Alegre-Heitzmann-Alfonso-Juan-Ramon-Jimenez-1956-Cronica-de-Un-Premio-Nobel. RES. ESTUDIANTES...
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ALFONSO ALEGUE HEITZMANN (Barcelona, 1955),
poeta y ensayista, dirige, con Victoria Pradilla, la revista
de poesa Rosa Cbica. Estudioso de la obra de Juan Ramn
Jimnez, en 1999 realiz la edicin de Lrica de una
Atlntida (1936-1954), volumen que rene los cuatro ltimos
libros de poemas que Juan Ramn escribi durante su exilio
en Amrica, y en 2003 prepar la primera edicin exenta
del libro Una colina meridiana del mismo autor. En la
actualidad prepara dentro del proyecto Epstola la edicin
del epistolario completo del poeta, del que en 2006 la
Residencia de Estudiantes public el primer volumen: Juan
Ramn Jimnez, Epistolario 1, 1898-1916.
Como poeta ha publicado, entre otros libros, Sombra y
materia (Barcelona, 1995), que recoge gran parte de su
produccin potica escrita entre 1984 y 1991; La luz en la
ventana (Barcelona/Mxico, 2001), con cuatro grabados de
Vicente Rojo; La flor en lo oscuro (Valladolid, 2003), con
dos grabados de Maria Girona; Le chemin de l'aube
(Montlimar, Francia, 2006), en version al francs de Jean
Gabriel Cosculluela, con dibujos de Albert Rfols-
Casamada, y A raz de luz (Mxico D. F., 2008).
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tajasol I Social
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ALFONSO ALEG R E HEITZMANN
Juan Ramn Jimnez, 1956
CR N ICA DE UN PREM IO NOBEL
(Memoria, cartas y documentos)
Tran scripcin y notas de los telegram as y cartas
de la segunda parte del libro: JOS ANTONIO EXPSITO
P u N k o m e de la Residenda de Estudiantes
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La edicin de este libro ha sido posible gracias a:
I obra SocialV C I J d d U l I fundacin
Idea original, crnica y seleccin de cartas y documentos: Alfonso Alegre Heitzmann Con la cola
boracin de: Victoria Pradilla Transcripcin y anotacin del apartado de Telegramas y cartas:
Jos Antonio Expsito Traducciones del sueco al espaol: Carolina Moreno
de los textos tie Liminar y Crnica y memoria: Alfonso Alegre Heitzmann. de las notas a Telegramas y
cartas: Jos Antonio Expsito. de las traducciones del sueco: Carolina Moreno. de los textos de Enrique
Azcoaga: Familia Azcoaga. de los textos de Francisco Bores: Carmen Bores, 2008. de los textos de Jorge Luis
Borges: Fundacin Internacional Jorge Luis Borges Mara Kodama. de los textos de Cecil M. Bowra: The
Warden and Fellows of Wadham College, Oxford. de los textos de Arne Hggqvist: The Estate of Arne Hggqvist.
de los textos de la familia Jimnez: Herederos de Juan Ramn Jimnez. de los textos de Manuel Mjica
Linez: Manuel Mjica Linez. de los textos de Dorothy y Ezra Pound: 2008 by Mar)' de Rachewiltz and Omar
S. Pound. de los textos de Esteban Vicente: Museo de Arte Contemporneo Esteban Vicente, Segovia. de los
textos de Xavier Zubiri: Fundacin Xavier Zubiri. del resto de los textos: los titulares de los mismos. de esta
edicin: Amigos de la Residencia de Estudiantes, 2008.
Aunque se ha hecho todo lo posible por localizar a los propietarios de los derechos intelectuales de las cartas y los
telegramas reproducidos en este volumen, los editores piden disculpas por cualquier posible error u omisin, que
quedar subsanado en siguientes ediciones.
Q ueda rigurosam ente prohibida, bajo las sanciones establecidas por las leyes, la reproduccin total o parcial d e esta obra
por cualquier medio o procedim iento incluyendo la reprograffa, el tratamiento informtico o cu alqu ier otro procedim iento
presente o futuro , sin la autorizacin escrita de los titulares del copyright y de la R esiden cia de Estudiantes.
Diseo: Montse Lago Composicin y fotomecnica: Cromotex Impresin: Julio Soto Encuadernacin: Ramos
I S B N : 978-84-95078-60-5 Depsito Legal: M-6284-2008 Impreso en Espaa
Imagen de la pgina 4: Juan Ramn Jimnez delante de la casa del doctor Jos Garca Madrid, Ro Piedras, Puerto Rico, otoo de 1952. El poeta tiene en sus manos el nmero 81 de la revista nsula. Sala Zenobia y Juan Ramn Jimnez, Universidad tie Puerto Rico.
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sIndiceIl LIMINAR
19 C R N IC A V M E M O R IA
41 19 5 c. D E O X F O R D A R IV E R D A L E
53 1951. N O T IC IA S D E S D E R A P A L L O
64 1952. L A A C A D E M IA S U E C A Y C E C IL M. B O W R A
7 7 1952-1954. P U E R T O R IC O . T R A B A J O Y C A R T A S
D E A G R A D E C IM IE N T O
8 9 1953-1954. A C A D E M IA S U E C A
92 1 9 5 4 19 5 5 P U E R T O R IC O . N O T IC IA S DE S U E C IA .
S IL V E R O C H JAG
122 1955 (S E P T IE M B R E -D IC IE M B R E ). A C A D E M IA S U E C A
'2 5 1955-19 56. P U E R T O R IC O , A M IS T A D Y L E A L T A D
'37 >956 (IN IC IO S ). C A R T A S D E S D E M A R Y L A N D
156 1956 . A C A D E M IA S U E C A . E L P R E M IO N O B E L
E L IN F O R M E D E M A T IC A G O U L A R D
E L IN F O R M E D E H JA L M A R G U L L B E R G
172 1956 (O C T U B R E ). P U E R T O R IC O . C L N IC A M IM IYA
195 1956 (D IC IE M B R E ). E S T O C O L M O
215 T E L E G R A M A S V C A R T A S
217 UN A A V A L A N C H A DE C A B L E S ...
249 . . . Y C A R T A S
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4 6 7 D O C U M E N T O S
4 6 9 I. E R N E S T O D E T H O R E Y
481 II. A R N E H G G Q V IS T
4 9 3 III . D O S C A R T A S D E C E C IL M. B O W R A
A L A A C A D E M IA S U E C A , 1952
4 9 7 IV. A C A D E M IA S U E C A : 1956
4 9 9 V. M A T IL D E G O U L A R D D E W E S T B E R G :
IN F O R M E P A R A L A A C A D E M IA S U E C A
523 V I. U N IV E R S ID A D DE M A R Y L A N D , 1956:
U N A C A N D ID A T U R A P A R A E L N O B E L
531 V II . U N IV E R S ID A D D E P U E R T O R IC O ,
26 DE O C T U B R E DE 1956: H O M E N A JE A JR J
535 V III . E S T O C O L M O , ic D E D IC IE M B R E D E 1956:
C E R E M O N IA D E E N T R E G A D E L P R E M IO N O B E L
551 N D IC E O N O M S T IC O
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A Graciela Palau de Nemes y a Francisco Hernndez-Pinzn, testigos de la gloria y el dolor que en este libro se narran.
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Liminar
Entre los miles de papeles y documentos que guarda la
Sala Zenobia y Juan Ramn Jimnez de la Universidad
de Puerto Rico verdadero tesoro de la poesa, en su
mayor parte todava inexplorado existe un archivo al que casi
nadie ha prestado atencin. Se trata de varios cartapacios que
guardan las cartas y los telegramas que Juan Ramn y Zenobia
recibieron el 25 de octubre de 1956 y durante las semanas y
meses siguientes, con motivo de la concesin del Premio Nobel
de Literatura al poeta.
Fue en una de mis ltimas visitas a la Sala, para trabajar en la
edicin del epistolario completo de Juan Ramn Jimnez cuyo
primer volumen se ha publicado recientemente en estas ediciones
de la Residencia de Estudiantes ,' cuando me di cuenta de la
existencia de ese archivo. An recuerdo la mezcla de perplejidad
y de asombro al hojear en su interior. En l se guardan ms de mil
caitas y casi cuatrocientos telegramas que empezaron a llegar,
como una verdadera avalancha en grfica expresin con la
que Francisco Hernndez-Pinzn, sobrino del poeta, lo consign
en su diario de esos das desde el momento mismo en que la
noticia del premio se hizo pblica en el mundo entero.
Son caitas de familiares, amigos, escritores, artistas, filsofos
y polticos, aunque tambin en muchos casos se trata de mensa
jes de admiracin y solidaridad de gente annima emocionan
te testimonio de esa inmensa minora de lectores de la que
hablara Juan Ramn , que quisieron acompaar al matrimonio
1 Juan Ramn Jimnez, Epistolario I (l8 g S -ig i6 ), edicin de Alfonso A legre Heitz-
mann, Madrid, Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, 2006.
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en los das en que la gloria ltima del poeta lleg unida al trgi
co dolor que la borraba: la enfermedad y muerte de Zenobia, su
compaera durante cuarenta aos veinte de ellos de exilio
de vida intensa, azarosa y plena, que falleci el 28 de octubre
de 1956, tres das despus de que le fuera notificada oficialmen
te al poeta la concesin del Nobel.
Por su contenido humano, intelectual y biogrfico, y por ser en
su prctica totalidad inditos, enseguida pens en la importancia
que tendra publicar los telegramas y las cartas que, por distintas
razones, fueran de mayor inters. A partir de esa idea hice una
seleccin de cuarenta y cinco telegramas y ciento cincuenta y cin
co cartas que se publican en la segunda parte de este libro. Como
es lgico, dicha seleccin rene, sobre todo, grandes nombres de la
cultura de la poca que escribieron al poeta y a su mujer al saber
la noticia: escritores extranjeros de otras lenguas como Ezra Pound,
Saint-John Perse o Nikos Kazantzakis, y del mbito hispnico,
como Jos Lezama Lima, Jorge Luis Borges, Gabriela Mistral o
Alfonso Reyes; escritores, artistas y polticos espaoles del exilio,
como Alberto Jimnez Fraud, Rafael Alberti, Esteban Vicente,
Jorge Guilln, Francisco Bores, Diego Martnez Barrio, Indalecio
Prieto y las familias de Federico Garca Lorca, Enrique Dez-Cane-
do o Pedro Salinas, as como aquellos otros que se quedaron en
Espaa o regresaron a ella tras la guerra civil, como Menndez
Pidal, la familia de Ortega y Gasset el filsofo haba fallecido
el ao anterior , Gerardo Diego, Carmen Conde, J. V. Foix, Car
ies Riba, Xavier Zubiri, Benjamn Palencia, Melchor Fernndez
Almagro, y escritores y poetas ms jvenes como Ricardo Gulln,
Jos Luis Cano, Julin Manas, Jos Mara Valverde, Mara Victo
ria Atencia, Gabino Alejandro Carriedo o Pino Ojeda, entre
muchos otros.
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Existe una clusula tcita en la historia del Premio Nobel de Lite
ratura que recomienda la mayor discrecin en el proceso de pro
puesta de candidaturas. Este principio de prudencia se convier
te en obligacin de estricto secreto en lo que se refiere a las
deliberaciones de la Academia Sueca y a los documentos y actas
que se guardan en sus archivos, que no pueden ser consultados
hasta que se cumplan cincuenta aos de la concesin de un pre
mio. Es sta la razn por la que, aunque no falten nunca filtracio
nes o rumores ms o menos fundados, no se pueda hablar duran
te todo ese tiempo de certidumbres en lo que se refiere a cul fue
el proceso por el que se lleg a una decisin y qu circunstancias
entraron en juego.
Hay, no obstante, una historia que s se puede investigar, y en
gran medida desvelar, sin necesidad de esperar tanto tiempo. Para
que un autor sea tenido en cuenta en Suecia y pueda llegar a
alcanzar el Premio Nobel es necesario que su nombre cruce las
fronteras de su propio pas, sus libros sean traducidos a distintas
lenguas, se vaya creando una opinin generalizada favorable a
que le sea concedido el galardn y, sobre todo, su obra llegue a ser
conocida y traducida en la patria de Alfred Nobel, fundador del
premio. Adems de todo ello, cada candidatura ha de ser pro
puesta oficialmente a la Academia Sueca a partir de los estatutos
bsicos dictados por la Fundacin Nobel y cumpliendo unos pla
zos estrictos.
Con el nimo de reconstruir en la medida de lo posible ese
proceso, busqu y estudi en los fondos de la Universidad de
Puerto Rico la correspondencia de esos aos de Zenobia y Juan
Ramn, as como otros materiales que tuvieran que ver con la pro
yeccin y reconocimiento internacional del escritor espaol; las
peticiones pblicas de un Premio Nobel para l, la proyeccin
internacional de su obra, y todo lo relacionado con las traduccio
nes de su poesa a otras lenguas, en especial al sueco. En la Sala
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Zenobia y Juan Ramn Jimnez se guardan, adems, importan
tes documentos relacionados con la concesin del Premio Nobel,
esenciales para dicha reconstruccin: el telegrama con el que la
Academia Sueca comunic al poeta la noticia, y otras misivas pos
teriores de la misma institucin; el diploma y la medalla que el
rey sueco entreg en la ceremonia solemne del 10 de diciembre
de aquel ao; las palabras que Juan Ramn escribi para ser le
das en dicha ceremonia, y otros muchos documentos - artculos,
informes, conferencias 2 que me han permitido adentrarme ms
y ms en ese camino y en lo que supuso en los aos finales del
poeta espaol y su mujer la consecucin del mximo galardn que
un escritor pueda recibir.
Cuando en diciembre de 1956 el rector de la Universidad de
Puerto Rico, Jaime Bentez, recogi en Estocolmo, por deseo
expreso de Juan Ramn Jimnez, el Premio Nobel de Literatu
ra, uno de los mensajes que transmiti fue el siguiente: Juan
Ramn quiere que en su nombre d las gracias a quienes en Sue
cia han contribuido al conocimiento de su obra. El poeta de
Moguer, consciente de que el premio no hubiese sido posible sin
que su obra se conociera en el pas que lo otorgaba, agradeca
as su labor a los traductores, editores y lectores de su poesa en
ese pas. Jaime Bentez slo nombr, como ejemplo, a una de
esas personas a las que Juan Ramn se refera en abstracto: el
poeta y acadmico Hjalmar Gullberg, quien efectivamente fue
personaje clave, como veremos, en la divulgacin de la obra de
Jimnez en Suecia y, al mismo tiempo, su mayor valedor dentro
* Reno los documentos ms importantes relacionados con el tema en la tercera par
te de este libro.
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de la Academia. Hubo, no obstante, otros nombres de igual o
similar importancia que casi no han trascendido. Al adentrarnos
en esta historia, esos nombres han ido revelndose. Descubri
mos, adems, a partir de esta investigacin, que los que contri
buyeron a la difusin de la obra de Juan Ramn en Suecia no
fueron slo los que en ese pas, de una forma u otra, la dieron a
conocer, sino que el proceso rebasa esas fronteras y se remonta
atrs en el tiempo. Todo el esfuerzo que nunca hizo Juan Ramn
para que su obra fuese pblicamente reconocida al contrario,
el poeta espaol renunci siempre a cualquier propuesta de
homenaje , lo hicieron en cambio algunos de los que conocan
y admiraban su poesa. As, el deseo de Juan Ramn de mostrar
su agradecimiento a aquellos que contribuyeron decisivamente
al conocimiento de su obra, obliga a ponerles nombre, pues ellos
son, en definitiva, por derecho propio, los verdaderos protago
nistas de la historia que aqu se relata.
El azar ha querido que cuando este libro estaba ya muy avan
zado en su gestacin se cumplieran cincuenta aos del galardn
a Jimnez, lo que me ha permitido acceder libremente a los
archivos de la Academia Sueca y consultar documentos celosa
mente guardados durante medio siglo.
Todos estos factores unidos han contribuido a hacer de este tra
bajo una verdadera crnica, en la que paso a paso he intentado
desvelar las circunstancias esenciales que se dieron para que la
Academia Sueca en 1956 otorgara el premio que consagraba como
universal a un poeta que por la dimensin de su obra ya lo era.
Quiero dejar constancia aqu de mi agradecimiento a todas
aquellas personas que han hecho posible este libro. Debo citar
en primer lugar a Carmen Hernndez-Pinzn, sobrina nieta de
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Juan Ramn Jimnez, pues sin su ayuda y confianza constantes
este libro no hubiera visto la luz, as como a su padre Francisco
Hernndez-Pinzn, a cuyo testimonio tanto debe esta crnica.
Asimismo, agradezco a la Residencia de Estudiantes, a Alicia
Gmez-Navarro su directora actual y a Jos Garca-Velasco
su anterior director la ilusin con la que han acogido y apo
yado la idea y la realizacin de este proyecto desde su inicio.
Debo mencionar aqu tambin - aunque la calidad de su tra
bajo habla por s misma mi agradecimiento especial a Jos
Antonio Expsito por su magnfica labor en la anotacin de las
cartas y telegramas que se renen en la segunda parte de esta
edicin.
Del mismo modo, este trabajo no hubiera sido posible sin la
colaboracin constante y rigurosa, en las distintas fases de inves
tigacin, documentacin y revisin, de Victoria Pradilla; para
ella todo mi agradecimiento. Inestimable ha sido tambin la labor
de Carolina Moreno, no slo en la traduccin de la mayor parte de
los textos suecos que se citan total o parcialmente en la prime
ra y tercera partes del libro, sino en las diferentes gestiones en
el mbito cultural sueco, necesarias para la realizacin de este
trabajo.
Como en otras ocasiones, gran parte de la preparacin de este
proyecto la llev a cabo en la Sala Zenobia y Juan Ramn Jim
nez de la Universidad de Puerto Rico, por ello quiero agradecer
a su anterior directora, Elsa Rodrguez, y a la actual, Lily Bus
quis, as como al personal de la Sala su colaboracin y ayuda.
Mi reconocimiento tambin a Beln Alarc, directora de publi
caciones de la Residencia de Estudiantes, por su atencin per
manente hacia mi trabajo, a Rosa Benavides por su colaboracin
en la bsqueda de material grfico esencial, y a Montse Lago por
el extraordinario cuidado en el diseo de esta edicin. Funda
mental ha sido la atenta labor de seguimiento, lectura y revisin
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de los textos que, con infatigable rigor y cordialidad, ha realizado
Isabel Morn, y la minuciosidad de Trilce Arroyo en las correc
ciones ltimas del libro.
Asimismo quiero expresar mi agradecimiento a la Academia
Sueca y a Carola Hermelin, asistente del secretario del Comit
del Nobel, cuya atencin y ayuda han sido fundamentales para
mi investigacin; a Yvonne Ruz por sus gestiones en el archivo
de la Academia Sueca en Estocolmo; a la Biblioteca del Congre
so de Washington y a Kevin Leonard, que consult en mi nombre
los archivos de esa institucin; a Dag Hggqvist que me ha pro
porcionado datos muy tiles sobre su padre, Arne Hggqvist; a
Pierre y Roland Dethorey, hijos de Ernesto Dethorey; a Fausto
Roldan de la Fundacin Bartolom March de Palma de Mallor
ca, a Graciela Palau de Nemes y a Carmen Benito de la Univer
sidad de Maryland, a Eric Southworth de la Universidad
de Oxford, as como a Antonio Campoamor, Soledad Gonzlez
Rodenas, Laura Garca Lorca, Jos Luis Guerrero, Mara Luisa
Heitzmann, Albert Manent y Cristina Snchez Krellenberg.
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Crnicamemoria
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La crnica de los hechos que aqu se relatan, y que suce
dieron hace ya medio siglo, ha de construirse a partir de
dos mbitos bsicos de investigacin. El primero se refie
re a la historia en sus datos comprobables a travs de documen
tos, cartas y testimonios; el segundo es un espacio de privacidad
que, por sus caractersticas intrnsecas, a menudo no nos permi
te ms que asomarnos a l y, a partir de algunas referencias ms
o menos concretas, trazar a veces slo esbozar caminos o
relaciones posibles.
Hoy podemos afirmar por ejemplo que, en contra de lo que se
ha credo hasta ahora, en 1952 la Academia Sueca ya se plante
muy seriamente la posibilidad de un Premio Nobel para Juan
Ramn Jimnez. Paradjicamente, tambin sabemos que dos
aos antes, y a pesar de la proyeccin internacional de su obra
en todo el mbito hispnico y en el de algunos pases euro
peos,el poeta espaol era prcticamente un desconocido en la
patria de Alfred Nobel. Cuando en enero de 1950 la revista de
Estocolmo Bonniers Litterra Magasin (BLM), una de las ms
prestigiosas de Suecia, public una encuesta entre crticos de
once pases para saber qu autor era a juicio de ellos el que
deba recibir el Premio Nobel, entre los treinta nombres citados
no apareca el de Juan Ramn Jimnez. Entre los candidatos,
slo haba tres escritores de lengua espaola: Pablo Neruda,
Jos Ortega y Gasset y Alfonso Reyes. Al preguntarnos por las
razones que hicieron que slo dos aos ms tarde Jimnez fuese
uno de los propuestos por la Academia Sueca al Nobel, entramos
en ese segundo mbito donde la investigacin nos lleva a dibu
jar una red de relaciones en cuyo entramado los hilos que la
conforman a menudo se vuelven casi invisibles; en ocasiones
ello es consecuencia del tiempo transcurrido desde entonces,
pero con frecuencia se debe a la propia discrecin y generosi
dad de aquellos que, de una forma u otra, contribuyeron en
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mayor o menor medida a que la obra del poeta de Animal de
fondo tuviera la difusin necesaria y alcanzara la dimensin uni
versal que mereca.
No sera justo empezar esta narracin sin sealar en primer lugar
que el Nobel que se otorg a Juan Ramn en 1956, siendo un pre
mio merecidsimo, fue, sin embargo, un galardn tardo. Como
tantas veces, el reconocimiento lleg demasiado tarde. Por la cali
dad de su obra, manifiesta ya en los aos veinte y treinta, as como
por el influjo decisivo que sta tuvo en el nacimiento de una nue-
va poca en Espaa y en todo el mbito de la poesa en lengua
espaola, el poeta hubiese merecido sobradamente esa distincin
mucho antes. Desde que se instituy en 1901 hasta el estallido de
la guerra civil espaola, el Premio Nobel de Literatura slo se
haba otorgado a dos espaoles: Jos Echegaray en 1904, com
partido con Frdric Mistral, y Jacinto Benavente en 1922. Tuvie
ron que pasar veintitrs aos para que hubiese otro premio para
un escritor en lengua espaola: la chilena Gabriela Mistral, que
lo recibi en 1945.
El largo y difcil exilio de Juan Ramn y Zenobia, desde que
salieron de Espaa a finales de agosto de 1936 hasta el final de
sus vidas, estuvo lleno de claroscuros. La nostalgia de Espaa fue
siempre, especialmente para el poeta, infinita; sin embargo, en
muchas ocasiones y a pesar del dolor al que constantemente
tenan que sobreponerse, por la distancia que les separaba de los
seres queridos y por las tristes noticias que les llegaban de su
patria Juan Ramn y Zenobia pudieron sentir el afecto que se
les tena en los distintos pases de la geografa de su exilio y lo
mucho que en Hispanoamrica se apreciaba la obra del poeta
espaol.
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La situacin en lo que se refiere a Espaa era, en cambio, muy
distinta. Juan Ramn haba dejado a muchos familiares y amigos
queridos, pero las circunstancias polticas hicieron que su obra
fuese en muchos sentidos silenciada y postergada. Adems, los
libros que el poeta escribi en el exilio se publicaron en pases
americanos, fundamentalmente en Argentina y en Mxico, y fue
ron poco y mal ledos en Espaa, donde la poesa segua unos
derroteros que nada tenan que ver con la radical aventura en la
que Jimnez se hallaba embarcado, desde comienzos de los aos
cuarenta, con la escritura del poema Espacio y de sus libros
ltimos.
A principios de 1939, los Jimnez dejaron Cuba donde
haban pasado los dos primeros aos de exilio y llegaron a Esta
dos Unidos. Durante casi cuatro aos Juan Ramn y Zenobia
vivieron en Coral Cables, La Florida. En noviembre de 1942 se
trasladaron a Washington y ms tarde, en 1947, se establecieron
en Riverdale, muy cerca de la Universidad de Maryland, donde
ambos ejercieron como profesores. A ll vivieron hasta marzo de
1951, cuando, por motivos de salud del poeta, se trasladaron a
Puerto Rico, adonde llegaron el 19 de ese mismo mes y donde
residieron el resto de sus vidas.
Desde su salida de Espaa y en su exilio americano, la pre
sencia activa de Juan Ramn en la cultura de Hispanoamrica
fue muy importante y dej huellas imborrables, particularmen
te en aquellos pases en los que vivi Cuba, Puerto Rico
o visit Argentina y Uruguay . El poeta colabor adems,
con asiduidad, en revistas y peridicos de Cuba, Mxico, Cos
ta Rica, Argentina, Chile, Puerto Rico, Colombia, Venezuela,
Guatemala, Uruguay, Per, Paraguay, El Salvador y Repblica
Dominicana.
A partir de 1944, Juan Ramn empez tambin a colaborar
en publicaciones peridicas espaolas y muy pronto inici una
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intensa relacin epistolar con amigos que haban permanecido en
Espaa tras la guerra civil y con algunos escritores jvenes; no
obstante, enseguida se dio cuenta de la imposibilidad de publicar
sus libros en Espaa debido a la dureza de la censura. A partir de
su llegada a Coral Cables en 1939, Jimnez volvi a escribir poe
sa despus de dos aos de escasa produccin. Uno de los prime
ros libros de poemas en los que trabaj iba a titularse inicialmen
te Lrica de una Atlntida'. El libro reuna los poemas escritos en
sus primeros aos en Estados Unidos, y ya en 1945 Juan Ramn
se lo ofreci a Juan Guerrero para que lo publicara en la Editorial
Hispnica, fundada por su fiel amigo en 1943. Guerrero recibi
con entusiasmo las diferentes entregas del libro, pero poco a poco
se fue dando cuenta de que la censura eclesistica espaola no
permitira que se publicase. As se lo explica pormenorizadamen-
te al poeta en carta del 1 de junio de 1946:
Yo pensaba que tratndose de poesa lrica no habra motivo para
preocuparse de la censura [...] [pero] alguna vez cuando el nom
bre de dios puede estimarse que se emplea aludiendo a la divi
nidad, pudiera ocurrir que la Censura impusiera la D mayscu
la o bien tachara la lnea, la estrofa o el poema. Y si pasa
inadvertido, aun despus de aprobado el texto, si despus hay
una queja de un censor ms o menos oficioso, puede ocurrir que
ordenen retirar el libro o las pginas que no consideren ajusta
das a los principios de ortodoxia por que se rigen.2
1 Posteriormente el libro pas a llamarse En el otro costado, y Juan Ramn utiliz el
ttulo Lrica de una Atlntida para el proyecto en el que quera reunir sus cuatro libros
de poemas escritos en Amrica: En el otro costado, Una colina meridiana, Dios desea
do y deseante y De ros que se van. Para ms informacin vase el prlogo a la edicin
pstuma de dicho proyecto: Juan Ramn Jimnez, Lrica de una Atlntida, edicin de
Alfonso Alegre Heitzmann, Barcelona, Galaxia Gutenberg/Crculo de Lectores, 1999.
La carta se guarda en la Sala Zenobia y Juan Ramn Jimnez de la Universidad de
Puerto Rico.
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J U A N RAMON J I M E N E Z
LA ESTACIN TOTAL
C O N LAS
CANCIONES DE LA NUEVA LUZ
( 1 9 2 3 - 1 9 3 6 )
E D I T O R I A L L O S A D A , S. A . B U E N O S A IR E S
Cubierta de La estacin total con las canciones ele la nueva luz , de Juan Ramn Jimnez, Buenos Aires, Losada, 1946. Residencia de Estudiantes, Madrid.
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Este primer intento frustrado de Juan Ramn de publicar su obra
en Espaa tuvo como consecuencia que ya no volviera a intentar
lo en mucho tiempo. Es obvio, adems, que en circunstancias
como stas difcilmente poda surgir desde Espaa una iniciativa
oficial de apoyo a una candidatura al Nobel para Jimnez.
El Premio Nobel sufri las consecuencias de la Segunda Guerra
Mundial y no se concedi en los aos 1940,1941 y 1942. En 1943
se otorg slo en algunas categoras Qumica, Medicina y
Fsica y no fue hasta 1944 cuando se recuper la normalidad.
Aquel ao el Premio de Literatura fue para el dans Johannes V.
Jensen, y en 1945 fue concedido, como ya he sealado, por vez
primera a un autor hispanoamericano, la poeta chilena Gabriela
Mistral. Los Premios Nobel de Literatura de 1946 a 1951 fueron
respectivamente para Hermann Hesse, Andr Gide, T. S. Eliot,
William Faulkner, Bertrand Russell y Par Lagerkvist. En todos
esos aos nadie present oficialmente a la Academia Sueca una
candidatura a favor de Juan Ramn Jimnez. Sin embargo, a
partir de 1948, algunos escritores espaoles empezaron a plan
tear en revistas de la poca la demanda de un Nobel para el
autor de Eternidades y la necesidad de que alguna institucin
la avalase.
En 1946 Juan Ramn haba publicado en Buenos Aires La
estacin total con las canciones de la nueva luz, su primer libro
de poemas editado tras la guerra civil. En noviembre de 1947,
Ricardo Gulln escribi en la revista Insula el artculo Juan
Ramn y la poesa3, en el que se haca eco de la importancia
de este nuevo libro. En su larga introduccin, Gulln seala, en
3 Insula, ao II , nm. 23, Madrid, 15 de noviembre de 1947, pgs. 3 y 7.
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primer lugar, la influencia de Juan Ramn Jimnez en la poesa
en lengua espaola:
La influencia de Juan Ramn sobre la lrica espaola ha sido
importante, su aporte decisivo. Como antes sucediera con Rubn
Daro, su obra marca el fin de una etapa y el comienzo de otra.
Nada en la lrica actual castellana ha resistido a su influjo [...]. Su
influencia, digo, es tan fuerte como la de Rubn, superior a las de
Unamuno y Antonio Machado, que, junto con la suya, son los que
alcanzaron mayor vigencia entre los poetas contemporneos.
Adems, Gulln subraya con vehemencia algo que a esas altu
ras del siglo era sabido por muchos, pero que casi nadie deca:
que la larga trayectoria potica del escritor andaluz, sostenida
durante cincuenta aos, no tena paralelo en el mundo hispni
co: El admirable ejemplo de fervor y dedicacin a la poesa
dado por Juan Ramn a lo largo de cincuenta aos, no tiene par,
segn creo, en Espaa ni fuera de ella. Su vida es su poesa; su
poesa la razn de su vida4.
El 15 de marzo de 1948, Ramn de Garciasol publica, tam
bin en nsula, una carta abierta a Gulln5 en la que, compar
tiendo las palabras de ste, pide explcitamente el Premio Nobel
para Jimnez. Garciasol se da cuenta tambin de la enorme rele
vancia de La estacin total en el panorama de la poesa de su
tiempo y as lo dice sin ambages: Hay obras sin crtica, ante las
que no cabe ms que la repeticin, el aprendrselas de memo
ria. De stas es La estacin total, que nos ha dejado dolorosa,
luminosamente conmovidos y agradecidos. No creo que nunca
se haya llegado a una mayor y ms perfecta cima de hermosura
4 Ibidem.
"* El Premio Nobel para JRJ. Carta abierta a Ricardo Gulln, Insula, ao , nm. 27,
Madrid, 15 de marzo de 1948, pg. 7.
27
-
potica. A partir de esta primera consideracin sobre la cali
dad del nuevo libro de Jimnez, con el que se culmina una tra
yectoria potica de casi cincuenta aos, Garciasol pasa a plan
tear la necesidad de pedir el Nobel para Juan Ramn:
A qu espera la lengua espaola para pedir clamorosamente el
Premio Nobel de Literatura para JRJ [...]? Por qu no lo deci
mos, por qu no lo proclamamos, por qu no hacemos atmsfe
ra? Quin ha llegado hoy a mayor perfeccin y lucidez expre
sivas que JRJ? Qu poeta en el mundo tiene una hora superior
tan al margen de temporalidades? [...] S, amigo Gulln, que a
ti te agradar la idea del Premio Nobel para JRJ, idea que est
en el aire de la poesa espaola de ambas orillas del Atlntico.
El famoso Premio para JRJ, a la vez que homenaje universal
merecidsimo, podra ser una justa recompensa a la poesa espa
ola de los ltimos tiempos, insuperable en ninguna otra poca,
y difcilmente igualable por pueblo alguno.
Algunos de los juicios vellidos en los artculos de Gulln y Gar
ciasol seran repetidos ms adelante, como veremos, por otros
autores cuando se fuera haciendo atmsfera y progresase la
propuesta; sin embargo, su demanda no tuvo ninguna repercu
sin inmediata ni posterior en la Espaa oficial de la poca. Ni
la Real Academia Espaola ni ninguna otra institucin espaola
propusieron jams la candidatura de Jimnez para el Nobel, aun
que s lo hicieron, en distintas ocasiones, para otros escritores
espaoles.
De sobra es sabido, para todo aquel que haya seguido la trayec
toria literaria y la biografa de Juan Ramn, el nulo inters del
28
-
poeta de Moguer por los reconocimientos pblicos. Desde muy
joven huy, literalmente, de los homenajes a su persona y a su
obra, as como de los fastos de la vida literaria, poniendo siem
pre en primer lugar la poesa y su trabajo en ella. Del mismo
modo, las tres veces que, en diferentes etapas de su vida, la Real
Academia Espaola le pidi que ingresara en ella, declin ama
ble pero firmemente la invitacin. En consecuencia, la primera
reaccin del poeta al leer el artculo de Garciasol fue de preocu
pacin, no tanto por la peticin en s, sino por la forma en que
fuera a realizarse y el ruido que pudiera suponer.
As, en carta del 14 de marzo de 1948, Zenobia escribe a Juan
Guerrero:
Querido amigo Guerrero:
Juan Ramn, que anda preocupado estos das por el artculo de
Ramn de Garciasol, publicado en el ltimo nmero de Insula
pidiendo que se le seale para un Premio Nobel de Literatura y por
las repercusiones de toda ndole que esto pudiera tener, me pide
que escriba a usted algunas consideraciones sobre el asunto.
Es evidente que en Espaa hay varias personas que podan ser
igualmente sealadas, cada una en lo suyo, por ejemplo Menn
dez Pidal, Azorn, Ortega, Baroja y, traducido a otro idioma,
DOrs, que, sin duda, ser el que ms lo desea y espera. Si se
hace algo de esto, le agradecera mucho que los amigos que lo
deseen hacer pudiesen influir un poco en la forma de hacerlo,
concretando el asunto al significado particular de su obra y vida
sin ninguna bullanga.0
6 Zenobia Camprub, Epistolario I. Cartas a Juan Guerrero Ruiz, edicin de G racie
la Palau de Nemes y Em ilia Corts Ibez, Madrid, Publicaciones de la R esidencia
de Estudiantes, 200, pgs. 6 65-6 6 6.
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Despus de esta larga introduccin, Zenobia seala algunas de
las caractersticas de la obra de Juan Ramn que ms se ajustan
a los requisitos que valoraba la Academia Sueca y cita los ensa
yos sobre su obra que habra que presentar en el caso de que se
hiciera la propuesta.
La carta termina como empez, insistiendo en que todo se
haga si llega a hacerse con dignidad y sin raido:
J. R. no quiere con esto hacer ninguna campaa (ya usted lo
conoce y sobre todo nunca lo ha hecho) pero, si se ha de hacer
algo en este asunto, que se haga con la dignidad posible.
No le entretengo ya ms hoy,
Zenobia
Sin embargo, a esas alturas de su vida, el exilio estaba resultan
do especialmente duro para la frgil salud psquica de Juan
Ramn, que, como es lgico, agradeca que se acordasen de l y
de su obra. En julio de 1948, los Jimnez, invitados por la revis
ta Anales de Buenos Aires, iniciaron un viaje a Argentina y Uru
guay que marcara de forma indeleble sus vidas. Despus de casi
diez aos de residir en Estados Unidos, con lo que ello supona
para Juan Ramn de aislamiento respecto a su mbito cultural y
de no poder vivir cotidianamente en su lengua, el recibimiento
caluroso que dispensaron a los Jimnez en Buenos Aires, y la
admiracin y simpata que despert el poeta durante los tres
meses largos de estancia en estos dos pases, supusieron un bl
samo para su salud.
El eco del viaje y de la acogida que Juan Ramn recibi en
cada uno de los lugares que visit lleg a todo el mundo de habla
hispana y tambin a Espaa, a pesar de la condicin de exi
liado del poeta. Los peridicos ms importantes de Argentina
La Nacin, La Prensa, La Razn... dedicaron reportajes,
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Imagen del frontispicio de Animal (le fo n d o , de Juan Ramn Jimnez, Buenos Aires, Pleamar, 1949.
31
-
JUAN RAMN JIMNEZ
ANIMAL DE FONDO
P L E A M A R
Cubierta de Animal (le fo n d o , de Juan Ramn Jimnez, Buenos Aires, Pleamar, 194t). Residencia de Estudiantes, Madrid.
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-
artculos y reseas al poeta espaol, y la Sociedad Argentina
de Escritores le rindi un homenaje en la Casa del Escritor. No
haban pasado dos semanas de su llegada a Argentina cuando
tambin all se plante en la prensa el tema de un Nobel para
el poeta. El 20 de agosto, el periodista y novelista asturiano
Clem ente Cimorra, exiliado tras la guerra c iv il, public un
artculo en Buenos Aires titulado Por qu Juan Ramn no es
Premio Nobel?7.
La visita de los Jimnez a Uruguay tuvo similares caracters
ticas. El Senado rindi un homenaje al escritor en una sesin
convocada en su honor, y su estancia en Montevideo fue motivo
tambin de entrevistas y artculos en la mayora de los peridi
cos uruguayos.
Durante el viaje por mar de Nueva York a Buenos Aires,
entre el 13 de julio y el 4 de agosto de 1948, y en su estancia en
Argentina y Uruguay hasta el 12 de noviembre de ese mismo
ao, cuando iniciaron el regreso, Juan Ramn escribi Animal
de fondo , uno de los libros fundamentales de su trayectoria po
tica, que sali publicado en la capital argentina en julio de
1949, slo ocho meses despus de su vuelta a Estados Unidos.
La aparicin de este libro tuvo un notable reconocimiento
crtico en Hispanoamrica y en Espaa. Tambin esta vez R i
cardo Gulln escribi en las pginas de nsula un largo y elo
gioso artculo sobre el nuevo libro titulado Un canto para la
poesa8. Juan Ramn y Zenobia lo leyeron con emocin. En
carta fechada el 28 de diciembre de 1949, Zenobia agradece
a Guerrero el envo de Insula: Ayer lleg su carta con listas
de lo enviado y el artculo, tan carioso, de Gulln9. De modo
7 Cartel, Buenos A ires, 20 de agosto de 1948.
)! Insula, ao IV, nm. 48, Madrid, 15 de diciem bre de 1949, pg. 3.
" Zenobia Camprub, Epistolario /, cit., pg. 792.
33
-
similar a como haba ocurrido en 1948, en el mismo nmero
de la revista donde haba aparecido el artculo de Gulln, en
una seccin de textos breves sin firma titulada La flecha en el
tiempo, se public una nota (escrita probablemente por Jos
Luis Cano o por Enrique Canito) en la que se propona un
homenaje al poeta coincidiendo con el cincuenta aniversa
rio del inicio de su obra literaria y se peda de nuevo abier
tamente el Nobel de 1950 para l. La demanda naca tambin
de la perplejidad de muchos cuando en diciembre de 1949 la
Academia Sueca declar desierto10 el premio de aquel ao:
El Premio Nobel y Juan Ramn. En el mundo vocinglero, pro
blemtico y arduo, de las letras, los ilustres varones de la Aca
demia de Suecia no han encontrado un escritor poeta, nove
lista, dramaturgo, ensayista o siquiera memorialista afortunado
a quien discernir el Premio Nobel de Literatura y el sustancio
so cheque adjunto. As, despus de Hermann Hesse, de Gabrie
la Mistral, de Andr Gide y de T. S. Eliot, este pequeo univer
so se ha quedado sin genios. Al menos sin genios identificables
para el ojo pesimista de los cazadores de ballenas literarias en
la Academia Sueca. El novelista americano William Faulkner,
el filsofo Benedetto Croce, y los dems propuestos, han pareci
do cetceos de escasa envergadura.
Sin discutir las razones o sinrazones de esta extravagante deci
sin, convendra que los espaoles pensramos en la oportuni
dad de solicitar el Premio Nobel del prximo ao para nuestro
mximo poeta, Juan Ramn Jimnez, quien como en este mismo
nmero recuerda Ricardo Gulln, celebrar en 1950 el cincuen
tenario de sus primeros libros. No sera difcil conseguir que los
Finalmente el premio se otorg a W illiam Faulkner, pero se entreg un ao ms
tarde.
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-
pases de Hispanoamrica se asociaran a esta peticin ella
sola sena ya un homenaje colectivo de considerable importan
cia en honor del genial poeta cuya obra ha marcado con imbo
rrable huella los caminos de la lrica espaola."
Tampoco ahora la respuesta del poeta ante esa nueva iniciati
va se hizo esperar. En carta fechada en Riverdale en enero de
1950 indita hasta hoy , Juan Ramn escribe a Enrique
Canito:
Dejen por ahora ese recuerdo de la revista a mis 50 aos de
ilusin. No se cumpliran, en todo caso, hasta diciembre.
Menndez Pidal, Azorn, Baroja, son ms viejos que yo; Orte
ga, aunque l se quita aos, tiene mi edad, como [Prez de]
Ayala. El Premio Nobel debe pedirse para Menndez Pidal,
Ortega o Azorn.'1
En abril de 1950, la revista Arbor publica una entrevista a Juan
Guerrero titulada Hablando de Juan Ramn Jimnez.'1 La
entrevista empieza con una breve introduccin que plantea
abiertamente el tema del Nobel, a raz de que se hubiera decla
rado desierto en 1949:
Un Premio Nobel desierto ha vuelto a colocar en el primer pla
no de la actualidad literaria el nombre del ms fino y profundo
lrico de habla espaola: Juan Ramn Jimnez. Desde Rubn
11 El Premio Nobel y Juan Ramn, Insula, ao IV, nm. 48, Madrid, 15 de diciem
bre de 1949, pg. 8.
" E l subrayado es mo.
'' Arbor, nm. 52, Madrid, abril de 1950, pgs. 600-602.
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-
Daro, ningn otro poeta espaol ha ejercido una influencia tan
notable sobre las generaciones poticas que le siguen.
A lo largo de la entrevista, GueiTero da muestras de conocer per
fectamente no slo la obra de Juan Ramn anterior a la guerra
civil, sino tambin la escrita en el exilio, as como los proyectos
de edicin completa de la Obra que el poeta no lleg nunca a
publicar. Al final de la entrevista, y a la pregunta sobre un posi
ble Nobel de Literatura en 1950 para un escritor espaol,
Guerrero contesta:
[...] temo mucho que Espaa quede postergada nuevamente en
el ao actual. En lo que se refiere a J.R.J., he de recordar que
cuando se le ha indicado como posible merecedor de tal premio,
l siempre ha propuesto otros nombres insignes, como los de
Menndez Pidal o Jos Ortega y Gasset. Reciente est su adhe
sin a la propuesta a favor de este ltimo, publicada en la revis
ta nsula. Por lo dems, dada la tendencia idealista de su obra,
que ha ejercido una gran influencia en todos los pases de habla
castellana, elevando el concepto potico y promoviendo una hon
da reaccin espiritualista en las juventudes de aquellas nacio
nes, Juan Ramn Jimnez es hoy dignsimo acreedor a que la
Academia Sueca galardone su obra con la enaltecedora recom
pensa universal del Premio Nobel.
Como ya hemos visto y como seala el propio Guerrero, las
veces que se haba propuesto un Nobel para Jimnez, ste se
haba apresurado siempre a proponer en su lugar a otros escri
tores. As ocurri, de un modo muy especial, con las diferentes
demandas pblicas a lo largo de 1950 de un Premio Nobel para
Ortega y Gasset que desembocaron finalmente en la candidatu
ra del filsofo espaol para el ao 1951.
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En carta del 12 de febrero de 1950, Zenobia escribe a los
Guerrero:
Suponemos que habr, Guerrero, recibido el radio para el ABC
sobre el Premio Nobel para Ortega. J. R. se lo puso a Guerre
ro] porque, cuando uno vive tanto tiempo lejos de su pas, a
pesar de los buenos amigos que hacen lo que pueden para evi
tarlo, uno pierde contacto y no se sabe las relaciones que exis
ten entre unos y otros, por lo tanto no saba si el ABC era el
peridico indicado.'4
En los archivos de la Fundacin Ortega y Gasset se puede seguir
el proceso de intento de adhesin pblica de Juan Ramn a la
candidatura del filsofo en uno de los peridicos ms importan
tes de la Espaa de esos aos, finalmente frustrado como en
otras ocasiones por la censura de la poca.
Juan Ramn escribi, efectivamente, y envi a travs de
Guerrero el siguiente radiograma al director de ABC:
Washington, 7 de febrero de 195015
Director de ABC me sumo a la demanda de un Premio Nobel para
mi querido y admirado Jos Ortega y Gasset
Juan Ramn Jimnez
En el archivo del filsofo se guarda, junto al telegrama, la res
puesta de ABC rechazando su publicacin. Es un documento
inapreciable para darse cuenta de hasta qu punto la censura de
la poca era tan frrea como absurda:
M Zenobia Camprub, Epistolario I, cit., pg. 804.
' Fundacin Ortega y Gasset, C-22/4a.
37
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Prensa Espaola
ABC - Blanco y Negro
El director de ABC
Seor don Juan Guerrero Ruiz
Muy seor mo:
Muy agradecido a la atencin de usted al servir de intermedia
rio entre el gran poeta Juan Ramn Jimnez y esta redaccin.
Inmediatamente remit el despacho de aqul a la Censura, que
hasta la fecha no lo ha aprobado. Muy de veras lo lamento por
que para ABC y para m sera una gran satisfaccin contribuir a
que las cosas, los nombres y las situaciones vayan reintegrndo
se a su lugar justo.
Aprovecho la ocasin para ofrecerme suyo atentamente,
Ramn Pastor
Al no tener xito la gestin de Juan Ramn en ABC a travs de
Guerrero, Zenobia, en carta al mismo del 21 de febrero de 1950,
escribe: J. R. me dice que, si ABC no publica el telegrama, le
gustara que lo publicara nsula, sin decir, naturalmente, [que]
no lo haba publicado ABC.'
Juan Guerrero inform puntualmente de todo a Ortega. As,
poco despus de recibir las cartas citadas, escribe la siguiente
misiva al filsofo espaol:
Madrid, io de febrero de 1950'
Fundacin Ortega y Gasset, C-22/4-b.
'7 Zenobia Camprub, Epistolario /, cit., pg. 808.
38
-
Madrid, 6 de marzo de 195018
Sr. D. Jos Ortega y Gasset
Mi querido amigo:
Tena usted razn. A mi regreso de un viaje a Barcelona que
me priv de asistir a la ltima conferencia de su curso encon
tr la carta del director de ABC cuya copia le acompao. Juan
Ramn, que ha tenido conocimiento de lo ocurrido, desea que
su adhesin se publique al menos en la revista nsula y vamos a
intentarlo en el prximo nmero.
En la ltima carta me decan que tenan noticias de que pensa
ba usted efectuar una visita a Puerto Rico y tenan la esperanza
de que con motivo de dicho viaje le fuera posible esta vez pasar
por Washington, donde tendran sumo gusto en verle despus de
tantos aos. Las seas del poeta son: 4310 Queensbury Road,
Riverdale, Maryland.
Muy cordialmente le saluda
Juan Guerrero
Finalmente el telegrama del poeta pudo aparecer en Insula, gra
cias a Guerrero, en una nota publicada en el nmero de marzo
de 1950 y titulada Sobre el Premio Nobel, donde se mencio
naba la propuesta de la revista sueca Bonniers Litterra
Magasin de un Nobel para Ortega, y se aada al final, discreta
mente, el telegrama de adhesin del poeta:
Sobre el Premio Nobel
Del semanario La Hora recogemos la noticia de que la revista
sueca BLM ha propuesto a don Jos Ortega y Gasset para el
,a Fundacin Ortega y Gasset, C-22/4C.
39
-
Premio Nobel de Literatura. La propuesta la filma Alan Pryce-
Jones, escritor ingls, quien ha escrito para justificarla: Ortega
y Gasset es uno de los espritus mayores y ms originales que en
la actualidad trabajan en Europa. La Hora se adhiere con fer
vor a esta propuesta, y recuerda tambin que tenemos otro can
didato de mximo prestigio: el poeta Juan Ramn Jimnez, pro
puesto por Insula. Para Insula, los dos nombres son igualmente
merecedores de obtener el Premio Nobel, y la Academia Sueca
slo realizara un acto de justicia al otorgrselo a uno u otro.
Al conocer la propuesta de Alan Pryce-Jones, Juan Ramn Jim
nez nos ha cablegrafiado desde Washington: Me adhiero peti
cin Premio Nobel para mi querido y admirado amigo Jos Orte
ga y Gasset.1"
Estas iniciativas llevaron, como hemos indicado, a que Jos Orte
ga y Gasset fuera propuesto para el Premio Nobel de Literatura
por primera y nica vez en el ao 1951. La candidatura vena
avalada por Menndez Pidal y diecisiete miembros ms de la Aca
demia Espaola. Sin embargo, el Nobel de ese ao fue para el
escritor sueco Pr Lagerkvist (1891-1974). Con toda probabilidad,
el hecho de que el Nobel de 1950 fuese otorgado a Bertrand Rus
sell no ayud a que prosperase la candidatura de Ortega, ya que
la Academia en muy pocas ocasiones ha premiado a un ensayis
ta o a un filsofo.
Sea como fuere, los esfuerzos de Gulln, Garciasol, Guerrero,
Jos Luis Cano o Enrique Canito nunca llegaron a traducirse en
una peticin de Nobel desde Espaa para Juan Ramn. Como
veremos, la Real Academia Espaola y en general la Espaa ofi
cial de la poca tenan sus candidatos, y el nombre del gran
poeta andaluz nunca estuvo entre ellos.
Insula, nm. 51, Madrid, 15 de marzo de 1950, pg. 7.
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195t - DE O X F O R D A RI V ER D AL E
Como he sealado al principio, hay una crnica donde los hechos
se perfilan, sobre todo, en el mbito de la cotidianidad de sus pro
tagonistas, que puede ser extraordinariamente reveladora, aunque
a menudo no nos descubra ms que una parte de lo que en s con
tiene. Dicha crnica nos lleva, en 1950, a Inglaterra. En carta
fechada en Oxford el 12 de julio de 195o2' , Alberto Jimnez Fraud
escribe a Juan Ramn Jimnez a Riverdale:
Esta maana nos ha llegado una carta de Estocolmo que dice: He
conocido a un periodista espaol, que escribe en sueco, que desea
ra tener la informacin ms reciente posible sobre la obra de Juan
Ramn, porque quiere publicar inmediatamente una serie de ar
tculos, en sueco, ayudando la candidatura de J. R. para el Premio
Nobel. Su direccin es: Ernesto Dethorey. Sveavgen 86. Stock
holm. Aade que tiene influencia en los medios acadmicos. La
persona que nos escribe es Carmen Martnez Lorite, que trabaja
con Trend en Cambridge, excelente e inteligente mujer y admira
dora de la obra de usted. No podra darle algunos datos a este
seor Dethorey? Yo le enviar un ejemplar del libro de Trend, en
cuanto est encuadernado, que espero sea pronto. No descuide
usted, por Dios, esto, J. R. Sera tan conveniente para tantsimas
cosas buenas de Espaa que le dieran a usted el Premio Nobel!
Un fuerte abrazo
Alberto
Cariosos saludos de Natalia y mos para Zenobia.
La carta, indita, se guarda en la Sala Zenobia y Juan Ramn Jimnez de la Uni
versidad de Puerto Rico.
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-
Las ltimas palabras de Alberto Jimnez Fraud instando vehe
mentemente a Juan Ramn para que no se descuide en un
tema en el que el ms interesado debera ser el propio poeta,
adems de reflejar lo bien que el antiguo director de la
Residencia de Estudiantes de Madrid conoca la idiosincrasia
de su amigo, nos invitan de inmediato a evocar esas tantsimas
cosas buenas de Espaa a las que alude. Jimnez Fraud era
consciente de que un Premio Nobel para Juan Ramn no slo
hara justicia a la trayectoria de uno de los ms grandes poetas
del siglo XX, sino que, adems, por la tradicin que Jimnez
representaba en Espaa, ese premio simbolizara el reconoci
miento mayor hacia la poesa y la cultura que ambos haban
compartido durante aos: la de la Espaa de la Institucin Libre
de Enseanza y de la Residencia de Estudiantes de la que
Jimnez Fraud haba sido director desde su fundacin en 1910
hasta 1936 , tradicin en la que se haban formado los princi
pales intelectuales espaoles de la poca, la mayora de los cua
les, si no haba muerto ya durante la guerra o el exilio, viva
como Juan Ramn y Jimnez Fraud, fuera de Espaa.
Despus de abandonar Espaa a comienzos de la guerra
civil y tras una breve estancia en Pars y gracias a la ayu
da del economista ingls J. M. Keynes y del hispanista J. B.
Trend , en octubre de 1936 Jimnez Fraud pudo instalarse
junto con su familia en la Universidad de Cambridge. Los dos
ilustres profesores ingleses haban sido huspedes de honor
de la Residencia de Estudiantes a principios de los aos trein
ta y les una una buena amistad con su director. Posteriormen
te, en 1938, Jimnez Fraud se traslad a Oxford como lector
en el New College.
Jimnez Fraud comparta la amistad de J. B. Trend con Juan
Ramn, a quien el hispanista ingls conoci en Madrid ya en los
aos veinte y con quien mantuvo una larga relacin epistolar
42
-
A lb e r to J im n e z F r a u d y N a ta lia C o ss o en la p u e r ta d e su c a s a d e W e llin g to n P la c e ,
O x fo r d , a b r i l d e 1954. Residencia de E stu diantes, M adrid.
43
-
que se inici hacia 1926 y se prolong hasta bien entrada la
dcada de los cincuenta. Los estudios del gran hispanista sobre
la obra del poeta de Moguer y muy especialmente su antologa
Juan Ramn Jimnez: Fifty Spanish Poems, publicada en Oxford
en 1950, fueron adems, como veremos ms adelante, funda
mentales para el conocimiento de la obra del poeta de Moguer
en el mbito europeo y tambin de forma muy concreta en los
crculos cercanos a la Academia Sueca.
Juan Ramn no pudo contestar la carta antes citada de Jim
nez Fraud, porque en esas fechas estaba entrando en el grave pro
ceso depresivo que llevara en marzo de 1951 al matrimonio Jim
nez a trasladarse de Estados Unidos a Puerto Rico y que el poeta
no superara del todo hasta el otoo de 1952. Zenobia, sin embar
go, respondi con diligencia a su buen amigo en carta fechada en
Riverdale el 17 de julio de 195o2':
Querido Alberto:
Perdone que le escriba a mquina, pero como Juan Ramn, que
no anda muy bien esta temporada, me ha pedido que le sirva de
amanuense, quiero evitarle la lucha con mi caligrafa.
La carta es extensa, y slo al final de ella Zenobia contesta a las
palabras antes citadas de Jimnez Fraud:
En cuanto al asunto del Premio Nobel lo primero que queremos
que usted sepa es que Juan Ramn no lo ha solicitado nunca y
que, en cambio, ha apoyado con una nota publicada en Espaa
la candidatura de Ortega. Hace ya dos o tres aos que tanto en
Espaa como en Hispanoamrica se vienen publicando deman-
21 La carta se conserva en el archivo fam iliar de Jimnez Fraud.
44
-
J U A N R A M N
J I M N E Z
F i f t y
Sp a ni s h Poe ms
With English translations
by
J. B. T R E N D
OXFORD THE DOLPHIN BOOK CO ., LTD.
Cubierta de Fifty Spanish Poems, de Juan Ramn Jimenez, traducidos al ingls por J. B. Trend, Oxford, The Dolphin Book, 1950. Residencia de Estudiantes, Madrid.
45
-
das de este premio para J. R. y esto es todo lo que hay. De todos
modos enviaremos algo de lo que pueda interesarle al seor
Dethorey, que J. R. no sabe tampoco quin es, pero que supone
ser algn desterrado de los muchos que andan por el mundo,
pero esto es slo por no ser desagradecido, puesto que todo el
mundo sabe que hay candidatos, presentados hace aos, de gran
categora. Muchas gracias por sus indicaciones.
No iba nada desencaminado Juan Ramn al suponer que Detho
rey sera algn desterrado de los muchos que andan por el mun
do. Efectivamente, Ernesto Dethorey era un republicano espa
ol que no quiso regresar a Espaa mientras hubiera dictadura y
que, de hecho, no volvi hasta 1978. Dethorey haba nacido en
Barcelona en 1901, pero desde 1920 vivi en la isla de Mallorca,
donde en 1927 contrajo matrimonio con Gertie Brjesson, de
nacionalidad sueca, con la que ms tarde fij su residencia en
Estocolmo. En Suecia ejerci el periodismo, y trabaj como tra
ductor y profesor de espaol.23
El 19 de julio, dos das despus de contestar a Jimnez Fraud,
Zenobia escribe a Ernesto Dethorey. En la carta (que por su impor
tancia reproduzco al final de este libro), Zenobia se expresa con
similares argumentos:
Muy seor mo:
Hemos recibido una carta de don Alberto Jimnez Fraud, de
Oxford, en la que nos trasmite el deseo de usted de publicar en
ese pas unos artculos relacionados con la concesin de un Pre
mio Nobel de Literatura para mi marido, Juan Ramn Jimnez.
Para ms informacin sobre este extraordinario personaje, vase Carlos Meneses,
Amor a la llibertat. ErnesIM. Dethorey (l()0I-l()(.)2), Palma de Mallorca, Institut dEs-
tudis Balerics, 1995.
46
-
l est enfermo hace una temporada y por eso escribo yo en su
lugar.
Ante todo queremos darle a usted las gracias por su buena inten
cin. Y ahora vamos al asunto: mi marido no ha presentado nin
guna candidatura para dicho premio. Hace dos o tres aos que
se vienen publicando, en Espaa y en Hispanoamrica, artculos
sobre este asunto [...].
A continuacin, Zenobia le comenta a Dethorey que Jimnez
Fraud le enviar la antologa de J. B. Trend, le da una lista de
algunos ensayos esenciales sobre la obra del poeta y aade:
Escribimos a don Juan Guerrero Ruiz, Hermosilla, 44, Madrid,
para que le enve a usted una copia de la bibliografa que l
tiene hecha.
Zenobia hizo de inmediato la gestin a la que alude, y en
carta del 18 de julio a los Guerrero, escribe:
En este momento me llega una peticin de datos sobre J. R. para
un seor Ernesto Dethorey Sveavgen, 86, Estocolmo , que
piensa hacer una serie de artculos en la prensa sueca sobre el
supuesto Premio Nobel. Nosotros le hemos escrito pidindole que
concrete algo de lo que desea. Como no tenemos duplicado de la
mayor parte de las cosas, le agradeceramos mucho que usted
le enviara de nuestra paite lo que considere ms importante de lo
publicado en Espaa en estos ltimos aos sobre J. R., por ejem
plo, los artculos de Gulln en nsula y los Cuadernos Hispanoame
ricanos cuyo nmero no hemos recibido todava. Un ejemplar de la
antologa de Ons, si fuera posible, una copia de la bibliografa de
usted, suponiendo que tenga usted ms de una o una seleccin de los
autores ms distinguidos y cualquier otra cosa que usted conside
re que pueda ser til a este seor. Por nuestra parte, nosotros le
enviaremos todo lo que podamos de lo de por aqu. Nosotros le deci-
47
-
mos que se ponga en relacin con usted sobre este asunto, ya que
usted conoce lo que se ha hecho por all mejor que nosotros.13
A pesar de la diligencia y eficacia de Zenobia y, por aadidu
ra, de Guerrero y Alberto Jimnez Fraud en cumplir con
Dethorey, ste no le contest en aquel momento ni en los meses
posteriores. As se lo comunica la mujer del poeta a Jimnez
Fraud en carta del 13 de septiembre de 1950: Contest inme
diatamente al seor cuyas seas en Estocolmo me envi usted,
indicndole libros, revistas, etc., que poda enviarle si le intere
saban, pero no me ha contestado4.
Efectivamente, Dethorey no respondi en aquel momento a
Zenobia. Sin embargo, s lo hizo despus, aunque cinco aos
ms tarde. En carta de 24 de abril de 1955, el periodista escri
be, avergonzado por la tardanza de su respuesta:
Muy distinguida y respetada seora ma:
Es con cierto rubor que le escribo estas lneas pues hace cinco
aos que estoy en deuda con usted y con su esposo, sobre el cual
he querido desde hace este tiempo escribir un artculo. Por fin
lo he escrito, y tengo mucho gusto en enviarles tres ejemplares
del mismo, uno de ellos en la pgina sin recortar, para que vean
cmo ha salido el artculo en la pgina cultural del prestigioso
diario liberal de Gotemburgo Gteborgs Handels- och Sjfarts-
Tidning, considerado como el Manchester Guardian de Suecia.
De todos modos, Dethorey no se haba quedado de brazos cruza
dos, y en la carta relata lo hecho durante ese tiempo y argumen
ta el porqu de su tardanza:
a;i Zenobia Camprub, Epistolario I, cit., pg. 840.
14 Carta indita. Archivo fam iliar de Alberto Jimnez Fraud.
48
-
Como ya le digo al principio, hace mucho tiempo que quera
escribir este artculo, pero no encontraba oportunidad para
ello. Los suecos se hubieran molestado si yo hubiera intentado
descubrirles a su esposo, y esto hubiera sido contraproducen
te con vistas a la candidatura al Premio Nobel. Pero el poeta
sueco Hjalmar Gullberg, traductor tambin de Gabriela Mis
tral, ha traducido algunos poemas de su esposo y se va a publi
car la traduccin de Platero y yo. Adems, el traductor de esta
obra Hggqvist hizo una presentacin de su esposo en la
radio sueca, leyndose algunos de los poemas traducidos por
Gullberg. He credo, pues, que ste era el momento para escri
bir el artculo. Ahora puedo decir, como digo en el mismo, que
los suecos han empezado a descubrir a Juan Ramn Jim
nez.25
Vemos, pues, cmo Ernesto Dethorey, afincado desde haca aos
en Suecia y conocedor del mbito cultural en el que se mova,
prefiri dejar que los suecos descubrieran a Juan Ramn por
ellos mismos y no adelantarse; sin embargo, si analizamos a
fondo el papel de Dethorey, nos daremos cuenta de que en
muchos sentidos contribuy en gran medida a ese descubri
miento.
El i de noviembre de 1951 Dethorey dio una conferencia en
Estocolmo con el ttulo Juan Ramn Jimnez, mstico de la
poesa, y as se lo comunica a Zenobia en la carta citada: Con
motivo del 70 aniversario de su esposo di una conferencia sobre
l, en espaol, en la Borgarskola de Estocolmo, que es la escue
la de idiomas subvencionada por la municipalidad, escuela en
la que he sido profesor y examinador durante veinte aos. Del
La carta, indita hasta hoy, se guarda en al Sala Zenobia y Juan Ramn Jimnez.
Por su importancia la doy completa al final de este volumen.
49
-
mismo modo, en mayo de 1953, haba publicado un artculo en
la prensa sueca sobre La suerte de los intelectuales espao
les,26 en el que afirmaba de forma concluyente: ahora que
Lorca y Machado estn muertos, slo queda Juan Ramn Jim
nez a la cabeza de la poesa espaola. [...] Ha ejercido gran
influencia sobre los poetas espaoles modernos, siendo actual
mente el nico nombre espaol con verdadera categora de Pre
mio Nobel. No obstante, la aportacin ensaystica ms impor
tante de este escritor al conocimiento de Juan Ramn Jimnez
en Suecia es el artculo que escribe en el mismo peridico el 22
de abril de 1955, titulado Un poeta esencial,27 y que es el
motivo principal de su carta a los Jimnez. Cuando el 24 de
abril de 1955 Dethorey escribe a Zenobia lo hace para comu
nicarle la publicacin de este texto, as como sus actividades
anteriores para dar a conocer la obra del poeta de Moguer en
Suecia.
La carta de Dethorey seala algunos de los hechos funda
mentales que ocurrieron en los aos que median entre la carta
que le escribi Zenobia en julio de 1950 y la suya de abril de
1955. El periodista cataln cita dos artfices fundamentales que
haban hecho posible que la obra de Jimnez se conociera mejor
en Suecia: Hjalmar Gullberg, clebre poeta y acadmico sueco,
y Arne Hggqvist. La conferencia de este ltimo, con la lectura
de las traducciones al sueco de poemas de Juan Ramn, son el
preludio del importante artculo que Hggqvist publicara al
final de ese mismo ao en la revista literaria Bonniers Litterra
Magasin,-0 y de las traducciones de diecisis poemas de Juan
J,> Gteborgs Handels- och Sjfarts- Tidn in g, Gotemburgo, 6 y 7 de mayo de 1953.
Gteborgs Handels- och Sjfarts-Tidning, Gotemburgo, 22 de abril de 1955. Repro
duzco el artculo en edicin de Matica Goulard en la tercera parte de este volumen.
-ll Arne Hggqvist, Juan Ramn Jimnez, Bonniers Litterra M agasin, Estocolmo,
diciem bre de 1955, pgs. 816-819.
50
-
Ernesto Dethorey:
En vsentl ig s k a l dT 7 r ngra rtionden sedan
pgick i Frankrike en debat om den rena poesin. Juan Ramn Jimnez tyckte inte att adjektivet var det rtta. I stallet for ren poesi fredrog han att kalia den naken poesi.
O ch hon tog av sig tunikanoch visade sig heit naken . . . .
mitt livs delse, nakenpoesi, m in f r alltid!
Dessa r slutraderna pa ett poem som i sin korthet innehaller skal- dens poetiska sjlvbiografi och hans uppfattning om poesin. Poem et ingr i diktsam- lingen Eternidades (Evighe- ter). Evighet, evigheter r ord som ofta frekommer i denne skalds dikter. Men inte bara i ord. Han sysslar med evigheter, m ed vsentlighetcr . . . Och hans strvan har alltid varit att upp- n en naken poesi, naken som en avkldd staty, fri frn ova- sentligheter, dr ingenting frekommer som inte r ndvndigt f r diktn. Man har sprjt om det finns nagon poesi som r mera fri frn icke poetiska element n hans, dr de yttre upp- fattningarna och verkligheterna saknas i hogre grad, och som i ord uttrycker renare och out- sgligare inre verkligheter.
Juan Ramn Jimnez r mys- tiker, men hans mystik har inte att skaffa med religion i gngse mening. Han r en modern skald i ordete fulla bemrkelse. Och alla r ense om att ingen ha r som han avsttt frn phit- tigheter, lust att briljera, tom - ma ord. Han vet att nuet och evigheten inte gr att frena. Evighet r hr synonymt med tidlshet. Han renar, avska- lar, retuscherar, rttar tills han kommer den absoluta fullnd- ningen nra, tills han uppnr uttrycket for det poetiska med enkelhet, med sparandet av ord, men med exakthet, med riktig-
1 d p ta a v sp p n d p h a r s k a l -
och versatts. I Argentina och Mexiko ger man ut bcker av och om honom. Bland de seaste erbeten som gnats honom r en ess av den kande engelske hispanisten professor J. B. Trend. Den inleder en vacker utgva av 50 spanska dikter med engelsk versttning vid sidan: Juan Ramn Jim nez, Fifty Spanish Poems, W ith English translations by J. B. Trend (Oxford: The Dolphin Book Co., Ltd. 1950). I de spansktalande lnderna i Amerika hyser man stor aktning for skalden och hans verk. Hans inflytande har betytt fr bade Spaniens och det spansktalande Amerikas ungdom en intellektuell och andlig hjning. Han blev "fort- sttaren av den nya rrelsen
( modernismo ) 1 den spanska poesin och han har spritt den tili de tjugo vriga lnder dr spanskan talas , sger professor Trend.
En hei skaldegeneration, vars frmsfa Tran in r Federico G ar-' c a 'Lorca, Rafael Alberti, Pedro Salinas, Jorge Guilln, har mycket att tacka Juan Ramn Jimnez fr. Professor Trend sger ocks: Han har gjort t- skilligt som hans spanska sam - tida ven gjort, men han gjorde det frst. Och tillgger som exempel att Garca Lorcas rykt- bara grna poem (Romance sonmbulo Smngngarbalia-
ViaH> florp frirotrnrrora
poesi. Den skildrar en liten snas liv, men ven livet i en vit och solig ort i Andalusien, Moguer, diktarens f delseort. Asnans namn r Platero, vilket egentli- gen betyder silversmed, men r det familjra eller smeksamma namn man ger i Spanien t s- nor med silvergr pals. "Platero y yo har versatts till fiera sprk och r alsklingslektyr - i skolorna bde i Spanien och det spansktalande Amerika.
Hans andra prosabok heter Espaoles de tres mundos( Span j orer frn tre vrldar),. V iejo Mundo, Nuevo Mundo, Otro Mundo (Gamla vrlden,. Nya vrlden, Andra vrlden), d. v. s. Spanien, Amerika, D - den, och den utgr karikatyrer eller portrtt av frfattare, konstnrer och andra kulturge- stalter: Bcquer, Unamuno, Rubn Daro, R. Menndez Pidal,. Antonio Machado, J. Ortega y| Gasset, Enrique Granados, Manuel de Falla, Alfonso Reyes, Pablo Neruda (en ovanligt och ovnligt bitande karikatyr), F. Garca Lorca, Francisco Bores m. fl. Bores sger han r skyldig Picasso vad alla vara unga mAlare r honom skyldi- ga; vad alla vra unga musiker r skyldiga Falla . . . Han knde ha tillagt: Vad alia vara unga poeter r skyldiga Juan Ramn Jimnez, ly han tillhor samma generation och r av samma klass som de tva vrldsbermda spanjorer han nmner.
Den i december sjuttiofyra- rige skalden bor nu med sin hustru omvxlande i Fren- ta Statema och p Puerto Rico, v id vars universitet han r knu- ten. Trots att ingenting hindrar honom att tervnda, r det in te troligt att han, som var knu- ten till sdana fria institutioner som Institucin Libre de Enseanza och Residencia de Estudiantes slnjlla triuoc imitas ">>
F ra g m e n to d e l a r t c u lo d e E rn e s to D e th o re y s o b r e J u a n R a m n J im n e z , p u b lic a d o en
G teb o rg s H a n d e ls- o ch S j fa r ts -T id n in g , G o te m b u rg o , 22 d e a b r il d e 1955. S ala Z en o
b ia v Juan Ram n Jim nez, U niversidad de Puerto Rico.
51
-
Ramn realizadas en ese mismo nmero por Gullberg. Como
seala Matica Goulard:
[...] los 16 poemas traducidos por Hjalmar Gullberg con el ttu
lo general de Qu cerca ya del alma constituyeron, con segu
ridad, la consagracin de JRJ ante el pblico sueco y ante la
Academia. La autoridad del traductor como poeta, como uno de
los dieciocho miembros de la corporacin y como intrprete de
otros poetas (Eurpides, Racine, Paul Claudel, Gabriela Mistral,
A. Sikelianos, Goethe, Baudelaire, Garca Lorca, etc.) daba a
esta presentacin un valor especial.29
A esta serie de acontecimientos debemos aadir uno de vital
importancia: la publicacin en 1955 de Platero y yo en una tra
duccin al sueco de Arne Hggqvist.30 Tambin en esa edicin
la presencia de Ernesto Dethorey fue, como ms adelante vere
mos, fundamental.
De este modo, a finales de 1955 el terreno estaba abonado para
que una candidatura de Jimnez al Premio Nobel de Literatura
pudiera tener xito. Sin embargo, conviene demorarse an ms
en ese largo camino de casi seis aos en el que la obra de uno de
los poetas decisivos en lengua espaola del siglo X X pas de ser
prcticamente desconocida en el mbito escandinavo a ser con
siderada merecedora del Nobel.
a,) Matica Goulard, Juan Ramn Jimnez y la crtica en Escandinavia, Madrid, nsu
la1,1963, pg. 20.
30 Juan Ramn Jimnez, Silver och jach , traduccin de Arne H ggqvist, Estocolmo,
Whalstrm & W idstrand, 1955.
52
-
X95I- N OTICIAS DESDE RAPALLO
El 14 de marzo de 1951, Juan Ramn y Zenobia dejaron su casa
de Riverdale en Estados Unidos para trasladarse definitivamen
te a Puerto Rico. Desde comienzos del verano de 1950, Juan
Ramn estaba inmerso en una crisis depresiva que llev a los
Jimnez, siguiendo el consejo de los mdicos, a decidir el viaje
con la esperanza de que la vida en un pas de lengua espaola
devolviera la salud al poeta.
Zenobia y Juan Ramn llegaron a Puerto Rico el 19 de mar
zo. A l da siguiente, recibieron una carta de la escritora puer
torriquea Margot Arce, que, enterada de su llegada a la isla
probablemente por la prensa, que dio la noticia , se apre
sur a remitirles una carta que Gabriela Mistral, al desconocer
la direccin de los Jimnez, le haba enviado para que se la hicie
se llegar a ellos. En su carta, la escritora chilena les escribe preo
cupada por las noticias que circulaban sobre la precaria salud
de Juan Ramn. Zenobia le contesta el 7 de abril de 1951 y, al no
recibir respuesta, le vuelve a escribir el 29 de mayo del mismo
ao.3'
El 27 de junio de 1951, los Jimnez reciben otra misiva de
Margot Arce a la que de nuevo adjunta una larga y cariosa
carta de Gabriela Mistral.3 Adems de volverse a interesar por
31 Las cartas de Zenobia y Juan Ramn a Gabriela Mistral inditas en su mayor
parte se guardan en el archivo de la escritora chilena en la B iblioteca del Con
greso de Washington. Las cito a partir de dichos originales.
;,J Esta carta de Gabriela Mistral est entre las que Juan Ramn regal a la Bibliote
ca del Congreso de Washington. Se publicaron en: Cartas de Gabriela Mistral a Juan
Ramn Jimnez, E diciones de la Torre, P ublicacion es de la Sala Zenobia y Juan
Ramn Jimnez, serie B, nm. 2, Puerto Rico, 1961. Las dos cartas de Margot Arce
a los Jimnez se conservan en la Sala Zenobia y Juan Ramn de la Universidad de
Puerto R ico y perm anecen inditas.
53
-
la salud de Juan Ramn, el tema fundamental de la carta de la
poeta de Tala es su voluntad de impulsar seriamente iniciativas
que desemboquen en un Nobel para el espaol:
Casella 69, Rapallo [principios de mayo de 1951]
Tan querida Zjenobia] de J. R.: yo soy animal de rumia y a uste
des dos los rumio con frecuencia. Escribo poco, o no escribo,
cuando les s en tal lugar y sin problemas grandes ni chicos.
Pienso a nuestro J. R. en relacin con problemas de salud que o
han sido mos o lo son. [...]
Mi carta es para saber de ustedes pero tambin para decirles
esto: El prximo Pfremio] N[obel] espaol que venga debe ser
para J. R. Todos sabemos eso. Debe presentar la candidatura
alguien que sea muy alto en Europa y J. R. es sabido de gente
europea importante. Escogida esa persona por ustedes, tenemos
derecho a apoyar la candidatura los otros P[remios] N[obel], Slo
el ao pasado se nos declar eso oficialmente por la Academia
Sueca. No hay franquistas en ella y los miembros que he trata
do repudian a F[ranco]. Habl aqu hace das con una seora
sueca que es jefe de la editorial primera de su pas; le habl de
J. R. Lo ha ledo lee espaol y lo admira mucho. Ella podr
ayudarnos tambin a lo de hacer ambiente con los viejos...
Hable usted, querida, con Margot [Arce] sobre esto. Debera pre
sentarlo el jefe del Departamento de Espaol de Columbia y aa
dir a eso los otros departamentos espaoles de las universidades
americanas. Sobra recordarle las nuestras. Lo de [Rmulo] Galle
gos fall tal vez por torpezas. Anduvieron preparando la candi
datura unos mozos medio alocados. Parece que G[allegos] no se
presenta de nuevo. Lo de Alf[onso Reyes] fracas por la raz; no
premian el ensayo. Solamente lo dieron a Rergson y despus
advirtieron que se haban salido de lo dispuesto por Nobel;
54
-
que se premie la creacin pura y no el ensayo. Se lo hice saber
con fineza a Alf[onso] y l tuvo una respuesta dura e incrdula,
cosa que me apen, porque yo lo he tratado siempre con una con
fianza de hermano. Adhirieron todas las Academias y casi todas
las universidades de la Amrica Espaola. Pero a la Academia
Sueca le importan poco las Academias... (La chilena no adhiri
a lo mo sino... pasado el tiempo y con una exigencia vergonzan
te de mi Gobierno el cual hizo todo y no por deseo mo cier
tamente.)
Dgame cuatro letras sobre este asunto. Si lo hacemos debe ser
con miras al ao 52 o al 53. Disponer de m como de una buena
criada: mandarme con toda confianza, en toda confianza.
Perdone lpiz y letra, querida: la tinta me irrita la vista.
[ . . . ]
Gabriela
Dgame si J. R. desea algunos libros italianos. Un abrazo tierno
y fuerte a la vez para mis dos bien queridos.
Gabriela
P. S. Para buscar yo las firmas italianas, debo tener libros de J. R.
Los pido a libreras espaolas o argentinas? A cules? Basta
darme nombres y direcciones, yo har el resto.
Sern los libros que l escoja y yo los entregar por mano
(los de Roma y aples) los dems saldrn por correo desde
Npoles.
Zenobia responde a la escritora chilena el mismo da que recibe
la carta de Margot Arce. En las primeras lneas, nos descubre la
fecha de la de Gabriela Mistral.
55
-
Juan Ramn Jimnez con Gabriela Mistral, Washington D. C ., 1946. Sala Zenobia y Juan Ramn Jimnez, Universidad de Puerto Rico.
56
-
Querida Gabriela: en este momento me trae el cartero su carta,
que aunque no lleva fecha, tiene en el matasellos del sobre que
vena incluido en una de Margot, la fecha del 6 de mayo.
Al principio, Zenobia contesta a la preocupacin de Gabriela
por Juan Ramn, y ms adelante aade:
De lo que me dice del Premio Nobel, tengo que contestar por mi
cuenta porque Juan Ramn no lo har. Lo de Columbia por razo
nes particulares no puede ser, pero (como me doy cuenta del
inmenso bien moral que para J. R. sera y que nos dara ocasin
de dejar todo pot boiling y dedicarnos a organizar y editar la
cantidad de obra indita que en la actualidad descansa en
la Biblioteca del Congreso ) creo que de hacerlo alguna cabe
za de entidad americana, nadie como [Luther] Evans, director
de la antes mencionada Biblioteca del Congreso, que ha ofreci
do su hospitalidad a la Obra de J. R.
Zenobia sugiere otras personalidades que podran aconsejar o ayu
dar a una candidatura para el Nobel. Y cita entre otros a Jaime
Bentez, rector de la Universidad de Puerto Rico amigo ms
incondicional no lo hay y tal vez a l se le ocurrir algo cuando
llegue de su viaje a Europa formando parte del equipo norteame
ricano de Unesco , a J. B. Trend en Cambridge, a Francisco
Aguilera en Washington, a Eduardo Mallea en Argentina, y, en
Italia, donde resida Mistral, a los escritores italianos Cario Bo y
Rinaldo Froldi. Zenobia no insiste mucho en el tema, pero ms
adelante, hablando de la frgil situacin psquica del poeta, aa
de: no le digo nada de la inyeccin de optimismo que le dara el
Pfremio] N[obel].
Cuando Zenobia escriba esta carta, a finales de junio de 1951,
Jaime Bentez estaba, efectivamente, de viaje por Europa. En su
57
-
estancia en Italia, el rector visit a Gabriela Mistral y hablaron
del poeta espaol. A s se lo cuenta Zenobia a los Guerrero en car
ta de 16 de agosto de 1951, tras el regreso de Bentez y su mujer
a Puerto Rico:
Vieron a Gabriela Mistral, que, claro, preguntaba muy inquieta
por JR (Gabriela es una de las que escribe que quiere apoyar a
JR para el Premio Nobel). Ahora se ha ido de Rapallo a Npo-
les y tard mucho en contestarle, porque no saba que sus seas
eran American Express, mientras no tengan otras ms defini
tivas.'0
La relacin epistolar entre Zenobia y Gabriela Mistral continu,
aunque algunas de las cartas se han perdido. Juan Ramn no
pudo contestar hasta enero de 195331 a la amable carta de la
escritora chilena en la que se preocupaba por l y planteaba el
tema del Nobel. Esa carta de Juan Ramn es la ms tarda de las
que de l y de Zenobia se conservan en el archivo de la escrito
ra en la Biblioteca del Congreso de Washington. Sin embargo, la
ltima referencia a Mistral que encontramos en los diarios de
Zenobia es una nota del 1 de febrero de 1956 (precisamente
cuando terminaba el plazo para la presentacin de candidaturas
a la Academia Sueca) en la que escuetamente dice: contest a
Gabriela Mistral35. Desgraciadamente, ni la carta de Mistral ni
la de Zenobia estn en sus respectivos archivos.
Del mismo modo que Ernesto Dethorey, a pesar de su silen
cio epistolar, continu con su labor en pro del conocimiento
de Juan Ramn en Suecia, es muy probable que tambin lo
1! Zenobia Camprub, op. cit., pg. 919.
:u V ase ms adelante la pgina 81.
'Z en o b ia Camprub, D iario3. Puerto Rico (igci-igc6), edicin de G raciela Palau
de Nemes, Madrid, Alianza, 2006, pg. 251.
58
-
hiciera Gabriela Mistral. Las buenas intenciones, expresadas
en la extensa y clida carta antes citada, y el contacto direc
to que la escritora chilena tena con el mundo cultural sueco
desde que recibiera el Premio Nobel en 1945, as lo permiten
suponer.
Despus de esa fecha, Mistral mantuvo una relacin episto
lar amistosa con el acadmico sueco Hjalmar Gullberg, quien,
antes de que a ella le fuera otorgado el Nobel, haba traducido y
dado a conocer su poesa en Suecia, del mismo modo que luego
hizo con la de Juan Ramn.
Cuando Gabriela Mistral fue informada por un periodista
sueco sobre el Premio Nobel de Literatura de 1956, declar lo
siguiente:
Juan Ramn Jimnez es un poeta nato, uno de esos que nacen
un da con la misma sencillez con que brillan los rayos del sol,
uno que pura y simplemente ha nacido y dado de s mismo,
inconsciente de sus prendas naturales. No sabemos cundo nace
un poeta semejante. Slo sabemos que un da lo encontramos, lo
vemos, lo omos, igual que vemos un da florecer una planta. A
esto lo llamamos un milagro.3''
En cuanto a Gullberg, uno de los aspectos que subrayar con ms
vehemencia en la parte final de su discurso en la Sala de Con
ciertos de Estocolmo el da de la entrega del Premio Nobel ser
precisamente el que hace referencia al magisterio del autor de
Piedra y cielo en los poetas ms jvenes de Espaa e Hispanoa
mrica, citando de forma especial a Gabriela Mistral:
;I Es importante sealar que el propio Gullberg cita tambin estas palabras de Gabrie
la Mistral al final de su discurso del 10 de diciembre de 1956 en la Sala de Conciertos
de Estocolmo (vase la tercera paite del libro: Documentos, VIH).
59
-
Rafael Alberti, Jorge Guilln, Pedro Salinas y otros que han escri
to sus nombres en la reciente historia de la poesa espaola han
sido sus discpulos; Federico Garca Lorca es tambin uno de
ellos, lo mismo que los poetas hispanoamericanos, con Gabrie
la Mistral a la cabeza. [...] Para una generacin posterior de poe
tas de ambas orillas del ocano que separa y une a la vez a los
pases hispnicos, ha sido un maestro el maestro, sencilla
mente^ . Cuando la Academia Sueca rinde homenaje a Juan
Ramn Jimnez lo rinde a toda una poca de la gloriosa litera
tura espaola.
Pero hay un testimonio excepcional que, aunque publicado, ape
nas ha tenido trascendencia en los estudios biogrficos sobre el
poeta de Moguer, y que nos permite corroborar que el inters de
Gabriela Mistral y su fidelidad hacia su maestro y amigo fueron
decisivos para el conocimiento de ste en los medios acadmicos
suecos. Se trata del artculo de Matica Goulard titulado Juan
Ramn Jimnez y el Premio Nobel37. En l, la escritora espao
la afincada en Suecia relata cmo en diciembre de 1955, al ver
los poemas de Juan Ramn Jimnez traducidos por Hjalmar Gull
berg en BLM, record la conversacin que haba tenido con el
acadmico sueco aos antes, con motivo de la concesin del Nobel
a Gabriela Mistral. El documento es sorprendente y extraordina
riamente revelador para lo que nos ocupa, por lo que reproduzco
un fragmento extenso de l:
En los primeros das del mes de diciembre del ao de 1945, haba
llegado a Gotemburgo en un barco sueco, desde el Brasil, la poe
37 Matica Goulard de W estberg, Juan Ramn Jimnez y el Premio Nobel, Boletn
de la Asociacin Europea de Profesores de Espaol, ao X V , nm. 28, Madrid, prima
vera de 1983, pgs. 75-77.
60
-
tisa chilena. El agregado cultural de la Embajada de Suecia en
el Brasil, Nils Hedberg, era mi jefe en el Instituto Iberoameri
cano y me haba encargado que la recibiese y le sirviese de gua
e intrprete en la ciudad. Por deseo de ella la acompa tam
bin a Estocolmo y estuve a su disposicin hasta que tom el
avin para Pars diez das despus.
En el saln del Gran Hotel de Estocolmo, recin bajada del tren
de noche, Gabriela Mistral deba encontrar a su traductor que
era el mismo poeta Hjalmar Gullberg, que iba a representar un
papel tan importante, aos despus, en la concesin del Nobel
a Juan Ramn Jimnez. Yo asist como intrprete a este primer
encuentro casi dramtico.
Muchos de los presentes habrn visto la fotografa de Gabriela
Mistral: era una mujer alta y fuerte con un magnfico perfil de
cacica india. Das despus, en la cena de la editorial, un cono
cido escritor sueco, Frans G. Bengtsson, la bautiz con el nom
bre de La Sibila Cumana, porque le recordaba el perfil de sta
en el fresco de la Capilla Sixtina. Hjalmar Gullberg era un hom
bre bajo, moreno, con las sienes plateadas, elegante y atildado.
Estaba en la cumbre de su popularidad como poeta.
Ya s, ya s empez Gabriela que le debo a usted la con
cesin del Premio Nobel. Me han dicho que su traduccin es
mejor que mi original. (Era efectivamente muy buena y Hjalmar
Gullberg mostr su satisfaccin.) Pero aadi Gabriela el
Premio no me lo debieron haber concedido a m, sino a Juan
Ramn Jimnez que se lo merece mucho ms. S, s, todos somos
discpulos suyos.8
:i" Estas palabras de Gabriela Mistral fueron recogidas por la prensa y tuvieron un
eco posterior que llega incluso hasta la propia concesin del Nobel a Juan Ramn
en 1956. A s, e l clebre escritor sueco y buen conocedor de la literatura en lengua
espaola Artur Lundkvist, en un artculo publicado en el Morgon-Tidningen de Esto-
6l
-
La cara de Hjalmar Gullberg expresaba la ms profunda sorpre
sa y el ms extraordinario desconcierto. Por suerte, los periodis
tas irrumpieron con sus cmaras y Hjalmar Gullberg se volvi a
m y me dijo en sueco:
Quin ha dicho?
Entre fogonazo y fogonazo yo trat de darle una idea rpida de
lo que significaba Juan Ramn Jimnez. No s si se enter en
aquel momento, pero en los das siguientes en comidas y visitas
tuvimos ocasin de volver a hablar y sonaron los nombres de
otros poetas espaoles, especialmente el de Garca Lorca, que
l haba traducido en parte.
No vi a Hjalmar Gullberg en los aos siguientes, pero cuando le
la traduccin de los 16 poemas, en el nmero de BLM en diciem
bre de 1955, record la cara de sorpresa del poeta sueco en aquel
encuentro dramtico. No me cupo la menor duda de que la fra
se lanzada por Gabriela Mistral, casi como un exabrupto, haba
fructificado, y ahora Hjalmar Gullberg saba muy bien quin era
Juan Ramn Jimnez.
El testimonio de Matica Goulard acerca del momento en que Gull
berg tuvo la