Analisis Del Concepto de Represion Desde Freud - Articulo
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1
APROXIMACION AL CONCEPTO DE
REPRESION, EN LA TEORIA FREUDIANA
UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA
FACULTAD DE PSICOLOGIA - ESPECIALIZACION EN PSICOLOGIA CLINICA CON
ORIENTACION PSICOANALITICA
SANTIAGO DE CALI - COLOMBIA
2013
AUTOR:
RICARDO A. PAREDES L.
PSICOLOGO
Las obras de Sigmund Freud despiertan gran interés a nivel
lector, puesto que abarcan conceptos y temáticas concernientes a
muchos campos de estudio, no exclusivamente el Psicoanálisis, pero sí,
analizados y considerados, desde esta teoría científica. No obstante,
existen conceptos de aplicabilidad terapéutica que permiten una mejor
lectura de los procesos psíquicos del sujeto y su funcionamiento, como
es el caso de la represión, concepto que se pretende abordar en el
presente análisis documental.
La represión es un concepto fundamental dentro de la obra de Freud,
puesto que acompaña su labor investigativa y a la vez terapéutica,
desde los inicios del psicoanálisis; la palabra que Freud emplea en sus
escritos en alemán, es Verdrängung y aparece por primera vez como tal
en: “Sobre el mecanismo psíquico de los fenómenos histéricos:
comunicación preliminar”1.Verdrängung, es una palabra que había
empleado Johann Friedrich Herbart (1776-1841), quien era un filosofo,
psicólogo y pedagogo alemán cuya obra había sido objeto de interés
particular para Theodor Meynert (1833-1892), un médico alemán quien
fue uno de los principales maestros de Freud. Siguiendo esta
correlación el término Verdrängung, seguramente fue familiar para
Freud debido a la influencia de los dos ya citados personajes (El
primero como escritor y el segundo como maestro). En su Presentación
1 FREUD, Sigmund, BREUER, Josef. Sobre el mecanismo psíquico de los fenómenos histéricos: comunicación
preliminar. En J. L. Etcheverry (Traduc.), Obras completas: Sigmund Freud (Vol. 2, pp. 27-43). Buenos Aires-Argentina: Amorrortu Editorial. (1984) (Trabajo original publicado 1893)
2
Autobiográfica, Freud menciona lo siguiente en referencia a la
represión: “A este proceso, que constituía una absoluta novedad, pues
jamás se había descubierto en la vida anímica nada análogo, le di el
nombre de represión”2.
El surgimiento del concepto de represión, en la obra freudiana, se
puede revisar de mejor forma en textos entre los que sobresale estudios
sobre la histeria, en el que se menciona que como concepto, la represión
surge a partir del análisis de otro fenómeno clínico como es la
resistencia. Antes de hacer el uso de represión, Freud utilizaba la
palabra defensa para referirse a lo que tenía que ver con aquel
fenómeno. Posteriormente se puede observar que emplea los dos
términos de forma indistinta; sin embargo a medida que avanzó su
investigación sobre las neurosis de transferencia, comenzó a hacer
mayor uso de represión como termino y además como un proceso sobre
el cual se tenía mucho por decir y aprender, al punto de que plantea
aspectos tales como dos tipos de represión, conceptos de investidura y
contrainvestidura dentro del mecanismo de la represión, entre otros que
serán ampliados en posteriores párrafos a este.
Ahora bien iniciando el presente análisis, se busca encontrar las
definiciones que Sigmund Freud brindó a lo largo de su experiencia,
sobre la represión. En 1926 Freud, empieza a diferenciar los términos
de represión y defensa, tal como lo vemos en las siguientes líneas:
“Pienso ahora que hay cierta ventaja en volver al viejo concepto de
defensa, aunque estableciendo que debe designar de un modo
general todas las técnicas de las que se sirve el yo en sus
conflictos, y que pueden eventualmente conducir a la neurosis,
mientras que reservamos el termino <<represión>> para designar
uno de estos métodos de defensa en particular, que debido a la
orientación de nuestras investigaciones, pudimos al principio
conocer mejor que los otros” 3
En esta primera aproximación, tenemos aunque oscuras aun, ciertas
aclaraciones importantes que para el estudio de la represión deberán
ser tenidas en cuenta. La primera tiene que ver con la diferencia entre
la defensa y la represión, puesto que Freud de forma un tanto grafica,
nos enseña en esos renglones que el termino de defensa puede ser
empleado para referirnos al conjunto que contiene, los diferentes
mecanismos como fueron conocidos posteriormente, mientras que el
2 FREUD, Sigmund. Autobiografía. En L. López-Ballesteros y de Torres (Traduc.), Obras completas: Sigmund Freud
(Vol.7, pp. 2774). Madrid-España: Biblioteca Nueva. (2001) (Trabajo original publicado 1924) 3 FREUD, Sigmund. En J. Laplanche y J.B Pontalis, Diccionario de Psicoanálisis (6ª Reimpresión, p. 376). Buenos Aires-
Argentina: Paidos. (2004)
3
termino de represión tiene que ver precisamente, con uno de esos
mecanismos de defensa que no obstante se consolida en la obra de
Freud como el más importante y al cual le dedica mayor tiempo de
estudio.
Habiendo postulado de algún modo la diferencia entre los conceptos de
defensa y represión, Freud continúa su trabajo, hasta llegar al punto de
definir con mayor claridad el mecanismo de la represión y su función,
tal como en los siguientes renglones:
“La esencia de la represión consiste exclusivamente en rechazar y
mantener alejados de lo consciente a determinados elementos”4
“Tenemos, así que la condición para la represión es que el motivo
de displacer cobre un poder mayor que el placer de la
satisfacción.”5
Con estos dos acercamientos, tenemos pues, nuevas herramientas para
desarrollar el presente análisis. Primero, cabe destacar que de acuerdo
con lo planteado por Freud, la represión es un complejo mecanismo de
defensa, que busca la evitación del displacer para el sujeto. Displacer
que tiene que ver no necesariamente con el aspecto físico, sino con
huellas de vivencias, ocurridas y elaboraciones cuya significación
expongan al sujeto a dicha sensación. En este orden de ideas, lo que
hemos llamado huella permanece alojada en el aparato psíquico del
sujeto, cobrando importancia para la represión, solo al momento en que
ésta supone una consecuencia perturbadora si es llevada al sistema
conciente, por tanto entra en funcionamiento el mecanismo de la
represión, rechazando su devenir conciente y alejándola al máximo
punto de dicho sistema. Cabe resaltar que la huella no es eliminada
sino que se aloja en el sistema inconciente, lo cual analizaremos con
mayor detenimiento, en líneas posteriores.
Freud propone en su texto la represión, dos fases que funcionan, dentro
de este mecanismo, la primera consiste en una etapa que llamará
represión primitiva y una segunda cuyo nombre es represión
propiamente dicha. Freud menciona sobre dicho planteamiento que hay
una represión primitiva “consistente en que a la representación psíquica
del instinto se le ve negado el acceso a la conciencia. Esta negativa
produce una fijación, o sea que la representación de que se trate perdura
inmutable a partir de este momento, quedando el instinto ligado a ella.6”
4 FREUD, Sigmund. La Represión. En L. López-Ballesteros y de Torres (Traduc.), Obras completas: Sigmund Freud
(Vol.6, pp. 2054). Madrid-España: Biblioteca Nueva. (2001) (Trabajo original publicado 1915) 5FREUD, Sigmund. La Represión. En J. L. Etcheverry (Traduc.), Obras completas: Sigmund Freud (Vol.14, p 142)
Buenos Aires-Argentina: Amorrortu Editorial. (1984) (Trabajo original publicado 1915) 6 FREUD, Sigmund. En L. López-Ballesteros y de Torres. La Represión. Op.Cit. p. 2054
4
En otras palabras lo que nos quiere explicar Freud en esta cita, es que
existe una pulsión (instinto7) alojada en el sistema inconciente, y una
representación psíquica de ella, sin la cual le sería imposible buscarse
paso hacia lo conciente. Dicha representación psíquica busca acceso al
sistema conciente sin lograr éxito en su cometido debido a la represión
que opera en su primera instancia.
En la represión propiamente dicha, el proceso represivo actúa
rechazando las formaciones alternativas de la representación psíquica
rechazada en la primera fase, a las cuales Freud denomina como
ramificaciones o retoños. Las ramificaciones son, como ya se
mencionaba, formaciones alternas de la representación psíquica que
quedo reprimida, cuya función es buscar la vía adecuada para burlar la
censura que antecede al sistema preconciente y así abrirse paso hasta
el sistema conciente. “(…) Así pues la represión propiamente dicha es
una fuerza opresiva ('nachdrängen') posterior. (…) La tendencia a la
represión no alcanzaría jamás sus propósitos si estas dos fuerzas no
actuasen de consumo y no existiera algo primitivamente reprimido que se
halla dispuesto a acoger lo rechazado por lo conciente.8” Dicho en otras
palabras la función primordial de la represión primitiva, además de
denegar el paso de la representación psíquica al sistema conciente, es la
de constituir la base para que exista una segunda etapa de la represión.
Ahora bien, lo primitivamente reprimido ejerce una fuerza de atracción
sobre todas las partículas (ideas) rechazadas por el sistema conciente,
con las cuales pueda conectarse a fin de generar una de las
mencionadas ramificaciones. En cuanto a la distancia de las
ramificaciones frente al sistema conciente, podemos mencionar que ésta
depende a su vez, de la distancia de la ramificación frente a la
representación reprimida en la primera fase, es decir, entre más
distanciadas se encuentren de dicha representación, más fácil será para
las ramificaciones acceder al sistema conciente, por tal motivo, dentro
del ejercicio del análisis, la labor de la asociación libre, por citar un
ejemplo, es producir ramificaciones que esquiven de cierto modo la
censura de lo conciente distanciándose lo suficiente de la
representación reprimida en principio.
Hemos llegado a citar el término censura, por lo cual sería importante
mencionar el papel que éste desempeña dentro del mecanismo de la
represión. La censura es un término que aparece en textos de Freud
concernientes a la primera tópica. En una de sus cartas a Fliess, Freud,
7 En la traducción que realizó J.L Etcheverry se denomina pulsión, mientras que en la realizada por L.Lopez-
Ballesteros y de Torres, se denomina instinto al mismo aspecto. Los términos originales que aparecen en alemán, en los escritos de Freud son Instinkt (traducido como instinto) y trieb (traducido como pulsión y/o impulso). 8 FREUD, Sigmund. En L. López-Ballesteros y de Torres. La Represión. Op.Cit. p. 2054
5
hace alusión al término de censura de una forma muy particular, por
cierto, se le atribuye a dicho momento ser la primera vez que Sigmund
Freud habla de censura como concepto. La cita es la siguiente,
refiriéndose Freud a Wilhelm Fliess:
“¿Has visto alguna vez una revista extranjera que haya pasado por
la censura rusa en la frontera? Palabras, párrafos enteros y frases
tachados con negro, de suerte que el resto se vuelve ininteligible.”9
No es para nada disparatada la analogía que realiza Freud, puesto que
el término de censura en el aparato psíquico y en el mecanismo de la
represión, funciona tal cual la cita; su ubicación estaría sobre la
frontera de lo preconciente, (entre el Inconciente y el Preconciente) y
posteriormente en el texto de lo inconciente Freud plantea una segunda
censura ubicada en la relación Preconciente- Conciente, siendo
nuevamente un concepto fronterizo ubicado con tendencia a este último
sistema. Por su parte, las frases y párrafos “tachados con negro” se
pueden representar como la transformación que sufren las
ramificaciones, antes de exteriorizarse, sobre lo cual ampliaremos en
párrafos posteriores.
10
La función de la censura es la de filtrar en cierto modo los contenidos
que pueden acceder al sistema conciente y los que no pueden hacerlo.
Para este procedimiento, la censura se fundamenta en dos conceptos
particulares, Placer y Displacer, de modo que lo que supone ser
9 FREUD, Sigmund. Fragmentos de la correspondencia con Fliess-Carta 79. En J. L. Etcheverry (Traduc.), Obras
completas: Sigmund Freud (Vol.1, p 315) Buenos Aires-Argentina: Amorrortu Editorial. (1984) (Trabajo original publicado 1897) 10
La Fig.1 busca representar la ubicación de la censura dentro del aparato psíquico, en la frontera de un sistema superior, primero el Prcc y posteriormente el Cc. Lo anterior es evidente en el texto Lo Inconciente (1915), Capítulo VI. Comunicaciones entre ambos sistemas donde explica Freud que las ramificaciones de la representación reprimida buscan abrirse paso hacia un sistema superior, por lo tanto deben vencer las dos censuras ubicadas en la Fig.1 tal como se amplía en el presente texto.
Icc
Prcc Cc
Censura 1 Censura 2
Figura 1. Posible Ubicación de la censura en el aparato psíquico
6
placentero, tras llegar a lo conciente, tendría el aval de la censura para
su paso, mientras que los contenidos que tienden a ser perturbadores y
displacenteros serán rechazados, dando inicio, así, al mecanismo de la
represión, tal como se ha descrito en anteriores líneas.
Hemos dicho hasta ahora que la represión es un mecanismo de defensa
en el cual, por motivo de evitar el displacer, se impide a determinadas
representaciones de la pulsión, acceder al sistema conciente. En este
mecanismo actúa una censura (de la cual se habla en el párrafo
anterior), pero asimismo funciona un fenómeno llamado resistencia. En
el orden de ideas que venimos desarrollando hemos mencionado que la
censura funciona como un filtro de lo que puede ser placentero o
displacentero para el sistema conciente, por lo tanto, la representación,
o más bien sus ramificaciones, buscan eludir dicha censura para
abrirse paso hacia lo conciente. La resistencia, por su parte, es vista
como una fuerza que hace oposición a la búsqueda de las
ramificaciones por llegar al sistema conciente; es decir, su función es
mantener reprimida la representación y sus ramificaciones,
defendiéndose ante cualquier ataque por parte de éstas.
El término resistencia, o Winderstand en alemán, al igual que el de
represión, ha jugado un papel muy importante en el estudio
psicoanalítico. La transición del método sugestivo al método analítico,
se debió en gran parte a que, mediante la hipnosis, la resistencia del
paciente era difícilmente interpretable, por lo cual Freud observó la
necesidad de trabajar sobre las resistencias individuales de los
pacientes e interpretarlas a fin de obtener evidencias de la
perturbación.
En otras palabras, el surgimiento de la resistencia como fenómeno en el
psicoanálisis, se debió a las dificultades que aparecían cuando se
buscaba explicar los síntomas del paciente y su génesis.
“Freud intentará vencer este obstáculo mediante la insistencia
(fuerza de sentido opuesto a la resistencia) y la persuasión, antes
de reconocer en él un medio de acceso a lo reprimido y al secreto de
la neurosis; en efecto, en la resistencia y la represión se ven actuar
las mismas fuerzas”.11
La anterior cita nos aproxima al análisis del carácter continuo de la
represión y de las diferentes fuerzas que operan en dicho mecanismo.
La represión es un proceso que exige continuidad para lograr su éxito.
En los casos donde la represión fracasa es porque se ha dado una
interrupción durante el proceso. De igual forma, como ya lo hemos
11
FREUD, Sigmund. En J. Laplanche y J.B Pontalis, Op.Cit, p. 384.
7
mencionado, es un mecanismo que supone el actuar de fuerzas y a esto
le agregaremos también la operación de energía psíquica dentro de
dichas fuerzas. La energía psíquica es un concepto que aporta a la
teoría de la represión, funcionando en términos de cantidad en las
operaciones de dicho mecanismo. La energía psíquica es, dicho de otra
manera lo que inviste una representación de la pulsión y sus
ramificaciones. Sobre la cuestión que refiere a la investidura y
contrainvestidura, mencionada por Freud en el mecanismo de la
represión, hablaremos en renglones posteriores, por ahora nos
ocuparemos de aclarar aspectos importantes a nivel de la energía
psíquica y su función dentro del proceso de represión.
En la represión, como se ha revisado hasta ahora, se producen diversos
movimientos de los componentes que operan dentro de dicho proceso,
como por ejemplo la búsqueda de acceso de la representación psíquica
de la pulsión al sistema conciente, su posterior desarrollo de
ramificaciones, el rechazo de la censura y la fuerza opositora de la
resistencia, entre otros. Pues bien, todo el mencionado proceso lleva
consigo una cantidad de energía, en casos algunos siendo mayor su
desgaste y en otras trabajando en función del ahorro. Además los
sistemas del aparato psíquico contienen ya una energía, al iniciar el
proceso de la represión.
Cuando la representación psíquica de la pulsión busca su primer
acceso a lo conciente, lleva consigo una cantidad de energía otorgada
por el Inconciente, sin embargo, el preconciente también tiene una
cantidad de energía propia con la que se defiende de dicho ataque,
produciendo un choque de energías, por así decirlo. La resistencia, en
este orden de ideas tiene como función cuantitativa, equilibrar el
desgaste de energía psíquica que produce la búsqueda de lo conciente
por parte de la representación y sus ramificaciones, ejerciendo una
fuerza contraria a ellas. Dicho de otro modo, el desgaste de energía
psíquica es grande cuando las ramificaciones se están abriendo camino
hacia lo Cc, por lo cual aparece la resistencia como una fuerza en
sentido contrario, que implica ahorro de energía y de este modo se
equilibra el proceso, visto de una forma económica, como Freud lo
nombró en su momento12. Lo anterior implica, además, que la represión
trabaja en función de la cantidad de energía psíquica ligada a una
ramificación, más que en función de la distancia entre la ramificación y
el sistema conciente; es decir, a mayor cantidad de energía psíquica,
mayor será la resistencia que implique el proceso, sin importar cuán
cerca está la ramificación del sistema conciente. Esta ultima parte es
12
Haciendo alusión a la tópica y dinámica de la represión (Lo inconciente 1915), donde Freud cita el término económico para referirse a las cantidades de carga o investidura de la representación pulsional.
8
mencionada de forma breve por Freud, en el texto sobre lo Inconciente:
“Se aproximan a la conciencia y permanecen cercanos a ella, sin que
nada se lo estorbe mientras su carga es poco intensa; pero en cuanto
ésta alcanza cierta intensidad, quedan rechazados”13.
Habiendo mencionado algunos aspectos sobre las llamadas cargas
(también llamadas investiduras) de energía psíquica, retomaremos algo
que dejamos pendiente por razones de orden y es lo que Freud
denominaría, en su obra sobre lo inconciente, tópica y dinámica de la
represión, para brindar mayor claridad sobre el aspecto operacional de
la represión. En el mencionado texto, Freud precisa que la represión
funciona siempre y cuando exista una sustracción de carga psíquica a
la representación de la pulsión por parte del sistema preconciente. Al
quedar descargada la representación o sus ramificaciones, recibe
nuevamente una carga por parte del sistema inconciente, y este proceso
se repite hasta que logre generarse el cambio de estado de la
ramificación junto con su carga y su aparente paso desde lo inconciente
hasta lo conciente. En este orden de ideas aclara Freud: “(…) el paso
desde el sistema Icc a otro inmediato no sucede por una nueva
inscripción, sino por un cambio de estado, o sea, en este caso, por una
transformación de la carga”14.
Una condición para que el mencionado proceso de sustracción de carga
se pueda producir es que la representación haya pasado de la forma
que tenía en la represión primitiva, a la de ramificaciones ubicadas en
la segunda fase de dicho mecanismo; lo anterior debido a que en la
represión primitiva la representación aun es inconciente y no ha
recibido ninguna carga por parte del preconciente, por lo cual la
sustracción no sería posible aun. Prosiguiendo con el intento de
esclarecer el aspecto concerniente a la carga y la contracarga, sería
importante que mencionemos a modo de síntesis, que, como lo hemos
observado en párrafos anteriores, la representación contiene una carga
de energía psíquica otorgada por lo inconciente a fin de que en algún
momento, en el caso de vencer a la censura, pueda acceder al sistema
conciente. El preconciente, cuya labor es inevitable en función del
recorrido que realizan las ramificaciones en su búsqueda de acceso a lo
conciente, se defiende de dichos ataques con algo que en la obra de
Freud se conoce como contracarga (contrainvestidura), producto de la
energía que el Prcc le sustrae a la representación, por lo cual el
inconciente vuelve a otorgar energía a la misma y ésta le es sustraída
una y otra vez por el preconciente de forma continua, hasta que se da la
13
FREUD, Sigmund. Lo Inconciente. En L. López-Ballesteros y de Torres (Traduc.), Obras completas: Sigmund Freud
(Vol.6, pp. 2075). Madrid-España: Biblioteca Nueva. (2001) (Trabajo original publicado 1915) 14
FREUD, Sigmund. En L. López-Ballesteros y de Torres. Lo Inconciente. Op.Cit. p. 2069
9
mencionada transformación y logra acceder al sistema conciente.
Precisamente, en ese acceso a lo conciente esta representación, puede
tomar diversas formas como lo son palabras, emociones y/o síntomas,
entre otras, y exteriorizarse.
Freud, realiza una mención del llamado factor cuantitativo de la
representación de la pulsión, mencionando 3 posibles destinos
descubiertos a partir de su experiencia en el psicoanálisis: “La pulsión
es sofocada por completo, de suerte que nada se descubre de ella, o sale
a la luz como un afecto coloreado cualitativamente de algún modo, o se
muda en angustia.15” En el caso de transformación de la representación
pulsional, en angustia se puede afirmar que la represión, como tal,
fracasa debido a que su función de evitar el displacer no se ha logrado
cumplir, pues si bien se transformó la representación en un síntoma,
igual la sensación que éste produce tras su llegada a lo conciente, es
displacentera. Esto sucede en las neurosis de transferencia donde entra
a jugar un papel importante el fenómeno del desplazamiento. Para
explicar dicha situación, Freud acude a 3 casos específicos a modo de
ejemplo, en su trabajo sobre la represión: La histeria de angustia, la
neurosis obsesiva y la neurosis de conversión.
Para el caso de la histeria de angustia, la formación sustitutiva (o
ramificación transformada) que ha llegado al sistema conciente, al ser
detectada por éste huye en forma de un síntoma, por ejemplo la fobia.
Freud precisamente en su obra acude a un ejemplo de zoofobia para
explicar de forma más amplia este apartado, mencionando de entrada
un factor libidinal de la hija hacia su padre, lo cual le impide una
relación asertiva con él, sin embargo, después de realizado todo el
proceso de la represión de dicha pulsión, con el pasar del tiempo
aparece una fobia en la paciente, y a su vez la relación con su padre
mejora. Lo anterior explica las primeras líneas de este párrafo, puesto
que la representación de la pulsión, alcanzó una formación sustitutiva
que se hizo conciente y se exteriorizó en forma de zoofobia,
“disfrazando” así la pulsión reprimida en principio (deseo hacia el
padre). En este caso la represión, como ya lo mencionábamos, no logra
su objetivo, pues el displacer continúa aunque no en la forma original,
sino en forma de fobia, por lo cual puede decirse que fracasó.
En la neurosis obsesiva, el proceso represivo funciona de la siguiente
manera: En la primera fase la representación o idea se rechaza y el
monto de afecto desaparece, logrando así un éxito parcial por parte de
la represión. La formación sustitutiva que aquí surge es una
15
FREUD, Sigmund .En J. L. Etcheverry. La Represión. Op.Cit p 148.
10
modificación del yo16, que no precisamente consiste en ser un síntoma,
pero se ha servido para su formación de la intensificación de lo opuesto,
es decir que el afecto rechazado anteriormente regresa en forma de
angustia, sea ésta de tipo social, moral, escrúpulos o reproches. De
modo que la formación sustitutiva se da por desplazamiento y recae
sobre una idea. En este orden de ideas, la represión, fracasa puesto que
se desapareció el monto de afecto de la representación, pero ésta, logró,
de igual forma acceder al sistema conciente en forma de idea obsesiva,
lo cual supone displacer para el yo del sujeto.
Finalmente, el tercer ejemplo que cita Freud es el de la neurosis de
conversión, en el cual explica el proceso represivo con un
funcionamiento muy similar al que se genera en la neurosis obsesiva, a
diferencia de que si bien el monto de afecto es sofocado, logrando aquí
un éxito parcial, por su parte las múltiples formaciones sustitutivas
aquí aparecen, suponiendo un fracaso de la represión, ya que se van a
exteriorizar en forma visible de síntoma, siendo éste somatizado por el
sujeto y produciéndose lo posterior al génesis del síntoma en este tipo
de pacientes.
Habiendo realizado la anterior aproximación, buscando esclarecer
algunos de los aspectos fundamentales del concepto de la represión,
cabe destacar que si bien se abordan temáticas sobresalientes, se dejan
muchas otras de lado en función de la amplitud y complejidad de las
mismas; sin embargo, en la búsqueda de una construcción conceptual
a partir de la obra de Freud sobre dicho término, podemos afirmar que
la represión cobra mucha importancia en el estudio del psicoanálisis,
debido a que de este mecanismo se derivan cantidad de conceptos y
operaciones de carácter psíquico, fundamentales para comprender el
funcionamiento del aparato psíquico y sus diferentes componentes. Por
su parte, es válido resaltar que ésta no es más que una invitación al
lector, a seguir reinventando la teoría a partir de su lectura e
investigación continua, sobre los diversos fenómenos que actúan en la
psiquis humana, sin suponernos un saber absoluto de los mismos,
siguiendo la invitación del mismo Freud cuando afirma: “No, nuestra
ciencia no es una ilusión. Sí lo seria creer que podríamos obtener de otra
parte lo que ella no puede darnos.17”
16
Termino empleado por Freud, en su obra, la Represión (1915), cuando explica el mecanismo de la represión en la
neurosis obsesiva. P. 2059 en la versión de Biblioteca Nueva. 17
FREUD, Sigmund. El Porvenir de una Ilusión. En J. L. Etcheverry (Traduc.), Obras completas: Sigmund Freud (Vol.21, p 55) Buenos Aires-Argentina: Amorrortu Editorial. (1984) (Trabajo original publicado 1927)
11
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
- FREUD, Sigmund, BREUER, Josef. Sobre el mecanismo psíquico de los fenómenos histéricos: comunicación preliminar. En J. L.
Etcheverry (Traduc.), Obras completas: Sigmund Freud (Vol. 2). Buenos Aires-Argentina: Amorrortu Editorial. (1984) (Trabajo
original publicado 1893)
- FREUD, Sigmund. Autobiografía. En L. López-Ballesteros y de Torres
(Traduc.), Obras completas: Sigmund Freud (Vol.7). Madrid-España: Biblioteca Nueva. (2001) (Trabajo original publicado 1924)
- ______________. La Represión. En L. López-Ballesteros y de Torres
(Traduc.), Obras completas: Sigmund Freud (Vol.6). Madrid-España: Biblioteca Nueva. (2001) (Trabajo original publicado 1915)
- ______________. La Represión. En J. L. Etcheverry (Traduc.), Obras
completas: Sigmund Freud (Vol.14) Buenos Aires-Argentina:
Amorrortu Editorial. (1984) (Trabajo original publicado 1915)
- ______________. Fragmentos de la correspondencia con Fliess-Carta
79. En J. L. Etcheverry (Traduc.), Obras completas: Sigmund Freud
(Vol.1) Buenos Aires-Argentina: Amorrortu Editorial. (1984) (Trabajo
original publicado 1897)
- ______________. Lo Inconciente. En L. López-Ballesteros y de Torres
(Traduc.), Obras completas: Sigmund Freud (Vol.6). Madrid-España:
Biblioteca Nueva. (2001) (Trabajo original publicado 1915)
- ______________. El Porvenir de una Ilusión. En J. L. Etcheverry
(Traduc.), Obras completas: Sigmund Freud (Vol.21) Buenos Aires-
Argentina: Amorrortu Editorial. (1984) (Trabajo original publicado
1927)
- ______________. En J. Laplanche y J.B Pontalis, Diccionario de
Psicoanálisis (6ª Reimpresión). Buenos Aires-Argentina: Paidos. (2004)