AMIS€¦ · Web viewMéxico, D.F., 24 de mayo de 2010. Versión Estenográfica de la Ponencia...

24
Dr. Enrique Krauze México en el año del Bicentenario

Transcript of AMIS€¦ · Web viewMéxico, D.F., 24 de mayo de 2010. Versión Estenográfica de la Ponencia...

Page 1: AMIS€¦ · Web viewMéxico, D.F., 24 de mayo de 2010. Versión Estenográfica de la Ponencia “México en el año del Bicentenario” que dictó el señor Enrique Krauze, Historiador

Dr. Enrique KrauzeMéxico en el año del Bicentenario

Page 2: AMIS€¦ · Web viewMéxico, D.F., 24 de mayo de 2010. Versión Estenográfica de la Ponencia “México en el año del Bicentenario” que dictó el señor Enrique Krauze, Historiador

México, D.F., 24 de mayo de 2010.

Versión Estenográfica de la Ponencia “México en el año del Bicentenario” que dictó el señor Enrique Krauze, Historiador y Escritor, durante los trabajos del primer día de la Vigésima Convención Nacional de Aseguradores, llevada a cabo en el Salón Constelaciones del Hotel Nikko, en esta ciudad.

Presentador: A continuación el historiador y escritor doctor Enrique Krauze, nos presentará el interesantísimo y muy apasionante tema “México en el año del Bicentenario”, y me estaba comentando que él principalmente va a hablar, obviamente de historia y de cómo festejamos y cómo debemos festejar este Bicentenario.

Recibimos al doctor Enrique Krauze, con un caluroso aplauso, por favor.

Dr. Enrique Krauze: Queridos amigos, muy buenas tardes. Les agradezco mucho, en verdad, esta invitación tan honrosa.

Adelanto que no voy a hablar de política, tampoco voy a hablar del presente ni voy a hablar del futuro; por una vez puedo ser historiador y hablar del pasado.

Y mi tema es cómo deberíamos de celebrar, de festejar o de conmemorar el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución.

Estarán de acuerdo ustedes conmigo en que flota en el aire una especie de perplejidad, porque no sabemos muy bien cómo vamos a festejar, celebrar o conmemorar estas fechas.

Las tres palabras vienen del latín. Festejar es celebrar con vino y con música, como hacían los romanos con sus césares y sus dioses. Celebrar tiene una acepción más religiosa, por ejemplo, se celebra la misa, es un acto más bien solemne y público de veneración.

En cambio, conmemorar es simplemente una acción neutra, hacer memoria o recordación.

Page 3: AMIS€¦ · Web viewMéxico, D.F., 24 de mayo de 2010. Versión Estenográfica de la Ponencia “México en el año del Bicentenario” que dictó el señor Enrique Krauze, Historiador

Hace exactamente cien años Porfirio Díaz no tuvo necesidad de consultar el diccionario, sus partidarios conmemoraron, celebraron, festejaron, todo al mismo tiempo. México cumplía cien años, Porfirio Díaz 80 años y en homenaje a ambas historias el régimen decidió echar la casa por la ventana invitando a los embajadores y enviados de más de 20 países para dar cuenta del progreso, el orden y la paz que había alcanzado nuestro país durante la primera mitad del Siglo XIX; que durante la primera mitad del Siglo XIX había sido el teatro de guerras, revoluciones y pronunciamientos.

En septiembre de 1910 nuestra ciudad y la provincia fueron escenario de discursos, de velaciones, comidas, inauguraciones, obras públicas, desfiles, veladas, conferencias, conciertos, concursos y más discursos.

Nadie faltó, España devolvió las prendas de Morelos, China y Turquía regalaron relojes que aún se preservan, el famoso Reloj Chino, de Bucareli. Alemania develó una estatua de Humboldt y el enviado de Estados Unidos llamó a Porfirio Díaz “El héroe de la Paz”. Fue la apoteosis.

Sabemos lo que pasó después, la historia abrió su caja de sorpresas. En México el tumultuoso Siglo XX llegó con todo estruendo dos meses después de aquella celebración, cuando los fuegos de artificio de las fiestas del centenario dieron paso a los fuegos de metralla de la Revolución Mexicana. Fuegos que no se apagaron definitivamente sino hasta 20 años después.

Es interesante decir que en la historia los siglos, como experiencia humana, no siempre coinciden con las fechas. El Siglo XIX empezó, podría decirse, poco adelantado en 1810, y terminó en 1914 con la Guerra Mundial. Porque en el mundo el periodo 1900 a 1910 fue muy pacífico, tan pacífico como las últimas décadas del Siglo XIX. En realidad todo cambió en Europa en 1914 y en México todo empezó a cambiar en 1919; por eso dije que el Siglo XX, digamos, se atrasó en México. En todo caso después de las fiestas del Centenario, como la cruda, vamos a decir, de las fiestas del Centenario sobrevino la Revolución Mexicana que duró la friolera de 10 años.

Han pasado cien años desde las fiestas, nuestra época tiene algunos aspectos positivos, pero nadie podría calificarla como una belle época;

Page 4: AMIS€¦ · Web viewMéxico, D.F., 24 de mayo de 2010. Versión Estenográfica de la Ponencia “México en el año del Bicentenario” que dictó el señor Enrique Krauze, Historiador

por el contrario, tenemos tantos problemas antiguos y nuevos, la pobreza, la desigualdad, la criminalidad, el tráfico de drogas, que celebrar o festejar se antoja casi inmoral.

En el fatalismo de algunos México ha esperado que en 2010 ocurra, como cada cien años, una revolución, algunos piensan que ocurrirá. Yo soy historiador y no soy profeta, pero prácticamente estoy seguro de que no ocurrirá, porque la historia no obedece a un reloj ni a un libreto preciso.

Sin embargo, casi estoy seguro también de que una apoteosis como la de 1910 no la vamos a vivir.

¿Y debemos lamentarlo? Pregunto. Por el contrario, hemos perdido la unanimidad que había en tiempos de Porfirio Díaz, incluso hemos perdido la unanimidad de 1960, cuando el PRI festejó los 50 años de revolución y era prácticamente el partido único o hegemónico.

Hemos perdido la unanimidad, pero hemos ganado la pluralidad. Y la pluralidad es más propia de la democracia que es un sistema común ya ahora a casi todos los países de América Latina, por eso habrá no un Bicentenario, sino muchos Bicentenarios.

Y ahora viene la pregunta: ¿Cómo debemos conmemorar siendo una democracia las grandes fechas históricas? Mi primera respuesta es la siguiente: me parece que deberíamos empezar a bajar a los héroes del pedestal, mostrándolos con respeto y con admiración, pero sobre todo con objetividad, como hombres de carne y hueso.

La historia vista como la hazaña de los héroes, que un profesor mío llamaba: “La historia de bronce o de mármol”, es tan antigua como la humanidad, está en la Ilíada y la Biblia, está entre los griegos y los romanos y, sin embargo, esa historia, la historia de bronce tuvo la gran desventaja de hacer creer a quienes la leían de que la historia únicamente la hacen los grandes hombres o los grandes héroes y por lo general héroes violentos y no el pueblo o personas que no eran guerreros, revolucionario o libertadores.

Puedo pensar en al menos un país Latinoamericano en donde el héroe como encarnación de toda una nación y toda una historia está

Page 5: AMIS€¦ · Web viewMéxico, D.F., 24 de mayo de 2010. Versión Estenográfica de la Ponencia “México en el año del Bicentenario” que dictó el señor Enrique Krauze, Historiador

tristemente vivo, me refiero a Venezuela, pero también podría referirme a Cuba, porque más que un líder marxista Castro es un caudillo, una especie de héroe histórico que opaca con su propia vida y su trayectoria al pueblo que lo sigue.

Los héroes de la Independencia pueden bajar del pedestal, ojalá lo hagan. Miguel Hidalgo, dio inicio a la guerra de Independencia, todos lo sabemos, pero también fue el frenético líder de una guerra Santa, cuyas atrocidades recuerdan a los fundamentalismos de nuestro tiempo.

Ya es hora de recordar además del viejito de pelo blanco que a caudillo a la Independencia de México, ese viejito, por cierto, era cinco años menor que yo cuando acaudilló la Independencia, pero podemos recordarlo así y siempre lo vamos a recordar así, pero es importante recordar también la violencia de esa guerra.

El haber concentrado a la población española en la Alhóndiga de Granaditas y haberla degollado absolutamente a toda.

Creo que después de vivir las cosas que esta época nos ha hecho vivir a nosotros, no podemos dejar de leer esa historia con cierto horror.

Bolívar, el gran ilustrado, el pensador clarividente, el nuevo César, el arquitecto de naciones, el gran libertador fue también protagonista de una famosísima guerra a muerte en donde se llegaron a extremos de violencia, ni siquiera comparables con los de México.

Es muy importante que además de recordar a Hidalgo, a Morelos, y miren que yo he escrito biografías de esos personajes, pero son biografías que han querido más bien desmitificar a esos personajes, bajarlos del pedestal, verlos con sus errores, con sus defectos, con sus pasiones, con sus amores, con sus dudas, eran personas como ustedes o como yo.

Sin embargo la historia de bronce, la historia oficial los ha vuelto eso, pétreos de mármol, intocables y perfectos.

Un maestro mío decía que la Independencia de México no tuvo uno sino 30 padres de la Patria. Y en efecto, en la Independencia hubo

Page 6: AMIS€¦ · Web viewMéxico, D.F., 24 de mayo de 2010. Versión Estenográfica de la Ponencia “México en el año del Bicentenario” que dictó el señor Enrique Krauze, Historiador

muchísimos personajes importantes, pero lo más importante es recordar que nuestros países no solamente nacieron de la lucha de ciertos libertadores violentos, sino también como voy a decir un poco más tarde, la labor de constructores, constructores como ustedes mismos. Me voy a explicar sobre ese tema un poco después.

Primero entonces, concluyamos un primer tema y es, el modo civilizado y democrático de celebrar, conmemorar o festejar la Independencia sería, para empezar, bajar un poco, por un tiempo, a los héroes de su pedestal. Ese es el primer mensaje.

El segundo mensaje tiene que ver con la Revolución, porque además de corregir nuestra óptica sobre los héroes, también deberíamos corregir nuestra idea de las revoluciones.

No creo que haya un país en el mundo que tenga más calles con la palabra Revolución que México, adoramos la Revolución. Cuando queremos decirle a alguien que hace las cosas bien decimos: “hombre, caramba, es fantástico, estás haciendo una Revolución”.

No importa sobre qué tema. Alguien juega muy bien golf y le decimos “tu golf está siendo revolucionario”.

Revolución, una palabra que nos maravilla. Deberíamos de ver con mayor cuidado qué fue lo que verdaderamente pasó durante la Revolución.

En los festejos del Bicentenario en Francia, por ejemplo, ese otro país que también tiene el gran mito de la Revolución, en 1989, lo que hicieron es criticar a la Revolución Francesa. Es decir sí, fue el gran momento de la igualdad y de la fraternidad y de los derechos del hombre y de la libertad al principio, pero luego fue también la introducción del terror y del crimen.

En México deberíamos de revisar lo que fue la Revolución Mexicana y para revisarla bastaría que nos empezáramos a hacer algunas preguntas. Por ejemplo, “¿cuántas personas murieron por efecto de la guerra, la peste, el hambre durante la Revolución Mexicana?”. Les digo yo, un millón de personas.

Page 7: AMIS€¦ · Web viewMéxico, D.F., 24 de mayo de 2010. Versión Estenográfica de la Ponencia “México en el año del Bicentenario” que dictó el señor Enrique Krauze, Historiador

Ya cuando empieza uno a ver, y sobre todo en estos tiempos en donde nos tiene aterrados el hecho de que decenas de miles de personas mueran con el narcotráfico, vale la pena preguntarse cuántas personas murieron durante la Revolución, ¿cuántas emigraron?, ¿cuántos participaron en los hechos de guerra y cuántos fueron sus inocentes espectadores? Les puedo adelantar, en el momento álgido de la Revolución Mexicana hubo 80 mil hombres en armas, y el país tenía 15 millones de personas. Valdría la pena preguntarse y qué pensaban los 14 millones 920 mil que no estaban en armas.

La mitología está en creer que todos estamos de acuerdo de Porfirio Díaz y contra Victoriano Huerta, les aseguro que no. La gran mayoría seguramente, y por eso se les llamaba “los pacíficos”, así se les llamaba “los pacíficos”. Nada más que “los pacíficos” eran 14 millones, y nadie les preguntó: “oye, y a ti parece esta matazón”. No, nadie les preguntó. ¿Y saben cómo se llama esa pregunta a los 14 millones? Se llama democracia. Por eso la democracia es infinitamente preferible a la revolución, y por eso la democracia de hoy por más imperfecta que sea es la que nos obliga a revisar la historia.

Entonces ¿cuál fue el monto de la riqueza destruida y de la que dejó de crearse en México? ¿Eran en verdad necesaria tanta destrucción? Y popular poeta de los zapatistas, llamado Margarito Ledezma cantaba esa canción: “Se han visto cosas muy duras en estas revoluciones, estropicios, quemazones, golpizas, colgaduras”.

¿Es preciso seguir renovando el mito? Me pregunto: no. Los murales de Rivera y de Siqueiros son muy hermosos, pero son una idealización revolucionaria de la verdadera historia de México, que en realidad vivió y sufrió la mayoría durante la Revolución.

En suma, segunda conclusión, es importante ejercer la crítica de la Revolución. No vamos a poder deshacer el mito de Pancho Villa y de Zapata, pero para mí es mucho más admirable la figura de Madero, que hizo la Revolución en contra de su voluntad. Y que cuando ganó en las urnas dijo: estoy infinitamente más orgulloso de mi triunfo en las urnas que del triunfo de la revolución violenta.

Page 8: AMIS€¦ · Web viewMéxico, D.F., 24 de mayo de 2010. Versión Estenográfica de la Ponencia “México en el año del Bicentenario” que dictó el señor Enrique Krauze, Historiador

Ni modo, los mitos no se combaten de la noche a la mañana. Los mitos de un país son mitos, no necesariamente verdad, pero creo que para ustedes, para el público ilustrado sí es importante darse cuenta de que los héroes no fueron tan héroes y la Revolución no fue un movimiento que debemos sacralizar. Yo diría más bien que es un movimiento que tenemos que estudiar, porque nadie les preguntó a los bisabuelos, abuelos, tatarabuelos de ustedes, a los míos no, porque estaban sufriendo otra persecución, pero en Europa; pero a muchos de ustedes, no se les preguntó si estaban de acuerdo con lo que ocurría.

Yo sí creo que los agravios de Zapata eran genuinos, quizá no había otra forma más que la violencia para ponerlos en la mesa de negociaciones.

También creo que el país tenía que, digamos, ir de una dictadura como la de Porfirio Díaz a un tránsito hacia la democracia. En la época de Porfirio Díaz no había sindicatos, por ejemplo; no había libertad sindical.

Era importante que hubiera libertad sindical. Era importante que la Constitución del 17 tuviera los artículos 123, 27 y Tercero Constitucional.

La gran pregunta es ¿era necesaria tanta violencia para eso? Y mi respuesta es: no, no era necesaria tanta violencia.

Tercera propuesta. La he llamado “Una historia de constructores”. ¿Por qué en vez de festejar en el 2010 dos fechas violentas? 1810, el inicio de la Independencia; 1910, el inicio de la Revolución, no festejamos 200 años de construcción de una nación. No dos fechas destructivas, sino 200 años de construcción.

Pensemos en todo lo que el siglo XIX construyó. A raíz del triunfo de los liberales en el siglo XIX, este país empezó a ser un puerto de abrigo para los perseguidos, refugiados de otras tierras.

Desde entonces comenzaron a llegar a México franceses, alemanes, italianos, polacos, libaneses, judíos, japoneses. Esta diversidad yo la llamo una construcción nacional.

Page 9: AMIS€¦ · Web viewMéxico, D.F., 24 de mayo de 2010. Versión Estenográfica de la Ponencia “México en el año del Bicentenario” que dictó el señor Enrique Krauze, Historiador

Otro logro del Siglo XIX fue la libertad de creencias y la convivencia religiosa, es un rasgo que ha arraigado mucho en México y que nos honra como país. Es una construcción, alguien construyó eso, es un hecho de convivencia, en México no se persigue a nadie por su religión, ni por su raza, ni por su color. ¿No les parece eso un logro importante en un país, sobre todo, si lo comparamos con tantos países, por ejemplo, actuales en el Medio Oriente?

Nuestro Siglo XIX edificó instituciones y leyes, estableció garantías y libertades cívicas, creó escuelas, tendió ferrocarriles, domó a la naturaleza, fundó ciudades y puertos.

También el Siglo XX edificó, y edificó en la esfera pública y en la esfera privada.

Dejando a un lado la política, hay en nuestros países una muy buena historia que contar sobre las construcciones que hizo la sociedad. En México, por ejemplo, podemos recordar la historia de los médicos, de los hospitales, de las campañas sanitarias, de las labores de asistencia pública, los avances de la investigación, las escuelas de medicina.

En México ha habido inventores, ha habido una excelencia en la ingeniería civil y sísmica. Ciertas modestas hazañas de infraestructura física, buena tradición diplomática, ha habido muy buenos ministros, por ejemplo, de Relaciones Exteriores y buena tradición en la hacienda pública, -claro, en algunas décadas no muy buena-.

Muy buenas instituciones de educación superior públicas y privadas, organismos públicos que han perdurado. ¿Sabían ustedes, por ejemplo, que hay decenas de empresas privadas que vienen desde el Siglo XIX y siguen existiendo? Gabriel Zaid las llamó el “club centenario”, y hay muchísimas empresas.

¿No les parece a ustedes que todo este recuento es mucho más festejable, conmemorable y celebrable que la Alhóndiga de Granaditas o la Batalla de Zacatecas? Bueno, está bien, festejemos la Batalla de Zacatecas, festejemos la Alhóndiga de Granaditas, pero no dejemos de recordar lo que los mexicanos han construido y no destruido.

Page 10: AMIS€¦ · Web viewMéxico, D.F., 24 de mayo de 2010. Versión Estenográfica de la Ponencia “México en el año del Bicentenario” que dictó el señor Enrique Krauze, Historiador

Lo curioso es que para todo esto que estoy diciendo no hay calles ni avenidas, nadie recuerda a los constructores nacionales. Como decía Vasconcelos, el día que México honré hombre que enseña y no al hombre que mata.

Porque mucho más heroicos, me parece a mí, galería de héroes que yo me he encargado de biografiar, y espero que bajar un poco del pedestal, me parecen personajes como Justo Sierra, Melchor Ocampo, José Vasconcelos u Octavio Paz, o médicos o arquitectos o artistas, ésos son los mexicanos que construyeron por 200 años a este país.

Pero quiero decir que la mayor hazaña de construcción es la que ha hecho en México la mayoría silenciosa, el pueblo anónimo en nuestros pueblos. La suya es una construcción de convivencia y esfuerzo hecha menuda no gracias, sino a pesar de los gobernantes, es una construcción multitudinaria, colectiva y anónima que deberíamos de conmemorar también.

Alfonso Reyes, nuestro gran escritor y humanista, dijo alguna vez que México había llegado tarde al banquete de la cultura universal.

Bueno, yo creo que en el Siglo XX muchos mexicanos eminentes se han sentado en el banquete de la cultura universal, he mencionado a Alfonso Reyes, puedo mencionar o mencioné a Vasconcelos y a Octavio Paz, pero piensen en nuestros pintores, no sólo los muralistas, los pintores en cada generación hasta llegar a Orozco, aquel Orozco y Gabriel Orozco, o los cantantes que están triunfando ahora o los directores musicales o los cineastas.

En el ámbito del arte México no es un país del tercer mundo, en el ámbito del arte y de la cultura México es un país de vanguardia, lo ha sido desde 1921, por eso cuando escuchaba yo a los organizadores de algunos eventos o actos del Bicentenario hablar de nuestro Padre Hidalgo y de nuestro Padre Morelos y nuestro Padre Matamoros, yo levanté la mano, estaba presente el Presidente y dije: con todo respeto, señor Presidente, yo creo que nuestro Padre Hidalgo y nuestro Padre Morelos están muy bien, pero ningún niño, ningún joven de la época del Twitter y del Facebook y del 2010 realmente va a llorar hasta las lágrimas por lo que los ideales abstracto del Padre Hidalgo o

Page 11: AMIS€¦ · Web viewMéxico, D.F., 24 de mayo de 2010. Versión Estenográfica de la Ponencia “México en el año del Bicentenario” que dictó el señor Enrique Krauze, Historiador

del Padre Morelos, respetémoslos por supuesto, festejemos el grito de la Independencia el 15, que por cierto el levantamiento de Hidalgo fue la madrugada del 16, pero Porfirio Díaz cumplió año el 15 de septiembre. Entonces, hizo ese pequeño movimiento, se adelantó al horario de verano y puso una especie de horario porfiriano y ya nos tocó y ya ahora festejamos a las once de la noche el grito que ocurrió a las seis de la mañana y que tuvo éxito porque fue un domingo y tuvo éxito porque era día de tianguis en Dolores, y eso lo sabía Hidalgo y entonces de ahí empezó la lucha.

Por supuesto que nos emocionamos con esos recuerdos, pero es importante empezar a introducir en el lector, en el radioescucha, en el televidente mexicano la noción de que México no es obra de seis personas, es obra de cientos de miles y de millones de personas.

Entonces, llevamos tres mensajes, bajar a los héroes del pedestal, ¡hombre!, aunque sea por un rato; segundo, criticar la violencia revolucionaria, preguntarnos cuando menos si era necesaria o tan necesaria; tercero, pensar en la historia no como festejar dos fechas, sino dos siglos.

Y viene el cuarto punto y es éste, bueno, recordar que México no nació hace 200 años, México nació probablemente como cultura, como herencia cultural hace tres mil años, ese es otro dato muy importante, porque quienes construyeron la historia patria, los liberales del Siglo XIX tan admirables, dijeron: nosotros nacimos de Hidalgo, ni los españoles, ni los indígenas tienen nada que ver, habría que ver la cara de Ignacio Ramírez para darse cuenta que no estaban muy en lo justo, porque era una especie de indígena casi puro y desde luego su gran alumno Ignacio Manuel Altamirano, fundador de la cultura nacional mexicana, era un indígena puro de Tixtla, Guerrero.

Claro que no es cierto que eran hijos de Hidalgo, solamente desde un punto de vista de la patria o de la nación independiente puede decirse eso, pero México es muy anterior a 1810.

En el caso mexicano hay que introducir la corrección óptica y ver como una especie de corrección óptica, repito, pensar en nuestra historia como una historia de milenios no de doscientos años.

Page 12: AMIS€¦ · Web viewMéxico, D.F., 24 de mayo de 2010. Versión Estenográfica de la Ponencia “México en el año del Bicentenario” que dictó el señor Enrique Krauze, Historiador

Se acuerdan ustedes del mural de Diego Rivera, me refiero a un domingo en la alameda, si lo recorremos hoy como ayer, ¿qué vemos? Vemos un crisol de pasados y de presentes, no les parece un milagro eso de México.

Todos los Méxicos convergen un domingo en la Alameda, hoy mismo. Si van ustedes a la Alameda el próximo domingo van a darse cuenta que ahí están milenios de México todos juntos.

Una danza azteca premoderna, una exposición moderna de arte, un estruendoso concierto postmoderno y una manifestación contra el neoliberalismo antimoderna, todo junto, todo el mismo día.

Pero si uno afina la vista ve poca gente sola, haciendo ejercicio o escuchando su walkman, o mirando en el horizonte como en tantas ciudades de Estados Unidos.

¿Qué ve uno? Ve uno familias itinerantes. Hasta en las guerras de Independencia y Revolución ocurría así. Los mexicanos seguimos viviendo como “un nosotros”, no como individuos aislados.

Aún ahora, en la migración y en la inseguridad, las familias mexicanas perduran porque comparten, todavía comparten una ancestral tabla de valores y esos valores sobre la comida o la fiesta, la muerte y la vida, el amor, el juego, vienen de tiempos indígenas.

Entonces, un don, un extraordinario don para México es el no haber nacido hace 200 años, más que en sentido político, en términos culturales México nació hace 3 mil años, es el producto milagroso, pienso yo, y mucho más logrado por ejemplo que el Perú, o que Bolivia, o que Ecuador, de una fusión del componente indígena con el componente español al que luego se agregaron muchas otras inmigraciones más.

Ese crisol es México, plural. Muchos países envidiarían esa circunstancias, muchos. Argentina y Estados Unidos no tuvieron ese problema porque simplemente exterminaron o pusieron en reservaciones a los indígenas. Bolivia, Perú no pudieron integrar a los indígenas en una zona, y los españoles y blancos en otra, y todavía a la fecha están viviendo las consecuencias de esa separación.

Page 13: AMIS€¦ · Web viewMéxico, D.F., 24 de mayo de 2010. Versión Estenográfica de la Ponencia “México en el año del Bicentenario” que dictó el señor Enrique Krauze, Historiador

En cambio México sí logró en una medida muy importante esa fusión mestiza. ¿Por qué en México no usamos, nadie dice, mira ahí va un mestizo? En cambio en Perú todavía la palabra “cholo”, y todavía la palabra “pardo” en Venezuela, palabras cargadas de contenido racial se utiliza, ¿por qué en México nadie dice, viste ese mestizo a qué pasó? Bueno, por el hecho de que el 98 por ciento de la gente es mestiza.

En este país el mestizaje es otro milagro construido no en 200 años, pero sí a través de los siglos. Me parece que es otra razón para conmemorar, para festejar y para celebrar.

Finalmente quiero hablar de, hacer primero un resumen y recordar que no debemos perder el sentido de las proporciones.

En la cuenta larga de la historia los festejos, las celebraciones, las conmemoraciones son, digamos la verdad, lo de menos. La vida seguirá después del 2010 y la revisión del pasado seguirá incesantemente.

Me parece, como les he dicho queridos amigas, amigos, que es muy bueno apartarse de la veneración ciega a los héroes. Es también muy sano dejar de ver al pasado como una lucha entre galanes y villanos, es prudente también desconfiar de los líderes carismáticos. ¡Qué bueno que en México no tenemos líderes carismáticos! Y el único que se había apuntado para ese papel, en la telenovela mexicana salió del elenco en el 2006.

Es bueno desconfiar de los líderes carismáticos. Me parece que también es humano revisar el culto a la violencia, porque ahora como les he dicho que somos testigos de una situación de inseguridad y violencia, vale la pena preguntarnos qué sintieron nuestros antepasados cuando vivieron guerras, guerras civiles y revoluciones.

No estoy predicando una especie de pacifismo tonto. Yo creo que hay situaciones en la vida de las naciones en donde la violencia es el último recurso y es necesario.

Page 14: AMIS€¦ · Web viewMéxico, D.F., 24 de mayo de 2010. Versión Estenográfica de la Ponencia “México en el año del Bicentenario” que dictó el señor Enrique Krauze, Historiador

Sin embargo, hay que preguntarse cuáles son los grados de violencia y si era absolutamente necesario. Imaginen, por ejemplo, ustedes que el asesinato de Madero no hubiera ocurrido como ocurrió. Que Madero hubiera sobrevivido al 4 de marzo del año 1913. Murió el 23 de febrero.

Ese día tomo posición Woodrow Wilson en la Casa Blanca. Nuevo Presidente, absolutamente democrático y liberal. Hubiera cambiado a su embajador instantáneamente, hubiera actuado de inmediato para evitar el Pacto de la Embajada. Quizá Madero no hubiera muerto o hubiera ido asilado a Cuba, en donde el embajador le ofrecía asilo, y hubiera regresado.

¿Y qué hubiera pasado? A lo mejor hubiéramos tenido las mismas reformas de 1917: la Constitución, los artículos obreros, campesinos, la educación. Sí, pero nos hubiéramos ahorrado la violencia que entre 1913 y 1915 le costó al país en muerte violenta directa, cuando menos 250 mil hombres.

Dirán ustedes es ocioso preguntarse por esas cosas, porque la verdad es que la historia ocurrió como ocurrió. Bueno, es verdad, la historia ocurrió como ocurrió. Pero aquí estamos hablando de cómo debemos, de qué actitud debemos de tener a la historia. Yo lo único que digo es que no debemos venerar ciegamente eso, sino que debemos comprenderlo incluso para evitar que en nuestro tiempo ocurran cosas así.

Entonces bajar a los héroes del pedestal, rechazar el culto a la violencia. Rechazar la mitología de las revoluciones. Valorar a los constructores, artísticos, empresariales, religiosos, políticos, cívicos de México, y recordar que culturalmente nuestro país nació mucho antes que 1810, y que el legado milenario de la época indígena purépechas, de los mexicas, de los mayas.

Igual que el legado milenario de España, la España monárquica y católica, y la obra de Sor Juana y la obra de Juan Ruíz de Alarcón y la obra de Sigüenza y Góngora, y todas las maravillosas iglesias y el arte colonial. Todo eso hace la riqueza de México.

Page 15: AMIS€¦ · Web viewMéxico, D.F., 24 de mayo de 2010. Versión Estenográfica de la Ponencia “México en el año del Bicentenario” que dictó el señor Enrique Krauze, Historiador

Esa es, me parece a mí, la mejor forma de ver a la historia con una mirada más generosa, más amplia y más civilizada.

Ese legado, el legado mejor que podemos celebrar en el 2010, debe incluir el valorar a nuestra democracia. Uso la palabra en su sentido más amplio como un régimen de libertad en un marco de institucionalidad y legalidad.

Por supuesto que es imperfecto, cómo no va a serlo. En México democráticamente hemos tenido sólo estos 10 años ó 15 meses en la época de Madero y 10 años en la época de Juárez y Lerdo de Tejada en el siglo XIX. Esa es nuestra única experiencia en la democracia.

Bueno, no puede decirse que somos muy experimentados. Tampoco vamos a esperar tres generaciones para poderla perfeccionar. Necesitamos caminar y caminar rápido.

Sin embargo, la conquistamos, y la conquistamos en orden y en paz. Debemos valorarla, no sólo en México, sino en América Latina, porque en 200 años de historia independiente América Latina nunca ha tenido esta veintena de años, en donde casi todos los países, salvo los que conocemos y otros que van rumbo hacia allá, han tenido continuidad democrática.

Nuestra historia ha sido escenario de caudillos y caciques, de estallidos y revoluciones, todos rodeados de color y leyenda, pero la democracia, la modesta democracia no ha tenido quien la escriba como la novela de García Márquez.

Ahora hemos vuelto a donde empezamos, al principio de nuestras repúblicas que se fundaron sobre la idea de la democracia.

Llegamos sin falsas ilusiones, sin inocencia, con zozobra y con temores, pero llegamos con mayor madurez. La mejor manera de vivir estas fechas, les sugiero a ustedes, es pensar y debatir sobre nuestra democracia, hacer un balance claro y honrado de lo que nuestros países padecieron para conquistarla, de lo que los mexicanos padecimos para conquistarla y discurrir formas nuevas y creativas de preservar a la democracia.

Page 16: AMIS€¦ · Web viewMéxico, D.F., 24 de mayo de 2010. Versión Estenográfica de la Ponencia “México en el año del Bicentenario” que dictó el señor Enrique Krauze, Historiador

Concluyo invitándolos a ver a la historia y a transmitir en sus familias la idea de la historia, como he venido repitiendo, no como una galería de estatuas, tampoco como una telenovela de balazos y violencia, sino como una hazaña de muchísimas personas que construyeron el país haciendo lo que ustedes hacen todos los días, trabajar los que trabajaron. Ésa debería haber sido la consigna del México del 2010.

Pero claro, uno es solamente un historiador o un intelectual y los políticos son los que mandan. Y en este gobierno o en el PRI o en el PRD, de cualquier manera la orientación, me parece, va a ser más o menos convencional, revoluciones, balazos, personajes, estatuas.

Pero uno tiene la ventura de estar frente a un público así de generoso y atento y poder transmitir el mensaje de que la historia no es como la pintan, no es como la declaman, no es como las esculpen, la historia, ¿hay caudillos? Cómo no, pero la historia, ¿hay revoluciones? Cómo no, pero la historia es la historia, para frasear finalmente a Emiliano Zapata de otro modo, “la historia es de quienes la trabajan”.

Muchas gracias, muchas gracias.

Presentador: Agradecemos todos profundamente la intervención del doctor Enrique Krauze, creo que es muy ilustrativa, creo que nos deja una buena tarea, creo que nos hace reflexionar en otros aspectos que generalmente no consideramos porque no somos historiadores.

Creo que todos estamos emocionados de lo que va a ocurrir, porque son 200 años, pero viéndolo bajo esta perspectiva, creo que se enriquece mucho más la visión que tenemos y la tarea que debemos de hacer.

Le quisiera pedir al ingeniero Tomás Ruiz, ex Presidente de AMIS, que por favor le entregue un reconocimiento al doctor Enrique Krauze, por esta brillante intervención.

--oo0oo--