Almirante Brown en La Vida de Jorge Luis Borges

5
ALMIRANTE BROWN EN LA VIDA DE JORGE LUIS BORGES Un 24 de agosto de 1899 nacía en Buenos Aires, en el seno de una familia culta y orgullosa de sus ancestros, protagonistas de las Guerras por la Independencia, Jorge Luis Borges. En los veranos la familia se trasladaba al campo en Paso del Molino –Uruguay-, o elegía en Adrogué el Hotel La delicia, más adelante la Quinta La Rosalinda de la calle Macías y, finalmente, la casa que se conserva aún en Plaza Brown 301. Los antepasados de Borges están emparentados con ilustres familias argentinas de estirpe criolla, anglosajona y portuguesa, y descienden de escritores y militares que tomaron parte activa en la Independencia Argentina. Jorge Guillermo Borges, su padre, abogado nacido en la provincia de Entre Ríos, se dedicó a dictar clases de psicología. Como gran lector y escritor fue, sin dudas, quien más alentó la lectura de Jorge Luis a partir de una nutrida biblioteca en el hogar. En cuanto a la escritura, además de apoyar económicamente la edición de su primer libro, le legó la amistad de dos grandes escritores como Macedonio Fernández y Evaristo Carriego, que marcarán su impronta en el estilo y en las elecciones literarias futuras de Borges. La relación entre Borges y Adrogué llega a ser muy especial, al punto que la ciudad se asomará en muchas de sus obras. Desde esta ciudad browniana, Jorge Guillermo viajaba cada día en tren hasta Buenos Aires, rumbo a su trabajo en los Tribunales. Jorge Luis cuenta que junto a sus padres “jugaba a perderse” en los intrincados pasillos y jardines del hotel, que evoca luego en “La muerte y la brújula”, “La forma de la espada”, y en “25 de agosto de 1983”.

description

Almirante Brown en La Vida de Jorge Luis Borges

Transcript of Almirante Brown en La Vida de Jorge Luis Borges

ALMIRANTE BROWN EN LA VIDA DE JORGE LUIS BORGESUn 24 de agosto de 1899 naca en Buenos Aires, en el seno de una familia culta y orgullosa de sus ancestros, protagonistas de las Guerras por la Independencia, Jorge Luis Borges.En los veranos la familia se trasladaba al campo en Paso del Molino Uruguay-, o elega en Adrogu el Hotel La delicia, ms adelante la Quinta La Rosalinda de la calle Macas y, finalmente, la casa que se conserva an en Plaza Brown 301.Los antepasados de Borges estn emparentados con ilustres familias argentinas de estirpe criolla, anglosajona y portuguesa, y descienden de escritores y militares que tomaron parte activa en la Independencia Argentina. Jorge Guillermo Borges, su padre, abogado nacido en la provincia de Entre Ros, se dedic a dictar clases de psicologa. Como gran lector y escritor fue, sin dudas, quien ms alent la lectura de Jorge Luis a partir de una nutrida biblioteca en el hogar. En cuanto a la escritura, adems de apoyar econmicamente la edicin de su primer libro, le leg la amistad de dos grandes escritores como Macedonio Fernndez y Evaristo Carriego, que marcarn su impronta en el estilo y en las elecciones literarias futuras de Borges.La relacin entre Borges y Adrogu llega a ser muy especial, al punto que la ciudad se asomar en muchas de sus obras.Desde esta ciudad browniana, Jorge Guillermo viajaba cada da en tren hasta Buenos Aires, rumbo a su trabajo en los Tribunales. Jorge Luis cuenta que junto a sus padres jugaba a perderse en los intrincados pasillos y jardines del hotel, que evoca luego en La muerte y la brjula, La forma de la espada, y en 25 de agosto de 1983.En 1977 Borges le dedica Adrogu, edicin de poesas y textos breves ilustrados por su hermana Norah, como un modo de evocacin de los aos vividos en ese significativo lugar.A continuacin algunos testimonios del gran escritor argentino sobre la ciudad cabecera de Almirante Brown.En cualquier parte del mundo en que me encuentre cuando siento el olor de los eucaliptos, estoy en Adrogu. Adrogu era eso: un largo laberinto tranquilo de calles arboladas, de verjas y de quintas; un laberinto de vastas noches quietas que mis padres gustaban recorrer. Quintas en las que uno adivinaba la vida detrs de las quintas. De algn modo yo siempre estuve aqu, siempre estoy aqu. Los lugares se llevan, los lugares siempre estn en uno. Sigo entre los eucaliptos y en el laberinto, el lugar en que uno puede perderse. Supongo que uno tambin puede perderse en el Paraso. Estatuas de tan mal gusto y tan cursis que ya resultaban lindas, una falsa ruina, una cancha de tenis. Y luego, en ese mismo hotel Las Delicias, un gran saln de espejos. Sin duda me mir en aquellos espejos infinitos. Muchos argumentos, muchas escenas, muchos poemas que he imaginado, nacieron en Adrogu o se sitan en ella. Siempre que hablo de jardines, siempre que hablo de rboles, estoy en Adrogu; he pensado en esta ciudad, no es necesario que la nombre.Jorge Luis Borges, 1981

Durante los aos de mi infancia pasbamos los veranos en Adrogu, a unos quince o veinte kilmetros al sur de Buenos Aires. All tenamos residencia propia: una vasta construccin de una planta, con terrenos, dos cabaas, un molino de viento y un peludo ovejero marrn. Adrogu era entonces un remoto y apacible laberinto de casas de veraneo rodeadas por verjas de hierro, con parques y calles que irradiaban de las muchas plazas. Impregnado por el ubicuo aroma de los eucaliptos.Jorge Luis Borges, 1983

Poema Adrogu

Nadie en la noche indescifrable temaQue yo me pierda entre las negras floresDel parque, donde tejen su sistemaPropicio a los nostlgicos amores..O al ocio de las tardes, la secretaAve que siempre un mismo canto afina,El agua circular y la glorieta,La vaga estatua y la dudosa ruina..Hueca en la hueca sombra, la cocheraMarca (lo s) los trmulos confinesDe este mundo de polvo y de jazmines,Grato a Verlaine y grato a Julio Herrera..Su olor medicinal dan a la sombraLos eucaliptos: ese olor antiguoQue, ms all del tiempo y del ambiguoLenguaje, el tiempo de las quintas nombra..Mi paso busca y halla el esperadoUmbral. Su oscuro borde la azoteaDefine y en el patio ajedrezadoLa canilla peridica gotea..Duermen del otro lado de las puertasAqullos que por obra de los sueosSon en la sombra visionarios dueosDel vasto ayer y de las cosas muertas..Cada objeto conozco de este viejoEdificio: las lminas de micaSobre esa piedra gris que se duplicaContinuamente en el borroso espejo..Y la cabeza de len que muerdeUna argolla y los vidrios de coloresQue revelan al nio los primoresDe un mundo rojo y de otro mundo verde..Ms all del azar y de la muerteDuran, y cada cual tiene su historia,Pero todo esto ocurre en esta suerteDe cuarta dimensin, que es la memoria..En ella y slo en ella estn ahoraLos patios y jardines. El pasadoLos guarda en ese crculo vedadoQue a un tiempo abarca el vspero y la aurora..Cmo puede perder aquel precisoOrden de humildes y pequeas cosas,Inaccesibles hoy como las rosasQue dio al primer Adn el Paraso?.El antiguo estupor de la elegaMe abruma cuando pienso en esa casaY no comprendo cmo el tiempo pasa,Yo, que soy tiempo y sangre y agona.