Agenda Metropolitana - Mirta Soijet

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Agenda metropolitana Santa Fe-Paraná

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Area Metropolitana Santa Fe-Paraná

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  • Agenda metropolitana Santa Fe-Paran

  • 2Coordinacin editorial: Ivana TostiCorreccin: Luca BergamascoDiseo de interiores: Anala Drago Mirta Soijet, 2011.

    Secretara de Extensin, Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, Argentina, 2011.

    Queda hecho el depsito que marca la ley 11.723.Reservados todos los derechos.

    9 de julio 3563 (3000) Santa Fe, Argentina.Telefax: (0342) [email protected]/editorial

    Impreso en ArgentinaPrinted in Argentina

    Consejo AsesorColeccin Ciencia y Tecnologa: Hugo Quiroga, Cristbal Lozeco, Gonzalo Sozzo, Humberto Occhi, Gustavo Menndez

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    ndice

    Prlogo

    Captulo 1 reas Metropolitanas y Ciudades Intermedias. Visin integral del Territorio1. Introduccin2. Grandes ciudades en el proceso de urbanizacin mundial3. Algunas notas sobre el futuro urbano de nuestro planeta4. Bases del concepto histrico de la intermediacin urbana5. Relacionar reas metropolitanas y ciudades intermedias6. Conclusiones

    Captulo 2 Las ciudades y su Hinterland en el marco de las prcticas metropolitanas1. El sistema microregional2. Ciudad de Santa Fe3. Ciudad de Paran4. Estrategias de desarrollo compartidas

    Captulo 3La construccin del territorio. Proyectos (infra) estructurales de integracin 1. Qu es construir el territorio? 2. La problemtica metropolitana. rea metropolitana y regin metropolitana3. El rea metropolitana Santa FeParan: su existencia4. El rea metropolitana Santa FeParan: su reconocimiento5. Problemticas6. Conclusiones

    Captulo 4Gestin del riesgo en el rea Metropolitana Santa Fe Paran: caractersticas y configuracin en un rea interjurisdiccional1. Introduccin

  • 62. Algunas consideraciones acerca de los cambios polticos institucionales en relacin a la gestin del riesgo en los 90: problemticas observadas a escala provincial, municipal y comunal.3. La importancia de la consideracin de la gestin del riesgo a partir de los compromisos asumidos en la comunidad internacional4. A modo de cierre

    Captulo 5Normativa urbana y territorial en el rea Metropolitana Santa Fe Paran1. Introduccin. 2. El marco normativo3. La solucin de los problemas metropolitanos4. Reflexiones finales

    Captulo 6Vivienda social en la configuracin urbana del rea Metropolitana Santa Fe Paran 1. Los inicios: primeras manifestaciones de la problemtica y su abordaje2. La cuestin de la vivienda social: el derecho ciudadano y la responsabilidad estatal3. El producto construido: procesos dictatoriales y recuperacin democrtica4. La consideracin del problema en clave neoliberal: soluciones habitacionales de los 905. La vivienda social y el proceso pos 20016. Conclusiones

    Captulo 7Delimitacin del rea metropolitana desde la perspectiva del Marketing1. Introduccin2. Conceptos preliminares3. Las reas comerciales4. Naturaleza de la compra interurbana5. Modelos de gravitacin comercial para la determinacin de reas comerciales6. Comentarios finales

    Captulo 8Los observatorios urbansticos como herramientas para la gestin del territorio1. Introduccin2. Los observatorios hoy3. Reflexiones finales

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  • 7PrlogoArtemio Pedro Abba*

    Esa histrica relacin entre organizacin social y territorio tuvo fases muy marcadas que acompaaron los procesos de sedentarizacin de la poblacin vinculada a los cambios econmicosproductivos. En esa lnea se van desarro-llando instalaciones temporarias o permanentes que adaptan el soporte fsico natural, pero tambin requieren la formacin de una institucionalidad.

    Entendido en el marco de la distincin entre dos dimensiones diferentes de la ciudad, lo que los antiguos romanos denominaban cvitas y urbs, la cvitas es la institucin, la reunin y los problemas de los ciudadanos entre s, la urbe es el escenario fsico, lo material. Segn Fustel de Coulanges no hay que ima-ginar que la urbe antigua se construa como las actuales, por la acumulacin progresiva de casas y gente, como decan los antiguos romanos, una ciudad no era tal si al crecimiento de las estructuras fsicas no se lo completaba con la organizacin poltica de ese grupo social (Coulanges, F. de, 1864).

    En el mbito de los estados nacionales o protonacionales se originaron lu-chas locales de burguesas comerciales urbanas que produjeron la incipiente institucionalidad de esos asentamientos humanos. Se trat del reconocimiento

    * Investigador y Coordinador General de Progra-

    ma Observatorio Urbano Local Buenos Aires

    Metropolitana, Centro de Investigaciones Hbitat

    y Municipio, Facultad de Arquitectura, Diseo y

    Urbanismo, Universidad de Buenos Aires y res-

    ponsable del Observatorio de la Institucionalidad

    Metropolitana de Buenos Aires.

  • 8de formas de institucionalidad jurdicoadministrativa subnacionales que po-dan tener o no un nivel intermedio (provincia) con diferentes competencias y grados de autonoma.

    Esa particin del territorio contina an hoy con sucesivas reformas que fueron adaptando ese soporte organizacional a los cambios socioterritoriales. Pero esas lentas adaptaciones en muchos de los casos no fueron suficientes para contener las tremendas transformaciones que devienen de los procesos demogrficos, ambientales y tecnolgicos que las revoluciones agrcolas e industriales originaron.

    En cada estado nacin existen, de acuerdo a su propia evolucin institucio-nal, diferentes niveles de gobierno y autonomas con un particular esquema de reparto de competencias y recursos. Existiendo genricamente el nivel nacional y de 1 a 3 niveles subnacionales (provincial, regional y local).

    En el caso de la regin urbana Santa FeParan se presenta un tipo particu-lar de proceso de metropolizacin en el que se conurban dos aglomeraciones muy prximas geogrficamente pero separadas por la friccin ejercida por un accidente geogrfico que las mantuvo como sistemas urbanos autnomos en toda su historia. Las obras de interconexin mediante un tnel subfluvial que datan de aproximadamente 4 dcadas y el propio crecimiento de ambas ciudades cabeceras, y sus respectivos hinterlands, hicieron emerger un nuevo sistema urbano interprovincial bi-nuclear.

    Este proceso de metropolizacin, de tipo funcional (muy semejante al caso de CorrientesResistencia), presenta un alto grado de interjurisdiccionalidad que dificulta la gestin coordinada de las debilidades y oportunidades emergentes de esta nueva escala del fenmeno. Sin embargo, y a partir de los proyectos complementarios de interconexin vial y ferroviaria, el proceso asociativo se fue acelerando y result imprescindible incorporar el nivel metropolitano como una escala de conocimiento y gestin socioterritorial.

    Por este motivo el trabajo del Observatorio Metropolitano Santa FeParan es un aporte fundante para el futuro de ambas ciudades. El avance alcanzado, que se refleja en esta obra, muestra desde diferentes abordajes un proceso de indagacin y reflexin de un alto grado de madurez que para m es muy grato comentar.

    El primer captulo: reas metropolitanas y ciudades intermedias. Visin integral del territorio, ensaya una revisin polemizadora de aquel deslum-

  • 9bramiento de los investigadores urbanos en el siglo XX con las grandes ciudades, que asociaron esa dimensin con el destino urbano de la sociedad contempornea. Opuesta a esa visin el autor propone poner la atencin en el importante rol de las ciudades medias en el sistema urbano mundial y su creciente peso relativo en los sistemas urbanos nacionales.

    Frente a la definicin clsica, de tipo cuantitativo y jerrquico, propone el concepto de ciudad intermediaria por su rol de vincular el sistema urbano con el mbito local y rural del territorio. Esta visin sin embargo no es planteada de manera excluyente, se postula que las reas metropolitanas y ciudades intermedias son conceptos que se solapan y se necesitan mutuamente para ser plenos.

    El anlisis denominado: Las ciudades y su hinterland en el marco de las prcticas metropolitanas, hace un recorrido exhaustivo por los rasgos estruc-turantes de las ciudades cabeceras de la hipottica metrpolis interprovincial. El anlisis comprende desde el soporte fsico (natural y construido), y las actividades y organizacin social de ambas ciudades.

    Se hace especial nfasis en la gestin urbana y el marco normativo, su evolucin y situacin actual, resaltando aquellos antecedentes en los cuales se considera la escala supramunicipal y/o metropolitana. Por otra parte en el tercer captulo se hace una recopilacin histrica de las estrategias de desa-rrollo compartidas, tanto a escala local como metropolitana, subnacional y supranacional, en las que ambas ciudades estuvieron involucradas.

    Es predominante en la histrica relacin de Paran y Santa Fe la cuestin estratgica de la vinculacin que tal como se expresa en el estudio surge de la particular situacin geogrfica de la microregin. Pero tanto en los anteceden-tes normativos o planes, as como en las estrategias de desarrollo compartidas se agregan una serie de temas comunes que sin duda debern encontrar un espacio compartido de resolucin.

    Postulando finalmente que, si bien, el reconocimiento de esta particular realidad metropolitana ha trascendido el mbito estrictamente acadmico para convertirse en una preocupacin poltica que debe ser debidamente abordada desde el aspecto tcnico, y de los acuerdos entre ambos municipios y provincias, sin duda el complejo tema de la gobernabilidad metropolitana que debe resolver no slo la conexin fsica sino la creacin de canales de dilogo y de espacios estables que trasciendan temporalmente los perodos de las gestiones, para arribar a estrategias concertadas no encuentra an

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    implementacin concreta en el rea metropolitana Santa Fe-Paran, pero s un escenario favorable de potenciacin recproca con la consecuente redefinicin de su rol a nivel nacional e internacional.

    El captulo La construccin del territorio. Proyectos (infra)estructurales de integracin, puede considerarse un captulo aglutinador de la propuesta de trabajo. En el texto se abordan las diferentes miradas sobre el fenmeno en estudio, el espacio metropolitano interprovincial Santa FeParan sintetizado en el interrogante sobre la existencia de la cosa.

    Se identifican las dimensiones fundantes de los rasgos asociativos presentes y potenciales: un territorio que condiciona y a su vez es una oportunidad, compartir un punto nodo de la red subcontinental de flujos econmicos, la gran potencialidad de la fusin y el cambio de escala del mercado de consumo y de capacidades de produccin de bienes y servicios. Una dimensin apoyada por el eje histrico central de las obras de interconexin, pero pensada como construccin del territorio y no solamente como una pieza de la infraes-tructura econmica regional.

    Se apunta a la gestin conjunta de esta vocacin asociada, apoyndose en la incipiente institucionalidad preexistente y planteando posibles maneras de acrecentarla en relacin con los desafos que se debern enfrentar. El nuevo rol potencial de la metrpolis alternativa, regin urbana interprovincial binuclear, de alto protagonismo a nivel nacional y subcontinental, est ligado a esa condicin metropolitana.

    En la Delimitacin del rea metropolitana desde la perspectiva del Marketing (captulo 7), se intenta definir el mbito geogrfico de influencia comercial de una de las cabeceras. Para ello se revisan los avances histricos de la disciplina, una rama de la economa espacial y diferentes tcnicas disponibles para abordar el caso en estudio.

    Se parte de postular la dificultad para utilizar modelos de aplicacin uni-versal, y la necesidad de incorporar las caractersticas especficas de la oferta y la demanda local. Siguiendo ese camino metodolgico se realiza un ejercicio de aproximacin a los alcances de la centralidad de Santa Fe respecto de su entorno urbano rural, definiendo un radio de influencia que adopta un com-portamiento esperable en una regin bipolar. Mientras hacia el este, hacia la otra cabecera (Paran), slo alcanza 14 km. hacia el arco norteoestesur vara entre 200 y 66 km.

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    Este resultado remarca la singularidad del caso estudiado que denota el fenmeno de la bipolaridad contigua, producto de un crecimiento en ambas orillas que tardamente supera la friccin espacial original. La situacin actual y los proyectos de interconexin en curso ameritan repensar la regin urbana como de una potencial bipolaridad asociada modificando fuertemente su protagonismo en el sistema urbano nacional y regional.

    En La vivienda social y su impacto en la configuracin de las localidades del rea Metropolitana Santa FeParan, se hace un anlisis histrico del tema. Efectundose una periodizacin que diferencia cuatro etapas claves de esa interrelacin, especificando los tipos morfolgicos predominantes y su incidencia en la estructuracin de la regin urbana.

    En la primera mitad del siglo XX las actuaciones en materia de vivienda social, por su pequea escala y baja densidad, se integraron a los procesos de suburbanizacin en las ciudades cabeceras y del entorno urbano inmediato. Desde los 70 al presente en cambio la problemtica habitacional se agudiza y las intervenciones adoptan mayor escala, generando rupturas con el tejido social y el soporte de servicios urbanos.

    Primero en la etapa Fonavi con conjuntos habitacionales con densidades altas e intermedias y en las ltimas dcadas las tipologas de baja densidad y con patrones de localizacin dispersa intercaladas con asentamientos irregu-lares. Esta problemtica obliga a repensar la cuestin desde una perspectiva urbana, que no puede eludir la dimensin metropolitana en la que el mercado habitacional comienza a funcionar, pensando la vivienda no como un objeto aislado sino como una configuracin de servicios (Yujnovsky, O., 1984).

    En Planificacin territorial y gestin de riesgo en el rea metropolitana Santa FeParan se presenta el estado de situacin de una dimensin fuer-temente presente en la regin, como lo demuestran los recurrentes eventos de desastres registrados. El rea se describe como un territorio altamente dinmico y cambiante, producto en parte de las particularidades hdricas y geomorfolgicas que lo distinguen de otras reas metropolitanas: las ciudades capitales se encuentran enfrentadas y unidas por uno de los corredores hdricos ms importantes del mundo: el ro Paran y su valle de inundacin, por lo tanto existen amenazas o peligrosidades de ndole natural que generan riesgos y condiciones de vulnerabilidad en la poblacin y sus actividades.

    Sin embargo el planeamiento, debido a que los eventos de desastre regis-tran una aleatoria variabilidad temporal (y por lo tanto un bajsimo grado

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    de predictibilidad), los considera como un hecho aparte: hay una respuesta al evento y no la consideracin del riesgo. sta parece ser la gran dificultad que est trabando la incorporacin real de los avances en el conocimiento de la problemtica y la adopcin de medidas tanto estructurales como no estructurales.

    Una visin regional de la cuestin constituye el camino para mejorar la sostenibilidad ambiental entendida como la posibilidad de que la din-mica del desarrollo avance en armona con la dinmica de los ecosistemas (WilchesChaux, G., 2007). Sin embargo la realidad descripta muestra un tratamiento fundamentalmente submetropolitano y enfocado ms a respuestas a las contingencias que a una verdadera incorporacin del riesgo a la planifi-cacin territorial.

    El captulo La normativa urbana territorial en el rea Santa FeParan, si bien hace una exhaustiva recopilacin y anlisis crtico de las normativas urbanas y edilicias que tuvieron y tienen vigencia en la regin, va mas all reflexionando sobre la cuestin de las problemticas supralocales y su grado de institucionalidad. En materia de normativas se registran, con ciertas asin-cronas, etapas que coinciden con la evolucin del pensamiento urbanstico en el pas.

    En general se produjeron cambios en la segunda mitad del siglo XX con la emergencia las de tipologas que intentan la renovacin urbana y el aumento de densidades (torres), en muchos casos asociadas a visiones higienistas, de las reas centrales y ejes estructurantes de las ciudades. El impacto fue, en general, de una fuerte segmentacin (Diez, F. E., 1969), ocasionando rupturas morfolgicas y distorsiones con el soporte infraestructural.

    El anlisis se encamina, finalmente, a rastrear las reas problema interjuris-diccionales tanto a nivel de las aglomeraciones como de la potencial metr-polis binuclear. Frente a la postura de las autoridades de ir enfrentando las cuestiones a medida que emerjan como obstculos al desarrollo urbano, los autores proponen adoptar una visin anticipatoria que aproveche las ventajas del anlisis multiescalar y la dimensin de los recursos de ambas orillas del Paran, que al superar las barreras fsicas, se potencian mutuamente.

    Finalmente en Los Observatorios Urbansticos como herramientas para la gestin del territorio. Apuntes sobre el estado de la cuestin, se hace un anlisis de las diferentes modalidades adoptadas por este medio de acercamiento a la

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    realidad urbana tan difundido en las ltimas dcadas. Se registran diferentes orgenes y trayectorias, desde las iniciativas de las ciudades de la CEE a la propuesta de UNHbitat, y se consideran desde las coordenadas e intereses del propio desarrollo local de este instrumento (Observatorio Urbanstico del rea Metropolitana de Rosario, Observatorio Urbanstico de la Regin Rosario y Observatorio del rea Metropolitana Santa FeParan).

    El relevamiento de casos recorre el nivel internacional, latinoamericano y nacional sistematizando los marcos conceptuales y procedimientos desarrolla-dos, diferenciando sesgos ms cuantitativos o cualitativos, el nfasis es mayor o menor en la dimensin espacial o en el abordaje multidisciplinar. Es destacable como se va construyendo, a partir de una postura adoptada, la metodologa de seleccin y tratamiento de la informacin que permite el pasaje buscado de los datos duros al conocimiento de los fenmenos urbanos y territoriales.

    Se afirma que los procesos que responden a causas naturales, sociales y cul-turales ocurren diferencialmente en el espacio, y la bsqueda de explicaciones y de comprensin de los lugares y acontecimientos en un contexto espacial es central. Este modo de abordar los fenmenos urbanos y territoriales coincide con el concepto de anlisis socioterritorial que desarrolla Horacio Torres, en sus trabajos sobre el rea Metropolitana de Buenos Aires, donde encuentra cabida un consistente conjunto de hiptesis que reivindican la naturaleza interactiva de las relaciones sociales y las estructuras espaciales (Abba, A. P., 2006).

    Tambin se analiza la situacin real en materia de disposicin de diferentes tipos de informacin en el pas valorando en especial la accesibilidad a las fuentes de informacin geogrfica, estadstica y los registros administrativos. Por otra parte, se destaca la importancia en materia de herramientas de pro-cesamiento y anlisis de la informacin de las nuevas tecnologas aportadas por los sistemas de informacin geogrfica.

    Finalmente, se define una postura referente a la funcin de los Observato-rios Urbanos como instrumentos capaces de realizar un monitoreo continuo y la construccin de series cartogrficas georreferenciadas que permitan la comprensin de los procesos de construccin social del territorio. Esta forma de abordaje propuesta se manifiesta elocuentemente en el trabajo desarrol-lado por el Observatorio del rea Metropolitana Santa FeParan, cuya produccin se ha compilado en esta obra.

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    Bibliografa

    Abba, Artemio Pedro (2006): Regin metropolitana de Buenos Aires: el legado de Horacio Torres en Summa+, N 78, Buenos Aires.Coulanges, Fustel de (1864): La antigua ciudad: un estudio de la religin, el derecho, las instituciones de Grecia y Roma, Pars, Durand.Diez, Fernando E. (1969): Buenos Aires y algunas constantes en las transformaciones urbanas, Edito-rial Belgrano.

    Wilches-Chaux, G. (2007): Lo local-municipal como unidad de gestin. Medio Ambiente y Urbanizacin. IIED-AL. N 67, pp. 113-126.Yujnovsky, Oscar (1984): Claves polticas del prob-lema habitacional argentino, 1955/1981, Grupo Editor Latinoamericano.

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    Captulo1 reas Metropolitanas y Ciudades Intermedias. Visin integral del territorioArquitectoUrbanista Josep Maria Llop Torne*

    1. Introduccin

    Un ttulo con estos dos conceptos juntos puede llevar a una conclusin pre-via precipitada: que se planteen o vean como dos conceptos dicotmicos u opuestos. Este artculo intenta aportar elementos de definicin y criterios de interpretacin para entender esos conceptos como elementos concurrentes e interconectados, en un espacio hbrido de interseccin, o lo que es lo mismo verlos como contradictorios y complementarios a la vez. Puesto que consi-deramos que ambas concepciones ligadas han de permitir una mirada ms integral del territorio. S y slo s se combinan y solapan y se combinan para entender fenmenos que coexisten en las formas urbanas y sobre todo en la escala de tipo territorial de las ciudades del mundo.

    En primer lugar, mirando hacia lo global, voy a apuntar que los actuales procesos territoriales y urbanos no tienen sentido sino se ven en relacin al amplio espacio planetario. Donde se desarrollan las relaciones cotidianas, funcionales ms intensas, ms all, no slo de los mbitos municipales sino tambin e incluso de los lmites urbanos. La ciudad real es un ente en red,

    * Director Programa Internacional UIACIMES

    y Ctedra UNESCO Ciutats intermdies.

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    fsico y virtual, que supera las jerarquas, de las tallas o de los tamaos de poblacin, de las ciudades para abarcar gran parte del territorio del planeta. Ello puede producir un deslumbramiento de las miradas sobre lo urbano, tal vez por una observacin demasiado amplia y poco centrada. Aunque como se ver justificada, por la realidad de los grandes focos de lo urbano, las grandes ciudades, que por cierto son nicas. Si son nicas porque emergen con logo especialmente en los medios de comunicacin de masas por encima siempre de las ciudades menores.

    En segundo lugar, hacia lo local, creo que necesitamos una atencin mucho ms focalizada y precisa de los procesos que se dan en otros tipos de asenta-mientos, que no son los de las grandes ciudades. Puesto que en las ciudades menores vive la mayora de la gente, las vamos a definir como ciudades inter-medias y con el acrnimo de CIMES.1 En particular porque el concepto se refiere y contiene en s mismo un nuevo papel de lo urbano, a escala mundial del proceso de urbanizacin, su rol de intermediacin.

    Frente a las funciones de centralidad y singularidad de las grandes ciudades, las CIMES ofrecen tambin otras, diversidad e intermediacin, mucho ms prximas a la realidad urbana integrada a sus territorios.

    Por ello vamos a ir bajando la escala de nuestra mirada, desde las grandes ciudades, megalpolis y reas metropolitanas, al nivel de la intermediacin urbana. Para mejorar la visin del proceso de urbanizacin de nuestro planeta. Y en funcin de las nuevas miradas mejorar nuestras ideas y sus acciones, a favor de una urbanizacin ms rica, igualitaria, sostenible, pero sobre todo mucho ms diversa.

    No slo las tendencias ms divulgadas de usar el concepto de aglomeracin y, relacionado con l, de reas metropolitanas, como tpico para interpretar los fenmenos urbanos, son suficientes para entender la urbanizacin actual. Habr que ver las nuevas formas urbanas del siglo XX como los procesos, no mirando siempre hacia adentro de las ciudades, para verlas desde los centros o centralidades. Habr que verlas mucho caso polarizadas como es el caso de los grandes ncleos urbanos. Sin embargo, estn fuertemente conectados funcionalmente con otros ncleos de menor entidad o menor tamao. En esa relacin de red y/o trama urbana. Sobre todo en las reas metropolitanas europeas que ms que en Amrica tienen una continuidad fsica de sus tramas urbanas. Consecuentemente con modelos ms densos urbanos pero tambin con reas municipales menores. Pensemos que para los ms de 16.000 mu-nicipios de los poco ms de 20 estados latinoamericanos hay casi 100.000 municipios en los 27 estados de la Europa Unida.

    Entendiendo que el proceso de urbanizacin mundial es tan amplio, pero sobre todo tan diverso, que no puede ser slo entendido desde los tpicos de la cultura urbanstica y geogrfica al uso. Puesto que si se mira tanto el

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    volumen (ms del 60 % de la poblacin urbana vive en ciudades menores de 1 milln de habitantes) como la diversidad de este conjunto, amplio de ciudades, puesto que hay casi 9.000 ciudades de ms de 50.000 habitantes y adems hay casi 19.000 ncleos urbanos de ms de 10.000 habitantes y casi 168 millones de ncleos humanos de todo tipo.2 Por ello los conceptos de aglomeracin y de rea metropolitana no son suficientes. Y mucho menos el conjunto de los conceptos que miran hacia las escalas mayores de las formas urbanas del planeta. Nos referimos a los conceptos siguientes, que vamos a citar no de un modo exhaustivo solo a modo de ejemplo, como Ciudad Global (Saskia Sassen y otros) o Ciudad Mundial, Metrpolis, Megalpolis y Meta polis (de Jean Gottmann y otros), Urban Field o campo urbano que se liga al de Broadcare City de Wright, o Edge Cities de Joel Garreau, entre otros, pasando por las crticas ms directas al modelo de urbanizacin de gran escala, efectuadas por Eduard Soja (Soja, 2008) o por Franois Archer (Archer, 2005). En que manifiestan la superacin de las formas clsicas del siglo pasado de entender la constitucin de lo urbano.

    Pero si miramos ms all, del espacio urbano constreido, los componentes de las redes urbanas y territoriales, ligado por flujos con infraestructuras y ampliamos el espacio de la mirada de las formas urbanas, entrando en esos espacios del mbito rural que estn conectados y forman parte del espacio urbanizado actual los conceptos de las grandes escalas de la urbanizacin son poco o nada operantes. Necesitando mirar adems el amplio y diverso conjunto de ciudades, que estn en medio, que son medias o intermedias. No slo de talla, sino porque han de relacionar o intermediar entre los procesos deriva-dos de la urbanizacinglobalizacin y sus territorios. Este amplio conjunto tiene dimensiones mucho ms diversas que no pueden ser interpretadas por esos conceptos. Por ello hay que entrar las dimensiones ambientales en la red de flujos y sus relaciones. Ser y estar intermedio proponemos otro concepto el de ciudades intermedias. Es como mirar hacia fuera desde lo urbano construido hasta los espacios conectados. Las relaciones de intermediacin y/o de conexin son claves.

    2. Grandes ciudades en el proceso de urbanizacin mundial

    El actual proceso de gran concentracin urbana y de urbanizacin extensiva e intensiva del mundo, especialmente en pases en desarrollo, as como los fuertes desequilibrios regionales, que estn ligados al mismo, requieren de un cambio de ptica en los anlisis y en las propuestas urbansticas y de gestin de las polticas urbanas.

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    La aceleracin del proceso de urbanizacin mundial, en las ltimas dcadas, consolida un modelo de concentracin desigual de la poblacin, que genera, sobre todo en mbitos regionales de menor tradicin urbana y en reas con sistemas urbanos poco articulados o poco descentralizados, problemas de desequilibrio territorial. La polarizacin de estos crecimientos ha dado lugar a un grupo limitado, pero muy visible, de megapolis y/o las grandes metr-polis mundiales, que deben ser vistas ms como elementos singulares de las aglomeraciones urbanas o asentamientos humanos, con sus grandes proble-mas de congestin, ambientales, sociales y urbansticos. Estos problemas en determinados mbitos, sobre todo en pases en desarrollo, son muy difciles de paliar, ya que se suman a ellas poblacin de otros ncleos y/o son fruto del xodo rural. Aunque hay que contraponer que estas ciudades que se han dado en llamar globales (Saskia Sassen, 2000) tienen sus grandes ventajas, como generar unas economas de aglomeracin y de atraccin por variedad (Fujita y Krugman, 1995), que tiran del modelo de desarrollo econmico de los pases. Por ejemplo, la ciudad de New York en el ao 1997 tena un PIB equivalente a Suiza o Blgica.

    La concepcin de las ciudades como centros de focalizacin urbana, cultural, econmica y de los flujos de informacin, del mundo actual es un hecho, que larvado en pleno siglo XX se proyecta en el siglo XXI. En muchos de los foros y debates internacionales la proyeccin de la luz, ms que las sombras, de las grandes ciudades est muy presente. Pongamos como ejemplo la Cumbre de Berln del 4 al 6 de julio del 2000, en la Conferencia Global sobre el Futuro Urbano URBAN 21.3 En la misma las grandes ciudades se destacaron con claridad (Hall Peter y Pfeiffer Ulrico, 2000).

    stas se destacan no slo por sus magnitudes socioeconmicas, histricas y geogrficas, sino tambin por algunas razones simblicas, que estn en la base de la interpretacin de esa realidad. No de la ficcin de las imgenes urbanas que proyectan. En esa lnea, como ejemplos, podemos citar las imgenes contradictorias pero en todos los casos deslumbrantes: desde la fascinacin no disimulada, por la luz urbana, del cineasta Lus Buuel, hasta las imge-nes dramticas de la pelcula de Metrpolis de Fritz Lang (1929). Posiciones distantes pero siempre fuertes en la cultura urbana.

    Estas notas o pistas explican, en gran parte, que en las organizaciones internacionales y en mbitos acadmicos o profesionales se hayan tambin concentrado los estudios, anlisis, y debates de las propuestas en torno a las grandes ciudades. Casi olvidando de los otros niveles de las ciudades del mundo. Excepto en el concurso denominado Celebracin de las ciudades, realizado entre 2002 y 2005, en el marco de la Unin Internacional de Ar-quitectos, a instancia de su entonces Presidente, el Arquitecto Jaime Lerner,

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    ex Prefeito de la ciudad Brasilea de Curitiba. Hegemona meditica de esas grandes urbes que sigue aunque, en los anlisis de la Unidad de Poblacin de la ONU (HABITAT), se den datos que reflejan que la mayora de poblacin urbana del planeta viva, a finales del siglo XX, y vivir en el XXI, en ciudades de tamao medio y pequeo (Ver la figura).

    No obstante, la potencia y fascinacin de las grandes ciudades son determi-nantes en la cultura urbana mundial. Aunque tambin se anoten los grandes problemas ambientales y de pobreza urbana que ellas contienen o en algn caso generan. As hay que citar que ellas concentran gran parte de la pobreza urbana, y que a principios de siglo XXI Daniel Biau, Director Ejecutivo de UNHABITAT de Naciones Unidas, adverta que contenan en slums o asentamientos informales unos 900 millones de personas, casi la tercera parte de la poblacin urbana del planeta. Pero todo ello forma parte de la mixta, compleja, y contradictoria realidad, entre sus potencialidades y problemas. En las grandes ciudades se incuba una realidad que vamos describir con los rasgos siguientes:

    Ciudades, muy complejas, potentes y policntricas, diferentes de las otras ciudades siempre con ms de un centro funcional y simblico, fruto de procesos histricos en contextos geogrficos concretos (Concentracin). Ciudadesaglomerada, densas y/o diversas y nicas, en algunas zonas re-gionales determinadas, que concentran funciones especializadas, drenando incluso la poblacin de otras ciudades, de sus zonas de influencia y sus zonas rurales, fruto del proceso de absorcin territorial (Hinterlands). Ciudades foco de grandes flujos globales y regionales, flujos de todo tipo, transporte, movilidad, financieros y de informacin (Telecomunicacio-nes). Ciudades de centralidad mundial y con hitos globales, fruto del marcaje simblico y de la concentracin de funciones especializadas (Globales).

    Podran servir este conjunto de cuatro rasgos genricos como una definicin marco. Fruto del combinado de varias formulaciones tericas, que van desde las del gegrafo Peter Hagget (Hagget, 1994) a otros estudiosos.

    Esta formulacin general y descriptiva requiere de una separacin de las ciudades de mayor tamao, las megalpolis, para visualizar mejor dichos rasgos. Sabemos que a finales del siglo XX haba casi unas 300 ciudades mayores de 1 milln de habitantes, de ellas solo 9 o 10 tenan ms de 10 millones. Esas mega ciudades eran: ciudad de Mxico, Tokio, Sao Paulo, New York, Shangai, Los ngeles, Calcuta, Buenos Aires, Bombay y Beijing. Nos referimos a un grupo, ordenado, que podra ser ms amplio, pero que puede ilustrar ese conjunto.

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    Pero en crecimiento puesto que la proyeccin hacia el 2025 cifra en 27 ese grupo, esas ciudades tienen las caractersticas siguientes:

    Reflejan fuertes tendencias de aglomeracin, superando los mbitos del mu-nicipio y tambin de lo urbano. Ocupando espacios regionales. Son ejemplos de aglomeraciones urbanas: las litorales a lo largo de los Water Front como BostonNew YorkBaltimore o como TokioYokohamaNagoyaOsaka. Tambin las conectadas por unas potentes redes de transporte, por ejemplo la del EUROSTAR de la red ferroviaria entre LondresLillePars. Generan un gran impacto y/o huella ecolgica, ya que la huella que dejan, sobre el espacio territorial que nutre esas ciudades, es inmensa. Abarcando una dimensin supra urbana y territorial. Generando un gran reto, en el camino de la aplicacin de las Agendas 21, en desarrollo de la Cumbre de Ro de Janeiro de 1992, pero tambin en su gobierno. Acentan la crisis de gobernabilidad mundial, dado que su fragmentacin y su poli centrismo, no est exenta de una fuerte segregacin espacial y/o social en su espacio residencial. Acentuada por la gran magnitud o tamao de esas reas urbanas con graves problemas. Lo que obliga a buscar ms formulas de gobernabilidad, gestin y administracin descentralizada. Cristalizan y combinan una crisis sociocultural, que se puede describir en mltiples facetas, pero que quisiramos concretar en la dimensin espacial, ya que la fragmentacin social y el poli centrismo fsico determinan tambin una dispersin simblicomonumental. En especial, en los niveles de los instrumentos de planificacin, gestin y de proyecto, esa dispersin obliga o faculta para acentuar una cultura tcnica del proyecto puntual, que oculta o enmascara las dimensiones estructurales. Olvidando las formulaciones ms generales, en que una parte es slo si lo es en relacin al todo. Esa dispersin simblica genera una confusin cultural sobre la identidad local. Constituyen muy complejos sistemas funcionales, que para conocerlos se deben analizar y tratar en mltiples dimensiones, compuestas de variables no jerrquicas, las complejas redes de servicios urbanos y su gestin, las pautas de movilidad y sus intensidades, pero tambin los horarios y los ritmos urbanos. Las imgenes y smbolos derivados del uso publicitario y cintico del espacio urbano, los nuevos lugares, llamados no lugares, derivados de las relaciones fruto de los flujos modernos y de los espacios de las nuevas tecnologas, entre otros. Son ciudades vivas durante 24 horas. Son grandes escenarios de transformacin urbana, que se expresan en las oportunidades formales y funcionales de las grandes piezas urbanas, como son los grandes espacios obsoletos de la industria de la era pos industrial. Esos espacios a remodelar, fruto del no uso de las grandes infraestructuras y similares, ofrecen grandes oportunidades de proyectos (Bclarida, 1990) de reutilizacin, substitucin, renovacin o transformacin en suma.

  • 21

    Todas esas lneas de definicin y/o de acotacin de las grandes ciudades, megalpolis o metrpolis, no estn exentas de una necesaria matizacin, ya que ellas son el fruto de la acumulacin histrica, de largos procesos en el tiempo y en el espacio fsico, de formaciones de naturaleza social, con una cultura concreta dentro de un modelo socioeconmico dominante, en una determi-na sociedad y sobre un lugar geogrfico. De ah que ellas sean el escenario especfico de la globalizacin mundial. Y que concentren no slo economas de escala de aglomeracin, sino tambin las derivadas de las ventajas de la variedad del mercado, que aportan las sinergias de los flujos de informacin y financieros internacionales. Ah est su hegemona.

    Sin embargo, tambin hay que comentar que la mayora de esas ciudades est creciendo en el hemisferio sur (ver Ciudades del Sur: la atraccin de la urbe CORREO DE LA UNESCO, N 246 de julio de 1999). Por ello su anlisis debe someterse a los nuevos conceptos interpretativos, que muy bien plante el gegrafo brasileo Milton Santos (Santos, 1985) del tiempo social, propio de la dimensin cultural de lo urbano, y del tiempo espacial, propio de esos lugares diferentes, que contextualizan las afirmaciones ms genricas, antes ofrecidas como referentes. Y tambin Henry Lefebre (Lefebre, 1974) les aplica el criterio del anlisis de la prctica espacial de cada formacin social. No slo queremos decir que la definicin de las ciudades no est sujeta a teoras universales, aplicables automticamente, sino que es importante encontrar otros elementos definitorios, que sean ms operativos para la orientacin de su mejora mediante la gestin urbana.

    Pero si todo ello produce un cierto deslumbramiento inmediatamente hay que avisar y advertir que esas ciudades, las megas y las metrpolis, no son uniformes (Paquot, et al., 1996), son todo lo contrario son nicas. Si consideramos las grandes ciudades, por encima de 1 milln de habitantes, son ms de un centenar y menos de 300. Sin embargo, no son ni las ms numerosas ni son universales, ya que no estn presentes en todas las regiones urbanas del planeta. Tampoco son uniformes, pero lo que s, insisto, son: nicas. Como luego veremos, sta es una de las caractersticas que no pueden tener el resto de ciudades, de menor talla, que aunque son casi 10 veces ms, en nmero que aqullas y contienen mayor nmero de habitantes urbanos, y adems aunque son ms diversas no son nicas. Veamos sino los datos globales aproximados de la poblacin urbana del planeta hacia el 2009 en base a estadsticas de la ONU. La poblacin urbana, aunque slo en las ciudades ms visibles, aquellas de ms de 100.000 habitantes, en base a una muestra de 2.695 ciudades, se concentra en un nmero de ciudades pequeas y/o intermedias que resulta ser el 90 % en las ciudades menores al milln de habitantes (ver el cuadro).

  • 22

    Figura Evolucin de la poblacin urbana segn la dimensin del ncleo

    Fuente: Elaboracin propia a partir de UNITED NATIONS (2002), World urbanization prospects: The 2001

    revision 14

    Capraro, Hctor E. (1989) en Municipio y ReginDescentralizacin estatal y promocin de actividades productivas, Roberto L. Esteso y Sergio Tocino (compiladores), Fundacin Friedrich Ebert, Buenos Aires. Dematteis, G. (1991): Sistemi locali nucleari e sistemi a rete: un contributo geografico allinterpretazione delle dinamiche urbane en Bertuglia, C.S.; La Bella, A. (Ed) (1991), I sistemi urbani. Vol. 1: Le teorie, il sistema e le reti, Franco Angeli, Milano. Freire, Mila (2009): El espacio metropolitano es un ejemplo perfecto de complejidad un espacio de geometra variable en Pobres en ciudades pobres, Fundacin CEAR, Madrid. Hagget Peter (1994): Geografa una sntesis moderna, OMEGA, LUGAR. (*) Hall Peter y Pfeiffer Ulrich (2000): Urban Future. A Global Agenda for TwentyFirst Century Cities, coordinadores del Informe Mundial, 3, E & FN Spoon, Londres.

    Hardoy, J. Satterthwaite, D. (1986): Small and intermediate urban centres, Hodder and Stoughton, London.

    Lefebre, Henry (1974): La produccin de lespace, Anthropos, Pars. Llop, Josep M (2010): Ciudades IntermediasDescentralizacinDesarrollo y Urbanizacin+Intermediacin en Revista D+, DIBA o Diputacin de Barcelona, para la Comisin de Descentralizacin de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos, Barcelona. Santos, Milton (1985): Espao e Metodo, Editorial Nobel, Sao Paulo. Soja, Eduard (2008): Postmetrpolis; Estudios crticos sobre las ciudades y las regiones, Ed. Traficantes de sueosMapas, Madrid. Paquot, Thierry (et al.) (1996): Le monde des villes. Panorama urbain de la plante, Edition Complexe, Pars.

    0200.000400.000600.000800.000

    1.000.0001.200.0001.400.0001.600.0001.800.0002.000.000

    1970 1980 1990 2000 2010 10 millones o ms De 5 a 10 M. De 1 a 5 M.De 500.000 a 1 M. Menos de 500.000

    millo

    nes d

    e hab

    itante

    s

    Cuadro:* Cities Developed World Developing World Total+%

    SMALL CITIES 100.000500.000 1127 912 2039

    INTERMEDIATE 500.0001 M 95 284 379

    PARCIAL 1222 1196 2418=90%

    BIG CITIES 15 M (millions) 61 193 254

    LARGE CITIES +5 M (million) 4 19 23

    PARCIAL 65 212 277=10%

    TOTALES 1287 1408 2.695=100%

    * Informacin elaborada por el autor, a partir de la muestra de 2.695 ciudades. Ver el libro State of the

    Worlds Cities 2008/2009Harmonious Cities UNHABITAT, 2008 (pginas 12 y 17). Dato de ciudades

    en la dcada de los 90. La clasificacin es igual a la que ofrece la fuente citada. Aunque no se est

    de acuerdo con esta clasificacin. Dado que entendemos que las ciudades menores de unos 500.000

    habitantes y mayores de 100.000 habitantes no son ciudades pequeas. De 10.000 habitantes o ms hay

    unos 150.000 ncleos urbanos en el mundo. Ello da la dimensin e importancia de las ciudades medias

    y/o intermedias, que con una mirada internacional, clasificaramos entre 50.000 y 1 milln de habitantes

    (son casi unas 9.000 en todo el mundo).

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    3. Algunas notas sobre el futuro urbano de nuestro planeta

    Nuestro aporte quiere abrir una nueva mirada hacia los procesos de urbaniza-cin mundial en especial las perspectivas que sta ofrece si se observa el grupo mayoritario de ciudades menos visibles y solitarias, las ciudades medianas o mejor intermedias. Como ya hemos dicho, son las ms numerosas y las que mayor cantidad de poblacin urbana contienen. Adems, en mayor grado que las grandes tienen una dimensin universal y una relacin con el territorio ms estrecha y directa. Son el grupo de la diversidad local universal. Para lograr esta nueva mirada, iremos bajando puntos de vista para acercarlos a las escalas intermedias de la urbanizacin mundial, intentado dejar claro: el reconoci-miento desde abajo de la inexistencia de la homogeneidad.4 Para que quede explcito que la diversidad es local, tiene una dimensin universal y adems est en las escalas intermedias de la urbanizacin mundial.

    En primer lugar, queremos sealar como punto de partida del documen-to, antes citado, titulado como Informe Mundial sobre el Futuro Urbano URBAN 21, que sirvi de base para la Conferencia Global sobre el Futuro Urbano URBAN 21 y la Declaracin de Berln del 6 de julio del 2000. Estos trabajos se hallan recopilados en el libro citado (VER NOTA 3) y se pueden consultar en una versin en espaol (*). En esos documentos de trabajo, con-sultados para esta presentacin, se insiste en la previsin de un planeta urbano, para este siglo XXI, y se centra en las alternativas polticas para la mejora del proceso de urbanizacin mundial. Nuestro inters va ms all de las conside-raciones generales, sobre este proceso, y acepta el reto de poner en relacin las grandes ciudades, las megas y/o tambin las grandes metrpolis, con las redes de ciudades intermedias. Aquellas ciudades, pequeas, medianas y grandes, en su talla y tamao, que realizan funciones de mediacin o de intermediacin entre los territorios donde estn situadas y los procesos globales. Intentando dejar claro que no slo es la dimensin cuantitativa, de sus poblaciones urbanas y de sus magnitudes superficiales y de otro tipo, la cuestin clave. Siendo ellas importantes, hay que pensar en otras dimensiones, como las relativas a las formas urbanas y su articulacin con el territorio, el medio o milieu, donde esas ciudades se inscriben. Porque la dimensin de la urbanizacin supera al mbito de lo urbano y puede intermediar con las dimensiones rurales y naturales, y por supuesto territoriales de cada regin. Por ello, las ciudades que intermedian son ms universales, de mayor grado de diversidad y pueden influir en los procesos de globalizacin, que la extensin del fenmeno urbano genera para mejorar la urbanizacin de nuestro mundo.

    El debate de esa conferencia dio lugar a una declaracin cuyo comienzo expresaba: Reunidos en Berln del 4 al 6 de julio de 2000, en la Conferencia Global sobre el Futuro Urbano URBAN 21, hacemos pblica esta decla-

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    racin como una contribucin a la Sesin Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas Estambul + 5; ella conclua con una nota optimista:

    Estamos entrando en un milenio urbano. Las ciudades, que siempre han sido motores de crecimiento econmico y cunas de civilizacin, estn afectadas en la actualidad por cambios ingentes. Millones de hombres, mujeres y nios afrontan esfuerzos diarios para sobrevivir. Podemos cambiar esta realidad? Podemos ofre-cer a la gente la esperanza de un futuro mejor? Creemos que si aprovechamos las fuerzas positivas de la educacin y del desarrollo sostenible, la globalizacin y las tecnologas de la informacin, la democracia y el buen gobierno, el fortalecimiento de la mujer y de la sociedad civil, podremos construir realmente ciudades hermosas, ecolgicas, con desarrollo econmico y justicia social.

    Asimismo, en dicho informe se dice: Justo despus del milenio, otro gran hito humano ser superado: por primera vez en la historia, la mayor parte de los seis mil millones de habitantes del planeta vivirn en las ciudades. Entre el ao 2000 y el 2025, la poblacin urbana del mundo se doblar desde los 2.4 mil millones (en 1995) hasta los 5 mil millones; los habitantes urbanos crecern desde el 47 % hasta alcanzar ms del 61 % de la poblacin mundial (Naciones Unidas, 1988, 1996). La mayor parte de este crecimiento explosivo se producir en las ciudades del mundo en desarrollo. La poblacin urbana en su conjunto se doblar entre el 2000 y el 2025 en Amrica Latina y en el Caribe, en Asia y en frica, sobre todo en frica, donde la poblacin crecer un 5 % cada ao, doblndose cada 13 aos. La ONU predice que en el ao 2015 habr 358 ciudades millonarias, con ms de un milln de habitantes, de las que al menos 135 estarn en Asia. Y que de las 27 mega ciudades, con ms de diez millones de habitantes, 18 estarn en Asia. Es aqu, en las explosivas ciudades de algunos de los pases ms pobres del mundo, donde se encuentra el reto principal.

    Este reto debe ser afrontado localmente, mediante la gestin del crecimiento espacial y de sistemas de transporte eficientes. Tambin, ha de ser afrontado globalmente, mediante el suministro de energas renovables como una condi-cin previa para la supervivencia, y a travs del crecimiento del reciclaje para vencer carencias de otra forma insuperables. Un enorme reto, sin duda, pero tambin un enorme espacio de mayor libertad y ms oportunidades para el desarrollo, mientras la gente abandona sus tradicionales vnculos con la tierra y el dominio total de la lucha diaria por la comida.

    Pero esta reflexin es muy genrica. Luego veremos que el proceso de urba-nizacin es mayor en las escalas menores de ciudades. Y adems es de menor amplitud que la pronosticada en las escalas mayores. Lo que nos enva a una observacin de los niveles urbanos, ms cercanos al territorio, a los lugares

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    concretos, y nos permite aportar una reflexin con una mirada ms cercana a las escalas menores de la urbanizacin.

    Creo del todo punto necesario bajar de nivel o mejor dicho aumentar la escala del anlisis. Por ello considero que es muy importante bajar hasta las ciudades pequeas y medias del mundo. O an mejor mirar hacia las ciuda-des que siendo de tamao o talla mediana tienen funciones de mediacin e intermediacin entre los territorios, donde ellas estn ubicadas, y las redes, flujos, ciudades, y procesos de mayor escala, que hoy estn condicionados por la globalizacin o mundializacin econmica, cultural y poltica del mundo. Y as acercar el anlisis y fruto de l las propuestas de actuacin, a los territorios y sus pobladores. Ampliar el campo de visin del mundo y de su urbanizacin, viendo ms all de la escala urbana, ya que son esas ciudades las ms ligadas a los espacios rurales, naturales, y territoriales en suma. Por ello creo que es importante hablar de las ciudades intermedias.

    4. Bases del concepto histrico de la intermediacin urbana

    Durante la dcada del 50 y principios de los 70, los gobernantes europeos de-sarrollaron una serie de polticas y medidas destinadas a resolver los problemas ocasionados por los desequilibrios territoriales. Tal vez el caso paradigmtico fue el desarrollado en Francia, en que las ciudades medianas o viles moyennes estaban destinadas a resolver los problemas de diferencias de rango. Partiendo de la base de que con su fortalecimiento se producira un crecimiento, que por efectos multiplicadores se extendera a su hinterland territorial.

    Este hecho incidira en la construccin de una red urbana ms equilibrada, que podra permitir parar o moderar el fuerte crecimiento de las grandes me-trpolis urbanas. Se trataba, por tanto, de emprender una serie de medidas planificadas externamente, y realizadas an con perspectivas muy centralistas, que reaccionaban frente a los problemas surgidos en las grandes ciudades y frente una cierta tendencia a la desertizacin de buena parte del territorio.

    Las polticas de bienestar incidan tambin en el papel que las ciudades medianas podan jugar con relacin a las grandes metrpolis urbanas. La inversin en equipamientos y servicios sociales haba de permitir calificar suficientemente estas ciudades, para llegar a una alternativa a las otras. En este marco, el concepto de ciudad mediana tena un fuerte componente cuantitativo. El peso demogrfico de una ciudad determinaba la jerarqua de ese asentamiento y su clasificacin, dentro de una red urbana regional, nacional y/o estatal. La crisis de mediados del 70 produjo, sin embargo, un cambio significativo, tanto en la orientacin de las polticas territoriales, como en el papel y concepto de la ciudad mediana. Las polticas de desar-rollo regional pasaron a incentivar la inversin promoviendo el desarrollo

  • 26

    endgeno y buscando una ms gran articulacin entre los objetivos locales y los nacionales. En consecuencia, y para llevar a cabo esta tarea, se opt por una estrategia descentralizadora.

    Los cambios econmicos, sociales y espaciales que se fueron produciendo desde mediados de los 70 incidieron tambin en la transformacin del concepto de ciudad mediana. La reorganizacin del sistema productivo produjo un cambio en la estructuracin y funcionamiento del territorio, que pas del modelo jerrquico (de los lugares centrales de Christaler) a un modelo de organizacin mucho ms flexible, en forma de red de geometra variable, al que se refiere Dematteis en sus estudios (Dematteis, 1991). La dimensin geogrfica en este nuevo modelo de organizacin del espacio pierde peso enfrente de las estrategias y polticas desarrolladas en el mbito local, por tal de situarse en esta nueva red, que poco a poco supera los mbitos regionales y estatales para devenir una red urbana mundial. Es en ese perodo cuando el concepto de ciudad mediana pasa a convertirse en el de ciudad intermedia.

    El nuevo concepto introduce el componente cualitativo, que hoy define mu-cho ms que los criterios cuantitativos de las ciudades. El nuevo concepto, tal como apuntaba Gault, sublima la importancia de los aspectos ms dinmicos, la nocin de estrategia de un lugar a conquistar, de un espacio a construir, de una posicin a ocupar, de un papel de intermediacin entre los hombres y los capitales, de sinergia a desarrollar. Las ciudades intermedias, ya no medianas, desarrollan un papel fundamental en la estructuracin topolgica del territorio, ya que realizan funciones de intermediacin entre los grandes centros de deci-sin (las ms grandes metrpolis nacionales y mundiales o globales) y amplias reas rurales, incluso urbanas. Las nuevas lgicas de organizacin territorial en red favorecen la capacidad, que estos tipos de asentamientos presentan, en la integracin y articulacin de amplias reas territoriales.

    La ciudad intermedia no viene condicionada ni definida por la cantidad de poblacin que alberga (talla o tamao), sino ms bien por las estrategias desarrolladas por la conciencia de ciudad. En definitiva por la capacidad de articular los agentes y los recursos locales y/o territoriales en las polticas desplegadas, as como en buena medida por la voluntad de querer ser una ciudad intermedia.

    5. Relacionar reas metropolitanas y ciudades intermedias

    El concepto de rea metropolitana no es nuevo. Pero, es ms reciente y menos usado internacionalmente el de ciudad intermedia. Para ponerlos en relacin y sacar conclusiones vamos a recorrer un espacio de definiciones y entre sacar de ellas sus intersecciones.

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    a) rea Metropolitanas: veamos, por ejemplo, la definicin clsica de rea Metropolitana de Peter Hagget (Geografa una sntesis moderna: 371 y 372): Como resultado de este problema internacional, y desde luego intranacional, se estn estandarizando las definiciones de los asentamientos humanos. Una definicin de las reas metropolitanas del mundo enunciada por el demgrafo Kingsley Davis abarca 12 pginas, incluyendo 2 pginas a la descripcin de casos difciles. En Estados Unidos el concepto de la Standard Metropolitan Sta-tistical Area (SMSA, rea Estadstica Metropolitana Estndar) fue introducido en 1960 de modo que las reas metropolitanas puedan definirse de un modo realista utilizando tres criterios. En primer lugar, un criterio de poblacin: cada SMSA debe incluir una ciudad central con una poblacin superior a los 50.000 habitantes. Normas especiales permiten que las ciudades contiguas (es decir, aquellas que se hallan directamente adyacentes entre s) y las ciudades cercanas (separadas por no ms de 32 km o 20 millas) puedan fusionarse. En segundo lugar se tiene presente el carcter metropolitano de un rea. Por lo menos un 75 % de la fuerza de trabajo de la regin debe emplearse en actividades no agrcolas. Otros criterios sobre la SMSA se relacionan con las densidades de poblacin, con las tasas entre las fuerzas de trabajo no agrcolas de los condados que forman la unidad. Por ltimo, la integracin de las reas que constituyen la SMSA se tiene tambin en cuenta. Los condados se integran con el condado que tiene la unidad central si el 15 % de los trabajadores, que viven en l se desplazan a dicha ciudad. Esta medida de integracin puede suplementarse con otras me-didas basadas en el rea de mercado para las suscripciones a peridicos, ventas al detalle, transporte pblico y similar. A pesar de su aparente globalidad, las definiciones de SMSA no han solucionado todava completamente el proble-ma de los lmites urbanos. Continan buscndose definiciones mejoradas que utilicen grupos de condados y datos relativos a las personas que diariamente se desplazan a su puesto de trabajo en la ciudad y los gegrafos estn trabajando para hallar un modo de establecer comparaciones internacionales entre ciudades. No tan solo las reas metropolitanas, sino tambin las pequeas poblaciones pueden resultar difciles de definir.

    Esta es una definicin clara y sencilla que advierte del problema clsico de los lmites; la siempre frecuente separacin del lmite de lo urbano con los lmites organizativosadministrativos de cada entidad local.

    Junto a un tema colateral, la necesidad o no, segn la cultura urbana de cada pas, de que las formaciones metropolitanas tengan continuidad fsica entre los ncleos y/o los espacios urbanizados y/o construidos. Y por ello se acerquen al concepto de aglomeracin muy usado, por ejemplo en Francia, para la organi-zacin de niveles supra locales o inter municipales de gestin y/o de gobierno territorial. Siendo en todas ellas comunes la referencia a un ente central, una ciudad de un cierto tamao, y a un sistema de relaciones que construyen la forma

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    de metrpolis. Aunque esa forma y ese sistema no estn ligados al concepto de mayor tamao que en la cultura urbana internacional han adoptado este tipo de ciudades. Las reas metropolitanas son ms un sistema de integracin y de relaciones funcionales y simblicas de un conjunto de ncleos urbanos y sus espacios vinculados.

    Esta definicin ofrece un amplsimo campo de accin al concepto metro-politano. Y sin embargo no resuelve problemas base de este tipo de entidad urbana cuando se usa para la mejora de la visin (y gestin) integral del territorio. Estos problemas son los siguientes: el problema de la delimitacin de sus lmites y en funcin de ello el mbito de la organizacin de gestin; la trampa de mirar ms hacia dentro o hacia la ciudad unidad central, en palabras de Pierre Hagget, que hacia el sistema de relaciones que construye esa centralidad, o sea una cierta obsesin centrpeta; la dificultad derivada de la dispersin administrativa y poltica de lo local o municipal, que dificulta la construccin de los recursos y de las competencias, de un ente metropolitano centralizado; la propia definicin base que tiene un criterio tan laxo que per-mite la identificacin metropolitana demasiado fcilmente pero sin ayudar a construir conexin.

    Enunciados estos conceptos crticos, a partir de una de las definiciones ms clsicas de rea metropolitana, debemos pasar a la definicin de ciudades intermedias (miren que se formula en plural).b) Ciudades intermedias: en uno de nuestros trabajos (Bellet y Llop, 2008),

    junto a la gegrafa Carmen Bellet, para la revista Geocrtica, usamos esta de-finicin de ciudades intermedias:

    La delimitacin del objeto de estudio con rgidos criterios de cantidad resultara totalmente infructuosa. Las ciudades se consideran intermedias no slo con arreglo a tallas demogrficas y dimensiones determinadas (coherentes con su contexto geogrfico), sino, sobre todo, con relacin a las funciones que desarrollan: el papel de mediacin en los flujos (bienes, informacin, inno-vacin, administracin, etc.) entre los territorios rurales y urbanos de su rea de influencia y los otros centros o reas, ms o menos alejados. Funciones de intermediacin entre los espacios locales/territoriales y los espacios regionales/nacionales e, incluso, globales.

    El adjetivo intermedio/intermediario, cuyo empleo se inici en los medios acadmicos a mediados de los 80, dilata el significado de la denominacin a la que sustituye: ciudad media (Gault, M, 1989; Bolay, J.C., et al., 2003). La dimensin, la talla demogrfica y la extensin fsica eran las variables que contribuan mayormente, en la delimitacin/definicin de ciudad media, variables que actualmente se consideran demasiado rgidas y estticas. Por el contrario, intermedio/intermediario introducen tres nuevas dimensiones:

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    Aaden la idea de que el potencial e importancia de la ciudad no dependen tanto de su talla demogrfica como del modo en que sta se articula con el resto de elementos del sistema: la capacidad de crear relaciones y tejer una red, as como las caractersticas de las mismas. Dan valor e introducen aspectos ms dinmicos y estratgicos que incor-poran nuevas posibilidades para la autoafirmacin, el reforzamiento de la ciudadregin y la apertura/consolidacin a otros niveles: regional, nacional e incluso, internacional. Suponen la sustitucin del sentido esttico y notablemente jerarquizado que otorgaban las teoras ms clsicas al concepto de sistema urbano por una nueva idea ms abierta, dinmica e interactiva (Dematteis, G., 1991).

    Resulta curioso que un concepto que slo podemos definir vagamente sea una realidad prcticamente universal: donde existe una mnima armadura ur-bana, hay ciudades intermedias. Suponen realidades diversas, muy extendidas y presentes en todos los contextos, pero considerablemente menos visibles que las que configuran las grandes aglomeraciones urbanas. Ante la presencia global, poderosa y meditica de estas, hallamos la presencia, ms discreta y sigilosa, de las ciudades intermedias.

    Se trata de asentamientos que descubrimos cuando observamos el territorio a escalas ms concretas. Son las otras ciudades. Las ciudades tranquilas que contrastan, con viveza, con la imagen de ritmos frenticos de las ciudades globales y las grandes aglomeraciones urbanas. Presencia discreta y sigilosa (no aislada) que las convierte en menos visibles, menos presentes, a no ser que exista un observatorio adecuado o, en ausencia de ste, un observador eficaz. Y sta es, precisamente, una de las finalidades del proyecto CIMES (Ciudades Intermedias y Urbanizacin Mundial): conseguir que estas ciudades sean ms visibles y presentes, destacando las caractersticas y los elementos transversales y comunes a la vez que considerando su diversidad.

    Esa definicin entra en campos ms funcionales as:

    La ciudad mediaintermedia no puede definirse slo por su tamao o talla demogrfica. Tan o ms importante es el papel y la funcin que la ciudad juega en su territorio ms o menos inmediato, la influencia y relacin que ejerce y mantiene en ste y los flujos y relaciones que genera hacia el exterior. Algunas de las caractersticas que ayudan a definir el rol que una ciudad media/inter-media juega en su territorio, en una escala local/regional:

    - Centros servidores de bienes y servicios ms o menos especializados para la poblacin del mismo municipio y de otros municipios (asentamientos urba-nos y rurales), ms o menos cercanos sobre los que ejerce cierta influencia.

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    - Centros de interaccin social, econmica y cultural. El corazn econ-mico de amplias reas rurales en las ciudades del Tercer Mundo apuntaban Hardoy y Satterhtwaite (Hardoy y Satterhtwaite, 1986).- Centros ligados a redes de infraestructuras que conectan las redes locales, regionales y nacionales e incluso, algunas, con fcil acceso a las internacio-nales (como en el caso de las ciudades medias de las periferias metropoli-tanas). Son nodos que articulan flujos, puntos de referencia y de acceso a otros niveles de la red.- Centros que suelen alojar niveles de la administracin de gobierno local y regional a travs de los cuales se canalizan las demandas y necesidades de amplias capas de la poblacin. La descentralizacin administrativa y guber-namental a estos niveles, a estas escalas, lleva consigo una mejor compresin del medio sobre el cual desarrollar proyectos y medidas ms acordes con la realidad y necesidades del propio medio.

    Otras caractersticas, tambin muy generales, hacen referencia a su propia escala y a sta en relacin con asentamientos urbanos mayores:

    - Sistemas ms equilibrados y sostenibles (por razones de escala) que ejercen relaciones ms equilibradas con su territorio, aunque algunas, sobre todo en reas del Tercer Mundo ejercen como centros de explotacin de amplias reas rurales o explotaciones de los recursos naturales y humanos de su rea de influencia. Por su escala pueden, en principio, mantener relaciones ms armnicas, relaciones ms abiertas y equilibradas con su territorio.- Centros ms fcilmente gobernables, ms gestionables y controlables que permiten en principio una mayor participacin ciudadana en el gobierno y gestin de la ciudad.- Asentamientos con escales ms humanas y aprehensibles que ayudan al ciudadano a identificarse ms con su ciudad, ciudades a las que les es rela-tivamente fcil tener una identidad propia (aunque ello sea ms difcil en el caso de ciudades medias o intermedias en el rea de influencia de una metrpoli).- No tienen los problemas medioambientales que presentan las megaciudades y ello se convierte en un claro potencial, en una importante baza a jugar de cara al xito social y econmico y proyeccin de la ciudad.- Presenta menos conflictividad social y acarrean menores costos sociales.- Menor diversidad social y cultural, se produce lo que podramos llamar cierta endogamia social.- Menor competitividad econmica frente a la metrpoli que tiende a con-centrar las funciones superiores del sistema.- Mayor dificultad de acceso a los principales flujos de informacin y capital.

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    Hasta ahora hemos hecho referencia, tan solo, a las caractersticas y defini-cin de la ciudad media/intermedia en relacin a su propio territorio y regin. Estaramos trabajando por lo tanto a escalas ms o menos locales y regionales sobre las cuales se desarrolla la gestin urbana y territorial diaria. Pero debe tambin hacerse mencin de los cambios que se suceden a otras escalas. Los procesos de mundializacin han implicado una profunda reestructuracin de la jerarqua urbana planetaria que ha tendido a su simplificacin, tal como mues-tran los estudios del gegrafo italiano Giussepe Dematteis, antes citado.

    Esta definicin es forzosamente muy amplia porque la realidad y dimensin en nmero y en poblacin de este conjunto es mucho mayor que el anterior. Debe entenderse esa doble condicin de estar en medio y ser intermediario. Lo que conduce la misma a tener un inters mayor hacia el sistema de rela-ciones que une, no slo los elementos urbanos del conjunto, sino tambin y mucho ms expresamente las funciones de intermediacin, o de integracin y los elementos del territorio tambin integrado. As todos los elementos menos densos y centrales, como el paisaje, lo ambiental, y los flujos sern objeto de esta definicin. Las ciudades intermedias lo sern si estn ejercien-do activamente de centros, o mejor dicho nodos, para romper la jerarqua territorial, de un sistema de relaciones de unas muy variadas dimensiones y naturaleza. Ah en esta amplitud y flexibilidad est la debilidad de esta defi-nicin pero a su vez la potencia que slo podr construirse en cada lugar o en cada territorio. Esto enva a pensar ms lo local y en la descentralizacin, y en los conceptos del desarrollo endgeno, que se ligan a esta filosofa urbana y territorial. Los potenciales que definan esas realidades diversas son parte de una definicin que no quiere organizar ese territorio de un modo ordenando jerrquicamente, desde un centro, sino que quiere entenderlo y mirarlo mejor para potenciarlo, desde sus propias condiciones. Las ciudades intermedias son y sern el verdadero universo de la diversidad local y, por ello, el espacio de construccin de las condiciones endgenas de desarrollo humano. Pensamos esta definicin como una construccin colectiva y abierta ms que como un concepto neutro. Fruto de la red de profesionales de la ciudad del Programa de trabajo internacional de la UIA5 como desde la Ctedra UNESCO, que desde la Universidad de Lleida, coordina a 8 universidades (4 de Amrica Latina, 3 Europeas y 1 Egipcia).

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    6. Conclusiones

    Todo lo dicho nos puede llevar a un conjunto de lneas de reflexin y a una conclusin. reasmbitosLmites: el problema principal de la aplicacin de estos conceptos en la gestin y la poltica urbana es el del lmite, entre lo urbano funcional y los mbitos de administracin. Tema clsico para las reas me-tropolitanas. Pero esto tambin es difcil para las ciudades intermedias. Por ello debemos dejarnos llevar a unas definiciones, que tanto Milton Santos como otros, han calificado de una geometra variable (Llop, 2010). AglomeracinContinuidad: esa observacin ha estado superada por el criterio laxo de definicin, americano, de reas metropolitanas, centrndolas hacia la ciudad central. Aunque el concepto de aglomeracin europeo sea ms complejo porque en l se incluye implcitamente la continuidad construida o urbanizada del rea metropolitana. ConcentracinCongestin: en muchos casos este par, que califica uno de los rasgos de la urbanizacin mundial, no se incluye en sus definiciones. Ello ofrece una cierta inoperancia al obviar el problema de la congestin. Puesto que una definicin a partir de criterios de concentracin y de rela-ciones funcionales, que se traducen en flujos de todo tipo, sin incluir los costes y disfunciones de la congestin, es ms neutra que operativa. Ah, en esta dimensin est la importancia de integrar las relaciones territoriales de interconexin o de intermediacin, en esa mirada hacia a fuera, est la fuerza y amplitud operativa de las ciudades intermediarias. CentralidadesProximidad: por ello frente a la definicin, digamos que, hacia adentro de las reas metropolitanas y de sus funciones de centralidad como uno de los valores o de los paradigmas que estn organizado la teora del urbanismo moderno. Hay que oponer, de un modo hbrido, es decir complementario y contradictorio a la vez, los valores de proximidad. No slo en su acepcin de base social de cercana, sino tambin en su dimen-sin funcional y tcnica. Pues la proximidad ofrece no slo centralidad, de menor intensidad y diversidad en reas metropolitanas o ciudades mayores, s ofrece tambin centralidad por cercana. Pero ofrece menores costes de congestin, con todo tipo de valores aadidos. sta es una oportunidad de integracin de los valores de la intermediacin urbana y territorial. Ello nos fuerza a pensar en una definicin cualitativa y a incrementar el inters de la misma en potenciar algunos de los valores urbanos siguientes:

    - De accesibilidad universal y criterios de diseo para todos.- De habitabilidad bsica y prioridad de las infraestructuras.- De sostenibilidad urbana y social en la urbanizacin.- De armona en los criterios de diseo urbano.

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    IntermediacinIntegralidad: este criterio de mirada hacia afuera de las ciudades intermedias. Incluye una mayor atencin hacia los territorios del entorno. Forzando de entrada una mirada ms interesada y necesitada de una visin integral del territorio. Y por ende hacia ms integracin de factores de mediacin territorial y prioridad en la definicin de las redes. Este tema es clave para mejorar el nexo entre la ciudad y territorio. UrbanizacinDescentralizacin: por dos grandes motivos estratgicos, del proceso de urbanizacin mundial, integrar ambos conceptos, en sus espacios de interseccin es clave porque hay un mayor crecimiento de las ciudades intermedias, medias y pequeas (un 4.87 % anual). Frente a un menor crecimiento de las reas metropolitanas y de las grandes ciudades.

    En ambos espacios urbanos se encuentra una mayora no slo de poblacin sino especialmente del monto de las economas de sus pases. Por ello y por la relacin entre desarrollo y descentralizacin con la libertad de accin y de iniciativa de las personas, pensar en trminos de ms calidad de vida por la incorporacin de los actores y sus acciones (Carta Derecho a la Ciudad). Estos dos criterios nos acercan a la necesaria articulacin de los procesos de urbanizacin con los de descentralizacin.17 Las reas metropolitanas y ciu-dades intermedias son conceptos que se solapan y se necesitan mutuamente para ser plenos.

    Notas

    1 Acrnimo utilizado en el programa de trabajo UIA

    CIMES (Unin Internacional de los Arquitectos) so-

    bre ciudades intermedias (www.paeria.es/cimes).2 Segn los datos para 1980 de Franois Moriconi

    Ebrad (1993): LUrbanisation du Monde!, Anthro-

    pos, Pars, p. 139.

    3 Informe mundial y Declaracin de Berln sobre

    el futuro urbanoURBAN 21. Traduccin al espa-

    ol de Jos Manuel Rodrguez lvarez, y revisin

    de Jos Manuel Canales Aliende, Ed. Fundacin

    Carles Pi i Sunyer, Barcelona, 2000.

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    Bibliografa

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    Captulo 2Las ciudades y su hinterland en el marco de las prcticas metropolitanasArq. Mgter. Mirta SoijetColaboradora: Victoria Garca (estudiante FADU UNL), bsqueda y actualizacin de informacin

    Presentacin

    El presente documento tiene por objeto describir aspectos diversos de las localidades del sistema microregional focalizado en las ciudades de Santa Fe y Paran, particularizando en las principales caractersticas de estas ciudades cabeceras y en los antecedentes que dan cuenta de su vocacin de definir estrategias de desarrollo compartidas.

    Ha sido desarrollado como una sntesis y se ha basado para ello en una serie de documentos que se mencionan al pie.

    1. El sistema microregional

    1.1 Reconocimiento

    Plantear la perimetracin de este fenmeno identificable a partir de la unita-riedad que le imprimen ciertos procesos y tan particular a la luz de la com-plejidad de las situaciones reconocibles,1 requiere decidir previamente cules

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    son las variables que van a permitir percibir y cuantificar las interrelaciones que lo definen como tal.

    En ese sentido puede recurrirse a informacin que de cuenta de la conti-nuidad fsica de la urbanizacin, de las interacciones que caracterizan el com-portamiento del fenmeno en las distintas escalas o niveles de aproximacin, como as tambin de las acciones que, en un marco de estrategias compartidas, se propongan los actores sociales o polticos involucrados.2

    Si consideramos cada uno de esos aspectos en forma aislada habr de resul-tar difcil reconocer en lo que se ha denominado rea Metropolitana Santa FeParan, su condicin de tal, dado que las aglomeraciones que responden a las ciudades centrales tienen lgicas de crecimiento propias y particulares. Tampoco conforman un mercado de trabajo unitario pero son mercados de actividades productivas complementarios que han comenzado a ser mensu-rados estadsticamente, ya que la Encuesta Permanente de Hogares en su cuestionario aplicado a partir de 2003 incluy la pregunta referida al lugar de trabajo fuera de la ciudad (y de la provincia) solo en los casos de 7 ciudades entre las que se incluyen las de Paran y Santa Fe para cuantificar movimientos interurbanos diarios relacionados al trabajo.

    Se puede reconocer que ambas cumplen funciones en forma conjunta y solidaria en el tramo medio del Corredor Biocenico Central y se ha incorpo-rado la denominacin de rea Metropolitana Santa FeParan en el escenario territorial regional (Mercosur).

    Sin embargo, el problema comn es el destino, proyecto y gestin del rea insular intermedia: un espacio de frgil geografa (insular y valle de inundacin) que no admite un proceso de urbanizacin tradicional pero se constituye en el espacio potencial y fundacional para la integracin.

    Se cuenta entonces, por un lado, con un conjunto de rasgos que le imprimen su carcter metropolitano y que, en sus similitudes, habilitan al estudio de muchos de sus aspectos como parte de una misma realidad. Por otro lado, se presentan aquellos que hacen del fenmeno un hecho especialmente singular -siendo su geografa y bipolaridad los ms destacados- y aquellos otros rasgos que caracterizan a cada aglomeracin por separado sin resultar extensibles a la totalidad del territorio. Frente a este contexto complejo, se procede a un desglose particularizado de las variables y caractersticas intervinientes, a los fines de arribar a un panorama completo de las condiciones dadas, en tanto bases necesarias para posteriores abordajes analticos y esbozos de posibles directrices o acciones de desarrollo.

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    1.2 El medio geogrfico

    El mbito territorial se extiende atravesando el Valle Aluvial del Paran que es una cubeta sedimentaria de gran extensin longitudinal con ancho variable entre 15 y 30 km, que comprende no slo el canal principal del ro, recostado en esta zona sobre su margen izquierda, sino tambin cursos menores, islas y lagunas, emergentes en perodos de aguas bajas y normales.

    La margen derecha (Santa Fe) es baja, y por lo tanto inundable en perodos de aguas altas, la margen izquierda (Entre Ros) es alta, y est conformada por la barranca.

    Los suelos son heterogneos y las coberturas vegetales son de la formacin del espinal en el rea continental y el bosque en galera en el rea insular y el borde fluvial.

    Santa Fe es una extensa llanura que debido a su planicie, hace difcil el escurrimiento de las aguas, con la correspondiente formacin de lagunas, arroyos y baados.

    Paran se encuentra sobre una barranca viva elevada sobre la lnea de ribera. Una particularidad de los arroyos interiores es que sus cauces, a medida que se dirigen a su desembocadura en el Ro Paran, se ahondan rpidamente entre paredes cada vez ms altas y verticales.

    Un crculo de 50 km de dimetro con epicentro en las ciudades centrales permite cuantificar un 50 % de tierra y una cifra similar de islas, baados y cursos de agua.

    Este mbito se reconoce como el valle ocupado por inundaciones pe-ridicas e incluye diversas islas y bancos, con cursos y lagunas interiores, desarrollndose el llamado albardn costero por el lado santafesino (eje de la RP N 1).

    1.3. Delimitacin

    Dado que se cuenta a priori con ciertos antecedentes3 al respecto, el proyecto Observatorio rea Metropolitana Santa FeParan ha establecido una pe-rimetracin para Santa Fe, abarcando completo el departamento La Capital siendo los distritos integrantes: Emilia, Cabal, Llambi Campbell, Campo Andino (o San Pedro) Nelson, Laguna Paiva, Arroyo Aguiar, Recreo, Arroyo Leyes, Montevera, Santa Fe, San Jos del Rincn, Santo Tom y Sauce Viejo. En el caso de Entre Ros es el departamento Paran particularizado en los distritos Espinillo, Quebracho, Sauce y Antonio Toms.4

    Dada la extensin del fenmeno y las condiciones dismiles que relacionan cada ncleo incluido en la delimitacin, es posible efectuar una aproximacin

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    que podemos denominar multiescalar a partir de ciertas categoras referidas a: la regin metropolitana, los mbitos diferenciados dentro de ella: aglomerado, anillo intermedio y centros terminales, y los corredores de carcter metropoli-tano que vinculan a nivel interno y con el resto de la regin y el pas.

    Puede entonces referirse a la presencia de una Regin Metropolitana:5 en tanto mbito urbanorural que reconoce la relacin con ncleos urbanos diferenciados internos a la delimitacin definida por los centros terminales.

    La categora aglomeracin/conglomeracin se corresponde con la aplica-cin de informaciones estadsticas en general y censales en particular a las que se agregan consideraciones geogrficas como la nocin de continuidad. Esa situacin se ve dificultada o casi impedida por las caractersticas del territorio: la presencia de un gran ro y la conexin lineal materializada sobre una franja de escaso ancho y de frgil estabilidad.

    Es por eso que en funcin de la definicin del concepto que requiere de la persistencia fsica adems del funcionamiento como unidad de trabajo con flujos cotidianos, esta aproximacin habr de considerarse en forma autno-ma para cada una de las ciudades centrales. Se configuran como expansiones a lo largo de los corredores de comunicaciones que han alcanzado centros menores preexistentes.

    La regin metropolitana

    Fuente: Elaboracin propiaFuente: Elaboracin propia

    Esquema de conectividad vial actual y potencial

    Referencias:

    Nuevo puerto de Santa Fe

    Sistema viario existente

    Viario en ejecucin

    Alternativas de enlace fsico

    Referencias:

    Centros terminales

    Ciudades centrales

    Ciudades anillo intermedio

    Corredores metropolitanos

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    El Gran Santa Fe (como rea ampliada establecida por el INDEC y de uso habitual) est conformado para Santa Fe incluyendo reas identificables por sus particularidades como La Guardia y Colastin por Santo Tom y Sauce Viejo con Villa Adelina (como expansin sur), Recreo (expansin norte), San Jos del Rincn (expansin este) y Arroyo Leyes. El gran Paran por Paran, San Benito, Colonia Avellaneda y Sauce Montrull (expansin este) y Oro Verde (como expansin sur).

    stos constituyen espacios de descentralizacin y de desborde de usos espe-cializados, adems de vivienda permanente y finisemanal: reas industriales y aeropuerto en Sauce Viejo, facultades y escuelas agrotcnicas en Oro Verde y cementerio y actividades recreativas en San Benito, etc.

    En relacin a la interaccin entre ambos, resulta interesante mencionar que un operativo censal significativo como lo es el Censo Nacional de Poblacin, Hogares y Vivienda en 2001 reconoci a Santa FeParan entre los aglome-rados binucleares aplicando para ellos un formulario especfico con el objeto de medir la intensidad de las interrelaciones, indagando sobre la poblacin que reside en la ciudad y trabaja en la otra. Los resultados pueden no resultar significativos de la vinculacin ya que la cuestin laboral constituye tan solo una de las motivaciones de los desplazamientos.

    La categora correspondiente a Corredores troncales metropolitanos se relaciona con un fenmeno complejo y singular de extensin lineal en general vinculado a particularidades territoriales (que comprende situaciones vincu-ladas a la singular geografa del rea, tendencias a la localizacin de espacios interurbanos de actividades especficas a lo largo de ejes infraestructurales viales, fluviales y ferroviarios). Estos ejes se definen en las componentes jerrquicas infraestructurales de conexin que convergen radio concntricamente a las ciudades centrales y consolidan las expansiones mencionadas anteriormente.

    El anillo intermedio (entre el aglomerado y los centros terminales) se en-cuentra conformado en forma predominante por pequeas localidades de base eminentemente rural, que han generado en los ltimos aos servicios a la ciudad central y a los centros terminales vinculados al turismo.

    Se agrupan en este anillo alrededor del aglomerado e internamente a la ronda de ciudades terminales: Santa Rosa de Calchines y Cayast en el dpto. Garay, Arroyo Aguiar, Candioti, Llambi Campbell, Campo Andino y Candioti, Constituyentes y Campo Crespo en el dpto. La Capital, Empalme San Carlos, San Jos, San Agustin, Franck, San Jeronimo Norte, Las Tunas, San Carlos Norte, Matilde, San Carlos Sud y Pujato Norte en el dpto. Las Colonias y en el dpto. San Jernimo Desvio Arijon, todos de de Santa Fe; y El Palenque, Villa Urquiza, La Picada, Sauce Pinto, Aldea Mara Luisa, Villa Fontana, Villa Gobernador Luis F. Etchevehere, Tezanos Pinto, Pueblo General San Martin, Aldea Santa Maria, Aldea San Rafael, Aldea Santa Rosa Sosa , Cerrito, Va. Li-

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    bertador San MartnEstacin Puigari en el dpto. Paran de Entre Ros, Aldea Valle Mara, Aldea Brasilera, Aldea Protestante, Colonia Ensayo, Aldea Salto, Aldea Spatzenkutter, Aldea San Francisco, General Racedo, General Alvear, Paraje La Virgen y Estacin Camps en el dpto. Diamante de Entre Ros.

    La denominacin Centros o aglomeraciones terminales se corresponde con la estructuracin urbanoterritorial en su dimensin regional. Se trata de fenmenos significativos de polarizacin que dan lugar a concentraciones urbanas de magnitudes significativas que van de los 8.000 a ms de 30.000 habitantes localizados radialmente en una constante de distancia/accesibili-dad/tiempo respecto a la ciudad central (entre 50 y 70 km) y fuertemente conectadas a travs de rutas consolidadas.

    Se listan Coronda, San Carlos Centro, Esperanza, NelsonLaguna Paiva y Helvecia en Santa Fe y las localidades de la R N 32 en Entre Ros: Diamante, Crespo, Segu, Viale, Mara Grande, Hasemkamp, Hernandarias.

    Superficies detalladas en hectreas consideradas en un dimetro de 50 km

    Fuente: elaboracin propia del proyecto en base a la lectura de la imagen satelital

    Evolucin poblacional absoluta y relativa de cada centro y del aglomerado Gran Santa Fe

    1991 2001Santa Fe (1) 348.325 368.369Santo Tom 43.928 58.104Recreo (2) 7.626 10.643San Jos del Rincn (3) 4.738 7.963Sauce Viejo con Villa Adelina (4) 2.641 6.492

    407.258 451.571

    Fuente: Censos Nacionales de Poblacin y Vivienda 1991 y de Poblacin, Viviendas y Hogares 2001

    Superficie total 196.250 has.rea de ros, islas, lagunas y baados 100.424 has.rea remanente 95.826 has.rea urbanizada del remanente 16.393 has.

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    Gran Paran1991 2001

    Paran 207.041 235.931San Benito 2.788 6.472Colonia Avellaneda 1.045 2.658Oro Verde 804 2.106Sauce Montrull 285 420

    211.936 247.587

    1-Incluye Alto Verde, Colastin Norte, Colastin Sur y La Guardia

    2-Incluye loteo Ituzang San Cayetano

    3- En el Censo 1991 San Jos del Rincn formaba parte de Santa Fe

    4- Sauce Viejo (4703 Hab) y Villa Adelina (1789 Hab). En el censo 1991 Sauce Viejo figuraba como

    localidad separada y Villa Adelina integra parte del Gran Santa Fe

    1.4 Poblacin

    Enmarcado en el objetivo de dar cuenta de las caractersticas y lgicas de inte-ractuacin sociales, y con la limitacin de la disponibilidad de datos referidos especficamente a los aglomerados capitales de provincia, se presenta una seleccin de cuadros6 de los resultados publicados por el programa Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que se realiza en forma conjunta por el Ins-tituto Nacional de Estadstica y Censos (INDEC) y la Direccin e Instituto Provincial de Estadstica de Entre Ros y Santa Fe respectivamente.

    Cuadro 1. Evolucin anual de las tasas de actividad y de desocupacinLa tasa de actividad econmica muestra la proporcin de la poblacin que

    trabaja y que busca activamente trabajo sobre la poblacin total de un deter-minado lugar geogrfico, en el caso que nos ocupa: los aglomerados urbanos Gran Paran y Gran Santa Fe.7

    A lo largo de todo el perodo excepto en el inicio y el final y hacia los aos 1998/99 la tasa de actividad econmica es superior en el Gran Santa Fe que en el Gran Paran. Y en la mayora de los momentos este mayor valor est afectado por una mayor proporcin de desocupados en la capital santafesina. En efecto, salvo los dos primeros aos del perodo (1974 y 1975) la tasa de desocupacin en el Gran Santa Fe es superior en todas las ondas de octubre y segundos semestres de ao a la del Gran Paran.

    Cabe destacar que en el aglomerado urbano que contiene a la capital entre-rriana se registra un pico que alcanza los dos dgitos (11,0 %) en octubre de 1989, ao en que tiene lugar en el pas una crisis por hiperinflacin. Luego desciende a valores de un dgito y vuelve a tomar valores iguales o superiores

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    Evolucin tasas de actividad. Aglomerados urbanos Gran Paran y Gran Santa Fe. 1974-2004

    30,0

    32,0

    34,0

    36,0

    38,0

    40,0

    1974 1976 1978 1980 1982 1984 1986 1988

    Gran Paran GranSantaFe

    Evolucin tasas de desocupacin. Aglomerados urbanos Gran Paran y Gran Santa Fe. 19742004

    0,05,0

    10,015,020,025,030,0

    1974 1976 1978 1980 1982 1984 1986 1988

    Gran Paran Gran Santa Fe

    Evolucin tasas de actividad. Aglomerado