ÁBULAS - uam.mx · las hace deliciosas y actuales. Los traductores son integrantes del Seminario...

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TIEMPO 24 ARCHIPIÉLAGO ÁBULAS F No es de sorprender que la fábula, por su carácter didáctico, fuera uno de los géneros predilectos en la época de la Ilustración en Alemania. “La fábula es un ejemplo de la moral”, escribió Lessing (1729- 1781) en sus famosos Escritos sobre la historia de la fábula (Schriften zur Geschichte der Fabel) , que mar- can un hito en la teoría de este género. Y no son sólo animales los protagonistas, sino también plantas y figuras mitológicas. Ahora bien, mientras que los poetas del rococó, como Hagedorn, Gellert, Gleim y otros, buscaron antes que nada los “adornos” —narraciones con largas descripcio- nes y digresiones, a menudo rimadas— “para que el azúcar fabuloso cubra la amar- ga enseñanza” (Lichtwer), sus oponentes, entre los que destaca Lessing, buscaron un efecto fuerte, escribiendo en prosa, con brevedad epigramática. He ahí lo que las hace deliciosas y actuales. Los traductores son integrantes del Seminario de Traducción del Departamento de Letras Alemanas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Elisabeth Siefer Gotthold Ephraim Lessing

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TIEMPO 24 ARCHIPIÉLAGO

ÁBULASFNo es de sorprender que la fábula, por su carácterdidáctico, fuera uno de los géneros predilectos enla época de la Ilustración en Alemania. “La fábulaes un ejemplo de la moral”, escribió Lessing (1729-1781) en sus famosos Escritos sobre la historia de lafábula (Schriften zur Geschichte der Fabel), que mar-

can un hito en la teoría de este género. Y no son sólo animales los protagonistas,sino también plantas y figuras mitológicas.

Ahora bien, mientras que los poetas del rococó, como Hagedorn, Gellert, Gleim yotros, buscaron antes que nada los “adornos” —narraciones con largas descripcio-nes y digresiones, a menudo rimadas— “para que el azúcar fabuloso cubra la amar-ga enseñanza” (Lichtwer), sus oponentes, entre los que destaca Lessing, buscaronun efecto fuerte, escribiendo en prosa, con brevedad epigramática. He ahí lo quelas hace deliciosas y actuales.

Los traductores son integrantes del Seminario de Traducción del Departamento deLetras Alemanas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

Elisabeth Siefer

Gotthold Ephraim Lessing

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IEl pastor y el ruiseñor

¿Guardas tú rencor, favorito entre las musas, a laescandalosa multitud de la chusma del Parnaso? Oh, escu-cha de mí lo que antaño el ruiseñor debía escuchar.

“Vamos, canta, querido ruiseñor”, pidió en una primorosanoche de primavera un pastor al silente cantor.

“¡Ay!”, exclamó el ruiseñor, “las ranas hacen tanto ruido quese me van las ganas de cantar. ¿No las escuchas?”

“Claro que las escucho”, respondió el pastor, “pero sólo acausa de tu silencio las escucho”.

[Traducción colectiva]

IILa escultura de bronce

La escultura de bronce de un excelente artista se fundió porel calor de un colérico incendio en una masa amorfa. Esta

IDer Schäfer und die Nachtigall

Du zürnest, Liebling der Musen, über die laute Menge desparnassischen Geschmeißes? — Oh, höre von mir, was einstdie Nachtigall hören mußte.

„Singe doch, liebe Nachtigall!” rief ein Schäfer der schwei-genden Sängerin an einem lieblichen Frühlingsabende zu.

„Ach!” sagte die Nachtigall, „die Frösche machen sich solaut, daß ich alle Lust zum Singen verliere. Hörest du sienicht?”

„Ich höre sie freilich”, versetzte der Schäfer. „Aber nur deinSchweigen ist schuld, daß ich sie höre.”

IIDie eherne Bildsäule

Die eherne Bildsäule eines vortrefflichen Künstlers schmolzdurch die Hitze einer wütenden Feuersbrunst in einen

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mole llegó a las manos de otro artista, y de ahí construyócon habilidad una nueva estatua, su representación se dife-renciaba de la primera, pero en gusto y belleza eran iguales.

La envidia vio esto y crujió. Finalmente se le ocurrió unpobre consuelo: “El buen hombre tampoco hubiera engen-drado esta pieza bastante tolerable, si la materia de la viejaestatua no lo hubiera beneficiado”.

[Carla García]

IIIEl avestruz

“Ahora quiero volar”, gritó el gigantesco avestruz, y todo elpueblo de las aves estaba parado alrededor de él con solem-ne expectación. “Ahora quiero volar”, gritó nuevamente,extendió sus poderosas alas y se deslizó por el suelo cualbarco con las velas desplegadas sin elevarse en lo absoluto.

He aquí una imagen poética de aquellas cabezas apoéticas,que en las primeras líneas de sus odas inmensas presumencon alas altivas y amenazan elevarse por encima de nubes yestrellas. Sin embargo, siempre permanecen fieles al polvo.

[Lorena Vázquez]

IVEl dueño del arco

Un hombre tenía un excelente arco de ébano, con el quedisparaba muy lejos y certeramente, y al que valoraba mu-cho. Una vez que lo miraba detenidamente dijo: “¡Pero síque eres bien torpe! Tu único adorno es tu lisura, pero sítienes remedio”, se dio cuenta. “Quiero ir a ver al mejorartista para que talle imágenes en el arco”. Se fue y el artistatalló toda una escena de caza en el arco. Y ¿qué hubiera sidomás apropiado para un arco que una escena de caza?

El hombre estaba lleno de alegría. “Tú te mereces estos or-namentos, mi querido arco”. En eso intenta probarlo, tensael arco y... se rompe.

[Pamela Flandes]

Klumpen. Dieser Klumpen kam einem andern Künstler indie Hände, und durch seine Geschlicklichkeit verfertigte ereine neue Bildsäule daraus; von der erstern in dem, was sievorstellete, unterschieden, an Geschmack und Schönheitaber ihr gleich.

Der Neid sah es und knirschte. Endlich besann er sich aufeinen armseligen Trost: „Der gute Mann würde dieses, nochganz erträgliche Stück auch nicht hervorgebracht haben,wenn ihm nicht die Materie der alten Bildsäule dabeizustatten gekommen wäre.”

IIIDer Strauß

„Itzt will ich fliegen”, rief der gigantische Strauß, und dasganze Volk der Vögel stand in ernster Erwartung um ihnversammelt. „Itzt will ich fliegen”, rief er nochmals; breitetedie gewaltigen Fittiche weit aus und schoß, gleich einemSchiffe mit aufgespannten Segeln, auf dem Boden dahin,ohne ihn mit einem Tritte zu verlieren.

Sehet da ein poetisches Bild jener unpoetischen Köpfe, diein den ersten Zeilen ihrer ungeheuren Oden mit stolzenSchwingen prahlen, sich über Wolken und Sterne zu erhebendrohen und dem Staube doch immer getreu bleiben!

IVDer Besitzer des Bogens

Ein Mann hatte einen trefflichen Bogen von Ebenholz, mitdem er sehr weit und sehr sicher schoß und den er ungemeinwert hielt. Einst aber, als er ihn aufmerksam betrachtete,sprach er: „Ein wenig zu plump bist du doch! Alle deineZierde ist die Glätte. Schade!” —,Doch dem ist abzuhelfen!’fiel ihm ein. ,Ich will hingehen und den besten KünstlerBilder in den Bogen schnitzen lassen.’ — Er ging hin; undder Künstler schnitzte eine ganze Jagd auf den Bogen; undwas hätte sich besser auf einen Bogen geschickt als eine Jagd?

Der Mann war voller Freuden. „Du verdienest diese Zieraten,mein lieber Bogen!” — Indem will er ihn versuchen; erspannt und der Bogen — zerbricht.

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VLas uvas

Conozco a un poeta a quien ha perjudicado mucho más laadmiración escandalosa de sus pequeños imitadores que eldesdén envidioso de sus jueces de arte.

“¡Sí que están ácidas!”, dijo el zorro acerca de las uvas des-pués de haber saltado en vano durante un largo rato paraalcanzarlas. Un gorrión escuchó estas palabras y dijo: “¿Serácierto que las uvas están ácidas?, pues a mí no me lo pare-cen”. Entonces el gorrión voló hacia allí, las probó y le pare-cieron extraordinariamente dulces; luego llamó a cien desus golosos hermanos. “Pruébenlas”, exclamó, “¡vamos, prué-benlas! Estas sabrosas uvas han sido desdeñadas por el zorropor ser ácidas”.

Los gorriones probaron todas las uvas, y en poco tiempo losracimos quedaron tan picoteados que nunca más un zorrobrincaría por ellas.

[Ernesto Cota]

VIEl toro y el becerro

Un fuerte toro estaba despostillando con sus cuernos el tra-vesaño superior de la puerta del pequeño establo que loenclaustraba. “Mire, pastor”, gritó un becerro joven, “yo nole hago estos daños”. “¡Cómo me gustaría que pudieras ha-cerlos!”, replicó éste.

El lenguaje del becerro es el lenguaje de los filosofillos. ¡Bayle*el malo, como algunas otras almas honradas, ha irritado consus dudas audaces! ¡Oh, vosotros señores! ¡Cómo nos gusta-ría ser irritados si cada uno de vosotros pudiera convertirseen un Bayle!

[Iván Rodríguez]

VIIEl roble

Un fuerte vendaval del norte había demostrado su fuerza aun majestuoso roble durante una noche tormentosa. Ahorael roble yacía tirado y debajo de él un montón de pequeños

VDie Traube

Ich kenne einen Dichter, dem die schreiende Bewunderungseiner kleinen Nachahmer weit mehr geschadet hat als dieneidische Verachtung seiner Kunstrichter.

„Sie ist ja doch sauer!” sagte der Fuchs von der Traube, nachder er lange genug vergebens gesprungen war. Das hörte einSperling und sprach: „Sauer sollte die Traube sein? Darnachsieht sie mir doch nicht aus!” Er flog hin und kostete undfand sie ungemein süße und rief hundert näschige Brüderherbei. „Kostet doch!” schrie er, „kostet doch! Diese trefflicheTraube schalt der Fuchs saner.” — Sie kosteten alle, und inwenig Augenblicken ward die Traube so zugerichtet, daßnie ein Fuchs wieder darnach sprang.

VIDer Stier und das Kalb

Ein starker Stier zersplitterte mit seinen Hörnern, indem ersich durch die niedrige Stalltüre drängte, die obere Pfoste.„Sieh einmal, Hirte!” schrie ein junges Kalb, „solchenSchaden tu ich dir nicht.” „Wie lieb wäre mir es”, versetztedieser, „wenn du ihn tun könntest!”

Die Sprache des Kalbes ist die Sprache der kleinen Philo-sophen. „Der böse Bayle! wie manche rechtschaffene Seelehat er mit seinen verwegnen Zweifeln geärgert!” — O ihrHerren, wie gern wollen wir uns ärgern lassen, wenn jedervon euch ein Bayle werden kann!

VIIDie Eiche

Der rasende Nordwind hatte seine Stärke in einer stürmi-schen Nacht an einer erhabenen Eiche bewiesen. Nun lagsie gestreckt, und eine Menge niedriger Sträuche lagen unter

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arbustos hechos pedazos. Un zorro, que tenía su madrigue-ra no lejos de ahí, vio el roble a la mañana siguiente. “¡Peroqué árbol!”, exclamó. “¡Nunca hubiera pensado que hubie-se sido tan grande!”

[Ernesto Cota]

VIIILas furias

“Mis furias”, dijo Plutón al mensajero de los dioses, “se meestán haciendo viejas y torpes. Necesito unas nuevas. Ve,pues, Mercurio, y búscame en el mundo de arriba a tresmujeres trabajadoras”. Mercurio se fue.

Poco tiempo después, Juno dijo a su sirvienta: “¿En verdadpiensas, Iris, poder encontrar entre los mortales a dos o tresjovencitas del todo severas y virtuosas? Pero te digo, ¡com-pletamente severas! ¿Me entiendes? Para burlarnos de Venusque se jacta de haber sometido a todo el género femenino.Ve y mira en dónde las puedes conseguir”. Iris se fue.

¡En qué rincón del mundo no buscó la buena Iris! Y sinembargo, ¡todo en vano! Regresó completamente sola, y Junola recibió con reclamos: “¿Será posible? ¡Oh castidad! ¡Ohvirtud!”

“¡Oh diosa!”, dijo Iris, “realmente te hubiera podido traer atres jovencitas, las tres completamente severas y virtuosas,que jamás sonrieron a varón alguno, que sofocaron siempreen su corazón la más mínima chispa de amor, mas, por des-gracia, llegué tarde”.

“¿Tarde?”, dijo Juno, “¿por qué?”

“Justamente en ese instante, Mercurio acababa de recoger-las para Plutón”.

“¿Para Plutón? ¿Y para qué quiere Plutón tener a esas vir-tuosas?”

“Para que sean las furias”.

[Traducción colectiva]

ihr zerschmettert. Ein Fuchs, der seine Grube nicht weitdavon hatte, sabe sie des Morgens darauf. „Was für einBaum!” rief er. „Hatte ich doch nimmermehr gedacht, daßer so groß gewesen wäre!”

VIIIDie Furien

„Meine Furien”, sagte Pluto zu dem Boten der Götter,„werden alt und stumpf. Ich brauche frische. Geh also,Merkur, und suche mir auf der Oberwelt drei tüchtigeWeibspersonen dazu aus.” Merkur ging. —

Kurz hierauf sagte Juno zu ihrer Dienerin: „Glaubtest duwohl, Iris, unter den Sterblichen zwei oder drei volldukommen strenge, züchtige Mädchen zu finden? Abervollkommen strenge! Verstehst du mich? Um CytherenHohn zu sprechen, die sich das ganze weibliche Geschlechtunterworfen zu haben rühmet. Geh immer und sieh, wo dusie auftreibest.” Iris ging. —

In welchem Winkel der Erde suchte nicht die gute Iris! Unddennoch umsonst! Sie kam ganz allein wieder, und Junorief ihr entgegen: ”Ist es möglich? O Keuschheit! O Tugend!”

„Göttin”, sagte Iris, „ich hätte dir wohl drei Mädchen bringenkönnen, die alle drei vollkommen streng und züchtiggewesen; die alle drei nie einer Mannsperson gelächelt, diealle drei den geringsten Funken der Liebe in ihren Herzenerstickt: Aber ich kam, leider, zu spat.” —

„Zu spät?” sagte Juno. „Wieso?”

„Eben hatte sie Merkur für den Pluto abgeholt.”

„Für den Pluto? Und wozu will Pluto diese Tugendhaften?”

„Zu Furien.”

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IXHércules

Cuando Hércules fue recibido en el cielo saludó a todos losdioses empezando por Juno. Todo el cielo y Juno se sor-prendieron de esto. “¿Tratas con tanta preferencia a tu ene-miga?” “Sí, a ella misma”, replicó Hércules. “Sólo sus perse-cuciones son las que me han dado oportunidad de realizarlas hazañas con las que me he ganado el cielo”.

El Olimpo dio por buena la respuesta del nuevo dios y Junoquedó en paz.

[Carla García]

XZeus y el caballo

“Padre de las bestias y de los hombres”, así se expresó elcaballo mientras se acercaba al trono de Zeus, “se quiereque sea yo una de las más bellas criaturas con las cuales

IXHerkules

Als Herkules in den Himmel aufgenommen ward, machteer seinen Gruß unter allen Göttern der Juno zuerst. Derganze Himmel und Juno erstaunte darüber. „Deiner Fein-din”, rief man ihm zu, „begegnest du so vorzüglich?” „Ja,ihr selbst”, erwiderte Herkules. „Nur ihre Verfolgungen sindes, die mir zu den Taten Gelegenheit gegeben, womit ichden Himmel verdienet habe.”

Der Olymp billigte die Antwort des neuen Gottes, und Junoward versöhnt.

XZeus und das Pferd

„Vater der Tiere und Menschen”, so sprach das Pferd undnahte sich dem Throne des Zeus, „man will, ich sei einesder schönsten Geschöpfe, womit du die Welt gezieret, und

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embelleciste el mundo, y mi amor propio me hace pensarque es verdad. Sin embargo, tal vez aún habría algo quepodría mejorarse”.

“¿Y qué piensas que se podría mejorar en ti? ¡Habla!, quepuedo aprender de ello”, dijo sonriendo el buen dios.

“Tal vez”, prosiguió el caballo, “sería más ágil si mis patasfueran más largas y flexibles, un cuello más largo como decisne no me sentaría mal, un pecho más grueso aumentaríamis fuerzas; y en vista de que me has creado para llevar en-cima a tu ser favorito, el hombre, entonces podríasincrustarme una silla de montar, la cual normalmente colo-ca sobre mí el noble jinete”.

“¡Muy bien!”, repuso Zeus, “¡ahora espera un momento!”Zeus, con mirada seria, profirió las palabras de la creación yhe aquí que surgió vida del polvo al combinarse la materiaorganizada; y de pronto apareció frente al trono... el horri-ble camello.

El caballo miró, se horrorizó y tembló a causa de la terriblerepugnancia que aquello le producía.

“¡Aquí tienes unas patas más largas y flexibles!”, dijo Zeus.“¡He aquí un cuello más largo como de cisne, he aquí unpecho más grueso, he aquí una silla de montar incrustadapara ti! Caballo, ¿es así como quieres que te transforme?”

El caballo seguía temblando.

“Márchate”, prosiguió Zeus, “esta vez aprende la lección sinrecibir castigo. Y para que recuerdes arrepentido de cuandoen cuando tu soberbia, ¡que subsistas tú, criatura nueva!”Zeus lanzó entonces una mirada fija al camello: “¡Y que elcaballo nunca te mire a ti sin estremecerse!”

[Ernesto Cota]

XIZeus y la oveja

La oveja era quien tenía que padecer más de entre todos losanimales. Fue por ello que se presentó ante Zeus y pidióque su desdicha fuera aminorada.

meine Eigenliebe heißt mich es glauben. Aber solltegleichwohl nicht noch, verschiedenes an mir zu bessern sein?”

„Und was meinst du denn, das an dir zu bessern sei? Rede;ich nehme Lehre an”, sprach der gute Gott und lächelte.

„Vielleicht”, sprach das Pferd weiter, „würde ich flüchtigersein, wenn meine Beine höher und schmächtiger wären; einlanger Schwanenhals würde mich nicht verstellen; einebreitere Brust würde meine Stärke vermehren; und da dumich doch einmal bestimmt hast, deinen Liebling, denMenschen, zu tragen, so könnte mir ja wohl der Sattel aner-schaffen sein, den mir der wohltätige Reiter auflegt.”

„Gut”, versetzte Zeus, „gedulde dich einen Augenblick!”Zeus, mit ernstem Gesichte, sprach das Wort der Schöpfung.Da quoll Leben in den Staub, da verband sich organisierterStoff; und plötzlich stand vor dem Throne — das häßlicheKamel.

Das Pferd sah, schauderte und zitterte vor entsetzendemAbscheu.

„Hier sind höhere und schmächtigere Beine”, sprach Zeus;„hier ist ein langer Schwanenhals, hier ist eine breitere Brust;hier ist der anerschaffene Sattel! Willst du, Pferd, daß ichdich so umbilden soll?”

Das Pferd zitterte noch.

„Geh”, fuhr Zeus fort; „dieses Mal sei belehrt, ohne bestraftzu werden. Dich deiner Vermessenheit aber dann und wannreuend zu erinnern, so daure du fort, nenes Geschöpf ” —Zeus warf einen erhaltenden Blick auf das Kamel — „unddas Pferd erblicke dich nie, ohne zu schaudern.”

XIZeus und das Schaf

Das Schaf mußte von allen Tieren vieles leiden. Da trat esvor den Zeus und bat, sein Elend zu mindern.

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Zeus apareció del todo dispuesto y habló a la oveja: “Sé muybien, mi devota criatura, que te he creado extremadamenteindefensa. Ahora decide cómo puedo remediar de la mejormanera este descuido. ¿Acaso debo armar tu boca con ho-rribles dientes y con garras tus pies?”

“Oh no”, dijo la oveja; “no quiero tener nada en común conlas bestias salvajes”.

“¿O acaso”, prosiguió Zeus, “debo poner veneno en tu sali-va?”

“¡Ay!”, exclamó la oveja; “las serpientes venenosas son tanaborrecidas”.

“¿Entonces qué debo hacer? Quizá poner cuernos en tu frentey dar gran fuerza a tu nuca”.

“Tampoco eso, bondadoso padre, porque fácilmente podríavolverme tan impetuosa como el carnero”.

“No obstante”, dijo Zeus, “debes ser capaz tú misma de in-fligir daño para que los otros se guarden de lastimarte”.

“¡Que debería ser capaz de eso!”, suspiró la oveja. “Oh, bon-dadoso padre, entonces déjame como soy, ya que la capaci-dad de infligir daño despierta, me temo, las ganas de quererhacer daño, y es mejor sufrir las injusticias que obrar injus-tamente”.

Zeus bendijo a la piadosa oveja y a partir de ese momentoésta dejó de quejarse.

[Ernesto Cota]

XIILos burros

Los burros se lamentaban con Zeus de que los hombres lostrataran tan cruelmente. “Nuestro fuerte lomo”, decían, “lle-va encima sus pesadas cargas, bajo las cuales todo animalmás débil, incluso ellos, sucumbiría fácilmente, y a pesar deesto quieren obligarnos mediante golpes inmisericordes aandar más rápido, habilidad que la naturaleza no nos nega-ría, pero debido a la misma carga nos es imposible. Prohíbe-les, Zeus, ser tan malvados, pues los hombres mismos

Zeus schien willig und sprach zu dem Schafe: „Ich sehe wohl,mein frommes Geschöpf, ich habe dich allzu wehrloserschaffen. Nun wähle, wie ich diesem Fehler am bestenabhelfen soll. Soll ich deinen Mund mit schrecklichenZähnen und deine Füße mit Krallen rüsten?” —

„O nein”, sagte das Schaf; „ich will nichts mit den reißendenTieren gemein haben.”

„Oder”, fuhr Zeus fort, „soll ich Gift in deinen Speichellegen?”

„Ach!” versetzte das Schaf; „die giftigen Schlangen werdenja so sehr gehasset.” —

„Nun, was soll ich denn? Ich will Hörner auf deine Stirnepflanzen und Stärke deinem Nacken geben.”

„Auch nicht, gütiger Vater; ich könnte leicht so stößig wer-den als der Bock.”

„Und gleichwohl”, sprach Zeus, „mußt du selbst schadenkönnen, wenn sich andere, dir zu schaden, hüten sollen.”

„Müßt’ ich das!” seufzte das Schaf. „Oh, so laß mich, gütigerVater, wie ich bin. Denn das Vermögen, schaden zu können,erweckt, fürchte ich, die Lust, schaden zu wollen; und es istbesser, Unrecht leiden, als Unrecht tun.”

Zeus segnete das fromme Schaf, und es vergaß von Stund’an zu klagen.

XIIDie Esel

Die Esel beklagten sich bei dem Zeus, daß die Menschenmit ihnen zu grausam umgingen. „Unser starker Rücken”,sagten sie, „trägt ihre Lasten, unter welchen sie und jedesschwächere Tier erliegen müßten. Und doch wollen sie unsdurch unbarmherzige Schläge zu einer Geschwindigkeitnötigen, die uns durch die Last unmöglich gemacht würde,wenn sie uns auch die Natur nicht versagt hätte. Verbieteihnen, Zeus, so unbillig zu sein, wenn sich die Menschen

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prohíben lo que es malo. Queremos servirles, porque al pa-recer para ello nos has creado; simplemente no deseamosser golpeados sin causa alguna”.

“Mi criatura”, respondió Zeus al vocero de los burros, “lapetición no es injusta, pero no veo la posibilidad de conven-cer a los hombres de que vuestra natural lentitud no es enmodo alguno pereza, pero mientras ellos así lo crean, voso-tros seréis golpeados. Sin embargo, ahora estoy pensandocomo aliviar un poco vuestro destino...

”A partir de ahora deberá ser parte vuestra la insensibilidad;vuestra piel deberá endurecerse para soportar los golpes ycansar la mano del arriero”.

“¡Zeus!”, gritaron los burros, “¡tú siempre eres sabio ybenevolente!” Se alejaron alegres del trono, el trono del amoruniversal.

[Ernesto Cota]

XIIIEsopo y el burro

El burro dijo a Esopo: “Si vas a editar otra vez uno de esoscuentitos míos, haz que diga algo razonable y sensato”.

“¿Cómo sería conveniente esto?”, dijo Esopo; “¿tú algo sen-sato? ¿No se diría luego que tú eres el maestro de la moral yyo el burro?”

[Traducción colectiva]

XIVEl zorro y el tigre

“Tu velocidad y tu fuerza”, le dijo un zorro al tigre, “he aquílo que con gusto desearía para mí.”

“Y aparte de eso, ¿yo no tendría nada que te sentara bien?”,preguntó el tigre.

“¡No se me ocurre nada!” “¿Ni tampoco mi hermosa piel?”,prosiguió el tigre. “Es de tantos colores, como tu mente, ylo exterior haría juego maravillosamente con el interior”.

anders etwas Böses verbieten lassen. Wir wollen ihnendienen, weil es scheinet, daß du uns darzu erschaffen hast;allein geschlagen wollen wir ohne Ursach’ nicht sein.”

„Mein Geschöpf ”, antwortete Zeus ihrem Sprecher, „dieBitte ist nicht ungerecht; aber ich sehe keine Möglichkeit,die Menschen zu überzeugen, daß eure natürlicheLangsamkeit keine Faulheit sei. Und solange sie diesesglauben, werdet ihr geschlagen werden. — Doch ich sinne,euer Schicksal zu erleichtern. — Die Unempfindlichkeit sollvon nun an euer Teil sein, eure Haut soll sich gegen dieSchläge verhärten und den Arm des Treibers ermüden.”

„Zeus”, schrien die Esel, „du bist allezeit weise und gnä-dig!” — Sie gingen erfreut von seinem Throne, als demThrone der allgemeinen Liebe.

XIIIAesopus und der Esel

Der Esel sprach zu dem Aesopus: „Wenn du wieder einGeschichtchen von mir ausbringst, so laß mich etwas rechtVernünftiges und Sinnreiches sagen.”

„Dich etwas Sinnreiches!” sagte Aesop; „wie würde sich dasschicken? Würde man nicht sprechen, du seist derSittenlehrer und ich der Esel?”

XIVDer Fuchs und der Tiger

„Deine Geschwindigkeit und Stärke”, sagte ein Fuchs zudem Tiger, „möchte ich mir wohl wünschen.”

„Und sonst hätte ich nichts, was dir anstünde?” fragte derTiger.

„Ich wüßte nichts!” — „Auch mein schönes Fell nicht?» fuhrder Tiger fort. „Es ist so vielfarbig als dein Gemüt, und dasÄußere würde sich vortrefflich zu dem Innern schicken.”

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“Justamente por eso”, respondió el zorro, “te lo agradezcomuchísimo. No debo aparentar lo que soy. Pero, ¡quisieranlos dioses que pudiera cambiar mis pelos por plumas!”

[Traducción colectiva]

XVEl cuervo

El zorro veía que el cuervo saqueaba los altares de los diosesy vivía tomando una parte de sus ofrendas. Entonces pensópara sí mismo: “En verdad quisiera saber si el cuervo tomasu porción de las ofrendas porque es un ave profética, o si laconsideran un ave profética porque es lo suficientementedescarado como para compartir las ofrendas con los dioses”.

[Lorena Vázquez]

XVIEl león y la liebre

Un león se dignó a ofrecerle un trato familiar a una graciosaliebre. Una vez, la liebre le preguntó: “¿Pero es cierto que austedes los leones el canto de un mísero gallo los puedeahuyentar?”

“Sí, es cierto”, contestó el león, “y es un hecho universal quenosotros los grandes animales generalmente tenemos ciertapequeña debilidad. ¿Habrás escuchado, por ejemplo, que al

„Eben darum”, versetzte der Fuchs, „danke ich recht sehrdafür. Ich muß das nicht scheinen, was ich bin. Aber wolltendie Götter, daß ich meine Haare mit Federn vertauschenkönnte!”

XVDer Rabe

Der Fuchs sahe, daß der Rabe die Altäre der Götter beraubteund von ihren Opfern mit lebte. Da dachte er bei sich selbst:„Ich möchte wohl wissen, ob der Rabe Anteil an den Opfernhat, well er ein prophetischer Vogel ist; oder ob man ihn füreinen prophetischen Vogel hält, weil er frech genug ist, dieOpfer mit den Göttern zu teilen.”

XVIDer Löwe und der Hase

Ein Löwe würdigte einen drolligen Hasen seiner nähernBekanntschaft. „Aber ist es denn wabr”, fragte ihn einst derHase, „daß euch Löwen ein elender krähender Hahn so leichtverjagen kann?”

„Allerdings ist es wahr”, anwortete der Löwe; „und es isteine allgemeine Anmerkung, daß wir großen Tieredurchgängig eine gewisse kleine Schwachheit an uns haben.

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elefante el gruñido de un cerdo le provoca escalofríos y te-rror?”

“¿En serio?”, interrumpió la liebre. “Sí, ahora comprendopor qué nosotras las liebres les tememos tan horriblementea los perros”.

[Lorena Vázquez]

XVIIEl lobo guerrero

“Mi padre, de glorioso recuerdo”, dijo un lobo joven a unzorro, “¡ese era un héroe de verdad! ¡Cuánto temor no in-fundió en toda la región! Triunfó poco a poco sobre más dedoscientos enemigos enviando sus negras almas al reino dela perdición. ¡No es de extrañar, pues, que ahora finalmentehaya tenido que sucumbir ante uno!”

“Así se expresaría un orador fúnebre”, dijo el zorro, “pero elhistoriador escueto añadiría: Los doscientos enemigos so-bre los que él poco a poco triunfó eran ovejas y burros, y elúnico enemigo ante quien sucumbió fue el primer toro alque se atrevió a atacar”.

[Carla García]

XVIIILos gorriones

Una vieja iglesia, en la cual había numerosos nidos de go-rrión, fue restaurada. Cuando estuvo lista regresaron losgorriones a buscar sus viejas viviendas. Sin embargo, encon-traron todo tapiado. “¿Por qué?”, gritaron, “¿nos sirve dealgo este nuevo edificio? Vámonos, dejemos este montónde piedras inservibles”.

[Traducción colectiva]

XIXEl zorro y la cigüeña

“¿Por qué no me cuentas algo de los países extranjeros queya has visto?”, le dijo el zorro a la cigüeña que había viajadomucho.

So wirst du zum Exempel von dem Elefanten gehört haben,daß ihm das Grunzen eines Schweins Schauder undEntsetzen erwecket.” —

„Wahrhaftig?” unterbrach ihn der Hase. „Ja, nun begreifich auch, warum wir Hasen uns so entsetzlich vor den Hun-den fürchten.”

XVIIDer kriegerische Wolf

„Mein Vater, glorreichen Andenkens”, sagte ein junger Wolfzu einem Fuchse, „das war ein rechter Held! Wie fürchterlichhat er sich nicht in der ganzen Gegend gemacht! Er hat übermehr als zweihundert Feinde nach und nach triumphiertund ihre schwarzen Seelen in das Reich des Verderbensgesandt. Was Wunder also, daß er enchich doch einemunterliegen mußte!”

„So würde sich ein Leichenredner ausdrücken”, sagte derFuchs; „der trodkene Geschichtschreiber aber würdehinzusetzen: Die zweihundert Feinde, über die er nach undnach triumphieret, waren Schafe und Esel, und der eineFeind, dem er unterlag, war der erste Stier, den er sichanzufallen erkühnte.”

XVIIIDie Sperlinge

Eine alte Kirche, welche den Sperlingen unzählige Nest gab,ward ausgebessert. Als sie nun in ihrem neuen Glanz dastand,kamen die Sperlinge wieder, ihre alten Wohnunge zu suchen.Allein sie fanden sie alle vermauert. „Zu was schrien sie,„tangt denn nun das große Gebäude? Komm verlaßt denumbrauchbaren Steinhaufen!”

XIXDer Fuchs und der Storch

„Erzähle mir doch etwas von den fremden Ländern, die dualle gesehen hast”, sagte der Fuchs zu dem weitgereistenStorche.

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Entonces empezó la cigüeña a nombrarle cada charco y cadapradera húmeda en donde había comido los gusanos mássabrosos y las ranas más gordas.

“Usted ha pasado mucho tiempo en París, mi señor. ¿Dón-de se come mejor allá? ¿Qué tipo de vinos ha encontradoallá que más le hayan gustado?”

[Pamela Flandes]

XXEl muchacho y la víbora

Un muchacho estaba jugando con una víbora mansa. “Miquerido animalito”, dijo el muchacho, “yo no estaría convi-viendo contigo si no te hubieran quitado el veneno. ¡Voso-tras las víboras sois las criaturas más ingratas y malas! Yo leí,por cierto, cómo le fue a un pobre campesino que recogió auna, tal vez una de tus ancestros, que estaba semicongeladabajo un arbusto y la metió junto a su pecho para darle calor.Apenas volvió en sí la maldita, cuando mordió a su benefac-tor, y el buen hombre amistoso tuvo que morir”.

“Me asombra”, dijo la víbora. “¡Cuán parciales deben servuestros historiógrafos! Los nuestros cuentan este relato demodo totalmente distinto. Tu amistoso hombre creyó quela serpiente realmente estaba congelada, y como era de co-lores, se la guardó para despojarla en casa de su hermosapiel. ¿Era esto justo?”

“Calla”, replicó el muchacho. “¡La ingratitud intenta siem-pre justificarse!”

“Tienes razón, hijo mío”, lo interrumpió el padre que habíaestado escuchando esta conversación. “Sin embargo, cuandoescuches alguna vez acerca de una ingratitud, indaga todaslas circunstancias con exactitud antes de estigmatizar a unapersona con tal horrorosa mancha de deshonra. Los bene-factores verdaderos muy pocas veces han comprometido aingratos. Espero que nunca, por honor a la humanidad. Maslos benefactores con intenciones mezquinas, interesados ensu propio provecho, ellos sí, hijo mío, merecen recibir in-gratitud en lugar de reconocimiento”.

[Iván Rodríguez]

Hierauf fing der Storch an, ihm jede Lache und jede feuchteWiese zu nennen, wo er die schmackhaftesten Würmer unddie fettesten Frösche geschmauset.

„Sie sind lange in Paris gewesen, mein Herr. Wo speiset manda am besten? Was für Weine haben Sie da am meisten nachIhrem Geschmacke gefunden?”

XXDer Knabe und die Schlange

Ein Knabe spielte mit einer zahmen Schlange. „Mein liebesTierchen”, sagte der Knabe, „ich würde mich mit dir sogemein nicht machen, wenn dir das Gift nicht benommenwäre. Ihr Schlangen seid die boshaftesten, undankbarstenGeschöpfe! Ich habe es wohl gelesen, wie es einem armenLandmann ging, der eine, vielleicht von deinen Ureltern,die er halb erfroren unter einer Hecke fand, mitleidig aufhobund sie in seinen erwärmenden Busen steckte. Kaum fühltesich die Böse wieder, als sie ihren Wohltäter biß; und dergute, freundliche Mann mußte sterben.”

„Ich erstaune”, sagte die Schlange. „Wie parteiisch eureGeschichtschreiber sein müssen! Die unsrigen erzählen die-se Historie ganz anders. Dein freundlicher Mann glaubte,die Schlange sei wirklich erfroren, und weil es eine von denbunten Schlangen war, so steckte er sie zu sich, ihr zu Hausedie schöne Haut abzustreifen. War das recht?”

„Ach, schweig nur”, erwiderte der Knabe. „WelcherUndankbare hätte sich nicht zu entschuldigen gewußt!”

„Recht, mein Sohn”, fiel der Vater, der dieser Unterredungzugehört hatte, dem Knaben ins Wort. „Aber gleichwohl,wenn du einmal von einem außerordentlichen Undankehören solltest, so untersuche ja alle Umstände genau, bevordu einen Menschen mit so einem abscheulichenSchandflecke brandmarken lässest. Wahre Wohltäter habenselten Undankbare verpflichtet; ja, ich will zur Ehre derMenschen hoffen — niemals. Aber die Wohltäter mitkleinen, eigennützigen Absichten, die sind es wert, meinSohn, daß sie Undank anstatt Erkenntlichkeit einwuchern.”

TIEMPO 36 ARCHIPIÉLAGO

XXIDie Wasserschlange

Zeus hatte nunmehr den Fröschen einen andern Königgegeben; anstatt eines friedlichen Klotzes eine gefräßigeWasserschlange.

„Willst du unser König sein”, schrien die Frösche, „warumverschlingst du uns?” — „Darum”, antwortete die Schlange,„weil ihr um micht gebeten habt.” —

„Ich habe nicht um dich gebeten!” rief einer von denFröschen, den sie schon mit den Augen verschlang. —„Nicht?” sagte die Wasserschlange. „Desto schlimmer! Somuß ich dich verschlingen, weil du nicht um mich gebetenhast”.

XXIIDas Roß und der Stier

Auf einem feurigen Rosse floh stalz ein dreister Knabe daher.Da rief ein wilder Stier dem Rosse zu: „Schande! von einemKnaben ließ’ ich mich nicht regieren!”

„Aber ich”, versetzte das Roß. „Denn was für Ehre könntees mir bringen, einen Knaben abzuwerfen?”

XXIIDer Rabe und der Fuchs

Ein Rabe trug ein Stück vergifletes Fleisch, das der erzürnteGärtner für die Katzen seines Nachbars hingeworfen hatte,in seinen Klauen fort.

Und eben wollte er es auf einer alten Eiche verzehren, alssich ein Fuchs herbeischlich und ihm zurief: „Sei mirgesegnet, Vogel des Jupiter!” — „Für wen siehst du michan?” fragte der Rabe. — „Für wen ich dich ansehe?”erwiderte der Fuchs. „Bist du nicht der rüstige Adler, dertäglich von der Rechte des Zeus auf diese Eiche herabkömmt,mich Armen zu speisen? Warum verstellst du dich? Sehe ichdenn nicht in der siegreichen Klaue die erflehte Gabe, diemir dein Gott durch dich zu schicken noch fortfährt?”

XXILa serpiente de agua

Ahora Zeus les había dado a las ranas un nuevo rey, unaserpiente de agua glotona en lugar de un apacible sapo bofo.

“Si quieres ser nuestro rey”, gritaron las ranas, “¿por qué nosdevoras?” “¿Por qué?”, contestó la serpiente, “porque uste-des han pedido que lo sea”.

“¡Yo no lo he pedido!”, gritó una de las ranas, a la que laserpiente ya estaba devorando con los ojos. “¿No?”, contes-tó la serpiente de agua. “¡Peor tantito! Por eso debo devorarte,porque no me has escogido a mí”.

[Vanessa Tapia]

XXIIEl corcel y el toro

Un atrevido muchacho cabalgaba orgullosamente sobre unbrioso corcel. En eso un toro salvaje le gritó al corcel: “¡Quévergüenza! Yo no me dejaría montar por ningún mucha-cho”. “Yo sí”, replicó el corcel. “¿Pues qué tipo de honor mepodría traer el tumbar a un muchacho?”

[Iván Rodríguez]

XXIIIEl cuervo y el zorro

Un cuervo traía en sus garras un pedazo de carne envenena-da que el jardinero disgustado había arrojado a los gatos desu vecino.

Justo cuando se lo iba a comer en un viejo roble, apareciósigilosamente un zorro y le gritó: “¡Bendito seas, ave deJúpiter!” “¿Por quién me tienes?”, preguntó el cuervo. “¿Quepor quién te tengo?”, replicó el zorro. “¿No eres tú la vigo-rosa águila, que diariamente desciende de la mano derechade Zeus a este roble para alimentar a este pobre que tienesfrente a ti? ¿Por qué disimulas? ¿Qué no veo en la garra vic-toriosa el implorado regalo que tu dios continúa enviándo-me a través de ti?”

TIEMPO 37 ARCHIPIÉLAGO

Der Rabe erstaunte und freuete sich innig, für einen Adlergehalten zu werden. ,Ich muß’ dachte er, ,den Fuchs ausdiesem Irrtume nicht bringen.’ — Großmütig dumm ließer ihm also seinen Raub herabfallen und flog stolz davon.

Der Fuchs fing das Fleisch lachend auf und fraß es mitboshafter Freude. Doch bald verkehrte sich die Freude inein schmerzhaftes Gefühl; das Gift fing an zu wirken und erverreckte.

Möchtet ihr euch nie etwas anders als Gift erloben,verdammte Schmeichler!

El cuervo se sorprendió y se alegró en su interior de ser to-mado por un águila. “No debo sacar al zorro de esa equivo-cación”, pensó. Generoso y estúpido le dejó caer su botín, yorgullosamente se fue volando.

Entre risas el zorro atrapó en el aire la carne y la devoró conalegría perversa. Pero pronto la alegría se transformó en unsentimiento doloroso; el veneno comenzó a surtir efecto yel zorro estiró la pata.

¡Que nunca recibáis otra cosa sino veneno a cambio de vues-tras alabanzas, malditos aduladores!

[Carla García]

*Crítico y filósofo francés de la primera etapa de la Ilustración.