anatomía_Dagognet_2

66
8/18/2019 anatomía_Dagognet_2 http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 1/66  70 BIOLOGÍA SIN VIVIENTE, MEDICINA SIN ENFERMOS Biología sin viviente, medicina sin enfermos. El título, escogido por Georges Canguilhem, intriga en un primer momento. Podría muy bien significar que la medicina moderna aspira a relegar los enfermos al rango de los accesorios para volverse una completa ciencia, y que la biología de forma análoga aspira a absorberse en la fisicoquímica. El retrato del médico El retrato del médico que da una de las primeras obras de François Dagognet,  Filosofía Biológica, remite a una imagen de acá en adelante desaparecida; es sobre todo al médico del siglo diecinueve al que se aplica “el escepticismo inexpugnable, su materialismo discreto, su empirismo”, al que él le da el nombre un tanto irrisorio y divertido de “filosofía médica”. En  Filosofía biológica (y la escogencia del título no es inocente) Dagognet estigmatiza “ese menosprecio natural por la idea que lo lleva muy a menudo hasta rehusar pensar la extraña materia médica” 1 . Las siguientes obras de Dagognet, la Razón y los Remedios  y el  Pasteur , testimonian que se ha establecido una tensión (se podría decir un deseo) entre dos filosofías, biológica y médica, en el seno de la profesión. Progresivamente, la “filosofía médica” ha marcado el paso. El último título de Dagognet, Caras, superficies, interfaces (1982) puede servir para celebrar la brillante victoria de la bioquímica moderna y la desaparición de una cierta medicina. Convencida de volverse científica en la medida en que se arrima a la biología, repudiando a veces sus atribuciones milenarias, competida por otras terapéuticas, la medicina contemporánea está en crisis. Ese título se provocó para  provocar a todos los que se reencuentran hoy ante una medicina sin enfermos. Descifrar en la superficie del organismo y de sus células receptoras, factores, mediadores, captar incansablemente las mil y una especificidades que dan visos o reflejos sobre el viviente; tal parece ser claramente el último grito de la biología. Es en el dominio de los ácidos nucleicos donde la biología molecular ha obtenido sus mejores éxitos históricos y su última proeza ha consistido en secuenciar los genes, efectuando si lo requería apareamientos de superficie con fragmentos conocidos marcados (hibridación). Sondas y marcadores; la metáfora de la interfaz, ya se trate de metodología bioquímica (cromatografía de absorción…) o de conceptos de base (inter-acción enzima-sustrato, o más generalmente: proteína-ligando < se denomina ligando a aquella molécula que se une al 1  F. Dagognet (1962).  Filosofí a biológic a. tr. Paláu, Medellín, 1992. p. 2.

Transcript of anatomía_Dagognet_2

Page 1: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 1/66

  70

BIOLOGÍA SIN VIVIENTE,

MEDICINA SIN ENFERMOS

Biología sin viviente, medicina sin enfermos. El título, escogido por GeorgesCanguilhem, intriga en un primer momento. Podría muy bien significar que la medicinamoderna aspira a relegar los enfermos al rango de los accesorios para volverse unacompleta ciencia, y que la biología de forma análoga aspira a absorberse en lafisicoquímica.

El retrato del médico

El retrato del médico que da una de las primeras obras de François Dagognet, Filosofía Biológica, remite a una imagen de acá en adelante desaparecida; es sobre todo almédico del siglo diecinueve al que se aplica “el escepticismo inexpugnable, sumaterialismo discreto, su empirismo”, al que él le da el nombre un tanto irrisorio ydivertido de “filosofía médica”. En  Filosofía biológica  (y la escogencia del título no esinocente) Dagognet estigmatiza “ese menosprecio natural por la idea que lo lleva muy amenudo hasta rehusar pensar la extraña materia médica”1.

Las siguientes obras de Dagognet, la Razón y los Remedios  y el  Pasteur ,testimonian que se ha establecido una tensión (se podría decir un deseo) entre dosfilosofías, biológica y médica, en el seno de la profesión. Progresivamente, la “filosofíamédica” ha marcado el paso. El último título de Dagognet, Caras, superficies, interfaces (1982) puede servir para celebrar la brillante victoria de la bioquímica moderna y ladesaparición de una cierta medicina. Convencida de volverse científica en la medida enque se arrima a la biología, repudiando a veces sus atribuciones milenarias, competida porotras terapéuticas, la medicina contemporánea está en crisis. Ese título se provocó para provocar a todos los que se reencuentran hoy ante una medicina sin enfermos.

Descifrar en la superficie del organismo y de sus células receptoras, factores,mediadores, captar incansablemente las mil y una especificidades que dan visos o reflejos

sobre el viviente; tal parece ser claramente el último grito de la biología. Es en el dominiode los ácidos nucleicos donde la biología molecular ha obtenido sus mejores éxitoshistóricos y su última proeza ha consistido en secuenciar los genes, efectuando si lorequería apareamientos de superficie con fragmentos conocidos marcados (hibridación).Sondas y marcadores; la metáfora de la interfaz, ya se trate de metodología bioquímica(cromatografía de absorción…) o de conceptos de base (inter-acción enzima-sustrato, o másgeneralmente: proteína-ligando < se denomina ligando  a aquella molécula que se une al

1 F. Dagognet (1962).  Filosofía biológica. tr. Paláu, Medellín, 1992. p. 2.

Page 2: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 2/66

  71

centro activo de la proteína para que ésta pueda realizar su función (transportar, o inhibiruna reacción metabólica  Wikipedia, 14/02/16>) es por todas partes dominante (piénsese enlos múltiples usos de la noción de receptor o en la omnipresencia ¡de los fenómenos demembrana!). La interfaz materializa la segunda noción-clave de la biología molecularluego de la de estructura, la de información. Ella es portadora de la especificidad que da

sentido al lenguaje médico y a la terapéutica. En suma, la obra de Dagognet podría ser unmanifiesto de la medicina vencida por la biología molecular. Ya no se necesitan manos enesta nueva medicina, ¡sólo sondas y marcadores!

Pero ¡oh sorpresa! Caras, superficies, interfaces  remite sobre todo a otrailuminación: la semiótica del cuerpo humano dibujado, fotografiado, traicionado, transcrito,contemplado, amado. Con un vaivén implícito de un lenguaje al otro, como si latransferencia de riquezas del uno al otro fuera evidente. François Dagognet había escrito Filosofía Biológica bajo el signo de una cierta crítica de la morfología. A esas formas quedenigraba, él dedica su último libro. Se trata de encuentros con lo concreto, pero estaepidermicidad se revela al mismo tiempo completamente intelectual. ¿No era por lo demásla lección más importante que impartía antaño lo que se llamaba la clínica? La obra deDagognet ¿sería finalmente médica por completo?

Hay que regresar al punto de partida histórico, cuando la pareja filosofía biológica –filosofía médica se ponía en funcionamiento.

Para Bachelard. El remedio o las primeras arborescencias

Dagognet le dedicó la Razón y los Remedios  a Gaston Bachelard… y con todarazón. El método es el mismo: relativizar el conocimiento, hacer que se dude de losrealismos de toda especie, abogando por una racionalidad ampliada que integre al mismotiempo que vigila la riqueza de lo imaginario. El remedio le conviene bien a un análisis deeste tipo. Permite de paso recuperar la Historia: los Reyes Taumaturgos y los exorcistas,los fetichismos y la brujería, la colonización y las plantas exóticas, la ipecacuana y la

quinina. La química farmacéutica contiene en sus glosarios la riqueza de un mundo sinigual. La empresa de Dagognet no excluye una confianza temperada, pero cierta, en los poderes de los hombres el progreso terapéutico, fidelidad al optimismo pensativo de GastonBachelard. Parece sin reserva en su elogio de las purificaciones y de las extracciones o delas producciones ilimitadas.

“La extraña materia médica” se presta claramente a semejante examen, pues ellaestá sujeta al error incesante. El error presenta múltiples casos de figuras donde seentrampa el remedio: temas de la erradicación del mal y de la extirpación quirúrgica,dialéctica de los contrarios, principio siempre activo de la analogía en la elección delmedicamento, restauración de la armonía o refuerzo de una componente humoral, panaceacontra específico, tópicos contra remedios generales… Es fácil denunciar automatismos

mentales y establecer una guía de los errores. Es menos fácil ponerle orden a lamultiplicidad de los remedios. Sin embargo Dagognet por un tiempo impone un límite aesta proliferación; rechaza –dice él– “las idiosincrasias y simpatías, los terrenos y lasdiatesis”2 a las que califica de “concepciones dudosas”.

Se atiene al procedimiento de Bachelard: inquietar la conciencia noumenal ydispersar las apariencias a través del prisma del remedio. ¿Pero en qué consiste laracionalidad positiva de esta reconquista del mundo?

2 la Razón y los Remedios.  p. 52.

Page 3: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 3/66

  72

“Basta con admitir la existencia del remedio como relación, como red dedependencias y de condiciones. El remedio mismo no existe aisladamente, pertenece a unconjunto ramificado, se inscribe en una familia con una rica arborescencia de elementos enfiliación los unos con los otros”3.

El proyecto se enuncia aquí: hojear “el catálogo de la vida” y, tras los repertorios,

 buscar los sistemas.Pasteur o el sistema

¿Se podrá de entrada calificar a Pasteur como un hombre de sistema? Sería tomar acontrapelo al célebre experimentador y sin embargo… Pasteur se desafiaba de laobservación. Dagognet llega incluso a hablar a propósito de él de una “Filosofíaantimorfológica”. Bachelard antes de tiempo, Pasteur desconfiaba del realismo delmicroscopio.

“Siempre le he tenido miedo a darle demasiada importancia a los caracteresexteriores. Muchas veces, constaté que formas, en apariencia distintas, pertenecían amenudo a una misma especie, y que formas parecidas pueden ocultar diferencias

 profundas”4

.Sus primeras observaciones son sin cesar retomadas y rectificadas contra eltestimonio de los sentidos. Por ejemplo, los capullos de los gusanos de seda pueden tenermanchas, pero esto no es necesariamente el anuncio de una camada catastrófica. Un animalmuerto, con toda verosimilitud de carbón, y sin embargo, no se encuentra por ningún ladoni una sola bacteria…

Este químico que confía en los poderes de la vida está ante todo desconcertado porla extensión de su plasticidad: múltiples variantes de forma de las bacterias, múltiplesgrados de virulencia o de atenuación. Está en retraso con respecto a la inmunologíanaciente, puesto que propone comprender la inmunidad de manera negativa comoagotamiento de un medio nutritivo. Pasa por el lado de la enzimología y del rol activo del

sitio enzimático, mientras que, como cristalógrafo descubre la isomería óptica.Pasteur intentó un acoplamiento a veces rígido de la ciencia de los fermentos y de lamedicina (simbólica alianza de Duclaux & Émile Roux en el Instituto Pasteur). Un cuadro bacteriológico parece, en aquella época, poder coincidir con la nosología, aunque noreproduzca necesariamente su sistema de parentesco. La ictericia no parece deberse a unsolo microorganismo, pero ¿de dónde viene la fiebre amarilla? El cólera de los pollos y eldel hombre no tienen nada en común. El cuadro bacteriológico trastrueca de hecho lassinonimias de la clínica y redistribuye las identidades. Existen por lo demás casillas vacíasen dicho cuadro; algunos gérmenes sólo son patógenos para una especie animal; otros estánampliamente difundidos entre los vertebrados. La clasificación dibuja ejes heurísticoscomo los que Dagognet describe a propósito de la clasificación de Mendeleiev (Cuadros y

lenguajes de la química).Antes de acercar la medicina a la microbiología, Pasteur recorrió muchas etapas;experimentó su demostración del rol de los fermentos organizados en numerosos dominios:el vino, la cerveza, la sericicultura. Si se aventuró en patología es, como bien lo hamostrado Dagognet, para desalojar la teoría de la generación espontánea de su últimorefugio, pues la heterogenia “que ha sucumbido en el laboratorio bajo todas sus formas,

3  Ibid .4 Pasteur. Obras completas. t. V. París: Masson, p. 124.

Page 4: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 4/66

  73

 busca en la actualidad un refugio en las oscuridades de la patología”5. Pasteur facilitó así la puesta en funcionamiento de una epistemología simple y eficaz; existe para cadaenfermedad infecciosa un modo de transmisión predominante al que ha de oponerse una profilaxis precisa. Nada que ver con las recomendaciones de algunos higienistas que, enesos mismos años, daban como precioso consejo el de… “poner atención a todo”, que era

tanto como decir: a nada. La desinfección de un pozo es la más pasteriana de las profilaxias.La vacunación es quizás menos pasteriana pues introduce una variable que Pasteur

 buscaba economizarse: el individuo, imprevisible reactivo. Este carácter imprevisible,Pasteur lo había notado, de mala gana, en los gusanos de seda durante la “campaña deAlès”:

“Para caer enfermos requieren asimilar grandes cantidades (de microorganismos).Y además, incluso con esta condición, no todos perecerán. La enfermedad del gusano deseda, aunque sea parasitaria, sólo afecta los débiles. Una vez más, reencontramos lainquietante mezcla del terreno y del microbio, de lo hereditario y de lo contagioso”6.

Dagognet muestra fácilmente las debilidades del sistema pasteriano. Pasteur nació prisionero del modelo septicémico que tanto le había servido en su demostración en el casodel carbón (acción patógena por pululación microbiana). Él no admitió la importancia deotras modalidades; descuidó los fenómenos tóxicos y el papel de las reacciones locales,cutáneas por ejemplo. Pero se puede ir más lejos poniendo cuidado a la vacunaciónantirrábica, a la que Dagognet consagró penetrantes análisis. Dicha vacunación es, en unsentido, la obra maestra, pero la obra maestra más azarosa de Pasteur, que actuabaseguramente en medio de numerosos desconocimientos: de la duración de incubación de larabia humana, de su patogenia, de las variaciones en la virulencia del material y,desconocida finalmente: la naturaleza del agente de la temible enfermedad. La vacunaciónantirrábica es a su manera un milagro de los orígenes, y aunque carezcamos de un estudioserio y documentado de los Carné del Servicio de la Rabia en aquellos años, hubo, a nodudarlo, más accidentes de los que se cree…

Ahora bien, recientemente, mientras que la purificación de la proteína vacunadorade la rabia estaba de actualidad, se llega a reconsiderar la patogenia de la meníngeo-encefalitis rábica. Si ratones desnudos (es decir desprovistos de linfocitos que presiden lasreacciones de inmunidad celular) son inoculados con el virus rábico, mueren luego de unacorta fase de viremia, sin la menor lesión de meningeoencefalitis. Con alguna prudencia se puede pues evocar un mecanismo inmunoalérgico automantenido, análogo por ejemplo aciertos procesos demielinizadores (esclerosis en placas). La vacuna antirrábica se la revisóy se la corrigió; su eficacia no tendría nada que ver con la existencia de anticuerposespecíficos sino con la producción de interferón, y con la multiplicación de las célulascitotóxicas (susceptibles de responder a sustancias muy diversas).

En suma, vacunación puramente química (proteína purificada), y piénsese en lastuétanos de conejo suspendidos por Roux por encima de un frasco de potasa hasta ladesecación; cuestionamiento de la teoría exógena de la rabia humana; se derrumba una parte del edificio pasteriano. Sin embargo fue gracias a la vacunación antirrábica que seconstruyó el Instituto Pasteur, luego de la fabulosa suscripción nacional, y que enjambró lascasas-hijas en las vanguardias de la penetración francesa, en Túnez y Saigón.

5 Pasteur. Obras completas. t. VI. París: Masson, p. 188.6 Citado por F. Dagognet.  Pasteur …, p. 203.

Page 5: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 5/66

  74

Se asiste así a un fenómeno extraño; el contenido biológico del pasterismo ha sidorenovada casi por entero, y sin embargo el aparato preventivo y epidemiológico que hasoportado, se mantiene todavía. Está enraizado en lo que François Dagognet llama “lastinieblas del mundo de la curación”7. La medicina, que reina sobre este mundo de tinieblas¿tendría la vida más dura que la biología?

En círculos concéntricos

Luego de Pasteur, la elección de François Dagognet se fija en otras“arborescencias”. Del remedio a los elementos químicos que permiten el enunciado de sufórmula, de la farmacopea a la tabla de Mendeleiev, de las clasificaciones botánicas a losordenadores, los círculos se agrandan. Dagognet se propone agotar el pensamientoclasificador que está en contacto con el mundo. Ese trabajo de clasificación se revela almismo tiempo un trabajo de escritura cada vez más cuidado, de grafismos diversos, pictóricos, geométricos, algébricos… Refinamientos de los sistemas de signos, para la másgrande coherencia posible.

Esta revista de los catálogos, de los repertorios de la vida, permite de paso

( Memoria para el porvenir !!

) la rememoración de una variedad inaudita que parece a vecesdetenerse tras la explotación preferencial de un sistema. Si las clasificaciones son del partido de lo inteligible, su complejidad testimonia al mismo tiempo la riqueza de loconcreto. François Dagognet capta aquí una de las dimensiones de la biología: el ejecomparatista es fundamental. Con frecuencia lo olvidamos en razón de los imperativostécnicos, de las comodidades que orientan preferencialmente sobre tal o cual modeloanimal. El modelo murino < subfamilia de roedores miomorfos Murinae que incluye a losratones y ratas > es hoy predominante (los famosos linajes “inbred”) y ha ganado su preponderancia sobre el modelo simio, por diversas razones. Siempre es urgente revitalizarla biología, limitada por sus modelos, por una visión comparatista.

El espejismo de las superficies¿A que nivel será necesario exhibir esta variabilidad? ¿Sólo será aprehendible por

observación? Hablando de Darwin, Dagognet subraya que no hay en él experimentación enel sentido estricto, sino simple constatación de variaciones naturales o dirigidas(domesticación). Ningún detalle es contingente, ni siquiera el de la hélix de la oreja, pues permite evocar los componentes estructurales de los organismos primitivos. Lamultiplicidad de los sistemas clasificadores tiende de hecho a converger con lamultiplicidad de los individuos, movimiento de estallido al que invitaba ya Darwin, enquien el concepto de especie –tomado siempre en extensión– corresponde a la enumeraciónde sus representantes.

La preocupación de Dagognet por no perder de vista la variedad de las formas

vivientes podía llevarlo a rehabilitar una morfología comprendida como aprehensión de losfenómenos de superficie. La bioquímica ofrece numerosísimos ejemplos de polimorfismo(isozimas, variantes en las cadenas de hemoglobina, marcadores idio y alotípicos de lasgamma-globulinas…). La genética ilustra de la mejor manera este polimorfismo. Elsistema HLA, aún llamado complejo mayor de histocompatibilidad (en el hombre) nos da

7 F. Dagognet.  Pasteur …, p. 231.!!  < François Dagognet.  Memoria para el porvenir, hacia una metodología de la informática,  París: Vrin,1979. tr. Paláu, Medellín, noviembre de 2005 – julio de 2006 >

Page 6: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 6/66

  75

un ejemplo de ello. Este conjunto de genes tiene bajo su dependencia moléculas que estánen la superficie de las células, que han sido consideradas como primordiales en ladefinición del individuo biológico. Se ha sugerido en una perspectiva neodarwiniana queofrecía una ventaja selectiva en el curso de la evolución, y el polimorfismo extremo de esesistema es a menudo interpretado en el sentido más finalizado posible.

Este polimorfismo biológico que él descubre, luego del estudio histórico de lafisiognomonía y de la fotografía, le interesa a Dagognet sobre todo en tanto que le permitereformular el acuerdo de la biología y de la medicina en torno a un objeto común: elindividuo. Pero al confrontar Filosofía biológica y Caras, superficies, interfaces, uno se dacuenta de que Dagognet no efectúa aquí un regreso, sino un agrandamiento de perspectiva.El primer Dagognet rechazaba la obsesión por los sustratos y de las sustantificaciones, losdespojos anatómicos, las localizaciones controladoras, los despedazamientos indignos delcuerpo-objeto. El segundo Dagognet aboga por una semiología que es una historia desuperficies y de interfaces, que asocia los índices bioquímicos con la imagenografía delescáner y de la ecografía. Para ser comprendida, la patología necesita la superposición demuchas copias. La reanimación, ciencia de los intercambios compartimentados y de losreequilibrios humorales, viene a ocupar un lugar central en los servicios hospitalarios,cualquiera sea su especialidad.

El polimorfismo encuentra aquí un sentido clínico, pero metafórico, pues el enfermoha desertado su lecho, o más bien esa cama se ha vuelto móvil para facilitar lasiluminaciones múltiples. El vocabulario de Dagognet, Caras, superficies, interfaces, puedeser así entendido en un doble sentido: descriptivo ciertamente (y recuerda los objetivos dela biología molecular y su conjunción con la medicina), pero también epistemológico ycrítico (alegato a favor de la interdisciplinariedad de la medicina y de lacomplementariedad de los modelos).

Índices de superficie (poco importa en el fondo que sean biológicos o médicos) quese trate de biología en medicina o de medicina en biología, puesto que Dagognet prosiguela misma crítica epistemológica y que se trata siempre de denunciar la ilusión perpetuamente renovada de los sustratos, para sustituirla por una descripción de losintercambios, de la pluralidad y de la polivalencia de los signos. Mucho antes de la críticade Goldstein con respecto a las localizaciones cerebrales, un médico que trabajaba en elInstituto Pasteur, Ladislas Deutsch, había encontrado la expresión precisa. Fue a propósitode las consecuencias de la esplenectomía <o extirpación del bazo>. La esplenectomía nohace que desaparezca el poder de fabricar anticuerpos: porque “no hay órgano productor sino que hay lugares de formación”8. Sólo un barrido del cuerpo permite localizar lassuplencias.

Pero para Dagognet es frecuentemente la medicina la que constriñe a la biología detendencia reduccionista, a desdeñar las localizaciones, al confrontarla con la patología.Todas las localizaciones histoquímicas, histológicas, anatómicas, tarde que temprano prueban su insuficiencia. La fisiología trata de dar normas; lo patológico se descompone enhiper e hipofuncionamiento, a un lado y al otro de esas normas. Pero ¿qué quiere decirhipertiroidismo? ¿Se trata de la dosificación de la T.S.H. que puede ser normal; de la tasade las hormonas tiroidianas, o de la serie clínica bien conocida taquicardia-temblores-gotaque puede ir a la par con exámenes biológicos en los límites de la normal?

Dagognet considera que es la patología, o dicho de otro modo el clínico, o dicho de

8 “Contribución al estudio de los anticuerpos tíficos”, Annales de l’Institut Pasteur , 1899, 9, p. 104.

Page 7: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 7/66

  76

otra forma, el enfermo el que vuelve a lanzar el ejercicio de lo concreto, iniciativa siemprefecunda. Se apoya para aprobarlo en una retrospectiva histórica:

“Es de la mayor importancia saber que los médicos siempre han sido los primerosen percibir los fundamentos y las novedades de las que se enorgullece la fisiología que selos incorpora modificándolos”9. Hay acá una cierta ambigüedad en el pensamiento de

Dagognet. ¿De qué medicina (o de que médico) se trata? ¿Del método anatomo-clínico?Ciertamente no, pues Dagognet comenzó por denunciar sus falaces equivalencias y sumecanismo ingenuo. ¿Habrá que reservar la denominación médica al dominio de los signosfuncionales? Pero Georges Canguilhem demostró claramente que lo funcional no juega plenamente su rol de señal y que el silencio de los órganos no es sinónimo de salud.

La extraña materia médica

Hay movimiento y contradicción aparente en el pensamiento de Dagognet, lo quefilosóficamente se enuncia como una dialéctica. ¿Aperciben los médicos los fundamentos o las novedades  de la fisiología? ¿Están obligados por su ejercicio a reformulacionesteóricas o simplemente a innovaciones prácticas? La obra enciclopédica de Dagognet es

una exploración del mundo en su espesor conceptual y en su carne. Rigurosamenteexploración médica, atenta a los fundamentos y a las novedades. El individuo es colocadoen el foco de racionalidades múltiples, en el afloramiento de la biología y de la medicina.Exploración entusiasta e incluso jubilosa que puede a veces parecerse a un elogiointemperante o intempestivo de la ciencia. ¿Se puede estar también seguro de la rupturaentre el remedio antiguo y el remedio moderno? ¿Dónde se sitúan las rupturas de la largahistoria de los antibióticos? ¿Qué consecuencias tiene la posibilidad actual de inmortalizarcélulas capaces de fabricar moléculas específicas en cantidad ilimitada? ¿Qué dirá FrançoisDagognet de los bancos de plásmidos, de las espermotecas…?

 No es un entusiasmo cientificista el que arrebata a Dagognet, sino que a él le gustaver jugar al principio de transformación y que lo real se metamorfosee. Esto lo lleva a

veces a privilegiar algunos biólogos que han gozado de la parte bella pues han venidoluego. Dagognet le consagró la Inmunidad, ciencia y método10  a Ramon. Ramon le ha

dejado su nombre a la anatoxina antitetánica; supo cuantificar, entre las dos guerras, lareacción antígeno-anticuerpo utilizando para ello la reacción de floculación, tosca perofácilmente visible. Otros mucho antes que él habían esbozado el razonamiento (Ehrlich,Arrhenius), pero Ramon concluyó la demostración, y sobre un material prestigioso ydirectamente útil.

Cada nuevo desarrollo de la biología provee una nueva superestructura médica.Luego de lo anatómico, vino lo fisiológico, lo bioquímico, lo inmunológico. La medicinase inspira pues en una arqueología para reconstruir al individuo que ella tiene bajo sus ojosSu rol no se limita a presentar enfermos a los biólogos; ella sólo autoriza la posibilidad de

una biología humana y la transición, incluso imperceptible, entre el discurso científico y elrelato médico. En este sentido, ella es irremediablemente ciencia humana. La biologíahumana ofrece a su vez rejillas de interpretación a la patología, la de los desarreglosendocrinos, la de los neurotransmisores o del sistema inmunitario. Esos saberes no son ni

9 F. Dagognet (1962).  Filosofía biológica. tr. Paláu, Medellín, 1992. p. 28.10 Op. cit . conferencia en el Palacio del Descubrimiento, 4 de enero de 1964. <con el titulo: la Inmunidad,

historia y método, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima, publicó en 1965 una traduccióndel texto al castellano que hoy no se encuentra. Paláu >

Page 8: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 8/66

Page 9: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 9/66

  78

como tal en lugar de seguir pasiva y mecánicamente los últimos hallazgos de la biología, laúltima dosificación de moda?

La medicina como función epistemológica de la biología. Quizás esta sea la última posición de Dagognet, y ella no podría dejar de formar escuela.

Anne-Marie MoulinCNRS, París

Page 10: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 10/66

  79

¿EXTERIOR SIN INTERIOR, CUERPO SIN ALMA?

En una Epistemología del espacio concreto, neogeografía  (1976) F. Dagognetescribía: “¡Ante todo no vayamos más allá de los fenómenos, salvémoslos!”11. En susimplicidad, esta consigna resume las orientaciones de toda su epistemología. Sus análisisde los procesos efectivos de la ciencia y de sus racionalismo regionales, desprendenincansablemente dos temas. Primer tema, el saber “hiper-fenomenista”12  se sostiene (ycada vez más a medida que se presenta su desarrollo) a la superficie y a los fenómenos, alos hechos, a lo dado, a lo que hay que ver. Con este matiz: que los hechos no son simplesni de un solo tipo, sino exuberantes, variopintos, múltiples, a veces muy evidentes, enocasiones casi imposibles de ver e imperceptibles; lo que hay para ver no siempre es fácilde ver. Este matiz, de inspiración característicamente bachelardiana, disocia de entrada al juego este fenomenismo, de un empirismo simplista de lo dado. Segundo tema, el saber,

esta vez como grafismo y morfografía, consiste en descubrir, es decir en inventar, artificiosde escritura para registrar, describir, transcribir y tratar los hechos. Aquí tampoco el puntotiene nada de simple. Primero, en el sentido en que no hay una buena transcripción y sólouna. La historia de las civilizaciones y de las ciencias es incluso la de la evolución de lasmaneras de transcribir, así como la sugiere el capítulo primero de  Escritura e iconografía

13.Pero también porque la transcripción, en la diversidad de sus formas y de sus progresos es el conocimiento. Sólo se transcribe lo que ya se ha logrado conocer; conocer es en sentido propio encontrar la fórmula, formular.

A estos dos temas corresponden las dos vertientes de la obra de François Dagognet.Por un lado, procedió y continúa la investigación meticulosa de las formas: escrituras,iconografías, simbolismos y artes técnicas de figuración, en sus efectos de saber . Se trata

de ver cómo la escritura de índices se vuelve ella misma índice. Por el otro lado, ella buscamostrar la apertura incansable de la ciencia (comprendida aquí a veces bajo las formas mássorprendentes) a la diversidad de los fenómenos. La epistemología de F. Dagognet seconsagra así por una parte al estudio atento de lo analítico-sintético, y por otra parte a una

11 Op. cit . tr. Ma. Cecilia Gómez in traducciones historia de la biología, nº 22, 23 y 24.  La cita está en la nº22, Medellín, abril de 2003. p. 12.12 Caras, superficies, interfaces. tr. Paláu. Medellín, marzo de 2007. p. 18.13 Op. cit . Traducido por María Cecilia Gómez. Medellín: febrero de 2003.

Page 11: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 11/66

  80

 pesquisa fascinante y fascinada, golosa, en el desbarajuste, en el pintoresquismo de losensible, en la riqueza de lo que aparece. En un artículo de los  Archives de philosophie (julio-septiembre de 1981), F. Guéry habló, a este respecto, de paradoja empírico-trascendental; efectivamente, existe en el pensamiento de Dagognet un balanceo continuoentre la exposición del poder de conocimiento de las formas (y finalmente la existencia de

 juicios sintéticos a priori  en las ciencias; ¿acaso no es esto lo que quiere decir analítico-sintético, y que por lo demás está dicho claramente en  Escritura e iconografía, tr. Gómez, p. 85?), y la toma en consideración de la diversidad de lo sensible y de un ser por enterodado –con la condición de que se lo pueda captar – lo que conduce a un empirismo, peromatizado, sabiendo reconocer que el ser es mixto, sedimentado, múltiple, que en susuperficie tiene una topología pasablemente complicada y que se requiere de muchainventividad para aprehenderla.

Esta epistemología se presenta pues en un primer momento –y durante muchotiempo se presentó– como un mixto de racionalismo kantiano y de hiperempirismo baconiano. Por lo demás quizás con esta sobreimposición de Kant en Bacon no estaríamoslejos de Leibniz. El sujeto, como sujeto colectivo y social productor de la ciencia,constituye el saber a través de los procesos de registro, de inscripción y de tratamiento dedatos, pero al mismo tiempo, esas transcripciones reposan en el puro censo o inventario deun real abundante que hay que poner en cuadro. El conocimiento no es reduplicaciónmimética (esta tesis comanda en Dagognet la condena de toda filosofía de la representaciónen provecho de un pensamiento de la expresión), como tampoco es pura puesta en forma deun dato amorfo a disposición. El dato hay que inventariarlo, acosarlo, aprehenderlo. Si bien todo es siempre asunto de tratamiento de fenómenos, a estos hay que agarrarlos. Y esen este punto donde vale la pena detenerse sobre la cuestión de las relaciones del interiorcon el exterior.

Como acabamos de decirlo –y así como Dagognet no deja de escribirlo– el saber eshiperfenomenista, pero la superficie de las cosas es un relieve atormentado, una madeja desuperficies, un entrelazamiento de hechos. Por esto muchos puntos sobre los que elepistemólogo regresa una y otra vez.1/ Primero, la crítica a la distinción tradicional entre lo observado-dado y lo observado-construido. Se necesita saber tener en cuenta todos las astucias de una observación que noes ni pasiva ni directamente activa, pero que sorprende a los fenómenos a distancia y quelos deja intactos: radiografía, espectrografía, fotografía, ecografía. Todos medios de captarlo fugaz o lo disimulado, a distancia y sin desgaste. Observar es saber espiar, y la cienciatiene frecuentemente algo de criminalística.2/ Hay que concederle toda su importancia a los afloramientos, fracturas, arrugas, trazas,desgastes, a lo que ellos revelan de lo real que está hecho menos de la dualidad simplista deun interior y de una superficie que del encabalgamiento de estratos, de la superposición de películas, de la sedimentación o de apilamiento de momentos y de fuerzas que han dejadosus huellas sucesivas. Debe prevalecer una visión arqueológica y geológica de un Ser queno está sometido a una temporalidad homogénea sino a una dialéctica de fuerzas.3/ En el mismo movimiento, hay que abandonar los puntos de vista lineales y acceder arecorridos diagonales en el sentido en que R. Caillois hablaba de ciencias diagonales. Acá,la gran figura emblemática es la de Darwin y el modelo natural es el de la falla geológica.4/ Por esto finalmente el modelo tan importante de lo geográfico y de lo geológico; porquecon lo telúrico el tiempo se marca y se deposita en el espacio, porque las fuerzas presentes producen desplazamientos, desgastes, abarrancamientos, surrecciones, ya sea que se agoten

Page 12: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 12/66

  81

o que se inscriban en memoria material, porque también lo cultural y lo natural no dejan deinterpenetrarse en el paisaje y la disposición de los territorios. A este respecto, una Epistemología del espacio concreto, neogeografía es en la economía del pensamiento de F.Dagognet una obra clave y crucial. Su Teoría general de las formas  permanecía en loesencial en el dominio de las formas y de las fuerzas culturales. De acá en adelante, del

análisis de las formas del saber y del poder se pasa a la consideración de las formas de las fuerzas, se alcanza un propósito más ambicioso, el de una filosofía de la naturaleza y,después de todo, ¿por qué no decirlo? de una ontología que se puede caracterizar comonaturalista.

Por consiguiente, es aquí donde la interpretación kantiana deja de ser defendible.Con Cuadros y lenguajes de la química (1969), el Catálogo de la vida (1970), Escritura e

iconografía  (1973) y  Por una teoría general de las formas  (1975), F. Dagognet se ateníatodavía a un estudio atento de las maneras como lo formal y las formalizaciones,constituyen el saber, sin prejuzgar sobre la relación de lo dado con las formas, y poniendoel acento en las  prácticas  formalizadotas. No estaría desplazado hablar de un espíritumarburgiano y de una epistemología post-kantiana. Quedaría por afirmar que no haydualismo de lo dado y de las formas, sino siempre ya formas, las de una naturalezanaturante que no cesa de producir una diversidad de formas. Por lo demás la referencia aSpinoza es frecuente. El mundo es una escritura –“la prosa del mundo” dice una

 Epistemología del espacio concreto, p. 11 tr. Gómez– escritura que no deja de reescribirsehasta através de las escrituras de las ciencias que lo reescriben una vez más. A esterespecto, el conocimiento lo que hace es proseguirse, redoblar y cumplir la actividad de lanaturaleza. Así como lo afirma claramente Caras, superficies, interfaces, el pensamientoviene de un fondo que él remata, así como la vida no niega la materia sino que la actualizay la salva; en cuanto a la cultura, ella no es nada distinto a la realización de la naturaleza14.Desde entonces, ya no hay motivo para recular más tiempo ante el término naturalismo; enlas diversidad de sus actividades, la naturaleza humana, así como la naturaleza viva, es una parte de la naturaleza y no un imperio en un imperio; ella la sufre, la vive, la descifra, perotambién la organiza, la domina y la instrumenta. Requerimos sin embargo ponderar el pesofilosófico de estas afirmaciones. Pues nos reencontramos en una situación de círculo y deauto-referencia: el pensamiento de la vida y del mundo es una forma de la vida y del

mundo.  Estas formulaciones podrán parecer demasiado filosóficas, pero ellas lo único quehacen es reescribir los temas insistentes de  Memoria para el porvenir , que muestraincansablemente cómo registro, conservación, transcripción y tratamiento valen como procesos de la vida tanto como procedimientos del pensamiento: “El pensamiento procedesin duda como la vida, aunque escape a los límites y a los constreñimientos donde lasegunda se hunde como en arena movediza”15; o también: “la naturaleza parece haberregulado, antes del hombre, los problemas con los cuales él se topa”16.

Esta situación de círculo está lejos de ser fácil, así como de no tener ventajas, puesella implica en todo caso muchos de los aspectos más significativos del pensamiento de F.Dagognet.1/ Incluso si se corta el nudo gordiano en vez de desatarlo, ello permite ante todo

14 Op. cit ., tr. Paláu, p. 120.15  Memoria para el porvenir. Hacia una metodología de la informática  (1979). tr. Luis Alfonso Paláu C.Medellín, noviembre de 2005 – julio de 2006. p. 16.16  Ibid ., p. 3.

Page 13: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 13/66

  82

descalificar un aspecto del problema trascendental, el concerniente a las condiciones deaplicación de las formas del saber, que no le inquieta a Dagognet en ninguna parte. Estasse aplican no a un dato amorfo sino a formas. Las cuestiones de aplicación se vuelven asíasunto de transcripciones incesantes y que van mejorando (mejor figuración,miniaturización y economía, manejabilidad superior, transmisibilidad e indestructibilidad,

como lo muestra Memoria para el porvenir ). En este sentido no hay ni comienzo ni fin. Es por esto que la epistemología de Dagognet es anti-hermenéutica, anti-fundadora; no hay ni primer fundamento ni primera significación. Es también claramente anti-totalizadora (nohay última escritura)!".2/ Esta situación de círculo puede servir de justificación a la propia actividadepistemológica. Después de todo, la pregunta merece ser planteada: ¿por qué hayepistemología? La respuesta es que la relación del pensamiento con el saber ya no esarbitraria como lo era la del pensamiento con la vida. La auto-reflexión epistemológica delsaber no es diferente de la de la vida en general. Un pasaje de Caras, superficies, interfaces lo reconoce a nivel de una antropología de la reflexión: “La reflexión se merece el nombreque tiene, en el sentido en que la corriente indistintamente afectivo-motor se vuelve sobre sí

misma, se vuelve a centrar para sólo inspirar, poco a poco, actos bajo forma de bocetos. Yesta revolución constituye el psiquismo, abre la vía a la consciencia; lo posible sustituye loinmediato y lo efectivo (lo virtual, el esbozo cada vez más interiorizado)” 17. Que setrasponga este texto al saber y se obtiene la epistemología como reflexión del saber. Es aesta temática de una reflexión siempre ya haciéndose que será necesario atribuir la curiosaobsesión de Dagognet por una lengua cratiliana, de una palabra que se escribiría, al mismotiempo que las cosas se fueran diciendo ellas mismas.3/ Es siempre en razón de esta situación circular, y de este naturalismo, que el campo de laepistemología recibe en Dagognet una ampliación considerable, de la que es necesarioreconocer lo que tiene de sorprendente, para no decir chocante. Como se trata de un puntomuy importante, tanto teórica como prácticamente, vamos a detenernos acá.

Por supuesto que F. Dagognet estudió las ciencias de la naturaleza y de la vida. Lasciencias de la naturaleza para evidenciar en ellas la importancia de lo formal, la importanciatambién del examen morfológico de las caras, contornos, trazas, fracturas (Caras, superficies, interfaces, cap. 1º). En cuanto a las ciencias de la vida –puesto que la vida es eltérmino medio entre el pensamiento y la materia– ellas están en el corazón del proyecto.Como lo escribe  Memoria para el porvenir , “en tanto que la vida muestra el camino a lacultura que la remata”18. Se precisa sin embargo ser sensible a los otros campos estudiados(y cada vez más al hilo de las obras) en su diversidad, en su extrañeza, para no mencionarlo que podría llamarse su “cuestionabilidad”. La epistemología de F. Dagognet es en efectouna epistemología de las ciencias de la cultura y de las ciencias humanas, hasta bajo susaspectos más absurdos: diversas psicologías, grafología, sociometría, criminalística,ciencias administrativas, museografía, bio-psiquiatría, antropometría. Acá también se tratade salvar los fenómenos. La epistemología toma para ello un giro casi teratológico, quemodula y desvía la posición bachelardiana tal y como la presenta la Formación del Espíritu

Científico; se trata no tanto de levantar obstáculos epistemológicos como de interesarse enlo que puede haber allí de conocimiento en el seno mismo de la ilusión o de la

!" <Cómo no pedir que se relea de M. Foucault, “Nietzsche, genealogía e historia”… Paláu>17 Caras, superficies, interfaces. tr. Paláu. Medellín, marzo de 2007. p. 114.18 Op. cit ., p. 14.

Page 14: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 14/66

  83

inconsciencia. Está incluso permitido preguntarse si la avalancha de esas disciplinasheteróclitas, a veces sulfurosas, a veces reputadas poco serias, para otros charlatanescas (engeneral para otros charlatanes) no es la razón por la que el lector termina por admitir sintropezar el principio mismo de una preocupación epistemológica como la de F. Dagognet por las ciencias humanas. En efecto, no está lejos el tiempo, e incluso perdura, en que los

filósofos aferrados a las purezas críticas de la teoría, consideraban las ciencias humanascomo simples tecnologías sociales más o menos represivas y, en todo caso, mitoscientíficos.

Uno de los principales méritos de F. Dagognet es precisamente tomarlas en serio nosolamente a título de hechos de sociedad sino también de extrañas disciplinas. Ellas son enefecto datos indiscutibles de nuestra cultura, de nuestras prácticas de instrumentación socialy de la auto-regulación creciente de las sociedades desarrolladas. Que se piense bien o malde ellas, es imposible ignorar que toda la vida social, y nuestras vidas personales, dependende ellas; y solamente los filósofos franceses (en su aislamiento cultural y social, lejos de lavida económica y del mundo del trabajo) pueden hacer como si la grafología, la dinámicade grupo, la Gestalt-therapie, o el método fisiognomónico de Corman#$$ –por muy extraños

y discutibles que sean– no existieran.Estas preocupaciones sorprendentes, escandalosas si se quiere, de F. Dagognet porun cafarnaun de disciplinas peculiares, se explica a dos niveles. Primero, por un cuidado enno ignorar ningún hecho, traza, inscripción, ni maneras de seguirlos, de registrarlos y deexplotarlos. No se ve por qué, a este respecto, el estudio del hombre privilegiaría el solodominio de los lenguajes, con todo y lo engañoso y parcial que él es. Caras, superficies,interfaces, habla de lo “verbal púdico, su prolijidad parlanchina”19. Los cuerpos, actitudes, posturas, los modos relacionales vehiculan tantas informaciones y signos. La sola preocupación morfográfica explicaría ya, ella solita, esta atención múltiple por las cienciashumanas más diversas y sorprendentes. Desde un punto de vista estrictamente filosófico,esta redirección de la atención epistemológica se explica tanto por la situación de círculonaturalista del que hemos hablado. Si es verdad que siempre sólo tenemos que ver con unmovimiento del pensamiento que prolonga y concluye los procesos de la vida, todas lasastucias del conocer merecen interés. Ante las disciplinas más extravagantes, se trata aún ysiempre de nunca ir más allá de los fenómenos, sino de salvarlos (y ante todo pues verlos).Para testimoniarlo particularmente el extrañísimo capítulo tercero de Caras, superficies,interfaces, sobre la fisiognomonía. F. Dagognet toma muchas precauciones en sus libros y,luego de tantas audacias es bien comprensible; existen, bajo muchos respectos, cantidadesde curiosidades intempestivas y casi desplazadas.

Tal es por lo demás la razón por la cual es uno de los únicos filósofos franceses aconcederle toda su importancia (y todavía es poco decir) al círculo de la acción y del saber.Fuerzas y formas de la naturaleza, formalizaciones y efectos de recorte del conocimientoestán en constante interacción, ya sea porque el encuentro se desvíe y se haya efectuado conastucia, o que haya enfrentamientos. En lo que siempre es una relación de fuerzas el saberes parte primordial y, a través de él, se trata de clasificar  y de repartir, de representar y de

#$$  < El método Louis Corman se basa en la observación rigurosa del rostro humano. Se inicia con unexhaustivo análisis morfológico. A partir de este análisis, se detecta en cada rostro hasta qué punto secumplen las leyes de dilatación-retracción, cómo se manifiesta la tonicidad, si se cumple la ley del equilibrio,y cómo se integran todos estos elementos para componer una personalidad única. En la web, 16/02/16 >19 Op. cit . p. 127.

Page 15: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 15/66

  84

recortar, de formular  y  de articular, de organizar  y  de ordenar, de conocer  y  de producir.Vocabularios del saber y de la acción no dejan de intercambiarse. La epistemología está deesta manera llamada a tomar sin cesar en cuenta lo hechos de poder, los que presiden elsaber y los que de él nacen. Ya se trate de Cuadros y lenguajes de la química, el Catálogode la vida, Escritura e iconografía, Por una teoría general de las formas, Memoria para el

 porvenir , siempre regresa esta compenetración de la acción social y del saber; F. Dagognetevidencia con precisión los mixtos de actividad y de pasividad, de voluntad y dedependencia, de decisión y de información, que están cada vez en juego. De la conductamás elemental a los montajes más sofisticados, se trata de poner en orden, seriar,transcribir, comunicar, y por acá mismo: dominar y disponer el medio, y a nosotros enrelación con él. Cuando se trata de la instrumentación técnica, y de las manipulaciones delas ciencias de la naturaleza, se lo admite gustoso; se lo admite igualmente cuando se tratade los remedios y de la enfermedad. Es más difícil y francamente chocante para lastecnologías sociales y psicológicas, que sin embargo operan.

En el fondo, con su racionalismo práctico decidido, la epistemología de F. Dagognetconstituye una aprehensión muy exacta de la racionalidad de la Ilustración, y sugiere almismo tiempo lo que ella todavía puede tener de vivaz, no como afirmación abstracta de las posibilidades emancipatorias de la razón, sino como empresa de dominación del mundo yde dominio-regulación de nuestras relaciones con él. Ella no aporta por tanto una soluciónmilagrosa; señala solamente con paciencia que entre una crítica de la modernidadanarquista estética –para retomar una expresión reciente de Habermas– que critica a la propia razón, y un pensamiento neo-conservador que toma nota de la disociación entremodernización tecnocrática y modernidad intelectual, hay siempre lugar para una reflexiónque trate de medir lo que el saber puede prometer aún de liberación, con la condición deque se lo encare en toda la diversidad de sus prácticas; ¿y si sufriéramos no tanto de unexceso de racionalidad sino de todo lo que ella no ha cumplido aún?

Cuando se trata del sujeto mismo, sujeto del conocimiento y de las acciones,fenomenalismo, preocupación morfográfica, situación de auto-reflexión del conocimiento, plena solidaridad del saber y del poder, todavía valen. En este dominio también, es unhecho que diversas disciplinas de estatuto incierto contribuyen a producir un conocimientodel sujeto humano y permiten una instrumentación.

Al no poder el saber admitir sino una óptica exteriorista, se trata de descubir lainscripción del psiquismo en lo corporal a través de “la excavación de los datos más pintorescos”. Este fenomenismo de principio excluye a priori dos puntos de vista:a) las concepciones filosóficas que recusan el organismo en provecho de un yo, de unquerer, de una subjetividad inmaterial. Lo que significa a contrario que si hay algo comoun espíritu o un alma, existe quizás en una ambigüedad de principio, en el sentido en que lo

entendía Merleau-Ponty. En este caso, el enemigo es Bergson con su horror por el espacioy la exterioridad, de los soportes materiales. b) los enfoques en términos de cuerpo propio o de cuerpo vivido20. Con ellos, o bien se permanece en la subjetividad de la consciencia (lo que no quiere decir nada), o bien unodebe pasar por el lenguaje con todo lo que él comporta de prolijidad engañosa y de posibilidades de ilusiones: “Nada más alienante y más maléfico que el decir y el oír

20 Caras, superficies, interfaces. p. 56.

Page 16: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 16/66

  85

solos”21. Lo que descalifica a su vez filosofías como la de Merleau-Ponty, o la filosofía dellenguaje, todo el tiempo acechadas por la cháchara y la falsa conciencia, por las maneras dehablar.

¿Cuáles son ahora los principales puntos sobre los que insiste F. Dagognet?

1) Su fenomenismo complejo y matizado implica ante todo otra cosa distinta a una posición

reduccionista. La atención que se le presta a la diversidad de los hechos, de las marcas, delas trazas, excluye toda concepción rígida, de tipo por ejemplo conductista, que le asignaríala psicología un orden de hecho bien determinado. Si los enunciados sobre el espíritu, elalma, lo mental, deben finalmente poderse verificar con respecto a datos perceptibles, undébito de voz, un soplo, un manoteo, una rigidez, un rictus, una postura, una formacorporal, o rituales de interacción son otros tantos tipos de hechos que expresan lainterioridad. Si hay en Dagognet un materialismo de fondo, es en todo caso,extremadamente complejo y anti-reduccionista.

En esta perspectiva fenoménica, es una de las características del conocimiento delsujeto humano aguzar sin cesar su aprehensión de lo que hay que ver, de los fenómenos. Esnecesario concederle toda su importancia a este respecto a las técnicas de captación y de

registro-captación de los signos: el boceto y la caricatura en las artes visuales “grafo-captativas”22, el arte de la silueta, las técnicas psicográficas como el Rorschach que permiteaprehender “la energía de la actividad plástica”23  y la relación del psiquismo con elespacio24, el pneumógrafo de Jung25, los archivos fotográficos, el análisis del rostro, lagrafología26, sin olvidar el examen y el repertorio de todos los restos, obras, trazos yvestigios de la humanidad (herramientas, artes, producciones del artesanado). Como elespíritu y lo humano deben ser aprehendidos a partir de la exterioridad, se precisa de algunamanera pasar por la criba a todas las formas de exteriorización, para lograr por supuestomorfografías.

2) Es una tesis central del pensamiento de F. Dagognet: de dominios en dominios, elconocimiento del hombre interior, en sus vicisitudes (y sus progresos como en susideologizaciones), pasa por movimientos de importación y de transferencia de modelosformales. La psicología como ciencia del sujeto ha tenido como destino evolucionar alritmo de modelos morfológicos importados de otras disciplinas. El capítulo cuatro de una Epistemología del espacio concreto, titulado “Cartografía y psicología” explica en unresumen muy seguro que “la psicología, (ha sido) la aplicación sucesiva, inevitable, a lasubjetividad, de las técnicas y de las representaciones científicas, afinadas por su éxito”27.F. Dagognet añade para ser completamente explícito: “La antropología no nos parece ni unaciencia natural autónoma, ni una simple suma de prácticas o de recetas culturales, sino la pura transferencia, tan difícil como retardada, de las adquisiciones más firmes de lasdisciplinas mecánicas y exterioristas a un cantón generalmente protegido, por no decir

21  Escritura e iconografía. tr. Gómez, Medellín, febrero de 2003. p. 27.22  Ibid ., p. 34.23 Teoría general de las formas. tr. Ma. Cé Gomez, Medellín, abril 2002. p. 5.24  Memoria para el porvenir.  p. 82.25  Ibid . p. 84.26 Caras, superficies, interfaces. p. 71.27 Op. cit . tr. Ma. Cé. Gómez in traducciones historia de la biología nº 24, Medellín, septiembre de 2003, p.21.

Page 17: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 17/66

  86

idolatrado”28. Ha habido así una psicología del cuerpo mecánico (Descartes, Hobbes), una psicología foronómica (Spinoza), una psicología atomista y asociacionista (Locke,Condillac, Hartley, Hume, en el linaje del modelo newtoniano), una psicología química,una psicología eléctrica, hasta una psicología informática y cibernética. “La ciencia de lasmáquinas y de sus operaciones descansa sobre nosotros”29. Quizás habría que añadir

incluso que luego de  Memoria para el porvenir , es un modelo informacional el quecomanda el naturalismo de Dagognet. Desde este punto de vista, ese peso de los modelosno es un mal; para llegar hasta el fondo de las tinieblas de la subjetividad oculta y del en-sísubjetivo, todos los medios de saber son buenos. Además es preciso, a medida que serequiera, ir criticando los modelos de una subjetividad caducada, como lo hace una Epistemología del espacio concreto a propósito de las ilusiones de la psicoquímica30.

Las morfologías corresponden a la vez a las fuerzas naturales y a las fuerzassociales; el sujeto es la interfaz por excelencia de fuerzas que vienen tanto de la naturalezacomo de lo social y de lo político. En él se marcan tanto las pulsiones de la naturalezacomo las estructuraciones sociales de la subjetividad. Si es verdad que saber y poder van ala par, morfografías naturales y sociales adicionan sus efectos. Por este motivo un enfoquecrítico de la subjetividad debe tener en cuenta no solamente modelos que la naturalicen,sino también fuerzas que la socialicen. Tal es el sentido de las observaciones de F.Dagognet sobre el cuerpo platónico y sus relaciones con la ciudad31  o sobre lasrigidizaciones físicas que dan testimonio del control social del sujeto.

Bajo todos estos puntos de vista, Caras, superficies, interfaces  –al prolongar una

 Epistemología del espacio concreto – opera una constante crítica de las construccionesunilaterales, limitativas y rigidizadoras de la subjetividad. El libro no cesa de mostrar cómo“la explosión de conciencia estalla en el corazón de la sensorialidad”32. Se trata de volver aaprehender “nuestros lugares de encuentro con el medio y del afloramiento del inconscienteen lo visible mismo”33. De principio metodológico del saber, el fenomenismo toma otrasignificación, esta vez emancipadora. Liberada de lo oculto y viniendo a la superficie, lasubjetividad entra en el mundo liberador de la comunicación.

3) En estas condiciones, el extremo interés de Caras, superficies, interfaces, estriba enhacer converger la dirección propiamente epistemológica y la orientación naturalista que veen las formas las interfaces de fuerzas, sino antagonistas, al menos competidoras y co-actuantes. La compleja construcción de la obra no disimula la decisión del proceder: lamorfología general del capítulo Iº muestra todo lo que las formas, en su complejidad y sudiversidad, pueden revelar de las fuerzas. La organología del capítulo IIº traspone ymultiplica esos resultados a propósito de los vivientes. La tentativa de salvamento de lafisionomía del capítulo IIIº muestra hasta qué punto se puede hacer hablar lo somático,mientras se tiene en cuenta las tensiones y las dominancias, las relaciones entre lassuperficies y las interacciones que ellas testimonian. Se trata de aprehender un cuerpo

sedimentado, hecho de superposiciones, donde los conflictos se marcan. Luego de lo cuallos capítulos IVº y Vº pueden esbozar la lectura del alma corporal, del alma-idea del

28  Ibidem.29  Ibid ., p. 23.30  Ibid ., pp. 26-33.31 Caras, superficies, interfaces. pp. 63, 65.32  Ibid ., p. 58.33  Ibid ., p. 60.

Page 18: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 18/66

  87

cuerpo.Pues el cuerpo humano no deja de tener alma; solamente que ella ya no es nada

interno u oculto. Lo mental se corporeiza, el alma es la idea del cuerpo en el sentidospinocista: lo que en el atributo pensamiento decimos de lo extenso; en Dagognet, esteelemento tan poco spinocista de leer el atributo pensamiento en el atributo extensión, pero

nunca a la inversa (sería caer en el a priori  filosófico). El alma no está en el cuerpo; ellaestá regada por él, hasta en su ínfimos repliegues. El materialismo permanece entero, peroha aprendido a matizarse, abrirse a los signos, a los índices, a las sordas correspondencias(el término sordo es uno de los términos clave del libro). El alma, el espíritu, lasubjetividad, otras tantas maneras más o menos buenas de nombrar el tejido complicado ylas formas del cuerpo, pero también las funciones ligadas a los soportes, las fuerzas ligadasa las formas.

El espíritu es pues claramente en un sentido, una simple manera de hablar, que en ellímite se podría eliminar por medio de traducciones fenoménicas apropiadas; pero estasmaneras de hablar remiten a formas, fuerzas, a numerosas y complejas funciones. Elanimal humano ve su somática “penetrada por el deseo, amasada por lo social, subida a laaltura de lo simbólico”34. Al hilo de la evolución y de la cultura, se ha vuelto un nudo de pulsiones, de movimientos violentos e instintuales, pero también de inhibiciones socio-culturales y de proyecciones mentales que, entre lo real y lo animal, introducen la esfera delo posible y de lo reflexionado. Por acá se presentan las potencialidades, conflictos,ambigüedades, pero también las posibilidades –así sean restringidas y limitadas– de lalibertad. Entre el animal pulsional y el ego  humano, hay innumerables interacciones,superposiciones, todos los conflictos y todos los compromisos posibles, en ocasionesdurables y como osificados, en otras inestables.

Lo que nos conduce a la acción, tanto sobre sí mismo como sobre el otro. No porque uno pueda cambiarlo todo; para ello habría que mantener la ilusión de un puroespíritu, separado de lo corporal, de un querer absolutamente amo de sus encarnaciones.Sin embargo, en la interacción de las fuerzas, de lo que es animal y de lo que es mental, deldeseo y del orden, en las interfaces, una acción sobre sí es posible, con la condición que sesepa leer los signos, discernir las articulaciones, su labilidad o su rigidez, las armonías o losconflictos. Aquí, hay sitio también para la terapéutica como para los condicionamientossociales. Una epistemología del espacio concreto conduce este análisis para el individuoen sus relaciones con el otro.  Memoria para el porvenir   encara al individuo en susrelaciones en el grupo, en sus pertenencias, sus lugares sociales y sus aptitudes. Caras, superficies, interfaces  enfrenta finalmente al individuo consigo mismo, con respecto nosolamente a las fuerzas que se ejercen sobre él sino a las que lo atraviesan, lo agitan ynacen en él.

Para concluir, se requeriría ante todo volver a decir que el interés del proceder de F.Dagognet reside en su extrema coherencia dentro de un encaminamiento que sin embargonunca es rígido, sino que procede por aproximaciones diagonales, con las iluminacionesinesperadas que de ellas surgen. La garantía de este proceso, tanto desde el punto de vistaconceptual como del ardor del filósofo en la tarea, es la confianza inquebrantable en unnaturalismo fundamental. Si formas y fuerzas pueden ser así aprehendidas y transcritas es porque las fuerzas se transcriben por sí mismas en formas.

34 Caras, superficies, interfaces. p. 44.

Page 19: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 19/66

  88

Enseguida habría que remarcar un asunto que concierne toda la obra de Dagognet:el de la articulación del saber y del poder y, eventualmente, del valor emancipatorio delsaber. F. Dagognet no ha dejado de mostrar cómo saber y poder han marchado juntos, yase trate de actuar sobre el medio, sobre el sistema social o sobre sí mismo. Afirma enmuchas ocasiones que el saber contribuye a romper la opacidad, la ilegibilidad, la

incomprensibilidad (entre otras) del campo social –como lo dice en  Memoria para el porvenir , p. 83. Escribe que “toda filosofía digna de ese nombre ha exaltado siempre elquerer y sus recursos; no conocemos excepción a esta regla apologética”35; como si hubierauna solidaridad del poder, del saber, de la emancipación: “es saludable e instructivo todo loque reúna "la voluntad" y "la representación", todo lo que borre ese dualismo funesto”36.Se reencuentra por este sesgo la cuestión tan antigua y tan actual de nuevo, de lasrelaciones del conocimiento y del interés. Sería ridículo querer tratar esto en algunas palabras. Mejor aprovechar para preguntarle al propio F. Dagognet: — ¿existen para él muchos intereses del saber y, si sí, son todos emancipadores? — ¿cuál es la función social del filósofo o del epistemólogo en el análisis de los interesesdel saber? — ¿cuál es el interés del filósofo o del propio epistemólogo en su propia empresa de saber?

Yves MichaudUniversidad de Rouen

35 Caras, superficies, interfaces. p. 82.36  Ibid ., p. 84.

Page 20: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 20/66

  89

ADIOS A KANT, ¿RETORNO A LEIBNIZ?

Es una extraña empresa esta de afrontar a dos filósofos para leer a un tercero, sobretodo si más de dos siglos separan a éste de aquéllos.

En aquellos tiempos, la filosofía era natural, quiero decir que no se distinguía de lafísica. Se dice que era la época de la Luces. No se estaba sometido a absurdos problemas

de demarcación. En los siglos XVII y XVIII, se tratan los problemas por ellos mismos sin preguntarse a que disciplina les corresponde.Fue Kant el que introdujo el corte. Separando radicalmente la metafísica de la

ciencia, y pretendiendo darle a ésta un fundamento objetivo, convierte ciertas cuestiones eninsolubles.

Por ejemplo, tratando de determinar lo trascendental y su dominio, le retira sunecesidad correspondiente, al subordinarlo a un hecho.

Aunque se trate a priori de las condiciones del conocimiento, el hombre de hecho percibe las cosas en un espacio euclidiano. El acuerdo entre el conocimiento y las cosas,que define la verdad de nuestro saber, sólo es posible por un hecho contingente que seimpone sin razón. (¿Por qué esta forma y no otra? ¿Por qué solamente vemos en el espacio

euclidiano?). Pues las condiciones de la experiencia y de su objeto, solo son posibles sinuestra razón abandona sus pretensiones a la metafísica y al absoluto, y no enfrenta masque el conocimiento de los fenómenos tal y como ellos se manifiestan en el espacio y en eltiempo.

Al condenar la metafísica en tanto que ella rebasa los límites del conocimientohumano ¿no ha reducido Kant a la filosofía a ser el inventario de los límites que laexperiencia y las condiciones de hecho imponen a nuestras construcciones lógicas ymatemáticas?

La arbitrariedad de la teoría kantiana del conocimiento salta a la vista; el principioque fundamenta la ciencia y la separa de la ontología está ligado al reconocimiento de unhecho: nuestra representación del espacio y del tiempo.

Pero por lo mismo ¿no es esta una manera de restringir las formas conceptuales ymatemáticas que podemos crear?Al subordinar la sensibilidad y la experiencia a las formas puras de la lógica y de las

matemáticas ¿no era Leibniz más moderno que Kant?La matemática universal quizás esté delante de nosotros.¿No hace parte del dogmatismo elevar un hecho contingente a la altura de un

 principio? ¿y reducir la ciencia al análisis de las condiciones de uno de sus momentos?La recusación de la metafísica puede conducir a no hacer caso sobre la verdadera

Page 21: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 21/66

  90

naturaleza de la ontología, y a rechazar toda idea de matemática universal y formal.Finalmente, ya no se puede dar cuenta de la fecundidad científica de los grandes

sistemas del pasado. Para sólo tomar un ejemplo, cuando, por una audacia inaudita, Cantoren su realismo matemático reintroduce el infinito actual, él reencuentra los fundamentoslógicos y metafísicos de las ideas de Jean de Buridan o de Duns Scoto, al colocar la

existencia a priori de entidades independientes de cualquier construcción posible por partede un espíritu humano limitado a un número finito de palabras.Y sin duda que hay más; poniéndole fin a la unidad de la ciencia y de la percepción,

reconociendo la no-homotecia entre las escalas de fenómenos, la reflexión moderna sobreel saber se aleja de Kant para regresar a Leibniz, que parece más apto para ser el paradigmade la nueva epistemología. Lo que le da una actualidad al estilo de pensamiento del sigloXVIII, que se encuentra por otra parte espontáneamente concedida a la investigación de F.Dagognet. Éste dice gustoso (¿modestia? ¿ironía?) que son razones contingentes las que lehacen retrasarse en el siglo XVIII. Es más bien un asunto de estilo común. Tratar problemas en sí mismos, definirse por las cuestiones que se quieren resolver y no por lasopiniones que se profesa, es encontrar su parentesco con los Bernouilli, los Euler, losLeibniz, no con muchos de nuestros contemporáneos.

***

Leibniz parece como el punto de encuentro, o el bien común, de corrientes diversasde nuestro tiempo. Es curioso que la empresa de F. Dagognet reencuentre por su propiacuenta las conclusiones de esas corrientes, mientras que sus puntos de partida y sus procederes parecen independientes.

La verdad debe estar allá, puesto que caminos tan diferentes convergen allá.Convergencia primero entre la filosofía anglosajona del conocimiento, y Leibniz;

con ella aparecieron conceptos, herramientas, métodos próximos de la metafísica clásica.Muchos problemas de esta última pueden ser pensados con nuevos gastos, y si no

resueltos (lo que no está excluido) al menos si profundizados, aclarados, transpuestos.Estamos ya bien lejos del dogmatismo de los vieneses de las primeras migraciones. Es a un“post-neo-neo-positivismo” al que se asiste. Ahora bien, en sus métodos y en sus problemas él está bajo la invocación de Leibniz. Piénsese no más en, entre otros, enHintikka y la semántica de los mundos posibles, en Kripke, en Putnam, en los problemas dela conciencia y del cuerpo, en los análisis sobre el espacio, el tiempo o la causalidad. Porejemplo, Reichenbach en su obra sobre la dirección del tiempo37  representa una teoríacausal del tiempo que responde de una manera no-kantiana a los famosos análisis de Hume.Reduciendo el orden temporal al orden causal –que es una relación funcionalmatemáticamente expresable y empíricamente determinada– se saca a la vez la lección dela teoría de la Relatividad que prohíbe que un orden38 temporal objetivo pueda establecerseentre dos puntos del espacio en los que se inscriben dos acontecimientos si ninguna acción

física puede conectar el uno con el otro.Ahora bien, Leibniz funda también la sucesión en la causalidad. Se comprende que

Reichenbach haya podido decir que la mecánica moderna se desplegaba en un mundoleibniziano.

Desde hace mucho tiempo ya se ha subrayado que la mecánica relativistas le daba la

37 Reichenbach. The Direction of Time. Berkeley, 1956.38 Reichenbach hace la distinción entre el orden y la dirección del tiempo.

Page 22: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 22/66

  91

razón a Leibniz contra Clarke. La teoría de la relatividad general plantea que un espaciovacío, es decir sin campo, no existe. Si se elimina el campo gravitacional, no quedaabsolutamente nada, ni siquiera un espacio topológico pues las funciones que describe elcampo gravitatorio no describen simplemente una forma pura sino también las propiedadesde estructuras métricas y topológicas de la multiplicidad ordenada que constituye el

espacio. Si por ende las propiedades geométricas del espacio están determinadas por lamateria que lo ocupa ¿cómo mantener la ficción de una forma universal de la sensibilidad,forma pura independiente de los fenómenos?39 

¿Acaso el espacio no es ante todo “el orden de los coexistentes”?Pero hay más todavía. La pluralidad de los ego es para la teoría de la Relatividad

una exigencia epistemológica esencial. Su dispersión por el espacio, el hecho de estarnecesariamente situados, hace depender el acuerdo entre los sujetos de condicionesmateriales que tienen sobre las condiciones de posibilidad de la experiencia consecuenciasque cambian profundamente la idea que uno puede hacerse de una lógica trascendental.Esta sería entonces más leibniziana que kantiana.

Más leibniziana aún la actitud de F. Dagognet en lo concerniente a la antropologíaque se constituye para él lejos de los recortes y de las fronteras que establecen los filósofos,oponiendo la naturaleza y la libertad según la tradición kantiana; nada de común entre ellas,hay un abismo entre lo teórico y lo práctico.

Para Leibniz, la justicia de Dios, la Teodicea, y la construcción del orden delmundo, ponen en juego las mismas estructuras. Es la determinación lógica y matemática40,es decir racional, de lo mejor, que funda la finalidad y la significación moral, es decir: elvalor.

Entonces se puede leer la Teodicea  como la primera formulación de una teoríaracional de la decisión, y como el ancestro de su formación matemática.

Se puede ver allí el comienzo de la constitución del campo trascendental en el quese mueve la epistemología de F. Dagognet. Si hay “homología”, “isomorfismo” entre losdominios que habitualmente se separan, se define un espacio de comprensión que va de lageología y de la biología a la arquitectura y a la actividad polivalente de los hombres.Espacio, en el que se verán finalmente recorridos que permiten una filosofía natural profundamente inventiva sin dogmatismos y sin rigidez.

Me parece que esta es la razón de la connivencia profunda entre Leibniz, el sigloXVIII y F. Dagognet. Y hemos mencionado ya antes que esta connivencia es confirmada por una gran parte del pensamiento de nuestro tiempo.

***

Es con la sensibilidad, donde la oposición entre Leibniz y Kant es más ruda. Allátambién se ve que la más antigua es la más actual y que F. Dagognet está con él. “Sentir eslo mismo que trans-codificar, es sustituir un mundo abigarrado, inmenso, inasible, por

algunos resúmenes…”41; y más adelante se nos dice que es necesario “abstraer o extraer “ el sentido” de lo que lo lleva y en el cual él se ha diseminado”42. Sentir es traducir, y el

39 Por lo demás se puede anotar que Kant en su juventud había soñado con una ciencia racional “de todas lasespecies posibles de espacios”.40 En el sentido que Leibniz le da a “determinar”. Cfr. Phil . VII, 270. El Tentamen Anagogicum.41  Memoria para el porvenir. Hacia una metodología de la informática  (1979). tr. Luis Alfonso Paláu C.Medellín, noviembre de 2005 – julio de 2006. p. 29.42  Ibídem.

Page 23: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 23/66

  92

conocimiento es una traducción.Lo inteligible no se opone ya a lo sensible, sino que lo habita en su complejidad. Lo

sensible no es algo informe que recibe una forma, sino un complejo que se descifra. Ya noes “nuestra propia ley” que nosotros le imponemos a las cosas, sino una “descodificaciónque apura y salva un mensaje que se puede desembrollar”43. “Se ha creído –dice Leibniz en

los Nuevos ensayos – que las ideas confusas difieren toto genere de las distintas, en lugar deque ellas están menos distinguidas44, a causa de su multiplicidad” <” muchos piensan quenuestras ideas de las cualidades sensibles difieren toto genere de los movimientos y de loque sucede en los objetos”!%>.

Desde entonces lo sentido ya no está presente en su masividad original,impenetrable, específica; no es el dato en bruto que in-formamos siguiendo las leyes que lareflexión le asigna a la consciencia; es el resultado de un cálculo. No es sino un caso particular de un proceso de filtrado y de tratamiento de datos. Escapa a la antinomia quenuestro filósofo, decididamente muy leibniziano, plantea en estos términos: “o bien nada senos resiste, y nosotros fabricamos un universo, o bien éste contiene ya “un espírituobjetivo” que nosotros recogemos”45. “El poder del hombre consiste en sustituir una

multiplicidad avasalladora por una representación que pueda integrar, contraer y mostrar.Por cuál astucia se accede hasta aquí, tal es nuestra interrogación”46.La respuesta es leibniziana, pero también es actual, y la ciencia la ratifica; ella es

 para F. Dagognet el punto de partida de una filosofía de la naturaleza que unifica y fundauna teoría del conocimiento de una profunda originalidad.

Para Leibniz la sensibilidad no es sino un momento en una escala de los procesos deintegración que van de la existencia más en bruto, de la unidad apenas real y cuasifantasmática, al conocimiento más elevado y más consciente de sus propios requisitos47.

Pero siempre ella es “la unidad de una multiplicidad ”. Sólo existe lo que es uno.Lo sensible se presenta en la  perceptio  cuyo análisis nos provee un conocimiento

más o menos claro. Se define como un nivel de integración y, según que sus elementossean más o menos distintos los unos de los otros, ella es clara o confusa. Es un cálculo máso menos logrado el que, bien a la vez, explica el error, la confusión, la ignorancia, y que permite cuantificarlos.

En efecto, una plétora de datos para un sistema de integración demasiado débil esuna neblina que engendra lo confuso, para no mencionar la neurosis.

Para mostrarla, partamos de la oposición entre los autómatas naturales  y losautómatas artificiales. Bien rápidamente uno se ha apercibido de diferenciasfundamentales entre el cerebro humano y los artefactos realizados por el hombre, y nosolamente a nivel de las actuaciones respectivas sino también de los principios deorganización. La meditación de tales diferencias fue la que condujo a Von Neumann a dosobservaciones decisivas48. La primera diferencia tenía que ver con el volumen49 y el grado

43  Memoria para el porvenir.   pp. 29-30.44 En el sentido leibniziano, es decir: que son distintas en sí mismas, por sus caracteres propios.!% < http://www.olimon.org/uan/leibniz-nuevos_ensayos.pdf p. 193 >45  Memoria para el porvenir.   p. 8.46  Ibid ., p. 10.47 Leibniz. Consideraciones sobre el principio de vida.  Phil . VI, 543. “Es razonable… que haya sustancias por encima de nosotros como las hay por debajo… y que nuestra alma se encuentre en un medio en el que se pueda descender o subir”.48 Von Neumann. Theory of self reproducing automata. Urbana: University of Illinois Press, p. 79.

Page 24: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 24/66

  93

de complejidad respectivas de los autómatas naturales  y artificiales. Los primeroscalificados como “diabólicamente complicados  en extremo”, y los segundos“extremadamente complicados”. El pensaba que surgen diferencias cualitativas cuando secambia de orden de dimensión en el grado de complejidad. “Una cierta actuación, no podráser realizada por debajo de un nivel de complejidad mínimo, pero podrá serlo a un nivel

superior”

50

.Lo que lleva al autor a remarcar que la propiedad para un sistema complejo deaumentar su complejidad es un valor crítico de ella misma. De ello saca dos conclusiones:1/ que los autómatas auto-reproductores pueden reproducirse con aumento de complejidad,si han pasado el umbral crítico; 2/ por debajo de tal umbral el proceso de síntesis esdegenerativo. La unidad no puede integrar lo múltiple y se encuentra desbordada por él.Los datos pletóricos para la estructura de acogida desbaratan al autómata. La multiplicidadno posee unidad en tal caso.

Por el contrario, por encima del tamaño crítico, si este está convenientementeordenado, se manifiesta un proceso explosivo que engendra más complejidad. Unaestructura suficientemente ordenada, al tratar y al reacomodar sus datos, aumenta su potencial de orden. Es pues la definición de la ley de unificación de lo múltiple la que sitúala unidad en la escala de las realidades.

El paralelo con Leibniz es evidente, pero se profundiza aún más en el análisis de lasensibilidad tal como la presenta D’Arcy Thompson, en On Growth and Form

51.Análisis que muestra claramente que lo sensible es lo inteligible no traducido. Las

operaciones de la sensibilidad excluyen la intuición de datos captados en sí mismos; ellastienen ya un aspecto intelectual. El paisaje, la flora, la fauna se presentan bajo la forma deun texto  construido por mecanismos intelectuales a los niveles de los órganos de lossentidos.

D’Arcy Thompson que se coloca bajo la invocación de Goethe, de Galileo, eincluso de Pitágoras, muestra que haciendo variar los parámetros de un espacio decoordenadas, se pasa de una forma viviente a otra forma viviente, por una serie detransiciones continuas. Se puede igualmente con la ayuda de una función algébricadeterminar las formas y los contornos sensibles que marcan las diferencias de las formasemparentadas, y esto de forma inmediata. Se comprende entonces cómo a primera vistauno distingue muchos tipos de hojas, incluso dos hojas52, dos flores, dos animales, dosárboles, con la condición de que las formas comparadas pertenezcan a la misma clase.Ahora bien, para d’Arcy Thompson las diferencias específicas, o de género, están ligadas alas discontinuidades del código genético del que se sabe procede por combinación de un pequeño número de elementos sometidos a limitaciones análogas a las del lenguaje, esdecir: a oposiciones distintivas. El código genético es la realidad objetiva que sostiene laexigencia teórica de un principio de discontinuidad.

49 Sobre este punto la diferencia se ha atenuado considerablemente.50 Von Neumann. Op. cit . pp. 79-80.51 D’Arcy Wentworth Thompson (1917), On Growth and Form. Cambridge University Press. 793 pp. 1ª ed.abreviada 1961. Sobre el crecimiento y la forma. ed. abreviada publicada en Madrid por Cambridge UP,2003. 330 pp.Cita incluso el inevitable “el Libro de la Naturaleza está escrito con los caracteres de la geometría”. Op. cit ., p. 258. El título del capítulo 9, pp. 257-307 es revelador: “sobre la teoría de las transformaciones, o lacomparación de formas afines”.52 Piénsese en las hojas “discernibles” del Parque de Herenhansen.

Page 25: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 25/66

  94

Principio que de alguna manera es necesario colocar para identificar y discriminar.Fundamento de las producciones de la naturaleza, y de las construcciones del pensamiento.Él tiende el puente entre el espíritu y el mundo; es ya operatorio en lo sensible. Al nivel dela visión se inscriben procedimientos analíticos que actúan en la retina y que anuncian losque se desenvuelven en el cerebro. El ojo no es un simple fotógrafo53, codifica siguiendo

un sistema de oposiciones binarias y no trasmite una imagen

54

; como el mundo visible noes un caos, el sistema visual saca ventaja de la organización y de las regularidades delmundo objetivo, para ordenar e interpretar los datos.

Inmovilidad, movimiento, presencia o ausencia de color, dirección del movimiento,inducidos por movimientos opuestos, diferencias entre tipos de formas, improntas dealgunas configuraciones. Con la ayuda de esas informaciones discretas, un objeto quenunca ha sido visto, es reconocido por el ojo y el cerebro.

Esta paradoja viene en parte del hecho de que lo real es de tres dimensiones,mientras que la imagen en la retina tiene dos. Por esto la necesidad para el aparato visualde utilizar reglas complejas para tratar la información y dar a ver no con una imagen sinocon una función analítica que permita discriminar los objetos. Esta operación se hace entrelos primates a nivel de la corteza, pero ella tiene ya lugar en el órgano sensible como lomuestra el ejemplo de vertebrados que no tienen corteza.

La sensibilidad es pues intelectual, y los datos externos son elaborados por esteordenador que es el cerebro, que funciona según las mismas reglas y las mismaslimitaciones, ya se trate de lo sensible o de lo inteligible. Lo que equivale expresamente ala definición de la percepción sensible que daba Leibniz.

Se revela aquí la continuidad de lo sensible en lo inteligible, cuya fuente laencuentra d’Arcy Thompson en el Tratado de las proporciones del rostro de Durero55. El pintor establece cómo la expresión facial varía en función de la luz, del tamaño, de laorientación, y de la dirección. Son determinaciones geométricas las que hacen que “laexpresión” sensible, significativa, pueda aparecer 56. Lo que se creía tener que ver con lacualidad estética la menos inteligible, de hecho sólo tiene que ver con relaciones abstractas.Por ejemplo, se requieren mil instrucciones para que un computador dibuje un árbol, y alhacer variar los parámetros se engendra el dibujo de diversas especies, del roble al abeto oal abedul. Así mismo, la ejecución de trozo musical, por parte de diversos intérpretes, presenta estilos diferentes que un ordenador puede identificar, mientras que el dilettante,que percibe los menores matices, sería incapaz de decir cómo hace para captarlos.

D’Arcy Thompson muestra finalmente de qué manera una transformación continuade figura da nacimiento a las diversas formas vivientes, de una misma especie.

La geometría es la razón de la diversidad de las formas sensibles.Ahora bien, esta geometría opera en el pensamiento y en mundo, que sólo son

expresiones correlativas de una misma realidad. Quizás este sea el verdadero sentido de laarmonía preestablecida.

Todo esto consuena con el trabajo de F. Dagognet. Si conocer es traducir, se puededecir que “sentir equivale a transcodificar”, y que “nuestra retina no duplica un mundo…”

53 F. Dagognet. Caras, superficies, interfaces. El cap. IV nos muestra que fotocopiar no es solo fotocopiar.54 Quiero decir: inmediata y totalmente presente.55 D’Arcy Thompson. Op. cit.  t. II, p. 1053, <infortunadamente no incluida en la ed. española abreviada>.56 F. Dagognet.  Memoria para el porvenir . p. 36 & Caras, superficies, interfaces, cap. IV. especialmente p.87.

Page 26: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 26/66

  95

sino que “lo recoge y lo simplifica”57. Una filosofía natural como “teoría general de lasformas” se esboza desde la sensibilidad, y al ser leibniziana en su estilo, termina por cebaruna nueva definición de las condiciones trascendentales del conocimiento.

***

La enciclopedia es un término leibniziano esencial. Concebida primero como unsimple resumen de los conocimientos, ella se profundiza como ordenamiento material delsaber; ella requiere equipos, es la organización del trabajo intelectual, tanto teórico comoaplicado. Ciencias y técnicas la constituyen. Pero, por su propia disposición, ella dibujacomo un campo trascendental. Ella es a la vez crítica y heurística, registro crítico de loshechos e iluminación de las conexiones, de los enlaces, de las fronteras, de los índices.

La propia yuxtaposición, el orden que exhibe, es creador. Ahora bien, F. Dagognet prosigue sus indicaciones, pone en corte regulado y prolonga lo que nos dice Leibniz.Remedia como él la confusión de la diversidad, pero ella está abierta sobre al invención pues ella hace frente a las fronteras del saber, y creando notaciones, índices, clasificaciones,hace surgir relaciones. Responde a la pregunta: “¿cómo tratar la diversidad? ¿cómo no sertragado por ella?”. La diversidad puede ser reducida a la unidad, la proliferación a laeconomía por medio de contabilidades y nomenclaturas.

Los códigos, los sistemas de escrituras permiten conocer el mundo que se abre a lainteligencia pues él se abre a la clasificación. Se conoce el mundo escribiendo sudiversidad. Es necesario pues inventar escritura y clasificación, y a esto es a lo que nosobliga la enciclopedia. La escritura química de Mendeleiev la encarna con brillantez. Perohay otras. Dagognet ya había mostrado con Lavoisier que ordenar y clasificar es inventar.La escritura y la clasificación arman el trinquete del progreso. Se confirma a Leibniz: “loconcreto sólo es tal por lo abstracto”. Pero hay más: la enciclopedia en la medida en que pone en funcionamiento las clasificaciones y los códigos descubre isomorfismos, que lejosde empobrecer lo real lo hacen proliferar así como Bachelard nos lo había dicho.

Ella hace también instrumentos y técnicas de recolección y de tratamiento de losdatos, de las condiciones trascendentales del saber. Se enraíza en lo real las obligacionessociales de la técnica, que determinan una doble actividad racional salida de laenciclopedia. Recoger los datos y transformarlos en signos, y luego tratarlos, lo queequivale a la estructuración trascendental de su ordenamiento. Se concibe que el ordenadorse vuelva una categoría filosófica58.

Finalmente la enciclopedia actualiza un campo trascendental, es decir: la unificaciónde los dominios humano y natural, donde hemos visto la fuente de interés de nuestrofilósofo por el siglo XVIII. La taxonomía es creadora así como las tabulaciones. “LAS

ICONOGRAFIAS ORDENADORAS E INVENTIVAS”  acercan el arte y la naturaleza, y se prolongan en las “LAS ICONOGRAFIAS NOUMENALISANTES Y EXPLICATIVAS”59 

De una suma y de un análisis de los datos, se hace el instrumento de la inteligencia

de lo real, y de su descubrimiento. La iconología, la representación, la indización, las neo-escrituras que definen una racionalidad nueva, son hijas de la enciclopedia. La figuraciónasí inducida, teoriza y cubre completamente a la vez a los hombres y a la naturaleza. Y sellega a la cuestión del saber, a su movilización. Hay que reconstruir, reorganizar.

57 F. Dagognet.  Memoria para el porvenir . p. 36.58  Ibidem.59 F. Dagognet.  Escritura e iconografía. pp. 52 & 75.

Page 27: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 27/66

  96

Se descubre entonces la fecundidad de la enciclopedia, y puesto que se nos dice“que la materia con pocos signos primitivos realiza una rica combinatoria”… y que “lamejor manera de tratar la información consistiría finalmente” en reencontrar ese alfabetoconstitutivo o “ese código productivo”, se termina por fundamentar este logro en lanaturaleza, y no en las palabras.

¿Se podrá estar más lejos de Kant? Incluso si no se habla caricaturescamente del“molde de barquillo”, comprender no es para nada subsumir sino clasificar, y escribir.Esta escritura está fundada en lo real, que la hace posible. Es a esto a lo que Leibniz

llama expresión.La expresión, realidad universal, es para Leibniz el fundamento de su metodología.

Lo es también para Dagognet. Si se sigue el consejo de Bachelard de que “comprender eshacer trabajar una hipótesis o una noción”, ilustrémoslo con un ejemplo tomado de lahistoria de Roma, y que no le concierne ni a Leibniz, ni a nuestro filósofo; hemos vistocómo el índice funciona tanto para el geólogo, para el historiador, como para el geógrafo.

Roma tiene una historia porque, precisamente, todos los elementos que constituyenla trama de su vida, política, económica, social, religiosa, son coherentes entre sí. En elcorazón de esta historia, la obsesión por la duración, y la obsesión del orden… y, en todoslos aspectos particulares de una historia vivida, reencontramos la una y la otra.

En la República de los romanos, la masa de los ciudadanos está organizadasiguiendo una sutil aritmética… que hace de ella precisamente un organismo: cinco clasesy, dentro de esas clases, unidades de cuenta llamadas “centurias”; y además en éstas,fracciones de “los mayores” y de “los más jóvenes”… Quizás en total 193 centurias… ¿omás?... y otros ciudadanos que están por encima o por debajo… Esta minuciosa reparticiónde los hombres sirve para darle a cada uno de ellos, precisamente, la plaza que lecorresponde, con el fin de que sea contado y medido, en cada ocasión… no su opinión(noción desconocida en Roma) sino su exactísimo peso social y político. Y solos, estosgrupos, clases, órdenes y sub-órdenes, son tenidos en consideración; también así votan, porejemplo, en orden, y no por cabeza como se diría en el vocabulario moderno, pues a Romale repugna dar vida e importancia a los individuos; es cosa excesivamente transitoria y particular. Por encima de los otros ciudadanos, los que “pueden más” (magistrados, demagis: más) forman el Senado, que a su vez está formado por grupos de hombres cuyo peso político –se lo llama “la auctoritas”– es diferente y es pesado según criterios que nosotros aduras penas adivinamos. Y así toda decisión, todo acto de la voluntad romana, es laresultante de un conjunto de voluntades armoniosamente organizadas.

Y el gran ordenador de esta maquinaria, el magistrado más representativo de lo quees Roma, es el Censor, que cuenta y mide todo lo que se puede contar y medir, tierras ygentes, y sobre todo que clasifica, con una incansable precisión, todos los elementos de unasociedad que tiene la pasión por la clasificación.

La organización del espacio ocupado por Roma lleva la marca de esta maníaclasificatoria; allí donde otros pueblos antiguos conducen ejércitos y logran victorias de undía, Roma traza carreteras, de origen completamente militar, que materializan el paso delos ejércitos. Sobre todo, ella ocupa definitivamente las regiones que domina. Por estoRoma, en cada etapa de sus conquistas, establece en el territorio conquistado, por poco quese preste el terreno, incluso en colinas de fuerte relieve, una red geométrica de líneasortogonales llamadas “centuriaciones”. Cada red de centuriaciones proyecta sobre el sueloesas largas líneas paralelas (levantadas de tierra en fosas) con 720 de lado. Esas líneas sonsituadas con respecto a dos ejes astronómicos: Cardo y Decumanus. En este sistema de

Page 28: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 28/66

  97

coordenadas, cada tierra toma sitio de manera precisa… pero también cada uno de losciudadanos instalados sobre esta tierra, y que la recibe del Estado romano. Estas bellaslíneas, que encierran cuadrados también llamados centurias, son a veces visibles en el suelo(en Emilia por ejemplo), o bien se puede, con algunos índices, reconstituirlas; marcas aúnvisibles de la doble voluntad romana, de clasificar y de durar… y esa preocupación por el

orden condujo también a Roma a duplicar esa cuadrícula materializada en el suelo, enesquemas a veces grabados en el mármol; este pueblo, tan pobre geómetra pero tan buenagrimensor, inventa de una el catastro y el mapa de gran escala… para poner a cada uno ensu lugar, según su rango, el antiguo centurión habiendo recibido más tierra que el antiguolegionario, y el caballero más que el soldado raso…

La organización del poder político refleja a su manera, en los detalles de suestructura, esos mismos principios. Los hombres que –por ley– son los únicos habilitados para hacer la historia, y la hacen en efecto, se reparten en no más de 60 u 80 familias, y sonsiempre los mismos apellidos los que reaparecen a lo largo de los anales. Sólo cambian losnombres propios (¡y eso que…!), y las particularidades de cada uno, se borran con gustoante tradiciones heredadas de padres a hijos o a sobrinos… Si recorremos nuestroscatálogos y cronologías, parecería que en tres siglos de República, la historia la hubieranhecho (más allá de los individuos que pasan) por algunos apellidos, por algunas personasabstractas, que tienen una duración de vida indefinida.

Para que la potencia particular de cada uno se incline ante un poder que lotrasciende, Roma dispone de una institución original: el Imperio. El Imperio es ese poderde naturaleza sagrada, atribuida no por el voto de los hombres, sino por los signos divinos,dado en una ceremonia única, un día preciso, y que desaparece de manera precisa un añomás tarde. Y tal es el respeto que se le tiene a este poder sagrado que ningún hombre,magistrado, procónsul, osa ultrapasar sus límites. Y el más poderoso jefe de guerra pierde,en un día, su poder y sus ejércitos cuando el tiempo, en un segundo, ha llegado. Estainvención del Imperio le permitió a Roma escapar al poder de hecho adquirido por lafuerza. El Imperio le superpone al poder transitorio y frágil de los poderosos de un día, un poder de naturaleza trascendente, eterno, en el que cada individuo no es sino el depositario pasajero y por un tiempo muy precisamente determinado. En tantos siglos, sólo un hombreosó enfrentar a esta regla: se llamaba Julio César.

Es el mismo afán de superponerle a los individuos un “ser histórico” superior aellos, que explica la curiosa organización de las biografías romanas. Todos esos “grandeshombres” tienen vidas modeladas de la misma manera, en forma de “carrera”, el cursus enel sentido latino. Cortos períodos de vida pública que alternan con largos períodos de vida“privada”. En la primera, el magistrado, procónsul, o cualquier otro… detenta un poderreal. Para la segunda, él solo dispone de influencia y de autoridad. Esta organización,escrupulosamente respetada por todos, le impide también a todos el perennizarse en el poder del que él solo detenta siempre una parcela y por un tiempo. De este modo, cada unodebe insertarse en un modelo biográfico preestablecido; la voluntad de potencia de cadauno (y Roma no careció de esas voluntades desmesuradas) está regularmente encauzada,rota y orientada. Más allá de cada individuo que pasa, sólo existe Roma.

El elemento regulador de este conjunto bien ordenado es la religión, donde seexpresa el mismo cuidado. Sacerdotes, llamados Augures, aseguran que el ordentransitorio de los hombres sea una proyección del orden eterno de los cielos. Solo ellosestán habilitados para observar el cielo, recortado (y esto no es un azar) siguiendo unsistema abstracto de coordenadas: Cardo y Decumanus. Los signos que allí aparecen son

Page 29: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 29/66

  98

interrogados por una ciencia secreta. Dicen todos que los hombres no son dueños, tantocomo lo creen, de sus actos. Estos augures (por la “inauguratio”) le dan valor a los poderesde los hombres y a las instituciones. Expresan a su manera, la completa voluntad romanade torpedear todo poder de hecho. Otros sacerdotes, los pontífices, hacen de la vida políticauna interrogación inquieta y atenta de cada signo divino. En cada momento fugitivo de la

vida romana, victoria o derrota, peste, pánico, o salvación, ellos les dan valor de eternidadal perpetuarlos en una fiesta, un sacrificio, de ahí en adelante cada año recordado. Otrossacerdotes, los Decenviros, anexan en las más grandes ocasiones a otros dioses, ritos ofiestas.

Así se organiza un calendario de Roma que es la proyección de las Victorias (ymiedos) de Roma indefinidamente repetidas; la historia de Roma se soltó para siempre delo transitorio, y se repitió incesante en un ciclo anual. Así se organiza también unageografía sagrada de Roma donde cada templo, cada sacrificio en ese templo, recuerda untiempo que se ha vuelto eterno porque se repite.

 No multipliquemos más de lo necesario los ejemplos. Pero se ve cómo la historiade Roma es la menos caprichosa de todas, por poco que se ponga cuidado en leer el ordenoculto en algunos signos. En el aparente caos de las instituciones romanas, dispares yextrañas, se llegará a encontrar alguna significación: cada una de esas instituciones ¿es laexpresión, a su manera, de esta pasión de eternidad que es de alguna suerte la razón delconjunto? ¿o el alma de Roma?

Si la expresión manifiesta la posibilidad de leer en el elemento el todo, y el sistemaque él traduce, es a su puesta en funcionamiento a lo que acabamos de asistir; como setrataba acá de un objeto extraño a F. Dagognet, se ve mejor la fecundidad del método.

Sin embargo no es preciso aplicar de forma monótona un melancólico proceder,sino variar los modos de traducción según el objeto. Cualquiera sea la escala del mundo,cualquiera sea su región, es un mensaje, turbio, confuso, que hay que descifrar,descodificar. Es necesario encontrar la rejilla (ella varía en grados), simple exponente delorden universal, y es ella la que especifica el estatuto del descodificador.

Aquí ha jugado el índice, se ha podido leer la historia en la geografía, y la geologíaha tenido también su parte. Hemos pues “aprendido a leer” y a “apercibir en lo que se nosofrece” “la emergencia de signos y de índices”.

¿Se puede extender el método? ¿Se puede leer el alma en el cuerpo? Sidescartamos la facilísima fisiognomonía y las dicotomías arbitrarias (que nos han mostradoa qué punto están ellas situadas, fechadas, contingentes), se puede cuando menos “leer elcuerpo”. El hombre exterior es pues legible y lo es no como una esencia íntima quecondescendería a manifestarse sino como el animal que fue y que ha vencido ytransformado, pues ha escogido (él es esa escogencia) entre los posibles que le ofrecía suestructura60.

“El yo sólo vive en y por su cuerpo renovado”61. Ya no más sujeto puro, nada de“ pura mens”. El alma no es más fácil de conocer que el cuerpo; ella no lo habitaindependientemente de él. No tenemos ya que vérnoslas con un dualismo, del que se nosha mostrado que es un producto de la historia, sino con una jerarquía de niveles deintegración. Ninguno es absoluto, cada uno refleja los otros, los expone, los expresa.

60 Caras, superficies, interfaces, p. 60.61  Ibidem.

Page 30: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 30/66

  99

Como una arquitectura, una cultura, los órganos, las funciones, el exterior y el interior, losniveles de lo real se entre-expresan. El sujeto kantiano desapareció; la expresiónleibniziana lo ha relevado. Lo sabemos: para Leibniz hay expresión cuando una cosa tieneuna relación regulada con otra. Se aplica a toda correspondencia regulada por naturaleza o por convención (Teodicea, § 356). Ella es la que fundamenta la inteligibilidad en la

naturaleza. Es la correspondencia proyectiva de una multiplicidad en una unidad, ya seaesta percipiente (es decir una unidad cuya integración, la ley de los elementos, es máslimitativa, más fuerte) o que ella sea una simple correlación de lo múltiple que, en el límitede la dispersión, podría sólo ser una simili-unidad, es decir: una convención. Ya hemosvisto antes cuando esta unidad es un “alma” que su situación, su punto de vista, es esencial para la constitución del campo transcendental implicado por la física moderna.

A nivel del cuerpo, a nivel de la historia, a nivel de las manifestaciones de lasociedad, la noción de expresión está presente en todas las regiones, y Caras, superficies,

interfaces nos ha ofrecido su ilustración. “Ahora bien, este enlace pues, o acomodo detodas las cosas creadas con una y de una con todas las demás, hace que cada substanciasimple tenga relaciones que expresan todas las demás, y sea, por consiguiente, un vivienteespejo perpetuo del universo”62. Tenemos acá la justificación de esos reenvíos perpetuosinfinitos, de una realidad a otra, de una escala a otra, condición natural de unainteligibilidad acomodada a la ciencia actual, y que quizás anuncia la posibilidad de unafilosofía natural en un sentido nuevo y que la biología permite aún precisar.

***

La ventaja de Leibniz sobre Kant se hace más manifiesta con el progreso de la biología moderna, del que está muy atento F. Dagognet. El viviente aparece como un temaunitario. Resume y manifiesta una epistemología y una ontología… lo que muestra elensayo sobre “la Vida según Jean Hyppolite”63, tan leibniziano en su inspiración. Elviviente aparece allí como una realidad “compleja y arquitecturada”. Si se busca

comprender “la constitución matemática y reticulada de las cosas”, las que están siempreorganizadas, es al viviente al que hay que dirigirse. No será por simpatía ni por analogíacon las formas de conciencia que se descubrirá al viviente, sino en la medida en que sesaque a luz su orden constitutivo. Ahora bien, el kantismo de la Crítica del juicio corresponde “a una filosofía pre-científica, a una teoría de la vida que ya no es aristotélica,y que no tiene los medios materiales para evadirse de ella verdaderamente”64. Quizás se

62 Leibniz.  Monadología. § 56. Librodot.com p. 1063  Dagognet. “Vida y teoría de la vida según Jean Hyppolite” in  Hommage à Jean Hyppolite. París: PUF,1971. pp. 180-194.64  Ibid . < En “el Concepto y la Vida”, Canguilhem lo ha mostrado magistralmente: “Parece que lasignificación de estas discordancias entre las técnicas científicas del naturalista y la filosofía explícita o

implícita que las subtendía está mejor aclarada por la filosofía que por la historia de las ciencias. De esto dafe un texto magistral de Kant. Este texto se encuentra situado en el Apéndice a la Dialéctica trascendental dela Crítica de la Razón Pura: sobre el uso regulador de las ideas de la razón pura. Kant introduce en este textola imagen de horizonte lógico  para dar cuenta del carácter regulador y no constitutivo de los principiosracionales de homogeneidad de lo diverso según los géneros, y de variedad de lo homogéneo según lasespecies. Según Kant, el horizonte lógico es la circunscripción de un territorio por un punto de vistaconceptual. El concepto es un punto de vista, dice Kant. Dentro de un tal horizonte hay una multitudindefinida de puntos de vista, a partir del cual se abre una multitud de horizontes de menor apertura. Unhorizonte no se descompone más que en horizontes, así como un concepto no se analiza más que enconceptos. Decir que un horizonte no se descompone en puntos sin circunscripción es decir que las especies

Page 31: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 31/66

  100

trate de una “blasfemia filosófica”, pero rehusándole a la materia toda reticulación propia,Kant es sumario con respecto a Leibniz, y el ideal leibniziano se constituye en el paradigmade la nueva biología. Como lo hemos aprendido de G. Canguilhem, el viviente no está porfuera de sí mismo. No hay que ir a buscarlo en otra parte. Su materia está en él,fundamentalmente organizada, portadora de mensaje, sistema que neutraliza nuestras

categorías, nuestras oposiciones académicas.Con la biología molecular la vida aparece como una combinatoria. Elementos, enresumen bastante pobres, leyes de combinación, un código, y que la combinación de loselementos realiza en el espacio una arquitectura bien compleja y ella sola significativa.Semejante al lenguaje no por una reducción metafórica, sino porque obedece a los mismos

 pueden dividirse en subespecies pero nunca en individuos, pues conocer es conocer por conceptos y elentendimiento no conoce nada por la sola intuición.Esta imagen de horizonte lógico, esta definición del concepto de los naturalistas como punto de vista decircunscripción no es un regreso a un nominalismo, no es la legitimación del concepto por su valor pragmático como procedimiento de economía de pensamiento. Según Kant, la razón prescribe a su vez este procedimiento y el prescribirlo es proscribir la idea de una naturaleza donde no aparecería ninguna semejanza,

 puesto que en tal eventualidad la ley lógica de las especies y del entendimiento mismo, seríansimultáneamente aniquiladas. (Tendremos la ocasión de volver sobre un texto análogo, el de las tres síntesisen la Deducción de los conceptos puros del entendimiento, en la primera edición de la Crítica de la Razón

 Pura.) Sobre el terreno donde el conocimiento de la vida prosigue su tarea heurística de determinación y declasificación de las especies, la razón se hace pues la intérprete de las exigencias del entendimiento. Estasexigencias definen una estructura trascendental del conocimiento. Esta vez parecería que hemos roto elcírculo donde se encerraban todas las teorías naturalistas del conocimiento. La concepción de los conceptosno puede ser un concepto entre los conceptos. Entonces el corte que no podían evitar el aristotelismo y elnominalismo de los empiristas, se encuentra aquí fundamentado, justificado y exaltado.Pero ¿si hemos ganado la legitimación de una posibilidad, la del conocimiento por conceptos, no habremos perdido la certidumbre de que, entre los objetos de conocimiento, se encuentran aquellos cuya existencia es lanecesaria manifestación de la realidad de conceptos concretamente activos? Dicho de otra manera, ¿nohabremos perdido la certidumbre de que, entre los objetos de conocimiento, se encuentran en efecto seresvivientes? La lógica aristotélica recibía una garantía de correspondencia entre la lógica y la vida gracias a quelas formas del razonamiento imitaban la jerarquía de las formas vivientes. En su constitución a priori de lanaturaleza como sistema de leyes físicas, la lógica trascendental no logra constituir de hecho la naturalezacomo el teatro de los organismos vivientes. Comprendemos mejor las investigaciones del naturalista pero nollegamos a comprender las andanzas de la naturaleza. Comprendemos mejor el concepto de causalidad perono comprendemos la causalidad del concepto. La Crítica de la facultad del juicio  se esfuerza en dar unsentido a esta limitación que el entendimiento sufre como un hecho. Un ser organizado es un ser que es a lavez causa y efecto de sí mismo, que se organiza y que reproduce su organización, que se forma y que se da laréplica, conforme a un tipo, y cuya estructura teleológica, donde las partes están en relación entre ellas bajocontrol del todo, dan testimonio de la causalidad no-mecánica del concepto. De este tipo de causalidad notenemos ningún conocimiento a priori. Estas fuerzas que son formas y estas formas que son fuerzas sonclaramente de la naturaleza, están claramente en la naturaleza, pero no lo sabemos por el entendimiento, loconstatamos por la experiencia. Por esto la idea de fin natural que es la idea misma de un organismoconstruyéndose a sí mismo, no es en Kant una categoría sino una idea reguladora cuya aplicación no puede

hacerse más que por máximas. Sin duda el arte nos provee una analogía para juzgar sobre el modo de producción de la naturaleza. Pero no tenemos el derecho de esperar poder colocarnos en el punto de vista deun intelecto arquetípico, para el cual el concepto sería también intuición, es decir donador en tanto que productor de su objeto, para quien el concepto sería a la vez conocimiento y origen radical de los seres, comodiría Leibniz. Si Kant considera las bellas artes como las artes del genio, si considera que el genio es lanaturaleza que da su ley al arte, sin embargo se prohíbe el colocarse dogmáticamente en un punto de vistasemejante —el punto de vista del genio— para asir el secreto del operari de la naturaleza. En resumen, Kantno admite la identificación entre el horizonte lógico de los naturalistas y lo que se podría llamar el horizonte poiético de la naturaleza naturante”, tr. Paláu, in traducciones historia de la biología nº 5, Medellín:Universidad Nacional de Colombia, julio de 1998, pp. 10-12>

Page 32: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 32/66

  101

constreñimientos, la vida se vuelve una organización. Esta “lógica concreta es unainscripción sistemática que trasciende las situaciones y se impone a los elementos”… y lamuerte ya no será para la vida el final de una esencia, sino un error en la transcripción. Esun resultado “estadísticamente previsible” que hace que la conservación y la reproducciónya no estén asegurados. Como lo dice Dagognet, ya no hay maldición teológica sino un

simple desgaste en la transcripción. Si, como también lo dice él, la biología moderna nosconduce hacia una epistemología de la información, ciencia generalizada de ladescodificación y de la traducción, la naturaleza ya no es una idea; ella ya no es una materiaa la que le damos forma sin lograr completamente el nivel del viviente, sino un texto que sedescodifica y se traduce por medio de la manifestación de las leyes verdaderas de lacombinación. ¿Se puede ser más leibniziano?

***

La armonía pre-establecida pasa por ser la típica respuesta inadecuada en filosofía.Ahora bien, ella no es esa tal correspondencia milagrosa que existiría entre un real opaco ysujeto que conoce, sino la tesis de que las mismas limitantes se imponen a las realidadesisomorfas.

Por ello mismo, ella fundamenta la verdadera expresión y la posibilidad de laciencia como traducción. Pero si cada cosa expresa todas las otras, ¿no estamos llevadoshacia el “principio de las relaciones internas” tan duramente cuestionado por Russell?Además de que se trata de un bellísimo ejemplo de un análisis metafísico cuyo impactosobre la ciencia es evidente65, es también un principio esencial de F. Dagognet.

Si en un viviente, en un hombre, leemos el pasado de la tierra, la evolución, laquímica, el código genético, y si todo esto implica la física, la historia del Universo, y parael hombre la historia humana ¿no será porque de alguna manera él unifica, expresa, resumetodo lo real sin lo cual no sería?

Una cosa expresa otra cuando está en relación regulada con ella 66, lo que conduce auna ciencia general de las relaciones formales de la que uno se puede preguntar si ella no esla verdadera lógica trascendental.

Si la filosofía es la determinación y el inventario de los a priori, ¿no deberá ella buscarlos en el viviente, “mensaje que circula a través de las generaciones”, y él mismodetector, traductor de mensaje?

Pero ¿será destruir el trascendental si lo enraizamos en la naturaleza? No si somosleibnizianos, y F. Dagognet que lo es con determinación nos entrega la prueba de que laempresa es al menos fecunda.

Esta “epistemología de la información”, ciencia generalizada de la descodificación yde la traducción67 nos muestra cómo el pensamiento remata la vida, y cómo la inteligenciaasegura el mensaje, y a partir de una recombinación siempre recomenzada escapa a loslímites y crea.

Pero ¿no será porque un “a priori” más fundamental es fuente de toda combinatoriay por ende de toda novedad y de toda traducción?

“El lenguaje –escribe Von Neumann68 – es en buena parte un accidente histórico.Las lenguas humanas fundamentales se han transmitido por la traducción bajo formas

65 Russell lo niega para darle estatuto filosófico a las matemáticas modernas.66 La regla es evidentemente una relación matemática o una ley científica.67 Dagognet. “Vida y teoría de la vida según Jean Hyppolite”, p. 183.68 Von Neumann. The Computer and the Brain. New Haven & London: Yale University Press, 1969, p. 82.

Page 33: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 33/66

  102

variadas, pero su multiplicidad incluso prueba que no hay en ellas nada de absoluto ni denecesario. Así como las lenguajes tales como el griego o el sánscrito son hechos históricos,no necesidades lógicas, es razonable pensar que incluso la lógica y las matemáticas sonformas de expresión históricas y fortuitas. Pueden variar en su esencia, es decir que puedenexistir bajo formas diferentes de las que nos son familiares; y es verdad, la naturaleza del

sistema nervioso central, y de los sistemas de mensajes que transmite, muestra claramenteque así son las cosas; cuando hablamos matemáticamente, quizás discutamos sobre unlenguaje secundario construido sobre un lenguaje primario utilizado realmente por elsistema nervioso central”.

Se puede ver en este lenguaje profundo el fundamento último según el cual funcionatoda organización.

Enraizado en la naturaleza, él da cuenta de la naturaleza misma, y no podría diferirmuchos de la matemática universal.

La ciencia trabaja en su esclarecimiento, y luego de haber leído a F. Dagognet unose dice –haciendo un pastiche de Shoenberg– que todavía hay muchas cosas bellas porescribir y por pensar, en estilo leibniziano.

Gerard EscatUniversidad de Toulouse – Le Mirail

Page 34: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 34/66

  103

EPILOGO

OBJECIONES Y RESPUESTAS

Una jornada tan lograda como la de San Julián no ha terminado de recomenzar; se perdonará sin dificultad al que se encontró, de grado o a la fuerza, en su centro, de prolongar los análisis, incluso de tratar después de todo de volverlos a lanzar con el fin deque el Coloquio pueda continuarse. ¡Tratemos de darle una especie de continuaciónininterrumpida!

A guisa de prólogo, nos preguntamos si la extraordinaria iniciativa de Canguilhemno innova, en el sentido en que una comunicación, por una parte es explícitamente "des- paris-inizada", por tanto diseminada o regionalizada; por la otra, no ha pasado a través delos medios de información tradicionales: ni la lección demasiado académica, ni la escritura

secular, sino un encuentro desacostumbrado, discusiones libres, incluso si algunos han podido juzgarlas demasiado enfurtidas, intercambios laterales, en un lugar privilegiado entodos sus aspectos. Mañana emergerán centros múltiples, favorables a enfrentamientosdirectos entre protagonistas venidos de horizontes diferentes.

Un escritor, cualquiera él sea, permanece al abrigo tras la potente pantalla de palabras bastante anónimas y que no responden; el enseñante está bien protegido por ladistancia entre los que lo escuchan y él mismo, que profiere y profesa. Pero aquí, colegas yamigos, cuestionan o intervienen; no veamos en ello inmediatamente un regreso a unaespecie de platonismo —diálogos llenos de fingimientos, de giros conocidos y dearreglos— sino la invención de otro abordaje, más violento y menos premeditado. Las pantallas comienzan a caer: si el coloquio de San Julián afortunadamente ha sabido

mantener las tradiciones de cortesía, de amistad y de su suave clausura, también habría podido claramente dar asilo a la vehemencia, a la incisión, al fuego de anotacionesapremiantes, cruzadas, incluso acusadoras. Las ha rozado.

Lejos de la justa oral, de la presentación demasiado canónica o de la tradiciónescritural, se intentó una reunión bien focalizada; se ha ocupado provisionalmente otraescena, para un teatro distinto. No el tribunal, demasiado ritualizado y excesivamenteutilizado por los filósofos que les ha gustado condenarse los unos a los otros, sino más bien¡"el desnudamiento" de tal o cual reflexión! Que cada uno pueda perder sus prudencias osus gazmoñerías, que no dude ni en cuestionar ni en responder: la mordaz palabra"anatomía" expresa claramente ese lado de la operación, decidida a descomponerlibremente y a poner sobre la mesa lo que estaba dado de manera demasiado implícita o aún

confusa. Disecar y desplegar.Para favorecer este fuego no extinto, pongamos aún en claro algunas sordasdemandas y tratemos de responderlas aquí, a reserva de tomar por circuitos menoscalurosos y menos eléctricos.

Page 35: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 35/66

  104

I

Ante todo, ¿qué es una filosofía, de dónde viene, quién insiste sobre las "formas" ylos "dispositivos"? ¿Sobre la espacialidad y las apariencias, es decir los datos sensibles,hasta correr el riesgo de caer en el más lamentable empirismo?

La filosofía quizás ha sido infectada desde el comienzo; corre el riesgo de jugar el papel de una religión y de sólo propagar mitologías bastante perniciosas: reemplazaentonces el alma, de alguna manera juzgada demasiado neumática, por el "pensamiento"impersonal; la finalidad y la armonía del Cosmos creado, por un orden implícito ysuficiente en sí mismo; el Mundo, fuente constante de errores y de ilusiones, cederá el lugara lo racional y a un modelo inteligible. Ella equivaldría pues a una suma de creenciasminimalizadas, laicas y universalizables, pero en verdad, este platonismo sin cesar revisadoo modernizado, se pone de acuerdo con un cristianismo larvado, enfermizo incluso, segúnla terminología de Nietzsche. La enseñanza filosófica sacerdotal no puede desarrollarse sinesta cripto-teología y la ontología que la acompaña.

El filósofo griego había partido el universo en dos, el de lo sensible y el de lo

inteligible. El pensamiento occidental, nacido de o con esta disociación, ¿podrá alguna vezvolver a coser lo que ha sido desgarrado: lo material y lo intelectual, la percepción y lainteligencia? Los adversarios de la dicotomía, ignorándolo y paradójicamente, la refuerzan:cuando Bacon, más tarde, abra la vía al empirismo y recoja las solas apariencias, secontentará demasiado con acumular los "datos" (los restos) dispares y muy insignificantes;nos propone aún un universo informe, es decir el mantenimiento de la más vieja rotura: enefecto, o bien se coloca la realidad en el mundo de las ideas o bien se glorifica al mundo sinideas, de un percibir bastante pobre; las dos actitudes, aunque opuestas, se responden.

Descartes, aunque bastante ambiguo, sufre de la misma distorsión; si por un lado elmodelo espacial ha podido generar la diversidad fenoménica y aclararla, si es uno de los primeros en utilizar el audaz método topo-geométrico, por el otro lado, cae rápidamente en

el imaginario de los torbellinos, porque nunca es gracias al examen de las cosas como seaprende a conocer su organización como sus propiedades. Al menos se afirma que se lasdeduce. Se reemplaza la física por la lógica dado que el pensamiento contiene en sí lasreglas de lo verdadero. El posee en su fondo la racionalidad, y por eso esos desarrollosautónomos a partir del Cogito  y de Dios que garantizaría su fecundidad. Y el empirismomás ácido retoma esta misma solución que creía discutir, pero a la cual no es fácilsustraerse: para Hume el pensamiento religa, por medio de la causalidad, lo que nos esofrecido tanto en la dispersión como en la sucesión; pero las secuencias habituales, a fuerzade repetirse, nos comunican un sentimiento de casi-necesidad (subjetivo). La razón ha sido bien destronada pero subsiste y funciona siempre como instrumento de enlace. Ilusión, pero invencible ilusión; se explica el tenaz error de nuestras certidumbres.

El kantismo, verdadero pivote de la filosofía moderna, irá aún más lejos: el sujetosólo recibe impresiones, en estado de dislocamiento y de desmigajamiento. Y los primeroscuadros relacionales, como el espacio, que permiten ya conglomerar y colectar, sólo vienende nuestra sensibilidad. Mejor aún, se renueva y refresca más que nunca, la vieja dualidad platónica, aunque se tenga dificultades en mantenerla, entre el fenómeno y el ser, es decir la"cosa en sí" incognoscible. ¿Cómo en efecto y por qué plantear este "noúmeno"? Puestoque conocemos ya y afirmamos su existencia, cualquiera sea el argumento, y que lasapariencias se remiten a él y sin duda lo manifiestan —él es su substrato o su fundamento— 

Page 36: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 36/66

  105

, no se lo podría considerar como enteramente desconocido. Seguro es también que la no-suficiencia de los "datos exteriores" autoriza la libertad y la moralidad; en efecto, sólo podemos afirmar éstas si el aparecer no constituye más el todo de la realidad (determinada);debe ser previamente limitado en sus prerrogativas como en su campo. Se le concedemucho, la necesidad y la coherencia, porque se le retira, en un segundo tiempo, lo esencial,

la auténtica realidad. ¿No es entonces platonismo en su paroxismo? La separación tiende avolatilizar lo sensible y a quitarle "su seriedad". Mientras tanto es una filosofía difícil ylaboriosa, puesto que una misma cosa cabalga, se lo quiera o no, sobre dos mundos: elexterior donde puede ser conocida, lo nocturno o lo nouménico donde ella escapa a nuestraintuición. ¿Existe entonces un lazo entre estos dos universos? Sin duda, pero entonces elser mismo se da en la fenomenidad y allí se traiciona, aunque se lo querría indeterminado oincaptable.

El rechazo de lo que previa y sutilmente se ha desvitalizado, el desprecio correlativodel cuerpo demasiado ligado a lo sensible, así como la glorificación de un "más allá" o de laIdea; a esta prédica se ha consagrado lo más a menudo la filosofía clásica. Es necesario pues considerarla como una "religión" tan pérfida que le conviene aún a los pretendidosateos, a los espíritus fuertes o a los que se creían críticos, pero que no por ello dejan detragarse todas las culebras.

Por esta razón nos hemos de preocupar por los solos dispositivos materiales; noreducir el Universo a algunos principios o a un mecanismo tan abstracto que aplaste lanecesidad, so pretexto de glorificarla; explorar la variedad y la importancia de las"arquitecturas" naturales… constituye un poco la antítesis de la corriente racional, deinspiración platónica, que hemos recordado anteriormente, incluso si la hemoscaricaturizado. Aprendamos a poner de plano, a tener en cuenta las superficies, losembrollos y sus enlaces complejos, incluso tratar de comprender sus propiedades así comotambién la razón de sus construcciones; tal sería en parte la tarea del filomorfo. Es evidenteque para él, el ser —al menos lo que se llama tal— no podría existir sin el aparecer; no secoloca ni por fuera ni por debajo de él. Es suficiente con que este último, generalmentedespreciado y alejado, sea restaurado en su complejidad o su continuidad, sustraído de losfalsos recortes, y del desmigajamiento o de las brumas que nos lo disimulan. Para citar unafórmula de un pensador con el que resonamos siempre69, digamos que "sólo las cosassuperficiales pueden no ser insignificantes. Lo que es profundo no tiene sentido niconsecuencia. Por el contrario, la vida no exige ninguna profundidad".

¿Todos los filósofos estarían contaminados por esta cripto-teología que a su vezdiseminarían? No, y por lo demás podríamos hacer la lista de los que han resistido a estacruzada o a este deslizamiento. Evoquemos solamente uno de ellos, el más inesperado detodos, el inmaterialista Berkeley, con la condición de retener solamente algunos desarrollosde su sistema: la crítica corrosiva de las "ideas abstractas", la repulsa a distinguir lascualidades llamadas primeras de las segundas (que por eso mismo quedan un pocorebajadas), el rechazo de una naturaleza pretendidamente situada bajo lo que percibimos (lasubstancia), la plena reconciliación del existir y del sentir (una lógica del aparecer), etc.Con el fin de asegurar y de amplificar la presencia de Dios, Berkeley suprime todas lasconstrucciones, según él artificiales, que sostienen el Universo, pero que sobre todo forman pantalla entre nuestra conciencia y el creador; se descubre el mundo pelicular en sí mismo;se lo concibe como el lenguaje directo de Dios; pierde pues todas las armazones con las que

69  Valéry. Tel  Quel . 10ª ed., p.271.

Page 37: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 37/66

  106

se lo ha cargado, como sus inútiles basamentos. Las leyes físicas representan solamente lagramática de un texto, saturado de sentido.

Evidentemente no se puede admitir la crítica de las "abstracciones" sin tener queaceptar el principio del hiper-teologismo. Los dos se sostienen recíprocamente; sinembargo, pedimos que se los despegue para sólo conservar la condena de las controversias

verbales nocivas como la de los que desprecian "las particularidades secretas", aunque através de ella se pueda leer un universal. "Es un punto sobre el cual se insiste mucho: quetodo conocimiento y toda demostración tienen que ver con nociones universales; estoy deacuerdo plenamente. Pero me parece que esas nociones no se forman por abstracción comose lo ha propuesto; la universalidad, como yo la puedo comprender, no se encuentra en lanaturaleza o el pensamiento de una idea fija, sino en la relación que ella sostiene con los particulares..."70.

Por esta especie de lógica de los solos fenómenos, de las superficies, dosoperaciones lo esperan y lo definen; lo real saldrá de aquí transformado. Volveremos mástarde sobre esta metamorfosis espacio-temporal.

a) Primer trabajo, a la vez material y mental: el reagrupamiento o la concentraciónde lo que nos es ofrecido diaspóricamente (las palabras, los catálogos, los cuadros, losmapas...).

La naturaleza está golpeada, necesariamente, de entropía, de hemorragia y dedispersión. No puede resistir a esta huida. Pero el individuo y la sociedad son llamados — así como también el viviente— a luchar contra esta dilución-lapidación. La pasión por elreunir hunde sus raíces en una justa protesta, un poderoso "mecanismo de defensa"; y lacultura podría nacer de ahí.

Muy curiosamente, es verdad que allí donde reina el número y la acumulación,sobre todo se tiene en cuenta y se subraya sus aspectos negros y negativos: o bien elcafarnaum, el revoltillo y el caos, o bien la colección —perversidad sádica que domina a tal punto los bienes en su totalidad que nada escapa a su escaparate (una posesividad sinfalla)—, o aún el pululamiento, lo vibrionario, lo inasignable. También se ha desacreditado"la concentración" porque la economía capitalista amontonaba los medios de produccióncomo los útiles financieros, los unos y los otros condicionando el crecimiento industrial y la"productividad", así como la potencia política, de donde se deriva el aplastamiento detodos. Porque algunos han confiscado los instrumentos del poder —la reunión demáquinas, de mercancías y de signos— rápidamente nos hemos equivocado de enemigo; seha visto en la intensa reunión la causa de nuestras miserias, por no decir de la alienación.Por lo demás algunos han sacado la consecuencia: el retorno a la dispersión individual, elartesanado, las Robinsonadas. Pero la explotación, como la desviación de un medio, nodebe servir para despreciarlo en sí mismo. Que se lo quiera o no, desde la simple palancahasta la planta hidroeléctrica, incluso nuclear, la realización técnica logra concentrar y conello decuplicar las energías. No se podría aminorar su fuerza, la de reunir y focalizar. Porlo demás no se puede escapar ni al monocultivo que se centra también sobre una sola producción (las Revoluciones verdes) ni a la Ciudad que se hiper-especializa en un tipo defabricación.

Reconocemos por todas partes la anti-dispersión en ejercicio: ya los pueblos y, a  fortiori, las Ciudades nacen de una intensa reunión-amontonamiento; en su centro, modestoo inmenso, todo se vuelve a cruzar: las rutas, las riquezas, los edificios, los documentos, las

70  Principios del Conocimiento humano, in Oeuvres choisies de Berkeley, tr. André Leroy, Aubier, p.189.

Page 38: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 38/66

  107

escrituras, los recuerdos, los servicios, los residuos, etc. Por ello su prestigio. Y ellasmismas, nuestras Ciudades, para asegurar esta función tónica recapitulativa, se handesarrollado en lugares privilegiados, o bien en las cimas, fáciles de defender, así comotambién abiertas ya a una amplia vista, un panorama, es decir una especie de compendium natural. O también "la aglomeración", en lugar de ocupar un promontorio se estira a lo

largo de un río, es decir allí donde todos los bienes y los intercambios convergen; o tambiénse aloja en el valle, pero porque lo transitan las caravanas y los viajeros. En resumen,verificamos la intensidad y la ampliación de las reuniones, de bienes, de hombres, desímbolos, de ceremonias y de desfiles. Y a la inversa: nada hay más debilitador einsoportable que la vacuidad, la dilución y la separación.

 No podemos analizar al detalle las réplicas a un universo demasiado diseminado ycentrífugo; solamente mencionemos, a título de muestra ejemplar de esta pasión por lacolección y la colectividad, la importancia de los códigos y de los libros panoptizantes.

 No solamente las obras conglomeran, reúnen, sino que mejor aún, la Biblioteca, quelas reúne y las alinea, situada ella misma en el corazón de las Ciudades donde seamontonan tantos documentos variados; aquí, asistimos a un triple reagrupamiento (comouna especie de tabla o de armario extensible): primero el libro del Mundo, después todoslos textos, y finalmente, en medio de una megalópolis centralizada. Nadie puede discutir lamodernidad ni la posibilidad nerviosa de estos "Observatorios": la obra de ciencia como lanovela —las dos "recopilaciones"—, contienen, como recipientes, aventuras, experiencias,lecciones, explicaciones. Reservas o depósitos de signos, atesoran. Concedemos ademásmás atención a los actuales "bancos de datos": Biosis para la biología, Chemical   Abstracts  para la química,  Medlar  para la medicina, etc. ¿Por qué estos sistemas? Porque, por una parte, los científicos aprenden cada vez más a codificar los signos, y por otra parte, porquela materia, con recursos sin fin, se vuelve capaz de almacenar (el almacenamiento) sinlímites y de manera segura. La informatización intensifica el proceso anteriormentedescrito (la cosecha).

El psiquismo elemental, a su vez, resulta de esta fuerza de contracción; recibe antetodo informaciones de todos lados, en desorden, las canaliza y las organiza, saca de ellastambién aplicaciones. Mejor aún, porque religa logra obtener una "representación" deluniverso; en efecto, el percibir constituye una conducta anti-dispersiva: "Esta sensación deluz roja experimentada por nosotros durante un segundo corresponde en sí a una sucesiónde fenómenos que, desenrollados en nuestra duración, con la mayor economía posible detiempo, ocuparía más de 250 siglos de nuestra historia". Fusionar lo que ha sido separado,aproximar, combinar, son tantos otros actos intelectuales de la misma naturaleza: la anti-exposición o la anti-diseminación.

Por lo demás, algunas de las exposiciones de San Julián han insistido, de manerainolvidable, sobre la fecundidad de los Inventarios, de los ordenamientos o de losreagrupamientos; Lambert apasionadamente ha evocado la reseña histórica como lasdificultades, mientras que Escat remitía a la corriente leibniziana la pasión filosófica,heurística, de las notaciones y de los registros.

 b) Segundo trabajo, completamente parecido: oponerse ya no al espacio que dividesino al tiempo que dispersa (la Memoria).

Si la palabra "concentración" o "amontonamiento" sufre de connotaciones bastantenegativas, su recíproca "conservación", está sometida a la misma suerte despreciativa.Entonces, se arriesga devaluar el recuerdo que presentificaría lo que ha dejado de existir yque en nada innovaría. Inmovilizar, embalsamar, preservar, otras tantas expresiones

Page 39: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 39/66

  108

restrictivas por no decir incluso funerarias. No solamente el término traduce (mal) el ladomás pobre —siempre la fijación, el registro, el mantenimiento— sino que descuida elaspecto más activo como el más fructuoso de la conservación, porque esas "inscripcionesvivientes" continúan moviéndose, decantándose y permitiendo otros enlaces (diagonales).Solamente al final se comprende y se capta el comienzo: a este respecto, Gaston Bachelard

ha sorprendido cuando mostraba que la verdadera infancia se despierta en el viejo, muytardíamente, al término de su existencia. ¿Visión poética? No lo pensamos; aquí tenemosla prueba de un "pasado" que se mueve, que lentamente se cierra y se organiza.

En todo caso conviene luchar contra la erosión: el psiquismo, la sociedad, lasinstituciones (por tanto nuestras ciudades, sus monumentos, los archivos y sus actas), todose consagra al recuerdo. La escritura, que ya reúne los datos y los encierra en algunaslíneas, no deja de depositarlos con el fin de no perderlos, gracias a medios estrictamentemateriales: al comienzo se graba, luego se reemplazarán las duras incisiones por presionessobre la arcilla blanda, más tarde por simples rayones, finalmente con huellas y marcas lomás indelebles posibles, aunque raspadores puedan a veces tachar o tengan que borrarlos.Asegurar y guardar.

 No podríamos pasar revista a todas las actividades que tienen que ver con la energíay con el anti-desgaste: oponerse a lo que recubre y suprime. Se ha sostenido que, si elespacio servía a nuestra potencia (se circula en él en todos los sentido, sin restricción y uno puede incluso entregarse en él a frecuentes idas y regresos), el tiempo que corre acusaríanuestra debilidad. No estamos seguros de ello porque logramos llegar a suspender susefectos destructores y porque sabemos también remontar su curso (La Memoria). Pero seagrava la importancia de su irreversibilidad con el fin de humillar al hombre y obligarlo a lasumisión, por eso el desencallamiento correlativo de un Ser o de un real más poderoso queél, que lo absorbe. Denunciemos siempre lo que nos aplasta, la funesta ontología larvada ola cripto-teología que ha corrompido el espíritu filosófico, a tal punto que un historiador ha podido pretender recientemente: "si se considera el recorrido filosófico en lo que tiene deesencial, se ve cómo todas las grandes filosofías son una crítica del objeto a nombre del ser.Entiendo por esto que ellas critican lo que aparece a nombre de lo que es en sí". Entonces,¡exigimos el derecho de marchar completamente a contracorriente!

Se nos recordará que la muerte se lo lleva todo, incluso a los individuos rebeldes.De paso ¡es esta una prueba que la filosofía y la religión beben en el mismo fondoargumentativo!

Discutimos este juicio: en efecto, el viviente nace de su oposición a la destrucción;sólo piensa en reproducirse. La herencia en él, tan bien protegida en el corazón del núcleomejor cerrado, sustrae el patrimonio del aniquilamiento. Ningún tesoro se aísla tancuidadosamente. Y él lo transmite con una fiebre y una prodigalidad que constituye lasexualidad; y ésta define integralmente las plantas y los animales, que se perpetúan contraviento y marea. La menor brizna de hierba prende; ¡no se la detiene o muy poco se lo puede hacer! Siempre vuelve a brotar; el grano mínimo y resistente atraviesa las edades,como las tempestades. Todas las funciones fisiológicas trabajan en esta "inmortalización".Otra vez Valéry lo señala con agudeza: "Con respecto al individuo, la muerte se opone a lavida; pero por el contrario, en una visión de conjunto de los vivientes, ella es condición devida... El más grande artista sólo puede esculpir en un mármol que es indestructible y elmás grande mecánico no tiene para ensamblar sino cuerpos perecederos, oxidables,corruptibles. Y si los cuerpos no fuesen así de alterables, estos prácticos no podrían el unoesculpir, el otro perfilar y ajustar... lo que hace que las obras sean posibles hace también

Page 40: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 40/66

  109

que ellas sean perecederas"71. Otra perspectiva valeriana: el viviente escapa al tiempo porque no cesa de repetir, ya no "reproducirse" sino reproducir simplemente: "Admiramosun insecto que recomienza el trabajo indefinidamente cuando destruimos indefinidamentesu obra, de esta forma el mundo hace nuestro cuerpo y éste se defiende como insecto. Cada pulsación, cada secreción, cada sueño, retoman ciegamente la obra"72.

Valéry ha ahondado bien el examen de esta guerra llevada contra la erosión: enefecto, importa negar por todos los medios y anular los efectos del tiempo que disuelve.Muchas técnicas, según él, se caracterizan por el poder no tanto de ensamblar o detransformar sino por impedir la desnaturalización y de consolidar la preservación, por eso"la subsistencia" es más importante que la "substancia"; por ejemplo, en los siglos máslejanos, los quesos, las carnes ahumadas, las salmueras, la cocción, y sobre todo, leañadimos nosotros, ¡la putrefacción utilizada y vuelta contra sí misma! El hombre usa locorruptible en su provecho: si la muerte asecha la vida, inversamente ésta se servirá deaquélla con el fin de salvarla, al mismo tiempo que se recuperan los desechos que se creían perdidos o sin empleo. La industria recicla y, a su manera, "inmortaliza". Nada se pierde.

Sobre todo el pan y el vino prolongan sin fin la época de la cosecha y de lavendimia; aparentemente cambian pero sobre todo "ponen en reserva" o inmovilizan. Lacava y el granero. El tiempo ya no los muerde, o muy poco. Entonces se sigue una místicay ritos. "El cristianismo —anota Valéry tan sorprendido— cuenta con el pan y el vino. Elcatolicismo los exige. Pan, vino y la noción de substancia. La operación esencial, quedefine al catolicismo, es el cambio de substancia de dos productos elaborados por laindustria del hombre... Todo esto define en el globo una cierta región que se dispone entorno a la cuenca del Mediterráneo, región cuyos límites son los de la viña y el trigo... Enlos imperios del arroz, de las papas, de los bananos, de las cervezas, de las leches agrias ydel agua clara, el pan y el vino son productos exóticos..."73. Cita larga que no queríamostruncar porque ella liga muy bien el cultivo [la culture] de la tierra y la de los espíritus. Portodas partes es pues necesario dedicarse a convertir pero con el fin de ponerse al abrigo: poraquí se escapa a lo que destruye.

Valéry irá más lejos aún, en su pasión intensa de glorificar "la conservación" —asus ojos la adquisición más eminente y fuente de toda la civilización—; de ella resultaincluso la poesía. No es más que eso, una victoria sobre el tiempo; los sentidos y el sentidose solidarizan con el fin de perdurar. Generalmente las palabras se las lleva el viento y perecen una vez emitidas; han servido. Por el contrario, los versos se retienen: ante todo no"expresan" nada, no piden nada; además, el cuerpo los retoma sin dificultad porque sonacordes a su ritmo. La prosa muere [meurt] mientras la poesía permanece [demeure].

Se estaría equivocado aquí si se quisiera oponer nuestra concepción en filigrana delviviente —que conserva y se conserva— a la que Canguilhem ha desarrollado e impuestotan bien; su inventividad (la normatividad) tal como ella se adapta a las circunstancias yque, sobre todo, no se encierra en reglas de funcionamiento invariable (entonces medible yobjetivables). Pero la palabra "conservación" no significa fijeza; importa atravesar lascrisis a toda costa. La vida del viviente consiste en sobrevivir, el mayor tiempo posible, eny a pesar de la adversidad. Ahora bien ¿lo que se pliega no resiste mejor que lo que sequiebra? La flexibilidad, y no la rigidez, asegura y define la verdadera constancia.

71  Tel  quel , p.345.72  Ibidem. p.334.73  Rhumbs , p.38.

Page 41: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 41/66

  110

Sólo retengamos entonces nuestra conclusión: la doble victoria sobre el espacio (pormedio de la concentración) y sobre el tiempo (el mantenimiento), pero, la una y el otro pormedio de "formas" susceptibles de reunir y de subsistir.

II

Pero dado que nos estamos explicando, debemos responder a una sorda objeciónque se nos ha dirigido: ¿cómo un filósofo puede seriamente llegar a agrandar "la imagen",la iconicidad, incluso en un grado aún menor "el audio-visual", contra el cual la filosofíanos ha inmunizado desde el origen?

Uno de los primeros que nos ha puesto en guardia contra ella ha sido Platón: eltriángulo no debe confundirse con su reflejo, la figura. Por un lado la idea, por el otro lailustración, que a menudo abusa; se va quizás de la una a la otra, pero sobre todo de la unacontra la otra. El dibujo geométrico no sabría entregarnos la necesidad ni las verdaderas propiedades. Más tarde Alain se apresurará a decir que la vista del cubo o su

representación no lo capta nunca más que en perspectiva y sólo nos descubre pues algunasde sus caras o aristas. No es pues él mismo sino su peor deformación. Se lo desnaturaliza.El cubo sólo se piensa; no podría describirse ni mucho menos ofrecerse a nuestra mirada.

Por su lado, la ciencia moderna, la microfísica, ¿no le puso un término a las"visualizaciones"? Los libros lo repiten bastante: la relación llamada de Heisenberg (laincertidumbre), o más simplemente la asociación de la onda y el corpúsculo, incluso aún laconcepción de partículas cada vez menos localizables son suficientes para alejar losesquemas demasiado fijos y simplificadores. Incluso en química, se calcula y demuestra,más que mostrar. Por todas partes. Entonces ¿qué es una epistemología aún apegada a lasimágenes?

Gaston Bachelard ¿no se ha dado cuenta de que la ilustración concreta es el

obstáculo mayor para la comprensión de lo verdadero? ¿No está en la fuente de los bloqueos? De esta forma, el atomismo antiguo, con sus granos en miniatura, su polvo y susminúsculos sólidos, ha pagado los costos: quería a todo precio representar ( Les intuitions

atomistiques). "Las intuiciones son muy útiles: sirven para ser destruidas... El esquema delátomo propuesto por Bohr, hace un cuarto de siglo ha actuado en este sentido como una buena imagen: ya no queda nada de él"74.

Por lo demás regresamos al mismo problema que ha sido encarado precedentemente, pero bajo otro ángulo; ¡tanto peor!

Defendemos efectivamente "la graficidad" y pedimos incluso re-abrir el proceso quese le ha instaurado. Se lo ha cerrado demasiado rápido. Y deseamos su rehabilitación.

Para comenzar, no es tan seguro que la ciencia moderna la haya despachado; a este

respecto remitimos al artículo de Louis de Broglie, "Las representaciones concretas enmicrofísica" (in Logique et connaissance scientifique). El ilustre teórico se rebela contra lafilosofía con la que se la ha vestido. Alega abiertamente por un regreso a las "imágenesteóricas", descarta los puros formalismos, las solas matemáticas o los análisis demasiadovagos (inspiradas en el solo probabilismo). Según él, cada partícula se define por números,expresa pues una estructura bien determinada y no está excluido que, tarde que temprano,

74  La philosophie du Non, p.138-9.

Page 42: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 42/66

  111

se la pueda "siluetear", sino su presencia misma al menos sus efectos. La Física noremataría pues sus teorías mas que por el acto y gracias a los instrumentos que autorizan"un evidenciamiento" (por ejemplo, la cámara de Wilson, las rayas de la espectroscopía ylos niveles de energía, etc.). Seguramente no lo real, pero realizaciones, la concretización yla efectividad.

Todo depende de lo que se ponga bajo las palabras: bajo la de configuración noentendemos un reflejo o una sombra, sino la puesta en claro de una "organización", el perfilteórico de los elementos como de su composición. Rehusarlo o minimizarlo nos parece peligroso, una especie de regreso a la metafísica (la cripto-teología), lo que le tiene afecto alo invisible o a las fuerzas a distancia; se les ha reemplazado precisamente por líneas, quedibuja la limadura del hierro en la vecindad de un imán, en el experimento bien conocidodel espectro magnético de Faraday: "Gracias a él, comenta Kastler, el espacio vacío de losmatemáticos se ha vuelto un medio dotado de propiedades físicas"75. Trayectorias y curvas, polos, en efecto lo enriquecemos; la sola ley de Coulomb, según la cual los campos(electromagnéticos) se rechazan o se atraen en razón inversa del cuadrado de la distancia,suponía demasiado un espacio idéntico a sí mismo; sólo se contaba entonces con elalejamiento para medir las influencias. Ahora bien, "el medio" pierde su isotropía o suhomogeneidad: lo cruzan líneas. "El espacio atravesado por las líneas de fuerza ¿tiene lasmismas propiedades que el resto del espacio?", tal ha sido la pregunta de Faraday. Esta essu respuesta: "Un anillo que corta las líneas de fuerza es la sede de una corriente eléctrica,mientras que en el espacio desprovisto de líneas de fuerza ningún fenómeno eléctricoaparece". Maxwell y Hertz ampliaron esta abertura. En resumen, las ondas no circulan entodos los puntos; se levantan caminos o circuitos particulares, de la misma manera que elagua que chorrea se canaliza, se difunde en hilillos y no se distribuye completamente, demanera uniforme, por el suelo, en la superficie.

En cuanto al bachelardismo con el que se pensaba ponernos trabas, creemos que éltampoco ha cesado de moverse: no ha dado tanto la guerra contra las imágenes fosilizadas ynocivas como que ha suscitado las oscilantes y las modernas, las que integran mejor lasvibraciones o las energías. Los sutiles croquis —su obra está llena de ellos— se modificancon las teorías y las precisan, de la misma manera que los símbolos, las notaciones ytambién las puntuaciones. Se las rectifica y se las retoca sin fin. No inventamos nada, peroes necesario subrayarlo claramente puesto que la epistemología de Gaston Bachelard, por lodemás tan evolutiva, ha sido demasiado arrastrada de un solo lado y porque él mismo hadado pábulo al ladeamiento. Sin embargo, ¿no está escrito —y es una frase entre otras—en el  Materialismo   Racional : "Desde entonces, puesto que los electrones no sonlocalizables, se va a buscar representaciones que darán la densidad de presencia de esoselectrones, la densidad electrónica en las diferentes regiones de la molécula. Y es así comolos libros de química moderna están ilustrados con 'mapas electrónicos'. Dicho de otramanera, se instituye una verdadera cartografía de la molécula"76? Y la obra entera irá eneste sentido, en favor de una neo-iconografía. Por ejemplo —el caso más frecuentementecomentado—, el núcleo de benceno ya no merece ser considerado como un hexágonoanguloso. Tiembla e incluye posibles; nos dedicaremos pues a encontrar medios que

75  Faraday.  Extracto de las Investigaciones experimentales en electricidad. Presentadas por Germaine Hirtz,Prefacio de A. Kastler, Gauthier-Villars, 1967.76  Op. cit ., p.150. La cita prosigue: "Estos mapas electrónicos ¿son realistas, sólo son representaciones?... Sise concluye limitándose a la noción de representación, será necesario decir que nunca una representación haestado más próxima de la realidad" ( Ibid , p.150).

Page 43: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 43/66

  112

materialicen y capten su relativa inestabilidad, una figuración casi-Calderiana (el escultorde los móviles).

Por otra parte, nosotros creemos que Gaston Bachelard no ha dejado de alejarse delintelectualismo de estilo brunschvicgiano; no ha creído mas que en aplicaciones; se hafenómeno-tecnizado y materializado. ¿Renunciaba por ello a la clásica devaluación de lo

sensible? Seguramente: los olores y los sabores, que tienen que ver con la química de losmatices, entraban en la arena de la ciencia nueva; de acá en adelante, no importa tantoalejarse de lo real como de ampliarlo y de reconstruirlo. ¡Salvemos los Fenómenos!¡Creémoslos, como el demiurgo!

Estas ciencias morfológicas, de las que nos reclamamos, les falta desarrollarse.¡Tengamos sobre todo en cuenta su crecimiento como su irradiación! El filósofo estabaquizás inclinado a aminorarlas, o incluso a olvidarlas. Actualmente, ¡qué desquite!

Las densas exposiciones del señor Debru y de la señorita Moulin han evocado aPasteur; ahora bien, este fundador de la microbiología y de las primeras terapéuticasinmunitarias, ha logrado sobre todo introducir, en un cantón opaco y cerrado (la patologíafermentaria) las luces de la cristalografía, es decir: el examen óptico a fin de cuentas.

Entre las ciencias de la naturaleza, el estudio de las sales y de sus configuracionessólidas, es el primero que se conceptualizó; jugará un papel movilizador. Nunca la “forma”ha sido tan bien reconocida y traducida; ella se inserta siempre en un sistema de invariantes,asociadas a grupos de transformación (14 tipos de redes y sus grados de simetría). Perosobre todo estamos ante un principio fundamental que explica el pasterismo, y con el quecesa el divorcio entre la disposición molecular basal y la apariencia externa que la refleja; oal menos él así lo pensó y en ese hilo conductor se inspiró. Las diversas propiedadesmecánicas y químicas se vinculan a la estructura interna, pero esta última se expresa porentero en la arquitectura mineral. Se va del cristal al átomo, e inversamente. Pronto sededucen también los otros caracteres. El punto de partida del pasteurismo se enuncia por lodemás así: ¿cómo dos sales rigurosamente semejantes (misma edificación o mismas caras,mismos componentes, mismas funciones) pueden diferir polarimétricamente? ¿Sonverdaderos o falsos idénticos? ¿Por qué esta grieta? Pero la diferencia entre ellos pronto serevelará espacial (isomería) y se detectará precisamente en una fina irregularidad, unaínfima “hemiedria”. Pasteur escribirá: “me sentí en el deber de comparar sus formascristalinas, con la idea preconcebida de que iba a encontrar la disimetría en la forma deltartrato y la ausencia de disimetría en la del paratartrato. Entonces pensaba yo que todo seiba a explicar… Cuando pasé al examen de la forma de los cristales del paratartrato, por uninstante se me apretó el corazón: todos aquellos cristales tenían las facetas de ladisimetría”77.

Lo visible expresa pues lo invisible con el que coincide: no pedimos más. En el pasterismo apreciamos no tanto el descubrimiento de fondo como el método, y muchomenos éste que la epistemología filosófica que lo soporta: la importancia de la solafenomenalidad que no se había escrutado y examinado suficiente. Prueba de que ¡nosabemos discriminar sufiente! Cerramos demasiado los ojos a las minúsculas diferenciascomo a las distancias débiles. Recubrimos, abstraemos, generalizamos.

Además de la mineralogía y las ciencias de la Tierra, creemos poder extraer"argumentos" o "lecciones" de disciplinas en pleno movimiento: primero, no se tiene elderecho de encerrar la morfología en la sola biología, segundo, de encerrarla en la ingrata y

77 Pasteur. Obras completas, t. I, p. 371.

Page 44: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 44/66

  113

simple descripción ora de los aparatos (la anatomía estricta) ora de los tejidos (lahistología). Extendamos su influencia. La química física en general, la geografía —yllegaríamos hasta incluir las organizaciones sociales, así como la literatura y la poesía—entran todas en este vasto campo donde uno se preocupa del examen estructural; sólo setiene en cuenta las superficies, sus posibles enrollamientos, las composiciones exhibidas y

las arquitecturas (de ahí el grafo y la graficidad). Aprendamos a erigir y a leer los relieves,los emplazamientos o las triangulaciones que expresan las situaciones más complejas;incluso saquemos de ahí curvas relacionales (binomiales) o super-esquemas; si hemosaprendido a deletrear textos, conviene también saber descifrar los mapas de localizaciones,de reparticiones y de intercambios múltiples.

Atrevámonos a algunas últimas observaciones en favor de esta "visualización"demasiado desacreditada:

a) El croquis que quisiéramos analizar y defender condensa la información, de lamisma manera que la transmite mejor que un largo discurso; tiene que ver con las teorías dela notación y de la comunicación; concierne tanto la pedagogía de la ciencia como lafilosofía de la "contracción" cuya obligación hemos creído tener que precisar y de la quehemos subrayado su importancia. ¿Cómo favorecer la comprehensión y como encerrartambién una multiplicidad de datos en un esquema que le sea equivalente, aunque másrecogido? Se vuelve sobre todo heurístico, en la medida en que facilita el reconocimientode amplias divisiones como la de las líneas principales o de las fronteras o de losdispositivos mismos. "Lo que se llama invención es de la naturaleza de la comunicación.La fecundidad inventiva en todos los géneros crece como la posesión, la perfección de losmedios de comunicación. Una buena notación entraña invenciones"78. Finalmente laciencia, lejos de renegar o de abatir la escritura, la exalta y favorece una combinatoria o una"sobre-codificación" (la graficidad misma).

 b) Nuestra época podría claramente caracterizarse por el progreso fulgurante llevadoa cabo en las técnicas de captura, de registro (frecuentemente automatizado) y de lacondensación sobre la pantalla (visible, legible) de resultados. No insistiremos en este punto puesto que hemos consagrado una buena parte de una obra a definir la medicina, através de su historia, como una ciencia o un arte explícito de la  picturalidad . Ella lograapoderarse cada vez mejor de lo que se le escapaba; no tanto diseca como que saca a lasuperficie; detecta y exterioriza. La clínica sólo vive de este pasaje y de esta transferencia,del adentro al afuera. Y también la sensorialidad, tan fundamental en sí misma; la miradadel médico no ha terminado pues de ejercerse; se aguza sin cesar: no tanto un "mirón"como un "vidente"; una doble visión, dado que se prolonga y está armada de sus aparatos,sus telescopios.

Con respecto a este tema arriesguemos incluso una breve evocación de unaestrategia de este "aparecer" ante los jóvenes epistemólogos de la patología y de lainmunología; precisemos en una palabra lo que se llama "la desviación del complemento",no tanto por sí misma (y sobre todo ahora que no se recurre a ella) sino como paradigma deuna astucia y de un reactivo bastante sensible, antiguamente puesto en funcionamiento porinstigación de J. Bordet.

En efecto, cuando la precipitación de un antígeno, microbiano o no, no puedetraducirse al ojo desnudo -entre otros el caso de la sífilis-, entonces Bordet no dudaba unmomento en conectar esta reacción muda sobre otra, particularmente perceptible.

78  Valéry, Tel  Quel , Analecta , p.234.

Page 45: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 45/66

  114

Injertemos. Si se utiliza sensibilizadora y sobre todo alexina (llamada también elcomplemento) en cantidades apropiadas, si han sido consumidas en el dipolo "antígenosifilítico-anticuerpo", no quedarán muchas para entrar en la floculación que lo acompaña, elhemolítico (el conejo-antiglóbulos rojos); pero en caso en que la alexina no hubiera sidoutilizada para la primera destrucción, el tubo enrojecerá bruscamente; se es pues informado

 por "un indicador" inmediato de un drama o de un no-drama. Cifrado indirecto y bastantefiel; además aquí no deseamos más. La medicina sólo vive y progresa por estas astucias oestas iluminaciones. Para el caso, ella trabaja como el químico del laboratorio que, a travésde los cambios de tinte, de aspecto o de forma, se asegura de una oxido-reducción o de unaacidobasicidad. Se mide, por el sesgo de un desplazamiento o de una consecuencia quedesaloja lo oculto. Y la detección de los medios de defensa ha permitido a la primerainmunología conocer el pasado de aquel al que se le ha sacado un poco de su propia sangre;en el extremo límite, se podrá responder a otras preguntas, como el momento en que laafección que padece se ha declarado y que testimonian los anticuerpos presentes, así comola eventual repetición de este traumatismo (la reviviscencia de la defensa). El presente(¿está atacado?) como el pasado (¿ha sido ya invadido?) se ven en el tubo de ensayo, puestoque no se conoce nada que no deje su firma. A la manera como reaccionamos, podemos ysabemos inducir "las heridas" que ya han golpeado "la imagen del yo", como las que estánen vías de alterarlo. Mencionemos pues de paso el poder hipermnésico de nuestroshumores: el suero es como un palimpsesto inigualable. Se aprende a traducirlo, ante todo aanalizarlo, después a referir los menores desórdenes de sus constituyentes con losacontecimientos ora exteriores ora personales. Una gota de sangre encierra el Universo(hemotología geográfica).

¿Debemos aún responder a la sempiterna objeción que aleja y minimiza lo"sensible"? Podemos, afirma nuestro adversario, razonar sobre la caja del reloj e incluso buscar lazos entre sus diversas piezas; se observará inmediatamente que el minutero dadoce vueltas más rápido que el horario. ¿Estamos más avanzados? Sobre todo importa buscar adivinar algunos órganos ocultos que explican los movimientos visibles. Buscar asíadivinar la existencia o las propiedades de objetos que no pueden aún ser alcanzados pornuestra experiencia, buscar "explicar lo visible complicado por lo invisible simple"79.

El argumento de Jean Perrin no nos ha convencido verdaderamente: evidentementeque no se le pedirá a los empaques, destinados a encerrar y a proteger el contenido, que dencuenta de él. Es evidente que es necesario abrir la caja para estudiar lo que ella guarda. Noenredemos todos los planos. No confundamos el frasco y el coligado, lo que envuelve y loenvuelto. Descompongamos, despleguemos. Si se quiebra un radio, se encuentra en elinterior una bobina (especie de antena), lámparas, un auricular-transcriptor. Por estecamino no se comprende nada (o casi nada) del mecanismo de la transmisión inalámbrica; ytampoco mucho más si el receptor funciona con una pila. El resultado no se lee ni seconcibe a través de esos medios que portan, pero que también disimulan, elfuncionamiento. Aquí también se han mezclado los niveles. La máquina o el aparato nodejan de solidarizar, y muy profundamente, el material y la operación, en este caso,electrónica y electromagnética (ondas hertzianas). Precisamente el objeto técnico secaracteriza por esta rigurosa equivalencia entre la estructura y las capacidades; es puesirritante que se piense o que se ose contar con él para ampliar el divorcio que se desea entrela función y el sustrato, demasiado despreciado.

79  De la méthode dans les Sciences.  2a.serie, p.79.

Page 46: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 46/66

  115

III

Última respuesta a las objeciones que flotan en el aire de San Julián; hemosdesembocado en una dificultad mayor: Michaud, con su viva perspicacia no ha dejado dedarse cuenta de ello. ¿No nos deslizamos hacia una especie de filosofía naturalista unitariao de tipo monístico? En ninguna parte se asistiría a verdaderas rupturas. ¡Con elaplanamiento generalizado, se debe renunciar a los relieves y a las dialécticas! Valéry nosempuja hacia allí, por lo demás y todavía, por medio de anotaciones de esta naturaleza queabundan en su obra: "Uno no se puede figurar bastante nítidamente el sistema psíquico, ysu singularidad, mas que por una comparación constante con el mundo de la física. Estoyhablando de una comparación fina, es decir tratando de adaptar por analogía los conceptosde la física, su lenguaje, y sus análisis a los hechos psicológicos" 80.

La materia, o bien por la fuerza de un poderoso principio de conservación, o biengracias al azar de un encuentro de circunstancias favorables, no ha podido dejar deengendrar conjuntos momentáneamente sustraídos a la erosión, no-destructibles, por lomenos durante un cierto tiempo. De ello resultarían los primeros vivientes, una especie denaturaleza que, por sus solos recursos, escaparía a las leyes mecánicas y lograría unarelativa autonomía. No tenemos necesidad ni de un creador, ni de un impulso o de un soploo de una misteriosa aspiración, ni siquiera de una dialéctica de la negación de la negación;nada de esto es exigido por la actual biología, capaz de precisar el determinismo de este no-determinismo. (Energetismo, intercambios, puestas en reserva, degradaciones yrecombinaciones bioquímicas, inseparables las unas de las otras). La Vida constituye el primer centro transformador, el enigma de los comienzos y de las innovaciones: vinculada ala sola materialidad, ella logra hacerla más compleja y hacerle dar la vuelta, con el fin deasegurarla mejor. La Muerte la acecha en todo momento y la convoca a la dura realidad ala que quizás creía poderse sustraer. Pero no regresemos, ella ha logrado vencerla gracias ala proliferación y a la invencible reproducción que consolida su mantenimiento.

A este respecto, los luminosos descubrimientos de Claude Bernard sobre laregulación y el "medio interior" merecen ser mencionados, no solamente porque nosencontramos en San Julián, sino porque ellos aclaran las bases mismas de la fisiología:nosotros nos constituimos nuestro entorno y no padecemos más los "golpes" de losestímulos externos, aunque ellos no nos dejen de someter y de despertarnos. Si noviéramos ni escucháramos nada, ¿no seríamos víctimas de los desórdenes que suscita laausencia completa de comunicación? ¿No estaríamos sumergidos en el atontamiento o laapatía?!! 

Además creemos que la conciencia debe rematar la empresa de la Vida misma,lograr mejor que ella las dos operaciones de preservación (conservar) y de focalización(concentrar). Voluntad y Memoria. El hombre sólo nace de una protesta contra eldesparramamiento y la disolución. Él constituye el foco oposicional mayor. Dependiendode la naturaleza en la cual está inmerso, ha sabido robarle sus secretos, ponerla a distanciacon el fin de aprehenderla mejor y de contrarrestar sus desmigajamientos como su propiadestrucción. Aquí tampoco es necesaria ninguna trascendencia, y mucho menos un "fondoinnato" de donde sacaríamos, y que nos autonomizaría desde el comienzo.

80 Tel  Quel , Analecta , p.280.!! <Incluyo como anexo 4 el muy desconocido “Prefacio” que Dagognet le hiciera a la Introducción al estudiode la medicina experimental, de Claude Bernard… Paláu>

Page 47: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 47/66

  116

En estas condiciones debemos preocuparnos, por razones tanto filosóficas comoepistemológicas, por las operaciones mentales más significativas, aquellas por donde esdominada la potente materia de la que derivamos, no tanto negada como amordazada, notanto distanciada como reducida:

a) la empresa taxonómica generalizada que llega a sustituir a la multiplicidad tanto

como a la dispersión de los seres o de los elementos, por medio de cuadros (conceptuales)que los aprisionan. ¿Qué no clasificamos (los individuos, las sociedades, incluso lossistemas filosóficos)?

Como todo se sostiene, se sigue que la nomenclatura intensificará la captura: las palabras logran recoger aún más y sistematizar. Un verdadero nombre "es sinóptico oesencial" afirmará Linneo. Abramos un paréntesis sobre el propio Linneo: con él nosolamente la Naturaleza se vuelve un diccionario, no solamente escribió un libro de Filosofía Botánica —famosa empresa guiñol de recopilación y de recolección—, sino queno tuvo temor de comenzar su texto por el recuento de todos los que habían escrito antes deél sobre esta misma cuestión; de alguna manera inventa no tanto el libro en la Bibliotecacomo la Biblioteca en el libro: la colección de los autores rivaliza con la de las plantas,desfilan los nombres de los viajeros, de los curiosos, de los jardineros, de los médicos, detal forma que cada vegetal remite a un enjambre de autores, de publicaciones, incluso de planchas.

 b) la tipología, muy próxima de la precedente, reagrupa también, ordena y nos liberade la superpoblación. Se reemplaza aquí lo que ha sido amasado por una neo-escritura; ellase dedica a relievar "las similitudes" que se imponen sobre las diferencias (las distancias,que permanecen, son medibles). Cuando un cierto número de rasgos no se disocian —lacorrelación obliga— y que solamente mínimas ondulaciones animan las unidades, se estáclaramente en el derecho de aislar esa casi-invariante y de considerarla como un punto dereferencia estable. Frecuentemente se ha criticado esta forma elemental de la racionalidadque favorece los cortes y desconoce las evoluciones, es decir los pasajes. Inmovilizaría pues y privilegiaría demasiado el espacio de las discriminaciones.

La irritación aumenta bajo todos los aspectos cuando este tratamiento se aplica al propio hombre; por dos razones al menos: primero a causa del rechazo implícito deldualismo que entraña la operación, puesto que la metafísica se aferra a menudo a ladistinción del alma y del cuerpo que garantiza la espléndida autonomía de la " sola mens";segundo, se rompería la individualidad puesto que se la obligaría a entrar en cuadros predeterminados.

Pero a través de estas anotaciones críticas, ¡cuántos malentendidos y presupuestos!Se admite demasiado pronto que lo "somático" (desvalorizado) no es suficiente para personalizar. Se cree equivocadamente que estar "encerrado" dentro de un sub-grupodestruye al "sujeto", mientras que uno se limita a concebirlo mejor y a situarlo. Noentremos en esta discusión pero, "la lectura corporal", las medidas que la acompañan y laaprehensión de ciertas relaciones inter-fragmentarias significativas, nos parecen una tareaque ha sido rebajada demasiado, siempre por las mismas causas: se espera sustraer "el yo",como no importa cualquier otra obra, de las ciencias llamadas de cuadrícula y de captura,no menos que de "contracción". Por lo demás es claro que debemos rápidamentereemplazar estos términos demasiado negativos por sinónimos menos sospechosos: análisiscraticular, pensamiento matricial, disposición tabular, escalogramas, corpus del campo devariaciones, etc.

c) Las ciencias jurídico-administrativas entran también en este vasto conjunto

Page 48: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 48/66

Page 49: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 49/66

  118

fundamentos. En este caso el arte canta los materiales que preceden y permiten el trabajotransferencial. De esta manera no se duda en pintar la hoja blanca dentro de la hoja blancamisma, con la exageración de sus agrietamientos, de sus imperceptibles cráteres, de lasasperezas que cebrean el espesor de su superficie: los granos del papel o, eventualmente — y es algo que conduce a lo mismo—, las fibras de madera, o los nódulos de la plata de

metal. Otras perspectivas se presentarán, no menos de "segundo grado", una pintura de lareflexividad. Pero conservemos solamente nuestra conclusión: el arte sale de la naturaleza, pero la transporta, la domina pues y la hace perceptible, hasta en sus rincones másrecónditos. También la despliega.

e) Que se nos permitan aún algunas observaciones finales en favor del monismo.Se ha condenado demasiado y alejado lo real en la medida en que, precisa y

 previamente, se lo empobrecía. Operación hábil: se le vacía de su contenido, para poderluego descalificarlo mejor. Pero su riqueza se filtra al menor de sus fragmentos: tomamosaquí de Gaston Bachelard un bello análisis que hace de un instrumentos trivial, a través delcomentario inspirado de Michel Leiris, de las ensoñaciones, es decir de los agrandamientosy de las prolongaciones. Ya no relativo a la página en blanco sobre la cual se escribe, ¡sinoa propósito del lápiz que la raya! No la pintura sino la más próxima literatura: "Ajusta elcuchillo primero a la dureza de la materia, después a la dureza rechinante de la mina. Nadafalta, ni los ruidos ni los olores. Este es pues un ensayo de fenomenología de la materia:'Más que cualquier experiencia preparada con cuidado, que logra o en la que fracasa un profesor de física, estos actos de una elemental simplicidad nos hacen entrar en contactocon la materia mineral, aquí comprendida por entero dentro de los límites ridículamentereducidos de este cuerpo que brilla, vecino de las piedras preciosas por su exactitud y sudelicadeza'..."82. El menor pedazo contiene el Universo, de ahí la intensidad y la profundidad de las consideraciones "microscópicas" o liliputienses. Por otra parte,convendría ligar los fenómenos los unos con los otros, puesto que es necesario a toda costaimpedir el desparramamiento o la amputación. Completemos, restauremos, abramos.

La sola conciencia puede revelar sus maravillas puesto que precisamente ella lasaclara. En una especie de vuelta, ella ha sabido distanciar; mientras que el universo huye por todas partes, en la representación (palabra clave) se inmoviliza y se panoramiza. Laimagen brota de allí y el conocimiento saldrá de ella. El podrá extrapolar luego, proseguir,rematar una naturaleza que se quiebra, se entraba o se escapa.

La psicología, pretendida ciencia del ego  —insistimos en esto— ha sostenidogeneralmente los mitos. Sin embargo sólo ha progresado cuando ha fisicalizado susinvestigaciones, sus aproximaciones, sus modelos. Pero bien pocos lo han logrado. Elfilósofo aquí arriesga protestar: nos situamos ahí, es verdad, en una zona neurálgica, en lafrontera, del movimiento y del sentimiento. Pero no abramos este debate, sembrado detodo tipo de trampas; para nosotros lo psíquico no se convierte en una luz que sesuperpondría a lo físico, incluso por lo demás sin sabe ni cómo ni por qué; él es la esenciamisma de lo físico.

En resumen, situémonos filosóficamente en las intersecciones: por un lado, elUniverso en su inmensidad, su variedad, su inesencialidad, por el otro lado, una concienciaque logra apoderarse de él. Lo resume, por tanto lo aligera y lo transcribe. Aunque nacidade él y en él, ella lo voltea; ella lo inventa y lo prolonga.

¿Monismo lleno de dificultades y de sombras? Es verdad. Confesamos nuestras

82  La terre et les Rêveries de la Volonté. p.280. 

Page 50: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 50/66

  119

dudas. ¿No terminamos por divinizar la "materia", que se ha vuelto el absoluto? No, puesto que logramos captarla y salvarla de ella misma. El Mundo ha dado a luz lo que loabsorbe y lo sostiene; so pretexto de "subsistir" mejor y de perdurar, se han forjado poco a poco, inevitablemente, "estructuras" más resistentes que él, capaces de desplazarlo y dereemplazarlo. Tales serían la fuerza y la proeza del espíritu cerebralizado. El hombre sólo

existe por y para este fantástico recentramiento.

Hemos tenido el honor de explicarnos, no solamente ante algunos de los más prestigiosos científicos de la biología moderna, sino también ante los epistemólogos másconocidos, como ante algunos filósofos de renombre.

¿Hemos respondido a sus expectativas, queremos decir: a sus cuestiones? No esseguro.

En resumen, podemos sostener que hemos trabajado en el surco de las reflexionesque han abierto, en Francia, los trabajos de Gaston Bachelard y de Georges Canguilhem.

¿Los hemos traicionado? Seguramente, puesto que es lo propio de los discípulosmás seguros. Ellos lo han repetido claramente. Recitar, con la punta de los labios, en el

 perfecto mimetismo y la concordancia, no nos parece la actitud más devota ni la másconveniente.

¿Desviación? Quizás, deslizamiento, pero de ninguna manera herejía. Solamentehemos sacado a nuestra manera, interpretado, incluso deformado.

Dos palabras merecen ser finalmente retenidas: la de "materialidad" —GastonBachelard la ha festejado— y la de "vitalidad", y es un hecho que Canguilhem la hareconocido siempre y celebrado. De estas dos palabras, hemos osado hacer una sola, puesto que la una desenvuelve y exalta la otra. En una doble fidelidad, fusionémoslas. Ysobre todo, no dejemos de habitar en el corazón de su interferencia.

François Dagognet

Universidad Jean Moulin - Lyon III

“Epílogo” traducido por Luis Alfonso Paláu C. por primera vez para el seminario "Hilética,materiólogos y objetología/abyectología" de la Maestría en Estética de la Universidad

 Nacional de Colombia, Facultad de Ciencias Humanas y Económicas, Medellín, Febrero 10del 2000. Corregido en el 2006. Revisado el 21 de febrero de 2016.

Page 51: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 51/66

  120

Anexo 4

Claude Bernard.  Introduction à l’etude de la médecine expérimentale. “Prefacio” de FrançoisDagognet <tr. Paláu>. París: Garnier-Flammarion, 1966. pp. 9-21.

Prefacio

Si se considera solamente la sucesión y los años de publicación de las principalesobras de Claude Bernard se corre el riesgo de caer en una concepción errónea: cortar en dosla obra del célebre biólogo.

Desde 1843 y sobre todo de 1855 a 1859, trabajos variados alimentan los célebrescursos del Colegio de Francia; en efecto, cuando muere Magendie (7 de octubre de 1855)Claude Bernard se vuelve el titular de la cátedra de fisiología experimental. En suenseñanza, se entrega entonces a investigaciones múltiples sobre la digestión, el sistemanervioso, la acción de los venenos, los líquidos del organismo. Incansablemente, ClaudeBernard opondrá la Escuela de Medicina y las Facultades que siguen un programa, y sobretodo que transmiten las adquisiciones del pasado, los depósitos de la ciencia, a susconferencias tanteantes donde aborda las cuestiones más espinosas y nos confía sobre todosus hesitaciones. “Hasta aquí siempre me ha abstenido en mis cursos de generalizaciones yde sistematizaciones, porque pienso que el estado de la ciencia fisiológica no lo permitía.Me he limitado a estudiar temas variados de fisiología experimental... Yo transportaba, porasí decirlo, mi laboratorio para que lo pudieran ver y os hacía siempre asistir a misinvestigaciones de cierta forma improvisadas sin nunca disimularos en nada lasimperfecciones, los errores y las dificultades que las acompañaban inevitablemente”83.

Cambiemos de decorado: en 1865, después de un silencio de seis años (nada se publicó entre 1859 y 1865) aparece la Introducción al estudio de la medicina experimental ,que abre otras perspectivas y sobre todo que no ofrece tanto experiencias nuevas como unareflexión general sobre las que ha realizado. Esta obra debe servir de prefacio a unconjunto más amplio que permanecerá inacabado, los Principios de medicina experimental ,nominalmente designados en la  Introducción y en lo esencial sólo hecho públicos en 1947(los capítulos terminados, los esbozos y las notas). La enfermedad habría favorecido estametamorfosis; en efecto, en 1865, Claude Bernard debió abandonar su laboratorio e inclusoParís para irse a su pueblito natal, San Julián. El reposo y la soledad lo inclinan a meditar.“Claude Bernard escribió la  Introducción  porque la enfermedad lo había obligado alreposo”84.

El propio científico reconoce y justifica esta especie de dualidad. ¿No era necesario primero desarrollar los estudios de biología científica, antes de circunscribirles su campo,de dilucidarle el método y de asegurarle sus fundamentos? El verdadero nacimientoracional, que eleva y justifica, supone el advenimiento empírico, los esbozos inciertos y losresultados dispersos. “Era necesario sin duda lanzarse ante todo por la vía experimental; por ahí nos hemos lanzado y seguimos lanzándonos hoy cada vez más (esto ocurrió bajo lainfluencia de Magendie). Pero esto no es suficiente; no es suficiente con querer hacerexperiencias para hacerlas; es necesario saber claramente lo que se quiere hacer y esnecesario evitar el error en medio de esta complejidad de estudios; es necesario pues fijar el

83  Principes de Médecine experiméntale. P. U. F., 1947, p. 21.84  Claude Bernard, Morceux choisis et préfacés par J. Rostand , Gallimard, 1938, p. 15.

Page 52: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 52/66

  121

método y esa ha sido mi parte”85. La enfermedad y la soledad habrían pues, según ClaudeBernard, favorecido y acelerado este proyecto: “Me había faltado tiempo para reflexionar.Estaba muy cansado a causa de la doble enseñanza. La enfermedad me permitióreflexionar y voy a trazar lo que he pensado, y comenzar realmente hoy mi nueva era” 86.

La lectura de los primeros escritos de Claude Bernard permite atenuar, por no decirnegar, este pretendido corte. La Introducción no inaugura nada.

Cuando en sus primeros cursos el biólogo marcha por tierra desconocida ydesenvuelve sus propias experiencias, nunca deja de criticar entonces los sistemasanteriores ni de sacar enseñanzas generales de sus triunfos o de sus sinsabores. Siempre seinterroga, comenta, y lo anima una preocupación metodológica. La Introducción se limita arecopilar las ideas esparcidas y ya expresadas en las diversas lecciones de fisiología.

Se dudaría de que las fechas nos fortificarían en nuestro juicio. Primero, en SanJulián, Claude Bernard solamente corrige el manuscrito de la Introducción. Fue escrito enParís. Además, ¿los Principios de medicina experimental  (la Introducción al estudio de lamedicina experimental   de 1865 constituye su prefacio) no fueron anunciados desde 1855(con la mención en prensa) en el momento en que aparecen los primeros cursos del Colegiode Francia, es decir las Lecciones de fisiología experimental aplicada a la medicina? Y lasobras siguientes mantendrán la misma promesa.

En el “Preámbulo” a las  Lecciones de patología experimental , que retoman laenseñanza de 1859-1860, recopiladas en el  Medical Time and Gazette, Claude Bernard nos propone una versión ligeramente diferente de sus proyectos y de sus eventuales retrasos;sería en 1858 cuando habría concebido el plan de una obra dogmática. Se apresura a añadirque siempre ha buscado “plantear los principios de la medicina experimental, establecer los preceptos rigurosos de la experimentación”87. Su patología experimental de 1859-1860(aunque vuelta a traducir al francés en 1871) ofrece la irrefutable prueba.

De todo esto resulta que el retiro de San Julián no merece la importancia que seasigna ni siquiera la que Claude Bernard termina por concederle. Expulsemos la leyenda:los Principios y su Introducción fueron decididos e incluso concebidos desde los primerostrabajos, en el comienzo. Alejemos la idea fácil de una dicotomía: une fisiología dispersaal comienzo, después una metodología ulterior. No disociemos estos dos momentos.

Sin duda le habría sido muy difícil a Claude Bernard evitar las generalizaciones yrenunciar a los impulsos filosóficos; en efecto, la fuente misma de la doctrina, la funciónglucogénica del hígado, desborda de sentido.

Antes de Claude Bernard, el mundo viviente se dividía en dos reinos, considerados aveces como complementarios, a veces como hostiles; por un lado los vegetales queelaboran el azúcar, y por el otro los animales que de él se nutren y sacan su energía. Losinferiores acumulan reservas que despilfarran los superiores. Como lo anota la

 Introducción: “Se admitía que sólo el reino vegetal tenía el poder de crear los principiosinmediatos que el reino animal debe destruir. Según esta teoría, establecida y sostenida porlos químicos contemporáneos más ilustres, los animales eran incapaces de producir azúcaren su organismo”88. En estas condiciones, la diabetes (caracterizada por la presencia de

85  Principes de Médecine espérimentale, P. U. F., 1947, p. 22.86  Ibid., p. 21.87  Leçons de pathologie experiméntale, 1872, p. VIII.88  Introducción al estudio de la medicina experimental . Barcelona: Fontanella, 1976, p. 185.

Page 53: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 53/66

  122

glucosa en la sangre y la orina), enfermedad extraña que asocia a un hambre feroz unadelgazamiento progresivo, se explicaba entonces como un grave desorden digestivo: laimposibilidad de extraer del depósito vegetal. Se incriminaba incluso al estómago, más amenudo al intestino, su función absorbente.

Buscando la hipotética perturbación nutritiva, Claude Bernard descubre azúcar en la

sangre de animales (de los perros) nutridos exclusivamente con carne. Se asegura delhecho. De esto resulta entonces que los hidratos de carbono89 no provienen fatalmente delas sustancias ingeridas. Poco a poco, Claude Bernard localizará en el hígado estaextraordinaria creación bioquímica: entre el afuera, lo que comemos, y el adentro, la sangreque circula, se intercala no solamente una barrera protectora, el hígado, sino un laboratorioque forma elementos nuevos con la ayuda de variados cuerpos. Entonces caeinmediatamente la antigua manera de separar el vegetal y el animal, de la misma maneraque en el mismo movimiento, desaparece la falsa distinción entre herbívoros (en ayunas,ellos se comen a sí mismos) y carnívoros. Las fronteras naturales que delimitan los reinos pasan por caminos menos visibles.

Toda la fisiología y la metodología de Claude Bernard derivan de estedescubrimiento cuyas consecuencias saca hasta el final.

Por ejemplo, la glucogénesis atestigua la independencia del viviente. Hastaentonces, la ciencia biológica depende demasiado del exterior. Se inspira en el estudio delos cuerpos inertes, en la mecánica estricta, por eso su fracaso del cual se aprovecha unvitalismo sin duda más funesto. La propia medicina, desde Hipócrates, sólo se preocupa por buscar las condiciones favorables a la salud. En realidad, el viviente se sustrae a lo quelo rodea y produce su propio mundo. Sobre todo el hígado asegura el equilibrio de nuestroshumores; por esto la vena sobre-hepática contiene siempre glucosa mientras que, segúnClaude Bernard, la vena porta está privada de ella. Nuestra alimentación no nosaprovisiona verdaderamente. Mejor aún, la célula hepática nos protege de alguna manerade todos los azares: cuando hay comida abundante ella almacena (transforma el azúcar engrasa) pero, en la hambruna o en caso de comidas estrictamente azoados, utiliza susreservas y sobre todo convierte en azúcar la comida de carne. En resumen, exceso ocarencia, no se deja de establecer un equilibrio que nos pone al abrigo de todos lassacudidas; por esto el célebre “medio interno”, ese mar cerrado y uniforme en el cualevolucionan los principios de vida. De aquí se sigue esta definición revolucionaria queevita dos errores en los cuales han persistido los filósofos más audaces: tanto elmecanicismo como el vitalismo. El viviente crea las condiciones de su existencia y su propio determinismo. Está aparte: une como nunca libertad y determinismo. Se lo haconsiderado como indeterminado mientras que este indeterminismo aparente y exterior noes sino el reverso de un determinismo interior que asegura y determina él mismo (lasconstantes rigurosas y los equilibrios de su universo).

Otro leitmotiv  que se repite en la  Introducción  y que lo inspira la funciónglucogénica del hígado: la enfermedad, y la diabetes así lo prueba, se concibe solamentecomo la desviación de un movimiento fisiológico natural subyacente que la ciencia debesacar a luz. Careciendo de este saber, la patología se vuelve el estudio de fenómenosnuevos, incluso extraños. “Hacía tiempo que se había constatado que la diabetes azucaradaes una enfermedad caracterizada por la aparición de azúcar en la orina, pero se habíaconsiderado este azúcar como un producto patológico en el organismo animal. En una

89  Hidrato de carbono porque el azúcar, de fórmula C6H12O6 se escribe durante mucho tiempo C6(H2O)6.

Page 54: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 54/66

  123

 palabra se consideraba que la enfermedad había creado una aptitud para producir azúcarque no existía en el estado normal. Yo demostré que es absolutamente distinto y que existeen el estado fisiológico una aptitud glucogénica y que el estado patológico no crea nada,sino que solamente perturba la nutrición y los fenómenos glucogénicos de tal manera que elazúcar se vuelve aparente donde normalmente no lo es. Pude, después de estas

investigaciones, hacer aparecer el estado patológico, producir de alguna manera animalesdiabéticos”90. Por este hecho, Claude Bernard persigue con pasión y mordacidad al clínico,creador obligado de quimeras; cree en la existencia de entidades mórbidas, seressobrenaturales que él lograría aprisionar, reconocer y clasificar. Tendría aquí éxito por susdones comunicativos gracias a un largo acostumbramiento que ejerce su mirada (la ojeada)y sensibiliza sus manos (tacto). La  Introducción  ironiza un poco sobre esta ciencia deherbario o de catálogo, sobre estos dones ocultos, estas influencias, esta hechicería tan sutilcomo fantasiosa91. La medicina clínica sorprende tanto por su impotencia como por suirrealismo; sólo el laboratorio demiúrgico abrirá a la verdad de un mal cuyo mecanismosecreto pondrá al desnudo. Es preciso no solamente observar la enfermedad porqueentonces se corre el riesgo de concederle una realidad ilusoria. Y pronto nos imaginamosque nos descubre un cuadro insólito tanto como imprevisible. En verdad, no existe por símisma y sobre todo no crea nada. En vez de ponerse a clasificar las afecciones, elexperimentador se dedica a destruirlas y a reabsorberlas en la fisiología explicativa. Lomismo ocurre con la acción de los remedios, que es necesario despojar de su leyenda ycomprender con la ayuda de las reglas de la biología científica. La medicina experimental funda  y  fundamenta  las tres disciplinas de ahora en adelante inseparables: la fisiologíafundamental, la patología y la terapéutica, como está consignado desde las primeras páginasde la “Introducción” de la Introducción al estudio de la medicina experimental .

Otro tema que el descubrimiento hepático introduce: la insuficiencia de la anatomía,a pesar de sus pretensiones y de su prestigio. Claude Bernard la considera comodirectamente responsable de que no se haya descubierto la glucogénesis. En efecto, lamorfología pone una pantalla entre el viviente y el observador: ni la descripción de losórganos separados, ni la de los tejidos, ni siquiera la de las células (a la manera de Müller yVirchow) pueden informarnos sobre la solidaridad de los elementos, sus enlaces y sus propiedades. Precisamente Claude Bernard descubrió la dinámica de las funciones, muchomás allá de los sustratos. Por esto no ha dejado de abandonar de alguna manera el examende los sólidos, demasiado aumentado, en provecho del estudio de los líquidos orgánicos yde sus movimientos (la sangre, las diversas secreciones glandulares). El descubrimiento dela glucosa en la vena sobre-hepática favoreció naturalmente esta orientación.

La morfología sólo tiene que ver con cuestiones ociosas y sobre todo, con ella secree que un órgano juega un papel y que al disecarlo se lo comprenderá. Pero la fisiologíadel hígado se inscribe desde el comienzo contra esta regla “a un órgano una función”, puesto que el hígado recibe una segunda atribución: además de la biliar ya conocida, lagluco-regulación. La célula creadora secreta dos veces: al exterior, hacia el aparatodigestivo, y hacia dentro (primera secreción interna, aunque realizada sin canal, lo quecontradice además el principio de las habituales descripciones, en las que no existe chorreosin un conducto). Siempre oponiéndose a las apariencias y a las formas, la propia digestiónno es solamente absorción y asimilación. Supone un trabajo complejo, encadenamientos, la

90  Principes de Médecine experiméntale, p. 300.91  Introducción... pp. 224, 229.

Page 55: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 55/66

  124

 participación de las glándulas (y el páncreas no debe ser asimilado a las glándulas salivaresa pesar de su textura semejante), lentas separaciones o análisis bioquímicos que seacompañan de originales metamorfosis (el azúcar), según la ley fundamental de la vida quemezcla entre ellas destrucción y creación. “¿Cómo la forma de una célula de hígado nosmostraría que allí se hace azúcar?”92. ¿De dónde viene? ¿Por dónde pasa? Nunca la

anatomía, ya sea macro- o microscópica, comparativa o patológica, podrá responder a estascuestiones que la desbordan, y que sobre todo no puede sospechar. La  Introducción, enmuchas ocasiones vuelve sobre este punto; por lo demás no existe ningún escrito de ClaudeBernard en el cual no se le concedan vacaciones a la escolástica de la localización y de laforma. Por lo demás sería necesario clausurar la perspectiva de la observación y de ladescripción para abrir la de la modificación y de la experimentación animal.

De esta manera, dado que sorprende el mecanismo de una función hasta entoncesdesconocida, la glucogénesis hepática animal, Claude Bernard deduce de éste unadefinición nueva del viviente: el que crea su propio medio. Declaraba la guerra tanto a losclínicos como a los anatomistas, unos y otros observadores  desdichados y fantasmáticos.Los primeros aíslan lo que no debe serlo (la enfermedad) y los segundos precisan lo que, prácticamente, no entra en juego.

Sin embargo, por razones difíciles de escrutar, el texto de la  Introducción  sólo presenta observaciones frecuentemente veladas. Ningún estruendo sino sonidos en sordina.¿Por qué esta prudencia extrema en la expresión como en la idea? ¿Para no asustar o porque Claude Bernard cultiva los matices? ¿El gusto por la conciliación? Sin duda más bien porque el biólogo, en presencia de un mundo múltiple, con aspectos desconcertantes,desconfía sistemáticamente del menor sistema.

Es un hecho indiscutible según nosotros: la  Introducción, revolucionaria en su proyecto como en sus intenciones manifiestas, se dedica siempre a bajar el tono. Ningunafrase afirmativa que no esté seguida de una restricción que la disminuya. Ninguna tesistajante que no provoque inmediatamente un escrúpulo o una larga concesión. Por ejemplo,acaba Claude Bernard de condenar severamente la nosografía de observación y de catálogo,cuando ya se retracta y sostiene que esta medicina primera, aunque para superarla, no porello ha dejado de jugar un papel necesario. Por lo demás, en tiempos de Sydenham y deBaillou, de Pinel y de Trousseau, es decir antes de que Claude Bernard instituya lamedicina experimental, no podía existir ninguna otra vía de acceso. Lejos de maldecir esteempirismo, es preciso respetarlo. Se presenta como indispensable y, por lo demás, rico enhechos, en resultados tangibles. Es suficiente con buscar el por qué de su éxito, decomprender lo que ha sabido relatar y constatar. ¿La anatomía? Después de haberlaechado a las gemonías, Claude Bernard le concede méritos: no solamente aclara los preparativos y materiales del examen fisiológico sino que distingue y revela losfundamentos mismos del análisis experimental. Inverosímil palinodia, Claude Bernardescribe en la  Introducción: “el fisiólogo debe llegar a referir todas las manifestacionesvitales de un organismo complejo al juego de ciertos órganos y a la acción de estos, a propiedades de los tejidos o de elementos orgánicos bien definidos. El análisisexperimental anatómico-fisiológico, que se origina en Galeno, no tiene otra razón, y essiempre el mismo problema el que la histología persigue en nuestros días, al irse

92  Ibid., p. 128. El traductor al español usa “celdilla” para traducir “cellule” y ésta es una libertad que no se puede tomar precisamente porque C. Bernard es el médico que consagró la aceptación de la teoría celular.

Page 56: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 56/66

  125

aproximando naturalmente más y más a su finalidad”93.Al metafísico no se le perdona y recibe su tunda de palos: “El hombre es

naturalmente metafísico y presuntuoso”94. O también: “Me parece que hacerse unaespecialidad de las generalidades95  es un principio antifilosófico y anticientífico, aunquehaya sido proclamado por una escuela filosófica moderna que se lisonjea de estar fundada

sobre las ciencias”

96

. Los teóricos del método, Bacon e incluso Descartes, no encuentran perdón. Por lo demás: “el método por sí mismo no engendra nada, y es un error de ciertosfilósofos el haberle concedido demasiado poder a este respecto”97. Sin embargo en lasúltimas líneas de la Introducción, el sabio preconiza la unión más estrecha entre la ciencia yuna filosofía que hubiéramos podido creer condenada sin remedio: “Esta unión sólida de laCiencia y de la filosofía es útil para ambas; eleva a la una y contiene a la otra” 98. De unextremo al otro se asiste a una especie de flujo y reflujo. La más mínima afirmaciónconduce a su contraria, un poco como si la filosofía de Claude Bernard consistiese en notener ninguna, para retomar su propio aforismo.

En el detalle de la exposición, las líneas parecen aún más fundidas y entrecruzadas.Por ejemplo, nadie ignora la idea maestra de la  Introducción, más exactamente de la primera parte que trata del método de las ciencias en general. Consiste en iluminar, en lainvestigación, el papel primero y decisivo de la hipótesis. Luego vendrá la experiencia paranegar o sostener, corregir o morigerar la interpretación propuesta, sin que se pueda esperarnunca interrumpir el fructuoso intercambio entre la inteligencia y la naturaleza.Evidentemente, Claude Bernard toma el contrapié de la enseñanza de Magendie, su predecesor en el Colegio de Francia: desconfiaba “extraordinariamente delrazonamiento”99, y se limitaba, como una ropavejero, con el cual se comparaba, aamontonar los hechos más heteróclitos. A la inversa, Claude Bernard glorifica la idea másgeneral, fruto de la razón y del sentimiento. Solamente que, incansable rectificación,subraya inmediatamente la fragilidad y la brevedad. El hecho más insignificante destruyeeventualmente la hipótesis más sólida. La teoría por su lado juega igualmente el papel detrampolín como el de obstáculo. Se descubre no tanto con las ideas como contra ellas, porque el científico debe volverse “el que duda” que trata de entender el lenguaje de lanaturaleza más allá del de la interpretación que le revela tanto como le oculta y le vuelve borroso. Es menester cuestionar la vida, pero sobre todo recoger las respuestas que ella daal margen o por fuera del discurso esperado. La función glucogénica del hígado (para noevocar el descubrimiento del papel de los vasomotores, tan frecuentemente recordado) debesu nacimiento a una especie de error teórico previo: se alimentaba a perros con carne sola, porque se buscaba el origen de la diabetes y al mismo tiempo su curación con un régimenalimenticio (supresión del azúcar vegetal) mientras que precisamente se cae en unaformación de glucosa que ya no depende de las sustancias ingeridas. La experiencia seexpresa a tal punto en contra que es necesario cambiar de código o de rejilla conceptual.Por consiguiente, las hipótesis valen negativamente, por no decir dialécticamente; trabajan por ellas mismas en su rechazo.

93  Ibid., p. 92.94  Ibid., p. 47.95  Esta era la tarea que Comte se auto-asignaba.96  Claude Bernard. Op. cit.  p. 45.97  Ibid.  p.54.98  Ibid.  p. 244.99  Leçons sur les substances toxiques et médicamenteuses, 1ª lección, Magendie, su vida y sus trabajos, p. 12.

Page 57: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 57/66

  126

 No vayamos a creer que el hecho se impone y permite juzgar las construccionesmentales. Claude Bernard sabe poner en guardia contra la actitud ingenua según la cual laexperiencia tendría el poder de arbitrar y de aclarar. Ante todo, pide la  Introducción, es preciso rechazar pura y simplemente los fenómenos insólitos. Luego, las constatacionesmás seguras dependen tanto de factores que no se los puede transformar a voluntad. El

mundo es un inmenso calidoscopio en el que cada cual termina por percibir lo que desea.Claude Bernard aconseja por consiguiente dudar de los resultados más lógicos y másfirmes. No es necesario nunca desesperar de encontrar lo más imprevisible. También la primera parte de la  Introducción  sorprende por un balanceo constante y equilibrado, undoble movimiento que liga el hecho y la idea. Se elevan juntos y se relanzan entre sí. Elcientífico llega por ello a celebrar virtudes francamente opuestas: audacia inventiva y prudencia capaz de sospechar por parte del verificador, el orgullo demiúrgico de unexperimentador que tuerce el curso de las cosas y la humildad del que sólo puede obedecerlas leyes de la naturaleza; la creencia inquebrantable en el determinismo y la incredulidadante lo riguroso y lo lógico; la imprudencia loca del que acepta lo absurdo y el rigor de unracionalista excesivamente; o también, como lo escribe Claude Bernard en una de esasfórmulas mezcladas que él multiplica: “tener una fe fuerte y no creer”100.

La segunda parte, incluso la tercera, en lugar de disertar sobre el método en general,sólo trata de biología (2ª parte) e incluso de las propias experiencias de Claude Bernard (3ª parte). En el centro del texto, una y otra no parecen las menos significativas ni las menos preciosas. Precisamente, allí se asiste al mismo y generoso movimiento que recorre la obrade Claude Bernard, el enrollamiento de las tesis más hostiles, la alianza no ecléctica de loscontrarios: el mecanismo y el vitalismo, la necesidad del análisis y la virtud de la síntesis, laradical heterogeneidad de los vivientes y su franca similitud, la multiplicidad de lasespecies vivientes y las analogías entre sus respuestas. Precisémoslo. El primer capítulo deesta segunda parte se intitula: “Consideraciones experimentales comunes a los seresvivientes y a los cuerpos brutos”. Claude Bernard parte en guerra contra el vitalismo quesustrae el viviente de las exigencias implacables del condicionamiento y de la causalidad,mientras que el hombre y los animales, aparentemente libres, no dejan de obedecer a lasleyes de su “medio interno”. Pero el segundo capítulo, el más importante de todos sinninguna duda: “Consideraciones (experimentales) especiales a los seres vivientes”,defiende los principios metodológicos de la armonía y de la solidaridad. Por consiguienteun determinismo sin falla pero que hay que cuidarse de no desmenuzar. En efecto, nadietanto como Claude Bernard ha luchado contra la reducción de la fisiología a lasexplicaciones estrictamente físicas, ha reaccionado contra el empleo de los cálculos queintroducen una falsa precisión. Especie de esfinge, la vida une por lo demás loestrictamente material y el paso más allá creador (para convencerse de ello, es suficientecon volver aún a la función glucogénica del hígado y a lo que ella implica): en estascondiciones , un examen demasiado mecánico o exterior dejaría escapar la especificidadmisma de lo fisiológico. Sin nunca caer en las filosofías ocultas de la espontaneidad o de losobrenatural mismo, es necesario defenderse de las simplificaciones, no desconocer lacomplejidad, la riqueza del organismo. Si conviene descomponerlo, aún así los elementoso las partes sólo adquieren su sentido si se los vuelve a colocar en el conjunto. De unextremo al otro, la  Introducción  abre este camino de una ciencia nueva que escapará aldogmatismo pero sobre todo que no se infeudará en los métodos triunfantes de la mecánica

100  Ibid.  p.

Page 58: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 58/66

  127

o de la química.

Este retoque perpetuo de las ideas no es el menor de los intereses de la Introducción; en efecto, a partir de nuestras citas y comentarios creemos haber establecidoesta voluntad de Claude Bernard de fundir las ideas más hostiles, de mezclar el agua y elfuego, es decir de vaciar un vitalismo sincero en un mecanicismo real. No vemos aquí un procedimiento ni una retórica, ni siquiera una apuesta, sino una necesidad teórica: ¿la céluladel hígado no ilustra esta inverosímil alianza? La función digestiva del páncreas, otrodescubrimiento fisiológico de Claude Bernard, empuja en el mismo sentido, el de unaquímica vital. Atestigua el papel diferenciado de los jugos y de las glándulas en un acto, ladigestión, considerada entonces como simple asimilación o paso. Pone en evidenciaoperaciones múltiples y graduales; el organismo para absorber debe modificar losmateriales recibidos e imprimirles su marca, en un doble movimiento de dislocación y desíntesis. En resumen, la metodología de Claude Bernard, que se juzga equívoca y flotante,se limita solamente a tomar conciencia de sus propias invenciones.

Al mismo tiempo, este científico se separa de todos sus predecesores, los másdiversos mecanicistas, pioneros de la biología (Lavoisier, Liebig, Dumas. “Si un químicohace fisiología —anota Claude Bernard— la hace demasiado simple y quiere absorber lafisiología en la química, como por ejemplo Lavoisier, Dumas. Es lo inverso lo que esnecesario hacer... En una palabra, el fisiólogo hace la física y la química del cuerpoviviente”101), sin por ello filarse en el campo de los adversarios, la medicina de los casos yde las excepciones, la nosografía de las especies y de los naturalistas. Claude Bernard trazauna ruta nueva: crear laboratorios de fisiología en los cuales se procederá a experienciasreales y donde se sacará a luz los mecanismos de la vida, de la salud y de la enfermedad.Se superarán entonces las apariencias engañosas de la descripción, pero nos cuidaremos delas abusivas reducciones a la mecánica.

Esta es la eterna corrección que no carece ni de sentido ni de importancia: esteinstituto que el científico quiere con todas sus ganas, santuario de la biología del que elhospital sólo es el vestíbulo (“la medicina no acaba en el hospital, como se creecomúnmente, sino que allí no hace sino comenzar”102), no supone aparatos numerosos ycomplicados. En efecto, “mientras más complicado es un instrumento, más puedeintroducir causas de error en las experiencias. Los experimentos no se engrandecen por elnúmero y por la complicación de sus instrumentos; por el contrario”103. De esta forma, enel acto mismo en que él crea este centro moderno de la biología y de la patología, ClaudeBernard no deja de inscribir en su frontón: sin desconocer la importancia ni la necesidad delos instrumentos y de las experiencias, es la idea audaz y el espíritu libre los que decidirán.

François Dagognet.

101  Claude Bernard.  Principes de Médecine expérimentale, p. 245.102  Claude Bernard.  Introducción al estudio de la medicina experimental . p. 166. 103  Ibid.  p. 169.

Page 59: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 59/66

  128

Obras y Trabajos de Dagognet <marcados con * los disponibles> hasta 1984

Sciences de la vie et de la culture. París: Hachette, 1953.

* Filosofía Biológica. Paris: P.U.F., 1962. (primera edición 1954). <tr. Paláu>Un libro que el propio autor ya no suscribiría. No por ello pierde su interés con referencia a

sus posiciones teóricas, a la historia del propio autor y a la de su momento.

“Surréalisme thérapeutique et formation des concepts médicaux”, in  Hommage à Gaston Bachelard , PUF, 1957.

“Science de la Médecine et Médicine savante”, in Esprit , 1957.

“Eléments pour une philosophie de la biologie et de la thérapeutique contemporaines”, inCahiers de l’ISEA, diciembre de 1958.

 Essai philosophique sur la thérapeutique médicale. L’évolution des idées sur l’Oxygène et

la Cure d’Air . (Tesis de doctorado en medicina, Lyon, 1958).

* “la Cura de aire: ensayo sobre la historia de una idea en terapéutica”, in Thalès, t. X,

PUF, 1959. tr. Márquez.“L’expérimentation thérapeutique”, in Les Etudes philosophique, PUF, 1960.

“Gaston Bachelard, philosophe de l’Imagination”, in Revue Internationale de Philosophie,1960.

“Examen de personnalité et criminologie” in  Ponencias del Congreso francés decriminología, Masson, t. I, 1961.

“Experience et théorie de la preuve”, in Cahiers de l’ISEA, noviembre de 1961.

“Le matérialisme rationnel de Gaston Bachelard”, in Cahiers de l’ISEA, junio de 1962.

“Sociologie et criminalité”, in Etudes de criminologie clinique. Masson, 1963.

“Sociopathies de la peine de mort”, in Etudes de criminologie clinique. Masson, 1963.

* La Raison et les Remèdes (Tesis principal del doctorado en lettras ; 1964, reed. 2000). tr.de Víctor García, Paláu y Marquez.

“la Inmunidad, historia y método”, Conferencia en el Palacio del Descubrimiento, 1964.Tr. española de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima, 1965.

* Gaston Bachelard, sa vie, son œuvre.  París : PUF, 1965.

“Science et criminologie” in Cahiers de l’ISEA, enero de 1965.

“Bruschvicg et Bachelard”, in Revue de Métaphysique et de Morale. Enero-marzo de 1965.

“Problèmes actuels de la psychiatria”, in le Concours médical , abril de 1965.“Archéologie ou histoire de la médicine?” in Critique, mayo de 1965.

“les Ambiguités de Claude Bernard”, in Atomes, diciembre de 1965.

“les Étapes historiques d’une exploration biochimique”, in Atomes, julio de 1966.

* “Presentación” de la  Introducción al estudio de la medicina experimental de ClaudeBernard. Tr. Palaú, supra anexo 4, p. 120.

Page 60: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 60/66

  129

*  Méthodes et doctrines dans l'oeuvre de Pasteur   (1967). (Tesis complementario deldoctorado en letras) Reeditado bajo el título Pasteur sin leyenda, 1994. tr. de JorgeMárquez.

“Remarques sur une loi présumée de Développement”, in  XIIº Congreso internacional dehistoria de las ciencias. París: agosto de 1968.

* “Sur Lavoisier”, in Cahiers pour l’Analyse, nº 9, 1968. <http://cahiers.kingston.ac.uk/pdf/cpa9.13.dagognet.pdf  >

* Tableaux et langages de la chimie (1969, tr. Paláu, en proceso).

* “la Fisiología animal” in R. Taton (dir.).  Historia general de las ciencias. t. II: la Cienciamoderna (1450-1800), PUF, 1969 <Barcelona: Destino, 1972>.

* “La situación de Cuvier en la historia de la biología”. Thalès, t. XIII, 1969. tr. Paláuhecha de François Dagognet.  Les Outils de la Réflexion (Epistemologie).  Acá supra como anexo 2, p. 25. 

“Science et langage au XVIIIe. siècle”, in Cahiers de l’ISEA, agosto de 1969.

* El catálogo de la vida. Paris: Presses Universitaires de France, 1970. 189 pp [tr. Paláu,Medellín: traducciones historia de la biología  números 14, 15 y 16. Medellín:Universidad Nacional de Colombia, marzo, julio y octubre de 2001]

Introducción .............................................................................5Capítulo Primero.- Botánica y lingüística (Linneo, de Jussieu, Desfontaines)…......13Capítulo II.- La sistemática animal (Vicq d'Azir, Cuvier, Geoffroy Saint-Hilaire)...65Capítulo III.- La nosología (de Tenon a Pinel y a Laënnec)....................................125Conclusión (A. de Humboldt, Ch. Lyell, Darwin)...................................................173Una historia apasionante de las polémicas que promovió la administración de los recursosnaturales en la época clásica: en la taxonomía vegetal, la sistemática animal y la nosologíamédica, y que de alguna forma constituyen el basamentos mismos del pensamientocientífico. La obra despliega la interrogación metodológica que más le interesa aDagognet: ¿cómo manejar una multiplicidad de elementos, de unidades, de obras, de serescomo los minerales, los vegetales, los animales, las enfermedades.

“Vida y teoría de la vida según Jean Hyppolite”, in  Hommage à Jean Hyppolite. PUF,1971.

“V. Haüy, E. Geoffroy Saint Hilaire, A. P. de Candolle: una concepción de conjunto, perotambién un conjunto de concepciones”, in Revue d’histoire des sciences, 1972, nº 4,PUF.

“Problèmes et difficultés de certaines classifications exemplaires”, in  Revue françaises

d’histoire du livre, 1972.“le Vivant et l’humain”, in Recherches et Débats, oct. de 1972.

* Sobre las revoluciones verdes. Historia y Principios de la Agronomía, 1973. 182 pp [tr.María Cecilia Gómez, Medellín: traducciones historia de la biología números 1, 2 y3. Octubre de 1997, febrero y abril de 1998].

Introducción ...........................................................71.- La primera revolución verde ...........................................15

Page 61: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 61/66

  130

2.- Revoluciones por la Revolución. La Agronomía. ........633.- La Agrobiología ……………..1214.- Una disciplina subversiva  NotasBibliografía

Singular y necesaria historia que muestra el entretejido estratégico de muchas decisioneseconómicas, políticas y cognoscitivas. La iconografía, el grafo o la imagen, el croquis o eldiagrama proponen lo esencial de lo que la forma nos entregaba en su conjunto. Deja delado lo secundario y sólo se queda con la estructura, las interrelaciones entre las unidades ysus posiciones respectivas. Ante cantidades respetables, esta operación supone unacodificación, instrumentos de memoria y de archivo, una administración que se encargue detodo, de ordenar y gestionar. A la agricultura llamada nueva, a la agronomía, y luego a laagroindustria corresponden tres conmociones profundas que generaron modificaciones del paisaje y de los hombres.

* Escritura e iconografía. París: Vrin, 1973. 171pp. [tr. Ma. Cé. Gómez, Medellín, 2003].Introducción................................................................................................................7

Cap. 1. Las primeras iconografías............................................................................13Cap. 2. Las iconografías creadoras..........................................................................47Cap. 3. Las iconografías ordenadoras e inventivas..................................................79Cap. 4. Las iconografías noumenalizantes y explicativas......................................111Conclusión: Unidad y actualidad de Diderot, teórico de la grafía y de lo visual....149Va a ser tema de las palabras, habladas y escritas, de la relación verbo-gráfica, de losguijarros y de las rocas, de los cuerpos ramificados y arquitecturados de la materia, de losvegetales y de los animales, de las Obras de arte y de los Cuadros de los pintores de larealidad, así como también de dos grandes teóricos de estos vastos conjuntos, Jean-JacquesRousseau y Diderot.Paralelamente se propone una definición de la ciencia experimental o ante todo se analizará

lo que es uno de los momentos fundadores, el que nos vuelve verdaderamente dueños deluniverso que nos rodea y nos desborda: la iconicidad geometral y abreviativa, una ciertaescritura que transpone el mundo, lo proyecta y lo renueva.

 Dix peintres langrois. Langres, 1973.

* Por una teoría general de las formas. París: Vrin, 1975. 191pp. [tr. Gómez, Medellín,Abril de 2002].

Introducción...................................................................................................................7Capítulo I. La geografía espiritual: polos y equilibrios..............................................19Capítulo II. Espacio y divisiones administrativas.......................................................59Capítulo III. El grafismo revolucionario....................................................................97

Capítulo IV. Arquitectura que habla y renovación urbana........................................133Conclusión. Biología y teoría de los cuerpos............................................................173 Nos interrogamos sobre el fondo y la forma; cómo especialmente, la una expresa al otro ycómo, en esta perspectiva, ella debe temblar y metamorfosearse con el fin de colocar porfuera los remolinos, los movimientos interiores. Se le podría criticar: a) sus argumentosexcesivamente difusos, incluso sus campos de examen, -el Mapa geográfico y las particiones religiosas (cap. I), las amplias divisiones administrativas, el catastro y lagestión, los Códigos jurídicos (cap. II), la trama de las Ciudades y sus monumentos (cap.

Page 62: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 62/66

  131

IV), sin olvidar las Escuelas de dibujo, el elementalismo gráfico, la ciencia generalizada delos cortes, de las reducciones estrictas (cap. III). b) El método que agrava esta impresión:describe un movimiento que recorre el siglo XVIII en todos sus niveles; este "relato" no puede enredarse en datos empíricos, a veces anecdóticos, el emplazamiento de lostribunales, el escalonamiento de las imposiciones, las distancias, la longitud de las penas,

los nombres mismos de ciudades y departamentos, el conjunto siempre agitado porobservaciones sobre los cismas religiosos, el papel de los colores, la fuerza y el papel de lasestatuas (el anuncio), la construcción de los puentes, casas y palacios.

“Introducción a las lecciones 35 a 39 del Curso de filosofía positiva de Auguste Comte”.Hermann, 1975.

* Una epistemología del espacio concreto.   Hacia una neo-geografía.  París: Vrin, 1977.224 pp. [tr. Gómez, Medellín: traducciones historia de la biología números 22, 23,24].

Introducción................................................................................................................7Capítulo I : La indefinible geología y sus fósiles enigmáticos..................................21Capítulo II : Relieves y paisajes. Por una epistemología de la geomorfología........77Capítulo III : Geografía e Heurística.......................................................................123Capítulo IV : Cartografía y Psicología....................................................................169Conclusión...............................................................................................................210Dagognet continúa sus dos trabajos anteriores  Escritura e Iconografía y  Por una Teoría general de las Formas. Atraviesa regiones aparentemente muy heteróclitas yendo de unateoría de las piedras y de los bloques, de la geología de los valles y de los aluviones, de lasarenas y de los fósiles hasta los rincones de la antropología e incluso de la enfermedadmental. Lleva como subtítulo “Neo-geografía” porque es un libro dedicado a las cienciasde la Tierra en el que relee textos tan remotos como dispares: Lamarck y Cuvier, A. deHumboldt y Darwin, A. de Condolle y Ch. Nicolle, Freud sobre todo, Lewin y Moreno.

“Un olvido cierto, un probable retorno”, in Etudes philosophiques, 1977.*  Memoria para el porvenir, hacia una metodología de la informática, París: Vrin, 1979.

Tr. Paláu, Medellín, noviembre de 2005 – julio de 2006. <127 pp.> 

Introducción.................................................................................................................2Capítulo I.- Registro y conservación. Cifras y letras...............................................8Capítulo II.- Inscripciones y traducciones……........................................................30Capítulo III.- Mejora y tratamiento cualitativo de los datos…….............................59Capítulo IV.- El conocimiento y el reconocimiento. La museografía......................87Conclusión................................................................................................................115

“Une nouvelle culture: l’avenir des images”, in Sciences et Avenir , nº especial, 1979.

“Littérature et Communication”, in A l’Ecole des Médias. Ministerio de Educación, 1980.“Erreur sur l’en dessous”, Conferencia en el coloquio de Dijon: el Hombre y la Mina, 1981.

* Caras, superficies, interfaces [ Faces, Surfaces, Interfaces], Paris, Vrin, 1982. tr. Paláu,Seminario de Estética de Dagognet. Instituto de filosofía. Universidad deAntioquia. Medellín, marzo de 2007. <138 pp.>

Hemos elogiado tanto lo psicofisiológico como la imagen, y sobre todo su intersección, con“la representación” exterior que se ofrece (especialmente el rostro). Hemos concedido

Page 63: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 63/66

  132

importancia no solamente a las morfologías espontáneas sino también a la “fisiognomía”, atodo lo que une la materialidad y la singularidad (lo psíquico).Hemos festejado el conjunto de lo que aflora (el adentro en el afuera) y de lo que persiste(los índices de un pasaje, los vestigios de una historia, los desgastes ligados a movimientos,siempre el tiempo de un recorrido en un espacio que está rayado, saturado de

informaciones); hemos prestado atención a los arañazos, a las arrugas, a las marcas y a lossedimentos. Hemos confiado a la materia el poder espiritual de la guardia y de laindestructibilidad. Y en cuanto a los materiales contemporáneos –ya no los naturales comola tierra, la piedra y el viviente expresivo– merecen aún más jugar el papel de fiel espejo yde “memoria” segura: tanto la placa sensible como el disco, la banda magnética o loscircuitos electrónicos. Los actuales componentes registran, detentan y restituyen.Por todas partes querríamos finalmente celebrar –especialmente con nuestro cuerporeencontrado– la alianza entre una extensión arrancada a la sola exterioridad que la devalúa,y el “sentido”, es decir el alma, salvada de una indeterminación nubosa gracias a lainscripción característica. Nos hemos opuesto pues por todas partes, de un extremo al otrode este texto, a la “esquizofrenia”, es decir a la separación demasiado difundida y sinfundamento sólido.PREFACIO……………………………………………………………………….2Capítulo primero: Sobre una morfología general...................................................9Capítulo segundo: Sobre los cuerpos vivientes. La organología………….……32Capítulo tercero: El Semi-Error Fisiognómico………………………………….57Capítulo cuarto: La lección de los retratos…………………………...………….86Capítulo quinto: Hacia la biopsiquiatría………………………………..…….…112Conclusión…………………………………………………………………….....133Tabla de materias………………………………………………………………...138

“Philosophie du paysage?”, in Mort du paysage?, Champ Vallon, 1982.

“Un tableau de maîtres”, in Science et Avenir , febrero de 1984.

* Filosofía de la imagen, Segunda edición aumentada, París: Vrin, 1986. Medellín, marzode 2006 – marzo de 2007. <169 pp.>

Repitamos una vez más que no podemos observar nada directamente, ni siquiera los lugaresque habitamos; ¡se ha requerido previamente que los pintores los reconozcan y losdescubran! La imagen rebasa pues lo real que se le opone. Lejos de degradarlo, ella loaclara. Siempre miramos a través de la mirada de los que han escapado de sus prisiones.Es preciso pues intercambiar los papeles o las posiciones; el reflejo le añade al modelo, lodevela, la camera obscura no es hostil a este tipo de giros con los que beneficia; ella mismavive de subversiones y de inversiones. La pretendida copia no reproduce; a su manera, produce.

Con frecuencia se ha querido salvar los fenómenos, pero conviene aún ir un poco más lejos: preservemos lo que los refleja y parece irrealizarlos; defendamos hasta los reflejos de losreflejos; descendamos aún un grado más del lado de las sombras y de las apariencias.Preámbulo de la segunda edición…………………………………………………3PREFACIO……………………………………………………………………….7Introducción……………………………………………………………………….9Capítulo primero: La empresa platónica…………...............................................15Capítulo segundo: El abajo y el arriba………………………………..…………44

Page 64: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 64/66

  133

Capítulo tercero: Para una historia de la medicina….…………………….…….67Capítulo cuarto: Lo verdadero y lo falso….………………………....………...100Capítulo quinto: Sociografía…………….….……………………………….…128Conclusión………………….……………………………………………….....154Complemento: Reanudación del alegato………………….…………………...162

Tabla de materias………………….…………………………………………...173* El número y el lugar  (1984). Los dos primeros capítulos fueron traducido por Iván DaríoCastrillón, con la colaboración de María Cecilia Gómez y el apoyo del seminario permanente de Historia de la Biología, para el curso de contexto "Materiólogos yobjetología/abyectología" de Luis Alfonso Paláu. Universidad Nacional de Colombia, sedeMedellín. Facultad de Ciencias Humanas y Económicas. Escuela de Estudios filosóficos yculturales. Medellín, abril de 2003. La segunda parte del libro fue traducida por LuisAlfonso Paláu C. Medellín, enero de 2012 – julio de 2012.

* El Museo sin fin (seminario bajo la dirección de F. Dagognet), Champ Vallon, 1984; [tr.J. C. Aristizábal. 2006]. <59 pp.>

Page 65: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 65/66

  134

Tabla de materias

Georges Canguilhem.- Presentación de la Anatomía  2

François Guery.- ¿Una epistemología no filosófica? 5

Jacques Lambert.- “Clasificar para descubrir, codificar para inventar” 14Anexo 1. Serres: el concepto de circunstancia de Lamarck 23

Anexo 2. Dagognet: la situación de Cuvier en la historia de la biología 25

Anexo 3. Discusión de Dagognet y Foucault en las jornadas Cuvier 35

Claude Debru.- La química, formación de modelos morfológicos 57

Anne-Marie Moulin.- Biología sin viviente, medicina sin enfermo 70

Yves Michaud.- ¿Exterior sin interior, cuerpo sin alma? 79

Gérard Escat.- Adios a Kant, ¿regreso a Leibniz? 89

François Dagognet.- Epílogo, objeciones y respuestas 103

Anexo 4. Dagognet: “Prefacio” a la Introducción al estudio de la …  120

Obras y trabajos de F. Dagognet hasta el momento del Coloquio de 1984 128

Page 66: anatomía_Dagognet_2

8/18/2019 anatomía_Dagognet_2

http://slidepdf.com/reader/full/anatomiadagognet2 66/66

  135

En el siglo XVI, François Rabelais, médico, había promovido laanatomía a la dignidad de las “materias importante y ciencias profundas”,invocándola en el Cuarto Libro del Pantagruel , en el capítulo XXX: “Cómo esanatomizado y descripto Quaresmeprenant por Xenomanes”.

En el siglo XVII, las  Lecciones de anatomía  fueron representadas por pintores, la del Dr. Tulp por Rembrandt; la de Ruysch, que anatomizaba a unrecién nacido, lo fue por Jan van Neek. Y hubo otros.

En 1983, la jornada boyolesa de Lecciones de anatomía epistemológica,cuyos textos se reúnen acá, concernía a un autor bien vivo, y precisamente poresta razón. Cuando un filósofo se identifica con sus trabajos cuya inspiraciónobstinada consiste en rechazar toda referencia a un “sujeto” de referencia, elexamen de sus posiciones y proposiciones debe ser normalmente acordado consus métodos de análisis y de valorización –o no–, aplicados a las empresas derepresentación de la relación del hombre con el mundo. Cuando un filósofo seda la disección anatómica como modelo de puesta sobre la mesa, de sacar aluz, de lo que tantos filósofos han valorizado como secreto, profundo,fundamental, noumenal, etc. no se podría ofuscar con que se le propongaanatomizar los resultados de sus trabajos de anatomista. De hecho él aceptade buena gana y lo dice públicamente.