Aguilar 78

8/13/2019 Aguilar 78

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El escritor y sacerdote lanza una mirada comprensiva a esos curas jóvenes yvalientes, que han cambiado la confortabilidad de la parroquia por la dureza de la fábrica ola intemperie de la obra. Los curas obreros, comprometidos socialmente sin renunciar a sucompromiso con Dios.

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José Luis Martín Vigil

Los curas «comunistas»

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T tulo ori!inal" Los curas «comunistas»

#os$ Luis %art n &i!il, '()*

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No deseo, pues, ignorancia o estrechez

de espíritu, sino sobriedad y conciencia de

los límites, magnanimidad, flexibilidad y

apertura de espíritu; apertura para seguir

nuevos caminos, lo cuál, ciertamente, no

puede hacerse sin correr un riesgo

!"#$%N"L L%#!"#&

La manera segura de perder una guerra

es de'ar la iniciativa al enemigo ( la manera

más segura de no cargar con una iniciativa

e)uivocada es no tomar ninguna y en'uiciar

desde retaguardia las )ue el otro

toma en el frente

!"#$%N"L *+ "#$

-ero a)uí no estás completamente solo y

van a espiarte innumerables o'os .en mucho

cuidado, no seas ingenuo /uien hace

el ángel hace la bestia ( desconfía, por)ue

a trav0s de nosotros, los sacerdotes están

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'uzgando a $ios

12! %L de *"2N. -2%##%

3por boca de su persona'e el

padre 4arr05

1i gratitud a los sacerdotes )ue han hecho

posible este libro, al brindarme lo me'or

de su experiencia laboral, y cuyos nombresomito a petici6n propia, por razones comprensibles

%llos saben )ue no miento

7&*8 L+2* 1"#.9N :2 2L

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1

+n obispo septua!enario no es un obispo del todo viejo, aunque, al sonre r, se leformen tantas arru!as en la cara, que ha!an olvidar el e tra-o brillo de sus ojos. eroconsiderado a trav$s de la mirada de un hombre que no ha cumplido todav a los cuarenta,no será más que un anciano, d !ase lo que se di!a.

%onse-or onte /arrero, titular de la diócesis, hab a hecho venir al padre 0uintas, por quien sent a una indudable predilección, casi siempre disimulada con cuidado. Treintaa-os de !obierno episcopal no hab an sido bastantes para olvidar la animosa ilusión de los

primeros tiempos, y monse-or encontraba un curioso parecido entre aquel impulsivo y nada pacato sacerdote y el recuerdo un tanto idealizado de s mismo que conservaba connostal!ia en su interior, a pesar de que el modo de vida del hombre que ten a frente a s , nicontaba con su total aprobación, ni se parec a en nada a lo que $l hab a practicado en sus primeros a-os.

12abes que me esperan en 3oma y que durante meses estar$ fuera de la diócesis4

1Eso no cambia nada.

5rancisco 0uintas se hab a acostumbrado a mirar de frente, pero esta costumbre no

molestaba a monse-or, sino todo lo contrario. 1/laro que lo cambia. 0uiero dejar zanjado tu asunto.

1 ero no puede ahora, precisamente ahora, arrancarme del tajo. Es un momentocrucial. 2e sentir an traicionados. 2i usted4 perdón, si vuecencia4

El obispo interrumpió.

12$ que no eres partidario de los tratamientos, as que om telos.

16racias, es muy cierto. &iniendo de donde ven!o, esa jer!a suena por lo menos afalso. 72e concibe el tratamiento si se piensa que a #es8s le tuteaban como al hijo delcarpintero9 7/ree usted que un peón de la rasqueta puede concebir que hay un padre dentrode tanto :palacio; y detrás de tanta :e celencia;9

5rancisco se e altaba con facilidad.

1</alma, jovencito, calma= 1dijo el prelado a!itando la mano.

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1>o tan joven, se-or obispo.

1&amos, 7qu$ tienes9, 7treinta y cinco9

1Treinta y seis.

1?a ves, yo ten!o e actamente cuarenta más que t8.

17? eso qu$ prueba9

%onse-or sonrió.

1>ada, e cepto que soy muy viejo.

1 erdón, yo no quer a decir eso.

17 or qu$ te e cusas9 >unca hay que tener miedo a la verdad. 2i al!o me !usta enti es que te veo tan lejos de la adulación como del or!ullo.

1Lo que yo di!o4

1Deja, deja que di!a yo primero.

1Desde lue!o.

%onse-or onte /arrero era medio santo, lo que quiere decir que sus virtudes, si bien no hab an acabado del todo con sus defectos, brillaban a una altura poco corrienteentre los hombres.

17/uánto hace que estás en la fábrica9

1/erca de un a-o, e actamente nueve meses y medio.

1Ens$-ame las manos.

Las manos de 5rancisco 0uintas se hab an ensanchado y, aunque limpias, aparec antoscas y llenas de se-ales y de ma!ulladuras más o menos recientes.

1Tienes manos de obrero.

2e miraron a los ojos.

12e-or obispo, 7es que hay mejores manos para un sacerdote9

1>o desviemos la cuestión 1repuso $ste.

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1/omo usted quiera.

1&a a hacer el a-o que llevas en la fábrica, que vives entre ellos4 7? qu$9

17/ómo y qu$9

12 . 7Te das cuenta de lo que es el a-o de un sacerdote9, 7la cantidad de acciónsacerdotal, de administración de sacramentos, de predicación, que cabe en un a-o9

12 , pero4

170u$ has hecho t89 70u$ frutos puedes presentar9 Di4

%onse-or onte /arrero se hab a puesto serio y sus ojos se afinaban al mirar@ pero5rancisco no bajó los suyos.

1Está Tonchu, está ili4 12 , eso ya me los has contado. +n chiquillo y una muchacha, la /anela, 7no es as

como la llaman9 1hizo una pausa y lue!o sentenció1" >o basta.

1Ae trabajado con mis manos@ he sido uno de ellos@ he dado testimonio 1los ojosdel sacerdote brillaban como carbones1@ me he hecho pobre con ellos@ no he tenido peloen la len!ua. Aoy saben que soy suyo4

%onse-or interrumpió reclamando silencio con la mano.

1/alma, muchacho 1en el fondo y como a trav$s de muchas capas, se reconoc a as mismo1. 7/rees que no me doy cuenta9 ero hablame de frutos, de al!o concreto.

1:2i la semilla no muere4; 1citó 5rancisco1, y yo todav a estoy vivo, muyvivo.

17Es preciso que te aplaste una vi!a para que veamos al!o9

El obispo le azuzaba intencionadamente.

10uizá 1contestó $l con momentáneo resentimiento.

170u$ pretendes de m en realidad9

1%ás tiempo. Tiempo, eso es lo esencial.

17/omo cuánto9

17 or qu$ poner medida9 7/uánto tiempo hace que el proletariado se ha separado

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virtualmente de la B!lesia9 7/incuenta a-os9 7+n si!lo94 7? contamos los meses de uncura en una fábrica esperando mila!ros9 2i saben que estoy con ellos sólo temporalmente, para volver a ser de nuevo :el se-or cura;, mi testimonio habrá sido en vano y mi sudor en balde.

%onse-or alzó las cejas cómicamente. 17 retendes que mande mis curas a las fábricas9

1>o soy qui$n para !obernar a los demás. 2olicito p t tulo personal la continuaciónde una e periencia. 2iento unas almas a mi car!o, las de los talleres, las del barrio. +stedme envió all @ cierto que a petición m a@ pero usted lo sancionó al aceptar mi su!erencia.ten!o otra manera de hacerles bien que permaneciendo donde estoy, ni otra posibilidad deatraerles que manteni$ndome en sus filas. 2i me voy ahora, todo el sudor de un a-o habrásido en vano. La fábrica es un campo de batalla ideoló!ico. uede que yo est$ sólo todav a prácticamente@ pero estoy. ? conmi!o, qui$rase o no, está la B!lesia.

1? yo pre!unto, 7di!namente representada9

Los ojos de 5rancisco 0uintas e presaron dolor, pero no se bajaron@ su voz sesuavizó al contestar.

1Desde lue!o que no@ pero mejor, en todo caso, que si me presento a ellos vestidode sotana, dispuesto a misionar, en horas otor!adas por la bondadosa dirección.

1Eres cáustico.

12oy realista.El prelado ju!ueteó con la ple!adera de plata que ten a sobre la mesa. Lue!o, sin

levantar la vista, pre!untó"

17? t8 qu$9

17?o9

12 . 70u$ hay de tu alma9 >o me di!as que el ambiente del barrio y de la fábricase parece en nada al de un convento de carmelitas.

1Cueno, no es peor que el de las calles c$ntricas de nuestras parroquias ele!antes.qu la !ente está más pulida, huele mejor por supuesto@ pero el animal que hay debajo d

unas pieles caras, o de un traje in!l$s, es el mismo, cr$ame. 2ólo que aqu el refinamientoencubre el mal y lo hace hipócrita. quello es más áspero, pero por más elemental, pormenos sofisticada, hace menos da-o. or lo demás le ase!uro que no hay nada all que nohaya aqu .

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1>o tienes pelos en la len!ua.

1?a se lo dije.

1 ero no has contestado a mi pre!unta.

170u$ pre!unta9

1Tu alma, 7qu$ hay de ella9

1/onf o en Dios.

1>aturalmente. 7? qu$ más9

2e miraron en silencio unos instantes.

1>ada más. 2$ que juz!an a Dios a trav$s m a. 17>o te parece impertinente9

12in duda, pero es cierto. ? eso me salva donde cualquier otro recurso podr afallarme. 2$ que soy como una isla entre ellos. 2$ que todos me miran. ara dar un mal paso primero tendr a que irme de all .

17? la !racia9 7/rees que puedes al!o sin la !racia9

1&ivo en ella.

1Lo supon!o, pero la vida espiritual, tu oración4

5rancisco contempló las palmas de sus manos.

1%is ocho horas de tajo, sin contar cuando ten!o que meter e traordinarias, 7qu$cree que son94 70u$ sentido tienen estas manos consa!radas empu-ando una pala, unescoplo, hasta una escoba, si no es todo ello una oblación, una oración permanente, el alma, por decirlo as , de un testimonio pleno9 >o, no se preocupe, se-or obispo. 2in oración yo podr a predicar, escribir, ense-ar catecismo, !eo!raf a, matemáticas@ pero no resistir a mde un mes de obrero voluntario, de obrero solo, de obrero c$libe.

%onse-or contempló con atención al padre 0uintas.

170u$ quieres decir con esa referencia9

10ue el celibato es mucho más dif cil en la fábrica que en la sacrist a.

13azón de más.

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&ivamente"

1<>o= >unca fue la menor dificultad un criterio selectivo para el ministerio.

El obispo volvió a quedarse pensativo.

1Te ten!o sobre mi conciencia 1dijo al fin.

1Lo comprendo.

170u$ hacemos, pues9

2u mirada se enderezó hacia el crucifijo que ocupaba una esquina de la mesa.

1 bedecer$.

1>unca lo puse en duda, pero me a!rada mucho o rtelo decir. 1+sted tiene la palabra.

%onse-or buscó los ojos del padre 0uintas. En su rostro se acusó la fati!a.

1? no sabes lo duro que es tenerla. Es peor que trabajar de peón, te lo ase!uro. llado de esto, obedecer es sencillo. 7Te devuelvo a la fábrica9 7Te saco de la fábrica94 ?esas almas, 7qu$94 Tus mismos sentimientos, los conozco4 7puedo pisotearlos9 >ocomprendo a esas personas que mandan y ordenan con una frialdad administrativa. m mesobreco!e disponer de un hombre hasta tal punto. ?a ves, soy un obispo viejo y no he

podido acostumbrarme. 2 , la !racia de estado@ pero es muda, hijo, y no soy tan petulantque me crea asistido hasta el punto e tremo de librarme de la plena responsabilidad de misdecisiones. ? cuanto más veo a un hombre dispuesto a obedecer, más tiemblo en miinterior, cr$eme4

%onse-or abrió sus brazos con un !esto que ped a disculpas por el desaho!o.5rancisco estaba conturbado ante aquella confidencia@ no obstante dijo"

17%e permite una palabra todav a9

17/ómo no9

1 uesto que voy a obedecer de cualquier modo 1dijo con voz firme1 quieroinsistir.

1Aabla.

1 erm tame se!uir en la fábrica. Deme tiempo. >o $sta o aquella cantidad detiempo. >o basta. 2e trata de ser de ellos, no deestar con ellos. 2on cosas muy distintas. 2i

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soy un obrero de quita y pon, un obrero que puede dejarlo en cualquier momento, me faltala más esencial entra-a del proletario. 2er$ falso a sus ojos.

17 lvidas que eres sacerdote antes que nada9

1>o, no lo olvido, sino todo lo contrario. Es porque soy sacerdote por lo que quieroser obrero. ?, además, 7no vemos todos los d as miles de sacerdotes entre!ados de por vidaa la ense-anza, a la investi!ación, a la simple administración curial y oficinesca9 7? qui$nse ras!a las vestiduras9 7 or qu$ hay que alarmarse tanto de que un sacerdote se ha!aobrero9 7 or qu$94 7Bmporta más de verdad encerrarse a convivir con los hijos de losricos, en un hermoso cole!io, para ense-arles lo!aritmos, que alistarse con los pobres enuna sucia fábrica, para compartir con ellos el pan amar!o de los asalariados94 70ui$nentiende esto9 7Lo entiende usted, se-or obispo9, 7entiende a los cristianos que hacen posible esta mentalidad9 ?o no, lo confieso. ?o no lo entiendo. Estoy dispuesto a obedecer,se lo he dicho@ pero ten!o que a-adir que ya no me creo capaz de volver a ser :el se-orcura; en que me convirtieron al salir del seminario.

%onse-or !uardó silencio unos instantes.

1Está bien 1dijo1. &as a se!uir4

5rancisco se puso en pie. >o pod a disimular el !ozo. El obispo le contuvo con un!esto.

12i$ntate y escucha.

12 , se-or.

1Los domin!os te quiero en la parroquia4

5rancisco no le !ustaba la perspectiva, pero asintió con fuerza@ se hab a salvado loesencial a su juicio.

1Tendrás una habitación en la casa rectoral 1si!uió el prelado1 y dormirás alllos sábados al menos. ondr$ al párroco en antecedentes.

12 , se-or.

1 h, y esto no lo tomes como definitivo ni mucho menos. Estamos probando. Esuna prórro!a lo que te otor!o, 7comprendido9

1Desde lue!o.

%onse-or onte /arrero sonrió abiertamente.

1Te encuentro un poco dema!o!o.

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5rancisco sacudió la cabeza. La tensión hab a cedido.

1/uidado, se-or obispo. Desde ciertas posiciones conservadoras se acostumbrallamar dema!o!ia al decir las cosas claras.

El prelado alzó las cejas. 1De modo que para ti soy eso, un conservador.

1Depende de cómo se mire 1repuso 5rancisco sonriendo1. 2er conservador no estan malo si lo que se intenta conservar vale la pena.

1? conservarte a ti en la fábrica4

1Es formidable, es la más sabia pol tica.

3ieron los dos. 1Aablas como un chiquillo.

1Es que es usted el obispo más joven que he conocido en mi vida.

17 orque te doy !usto9

1 orque desde su ancianidad no ha olvidado su juventud.

%onse-or onte /arrero se pasmó de la penetración del padre 0uintas. Era eso, másque nada, el verse a s mismo en aquel joven cura, lo que le hab a llevado a otor!arle unmar!en mayor de confianza.

1 ues ándate con ojo, porque los jóvenes somos impetuosos e inestables, y lomismo puedes hacer una tonter a t8, que cambiar de idea yo, 7comprendes9

1>atural.

1%e ale!ro.

12i no le escribo a 3oma es que todo va bien.

%onse-or se levantó. +na e presión de !ravedad !anó su rostro. %iró fijamente a5rancisco y $ste, como su!estionado, hincó la rodilla en tierra. El obispo, tras un silencio, posó sus dedos sobre la cabeza del sacerdote.

10ue Dios te bendi!a, hijo.

1 s sea, padre.

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%onse-or no estaba acostumbrado a o rse llamar padre y el tono con que fue dichala palabra le lle!ó al alma.

1 ll donde est$s, mi esp ritu estará conti!o.

1Lo s$. 1&ete en paz.

5rancisco 0uintas besó el anillo y notó la presión de los dedos del anciano. +nae tra-a emoción le hab a invadido. Era la primera vez que sentía a /risto encarnado junto as .

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2

El sol de mediod a reverberaba en la plaza y, al cruzar el portón, her a los ojos comoun cuchillo blanco. >o se apercib a sombra al!una.

1< aco=

Estaba all , al otro lado, doblada una rodilla, la alpar!ata contra la pared. Le hac ase-as con la mano. El padre 0uintas cruzó hacia $l.

1Aola, Tonchu.Los ojos del chico rebosaban de desconfianza.

170u$9 1pre!untó sin moverse.

1%e quedo.

arec a no creerlo.

17/on nosotros9

1Eso mismo.

Le tomó la mano con las suyas.

1<Lo conse!uiste=

1&amos andando. Te contar$.

El amplio mono que vest a Tonchu no bastaba para disimular su e trema del!adez.Ten a la cara fina, no tanto por los ras!os, cuanto por la tirantez de la piel sobre los huesos.

En aquel rostro, casi !eom$trica, la e presión estaba en los ojos y, en ocasiones, en lamovible boca, en la tremenda plasticidad de aquellos labios capaces de una mudaelocuencia.

1<Eres fenómeno=

1>o di!as tonter as.

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Tonchu ven a a ser casi el 8nico triunfo del padre 0uintas. +n triunfo relativo, desdelue!o, ya que la suya era una adhesión mucho más a su persona que a sus ideas. Llevabauna cruz al cuello y le ayudaba a misa, pero 5rancisco no se en!a-aba al respecto.

1<+f= h dentro no se respira, me fi!uro.

17 or qu$ dices eso9

1<>o hacen más que entrar curas= <En mi vida hab a visto más en menos tiempo=

1Es la curia.

17? eso qu$ es9

1Las oficinas del obispo.

17Las oficinas94 h, entonces, 7iban a cobrar todos $sos95rancisco le dio un cari-oso y nada comedido coscorrón.

1<>o entiendes nada=

Tonchu iba a cumplir los dieciocho, pero para saberlo hab a que consultar su carnetde identidad, porque aparentar no aparentaba más de quince. 2u cuerpo, desmedrado yestrecho, llevaba el sello de muchos a-os de pasar hambre, y hab a que ser muy atentoobservador para alcanzar a descubrir en sus sacudidos movimientos un poco de la !raciaadolescente propia de su edad.

1/re que no sal as ya.

1<0u$ cosas se te ocurren=

1/ualquiera os entiende a los curas.

El padre 0uintas le buscó los ojos.

17>o me entiendes a m 9

Tonchu remoloneó con la cabeza.

1 diario s , ya lo sabes@ pero hoy, con esos trapos ne!ros4

17Es la primera vez que ves una sotana9

1/laro que no@ pero con ella no convences.

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Tonchu, como cualquier espa-ol, estaba acostumbrado a ver sotanas, cómo no. eroa 5rancisco lo ve a as vestido por primera vez.

1Cueno, cada cosa es para cada cosa. T8 no te metas en eso.

1>o, si a m 4 Lo di!o por ti. 1&amos a casa@ me cambio y tomamos al!o en :El fricano;. Lo de hoy hay que

celebrarlo.

1Te pa!o el autob8s, que de aqu al barrio es más lar!o que un d a sin pan.

Esperaron haciendo cola en la parada correspondiente. El veh culo municipal lle!ótraqueteante y lleno, como siempre a aquella hora.

Tonchu hab a sido lo primero que llamara la atención del padre 0uintas al entrar

como peón en la fábrica un a-o atrás. 5ue la conjunción de su aspecto desvalido dechiquillo y de su asombrosa procacidad que todos jaleaban en los momentos en que undescanso, o la ausencia de vi!ilancia, hac an posible la conversación en !rupo. >o parec asino que aquel aprendiz hab a e perimentado todo lo e perimentable sin nin!unae cepción. Lo cierto es que, con una falta absoluta del más elemental pudor, contaba y no paraba, con el consabido re!ocijo de los adultos circunstantes. s , a la an!ustia permanente de los primeros d as, en aquel medio hostil, se unió el dolor por el alma deaquel muchacho cuyos ojos no sonre an, a pesar de las carcajadas.

5rancisco se hab a presentado en el barrio como un obrero más. >o obstante, alentrar por primera vez en la asea de :El fricano;, la v spera de empezar en la fábrica, al!o

impalpable le hab a hecho sentirse hasta f sicamente e tra-o en medio de aquelloshombres. 0uizá fuera que sus ropas, aunque pobres, eran nuevas@ las manos, sin duda,resultaban ajenas a aquel ambiente@ es posible que faltara dureza a sus ojos, o que susras!os, aun siendo acusados, carecieran de un al!o bronco all habitual. ero es muy ciertoque en se!uida notó la hostilidad de los presentes, cifrada en las miradas fr as o en lasespaldas vueltas de manera ostensible. La tasca de :El fricano; era un sitio muy concretodonde no sol an presentarse advenedizos. El padre 0uintas, apoyado en un rincón, mientrasapuraba el tinto que acababan de servirle en un vaso no muy limpio, comprendió queacababa de cruzar una frontera, y que el mundo de donde ven a, a pesar de la pro imidad,nada ten a que ver con el mundo en que se hallaba y en que quer a echar ra ces. :>o hayque tenerles miedo 1pensó1, en cualquier caso, no están más lejos de Dios que la

!eneralidad de los otros;. >o sab an que era cura y le discriminaban. 7/ómo hacerles sentirque era uno de ellos, que ven a para serlo, y esto con toda sinceridad y sin se!undasintenciones temporales9 or lo pronto era e tranjero all . Aab a que contar con ello.

quella primera noche durmió mal. >o era la soledad, ni el fr o, ni la falta de lasdiscretas y peque-as comodidades a las que estaba acostumbrado. Era la an!ustia por loque le esperaba al d a si!uiente. Daba vueltas en el camastro entre la ropa áspera, en unduermevela a!otador. 2in embar!o, en las horas de plena lucidez, ten a la certeza de

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barrer la casa de >azaret9;, se pre!untó. >o hab a diferencia. #es8s estaba bajo cada uno deaquellos cascos de metal. La primera blasfemia e plotó en sus o dos antes de lle!ar a lamitad del pasadizo. Bnstintivamente levantó los ojos. Era Tonchu que cruzaba. Aab a pensado en ello y estaba preparado@ no obstante le dolió que fuera un ni-o, que no otra cosaaparentaba bajo su mono !rasiento, quien hubiera proferido aquella frase4

1Tomaremos un vaso de vino para celebrarlo 1dijo Tonchu.

Estaban a la vista de :El fricano;.

1De acuerdo, pero subo a cambiarme primero.

1Te espero ah .

2 , ahora era distinto. hora 5rancisco pod a entrar all como edro por su casa, sinque nadie le diera la espalda.

170u$ hay, aco9

El fricano ten a dificultades para moverse detrás del mostrador, debido a la !ran barri!a que le hab a ido saliendo con los a-os.

1Dos tintos.

1/omo $stos.

>o hab a cambiado nada en la taberna.

1<Aasta arriba, fricano= 1dijo Tonchu.

El aludido detuvo en alto la botella y miró al muchacho de reojo.

1 ara menores 1dijo1 el biberón.

1<En tu madre= 1!ritó Tonchu lanzándose a saltar el mostrador.

5rancisco asió al aprendiz con mano firme por el cuello del mono.

1<T8 quieto= 1y diri!i$ndose al fricano1" >o esperabas que te besara la mano,7verdad9

Tomó los dos vasos y se diri!ió a una mesa. Tonchu le si!uió tras fulminar al !ordocon una mirada que juz!ó criminal.

12i$ntate, anda.

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El muchacho todav a estaba sofocado.

12i no es por ti 1farfulló1 le como el alma.

1Eso te quitar a el apetito.

1<Aijo de mala perra=

1/alla.

l principio Tonchu, sobre todo cuando supo que 5rancisco era cura, se hab aensa-ado más y más con sus e cesos verbales, coreado, como siempre, por la !aler a.5rancisco callaba sin dejar translucir ni por asomo sus reales sentimientos. 2ab a muy biende la hostilidad del personal. :Es un polic a;, :está vendido;, :es un soplón;. Eran frasesdichas de paso, pero con evidente intención de que lle!aran, como por casualidad, a suso dos. Aab a contado con esto. Esperaba superarlo@ pero no se llamaba a en!a-o" hac a fa

tiempo. Las comidas, en el inmenso comedor, le impresionaban. Lar!as mesas y filasapretadas de sujetos que en!ull an, casi siempre en silencio, unos platos ya servidos. #ud acon pan. Eso sol a ser todo. ?, por encima de las jud as, las miradas fr as, las se-asentrevistas, al!una sonrisa, maliciosa no diri!ida a $l. poco de dejar el comedor, pasadosunos d as, se cruzó con Tonchu a solas. El chico, falto del coro habitual, tuvo un !estoapenas perceptible de replie!ue que no escapó a su observación. :Espera;. Era evidenteque el aprendiz quer a poner tierra por medio. :Ten!o que hacer;. :7Tienes miedo9;. 2een!alló. :7%iedo a usted9;. ?a no se ir a. : uedes tutearme;. :+sted es cura;. on a en la palabra tanto recelo como desprecio. :?o soy un hombre;. >o contestó. :7Lo dudas9;. 2eenco!ió de hombros. :<?o qu$ s$=;. 5rancisco le miró al fondo de los ojos. Lue!o dijo conuna e tra-a y suave voz" :>o s$ dónde te cabe tanta basura@ y, sin embar!o, estoy se!uro de

que al!o queda limpio en tu interior;. Tonchu estaba desconcertado y pasaba el peso de sucuerpo de una pierna a la otra. 5rancisco, consciente de que iba más allá de lo previsto, perosin poderse contener, a-adió" :Ae estado dudando si romperte la cara o estrecharte lamano4 pero lo primero no me !usta a m y lo se!undo puede que no te !uste a ti. Tiremos por el medio. Aaz lo que quieras, habla como te de la !ana. 2omos compa-eros. 2eremosami!os. >o dar$ un paso detrás de ti@ pero, en cualquier momento, ya sabes dónde estoy;.

ntes de que el chico tuviera ocasión de reaccionar, de aceptar o rechazar aquellainvitación, el padre 0uintas hab a se!uido su camino.

1 ye, Tonchu, 7recuerdas la primera vez que hablamos9

Cebió un sorbo antes de contestar. 1<0u$ pinta de cura ten as entonces=

1Te acuerdas, 7eh9 70u$ sentiste9

1%e puse furioso.

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17 or qu$9

1<#obar= < or haberme callado= < orque te dej$ ir como si hubieras !anado, como sme dejaras tirado en la cuneta= <Dios, qu$ cabreo co! =

5rancisco sonrió. 1Tardaste dos meses en creerme.

1<? todav a me parece un mila!ro=

1 uede que lo haya sido, dado lo que rec$ por ti.

Tonchu sacudió la cabeza.

1<? dale con el rezo=

1 ero 7qu$ te crees que ocurrió9

1?o, al principio4

Efectivamente. El chico noarredr6 en su ofensiva verbal, ni dio tre!ua en elhosti!amiento colectivo. 5ue la falta de respuesta por parte de 5rancisco, la indudabledi!nidad de su conducta y, sobre todo, la verdad de su palabra" el que no intentara dar un paso para hacerse con $l, lo que operó con el tiempo un cambio paulatino. Tonchu estabamalhumorado, contrariado, pero callaba cada vez más. :70u$ te pasa, chaval9;.3eaccionaba como una v bora" :<Eso pre!8ntaselo a tu madre=;.

1 nda, vamos a comer.

1Es verdad, cómo se va a poner /anela.

El padre 0uintas apuró lo que quedaba en el vaso.

1>o la llames /anela 1dijo1. Tiene un nombre.

1</anela=

1>o, ili.

1/omo quieras4

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3

ili Cardales, más conocida en los bloques por /anela, era, con Tonchu, la conquistamás patente del padre 0uintas en sus meses de trabajo como sacerdote obrero. La piel de lamuchacha justificaba el mote y sus cortos a-os 1no hab a entrado a8n en la tercera decenade la vida1 eran lar!os en toda suerte de e periencias prematuras, ya que de vir!en sóloten a el nombre, y de inocente, la primera impresión que produc a.

2u aparición en la vida de 5rancisco fue posterior a los primeros tiempos de abiertasuspicacia, si bien supo adelantarse al com8n respeto y a la simpat a que más tarde hab an

de ir viniendo poco a poco. 1Escucha, aco 1dijo Tonchu en la escalera1, 7te das cuenta de cómo se está

poniendo /anela9

5rancisco se detuvo.

17?a empezamos9

1?a lo s$ que eres cura, pero 7tienes ojos o no tienes ojos9

El padre 0uintas se puso serio. 1/ambia de disco 1masculló.

17>o puedo hablar conti!o porque eres cura9 <>os ha fastidiado entonces=

13ecuerda que es mayor que t8. h, y lo de :fácil; se acabó. Eso ya lo sabes bien.

Tonchu se obstinaba en ciertos temas.

1>o hay mujeres dif ciles.

17>o9

1 re!8ntaselo a mi madre.

5rancisco se volvió hacia el muchacho.

17 or qu$ te obstinas9 7>o puedes olvidarte de eso9

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Tonchu ten a un camastro en una de las piezas que hab a alquilado el padre 0uintas,la que hac a el oficio simultáneo de comedor y cocina, am$n de otros menesteres, y allsol a dormir desde que el sacerdote hab a !anado su plena confianza.

/anela estaba sentada sobre una de sus piernas reco!ida, absorta en la lectura de un

tebeo sentimental de tres pesetas. Aac a una fi!ura encantadora en su !racioso descuido.2altó al suelo, al verlos entrar, y se encaró con ellos.

1<&aya horas= Dijo mi madre que subiera y os tuviera eso caliente, pero ya me iba air.

1Da las !racias que aco se queda con nosotros.

/anela acusó un respin!o.

1< y, tonta de m = 7En qu$ estar a pensando9 <?a no me acordaba=

12u jefe es un buen hombre, al parecer.

Tonchu lo e plicó a su modo, con abundante intervención de la fantas a, mientras5rancisco pasaba al otro cuarto con un prete to cualquiera.

En la pared desnuda hab a un crucifijo. /lavó los ojos en $l. El hierro tosco resaltabasobre el enlucido. :2ab a que iba a quedarme, porque aqu es donde te he encontrado, enseres como Tonchu y ili, que te quieren en m , y cuya decepción no tendr a l mite si mfuera y les dejara;. /anela4 3ecordó aquella misa ma-anera en aquel peque-o cuarto,sobre un altar portátil, cuando a la med a docena de sus habituales asistentes 1cuatro ni-os

y dos mujeres1 se sumó aquella chica del pa-uelo en la cabeza. 2us luminosos ojos verdesno pod an pasar desapercibidos@ pero no tuvieron parte en la ale!r a que acometió acorazón de 5rancisco. Tampoco se le escapó la animosidad de las devotas, cuya aparatosa piedad se vio turbada por la aparición de la muchacha. :< jo con $sa, don 5rancisco=;. Lachica se hab a esfumado mientras $l se despojaba de la ropa lit8r!ica. :>o es tri!o limpio;,le dieron por toda e plicación. :7? qui$n lo es9;. >o, en efecto, no lo era@ pero el barrio, laciudad entera, sin e cluir las !randes familias de tradicional rutina católica, estaban llenosde tri!o como aqu$l.

/anela sirvió los huevos en platos de latón, sobre una mesa de pino sin mantel.

1 hora vete 1dijo 5rancisco1. Tendrás que hacer. 1 or la noche volver$ para fre!ar.

1>o, nada de venir por la noche, ya te lo he dicho. 5re!aremos nosotros.

El padre 0uintas no dudaba de ili, pero s de sus vecinos.

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1D$jala 1e clamó Tonchu.

Ella hizo un moh n de ni-a contrariada.

1Escucha, ili 1dijo 5rancisco con paciencia1. Cien está que ayudes a tu madre

que me atiende. Te estoy a!radecido, t8 lo sabes. %ás a8n, conf o en ti. ero eres muy joven y no debes olvidar que hay mucha !ente alrededor. &ivimos en una colmena, 7no tedas cuenta9

ili se enco!ió de hombros.

1>o me importa la !ente.

15eliz de ti. #amás podr$ yo decir lo mia-o.

17 or qu$ te preocupas9

1>o es por ti, ni siquiera por m , sino por ellos.

/anela era, despu$s de todo, una personilla elemental y sensitiva, a juicio de5rancisco, de cuya adhesión hab a que defenderse, pues, en el fondo, no parec a conocerotro len!uaje que el de entre!arse, de una forma o de otra, a quien se la !anaba.

:0uiero hablar con usted;, le dijo una tarde en la escalera, cuando llevaba dossemanas asistiendo a su misa sin despe!ar los labios y desapareciendo lue!o i!ual que el primer d a. Fl la miró despacio. 2ab a de ella muchas cosas. >o hab an faltado personainteresadas en informarle. ero, en aquel momento, no pod a convencerse de que ten a

delante más que una chiquilla :Aabla;, le dijo. :7 qu 9; 2u sorpresa no parec a fin!ida.:7 or qu$ no9; %iró a ambos lados y se enco!ió de hombros. :0uiero que me ense-es lareli!ión;. >o se le ocultó a 5rancisco el s8bito paso al :t8;, pero no se dio por enterado.

or lo demás, el barrio entero parec a haber esco!ido el t8 por t8 para tratar con $l. :7 orqu$ quieres que te la ense-e9;, pre!untó. :%e !usta tu misa;. s hab a empezado todo.

/uando salió /anela, Tonchu, que la hab a se!uido con los ojos, se volvió al padre0uintas y e clamó"

1<Dios, cómo está=

5rancisco le miró. 1Deja en paz a Dios. ? a ili tambi$n.

El chico !ui-ó un ojo.

1 aco, que yo no soy cura.

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1 prende esto. ili te está tan vedada a ti como a m .

Los ojos del muchacho chispearon un momento, pero una sonrisa que fueapareciendo suavizó su cara.

1>o s$ por qu$ te si!o. 1>o me si!ues a m . 2i!ues a Dios en m .

1<? un cuerno=

La mano del cura cayó sobre el hombro del aprendiz.

1</ierra el pico, bárbaro= 7>o quedamos en que crees en Dios9

Tonchu se libró con una contracción del cuerpo.

1< tu lado qu$ remedio= 1dijo, y las palabras no disimulaban ni la admiración niel afecto.

5rancisco ven a dedicando a ili !ran parte de sus men!uados ratos libres y elcambio que se hab a operado en la muchacha era tan notorio, que en los bloques la !ente lollamaba :el mila!ro de aco;, un concepto en que predominaba la simpat a, elresentimiento o la iron a, se!8n las convicciones de cada cual. Lo que era un hecho fuera decontroversia es que la conducta de ili hab a e perimentado una asombrosa mutación. Losrecuerdos que conservaba de sus men!uados contactos con la B!lesia, allá por los muyescasos a-os de la escuela, no ten an nada que ver con lo que ahora ve a. La litur!ia

solemne y lejana de los templos que hab a visitado siendo ni-a, no se parec a en nada a laima!en cercana y turbadora de la misa de 5rancisco. quella inmediación, aquellas palabras susurradas, pero audibles, aquellos delicados movimientos de las manos sobre unamesa que estaba a su nivel, al alcance de cualquiera, y, sobre todo, el !esto del cura, aquel!esto inquietante en su sencillez, sincero, profundo, solemne sin pretenderlo, hab an puestoa aquel e tra-o obrero en un lu!ar que nin!8n hombre hab a ocupado hasta entonces paraella. :7T8 crees en todo esto9;, le dijo un d a. :7 uedes dudarlo9; Ella no se callabafácilmente. :7Dudar de qu$9, 7dudar de eso o dudar de ti9;. 5rancisco se sorprendió deaquella sutileza :De lo se!undo, por ejemplo;. /anela dijo muy tranquila" :De ti no dudo;.:7? de lo primero9;. : eso voy, que si t8 lo crees de verdad;4 :7 uedes encontrar otrae plicación distinta de la fe para lo que estoy haciendo94 ero el problema se!uir a ah ,

aunque yo no estuviera haciendo nada. Dios te hizo. T8 estás en este mundo porque Dios tehizo;. /anela interrumpió. : m me hicieron mis padres, no ven!as con historias;. :Esin8til que quieras escaparte. 70ui$n hizo a tus padres9 2er a el cuento de nunca acabar. T8y Dios@ $se es tu problema. Dios tienes que darle una respuesta. ? se la tienes que dar lomismo si yo ha!o lo que ha!o que si desaparezco;. Ella !uardó un corto silencio. Lue!odijo como para s " :De no haber venido t8 yo estaba tan tranquila;. :De un modo o de otro 1replicó $l1 Dios te hubiera dado una oportunidad;. Ella se echó a re r. : sea que t8eres mi oportunidad;. 5rancisco le buscó los ojos con cierta suspicacia@ pero aquellas a!uas

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4

5rancisco tardó un mes lar!o en desenco!$rsele el ombli!o, como dec a /elestino/orcuera, más conocido por el >avajas. l principio, en efecto, volv a con las entra-asapretadas, lo que era la manifestación más palpable de la an!ustia producida por ladesambientación y el recelo. :Ellos son /risto;, se dec a@ pero eran unos cristos tan toscos,tan bárbaros y primitivos 1o se lo parec an a $l1, que resultaba dif cil hallar en ellos unvesti!io leve del %aestro. : su ima!en y semejanza;, se repet a@ pero ni les encontraba el parecido, ni cre a que pudiera favorecer a Dios el que lo hubiera. La an!ustia le rondabatambi$n por la noche, contrapunteando el sue-o de sobresalto y pesadilla. La tenue tela delos párpados resultaba una defensa en e tremo precaria ante la dura vida circundante que sele arrojaba encima al sonar el destemplado despertador de madru!ada. 2ent a dejar la misa para la tarde, pero era el 8nico modo de ase!urarse un m nimo auditorio. Aac a su mediahora de oración, pero, as y todo, sin aqu$lla, era como ir inerme al tajo. Lue!o estaba elcamino y, a veces, el autob8s, y el olor a sudor y los apretujones y el mal humor colectivodel crónico madru!ón, siempre esperando una pulla, una interpelación, que un miedoabsurdo hac a aparecer coronada de risotadas !enerales@ la apro imación por la e planadcon las manos heladas y la nariz atufada por el olor a ácido y a !as@ y, en punto, el cuernoatronando sobre las cabezas 1el cuerno que era la sirena, llamada as porque, a decir demuchos, al menor descuido te co! a1, compeli$ndote a entrar de un modo casi f sico@ y e:chapero;, con casi tres mil chapas numeradas@ y esa sensación de haber perdido el nombrey la personalidad, entrando, chapa en mano, bajo la mirada vi!ilante del listero de ojossaltones y lar!a len!ua. ?, sin embar!o, a pesar de las miradas, de los codazos, delimpalpable alejamiento y, por supuesto, del bárbaro len!uaje, no faltaban atisbos desolidaridad que le aturd an y emocionaban, no sabiendo encontrar la adecuada respuesta.

1>o te pon!as ah cuando viene la !r8a. Es peli!roso.

+n veterano le empujaba a un lado sin mucho miramiento.

1>o toques, hay tensión.

+na mano en!uantada le co! a el brazo que se acercaba peli!rosamente al cable. 1< !áchate=

l!uien le hab a arrojado al suelo antes de pronunciar esa palabra. +na pieza defundición ven a silenciosa por el aire.

Eran como monos labos. penas dichos ya no hab a con qui$n hablar. 2e trataba de

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consejos sobre se!uridad. Aab a en ellos una caridad espontánea de orden natural, si no deori!en cristiano, s e ponente de virtudes humanas elementales, lo que daba que pensar.5rancisco intuyó que no deb a confundirse y que aquello no daba pie más que para unmoderado !ozo interno, lleno de duda y e pectación. or eso correspond a sin e cesos denin!una clase, sin palabras, con una inclinación leve de cabeza. or otra parte, el ruido de

aquella nave era atronador. Los nervios se pon an de punta antes de lle!ar a un peli!rosoaturdimiento. Lo más !rueso del concierto ven a dado por el retumbante estruendo de lascalderas, el chirrido de las cuchillas sobre las piezas, el roncar de motores y de !r8as y elcontrapunto de los más diversos !olpes sobre chapas de todas las formas y tama-os. ?, contodo, aquel ruido ten a una cosa buena, y es que cubr a los silencios en que tem a versenvuelto. Lue!o estaba el calor. La !ran nave de cemento se recalentaba, a pesar de losventiladores. ? al sudor se a-ad a la suciedad 1lo que más le molestaba f sicamente1@ el polvo de hierro y la !rasa parec an penetrar uno a uno todos los poros del cuerpo. 2inembar!o, al principio el trabajo no era duro" retirar la viruta de hierro colado o de acero@trasladar piezas del almac$n o de la sierra@ ayudar a los obreros especialistas que loreclamaban@ en!anchar y desen!anchar la !r8a a$rea, y barrer, siempre barrer, en cuanto noten a al!o entre manos. De que as fuera se encar!aba con celo di!no de mejor causa3ufino, el capataz.

170u$ haces ah pasmao9

El padre 0uintas pensó que nadie se e tra-ar a de saber que aquel hombre ten avina!re en las fauces, en vez de saliva@ pero por fuera sólo dijo"

1%ándeme.

1>o quiero ver ni a /risto mano sobre mano 1era su e presión favorita

8ltimamente1. Tienes all la escoba. <0ue no te lo repita=El anonimato no hab a durado ni dos d as. 5rancisco se dio cuenta sin necesidad de

que al!uno lo dijera. Las miradas cambiaron y un clima de e pectación distante le envolvió.ero, por si quedaba al!una duda, /elestino /orcuera, el >avajas, la disipó del todo cuando

dijo, al entre!arle una pieza de fundición"

1 $ominus vobiscum, hermano.

>o replicó, pero tampoco bajó los ojos@ sin provocación, Gero sin miedo. ? es quelos miedos de 5rancisco, desde ni-o, eran especialmente antecedentes e ima!inarios.

Duraban tanto como la espera, pero no más. /omo el !anado bravo necesitaba ser picado para crecerse. Entonces tomaba conciencia plena de su sin!ular condición, de suresponsabilidad, y le nac a un temple que estaba lejos de atribuirse a s mismo, lo que leconfortaba mucho más. :>o estoy solo. Está claro;.

unque parezca e tra-o, quien peor encajó la noticia del sacerdocio de 5ranciscofue 3ufino, el capataz. l!o le deb a de morder por dentro al pensar que aquel peón se leescapaba de al!8n modo e introduc a un elemento e tra-o a la normal jerarqu a del trabajo.

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Lo cierto es que e tremó su quisquillosa asiduidad, deseoso de poner en claro que no leten a miedo al cura. De ah vino el primer choque, a los diez d as, y la razón de qu5rancisco consi!uiera ara-ar, siquiera un poco, la corteza de aislamiento que sent aalrededor. Estaba encendiendo un pitillo. Todo el mundo lo hac a, en un momento o en otro.0uiso la suerte que entonces, precisamente, se abriera la puerta en cuyo quicio se hab a

medio refu!iado, y se encontrara cara a cara con el capataz. 3etrocedió para dejarle paso, pero la presencia de los circunstantes le aconsejó no esconder el ci!arro como un cole!ial. 3ufino se le con!estionó el rostro, prueba de que aquella trivialidad no era más que la

chispa que encend a un previo y apasionado polvor n.

170ui$n crees que eres9

>o se escapó a nadie la car!a de violencia y resentimiento que encerraban las palabras. 5rancisco no contestó.

1<Te estoy hablando= 1!ritó 3ufino sobre $l1. 70u$ esperas para tirar ese pitillo9

Le estaban mirando todos los que hab a por all . Ten a que hacer al!o, pero elcapataz no le dio tiempo de ele!ir.

1<Te di!o que lo tires= 1chilló, a-adiendo una blasfemia.

hora 5rancisco sintió, por fin, que volv a a tierra firme.

1 s , no 1dijo sólo.

3ufino le a!arró ostentosamente por la pechera con las dos manos, barbotando

sonidos ininteli!ibles. Fl no se defendió, pero una mano en!uantada y !rasienta seinterpuso.

1<>o es manera=

scar 3aba era militante y ten a cierto presti!io personal, aparte de una fuertecomple ión. 3ufino blasfemó de nuevo antes de encararse con $l.

170ui$n /risto te da vela en este entierro a ti9 1!ritó.

En un momento se hab a formado corro alrededor y las caras torvas no presa!iaban

nada bueno. 3ufino, que no era tonto, debió de comprenderlo. 5rancisco aprovechó paralibrarse con mano firme de las que todav a le prend an por la ropa.

1Las blasfemias sólo asustan a los ni-os 1dijo tranquilamente, y se dio mediavuelta, diri!i$ndose hacia la escoba.

1<?a nos veremos=

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3ufino, sin hacer nada por disimular su furia, se fue dando un portazo. El padre0uintas no pudo o r los comentarlos. Todo volvió a la normalidad y nadie se acercó a $lmientras barr a. 2ólo /elestino /orcuera, el >avajas, al pasar a su lado al!o más tarde leestampó"

1 $eo gratias. mediod a le tocaron en el hombro cuando se diri! a al comedor.

1%e llamo scar 3aba@ pertenezco a la A / y soy enlace sindical.

1? yo, 5rancisco 0uintas, cura, como sabrás. !radecido por tu intervención deantes.

1>o hay de qu$. 7/ómo no nos dijo nada9

1Tut$ame, por favor. 70u$ quer as que os dijera9 12omos varios los militantes de aqu y nos hemos tenido que enterar de que eras

cura por medio de Aierro.

170ui$n es Aierro9

12e llama León 3am rez, pero todo el mundo le conoce por Aierro. Es comunista.

172 9

1>o fue airoso para nosotros.3aba estaba dolido.

17? cómo lo supo $l9

1Fsos saben muchas cosas. re!8ntales cómo.

5rancisco vio la hombr a de bien en los ojos de scar 3aba.

1/ompr$ndelo. ?o no he venido a la fábrica como capellán o cabeza de nin!unaor!anización. >o quise contar con apoyos que me endulzasen los primeros d as. Aaztecar!o4

1>uestra labor aqu es muy dif cil@ somos muy pocos y debemos estar unidos.

12 , pero lo m o es distinto, siendo id$ntico en el fondo. Estar$ con vosotros decorazón, puedes creerme, pero no debo clasificarme desde el principio4

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17Te parece que estás poco clasificado siendo cura9

1 recisamente por eso. >o le a-adamos más. >adie se va a en!a-ar a mi respecto, pierde cuidado.

scar 3aba !uardó silencio. >o era muy inteli!ente, pero su corazón estaba lleno deideales y los serv a con lealtad y entre!a incondicional.

1>o lo entiendo, pero lo respeto. >osotros somos pocos, pero de verdad.

1?a s$ que cuento con vosotros.

2e apretaron las manos.

5rancisco no ten a un plan preconcebido y proced a por instinto más que otra cosa.Bba a cie!as, pero al!o le impel a a conservar su independencia y a no li!arse a nada, fuera

de su testimonio individual. Tem a que el ser de unos le impidiera ser de otros, aunque noi!noraba que su condición le discriminaba sin remedio.

1Te llamaron de personal.

2e lo dec a un desconocido. lzó los ojos y vio que todo el mundo le miraba. Lanoticia deb a de haberse corrido por el taller antes de lle!ar a $l. Aab a e pectación. /ruzóhacia la salida y alcanzó a o r dos comentarios.

1 hora le hacen capataz.

Esto lo dijo el >avajas, casi a su lado. 170u$ se le habrá perdido aqu a este pájaro9

5ue la respuesta de un cualquiera, car!ada de prejuicio.

+n conserje !aloneado le salió al paso.

17Es usted 5rancisco 0uintas9

La noticia deb a de haber lle!ado ya hasta all , de otra manera no ten a e plicaciónaquel :usted;.

12 , soy yo.

1 ase por aqu . Le espera don 5ederico.

Era el nombre del jefe del departamento, en cuyo importante despacho fueintroducido 5rancisco.

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Don 5ederico, hombre de mediana edad, tan calvo como curtido, no era una mala persona. ertenec a a una clase privile!iada a la que estaba adscrito sin esfuerzo, pornacimiento, y, como consecuencia natural sima, era conservador, si bien, para tranquilizarsu conciencia, !ustaba de interesarse por los productores y era afable, comprensivo yayudador hasta cierto punto, siempre que no se comprometiese con ello lo esencial, es

decir" los intereses de la dirección o los suyos personales.2e levantó y rodeó la mesa con la mano e tendida.

1 adre 1dijo1, estoy confundido4 7/ómo no me lo hizo saber antes9

5rancisco tanta afabilidad le puso en !uardia.

1 or favor, apee el tratamiento.

Don 5ederico se detuvo sorprendido.

17>o es usted sacerdote9

1/iertamente. ero aqu no estoy como sacerdote, sino como productor.

1Cueno 1sonrió1, ustedes los curas son muy ami!os de distin!os. Ten!o un hijoen un noviciado y s$ al!o de esto.

El padre 0uintas no deseaba la cordialidad de la dirección. 2ab a que tendr a quedefenderse de ella.

1Le felicito 1replicó1, pero usted no me ha llamado para hablarme de eso. 1Desde lue!o que no. Lamentamos lo ocurrido esta ma-ana.

17 or qu$ han de lamentarlo9 >o tuvo nin!una importancia.

13ufino no es mal hombre@ cr$ame, padre, yo4

5rancisco interrumpió.

1Le rue!o que no me llame padre, salvo que me requiera usted como sacerdote,naturalmente.

La mirada de don 5ederico se oscureció.

1Cien, si usted se empe-a4

1>o es un capricho, cr$ame usted ahora a m . Es importante poner las cosas en su punto.

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1En ese caso le daremos otro puesto.

17 or qu$9

1>o quiero que vuelvan a chocar. un sin pretenderlo, volcar a al personal contra

3ufino y eso no nos conviene. demás usted estará mucho mejor con los administrativos4 1>o, no. Eso s que no. ?o he sido admitido aqu como peón. >o ten!o nada que

administrar. 7>o lo comprende9

Don 5ederico lo contempló durante unos se!undos.

1B!noro lo que se propone 1dijo serio1@ pero no nos busque conflictos4 >o s$qu$ mosca les ha picado ahora a los curas4 7+sted cree que vale la pena ordenarse desacerdote para venir lue!o a darle a la escoba en un taller9

1?o no me meto en los planes de la dirección. Deje a quien corresponda decidir loque conviene a los que nos ordenamos.

1 ero es que yo, como católico, tambi$n ten!o al!o que ver en todo eso4

1+sted lleva muchos a-os teniendo ah abajo una masa de bautizados que noquieren saber nada con la B!lesia4 7Le ha preocupado eso9

1Aay cosas que siempre han sido as . 2on al!unos de ustedes los que introducene tra-as novedades.

1Es que al!unos creemos que sólo con e tra-as novedades vamos a conse!uir queno siempre haya de ser as .

1<2o-adores=

17? es malo so-ar9

12 , si se hace el jue!o al enemi!o.

5rancisco dejó pasar un tiempo para dar solemnidad a su pre!unta.

17 iensa que soy mar ista9

Don 5ederico, sorprendido, alzó las manos.

1<?o no he dicho eso=

1Es cierto, pero de se!uir hablando de ello, acabará insinuándolo@ estoy se!uro. orlo tanto será mejor que lo dejemos. 2e lo rue!o.

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1Está bien. Le cambiar$ de sitio.

1/omo !uste.

5rancisco hizo una inclinación de cabeza y se diri!ió a la puerta. Bba ya a cruzarla,

cuando la voz de don 5ederico le retuvo" 1+n momento4

2e volvió.

12 , se-or.

1>o quise molestarle4

Esbozó una sonrisa.

1 uedo ser yo quien deba disculparse.

1%e !ustar a hacer al!o por usted. De veras.

1>o puede hacer nada mejor que dejarme en mi sitio, sin ayudas, sin el más levefavoritismo, sin hacerme venir aqu más que a cualquier otro obrero4 Estoy se!uro de quelo comprenderá.

1Lo intentar$.

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5

l d a si!uiente 5rancisco fue a dar con sus huesos al otro e tremo de la fábrica,donde se incorporó a una cuadrilla que estaba montando una mandrilladora de proporcionesrealmente colosales. quello, en la fase en que se hallaba, le hizo volverse a sentir ni-o, enla casa paterna. Era como un :meccano; !i!ante. Aab a por medio una prima y todos pon an !ran inter$s en despachar rápido y bien aquel trabajo. l!o impalpable empezaba acambiar. >ada más entrar all , aunque no podr a decir por qu$, tuvo la intuición de que eraotro el clima en torno a $l. Aac a un calor intenso y los hombres trabajaban en camiseta,manchados de !rasa hasta los hombros. >o hubo saludos ni palabras cordiales. +n obreroveterano se le acercó.

1Ll$nate los bolsillos de al!odones 1le dijo1, los necesitarás continuamente.

Era muy cierto. Todo lo que tocabas te pon a perdido de !rasa. poco de empezar aayudar, otro sujeto le empujó con el hombro.

1</uidado con la !r8a=

+na !ran pieza ven a por el aire sobre ellos. 5rancisco se a!achó con presteza. Elotro dijo sin mirarle"

1Todo esto no vale la vida de un obrero.

sintió sin decir una palabra En se!uida se dio cuenta de que all se sudaba. tracosa que llamó su atención, no sin sorpresa, fue el ver que el encar!ado arrimaba el hombrocodo a codo con la !ente de su cuadrilla. quel sujeto no recordaba en nada a 3ufino, elcapataz.

10uita la !rasa a todo eso.

Era un descanso o r aquella voz que no ten a matices, que no dec a nada más que l

que si!nificaban las palabras. :Todo eso; eran unas cuantas piezas de acero que hab an deser montadas en la máquina.

1En se!uida.

1>o te mates, pero tampoco te duermas.

1Descuida.

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Las piezas en cuestión ven an defendidas contra el ó ido por una espesa capa de!rasa casi sólida que hab a que eliminar hasta dejarlas relucientes. Era el momento del froteconcienzudo y el sudor !eneroso. Las manos se pon an escurridizas y todo su!er a unase!unda y ruda unción4 :%e estoy ordenando de otro modo. El obispo me dio la unciónde Dios4, $sta es la unción de los hombres;. Le emocionó este simple pensamiento,

mientras la lija iba y ven a calentando el metal. 5ue la primera jornada de trabajoverdadero, de trabajo duro, continuado apenas sin interrupción durante ocho lar!as horas,de trabajo a!otador. ero nadie hab a cejado en el empe-o@ apenas se hab an cruzadconversaciones@ el destajo cambiaba el clima y la decisión estaba en cada par de manos, encada cabeza !acha, en cada m8sculo moldeado en cambiantes prominencias.

+n d a más y las cosas no cambiaron sino para acusarse. 2i por un lado creció el!ozo de sentirse incorporado en el trabajo, deestar en el equipo, por otro la dureza fuemayor. Durante horas el padre 0uintas hubo de andar al pie de la !ran fra!ua para co!ercon las tenazas los pesados tornillos, ba-arlos en aceite y llevarlos a la mandrilladora hastadejarlos colocados en su sitio. Entonces comprendió de veras lo que se llama sudar.

Desnudo de medio cuerpo, sent a f sicamente brotar la transpiración y correr el a!ua porsus costados. Enfundadas las manos en los !uantes, ásperos y !rasientos, utilizaba elantebrazo para enju!ar su frente. ?, sin embar!o, en medio de aquella febril actividad, eltiempo no se le hac a lar!o, si bien la fati!a crec a como una oscura marea en su interior.:2oy un obrero;. >o lo hab a cre do hasta entonces. hora s . ero al!uien, no supo qui$n,dio una orden, y de aquel empe-o viril, efectivo, en equipo, hubo de re!resar a la escobadel taller de calderer a, a las órdenes de 3ufino, el capataz. 5ue i!ual que recibir un !olpe bajo. ero estaba dispuesto a soportarlo todo y se ple!ó a la adversa circunstancia. En eltaller, las miradas entrevistas volvieron a ponerle en la adusta realidad. ?, sin embar!o,cuando menos lo esperaba, un sujeto vino a interpelarle.

17Te aver!Henzas de ser cura9El Ener! as era un hombre muy le do, de afirmaciones tajantes, de dichos lapidarios,

con fama de independiente y con indudable presti!io entre los escalones bajos de la fábrica.5rancisco quedó de una pieza ante lo inesperado de la pre!unta. >o conoc a la intención delotro.

170u$ me aver!Henzo yo9

1>o lo afirmo, lo pre!unto.

2e vi!ilaban los ojos mutuamente buscando adivinarse. 17 or qu$ me hab a de aver!onzar9

1Eso mismo pienso yo.

1Lo que no entiendo es la razón de esta pre!unta.

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1T8 pareces estar por lo clandestino. Entraste aqu callando. 2i fueras comunista, locomprendo. ero en este pa s el ser cura se cotiza4

1Es posible, pero no el ser cura obrero. De todos modos yo no me oculto de nadie. nadie he mentido.

12er cura es una cosa !rande4, si se piensa de esa manera.

17Eres creyente t89

1>o está el homo para bollos.

170u$ quieres decir9

10ue mirando alrededor4, la verdad, no me convence la B!lesia.

17Entonces9 1+na cosa no quita la otra.

El Ener! as carec a de toda prestancia f sica. %ás a8n" su carne y su esp ritu parec an mantenerse unidos de mila!ro. 2in embar!o nadie tomaba completamente a bromasu popular apodo, porque hab a al!o en $l que se asomaba por los ojos al mirar e infund arespeto a los demás.

1%e !ustar a hablar conti!o.

1Lo estamos haciendo. 10uiero decir lar!o y tendido.

1 ero no ahora, que cada cosa tiene su sazón y all viene 3ufino.

El influjo de aquel hombre en los talleres, lo mismo que su temple, quedaron demanifiesto, a los ojos de 5rancisco, en la tensión laboral que se produjo de all a poco,como consecuencia de un arrastrado conflicto con motivo del llamado plus familiar.

yendo a unos y a otros, 5rancisco lle!ó a entender que la empresa, durante cercade seis a-os, hab a venido reteniendo parte del dinero correspondiente al plus familiar delos trabajadores, si bien no pudo conse!uir datos concretos respecto a la verdaderasituación.

17Estás se!uro de eso9 1pre!untó a scar 3aba, el de la A /.

17/ómo no9

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1>o es fácil de creer.

1Está en el 2upremo.

? un d a, como re!uero de pólvora, corrió por las naves la noticia de un fallo

favorable a los productores. 1<La han prin!ao=

1< ver si se hace justicia de una vez=

1<Ten an que meterlos a todos en la cárcel=

10ue pa!uen y ten!amos la fiesta en paz.

Aab a euforia por todas partes y los obreros se palmeaban la espalda unos a otros.

5rancisco estaba contento con la ale!r a conta!iosa del ambiente. ero el >avajas vino aa!uarle la función.

1/onti!o no va nada, cura.

? otro comentó"

1Fstos no contribuyen a la conservación de la especie. 2on raza a e tin!uir.

12 , s 1retrucó /elestino1, 7viste el vivero que tienen allá arriba9 1se refer a alseminario1. <%enudo palacio=

1Dejadlo en paz 1terció 3aba1. Todo lo ten$is que estropear. Aoy es un d a!rande para los trabajadores.

1? que lo di!as.

ero ya dice el pueblo" :el !ozo en un pozo;. los pocos d as el malestar cundió por las naves como lo hab a hecho antes la ale!r a. l parecer la dirección daba a lasentencia su interpretación propia y no reconoc a efectos retroactivos donde el jurado deempresa los ve a claros, con lo que se embolsaba unos sesenta millones de pesetas. Laindi!nación subió como una ola irrefrenable. El Ener! as aparec a y desaparec a, repartconsi!nas al o do de ciertos elementos, llevaba luz en los ojos. 5rancisco, escoba en mano,lo observaba todo sin que se le escapase la actitud vi!ilante y tensa del llamado Aierro y deotros cuantos bien caracterizados entre los obreros.

oco antes del mediod a apareció scar 3aba. &en a de la reunión que el jurado deempresa acababa de tener con el jefe de personal y otros elementos de la dirección. >adamás entrar en el taller alzó los brazos y, en unos se!undos, se hizo un silencio más audible, por lo insólito, que todo el tumulto all habitual.

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1< mi!os= 1empezó.

1<Las cosas claras= 1le interrumpió el Ener! as, abri$ndose paso hacia $l.

1Todo in8til.

En el rostro del hombre se le a la decepción.


12e nie!an en redondo. De lo pasado no quieren saber nada.

/on una a!ilidad pasmosa, el Ener! as se encaramó sobre una !ran caldera. Desdeall abarcó el auditorio que se hab a ido con!re!ando.

1</ompa-eros= 1!ritó1. <Aasta ah podr amos lle!ar= <Estamos dentro de la

le!alidad= <Aay una sentencia a favor nuestro=4 <<Todos frente a la dirección a la hora decomer==

En aquel momento lle!aba 3ufino, con su cara de a!uafiestas, abri$ndose paso sincontemplaciones.

170u$ haces t8 ah 9 1!ritó.

1?a lo estás viendo. /ontemplo el panorama.

6randes y e a!eradas risas corearon la salida.

1<Caja de ah , Ener! as, o te va a costar caro=

17Tambi$n t8 estás por la inflación9

6ritos de :<fuera=;, :<fuera=;, se oyeron por todas partes, mientras voces anónimas, pero resonantes, dec an"

1< la dirección=

1<Todos al patio=

1</omo un solo hombre=

l!o similar deb a de estar ocurriendo en todas las demás secciones, porque altiempo que sal a, en medio del bullicio de sus compa-eros de trabajo, 5rancisco vio sur!ir por todas partes !rupos semejantes que conflu an en el !ran patio, ante las oficinas. %uy pronto calculó en varios miles la multitud que se hab a con!re!ado.

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prolon!aba entre voces discordes, discusiones y !ritos. El llamado Aierro se abrió pasohasta el cura.

170u$ te parece9

Era la primera vez que le diri! a propiamente la palabra. 1Esto no es cosa m a.

1</on qu$ sales=4 ol tica vaticana, 7eh9

5rancisco le hirió aquella sonrisa.

10uiero decir que este conflicto es anterior a mi lle!ada a la fábrica.

1De acuerdo. ero hay que estar con unos o con otros. 7T8 estás con $stos o con

los de arriba9 1?o estoy con la razón.

172 94 ? con $se evan!elio que profesas, 7crees t8 que la razón puede estaral!una vez del lado de los ricos9

17/onoces el evan!elio9

1+n poco.

17? te parece que con $l se puede estar al lado de los comunistas9

17 or qu$ no9

1%uy sencillo. orque el evan!elio es amor4

ero, en aquel momento, una confusa e clamación colectiva llenó el ambiente del patio, como un hondo suspiro e halado por un monstruo. or cada una de las esquinas, y demanera simultánea, hab a hecho su aparición la fuerza p8blica >adie se movió y se hizosilencio. Los !uardias, en cuatro !rupos compactos, parec an esperar. 5ueron unosse!undos lar!os. La voz del Ener! as rodó sobre las cabezas. Aab a sido izado a hombrosde un fornido trabajador.

1</ompa-eros= 1!ritó, y nadie hizo ademán de impedirle discursear1. >uestroliti!io no es con la autoridad, sino con la dirección. 2i aqu$lla nos invita a disolvemos, loharemos pac ficamente, bien entendido que, frente a la dirección, se!uimos en pie,inconmovibles. Tened serenidad. La violencia nos har a perder en parte la razón. El jaleo,eso es precisamente lo que están esperando esos de ah arriba >o les daremos por el!usto4 </ompa-eros=4 7&erdad que ten$is mucho apetito9

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+na ovación coreada por !randes risas fue la cosecha que obtuvo el Ener! as consus palabras finales. /edió la tensión y la !ente comenzó a dispersarse entre toda suerte decomentarios. Los obreros pasaban junto a los !uardias, que se hac an a un lado con nodisimulada satisfacción.

scar 3aba se emparejó con 5rancisco, camino del comedor. 1Tendrán que entrar por el aro.

17Es clara la sentencia9

12e!8n nuestro abo!ado, s .

1Entonces4

1+na sociedad anónima es como un monstruo de muchas cabezas, pero de las que

no se ve nin!una. 170u$ quieres decir9

1<0ue te llevas cada sorpresa=

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6

17? ahora qu$9

Tonchu, con los brazos en jarras, contemplaba al padre 0uintas, que cerraba un peque-o malet n de mano.

1Es sábado.

1<&aya una razón= 7Te vas de juer!a9

5rancisco se incorporó. 0uer a a Tonchu más de lo que dejaba entrever.

1Ten!o que ir a dormir a la casa rectoral.

1< h, el se-or obispo= 1e clamó el chico haciendo una !rotesca reverencia.

17Tienes miedo a dormir solo9

1 uedo avisar a /anela.

1>o sientes lo que dices@ pero no puedes menos de decirlo. Es más fuerte que t8. 1<? un jamón que no lo siento=

1Tonchu4

1<D$jate de sermones= La moral está bien para los ricos@ pero si al obrero lequitas4

5rancisco le cortó.

1</alla= 1y, en se!uida, con una suave voz1" lvidas que el que ense-ó esamoral era un obrero. >o se trata de privarte de lo que hay de bueno en eso. Aazte unhombre y tendrás una mujer@ pero no una cualquiera, sino la madre de tus hijos.

1? mientras tanto a ayunar, 7verdad que s 9 < ero yo no soy cura=

1Tonchu, Tonchu4

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Le miró a los ojos. Lo hizo sin reproche, y, sin embar!o, el chico bajó la vista y dijo"

1 erdona.

1>i por esto, ni por mil veces esto, padecer a nuestra amistad.

1?a lo s$.

1&amos, ale!ra esa cara.

Tonchu ten a estas cosas. Era versátil, impulsivo, apasionado. Levantó la cabeza, seechó a re r y dijo"

1Está bien, :padre;, en vez de lo otro rezar$ el rosario.

1Ten cuidado que me lo creo.

2e apresuró por la escalera, pues ten a que andar un rato hasta lle!ar a la parroquia.Estaba $sta situada lo que se dice al borde del suburbio y con la fachada principal abierta ala !ran avenida que, en poco tiempo, hab a sido flanqueada por edificios de !ran empaque yde suntuosos interiores. :Les fastidiará que me presente sin sotana;. Llevaba un !rueso jersey ne!ro, de cuello alto, y una zamarra imitando cuero por encima. :%e la pondr$ nadamás lle!ar. Es curioso, pero ten!o que reconocer que me fastidia llevarla encima por aqu ;.Bba a buen paso y le volvió el recuerdo de Tonchu. +n chico a medio pulir, eso era cierto.

ero la obra iba adelante, poco a poco, y estaba se!uro de que en $l siempre ser a mejor larealidad que la apariencia. /uando le dijo" :Ten!o un sitio para ti, si te interesa;, no estabase!uro en absoluto de que no le fuera a salir con una de las suyas@ pero el aprendiz se quedó

como petrificado. :7 or qu$9;, pre!untó, y en sus ojos estaban todas las sospechas, almismo tiempo que el deseo y el a!radecimiento.

:2i crees que en todo lo que se hace ha de haber un inter$s, puedes pensar que /ristodijo" ILo que hiciereis por uno de estos peque-os, por m lo hac$isJ. yudarte a ti, porconsi!uiente, es una buena inversión;. La mirada de Tonchu se enfrió. :72ólo es por eso9;, pre!untó. :7Te parece poco94 ero si prefieres pensar que te ten!o simpat a, que deseoayudarte, no andarás descaminado;. Aubo unos instantes de silencio y el chico inquirió":7? a cambio9; 5rancisco abrió los brazos. >ada dijo. >o hablaron más@ pero, entrada lanoche, se oyó llamar a la puerta del padre 0uintas. Tuvo que echarse de la cama para abrir.En el descansillo esperaba el muchacho. :7T89;. :Aola;, dijo $l. Tra a un peque-o saco

sobre el hombro y se-ales de !olpes en el rostro. :>o me volverán a pe!ar más;, a-adió.5rancisco abrió de par en par. : asa;. Lo hizo as , dejando caer al suelo la bolsa en quetra a sus pertenencias. :7De verdad me puedo quedar9;. El padre se-aló al rincón. : htienes tu cama;. Los ojos de Tonchu reflejaron asombro. :7%e esperabas9;. :?a lo ves;4?, de repente, el chico se desmoronó. 5ue como si saltasen los diques de las lá!rimas. 2earrojó sobre el camastro y metió la cabeza entre los brazos, al tiempo que los sollozos lesacud an el cuerpo como ondas de punta a punta. 5rancisco dominó la tentación de ponersesentimental. :Te har$ caf$ 1dijo1 y no te importe llorar un rato. Eso es bueno y te

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descansará;. asó al otro cuarto, donde ten a un hornillo el$ctrico, y dejó solo a Tonchu para que se desaho!ara. Aizo tiempo y, a la vuelta, lo encontró sentado, con la cabeza entrelos pu-os y el !esto hosco, pero sin llorar. :Toma esto;, le dijo@ pero $l no hizo ademán deco!er la taza, :<malditos= <%e las pa!arán=;. :<&amos, Tonchu, deja en paz lo ya pasado=<Aoy empiezas de nuevo=;. ero el chico se encorajinaba por momentos. :< ese chulo de

m4 le ras!o la barri!a antes de un a-o=;. :</alla=;. :<? a mi madre4===;. 5rancisco letapó la boca firmemente con la mano libre y Tonchu se dejó hacer. :Cebe;, le dijo lue!o. ?el chico obedeció. ?a hab a llovido un poco desde entonces4

1 aco4

1 h, hola.

Era aulino, el /ampanilla, un militante de la A / a quien su poca presenciaf sica y su condición de anti!uo mona!uillo, conocida por todos, le hab an endil!ado elmote que ya era moneda de curso le!al en aquel barrio.

1>o ves a nadie.

1&oy con prisa.

172e puede saber adónde9

17 or qu$ no9 &oy a la rectoral.

1Te acompa-o hasta el cruce. 7&ale9

1&ale.2e le emparejó, con su andar nervioso y corto. /ampanilla veneraba a 5rancisco.

Ten a un corazón simple /ampanilla y una !rande hombr a de bien.

1?a sabrás lo que se rumorea.

1T8 lo sabes siempre todo antes que yo, de modo que desembucha.

1%e refiero al e pediente que colea hace tres meses.

170u$ hay con $l9

1&a a haber despedidos.

170ui$n te lo dijo9

1 re!8ntaselo a 3aba.

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5rancisco ten a su particular información. medida que hab a ido pasando eltiempo, y de una manera paulatina, hab a sentido que el terreno se hac a más firme debajode sus pies. Todo fue que los obreros empezaran a percatarse de que :no hab a !atoencerrado;, como dec an al principio. De ah a unos t midos primeros contactos personalesno hubo más que un paso. >o era buscado como sacerdote@ pero s como hombre de un

inne!able instrucción superior que pod a echar una mano a la hora de escribir una carta,llenar un formulario o redactar un documento.

1Aay mar de fondo 1si!uió aulino1. El Ener! as está con un pie fuera, comoquien dice.

1Esperó que no lo ha!an.

1Lo mismo di!o.

17? el jurado de empresa9

1La cosa creo que anda ya por la %a!istratura.

1%alo.

Lle!aban al cruce. pocos pasos estaba la venida. Cruscamente se pasaba de unmundo de bloques baratos y calles de barro, a una pista de pulido pavimento y de soberbiosedificios. ?a se ve an allá enfrente cruzar raudas las luces fu!aces de los coches.

1Te dejo aqu .

1 diós, aulino. 1Aasta ma-ana.

El padre 0uintas si!uió solo. Le costaba trabajo aquel cambio de los sábados. :Aede ser ponderado. >adie tiene la razón toda entera. 2i deseo que se me comprenda, yo debocomprender;. Bba a buen paso, ensimismado y cabizbajo. :%e parece tan peque-o, taninsi!nificante, todo lo de $stos;. 2e refer a al clero parroquial. +na mujer cruzó sobre susaltos tacones, enfundada en un traje ce-ido, y desapareció por un callejón de la derecha 2eacordó de /anela. Estaba preocupado con el >avajas. >o la dejaba en paz, se!8n dec a ella.? /elestino /orcuera no era un cr o como Tonchu. :Le ten!o asco, 7sabes9;, dijo la chica

la primera vez que le habló de ello. ero no se llamaba a en!a-o sobre los ascos de /anela.ili Cardales era al!o sumamente primitivo y natural, donde las pasiones e tremas, en sumisma elementalidad, se daban la mano. :70u$ pasa con $l9;, le pre!untó. :0ue es un pelma;. :72ólo eso9;. 2e puso en jarras la chica y e clamó" :<&amos, ya me entiendes@ queno estoy por la labor=;. La puerta de la rectoral, en la esquina de la venida, se alzaba yaante $l, cerrada a cal y canto. :<2i no son las nueve y media=;. Llamó al timbre y esperó sinsoltar el malet n.

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1 h, don 5rancisco.

1Cuenas noches, na. 7Están cenando ya9

1Dentro de media hora. Tocar$ la campana.

Los sacerdotes de la parroquia viv an en comunidad y, aunque entraban y sal anlibremente, don #acinto 3etuerto, el párroco, !ustaba de un cierto ambiente conventual, porlo que, a ciertas horas, na, el ama de llaves, hac a voltear la campanita que col!aba juntoal reloj de pared que hab a en el pasillo. El padre 0uintas fue directamente a su habitaciónde los fines de semana y se ale!ró en su fuero interno de que nadie le viera all de aquellastrazas@ porque en el barrio y en la fábrica, la sotana le hac a sentirse e tra-o, pero el verssin ella en la casa rectoral le daba la sensación de estar desnudo todav a. 2e miró al espejo,vestido ya de cura, y se pasó el peine reiteradamente. :Ten!o que cortarme el pelo;. Elvicario le hab a puesto mala cara una vez porque no llevaba coronilla. :? dentro de poco noserá en Espa-a más que una reliquia, como ocurre en otras partes;. /uando sonó la

campana se pasó el cepillo por los hombros, rectificó el alzacuello 1:cuidado que esmolesto;, se dijo1 y se presentó en el comedor.

1Cuenas noches a todos.

1<Aombre= 1dijo el párroco1. < qu está el proletariado=

Era un cordial recibimiento, pues las palabras fueron dichas por unos labios abiertosen sonrisa y sin se!undas intenciones. Estaban todos, es decir" además del viejo don#acinto, los dos coadjutores, 2er!io runeda, de mediana edad, y el reci$n salido, entusiastay casi barbilindo, #os$ %anuel rce@ cada cual en su puesto de la mesa. 5rancisco se sentó

y en se!uida empezó el fue!o. 2u presencia, al fin y al cabo, era una novedad al final de lasemana.

1Aubo muchas confesiones esta tarde. Aubieras hecho falta.

Era 2er!io, o sea, la oposición. +n buen hombre, en realidad, pero bien chapado ycalafateado contra cualquier intento de van!uardia.

1Tuve horas e traordinarias. 2alimos tarde y es dif cil pasar de all a aqudirectamente.

En torno a aquella mesa todo el mundo sab a el terreno que pisaba. 10u$, 7muchas conversiones esta semana9

5rancisco miró a 2er!io despacio, mientras se llevaba la cuchara a la boca.

1Es una pre!unta cuya respuesta conoces, 7no es verdad9

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1Desde lue!o.

17 ara qu$ la haces, entonces9

17?a empezamos9 1dijo don #acinto levantando levemente la cabeza, en cuyos

ojos brillaba una chispita de cólera. 13epudio con todo mi ser la contabilidad en el apostolado 1si!uió 5rancisco1.

Es Dios quien convierte, no los hombres. ? el instrumento que Dios maneja no serecomienda por el resultado, ya que Dios puede hacer maravillas con una p$simaherramienta, o no querer hacer nin!una con otra maravillosa. s que vamos a dejar esetema de una vez por todas.

1 ero es Dios el que dijo" : or sus frutos los conocer$is;4

2er!io ten a eso, que era teme en la defensa de sus puntos de vista.

1Es cierto 1replicó aqu$l1, pero hay especies que fructifican a las inmediatas,mientras que otras necesitan muchos a-os. ?, además, 7por qu$ no dejas que sea Dios quienme juz!ue9

1Eso es verdad 1dijo #os$ %anuel, y fue como si las palabras se le hubiesenescapado de la abundancia de su corazón.

1T8 eres muy joven para opinar en esto 1fulminó 2er!io, sin siquiera mirarle.

Era sabido que el se!undo coadjutor admiraba sin l mites a 5rancisco, aunque no

sol a atreverse a enfrentar sus opiniones con las de los mayores de la casa. 1D$jale 1saltó $ste1. Fl es tan cura como t8 y como yo. Aa estudiado los mismos

a-os que nosotros, de manera que bien puede e presar una opinión.

12 , pero de sobra sabes t8 que la e periencia no se ense-a en el seminario.

1<La e periencia=4 ?a salió. 7>unca se te ha ocurrido pensar cuánta chata rutina pasa como buena moneda, disfrazada bajo el nombre de e periencia9

Don #acinto, que muchas veces hac a rancho aparte ante las controversias de sus

coadjutores, e trajo un papel de su inmenso bolsillo y procedió sin más a repartir las tareasdel domin!o, cortando aquella conversación.

1? t8, 5rancisco 1terminó1, dirás la de siete y la de una@ y predicas en las dos,aparte las confesiones.

Aubo un silencio en que sólo se oyó el ruido de los cubiertos y el ir y venir del amaen torno a la mesa. ero en se!uida volvió 2er!io.

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17?o9 1dijo 5rancisco1. De usted, naturalmente.

1Lo que hay que o r 1comentó don #acinto desde la cima de sus dóciles setentaa-os.

170u$ esperaba9 1a-adió 2er!io. 1Les contar$ una cosa completamente ver dica 1si!uió 5rancisco1. Todo el

mundo sabe el humor que ten a 3 os !uirre, el obispo difunto. ues en una ocasión enque, convaleciente, era a!asajado por el !obernador, con mucho tratamiento, a la pre!untade $ste" :7/ómo se encuentra vuecencia9;, respondió" :Aombre, un poco acatarrada, peromucho mejor;.

#os$ %anuel soltó la risa, siendo el blanco de la adusta mirada de 2er!io, quecomentó"

1 m no me hace !racia. 1 ues a m me hizo much sima cuando me lo contaron.

13 ete de las formas y muy pronto te estarás riendo d$ los contenidos.

17 or qu$9

1 orque, !8stete o no, las formas son indispensables. 70u$ ser a del pensamientosin las palabras y los !estos9

1>adie ha hablado de prescindir de las formas, sino de sustituirlas, en todo caso, por otras más adaptadas y eficaces.

1>unca me convencerás de que uno se ordena sacerdote para pasar lo mejor de la jornada a!arrado a una pala o manejando un torno, que es lo mismo para el caso.

1>o, tienes mucha razón. >unca te convencer$.

ero 2er!io no era hombre para dejarse afectar por la sutileza de la iron a.

17 or qu$ hablamos, entonces9

1Eso di!o yo, 7por qu$ hablamos9 >o me dirás que sea yo quien saque el tema.

12e-ores, me retiro 1dijo don #acinto, que hac a bastante rato que no escuchaba,haciendo n8meros en unos papeles.

5rancisco, encerrado en su cuarto, no ten a paz interior. :Es curioso que la pierdaaqu , precisamente;. Eran esas controversias con el coadjutor las que le dejaban tan mal

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sabor de boca. %il veces se promet a no apasionarse en una cuestión opinable, al fin y alcabo, por más que se creyera en la razón@ pero, ante 2er!io, ante su psicolo! a enteriza, sin!rietas, sin fle ibilidad, siempre acababa por e citarse, por intentar herir con la dial$ctica y por sentir un !oce desmedido con cada min8scula victoria. /ayó de rodillas en elreclinatorio porque necesitaba pedir perdón. :2i voy a vana!loriarme del sudor de mi

frente, si me voy a creer h$roe, si voy a menospreciar a los demás, si4, estoy perdiendo eltiempo;. +nos !olpecitos a la puerta vinieron a sacarle de su reco!imiento cuando ya bo!aba mar adentro, perdido el contacto con el mundo e terior y con las mismas oscurassensaciones provenientes del propio cuerpo.

1< delante=

Era #os$ %anuel.

17 uedo entrar9

1 asa, hombre.Lo hizo as , cerrando con cuidado.

15rancisco, sabes bien que no siento como ellos.

1>o tiene nin!una importancia.

1>o veo por qu$ te han de amar!ar la e istencia.

17Te refieres a 2er!io9

12 .

1Fl piensa de otra manera.

1 ero eso no le da nin!8n derecho a4

5rancisco interrumpió.

1Escucha, #os$ %anuel. 2er!io lo entiende de un modo@ yo, de otro. Discutimos un poco, es cierto. ero ya está@ no pasa nada.

El joven !uardó silencio un rato. Lue!o habló. 2e ve a que le costaba trabajohacerlo.

1 ye una cosa4 7>o pod a yo irme conti!o9

/on verdadera sorpresa"

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17 la fábrica9

12 .

10u tatelo de la cabeza.

1 ero 7por qu$9

17/rees que te dar an permiso9

12i t8 lo pides4

1Desen!ánchate, chico. 2abes lo dificultosamente que lo consi!o yo. 7/ómodiablos se te ocurre que te iban a dejar94 ero 7cuántos a-os tienes t89

1&eintitr$s.

1>i siquiera los aparentas todos, conque, fi!8rate.

El coadjutor bajó la cabeza, contrariado y confuso.

1>o sab a que ser joven era al!o as como una enfermedad.

170u$ hablas de enfermedad9 2er joven es tenerlo todo a favor. Es sumar más posibilidades que nadie. <2i es lo mejor del mundo=

1/on tal de que se cuente con un carro de paciencia.

1 lza esa cara, hombre@ cuando yo era como t8, ni siquiera dec a misa.

17? eso qu$ tiene que ver9

10ue la misa es, sin comparación, lo más importante, lo más eficaz, lo más !randede cuanto ha!o cada d a. ? t8 dices misa i!ual que yo.

/uando 5rancisco quedó a solas ya era tarde y la cama le atra a como punto dedestino delicioso para una jornada dura de trabajo f sico y mental.

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unque parezca paradójico, la baza principal en la aceptación del padre 0uintas por parte de los obreros la ju!aron los comunistas, o, lo que es lo mismo, su cabeza visible en laempresa, compuesta por el llamado Aierro y por un tal 2almones, de nombre Ai!inio, si bien todo el mundo le llamaba por el apellido, sorprendentemente instruido para sucondición laboral, y siempre correcto en la palabra y en el !esto.

1El otro d a apenas nos dejaron hablar.

Era Aierro y se refer a a las cuatro frases cambiadas durante la masiva concentraciónante las oficinas.

1Es cierto.

1Te voy a presentar a un ami!o. Ai!inio 2almones. Está en los hornos.

1Encantado.

Era al aire libre, despu$s de la comida. quellos hombres no parec an tener inter$sen que el diálo!o pasara desapercibido.

10uer amos decirte que vemos con a!rado tu presencia entre nosotros 1dijoAierro.

17? eso9

1T8 eres cura, 7no9

12 , y os advierto que s$ cómo pensáis, por lo que me e tra-a4

1>o hay nada de e tra-o 1interrumpió Aierro1. >osotros buscamos la

colaboración de todos los !rupos de buena voluntad.5rancisco estaba en !uardia. :De manera que ya están $stos4;

1 s advierto que a m la pol tica me deja fr o.

170ui$n habla de pol tica9 1repuso 2almones1. Aay mucho que hacer sinnecesidad de invocar a la pol tica.

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>os pasa lo mismo a nosotros con tu fe@ pero eso no nos impide desear vuestracolaboración para luchar por los ideales comunes.

17? cuáles son esos ideales comunes9, porque habr a que precisarlos.

1Todos queremos libertad, di!nidad y justicia4 17Te refieres a las palabras o a sus contenidos9

17 or qu$ esa distinción9

1 orque en las palabras estamos de acuerdo, si quieres@ pero como los contenidosson diversos, se!8n qui$n las pronuncie, el acuerdo resulta verbal solamente, a mi parecerlo que no conduce a nada.

2almones sonrió como ten a por costumbre.

12e!uramente eres un buen cura 1comentó1@ pero tienes la cabeza llena de prejuicios.

5rancisco sonrió a su vez.

17T8 crees9 1repuso1. >o me ne!arás que vosotros lle!áis a m con la bode!a bien repleta de juicios previos. &osotros, los comunistas, sois do!máticos.

17? lo dices t8, sacerdote católico9

12 , porque hay una diferencia. >osotros apoyamos nuestros do!mas en la palabrade Dios. &osotros apoyáis los vuestros en la de un filósofo.

2almones se puso serio.

1 ara quien no cree en Dios puede ser suficiente un filósofo con clarividencia.

10uizá. ero para quien cree, en todo caso, un filósofo resulta evidentemente poco.

17Te nie!as, pues, al diálo!o9 1inquirió Aierro en tono adusto.

1>o he dicho eso.

1 ues lo parece.

1/omo personas siempre me interesar$is. El diálo!o conti!o, o conti!o, as , dehombre a hombre, siempre será !rato para m . El diálo!o con vuestro credo, no tanto. >uestras ideolo! as son irreductibles.

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1En ese plan tuyo de intransi!encia 1comentó 2almones1, desde lue!o@ peronosotros entendemos que hay un saludable pro!resismo entre los católicos4

1Lo hay.

17? t8, que vienes a la fábrica, que te haces obrero, no eres pro!resista9 1/laro que lo soy. ero, entendedlo. 2er pro!resista no es ceder en cosa al!una

esencial@ no os llam$is a en!a-o.

1El capitalismo está podrido por dentro. En realidad sólo hay dos fuerzas en presencia. /uando se hunda aqu$l, cuando se disuelva en su propio y hediondo e cremento,no quedará más que comunismo y cristianismo.

1 m no me duelen prendas. >o soy capitalista.

1Lo sabemos. or eso nos interesas. 1 ero, ojo. Decir que no soy capitalista no es decir que soy filocomunista o cosa

parecida.

2almones si!uió su pensamiento.

1/omunismo y cristianismo han de entenderse por fuerza.

170uieres decir por la fuerza9

1>o@ forzosamente4ero 5rancisco se mantuvo en su idea.

12i dijeras comunistas y cristianos, en vez de comunismo y cristianismo, te dar a larazón.

1&uelves a ju!ar con las palabras 1terció Aierro.

1>o lo creas.

1E pl cate.

1/omunismo y cristianismo son incompatibles. >o as comunistas y cristianos. Las personas son siempre más fle ibles que las ideas.

1&amos 1dijo Aierro con aspereza1, que t8 estás por nuestra conversión.

1>o he dicho eso, aunque, lo reconozco 1sonrió1, eso resolver a el problema.

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Aierro era más directo, menos paciente que 2almones.

17&es cómo con vosotros no se puede dialo!ar9 1dijo.

1Espera un poco@ 7y qu$ otra cosa estamos haciendo que dialo!ar desde hace un

rato9 12i llamas a esto diálo!o4

12 , salvo que t8 entiendas por diálo!o el que uno se os entre!ue con armas y ba!ajes.

1?a se!uiremos 1cortó 2almones mirando el reloj1, que hay tela para rato. %einteresa hablar conti!o.

1%e encontrarás siempre dispuesto.

17Lo dices de verdad9

1>o ten!o más que una palabra.

17? no te re-irán9 1pre!untó irónico Aierro.

1Descuida. ?a soy mayor de edad.

1>o le ha!as caso 1rio 2almones1. Aierro es un primario.

1>o me dis!usta que di!a lo que piensa.

16racias 1dijo $ste1, lo mismo di!o.

Toda la tarde le dio vueltas 5rancisco a aquella conversación. :Es curioso, primeroni me miraban, y ahora, de pronto, todo el mundo quiere hablar conmi!o;. Era verdad.5rases como" :tenemos que hablar;, :ya hablaremos;, :ten!o que hablar conti!o; eranal!o que se hab a venido haciendo cotidiano. +na cosa estaba clara, y es que la primitivaindiferencia hab a encubierto una profunda curiosidad. >in!una humana prenda bastaba para e plicar aquello. ero nada le preocupaba tanto como la conversación mantenida conAierro y 2almones. 3epasaba lo dicho y escuchado, frase por frase, escudri-ando losmatices, las posibles intenciones, las consecuencias4 :Decir que son comunistas no esdecir que pertenezcan a una e tra-a especie con la que no ten!a que ver la redención de/risto. El evan!elio dice de #es8s que com a con los pecadores4 7acaso no lo hubierahecho con los comunistas9 7Es un comunista menos apreciable que la oveja e traviada porla que hay que dejar las otras noventa y nueve9;. /on ellos no pod a ser d$bil, perotampoco áspero. Era una l nea de dif cil equilibrio. :+n comunista, de ordinario, no es unfariseo, ni menos un tibio;. ? es a los fariseos a los que /risto fusti!ó con acritud, pensaba,y a los tibios a los que Dios habló de vomitar de su boca. ero <cuidado=, quer an

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envolverle, mezclarle, interesarle con ellos. Las frases :idiota 8til; y :compa-ero de viaje; bailaban ante sus ojos, pero siempre le hab an parecido recursos fáciles y demasiadosimples de una dial$ctica frente a otra4 Lo cierto fue que aquella entrevista, aquel dilatado parlamento que cuantos ojos quisieron tuvieron ocasión de contemplar, fue lar!amentecomentado por los rincones de la fábrica y, en cierto modo, resultó una especie de tácito

espaldarazo para el cura, ante el masivo estamento proletario.Don 5ederico hizo por cruzarse con $l como al acaso.

1/uidado con qui$n se junta, padre.

0uedó de una pieza. 7Tan pronto hab a subido la noticia9 ensó en 3ufino.

1>o s$ a qu$ se refiere 1mintió sin escr8pulo.

17De veras9

12i no se e plica4

1El peli!ro para un cura obrero no son las mujeres, es el mar ismo.

5rancisco le salieron los colores a la cara.

16racias por su desinteresado consejo 1dijo con sequedad.

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1Ten!o muy malos pensamientos4

1Es que ella4

1? miradas4

las dos horas de aquel ejercicio, 5rancisco se sent a flotar en una nube deaburrimiento, por más que hac a esfuerzos a fin de mantenerse atento. Era poco ami!o deechar discursos en el confesonario. >o conoc a a aquellas !entes. Bma!inaba que novolver a a verlas. 2ent a que no deseaban de $l otra cosa que la absolución por v a rápida. $l se la administraba a uno tras otro.

+n mona!uillo vino a llamarle para la misa. 5ue como una liberación. or aqueldomin!o hab a terminado. En el altar, cara al pueblo, dejó va!ar la vista mientras preparabalos corporales. aquella hora tard a la asistencia era muy caracterizada. :+no de los m os 1pensó1 pintar a aqu tan poco como una sardina en una lata de salmón;. Este

pensamiento se le hizo obsesivo durante la lectura de la litur!ia correspondiente al d a. Deuna manera confusa y simultánea a la atención indispensable debida a los te tos, ima!inabaa los oyentes como !randes, lustrosos y muy caros salmones, col!ados verticalmente sobrelos bancos. En su momento volvió a abrir las manos para decir"

1El 2e-or est$ con vosotros.

2in hab$rselo propuesto, sintió lo que estaba diciendo y volvió a mirar a la !entecomo a seres humanos. :2i su problema 1se dijo1 consiste en ver al prójimo en los m os,el m o está en verlo en ellos;. ? pidió perdón mentalmente por el despe!o que sent a hacialos presentes, confesándose que la caridad no pod a ser clasista y que sin duda $l no ven a

ser mejor que muchos de los que le miraban. La i!lesia, a aquella hora, se hab a llenadosiempre@ pero estaba fuera de duda que la concurrencia se sent a especialmente atra da pla predicación del cura obrero. La noticia de su presencia en la parroquia se hab a corridohac a tiempo por el barrio residencial, haciendo menear muchas cabezas y despertandosuspicacias, al mismo tiempo que curiosidades.

1Estos curas de ahora se empe-an en buscar tres pies al !ato 1dijo don /osme, de profesión :sus consejos;, con un buen paquete de acciones en la empresa de 5rancisco.

Tomaban el aperitivo al lado de la piscina familiar, en la que chapoteaban sus hijos ylos ami!os de sus hijos.

17 ero, es cierto que está de obrero9 1pre!untó su cu-ada, una rubia, todav a de buen ver, separada tras unos a-os tormentosos de matrimonio.

1/omo lo oyes.

10uiero decir de obrero tal, como esos pobrecitos4

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1 h, s . El marido de la cursilona aquella, ya recuerdo.

1 l parecer charla con elementos comunistas 1si!uió 5elipe.

17Mo os lo di!o9 1recalcó la se-ora, pasando una bandeja apetitosa, llena de

deliciosos caprichos1. Los curás y los comunistas de la mano. <Era lo que nos faltaba porver=

1>o me e plico en qu$ están pensando los prelados 1dijo don /osme,retrepándose en la silla de jard n.

10uerrán que todos seamos pobres 1repuso aqu$lla con despecho1, porque otracosa4

1%ujer 1dijo conciliadora la cu-ada1, ricos y pobres los hubo siempre. Está enel evan!elio.

5elipe se echó a re r.

1El evan!elio es un libro encantador 1dijo1, pero, seamos sinceros, para la vidade ahora ya no nos vale.

1<>o tanto, no tanto= 1protestó la se-ora.

1%ira, En!racia 1si!uió $l, festivo1, el evan!elio dice que bienaventurados loshumildes y los mansos4 T8 me dirás a dónde vas con eso hoy, dado como está la vida. ?dice que ellos poseerán la tierra, pues, <menuda=, tal como se está poniendo el metro

cuadrado4 1>o seas !anso, 5elipe.

1La verdad, En!racita, la verdad. ?, en cuanto a los ricos, recuerda4 7cómo eraaquello del camello y del ojo de la a!uja9

1>o desbarres. Lo que hay que tener, eso s , es pobreza de esp ritu.

17/on qu$ se come eso9

1 s sal s de la cuestión 1precisó don /osme1. Aablábamos del cura ese.

170uer$is que os di!a lo que es9 1dijo la se-ora con decisión.

17El cura9 1pre!untó la cu-ada.

12 , el cura.

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1Dilo, mujer.

1%uy sencillo. Es uno de esos tontos 8tiles de que hablan los periódicos.

1 ara m que de tonto no tiene un pelo 1dijo 5elipe.

1Espera un poco 1opuso don /osme1. ?a verás t8 cómo lo envuelven@ <si loestoy deseando= 2erá uno de esos listos de seminario, ya lo verás. En la vida práctica, nada.2i no, al tiempo.

+na !ran parte de la asistencia a las misas tard as pensaba de forma parecida a don/osme y su c rculo. 5rancisco lo sab a. or eso se le hac a más fácil amar a los obreros,aunque fuesen como 2almones y Aierro. Los encontraba más aut$nticos y más en acuerdo profundo con su credo.

Le do el evan!elio ten a que hablar unos minutos. %iró a la concurrencia. >o les iba

a !ustar lo que pensaba decir. or un instante se sintió roca de acantilado, ante un mara!itado de cabezas que buscaban inquietas su acomodo, su particular án!ulo de mira4

1 !reced y multiplicaos. h ten$is el te to de la primera ley dada a los hombres.Dios inventó la familia Lue!o vino /risto, hizo del matrimonio sacramento. horalle!amos nosotros, inventamos el tópico de :la familia cristiana; y vivimos de rentas.

Aab a ruido en la i!lesia@ ese particular zumbido de la multitud que bulle tomando posiciones.

1Fl podr a llamarse don #os$4 es un nombre como otro cualquiera. Don #os$ es

:un cristiano padre de familia;, con derecho a tener en su d a hasta nota necroló!ica en la prensa. Don #os$ en un lustroso bur!u$s, a pesar de que conoce el evan!elio4 es decir, :elevan!elio de don #os$;, un evan!elio razonable y sensato, con pajaritos y palomas4

+n silencio profundo total, acababa de producirse en el templo. >adie se mov a ya.

1Don #os$ es cofrade de esto y mayordomo de lo otro. Don #os$ recibe palmaditasen la espalda, de parte de su párroco, y hace ejercicios espirituales :para hombres;. Don#os$ sale cualquier d a en los periódicos. ll se le llama :honrado industrial; aunque suscontabilidades están llenas de secretos@ :di!no esposo;, aunque4 ya sab$is lo que le pasa adon #os$@ :padre ejemplar;, aunque ni quiso ser padre de los hijos que deb a haber tenido

ni resulta ejemplar para los que, de hecho, tuvo. Don #os$ no falta a la misa del domin!o, pero <ay, si no yendo a misa se pudiera conse!uir otro consejo más= Don #os$ va por la vidacon una camisa siempre impecable@ y casi siempre con unos sucios pensamientos en lacabeza y unos deseos de la más nfima e tracción. Don #os$ dice a los pobres :>o ten!osuelto;, y, en el fondo, es verdad. Tiene dinero, pero no lo tiene suelto, es cierto, sinoco!ido, incre blemente co!ido. Don #os$ tiene muchos ami!os en la localidad y al!unasami!as fuera de ella. Don #os$4 bueno, si ya está dicho" es un cristiano padre de familia.

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Era una e tra-a predicación a la que el p8blico no estaba acostumbrado. 5rancisco pod a ver los rostros inmóviles, las miradas fijas. 2ent a cierto calor en la cara, pero ya noiba a parar.

1Ella es :la se-ora;. La se-ora es piadosa, rezadora y hasta un poco novenera. ?a

veis que no trato de car!ar las tintas. Es ami!a del párroco y tiene car!os directivos en lasasociaciones reli!iosas. La se-ora tiene su propio director espiritual y comul!a diariamente.2in embar!o, la se-ora no está limpia. 2i el justo cae siete veces cada d a, 7qui$n devosotros va a ser capaz de calcular el n8mero de veces que cae la se-ora94 La se-ora tieneun reclinatorio para rezar sus oraciones@ pero habr a que dotarla de un murmuratorio parevacuar sus conversaciones. La se-ora dice que el servicio está imposible@ pero la verdad esque nunca se ha puesto a pensar en lo que opinar a caso de pertenecer ella al servicio. Lase-ora tiene una vida social bastante intensa, espectáculos, reuniones, visitas, compromisos@ pero, claro, 7cómo va a aceptar las :e i!encias; del servicio9 7>o les debe bastar con salircada domin!o9 La se-ora no se ocupa del incierto porvenir de sus sirvientas@ pero no puededisimular que le dis!usta que sus criadas ten!an novio4 esas citas en el portal4 La se-ora

brujulea en torno de sus hijas. Aay que casarlas. ero tiene un ideal para sus :chicas;, que paulatinamente se vayan aper!aminando al fiel servicio de la casa.

5rancisco si!uió implacable con la se-ora hasta el final de su parte, consciente de laimpopularidad de su discurso en aquel medio. Lue!o, tras una pausa, en que ni un carraspeoturbó el silencio, si!uió as "

1 epito es el mayor. El mayor sinver!Henza de la familia, de no ser por su papá.epito se prepara para in!eniero. Fl va a ser un in!eniero impresionante a juz!ar por los

a-os que lleva preparándose. :El padre dice, la carrera es muy dura, pero mi hijo esinteli!ente;. La madre dice" : lim$ntate bien, hijo, y ten cuidado con el trabajo, que

siempre vuelves muy desmejorado;. epito dice" :0ue me llamen tarde, o, mejor, que nome llamen. ?a me despertar$ yo;. El mayor tiene una misa al lado de casa@ pero esa misano es para que $l la oi!a@ como tiene una novia, al!o más lejos de casa, que tampoco es para que $l se case con ella. El mayor estudió con reli!iosos. hora no estudia ni sinreli!iosos. El mayor tiene asomos de anticlericalismo, pero con cierto pudor infantiloide.Aabla mal de los curas@ pero se confiesa con los curas. Diserta crudamente de mujeres, perse llama epito todav a@ no tiene talla para llamarse don #uan, ni siquiera don #os$, como padre. Tiene inquietudes pol ticas@ pero, por des!racia, ni sabe lo que es pol tica, ni pierdel apetito por la inquietud. La pol tica de epito, la 8nica que de veras le interesa, es la pol tica del dinero, de su dinero. 3oba a sus padres de mil modos in!eniosos@ robafin!iendo !astos y roba4 s , robando, mirando furtivamente a los dos lados, mientrasejecuta la faena4 De este mayor no hay rastro en el evan!elio. ll se habla, s , de un joven rico@ pero $ste hab a cumplido los mandamientos desde su primera juventud. epitel ojo derecho de mamá, el hijito de familia, es el 8ltimo subproducto de una bur!ues afracasada, blanden!ue y comodón, al que sólo una fuerte sacudida, una sacudidaapocal ptica, podr a arrancar a8n ese destello de hero smo que hasta en epito e isttodav a como una 8ltima y hermosa posibilidad.

Lle!ado aqu , hizo una pausa más lar!a de lo habitual@ pero nadie rebulló.

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1Ella, la ni-a, tiene dieciocho a-os, pero lo mismo podr a tener veintiuno oveintidós, a juz!ar por el tiempo que lleva saliendo con $ste o aquel plan. La ni-aaprovechó la ense-anza media para llenar de estampitas el misal@ pero la ense-anza mediano aprovechó a la ni-a para alcanzar su t tulo de bachiller, que era la menor de las posiblesmetas. /uando ten a catorce a-os ya se dejaba co!er la mano, 7sólo la mano9, por el

chiquillo de turno. 7/ómo e plicarse que ahora su madre pon!a mala cara porque se va solaen coche con un chico94 La ni-a flota en casa entre almohadones, a la espera de lallamada telefónica. >o tiene otra ocupación conocida. 2us quehaceres se reducen a losaperitivos, las e cursiones, los espectáculos y las horas de comentario con la ami!a, de parloteo insustancial por el tel$fono. la noche, naturalmente, está rendida. En su mesillade cama hay una cinta azul. la ni-a, en su momento, la nombraron :hija de %ar a;.

>o ten a idea del tiempo que llevaba hablando@ pero quer a cerrar el c rculo y acabcon la ni-a para decir"

1El más peque-o tiene quince a-os. Está todav a en el cole!io. Es lo más sano,

quizá de la familia, y, sin embar!o, se confiesa de pecados mortales casi todas las semanas.El peque-o tiene un ami!o del a!rado de su madre, porque el ami!o es hijo de :los tales;.:< nda, hijo, llama a /arlos=;. El peque-o está encantado. Ese /arlitos es la mar deemocionante. El peque-o ha aprendido más con /arlos que con todos sus profesores de bachillerato. l peque-o le dan sus treinta duros los domin!os@ pero $l !asta un tanto más ala semana. 7/uál es la clave del misterio9 :El peque-o es un an!elito;. s dice su mamá@ pero la doncella que se fue de casa iba con otro pensamiento, aunque, 7qui$n conoce mejora los hijos que su madre9 El peque-o se pone en casa menos colorado cada vez. Es unasuerte, porque antes, cada mentira era un tormento, y 7qu$ hijo de familia puede vivirdecentemente sin mentir9 El peque-o, en suma, no es casto, co!e dinero, falta a clase,miente, insulta, a!rede, !uarda rencor, es cruel4 el peque-o es católico, desde lue!o,

absolutamente no apostólico y se i!nora si romano. El peque-o que, repito, es lo más sano,quizá, de la familia cristiana.

Todav a estaba hablando ante aquellas estatuas, que no en otra cosa parec an haberseconvertido los oyentes, cuando pensó" :%erecen lo que di!o, es verdad@ pero son mishermanos, hijos de Dios i!ual que yo, y los estoy condenando;4

1Ten!o que terminar. /uando #es8s llamó a los fariseos :sepulcros blanqueados;no los juz!ó del todo. Lejos de m el condenar a nadie. ? menos mientras vive. ero lejos,i!ualmente, el acallar el evan!elio que os ur!e a vosotros como a m .

La tensión se aflojó y el ambiente fue arropado por los murmullos del p8blico que se pon a de pie para decir el /redo. Los conocidos cambiaban miradas si!nificativas. Aab aquien se ale!raba y hab a quien herv a de indi!nación. ero, en el fondo, todos estabansatisfechos de al!8n modo. El predicador hab a respondido a la e pectación. El cura obrerono hab a defraudado. Estaban impacientes porque aquello terminara, ávidos del sabrosocomentario a la hora del aperitivo que esperaba.

5rancisco se quedó a comer en la rectoral, a requerimiento del párroco. Era domin!o

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y no ten a disculpa. 2e sentaron tarde a la mesa y se notaba en todos la fati!a de unama-ana de intensa actividad.

1Estuviste colosal 1dijo #os$ %anuel en una e plosión de entusiasmo juvenil.

1?a he o do, ya 1comentó don #acinto sin definirse.2er!io !uardó silencio. >o era preciso que abriera la boca para saber cómo opinaba

sobre el particular.

12e la diste buena a los de la una 1a-adió el joven coadjutor.

12e!uirán i!ual, no te ha!as ilusiones 1puntualizó 5rancisco.

1>unca se sabe.

1Esos son impermeables.2er!io alzó la cabeza.

12i es as 1dijo1, 7por qu$ los machacas9

1?o predico el evan!elio. >o machaco a nadie.

1Tambi$n en lo bueno puede haber demas a. El trato que has dado hoy a la familiacristiana, no lo dudes, se!uro que habrá escandalizado a más de uno.

5rancisco respiró hondo antes de responder.

1%e r o yo de ciertos escándalos :evan!$licos; cuando te espera un coche as delar!o a la puerta de la i!lesia y4

2er!io le interrumpió.

1Te sales por la tan!ente.

17?o9 %ira, si quieres escándalos te contar$ el chistecito que corrió por la fábricacuando la prensa publicó las fotos de los cochazos en que se diri! an a entrevistarse el apay tená!oras, :los humildes siervos de los siervos de Dios;, como rezaba el pie.

170u$ tienes t8 que decir del apa9

1<2i es $l mismo quien me lo su!iere=4 Espera 1se levantó y fue a revolver en elestante de las revistas, buscando un n8mero atrasado de :Ecclesia;1. tiende@ escuchaesto" :La fi!ura del apa aparece en un cuadro de majestad y esplendor. +na atmósfera de!loria parece invadir la escena radiante. 3enace la pre!unta" 7Todo esto es edro9 7 or qu$

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tanta solemnidad9 Aay quien encuentra cierta fati!a en lle!ar a esta identificación de edrocon el apa as representado, y se pre!unta el por qu$ de tanta vistosa e terioridad que sabea !loria y victoria4 +na pobre t8nica de pescador y de pere!rino, 7no nos dar a la ima!enmás fiel de edro que no el manto pontifical y real que viste su sucesor9; 1levantó losojos1. 2on sus palabras, ya lo sabes.

1Te a!arras a un tópico !en$rico para zafarte del caso concreto que estaba sobre eltapete.

1Eres t8 quien habló aqu de :escándalo;.

1Aay escándalos y escándalos.

1De acuerdo. ero yo te di!o una cosa. La B!lesia es el 2acramento de /risto, as ,con may8scula. Es la sociedad a cuyo trav$s /risto se nos comunica y se nos hace sensible.

ero no es concebible un /risto que no sea pobre y no manifieste preferencia y amor, no

sólo a los pobres, sino a la misma pobreza. El que la B!lesia no sea s mbolo real de /risto pobre es, o ser a, el !ran escándalo, realmente, a cuyo lado palidecer an todos estos otrosescándalos de que tanto se habla, el de una artista de cine, el de un traje de ba-o, o el de un predicador que canta las verdades.

1Todos sabemos que hoy está de moda meterse con la curia de 3oma y con loscardenales. ara m , sin ne!ar los defectos, no hay bajo esos ataques más que una formalarvada de dema!o!ia y anticlericalismo.

5rancisco recordó una comentada discusión habida en un retiro hac a dos a-os.

1#os$ %anuel 1dijo1, t8 debes tener :El abo!ado del diablo;, 7quieres traerlo, por favor9

2er!io hizo un si!no evasivo con la mano mientras el joven coadjutor se apresuraba.

1<>o me ven!as con literaturas= demás, %orris Nest, <menudo oportunista=

1Lo que quieras, pero hay un párrafo en ese libro que quiero recordarte y que a m parecer resume un pensamiento que comparto.

17 ero tiene un pensamiento %orris Nest9

1Escucha 1lle!aba #os$ %anuel con el libro que 5rancisco ojeó rápidamente1.Escucha esto" :4 las insidiosas tentaciones de los pr ncipes;, está hablando de uncardenal, :or!ullo, poder, frialdad de corazón. /risto creó obispos y un papa, pero nunca uncardenal. El mismo nombre Ocardo P !ozneQ contiene en s mucho de ilusión. </omo sellos fueran los !oznes de que penden las puertas del cielo= odr an ser !oznes, pero $stosson un metal in8til a menos que est$n firmemente anclados en la estructura misma de laB!lesia, cuyas piedras son los pobres, los humildes, los i!norantes, los que pecan y los que

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aman@ los olvidados de los pr ncipes, pero no de Dios;.

5rancisco cerró el libro de !olpe. 2er!io repuso"

17? qu$ hay con eso9

10ue por ese párrafo al!unos de los nuestros tuvieron a %orris Nest punto menosque por un traidor@ pero hoy, si escuchas al apa y a hombres como el cardenal Lercaro, sinir más lejos, verás que, quitando el ropaje literario, vienen a decir lo mismo, más o menos.

Don #acinto, que hab a escuchado en silencio, terció aqu .

1Discut s y discut s y no acabar$is nunca, porque, sencillamente, los dos ten$is un punto de razón.

2er!io era más disciplinado que 5rancisco y se calló. 5ue $ste el que dijo"

1>o veo4

12 , :socialista;, s 1el párroco sol a llamarle de esta forma y no lo hac a sinafecto1. El manto pontifical no e cluye la t8nica de pescador.

1Es posible, pero4

Don #acinto ten a el !enio vivo y se enfadó.

1>o hay pero que val!a, hombre. El honor que se da al apa no se para en el apa@

ni siquiera en edro. Es honor que se da a /risto. ? t8 verás si a /risto le damosdemasiado.

5rancisco se le ven an las palabras a la boca@ pero optó por callarse.

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9

1 aco4

La /anela estaba en la puerta.

1Esp$rame abajo.

17>o puedo entrar9

La miró unos se!undos. 1/uando estoy solo, no.

Aizo un moh n de dis!usto.

1<Aijo, no te voy a comer=

1>aturalmente que no. ?a sabes por qu$ lo di!o.

&olvió a la escalera sin decir nada. >unca comprender a que hubiera que

preocuparse por la !ente. :Es una chiquilla;, pensó $l. ero sab a que era planta silvestre deuna tierra sin apenas roturar. ? era !uapa 1:atractiva, más bien;1 por más que prescindiera de retoques. En su tez saludable, en el brillo de sus ojos, en la apretadadel!adez de su carne, bajo el traje camisero, estaba la juventud, una juventud que, en/anela, luc a el mejor momento de sus encantos naturales.

170u$ quer as9 1le dijo sobre la estrecha acera.

1>o, nada.

17Te has enfadado9

Le miró a los ojos, con los suyos h8medos, y, de pronto, se le iluminó el rostro.

1/onti!o es imposible.

1<%enos mal=

1T8 eres distinto.

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1>o di!as tonter as.

1Esos4

Aab a fruncido el ce-o de una forma !raciosa, pero sumamente e presiva.

17&olvió a molestarte /elestino9

1Fl va a lo suyo.

1Le hablar$.

1>o, no 1replicó con viveza1, t8 no te metas.

17 or qu$ no9

1D$jalo. Es un bruto. demás no era por eso por lo que quer a hablarte. 17 or qu$, entonces9

12i lo supiera yo misma4

1<&amos, ili=

1%e !usta hablar conti!o.

1? a m conti!o@ pero ya sabes lo que pasa con el tiempo.

170u$ tienes que hacer ahora9

1Ten!o que ver a los de la A /.

1<%enuda pesadez=

1>o di!as eso. 2on unos tipos estupendos.

1>o lo dirás por /ampanilla.

1>o te burles, ili.

/anela se compun!ió.

1 erdona.

1>unca olvides que lo que trato de ense-arte es el amor. +n d a me pre!untaste queen qu$ consist a nuestra reli!ión y sabes lo que te respond . T8 tienes un corazón muy

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!rande, chiquilla@ intenta amar a los demás.

ti eso no te cuesta. ero f jate, sobre todo, en los más d$biles, en los menosafortunados, aunque todo esto ya lo sabes t8 muy bien.

10uisiera saber hacerlo como t8.Aab a una admiración sin l mites en el a!ua limpia de los ojos de /anela.

1?o no soy nin!8n modelo.

1 ues ahora todo el mundo habla de ti.

1<0u$ cosas tienes=

1/uando yo te lo di!o4 y el >avajas no me deja en paz con el cura.

172 9

1Cueno, de eso prefiero no hablar.

5rancisco se puso serio.

170u$ dice9 <D melo=

1>ada, si son chistes4

En casa de Rscar 3aba estaban reunidos los responsables de la A /. 5rancisco noquer a acudir a sus reuniones re!ulares, porque no deseaba verse encasillado más de lo queestaba por su inalienable condición. ero esta vez hab a prometido su asistencia.

12e barajan dos respuestas 1hablaba el propietario de la casa1. Aay quien está por el trabajo lento. Aay quien prefiere retirar las horas e traordinarias.

El padre 0uintas !ustaba de estar bien informado y requirió con sus pre!untas a los presentes para hacerse cumplido car!o de la situación.

12e trata de presionar de al!8n modo 1e plicó Rscar1, pero ambas decisionestienen pe!as.

170u$ hay de ese e pediente9

17El del Ener! as y los otros9

1El mismo.

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1Tiene muy mal cariz.

1?a.

1 ero, además 1terció /ampanilla1, con eso del paro tecnoló!ico ya somos más

de treinta los que estamos con el salario base y sin dar !olpe, que maldita la !racia que noshace esta vacación forzosa, y conste que por m no di!o nada.

17T8 qu$ piensas9 1inquirió 3aba.

5rancisco se quedó un tanto pensativo.

1T8 estás en el jurado. 7>o hay recurso le!al9

1Aombre, siempre se puede insistir@ pero la !ente se impacienta. ?a se sabe que laempresa se resiste. ero yo ahora pienso en la A /.

1>o me toca a m decidir lo que ten$is que hacer. 70u$ dice 2almones9

1Esos están por el trabajo lento.

1 ero ser a un plante, 7no9

1 l!o parecido.

1>o s$. &osotros conoc$is el pa-o mejor que yo. or mi parte soy de la opinión deque siempre conviene intentar los caminos le!ales, mientras est$n abiertos y ofrezcan

posibilidades. /laro que, caso contrario4 1De eso se trata 1dijo un sujeto de rostro taciturno que respond a por /ampo1.

7Estamos ya en el caso contrario9

12almones querrá jaleo 1comentó 5rancisco como para s .

12e!uro 1dijo 3aba1. Esos son de los de r o revuelto.

/ampanilla miró al padre 0uintas y pre!untó"

17 s las cosas, con qui$n debemos estar nosotros, con la empresa o con ellos9

5rancisco miró a todos en torno.

12$ que es muy fácil decirlo@ pero la respuesta no puede ser más que una" Aay queestar con lo más justo.

1 or cierto 1dijo 3aba1, a ti te rondan mucho esos 8ltimamente4

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17Te refieres a 2almones y a Aierro9

12 .

12e comenta lo suyo 1a-adió /ampo.

1>o hay nin!8n misterio 1dijo 5rancisco1. Ellos vienen y yo admito el diálo!o.

1Ten cuidado 1repuso 3aba !ravemente.

El padre 0uintas sonrió.

172on tan peli!rosos9

1Lo que andan buscando es arrancarte afirmaciones de tipo social para lue!o irdiciendo por ah " :el cura dijo esto;, :el cura dijo lo otro;.

1%ientras no di!an más que la verdad, yo acepto la responsabilidad de todo cuantodi!a.

12 , pero :verdad; y :mentira;, en labios de comunistas, no valen i!ual que verdady mentira en labios de uno como t8.

17Dejará de haber un hombre como yo en cada comunista9

La conversación se prolon!ó hasta bien entrada la noche, y cuando 5rancisco bajó para diri!irse a casa, la calle estaba como boca de lobo, pues las bombillas municipales

hac a tiempo que hab an saltado bajo la afinada punter a de la !ente menuda, sin que nadise hubiera preocupado de reponerlas. Bba solo y se dec a" :Es complicado todo esto y no elo m o. Lo m o es trabajar y amar a todo el mundo. Desde Aierro a /ampanilla, a todo elmundo;. El cansancio y el sue-o pesaban en sus párpados. Los bloques aparec an mudos yoscuros, sin dejar adivinar la abi!arrada vida que all dentro so-aba, sufr a y amaba bajo elmanto de la noche.

or debajo de la puerta de su casa advirtió luz. Esto le contrarió, pues se ca a defati!a.

170u$ ocurre9

Tonchu se afanaba por vendar la cabeza ensan!rentada de una mujer de medianaedad.

1Fsta, que la han puesto buena.

170ui$n ha sido9

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1<0ui$n va a ser, aco=, 7no la conoces9, el marido.

Levantó el rostro la mujer y 5rancisco reconoció a la Bsabela.

170u$ fue eso9 70u$ os pasó9

1<El !ran castrón= 1!imoteó la mujer1. <El borracho de $l=

Era una cosa c clica. >o pasaban quince d as sin que la !olpeara. 5rancisco sintió untedio tremendo, una oscura tristeza.

1Aablar$ con $l, Bsabela.

1<>o quiero verle más=

ero s le ver a. Estaban los hijos, <a ver qu$ vida= Entre Tonchu y $l acabaron d

curar las heridas superficiales que ten a en la cabeza. 1?a está, no te apures. nda, $chate un sue-o ah 1se-alaba el catre de Tonchu1

hasta ma-ana por la ma-ana. ? t8 1al chico1 ven conmi!o.

asaron a la estancia conti!ua.

1>os ha fastidiao 1dijo Tonchu.

1>o hables as .

170u$ no hable as 9 <Dios4 1le contuvo la mirada de 5rancisco1, hasta la camale han de quitar a uno=

1Es a /risto a quien le has cedido el sitio.

12i estuviera se!uro4

5rancisco se le acercó hasta tomarle por los hombros y hacer que se le encarase.

17/uándo aprenderás, Tonchu9

Los ojos del muchacho acabaron cediendo, al tiempo que dec a"

1Está bien, está bien.

El padre le soltó, a-adiendo"

1 cu$state en mi cama, yo ten!o que rezar.

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1<2 =, 7eh9 1saltó Tonchu1. T8 no quieres ser menos y tambi$n quieres dejar lacama a /risto, 7verdad9

5rancisco se echó a re r.

1 bed$ceme, hijo, y permite que ha!a i!ual que t8. >unca hab a o do aquellas palabras en boca del padre 0uintas. Le !anó una e tra-a

sensación.

1Cueno, al fin y al cabo t8 eres cura 1dijo, pero bajo la trivialidad de las palabrasdesenfadadas y c nicas, hab a una emoción cuidadosamente escondida.

5rancisco a!uardó que Tonchu se durmiera, cosa que no se hizo esperar, y sacandouna manta del armario, se acostó en el suelo envuelto en ella, esco!iendo para ello elán!ulo opuesto a la ventana. :Dicen que es muy sana la cama dura;4 En todo caso, la

!ran fati!a que llevaba encima no le dio tiempo a lamentarse.

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10

Decididamente se hablaba ya más del padre 0uintas en los medios bur!ueses que enlos proletarios. %ientras se hab a mantenido acovachado en el mundo de los trabajadores,apenas era una an$cdota que comentar. ero desde que, a trav$s de sus predicacionesdominicales, deb a diri!irse a la llamada :!ente bien;, era el tópico obli!ado de muchasconversaciones de sociedad. ? es que ejerc a una curiosa fascinación sobre los mismos queeran objeto de sus diatribas. 2e iba a escucharle con avidez, si bien era aviesa la intención yapenas se disimulaba el propósito y la esperanza de sorprenderle en las palabras. quel curaobrero molestaba. Desde el principio hab a sido para al!unos como un hueso dislocado@ pero, desde que hablaba, dol a, además. 5elipe, el rentista solterón e ntimo de la familia dedon /osme, observaba todo esto desde el án!ulo de humor en que !ustaba situarse, y letiraba de la len!ua a 5ederico, el jefe de personal en la empresa de 5rancisco. 2e hallabanen el club, atracados en sendos butacones, delante de unas :colas; bien casti!adas con!inebra.

1?a hace tiempo que la prensa viene denunciando la maniobra.

5ederico era un buen in!eniero, sin duda@ pero no ten a clara conciencia de que,fuera de su campo, dejaba de ser especialmente apreciable su opinión.

17T8 crees de verdad en una maniobra9 1pre!untó 5elipe levantando las cejas. 1Desde lue!o.

10u$ quieres que te di!a. ?o no me ima!ino a ese padre 0uintas urdiendo planestenebrosos.

1>adie ha dicho que los urda el padre 0uintas. La maniobra es del mar ismo, node los curas.

5elipe sacudió la ceniza de su ci!arro antes de reponer"

17/ómo probar eso9

5ederico se e altaba con el tema.

1Ten as que estar en la fábrica. Les están haciendo el jue!o. 70u$ más quiere elcomunismo9

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1>o está claro, 5ederico.

17>o9

1>o. 2i los curas se van con los obreros, dec s vosotros" :<qu$ más quiere el

comunismo=;. ero si los curas se vuelven a las sacrist as, al!uien podr a decir, y lo dirá sinduda, :<qu$ más quiere el capitalismo=;.

El in!eniero buscó los ojos al rentista.

1%e e tra-a que seas t8 quien hable as .

5elipe sonrió.

1Estamos teorizando. m , personalmente, me encanta el capital@ para qu$ te lovoy a ne!ar. ero eso no impide que me !uste ser sincero conmi!o mismo. Tambi$n me

!ustan las coristas, y, sin embar!o, todos los a-os lo confieso. 1Lo que tienen que hacer los curas es no meterse en estas cosas. >o me ne!arás

que esto es pol tica, y la pol tica no va con ellos.

5elipe e pelió el humo con delectación.

12implificas demasiado 1dijo1. La deserción de las masas proletarias, respectode la B!lesia, no puede ser :pol tica; para los sacerdotes, si quieren que subsista la B!lesiade los pobres.

1La B!lesia no es de los pobres ni de los ricos. La B!lesia es de todos. 1 erm teme que disienta, chico. /risto dijo como se-al" :Los pobres son

evan!elizados;.

17? qui$n se lo impide a los curas9 0ue evan!elicen, eso es. h estarán en losuyo. >adie se lo iba a discutir.

5elipe se divert a pinchando a 5ederico.

17? qu$ quieres, que esperen a los obreros en las sacrist as9

1Eso no me toca a m decirlo. Ellos verán cómo se arre!lan. Es su oficio, no elm o.

1 hora lo has dicho. Es su oficio. 7 or qu$, entonces, los juz!áis vosotros, sideciden abandonar sus trincheras tradicionales e irse a compartir las del :enemi!o;9 7>osabrán ellos mejor que vosotros lo que hacen9

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1 m es como ponerme delante el trapo rojo. En ese tema yo es que embisto.

5elipe soltó la carcajada.

1Tan !ráfico como siempre, /osme.

1Esto de la reli!ión ya es bastante arduo de por s @ pero que te lo echen todo patasarriba, ahora, despu$s de los cincuenta, y, para colmo, que te ven!an unos curas casiimberbes descubri$ndote la pólvora de lo social, vamos, que es como para darse de baja, sino fuera porque uno cree en al!o que está por encima de pedro y de sampedro.

1+sted ya sabe lo que tenemos en la fábrica 1dijo 5ederico que con don /osme se produc a obsequioso.

12 , el cura $se, ya lo s$. <? si fuera uno nada más= ero es que dicen que sonle!ión los que piensan as entre los jóvenes. >o, si ya di!o yo que tanta dislocada nueva ola

no iba a quedarse en melenas y !uitarras@ hasta en el clero joven hay que ver cada cosa45elipe alzó las manos divertido.

1< or Dios=

1Eso di!o yo" Dios. %e pasmo de que Dios lo permita@ pero Dios, al fin y al cabo,es un misterio. Lo que yo di!o es que los prelados, 7qu$ piensan los prelados9 70u$esperan para pasar por la piedra a tanto curita como pulula por ah , con su tea particular, ju!ando a la revolución9

1&amos 1dijo 5elipe1, que t8 estás por depurarlos. 1<2i no hace falta= &erás, unos azotes a tiempo, y a otra cosa.

1%e hace el efecto de que subestimas el problema. m no me parece que el padre0uintas sea susceptible de corrección a base de azotaina.

170u$ pasa con ese cura9

1>o le conozco, pero me ha bastado verlo y o rlo, para darme cuenta de que es unhueso duro de roer.

1 ues con su pan se lo coman, pero que nos dejen en paz a los cristianos.

5elipe no cre a en nada. or eso le divert a la pol$mica, sin lle!ar a apasionarle. Erahombre ilustrado, pues hab a llenado sus ocios con lectura más que nada, y sus ocios, desdesu juventud, hab an sido muchos.

1Ten$is que haceros a la idea de que la B!lesia está cambiando.

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1Enhorabuena 1dijo don /osme1. m poco me importa que hayan dado lavuelta a los altares y que lean en espa-ol. ero los principios son los principios. h quenadie toque.

170ui$n toca en los principios9

1 h le duele, ami!o. o KBB, para m el mejor papa moderno, di!an lo que di!an, puso las cosas bien claras" De este lado los cristianos. De este otro, los comunistas. s nosentendemos todos. 7 qu$ viene49

5elipe alzó la mano e interrumpió.

1+n momento, un momento. ?o no creo que el padre 0uintas por ejemplo, se haya pasado al comunismo. Eso son pamplinas.

1De hecho 1terció 5ederico1 con ellos anda en amor y compa- a. Tendr as que

verlo conversar ami!ablemente con los elementos más si!nificados de la fábrica. 1<Lo que faltaba= 1e plotó don /osme, dejando traslucir su indi!nación.

1/omo se lo di!o. Eso lo sabe todo el personal. <%enudo ejemplo=

1Es su labor, 7no9 1dijo 5elipe1. Tratará de convertirlos.

17/onvertir a $sos9 1replicó el in!eniero1. /ómo se ve que no conoces el pa-o.

1Lo de siempre 1barbotó don /osme1. 2e harán con $l. Lo envolverán. 2e

escudarán en $l. +n cura, f jate. </ómo no se darán cuenta= :/ompa-eros de viaje;. <0u$razón tuvo el que inventó esa frase= <+n !enio=

1? lo peor es que, 7qu$ se hace con un cura9 7Lo tratas pomo sacerdote o lo tratascomo obrero9 Esa es la cuestión.

1Es muy sencillo 1repuso 5elipe1. 2e le pre!unta a $l.

17 $l9 <2i ni siquiera admite que le llames :padre;=

17>o lo di!o yo9 1volvió don /osme1. Esos de cura no tienen nada. Estoyse!uro de que querr an raerse la corona.

1 or supuesto que $l no la lleva.

5elipe meneó la cabeza.

1>e!áis la sal y el a!ua. 70u$ quer ais9, 7que fuera al trabajo con la coronillasobre el mono9

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1/ada cual es cada cual 1dijo don /osme1 y cada uno es lo que es. Lo que esehombre ten a que hacer es ir a decir misa y dejarse de talleres.

1 ues a m este cura me divierte, ya veis.

5ederico apuró el 8ltimo tra!o antes de reponer" 1</ómo se ve que t8 no tienes que lidiar con ellos=

17 ero qu$ mal tan !randes advert s en el hecho de que un cura trabaje en untaller9

1Es como acusamos a todos los demás 1dijo aqu$l.

17 cusaros de qu$9

12i se toma partido por el trabajo 1terció don /osme1 se está contra el capital. 17? qu$9

17/ómo y qu$9 70ui$n sostiene a la B!lesia9 70ui$n la llena9 70ui$n ha permanecido junto a 3oma94

12i te refieres a los ricos no creo que sea defendible4

1< ues bien nos piden los cuartos= 1saltó don /osme.

5elipe volvió a re r.

1Despu$s de todo, esos curas jóvenes que tanto os preocupan, no pueden ir másallá de pedir que deis los cuartos, como t8 dices.

10ue demos, 5elipe, que demos 1precisó 5ederico.

12 , claro, me incluyo.

1 ero una cosa es pedir el huevo 1filosofó don /osme1 y otra muy distinta pretender alzarse con la !allina.

1En todo caso ten por se!uro que no la apetecen para s .

1 oco me importa. 2i me la quitan, tanto me da quien se la lleve.

Era un tema ina!otable aqu$l, y con tales o cuales matices, con mayor o menorvirulencia, con más o menos car!a pasional, se hablaba de ello en todas partes, al conjurode una bien orquestada campa-a en letra impresa.

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11

Dos velas sobre el altar portátil y los ornamentos indispensables sobre la carne flacade 5rancisco bastaban para cambiar el aire de aquel cuarto y dotarlo de un misterioimpalpable que, a veces, se hac a casi f sico. /aras nuevas, caras curiosas, carassobreco!idas se mezclaban con los rostros habituales. El silencio de la habitacióncontrastaba con los mil ruidos dom$sticos que se filtraban a trav$s de la pandereta de las paredes. El padre 0uintas sacralizaba de tal modo los !estos, los movimientos, el tono de lavoz, que parec a querer suplir con ello cuanto faltaba de altas bóvedas, lucidos capiteles, pol cromas vidrieras y desle do incienso. /hocaba lo sobrenatural al desnudo, la pro imidad de la Aostia, la viva sensación de su presencia. 5rancisco les miraba a los ojos.La comunicación era absoluta. /anela repart a a la entrada las cartulinas con las respuestas.:/risto ha vuelto al pesebre, a las posadas de los caminos, al ho!ar del pecador;. +namadre sub a cada tarde a su hijo idiota. El chiquillo babeaba en silencio. 5rancisco, sinesperarlo, no le hubiera e tra-ado en absoluto un prodi!io all mismo.

1%e acercar$ al altar de Dios.

1 Dios que es nuestra ale!r a.

Era la voz se!ura de Rscar 3aba, y la aterciopelada de /anela, y la bronca de

/ampo, y la apa!ada de Bsabela, y la llorosa de la madre del idiota, y la de Tonchu, llena dedesparpajo, y la de Etelvina, que estaba cie!a y vend a los :i!uales;4

5rancisco oficiaba despacio, sin prisa al!una, pero sin in8tiles pausas. &iv a cada!esto, cada movimiento. 2i hac a una !enufle ión, era toda su persona la que rend ahomenaje. /ada cruz que trazaba con la mano inclu a la conciencia de una bendición.

y$ndole se le sab a en coloquio con al!uien que estaba all , con los presentes. or eso sumisa, si no inspiraba fe, ase!uraba por lo menos respeto.

6ustaba de diri!irles la palabra. Lo hac a casi siempre por breves minutos. :>odejes de decir al!o;, le advert a /anela con avidez. ? no preparaba sus discursos. 2i

hablaba lo hac a de la abundancia de su corazón. La misa templaba su alma. La palabra deDios le embeb a. /uando la tensión interior alcanzaba cierto nivel, se derramaba encomunicación a los demás. >o dec a :queridos hermanos;, ya que eso se daba porsupuesto. >i siquiera dec a :hermanos;, porque, siendo verdad, la e presión sab a a tópico.Sltimamente dec a :compa-eros;, pero la palabra en sus labios quedaba bautizada. Tonchue clamaba lue!o a solas" :<5enómeno= <Estuviste fenómeno=;. ero si al!o le hab a!ustado menos, no se recataba de decirlo" :Estás en baja forma, muchacho;. l hablar le!ustaba mirar a las caras de sus oyentes. /anela ten a los ojos fijos en $l. Le o a como

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hipnotizada@ pero más tarde, la mayor parte de las veces, no era capaz de repetir ni un ápicde cuanto hab a escuchado.

1/uando #es8s volvió a su tierra, cuando se puso a hablarles a los suyos, dec an susanti!uos convecinos" :7>o es $ste el hijo de un obrero9;. Ellos lo sab an mejor que nadie.

:<El hijo de un obrero=;. odemos enor!ullecemos de ello. >i la apariencia de ciertas pompas cardenalicias, ni la presencia de los !randes automóviles a la puerta de las i!lesiasc$ntricas, ni la posible suntuosidad de ciertos edificios pueden cambiar las cosas. :El hijode un obrero;, $se es #es8s. ero no nos confundamos. El rico tambi$n es hijo de Dios. llá$l con su responsabilidad, si es que la tiene. >o podrá evitar que Dios le juz!ue. hora bien, cuando cierto joven rico se acercó a #es8s, el hijo del obrero, para hablar con $l, diceel evan!elio que #es8s le miró y le amó. >adie con más razones que el cristiano para clamar por la justicia@ pero nada más impropio del cristiano que hacerlo con odio. ?o os rue!oencarecidamente que metáis esto en vuestras almas" : mad incluso a vuestros enemi!os;.

ara amar sólo a los ami!os, a los nuestras, no hac a falta este misterio, esta Aostia y estacruz.

Entre!aba su alma en las palabras. 2ólo esto e plicaba la e tenuación que a veces percib a en su interior al terminar. Elevaba la Aostia, tras la consa!ración, y la manten a enalto durante lar!os se!undos. Era la clave de todas las miradas. partir de ah ven a lo mássuyo. ?a no apartaba la vista de la forma. :Aas venido conmi!o, 7dónde mejor que aqu 9;.

aladeaba las oraciones del /anon y se complac a en cada rito, en cada !esto, en cada bendición trazada con su lenta mano. >o era dif cil que al cuarto lle!aran los !ritos defuera, los insultos, los llantos, las palabras soeces, y no importaba nada. /risto, encarnadode nuevo en el mundo, en el mundo real de cada d a, en el barro, en la pobreza, en el pecado, era puro, incontaminable, limpio, pero nunca ajeno a la miseria de los hombres.

1%a-ana quiero comul!ar 1dijo /anela cuando empezó el desfile del peque-o!rupo.

1Aarás muy bien.

17%e confiesas9

5rancisco miró en torno.

1Aazlo en la i!lesia.

1Tiene que ser conti!o. 1 ero no puedo aqu , mujer.

17 or qu$ no9

1>o discutamos, ili. En la i!lesia hay confesores todos los d as. 2i te empe-as enhacerlo conmi!o, el domin!o por la ma-ana me tendrás en el confesonario de la izquierda,

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el primero al entrar.

2e acercó Tonchu.

172ecretos9 1dijo con sus ojos maliciosos.

1< ti qu$ te importa= 1replicó ella con tono airado.

1 ili, ili4 1amonestó 5rancisco.

1El que se pica4 1dijo Tonchu, pinchón.

17/uándo aprender$is9

1>o empieces, aco, que ya no estamos en edad de ir a la escuela.

1Lár!ate, Tonchu. Esp$rame en :El fricano;, que bajo ahora mismo. 1 bur 1dijo el chico, enco!i$ndose de hombros.

5rancisco hizo salir a /anela al descansillo. La escalera, con sólo una bombilla polvorienta, era todo penumbra.

1?o a la i!lesia no voy.

5runc a el ce-o con determinación.

172e puede saber por qu$9

1>o s$ qu$ me da.

Bban bajando.

1 ili, en la i!lesia estás en tu casa, i!ual, e actamente i!ual que aqu .

1?o no quiero nada con los curas.

5rancisco se detuvo.

1?o soy uno de ellos 1dijo.

1T8 eres distinto.

1Te equivocas, chica. >i yo dejo de ser cura porque viva aqu y vaya a la fábrica, niellos lo son porque vistan sotana y trabajen en la i!lesia. Todo eso es accidental, 7no locomprendes9

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1 aco4

Estaban casi en el portal. Entraba un poco de luz reverberada de la calle. /anela lehab a dado frente. En la sombra de la cara destellaba el blanco de sus ojos. 2e pod a o r srespiración.

170u$, ili9

Aubo un silencio. Fl insistió.

1Aabla.

Ella volvió la cara y dijo"

1>o, nada.

2in a-adir palabra echó a correr. 5rancisco se detuvo en el portal, un tanto perplejo.70u$ hab a querido decir9 :Es una chica maltratada, todo espontaneidad. 2ea lo que sea, sele pasará. Aay que tener paciencia;. %etido en estas refle iones encaminó sus pasos a la pró ima taberna. Le !ustaba bajar todas las noches. En :El fricano; se encontraba conmuchos conocidos. Desde que hab a empezado a pisar firme con la !ente del barrio,saboreaba como un desquite cada entrada en el tascón, entre palmadas, invitaciones yal!una sonrisa que otra.

170u$ va a ser9

El fricano parec a más !ordo cada noche, embutido entre el mostrador y el estante

de las botellas. 1+n tinto, como siempre.

En se!uida se le juntaron unos cuantos que no ten an asiento. El ambiente era denso, por los humos y las emanaciones de un vino peleón.

1 á!ame un vaso 1dijo el ntonio con cara avina!rada.

17 ero qu$ te pasa a ti9 1respondió 5rancisco, al tiempo que hac a una se-al paraque sirvieran al ami!o.

1>ada, hombre, bromas de $ste 1dijo /ampanilla se-alando a un mocetón que sere a en silencio.

El ntonio era metódico en sus borracheras. /ada quince d as, ya era sabido, seechaba al coleto cuanto le quedaba en el bolsillo despu$s de haber sido estrujado por lacostilla. Lue!o deb a ayunar hasta la pró ima.

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170u$ pasó9 1inquirió 5rancisco divertido.

10ue está cabreado por culpa de $ste 1se-aló /ampanilla.

17? eso9

10ue lle!a el mala sombra, y le ve as , carica do, y va y le dice, di!o4

l /ampanilla le volv a a dar la risa.

170u$ le dijo, hombre9

12i te lo voy a decir4 le da as y le suelta" :< nimo, ntonio, que pasado ma-anaya es v spera de sábado=;.

3ieron todos de una forma desproporcionada, mientras $l ntonio, tras apurar el

vaso de una vez, se diri! a a un rincón. 1 ye, aco 1dijo /ampanilla, como quien pasa la hoja1, ah viene uno que

quer a pre!untarte al!o.

2e-alaba al Ener! as, que en aquel momento entraba puerta adentro y al sentirsealudido se un a al !rupo.

170u$ pasa, mona!uillo9 1dijo sin acritud.

1 qu tienes al cura. 70uer as pre!untarle al!o9

El Ener! as hizo un curioso !esto obsceno en dirección a /ampanilla y se volvióhacia 5rancisco con naturalidad y aplomo.

1 aco 1dijo1, te he venido observando todos estos meses. >o ten!oinconveniente en que sepas que, al principio, hasta dud$ de ti. 2ospechaba4

170u$ sospechaste9 1pre!untó 5rancisco divertido.

1>o quieras saber4 todo lo del mundo sospech$.

17? bien9

1Cueno, a m me !usta decir al pan pan y al vino vino.

1?a lo s$.

1 ues quer a decirte que ahora te creo de los nuestros.

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1?a sabes que yo de pol tica, lo que se dice pol tica, nada.

1? yo, 7t8 qu$ te crees9 /uando di!o los nuestros quiero decir la fet$n, vamos, queeres de fiar, que no estás aqu por nadie más que por nosotros.

1Eso y que lo di!as. 12 , pero ocurre una cosa.

El Ener! as no le perd a los ojos.

170u$ cosa9

12$ sincero. ti te perse!uirán.

5rancisco no disimuló su asombro.

17 erse!uirme a m 9, 7qui$n9, 7por qu$9

or un instante pensó en Aierro, en 2almones4

1<0ui$n va a ser= <La B!lesia=

1 ero 7qu$ estás diciendo9

1&amos, no disimules. >o hace falta. Estamos entre camaradas.

17 or qu$ me iba a perse!uir a m la B!lesia, vamos a ver9

1+na de dos4

2e lo quedó mirando con insistente fijeza.


10ue si no te persi!ue, aqu hay !ato encerrado.

2e hab a ido reuniendo !ente en torno y todos escuchaban en silencio.

1Es mejor que te e pliques 1pidió 5rancisco.

12i has venido con una misión oculta, de sondeo, de quinta columna, de polic a, nohay problema, ero si esto no es as , y yo creo que no lo es, no me vas a convencer de quela B!lesia te mira con buenos ojos.

10ue no es cierto lo primero no me voy a parar a demostrarlo 1miró a los ojos de

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los circunstantes1. El tiempo habla por m . En cuanto a lo se!undo, ya pod$is ir dejando aun lado los prejuicios.

17 rejuicios9 1la mirada del Ener! as relampa!ueó.

1Eso he dicho. 1Lo que haces t8 me !usta, mejor dicho, nos !usta a todos. Aas dejado a un lado

hábitos, formas, privile!ios, tratamientos y canonj as. or primera vez me encuentro uncura que no es el :se-or cura;, sino un tipo como yo, el aco, que todos conocemos poraqu . ero no me ven!as con cuentos de que eso lo ven bien por allá arriba.

17 qui$n te refieres cuando dices :allá arriba;9

1Es meridano. toda la clericalla de por ah . los bien situados, que son casitodos. los de la olla se!ura. los del a!ua bendita a tanto el litro. ?a me entiendes.

5rancisco se dio cuenta de que aquel hombre e presaba un sentir en que todosconcordaban.

1Aablas de lo que no conoces 1dijo sose!adamente1. /reo poder afirmar quesoy el 8nico cura que t8 tratas. ero en vez de juz!ar a los curas a mi trav$s, el 8nico queconoces, los juz!as a trav$s de los demás, de los que no conoces a nin!uno. 7Es justo esto9

El Ener! as hizo ademán de interrumpir, pero 5rancisco le contuvo.

1Espera, espera un poco. ?o no te nie!o que haya defectos en los curas, como en

cualquier estamento compuesto por hombres. ero esa pintura que t8 has hecho esanacrónica, injusta y no se casa con la realidad.

17>o9

1Desde lue!o que no. 7 crees que yo soy un mila!ro94 ?o soy un simple frutode toda una mentalidad compartida por muchos@ de una inquietud !eneracional@ de unvisión nueva, dentro de los principios d$ siempre. ?, ten esto en cuenta" Estoy aqu con el permiso y la plena aprobación de mi superior que es el obispo.

ero el Ener! as no era hueso blando.

12i fuera verdad lo que dices, ser ais le!ión los que estar ais con nosotros.

1? lo somos, aunque no te lo parezca Ten en cuenta que lo que yo ha!o no puedeser norma para la mayor a ni mucho menos. Los servicios que la B!lesia presta, y debese!uir prestando, consumen todo el tiempo de muchos sacerdotes. 7T8 te crees que sólonosotros trabajamos9 Ten!o yo muchos compa-eros que jamás duermen lo indispensable./onozco ancianos sacerdotes que no se dan un minuto de reposo. 70u$ sab$is vosotros de

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sobraba vi!or para haber despedazado al Ener! as@ pero all no hab a más que un vencedy era $ste, cosa que, por lo demás, no parec a e tra-ar a nadie lo más m nimo.

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12

5elipe sent a curiosidad. 2e le hab a ocurrido la idea d as antes y, desde entonces,hab a venido dándole vueltas. 0uer a conocer al cura. Decir :el cura; entonces era decir el padre 0uintas. ero no le interesaba como sacerdote ensotanado y parroquial. Era en su serde obrero donde quer a verle y o rle. Es posible que, de andar más ocupado, esta idea nohubiera prosperado en su interior@ pero el mucho ocio tiene eso, que hay más tiempo paraque las ima!inaciones tomen cuerpo. 2e lo dijo a 5ederico, en el club, y ahora estaballamando a su despacho, en las oficinas de la dirección.

1 qu me tienes4 1 asa, pasa.

17De verdad no estorbo9

El in!eniero estaba sentado tras una mesa atestada de papeles.

1En absoluto.

1Cueno, ya sabes que cuando se me mete al!o en la cabeza4 demás, tratándose

de ti, aunque estorbara insistir a. 12i$ntate por ah .

Era un despacho funcional, pero cuyos materiales, sin e cepción, ostentaban lacalidad que la empresa no escatimaba en las dependencias destinadas al personal directivo.

17/ómo os va9 /osme dice que hay mucha tensión.

1>o pasará nada.

1 ye, 7tan dif cil es ahora despedir a la !ente9 1>o lo sabes t8 bien. Aay que pasar por encima de 2indicatos.

1?, en realidad, 7de qui$n es el derecho en este caso9

5ederico sacudió la cabeza.

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12 . +na proposición e traoficial@ al!o entre usted y yo, pero que, lle!ado el caso,ten!o la se!uridad de que estar a respaldado por la empresa.

El Ener! as no dejaba traslucir emoción al!una.

1%uy interesante 1dijo1. +na proposición a car!o de la empresa.&ivamente repuso el in!eniero"

1 jo. Le estoy hablando a t tulo personal. on!amos las cosas en su sitio.

1Entonces, abur 1hizo ademán de retirarse1, que yo no he pedido consejos.

1<+n momento= >o ha!a las cosas más dif ciles de lo que son.

1Está bien. Escucho. Es pura curiosidad.

1>o nos interesa el jaleo, jaleo que ser a aprovechado en se!uida por determinadoselementos a quienes los intereses de usted, y de otros como usted, les tienen sin cuidado. 2$que es usted independiente@ un hombre con personalidad y con presti!io. >o querrá ustedser ju!uete de ciertos !rupos cuya intención no es laboral, di!an lo que di!an, sino pol tica.

El Ener! as volvió hacia la mesa.

1%ire usted 1repuso1. 2omos mayorcitos, 7no9

2upon!o que no me habrá llamado aqu para adoctrinarme. 2$ defenderme. ?,

además, hasta ahora no me ha propuesto nada. 2i quiere decirme al!o, d !amelo de una vez. 1De acuerdo. or una serie de razones que no son ahora del caso y que no deseo

discutir en este momento, la empresa está decidida a prescindir de sus servicios.

? parece, esto se lo ase!uro, que está a punto de lo!rarlo. 2abemos, por otra parte,que este hecho será aprovechado por una facción indeseable para intentar crear una tensiónartificial entre la empresa y los productores, sin ventaja al!una para usted.

12i!a 1dijo el Ener! as secamente.

1 delantándonos a los acontecimientos, y en beneficio de ambas partes, la empresaofrecer a una solución pac fica y, desde lue!o, ventajosa para usted.

17 saber9

5elipe se dio cuenta de que se lle!aba al punto ál!ido y que a 5ederico le costabatrabajo manifestar la 8ltima concreción@ tanto más cuanto que el productor no dabafacilidades, con su modo directo de ir al meollo de las cosas.

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1 edir a usted la baja voluntariamente, recibiendo de la empresa una compensaciónen metálico, cuya cuant a discutir amos.

El Ener! as se estiró en toda su estatura.

1>o hay nada que discutir. El hijo de mi madre no se vende. ? menos alcapitalismo.

El in!eniero alzó las manos en un !esto de protesta.

1< ero si no hay nin!una venta= 2e trata de al!o a convenir entre dos partes, aconvenir libremente, en razón de la conveniencia de ambas.

10ue no, don 5ederico. otro perro con ese hueso.

? lo que no acabo de comprender es cómo se le ha ocurrido, siquiera,

propon$rmelo4 <&amos, que nos conocemos, di!o yo= 1El hombre !uarda siempre una sorpresa.

1 ero mis sorpresas van todas en la misma dirección@ si no, al tiempo.

1De todas maneras, pi$nselo usted.

12i ya está pensando, 7no le di!o9, conmi!o pinchan en duro. ?o no me dejosobornar. uede decirlo arriba 1le brillaban los ojos1. ? ya veremos qui$n es qui$n.

5ederico no quer a perder el dominio de s mismo e insistió todav a. 1 i$nselo bien, no obstante, porque salir me parece que tendrá que salir de todos

modos.

1%e sacarán los !uardias, pon!o por caso@ pero con la cabeza alta, 7eh9, con lacabeza alta.

1Está bien, puede retirarse.

3espiró hondamente en cuanto el obrero hubo cerrado la puerta, lo que hizo sinmucho miramiento.

1?a has visto 1dijo1. s están de cerriles.

5elipe se contempla las u-as minuciosamente.

1>o es manco el hombre 1comentó.

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1%anco o no, va a ser despedido, antes o despu$s, as que hoy ha hecho sus diez de8ltimas al rechazar un arre!lo pac fico.

12i estáis tan se!uros, 7a qu$ preocuparos9, 7por qu$ ofrecer nada9

1T8 no lo entiendes. >o queremos v ctimas. >o nos interesa que ha!an de unhombre una bandera. 7/omprendes ahora9

1 ues dejadle en paz y está.

1/ómo se ve que t8 estás fuera de esto. Ese hombre es un cabecilla. 3evuelve a losotros. Le si!uen. 2upone una subversión en potencia. /on $l abajo no se puede trabajartranquilo. ero 7qu$ hora es ya9

El padre 0uintas ya deb a estar en el despacho, puesto que hab a sidoconvenientemente citado para ello.

17/rees que no vendrá9 1pre!untó 5elipe.

12 , por supuesto. Aa sido llamado y ni siquiera sabe por qu$.

170u$ crees que se habrá ima!inado9

12abe Dios. Estos curas sociales son herm$ticos.

17Tanto9

12alvo que están siempre a favor del productor, nunca sabes lo que piensan.La cabeza rubia volvió a asomar tras unos !olpecitos a la puerta.

1El4 1titubeó1. Cueno, 5rancisco 0uintas está ah fuera. Aa sido citado.

1%uy bien. Aá!ale pasar.

5elipe se puso en pie.

1&eremos cómo lo toma 1dijo 5ederico.

1Cah, una conversación no hace da-o a nadie.

5rancisco hizo su aparición. 2u atuendo no s$ distin!u a en nada del Ener! as, perosus ojos, aunque severos, ten an otra luz. Era dif cil se-alar en qu$ pod a consistir ladiferencia, pero bastaba mirar para notarla.

El in!eniero se adelantó, no sin cierta reserva.

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nos eche la bendición.

1+stedes dirán lo que desean 1dijo 5rancisco a8n en !uardia.

1En realidad, nada concreto. &erá, se nabla mucho de usted 8ltimamente. Aay

opiniones para todos los !ustos. 3econozca que no es corriente una actitud como la suyaentre el clero que siempre hemos conocido. 0ue se nos hable de curas obreros en ar s,:Los santos van al infierno;, :El desierto de i!alle;. Cueno, tratándose de 5rancia uno nose sorprende por nada@ pero aqu , en Espa-a, en la parroquia de uno, y le advierto lealmentque yo soy un esc$ptico4 comprenda que resulta, no s$, por lo menos pintoresco, y, porfavor, no se ofenda.

5rancisco se tomó tiempo antes de replicar.

1Debo entender que a usted le trae nada más que la an$cdota@ nada personal, portanto@ una simple curiosidad. l!o que le permita lle!ar lue!o a sus c rculos habituales para

decir" :Le conoc ;.5ederico ofreció una caja con tabaco rubio.

170uiere fumar9

1>o, !racias 1dijo 5rancisco que no estaba dispuesto a hacer concesiones.

5elipe prendió el ci!arrillo antes de reponer"

1Cueno, me atrae el asunto. %e atrajo desde el principio. %e fascinó, en cuanto

puedo yo ser fascinado por al!o. &erá, yo soy la ant tesis de un obrero, de un productor. %etocó esa loter a en la vida. De manera que el saber de su caso me dio que pensar. %i naturalcuriosidad hizo el resto.

1Desde el punto de vista que sospecho adopta usted, un !esto como el m o no puede tener e plicación.

1>o lo crea. ?o soy siempre sumamente comprensivo con las creencias de losdemás y me fi!uro que usted será consecuente con las suyas. En ese sentido le admiro.

ero, si pudiera contar con respuestas absolutamente sinceras, yo le har a unas pre!untas,aunque carezco de derecho al!uno para ello.

El padre 0uintas consideró un momento a aquel hombre que, en su atildada eimpecable presencia, mostraba la verdad de cuanto hab a dicho respecto de s mismo.

1 uede hacerlas 1dijo, y 5elipe comprendió que las contestaciones se ce-ir an deltodo a la verdad.

17Espera usted cambiar el mundo con su, llam$mosle, !esto9

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1Aay mucha confusión en el concepto. 2i por pol tica entiende usted justicia ylibertad, ni yo ni nadie puede le! timamente echarse a un lado. De otra cosa no entiendo.

17Le resulta repulsiva la !ente, di!amos, como yo9

5rancisco sonrió. 1>o, 7por qu$9 1pero a-adió en se!uida1" Lo que pasa es que dan pena. Están

cie!os. bjetivamente tienen una responsabilidad tremenda. 2ubjetivamente Dios les juz!ará, no yo.

1+na pre!unta importante, padre.

1&en!a.

170u$ opina usted del mar ismo9

1<?a tardaba=

1 or favor, no vea se!undas intenciones ni prejuicios.

1Le estoy contestando porque no ten!o nada que ocultar.

16racias, de todas formas. 70u$ me puede decir, entonces9

1El mar ismo, tal como se halla formulado, es una solución inadmisible. ero no por la amenaza que supone para los ricos, sino por su materialismo craso. La paradoja

estriba en que el capital no es menos materialista en la práctica, aunque se toma buencuidado de no proclamarlo en la teor a.

1 ero el capitalismo, padre 1dijo 5ederico1, no está condenado por la B!lesia.

1/omo doctrina, no@ pero tal como se practica, la mayor parte de las veces, estácondenado por los mandamientos, que es peor. ? si no lo cree as , intente usted casar con elevan!elio la práctica real y actual del capitalismo.

1En concreto 1si!uió 5elipe1, 7por qu$ está usted aqu , padre9 7/uál es su8ltimo motivo9

1>o es tan fácil decirlo en cuatro palabras cuando se lle!a a esta decisión tras unlar!o y creo que hondo proceso4

1Lo comprendo, desde lue!o, pero4

1Está escrito" :Los pobres serán evan!elizados;. Fsta fue la se-al que dio elmismo #es8s como sello de autenticidad. ero hoy el proletariado, la masa trabajadora, está

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fuera de la B!lesia. Es un hecho. Aablando en !eneral se ha abierto un abismo entre laB!lesia y los trabajadores, incluso más hondo que entre ellos y Dios. >o es a Dios a quienrechazan más propiamente, sino a la B!lesia. >o están contra /risto cuanto contra sussacerdotes. Esperar que ven!an a escuchamos a los templos es en vano. Br a ellos de otraforma que siendo de ellos, haci$ndose todo a ellos de al!8n modo, es ilusorio. Lo demás se

desprende por s mismo. 1 ero usted me ha dicho antes que no espera convertir a sus compa-eros@ lue!o,

despu$s de todo, están el mismo caso que tilda de vano y de ilusorio.

1De nin!8n modo. Las primeras piedras de cualquier nuevo edificio quedansiempre bajo tierra@ no se ven@ pero son indispensables para que lue!o suba la estructur0ueremos darles una nueva visión del sacerdote. 0ueremos echar por delante el testimonioaut$ntico del evan!elio. /onse!uir esto ya ser a bastante para un hombre, para una!eneración de hombres. tros vendrán detrás a edificar.

De nuevo terció el in!eniero en el debate. 17? merece la pena sacrificar toda una vida sacerdotal, ju!ándola a esta carta

indecisa de lo que harán otros despu$s9

5rancisco se le coloreó li!eramente el rostro.

17 qu$ sacrificio se refiere usted9, 7a dejar de ser :el se-or cura;9, 7a renunciar auna serie de :presti!ios; sociales9, 7a prescindir de cierta instalación confortable en lasociedad9

1>o, evidentemente. ?o me refiero al sacrificio de una vida de servicio concreto,de administración de sacramentos, de predicación, de asistencia al culto parroquial, etc.

1/risto murió joven y repudiado. od a haber se!uido predicando y ense-andohasta tener setenta a-os. +sted qu$ cree, 7mereció la pena el sacrificio9

5ederico le molestó aquella salida.

1En el caso de /risto, s , naturalmente. ero usted no es /risto.

1En eso se equivoca tambi$n. 7Es o no es otro /risto el sacerdote9 7En qu$

quedamos95elipe a!itó una mano y dijo.

1 s desviáis hacia la teolo! a. ero yo quiero hacer otra pre!unta. Dicen, yo no s$que hay de cierto, que e periencias como la de usted no han resultado. 0ue los sacerdotesobreros, en 5rancia, salieron por peteneras. 0uiero decir, que en vez de convertir a losmar istas, fueron convertidos por los mar istas. 70u$ me dice de eso9

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17? lo lamentan, siquiera, quienes lo dicen, o dejan entrever la ale!r a de podercondenar una heroica e periencia que les molesta9 %ire usted, y ah va mi respuesta. /omoafirmación !eneral, es una calumnia ver!onzosa. En cuanto a al!unos casos particulares, esel precio y el ries!o de cualquier otro intento. El primer movimiento apostólico fue el de losdoce@ lo diri! a personalmente /risto@ y, sin embar!o, falló uno. 70u$ pensar a usted de un

campa-a de prensa que se encaminara por eso a sembrar la suspicacia y la repulsa respectode los otros once9

&olvió 5ederico con animosidad contenida.

1+sted, padre, se remonta siempre, por lo que veo, al primer si!lo. ero, a mi juicio, eso no vale como t$rmino de comparación. Estamos en el si!lo veinte y las cosashan cambiado mucho.

1 ero el evan!elio si!ue siendo el mismo y sólo hay solución volviendo a $l.

1 ues tienen ustedes una forma muy curiosa de volver al evan!elio. 170u$ quiere decir9

10ue el evan!elio es amor y, a mi juicio, el amor está absolutamente re-ido concualquier sectarismo.

17 qu$ sectarismo se refiere9

1 l sectarismo de clase. +stedes lo practican, sin darse quizá cuenta. 2e ponen dellado del obrero. or una parte, pase. ero es que, al hacerlo, acampan frente a otros fieles

que, despu$s de todo, son tambi$n hijos de Dios. 1>o si!a por ah 1interrumpió vivamente 5rancisco1. >adie más interesado en

mantener las dichosas clases que la bur!ues a.

5elipe alzó ambas manos.

1Cueno, bueno. m me interesa lo personal, no esta controversia ideoló!ica.

5rancisco se sent a molesto.

12ea como sea, creo que ya estuvo bien. ara m $stas son horas de trabajo, demanera que, se-ores, lo siento, pero debo irme.

2e puso en pie.

1De todos modos, !racias, padre 1dijo 5elipe1. Aa sido muy interesante.

1>o lo veo yo as . /ada uno si!ue donde estaba.

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17Esperaba convertirnos9 1pre!untó 5ederico.

1+stedes me llamaron.

1En eso tiene razón 1intervino 5elipe1, por eso le doy las !racias.

1>o hay de qu$. Dialo!ar siempre es bueno, en todo caso.

5elipe tendió la mano. ?a nadie se acordaba de la !rasa.

1Encantado, padre. Espero verle al!una otra vez.

10ui$n sabe4

En aquel momento sonaba la sirena del mediod a y 5rancisco tomó la dirección delos comedores. >o estaba satisfecho. 2e le ven an a las mientes frases mucho más brillantes

que las dichas@ salidas más in!eniosas, más oportunas, más cáusticas. 2obre todo sesublevaba contra el jefe de personal, de quien lo que más le molestaba era su fama decatólico practicante. :Don 5ederico es un e celente feli!r$s;4 3ecordó las palabras de2er!io, corroboradas por don #acinto, el párroco. :/ontribuye a los !astos con re!ularidad.2iempre se puede contar con su persona;. 2er a muy cierto todo ello, pero a $l se le hab aindi!estado desde el principio, y nadie, entre los obreros, ten a confianza en su afabilidad.: refiero a 6ómez 1dec a /ampo1, al menos sabe uno a qu$ atenerse;. 6ómez era unin!eniero de talleres, hombre adusto y e i!ente, pero con fama de recto. :Lo que le pasa a6ómez es la 8lcera 1dijo un d a el /ampanilla1, que si no, ser a una malva;. Lo ciertoera que don 5ederico no le ten a nin!una simpat a, y estas cosas suelen ser mutuas. :Ten!oque controlarme en esto;, se dijo, un tanto descontento de s mismo.

5ue a dar al patio central cuando desembocaba la riada de productores en demandadel turno de comedor.

1 ye4

Era el >avajas.

170u$ quieres9

172e puede saber qu$ se te ha perdido a ti en la dirección9

Le miraba con unos ojos car!ados de sospechas.

1D$jame en paz, /elestino 1dijo 5rancisco apartándole a un lado para se!uir su paso.

1 nda con ojo, t8 1masculló el otro por detrás1. >o nos !ustan los soplonesaqu .

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13

5rancisco se hab a hecho al trabajo. >i el ruido estruendoso de las naves le aturd a,ni las diversas faenas del peonaje le asustaban. Aasta con 3ufino, el capataz, parec a haberlle!ado a unmodus vivendi, si bien era a todos manifiesto que el hombre no le miraba con buen ojo. Trabajaba con !uantes protectores, pero esto no hab a impedido que sus manos seensanchasen y curtiesen. veces se las miraba sin pena. >o se parec an nada a aquellasdel!adas del estudiante, de u-as arre!ladas y piel blanca. :/risto debió de tener unas manosas , pues trabajó casi todos los a-os de su vida;. 3ecordaba las manos finas, las manoscuidadas, las manos perfumadas, incluso, que tantas veces le hab an dado la comunión deni-o y de joven. 2in duda era una atención con los comul!antes@ pero $l sent a !ozo de que pudieran percibir la tosquedad de sus nuevas manos, por más que las lavaseescrupulosamente. :Tienes manos de obrero;, le dijo #os$ %anuel un d a, al estrecharle laderecha en la calle, y los ojos indicaban entusiasmo al hac$rselo constar. :Es que soy unobrero;. >adie, desde fuera, podr a comprender el !ozo que e perimentaba al decir tales palabras. :72erá una forma nueva de soberbia94 <Estar a lucido si acabara por presumir delo que ha!o= ?, a veces, me encuentro demasiado satisfecho de m mismo4;

2al a del comedor en compa- a de Tonchu, cuando 2almones le hizo una se-al.

1Te veo lue!o 1dijo al muchacho.

1>o, voy conti!o.

2almones se acercó. %uchos de los que sal an repararon en ello y comentaron envoz baja. El hombre sonre a con esa sonrisa suya en que todo se iluminaba menos los ojos,que se!u an !raves, si uno se fijaba bien.

1 aco, quer a hablar conti!o.

1/omo quieras.

2almones se volvió a Tonchu. 17Lo oyes, chico9

1D$janos 1insistió 5rancisco1. >os vemos despu$s.

Aierro hab a sur!ido de al!8n lado e increpó al muchacho.

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17>ecesitas ni-era9

1<La madre que te parió= 1saltó Tonchu, escupiendo a un lado.

1Deja4

2almones sujetó a Aierro por un brazo. El aprendiz se alejó con cara de pocosami!os.

1>o me !usta que lo trat$is as 1dijo 5rancisco contrariado.

1>o tiene importancia, hombre 1templó 2almones.

1Cien. 70u$ quer$is9

1>ada. /harlar un poco. 0ueda media hora.

1Está bien.

2e diri!ieron hacia un rincón de la e planada.

1Le ven!o dando vueltas a una idea 1empezó 2almones1 y la quiero comentarconti!o.

1/omo !ustes.

5rancisco estaba en !uardia, pero tranquilo. Aab a pasado muchos a-os oyendohablar de comunistas@ pero el tenerlos delante de s , en carne y hueso, parec a quitar hieral asunto. Despu$s de todo eran personas, hombres, i!ual que 3aba, /ampanilla o $lmismo@ si bien al!o impalpable, quizá producto de su ima!inación, parec a advertirle deque aquellos dos estaban hechos de otra pasta, de que eran más duros, por lo pronto, mástenaces y peli!rosos.

1T8 has alcanzado aqu un presti!io, una popularidad.

1%uchas !racias.

1/r$eme que me ale!ro. >o eres uno más. Eres aco4

17 dónde quieres ir9 1interrumpió 5rancisco, a quien pon a nervioso aquel pane! rico incoado.

1%uy sencillo. >o puedes permanecer al mar!en.

17 l mar!en de qu$9

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1Tienes razón 1terció 2almones1. En eso estamos de acuerdo. ero, lle!ado elcaso, t8 luchar as por la justicia social como el primero. Estoy se!uro de ti.

170u$ entiendes t8 por luchar por la justicia social9

1>o busques tres pies al !ato. Entiendo las palabras como suenan. 12i vas por ah , yo no creo en la lucha de clases.

1>o se trata de creer o no. En un pa s capitalista como $ste, la lucha de clases está planteada, !uste o no !uste, si bien la represión impide cierto tipo de manifestaciones deesta realidad.

1>o me habl$is de pol tica, que no me interesa.

Aierro e plotó.

1<?a estás= <De manera que para ti, el tratar de sacar al obrero de su miserablecondición es eso, pol tica, y no hay que tocarlo=4 </uando yo di!o=

5rancisco no perdió la calma.

1Estoy por la elevación de la clase obrera a base de un profundo reajuste de lasestructuras, de la redistribución de la renta, de la participación en beneficios, de la represiónde los abusos del capital, etc. ero no por medio de la subversión tradicionalmente buscada por vosotros.

1 ues ya pueden esperar pacientemente los obreros si ha de lle!arles la redención por los caminos que t8 dices. La bur!ues a no se dejará arrebatar sus privile!ios por las buenas. >i siquiera por los votos. Eso vete tra!ándolo y no seas in!enuo.

2almones sacudió la mano como imponiendo paz.

1/alma, calma. >o se trata ahora de discutir sobre ideolo! as.

1?o os hablo en el terreno al que me lleváis.

1Escucha. >osotros somos una fuerza aqu , aunque no te lo parezca.

1Eso no va conmi!o.

1 uede@ pero resulta que t8, quizá sin saberlo, te estás convirtiendo en otra fuerza,una fuerza moral.

5rancisco se sent a claramente supervalorado4 :%e quieren co!er por la est8pidavanidad;.

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12upon!amos que fuera as .

1Lle!ado el caso, contar amos conti!o.

17En qu$ sentido9

1>o para promover intereses de partido. T8 eres independiente y lo reconocemos.2irio para defender el bien de los demás, de nuestros compa-eros. El inter$s de los obreros.

>o quer a comprometerse en nada.

1?a veremos 1dijo.

1 ye 1le interrumpió Aierro1, 7todos los curas son tan temes como t89

1De todo hay, no vayas a creer.

La tensión hab a decrecido un tanto.

1/uando nos conozcas mejor 1dijo 2almones1 nos verás de otra manera.

1Desde lue!o que me interesa conoceros@ pero yo entiendo conoceros comohombres, no como hombres de partido.

1<>o empieces con silo!ismos= 1volvió Aierro.

1>o son silo!ismos, son distin!os.

17? eso qu$9 70u$ importa el nombre9 &osotros sois hábiles hablando, para eso oshan preparado. Lleváis veinte si!los embaucando al pueblo.

1>o le haces al pueblo mucho favor que di!amos@ pero dime una cosa" ya que osmet$is a redentores, 7qui$n le !arantiza al pueblo que no sois vosotros los verdaderosembaucadores, con toda esa tremenda e i!encia que supone la dictadura del proletariado, acuenta de un futuro para so aqu en la tierra9 Aay que desconocer a los hombres para creeque sean capaces de instaurar la felicidad universal sobre el planeta.

1>o es el hombre bur!u$s, en el que piensas t8, el que sea capaz de instaurar yvivir el para so comunista sino el hombre nuevo, el proletario libre de prejuicios4

&ivamente interrumpió 5rancisco.

1>o hay una naturaleza de bur!u$s y otra de proletario. Tu hombre nuevo, en sumomento, estará acechado por los mismos enemi!os interiores que el anti!uo, y tendrá queluchar con la envidia, la ambición, la vanidad, el or!ullo, la pereza y las demás pasiones.

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? cada vez que sucumba, como ha ocurrido siempre, habrá puesto su !ranito dearena para que el pretendido para so se convierta en un infierno.

1T8 no puedes entenderlo. Estás lleno de prejuicios reli!iosos. En el fondo no eresmás que un producto de la bur!ues a.

1Lo ser$ si todo lo que sea no pensar como vosotros supone credenciales de bur!u$s@ pero, entonces, la palabra bur!u$s tiene un si!nificado caprichoso y nuevo.

demás, 7por qu$ iba a ser más veros mil ese para so pretendido por el mar ismo, obra ami juicio imposible de los hombres, que el otro para so prometido desde siempre por Dios9

Aierro hizo un e presivo !esto.

1<Dios=4 1dijo1. <Todav a nadie me ha probado que e ista Dios=

1<>i t8 has probado a nadie que no e ista=

2almones que hab a escuchado con e presión ben$vola, como quien asiste a unadiscusión de cole!iales, tomó la palabra aqu .

1 s pirriáis por la dial$ctica. asar ais horas discutiendo. ? t8, aco, lo reconozco,eres hábil con la palabra. ero no es discutir sobre la ideolo! a lo que importa ahora.

17>o9

1>o. Lo que importa es la acción. La acción que nos sea com8n.

17? qu$ acción puede sernos com8n a vosotros y a m 9 1%ás de lo que parece a primera vista. 2i bien se mira, está más cerca del

evan!elio un comunista que un capitalista4

1En cierto sentido te lo podr a admitir. ero sois materialistas. >e!áis latrascendencia, con lo que quedáis radicalmente al mar!en del evan!elio. La mayorne!ación del evan!elio es sostener que /risto no fue Dios.

La mirada de 2almones se aceró.

17? de qu$ les vale confesar que /risto es Dios a las !randes y piadosas sociedadesanónimas9 7%e lo quieres decir9 7De qu$ les vale a los orondos consejeros que reciben panzudos sobres verdes por limpiarse las u-as o escuchar bostezando en torno a una !ranmesa9 7/uál es el evan!elio de los !randes trust, de los bancos, de los peces !ordos, de lasveinte familias para las que trabajan veinte millones de espa-oles9

5rancisco sonrió ante el asomo de vehemencia de 2almones.

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1?o no recuerdo que me haya eri!ido nunca en defensor del capital. 0uien pretenda dividir el mundo en buenos y malos, a base de una l nea que separe capitalismo ycomunismo, se equivoca tanto si los coloca en un orden como si lo hace en el inverso.

1 ero es que en este pa s da la casualidad de que todos los capitalistas son

católicos4 1Esa es una afirmación insostenible.

17>o !astáis toneladas de tinta en hablar del tesoro de la unidad católica9, 7no lahabrá al menos entre los capitalistas9, 7no van todos a misa9

17? qu$9 Te hablar a un rato lar!o sobre eso. or otra parte, y es evidente, nimucho menos todos los católicos son capitalistas.

1 hora sois vosotros los que os enzarzáis en discutir 1dijo Aierro más tranquilo.

1Tienes razón 1concedió 2almones1. Es muy interesante, desde lue!o@ peroestamos perdiendo el tiempo, cuando lo que hay que hacer es obrar mucho más que charlar.

1>o ha!o más que contestar a vuestras pre!untas.

12 1saltó Aierro1, pero no has contestado a la pre!unta principal.

170u$ pre!unta9

2almones tomó la palabra.

17/ontamos conti!o9

5rancisco hizo una pausa antes de responder.

1 ara todo lo que no vaya contra mi conciencia, desde lue!o.

1Lo que no es decir nada 1repuso Aierro1, porque cualquiera entiende laconciencia de un cura4

1/alla 1dijo 2almones1, que no es poco.

1En cuanto a la conciencia de un cura 1a-adió 5rancisco diri!i$ndose a Aierro1,no es distinta de la conciencia de otro hombre. La conciencia es al!o ntimo que va connosotros, al!o dif cil de sobornar. /ada cual sabe de la suya y debe conformarse con ella alactuar.

1La conciencia es un prejuicio, otro más, contra el que hay que ir.

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12upon!ámoslo por un momento. En ese caso, el acallar la conciencia es no menosun prejuicio, sólo que un prejuicio comunista, y conse!uirlo supone una lucha no menosardua y dif cil.

17?a volv$is a empezar9 1dijo riendo 2almones.

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14

Toda la tarde le dio vueltas 5rancisco a la conversación. El listo, el sutil, eso estabafuera de dudas, era 2almones. Aierro, más directo, más simple, ser a más peli!roso para laacción, quizá@ pero dial$cticamente no era enemi!o. :2in embar!o, no voy a hacer nada conla dial$ctica@ es in8til irle a un comunista con ar!umentos;. %editaba mientras manejaba laherramienta de una forma mecánica. :El testimonio que me compete a m no necesita de palabras. >o he venido a convencer a nadie con razonamientos, al menos no principalmente;. Aierro era un fanático, a su juicio@ por eso era más fácil manejarlo@ s pod a prever con relativa facilidad su reacción en cada coyuntura. 2almones, mucho másinteli!ente, en cambio, pod a dar muchas sorpresas. Era evidente que manejaba a Aierro.5uera cual fuera la jerarqu a de ambos, estaba claro que lo empleaba hábilmente, a modo deariete, de patrulla de descubierta, de fuerza de choque, mientras $l se reple!aba a observar.:Lo lanza y lo retira a su capricho@ se escuda en $l cuando le conviene@ y si le ve mal, tercsonriente quitándolo del medio;.

1< ver si estás en lo que se celebra=

3ufino le increpó más con el tono que con las palabras.

170u$ pasa9

?a no iba a amilanarse ante el capataz.

10ue estás en babia y aqu no se da nada !ratis.

1%uchas !racias por el recuerdo.

2e volvió sin prisa y se aplicó con pausa a apretar unos tomillos. :Despu$s de todo 1pensó1, 7qu$ mejor ocasión para colaborar con el trabajo lento9;.

1<>o te mates, aco= 1dijo burlón el soldador que se hallaba más cerca, poniendo

tras la oreja un electrodo que no ten a prisa en colocar. 1<?a os arre!lar$ yo a todos= 1farfulló 3ufino retirándose.

1 ara lo que pa!an $stos van servidos 1si!uió el otro1. Date cuenta yo, concinco chavales. &osotros, los curas, ten$is en esto una ventaja.

17 ara qu$ te casaste, entonces9 1dijo 5rancisco sonriendo.

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1Locuras de juventud, hombre, locuras de juventud. <De haberlo sabido=4 Toma,7quieres fumar9

Le ofreció tabaco ne!ro.

16racias.Encendieron los pitillos" >o se ve a ni rastro de 3ufino.

1? ahora, encima, con la vivienda dichosa.

17>o ten as casa t89

1>o, y estaba tan ricamente@ pero estos cabritos son muy listos.

Era una historia cien veces o da. La empresa hab a venido pa!ando un UV sobre el

sueldo, en calidad de ayuda social, a aquellos productores a los que no hab a facilitado casa.hora, al contar con unos bloques nuevos, ofrec a las nuevas viviendas y suprim a lamencionada ayuda. ero hab a obreros que, por las razones que fueran, dispon an de casa bien propia, o bien con una renta menor de las quinientas pesetas que deb an pa!ar, comoamortización, al trasladarse a la nueva y, no quer an aceptar por sentirse perjudicados.

1?a lo ves. ?o pa!o doscientas, y soy de los que pa!an más. 2i tomo la casa nuevaten!o que pa!ar quinientas hasta el a-o de la pera. ?, si no la tomo, me quitan el UV queten a, que para nosotros es vital. sea que, ha!as lo que ha!as, la que !ana es la empresa.

1 ero si amortizas la casa4

1D$jate de historias. >osotros vivimos al d a. >o podemos permitimos ciertoslujos. ?o estaba !uapamente en mi casa y de todo esto lo que saco en limpio es que mequitan el UV del sueldo base. Esa es la ayuda de la empresa. 7Lo entiendes t89

>o era más que uno, entre los muchos motivos de dis!usto.

1En vez de dar las casas a los más necesitados 1si!uió el soldador1, a los que lasco!er an inmediatamente, porque están en la calle, como quien dice, la ofrecen primero am , y a otros como yo, que saben que vamos a decir que no. s , con una vivienda sola, seembolsan el UV de media docena de cristianos antes da que sal!a uno que les di!a, :me

quedo con ella;, 7te das cuenta9 17? qu$ piensas hacer9

170u$ qu$ voy a hacer9 ues lo que hizo mi padre y mi abuelo y el otro y el otro,as hasta #esucristo" joderme, eso es lo que voy a hacer, 7qu$ quieres que ha!a9

El hombre tiró el pitillo y empezó a darle al soplete@ se hab a puesto de mal humor.

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la salida de la fábrica se formaron corrillos. Aab a cierta tensión en el ambiente ylos hombres no se apresuraron a tomar el camino de casa. +n mendi!o de aspectodeplorable ped a limosna al borde mismo del portón. %uchos le daban una moneda.5rancisco sintió aquella presencia miserable como una punzada en el corazón. quel pobre, pidiendo a los pobres, rebajaba el nivel de la pobreza a la indi!encia. 2e acercó a $l y le

puso una mano sobre el hombro. 170u$ hay, hermano9

El mendicante se volvió con presteza. En su movimiento hubo al!o de furtivo, presto a la huida. La barba y las arru!as, en aquel rostro acartonado, pod a denotar una edadavanzada@ pero los ojos no eran viejos. 2e serenó al verse ante un obrero.

17Tan mal andamos9 1dijo 5rancisco poniendo en sus manos el dinero quellevaba encima.

El hombre contempló la dádiva con ojos calculadores y lue!o le miró con pasmo. 1Dios te lo pa!ue 1dijo.

17Dios9 1era la voz burlona del Ener! as que acababa de acercarse1. Dios debede andar muy ocupado.

16racias, muchas !racias 1dijo el hombre sin hacer caso.

17>o hay trabajo, ami!o9

1Estoy enfermo4 17? el 2e!uro9

1&en!o del campo4, all no hab a4 %e voy4

Trató de escabullirse. 5rancisco fue a detenerle, pero el Ener! as le tomó por el brazo.

1D$jale, hombre, no le estropees el trabajo, que se le va la !ente.

Le vieron perderse entre los !rupos.

1<&ivir de limosna= 1murmuró el padre 0uintas.

1/álmate, aco, ya lo ves. Es una prueba del fracaso del cristianismo.

170u$ estás diciendo9 1se revolvió 5rancisco.

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1>o te sulfures@ pero t8 me dirás. Despu$s de tantos si!los de predicar que todossomos uno y que en el amor se conocerá a los cristianos, resulta que a ti, que eres pobre, yen un pa s supercatólico como $ste, se!8n dice la prensa, todav a vienen a pedirte limosna.

1>o enredes las cosas, Ener! as.

1>o, si yo no las enredo, son ellas las que están más enredadas que un ovillo entrelos pies del !ato.

2e hab an acercado varios.

170u$ hay de tu e pediente9 1pre!untó 5rancisco cambiando la conversación.

1Cah, eso no me preocupa.

1Está en la %a!istratura 1dijo /ampo.

1/omo si está en el infierno. El hijo de mi madre no se va de aqu .

13aba dijo que ten a mal cariz.

El Ener! as sonrió con suficiencia.

1&osotros, los de la A /, sois buenos chicos, pero biso-os. Eso es lo que os pasa. ?o mam$ la lucha. mi madre la zumbaron estando yo en su vientre. Eso lo e plicatodo.

17/uándo fue eso, Ener! as9 1pre!untó /asto, el marido de la Bsabela. 1 ye, sin !uasa, 7eh9 5ue cuando la del 'W, que mi padre era minero. T8, para

entonces, ya andar as por el monte rompiendo pantalones en tu tierra, que t8, si tedescuidas, vas con el si!lo.

1<>o tanto, no tanto= <>os ha fastidiao=

1?o que t8, Ener! as 1volvió /ampo1, no las tendr a todas conmi!o.

1? dale 1dijo aqu$l1. Escucha, hermano. 7Estabas ya aqu hace dos a-os9

12 , claro. ? hace más tambi$n.

1Cueno, pues haz memoria 70u$ pasó cuando fuimos a juicio9

El padre 0uintas se interesó. Era una historia nueva para $l.

170u$ pasó9 1pre!untó al Ener! as.

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1Es lar!o de contar. %e quisieron hacer una judiada de esas empresariales. ero elhijo de mi madre se encerró con el te to del convenio y estudió los n8meros. 3esulta queyo ten a derecho a la prima completa, y no a la mitad que me abonaban. ? lo mismo que yono s$ cuántos más.

17? qu$ hiciste9 1 saber. 5ui con los n8meros al jurado de empresa. %e dijeron que ten a razón y

que lo presentar an. ero pasa el tiempo y que si quieres. <%enudo soy yo= : m no mhac$is esto;, les dije@ bueno, eso y otra letan a más !orda que se supone, claro. Total, que lreclamación se presenta por escrito, y acaba el plazo re!lamentario y que nada. La empresaen estos casos es muda y sorda. ues con $stas, zas, a 2indicatos con la reclamación. llnos citaron a la empresa y a m , 7os dais cuenta9, a la empresa y a m , para que hubierareconciliación, que tiene bemoles, <reconciliarme yo con la empresa= ues, ya se sabe, laempresa no compareció y el asunto pasó a %a!istratura. %e dieron un abo!ado de turno y,oye, el t o dec a que estaba encantado conmi!o, pues se lo daba todo clarito, como que me

lo hab a masticado yo noches y noches. ues lle!a el d a del juicio y el fulano, que me tena la puerta del tribunal, va y sale y me viene con caranto-as a decirme que si era mejorretiramos, que la cosa estaba perdida, que la empresa aduc a esto y lo otro, que me dar anuna indemnización4 :7Limosnas al hijo de mi madre9;, !rit$ yo, que no me lo com allmismo porque nin!uno de mis antepasados fue antropófa!o. Tales cosas le dije y tandispuesto me vio a entrar personalmente en aquella sala, que el tipo volvió con las orejas!achas para adentro y a poco salió con la mejor sonrisa de conejo para decirme que pasara afirmar, que estaba todo arre!lado.

17? te pa!aron9

1</omo me llamo Ener! as= m y a todos los que estaban como yo./asto dijo"

1Aala, vamos a tomar una copa.

1>o, no 1saltó aco1, copas, no.

17 or qu$ no9

1 orque lue!o la Bsabela4

Las carcajadas de los circunstantes no le dejaron se!uir.

1<2i a ella le !usta= 1se defendió el otro.

1<+n par de rondas, hombre= 1dijo el Ener! as1. Eso no hace da-o a nadie.

/aminaron hacia la primera taberna del camino, en una sin!ladura que terminar a en

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:El fricano;.

170u$ va a ser9

La mayor a pidió vino.

1 ara m una naranjada 1dijo 5rancisco.

1<&amos, aco= 1saltó /asto1. <0ue no se di!a, hombre=

1Ten!o que decir misa dentro de poco.

Todos conoc an su condición y, sin embar!o, se notó cierto azoramiento.

17 ero, en serio crees en eso9 1pre!untó #ustino, que era de lbacete y seriocomo un entierro.

12i no creyera, 7por qu$ hab a de sostener esta comedia9

12er cura es un modo de vida, un buen modo de vida.

1%i modo de vida es el vuestro. E pl came qu$ ha!o yo aqu si no.

El Ener! as tomó la palabra.

1Tiene razón aco. ?o que no creo en nada, creo que $ste cree de verdad.

1 ero lo que yo di!o 1volvió /asto, vaso en mano1 es que qu$ tiene que ver esocon un vaso de vino. 70ue vas a decir misa9 Enhorabuena, si tienes ese !usto. ero 7qu$importa9 Despu$s de todo, vino antes, vino despu$s. Es lo que hacemos todos sin tantaceremonia.

El padre 0uintas consideró despacio la cara de /asto.

1>o hay vino en la misa 1dijo con mucha calma1. Es la san!re de /risto, lo quetomo.

2emejantes afirmaciones, en aquel medio, sonaban como un viol n en la nave decalderer a.

1<0u$ cosas dices, hombre= 1e clamó /asto, echándose al coleto el contenido delvaso.

1Es vino de misa, pero vino 1dijo el de lbacete1. ?o he visto una vez esas botellas.

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1 s es 1concedió 5rancisco con paciencia1. ero en la misa hay al!o que sellama consa!ración. En ese instante se produce la transustanciación. Lo que hasta esemomento no era más que vino, deja de serlo para pasar a ser la san!re de #esucristo.

17? cómo sabe9 1pre!untó #ustino tan serio como siempre.

5rancisco abrió los brazos en e presivo !esto de impotencia.

12abe lo mismo, hombre. La san!re está bajo los accidentes, quiero decir bajo elaspecto y apariencias del vino.

17? cómo sabemos que no es vino9 1inquirió /asto ahora.

1 orque lo dijo /risto. Está en el evan!elio.

El marido de Bsabela volvió a beber, se pasó el antebrazo por los labios y concluyó"

1<0ui$n sabe lo que dijo /risto=

17/ómo que qui$n lo sabe9

12 , eso fue hace tanto tiempo4 /onque no sabemos lo que pasó hace diez a-os,as que f jate4

1T8 desde lue!o que no lo sabes, /asto 1dijo divertido el Ener! as1. Eso es lateolo! a y t8 de teolo! a cero.

5rancisco se daba cuenta de que no hab a animosidad contra $l en aquelloscomentarios. Bncluso advert a una cierta benevolencia que no pasaba, desde lue!o, delterreno personal. La i!norancia, por lo demás, era absoluta. /aminaba hada casa, trasdejarlos a todos con el vino, y ped a a Dios por ellos como lo har a por ni-os, que eso erana su juicio, en realidad. :>i-os !randes, toscos, viriles, arrojados@ ni-os in!enuos y sucios por dentro y por fuera@ ni-os e tra-amente puros, en su desatada se ualidad@ nobles, entcotidianas mezquindades@ tremendamente humanos en sus limitaciones;.

/anela vino a sacar al padre 0uintas de sus refle iones socioló!icas.

1 aco4

1 h, eres t8.

17Te pesa verme9

/on su apariencia de simplicidad, era naturalmente femenina y coqueta.

1>o, qu$ va.

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1>o le des vueltas. %i felicidad estriba en ayudar a los demás. Lue!o está Dios, t8lo sabes. Te lo he ense-ado.

12 , claro que s . ero a Dios no le vemos ni le tocamos4

170u$ tiene que ver eso9 >o es el cuerpo, es el alma quien se comunica con Dios.nduvieron un poco en silencio. Lue!o ella dijo"

1Estás tan solo4

5rancisco le conmov a aquella solicitud.

1Ten!o a Tonchu en casa.

1Tonchu4 1se quedó pensativa antes de concluir1, Tonchu no es una compa- a.

17/ómo que no9 70u$ te hizo el pobre Tonchu9

1>ada, a m nada.

1Entonces, 7por qu$ menosprecias su compa- a9

Estuvo a punto de decir lo que pensaba" :>o es compa- a para un hombre;, perodijo en cambio"

1Lo que más quiero es ayudarte.

1? ya lo haces, peque-a.

2e crispó.

1>o me llames peque-a.

1Está bien, ili.

10uiero que me llames /anela, como todo el mundo.

0uedó un poco desconcertado por la salida.

1>o veo inconveniente, en realidad. ero a lo que iba, yo te estoy a!radecido,/anela. T8, mi conquista. %e ayudas con los ni-os de una forma maravillosa. Eso sincontar con la parte que le quitas a tu madre en todo lo de la casa.

12 , claro.

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asó al otro cuarto, sin mirar al chico, y cerró tras s . 2ent a una !ran fati!a que estavez alcanzaba al esp ritu tambi$n. La monoton a de la fábrica, la incomprensión de amplioc rculos, las ambi!Hedades de ili, y ahora, .la reacción primitiva, despe!ada y pa!ana deTonchu4 70u$ estaba haciendo $l, en realidad9 :>o val!o, 2e-or. >o creo que falte tu!racia a la cita con estas almas@ ni creo que sean peores que los cristianos que andan

metidos por las i!lesias4 2oy yo quien falla;. ensó en su testimonio, la rutina del trabajo,la impermeabilidad de la !ente, su materialismo. :%i peque-o buen ejemplo, mis t midos!estos, mis cuatro palabras en una esquina4 en medio de este turbio mundo, de estadureza, de esta lucha sin cuartel, de toda esta desesperación, de estas pasiones elementalesde las que viven y que los sostienen4;. or primera vez, sin estar templado por nin!8nidealismo, ayuno de entusiasmo, e perimentó su insi!nificancia. :<%e cre a un redentor=;. >o hab a proporción. Era como echar una !ota de vino en el oc$ano. /ien a-os que ledieran para vivir en el suburbio y nada cambiar a. %ás de una vez le hab an pre!untado porsus frutos. 7 qu$ en!a-arse9 2u vista errante topó con el crucifijo de hierro que destacabaen la pared encalada. /ayó de rodillas. La fi!ura tosca y atormentada quedaba poco másalta de sus ojos. od a apreciar cada detalle. :>o ten!o nada que decirte;, empezó. ?, sinembar!o, hablaba y hablaba sin parar, echando fuera la amar!ura que aquella noche, sinsaber por qu$, se hab a desatado ante la reacción de Tonchu. ? no hubo respuesta, hasta queacabó de verlo todo ne!ro@ hasta que en su desaho!o hizo catálo!o de todas sus desdichas,sin tener en cuenta la suma de lo!ros que supon a su aceptación por parte de todas aquellas!entes. 5ue cuando se hubo vaciado, cuando se declaró vencido, superado, inoperante, fueentonces, cuando sintió por dentro, sin advertirlo claramente en un principio, un sosie!o,una serenidad, un equilibrio que le iban !anando poco a poco, sin razones, sin ar!umentos,sin discursos. >o eran palabras. Era un estado de ánimo. Levantó la cabeza. %iró de nuevoal /risto. :7Es tu respuesta, 2e-or9;4 Las lá!rimas afluyeron a sus ojos, tranquilas,sedantes.

En aquel momento, sin previo aviso, Tonchu abrió la puerta y entró en la habitación. >o hubo modo de ocultarse. El chico le observaba con una cara empavorecida.

17Estás llorando9 1dijo incr$dulo.

>o hab a por qu$ mentir.

1?a lo ves.

Aubo un silencio.

17Es por m 95rancisco meditó la respuesta.

1>o, creo que no.

17 or qu$, entonces9

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1Es dif cil que lo comprendas4 %e acabo de entender con Dios.

17? lloras por eso9

1Las lá!rimas no fluyen de la voluntad, ni se ri!en por la razón. Las lá!rimas

vienen cuando vienen, si vienen, y no hay que pedirles cuentas.Tonchu miró a un lado.

1>o te entiendo 1dijo.

17 or qu$9 7>o lloras t89

1?o lloro de rabia. Eso es otra cosa.

ntes de que 5rancisco encontrara la respuesta se oyeron unos !olpes en la puerta.

17/erraste9 1pre!untó.

1>o, está abierto.

1Di que pase quien sea.

Dos hombres estaban sobre el umbral.

170u$ quer$is9 1inquirió Tonchu. Eran desconocidos.

17>o vive aqu el cura9

5rancisco salió de la otra habitación.

17%e buscabais a m 9

12 , a usted, si es que es aco, el cura que trabaja.

12oy el mismo. asad.

Ten an aspecto de obreros, un tanto desastrados.

1&erá 1dijo uno de ellos.

1 qu los compa-eros me tutean.

1Tanto mejor 1si!uió1. >osotros venimos de %urcia. quello está muy malo porla parte del campo.

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1>o se come 1dijo el otro que ten a un rostro adusto.

1Cuscamos trabajo 1continuó el primero1, pero aqu ya hemos andado todo y nonos dan.

Tonchu miraba a uno y a otro mientras hablaban. 170u$ puedo hacer por vosotros9 1pre!untó 5rancisco.

10ueremos lle!ar a &izcaya. ll pa!an bien.

1? si no, a Europa 1a-adió el más viejo.

1?a4

1>ecesitamos dinero.

2 . Eso era todo. ? era de lo que menos dispon a 5rancisco. 2in embar!o, no lo pensó. l!una vez hab a que tener en cuenta aquello de #es8s4

1Esperad un momento.

asó a la habitación conti!ua. or dentro se recitaba las palabras del evan!elio" :>oos preocup$is por vuestra vida, qu$ comer$is o qu$ beber$is@ poned la vista en las aves dcielo que ni siembran, ni sie!an, ni reco!en en !raneros y vuestro adre celestial losalimenta 7 caso no val$is vosotros más que ellas9;. &olvió con el dinero. Era un billete!rande y tres peque-os.

1Tomad, ami!os.

Los ojos de Tonchu se desorbitaron. Los de los hombres, brillaron. El más joven!uardó el dinero, mientras el otro e tend a la mano hacia 5rancisco.

16racias, compa-ero.

2u cara adusta no cambió de e presión, pero su voz hab a sido e tra-amente cálida.

1<2i todos los curas fueran como t8=

1Los hay mejores 1dijo 5rancisco sonriendo1. >o os quepa duda.

Los empujó hacia la puerta. >o quer a demostraciones@ pero ellos reiteraban las!racias. /uando hubo cerrado se volvió hacia Tonchu.

1<Estás loco= 1dijo el chico.

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5rancisco se sent a ahora contento y se!uro.

170uieres irte9

170ui$n habló de eso9 ? si yo me voy, 7qui$n te dará de comer9 < ero lo van a

saber todos, que vives a mi costa= <Te lo prometo=4 <Lo que me faltaba= 17Te molesta9

Tonchu se a!itó para contestar.

1<>o= ero tiene !racia que se crean que t8 me has reco!ido. <T8= ? ahoraresulta4

2onaron !olpes en la puerta. Tonchu miró hacia all con aprensión. Lue!o juntó lasmanos y, diri!i$ndose a 5rancisco de una manera cómica, e clamó"

1< or favor=

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16

Lo hab a pensado muchas veces, pero nunca lo hab a manifestado. La !ran venidaera la l nea divisoria, y la i!lesia se halla situada justo en esa frontera, pero dando cara a loslujosos bloques residenciales. su espalda, como quien dice, comenzaba el barrio, lo queen el centro llamaban $l suburbio. Aasta los mismos muros traseros del templo lle!abacomo una ola sucia y crespa la abi!arrada construcción de pandereta, la :perfumada;colmena de los !ritos destemplados, la ropa tendida, el pavimento de tierra, los cablescol!antes, el bote de lata, la basura tirada, el mila!roso !eranio, el esti$rcol seco, loscolores comidos, las palabras ácidas, la pana ra da, el4

1Empezamos porque la i!lesia, esta i!lesia, está al rev$s.

Le miraron con atención. 2e sentaba el pleno a la mesa. Don #acinto enderezó lavieja cabeza y sus pobladas cejas parecieron entrar en erección.

1T8 siempre ori!inal 1dijo 2er!io1, siempre queriendo sorprender.

1Es al!o que he pensado muchas veces 1repuso 5rancisco.

12i es una cr tica4

1>o, no lo es.

170u$ tienes que reprochar a esta i!lesia9 1inquirió don #acinto molesto1.Estaba yo aqu cuando se hizo. Los planos fueron aprobados en el obispado.

1>o lo dudo@ pero puesto a esco!er entre dar la fachada a los feli!reses de lavenida, o dársela a los proletarios del barrio, yo hubiera hecho al rev$s.

Don #acinto sacudió la cabeza con cierta cólera.

1<3omanticismos= 1 evan!elios 1repuso 5rancisco suavemente.

17En qu$ lu!ar del evan!elio está escrito que los feli!reses de la venida no sonhijos de Dios9 1terció 2er!io con impaciencia.

1:Los pobres son evan!elizados;. Esa es la se-al, que yo sepa. ?, por consi!uiente,

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en mi opinión estar amos mejor colocados mirando hacia los pobres, que mirando hacia losricos.

1<&ete al yuntamiento con esas sutilezas= <?a verás=

1Es evidente que cuando se escribió el evan!elio no se pensó en el yuntamiento.Te lo concedo.

2er!io se molestó.

1T8 siempre sales con un chiste fácil. Eso es muy cómodo.

#os$ %anuel, que no hab a despe!ado los labios, lo hizo ahora para decir"

12e pod a haber hecho a la lar!a, con un costado para la venida y otro para el barrio.

1%uy listo 1dijo don #acinto1. </omo si el solar pudiera dar vuelta a tucapricho=

5rancisco tomó la palabra para cubrir al joven coadjutor.

1>o hablamos de posibilidades, sino de s mbolos. Discutimos en teor a.

12 , eso es lo que os !usta a vosotros, los jóvenes, teorizar. /uando yo sal delseminario tambi$n lo hac a. Ten a unas ma!n ficas ideas. Deja que la vida os cepille un poco. >o vivir$ para verlo@ pero me !ustar a, creedme, me !ustar a o ros dentro de trein

a-os. 1El que nos !aste la vida, incluso el que nos pueda, no quiere decir que no

hayamos tenido razón.

17? la e periencia, qu$9

1Le ten!o mucho miedo a la e periencia.

17 or qu$ has de decir siempre tonter as9

17Tonter as9, no, don #acinto, nada de tonter as. <Aay tanta pereza, tantoconformismo cómodo, tanto temor al ries!o, tanta falaz hipocres a disfrazados con elnombre de e periencia=

Don #acinto se puso en pie con el rostro encendido.

1 h ten$is las misas 1tiró un papel sobre la mesa1. >o me sienta bien discutirtras la cena. ero te veo mal, ami!uito, con esas ideas y esas ocupaciones, muy mal. 3 ete

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sido ordenado para el altar, no para el torno@ para la administración de los sacramentos, no para la representación sindical. De esto no me sacas.

1De acuerdo. ero, si la !ente se ha alejado del altar, t8 me dirás qu$ ha!oesperándolos all .

1Aay otros medios.

17/uáles9

1La oración, la penitencia, la acción apostólica de los se!lares4

17? por qu$ no dar el salto, ir a ellos, mezclarse profesionalmente con ellos, paraun d a, volver con ellos9 7>o está escrito que el pastor dejará las noventa y nueve ovejas para ir en busca de la 8nica perdida9 7>o ur!irá esto tanto más si, por des!racia, son casinoventa y nueve las perdidas y una sola la fiel9

2er!io barrió el aire con la mano.

1#ue!as con las palabras. Cuscar las ovejas perdidas no quiere decir precisamenteapuntarse de obrero en una fábrica. /on eso, el pastor, en lu!ar de rescatar la oveja, corre elries!o de perderse con ella. ?, en todo caso, eso no compete al sacerdote.

5rancisco miró a lo alto.

1%e parece que san ablo pensó de otra manera 1recitando de memoria1" :>ocomimos el pan de balde, recibi$ndolo de nadie, sino con fati!a y cansancio, trabajando

noche y d a para no ser !ravosos a nin!uno de vosotros;. Está en la carta a los deTesalónica.

1<?a salió vuestro te to fundacional= 1dijo con iron a 2er!io1. ero t8 sabes tan bien como yo que san ablo defendió con claridad en otros pasajes el derecho a vivir delaltar, y que si en al!una ocasión proveyó a su sustento trabajando, lo hizo porque hab a sidocalumniado de enriquecerse a costa de los cristianos.

1E actamente. Lo mismo que ocurre hoy.

1<0u$ tiene que ver=

1>o hace falta ir a la fábrica para saber lo que la masa piensa de los curas, de su buena vida, de su influencia, de su dinero. >e!ar todo esto es ser cie!o a voluntad.

1En todo caso tampoco demuestras nada. 2e puede vivir pobremente, conausteridad, sin influencias, etc., sin separarse del altar. >o es necesario hacerse obrero.

5rancisco se impacientó.

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1T8 eres testi!o 1dijo, diri!i$ndose a #os$ %anuel1. Es una aler!ia a cuantosuene a obrero. <Es incre ble=

1Te equivocas tambi$n en eso 1saltó 2er!io dolido.

1 s que un cura puede especializarse en cine y mezclarse con sus profesionales enrevistas, platos, cineclubs, etc. ? otro puede dedicarse de por vida a ense-ar a chiquillosrudimentos matemáticos de bachillerato.

? otro más envejece en trabajos administrativos y rutinarios de oficina curialesca. ?otro se quema las cejas en las lentes del telescopio por espiar una estrella. ? nadie se ras!alas vestiduras@ nadie teme por su sacerdocio ante semejante :alejamiento; del altar. 70u$tiene, entonces, el trabajo manual9 7 or qu$ ese escándalo ante el cura obrero9 7 or qu$ siun cura se sale :para arriba;, se le critica, quizá, pero nadie se inquieta@ mientras que si uncura se sale :para abajo;, se oyen tales !ritos, tan apasionadas voces9 <Esto quisiera yo queme e plicaras=

1Dramatizas 1dijo 2er!io1. Lo hac$is todos vosotros. Lo vuestro es unadema!o!ia reli!iosa, eso es. ? la dema!o!ia es siempre fácil y hasta brillante.

1>o me has contestado 1le apremió 5rancisco.

1Lo har$, si te empe-as. ? perdona si soy duro.

1 uedes hablar.

2er!io apuró medio vaso de a!ua antes de se!uir.

1+n cura que se especializa en cine, da frutos" rienta, sanea, brinda criterios. +ncura que ense-a matemáticas, da frutos" /olabora en una empresa !lobal de formacióncristiana@ ayuda a que otros modelen el esp ritu del ni-o. +n cura que se entre!a a su laborcient fica, da frutos" 6ana presti!io intelectual para la B!lesia, tiende puentes que salven el pretendido abismo entre la ciencia y la fe. ? ahora pre!unto" 7/uáles son los frutos de loscuras obreros9 on la mano sobre el corazón. En un a-o que llevas, 7qu$ has lo!rado97/uántas son tus conversiones9 7 qui$n has tra do a la B!lesia9 nda, s$ sincero.

5rancisco ten a la cara con!estionada y hac a esfuerzos por dominarse. quel modode ar!Hir ya le hab a sido opuesto infinidad de veces y siempre le produc a indi!nación.

1Eres asquerosamente injusto 1dijo con dificultad.

2er!io se mantuvo impert$rrito.

1 aso por alto la palabreja@ pero a!uardo a que me di!as por qu$.

1 orque lo desconoces todo sobre el tema. orque vives en una torre de marfil,

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Eran razones pueriles, evidentemente, y, sin embar!o, incitaron a 5rancisco hasta el punto de decir"

1En realidad4

1>o lo piense más y v$n!ase. 1>i uno solo de sus ar!umentos vale la pena.

5elipe le tomó familiarmente por el brazo.

1/onfiese, padre, que se está batiendo en retirada. >o hablemos más.

1>o, no, a comer, no.

2e resist a a la idea de hacer al!o que de saberse en el barrio, ser a torcidamente

interpretado. 17 or qu$ no9 ? si efectivamente es tan importante para usted 1insistió 5elipe

comprendiendo1 ya está. >o hablemos de almorzar. 2e viene usted un rato, toma unaperitivo con nosotros y lue!o se va a comer donde le plazca, con sus pobres o solo. ?a veque cedo, pero ese poco no me lo va a ne!ar.

La terraza trasera, sobre la piscina, estaba deliciosa. 5rancisco ven a acalorado delcoche de 5elipe@ pero más que el calor era la ver!Henza de ser visto en aquel convertibledeportivo lo que hab a producido un s8bito sofoco que a8n duraba al entrar en aquelinesperado remanso de sombra y brisa, donde un !rupo de personas esperaban reunidas.

Las presentaciones rozaron apenas su atención. Lonas de colores@ brochazos de azul y blanco en el a!ua espejeante@ aluminio en el esqueleto de las sillas@ labios rojos@ ma blandas@ piel morena@ arcoiris de bebidas@ pies descalzos@ flores, muchas flores@infantiles@ el tarro de la crema@ descomunales !afas ne!ras@ el aleteo de un abanic:encantado;@ :es un placer;@ brazos carnosos, asalmonados, a dos colores@ :estábamodeseando conocerle;@ portadas estridentes de revistas@ sudorcillo@ :nos han hablado tantal!uien que se chapuza@ :7un martini9;@ :muchas !racias;@ la panza rojo san!re del sifón:s , se-ora;@ las sandalias doradas de la se-ora@ : ilar, un hielo;@ voces adolescentes tras seto@ :<Todos aqu =;@ pieles mojadas@ $bano claro, brillante@ más presentaciones@ :pque est$n medio desnudos, son unos ni-os;@ formas p8beres@ :no tiene importancia;@manos del!adas@ :tanto !usto;@ :el !usto es m o;@ carreras@ :<6racita, t8 no te mojes=;@

rubor de las !ambas@ la opulencia sin faja@ :ponle un coj n al padre;4 2e maldec ainteriormente por haberse metido all . :? sonr o como un hipócrita;, pensó.

1/elebro que haya venido. La verdad es que estaba deseando conocerle.

5elipe e plicó, diri!i$ndose a 5rancisco.

1 qu donde lo ve, es uno de los peces !ordos.

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172 9

1De profesión, consejero 1se rio1. +no de los !randes culpables.

1>o di!as bobadas 1protestó don /osme.

1T8 siempre de broma 1apostilló la se-ora, mordisqueando con boca de pi-ón un pin chito delicioso.

1 ues aqu lo ten$is 1dijo 5elipe1, mi ami!o el padre 0uintas. +no de esos:curas nuevos;. hora pod$is pre!untarle cuanto queráis. s lo he tra do, 7no9

2onrieron todos.

1>o le ha!a caso, padre 1replicó la se-ora1. 5elipe le !usta liar a la !ente. Esun !uasón. ? lo !rande es que lue!o dice que a $l las cosas de la B!lesia le dejan fr o.

1>o te metas conmi!o, En!racita, que aqu lo que importa es el padre 0uintas, nodisimules.

La se-ora hizo ademán de tirarle una aceituna, pero se volvió en se!uida alsacerdote.

1%e hab an dicho, padre, y perdone mi indiscreción, que usted no usaba sotana.

5rancisco acomodó maquinalmente los plie!ues de la suya y respondió"

1Efectivamente, se-ora. >o va con el trabajo. %ire usted a sus chicos. >o vienen ala piscina con el traje de ir a la nieve, o viceversa. /omo es natural cada cosa requiere losuyo.

12 , pero fuera del trabajo4

1Donde yo vivo no está bien vista la sotana.

Don /osme dejó el vaso sobre la baja mesita.

1>o es razón para ceder. Es un prejuicio. <2i fu$ramos a darles por el !usto en todolo que quieren= 1dijo.

12i a usted le interesa mucho firmar un contrato con otro se-or y se da cuenta deque le molesta el humo, 7encenderá un puro ante sus narices durante la conversacióndestinada a convencerle9

La se-ora frunció el !esto.

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1La sotana si!nifica mucho más que el humo de un ci!arro, di!o yo.

quel aplomo molestó a 5rancisco, por eso dijo"

17%ucho más94 7 or qu$9

0ue le nie!uen a uno lo que tiene por a ioma le deja sin palabras.

1 orque4 ero, bueno4 7habla usted en serio9

5elipe no quer a que las cosas se salieran de un cauce picantillo.

1 ara m , querida, la sotana es un mero accidente 1dijo.

1>o es tu opinión lo que ahora cuenta 1repuso ella1@ es o rlo de labios de unsacerdote lo que produce pasmo.

ilar, que miraba ora a uno, ora a otro, comentó.

1 m me !usta la sotana. ?o jamás me confesar a con un cura de paisano.

170u$ es lo que cambia, en realidad9 1replicó 5rancisco.

1>o s$, lo encuentro casi imp8dico.

5elipe le hizo !racia que ilar, precisamente ilar, hablara de impudicia conaquella carita apretada.

1<%ujer= 1dijo festivo1, los curas van vestidos de hombre bajo los hábitos, 7t8qu$ te crees9

1<5elipe= 1reconvino la se-ora.

1+n cura sin sotana será siempre al!o as como un principio de profanación 1 terció don /osme1. 2e empieza por col!ar la ropa talar y lue!o no se sabe cómo se acaba.

1?o estoy por la sotana 1remachó la se-ora1. La sotana tiene todos mis respetos.Lo tradicional. Lo probado. Las novedades son para nosotras, las mujeres, no para laB!lesia.

1>o olvides, En!racia 1volvió 5elipe1, Xque la B!lesia es femenina.

175emenina9 1se encrespó ella1. De femenina, en todo caso, no tiene más que elnombre. apa, cardenales, obispos, canóni!os, arciprestes, curas4 todos son hombres. ?,sin embar!o, 7qu$ ser a de la B!lesia sin nosotras, las mujeres9

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5rancisco asist a como fascinado y al mismo tiempo ajeno a todo aquel desplie!uede superficialidad, cinismo, li!ereza e inconsistencia.

1El sacerdocio incide sobre la persona 1dijo1 y la unción se administra a lasmanos desnudas. ?a ha dicho el pueblo que el hábito no hace al monje. Donde la sotana

puede ayudar al ministerio, si en al!unas partes ocurre todav a, que no será por muchotiempo, bien está la sotana@ pero, si estorba, si se!re!a, si obstaculiza, si pone en !uardia,entonces, se-ores, está de más.

Don /osme alzó un dedo como pidiendo vez.

1+n momento, ami!o. Aacer de obrero con sotana es absurdo, lo concedo. erohabr a que aclarar si la consecuencia le! tima ha de ser quitarse la sotana o más bien dejarde hacerse obrero.

1+sted hace de la sotana un mito, o un tab8@ pero la conveniencia o no de llevar

adelante una forma de apostolado no se va a decidir porque se ejerza con sotana o sinsotana. >i /risto ni los doce vistieron de sotana, sino, simplemente, de paisano.

1 ero entonces no hab a caso 1dijo la se-ora1, pues todo el mundo usaba ropatalar.

17? qu$9 7Es que hay al!una virtualidad en la condición talar de la ropa9

Do-a En!racia meneó la cabeza.

12iempre será más modesta.

1 dóptenla entonces ustedes, las mujeres, a quienes más concierne, en todo caso,la modestia en el vestir. /risto, hoy, se echar a un mono encima, no le quepa la menor duda.

1Todo esto 1dijo don /osme1 no se plantear a si ustedes los sacerdotes semantuvieran dentro de sus tareas tradicionales. >o habr a necesidad de discutir lascostumbres admitidas.

1 asando por alto lo de las tareas tradicionales, ya que si se e aminan a fondociertas tradiciones, se lleva uno !randes sorpresas, ocurre que al!unos pensamos que, dese!uir as , nos bamos a quedar solos.

Don /osme a!itó la mano en el aire de modo si!nificativo.

1Tonter as. >unca hubo en Espa-a tanta reli!iosidad como ahora. 2omos un Estadocatólico.

17+sted cree9

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17Es que lo pone en duda9

5rancisco miró al trasluz el vaso apenas tocado de su verm8.

1/ubique las i!lesias@ multiplique por el n8mero de misas y obten!a el tanto por

ciento de cumplimiento dominical entre nosotros. 3epón!ase de la sorpresa y lue!o reste lamasa !rande de los que si!uen asistiendo porque lo pide un clima nacional, dir amos@ porque se trata de una rutina domin!uera@ por no tener dis!ustos en casa. Entre lo que lequede, rebusque en recuento de los obreros4 Lue!o hábleme de este católico pueblo.

1Debilidad humana@ nada más que debilidad humana@ falta de refle ión@ llámecomo quiera@ pero están todos bautizados y no rechazan los 8ltimos sacramentos. 70u$ máquiere9

170u$ más quiero9 7Debo conformarme con una reli!ión que consiste en el bautizodel ni-o, que no decide por s , y en la asistencia final al anciano, llevado al e tremo de la

debilidad y acosado, al fin y al cabo, por el miedo9 1< or Dios= 1dijo ilar haciendo un moh n de dis!usto1. >o hablen de esas

cosas tan t$tricas.

Don /osme pasó por alto la interrupción.

17? piensa usted llenar este dir amos vac o con su incorporación activa al mundodel trabajo, con el sencillo e pediente de hacerse obrero9

5rancisco se daba cuenta de la car!a de contenida pasión que llevaban las palabras

de su interlocutor. 2e sent a violento en el fondo y con !anas de !ritar@ pero no quer perder su dominio a nin!8n precio.

1Aacerse obrero 1dijo con en!a-osa suavidad1, en nin!8n caso es un e pedientesencillo. En cuanto a lo demás, yo ha!o lo que me dicta mi conciencia.

1+no puede equivocarse.

12 , pero eso es un ries!o que hay que correr y que no acecha menos en abstenerseque en actuar.

1>o estoy de acuerdo, padre. >o es i!ual. +n cura metido en una fábrica ya se sabecómo acaba. Es decir, es mucho mayor la probabilidad de que la fábrica convierta al cura,que no de que el cura convierta a la fábrica.

1?o no he hablado en nin!8n momento de convertir a la fábrica.

1Entonces 1saltó do-a En!racia1, 7a qu$ va a all 9

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5rancisco se volvió hacia ella no sin reprimir el particular encono que aquellavirulenta y do!mática matrona despertaba en su ánimo.

1&oy 1dijo1 a dar testimonio de /risto. ser pobre con los pobres de /risto. participar del mismo cáliz. hacerme todo a ellos.

17? en este testimonio 1pre!untó don /osme1, entra el participar de susinquietudes pol ticas, por llamarlas as 9

1Depende de lo que usted entienda por inquietudes y por pol tica.

1Debajo de todo eso, ustedes deben saberlo y si no lo saben yo se lo descubro, nohay más que a!itación mar ista.

172 9

5rancisco sonre a, y, sin embar!o, le indi!naba tanta simplicidad. 12 1si!uió don /osme1. ? no s$ lo que usted, sacerdote, puede hacer ah , a no

ser el papel de v ctima.

17Es usted filocomunista, padre9 1pre!untó ilar con aire inocente.

1<0u$ pre!unta, chica= 1!ritó 5elipe divertido.

El padre 0uintas consideró a aquella mujer donde el artificio se adivinaba en todo,hasta en el modo de e tender el me-ique al sostener el vaso.

1Aasta ahora, no 1dijo, si!uiendo el jue!o.

ero En!racia no ten a sentido del humor.

17/ómo hasta ahora9 7Es que piensa dejar la sotana9

12e!8n como se mire. La sotana la dejar$ dentro de un rato@ el sacerdocio,evidentemente, no.

1+sted sabe muy bien 1dijo don /osme1 que un católico ha de seranticomunista@ cuanto más si es sacerdote.

1/uanto más, no@ nada más. %ás a8n, en cierto modo puede que hasta menos.

1<Aombre, hombre= 1se alteró el consejero1. <Esto s que es nuevo= 7 uededecirnos en qu$ sentido le cabe a usted ser menos anticomunista que a m 9

17 or qu$ no9

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1<>os está escandalizando= 1sentenció la se-ora.

1+n escándalo inofensivo, cr$ame 1replicó 5rancisco con la peor intención.

1D$jale, En!racia 1dijo el marido1, d$jale que se e plique, porque esto s que es

interesante en labios de un cura. 1Aay un anticomunismo, en el plano pol tico, que trata de buscar y desarrollar un

clima de odio contra los comunistas y que en el fondo lo hace para defender intereses declase. Este anticomunismo suele ser el de ustedes, los consejeros@ pero de $l no debemo participar nosotros, los sacerdotes.

1Esas son palabras de un compa-ero de viaje, ni más ni menos.

1Esas son palabras de un obispo católico, monse-or 6uerry. erdón por no haberloadvertido al citarlas.

La se-ora dejó de mordisquear el delicioso canap$ que ten a en la mano para decir"

1/itas de obispos4 a m no me hacen fuerza. 2e oye cada cosa, por des!racia.ero un obispo no es el Esp ritu 2anto.

1Desde lue!o que no, ami!a m a@ aunque suele estar un poquito más cerca de lasfuentes de inspiración que una se-ora de nuestra maravillosa y bien asentada sociedad.

5elipe, atento a que la conversación no se le desmandase, se apresuró a decir"

1 adre, es una lástima que no quiere acompa-arnos a la mesa, 7de verdad insiste enirse9

La buena educación de los presentes, el convencionalismo del trato social, hicieronque la honda tensión pareciera disolverse y todo se trocó en sonrisas melosas, apretones demanos, obsequiosas frases4

La se-ora de la casa, un poco sofocada a8n, compon a su mejor !esto de despedida.

1Aa sido un verdadero placer, padre.

ilar era coqueta hasta sin darse cuenta.

17&olverá por aqu 9

Don /osme no cejaba del todo.

1 qu tiene su casa. 0ueda mucho por hablar.

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5elipe ten a las llaves del coche en la mano.

17Le llevo, padre9

1>o se moleste, por favor.

12i no es molestia4

1<>i-os 1!ritó la se-ora1, a despedir al padre= 5rancisco salió de all entrecontento y asqueado y prometi$ndose no volver. Ten a razón 5elipe. quella !ente, a sumanera, estaba no menos necesitada que los compa-eros del tajo. ero ten an sus pastores. >o eran sus ovejas. :>o podr a@ creo que no podr a;.

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18

El malestar causado por el sistema de turnicidad en el trabajo ven a en aumento amedida que nuevas secciones y talleres iban quedando afectadas, al conjuro de lasnecesidades de la empresa, que se racionalizaba cada d a más y pasaba como una!i!antesca apisonadora sobre los menudos, insi!nificantes e indiferentes problemas personales. Los ánimos estaban e citados y la e periencia resultó ne!ativa, a juicio de lamayor a. Todo el mundo parec a querer verter su ira en presencia del padre 0uintas,desaho!arse dialo!ando con $l, sondearle al respecto.

Aierro acostumbraba a venir directamente@ no necesitaba de hacerse el encontradizo. 17? ahora qu$ dices t89

5rancisco levantó la cabeza.

17/ómo qu$ di!o yo9

1El trabajo a turnos con relevo es lo 8ltimo. El capitalismo se devora a s mismo enel afán de competir.

? se empieza a devorar por los pies, es decir, por lo de abajo, que son los obreros.Trabajo de esclavos. ? a a!achar la cabeza. 7>o es eso lo que vosotros predicáis9

17De qu$ te quejas9 1repuso con calma 5rancisco1. /omo buen mar ista t8debes ale!rarte de esta, para ti, autoantropofa!ia4

17/rees que por ser comunista no me toca a!uantar como a todo quisque9

12 , pero lo que es bueno para la marcha del partido, lo que confirma sus do!mas,es bueno para un comunista. Lo personal no cuenta. 7 no es as 9

1>o me ven!as con historias4 Aierro le sacaba de sus casillas la dial$ctica del cura.

1>o ha!o más que pensar con vuestras cate!or as mentales. 5ue %ar el queanunció la intr nseca descomposición del capitalismo y el bien inapreciable de la lucha declases. 7>o debe ale!rarse un comunista de todo lo que ahonde las diferencias, aumente eldescontento, ha!a insoportable su condición a la clase trabajadora9

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1Aablas como un disco rayado. 7Te ense-aron todo eso en el seminario9

1<0u$ cosas tienes= 7>o has le do :El /apital;9

1Era yo el que estaba pre!untando.

1/omo quieras.

170u$ postura vas a tomar t89

17?o9

12 , t8, claro. Ten!o curiosidad.

5rancisco sonrió sin responder.

170u$ dices9 1insistió Aierr. 1Es curioso. T8 eres ateo@ pero la presencia de un cura te desasosie!a de forma

manifiesta. m me dejar a tan tranquilo la presencia de un bonzo entre nosotros.

Aierro se sublevó.

170ui$n te crees que eres9 <%e importas tanto t8 como la mitra del obispo= <>osha amolao el t o=

2e le hab a ido la voz o el !esto@ la cosa fue que ya ten an al encar!ado encima.

170u$ demonios os pasa a vosotros9 1y diri!i$ndose a 5rancisco en e clusiva1"<Fste no es sitio de sermones= 7 qui$n quieres embaucar9

Aierro era hueso duro de roer, aun para el capataz.

1<2i hay al!una indirecta aclar$monos=

3ufino esbozó una mueca.

1/onti!o no va nada.

El padre 0uintas se enfrascó en su trabajo sin más. Le hala!aba que vinieran a $l,aunque fuera para discrepar. %iradas interro!antes y e entas de animosidad le lle!abandesde las máquinas. 0uer an saber. ero el primero que tuvo ocasión de emparejársele fue2almones, con su !esto sempiterno de estar en el secreto de todos los ritos.

1Te darás cuenta de que ha lle!ado el momento de unir todas las fuerzas. El nuevohorario es inaceptable, al menos en las presentes condiciones.

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12upon!o que tambi$n en 3usia habrá fábricas donde se trabaje a turnos conrelevos.

>o se alteró 2almones.

1>o se trata de lo que pase en 3usia, sino de lo que a nosotros, en concreto, nos pasa aqu .

1Es que ser a interesante estar de acuerdo en que si en occidente el capital e plotaal obrero, en oriente es el Estado quien lo hace.

1Aablas con palabras !randilocuentes" riente, occidente, Estado4 7 or qu$ no teci-es a nuestro problema9

5rancisco le miró de hito en hito.

1>o te voy a hacer el jue!o.2almones alzó las cejas.

172erá posible que por no hacerme el jue!o a m , como t8 dices, dejes en laestacada a los compa-eros9

1Lo que he de hacer por los compa-eros he de determinarlo yo, no t8.

1&aya, estás a!resivo hoy, 7verdad9 +no viene a charlar conti!o y lo recibes a patadas.

5rancisco sonrió a su vez.

17>o ves que nos conocemos bien9

1Tienes razón 1si!uió 2almones en el mismo tono1. 72abes que te voy teniendoestima9

1>o me di!as que vas a acabar pidiendo confesión.

2e rio de buena !ana.

1/omo hombre, aco, eres al!o de carne y hueso para m . /omo cura no eres másque una entelequia.

1< ues f jate lo que serás t8 para m como comunista=

12 , esto es la coe istencia pac fica@ pero, oye, estarás de acuerdo en que el nuevohorario es inaceptable.

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1?a lo hemos aceptado, puesto que estamos inmersos en $l.

12 , pero siempre se puede uno plantar.

1Deliras.

17Es que te opones9

2e miraron.

1?a te dije que no me vas a sacar nada.

1>o me di!as que estás con la empresa.

17Lo estás t89

1Evidentemente, no. 1/laro, sobraba la pre!unta.

1 ero no me has contestado.

1?o estoy con la justicia.

2almones le miró atentamente. Lue!o su semisonrisa se ensanchó. 5rancisco se diocuenta de que, por el momento, abandonaba la partida.

16ran palabra 1dijo aqu$l.

12 , !ran palabra.

scar 3aba le hab a pedido que asistiera a la reunión del jurado de empresa. Aab adudado entre ir o no. or más que uno pretendiera mantenerse independiente y al mar!en,el compromiso iba en aumento cada d a. La comunidad en el trabajo, la solidaridad,creaban unos v nculos e impon an unas lealtades. Lo pensó horas enteras. rrimar a ehombre en cuanto no tuviera pol tica por medio. ero 7ser a siempre i!ualmente fácildiscernir dónde estaba pintada la divisoria9 7 odr a el hombre abstenerse siempre yle! timamente de la pol tica9 La turnicidad, tal como se hab a implantado, no era justaAab a que vivirla para comprender hasta qu$ punto. Estaba claro que para ciertos elementoseste asunto brindaba oportunidades de implicación pol tica, y de una pol tica subversiva

ero 7hab a que abstenerse de una justa reivindicación porque al!uien quisiera sacar!anancia a r o revuelto9

En el jurado de empresa, 3aba ten a la voz más caracterizada. 2e sentaban con $lal!unos otros de la A /. La retracción de una serie de valiosos elementos y la noviabilidad de otros, e cesivamente comprometidos, hab an dado paso a un equipo de

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1? otra cosa, 7qu$ pasa si te falla el relevo9 1inquirió /ampo1. En mi sección leocurrió a olanco, que no le vino el fulano y tuvo que hacer otro turno sin interrupción, porque las llaves no pod an quedar solas y el in!eniero le amenazó.

Aubo un silencio. 5rancisco miró en torno.

170u$ pensáis hacer9

3aba tomó la palabra.

1 ara eso nos hemos reunido. 2i no damos la cara, los compa-eros harán caso a losde siempre, que nos llaman vendidos.

1 odemos dimitir y estamos al cabo de la calle 1dijo /ampo.

1>o 1le corri!ió 5rancisco1, dimitir, no.

1 ues t8 dirás, porque a nosotros, allá arriba, nos hacen tanto caso como sifu$ramos el pito del sereno.

1>ada de retirarse antes de tiempo. 2opesemos las posibilidades. ensemos al!oque val!a la pena. on!ámoslo por obra y ha!amos que lo conozca todo el personal. Deesta forma los obreros sabrán que el jurado ha cumplido con su deber y la empresa habrá deenfrentarse con una realidad más dura e in!rata.

12 , pero 7qu$9

5rancisco ten a su idea. 1Aa!amos una memoria 1dijo1, una memoria breve, pero contundente, en que se

resuma toda la razón que asiste al productor.

1?a 1replicó 3aba1, para que la reciban en dirección con las mejores palabras yla archiven en cuanto cerremos la puerta.

1? menos mal si la archivan 1apostilló el de hornos1, que a m me parece que loque harán será destinarla a la papelera.

1 al retrete del !erente 1dijo otro.

1<+n momento= 1interrumpió 5rancisco al coro pesimista1. Aa!amos copias,copias en abundancia, una copia para cada productor. De esta forma no les será tan fácili!norarlo en dirección.

Los ojos de 3aba se iluminaron.

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1Eso es mejor 1dijo.

17? qui$n hace las copias9 1inquirió /ampo.

Aubo un momento de desánimo. El de hornos dijo al cabo"

1Ten!o un hijo que trabaja en una imprenta.

2e animaron las voces, hablando varios a la vez.

1/uidado 1advirtió /ampo1, eso es clandestino.

17 ero hace falta permiso para una cosa as 9 1pre!untó un joven militante.

1>ada se consi!ue sin un ries!o 1comentó 5rancisco.

3aba miró al cura detenidamente. 1Tienes que encar!arte de redactarlo 1dijo.

17?o94

>o se le hab a ocurrido. Fl se consideraba all como mero observador.

1Entre nosotros no lo har a nadie como t8.

12 , aco 1apremió el de hornos1. Fchanos una mano.

1>osotros reuniremos todo el material 1insistió 3aba1, t8 sólo tienes que darlela forma conveniente.

1Di que s .

1>o nos falles ahora4

7? por qu$ no hab a de hacerlo9 Era una petición justa.

1Está bien 1dijo1. Lo har$.

Los componentes del jurado de empresa se encar!aron de proporcionar los datos,casos y e periencias necesarios y más que necesarios. Aab a que hacer la s ntesis, ordenatodo aquello, darle forma. >o era trabajo dif cil para $l. Dejó a un lado toda retórica. Latesis era simple. >o iba contra el trabajo a turnos con relevos@ pero potenciaba y pon a en slu!ar los inconvenientes de todo orden que esto le supon a al productor y valoraba, enconsecuencia, la indispensable compensación económica que se le deb a en justicia pararecomponer el equilibrio crasamente alterado.

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17/uándo te acuestas9 1dijo Tonchu irrumpiendo en su cuarto.

1Ten!o que acabar el borrador.

1%a-ana entramos a las seis. Tienes que dormir.

Le miró a los ojos. La cara del muchacho e presaba dis!usto. $l le divert a aquellasolicitud.

1Duerme t8 1dijo.

1<Duerme t8, duerme t8= 1le imitó Tonchu enfadado1. >o hay nada más dif cilque convencer a un cura.

2alió dando un portazo ante la sonrisa de 5rancisco.

:E tra-o mundo $ste;. 2obre la mesa, que a sus horas serv a de altar, estabandispersos los papeles llenos de notas apretadas. El informe deb a estar listo por la ma-ana.+r! a. +na noche sin dormir, incluso cuando se tiene encima la fati!a de una jornadalaboral, no es obstáculo de mayor monta para quien se da con entusiasmo a los demás. Loque no es tan llevadero es presentarse a las seis de la ma-ana para tomar el turno con otrasocho horas por delante. :+n d a es un d a. >adie muere por esto;.

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19

1>ena4

/elestino /orcuera, el >avajas, la estaba esperando al anochecer, en el quicio del portal, deslustrado y sucio. Ella no le hab a visto y ahora lo ten a encima, sobre el escalónlo que le ayudaba a sacarle más de la cabeza.

1%e asustaste.

17 sustarte yo9 <2i me muero por tus huesos, cari-o= 1?a t8 sabes que no estoy por esas m8sicas.

Lo que terna el >avajas con las mujeres era labia. arolaba como un poeta de len!uasuelta y en se!uida achuchaba como un novillo de buena casta. Todo con mucho jue!o deojos, entorne de párpados, aleteo de pesta-as y frases rezumadas entre unos labios casiinmóviles.

1</anela=4

1D$jame pasar. >o era ili mujer que se acobardase fácilmente. Aab a nacido en alta mar, como

quien dice, y desde ni-a se hab a visto obli!ada a nave!ar por propios medios.

1<0ue no puedo más, te di!o= <0ue me muero por ti, preciosa=

Aizo ademán de sujetarla. Ella le propinó un manotazo sin ceder un cent metro.

1<Las manos quietas=

1Lo que t8 mandes, mi reina@ pero, esc8chame. <Te lo juro que no te toco=, pero,oye, vámonos al terrapl$n, 7te acuerdas9

1>i lo sue-es. Eso fue antes del diluvio. Framos unos cr os.

13azón de más, mi vida. Lo nuestro es lo fet$n &iene de anti!uo.

1 lv dalo, chico.

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Aizo ademán de apartarle para pasar, pero el >avajas obstruyó el paso con los brazos abiertos.

17?a dónde vas con tanta prisa, di9

2e le hab a cambiado el !esto y las comisuras de los labios ca an ahora hacia abajo,con resentimiento.

1>o ten!o por qu$ darte e plicaciones.

17Es a ver al cura a lo que vas9

/anela adelantó el rostro, a!resiva.

170u$ pasa con el cura9

17Te crees que somos tontos9 El cura es de carne y hueso lo mismo que nosotros.La chica se le acercó hasta un palmo de la cara.

1T8 no lo entiendes, >avajas 1susurró1@ a un hombre como $l no podrásentenderle jamás@ pero <ojo=, no le toques con tu sucia len!ua. >o le toques, te lo dice/anela.

1<0u$ me vas a decir de los curas que yo no sepa=

1Todav a estás en la , >avajas, de eso estás en la .

/elestino se enfureció.

1<%ira= 1en un instante ten a el hierro en la mano1. D selo, anda. 0ue sepadónde jue!a. 2e me está enmolleciendo la pinchosa, 7lo sab as9

1<0uita allá=

/anela empujó a un lado la diestra armada y pasó hacia la escalera.

1<D selo, !uapa=4 ? no lo olvides t8. </on el >avajas nadie jue!a=

? ella, desde la escalera"

1< lv date=

5rancisco estaba a punto de dar comienzo a la misa cuando lle!ó /anela con la caraarrebolada.

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1Ten!o que hablarte.

1Despu$s.

1De acuerdo.

El sabor de celebrar en aquellas circunstancias era fuerte. ? no parec a pasarse conel uso. La misma fati!a del cuerpo pon a pausa en los movimientos y hondura en los !estos.:>unca lo hab a sentido como ahora@ el pan nuestro de cada d a4 se necesita parasubsistir;. +n olor de humanidad impre!naba la estancia, y aunque era e tracto de sudor ysuciedad, ya no ofend a al sentido del olfato de quienes pertenec an a aquel mundo. /iertoque, e cepto Tonchu y un par de militantes, sólo mujeres llenaban el cuarto hasta el pasillo@ pero 5rancisco ve a en ellas a sus hombres, a sus maridos y a sus hijos, y a-ad a sinesfuerzo, a aquella e i!ua presencia, la humanidad toda del barrio, y por ella y para ellaalzaba el pan, sin olvidar a sus hermanos indiferentes, a sus hermanos blasfemos, a sushermanos borrachos, a sus hermanos comunistas, a todos, porque a todos alcanzaba aquel

precepto de amar a los demás como a s mismo. 1?a era hora de que se fueran $sas 1dijo ili cuando quedaron solos, mientras

Tonchu reco! a las cosas en el cuarto de al lado.

170u$ te pasa, chiquilla9 1pre!untó 5rancisco, que notaba en el rostro de lamuchacha al!o desusado y dif cil de definir.

17 m 9 >ada.

1&aya, t8 quer as hablar conmi!o, 7en qu$ quedamos9

/anela miró por la ventana.

1?o siempre quiero hablar conti!o.

17? qui$n te lo impide9

1/ada vez te veo menos. l principio te ocupabas de m , me buscabas. hora todosson l os con esos4 areces uno más.

5rancisco refle ionó unos instantes.

1Es que lo soy, ili. 2oy un obrero, un obrero más.

1 ero t8 eres distinto.

Aab a un fruncimiento de obstinación en los labios de ili.

12ólo en cierto modo. 2in embar!o, ya ves, aqu me tienes4 &amos, dime lo que

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te pasa.

12i lo supiera yo4

1 ver, m rame.

&olvió la cabeza más a8n, queriendo hurtar el rostro.

1Te di!o que me mires 1insistió $l.

/anela le miró. 2us ojos verdes brillaban de lá!rimas.

1?a te miro 1dijo.

1/riatura 1musitó 5rancisco1. 7 or qu$ lloras9

1>o lo s$.2e le ofrec a cercana, indefensa, insólita.

17Estás triste9

12 .

17 or mi culpa9

12 .

1 ero4 1no encontraba palabras1, t8 sabes que no te olvido, que dispones de my que, por otra parte, ten!o que llevar a Dios a todos, que4

1T8 eres bueno. T8 no times la culpa.

1>o di!as eso. ?o har$ lo posible por atenderte mejor. ?a verás, te lo prometo.

1T8 no puedes hacer nada 1dijo ella meneando lentamente la cabeza.

1>o di!as estas tonter as, anda. 2$cate esos ojos. Toma.

Le ofreció un pa-uelo al tiempo que hablaba.

1Todos quieren lo mismo. Todos menos t8.

1Dime qui$n te molesta.

1 re!unta mejor, qui$n no lo hace.

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5rancisco paseó por la estancia.

1Es la vida 1dijo, como para s 1. Los hombres4 no debe sorprenderte. >o hayque hacer caso.

/anela le se!u a con la vista. 1Tambi$n t8 eres hombre 1replicó1 y sabes tratarme.

1Es distinto. ?o soy sacerdote, no lo olvides.

12acerdote o no, eres hombre.

1>o pretendas medir a los demás por m , /anela. ?o ten!o la !racia de unsacramento y las formas de una educación. Ellos no son malos, son como ni-os !randes.

1De ni-os, nada. 1?a me entiendes, mujer.

5rancisco sent a sobre s la mirada de /anela. 2e volvió a ella.

1Despu$s de todo, si Dios está conti!o, 7qu$ temes9

Las verdes pupilas se a!randaron.

1?o no temo nada.

1 s me !usta.

quellos ojos pu!naces se!u an fijos.

1?o te quiero mucho 1dijo ella.

5rancisco se conmovió interiormente, pero si!uió aferrado a la idea de que estabahablando con una hija.

1Tambi$n yo 1replicó1. Luchar$ por ti con oración y penitencia. %e has sidodada por Dios. ?o te conservar$ para $l.

Tonchu entró en el cuarto.

17Estorbo9 1pre!untó.

1>o, claro que no 1dijo 5rancisco.

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1/omo ten$is tanta parlamentaria4

2e le notaba contrariado.

170u$ te pasa a ti9

1Le molesto yo 1dijo /anela.

1 lo mejor eres adivina.

17Lo ves9

5rancisco alzó las manos al cielo.

170uer$is volverme loco9 7 or qu$ no os pod$is llevar bien los dos9, 7por qu$9

1Es muy sencillo 1contestó /anela. 1Fsta lo sabe todo 1replicó Tonchu con despe!o.

1Tiene celos.

17/elos yo9 ero 7de qu$, !uapa9 <>os ha prin!ao la fulana=

1<>o hables as = 1!ritó 5rancisco.

1<Aablo como me da la !ana= 1le soltó el chico todo sofocado.

1<Tonchu=

?a estaba en la escalera y no contestó a la llamada. 2e hab a enfurecido. El padre0uintas volvió adentro.

12e le pasará, no te preocupes 1dijo /anela.

1 ero 7por qu$9, 7qu$ le ocurre9

1Eres un inocente, aco.

17Bnocente9

1El cr o tiene celos. Eso es todo.

1<>o di!as tonter as=

10uisiera tenerte para $l solo.

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1+fff4

1<%e cisco en los turnos=

1? yo en su padre.

1El cornudo de personal.

17Don 5ederico9

1<0u$ don ni don=

1 ues, 7qu$ quieres9

1</on lo caliente que estaba en mi cama=

1<>o di!as, /asto= 17 ero calienta al!o todav a la Bsabela9

1< ti te voy a contar un cuento yo=

1</alma, /asto, calma=

1<? encima se llama /asto=

1D$jalo, hombre.

1Envidia cochina.

17Envidia yo9

1&amos, que es la hora4

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# 3> D > 3% L" %edios normales.

# 3> D T+3> 2" 5uera de una minor a con medios propios, el resto tropieza

con dificultades inherentes a ciertas horas en que no hay o escasean los medios normales,con la consi!uiente p$rdida de tiempo, !rave incomodidad, etc$tera.

%sfuerzo humano

# 3> D > 3% L" El natural por su trabajo.

# 3> D T+3> 2" E traordinario. &ariación del descanso cada semana, sintiempo de adaptarse. /ambio total, cada ocho d as, de r$!imen de sue-o, comida, etc.Des!aste nervioso consecuente del malhumor producido por la incomodidad de estedesorden.

$escansos

# 3> D > 3% L" >ormales.# 3> D T+3> 2" En d as laborables, casi siempre, sin que por este cambio

se reciba nin!una compensación. bli!ación de trabajar en d as de fiesta. %erma de las posibilidades normales de relación social, de cumplimiento reli!ioso, de asistencia aespectáculos, cines, teatros, deportes. Durante a-os no coincide el descanso con fiestasuniversales, como >avidad, >ochevieja, 3eyes, etc.

<amilia

# 3> D > 3% L" Desenvolvimiento normal.

# 3> D T+3> 2" /ontinua alteración del r$!imen familiar, con probable ose!ura repercusión en la educación de los hijos, cuyas horas de asueto coinciden deordinario con aquellas en que el productor debe estar trabajando o durmiendo por e i!encia

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del turno. Las mujeres han de car!ar con el cometido de los hombres, especialmente en lasreiteradas ausencias nocturnas, etc.

"usencias

# 3> D > 3% L" >umerosos d as !raciables, as como posibilidad de faltardentro de ciertos l mites.

# 3> D T+3> 2" 6eneralmente nin!una, dada la responsabilidad, ndole deltrabajo y, sobre todo, la necesidad del relevo del compa-ero. Dándose casos, como veremosmás abajo, de productores que deben tomar forzosamente el relevo si!uiente al no presentarse el sustituto.

*anidad

# 3> D > 3% L" >ormal.

# 3> D T+3> 2" En el reciente /on!reso de %edicina del Trabajo,celebrado en esta capital, se estudiaron las deficiencias que produce en el or!anismo el

brusco y continuado cambio de las horas de alimentación y descanso. El dele!adonorteamericano e puso una ponencia, que obra en nuestro poder, sobre el aumento de peli!rosidad en el trabajo nocturno. La prensa nacional se ha hecho eco varias veces del problema, lle!ando a afirmar que estos cambios continuados pueden lle!ar a ser unverdadero atentado contra la vida del trabajador.

"ccidentes

# 3> D > 3% L" >ormales.

# 3> D T+3> 2" Las ocho horas continuadas hacen que mermen lasfacultades f sicas del productor, especialmente por la noche, lo que hace que se eleve peli!rosamente el ndice de ries!o, con consecuencias que pueden ser fatales.

2e!u a abundante copia de información suplementaria, casos concretos con su

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12i va a se!uir chillando, me voy.

La serenidad de aquella voz desconcertó un tanto al in!eniero.

1El jurado de empresa 1prosi!uió1 es muy due-o de hacer un encar!o material a

quien le ven!a en !ana. >ada le impide consultar, asesorarse, dar trabajo a un mecanó!rafo,etc$tera.

1+sted sabe muy bien que en este caso no ha sido un mero mecanó!rafo.

1>o ten!o máquina. or eso mismo me llam$ antes amanuense.

1<D$jese de historias= estas horas saben en dirección que es usted el autor de este panfleto. ? usted no está en la fábrica para !estar manifiestos de este tipo.

1>o ten!o que responder ante la empresa de lo que ha!o en horas libres.

1 ero s de cualquier subversión que lleve a cabo entre el personal.

5rancisco sonrió. Lo hizo con toda conciencia.

12ubversión4, qu$ palabra. 7Dónde la ve usted9

1Este panfleto4 1lo a!itaba en la mano.

1Este informe 1corri!ió $l1 es un documento normal, elaborado por el jurado deempresa, con unas peticiones razonadas4

1<Esto subleva a la !ente= 1saltó don 5ederico.

12i es as será porque la situación da motivos para ello. h no se dice más que laverdad.

12ea lo que sea, este ale!ato es el catalizador que act8a sobre los productores, quea8na a los descontentos que nunca pueden faltar, que suma voluntades, que enfrenta a los productores con la empresa. ? usted, precisamente usted, es su autor.

12u autor material, en todo caso.

1Tanto da. 7Le parece a usted misión propia para un cura9

5rancisco se indi!nó.

17 or qu$ no deja al cura en paz9

1 orque lo es usted, mal que le pese, y lo que ha!a usted aqu nos compromete a

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todos los que tenemos la misma fe que usted.

1<Aombre= <Esto s que es bueno= hora resulta que lo que inquieta a la empresa ya su honorable jefe de personal es el compromiso que pueda venirles, a causa de su fe, de laactuación de un sacerdote. <%e asombra usted, don 5ederico, se lo di!o de verdad= 2eamos

l8cidos por una vez. 7/ompromete más su fe el que yo, sacerdote, haya redactado esteinforme, que el que ustedes, directores, no den o dos a una reclamación evidentemente justa9

1Todos nuestros salarios son le!ales.

17? qu$9 7 caso la le!alidad a!ota siempre la justicia9 7&a a sostener usted quetodo lo le!al es justo y todo lo justo es le!al9

1?o no sosten!o nada. firmo que se ha pasado de la raya. ? le aviso. Todav a nos$ las consecuencias que se pueden se!uir de estos hechos. La empresa sabe defenderse, no

lo dude. h, y usted tiene superiores eclesiásticos4, no olvide este detalle.5rancisco consideró a aquel hombre que permanec a sentado tras la mesa.

17 retende amenazarme9 1pre!untó con sosie!o.

Don 5ederico apartó la mirada.

1Lo dicho está dicho. ntes que obrero es usted sacerdote. Deb a tenerlo en cuenta.

12i no puede olvidar que lo soy@ si tanto si!nifica el que yo sea sacerdote para

usted, 7por qu$ me ha tenido de pie todo este tiempo9, 7por qu$ adoptó desde el principiouna actitud carente de la más elemental cortes a9, 7por qu$ !rita9

1?o he llamado esta ma-ana al productor. 5ue usted el que ya el primer d a meindicó que apease el tratamiento.

1 s es. ero, entonces, sea usted consecuente y d$jeme en paz con sus:admoniciones; espirituales.

12i quiere un consejo4

1>o se lo he pedido. 1Es i!ual. ?o de usted solicitaba la baja.

1 fortunadamente es imposible que comprenda usted mi caso.

Estaba todo dicho. Don 5ederico miraba por la ventana. 5rancisco !iró sobre sustalones y salió en se!uida del despacho.

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>o iba dolorido. /ontra lo que pudiera creerse a $l le !ustaba la dial$ctica, la luchaverbal. 2e confesaba el secreto or!ullo de haber deseado que todos los productores hubieranasistido a aquella conversación.

Las primeras miradas cálidas le hicieron tomar conciencia de que era sensible al

hala!o. 3eaccionó con toda su alma. >o era nin!8n h$roe. Lo que hab a hecho $l lo hubierahecho un abo!ado o, simplemente, cualquier obrero con letras bien sabidas. : rriba meconsideran uno de ellos y no pueden encajar lo que les parece un !olpe bajo;, se dijo. >otósu pulso acelerado. Aab a hecho un esfuerzo durante la conversación sostenida en eldespacho. hora todos querr an saber. En efecto@ hab a un !rupo que esperaba fueraEstaban 3aba y el de hornos@ estaba /ampo con otros de la A /. Le rodearon en se!uida.Les hizo una sucinta relación de lo ocurrido, reservándose las alusiones al sacerdocio y susrespuestas al tema4

2almones esperaba más abajo, e actamente a la puerta de :El fricano;.

1?a era hora 1dijo. 1Aola.

5rancisco se acercó a $l, separándose del !rupo reducido que todav a leacompa-aba.

1&aya, al fin te decidiste, 7eh9

1Eso no tiene importancia.

1&en, tomemos un vino. a!o yo. 16racias.

Entraron en la penumbra del interior. El suelo era prácticamente de tierra h8medaapelmazada, aunque debajo se dec a que hab a una baldosa de colores, y en el aire flotabaun olor dulzón, como a fermento de al!o fuerte.

170u$ quer$is9

El fricano hab a salido del mostrador y ven a hacia ellos con su tripa

temblequeante. 1Lo de siempre, t8 1dijo 2almones.

1 l momento.

2e sentaron en unas banquetas, apoyando los antebrazos sobre una mesa de pinofre!ado.

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1Le el informe. >o está mal.

1>o tiene nada de particular. Dice lo que todos sabemos.

12 , pero se ve la buena mano. Lo dice con especial claridad@ con lucidez@ con

contundencia. Los curas ten$is a veces buena escuela.Aablaba con benevolencia, sin iron a.

12upon!o que no me has estado esperando sólo para felicitarme.

uso cara inocente.

17 ara qu$, si no9

1T8 dirás.

2almones hizo una pausa un tanto lar!a.

1T8 ahora eres un cabecilla. La empresa no contestará. asarán d as4

17? qu$9

10ue habrá que actuar.

17/ómo9

1>o lo s$ todav a.

Cebieron en silencio.

1?o en eso no cuento 1dijo 5rancisco1. 2oy uno más@ uno de fila.

1>o.

2almones se hab a puesto serio.

17/ómo que no9

1T8 eres importante ahora. Tienes una representación.

1?o no soy enlace sindical. >o ten!o nin!una representación. %e lo acaban derecordar en dirección.

1Te equivocas. La 8nica representación aut$ntica es la que los obreros otor!uenespontáneamente y de verdad. hora, !8stete o no, estás comprometido y eso entra-a una

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!ran responsabilidad.

5rancisco no le !ustaba el ses!o que tomaban las cosas en boca de 2almones. ?reaccionaba tanto más vivamente, cuanto que comprend a la parte de razón que ten an su palabras.

1?o sólo respondo por m mismo.

1Eso no es cierto y t8 lo sabes. hora no te queda más que esta alternativa" o si!uesadelante, en su momento, o traicionas a la causa.

17 qu$ causa9 7 la tuya9

1>o hay causa m a y causa tuya. Aay la causa de los trabajadores. La causa por laque te has si!nificado plasmando el informe. Echarte atrás ahora si!nificar a una traición.

1?o no me he comprometido a nada ni con nadie. Ae hecho lo que he cre do mideber. En su momento har$ otro tanto.

2almones le miró fijamente.

1Estamos de acuerdo en que no tienes que hacer más que cumplir con tu deber. 2eacerca el momento en que sepamos de veras qu$ es lo que entiendes t8 por tu deber.Entonces sabremos de verdad a qu$ atenemos.

Era inusitada esta !ravedad en un hombre como $l.

170u$ es lo que pretendes9 1pre!untó 5rancisco de un modo directo. 12$ lo que quiero.

1Eso no es contestar.

1Cueno, te estoy tendiendo una mano. Es tu !ran oportunidad.

1Depende. 2i es la mano del hombre, del ami!o, estoy presto a estrecharla. 2i es lamano del comunista4

1Te obstinas con estos distin!os escolásticos 1replicó 2almones1. Es muysimple.

1>o más que la evidencia de que nunca tendr$ nada que ver con el mar ismo.

1Aay muchos modos de tener que ver con el mar ismo. ?o no te estoy pidiendoque te ha!as comunista.

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1<0u$ cosas tienes= 1dijo 5rancisco sonriendo1. 2i te di!o que nunca tendr$ quever con el mar ismo, e cuso decirte con el comunismo.

1>o empieces otra vez con tus distinciones sof sticas.

1>ada de sofismas. /ontra lo que el vul!o cree, t8 sabes tan bien como yo que, enrealidad, mar ismo y comunismo no tienen demasiado que ver.

Los ojos de 2almones se a!udizaron.

12i!ue 1dijo.

1Br amos lejos.

1>o importa.

5rancisco tomó un pitillo que le ofrec a el otro. 1La !ente acostumbra a considerar al comunismo como la e trema izquierda, cosa

que convendr a al mar ismo, pero de nin!una manera al comunismo.

1Desbarras.

1En absoluto. 70u$ ha sido la izquierda en la tradición occidental9 &amos a ver.+na tendencia a mayor libertad, a más justicia social. Esto está claro. La e trema izquierda, por tanto, ser a la e trema tendencia a la mayor libertad y a la má ima justicia social. hora bien, el comunismo, all donde ha triunfado, no sólo no ha dado la mayor libertad, ni la

menor siquiera@ como tampoco ha implantado la má ima justicia social, sino que se halimitado a suplir una clase de apropiadores de la plusval a, por otra clase de apropiadores dela plusval a. 7? el proletario, qu$9

2almones hizo ademán de interrumpir, pero 5rancisco alzó la mano conteni$ndole.

1Espera, que no acab$. 7Era mar ista 2talin9 7Tiene al!o que ver el terrorestaliniano con la doctrina de %ar 9 Aay que no haber le do a %ar para creerlo.

1<2implificas demasiado=

1Aa!o un esquema@ pero un esquema que responde en lo esencial a la realidad.

1 demás somos nosotros mismos los que hemos repudiado a 2talin.

&ivamente.

15uisteis los 8ltimos en hacerlo. ?, desde lue!o, no por principios, sino porconveniencia pol tica. %ás a8n, volver ais a 2talin en cualquier momento que %osc8 diera

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la consi!na. 2i el mar ismo es la doctrina de %ar , ten!o que decirte que %ar , que era un buen bur!u$s, amante de sus hijas, nunca so-ó con los campos de concentración, ni con las pur!as, ni con muchas de las dramáticas monser!as que lue!o a-adió Lenin, y no di!amos2talin. m me basta esto" 7/uántas veces se ha escrito la :Aistoria del partido comunistaObolcheviqueQ de la +.3.2.2.;9 /ada una fue revisada, aprobada, alabada y, más tarde,

retirada y prohibida, para dejar paso a la si!uiente que la contradec a y, a su vez, tras habersido revisada, aprobada y alabada, pasado un tiempo, acababa por correr la misma suerte.7 or qu$9 orque vuestra :historia; ha de acomodarse a las conveniencias del presente, decada presente@ y cuando cambian esas conveniencias, c nicamente cambiáis la historia todos dec s am$n, que en esto s que sois maestros los comunistas.

2almones se echó para atrás.

1>o estás capacitado t8 para entenderlo. Tu formación es escolástica, no dial$ctica.

1>o entres por ah conmi!o, te lo aconsejo. 7Aas le do a Ae!el9 Aubo un tiempo

en que me dio por eso. >i Ae!el ni %ar pensaron su dial$ctica para justificar lossorprendentes chaqueteos del comunismo ruso, y mucho menos su imperialismo.

1%e hace !racia 1dijo 2almones riendo1 que hables t8 de imperialismo desde ellado occidental.

1?o no estoy del lado occidental, que tambi$n tiene sus quiebras. ero nadie hademostrado que la opción, a pesar de las actuales apariencias, haya de ser entre oriente yoccidente.

1T8 vas muy lejos4 7Dónde le ste todo eso9

12i te refieres a las :historias; te citar$ las de Zinóviev, opov, ?arolas[i, Zhdánov 1hizo una pausa1, pero si de veras te interesa puedo darte más nombres.

1Bnsisto en que yo no te he pedido para nada que te hicieras comunista.

1Eres lo bastante inteli!ente para no obrar de esa manera.

1>osotros respetamos las opiniones de los católicos.

1&osotros ca$is en lo mismo de que se acusa a la B!lesia católica" ed s libertad

cuando estáis en la oposición y la quitáis de ra z cuando alcanzáis el poder. 2ólo que laB!lesia empieza a estar de vuelta, mientras que vosotros lleváis las cosas al e tremo.

2almones miró el reloj.

1Di!as lo que di!as 1replicó1 estamos embarcados en la misma e pedición,aunque no te !uste. La causa obrera te interesa a ti tanto como a m , al menos se!8n dices.Entonces, 7por qu$ no ir de acuerdo en la lucha9

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1Aay muchos matices.

&olvió a re r.

1Aablando conti!o desde lue!o, hombre. Tienes la diplomacia vaticana.

170u$ pasa con la diplomacia vaticana9

10ue es escurridiza.

2e levantaron hablando ya de trivialidades, sin volver a lo esencial.

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21

La apariencia era normal. Las chimeneas se!u an empenachadas noche y d a. >o seinterrump a nunca el run run de las máquinas. Los hombres entraban y sal an puntualmentde sus turnos. ero la tensión iba en aumento y toda suerte de rumores, a veces de lo másdisparatado, corr an por todas partes. +na nueva razón de descontento, al par que desuspicaces conjeturas, vino dada por los re!istros que empezaron a practicarse en puertas ala hora de abandono del trabajo. l parecer se trataba de sustracción de material. 2ea comosea la impresión prevalente era que la empresa endurec a sus posiciones, al par que!uardaba el más absoluto silencio respecto al problema planteado por la turnicidad.

Aab a habido desa!radables incidentes en el turno de la tarde con ocasión de losre!istros. La polic a de la empresa, encar!ada del menester, trataba de proceder con todacorrección@ pero el ánimo de al!unos obreros estaba demasiado e citado para no rebelarse2e levantó el !riter o.

5rancisco buscó a Aaba. Estaba indi!nado.

1Esto es un atropello. 70u$ vais a hacer9

3aba, más veterano y viejo luchador, estaba sereno.

1De momento, nada.

1 ero es inadmisible. Esto atenta contra la más elemental di!nidad.

1 ienso lo mismo, pero no es la primera vez que ocurre y si ale!an que haysustracción de material, es dif cil impedir esa medida.

17? os quedáis as 9 7>o hay más solución que resi!narse9

1/reo que lo que buscan es un prete to.

17+n prete to para qu$9

12i hay follón t8 me dirás qui$n pierde.

5rancisco no estaba de acuerdo y lo hizo constar. 3aba le contempló un rato y dijo"

1>o te ofendas, pero t8 tienes poco que perder. Tienes cubierta la retirada en

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1 delante, adelante 1dijo1. +sted puede pasar.

5rancisco le miró a los ojos.

1/omo a todos, por favor.

El otro se turbó un poco@ pero palpó someramente sus bolsillos.

1Está bien.

1%uchas !racias.

>o pod a sufrir que le hicieran distinciones. Tonchu, que sal a detrás, se le juntocorriendo.

17 or qu$ te dejaste9 1pre!untó.

5rancisco le palmeó la mejilla con afecto.

17Te dejaste t89

1 ero yo soy un aprendiz.

1? yo un peón.

1T8 eres cura.

Lo dijo con cierto $nfasis.

12er cura, Tonchu, supone una mayor e i!encia de servir a los demás. >unca unmotivo de privile!io.

El chico !uardó silencio, como rumiando la respuesta. Lue!o dijo"

1>o todos piensan como t8.

5rancisco le revolvió el pelo rebelde.

17T8 qu$ sabes9 7Aablaste con al!uno9

1Es lo que se oye.

Lle!aban a casa con las fuerzas muy mermadas tras el turno continuado@ pero de den d a las cosas se complicaban para 5rancisco. Era raro que no hubiera al!uien esperando para pedir una ayuda, un consejo, una !estión. /ierto que se trataba en e clusiva de asuntosmateriales, ya que aquellas !entes parec an tener bastante con los rompederos de cabeza

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que el sustento y la salud del cuerpo les ocasionaban, sin que, al parecer, les quedara tiempoo !anas de ocuparse del alma, de la que no estaban se!uros de disfrutar. ara $l era unconsuelo esta creciente confianza, esta práctica cotidiana de las obras de misericordia. 2inembar!o el tiempo se iba convirtiendo en un problema y se le hac an presentes lasreiteradas advertencias del obispo respecto de los ejercicios de piedad indispensables a su

sacerdocio. /ierto que muchos de los que le estaban esperando deb an asistir al insólitoespectáculo de aquella humilde misa que, por lo menos, les infund a respeto. ero ciertotambi$n que cada d a encontraba mayor dificultad en disponer del tiempo necesario pararezar su oficio, con lo que el sue-o se ve a reducido a l mites muy inferiores del m nimoque e i! a su trabajo. Aab a hablado de todo ello con el prelado, el cual no se mostrabafácil en permitirle pasar por alto los habituales ejercicios de piedad. :La oración te es másnecesaria que a los otros;. Fl estaba intentando orar al tiempo del trabajo y muchas veces loconse!u a maravillosamente. : ero no basta 1opinaba el obispo1, eso es reco!imientointerior y está muy bien@ sin embar!o, t8, por la especial situación que te permito, necesitasmás, bastante más, que los que si!uen el camino tradicional;. :>o tiene que dec rmelo 1 replicó entonces1, porque estoy completamente de acuerdo. 2e es obrero a la fuerza" perono se es obrero voluntariamente, y con ánimo de serlo en forma definitiva, si no se cuentacon Dios, si no se act8a por motivos sobrenaturales. De todos modos la dificultad está aveces en el breviario4;. 3ecordaba las palabras" :T8 eres y serás sacerdote antes quenada. >o te dispenso del breviario. %ira a ver cómo te arre!las. ero tampoco hemos de seresclavos de la letra. Te autorizo a que te dispenses a ti mismo, aunque sólo en casose cepcionales, nunca de manera habitual;. 2 , pero lo malo era que las circunstanciase cepcionales se estaban convirtiendo en habituales para 5rancisco.

quella tarde le esperaba en casa #oaqu n %anzano. Era un hombre consumido queno pasar a de los cincuenta [ilos y bastaba una mirada para darse cuenta de su pobreza deesp ritu. /omenzó disculpándose en cuanto 5rancisco le tomó aparte.

1?o no soy de la empresa. ?o trabajo en :/onstrucciones;.

1Cueno, es lo mismo. Aabla.

El hombre daba vueltas a la sucia !orrilla entre las manos.

1%e dijeron que si usted era cura4

1Lo soy.

1Tiene que perdonar, yo no quer a molestarle, pero es que ya no s$ adónde acudir.5rancisco se conmovió ante el humillante desvalimiento que aquel hombre no pod a

disimular. Le puso la mano sobre el antebrazo.

1&en, pasa aqu .

/erró la puerta de su cuarto tras de ellos y le dijo"

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1Estás con un compa-ero. 2oy un obrero i!ual que t8. Aabla.

Era una historia lar!a, salpicada de certificados m$dicos, recetas de medicinas, partes, papeles del 2. . E.4 En resumen, #oaqu n %anzano ten a mujer y seis hijos, y lades!racia, que a veces no perdona al pobre, hab a hecho carne en $l. Los datos eran $stos"

2alario, ochenta pesetas de jornal. /on unas cosas y otras, tres mil quinientas al mes. isoconsistente en cocina, dos habitaciones y un retrete, con renta de setecientas pesetas.Distancia de casa al trabajo, once [ilómetros. #oaquinito, hijo mayor, doce a-os, menin!itistuberculosa, pulmón derecho tocado, indicación de conveniencia de aislamiento a causa de posible conta!io. Bsabel, nueve a-os, artritis, tuberculosis ósea. 2e!8n versión materna,cuando dieron de alta a la ni-a en el 2. . E., ella la llevó a un especialista particular yfamoso Om$dico de los !randes futbolistas, lo que para el pueblo indica el s8mmumQ, ecual la atendió por caridad, y viendo el mal bastante avanzado, mandó escayolarinmediatamente. +r!encia de aislar a los cuatro peque-os y de internar a los dos mayores.Desorientación del cabeza de familia, tra do y llevado por el consi!uiente papeleo. La peque-a ?olanda, por ser a8n ni-a de pecho, no puede separarse de la madre. Dolores 1as

se llama $sta1 tiene frecuentes hemorra!ias intermitentes, por lo que en el 2. . E., atrav$s del m$dico de cabecera, disponen sea internada. ero ella se nie!a a dejar solos a losni-os4 7 qu$ se!uir9 #oaqu n %anzano, a pesar de los evidentes esfuerzos que realiza por contener su emoción, tiene los ojos arrasados de a!ua que se limpia con la bocaman!amanchada de yeso. 5rancisco le ha co!ido por los brazos y se los aprieta. Tiene la caratensa.

1&amos a luchar por ti, compa-ero, te lo juro.

1?o no quer a molestar 1dice entrecortado el constructor.

1<Tonchu= 1!rita el sacerdote. 170u$ pasa9 1pre!unta el chico asomándose tras la puerta.

1Di a todos esos que no s$ a qu$ hora será la misa y prepárate, que nos vamos.

17? cuándo comemos9

1 lv date de eso.

5ueron unas horas a!otadoras de visitas, esperas, s8plicas, llamadas4 5rancisco

arremetió con el asunto como un toro al que en todo su poder le enfrentan un trapo rojo. Lomás dif cil fue completar el papeleo, acelerar los trámites, lidiar con los or!anismos. Lerepu!naba tener que hacer valer su condición de sacerdote y, no sin tristeza, voló de nuevoa casa, en cierto momento, para vestirse la sotana, harto de comprobar que sin ella eramirado con sospecha y reticencia. 3epartir a los peque-os fue más fácil. ?a hab aoscurecido cuando pudo dedicarse a este menester. 2iempre hab a pensado que entre lamasa obrera hab a ciertas virtudes elementales, simples, una solidaridad humana, uncorazón asequible que, aun sin inspirarse, al parecer, en el evan!elio, le eran enormemente

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1? t8 lo mismo.

1 ero yo iba conti!o.

1? yo con Dios.

/aminaban por medio de la calle solitaria. Tonchu se paró.

172abes una cosa9

170u$9

Cajó la cabeza y lo dijo.

1%e parece que estoy empezando a quererte. 5rancisco le tomó por el brazo y lehizo andar.

1?a lo sab a.

2e sent a e tra-amente feliz. >o recordaba cuándo lo hab a sido hasta tal punto. >ohab a nada que a-adir.

1 8n no comimos 1dijo Tonchu más allá.

1Es cierto.

2e hab a olvidado por entero.

1>o ten!o hambre.

1Tomaremos un bocadillo de paso para el hospital.

El chico volvió a detenerse.

17 tra vez al hospital9

1T8 comes al!o conmi!o y te vas a casa.

1>i lo sue-es.

5rancisco sonrió.

170ui$n va a mandar, el hijo o el padre9

1Te obedecer$ en todo menos en dejarte solo.

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12i estás que no puedes conti!o4

17 ues t8, qu$ pinta crees que tienes9

1Está bien, está bien.

1 ero 7a qu$ tenemos que ir otra vez al hospital9

1>o querrás que esa pobre mujer pase la noche sin saber en qu$ quedó lo de losni-os.

1 od amos llamar por tel$fono.

1>o. Eso es muy fr o.

Lle!aron a casa pasadas las doce y media de la noche. Lle!aron rendidos. Teniendo

en cuenta la hora solar, 5rancisco decidió que dir a a8n la misa. 12alvo que te encuentres en las 8ltimas y vayas a dormirte 1dijo sonriendo a

Tonchu.

1Estás completamente loco, pero qu$ se le va a hacer4

2e hallaban los dos solos y hab a un !ran silencio. 5rancisco se revistió. :%eacercar$ al altar de Dios4;. 2aboreaba las palabras. /on la quietud del rito, la fati!a sedespertaba en $l hasta costarle subir los brazos@ pero una paz inmensa crec a en suinterior4

1El se-or est$ conti!o.

%iró a los ojos del chico al decirlo.

1? con tu esp ritu 1respondió $l, devolviendo la mirada.

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22

1<Ese des!raciado=

El Ener! as miraba iracundo hacia la nave de la que acababa de salir 5ranciscollevando un carrillo de ruedas altas y plataforma plana.

12i no me importa nada, hombre.

1Lo hace a las malas, el malasan!re de $l. 7 or qu$ tiene que mandarte a ti9

3ufino, el capataz, ten a !ozo en los ojos cuando se hab a acercado a 5rancisco paradecirle" :/o!e el carro y vas a I 2nfasaJ, a por unas piezas. Toma el vale;. Aab a queatravesar el centro.

1?o u otro es lo mismo, Ener! as, no te preocupes que no se me van a caer losanillos.

1Trae, que voy yo.

1De nin!8n modo. Esta rosquilla es para que yo la roa.

El Ener! as miraba hacia la nave trepidante.

1<Lo que le vamos a roer es el alma a ese amar!ao=

La intención de 3ufino estaba en su mirada, pero 5rancisco no le dio la satisfacciónde dejarle entrever su reacción. El espectáculo de un hombre adulto con aquel rid culo carrode mano por las calles trepidantes de coches charolados era ya bastante si!nificativo@ perosi ese hombre, además, era sacerdote4 Tomó el vale y lo !uardó en el bolsillo superior delmono sin soltar una palabra. :7>o quer as verte desnudo de todo privile!io9 1se dijo1.

ues vamos allá;.

1Aasta lue!o, Ener! as.

1Eres un tipo curioso.

En sus ojos brillaba la simpat a.

17De verdad9

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1>o ten!o idea 1respondió $l.

1 l!o maquinan $stos, tanto llamar 1masculló /ampo.

2almones se acercó corriendo.

17Es cierto que te han vuelto a llamar9

12 . llá voy.

12ea como sea, si te presionan, quiero que sepas que estamos conti!o.

Era divertido, en medio de todo.

1&osotros vais a lo vuestro 1dijo 3aba filosófico.

1Lo primero es la unión entre todos 1replicó aqu$l. 1? lo se!undo la puntilla a los demás.

1Cueno, bueno 1interrumpió 5rancisco1. >o es momento de discutir. ?a os dir$.

1<T8, firme, muchacho= 1!ritó el Ener! as.

1Descuida 1respondió $l haciendo con la mano una se-al.

>o se equivocó al sospechar que la llamada ten a al!o que ver con la e cursiónurbana de la ma-ana anterior. Don 5ederico estaba de pie ante la mesa y esta vez la tendióla mano que 5rancisco rehusó estrechar por no mancharle.

1Le llamo porque lamento mucho lo ocurrido ayer.

2u tono era hoy cordial y abierto.

1>o tiene importancia.

10uiero que acepte nuestras e plicaciones. >aturalmente ocurrió todo al mar!ende nuestro conocimiento.

2orprend a tanto aparato para arre!lar aquello.

1Cueno, si al!uien ten a que hacerlo, no veo por qu$ no pod a tocarme a m .

1>o, ami!o m o, nadie ten a que hacerlo. Aay otros medios de transporte. 5ue una!enialidad del encar!ado.

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5rancisco se limitó a alzar las cejas.

12 , es un buen hombre, pero no s$ lo que le pasa con usted. Está amar!ado. /reoque tiene 8lcera. De todos modos vamos a cambiarle de sitio.

1 or m no lo ha!an 1protestó vivamente1. >o puedo aceptar que se cambie aese hombre por mi causa.

La cara de don 5ederico se iluminó con una sonrisa inocente.

1>o me ha entendido 1dijo1. >o me refer a a 3ufino.

17>o9

La sorpresa de 5rancisco era sincera.

1>o. Aemos estado pensando4utomáticamente se puso en !uardia.

12i!a 1dijo al ver que don 5ederico se hab a detenido.

1&erá. /on el tiempo que lleva, y dadas sus aptitudes, debemos cambiarle decometido. ?a lo pod amos haber hecho mucho antes, porque usted, como es natural,aprende de prisa@ pero supon amos que usted no querr a privile!ios e cesivos y, por tantno nos parec a el momento. ero ahora4

&olvió a interrumpirse, al tiempo que le observaba atentamente. 17 hora qu$9

1 hora le necesitamos en otro puesto.

5rancisco alzó la mano, pero don 5ederico si!uió.

1>o, no se trata de la administración, ni las oficinas. Es dentro del campo laboral,como usted desea.

1D !ame, entonces, de qu$ se trata.

Estaba tenso, dispuesto a defenderse, porque adivinaba detrás de tan buenas razones,al!o que le ol a a maniobra.

1+sted sabe que tuvimos hace poco unas palabras usted y yo con motivo de lastensiones producidas por la turnicidad y el informe de usted sobre la materia.

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12 .

1 lvide aquello. hora se trata de al!o interesante para usted. Tenemos enformación cierto equipo especializado, una cuadrilla piloto, por llamarlo de al!una manera.

1?o no soy especialista.Don 5ederico tem a decirlo, en el fondo, pero lle!aba el momento en que no pod a

alar!ar más la conversación sin soltar prenda.

1%i idea es hacerle a usted encar!ado de esta cuadrilla4

17&i!ilante yo9

1>o es eso e actamente. ?o dir a director4

5rancisco ne!aba con todo el cuerpo. 1>o, no4 De nin!una manera. Empezando porque no ten!o preparación para eso.

1Está previsto que ha!a un cursillo, a cuenta de la empresa, claro está.

1Le di!o que no.

1Es cosa tirada y el sueldo4

&ivamente.

1>o insista, por favor. >o. <>unca=

1 ero4

Era un evidente intento de elevarle. Era una maniobra.

1?o soy peón. eso he venido. >o busco mi promoción personal. >o le d$ vueltas.

Don 5ederico no ocultaba su decepción y hasta un atisbo de despecho.

1+sted verá.

1Está visto.

1>o le oculto que esto sonará en la !erencia como una bofetada.

1En todo caso no habrá sido por mi culpa.

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1 llá usted. ?o ya le advert el otro d a que iba por mal camino. 2i quiere unconsejo, a t tulo estrictamente personal, ret rese a tiempo. +na empresa como $sta es comouna apisonadora y usted, aunque no lo crea, es más vulnerable que los otros.

5rancisco esperó un poco antes de decir"

17&uelve a amenazarme9

1Tómelo como quiera.

Estaba todo hablado.

1Cuenos d as 1dijo.

>o esperó a observar la 8ltima reacción de su contrariado interlocutor.

:<0u$ cosas= 1iba diciendo1. 7>o podrán dejarle en paz a uno9;.

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23

quella semana 5rancisco trabajaba en el turno de la noche y dorm a al!unas horasdurante la ma-ana. /omo ni la calle, ni el bloque todo entero estaban a turnos, ni todos losque lo estaban coincid an en los horarios, era dif cil conciliar el suelo, a causa de los miruidos estridentes de aquella vida popular, de los que en modo al!uno bastaban para aislarlos d$biles muros medianeros de la casa. Tonchu, s . Tonchu ca a como un tronco. 2umisma e trema juventud le defend a@ pero 5rancisco encontraba dificultad para dormir lindispensable, a pesar del letrero que col!aba a la puerta a ciertas horas, suplicandosilencio, lo que no siempre imped a que al!uien entrase con una necesidad que reputabaur!ente.

/anela reun a a los ni-os más peque-os, todav a manejables, en un semisótano,carente de inquilino, a la espera de que $l pudiera dar una vuelta por all y atender a lo queconsideraba un semillero de posibles militantes. Era al atardecer.

Todav a hab a luz en el cielo cuando dejaron a los chiquillos correr a sus jue!oscallejeros. ara volver rodearon por la e planada, a petición de la chica.

1Tienes que tomar el aire, aco.

17? la cena9 1bromeó $l. 1Está mi madre.

1De acuerdo, ili. ? lue!o no di!as que no te ha!o caso.

1Llámame /anela.

1Es verdad.

/aminaron en silencio, rodeando por el lado de la e planada. El cielo se iba

apa!ando paulatinamente y una !ran serenidad ca a de $l sobre la tierra. 17Te has fijado cómo me mira el >avajas9 Bnstintivamente 5rancisco se volvió en

torno.

17Dónde está9

Ella hizo un !racioso moh n con la boca.

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1>o hablo de ahora 1dijo1. Es en !eneral. 5rancisco la contempló. Era bonitaili con cualquier cosa que se pusiera encima.

170u$ pasa con eso9

1>o me quita ojo. 17? a ti te !usta9

Le buscó la cara.

17 m 9

12 , claro, a ti.

17Lo dices en serio9

1Es una pre!unta. or supuesto que no es lo que yo \quiero para ti. /elestino noviene con la buena.

1?a lo s$.

1Entonces4

1 las mujeres nos !usta que nos miren los hombres.

17De esa manera9

1De cualquier manera.

Era una voz llena de vida contenida@ una voz baja y vibrante.

1/anela4

170u$9

1/on /elestino te echar as a perder. Todo mi trabajo, nuestro trabajo4

Ella le interrumpió.

170ui$n piensa en /elestino9

1&aya, menos mal.

nduvieron en silencio. 5rancisco quer a cambiar de conversación, por eso dijo"

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pensamientos9

/anela volvió a mirar de frente.

1Ese es mi secreto 1dijo.

1 h, en ese caso4

>o es que a 5rancisco le importara@ pero se sent a desasose!ado y mal a !usto.ndaban en silencio y al!unos transe8ntes se volv an a mirarles. La oscuridad se hab a

levantado por detrás del horizonte y sólo a poniente quedaba un festón desflecado de rojo,como el reflejo muy lejano de un incendio.

17Estás enfadado9 1pre!untó por fin /anela con una voz que volv a a sercompletamente natural y sumisa.

17 or qu$ hab a de estarlo9 nda, vete a casa. >o s$ qu$ aprensión le daba de que la !ente los viera paseando por el barrio. ero

antes de que la chica obedeciera, se acercaron unos hombres.

17Dónde te metes9

Era 2almones, con su voz ale!re y amistosa.

170u$ pasa9

17Cien acompa-ado, eh9 1dijo Aierro, que era el se!undo de la terna. >o se le escapó a 5rancisco lo intencionado de la frase.

1?a puedes estar se!uro de que mejor que conti!o 1replicó sin poderse contener.

1Cueno, bueno 1terció 2almones1. &osotros dos !ozáis andando a la !re-a todoel d a.

Lo dijo en un tono que quitaba toda importancia a lo proferido por los otros.

1Este es Cenavides 1si!uió1, de la %etal8r!ica. 0uer a presentártelo.

1Encantado.

1El !usto es m o.

5rancisco se volvió a /anela.

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1&ete a tu casa, anda, que me quedo con $stos.

Aierro hizo ademán de darle una palmada.

1<Aala, preciosidad= 1dijo1, que te lo devolvemos pronto.

1&amos a :El fricano; 1propuso 2almones.

1>o 1replicó Cenavides1. &amos a tu rincón.

1/omo quieras.

5rancisco se dio cuenta de que el tal Cenavides, calzaba, por lo que fuera, más quelos otros dos. 2e separaron en dos parejas y se acercaron por distinto lu!ar a la casa donde2almones ten a su min8scula vivienda de soltero. 5rancisco no hab a entrado nunca all , polo que fue !rande su sorpresa al topar con aquella estanter a repleta de vol8menes que no

por estar en su mayor parte !rasientos y deshilachados dejaban de impresionar en lavivienda de un obrero.

1Trae unos vasos 1le dijo el due-o de la casa a Aierro que desapareció por la puerta que deb a de dar a la cocina, para volver a poco con ellos en una mano y una botellade tinto en la otra.

1 oneros cómodos.

El llamado Cenavides se!u a con la !orra calada@ pero bastaban sus ojos paracomprender que no ten a nada que ver con un paleto de pueblo. 5rancisco se e tra-ó en su

interior de lo fácilmente que se hab a dejado llevar hasta all , pero sent a cierta curiosida por conocer el jue!o de aquellos hombres. 2almones sirvió vino en los vasos y dijo allevantar el suyo"

1&aya, henos aqu en plena conspiración.

%iraba divertido a 5rancisco.

1/ada palabra 1replicó $ste precavido1 tiene su propio y preciso si!nificado, asque no saquemos las cosas de quicio. %e hab$is presentado a un ami!o y me hab$isconvidado a un vino. Eso es todo.

1>o hemos empezado 1dijo Aierro.

17De qu$ se trata9

2almones apartó el vaso a un lado, como si necesitase espacio para maniobrar antes .

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1/omo sabes muy bien hay problemas en la empresa. +n e pediente !ravita con peli!ro sobre unos compa-eros. >o se nos ha hecho maldito caso en lo de los turnos. /adad a se producen roces y fricciones por la actitud dura e infle ible que ha adoptado esta vezla dirección. >osotros creemos que todas esas cosas deben encontrar una respuesta pornuestra parte.

17 qui$n te refieres cuando dices :nosotros;9 7 vosotros tres9

1 nosotros tres en primer lu!ar. nuestros camaradas, en se!undo. ?, en !eneral,a todos los obreros de la fábrica, porque no i!norarás que el descontento es de todos.

1Estoy de acuerdo en lo del descontento. Lo que no me consta es que haya dehaber unanimidad en la respuesta de que hablas. 70u$ pretend$is9

1Aay que encauzar la tensión e istente. Aay que or!anizar al!o efectivo. Todomenos quedarse de brazos cruzados.

5rancisco consideró las cosas antes de decir.

17? por qu$ me llamáis a m 9

1>o necesitas la respuesta.

1 ero propon$is ponemos fuera de la le!alidad. ? me lo dec s a m . /orr$is unries!o, no se os oculta. &osotros sois comunistas. ?o soy cura. 7 or qu$, pues, me daiscuenta de vuestros planes9 7? si me voy de la len!ua9

2almones se echó a re r. 1Eso es precisamente lo que t8 no harás nunca.

17%e amenazas9

!itó la mano con ener! a.

1<0u$ va= Es que tendr as remordimiento para el resto de tus d as si lo hicieras. T8eres un buen tipo. Tienes el inconveniente de ser cura, pero no está todo perdido. ?a vesque, en el fondo, te estoy haciendo un homenaje. Traicionar a un obrero es al!o que no

entrará jamás en tu pro!rama. Esa es nuestra !arant a, y eso lo saben todos en la empresa. 16racias 1dijo 5rancisco, a pesar de que aquella se!uridad le daba en rostro.

1Lo que queremos saber es si contamos conti!o.

1/ontar conmi!o para qu$@ eso es lo que hay que aclarar.

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5rancisco asintió con la cabeza, pero dijo"

1>o veo que hayáis hecho nin!una proposición concreta.

1Lo sabrás a su tiempo.

1Entonces decidir$.

1En definitivas cuentas 1volvió a tomar la palabra Cenavides1, que no tecomprometes, que quieres tener todos los triunfos en la mano.

1>o me comprometo ahora, y no me comprometo sin saber e actamente a qu$.

1?a me parec a a m que un cura no pod a estar de de verdad con los obreros.

1Es curioso.

17 or qu$9

1 orque yo pienso muchas veces que un comunista, precisamente un comunista, no puede estar de verdad con los obreros.

17/on qui$n está, si no9

1/on el partido. Esto es meridiano.

1<Es lo mismo=

1>o. Es un craso error confundir lo !eneral con lo particular. ? esto i!ual si se tratadel comunismo que si se trata de otro movimiento cualquiera o facción ideoló!ica, aunquesea de si!no contrario.

1Aay mucha tela cortada todav a. Aablaremos de ello.

1/uando !ust$is.

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24

El padre 0uintas ten a visita en casa.

1Aay curas arriba 1dijo Tonchu, que estaba en el portal del bloque.

17/uras9 1pre!untó 5rancisco, que sintió al!o como un sobresalto.

12 , dos cuervos.

1>o hables as .El chico estaba contrariado.

170ui$n son9 1pre!untó 5rancisco.

1<? yo qu$ s$=

1&oy a ver.

De pie en el cuarto, y con un va!o aire de aves en corral ajeno, dos sacerdotes

ensotanados se volvieron al entrar 5rancisco. 1 h lo tienes 1dijo 2er!io, el coadjutor de la parroquia, que era uno de ellos.

1< aco= 1e clamó su acompa-ante.

1<Lorenzo=4 pero 7de dónde sales9

2e abrazaron con efusión.

1?a ves, me trajo $ste, tan amable.

Lorenzo era un compa-ero de estudios de 5rancisco, un buen ami!o. Destinadolejos, hac a a-os que no se ve an.

1 ero, bueno, sentaos donde queráis.

1 s que eres tu de carne y hueso, t8 el revolucionario, el loco, el comunista4

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Aab a una cálida cordialidad en la voz de Lorenzo. El padre 0uintas se rio.

17? t8 qu$9 7?a te hicieron !eneral9

2u ami!o era castrense.

1 ara eso har an falta un par de !uerras 1si!uió el otro la broma.

1 ues me ale!ro de verte, y ya era hora.

2er!io escuchaba sin intervenir, mientras sus ojos resbalaban por el cuartoconsiderando hasta el 8ltimo detalle.

17? vives aqu 9 7/on esa pinta9

Lo dec a sin malicia, sólo con una mezcla de curiosidad y de estupor.

12oy un obrero.

2er!io volvió la cabeza como si al!uien le hubiera pinchado.

10uerrás decir que eres tambi$n un obrero.

1T8 siempre tan puntualizador 1dijo 5rancisco sin perder el tono amistoso, y,volvi$ndose a Lorenzo, a-adió1" Fste y yo tenemos distintas opiniones, 7sabes9

1Eso es bueno 1replicó el castrense.

1>atural. ero, dime, 7cómo por aqu 9

1/hico, tu fama está en la calle, como quien dice, y yo ten a !anas de dar unavuelta y ver sobre el terreno lo que haces.

1 ues ya ves4 Trabajar como ellos, vivir como ellos, comer como ellos4

12 , pero4

2er!io repuso"

1Fl cree que es bastante.

5rancisco no le miró y se diri!ió a Lorenzo.

1? $l no cree en lo que ha!o, 7comprendes9 Fl piensa como 2aint ierre, el de:Los nuevos curas;, 7lo le ste9

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bur!u$s y creó un tipo de cura, :el se-or cura;, adornado no sólo de sotana, sino de duyetay sombrero cómo de al!o important simo. Aoy, si la B!lesia quiere de veras encarnarse en el pueblo, en el medio obrero, tendrá que crear sus nuevos curas, en efecto, que no s$ cómoserán e actamente, pero que serán distintos, sin nin!una duda, por más que a al!unos se lesha!a cuesta arriba.

1 ero un cura que, ante todo, no dice" :?o soy un sacerdote;, por lo pronto haempezado por mentir. +n cura que se pone una máscara traiciona a la B!lesia 1se-alandoal libro1, tambi$n lo dice ah . ? es cierto.

1>adie se pone máscara y nadie debe ne!ar su sacerdocio, salvo que para ti todoconsista en la sotana. ero, entonces, 7qu$ me dices de $stos, por ejemplo9 1apuntando alcastrense1. 7 or qu$ un cura puede vestirse el uniforme militar para ir con los soldados, yno puede vestirse el :uniforme; obrero para ir con los trabajadores9

Terció Lorenzo.

1>o os vayáis por la periferia del problema. >o se trata del atuendo.

1<2i yo no doy a eso la menor importancia= 1e clamó 5rancisco.

1Lo que a m me preocupa 1dijo el castrense1 es otra cosa.

1Dime.

12e dice que el comunismo busca una coe istencia con el catolicismo@ una alianzaque se sospecha momentánea, estrat$!ica4 Di la verdad@ 7no andan detrás de ti9

5rancisco no deseaba e playarse delante de 2er!io.

1Aablo con ellos casi a diario.

17>o lo ves9 1saltó el coadjutor.

17? t8 qu$ har as9 1replicó $l1. 7>e!arles el saludo9 7 caso no son hijos deDios i!ual que t8 y que yo9

1El comunismo es intr nsecamente perverso. Lo dijo o KB.

1 ero no los comunistas.

1Distin!uir entre comunismo y comunistas es pasarte de sutil. El comunismo no esnada si no es pensado por mentes humanas, por comunistas.

1>adie está atado absoluta y definitivamente a una idea.

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1<0u$ ven!an a probar= <?a verán=

1Esa no es una respuesta, como tampoco lo es el que est$n equivocados. Lo queimporta del testimonio es que sea capaz de producir un efecto subjetivo, y las formastradicionales del sacerdocio, a veces, y para ciertas !entes, no son al!o que convenza.

1? entonces vienes t8 1replicó 2er!io con acidez1 y descubres la pólvora.

1?o no descubro nada. ?o aprendo, sin ánimo ni esperanza de ser se!uido porotros. ?o ha!o una e periencia delicada@ pero eso s te di!o, la vida que yo llevo ahora, paralos de este barrio, no tiene más que dos e plicaciones, descartada la sospecha de que fueraun polic a" yo estoy loco, o Dios e iste.

1En eso creo que tienes razón 1se adelantó a decir Lorenzo.

2er!io miró a un lado.

1&eremos a ver lo que te dura.


1 ntes o despu$s, tendrás que optar entre lo temporal y lo eterno.

12 1opinó Lorenzo1, $sa es la cuestión.

17? por qu$ ha de haber siempre oposición entre uno y otro9

>o hubo acuerdo, desde lue!o, y 5rancisco, cuando al fin quedó solo, se sent adesasose!ado e inquieto sin poder decir por qu$. 7Ten a razón en todo9

5ue todo tan simple, inesperado y brutal, dentro de su aparente intrascendencia, que5rancisco no lo pod a creer.

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25

brió la puerta del piso y vio a /anela dentro, sola, arrimada a los cristales de laventana, mirando para fuera. >o se volvió.

1 ili 1dijo $l1, 7qu$ haces aqu a estas horas9

Era muy tarde y se lo ten a prohibido.

1?a ves4

0uiso quitarle importancia.

12i te ve Tonchu4

1Tonchu no vendrá ahora.

Le hab an cambiado el turno aquel d a.

17 s que lo sab as9

17 or qu$ no95rancisco entró, sin cerrar la puerta del todo.

1Cueno 1dijo1, ahora tienes que irte.

>o le !ustaba aquello. Aab a al!o indefinible en la actitud de la chica que casi laconvert a en una desconocida.

10uiero hablar conti!o.

17 hora9 7 qu 9 Te he e plicado la cosa muchas veces, ili. >o puedo tenerteaqu a estas horas.

Ella se cubrió el rostro con las manos.

17Te ha ocurrido al!o9 1insistió $l.

>e!ó con la cabeza.

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1&amos, /anela4

Dio un paso más y le puso la mano sobre el hombro. ? entonces vino lo inesperado"La chica se abrazó a $l, murmurando al!o ininteli!ible entre sollozos. 5rancisco quedó de piedra por un instante.

1/álmate, ili 1dijo tratando de desasirse de sus brazos1. /álmate, mujer.

ero ella, con la cabeza apretada contra su hombro, no parec a dispuesta a ceder.

1>o seas chiquilla, su$ltame.

?, en un instante, se iluminó su entendimiento. Lo que ten a contra s no era unani-a desvalida, no. Aab a una mujer en cada ondulación de aquel cuerpo que se estabaestrechando contra $l4

1</anela= 1!ritó sofocadamente.? entonces lo oyó.

1<Te quiero= <Te quiero=

17Estás loca9

5orcejeó con ella para soltarse. /uando lo hubo lo!rado la vio delante, arrebolada,llenos de brillo los ojos.

1 hora ya lo sabes todo 1dijo sin bajarlos.La confusión de 5rancisco corr a parejas con su tristeza. 7Aab a una incipiente e

instintiva respuesta en su interior94 70u$ empezaba a pasar en su carne9 Aizo untremendo esfuerzo con toda su alma.

1<&ete de aqu = 1e clamó.

ero ella, con toda la brutal elementalidad de su primera y des!raciada escuela en lavida, dijo sin dejar de mirarle"

1Ae venido aqu para ser tuya.

5rancisco apretó los pu-os y cerró los ojos. :<2e-or= 1se dijo1. 7 or qu$ estoahora9, 7por qu$9;. 5ueron unos se!undos de concentración, de actuación sobre s mismo,de clamorosa apelación a Dios. /uando volvió a mirarla ya sólo sintió pena.

1%uchacha 1dijo tranquilo en lo que cabe1, nos hemos equivocado los dos.&amos a olvidar esto. >o ha pasado nada. ?o no he o do ni una de las palabras que acabas

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de decir4 ? ahora, vete.

2in alzar la voz estaba, al fin, mandando con imperio. La cara de /anela se encendiócomo la !rana y en sus ojos relampa!ueó una fr a luz.

1Tienes razón, me equivoqu$. >o eres un hombre. Eres4 >o dijo más y salió dando un portazo.

5rancisco cruzó el cuarto y lle!ó hasta el tosco reclinatorio que hab a al otro lado. 2ele doblaban los hombros, como si un peso invisible hubiera ca do sobre ellos. En aquelinstante parec a un anciano4 :? ahora, qu$, 2e-or, ahora qu$ ten!o que pensar4 < ili=7Todo es as 9 7Todo tiene que ser as 9 >o puedo creerlo. >o quiero creerlo. 7Es culpa m a >o supe prevenirlo, $sa es la verdad;4

En aquel rincón de la colmena, ahora silenciosa, un esp ritu a!obiado, perdido entre

el descanso y el amor y la deshonestidad y el insomnio y el afán y la inconsciencia de laaperreada masa trabajadora, velaba ante Dios, asumiendo su an!ustia de hombre,interro!ándose sobre su responsabilidad, con el corazón resquebrajado y seco, con el alma aoscuras, con el cuerpo rendido de fati!a.

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26

Era un momento malo para que los obreros aceptaran por las buenas la implantacióndel sistema 6ombert que la empresa deseaba imponer. /ierto que comportaba un aumentoen los salarios@ pero es que, aparte de otras consideraciones, el ambiente de fondo no estab por lo racional, sino por crear dificultades. 2e!8n la voz com8n y anónima que corr a de boca en boca, el ]UV de aumento ofrecido en la retribución implicaba una mejora de hastael WUV en la productividad, y los ánimos andaban levantados ante una situación que sedenunciaba por injusta.

5rancisco le vino 3aba en compa- a de /ampo. Los dos eran soldadores. 1>os han esco!ido para hacer las pruebas y concretar las medidas.

1?a.

Le miraron e tra-ados.

170u$ te pasa9

La verdad es que no hab a levantado cabeza desde lo de /anela, ocurrido el d a

anterior. 170u$ dec ais9

1?o creo 1dijo /ampo1 que hay que boicotear este sistema.

12 , pero ellos no son tontos y viene uno de la 6ombert que sabe lo que se traeentre manos.

5rancisco reaccionó.

1>o deb$is echar sobre vosotros la odiosidad que va a crear este asunto. 1Eso es lo que nos preocupa 1repuso 3aba1. El !rupo de 2almones se está

moviendo mucho.

1?a lo s$.

17/onoces su jue!o9

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1/omo todo el mundo, supon!o.

1T8, 7qu$ aconsejas9

1Tal como están las cosas no deb$is consentir que la empresa base en vosotros el

imponer tiempos inaceptables. 12 , es lo que todos pensamos.

5rancisco hizo una pausa.

1&osotros entend$is de esto mucho más que yo 1dijo1, pero si quer$is miopinión os dir$ que yo aumentar a el rendimiento en una proporción lo más e acta posible alas mejoras reales que vayan a obtenerse en los salarios. 7Es posible esto9

3aba miró a /ampo.

12 , creemos que s .

1 ues de ah que no os saque nadie.

ero una idea repentina vino a su mente.

1Esperad4 Aay una cosa que me está dando vueltas4

12u$ltala.

1/orrijo lo de antes. Aay que se!uir i!ual@ e actamente lo mismo.


1Lo veo muy claro. Deb$is avisar a todos. 0ue corra la voz.

1 ero4

1%irad. <Daos prisa=

Desde la encrucijada donde estaban pod a verse la escalinata de la dirección y allacababa de aparecer un !rupo de fi!uras inconfundibles, a pesar del mono que al!unosllevaban y el casco que coronaba todas las cabezas.

El sistema de comunicación entre los productores era silencioso y casi instantáneo.En unos momentos todo el mundo sab a lo que ten a que saber. De boca a oreja corrverti!inosa la voz hasta el 8ltimo rincón.

5ue precisamente la !ran nave de soldadura el lu!ar esco!ido por los t$cnicos para

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evidente que todos lo hac an más despacio de lo que sus posibilidades permit an.

1&a lento, va lento 1dec a entre dientes el de la 6ombert.

/ampo se detuvo y alzó la cabeza.

1?o no puedo ser medida para otros. En esta nave nadie maneja el bicho como yo.70u$ quiere9, 7quiere que sea yo el que embarque a los demás9

Los tiempos que la empresa pudo arrancar con sus mediciones, al final del turno, nieran satisfactorios para ella, ni supon an una neta victoria para los obreros, ya que en elforcejeo siempre se padece. /omo consecuencia el malhumor era !eneral y la idea de bloquear la producción, para mantenerse en los niveles anteriores, pasara lo que pasara, sehab a apoderado del ánimo de todos.

En un corrillo, ya fuera de la fábrica, 5rancisco se e plicaba con unos cuantos.

1Ese ]UV está suficientemente justificado con la subida de la vida.

1 hora s que hablaste bien, hermano 1dijo el Ener! as.

1/laro. 2e calcula sobre el salario concertado hace cuatro a-os, as que ima! nate.Trabajando ahora como antes y cobrando un ]UV más, ven s a salir i!ual que entonces enrealidad.

1<0u$ bien te e plicas, hijo=

El Ener! as le ten a afecto a 5rancisco. 1<&aya jornada= 1dijo 3aba.

1Traerá consecuencias 1repuso /ampo, muy serio.

1Cobadas 1volvió el Ener! as1. %ás metidos de lo que estamos no vamos aestar.

1Cueno, yo me lar!o 1dijo 5rancisco.

>ecesitaba estar solo. El pensamiento de /anela le hab a estado rondando todo eld a. /onfusamente esperaba al!o, una nota, una palabra, incluso una sonrisa como si nohubiera pasado nada. 0uer a lle!ar a casa, por todo eso y por hablar con Tonchu4 :< jocon $sa, aco=;. 2e lo hab a dicho y $l hab a cre do que eran celos. ? lo eran, sin duda70u$ pod a ense-arle Tonchu a $l9 l principio no hac a más que darle la lata con /anela yllamarle la atención sobre sus encantos f sicos. %ás de un cari-oso coscorrón se hab a!anado con ese motivo. El cambio hab a sido lue!o. :7/uándo9;. 2 , deseaba estar solo,rezar, hablar con Dios, llorar quizás4

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/uando Tonchu se le reunión en casa tra a la cara ale!re.

170u$ hay, machote9 1dijo al entrar.

5rancisco no ten a !anas ni de sonre r.

1%uy contento vienes.

17/ontento9 >o s$ qu$ te di!a. or un lado s , por otro4

1&aya 1repuso desmayadamente.

El chico se fue hasta la ventana.

1&i a /anela.

5rancisco se sobresaltó. 17? qu$9

Tonchu se volvió a mirarle.

1&eo que terminó conti!o.

170u$ te dijo9

1Eso no lo pre!untes. 2iendo una burra, como es, está furiosa.

12 , pero 7qu$ te dijo9

1>o la romp los morros porque es mujer, y porque no está mal la tipa de ella, a pesar de todo.

5rancisco se fue a $l y le tomó por los hombros.

170u$ te dijo9 <D melo=

1? dale 1se soltó antes de se!uir1. %ira, ya era hora de que te dieses cuenta, jobar. h, y lo que dijo, pues ima! nalo" onerte verde y a m conti!o, y yo ten a tal cabreoque ya le dije que cuidado con la len!ua, porque te juro que la marco. Lo que pasa es queen el fondo yo me ale!r$, porque hac a falta echarla de una vez.

2in duda que reparó en la e presión de sufrimiento que 5rancisco no intentabadisimular. 2e puso serio y pre!untó de frente.

17La quer as9

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El sacerdote entendió el sentido de la pre!unta en la mirada del muchacho.

1>o. De esa forma, no.

172e!uro9

1Del todo.

1/laro.

17 or qu$ dices claro9

1 orque te conozco, pero quer a o rtelo a ti. ? no le des vueltas. /anela sólo vale para una cosa y esa cosa a ti no te interesa. 2i es transparente, aco.

Dio unos pasos por la habitación se!uido por los ojos del chico.

1Lo que es transparente es que yo estaba aqu para que valiera para al!o más4 y loestaba consi!uiendo.

1<0ue te crees t8 eso= Todav a no nos conoces a los de por aqu .

5rancisco tuvo una idea repentina.

17Tambi$n t8 quieres irte9

Tonchu se le acercó.

17 or qui$n me tomas9

1/ontesta.

1?o estoy conti!o.

Lo dijo sencillamente. 2in dramatizar.

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27

Era sábado y, antes de ir a la rectoral, 5rancisco optó por pasar por :El fricano;,donde estar an los de siempre. La cordialidad con que fue aco!ido volvió a darle idea de loque hab an cambiado los tiempos. 2e le hizo sitio.

17De qu$ se habla9

1De mujeres 1dijo divertido el Ener! as.

17De las vuestras9 1replicó 5rancisco, si!uiendo la broma. 1<2in faltar=, 7eh9, <sin faltar= 1e clamó /asto, que ya ten a el vino casi al nivel

del cerebro.

El Ener! as le dio una palmada amistosa.

1Espera que te coja la Bsabela esta noche y verás qui$n falta a qui$n.

3ieron todos.

1 á!ame un vaso, aco 1dijo ntonio como siempre. 17?a estás9 1protestó #ustino, el de lbacete.

1</alla t8, funeral, que pareces un funeral=

12i vais a ir tan aprisa en lo de la tajada, yo me lar!o 1dijo 5rancisco.

1/alma, aco, calma, que hay para rato 1apaci!uó el Ener! as.

2e bromeaba@ se hablaba de todo, entre vaso y vaso de vino peleón, hasta que

#ustino, sin alterar su seriedad, se diri!ió a 5rancisco. 1En mi pueblo, en la provincia de lbacete, hab a un cura que hablaba mucho de la

natalidad.

10uerrás decir de la limitación de la natalidad 1apostilló el Ener! as.

12 , eso.

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17? qu$9 1dijo 5rancisco.

10ue t8, 7qu$ dices9 Fl cre a en el infierno.

l!unos se rieron. /asto, que ya estaba bastante car!ado, pre!untó.

12 , 7cuántos hijos hay que tener9

1<Eso depende de la prójima= 1se adelantó el Ener! as.

/asto recitó"

1 marás al prójimo como a ti mismo.

1>o hay quien hable en serio con vosotros 1dijo 5rancisco sin enfadarse.

1 ues en serio 1replicó el Ener! as1. 7 qui$n ten!o que amar yo9 7/rees queten!o que amar a los consejeros9 7 don 5ederico ten!o que amar yo9 7/rees eso9

170u$ !anas con odiarlos9 D melo.

1%e doy el !usto. %e desaho!o. Eso es bueno.

1<0u$ va a ser bueno= Eso es venenoso.

1Lo que es venenoso es quedarse con la bilis dentro.

12i odias, di!as lo que di!as, te queda el odio dentro, y el odio es peor que la bilis.

Las caras estaban atentas.

12in odio 1dijo el Ener! as1, la clase obrera se!uir a en las diecis$is horas de jornada por un cacho de pan. Eso es lo que no me !usta de la B!lesia, con perdón de lo presente, que predicáis el amor en un mundo como $ste.

1El odio destruye 1replicó 5rancisco1@ sólo el amor construye. ? el amor, losabes i!ual que yo, no está re-ido con la justicia.

1La predicación del amor es la predicación de la resi!nación. La resi!nación,7comprend$is, ami!os9 70u$ más quiere la bur!ues a que nuestra resi!nación9

1>o dices más que tópicos. ?o personifico aqu todo eso que t8 atacas. ? pre!unto"7estoy yo por la resi!nación9

12abes de sobra que no iba conti!o.

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1 ero da la casualidad que yo soy cura.

1T8 eres distinto. T8 eres un idealista.

1<0u$ cómodo= Lo bueno que conoces, di!ámoslo as , y perdón por la inmodestia,

lo canonizas y lo dejas aparte. Lue!o juz!as en !eneral por lo supuesto malo, que noconoces.

El Ener! as hizo un !esto indefinible con la mano.

1 bre los ojos, aco. Lo del amor al prójimo está pasado. Esto de ahora es una pel cula del este. 2i no sacudes, te dan.

Aubo muchos !estos de asentimiento. /asto dijo"

1El que da primero, da dos veces.

? ntonio"

1 m sólo me quiso mi madre.

1? tuviste suerte 1dijo #ustino, tan serio como siempre.

5rancisco los conoc a bien y no se dejaba impresionar por sus apreciacionesdes!arradas.

16usteos o no, Dios es amor 1dijo tranquilamente1@ y ah , debajo de esas sucias

camisas, lleváis un corazón que ama más de lo que os !ustar a confesar. 170ui$n habla de confesar9 1pre!untó /asto que andaba ya entre nieblas.

1La Bsabela, hijo, la Bsabela 1contestó el Ener! as1, que te espera para llevartehasta el cajón.

1Dios4 1empezó otra vez 5rancisco@ pero #ustino le interrumpió"

1Aablas como el cura de mi pueblo@ pero a Dios le pe!a más no e istir@ porque, sie iste, ser a responsable de que nosotros naci$ramos pobres, y eso tiene mucho canto, di!oyo.

El Ener! as sacó un billete verde y lo a!itó en el aire.

1<>o hay más Dios que $ste=

5rancisco sonrió.

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como vosotros.

s pod an se!uir horas y horas. >unca se pod a tomar del todo en serio lo quedec an aquellos hombres. or otra parte, tampoco sol an hablar a humo de pajas. 5ranciscoestaba acostumbrado a se!uirles la corriente y encajar todas sus barbaridades con un humor

equilibrado y pacienzudo. Ten a pruebas de que una frase dejada caer aqu y otra allcausaban huella donde menos se pod a uno ima!inar. Lue!o ven a la pre!unta, laconfidencia, el desaho!o, a la hora y en el sitio menos pensado. +na era la actituddespreocupada y c nica adoptada en la tertulia y otra la an!ustia individual que cada cualllevaba dentro.

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1De acuerdo@ pero la B!lesia siempre ha sido misionera y nunca se conformó conesperar. 6randes sectores del mundo obrero son hoy en realidad verdadera tierra de misión@y, a causa de prejuicios, de errores y de odios más o menos acumulados del pasado, estánmás endurecidos y son menos penetrables que los millones que dábamos en llamar pa!anosy !entiles.

17? qui$n te impide predicarles9 1le interpeló 2er!io.

17 redicarles desde aqu 9 7Br con misioneros populares9

17 or qu$ no9

1 orque no vienen aqu ni los escuchan all .

1 ues yo s$ de empresas que or!anizan4

5rancisco a!itó las manos en el aire. 1>o me hables de eso 1dijo1. 2e acabó el paternalismo de la empresa. /uras

tra dos por la empresa con asistencia ejemplarizadora de la dirección y coche :de la casa; para traer y llevar al misionero4 0ue no, 2er!io, que no. ?a son mayores de edad.

1>o s$ qu$ tiene que ver eso.

17>o lo sabes9 Escucha 7 dmitir a la dirección que los obreros trajeran a sus propios predicadores y or!anizaran con ellos actos para los in!enieros y administrativos9

1<2acas las cosas de quicio, como siempre= 1>o lo creas. Lo que pasa es que al ir contra el tópico establecido se le llama sacar

las cosas de quicio. ero aqu no hay quicios, ni hay cosas@ sólo hay verdades comotemplos.

1Lo que la empresa hace, en un caso semejante, no es más que brindar unaoportunidad.

1El capital no tiene nada que brindar al trabajo, a no ser el dinero que le debe. Enlo demás, la relación, a lo sumo, ha de ser entre pares@ aunque esto es dif cil que entre si

san!re en much simas cabezas. or otra parte es inadmisible que la palabra de Dios seaservida al trabajo de mano del capital, cuando no es nin!8n secreto que está mucho másnecesitado de ella $ste que aqu$l.

1Todo eso es dema!o!ia.

1>o me ha!as decir todo lo que pienso.

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1 qu no quiero cuestiones 1intervino don #acinto1, que todos los sábadoshemos de acabar i!ual.

2er!io tomó en silencio lo que quedaba de sopa en su plato. Lue!o dijo con una vozal parecer normal"

1?o no di!o que no haya dificultades en la predicación a los obreros@ pero es que t8 por lo que abo!as, al fin y al cabo, es por la no predicación, y ya sabes lo de 2an ablo":7/ómo creerán en aqu$l de quien no oyeron9 7? cómo oirán sin haber quien les predique9;.

1 ara creer en la palabra hay que no desconfiar de la palabra y, sobre todo, dequien pronuncia la palabra. ?a no basta con predicar@ hay que hacer aceptable lo que se predica. Desde 2an ablo hasta aqu se han acumulado veinte si!los de polvo.

1<Esto s que es bueno= 1e clamó 2er!io.

Don #acinto, con el tenedor empu-ado hacia lo alto, levantó las pobladas cejas.

170u$ pasa9 7Tampoco cuenta 2an ablo9

5rancisco cambió una mirada de inteli!encia con #os$ %anuel.

10uiero decir que los cristianos del si!lo primero aparec an como revolucionarios,mientras que los de hoy pasan por conservadores. ?a hay aqu un abismo entre la impresiónque causaban ellos y la que causamos nosotros. quellos aparec an puros, limpios,transparentes. Aoy aparecemos con casi todo lo que de erróneo y equivocado, aunque no

esencial, ha ido acumulando una rutina de si!los@ más, con cuanto el enemi!o ha tenidotiempo de echar sobre nosotros. El rostro de la B!lesia ya no resplandece a los ojos de lasmasas. Aay que lavarlo antes de abrir la boca.

1?a estás con el tópico del testimonio 1replicó 2er!io cansado.

12 . :2er$is testi!os m os;, dijo #es8s. Testimonio, pues, de cuanto dice elevan!elio, empezando por la pobreza.

1Aay pobreza en la B!lesia, sin falta de irse a un barrio obrero.

17Te refieres a la pobreza espiritual de ciertos di!natarios9 1pre!untó 5ranciscocon una pizca de acidez.

12obra la iron a. %e refiero a ella y a su pobreza actual, en muchas ocasiones@ y ala pobreza profesada por miles de hombres y mujeres en conventos y monasterios, y a4

5rancisco le cortó.

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1 quienes viven con lo justo no les hables de pobreza espiritual. >i siquiera de pobreza canónica.

1Es que la que llamas t8 pobreza canónica es verdadera pobreza.

17Lo crees as 9 En todo caso es una pobreza que no sirve como testimonio ante elobrero de hoy. +na cosa es la :pobreza reli!iosa; y otra muy distinta la verdaderamaldición de la clase proletaria@ la incertidumbre constante del ma-ana@ la vivienda tantaveces sórdida@ el embrutecimiento del trabajo con frecuencia rudo@ la fati!a de los cuareny los cincuenta a-os sometidos al trabajo f sico@ la humillación causada por la falta radicade consideración, aunque se empleen palabras corteses4 7Tiene esto que ver con el voto de pobreza tal como se vive hoy d a en ampl simos sectores de la B!lesia9

1Eres injusto con los reli!iosos.

1< lto ah = ?o no me meto para nada con los reli!iosos, ni soy qui$n para juz!ar su

!rado de virtud. ?o sólo di!o que su pobreza no sirve como testimonio ante la masa proletaria. Lo que pretendieron los curas obreros, en este sentido, fue compartir la pobrezaf sica, real y actual de los asalariados. articipar de lleno en su propia :maldición;.

1 m eso no me convence 1dijo don #acinto1, sin dudar de su intención, loencuentro incompatible con la di!nidad y con las necesidades espirituales del sacerdocio.

Eran palabras que 5rancisco hab a o do muchas veces y considerado mucha más.

1+n sacerdote siempre será un sacerdote 1afirmó 2er!io con convicción.

1Eso tambi$n lo piensa 5rancisco 1se atrevió a decir #os$ %ar a. 1T8 eres muy joven 1dijo el párroco1 para tener en cuenta tu opinión.

El coadjutor miró hacia el plato y 5rancisco tomó la palabra.

1?o no entender$ nunca la di!nidad del sacerdocio como al!o mayestático ye terno, al!o más o menos en!olado y suntuoso, precisado de los plie!ues reverenciales deun manteo. ?, en cuanto a las necesidades espirituales del mismo, las reconozco@ pero noentiendo por qu$ pueden ser satisfechas en tantos y tantos cometidos y no pueden serlo enel vituperado cometido laboral. +n cura muerto en accidente, mientras trabajaba bajo una

!r8a de puerto, dejó escritas unas palabras que me s$ de memoria" :La oración me esmucho más fácil aqu que envuelto en la batahola de preparativos de sesiones y detómbolas. /uando uno acarrea sacos o cajas a la sombra de los mástiles de un car!o quetienen forma de cruz, <resulta en verdad tan sencillo unirse a /risto crucificado= Entonceses viernes santo todos los d as;.

1Están bien esas palabras 1dijo don #acinto1, pero, a la lar!a, no s$, no meconvence.

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1 ues escuche al au iliar de Lyon, creo recordarlo al pie de la letra y se refiere asus a-os de obispo obrero en 6erland" : uedo confesar 1dice1 que aprend más, desde el punto de vista espiritual, durante los cinco a-os que pas$ en 6erland, que en todo el restode mi vida sacerdotal;.

1/itas a hombres, sin duda, e cepcionales 1terció 2er!io1. Aay siempre personas capaces de santificarse en las condiciones más adversas.

17? qu$ me dices de la inmensa cantidad de personas vul!ares que estánentre!adas a cometidos temporales que les llevan más horas de las que me pueda ocupar am la fábrica9

1?o hablo de sacerdotes.

1? yo tambi$n. iensa en los cole!ios, por poner un ejemplo, o en laadministración, sin ir más lejos4

? nadie parece temer por el sacerdocio de los que se consumen all .

1Es distinto.

1Esperaba que lo dijeras@ pero habr a que demostrarlo.

1Trabajan en un ámbito mucho más inocente, por decirlo de al!8n modo.

1<0u$ equivocado estás= <? qu$ manera más simple tienes t8 de entender la palabra:inocente;=

1>o me parece que ten!a que aprender nada de ti 1replicó 2er!io en un tonomilitante.

1 s ten!o dicho 1e clamó autoritario don #acinto1 que no quiero veros lle!ar aun plano personal. < arec$is dos chiquillos=

1>o lle!a la san!re al r o 1ase!uró 5rancisco.

1Aay otra cosa 1si!uió 2er!io1@ me refiero a ciertas cautelas normales en la vidadel sacerdote y que nos inculcaron en el seminario. la lar!a, 7se puede prescindir de todo

eso impunemente9 1?a s$ por dónde vas@ pero si quieres hablar de tentaciones te dir$ una cosa.

1Aabla.

2e hab a producido una particular e pectación apenas pronunciada la palabra:tentaciones;.

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2er!io si!uió al párroco y 5rancisco quedó atrás con #os$ %anuel.

17Lo has visto9 1dijo $ste1. >o quiere admitir el diálo!o.

1Don #acinto no está para estos trotes 1repuso 5rancisco conciliador.

17? el pasmarote de 2er!io9

/onsideró la cara sofocada del joven cura y cambió de tema.

12i puedes, escucha ma-ana lo que voy a decir. Ten!o una idea.

17De qu$ se trata9

1Ten paciencia y hazme un favor.

1Lo que quieras. 1Tráeme un caf$ bien car!ado, que debo que trabajar un par de horas.

17>o estás rendido9

1T8 hazme caso, anda.

12e va a escandalizar na.

10ue no demos más escándalo en la vida que el pedir un caf$ a las once de lanoche.

1?o te lo har$.

12i eres tan amable4

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29

La predicación de 5rancisco era siempre esperada con una curiosidad que en al!unosno estaba e enta de malicia. La i!lesia rebosaba y, a pesar del fr o de fuera, ya avanzadodiciembre, hab a que abrir las puertas de par en par. Don #acinto le hab a dicho por lama-ana" : jo con lo que dices, jovencito;. ero $l le respondió" :2i voy a hablar del >i-o#es8s;, con lo que el párroco, satisfecho, comentó" :2i es as 4; Esta vez lo llevaba escritoy colocó los papeles sobre el atril que hab a en medio del ambón, al tiempo que se e cusabade no diri!ir la palabra directamente a sus oyentes, ya que iba a leerles una carta queaquella noche hab a escrito al >i-o #es8s. Aubo un movimiento de sorpresa en el auditorioy un vaiv$n de cabezas en busca de una visión más cómoda y se!ura. Tras un breve preámbulo, la carta entraba de lleno en situación.

14 Te escribo para comentar conti!o lo mal montado que estuvo todo loconcerniente a tu nacimiento acá en la tierra4

Lo insólito de la fraseolo! a y el enfoque concitó una e tremada atención desde el principio.

14 quella epifan a ten a soberbias posibilidades@ pod a haberse convertido en elespectáculo del si!lo mediante una financiación sumamente sencilla, que hubiera cubierto

!astos y reportado !enerosos beneficios con destino a caridad, naturalmente. 5ue unalástima. <0u$ oportunidad= 5alló la propa!anda. De ah vino todo el mal. ?o te !arantizoque hoy hubi$ramos volcado multitudes sobre el portal. or precios razonables, cantidad dea!encias de viaje, as como asociaciones reli!iosas, hubieran llevado a Cel$n turistas y másturistas, !entes piadosas, desde lue!o, que hubieran tenido de paso la oportunidad derealizar un hermoso viaje de recreo con escalas inolvidables en 3oma y en El /airo4

El p8blico estaba inmóvil y las caras de muchos indicaban a las claras que no sab ana8n a qu$ carta quedarse.

14 Bnsisto en que falló la propa!anda. >o fue presidida por un criterio realista.

</anciones de án!eles y estrellas que se mueven= 2 , muy bonito@ pero los án!eles cantaronde noche y en despoblado, y la estrella fue vista solamente por tres hombres que ni siquieraeran romanos. >o@ lo concreto, lo se!uro, hubiera sido llenar de carteles los muros de#erusal$n@ volcar sobre los mostradores de los comerciantes multitud de cartulinas coná!iles dibujos y letreros alusivos en in!l$s y or!anizar una tómbola con espl$ndidosre!alos, para poder financiar, por lo pronto, la estancia en la posada, aparte de interesar,desde lue!o, en el asunto a las autoridades del lu!ar4 2in las autoridades no se hace nada,7cómo no sab ais esto9 >i siquiera hubo una empresa que or!anizara caravanas a Cel$n,

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desde #erusal$n, naturalmente con un ánimo de lucró moderado4

Entre los más avisados de los fieles se cambiaban miradas de inteli!encia, divertidasunas, indi!nadas otras.

14 ? qu$ capricho el de cantar el 6loria a los pastores. 7>o hubiera sido mejorhacerlo a los banqueros, a las viudas ricas y sin hijos, a los capitanes !enerales, a loscabecillas de los llamados !rupos de presión y, en fin, a las autoridades en persona9 ? esque la cosa financiera se llevó mal desde el principio. ? ya se sabe que el dinero lo es todo.2i lue!o, de mayor, hubieras tenido dinero bastante, se!uro que #udas no te habr atraicionado. 7? no hubiera valido la pena tener dinero para salvar a #udas9 /aso de contarcon dinero en abundancia hubieras podido comprar a los pont fices y no hubieras sidocrucificado. De esta forma habr as podido vivir setenta a-os y los evan!elios ser an muchomás lar!os y tus ense-anzas más variadas. 2i hubieras tenido dinero los ricos estar anmucho más tranquilos y los pobres no lo pasar an peor por eso4 +n poco más de propa!anda y una taquilla a la puerta de la cueva. Eso hubiera sido empezar bien. s

hubi$ramos hecho nosotros. Cien llevada la cosa habr a podido dar dinero de verdad.Aubi$ramos puesto tarifas distintas. Entradas de primera fila y entradas de 8ltima fila. T8mismo dijiste que en el cielo hab a muchas moradas. Tambi$n aqu . >adie va a confundir lacasa del cristiano rico con la casa del cristiano pobre. /laro que, para hacer las cosas biendel todo, hubiera convenido hacer atractiva la visita a la cueva, or!anizar all al!unadiversión, al!una fiesta ben$fica, al!o de buen tono, de buena sociedad4 T8 yacomprendes. La !ente es as .

En este punto ya todo el mundo sab a a qu$ atenerse, lo que ayudaba a mantener lae pectación.

14 El dinero nunca estorba, eso da la e periencia. Despu$s de veinte si!losdeber as ir pensando en suavizar el evan!elio por lo que toca al dinero. Deber as tener encuenta que si un d a se te fueran los ricos y los bien acomodados, quedar an medio vac alas i!lesias. >osotros, con dinero, eso s , te hubi$ramos facilitado la huida a E!ipto encoche cama de ser preciso.

%uchas caras denotaban escándalo@ pero no faltaba la e presión de re!ocijo enal!8n rostro.

14 ? qu$ decir de los padres que esco!iste. +n 2an #os$, buen sima persona, s @ pero simple carpintero de oficio y no de beneficio. /ualquiera de nosotros, de haber estado

en condiciones de esco!er, hubiera echado ojo a un aventajado hombre de empresa, a unconsejero de innumerables sociedades. 7>o te hace fuerza el que todos coincidamos ensemejante apreciación9 %ira que tus padres, en vez de or!anizar, de hacer propa!anda, demoverse, se cruzan de brazos y ven!a de rezar. Aoy no nos preocupamos tanto de rezar ylas cosas van mejor, no son e a!eraciones m as. Está todo mucho mejor or!anizado@ haymás t$cnica en el apostolado, más control, más estad stica. Aay que vivir con los pies en elsuelo. Eso fue lo que les faltó a %ar a y a #os$. De se!uro que cuando eras un ni-o, enmedio de ellos, nadie te habló de lo cara que está la vida, de luchar por la vida, de abrirte

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paso en la vida4 >osotros no somos santos como ellos, pero preparamos a los hijos desdemuy pronto para triunfar en la vida. or eso a nuestros hijos les suele ir mucho mejor de loque a ti te fue.

>adie parec a sentir el más m nimo cansancio o impaciencia y la voz de 5rancisco

se elevaba sobre un silencio que nada perturbaba. 14 ero lo que no tiene e plicación es la forma en que se llevó a cabo la visita de

los %a!os. En primer lu!ar no se hizo nada por brindarles una !rata estancia. >o se prepararon festivales, coros y danzas, e cursión a un lu!ar t pico. >o hubo discursos dee altación y loa. En se!undo lu!ar no se supo e plotar la circunstancia. +na caravanaoriental de verdad pod a haber causado sensación. ntes de e hibirla en la calle, lahubi$ramos presentado en un teatro, a tanto la butaca4 Casta comparar el poco efecto que produjo aquella visita, con ser aut$ntica, y el fruto que en la actualidad produce la fiesta delos 3eyes4 Letreros, carteles luminosos, anuncios por todas partes, 7no lo ves9 Loscomerciantes venden más que nunca. 2on d as de ne!ocio se!uro. La conmemoración de tu

venida vuelve felices a los ni-os. ? tanto más felices cuanto más ricos sean sus padres. ? laverdad es que los 3eyes tampoco se lucieron conti!o. ase lo del oro, que no ser a mucho@ pero mira que re!alarte incienso y mirra4 >osotros te hubi$ramos llevado leche en polvo yqueso americano, o, lo que es mejor, te hubi$ramos abierto una cartilla en la caja deahorros. or otra parte te hubi$ramos proporcionado al!8n ju!uete. Cueno, naturalmente,no ju!uetes nuevos, no relucientes ju!uetes de ni-o rico, ya que a quien nace pobre no se lehace bien sacándole de su medio@ pero, despu$s de todo, 7qu$ te pod a importar a ti qufaltara aqu una rueda o sobrara un desconchado all 9

2er!io asomó por la puerta lateral de la sacrist a, pero 5rancisco no reparó en $l.Le a con una voz intencionada, alta y clara, y levantaba la vista con frecuencia para mirar al

auditorio. 14 tra cosa imperdonable fue el no acostumbrarte a aprovechar la amistad de los

de arriba. %ira, entre nosotros, la amistad con el de arriba se e plota hasta el fondo. ? nosabes las ventajas que supone. Todo está en saber adularle de una forma inteli!ente. lhombre se le maneja por la vanidad como al toro por la nariz. ero t8 te empe-aste encomenzar por abajo y bien caro lo hubiste de pa!ar. >osotros te hubi$ramos puesto encontacto con las capas más altas de la sociedad. h es donde están las posibilidades. Escierto que t8 dijiste" :< y de los ricos=;. ero tambi$n lo es que hoy dice todo el mundo":< obrecitos los pobres=;. /on nosotros hubieras aprendido muy pronto que cuando sequiere al!o de verdad no se va a las chabolas@ se va a los ministerios. >o se pierde el

tiempo hablando con los pobres, sino que se hace uno director espiritual de las se-oras delos poderosos. Es cierto que el evan!elio no habla de las recomendaciones@ pero tambi$n loes que, a juicio de la mayo r a de nosotros, las recomendaciones pod an haber sido objetode una novena bienaventuranza. l menos cualquiera que ten!a sentido com8n estimaráque tiene mejor ventura el que posee una buena recomendación, que el que llora, porejemplo.

l lado de 2er!io estaba ahora don #acinto. El p8blico se!u a como paralizado.

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14 or lo que toca a nuestros hijos, querido >i-o, de empe-arte en nacer en unacueva, dudo mucho que se les hubiera permitido ju!ar en tu compa- a. La mayor a de losque estamos aqu hemos sido educados en la prevención y quizás el desprecio hacia los:ni-os de la calle;4 y uno que nace en una cueva es peor que de la calle. #u!ar con losni-os de la calle siempre estuvo mal visto. Ten en cuenta que nuestros ni-os van a cole!ios

de pa!o y, en ellos, aun siendo católicos, posiblemente no hubiera habido sitio para ti, talcomo nuestra sociedad está montada. /laro que hoy d a, caso de que 2an #os$ accediera a pertenecer a un montep o, hubieras podido in!resar en una universidad laboral. Es ciertoque all sólo hubieras alternado con hijos de trabajadores@ pero, dado tu modo de ser, quizno te molestase semejante situación. ll encontrar as piscinas, salones de actos, verdaderosestadios deportivos4 La verdad es que somos muchos los que pensamos que es demasiado para los hijos de los obreros@ que es un disparate y un !asto absurdo y que qu$ va a pasarcuando vuelvan a sus casas@ aunque en realidad nos importa muy poco lo que a esos chicoles ocurra. /laro que si t8 fueras all , y les hablaras de pobreza como t8 sabes hacerlo, puede que estuviera bien, para que lue!o, al crecer, no se levantaran a mayores, pidiendo eloro y el moro, siendo as que no vivieron nunca como ahora.

5rancisco hizo una pausa y dejó va!ar los ojos ine presivos por la i!lesia. Cajó lavista, lue!o, y concluyó.

14 En fin, querido >i-o, la civilización ha avanzado mucho y hoy se ven las cosasde muy diverso modo. /ada cual es hijo de su tiempo. >osotros somos as , $sta es laverdad. ? como no hay esperanza honrada de que vayamos a cambiar, yo te pre!unto si noser a una medida inteli!ente el retocar un poco el evan!elio, porque, si no, sin ir más lejos,yo te di!o que da la risa el ver anunciado un evan!elio como el tuyo, en edición de lujo, al precio de mil quinientas pesetas ejemplar4 ? nada más. erdona si al hablar con estainusitada sinceridad te he faltado al respeto. Aoy son as las cosas, te lo ase!uro. fect simo

tuyo4 >adie se hab a movido. 5rancisco dobló los papeles y se volvió al centro del altar.

?a estaba hecho. De pronto i!noraba si su disertación era acertada o rid cula. Bnició elrecitado del /redo y apenas le si!uieron al!unas voces t midas. l acabarlo, y antes de pasar al ofertorio, alzó de nuevo la cabeza, miró a los fieles, que aparec an como un murocompacto e ine presivo, y volvió a diri!irles la palabra"

1La carta que os he le do no es un jue!o literario@ ni es una fina sátira@ ni es sólouna iron a. Esta carta, eso es lo tremendo, es la verdad. Esta carta, por lo demás, es detodos. Esta carta es m a, quiero ser el primero en reconocerlo. Esta carta es tuya. Es del otro

y del de más allá. 2i hubiera sido injusto con vosotros, al imputaros estos párrafos, me prestar a, como en los viejos tiempos, a ser apedreado. ero sólo di!o esto" El que crea que profesa en la práctica un cristianismo e ento de los reproches impl citos en la carta le daque d$ un paso al frente. :0ue arroje la primera piedra;.

>o hubo nin!una reacción aparente. 5rancisco sostuvo las miradas un momento yabrió los brazos para la salutación consueta.

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1El 2e-or est$ con vosotros.

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En la sala de espera 5rancisco no las ten a todas consi!o. ensaba que no era i!ualtratar con el obispo que hacerlo con el vicario. or otra parte, aquella llamada sin máse plicaciones le hab a puesto en !uardia desde el primer momento. 2e hab a prometido nohacer cábalas, ni formar juicios prematuros que pod an convertirse en temerarios. ? estabaall , a la espera, paseando por la antesala con cierto nerviosismo.

Don Aonorio zcueta denotaba su pertenencia al alto clero hasta en la facha e terna. pesar de la edad, que era pareja a la del prelado, conservaba una prestancia di!na de la

fi!ura convencional de un cardenal de 3oma. ara nadie era un secreto que, por suformación, por su ejecutoria personal y por principio, era conservador, autoritario einmovilista, aunque, eso s , hab a que reconocerle una sincera sumisión a lar jerarqu a, acomo cierta austeridad que autorizaba su opinión.

1Tenemos que hablar muy seriamente, jovencito.

/on estas palabras recibió a 5rancisco, indicándole el asiento. ?a era sabido que no perd a el tiempo con preámbulos.

1+sted dirá.

12 , s . ? no me voy a quedar con nada dentro.

/onsultó una nota que ten a sobre la mesa, mientras 5rancisco contemplaba aquel pelo blanco pero enhiesto todav a, como un cepillo sobre la cabeza.

1Lle!an hasta m rumores que no me !ustan nada.

La mirada de aquel hombre se!u a siendo penetrante.

172 9

1>o es nin!8n secreto que yo no comul!o con lo que hace usted@ con ese pseudoapostolado que se han inventado ustedes, los jóvenes.

5rancisco el tono militante de sus oponentes siempre le hac a crecerse.

1?o no he inventado nada, y, por lo demás, obro con permiso del obispo.

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1Del se-or obispo, querrá usted decir 1le corri!ió.

1>o veo por qu$ vamos a imponemos la palabra :se-or;. ara m no a-ade nada enabsoluto a la palabra :obispo;. %ás bien estorba.

Don Aonorio no estaba acostumbrado a que un cura corriente le respondiera as ./lavó los ojos en el que ten a delante, pero no perdió el control que ejerc a a la perfecciónsobre s mismo.

1+n pensamiento ori!inal 1dijo con e trema frialdad1. ero no le he llamado para discutir de eso. 2$ que usted tiene permiso para estar donde está. 2in embar!o, ese permiso no le da carta blanca para cometer ciertas !arrafales imprudencias4

&ivamente"

1 or ejemplo.

1<>o me interrumpa cuando hablo=

Aubo una pausa de silencio en la que no dejaron de mirarse. Lue!o si!uió el vicario.

10uiero reconocer su buena voluntad. Todav a no he dudado nunca de ella. erousted se pasa de la raya y, en ausencia del prelado, es mi deber llamarle a cap tulo.

1 rdo por que me di!a4

12e lo dir$, se lo dir$. or ejemplo" El otro d a ha sido visto por el centro, sucio,

!rasiento, descamisado, tirando de un carro4 7Le parece bonito9 1>o fue cosa voluntaria. 5ue una orden.

1>o lo dudo. ero me pre!unto si un sacerdote puede ocupar un puesto en el que,entre otras cosas, cabe que reciba órdenes como $sa.

12i se es obrero hay que serlo con todas las consecuencias@ sin privile!ios.demás, 7qu$ tiene de malo9

Los ojos del vicario chispearon.

170u$ tiene de malo9 7Es que no lo ve usted9

1>o, no lo veo, o, si lo veo, prefiero creer que no lo veo.

1Es usted sacerdote y como tal ha sido reconocido en la calle, a pesar del disfrazinfamante. Escandaliza usted.

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5rancisco se indi!nó.

170ue escandalizo yo9 1e clamó1. ?o cre a que el escándalo estaba del otrolado, de la parte del clero abur!uesado y comodón@ de la apariencia más o menos real de buena vida que mucho creen advertir en los curas@ de4

1Todo e tremo es da-ino. 2e puede ser fiel al mensaje, pero con decencia, concompostura. El sacerdocio nos supone una di!nidad a la que debemos respeto.

5rancisco habló con amar!ura.

1 s entendida la di!nidad, el sacerdocio nos pone a cubierto de innumerablesincomodidades, humillaciones y servidumbres que de tantas maneras hieren a nuestroshermanos pobres. ?o no lo entiendo as .

El vicario si!uió impert$rrito.

1Las cosas son como son, no como usted las entiende.

17Entonces piensa usted que ten a que ne!arme9 1pre!untó con desabrimiento.

1Desde lue!o.

1< ues me iba a lucir el pelo si invocara el sacerdocio para !ozar de privile!ios=<Bnvalidar a toda mi labor=

1En ese caso quiere decirse que su labor no es apta para un sacerdote@ pero usted

tiene permiso del prelado y yo en eso no me meto. hora bien, hay una cosa que mecompete por entero y en la que usted no cuenta con un fuero especial.

17 qu$ se refiere9

1 su predicación.

17Tambi$n mi predicación9 70u$ pasa con ella9

Estaba e perimentando una apasionada reacción interior contra aquellos, quienesfueran, que se tomaban el trabajo de llevar hasta la curia todas aquellas denuncias. :2i mededicara a chuparme el dedo nadie se quejar a;.

1El que usted se encuentre temporalmente 1subrayó la palabra1 trabajando enuna fábrica, no le da derecho a hacer dema!o!ia en el altar.

1<Eso no es cierto=

La viveza de la respuesta sorprendió al vicario.

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17>o9 1dijo, alzando las cejas.

1<Es muy cómodo acusar, y acusar desde el anonimato= <0ue ven!an a dec rmelo am =

1>o tienen por qu$ dec rselo a usted. or otra parte, las personas que dan cuenta deeste asunto son de toda solvencia moral y no tienen otro inter$s que el bien de la B!lesia.

1Es muy fácil decir eso. 7? yo qu$9 7>o ten!o yo inter$s por el bien de la B!lesia9

1Aabrá que suponerlo.

1 ues, afirmación por afirmación, 7por qu$ van a tener razón ellos y no yo9

1>adie es buen juez respecto de s mismo. demás el sólido criterio de quienes sequejan es una !arant a.

? mi criterio no es sólido, naturalmente4

5rancisco pensaba en 2er!io y en el párroco.

1+sted es joven, romántico y visionario4 aparte de que le veo ape!ado con e cesoa su juicio.

>o lo pensó dos veces y replicó"

1+sted no es juez imparcial en una causa que ya ten a juz!ada antes de o rme.

Don Aonorio acusó el !olpe solamente en la presión que sus dedos hicieron sobre elman!o de la ple!adera con que estaba ju!ando.

1%ala escuela la fábrica 1dijo1. Le hace insolente.

1%e ha acusado usted de dema!o!ia en la i!lesia y me defiendo. 7 es queesperaba que me callase9

1El domin!o adoptó usted una forma de predicar que ni es predicación ni es nada.qu ten!o un informe detallado" :/arta al >i-o #es8s;. 70u$ fantas a es $sta9 70u$ nueva

homil$tica nos está inventando9 <? revestido con los ornamentos sa!rados= 7Dónde vamosa parar9

1En nin!8n lado consta, que yo sepa, la ilicitud de un artificio semejante.

1Eso es una comedia. Escandaliza a la !ente. >o se puede consentir.

5rancisco respiró hondo, lue!o dijo"

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12i el contenido de esa carta hubiera sido un piadoso y melifluo florile!io dealabanzas al >i-o, de con!ratulaciones navide-as, de convencionales letrillas de villancico,7se hubiera quejado al!uien9, 7me habr a llamado usted9

1 ero es que el contenido, precisamente, me parece intolerable.

1&amos, lue!o ya no es la carta, ni la forma o artificio@ es lo que dije lo que concitael rapapolvo. 7? qu$ dije9 70u$ dije que no pueda ir a misa9 70u$ dije que no sea unaverdad como un templo9

Don Aonorio acabó impacientándose.

1<>o cre que estuviera usted tan lejos de una m nima humildad sacerdotal= +stedme hará el favor de predicar como todo el mundo, en la forma tradicional acostumbrada,sobre el evan!elio del d a y sin sensacionalismos.

1>o he sido yo quien ha apetecido esa predicación de los domin!os. %e ha sidoimpuesta.

1? usted la va a llevar adelante de la forma correcta. ero hay otra cosa4

5rancisco no le importaba ya que hubiera más.

1>aturalmente.

El vicario no hizo caso y continuó.

1La empresa en que trabaja se ha quejado de usted. 1? usted va a hacer más caso a la empresa que a m .

1Aay buenos católicos en ella@ personas sensatas y desinteresadas en este asunto.

5rancisco e plotó.

17/ómo puede decir que desinteresadas9 70u$ puede saber usted del mundoaqu$l9 <Desinteresadas=

1&ayamos al !rano.

12 , claro que s . &ayamos al !rano.

1 arece ser que usted a!ita a los obreros4

5rancisco se rio con amar!ura sin decir una palabra.

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1>o se limita a trabajar 1si!uió el vicario1, sino que toma parte, y parteimportante, en la subversión de los talleres4

Le miraba atentamente y $l sólo a-adió"

12i!a. 1>o han querido tomar providencias contra usted por respeto a su condición de

sacerdote@ pero conf an que nosotros, de un modo discreto, le pon!amos en su sitio.

12 , por eso me han propuesto privile!ios, enchufes, puestos de mando. 7>o locomprende9 <0uisieron sobornarme=4 ?, ahora, ahora buscan el !olpe bajo.

El vicario meneó la cabeza.

1 usted le pierde la ima!inación.

1? a usted la credulidad.

1<%od$rese=

1Es que si hoy no di!o lo que siento, reviento.

1Está claro que el permiso que usted tiene no se e tiende hasta la actuación,dir amos, temporal. or consi!uiente, en el futuro se abstendrá usted en absoluto de todaintervención en los conflictos laborales, en las posibles a!itaciones, en fin, se limitará a sutrabajo escrupulosamente.

5rancisco se reservó la opinión. Era mejor no discutir con aquel hombre. Escribir aal prelado.

1Entendido 1dijo.

1En cuanto a todo esto, el se-or obispo decidirá.

1 s lo espero.

Don Aonorio contempló lar!amente al padre 0uintas.

1%ientras tanto conf o en su obediencia. 2abe lo que quiero. bre enconsecuencia. ?, piense lo que piense, no olvide que la voluntad de Dios, hoy por hay, lelle!a a trav$s de m .

5rancisco ten a muchas reservas que hacer al respecto, pero dijo"

1Está bien.

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haber empleado. :2iempre me ocurre i!ual;. Bba malhumorado y sent a dentro como undesasosie!o f sico que le andaba de la !ar!anta al estóma!o. Tonchu le esperaba en la plaza, como de costumbre. 2e hab a olvidado de $l.

170u$ te quer an9

Aab a una conmovedora solicitud en los ojos de ordinario a!restes del muchacho.

1>ada, cosas de rutina.

ero el chico le conoc a muy bien.

1 m no me en!a-as. 70u$ te han hecho9

5rancisco no pudo menos de sonre r.

17Aacerme9 12 , tienes una cara4

1Cah, peque-eces.

1>o me lo quieres decir, 7eh9, pero t8 no ha!as caso.

1/laro.

/uando pudo estar solo cayó de rodillas porque ten a necesidad de rezar. Eran cosasque no se pod an compartir. Ten a que perdonar a muchos una supuesta intromisión en sucamino. 7Don 5ederico9, 72er!io9, 7el párroco9, 7las beatas9 ? ten a que hacerse perdonarsu falta de dominio, su acidez, sus palabras y sus juicios ayunos de caridad. ? le costabatrabajo, porque, a cada instante, aquella rueda de su pensamiento daba un !iro y volv a aencontrarse increpando, juz!ando, razonando con pasión. :7/ómo no se darán cuenta deque todas las cr ticas vienen del mismo lado, del mismo sector, del mismo modo de pensar9;. ? se esforzaba en volcarlo todo en Dios, en recuperar, de la mano de Dios, unsosie!o y una serenidad que sólo de Fl pod a esperar.

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7Aubo mala intención por parte de al!uien9 75ue simplemente un efecto mecánicode la or!anización, que no tiene alma9 ndaban las cosas bastante revueltas para que unsucedido cualquiera, aunque fuera insi!nificante, no pusiera los ánimos a hervir. Tanto mássi la injusticia, culpable o no, era fla!rante, y la apelación a un malentendido o a un errorera menos comprensible para los productores.

#ustino lvarez era un buen obrero, callado, cumplidor y, desde lue!o, más pacientede lo ordinario. Estaba en hornos, a turnos. /omo todos los demás ten a un cierto

compromiso de se!uir en el tajo, caso de que el relevo no se presentase por cualquiercircunstancia. Esto no era normal, pero con #ustino ocurrió hasta la saciedad. 2in que sesupiera la causa, no vino quien ten a que sustituirle y $l, tras in!erir la comida que en talescasos se serv a a cuenta de la empresa 1consistente en un cocido de !arbanzos, tortilla de patata y fruta1 tomó el relevo se!uidamente para otras ocho horas. Lo malo, sin embar!o,no fue eso, sino que al repetirse la misma circunstancia por tres veces, el hombre, sin deciroste ni moste, hubo de hacer se!uidos hasta cuatro turnos, o, lo que es i!ual, treinta y doshoras de trabajo, sólo interrumpido para hacer las comidas, y no de un trabajo cualquiera, porque la temperatura se acercaba casi siempre a los *U^ y las cenizas se iban acumulandosin interrupción. asado este calvario pudo disponer de un relevo para descansar@ es decirocho horas en total. /omo era de suponer, cayó en la cama, se durmió profundamente y nose presentó a tomar el relevo del turno que volv a a corresponderle. El escándalo estallócuando se supo que a #ustino, por esta supuesta infracción, se le car!aba en cuenta unamulta de quinientas pesetas, a deducir de su salario.

170u$ vais a hacer9 1pre!untó 5rancisco a 3aba.

Fste estaba indi!nado.

1<>o lo comprendo= <2e empe-an en tirar piedras sobre su propio tejado=

17T8 crees que lo hacen a propósito9

1Es que si no se dan cuenta, son más culpables todav a.

1Es cierto. +n productor es un hombre, no una ficha ni un n8mero.

1? dan con ese infeliz de #ustino, que se dejar a pisar sin decir esta boca es m a.

5rancisco miró a lo lejos y comentó.

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1Aijo de siervos, nieto de siervos4 7qu$ quieres9

1>o podemos pasar por esto.

1Aay al!unos que se están moviendo mucho. ?o creo que están encantados de que

ocurran estos casos. 17&es9 T8 te das cuenta. ?o tambi$n. ero all arriba 1se-aló a la dirección1

parecen estar cie!os.

1 muy se!uros de s mismos.

1/ie!os, te lo di!o yo.

17? qu$ pod$is hacer9

El de la A / dijo con firmeza" 1Tenemos que actuar. >o se trata ya de #ustino. Es que un caso as nos pone en

entredicho y hay quien está esperando para despresti!iamos.

1 ienso lo mismo.

1Esto va a sindicatos.

17? qu$ esperas9

1Lo espero todo, ya verás.

1Dios te oi!a.

5ueron dos d as de nerviosismo en los talleres. En apariencia todo se!u a i!ual@ perno hac a falta ser muy observador para notar en mil detalles que la !ente estabasoliviantada. 2in embar!o el sistema respondió y el jurado de empresa se apuntó un tanto alconse!uir que fuera levantada la multa que amenazaba a #ustino. ? ya no era por la multa,que estaba cubierta con creces por la suscripción que, a las inmediatas, hab an or!anizadolos compa-eros del sancionado, sino por el hecho de hacer rectificar a la empresa, dehacerla :morder el polvo;, como dec a el Ener! as.

2ólo unos pocos, muy caracterizados, parec an no sentirse satisfechos con el rápidoarre!lo de las cosas.

1Esos van a lo suyo 1dijo /ampo, tomando un vaso en :El fricano;.

1Lo mismo di!o 1concedió 5rancisco.

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El Ener! as, muy serio esta vez, repuso"

1>o buscan la promoción del obrero concreto. 2i las empresas nos diesen todo loque queremos, adiós comunismo. %uchos no se dan cuenta de esto. El partido es su dios. ?a ese dios se sacrifica todo. ?o ya se lo di!o a ellos" 7 qu$ viene tanto hablar de partido si

lue!o van por todo9 0ue sean ló!icos@ que no lo llamen partido@ que lo llamen :entero;" el:entero comunista;.

2e rieron los otros. 5rancisco sintió curiosidad.

17? t8, Ener! as, qu$ eres en pol tica9

1 m la pol tica me deja fr o, 7sabes9 ?o defiendo al obrero, que es defenderme am , y que es lo que he mamado de mi padre@ pero de pol tica nada, chico. %i padre, que eviejo y listo, o sea, sabio dos veces, me dijo una vez, en una e posición de !anado,se-alando a una cerda inmensa que hab a llevado un premio" :7&es qu$ marrana94 En

toda mi perra vida sólo vi otra más !rande, la pol tica;.&olvieron a re rse.

1De acuerdo 1dijo 5rancisco1, pero t8, 7cómo piensas9

El Ener! as miró al cura con calma.

12i lle!ara el caso 1dijo1 en que hubiera que ser al!o, yo ser a anarquista. ?a losabes.

1Lo esperaba. 172 9

1 or mi edad, o por lo que sea, nunca conoc personalmente a un anarquista@ perot8 respondes perfectamente al tipo que yo me ima!inaba.

17? qu$ tal es ese tipo9

5rancisco le dio una palmada en el hombro.

1>o te preocupes 1dijo1. Bdealista, puro a su modo, nte!ro y, por supuesto,utópico.

1<&aya favor que me haces=

1De sobra sabes que te estimo@ pero el anarquista está llamado a ser abandonado enla estacada, traicionado, burlado despu$s de utilizado. >o hay sitio en el futuro para elanarquismo.

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1 robablemente tienes razón. or eso te di!o que no quiero saber nada con la pol tica.

1En eso te alabo, ya ves.

/a a la tarde cuando 5rancisco se diri! a a casa para decir su misa. pesar de loscambios a que obli!aban los turnos, su min8scula :feli!res a; se!u a siendo fiel. Era unamedia hora que no hubiera cambiado por nada de este mundo. Aab a tenido que venir a dara aquella e tra-a situación pastoral para tomar el pulso de verdad a la misa. ero esta vezTonchu le esperaba en el portal.

1&en conmi!o 1le dijo.

1>o tenemos tiempo ahora.

1 ara esto, s .

1%e estarán esperando arriba.

1 ues que esperen.

Aab a al!o en el rostro del muchacho que puso en !uardia a 5rancisco.

170u$ ha ocurrido9

1>o me pre!untes nada.

1 ero4 1Es sólo un momento. &olvemos en se!uida.

Echaron calle abajo sin hablar. >o pod a ser una broma del muchacho. Bban a pasolar!o y dejaron atrás los bloques.

17%e llevas a la e planada9

1%ás o menos.

Aac a fr o. +n cielo alto, sin pájaros, transparentaba la 8ltima luz. >o hab a máscolor que un brochazo naranja por la l nea de poniente.

1 ero 7a dónde vamos9

1/alla4

Bban por el borde bajo de los terraplenes. ll se abr an las bocas desconchadas de

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unas semicuevas que hab an servido de alojamiento, a-os atrás, antes de hacer los edificios,a los primeros habitantes de la zona. 5rancisco no quer a confesarse el presentimiento que bull a de una manera confusa en su interior.

1Espera aqu un momento 1dijo Tonchu.

El chico se deslizó en silencio, confundido con la tierra. 5rancisco no tuvo quea!uardar demasiado. Le oyó chistar antes de volver a verlo.

1&en 1oyó que susurraba.

2e acercó al aprendiz.

12 !ueme y no di!as nada.

>o tuvieron que ir muy lejos.

1%ira 1le dijo en un murmullo.

De la oscuridad se destacaban apenas dos siluetas entrelazadas.

1%$tete aqu 1volvió a decir Tonchu.

Tuvieron el tiempo justo para ocultarse. La pareja pasó muy cerca sin advertirles. >o pod a caber duda.

17La has visto9 1pre!untó a poco el chico.

5rancisco quer a a /anela a pesar de los pesares. En aquel momento se consumabaun enorme desen!a-o.

170ui$n era $l9 1pre!untó a su vez.

1<0ui$n iba a ser= <El >avajas=

17/elestino9

1/laro.

De manera que as eran las cosas. ? tan pronto4

17Te ale!ras9

Tonchu reaccionó con viveza.

1< m qu$ me importa= <Es por ti, para que cai!as de la burra=

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La inquietud y el malestar en los talleres, sea por causas reales, sea por los hábilesmanejos de unos cuantos, lle!aron al paro ismo cuando corrió el rumor por toda la fábricade que era inminente el despido de dos docenas de obreros, entre los que se encontraba elEner! as, como resultado final del e pediente que se hab a incoado hac a ya bastantemeses y que muchos ya estaban en trance de olvidar. &erdades y bulos corr an por i!ual de boca a oreja y abundaban las caras lar!as y las miradas aviesas.

5rancisco estaba limpiando el polipasto de una !r8a a$rea cuando se le emparejó

Aierro, que llevaba un rollo de cable sobre el hombro. 13epite esta dirección" Code!a de el /hata, bloque W.

El padres 0uintas, sin dejar la labor, recitó"

1Code!a de el /hata, bloque W.

1Te esperan a las diez. &ete solo.

/uando quiso pedir aclaraciones el otro ya hab a se!uido con su car!a. 70u$

si!nificaba aquello9 La cita, viniendo de quien ven a, no pod a tener una si!nificaciónambi!ua. Estaba claro que aquella !ente iba a moverse. 7Deb a ir9 >o hab a razón al!una,en realidad, para ne!arse. tiempo estaba de tomar el lar!o si lo cre a conveniente. Detodos modos decidió hablar con 3aba. /uando pudo apartarse unos minutos le buscó en ellocal del jurado de empresa.

17Tienes un momento9

1Lo que quieras.

1Es confidencial lo que voy a decirte, absolutamente confidencial.

1De acuerdo.

En Rscar 3aba no hab a más remedio que confiar.

172abes al!o de una reunión en la bode!a del /hata, en el bloque W9

17+na reunión9 >o, no s$ nada.

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1Lo que importa, creo yo, es precisar dónde está lo justo y lo eficaz en bien de losobreros. /on eso hay que estar, independientemente de que sea con ellos o contra ellos.

1 hora has puesto el dedo en la lla!a.

5rancisco meditó unos instantes. 12 , voy a ir. 0uiero ir. &ale más saber a qu$ atenerse.

1/reo que tienes razón.

las diez de la noche estaba completamente oscuro y el fr o era intenso. En la callesin pavimentar no hab a iluminación al!una, pues las bombillas municipales hab an perecido tiempo a manos de la chiquiller a del barrio, hábil con la piedra desde la mástierna infancia. 2ólo el resplandor de al!una ventana permit a orientarse en aquellaoscuridad. 5rancisco acertó con el portal. Cajó unas escaleras y se llevó el !ran susto

cuando una mano salió de un ne!ro rincón para tomarle por el brazo. 17Dónde vas9

1Ten!o una cita.

1 h, eres el cura, 7no9

>o le ve a la cara.

1 asa 1a-adió el otro antes de recibir respuesta.

Deb an de llevar tiempo reunidos, pues un humo denso envolv a la bombilla.Estaban Aierro, 2almones, un par de desconocidos y el inefable Cenavides. La bode!a erasórdida, y por el techo y las paredes corr an !randes tuber as. En la penumbra de losrincones se adivinaba material almacenado. En el centro, bajo la luz, hab a una mesacuadrada en torno a la cual se sentaban todos en los más dispares asientos que cab aima!inar.

12alud, aco, y !racias por la puntualidad 1dijo 2almones sonriendoabiertamente.

1Cuenas noches 1contestó 5rancisco, haciendo un !esto !eneral con la mano. 12i$ntate aqu .

Le ofreció una silla y acercó para s una especie de fardo envuelto en tela de saco.

1Fste es el /hata 1dijo Aierro se-alando1, y estos unos ami!os.

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5rancisco reparó un momento en ellos.

1Tanto !usto.

1Dej$monos de formalismos 1dijo Cenavides que, como de costumbre, llevaba

calada su !orra !rasienta. 1Te estábamos esperando.

2almones pon a all una nota de cordialidad con su sonrisa sempiterna.

1Cueno, aqu me ten$is.

1Cien 1carraspeó1. quello de que tantas veces hemos hablado, está lle!ando asu punto de cocción.

172 9 12 . T8 sabes i!ual que yo cómo está la !ente con lo de #ustino, con las e i!encias

del sistema 6ombert, con el e pediente y todo lo demás.

5rancisco se sent a muy alerta.

1Lo de #ustino se arre!ló en sindicatos 1dijo con una voz tranquila1. Lo de6ombert está en veremos. Lo del e pediente, s , he o do los rumores, pero a8n no ha pasado nada en realidad.

2almones no perdió su sonrisa. 1Lo de #ustino se habrá arre!lado como un caso particular@ pero no se han

arre!lado las condiciones que pueden producir casos semejantes. Lo demás está paraestallar de un d a para otro. La inquietud de la !ente ha lle!ado a un nivel que no admitedilaciones. 7 or qu$ bamos a esperar9 7Esperar a qu$9, 7a que nos las den todas en emismo carrillo9

1>o olvides que la doctrina de $stos dice que hay que poner la otra mejilla 1 repuso Aierro, sin poder contener su acritud.

1T8 calla 1ordenó Cenavides secamente.

5rancisco pre!untó.

1? suponiendo todo eso que t8 dices, 7qu$ propon$is9

1 cción 1dijo 2almones sin perder la ale!r a de su cara.

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170u$ clase de acción9

1Eso está en estudio.

17? yo qu$ pinto en todo esto9

1?a te lo e pliqu$ en una ocasión.

12e ve que no bastó.

5rancisco no quer a de nin!una manera comprometerse a t tulo personal.

10ueremos unidad. articipación de todos. +nidos somos fuertes.

12i!ue.

1 ara ello t8 eres pieza importante. 172 9

1 ti te obedecerán todos esos jurados de la A /.

17 or qu$ lo crees9

1T8 eres cura y ellos son creyentes, 7no se dice as 9

17? qu$ tiene que ver eso9

2almones tuvo un breve instante de desconcierto. Entonces terció Cenavides.

170u$ clase de disciplina es la vuestra9 >o escurras el bulto. Los de la A / teobedecen a ti. >o es nin!8n secreto.

1Estás equivocado. >o están a mis órdenes. Aarán lo que crean conveniente.

1Es i!ual 1volvió 2almones1. T8 tienes presti!io. ti te se!uirán, aco, y losabes muy bien.

Aubo una pausa.

170uer$is que os di!a lo que pienso9

1Estamos esperando 1dijo Cenavides.

1?o soy un obrero, no un l der, ni un a!itador. ?o estar$ con la mayor a, pero no para diri!irla, sino para participar con ella.

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1Eso es i!ual que traicionar 1replicó Cenavides.

1>o veo por qu$.

1>ie!as a la causa tu talento. 2ustraes tu influencia. 0uieres esconderte en la fila.

1>ada de eso.

17/ómo que no9

1Traicionar a al obrero si ayudara a conducirlo hacia su mal. ara mover un dedo,en el sentido que vosotros quer$is, para moverlo empujando a los demás, tendr a que ver primero que lo hac a por su bien.

17? no lo ves9

1>o claramente, por ahora. 1<?a os lo dije= 1e clamó Aierro triunfante.

Cenavides le diri!ió una mirada que lo redujo al silencio. Lue!o se volvió hacia5rancisco.

1?o cre a que vosotros, los avanzados del catolicismo, hab ais empezado acomprender de qu$ lado estaba la verdad.

17? qu$ te hace creer que la verdad está conti!o9

Los ojos del diri!ente se enfriaron fijos en el cura.

1>o teoricemos 1terció 2almones con ánimo de echar un capote.

1/omo queráis 1dijo 5rancisco.

170u$ actitud piensas tomar entonces9

1>o lo s$.

Cenavides miró a los suyos.

1%e hicisteis concebir una esperanza falsa. Estaba visto. Despu$s de todo $ste escomo los otros.

5rancisco se molestó con la alusión.

17 ues qu$ cre as9

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estóma!o de tu 2anta %adre B!lesia, que hasta ahora fue capaz de zampárselo todo sinnin!8n trastorno di!estivo, corre hoy el ries!o de indi!estarse con este 8ltimo bocado. oreso se inquieta. or eso tiembla y hace el doble jue!o.

5rancisco se levantó.

1>ecesitar a tiempo y un resquicio sin prejuicios en tu ánimo para prose!uir estaconversación.

1Espera 1quiso retenerle 2almones.

1>o ten!o nada que hacer aqu .

1D$jale ir 1ordenó Cenavides1, que atufa a cura que no hay quien pare.

1Esto ya lo pensabas cuando me hiciste llamar.

1>aturalmente.

1De donde se si!ue que no hubo en nin!8n momento buena voluntad, sino sóloánimo de utilizarme para vuestros fines.

1<Lár!ate ahora mismo=

1Descuida, no perder$ un se!undo.

2al a ya por la puerta de la bode!a cuando la voz metálica de Cenavides le hizo

detenerse un instante. 1<? la len!ua quieta= <Te lo di!o por tu bien=

17Es una amenaza9

1Es un consejo, por ahora.

%iró a todos, antes de darse media vuelta. Eran ojos duros, ojos fr os. 2ólo2almones los terna clavados en el techo.

>o ve a nada al salir a la oscuridad y subió tanteando la escalera. Bba a dejar el portal cuando una silueta se le puso delante.

1Aola, cura. 3ecuerdos de /anela. <? cómo está, la muy zorra=

2oltó una carcajada y se perdió calle abajo, antes de que 5rancisco pudierareaccionar. Era /elestino, el >avajas, y lo hab a hecho, sin duda, para que le doliera.

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33

ara 5rancisco la situación se complicaba, se deshumanizaba, sobre todo. Fl buscabahombres concretos, pero chocaba con ideolo! as, con tópicos, con prejuicios. Elacercamiento que, en ocasiones, hab a parecido ser individual, de alma a alma, saltabaahora por cualquier cosa y reaparec an las viejas suspicacias, cuando no la mala voluntad.2u rompimiento con los comunistas le hab a afectado mucho. Desde la ma-ana si!uiente alencuentro en la bode!a del /hata, pudo darse cuenta de su cambio de actitud. >i siquiera2almones le envió al!uno de sus saludos desde lejos. /aras lar!as. %iradas que teatraviesan sin verte, al parecer.

1>o seas tonto 1dijo 3aba1, si eso estaba visto.

1>ada está visto hasta que sucede.

10uer an manejarte y eso no te interesa.

1Tampoco me interesa su enemistad.

1 ero, bueno, 7pensabas convertirlos9

1>o lo s$. >unca se hab a hecho esa pre!unta. >o viv a de ilusiones. 2e hab a aferrado

simplemente a su vieja idea de que un comunistas es un hombre como los demás@ unhombre, por otra parte, que a $l, como pastor, le interesaba más que los demás. >o les hab ahablado de reli!ión sino para defenderse. Aab a buscado, eso s , su amistad, su aprecio, sucontacto real de individuo a individuo. ero ahora los ve a reaccionar en bloque.

1%e odian 1dijo.

Estaba impresionado por ciertas miradas.

1Tonter as 1replico 3aba1. Esos ni aman ni odian. bedecen consi!nas, y lohacen cie!amente, eso es todo.

or otra parte estaba bien se!uro de que no pod a haber obrado de otro modo. Elequilibrio era dif cil. 2i hab a podido abdicar de una serie de formas e ternas adyacentes su sacerdocio, no pod a asumir unos compromisos temporales que le eran absolutamenteimpropios. Desde el principio hubo de estar alerta. Aab a sido adoctrinado en ese sentido.

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1>o conoces a las mujeres todav a.

Tonchu se picó.

17? las conoces t89 7+n cura9

5rancisco hizo un !esto cansado con la mano.

1>o juz!ues. >o condenes. ?a te lo he dicho mil veces.

12 . 2ólo falta poner la otra mejilla 1replicó el chico con acritud.

1 l menos te sabes la letra de la lección.

1? me falta la m8sica, 7no es eso9

1Te falta, quizás, el esp ritu. ero no perdamos la esperanza.Era una oración seca y des!anada la de 5rancisco aquellos d as. 0uiso atribuirla a la

fati!a del trabajo@ pero no pudo en!a-arse a s mismo. %uchas veces hab a lle!ado rendidode la fábrica y eso mismo le hab a llenado de !ozo al postrarse para hablar con Dios. Ladesilusión sufrida con /anela perduraba a pesar del tiempo. or otra parte, la dura costra deTonchu y, sin duda, su propia depresión contribu an a ponerlo todo cuesta arriba4 72ehab a equivocado de camino9 Esta pre!unta que se encontró formulada de repente en suinterior provocó una viva reacción. :Eso s que no;. Todo si!ue siendo como era el primerd a. %i testimonio está en pie y, !racias a Dios, no he hecho nada que pueda invalidarlo.3ecordó, de sus tiempos de ejercicios espirituales en el seminario, una frase de 2an B!nacio

de Loyola que hab a quedado !rabada en su memoria" :En tiempo de desolación no hacermudanza;. Estaba claro. /omo tambi$n lo estaba que hab a que insistir en la oración. ? eraun tormento el intentarlo con la mente vac a, la fati!a en los huesos y sólo la fe paramantenerse all postrado.

En la fábrica las cosas iban a peor. 2e insist a en la inminencia de las e pulsiones,sin que de la dirección viniera indicio al!uno que permitiera confirmarlo. Los peque-osconflictos y roces cotidianos entre los diversos estamentos y escalones del trabajo seestaban haciendo crónicos y, lo que es peor, tomaban mayor au!e cada d a. Aab areprimendas desabridas y desplantes insolentes. Los hombres estaban inquietos y losnervios saltaban por cualquier cosa. El Ener! as buscó a 5rancisco.

170u$ te pasó con $sos9 Dicen pestes de ti.

10uieren que me una a ellos. 0uieren manejarme.

Le miró despacio.

12i aqu pasa al!o, 7te vas a echar para atrás9

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17T8 lo crees as 9 1pre!untó a su vez.

1>o 1replicó el otro sin dudar.

1?a está respondido entonces. ero eso es una cosa y otra muy distinta es dejarles a

ellos la batuta, 7comprendes9 1Esta vez tienen razón.

5rancisco le sorprendió o r tal cosa de labios del Ener! as.

17Estás se!uro9

1>o podemos quedarnos mano sobre mano.

1 odemos se!uir como siempre, por el momento. 8n no ha pasado nada.

1 ero pasará.

1Es posible. ero tambi$n es posible que haya al!o de artificial en el clima que seha creado aqu sin saber cómo.

El Ener! as lo pensó antes de decir"

1>o te conviene a ti hacer de apaci!uador en esta fábrica. Te lo di!o porque teestimo.

Era sincero. >o cab a duda.

1?o no soy apaci!uador@ pero tampoco soy incendiario.

1 ues al!o tienes que ser, porque todos te miran.

10uiero ser uno más@ uno de vosotros@ ni más ni menos.

1/uando se es lo que t8 eres es dif cil ser uno más.


2e rio con simpat a.

1T8 debes saberlo mejor que yo.

2 , aquel hombre parec a ser de los pocos que no hab an sido tocados por la campa-adesatada contra el cura Era un tipo independiente el Ener! as, ya se sab a, y sus 8ltimasfrases quedaron !rabadas en el alma de 5rancisco.

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:/uando se es lo que t8 eres es dif cil ser uno más;.

Estas palabras4 7se hab a dado cuenta el hombre de toda su profundidad9 Es ciertoque le miraban todos de al!8n modo y que su decisión no ser a tomada nunca como al!o personal, sino que en ella, quisiera o no, fuera o no justo, comprometer a de al!8n modo a

la B!lesia entera a los ojos de aquellos miles de productores. :7 or qu$ se hace todo tandif cil de repente9;. Fl que cre a haber pasado lo peor, cuando recordaba los primeros d ade paulatina adaptación, se encontraba con que lo más arduo le hab a sido reservado paraahora.

+na noche, al salir a la escalera para diri!irse al trabajo, 5rancisco estuvo a punto decaerse al pisar al!o suelto que rodaba. Encendió la linterna y se a!achó para reco!eraquellos !ranos que aparec an con profusión en el suelo.

1<Tonchu= 1llamó.

El muchacho salió poni$ndose la zamarra. 170u$ hay9 1dijo.

1%ira.

Bluminó con la linterna la palma de su mano.

1%a z.

1Eso parece.

1</ochinos=

170u$ quiere decir esto9

El chico apretaba los pu-os.

1Esto es cosa del >avajas.

1 ero 7por qu$9

1Dicen que t8 estás contra la huel!a4

Era la primera noticia que 5rancisco ten a sobre el particular.

17De qu$ huel!a estás hablando9

B!noraba que al!uien hab a tenido inter$s en propa!ar la especie de que el curane!aba su colaboración y era peli!roso hablar con $l sobre el particular. /osa absurda, por

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otra parte, puesto que en el pró imo turno aparecieron, sin que nadie diera cuenta de su procedencia, unas octavillas subversivas que solicitaban la unión de todos para el planteque se avecinaba.

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El padre 0uintas tuvo una visita inesperada. cababa de cambiarse el turno y letocaba dormir por la noche como cualquier cristiano. ? lo estaba haciendo profundamente, porque no se enteró hasta que Tonchu empezó a sacudirle por los hombros.

170u$ pasa9

1Aay ah unos tipos que pre!untan por ti.

cabó de sacudirse el sue-o. 17De la fábrica9

Tonchu ten a los ojos car!ados y estaba a medio vestir.

1 arecen se-oritos.

2u e tra-eza no tuvo l mites.

1Di que ahora voy.

2e vistió en un momento y pasó al otro cuarto. mbos personajes ibancorrectamente trajeados de calle.

1Cuenas noches 1dijo el más alto1 y perdone por la hora.

170u$ ocurre9

1Tenemos que hablar con usted.

1Cien, pero no entiendo. 7Es tan ur!ente9

El más bajo se identificó como polic a.

12i!o sin comprender que haya de ser ahora 1dijo 5rancisco molesto.

1Tiene que ser a solas 1replicó el otro, sin responder directamente.

170ui$n es el chico9 1pre!untó el primero.

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1&ive aqu . Trabaja conmi!o.

1?a.

1En ese caso tendrá que acompa-amos.

170ui$n9, 7el chico9

5rancisco ya estaba alerta por completo.

1>o, no. +sted, naturalmente.

El más bajo dijo pacientemente"

1Aemos de hablar a solas.

1%e voy 1dijo Tonchu con despecho, co!iendo un !rueso jersey y la zamarra. 1<>o, qu$ te vas a ir=

ero el muchacho ya estaba en la puerta con cara de pocos ami!os.

1D$jelo. >o vamos a tardar mucho.

/uando Tonchu hubo salido dando un portazo, 5rancisco se volvió a los polic as.

15rancamente no me parece tolerable esta manera de irrumpir en el domicilio deuno. 7Traen ustedes una orden judicial9

El bajito tomó una silla y dijo sin reco!er la pre!unta.

1 odemos sentarnos, 7no9

1?a lo ha hecho usted.

El otro hizo lo mismo. >o as 5rancisco.

1&eamos, padre, porque usted es sacerdote, 7verdad9

13azón de más para no aceptar esta forma de invadir la casa de uno.

1 adre, ten amos entendido que usted no quer a privile!ios 1dijo el alto.

5rancisco no dejó de sorprenderle esta información de que hac an !ala, pero, almismo tiempo, le e asperó.

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1<>o estoy dispuesto a charlar con ustedes toda la noche= 1dijo1. 2i no tienenuna orden en re!la les rue!o que se lar!uen ahora mismo.

El más bajo dijo conciliador"

12inceramente le pido disculpas. ?a sabe que nosotros no decidimos en el servicio.ero procuraremos ser breves y molestar lo menos posible.

1Está bien.

Aizo un esfuerzo para dominarse.

1&eamos 1si!uió el otro sacando un papel1. +sted conoce esto, supon!o.

Era una de las octavillas repartidas en la fábrica.

170u$ le hace suponerlo9 1Cien. Lo conoce, desde lue!o. Es superflua la pre!unta. /omo comprenderá,

nosotros no vamos contra usted.

1%uchas !racias.

1/ierto que hay quien no mira con buenos ojos lo que usted hace y yo mismo, perdone que se lo di!a, no acabo de entenderlo.

1%e fi!uro que no habrán venido ustedes a discutir de eso a estas horas.

1>o, Dios nos libre. llá la B!lesia.

1Efectivamente.

1Era sólo una opinión, y una opinión personal. /reo que ustedes, los curas jóvenes,sin ne!arles la buena voluntad, no saben lo que hacen o con qu$ jue!an. Bba a decir que sino escarmentaron con lo del ), aunque ya me doy cuenta de que ustedes no lo vivieron.

5rancisco no estaba dispuesto a descender hasta el punto de discutir su forma deapostolado con la polic a.

1 l !rano 1dijo.

El más alto tomó ahora la palabra.

1&amos a $l. /omo se puede ver por la octavilla y por otros detalles que sabemos ycallamos, donde usted trabaja hay una !ran a!itación@ una a!itación que tiene derivacionesque se salen de lo laboral. >osotros hemos pensado que usted, como sacerdote, como

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17 or qu$ lo cree as 9

1 orque creo en su buena voluntad.

quel hombre parec a sincero y no hab a razón para que no pudiera serlo. ero no

acababa todo ah . 1%uchas !racias.

1Entonces, 7contamos con su ayuda9

170u$ clase de ayuda9

1>ecesitamos información. 2abemos que se prepara al!o y queremos evitarlo.

17/ómo9

1Es evidente que la masa es a!itada por al!uien. 2iempre ocurre as . Ese al!uien, oesos al!uien, son profesionales del activismo. Tienen sus propios fines.

12i!amos suponiendo.

1+sted sabe sus nombres4

5rancisco e perimentaba un raro placer en no facilitar las cosas al interro!ador.

17? qu$9

El otro resopló.

10ue esperamos que nos los facilite.

1 cabáramos.

>o a-adió más.

1Cueno, 7qu$ dice9

1 ero 7en serio esperan que les di!a al!o9

1Tenemos medios para conse!uirlo 1dijo el alto.

1<>o me di!a=4

Era el peor camino para doble!ar a 5rancisco.

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1>o nos entienda mal 1volvió el bajito1. La misión que nos trae hasta aqu esenteramente de buena voluntad.

1 ues nadie lo dir a.

1Es a su buen sentido a quien apelamos. 2e trata de que no pa!uen justos por pecadores.

1 lausible deseo.

10ue está en sus manos convertir en realidad.

1< lto ah , ami!o= m no me eche usted el fardo de la responsabilidad. 2i al!unavez pa!an justos por pecadores, la responsabilidad es de quien pase la factura a tales justos,no m a. <Aasta ah pod amos lle!ar=

1Debemos advertirle 1dijo el alto1 que las andanzas de usted no están muyclaras que di!amos en todo este follón, y que la mejor manera de aparecer limpio de polvoy paja en este asunto es colaborando con nosotros.

5rancisco miró a los dos alternativamente.

1&aya 1dijo1, distin!o dos voces actuando en contrapunto 1y diri!i$ndose almás alto1" +sted lleva la peor parte, la más antipática, 7verdad9

1Lo que acaba de decir mi compa-ero es muy cierto. Tenemos informes. >o setrata de amenazas.

1Cien4 7por qu$ no me detienen, entonces9

12abe que no hemos venido a eso.

1Tiene !racia 1dijo pensativo.

1&amos, d !anos los nombres y habrá beneficiado a sus compa-eros y a s mismo.

1 ese precio, jamás. /ompa-eros m os lo son todos sin e cepción.

El polic a alto se levantó.

1?a te dije que era mejor empezar por la cabeza ll es posible que le ha!an entraren razón a $ste.

El bajito insistió a8n.

1 or 8ltima vez. >o queremos crearle dificultades. /olabore y todos habremos

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espaldas del padre 0uintas se estaba operando un cambio en el ánimo de la !ente. >adie hubiera podido se-alar con se!uridad de dónde sal a todo aquello, pero hasta lascosas más triviales, que antes no hab an inquietado a nadie lo más m nimo, eran ahorater!iversadas de manera insidiosa, y sal an a relucir todas y cada una de las llamadas de quehab a sido objeto por parte de la dirección, especialmente al despacho de don 5ederico, el jefe de personal, as como sus ausencias de los domin!os, sobre las que urd a susadivinanzas la ima!inación@ y, lo que más e tra-o parec a, al cabo del tiempo, era dedominio p8blico la visita que para tomar el aperitivo hab a hecho al domicilio particular dedon /osme, el consejero4

5rancisco esperaba la llamada del vicario que, en efecto, no se hizo esperar. llestaban, de nuevo, sentados frente a frente, con la mesa en el medio.

12er a muy de desear 1dijo don Aonorio1 que se pusiera usted en un planrazonable desde el principio de esta conversación.

1Es lo que más deseo 1replicó1, pero lo deseo por ambas partes.

Los ojos del viejo sacerdote chispearon, pero no aludió a lo que juz!aba

impertinencia. 1Donde trabaja usted, se!8n informes fidedi!nos, las cosas están muy mal y se

esperan, al parecer, ciertos conflictos.

1Es posible.

1/onflictos nada claros quiero decir, no laborales, sino mucho más confusos y,dir amos, sucios.

5rancisco !uardó silencio y el vicario prosi!uió.

1Aay dos cosas que me han movido a llamarle.

1Le escucho.

1 rimero. arece ser que usted ha tenido ciertos contactos que le comprometen.0ue no se ha limitado a trabajar, sino que, quizá con la intención de meterse a redentor, seha complicado en lo que se prepara4

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1B!noro a lo que se refiere con palabras tan cabal sticas 1replicó tranquilo5rancisco1, as como la clase de informes que usted tiene y el cr$dito que pueden merecer.

ero, en todo caso, mi informe al respecto es $ste" Todo eso es falso.

12upon!o que usted no miente. En ese caso se tratar a de modos diversos de ver las

cosas. ero ocurre que ya sabe que no me merece confianza el modo que tiene usted de juz!ar este caso.

17 odemos hablar de hechos concretos9

12 , 7cómo no9 or ejemplo su amistad con los comunistas.

17Desde cuándo está prohibida por la B!lesia9

1>o nos perdamos en discusiones. 2i ha de establecerse un diálo!o con ellos, cosaque personalmente pon!o en duda, no será por cierto a nivel de usted. ara eso hay

especialistas. 170uiere decir 1replicó 5rancisco con amar!ura1 que un sacerdote católico no

tiene formación bastante para dialo!ar con obreros comunistas carentes, por supuesto, deestudios superiores9

El vicario se impacientó.

1>o trate de llevarme a un terreno distinto del que nos importa aqu y ahora. Talcomo están las cosas es evidente que le interesa clarificar su situación y desen!ancharse detodo compromiso, si no quiere comprometer a la B!lesia, cosa en la que no tiene nin!8n

derecho para decidir por su cuenta. 1%i situación está clar sima para quien quiera verla sin prejuicios y no he aceptado

compromiso al!uno en el sentido que usted está insinuando.

1En ese caso no lle!ar an hasta aqu los rumores que lle!an.

172upone que estoy faltando a la verdad9

1<Es usted un chiquillo, vamos=4 ?a le he dicho antes que no creo que mienta. Loque pasa es que ve las cosas de un modo no conforme con la realidad objetiva.

1Es muy fácil decir eso. ? decirlo desde aqu .

1 recisamente desde aqu tenemos una perspectiva que usted no tiene all .

1Desde aqu 1dijo 5rancisco demasiado rudamente1 no pueden tener nin!una perspectiva, de eso doy fe. Aay un abismo entre esta curia y el mundo de la fábrica. Esotambi$n lo !arantizo.

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1 asar$ por alto su actitud impertinente 1replicó el vicario sin mostrar alteración 1. ero le dije que hab a otra cosa.

170u$ cosa9

Don Aonorio hizo una pausa. Cuscaba las palabras. 1 nadie le interesa el desorden 1dijo1, sea de la clase que sea. nadie.

1Desde el punto de vista bur!u$s esa afirmación es e acta, lo reconozco.

1Desde todos los puntos de vista. D$jese de tonter as.

1/uando no se tiene nada que perder4

El vicario le interrumpió.

12iempre se tiene al!o que perder. >o hay nadie que no ten!a nada que perder.

5rancisco se le a!olpaban muchas cosas en la punta de la len!ua, pero se limitó adecir"

1Cueno, no me ha dicho todav a la se!unda cosa.

1 ello iba 1replicó don Aonorio1. 2$ que le han solicitado colaboración.

12 , 8ltimamente son muchos los que me han pedido colaboración. De pronto todoel mundo quiere echar mano de m . Es como si no hubiera manera de quedarse al mar!en.

1%e refiero a las fuerzas del orden.

1< h=

5ue manifiesta la repulsa del joven cura.

1/omprendo muy bien que usted no quiera perjudicar a nadie. ero, bien pensado,si usted puede hacer al!o por que se eviten posibles disturbios, que sólo redundarán en perjuicio de los obreros, no veo por qu$ se ha de ne!ar a echar una mano. +sted sabe, sinduda, muchas cosas.

1 ues ya ve, yo que comprendo perfectamente que la polic a ven!a a querersonsacarme, no comprendo en absoluto que usted lo apruebe@ no comprendo que me llam para pedirme que venda a al!unos compa-eros, porque, dej$monos de rodeos, usted me hallamado para eso.

El vicario protestó vivamente.

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1?o ten!o que mirar por usted. En ausencia del prelado es mi obli!ación cuidar deque usted no d$ pasos en falso en el peli!roso terreno en que se mueve.

17? un paso en falso ser a no prestarme a delatar a unos obreros9 1pre!untó conindi!nación.

1<>o sea terco, ni ter!iverse las cosas= +sted se cree el ombli!o del mundo, por lovisto, y es incapaz de entender que hay otros bienes de carácter más !eneral que su peque-ay muy dudosa acción en esa fábrica.

12e trata de un asunto que es de mi personal sima responsabilidad y en el que nadie puede decidir por m .

Aablaban los dos con la voz un tanto levantada, pero esforzándose por mantener eldominio de s mismos.

1>o se da usted cuenta de que no cabe alinearse con una de las partes, as , de hoz ycoz, sin enfrentar de al!8n modo a la B!lesia con la otra.

1+sted sabe tan bien como yo que hay hombres en la B!lesia alineados a su vez, yde hoz y coz, con esa otra. <? de qu$ manera= >o, no me ven!a con sofismas. demás, oi!aesto" 7De dónde saca eso de las alineaciones9 7? qu$ informes son los que lle!an aqu 9

170u$ quiere decir9

1Es que tiene !racia. 5uera de la fábrica se me acusa de conspirar con los obreros,o al!o as @ mientras que en la fábrica, al parecer, se está tratando de achacarme no s$ qu

deserciones. 7En qu$ quedamos9El vicario se le quedó mirando pensativo.

17Lo ve9 1dijo1. 2iempre pens$ lo mismo. <En buen l o se ha metido=

1>unca esper$ descansar en un lecho de rosas.

1 ero es que ahora ya se pasa. or eso pienso si no será el momento justo desacarle de ese medio.

1 recisamente ahora menos que nunca. Bnvalidar a todo lo anterior. 17? qu$ mal encuentra en ello9 orque, veamos, en resumidas cuentas, 7a qu$ se

reduce todo lo anterior9

5rancisco sintió una aversión profunda, irreprimible, hacia aquel hombre que,sentado all , juz!aba y defin a lo que tanto dolor y lá!rimas le hab a costado a $l.

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1 nada 1dijo1, a nada que usted pueda comprender.

Don Aonorio suavizó el tono, sin ceder en su firmeza.

1%e ha!o car!o de sus sentimientos y se equivoca si cree que no me doy cuenta de

la dureza de la vida que se ha impuesto. ero eso no tiene nada que ver con la convicciónque ten!o de que se trata de un camino equivocado. ?, en estas circunstancias, me pareceque lo correcto, lo leal, es decirle que escribir$ al se-or obispo solicitando permiso paraapartarle a usted del trabajo en la fábrica. /reo que, en conciencia, debo hacerlo.

1Está todo hablado, 7no es as 9 1dijo 5rancisco levantándose.

1 s es.

1>o quiero ocultarle que yo tambi$n voy a escribir.

1%e lo ima!inaba. 17 uedo irme9

12 . ? Dios le bendi!a.

El padre 0uintas salió de la curia e asperado. Ten a que escribir al obispo. Ten a quehacerlo sin p$rdida de tiempo. 2e desaho!ar a en aquella carta. El obispo hab a demostradoque era capaz de comprender. Le e plicar a por qu$ de nin!una manera se pod a pensar enremoverle ahora, precisamente ahora. Era imposible que Dios permitiera al vicario poner por obra sus deseos. 2e fue directo a casa. >o hab a nadie. Tonchu estar a con sus ami!os.

2e echaba de menos el revoloteo de /anela, sus continuas entradas y salidas. Era i!ual quecorriesen los meses. La presencia de ella se!u a all para 5rancisco. ero esta vez, ante laur!encia de las cosas, le fue fácil apartar el recuerdo de la chica. Dudó un momento a lahora de encabezar la ep stola, pero fue sólo un instante.

:0uerido padre4;, empezó.

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36

quel viernes nevó toda la noche. /uando 5rancisco acabó su turno, a las seis de lama-ana, se fue derechamente a casa, mientras Tonchu se entreten a con otros aprendicestirando bolas de nieve en una batalla tan ale!re como incruenta.

Las habitaciones estaban heladas y $l se sent a aterido. /alentó un poco de caf$ y lotomó casi hirviendo. Lue!o se acostó, echando encima toda la ropa de que pudo disponer, y,rendido como estaba, se durmió muy pronto. 8n no hab a empezado a amanecer.

5ue un sue-o profundo, sin sobresaltos, del que no emer!ió hasta bien pasado elmediod a. /uando abrió las contraventanas una intensa claridad inundó la habitación, a pesar de que el cielo estaba !ris. La tierra parda, los descascarillados tejados, y sin duda lasucia calle, todo hab a desaparecido bajo el impoluto lienzo blanco de la nieve. 2e vistiócon prisa, antes de quedarse helado, y pasó al cuarto conti!uo para despertar a Tonchu@ perono hab a rastro del muchacho y el camastro estaba reco!ido. >o dejó de e tra-arle aquellaausencia@ pero ni lle!ó a sospechar que el chico no hubiera dormido all . 2e puso la zamarry la bufanda y bajó a la calle. La nevada hab a metido en casa a la !ente. Era sábado y sediri!ió a la rectoral. ll tuvo trabajo bastante para olvidarse de todo. provechó para darseuna ducha con a!ua caliente que, al tiempo que le proporcionaba un placer casi e cesivo, leremord a por dentro, como si cometiera un e ceso condenable.

&olvió tarde a casa, la noche del domin!o. /a a un a!uanieve y pensaba en Tonchu por el camino. :Ten!o un poco abandonado a ese chiquillo;. 2e hizo propósitos al respectoy subió aprisa la escalera. ero no se ve a luz.

1<Tonchu= 1llamó al entrar.

Encendió y no hab a nadie. Dudó si salir a pre!untar por $l. or 8ltimo decidióesperar. Ten a que rezar el breviario todav a. Lo hizo paseando de uno a otro cuarto para noquedarse fr o. Estaba distra do y se le iba la atención. :70u$ me pasa9;. Era un desasosie!ocreciente, tanto más molesto, cuanto menos e plicable. : uede haber ido al cine@ otras

veces lo ha hecho;. El fr o no le dejaba estarse quieto. Decidió acostarse. 2ab a pore periencia que sólo en la cama se pod a uno defender de aquella temperatura. Dejó abiertala puerta que comunicaba las dos habitaciones, a fin de sentir lle!ar a Tonchu, y se envolvióen las mantas, tras apa!ar la luz. 5ue un sue-o inquieto, con pesadillas@ pero continuo./uando sonó el despertador faltaba mucho para amanecer. Escuchó en la oscuridad y llamódesde la cama"

1<Tonchu=

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>o se oyó ni un susurro.

1<<Tonchu== 1volvió a llamar más fuerte.

l no obtener respuesta saltó al suelo, se vistió rápidamente y pasó al otro cuarto.

Todo estaba intacto. Era evidente que el chico no hab a pernoctado all . :70u$ mosca lehabrá picado9;, se dijo, queriendo quitarle importancia. ero ahora comprend a que elanterior desasosie!o ten a fundamento. :Cueno, lo voy a saber pronto;. Eran las cinco ymedia. las seis ten a que hacer el relevo, pues le tocaba el turno de la ma-ana. La calleestaba helada. Aizo el camino solo, pisando sobre la nieve reciente que cruj a bajo sus pies.:Es un poco temprano;, comentó para s . ?a cerca de la fábrica vio moverse al!unassombras enco!idas por el fr o. >o hablaba nadie@ pero a aquella hora y con aquel tiempoera lo que cab a esperar.

penas cruzó el portón de entrada se dio cuenta de que al!o hab a ocurrido. >o era porque la !ente pareciera hosca y malhumorada@ ni porque apenas se intercambiase una

palabra. Era porque no hab a modo de verles las caras@ porque las miradas andaban huidizy no se atisbaba ni una leve chispa de simpat a en ojo al!uno. 2e le cruzó #ustino.

1Cuenos d as 1le dijo, pero no pudo entender ni una s laba de lo que respondió sinvolver la cabeza.

En el taller todo el mundo se puso a lo suyo@ sin embar!o, trabajaban con des!ana y,al mismo tiempo, con movimientos bruscos, ásperos, como si estuvieran conteniendo unaviolencia a punto de estallar. >o se ve an más que caras lar!as, y, entre el fra!or de lasmáquinas, se o a blasfemar por cualquier cosa. Tonchu no aparec a por nin!8n lado.5rancisco se acercó a /asto, el de Bsabela, y le dijo"

17Aa ocurrido al!o9

El hombre, ahora completamente limpio de vapores alcohólicos, le miró a los ojosun instante sin que su cara e presara la menor simpat a.

17T8 qu$ piensas9 1replicó, dándose la vuelta sin esperar contestación.

1 ye4

5rancisco le tomó por el hombro, pero el otro se sacudió con brusquedad.

1<>o me toques, cura= 1dijo.

E ploró con la mirada. l!uien le sacar a de dudas. ero sólo encontró ojos huidos,caras lar!as, sin que se le pasara por alto que al!unos volv an ostentosamente las espaldas.Cuscó un prete to para cruzar hasta el otro e tremo de la nave. nduvo el camino con una plancha bajo el brazo.

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1T8, ndaluz, 7qu$ pasa aqu 9 1le dijo a uno.

170u$9

El estruendo era !rande, como siempre@ pero estaba se!uro de que le hab a o do.

1<0ue qu$ ocurre=

1>o oi!o nada.

Era in8til. +nos se daban la vuelta. tros miraban sin decir palabra. l!uno se burlaba.

17Dónde vas9

2e volvió, pero era 3ufino, el capataz.

1&oy a llevar esto.

El hombre ten a como una chispa de ale!r a en el fondo de los ojos.

1D$jalo ah y vuelve al sitio.

5rancisco depositó la chapa en el suelo.

17? ahora qui$n te va a echar a ti una mano9 1pre!untó 3ufino con ntimasatisfacción.

1>o necesito manos de nadie.

El otro se rio.

1?a lo veo, ya lo veo4 <2i lo sabr a yo=

17De qu$ me estás hablando9

El capataz echó adelante la mand bula.

1<?o soy perro viejo= 1dijo con rabia1. < m no me en!a-aste nunca= <&ete,vete ahora con don 5ederico=

5rancisco sintió unas !anas tremendas de co!er a aquel hombre por la camisa ysacudirle. pretó los pu-os y los dientes mientras hac a un esfuerzo por dominar aquelimpulso. :<2oy sacerdote=;4 lue!o se dio la vuelta sin decir una palabra, ni siquieracuando a sus espaldas oyó decir al capataz"

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1<3ene!ado=

+na creciente confusión se levantaba en su interior como una ola que sube.:73ene!ado por qu$9;. 72e refer an a su condición de sacerdote o a la de obrero9 >o pod ase!uir as . Cuscó a 3aba con los ojos, pero ni $l, ni /ampo, estaban a la vista. Entonces, sin

permiso de nadie, cruzó la nave y salió fuera. /orrió bajo el a!uanieve y se diri!ió al peque-o local del jurado de empresa. Rscar 3aba iba a salir en aquel instante. Tambi$n sucara era lar!a, pero no le hurtó la mirada.

1Entra 1dijo 5rancisco con imperio.

>o hab a nadie all . 2e miraron en silencio.

170u$ quieres9 1pre!untó 3aba.

170u$ quiero9 <0uiero no volverme loco=4 70u$ es lo que pasa aqu 9

1>o me di!as que no lo sabes.

1Te lo juro.

17En qu$ mundo vives9

1< or favor=

En los ojos de 3aba hab a una titilante vacilación.

1Ae estado en la parroquia desde el sábado a mediod a 1a-adió 5rancisco. 1La polic a hizo una redada.

170u$9

1Aan detenido a Aierro, a 2almones, al Ener! as4 hasta a /elestino.

17El >avajas9

12 .

17/uándo ha sido eso9

1El sábado de madru!ada.

1<Dios=4

3aba hizo una pausa.

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1 ye 1dijo1, 7es verdad que estuvieron conti!o9

170ui$nes9

1Los polic as.

En la cara de 3aba hab a un !esto de ansiedad. 5rancisco ni se le pasó por laima!inación ne!ar los hechos.

12 .

1De modo que era cierto4

17? qu$ tiene eso que ver9

El otro se reple!ó.

1>o, nada 1dijo.

17/ómo que nada9 Ae acudido a ti para saber qu$ es lo que ocurre. %e visitó la polic a. 2 , es cierto. Cueno, 7y qu$9

17>o te das cuenta9

1Aabla ya, por favor.

12e ha corrido por todo el barrio que fuiste t8.

2intió como si le !olpearan en el vientre.

170ue fui yo9

1T8 estabas en todo. Tratabas con todos ellos. Te visitó la polic a. Aay testi!os4

170ui$n ha dicho eso9 1e plotó 5rancisco rojo de indi!nación.

17>o conoces a Cenavides9

12 .

1Estuvo aqu y habló con mucha !ente. Lue!o se esfumó.

1Cien, pero 7qui$n puede creerlo9 7>o me conocen todos9 70u$ dices t89

2e le acercó hasta casi tocarle. 3aba sostuvo la mirada.

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1?o ahora te creo.

17? antes no9

1 ntes no importa. rimero quer a hablar conti!o. ero lo malo es que lo de menos

ahora es lo que piense yo. 1T8 puede dec rselo a los otros.

1>o me creerán. Toda la A / está en entredicho. 2i hacemos causa com8nconti!o, nos hundimos.

5rancisco se rebeló.

1>o es hacer causa conmi!o, sino con la verdad.

3aba miró a un lado. 1T8 sabes poco de esto. Aemos luchado mucho aqu para !anar una confianza. T8,

sin querer, nos has comprometido.

1 ero4

>o sal a de su asombro.

12i quieres un consejo, vete. Esf8mate, siquiera por un tiempo.

1>o har$ tal cosa. Es imposible que, de la noche a la ma-ana, todo el mundo4

1Escucha 1le detuvo 3aba1. Te hab an aceptado, es cierto@ pero hay demasiado prejuicio contra los curas. T8 dif cilmente lo puedes comprender. 2on tornadizos. Aa bastado un soplo del lado malo para que te echen a ti el muerto. +nos lo creen y otros lodudan, pero incluso $stos les se!uirán el jue!o. l!uien mueve bien los peones aqu . Losque te echan por la borda deben de ser los mismos que primero quisieron utilizarte. ?a te loavis$. >o seas testarudo. &ete ahora y se olvidará todo.

5rancisco no pod a o r aquello con paciencia.

1>i lo sue-es 1dijo1. Eso ser a desertar. Lo que me e tra-a es que seas t8 quienven!a a propon$rmelo.

1 ersonalmente te admiro, aco 1repuso 3aba1. 2i te hablo as es porque creoque, en este momento, de se!uir aqu nos perjudicas. 0ueramos o no, nos asocian \conti!o.T8 eres una baza para quienes nos combaten a nosotros.

1 mi!o 1dijo 5rancisco lleno de convicción1@ hay que estar con la verdad, no

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con la conveniencia De todos modos, !racias por dec rmelo.

Aizo ademán de retirarse, pero el otro le detuvo.

12i puedo hacer al!o4

1Despu$s de lo que hemos hablado me parece preferible luchar solo.

1Estoy pensando si no habrá una manera de probar que todo eso son calumnias.

170u$ manera9

1>o lo s$4

1/alla.

+na idea le vino a la cabeza. 170u$ pasa9

1Tonchu4

17El chico9

12 . Fl estaba all .

1Aombre4

1Fl sabe que yo no habl$. Entró inmediatamente. ?o se lo dije4

2e!8n iba hablando se deshinchaban las velas de su esperanza. 7Tonchu9 7? qu$sab a $l en realidad9 %as, 7dónde estaba9, 7por qu$ no hab a ido a dormir9 7 caso tambi$$l49 2e le oprimió el corazón. :<Es imposible=;, se dijo animándose" pero en aquel mismomomento comprendió que lo hab a presentido.

17Dónde está Tonchu9

1T8 sabrás.

5rancisco salió disparado de all . 0uer a ver a Tonchu. 2i aquella espina queima!inaba era verdad, quer a que fuera el mismo muchacho quien se la clavase. %ientrastanto se ne!aba a aceptar lo que su razón le pintaba como evidente. ero, por más vueltasque dio, no pudo encontrarle en nin!8n lado. Eso s , se hartó de ver caras lar!as, espaldasque se vuelven, miradas como muros. ero nada le importaba. Era a Tonchu a quien buscaba como el náufra!o bracea en busca de una tabla. ?a no era su propia suerte lo que leimportaba, sino sólo el comprobar que no era cierto y que Tonchu, Tonchu, al menos, le

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se!u a siendo fiel.

Del trabajo voló a casa sin pararse con nadie. ? la casa se!u a tan fr a y solitariacomo la hab a dejado antes de amanecer. Era como si de pronto aquel recinto, al que hab alle!ado a querer, se hubiera despersonalizado, al ser despojado sucesivamente de los

cuidados de /anela y del bullicioso rebullir de Tonchu. brió el peque-o armario donde elchico sol a !uardar sus escasas pertenencias. >o hab a nada. quel vac o era elocuente70u$ más pod a querer9 2in embar!o se echó a la calle, sin dudarlo un instante. Dio unavuelta por el barrio, como un perro va!abundo. Lue!o entró en :El fricano;. >o hab amucha !ente. El hombre del mostrador no sonrió. Los otros le dieron las espaldas. Todovolv a a ser como al principio. ?, de pronto, lo vio allá en el fondo, con unos cuantos bebedores. Dio unos pasos hacia $l.

1Tonchu 1dijo.

1Deja en paz al chaval 1replicó uno de hornos, un tipo des!arbado a quien sólo

conoc a de vista. 1Es con $l con quien quiero hablar4

5rancisco ten a clavados los ojos en los ojos del chico, cuyo rostro hura-o, nodisimulaba del todo una apenas perceptible indecisión.

1/on $l ya has terminado 1dijo otro desconocido1. El chaval es de los nuestros.Castante tiempo lo tuviste a tus faldas. hora lár!ate.

l!o cie!o le impulsaba a !olpear. Fl era un hombre, despu$s de todo@ pero ayudaba

a su propia contención clavándose las u-as en las palmas. 1Tonchu, quiero hablar conti!o.

Los que estaban en la mesa se pusieron de pie, dándole cara. ero los ojos de5rancisco se!u an clavados en el rostro del muchacho y no se mov an de all . Fste selevantó tambi$n y empezó a acercarse, como si no pudiera hacer otra cosa. El de hornos le puso una mano en el hombre, deteni$ndolo.

1<T8, quieto aqu =

17 or qu$ te has ido sin decir una palabra9 1pre!untó 5rancisco consciente de queno podr a tenerle a solas.

1Te lo voy a decir yo 1dijo el otro1. El chico no quiere tener nada que ver con uncochino soplón, con un4 1soltó la palabra.

5rancisco no se inmutó.

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1Di la verdad, Tonchu 1se diri! a sólo a $l1. Di la verdad.

La cara del aprendiz denotaba sufrimiento y contradicción.

1Fl estaba conti!o cuando lle!ó la polic a 1dijo el de hornos1 pero le hiciste salir

de la habitación, 7qu$ más quieres9 1<Aabla, Tonchu= <T8 me conoces=

1</haval= 1!ritó una voz1. <>o te arru!ues ante un cura=

1<Tonchu= 1e clamó 5rancisco a8n.

1<D$jame= 1e plotó el chico.

17Lo oyes9

2e levantaron voces airadas.

17Te lar!as t8 1pre!untó uno1 o prefieres que te lar!uemos nosotros9

%iró en torno. >o vio más que enemi!os. 2ólo los ojos del chiquillo estaban bajos.

1Está bien 1dijo.

/omprendió que era in8til. En realidad el chico no ten a idea de lo que hab ahablado con los polic as y sabe Dios qu$ coacciones estar an presionando sobre $l. Lehala!ar an@ le amenazar an4 >o era más que un adolescente, al fin y al cabo, y mucho másinestable a8n de lo corriente a aquella edad. ero todo esto no bastaba para paliar ladolorosa decepción que sent a en su interior. Dio la vuelta y caminó hacia la salida.

1</uervo=

1< la sacrist a=

17&ais a dejar que marche as 9

1<Aay que darle una lección=

Eran voces distintas, airadas, llenas de odio, que se incitaban unas a otras. El fr o defuera le dio en el rostro. 3espiró profundamente. :7>o bastaba con /anela, 2e-or9;. or lacalle solitaria iba un hombre encorvado, con la cabeza !acha, las manos hundidas en los bolsillos. 2in verle la cara pocos hubieran identificado al padre 0uintas.

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37

En la cama del sanatorio a donde fue trasladado desde la /asa de 2ocorro, 5ranciscose debat a en medio de una alt sima fiebre. Todav a no ten a conciencia de su cuerpdolorido y deliraba sin nin!una coherencia. 3eco!ido sin conocimiento, sobre la nieve, sele hab a declarado una doble pulmon a, aparte de los hematomas y contusiones que era fáciobservar a simple vista.

17/ómo lo ve, doctor9

El viejo párroco estaba realmente conmovido y no se separaba de su cabecera. 1 eli!ro serio no hay, salvo complicaciones. Es joven y fuerte. 2aldrá de $sta.

1 ero esos !olpes en la cabeza4

1>o tiene nada roto, a Dios !racias. Esa hinchazón aparatosa bajará muy pronto, yaverá.

Todos se hac an conjeturas y la polic a esperaba para poderle interro!ar. or elmomento no hab a más que los hechos, y los hechos eran muy escuetos. La mujer que lo

encontró tendido en la e planada, sin dar pie ni mano, creyó que estaba muerto y saliódespavorida, sin tocarlo. La polic a se personó en la /asa de 2ocorro.

12 , ha sido !olpeado 1dijo el m$dico de !uardia1. +na verdadera paliza.

17Es !rave9

1En principio, no. Aay que hacer radio!raf as.

17/on qu$ le hirieron9

1?o creo que no hubo nin!una clase de armas, fuera de las manos y los pies. 17 odr amos hacerle unas pre!untas9

1Está sin conocimiento.

Don #acinto fue avisado en cuanto se supo de qui$n se trataba y se personó sin p$rdida de tiempo, dejando la parroquia en manos de sus coadjutores. 2u dolor al

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Lo que son las cosas. Estaba ahora más tranquilo que los d as anteriores al incidente.Era como si el dolor f sico le descar!ara del dolor moral. 2ent a pena por Tonchu, por ili, por todos los compa-eros@ pero, en su interior, se hab a operado por la v a cruenta un purificación que le acercaba más a Dios y le hac a menos asequible al desen!a-o.

El polic a encar!ado de hacer las pre!untas se produjo de una forma correcta. 17Es usted sacerdote9

1 s es.

15ue usted reco!ido el jueves de la semana pasada, sin sentido, en la e planada quehay detrás de los bloques de su barrio, con se-ales de haber sido !olpeado. 7Le pe!aron9

12 .

170ui$nes fueron sus a!resores9 1Lo i!noro.

El polic a levantó la vista de la libreta en que anotaba.

170uiere decir que no sabe qui$n le a!redió9

1Eso es.

1 ero4

1>o los conoc a.

17/uántos eran9

1Tres o cuatro.

17Tres, o cuatro9

1>o lo puedo precisar.

170u$ se-as ten an9

1Estaba completamente oscuro.

170uiere decir que no vio nada9

1>ada que pueda concretar.

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El polic a miró a ambos lados, incr$dulo.

1Entonces, 7por qu$ le pe!aron9

1Lo mismo di!o yo.

1&amos, piense un poco. +na cosa as no ocurre sin un motivo.

12upon!o, pero no puedo decir nada.

17>o puede o4 no quiere9

1En el fondo vendr a a ser lo mismo, 7no9

1>o e actamente.

El interro!atorio si!uió hasta que el m$dico le puso fin@ pero 5rancisco no dijo nadaque pudiera ser 8til para levantar una pista. arec a evidente que no quer a colaborar en ecasti!o de los culpables.

1+sted quiere encubrir a los obreros 1dijo el polic a ya de pie.

170u$ le hace suponer que tuvieron que ser obreros9

170ui$n, si no9

>o hubo forma de sacarle una palabra. or otra parte, que no conoc a a los a!resoresno era más que la verdad. El cielo estaba ne!ro al ir para la fábrica aquella madru!ada./uando salieron de la esquina y le dijeron" :&en con nosotros;, no dudó ni un momento. Flno ten a nada que esconder y no rehusaba nin!una responsabilidad que se pudiera se!uir desu actuación. 2u misma facilidad en se!uir con ellos debió de sorprenderles.

1&amos, 5rancisco, ahora estamos solos. 70ui$n te puso as 9

Don #acinto se sent a capaz de ir a pedir cuentas en persona a cualquier parte.

1>o tiene importancia. ?a estoy casi bien.

12 , pero no me has contestado.

5rancisco sonrió entre esparadrapos.

12ecreto de confesión 1dijo.

1/omo quieras, pero haces mal.

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1>o se preocupe, don #acinto. 2on cosas del oficio.

En realidad no tuvo la primera sospecha hasta ver que se diri! an a la e planada@ pero, aun entonces, no acabó de comprenderlo. >o eran de la fábrica, de eso estaba se!uro.Fl esperaba sus pre!untas, porque aquello, bien lo vio, estaba relacionado con las

detenciones y calumnias consi!uientes. ero nadie se las hizo. 17 or qu$ no le dice a la polic a qui$n le atacó9

Era el m$dico ahora.

1+sted me cae simpático, doctor, por eso le voy a dar una respuesta.

1D !ame quienes fueron.

1 ero la pre!unta no era $sa, sino por qu$ no se lo dec a a la polic a.

1Cien. 7 or qu$9

1 orque pienso volver al barrio. or eso.

1&olver es una locura. ? no es bastante razón.

1? porque soy sacerdote.

1<Toma= <%ás motivo todav a= <>o se puede consentir que le ha!an esto a unsacerdote=

5rancisco sonrió de un modo apenas perceptible.

1?a ve. ?o pienso todo lo contrario. Desde lue!o que no se debe consentir que leha!an esto a nin!8n hombre. ero, de hac$rselo a al!uno, 7por qu$ no al sacerdote9

1+sted delira todav a.

10u$ va. Esto me pasa por andar leyendo tantas veces los cuatro evan!elios.

El m$dico se le quedó mirando.

1 dmiro su humor, padre.

1Aace bien, porque no creo que encuentre en mi otra cosa que admirar.

/aminaban por la nieve sin decir una palabra y se o a distintamente el crujir de las pisadas. /uando una mano le co!ió por el brazo notó en se!uida la car!a de violencia quedesbordaba aquel !esto vital. :70u$49; Bba a decir qu$ quer$is, pero no pudo terminar la

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frase, ya que de la oscuridad del lado izquierdo le lle!ó el primer !olpe, propinado por un pu-o duro como el hierro. El án!ulo de incidencia y lo desprevenido que se hallabacontribuyeron para dar con $l en tierra cuán lar!o era. Los a!resores se detuvieron y unodijo" :<Levántate=;. 2ab a que le iban a volver a !olpear y $l no era nin!8n valentón@ perla misma se!uridad de su razón y el pensamiento de que Dios estaba all , en toda la ne!ra

bóveda que cubr a la escena, le llenaron de un estoicismo del que nunca se hubiera cre docapaz. 2e levantó y los !olpes llovieron sobre $l ahora de varias direcciones. 2in embar!otardó más en caer. Le herv a la san!re, pero le dominaba un como or!ullo de no !ritar nidefenderse, limitándose a cubrir el rostro, en lo posible, con los brazos. /uando se vio en elsuelo sintió la fr a nieve como un alivio, pero los !olpes no cesaron. hora le machacabancon los pies. :<>o !ritar$= <>o !ritar$= <>i una palabra=;. Le estaban hablando y no lo!rabaentender lo que dec an. Lue!o se hizo el silencio y creyó que se dorm a. 2ent a un !ran bullicio en su cabeza, pero nin!una sensación le lle!aba del cuerpo. l fin perdió todanoción.

/on los ojos cerrados se dio a e plorar cada dolor concreto. Le bastaba con insinuar

un leve movimiento para localizar, ahora aqu , ahora all , la punzada delatora de al!8n!olpe. Los iba ofreciendo a Dios uno por uno, y los aplicaba a personas conocidas" :Fste por Tonchu, pobre muchacho, cuánto habrá tenido que sufrir;4 El pinchazo que sent a enla cintura, al revolverse, lo ofreció por /anela. :>o he perdido la esperanza, 2e-or, no la he perdido;. >o quer a saber de dónde hab a partido la a!resión. demás era lo mismo. mory odio están muy pró imos. Fl volver a a ellos. un testimonio de amor no se le puederesistir sin l mite.

Empezó a tener visitas. Todos quer an saber. Le molestaba la curiosidad, la caza dela an$cdota, el afán de sensacionalismo. rimero se trataba de al!8n que otro sacerdote@ pero las truculencias corren aprisa y pronto tuvo a la prensa sobre s . >ada más contrario a

sus deseos. 2ab a muy bien que nada bueno le pod a reportar la publicidad. unos no losrecibió, ale!ando mil prete tos@ a otros, los más insistentes, les ro!ó que le hicieran el favor personal de no tocar el tema en los periódicos.

Lorenzo, el cura castrense y buen ami!o suyo, fue de los primeros en presentarse.

170u$ te han hecho, aco9

Estaba indi!nado. 5rancisco le hizo !racia.

12i te lo permito traes un re!imiento y arrasas.

12in bromas. 70u$ pasó9

1?a lo ves.

1 ero 7por qu$9, 7por qu$9

1T8 eres un ami!o. Te dir$ al!o con tal de que no te vayas de la len!ua.

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1 alabra de honor.

1Está bien. /reen que he delatado a los que han sido detenidos.

170u$ detenidos9

1Echaron el !uante a unos cuantos de la empresa.

17? por qu$ ibas a ser t89

12oy cura. ara ellos eso es importante.

1>o te entiendo.

1Están llenos de prejuicios contra los curas. Aay un abismo entre ellos ynosotros4

1 ero precisamente t8 hab as dado el salto@ te hab an aceptado, 7no9

1 s es.

17? no era cierto9

1/laro que s . ero ya ves, la polic a estuvo en casa un par de noches antes4 Eso yal!unas malas len!uas bastaron para soliviantar los ánimos.

17 s son9

1>o lo puedes entender. demás, 7cómo crees que somos nosotros9


1Todos ca$is en lo mismo. Despu$s de tantos a-os no basta lle!ar para besar elsanto, 7comprendes9 0uizás ha!a falta que muchos de nosotros pasemos por e perienciascomo $sta.

1<>o=

12 , Lorenzo, s .

1 ero 7de qu$ ha servido todo tu sacrificio de casi dos a-os9

1>ada es in8til. unque el edificio no emerja todav a, están hincados loscimientos. ?a lo verás.

El castrense hizo una pausa, lue!o dijo"

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1 dmiro tu fe.

1>o es fe, hombre, no es fe. Es mucho más sencillo.

1? ahora, 7qu$ piensas hacer9

17>o me conoces9

12 , supon!o lo que quieres.

1Eso, volver, naturalmente.

17? el ries!o9

1>o hay ries!o ya. Lo que ten a que pasar, pasó.

17T8 crees9 1?a lo verás.

17? si te equivocas9

1>adie se puede equivocar si obra por amor.

quellas palabras, dichas en un tono sencillo, parecieron consa!rar de al!8n modoel aire de la habitación. Lorenzo le miró a los ojos.

170u$ te han dado allá abajo9 1pre!untó.

17 or qu$ lo dices9

1 estás loco o hablas como un santo.

5rancisco sonrió.

12iempre fuiste listo, Lorenzo. 6racias por no llamarme santo. >i soy santo, niestoy loco. Aablar como un santo no es dif cil. Está al alcance de cualquiera.

1 ero t8 obras como hablas4

1Cah4 a lo mejor resulto un or!ulloso, o un cabezota4 &ete a saber. +n hombrees una cosa tan compleja4 70uieres creer que muchas veces no me entiendo a m mismo9

17/ómo te han podido cambiar tanto9

12iempre cre que con relación al mundo obrero sab amos lo suficiente. hora me

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he dado cuenta de que era mucho más lo que ten amos que aprender que lo que ten amosque ense-ar.

1 l!uno se escandalizar a de esas palabras.

172ólo al!uno93ieron los dos.

172i!ues creyendo que el diálo!o es posible9

1 or supuesto.

1 ero lo que ha ocurrido conti!o parece desmentirlo.

1Esto es una an$cdota personal y no tiene que ver con las posibilidades aut$nticas

del diálo!o. 1%uchos sostienen que es imposible dialo!ar de verdad con los comunistas.

1En efecto, con el partidista, por decirlo as , no hay nada que hacer.

1Entonces4

1 ero es que el partidista si!ue siendo hombre. Es al hombre al que hay que ir.

12alvo que el partidista devore al hombre, porque el comunista suele ser un tipoenterizo, sin !rietas y sin otra conciencia que el partido mismo.

1%e nie!o a creer que el hombre pueda ser devorado del todo en nin!8n caso. Lamayor dificultad reside para m en nuestros propios fallos históricos. 2ólo reconoci$ndolos podemos empezar.

17 qu$ fallos te refieres9

1Lo he pensado mucho. El comunista ve a la B!lesia como portadora de un mensajede justicia social hasta revolucionario@ pero, al mismo tiempo, la ve actuar t midamente esu realización histórica, por miramiento a las potencias financieras y pol ticas que han!arantizado su e istencia. or esta contradicción, que a8n subsiste, acusa a la B!lesia deimpotencia radical.

1 ero eso, en todo caso, no ata-e a lo esencial4

1>o, si bien se entiende. 2in embar!o no se detienen ah . &an tambi$n contra lamisma sustancia. /onsideran a la caridad como un ideal irrealizable por impotencia de lamisma naturaleza. Esto, que es discutible incluso históricamente, les parece a iomático a

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ellos. 2on veinte si!los de ver la injusticia y la miseria flanqueando las institucioneseclesiásticas, sin provocar por parte de $stas una reacción suficiente. /onsideran que laB!lesia dispuso de demasiado tiempo y que fue impotente para aprovecharlo. %ás a8n, ellosven en la caridad una coartada inteli!ente para permitir a los e plotadores se!uir viviendo,con tranquilidad de sus cristianas conciencias, a base de beneficencia en este mundo, con la

cual obtienen barato el billete para la !loria celestial4 Tenemos que cambiar en muchascosas si queremos allanar los obstáculos que por nuestra parte se oponen a un diálo!o posible.

1Tienes razón. /onozco católicos que se ima!inan el diálo!o con los mar istascomo si fueran un torneo entre án!eles y demonios.

1E acto. ? nada más lejos de la realidad.

La convalecencia discurrió por buenos cauces, sólo que la fiebre le hab a dejadomuy postrado y el m$dico, de acuerdo con el párroco, procuró alar!arla cuanto pudo, con el

fin de que aquel cuerpo trabajado se fortaleciera todo lo posible. 5rancisco le dol a que no apareciera por all nadie del barrio. Ten an que saberlo,

ya que a la mujer que lo encontró le habr a faltado tiempo para irlo contando con pelos yse-ales@ aparte de que la polic a no dejar a de hacer sobre el propio terreno sus propiointentos de averi!uación. 2in embar!o, cuando al!uien le tocaba el tema, reaccionaba prontamente, como si de defender sus propios hijos se tratara.

2er!io, que pasaba a verle todos los d as un momento, aunque sin intención dediscutir, no pudo menos de decirle"

17? tu !ente9 7>o viene nadie por aqu 9 1 arece que te ale!ras.

1>o. Es que me llama la atención.

1&amos, s$ sincero. Encuentras en ello como una confirmación de tus puntos devista.

12i quieres verlo as 4

1 ues yo encuentro natural que no aparezcan. 1T8 siempre me sorprendes.

1>o puedes comprenderlos. La polic a anda por medio y ellos tienen aler!ia a la polic a.

1>o será por nada bueno, di!o yo.

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5rancisco le miró con fati!a.

12i yo te dijera que el pobre ve a la polic a como un instrumento al servicio delcapital, t8, 7qu$ dir as9

1Eso son tópicos. 1De acuerdo. ero 7qu$ otra cosa es la que !obierna a la !ente, as a la de arriba

como a la de abajo, sino tópicos9 7%e lo quieres decir9

Estaba visto que tampoco sobre esto hab an de lle!ar a un acuerdo@ lo que no quitaba para que la discusión se reanudase cada d a.

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38

La respuesta del obispo encontró al padre 0uintas todav a en el sanatorio. ? resultóser la mejor medicina y el reconstituyente más eficaz. :Estimo que no ha ocurrido nada 1 dec a1 por lo que deba yo dar contraorden. %i palabra si!ue en pie;. /ierto que eso estabaescrito antes del 8ltimo incidente que le ten a postrado all @ pero a $l no le parec a en moal!uno que pudiera e traerse del mismo otra conclusión que la de se!uir en la brecha conmás razón que antes. :B!noro lo que decidir$ más tarde sobre esta e periencia sin!ular queestás llevando a cabo 1se!u a el obispo1, pero presiento que Dios está conti!o y que nodebo ser yo quien se interpon!a. Eso s , tiemblo por ti, aunque parezca paradoja, y te ten!o presente cada d a en mi oración. veces los caminos que acercan más a Dios estánorillados por más hondos precipicios. /ontra lo que pudiera su!erirte una remisión en lavida espiritual, piensa que la precisas más que nadie. De este apostolado que ejercitas, si tesoy sincero, no espero otros frutos de momento que el nada peque-o y despreciable de tu propia santificación;.

5rancisco, leyendo estas cosas, se le llenaban los ojos de lá!rimas, mientras sent aun !ran amor hacia aquel anciano venerable. :72er a i!ual mi reacción si su respuestahubiera sido otra9;. Esta pre!unta le inquietaba. /re a que s , y se lo repet a@ peronecesitaba estar se!uro de ello.

l pie de la carta, y bajo la firma, hab a una nota que le advert a de que enviabacopia de la misma a su vicario. Este detalle era importante y completó la ale!r a de5rancisco.

or lo demás, aquella misma tarde se presentó de visita don Aonorio. Era una suerteque hubiera tardado tantos d as, pues aquel rostro se hab a recuperado mucho y ya estaba presentable.

170u$ dice el h$roe9 1pre!untó al entrar.

1De h$roe, nada.

17De mártir, entonces9

>o pod a ofender, con aquella cándida sonrisa, aunque 5rancisco no se dejabaen!a-ar.

1Ae tenido carta del obispo 1dijo cortando por lo sano.

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1Lo s$, lo s$.

1%e dice que le env a a usted una copia. 2upon!o que la habrá recibido.

12 . &en a a dec rselo, aparte de hacerle una visita.

1%uchas !racias@ pero ya me encuentro bien. Espero que me dejen salir ma-ana o pasado a todo más.

1%e fi!uro que insiste en volver allá.

1>aturalmente. La carta4

1La carta 1le interrumpió1 fue escrita sin tener conocimiento de estedesa!radable desenlace.

5rancisco se aprestó a la defensa. 1Eso no cambia nada 1dijo.

1Es usted muy optimista. >o voy a permitir que se vapulee a un sacerdote y todosi!a i!ual.

1 !radezco su buena intención@ pero si de veras quiere hacer al!o por m , es precisamente eso lo que tiene que hacer, no inmiscuirse en nada.

1<Aasta ah pod amos lle!ar= Las sin!ularidades a que usted está dando lu!ar, con

su man a obrerista, nos afectan a todos. Es un sacerdote quien ha sido !olpeado brutalmente, un sacerdote, no un tal 5rancisco 0uintas, y $sa es la comidilla de toda laciudad.

17? qu$ pasa con ello9

1< h= 7Le parece poco al se-or9

5rancisco ten a !anas de soltarlo.

1Aay precedentes 1dijo.

12 , ya lo s$, mataron a /risto, por lo que el padre 0uintas debe hacerse asesinar.

1<%e da una idea= 1replicó en el mismo tono de iron a1. ero no estaba pensando en eso.

17En qu$, si no9

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1En san ablo. 7>o recuerda lo que dice en la primera carta a los /orintios9 1 recitando despacio1" :Aasta el presente pasamos hambre, sed y desnudez@ somosabofeteados y penamostraba'ando con nuestras propias manos;.

1Aay te tos para todo 1dijo don Aonorio imperturbable.

12i usted lo dice4

1>o pretenderá que lancemos a nuestros sacerdotes a ser vapuleados por ah .

1?o no quiero nada. Aablo de lo m o. >o es mi misión resolver por los demás.

1>i siquiera lo es resolver por s mismo.

1 or eso acud al obispo, 7o es que no acud 9

El vicario alzó las manos. 1Cien 1dijo1. Dejemos eso.

1Es lo que estoy deseando.

1&oy a correr el ries!o de permitirle volver. /reo que es una locura, pero no quieroque piense que estoy sistemáticamente en contra suya.

5rancisco sonrió y su voz se ale!ró para decir"

1>o tiene opción. El obispo ha decidido.

1>o cante victoria. El prelado decidió sin conocer todas las circunstancias.

1+sted da demasiada importancia a un incidente que carece de ella.

1Aá!ase a la idea de que sus d as en la fábrica están contados. 2erá mejor.

1Dios tiene la palabra.

1Eso espero. ? ahora a cuidarse.

5rancisco salió a los dos d as. 2e despidió de quienes le hab an asistido en elsanatorio y se diri!ió directamente al barrio. Estaba lleno de fortaleza. Los hechosocurridos, lejos de haberle amilanado, le daban una se!uridad en s mismo que nunca hab atenido en aquel !rado. La carta del obispo, por otra parte, hab a lle!ado en un momentodecisivo. 2ent a verdaderas ansias de ser visto por todos los de los bloques, de presentarsesin jactancia, pero tambi$n sin miedo, ya que, ni sent a $ste, ni se cre a capaz de aqu$lla

asó de lar!o por la parroquia, sin entrar. 2e hab a puesto las mismas ropas que llevaba

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cuando fue sorprendido, convenientemente lavadas y cosidas. Bba por la calle con la cabezaalta, con aquel peque-o esparadrapo por encima de la ceja. 2e cruzó con al!uno y vioinscribirse en sus ojos la sorpresa. /ampanilla quiso escurrirse en un portal, pero lealcanzó.

1< aulino= 17Eres t89

Le hizo !racia el desmayo de la voz.

170u$ te pasa9 7Te sientes culpable9 1le pre!untó en broma.

El hombre miraba furtivamente a uno y otro lado.

17/ulpable de qu$9

1D$jalo. ?a estoy de vuelta. ero, oye, 7qu$ tienes9

2u nerviosismo era evidente.

17?o9

12 , t8, 7qui$n va a ser9

1>ada, yo no ten!o nada.

17 or qu$ miras a todas partes, entonces9

Le buscó los ojos.

17 or qu$ has vuelto, aco9

170u$ pasa9

1>o debiste venir. Están todos contra ti. &olvió la polic a.

5rancisco se le amar!ó el !esto.

1>o es de m de quien depende.

Los ojos de /ampanilla chispearon.

1T8 eres un t o estupendo 1dijo de pronto1, pero t8 tienes la retirada cuandoquieras. >osotros, no. &ete, no seas tonto.

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1Te a!radezco que me muestres afecto, aunque haya de ser en la sombra de un portal. 6racias de todos modos, pero no me ir$ de aqu . #amás me ir$ por propia voluntad.

1>in!uno de los nuestros cree que fueras t8@ pero somos muy pocos y ya sabescómo es la !ente.

1Diles que no se preocupen4

1>o, yo ya le dije a 3aba, si hay que dar la cara, damos la cara. >o es por miedo.

5rancisco le palmeó el hombre a /ampanilla.

1Lo s$, aulino, pero no quiero que os comprometáis por m . Lo m o es sólo m o.Es mi ración y a m me toca di!erirla.

1/reo que es mejor que te vayas@ pero si decides quedarte, yo4

1/alla, hombre, calla.

&olvió a la calle dejando a /ampanilla en la penumbra y se diri!ió al bloque dondeten a la vivienda. 2ubió de dos en dos las escaleras, sin tropezar más que con un chiquillode seis o siete a-os, que se aplastó contra la pared al pasar $l. La puerta estaba sin llave,como de costumbre. En el interior todo estaba revuelto. La ropa andaba por el suelo y los papeles yac an esparcidos por todas partes. l!uien hab a re!istrado todo aquello. 7La polic a9 7Los compa-eros9 2e enco!ió de hombros y se dispuso a poner orden all . 5uesequien fuese el que hab a hecho aquello, no hab a ocasionado desperfectos. ronto pudodarse cuenta, asimismo, de que no faltaba nada. /uando estuvo cada cosa en su sitio,

concluyó de rezar el breviario en aquella fr a soledad. 2e esforzaba por fijar su pensamientoen Dios y no dejar volar la ima!inación detrás de /anela y de Tonchu. 2 @ no estaban all pero hay muchos modos de salvar a una persona. /oncluido el rezo no dudó en afrontar lasituación. :/uanto antes aparezca en ciertos sitios será mucho mejor;. Cajó a la calle y sediri!ió a :El fricano;. nochec a ya y era una hora de se!ura animación. >o esperabacausar sorpresa al!una, pues supon a que la voz ya habr a corrido por el barrio. >oobstante, su entrada hizo sensación. 5ue como si todas las conversaciones quedaran ensuspenso por unos se!undos. Aubo mano que se detuvo en el aire con la ficha de dominó, yvaso que se paró camino de la boca. 5ue derecho hasta una parte libre de la barra y dijo"

1+n tinto.

2u voz sonó tranquila y sirvió como se-al para que todo el mundo hablara al mismotiempo, aunque estaba claro que pretend an i!norarle, volvi$ndose de espaldas ye a!erando el !esto, la voz o la risa.

2e mantuvo de codos, mirando a las botellas que ten a delante, y, poco a poco,comenzó a observar por el espejo. >o tuvo duda de que, e pl cita o no, hab a una consi!nade vac o en torno a su persona. >o har a nada por forzarla. 2oportar a aquello como todo l

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demás. Aab a sido aceptado demasiado fácilmente@ ahora lo comprend a bien. 2e habequivocado en cuanto al precio. hora tendr a que pa!ar más alto, pero lo que obtuviese acambio ser a definitivo y no estar a al arbitrio de un malentendido, de una calumnia.

1/obra 1dijo pasado un rato.

El fricano tomó el billete que le tend a, sin mirarle a los ojos. /uando volvió con lavuelta la puso sobre el mostrador e hizo ademán de irse.

17>o quieres perjudicarte, eh9 1le susurró cerca del o do.

La situación ten a !racia, despu$s de todo. :La mayor a es esclava del qu$ dirán;, pensó.

/on el turno de noche se presentó en la fábrica. >adie le hizo una pre!unta. Eracomo si hubiera trabajado el d a anterior. 2encillamente le i!noraban. Cuscó a 3ufino, el

capataz. 170u$ ha!o9

El viejo le miró de arriba abajo.

1Carre 1le dijo.

Aac a mucho tiempo que no hab a vuelto a manejar la escoba. Estaba visto que se lerele!aba a los principios. ero era para lo que se hab a preparado, para comenzar de nuevo.Demostrar a que su testimonio no era endeble y que ten a que tener motivos

e traordinariamente poderosos para se!uir all , en tales condiciones, pudiendo, como todossab an, irse en cualquier momento.

Tambi$n Tonchu estaba en su sitio. ? no le ahorró blasfemias y e clamacionessoeces de las suyas. Lo adivinaba desde lejos, pero cuando pasaba cerca, ten a ocasión decomprobarlo. ? hasta los más adustos parec an tener ahora inter$s en celebrárselo almuchacho. 2in embar!o, lo que en otro tiempo le hubiera hecho sufrir, apenas le lle!abaahora a la frontera del alma. :&a contra m , no contra Dios;. Estaba claro que al chico lohab an trabajado en su ausencia, as como ahora lo hala!aban con sus carcajadasdescompuestas. El mismo 3ufino, antes tan e i!ente, se re a ahora complacido. :2on tansimples como ni-os 1pensó1. 2e pondr an furiosos si pudieran saber que los si!o

queriendo;.ero los ni-os, ya se sabe, son especialmente crueles muchas veces.

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39

Durante más de un mes, pur!ó 5rancisco, en soledad, pecados que no hab acometido. >o se le diri! a la palabra, pero tampoco se le molestaba. Esperaba que aquellono durar a siempre y lo llevaba con paciencia. La misa, sin embar!o, no quedó del tododespoblada. Dos o tres mujeres, de edad más que madura, si!uieron fieles a la cita, y, paraayudar, sol a venir un mocosuelo, hijo de 3aba. Evitaba de intento a los militantes de laA /. 2ab a que no le rehuir an, pero no quer a crearles compromisos, tal como estabanlas cosas.

ara quien sea capaz de una vida interior, la soledad no es tan !rave problema.5rancisco hablaba con Dios y hasta encontraba un re!usto en el vac o que los hombrescreaban en torno suyo. Daba lar!os paseos por los ateridos descampados, atend a a los pocos ni-os que se!u an acudiendo y esperaba, se!uro de que una actitud di!na, comediday constante, acabar a por ablandar las piedras.

ero el cambio se produjo en un sentido insospechado. 5ue una transformación sutilen un principio, de la que no tuvo conciencia inmediata. Era como una renacida curiosidadrespecto a su persona que, sobre todo, se cifraba en miradas. ero no tardó en asomarse aaquellos ojos la hostilidad, y lo que más le turbó, al!o as como la burla. /on frecuenciaten a la sensación de que hablaban de $l, pero no pod a saber en qu$ sentido. 2e dio cuent

de que era preferible el ataque directo a aquella incertidumbre. l!o estaba pasando a susespaldas y una amenaza indefinible le acechaba.

En el suelo de su casa, con trazas d$ haber sido introducido por debajo de la puerta,encontró un peque-o sobre con su nombre. ntes de abrirlo tuvo la certeza de que proven adel otro lado de la venida. En efecto, la tarjeta era de 5elipe 5ortuny. 5rancisco tuvo unavisión del coche rojo deportivo. El te to, lacónico, dec a as " :0uiero hablar con usted;. ?a-ad a la hora y las se-as de una cafeter a que estaba al otro e tremo de la ciudad.5rancisco se quedó pensativo. +na cita, aunque fuera de un hombre como 5elipe,si!nificaba mucho por entonces para $l. labó la precaución de se-alar un sitio donde eradel todo improbable tropezar con al!uno del barrio. 70u$ cuerda se le habr a roto alse-orito9

untualmente se presentó en el establecimiento esco!ido. Llevaba unos pantalones!rises, un jersey ne!ro, cerrado, y una zamarra de cuero. En una mesa del fondo divisó a5elipe que le hac a se-as. 5ue a sentarse con $l.

1Tiene que perdonar el haberle hecho venir y el modo de citarle.

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1De nin!una manera quer a aumentar sus dificultades.

170u$ le hace suponer que estoy en dificultades9

5elipe sonrió, divertido.

1+sted siempre tan tieso 1dijo1. Estoy enterado de todo lo que pasó.

172 9

12u jefe de personal si!ue su caso con apasionamiento.

1>o es para tanto.

1&amos. >o sea modesto. >o ha querido hacer nada por no perjudicarle. 17De veras9

17 or qu$ no cree en la posible buena voluntad de los demás9

5rancisco se refrenó.

1 erdone.

1+sted me cae simpático. %e interesó desde el principio. /uando supe lo que hab aocurrido con esos bárbaros, me indi!n$.

17 or qu$ los llama bárbaros9

17? me lo pre!unta usted9

1La culpa no es de ellos.

17De qui$n es, entonces9

1 on!amos que de la sociedad.

1Eso es !eneralizar demasiado.

1 uede, pero prefiero no concretar. 2e!uramente no estar amos de acuerdo.

5elipe consideró cordialmente a su interlocutor.

1 adre, en serio, 7no ha sido bastante todav a9

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17Castante de qu$9

1De hacer lo que está haciendo. erdone, no quisiera parecer entrometido, pero sucaso me ha su!estionado. dmir$ su aventura desde que la conoc casualmente a trav$s de5ederico. +sted no sabe que le defend a capa y espada en innumerables discusiones de

tertulia y de caf$. ?o, que no creo en nada serio, he lle!ado a apasionarme con usted. Le headmirado desde el primer momento. 2 , admiro su desprendimiento, su !allard a, su tozudezincluso, por llamarla de al!una manera. ero todo tiene un l mite. 2u actuación debe teneruna ló!ica@ usted tambi$n cuenta4 En fin, que yo creo que ha lle!ado al e tremo y, vamos,que ya está bien.

5rancisco consideraba curioso a su interlocutor.

1Es posible que sea cierto eso de que las simpat as suelen ser mutuas, porque yome pasmo de encontrar en m una reciprocidad de sentimientos respecto a usted.

5elipe alzó las cejas, divertido. 17Tan e tra-o le parece que yo pueda suscitar simpat a9

10ue la suscite en m , desde lue!o.

17%erecer a yo saber por qu$9

1Aombre, sinceramente, su vida está tan lejos de todo lo que yo estimo y aprecio4

1>unca se sabe, padre 1replicó con humor1, el santoral está lleno de !randes

convertidos.5rancisco le miró al fondo de los ojos.

12in embar!o, y por des!racia, me hace el efecto de que no ha sido por motivos deconversión por los que me ha citado aqu .

1>o, sinceramente, no. Es usted quien me preocupa.

/on aut$ntica e tra-eza.

170ue le preocupo yo9

1%ire, no fui a visitarle al sanatorio por temor a perjudicarle. 2$ de lo que leacusaron.

1Cah, tonter as.

1Tonter as o no, los !olpes que le dieron no fueron nin!una broma.

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1Le ase!uro que me dolieron mucho menos de lo que yo hubiera supuesto. 2al deaquello mucho más curtido.

12$ tambi$n cómo le han recibido, el tácito, pero efectivo boicot que se hadecretado contra usted.

1</aramba= 1dijo 5rancisco con fin!ido pasmo1. +sted lo sabe todo.

1>o es nin!8n misterio, 7verdad9

1Evidentemente, no.

17? no es bastante9

17Castante para qu$9

1 ara renunciar, para darse por satisfecho, para4Le cortó vivamente.

17Darme por satisfecho9 72atisfecho de qu$94 >o, ami!o m o. La verdad es queestoy empezando todav a.

1Es e cesivo lo que yo ha tenido que pa!ar para estar a8n empezando. 70u$ busca,en realidad9 70ue acaben con usted9

12i eso fuera un medio para al!o que valiera la pena, 7por qu$ e cluirlo9

5elipe le observó con atención.

17? debe usted e ponerse a todo, absolutamente a todo9

170u$ quiere decir9

1Le dir$ por delante que yo creo en usted.

1La fe en m no tiene !racia. >o le vale para nada.

1Aablo en un plano humano.

1?a, 7y qu$9

1>o le he llamado para hablar por hablar.

1%e lo fi!uro.

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se apartó.

1+sted me odiará por esta sarta de pre!untas4 erdone de nuevo.

La curiosidad de 5rancisco estaba muy despierta.


170u$ sabe ahora de esta chica9 1si!uió 5elipe.

1 nduvo con uno de los que han sido detenidos, uno que llaman el >avajas. horano la veo. 2upon!o que me huye deliberadamente.

17? eso es todo9

17/ómo todo9

17Todo lo que sabe de /anela9

5rancisco se le encaró.

1 i!a 1dijo1, 7a qu$ viene todo esto9

5elipe se mordió el labio inferior en un !esto maquinal.

1/anela está embarazada.

quello no le pod a sorprender, en realidad@ pero, al pronto, se quedó lo que se dice boquiabierto.

1Todo el mundo lo sabe en la fábrica 1continuó 5elipe1. 7>o sab a usted nada9

1Es la primera noticia que ten!o, palabra. 7 or qu$ me lo dice9

17+sted está interesado en esa chica9

+na instintiva suspicacia hizo decir a 5rancisco"

12e!8n como se mire.

1/omprendo.

12 , pero no ha respondido a mi pre!unta. 7 or qu$ me llama aqu para decirmeeso9

17>o se lo fi!ura9

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1<>o=

5ue casi un !rito contenido. 5elipe titubeó y dijo al fin"

1Dirá que nadie me ha dado vela en este entierro@ pero me abruma lo que está

pasando con usted. /r$ame" Debe irse de aqu . >o le merecen a usted. >i los unos, ni losotros. D$jese de romanticismos y váyase lo más lejos posible.

hora s . hora 5rancisco ten a motivos para la sorpresa, más a8n, para la profundaestupefacción que se hab a apoderado de $l. a hablar a 5elipe y apenas entend a surazones. :<>o es posible= <>o es verdad=;4 quello, de ser cierto, ten a que haber partidode un sitio muy concreto y ese sitio sólo pod a ser uno, pero se ne!aba a admitirlo.

1+sted ya ha dado bastante. Le he dicho que le admiro@ pero todo tiene un l mite.Los de abajo se cebarán en usted y no estoy se!uro de que los de arriba no se ensa-en.

1 ero4 7qui$n puede creer eso9, 7qui$n9 170ui$n9 /ualquiera. 7Es usted sacerdote y no conoce a la !ente9

1<2i es absurdo=

1La vida misma es absurda y el celibato de ustedes, no di!amos. ?, sin embar!o,yo creo en su inocencia. ?a ve, no faltarán quienes ten!an por más absurda esta creenciaque la otra.

1<Aablar$ con ella= 1dijo 5rancisco con decisión.

1/reo que está imposible con las detenciones. >o debe ni intentarlo. rmar a elescándalo.

17/ómo lo sabe usted9

15ederico tiene buenos informes.

170u$ hacer, entonces9

1Es el momento. Aá!ame caso. &áyase.

1<Eso nunca=

1Es usted terco.

1Lo que usted me pide es una huida. ara eso tendr a que ser culpable, y, aunentonces, lo que corresponder a ser a hacer frente a la responsabilidad.

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1 dmiro su valor, pero conozco la vida.

1Tambi$n yo 1insistió 5rancisco1. Delante de m dirá toda la verdad. <&aya si ladirá=

5elipe abrió los brazos, en un !esto de impotencia. 10uisiera tener una !ran fe para rezar por usted. Es un asunto feo $ste.

1De todos modos, !racias por haberme avisado.

1Total ha sido in8til por lo visto.

1>ada hay in8til. Cuenas tardes.

12uerte.

2e separaron all mismo.

5rancisco se le hab a secado la !ar!anta y la ansiedad trajinaba en sus v sceras.hora comprend a el cambio e terno que se hab a operado en el ambiente los Sltimos d as

Todo resultaba meridiano. >o hab an bastado los !olpes para ablandar su ánimo@ pero estoera distinto. :+n !olpe bajo;. 2 , eso era en realidad. 2e daba clara cuenta de que por ah pod an hacerle mucho da-o. :+n asunto feo;, ten a razón 5elipe. +na materia sucia yresbaladiza@ al!o que era dif cil manejar sin mancharse. ero /anela, no, no pod a serTen a que ser mentira. Aablar a con ella. 2u despecho de mujer no pod a haber lle!ado a tae tremo. ?, de pronto, por primera vez, pensó en el hijo, porque el hijo estaba ah

evidentemente de camino. 70ui$n pod a haber sido9 3ecordó los comentarios de unos y deotros. La escena que Tonchu le hizo presenciar. Era cosa de /elestino, :<el muy bestia=;.70u$ otro pod a ser9 2intió prisa por lle!ar al barrio, por actuar, por sentir en su propia ysufrida carne los puyazos que pudieran estarle reservados. Era como si fuera peor estarausente@ como si faltando $l el asunto pudiera a!ravarse más a8n. >o, no se ir a. unquetemblase en sus fibras más ntimas har a frente a la amenaza. Dios sab a la verdad y n permitir a que se le probase más de lo que pod a soportar. 2intió su respiración a!itada, su boca seca, la ri!idez de su !ar!anta y entró en un tascucho para beberse cualquier cosa.

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40

asaron tres d as en que no lo!ró dar con /anela. arec a haberse evaporado. ?, sinembar!o, sab a que se!u a all . ero si aquellas tres jornadas no bastaron para consumar s propósito, s fueron suficientes para que el cambio de decoración se completara. ?a no erala indiferencia y el olvido de las semanas anteriores, aquel tormento de la soledad que ahoraresultaba envidiable. Eran las risas, las alusiones, los codazos@ eran las miradas torvas, lamiradas maliciosas, las miradas de odio. ? no quedaba siquiera el parvo consuelo de poderdudar acerca del motivo de aquellas actitudes. La especie hab a hecho fortuna y el barrioentero se cebaba en ella. 2ólo aquella tácita ley del vac o, que se!u a pesando sobre $l,imped a que se enterara con pelos y se-ales de toda la basura que se mezclaba con sunombre y con su sacerdocio. ero estaba la ima!inación para suplir, y los !estos eran tanelocuentes, que su interpretación resultaba dolorosamente simple. Ensayó a identificarsecon el /risto del evan!elio, el #es8s calumniado e incomprendido, lo que, en ocasiones, lellenaba de fortaleza y hasta de un ntimo !ozo@ pero no faltaban momentos de depresión eque su ánimo se sublevaba. :>o es sólo por m . Despu$s de todo, 7qu$ me importa a m ser pobre en fama, como lo soy en bienes materiales9 Es que manchan el sacerdocio en m . Esque confirman injustamente en m sus prejuicios anticlericales. 7Casta con que me calle970u$ debo, hacer9;4

Aab a al!o que era superior a sus fuerzas y de lo que no quer a privarse. Ten a quedar con /anela. Aablar con ella cara a cara. >o era posible que toda aquella maldad contaracon su colaboración activa. En estos pensamientos andaba, cuando le lle!ó un avisodiscreto para que fuera por el jurado de empresa.

scar 3aba y ntonio /ampo estaban sentados detrás de la lar!a mesa. 2us rostrosdenotaban !ravedad.

17%e llamabais9

3aba llevó la voz cantante, como de costumbre.

12 , si$ntate. 1T8 dirás.

2e estaban mirando a los ojos.

1Cueno está lo bueno 1dijo muy serio1, pero esto ya pasa de la raya.

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5rancisco consideró aquel rostro adusto. 2e hallaba perplejo.

170u$ ocurre9 1pre!untó dolorido.

1En toda la fábrica, qu$ di!o, en todo el barrio, en los bloques, por todas partes, no

se habla de otra cosa4 12upon!o4

1>osotros4

Bnterrumpió.

17Tambi$n quer$is que me vaya9

1/alla y escucha 1terció /ampo.

1/uando ocurrió lo de los detenidos 1si!uió 3aba1 decidimos apartamos de ti.2in querer pon as en peli!ro toda nuestra labor, ya te lo dije.

12 .

1 ero ahora ser amos unos cobardes si nos calláramos.

17 or qu$9

El !esto del militante se endureció.

1>osotros creemos en ti. 2i ahora no damos la cara por ti no nos lo perdonaremosen la vida.

1Estamos convencidos de que al!uien diri!e todo esto 1remachó /ampo1. Lamasa es i!norante y se ceba en la carnaza que le echen@ pero hay al!uien detrás y no podemos hacerle el jue!o.

5rancisco, despu$s de tanto tiempo de proscripción !eneral, e perimentó lahumanidad de aquellos hombres, cálida y pró ima, como si fuera un bálsamo para su alma.? aquello fue bastante para que recuperase, de momento, al menos, todo el ánimo perdido.

1>unca sabr$is 1dijo1 cómo os a!radezco estas palabras. ero ahora soy yoquien os dice que este asunto es personal estrictamente personal, y que soy yo solo quiendebe hacerle frente.

1 ero no podemos dejarte solo 1replicó 3aba con vehemencia.

1Todo lo contrario. Lo que no pod$is es hacer otra cosa. &uestra palabra en este

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asunto no vale nada. >o ten$is pruebas. >o contáis más que con vuestra buena voluntad.

Bnsistieron todav a en un forcejeo lleno de los mejores deseos.

16racias, ami!os, pero ten!o que rehusar. or otra parte, pensad que no estoy solo.

/reemos en Dios y Dios está conmi!o. 1< l primero que bromee con eso delante de m , le parto la boca= 1dijo /ampo

con un !esto que no dejaba abri!ar la menor duda de que lo har a as , lle!ado el caso.

1>o es $se el camino 1dijo 5rancisco sonriendo1@ casi tocáis a uno por mil. Esdemasiado, 7no os parece9

5rancisco, de todos modos, salió fortalecido de aquella conversación y volvió alevantar la frente. %iraba sin odio. %iraba sereno, miraba recto, y notó que muchos ojos se bajaban al tropezar con los suyos. :? el caso es que no son malas personas. Debe de ser tan

fácil, para su mentalidad, dar cr$dito a infundios como $se4 Ten!o la convicción de quecualquier !iro de los acontecimientos puede devolverme ma-ana en ellos a los mejoresami!os del mundo;.

quella misma tarde 1:ten!o que hacerlo, 7por qu$ esperar más9;1 se diri!ió a lavivienda de /anela. Aac a tiempo que la madre de la chica hab a dejado de aparecer por sushabitaciones. Ella, como los demás, hab a desertado. ? ahora estaba all , abri$ndole la puerta y mirándole como sin dar cr$dito a sus ojos.

170u$ quiere usted9 1dijo al fin con el más áspero tono.

10uiero hablar con ili 1repuso 5rancisco haciendo esfuerzos por dominar aquelcorazón que inopinadamente se hab a desbocado.

1<Aabrase visto desfachatez=4

La mujer !ritaba ya y, como si hubiera estado esperando la se-al, todas las puertasempezaron a abrirse y la escalera se llenó de mujeres.

17Está en casa la chica9

1< re!unta por la chica= 7Lo estáis oyendo9 1no se diri! a a $l, sino a las vecinas,

que se encrespaban con los ojos como ascuas.5rancisco quiso retroceder. >o hab a previsto aquello@ pero estaba en lo más alto de

la escalera y no era cosa de tirarse por el hueco.

1 or favor 1dijo.

Los insultos se iniciaron a su espalda. Era la madre de /anela.

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1<El t o !uarro= <? se atreve a presentarse delante de m despu$s que des!ració ami hija=

>o pudo o r más, porque !ritaba todo el mundo, y $l, aturdido, sordo y cie!o derepente, bajaba abri$ndose paso a codazos, entre el !riter o, los ayes y las imprecaciones de

todas aquellas mujeres convertidas, por uno de esos tornadizos fenómenos colectivos, enverdaderas harp as.

/uando lle!ó a su casa ten a la respiración entrecortada del perse!uido. or primeravez cerró con llave por dentro y fue a desplomarse sobre el camastro. La con!oja de tantosd as, disimulada unas veces, contenida virilmente otras, en ocasiones soterrada bajo unamomentánea e altación, estalló, al fin, llenándole el pecho y derramándose al e terior enforma de !ruesas lá!rimas, quemantes y ácidas. 2e!u a oyendo los insultos, lasobscenidades y las vilezas y ve a los ojos encendidos, el chispear del odio, de un odio viejo,casi instintivo, que ven a de muchas !eneraciones atrás y que no pod a estarverdaderamente diri!ido en e clusiva a su persona. :<Dios=, <Dios=;, !ritaba $l hacia

dentro. ero no acud a nadie a responder. Dejado por los hombres, no habr a án!eles quevinieran a hacer al!o por $l. oco a poco fue sintiendo que el tedio le invad a. +na fati!a,que no era f sica, se esparció por cada una de sus fibras. #amás se hab a encontrado tancansado. Todo era in8til. ?, además, 7para qu$9 7&al a la pena realmente9 0uiso rezar,tirarse de la cama y caer de rodillas@ pero supo al mismo tiempo que no lo iba a hacer@ qaquella pereza honda que sent a, aquella des!ana radical eran más fuertes que cualquierimpulso de su buena voluntad. 2e durmió, al fin, de puro a!otamiento y so-ó que /anelaestaba ausente, y que era ajena a todo aquel manejo, y que se indi!naba al enterarse@ y nofue una pesadilla, sino un inmenso alivio. La pesadilla, por des!racia, comenzar a aldespertar.

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41

El vicario estaba serio.

12i$ntese 1dijo.

5rancisco lo hizo as .

12i prefiere sincerarse, contar lo que sea, será mucho mejor 1si!uió.

El padre 0uintas estaba desconcertado, al pronto, por esta entrada tan directa enmateria. >o se hab a hecho nin!una ilusión al recibir la ur!ente llamada@ pero hab aima!inado las cosas de manera muy distinta.

170u$ quiere que cuente9 1pre!untó, mirando con fijeza a su interlocutor.

1+sted sabrá. qu han lle!ado noticias4

La mente de 5rancisco funcionaba a !ran velocidad. 70ui$n pod a haber llevado a lacuria un chisme como aquel9 7/on qu$ voluntad lo habr a hecho9

1%e ha llamado usted y he venido lo antes posible para escuchar lo que me ten!aque decir. ?a que ha entrado tan derecho en el asunto, será mejor que me di!a cuanto anteslo que sea.

Don Aonorio adelantó el busto, apoyando los antebrazos en la mesa.

1La acusación 1dijo con voz neutra1 versa sobre una mujer que va a tener unhijo.

1?a.

1+na chica con la que usted tuvo familiaridad, imprudente familiaridad 1recalcó 1, hace unos meses.

5rancisco, como siempre, aquellas insinuaciones militantes en su contra ledevolvieron su natural beli!erancia dial$ctica.

1>o recuerdo nin!una familiaridad 1repuso1, ni prudente, ni imprudente.

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17>o9

1>o. Trat$ con esa chica como cualquier sacerdote lo hace con docenas de ellas enel curso de su apostolado corriente.

1 sea que reconoce de qu$ chica se trata4Los ojos de 5rancisco se encendieron.

1 or favor, deje a un lado conmi!o cualquier suerte de artima-as.

El vicario se enderezó como ofendido.

1Está bien. En concreto" esa chica se encuentra en estado.

17? qu$9 1replicó con su pronta viveza.

1D !ame la verdad.

0ue lo dijera $l. >o pensaba adelantarse a pronunciar la palabra.

17Tuvo usted que ver con esa chica9

1En el sentido en que usted lo pre!unta, no.

17>ada9

13otundamente, no.

od a decirle más@ pod a contarle cómo ella se le hab a insinuado@ cómo se le hofrecido@ cómo, en su simplicidad, hab a lle!ado a querer ser suya@ pero, ofendido comestaba, prefirió callar. +n residuo de or!ullo, del que en aquel instante no era consciente, leselló la boca.

12in embar!o parece ser que todo el barrio y todo el mundo de la empresa en quetrabaja usted afirma lo contrario.

1En efecto 1dijo con la frente alta1. Tiene usted que esco!er. La palabra de todoso la m a.

El vicario contempló unos instantes el rostro obstinado de 5rancisco.

1%e temo que le cie!ue la soberbia 1dijo.

1 or donde quiera que me mire 1le replicó1 usted no verá más que defectos. ?los ten!o 1a-adió1, como todos, como usted mismo@ pero en todos, y tambi$n en m , hay

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al!o más, aparte los defectos.

1>o nos desviemos 1insistió don Aonorio autoritario1. 2i tiene que decir al!o esmejor que lo di!a ahora.

5rancisco encontraba al!una dificultad para mantener la respiración a su ritmonormal.

1 ero4 7usted cree que yo he hecho eso9

1?o no creo nada. ?o ten!o que esclarecer los hechos.

17? qu$ espera de m 9

1La verdad.

1?a se la he dicho.El vicario movió la cabeza dubitativo.

1/uando el r o suena4 1dijo.

1El r o sonar a i!ual si llevara leche, o vino, o petróleo, en vez de a!ua 1replicó5rancisco desabrido1. 2i tiene al!una prueba d$mela y d$jese de refranes.

2e miraron sin comprensión.

1Es usted insolente 1repuso don Aonorio con frialdad1 y no me parece que sea$ste el mejor momento para serlo.

1>in!8n momento es bueno para ser insolente 1replicó 5rancisco dominándose 1@ pero, por lo que a m toca, $ste no es peor que los demás.

1?a lo veremos.

1Es a Dios a quien verdaderamente ten!o que dar razón de mi conducta. Fl sabe perfectamente que estoy siendo calumniado.

1Dios tiene representantes en la tierra y $stos no cuentan con ciencia infusa, sinosólo con prudencia humana. El problema de su conciencia pertenece al fuero interno y escosa suya@ pero, además de eso, e isten aspectos e teriores que entran dentro de mi totacompetencia.

5rancisco creyó verle venir.

1+sted no aprobó jamás la forma de apostolado que practico. !uantó porque sab a

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que yo contaba con el respaldo del obispo. hora encuentra que tiene un prete to paraimponerme su criterio, 7no es as 9

Don Aonorio entrecerró los párpados.

1%e parece que usted minimiza el problema. >o se trata de un prete to, sino de unhecho sumamente !rave.

1Aecho que yo nie!o y usted no prueba.

1En el fuero e terno su situación es muy comprometida y el escándalo es unarealidad. >o hace falta probar nada para que la prudencia más elemental me aconsejesepararle inmediatamente del teatro de sus andanzas.

12in pensar que comete una injusticia si es verdad, como lo es, que estoy siendocalumniado.

El vicario alzó una mano.

1D$jeme a m 1dijo1 con mi propia responsabilidad. un tratándose de uninfundio estimo que ser a providencial. ?a era hora, a todas luces, de sacarle a usted de esemundo. hora no lo comprende@ más tarde me lo a!radecerá. Aa perdido usted dos a-os enuna e periencia que ya estaba juz!ada. Esa carta ya la ju!aron en 5rancia, antes que usted,y la perdieron por completo. ll duró el asunto más de diez a-os, hasta que la prudencia de3oma se vio obli!ada a intervenir. 7? me quiere decir de qu$ valió9

5rancisco hizo un moh n elocuente al responder.

1 uede que i!nore usted que en 5rancia si!uen probando. Dese un paseo poronti!ny. or lo demás entiendo que usted está radicalmente incapacitado para

comprenderlo.

1<%uy amable por su parte= De todos modos soy modesto, no hablo por m , sino por los cardenales del 2anto ficio.

1Tambi$n hay cardenales fuera de 3oma@ los hay en 5rancia, al lado mismo dedonde se llevó a cabo la e periencia de la %isión brera. Ellos dejaron constancia escritade que los sacerdotes que compartieron la suerte de sus hermanos obreros proporcionaron

un testimonio que trascendió a todas las clases sociales y cruzó las fronteras de 5rancia, loque es una verdad incontrovertible.

1La novedad, hijo, la novedad@ y un cierto snobismo al que son siempre dados los jóvenes.

5rancisco le herv a la san!re.

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1Lo que para usted es novedad y snobismo, para el cardenal 5eltin es al!o que haempezado a desvanecer el prejuicio se!8n el cual la B!lesia de /risto no ser a la B!lesia delos pobres, sino la aliada del dinero.

1Eso, en el tono en qu$ lo dice usted, es dema!o!ia, aparte de tópico. 0uien ha

empezado a ver a la B!lesia de /risto como B!lesia de los pobres porque unas docenas desacerdotes se hicieron obreros, ten a obli!ación de haberlo visto antes porque miles y milesde curas rurales, por ejemplo, viv an su pobreza con los pobres.

1 ero lo cierto es que el prejuicio estaba y está creado y arrai!ado. ? no basta conlas demostraciones tradicionales para desmontarlo.

1Cienvenida sea la pobreza y todo lo que usted quiera@ pero para ser pobre,conv$nzase, no hace falta hacerse obrero@ como tampoco renunciar a la elemental di!nidadque compete a nuestro estado.

17? es tambi$n la di!nidad 1pre!untó 5rancisco con iron a1 la que le aconsejaadelantarse al obispo para mandarme a otra parte9

17 or qu$ no9

1/on lo que dará una prueba a quienes me calumnian, lo que acabará de destrozarsu querida di!nidad sacerdotal.

1Entre varios males es de elemental prudencia esco!er el menor. parte de que siyo no pruebo que la acusación responda a la verdad, tampoco prueba usted que se trate decalumnia.

5rancisco !olpeó la mesa con el pu-o. Ten a encendido el rostro.

17Desde cuándo es el acusado quien debe probar su inocencia9

El vicario no se inmutó.

1/álmese. En nada va a mejorar su situación perdiendo el dominio de s mismo./on esta misma fecha, y llamando la atención lo menos posible, dejará usted su vivienda enel suburbio y se presentará aqu para recibir un nuevo destino. 7Aa comprendido9 Aoymismo.

El padre 0uintas bull a de indi!nación. +n te to se le vino a los labios y no tuvoempacho en recitarlo.

1:En la cátedra de %ois$s 1dijo1, se sentaron los escribas y fariseos. Aaced, pues, lo que os dijeren@ pero no obr$is conforme a sus obras;.

La cara de don Aonorio se contrajo, primero, y se distendió, lue!o, en una sonrisa

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indefinible.

12u insolencia no hace más que confirmar mi pensamiento. La respuesta se la dar$ por la tarde. uede irse.

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42

El contraste entre la fábrica y el claustro era demasiado intenso como para nodesconcertar el ánimo del padre 0uintas. >o se le ocultaba que la rapidez con que todo se lehab a impuesto pod a deberse al deseo de colocar al obispo ante hechos consumados, yaque estaba muy pró imo el d a de su vuelta. 2alió del barrio al oscurecer, como un ladrón,sin ánimo para intentar siquiera despedirse de al!uien. En la curia le ten an !uardada una8ltima sorpresa. En su indi!nación ma-anera no hab a entendido que las palabras finalesdel vicario conten an una amenaza. or eso no estaba preparado para escuchar aquello" :Brusted hoy mismo al /onvento de los 3everendos adres, donde tendrá tiempo para enfriarsus insolencias y hará bien en comenzar una buena penitencia. ?, por supuesto, no semoverá d$ all , bajo nin!8n prete to, ni recibirá o escribirá a nadie hasta tanto que lelle!uen instrucciones. ?a $sta avisado de todo el superior;. l pronto replicó" :Esto no es+n cambio d$ destino@ esto es un casti!o;. ero $l vicario estaba en su terreno y contestó":Esto es lo que ha parecido más conveniente para usted;.

asada la primera noche de mal dormir, en medio de una sequedad espiritualdesconocida, estaba ahora en el claustro solitario, donde el trino de un jil!uero hac a más patente el silencio y el revoloteo de un pardal pon a más de relieve la quietud, y sent a en suinterior como un vac o que jamás hab a e perimentado en todos los a-os de su vida. +naabsoluta des!ana invad a por i!ual a su alma y a su cuerpo. 7 or qu$ luchar9 De su mismaamar!ura brotaba un reconcentrado escepticismo. >ada val a la pena. Todas sus iras, ahoraaparentemente apaci!uadas, se volcaban en la persona del vicario. Era un hombre en!olado, pa!ado de s mismo, celoso de una tradición, unas maneras y unos mitos con los que a $l leiba muy bien y en cuya conservación parec a ju!arse personalmente mucho.

l!una invisible maniobra dio lu!ar a que corriera el a!ua del surtidor central que seelevó hasta el cielo, produciendo al caer un rumor cantar n. Estaba absorto en la audiciónmaterial de aquel sonido, cuando una mano le tocó en el hombro.

172e aburre9

Era el superior. 12i he de serle franco todav a no lo s$.

quel hombre de calva tostada y sienes blancas ten a una mirada sorprendentementetranquila y penetrante.

1Lo i!noro casi todo respecto a usted 1dijo1. ero no me e tra-ar a saber que

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estaba ante los restos arrojados a la playa por un mar tempestuoso4 l!o o al!uien le hazarandeado a usted sin compasión.

5rancisco pensó que ten a ante s a la ant tesis de don Aonorio.

12e supone 1replicó1 que estoy aqu por pecador.El anciano levantó las cejas divertido.

1&amos, en eso coincidimos todos.

ero $l sent a como un deseo de herir.

1>o me fi!uro que le hayan acusado nunca a usted de acostarse con una jovencita.

1Tiene razón 1repuso sin inmutarse1, pero eso no quiere decir nada. #es8s le

acusaron de cosas peores.Esta respuesta y el tono de sencillez con que fue dicha, sorprendieron a 5rancisco.

17 iensa usted de veras que hay muchas cosas peores que $sa9

1>aturalmente. /asi todos los pecados fr os de la cabeza, son peores que los quetienen por cómplice al cuerpo, 7o no lo cree usted as 9

12 , pero no es $sa la cuestión.

17 aseamos un poco9

De pronto le apeteció conversar con aquel hombre que parec a formar parte viva dela paz de las piedras doradas por el sol de muchos a-os.

1/on !usto 1dijo.

Era lo que $l necesitaba, un hombre que escuchase, con inter$s, pero sin e cesivacuriosidad@ con deferencia, pero sin interrumpirle a cada paso. /omenzó por el principio.7/uánto tiempo hac a que no se desaho!aba de ese modo94

1+sted lo toma todo muy a pecho 1dijo el superior al fin.

1>o creo que sea humano tomarlo de otra manera.

1Aumano, no@ pero s divino.

1 ero yo soy un hombre, al fin y al cabo.

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los que a sus ojos componen la empresa frente a los productores.

1 ues4 no pensaba en ellos.

1 ero ellos son tambi$n el prójimo, y, a mi juicio, un prójimo en mayor peli!ro y

con mayores necesidades espirituales qu$ los simples obreros, 7o acaso no es as 9 1Es verdad.

1+sted ha aceptado el compromiso del evan!elio@ se ha llenado de autenticidad@ seha desprendido de todo@ se ha hecho pobre con los pobres@ ha esco!ido lo dif cil, lo áspelo in!rato4 >o, d$jeme que termine. 2e le puede admirar@ pero yo le ha!o una pre!unta"7De qu$ le vale todo si falla en la caridad9

1?o amo a esa !ente4

1<>o lo dudo= Cien lo ha demostrado@ pero abomina de la otra !ente45rancisco !uardó silencio.

1De ser as 1si!uió el superior1, 7qu$ diferencia hay entre usted y el que ama alos ricos y desprecia a los pobres9

Este planteamiento no era nuevo para $l@ pero lo hab a tenido rele!ado al trasfondode su conciencia sin permitirse nunca confesárselo del todo.

1&istas as las cosas4 1dijo.

1>o hay otra manera de verlas.

1Es duro.

12i pensamos más en Dios que en los hombres. De otra manera resulta, en efecto,intolerable.

1Todo es distinto si se ve desde aqu .

1Desde lue!o. ero lo que importa es saber si esta visión es más cierta que la otra.

/aminaron un poco en silencio. 5rancisco se sent a en evidencia ante s mismo. Erain8til forcejear buscando razones que no le hab an de convencer. 7 od an a!radar a Diossus intemperancias ante el vicario9 7Era de Dios aquella ira que hab a sentido9

12i miro para afuera 1dijo1 no he hecho mucho en el barrio y si miro para dentrotampoco parece que me haya aprovechado a m mismo4

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170u$ le induce a pensar de esa manera9

1La verdad es que me siento derrotado por dentro y por fuera.

1Tambi$n ahora se equivoca, y perdone que parezca querer aleccionarle en todo.

>o es uno buen juez para s mismo, ni para sobreestimarse, ni para despreciarse. 12 , pero4

&ivamente.

17 or qu$ no deja a Dios ese trabajo9

1Tiene razón.

5ue un coloquio que, si no le aportó soluciones, s puso las cosas en su sitio y le dio

un cierto equilibrio en su desolación, que hab a de librarle de dejarse llevar a ladesesperanza. 2in embar!o, no se hac a ilusiones y, a pesar de su amor propio, tend a a dar por cancelada su e periencia con el fracaso final. Lo ten a todo en contra y se sent aimpotente para remover tantos obstáculos. 2ólo que no acababa de creer que Dios, a trav$sde tantas contradicciones, quisiera manifestar realmente su repulsa, lo que le hubieraayudado mucho para desarrai!arse de una vez de todo aquello. >o quer a pensar en las personas que hab a dejado atrás" Tonchu, /anela, 3aba, el Ener! as, Bsabela, Aierro4 2edaba cuenta de que hasta el odio que pudiera inspirarle al!uno de esos nombres, ya noestar a nunca demasiado distante del amor. La culpa no era de ellos, de $l y de /anela, porejemplo@ sino de muchas !eneraciones anteriores y de la interferencia de muchasvoluntades, de muchos intereses, de m8ltiples prejuicios. %andaban las circunstancias.

Debajo de toda la hojarasca estaban las almas en su simplicidad, siempre mejores de lo quesus manifestaciones pod an dar a entender. :La parte que a m me toca, la 8nica ahora de mie clusiva responsabilidad, es la de hacerme perdonar por mis e cesos;.

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43

La celda que el padre 0uintas ocupaba desde hac a al!unos d as ten a una ventana!rande que se abr a, de par en par, sobre la huerta. +n sol, que ya anunciaba la primavera, pintaba colores nuevos en las cosas, y una suave brisa hac a temblar las tiernas hojasverdes. ? la brisa y el sol entraban hasta la mesa en que 5rancisco se apoyaba en actitudmeditativa. Llamaron a la puerta.

1 delante.

1Aay una visita para usted.El tono con que lo dijo el le!o que asomó la cabeza no era tan trivial como la frase.

17+na visita9

El otro miró fuera, primero, y respondió despu$s.

1<El se-or obispo=

5rancisco botó materialmente en la silla.

170u$ dice9

1Lo que oye.

Aizo ademán de salir rápidamente, pero el le!o le contuvo.

1&iene hacia aqu .

17 qu 94 ero 7dónde está9

1Está con el superior. %e dijeron que les esperara en la celda.5rancisco no sal a de su asombro. +na tremenda e pectación se hab a apoderado de

$l. Los minutos que pasaron fueron de c$balas y altibajos de ánimo. 7En qu$ son ven a e prelado9 7Era buen o mal s ntoma que se presentara en persona en lu!ar de hacerle llamar9

ero no tuvo mucho tiempo para destrozarse a base de conjeturas más o menos veros miles.or lo demás, habiendo renunciado a su empe-o principal, ya no ten a qu$ temer.

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17Dónde está el hombre9

El corazón de 5rancisco se esponjó al solo o do de aquel timbre inolvidable.

1 ase, pase vuecencia 1dijo el superior.

Entraron ambos y 5rancisco se postró de rodillas delante del prelado. 5ue unimpulso espontáneo, nada conforme con su estilo y convicciones.

1Levántate, levántate 1dijo $ste.

2e miraron a la cara. El anciano ten a aire de fati!a, pero los mismos ojos de ale!reluz.

1 qu le tiene 1dijo el fraile con aquella voz que infund a paz.

17/onque te tienen preso9 1pre!untó monse-or. 1?o dir a :retirado; 1apostilló el superior.

1Es lo mismo, 7no9 ero 7qu$ dices t89

5rancisco no apartaba su mirada de los ojos del prelado.

1%e ale!ro de que haya venido.

17%e esperabas9

1Le necesitaba.

1< s me !usta=

1Les dejo 1terció el superior yendo hacia la puerta1. Le traerán un sillón ense!uida, se-or obispo.

1>o se moleste. &eo una silla ah .

1 ero4

1>ada, nada. Estoy servido. %uchas !racias.

En cuanto la puerta se cerró la cara de monse-or onte /arrero se ensombreció untanto.

1Te escucho 1dijo tomando asiento.

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1Le han hablado, 7verdad9

1 penas lle!u$.

12i les ha cre do huel!a que yo hable.

El dolor que 5rancisco llevaba dentro le empujaba de un modo incoercible a adoptaresas posturas@ pero el obispo dijo"

1>o seas chiquillo y deja a un lado ese amor propio de cole!ial. Ae venido paraescucharte. 7Es que ya no merezco tu confianza9

1Le he necesitado aqu 4

/on el prelado 5rancisco volv a a ser directo.

1%e lo fi!uro. >o ha sido mi voluntad la que me tuvo ausente. 1Es i!ual. hora todo ha terminado y ya no ten!o nada que pedir. uede disponer

de m . %ándeme a donde quiera.

170u$ palabras son $sas9 Te desconozco, la verdad.

1El vicario hará mucho más que yo porque me conozca.

El obispo alzó los brazos.

1<&amos= ?a salió el vicario. 7Te trató mal9

5rancisco miró por la ventana.

1 refiero no hablar de eso.

1Aablemos de ti.

1Cien.

1Escucha. >o he formado nin!8n juicio. % rame, por favor4

Lo hizo as . Los ojos de monse-or onte /arrero resultaban punzantes en estasocasiones. hora lo ten an fijo all , como una mariposa clavada en la pared.

170u$ hay de esa sucia historia9

5rancisco le sostuvo unos se!undos la mirada con fijeza antes de contestar.

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1>ada.

17>o es cierto9

1>o.

172e trata de aquella chica de que me hablaste9

17Le habl$ de /artela9

1Eso, /anela.

12 , se trata de ella.

170u$ pasó en realidad9

2e!u an los ojos en los ojos, pu!naces, obstinados. 1+n d a quiso entre!árseme4

172in más ni más9

12in más ni más. /reo que no era capaz de demostrar su afecto en otra forma.

17? t8 que hiciste9

1La rechac$, naturalmente.

17? ella9

12e fue despechada.

170u$ más9

1>ada más.

17Eso fue todo9

1Todo.

Los ojos se!u an como espadas en alto. %onse-or onte /arrero puso una manosobre la mesa. 5rancisco, instintivamente y sin pensar, alar!ó la suya y estrechó la mano delobispo.

17 uedo creerte con se!uridad9 1dijo $ste.

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1 uede 1respondió aqu$l.

2e rompió aquella tensión. El anciano sonrió.

1Te creo, hijo. Te he cre do desde el principio, antes de o rte@ pero era mi

obli!ación hacerte las pre!untas.5rancisco ten a los ojos brillantes. arec a que fueran a formarse lá!rimas en ellos

de un momento a otro.

1 hora me doy cuenta 1dijo1 de que siempre estuve se!uro de que ustedaceptar a mi palabra.

1?o siempre estoy por mis sacerdotes, mientras no se demuestre lo contrario. ?,aun entonces, si!o con ellos, más si cabe, porque es cuando más necesitan de un padre.

1+sted es el hombre más humano que he conocido 1dijo 5rancisco con una voztrascendida de emoción.

El obispo sacudió la mano en el aire.

17Aumano, dices9 <>o lo sabes t8 bien= ero, para ser obispo como soy, y hacetantos a-os, lo que me corresponder a a m ser a ser un poco más sobrenatural, 7no te parece9

1#amás le a!radecer$ bastante4

El prelado interrumpió. 1>o te pon!as romántico. 2eamos prácticos" < hora qu$=

1?a le he dicho que puede disponer de m .

1>o me !usta ese derrotismo que veo en tu actitud.

17Derrotismo9

12 . %e !ustaba más el tipo molesto, insistente e incordiante que eras antes. 70u$ pasa9 7 or qu$ no me pides lo que estás realmente deseando9

17?o9

12 , t84 70u$ te han hecho9 Te desconozco, renunciando as , sin lucha.

1/reo sinceramente que he fracasado.

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La chispeante mirada del obispo centelleó.

17Tienes miedo9

Eso era ponerle rejones a 5rancisco.

17%iedo yo9

17Ten!o que entender que te has dado por vencido9

Tantos altibajos durante la 8ltima semana hab a acabado por desconcertarle.

1?o4

1Escucha 1dijo monse-or onte /arrero con un aire militante1. hora soy yoquien no te deja abandonar.

Los ojos del cura se abr an desmesuradamente. Era como haber intercambiado los papeles.

1 nte una tentación contra la castidad 1si!uió el prelado1 lo mejor y más se!uroes huir, poner tierra por medio. ero ante una calumnia sobre la castidad lo mejor, qu$ di!o,lo 8nico conveniente es dar la cara, hacer frente. 2i ahora no vuelves, todo el mundo seconfirmará en la sucia sospecha. &uelve, pues, y soporta lo que sea. ? cuenta con Dios, quetambi$n jue!a.

17? el vicario9

1T8 no te ocupes del vicario.

+na paulatina y sólida decisión iba creciendo en el ánimo de 5rancisco" &olver. Era,en realidad, lo 8nico que pod a devolverle la fe en s mismo e incluso la confianza en Dios<&olver=

17&olver i!ual que antes9

1E actamente.

17/on la confianza de usted9

1/on toda mi confianza.

17De verdad9 7Aabla en serio9

El prelado alzó la cruz pectoral y mostrándole el /risto respondió.

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1:2i al!uno quiere venir en pos de m , tome su cruz cada d a y s !ame;.

5rancisco rodeó la mesa y se arrodilló de nuevo ante el obispo.

170u$ haces9

ero ya se hab a apoderado de la mano derecha y lloraba sobre el anillo.

1&olverás para sufrir por todos ellos. &olverás para ser quizá crucificado4&olverás sin p$rdida de tiempo. %ejor hoy que ma-ana. ? tu obispo estará conti!o enesp ritu. ? Dios con todos.

a aquellas palabras sin poder articular su propia voz, limitándose a decir que scon la cabeza. +nas fuerzas !i!antes, o la apariencia de las mismas, se levantaban dentro de$l arrebatándole. Br a, cómo no, y que Dios hiciera el resto a su manera.

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1/reo que comete usted una !rave equivocación.

Don 5ederico, a quien remitieron al padre 0uintas, hablaba desde su sillón de la jefatura. ? lo hac a fr o y distante.

1Eso d$jelo de mi cuenta 1dijo 5rancisco.

1>aturalmente nosotros no tenemos nada que ver con los conflictos 1titubeó

como buscando la palabra1 dir amos personales de nuestros empleados.El rostro del sacerdote pareció colorearse@ pero se hab a jurado no perder el domini

de sus nervios.

1Desde lue!o que no 1repuso con no menos frialdad, pero con inequ vocadecisión.

12in embar!o hay al!o más.

170u$ más9

12u falta injustificada de asistencia durante una semana.

12e lo he e plicado.

12 , pero esas e plicaciones particulares, que comprendo, no tienen valor para laempresa.

12ólo una evidente mala voluntad podr a pretender aprovecharse de unacircunstancia como $sta.

Lo dijo mirando de frente, con un !esto que dejaba a un lado la empresa en formaque no admit a duda.

1 llá usted.

1Deseo volver al mismo sitio.

1 or m 4

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1 ues eso es todo.

Ten a que irse cuanto antes de all o reventar a. ero don 5ederico volvió a hablar.

13econozco y reconoc siempre todas las dificultades de su empe-o. 2iempre

quiero ser humano@ pero le di un consejo muy al principio y usted no hizo caso. hora, nosólo no ha lo!rado, que yo sepa, nada de lo que pod a pretender, sino que ha despresti!iadoel sacerdocio ante esas !entes, ha4

5rancisco sent a clavarse sus propias u-as en las palmas.

1<+sted= 1!ritó.

1<Espere, espere= ?o no di!o nada, Dios me libre. ero las cosas están como están.7Aa dado ya una vuelta por abajo9 ?o lo comprendo todo@ sólo que las consecuencias lue!ose nos escapan de las manos y, en todo caso, no sólo es preciso ser honesto, sino que hace

falta no menos parecerlo. 1&amos, d !alo 1e clamó 5rancisco1. +sted ha cre do esos infundios. ero no es

sólo eso. <+sted se ha ale!rado en el fondo de su alma al conocerlos=

Don 5ederico perdió su compostura.

17 or qui$n me toma9

1D$jelo.

12 , será mejor.2alió de all con la boca amar!a y el corazón repicando. 3esultaban vanos sus firmes

propósitos. Era demasiado sensible y al!o se le sublevaba por dentro sin pedirle permiso.

En el taller su inesperada vuelta causó sensación. Todas las cabezas se volvieron ylos cuchicheos ininteli!ibles, de boca a o do, dado el estruendo de la nave, corrieron de punta a punta.

170u$ ha!o9

Estaba delante de 3ufino y $ste le miró de arriba abajo.

17Le parece poco al se-orito 1dijo1 lo que hizo9

#amás hab a sentido aquellas !anas de !olpear un rostro. La alusión no ofrec adudas. ero, ni movió un ras!o de la cara, ni pronunció una palabra.

1?a sabes dónde está la escoba. 0uiero este pasillo como un fanal de limpio.

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Ten a que barrer la nave entera, de uno a otro e tremo, lo que supon a, más o menos,cruzarse con todo el mundo. >o hubo para $l una palabra@ pero s abundaron las sonrisacanallas que intercambiaban unos con otros. plicado a su labor lo observaba todofin!iendo lo contrario. ensaba en Dios para hacer más soportable la injusticia. ero aaquellas alturas no sent a ya por s lo que pasaba, sino por su sacerdocio. :2i yo no fuera

cura, si corriera estos ries!os a t tulo personal, si no arries!ara otra cosa que mi famaindividual y mi buen nombre@ pero as 4;.

+n sujeto fornido, desconocido para 5rancisco, pasó a su lado transportando unachapa deformada.

1Entre _yrie y _yrie, 7eh pill n9 1dijo soltando una risa sumamente e presiva.

2e enderezó para verle ir y le diri!ió una mirada fr a, pero sin odio. Lo que no pod aconsentirse a s mismo era apartar a Dios del pensamiento. En cuanto reaccionaba comohombre, aun como hombre bueno, era otro muy distinto y ten a sus motivos para temerse.

: obres !entes 1pensó1, no saben lo que dicen;. la salida de la nave estaba esperando 3aba sin nin!8n disimulo. 5rancisco quiso

pasar de lar!o, pero el otro le retuvo por el brazo.

1Ten!o que hablarte.

1/omo quieras.

1&en al jurado.

12 .%uchos ojos se volvieron a mirar cuando les vieron irse juntos.

12on tal para cual.

1Todo clericalla.

1<Dios los cr a y ellos se juntan=

1<%enudo elemento nos salió el aco=

1T8 lo que tienes es envidia.

12i lo dices por /anela4

1&amos, que a nadie le amar!a un dulce.

1<Di!o=

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1<Deja que sal!a el >avajas=

172alir9

17>o lo sabes9 Es el rumor que hay.

1<2erá de ver=

17? ella que dice9

1<La muy !uarra=

1D$jate, <que te la dieran=

12 , <pero con un cura=

>ada de todo esto pod a lle!ar a o dos de 5rancisco que, flanqueado por 3aba, entróen el peque-o local del jurado de empresa.

1%enos mal que has vuelto 1dijo /ampo que esperaba all .

1>unca debió marchar 1a-adió 3aba muy serio.

170u$ misterios te traes9 1inquirió aqu$l. 5rancisco e plicó en dos palabras lasórdenes recibidas.

15ue un error 1dijo 3aba.

1Eso cu$ntaselo al vicario.

1Le conozco. Tuvimos una reunión con $l el a-o pasado. ero esto tuyo4

17? vienes a quedar9 1pre!untó /ampo.

12 .

3aba dio unos pasos por la habitación con las manos atrás.

1El asunto está muy mal.

1%e lo fi!uro.

1>o. Está más pobre que cuando te fuiste. Tu desaparición desató todas laslen!uas. 5ue peor que dar tres cuartos al pre!onero. 2i al!uien quedaba todav a con la duda,se acabó. %archarte, y marcharte as , desaparecer, fue darles la razón.

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1 ero mi vuelta4

3aba ne!ó con la cabeza.

1>o 1dijo1. hora ya la cosa hizo fortuna. 2ólo ella4

17/anela9

12 . Ella podr a quitarte el muerto, si quisiera.

1Lo hará.

1>o seas in!enuo. Todo esto ha sido bien montado. Esa zorra habrá llevado su buen por qu$.

1>o la llames zorra.

17/ómo quieres que la llame9

1Es curioso 1terció /ampo1 que seas t8 quien la defienda.

1>ada hay curioso si pensamos que /risto murió por todos@ tambi$n por lossacerdotes que lo entre!aron.

17? qu$ vas a hacer9 1pre!untó 3aba.

17?o94 Lo de siempre, e actamente lo de siempre.

12 , pero la situación ahora4

13eleed el evan!elio. ll dice" :Cuscad el reino de Dios y su justicia;. Lo demás,como sab$is, hay que esperarlo por a-adidura. 0ue Dios dispon!a.

1 ero nosotros4 1dijo /ampo.

1&osotros quietos.

17? vas a a!uantar, mejor dicho, vamos a a!uantar que se si!a propa!ando toda esa basura9

1Dejad a Dios una baza en el jue!o.

1< ero yo salto=

5rancisco miró aquella cara de buen hombre que llevaba /ampo sobre los hombros.

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17? yo9 70u$ piensas de m 9 7%e crees capaz de soportarlo por mi cuenta9 7>ocomprendes que si estoy aqu , si callo, si no le rompo el alma a al!uno es sólo porque mea!arro a Dios con todas mis fuerzas9

Le chispeaban los ojos a 5rancisco y /ampo bajó los suyos.

1Tienes razón 1dijo1, pero yo no s$ si4

1T8 i!ual que yo. T8 eres militante por la misma causa que yo.

1 ero t8 eres sacerdote.

1Lo que no cambia nada, conv$ncete.

1Dejad eso 1terció el otro.

1Cien, 7qu$ más9Los dos hombres se miraron entre s .

1El ambiente está muy estropeado 1dijo 3aba1. >o podemos en concienciadejarte solo ahora.

17 or qu$9

1>o hace falta decirlo. Aemos pensado echarte una mano.

17+na mano en qu$9

1Estás solo.

1 or cierto, 7qu$ es de Tonchu9

17El chaval9 <%enudo punto=

170u$ pasa9

1>o, nada. ese le comen la poca savia que le queda entre unas cuantas prójimas.

1 hora vive en casa de la dela 1dijo /ampo1, as que ima!ina.

5rancisco se quedó pensativo. La deserción del chico no hab a bastado para que le pudiera volver la espalda por entero.

1Te dec a4 1volvió 3aba.

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12 , dime.

1Aaremos de forma que haya conti!o al!uien de los nuestros cada noche.

1<>i hablar=

17 or qu$ rechazas esto9 72abes lo que puede pasar9

1>o va a pasar nada que Dios no ten!a previsto.

1<>o seas terco=

16racias, ami!os 1dijo 5rancisco co!i$ndoles por los brazos. s lo a!radezco deverdad, pero comprended que no puedo aceptarlo. 2i lle!ara el caso, en que no creo, 7qu$ibais a hacer9, 7defenderme por la violencia9 >o, la violencia no entra en mi pro!rama.7 ensasteis en el efecto que har a saberme a m con !uardaespaldas9

1 ero de noche4

10ue no, os di!o. Daos cuenta de qu$ esp ritu somos. Tambi$n edro quiso un d adefender a #es8s con el hierro en la mano. 7Lo hab$is olvidado9

1Es arries!ado4

1/orrer$ el ries!o, no os preocup$is.

5rancisco aquella insistencia le compensó de toda la amar!ura de la ma-ana. Fl

no sab a de s mismo apenas nada respecto a cobard a y valent a. ero lo que ahoafrontaba, por su trastienda espiritual, se sal a de esas cate!or as meramente humanas. :>oimporta tener miedo si uno lo!ra de verdad no aparentarlo;, se dijo caminando solo yconcentrado hacia su casa.

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5ueron unos d as como losas a causa de la soledad. >i le quedaron los ni-os, ya quelos pocos que restaban dejaron de acudir al sótano. Aasta los más peque-os eran llamados avoces por sus madres cuando pasaba $l por la calle, lo que no era sino otra forma más deafrentarle, ya que nadie pod a pensar en serio que $l, 5rancisco, pudiera constituir un peli!ro para aquellas criaturas. Las miradas de la !ente se fueron distribuyendo se!8n unaalternativa elemental. le miraban con burla, o le miraban con ira. >o le dec an nada a lacara, pero ten a la sensación de que estaba siempre a punto de estallar o el chiste fácil o laa!resión verbal. Au a de la calle y se refu!iaba en casa@ pero la soledad pesaba más entrecuatro paredes que dejaban traslucir mucho de la vida que animaba a la colmena. 2i secruzaba con mujeres, en especial mujeres jóvenes, empezaba a notar en sus ojos provocación y reto, y al!unas más concretas le ped an con la mirada !uerra abierta, lo quemuy lejos de hala!arle, le llenaba de una irrefrenable confusión. or otra parte, lo quenunca hab a pensado, antes de su conversación con 3aba y /ampo, se cern a ahora sobre $lcomo una alevosa amenaza y, especialmente, por las noches, le ven a como una obsesión laidea de que la puerta, aquella puerta que se obstinaba en no cerrar con llave, se iba a abrirde un momento a otro para dar paso a al!o o a al!uien de quien pod a esperar todos losmales. Ten a a Dios, eso s , y en muchos momentos esto le llenaba de una e altadafortaleza@ pero esta presencia era cambiante y, en ocasiones, se descubr a ayuno de ella abandonado a su propia y radical inse!uridad. unque parezca paradoja era en la fábricadonde se encontraba menos mal, all , rodeado de estruendo, de material, de hombres,aunque nin!uno tuviera una palabra para $l, porque se!u a en vi!or la ley no escrita que lecondenaba al ostracismo, matizada ahora por el perfil de burla y de desprecio quetranscend a del asunto /anela, hábil y !roseramente manejado por el vul!o.

? en la fábrica pudo, de una forma totalmente imprevista, cambiar unas palabras conTonchu.

El chico no perd a ocasión de mortificarle, pero siempre desde lejos. 5ue 3ufinoquien, sin la menor buena intención, por su parte, dio lu!ar a aquel encuentro casual. &en aTonchu por el pasillo, doblado bajo una pieza que pesaba más que $l. Lle!aba a la altura de5rancisco, que manejaba la escoba una vez más, cuando el capataz aprovechó paraincreparle.

17>o ves al chico que no puede9 <Fchale una mano, co-o=

Tonchu se detuvo, co!ido por sorpresa, y $l se le emparejó. El peso del hierro leshac a juntar casi las cabezas al caminar uno al lado del otro. 5rancisco pod a ver de reojo e perfil del muchacho contra do por un rictus que i!ual pod a venir del esfuerzo, que del

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hecho de tener que estar tan cerca. >o se presentaban muchas oportunidades as .

1T8 no crees nada de lo que corre por ah 1le dijo casi al o do, pero con unahonda convicción.

El chico blasfemó ostentosamente, pero 5rancisco insistió. 1>o me ofendes, pero tampoco me en!a-as.

Tonchu se detuvo en seco. Ten a el rostro arrebolado.

1< or mi madre que dejo caer esto=

1%e conoces. En el fondo sabes que soy inocente.

Empezó a !ritar, dando con ello la mejor prueba de su inse!uridad. Todos cuantos

estaban cerca volvieron la cabeza. 1>o es a m a quien chillas@ es a ti mismo.

?a estaba all 3ufino con los ojos encendidos.

170u$ le haces al chaval9 1le chilló.

10ue te lo di!a $l.

2e armó un poco de revuelo y al!unos hasta enarbolaron las herramientas que ten anen las manos.

1<0uietos todos= 1!ritó 3ufino fuera de s .

5rancisco tomó en peso la pieza que hab a soltado Tonchu y si!uió solo el camino,sin lle!ar a entender lo que a sus espaldas barbotaba el capataz. Aab a sido todo una puraimprovisación. >i esperaba tener a Tonchu tan cerca de su boca, ni hab a preconcebidoaquellas frases. 2e admiraba $l mismo de lo que acababa de decir y, sobre todo, desorprender que lo cre a firmemente en su interior.

El sábado se personó en la casa rectoral, como ven a haciendo durante un a-o lar!o. >o se le hab a ocurrido pensar en ello, pero ahora s , lo ten a all delante, entre los ojo70u$ sab an en la parroquia de todos aquellos infundios9 70u$ concepto hab an formado de$l9 Esto hac a que se acercase al comedor con una inevitable aprensión y en un estado dealerta que, dado su carácter, andaba a un paso de lanzarle a la ofensiva.

2e acababan de sentar cuando $l entró. Lo primero que llamó su atención fue lamirada de na, el ama de llaves. En sus ojos estaban todos los reproches puritanos de unasoltera clerical ante un supuesto desliz de la carne. >o hab a piedad en aquella mirada. Los

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sacerdotes, en cambio, aparentaban, al menos, una absoluta normalidad, aunque $l ya no sefiaba de meras apariencias.

Tras los saludos rutinarios, la conversación lan!uideció, en vez de chispear desde el principio, como sol a ocurrir anteriormente. >adie hac a alusión a las novedades 8ltimas, n

siquiera al retiro momentáneo en el convento, del que sin duda estaban enterados. Aastaque #os$ %anuel, el coadjutor más joven, con una mirada que demostrabainequivocadamente que el tema ya hab a sido debatido sobre aquella mesa, hizo la pre!unta.

17Aablaste con el se-or obispo9 7Es cierto que te ordenó volver9

5rancisco vio en los ojos juveniles una adhesión que sab a incondicional.

12 1respondió1, es cierto.

Aubo un silencio en que sólo se escuchó el ruido de los cubiertos sobre los platos. 17Está informado de todo el prelado9 1pre!untó 2er!io mirando delante de s .

1Tratándose de ciertas cosas 1repuso 5rancisco1 lo que sobran soninformadores.

El párroco miró a uno y otro.

1El se-or obispo sabe lo que hace 1dijo sentenciando.

12in duda. ero me ha sorprendido 1repuso 2er!io. 1</ómo no= 1e clamó 5rancisco.

1 hora, particularmente, y pensando en ti 1si!uió don #acinto1 creo que es unalocura que hayas vuelto.

1>o se preocupe.

170ue no me preocupe9 Estás en mi parroquia.

1>o quise decir4

2er!io interrumpió.

1Es muy desa!radable todo lo ocurrido.

17 qu$ te refieres9 1pre!untó 5rancisco buscándole la mirada.

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1T8 lo sabes mejor que yo.

1Lo que me e tra-a es que t8 est$s tan bien enterado.

1 l confesonario lle!a todo en se!uida.

+n movimiento de ira empezaba a alzarse en el ánimo del padre 0uintas. Lo sent avenir y crecer mientras hac a esfuerzos por controlarse.

1>o creo que nadie del barrio, o de la fábrica, se acerque a confesarse conti!o.

1Lo que no viene si no a demostrar una vez más la inutilidad de tu ori!inal formade haber apostolado, que llevas ah dos a-os y en la parroquia, que yo sepa, nadie lo hanotado todav a. ? ahora, cuando lle!an los primeros efectos, como di!o, ya sabes de qu$ setrata4

2obre el mantel pod an verse casi blancos los nudillos de los dedos apretados de5rancisco.

1&amos, vamos 1terció don #acinto1, dejad eso.

Aab a en su mirada posada en $l una desacostumbrada comprensión, pero $stereplicó.

1>o, nada de dejarlo. Lo vamos a aclarar de una vez por todas.

17 clarar qu$9 1dijo 2er!io, mirando ahora de frente.

1Estás insinuando al!o desde que me sent$.

1?o no insin8o nada. En tu conciencia no me meto. ero el clima e terno e iste@ hatrascendido. ?, en estas circunstancias, visto desde aqu , entiendo que lo mejor era turetirada.

172 9

1En ese atasco tuyo estamos comprometidos todos. Es embarazoso para todos losque llevamos sotana aqu .

#os$ %anuel alzó una mano.

1?o no pienso as 1dijo.

16racias 1repuso 5rancisco posando por un instante sus ojos en el joven1. ? t8escucha una cosa. 7 iensas que yo te comprometo a ti y no se te ocurre pensar que t8 mecomprometes a m 9 /uando yo soy rechazado, cuando soy incomprendido, cuando me veo

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rodeado de recelos, cuando encuentro a la !ente erizada de prejuicios, 7qu$ te parece9,7pa!o pecados propios, o sufro las consecuencias de los ajenos9 7Los que ahora tratamosde acercarnos y !anar al mundo obrero, pur!amos por nuestros errores, o por los errores dequienes nos precedieron, más, de quienes comparten nuestra !eneración, pero no nuestroscriterios, de quienes si!uen aferrados a una tradición e terna que ya ha demostrado con

creces su ineficacia, su trasnochada inoperancia, su in!enuo triunfalismo92er!io a!uantó impert$rrito y repuso"

1?a tienes en la boca los tópicos del d a. /uando oi!o la palabreja de fortuna sientonáuseas" Triunfalismo. 70u$ hay que hacer, entonces, ser derrotista como vosotros9

1>i uno ni otro.

170u$, pues9

1:>osotros;, como dices t8, procuramos ser realistas. 2ólo eso. 1< saber lo que entender$is por realismo=

1Te dir$ una cosa 1dijo 5rancisco echándose hacia atrás en su silla1. 2i!ue t8sentado en tu confesonario. 2i!ue con tus !rupitos, con tus circulitos, tu roperito, tusdirecciones de :!ente bien;. 2i!ue, que, de todos modos, t8 no lo verás. principios deeste si!lo el *V de la población mundial era cristiana. ara el a-o ]UUU, se!8n las máshala!He-as previsiones, apenas alcanzará el ]UV.

1Esas estad sticas4

1Espera, que son datos de demó!rafos católicos como Couffard, !ente nadasospechosa. ero como de los llamados cristianos, apenas la mitad son católicos, para elcomienzo del pró imo milenio sólo un 'UV de la población mundial será católica. 72abeslo que esto si!nifica9

1:El poder del infierno no prevalecerá; 1dijo 2er!io citando con firmeconvicción.

1De acuerdo@ pero sin caer en la in!enuidad de pensar que todos los que van a misason aut$nticos católicos, pero s que todo buen católico va a misa los domin!os, y teniendo

en cuenta que el ndice de este cumplimiento, en el mejor de los supuestos, se acerca al]*V, cifra en la que no creo, pero que concedo, resulta que para el a-o ]UUU, el n8mero decatólicos, sólo aceptables, en principio, andará por el ],*V de la población mundial.

17? qu$9

1>ada, nada, ya te di!o. 0ue si!as ah sentado bien tranquilo y que condenes acuantos se sal!an de la fila.

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2er!io estaba encendido tambi$n. Era un tema que apasionaba a ambos.

1?o no s$ si ha!o poco 1dijo1, lo que si s$ es que lo que pasa conti!o,ciertamente, no va a favorecer esos tantos por ciento.

ntes de que 5rancisco pudiera abrir la boca, terció don #acinto. 12ólo la caridad puede salvar al mundo.

quella frase dicha plácidamente por un hombre de carácter irascible hizo su efecto.

1Estoy de acuerdo 1murmuró 5rancisco1, aunque lo olvide tantas veces.

2er!io no insistió.

12ois jóvenes 1si!uió el párroco1. Todav a pod$is hacer mucho. +nos tienen que

se!uir con lo bueno anti!uo. tros tienen que buscar caminos nuevos. ero si la !uerra estádentro, si no hay amor, 7qu$ esperáis9

Era un len!uaje al que no estaban acostumbrados en aquella boca. >o es que tuvieranadie dudas respecto a que el anciano ten a un enorme corazón. ero lo hab a celadosiempre bajo formas ariscas y frases contundentes.

na quitó los platos. 2us ojos se!u an siendo duros cuando miraba al padre 0uintas.La carne vir!en era implacable con los supuestos pecados de otra carne.

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La noticia corrió por el barrio como la pólvora.

1</alieron los detenidos=

5ue un chiquillo el que lo !ritó desde la puerta de :El fricano;, lo que bastó paraque se produjera el tumulto.

En los bloques la buena nueva se proclamaba de ventana en ventana y hab a caras

anchas, sonrientes, saludadoras. todo el mundo parec a irle al!o en la noticia. 17Es cierto eso9 1pre!untó #ustino a /ampanilla en medio de la calle.

1Lo dijo mi chico. $l se lo dijeron en la escuela.

1 ero 7dónde están9 70ui$n los ha visto9

1>o s$. Las noticias corren más que las piernas.

12 , claro.

ero la realidad no era tan redonda como la noticia, y su rebaja dejó la cifra en unescaso cincuenta por ciento. >i Aierro, ni 2almones, ni el Ener! as volvieron al sol. 2 , encambio, recobró la libertad el >avajas, /elestino /orcuera. Fste, con otros de menorcuant a, ya estaba camino del barrio, al parecer.

1<La que va a armar /elestino= 1dijo un bebedor en la barra de :El fricano;.

1<Ese le arrima el ascua al cura= 1repuso el tabernero1. <?a lo verás=

1<5alta hará que al!uien d$ una lección a ese cuervo=

1Eso, eso 1remachó el fricano, convencido además de que el cliente siempretiene razón.

1?a es hora de salir por el honor de las hijas del pueblo, holladas durante si!los poresa alta !entuza.

1? que lo di!as.

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Todo el barrio ard a en comentarios, y aunque a 5rancisco no vino nadie a darle lanoticia, le lle!ó por el aire, !racias a las voces chillonas de las mujeres. Ten a el turno detarde y fue al ir al trabajo cuando los !ritos le dieron la clave de las nuevas miradas quedesde la ma-ana sent a clavadas en su rostro. ero fue Rscar 3aba quien, en la fábrica,acabó de pon$rselo en claro.

12 !ueme.

asaba de lar!o y dijo esa palabra en un tono que no admit a espera.

170u$ pasa9 1pre!untó 5rancisco una vez fuera de la nave.

1>o hables aqu y ven detrás de m .

Le si!uió por aquellos vericuetos fabriles hasta lle!ar a unos almacenes totalmentedesiertos a aquella hora.

1/ierra.

1 ero 7qu$ pasa9

3aba le miró despacio.

17De veras no lo sabes9

12i te refieres a la salida de los presos4

1E actamente. 1Cien. Lo he o do por ah .

17? te has dado cuenta del ambiente que se ha formado9

1>o he hablado con nadie.

1Aan soltado al >avajas4

1%ejor para $l.

Los ojos de 3aba no se apartaban de los del sacerdote.

1Es un bestia. T8 lo sabes i!ual que yo.

12i!ue.

10ue a estas horas debe de haber lle!ado al barrio y le estarán calentando los

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cascos. 7>o lo comprendes9

1?o no ten!o nada que ver con el >avajas.

5rancisco se obstinaba en no querer tomar conciencia de cierta insoslayable realidad.

1Todo el mundo espera que te pida cuentas 1dijo 3aba con intención.

17/uentas de qu$9

2e impacientó"

1<&amos= <Despierta, hombre= Lo sabes tan bien como yo. Te odia. >unca te tra!ó.? ahora, en cuanto le calienten esa cabeza de mosca que tiene, se sentirá obli!ado a venir por ti.

1El hijo de /anela es suyo 1repuso 5rancisco con calma. 1<Demu$stralo= >o conoces a esa !ente. Lanzado el infundio ya puedes irles con

discursos@ porque, dime, 7qu$ tienes t8 más que palabras9 7? qu$ crees que puedesconse!uir sólo con palabras9

3aba no era un timorato, ni era fácilmente impresionable, y $l lo sab a. 2u razonadaalarma comenzó a hacer mella en el ánimo de 5rancisco. /aptó, de pronto, toda lahostilidad de que estaba car!ado el ambiente.

17/ómo lo ves t89 1pre!untó.

1%uy mal.

1?a.

1/reo que debes irte.

3eaccionó con viveza.

1<Eso nunca=

1 l menos por unos d as.

17 tra vez9

1Es de elemental prudencia4

1<>o= >o me mover$ de aqu .

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1%e lo supon a 1dijo 3aba con satisfacción.

16racias.

1 ero, entonces, puesto que te quedas, necesitas protección.

1?a hemos hablado de ese punto.

12 , pero ahora las cosas se han puesto mucho peor.

5rancisco sent a cierto miedo que iba invadiendo su parte consciente, pero eso noafectaba en nada a la firme convicción que ten a al respecto.

1>o quiero !uardaespaldas. Eso es contrario a cuanto si!nifico. 2i decidoquedarme, y lo decido, debe ser con todas las consecuencias.

3aba se le quedó mirando preocupado. 1>o s$ si es valent a o inconsciencia lo tuyo 1dijo.

1>in!una de las dos cosas, cr$eme.

1 uede que ten!as razón@ pero hace falta mucha fe para esperar sereno. /elestinoes mortal con la navaja.

5rancisco sacó fuerzas de flaqueza para decir lo que pensaba.

1E a!eráis. demás es posible que $l sepa muy bien de dónde salió esteinfundio4

1>o te ha!as ilusiones. /uando lo encerraron no se hab a o do una palabra de estahistoria4

12ea lo que sea correr$ el ries!o.

3aba refle ionó.

1Aoy, al menos, 7no puedes ir a dormir a la parroquia9

1 uedo, pero no lo har$.

1/elestino beberá esta noche. 2iempre lo hacen cuando salen4 <%al consejero elvino=

1Escucha 1dijo 5rancisco con decisión1. Todo el mundo tiene puestos los ojosen m . ? hoy más que nunca4 Br$ a casa, como siempre, y dormir$ all .

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1/ierra con llave, al menos.

17 ara qu$9 De todos modos, si llaman, voy a abrir4

2e miraron a los ojos.

1/u date, aco.

1Dej$moslo a Dios, scar.

&olvió al trabajo, lo!rando pasar inadvertido de 3ufino, pero no de las miradasinquisitorias de los obreros, y su ima!inación comenzó a funcionar intensamente. ?a nosab a si los ojos que ve a indicaban odio, desprecio o lástima. De ah a sentirse miradcomo v ctima propiciatoria no hab a más que un paso. 2e dio cuenta de que estaba poni$ndose nervioso y advirtió que hac a rato que ten a un molesto nudo en la !ar!anta.

aquella misma hora hac a su entrada en la taberna de el fricano la corte queconstelaba a /elestino /orcuera, el >avajas, y a dos o tres tipos más de menor cuant a.5ueron recibidos por los bebedores con !randes muestras de al!azara. or unos instanteslos :vivas; y los :mueras; atronaron el chamizo. Lue!o todo el mundo quer a convidar,empezando por el tabernero que obsequió a los liberados con la primera ronda.

/elestino ya le hab an venido calentando las orejas durante todo el trayecto. Lasnoticias que se estiman malas tienen más propensión a ser comunicadas que las buenas.Labios oficiosos, labios mordaces, lujuriosos labios y labios cómplices le hab an pintado elcuadro completo, con las consi!uientes tintas de adorno salaz e ima!inario. Fl hab aescuchado a todos sin hacer comentarios y ahora, acodado en la barra, se!u a sin hacer

comentarios, al tiempo que echaba al coleto vaso tras vaso de un vino !rueso y casi ne!ro, pre-ado de alcohol, enajenante y peleón.

1? tiene el tup$ 1dec a uno1 de se!uir aqu como en tierra conquistada.

1 orque sabe que /anela no tiene hermanos y el padre es un lisiado, si no, dequ$4

1<Los curas=4 Te di!o yo, hermano4 ?o conoc uno que4

1<0ue se casen, jobar=4 <? que dejen tranquilas a las hijas del pueblo=

1? /anela, bueno t8 ya lo sabes4

/elestino !olpeó la madera con el pu-o.

1</allarse= 1!ritó.

Todo el mundo lo hizo y una voz cualquiera ordenó"

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1< tra ronda, fricano, que yo pa!o=

oco más tarde sonaba la sirena del relevo de turnos y 5rancisco se cambiaba paraabandonar la fábrica. +na cierta an!ustia hab a acampado en su interior y la sent af sicamente localizada en su pecho. Era noche cerrada y ten a que abandonar el se!uro del

tajo, donde, rodeado de hombres, aunque los sintiera distantes de mil modos, se encontrabamás a !usto.

rocuró retrasarse cuanto pudo, para dejar salir delante al !rueso de la !en le. >adamás franquear la puerta se llevó un sobresalto. ero se trataba de 3aba y de /ampo, que leestaban esperando y le flanquearon en cuanto pisó la calle.

170u$ pasa9

12i!ue y calla.

Dados unos cuantos pasos y cuando ya no ten an a nadie cerca de ellos, 3aba tomóde nuevo la palabra.

1?a lle!ó.

17/ómo lo sabes9

1 qu no hay secretos.

1Aace un rato todav a estaba en :El fricano; 1dijo /ampo.

1Cebiendo, como era de esperar 1a-adió el otro.5rancisco caminaba con la vista fija ante s .

17? qu$ quer$is vosotros9

1&amos hasta tu casa.

1>o quiero que subáis.

1>o subiremos.

1 ero no sal!as 1dijo /ampo.

1>o lo har$.

nduvieron en silencio.

1>o me !usta nada todo esto 1comentó 3aba como para s .

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Entre luz y luz quedaban !randes espacios ne!ros en que apenas se ve a.

1>o s$ qu$ piensa el yuntamiento 1murmuró /ampo.

1/ruza la venida y lo verás.

1Es una ver!Henza.

5rancisco ten a miedo@ pero estaba firmemente decidido a no darlo a entender. /re aque era lo menos que deb a a su fe en Dios.

1Esto 1dijo1 sólo se soporta llevando nuestra propia luz encendida dentro.

Eran palabras de claro simbolismo que nadie comentó, mientras se!u an andandoacompasados.

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5rancisco no hab a sentido nunca la soledad como esta noche. Echaba de menos aTonchu de una manera casi dolorosa. Aasta los ruidos habituales de aquella palpitantecolmena parec an haberse apa!ado. Era como si toda la casa, con sus centenares dehabitantes, participara de aquel enervante clima de e pectación que hab a estallado con lanoticia de que volv an los detenidos. >o ten a sue-o4 aseó lar!o rato por sus doshabitaciones. /ada vez que daba frente a la puerta de la escalera, sus ojos se fijaban en el pomo, y es que estaba obsesionado con la idea de que lo ver a !irar en cualquier momento,!irar silenciosamente, !irar hasta el fin@ reminiscencia, sin duda, de al!una pel cula deterror vista sabe Dios cuándo. 3aba y /ampo le hab an dejado en el portal, ante su ne!ativaa permitirles que subieran. ?a hab a sido arduo el momento de entrar en la casa. l!uien pod a estar esperándole, amparado en la oscuridad. vanzó a tientas hasta dar con la luzque, absurdamente, no estaba al lado de la puerta. 5ueron unos se!undos en que se leestremecieron los flancos, como si al!o o al!uien hubiera de atentar contra $l porcualquiera de ambos lados. 7 or qu$ ten a tambi$n que soportar aquello9 7>o era un vanoquijote, despu$s de todo94 l fin decidió echarse, esperando que el sue-o le hiciera leveaquella noche. >o ten a nin!8n hambre y no hizo más que beber unos tra!os de caf$ conleche que quedaba en el termo. Estuvo a punto de acostarse vestido@ pero no hab a unrazón que quisiera admitir para una cosa as . ? es que de hacerlo, lo mejor ser a ya tomarlas de &illadie!o y poner tierra por medio. Estaba en la cama y los nervios no le dejabanconciliar el sue-o. Daba vueltas y más vueltas y se sorprend a a s mismo, espiando cadaruido, a!uzando el o do en la oscuridad. veces se pon a a rezar. Aablaba con Dios y lohac a con una vehemencia qu$, de traducirse en voz, hubiera supuesto verdaderos !ritos. >o obstante acabó por quedarse dormido.

/uando se despertó, en medio de la más total oscuridad, hubo un primer momentoen que cre a estar so-ando, pero fueron sólo se!undos. Bnmediatamente se sintió l8cido porcompleto. 2entado en la cama escuchó el distinto e inequ voco ruido de muchos pies por laescalera arriba. 2upo en se!uida que no iban a pasar de lar!o y, a pesar de que sub anaprisa, la leve espera se le hac a eterna al tiempo que un sudor fr o empapaba su cuerpo4

ntes de que !olpeasen la puerta se hab a tirado de la cama y ten a los pantalones puestos sin haber encendido a8n la luz. La llamada retumbó en la casa. Ten a al!o de perentorio y de violento. Bnstintivamente hizo la se-al de la cruz e iluminó el cuarto. >odeb an de comprender que la puerta estaba sin cerrar con llave. l diri!irse hacia ella susojos rozaron la ima!en de /risto que pend a desnuda sobre la pared de cal. 5ue una miradaintensa. 2us piernas temblaban li!eramente, pero sus labios dijeron" <iat voluntas tua.

brió.

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17Dónde está9

1En ca la aca. La metieron all .

Era un clamor por la escalera abajo.

1<2e desan!ra=

170u$ pasó9

1<El >avajas, Dios lo hunda=

1<+n m$dico= <0ue vayan a buscar un m$dico=

17La viste9 <Clanquita como el papel quedó=

1<Des!raciao=5rancisco rezaba sin hacer caso de las voces que se profer an en torno suyo. :<0u$

est8pida tra!edia, Dios=;. Era como si todo su problema hubiera sido barrido por aquellacalamidad. ?a no pensaba en s , sino en el alma de /anela. /orr a entre las mujeres. :<0ueme reconozca, 2e-or=;. Aab an dicho que ella le llamaba. Despu$s de todo iba a ser ciertoque era un alma a su car!o. #amás hab a cre do en su odio, y el despecho pod a disolversen un se!undo al contacto con la san!re. :<Dios m o, dale vida=;4

la puerta de la aca se arremolinaba la !ente. Era un viejo edificio de una sola planta, casi al borde de la e planada, anti!uo casón de labrant o, anterior al alud del barrio.

#usto a su altura estaba el 8ltimo punto de luz municipal.La lle!ada de 5rancisco provocó una oleada de s8bita e pectación. Aubo

comentarios para todos los !ustos@ pero $l, obsesionado con el afán de lle!ar a tiempo, notuvo atención al!una para ellos. hora se sab a prota!onista y ni la idea de un posibleencuentro con el mismo /elestino amen!uaba su mpetu.

1<&amos, dejad pasar= 1dijo con imperio y todo el mundo se echó a un lado.

Aubo palabras maliciosas, miradas y codazos, pero $l entró, sinti$ndose due-o de lasituación. Entre un torbellino de !ente, de lienzos rojos por la san!re, de ayes y suspiros, se

encontró con los ojos dilatados de /anela fijos en $l. La piel hab a perdido su doradocaracter stico y aparec a blanca como un sudario. El rubio cabello se derramaba como una pálida corona en torno a su cabeza.

1<2alid todos= 1dijo 5rancisco con imperio.

Aay tonos de voz que no admiten r$plica. En un momento quedó desalojado elcuarto y $l cerró la puerta. Lue!o fue a arrodillarse al lado de la chica, que no hab a dejado

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de mirarle. En aquellos ojos, otra vez infantiles, hab a mucho miedo.

1< ili= 1e clamó, co!i$ndole una mano.

2intió la fuerza desmayada con que quer a asirse a $l.

1Tranquil zate, ni-a, no ha!as esfuerzos4

&io que deseaba hablar.

1Dime, ili, dime bajito4

cercó el o do a sus labios.

1< erdón= 1susurró ella.

5rancisco acarició su frente. 1>o te preocupes por m 1ce apresuró a decir1. ?o siempre te quise y te quiero

como siempre. 2i estás arrepentida pide perdón a Dios4

1 erdón a ti4

or los !randes y hermosos ojos andaba el a!ua suelta y dos lá!rimas ibanresbalando por las lisas mejillas.

1< ero si yo te perdono, ni-a= <2i yo te quiero mucho=

1<Ten!o miedo=

Aablaba con un hilo de voz.

1>o tienes nada que temer. Dios y yo estamos conti!o4

1Te hice da-o4

0uiso protestar con toda su alma.

1<0u$ va, mujer= lvida eso. Dios te lo perdona todo. dele perdón a Dios4

Los ojos infantiles se!u an clavados en $l de par en par.

1%e obli!aron 1dijo14 y yo cre a que4 te odiaba.

quello no pod a prolon!arse.

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1Escucha, ili, arrepi$ntete de todos tus pecados4 >o, no pienses en ellas ahora.2ólo pide perdón a Dios conmi!o, p dele perdón4 7me oyes9

1D selo4 a todos4

/ada vez era más dif cil entender lo que dec a. 170ue les di!a qu$9

2e notaba el esfuerzo que hac a para hablar.

10ue t8 no4 que t84 que no fuiste4

1</alla=

5rancisco advirtió de pronto que tambi$n $l lloraba sin haberse dado cuenta de

cuándo hab a comenzado a hacerlo. 1>o quiero morir 1parec a recuperar al!unas fuerzas14 quiero decirles4 que4

que no4

1 ✓ </alla, ni-a, calla=

1Llama4

17 qui$n9

3espiraba con fati!a.

10ue sepan4 que yo no4

La tomó por las manos. La ve a entre lá!rimas.

1/anela 1le salió el viejo nombre1, te voy a dar la absolución.

1?o4 en el bolsillo4

1>o hables. >o di!as nada. Dios te perdona4 ahora mismo. Te perdona Dios4 detodo4

El terror de los ojos infantiles le sobreco! a. %iró hacia arriba y fue diciendo"

1 %go te absolvo e peccatis tuis= in nomine -atris, et <ilii, et *piritus *ancti4

l terminar de hacer la se-al de la cruz con la diestra, bajó la mirada y encontró, denuevo, los ojos de la chica fijos en $l, pero, instintivamente se dio cuenta de que al!o

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impalpable hab a cambiado.

1< ili= 1e clamó1. <>i-a= </anela=

La sacudió por los hombros,`ero sab a que era in8til.

1< ili= 1repitió todav a.

2obre el murmullo de las voces de fuera sintió a lo lejos el ulular de una sirena. /onlos ojos arrasados de lá!rimas besó la frente de aquella pobre chica. :Descansa en paz, hijam a4 hora, en Dios, comprenderás que no te !uardaba rencor;. Bndiferente al tiempo,hizo bajar suavemente los párpados sobre aquellos ojos que hab an perdido el brillo. El bolso estaba en el suelo, junto a la cama. Lo tomó entonces y lo abrió. Aab a un papeldoblado dentro. /on letra de cole!iala sin provecho estaba escrito all " :>o es cierto quefue aco. El padre es /elestino. ili Cardales;. La sirena parec a estar sonando ya encima.2e puso en pie y se secó las lá!rimas. %iró al cuerpo yacente. :>unca cre que me odiases

de verdad, nunca;. 5ue hacia la puerta con el billete en la mano y presintió el mundo quehab a al otro lado. 70u$ iba a hacer94 >o fue el fruto de una elección premeditada. 5ueal!o elemental, instintivo. 2us dedos arru!aron primero el papel y lue!o lo rompieron enmenudos pedazos4

1>o será as como yo triunfe 1dijo a media voz, y la miró1. 6racias, peque-a, detodos modos.

? arrojó los peque-os trozos en un rincón. >o trataba de ser un h$roe. l menosnada más lejos de su pensamiento en aquel instante. Tampoco más tarde se arrepentir a delo hecho. %iró por 8ltima vez el cuerpo de la chica cuando ya sonaban !olpes en la puerta.

1Descansa en paz 1dijo, y abrió.

Aab an lle!ado a un tiempo la ambulancia y la polic a. 5rancisco vio pasarindiferente a aquellos hombres.

La paz de la estancia se acabó. Bba a salir, cuando un individuo de !abardina leincrepó.

17? usted qui$n es9 70u$ hac a aqu 9

Lo contempló con calma. 2e sent a al otro lado de toda e citación. 12oy el padre 0uintas.

Los ojos del otro se abrieron con pasmo.

17+n cura9

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12 1dijo serenamente1. cabo de ayudarla a bien morir.

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Aubo inevitables molestias por parte de la polic a. 5rancisco pasó como ausente porlos careos y las declaraciones. 2e mostraba correcto, pero se le notaba desinteresado detodo aquello.

En el barrio los hechos produjeron en principio una suerte de estupor y las len!uasse retrajeron. El hecho de que /anela requiriese al padre 0uintas a su cabecera desorientó amás de uno@ pero la primera impresión de un sucedido no suele ser duradera y, una fraseaqu , un comentario all , pronto empezó a ser todo como antes.

De i!ual forma, la primera reacción en contra del >avajas fue cediendo paso, sobretodo en los hombres, a una t mida justificación que, poco a poco, dar a lu!ar a la leyenda.

ara muchos era el macho que ven!a su honor, lo que por estos paralelos tan católicos,contó siempre con una indul!encia complaciente.

/elestino no tardaron mucho en echarle el !uante, y en sus declaraciones no seanduvo remiso ni paró en delicadezas, con re!ocijo de más de un funcionario queencontraba todo aquello sumamente divertido.

5rancisco quedó desmantelado y triste@ con una tristeza que parec a hab$rsele

metido en los huesos y un desabrimiento que, por contraste, le hac a olvidar aquel vac oque, en torno suyo, nadie se preocupaba de romper. Bba y ven a de la fábrica. Trabajaba pero, rodeado de obreros, mudos para $l, era lo mismo que trabajar en el desierto. En dosa-os y pico, y más concretamente en los 8ltimos meses, hab a envejecido, si cabe decir estode quien no ha cumplido todav a los cuarenta. cud a los sábados a la parroquia, perodeclinaba el discutir. /om a en silencio y respond a con desnudos monos labos. 2u rostrocon la creciente del!adez, parec a el de un asceta@ pero, en todo caso, era un asceta que nalcanzaba a Dios, porque, a pesar de su fidelidad en los cumplimientos y de insistir en laoración, su corazón estaba seco y encontraba en el cielo una pared de bronce que nolo!raba penetrar.

l!uien debió de llevar hasta la curia los 8ltimos rumores sobre la situación, pues5rancisco recibió, por medio del párroco, una ur!ente cita del prelado.

Lo. que en otra ocasión le hubiera puesto en !uardia y aprestado sus defensas, ledejó ahora indiferente. >o se quer a confesar que, al e tremo a que las cosas hab anlle!ado, un cambio de destino le hubiera parecido una aut$ntica liberación.

Descol!ó su sotana, la cepilló y se vistió en la forma tradicional. Tomó el camino de

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la curia, sin pena ni !loria, y recordó el joven fo!oso que tiempo atrás diera los mismos pasos per!e-ando ar!umentos, esco!iendo respuestas, ima!inando dificultades que superar.? lo sintió e tra-o y lejano, so-ador e in!enuo4 :>o queda nada de $l;, se dijo.

Entró en el edificio sin nin!una emoción. >o tuvo que !uardar antesala. 2e abrió la

!ran puerta de roble y la fi!ura del obispo avanzó a su encuentro.%onse-or onte /arrero no hab a cambiado nada y sus ojos se!u an teniendo el

mismo brillo penetrante. hora era todo solicitud.

1 asa, hijo, pasa.

5rancisco, que al tomar la mano hab a insinuado apenas una reverencia, entró en`eldespacho si!uiendo al prelado.

12ent$monos.

Lo hicieron ambos, a uno y otro lado de la amplia mesa.

1Tienes muy mala cara 1dijo el obispo avizorándole con los ojos.

1>o s$ 1replicó $l sin nin!una convicción.

17Te pasa al!o en el cuerpo9 7Estás enfermo9

1>o.

1/laro que no. Lo que te pasa a ti es en el alma. 1Eso me temo.

El obispo le alar!ó una caja.

170uieres fumar9

1>o, !racias.

1/u$ntame, entonces. 7/ómo van tus cosas9

1>o me di!a que no lo sabe4

1Aombre, depende. En parte s y en parte no.

12abrá que hubo un crimen.

12 , eso s .

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17? se dio cuenta de qui$n era la v ctima9

1Tambi$n.

La mirada del obispo reflejaba una tristeza honda, pero 5rancisco no le miraba a los

ojos. 1%e pre!unto a veces 1dijo como para s mismo1 si no fui yo quien la mató.

Las manos del prelado se alzaron en el aire.

1<Tonter as= 1protestó1. Estoy bien enterado. >o quieras asumir todas lasresponsabilidades. Castante llevas encima ya4 7Te han molestado con eso9

170ui$n9

1La polic a. 1Cah, no más de lo indispensable.

1/u$ntame tu versión.

17Es necesario9

1%onse-or dijo quedamente"

1% rame4

5rancisco alzó los ojos.

12 1repuso.

17/ómo fue9

Empezó la relación sin entusiasmo, pero con sinceridad. Lo contó todo, desde la primera noticia que tuvo respecto a la puesta en libertad de los detenidos del barrio, sinomitir las !estiones de 3aba y /ampo, los militantes de la A /. 3elató las dudas que leasaltaron al ser requerido para asistir a ili. 2ólo titubeó al lle!ar a los rue!os de la chica para que proclamase su propia inocencia, pero acabó por dar todos los detalles.

1De modo que tuviste entre tus manos el papel.

12 , durante unos se!undos. 2in duda lo escribió temiendo lo peor de /elestino4

1? dec a eso.

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17Derrotado por qu$9

5rancisco esbozó un !esto va!o de impotencia.

1+sted dirá4

1E pl cate.

Aizo una pausa.

1Aace mucho tiempo, casi me parece un si!lo, estuve aqu . Llevaba un a-o en el barrio, un a-o en la fábrica, y usted me apretaba y yo me defend a, 7recuerda cómo medefend a94 Le dec a que, al menos, ya hab a hecho dos conquistas" Tonchu y ili4

12 , me acuerdo bien.

1 hora ha pasado un si!lo, como di!o, y 7qu$ puedo presentar9, 7cuáles son misconquistas9 ili ha muerto. Tonchu se ha alejado. ? nadie, f jese bien, nadie ha venido asustituirles. Entonces se me quer a@ ahora se me odia. 7>o es esto una derrota9 3espondsinceramente.

El obispo juntó las manos como para orar. 2u rostro, !rave ahora, ten a la hermosurade una !ran serenidad que sólo los muchos a-os consi!uen alcanzar.

1T8 eres sacerdote 1dijo suavemente1, por lo tanto te toca ser en la tierra otro/risto.

2e detuvo aqu y 5rancisco, subyu!ado, repuso" 12 , se-or.

1 ntes de que t8 so-aras hacerte obrero con los obreros, Fl se hizo hombre con loshombres. 7? qu$ hicieron los hombres con Fl94 Le crucificaron. 70u$ esperabas t89

Aubo un compás de solemne silencio en que los ojos de uno no dejaron de estar enlos del otro.

1 or otra parte 1si!uió el prelado1, dime una cosa. /uando /risto culminó suredención, es decir, cuando subió a la cruz, 7con cuántos cristianos contaba9

2e hizo una nueva pausa sin respuesta.

10ue te hacen el vac o, que te calumnian, que están llenos de prejuicios contra ti47De qu$ te e tra-as9 70u$ esperabas, repito9 7Ten!o yo que darte ahora las hermosasrazones que t8 me dabas al principio9

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5rancisco estaba mudo, pero el efecto que aquellas palabras reposadas del ancianoiban causando en su zarandeado corazón no era distinto del que e perimentar a si las oyeradel mismo #esucristo.

1Está escrito que si el !rano de tri!o que cae en la tierra no muere, no da fruto@

pero si, por el contrario, muere, entonces produce el m8ltiplo. ? te pre!unto yo" 7Tecompete a ti ser otra cosa mejor que la semilla de Dios9

El obispo se hab a transfi!urado poco a poco diciendo sose!adamente aquellassabias razones. hora parec a resplandecer de convicción al diri!ir la mirada al crucifijoque ten a sobre una esquina de la mesa.

1Te dejo en libertad de aceptar o no lo que voy a proponerte.

1Lo acepto 1dijo 5rancisco con vehemencia.

1Espera a saber de qu$ se trata.%onse-or onte /arrero volvió los ojos a su sacerdote y $ste, inopinadamente, se

puso de rodillas.

1Lo acepto desde ahora. >o me importa lo que sea.

El prelado alzó la mano derecha en actitud de bendecir, mientras hablaba.

1&as a volver all , porque all eres /risto. &as a vivir con ellos, entre ellos. ? vas ahacerlo en tal forma, que tu vida resulte efectivamente ine plicable si Dios no e iste.

0uedó en silencio mientras trazaba en el aire una cruz sobre la cabeza humillada de5rancisco.

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+ria, ]) viedo.

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