ACTITUD DEL DOCENTE HACIA LAS CONDUCTAS AFECTIVAS DE LOS ESTUDIANTES DE SECUNDARIA
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Introducción
El estudio de las actitudes constituye un valioso aporte para examinar,
aprender y comparar la conducta humana, que se circunscribe en la
tendencia que busca rescatar la función formadora de la escuela en el ámbito
del desarrollo moral, tanto desde el punto de vista individual como social.
En este sentido la educación constituye el mecanismo para la
socialización del individuo, es inseparable del proceso de individualización,
de su articulación dialéctica, logrando la inserción del hombre en el contexto
histórico social concreto, así como su identificación como ser individualizado,
dotado de características personales que lo hacen diferentes a sus
coetáneos. En este aspecto Díaz y Hernández (2000) expresan “el papel del
maestro en este sentido es fundamental, ya que a través de sus actitudes,
comportamiento y desempeño dentro del aula podrá motivar a los alumnos a
construir su aprendizaje” (p.18)
Por eso, a medida que el niño crece, va dejando la infancia y se
acerca a la etapa en que empieza a tomar algunas responsabilidades, ya
adolescente en el liceo comienza a desarrollar conductas afectivas e
interiorizar pautas específicas que favorezcan o no el amor por la faena
académica y, su conducta afectiva es parte de la integración al tipo de
relaciones que se establecen con los compañeros, docentes para de esta
manera lograr una participación activa, desempeñándose con eficiencia en
el entorno escolarizado.
En este aspecto las relaciones que se establecen entre el educador y el
estudiante, se deben basar en un clima de confianza mutua, para que ambos
interlocutores se sientan implicados en una tarea común que requiere la
cooperación y las aportaciones de distintos tips que cada uno pueda realizar.
Lo importante en el profesor es poseer una actitud abierta a las conductas
afectivas del alumno. Como dice Álvarez de Zayas (2006) "hacerle sentir que
juntos lo van a lograr cuando está con algún problema, porque la persona
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que está con déficit, en alguna asignatura como en cualquier otro aspecto de
su ser, está como paralítica y necesitando de ayuda” (p. 34)
En efecto la actitud del docente es ser un profesional constructivista.
Esto suscita comportamientos mediadores de las conductas afectivas de los
estudiantes; habiendo conocido sus ideas o percepciones el docente puede
trazarse interrogantes o situaciones difíciles de resolver, y desde ahí
incentivar a los estudiantes a buscar y a construir conductas operativas
afectivas. Igualmente esta actitud es un proceso psicológico que tiende a
promover la internalización y la efectividad de la dinámica enseñanza
aprendizaje; también conduce a demostrar una conducta cónsona con el
modelo profesional que facilita el aprendizaje mediante prácticas
indeterminadas, creando círculos virtuosos de aprendizajes hacia conductas
afectivas operativas.
Algunos docentes ante esta situación han adoptado distintas actitudes
y por consecuencia determinadas posturas que no permiten abordar el
problema sobre la conducta afectivas de los estudiantes en el aula,
especialmente por ser tan importantes en la vida y del interés de los
educandos. Debido a esta importancia habría que aprovecharlas como
actuantes en la motivación hacia el que apoyen los procesos de aprendizaje,
pero también la posibilidad de leer los mensajes que están enviados los
estudiantes en forma crítica y creativa.
Es importante destacar que habitualmente, las reacciones y
comportamientos de los docentes ante las conductas afectivas de los
estudiantes están mediatizadas por la percepción y representación que tiene
de ellas. De ahí que, las representaciones y expectativas del profesor sobre
sus alumnos pueden modificar su actividad en el aula y su comportamiento y
actitud en su relación con estas conductas afectivas con los escolares. Esta
variación en la relación alumno-profesor influye de una manera muy
significativa en el proceso enseñanza-aprendizaje y repercute y condiciona
indirectamente en el comportamiento, esfuerzo y rendimiento del alumno.
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Bajo esta perspectiva y consciente de la importancia de la actitud del
docente hacia las conductas afectivas de los estudiantes para que las clase
se desarrolle en un ambiente cordial, sereno, relajado y alegre, de modo que,
los estudiantes como el profesor trabajen a gusto, el estudio; por ello el
estudio pretende describir la actitud del docente hacia las conductas
afectivas de los estudiantes de secundaria del Liceo Bolivariano “Capitanejo”
Estado Barinas:Base para el diseño de lineamientos cognitivos conductuales.
El mismo está estructurado de la siguiente manera: Capítulo I contentivo del
planteamiento y formulación del problema, objetivos, justificación. Capítulo II
presenta los antecedentes de la investigación, bases teóricas.
Igualmente Capítulo III está conformado por el Marco Metodológico,
atendiendo al tipo y diseño de investigación. Asimismo la Fase diagnóstica
de la propuesta que contiene: población, muestra, variable de estudio,
técnicas e instrumentos, validez, confiabilidad, tratamiento estadístico y
procedimientos de la investigación. El Capítulo IV: corresponde al análisis y
discusión de los resultados que fundamentan la interpretación de los datos
recogidos. Seguidamente, se presentan. El Capítulo V las conclusiones y
recomendaciones derivadas del estudio y por último, el Capítulo VI donde se
detalla los lineamientos cognitivo conductuales que oriente la actitud del
docente hacia las conductas afectivas de los estudiantes de secundaria del
Liceo Bolivariano “Capitanejo” Estado Barinas. Finalmente se cierra la
investigación con la mención de las referencias consultadas para el
desarrollo de este trabajo y se incluyen los anexos utilizados y el currículum
del autor de esta investigación.
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CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
Planteamiento del Problema
Los rápidos avances científicos, tecnológicos, sociales y culturales
imponen nuevas formas y maneras de interacción; la sociedad en general, se
enfrenta a estos cambios de realidades y a la incertidumbre que ellos
provocan. La Educación, como pilar fundamental, busca preparar a los
individuos, a la sociedad y al país para enfrentar este panorama con éxito.
En este marco, la escuela como institución y el docente como agente
socializador enfrentan el reto de abrir las puertas del siglo XXI que introducen
cambios en su organización, en su quehacer y lograr que estos no se operen
sólo en el discurso sino en el accionar cotidiano del mismo. Cabe destacar,
que los vertiginosos y profundos cambios en la sociedad, en la ciencia, la
tecnología y en los estilos o modos de vida, obligan a los docentes, como
nunca antes, a enfrentar retos de diferente naturaleza. Algunos de ellos con
mayor importancia, relevancia y repercusiones sobre la educación en
general, otros en cambio, son viejos problemas que se presentan bajo
nuevas formas.
En este aspecto el docente en su quehacer pedagógico, y bajo la
condición de humano que lo caracteriza se ve enfrentado a diferentes
sucesos y circunstancias que le hacen adoptar diferentes posturas y/o
actitudes, las cuales serán negativas o positivas de acuerdo como afecten al
desarrollo de la clase, a los estudiantes o a los demás miembros de la
comunidad educativa. Ontoria y Molina (2000) explican “Las actitudes y
conductas del profesor, sus expectativas, su propia valoración como persona
y como profesor, la forma como organiza el aula, su manera personal de
estar en el aula, son algunos de los aspectos que influyen más directa y
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eficazmente en la formación de una autoestima positiva del alumno o
alumna” (p.36)
Generalmente las actitudes asumidas por el docente dependen o van
acompañadas del modelo pedagógico en que esta identificado. La relación
existente entre docente alumno no la determina la edad del docente; ya que
es usual encontrar docente jóvenes centrados en los modelos netamente
conductistas, en el cual el docente da un manejo vertical de la autoridad y es
el poseedor de la verdad; o se pueden encontrar con docente de mucha
edad que han evolucionado en su profesión, dando paso a unas prácticas
docentes quien en una interrelación con el estudiante construye el saber
benéfico para ambas partes. En este sentido Wells (2006) explica que
Las actitudes que adopta el maestro dentro de la clase, deberían estar encaminadas a mejorar el estado de ánimo del estudiante, y hacer de la escuela un espacio de paz, armonía y felicidad para el niño, permitir que ellos sientan y vivan en la escuela algo muy distinto de lo que viven en algunos hogares.
A tal efecto, el docente debe por supuesto acercarse a aquellos
estudiantes que develan con su conductas afectivas un sin número de
conflictos que le afectan, ya provenientes de la familia, de la calle y/o de la
misma escuela y aprovecharse de su saber pedagógico para disminuir estos
problemas sociales. Asimismo el docente al tomar conciencia de éstos
conflictos y entablar un proceso de reflexión al respecto, está posibilita la
oportunidad de crecimiento personal y mejores niveles de relación, que
sumados conducen a una mejor calidad de vida, tanto para el docente como
para el estudiante.
Por consiguiente, la labor del docente incide en el seno familiar y en el
contexto socio – cultural del educando mediante el manejo operativo de las
conductas afectivas de los estudiantes cuando tiene hacia esta una actitud
abierta y positiva. Desde esta perspectiva es válido analizar la función que ha
cumplido y la que reclama la sociedad actual desde el conocimiento que se
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tiene del impacto que generan las actitudes, saberes y tendencias, así como
los valores al ejercer su gestión en el aula sobre los estudiantes. Sánchez y
Valdés (citado por Lacasa 2004) mencionan que el docente es “un
profesional que está especialmente preparado para evaluar las habilidades,
aspiraciones, preferencias y necesidades del educando así como los factores
ambientales que influyen y que son importantes para su desarrollo
profesional”. (p.3).
En tal sentido la primera y principal norma en la actitud del docente es
tener una predispocisión hacia la estima y respeto a las conductas afectivas
de los estudiantes. Para estar en condiciones de educar, el docente ha de
establecer unas relaciones cordiales y afectuosas con sus estudiantes, de lo
contrario su buena preparación puede resultar ineficaz: ha de querer a sus
estudiantes, ha de entregarse y poseer una actitud afable hacia las
conductas afectivas de sus estudiantes. De ahí que Moles (1991), define la
afectividad como:
…un conjunto de emociones, estados de ánimo, sentimientos que impregnan los actos humanos a los que dan vida y color, incidiendo en el pensamiento, la conducta, la forma de relacionarnos, de disfrutar, de sufrir, sentir, amar, ociar e interaccionando íntimamente con la expresividad corporal, ya que el ser humano no asiste a los acontecimientos de su vida de forma neutral. (p.39)
Asimismo, a los docentes les conviene ser investigadores en su aula
para conocer las conductas afectivas y estilo de aprendizaje de sus
estudiantes, además de los temas que les interesan, para motivarles a
participar en tareas en las que puedan aprender nuevas destrezas, actitudes
y conocimientos. Al mismo tiempo, sería interesante que conociera las
dudas y problemas que afectan a los escolares y descubriera las posibles
causas de las conductas afectivas no operativas demostradas por un
determinado alumno para ayudarle y mostrarle más apoyo. De esta forma, el
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profesor va a promover el aprendizaje y el desarrollo integral de los
estudiantes.
En la intención de trascender estas conductas afectivas, es preciso
que el docente re-conceptualice el rol del docente en el sentido de ser un
sujeto con posibilidad de poner en juego la información que tiene sobre sus
estudiantes de manera individual y grupal a partir de un diagnóstico que
promueva el crecimiento personal de estos, Ontoria y Molina (2000) señala
que:
aquel docente que llega al estudiante, logrando estimularlo y propiciar en él aprendizajes significativos, se está preocupando por su progreso integral, trascendiendo la relación hasta situarla en el campo de la amistad sincera, discreta y confiable, con lo cual puede intervenir no sólo en el área académico – vocacional, sino social – relacional de la persona y contribuir a elucidar, conjuntamente con ella los caminos para superar los diferentes desafíos que plantea el diario vivir; contribuyendo así a educar, no solo para la profesión, sino para la vida (p.68).
Ante esta situación, se ha demostrado que en las escuelas que
ejercen programas de habilidades socios afectivos, desarrollan estudiantes
más conscientes de sí mismos y de los demás, d así, problemas sociales y
conductuales e igualmente el docente necesita crear un ambiente
estimulante de comprensión y colaboración, que dependerá en gran medida
de su actitud amistosa, paciente y comprensiva con todos los estudiantes, sin
distinción porque la acepción de personas y los tratos de favor de unos y en
contra de otros, deterioran el ambiente y las relaciones interpersonales.
Por lo anterior se toma en consideración este punto, el docente no
deberá limitarse a satisfacer las necesidades y carencias sobre las
conductas afectivas de estos, sino que buscará despertar otras necesidades,
acelerar y disciplinar los métodos de estudio, exigir el esfuerzo del escolar,
proponer contenidos y modelos compatibles con sus experiencias vividas
para que el escolar se movilice hacia una participación activa en el entorno
escolar. Ahora bien las conductas afectivas del estudiante, la influencia de
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las impresiones afectivas en la conducta y el desarrollo del mismo, conducen
al desarrollo armónico de lo afectivo, lo cognitivo y lo conductual a través de
la reflexión y elaboración consciente del escolar
Sin embargo, pese al esfuerzo por conseguir que las clases se
desarrollen en un ambiente distendido y acorde con los planes educativos del
centro educativo, existen conductas afectivas de los estudiantes que por su
gravedad y los conlitos que provocan en los demás, pueden perjudicar el
normal desarrollo de la clase y el buen ambiente entre los alumnos y el
docente. En consecuencia, el docente ha de combatir y eliminar estas
conductas irregulares, actuando con actitudes de criterio, habilidad y firmeza
para controlar la situación.
Como se señala en el párrafo anterior, los comportamientos emitidos,
producto de los modelos presentes en el seno familiar, donde se destacan
actuaciones agresivas: indisciplina, violencia, deserción escolar, conflicto
entre alumnos también con los docentes a estas conductas manifestadas es
sumada también a la poca participación de los representantes para atender
estas conductas afectivas. Por lo tanto en caso de no presentarse alguna
alternativa de solución, es probable que los indicadores tiendan a
incrementarse y en consecuencia, el deterioro social, tanto a nivel familiar
como escolar, también alcance niveles más profundos. Sobre la base de lo
anterior sustentado por Mendoza (2009) quien indica
El mal comportamiento es con frecuencia consecuencia de condiciones desfavorables del mismo ambiente escolar que están actuando sobre los alumnos -locales y mobiliario no apropiados, falta de unidad de criterio de sus profesores, otros. Sobre los que debe centrarse la atención, para eliminarlos o atenuarlos, antes de recurrir a sanciones o medidas drásticas. (p.153)
En este aspecto las conductas afectivas no operativas, muchas veces
se pone a prueba la actitud y calidad humana, profesional u oficio del
profesor, importa mucho actuar en estos casos con acierto. Los errores en
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materia disciplinaria, por exceso o por defecto, afectan gravemente a la
integridad de la clase y a la propia autoridad. En otros casos de conductas
afectivas no operativas en que la indisciplina individual esporádica resulta
casi siempre de indisposiciones momentáneas de los alumnos o de
circunstancias especiales que se manifiestan por actos de irritación,
haraganería, agresividad, conversaciones perturbadoras, gritos y riñas, entre
otros.
En tales casos es recomendable no interrumpir la clase. Porque
Fernández (1999) expresa que bastará, para solucionar el problema, “una
actitud que lleve una mirada más severa y directa, una pausa más
significativa, un tono de voz más alto, el caminar sereno hacia el alumno
indisciplinado sin interrumpir la explicación” (p. 27) en este caso hay que
tener presente que muchos de los estudiantes vienen a los liceos con
conductas que reflejan la problemática social y/o familiar que enmarca su
diario vivir, donde abunda los asesinatos, el regaño, el castigo físico y
psicológico, la escasez de afecto, alimentos, normas, diálogo e injusticia y
es el docente desde su práctica quien debe afrontar esta situación, evitando
repetir las mismas actitudes que reciben los niños en su casa o barrio,
cuando realizan una acción que está por fuera de lo aprobado en los códigos
normativos de la institución.
No obstante, en los liceos los procesos de construcción que se deben
iniciar en el aula no se están dando, porque según Luque (2000). “no se ha
comenzando por conocer las acciones que generan conductas afectivas que
no ayudan para nada a los estudiantes, la forma como se enfrentan y toman
las decisiones los docentes no son correspondientes para logro de un mejor
ambiente en el aula, el cual se proyecta al nivel de toda la institución
educativa” (p. 33)
La actitud del docente hacia las conductas afectivas de los estudiantes
en la escuela es uno de los temas que, desde siempre, ha preocupado a la
comunidad educativa, posiblemente porque entre los problemas que se
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pueden presentar, éste es uno de los que más interfiere en la labor del
docente, y resolverlo no es fácil, ya que las causas a las que se les puede
atribuir son múltiples y complejas. En tal sentido generalmente las actitudes
asumidas por el docente hacia las conductas afectivas no operativas como
laindiferencia a las necesidades del estudiante, ademas de confusión,
incomodidad, temor que poco aporta a la solución del problema que se
presente en el momento, por el contrario éstas actitudes conducen al
incremento de las conductas agresivas en los estudiantes
A su vez, la autora de la presente investigación, en atención a las
concepciones citadas, considera que los elementos que llevan a
predisposiciones aprendidas, las cuales ejercen influencia en las respuestas
que se dan ante determinadas conductas, producto de la socialización que
se maneja en el contexto escolar, debido a que algunos docentes tiene
actuaciones hacia los demás, que se asocian a los caracteres que mantiene
con ellos, como la aceptación o el rechazo y en algunos casos se justifican
las acciones por las conductas aprendidas, lo cual trastorna la disonancia
cognitiva, afectiva, conductual y por ende las actitudes negativas hacia
ciertas conductas afectivas de los estudiantes
En efecto esto se pudo corroborar específicamente en el Liceo
Bolivariano “Capitanejo”, Municipio Ezequiel Zamora, del Estado Barinas,
porque en conversación y observación por la autora de la investigación a los
docentes, presentan síntomas que llevan a pensar que existe una orientación
inadecuada de la actitud del docente hacia las conductas afectivas de los
estudiantes de secundaria puesto que frecuentemente los docentes rechazan
y presentan expresiones de temores, angustias, dudas sobre las conductas
afectivas de los estudiantes igualmente se expresean creencia, opiniones,
pensamientos o sentimiento de rechazo o aceptación de manera no asertiva.
Además se observa actitudes de indiferencia por parte de los docentes
en relación a las conductas afectivas que presentan algunos estudiantes,
manifestándose ante ellas con beneplácito o desagrado, pero de modo no
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operativo, al mismo tiempo se evidencia que los docentes no generan
condiciones básicas, desconocen estrategias y actividades necesarias para
orientar y estimular al estudiante con problemas de conductas afectivas,
conjuntamente manifiestan ideas, creencias, pensamientos y sentimientos
erroneos sobre las conductas afectivas de los estudiantes que no son
sustentado en una información objetiva, esta actitud lleva al docente a
presentar comportamientos relacionados con el componente cnductual de la
actitud como gritos, regaños, imposición hacia la conductas afetivas de los
estudiantes
Asimismo, en este aspecto los estudiantes aseguran, que en el
componente conductual que es elemento activo de la actitud del docente, no
es asertivo, porque las crencia y los actos de los docentes sobre las
conductas afectivas de los estudiantes no se corresponden entre si; lo que
lleva docentes y estudiantes ha experimentar una tensión que se denomina
disonancia cognitiva.
Asi mismo en parte afectiva de la actitud de los docentes no es la
adecuada con la clase, porque los docentes demuestran intenciones que
denotan rechazo hacia unos estudiantes con unas conductas afectivas,
mientras en otros estudiantes con las mismas conductas afectivas
demuestran intencionalidad positiva de agrado o de afecto. Lo que lleva a
pensar que el docente no es coherente en su actitud. También estos
estudiantes afirmaron que por lo regular docentes poseen creencian, ideas
que no corresponde con el verdadero proceder hacia las conductas afectivas.
Lo anteriormente expuesto, puede tener sus causas en el
desconocimiento general de los docente de aula común acerca de cual es el
la actitud que debe poseer como educador con respecto a las conductas
afectivas de los estudiantes y esto puede incidir en la dispocisión de
aceptación o rechazo que los docentes tienen frente a las conductas
afectivas, porque si no conocen profundamente cuales son las conductas
afectivas no operativas, cual es su origen y manejo, se puede malentender el
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objetivo y proponer estrategias de solución inadecuadas para los alumnos
con necesidades educativas especiales a nivel emocional, que trasciende de
manera negativa en la relación que se establece entre los protagonistas del
proceso educativo.
Asimismo, al docente que no tiene una actitud adecuada hacia estas
conductas afectivas pueden llevar al estudiante al fracaso escolar y estos
presentar un comportamiento no adecuado en la adolescencia y edad adulta.
Además la indiferencia del docente puede generar en los alumnos del liceo
mencionado, una serie de consecuencias que afectarían parte de su
desarrollo integral entre las que se destacan: desinterés, inseguridad,
rechazo, bajo conocimiento, poca destreza, auto desconfianza, dificultad en
el rendimiento escolar
El problema antes presentado conlleva hacer un estudio sistemático y
buscar nuevas alternativas de solución, porque si se reconoce que el
docente desempeña un papel esencial en el moldeamiento de actitudes,
hábitos y conductas del estudiante, se justifica la necesidad de llevar a cabo
un análisis más cercano de los componentes cognitivos, afectivos y
conductuales involucrados en sus actitudes, y sus posibles implicaciones
para el desarrollo de lineamientos de atención a las conductas afectivas de
los estudiantes. Ante este planteamiento, surgen las siguientes preguntas de
investigación:
¿Cuál es la actitud del docente hacia las conductas afectivas de los
estudiantes de secundaria del Liceo Bolivariano “Capitanejo” Estado Barinas:
Base para el diseño de Lineamientos cognitivos conductuales?;¿Qué actitud
asumen el docente sujeto a estudio bajo el componente cognitivo hacia las
conductas afectivas asumidas por los estudiantes?; ¿Como es la actitud que
asumen los docentes bajo el componente afectivo hacia las conductas
afectivas de los estudiantes del Liceo Bolivariano “Capitanejo”.?;¿Cómo es la
actitud del docente bajo el componente conductual hacia las conductas
afectivas que manifiestan los estudiantes?;¿Qué elementos serán necesarios
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para el diseño lineamientos cognitivo conductuales que oriente la actitud del
docente hacia las conductas afectivas de los estudiantes de secundaria del
Liceo Bolivariano “Capitanejo” Estado Barinas?
Objetivos de la Investigación
Objetivo General
Describir la actitud del docente hacia las conductas afectivas de los
estudiantes de secundaria del Liceo Bolivariano “Capitanejo” Estado Barinas:
Base para el diseño de Lineamientos cognitivos conductuales.
Objetivos Específicos
Diagnosticar la actitud del docente sujetos de estudio bajo el
componente cognitivo hacia las conductas afectivas asumidas por los
estudiantes de secundaria.
Indagar la actitud de los docentes bajo el componente afectivo hacia
las conductas afectivas de los estudiantes del Liceo Bolivariano “Capitanejo”.
Identificar la actitud del docente mencionado bajo el componente
conductual hacia las conductas afectivas que manifiestan los estudiantes.
Diseñar lineamientos cognitivo conductuales que oriente la actitud del
docente hacia las conductas afectivas de los estudiantes de secundaria del
Liceo Bolivariano “Capitanejo” Estado Barinas.
Justificación
El hombre ha perdido eslabones primordiales en sus relaciones
primordiales afectivas, lo cual ha llevado a un modo incorrecto de
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comportarse. El estudiante adolescente, en su diversidad, es muy sensible a
los cambios y siempre que existen condiciones que le resultan adversas para
su normal desarrollo se reflejan inevitablemente en su conducta afectivas.
Casi siempre los alumnos tienen severas afectaciones en el proceso
docente educativo, reflejándose en su aprovechamiento y relaciones
interpersonales. De ahí que el educador juega un importante papel en el
logro de los cambios del modo de actuación del estudiante y la importancia
de ejemplo del personal docente en la formación de las nuevas
generaciones. En este particular el papel del docente es fundamental, porque
a través de su actitud, comportamiento y desempeño dentro del aula podrá
motivar a los alumnos a construir su aprendizaje.
Esto refleja la importancia de la realización del presente estudio
porque al describir la actitud del docente hacia las conductas afectivas de
los estudiantes de secundaria del Liceo Bolivariano “Capitanejo” Estado
Barinas, permitió profundizar en el tema, a la vez propició el diseño de
alternativas de solución al problema que da origen a la investigación.
La investigación se justifica teóricamente ante la revisión de diversos
materiales impresos que logran aclarar, afianzar y aportar nuevos
conocimientos, conceptualizaciones, que servirán de base a otros
investigadores además se apoya en el empleo de enfoques y teorías del
ámbito cognitivo conductual debido a que la misma investiga las actitudes
que asumen los docentes ante las conductas afectiva de los estudiantes, al
mismo tiempo de acuerdo a los resultados se dejará la información, con
respecto al enfoque psicosocial, el aprendizaje y la teoría de dependencia
estructurada.
En cuanto, a la justificación metodológica, este estudio deja como
aporte el instrumento que se elaboró para recoger la información que podrá
ser empleado en otros estudios que se refieran al mismo tópico. También
mediante el logro de los objetivos planteados, las técnicas y métodos para
analizar los datos, es otro aporte del estudio.
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Para responder a la justificación práctica, permitirá, de acuerdo al
diagnóstico, ofrecer posibles soluciones al problema planteado, se deja los
lineamientos propuestos para ser aplicados en la institución estudiada, a fin
de mejorar las conductas afectivas de los estudiantes.
También se justifica desde el contexto social ya que, los lineamientos
propuestos pretenden beneficiar a otros centros educativos donde atienden
esta población, en busca de una mejor calidad de vida para los adolescentes,
que viene a dar aportes significativos a la sociedad. Además le ofrece una
serie de herramientas al docente para que oriente su actitud hacia las
conductas afectivas de sus estudiantes
Finalmente se justifica desde el contexto académico porque la
investigación se enmarca en las líneas emanadas del Centro de
Investigaciones Psicológicas, Psiquiátricas y Sexológicas de Venezuela
(CIPPSV), área de conducta humana, sub-área: Aprendizaje Social, y línea
Desarrollo del Comportamiento, en especial modificaciones y mantenimiento
de conductas en el aprendizaje social especificamente en el desarrollo de
actitudes. Estos aportes teóricos, pueden servir de base para otros
investigadores.
15
CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
Antecedentes
Para el desarrollo de la presente investigación se hizo una revisión
bibliográfica con el fin de seleccionar una muestra de estudios
representativos en relación a la actitud del docente hacia las conductas
afectivas de los estudiantes, producto de lo cual se han dado tales iniciativas
desde los ámbitos internacional, nacional y local.
En el ámbito Internacional, se tiene a Cairoli (2002). En Buenos
Aires, Argentina. Realizó un artículo científico titulado ¿cómo llegue a ser un
docente no afectivo?, qué tuvo como objetivo principal identificar cuáles son
los principales elementos que influyen en la praxis pedagógica que hacen del
docente un ser sin afectividad hacia sus alumnos y cómo hacer para
mejorarlos. La investigación se enmarco dentro del tipo descriptiva
documental. El estudio se realizó bajo la modalidad de una investigación de
tipo documental, a través de un diseño bibliográfico el cual a partir de la
recaudación, revisión, clasificación, análisis y estructuración de la
información. Se llevó a cabo el marco teórico presentando en los mismos
enfoques teóricos de las características de los docentes que no demuestran
sensibilidad, En donde se evidencio que los docentes en el momento de su
práctica pedagógica influye mucho el aspecto psicosocial y que es
importante formular estrategias que permiten promover factores afectivos en
el aula. Esto generó una discusión en términos de aporte, así como también
un conjunto de conclusiones y recomendaciones.
Igualmente, Giblin (2005), en España, realiza una investigación con el
objetivo de describir las “Palabras Amables para Comunicarnos con los
Niños”. Cuyo objetivo primordial era diseñar unas estrategias para fomentar
el intercambio de palabras amables entre el docente y los niños que enseña.
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El estudio se caracterizo por pertenecer al paradigma cuantitativo, de campo
descriptivo. Para la recolección de la información se diseño un instrumento
para diagnosticar la carencia de palabras amables en el núcleo escolar el
mismo tuvo compuesto por 36 itemes de cinco alternativa de respuesta tipo
escala likert. Se tomó una muestra correspondiente a 156 niños y 50
docentes. Arrojando como resultados que existía la necesidad de
implementar estrategias para el buen uso de la comunicación en este caso
de las palabras amables por los docentes en el ambiente escolar. La
investigación concluye con la necesidad de crear estrategias que ayuden a
orientar la comunicación entre docentes y estudiantes mediante el uso de
palabras amable que lleven a fortalecer las conductas afectivas en los
estudiantes.
Asimismo, González (2004), realizo un trabajo de investigación en la
Universidad del Valle en Cali Colombia cuya finalidad es diagnosticar “la
afectividad docente en el aula de clases”. Fue un trabajo descriptivo de
campo en el que asumió como población a 56 docentes y 258 estudiantes en
quienes se recurrió la información a través de cuestionarios de 36 preguntas
abiertas y cerradas. El instrumento fue validado bajo el juicio de experto y
tuvo una alta confiabilidad. Los resultados evidenciaron que los docentes no
les da importancia a lo afectivo y que los alumnos necesitan sentirse
queridos y apreciados por sus profesores para que tengan una buena
actuación en los procesos de aprendizaje. Se concluye estableciendo que el
aula de clase es más que un espacio de construcción de actividades y
vivencias subjetivas esperadas tanto por los estudiantes como por los
docentes y mediador por el afecto como componente fundamental del
conocer, actuar y relacionarse.
Dentro del ámbito nacional, Barrios (2005), realizó una investigación
en el que describió el manejo de la socio-afectividad de parte de padres y
docentes con los niños en el contexto escolar y familiar, a fin de diseñar un
programa de orientación. Se desarrolló en la modalidad de un proyecto
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factible apoyado en un estudio de campo de carácter descriptivo, con base al
paradigma cuantitativo. Los sujetos en estudio fueron 22 padres, 12 docentes
y 24 alumnos de la segunda etapa de Educación Básica que fueron
atendidos en el aula integral en la Escuela Bolivariana “La Tinta” del
Municipio San Cristóbal; a quienes se les aplicó un instrumento diferente
para cada grupo. El análisis de los datos evidencia manejo poco operativo de
la socio afectividad por parte de los padres, mientras que los docentes son
operativos. Concluye en el diseño del programa, estructurado en cuatro (4)
talleres: La Socio-afectividad; La Socio-afectividad en los niños; Los Padres y
la socio-afectividad en los niños: Los docentes y la socio-afectividad en los
niños. Recomienda su aplicación y seguimiento.
Por su parte, Siso (2002), en el estado Lara Barquisimeto desarrollo
una investigación con el fin de estudiar la “Actitud afectiva del docente hacia
el alumno en el proceso de enseñanza aprendizaje en la Universidad Centro
Occidental Lisandro Alvarado” fue una investigación descriptiva exploratoria
en la que se aplicó una encuesta estructura a una muestra probabilística de
329 estudiantes, quienes mediante una escala bipolar de diferencial
semántico, expresaron la satisfacción percibida en cuanto al afecto de los
docentes. En análisis se llevo a cabo con promedios y porcentajes mediante
un programa S.P.S.S versión 7.5. Asimismo se correlaciono el puntaje
promedio de la satisfacción con el rendimiento académico utilizando el
coeficiente de correlación de Pearson. Los resultados evidenciaron que la
actitud afectiva del docente es muy importante en el proceso de enseñanza
aprendizaje, además que el afecto que manifiesta el docente es aceptable en
mediana satisfacción. Se observo que existe correlación positiva de esta
actitud con el rendimiento académico.
También, Molina y Pérez (2006), en Maracay, Venezuela realizaron
una investigación cuyo fin es indagar “El clima afectivo en el aula, caso de
estudio Escuela Menca de Leoni” cuyo objetivo primordial fue realizar un
estudio sobre el clima afectivo para la convivencia y el aprendizaje en el aula.
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La investigación se caracterizo por ser de tipo cualitativa apoyada en un
diseño etnográfico. Se analizo como escenario, un aula de octavo grado de
Educación Básica; los informantes: el docente y seis estudiantes. Como
técnica de recolección de datos: la observación participante, la entrevista en
profundidad y grupal, así como el análisis de contenido. Para el análisis e
interpretación de la información se aplicaron: la codificación y formación de
categorías conceptuales, el descubrimiento y validación de asociaciones
entre los fenómenos, la comparación de construcciones lógicas y postulados
que emergen de los fenómenos. Lo encontrado lleva a interpretar (en el
contexto estudiado) que el clima de relaciones interpersonales no es
adecuado para la convivencia ni para el aprendizaje de los estudiantes, y que
la docente expresa impotencia y falta de capacitación para la gestión del
clima.
Sánchez (2007), efectuó un estudio en la Parroquia Cárdenas del
Municipio Uribante del Estado Táchira, cuyo propósito de estudio fue
determinar en los docentes de la Escuela Estadal Bolivariana “Lina Contreras
de Mora”, sobre el juego como estrategia pedagógica en la instauración de
conductas socio-afectivas en escolares. La investigación fue de campo de
carácter descriptivo y con base al paradigma cuantitativo de diseño no
experimental con base al modelo transaccional. Los sujetos en estudio
fueron cuarenta y cinco (45) docente, para obtener la información se diseño
un instrumento tipo cuestionario de 30 ítems. A tal efecto, los resultados
evidenciaron manejo poco operativo tanto en el modelamiento de conductas
socio-afectivas de los docentes a escolares y al realizar actividades a través
del juego como estrategia pedagógica en la instauración de conductas socio-
afectivas. Los precitados autores, ofrecen una recopilación de teorías y
conceptos sobre conductas afectivas en el desarrollo infantil, en las áreas
socio-afectivas así como también la parte intelectual, física, mental y
motivacional, todo ello, en busca de un mejor equilibrio, así como la relación
con el rendimiento académico.
19
A nivel regional, es importante señalar a Salas (2003), realizó en la
Universidad Nacional Abierta, centro local Barinas, una investigación de
campo de carácter descriptivo, bajo la modalidad de proyecto factible,
titulada “los juegos pedagógicos como estrategia metodológica para el
desarrollo socio emocional del niño en la edad escolar en el espacio
exterior”, caso de estudio: Escuela Básica Terrazas del Caipe del Estado
Barinas cuyo objetivo fue diseñar una propuesta como estrategia
pedagógica, para lo cual tomó una muestra de 26 sujetos, El instrumento
aplicado fue un cuestionario, contentivo de 24 preguntas de una escala tipo
Lickert llegando a la conclusión que existe la necesidad de que los docentes
de estudio reciban la capacitación sobre los juegos pedagógicos como
estrategia metodológica para el desarrollo socio emocional del niño en edad
escolar. Estos resultados permitieron proponer estrategias a los docentes
que lleven desarrollo socio emocional del niño en la edad escolar en el
espacio exterior.
Por otro lado, Rey (2003) realizó una investigación, cuyo objetivo
fundamental fue diseñar un programa de orientación para la comunicación
afectiva de los padres hacia los hijos de la II Etapa de la Escuela Básica
Alberto Arvelo Torrealba, ubicada en Socopó, Municipio Antonio José de
Sucre del estado Barinas. El diseño se ubicó en la modalidad de proyecto
factible apoyado en una investigación de campo de carácter descriptivo,
enfocado dentro del paradigma cuantitativo. La población estuvo conformada
por 300 padres y la muestra por el 20% de éstos, a quienes se les aplicó un
cuestionario de 34 items con tres alternativas. Los resultados evidenciaron
que los padres del estudio manejan el binomio autoridad-afecto, ya que se
comunican, corrigen, reprenden y respetan a sus hijos de manera favorable,
pocas veces, dan expresiones de caricias, manifestando ansiedad, por lo
tanto se evidencia la necesidad de presentar el programa con el que se
espera orientar a los padres del estudio en la manera de comunicarse
efectivamente con sus hijos.
20
De igual manera, encontramos a Maldonado (2009), realizo una
investigación en la Escuela Bolivariana “los cerritos” adscrita al Núcleo
Escolar Rural 408-A del Municipio Antonio José de Sucre Socopó estado
Barinas con fin de estudiar “manejo operativo del afecto por parte de los
docentes en estudiantes de Educación Básica”, cuyo objetivo general fue
determinar en los docentes el manejo operativo del afecto con los
estudiantes, El diseño se ubicó en una investigación de campo de carácter
descriptivo, enfocado dentro del paradigma cuantitativo. Sé asumió como
población a 18 docentes de la institución en mención, para la recolección de
datos se elaboro un cuestionario de 36 preguntas cerradas. Para el
procesamiento de la información se realizo mediante la técnica de análisis
porcentual, elaborando cuadros descriptivos por dimensión. Los resultados
evidenciaron que los docentes algunas veces son cariñosos, siempre son
afables y algunas veces abrazan y dedican poco tiempo afectivo ayudando,
dialogando, divirtiendo y escuchando a los estudiantes. En función de estos
se realizaron lineamientos conductuales para los docentes.
Con base a los antecedentes consultados relacionados con la variable
en la investigación, tanto en el ámbito internacional, nacional y regional, se
puede observar que todos coinciden en que la actitud se pueden orientar,
modificar, adquirir; con respecto a la actitud del docente hacia las conductas
afectivas de los estudiantes. La orientación de las mismas juega un papel
importante ya que el docente lleva a aprender al estudiantes y a que este a
que disfrute las actividades que se dan dentro y fuera de la clase, y esto lo
puede lograr el docente mediante la orientación de la actitud hacia estas
conductas afectivas, que le permite al estudiante desenvolverse en su
entorno sanamente. Esto ratifica la elaboración de lineamientos para el
fortalecimiento de las conductas antes citadas.
21
Bases Teóricas
Actitud del docente hacia las conductas afectivas de los
estudiantes de secundaria Desde tiempos muy remotos la figura del
docente se ha convertido en el centro de numerosas investigaciones.
Algunas de las más comunes están relacionadas con las características más
importantes que debe exhibir este profesional, para lograr la excelencia en la
enseñanza; aspectos como el conocimiento de la asignatura, los métodos
utilizados, las destrezas pedagógicas que debe dominar, la interacción
docente-alumno, las creencias pedagógicas que asume, su personalidad y
en general todos los elementos influyentes en el difícil proceso de
enseñanza.
En este aspecto dada las características del proceso educativo es fácil
entender que en la interacción docente-alumno no solamente se transmiten
conocimientos, ideas y opiniones; sino también, un posicionamiento
actitudinal por parte del docente que puede afectar el estudiante sus
motivaciones, intereses y conductas Ander-Egg (2007) menciona que “los
profesores de primaria son más conscientes de sus limitaciones y buscan
resolver sus propios problemas y los de sus alumnos, en tanto, los
profesores de secundaria y de las grandes escuelas adoptan una actitud
ingenua en torno a lo que sucede dentro de una sala de clase”(p.59) Es decir
que los docentes de la educación básica hasta sexto grado no olvidan la
heterogeneidad en cuanto a antecedentes y formación de los estudiantes.
Más sin embargo a los docentes de bachillerato o de la educación
básica que se da en los liceos les conviene ubicarse en el contexto real del
estudiante considerando edad, intereses, carrera que estudia, nivel de la
carrera que cursa: inicial, medio o final, prerrequisitos, materias
subsecuentes, todo esto le permitirá responder mejor a sus expectativas,
22
comprender y orientar su actitud hacia las conductas afectivas de sus
estudiantes. Shawartz, (2000) expresa que:
“Para llegar a hacer que sus alumnos aprendan, debe ser muy honesto y tratar de traducir todos los mensajes directos e indirectos que los alumnos le dan, los de la institución, y los que usted mismo percibe en el ambiente que se genera cuando esta en contacto con ellos. Al reflexionar sobre lo que hace cotidianamente y teniendo el firme propósito de mejorar. Buscará métodos, técnicas, y se perfeccionará en la disciplina que enseña y hará posible el cambio.” (p.98)
En este aspecto el estilo de los docentes, y principalmente sus
actitudes, resulta principalmente del contexto. Está provisto de la
experiencia, y se vuelve una conducta rutinaria automática en la medida en
que ellos la desarrollen por el rodeo de interacciones muy lentas (acción /
reacción); además no deviene de una construcción bien establecida para
cada estudiante después de un cierto período. Las actitudes no pueden por
tanto ser modificadas solo por un individuo, desde que él /ella toma
conciencia, a través de elementos y de índices, que las nuevas actitudes
serían más apropiadas para reaccionar al entorno. Por lo tanto se aprueba la
posición de Carr (2000) según la cual los cambios profesionales y
educacionales son dos problemas estrechamente ligados
En este sentido se podría entonces interrogarse sobre la posibilidad
de orientar las actitudes del docente hacia las conductas afectivas de sus
estudiantes por medio de programas de enseñanza, eso se piensa que es
posible cuando se enseña competencias específicas fuera de los programas
de formación de los futuros profesores relacionado con las emociones. Pero
por otro lado, conviene comenzar a preocuparse de las actitudes negativas
de los profesores hacia las conductas afectivas porque ellas afectan gran
parte de los estudiantes.
En efecto la actitud del docente hacia las conductas afectivas puede
traer buena o malas consecuencias puesto que la palabra actitud es definida
dentro del cuadro de la psicología social como una preparación subjetiva o
23
mental en la acción. Las actitudes determinan lo que cada individuo verá,
entenderá, pensará. Ellas nacen de las experiencias y no se tornan
automáticamente de conductas rutinarias Morales (2000) explica que la
actitud significa “la tendencia individual dominante para reaccionar
favorablemente o desfavorablemente frente a un objeto: persona o grupo de
personas, instituciones o eventos” (p.88).
En este sentido las actitudes pueden ser positivas cuando se refieren
a valores o negativas cuando son prejuzgadas. De ahí que los sociólogos
distinguen y estudian tres componentes entre las reacciones: (a) componente
cognitivo que es el conocimiento de un objeto, exacto o no; (b) el
componente afectivo: sentimientos alrededor del objeto y (c) El componente
conativo o conductual que es una reacción en torno al objeto.
En relación a lo anterior Gutiérrez (1997) explica que los tres
componentes intervienen, en la mayoría de las situaciones, de manera
concomitante para dar forma a la actitud adoptada por los profesores ante las
conductas afectivas de los estudiantes, para una interacción directa e
indirecta entre estos elementos de la interacción educativa. Para ello y para
aclarar nociones que se aplicaron al análisis, conviene entender la actitud
como Mandler. (1999) la explica “un marco cognitivo más o menos
permanente e integrado, que facilita el procesamiento y organización de
información acerca de un determinado objeto actitudinal a partir de una cierta
evaluación o atribución del mismo” (p.56)
De ahí que la orientación y la cristalización de actitudes en los
docentes cumplen con una función de ajuste social en virtud de que pueden
operar como “heurísticos”, es decir, estrategias simples de afrontamiento de
los objetos y circunstancias que conforman la realidad social, de tal forma
que todo docente tiende a interpretarla y afrontarla valiéndose, además de la
evaluación de determinados indicadores situacionales, de la reproducción de
hábitos y actitudes previamente adquiridos sobre las conductas afectivas de
los estudiantes
24
En este sentido, la propia actitud del docente puede establecer la
percepción de las conductas afectivas de los estudiantes en determinada
situación, mediante un sesgo perceptivo, que lo hace consistente con el
objeto actitudinal generalizado y facilitar la adopción de conductas
congruentes con ella, se disminuye el tiempo y el esfuerzo de la respuesta. A
pesar de que las actitudes de los docentes conforman un sistema cognitivo
más o menos estable y duradero, son susceptibles de modificación, ya sea
gracias a la disponibilidad de nueva información, a nuevas experiencias
afectivas relacionadas con las conductas afectivas de los estudiantes o a la
modificación de las pautas de acción del docente mismo. En razón de ello,
representan una oportunidad para la prevención de actitudes negativas hacia
las conductas afectivas de los estudiantes y al contrario de discriminarlas se
enfrente a la busqueda de solución.
En efecto, la aplicación de acciones dirigidas a orientar las actitudes
del personal docente es un elemento importante, no sólo para promover su
colaboración activa, sino para garantizar la eficacia y permanencia de los
programas dirigidos a atacar las conductas afectivas no operativas entre la
población estudiantil. En consideracion, en primer lugar, que la prevención
del uso de conductas afectivas no convenientes a nivel escolar adquiere un
papel estratégico debido a que la escuela congrega y brinda acceso a un
relevante sector de la población juvenil. Carr (2000) expresa que
La disponibilidad de recursos humanos y organizacionales propios de las instituciones educativas brinda oportunidades privilegiadas para la promoción del desarrollo integral de los jóvenes y de estilos de vida saludables, así como para la conducción de programas específicos contra el desarrollo de conductas afectivas no operativas en los estudiantes (p.68)
Por otra parte la relación entre los componentes cognitivos, afectivos y
conductuales de la actitud se presume que la naturaleza de los afectos que
despierta en el docente coincide con el contenido de las creencias y
25
percepciones que el tiene sobre el mismo. De ese modo, si el docente cree
que el estudiante con conductas afectivas difíciles es perjudicial para él y sus
otros estudiantes es probable que experimente sentimientos de temor hacia
el mismo. Esta consistencia cognitivo, afectiva no excluye la existencia de
actitudes ambivalentes o ambiguas ni que algunas actitudes muy arraigadas
surjan de experiencias afectivas intensas, aun cuando su componente
cognitivo sea “débil”. De igual manera, la consistencia afectiva y conductual
implica que la disposición conductual ante el objeto se corresponde con la
cualidad de los afectos que éste le genere.
De ahí que se comience con la descripción de las dimensiones de la
variable conocimiento se entiende como un conjunto de datos e información
que el sujeto toma de acuerdo a su actitud. Al respecto, Allport, (citado por
Coll y Palacios 2007), señala que “el estilo cognitivo es, en psicología, el
modo habitual de procesar la información y de utilizar los recursos cognitivos,
como la percepción, la memoria, el procesamiento... y por ello son un
componente de la personalidad”. (p. 138).
Por lo que plantea el autor, la cognición describe los procesos
mentales implicados en el conocimiento desde la percepción, la memoria y el
aprendizaje, hasta la formación de conceptos y razonamiento lógico. Sin
embargo, el componente cognoscitivo de la actitud comprende las
percepciones, las opiniones y las creencias del docente. De ahí que sea un
elemento importante en las creencias evaluativas que mantiene este hacia
las conductas afectivas de los estudiantes y se manifiestan como
impresiones favorables o desfavorables que alguien conserva hacia un
objeto o una persona.
Asimismo este componente está formado por las ideas, percepciones
y creencias del docente hacia las conductas afectivas de los estudiantes, así
como por la información que tiene el mismo sobre estas conductas. También
cuando no hay conocimiento sobre las misma o no se pose información no
pueden generar actitudes ni buenas, ni malas en los docentes. La
26
representación del docente cognoscitiva puede ser vaga o errónea con
respecto a las conductas afectivas de los estudiantes, en el primer caso el
afecto relacionado con estas tenderá a ser poco intenso; cuando sea errónea
no afectará para nada a la intensidad del afecto. De ahí que Aragon (2006)
exprese que la actitud “es el conjunto de datos e información que el sujeto
sabe acerca del objeto del cual toma su actitud. Un conocimiento detallado
del objeto favorece la asociación al objeto” (p. 54).
Con base en el planteamiento anterior, se tiene como indicador de la
dimensión en estudio las ideas, que según el autor Fernández (2001) “es
una representación mental subjetiva, una imagen que existe o se halla en la
mente con lo que se quiere dar a expresar algo para tener más conocimiento
del que se tiene acerca de lo que se está tratando o estudiando” (p. 76). En
esta definición las ideas se adquieren acerca de los hechos, situaciones con
las cuales el docente se relaciona.
En este sentido el docente actuará ante las conductas afectivas de
los estudiantes y estará en condiciones de aceptarlo, si es positivo o de
rechazarlo si es negativo. Esto depende del evento en que estas ocurran, él
actuará y asumirá una conducta pasiva, agresiva o asertiva. Esto dependerá
de la actitud con la cual asuma su rol educativo y su arte de enseñar a la
hora actuar. Sin embargo, la mayoría de los docentes, poco orientación les
ofrecen a sus a sus estudiantes con respecto a la afectividad en el aula de
clases para su formación integral; por lo tanto esto es poco operativo para el
acercamiento entre los dos y la confianza que debe brindar el educador a sus
alumnos.
De igual manera, Eisenberg (2005) que expresa que “Ideas son el
modelo o el arquetipo de las cosas, por lo que la realidad sensible es el
resultado de la copia o imitación de las Ideas” (p.16) en consideración con
esta definición, las ideas dan lugar a los conceptos, los cuales son la base de
cualquier tipo de conocimiento y tienen un significado indispensable para el
desarrollo de los docentes. Si el docente expresa una actitud positiva hacia
27
las conductas afectivas de sus estudiantes ellos tendrán una idea o
representación positiva de su docente pero si su expresión a los estudiantes
es negativa entonces la idea que ellos tendrán de su docente no será la más
adecuada para que su aprendizaje sea efectivo. A fin de que la actitud
constituya un valioso elemento para la predicción de conductas y se debe
comprender a los estudiantes cuando manifiestan sus conductas afectivas.
Dentro del mismo orden, se encuentra el indicador Opinión, para el
psicólogo Social Feldman (1999). “es el estado de creencia común que tiene
una colectividad respecto a determinado asunto. Su validez lógica como
verdad no se fundamenta en el grado de conocimiento sino en la
participación como miembro del grupo social.(p.123) en consideración con lo
anterior se puede decir que, es la situación que se da en una colectividad o
grupo en un momento dado con respecto al estudio o tratamiento de un
determinado argumento.
En este caso en el contexto escolar para indagar la opinión del
docente hacia las conductas afectivas de los que reflejan los estudiantes
según como se sientan en las asignaturas. Muchos docentes dan opiniones
de acuerdo a sus experiencias con sus alumnos; que los pueden llevar a
tener actitudes inadecuadas frente a estas conductas esto sustentado en lo
expresado por Gómez y Gargallo (2002) Quienes exponen "Una opinión es
un pensamiento expresado sobre algún tema, situación objeto u otra. Es una
idea respecto a un tema, puede ser auténtica o irreal” (p. 34) De ahí que por
una parte tiene las opiniones que se forma sobre la realidad exterior y otra la
que se tiene sobre si mismos, sobre su identidad.
En este aspecto las opiniones sobre las conductas afectivas de los
estudiantes que son inadecuadas pueden generar actitudes negativas en los
docentes hacia las mismas con fundamentos en varias opiniones bien
certificadas en las conductas no operativas las cuales son una reacción
observable y se pueden diferenciar en verbales, musculares y glandulares y
Moles (2004) las conceptualiza como “aquellos comportamientos
28
sistemáticos no beneficiosos al sujeto o comportamiento que no contribuyen
al equilibrio bio-psico-social” (p.38). En consecuencia, las conductas que
presentan los niños y adolescentes no siempre son beneficiosas, debido a
que muchas veces éstas pueden afectarlos, sobre todo cuando se
exteriorizan en exceso o al hacer gala de hábitos inadecuados en el aula lo
que puede llevar a que el docente se forme opiniones inadecuadas sobre y
de plano rechace las misma.
Por otra parte, en la actitud del docente hacia las conductas afectivas
de los estudiantes se encuentra el indicador pensamiento, para García
Llamas (2004) “es la actividad y creación de la mente; es todo aquello que es
traído a existencia mediante la actividad del intelecto (p.179). Se considera
oportuno, que el docente debe hacer uso de un pensamiento racional, y
objetivo hacia las conductas afectivas del estudiante a fin de que exista un
vinculo afectivo de confianza y motivación con el aprendizaje. De ahí la
preponderancia que tiene para emplear reflexivamente su capacidad para
pensar y llevar a sintonizar y transmitir, esos pensamientos para conocer,
ordenar y concebir ideas y proyectos, en cuanto a lo que cree sobre las
conductas afectivas de los estudiantes.
Es preciso explicar que el pensamiento desempeña un papel
importante en manera de reaccionar del docente y muchos sentimientos
son contenidos mentales del pensamiento, asimismo muchas conductas,
además tiene su razonamiento en función a como piensa el docente. Libaneo
(2003) expresa que “el pensamiento es una actividad cognoscitiva superior
que nos diferencia de los demás seres vivos” (p. 76). Esta actividad
cognoscitiva es inherente al ser humano y hace ver como actúan los
estudiantes en unas u otras situaciones y como otros docentes interpretan
sus pensamientos ante el mismo fenómeno.
En este sentido una actividad del pensamiento, es el razonamiento,
que le sirve al docente como valor de diagnóstico, para ver la capacidad de
raciocinio en él. También sirve para ver como el mismo es capaz de dar
29
respuesta a problemas planteados, sobre las conductas afectivas de los
estudiantes. Que es lo que para llegar a la solución, que camino sigue, esto
es lo más importante desde el punto de vista psicológico, sus recursos y lo
que hace para tomar alternativas válidas para seguir adelante.
Por otra parte, esta el indicador Creencias, las creencias son el
conjunto de proposiciones o hechos que son aceptados como verdaderos por
una sociedad determinada. Eiser (citado por Eisenberg 2002), explica que las
creencias pueden abarcar desde una opinión común aceptada por todos
como evidentes hasta las creencias religiosas que se fugan de un testimonio
sobrenatural. De ahí que exprese que “creencia o sentimiento de una
persona que determina su predisposición a valorar favorable o
desfavorablemente los objetos o sujetos que la rodean y que, por lo tanto,
influye en su comportamiento.” (p 88) por ello integran las opiniones o
creencias, los sentimientos y las conductas, factores a su vez que se
relacionan entre sí.
A partir de este punto de vista, las creencias de los docentes hacia las
conductas afectivas de los estudiantes pueden ser de cambio social, las que
se dan en el contexto donde labora, cada grupo de docentes poseen sus
propias creencias, sin embargo, estos pueden tener un mismo carácter
dependiendo del medio, Por lo tanto la actitud que tenga éste por ejemplo
para impartir sus clases tiene fundamento en la creencia o miedo a ser
aceptado o rechazado por el grupo escolar, este factor interviene en el
ámbito profesional, sin embargo este se presenta con mucha fuerza ya que
su creencia esta fundamentada a la experiencia del contexto donde ejecute
su actividad educativa.
En este aspecto Gutiérrez (1997) define las creencias como “una
generalización sobre nosotros mismos; nuestras acciones, nuestras
capacidades, nuestros valores o nuestra identidad; otras personas, sobre el
mundo que les rodea; sobre cierta relación existente entre experiencias”
(p.119) dicho en otras palabras, las creencias son las concepciones propias
30
que se hace el docente respecto a sus propias acciones, afirmaciones y
representaciones internas, a su propio yo, de esta manera interpreta al
mundo y en este caso a la manifestaciones afectivas que su estudiante
pueda reflejar.
Generalmente el docente debe vivir la realidad en sí y buscar las
estrategias que permitan fortalecer las conductas afectivas de los
estudiantes, procurar que su clase sea un constante manantial de esperanza
y ricas alternativas de aprendizaje para sus estudiantes pero también para sí
mismo que facilite el respeto y mejora de las relaciones interpersonales,
dicho en otras palabras un ambiente de comunicación afectiva, ambiente de
paz, respeto y aprendizaje significativo. Not (2003) explica que la creencia
“puede aludir a la verdad o falsedad de un objeto o situación, a la valoración
del mismo como bueno o malo o a juzgar una posible acción en relación al
objeto o situación como apetecible o rechazable” (p. 67). Sea cual fuere el
contenido de una creencia, la misma constituye una predisposición a la
acción y una actitud es un conjunto de predisposiciones para la acción
relacionadas entre sí y organizadas en torno a un objeto o situación.
En la misma forma una dimensión muy importante de la actitud del
docente hacia las conductas afectivas es el componente afectivo, donde
los sentimientos, los estados de ánimo y las emociones de los docentes son
asociadas a las conductas afectivas de los estudiantes lo constituyen un àrea
de estudio, de ahí que son las sensaciones y sentimientos que las conductas
afectivas de los estudiantes produce en el docente. El docente puede
experimentar distintas experiencias con las conductas afectivas de los
estudiantes estos pueden ser positivos o negativos. Algunos autores como
Moles (1991), sostiene que
“socio-afectividad es una parte afectiva del individuo que se manifiesta en estados de ánimo positivos o negativos, donde se modelaran dependiendo de los aspectos placenteros de atención, agradablemente se reflejan en términos de sentimientos vistos como la comunicación con sinceridad,
31
aceptación, confianza y amabilidad que se consolida en la comprensión”. (p.13).
Por lo anterior, se puede decir que es el componente más
característico de las actitudes; se refiere a el sentimiento del docente, es
decir, las diversas respuestas emocionales que éste experimenta ante las
conductas afectivas de los estudiantes. De allí que las evaluaciones que
realice el docente están ligadas a sus sentimientos: buenos, malos,
agradables, desagradables, justos, injustos, entre otros. En este aspecto
Bianco (1998), afirma que “los afectos pueden ser agradables, como por
ejemplo, el amor, el cariño, la ternura y la simpatía: o, desagradable como el
odio, la tristeza, las rabias, el rencor y la antipatía. (p.34). Por lo general, son
sentimientos positivos o negativos, expresados hacia un objeto que
acompañan a una idea o representan sentimientos. Cuando esto sucede se
puede afirmar que se ha establecido un afecto.
Asimismo las emociones están relacionadas con las actitudes de una
persona frente a determinada situación, cosa o persona. De ahí que se
entienda por actitud una tendencia, disposición o inclinación para actuar en
determinada manera y esta actitud tenga el componente afectivo que es lo
que el docente siente es decir lo emocional hacia las conductas afectivas.
En este sentido, la afectividad agradable, según Luque (2000).debe
ser “equilibrada de manera que pueda manejarse los extremos, ni
autoritarismo, ni ausencia de autoridad en el contexto escolar” (p. 45). Por
ello, es indispensable que el docente cree un ambiente de cordialidad ante
las conductas afectivas de los estudiantes que no debe ser de forma rígida
porque es dañino, lo que produce hostilidad y temor, sin embargo, en
cualquier contexto debe ser flexible para que le permita al estudiante actuar,
tener iniciativa y ser libre.
A diferencia de las emociones, el afecto es algo que puede
almacenarse. Es decir, que en determinadas circunstancias, se almacena
una mayor capacidad de afecto que se puede dar a los demás. Lo que
32
demuestra que este un elemento clave en el desarrollo humano, porque si no
se cultiva, habrá carencias y desajustes muy serios, por lo que todos
necesitamos manifestaciones de cariño, cercanía, afecto.
Otro aspecto en expresan su afectividad es la emoción, las cuales
sirven para establecer la posición con respecto al entorno, impulsado hacia
ciertas personas, objetos, acciones, ideas y alejándo a otras. Las emociones
actúan también como depósito de influencias innatas y aprendidas, que
posee ciertas características invariables y otras que muestran cierta variación
entre individuos, grupos y culturas. Para Davidoff (2000), señala que:
Las emociones como casi todos los conceptos relacionados con la conducta y cognición humana están sujetas a la apreciación desde dos puntos de vista naturalmente opuestos. Por un lado, una explicación idealista que se basa en la concepción de un universo infinitamente complejo cuyo entendimiento absoluto solo está en manos de un ser supremo e ideal. En el otro extremo una concepción materialista que describe los fenómenos universales, incluidos aquellos que explican la condición humana, como una consecuencia lógica de la configuración inicial, elemental y simplificada de un universo, que en sus inicios sólo estaba repleto de voluntad de crear, o sea, energía” (p.132).
A fin de explicar lo expuesto es importante que el docente utilice una
gran variedad de términos, gestos y actitudes para expresar las emociones y
establecer vínculos de carácter afectivo con los estudiantes, esto conduce a
que los docentes de un mismo entorno escolar puedan compartirlas. El
componente afectivo de la actitud es el sentimiento a favor o en contra hacia
la conducta afectiva del estudiante; conjeturado por una desavenencia
cognoscitiva real se halla modificado la relación afectiva entre el docente y el
estudiante.
En este caso el cambio registrado en este componente afectivo
específicamente en la emoción conducirá al docente a emitir conductas
hostiles hacia el alumno, así como a atribuirle una serie de defectos capaces
de justificar y de hacer congruente el cambio de su afecto. De igual modo si
33
por un motivo u otro le empieza a agradar un estudiante que no le agradaba
anteriormente, todo aquello que era considerado como defectos pasan a ser
percibido mucho más benignamente, e incluso como virtudes.
Sin embargo, existen docentes que no transfieren las emociones y
poco promueven la cordialidad y el afecto en las actividades que realizan en
el aula, les corresponde darse cuenta del valor que tienen como agentes
formadores y generadores de actitudes favorables, cambiar el autoritarismo
por relaciones más efectivas y afectivas, intercambiar con sus estudiantes
experiencias, opiniones, ideas, además de una clase brindarles soporte para
fortalecer sus conductas. Esto sustentado por Moles (2007) cuando señala
las emociones son “reacciones somáticas que acompañan a conductas muy
determinadas, producidas por ambas, ante la satisfacción o insatisfacción de
necesidades debido esto a cambios ambientales repentinos” (p.60). De ahí
que se diga que es la parte de la actitud que se refiere al sector emocional o
sentimental hacia el objeto que desencadena una serie de comportamientos
emocionales.
Otro indicador de la dimensión afectiva es la simpatía, es una forma
de afectividad, es la forma o capacidad del docente de percibir la situación de
una manera similar al estudiante involucrado. Esto implica, por tanto,
preocupación, o la participación, o el deseo del docente de aliviar los
sentimientos negativos que el estudiante vive. Para Simoza (1999) simpatía
es aquella “inclinación afectiva que existe entre dos o más personas. Por lo
general es mutua y nace de manera espontánea, donde el individuo
comparte y participa de los estados psicológicos de otro (p.103). de ahí que
la simpatía es factor determinante en la actitud, Por lo tanto, un docente es
simpática cuando inspira interés, es decir, cuando logra despertar en los
estudiantes un sentimiento de benevolencia porque le ha hecho comprender
a los otros lo que siente y ha logrado una respuesta de compenetración.
En este aspecto cuando el docente es incentivo de comunicación,
empatía, formación de autoconciencia del estudiante mediante la orientación
34
adecuada en la forma de comportarse toma en cuenta, la esfera afectiva e
impulso de la voluntad a mejorar y copiar patrones de conducta en el medio
en que se desenvuelve el estudiante. Alvarado (2009) expresa que:
…la simpatía son interrelaciones humanas y desempeña un rol determinante, dado que ayuda a ser aceptados, a mantenernos interrelacionados siempre que se sepa manejar. Muchos ya tienen ganados el don de la simpatía, un buen trato, respeto, comportamiento, felicidad, positivismo, alegría, compartir. Otros por el contrario se interesan en cultivar la simpatía a fin de agradar a los demás, sentirse aceptado y sobre todo evitarse conflictos en sus interrelaciones (p.132)
En este orden de ideas, y se toma lo planteado por el autor se
coincide sin ninguna que la simpatía frecuentemente es un prejuicio
sentimental basado en la idea, es mutua y nace de manera espontánea con
el fin del acercamiento afectivo entre docente estudiantes. En este mismo
orden de ideas el tercer indicador es el amor, Astelar (2000). Lo define
como: “es la inclinación del alma hacia un objeto o persona”(p.78) Este es
un concepto universal relativo a la afinidad entre seres, definido de diversas
formas según las diferentes ideologías y puntos de vista: científico, filosófico,
religioso, artístico. Habitualmente se interpreta como un sentimiento,
relacionado con el afecto y el apego, y resultante y productor de una serie de
emociones, experiencias y actitudes.
Además, es uno de los sentimientos más nobles y pilares
fundamentales de la vida de las personas, expresión de los propios valores y
la mayor recompensa que se puede ganar por las cualidades morales que
hemos cultivado. Y en caso de los docentes es un sentimiento que lo puede
llevar a tener actitudes positivas hacia los estudiantes, porque un docente
que quiere a sus estudiantes busca como ayudarlo en los problemas de
afectividad que presentan
Por otro lado, García (2008), indica que el amor es un sentimiento
propio del género humano que se caracteriza por la búsqueda de otra
persona para compartir tiempo y actividades que crea vínculos entre ellos.
35
Aunque la definición de amor es bastante complicada se puede decir que es
un conjunto de sentimientos que se manifiestan entre los individuos capaces
de desarrollar emotividad. Asimismo el amor es el afecto profundo hacia una
persona y no está limitado al género humano sino a todos aquellos que
puedan desarrollar nexos emocionales. Es así que el docente habitualmente
debe decir a sus estudiantes lo importante que son y permitir que se
demuestren afecto, poseer una especial sensibilidad para entender los
sentimientos y emociones de los estudiantes y sea capaz de escuchar
opiniones contrapuestas con una actitud de respeto hacia los jóvenes que los
expresan, comprender las equivocaciones y tener puntos de vista amplios y
abiertos a posibles modificaciones y no tratar de imponer a la fuerza las
opiniones.
En este orden de los indicadores está la ternura, que según Pasquali
(2007). la ternura, es el alimento más importante del espíritu humano y sirve
para satisfacer todas nuestras necesidades de afectividad. (p.67). De ahí
que es un sentimiento social que fragmenta, innegablemente, el aislamiento
y la pesadumbre, a la que la sociedad dominante pretende llevar a los
individuos. En este aspecto la ternura lleva a la sensibilidad y una forma de
pasión que no escatima la osadía y rehúsa la violencia es una actitud
afectiva interior y no se limita a las manifestaciones externas, es individual,
interior e íntima, y no se manifiesta libremente más que respecto de aquellos
que la comprenden y sienten.
En este caso, es un sentimiento social en el que el docente rompe,
indudablemente, el clima de individualismo y competencia, al que el sistema
imperante pretende llevarlo las actitudes frías de la sociedad en que se
desenvuelva, esta expresión sirve para satisfacer las necesidades de
afectividad, y al lograrlo el desinterés desaparece, así pues el docente debe
brindar al estudiante que observa callado y/o aislado durante el desarrollo de
actividades, palabras de aliento, abrazarlos cuando se le acercan a
comentarle algún problema, para ganar la confianza de ellos.
36
Es indudable que los docentes en su gran mayoría poco ofrecen
ayuda a sus estudiantes cuando estos se les solicita, aspecto que se hace
necesario mejorar en las conductas de los estudiantes pues mediante esta
acción se logra un acercamiento afectivo entre el docente alumno. Puesto
que en las relaciones docente alumno son cara a cara con cierta frecuencia
y aun nivel íntimo y afectivo. Mann (2002) expresa que “en estas actitudes
afectivas se desarrollan normas y roles, en la familia, los grupos de un
trabajo, los amigos, son ejemplos de tales grupos” (p. 16) el docente que
trata a los estudiantes con problemas de conductas afectivas ejerce un
control informal sobre sus estudiantes, un control no institucionalizado pero
no por ello menos eficaz
Consecutivamente, se describe el indicador Cariño, es considerado
un elemento clave en el desarrollo humano, porque si no se cultiva, habrá
carencias y desajustes muy serios, por lo que todos necesitan de las
manifestaciones de cariño, cercanía, afecto. Woolfolk (2007) dice que el
cariño es “un afecto intenso que se tiene hacia una persona o cosa a la que
se quiere cuidar y conservar” (p, 56). Por esto es una expresión y señal de
amor, delicadeza o cuidado con que se hace o se trata una cosa y este
sentimiento se emplea para dirigirse cariñosamente a una persona.
Asimismo y sustentado en lo dicho por el autor es la inclinación de
amor o afecto que siente el docente hacia el estudiante y por ello es con
esmero con que se hace su labor educativa. Sin embargo, el docente dedica
toda la jornada a impartir conocimientos y se obvia el afecto y las
demostraciones de cariño son parte de la personalidad del estudiante.
Por ello es necesario resaltar que es considerado elemento clave en el
desarrollo humano, porque si el cariño ésta minusvalorado, despreciado o
simplemente poco cultivado, habrá insuficiencias y desconectes muy serios,
y es inútil pretender regular cómo debe encauzar cada uno sus afectos, por
lo que no hay fórmulas que valgan, por ser un sentimiento inexplicable que
pocos lo descubren por su admiración.
37
Por otra parte el tercer elemento dentro de la actitud lo conforma el
componente Conductual, o lo que es lo mismo la tendencia a actuar de
manera operativa o no operativa frente a otra persona. A través de este
componente, se aprecia la tendencia del individuo a manifestar los
pensamientos y emociones a partir de comportamiento visibles. Rodríguez
(1995) expresa que el componente conductual son “las intenciones,
disposiciones o tendencias hacia un objeto, es cuando surge una verdadera
asociación entre objeto y sujeto.” (p 78)
Es decir, respecto del caso que ocupa el presente estudio, la actitud
del docente hacia los estudiantes dependerá de la aceptación o rechazo, así
como también del afecto que pueda otorgársele a este sujeto, hecho que
ciertamente condiciona cualquier interacción entre los individuos. Para
Rodríguez (2002) el componente conductual indica:
“Predisposición de respuesta de umbral variable que conduce algún tipo de acción que es activada convenientemente; en este caso, dicha acción estaría dada en función de los elementos que facilitan la interacción con los, comenzando por la identificación y reconocimiento de sus condiciones físicas, emocionales y otras, así como también por la sensibilización afectiva que pueda establecerse”. (P 12).
En alusión a lo anterior, se concreta la actitud desde el punto de vista
de la conducta, cuando al tenerse una idea clara de lo que representan los
conceptos involucrados, así como también la identificación con dichos
conceptos, se asume la decisión de ejecutar las acciones que ambos
componentes conllevan, en este caso, lo favorable o no de la interacción
docente, alumno, por lo tanto la dimensión conductual cubre tanto sus
intenciones de conducta como sus acciones de proporción a su objeto de
actitud.
Asimismo el componente conductual de la actitud es la tendencia a
reaccionar hacia los objetos de una determinada manera. Es el componente
activo de la actitud. Sobre este componente y la relación entre actitud-
conducta y las variables que se interviene es decir es la expresión de la
38
intención del docente hacia las conductas afectiva de los estudiantes cuando
surge una verdadera asociación entre las conductas afectivas de los
estudiantes y el docente
Al respecto surge el primer indicador a estudiar en relación a este
componente la Disciplina, Morales (2009) es el “conjunto de reglas para
mantener el orden y la subordinación entre los miembros de un cuerpo, es la
obligación que tienen los maestros y los profesores de seguir un código de
conducta conocido por lo general como reglamento escolar (p.76). A esta
acotación, el docente debe promover el orden en las actividades que se
desarrollan en el aula y el buen manejo de las conductas afectivas de los
estudiantes.
Es decir hay docentes que no manejan su afectividad de manera
operativa o no buscan resolver los problemas que se presentan en el aula
eficazmente con la invitación al dialogo, a pregonar afecto o al entendimiento
y por ende obtienen como respuesta de sus alumnos conductas negativas
como lo es la indisciplina. De igual manera señala Álvarez de Zayas (2006)”
la disciplina se define como una ciencia o un arte, sin embargo, lo más
común es comprenderla como la instrucción que posee una persona en torno
a cierta doctrina y la forma precisa en que lo lleva a la práctica” (p.98). Es
decir, es la capacidad de actuar ordenada y tenazmente con el fin de obtener
un bien. Aparte de las concepciones que se tengan sobre la disciplina, ésta
depende en gran medida del nivel de relaciones que se establece dentro del
aula de clase, del interés que el docente pueda motivar en el estudiante y del
nivel de comunicación que se establece.
Posteriormente se presenta en la descripción de la dimensión el
indicador Aceptación, según Rodríguez, (2006) es “cada uno de los
aspectos de otra persona que brinda calidez y seguridad en relación”. (p.
45). Esto es fundamental, puesto que la seguridad de agradar al otro y ser
valorado como persona parece constituir un elemento de gran importancia en
una relación y propicia una actitud abierta y compresiva con afectos firmes
39
hacia el estudiante, permite estar consientes que una opinión de aprobación
ante una reacción responsable de sentimientos de aprobación por parte de
los docentes que asumen su rol más que como una función propia de su
envestidura, una oportunidad para formar para la vida y la independencia
social.
Con estos señalamientos el docente de hoy debe buscar las
herramientas necesarias que redimensionen su praxis educativa hacia la
valoración humana en sentido de modificar la actitud poco positiva hacia la
afectividad de sus estudiantes y aceptar con agrado las disculpas cuando
actúa no operativamente. Porque de la intención de un docente, al
comportarse de cierto modo hacia el estudiantes puede llevar a que alla
cambios positivos en los mismo.
De lo contrario se puede presentar en el indicador Rechazo Beuchot
(2000) Considera que el rechazo es “una herida profunda en el corazón que
puede causar la destrucción total del individuo, cuando no es tratado a
tiempo. (p.210). con respecto a esta visión el rechazo también puede ser
contradecir lo que alguien expresa o no admitir lo que propone u ofrece, es
mostrar oposición o desprecio a una persona, grupo, o comunidad .
De lo anterior se infiere que el docente de hoy debe considerar la
importancia de analizarse a sí mismo y de comprender que es necesario
valorar los comportamientos que emiten los estudiantes, ya que no se puede
discriminar, excluir o etiquetar de malos a aquellos que manifiestan
conductas disruptivas o poco operativas sino que esa falsa connotación o
percepción que se hace de ellos, las cambie por estrategias que le permitan
provocar cambios favorables, valorarlos como individuos brillantes capaces
de aportar ideas y contribuir a su sociedad como cualquier otro.
El rechazo, según Russianoff (citado por Flores A, M. 2008), dice que
“Se conjuga como amar y hacer que una persona o cosa se aleje o se
separe de ella: rechazar a una idea, rechazar las creencias que traen sus
estudiantes”. (p.45). En efecto los estudiantes propensos al rechazo por el
40
docente emiten señales que dicen: él pueden rechazarme, asimismo
aquellos estudiantes que se sienten inferiores dicen y hacen cosas que
ponen de relieve su inferioridad.
En este sentido , en interpretacion a Russianoff (citado por Flores A,
M. 2008), puede decirse que el rechazo se manifiesta a través del desamor y
la forma en que se aleje a las personas generando señales de inferioridad.
Se observa claramente que el rechazo refiere a una persona, en este caso el
estudiante se aleje o separe del docente por la simple actitud que éste
genere ante su actuación. Los estudiantes ante el rechazo emiten señales de
agresividad o rebeldía por sentirse menos importantes ante el trato y
consideración que su docente hace de otros compañeros que son menos
expresivos, pasivos y complacientes a las exigencias del mismo.
Culminado el enfoque de las dimensiones asumidas en el estudio, es
decir, la actitud del docente hacia las conductas afectivas de los estudiantes,
Meléndez (2001) precisa que el tratamiento de esta circunstancia existe un
compromiso tanto de la sociedad como de los docentes y los propios
estudiantes de crear un ambiente adecuado en los planteles y proveer
programas de asistencia para que los frágiles puedan vivirlo en su propio
hogar; abrir horizontes de crecimiento y desarrollo al preocuparse por definir
un contenido al rol de niño, y por abrirles oportunidades para que cumplan
tareas significativas, crear programas de asesoría profesional a fin de
mejorar la capacidad de los menores para enfrentar problemas de aceptar y
adaptarse a los que les toca vivir.
De modo que a los docentes le corresponde darse cuenta del valor
que tienen el apoyo social y pueden intercambiar con los estudiantes y
brindarles soporte mientras que al niño le corresponde prepararse y
educarse para un mejor futuro y participar al máximo en relaciones
interpersonales y obtener el apoyo social que se le brinda, ya sea cognitivo,
emocional e instrumental, observándose dificultades, entre otras para tener
41
una actitud favorable cuando se presentan situaciones no operativas por
parte de su entorno en el área afectiva.
Ahora bien, en cuanto a las teorías que sustentan el estudio, es
necesario iniciar identificando la conducta como soporte de la vida de los
seres humanos. Todo individuo al nacer esta dotado de una serie de
respuestas automáticas relacionadas con los instintos y actos reflejos los
cuales posteriormente se irán a la modificación por acción del medio exterior,
tanto físico como sociocultural. Conforme se avanza en su desarrollo
evolutivo del individuo, tal conducta refleja se modifica, dando lugar a nuevas
formas de comportamientos más complejos que no dependerán de los
reflejos.
Es así como, desde un enfoque conductista, al referirse a conducta se
hace alusión a toda reacción de un individuo ante una situación-estimulo que
puede manifestarse físicamente y que puede ser observable, medible y
registrable. Desde esa perspectiva, la conducta es definida por Bianco (1991)
como “toda respuesta emitida ante una situación/estímulo umbral”. Esa
respuesta puede ser incondicionada innata, condicionada o aprendida,
entendiéndose por respuesta a cualquier actividad de un organismo afectado
por una estimulación y accesible a la observación y al control.
Por ello Bandura (citado por Bartia 2006) la define conducta como el
modo de ser del individuo y el conjunto de acciones que lleva a cabo para
adaptarse a su entorno. Por su parte, Moles, (1991) señala que es “toda
reacción observable de un sujeto, definiéndose estas en verbales,
musculares y glandulares”. (p.20) de esta manera las conductas pueden ser
innatas o aprendidas según la interacción de diferentes factores tales como
biológico, fisiológico y sociocultural, en el entorno donde se desenvuelve el
individuo.
De allí que diferentes teorías, paradigmas y modelos han tratado de
explicar el funcionamiento del ser humano y sus posibles alteraciones, se
trata de integrar las variables que inciden en su desenvolvimiento. En ese
42
contexto, se propone el abordaje cognitivo–conductual que parte de la
condición bio-psico-socialidad del ser humano de acuerdo a Moles (2000), la
premisa fundamental del enfoque cognitivo es que existe una relación
estrecha entre el pensamiento, las emociones y sentimientos y la conducta.
De tal manera, continúa señalando el citado autor, las percepciones están
influenciadas por los procesos de pensamiento dominante y el grado de
racionalidad (objetividad y lógica) de ellos; no obstante, el aprendizaje
conduce al desarrollo de actitudes y valores (que no necesariamente son
lógicas ni racionales) que a través de un proceso de condicionamiento pasan
a formar parte integrante del esquema de una persona.
Con respecto a lo anterior Ajzen y Fishbein (2000) explica que las
actitudes están “influidas por nuestras creencias relativas a ciertos
resultados o consecuencias de determinadas conductas” (p.29). Ante este
enfoque es importante traer a acotación las Teorías Del Aprendizaje, Según
esta teoría, se aprende actitudes del mismo modo en que aprende todo lo
demás. Al aprender la información nueva, se aprende los sentimientos, los
pensamientos y las acciones que están en relación con ella. En la medida en
que se es recompensado (reforzados) por ellas, el aprendizaje perdurará.
Estas teorías del aprendizaje social conciben a las personas como
seres primariamente pasivos, cuyo aprendizaje depende del número y de la
fuerza de los elementos positivos y negativos previamente aprendidos. Esto
coincide con uno de los supuestos, por el cual se adquiere las actitudes es el
“aprendizaje social”. Los autores antes mencionados, piensan que una de las
principales fuentes para esta adquisición es la interacción con las demás
personas. Las preferencias, ciencias y tendencias del comportamiento se
adquieren de la gente que rodea al individuo.
De la misma forma, la teoría del “modelamiento o aprendizaje por
observación”. Según Bandura y Walter (1992) aunque los seres humanos
pueden aprender por medio del reforzamiento, una forma mas eficaz de
aprender, es el “aprendizaje por medio de la observación”. Los individuos
43
desarrollan puntos de vistas al observar el comportamiento de otros. Este se
llama también “aprendizaje vicario o modelamiento”. Los efectos del
modelamiento son poderosos y puede un impacto duradero sobre la actitud.
Penner coincide con Baron y Byrne citado por Eisenberg (2005), al plantear
que las actitudes se adquieren por observación o por condicionamiento
clásico, añade la presencia de otro proceso: el condicionamiento operante y
señala que si una palabra neutral espontáneamente emitida es rápidamente
seguida de una palabra (o cualquier estímulo neutral) que produzca una
reacción, finalmente reaccionará ante la palabra anterior neutral.
Para Moles (2000) el modelo de aprendizaje operante o instrumental
se desarrolla en función de manejo que se hace sobre el ambiente
circunscrito a una conducta determinada con el objeto preciso de establecer
las relaciones antecedentes y consecuentes, es decir, las condiciones
ambientales y consecuentes. Las condiciones ambientales
discriminativas facilitan su fortalecimiento y mantenimiento, esto es
conocido como “triple relación de contingencia”. Por consiguiente, la
experiencia que se tenga con un objeto influirá sobre las actitudes sobre éste
y, al mismo tiempo repercutirá sobre la conducta respecto al mismo. Las
teorías sugieren dónde buscar soluciones para los problemas prácticos. No
dan soluciones pero guían hacia los indicadores necesarios para
encontrarlas y ayudan enriquecer la comprensión sobre los mecanismos del
aprendizaje. Pueden ser cuestionables pero todas tienen alguna utilidad y
representan un paso más en la búsqueda de la verdad.
Otra teoría es la disonancia cognitiva. Papalia (2002) sostiene que
siempre que se tienen dos ideas, actitudes u opiniones que se contradicen,
se esta en un estado de disonancia cognitiva o desacuerdo. Esto hace que
se sienta incómodo psicológicamente y por eso ha de hacer algo para
disminuir esta disonancia. Otras situaciones que pueden producir disonancia
cognitiva son aquellas en las que se hace algo contrario a las creencias más
firmes sobre lo que es correcto y apropiado, cuando se sostiene una opinión
44
que parece desafiar las reglas de la lógica, cuando ocurre algo que
contradice la experiencia pasada o cuando se hace algo que no va con la
idea sobre quién es y para qué se esta.
De acuerdo con el análisis atributivo de la formación y cambio de
actitudes, los docentes contemplan sus comportamientos y atribuyen lo que
sienten a lo que hacen. En conclusión una serie de factores determinan la
efectividad de la comunicación y orientación persuasiva para cambiar
actitudes de los docentes hacia las conductas afectivas de los estudiantes.
Se incluyen la fuente del mensaje, el modo de expresarlo y las
características de los mismos.
45
CAPÍTULO III
MARCO METODOLÓGICO
Naturaleza de la Investigación
El Marco Metodológico de la presente investigación es la instancia
donde se hace necesario referenciar el conjunto de métodos y técnicas que
se emplean durante el proceso de recolección de datos en esta
investigación. Dentro de esta perspectiva el estudio se ubicó en el paradigma
cuantitativo, como un estudio de campo, descriptivo dentro de una
investigación proyectiva con un diseño no experimental, por medio del cual
se describe la actitud del docente hacia las conductas afectivas de los
estudiantes del Liceo Bolivariano “Capitanejo”, en la ciudad de Capitanejo,
estado Barinas.
En cuanto al paradigma cuantitativo, Rodríguez (2006), considera que
este estudio se perfila bajo una perspectiva analítica que describe la realidad
social a través de estadísticas descriptiva. De acuerdo a lo expuesto por el
autor, se evidencia la concordancia de este enfoque con los objetivos de
estudio, ya que para el logro del mismo se necesita aplicar un instrumento a
los docentes, para recoger la información pertinente de la cual se obtendrán
unos datos que serán procesados a través de la estadística descriptiva a fin
de analizar y describir por medio de explicaciones el fenómeno que en este
caso será la actitud del docente hacia las conductas afectivas de los
estudiantes de secundaria en su componente cognitivo, afectivo y conductual
El estudio se corresponde con una investigación de campo, que según
Arias (2006) la define como “Aquella que consiste en la recolección de datos
directamente de los sujetos investigados, o de la realidad donde ocurren los
hechos, sin manipular o controlar variable alguna” (p.31). Es decir, los datos
son tomados de una realidad concreta producto de la información que
46
aportan los sujetos del estudio, tal como sucedió en esta investigación donde
se hizo necesario el contacto con los docentes del Liceo Bolivariano
“Capitanejo”, en la ciudad de Capitanejo, estado Barinas, para la aplicación
de un cuestionario y así obtener los datos solicitados.
En cuanto al carácter descriptivo se consideró el planteamiento de
Arias (2006) para quien este tipo de estudio “consiste en la caracterización
de un hecho, fenómeno o grupo con el fin de establecer su estructura o
comportamiento” (p. 29). En este caso, se describe la variable de estudio
dadas por la actitud del docente hacia las conductas afectivas de los
estudiantes de secundaria en su componente cognitivo, afectivo y
conductual.
Por otra parte, el estudio se ubica dentro del tipo de investigación
proyectiva que de acuerdo con el Manual para la Presentación de Trabajos
de Grado del Centro de Investigaciones Psiquiátricas, Psicológicas y
Sexológicas de Venezuela (CIPPSV) (2007) tiene la finalidad de: “…proponer
una solución desde el campo de la orientación cognitiva conductual a los
problemas prácticos encontrando nuevas formas e instrumentos de actuación
y nuevas modalidades de su explicación en la realidad.” (p. 16). En
consecuencia el trabajo que se plantea concuerda con lo descrito
anteriormente, pues busca proporcionar una alternativa de solución a un
problema, en este caso se trata de un conjunto de lineamientos cognitivo
conductual dirigidos a la orientación de la actitud de los docentes hacia las
conductas afectivas de los estudiantes del Liceo Bolivariano Capitanejo
Diseño de la Investigación
El diseño del estudio es de tipo no experimental, por lo que se estudia
la variable de forma descriptiva, sin hacer manipulación de la misma. Con
relación a este diseño, Alcober y Otros (2007) expresan que: “…son estudios
que se realizan sin la manipulación de variables y en los que solo se
47
observan los fenómenos para después describirlos y analizarlos” (p. 46). De
allí, que para el presente estudio solo se formula la variable; en este caso
actitud del docente hacia las conductas afectivas de los estudiantes de
secundaria.
Por otra parte, la investigación es de corte transaccional pues de
acuerdo con Hernández, Fernández y Baptista (2006) este tipo de diseño: “…
presenta un panorama del estado de una o más variables en uno o más
grupos de personas, objeto e indicadores en un momento determinado”
(p.193). Lo que quiere decir, que la variable se mide a través de un
instrumento una sola vez y en un momento establecido.
Finalmente, puesto que el estudio se ubica dentro de las
características de investigación proyectiva, y en concordancia con lo
señalado en el Manual para la Presentación de Trabajos de Grado del Centro
de Investigaciones Psiquiátricas, Psicológicas y Sexológicas de Venezuela
(CIPPSV) (2007) este tipo de investigación se ejecuta en etapas fases a
saber: descriptiva, propuesta y validación.
Etapa Descriptiva
Esta fase según lo indica el Manual para la Presentación de
Trabajos de Grado del Centro de Investigaciones Psiquiátricas, Psicológicas
y Sexológicas de Venezuela (CIPPSV) (2007) consiste en: “…caracterizar un
fenómeno o situación concreta indicando (sic) sus rasgos más peculiares o
diferenciados precisando (sic) las condiciones existentes en este momento
de la conducta humana o grupo social.” (p. 16). En otras palabras se trata de
describir la actitud del docente hacia las conductas afectivas de los
estudiantes de secundaria, de la institución en referencia, así mismo
diagnosticar componente cognitivo, detallar el componente afectivo e
identificar el componente conductual presente en estos los docentes para
describir la actitud que posee los mismos hacia las conductas afectivas de
los estudiantes.
48
La fase descriptiva se compone de los siguientes aspectos: definición
de la variable y su operacionalización, selección de población y muestra,
descripción del instrumento con el cual se recogen los datos, validez y
confiabilidad del instrumento, procedimientos para la recolección de datos y
las técnicas de análisis de datos.
Sistema de Variable
La variable estará representada por la actitud del docente hacia las
conductas afectivas de los estudiantes de secundaria, definido por la autora
como predisposición que poseen los docentes de forma favorable o
desfavorable hacia las conductas afectivas de los estudiantes, tomando en
cuenta los componentes cognitivo, afectivo y conductual. Sabino (2002)
señala que una variable constituye cualquier característica o cualidad que
puede asumir diversos valores dentro de la investigación. Tal es el caso de la
presente investigación donde se trata de orientar la actitud del docentes
hacia las conductas afectivas en los estudiantes de secundaria, del Liceo
Bolivariano “Capitanejo”, con el fin de elaborar lineamientos cognitivo,
conductual, para contribuir a que logren una mejor comunicación con sus
estudiantes, los sepan comprender, orientar, aconsejar en el manejo de las
conductas afectivas de los estudiantes, que tengan pensamientos claros,
logren dar afecto, que tengan buenos sentimientos, emociones y que sientan
simpatía, amor, ternura y cariño hacia los estudiantes con conductas
afectivas, no aceptadas por estos docentes en estudio.
Igualmente, la operacionalización de variable que según Hernández,
Fernández y Baptista (2006), constituye un conjunto de procedimientos que
describe o específica las actividades u operaciones que deben ejecutarse
para medir una variable. A tal efecto, la variable de estudio fue
operacionalizada considerando la dimensión de los elementos que
conforman la orientación de la actitud hacia las conductas afectivas en los
49
estudiantes y, esta a su vez, quedó conformada por tres dimensiones:
cognitivo, afectivo y conductual, cada una con sus respectivos indicadores e
ítemes, tal como se puede apreciar en el cuadro 1, que se ofrece a
continuación:
Cuadro 1
Operacionalización de la variable de Estudio.
VARIABLE DEFINICIÓN DIMENSIONES INDICADORES ITEMS
Actitud del docente hacia las
conductas afectivas de
los estudiantes
de secundaria
Predisposición que poseen los docentes de forma favorable o desfavorable hacia la conductas afectivas de los estudiantes, tomando en cuenta los componentes cognitivo, afectivo y conductual(autor)
Cognitivo
Afectivo
Conductual
- Ideas- Opinión- Pensamiento- Creencias
- Emoción - Simpatía- Amor- Ternura- Cariño
- Disciplina- Aceptación- Rechazo.
1,23,45,67,8
9,1011,1213,1415,1617,18
19, 2021,2223, 24
Fuente: objetivos específicos del estudio
Población y Muestra
Según Ballestrini (2002), se define la población como “cualquier
conjunto de elementos de la que se quiere conocer o investigar alguna de
sus características”. (p.126). En tal sentido la presente investigación la
población estará conformada por 28 docentes del Liceo Bolivariano
“Capitanejo”, del Municipio Ezequiel Zamora, Estado Barinas
Por otra parte, en cuanto a la muestra, ésta es definida por Chávez
(2000) como “una porción representativa de la población, que permite
generalizar sobre ésta los resultados de una investigación” (p.164). No
50
obstante, cabe señalar que cuando se trata de poblaciones accesibles, es
decir, sobre las cuales se tiene acceso y objetivo, de acuerdo a la autora
antes citada, se realiza un censo poblacional. Según Sabino (2000) en un
censo se recaba información de todas las personas involucradas en el
problema en estudio. En tal sentido, en esta investigación se tomó el total de
la población, vale decir, a los 28 sujetos.
Técnicas e Instrumentos de recolección de datos
Instrumento de Recolección de los datos.
El instrumento es entendido por Ramírez (1999), como “Un
dispositivo de sustrato material que sirve para registrar los datos obtenidos a
través de las diferentes fuentes” (p.137). En la presente investigación para la
recolección de la información se diseño un cuestionario con tres (3)
alternativas de respuestas: (1) De acuerdo; (2) Indeciso; y (3) En
Desacuerdo; dirigido a los docentes del Liceo Bolivariano “Capitanejo”, en el
Municipio Ezequiel Zamora, del estado Barinas, con la finalidad de identificar
la actitud de los docentes hacia las conductas afectivas bajo el componente
cognitivo, afectivo y conductual. El cuestionario se elaboró tomando en
cuenta los objetivos del estudio y el cuadro de variables; el mismo estuvo
estructurado en veinte cuatro (24) ítemes, para los docentes de la citada
Institución, de acuerdo a las dimensiones e indicadores propuestos en la
operacionalización de la variable.
Validez y Confiabilidad
Validez del Instrumento.
Al respecto, Hernández, Fernández y Baptista (2006), establecen
dos (2) requisitos fundamentales que debe reunir un instrumento de
medición: la validez y la confiabilidad. Para la validez los autores antes
citados expresan que es aquella que “Se refiere al grado en que un
51
instrumento refleja un dominio específico de contenido de lo que se mide” (p.
243). Este instrumento fue sometido a evaluación de forma y contenido, a
través de la opinión del “juicio de expertos”, por distintos profesionales que
validaron y aportaron sugerencias y recomendaciones en pro del instrumento
final.
Para completar este requisito se entregó a cada validador un
formato con: el contenido del estudio, título, objetivos, operacionalización de
las variables, plantilla de registro de validación y el curriculum del experto; los
cuales hicieron las sugerencias, recomendaciones y observaciones al
cuestionario, que finalmente llevo a la elaboración del instrumento.
Confiabilidad del Instrumento.
Una vez culminada la validez del instrumento diseñado para el
presente estudio, se procedió al cálculo del coeficiente de confiabilidad, que
según Ruiz (2002), “Permite determinar el grado en que los ítemes de una
prueba piloto están correlacionados entre sí.” (p. 47). A tal efecto, se utilizó el
método Alfa de Cronbach, como estadístico para determinar la confiabilidad
del instrumento, en atención a la fórmula respectiva:
α =
Donde:
La sumatoria de la varianza de los ítemes.
La varianza total del instrumento
K El número de ítemes.
α= Coeficiente de alpha de Cronbach
Reemplazando los valores (anexo c tabla de confiabilidad) se obtiene:
α = 24/ (24-1) x (1-(7,83/24,01)
α = 1,044347 x (1-0,2845)
52
α = 0,9243 ≈ 0,92
Para hallar el coeficiente de confiabilidad se procedió de la siguiente
manera: (a) se aplicó una ‘prueba piloto’ a un grupo de diez (10) docentes no
pertenecientes a la muestra real del estudio, pero con características
similares a la misma; (b) se codificaron las alternativas y se; (c) transcribió
las respuestas en una matriz de tabulación de doble entrada; (d) se cálculo el
coeficiente de Alfa de Cronbach y; (e) se realizó la interpretación de los
resultados tomando en cuenta la escala de Ruiz (2002), para conocer el
rango y la magnitud de la confiabilidad obtenida:
Magnitud RangoMuy alta 0,81 a 1,00
Alta 0,61 a 0,80Moderada 0,41 a 0,60
Baja 0,21 a 0,40Muy baja 0,01 a 0,20
Donde el resultado obtenido fue 0,92 lo que representa una
confiabilidad muy alta según la escala. Lo que indica que el instrumento es
altamente confiable.
Procedimiento para la Recolección de datos
Para cumplir con este proceso, se llevaron a cabo las siguientes
actividades:
1. Entrevistas con el director del plantel objeto de estudio, con la
finalidad de explicarle el motivo de la investigación y solicitar la colaboración
necesaria.
2. Reunión con los docentes que formaron parte como sujetos de
investigación a objeto de informarles acerca del estudio y concretar la fecha y
hora en que se desarrollaría el proceso de recolección de datos.
3. Seguidamente, en la fecha concretada se aplicaron los
instrumentos.
53
4. Una vez desarrollados los pasos anteriores se recopilaron y
tabularon los datos a fin de realizar los análisis estadísticos pertinentes.
Técnicas de Análisis de Datos
Luego de aplicado el instrumento a los estudiantes se procedió a
realizar las siguientes actividades:
1.- Se revisó cada uno de los instrumentos para verificar que fueron
respondidos en su totalidad.
2.- Se elaboró una matriz de datos a fin de plasmar las respuestas
emitidas por los docentes sujetos de investigación.
3.- La tabulación de los datos se realizó en forma manual y mediante
la ayuda del programa estadístico SPSS “Statistical Package for the Social
Sciences”, se determinó las frecuencias simples y absolutas para cada ítem.
4.-Los datos se organizaron en cuadros de distribución de frecuencias,
uno por cada dimensión.
5.- El análisis e interpretación de los datos se realizó considerando los
promedios obtenidos en ítems, e indicadores considerándose alta actitud
cuando la tendencia de respuesta excede al 68% en la opción de acuerdo,
moderado actitud cuando el porcentaje de respuesta se ubique entre 35% y
67% en la opción indeciso y baja actitud si es menor al 35% en la opción
desacuerdo.
6.- Los resultados obtenidos luego fueron confrontados con las
diferentes posturas consideradas en el marco teórico a fin de establecer
comparaciones entre lo expuesto por los autores consultados y los
resultados obtenidos en el presente estudio.
7.- Finalmente se procedió a la elaboración de las conclusiones y
recomendaciones en función de lo obtenido en el diagnóstico y en
conformidad con cada uno de los objetivos planteados.
54
Etapa de Propuesta
Esta etapa, tal como lo señala el Manual para la Elaboración y
Presentación de Trabajo de Grado del Centro de Investigaciones
Psiquiátricas Psicológicas y Sexológicas de Venezuela (CIPPSV, 2007)
consiste en: “la elaboración de una solución viable o tangible formulada como
programa, proceso o producto según sea el caso… la misma deberá
contener: presentación, justificación, objetivos, fundamentación teórica,
diseño, estructura, entre otros aspectos.” (p. 16).
Con base en lo anterior, una vez finalizada la etapa descriptiva y
atendiendo a los resultados obtenidos, se procedió a la elaboración de los
lineamientos de orientación cognitivo conductual dirigidos a los docentes los
cuales constituyen la propuesta que busca dar solución a la problemática
planteada; dicha propuesta se presenta en el Capítulo VI del trabajo de
investigación.
Etapa de Validación
La propuesta de lineamientos con la cual se pretende dar solución al
problema estudiado, debe ser sometida a un proceso de validación. En este
sentido, el Manual para la Elaboración y Presentación de Trabajo de Grado
del Centro de Investigaciones Psiquiátricas Psicológicas y Sexológicas de
Venezuela (2007), indica que: “…con este procedimiento se pretende dar
validez a la propuesta mediante la revisión de expertos versados en la
temática o puesta en práctica de la misma.” (p.16). Atendiendo a este
señalamiento, y considerando que la propuesta está conformada por
lineamientos de orientación cognitivo conductual, que según el referido
manual se trata de un proceso, la validación se llevará a efecto cuando éstos
sean llevados a la práctica.
55
CAPÍTULO IV
ANÁLISIS Y PRESENTACIÓN DE LOS RESULTADOS
En este capítulo se presenta el análisis de los resultados que se
derivan de la aplicación de los instrumentos a los veintiocho (28) docentes
del Liceo Bolivariano “Capitanejo” del Municipio Ezequiel Zamora del estado
Barinas que conforman la muestra del presente estudio. Para la presentación
de datos se utilizó cuadros de distribución de frecuencias; éstos se diseña en
función de las dimensiones indicadas: cognitivo, afectivo y conductual; las
mismas con los indicadores respectivos.
Cabe destacar, que en opinión de Fernández (2006), un primer paso
en la organización de los datos obtenidos de una población de estudio es
precisamente la presentación de los testimonios, a objeto de observar de
manera resumida y sistemática la información suministrada por los mismos.
Además agrega: “Los datos que nos interesan dependen, en cada caso, del
tipo de variables que se esté manejando” (p. 62). Según este planteamiento,
la autora del estudio organizó la presentación de los datos en cuadros,
indicándose luego el mayor porcentaje en la opción correspondiente según el
criterio establecido en el capítulo anterior.
Por otra parte, las actitudes constituyen valiosos elementos para la
predicción de conductas, en este caso es el conocimiento de la actitud del
docente en relación con las conductas afectivas de los estudiantes del
Bolivariano “Capitanejo” del Municipio Ezequiel Zamora del estado Barinas,
la misma permite que se pueda hacer inferencia acerca de su conducta de
estos sujetos a estudio. Tal como lo sustenta Ribeiro (2003) expresa que “las
actitudes son las predisposiciones a responder de una determinada manera
con reacciones favorables o desfavorables hacia algo” (p.36). El cuadro
descriptivo que a continuación se presenta se refiere a los datos y
conocimientos del sujeto sobre las conductas afectivas se tomaron varios
56
indicadores como ideas, opinión, pensamiento y creencias; de los cuales se
especifican los porcentajes y el análisis correspondiente.
Cuadro 2 Distribución de la Frecuencia de los Ítems correspondientes a la dimensión: Componente Cognitivo.
Nº Ítems De Acuerdo Indeciso
En Desacuerdo
Fi % Fi % Fi %indicador: Ideas 01 Le agrada la ideas de que se
comprenda a los estudiantes en sus conductas afectivas que no correspondan con las normas de la clase
2 7 8 29 18 64
02 Evalua positivamente las conductas afectivas de los estudiantes cuando se expresa en grupo.
3 11 4 14 21 75
indicador: opinión 03 Le agrada cuando los
estudiantes reflejan conductas afectivas de aburrimiento en las asignaturas que da.
9 32 4 14 15 54
04 Se inclina en que se debe orientar al estudiante a expresar sus sentimientos acorde al contexto.
8 29 9 32 11 39
indicador: pensamientos05 Está dispuesto ha respetar la
opinión de los estudiantes cuando hacen algún comentario o sugerencia respecto a cualquier propuesta.
7 25 7 25 14 50
06 Percibe que es necesario ser claro y preciso en el manejo de las conductas afectivas
6 21 10 36 12 43
57
Cont. Cuadro 2
Nº Ítems De Acuerdo Indeciso
En Desacuerdo
Fi % Fi % Fi %indicador: creencias07 Se inclina por que se
fortalezcan las conductas afectivas operativas en los estudiantes.
7 25 10
36 11 39
08 Tienes tendencia a utilizar una gran variedad de términos, gestos y actitudes para que los estudiantes comprendan la importancia de las conductas afectivas.
4 14 5 18 19 68
Promedio 20 26 54Fuente: instrumento aplicado a la muestra
Para Iniciar con el análisis de la información emitida por los sujeto a
estudio se tiene las siguientes tendencias según el cuadro anterior en el
indicador ideas, los docentes encuestados manifestaron lo siguiente: el 64%
estan en desacuerdo en que le agrada la ideas de que se comprenda a los
estudiantes en sus conductas afectivas que no correspondan con las normas
de la clase el 29% dicen estar indecisos y un 7% respondieron estar de
acuerdo. Asimismo cuando se les pregunto a estos sujetos a estudio si
evalua positivamente las conductas afectivas de los estudiantes cuando se
expresan en grupo, el 75% manifestaron estar en desacuerdo, un 14%
contestó estar indeciso y un 11% está de acuerdo que se debe tomar en
cuenta las conductas afectivas para expresarse en grupo.
Por lo que se puede afirmar, según las respuestas que la mayoría de
los docentes proporcionaron, tienen ideas que llevan a una actitud en ellos
que poco les ofrecen a sus estudiantes en el aula de clases para el manejo
adecuado de las conductas afectivas. Lo que es poco operativo para el
acercamiento entre los dos y la confianza que debe brindar el educador a sus
estudiantes. Esto sustentado en lo dicho por Eisenberg (2005) que expresa
58
que “Ideas son el modelo o el arquetipo de las cosas, por lo que la realidad
sensible es el resultado de la copia o imitación de las Ideas” (p.16) en este
aspecto las ideas de los docentes sobre las conductas afectivas de los
estudiantes no ayudan a sus estos a tener una actitud favorable hacia las
mismas
Por otra parte, al indicador opinión el 54%, expresa que están en
desacuerdo en que le agrada cuando los estudiantes reflejan conductas
afectivas de aburrimiento en las asignaturas que dan, un 14% dice estar
indeciso y a su vez, un 32% dice estar de acuerdo. De la misma forma el
39% opina que está en desacuerdo, en inclinarse hacia que se debe orientar
al estudiante a expresar sus sentimientos acorde al contexto un 32%dice
estar indeciso así como un 29% estar de acuerdo.
Evidenciándose una vez más que muchos docentes dan opiniones de
acuerdo a sus experiencias con sus alumnos; que los pueden llevar a tener
actitudes inadecuadas frente a las conductas afectivas de los estudiantes.
Es decir la opinion que tiene el docente sobre las conductas afectiva de los
estudiantes hacen que el docentes presente actitudes de desagrado y
desvinculacion con el manejo de estas conductas. Lo anterior se sustenta en
lo expresado por Gómez y Gargallo (2002). Que expone "Una opinión es un
pensamiento expresado sobre algún tema, situación objeto u otra. Es una
idea respecto a un tema, puede ser auténtica o irreal” (p. 28).
Seguidamente para el indicador pensamientos, el 50% manifiesto
estar en desacuerdo en tener disposición ha respetar la opinión de los
estudiantes cuando hacen algún comentario o sugerencia respecto a
cualquier propuesta; el 25% señaló estar indeciso, el 25% respondió estar de
acuerdo. También el 43% está en desacuerdo, en que percibe que es
necesario ser claro y preciso en el manejo de las conductas afectivas, un
36% señala estar indeciso y un 21% de acuerdo.
Los resultados demuestran que los docentes no tienen una actitud
adecuada cuando manejan las conductas afectivas en los estudiantes,
59
porque no poseen pensamientos positivo que lleven a una actitud de
aceptación de las conductas afectivas de los estudiantes Esto lo corrobora
Garcia (citado por Vallejo 2006) cuando explica que el pensamiento es “la
actividad y creación de la mente; es todo aquello que es traído a existencia
mediante la actividad del intelecto” (p.179) Por ello es importante que el
docente tenga pensamientos de agrado hacia las conductas afectivas de los
estudiantes.
Por su parte, en el indicador creencias, los docentes expresaron con
referencia a este indicador lo siguiente: un 39% contestó estar en
desacuerdo en inclinarse hacia que es importante que se fortalezcan las
conductas afectivas operativas en los estudiantes, un 36% manifestó estar
indeciso y el 25% está en de acuerdo; igualmente, cuando se les pregunto si
tiene tendencia a utilizar una gran variedad de términos, gestos y actitudes
para que los estudiantes comprendan la importancia de las conductas
afectivas.El 68% están en desacuerdo, un 18% está indeciso y solo un 14%
respondió estar de acuerdo.
Estos resultdos se evidencia en este indicador que los docentes tienen
creencia que para nada benefician la actitud del docente hacia las conductas
afectivas de los estudiantes según lo expresado por Eiser (citado por
Eisenberg 2002) cuando dice “creencia o sentimiento de una persona
determina su predisposición a valorar favorable o desfavorablemente los
objetos o sujetos que la rodean y que, por lo tanto, influye en su
comportamiento.” (p 88) se evidencia una predispocisión desfaborable en los
docentes hacia las conductas afectivas.
Según los datos arrojados, en la dimensión en estudio, el promedio
mayor se ubico el 54% en la alternativa de respuesta en desacuerdo, con
base a esto, existe una baja actitud hacia las conductas afectivas de los
estudiantes, según el criterio de analisis expuesto en el capitulo III. Además
se puede afirmar que en su mayoría los docentes del Liceo Bolivariano
“Capitanejo” están en desacuerdo en las ideas, opiniones, pensamientos y
60
creencias de agrado o tendencia hacia las conductas afectivas de los
estudiantes. Esto se respalda en lo dicho por Summer (2005) expresa que el
componente cognitivo: “es el conjunto de datos e información que el sujeto
sabe acerca del objeto del cual toma su actitud. Un conocimiento detallado
del objeto favorece la asociación al objeto” (p.36). De ahí que los datos e
información que tienen los docentes no lo llevan a poseer una actitud
favorable hacia las conductas afectivas de los estudinates.
Cuadro 3 Distribución de la Frecuencia de los Ítems correspondientes a la dimensión componente Afectivo
Nº Ítems De Acuerdo Indeciso
En Desacuerdo
Fi % fi % Fi %Indicador: emoción 09 Promueves la cordialidad en las
actividades que realizas cuando sus estudiantes que expresan emociones negativas
3 11 9 32 16 57
10 Posee disposición ha expresiónes de emociones positivas para establecer un vínculo agradable con las conductas afectivas de los estudiantes.
8 28 5 18 15 54
Indicador: simpatía11 Estas dispuesto a dedicar tiempo
en clases para orientar las conductas afectivas de lo estudiantes.
6 21 5 18 17 61
12 Ves con simpatia que exista en sus clases un clima afectuoso hacia las conductas afectivas de los estudiantes.
3 11 5 18 20 71
Indicador: amor13 Tiene disposición ha decir a los
estudiantes lo importante y valiosos que son aunque no tenga las conductas afectivas que ud quisiera.
3 11 6 21 19 68
Cont. Cuadro 3
61
Nº Ítems De Acuerdo Indeciso
En Desacuerdo
Fi % fi % Fi %Indicador: amor14 Se inclina por estudiantes que le
demuestran afecto.7 25 6 21 15 54
Indicador: ternura15 Ve con agrado brindárle
consejos al estudiante que observas callado y/o aislado durante el desarrollo de las actividades.
6 21 1 4 21 75
16 Le agrada que sus estudiantes se le acerquen a comentarle algún problema, para ofrecerles carino y compresión.
4 14 7 25 17 61
Indicador: cariño17 Percibe en ud sentimientos de
cariño hacia los estudiantes con conductas afectivas de deshonestidad
4 14 5 18 19 68
18 Posee tendencia a dar cariño a estudiantes con conductas afectivas esquivas mediante palabras afectuosas cuando están en clase.
4 14 3 11 21 75
Promedio 17 19 64Fuente: Instrumento aplicado a la muestra
El cuadro 3 presenta la dimensión componente afectivo; de acuerdo
con el indicador emoción, el 57% de docentes contestó estar en desacuerdo
en que promueve la cordialidad en las actividades que realizas cuando sus
estudiantes que expresan emociones negativas; un 32% está indeciso al
responder y solo un 11% está de acuerdo en. Por otro lado, cuando se les
preguntó a los docentes que si posee disposición ha expresiónes de
emociones positivas para establecer un vínculo agradable con las conductas
afectivas de los estudiantes. El 54% de los docentes respondieron estar en
desacuerdo, a su vez, un 18% estuvo indeciso y solo un 28 % estuvo de
acuerdo.
62
Con estos resultados se puede evidenciar la poca actitud de
disposición de los docentes para promover la cordialidad y el afecto en las
actividades que realizan además no le dan la relevancia que las emociones
tienen para establecer vínculos de carácter afectivo con los estudiantes, y
permitir que los docentes y estudinates de un mismo entorno cultural puedan
compartirlas. Esto sustentado por Moles (2007) cuando señala las
emociones son “reacciones somáticas que acompañan a conductas muy
determinadas, producidas por ambas, ante la satisfacción o insatisfacción de
necesidades debido esto a cambios ambientales repentinos” (p.60).
Por otra parte, encontramos en esta dimensión el indicador simpatía,
en este aspecto los docentes indicaron que el 61% esta en desacuerdo en
tener disposición a dedicar tiempo en clases para orientar las conductas
afectivas de lo estudinates, el 18% refiere indecisión para realizarlo y solo el
21% esta de acuerdo. Además, se tiene que un 71% estarn en desacuerdo
en ver con simpatia que exista en sus clases un clima afectuoso hacia las
conductas afectivas de los estudiantes, un 18% esta indeciso y solo un 11%
contesto estar de acuerdo.
Lo que demuestra que en su mayoría los docentes no tienen una
actitud de dispocisión hacia las conductas afectivas de los estudiantes pues
no sienten simpatia hacia ellas. Esta acotación se sustenta en lo descrito por
Mora (2003), expresa que: “…la simpatía son interrelaciones humanas y
desempeña un rol determinante, dado que ayuda a ser aceptados, a
mantenernos interrelacionados siempre que se sepa manejar.” (p.132). Por lo
que se hace necesario el diseño de lineamientos cognitivos conductuales
para que los docentes orienten la actitud hacia las conductas afectivas de los
estudiantes .
Seguidamente se analiza el indicador Amor donde el 68% de los
docentes manifestaron estar en desacuerdo en tener disposición ha decir a
los estudiantes lo importante y valiosos que son aunque no tenga las
conductas afectivas que él quisiera, un 21% esta indeciso y el 11% está de
63
acuerdo También se tiene que el 54% esta en desacuerdo acuerdo en
inclinarse hacia los estudiantes que le demuestran afecto y un 25% de los
docentes están de acuerdo y solo un 21% esta en desacuerdo.
Tal como se evidencia los resultados se puede decir que existe una
gran colectividad de docentes que dedican su jornada a impartir
conocimientos obviando que el amor y el afecto forma parte de la
personalidad del educando, pues debe estar consciente de la necesidad de
dar y recibir amor, además, la vocación de enseñar lo exige porque educar
es cuestión de corazón. Por ello, las actitudes asumidas por el docente son
fundamentales para los alumnos que tiene a cargo, pero lo es aún más, el
intercambio afectivo. Esto lo respalda García (2008), indica que el amor es
un sentimiento propio del género humano que se caracteriza por la búsqueda
de otra persona para compartir tiempo y actividades creando vínculos entre
ellos (p.44).
Con referencia al indicador ternura, el 75% de los docentes respondió
estar en desacuerdo en que ve con agrado brindárle consejos al
estudiante que observas callado y/o aislado durante el desarrollo de las
actividades. Un 21 % en estar de acuerdo y solo un 21% esta indeciso.
También cuando se le pregunto a los docentes que si le agrada que sus
estudiantes se le acercan a comentarle algún problema, para ofrecerles
carino y compresión. El 61 están en desacuerdo un 25% indeciso y solo un
14% está de acuerdo
Es indudable que los docentes en su gran mayoría poco brindan
ternura a sus estudiantes, por ser esta uno de los elementos que se necesita
en el aula actualmente, debido a que existen docentes que no manifiestan
ningún tipo de calidez afectividad y calor humano a los estudiantes, terminan
por no utilizar la comunicación afectiva en el aula. De manera que la ternura
pasa a hacer una herramienta de gran trascendencia que utilizada de
manera operativa por el docente puede obtener grandes resultados. Tal
como lo señala Valderrama (2005), cuando afirma que la ternura “es un
64
sentimiento social que rompe, indudablemente, el clima de individualismo y
competencia (p. 56).
Consecutivamente, se analíza el indicador Cariño, en relación a este
indicador los sujetos estudio confirmaron en un 68% que no percibe en ellos
sentimientos de cariño hacia los estudiantes con conductas afectivas de
deshonestidad, un 18% está indeciso y solo un 14% esta de acuerdo.
Asimismo 75% de los docentes está en desacuerdo en que posee tendencia
a dar cariño a estudiantes con conductas afectivas esquivas mediante
palabras afectuosas cuando están en clase, un 21% se refiere indeciso y un
14% está de acuerdo.
Lo que demuestra que en su mayoría los docnetes estan en
desacuerdo en demostrar cariño a los estudiantes, lo que lleva a que el
decente tenga una actitud de desagrado hacia las conductas afectivas de los
estudiantes y si se considera que este un elemento clave en el desarrollo
humano, porque si no se cultiva, habrá carencias y desajustes muy serios,
porque todos necesitan de manifestaciones de cariño, cercanía, afecto. Lo
expresado se refuerza en lo que expresa González (2009), que define el
cariño como “un afecto intenso que se tiene hacia una persona o cosa a la
que se quiere cuidar y conservar. Es una expresión y señal de amor,
delicadeza o cuidado con que se hace o se trata una cosa y este sentimiento
se emplea para dirigirse cariñosamente a una persona (p.66).
En función a las respuestas obtenidas en la dimensión en estudio, se
obtiene como resultante porcentual 64% con preferencia en la opción de
respuesta en desacuerdo; situación que infiere en que existe una baja actitud
de los que docentes del Liceo Bolivariano “Capitanejo” en expresar el afecto,
las emociones, la simpatía, el amor, la ternura y el cariño hacia las
conductas afectivas de los estudiantes. Lo que significa que la población
objeto de estudio no le da importancia a la dimensión afectiva, situación que
infiere la necesidad que debe asumir en cuanto a diseñar lineamientos que
65
permitan mejorar el ambiente y relaciones afectivas entre docente y
estudiantes, para lograr una mayor integración escolar y social.
El resultado confirma la posición de Moles (1991), cuando sostiene
que la “socio-afectividad es una parte afectiva del individuo que se manifiesta
en estados de ánimo positivos o negativos, donde se modela dependiendo
de los aspectos placenteros de atención, agradablemente se reflejan en
términos de sentimientos vistos como la comunicación con sinceridad,
aceptación, confianza y amabilidad que se consolida en la compresión”
(p.13). De ahí laimportancia del componente afctivo de la actitud hacia las
conductas afectivas de los estudiantes porque muchos autores dicen que se
enseña con el ejemplo.
Cuadro 4 Distribución de la Frecuencia de los Ítems correspondientes a la dimensión Componente ConductualNº Ítems De
acuerdo IndecisoEn
desacuerdoFi % Fi % Fi %
Indicador: Disciplina 19 Te agrada el orden en las
actividades que se desarrollan en el aula para fomentar la disciplina como una conducta afectiva operativa.
13 46 8 29 7 25
20 Percibe la disciplina como importante para el buen manejo de las conductas afectivas de los estudiantes.
15 54 9 32 4 14
Indicador: Aceptación 21 Aceptas disculparte cuando
actúas incomprensiblemente con sus estudiantes para enseñar con el ejemplo
4 14 7 25 17 61
22 Aceptas con agrado las disculpas de sus estudiantes cuando ellos no actúan acorde a las reglas del aula.
15 54 4 14 9 32
Cont. Cuadro Nº 4Nº Ítems De En
66
acuerdo Indeciso desacuerdoFi % Fi % Fi %
Indicador: Rechazo 23 Emites señales de rechazo
cuando se realizan actividades y los estudiantes demuestran conductas afectivas inadecuadas con las mismas
25 89 2 7 1 4
24 Siente que no se debe rechazar al estudiante porque puede causar la destrucción emocional en ellos
25 89 1 4 2 7
Promedio 58 18 24Fuente: instrumento aplicado a la muestra.
En los resultados se observa para el indicador Disciplina, que un
46% de los docentes dijeron estar de acuerdo con que le agrada el orden en
las actividades que se desarrollan en el aula para fomentar la disciplina. Un
29% estan indecisos y el 25% están en desacuerdo. De igual manera cuando
se pregunto: si percibe a la disciplina como importante para el buen manejo
de las conductas afectivas de los estudiantes. El 54% de los docentes
respondieron estar de acuerdo, un 32% comunican estar en desacuerdo y
un 14% repondieron indecisos.
Estos resultados evidencian que hay docentes que manifiestan tratos
poco afectivos y por ende obtienen como respuesta de sus alumnos
conductas no operativas como lo es la indisciplina. Lo que para Puig (2008),
señala que el significado más usual de disciplina es el conjunto de reglas
para mantener el orden y la subordinación entre los miembros de un cuerpo,
es la obligación que tienen los maestros y los profesores de seguir un código
de conducta conocido por lo general como reglamento escolar (p.76).
Posteriormente se analíza el indicador Aceptación, para el ítem 21 el
docente en esta en desacuerdo en aceptar disculparse cuando actúas
incomprensiblemente con sus estudiantes para enseñar con el ejemplo,
67
61% un 25% infiere en indeciso y solo un 14% lo hace; también se les
preguntó en el ítems 22 si aceptas con agrado las disculpas de sus
estudiantes cuando ellos no actúan acorde a las reglas del aula y un 54%
acepta las disculpas un 32% no acepta y un 14% está dudoso en aceptar.
Se evidencia en este indicador que los docentes en su mayoría carecen de
sentimientos como la aceptación, el mismo puede representar uno de los
elementos que motiven a la deserción escolar y más aun si el docente no
manifiesta conductas afectivas que lo hagan sentir seguros y comprendidos a
sus estudiantes. Esto se contradice con lo sustentado por Rodríguez, (2006)
que expresa “cada uno de los aspectos de otra persona que brinda calidez
y seguridad en relación”. (p. 45) y se evidencia en los resultodos que esto no
ocurre con los sujetos estudiados.
Por último se tiene en el indicador Rechazo, donde un 89% de los
docentes están de acuerdo en que, emites señales de rechazo cuando se
realizan actividades y los estudiantes demuestran conductas afectivas
inadecuadas con las mismas, un 7% dijo estar indeciso y solo un 4% expresa
estar en desacuerdo; finalmente cuando se le pregunto a los docentes si
siente que no se debe rechazar al estudiante porque el rechazo es una
herida profunda que puede causar la destrucción emocional en elllos. El 89%
de docentes estuvo de acuerdo, y solo un 4% estuvo indeciso y un 7% en
desacuerdo. Por lo que se demuestra que los docentes con actitudes de
rechazo emiten señales que pueden llevar a otros a se sienta inferiores y
hacen cosas que ponen de relieve su repudio hacia las conductas afectivas
de lo estudiantes. Así lo señala Beuchot (citado por Ricci 2003) considera
que el rechazo es una herida profunda en el corazón que puede causar la
destrucción total del individuo cuando no es tratado a tiempo (p.122).
En la resultante porcentual, la mayoría de los sujetos estudio
confirmaron la presencia de dificultades conductuales, puesto que la mayoria
tienen actitudes de acepatción de conductas afectivas no operativas con
preferencia en la opción de acuerdo; considerándose actitud alta a rechazar
68
conductas adecuadas en los estudiantes y aceptar las que no deberia. El
resultado obtenido, confirma la posición de Ruiz (1998), el componente
conductual es la predisposición de respuesta de umbral variable que
conduce algún tipo de acción que es activada convenientemente (p.56).
Situación que infiere la necesidad de una normativa entre docentes y
estudiantes, en el área conductual, específicamente en la disciplina, manejo
de la aceptación y el rechazo. Esta aseveración parte de la mencionada
agrupación en la opción señalada, observándose dificultades, entre otras
para tener una actitud favorable cuando se presentan situaciones no
operativas por parte de su entorno en el área afectiva.
CAPÍTULO V
69
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Conclusiones.
Una vez analizado los datos obtenidos en la aplicación del
instrumento, en este caso orientar la actitud del docente hacia las conductas
afectivas en los estudiantes de secundaria del Liceo Bolivariano “Capitanejo”,
ubicado en el Municipio Ezequiel Zamora del Estado Barinas, los resultados
obtenidos en la investigación y derivados de los objetivos específicos que
guiaron el estudio, permite concluir lo siguiente:
- Para el Componente Cognitivo con respecto a las conductas
afectivas de los estudiantes, existe una baja actitud hacia las mismas, según
el criterio de analisis. Además se puede afirmar que en su mayoría los
docentes del Liceo Bolivariano “Capitanejo” están en desacuerdo en tener
ideas, opiniones, pensamientos y creencias de agrado o tendencia hacia las
conductas afectivas de los estudiantes que los ayude a manejar o a
compreder las mismas.
- El Componente Afectivo situación que infiere en que existe una baja
actitud de los que docentes del Liceo Bolivariano “Capitanejo” para expresar
el afecto, las emociones, la simpatía, el amor, la ternura y el cariño hacia las
conductas afectivas de los estudiantes. Lo que significa que la población
objeto de estudio no le da importancia a la dimensión afectiva, situación que
infiere la necesidad que debe asumir en cuanto a diseñar lineamientos que
permitan mejorar el ambiente y relaciones afectivas entre docente y
estudiantes, para lograr una mayor integración escolar y social.
- Con respecto al Componente Conductual, el resultado de los
promedios porcentual, evidencio que la mayoría de los sujetos estudio
confirmaron la presencia de dificultades conductuales, puesto que un alto
porcentaje tienen actitudes de aceptación de conductas afectivas no
70
operativas con preferencia en la opción de acuerdo; considerándose actitud
alta para rechazar conductas adecuadas en los estudiantes y aceptar las que
no deberia, lo que puede llevar a profundizar en el estudiantes conductas
afectivas no operativas
Para finalizar se considera que los docentes seleccionados para este
estudio a los cuales se les midió su actitud con los indicadores: ideas,
creencias, opiniones, pensamientos, para respuestas cognitivas; emoción,
simpatía, amor, ternura y cariño para respuestas afectivas; Disciplina,
aceptación y rechazo para las respuestas conductuales, en promedio general
manifestaron una media actitud hacia las conductas afectivas de los
estudiantes.
De lo anterior se puede concluir, que los docentes seleccionados para
el estudio muestran una mediana actitud hacia conductas afectivas en los
estudiantes de secundaria Liceo Bolivariano “Capitanejo”, ubicado en
Capitanejo, Municipio Ezequiel Zamora del Estado Barinas, lo que hace
necesario elaborar lineamientos que permitan mejorar el ambiente y las
relaciones afectivas entre el educador y educandos, para lograr una mayor
integración escolar y social, ya que la falta de normativos no solo entorpece
la labor del docente sino que se le dificulta desenvolverse mejor en su
entorno. Además los docentes presentan dificultades, para tener una actitud
favorable ante situaciones no operativas manifestada por los estudiantes en
el área afectiva.
Recomendaciones
71
La autora de la investigación considera pertinente dejar plasmadas
algunas recomendaciones, tales como:
1.- Tomar como punto de reseña la presente investigación para otros
estudios de naturaleza descriptiva que permitan igualar otros elementos que
puedan interesarse en la práctica del fenómeno deorientar la actitud hacia las
conductas afectivas.
2.- Presentar los resultados de la investigación a la institución objeto
de estudio para hacer del conocimiento que el docente representa una
opción para mejorar conductas afectivas de los estudiantes tanto en el hogar
como en la escuela, orientando su actitud que lleve a los alumnos a mejorar
en estos dos ambientes y manifestar en los mismo conductas afectivas
adecuadas
3.- A los estudiantes del Liceo Bolivariano “Capitanejo”, del Municipio
Ezequiel Zamora, Estado Barinas, quienes esperan del docente, un ser
social más humano, comunicable y en sus palabras “más cerca de nosotros”
debe ser muy honesto y tratar de ofrecer al docente respeto mediante los
mensaje que dan sean directos e indirectos, para que no halla ambigüedad
en los mismo y el docente al reflexionar sobre lo que hace cotidianamente y
teniendo el firme propósito de devolver el respeto, la simpatía brindada
buscará métodos, técnicas, y se perfeccionará en la disciplina que enseña y
hará posible el cambio en la actitud hacia las conductas afectivas
inadecuadas
A los docentes, cuyo origen de la profesión es el ejercicio en la
sociedad, ha sido concebida tradicionalmente por muchas generaciones y en
muchos países como la práctica de un apostolado tener una visión positiva y
de respeto hacia los alumnos, pensando firmemente que ellos pueden hacer
las cosas, y brindarles la oportunidad de contribuir en favor de su propio
desarrollo, buscando hacerlos más independientes, rompiendo poco a poco
72
con el vínculo de dependencia tan nocivo para el aprendizaje como son las
conducta afectivas no operativas.
Además a estos mismos docentes se invitan a que elimine las barreras
de comunicación con sus estudiantes, esto tendrá repercusiones sobretodo
en la confianza que ellos tengan para poder aclarar sus dudas, fomente un
ambiente de competencia individual y grupal esto favorecerá el aprendizaje.
También a que le diga al alumno que se espera de él, a dónde tiene que
llegar, que conozca en que punto está con respecto a la modificación de las
conductas afectivas no operativas. Que vaya reconociendo que hizo antes,
que esta haciendo en ese momento y hacia donde irá su mejoramiento, para
ello es indispensable que conozca el manejo de las conductas afectivas,
platicar con él respecto a las mismas, ofrecerle una visión global de la
afectividad y le orienta sobre las metas que habrá de cumplir para tener un
equilibrio emocional operativo.
A los investigadores en el área de la conducta humana, se la invita a
realizar estudios similares con el fin de buscar nuevos horizontes que les
permitan crecer como personas. Finalmente, se insta a los Investigadores a
la aplicación y monitoreo de los lineamientos cognitivo conductual antes
propuestos para que logren sus objetivos.
73
CAPITULO VI
PROPUESTA
LINEAMIENTOS COGNITIVO CONDUCTUALES QUE ORIENTE LA ACTITUD DEL DOCENTE HACIA LAS CONDUCTAS AFECTIVAS DE LOS
ESTUDIANTES DE SECUNDARIA DEL LICEO BOLIVARIANO “CAPITANEJO” ESTADO BARINAS
Presentación
Los seres humanos se forman a través de la socialización. Ésta se
presenta en dos fases: primaria, en el seno de la familia, y secundaria, en la
escuela. Ahora, es innegable que la calidad del sistema educativo depende
de la actitud de los docentes. Sin embargo, a pesar de su importancia, en los
procesos formativos, prácticamente no se contemplan contenidos
relacionados con la orientación de la actitud del docente hacia las conductas
afectivas de los estudiantes
Se suele entenderse por la orientación de la actitud de los docentes
hacia las conductas afectivas del estudiante como el desarrollo de
capacidades para enfrentarse a las situaciones inciertas, complejas,
singulares y conflictivas, que caracterizan la práctica educativa, y así afrontar
sus desafíos y presiones. Diversos autores (véase la síntesis realizada por
Barquín, 1999) han tratado sobre cómo mejorar la actitud del docente y se
han centrado en indicadores tales como desarrollo de la autonomía y del
conocimiento, nuevos roles, funciones y tareas, dotación de más recursos,
Santos Guerra (2005) expresa que “la actitud del docente es una
organización y un sistema cognitivo, afectivo, conductual; es decir peculiar y
complejo” (p. 21)
Actualmente el papel del docente en el ámbito escolar no se reduce a
la simple instrucción. La nueva dinámica de las sociedades modernas le ha
otorgado la responsabilidad de contribuir a fortalecer las bases de la
personalidad que se comenzaron a formar en el contexto familiar durante los
74
primeros estadios de la vida. De esta forma, cobra mayor sentido el concepto
de educación holística y dentro de esta, como señalan Ortega y Mora (1996),
las relaciones interpersonales como parte integrante del desarrollo individual,
social, emocional y moral de los educandos así como de su formación
intelectual. Por ello Eisenberg (2002) expresa "… la actitud corresponde a
ciertas regularidades de los sentimientos, pensamientos y predisposiciones
de un individuo a actuar hacia algún aspecto del entorno"
En este sentido la actitud en su dimensión externa está constituida
por las relaciones con el medio; su dimensión interna viene determinada, por
un lado, por los pensamientos y creencias, y, por otro, por el sistema
relacional, esto es, los elementos personales en la interacción que se da en
el contexto escolar Según Moles (1991), en muchos casos la formación de
hábitos de respuestas sociales no operativas está vinculada con la presencia
de estados emocionales displacenteros, reforzados por la presencia de una
serie de factores y contextos específicos que influyen y confluyen en el
individuo como es el caso de la familia, el ámbito escolar que condicionan
tanto la formación, actuación y el desempeño personal de acuerdo a normas
establecidas
En virtud de lo anterior se requiere aplicar técnicas cognitivo
conductuales para lograr esos cambios en los docentes hacia un modelo
asertivo y operativo que va influir en el éxito o fracaso de la personalidad de
los estudiantes puesto que orientara las conductas afectivas de los mismo
para que sean operativas y asertivas, donde los docentes deben generar
situaciones de aprendizajes significativos que faciliten orientar la actitud del
docente para que pueda ayudar a modificar las conductas afectivas de sus
educandos, teniendo como base una comunicación que permita entender y
lograr los objetivos que se persiguen dentro de un ambiente solidario basado
en un trabajo de comprensión, responsabilidad y amor en todos los
estudiantes involucrados en este trabajo de investigación.
75
Fundamentación Teórica
La modificación, orientación de la actitud de los docentes hacia las
conductas afectivas en los estudiantes tiene como objetivo promover el
cambio a través de técnicas de intervención psicológicas para mejorar el
comportamiento de estos, de forma que desarrollen sus potencialidades y las
oportunidades disponibles en su medio, optimicen su ambiente, y adopten
actitudes, valoraciones y conductas útiles para adaptarse a lo que no puede
cambiarse. En ésta área esta el diseño y aplicación de métodos de
intervención psicológicas que permitan el control de la conducta para
producir el bienestar, la satisfacción y la competencia personal.
Según Labrador (2005), define la modificación de conducta como
aquella orientación teórica y metodológica, dirigida a la intervención que,
basándose en los conocimientos de la psicología experimental, considera
que las conductas normales y anormales están regidas por los mismos
principios, que trata de desarrollar estos principios y aplicarlos a explicar
conductas específicas, y que utiliza procedimientos y técnicas que somete a
evaluación objetiva y verificación empírica, para disminuir o eliminar
conductas desadaptadas e instaurar o incrementar conductas adaptadas.
Esta definición pone de relieve las características más fundamentales
como el desarrollo de métodos de intervención que incidan en aspectos
cognitivos que sirvan para potenciar el cambio conductual y, la mejora de
procedimientos de tratamiento conductuales para abordar vías a través de
las cuales se pueda incidir sobre la actividad cognitiva.
En este sentido se propone el abordaje cognitivo–conductual que
parte de la condición bio-psico-socialidad del ser humano de acuerdo a
Moles (2000), la premisa fundamental del enfoque cognitivo es que existe
una relación estrecha entre el pensamiento, las emociones y sentimientos y
la conducta. De tal manera, continúa señalando el citado autor, las
percepciones están influenciadas por los procesos de pensamiento
76
dominante y el grado de racionalidad (objetividad y lógica) de ellos; no
obstante, el aprendizaje conduce al desarrollo de actitudes y valores (que no
necesariamente son lógicas ni racionales) que a través de un proceso de
condicionamiento pasan a formar parte integrante del esquema de una
persona.
Igualmente implica la aplicación sistemática de los principios y las
técnicas de aprendizaje para evaluar y mejorar los comportamientos
encubiertos y manifiestos de la actitud los docentes hacia las conductas
afectivas de los estudiantes para facilitar así un funcionamiento favorable en
le aula de clase, también llevar a que el estudiante se siente querido dentro
de su núcleo escolar. Los lazos afectivos bien establecidos a edades
tempranas son fundamentales para la estabilidad y para prevenir posibles
conductas disruptivas.
Por otra parte, los lineamientos diseñados se fundamenta en las
técnicas cognitivo conductual presentadas en las bases teóricas, con el cual
se pretende que los docentes del Liceo Bolivariano “Capitanejo”, Municipio
Ezequiel Zamora del Estado Barinas orienta la actitud hacia las conductas
afectivas de los estudiantes al asumir esta situación, considerado por la
autora de la investigación como el más apropiado para lograr ésta
problemática a través de la comunicación, la comprensión, la organización,
apoyando al estudiante para lograr penetrar en su pensamiento, manifestarle
afecto, sentimiento, controlar sus emociones y simpatía, ofrecerle amor,
ternura, cariño y más que todo observar su comportamiento, disciplina,
ofrecerle disculpas y evitar el rechazo.
Justificación
Las acciones traducidas en lineamientos de orientación dirigidos a los
docentes se justifican por cuanto dado los resultados de la investigación, los
docentes muestran dificultades en el manejo de la actitud hacia las
conductas afectivas en los estudiantes; puesto que presentan problemas
77
para responder empáticamente ante los sentimientos y preocupaciones de
los estudiantes en situaciones que influyen de manera negativa en el
desarrollo de la personalidad de los adolescentes. En virtud de este
señalamiento, los lineamientos de orientación, representan líneas a seguir
por los docentes y de este modo orientar la actitud de este hacia las
conductas afectivas del estudiante.
Por otra parte, sobre la base de la concepción del concepto de
lineamientos, planteado por Cortés (2006), para quien implica la planeación
creativa e innovadora de líneas de acción dirigidas a hacer frente a un
circunstancia problemática que requiera ser mejorada, se busca
precisamente, bajo la iniciativa de la autora del estudio plantear tales líneas
de acción con las que se aspira orientar a los docentes en relación con la
temática que dio origen tanto a la investigación como a la presente
propuesta.
La misma autora sostiene que por lineamiento se entiende la
adaptación de los recursos y habilidades de la organización al entorno
cambiante, aprovechando oportunidades y evaluando riesgos en función de
objetivos y metas, premisa que orienta precisamente la propuesta que se
presenta. Por consiguiente los lineamientos cognitivo conductuales que
oriente la actitud del docente hacia las conductas afectivas de los estudiantes
de secundaria del Liceo Bolivariano “Capitanejo” Estado Barinas; se aspira
que por tratarse de acciones y pautas de trabajo, las mismas permitan
orientar al docentes para guiar el desarrollo de las conductas afectivas de
los estudiante mediante la comunicación y el acercamiento docente alumno.
Objetivos de los Lineamientos
Objetivo General
Proporcionar fundamentos teóricos y prácticos que permitan a los
docentes del Liceo Bolivariano “Capitanejo” Estado Barinas la orientación y/o
78
el cambio de actitudes hacia las conductas afectivas de los estudiantes.
Objetivos Específicos
1.- Orientar y/o modificar la actitud de los docentes en cuanto a ideas,
opinión, pensamiento y creencias hacia las conductas afectivas de los
estudiantes de secundarias.
2.- Promover en los docentes una actitud favorable en cuanto al manejo
de la emoción, simpatía, amor, ternura y cariño hacia las manifestaciones
conductuales afectivas de los estudiantes.
3.- Orientar el componente conductual de los docentes en la disciplina
aceptación y rechazo hacia las conductas afectivas de los estudiantes.
Metodología
La orientación metodológica como proceso para fundamentar las
acciones teórico-prácticas, se direccionan hacia un camino participativo, para
obtener el fortalecimiento y cambio de actitud por parte de los docentes hacia
las conductas afectivas de los estudiantes; por tal razón, se diseñan
jornadas, talleres, donde se realicen exposiciones, identificación de casos
prácticos, un trabajo reflexivo y crítico de profundización de los elementos de
estudio.
Estructura
Los lineamientos están estructurados en tres tópicos: Referentes
cognitivo, referentes afectivos y tendencia conductual; cada tópico tiene un
propósito que va desde proporcionar el conocimiento teórico y el
entrenamiento a los docentes con la intención de lograr en éstos un cambio
de actitud favorable hacia las conductas afectivas de los estudiantes.
A continuación se muestra la estructura general de los lineamientos
propuestos.
79
Fortalecer y/o modificar la actitud de los docentes en cuanto a ideas, opiniones, pensamientos y creencia hacia las conductas afectivas de los estudiantes
LINEAMIENTOS COGNITIVO CONDUCTUALES QUE ORIENTE LA ACTITUD DEL DOCENTE HACIA LAS CONDUCTAS AFECTIVAS DE LOS
ESTUDIANTES DE SECUNDARIA
AUTORA: ANA LOURDIS ROA
TUTORA: CARMEN MOLINA S
80
Promover en los docentes una actitud favorable en cuanto al manejo de la emoción, simpatía, amor y ternura, cariño hacia las conductas afectivas de los estudiantes.
Fortalecer el componente conductual de los docentes en cuanto disciplina, aceptación y rechazo
Propiciar acciones que generen posibilidades de discusión, análisis y reflexión acerca de las ideas opinión, pensamientos y creencias sobre las
conductas afectivas de los estudiantes.
81
Intención
Contenido
Que los docentes puedan fortalecer y/o modificar la actitud en cuanto ideas, opinión, pensamientos y creencias hacia las conductas afectivas de los estudiantes
IdeasOpiniónPensamientocreencias
DirectricesPreparar una jornada de trabajo en la que los docentes:
Reflexionen sobre las conductas afectivas de los estudiantes.
Profundice en los conocimientos sobre aspectos relacionados con las
conductas afectivas de los estudiantes sobre las ideas, opinión,
pensamientos, creencia y los contrastes con definiciones y conceptos de
autores reconocidos.
Obtengan información teórica relacionada con las conductas afectivas.
Identifiquen las creencias, opiniones y percepciones negativas que
manejan en torno a las conductas afectivas; de ese modo podrán
modificarlas a través del cambio de pensamiento.
Deliberen acerca de la importancia de comprender las conductas afectivas
de los estudiantes para orientar las ideas, opiniones, pensamientos y
creencias
82
Directrices (Cont.)Preparar una jornada de trabajo en la que los docentes
Ejecuten acciones dirigidas a fomentar en ellos un cambio de actitud hacia
las conductas afectivas de los estudiantes
Realicen encuentros con la facilitación de la investigadora como
orientadora de la conducta a fin de que puedan confrontar las creencias,
opiniones que tienen los docentes acerca de las conductas afectivas
aplicando técnicas como la reestructuración cognitiva y la terapia cognitiva
conductual
Participen en jornadas en las que puedan discutir temas relacionados con
las conductas afectivas con otros docentes, padres y estudiantes.
Sean conscientes de sus actos y deseos, asumiendo una actitud crítica y
reflexiva frente a las creencias y representaciones sociales que sus
contextos socioculturales establecen con respecto a conductas afectivas
de los estudiantes
Reconocer el derecho de las estudiantes y los estudiantes de decir NO,
como forma de reestructuración cognitiva y terapia racional emotiva
conductual en un contexto de estímulo adecuado a su autonomía para
favorecer en el futuro la toma independiente de decisiones.
Promover a que conozcan y hagan suya la importancia de pensar y opinar
sobre defender los derechos de los estudiantes en comportarse según
como se sienta sin que por ello sean objeto de rechazo sino de orientación.
Establecer la conciencia corporal a través del contacto agradable,
cuidadoso y respetuoso cuando el estudiante se sienta desamparado,
permitiendo que estos dejen fluir su emoción y cuenten que les pasa para
cambiar la visión, ideas y opiniones del docente como represivo e
indiferente ante sus problemas.
Construir ideas, opiniones, pensamiento para crear el sentimiento de
pertenencia a grupos en pro de la valoración de la participación grupal de
las estudiantes y los estudiantes
Ejecutar Acciones que permitan a los docentes el manejo de sentimientos y
emociones hacia las conductas afectivas de los estudiantes
83
Intención
Contenido
Promover en los docentes una actitud favorable en cuanto al manejo de la emoción, simpatía, amor, ternura y cariño hacia las conductas afectivas de los estudiantes
EmociónSimpatíaAmorTernuraCariño
DirectricesQue los docentes
Participen en jornadas donde los docentes discutan acerca de los sentimientos de emoción, simpatía, amor, ternura y cariño que se generan en ellos respecto las conductas afectivas
Observen videos donde los docentes manejan diversos sentimientos hacia las conductas afectivas
Se sientan seguro de sus objetivos hacia sus estudiantes y tome decisiones en función del alcance de sus sentimientos.
Tomen conciencia sobre la importancia de asumir una actitud operativa para la aceptación de los procesos de cambio y aprender a valorar, querer a sus estudiantes a pesar de cualquier conducta afectiva que estos expresenBusquen y reciban información actualizada y veraz con respecto a temas sobre la emoción, simpatía, amor, ternura, cariño y como este componente afectivo interviene con las conductas afectivas de los estudiantes.Promover el inicio de la comunicación verbal docente alumno y, de esta manera, se de el conocimiento mutuo y la consolidación de los vínculos afectivos
Ejecutar Acciones que permitan sensibilizar a los docentes en la necesidad de orientar su tendencia conductual hacia las conductas afectivas de los estudiantes.
84
Intención
Contenido
DirectricesQue a través de jornadas, talleres o charlas previamente planificadas por la proponente los docentes:
Participen en actividades donde se le facilite solicitar y recibir información
acerca de las conductas afectivas y como con afecto y disciplina se
orientan.
Discutan sobre como manejarse hacia la aceptación de las conductas
afectivas a través de la información que reciben de documentales
observados por ellos.
Asuman que es su responsabilidad hablar abiertamente acerca de su
rechazo, intereses, dudas y otros aspectos relacionados con conductas
afectivas no operativa que manifiestan los estudiantes.
Disciplina AceptaciónRechazo
Fortalecer el componente conductual de los docentes en cuanto disciplina, aceptación y rechazo
85
DirectricesQue a través de jornadas, talleres o charlas previamente planificadas por la proponente los docentes:
interactúen con otros docentes acerca de la experiencia con las conductas
afectivas no operativas de los estudiantes y su métodos, estrategias para
el lograr que las misma sean operativas
Reflexionen acerca de su propia iniciativa para obtener información
respecto al manejo de la disciplina
Comprendan la necesidad de hablar abiertamente con los estudiantes
porque rechazan las conductas afectivas no operativas para obtener
orientación acerca de que lleva a los estudiantes a manifestar las mismas.
Ejecuten técnicas cognitivo conductuales como el entrenamiento asertivo,
que les permita asumir una predisposición favorable hacia las conductas
afectivas de los estudiantes.
Tome conciencia de las necesidades físicas, emocionales y afectivas de
las y los estudiantes, para lograr una aceptación asertiva de las conducta
afectivas contribuyendo a la relación de respecto docente alumno y
promoviendo procesos de socialización y prevención de las conductas no
operativas en los estudiantes a temprana edad
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92
ANEXOS
93
ANEXO A INSTRUMENTO APLICADO A LOS DOCENTES
CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIATRICAS,PSICOLÓGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA
NÚCLEO TÁCHIRAMAESTRIA EN ORIENTACION DE LA CONDUCTA
INSTRUCCIONES:
Estimado: Docente.
A continuación se te presenta una serie de interrogantes cuyo propósito es, recabar información para la propuesta de un trabajo de investigación titulado: Actitud del docente hacia las conductas afectivas de los estudiantes de secundaria Se sugiere sea lo más claro (a) y Sincero (a) posible al momento de responder cada ítems de acuerdo a las proposiciones que se le presentan. Las respuestas emitidas por usted serán de valor para sistematizar la información y medir la variable objeto en estudio.
Gracias por su Colaboración.
CUESTIONARIO PARA DOCENTES Alternativas de Respuesta
Nº Ítems(1)De
Acuerdo
(2)Indeciso
(3)En
Desacuerdo
1.- Le agrada la ideas de que se comprenda a los estudiantes en sus conductas afectivas que no correspondan con las normas de la clase2.- Evalua positivamente las conductas afectivas de los estudiantes cuando se expresa en grupo. 3.- Le agrada cuando los estudiantes reflejan conductas afectivas de aburrimiento en las asignaturas que da4.- Se inclina en que se debe orientar al estudiante a expresar sus sentimientos acorde al contexto
94
5.- Está dispuesto ha respetar la opinión de los estudiantes cuando hacen algún comentario o sugerencia respecto a cualquier propuesta 6.- Percibe que es necesario ser claro y preciso en el manejo de las conductas afectivas
Nº Ítems(1)De
Acuerdo
(2)Indeciso
(3)En
Desacuerdo
7.- Se inclina por que se fortalezcan las conductas afectivas operativas en los estudiantes.8.- Tienes tendencia a utilizar una gran variedad de términos, gestos y actitudes para que los estudiantes comprendan la importancia de las conductas afectivas9.- Promueves la cordialidad en las actividades que realizas cuando sus estudiantes que expresan emociones negativas10.- Posee disposición ha expresiónes de emociones positivas para establecer un vínculo agradable con las conductas afectivas de los estudiantes11.- Estas dispuesto a dedicar tiempo en clases para orientar las conductas afectivas de lo estudiantes.12.- Ves con simpatia que exista en sus clases un clima afectuoso hacia las conductas afectivas de los estudiantes13.- Tiene disposición ha decir a los estudiantes lo importante y valiosos que son aunque no tenga las conductas afectivas que ud quisiera14.- Se inclina por estudiantes que le demuestran afecto15.-Ve con agrado brindárle consejos al estudiante que observas callado y/o aislado durante el desarrollo de las actividades.16.- Le agrada que sus estudiantes se le acerquen a comentarle algún problema, para ofrecerles carino y compresión.17.- Percibe en ud sentimientos de cariño hacia los estudiantes con conductas afectivas de deshonestidad18.- Posee tendencia a dar cariño a estudiantes con conductas afectivas esquivas mediante palabras afectuosas cuando están en clase19.- Te agrada el orden en las actividades que se desarrollan en el aula para fomentar la disciplina
95
como una conducta afectiva operativa.20.- Percibe la disciplina como importante para el buen manejo de las conductas afectivas de los estudiantes
Nº Ítems
(1)De
Acuerdo
(2)Indeciso
(3)En
Desacuerdo
21.-Aceptas disculparte cuando actúas incomprensiblemente con sus estudiantes para enseñar con el ejemplo22.-. Aceptas con agrado las disculpas de sus estudiantes cuando ellos no actúan acorde a las reglas del aula23.- Emites señales de rechazo cuando se realizan actividades y los estudiantes demuestran conductas afectivas inadecuadas con las mismas24.- Siente que no se debe rechazar al estudiante porque puede causar la destrucción emocional en ellos
96
ANEXO B INSTRUMENTO DE VALIDACIÓN
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELACENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIÁTRICAS,PSICOLÓGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA
NÚCLEO – TÁCHIRA
San Cristóbal, Junio de 2010
CiudadanaMcs. Zully Añez
Presente
Reciba usted un saludo cordial y respetuoso en ocasión de solicitarle
sus servicios profesionales en función de su acreditada experiencia
académica para validar el instrumento de recolección de datos, los cuales
van dirigidos a los docentes del Liceo Bolivariano Capitanejo, del Municipio
Ezequiel Zamora del Estado Barinas. Base para el diseño de lineamientos
cognitivo conductuales que oriente la actitud del docente hacia las conductas
afectivas de los estudiantes de secundaria
Los mismos forman parte de un trabajo de investigación que
actualmente realizo como requisito parcial para optar al título de Magíster en
Ciencias Mención Orientación de la Conducta que otorga el CIPPSV.
A objeto de facilitar el proceso solicitado, se anexa a la presente:
Título del trabajo, los objetivos, cuadro de operacionalización de la variable,
los instrumentos, una guía para validarlos y datos del experto.
En espera de contar con su amplio profesionalismo, experiencia y
receptividad, le anticipo mis más sincero agradecimiento, al tiempo que sabré
aceptar sugerencias.
Atentamente. Ana L. Roa
97
Participante Cohorte 2009-
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELACENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIÁTRICAS,PSICOLÓGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA
NÚCLEO – TÁCHIRA
DATOS DEL VALIDADOR
Datos Personales
Apellidos y Nombres: ____________________________________________
Cédula de Identidad: ____________________________________________
Dirección: _____________________________________________________
_____________________________________________________________
Datos Profesionales:Titulo de pre grado: _____________________________________________
Titulo de pos grado: _____________________________________________
Datos Laborales
Institución donde trabaja: _______________________________________
_____________________________________________________________
_____________________________________________________________
Otras Institución donde ha trabajado: _____________________________
_____________________________________________________________
_____________________________________________________________
Fecha ________________
______________________Firma del Validador
C.I
98
CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIÁTRICAS,PSICOLÓGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA
NÚCLEO – TÁCHIRA
DATOS DEL EXPERTO
APELLIDOS Y NOMBRES: _______________________________________PROFESIÓN: __________________________________________________INSTITUCIÓN DONDE TRABAJA: _________________________________MAESTRÍA EN _________________________________________________
FECHA: _________________________
CRITERIOS DE VALIDACIÓN INSTRUMENTO (A)
C: Coherencia de los ítems con los objetivos P: Pertinencia R: Redacción V: Validez interna (de contenido)
TABLA DE VALIDACIÖN
ITEM C P R VOBSERVACIONES
Agregue un comentario o sugerencia en caso de mejorar el ítem
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
99
16
17
ITEM C P R VOBSERVACIONES
Agregue un comentario o sugerencia en caso de mejorar el ítem18
19
20
21
22
23
24
___________________________Firma del Validador
C.I. ____________
100
OBSERVACIONES DEL EXPERTO INSTRUMENTO
1. Considera que el instrumento esta acorde con los objetivos planteados?SI ___ NO ___
Explique____________________________________________________
2. ¿Posee el instrumento la cantidad de ítems suficientes para medir dichos objetivos?
SI ___ NO ___Explique____________________________________________________
3. ¿Cree que es necesario eliminar ítems? SI ___ NO___
Explique____________________________________________________
4. ¿Cree que se deben agregar ítems?SI ___ NO___Explique____________________________________________________
5. Señale cuáles serían a su juicio, otras correcciones que deben hacerse al instrumento?________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
6. Podía agregar algún comentario o sugerencia para el planteamiento y desarrollo del trabajo de investigación propuesto? _______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
Firma del ValidadorC.I._____________
101
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELACENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIÁTRICAS,PSICOLÓGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA
NÚCLEO TÁCHIRA
CONSTANCIA DE VALIDACIÓN
Quien suscribe ciudadana: __________________________________,
con C.I. Nº V-_________________________, de profesión (Msc) en: ______
_________________________________, hago constar que he leído el
instrumento, diseñados por el Lcda. ANA LOURDIS ROA para recabar
información de la investigación titulada. “ACTITUD DEL DOCENTE HACIA
LAS CONDUCTAS AFECTIVAS DE LOS ESTUDIANTES DE
SECUNDARIA” Base para elaborar lineamientos cognitivo conductuales que
oriente la actitud del docente hacia las conductas afectivas de los
estudiantes de secundaria del Liceo Bolivariano Capitanejo del Municipio
Ezequiel Zamora del Estado Barinas para que estos manejen de forma
asertiva de las conductas afectivas no operativas de los estudiantes de
secundaria. Los cuales forman parte de su trabajo de investigación para
optar al grado de Magíster en Ciencias, Mención Orientación de la Conducta
del Centro de Investigaciones Psiquiátricas, Psicológicas y Sexológicas de
Venezuela.
En la Ciudad de San Cristóbal a los 11 día del mes de Junio de 2010.
______________________Firma del Validador
C.I.
102
103
Anexo C.- Confiabilidad del Instrumento dirigido a los docentes para recabar información del trabajo del grado titulado "Actitud del docente hacia las conductas afectivas de los estudiantes de secundaria del liceo Bolivariano Capitanejo, Municipio Zamora Estado Barinas".
Item 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 N
Sujeto
1 3 3 3 3 2 2 2 3 2 1 2 2 1 1 3 1 2 1 3 3 1 1 2 2 49
2 3 3 3 3 3 3 2 3 2 3 3 3 3 3 3 3 1 3 3 3 3 3 3 3 68
3 1 3 1 3 1 2 1 1 3 1 1 3 2 3 1 3 2 2 1 1 3 3 2 2 46
4 3 3 3 3 3 1 1 3 2 3 3 1 1 2 3 1 2 1 2 3 2 1 1 1 49
5 1 1 3 3 3 2 1 3 1 3 3 2 2 1 1 1 3 1 3 3 1 2 2 2 48
6 3 3 2 3 3 3 3 2 3 1 2 3 2 1 2 2 1 1 2 2 1 2 3 3 53
7 1 3 2 3 1 1 1 2 3 3 1 1 1 1 2 1 3 1 2 2 3 3 3 3 47
8 2 3 2 3 3 1 3 2 2 3 3 2 1 2 2 2 2 2 2 2 2 3 2 2 53
9 2 1 1 3 2 3 3 1 1 2 1 3 3 1 1 2 2 1 1 3 3 3 1 3 47
10 1 1 1 1 1 1 3 1 3 1 1 2 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 29
Suma 20 24 21 28 22 19 20 21 22 21 20 22 17 16 19 17 19 14 20 23 20 22 20 22 489
X 2,00 2,40 2,10 2,80 2,20 1,90 2,00 2,10 2,20 2,10 2,00 2,20 1,70 1,60 1,90 1,70 1,90 1,40 2,00 2,30 2,00 2,20 2,00 2,20 48,90
S2
1 1 1 0 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 0 0 1 1 1 1 1 1 81,09
Sumatoria 15.9 Formula de alpha de Cronbach = n/n-1[Sumatoria S^2 / Sumatoria St^2)] = 0-1 Resultado de la confiabilidad = 0,92 Este es el resultado de la confiabilidad para los ítems del instrumento de Evaluación del 1 al 3, se le aplicó el Alpha de Crombach y se obtuvo un resultado de 0,92 Alta Confiabilidad. El instrumento contaba con tres (3) Posibilidades de respuesta, las cuales fueron calificados con una puntuación, de la manera siguiente: De acuerdo =1; Indeciso = 2; En desacuerdo = 3
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CURRICULUM VITAE
Roa Roa Ana Lourdis nacida en Pregonero, Estado Táchira, el 09 de
Octubre de 1970, Cédula de Identidad Nº V-9.366.570. Estudios realizados:
Educación Primaria en la Escuela Básica “Candelaria de Cabritas” –
Capitanejo - Barinas, Educación Secundaria Media y Diversificado en la
Unidad Educativa “Capitanejo” – Capitanejo Estado Barinas, obteniendo el
titulo de Bachiller en Ciencias, posteriormente realizó estudios de pregrado
en la “Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales
Ezequiel Zamora” Núcleo Santa Bárbara Estado Barinas, obteniendo el titulo
de Licenciada Mención Educación Integral, actualmente labora como docente
por horas en el Liceo Bolivariano “Capitanejo”. En la actualidad optar por el
grado de Magíster en Orientación de la Conducta que otorga el Centro de
Investigaciones, Psiquiátricas, Psicológicas y Sexológicas de Venezuela
Núcleo Tachira.
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