La Sociedad Obrera Gremial-UGTde Pozoblanco: 1900-1936

3. AGITACIONES AGRAFUAS CORDOBESAS EN LA DÉCA- DA INICIAL DEL SIGLO XX: 1902-1910

3.1. Una conflictiva década en la provincia de Córdoba

Desde los primeros anos del siglo XX el paro estaciona1 agríco- la provoca una permanente crisis de trabajo en A n d a l ~ c í a ~ ~ , y para la provincia de Córdoba es una época social y políticamente conflicti- va. Los grandes propietarios y arrendatarios cordobeses contribuirían al control sobre el poder estatal, precisamente cuando disminuía en otros países europeos, orientando la salida de la crisis finisecular con medidas proteccionistas, concentración de la propiedad y presión sobre la fuerza de trabajo5'.

El movimiento obrero cordobés del siglo XIX nunca había lle- gado a tener gran fuerza, el escaso número de militantes en una pro- vincia fuertemente ruralizada había hecho que las agitaciones socia- les fueran fácilmente reprimidas. Pero en el siglo XX la propaganda ideológica va a ir haciendo fuerte mella entre los campesinos, a la vez que por parte de los gobernantes se inicia un proceso de regulariza- ción del movimiento obrero, esto unido a las transformaciones eco- nómicas, la ~arcelación de las gandes fincas y la introducción de

56 PÉREZ LEDESMA, Manuel. «El problema agrario en Andalucía a co- mienzos de siglo», en Apicultura y ~ociedad,,~adrid (abriljunio 1978, PP. 245- 355.

57ALMANSA PÉREZ, Rosa María. (Catastro y Gran Propiedad agraria en la Espafia de la Restauración. Reflejo de esta problemática en la revista 'La Agricul- tura y Córdoba del conde de Torres Cabrera (1 900-1903))), en Axerquia. Revista de Estudios Cordobeses. , No. 17, 1997, p. 148.

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innovaciones técnicas en el campo, condujeron a las organizaciones obreras a un cuestionamiento casi constante de la situación laboral que, en Pozoblanco se reviste de crisis de trabajo permanente, y a las autoridades locales a un permanente intento de negociación de los encontrados intereses entre patronos y asalariados.

La primera y gran agitación agraria en la provincia de Córdoba surgió en 1903, pero desde 190 1 se venían detectando pequeñas huel- gas parciales y una fuerte actividad propagandística por parte de mi- litantes anarquistas que pretendían, como primer objetivo, una huel- ga general, algo a lo que se mostraban reacios tanto artesanos como campesinos.

El movimiento, siguiendo a Díaz del Moral5s, fue esencialmente agrario, una agitación obrero-agrícola con participación de algún militante anarquista. Autoridades y patronos consideraban al anar- quismo causante de conspiraciones para derribar el orden social vi- gente, no obstante las asociaciones de trabajadores que se había uni- do para reivindicar sus derechos, eran 'de una sencillez y de una dia- fanidad absolutas'. Pero el clima de desconfianza entre patronos y trabajadores se había asentado en los pueblos cordobeses entre 1903 y 1904, y en 1905 llegó el hambre que afectó especialmente a los pueblos de la mitad sur de la provincia de Córdoba, a la Campiña que vivía exclusivamente de la agricultura y donde la influencia anar- quista fue mayor, mientras que la Sierra se dedicaba también a la ganadería y la minería. Y con el hambre de 1905 fue disminuyendo el frente reivindicativo para solucionar el problema de la subsistencia diaria. Entre 1906 y 1909 decrecen tanto el movimiento anarquista de la provincia de Córdoba, como el de las asociaciones de artesanos y obreros industriales, aunque no todos los grupos libertarios desapa- recieron5'.

jR D ~ Z DEL MORAL, Juan. Historia de b agitaciones campesinas andalu m... p 20 1 y SS.

" D ~ A Z DEL MORAL, Juan. Historia de b agitaciones campesinas andaluzas ... p 234.

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La estabilización económica espafiola de la primera década del siglo se rompe en 1909. La industrialización creó profundas tensio- nes que motivaron la aparición de grupos revolucionarios, algunos de marcado acento violento, al igual que algunos grupos de empresa- rios de signo conservador. La 'semana trágica' de Barcelona, suscitada tanto por las tensiones sociales de origen económico que motivaba la agitación obrera, como por otros problemas políticos, contribuyó a desarrollar una espiral de violencia y polarización social que repercu- tió en todo el país y que acabaría desembocando en la dictadura primorriveristaGO.

El motín de Barcelona de 1909 y los fusilamientos de Montjuich convulsionaron Espaiía y también a la provincia de Córdoba. Los republicanos se organizaron y las masas de trabajadores volvieron a recobrar fuerza y aliento, coaligándose todos bajo el republicano-so- cialismo que incluía tanto hombres de profesiones liberales, peque- fios propietarios y arrendatarios, como obreros industriales, artesa- nos y campesinos, que volvían a constituir la mayoría y se afiadían e incluían el término proletario. Este incipiente socialismo tenía que luchar con las creencias anarquistas arraigadas en la provincia, sobre todo en la campifia.

En la década de 19 10 las agitaciones se van dejado sentir en la provincia de Córdoba, los dirigentes anarquistas se decidieron de nuevo por la propaganda, pero no dejaba de existir una cierta reti- cencia entre los trabajadores, y aquellos que decidían unirse en la lucha acudían al grupo republicano-socialista o directamente al so- cialismo, no lo hacían a las filas anarquistas. El movimiento obrero cordobés alcanzó su punto álgido en el afio de 19 13, aunque concen- trado en la zona al sur del Guadalquivir, en la campifia, sin desarro- llarse en la zona más al norte de la provincia, no llegaría a los trabaja-

"'TORTELLA, Gabriel. El desarrollo de la Espana Contemporánea ... p. 204.

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dores agrícolas de la zona serrefia hasta 19 l F

3.2. Pozoblanco 1902-1910

En el Pozoblanco de la primera década novecentista, la pro- ducción agrícola mediante el desarrollo del sistema de los 'desmonta- dos' y la aparcería generaron el suficiente trabajo a los obreros agríco- las permitiendo mantener a una cierta distancia la conflictividad obrera que agitó las zonas de la provincia al sur del Guadalquivir. La desamortización había dejado sin tierra de cultivo a los labradores no propietarios, pero éstos ante su cualificación agrícola se emplearon en los desmontados y como aparceros a labor62 generándose un siste- ma beneficioso para ambos.

Los afios de bonanza de los desmontados no impiden que en Pozoblanco se detecten ciertas tensiones a lo largo de la década tanto entre el artesanado textil, como en los dependientes de comercio y los jornaleros, alcanzando situaciones de crisis obreras. En 1902 y 1903 los tejedores expresan simultáneamente su necesidad de traba- jar y su temor ante una mecanización de la industria textil, que im- plicaría emplear menos mano de obra. Industria que ante la falta de demanda quedaba prontamente paralizada, como en 1906, generan- do excedente de obreros que el campo no podía absorber en momen- tos de crisis. Y en 1905 y 1908 las crisis de trabajo obligaron a la Junta de Reformas Sociales a negociar sendos repartimientos.

DÍAZ DEL MORAL, Juan. Historia de las agitaciones campesinas andalu- zas... p. 234.

62 VALLE BUENESTADO, Bartolomé. Geograpa Agraria de Los Pedroches.. . p. 26.

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La respuesta que las autoridades dieron a las crisis obreras fue de tipo benéfico asistencia1 o el recurso a las obras públicas. El urba- nismo de Pozoblanco parece avanzar en paralelo a las crisis de traba- jo, pues las demandas de trabajo se presentaban con propuestas de arreglar tal o cual calle, edificio o camino y los 'repartimientos' se invierten en el arreglo de calles.

3.3.1. Tejedores, braceros y telares mecánicos

La industria artesanal textil como complemento a un sistema de producción agrícola que no demandaba mano de obra de forma permanente, había permitido subsistir a muchas familias trabajado- ras, pero la inversión de los propietarios en una industria textil meca- nizada implicaba una seria amenaza a una clase trabajadora que veía peligrar su precario equilibrio económico, mientras que los propieta- rios apelarían, como siempre, a que la industria posibilitaría más empleos.

La clase trabajadora de Pozoblanco a comienzos del siglo XX estaba formada por jornaleros agrícolas, obreros industriales y peque- ños artesanos. Siguiendo la aportación de García de C ~ n s u e g r a ~ ~ podemos señalar que las explotaciones agropecuarias podían propor- cionar trabajo de forma estable a algunos jornaleros, que completa- ban su bajo salario con beneficios derivados de su estancia en la pro- piedad del patrón, peor lo tenían los jornaleros eventuales que salvo los puntuales trabajos estacionales que demandaban abundante mano de obra, el resto del año quedaban de brazos cruzados que, en una época en que no hay cobertura social, implicaba carestía y hambre. Los obreros industriales pasaban por situaciones parecidas. A éstos se afiaden los obreros tejedores autónomos, con telares manuales en sus

63 GARCÍA DE CONSUEGRA MUNOZ, Gabriel. Apuntes de Pozoblanco: La otra cara de la Historia ... p p . 145-146.

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casas, vendiendo su producción a empresas textiles de la localidad. Y otros artesanos a mitad camino entre el autónomo y el asalariado, pero de economía muy proletarizada.

ite un Finalizando 1902 la Sociedad Alianza de Tejedores ren ' escrito6* al alcalde manifestando la tensión existente entre los obreros y algunos propietarios. Representantes de la Alianza se habían entre- vistado con don Joaquín Cabrera y su compañía al objeto que dejara trabajar a dicha sociedad en la fábrica de don Miguel G ~ s á l b e z ~ ~ , toda vez que dicha fábrica estaba parada. La respuesta a la comisión fue que 'si quieren trabajar que traigan máquinas'. Los obreros expo- nían al alcalde que no disponían de nada más que lo poco que gana- ban en tejer bayetas y si cesaba tendrían que recurrir a la caridad, así '¿cómo quiere Sr. Alcalde que dichos individuos compren una fábri- ca?'. En realidad el escrito no expone que es lo que le piden al alcalde, la redacción es poco clara, pero puede deducirse que es la de interve- nir para que se proceda a trabajar en una fábrica que está cerrada.

Unos meses después, en septiembre de 1903, el gremio de teje- dores expone al alcalde una nueva situación". Enrique GosálbezTerol pensaba instalar telares mecánicos para la elaboración de bayetas de lana y otros tejidos de algodón, tarea a la que se dedicaba el gremio. Anteriormente el citado señor ya lo había intentado pero el alcalde, conocedor de los intereses que se lesionaban a los obreros, no lo ha- bía autorizado. El gremio reconoce el derecho del citado propietario

"((Escrito de la Sociedad Alianza de Ejedores alAlcalde». Pozoblanco 21 de diciembre de 1902. A.M.P. 42,Ol. Archivo de la Fundación Para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía. Fondo Pozoblanco.

65 Enrique Gosalbez Terol aparece como propietario de 'El Murallón' Gran fábrica de Bayetas y central de alumbrado e!éctrico. En la sección de anuncios de un periódico de Pozoblanco hacia 1900. Véase GARCÍA DE CONSUEGRA MUNOZ, Gabriel. Sociedady costumbre en Pozoblanco en 1900. ... Ilparte. p. 99.

"((Escrito delgremio de tejedores al alcalde para que impida la instalación de telares mecánicos)). Pozoblanco 1 1 de septiembre de 1903. A.M. P. 42,01. Archivo de la Fundación Para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía. Fondo Pozoblanco.

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a instalar los telares, pero también lo tenían ellos para oponerse por- que si los instalaba, los demás fabricantes no tardarían en imitarle, pues ál parecer resultarian benejciados', cuando él perjuicio irá para los más que son los esencialmente necesitados: Los tejedores apelaron al deber de conciencia del alcalde de velar por el bien de los administra- dos y evitar que éstos caigan en h miseria', y le suplicaban que intervi- niese a fin que ni el Sr. Gosálbez, ni ningún otro fabricante, peninsu- lar ni extranjero, pudiesen instalar los telares. El escrito lleva fecha del día 11 y si bien no se explicita si el ayuntamiento tomó alguna medida o no, lo cierto es que el expediente está acompafiado de un documento, fechado el 21 de septiembre, por el que puede deducirse una inmediata huelga o manifestación, ya que en él un grupo de tejedores indicaban estar de acuerdo con la propuesta de Gosálbez y se eximían de responsabilidades caso de que al día siguiente hubiese alguna alteración del orden público. La conformidad de algunos obre- ros con la propuesta del fabricante radicaba en que 'lo quepretende con traer los tehres mechicos es fomentar la industria, empleando por consiguiente más brazos que los que hay, sin tratar de perjudicar los inte- reses de los braceros:

3.3.2. Crisis estacionales y repartimien tos

Ante la agudización de las crisis de trabajo la Administración procedía a hacer un repartimiento entre los mayores contribuyentes a fin de recaudar fondos que pudieran invertirse en obras públicas y urbanismo en las que trabajasen los obreros en paro.

En la primavera de 1905 una grave crisis afecta a la población. No hay datos sobre su alcance o contenido pero en abril se crea una comisión encargada de allegar medios, con el fin de remediar la crisis por la que atravesaba la clase obrera. La comisión estaba formada por el alcalde que era su presidente y seis individuos. La comisión esta- blecía una contribución voluntaria del 20% de lo que cada contribu-

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yente pagaba por el concepto de territorial y pecuaria, el 10% por industrial, bases que serían alterables si la comisión percibía una con- siderable mejora o perjuicio. La recaudación se llevaría a cabo en dos plazos y por mitad, el primero lo antes posible y el segundo a juicio de la comisión. Quedaban exentos de la cuota aquellos contribuyen- tes cuya aportación era menos de 10 pesetas al ano6'.

Con los fondos recaudados se contrataría a 50 obreros, sacados de la lista de braceros elaborada por el ayuntamiento, que trabajarían tres días consecutivos, pasados los cuales cesarían para que fuesen contratados otros cincuenta. Los trabajos comenzarían el día 12 de abril según el dictamen de la comisión de Obras Públicas del munici- pio y se dedicaría al 'empiedro y encaiíe' de un trozo de la calle An- cha@. E1 salario estaría en armonía con el que pagaba el Estado y el Municipio en los trabajos locales de caminos vecinales. Las herra- mientas y útiles necesarios para los trabajos, así como los carros, volquetes y materiales que hicieran falta serían comprados por la jun- ta o comisión creada, de cuyas reuniones se levantarían actas y todos los gastos irían debidamente justificados.

Si se diese el caso de que la crisis obrera se resolviese y hubiesen sobrado fondos, estos se repartirían entre los donantes en la misma proporción que hubiesen contribuido. Aquel abril resultó lluvioso, y el agua aportó beneficios ya que hubo un aumento de trabajo. Esto unido al incremento de braceros destinados a las obras públicas del camino vecinal desde Pozoblanco a Pedroche y Torrecampo, por par-

67 Repartimiento forma& por la Junta nombrada al efecto, para allegar fondos con el f in de atender la crisis obrera y Actas de las reuniones. Pozoblanco 6 abril a 7 diciembre 1905. A.M.l? 42,03. Archivo de la Fundación Para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía. Fondo Pozoblanco.

6 8 T r ~ z ~ comprendido entre las calles Ramblilla y Ángel y el último trozo de la calle Muñoz Sepúlveda. Expediente de Repartimientoformadopor la Junta nom- brada al efecto, para allegar fondos con e l j n de atender la crisis obrera .... A.M.P. 42,03. Archivo de la Fundación Para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía. Fondo Pozoblanco.

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te del Estado hizo que la Comisión acordase suspender los trabajos que se verificaban a cuenta de los fondos recaudados. No obstante se continuó con la recaudación y se acordó reservarlos para disponer de ellos según las circunstancias.

El repartimiento afectó a 596 vecinos y ascendía a 16047,OO pesetas, no obstante dado las exclusiones acordadas la cantidad a re- caudar habría de ser 8.023,OO pesetas".

La situación de Pozoblanco no parecía nada buena al comen- zar el aiío 1906. En enero, recién estrenado el aiío, la Sociedad Unión Obrera enviaba un escrito al alcalde presidente y concejales del ayun- tamiento pidiendo que éste, como corporación económico-adminis- trativa, cumpliese con las funciones que le atribuía el artículo 71 de la ley Municipal, entre las que se contemplaba la de atender las ma- yores necesidades de sus administrados. La Sociedad Obrera no se consideraba política pero aspiraba a que la administración municipal fuese equitativa y justa, sin privilegiar a nadie, pero atendiendo las necesidades que se le presentaban a los padres de familias, pobres y sin trabajo, ante el encarecimiento de las subsistencias. Pozoblanco había llegado a una situación extrema, y hasta desconocida, de modo que ancianos y niiíos tenían que mendigar leche de la caridad públi- ca. El tono del escrito continúa en una permanente interrogación. ¿Acaso aquella villa, cabeza de partido, no podía solicitar trabajo de los particulares o promover obras públicas de las que tanto si carecía y tanto se necesitaba?" Finalizado el invierno de 1906, las faenas

para 6 de

Expediente sobre allegarfondos con e l j n abril de 1905 al 7 de

Repartimiento formado por la Junta nombrada al efecto, S de atender la crisis obrera y Actas de las reuniones desde el diciembre de 1905. El 20 de abril la Comisión había

recaudado 4.697,25 pesetas, y había pagado 220,25 en jornales y materiales. AMl? 42,03. Archivo de la Fundación Para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía. Fondo Pozoblanco.

Escrito de la Sociedad Unión Obrera al Alcalde y Concejales. Pozoblanco 7 de enero de 1 9 0 6 Está firmado por 6 personas. A.M.P. 42,06. Véanse los anexos. Archivo de la Fundación Para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía. Fondo Pozoblanco.

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agrícolas resultaban insuficientes para dar trabajado al excedente de obreros que la producción industrial, paralizada por la falta de de- manda, dejaba sin trabajo. La situación parecía bastante grave al me- nos para los braceros que llevaban varios meses al límite de las subsis- tencias7'.

Tampoco 1907 fue mejor. En la canícula veraniega se detecta otra grave crisis por falta de trabajo. Una comisión del gremio de jornaleros solicitaba del alcalde y resto de la corporación municipal que invirtiese a los obreros en obras publicas o que solicitase de los mayores contribuyentes que empleasen a todos los que no tenían trabaj~'~. En diligencia a pie de página, y fechada el 9 de agosto, se indicaba que el ayuntamiento había acordado atender a lo solicitado.

El verano seguía siendo conflictivo en 1908. A mediados de agosto una comisión de propietarios se reunía en la Casa Consistorial para encontrar los medios más adecuados para remediar la crisis por la que pasaba la clase obrera de la localidad73.

El repartimiento se hizo sobre la base de una cuota igual al 12,5 % de la contribución territorial y pecuaria y el 5% de la indus- trial. No obstante la cuota podía alterase si la comisión estimaba que, en algún caso concreto, el propietario había tenido considerables pér- didas o ganancias. La recaudación se haría en un solo plazo y de for-

71 Solicitud de los braceros al Alcalde para promover obras o iniciativas. Pozoblanco 19 de marzo de 1906. A.M.P. 42,07. La solicitud estaba firmada por 8 personas y se afiadía una lista con 326 nombres más. Véase los anexos. Archivo de la Fundación Para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía. Fondo Pozoblanco.

72 Solicitud de los jornaleros a la corporación pidiendo trabajo. Pozoblanco 4 de agosto de 1907. A.M.P. 42,08. La solicitud estaba firmada por tres personas y se acompañaba de 76 firmas más. Archivo de la Fundación Para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía. Fondo Pozoblanco.

73 Expediente sobre el «Repartimiento formado por la Junta nombrada al efec- to, para allegar fondos con e l j n de atender a la crisis jornalera». Pozoblanco 14 de agosto de 1908. A.M.P. 42,09. Archivo de la Fundación Para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía. Fondo Pozoblanco.

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ma inmediata y los fondos serían depositados en poder del contador del municipio, quien haría los pagos y contabilizaría los gastos. El repartimiento afectaba a 575 propietarios y debía aportar 8.090,OO pesetas. Se consideró que la tarea a realizar sería el émpiedro'de cier- tas calles.

El número de braceros a contratar sería de 50, sacados de la lista municipal, y trabajarían tres días seguidos, pasados los cuales cesarían y serían sustituidos por otros. El número de obreros a con- tratar podría variar si lo hacían las circunstancias.

3.3.3. El hscanso dominical

La obtención del derecho a descansar los domingos no impi- dió que en los pueblos, donde las faenas agrícolas durante la semana exigían una dedicación permanente, las personas que trabajaban fue- ra de la ciudad destinasen el domingo para algunos menesteres, in- cluso para comprar, y en Pozoblanco se mantuvo la costumbre de trabajar algunas horas los domingos. Las intermitencias de las de- nuncias sobre el descanso dominical parecen traducir que en circuns- tancias normales el hecho que algún comercio o servicio abriesen un domingo no debió causar mayor problema, excepto cuando había alguna tensión social, en cuyo caso sí permitía generar, o al menos intentar, una cierta agitación, como veremos también unos años más adelante, en 1916 y 1918.

La ley del descanso dominical, de 3 de marzo de 1904, impli- caba el cierre de los comercios. No obstante algún comerciante fue denunciado por su incumplimiento ante la Junta de Reforma Socia- les por despachar un domingo. La denuncia partía de un dependien- te del comercio referente a un hecho acaecido el 18 de diciembre de 1904. El alcalde, siguiendo el procedimiento cita a los denunciados, uno de los cuales alegó que lo que había vendido carecía de impor-

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tancia y no creía lesionar intereses de ninguna clase. La multa, te- niendo en cuenta que la venta era menor y no lesionaba los intereses de los demás fue de dos pesetas7*.

1910 se iniciaba con nuevas denuncias sobre el descanso do- minical por parte de los dependientes del gremio de tejidos75. La Ley del Descanso Dominical se había desarrollado en el reglamento de 1907, y durante algunos afios se había cumplido la normativa, y los dependientes respetados por sus jefes, pero 'depoco tiempo a estaparte parece que han echado en olvido cuanto aquella tiene sancionado obli- gándonos, si no de una manera directa, por medio de habilidades a tra- bajar la mayorparte de los díasfestivos', por cuyo motivo se dirigían al alcalde. Éste decretó que se llamase la atención a los comerciantes matriculados en Pozoblanco al objeto de que cumpliesen con las nor- mas.

3.3.4. Propaganda y mítines electorales

En 19 10 asistimos a la reorganización de los republicanos. En el Pozoblanco de febrero de 1910 se solicita permiso para celebrar una reunión al objeto de tratar asuntos políticos el día 15 de febrero, en el Teatro Principal, situado en la calle Iglesia76, permiso que se le

74 Expediente de la Junta Local de Reformas Sociales. «Diligencia en virtud de denuncia presenta por Don Juan Rubio Marin contra los señores Moreno y Mesa por infracción de la Ley de Descanso Dominical. Pozoblanco 4 de enero de 1905. AM P. 42,04. Archivo de la Fundación Para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía. Fondo Pozoblanco.

75 «Escrito de los dependientes delgremio de tejidos~. Pozoblanco 21 de enero de 1910. La firmaban 14 dependientes. A.M.P. 42,06. Archivo de la Fundación Para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía. Fondo Pozoblanco.

«Solicitud de Antonio Cabrera Sánchez para una reunión pública en el Tea- troprincipal)). Pozoblanco 14 de febrero de 1910. A.M.P. 42. Archivo de la Funda- ción Para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía. Fondo Pozoblanco.

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concede no obstante indicarle que la alcaldía se reservaba el derecho de enviar un delegado al acto. Por el cumplimiento de la Ley de Im- prenta, que exigía la previa presentación de la hoja de convocatoria, sabemos que los republicanos habían designado por la circunscrip- ción de Pozoblanco a Luis de Tapia, quien con 'otros sefiores de la capital' asistirían al mitin, la octavilla dirigida 'A los Republicanos' invitaba a 'todos los amantes de la libertad'77.

En la primavera de 1910 hay varias solicitudes para mítines electorales. Se solicita permiso para celebrar un mitin electoral en una casa particular el día 30 de abril a las ocho y media de la noche78. El mismo motivo de propaganda electoral solicita otro vecino para el día 1 de mayo.79 También se solicita del alcalde permiso para una manifestación, para el día 10 de julio, previa al depósito en la Alcal- día de ún mensaje defelicitación a l Gobierno por h justicia con que viene interpretando el Art. 11 de la Constitución que nos rigeg0. La manifestación saldría a la 5 de la tarde del Centro Republicano, sito en la Plaza del Mercado 6, y desembocaría en el Ayuntamiento8'. El

nVéase la hoja impresa en Escrito para celebrar una reunión de asuntospolí- ticos en el teatroprincipal. Pozoblanco 14 febrero 1910. A.M.P. 42,79. Archivo de la Fundación Para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía. Fondo Pozoblanco.

" «Solicitud de Antonio Cabrera Sáncbez para celebrar un mitin electoral)). Pozoblanco 27 de abril de 1910. En la casa número 14 de la calle Antonio Barroso, propiedad de Miguel Cobos Rodríguez. El artículo 10 de la Ley de Reuniones de 1880. A.M.P. 42,78. Archivo de la Fundación Para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía. Fondo Pozoblanco.

" «Solicitud de Mateo Duefias Calero para celebrar un mitin electorah. Pozoblanco 30 de abril de 1910. En la casa de Antonio Ruiz Pozuelo, en la calle Obispo Pozuelo 6. A.M.P. 42,77. Archivo de la Fundación Para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía. Fondo Pozoblanco.

dolicitud de AFedo García al AlcaMe Constitucionalpara una manifesta- ción)). Pozoblanco 8 de julio de 19 10. A.M.P. 42,76. Archivo de la Fundación Para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía. Fondo Pozoblanco.

" Las calles a recorrer eran: Mufioz de Sepúlveda, Fomento, Ancha, Tejar, Nueve, Pilar, Antonio Barroso, San Sebastián, Santa Rita, Empedrada, Nieto Real,

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permiso fue concedido sin más restricciones que la de no dar gritos que alarmasen a la vecindad, ni contrarias a las instituciones, además de terminar antes del anochecer.

Andrés Peralbo, Obispo Pozuelo, Fuente, San Antonio, San Rafael, Doctor Roger Blanco, Iglesia. Jesús. Archivo de la Fundación Para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía. Fondo Pozoblanco.