ALICIA ROJO, Los trotskistas argentinos, la clase obrera y el peronismo. LOS ORÍGENES DEL...

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En la segunda mitad de la década del ‘40, el peronismo se consolidaba entre los trabajadores argentinos como su dirección política y hegemonizaba la conducción de las organizaciones sindicales profundizando su burocratización y estatización. Los grupos trotskistas no solo analizaron este fenómeno sino que procuraron vincularse con la clase obrera y diseñaron políticas para construirse entre los trabajadores. Estos intentos estuvieron signados por su carácter de pequeños grupos iniciales en el contexto de una clase obrera en expansión que se constituía como base social de un movimiento nacionalista burgués. Contaban para esta tarea con los aportes teórico-políticos y las experiencias de su corriente internacional acerca de las tareas de la revolución en los países semicoloniales y, fundamentalmente, de los análisis de León Trotsky sobre Latinoamérica escritos desde su exilio en México, así como sus escritos acerca de los sindicatos en la era imperialista.

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  • Los trotskistas argentinos, la clase obrera y el peronismo

    LOS ORGENES DEL TROTSKISMO

    ALICIA ROJO

    Historiadora, docente UBA, CEIP Len Trotsky.

    Nmero 22, agosto 2015.

    En la segunda mitad de la dcada del 40, el peronismo se consolidaba entre los trabajadores argentinos como su direccin poltica y hegemonizaba la conduccin de las organizaciones sindicales profundizando su burocratizacin y estatizacin. Los grupos trotskistas no solo analizaron este fenmeno sino que procuraron vincularse con la clase obrera y disearon polticas para construirse entre los trabajadores. Estos intentos estuvieron signados por su carcter de pequeos grupos iniciales en el contexto de una clase obrera en expansin que se constitua como base social de un movimiento nacionalista burgus. Contaban para esta tarea con los aportes terico-polticos y las experiencias de su corriente internacional acerca de las tareas de la revolucin en los pases semicoloniales y, fundamentalmente, de los anlisis de Len Trotsky sobre Latinoamrica escritos desde su exilio en Mxico, as como sus escritos acerca de los sindicatos en la era imperialista.

    Los anlisis del fenmeno peronista

    Los trotskistas argentinos no constituan un grupo unificado. El Grupo Cuarta Internacional (GCI), dirigido por Posadas, publicaba Voz Proletaria (VP) y el Grupo Obrero Marxista (GOM), con Nahuel Moreno a su frente, editaba Frente Proletario (FP) y se transform, a fines de 1948, en Partido Obrero Revolucionario (POR). Ambas corrientes mantendrn su presencia durante las dcadas siguientes, conocidas como posadismo y morenismo.

    Ambos grupos coincidieron en el carcter semicolonial del pas pero se diferenciaron al explicar las relaciones entre las clases y, fundamentalmente, las caractersticas de la burguesa industrial. El GCI puso el acento en la oposicin de esta ltima a los sectores terratenientes y al imperialismo, aunque plante que la burguesa solo buscaba ampliar los mrgenes de negociacin con el imperialismo y no oponerse abiertamentea l. El GOM no encontraba oposicin entre la burguesa nacional y la oligarqua terrateniente ni entre ellas yel imperialismo, debido a la estrecha imbricacin econmica y poltica de las clases dominantes con el capital extranjero.

    Estas consideraciones tuvieron implicancias sobre los anlisis del carcter del peronismo. Para el GCI, el peronismo represent los intereses de la burguesa industrial, quien encabez un movimiento nacional apoyado en el proletariado y enfrentado a los terratenientes y al imperialismo, aunque afirmaba que no profundizara este enfrentamiento ni avanzara en una ruptura. Por su parte, el GOM a partir de la estrecha relacin de las clases nacionales con Gran Bretaa y su unidad interna, concluy que el rgimen peronista expresaba los intereses de este pas y los sectores ligados a l; en este marco, el peronismo no fue visto comoun movimiento nacionalista burgus, sino como producto del enfrentamiento entre camarillas burguesas utilizando al movimiento obrero como base de apoyo.

  • La caracterizacin de la clase obrera

    Esta caracterizacin del gobierno peronista impact sobre su visin de la clase obrera y sus organizaciones. El GCI analiz a los sindicatos en los pases semicoloniales y en la Argentina en particular, como herramienta de la burguesa nacional en su enfrentamiento con la oligarqua y el imperialismo y para defenderse a la vez del propio proletariado. Desde el punto de vista del apoyo brindado por el proletariado al peronismo, para el GCI los trabajadores respaldaron a Pern en funcin de sus propios intereses revolucionarios, que la burguesa utiliz en su beneficio pero que, al mismo tiempo, la obligaron a hacer concesiones a las masas:

    Derecho de huelga, reconocimiento del derecho sindical, comisiones internas de fbrica, libre funcionamiento de los delegados; revisin de los salarios para ponerlos a nivel del costo de vida cada trimestre, voto de la mujer. Fueron estas conquistas obreras regalos de la burguesa o cayeron del cielo? Cientos de delegados obreros y la mayora del proletariado, viven la contradiccin inconsciente de dar su apoyo a Pern en el campo poltico y oponrsele en el sindical Camaradas del GOM el proletariado est muy lejos de estar castrado y sin mpetu (Voz Proletaria, 1948).

    Para el GOM el proletariado fue utilizado en el plan demaggico del gobierno y desviado de los mtodos de lucha revolucionarios y de sus objetivos de clase. El proceso de estatizacin de los sindicatos responda a las necesidades del conjunto de la burguesa y del imperialismo de reforzar el control sobre la clase obrera .

    La estatizacin de los sindicatos no obedece pues a las necesidades de la burguesa industrial democrtica contra el imperialismo, sino a los intereses comunes de ambos estrechamente ligados entre s y comandados por este ltimo. () la CGT no es sino la cadena de transmisin de esta poltica dentro del movimiento obrero frena al nico sector que poda dar la batalla al imperialismo, contradiciendo as el cuento de la independencia del pas Las reverencias de la CGT hacia el imperialismo no son sino la sombra chinesca, de algo real: la ligazn y el estado de dependencia de la burguesa argentina del imperialismo, verdadera fuente en la que hay que ahondar para explicar correctamente el fenmeno actual (Frente Proletario, 1948).

    As, para el GCI, la clase obrera podra, elevando su conciencia, hacer una experiencia con el peronismo y sus lmites como movimiento burgus previendo una pronta ruptura de los trabajadores con la conduccin peronista. Para el GOM, primaba el proceso de control del gobierno sobre la clase obrera a travs de la estatizacin de los sindicatos y de cooptacin por medio de las concesiones materiales otorgadas.

    La intervencin en el movimiento obrero: textiles y metalrgicos

    Estas caracterizaciones definirn lneas polticas de intervencin sobre el movimiento obrero partiendo del trabajo dentro de los sindicatos y la lucha por la democracia sindical como ejes de su poltica hacia la clase obrera [1].

    Hacia 1948 frente a un aumento de la conflictividad obrera, el grupo fund el POR y fue definiendo su poltica de intervencin sindical, primero en la forma de fracciones revolucionarias en los sindicatos y despus, y en la forma ms permanente, oposiciones sindicales:

  • La lucha por la democracia sindical debe tener una herramienta: las oposiciones sindicales. Hay que formar oposiciones sindicales con todo obrero honrado y luchador que quiera que su sindicato sea libre, democrticoy anticapitalista. Hay que organizar un gran Congreso Nacional de estas oposiciones para elaborar un programa comn (FP, 1949).

    Partiendo de que hay que estar dentro de la CGT y sus sindicatos. No para romperlos o dividirlos, no contra la CGT, sino a su lado, en medio del desarrollo de su lucha, para ayudarlos a comprender esa contradiccin entre el apoyo poltico a Pern y las luchas sindicales que se desarrollaban, el GCI se opona a la tctica de formacin de oposiciones sindicales y fue definiendo una lnea de exigencia a la CGT para quemodificara su poltica y luchara por el programa del proletariado, para lo cual ofreca el programa trotskista.

    Los obreros necesitan imprimir en su central obrera el sello de su propia poltica de clase. Obligar a la direccin de la CGT a romper su maridaje con la burguesa nacionalista y su estado capitalista, llevando su propio programa de reivindicaciones Los trabajadores deben obligar a sus dirigentes a que la CGT lleve una poltica propia, agite y luche por un programa propio.

    Tomaremos en este artculo solo dos gremios como ejemplo. Para el caso del GOM-POR su trabajo en textiles ofrece una visin de sus prcticas polticas y para el GCI resultar ms significativa su intervencin en el gremio metalrgico.

    El GOM-POR tuvo presencia o relacin con varios establecimientos: Bunge y Born, Alpargatas, Algodonera Argentina, Adot. El grupo abra sus pginas a denuncias de los trabajadores de las fbricas en las que militaban o con las que se relacionaban y aqu tambin las tcticas de intervencin se iban precisando. As, por ejemplo, bajo el ttulo Hay que cambiar de Delegado en Bunge y Born se planteaba:

    Los obreros de la casa Bunge y Born, afiliados a la AOT desde los primeros das de la organizacin, nos vemos traicionados en nuestras reivindicaciones por el delegado general Antonio Castieiras, quien, en vez de luchar por los intereses obreros, se pasa el da en charlas de trastienda con la gerencia La solucin de estos problemas se conseguir nuclendonos alrededor de una autntica comisin interna, que represente nuestros intereses de clase explotada (FP, 1946).

    Aqu aparece una de las primeras formulaciones de la poltica de organizacin alrededor de una autntica comisin interna. Definira despus la lucha por sindicatos revolucionarios libres de la tutela estatal, ligando la lucha por ellos a la construccin de fracciones revolucionarias que luchen en cada fbrica por la construccin de un partido revolucionario bajo el programa del trotskismo. Ser ms claramente en 1949, cuando se defini la poltica de oposiciones sindicales:

    Todos los compaeros de este turno deben exigir del sindicato, autorizacin para elegir delegado!

    Compaeros de Alpargatas: para terminar con los traidores sindicales vendidos a la patronal; para desbaratar todas las tentativas de los patrones para dividirnos; para conquistar nuestras justas reclamaciones: Formemos rpidamente una fuerte oposicin sindical! Unmonos los obreros, por encima de las ideologas

  • polticas, para luchar en comn! Obreros de Alpargatas (FP, 1949).

    Las denuncias de los obreros sobre el accionar de la burocracia sindical, su connivencia con la empresa y susrelaciones con el gobierno, se acompaaban de un mapa detallado de los grupos econmicos a los que pertenecan las empresas; as tambin las publicaciones muestran mltiples actividades de intervencin en fbricas a travs del piqueteo del peridico y el reflejo de estas acciones en sus pginas.

    Encontramos un ejemplo claro de intervencin del GCI en el sindicato metalrgico. sta toma cuerpo al constatar la influencia de su delegado en la fbrica SIAM despedido a fines de 1947. En la carta que Dante Minazzoli enva a la Comisin Administrativa de la UOM Avellaneda tras su despido (la carta fue escrita en diciembre de 1947 y publicada en marzo del ao siguiente) reprochaba a la Comisin Administrativa de la UOM su actitud:

    ustedes dijeron en varias oportunidades: No podemos dejarlo hablar a Minazzoli porque convence a los obreros. Un solo trotskysta puede ms que todos ustedes! Lo que ustedes temen son a las ideas que defiende Minazzoli contra la falta de verdad y la enorme injusticia de la posicin que defienden ustedes. Estaes la cuestin la patronal de Siam trat de deshacerse de m y Uds. le allanaron el camino. Por qu? Porque Uds. tambin queran deshacerse de m En eso coincidieron con la patronal. No porque sean Uds. agentes directos de la patronal, sino porque en la defensa de vuestros propios intereses como burcratas, hacen la poltica que conviene a la patronal y a su estado capitalista.

    La cita es un ejemplo de la limitada denuncia del carcter burocrtico de las direcciones sindicales an cuando sus mtodos se dirigan contra la propia organizacin; s refieren la respuesta de la burocracia de la UOM a los volantes repartidos por el GCI en el Congreso, lo que evidencia un cierto grado de influencia en el gremio.

    Por otro lado, en funcin de su visin de una clase que se mova espontnea e instintivamente en forma combativa y en oposicin a la burocracia, reforzaba la exigencia a las direcciones sindicales y ofreca su programa al gremio sin advertirse tcticas de organizacin hacia sectores de la base obrera en las fbricas.

    Con esta experiencia [la lucha del gremio por el convenio] los obreros han perdido la confianza en su direccin Es inevitable que nuevas luchas vendrn muy pronto Para entonces el gremio debe prepararse

    Los obreros trotskystas metalrgicos ofrecemos nuestro programa de reivindicaciones inmediatas el programa que hemos venido agitando en artculos y volantes durante estos meses de lucha por el convenio- atodo el gremio. En particular, a los obreros de vanguardia que estuvieron en la cresta de la reciente ola combativa de obreros metalrgicos (VP, 1949).

    Algunas conclusiones

    Las investigaciones sobre el tema que tratamos coinciden en advertir el mayor dinamismo del GOM-POR en su insercin en el movimiento obrero [2]. Cabe preguntarse cmo compatibilizaba el grupo sus anlisis acerca del gobierno al que apoyaban las bases obreras con el dilogo que logr establecer y que se refleja ensus publicaciones y el relativo crecimiento de su organizacin. Un elemento que aporta a la explicacin est

  • en relacin con la prioridad que el grupo otorg, an en forma pragmtica, al trabajo en las organizaciones debase fabriles apuntando as al lugar donde la clase obrera conserv buena parte de su vitalidad y autonoma. Sin embargo, esta ubicacin se dio en el marco de una orientacin sindicalista en la que una separacin entre la poltica general, sectaria en relacin al peronismo, y las tcticas especficas en los establecimientosen los que se insertaba le permita seguramente al GOM ligarse con obreros que vean la necesidad de fortalecer y radicalizar el trabajo sindical para conseguir o mantener las conquistas laborales, e incluso transformar las organizaciones en herramientas de lucha ms eficaces, como expresaba la frmula oposiciones sindicales con todo obrero honrado y luchador que quiera que su sindicato sea libre, democrtico y anticapitalista. Sin embargo, no necesariamente comprendan el carcter de clase del gobierno peronista y su movimiento, las tareas de la revolucin o la necesidad de la militancia en un partido revolucionario. Esta ubicacin explica el giro radical en sus definiciones y prcticas que oper el morenismo hacia fines del gobierno peronista.

    En cuanto al GCI, su visin de una clase obrera que espontnea e instintivamente se orientaba hacia la revolucin y su apuesta al surgimiento de una vanguardia revolucionaria le imprimi a su poltica un sesgo propagandista que se adjudicaba el papel de consejero, de aclarar con el programa del trotskismo a la vanguardia que surga y haca su experiencia. Si bien tuvieron una poltica de dirigirse hacia los distintos gremios, el eje no estaba puesto en la organizacin sino en la apelacin a la discusin del programa trotskista, en la exigencia a la central sindical y a los sindicatos y en el llamado a imponer este programa a las direcciones. Relacionamos esta orientacin poltica con la caracterizacin del rgimen peronista, su identificacin con una burguesa nacional que enfrentaba al imperialismo y las debilidades del anlisis del proceso de burocratizacin y estatizacin de las organizaciones sindicales. Estas definiciones abonaron un tipo de ligazn con el movimiento obrero que iba en desmedro de la construccin e incluso derivaron en un desaprovechamiento de la propia influencia, a la espera de la cristalizacin de una experiencia de los trabajadores con sus direcciones sindicales y polticas que dieran la oportunidad al partido revolucionario yque en el mediano plazo derivar en una adaptacin poltica del posadismo al peronismo.

    De conjunto relacionamos estas cuestiones con los anlisis generales del fenmeno peronista y la visin unilateral que ambos grupos desarrollaron. La aplicacin de la categora de bonapartismo sui generis con que Trotsky haba analizado el fenmeno nacionalista burgus del cardenismo en Mxico en 1939, y de la que disponan por tanto los grupos argentinos, permita sopesar ms adecuadamente la relacin del gobierno con el imperialismo y los sindicatos; advirtiendo en qu medida el gobierno peronista implicaba una cierta resistencia al imperialismo norteamericano y la ubicacin frente a las polticas gubernamentales en que esto poda expresarse, al tiempo que reforzaba el vnculo del Estado con las organizaciones sindicales [3]. De ah su oscilacin entre el capital extranjero y el nacional, entre la relativamente dbil burguesa nacional y el relativamente poderoso proletariado industrial [4], mientras que pona a los sindicatos bajo el patrocinio especial del estado y bajo control de una burocracia [5]. Destacamos, por tanto, la importancia de sustentar la intervencin en reflexiones tericas profundas en torno a los fenmenos polticos que involucran a la clase para abonar la construccin de un partido revolucionario, sobre todo en circunstancias a contracorriente como las que planteaba la consolidacin de un movimiento nacionalista burgus de las dimensiones del peronismo.

    [1] Len Trotsky, Los sindicatos en la era de la decadencia imperialista, Escritos Latinoamericanos. En Mxico (1937-1940), Bs. As, Ediciones CEIP-Museo Casa Len Trotsky, 2013, p. 158.

    [2] Ernesto Gonzlez, El trotskismo obrero e internacionalista en la Argentina, tomo 1, Bs. As., Editorial Antdoto, 1995; Osvaldo Coggiola, El trotskismo en la Argentina, Bs. As., CEAL, 1985.

  • [3] Para una definicin del peronismo y un anlisis ms profundo de los anlisis de los primeros trotskistas argentinos, ver Alicia Rojo, El trotskismo argentino y los orgenes del peronismo.

    [4] Len Trotsky, La industria nacionalizada y la administracin obrera, ob.cit., p. 154.

    [5] Len Trotsky, Los sindicatos en la era de la decadencia imperialista, ob.cit.

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