Actas del I Congreso de la REF. Vol. I

57
Los retos de la Filosofía en el siglo XXI Actas del I Congreso internacional de la Red española de Filosofía Volumen I

description

Los retos de la Filosofía en el siglo XXI. Actas del I Congreso internacional de la Red española de Filosofía, celebrado en la Universitat de València del 3 al 5 de septiembre de 2014. Volumen I.

Transcript of Actas del I Congreso de la REF. Vol. I

ndice General Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 1-16.1 Los retos de la Filosofa en el siglo XXIActas del I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaVolumen I ndice general Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I(2015): 1-16. 2 Red espaola de Filosofa (REF) Paseo Senda del Rey 7, 28040 Madrid http://redfilosofia.es Publicacions de la Universitat de Valncia (PUV) Arts Grfiques 13, 46010 Valncia http://puv.uv.es Primera edicin: octubre 2015 ISBN: 978-84-370-9680-3 ndice General Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 1-16.3 Los retos de la Filosofa en el siglo XXI Actas del I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaCoordinacin general Antonio CAMPILLO y Delia MANZANERO Coordinacin de los volmenes J uan Manuel ARAGUS, Txetxu AUSN, Fernando BRONCANO, Antonio CAMPILLO, Neus CAMPILLO, Cinta CANTERLA, Cristina CORREDOR, J ess M. DAZ, Catia FARIA, Anacleto FERRER, Delia MANZANERO, Flix GARCA MORIYN, Mara J os GUERRA, Asuncin HERRERA, J oan B. LLINARES, J os Luis MORENO PESTAA, Carlos MOYA, Eze PAEZ,J orge RIECHMANN, Roberto RODRGUEZ ARAMAYO, Concha ROLDN, Antoln SNCHEZCUERVO, J avier SAN MARTN, Marta TAFALLA, Pedro J ess TERUEL y Luis VEGA Equipo tcnico David DAZ SOTO y Carlos RIVAS MANGASVolumen I ndice general, presentacin y conferencias plenariasCoordinacin Antonio CAMPILLO (U. de Murcia) y Delia MANZANERO (U. Rey J uan Carlos) Publicacions de la Universitat de Valncia Valncia, 2015 ndice general Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I(2015): 1-16. 4 ndice General Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 5-16.5 NDICE GENERAL VOLUMEN I ndice general, presentacin y conferencias plenarias Coordinacin: Antonio CAMPILLO (U. de Murcia) y Delia MANZANERO (U. Rey Juan Carlos) Pginas ndice general5-5-1617-19Presentacin Antonio CAMPILLO y Delia MANZANERO Conferencia de inauguracin:21-48Tierra de nadie. Filosofa y sociedad global Antonio CAMPILLO Conferencia de clausura:49-56Filosofa y precariedadVictoria CAMPS VOLUMEN II Seccin temtica 1: Antropologa filosfica y teora de la cultura Coordinacin: J oan Bautista LLINARES (U. de Valncia) y J avier SAN MARTN (UNED) Pginas ndice 5 Vida buena, armona y buen vivir. Aristteles en Ecuador7-20Aurelio DE PRADA GARCAEl eterno marido que no saba amar. Un parsito del deseo en la novelstica de Dostoievski21-33Lorena RIVERA LEN Antropologa filosfica y literatura: Acaso esto es un hombre? Los testimonios35-49de la experiencia totalitaria y la conceptualizacin de lo humano Joan B. LLINARES La actualidad de la antropologa fenomenolgica y la posibilidad de la filosofa51-58Luisa Paz RODRGUEZ SUREZ Antropologa filosfica y fenomenologa: reto, necesidad, problema59-69Marcela VENEBRA MUOZ La interculturalidad como gnesis de la filosofa. Comentario al antepenltimo texto de Husserl71-82Javier SAN MARTN SALAndice general

Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I(2015): 5-16. 6 Antropologa filosfica y filosofa antropolgica en la obra de Charles Taylor.83-96La reflexin filosfica como proyecto vital Sonia Ester RODRGUEZ GARCADiagnstico y paradojas de la cultura y el mundo contemporneo segn R. Girad97-109Agustn MORENO FERNNDEZEntre la Filosofa y la Criminologa. Aportes interdisciplinares 111-120para la prognosis de los atentados terroristas de inspiracin islmica Francisco Javier CASTRO TOLEDO VOLUMEN III Seccin temtica 2: Esttica, teora de las artes y literatura Coordinacin: Anacleto FERRER (U. de Valncia) Pginas ndice 5 La fecundidad de las viejas semillas. Walter Benjamin interpreta a Kafka7-16Juan Evaristo VALLS BOIX J uan Mayorga: experiencia y comunidad en el teatro contemporneo17-28Zoe MARTN LAGO Experiencia esttica y fotografa documental. El caso de Taliban Soldier de Luc Delahaye.29-35Paula VELASCO PADIAL En torno a la aportacin filosfica de un cine no domesticado37-48Enric Antoni BURGOS RAMEREZ El desafo de la expresin. Una aproximacin desde la polmica de la autonoma de la arquitectura49-61Alberto RUBIO GARRIDO Una mirada crtica sobre el Bioarte. Entre la fe tecnocientfica y la tica ecolgica63-78Jos ALBELDA y Serena PISANO VOLUMEN IV Seccin temtica 3: tica Coordinacin: Txetxu AUSN (IFS, CSIC) Pginas ndice 5 NIAIA. Investigacin y Formacin en la resolucin de problemas morales7-13Rubn BENITO MUOX, Flix GARCA MORIYN, Ignacio GARCA PEDRAZA,Mara RODRGUEZ MONEO y Teresa SANZ GARCA El yo neural. Los engranajes neuroticos de la conducta moral15-20Jess A. FERNNDEZ ZAMORA Distribucin o reconocimiento? Una lectura desde la concepcin rawlsiana21-28de la justicia distributiva Pablo AGUAYO WESTWOOD ndice General Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 5-16.7 Socialismo y tica econmica29-40Enrique HERRERAS Dilogos filosficos Norte-Sur: metafsica de la alteridad (Levinas), tica del41-50discurso (Apel) y tica de la liberacin (Dussel) Ftima HURTADO LPEZ Barthes: filosofa y/o? literatura. Un apunte sobre la cuestin51-54Lus G. SOTO tica de la invisibilitat digital: cnics, hipcrites i malvats55-63Enric SENABRE CARBONELL VOLUMEN V Seccin temtica 4: Filosofa, ciencia y tcnica Coordinacin: Fernando BRONCANO (U. Carlos III) Pginas ndice 5 Hacia una nueva episteme7-15Osvaldo LOISIInconsistencias en la ciencia y estructuras parciales17-21Miquel MOLINA OLTRA Controversias e innovacin conceptual. Una aproximacin a la filosofa del nacimiento23-36Stella VILLARMEA La matemtica y la incertidumbre humana37-46Miguel YARZA LUACES Es la deriva gentica un ideal de orden natural?47-57Vctor J . LUQUE MARTN Genealoga de lo social. Hacia una filosofa de la historia de la clase media59-64Gonzalo VELASCO ARIAS La filosofia posthumana. Una reflexi multiversa com a repte de la filosofia en el segle XXI65-73Anna SARSANEDAS DARNSVOLUMEN VI Seccin temtica 5: Filosofa, poltica e historia Coordinacin: Antonio CAMPILLO (U. de Murcia) y Delia MANZANERO (U. Rey Juan Carlos) Pginas ndice5-6Historia de la filosofa y accin poltica: Apuntes a partir de la ontologa hermenutica7-21Marco Antonio HERNNDEZ NIETOLas ciencias polticas, son ciencias humanas?23-31Vctor PRAMO VALERO ndice general

Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I(2015): 5-16. 8 Platn y Maquiavelo. En torno a la posibilidad de una noble mentira en poltica33-45Fernando A. PEIR MUOZ El concepto de lo poltico a la luz del nacionalsocialismo47-61Javier LEIVA BUSTOS Mara Zambrano: La democracia humanizada63-68Paola COPPI La separacin entre lo poltico y lo doctrinal en el liberalismo poltico de J ohn Rawls69-78Juan Antonio FERNNDEZ MANZANODe la coaccin de la muerte a la coaccin de la vida: dos dimensiones de la violencia79-89en la obra de Hannah Arendt Agustina VARELA MANOGRASSO Anlisis de las relaciones afectivas primarias en la teora del reconocimiento de Axel Honneth91-100Alfonso FABREGAT ROSAS La concepcin mesinica del tiempo histrico en La Estrella de la Redencin y su alcance101-108jurdico-poltico Roberto NAVARRETE ALONSOAceleracin social y carencia de experiencia. Sobre la semntica de los tiempos histricos109-117de Reinhart Koselleck Manuel OROZCO PREZ La memoria en Tzvetan Todorov: una cuestin personal, terica y poltica119-132Gregorio SARAVIA MNDEZ La alienacin y sus trazos ontolgicos133-140Javier MNDEZ-VIGO HERNNDEZ El mundo en que vivimos: un anlisis marxista. Una teora de teoras sobre la "globalizacin"141-153Venancio ANDREU BALD Sobre la Declaracin de M. Hardt y A. Negri: la emergencia de nuevas subjetividades para155-168la propuesta y puesta en marcha de un proceso constituyente. Un anlisis del nuevo ciclode luchas en el contexto de la crisis actual Miquel ngel MARTNEZ I MARTNEZ y Josep ARTS GIL Repercusiones de la crisis actual en el trabajo169-183Antnia CERD FIOL La decolonizacin del conocimiento (filosfico) como reto de la filosofa (poltica) del siglo XXI185-190Miguel MANDUJANO ESTRADALa idea de dignidad entre el Occidente y las culturas de modernidad reciente. 191-200Una macrocomparacin de la comprensin del derecho a la dignidad en los pases del BRICS Diva Jlia Sousa da Cunha SAFE COELHO El ave de Minerva emprende su vuelo en el crepsculo. Filosofa, poltica e historia201-206Marlene SEWER La disputa por la educacin ciudadanista207-222Joaqun VALDIVIELSO NAVARROndice General Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 5-16.9 VOLUMEN VII Seccin temtica 6: Filosofa y educacin Coordinacin: Flix GARCA MORIYN (IES Avenida de los Toreros y U. Autnoma de Madrid) Pginas ndice 5 La filosofa universitaria espaola. Historia de una falsa conciencia7-17Gonzalo VELASCO ARIASUna nueva cultura filosfica19-26Alejandro MORENO LAX Els reptes de leducaci filosfica en un mn global27-35Jaume RUIZ I PEIRLa inutilidad de la Filosofa. El cansancio de su defensa37-43Mara Luisa MARQUINA SAN MIGUEL Alain Badiou y la recomienzo platnico de la filosofa en el siglo XXI45-52Wenceslao GARCA PUCHADESAntecedentes, sentido y aplicaciones del autoconocimiento en la filosofa y en la educacin53-63Ral GENOVS COMPANY VOLUMEN VIII Seccin temtica 7: Filosofa y gnero Coordinacin: Mara J os GUERRA (U. de La Laguna) Pginas ndice 5 Identidades en el intervalo. Identificaciones posicionales y prcticas polticas feministas 7-16Mnica CANO ABADALa filosofa donde nadie la esperaba17-27Mercedes EXPSITO GARCA La lgica de la pureza, el mestizaje y la identidad fragmentada29-40Stella GONZLEZ ARNAL La paridad de gnero o la contribucin al principio de equidad41-45Frdric MERTENS DE WILMARS Crip washing: Undermining the civil liberties in the name of Disability Rights in Contemporary Spain 47-56 Melania MOSCOSO PREZ ndice general Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I(2015): 5-16. 10 VOLUMEN IX Seccin temtica 8: Historia de la filosofa Coordinacin: Cinta CANTERLA (U. Pablo OLAVIDE) Pginas ndice 5 El Lisis de Platn, dilogo filosfico7-18Marc MONTAEZ MIRALLES y Pablo Guillermo SARMIENTO ANDINA De Magistro de San Agustn. Dilogo, libertad interior y verdad en el educar19-25Pamela CHVEZ AGUILAR La Filosofa Islmica como problema historiogrfico27-37ngel PONCELA GONZLEZ El principio universal de la naturaleza y la coincidencia de los opuestos:39-51ecos heraclteos en la filosofa natural de Giordano Bruno Diana Mara MURGUA MONSALVO La teologa como herramienta biopoltica. Expulsin de los moriscos53-62y estrategias de asimilacin (de J aime Bleda a Francisco Surez) Luis Carlos AMEZA AMEZA Bildung in Hegels Phenomenology. Acute Alienation and Education63-80Asger SRENSEN Locura y Crtica de la Razn Pura81-89Ricardo TERUEL DAZVOLUMEN X Seccin temtica 9: Lgica, lenguaje y argumentacin Coordinacin: Cristina CORREDOR (U. de Valladolid) Pginas ndice 5 Sentido en el primer Wittgenstein7-21Javier FERNNDEZ ARANCIBIA El auto-conocimiento como expresin23-36ngel GARCA RODRGUEZMentir, hacer creer y engaar37-44Tobies GRIMALTOS y Sergi ROSELL Valor estratgico y argumentativo de la irona: Ironiza y vencers45-50Silvia MARTNEZ FABREGAT Aplicacin del anlisis pragma-dialctico del discurso al estudio del periodismo51-59a travs de los argumentos de los periodistas Mnica PARREO RABADN Refutaciones y regresiones infinitas: La contraargumentacin en el Parmnides de Platn61-69Jaime ROLDN CORRALESndice General Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 5-16.11 Abduccin y cambio de marco lgico71-85Enrique SARRIN MORILLO Significado, referencia y actitudes proposicionales87-101Jos Manuel VIEJO GARCA Seccin temtica 10: Ontologa y teora del conocimiento Coordinacin: Carlos MOYA (U. de Valncia) Anlisis en torno al defundamiento de la metafsica105-114Mino Fernando CHICANGANA BAYONA VOLUMEN XI Simposio 1: Argumentacin, filosofa y discurso digital Coordinacin: Luis VEGA (UNED) Pginas ndice 5 A favor de la distincin entre 'argumento' y 'argumentacin'7-18Jess ALCOLEA Cmo identificar la argumentacin en la RED? Hoja de ruta para el estudio automatizado19-25del debate pblico Enrique ALONSO La argumentacin en los espacios digitales27-39Jos Francisco LVAREZ Es posible ( y deseable) una teora de la virtud argumentativa?41-51Jos GASCN Prcticas argumentativas. Las conversaciones cotidianas y el discurso argumentativo53-64Paula OLMOS Hay que argumentar (bien) para hacer (buena) filosofa?65-74Luis VEGA VOLUMEN XII Simposio 2: Perspectivas contemporneas sobre la filosofa kantiana Coordinacin: Pedro J ess TERUEL (U. de Valncia) Pginas ndice 5 Argumentos de la Crtica de la razn pura para el debate actual sobre determinismo y libertad.7-21Kant y el experimento de LibetAna Mara ANDALUZ ROMANILLOSCrtica de la leicologa pura. El enfoque lorenziano como punto de partida23-29para una posible hermenutica naturalista de la filosofa trascendental Pedro Jess TERUELEl disenso como derecho originario de la Humanidad en Kant31-37Eugenio MOYAndice general Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I(2015): 5-16. 12 Simposio 3: Prismas filosfico-morales de las crisis.Los legados de la Ilustracin frente a los problemas contemporneos Coordinacin: Roberto RODRGUEZ ARAMAYO (IFS, CSIC) y Concha ROLDN (IFS, CSIC) La crisis y la inclusin del otro41-47Francisco Javier ESPINOSA ANTN El estado social no jurdico vs. el estado civil. El postulado del derecho pblico en Kant49-58Nuria SNCHEZ MADRID VOLUMEN XIII Simposio 4: Releer a Marx en tiempos de crisis Coordinacin: J uan Manuel ARAGUS ESTRAGUS (U. de Zaragoza) Pginas ndice 5 Una potente fragua. En torno a la construccin de subjetividad antagonista7-14Juan Manuel ARAGS ESTRAGUSMapas para el antagonismo: los artculos periodsticos de Marx hoy.15-22Pedagoga, poltica e imaginacin colectiva.Mario ESPINOZA PINORepensar tiempo y tierra en El Capital de Marx. Percepciones de una crisis23-33Amanda NEZ GARCASobre la probable actualidad de El Capital35-46Jos Luis RODRGUEZ GARCA El marxismo y el colapso de la modernidad. Consideraciones a partir de la lectura 47-57de Karl Marx y la tradicin del pensamiento poltico occidental de Hannah Arendt David SNCHEZ USANOS VOLUMEN XIV Simposio 5: Pensamiento poltico del exilio espaol de 1939 Coordinacin: Antoln SNCHEZ CUERVO (IFS, CSIC) Pginas ndice 5 Filosofa y poltica en la obra de Adolfo Snchez Vzquez7-12Sergio SEVILLA SEGURAEl escritor y su mundo: narratividad y filosofa en la obra de Ferrater Mora13-28Carlos NIETO BLANCOAproximacin a la presencia de Jos Ferrater Mora en Espaa tras la Guerra Civil (1952-1980)29-35Roberto DALLA MORAVer un pas nuevo que tanto me ha de doler: Max Aub37-48y el lugar del exilio en la reconstruccin democrticaAndrea LUQUIN CALVOndice General Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 5-16.13 Una lectura de Max Weber. Racionalidad en el exilio49-53Juan Jess MORALES MARTN La inquietud de la existencia en el exilio. Alcances de una geometra de la violencia55-64del uno contra todos y todos contra uno Arturo AGUIRRE MORENOVOLUMEN XV Simposio 6: Una tradicin agotada? Fines y posibilidades de la Filosofa en el siglo XXI Coordinacin: J os Luis MORENO PESTAA (U. de Cdiz) y J ess M. DAZ (U. de Cdiz) Pginas ndice 5 Crisis de un modelo transmisin? La muerte de la filosofa en el sistema de enseanza7-17lvaro CASTRO SNCHEZOrtega y Gasset y el fin de un modelo de filosofa 19-23Jorge COSTA DELGADODe significados y problemas de la expresin fin de la filosofa25-30Jos Emilio ESTEBAN ENGUITALa razn histrica como crisis de la razn31-39Jos LASAGA Simposio 8: ticas aplicadas, de la fundamentacin al activismo Coordinacin: Txetxu AUSN (IFS, CSIC) Nuevas formas de objecin de conciencia. A grandes males, grandes remedios?43-51Rosana TRIVIO CABALLERO El humor tico como humor intercultural y su aplicacin para fomentar la paz53-66Juan Carlos SIURANA APARISI El crecimiento de la banca tica en Espaa frente al descrdito de la banca tradicional67-78Jess Javier ALEMN ALONSO VOLUMEN XVI Simposio 9: Es todava posible la sustentabilidad? Coordinacin: J orge RIECHMANN (U. Autnoma de Madrid) Pginas ndice 5 Pero, entonces, es an posible lograr la sustentabilidad?7-27Jorge RIECHMANN Esperando el milagro: el pensamiento ecolgico ante el fracaso de la sociedad sostenible29-42Fernando ARRIBAS HERGUEDAS La crisis socioecolgica como fractura metablica43-50Emilio SANTIAGO MUIO y Cristina DE BENITO MORN Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I(2015): 5-16. 14 51-6163-7779-9193-102103-108109-116117-129130-138ndice general Consumo luego existo. Problemas y desafos del consumo en nuestras sociedades Carmen MADORRN AYERRA Los animales en el capitalismo. Dos ideas ecosocialistas para pensar el animalismo Eduardo RINCN HIGUERA La fundamentacin de nuestra responsabilidad hacia las generaciones futuras.Un reto para la filosofa en la era tecnocientfica marcada por la crisis ecolgica Laura GARCA-PORTELA Omnipotencia tecnocientfica y responsabilidad. La biologa sinttica en el horizonte de la bioeconoma Jordi MAISO La emergencia del pensamiento ecologista poltico y las dificultades para su aceptacin Jordi MIR GARCIA Naturaleza en Marx: reconstruccin de un materialismo socio-ecolgico Javier ROMERO Vulnerabilidad y sostenibilidad: opuestos o complementarios? Alicia GARCIA RUIZ Ecologa y tica de la sobriedad feliz Carmen VELAYOS-CASTELO VOLUMEN XVII Simposio 10: Intervencin en la Naturaleza:el conflicto entre la consideracin moral de los animales y la tica ambiental Coordinacin: Catia FARIA (U. Pompeu Fabra) y Eze PAEZ (U. Pompeu Fabra) Pginas ndice 5 Biologa del bienestar y desvalor natural: de la filosofa de la biologa a la tica aplicada 7-13Oscar HORTA Dinmica de poblaciones y sus implicaciones para la tica de la gestin ambiental15-24Catia FARIAEntre la no intervencin y la intervencin negativa: crtica a la posicin ecologista25-36Eze PAEZUna aproximacin bibliogrfica a la cuestin de la intervencin en la naturaleza37-42Daniel DORADO ALFAROGoodbye Meat Eaters. Solucin final o la lucha contina?43-53Ernesto CASTRO CRDOBAAcerca del control demogrfico de los animales. Dos dilemas55-60ngel LONGUEIRA MONELOS ndice General Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 5-16.15 VOLUMEN XVIII Simposio 11: Animales: esttica, tica y poltica Coordinacin: Marta TAFALLA (U. Autnoma de Barcelona) y Asuncin HERRERA (U. de Oviedo) Pginas ndice5-6Obligaciones frente a los animales salvajes7-10Ursula WOLFAprendizaje e imitacin de los no humanos: ecodiseo11-19Asuncin HERRERA GUEVARASobre ciudadana y propiedad. Un acercamiento a la discusin sobre el estatus moral y poltico21-29de los animales no humanos en la sociedad contempornea Eduardo RINCN HIGUERA Relaciones de poder y comunidad animal31-38Mara del Valle BERNARDO RAMREZ El fracaso de los argumentos contra la intervencin en la naturaleza39-53Mikel TORRES ALDAVE Dos ideas de Ferrater Mora sobre los animales. Existencialismo y ciencia55-59Carla Isabel VELSQUEZ GIRALDO Cognitive Enhancement: el debate ms all de los seres humanos61-69Olga CAMPOS SERENAProduccin industrial de carne vs. Produccin de traspatio en los pases71-73en vas de desarrollo: Aspectos ticos, sociales y polticos Xavier CASAS ROMAAmpliando los horizontes morales en clave de gnero: sobre la necesidad75-80de superar la lgica de la dominacin Anglica VELASCO SELMALa liberacin animal desde una perspectiva feminista81-89Jimena RODRGUEZ CARREOAnimales no-humanos como co-creadores en las prcticas artsticas contemporneas91-98Laura BENTEZ VALERO La literatura, una forma de audacia moral99-114Montserrat ESCARTN GUAL Un anlisis tico y esttico de los parques zoolgicos115-129Marta TAFALLA ndice general Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I(2015): 5-16. 16 VOLUMEN XIX Simposio 12: Filosofa y literatura en las pensadoras del siglo XX Coordinacin: Neus CAMPILLO (U. de Valncia) Pginas ndice 5 Reencuentro de una amistad perdida tras la derrota sufrida.7-14Mara Zambrano: literatura, filosofa y escrituraAndrea LUQUN CALVODecir la belleza del mundo. Simone Weil y la responsabilidad de la literatura15-28Emilia BEA Los modos de expresar la existencia en Simone de Beauvoir29-35Irene GAYTN GONZLEZ VOLUMEN XX Talleres Coordinacin: Antonio CAMPILLO (U. de Murcia) y Delia MANZANERO (U. Rey Juan Carlos) Pginas ndice 5 Taller 1: In Partibus Infidelium. La Filosofa en las Facultades de Humanidades In Partibus Infidelium. Del miedo a la mezcla al derecho a la filosofa 9-18Carmen GONZLEZ MARN Sobre ensear filosofa fuera de las Facultades de Filosofa19-27Antonio GMEZ RAMOS Filosofa en Grados de humanidades. Toda la Filosofa que hoy nos es propia29-37Julio SEOANE PINILLA Filosofa, Humanidades y Magisterio39-53Stella VILLARMEATaller 2: Filosofas de la solidaridad y el cuidado en la era digital Estetas, gerentes y terapeutas. La condicin gerencial del cuidado57-63Jos Luis GARCA MARTNEZ Del final de la vida en el mbito socio-sanitario a la era digital.65-72Acogida y hospitalidad en Gabriel Marcel Sandra RUIZ GROS Taller 3. La educacin filosfica hoy Consideraciones sobre la competencia filosfica en la enseanza secundaria75-89Manuel SANLS OLIVARES El papel de la filosofa y su funcin pblica en la sociedad contempornea91-100Francisco Javier MNDEZ PREZ Antonio CAMPILLO y Delia MANZANERO Actas I Congreso internacional de la Red espaola de Filosofa ISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 17-19. 17 PresentacinAntonio CAMPILLO (Univ. de Murcia) y Delia MANZANERO (Univ. Rey Juan Carlos) Enlosltimosaos,lafilosofaespaolaestexperimentandouncambiodeciclo histrico,engranpartedebidoalaprofundacrisiseconmica,polticayculturalqueest viviendo el conjunto de la sociedad espaola, sobre todo desde 2008. Conelfinaldeladictadurafranquistaylallegadadelademocracia,seinicienEspaa unagranrenovacindelosestudiosdeFilosofa,protagonizadaporunageneracinde filsofos y filsofas que retomaron la herencia de Jos Ortega y Gasset y de Mara Zambrano, y situaron a la filosofa espaola en pie de igualdad con las de otros pases del mundo. Sinembargo,lageneracinquehizolatransicinfilosficaenelltimoterciodelsiglo XXyahafallecidoosehajubilado,yelrelevogeneracionalseestviendodificultadopor unas polticas educativas muy regresivas, sobre todo desde 2011, con la llegada al poder del PartidoPopular,quehaimpuestoreformaslegalesnoconsensuadas,drsticosrecortes econmicos en educacin, universidades e investigacin, y, tras la aprobacin de la LOMCE o Ley Wert en 2013, supresin de varias materias de Filosofa en la enseanza secundaria.Enestecambiodeciclohistrico,lasfilsofasyfilsofosespaoleshemosdecididounir nuestras fuerzas y crear un espacio comn de interlocucin, la Red espaola de Filosofa (en adelante,REF),conundobleobjetivo:facilitarlacooperacinentretodaslaspersonase instituciones relacionadas con la profesin filosfica, y defender la dignidad de esta profesin milenaria y transcultural ante las administraciones pblicas y ante la ciudadana espaola. La REF pretende reunir al conjunto de la comunidad filosfica espaola. De hecho, agrupa yaalamayorpartedeasociaciones,institucionesdocentesycentrosdeinvestigacin relacionados con el ejercicio de la profesin filosfica. La integran unas 70 entidades pblicas yprivadas:elInstitutodeFilosofadelCSIC,lasveinticuatroFacultadesuniversitarias integradasenlaConferenciaEspaoladeDecanatosdeFilosofaymsdecuarenta asociaciones de diferentes campos temticos, niveles educativos y comunidades autnomas. La creacin de la REF se acord el 5 de mayo de 2012, en unas jornadas celebradas en la Facultad de Filosofa de la Universidad Complutense de Madrid. Los acuerdos adoptados en Presentacin Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 17-19. 18 aquellas jornadas se recogieron en la Declaracin de la filosofa espaola, publicada en todos los idiomas oficiales de Espaa y en otros cuatro idiomas europeos. La REF tiene su sede en Madrid, en la Facultad de Filosofa de la Universidad Nacional de EducacinaDistancia(UNED).Paraconocerlamejor,puedevisitarsesuweboficial http://redfilosofia.es, su Athene Blog y sus pginas en Facebook, Twitter y Youtube. En las jornadas fundacionales de la REF, tambin se acord organizar un congreso trienal de mbito estatal y de temtica general, abierto a los profesores e investigadores de todas las reasfilosficasydetodoslosniveleseducativos,yabiertotambinalosprofesionalesque trabajan fuera de las instituciones acadmicas. El I Congreso internacional de la Red espaola de Filosofa (REF) se celebr del 3 al 5 de septiembre de 2014, en la Facultad de Filosofa y Ciencias de la Educacin de la Universitat deValncia,quefueco-organizadorayanfitriona.ElComitorganizadorestuvointegrado por la Junta directiva de la REF y ocho profesores de la Universitat de Valncia, y el Comit cientficoestuvoformadoporveintisisespecialistasespaolesyextranjeros.Todala informacin est disponible en la web oficial del congreso: Eralaprimeravezquesecelebrabauncongresodeestetipo,ylarespuestadelos profesionales de la filosofa fue impresionante: se presentaron unas 270 comunicaciones y se inscribieronmsde400personas.ParticiparonfilsofasyfilsofosdetodaEspaa,pero tambin de otros pases de Europa y de Latinoamrica. Todas las propuestas recibidas fueron sometidas a un proceso de evaluacin ciega por parte de los miembros del Comit cientfico. Las propuestas pudieron exponerse en cualquiera de las lenguas oficiales del Estado espaol y en cualquiera de los idiomas de ms amplio uso acadmico en Europa y Amrica. ElcongresoseabriconlaconferenciainauguraldelpresidentedelaREF,Antonio Campillo,tituladaTierradenadie:filosofaysociedadglobal,yconcluyconla conferenciadelaprofesoraemritadelaUniversidadAutnomadeBarcelona,Victoria Camps,titulada:Lafilosofaantelaprecariedad.Posteriormente,fueclausuradoporel Rector de la Universitat de Valncia, D. Esteban Morcillo Snchez. Durantetresdasyenvariassesionesparalelas,sedebatieronuntotalde270 comunicaciones,distribuidasen10seccionestemticas,12simposiosmonogrficosy7 talleres,entreellosunalecturadramatizadadedosrelatosfilosficos.Hubo,adems, numerosaspresentacionesdelibros,revistas,coleccioneseditorialesynuevasasociaciones filosficas. Varias editoriales instalaron puestos de exposicin y venta de obras de filosofa. Se celebraron tambin dos actividades complementarias a los trabajos del congreso: la obra de teatro T con Kant, a cargo de la compaa gallega Inversa Teatro, y el documental Nanuk el esquimal, con acompaamiento musical en directo. Latardedeljueves4deseptiembre,enelecuadordelCongreso,secelebrlaAsamblea GeneraldelaREF,queeligialanuevaJuntadirectivayacordqueelIICongresose celebreen2017,enlaFacultaddeFilosofayLetrasdelaUniversidaddeZaragoza.En efecto,laREFpretendequeestoscongresossecelebrencadatresaos,quecuentenconla participacin ms amplia posible, y que, poco a poco, se conviertan en el principal espacio de encuentro y de debate de toda la comunidad filosfica espaola. El ttulo elegido por el Comit organizador para el I Congreso, Los retos de la Filosofa en elsigloXXI,eraunainvitacinadebatirsobrelasgrandescuestionestericasyprcticas suscitadas por el mundo contemporneo. Y lo cierto es que las propuestas presentadas son un maparepresentativodelafilosofaquesehacehoyenEspaa,enlosmsdiversoscampos Antonio CAMPILLO y Delia MANZANERO Actas I Congreso internacional de la Red espaola de Filosofa ISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 17-19. 19 temticos:ontologa,antropologa,tica,poltica,esttica,lgica,lenguaje,conocimiento, ciencia, tcnica, educacin, historia del pensamiento y estudios de gnero. Lascomunicacionespresentadasydebatidasenlasseccionestemticas,enlossimposios monogrficosyenlostalleresprcticos,pusierondemanifiestoquelasfilsofasyfilsofos espaoles nos tomamos en serio los retos que el siglo XXI plantea a todos los seres humanos. Algunas de las comunicaciones plantearon la necesidad de recuperar y revisar crticamente lapropiatradicinfilosfica,tantoespaolacomoeuropea,paraconfrontarlaconlos problemasdelpresente.Poreso,hahabidosimposiossobrelaIlustracin,Kant,Marx,las filsofas y escritoras del siglo XX, y el pensamiento poltico del exilio espaol de 1939. Otrascomunicacionesofrecieronnuevosinstrumentosconceptualesparaafrontarlos grandesretosdelasociedadplanetaria.Ylohicieronensimposiosdedicadosacuestiones como la argumentacin en la era digital, el papel activo de las ticas aplicadas, la fraternidad, el cuidado, la sustentabilidad ecolgica y la relacin con los animales no humanos. Yotras,enfin,revisaroncrticamentelosconfinesdelapropiafilosofayelpapelque debedesempearenlaculturadelsigloXXI.Unodelossimposiosylamayoradelos talleressededicaronaanalizarlarelacindelafilosofaconlosotrossaberes,ellugarque debe ocupar en el sistema educativo, y cmo debe renovarse su enseanza. A la vista de la diversidad y la relevancia de las propuestas presentadas en este I Congreso, laREFdecidipublicarlasydarlesdifusinatravsdediversosmedios,paraquesean conocidasenlosmbitosfilosficosdelrestodelmundo,ytambinparaquecontribuyana enriquecer la vida cultural y los grandes debates pblicos de la propia sociedad espaola. Elprimerpasofuegrabarunbrevedocumentalsobreelcongresoyunalargaentrevista conAntonioCampillo,presidentedelaREF.Ambosvideosestndisponiblesenelcanal YoutubedelaREF.Atodoellohayqueaadirlasnotasdeprensa,crnicasperiodsticas, entrevistas y artculos de opinin que se hicieron eco de las actividades del congreso. ElsegundopasofueacometerlaedicindelasActasdelcongreso.Hemosrenunciadoa editarenpapelsus1.738pginas,porsuelevadocosteeconmicoyecolgico,yhemos optadoporunaedicindigitalcondosformatosyendostiempos:enprimerlugar,una edicindelatotalidaddelasActasenformatoCD,conelselloeditorialPublicacionsdela UniversitatdeValncia(PUV),financiadaporlaREFydestinadaexclusivamentealos participantesenelcongreso;ensegundolugar,unaedicinenlnea,disponibledemanera abiertaygratuitaenlawebdelcongreso,enlaque cadacomunicacinpuedeconsultarseydescargarsedemaneraindividualizada,enformato pdf.Parareduciralmnimoloscostesdeedicin,hemoscontadoconlacolaboracindeun grupo de trabajo integrado por ms de treinta miembros de la REF. Agradecemos a todos ellos la ayuda que nos han prestado y sin la cual esta publicacin no habra podido llevarse a cabo. LasActasnorecogenlatotalidaddelas270comunicacionespresentadasenelcongreso, sino solamente aquellas que los autores y autoras han querido enviarnos para su publicacin. Entotal,sonalgomsdelamitad:145comunicaciones,distribuidasentrelas10secciones temticas del congreso, 11 de los 12 simposios monogrficos y 3 de los 7 talleres. Adems, se incluyen las dos conferencias plenarias: la de inauguracin y la de clausura. CreemosqueestasActassonunamuestramuyelocuentedeladiversidad,lacalidadyla creatividaddelafilosofaespaolaactual.Consupublicacinysudifusinatravsde Internet, esperamos que el pensamiento filosfico espaol sea mejor conocido en el resto del mundo y contribuya a enriquecer los grandes debates pblicos de la propia sociedad espaola. Presentacin Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 17-19. 20 Presentacin Actas I Congreso internacional de la Red espaola de Filosofa ISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 17-19. 20 Antonio CAMPILLO Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 21-48. 21 Tierra de nadie Filosofa y sociedad globalAntonio CAMPILLO Universidad de Murcia Miscompaerosdelcomitorganizadormehanpedidoquepronuncielaconferencia inaugural de este I Congreso internacional de la Red espaola de Filosofa. Es un honor que les agradezco de todo corazn, pero es tambin un compromiso que me obliga a exponer ante ustedes cmo entiendo yo el oficio del pensamiento, cmo creo que debe ser defendido y practicado hoy, en un momento en que su utilidad y su consiguiente presencia curricular en el sistema educativo vuelven a ser cuestionadas por el gobierno de nuestro pas1. ComoelcongresoestdedicadoaLosretosdelaFilosofaenelsigloXXI,meha parecido que en esta conferencia inaugural deba interrogarme sobre la situacin y sobre la misin de la filosofa en el tiempo presente, en esta sociedad del siglo XXI que ha recibido muchas denominaciones y a la que yo voy a referirme con el nombre de sociedad global. Analizar la relacin entre la filosofa y la sociedad global en un doble sentido: por un lado, cmo pensar la sociedad global, cmo elaborar una narracin histrica y una reflexin filosficaquenospermitannosolocomprenderelmundoenquevivimos,sinotambin contribuir a preservarlo como un mundo habitable para el conjunto de la humanidad; por otro lado, cmo pensar en la sociedad global, es decir, cmo est afectando esta nueva sociedad a la propia actividad de pensar, al libre ejercicio del pensamiento, y en particular a la situacin intelectual e institucional de la filosofa, a su relacin con los distintos saberes cientficos, humansticos y artsticos, y al modo en que debera ser entendida y practicada. 1 Las ideas expuestas en esta conferencia las he desarrollado ms ampliamente en el libro Tierradenadie. Cmo pensar (en) la sociedad global, Herder, Barcelona, 2015. Tierra de nadie. Filosofa y sociedad global Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 21-48. 22 Para analizar esta relacin de ida y vuelta entre la filosofa y la sociedad global, tomar comohiloconductorelconceptodetierradenadie,quecomoveremostieneunalarga historia y una muy reveladora diversidad de significados. En efecto, desde que comenz a ser utilizada hace ya unos dos milenios, la expresin tierra denadie ha tenido, al menos, cinco usos diferentes. El primero de ellos fue acuado por el antiguo derecho romano: la tierra de nadie es la tierra que no tiene dueo porque nadie la ha reclamado todava. El segundo y el tercero comenzaron a ser utilizados en la poca moderna por las grandes potencias de la Europa occidental: por un lado, la tierra de ultramar habitada porpueblossalvajesy,portanto,susceptibledeocupacinporalgnEstadoeuropeo civilizado; por otro lado, la tierra fronteriza que es disputada por dos Estados vecinos y que da lugar a guerras, regmenes de ocupacin o litigios jurdicos internacionales. Los usos cuarto y quinto surgen despus de 1945, con el nacimiento de la sociedad global: por un lado, la tierra fronteriza entre dos Estados vecinos que es amurallada por uno de ellos paraevitarellibretrnsitodepersonas,seanmigranteseconmicos,exiliadospolticoso refugiados que huyen de un conflicto armado o una catstrofe natural; por otro lado, la tierra (y tambin los mares y el espacio ultraterrestre) que es declarada patrimonio comn de la humanidad y de la que se excluye cualquier reclamacin territorial por parte de nadie. 1. El concepto de terra nullius en la Roma antigua El concepto de tierra de nadie tiene su origen en la expresin latina terra nullius, utilizada en el antiguo derecho romano para designar la tierra que no tiene dueo todava y que por tanto es susceptible de ser apropiada por el primero que la ocupe. En realidad, la expresin terranullius es una concrecin de otra ms amplia, resnullius, mencionada a mediados del siglo II por el jurista Gayo en sus Instituciones: Nectameneatantumquaetraditionenostrafiunt,naturalinobisrationeadquiruntur,sedetiam quaeoccupandoideopersecutierimus,quiaanteanulliusessent;qualiasuntomniaquaeterra maricaelocapiuntur [Sin embargo, adquirimos por razn natural no slo las cosas que se hacen nuestras por entrega, sino tambin las que tomamos por ocupacin, porque antes no eran de nadie, como son las cosas que se toman de la tierra, del mar o del cielo].2 Esta afirmacin de Gayo es recogida cuatro siglos ms tarde por el emperador J ustiniano en el Digesto y reiterada en sus propias Instituciones: Ferae igitur bestiae et volucres et pisces, id est omnia animalia quae in terra mari caelo nascuntur, simulatqueabaliquocaptafuerint,iuregentiumstatimilliusesseincipiunt: quodenimante nulliusest,idnaturalirationeoccupanticonceditur [As pues, las bestias en estado salvaje y las aves y los peces, esto es, todos los animales que nacen en la tierra, en el mar y en el cielo, en cuanto hubiesen sido capturados por alguien, comienzan instantneamente a ser suyos en virtud del derecho de gentes, pues lo que con anterioridad no es de nadie es concedido por razn natural al ocupante].3 2 Gayo, Instituciones, 2, 1, 66, trad. de M. Abelln et alii, coord. y prlogo de F. Hernndez-Tejero, Civitas, Madrid, 1985, pp. 126-127. 3 Justiniano, Digesto, 41, 1, 3pr., ed. de . dOrs et alii, Aranzadi, Pamplona, 1968; Justiniano, Instituciones, 2, 1, 12, ed. de F. Hernndez-Tejero, Comares, Granada, 1998. Antonio CAMPILLO Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 21-48. 23 Tanto Gayo como J ustiniano llaman resnullius a toda clase de cosas (tierras, plantas, animales, objetos fabricados e incluso seres humanos) que transitoriamente no son propiedad de nadie (o, ms exactamente, de ninguna persona, de ningn ciudadano o sujeto de derecho reconocido como tal por Roma)4, y que por tanto pueden ser apropiadas legtimamente por el primero que las ocupe o las capture. Los juristas romanos utilizaban el trmino res en su ms amplia acepcin (como sucede conelespaolcosa),puesconlnombrabannosoloaloscuerposinertes(naturaleso fabricados),sinotambinalosseresvivoseinclusoalospropiossereshumanos,enla medida en que estos podan tener un dueo (como en el caso de los esclavos). Ms an, el conjunto de las res o las bona (bienes) que constituan el patrimonium(patrimonio) de unapersonaincluanosololasrescorporalesobienestangiblessinotambinlasres incorporales, como los derechos y las deudas. Enelderechoromanosedistinguaentrelascosassusceptiblesdeapropiaciny transmisinprivadaporpersonasparticulares,ylasextracommercium,quenopodanser apropiadas ni transferidas por nadie. Estas ltimas, a su vez, eran de tres tipos: 1) las res sacrae, religiosae y sanctae, o cosas sagradas, religiosas y santas (una triada establecida por J ustiniano), destinadas al culto pblico o domstico de los dioses, como los templos y los sepulcros familiares, o puestas bajo su proteccin, como las puertas de la ciudad; 2) las res publicae o cosas pblicas, que pertenecen al conjunto del pueblo romano y estn destinadas al usodetodoslosciudadanos(plazas,vas,calzadas,baos,etc.);3)y,porltimo,lasres communes omnium iure naturali o cosas comunes a todos por derecho natural (el aire, el agua quefluye,elmar,etc.),unafigurajurdicadeliusgentium(elderechodegentesque regulabalasrelacionesdeRomaconlospueblosextranjeros),reconocidatardamentepor influencia del cosmopolitismo estoico.Encuantoalascosassusceptiblesdeapropiacinytransmisin,elderechoromano distingua tambin entre dos tipos: 1) las res privatae o cosas privadas que tienen un dueo o propietario particular reconocido; 2) y las cosas que circunstancialmente no son propiedad de nadie, y que por tanto pueden ser apropiadas por cualquiera: las res nullius o cosas sin dueo, y entre ellas la terra nullius5. Otraimportantedistincinserefierealosmodosdeapropiacindeunbien.Elmodo originario o prototpico es la occupatio (ocupacin) de una cosa o de una tierra sin dueo, aunque tambin sola considerarse como modo originario la accesin o extensin del bien ocupado, sea que esa extensin se produjera por un proceso natural, como un aluvin, o por la accin humana, como un puerto martimo. En cuanto a los modos derivativos, el iuscivilis (aplicable a los ciudadanos romanos en sus relaciones mutuas) consideraba que la apropiacin poda darse por aprovechamiento de los frutos de la cosa poseda, por su uso continuado, por herencia familiar o por comercio. En cuanto al ius gentium, los dos grandes modos derivativos de adquisicin de un territorio eran la conquista, a costa del pueblo enemigo que lo haba ocupado hasta ese momento, y la cesin voluntaria de un pueblo a otro6. Es preciso subrayar que la ocupacin, como modo originario de apropiacin, era una figura 4 Para una genealoga del concepto jurdico, teolgico y filosfico de persona, vase Roberto Esposito, Tercera persona: poltica de la vida y filosofa de lo impersonal, Amorrortu, Buenos Aires, 2009.5 Domingo, Rafael (coord.), Textos de Derecho Romano, Aranzadi, Cizur Menor (Navarra), 2002, pp. 81-95; DOrs, lvaro y Xavier, DerechoPrivadoRomano, Eunsa, Pamplona, 1997, 9 ed. rev., pp. 179-189; Torrent, Armando, Manual de Derecho Privado Romano, Edisofer, Madrid, 2008, pp. 209-220. 6 Dez de Velasco, Manuel, InstitucionesdeDerechoInternacionalPblico, Tecnos, Madrid, 2007, 16 ed., pp. 413-418. Tierra de nadie. Filosofa y sociedad global Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 21-48. 24 del ius gentium que regulaba las relaciones de Roma con los otros pueblos, pero era tambin lafuenteltimasobrelaquesesustentabalapropiedadcivilolegaldelosciudadanos romanos como propietarios particulares. Y, en ambos casos, tanto en el ius gentium como en el iuscivilis, la ocupacin como fuente de derecho exiga acreditar que la tierra o la cosa ocupadas eran terra nullius o res nullius.Pero haba una gran excepcin a esta exigencia: cuando se ocupaban las tierras y las cosas de un pueblo enemigo. Segn el jurista Gayo, son resnullius los animales salvajes, las islas del mar, los cauces fluviales desecados y las cosas abandonadas por sus dueos, pero tambin las tierras, personas y cosas arrebatadas al enemigo (reshostium), y la ocupacin de ambos tipos de resnullius se funda en la razn natural: Eaquoque,quaeexhostibuscapiuntur, naturalirationenostrafiunt7. Esta equiparacin entre resnullius y reshostium es repetida por J ustiniano, aunque l no apela a la razn natural sino al ius gentium8. Estos precedentes jurdicos permiten comprender el uso que los imperios coloniales europeos darn al concepto de terra nullius: ya en la poca del Imperio romano, las tierras, personas y cosas del enemigo eran consideradas como tierras, personas y cosas sin dueo, y por tanto susceptibles de ser apropiadas por el pueblo de Roma y por cualquiera de sus ciudadanos. Hay otra precisin de Gayo que tambin conviene tener en cuenta, para comprender otro uso reciente del terra nullius, del que me ocupar ms adelante: el de patrimonio comn de la humanidad. En sus Institutiones, a las respublicae (cosas pblicas) se las considera comountipoespecialderesnullius(cosasdenadie),porquenopertenecenanadieen particular, pero tampoco pueden ser ocupadas o apropiadas por nadie, porque son propiedad comn del conjunto del pueblo romano: Quaepublicaesunt,nulliusvidenturinbonisesse;ipsiusenimuniversitatisessecreduntur, privataesunt,quaesingulorumhominumsunt[Las(cosas)pblicasseentiendequenosonde nadie,puesseconsideranpropiasdelacolectividad.Sonprivadaslasquepertenecenalos particulares].9 Enresumen,elsignificadodelasexpresionesresnulliusyterranulliusnopuede entenderseaisladamente,sinoenrelacincontodaunacomplejatramadeconceptosque forman parte de la tradicin jurdica, poltica y filosfica de Occidente: persona, cosa, accin, dominio,propiedad,patrimonio,usufructo,ocupacin,transmisin,herencia,contrato, privado, pblico, comn, ciudadana, territorio, etc. Adems, conviene recordar que el concepto de terranullius es acuado por un Estado-imperio como el romano, que extendi su dominio por todas las riberas del Mediterrneo, lleg hasta los ocanos Atlntico e ndico, y pretendi dominar al conjunto de la humanidad conocida, o al menos al conjunto de la humanidad civilizada. De hecho, la primera frontera fortificada de Europa la mand construir el emperador Adriano (76-138 d.C.) en el norte de Inglaterra,decostaacosta,para"separaralosbrbaros delosromanos",comosealala Historia Augusta. Hoy, ese muro forma parte del patrimonio comn de la humanidad10. Como dira Walter Benjamin, un documento de barbarie, un vestigio del poder imperial romano, ha pasado a ser preservado como un valioso documento de cultura. 7 Gayo, Instituciones, o.c., 2, 1, 69; DOrs, lvaro y Xavier, o.c., pp. 221-243; Torrent, Armando, o.c., pp. 247-258. 8 J ustiniano, Instituciones, o.c., 2, 1, 17. 9 Gayo, Instituciones, o.c. 2, 1, 11, pp. 106-109. 10 Altares, Guillermo, El primer muro de Occidente, en El Pas, 14/07/2014. Antonio CAMPILLO Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 21-48. 25 2. La terra nullius y la expansin de la Europa modernaSi nos atenemos al significado tradicional de la expresin latina, hoy no queda en la Tierra casiningunaterranullius,casiningnterritorioquenotengadueoocuyapropiedad (pblica o privada) no sea reclamada por nadie. Tras los cuatro largos siglos de la expansin colonial europea (1492-1914), el modelo de Estado-nacin soberano se ha extendido por todo el planeta y cada Estado reclama para s el domino del suelo terrestre (y, en su caso, martimo) sometidoasujurisdiccin,demodoquecasitodalaTierraseencuentraparceladaen territorios con un propietario ms o menos reconocido. Suelen citarse solo dos casos de terra nullius, muy diferentes entre s: -ElTringulodeBirTawil(Pozo Alto),unpequeoterritoriodesrticode2.060km situadoenlafronteraentreEgiptoySudn,alsurdelparalelo22,yquehaestado histricamente habitado por los ababda, nmadas beduinos. Este territorio no es reclamado por ninguno de los dos pases, porque cada uno considera que pertenece al otro; ningn otro pas tiene acceso al territorio, as que no es de nadie. En cambio, ambos Estados se disputan el territorio contiguo conocido como Tringulo de Hala'ib, situado al norte del paralelo 22, con una extensin diez veces mayor que la de Bir Tawil (20.580 km), que linda con el Mar Rojo y que adems cuenta con reservas de petrleo. -La Tierra de Marie Byrd, en la Antrtida occidental, al sur del ocano Pacfico, entre los meridianos 158 O y 10324' O. Este territorio tiene una extensin de 1.610.000 km y no ha sidoreclamadoporningnEstado,dadoqueseencuentraenlazonamsinhspitae inaccesibledelaAntrtida,aunqueEstadosUnidoshadeclaradoquenorenunciaa reclamarlo,porhaberrealizadoactividadesenlantesdelafirmadelTratado Antrtico (1959),queestableceelusoexclusivodela Antrtidaparafinespacficos.Msadelante volver o ocuparme del llamado Sistema del Tratado Antrtico. Pero la cosa se complica si atendemos a la historia efectiva del concepto de terra nullius y a los usos muy diversos que se han hecho de l. En realidad, podramos hacer una historia poltica del Occidente moderno, de su nacimiento, su expansin mundial y su declive actual, a partir de los usos que se han hecho de este concepto11. Los dos casos que he citado (el Tringulo de Bir Tawil, entre Egipto y Sudn, y la Tierra de Marie Byrd, en la Antrtida occidental) pueden servirnos como punto de partida. En ambos casos, la terranullius es entendida como una tierra de frontera, situada extramuros, por as decirlo, ms all del lmite de lo que un Estado determinado o el conjunto de los 193 Estados distribuidos actualmente por toda la Tierra reclaman como territorio propio, como un dominio sujeto a su exclusiva jurisdiccin soberana. Segn el significado heredado del derecho romano, la terranullius es una tierra que no tiene dueo todava, de forma transitoria o provisional, y que por tanto est disponible, a la esperadesersometidaalmilenarioprocesodecivilizacin,esdecir,deconquistay colonizacin del globo terrestre por parte de las potencias civilizadoras, con las consiguientes luchas por la ocupacin de territorios y la demarcacin de fronteras. En el caso del Tringulo de Bir Tawil, la terra nullius se encuentra entre dos Estados que disputan por la delimitacin legtima de su frontera comn. Estas disputas fronterizas entre Estados vecinos son muy frecuentes y pueden oscilar entre la guerra abierta, un rgimen de 11Fitzmaurice,Andrew,Sovereignty,PropertyandEmpire,1500-2000,CambridgeUniversityPress, Cambridge,2014.Estehistoriadoraustralianoanalizalasteorassobreelderechodeocupacinysususos polticos por parte de las potencias coloniales europeas, desde el siglo XVI hasta el presente. Tierra de nadie. Filosofa y sociedad global Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 21-48. 26 ocupacin ms o menos duradero, un acuerdo diplomtico bilateral o el arbitraje de tribunales internacionales.Laterranulliusdejadeserlocuandoseresuelvedeunouotromodola disputa entre los Estados litigantes. En el caso de la Tierra de Marie Byrd, en cambio, la terra nullius se encuentra ms all de todo espacio habitado, en una frontera absoluta de la civilizacin humana, en un territorio virgen que no ha sido poblado jams por ninguna comunidad humana12. En estos casos, la terranulliusdejadeserlocuandolosexploradoresyconquistadoresenviadosporalgn Estado la cartografan, la ocupan y la reclaman como propia. El Occidente moderno se constituy en la Europa atlntica mediante la formacin de una pluralidaddeEstadossoberanosquereclamabanlaplenasoberanasobreundeterminado territorio (circunscrito por un cierto permetro fronterizo) y sobre una determinada poblacin (identificada mediante un cierto estatuto de nacionalidad), aunque el territorio y la poblacin, elsueloylasangre,nuncahansidonipuedenserdeltodocoincidentesentres.Esta reclamacin de soberana territorial y demogrfica ha engendrado todas las grandes guerras de la historia moderna, desde las guerras de religin de los siglos XVI y XVII hasta las dos guerras mundiales del siglo XX.Pero los Estados de la Europa atlntica no slo disputaron entre s por los territorios que les eran colindantes en el propio continente europeo, sino tambin por el dominio de los llamados territorios de ultramar (situados en Amrica, frica, Asia y Oceana), en los que construyeron sus respectivos imperios coloniales. Puesbien,elconceptodeterranulliusfueutilizadoporlaspotenciasdelOccidente moderno tanto en sus guerras fronterizas como en sus conquistas coloniales.Enefecto,losEstadoseuropeosutilizaronelconceptodeterranulliuscomoun instrumento de derecho internacional durante la poca de la colonizacin, para reclamar los territorios de las colonias descubiertas en Amrica, frica, Asia y Oceana, como tierras no ocupadas por nadie, aunque de hecho estuvieran habitadas por otros pueblos, denominados brbarososalvajes.Deestemodo,elEstadodescubridor,precisamenteporserun Estado y no una mera comunidad tribal, y por ser adems un Estado civilizado, europeo, cristiano, etc., poda ocuparlas y reclamarlas legalmente como propias. Este mismo argumento fue utilizado por los Estados conquistadores en su legislacin interna de derecho privado, para desposeer a los indgenas de las tierras que habitaban y asignar la propiedad de las mismas a los colonos europeos recin llegados13.Ciertamente, no todas las conquistas y colonizaciones se produjeron de la misma manera. En el caso del imperio espaol, el cuestionamiento del derecho de conquista y la defensa de losderechosdelosindiosamericanos,formuladosyaenelsigloXVIporjuristasdela UniversidaddeSalamancacomoFranciscodeVitoria,ypormisioneroscomoelobispo Bartolom de las Casas, ambos dominicos, influy en la decisin del emperador Carlos V de promulgar las Leyes Nuevas de Indias (1542), en las que se suspenda la trasmisin hereditaria delasencomiendasoterritoriosarrebatadosalosindios,selosreconocacomoseres humanoslibresyselosponabajolaproteccindirectadelamonarquaespaola. Lamentablemente,estasLeyesNuevasnofueroncumplidasplenamenteypocodespus 12 La Antrtida no fue descubierta por los seres humanos hasta los siglos XVII y XVIII, en los que comenz a ser avistada por marineros y foqueros espaoles, holandeses, ingleses y sudamericanos. Pero slo comenz a ser explorada en el siglo XIX y hubo que esperar hasta 1911 para que dos expediciones diferentes (la del noruego Roald Amundsen y la del britnico Robert Falcon Scott) llegasen al Polo Sur. 13Connor,Michael,Theinventionofterranullius.HistoricalandLegalFictionsontheFoundationof Australia, Macleay Press, Sydney, 2005. Antonio CAMPILLO Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 21-48. 27 fueron modificadas y derogadas14. Me limitar a enumerar brevemente cuatro ejemplos del uso colonialista de la terra nullius, que son especialmente significativos para comprender la moderna expansin de la hegemona euro-atlntica y su declive durante las ltimas dcadas: -EstadosUnidos.En1823,enelcasoJ ohnsoncontraMcIntosh,elTribunalSupremo elabor la doctrina del descubrimiento, con una argumentacin utilizada ya por el filsofo inglsJ ohnLockeenelclebrecaptulo VdesuSegundoensayosobreelgobiernocivil (1690)15, para justificar la conquista y colonizacin britnica del territorio norteamericano: la tierraespropiedaddequienlacultivamedianteeltrabajoynosimplementedequienla habita.Apesardequeeseterritorioestabahabitadoporcomunidadesindgenas,elalto tribunal estadounidense lo consider como terranullius, puesto que el Reino Unido fue la primeranacincivilizadaycristianaencultivarloyreclamarlocomopropio.Trasla DeclaracindeIndependencia,EstadosUnidosheredlasoberanabritnicasobrelaex colonia, de modo que a los indios americanos no se les reconoci la propiedad de la tierra que haban habitado durante generaciones. En resumen, el concepto de terra nullius y la teora del "descubrimiento" fueron ficciones jurdicas utilizadas para justificar la conquista de la tierra habitada por los indgenas. -Australia. En 1770, el capitn britnico J ames Cook desembarc en el este de Australia, en una tierra habitada por el pueblo de los eora, y reclam la soberana del Reino Unido sobre ella, basndose tambin en la doctrina de la terra nullius. Como en el caso de Estados Unidos, este viejo concepto del derecho romano permiti justificar la conquista y colonizacin de todo elcontinenteaustraliano.En1992,enlasentenciadelcasoMabocontraQueenslan,el Tribunal Supremo de Australia rechaz esta utilizacin del concepto de terranullius por ser "injusta y discriminatoria" hacia las poblaciones aborgenes del continente. Desde entonces, el gobiernoaustralianohainiciadounprocesodereconciliacinconlospueblosnativosde Australia, que han obtenido importantes victorias judiciales: en el norte del pas, el 40% de la tierra y la mayor parte de la costa es ahora propiedad de las comunidades aborgenes, aunque el Estado australiano conserva la soberana sobre todo el continente16. -Israel.ElescritorTheodorHerzl,autordeElEstadojudo.Ensayodeunasolucin modernadelacuestinjuda (1896)17 y fundador del sionismo, promovi la colonizacin judadePalestinatomandocomomodelolaexpansindelaspotenciaseuropeasenlas colonias de ultramar. En su novela utpica La vieja nueva tierra (1902), escribe: Para Europa constituiramosalluntrozodemurallacontra Asia;seramoselcentinelaavanzadodela civilizacincontralabarbarie18.En1903,elVICongresoSionistadecidipromoverla ocupacin de Palestina bajo el lema: Una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra. Una 14 En la primera parte de Sobre los indios, Vitoria defiende expresamente que los indios antes de la llegada de los espaoles eran legtimos seores de sus cosas pblica y privadamente (Vitoria, Francisco de, Sobreel poder civil. Sobre los indios. Sobre el derecho de la guerra, ed. de L. Frayle, prlogo de J . L. Martnez-Cards, Tecnos, Madrid, 2007, 2 ed.). Vase tambin: Las Casas, Bartolom de, Brevsima relacin de la destruccin de las Indias, ed. de J . M. Martnez Torrejn, Universidad de Alicante, 2006; Beuchot, Mauricio, La querella de la conquista. Una polmica del siglo XVI, Siglo XXI, Madrid, 1992. 15 Locke, J ohn, Segundo ensayo sobre el gobierno civil, cap. V. De la propiedad, en Dos ensayos sobre el gobierno civil, ed. de J . Abelln, trad. de F. Gimnez, Espasa-Calpe, Madrid, 1991, pp. 222-240. 16 Connor, Michael, The invention of terra nullius, o.c. Sobre la relacin que los aborgenes australianos han mantenido tradicionalmente con la tierra: Chatwin, Bruce, Los trazos de la cancin, Pennsula, Barcelona, 2000. 17 Herzl, Theodor, El Estado judo, Riopiedras, Barcelona, 2004. 18 Snchez Ferlosio, Rafael, Un moiss de tercera mano, en Elalmaylavergenza, Destino, Barcelona, 2000, pp. 333-340. Tierra de nadie. Filosofa y sociedad global Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 21-48. 28 vez ms, se utiliz el concepto de terra nullius para justificar la ocupacin de una tierra que estabayahabitadaporunpueblonoeuropeo.En1947,traselgenocidiodelosjudos europeos por el rgimen nazi, la ONU acord dividir Palestina en dos mitades ms o menos igualesycrearenellasdosEstados,unojudoyotropalestino,peronohizonadapara ejecutar ese acuerdo. En 1948, Israel se autoproclam unilateralmente como Estado soberano y, en respuesta a la guerra que le declararon los Estados rabes vecinos, ocup una cuarta partedelterritorioasignadoalospalestinosyexpulsdesushogaresamsde700.000 personas. Desde entonces, el Estado de Israel ha ido ampliando su dominio sobre el territorio palestino y mantiene a la poblacin rabe bajo un rgimen de apartheid19. -Shara Occidental. Esta ex colonia espaola tambin se encuentra hoy bajo un rgimen de ocupacinmilitarporpartedeMarruecos,quedesdehacecuarentaaosmantieneun conflicto no resuelto con la Repblica rabe Saharaui Democrtica (RASD) por la soberana del territorio. El 16 de octubre de 1975, en su respuesta a la consulta que le haba planteado la Asamblea General de la ONU a peticin de Marruecos, el Tribunal Internacional de J usticia de La Haya dictamin que el Shara Occidental no era terranullius en el momento de su colonizacinporEspaa(1884),puesestabahabitadoporpoblacionespolticamente organizadas. Tras este dictamen, Espaa y Marruecos firmaron el acuerdo de Madrid (el 14 de noviembrede1975,apenasunasemanaantesdelamuertedeFranco),quepusofinala presencia espaola en el Shara Occidental20. Tras este dictamen del Tribunal de La Haya sobre el Shara Occidental, el concepto de terranulliusfueabandonadoenelderechointernacionalcomouninstrumentolegalpara justificar la ocupacin de las tierras habitadas por pueblos no europeos. De hecho, la ya citada sentencia de 1992 del Tribunal Supremo de Australia se inspira en el dictamen del Tribunal de La Haya. En efecto, a partir de este dictamen, se abri la puerta a las reclamaciones de los pueblos indgenas para obtener el reconocimiento internacional de sus derechos de propiedad sobrelastierrasqueleshabansidoarrebatadasdurantelacolonizacin(aunqueno necesariamente del derecho de autodeterminacin y, en su caso, de la soberana territorial, como le reconoce la ONU al pueblo saharaui). Reclamaciones de este tipo se estn dando desde hace dcadas en Amrica Latina, Australia, Canad y otros pases del mundo. El 13 de septiembre de 2007, la Asamblea General de la ONU aprob la Declaracin sobre los Derechos de los Pueblos Indgenas, con el voto a favor de 143 Estados, el voto en contra delos4pasesanglfonosquemsclaramentefundaronsusoberanaterritorialsobreel conceptodeterranullius(EstadosUnidos,Canad,AustraliayNuevaZelanda)yla abstencin de otros 11 pases (entre ellos, Colombia y Rusia). En esta Declaracin de la ONU secuestionaradicalmenteladoctrinadeldescubrimientoysereconoceelderechodelos pueblos indgenas a reclamar la posesin de las tierras habitadas con anterioridad a la llegada de los europeos21. 19 Desde la dcada de 1980, los nuevos historiadores israeles han revisado la historia oficial del sionismo y han demostrado documentalmente que el Estado de Israel no se cre en una terra nullius abandonada, sino que se impuso a sangre y fuego mediante una estrategia planificada (el llamado Plan Dalet o Plan D) con la que se logr expulsar a unos 700.000 rabes que habitaban en Palestina bajo el protectorado britnico. Vase, sobre todo:Papp,Ilan,HistoriadelaPalestinamoderna:unterritorio,dospueblos, Akal,Madrid,2007,yLa limpieza tnica de Palestina, Crtica, Barcelona, 2008. 20 Resmenes de los fallos, opiniones consultivas y providencias de la Corte Internacional de Justicia, 1948-1991, Naciones Unidas, Nueva York, 1992. N 61. Caso relativo al Shara Occidental. Opinin consultiva del 16 de octubre de 1975, pp. 137-139. 21 Declaracin sobre los Derechos de los Pueblos Indgenas, Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Organizacin de Naciones Unidas, Nueva York, 2007. Antonio CAMPILLO Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 21-48. 29 Pero el concepto de terranullius tambin ha sido utilizado a lo largo de toda la poca moderna, y todava sigue utilizndose hoy, para referirse a los litigios entre dos Estados que reclamanlasoberanasobreterritoriosfronterizos,incluidaslasaguasyplataformas continentales (como el ya citado caso de Egipto y Sudn, o los de Nger y Burkina Faso, Chile y Per, Rusia y Ucrania, etc.), o bien sobre islas ms o menos prximas (como las que se disputan China y J apn, o Argentina y Reino Unido). Voy a recordar solamente uno de los ejemplos histricos ms significativos de este tipo de conflictos fronterizos: la Gran Guerra (1914-1918). Hace cien aos, en el verano de 1914, estall en el corazn de la Europa civilizada una guerra extremadamente brbara que puso fin a su hegemona sobre el resto del mundo y a la fe moderna en el progreso de la razn, la justicia y la paz entre los pueblos. Hubo ms de 20 millones de muertos. Los contemporneos la llamaron la Gran Guerra, pero hoy la conocemos como la I Guerra Mundial, porque con ella se inici una nueva Guerra de los Treinta Aos (1914-1945), como la que tuvo lugar en los inicios de la Europa moderna (1618-1648). Aquella primera guerra concluy con la Paz de Westfalia (1648), que traz el mapa territorial y jurdico de Europa vigente hasta el siglo XX. A esta segunda Guerra de los Treinta Aos los historiadores le han dado el nombre de Guerra Civil Europea, porque durante la primera mitad del siglo XX desgarr a todo el continente en una serie encadenada de guerras, revoluciones, deportaciones y genocidios, de la que forman parte la Guerra Civil Espaola (1936-1939) y el posterior rgimen franquista (1939-1975)22. En sus inicios, y hasta la aparicin de los tanques acorazados, la Gran Guerra fue sobre todo una guerra de trincheras y dio lugar a frentes de combate ms o menos estabilizados, separadosporunafranjadetierraquecomenzaserconocidacomotierradenadie(en ingls, Noman'sland). El 24 de diciembre de 1914, se celebr la Tregua de Navidad, un breve alto el fuego no oficial entre las tropas alemanas y britnicas estacionadas en el frente occidental. Se cantaron villancicos, se intercambiaron regalos, se recuperaron los cadveres cados en la tierra de nadie y se celebraron entierros de forma conjunta. Todo esto sucedi a pesar de la oposicin de los mandos superiores de los dos ejrcitos, que en los aos siguientes ordenaron bombardeos de artillera en la vspera de Navidad y rotaron a las tropas para evitar quesefamiliarizasendemasiadoconelenemigo.Esteepisodiohadadolugararelatos, canciones, vdeos y pelculas. Pues bien, a partir de la Navidad de 1914, la expresin tierra de nadie comenz a ser utilizada de manera habitual para referirse al territorio disputado por los ejrcitosenemigos.Porcierto,esteeselnicosignificadoqueelDiccionariodelaReal AcademiaEspaola (DRAE) atribuye a la expresin tierra denadie: Territorio no ocupado que, en el frente de combate, separa las primeras lneas de los ejrcitos enemigos. 3. La globalizacin amurallada y los nadie sin tierraDespusde1945,aparecendosnuevosusosdelconceptotierradenadie,diferentese incluso contrarios entre s: por un lado, la tierra fronteriza entre dos Estados vecinos que es amuralladaporunodeellosparaevitarellibretrnsitodepersonas;porotrolado,los espacios terrestres, martimos y ultraterrestres que son declarados patrimonio comn de la humanidad y de los que se excluye cualquier reclamacin territorial por parte de nadie. Encuantoalatierradenadiecomotierraamurallada,citarsoloalgunosejemplos especialmente significativos: 22Traverso,Enzo,Asangreyfuego.Delaguerracivileuropea(1914-1945),UniversitatdeValncia, Valencia, 2009. Tierra de nadie. Filosofa y sociedad global Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 21-48. 30 -La Guerra Fra (1945-1991). El concepto de tierradenadie se utiliz para nombrar el territorioprximoalTelnde Acero,unaexpresinacuadaporJ osephGoebbelsensu versinalemana(EisernerVorhang)ypopularizadaporWinstonChurchillensuversin inglesa (Iron Curtain), para referirse a la frontera fsica y poltica entre la Europa occidental o capitalista y la Europa oriental o comunista. -El Muro de Berln. Fue el principal smbolo de la Guerra Fra. Construido por el rgimen comunista de la Repblica Democrtica de Alemania (RDA) en 1961 y derribado en 1989, no slo dividi a la ciudad de Berln con un muro de ms de 170 kilmetros de extensin, sino tambin a las dos partes de Alemania, la occidental y la oriental, con una frontera de ms de 1.300 kilmetros de valla electrificada, formada por una franja de casi un kilmetro de tierra de nadie. Su objetivo principal no era impedir la entrada de extranjeros, sino la salida de los ciudadanos del propio pas. Eso es lo que hizo del Muro de Berln un caso especial y nico. -Los nuevos muros de la vergenza. El 9 de noviembre de 2014 se cumplen 25 aos desdelacadadelMurodeBerln.Desdeentonces,losmurosfronterizosnosolonohan desaparecido, como pronosticaron los profetas neoliberales del fin de la Historia, sino que se han multiplicado vertiginosamente por todo el mundo: Ceuta y Melilla (y, en general, el sistema de vigilancia de las fronteras exteriores de la Unin Europa, FRONTEX), Estados Unidos y Mxico, Israel y Cisjordania, Shara Occidental, etc. Hay ya 47 fronteras en donde se ha levantado o se est levantando un muro. La longitud total de estos muros no cesa de crecer, y supera ya los 20.000 kms. Su funcin no es delimitar el territorio, sino impedir el derecho de las personas (migrantes, exiliados o refugiados) a circular libremente por toda la Tierra, a buscar asilo y a cambiar de nacionalidad, como establecen los artculos 13, 14 y 15 delaDeclaracinUniversaldeDerechosHumanos. Aunqueparezcaparadjico,estamos asistiendo al nacimiento de una globalizacin amurallada, muy ventajosa para las pases ricos y poderosos que tratan de preservar sus privilegios, pero muy injusta y dolorosa para los nadie sin tierra que huyen del hambre y de la violencia23. Segn el informe Viajes fatales, publicado por la Organizacin Mundial de las Migraciones (OIM), entre el ao 2000 y el 2014 han perdido la vida ms de 40.000 personas tratando de entrar ilegalmente a otros pases, sea por mar o por tierra, y ms de la mitad de estos nadie sin tierra han muerto ante los muros de la fortificada Europa. Por eso, segn el informe de la OIM, "Europa es el destino ms peligroso del mundo para la migracin irregular", pues en las fronterasexternaseuropeashanmuertonadamenosque22.394personas,unas1.500por ao24. Esto quiere decir que la globalizacin amurallada, y en particular la poltica migratoria adoptada por los pases de la Unin Europea, es una nueva modalidad de rgimen xenfobo y genocida. Adems, a los muros construidos en las fronteras entre pases hay que aadir los que se alzan en el interior de cada pas, e incluso en cada ciudad (Bagdad, Belfast, Padua, Ro de J aneiro, etc.), en cada barrio (las gatedcommunitiesocomunidades cerradas de Estados Unidosydeotrospases,lallamadaarquitecturadelmiedo),encadaedificio,encada conciencia, en cada mirada En una plaza de la ciudad de Murcia, le una pintada que deca as: La frontera est en los ojos25. Nos encontramos, pues, ante una doble contradiccin: 23 Brown, Wendy, Estados amurallados, soberana en declive, prlogo de E. Balibar, Herder, Madrid, 2015. 24FatalJourneys.TrackingLivesLostduringMigration,ed.deT.BrianyF.Laczko,International Organization for Migration (IOM), Ginebra (Suiza), 2014.25 Hay ya una amplia bibliografa sobre los nuevos muros de la vergenza y, en general, sobre el papel de las fronteras en la sociedad global. Vase: http://absborderlands.org Antonio CAMPILLO Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 21-48. 31 -A ms globalizacin e interdependencia, ms desigualdad econmica, social y cultural. Y esta desigualdad no solo se da entre pases, sino tambin en el interior de cada pas, entre regiones, entre barrios, entre clases sociales, entre etnias, entre sexos No avanzamos hacia unasociedadcadavezmslibre,pacificaeigualitaria,sinohacianuevasformasde dominacin poltica, de violencia armada y de injusticia social. -Amedidaqueaumentanlamovilidadylacomunicabilidad,aumentantambinlas fronteras,lasdificultadesparadesplazarselibremente,lasreaccionesdexenofobiaylas polticas de clausura identitaria. Y no solo aumentan las fronteras geopolticas trazadas en el territorio, con sus muros fsicos y electrnicos, sino tambin las fronteras jurdicas y sociales que segregan a las personas en el interior de cada pas. El final de la Guerra Fra ha puesto al descubierto una gran paradoja: por un lado, vivimos enunmundopost-westfaliano,dondelosEstadossoberanosyanosonlanicainstancia jurdico-poltica para la toma de decisiones ni tienen tampoco la capacidad para dominar en solitariolosgrandesproblemasglobales,porloqueserequiereconstruirunaarquitectura jurdico-poltica de carcter cosmopolita, capaz de hacer frente a los grandes retos sociales y ecolgicos de la era global; por otro lado, el declive de la hegemona euro-atlntica ha dado lugar a un nuevo desorden neo-westfaliano de dimensiones mundiales, donde las potencias emergentes compiten con las potencias en declive y ninguna parece dispuesta a cooperar en la construccin de una democracia global que, sin embargo, es cada vez ms necesaria. Esta gran paradoja est permitiendo que el capitalismo neoliberal multiplique los estragos sociales y ecolgicos, y que proliferen diversas formas de violencia colectiva: guerras civiles, genocidios, feminicidios, mafias, terrorismo, etc. Y todas estas formas de injusticia, expolio y violencia, a su vez, estn haciendo que se multipliquenlosdesplazadosyrefugiados,lospariassinhogarysinpatria,losnadiesin tierra26. Su nico territorio son los campamentos provisionales que montan las ONGs y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), a modo de transitoria tierradenadie.SegnunrecienteinformedeACNUR,elnmerodedesplazadosy refugiadosalcanzen2013sunivelmsaltodesdelaSegundaGuerraMundial:unos51 millones de personas (33,3 de desplazados dentro de sus pases y 16,7 de refugiados en otros pases). Solo en 2013, unos 6 millones de personas dejaron sus casas para huir de la violencia, la cifra ms alta desde que hay datos27. Merece la pena releer las pginas que Hannah Arendt dedic a losnadiesintierra, a los parias sin hogar y sin patria, en Losorgenesdeltotalitarismo (1951), concretamente en el captulo 9: La decadencia de la Nacin-Estado y el final de los Derechos del Hombre28. Tras la Gran Guerra, dice Arendt, se multiplicaron las migraciones de grupos humanos que no eranbienrecibidosenningnlugar:UnavezqueabandonaronsuEstadosetornaron aptridas; una vez que se vieron privados de sus derechos humanos carecieron de derechos y se convirtieron en la escoria de la Tierra29. Este fenmeno se acentu con la formacin de nuevosEstados-nacinenEuropaoriental(quedieronlugaraminorasnacionalessin Estado), con el auge de los regmenes totalitarios (que cometieron genocidios y deportaciones masivas, y arrojaron al exilio a millones de personas), y, por ltimo, con la Segunda Guerra Mundial y el inicio de la Guerra Fra (que desterraron a 60 millones de refugiados). 26 Baumann, Zygmunt, Vidas desperdiciadas. La modernidad y sus parias, Paids, Barcelona, 2005. 27LacifradedesplazadosalcanzaelnivelmximodesdelaIIGuerraMundial,crnicadeMaraR. Sahuquillo, en El Pas, 20/06/2014. Vase tambin la web de ACNUR: http://www.acnur.org28 Arendt, Hannah, Los orgenes del totalitarismo II. Imperialismo, Alianza, Madrid, 1981, pp. 392-438. 29 Arendt, Hannah, o.c., p. 393. Tierra de nadie. Filosofa y sociedad global Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 21-48. 32 La multiplicacin de losnadiesintierraen el siglo XX es el ms nuevo fenmeno de masas de la historia contempornea, y la existencia de un nuevo pueblo, siempre creciente, integrado por aptridas, el grupo ms sintomtico de la poltica contempornea30. Porque ha puestoaldescubiertoelconflictoprofundoentrelosderechoshumanosylasoberana nacional, es decir, entre una sociedad cada vez ms globalizada y una divisin de la Tierra en Estados cada vez ms amurallados: Los Derechos del Hombre, supuestamente inalienables, demostraron ser inaplicables -incluso en pases cuyas constituciones estaban basados en ellos- all donde haba personas que no parecan ser ciudadanas de un Estado soberano31.La novedad no es que ciertos grupos humanos se vean forzados a huir de su hogar y de su patria, pues eso ha sido una constante histrica, sino que se les impida habitar en otro hogar y en otra patria, porque toda la Tierra est ya ocupada y cercada por fronteras nacionales: Lo que carece de precedentes no es la prdida de un hogar, sino la imposibilidad de hallar uno nuevo. Repentinamente ya no haba un lugar en la Tierra al que pudieran ir los emigrantes sin encontrar las ms severas restricciones, ningn pas al que pudieran asimilarse, ningn territorio en elquepudieranhallarunanuevacomunidadpropia.Esto,adems,notenanadaquevercon ningn problema material de superpoblacin. Era un problema, no de espacio, sino de organizacin poltica. Nadie haba sido consciente de que la Humanidad, considerada por tanto tiempo bajo la imagen de una familia de naciones, haba alcanzado una fase en la que todo el que era arrojado de unadeestascomunidadescerradasyestrechamenteorganizadas,sehallabaalmismotiempo arrojado de la familia de naciones.32 La proliferacin de los nadie sin tierra no se debe a un atraso de la civilizacin, al hecho de que existan todava tierras sin dueo o sin comunidades polticamente constituidas, sino todo lo contrario, al hecho de que habitamos ya en una civilizacin global e interrelacionada universalmente. La Humanidad ha dejado de ser una entidad abstracta y se ha convertido en una realidad tangible, en una sociedad interdependiente que se extiende por toda la Tierra. Por eso, precisamente, ha llegado el momento de que la Humanidad se organice polticamente y garantice a todos los seres humanos el derecho a tener a derechos, es decir, el derecho a disfrutar de los derechos de ciudadana independientemente de su nacionalidad. Y el primero de todos los derechos es el derecho a tener un lugar en el mundo donde poder habitar: Laprivacinfundamentaldelosderechoshumanossemanifiestaprimeroysobretodoenla privacin de un lugar en el mundo () Llegamos a ser conscientes de la existencia de un derecho a tenerderechos()ydeunderechoaperteneceraalgntipodecomunidadorganizada,solo cuandoaparecieronmillonesdepersonasquehabanperdidoyquenopodanrecobrarestos derechos por obra de la nueva situacin poltica global. Lo malo es que esta calamidad surgi no de ninguna falta de civilizacin, del atraso o de la simple tirana, sino, al contrario, de que no pudo ser reparada porque ya no exista ningn lugar incivilizado en la Tierra, porque, tanto si nos gustaba comosino nosgustaba, empezamosavivirrealmenteenUnMundo.SoloenunaHumanidad completamente organizada poda llegar a identificarse la prdida del hogar y del status poltico con laexpulsindelaHumanidad ()Estanuevasituacin()significaenestecontextoqueel derecho a tener derechos o el derecho de cada individuo a pertenecer a la Humanidad tendra que ser garantizado por la misma Humanidad.33 30 Arendt, Hannah, o.c., p. 404. 31 Arendt, Hannah, o.c., p. 426. 32 Arendt, Hannah, o.c., p. 426. 33 Arendt, Hannah, o.c., pp. 430-433. Antonio CAMPILLO Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 21-48. 33 4. Hacia un cosmopolitismo ecolgico: la Tierra de nadie Elconceptodeterranulliushatenidoenlasltimasdcadasotrotipodeuso,muy diferente de los cuatro que he citado hasta ahora: la tierra sin dueo, la tierra arrebatada a los pueblosnoeuropeos,latierradisputadapordosEstadosvecinosylatierrafronteriza amurallada por un Estado para impedir el libre trnsito de personas.Este quinto uso del concepto de terranullius, como el de los muros fronterizos, tambin estvinculadoalaformacindelasociedadglobal.Pero,enestecaso,noseencuentra relacionadoconelcierredefronterassinomsbienconsueliminacin,esdecir,conla incipiente configuracin de una arquitectura jurdico-poltica cosmopolita. As que merece la pena reivindicarlo y explorar todas sus potencialidades34. Regresemos de nuevo a la Antrtida. Como ya dije, en ella se encuentra la Tierra de Marie Byrd, uno de los dos nicos territorios no reclamados por ningn Estado. Pero lo que ahora me interesa es otro aspecto relevante de este continente helado, el ltimo en ser descubierto y poblado por los humanos, y donde solo residen unos pocos cientficos y militares. Aunque siete pases mantienen reclamaciones de soberana sobre diferentes partes de la Atlntida, la ONU no las ha reconocido. Pero lo ms importante es que doce pases (incluidos lossietereclamantes)firmaronen1959elTratadoAntrtico,alqueluegosehanido aadiendootrosacuerdosquecomponendeformaconjuntaelSistemadelTratado Antrtico35. En 2012 haba ya 50 pases firmantes de este Tratado. Lo esencial de este Tratado es que, en inters de toda la humanidad, y conforme a los principios de la Carta fundacional de la ONU, deja en suspenso las reclamaciones territoriales de cualquier Estado, limita las actividades en la Antrtida exclusivamente para fines pacficos, en especial para la investigacin cientfica y la proteccin del medio natural, y establece el compromiso de cooperacin internacional de los pases firmantes en la realizacin de tales actividades. Adems, el Tratado tiene vigencia indefinida y solo puede ser modificado por la unanimidad de los 28 pases que tienen el estatus de miembros consultivos. Nos encontramos, pues, ante un caso novedoso de terra nullius: todo un continente que por acuerdo de un amplio nmero de pases se declara como no susceptible de ser apropiado por nadie, en el que no caben ni las disputas blicas ni la competencia econmica, y en el que, por el contrario, se establecen como prioridades la investigacin cientfica, la conservacin de la naturaleza y la cooperacin internacional, y todo ello en inters de toda la humanidad. Unasituacinmuydiferente,peroquepodraconvertirseenanloga,eslaqueest comenzando a darse en el rtico. El cambio climtico est provocando el deshielo del rtico, 34 Sobre el concepto de patrimonio de la humanidad y el derecho a beneficiarse de l, vase: Blanch, Antonio,Elpatrimoniocomndelahumanidad.Haciaunrgimenjurdicointernacionalparasugestin, Bosch,Barcelona,1992;Puereza,J osManuel,Elpatrimoniocomndelahumanidad.Haciaunderecho internacional de la solidaridad?, Trotta, Madrid, 1991; Lucas, J avier de, Qu quiere decir tener derecho a la cultura?, en Abramovich, Vctor, et al., Derechossociales.Instruccionesdeuso, Fontamara, Mxico, 2003; Tello Moreno, Luisa Fernanda, El derecho al patrimonio comn de la humanidad: Origen del derecho de acceso alpatrimonioculturalysudisfrute,ComisinNacionaldelosDerechosHumanos,Mxico,2012,yEl patrimonio comn de la humanidad y los derechos humanos, en BibliotecaJurdicaVirtualdelInstitutode Investigaciones Jurdicas de la UNAM, Mxico, pp. 121-142. 35 ConvencinparalaConservacindeFocasAntrticas (CCFA), firmada en Londres en 1972, en vigor desde 1978; ConvencinparalaConservacindeRecursos VivosMarinos Antrticos (CCRVMA), firmada en Canberra en 1980, en vigor desde 1982); y Protocolo al Tratado Antrtico sobre Proteccin del Medio Ambiente, o Protocolo de Madrid (firmado en Madrid en 1991, en vigor desde 1998). Tierra de nadie. Filosofa y sociedad global Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 21-48. 34 que en los ltimos 30 aos ha perdido tres cuartas partes de su capa de hielo. Los Estados limtrofes han comenzado a hacer reclamaciones territoriales y a especular con los posibles beneficios (bases militares, rutas comerciales, pesca, petrleo, etc.). Pero las organizaciones ecologistas y las instituciones cientficas estn alertando del riesgo que el deshielo del rtico puede suponer para la aceleracin del cambio climtico (ms an si se abren nuevos pozos de petrleo), y estn reclamando que se le aplique un Tratado anlogo al que rige en la Antrtida. Aparte de la situacin especial de la Antrtida y del rtico, hay algunos casos recientes en losquelaterranulliushasidoreconocidaporunamayoradeEstadosnoyacomoun territorio en el que se suspenden indefinidamente las reclamaciones de soberana, sino como un patrimonio comn de la humanidad, es decir, como un territorio que debe ser preservado como terra nullius, precisamente para que pueda ser compartido como terra omnium.Como ya dije, la idea de que hay unos bienes comunes a toda la humanidad aparece en el derechoromanotardoporinfluenciadelcosmopolitismoestoico:sonlasrescommunes omniumiurenaturali (cosas comunes a todos por derecho natural), que el jurista Marciano atribuye al aire, el agua que fluye y el mar, en cuanto bienes comunes que no son susceptibles de apropiacin por nadie. Otras fuentes jurdicas incluyen algunos de estos bienes (los ros y las aguas costeras) entre las res publicae, las propiedades pblicas del pueblo romano36.Puesbien,lagrannovedadjurdicaypolticadelasltimasdcadashaconsistidoen identificar las res communes como res publicae no de tal o cual Estado particular, sino de toda la humanidad, entendida por vez primera como un sujeto poltico de derecho; y en extender esa doble nocin (res communes y res publicae de la humanidad) a espacios naturales de la Tierra que hasta ahora eran terra nullius, y tambin al espacio ultraterrestre, e incluso a bienes naturales y culturales que estn bajo la jurisdiccin de Estados soberanos. La nocin contempornea de patrimonio comn de la humanidad surge en el derecho internacional, y concretamente en el derecho martimo. La norma principal es la Convencin de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (1982), y la institucin que la gestiona es la AutoridadInternacionaldelosFondosMarinos.EnvirtuddeestaConvencin,lasaguas internacionalesylosfondosmarinosinternacionalessonreconocidoscomopatrimonio comndelahumanidadportodoslospasesfirmantes.Seabandonaaselconcepto tradicional de res nullius aplicado hasta ahora a los mares: por un lado, se reconoce el derecho de los Estados a apropiarse de la plataforma continental costera hasta el lmite de las 200 millas; pero, por otro lado, para evitar que los recursos de las aguas internacionales sigan siendo expoliados por los Estados tecnolgicamente ms poderosos, se abandona el moderno principio de libre acceso (es decir, la libertad de los mares, defendida por el holands Hugo Grocio en su Mare liberum, en los inicios de la gran expansin mundial de las potencias de la Europa atlntica)37, y se sustituye por una regulacin internacional del uso comn, de manera que los recursos marinos beneficien a todos los Estados y no solo a los ms poderosos.Losfondosmarinosyocenicospasanaserconsideradoscomoespaciocomny patrimonio de la humanidad, no susceptibles de apropiacin por parte de ningn Estado, pero almismotiempoaccesiblesatodalacomunidadinternacionalysometidosauna administracinigualmenteinternacional,demodoquetodalahumanidadpuedaparticipar equitativamente de los beneficios de la gestin de ese patrimonio comn. Lanocindepatrimoniocomndelahumanidadimplicaelreconocimientodela existencia de unos bienes e intereses internacionales e intergeneracionales que sobrepasan a 36 J ustiniano, Digesto, 1, 8, 2, 1., ed. de . dOrs et alii, o.c. 37 Grocio, Hugo, De la libertad de los mares, Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1979. Antonio CAMPILLO Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 21-48. 35 losobjetivosparticulareseinmediatosdelosEstadoseinclusodelasgeneraciones actualmente vivientes. Fue la necesidad de regular los espacios no sometidos a la jurisdiccin de ningn Estado (es decir, la terra nullius, aunque en este caso se tratase del mare nullius), la que llev a establecer una nocin novedosa como la de patrimonio comn de la humanidad, y unas normas de carcter cosmopolita para gestionarlo: 1) exclusin de soberanas estatales; 2) libertad de acceso para la exploracin y la investigacin cientfica; 3) gestin racional de los recursos y su reparto equitativo en beneficio de toda la humanidad; 4) y uso pacfico. La regulacin de la gestin de los fondos marinos y ocenicos ha sido exitosa y ha tratado de trasladarse a otros dos tipos de terra nullius: por un lado, el espacio ultraterrestre, la Luna y otros cuerpos celestes, que en virtud del Tratado del Espacio Exterior (1967) no pueden ser objeto de apropiacin y reclamacin de soberana por parte de ningn Estado, sino que se reconocen como patrimonio comn de la humanidad (aunque en este caso no se han pactado expresamente los cuatro principios antes indicados); por otro lado, el ya citado territorio de la Antrtida (aunque en este caso tampoco se ha llegado a un acuerdo definitivo, sino ms bien a una suspensin indefinida de las reclamaciones territoriales de los Estados firmantes). La nocin de patrimonio comn de la humanidad se ha extendido tambin a otros bienes naturales y culturales que no son terra nullius, sino que tienen dueo y se encuentran sujetos a lajurisdiccindelosEstadossoberanos.Setratadelpatrimoniohistrico,arqueolgico, artstico y natural, calificado por los juristas como patrimonio comn de la humanidad por afectacin, porque no est excluido de las soberanas nacionales sino que est compuesto por bienes muebles e inmuebles sometidos a las jurisdicciones estatales. Sin embargo, son bienes que interesan a toda la humanidad, por lo que su proteccin y conservacin requiere de la cooperacininternacionalcuandolosesfuerzosdecadaEstadosoninsuficientes.La Organizacin de las Naciones Unidas para la Educacin, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), creada en 1945, es el organismo encargado de la proteccin y conservacin de estos bienes.En 1972, la UNESCO aprob la Convencin para la Proteccin del Patrimonio Mundial, CulturalyNatural,en la que se define el patrimonio natural y cultural como patrimonio mundialouniversal38.CadaEstadofirmantedebepresentaralComitdelPatrimonio Mundial un inventario de los bienes del patrimonio natural y cultural que estn en su territorio y sean aptos para ser incluidos en la lista del patrimonio mundial. Adems, se comprometen a reconocer que esos bienes, a pesar de estar bajo su jurisdiccin, son un patrimonio universal cuyaproteccinestacargodelacomunidadinternacional,pormediodeunsistemade cooperacinyasistenciainternacional.Desde1972,lalistadelosbienesintegrantesdel patrimoniocomndelahumanidadporafectacinhaidoamplindosecadavezms. Adems, la UNESCO ha aprobado otras tres Convenciones que complementan la de 1972: -La ConvencinparalaProteccindelPatrimonioCulturalSubacutico (2001), que se ocupa de unos bienes no contemplados en la Convencin de 1972. -La ConvencinparalaSalvaguardiadelPatrimonioCulturalInmaterial (2003), que lo vincula al patrimonio natural y cultural material, por lo que su proteccin permite garantizar el desarrollo sostenible de la biosfera terrestre y la diversidad cultural de los pueblos. -La Declaracin sobre la Diversidad Cultural (2001) y la Convencin sobre la Diversidad CulturalylasExpresionesCulturales(2005),enlasqueseestablecequeladiversidad cultural es una caracterstica esencial y un patrimonio comn de la humanidad, por lo que debe ser reconocida y preservada en beneficio de las generaciones presentes y futuras; se la 38Hubodosprecedentes:laConvencinparalaProteccindeBienesCulturalesenCasodeConflicto Armado(1954),ylaConvencinsobrelasMedidasqueDebenAdoptarseparaProhibireImpedirla Importacin, la Exportacin y la Transferencia de Propiedad Ilcita de Bienes Culturales (1970). Tierra de nadie. Filosofa y sociedad global Actas I Congreso internacional de la Red espaola de FilosofaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. I (2015): 21-48. 36 considera como un factor de desarrollo econmico, intelectual, afectivo y espiritual de las personas; y, por ltimo, se afirma que su proteccin se encuentra inseparablemente ligada al respeto de la dignidad humana, de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, especialmente en el caso de las personas pertenecientes a minoras y pueblos autctonos. Todos estos acuerdos internacionales han ido constituyendo un patrimonio comn cada vez ms extenso, pero tambin muy fragmentado, regulado por distintos documentos jurdicos que establecenregmenesdeproteccinmuydiferentes,loqueimpidecontarconunanocin unvoca de patrimonio comn de la humanidad y con unos sistemas de proteccin comunes. En resumen, el concepto de patrimonio comn de la humanidad engloba actualmente tres tiposdepatrimoniomuydiferentes:1)losregmenesdegestininternacionaldeespacios naturales comunes; 2) el patrimonio natural y cultural material; 3) y el patrimonio cultural intangible (el patrimonio inmaterial y las expresiones culturales). ComohasealadomuyacertadamentelajuristamexicanaLuisaFernandaTello39,el desarrollodelanocindepatrimoniocomndelahumanidadestvinculadoalos derechos humanos de tercera generacin (derecho al desarrollo, al medio ambiente, a la paz, a la diversidad cultural, al patrimonio comn de la humanidad, a la libertad informtica, a la libertadreproductiva,etc.).Ambossurgenenlasltimasdcadasantelanecesidadde proteger a las personas y a las comunidades frente al crecimiento acelerado del capitalismo globalizado y frente a los riesgos provocados por sus enormes poderes de transformacin de las condiciones natura