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Adrien Roig Université Paul-Valéry, Montpellier LOS ESPAÑOLES EN EL TEATRO DE GIL VICENTE Se considera a Gil Vicente 1 como el fundador del teatro portugués, por lo menos del teatro literario. 2 Sin embargo, no pocos de sus personajes son españoles y hablan castellano. 3 Quedan 46 autos de Gil Vicente: 12 en castellano, 15 en portugués y 19 bilingües. 4 Este bilingüismo corresponde con una característica casi general de la literatura portuguesa del siglo XVI, particularmente favorecida en la Corte por la presencia de reinas españolas. 5 Gil Vicente escribió su primera obra en español, el Auto de la Visitación para la reina D. María, 6 y los dos siguientes, Auto pastoril castellano y Auto de los Reyes Magos, ambos en español, a pedido de la Reina madre. Estas obras, en que actúan personajes rústicos españoles que hablan a veces sayagués, 7 pueden aparecer como imitación de las creaciones de Juan del Encina 8 y Lucas Fernández. El idioma castellano quedaba vinculado a la tradición. El castellano era una lengua de prestigio. 9 Era más apta para las moralidades, los asuntos elevados (Barca de la Gloria), las fantasías alegóricas, las comedias derivadas de novelas de caballerías (Don Duardos, Amadís de Gaula). 10 Fuera de esta consagración tradicional, el castellano es el natural medio de expresión y de auto-presentación de los personajes españoles. Organizaremos nuestro estudio de los españoles en el teatro de Gil Vicente en tres partes. Estudiaremos primero a unos tipos de salvajes y ruines. Analizaremos después la categoría de los seductores embauca- dores. Examinaremos por fin la presentación de las grandezas de España y de las excelencias de Portugal. I - Savajes y Ruines 1 - Salvajes Durante la Edad Media, en los momos de Europa, intervenían salvajes. 11 En Gil Vicente, hallamos dos intervenciones de salvajes, cada vez en castellano. En la Comedia sobre la divisa de Coimbra, interviene un salvaje llamado

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Adrien RoigUniversité Paul-Valéry, Montpellier

LOS ESPAÑOLES EN EL TEATRO DE GIL VICENTE

Se considera a Gil Vicente1 como el fundador del teatro portugués,por lo menos del teatro literario.2 Sin embargo, no pocos de suspersonajes son españoles y hablan castellano.3 Quedan 46 autos de GilVicente: 12 en castellano, 15 en portugués y 19 bilingües.4 Estebilingüismo corresponde con una característica casi general de laliteratura portuguesa del siglo XVI, particularmente favorecida en laCorte por la presencia de reinas españolas.5 Gil Vicente escribió suprimera obra en español, el Auto de la Visitación para la reina D. María,6

y los dos siguientes, Auto pastoril castellano y Auto de los Reyes Magos,ambos en español, a pedido de la Reina madre.

Estas obras, en que actúan personajes rústicos españoles que hablana veces sayagués,7 pueden aparecer como imitación de las creaciones deJuan del Encina8 y Lucas Fernández. El idioma castellano quedabavinculado a la tradición. El castellano era una lengua de prestigio.9 Eramás apta para las moralidades, los asuntos elevados (Barca de la Gloria),las fantasías alegóricas, las comedias derivadas de novelas de caballerías(Don Duardos, Amadís de Gaula).10

Fuera de esta consagración tradicional, el castellano es el naturalmedio de expresión y de auto-presentación de los personajes españoles.Organizaremos nuestro estudio de los españoles en el teatro de GilVicente en tres partes. Estudiaremos primero a unos tipos de salvajes yruines. Analizaremos después la categoría de los seductores embauca-dores. Examinaremos por fin la presentación de las grandezas de Españay de las excelencias de Portugal.

I - Savajes y Ruines

1 - Salvajes

Durante la Edad Media, en los momos de Europa, interveníansalvajes.11 En Gil Vicente, hallamos dos intervenciones de salvajes, cadavez en castellano.

En la Comedia sobre la divisa de Coimbra, interviene un salvaje llamado

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Monderigón. Tiene un nombre de consonancia española por el sufijo, loque, con el castellano que habla, lo asimila a un español. Su aspectomonstruoso, de "drago," inspira terror. Se presenta como dueño de lasierra: "...rei de los desiertos só, / el más cruel venturero" (III: 158).Inopinadamente, se enamora de Liberata y se amansa en una serie degalantes requiebros. La Sierpe y el León que figuran en el escudo deCoimbra lo matan y de su nombre deriva el del río Mondego que riegala ciudad.

La índole de salvaje es más acentuada en la figura que representa alInvierno en Triunfo do Invernó. A la indicación de su naturaleza desalvaje sigue inmediatamente la de la lengua hablada, de tal modo quetenemos la significativa aproximación salvaje / castellano: "E porquemelhor se sinta / o Invernó vem salvagem, / castellano en su decir" (IV:265). Como el auto se destinaba a la representación, y no a la lectura, nohay ningún retrato o descripción de este salvaje. Pero el dramaturgoinsiste sobre el aspecto bruto del salvaje que debía de impresionarhondamente a los espectadores: "Aunque veáis mi figura / hecha unsalvaje bruto." El nombre, o apodo, Juan de la Greña constituye otraacotación escénica implícita: designa, según Covarrubias, a un rústicotosco, "de cabellera revuelta y mal compuesta, cuales suelen traerlas lospastores y desaliñados que nunca se la peinan."

El aspecto físico concuerda con la manifestación del carácter moraldevastador y cruel: "Estragador de la leña, / y sembrador del pedrisco;/ ... / Peligro de los ganados. / tormento de los pastores" (IV: 266).Brutalidad, violencia, voluntad de destrucción, de muerte, el Invierno,"ira de los elementos" (IV: 267), dispone de todas las fuerzas naturales:el fuego del rayo, el cierzo cruel, las tempestades. Llena de desolaciónel mar con el naufragio de la nave que iba a las Indias Orientales. Portoda la tierra tremen de miedo los viejos, los pobres, los pastores. Hablamucho, con jactancia y lo subraya: "Y porque alabarme es sospechoso /no me quiero más loar" (IV: 268).

Efectivamente triunfa de todo y de todos. El pastor Brisco leconsidera como una criatura del Demonio: "Que Satañe se lo hizo" (IV:270). Le tacha también de "ruin" (IV: 272), lo que acentúa la ira delsalvaje: "Blasfemas de mí, pastor, / como si yo fuese el Infierno" (IV:272). Brisco redarguye: "Si tu eres el Invierno / aun te tengo por peor"(IV: 272). Sería difícil ir más allá en el encarecimiento de la maldad deesta figura encarnada por un salvaje español.

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2 - Ruines

En varios sitios de los escritos de Gil Vicente, aparecen españolesviles, como este "Juan Cavaleiro, Castelhano," tabernero —oficio vulgar—a quien María Parda pide, en vano, vino para beber (IV: 232, 233).

Castellano también, aquel Felipe Guillen, astrólogo y matemático,inventor de un astrolabio que le granjeó muchos honores y beneficios.Pero se demostró que no era sino falsedad y engaño. Lo encarcelaron yGil Vicente le mandó unas trovas mofadoras: "Alegué por parte vuestra/ lo que sé de vuestro engaño, / porque mostráis una muestra, /después vendéis falso paño, / como luego se demuestra" (VI: 199).

En otra ocasión (diciembre de 1527), el autor fue la víctima directa deciertos almocrebes españoles que le robaron cuanto traía. Se queja en unaepístola al rey D. Juan III: "Castelhanos me trouxeram, / e levaramquanto tinha, / porque Déos e a Rainha12 / diz que os favoreceram" (VI:258). Ese desdichado lance personal puede explicar la mala opinión deGil Vicente para con los españoles. En el Auto da Festa expresacategóricamente, por la boca de Janafonso, la "ruindad" general yabsoluta de esos castellanos que viene a pervertir lo bueno y lo sano dePortugal:

Todo bem e a verdadeneste Portugal nasceram,e se há algüa ruindadede Castela a trouxeramque nao sao negó maldade.E a mais ruim reléesta gente de Castela,que juro pela bofeque melhor é a Guiñésetecentas vezes que ela. (VI: 150, 151)

Una vez más hallamos un acercamiento entre la ruindad de los españolesy lo salvaje simbolizado por Guiñé (Guinea).

De esta visión despreciativa de los españoles procede el miedo de losportugueses a ser considerados como castellanos. Así en la TragicomediaSena da Estrela, a la impertinente pregunta del personaje Serra: "Sois vosde Castela, manos, / ou lá debaixo do extremo?" (IV: 220) contesta

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enérgicamente uno de los "folióes" de Sadoal, ciudad de la Extremaduraportuguesa: "Agora nos faria o demo / a nos outros Castelhanos: /queria antes ser lagarto, / pelos sanctos evangelhos" (IV: 220,221). ¡Anteslagarto que español! Este solemne e inesperado juramento atestiguanítidamente, en el teatro vicentino, el profundo desprecio por loscastellanos vecinos, salvajes y ruines, embaucadores y también peligrososen el dominio del amor.

II - Seductores Embaucadores

Diferentes españoles desempeñan un papel de seductores, valiéndosede maña y engaños. En la Farsa de Inés Pereira, el último personaje quesale a escena es un ermitaño "fingido." Habla español y se presentadescaradamente como "ermitaño de Cupido" (V: 266). Inés es casada conun rústico portugués, Pero Marques. En el lenguaje equívoco del falsoermitaño nos enteramos de que la sirvió cuando joven. Declara su burlasacrilega: "que por vos soy ermitaño / y aun más os desengaño / queesperanza de os ver / me hizo vestir tal paño" (V: 268). Inés le conoceluego y decide subir a la ermita.... Pide al necio de su marido que laacompañe, que cuente una historia, que la lleve a cuestas para atravesarel río, que se cargue además de dos losas para la cocina y que cante conella. Todo lo cumple el rústico portugués. Ridiculizado, como si fuera unmarido consentido, acompaña a la esposa al amante español. El seductorhipócrita salió con la suya y no se manifiesta más.

Otro seductor español, eclesiástico indigno, está mencionado aprincipios de la Comedia de Rubena. Es precisamente el padre de lahermosa Rubena, y la localización en Castilla figura en el verso primero:"En Tierra de Campos, allá en Castilla, / había un abad que allí semoraba; / tenía una hija que mucho preciaba, / bonita, hermosa a granmaravilla" (III: 3). Esta hija fue también víctima de un seductor,perteneciente al clero. Decididamente, los seductores eclesiásticosproliferan en Castilla: "Un clérigo mozo, que era su criado, / enamorósede aquella doncella; / la conversación acabó con ella / lo que no debierahaber comenzado" (III: 3). Abandonada, lamenta el engaño: "Oh mocedaddesdichada, / de falso amor engañada, / engañada sin sentido" (III: 5).

Otro seductor español aparece en el Auto da India, dos días apenasdespués de embarcarse para las Indias Orientales un portugués deLisboa. El seductor se burla del marido que dejó a su mujer para una

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hipotética fortuna en tan largo y peligroso viaje.14 Esa situación esocasión de una mordaz sátira de las expediciones marítimasportuguesas.15 El castellano aprovecha la ocasión para gozar la esposaabandonada: "Mas como evangelio es esto / que la India hizo Dios, /sólo porque yo con vos / pudiese pasar aquesto. / Y sólo por dicha mía,/ por gozar esta alegría / la hizo Dios descubrir" (V: 97). Para seducirlainvoca a Dios y los libros sagrados, en descarado sacrilegio. La requiebrade amores, prodigando lisonjas y alabanzas: "O mi vida y mi señora, /luz de todo Portugal, / tenéis gracia especial / para linda matadora" (V:96). Finge gran tormento para infundir compasión, en una serie dehiperbólicas metáforas: "Y ando un cuerpo sin alma, / un papel quelleva el viento, / un pozo de pensamiento, / una fortuna sin calma. /Pese al día en que nací; / vos y Dios sois contra mí" (V: 95).

Designado por la indicación Castellano, dice después su nombre: Juande Zamora. El nombre de la ciudad leonesa ha sido escogido probable-mente por evocar, con la homofonía, la palabra amor. Una extrañametáfora torna más concreto su amor violento: "Tengo dentro un león /metido en el corazón" (III: 98). En este leonés de Zamora, la imagenpuede proceder de las armas del Reino de León que ostentan "un leónde gules en campo de plata." Sería en este seductor una manifestaciónde patriotismo a más de la gallardía.16

Quiere inspirar terror. Habla mucho, jura, reniega, blasfema, amenazacon una serie de verbos que expresan la violencia: "Quiero destruir elmundo, / quemar la casa, es la verdad, / después quemar la ciudad" (V:106). Arrogante, se jacta de valiente, blande la espada, como un nuevomiles gloriosus: "Y Dios es importunado / de las almas que le envío" (V:98). Por su violencia y su crueldad no deja de recordar a los salvajescastellanos.

La moza de casa se da cuenta de la falsedad del castellano fanfarrón.Denuncia su palavriado y su naturaleza de rebolao, de ladrao y de rufiao (V:99). No obstante, la esposa, llamada por ironía Constanza, sucumbe desdela primera entrevista con el embelecador castellano en quien ve a "umhomen de verdade" (V: 98). En buen seductor supo compaginar losrequiebros con las amenazas, la amenidad con la ira.

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III - Grandezas de España y excelencias de Portugal

1 - Grandezas de España

Gil Vicente reconoce el papel histórico que desempeñaron losespañoles en la Reconquista y contra los infieles. En el Auto da Fama unCastellano quiere llevarse la figura de la Fama consigo, a Castilla, paísdigno de todas las honras: "Señora, digo / que vos queráis ir comigo /a Castilla, pues merece / lo que de vos resplandece: / y doy el mundopor testigo" (V: 133).

Alaba particularmente al Emperador Carlos Quinto y sus altasvictorias dignas de las hazañas de la Antigüedad:

que en nuestro tiempo ha vencidoquanto quis sojuzgar:por la tierra y por la mares mui alto su partido.

Los campos italianos,las cercas napolitanasy las naciones cristianascuentan sus hechos romanos:y Granadacon tantas fuerzas ganada,tales que es cosa de espanto. (V: 134)

En el Auto de Mofina Mendes (IV: 144) y en el Templo de Apolo (IV: 144)es llamado Carlos César. En Mofina Mendes se recuerda el episodio, menosglorioso, del saqueo de Roma pero también el prendimiento del rey deFrancia, Francisco Io, y sobre todo la lucha gloriosa contra el Turco, tantemido de los cristianos: "Diz que assi resplandecía / neste capitao doCeo / a vontade que trazia, / que o Turco esmoreceo, / e a gente queo seguia." Los españoles, como los portugueses, lucharon con eficaciacontra los enemigos de la Fe: moros de España y de África, turcos y susaliados musulmanes. En este particular, los españoles merecenadmiración y reconocimiento.

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2 - Excelencias de Portugal

Pero de ninguna manera, en los numerosos paralelos establecidosentre ambos pueblos, pueden los españoles equipararse con losportugueses. Portugal se lleva siempre la palma.

La rivalidad de los dos países era patente en el dominio marítimo.Podemos comprobar que, en Gil Vicente, todo lo que se refiere al marestá expresado en portugués (y no en castellano), como si la lengualusitana tuviera la exclusividad de las cosas del mar. Por ejemplo, enTriunfo do Invernó (bilingüe), la presentación del viaje por mar, latempestad y el naufragio están únicamente en portugués. El mar, en GilVicente, era ya portugués.17

En el campo de la Fama, Portugal ocupa el primer lugar. La Fama esportuguesa —ella también— representada en el Auto da Fama por "urnamocinha da Beira chamada Portuguesa Fama" (V: 117). Desechará lagalante proposición del Castellano que quería llevársela a Castilla,considerando mayor la fama de su Portugal: "Olhai, Castelháo de bem,/ dizeis verdade, bem sabemos; / mas há mister mais extremos / perame levar ninguém" (V: 134). Y estos "extremos" son las altas empresasvictoriosas de los lusitanos por el mundo entero. Recordemos que laesfera armilar, símbolo del universo, fue integrada en el escudo de D.Manuel Io y las armas nacionales. Basta enumerar los nombres propiosgeográficos que cita la Fama: Turquía, Babilonia, Damasco, Jerusalén,África, Azamor, Almedina, Ceuta, Marruecos, Diu... (V: 135-137). Lafigura de la Fé coloca a la Fama Portuguesa encima de Troyanos yRomanos y de todas la naciones cristianas: "Vos, Portuguesa Fama, naotenhais ciúmes, / que estáis colocada na flor dos Cristáos. / ... / Princesadas famas, por vosso valer / nao achamos outra de mais merecer" (V:139, 140).

Esta preeminencia portuguesa está confirmada en Exortacao da guerra.El poder de Portugal es universal porque Dios lo favorece:

O famoso Portugal,conhece teu bem profundo,pois até o polo segundochega o teu poder real.Avante, avante, Senhores,pois que com grandes favores

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todo o Ceo vos favorece. (IV: 147)

Dios guía y capitanea a los portugueses en sus luchas por la Fe:"Avante! Avante! Senhores! / que na guerra com razáo / anda Déos porcapitáo" (IV: 155). Esta exhortación, en portugués, iba dirigida a losnobles portugueses de la Corte de Lisboa, con ocasión de la partida paraAzamor (1513) del Duque de Braganc,a y Guimaráes.

La misión divina de los portugueses se integra en el concepto general:Portugal es el pueblo elegido de Dios, tradición que tiene su principioen el milagro de Ourique (1139) donde Jesús crucificado apareció en elcampo de batalla a Alfonso Enríquez, el primer rey, y le dio como blasónnacional las cinco Quinas,18 imagen de las cinco llagas de su Crucifixión.En Gil Vicente, hallamos varias alusiones a las divinas Quinas, a susimbolismo y a la misión apostólica de Portugal.

En la mentalidad popular portuguesa, Dios, llamado Manuel comoel rei, nacido en Belén, pertenecía a la nación.19 En el Auto da Testa,Janafonso afirma: "Déos nasceo em Estremoz / e sua máe em Arraiolos"(VI: 150). En el Templo de Apolo, un villano formula separadamente dosafirmaciones rotundas que aclaran perfectamente la jerarquía establecidaen el teatro vicentino. Como Apolo habla castellano, el villano piensa quees español, y le contesta: "E mais acho-me engañado, / porque Déos naoé Castelhano" (IV: 186) y más lejos: "Eu nao vos hei-de adorar, / porqueDéos é Portugués" (IV: 187). No puede haber mayor encarecimiento dela suma excelencia de Portugal que restablece a su modesto rango losméritos de los españoles.

Nuestro estudio ha explicitado el carácter y el papel de los españolesen el teatro de Gil Vicente. Hemos visto cómo las cuatro grandestendencias: salvajismo, ruindad, seducción, embaucamiento no existíanseparadas sino juntamente, en varias correlaciones, con predominio dela ruindad. Su conjunto caracteriza a los españoles y puede correspondercon la visión despectiva y la desconfianza que de ellos tenían eldramaturgo y sus contemporáneos portugueses.20 Por lo contrario, laacción histórica de los españoles recibe razonable consideración. Sinembargo, la preeminencia de Portugal está claramente afirmada en losviajes marítimos, las conquistas ultramarinas, la defensa y la propagaciónde la fe, la fama universal y la predilección de Dios.

Ciertas afirmaciones contrastadas o contradictorias pueden explicarsepor el género teatral, popular, del auto que incluye la sátira y lo cómico,

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por la situación de Gil Vicente, poeta de Corte, y principalmente por sunacionalismo. Paradójicamente la desvalorización de los españoles y elreconocimiento de los méritos de España intensifican la glorificación delos portugueses y de Portugal.

Notas

1 Citaremos por Obras completas, 6 vols (Lisboa: Sá da Costa, 1963) Corregimosa veces conforme a la lección de la Copilacam de toda las obras de Gil Vicente(1562; Lisboa, 1928).

2 I.S. Révah, "Gil Vicente a-t-il été le fondateur du théátre portugais?" Bulletind'Histoire du Théátre Portugais I (1950): 153-185.

3 Existe una lógica correlación entre la nacionalidad del personaje y la lenguaque habla, lo que satisface la norma esencial de la representación teatral:"guardar el decoro."

4 Paul Teyssier, Gil Vicente - O autor e a obra (Lisboa: Biblioteca Breve, 1982)129.

5 D. Manuel Io casó sucesivamente con D. Isabel y D. María de Aragón, hijasde los Reyes Católicos, y después con D. Leonor de Austria, hija de Felipe elHermoso y de Juana la Loca; D. Juan III con D. Catalina de Austria, hija delos mismos.

6 En la noche de 7 a 8 de junio de 1502, cuando estaba de parto del príncipeD. Juan, el futuro D. Juan III: "a primeira cousa que o autor fez e que emPortugal se representou" (Gil Vicente, Copilacam 1). Se puede decir que elteatro portugués nació al mismo tiempo que un gran rey.

7 Paul Teyssier, La Langue de Gil Vicente (Paris: Klincksieck, 1959) 65-73.8 García de Resende, Miscellanea (Coimbra: Franca Amado, 1917) 66; Livro das

obras de Garda de Resende, vol. 1 (1554).9 Adrien Roig, O Teatro clássico em Portugal no século XVI (Lisboa: Biblioteca

Breve, 1983) 71-73.10 Thomas R. Hart, Gil Vicente. Obras dramáticas castellanas (Madrid: Clásicos

castellanos, 1968) XIX.11 En festividades organizadas en Valencia (1269), en Lérida y Zaragoza (1328),

figuraban cavallers salvatges; Stephen Reckert, Gil Vicente: Espíritu y letra(Madrid: Gredos) 45-47.

12 Anselmo Braamcamp Freiré, Gil Vicente trovador mestre da balanca (Lisboa:Revista Ocidente Editora, 1944) 244, da la explicación: "A mulher de D. JoáoIII foi sempre mais castelhana que portuguesa e, como o dominavainteiramente, favorecía o mais possível os seus patricios em detrimentomesmo dos de seu marido. Gil Vicente nao o encobre."

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13 La mayoría de los castellanos examinados en nuestro estudio cometensacrilegios graves. Ver Adrien Roig, "La duplicité, fondement de la farced'Inés Pereira de Gil Vicente," Revista da Universidade de Coimbra 30 (1983):347-368.

14 "Al diablo que lo doy / el desastrado perdido. / Que más India que vos, /que más piedras preciosas, / que más alindadas cosas, / que estardes juntoslos dos?" (V: 96).

15 Adrien Roig, "Criticism and Satire on the Indian Voyage in the Theatre of GilVicente," Hispanic Horizon 6-7 (1988): 17-20. "Le theatre de Gil Vicente et levoyage aux Indes," Quadrant 7 (Montpellier: Université Paul-Valéry, 1990):5-23.

16 Una noche que Constanza no quiere abrir, el Castelhano intenta calmar su ira:"Asosiega, corazón, / adormiéntate, león..." (V: 106).

17 La segunda parte de Mensagem de Fernando Pessoa se intitula "MarPortugués." Ver Adrien Roig, "Mensagem: Héraldique et poésie," Homenagema Eduardo Lourengo (Lisboa: Icalp, 1992) 13-37.

18 Adrien Roig, "Le Blasón du Portugal dans la littérature portugaise du XVIesiécle" (Lisboa: Academia Portuguesa da Historia, 1991).

19 Carolina Michaélis de Vasconcelos, Notas Vicentinas (Lisboa: Revista OcidenteEditora, 1949) 445.

20 Jorge Ferreira de Vasconcelos, Comedia Eufrosina (1555; Madrid: BibliotecaHispano-Lusitana, 1951) 13; dice Cariophilo: "dou contino grabas a Deus ...por me fazer portugués e nao castelhano."