Accidentes más comunes en la clínica veterinaria...
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Accidentes más comunes en la clínica veterinaria (I) Riesgo por manejo de animales
Ignacio R. García Gómez
Veterinario. Técnico Superior
en Prevención de Riesgos Laborales
En innumerables ocasiones sufrimos una serie de accidentes en nues-
tro quehacer diario que a menudo evaluamos de manera muy somera
como “gages del ofi cio”. Bien, esta exclamación, aunque muy generali-
zada, no corresponde a la realidad ya que un accidente, en nuestra ac-
tividad profesional es en un alto porcentaje, el resultado de un fracaso
en el planteamiento de nuestra labor.
El primer paso, para evitar un accidente, es conocer los riesgos a los
que nos enfrentamos en nuestro trabajo. A continuación vamos a iden-
tifi car, los riesgos más importantes en la actividad laboral que se ejerce
en una clínica veterinaria.
Los principales riesgos los podemos clasifi car en:
Riesgos por el manejo de animales.
Riesgos por sustancias químicas.
Riesgos por manejo de instrumental.
Riesgos en las instalaciones.
En este primer trabajo nos centraremos en el primero de ellos idenfi ti-
cando sus riesgos y proponiendo sus eliminaciones o minimizando sus
posibles consecuencias. En trabajos posteriores iremos desarrollando
los otros grupos de riesgo.
Riesgos por el manejo de animales
Quizás sea el riesgo más identifi cado de la tarea de un auxiliar en una
clínica veterinaria, si bien no solo aparece el riesgo traumático por la
reacción de un animal (arañazo o mordedura), si no una serie de riesgos
más silenciosos pero que pueden llegar a desencadenar consecuencias
más importantes. El manejo de los animales ha de realizarse siguiendo
18.prevención de riesgos laborales
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una serie de protocolos claramente defi nidos por los facultativos veteri-
narios, que están dirigidos a dos premisas claras de seguridad; para el
operario y para el propio animal.
A continuación vamos a identifi car una serie de puntos críticos donde el ries-
go de padecer un accidente derivado del manejo de los animales, es más
factible y por tanto son las actuaciones donde debemos extremar nuestras
medidas de seguridad y aplicar las técnicas y protocolos establecidos.
Recepción de un animal. La práctica más comúnmente aceptada, es
evaluar la posible agresividad del animal, con un interrogatorio a tal efecto al
propietario. ¿Muerde?, es la pregunta que realizamos al ver por primera vez
un animal.- No, es buenísimo. Suele ser la respuesta en la mayoría de los
casos. Y esta respuesta se convierte, en nuestra salvaguarda de seguridad
ante la posible agresividad del animal, y procedemos a su manejo sin otra
consideración. Debemos manejar todo animal que llega a nuestras manos,
con la consideración de que es un animal potencialmente agresivo, no por
su carácter, que es el que conoce su dueño, sino por el entorno en el que
se encuentra el animal. Un centro veterinario es un punto de stress para
todo animal y máxime cuando viene acompañado de una posible pato-
logía que agrava esta situación. Además la separación de su dueños y el
encuentro con otros animales pueden exacerbar los comportamientos de
defensa y de agresividad, trasformándose en numerosas ocasiones en ac-
cidentes (mordeduras, arañazos, o incluso ambas cosas) para el operario
que maneja estos animales. La solución a este riesgo es clara y defi nida. A
todo animal que llega a nuestras instalaciones debemos de decepcionarlos
con la instalación de un bozal, para el caso de los perros, y el manejo de
trasportines y de guantes de seguridad para los gatos, igualmente para el
cada día más común manejo de especies exóticas.
Movimientos de los animales. Este es otro de los puntos de riesgo que
aparecen en el manejo de los animales. Los diferentes movimientos a los
que sometemos a los animales dentro de nuestra clínica son numerosos,
p.e. subida a la mesa de exploración, instalación en la jaula de hospitaliza-
ción, mesa de cirugía, mesa radiológica, etc... Todas estas actividades se
ven asumidas del riesgo de manejo anteriormente descrito, la respuesta
agresiva del propio animal y cuya solución ya esta claramente defi nida
en el apartado anterior. Pero aparece otro riesgo más silente y cuyas
consecuencias aparecen en un periodo de tiempo más prolongado y con
niveles de gravedad de consideración aceptable. Se trata de lesiones
osteomusculares por sobrecargas, es decir el manejo del peso del ani-
mal. Debe darse formación adecuada a los trabajadores sobre la forma
correcta de manipular la carga del animal y especialmente sobre los ries-
gos que se corren de no hacerse correctamente. A continuación vamos
a describir algunas recomendaciones para el correcto levantamiento de
Cualquier animal que llega a nuestra clínica, debemos
manejarlo como“ANIMAL POTENCIALMENTE
PELIGROSO”
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cargas, claramente estas recomendaciones no solo son válidas para el
levantamiento de animales sino del resto de cargas inertes o no, que el
trabajo de un auxiliar realiza en la clínica de manera diaria.
Siempre que sea posible, es preferible manipular las cargas cerca del
cuerpo, a una altura comprendida entre la altura de los codos y los nudi-
llos, ya que de esta forma disminuye la tensión en la zona lumbar. Cuando
la carga se encuentra en el suelo o cerca del mismo, se utilizarán las
técnicas de manejo de cargas que permitan utilizar los músculos de las
piernas más que los de la espalda.
1.- Siempre que sea posible se deberán utilizar ayudas mecáni-
cas (camillas).
2.- Seguir las indicaciones que aparezcan en el embalaje acerca
de los posibles riesgos de la carga, como pueden ser un cen-
tro de gravedad inestable, materiales corrosivos, etc. Si no
aparecen indicaciones en el embalaje, observar bien la carga,
prestando especial atención a su forma y tamaño, posible
peso, zonas de agarre, etc. Si la carga es excesiva, o se de-
ben adoptar posturas incómodas durante el levantamiento, lo
mejor es solicitar la ayuda de otras personas cuando no sea
posible la utilización de ayudas mecánicas.
3.- Revisar que el camino a utilizar y el punto de destino fi nal de
la carga no tienen obstáculos que difi culten el paso o imposi-
biliten su depósito.
4.- Comprobar que se dispone de una vestimenta y calzado
adecuados para que no haya problemas durante la manipu-
lación (enganchones, resbalones, etc.).
5.- Los pies han de colocarse de forma que proporcionen una
postura estable y equilibrada para realizar el levantamiento de
la carga. Estarán separados a la altura de los hombros. Debe
tenerse especial cuidado si la carga tiene mayor anchura que
los hombros (60 cm. aproximadamente), ya que esto desequi-
libra.
La carga debe estar bien agarrada, con ambas manos.
6.- La mejor postura para realizar el levantamiento es doblar las
piernas manteniendo en todo momento la espalda derecha,
y mantener el mentón metido. Si el tronco está inclinado
mientras se manipula una carga, se generarán unas fuerzas
compresivas en la zona lumbar mayor que si el tronco se
mantuviera derecho, lo cual aumenta el riesgo de lesión.
El tronco no debe girarse y las rodillas no deben estar de-
masiado fl exionadas para que no cueste tanto levantarse.
MANEJO DE CARGAS:
• Usar siempre que sea posible ayudas mecánicas.
• Antes de levantar un animal, estudiar su anatomía, posibles lesio-
nes o zonas de dolor.
• Ante dudas, solicitar ayuda.
• Estudiar el recorrido con el animal y evitar obstáculos.
• Usar vestimenta y calzado adecuado (evitar enganchones).
• Pies separados, piernas fl exionadas y espalda recta a la hora de
levantar la carga.
• Evitar tirones y movimientos bruscos.
• Caminar con la espalda recta.
• Dejar la carga de igual manera que la hemos levantado.
7.- Levantarse suavemente, por extensión de las piernas, man-
teniendo la espalda derecha. No dar tirones a la carga ni mo-
verla de forma rápida o brusca. Mantener la carga lo más
próxima al cuerpo durante todo el levantamiento. Mantener
los brazos lo más cercanos al cuerpo para evitar hacer es-
fuerzos inútiles con los músculos de brazos y pecho, en caso
necesario esto permite el apoyo del peso en los muslos
8.- Debe caminarse con la espalda recta, ya que la inclinación del
tronco hacia delante o hacia atrás produce un mayor esfuerzo
lumbar. Al caminar lo mejor es mantener la carga próxima al
cuerpo y siempre agarrando la carga con las dos manos.
9.- Finalmente, para depositar carga sobre el suelo o algún objeto,
realizar los mismos movimientos que los del levantamiento a la
inversa. Espalda recta, pies separados y flexión de rodillas.
Higiene de los animales: Otro de los puntos críticos de riesgo relati-
vos al manejo de los animales, es a la hora de realizar las actuaciones
rutinarias de higiene de los propios animales o de sus instalaciones de
hospitalización (boxes, jaulas, etc...). Es importante seguir un conjunto
sencillo de normas, tales como:
Cubrir las heridas y/o lesiones que podamos tener en las manos, ante-
brazos o brazos e incluso en aquellas otras partes de nuestro organismo
expuestas al contacto con el ambiente o con los propios animales con
apósitos impermeables, revisando su integridad de manera periódica.
Aplicación de protocolos de lavado al comienzo y finalización de la actividad y
especialmente después de realizar cualquier técnica que implique el contacto
con material infeccioso. Este lavado se realizara con agua y jabón líquido y, en
situaciones especiales, se emplearan sustancias antimicrobianas.
Conocimiento de la composición de los materiales empleados en las
tareas de higiene y observancia de las medidas de advertencia de estos
productos así como de los primeros auxilios ante situaciones de inges-
tión, contacto o inhalación de dichas sustancias.
Observancia de los protocolos de manejo de los residuos generados y
clasificación como corresponde en base a las características y origen
de dichos residuos.
Se emplearan equipos de protección individual que se procesaran como
corresponde al finalizar la tarea, en el caso de manejo de situaciones
con material infeccioso se emplearan materiales desechables y de un
solo uso. Especial mención requieren los guantes, ante el extendido uso
de guantes de látex se recomienda por mayor resistencia a la rotura y
mayor integridad del material el empleo de guantes de nitrilo.
El secado se realizara con toallas de papel desechable.
Y una ultima recomendación que aunque obvia y comúnmente ya acep-
tada, no es inútil su reseña. No comer, beber ni fumar en el área de
trabajo.
PROTOCOLO DE HIGIENE:
• Lavado antes y después de la actividad de limpieza y siempre
después de manejar material infeccioso.
• Usar equipos de protección exclusivos para las tareas de lim-
pieza y de material desechable en situación de material infec-
cioso.
• Manejo correcto y adecuado de los materiales a emplear y de
los residuos generados.
• NO COMER, BEBER NI FUMAR durante la realización del trabajo.
prevención de riesgos laborales.21