracioacuten de plantas y animales y fi nalmente de grandes fuerzas de la naturaleza Un haacutebito comuacuten y muy extendido de las socieda-des primitivas es el de darles a los nintildeos recieacuten nacidos nom-bres de plantas animales estrellas y otros objetos naturales A los nintildeos se les llama ldquoTigrerdquo ldquoLeoacutenrdquo ldquoCuervordquo a las nintildeas ldquoLunardquo ldquoEstrellardquo Originariamente todos estos nombres no eran maacutes que epiheta ornantia los cuales expresaban ciertas cualidades personales que se atribuiacutean a los seres humanos De acuerdo con esta tendencia de la mente primitiva a entender

todos los teacuterminos en sentido literal era inevitable que se ma-linterpretasen esos nombres complementarios y esos tiacutetulos metafoacutericos Alguna vez ldquoAurorardquo se usariacutea como nombre pro-pio de persona las tradiciones referentes a una que se hubiese destacado conduciriacutean en la mente ingenua del salvaje a una identifi cacioacuten con la aurora misma y sus aventuras seriacutean in-terpretadas de la manera que pareciese maacutes congruente con la naturaleza de la aurora Es maacutes en las regiones donde tal nom-bre hubiese sido el propio de miembros de tribus adyacentes o de miembros de una misma tribu que hubieran vivido en tiempos distintos surgiriacutean genealogiacuteas incongruentes y aven-turas antagoacutenicas de la aurora9

Tambieacuten aquiacute encontramos explicado el fenoacutemeno del mito el panteoacuten entero del politeiacutesmo como una simple enferme-dad El culto de objetos conspicuos concebidos como perso-nas resulta de un error linguumliacutestico La grave objecioacuten a que puede someterse tal teoriacutea es manifi esta El mito es una de las maacutes antiguas y grandes fuerzas de la civilizacioacuten humana Estaacute conectado iacutentimamente con todas las demaacutes actividades huma-nas es inseparable del lenguaje de la poesiacutea del arte y del maacutes remoto pensamiento histoacuterico La ciencia misma tuvo que pasar por una etapa miacutetica antes de alcanzar la etapa loacutegica la alquimia precedioacute a la quiacutemica la astrologiacutea a la astronomiacutea Si las teoriacuteas de Max Muumlller y de Spencer fuesen ciertas tendriacutea-mos que admitir la conclusioacuten de que en resumidas cuentas la historia de la civilizacioacuten humana se debe a una simple equivo-cacioacuten a una mala interpretacioacuten de palabras y de teacuterminos Y no es una hipoacutetesis muy satisfactoria o plausible pensar que la cultura sea el producto de una mera ilusioacuten un malabarismo de palabras y un pueril juego de nombres G

8 Veacutease H Spencer The Principles of Sociology (1876) cap xx (Nueva York Appleton amp Co 1901 i 1901 i 285 ss) 9 Ibid xxii-xxiv i 329-394

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El mito y la sociedadJoseph Campbell

1- El que cambia de forma

No hay un sistema fi nal para la interpretacioacuten de los mitos y nunca habraacute tal cosa La mitologiacutea es como el dios Proteo ldquoel veraz anciano de los maresrdquo El dios ldquoprobaraacute de convertirse en todos los seres que se arrastran por la tierra y en agua y en ardentiacutesimo fuegordquo1

El viajero de la vida que quiera recibir ensentildeanzas de Proteo debe ldquosujetarlo aunque desee e intente escaparserdquo y fi nalmente apareceraacute en la forma que le es propia Pero este astuto dios nunca descubre ni siquiera ante el maacutes haacutebil interrogador el contenido iacutentegro de su sabiduriacutea Contestaraacute a la pregunta que se le haga y la respuesta seraacute grande o trivial seguacuten lo que se le haya preguntado ldquoCuando el sol siguiendo su curso llega al centro del cielo el veraz anciano de los mares oculto por negras y encrespadas olas salta en tierra al soplo del Ceacutefi -ro En seguida se acuesta en honda gruta y a su alrededor se ponen a dormir todas juntas las focas de nataacutetiles pies hijas de la hermosa Halosidne que salen del espumoso mar exhalando el acerbo olor del mar profundiacutesimordquo2 El rey guerrero griego Menelao guiado y ayudado por una hija de este viejo padre del mar a sus salvajes lares e instruido por ella de coacutemo lograr la respuesta del dios deseaba soacutelo preguntar el secreto de sus difi cultades personales y el paradero de sus amigos personales Y el dios se dignoacute a responder

La mitologiacutea ha sido interpretada por el intelecto moderno como un torpe esfuerzo primitivo para explicar el mundo de la naturaleza (Frazer) como una produccioacuten de fantasiacutea poeacutetica de los tiempo prehistoacutericos mal entendida por las edades pos-teriores (Muumlller) como un sustitutivo de la instruccioacuten alegoacute-rica para amoldar el individuo a su grupo (Durkheim) como un suentildeo colectivo sintomaacutetico de las urgencias arquetiacutepicas dentro de las profundidades de la psique humana (Jung) como el vehiacuteculo tradicional de las intuiciones metafiacutesicas maacutes pro-fundas del hombre (Coomaraswamy) y como la Revelacioacuten de Dios a Sus hijos (la Iglesia) La mitologiacutea es todo esto Los diferentes juicios estaacuten determinados por los diferentes puntos de vista de los jueces Pues cuando se la investiga en teacuterminos no de lo que es sino de coacutemo funciona de coacutemo ha servido a la especia humana en el pasado y de coacutemo puede servirle ahora

la mitologiacutea se muestra tan accesible como la vida misma a las obsesiones y necesidades del individuo la raza y la eacutepoca

2- La funcioacuten del mito del culto y de la meditacioacuten

En su forma viva el individuo es necesariamente soacutelo una frac-cioacuten y una distorsioacuten de la imagen total del hombre Estaacute limi-tado ya sea hembra o varoacuten tambieacuten lo estaacute en cualquier pe-riodo de su vida como nintildeo como joven como adulto o como anciano y no soacutelo eso sino que en su vida estaacute necesariamente especializado como artesano comerciante sirviente o ladroacuten sacerdote o liacuteder esposa monja o prostituta no puede serlo todo De aquiacute que la totalidad la plenitud del hombre no esteacute en un miembro aparte sino en el cuerpo de la sociedad como un todo el individuo puede soacutelo ser un oacutergano De su grupo ha tomado las teacutecnicas de vida el lenguaje en que piensa las ideas por las cuales lucha los genes que han construido su cuerpo descienden del pasado de esa sociedad Si pretende ais-larse ya sea en hechos pensamientos o sentimientos soacutelo lo-gra romper las relaciones con las fuentes de su existencia

Las ceremonias tribales de nacimiento la iniciacioacuten el ma-trimonio el entierro la adquisicioacuten de un estado social etc sirven para trasladar la crisis y hechos de la vida del individuo a formas claacutesicas e impersonales Estas formas tienen por obje-to mostrarlo a siacute mismo no como esta personalidad o la otra sino como el guerrero la desposada la viuda el sacerdote el jefe al mismo tiempo se representa para el resto de la comuni-dad la vieja leccioacuten de las etapas arquetiacutepicas Todos participan en el ceremonial de acuerdo con su rango y su funcioacuten La sociedad entera se hace visible como una unidad viva e impe-recedera Pasan generaciones de individuos como ceacutelulas anoacute-nimas de un cuerpo vivo pero permanece la forma sustentante e intemporal Por una ampliacioacuten de la visioacuten para abarcar a este superindividuo cada uno se descubre a siacute mismo engran-decido enriquecido apoyado y magnifi cado Su papel aunque no sea nada impresionante se ve como intriacutenseco a la bella imagen festiva del hombre la imagen potencial pero necesaria-mente inhibida que estaacute dentro del individuo

Los deberes sociales continuacutean la leccioacuten del festival en la existencia diaria y normal y se le da maacutes validez al individuo Por el contrario la indiferencia las revoluciones o el exilio rom-pen las conexiones vitales Desde el punto de vista de la unidad social el individuo aislado no es sino una nada un desperdicio De aquiacute que el hombre o la mujer puedan decir honestamente que han vivido su papel mdashya sea el de sacerdote prostituta reina o esclavomdash se refi eren al sentido completo del verbo ser

Joseph Campbell El heacuteroe de las mil caras Psicoanaacutelisis del mito Traduccioacuten de Luisa Josefi na Hernaacutendez fce Meacutexico 2006

1 Odisea iv 401 417-41 Traduccioacuten de Luis Segalaacute y Estalella2 Ibid 400-406

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Los ritos de la iniciacioacuten y de la adquisicioacuten de una situa-cioacuten pues muestran la leccioacuten de la unidad esencial del in-dividuo y el grupo los festivales de las estaciones abren un horizonte mayor Asiacute como el individuo es un oacutergano de la so-ciedad asiacute es la tribu o la ciudad mdashasiacute es la humanidad ente-ramdash soacutelo una fase del poderoso organismo del cosmos

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para domi-nar a la naturaleza Eacutesta es una representacioacuten equivocada Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre y particularmente en aquellas ceremonias maacutegicas que se supone han de traer lluvia curar las enfermedades o detener las inun-daciones sin embargo el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponieacutendolas a la magia ne-gra) es la sumisioacuten a lo inevitable del destino y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente

No se ha registrado ninguacuten mito tribal que intente postergar la llegada del invierno al contrario los ritos preparan a la co-munidad para soportar junto con el resto de la naturaleza la estacioacuten del friacuteo tremendo Y en la primavera los ritos no inten-tan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maiacutez frijol y calabazas para la comunidad debilitada por el contrario los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estacioacuten de la na-turaleza El maravilloso ciclo del antildeo es celebrado con todos sus contratiempos y periacuteodos de juacutebilo y es bosquejado y represen-tado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano

Muchas otras simbolizaciones de esta continuidad llenan el mundo de la comunidad mitoloacutegicamente instruida Por ejem-plo los clanes de las tribus cazadoras norteamericanas se con-sideraban descendientes de ancestros mitad animales y mitad humanos Estos ancestros no solamente eran los padres de los miembros humanos del clan sino tambieacuten de la especie animal de donde el clan tomaba su nombre Asiacute los miembros huma-nos del clan del castor eran primos hermanos de los castores protectores de dicha especie y al mismo tiempo protegidos por la sabiduriacutea animal del pueblo de los bosques Y otro ejemplo el hogan o choza de barro de los Naacutevajo de Nuevo Meacutexico y Arizona se construye seguacuten el plan de la idea del cosmos de los Naacutevajo La entrada estaacute hacia el oriente Los ocho lados re-presentan las cuatro direcciones principales y los puntos que quedan entre ellas Cada arista y cada viga corresponde a un elemento en el gran hogan de la tierra y el cielo que todo lo abarcan Y como el alma del hombre es considerada en su for-ma como ideacutentica al universo la choza de barro es la represen-tacioacuten de la armoniacutea baacutesica del hombre y del mundo y un re-cordatorio del escondido camino vital de la perfeccioacuten

Pero hay otro camino diametralmente opuesto al de los de-beres sociales y los cultos populares Desde el punto de vista del camino del deber el que es exiliado de la comunidad es nada Desde el otro punto de vista este exilio es el primer paso en la buacutesqueda Cada uno lleva el todo dentro de siacute mismo por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de eacutel Las diferen-ciaciones de sexo edad y ocupacioacuten no son esenciales a nuestro caraacutecter sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo La imagen interior del hombre no de-be confundirse con su atuendo Pensamos que somos ameri-canos hijos del siglo xx occidentales y cristianos civilizados Somos virtuosos o pecadores Sin embargo esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre denotan solamente acci-dentes geograacutefi cos fecha de nacimiento e ingresos econoacutemi-

cos iquestCuaacutel es el meollo de nosotros iquestCuaacutel es el caraacutecter baacutesico de nuestro ser

El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India los misterios heleacutenicos de las iniciaciones las antiguas fi losofiacuteas de Oriente y del Occidente son teacutecnicas para despla-zar el hincapieacute de la conciencia individual fuera de la presencia exterior Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo maacutes profundo ldquoYo no soy esto ni lo otro mdashmeditamdash no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir mi cuerpo que estaacute enfermo o envejece ni mi brazo mis ojos mi cabeza ni la suma de todas estas cosas No soy mis sentimientos ni mi men-te ni mi fuerza intuitivardquo Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y fi nalmente alcanza insondables rea-lizaciones Ninguacuten hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como Don Fu-lano de tal o cual poblacioacuten de cierto paiacutes La sociedad y los deberes se esfuman Don Fulano al descubrirse grande con el hombre se convierte en una persona abstraiacuteda y apartada

Eacutesta es la etapa de Narciso contemplaacutendose en la fuente del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del aacuterbol pero no es la uacuteltima meta es un requisito pero no es el fi n La meta no es ver sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia en-tonces el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola De aquiacute que la separacioacuten el aislamiento ya no sean necesarios Por dondequiera que vaya el heacuteroe y cualquier cosa que haga siempre estaacute en presencia de su propia esencia porque ha perfeccionado sus ojos para ver No hay aislamiento Asiacute como el camino de la participacioacuten social puede llevar a la realizacioacuten del Todo en el individuo asiacute el exilio trae al heacuteroe al Yo en todo

Centrado en este punto capital el problema del egoiacutesmo o del altruismo desaparece El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identifi cado con el signifi cado iacutentegro del uni-verso Por Eacutel y para Eacutel se ha hecho el mundo ldquoOh Mahoma mdashdijo Diosmdash si no fuera por ti no hubiera creado el cielordquo

3- El heacuteroe de hoy

Todo esto se halla lejos del punto de vista contemporaacuteneo pues el ideal democraacutetico del individuo que se determina a siacute mismo la invencioacuten de los artefactos mecaacutenicos y eleacutectricos y el desarrollo de los meacutetodos cientiacutefi cos de investigacioacuten han transformado la vida humana en tal forma que el universo in-temporal de siacutembolos hace mucho tiempo heredados ha sufri-do un colapso A esto se refi eren en el Zaratustra de Nietzsche las trascendentales palabras que anuncian una eacutepoca ldquoMuertos estaacuten los diosesrdquo3 Es una faacutebula que sabemos que se ha repeti-do de mil maneras Es el ciclo del heacuteroe de la edad moderna la maravillosa historia de la especie humana que llega a la ma-durez El lastre del pasado la atadura de la tradicioacuten han sido destruidos con seguros y poderosos golpes La telarantildea del suentildeo miacutetico cayoacute la mente se abrioacute a la iacutentegra conciencia despierta y el hombre moderno surgioacute de la ignorancia de los antiguos como una mariposa de su capullo o como el sol del amanecer surge del vientre de la madre noche

3 Nietzsche Asiacute habloacute Zaratustra 1223

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No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

28 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

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La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 23

El mito y la sociedadJoseph Campbell

1- El que cambia de forma

No hay un sistema fi nal para la interpretacioacuten de los mitos y nunca habraacute tal cosa La mitologiacutea es como el dios Proteo ldquoel veraz anciano de los maresrdquo El dios ldquoprobaraacute de convertirse en todos los seres que se arrastran por la tierra y en agua y en ardentiacutesimo fuegordquo1

El viajero de la vida que quiera recibir ensentildeanzas de Proteo debe ldquosujetarlo aunque desee e intente escaparserdquo y fi nalmente apareceraacute en la forma que le es propia Pero este astuto dios nunca descubre ni siquiera ante el maacutes haacutebil interrogador el contenido iacutentegro de su sabiduriacutea Contestaraacute a la pregunta que se le haga y la respuesta seraacute grande o trivial seguacuten lo que se le haya preguntado ldquoCuando el sol siguiendo su curso llega al centro del cielo el veraz anciano de los mares oculto por negras y encrespadas olas salta en tierra al soplo del Ceacutefi -ro En seguida se acuesta en honda gruta y a su alrededor se ponen a dormir todas juntas las focas de nataacutetiles pies hijas de la hermosa Halosidne que salen del espumoso mar exhalando el acerbo olor del mar profundiacutesimordquo2 El rey guerrero griego Menelao guiado y ayudado por una hija de este viejo padre del mar a sus salvajes lares e instruido por ella de coacutemo lograr la respuesta del dios deseaba soacutelo preguntar el secreto de sus difi cultades personales y el paradero de sus amigos personales Y el dios se dignoacute a responder

La mitologiacutea ha sido interpretada por el intelecto moderno como un torpe esfuerzo primitivo para explicar el mundo de la naturaleza (Frazer) como una produccioacuten de fantasiacutea poeacutetica de los tiempo prehistoacutericos mal entendida por las edades pos-teriores (Muumlller) como un sustitutivo de la instruccioacuten alegoacute-rica para amoldar el individuo a su grupo (Durkheim) como un suentildeo colectivo sintomaacutetico de las urgencias arquetiacutepicas dentro de las profundidades de la psique humana (Jung) como el vehiacuteculo tradicional de las intuiciones metafiacutesicas maacutes pro-fundas del hombre (Coomaraswamy) y como la Revelacioacuten de Dios a Sus hijos (la Iglesia) La mitologiacutea es todo esto Los diferentes juicios estaacuten determinados por los diferentes puntos de vista de los jueces Pues cuando se la investiga en teacuterminos no de lo que es sino de coacutemo funciona de coacutemo ha servido a la especia humana en el pasado y de coacutemo puede servirle ahora

la mitologiacutea se muestra tan accesible como la vida misma a las obsesiones y necesidades del individuo la raza y la eacutepoca

2- La funcioacuten del mito del culto y de la meditacioacuten

En su forma viva el individuo es necesariamente soacutelo una frac-cioacuten y una distorsioacuten de la imagen total del hombre Estaacute limi-tado ya sea hembra o varoacuten tambieacuten lo estaacute en cualquier pe-riodo de su vida como nintildeo como joven como adulto o como anciano y no soacutelo eso sino que en su vida estaacute necesariamente especializado como artesano comerciante sirviente o ladroacuten sacerdote o liacuteder esposa monja o prostituta no puede serlo todo De aquiacute que la totalidad la plenitud del hombre no esteacute en un miembro aparte sino en el cuerpo de la sociedad como un todo el individuo puede soacutelo ser un oacutergano De su grupo ha tomado las teacutecnicas de vida el lenguaje en que piensa las ideas por las cuales lucha los genes que han construido su cuerpo descienden del pasado de esa sociedad Si pretende ais-larse ya sea en hechos pensamientos o sentimientos soacutelo lo-gra romper las relaciones con las fuentes de su existencia

Las ceremonias tribales de nacimiento la iniciacioacuten el ma-trimonio el entierro la adquisicioacuten de un estado social etc sirven para trasladar la crisis y hechos de la vida del individuo a formas claacutesicas e impersonales Estas formas tienen por obje-to mostrarlo a siacute mismo no como esta personalidad o la otra sino como el guerrero la desposada la viuda el sacerdote el jefe al mismo tiempo se representa para el resto de la comuni-dad la vieja leccioacuten de las etapas arquetiacutepicas Todos participan en el ceremonial de acuerdo con su rango y su funcioacuten La sociedad entera se hace visible como una unidad viva e impe-recedera Pasan generaciones de individuos como ceacutelulas anoacute-nimas de un cuerpo vivo pero permanece la forma sustentante e intemporal Por una ampliacioacuten de la visioacuten para abarcar a este superindividuo cada uno se descubre a siacute mismo engran-decido enriquecido apoyado y magnifi cado Su papel aunque no sea nada impresionante se ve como intriacutenseco a la bella imagen festiva del hombre la imagen potencial pero necesaria-mente inhibida que estaacute dentro del individuo

Los deberes sociales continuacutean la leccioacuten del festival en la existencia diaria y normal y se le da maacutes validez al individuo Por el contrario la indiferencia las revoluciones o el exilio rom-pen las conexiones vitales Desde el punto de vista de la unidad social el individuo aislado no es sino una nada un desperdicio De aquiacute que el hombre o la mujer puedan decir honestamente que han vivido su papel mdashya sea el de sacerdote prostituta reina o esclavomdash se refi eren al sentido completo del verbo ser

Joseph Campbell El heacuteroe de las mil caras Psicoanaacutelisis del mito Traduccioacuten de Luisa Josefi na Hernaacutendez fce Meacutexico 2006

1 Odisea iv 401 417-41 Traduccioacuten de Luis Segalaacute y Estalella2 Ibid 400-406

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Los ritos de la iniciacioacuten y de la adquisicioacuten de una situa-cioacuten pues muestran la leccioacuten de la unidad esencial del in-dividuo y el grupo los festivales de las estaciones abren un horizonte mayor Asiacute como el individuo es un oacutergano de la so-ciedad asiacute es la tribu o la ciudad mdashasiacute es la humanidad ente-ramdash soacutelo una fase del poderoso organismo del cosmos

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para domi-nar a la naturaleza Eacutesta es una representacioacuten equivocada Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre y particularmente en aquellas ceremonias maacutegicas que se supone han de traer lluvia curar las enfermedades o detener las inun-daciones sin embargo el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponieacutendolas a la magia ne-gra) es la sumisioacuten a lo inevitable del destino y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente

No se ha registrado ninguacuten mito tribal que intente postergar la llegada del invierno al contrario los ritos preparan a la co-munidad para soportar junto con el resto de la naturaleza la estacioacuten del friacuteo tremendo Y en la primavera los ritos no inten-tan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maiacutez frijol y calabazas para la comunidad debilitada por el contrario los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estacioacuten de la na-turaleza El maravilloso ciclo del antildeo es celebrado con todos sus contratiempos y periacuteodos de juacutebilo y es bosquejado y represen-tado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano

Muchas otras simbolizaciones de esta continuidad llenan el mundo de la comunidad mitoloacutegicamente instruida Por ejem-plo los clanes de las tribus cazadoras norteamericanas se con-sideraban descendientes de ancestros mitad animales y mitad humanos Estos ancestros no solamente eran los padres de los miembros humanos del clan sino tambieacuten de la especie animal de donde el clan tomaba su nombre Asiacute los miembros huma-nos del clan del castor eran primos hermanos de los castores protectores de dicha especie y al mismo tiempo protegidos por la sabiduriacutea animal del pueblo de los bosques Y otro ejemplo el hogan o choza de barro de los Naacutevajo de Nuevo Meacutexico y Arizona se construye seguacuten el plan de la idea del cosmos de los Naacutevajo La entrada estaacute hacia el oriente Los ocho lados re-presentan las cuatro direcciones principales y los puntos que quedan entre ellas Cada arista y cada viga corresponde a un elemento en el gran hogan de la tierra y el cielo que todo lo abarcan Y como el alma del hombre es considerada en su for-ma como ideacutentica al universo la choza de barro es la represen-tacioacuten de la armoniacutea baacutesica del hombre y del mundo y un re-cordatorio del escondido camino vital de la perfeccioacuten

Pero hay otro camino diametralmente opuesto al de los de-beres sociales y los cultos populares Desde el punto de vista del camino del deber el que es exiliado de la comunidad es nada Desde el otro punto de vista este exilio es el primer paso en la buacutesqueda Cada uno lleva el todo dentro de siacute mismo por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de eacutel Las diferen-ciaciones de sexo edad y ocupacioacuten no son esenciales a nuestro caraacutecter sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo La imagen interior del hombre no de-be confundirse con su atuendo Pensamos que somos ameri-canos hijos del siglo xx occidentales y cristianos civilizados Somos virtuosos o pecadores Sin embargo esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre denotan solamente acci-dentes geograacutefi cos fecha de nacimiento e ingresos econoacutemi-

cos iquestCuaacutel es el meollo de nosotros iquestCuaacutel es el caraacutecter baacutesico de nuestro ser

El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India los misterios heleacutenicos de las iniciaciones las antiguas fi losofiacuteas de Oriente y del Occidente son teacutecnicas para despla-zar el hincapieacute de la conciencia individual fuera de la presencia exterior Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo maacutes profundo ldquoYo no soy esto ni lo otro mdashmeditamdash no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir mi cuerpo que estaacute enfermo o envejece ni mi brazo mis ojos mi cabeza ni la suma de todas estas cosas No soy mis sentimientos ni mi men-te ni mi fuerza intuitivardquo Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y fi nalmente alcanza insondables rea-lizaciones Ninguacuten hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como Don Fu-lano de tal o cual poblacioacuten de cierto paiacutes La sociedad y los deberes se esfuman Don Fulano al descubrirse grande con el hombre se convierte en una persona abstraiacuteda y apartada

Eacutesta es la etapa de Narciso contemplaacutendose en la fuente del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del aacuterbol pero no es la uacuteltima meta es un requisito pero no es el fi n La meta no es ver sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia en-tonces el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola De aquiacute que la separacioacuten el aislamiento ya no sean necesarios Por dondequiera que vaya el heacuteroe y cualquier cosa que haga siempre estaacute en presencia de su propia esencia porque ha perfeccionado sus ojos para ver No hay aislamiento Asiacute como el camino de la participacioacuten social puede llevar a la realizacioacuten del Todo en el individuo asiacute el exilio trae al heacuteroe al Yo en todo

Centrado en este punto capital el problema del egoiacutesmo o del altruismo desaparece El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identifi cado con el signifi cado iacutentegro del uni-verso Por Eacutel y para Eacutel se ha hecho el mundo ldquoOh Mahoma mdashdijo Diosmdash si no fuera por ti no hubiera creado el cielordquo

3- El heacuteroe de hoy

Todo esto se halla lejos del punto de vista contemporaacuteneo pues el ideal democraacutetico del individuo que se determina a siacute mismo la invencioacuten de los artefactos mecaacutenicos y eleacutectricos y el desarrollo de los meacutetodos cientiacutefi cos de investigacioacuten han transformado la vida humana en tal forma que el universo in-temporal de siacutembolos hace mucho tiempo heredados ha sufri-do un colapso A esto se refi eren en el Zaratustra de Nietzsche las trascendentales palabras que anuncian una eacutepoca ldquoMuertos estaacuten los diosesrdquo3 Es una faacutebula que sabemos que se ha repeti-do de mil maneras Es el ciclo del heacuteroe de la edad moderna la maravillosa historia de la especie humana que llega a la ma-durez El lastre del pasado la atadura de la tradicioacuten han sido destruidos con seguros y poderosos golpes La telarantildea del suentildeo miacutetico cayoacute la mente se abrioacute a la iacutentegra conciencia despierta y el hombre moderno surgioacute de la ignorancia de los antiguos como una mariposa de su capullo o como el sol del amanecer surge del vientre de la madre noche

3 Nietzsche Asiacute habloacute Zaratustra 1223

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No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

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La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

24 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

Los ritos de la iniciacioacuten y de la adquisicioacuten de una situa-cioacuten pues muestran la leccioacuten de la unidad esencial del in-dividuo y el grupo los festivales de las estaciones abren un horizonte mayor Asiacute como el individuo es un oacutergano de la so-ciedad asiacute es la tribu o la ciudad mdashasiacute es la humanidad ente-ramdash soacutelo una fase del poderoso organismo del cosmos

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para domi-nar a la naturaleza Eacutesta es una representacioacuten equivocada Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre y particularmente en aquellas ceremonias maacutegicas que se supone han de traer lluvia curar las enfermedades o detener las inun-daciones sin embargo el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponieacutendolas a la magia ne-gra) es la sumisioacuten a lo inevitable del destino y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente

No se ha registrado ninguacuten mito tribal que intente postergar la llegada del invierno al contrario los ritos preparan a la co-munidad para soportar junto con el resto de la naturaleza la estacioacuten del friacuteo tremendo Y en la primavera los ritos no inten-tan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maiacutez frijol y calabazas para la comunidad debilitada por el contrario los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estacioacuten de la na-turaleza El maravilloso ciclo del antildeo es celebrado con todos sus contratiempos y periacuteodos de juacutebilo y es bosquejado y represen-tado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano

Muchas otras simbolizaciones de esta continuidad llenan el mundo de la comunidad mitoloacutegicamente instruida Por ejem-plo los clanes de las tribus cazadoras norteamericanas se con-sideraban descendientes de ancestros mitad animales y mitad humanos Estos ancestros no solamente eran los padres de los miembros humanos del clan sino tambieacuten de la especie animal de donde el clan tomaba su nombre Asiacute los miembros huma-nos del clan del castor eran primos hermanos de los castores protectores de dicha especie y al mismo tiempo protegidos por la sabiduriacutea animal del pueblo de los bosques Y otro ejemplo el hogan o choza de barro de los Naacutevajo de Nuevo Meacutexico y Arizona se construye seguacuten el plan de la idea del cosmos de los Naacutevajo La entrada estaacute hacia el oriente Los ocho lados re-presentan las cuatro direcciones principales y los puntos que quedan entre ellas Cada arista y cada viga corresponde a un elemento en el gran hogan de la tierra y el cielo que todo lo abarcan Y como el alma del hombre es considerada en su for-ma como ideacutentica al universo la choza de barro es la represen-tacioacuten de la armoniacutea baacutesica del hombre y del mundo y un re-cordatorio del escondido camino vital de la perfeccioacuten

Pero hay otro camino diametralmente opuesto al de los de-beres sociales y los cultos populares Desde el punto de vista del camino del deber el que es exiliado de la comunidad es nada Desde el otro punto de vista este exilio es el primer paso en la buacutesqueda Cada uno lleva el todo dentro de siacute mismo por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de eacutel Las diferen-ciaciones de sexo edad y ocupacioacuten no son esenciales a nuestro caraacutecter sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo La imagen interior del hombre no de-be confundirse con su atuendo Pensamos que somos ameri-canos hijos del siglo xx occidentales y cristianos civilizados Somos virtuosos o pecadores Sin embargo esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre denotan solamente acci-dentes geograacutefi cos fecha de nacimiento e ingresos econoacutemi-

cos iquestCuaacutel es el meollo de nosotros iquestCuaacutel es el caraacutecter baacutesico de nuestro ser

El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India los misterios heleacutenicos de las iniciaciones las antiguas fi losofiacuteas de Oriente y del Occidente son teacutecnicas para despla-zar el hincapieacute de la conciencia individual fuera de la presencia exterior Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo maacutes profundo ldquoYo no soy esto ni lo otro mdashmeditamdash no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir mi cuerpo que estaacute enfermo o envejece ni mi brazo mis ojos mi cabeza ni la suma de todas estas cosas No soy mis sentimientos ni mi men-te ni mi fuerza intuitivardquo Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y fi nalmente alcanza insondables rea-lizaciones Ninguacuten hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como Don Fu-lano de tal o cual poblacioacuten de cierto paiacutes La sociedad y los deberes se esfuman Don Fulano al descubrirse grande con el hombre se convierte en una persona abstraiacuteda y apartada

Eacutesta es la etapa de Narciso contemplaacutendose en la fuente del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del aacuterbol pero no es la uacuteltima meta es un requisito pero no es el fi n La meta no es ver sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia en-tonces el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola De aquiacute que la separacioacuten el aislamiento ya no sean necesarios Por dondequiera que vaya el heacuteroe y cualquier cosa que haga siempre estaacute en presencia de su propia esencia porque ha perfeccionado sus ojos para ver No hay aislamiento Asiacute como el camino de la participacioacuten social puede llevar a la realizacioacuten del Todo en el individuo asiacute el exilio trae al heacuteroe al Yo en todo

Centrado en este punto capital el problema del egoiacutesmo o del altruismo desaparece El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identifi cado con el signifi cado iacutentegro del uni-verso Por Eacutel y para Eacutel se ha hecho el mundo ldquoOh Mahoma mdashdijo Diosmdash si no fuera por ti no hubiera creado el cielordquo

3- El heacuteroe de hoy

Todo esto se halla lejos del punto de vista contemporaacuteneo pues el ideal democraacutetico del individuo que se determina a siacute mismo la invencioacuten de los artefactos mecaacutenicos y eleacutectricos y el desarrollo de los meacutetodos cientiacutefi cos de investigacioacuten han transformado la vida humana en tal forma que el universo in-temporal de siacutembolos hace mucho tiempo heredados ha sufri-do un colapso A esto se refi eren en el Zaratustra de Nietzsche las trascendentales palabras que anuncian una eacutepoca ldquoMuertos estaacuten los diosesrdquo3 Es una faacutebula que sabemos que se ha repeti-do de mil maneras Es el ciclo del heacuteroe de la edad moderna la maravillosa historia de la especie humana que llega a la ma-durez El lastre del pasado la atadura de la tradicioacuten han sido destruidos con seguros y poderosos golpes La telarantildea del suentildeo miacutetico cayoacute la mente se abrioacute a la iacutentegra conciencia despierta y el hombre moderno surgioacute de la ignorancia de los antiguos como una mariposa de su capullo o como el sol del amanecer surge del vientre de la madre noche

3 Nietzsche Asiacute habloacute Zaratustra 1223

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No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

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La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 25

No solamente las investigaciones con el telescopio y el mi-croscopio han eliminado el lugar oculto de los dioses ya no existe la clase de sociedad de la que los dioses eran soporte La unidad social no es ya la portadora del contenido religioso sino una organizacioacuten econoacutemico-poliacutetica Sus ideales no son ya los de la pantomima hieraacutetica que hace visibles en la Tierra las formas del cielo sino los del estado seglar que libra una competencia difiacutecil y sin tregua por la supremaciacutea y los recur-sos materiales Las sociedades aisladas atadas al suentildeo dentro de un horizonte mitoloacutegico no existen maacutes que como regiones de explotacioacuten Y dentro de las mismas sociedades progresistas todos los uacuteltimos vestigios de la antigua herencia humana de ritual moralidad y arte estaacuten en plena decadencia

El problema actual de la especie humana es por lo tanto precisamente opuesto al de los hombres de los periacuteodos com-parativamente estables de aquellas mitologiacuteas poderosamente coordinadas que ahora se conocen como mentiras Entonces todo el signifi cado estaba en el grupo en las grandes formas anoacutenimas no en la expresioacuten individual propia hoy no existe ninguacuten signifi cado en el grupo ni en el mundo todo estaacute en el individuo Pero en eacutel el signifi cado es absolutamente incons-ciente El individuo no sabe hacia doacutende se dirige tampoco sabe lo que lo empuja Las liacuteneas de comunicacioacuten entre la

zona consciente y la inconsciente de la psique humana han sido cortadas y nos hemos partido en dos

El hecho del heacuteroe no es hoy lo que era en el siglo de Gali-leo Donde antes habiacutea oscuridad hoy hay luz pero tambieacuten donde habiacutea luz hay ahora oscuridad La hazantildea del heacuteroe moderno debe ser la de pretender traer la luz de nuevo a la perdida Atlaacutentida del alma coordinada

Obviamente este trabajo no podraacute realizarse dando la es-palda o apartaacutendose de lo que ha sido alcanzado por la revolu-cioacuten moderna porque el problema pierde todo su contenido si no concede signifi cacioacuten espiritual al mundo moderno mdasho mejor dicho (para expresarlo de otro modo) no existe si no hace posible para los hombres y las mujeres alcanzar la madu-rez humana iacutentegra a traveacutes de las condiciones de la vida con-temporaacutenea Pues estas condiciones en siacute mismas son las que han convertido las foacutermulas antiguas en cosas poco efectivas equiacutevocas y hasta perniciosas La comunidad actual es el plane-ta y no la nacioacuten con fronteras De aquiacute que los patrones de la agresioacuten proyectada que anteriormente serviacutean para coordinar el grupo ahora soacutelo sirvan para dividirlo en partidos La idea nacional con una bandera como toacutetem es hoy un ampliador del ego infantil no el aniquilador de una situacioacuten infantil Sus parodias de los rituales en la plaza de armas sirven a las fi nali-

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dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

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La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

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  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

26 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

dades de Garra o Soporte el tirano dragoacuten no al Dios en el que el propio intereacutes es aniquilar Y los numerosos santos de este anticulto mdashlos patriotas cuyas fotografiacuteas rodeadas de banderas pueden verse en todas partesmdash sirven como iacutedolos ofi ciales son precisamente los guardianes de los umbrales lo-cales (nuestro demonio del Cabello Pegajoso) la primera tarea del heacuteroe es vencerlos

Ni tampoco las grandes religiones del mundo como se en-tienden actualmente satisfacen todos los requisitos Pues se han asociado con las causas de los partidos y son instrumentos de propaganda y de alabanza propia (Hasta el budismo ha sufrido uacuteltimamente esta degradacioacuten como reaccioacuten a las lecciones de Occidente) El triunfo universal del estado seglar ha puesto todas las organizaciones religiosas en una situacioacuten defi nitivamente secundaria y en uacuteltima instancia inefectiva que ha logrado reducir la pantomima religiosa a un ejercicio santurroacuten de la mantildeana del domingo mientras que la eacutetica econoacutemica y el patriotismo rigen por el resto de la semana Esa santidad hipoacutecrita no es lo que requiere el funcionamiento del mundo sino que es necesaria una transmutacioacuten de todo el orden social de manera que a traveacutes de cada detalle y de cada acto de la vida seglar la imagen vitalizadora del hombre-dios universal que por el momento es inmanente y efectiva en to-dos nosotros pueda hacerse conocida a la conciencia

Y eacutesta no es la clase de labor que puede llevar a cabo la con-ciencia por siacute misma La conciencia ya no puede inventar ni siquiera predecir un siacutembolo efectivo que prediga o controle el suentildeo de la noche El problema se estudia en otro nivel a traveacutes de lo que estaacute destinado a ser un largo y terrible proceso no soacutelo en las profundidades de cada psique del mundo moderno sino tambieacuten en los titaacutenicos campos de batalla en que se ha convertido uacuteltimamente el planeta entero Estamos observando el tremendo chocar de las Simpleacutegades a traveacutes del cual el alma debe pasar sin identifi carse con ninguno de los dos lados

Pero hay algo que podemos saber y es que cuando los nue-vos siacutembolos se hagan visibles no seraacuten ideacutenticos en las diferen-tes partes del globo las circunstancias de la vida local la raza y la tradicioacuten deben estar compuestas en foacutermulas efectivas Por lo tanto es necesario que los hombres comprendan y sean ca-paces de ver que a traveacutes de diferentes siacutembolos se revela la misma redencioacuten ldquoLa verdad es una mdashleemos en los Vedasmdash los sabios hablan de ella con muchos nombresrdquo Es una sola cancioacuten con las diferentes infl exiones del coro humano La propaganda general para una o la otra de las soluciones locales es superfl ua o maacutes bien una amenaza La uacutenica forma de vol-verse humano es aprender a reconocer los lineamientos de Dios en todas las maravillosas modulaciones del rostro del hombre

Con esto llegamos a la sugestioacuten fi nal de lo que debe ser la orientacioacuten especiacutefi ca de la tarea del heacuteroe moderno y a des-cubrir la causa real de la desintegracioacuten de todas nuestras foacuter-mulas religiosas heredadas El centro de gravedad o sea del reino del misterio o del peligro ha sido eliminado defi nitiva-mente Para los pueblos cazadores primitivos de los maacutes remo-tos milenios humanos cuando el tigre de colmillos de sable el mamut y el reino de las presencias animales menores eran las

manifestaciones primarias de lo que era ajeno mdashal mismo tiem-po la fuente del peligro y del sustentomdash el gran problema humano era establecer una liga psicoloacutegica con el hecho de compartir la selva con estos seres Una identifi cacioacuten incons-ciente tomoacute lugar y esto fi nalmente tomoacute conciencia en las fi -guras mitad humanas mitad animales de los antecesores toteacute-micos mitoloacutegicos Los animales se convirtieron en los tutores de la humanidad Por medio de actos de imitacioacuten literal mdashcomo vemos ahora en los juegos de los nintildeos (o en el manico-mio)mdash se llegoacute a una aniquilacioacuten efectiva del ego humano y la sociedad alcanzoacute una organizacioacuten cohesiva En forma simi-lar las tribus que se sosteniacutean con alimentos vegetales se re-unieron alrededor de la planta y los rituales de la siembra y de la cosecha se identifi caron con los de la procreacioacuten humana el nacimiento y el progreso hacia la edad adulta Sin embargo tanto la planta como el mundo animal fueron sometidos al control social De alliacute que el gran campo del milagro instructi-vo se moviera hacia los cielos y la especie humana pusiera en vigor la gran pantomima del sagrado rey luna del sagrado rey sol y del estado hieraacutetico y planetario y tambieacuten los festivales simboacutelicos de las esferas que regulan al mundo

Hoy todos estos misterios han perdido su fuerza sus siacutembo-los ya no interesan a nuestra psique La nocioacuten de una ley coacutes-mica que sirve a toda la existencia y ante la cual debe inclinar-se el hombre mismo hace mucho que pasoacute a traveacutes de las etapas miacutesticas preliminares representadas en la astrologiacutea an-tigua y ahora es algo que se da por sabido en teacuterminos mera-mente mecaacutenicos El descenso de los cielos a la tierra de las ciencias occidentales (desde la astronomiacutea del siglo xvii a la biologiacutea del siglo xix) y su concentracioacuten actual por fi n en el hombre mismo (en la antropologiacutea y la psicologiacutea del siglo xx) marcan el camino de una maravillosa transferencia del punto de enfoque del asombro humano Ni el mundo animal ni el mundo de las plantas ni el milagro de las esferas sino el hom-bre mismo es ahora el misterio crucial El hombre es la pre-sencia extrantildea con quien las fuerzas del egoiacutesmo deben recon-ciliarse a traveacutes de quien el ego debe crucifi carse y resucitar y en cuya imagen ha de reformarse la sociedad El hombre en-tendido no como ldquoyordquo sino como ldquotuacuterdquo pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna tribu raza con-tinente clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifaceacutetica que es la vida de todos nosotros

El heacuteroe moderno el individuo moderno que se atreva a escuchar la llamada y a buscar la mansioacuten de esa presencia con quien ha de reconciliarse todo nuestro destino no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgu-llo de temores de avaricia racionalizada y de malentendidos santifi cados ldquoVive mdashdice Nietzschemdash como si el diacutea hubiera llegadordquo No es la sociedad la que habraacute de guiar y salvar al heacuteroe creador sino todo lo contrario Y asiacute cada uno de noso-tros comparte la prueba suprema mdashlleva la cruz del reden-tormdash no en los brillantes momentos de las grandes victorias de su tribu sino en los silencios de su desesperacioacuten personal G

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Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

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Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

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La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 27

Dialeacutectica del mitoA F Losev

La tarea de este ensayo es la revelacioacuten esencial del concepto de mito que se apoya uacutenicamente en el material dado por la propia conciencia miacutetica Deben ser rechazados todos los puntos de vista explicativos sean eacutestos metafiacutesicos psicoloacutegicos u otros El mito debe ser tomado como mito sin reducirlo a lo que no es en siacute Soacutelo cuando se tiene una defi nicioacuten y una descripcioacuten del mito depuradas se puede abordar su explicacioacuten desde uno u otro punto de vista heterogeacuteneo Sin saber queacute es el mito en siacute no podemos hablar de su existencia en uno u otro medio extrantildeo Primero hay que tomar el punto de vista de la propia mitologiacutea convertirse uno en el sujeto miacutetico Es preciso imaginar que el mundo en el cual vivimos y existen todas las cosas es un mundo miacutetico y que en general lo uacutenico que existe en el mundo son mitos Semejante punto de vista revelaraacute la esencia del mito como mito Y solamente despueacutes uno se puede ocupar de tareas heterogeacuteneas como ldquorefutarrdquo el mito odiarlo o amarlo luchar contra eacutel o implantarlo Sin saber queacute es el mito iquestcoacutemo se puede luchar contra eacutel o refutarlo coacutemo se puede amarlo u odiarlo Se puede por supuesto no revelar el concepto de mito y a pesar de todo amarlo u odiarlo Sin embargo alguna intuicioacuten del mito debe tener aquel que se encuentra en una u otra actitud consciente externa frente al mito de tal manera que la presencia loacutegica del mito en siacute en la conciencia del sujeto que lo ma-neja (desde la ciencia la religioacuten el arte la sociedad etc) siempre antecede a las operaciones con la mitologiacutea Por eso es necesario dar una defi nicioacuten esencial-semaacutentica es decir ante todo fenomenoloacutegica del mito tomado como tal independiente en siacute

I El mito no es ni invencioacuten ni fi ccioacuten ni una fantasiacutea

Este error de casi todos los meacutetodos ldquocientiacutefi cosrdquo de investiga-cioacuten de la mitologiacutea debe ser rechazado en primer lugar Por supuesto que la mitologiacutea es fi ccioacuten si se le aplica el punto de vista de la ciencia pero no de toda la ciencia sino de aquella que es caracteriacutestica de un ciacuterculo estrecho de los cientiacutefi cos de la historia neoeuropea de los uacuteltimos dos o tres siglos Desde un punto de vista arbitrario completamente convencional el mito es efectivamente una fi ccioacuten Sin embargo hemos convenido tratar el mito no desde el punto de vista de una cosmovisioacuten cientiacutefi ca religiosa artiacutestica social etc sino exclusivamente desde el punto de vista del propio mito a traveacutes de los ojos del propio mito con ojos miacuteticos Es precisamente este punto de vista miacutetico sobre el mito lo que nos interesa aquiacute Y desde el punto de vista de la propia conciencia miacutetica en ninguacuten caso se puede

afi rmar que el mito sea fi ccioacuten y juego de la fantasiacutea Cuando los griegos no en la eacutepoca del escepticismo y de la decadencia de la religioacuten sino en la eacutepoca del fl orecimiento de la religioacuten y del mito hablaban de sus numerosos Zeus y Apolos cuando algunas tribus tienen la costumbre de ponerse collares de dien-tes de cocodrilo para evitar el peligro de ahogarse en la travesiacutea de riacuteos caudalosos cuando el fanatismo religioso llega hasta el automartirio e incluso hasta la untoincineracioacuten entonces seriacutea ignorancia crasa afi rmar que los agentes miacuteticos que actuacutean aquiacute no son maacutes que fi ccioacuten pura fantasiacutea para los sujetos miacute-ticos aludidos Hay que ser miope hasta el uacuteltimo grado en la ciencia incluso simplemente ciego para no darse cuenta de que el mito es (para la conciencia miacutetica claro estaacute) una reali-dad suprema en su concreticidad intensa al maacuteximo tensa en grado supremo Esto no es una fi ccioacuten sino la realidad maacutes au-teacutentica y viva una categoriacutea del pensamiento y de la vida absoluta-mente necesaria distante de toda casualidad y arbitrariedad Anote-mos que para la ciencia de los siglos xvii-xix sus propias categoriacuteas no son tan reales como lo son para el mito las suyas Asiacute por ejemplo Kant relacionoacute el caraacutecter objetivo de la cien-cia con el caraacutecter subjetivo del espacio del tiempo y de todas las categoriacuteas Y auacuten maacutes es precisamente sobre este subjeti-vismo que trata de fundamentar el ldquorealismordquo de la ciencia Esto por supuesto es un intento insensato Pero el ejemplo de Kant muestra a las claras lo poco que la ciencia europea valo-raba la realidad y la objetividad de sus categoriacuteas A algunos representantes de la ciencia les encantaba y auacuten les encanta hacer alarde de razonamientos como el que sigue he aquiacute la teoriacutea de los liacutequidos pero si estos uacuteltimos existen o no ya no es asunto miacuteo o he demostrado este teorema pero si le co-rresponde algo real o es producto puro de mi cerebro a miacute no me concierne Absolutamente opuesto a eacuteste es el punto de vista de la conciencia miacutetica El mito es una categoriacutea del pen-samiento y de la vida necesaria en grado supremo y para de-cirlo sin rodeos trascendentalmente necesaria nada hay en eacutel de casual innecesario arbitrario inventado o fantaacutestico Es la realidad auteacutentica y concreta al maacuteximo

Los cientiacutefi cos mitoacutelogos casi siempre comparten este pre-juicio general y por maacutes que no hablen directamente del sub-jetivismo de la mitologiacutea dan diversas construcciones maacutes suti les que reducen siempre la mitologiacutea al mencionado subjeti-vismo Asiacute la doctrina de apercepcioacuten ilusoria dentro del espiacuteritu de la psicologiacutea de Herbart y en los escritos de Lazarus y Stein-thal es tambieacuten una perfecta tergiversacioacuten de la conciencia miacutetica y por ninguacuten lado puede ser vinculada a la esencia de las construcciones miacuteticas En general aquiacute debemos plantear el

A F Losev Dialeacutectica del mito Traduccioacuten de Marina Kuzmina Universidad Nacional de Colombia Bogotaacute 1998

28 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

30 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

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Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

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La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

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  • Presentacioacuten
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    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
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    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
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siguiente dilema o estamos tratando no de la propia conciencia miacutetica sino de una u otra actitud frente a ella ya sea la nuestra o la de alguna otra persona y entonces se puede decir que el mito es una fi ccioacuten ociosa que el mito es una fantasiacutea infantil que no es real sino subjetivo fi losoacutefi camente impotente o por contrario que es el objeto de veneracioacuten que es bello di vino sagrado etc O como segunda opcioacuten no queremos revelar nada distinto al propio mito la meacutedula misma de la conciencia miacutetica y entonces el mito es siempre infaliblemente una reali-dad una concreticidad y es para el pensamiento una necesidad perfecta y completa no es fantasiacutea ni fi ccioacuten Con demasiada

frecuencia los cientiacutefi cos mitoacutelogos se poniacutean a refl exionar sobre ellos mismos es decir sobre la cosmovisioacuten que les es inherente a ellos para que nosotros tambieacuten siguieacuteramos el mismo camino A nosotros nos interesa el mito y no una u otra eacutepoca en el desarrollo de la conciencia cientiacutefi ca Pero desde esta perspectiva no es especiacutefi co ni simplemente caracteriacutestico del mito que sea una fi ccioacuten No es una fi ccioacuten sino que con-tiene una estructura rigurosiacutesima y defi nida en sumo grado y es loacutegicamente es decir ante todo dialeacutecticamente una categoriacutea necesaria de la conciencia y del ser en general G

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Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

30 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 31

Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

32 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
          1. sumario arriba
          2. sumario abajo

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 29

Cartas a un joven dramaturgoRichard Viqueira

Marco Antonio de la Parra Cartas a un joven dramaturgoMeacutexico Ediciones El Milagro 2007

La teoriacutea dramatuacutergica precede a los evangelios es sin duda un arte ances-tral iquestQueacute maacutes se puede aportar Ya he-mos repasado a Aristoacuteteles y los cimien-tos que edifi coacute Lope de Vega y el verso aplicado a lo dramaacutetico Eric Bentley y su apologiacutea de la violencia diaacutefana Ro-dolfo Usigli y su itinerario y otros tan-tos maacutes Ya ocurrieron los grandes deba-tes sobre estructuras geacuteneros y estilos iquestQueacute puede sumar uno al respecto Tal vez eacutesta fue la disyuntiva con que hubo de enfrentarse el reconocido dramatur-go chileno Marco Antonio de la Parra en Cartas a un joven dramaturgo iquestqueacute en-sentildear y coacutemo hacerlo Y su apuesta vie-ne respaldada por David Olguiacuten y Pablo Moya editores del sello El Milagro

De la Parra se siente poseedor de una condena antes que de una virtud es dra-maturgo porque le tocoacute exhibir su pro-pia maldad y no la de otros prefi rioacute de-partir la suya con sus semejantes cree que eacutesta alcanza para todos Se sabe derrotado antes que vencedor De la Parra invita eacuteste es el uacutenico arte donde los santos estaacuten devaluados y los pecadores a la alza hay que admitir la carga maligna de los de-maacutes en uno mismo ser portador de la miseria colectiva Afi rma que William Shakespeare no escribioacute solo sus obras porque a traveacutes de eacutel habloacute toda la Ingla-terra isabelina

El dramaturgo exhibe lo que el ver-dadero arte del payaso propugna no se trata de ridiculizar al ldquootrordquo para la car-cajada del puacuteblico se trata de exponer lo que de risible hay en uno en el payaso mismo para conseguir un ideacutentico efec-to y exponer lo que tanto nos esforza-mos por ocultar en el mundo cotidiano nuestro maacutes iacutentimo patetismo El verda-dero payaso ofrenda su propia ridiculez como individuo y ese martirio se vuelve un meacuterito ante los ojos de su comunidad

Marco Antonio de la Parra asume el

dolor como carta de presentacioacuten de su dramaturgia y su tiempo Estas Cartas son notas de un suicida frustrado o apun-tes de un creador De la Parra adapta los postulados de Antonin Artaud a su his-toria personal El teatro de la crueldad no aparece sobre la escena sino que se in-cuba desde la infancia misma ldquoInfancia es destinordquo deciacutea Freud y De la Parra lo asume como buen psicoanalista su otra profesioacuten Rastrea la creatividad del in-dividuo en la pesadumbre de su maacutes tier-na edad un hombre creativo seraacute aquel que abrumado por la dureza de su pri-mer entorno deba crear uno alternativo que expanda su conciencia y le permita subsistir aniacutemicamente Se sobrevive de lo que se inventa parece decir entreliacuteneas La fi ccioacuten como una especie de efecto invernadero del hombre un lugar en donde uno se recoge para poder emer-ger de entre la cataacutestrofe mdasheacutesta por cier-to una de las palabras favoritas a lo largo de esta recopilacioacuten de textos que quizaacute por pudor o humildad De la Parra no quiere catalogar como lo que realmen te son ensayos de una impronta admirable y un uso del lenguaje que desarman nues-tro aacutenimo y nos dejan indefensos ante la maacutes secreta emocioacuten

En este libro De la Parra recoge un testimonio que lo hace confrontarse con su propio ofi cio en la eacutepoca que le tocoacute vivir Escucha decir a Pedro Almodoacutevar que el teatro es el uacutenico arte que ha que-dado obsoleto Esta provocacioacuten es maacutes justa que nunca iquestEstaacute el teatro rebasa-do Pero iquestcoacutemo el teatro mdashen tanto conservatorio del presente y que por lo mismo siempre corre a la par de su tiem-pomdash puede estar en desuso en cualquier fecha posible La presa del teatro siem-pre seraacute la actualidad aventura Marco Antonio de la Parra Un profeta sobre lo inmediato eso es un dramaturgo Un accionista que funda sus fi nanzas sobre

el olvido Sublime si acaso porque toda escena comparte con la gastronomiacutea la misma virtud y desgracia es sabor que se extingue a medida que se degusta

De la Parra como teoacuterico de teatro mdashes decir del ldquoArte del Yardquomdash con un paso en la tradicioacuten y otro en la imperio-sa necesidad de oponerle un mantildeana recomienda ver televisioacuten para escribir teatro escuchar plaacuteticas urbanas para potenciar la poesiacutea esceacutenica dibujar el caraacutecter del personaje (a la manera de los ejercicios de Sarah Kane) o hacer instalacioacuten para comprender el poderiacuteo del espacio y la situacioacuten dramaacutetica en estricta movilidad Lo suyo no es opor-tunismo sino visioacuten perifeacuterica Admite que su dramaturgia bebe maacutes del vi-deoclip que de los isabelinos maacutes del zapping televisivo que de la didascalia convencional Recomienda al dramatur-go someterse al rigor de por lo menos estar parado sobre la escena alguna vez ldquoHablar en el escenario es una forma de cantar y estar de pie una forma de bai-larrdquo Y eso no es comprensible hasta que el cuerpo nos pese y la voz se nos quie-bre sobre un escenario

Su libro es un vaiveacuten entre la utilidad y el consejo entre el manual y un instruc-tivo para demoler viviendas ldquoEl teatro va contra la ley En cuanto entran a es-cena tus personajes todo juicio moral es puesto en duda hasta demostrar lo con-trario Tu obra seraacute esa demostracioacuten O el fracaso de ella Tu misioacuten es mantener la mala reputacioacuten del teatrordquo

No obstante su ruptura conserva respeto a la tradicioacuten que lo precede Poeta dramaacutetico nuevo poeta antiguo Es un fi rme defensor de una caracteriacutes-tica que hace puro el acontecer teatral desde los griegos hasta hoy diacutea el fuera de escena el espacio destinado a la maacutexi-ma tragedia ajeno a los ojos del especta-dor y maacutes enclavado en su propia mente

30 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 31

Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

32 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
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30 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

Eacutese es el espacio imposible que nadie puede arrebatar a la escena En el teatro el verdadero drama es contiguo conser-vando lo que la palabra obscena tiene por signifi cado original lo que no puede mostrarse en escena porque su inmenso poder estriba precisamente en una au-sencia y proximidad que se antojan ter-

minante es el sol al que no podemos ver de frente por temor a enceguecernos pero cuyos rayos alumbran auacuten el de-sierto y lo conservan asimismo inhoacutespi-to a cada paso En cada escena habita un sol oculto un traspatio infernal Y De la Parra recomienda alimentar soles de alacena Reconoce que el diaacutelogo teatral

es ante todo el arte de la indirecta La trama el golpe a traicioacuten Los persona-jes seres que apenas alcanzan a tomar aire antes de hundirse Y pide que sea-mos maacutes crueles con las criaturas que surgen de nuestra imaginacioacuten Porque el drama es un tratado sobre la crisis permanente un sitio sin respiro G

nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 31

Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

32 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
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nuacutemero 448 abril 2008 la Gaceta 31

Cabaret Provenza a puerta abiertaLuis Paniagua

Luis Felipe Fabre Cabaret ProvenzaMeacutexico fce 2007

Hay quienes dicen que una palabra no es sino una vaga referencia de otra cosa que una palabra no es sino la defi nicioacuten de otra cosa (quizaacute de otra palabra) que a su vez necesita de maacutes palabras para poder afi anzarse y arraigar en el territo-rio moacutevil al que llamamos Mundo Una imagen alegoacuterica de lo que digo tal vez pudieacuteramos encontrarla en la estructura de las cajas chinas en los huevos de Fa-bergeacute o en las tiacutepicas muntildeecas rusas lla-madas matriuskas cada uno de los obje-tos mencionados anteriormente guarda con los demaacutes algunas afi nidades clara-mente identifi cables todos son objetos ornamentales maacutes o menos extrantildeos y casualmente guardan en su interior una estructura que despliega una sencilla pero intrincada serie de repeticiones en nuacutemero variable esto es dentro del cas-caroacuten exterior se encuentra una fi gura que a su vez es envoltorio externo de otra pieza maacutes pequentildea que asimismo circunda a otra etc es decir cada capa es la expresioacuten que se repite en la si-guiente casi como (diriacutease gramatical-mente) una defi nicioacuten Una caja china un huevo de Fabergeacute o una matriuska y su movimiento de apertura estariacutean rela-cionados de una manera u otra con el signo escritural de los dos puntos la puerta abierta a la defi nicioacuten a la expli-cacioacuten

Las anteriores palabras bien pudieran ser aplicables a Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (Meacutexico DF 1974) La de Fabre es una poesiacutea que se desdobla que tiende a la prolongacioacuten sabiendo que la

misma es imposible ya que cualquier in-tento de extensioacuten es vano porque al fi n todo remite al inicio (que es a fi n de cuentas la palabra explosiva la que deto-na la aparicioacuten de los dos puntos) En el presente libro (que dicho sea de paso reuacutene la produccioacuten poeacutetica de diez antildeos de trabajo) el poeta arriesga con una propuesta novedosa fresca pero claro estaacute muy personal y caracteriacutestica A ca-ballo entre lo popular y lo culto Luis Felipe echa mano de diversas referencias y registros a veces opuestos para con-formar una unidad de sentido y de ritmo que altera la tradicioacuten sin destruirla que la recrea desde una particular renova cioacuten de lo cantado Referencias populares como la cancioacuten ranchera la cumbia la lucha libre se anudan en un fuerte abrazo con la tradicioacuten cultista de lo trovadoresco las diatribas cortesanas lo bucoacutelico para dar paso a Cabaret Provenza extrantildea con-juncioacuten de mundos paralelos que viven del mutuo refl ejo y que se inventan y justifi can en su propia diferencia

La construccioacuten de los versos estaacute muy ligada al ordenamiento de los obje-tos de los que hablo liacuteneas arriba Fabre arquitectura su libro sobre los cimientos de una poeacutetica bien defi nida los dos puntos Al tiempo que se escribe el poe-ma iquesteacuteste se monta o se desmonta La pregunta viene a colacioacuten ya que si pen-samos en la imagen por capas la estruc-tura del poema se sustenta desde la de-construccioacuten desde lo sobrado hasta lo justo de lo bruto a lo pulido Fabre pela cebolla mientras escribe desencaja ma-

triuskas defi ne La defi nicioacuten no obs-tante en su afaacuten de dilucidar la duda disemina sentidos se extiende va maacutes allaacute jalando la piel de los conceptos para no despellejarse a siacute misma La palabra en estos poemas abre su entrantildea que contiene maacutes palabras que a su vez guar-dan un sentido interno y necesitan abrir-se para dar paso a otras asiacute en una cadena muy extensa de defi niciones aclaracio-nes reiteraciones que el autor utiliza para llegar hasta donde se propone quiero decir al ir liberando de la capa externa a la expresioacuten se llega a otra que requiere el mismo procedimiento de desmontaje y asiacute sucesivamente Lo an-terior nos acerca a la poeacutetica de Fabre los dos puntos desencajan una expresioacuten reducieacutendola a otra menor que a su vezhellip esto es que la expresioacuten poeacutetica de Fabre tiende a la desaparicioacuten a la poesiacutea que estaacute como siempre en otra parte a encontrar el objeto poeacutetico en los agujeros en el vaciacuteo que deja la pala-bra luego que desaparece luego que es hecha cascaroacuten cascaroacuten y cascaroacuten has-ta desintegrarse Bastariacutea echar un ojo a Leyendo agujeros para percatarnos de que la lectura atenta y meditada de ciertos poetas confi guran la visioacuten del propio autor y perfi -lan su buacutesqueda expresiva

Asiacute las cosas Cabaret Provenza abre puerta tras puerta dejando trasponer al lector los diversos umbrales sucesivos para llegar al topos de la poesiacutea ese lugar que estaacute como ella misma en otro lado utoacutepica debajo de quieacuten sabe cuaacutentas cubiertas de palabras G

32 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
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32 la Gaceta nuacutemero 448 abril 2008

La carcajada fi nal de Norman MailerAsesinos que dan risa Arturo Gutieacuterrez Aldama

Norman Mailer El castillo en el bosqueAnagrama Barcelona 2007

Al principio la uacuteltima novela que Nor-man Mailer publicoacute en vida parece per-derse por el camino de un maniqueiacutesmo infranqueable debido al exceso de sus pretensiones Cuando a uno le cuentan que se trata de una fi ccioacuten histoacuterica alre-dedor de los oriacutegenes y la infancia de Hitler narrada por el diablo encomenda-do de dirigir sus pasos hacia el mal quizaacute lo natural sea exclamar ldquoiexclay siacute Para demostrar que era el Anticristo iquestnordquo por citar el espontaacuteneo comenta-rio que un amigo emitioacute al enterarse del argumento de El castillo en el bosque Ex-puesto de manera tan escueta cualquier chiste pierde la gracia aunque si nos de-tenemos a pensarlo es comuacuten que los mejores chistes se reduzcan a una sim-plifi cacioacuten asiacute de anodina

En una entrevista para Enterteinment Weekley meses antes de morir el autor sentildealaba que ldquosi partimos de la base de que Dios o Gabriel estaban presentes en la concepcioacuten de Jesuacutes podemos creer tambieacuten que el diablo tuvo algo que ver en la concepcioacuten de Hitlerrdquo Siguiendo la misma liacutenea de argumentacioacuten queda-riacutea justifi cado suponer que con este li-bro que tardoacute diez antildeos en gestarse Mailer se proponiacutea maacutes allaacute de la contra-parte a su novela previa El evangelio se-guacuten el hijo terminar de redondear la vi-sioacuten defi nitiva del bien y el mal a la cual aspira todo gran escritor antes de morir valieacutendose para ello de las dos fi guras maacutes emblemaacuteticas de estos conceptos an-tagoacutenicos en la historia del pensamien to occidental Jesucristo y Adolfo Hitler

Basta sentarse un rato a ver en la tele la serie de dibujos animados South-Park (donde Jesuacutes es caracterizado como un evangelista televisivo desesperado por ganar seguidores y Hitler es la puta de Satanaacutes) para darse cuenta de hasta queacute

grado cada uno representa nociones tan restrictivas que difiacutecilmente expresan algo fuera de su propio estereotipo De alguacuten modo es lo mismo que pronto advierte el demonio Dieter ldquoEmpezariacutea sentildealando que hay tres aspectos de la realidad la divina la sataacutenica y la huma-na en efecto tres ejeacutercitos distintos y no dos sino tres reinosrdquo A continuacioacuten observa que la ingenua nocioacuten de una lucha limitada a dos fuerzas debatieacutendo-se el destino del hombre perdioacute vigencia pasada la Edad Media pues el progreso de los uacuteltimos tiempos ha dotado de un papel maacutes activo al hombre ldquomuchos si no la mayoriacutea de los humanos hacen hoy todo lo posible para que no los con-templen ni Dios ni el Maestrordquo

Otorgando este tratamiento naif casi de cuento de hadas a un personaje que por otro lado se ha vuelto imposible pensar sin una tendencia a la caricatura Mailer se las arregla no soacutelo para ahu-yentar cualquier tentacioacuten maniquea de la uacuteltima novela de su vida sino para que aun bajo el peso de su protagonista lo maacutes notable sea la indagacioacuten del mo-mento en que las barreras que separaban el bien del mal empezaron a desplomar-se sobre la civilizacioacuten En un principio fue el campesino ldquoPero entender al la-briego signifi ca hablar del incestordquo asienta Himmler mandamaacutes de un cuer-po especial de las SS a cuyo cargo se adscribe Dieter durante la Segunda Guerra Mundial

Dos datos que El castillo en el bosque toma por hechos respecto al pequentildeo Adi en realidad son muy difiacuteciles de comprobar su ascendencia directa de un incesto (un doble incesto para ser maacutes preciso) y la criptorquidia unilateral (au-sencia de un testiacuteculo) aparte de otras imprecisiones (poner a su hermana me-

nor Paula como retrasada mental cuan-do no lo era) Al privilegiar la fi delidad a la urdimbre literaria por encima de la histoacuterica mdashsi bien el resto de la novela se apega bastante a la biografiacutea de Hit-lermdash destaca tambieacuten una confi anza en la faena del artista como instrumento superior de conocimiento uno de los ejes motores del libro

ldquoiquestPodriacutea ser que el Maestro a quien serviacute en cien papeles distintos aferraacuten-dome al orgullo de ser un ofi cial de cam-po de la poderosa eminencia de Satanaacutes me hubiera en realidad engantildeado iquestEra probable ahora que el Maestro no fuese Satanaacutes sino soacutelo un subalterno maacutesrdquo Lo que mueve a Dieter a escribir es el afaacuten por escapar a los despiadados meacuteto-dos de control infernales escribe porque comparte nuestra duda en la posicioacuten que ocupamos dentro del combate La novela cierra con una disquisicioacuten lin-guumliacutestica aparentemente fuera de lugar ante el justo reclamo de un lector indig-nado por la incumplida promesa del tiacute-tulo mdashldquoiquestcuaacutel es el viacutenculo con tu texto Hay mucho bosque en tu historia iquestpero doacutende estaacute el castillordquo En respuesta Dieter alude a un campo de concentra-cioacuten (tambieacuten inexistente) cuyos prisio-neros llamaban Waldschloss (ldquoEl castillo en el bosquerdquo) aunque ldquono se ven mu-chos bosques y no hay rastro de un cas-tillordquo como si en un mundo de palabras vaciadas de sentido el uacutenico lenguaje posible fuese la ironiacutea donde hasta en sus aspectos maacutes insignifi cantes o dra-maacuteticos la realidad queda destilada en un chiste sencillo en la superfi cie pero con el potencial explosivo de la carcaja-da que nos desarma de preconcepciones y que hacia cualquier direccioacuten impone un rodeo G

  • Portada
  • Perspectivas de la bioeacutetica
  • Presentacioacuten
  • Sumario
    • Octavio Paz en la placita de Mixcoac Joseacute de la Colina
    • Octavio Paz traductor Fabienne Bradu
    • Paz y los otros Joseacute Emilio Pacheco
    • Los privilegios de Octavio Paz Fernando del Paso
    • Evocacioacuten de Octavio Paz Juliaacuten Meza
    • Pasioacuten liacuterica sin finldquoPiedra de solrdquo no descansa en Paz Alberto Arriaga
    • Alguien lo deletrea Enrique Krauze
    • Mito Joseph Fontenrose
    • Mito y lenguaje Ernst Cassirer
    • El mito y la sociedad Joseph Campbell
    • Dialeacutectica del mito A F Losev
    • Cartas a un joven dramaturgo de Marco Antonio de la Parra Por Richard Viqueira
    • Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre Por Luis Paniagua
    • El castillo en el bosque de Norman Mailer Por Arturo Gutieacuterrez Aldama
      • Libreriacuteas y filiales
      • Meacutexico trasatlaacutentico Julio Ortega y Celia del Palacio
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