5/21/2018 Anibal Nazoa - El Discurso de Orden

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El discurso de orden

Anbal Nazoa

De Obras incompletas,Caracas:Monte vila,1969

Luca y Anbal Nazoa en el 30 aniversario de la publicacin de las Obras incompletas(fotoEl

Nacional)

El mundo, lector, da muchas vueltas. Aunque usted no sea ministro, acadmico ni nada por el

estilo, le conviene estar preparado porque el da menos pensado le puede tocar pronunciar elDiscurso de Orden. Si semejante desgracia le llegara a suceder, no ser por nuestra culpaque usted se presente desarmado en tan embarazosa ocasin, pues hoy estamos dispuestosa agotar nuestros recursos oratorios para ofrecerle una receta inspirada en los grandesmaestros del gnero que no ser perfecta, pero al menos le ayudar a salir del pasodecorosamente.

Se entiende por Discurso de Orden una peroracin o pltica que se intercala en un acto oficialo acadmico con el nico objeto de alejar en lo posible la hora del brindis, de forma tal que losinvitados lleguen a delirar por la sed y a sentir retortijones lo suficientemente violentos comopara que les importe muy poco si se les sirve whisky o liga para frenos y suspiren por un

bocadillo aunque sea de casabe con mondongo fro. El Discurso de Orden debe ser, pues,ante todo, largo. Muy largo. Tan largo que para llevarlo se necesite un maletn de buentamao. Un truco infalible para dar a los discursos de orden la longitud deseada es el empleodel lenguaje perifrstico, o sea, el decir muy poco o prcticamente nada con la mayor cantidadde palabras que el orador sea capaz de proferir. Por ejemplo, en lugar de El Libertador,decir aquel Hombre que a caballo de la Historia y venciendo las vicisitudes de un mundo encierne supo hacer un haz de naciones en su puo poderoso y dar a los hijos de la Gesta

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emancipadora la leccin perenne de una vida guiada por la amalgama inmarcesible de lasabidura con la Justicia.

Un carcter ineludible del Discurso de Orden es la seriedad. Ha de ser esta pieza oratoriaperfectamente seria, eludiendo cuidadosamente cualquier planteamiento susceptible de ser

interpretado por el pblico o por la posteridad como una invitacin a la sonrisa y mucho menosal bochinche. Obsrvese bien, a este respecto, que el discurso se llama de Orden, y con ellose est diciendo que debe estar basado en el respeto a las Instituciones y a la Integridad delCuerpo Social, no estndole permitido por ningn respecto al Orador traspasar los lmites dela compostura ni subvertir, por ende, la moral del distinguido Auditorio o desviarse de la actitudde recogimiento que cuadra al Recinto donde se pronuncia la oracin.

Nada hay ms parecido a una telenovela que un Discurso de Orden: como aqulla, ste tienesu planteamiento, trama y desenlace. La diferencia est en que, en tanto la primera interesapor igual al vulgo y a los prohombres del intelecto, el segundo slo interesa a estos ltimos ypor lo tanto no debe versar sino exclusivamente sobre temas excelsos como la Historia

Universal y Patria, el Mrito Ciudadano, la Ciencia y el buen gobierno en la Repblica de lasLetras. El resto lo ponen las argnteas canas, el paltolevita y una bien timbrada voz.Chpense esa y vean nuestro magistral ejemplo:

Discurso de orden

Pronunciado por el Doctor Anestesio del Carmen Toro y del Llano en ocasin deldescubrimiento del Busto del General y Doctor Temstocles Mascagofio, Benefactor y HroeEpnimo de la Muy Ilustre Villa de San Zenn de Los Araguatos, el cinco de septiembre delAo de Gracia de 1967. (Versin abreviada).

Ciudadano Presidente.

Excelentsimo Seor Embajador de la Repblica de Mondragonia y dems miembros delHonorable Cuerpo Diplomtico.

Ciudadano Representante de la Academia de Ciencias Exactas.

Reverendsimo seor Cura Prroco de San Zenn de Los Araguatos.

Seor Director de la Escuela Federal Graduada 39 de Noviembre.

Seor Presidente y dems miembros de la Junta Comunal de San Zenn de Los Araguatos.

Seora doa Remigia Toro y del Llano, viuda de Cuyagua, y dems descendientes del IlustreGeneral y Doctor Temstocles Mascagofio.

Seoras, seores:

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Justicia est constans et perpetua voluntas suum quinque tribuendi: las palabras del legisladorlatino, nsitas en la sangre de viejos acentos romanos que an pulsa en nuestras venastradas por los varones de Castilla a bordo de frgiles embarcaciones movidas por los vientosdel Grande Ocano y a merced de los elementos, nos parecen la divisa ms apropiada paraabrir este acto en el cual se rinde homenaje, injustamente postergado hasta la hora actual, a

un hombre, espejo de virtudes, encarnacin del valor cvico y ejemplo de las generacionespresentes y venideras, sin cuyo sacrificio y constancia no habra sido posible la existencia deesta noble poblacin que hoy se prosterna ante el bronce bienamado de su esfinge.(Aplausos).

Lejos estn ya, perdidos quiz en el ddalo de la frgil memoria de los hombres, los dasbuclicos y pleonsticos en que, indita an la piqueta del modernismo domador de la patriageografa, nos pasebamos por estos entonces verdes y rientes vlales, a la vera de lahistoriada Quebrada de los Araguatos. Eran los tiempos de la honda aleve para cazarlagartijos, del asalto piratesco a los mangos de la hacienda La Deliciosa cuyo guardin, elsiempre bien recordado Manco Rodrguez, en ms de una ocasin empuara la escopeta

vigilante para marcar con un tiro de vidrio las posaderas de los transgresores. Lejos ya loscombates homricos que sostena Nicols el zapatero con el Comisario Villeguitas y los dospolicas del pueblo, embriagado aqul por ser lunes y enratonados stos por haber sidodomingo el da anterior. Lejos las noches de serenatas junto a la ventana de Gertrudita, la hijadel Coronel Pichagua y amor imposible de todos los mozalbetes araguatenses, que terminfugndose con un mecnico de La Victoria para consternacin del Coronel y amargura deaquellos corazones destrozados cuando todava no se haba inventado el trasplante.(Bostezos).

Pero al traer a la mente estos recuerdos ineluctables estamos pecando de poco universales y

cayendo en inmanente pecado de iconoclasia ante las ilustres personalidades que nosacompaan en este acto de antelacin ciudadana. Apartemos nuestras modestas intimidadesregionalistas para retornar a los cauces embriolgicos de la Ciencia Histrica, como lodemanda la egregia personalidad de nuestro homenajeado y el pragmatismo hermenutico denuestros visitantes. Triste destino el de las Naciones que envanecidas por los ureos triunfosde su juventud olvidan a aquellos que duermen bajo el mrmol fro cuando no bajo el montnannimo de tierra generosa. (Aplausos). Medice, cura te ipsum, dijo el poeta: cun sencillo esel hombre de saber y acogedora su choza! Inmersos en el proceloso mar de la vida moderna,hurfanos de una filosofa irrefragable, hoy somos juguetes del dios cruel del materialismo. UnScrates de hoy no tomara la cicuta, y si la tomara sera porque la confundi con un coctel deginebra con jugo de nspero. Platn apenas vivira para servir los copetines. Descartes estara

a toda hora en el Hipdromo, haciendo clculos para ganarse el pool y jugando en taquilla.Kant andara ladrando ante la indiferencia de sus conciudadanos. San Agustn aceptara morirsin confesin, horrorizado ante las peleas a botellazos que se forman en los cabarets delbarrio caraqueo que lleva su nombre. Slo Voltaire podra sobrevivir en esta poca devoltarios y volteretas.

Qu hacer? Qu hacer? Si vispacem, para bellum.Y que este busto que hoy descubrimoscon uncin ilumine nuestros pasos por el difcil sendero de la existencia. Seores. (Aplausos).

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