ADORACIÓN SIN PREJUICIOS Tres de cada cuatro personas...

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“Cuando era niño, vivía en Nuevo México, y en el parque infantil oía hablar español, navajo, e inglés”, dice el Pastor Jim D. Rion. “El multiculturalismo no es algo a lo que yo me haya adaptado; así fue como crecí. Para mí, la diversidad es algo normal”. Rion no desperdició mucho tiempo e hizo caso muy pronto al llamado al ministerio, siendo aún adolescente. Aceptó a Jesús como Salvador a los catorce años de edad, durante un campamento pentecostal de jóvenes, fue lleno del Espíritu Santo a los quince, predicó su primer culto de avivamiento a los dieciséis, se casó con su esposa Denise a los diecisiete, entró a la escuela bíblica a los diecinueve y fue ordenado ministro a los veinticuatro. A la edad de veintisiete años, Rion fundó Westover Hills. Mientras lanzaba la iglesia, terminaba sus grados de maestría y doctoral con el Seminario Teológico de las Asambleas de Dios. La iglesia comenzó en 1986 con unas pocas personas reunidas en un local comercial de noventa y dos metros. cuadrados. Dos años más tarde, Westover Hills construyó su primer edificio en doce mil metros de terreno baldío, un poco más de una hectárea, en el lado noroeste de la ciudad, que todavía estaba deshabitado. Durante los veinticinco años pasados, la iglesia ha ido añadiendo periódicamente parcelas adyacentes, hasta el punto de que ya no hay ninguna más disponible en una zona que se ha convertido en uno de los códigos postales de más rápido crecimiento en la nación. El recinto principal de Westover Hills abarca actualmente cuarenta y cuatro acres, y ha pasado por diez programas de construcción, ADORACIÓN SIN PREJUICIOS RACIALES Iglesia de San Antonio llega a una multitud de culturas Tres de cada cuatro personas que se congregan en la Asamblea de Dios de Westover Hills, en San An- tonio, son hispanas. Cada semana, escuchan la predicación de un pastor blanco, de mediana edad. EP . AG . ORG EP . AG . ORG POR JOHN W. KENNEDY

Transcript of ADORACIÓN SIN PREJUICIOS Tres de cada cuatro personas...

“Cuando era niño, vivía en Nuevo México, y en el parque infantil oía hablar español, navajo, e inglés”, dice el Pastor Jim D. Rion. “El multiculturalismo no es algo a lo que yo me haya adaptado; así fue como crecí. Para mí, la diversidad es algo normal”.

Rion no desperdició mucho tiempo e hizo caso muy pronto al llamado al ministerio, siendo aún adolescente. Aceptó a Jesús como Salvador a los catorce años de edad, durante un campamento pentecostal de jóvenes, fue lleno del Espíritu Santo a los quince, predicó su primer culto de avivamiento a los dieciséis, se casó con su esposa Denise a los diecisiete, entró a la escuela bíblica a los diecinueve y fue ordenado ministro a los veinticuatro.

A la edad de veintisiete años, Rion fundó Westover Hills. Mientras lanzaba la iglesia,

terminaba sus grados de maestría y doctoral con el Seminario Teológico de las Asambleas de Dios.

La iglesia comenzó en 1986 con unas pocas personas reunidas en un local comercial de noventa y dos metros. cuadrados. Dos años más tarde, Westover Hills construyó su primer edificio en doce mil metros de terreno baldío, un poco más de una hectárea, en el lado noroeste de la ciudad, que todavía estaba deshabitado.

Durante los veinticinco años pasados, la iglesia ha ido añadiendo periódicamente parcelas adyacentes, hasta el punto de que ya no hay ninguna más disponible en una zona que se ha convertido en uno de los códigos postales de más rápido crecimiento en la nación.

El recinto principal de Westover Hills abarca actualmente cuarenta y cuatro acres, y ha pasado por diez programas de construcción,

A D O R A C I Ó N S I N

P R E J U I C I O S R A C I A L E S

Iglesia de San Antonio llega a una multitud de culturas

Tres de cada cuatro personas que se congregan en la Asamblea de Dios de Westover Hills, en San An-tonio, son hispanas. Cada semana, escuchan la predicación de un pastor blanco, de mediana edad.

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Hernández elogia a Rion por haber previsto cuál sería el lugar del futuro crecimiento de San Antonio cuando fundó la iglesia.

Rion a su vez atribuye ese mérito a Dios, por haberle dado entendimiento, no solo en cuanto a localizar el sitio, por haberle mostrado los momentos en que iniciaron las diversas expansiones del edificio.

“El Señor nos ha permitido hacer cosas que hoy parecen grandiosas”, dice Rion. “Descubrimos nuestra estrategia… después de que había estado operando ya muchos tiempo”.

La mitad del equipo de trabajo no son personas blancas, ni tampoco lo son la mayoría de los miembros de la junta.

“Desde muy temprano, busqué para el liderazgo a personas que tuvieran corazón y entusiasmo”, dice Rion. “Escogí afroamericanos, asiáticos e hispanos. Sin siquiera darme cuenta, estaba creando una atmósfera multicultural”.

Las dos hijas del matrimonio Rion se casaron con hombres hispanos, y los cuatro forman parte del personal de la iglesia. Hernández dice que Rion abraza la cultura predominantemente hispana de San Antonio como una influencia positiva para la iglesia.

“El pastor Jim es capaz de conectarse transculturalmente con la gente, porque todos forman una parte muy importante de su vida”, dice Hernández. “En los viajes misioneros que hemos hecho a África y Asia, yo he visto cómo la gente le responde. Él siente un genuino cariño y pasión por la gente, que es muy notorio”..JOHN W. KENNEDY es editor de noticias de Pentecostal Evangel.

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“Nuestra pasión por la gente todavía es un componente de nuestro ADN. Nosotros no tole-ramos a la gente, mas bien la celebramos.” — Jim D. Rion

El equipo pastoral de Westover Hills incluye (de la izquierda) Mark Molina, Jim Rion, y Michael Hernandez.

incluyendo la terminación este año de un nuevo auditorio que duplicó la capacidad de asientos.

En los últimos cuatro años, se ha lanzado una obra satélite que abarca más de seis hectáreas, más al oeste, en el Condado de Medina, además de cuna congregación de habla hispana que ha comenzado en el recinto principal. Más de cinco mil personas asisten a los tres lugares cada fin de semana.

Westover Hills es la única iglesia en un plan maestro de desarrollo que comprende tres mil hectáreas. Hace más de un cuarto de siglo, la AD de Westover Hills hizo la tercera compra de propiedad en la zona, después de Sea World y de

una compañía de computadoras. Ahora el desarrollo urbano ha añadido numerosos hoteles, restaurantes y negocios de otro tipo.

Rion fundó la iglesia a pesar de la sabiduría convencional según la cual fracasaría, porque cerca de dos tercios de la población de esta ciudad del sur de Texas son hispanos y católicos.

“Me habían dicho que no se podía construir una iglesia grande de las Asambleas de Dios en San Antonio, porque es una ciudad donde predomina el catolicismo”, dice Rion. “Me dijeron que un anglo no podría construir una iglesia grande, porque es un lugar

predominantemente hispano”. Además del hecho de que las tres

cuartas partes de los que asisten a Westover Hills son hispanos, el cuarenta por ciento de los congregantes fueron católicos en el pasado.

Rion decidió muy pronto centrarse en ayudar a las personas a transformar su vida por medio de Cristo.

“Cuando fundamos la iglesia, no teníamos un lugar, un edificio, y ni siquiera programas”, recuerda Rion. “Así que la gente era lo más importante. Nuestra pasión por la gente todavía es un componente de nuestro ADN. Nosotros no toleramos a la gente, mas bien la celebramos.”

Mark Molina, el pastor ejecutivo de Westover Hills, dice que el amor y la preocupación de Rion por la gente son genuinos.

“El Pastor Jim tiene el deseo de ayudar a todo el que se cruza en su camino, sin querer recibir ni siquiera reconocimiento por lo que haga”, dice Molina, quien comenzó en la iglesia en 1994 como pastor

de jóvenes. “Él habría sido un político extremo”.

Molina, quien considera al pastor fundador su mentor, dice que cuando Rion acepta a la gente no es porque les haya aplicado algún tipo de filtro cultural o racial.

“El Pastor Jim no mira el color de nadie”, dice Molina. “Si perteneces a la raza humana, él se acerca a ti para darte un abrazo”.

El evangelismo y el discipulado han sido los mayores énfasis en Westover Hills desde el principio.

“El hecho de que no teníamos dinero o espacio suficiente, no nos detuvo en nuestro empeño de cumplir la Gran Comisión”, dice Rion. “Buscamos maneras innovadoras de hacer las cosas”.

Por ejemplo, la iglesia opera un programa separado para jóvenes los domingos, porque no se pudieron acomodar más adolescentes los miércoles por la noche. La iglesia opera una guardería que tiene más de doscientos niños. El complejo deportivo que está en construcción estará abierto a la comunidad.

Michael Hernández, pastor de jóvenes de Westover Hills, cree que Rion ha sido bendecido con una aguda previsión que le ha permitido discernir hacia dónde debe ir la iglesia.

“El Pastor Jim nos ha llevado muchas veces a momentos en los que hemos tenido que apoyarnos sobrenaturalmente en Dios”, dice Hernández, quien lleva trece años trabajando en la iglesia. “Ha convocado a jornadas de oración y ayuno por las finanzas, por la necesidad de voluntarios, por las infraestructuras y por el futuro de la iglesia”.

“El Pastor Jim nos ha llevado mu-chas veces a momentos en los que hemos tenido que apoyarnos sobre-naturalmente en Dios. Ha convocado a jornadas de oración y ayuno por las finanzas, por la necesidad de voluntarios, por las infraestructuras y por el futuro de la iglesia.” — Michael Hernandez

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